MELANIE KLEIN Biografía: El psicoanálisis fue uno de los fenómenos culturales más destacados del siglo este método terapéutico creado por sigmund freud, devino un método de investigación de la mente humana que generó tal impacto en la cultura que quedó definitivamente incorporado a la vida cotidiana de muchas sociedades occidentales. Las ideas de Freud generaron seguidores y detractores pero entre todos sobresalió una mujer que se atrevió a abordar el psicoanálisis en niños. Melanie Klein fue pionera del análisis infantil y del estudio de las psicosis. Nació en Viena, educada de manera liberal sin imposiciones religiosas se casó a los años con el ingeniero Arturo Klein quien tomó su apellido y con el que tuvo tres hijos estudiosa de Freud. Supo observar y tratar fenómenos psíquicos hasta entonces ignorados; tuvo una notoria rivalidad con Anna Freud hija del fundador del psicoanálisis que también había empezado a psicoanalizar a niños pero con otras técnicas. Se estableció en Londres donde tuvo una extraordinaria trayectoria e influencia en el psicoanálisis británico → la técnica del juego, para así canalizar a los niños. Influyó radicalmente sobre la teoría y la práctica aplicadas a adultos y reformuló el complejo de edipo. Teoría; Destacó la importancia de la agresividad y la destructividad. Acuñó términos hoy ineludibles en la práctica profesional, publicó principios psicológicos del análisis infantil en el psicoanálisis de niños en: amor, culpa y reparación; envidia y gratitud, entre otros. La obra de melanie klein es complicada y perturbadora sus deseos de llegar a la profundidad de la mente humana la ubican en un lugar incómodo y hasta incomprendido la gran capacidad de observación clínica de sus pacientes y la conciencia de la trascendencia de sus observaciones fueron fundamentales para el desarrollo de su teoría Klein describió los sentimientos de ira, envidia y odio que desarrolla el niño recién nacido, que atribuyó un rol importante a la creatividad. Puso énfasis en la relación más temprana de todas la que establece: el bebé con el pecho materno. Klein se destacó por la eficacia de la técnica que desarrolló basada en el juego y el diálogo, establecía un espacio con juguetes y otros materiales para trabajar con los chicos así descubrió la curiosidad que despertaban esos elementos y todo lo que se podía desentrañar de los juegos. Sus trabajos generaron sospechas porque insistía en hablar de manera explícita de sexo y agresión con los niños. Los especialistas de la disciplina coinciden en afirmar que la teoría kleiniana permanece abierta e inacabada, por eso fue construida y reconstruida por muy diversos autores. Según klein, los seres humanos poseemos dos instintos básicos: el de vida o amor y el de muerte u odio; el bebé trae consigo la huella de una paz intrauterina que se ha visto conmocionada por el caos del parto el parto, lo coloca en una situación nueva. Ante la novedad, aparecen en el bebé los impulsos destructivos y las angustias persecutorias. En este momento, el niño tiene un yo muy poco integrado, maneja contenidos separados. El niño no se identifica con personas sino con objetos parciales. En los primeros meses, los bebés reconocen dos tipos de experiencias: muy buenas, con objetos buenos, y muy malas, con objetos malos; teme que la lucha entre estos dos instintos le cause daño, por lo tanto lleva a cabo un proceso de separación en que el odio y la ansiedad se proyectan hacia el primer objeto de relación, osea el pecho de la madre. Esta primera fase genera sentimientos de ansiedad, culpa y envidia. Pero por otro lado, también reconoce la gratitud y le acuña los conceptos de pecho bueno y pecho malo: la agresividad identifica el pecho malo, en cambio los sentimientos de amor se proyectan en el pecho gratificador o sea el pecho bueno. Para explicar cómo funcionan y se resuelven los instintos tempranos de vida o amor y el de muerte u odio la psicoanalista introduce el concepto de posición. La posición no hace referencia a la fase evolutiva de la libido que freud caracteriza como estampas anal oral o genital el concepto de posición habla de una cierta ubicación del individuo dentro de una situación compleja una posición se define por el predominio de un tipo de angustia específico y por los procesos defensivos para elaborar la relación con el objeto Klein distingue dos posiciones. Esta primera etapa se define como posición esquizo paranoide y se desarrolla durante los primeros a meses de vida. El bebé no reconoce a su madre como un todo sino como objetos separados de pecho bueno / pecho malo. Según la autora, el niño primero proyecta sus sentimientos hacia ese objeto externo y luego los introyecta, es decir, hace suyo el objeto externo. A partir del primer año, el bebé comienza a integrar esos objetos que tienen aspectos positivos y negativos, ahora reconoce al objeto madre como un todo y siente amor y odio hacia ese objeto. Esta crisis es lo que klein llama la posición depresiva, el niño toma conciencia de sus sentimientos de ira y gratitud pero prevalece el miedo a perder o a dañar al objeto amado. Estos sentimientos encontrados producen culpa y deseos de reparación; la reparación es un mecanismo de gran importancia para el desarrollo del niño y para su adaptación a la realidad. La reparación implica devolver al objeto de amor su integridad y suprimir todo el mal que se le ha causado o deseado. El éxito de la reparación supone la victoria de las pulsiones de vida sobre las pulsiones de muerte, en esta posición la madre ya no es un objeto parcial omnipotente al servicio de las necesidades del niño, ahora la madre es un objeto entero: fuente de frustraciones y de gratificaciones. Cuando el niño asume que los objetos pueden sobrevivir a sus crisis de violencia, puede separarse de ellos → ya no necesita controlar a su objeto amado (los padres), por lo tanto disminuye su omnipotencia. Las posiciones Kleineanas reflejan las relaciones de ansiedad y defensa que se alternan y perduran matizadas y mezcladas a lo largo de la vida. La superación de estos conflictos de la infancia permite alcanzar un equilibrio entre el mundo psíquico interno y el mundo externo. Al crecer, el individuo desarrolla la capacidad de disfrutar de las cosas y llevar relaciones gratificantes de amor con los amigos, sin embargo, advierte en la adultez que las angustias infantiles pueden reaparecer. Freud considera que mundo familiar y contexto histórico están presentes en la evolución del sujeto; Klein define a esta interpretación como causalista, por el contrario, busca establecer lazos de comprensión y no definiciones causales las relaciones entre el mundo externo y el mundo interno. Son cuestiones que el analista supone pero que es difícil de establecer. Propone hablar de situaciones, es decir de lo inmediato, a la que se suman las huellas de la memoria y la estructura del aparato psíquico. Lo único que se puede hacer es tratar de comprender el mundo interno y sus demandas hacia el afuera. El mundo que está afuera solo le interesa en la medida en que pueda arrojar alguna luz para la comprensión del fenómeno psíquico. Klein aporta los dos elementos sustanciales por un lado una nueva visión de los procesos evolutivos del niño y por otro lado la concepción del juego y de los dibujos infantiles como equivalentes a los sueños y a las asociaciones libres. En el análisis de adultos, los instintos buscan objetos que en el aparato psíquico están vinculados a una fantasía; el lactante se excita, tiene erecciones, impulsos sexuales positivos y negativos tempranos, sabe del sexo, etc. En este grandioso drama primigenio, lo que más importa no son las pulsiones sino lo que Klein denomina impulsos los impulsos son una confluencia muy compleja de intencionalidad deseos fantasías y vínculos con el objeto. Melanie Klein sustentó sus teorizaciones en la base empírica fundada por la clínica pero tuvo relevancia la observación detallada de la relación del niño con el cuerpo fantaseado de la madre. Descubrió lo que uno de sus discípulos denominó el punto de vista geográfico de esa relación esencial del niño con el cuerpo de la madre.