El suicidio es el acto autoinfligido para causarse la muerte en forma voluntaria, deliberada, en el que intervienen sucesivamente el deseo suicida, la idea y el acto suicidas en sí, el deseo suicida es la primera manifestación, se expresa en ideas o pensamientos de muerte intencional o autodaño, el intento suicida es considerado como el conjunto de conductas propias y voluntarias realizadas por el sujeto tendientes a la culminación de su vida y el acto suicida es definido como la muerte que es resultado directo de comportamientos ejecutados por el mismo sujeto. Considerado más que todo como una problemática psicosocial ya que se concibe como una situación humana que es necesario analizar en contexto; si bien es una situación privada e interna, a su vez es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, culturales, sociales y ambientales. Es decir, el suicidio no es el producto solamente de un momento de desesperación, ni es exclusivamente un acto de voluntad, ni es consecuencia únicamente de un estado mental y no se llega a este acto solo por problemas a los que no se les halla solución. El suicidio da cuenta de una relación con la vida que conlleva un proceso, que va más allá del acto de muerte por mano propia. Es una elección personal que se enmarca en una condición compleja que sustenta lo humano, sus decisiones y su ambiente. Pues en lo humano, lo simple es complejo, porque siempre es el resultado de muchas situaciones a la vez. Hablando en un modelo cognitivo de la conducta suicida, se basa en la teoría cognitiva de Beck (2008), donde se explican las psicopatologías como la depresión y la ansiedad, pero intentando integrar nuevos constructos que ayuden a distinguir entre un individuo con riesgo suicida de otro que no lo tenga. La teoría de Beck dique que los pensamientos y la manera de interpretar los eventos de la vida, tienen un rol causal en las respuestas emocionales y conductuales a tales eventos. Las cogniciones desesperadas desempeñan un rol crucial e integral en el desarrollo de comportamientos suicidas. El suicidio es de causa multidimensional en el que intervienen factores sociodemográficos, clínicos, neurobiológicos y genéticos. Actualmente, se sabe que es expresión de una falla de los mecanismos adaptativos del sujeto a su medio ambiente, provocada por una situación conflictiva actual o permanente que genera un estado de tensión emocional que no puede soportar. Por tanto, es necesario, analizar la problemática en el contexto; perspectiva que permite también reconocer cada situación implicada e inclusive relacionarlas entre sí; es decir, la dimensión o situación económica interactúa en la existencia humana todo el tiempo con otras dimensiones como la cultural, la social, la afectiva, porque cada dimensión conlleva en sí necesidades, deseos, pasiones, que las bifurcan como un todo que compone la vida. Como afirma Morin (1999), “lo complejo conlleva un tejido interdependiente, interactivo e interretroactivo entre la persona y su contexto” En síntesis, el suicidio es una problemática compleja porque es contextual, cultural, pero también subjetiva, la sociedad actual caracterizada por ser dispersa, cambiante, altamente competitiva, en donde la comunicación cada vez es más escasa y difusa, las personas poco están teniendo contacto entre sí, y son mediadas por la tecnología, no por el diálogo, asuntos que no son exclusivos de los entornos urbanos, también se presentan en las ruralidades, por lo que cual el aumento exacerbado de las tasas de suicidio reportadas en los últimos años por la OMS. Se resaltan los antecedentes más influyentes en el suicidio como lo son los factores psicosociales ya antes mencionado, los aspectos espirituales, la incidencia de los medios de comunicación en donde se incluyen las redes sociales y la intervención de la salud pública. El suicido debe de entenderse como una problemática multidimensional no solo como un asunto individual o psicológico sino como acto antecedido por múltiples factores que lo constituyen y que repercuten en la problemática de manera directa. Por ellos las investigaciones preventivas tienen que focalizarse en acciones de detención temprana, oportuna y efectiva de las formas de interacción en los distintos ámbitos de contexto del individuo. Posibles intervenciones, se haba de posibles debido a que profesionales de la salud cada caso o situación de conductas suicidas es distinto, depende de la problemática que se desencadena teniendo en cuenta la totalidad de los factores y antecedentes. Lo primero a realizar es entrar en un acuerdo de no suicidio, para asi prevenir el acto de suicidio, se prepara una red de apoyo sociofamiliar para una supervisión cercana al sujeto, en dado caso de no poder efectuar esta red de apoyo se evalúa la posibilidad voluntaria o involuntaria de hospitalización. Se puede intervenir con un tratamiento farmacológico que consiste en antidepresivos, ansiolíticos y litio. Psicoterapia en términos de orientación psicodinámica, reestructuración cognitiva y terapia electroconvulsiva. De este modo siendo indispensable y relevante las medidas de prevención donde la familia cumple un rol importante, la promoción de la salud mental donde se debe involucrar los profesionales de la salud pública, personas relacionadas con el individuo como amigos, pareja etc.