TEMA 1. EL MODERNISMO. CARACTERÍSTICAS GENERALES A TRAVÉS DE LA FIGURA DE RUBÉN DARÍO Y DELMIRA AGUSTINI. A finales del siglo XIX se produce una gran crisis espiritual y artística. Se busca una nueva espiritualidad y un arte provocador, alejados de la vulgaridad y del sentido utilitario de la obra de arte burguesa. El Modernismo nace en Hispanoamérica hacia 1875, gracias a la obra de poetas como José Martí o Manuel Gutiérrez Nájera; pero será Rubén Darío quien conformará definitivamente las bases de este movimiento que afectará a todas las manifestaciones artísticas. Aunque la lírica es el género más cultivado, la narrativa y el teatro también están representados. Su período de auge fue breve y sus logros se agotaron hacia 1915, pero su importancia fue decisiva para la evolución de la poesía española, ya que supuso una renovación total. Los modernistas españoles más destacados fueron Francisco Villaespesa y Manuel Machado. También cultivaron esta tendencia, en sus inicios poéticos, Antonio Machado (Soledades) ; Juan Ramón Jiménez (etapa sensitiva: Almas de violeta, Ninfeas, La soledad sonora) y Valle-Inclán (Sonatas). El Modernismo español tuvo una menor brillantez externa y una mayor presencia del intimismo. Darío continúa y modifica alguna de las características de la poesía romántica y también adapta las novedades de la poesía francesa del siglo XIX, sobre todo del Parnasianismo (que defendió la perfección formal de la poesía) y del Simbolismo (que incidió en la sugerencia a través de símbolos y en la búsqueda de efectos rítmicos). Las consecuencias serán la presentación del poeta modernista como un ser perteneciente a la aristocracia del espíritu y la forma de vida bohemia. La renovación temática se centrará en: - El exotismo como medio de evasión de la realidad prosaica. Los poemas se llenan de alusiones a Oriente (elefantes, pagodas…) o a Grecia (estatuas de Venus…) - El cosmopolitismo : los modernistas desean una fraternidad universal y París, símbolo de lo exquisito y aristocrático, se convierte para ellos en el centro del mundo. - La utilización del símbolo y del mito. El símbolo modernista por excelencia es el cisne, que representa la belleza, la elegancia. Emplea también mitos clásicos como Venus. - Lo indígena. Se expresa un sentimiento de nostalgia por un pasado legendario y se utilizan mitos guerreros como del de Caupolicán, cuya fuerza representa la oposición a los valores norteamericanos. - Lo oculto o religioso. Se busca una explicación espiritual de la realidad. - El amor y el erotismo, a veces aparecen tratados con una intención provocativa. En ocasiones se sublima el sentimiento amoroso y otras veces se resaltan los aspectos más sensuales. Así, aparece tanto la idealización de la amada como la pasión desenfrenada. - La angustia romántica se manifiesta en un sentimiento de soledad y hastío y en el tono de tristeza melancólica que aparece en algunos poemas. La renovación de la lengua poética se manifiesta en: - El colorido o cromatismo en una amplia gama que va de los colores suaves a los fuertes. - Los efectos sonoros de las palabras, que se consiguen gracias al uso de palabras esdrújulas, una profusa adjetivación y las más variadas figuras retóricas: aliteraciones (“la libélula vaga de una vaga ilusión”), sinestesias (“verso azul”) u otras imágenes originales. - Un vocabulario insólito, acorde con los nuevos temas, que alude a realidades exóticas y exquisitas (acanto,heliotropo), a nombres de héroes y dioses mitológicos, a realidades arcaicas misteriosas o aristocráticas (castillos,odaliscas) o al mundo fantástico de los cuentos infantiles (un quiosco de malaquita/un gran manto de tisú…) La renovación métrica afectará a: - Los versos. Los preferidos por sus posibilidades musicales son el alejandrino, el eneasílabo, el dodecasílabo y los tradicionales endecasílabo y octosílabo. Son frecuentes los encabalgamientos y las rimas internas. - Las estrofas. La estrofa preferida sigue siendo el soneto. Se usan también la estrofa de pie quebrado y la silva asonantada. - La rima. Se alternan la rima consonante y la asonante. Las obras más importantes de Rubén Darío (1867-1916) son Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza. En Azul (1888) inicia su etapa modernista más brillante y formal. En la obra mezcla prosa y verso. Aparece por primera vez el tema indigenista y se incorpora el soneto en alejandrinos (“Caupolicán”). Prosas profanas (1896) supone la consolidación del Modernismo. Sus composiciones están llenas de alusiones mitológicas, literarias y artísticas. Presenta una disminución del cromatismo y aparecen cuestiones religiosas. En Cantos de vida y esperanza (1905) incorpora preocupaciones existenciales y patrióticas. El universo lírico de Delmira Agustini (1902-1924) está formado por elementos tomados de la estética modernista pero hay también reminiscencias románticas, góticas e incluso naturalistas y vanguardistas. Su poesía se ha valorado a menudo en relación con su vida y con su trágico final, lo que ha oscurecido su valor literario. Es una lírica intensa que logró expandir sus horizontes literarios finiseculares hacia nuevos territorios. Es una poeta-mujer que aporta una perspectiva jamás expresada hasta ese momento en la literatura hispánica: la perspectiva del deseo femenino. Su modernismo es más evidente en sus primeras obras (El libro blanco, publicado en 1907) pero va evolucionando a partir de los Cantos de la mañana (1910). Escribió también Los cálices vacíos (1913). Entre sus características podemos destacar las siguientes: - Rompe con violencia la barrera del pudor religioso y de la moralidad burguesa. Escribe en primera persona (Los cálices vacíos). - Toma del modernismo lo superficial (símbolos como los cisnes o las hadas) para crear un nuevo discurso, más introspectivo. No hace una poesía social. - Uno de sus grandes temas es el amor físico, focalizado en la mujer. Su erotismo, en la sociedad finisecular, es trágico y amargo. Aquí coincide con Safo. - Otro rasgo es la paradójica e improbable conjunción de Eros y Tánatos (del amor y la muerte). - A partir de Cantos de la mañana aparecerá la bruja que busca víctimas para sacrificar. El tú se fragmenta. El erotismo busca ahora desconcertar y escandalizar.