Enfermero santo A partir de 1915 nombraron a Zatti responsable del hospital de Viedma, Río Negro. Así, durante 25 años, con gran energía, sacrificio y profesionalidad, Zatti será el alma del hospital que debía ser demolido en 1941 para la construcción del obispado. Triste pero con espíritu de obediencia, acepta la decisión y traslada a los enfermos a las instalaciones de la Escuela Agrícola de San Isidro. Zatti amó a sus enfermos de manera verdaderamente conmovedora. Veía en ellos a Jesús mismo. En 1950, le diagnosticaron un tumor en el hígado para el que no había cura. Acoge y vive con conciencia la evolución de su enfermedad, y de hecho, él mismo prepara el certificado de su propia muerte, que se produjo el 15 de marzo de 1951. Su fama de “enfermero santo” se extendió rápidamente. Cinco años después de su muerte, el pueblo de Viedma le dedicó un monumento. Y en 1975, la comunidad cambia el nombre del hospital regional por “Artémides Zatti”. Oración a San Artérmides Zatti Coadjutor salesiano Oh Dios, Padre bueno, tú has llamado a San Artémides Zatti, salesiano coadjutor, para servirte en los pobres y los enfermos. Él creyó en ti en la hora de la prueba, prometió entregarse a sus hermanos heridos en el alma y en el cuerpo y, lleno de felicidad por la curación que había obtenido, vivió fielmente el Evangelio en el trabajo cotidiano y en el sacrificio generoso de sí mismo. Haz que la alegría de verlo brillar en el cielo de los santos nos ayude a dar testimonio de tu amor misericordioso que no abandona a ninguno de sus hijos. Concédenos por su intercesión la gracia que le pedimos con confianza (formular la intención de oración). Por Cristo Nuestro Señor. Amén. Artémides ZATTI Salesiano Coadjutor Italia, 1880 – Argentina, 1951 ¿Quién es? Nació en Boretto, Reggio Emilia, Italia. Sus padres: Luis Zatti y Albina Vecchi. Llegó a Argentina el 9 de febrero de 1897 invitado por su tío Juan Zatti. Conoció a los Salesianos en la parroquia Nuestra Señora de la Merced, en Bahía Blanca. Enfermó de tuberculosis. Le hizo una promesa a la Virgen y sanó; desde entonces se consagró al cuidado de los enfermos. Zatti tenía diecisiete años cuando emigró con su familia a Bahía Blanca, Argentina. Maduró una profunda relación con Dios, bajo la guía del salesiano don Carlo Cavalli, en cuya biblioteca leyó la biografía de Don Bosco y quedó fascinado. Fue el verdadero inicio de su vocación salesiana. Fue hasta 1906 que comienza el noviciado, pero debido a los riesgos asociados a su estado de salud, tuvo que renunciar a la intención de ser sacerdote y profesar como Coadjutor Salesiano el 11 de enero de 1908. Este hecho supuso para Artémides un gran crecimiento en la fe. En 1900 pidió ingresar al aspirantado salesiano de Bernal, pero en 1902, ya por entrar al noviciado, contrajo tuberculosis, por lo que fue enviado a Viedma, bajo el cuidado del salesiano don Evasio Garrone, director del hospital San José, fundado por Mons. Cagliero. Profesó como Salesiano de Don Bosco el 18 de febrero de 1911. El domingo 9 de octubre de 2022 es proclamado santo por el Papa Francisco. Si estoy bueno y sano y en estado de hacer algún bien a mis prójimos enfermos, se lo debo al padre Garrone, Doctor, que viendo que mi salud empeoraba cada día, pues estaba afectado de tuberculosis con frecuentes hemoptisis, me dijo terminantemente que, si no quería concluir como tantos otros, hiciera una promesa a María Auxiliadora de permanecer siempre a su lado, ayudándole en la cura de los enfermos y él, confiando en María, me sanaría. CREÍ, porque sabía por fama que María Auxiliadora lo ayudaba de manera visible. PROMETÍ, pues siempre fue mi deseo ser de provecho en algo a mis prójimos. Y, habiendo Dios escuchado a su siervo, SANÉ. Artémides Zatti