Glosario Psicoanalítico Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos Estudiantes: Ximena Guillen Abello Leoniris Bolivar Mendoza Andrea Martinez Andrea Pumarejo Palomino Docente: Alirio Romero Serrano Fundación Universitaria del Área Andina 2020 pág. 2 Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos INTRODUCCIÓN Este se realizó con la finalidad de afianzar a profundidad los conceptos que se han trabajado durante la clase sobre temas relacionados con el psicoanálisis, ya que como sabemos esta fue una corriente que marco significativamente en el campo de la psicología por sus métodos particulares y únicos que le dieron su lugar en la historia. pág. 3 Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos GLOSARIO DE PALABRAS pág. 4 Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos GLOSARIO DE PALABRAS A ABSTINENCIA: 1. Principio según el cual la cura analítica debe ser dirigida de tal forma que el paciente encuentre el mínimo posible de satisfacciones substitutivas de sus síntomas. Para el analista, ello implica la norma de no satisfacer las demandas del paciente ni desempeñar los papeles que éste tiende a imponerle. El principio de la abstinencia puede, en algunos casos y en ciertos momentos de la cura, concretarse en consignas relativas a los comportamientos repetitivos del paciente que entorpecen la labor de rememoración y elaboración. La justificación de este principio es de tipo fundamentalmente económico. El analista debe evitar que las cantidades de libido liberadas por la cura se recatecticen de modo inmediato sobre objetos externos; en lo posible deben ser transferidas a la situación analítica. La energía libidinal se encuentra ligada por la transferencia, y se rechaza toda posibilidad de descarga distinta a la expresión verbal. Desde el punto de vista dinámico, el poder de la cura se basa en la existencia de un sufrimiento por frustración; pero este último tiende a disminuir a medida que los síntomas ceden su puesto a comportamientos substitutivos más satisfactorios. Por consiguiente, resulta pág. 5 importante mantener o restablecer la frustración para evitar la paralización de la cura. La noción de abstinencia se halla implícitamente ligada al principio mismo del método analítico, en tanto que éste convierte en acto fundamental la interpretación, en lugar de satisfacer las exigencias libidinales del paciente. Por ello, no debe sorprender que sea a propósito de una demanda particularmente imperiosa, la inherente al amor de transferencia, que Freud aborda con claridad, en 1915, la cuestión de la abstinencia: «Debo establecer el principio de que es preciso, en los enfermos, mantener las necesidades y aspiraciones como fuerzas que impulsan al trabajo y al cambio, y evitar que sean acalladas por substitutivos» (1). Con Ferenczi, los problemas técnicos planteados por la observancia del principio de la abstinencia pasaron al primer plano de las discusiones analíticas. Ferenczi preconizaba en ciertos casos medidas encaminadas a hostigar las satisfacciones substitutivas halladas por el paciente en la cura o aparte de ésta. Freud, en su alocución final al Congreso de Budapest (1918) aprobó, en principio, estas medidas y dio una justificación teórica de las mismas: «Por cruel que ello pueda parecer, hemos Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos de procurar que el sufrimiento del paciente no desaparezca prematuramente en forma marcada. Cuando, por haberse disipado y perdido su valor los síntomas, se ha atenuado este sufrimiento estamos obligados a recrearlo en otro punto en forma de una privación penosa» (2). Para esclarecer la discusión, siempre actual, en torno al concepto de abstinencia, parece interesante distinguir claramente entre, por una parte, la abstinencia como principio y regla del analista (simple consecuencia de su neutralidad) y, por otra, las medidas activas por medio de las cuales se pide al paciente que él mismo se mantenga en un cierto estado de abstinencia. Tales medidas abarcan desde las interpretaciones cuyo carácter insistente puede equivaler a una orden, hasta las prohibiciones formales. Éstas, si bien no se dirigen a prohibir al paciente toda relación sexual, afectan por lo general a ciertas actividades sexuales (perversiones) o a ciertas actuaciones de carácter repetitivo que parecen paralizar la labor analítica. Pero la mayor parte de los analistas se muestran muy reservados en cuanto a recurrir a tales medidas activas, subrayando especialmente el hecho de que el analista corre entonces el peligro de justificar su asimilación a una autoridad represora. 2. corolario de la regla fundamental, la regla de abstinencia designa el conjunto de los medios y actitudes puestos en obra por el analista para que el analizante no pueda recurrir a formas de satisfacción sustitutivas, capaces de ahorrarle los sufrimientos que constituyen el motor del trabajo analitico. pág. 2 ATENCIÓN FLOTANTE: 1. Consiste en una suspensión, tan completa como sea posible, de todo lo que habitualmente focaliza la atención: inclinaciones personales, prejuicios, supuestos teóricos, incluso los mejor fundados. Al igual que el paciente debe decir todo lo que pase por su mente, eliminando toda objeción lógica y afectiva que le induciría a seleccionar, también el médico debe estar en condiciones de interpretar todo lo que escucha, a fin de descubrir en ello todo lo que el inconsciente oculta, sin que su propia censura venga a reemplazar la elección a la que ha renunciado el paciente. A partir de Freud, esta regla permite al analista descubrir las conexiones inconscientes en el discurso del paciente. Mediante ella el analista puede conservar en su memoria multitud de elementos aparentemente insignificantes, cuyas correlaciones sólo más tarde se pondrán de manifiesto. 2. Expresión creada por Sigmund Freud en 1912 para designar la regla técnica según la cual el analista debe escuchar al paciente sin privilegiar ningún elemento del discurso de este último, y dejando obrar su propia actividad inconsciente. AISLAMIENTO: 1. consiste en aislar un pensamiento o un comportamiento de tal forma que se rompan sus conexiones con otros pensamientos o con el resto de la existencia del sujeto. Entre los procedimientos de aislamiento podemos citar las pausas en el curso del pensamiento, fórmulas, rituales y, de un modo general, todas las medidas que permiten establecer Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos un hiato en la sucesión temporal de pensamientos o de actos. Algunos pacientes se defienden contra una idea, una impresión, una acción, aislándolas del contexto por una pausa durante la cual ya nada tiene derecho a producirse, nada se percibe, ninguna acción se realiza. Esta técnica activa, «motriz», la califica Freud de mágica; la relaciona con el procedimiento normal de concentración en el sujeto que se esfuerza en impedir que su pensamiento se desvíe de su objeto actual. El aislamiento se manifiesta en diversos síntomas obsesivos; se ve actuar especialmente en la cura, donde se pone en evidencia por la consigna de la libre asociación, que se opone a aquél (sujetos que separan radicalmente su análisis de su vida, una determinada sucesión de ideas del conjunto de la sesión, cierta representación de su contexto ideoafectivo). En último análisis, Freud refiere la tendencia al aislamiento a un modo arcaico de defensa contra la pulsión: la prohibición de tocar, «[...] siendo el contacto corporal la meta inmediata de la catexis de objeto, tanto agresiva como amorosa». ALTERACIÓN DEL YO: 1. Conjunto de limitaciones y actitudes anacrónicas adquiridas por el yo durante las etapas del conflicto defensivo, y que repercuten desfavorablemente sobre sus posibilidades de adaptación. El término «alteración del yo» se encuentra al principio y al final de la obra de Freud, en dos contextos bastante distintos. En las pág. 3 Nuevas observaciones sobre las psiconeurosis de defensa (Wei-tere Bemerkungen über die AbwehrNeuropsychosen, 1896), Freud, a propósito de la paranoia, distingue del delirio como retorno de lo reprimido, un delirio secundario, el delirio de interpretación, llamado también delirio «combinatorio» y delirio «de asimilación». Éste sería el signo de una adaptación del yo a la idea delirante: el paranoico terminaría convirtiéndose en un ser falso, en su intento de atenuar las contradicciones entre la idea delirante primaria y el funcionamiento lógico del pensamiento. La alteración del yo debería relacionarse más bien con un dispositivo de comportamiento que, como ha mostrado la escuela etológica basándose en los comportamientos instintivos, puede funcionar «en vacío», es decir, crear artificialmente situaciones motivantes: el yo «[...] se ve impulsado a buscar en la realidad las situaciones capaces de reemplazar aproximadamente el peligro originario». Lo que Freud considera aquí es algo distinto de la repercusión directa del conflicto defensivo sobre el yo (el síntoma mismo puede considerarse como una modificación del yo, un cuerpo extraño dentro de éste; así, la formación reactiva modifica también el yo). AMBIVALENCIA: Presencia simultánea, en la relación con un mismo objeto, de tendencias, actitudes y sentimientos opuestos, especialmente amor y odio. La palabra «ambivalencia» fue tomada por Freud de Bleuler, que fue quien la creó Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos Bleuler consideró la ambivalencia en tres terrenos. Volitivo (Ambitendenz): por ejemplo, el individuo quiere al mismo tiempo comer y no comer. Intelectual: el individuo enuncia simultáneamente una proposición y su contraria. Afectivo: ama y odia en un mismo movimiento a la misma persona. Bleuler considera la ambivalencia como uno de los síntomas cardinales de la esquizofrenia, pero reconoce la existencia de una ambivalencia normal. La originalidad del concepto de ambivalencia, en relación con lo descrito hasta entonces como complejidad de sentimientos o fluctuaciones de actitudes, estriba, por una parte, en el mantenimiento de una oposición del tipo sí-no, en que la afirmación y la negación son simultáneas e inseparables; y por otra, en el hecho de que esta oposición fundamental puede encontrarse en distintos sectores de la vida psíquica. Bleuler termina por privilegiar a la ambivalencia afectiva, y en este sentido se orienta el empleo freudiano del término.Con frecuencia la palabra ambivalencia se utiliza en psicoanálisis con una acepción muy amplia. En efecto, puede emplearse para designar los actos y sentimientos que resultan de un conflicto defensivo en el que intervienen motivaciones incompatibles; dado que lo que resulta placentero para un sistema es displacentero para otro, podría calificarse de ambivalente toda «formación de compromiso». Pero entonces existe el peligro de que el término «ambivalencia» sirva, de un modo vago, para designar toda clase de actitudes conflictivas. Para que conserve el valor descriptivo, o incluso pág. 4 sintomatológico, que originalmente tenía, convendría utilizarla en el análisis de conflictos específicos, en los que el componente positivo y el componente negativo de la actitud afectiva se hallen simultáneamente presentes, sean indisolubles, y constituyan una oposición no dialéctica, insuperable para el sujeto que dice a la vez sí y no. 2. La ambivalencia freudiana respecto del psicoanálisis aplicado se refleja tanto en las contribuciones del propio Freud como en las reacciones contrastantes que este ámbito suscita en la comunidad psicoanalítica. En primer lugar, es preciso observar que, a pesar de: 1 entusiasmo provocado por el psicoanálisis aplicado en el círculo freudiano y más allá, el propio freud practico muy poco la psicobiografía (que por otra parte execrable cuando pretendía aplicarse le a el), Con la excepción de una breve colaboración incluida en el libro de Rank EL mito del nacimiento del héroe, donde desarrolló la noción de la novela familiar, acerca de estas cuestiones Freud adoptó una posición singular. En toclos sus trabajos considerados propios del ámbito del psicoanálisis aplicado, se puede en efecto constatar la existencia de un segundo objetivo, puramente teórico, que casi siempre reemplaza a la aplicación pura y simple. AFECTO: 1. Palabra tomada por el psicoanálisis de la terminología psicológica alemana y que designa todo estado afectivo, penoso o agradable, vago o preciso, ya se presente en forma de una descarga masiva, Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos ya como una tonalidad general. Según Freud, toda pulsión se manifiesta en los dos registros del afecto y de la representación. El afecto es la expresión cualitativa de la cantidad de energía pulsional y de sus variaciones. El concepto de afecto adquiere gran importancia desde los primeros trabajos de Breuer y Freud {Estudios sobre la histeria [Studien über Hysterie, 1895]) acerca de la psicoterapia de la histeria y el descubrimiento del valor terapéutico de la abreacción. El origen del síntoma histérico se busca en un acontecimiento traumático que no ha encontrado una descarga adecuada (afecto arrinconado). Resulta difícil comprender que la palabra afecto tenga sentido sin una referencia a la conciencia de sí mismo; Freud plantea la pregunta: ¿Es lícito hablar de afecto inconsciente? (3 a). Rehusa establecer un paralelismo entre el afecto llamado «inconsciente» (sentimiento de culpa inconsciente, por ejemplo) y las representaciones inconscientes. Entre la representación inconsciente y el sentimiento inconsciente existe una notable diferencia: «La representación inconsciente, una vez reprimida, permanece en el sistema les como una formación real, mientras que el afecto inconsciente sólo corresponde allí a un rudimento que no ha podido llegar a desarrollarse» (3 b) {véase: Represión, Supresión). ASOCIACIÓN LIBRE (MÉTODO O REGLA DE): 1. Método que consiste en expresar sin discriminación todos los pensamientos que vienen a la mente, ya sea pág. 5 a partir de un elemento dado (palabra, número, imagen de un sueño, representación cualquiera), ya sea de forma espontánea. No es posible establecer con precisión la fecha de su descubrimiento, que tuvo lugar progresivamente entre 1892 y 1898 y por varios caminos. C CATARSIS: 2. Catharsis es la palabra griega utilizada por Aristóteles para designar el proceso de purga o eliminación de las pasiones que se produce cuando el espectador asiste en el teatro a la representación de una tragedia, El término fue retomado por Sigmund Freud* y Josef Breuer*, quienes, en los Estudios sobre la histeria*, denominaron método catártico al procedimiento terapéutico mediante el cual un sujeto logra eliminar sus afectos patógenos, y después abreactuarlos, al revivir los acontecimientos traumáticos a los que aquéllos están ligados. Consciente: 2. Término utilizado por Sigmund Freud, como adjetivo para calificar un estado psíquico, o bien como sustantivo, para indicar la localización de ciertos procesos constitutivos del funcIOnamiento del aparato psíquico. En este sentido, el consciente, junto con el preconsciente y el inconsciente es una de Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos las tres instancias de la primera tópica freudiana. Complejo de edipo: 1. Conjunto organizado de deseos amorosos y hostiles que el niño experimenta respecto a sus padres. En su forma llamada positiva, el complejo se presenta como en la historia de Edipo Rey: deseo de muerte del rival que es el personaje del mismo sexo y deseo sexual hacia el personaje del sexo opuesto. En su forma negativa, se presenta a la inversa: amor hacia el progenitor del mismo sexo y odio y celos hacia el progenitor del sexo opuesto. De hecho, estas dos formas se encuentran, en diferentes grados, en la forma llamada completa del complejo de Edipo. Según Freud, el complejo de Edipo es vivido en su período de acmé entre los tres y cinco años de edad, durante la fase fálica; su declinación señala la entrada en el período de latencia. Experimenta una reviviscencia durante la pubertad y es superado, con mayor o menor éxito, dentro de un tipo particular de elección de objeto. El complejo de Edipo desempeña un papel fundamental en la estructuración de ia personalidad y en la orientación del deseo humano. Los psicoanalistas han hecho de este complejo un eje de referencia fundamental de la psicopatología, intentando determinar, para cada tipo patológico, las modalidades de su planteamiento y resolución. La antropología psicoanalítica se dedica a buscar la estructura triangular del complejo de Edipo, cuya universalidad afirma, en las más diversas culturas y no sólo en aquellas en que predomina la familia conyugal. El complejo de Edipo se descubrió en su pág. 6 forma llamada simple y positiva (por lo demás, así es como aparece también en el mito), pero, como ya hizo observar Freud, esta forma no es más que una «simplificación o esquematización» en relación con la complejidad de la experiencia: «[...] el niño pequeño no experimenta solamente una actitud ambivalente y una elección de objeto amoroso dirigida hacia su madre, sino que al mismo tiempo se comporta como una niña mostrando una actitud femenina y tierna hacia su padre y la correspondiente actitud de celos hostiles hacia la madre». En realidad, entre la forma positiva y la forma negativa se observa toda una serie de casos mixtos en los que coexisten estas dos formas en una relación dialéctica, y en las que el analista se aplica a determinar las distintas posiciones adoptadas por el sujeto en la asunción y resolución de su Edipo. Desde este punto de vista, como ha subrayado Ruth Mack Brunswick, el complejo de Edipo designa la situación de] niño en el triángulo. La descripción del complejo de Edipo en su forma completa permite a Freud explicar la ambivalencia hacia el padre (en el niño) por la interacción de los componentes heterosexuales y homosexuales y no como el simple resultado de una situación de rivalidad. 1) Las primeras elaboraciones de la teoría se construyeron sobre el modelo del niño. Durante mucho tiempo Freud admitió que el complejo podía ser transpuesto tal cual, mutatis mutandis, a la niña. Pero este postulado ha sido combatido: a) por ¡a tesis desarrollada en el artículo 1923 sobre «la organización genital infantil de la libido», Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos según la cual, en los dos sexos, durante la fase fálica, es decir, en el momento del acmé del Edipo, hay un solo órgano que cuenta: el falo; b) por el valor concedido a la inclinación preedípica hacia la madre, Esta fase preedípica se observa especialmente en la niña, en la medida en que el complejo de Edipo significará para ella un cambio de objeto amoroso, de la madre al padre Siguiendo estas dos direcciones, los psicoanalistas han trabajado para poner de manifiesto la especificidad del Edipo femenino. 2) La edad en que se sitúa el complejo de Edipo permaneció al principio relativamente indeterminada para Freud. Así, por ejemplo, en los Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad (Drei Abhandlungen z.ur Sexualtheorie, 1905), se sostiene la tesis de que la elección de objeto no tiene lugar de modo pleno hasta la pubertad, siendo la sexualidad infantil fundamentalmente autoerótica. Desde este punto de vista, el complejo de Edipo, aunque esbozado durante la infancia, sólo se manifestaría claramente en el momento de la pubertad, para ser enseguida superado. Esta incertidumbre se encuentra todavía en 1916-1917 (Lecciones de introducción al psicoanálisis [Vorlesungen zur Einführung in die Psychoanalyse]), aun cuando en esta fecha Freud reconoce ya la existencia de una elección de objeto infantil muy próxima a la elección adulta. En el enfoque final de Freud, una vez afirmada la existencia de una organización genital infantil o fase fálica, el Edipo se relaciona con esta fase, o sea esquemáticamente con el período de los tres a ios cinco años de edad. 3) Como pág. 7 puede apreciarse, Freud admitió siempre que en la vida del individuo existía un período anterior al Edipo. Cuando se efectúa una distinción, o incluso una oposición, entre lo pre edípico y el Edipo, se intenta ir más allá del reconocimiento de este simple hecho: se subraya la existencia y los efectos de una relación compleja, del tipo dual, entre la madre y el niño, y se procura hallar las fijaciones a una tal relación en las más diversas estructuras psicopatológicas. Desde este punto de vista, ¿puede considerarse todavía válida la célebre fórmula que hace del Edipo el «complejo nuclear de las neurosis»? Numerosos autores sostienen que, con anterioridad a la estructura triangular del Edipo, existe una relación puramente dual, y que los conflictos relativos a este período pueden analizarse sin hacer intervenir la rivalidad hacia un tercero. 2. Correlativo del complejo de castración , y de la existencia de la dife rencia de los sexos* y las generaciones*, el complejo de Edipo es una noción tan central en el psicoanálisis* como la universalidad de la prohibición del incesto , a la cual está ligado. Su formulación se debe a Sigmund Freud , quien con el vocablo Odipuskomplex designaba un complejo vinculado al personaje de Edipo creado por Sófocles, El complejo de Edipo es la representación inconsciente a través de la cual se expresa el deseo sexual o amoroso del niño por el progenitor del sexo opuesto, y su hostilidad al progenitor del mismo sexo, Esta representación puede invertirse y expresar amor al progenitor del mismo sexo, y odio al progenitor del sexo opuesto, Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos se llama Edipo a la primera representación, Edipo invertido a la segunda, y Edipo completo a la combinación de ambas. El complejo de Edipo aparece entre los tres y los cinco años Su declinación indica la entrada en un período llamado de latencia, y su resolución después de la pubertad se concreta en un nuevo tipo de elección de objeto. En la historia del psicoanálisis*, la palabra "Edipo" ha terminado por reemplazar a la expresión "complejo de Edipo". En este sentido, el Edipo designa a la vez el complejo definido por Freud y el mito fundador sobre el cual reposa la doctrina psicoanalítica, en tanto elucidación de las relaciones del hombre con sus orígenes y con su genealogía familiar e histórica. CONTRATRANSFERENCIA: 1. Conjunto de las reacciones inconscientes del analista frente a la persona del analizado y, especialmente, frente a la transferencia de éste.En muy pocos pasajes alude Freud a lo que él llamó la contratransferencia. En ésta Freud ve el resultado de «la influencia del enfermo sobre los sentimientos inconscientes del médico» (1 a) y subraya que «ningún analista va más allá de lo que le permiten sus propios complejos y resistencias internas» (1 b), lo cual tiene como corolario la necesidad del analista de someterse él mismo a un análisis personal. 2. Conjunto de las manifestaciones del inconsciente del analista relacionadas con las manifestaciones de la transferencia del paciente. Más aún que el concepto de transferencia, con el que está relacionada, la noción de pág. 8 contratransferencia, sus acepciones y utilizaciones, siempre han suscitado polémicas entre las diversas ramas del movimiento psicoanalítico. En una carta a Sigmund Freud del 22 de noviembre de 1908, Sandor Ferenczi* fue el primero en mencionar la existencia de una reacción del analista a los dichos de su paciente: "Tengo una excesiva tendencia a considerar como propios los asuntos de los enfermos", Freud empleó por primera vez el término "contratransferencia", entre comillas, en una carta a Carl Gustav Jung* del 7 de junio de 1909. Pero fue en 1910, en su evaluación de las perspectivas para el futuro de la terapia psicoanalítica, cuando evocó, hablando de la persona del terapeuta, la existencia de una contratransferencia que "se instala en el médico por la influencia del paciente sobre la sensibilidad inconsciente" del primero. Freud añadió que estaba cercano el momento en que se tendría derecho a "plantear la exigencia de que el médico reconozca en sí mismo esa contratransferencia, y la domine". Sabiendo que ningún analista puede ir más allá de lo que le permiten su resistencias" interiores, "reclamamos -{;ont inúa Freud[que el analista] inicie su actividad con un autoanálisis y lo profundice continuamente, conforme a sus experiencias con el enfermo". Después de la Segunda Guerra Mundial, en el momento en que la corriente de la Ego Psychology* estaba en auge en los Estados Unidos*, el debate sobre la contratransferencia alcanzó sus picos más Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos altos, especialmente bajo el impulso de discípulos de Melanie Klein*, aunque ésta no dedicó ningún desarrollo teórico particular al tema. Partiendo de la perspectiva kleiniana que concibe la relac ión analít ica como una dualidad inscrita en el registro del "aquí y ahora" , principalmente las intervenciones de Paula Heimann * y Margaret Little, por distintas que fueran, redefinieron la contratransferencia como el conjunto de las reacciones y sentimientos que el analista experimenta respecto de su paciente. Para Heimann , en la medida en que el inconsciente del analista engloba al del paciente, el primero debe servirse de la contratransferencia como de un instrumento que facilita la comprensión del inconsciente del analizante. En Heimann, esa concepción de la contratransferencia no lleva a una comunicación de los sentimientos del analista al paciente. En tal sentido, su enfoque se distingue de la noción del "análisis mutuo" de Ferenczi. Margaret Little, por el contrario, rechaza toda idea de distancia; el analista y el analizante son a sus ojos inseparables, y el analista le debe comunicar al paciente los elementos de su contratransferencia. D DESPLAZAMIENTO: 1. Consiste en que el acento, el interés, la intensidad de una representación puede desprenderse de ésta para pasar a otras representaciones pág. 9 originalmente poco intensas, aunque ligadas a la primera por una cadena asociativa. Este fenómeno, que se observa especialmente en el análisis de los sueños, se encuentra también en la formación de los síntomas psiconeuróticos y, de un modo general, en toda formación del inconsciente. La teoría psicoanalítica del desplazamiento recurre a la hipótesis económica de una energía de catexis susceptible de desligarse de las representaciones y deslizarse a lo largo de las vías asociativas. El «libre» desplazamiento de esta energía constituye una de las principales características del proceso primario, que rige el funcionamiento del sistema inconsciente. El concepto de desplazamiento aparece ya en los comienzos de la teoría freudiana de las neurosis: va unido a la comprobación clínica de una independencia relativa entre el afecto y la representación, y a la hipótesis económica que intenta explicarla: la de una energía de catexis «[...] que puede aumentarse, disminuirse, desplazarse, descargarse». Quantum o suma de afecto). Esta hipótesis fue plenamente desarrollada en el modelo que dio Freud del funcionamiento del «aparato neuronal» en su Proyecto de psicología científica (Entwurf einer Psychologie, 1895): la «cantidad» se desplaza a lo largo de las vías que forman las neuronas, las cuales, según el «principio de inercia neuronal», tienden a descargarse totalmente. El proceso «total o primario» se caracteriza por un desplazamiento de la totalidad de la energía de una representación a otra. Así, en la formación de un síntoma, de un «símbolo Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos mnémico» de tipo histérico: «[...] lo único que se modifica es la distribución [de la cantidad]. Algo se ha añadido a [la representación] A, que ha sido retirado de B. El proceso patológico constituye un desplazamiento, similar al que hemos reconocido en el sueño, es decir, un proceso primario».En el proceso secundario* encontramos también el desplazamiento, pero limitado en su recorrido y afectando únicamente a pequeñas cantidades de energía.Desde el punto de vista psicológico, se observa en Freud una aparente oscilación en cuanto a la extensión que debe concederse a la noción de desplazamiento. Unas veces contrapone el desplazamiento, fenómeno que se produce entre representaciones y caracteriza especialmente ia neurosis obsesiva (formación de un sustituto por desplazamiento: Vers-chiebungsersatz), a la conversión, en la cual el afecto queda eliminado y la energía de catexis cambia de registro, pasando del ámbito de las representaciones al ámbito somático . Otras veces el desplazamiento parece ser característico de toda formación de síntomas, en la que la satisfacción puede quedar «[...] limitada, por un desplazamiento extremo, a un pequeño detalle de todo el complejo libidinal». En este sentido, la propia conversión implica también un desplazamiento, por ejemplo, el desplazamiento del placer genital a otra zona corporal. 2. Proceso psíquico inconsciente, teorizado por Sigmund Freud* principalmente en el marco del análisis del sueño*: El desplazamiento, por medio de un pág. 10 deslizamiento asociativo, transforma los elementos primordiales de un contenido latente en detalles secundarios de un contenido manifiesto. Freud comenzó a utilizar el término desplazamiento en 1894, en un artículo dedicado a las neuropsicosis de defensa, con una acepción que ya no cambiaría. Al final de este artículo, se trata de "algo", un quant lJ de energía, "susceptible de aumento. disminución, desplazamiento y descarga, y que se extiende sobre las huellas mnémicas de las representaciones, un poco como una carga eléc trica sobre la superficie de los cuerpos". Más adelante, en el " Proyecto de psicología", la noción de desplazamiento aparece intrínsecamente ligada al proceso primario, constitutivo del sistema inconsciente, que se caracteriza por el libre desplazamiento de una energía de investidura*' En la célebre carta a Wilhelm Fliess* del 6 de diciembre de 1896, Freud progresa en la concepción de lo que por primera vez denomina el aparato psíquico, al hablar, a propósito de la memoria, de un proceso de estratificación en el cual las "huellas mnémicas son de tiempo en • tiempo reordenadas según las nuevas circunstancias". . . La concepción del proceso del desplazamiento comienza a tomar su forma definitiva en 1899, en la primera versión del artículo "Sobre los recuerdos encubridores'.'. Se trata de encontrar la razón de las selecciones realizadas por la memoria entre los diversos elementos de una experiencia vivida. Hay un enfrentamiento de dos fuerzas psíquicas cuales trabaja por la memorización de los acontecimientos importantes, y la otra es Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos una resistencia que originariamente justificada, aparece otra parcialmente intercambiada por la primera . E ELLO:1. El ello constituye el polo pulsional de la personalidad; sus contenidos, expresión psíquica de las pulsiones, son inconscientes, en parte hereditarios e innatos, en parte reprimidos y adquiridos. Desde el punto de vista económico, el ello es para Freud el reservorio primario de la energía psíquica; desde el punto de vista dinámico, entra en conflicto con el yo y el superyó que, desde el punto de vista genético, constituyen diferenciaciones de aquél. El término das Es fue introducido en El yo y el ello (a) (Das Ich und das Es, 1923). Freud lo tomó de Georg Groddeck (¡3) y cita el precedente de Nietzsche, que designaba con este término «[...] lo que existe de impersonal y, por así decirlo, de necesario por naturaleza en nuestro ser» (1 a). Freud conserva la expresión das Es por cuanto ilustra la idea, desarrollada por Groddeck, de que «[...] lo que llamamos nuestro yo se comporta en la vida de un modo completamente pasivo y que [...] somos "vividos" por fuerzas desconocidas e ingobernables» (1 b) y; esta expresión concuerda también con el lenguaje espontáneo de los pacientes en frases como «ello ha sido superior a mí, ello me ha venido de golpe, etcétera» Esta confluencia del ello con la instancia represora afecta ante todo a la definición pág. 11 genética que se da de ésta, siendo el yo «[...] la parte del ello que ha sido modificada bajo la influencia directa del mundo exterior, por mediación del sistema percepciónconciencia» (1/). b) Tampoco el superyó es una instancia claramente autónoma; en gran parte inconsciente, «se sumerge en el ello» (3 a). c) Finalmente, la distinción entre el ello y un substrato biológico de la pulsión es menos neta que la existente entre el inconsciente y ia fuente de la pulsión: el ello está «abierto en su extremo del lado somático» (3 b). La idea de una «inscripción» de la pulsión, que venía confirmada por el concepto «representante», si bien no es francamente rechazada, por lo menos no es reafirmada. 2. Término introducido por Georg Groddeck* en 1923, y conceptualizado por Sigmund Freud en el mismo año, a partir del pronombre aleman" neutro de la tercera persona del singular. (Es), para designar una de las tres instancias de l a segunda tópica freudiana, junto con el yo" y el superyo*. El ello es concebido como un conjunto de contenidos de naturaleza pulsional y de tipo inconsciente. La traducción francesa fue introducida por Edouard Pichon* y la inglesa por James Strachey*. La introducción por Freud del concepto del ello en la teoría psicoanalítica está intrínsecamente ligada con la gran reestructuración de los años 1920-1923. Se sabe que ésta se caracterizó por el reordenamiento de la teoría de las pulsiones, la elaboración de una nueva psicología del yo que toma en cuenta sus funciones inconscientes de defensa' y represión *, y por la definición de una Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos nueva tópica, en la cual el ello ocupa el que había sido el lugar del inconsciente* en la tópica anterior. Freud introdujo por primera vez esta palabra en su ensayo El yo y el ello* , insistiendo en lo bien fundado de la acepción definida por Groddeck: una vivencia pasiva del individuo confrontado con fuerzas desconocidas e imposibles de dominar. La primera tópica era una descripción cómoda de los procesos psíquicos. Permitía distinguir entre el consciente* y dos modalidades de inconsciente: el inconsciente propiamente dicho, cuyos contenidos sólo muy pocas veces o nunca se podían transformar en pensamientos conscientes, y el preconsciente*. hecho de pensamientos latentes susceptibles de hacerse o volver a hacerse conscientes. ESQUIZOFRENIA:1. Clínicamente, la esquizofrenia aparece diversificada en formas aparentemente muy distintas entre sí, en las que habitualmente se destacan los siguientes caracteres: incoherencia del pensamiento, de la acción y de la afectividad (que se designa con las palabras clásicas «discordancia, disociación, disgregación»), la separación de la realidad con replegamiento sobre sí mismo y predominio de una vida interior entregada a las producciones de la fantasía (autismo), actividad delirante más o menos acentuada, siempre mal sistematizada; por último, el carácter crónico de la enfermedad, que evoluciona con ritmos muy diversos hacia un «deterioro» intelectual y afectivo, conduciendo a menudo a estados de pág. 12 aspecto demencial, constituye, para la mayoría de los psiquiatras, un rasgo fundamental, sin el cual no puede efectuarse el diagnóstico de esquizofrenia. Término creado por E. Bleuler (1911) para designar un grupo de psicosis, cuya unidad ya había señalado Kraepelin clasificándolas bajo el epígrafe de «demencia precoz» y distinguiendo en ellas las tres formas, que se han vuelto clásicas, hebe-frénica, catatónica y paranoide. Al introducir el término «esquizofrenia» (del griego CT/ÍCW, «hendir, escindir», y cppr,v . «espíritu»), Bleuler intenta poner de manifiesto lo que, para él, constituye el síntoma fundamental de estas psicosis: la Spaltung («disociación»). El término se impuso tanto en psiquiatría como en psicoanálisis, a pesar de las divergencias existentes entre los diferentes autores acerca de lo que confiere a la esquizofrenia su especificidad y, por consiguiente, acerca de la extensión de este cuadro noso-gráfico. 2. Término creado en 1911 por Eugen BIeuler* a partir del griego schizein (hend ir, rajar) y phrenos (pensamiento) para designar una forma de locura" denominada "demencia precoz" por Emil Kraepelin*, y cuyos síntomas fundamentales son la incoherencia (Spaltung o c\ivdel pensamiento, la afectividad y la acción, un repliegue sobre sí mismo (o autismo*) y una actividad delirante. Eludido por Sigmund Freud*, que prefirió hablar de "parafrenia", este término se Impuso no obstante en psiquiatría y en psicoanálisis* para caracterizar, junto la paranoia* y la psicosis maníacodepresiva* derivada de la melancolía, una Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos de tres formas modernas de la psicosis* en general. F FANTASÍA: Guión imaginario en el que se halla presente el sujeto y que representa, en forma más o menos deformada por los procesos defensivos, la realización de un deseo y, en último término, de un deseo inconsciente. La fantasía se presenta bajo distintas modalidades: fantasías conscientes o sueños diurnos, fantasías inconscientes que descubre el análisis como estructuras subyacentes a un contenido manifiesto, y fantasías originarias. La palabra alemana Phantasie designa la imaginación. No tanto la facultad de imaginar en el sentido filosófico del término (Einbildungs-kraft), como el mundo imaginario, sus contenidos, la actividad creadora que lo anima (das Phantasieren). Freud recogió estos diferentes usos de la lengua alemana. En francés, el término -fantasme ha sido utilizado de nuevo por el psicoanálisis y, en consecuencia, está más cargado de resonancias psico-analíticas que su homólogo alemán. Por otra parte, no corresponde exactamente al término alemán, pues su extensión es menor. Designa una determinada formación imaginaria y no el mundo de las fantasías, la actividad imaginativa en general. Daniel Lagache ha propuesto volver a utilizar en su antiguo sentido el término «fantaisie», que tiene la ventaja de designar tanto la pág. 13 actividad creadora como sus producciones, pero que, para la conciencia lingüística contemporánea, es muy difícil que no sugiera los matices de capricho, originalidad, falta de seriedad, etc. La fantasía guarda la más estrecha relación con el deseo; un término freudiano lo atestigua: Wunschphantasie, o fantasía de deseo (6). ¿Cómo concebir esta relación? Sabemos que, para Freud, el deseo tiene su origen y su modelo en la experiencia de satisfacción:* «El primer desear [Wünschen] parece haber sido una catexis alucinatoria del recuerdo de la satisfacción» (le). FOBIA: 1. Ataque de pánico ante un objeto, un animal, una disposición del espacio, que actúan como señales de angustia. Este síntoma, que puede aparecer durante la primera infancia y en ciertos estados de neurosis y de psicosis, no excluye que se pueda hablar de estructura fóbica, que se podrá definir, con Ch. Melman, como una enfermedad de lo imaginario. 2. Término derivado del griego palabras y utilizado en lengua francesa como sufijo para designar el terror de un sujeto* frente a un objeto, un ser vivo o una situacion". Utilizado en psiquiatría como sustantivo hacia 1870, el término designa una neurosis* cuyo síntoma central es el terror continuo e inmotivado del sujeto ante un ser vivo, un objeto o una situación que en sí mismos no presentan ningún peligro real. En psicoanálisis* la fobia es un síntoma y no una neurorisis de allí la utilización Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos en su lugar de la expresión histeria* de angustia. Introducida por Wilhelm Stekel'" en 1908, y retomada por Sigmund Freud*, la histeria de angustia es una neurosis de tipo histérico que convierte una angustia en un terror inmotivado ante un objeto, un ser vivo o una situación que en sí mismos no presentan ningún peligro real. Entre los sucesores de Freud, la palabra tiende a representar el concepto de histeria de angustia. G GENITAL: Término frecuentemente utilizado en el lenguaje psicoanalítico contemporáneo para designar la forma de amor a la que llegaría el sujeto al completar su desarrollo psicosexual, lo que supone no solamente la entrada en la fase genital, sino también la superación del complejo de Edipo. La expresión «amor genital» no se encuentra en los trabajos de Freud. En cambio, sí se halla la idea de una forma completa de la sexualidad e incluso de una «actitud completamente normal en el amor» (1 a), en la cual confluyen la corriente de la sensualidad y la de la «ternura» (Z'ártlichkeit). Su separación viene ilustrada, según Freud, por el ejemplo, trivial en clínica psicoanalítica, del hombre incapaz de desear a la mujer que ama (a la cual idealiza) ni amar a la que desea (prostituta). pág. 14 Si se intenta definir positivamente el amor genital, resulta difícil escapar a los criterios normativos e incluso a un lenguaje claramente moralizante: comprensión y respeto del otro, ofrecimiento ideal del matrimonio, etc. El concepto de amor genital, desde el punto de vista de la teoría psicoanalítica, plantea cierto número de preguntas y observaciones: 1) La satisfacción genital (la del sujeto, del compañero o recíproca) no implica en modo alguno la existencia de amor. Y a la inversa, ¿no supone el amor un lazo que sobrevive a la satisfacción genital? (3 b). 2) Una concepción psicoanalítica del amor, aunque excluya toda referencia normativa, no debe ignorar lo que el psicoanálisis ha descubierto sobre la génesis del amor. de una satisfacción completa de las pulsiones, e incluso de la resolución de todo conflicto (se ha llegado a escribir: «La relación genital, para decirlo de una vez, carece de historia») (6). A esta concepción se opone indiscutiblemente la teoría freudiana de la sexualidad; véanse, por ejemplo, las siguientes líneas: «Hemos de contar con la posibilidad de que exista, en la naturaleza misma de la pulsión sexual, algo desfavorable a la realización de la satisfacción completa» H HISTERIA O HISTERISMO: 1. Clase de neurosis que ofrece cuadros clínicos muy variados. Las dos formas sintomatológicas mejor aisladas son la histeria de conversión, Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos en la cual el conflicto psíquico se simboliza en los más diversos síntomas corporales, paroxísticos (ejemplo: crisis emocional con teatralidad) o duraderos (ejemplo: anestesias, parálisis histéricas, sensación de «bolo» faríngeo, etc.), y la histeria de angustia, en la cual la angustia se halla fijada de forma más o menos estable a un determinado objeto exterior (fobias). Breuer y Freud (y, desde otro punto de vista, por Janet) les condujo a superar esta oposición. Al igual que Charcot, cuya influencia sobre Freud es bien conocida, éste considera la histeria como una enfermedad psíquica bien definida, que exige una etiología específica. Por otra parte, intentando establecer el «mecanismo psíquico», se adhiere a toda una corriente que considera la histeria como una «enfermedad por representación» (2 b). Ya es sabido que el hallazgo de la etiología psíquica de la histeria corre parejas con los principales descubrimientos del psicoanálisis (inconsciente, fantasía, conflicto defensivo y represión, identificación, transferencia, etc.). Después de Freud, los psicoanalistas no han dejado de considerar la neurosis histérica y la neurosis obsesiva como las dos vertientes principales del campo de las neurosis (a), lo cual no implica que, como estructuras, puedan combinarse en un determinado cuadro clínico. 2. La palabra histeria deriva del griego hystera (matriz útero)' se trata de una neurosis caracteriza por cuadros clinicos diversos . Su originalidad reside en el hecho de que los ConflIictos psiquicos inconscientes se expresan en ella de manera pág. 15 teatral y en forma de simbolizaciones, a través de síntomas corporales paroxísticos (ataques o convulsIones de aspecto epiléptico) o duraderos (parálisis, contracturas, ceguera). Las dos for.mas principales de histeria teorizadas por Sigmund Freud* son la histeria de angustia, cuyo síntoma central es la fobia*, y la histeria de conversión , en la que se expresan a través del cuerpo representaciones sexuales reprimidas. Hay que añadir otras dos formas freudianas de la histeria: la histeria de defensa*, que se ejerce contra los afectos displicentes, y la histeria de retención, en la cual los afectos no llegan a expresarse mediante la abreacción*. La expresión histeria hipnoide pertenece al vocabulario de Freud y Josef Breuer* del período 1894-1895. También la empleó el psiquiatra alemán Paul Julius Moebius (1853-1907). Designa un estado inducido mediante hipnosis*, que produce un clivaje* en el seno de la vida psíquica. La expresión histeria traumática pertenece al voca bulario clínico de Jean Martín Charcot*, y designa la histeria consecutiva a un traumatismo físico. Ciertos términos (histeria, inconsciente*, sexualidad*, sueño*) están a tal punto ligados a la génesis de la doctrina psicoanalítica, que se han convertido en "palabras freudianas". Y así como los Estudios sobre la histeria*, publicados en 1895, son considerados Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos el libro inaugural del psicoanálisis·, la histeria sigue siendo la enfermedad prin ceps y proteiforme que no sólo hizo posible la existencia de una clínica freudiana, sino también el nacimiento de una nueva mirada sobre la feminidad. I INCONSCIENTE: 1. El adjetivo inconsciente se utiliza en ocasiones para connotar el conjunto de los contenidos no presentes en el campo actual de la conciencia, y esto en un sentido «descriptivo» y no «tópico», es decir, sin efectuar una discriminación entre los contenidos de los sistemas preconsciente e inconsciente. Finalmente, Freud intentó basar la cohesión propia del sistema les y su distinción radical respecto del sistema Pcs en la noción económica de una «energía de catexis» propia de cada sistema. La energía inconsciente se aplicaría a representaciones, produciendo su catexis o retirándose de ellas, y el paso de un elemento de un sistema al otro se produciría por retiro de la catexis procedente del primero y nueva catexis por parte del segundo. 2. En el lenguaje corriente, el término inconsciente se utiliza como adjetivo para designar el conjunto de los procesos mentales que no son pensados conscientemente, también se lo puede pág. 16 emplear como sustantivo, con una connotación peyorativa, para hablar de un individuo irresponsable o loco, incapaz de dar razón de sus hechos y gestos. Empleado por primera vez como término técnico en lengua inglesa en 1751 (con la significación de no consciente) por el jurista escocés Henry Home Kames (16961782), el término inconsciente se popularizó más tarde en Alemania", en la época romántica, designando un depósito de imágenes mentales, una fuente de pasiones cuyo contenido escapaba a la conciencia*. Introducido en la lengua francesa hacia 1860 (con la significación de vida inconsciente) por el escritor suizo Henri Amiel (1821-1881), fue admitido en el Dietiommire de l'Académiefra1/l;aise en 1878. En psicoanálisis", el inconsciente es un lugar desconocido para la conciencia: "otra escena". En la primera tópica* elaborada por Sigmund Freud* constituye una instancia o un sistema (les) de contenidos reprimidos que se sustraen a las otras instancias: el preconsciente* y el consciente* (Pcs-Cs). En la segunda tópica no es ya una instancia, sino una característica del ello* y, en gran medida, del yo* y el superyó*. M Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos MASCULINIDAD-FEMINIDAD: Oposición recogida por el psicoanálisis y de la que éste ha mostrado que, en realidad, es mucho más compleja de lo que generalmente se cree: el modo de situarse el sujeto humano en relación con su sexo biológico constituye el término aleatorio de un proceso conflictual. Freud subrayó la diversidad de significaciones inherentes a los términos «masculino» y «femenino»: significación biológica, que remite al sujeto a los caracteres sexuales primarios y secundarios; en este campo los conceptos tienen un sentido muy preciso, pero el psicoanálisis ha puesto de manifiesto que estos datos biológicos no bastan para explicar el comportamiento psicosexual. Significación sociológica, variable según las funciones reales y simbólicas atribuidas al hombre y a la mujer en la civilización que se considere. Finalmente, significación psicosexual, necesariamente imbricada con las anteriores, especialmente con la significación social. Todo esto equivale a señalar que estas nociones son problemáticas y con cuánta prudencia deben ser consideradas; así, una mujer que ejerza una actividad profesional que requiera cualidades de autonomía, carácter, iniciativa, etc., no será necesariamente más masculina que otra. De un modo general puede decirse que lo decisivo, en la apreciación de una conducta con respecto al par masculinidad-feminidad, son las fantasías subyacentes, que sólo pueden descubrirse mediante la investigación psicoanalítica. pág. 17 yacentes, que sólo pueden descubrirse mediante la investigación psicoanalítica. El concepto de bisexualidad*, tanto si se intenta basarlo en un substrato biológico como si es interpretado en términos de identificaciones y de posiciones edípicas, implica en todo ser humano una síntesis, más o menos armónica y mejor o peor aceptada, de rasgos masculinos y femeninos. MASOQUISMO: 1. Perversión sexual en la cual la satisfacción va ligada al sufrimiento o a la humillación experimentados por el sujeto. Freud extiende la noción de masoquismo más allá de la perversión descrita por los sexólogos: por una parte, al reconocer elementos masoquistas en numerosos comportamientos sexuales, y rudimentos del mismo en la sexualidad infantil, y, por otra, al describir formas que de él derivan, especialmente el «masoquismo moral», en el cual el sujeto, debido a un sentimiento de culpabilidad inconsciente, busca la posición de víctima, sin que en ello se halle directamente implicado un placer sexual. Krafft-Ebing fue el primero en describir, de forma muy completa, la perversión sexual a la que dio un nombre derivado del de Sacher Ma-soch. «Se mencionan allí todas las manifestaciones clinicas: dolor físico por pinchazo, golpes, flagelación; humillación moral por actitud de sumisión servil a la mujer, acompañada del castigo corporal considerado indispensable. El papel de los fantasmas masoquistas no le pasó desapercibido a KrafftEbing. Señala, además, este autor las relaciones entre el masoquismo y la perversión opuesta, el Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos sadismo, y no vacila en considerar el conjunto del masoquismo como un aumento patológico de elementos psíquicos femeninos, como un refuerzo morboso de ciertos rasgos del alma de la mujer» (1 a). En lo referente a la íntima ligazón entre el masoquismo y el sadismo, y a la función que Freud atribuye a este par antitético en la vida psíquica, remitimos al lector al artículo sadomasoquismo. Aquí nos limitaremos a efectuar algunas observaciones acerca de las distinciones conceptuales propuestas por Freud y continuadas en psicoanálisis. 2. Télmino creado por Richard von Kraft'tEbing* en 1886 a partir del apellido del escritor austríaco LeopoId von SacherMasoch (1835-1895) para designar una satisfaclón sexuall (con golpes, flagelación, humillación física y 'moral) en la cual la humillación proviene del sufrimiento vivido y expresado por el sujeto en estado de humillación. MECANISMOS DE DEFENSA: Diferentes tipos de operaciones en las cuales puede especificarse la defensa. Los mecanismos preponderantes varían según el tipo de afección que se considere, según la etapa genética, según el grado de elaboración del conflicto defensivo, etc. Existe acuerdo en afirmar que los mecanismos de defensa son utilizados por el yo, pero permanece sin resolver el problema teórico de saber si su puesta en marcha presupone siempre la existencia de un yo organizado que sea el soporte de los mismos. pág. 18 dicar el hecho de que los fenómenos psíquicos muestran una disposición susceptible de observación y de análisis científico; mencionemos únicamente el título de la Comunicación preliminar (Vorl'áufige Mitteilung, 1893) de Breuer y Freud: El mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos (Über den psychischen Mechanismus hysterischer Phánomenej. En la misma época en que establece el concepto de defensa y lo sitúa en el origen de los fenómenos histéricos {véase: Histeria de defensa), Freud intenta especificar otras afecciones psiconeuróticas por el modo particular en que actúa en ellas la defensa: «[...] diferentes afecciones neuróticas provienen de los distintos procedimientos que utiliza el "yo" para liberarse de [su] incompatibilidad [con una representación]» El término «mecanismo» sigue apareciendo esporádicamente a todo lo largo de la obra de Freud. El de «mecanismo de defensa» figura, por ejemplo, en los escritos metapsicológicos de 1915, en dos acepciones algo distintas: ya sea para designar el conjunto del proceso defensivo característico de una determinada neurosis (2), ya sea para indicar la utilización defensiva de tal o cual «destino pulsional»; represión, vuelta hacia la propia persona, transformación en lo contrario. N Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos Neurosis: 1.Afección psicógena cuyos síntomas son la expresión simbólica de un conflicto psíquico que tiene sus raíces en la historia infantil del sujeto y constituyen compromisos entre el deseo y la defensa. La extensión del concepto de neurosis ha variado; actualmente el término, cuando se utiliza solo, tiende a reservarse a aquellas formas clínicas que pueden relacionarse con la neurosis obsesiva, la histeria y la neurosis fóbica. Asi, la nosografía distingue neurosis, psicosis, perversiones y afecciones psicosomáticas, mientras que se discute la posición nosográfica de las denomiadas «neurosis actuales», «neurosis traumáticas» y «neurosis de carácter». 2.Alemán: Neurose. Francés: Névrose. Inglés: Neurosis. Término propuesto en 1769 por el médico escocés William Cullen (1710-1790) para designar las enfermedades nerviosas que entrañan un trastorno de la personalidad. Fue popularizado en Francia* por Philippe Pinel (1745-1826) en 1785. Como concepto técnico empleado por Sigmund Freud* a partir de 1893, se aplica a las enfermedades nerviosas cuyos síntomas simbolizan un conflicto psíquico reprimido de origen infantil. Con el desarrollo del psicoanálisis*, el concepto evolucIonó, para encontrar finalmente su lugar en una estructura tripartita, junto a la psicosis* y la perversion*. En Consecuencia desde el punto dc vista freudiano, en el registro de la neurosis se clasifican la histeria* y la neurosis obsesiva*, a las cuales hay que añadir la neurosis actual, que comprende la neurosis pág. 19 de angustia y la neurastenia*, y la psiconeurosis, que abarca la neurosis de transferencia* y la neurosis narcisista. La expresión "neurosis de carácter" es propia de Ia terminología de Edward Glover* y de la doctrina de Wilhelm Reich*; la noción de neurosls.de fracaso fue forjada por René Laforgue*, y la de neurosis de abandono por la pSicoanalista Suiza Germaine Guex (1904-1984). O OTRO:2.Alemán: Andere (der), Francés: Aun'e, Inglés: Olhe/: Término utilizado por Jacques Lacan* para designar un lugar simbólico -el significante*, la ley, el lenguaje, el inconsciente* o incluso Dios- que determina al sujeto*, a veces de manera exterior a él, y otras de manera in tras ubjetiva, en su relación con el deseo*. Se lo puede escribir con una mayúscula, y se opone entonces al otro con minúscula, definido como otro imaginario, o lugar de la alteridad en espejo. Pero también puede recibir la grafía "gran Otro" o "gran A", oponiéndose entonces al pequeño otro, o al pequeño a, definido como objeto (pequeño) a*. P Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos PARANOIA: 1.Psicosis crónica caracterizada por un delirio más o menos sistematizado, el predominio de la interpretación, la ausencia de debilitación intelectual, y que generalmente no evoluciona hacia la deterioración. Freud incluye en la paranoia no sólo el delirio de persecución, sino también la erotomanía, el delirio celotfpico y el delirio de grandezas. 2.Alemán: Paranoia. Frances:Paranoia. Ingles: Paranoia. Termino derivado del griego (para:contra, noos:espiritu) que designa la locura* en el sentido de arrebato y delirio. En la nosografia psiquiatrica alemana, el vocablo fue introducido en 1842 por Johann Christian Heinroth (1773-1843) a partir de una palabra creada en 1772, y en la nosografia francesa lo fue en 1887 por Jules Seglas (1856-1939).Con los trabajos de Wilhelm Grisesinger (1817-1868), Emil Kraepelin*, Eugen Bleuler*, y despues de Gaetan Gatian de Clerambault*, la paranoia, junto con la esquizofrenia* y la psicosis manfaco-depresica*, se convirtio en una de las tres formas modernas de la psicosis* en general. Se caracteriza por un delirio sistematizado, el predominio de la interpretación* y la ausencia de deterioro intelectual. Incluye el delirio de persecucion, la erotomania, el delirio de grandeza y el delirio de celos. Sigmun Freud* retomo en este sentido el término en 1911, caracterizando la paranoia como una defensa* contra la homosexualidad*. Después de él, Melanie Preconciente: 1. A) Término utilizado por Freud dentro del marco de su primera pág. 20 tópica: como substantivo, designa un sistema del aparato psíquico claramente distinto del sistema inconsciente (les); como adjetivo, caliñea las operaciones y los contenidos de este sistema preconsciente (Pcs). Éstos no están presentes en el campo actual de la conciencia y son, por consiguiente, inconscientes en el sentido «descriptivo» («) del término (véase: Inconsciente, B), pero se diferencian de los contenidos del sistema inconsciente por el hecho de que son accesibles a la conciencia (por ejemplo, conocimientos y recuerdos no actualizados). Desde el punto de vista metapsicológico, el sistema preconsciente se halla regido por el proceso secundario. Está separado del sistema inconsciente por la censura*, que no permite que los contenidos y procesos inconscientes pasen al Pcs sin experimentar transformaciones. B) Dentro de la segunda tópica freudiana, el término «preconsciente» se utiliza, sobre todo, como adjetivo, para calificar lo que escapa a la conciencia actual sin ser inconsciente en sentido estricto. Desde el punto de vista sistemático, califica los contenidos y procesos relativos esencialmente al yo y también al superyó. 2. Sigmund Freud* utilizó el término preconsciente como sustantivo, para designar una de las tres instancias de su primera tópica* (las otras dos son el consciente* y el inconsciente*). Empleado como adjetivo, el término califica los contenidos de esa instancia o sistema, que, aunque no estando presentes en la conciencia*, son accesibles para ella, a diferencia de los contenidos del sistema inconsciente. En el marco de la segunda Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos tópica freudiana, el preconsciente, distinto del yo* y sobre todo de la parte inconsciente de este último, está no obstante inscrito en el dominio de esa instancia. PERVERSIÓN: 1.Desviación con respecto al acto sexual «normal», deñnido como coito dirigido a obtener el orgasmo por penetración genital, con una persona del sexo opuesto. Se dice que existe perversión: cuando el orgasmo se obtiene con otros objetos sexuales (homosexualidad, paidofília, bestialidad, etc.) o por medio de otras zonas corporales (por ejemplo, coito anal); cuando el orgasmo se subordina imperiosamente a ciertas condiciones extrínsecas (fetichismo, transvestismo, voyeurismo y exhibicionismo, sadomasoquismo); éstas pueden incluso proporcionar por sí solas el placer sexual. De un modo más general, se designa como perversión el conjunto del comportamiento psicosexual que acompaña a tales atiplas en la obtención del placer sexual. 2.Alemán: Perversión, Francés: Perversion, Ingles: Perversión. Término derivado del latín pervertere (dar vuelta), empleado en psiquiatría y por los fundadores de la sexología* para designar, a veces de manera peyorativa, y otras valorizándolas, las prácticas sexuales consideradas desviaciones respecto de una norma social y sexual. Desde mediados del siglo XIX, el saber psiquiátrico ubicó entre las perversiones a prácticas sexuales tan diversas como el incesto*, la homosexualidad*, la zoofilia, la paidofilia, pág. 21 la pederastia, el fetichismo*, el sadomasoquismo*, el transvestismo, el narcisismo*, el autoerotismo*, la coprofilia, la necrofilia, el exhibicionismo, el voyeurismo, las mutilaciones sexuales, En 1987 la palabra perversión fue reemplazada en la terminología psiquiátrica mundial por "parafilia", que incluye las prácticas sexuales en las cuales el partenaire es un sujeto* reducido a la condición de fetiche (paidofilia, sadomasoquismo), o el propio cuerpo (transvestismo, exhibicionismo), o bien un animal o un objeto (zoofilia, fetichismo). Retomado por Sigmund Freud* en 1896, el término perversión fue definitivamente adoptado como concepto técnico por el psicoanálisis* conservando la idea de desviación sexual respecto de una norma. Sin embargo, en esta nueva acepción el concepto aparece desprovisto de toda connotación peyorativa o valorizadora, y se inscribe en una estructura tripartita con la psicosis* y la neurosis*. PSICOANÁLISIS: 1. A)Un método de investigación que consiste esencialmente en evidenciar la significación inconsciente de las palabras, actos, producciones imaginarias (sueños, fantasías, delirios) de un individuo. Este método se basa principalmente en las asociaciones libres del sujeto, que garantizan la validez de la interpretación. La interpretación psicoanalítica puede extenderse también a producciones humanas para las que no se dispone de asociaciones libres.B) Un Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos método psicoterápico basado en esta investigación y caracterizado por la interpretación controlada de la resistencia*, de la transferencia* y del deseo*. En este sentido se utiliza la palabra psicoanálisis como sinónimo de cura psicoanalítica; ejemplo: emprender un psicoanálisis (o un análisis). C) Un conjunto de teorías psicológicas y psicopatológicas en las que se sistematizan los datos aportados por el método psicoanalítico de investigación y de tratamiento. 2.Término creado por Sigmund Freud* en 1896 para denominar un método particular de psicoterapia* (o cura por la palabra) derivado del procedimiento catártico (catarsis*) de Josef Breuer*, y basado en la exploración del inconsciente* con la ayuda de la asociación libre* por parte del paciente y de la interpretación* por parte del psicoanalista. Por extensión, se da el nombre de psicoanálisis a: 1. El tratamiento realizado con este método. 2. La disciplina fundada por Freud (y solo ella) en cuanto comprende un método terapéutico, una organización clínica, una técnica psicoanalítica*, un sistema de pensamiento y una modalidad de transmisión del saber (análisis didáctico*, control*) que se basa en la transferencia* y permite formar profesionales del inconsciente. 3. El movimiento psicoanalítico, es decir una escuela de pensamiento que engloba a todas las corrientes del freudismo. pág. 22 PSICOSIS:1.° En clínica psiquiátrica, el concepto «psicosis» se toma casi siempre en una extensión extremadamente amplia, comprendiendo toda una serie de enfermedades mentales, tanto si son manifiestamente órgano genéticas (como la parálisis general progresiva) como si su causa última es problemática (como la esquizofrenia). 2° El psicoanálisis no se ocupó desde un principio de construir una clasificación que abarcara la totalidad de las enfermedades mentales de las que trata la psiquiatría; su interés se dirigió primero sobre las afecciones más directamente accesibles a la investigación analítica y, dentro de este campo, más restringido que el de la psiquiatría, las principales distinciones se establecieron entre las perversiones*, las neurosis* y las psicosis. Dentro de este último grupo, el psicoanálisis ha intentado definir diversas estructuras: paranoia (en la que incluye, de un modo bastante general, las enfermedades delirantes) y esquizofrenia, por una parte; por otra, melancolía y manía. Fundamentalmente, es una perturbación primaria de la relación libidinal con la realidad lo que, según la teoría psicoanalítlca, constituye el denominador común de las psicosis, siendo la mayoría de los síntomas manifiestos (especialmente la construcción delirante) tentativas secundarias de restauración del lazo objetal. 2. Término introducido en 1845 por el psiquiatra austríaco Ernst von Feuchtersleben (1806-1849) para reemplazar el de locura* y definir las enfermedades del alma desde Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos una perspectiva psiquiátrica. Las psicosis se oponen entonces a las neurosis*, consideradas enfermedades nerviosas pertenecientes al ámbito de la medicina,la neurología y después la psicoterapia*. Por extensión, el término psicosis designó primero el conjunto de las enfermedades llamadas mentales, en sentido propio, fueran ellas orgánicas (como la parálisis general) o más específicamente mentales, para restringirse más tarde a las tres grandes formas modernas de la locura: la esquizofrenia*, la paranoia* y la psicosis maníaco-depresiva". La palabra apareció en Francia en 1869. Retomado por Sigmund Freud* como concepto técnico en 1894, el término fue primero empleado para designar la reconstrucción inconsciente por el sujeto* de una realidad delirante o alucinatoria. Más tarde fue incorporado a una estructura tripartita, en la cual se diferencia por una parte de la neurosis y por la otra de la perversión*. PSICOTERAPIA: 1. A) En sentido amplio, todo método de tratamiento de los desórdenes psíquicos o corporales que utiliza medios psicológicos y, de manera más precisa, la relación del terapeuta con el enfermo: hipnosis, sugestión, reeducación psicológica, persuasión, etc.; en este sentido, el psicoanálisis es una forma de psicoterapia. B) En sentido más estricto, a menudo se opone el psicoanálisis a las diversas formas de psicoterapia, por diversas razones, especialmente: la función primordial que en él desempeña la pág. 23 interpretación del conflicto inconsciente y el análisis de la transferencia, que tiende a su resolución. C) Con el nombre de «psicoterapia analítica» se designa una forma de psicoterapia basada en los principios teóricos y técnicos del psicoanálisis, aunque sin realizar las condiciones de una cura psicoanalítica rigurosa. 2. Término inventado por el filántropo inglés Daniel Hack Tuke (1827 -1895) para designar un método de tratamiento psicológico de las enfermedades psíquicas que utiliza como medio terapéutico la relación entre el médico y el enfermo, en forma de un rapport o de una transferencia*. El hipnotismo, la sugestión*, la catarsis*, el psicoanálisis* y todos los métodos terapéuticos propios de la historia de la psiquiatría dinámica" quedan incluidos en la noción de psicoterapia. También se designa con el nombre de " psicoterapias" o "nuevas terapias" (en plural) los diferentes métodos de acercamiento del psiquismo llamados "relacionales", derivados o disidentes del psicoanálisis. Estas han sido desarrolladas en el conjunto del mundo occidental a partir de 1960. R REAL: 2. Término empleado como sustantivo por Jacques Lacan*, proveniente a la vez del vocabula n o de la filosofía y del concepto freudiano de la realidad psíquica*, introducido para Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos designar una realIdad fenoménica, inmanente a la representación imposible de simbolizar. Utilizado en el marco de una tópica*, este concepto es inseparable de otros dos elementos, lo imaginario* y lo simbólico*, y forma con ellos una estructura. Designa la realidad propia de la psicosis* (delirio, alucinación), en tanto compuesta por los significantes* forcluidos (rechazados) de lo simbólico. REPRESIÓN: 1. A) En sentido propio: operación por medio de la cual el sujeto intenta rechazar o mantener en las inconscientes representaciones (pensamientos, imágenes, recuerdos) ligados a una pulsión. La represión se produce en aquellos casos en que la satisfacción de una pulsión (susceptible de procurar por sí misma placer) ofrecería el peligro de provocar displacer en virtud de otras exigencias. La represión es particularmente manifiesta en la histeria, si bien desempeña también un papel importante en las restantes afecciones mentales, así como en la psicología normal. Puede considerarse como un proceso psíquico universal, en cuanto se hallaría en el origen de la constitución del inconsciente como dominio separado del resto del psiquismo. B) En sentido más vago: el término «represión» es utilizado en ocasiones por Freud en una acepción que lo aproxima al de «defensa»*, debido, por una parte, a que la operación de la represión en el sentido A, se encuentra, al menos como un tiempo, en numerosos procesos defensivos complejos (en cuyo caso la parte es tomada por el pág. 24 todo) y, por otra parte, a que el modelo teórico de la represión es utilizado por Freud como el prototipo de otras operaciones defensivas. 2. En el lenguaje corriente, la palabra represión designa la acción de hacer retroceder, rechazar o repeler a alguien o algo. En francés,. se llama refoulement el procedimiento que se aplica a las personas a las que se quiere negar el acceso a un país o a un recinto particular. Para Sigmund Freud*, la represión es el proceso que apunta a mantener en el inconsciente* todas las ideas y representaciones ligadas a pulsiones* cuya realización, generadora de placer, afectaría el equilibrio del funcionamiento psicológico del individuo al convertirse en fuente de displacer. Freud, que modificó varias veces la definición y el campo de acción de la represión, la consideraba constitutiva del núcleo original del inconsciente. RESISTENCIA: 1. Durante la cura psicoanalitica, se denomina resistencia todo aquello que, en los actos y palabras del analizado, se opone al acceso de éste a su inconsciente. Por extensión, Freud habló de resistencia al psicoanálisis para designar una actitud de oposición a sus descubrimientos, por cuanto éstos revelaban los deseos inconscientes e infligían al hombre una «vejación psicológica» («). 2. Término empleado en psicoanálisis* para designar el conjunto de las reacciones de un analizante: cuyas manifestaciones, en el marco de la cura, obstaculizan el desarrollo del análisis. Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos S SEXUALIDAD: la palabra sexualidad no designa solamente las actividades y el placer dependientes del funcionamiento del aparato genital, sino toda una serie de excitaciones y de actividades, existentes desde la infancia, que producen un placer que no puede reducirse a la satisfacción de una necesidad fisiológica fundamental (respiración, hambre, función excretora, etc.) y que se encuentran también a título de componentes en la forma llamada normal del amor sexual. Como es sabido, el psicoanálisis atribuye una gran importancia a la sexualidad en el desarrollo y la vida psíquica del ser humano. Pero esta tesis sólo se comprende si se tiene presente la transformación aportada al mismo tiempo al concepto de sexualidad. No pretendemos establecer aquí cuál es la función de la sexualidad en la aprehensión psicoanalítica del hombre, sino únicamente precisar, en cuanto a su extensión y a su comprensión, el empleo que efectúan los psicoanalistas del concepto de sexualidad. Si se parte del punto de vista corriente que define la sexualidad como un instinto*, es decir, como un comportamiento preformado, característico de la especie, con un objeto* (compañero del sexo opuesto) y un fin* (unión de los órganos genitales en el coito) relativamente fijos, se aprecia que sólo muy imperfectamente explica los hechos pág. 25 aportados tanto por la observación directa como por el análisis. Como puede verse, la reflexión freudiana parece apoyarse en una doble aporía, que por una parte se refiere a la esencia de la sexualidad (acerca de la cual la última palabra se deja a una hipotética definición bioquímica) y, por otra, a su génesis, contentandose Freud con postular que la sexualidad existe virtualmente desde un principio. Esta dificultad es más manifiesta tratándose de la sexualidad infantil; pero también en ésta pueden encontrarse indicaciones en cuanto a su solución. SUEÑO: 2. Fenómeno psíquico que se produce durante el dormir, el sueño está constituido principalmente por imágenes y representaciones cuya aparición y disposición no están bajo el control consciente del soñante, Por extensión, sobre todo a partir del siglo XVIII, el término designa también una actividad consciente que consiste en imaginar situaciones cuyo desarrollo ignora las contrariedades de la realidad material y social. En este sentido, la palabra sueño es sinónimo de visión, ensueño, idealización o fantasma" en sus acepciones más corrientes. Sigmund Freud* fue el primero en concebir un método de interpretación" de los sueños no basado en referencias extrañas al soñante sino en las asociaciones libres que éste puede realizar, una vez despierto, a par tir del relato de su sueño. SUPERYÓ: 1. Una de las instancias de la personalidad, descrita por Freud en su segunda teoría del aparato psíquico: su función es comparable a la de un juez o Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos censor con respecto al yo. Freud considera la conciencia moral, la autoobservación, la formación de ideales, como funciones del superyó. Clásicamente el superyó se define como el heredero del complejo de Edipo; se forma por interiorización de las exigencias y prohibiciones parentales. 2.Concepto creado por Sigmund Freud* para designar una de las tres instancias de la segunda tópica*, junto con el yo* y el ello*. El superyó hunde sus raíces en el ello y, de un modo despiadado, actúa como juez Y censor del yo. T TRANSFERENCIA: 1.Designa, en psicoanálisis, el proceso en virtud del cual los deseos inconscientes se actualizan sobre ciertos objetos, dentro de un determinado tipo de relación establecida con ellos y, de un modo especial, dentro de la relación analítica. Se trata de una repetición de prototipos infantiles, vivida con un marcado sentimiento de actualidad. Casi siempre lo que los psicoanalistas denominan transferencia, sin otro calificativo, es la transferencia en la cura. La transferencia se reconoce clásicamente como el terreno en el que se desarrolla la problemática de una cura psicoanalítica, caracterizándose ésta por la instauración, modalidades, interpretación y resolución de la transferencia. La palabra transferencia no pertenece exclusivamente al vocabulario psicoanalítico. En efecto, posee un sentido muy general, parecido al de transporte, pág. 26 pero que implica un desplazamiento de valores, de derechos, de entidades, más que un desplazamiento material de objetos (ejemplos: transferencia de fondos, transferencia de propiedad, etc.). En psicología, se utiliza en varias acepciones: transferencia sensorial (traducción de una percepción de un campo sensorial a otro); transferencia de sentimientos (1); y, sobre todo, en la psicología experimental moderna, transferencia de aprendizaje y de hábitos (los progresos obtenidos en el aprendizaje de una determinada forma de actividad implican una mejora en el ejercicio de una actividad distinta). Esta transferencia de aprendizaje se denomina, en ocasiones, positiva, y se contrapone a una transferencia llamada negativa, que designa la interferencia negativa de un primer aprendizaje sobre un segundo aprendizaje. 2. Término introducido progresivamente por Sigmund Freud* y Sandor Ferenczi* (entre 1900 y 1909) para designar un proceso constitutivo de la cura psicoanalítica, en virtud del cual los deseos* inconscientes del analizante concernientes a objetos exteriores se repiten, en el marco de la relacion analitica, con la persona del analista, colocado en la posición de esos diversos objetos. Históricamente, la noción de transferencia adquirió toda su significación con el abandono por el psicoanálisis* de la hipnosis*, la sugestión* y la catarsis*. TRAUMA, TRAUMATISMO (PSÍQUICO): 1. Acontecimiento de la vida del sujeto caracterizado por su intensidad, la incapacidad del sujeto de responder a él Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos adecuadamente y el trastorno y los efectos patógenos duraderos que provoca en la organización psíquica. En términos económicos, el traumatismo se caracteriza por un aflujo de excitaciones excesivo, en relación con la tolerancia del sujeto y su capacidad de controlar y elaborar psíquicamente dichas excitaciones.El concepto de traumatismo remite, ante todo, como el propio Freud indicó, a una concepción económica*: «Llamamos así a una experiencia vivida que aporta, en poco tiempo, un aumento tan grande de excitación a la vida psíquica, que fracasa su liquidación o su elaboración por los medios normales y habituales, lo que inevitablemente da lugar a trastornos duraderos en el funcionamiento energético» (la). El aflujo de excitaciones es excesivo en relación a la tolerancia del aparato psíquico, tanto si se trata de un único acontecimiento muy violento pág. 27 (emoción intensa) como de una acumulación de excitaciones, cada una de las cuales, tomada aisladamente, sería tolerable; falla ante todo el principio de onstancia*, al ser incapaz el aparato de descargar la excitación. Y YO: Desde el punto de vista tópico, el yo se encuentra en una relación de dependencia, tanto respecto a las reivindicaciones del ello como a los imperativos del superyó y a las exigencias de la realidad. Aunque se presenta como mediador, encargado de los intereses de la totalidad de la persona, su autonomía es puramente relativa. Diplomado En Abordaje De Casos Clínicos Desde 3 Enfoques Psicoterapéuticos REFERENCIAS Laplanche, J., Pontalis, J. (2004). Diccionario de psicoanálisis. Barcelona: PAIDOS. Roudinesco, E., Plon, M. (2008). Diccionario de psicoanálisis. Barcelona: PAIDOS. pág. 2