REFLEXION SANTA MISA DOMINGO DE RAMOS “SOMOS

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REFLEXION SANTA MISA
DOMINGO DE RAMOS
“SOMOS ENVIADOS…”
1 – “COMO DISCIPULOS…”
 Somos enviados a hacer posible la Pascua del Señor. Como bien dice la monición que invita a la celebración de este día,
“después de haber preparado nuestros corazones, desde el comienzo de la cuaresma por medio de la penitencia, la oración y
las obras de caridad….”
 Como aquellos dos discípulos (evangelio luego de la bendición de los ramos: Lc 19,28-40), somos invitados con
instrucciones concretas a preparar todo lo necesario para celebrarla Pascua con Jesús.
 Importante es haber descubierto qué es lo que el Señor realmente necesita para celebrar la Pascua conmigo. Es por ello que es
bueno imitar al profeta Isaías (Is. 50,4-7) en la primera lectura, como actitud que nos abra al querer de Dios, a lo que Él nos
indica: “el despierta mi oído para que yo escuche como discípulo”.
 A lo que sigue la docilidad y obediencia, para que la Pascua pueda celebrarse, al momento de compartir la hora de Jesús que
el mismo profeta hace ver en situación de Pasión: “El Señor abrió mi oído y yo no me resistí ni me volvía atrás”.
2 - ¿A DÓNDE ENTRA JESÚS?
 Nos relata el evangelio en Lucas hoy, que al entrar en el poblado encontraron lo necesario, para preparar la Pascua, como Él
les había indicado.
 Jugamos con esta imagen, para hacer de ese poblado, nuestra vida, vida que en este tiempo se fue disponiendo según lo que la
Iglesia nos indicaba, como maestra en el Espíritu, según el camino que el mismo Maestro hizo para nuestra salvación.
 Y en ese “poblado interior”, posiblemente había de todo, entre lo cual, cosas que no eran necesarias para este momento, y
otras a las que teníamos que echar mano, como al asno atado. Y ahí estaba la clave.
 La clave, pues bien que podríamos no seguir las indicaciones escuchadas, a la que referimos en el primer punto de este
compartir. Pero, nosotros por gracia, es de esperar que así sea, hemos podido apreciar que todo pasa por descubrir lo que el
Señor necesita de mí y no tanto lo que yo necesito de Él: “El Señor lo necesita”. Por lo tanto tengo que escucharlo, para ver
que me pide, que es lo que está necesitando de mí.
3 – “PARA TENER PARTE EN SU RESURRECCIÓN Y EN SU VIDA”.
 Así terminamos rezando la monición de invitación a la celebración de este día. Esta frase, deseo, conlleva el presupuesto que
la misma monición nos presenta:
 “llenos de fe…
 …gran fervor…
 …sigamos al Señor….
 …por la gracia que brota de su cruz….”
 Varios elementos a los que tenemos que echar mano, como necesarios, como el asno, para entrar con Jesús en su Pascua, que
deber hacerse nuestra para tener parte con Él. Y esto es lo que el Señor necesita.
 Es para evaluarnos en esas actitudes que desglosamos de la monición. En el año de la fe, en que somos invitados a
renovarnos en la misma, con entusiasmo, que no es otra cosa que la acción de un Dios que se lleva dentro, sea así esta
semana santa, porque hemos dispuesto, siguiendo la voz de Dios, todo lo necesario para participar de su hora, que es también
nuestra, como discípulos.
 Muchos en la hora histórica, fueron sorprendidos, y por no estar preparados, no pudieron, no su supieron, o no quisieron
acompañarlo en el momento de su Pasión. Se juega para nosotros la hora de la verdad en nuestra vida de fe en torno al
misterio que celebramos.
 Seremos también nosotros: “Todos sus amigos y las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea permanecían a
distancia, contemplando lo sucedido”. Para tener parte de la resurrección, seamos protagonistas del misterio desde un
compromiso de vida interior y no espectadores litúrgicos de un espectáculo, del cual por más que nos golpeemos el pecho,
puede no llevarnos a alcanzar tanta gracia que se nos otorga en estos días en torneo a tan gran misterio.
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