Una defensa de la Sola Scriptura desde un perspectiva Pentecostal Por Danny Totocayo Email: dannytotocayo@gmail.com Cel.: +51 930564077 Ministerio Luz1 a las Naciones CONTENIDO COMENTARIOS INTRODUCTORIOS LAS TRADICIONES ORALES Y LA SAGRADA ESCRITURA ¿QUÉ HACEMOS CON LAS REVELACIONES Y LAS TRADICIONES QUE SE ENCUENTRAN FUERA DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS? ¿POR QUÉ RECHAZAMOS LAS TRADICIONES CATÓLICAS? UN BREVE ANÁLISIS DEL DOGMA DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA LO QUE NO ES LA SOLA SCRIPTURA LO QUE ES LA SOLA SCRIPTURA EXPLICANDO LA SOLA SCRIPTURA ¿PRODUCE LA SOLA SCRIPTURA DIVISIÓN? LA SAGRADA ESCRITURA, LAS TRADICIONES Y LOS PADRES APOSTÓLICOS RESPONDIENDO PREGUNTAS CATÓLICAS 2 COMENTARIOS INTRODUCTORIOS 1. Como cristiano evangélico demostrare que la Sola Scriptura es una enseñanza bíblica y quienes tienen el corazón abierto a la verdad no la rechazaran. Sé de varios católicos que creen que la Biblia está por encima del catecismo católico y por encima de los concilios, razón por la que no rechazan el Principio de Sola Scriptura. 2. Cuando la Biblia dice que Jesús hablo muchas parábolas (Marcos 4:33), enseño muchas cosas (Marcos 6:34), hizo muchas cosas (Juan 21:25) y hablo muchas cosas, referente al Reino de Dios (Hechos 1:2-3), las cuales al parecer no quedaron registradas en la Biblia, no quiso decir que, si no las conoces, perderás tu alma. Los mismos católicos no saben ni por escrito, ni por tradición, cuáles son esas parábolas, enseñanzas y cosas que Jesús hizo y enseño sobre el Reino de Dios, y admiten de buena gana que, aun desconociéndolas, se puede ir al cielo. En el supuesto caso de que algunas parábolas no fueran escritas en la Biblia, ¿Se deduce de ello que se perderá aquel cristiano que no conoce todas esas parábolas no escritas en la Biblia? No, y si no se pierde, ¿Por qué se va a perder aquel cristiano que no conoce 3 todas las demás cosas que Cristo enseño a sus apóstoles y al parecer no quedaron registradas en la Biblia? Estas aclaraciones son necesarias por causa de algunos católicos, no todos por supuesto, ya que sé que muchos creen en la suficiencia material de la Biblia; pero en vista de que algunos apologistas católicos no creen que baste la Biblia, hago estos comentarios. Para mí, como para muchos católicos, es evidente que para saber cómo vivir una vida de fe y bondad, de tal manera que haga del hijo de Dios un varón maduro, preparado para toda buena obra es suficiente la Biblia. 3. La Iglesia necesita intérpretes, pero esto no indica que, sin estos, la Iglesia no pueda entender la Sagrada Escritura. Por lo menos todo lo necesario para perseverar en la fe puede encontrarse en la Biblia y esta puede entenderse porque la Unción misma nos enseña todas las cosas. No niego que Dios haya puesto en su Iglesia maestros, pero estos maestros deben ser examinados por la Biblia misma, ya que la autoridad bíblica está por encima de las autoridades eclesiásticas. Si no fuera así, ¿Por qué los bereanos examinaban por las Escrituras lo que decían Pablo y Silas (Hechos 17:10,11)? LAS TRADICIONES ORALES Y LA SAGRADA ESCRITURA 1. Los evangélicos siempre hemos creído que las tradiciones orales dadas por los apóstoles fueron 4 Palabra de Dios, razón suficiente para obedecerlas (Hechos 8:14; Gálatas 1:9; 1 Corintios 11:2; 15:1-2; 1 Tesalonicenses 2:9; 2:13; 2 Tesalonicenses 2:15; 3:6; 2 Timoteo 1:13-14; 2:2), pero hubo tambien tradiciones y mensajes orales incorrectos. Por ejemplo, Judaizar a los gentiles, como lo hacía el apóstol Pedro (Gálatas 2:11-14). 2. El apóstol Pedro (2 Pedro 2:21) y Judas (Judas 3) también nos hablan del mensaje dado por Dios por medio de sus Siervos; pero todo esto que es necesario para la fe, la piedad, la doctrina y la salvación, quedo escrito en la Biblia, por lo que no se necesita buscar una excusa para las tradiciones del catolicismo romano, las cuales son a todas luces, falsas en extremo. ¿Cómo sabemos que todas las instrucciones necesarias para la fe, la piedad, la doctrina y la salvación quedaron escritas? Considere las premisas de mi razonamiento: (1) Dios ama al mundo y por lo mismo quiere su salvación, fe, vida piadosa y protección del error doctrinal. (2) Para que esto pudiera darse, Dios revelo (en forma oral, por visiones y por otros medios y formas de comunicación lo que quiso) y dirigió a sus Siervos para que las comunicasen. 5 (3) La manera más segura para preservar esta revelación necesaria es poniéndola por escrito, bajo la inspiración del Espíritu Santo. Lo que Dios revelo de manera oral dijo que debía enseñarse oralmente; pero también dijo que debía de ponerse por escrito (Deuteronomio 18:18; Isaías 51:16; 59.21; Jeremías 1:9; Apocalipsis 1:11,19) porque Dios, siendo Omnisciente, sabía que podía tergiversarse fácilmente lo que Él decía a través de sus Siervos. Si lo escrito se puede tergiversar y manipular, con mayor razón lo dicho oralmente. ¿Por qué el Espíritu Santo movió a los Apóstoles y profetas a poner por escrito la revelación de Dios? Porque esta es la manera de preservar su Palabra de manera más segura. Si lo oral fuera la mejor manera de comunicar sin error la verdad a todas las naciones, no se necesitaría de lo escrito. (4) Por lo tanto, toda esta revelación e instrucción dicha oralmente fue finalmente puesta por escrito, y no necesitamos otras revelaciones o instrucciones. ¿Quiero decir que debemos rechazar algunas revelaciones orales que pudieran ser verdaderas, las cuales no fueron escritas en la Biblia? No, solo estoy diciendo que no son necesarias para la doctrina, la vida piadosa y para la salvación del alma, ya que la Sagrada Escritura es suficiente para esto. Ahora bien, necesitamos discernir cuáles son esas revelaciones orales verdaderas del primer siglo, las cuales 6 no fueron escritas; pero al parecer tampoco hay forma, ya que no hay mucha información sobre estas, ni siquiera en los muchos escritos de los primeros padres apostólicos. En cuanto a las revelaciones orales, costumbres o instrucciones que se pueden dar hoy, pueden discernirse más fácilmente, ya que a quien se las comunica, les le puede hacer una interrogación para ver si se ajustan a las verdades bíblicas. Aun con todo, las revelaciones que se dan hoy en día no son necesarias para la doctrina, la piedad y la salvación del alma. En cuanto a las falsas tradiciones orales, es obvio que estas deben rechazarse. Por esta razón rechazamos las tradiciones que los católicos han estado comunicando a través de los siglos. ¿QUÉ HACEMOS CON LAS REVELACIONES Y LAS TRADICIONES QUE SE ENCUENTRAN FUERA DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS? Oiga y tenga en cuenta los siguientes consejos: 1. Olvídese de ellas. No las necesita. Muchas de ellas son falsas; y como dije, es difícil saber cuáles son verdaderas. 2. Si no quieres dejarlas, entonces puedes evaluarlas y discernirlas. Si contradicen la Biblia, recházalas. 3. Ahora bien, si por alguna razón llegas a conocer cuáles son esas tradiciones verdaderas, entonces recuerda 7 que las tradiciones orales no registradas de las cuatro profetisas, hijas de Felipe el evangelista, aunque verdaderas, no son necesarias para la piedad, la doctrina y la salvación, por lo tanto, tampoco lo serian aquellas tradiciones que pudieras encontrar como verdaderas. 4. Supongamos que el ayuno cuaresmal es una tradición verdadera, nada indica que sea de carácter obligatorio y que si no lo haces, perderás tu alma. En la época del primer siglo los cristianos de Roma ayunaban 2 veces a la semana y estaba bien el hacerlo; pero esta tradición oral (esta costumbre), no es obligatoria. ¿Se perderán los que no ayunan 2 veces a la semana? No. ¿POR QUÉ RECHAZAMOS LAS TRADICIONES CATÓLICAS? Por varias razones: (1) Porque algunas vienen del paganismo. Loraine Boettner, agrega: “con el tiempo se halló en la iglesia una vestimenta sacerdotal magnífica de sacrificio, agua bendita, incienso, monjes y monjas” (Roman Catholicism, cap. 4 “Protestantism and First Century Christianity“). John Claudius Pitrat nos dice que el agua bendita mezclada con sal, aceite ungido, y el uso de la señal de la cruz, eran los materiales utilizados para el exorcismo pagano, que siguen utilizando hasta la actualidad. En la antigua Roma, los sacerdotes paganos utilizaban agua lustral mezclada con sal, saliva, aceite ungido, y hacían la 8 señal de la cruz para expulsar a los malos espíritus. Esto significa que los sacerdotes católicos y los sacerdotes paganos han utilizado la misma agua bendita para el exorcismo (Pagan Origin of Partialist Doctrines, John Claudius Pitrat, 2013, pp. 178-179). (2) Porque contradicen la Biblia. Contradicen la Biblia y son peligrosas. Por ejemplo: el culto a las imágenes, la asunción de María, la inmaculada concepción, etc. (3) No son antiguas, como los católicos esperan para aceptarlas como verdaderas, y aun si fueran antiguas, nada indica que sean verdaderas por su antigüedad. Pedro dio una tradición oral antigua, que consistía en judaizar a los gentiles y fue algo condenado por Pablo. Por lo tanto, lo antiguo no es necesariamente una característica de lo que es verdadera instrucción. (4) No gozan de unanimidad. Si gozaran de unanimidad y fueran importantes deberían estar escritas en la Biblia; pero al no estar escritas en la Biblia demuestran su poca o ninguna importancia y por lo tanto no son necesarias. ¿Fue la asunción de María una doctrina enseñada en los primeros 3 siglos? No, ho hay evidencia de esto, así que los católicos tienen que ir a la Biblia para manipular Apocalipsis 12 y trata de justificar esta doctrina, sin ir a sus tradiciones. (5) No pueden justificarse por la sucesión apostólica. Los ortodoxos como los católicos dicen tener sucesión apostólica; pero ambos grupos no creen en los mismos 9 dogmas. Los ortodoxos no creen en la Infalibilidad papal, el purgatorio, la inmaculada concepción de María, etc. Como puede ver, una supuesta sucesión apostólica no es suficiente para mantener a la Iglesia en la verdadera fe apostólica. UN BREVE ANALISIS DEL DOGMA DE LA ASUNCION DE MARIA Analicemos brevemente si la asunción de María es antigua, si goza de unanimidad y si se dio por sucesión apostólica. La asunción de María no fue una Tradición apostólica. 1. No solo no quedo registrada en la Biblia; sino que tampoco fue comunicada en los primeros siglos. Por lo tanto, no es antigua. Ahora bien, supongamos que hubiera sido enseñada oralmente que María fue asunta al cielo en el primer siglo, nada indica que esta fue verdadera, ya que no fue comunicada en el segundo, tercero o cuarto siglo d.C. Si fuera verdadera y muy importante, hubiera sido enseñada en esos siglos; pero no, fue enseñada recién a finales del quinto siglo d.C. Es para el cuarto siglo que Epifanio, bajo la astucia e influencia del enemigo, preparo el camino para que el hombre imaginara una asunción. Esto lo podemos decir de sus palabras, las cuales cito a continuación: “Pero si alguien cree que nos equivocamos, que registre las Escrituras. No encontrarán la muerte de María; no 10 encontrarán si ella murió o si no murió; no encontrarán si fue enterrada o si no fue enterrada... La Escritura guarda absoluto silencio en cuanto al fin de María... Por mi parte, no me atrevo a hablar, sino que tengo mi propia opinión y practico el silencio... porque su fin nadie lo conoce” (Epifanio, Panarion Haereses 78.10-11, 23. Citado por Juniper Carol, O.F.M. ed., Mariology, 1957, t. 2, pp. 139-140). Si las Sagradas Escrituras, no solamente no dicen nada sobre la muerte de María, ¿Porque Epifanio no menciono también otras personas como por ejemplo José, de quien no se dice en las Sagradas Escrituras que haya muerto? Obviamente porque Epifanio no puso su mente en orden. Para no ser visto como un instrumento profano dijo astutamente: “Por mi parte, no me atrevo a hablar, sino que tengo mi propia opinión y practico el silencio... porque su fin nadie lo conoce”. Dejando a un lado a Epifanio, la asunción de María no se basó en una tradición oral; sino en un libro apócrifo llamado “Transitus Beatea Mariae” y que, como todos saben, no es de valor histórico. De hecho así lo reconoce el mariólogo católico Juniper Carol, cuando dice: “Hay que admitir que la literatura Transitus no tiene valor histórico” (Juniper Carol, nota 63, t. 1, p. 150). 2. La supuesta asunción de María, no solamente no es antigua; sino que no hubo unanimidad para 11 esta doctrina. Cuando para fines del siglo V, el diablo movió al escritor del evangelio apócrifo “Transitus Beatea Mariae” (El viaje de la Bienaventurada María) a decir que María fue asunta al cielo; y Gregorio de Tours en el año 590 d.C. lo enseño (basado en este apócrifo); pero antes de esto, entre el 494 y 496 d.C. el papa Gelasio emitió un decreto titulado “Decretum de Libris Canonicis Ecclesiasticis et Apocryphis” en el que rechazo este apócrifo. (Papa Gelasio I, Epistle 42, Migne Series, M. P. L. t. 59, col. 162). El papa Gelasio dijo: “Estos escritos y otros similares... no solo han sido rechazados, sino que además han sido prohibidos en toda la Iglesia Apostólica Romana y sus autores y seguidores han sido condenados para siempre bajo las cadenas indisolubles de anatema” (Henry Denzinger, nota 31, p. 70). Este decreto y su condenación fue reafirmado por el papa Hormisdas en el siglo VI, alrededor de 520 d.C. (Migne Series, t. 62. cols. 537-542). Como puede ver, no hubo unanimidad en cuanto a esta creencia. No todos aceptaron esta doctrina. 3. No hay nadie que afirme y pueda demostrar que esta doctrina se pueda justificar por una supuesta sucesión apostólica. 4. La doctrina de la asunción de María contradice la Sagrada Escritura, ya que la Biblia nos dice que quien fue llevado al cielo es Jesús en Apocalipsis 12. LO QUE NO ES LA SOLA SCRIPTURA 12 1. La Sola Scriptura no declara que la Biblia contiene todo el conocimiento acerca de lo que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo hacen. El apóstol Juan nos dice que El Señor Jesús hizo, “muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas” (Juan 20:30). Y dejo claro que lo que escribió tenía el fin de “que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:31). 2. La Sola Scriptura no niega que la Palabra de Dios ha sido comunicada de manera oral al principio; y claro está, debía ser obedecida solo lo que era correcto. Ellos debían aferrarse a ella, teniendo el principio de los bereanos: la de examinarlas a la luz de la revelación escrita y por la unción del Espíritu Santo que les iluminaba y daba discernimiento para saber si era de Dios lo que ellos decían. ¿Qué pasaba si no discernían y hacían caso de lo que no provenía de Dios? Podrían caer en error. Pedro hizo caer en error a algunos al judaizar a los gentiles. Lamentablemente algunos no pudieron discernir esto y se equivocaron. Sin embargo, con la Sagrada Escritura, la cual es inspirada por Dios en su totalidad, nadie cae en error, a menos que la malinterprete; pero ella misma no contiene error alguno. Ahora bien, lo que fue ordenado por viva voz y fue ordenado obedecerse fue puesto por escrito. Lo único que no fue registrado, fueron las profecías de los corintios, las profecías de las cuatro hijas profetisas de 13 Felipe el evangelista y algunas otras profecías de Saúl, las cuales no son necesarias para la salvación y la vida piadosa. Los católicos necesitan saber, que nadie dice que la Biblia debe enseñarse solamente por escrito por el hecho de que la Sagrada Escritura fue lo único que fue inspirada en su totalidad. Lo que decimos es que la Biblia por ser inspirada por Dios en su totalidad debe de ser comunicada de cualquier forma: oralmente, por escrito o aun por signos; pero claro, debe ser comunicada fielmente. 3. La Sola Scriptura no rechaza otras autoridades como los pastores o los concilios; pero si estas autoridades llegaran a contradecir la Biblia, deberían de ser rechazadas en aquello que la contradicen. Martín Lutero nunca rechazo las autoridades, el solo las rechazo cuando estas no eran fieles a la Biblia. El declaró: “Todos los demás consejos también deben verse de esta manera, ya sean grandes o pequeños (...) no introducen nada nuevo, ya sea en términos de fe o práctica; pero defienden, como los más altos magistrados y obispos bajo Cristo, la vieja fe y las buenas obras antiguas, de acuerdo con las Escrituras” (Martin Luther, Sobre los Consejos y la Iglesia. Tomado de Theodore G. Tappert Escritos seleccionados de Martin Luther, Volumen 1, [Fortress Press, 2007] pp. 313-314). 14 El sucesor de Lutero, Philip Melanchthon, también afirmó que otras fuentes de autoridad eran válidas en la medida en que estaban sujetas a la Palabra escrita. James R. Payton señala que “para él, Sola Scriptura no fue descartada, sino reforzada por la autoridad religiosa subordinada de los Padres de la Iglesia, los credos antiguos y los decretos doctrinales de los concilios ecuménicos” (James R. Payton, Conseguir que la reforma sea incorrecta: corregir algunos malentendidos [InterVarsity Press, 2010], p. 147). Calvino comentó que: “El poder de la Iglesia ... radica en parte en los obispos individuales, y en parte en los concilios, ya sean provinciales o generales ... el poder de la Iglesia, por lo tanto, dentro de los límites definidos, no se puede quitar de allí por capricho de los hombres ... el poder de la Iglesia no es infinito, sino sujeto a la Palabra del Señor y, por así decirlo, limitada a ella” (John Calvin, Institutos de la Religión Cristiana, citado en Keith Mathison, The Shape of Sola Scriptura, [Canon Press, 2001], pp. 112-113). 4. La Sola Scriptura no rechaza el uso y las formas de ciertas tradiciones inocentes; pero estas tradiciones no son de carácter obligatorio. Sin embargo, si algunos padres apostólicos rechazaron los libros apócrifos que los católicos han aceptado como inspirados y aun así son salvos como reconocen los mismos católicos, ¿Por qué no podríamos ser salvos los evangélicos por rechazar tanto los apócrifos como las 15 enseñanzas católicas, si el catecismo católico afirma que los creyentes que nacen de las rupturas somos salvos? 5. La Sola Scriptura no rechaza las revelaciones de Dios. Podemos recibir revelaciones de Dios; pero estas no pueden contradecir la verdad bíblica ni deben tomarse como necesarias para la salvación ni para la doctrina, ya que en la Biblia encontramos lo suficiente para todo esto. Muchos calvinistas y católicos fanáticos no saben que el Pastor Samuel Rutherford, un presbiteriano escoces, quien fue uno de los que elaboraron la confesión de Westminster y creyó en la Sola Scriptura, dijo que las profecías todavía se daban en sus días. Estas son sus palabras: “En nuestra nación escocesa, George Wisehart predijo que el cardenal Beaton no iba a salir con vida del Castillo St. Andrews, sino que sufriría una muerte vergonzosa, y así fue; John Knox predijo que ahorcarían al Señor de Grange; Joh Davidson también profetizo, como muchos de sus contemporáneos sabían; y en Inglaterra, ha habido otros santos predicadores que también destacaron por desempeñar esa función” (Samuel Rutherford, A Survey Of The Spiritual Antichrist. Opening The Secrets Of Familisme And Antinomianisme In The Antichristian Doctrine Of John Saltmarsh (et al.) Londres, 1648, 42). Ya aclarado esto, debe decirse una vez más que el rey Saúl profetizo (1 Samuel 19:24), los Corintios profetizaban (1 Corintios 14), las 4 hijas de Felipe, el evangelista, también hacían lo mismo (Hechos 21:8-9), y 16 sus profecías, aunque verdaderas, no fueron registradas ni en la Biblia ni en la mal llamada “sagrada tradición” y los católicos pueden ser salvos sin conocerlas, si creen en Cristo y se arrepienten de sus pecados. Ahora bien, si el católico puede ser salvo sin conocer estas profecías, ¿Por qué los cristianos no pueden ser salvos con la Biblia sola, aun si hay sagradas tradiciones, las cuales podrían ser verdaderas? Por favor, no me malentienda, yo no pienso que las tradiciones de los católicos sean verdaderas; pero en el caso de que lo fuesen, igualmente, los cristianos podemos ser salvos si no las conocemos o si no las aceptamos por un asunto de prudencia. 6. La Sola Scriptura no niega que podamos adquirir otros conocimientos aparte de la Biblia. Podemos adquirir otros conocimientos sobre historia, patrística, arqueología, biología, cosmología y de otras disciplinas; pero estos no se necesitan para la salvación. Aun si pudieran ayudarnos a entender mejor algunos pasajes de la Biblia, no son necesarias para la salvación. Los cristianos creemos que aun los libros de los “padres apostólicos” nos podrían ayudar a comprender algunos asuntos relacionados con la Biblia; pero estos libros por no ser inspirados por Dios y por contener errores, también podrían llevarnos al error. Por esta razón, estos libros deben someterse a la única autoridad infalible que Dios nos dio, la Biblia. 17 7. La Sola Scriptura no afirma que nuestras creencias deben de estar escritas explícitamente en la Biblia. Lo que decimos es que todo lo que se necesita para la salvación está claro en las escrituras, ya explícitamente o implícitamente. No creo en todo lo que dice la Confesión de Fe de Westminster; pero esta afirma: “Todo el consejo de Dios con respecto a todas las cosas necesarias para su gloria y para la salvación, la fe y la vida del hombre, está expresamente expresado en la Escritura o puede deducirse de ella de manera lógica y clara. Nada será agregado a la Escritura en ningún momento, ni por nuevas revelaciones del Espíritu, ni por las tradiciones de los hombres” (Confesión de fe de Westminster 1:6). 8. La Sola Scriptura no afirma que debes de conocer toda la Sagrada Escritura para ser salvo. Solo afirma que ella es suficiente y más que suficiente. De hecho, aun conociendo solo el libro de Juan o cualquier otro libro de la Biblia que hable del evangelio, es suficiente para la salvación del alma. Entonces, ¿concluimos que los demás libros no sirven y debe ser rechazado? Claro que no, los demás libros sirven mucho y son de gran bendición para el pueblo de Dios. 9. La Sola Scriptura no afirma que la Iglesia carezca de autoridad para interpretar, enseñar y defender la Palabra de Dios. Nadie jamás ha dicho que la Iglesia no deba tener sus maestros y que estos nos puedan enseñar. Lo que se dice simplemente es que estos 18 maestros deben enseñar la verdad, y si se inventan doctrinas que contradicen la Sagrada Escritura, deben ser rechazadas. Dios ha dado el don de la enseñanza a algunos hermanos para que enseñen a la Iglesia, y estos, por su don, obviamente entienden y conocen mucho más que aquellos que no lo tienen. Pero el tener este don no sugiere que la Iglesia no pueda comprender lo esencial de la Biblia, más aun si depende del Espíritu Santo. 10. La Sola Scriptura no afirma que las personas necesitan obligatoriamente saber leer para conocer todo lo que la Biblia enseña para ser salvos. Lo que la Sola Scriptura afirma es que en las Sagradas Escrituras puedes encontrar todo lo que necesitas para la doctrina, la fe, la vida piadosa y la salvación. Y si no conoces toda la Biblia, aun así puedes ser salvo. Tú no necesitas conocer toda la Biblia, toda la tradición y todo lo que enseñan los maestros. Lo que necesitas conocer es a Cristo y permanecer en El con un corazón arrepentido, aun con el poco conocimiento que tengas de las Sagradas Escrituras. Ahora bien, Si una persona no sabe leer, puede ser guiado a la verdad por un predicador; pero también puede ser engañado. Y para que no se corra ese riesgo, tiene que aprender a leer para examinar si lo que se dice está acorde con la Biblia. 19 Quien tiene hambre de conocer la Palabra de Dios y no sabe leer, busca la manera de aprender. Que muchos pueblos no hayan sabido leer o escribir no significa que Jesús es malo y tirano por ordenar que se escudriñe la Biblia. Más bien demuestra que a Dios no le agrada nuestra ignorancia y que por lo mismo debemos aprender a leer y escribir para poder escudriñar su Palabra. Y si un cristiano sabe leer; pero no tiene una Biblia, esto tampoco es un problema, ya que quien tiene hambre de conocer la Palabra de Dios, la busca, hasta hallarla. Algunos creen que La Sola Scriptura no puede ser verdad porque por siglos los cristianos no tenían Biblias, ya que no se había inventado la imprenta; pero esta objeción es absurda. Es como decir que las tradiciones orales de los apóstoles deben rechazarse por causa de los sordos. La Sola Scriptura no depende de que se tenga o no una Biblia. Rechazar la Sola Scriptura es como rechazar la buena alimentación solo porque algunos o muchos mueren de hambre. 11. La Sola Scriptura no afirma que todo lo que Cristo dijo lo pusieron por escrito los evangelistas Mateo, Marcos Lucas y Juan. Lo que se dice solamente es que se puso por escrito lo que era necesario. Lo que no se puso por escrito, no sabemos que es, pero no negamos que Jesús haya podido haber dicho muchas 20 cosas, pero no hay duda que lo que dijo no contradice la Sagrada Escritura. 12. La Sola Scriptura no afirma que en la Biblia encontraras cada detalle de la vida de Jesús, los profetas, los apóstoles, las ciudades y el cielo. Jamás se ha dicho que en la Biblia podemos encontrar cada detalle sobre Jesús, Jose, María y otras personas. La Biblia no nos dice si María tenía ojos azules, si era alta, gorda o enana. Quizá era muy bonita y tenía un cuerpo 90-60-90 y quizá por eso Jose se casó con María; pero no lo sabemos. 13. La Sola Scriptura no es necesariamente una doctrina, pero esta se fundamenta en varios textos bíblicos. Si se la quiere llamar doctrina no me es problema, igualmente se la puede demostrar con varios textos bíblicos, no con uno solo. De la misma manera que la doctrina de la Trinidad no se fundamenta en un solo texto bíblico, sino en varios; el principio de la Sola Scriptura no se fundamenta en un solo texto bíblico; sino en varios. LO QUE ES LA SOLA SCRIPTURA Lo que diré sobre la Sola Scriptura, es lo que entiendo sobre esta, desde la perspectiva bíblica pentecostal. La Sola Scriptura básicamente enseña 3 verdades: 1. La Biblia por ser inspirada por Dios y ser la palabra profética más segura, es la única autoridad infalible sobre doctrina, fe, piedad y espiritualidad a la cual los libros, las 21 tradiciones orales, los padres apostólicos, los profetas, los predicadores o concilios deben sujetarse. 2. La Escritura contiene todo lo suficiente para hacer del hijo de Dios un hombre “maduro, equipado para toda buena obra”, lo cual es todo lo que se necesita para evidenciar la fe viva, aquella que es medio para la salvación por gracia. 3. Todo lo que se debe hacer para ser salvo está muy claro en la Biblia. EXPLICANDO LA SOLA SCRIPTURA 1. La Biblia por ser inspirada por Dios es la única autoridad infalible sobre doctrina, fe, piedad y espiritualidad a la cual los libros, las tradiciones orales, los padres apostólicos, los profetas, los predicadores o concilios deben sujetarse. Cuando afirmamos la Sola Scriptura, estamos diciendo que solo las Sagradas Escrituras son una regla o autoridad infalible ya que ésta es inspirada por Dios. Y debido a que no hay otra autoridad infalible, las Escrituras son autoridad suprema, y se ubican por encima de todas las demás autoridades que Dios puso en su Iglesia. La Sola Scriptura no rechaza los credos o concilios, siempre y cuando estos no contradigan la Biblia. La Biblia es la autoridad final a la que deben estar sujetos todas las demás autoridades. 22 La Sola Scriptura no enseña que esta es la Única regla de fe y moral bajo la libre y caprichosa interpretación de cada creyente. Esto es una caricatura que hacen algunos católicos ignorantes. Es evidente que cuando una persona interpreta la Biblia de manera antojadiza puede llevar a la desunión y a la herejía; pero la Sola Scriptura no enseña esto. Ahora bien, ¿Por qué creemos que solo la Biblia es la única autoridad infalible sobre doctrina, fe, piedad y espiritualidad a la cual los libros, las tradiciones orales, los padres apostólicos, los profetas, predicadores o concilios deben sujetarse? Porque esta es la Palabra profética más segura. Ella fue inspirada y por lo mismo es infalible en su totalidad. ¿Por qué no aceptamos que las tradiciones sean iguales en autoridad a la Biblia? Por varias razones: Primera razón: Porque hemos visto errores en el mensaje oral, aun en el del primer siglo. El apóstol Pedro por tradición obligaba a judaizar a los gentiles (Gálatas 2:14) y todos sabemos que se equivocó porque así lo dijo el apóstol Pablo. Al parecer, por este error, el apóstol Pedro dijo que la Escritura es la Palabra profética más segura. A los Tesalonicenses Pablo les dice que las profecías orales pueden contener errores, por lo que deben desecharse (1 Tesalonicenses 5:20). 23 Segunda razón: Porque la Palabra profética más segura es la escrita. El apóstol Pedro nos dice: “19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:19-21). Aunque el mensaje de los apóstoles en un principio fue oral, El Señor Jesús dijo a Juan que escribiera en un libro lo que había recibido por revelación (Apocalipsis 1:11; 21:5) ya que lo escrito, evidentemente, es la Palabra más segura y por lo mismo, lo serían los demás Escritos de los apóstoles. Si lo oral no fuera a tergiversarse con el tiempo, ¿Por qué El Espíritu Santo movió a los Siervos de Dios a poner por escrito la Palabra de Dios? ¿Porque Jesús nuestro Señor ordeno a Juan que Apocalipsis fuera puesto por escrito? Tercera razón: Porque el mensaje oral corría mucho más riesgo de ser torcido que la Palabra escrita. “Es imposible rastrear la tradición verbal hasta su origen, ni estar seguro de su exactitud… Es inevitable que la enseñanza verbal se tergiverse en el proceso de 24 transmisión de una generación a la siguiente” (Daniel Sapia). Dave Hunt a esto añade: “Pablo estaba profundamente preocupado por la falsa doctrina. Gran parte de sus escritos fueron para corregir herejías. Les advirtió a los ancianos de Éfeso, “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos” (Hechos 20:29-30). Sería irrazonable, entonces, imaginar que Pablo no pondría por escrito todo lo que el Espíritu Santo le había inspirado que enseñara. Si los hombres pervertirían aun la verdad escrita, cuánto más fácil sería que pervirtieran la verbal, a medida que las memorias fallaran y vinieran nuevas generaciones que jamás habían oído la enseñanza original” (Dave Hunt – “A Woman Rides the Beast" Harvest House Publishers - 1994 - Pág. 530 y 531). Cuarta razón: Porque lo escrito es más confiable que lo dicho oralmente según el mismo catolicismo romano. ¿Porque cree que lo que se ordenó en los concilios católicos no lo comunicaron solo oralmente? Porque saben que la manera de que algo no sea tergiversado fácilmente es poniéndola por escrito. Quinta razón: Porque el Señor Jesús creyó que la Sagrada Escritura era infalible, no así las tradiciones de su 25 época (Marcos 7:8-9). Y no estamos hablando de cualesquiera tradiciones; sino de las tradiciones religiosas piadosamente transmitidas y conservadas por los maestros de su tiempo. Sexta razón: Porque la Escritura Sagrada es la que debe probar lo dicho aun por los apóstoles. Los bereanos examinaban si lo que Pablo y Silas decían era consistente con lo ya revelado por escrito en el Antiguo Testamento (Hechos 17:11). Los mismos documentos católicos admiten que el magisterio está al servicio de la Palabra de Dios. Así que todo lo que digan los maestros católicos debe ser examinado. Si Pablo fue examinado por las Sagradas Escrituras, ¿Por qué no los falsos escritos del magisterio católico? Séptima razón: Porque la Biblia nos muestra que las verdaderas tradiciones orales pueden tergiversarse a mediano o largo plazo. “Por eso el dicho se propagó entre los hermanos que aquel discípulo no moriría, pero Jesús no dijo que no moriría...” (Juan 21:23). Y la única manera de que esta tradición fuera corregida y fuera creída con toda certeza es por la Palabra de Dios, escrita bajo inspiración. Es por esto que todo aquel que leyó la Palabra escrita de Juan 21:23 nunca más creyó que Juan no moriría. Octava razón: Porque en el Antiguo Testamento, mientras solo estaba escrita La Ley, los levitas enseñaban la Sola Ley, no las tradiciones o decretos ajenos a las Escrituras de su época, ya que se las estaba considerando 26 como la Palabra de Dios. “Abrió, pues, Esdras el libro... Y los levitas Jesús, Bani... hacían entender al pueblo la ley...Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura” (Nehemías 8:5-8). Debe notarse que en esa época todavía podía existir revelación oral; pero esta no era la que se enseñaba; sino La Ley. Lo revelado oralmente podía ser verdadero o falso; pero lo dado por escrito era verdadero totalmente. Novena razón: Porque el Sanedrín, aunque enseñaba la Ley de Dios también se equivocaba, ya que condeno a Jesús por blasfemo, lo mato y más tarde prohibió a los Apóstoles predicar el Evangelio, algo que Pedro y Juan rechazaron (Hechos 4:19; 5:29). El Dr. Fernando Saravi nos dice que, “El sanedrín era el supremo tribunal de Israel, presidido por el Sumo Sacerdote, y en él participaban no sólo los saduceos sino, de manera destacada, los más ilustres escribas fariseos. Tenía poderes judiciales, legislativos y administrativos ilimitados dentro del marco legal romano”. Decima razón: Porque el Señor Jesús estuvo del lado de los saduceos en cuanto a su rechazo de las tradiciones de los fariseos. El Dr. Fernando Saravi dijo con acierto: “Los saduceos rechazaban la Tradición oral que, según los fariseos, había sido recibida por Moisés en el Sinaí, junto con la Ley escrita. Jesús no les reprocha el rechazar 27 tan “sagrada” tradición; en cambio sí les reprocha desconocer las Escrituras y el poder de Dios”. 2. La Escritura contiene todo lo suficiente para hacer del hijo de Dios un hombre “maduro, equipado para toda buena obra”, lo cual es todo lo que se necesita para evidenciar la fe viva, aquella que es medio para la salvación por gracia. Seguramente hay excepciones como el “ladrón bueno” que fue al paraíso inmediatamente después de morir sin llegar a ser un varón maduro, equipado para toda buena obra como dice la Biblia, pero la Biblia nos enseña que allí se encuentra todo lo que se necesita para la piedad y para no caer en pecado y hacer firme nuestra elección. Veamos lo que nos dice el apóstol Pedro en su primera carta: “3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; 5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar 28 ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9 Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 11 Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 1:3-11). Como puede ver, todo lo que se necesita para no caer y hacer firme la elección para salvación se encuentra en las virtudes que señala el apóstol Pedro para no caer jamás. Si una persona pone su fe en Cristo y es adoptado como hijo de Dios y además por las Sagradas Escrituras llega a ser “maduro, equipado para toda buena obra”, ¿Cómo la Sagrada Escritura no va a ser suficiente para salvarlo? ¿Acaso se necesita algo más para hacerlo “maduro, equipado para toda buena obra”? ¿Acaso no hay todo el consejo de Dios en la Biblia para ser salvos? Lo que vemos es que la Sagrada Escritura si nos habla sobre todo lo que se necesita para la salvación, ya que nos habla extensamente sobre numerosos asuntos. Banzoli hizo una lista de lo que la Biblia habla con mucho detalle, y la cito a continuación: Salvación (Lucas 3:6); Gracia de Dios (Tito 2:11); Fe (2Co.5:7); Pecado (1 Juan 5:17); Justificación (Romanos 29 4:25); Doctrina (Tito 2:1); Enseñanza (1 Timoteo 4:13); Vida eterna (1 Jn. 2:25); Resurrección de los muertos (Mt. 22:31); Juicio por venir (Hechos 24:25); Vida cristiana (2 Timoteo 3:12); Abnegación (Lc.14:27); Dedicación a Cristo (Romanos 15:16); Herencia en Cristo (Romanos 8:17); Madurez espiritual (Efesios 4:13); Discernimiento de espíritus (1 Co.12:10); Profecías (1 Tes.5:20); Dones del Espíritu (Hebreos 2:4); Exhortación (1 Co. 14:3); Comunión (1 Jn. 1:3); Amor (1 Jn. 4:16); Paciencia (Hebreos 6:15); Perseverancia (2 Pe. 1:6); Tribulación (Romanos 12:12); Juicio (Santiago 1:3); Tentación (Lc. 22:40); Buenas obras (1 Timoteo 2:10); Caridad (1Co.13:4); Milagros (Mt. 13:58); Dios el Padre (Filipenses 2:11); Deidad de Cristo (Jn. 1:1); Divinidad del Espíritu Santo (Efesios 2:22); Dios subsistiendo en tres personas (Mt. 28:19); La Cena del Señor (1 Co. 11:20); Aflicción (Filipenses 4:14); Adversidad (Hebreos 12:14); Honor (1 Timoteo 5:3); El lenguaje de los creyentes (Lc. 6:45); Lucha por la fe (Judas 3); Ángeles (Lc. 4:10); Demonios (Mt.9:34); Guerra espiritual (Efesios 6:12); Segunda Venida de Cristo (2 Tes. 2:1); Lenguas de hombres y ángeles (1 Co. 13:1); Jesús como el Mesías (Jn. 4:26); Mensaje de reconciliación (2 Co.15:19); Muerte y resurrección de Cristo (Hechos 2:31); Condena de los impíos (Mt.23:33); Recompensa de los salvos (1 Co. 3:14); Nueva Jerusalén (Ap. 21:1-3); Tribunal de Cristo (2 Co.5:10); Oración (Romanos 12:12); Sanidad (Mt. 17:16); Victoria contra el maligno (1 Jn. 2:14); Destrucción de la carne (1 Co. 5:5); Muerte espiritual (1 Juan 5:17); Espíritu 30 Santo (Hechos 13:52); Mente de Cristo (1 Co. 2:16); Locura del mundo (1 Co.1:27); Tribulación Apocalíptica (Mt.24:21); Fin de los tiempos (1 Co.10:11); Héroes de la fe (Heb.12); Herencia prometida a los santos (Efesios 1:18); Paciencia en las tribulaciones (Rom.5:3); Sufrir por hacer el bien (1 Pe. 3:17); Disciplina humana y disciplina divina (Heb.12:8); Sabiduría de Dios y sabiduría del mundo (1 Co.1:21); Estado eterno (Mt.25:46); El siglo venidero (Efesios 1:21); El amor de Dios por nosotros (Jn.3:16); Religión pura e inmaculada hacia Dios (Santiago 1:27); La Palabra de Dios (Hechos 12:24); ídolos falsos (1 Juan 5:21); Envidia (Mt. 27:18); Celos (Romanos 10:19); Ira (Hebreos 3:11); Violencia (Hechos 21:35); Paz (Romanos 3:17); Hijos de Dios (Gálatas 3:26); Arrepentimiento para salvación (2 Co. 7:10); Ley de siembra y cosecha (2 Co. 9:6); Frutos para el Reino (Mt.7:20); Ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:22); Ley del Espíritu de vida (Rom.8:22); Sinceridad (Efesios 6:5); Fraternidad (2 Pe.1:7); Mundo espiritual y mundo visible (Heb. 11:3); Sueños (Mt. 2:12); Promesas (Hebreos 11:33); Revelaciones (2 Co. 2:1); Dios hecho carne (Romanos 8:3); Descanso celestial (Heb. 4:9); Palabra (Jn. 1:1); Renuncia a la impiedad (Tito 2:12); Deseos mundanos (Tito 2:12); Mentira (1Jn.2:21); Engaño (1 Pe. 2:22); El Camino (Jn.14:6); La Verdad (Jn. 14:6); Vida (Jn. 14:6); La inmutabilidad de Dios (Hebreos 6:17); Destrucción de fortalezas espirituales (2 Co.10:4); Espiritualidad (1 Co. 2:13); Religiosidad (Santiago 1:26); Santidad (Lc. 1:75); Pureza (1 Timoteo 5:2); Evangelio 31 puro y sincero (2 Co. 11:1-3); Adoración de ídolos falsos (1 Juan 5:21); Bendiciones espirituales de Dios (Efesios 1:3); Maldición (Romanos 3:14); Castigo (2 Co. 2:6); La descendencia natural y espiritual de Abraham (Gálatas 3:7); Sólo Dios verdadero (Jn. 17:3); Principados y potestades (Col. 1:16); Labranza y edificio de Dios (1 Co.3:9); Confesar o negar a Jesús públicamente (1 Jn.4:15); Lo sobrenatural de Dios (Lucas 1:37); Glorificar a Dios (Gálatas 1:24); Alabanza a Dios (Hebreos 13:15); Adoración a Dios (Romanos 12:1); Ayuno (Mt. 17:21); Oración en el espíritu (Efesios 6:18); Permiso divino (Hebreos 6:3); Ser guiado por el Espíritu de Dios (Rom.8:14); Templo de Dios (1 Co. 3:17); Santuario del Espíritu Santo (1Co.6:19); Iglesia (Mt. 18:17); Cuerpo de Cristo (1 Co. 12:27); Temor de Dios (Romanos 3:8); Guardar sus mandamientos (1 Juan 5:2); La mediación única de Cristo entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2:5); Manifestación de los hijos de Dios (Rom. 8:19); La voz de Dios (Hebreos 3:7); Descansa en el Señor (Sal. 62:5); Ser imitadores de Dios (Efesios 5:1); Caer en las manos del Dios vivo (Heb.10:31); Justicia de Dios (Santiago 1:20); Tabernáculo de Dios entre los hombres (Ap. 21:13); Respeto a las personas (Rom. 2:11); Testimonio de Dios (1 Juan 5:9); Anticristo (1 Juan 2:22); Bestia (Ap. 13:1,2); Falso profeta (Ap. 19:20); Espíritus que gobiernan este mundo (1 Jn. 5:19); Limpio de corazón (Mt.5:8); Nueva Tierra Prometida (2 Pe. 3:13); Pacificadores (Mt. 5:9). Hipocresía (Mt. 23:28); Honestidad (1 Timoteo 2:2); Hombre interior y exterior 32 (Rom. 7:22); Tristeza (Rom. 9:2); Gozo (Hechos 8:8); Regocijo (2 Co. 7:16); Reino de los cielos (Mt. 3:2); Reino de Dios (1 Co.4:20); Ira de Dios (Col. 3:6); Misericordia de Dios (Rom. 9:16); La bondad de Dios (Romanos 2:4); Longanimidad de Dios (Romanos 2:4); Incredulidad (Mt.13:58); Nuevo nacimiento (Jn. 3:7). Ahora leamos atentamente lo que dice el apóstol Pablo en su segunda carta a los corintios: “15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea maduro, equipado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:15-17). Pablo dice aquí, que el hombre de Dios por el conocimiento de las Escrituras te puede dar, es decir tiene el poder de darte la sabiduría que lleva a la salvación, la cual es útil para hacer del hombre de Dios, maduro y equipado para toda buena obra, todo lo cual ha sido visto en los Siervos de Dios en la Biblia, por lo que no se puede limitar su utilidad. Un católico podría decir: “la palabra útil no significa suficiente, ya que el aire es útil para vivir; pero no es suficiente para vivir, se necesita comer y beber, si no, nos morimos”. El problema con esta objeción es que se hace una mala comparación. Se compara a toda la Biblia con un poco de aire. Una mejor comparación seria: la Biblia 33 es útil para vivir como lo es el aire, la comida y la bebida. Esta comparación es mejor que la objeción que presentan los católicos, ya que de la Biblia se dice que da vida (Isaías 55:3), es comida (Isaías 55:1-2) y es bebida (1 Pedro 2:2; 1 Corintios 10:4). Tambien debe dejarse claro que nosotros los cristianos no decimos que la Biblia solo es útil para algo singular; sino para varias cosas: enseñar, reprender, corregir e instruir en justicia. Y todo esto con el fin de que el hombre este equipado para toda buena obra, no algunas pocas obras. Quiero preguntar a los apologistas católicos, ¿Pueden decir que Enoc, Moisés, Josué, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Pablo, Pedro, Timoteo y otros varones de Dios, que estos no fueron varones maduros, solo porque no conocieron toda la Revelación de Dios? Si fueron maduros, ¿Por qué no los que tienen toda la Sagrada Escritura? Algunos católicos dicen que la palabra para hacer referencia a una persona perfecta en el sentido de madurez es teleios y no se usa en el pasaje que hemos citado; pero aun esta objeción no les sirve de nada, ya que hombres de Dios en el Antiguo Testamento fueron muy maduros en su andar con Dios aun cuando no tenían el Nuevo Testamento. Los católicos podrían objetar diciendo que los hombres maduros del Antiguo Testamento, “conocían 34 aparte de las Sagradas Escrituras las tradiciones”; pero aun si ellos hubieran conocido esas supuestas Tradiciones y estas fueran diferentes a las que quedaron escritas, estas eran menor en contenido que toda la revelación que tenemos en el Nuevo Testamento. Por lo tanto, esa excusa no sirve de nada para su postura. De hecho, demostraría que los que tenemos tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo, estamos en ventaja para ser personas maduras para toda buena obra. Téngase también en cuenta que Moisés, Nehemías, Daniel, Isaías y muchos hombres de Dios, quienes eran maduros en su fe, no conocían todas las Escrituras del Antiguo Testamento; pero igualmente eran salvos. Por lo que también, podían ser salvos sin conocer las tradiciones, aun si estas fueran verdaderas. Ahora me vienen a la mente varias preguntas, ¿de que servirá tener toda la revelación escrita y aun las tradiciones orales, si después de todo, la salvación depende de conocer todo esto, aceptarlo y tratar de vivirlo? ¿Acaso la mejor memoria no es frágil? ¿De que servirán los mismos maestros si lo que ellos enseñan puede ser olvidado? ¿Se perderán todos aquellos “padres apostólicos” que no creyeron exactamente como enseñaron los concilios católicos? Los apologistas católicos dicen que en Santiago 1:4 se dice de manera similar que la paciencia tiene su efecto 35 completo y perfecto y esto no supone que la paciencia sea suficiente para salvación. Pero lo que el apologista católico no parece darse cuenta es que ser pacientes en las pruebas es mostrar fe, amor que soporta y madurez. Esto es todo lo que una persona necesita para ser salva en el futuro. Otro punto que los apologistas católicos no se dan cuenta es que aun si la paciencia no supone fe, ni amor, Santiago 1:4 no podría compararse con 2 Timoteo 3:1517, porque este último pasaje hace referencia a “Toda la Escritura”. Alguno que otro católico cree que la traducción “Toda la Escritura” es mala, y que debería de traducirse “Cada Escritura”, lo cual no es posible en este contexto. De hecho, todas las traducciones católicas que he visto se ven obligadas a traducir por “Toda la Escritura”. Si hay alguna excepción sería bueno que presentaran una justificación; pero no la hay porque el contexto y el sentido común no lo permiten. El gran experto en gramática griega, A. T. Robertson cree que ambas son dos posibles traducciones; pero demostrare porque “Cada Escritura” no es una buena traducción en este contexto. Para mi es evidente que “Cada Escritura” no puede ser suficiente para la Salvación porque si tomo un texto de la Biblia al azar, este no podría contener todo lo que se necesita para ser “maduro, equipado para toda buena 36 obra” como dice el texto citado. Además, muchos textos no hablan absolutamente nada sobre lo que se debe hacer para ser maduros en la fe, por lo tanto “Cada Escritura” no es una buena traducción. Ahora bien, si le doy a una persona un poco más que un texto, le doy solamente el evangelio de Juan, este puede ser salvo solo conociendo lo que allí se dice, y si le doy un poco más todavía, el Antiguo Testamento, también una persona puede ser salva porque allí se le enseña todo lo que hizo de Moisés, de Isaías, de Jeremías y de otros verdaderos Siervos de Dios en varones maduros y equipados para toda buena obra. Y ¿Qué si le doy toda la Biblia? Algunos católicos no tan fanáticos aceptan la Sola Scriptura en cierta forma. El teólogo católico Thomas G. Guarino escribió: “Los evangélicos, por supuesto, generalmente siguieron el dictamen reformado de Sola Scriptura. La esencia de esta frase tiene una larga e interesante historia teológica y, con matices, es aceptada por muchos, si no la mayoría, por los teólogos católicos contemporáneos... Mientras que Congar y J. Geiselmann creen que Trento dejó la puerta abierta para la tesis de la suficiencia material de las Escrituras, Joseph Ratzinger afirma la misma afirmación a la Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II, Dei Verbum. Este texto es “... el producto del intento de tener en cuenta, en la mayor medida posible, las observaciones hechas por las iglesias 37 reformadas y está destinado a mantener el campo abierto a la idea católica de Sola Scriptura...”. Si estos teólogos son correctos, y la mayoría de los teólogos católicos contemporáneos ciertamente están de acuerdo con ellos, entonces los católicos a su manera podrían estar de acuerdo con la posición de que toda la verdad de la salvación se encuentra en las Escrituras” (Thomas G. Guarino, “Reflexiones católicas sobre el discernimiento de la verdad de la Sagrada Escritura” en Your Word is Truth, editado por Charles Colson y Richard John Neuhaus, 2002, pp. 79, 85, 86). El católico Patrick Madrid reconoce que con la frase, “La toda la escritura” se refiere a toda la Biblia. Él dice: “La Escritura a la que se refiere San Pablo es la que Timoteo aprendió en su infancia, es decir, el Antiguo Testamento. Si queremos reducir esto a lo que dice el texto, entonces basta el Antiguo Testamento para la salvación. En cierto sentido es cierto, al menos para el judío del Antiguo Testamento que quería escuchar y aprender la palabra de Dios. (…). Pero dirá el protestante “No, porque dice que toda la Escritura es inspirada, luego se refiere a toda la Biblia”. Tiene razón, lo que dice San Pablo se aplica a toda la Biblia” (¿Sola Scriptura? Patrick Madrid). ¿Cuál era esa Escritura a la que Pablo se refiere? Pablo, en su Primera epístola a Timoteo en el capítulo 5 verso 18, había dejado claro que con la Escritura no se 38 limitaba al Antiguo Testamento, ya que el afirma que el Evangelio de Lucas es la Escritura. Veamos lo que dice este texto: “Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: digno es el obrero de su salario” (1 Timoteo 5:18). La frase: “No pondrás bozal al buey que trilla” es una cita que Pablo toma de Deuteronomio 25:4. Y la frase: “digno es el obrero de su salario” lo toma de Lucas 10:7, un libro del Nuevo Testamento. Además, Pablo creía que sus propios escritos eran divinamente autoritarios y Sagradas Escrituras. Él dice: “Si alguien piensa que es profeta, o espiritual, debe reconocer que las cosas que les escribo son mandamientos del Señor” (1 Corintios 14: 37- 38). Para Atanasio las Escrituras mencionadas en 2 Timoteo 3:16 son el Antiguo y Nuevo Testamentos. Veamos lo que dice: “Hijo, todos los libros de las Escrituras, tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo, son inspirados por Dios y son útiles para la instrucción [2 Timoteo 3:16], como está escrito” (Citas de la carta a Marcelino). Si los católicos dicen que Pablo en 2 Timoteo 3:15-17 hace referencia solamente al Antiguo Testamento, esto refutaría su posición y aceptaría la mía, ya que, si no toda la Biblia; sino solo el Antiguo Testamento es necesario para hacer del hijo de Dios un hombre “maduro, equipado para toda buena obra”, lo cual es necesario para 39 ser salvo, entonces por lógica, toda la Biblia, con mayor razón, es suficiente para esto. ¿Creen los católicos que el Antiguo Testamento fue suficiente para salvar al Pueblo de Israel? Si es así, ¿Por qué el Nuevo Testamento no es suficiente para salvar? En 2 Timoteo 3:15-17 no se tiene que decir textualmente la frase “la Biblia es suficiente para la vida piadosa, la cual es necesaria para la salvación” ya que este concepto se enseña claramente, aunque solo sea de manera implícita. Es evidente que cuando Pablo dice que la Sagrada Escritura es útil está diciendo que es “suficientemente útil” por lo que hace del hijo de Dios: un hombre “perfecto, equipado para toda buena obra”. Aquí no se hace necesario que se use el término “suficiente”, ya que esto está implícito. Además, si una persona se arrepiente y cree en el Señor Jesús, recibe perdón y vida eterna, aun sin conocer toda la Biblia. Por supuesto, debemos de estudiar toda la Biblia; pero aun sin conocerla toda, ya se puede recibir perdón y vida eterna. El apóstol Juan escribió: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:30-31). 40 Muchos católicos malinterpretan lo que decimos los evangélicos aquí. Le pido que no me malinterprete, no creo que el evangelio de Juan es suficiente para conocer todo lo referente a doctrina; pero si es suficiente para tener vida eterna en Cristo. Si los católicos dicen que el libro de Juan se escribió para tener vida eterna; pero no es suficiente para tener esa vida, entonces pregunto, ¿se pierde aquella alma que creyó en Cristo; pero no conoce los demás libros de la Biblia, ni la tradición de los católicos? Es evidente que no. Si muchos fueron salvos sin conocer toda la Biblia, también puede ser salvo cualquiera que no conoce las falsas tradiciones orales que defiende el catolicismo. El ladrón que se arrepintió cuando estaba siendo crucificado al lado de Jesús fue salvo, Esteban el diacono que fue apedreado fue salvo, Jacobo hermano de Juan murió a filo de espada y fue salvo, Pablo fue decapitado y fue salvo. Todos estos fueron salvos sin conocer toda la Biblia. Aun en el Antiguo Testamento, los hombres podían ser salvos y vivir en santidad, sin haber conocido la revelación del Nuevo Testamento. Si los libros bíblicos enseñan toda la verdad necesaria y sin error para la salvación, entonces con la Sagrada Escritura, el inconverso puede ser salvo al leerla o escucharla. Un documento del Vaticano II reconoce que los hombres de buena voluntad pueden ser salvos. Este 41 documento dice: “El hombre cristiano, conformado con la imagen del Hijo, que es el Primogénito entre muchos hermanos, recibe las primicias del Espíritu (Rom 8,23), las cuales le capacitan para cumplir la ley nueva del amor. Por medio de este Espíritu, que es prenda de la herencia (Eph 1,14), se restaura internamente todo el hombre hasta que llegue la redención del cuerpo (Rom 8,23). Si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos dará también vida a vuestros cuerpos mortales por virtud de su Espíritu que habita en vosotros (Rom 8,11). Urgen al cristiano la necesidad y el deber de luchar, con muchas tribulaciones, contra el demonio, e incluso de padecer la muerte. Pero, asociado al misterio pascual, configurado con la muerte de Cristo, llegará, corroborado por la esperanza, a la resurrección. Esto vale no solamente para los cristianos, sino también para todos los hombres de buena voluntad, en cuyo corazón obra la gracia de modo invisible. Cristo murió por todos, y la vocación suprema del hombre en realidad es una sola, es decir, la divina. En consecuencia, debemos creer que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma de sólo Dios conocida, se asocien a este misterio pascual” (Constitución Pastoral, Gaudium Et Spes. Sobre La Iglesia En El Mundo Actual, 22). 42 Todos los católicos saben que hay hombres de buena voluntad dentro de las iglesias evangélicas (que creen en el principio de la Sola Scriptura), por lo tanto, según este documento católico, pueden participar de “la esperanza, a la resurrección”. El papa Juan Pablo II, Juan 23, el Concilio Vaticano 2 y Joseph Ratzinger están a favor de la salvación de aquellos que creen en el principio de la Sola Scriptura. Puesto que estos han dicho que los no católicos, los cuales creen en la Sola Scriptura serán salvos, entonces los que creemos en la Biblia y no aceptamos la interpretación del magisterio refuta a quienes nos critican por no aceptar las tradiciones católicas ni la interpretación del magisterio. El catecismo católico aprobado y promulgado en 1992 por el Papa Juan Pablo II que las Iglesias cristianas evangélicas son comunidades que sirven como medios de salvación. Dice así: “Espíritu de Cristo se sirve de estas Iglesias y comunidades eclesiales como medios de salvación…” (The Catechism of the Catholic Church, edición inglesa, p. 216). Juan Pablo II dijo el 25 de mayo de 1995: “La comunión aún no plena de nuestras comunidades está en verdad cimentada sólidamente, si bien de modo invisible, en la comunión plena de los santos, es decir, de aquéllos que al final de una existencia fiel a la gracia están en comunión con Cristo glorioso. ESTOS SANTOS PROCEDEN DE TODAS 43 LAS IGLESIAS Y COMUNIDADES ECLESIALES, QUE LES ABRIERON LA ENTRADA EN LA COMUNIÓN DE LA SALVACIÓN” (The Encyclicals of John Paul II, edición inglesa, p. 965). Como puede ver, la Biblia y su estudio sin el magisterio católico es suficiente para ser salvo. Y es que la Biblia nos dice que hay que creer en Cristo, que hay que arrepentirnos, que debemos someternos a las autoridades eclesiásticas, siempre y cuando estas no nos enseñen falsedades como enseña el catolicismo, el adventismo y otros grupos que se desviaron de la Palabra de Dios. 3. Que todo lo esencial, revelado en la Biblia sobre lo que se debe hacer para tener vida eterna está muy claro en la Biblia. Siempre hemos dicho que hay algunas cosas difíciles de entender como lo dijo el apóstol Pedro. “15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, 16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición” (2 Pedro 3:15-16). Sin embargo, no toda la Biblia, ni la mayor parte de ella es necesariamente difícil de entender. Si para algunos 44 papas ignorantes les fue difícil entender la Biblia, no significa que por ello debían prohibir su lectura. El papa Pio IX creía como buen impío católico que, “La lectura de la Biblia es un veneno” (Papa Pio IX, Si II 8.12.1964). En 1864 este mismo papa afirmo que “La propagación de la Biblia es una peste” (Sillabus, 8-121864). En su Encíclica “Quanta Cura”, califico a las “sociedades bíblicas” como una peste que debería ser destruida por todos los medios posibles (Papa Pio IX, em sua Encíclica “Quanta Cura, Título IV, 8 de Dezembro de 1866). No comprendo la necedad y falta de inteligencia de los católicos para decir que no se puede entender la Biblia; pero tratare de comprenderlos. ¿Cómo sé que la Biblia puede entenderse claramente? Porque así lo enseña la misma Biblia. Considere las siguientes razones: Primero: Porque Pablo esperaba que se entendiesen las cartas que enviaba a las Iglesias y a algunas personas, sin necesidad de intérpretes. Si no fuera así, les hubiera dicho que hubiera alguien que se les interpretase. Y Pablo esperaba esto, sabiendo que Dios puso maestros en la Iglesia. 45 Veamos solo un texto que demuestra lo que estoy afirmando: “Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses” (Colosenses 4:16). Segundo: Porque el lenguaje de Pablo no era un lenguaje complicado; sino el lenguaje común que casi todos entendían en su época, me refiero al griego Koine. “Porque ninguna otra cosa os escribimos; sino lo que leéis y entendéis, y espero que entenderéis hasta el fin” (2 Corintios 1:13. La Biblia de las Américas). Tercero: Porque también recibirían la ayuda del Espíritu Santo. “Os he escrito esto sobre los que os engañan. Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él” (1 Juan 2:26-27). Cuarto: Porque aquello que Dios revelo se espera que haya sido comunicado en forma que se pueda entender claramente; porque si no Dios sería un tirano que exige aquello de lo cual las personas no pueden entender, lo cual es absurdo. “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Deuteronomio 29:29). 46 Quinto: Porque el apóstol Pedro dijo que algunas cosas de las que escribió el apóstol Pablo son difíciles de entender, de donde se deduce que la mayoría de lo escrito por Pablo es fácil. ¿Que creían los padres apostólicos sobre la claridad de las sagradas escrituras? Ireneo dijo que, “todas las Escrituras, los profetas y los evangelios pueden ser entendidos de manera clara, inequívoca, y armoniosa por todos” (Ireneo, Contra las herejías 2.27.2). Teófilo de Antioquia dijo: “Para aquellos que lo deseen, pueden al leer…, comprender con precisión la verdad” (Teófilo a Autoleo, libro 2, cap. 35). Hilario de Poitiers dijo: “Mi objetivo principal es por las claras afirmaciones de los profetas y evangelistas de refutar la locura y la ignorancia de los hombres” (Sobre la Trinidad, Libro 1,17). Podría citar a Basilio, a Agustín, a Atanasio a Cassianus y a Gregorio Nacianceno; pero estos son suficientes para dejar claro que los padres apostólicos creían que la Sagrada Escritura podía entenderse. Recomiendo el libro “Em Defesa da Sola Scriptura” de Lucas Banzoli para un tratamiento más extenso sobre este punto. ¿Es infalible la interpretación de la Iglesia? A esta pregunta tengo varias respuestas: 47 (1) No, no es infalible; pero no porque no pudiera serlo. Yo creo que Dios si pudo guardar a su Iglesia de las herejías y de los errores pequeños en sus inicios y también pudo guardarla hasta nuestros días; pero si no lo hace; no es porque no quiere o porque no puede; sino porque Dios trabaja por medio de su falible Iglesia, y esta no guardo la interpretación correcta de toda la Biblia como se debía, porque no la tenían o porque no les intereso. Si los Escritos Bíblicos tienen errores pequeños por la transmisión, ¿Por qué no la interpretación del magisterio? (2) La interpretación puede ser infalible hasta hoy; pero esta solo podría serlo si los maestros que Dios puso en la Iglesia, no solo están en comunión con toda la Iglesia; sino si son totalmente consagrados a Dios. ¿De que servirá un concilio con montones de Ministros de todos los países, si muchos de estos son profanos, asesinos, violadores, ladrones, adúlteros, deshonestos y egoístas? ¿Podrán interpretar bien solo aquellos que hacen uso de los principios de la hermenéutica; pero no viven en honestidad, amor y profunda santidad? (3) Pablo no se molestó en corregir errores menores. Si en la Iglesia de Roma hubo errores pequeños y Pablo no se molestó en tratar de cambiar a aquellos que estaban equivocados; sino que los dejo a la libertad. ¿Por qué esperar que haya una interpretación infalible para cada detalle que se mencione en la Biblia? ¿Acaso se perderá aquel que se equivoque en la interpretación en asuntos pequeños? 48 ¿Se perderá aquel que creyó que debe ser vegetariano aun cuando Pablo dice que está equivocado? ¿No dijo Pablo que a los vegetarianos no se les debe juzgar a pesar de su error? ¿Acaso no dijo que Dios los mantendrá de pie a pesar de su error? Vea Romanos 14. (4) La interpretación no es infalible; pero si lo fuera, igualmente la Iglesia no entiende todas las interpretaciones, razón por la que no es de tanta ayuda. La interpretación no es infalible y tampoco es clara todas las veces. ¿Se perderá aquel que no entendió la interpretación? ¿Se perderá aquel que entendió claramente algunas cosas y otras no? Lo que no se entiende no hará perder a ninguna alma, porque lo que si se entiende y es obedecido es suficiente para ser salvos. Una Iglesia sin comprensión total y con muchas dudas no aclaradas no es destruida, más bien sigue adelante. Su confianza principal está en Dios, no en otros asuntos de menor importancia. (5) Si el magisterio católico o evangélico fuera infalible y fuera necesario para cada una de las enseñanzas de la Biblia, hace mucho tiempo que hubiera respondido a todas las miles de preguntas que se hacen millones de personas y así no habría duda alguna que no hubieran aclarado; pero el magisterio no ha aclarado todo, porque sabe que no puede. Aun así, ninguna alma se perderá solo porque el magisterio no le interpreto lo que no comprendía de la Biblia. 49 (6) La interpretación no es infalible porque ya ha pasado mucho tiempo y lo que antes se entendía claramente en las distintas formas de lenguaje que se escribió la Biblia, no se usa hoy en día exactamente y por eso la dificultad para entenderla. Los modismos y diferentes expresiones literarias hoy en día no serán los mismos de aquí a 300 años y lo que hoy se entiende fácilmente puede no ser muy claro para otras generaciones. Creo que lo mismo pasa con las expresiones bíblicas. Antes se entendían claramente, pero hoy no, y esto no significa que no se entienda nada. La Biblia es clara en casi todo. (7) La interpretación no es infalible en algunos casos, aun en asuntos de gran importancia, y creo que esto Dios lo puede permitir para probar a su Iglesia. (8) La interpretación no es infalible en algunos casos, y puede ser que Dios lo permita como juicio para que aquellos que viendo no quieren ver, y así El deja que sean engañados. (9) La interpretación no es infalible y esto lo vemos en Iglesias católicas, ortodoxas y evangélicas. La interpretación aun dada ex cátedra por los papas ha sido demostrada que es falsa muchas veces. Sin embargo, millones de almas serán salvas porque Dios tiene un pueblo que no se ha desviado de Él, aunque tenga algunos errores menores. 50 Las tradiciones católicas y su magisterio no han convencido a los católicos Los apologistas católicos, defienden el Magisterio de la Iglesia católica; pero ellos mismos no creen mucho de lo que este afirma. Veamos algunas enseñanzas que los apologistas católicos no creen: (1) No creen en los Concilios de Letrán, de Macon y de Trento, ya que estos ordenaban diezmar, y este no consistía en darse una ofrenda al año como afirman hoy en día los católicos. (2) No creen que los cristianos seremos dioses en la Eternidad, aunque esto se enseña en el catecismo católico. (3) No creen que por los llamados sacramentos deba pagarse; pero en la Iglesia católica se cobra por estos. Los apologistas católicos saben muy bien que las necesidades de la Iglesia católica deben solucionarse con las ofrendas y colectas, pero no cobrando nada. (4) No creen que la pena de muerte es inadmisible, aunque así lo dice el catecismo católico. “La pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona” (CIC. 2267). (5) No creen que el domingo es día de reposo, como afirma el catolicismo; sino el día del Señor, porque en ese día nuestro Señor Jesucristo resucito. 51 (6) Reconocen que no hay evidencia del uso de imágenes en los primeros siglos con fines religiosos, razón por la que no le dan culto a María. El sacerdote Daniel Acosta, por ejemplo, no le da culto a María. (7) No creen en la historicidad de la Biblia. Por ejemplo José Miguel Arráiz. (8) No creen que el dogma de la inmaculada concepción de María ha sido aceptado por la Iglesia en sus inicios, ni por todos los padres apostólicos ni por todos los papas de roma. (9) No creen que la asunción de María se pueda fundamentar en la tradición por una supuesta antigüedad, unanimidad y por la sucesión apostólica. Es por esta razón que algunos católicos tratan de defender este dogma con la Biblia y no con la tradición. (10) No todos creen en el limbo, a pesar de que se enseñó en varios concilios ecuménicos. (11) No todos creen que los hermanos de Jesús fueron primos; sino hermanos en la fe o hermanos naturales. (12) El apologista católico, Max Roper cree que el Señor Jesús cometió un error al decir: “Dios mío, ¿Por qué me has desamparado?” (13) No creen absolutamente que los que mueren en pecado mortal serán condenados como afirma el Catecismo católico en el numeral 1861. Lo que creen es que puede intercederse por los muertos que cometieron 52 pecados de muerte como la idolatría, basados en uno de los libros de los Macabeos. ¿Puede el catolicismo interpretar mejor que los cristianos evangélicos? (1) Es sabido que los más grandes eruditos en idiomas bíblicos, historia, patrística y teología son evangélicos. Si compra comentarios bíblicos o diccionarios en una librería católica, los autores son evangélicos en su mayoría. Los dueños de las librerías católicas tienen que hacer pedidos de las Editoriales evangélicas para vender libros de grandes eruditos. (2) La correcta interpretación se da por un pueblo que vive en santidad, pureza y honestidad. Y esta vida de santidad no se ve en el catolicismo, por lo que no se puede esperar que interpreten mejor que los que somos cristianos evangélicos. La vida espiritual de los cristianos evangélicos es mucho más saludable que el de los católicos. Esto no se puede negar y ser honesto a la vez. Y lo digo aun sabiendo que dentro de las Iglesias evangélicas hay pecados de infidelidad, homosexualidad, robo, etc., pero en el catolicismo esto es mucho mayor. Ahora bien, sin hacer mención de los pecados de los católicos y evangélicos, cuando se compara la vida piadosa de ambos grupos, se verá que hay un pueblo mucho más consagrado que en el del catolicismo. ¿Quién de todas las autoridades que Dios puso es mayor? 53 Se de algunos católicos que creen que su magisterio está por encima de la Palabra de Dios; pero los documentos católicos dicen que no lo están. Veamos lo que dicen algunos de esos documentos: “Este oficio de enseñar no está por encima de la palabra de Dios, sino que sirve a ella…” (Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación, Dei Verbum, capítulo 2, párrafo 10). “Sin embargo, este Magisterio no es superior a la Palabra de Dios, sino que es su servidor” (Catecismo de la Iglesia Católica, # 86). ¿Por qué los nobles creyentes de Berea, tomaban a las Sagradas Escrituras como más autoritativas que los dichos orales de Pablo? Porque Pablo con todo su ministerio de apóstol y maestro, no estaba por encima de las Sagradas Escrituras. ¿PRODUCE LA SOLA SCRIPTURA DIVISIÓN? 1. No, lo que produce división es aceptar las tradiciones por la sucesión y las nuevas revelaciones que contradicen la Biblia. He podido ver que la causa de las divisiones es no aceptar la Sola Scriptura; pero aceptar las tradiciones humanas y la sucesión apostólica. ¿Quién no sabe que los primeros padres apostólicos discutían sobre cuáles eran las tradiciones apostólicas por la supuesta sucesión apostólica? ¿Quién no sabe que los 54 ortodoxos y el catolicismo están separados por causa de la supuesta sucesión apostólica? Los católicos dicen que los ortodoxos tienen sucesión apostólica; pero los ortodoxos no creen en el purgatorio, no creen en el primado jurisdiccional de Pedro, no creen en que el Espiritu Santo proceda del Jesús, no creen que el divorcio no pueda ser legítimo algunas veces, no creen en la inmaculada concepción de María, no creen en la infalibilidad papal, sino solo en las decisiones de los concilios ecuménicos. Como puede ver, no hay nada confiable en la sucesión apostólica. Los cristianos queremos estar siempre unidos; pero no podemos unirnos al Catolicismo, al russellismo, al mormonismo y otros grupos, solo porque ellos creen ser la organización divinamente señalada por Dios en la tierra. “¡La unidad a expensas de la verdad no es ninguna virtud en lo absoluto!” (Eric Svendsen). 2. La existencia de tantas denominaciones protestantes no es una prueba de que el protestantismo sea falso. Eric Svendsen asevera: “Las diferencias que existen entre la mayoría de las denominaciones evangélicas son del mismo tipo que las diferencias encontradas entre los Ritos, Órdenes, y otras creencias de la iglesia católica. Además, la erudición católica está plagada por el liberalismo como su contraparte protestante”. 55 J. I Packer dijo: “las divisiones profundas reales han sido causadas no por aquellos que mantuvieron sola Scriptura, sino por aquellos, católicos romanos y protestantes por igual, que lo rechazaron”. 3. El catolicismo romano está dividido. Entre los eruditos católicos existen muchos desacuerdos. Eric Svendsen lista algunos temas en los cuales muchos de los católicos están en desacuerdo. Y cito: “(1) si el registro de la creación en Génesis 1 y 2 debería ser interpretado literalmente o místicamente, (2) si deberíamos o no creer que Jonás fue realmente tragado por un pez, (3) la rama de la predestinación que nosotros deberíamos suscribirnos (hay tantas como cuatro), (4) si deberíamos creer o no que la Biblia contiene errores (5) si María debe o no ser vista como Mediadora de todas las gracias, (6) si ella debería ser vista a lado de Cristo dando cara a la iglesia o al lado de la iglesia frente a Cristo, (7) si el Vaticano II debería o no ser considerado un concilio infalible (el cual invita a la exegesis moderna, acoge al protestantismo y a las iglesias ortodoxas como iglesias cristianas y reemplaza el uso de la fuerza en la propagación de la fe), o (8) si nosotros deberíamos creer ahora en la evolución (como lo hace el papa), o la creación especial, (9) si la revelación divina viene en parte en la Escrituras y en parte en la tradición oral, o si toda la tradición tiene su base en la Escritura, (10) si la infalibilidad solamente se extiende a las declaraciones ex cátedra del papa y los concilios ecuménicos, o si los sínodos tales como Hipona y Cartago son también infalibles, (11) ¡si el actual papa es 56 un legítimo papa o no! Añada esto a las profundas divisiones entre las diferentes sectas dentro del catolicismo, una de esas puede ser encontrada entre Catholic Answers de Karl Keating y el Centro de San Benedicto — el ultimo mencionado ha lanzado repetidamente un desafío de debate a Keating sobre el tema de Extra Ecclesiam Nulla Sallus (“fuera de la iglesia no hay salvación”). Diferencias similares de opinión sobre la enseñanza católica pueden ser halladas entre Keating y su una vez asociado Gerry Matatics y entre Fr. Peter Stravinskas y ¡casi en todos aquellos que escriben a su publicación con una pregunta¡ La organización apologética católica St. Joseph Comunications (Comunicación San José) señala las profundas diferencias entre católicos en su comprensión del Nuevo Orden de la Misa Definida en Vaticano II y abiertamente admite que los católicos están teniendo un tiempo difícil “tratando de entender lo que el Vaticano II enseño sobre la reforma litúrgica… ya que los documentos son vagos y son usados por todos los grupos para justificar sus propios programas””. 4. La verdadera unidad es la espiritual. El Señor Jesús no hablo de unidad institucional, sino unidad espiritual. Unidad en el estilo de vida. Hay muchas iglesias evangélicas, pero nos llamamos hermanos, nos visitamos, pese a tener diferentes nombres de congregación. Seguramente que hay algunas diferencias entre evangélicos; pero en general las iglesias evangélicas son iglesias de Cristo y forman la Única iglesia universal. 57 5. La causa de la división, no es la Sola Scriptura, sino la rebelión del catolicismo y otros grupos sectarios que no han querido arrepentirse para formar la Única iglesia con las doctrinas de la Sagrada Escritura. Todos saben que el catolicismo es el que está separado de Dios y de los cristianos. No quiere unirse a la iglesia de Cristo, no quiere abandonar sus dogmas falsos. Está en rebelión. Se ha dicho muchas veces que el principio de la Sola Scriptura es la causa de las divisiones y de las más de 33 mil denominaciones protestantes; pero esto es falso como lo admiten muchos católicos. La verdad es que este principio no divide; sino que une, por lo menos a los cristianos, lo que separa es el catolicismo y los grupos falsos que surgen por sus nuevas revelaciones en lugar de aceptar a la Biblia como la única fuente infalible sobre doctrina, fe y moral. Se ha dicho muchas veces que el principio de la Sola Scriptura es la causa de las divisiones y de las más de 33 mil denominaciones protestantes; pero esto es falso como lo admiten muchos católicos. No hay evidencias que demuestren la existencia de más de 33 mil denominaciones protestantes. El principio de Sola Scriptura no divide; sino que une, por lo menos a los cristianos, lo que separa es el catolicismo y los grupos falsos que surgen por sus nuevas revelaciones y tradiciones humanas en lugar de aceptar a 58 la Biblia como la única fuente infalible sobre doctrina, fe y moral. El catolicismo está separado de Dios y de los cristianos; pero tiene una unidad como la del diablo y sus demonios, por eso no sirve para bien; sino para mal. Que puedan existir muchas denominaciones no es dañino como lo es el tener una religión falsa, fundada por el hombre y no por Dios, la cual tiene una sola mente y un solo sentir para construir una torre babilónica de herejías, la cual Dios destruirá con su poder. LA SAGRADA ESCRITURA, LAS TRADICIONES Y LOS PADRES APOSTOLICOS ¿Que creía la Iglesia primitiva? Justino Mártir (165) creía que no había algo mejor que la Escritura. “Ridícula cosa sería... que quien halla su discurso en las Escrituras proféticas haya de abandonarlas y abstenerse de referirse constantemente a las dichas Escrituras, por pensar que él mismo podría proveer algo mejor que la Escritura” (Diálogo con Trifón 86:2-3). Atenágoras de Atenas (133-190) hace referencia a las tradiciones; pero en un contexto en el que llama a las tradiciones del Imperio Romano "ridícula". Ignacio de Antioquía (¿- 107 d.C.) admite que en su época ya se creía en la Sola Scriptura cuando dice: “… he oído a ciertas personas que decían: Si no lo encuentro en las escrituras fundacionales (antiguas), no creo que esté 59 en el Evangelio. Y cuando les dije: Está escrito, me contestaron: Esto hay que probarlo. Pero, para mí, mi escritura fundacional es Jesucristo, la carta inviolable de su cruz, y su muerte, y su resurrección, y la fe por medio de Él; en la cual deseo ser justificado por medio de vuestras oraciones” (Ignacio de Antioquía, Carta a los Filadelfios 8. J. B. Lightfoot, Los Padres Apostólicos, Editorial CLIE. Otra traducción en Daniel Ruiz Bueno, Padres Apostólicos, Biblioteca de Autores Cristianos 65, Quinta Edición, Madrid 1985, pág. 485486). El mismo Ignacio se da cuenta que no podía refutar a quienes creían en la Sola Scriptura y acepta que la tradición de la que él hablaba es aquella que estaba escrita, a saber, “Jesucristo, la carta inviolable de su cruz, y su muerte, y su resurrección, y la fe por medio de Él; en la cual deseo ser justificado por medio de vuestras oraciones”. Además, está implícito que era entendible la Biblia, ya que esperaban encontrar lo que se les decía en la Biblia. Papías de Hierápolis (69 – 150 d.C.) creía que lo mejor era lo oral porque era verdadero a diferencia de los dichos orales de otros, ya que no eran mandamientos del Señor, por lo cual los tomaba como algo falso. Por eso dijo: “A diferencia de la mayoría, no me deleité en aquellos que decían mucho, sino en los que enseñan la verdad; no en los que recitan los mandamientos de otros, sino en los que repetían los mandamientos dados por el Señor”. 60 Papias también dijo que no creía que la información de libros le pudiera ayudar tanto como la Palabra de una voz viva. “Y siempre que alguien venía que había sido un seguidor de los ancianos, les preguntaba por sus palabras: que habían dicho Andrés o Pedro, o Felipe, o Tomás, o Jacobo, o Juan, o Mateo o cualquiera otro de los discípulos del Señor, y lo que Aristión y el anciano Juan, discípulos del Señor, estaban aún diciendo. Porque no creía que la información de libros pudiera ayudarme tanto como la palabra de una voz viva, sobreviviente” (Papías, fragmentos en Eusebio, Historia eclesiástica III, 39. Paul L. Maier, Eusebio, Historia de la Iglesia, Editorial Portavoz, Michigan 1999, pág. 126). Si Papias hacía referencia a los Escritos bíblicos como algo que no le pudiera ayudar tanto como la Palabra de una voz viva, entonces es evidente que estuvo muy equivocado. La Sagrada Escritura normalmente no ayuda a los incrédulos, los apostatas, los flojos, los orgullosos y los tarados; pero quien se acerca a la Biblia para leerla, con hambre y sed de justicia y con el deseo de conocer la verdad como los nobles bereanos, encuentra en ella, la verdad, la libertad, la luz y la vida eterna que Dios ofrece por su gracia bendita. Debe notarse que Papias no afirmo que lo Escrito fue diferente de lo dicho oralmente. El solo dijo que a él no le ayudaba tanto lo escrito como lo dicho oralmente. Sin embargo, tampoco queda claro que Papias se refería a la Biblia cuando habla de la “información de libros”. 61 Si lo dicho oralmente ayuda más que lo escrito bajo inspiración, ¿Para qué El Espíritu Santo movió a los escritores bíblicos a poner por escrito las revelaciones e instrucciones divinas? Además, los mismos católicos no creen todo lo que enseño Papias, por lo que usarlo como testigo verdadero de las tradiciones orales no les ayuda en nada. Papias creyó en un milenio después de la resurrección de los muertos, algo que los católicos no creen porque son amilenialistas. Papias dijo: “Papias quien ahora es mencionado por nosotros, afirma que el recibió los dichos de los apóstoles de aquellos que fueron acompañantes de ellos, el además afirma que le escucho en persona a Ariston y al presbítero John. En consecuencia, el los menciona frecuentemente por nombre, y en sus escritos el da sus tradiciones… Entre estas dice que habrá un milenio después de la resurrección de los muertos, cuando el reinando personal de Cristo sea establecido en esta tierra” (Fragmentos de Papias: De la Exposición de los Oráculos del Señor, VI: 10-13). Ireneo de Lyon (130 – 202 d.C.) obispo, mártir y discípulo de Policarpo en su tratado Contra las Herejías combate las herejías de su tiempo, en especial las de los gnósticos. Ireneo decía que algunos en su época acusaban a las Sagradas Escrituras de no decir rectamente y de no tener autoridad, además que estas no pueden entenderse si no 62 se conoce la tradición, por lo que esto de necesitar la tradición para entender las Sagradas Escrituras es idea de algunos falsos maestros de su época. Veamos lo que dice Ireneo: “Porque al usar las Escrituras para argumentar, la convierten en fiscal de las Escrituras mismas, acusándolas o de no decir las cosas rectamente o de no tener autoridad, y de narrar las cosas de diversos modos: no se puede en ellas descubrir la verdad si no se conoce la Tradición. Porque, según dicen, no se trasmitiría (la verdad) por ellas sino de viva voz, por lo cual Pablo habría dicho: «Hablamos de la sabiduría entre los perfectos, sabiduría que no es de este mundo». Y cada uno de ellos pretende que esta sabiduría es la que él ha encontrado, es decir una ficción, de modo que la verdad se hallaría dignamente unas veces en Valentín, otras en Marción, otras en Cerinto, finalmente estaría en Basílides o en quien disputa contra él, que nada [847] pudo decir de salvífico. Pues cada uno de éstos está tan pervertido que no se avergüenza de predicarse a sí mismo depravando la Regla de la Verdad. Cuando nosotros los atacamos con la Tradición que la Iglesia custodia a partir de los Apóstoles por la sucesión de los presbíteros, se ponen contra la Tradición diciendo que tienen no sólo presbíteros sino también apóstoles más sabios que han encontrado la verdad sincera: porque los Apóstoles «habrían mezclado lo que pertenece a la Ley con las palabras del Salvador»; y no solamente los Apóstoles, sino «el mismo Señor habría predicado cosas que provenían a veces del Demiurgo, a veces del 63 Intermediario, a veces de la Suma Potencia»; en cambio ellos conocerían «el misterio escondido», indubitable, incontaminado y sincero: esto no es sino blasfemar contra su Creador. Y terminan por no estar de acuerdo ni con la Tradición ni con las Escrituras” (Ireneo de Lyon, Contra las herejías III, 2,1-2. Carlos Ignacio González, S. J., Ireneo de Lyon, Contra los herejes, Conferencia del Episcopado Mexicano, México 2000). Ahora bien, ¿Cuáles son esas tradiciones necesarias para entender la Biblia? Hasta donde se sabe las tradiciones que se necesitaban para entender la Biblia eran las mismas escritas que también se decían oralmente, y al parecer no las tenía Ireneo, ya que en su época no se tenía toda la Biblia junta. Según veo, Ireneo está hablando de lo mismo, y por eso creo que simplemente está siendo redundante. Es decir, está haciendo uso del pleonasmo. ¿Por qué digo esto? Porque Ireneo llama a las tradiciones orales la fe y dice que esta se encuentra en las Sagradas Escrituras. Esto lo veremos más adelante. Ireneo nunca defiende el rosario, el papado, el purgatorio, la confesión auricular, el culto a María, el culto a las imágenes, la asunción de María, la inmaculada concepción y la infalibilidad papal. Y téngase en cuenta que el afirmaba que había una unidad doctrinal en las Iglesias en su época. Estas son sus palabras: “Como antes hemos dicho, la Iglesia recibió esta predicación y 64 esta fe, y, extendida por toda la tierra, con cuidado la custodia como si habitara en una sola familia. Conserva una misma fe, como si tuviese una sola alma y un solo corazón, y la prédica, enseña y transmite con una misma voz, como si no tuviese sino una sola boca. Ciertamente son diversas las lenguas, según las diversas regiones, pero la fuerza de la Tradición es una y la misma. Las iglesias de la Germania no creen de manera diversa ni transmiten otra doctrina diferente de la que predican las de Iberia o de los Celtas, o las del Oriente, como las de Egipto o Libia, así como tampoco de las iglesias constituidas en el centro del mundo; sino que, así como el sol, que es una creatura de Dios, es uno y el mismo en todo el mundo, así también la luz, que es la predicación de la verdad, brilla en todas partes e ilumina a todos los seres humanos que quieren venir al conocimiento de la verdad. Y ni aquel que sobresale por su elocuencia entre los jefes de la Iglesia predica cosas diferentes de éstas -porque ningún discípulo está sobre su Maestro -, ni el más débil en la palabra recorta la Tradición: siendo una y la misma fe, ni el que mucho puede explicar sobre ella la aumenta, ni el que menos puede la disminuye” (Ireneo de Lyon, Contra las herejías I,10,2). Sin embargo, todo el mundo sabe que en su época había herejías entre los cristianos a menos que Ireneo aceptase las herejías como doctrinas verdaderas, y así su testimonio en favor de las tradiciones es derribado. 65 Muchos católicos no saben; pero Ireneo no tenía las tradiciones al igual que la Sagrada Escritura, ya que se opuso al obispo de Roma, Victor, quien intentó imponer una tradición, la costumbre de la Pascua válida en Roma a las Iglesias de Asia, que seguían una costumbre diferente. Sobre esto Eusebio escribió: “Antes de esto, Víctor, que preside la iglesia de Roma, trató de masa separada de la unión común a todas las comunidades de Asia y las iglesias vecinas, afirmando que eran poco ortodoxos, y publicó una condenación a través de cartas proclamando que todos los hermanos de la región, sin excepción, fueran excomulgados. Pero esta medida no agradó a todos los obispos, quienes por su parte lo instaron a tomar en cuenta la paz, la unidad y la caridad hacia el prójimo. Incluso conservan las palabras de estos, QUE REPRENDEN A VÍCTOR con suficiente energía. Entre ellos se encuentra IRENEO, en la carta escrita en nombre de los hermanos de Galia, de la cual él era el jefe. Ireneo está de acuerdo en que solo es necesario celebrar el domingo el misterio de la resurrección del Señor; sin embargo, con buen criterio, exhorta a Víctor a no amputar iglesias enteras de Dios que habían observado LA TRADICIÓN DE UNA VIEJA COSTUMBRE y muchas otras cosas” (Eusebio de Cesarea; Historia eclesiástica 5: 24: 9-11). Para Ireneo las Sagradas Escrituras ocupan una posición suprema. Y esto se puede ver cuando describió la actitud de los herejes gnósticos: “Cuando son superados por argumentos sacados de las Escrituras, 66 replican contra las Escrituras mismas, diciendo que es un texto corrupto, que no tiene autoridad, que usa expresiones equívocas, y que aquellos que ignoran la Tradición no pueden encontrar la verdad en ella. De hecho, dicen, la verdad no se transmitió por escrito, sino a gran voz, lo que llevó a Pablo a decir: "Es la sabiduría que predicamos entre los perfectos, pero no la sabiduría de este mundo". Y cada uno de ellos dice que esta sabiduría es lo que descubrió, o más bien inventó, y por eso es normal que la verdad se encuentre ahora en Valentine, ahora en Marcion, ahora en Cerinthus, y luego en Basilides, o en algún otro contendiente,… Cada uno de ellos está tan pervertido que, falsificando la regla de la verdad, no se ruboriza de vergüenza cuando se predica a sí mismo. Y cuando, a su vez, los llevamos a la Tradición que proviene de los apóstoles y que se conserva en las diversas iglesias por la sucesión de los presbíteros, entonces se oponen a la tradición, diciendo que, siendo más sabios que los presbíteros, Incluso los apóstoles, fueron los únicos capaces de encontrar la verdad. De hecho, los apóstoles habrían introducido, con las palabras del Salvador, las prescripciones de la Ley; y no solo los apóstoles, sino también el mismo Señor, habrían pronunciado palabras provenientes del Demiurgo, del Intermediario, del Poder Supremo. En cuanto a ellos, conocerían el misterio oculto, sin la menor duda, sin contaminación y confusión. ¡Ahora, esta es la forma más descarada de blasfemar a tu Creador! Sucede 67 que ya no están de acuerdo ni con las Escrituras ni con la tradición” (Contra las herejías). En la cita anterior, está claro que el primer recurso citado para refutar a los herejes fue la Escritura, no la tradición. La tradición es algo que se podía usar; pero el primer recurso para refutar las herejías era la Biblia misma. La tradición debía sujetarse a la Biblia. Eso es Sola Scriptura. Estoy de acuerdo con el hermano Bruno Lima cuando dice: “El gran error de los católicos romanos es afirmar que un protestante no puede usar el mismo sistema de argumentación. Es común escuchar que los testigos de Jehová afirman que la Trinidad es un invento de Constantino. El Protestante obviamente apelará a la autoridad de autoridad superior y demostrará que la Trinidad es una doctrina bíblica. Sin embargo, al igual que los reformadores, también puedo argumentar que la Trinidad fue creída por la Iglesia mucho antes que Constantino. Podría citar varios testigos de que tal doctrina no solo fue enseñada por los apóstoles, sino que fue mantenida por la Iglesia desde el principio. Técnicamente, estoy apelando a la tradición de la Iglesia y esto de ninguna manera implica en la negación de la Sola Scriptura por una simple razón: la primera instancia de apelación fue a la Escritura” (Bruno Lima. Sola Scriptura, Tradición, Ireneo y el retraso de la apologética católica. Parte 1). 68 Ireneo creyó que la tradición es la fe y dice que se encuentra en la Biblia. Ireneo nos dice: “La Iglesia, extendida por el orbe del universo hasta los confines de la tierra, recibió de los Apóstoles y de sus discípulos la fe en: un solo Dios Padre Soberano universal «que hizo los cielos y la tierra y el mar y todo cuanto hay en ellos y en un solo Jesucristo Hijo de Dios, encarnado por nuestra salvación y en el Espíritu Santo, que por los profetas proclamó las Economías y el advenimiento, la generación por medio de la Virgen, la pasión y la resurrección de entre los muertos y la asunción a los cielos del amado Jesucristo nuestro Señor; y su advenimiento de los cielos en la gloria del Padre para recapitular todas las cosas y para resucitar toda carne del género humano; de modo que ante Jesucristo nuestro Señor y Dios y Salvador y rey, según el beneplácito del Padre invisible «toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en los infiernos, y toda lengua lo confiese. El juzgará a todos justamente los «espíritus del mal y los ángeles que cayeron y a los hombres apóstatas, impíos, injustos y blasfemos, para enviarlos al fuego eterno y para dar como premio a los justos y santos que observan sus mandatos y perseveran en su amor, unos desde el principio, otros desde el momento de su conversión, para la vida incorruptible, y rodearlos de la luz eterna” (Ireneo, Contra las Herejías 1.10.1). A la fe de los apóstoles, Ireneo la llama tradición y lo expresa de esta manera: “Como antes hemos dicho, la Iglesia recibió esta predicación y esta fe, y, extendida por 69 toda la tierra, con cuidado la custodia como si habitara en una sola familia. Conserva una misma fe, como si tuviese una sola alma y un solo corazón, y la predica, enseña y transmite con una misma voz, como si no tuviese sino una sola boca. (…)” (Ireneo, Contra las Herejías 1.10.2). Para Ireneo la tradición es la fe transmitida por los apóstoles. Esta fe según Ireneo se encuentra en las Escrituras de manera clara. Ireneo escribe: “En consecuencia, la única fe no falseada y verdadera es la nuestra, pues halla toda su clara exposición en las Escrituras que fueron traducidas de la manera que hemos descrito, y que la Iglesia predica sin alterar nada” (Ireneo, Contra las Herejías 3.9.8). Ireneo dice que, “es imposible probar lo que la Escritura enseña si no es con los textos de la misma Escritura” (Ireneo. Contra las herejías 2.3.3.2). En las tradiciones que hace mención Ireneo, nunca se hace referencia al purgatorio, la infalibilidad papal, la asunción de María, la divinidad de los cristianos en la Gloria, las indulgencias, la transubstanciación, el limbo, etc. Ahora bien, el catolicismo rechaza algunas afirmaciones que hizo Ireneo, por lo que no les ayuda en nada citarlo a favor de las tradiciones, las cuales nada tenían que ver con las tradiciones humanas de los católicos. 70 Ireneo no es una persona totalmente confiable, ya que creía muy erradamente que, “Cristo (…) tuvo más de cincuenta años cuando murió” (En Contra de las Herejías, libro 2, capítulo 22). Sin embargo, si los católicos creen que Ireneo es confiable por su testimonio, ¿Por qué no creen todo lo que el creyó? Ireneo creyó que las tradiciones que se pusieron en la Biblia eran suficientes para la salvación. Y esto refuta a los católicos. Veamos lo que dice Ireneo: “Hemos aprendido de ningún otro el plan de nuestra salvación, que de aquellos por los que el Evangelio ha llegado hasta nosotros, que en un cierto tiempo lo proclamaron en público, y, en un período posterior, por la voluntad de Dios, transmitida a nosotros en las Escrituras, siendo el fundamento y el pilar de nuestra fe” (Against Heresies, 3.1.1). Para Ireneo, no hay otro plan de Salvación, sino aquel evangelio que primero se predicó en públicamente y luego quedo escrito. Si para Ireneo las tradiciones son iguales a la Sagrada Escritura no se hubiera olvidado en mencionarlas como fundamento y pilar de nuestra fe; pero no lo hizo. Ireneo vio mal que se usara imágenes de Jesús cuando critico a los gnósticos (Véase Contra las herejías 1:25:6). Clemente de Alejandría (150 – 217 d.C.). Clemente enfatiza la importancia de preservar la Tradición para que 71 no se pierda: “Bien, ellos preservaban la tradición de la bendita doctrina derivada directamente de los santos apóstoles, Pedro, Santiago, Juan, y Pablo, los hijos que la recibían del padre (pero pocos fueron como los padres), vino por la voluntad de Dios a nosotros también para depositar aquellas ancestrales y apostólicas semillas. Y bien sé que se exultarán; No quiero decir encantado con este tributo, sino solamente a causa de la preservación de la verdad, según como la entregaron. Para un bosquejo como este, bien, pienso, sean conforme a un alma deseosa de preservar de perderse la bendita tradición” (Clemente de Alejandría, Stromata I,1). Aquí Clemente no nos dice si esas tradiciones son las que los católicos enseñan, tampoco nos dice que estas sean tradiciones orales. A lo mejor se referida a las tradiciones escritas en la Biblia. Y si fuesen tradiciones orales, no nos dice que tenían igual autoridad que la Biblia. Hipólito de Roma (? – 235 d.C.) dijo que se debía guardar la tradición; pero no nos dice que esa tradición fue diferente a la dada en la Biblia, tampoco nos dice que esa tradición enseña los dogmas católico-romanos. Estas son sus palabras: “Ahora pasamos, de la caridad que Dios ha testimoniado a todos los santos, a lo esencial de la tradición que conviene a las iglesias, a fin de que los que han sido bien instruidos guarden la tradición que se ha mantenido hasta el presente, según la exposición que de ella hacemos, y al comprenderla sean fortalecidos, a 72 causa de la caída o del error que se ha producido recientemente por ignorancia o a causa de los ignorantes” (Hipólito, La Tradición Apostólica, I,1. Johannes Quasten, Patrología I, Biblioteca de Autores Cristianos 206, Quita Edición, Madrid 1995, pág. 492). Orígenes (185 - 254 d.C.), según parece, creyó que las tradiciones eran diferentes a las reveladas en la Biblia; por lo que dice que el bautismo infantil era administrado por la Iglesia, aunque esto contradice la Biblia. “La Iglesia ha recibido de los Apóstoles la costumbre de administrar el bautismo incluso a los niños. Pues aquellos a quienes fueron confiados los secretos de los misterios divinos sabían muy bien que todos llevan la mancha del pecado original, que debe ser lavado por el agua y el espíritu” (Orígenes, In Rom. Com. 5,9: EH 249. Johannes Quasten, Patrología I, Biblioteca de Autores Cristianos 206, Quita Edición, Madrid 1995, pág. 395). Sin embargo, no está claro en esta afirmación, que esa tradición del bautismo infantil, Orígenes la haya creído por tradición oral, quizá fue una tradición que el creyó que fue escrita, cuando en realidad solo se trata de su interpretación. Ahora bien, Orígenes dijo en cierta ocasión: “No hay que consultar otra fuente (más allá del AT y el NT) para conceder autoridad a cualquier conocimiento o doctrina” (Homilía sobre Levítico, 5). 73 Orígenes también creyó que fuera de la Iglesia no hay salvación, aunque esto contradice lo que dijo el Papa Juan Pablo 2 y el Concilio Vaticano 2. Tertuliano (160 - 220 d.C.) creyó en las tradiciones por una supuesta sucesión apostólica; pero no tenemos evidencias de que haya visto a las tradiciones como igual de importantes que las Sagradas Escrituras. Cuando refuta a los docetistas, recurre a las Escrituras diciendo: “pero no hay evidencia de esto, porque las Escrituras no dicen nada” (Sobre la carne de Cristo, cap. VI). Además, Tertuliano creyó en ciertas doctrinas no católicas como por ejemplo: (1) María no fue virgen perpetua. (2) Creyó que “El poder de atar, concedido a Pedro, no tiene nada que ver con la remisión de los pecados capitales cometidos por los fieles…Este poder, en efecto, de acuerdo con la persona de Pedro, no debía pertenecer más que a los hombres espirituales, bien sea apóstol, bien sea profeta” (De Pudicia, Sobre la modestia 21). (3) No aprobó el uso de imágenes de los santos. “Pues ¿cómo podría el (Pedro en el monte de la transfiguración) haber conocido a Moisés y Elías, excepto estando en el Espíritu? La gente no podría tener sus imágenes, estatuas o retratos; porque la ley lo prohíbe” (Contra Marcion: 04:22) 74 (4) No aprobó el bautismo infantil. “la demora del bautismo es preferible; principalmente, sin embargo, en el caso de niños pequeños” (Sobre el bautismo, Cap. 17). Hipólito de Roma (170-235) declaro: “Hermanos, hay un solo Dios, el conocimiento de quien obtenemos de las Sagradas Escrituras, y de ninguna otra fuente. Porque así como al hombre, si quiere ser experto en la sabiduría de este mundo se encontrará incapaz de llegar a ella de ninguna otra manera que por el dominio de los dogmas de los filósofos, así todo el que desee practicar la piedad será incapaz de aprender su práctica de cualquier parte que no sea de la palabra de Dios. Cualquier cosa entonces que las Sagradas Escrituras declaren, a esta miremos, y todo lo que enseñe esto aprendamos” (Against Heresies, 9). Para Hipólito, no puedes practicar la piedad, a menos que aprendas su práctica de la Escritura. Hipólito parece contradecirse, cuando dice: “Ahora pasamos, de la caridad que Dios ha testimoniado a todos los santos, a lo esencial de la tradición que conviene a las iglesias, a fin de que los que han sido bien instruidos guarden la tradición que se ha mantenido hasta el presente, según la exposición que de ella hacemos, y al comprenderla sean fortalecidos, a causa de la caída o del error que se ha producido recientemente por ignorancia o a causa de los ignorantes” (Hipólito, La Tradición Apostólica, I,1. Johannes Quasten, Patrología I, 75 Biblioteca de Autores Cristianos 206, Quita Edición, Madrid 1995, pág. 492). Pero cuando Hipólito habla en otro lugar de guardar la tradición no está diciendo otra que no sea la tradición escrita en la Biblia. Sin embargo, aun si Hipólito habla de otra tradición aparte de la Escritura, nada indica que él la tome con igual autoridad que la Sagrada Escritura; pero suponiendo que Hipólito de Roma haya creído que las tradiciones que creía eran otras que no se encontraban en la Biblia, nada indica que sean doctrinas necesarias para la salvación. A lo mejor eran simplemente costumbres y practicas eclesiásticas. Cuando se trata de la práctica de la piedad, como fruto de la fe que salva, Hipólito dice: “…todos los que practicamos la piedad no podremos aprender su práctica de ninguna otra arte que no sean los oráculos de Dios” (Hipólita, Contra Noestus, cap. 9). Novaciano (- 258) dijo: “Será empero vuestra obligación aducir vuestras pruebas a partir de las Escrituras tan claramente como nosotros lo hacemos cuando probamos que El hizo a su Verbo un Hijo para Sí” (Segunda Parte, 7 Contra Praxeas, 11). Para que Novaciano pida que alguien pruebe algo por las Escrituras es porque la persona que quiera presentar la prueba de su afirmación la tuvo que haber entendido. Cipriano de Cartago (200 – 258 d.C.) dijo que, “Con toda diligencia hay que guardar la tradición divina y las 76 prácticas apostólicas” (San Cipriano, Epist. 67,5. New Advent). Pero no creyó en la infalibilidad papal, por eso se enfrentó al Papa Esteban y dijo que había que rebautizar a los herejes. Creyó también que “Fuera del arca de Noé nadie se salvó; lo mismo sucede con la Iglesia” por lo que sería una contradicción a lo que dijo Juan Pablo 2, a saber, que fuera del catolicismo si hay salvación. Dionisio de Alejandría (¿-264) dijo “Aceptamos todo aquello que se puede probar mediante las enseñanzas de la Sagrada Escritura” (Citado en Historia Eclesiástica de Eusebio, Libro 7). Gregorio de Nisa (335-394) dijo que la Escritura debía ser juez aun de su costumbre (tradiciones) cuando afirma: “No creemos que sea correcto hacer de su costumbre prevaleciente la ley y la regla de la sana doctrina. Porque si es costumbre de hacer uso de la prueba de la solidez, nosotros también, sin duda, podemos avanzar nuestra costumbre imperante; y si rechazan esto, seguramente no estamos obligados a seguir la suya. Que la Escritura inspirada, entonces, sea nuestro juez, y el voto de la verdad seguramente se dará a aquellos cuyos dogmas se encuentran de acuerdo con las palabras divinas” (Tratados Dogmáticos, libro 12. Sobre la Trinidad, a Eustacio). 77 ¿Cómo la Sagrada Escritura seria nuestro juez; si no está por encima de cualquier otro libro o tradición? ¿Cómo sería nuestro juez si no se la comprende? “No nos está permitido afirmar lo que nos plazca. La Sagrada Escritura es, para nosotros, la norma y la medida de todos los dogmas. Aprobamos solamente aquello que podemos armonizar con la intención de estos escritos”; “hay algo más confiable que cualquiera de estas conclusiones artificiales, a saber, aquello que señalan las enseñanzas de la Sagrada Escritura; y así yo considero necesario averiguar, además de lo que se ha dicho [una discusión metafísica] hasta qué punto esta enseñanza inspirada armoniza con todo ello” (Del alma y la resurrección. NPNF, 2nd Series, 5: 439). "... nosotros hacemos que las Sagradas Escrituras sean la regla y la medida de cada postulado. Necesitamos fijar nuestros ojos en eso, y solo aprobar lo que armoniza la intención de las Escrituras" (Philip Schaff y Henry Wace, editores, Nicene and Post-Nicene Fathers (Los Padres del Niceno y Post-Niceno) (Peabody: Hendriksen, 1995) Segunda Serie: Volume V, Gregorio de Nisa: Los Tratados Dogmáticos "On the Soul and the Resurrection" ("Sobre el Alma y la Resurrección"), p. 439). Eusebio de Cesarea (263 – 340 d.C.) dijo: “Lo que ellos [los herejes] dicen podría ser plausible, si primero que todo las Escrituras divinas no se opongan a ellas” (Church History, 5.28.4, 13-15). 78 Eusebio en el Concilio de Nicea (ano 325) dijo: "Creed las cosas que están escritas; las cosas que no están escritas, ni penséis en ellas ni las examinéis" (Eusebio, Coment, Act. Conc. Nic, p. 2, cap. X. Pág. 185). Jerónimo (342- 420 d. C.) reconoce que los Concilios pueden equivocarse. “Lo que se nos transmite en los libros canónicos es la doctrina del Espíritu; si los concilios establecen una cosa que les contradiga, yo los considero una impiedad” (Epístola a los Gálatas). Jerónimo también afirma que los padres se equivocaron. “No es el error de los padres lo que se debe seguir, sino la autoridad de las Escrituras y la voluntad del Señor que es Dios” (In Jr. 9:12 Op. Cit. Alfred Kuen, pág. 45, CLIE). En otro lugar dice que, “es una arrogancia criminal añadir algo a las Escrituras; lo que está escrito, créelo; lo que no está escrito, no lo busques” (Adversus Helvetium). ¿Cómo puede creerse algo si no se puede entender? Como se puede ver Jerónimo creía que la Biblia era clara. Atanasio de Alejandría (295 – 373 d.C.) creyó en la Sola Scriptura. “Las Escrituras santas y divinamente inspiradas son suficientes en sí mismas y por ellas solas para hacer conocer la verdad" (Atanasio Orat contra gent., Coleccion Sources Chretiennes, Paris: Edit. Cerf, 1946, p. 107. Citado en Alfred Kuen Introducción a la 79 eclesiología: La Iglesia según el plan de Dios, pág. 43, CLIE). Si la Biblia es suficiente para conocer la verdad es porque se puede entender. Nada sugiere que se necesita de un maestro aquí, a pesar de que es bueno tener un maestro. “Si queréis una nueva cita, si pretendéis afirmar alguna cosa que va más allá de lo que está escrito, porque discutís con nosotros, que estamos resueltos a no escuchar ni decir nada que vaya más allá de lo que está escrito. Estos textos han sido pronunciados y escritos de parte de Dios por medio de hombres que nos hablan de Dios; y nosotros los hemos recibido de estos maestros divinamente inspirados y los transmitimos según tu deseo de saber" (Atanasio, De Incarn. Paris: Colección Sources Chretiennes, 1946, p. 315. Op. Cit. Alfred Kuen pag. 44 CLIE). “Estas son las fuentes de la salvación, que todos aquellos que tienen sed pueden estar satisfechos con las palabras de vida que contienen. En estas solo se proclama la doctrina de la piedad. Que nadie añada a éstos, ni extraiga de éstos. En relación con estos el Señor puso en vergüenza a los saduceos, y dijo: “Erráis, ignorando las Escrituras.” Y Él reprobó a los Judios, diciendo: “Escudriñad las Escrituras, porque ellas son las que dan testimonio de mí”” (Festal Letter 39, 6–7). 80 Atanasio afirma que estas Escrituras son suficientes cuando escribe: “Deje que solo aprenda lo que está en las Escrituras, ya que las aclaraciones que contienen sobre este tema son suficientes y adecuadas” (Anuncio Serapion 1.19). Atanasio hasta dice que, “la Sagrada Escritura es más que suficiente para nosotros” (Al obispo de Egypts, 1:4). Como se puede ver aquí Atanasio muestra que la Biblia es algo que se puede aprender y esto porque la Biblia misma hace aclaraciones. En otro libro escribe: “Pero toda esta Escritura inspirada también enseña… claramente y con más autoridad [que la luz de la naturaleza en forma de testimonio de las propias estrellas], de modo que, a su vez, le escribamos como lo hemos hecho, y usted, si se vuelve a ellos, podrá verificar lo que decimos. Para un argumento, cuando es confirmado por la autoridad superior, se prueba irresistiblemente” (Contra los paganos, Parte III, 45, puntos 2-3). Atanasio aquí dice que la Biblia enseña claramente. “… aunque las Escrituras sagradas e inspiradas son suficientes para declarar la verdad, también hay otras obras de nuestros benditos maestros compiladas para este propósito” (Contra los Paganos I). 81 Para Atanasio la Biblia fue suficiente; y por lo mismo lo que fue compilado no era necesario; pero también servía para declarar la verdad presentada en las Escrituras. Según los apologistas católicos, Atanasio creyó en la necesidad de las tradiciones, y para esto presentan la siguiente cita: “Y el primero en ponerse en esta apariencia fue la serpiente, la inventora de la iniquidad desde el principio, el diablo, quien, disfrazada, habló con Eva y la engañó. Pero después de él y junto con él todos son inventores de herejías ilegítimas, que de hecho se refieren a las Escrituras, pero no tienen opiniones como las han transmitido los santos, y las reciben como las tradiciones de los hombres, cometiendo un error porque no las conocen ni su poder” (Carta festiva 2, sección 6). Debe notarse que una cosa es una opinión y otra una tradición oral o una orden de Cristo. Seguramente las opiniones muchas veces pueden ser correctas; pero estas no son mandato de Dios. Además, las opiniones no gozan de inspiración divina, aun si son ciertas. Un católico podría dar una opinión sobre David y decir: “David fue malo al matar a Urías”. Esta afirmación es verdadera; pero no necesariamente inspirada por Dios, ni necesaria para la salvación. De la misma manera algunas opiniones que tenían los cristianos no eran necesarias para la salvación ya que lo que quedo escrito es suficiente. Además, ni siquiera se puede decir que Atanasio pensaba que esas opiniones eran diferentes de las escritas en la Biblia. 82 Epifanio de Salamina (315 – 403 d.C.) creyó en la tradición. “Es necesario también hacer uso de la Tradición, porque no todo se puede conseguir en las Sagradas Escrituras. Los santos apóstoles dejaron algunas cosas en las Escrituras, otras cosas en la Tradición” (Epifanio de Salamina, Medicina contra todas las herejías 61,6. William A. Jurgens, The Faith of the Early Fathers, Vol. II, The Liturgical Press, Minnesota 1979, pág. 73). Cirilo de Jerusalén (315 – 386 d.C.) creyó en la Sola Scriptura. “Ten siempre esta señal en tu mente, pues a ella se le está anunciando todo esto de modo sumario; pero si Dios lo permite, todo lo explicaremos más ampliamente, según nuestras fuerzas, demostrándolo según las Escrituras. Pues, acerca de los divinos y santos misterios de la fe, no debe transmitirse nada sin las Sagradas Escrituras, ni deben aducirse de modo temerario cosas simplemente probables y apoyadas en argumentos construidos con palabras artificiosas. Y no creas, pues, que voy a proceder de este modo, sino probando por las Escrituras lo que te anuncio. Pues esta fe, a la cual debemos nuestra salvación, no recibe su fuerza de los comentarios y las disputas, sino de la demostración por medio de la Sagrada Escritura” (Cirilo de Jerusalén, Catequesis 4,17). “Cuando se trata de los divinos y santos misterios de la Fe, no se debe avanzar nada sin la autoridad de las Escrituras divinas…No debéis tampoco creer las palabras que os digo sin haber visto que las Escrituras 83 divinas demuestran mis enseñanzas. La seguridad de nuestra fe no depende de los artificios del lenguaje, sino del testimonio de las Escrituras divinas” (Cirilo de Jerusalén, Migne: Catech. IV, t. XXXIII, pp. 453-504). “Al aprender y confesar la fe, debes abrazar y guardar como tal sólo la que ahora te es entregada por la Iglesia con la valla de protección de toda la Escritura. Pero, puesto que no todos pueden leer las Escrituras —a unos se lo impide la impericia y a otros sus ocupaciones—, para que el alma no perezca por la ignorancia, compendiamos en pocos versículos todo el dogma de la fe. Quiero que todos vosotros lo recordéis con esas mismas palabras y que os lo recitéis en vuestro interior con todo interés, pero no escribiéndolo en tablillas, sino grabándolo de memoria en tu corazón. Y cuando penséis en esto meditándolo, tened cuidado de que en ninguna parte nadie de los catecúmenos escuche lo que se os ha entregado” (Cirilo de Jerusalén, Catequesis 5,12). Cirilo creía en la Sola Scriptura; pero también creía que la Iglesia es una autoridad valida; así como también lo creemos los cristianos evangélicos; pero nunca dijo que la autoridad de la Iglesia es igual a la de la Biblia. El erudito católico Edward Yarnold admite que Cirilo de Jerusalén creía en la Sola Scriptura cuando dice: “Cirilo se suscribió a una forma de doctrina Sola Scriptura, declarando categóricamente que cada declaración doctrinal debe basarse en las Escrituras” 84 (Edward Yarnold, Cirilo de Jerusalén, Psychology Press, 2000, pág. 56). Basilio el Grande (330 – 379 d.C.) creyó en la tradición: “El único objetivo de la entera banda de opositores y enemigos de la «sana doctrina» es sacudir las bases de la fe de Cristo llevando al suelo la tradición apostólica y destruirla totalmente. (…) Ellos piden una prueba escrita, y rechazan como inútil la tradición no escrita de los Padres” (Basilio el Grande, El Espíritu Santo 10,25). A pesar de que Basilio creyó en las tradiciones no dijo que estas eran de igual autoridad que la Biblia. Además, fue claro cuando dijo que las enseñanzas debían ser examinadas. “Aquellos que son instruidos en las Escrituras deberían examinar lo que dicen los profesores, recibiendo todo lo que está en conformidad con la Escritura y rechazando lo que se opone a ella” (Las Moralia Y Regulae,72). Ambrosio (330-397) parece creyó en las Tradiciones; pero para él, estas estaban subordinadas a las Sagradas Escrituras. Ambrosio dijo: “¿Cómo podemos adoptar aquellas cosas que no encontramos en las Sagradas Escrituras” (Sobre los deberes del clero, Libro 1, cap. 23,102). “No deseo que se nos de crédito; citemos las Escrituras” (Obras teológicas y dogmáticas; Los Sacramentos de la Encarnación de Nuestro Señor, cap. 3, pág. 224). 85 Gregorio de Nisa (331 – 394 d.C.) creyó en la Sola Scriptura. “No nos está permitido afirmar lo que nos plazca. La Sagrada Escritura es, para nosotros, la norma y la medida de todos los dogmas. Aprobamos solamente aquello que podemos armonizar con la intención de estos escritos” (Gregorio de Nisa. De anima el resurr.: PG 46,49B, Johannes Quasten, Patrología II, Biblioteca de Autores Cristianos 217, Cuarta Edición, Madrid 1985, pág. 316). Juan Crisóstomo (347 - 407 d.C.) creyó en la tradición. “Por lo tanto, los hermanos, permanezcan firmes y mantengan las tradiciones que han recibido de nosotros por palabra o por carta. De esto está claro que no dejaron todo escrito, sino que hay mucho también que no fue escrito. Como lo que fue escrito, lo que no quedó escrito es también digno de creerse. Así, miremos la tradición de la iglesia también como digna de creencia. ¿Es una tradición? No busquemos más” (Juan Crisóstomo. Homilía sobre la segunda epístola a los tesalonicenses. William A. Jurgens, The Faith of the Early Fathers, Vol. II, The Liturgical Press, Minnesota 1979, pág. 124). Sin embargo Juan Crisóstomo habla de “una regla con la cual podemos examinarlo todo”. Y estas son las Sagradas Escrituras. “Cuando recibimos dinero, no nos fiamos de lo que nos dan, lo que queremos contar nosotros mismos; y cuando se trata de cosas divinas, ¿no sería una locura creer temerariamente y con la cabeza 86 agachada las opiniones de los otros, nosotros que tenemos una regla con la cual podemos examinarlo todo, las leyes divinas? Esta es la razón por la que yo os conjuro que, sin detenernos en absoluto a considerar lo que juzgan los demás, consultéis las Escrituras" (Crisostomo, Migne: Homil. 13 en 2 Cor., LXI, pp. 490-496 Op. Cit. Alfred Kuen pag.44 CLIE). En otro lugar dice: “Os ruego y os suplico que, cerrando los oídos a toda otra voz, sigamos como regla el canon de la Santa Escritura” (Crisóstomo, Migne: Homil. 13 in Genesim, t. LIII, pp. 105-108). Para presentar la verdad con argumentos dice que debe hacerse partiendo de las Escrituras. “Es necesario establecer todos los argumentos a partir de la Escritura y así demostrar con precisión que no son un invento del razonamiento humano, sino el mismísimo veredicto de la Escritura” (Homilía sobre los estatutos, 1:14). Y añade: “Las cosas que se inventan bajo el nombre de la tradición apostólica, sin la autoridad de las Escrituras, son castigadas por el estoque de Dios” (Homilía 49 sobre Mateo). Agustín de Hipona (354 – 430 d.C.) creyó en la tradición oral. “...Todo lo que observamos por tradición, aunque no se halle escrito; todo lo que observa la Iglesia en todo el orbe, se sobreentiende que se guarda por recomendación o precepto de los apóstoles o de los concilios plenarios, cuya autoridad es indiscutible en la 87 Iglesia. Por ejemplo, la pasión del Señor, su resurrección, ascensión a los cielos y venida del Espíritu santo desde el cielo, se celebran cada año. Lo mismo diremos de cualquier otra práctica semejante que se observe en toda la Iglesia universal” (Agustín de Hipona, Carta a Jenaro (Ep 54,1-2), Obras Completas de San Agustín, Tomo VIII, Biblioteca de Autores Cristianos 69, Madrid 1986, pág. 338). Sin embargo puso fin a su controversia con los donatistas con el siguiente argumento: “...nada más queremos oír de «tú dices» y «yo digo», sino oigamos el «Así dice el Señor». Indudablemente existen Libros del Señor, a cuya autoridad ambos damos nuestro consentimiento, sumisión y obediencia; en ellos pues busquemos la iglesia, y en ellos discutamos nuestra disputa”. En otro lugar dijo: “Solamente me someto a la autoridad de los libros canónicos y a nada más” (De Doctr. Christ. II,12). Agustín creía en las tradiciones no escritas, pero dijo que en la Sagrada Escritura se encuentra todo lo concerniente a la fe y a la piedad. “… entre las cosas que están claramente establecidas en la Escritura, se encuentran todos los asuntos que conciernen a la fe y al modo de vida, a saber, la esperanza y el amor, de la que he hablado en el libro anterior” (On Christian Doctrine, 2.9). 88 En su tratado sobre el bautismo escribe: “Pero, ¿quién ignora que la santa Escritura canónica, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, está contenida en sus propios límites, y que debe ser antepuesta a todas las cartas posteriores de los obispos, de modo que a nadie le es permitido dudar o discutir sobre la verdad o rectitud de lo que consta está escrito en ella? En cambio, las cartas de los obispos, de ahora o de hace tiempo, pero cerrado ya el canon de la Escritura, pueden ser corregidas por la palabra quizá más sabia de alguien más perito en la materia, por una autoridad de más peso o la prudencia más avisada de otros obispos, o por un concilio, si en ellas se encuentra alguna desviación de la verdad” (Tratado sobre el Bautismo. Libro II.IV.5. Traductor: P. Santos Santamarta, OSA). Agustín también dijo: “¿Quién no sabe que la santa Escritura canónica esta guardada dentro de unos límites bien determinados y que se debe poner por encima de todas las cartas que los obispos hayan podido escribir más tarde?” (Agustín, Contra Donatist., 1.2, cap. 3 Op. Cit Alfred Kuen, pág. 45 CLIE). Si la Escritura está por encima de todas las cartas de los obispos, entonces está por encima de las afirmaciones que ellos hacen sobre las tradiciones, por lo tanto, aun las tradiciones que Agustín creía no tenían el mismo nivel que el de la Biblia. Agustín, defendió los apócrifos; pero dijo de los libros canónicos: “… Confieso… que he aprendido a rendir 89 este respeto y honor solo a los libros canónicos de las Escrituras: de estos solo he creído con más firmeza que los autores estaban completamente libres de errores” (Carta 82 a Jerome). Ahora bien, de nada les sirve a los apologistas católicos citar a los padres apostólicos, si estos tenían malas interpretaciones según los mismos católicos. Los católicos saben que Agustín tuvo que rechazar la idea de que Pedro fue la Roca sobre la cual se edificaría la Iglesia y para ellos esta es una mala interpretación, así que citar a los padres apostólicos no servirá de nada. Teodoreto de Ciro (386-454) dijo: “La verdadera y piadosa fe en nuestro Señor Jesucristo ha sido hecha clara para todos ya que es conocida y leída de las Santas Escrituras. En esta fe los santos mártires fueron perfeccionados, y ahora, ausentes, están con el Señor” (Hist. Ecl. 4,3). RESPONDIENDO PREGUNTAS CATÓLICAS Pregunta 1: Proporcione el versículo que dice que Dios creó el mundo de la nada. Respuesta: La creación ex nihilo se enseña implícitamente en Hebreos 11:3: "Por fe entendemos que el universo fue creado por la palabra de Dios, de modo que lo que vemos no está hecho de cosas visibles". 90 Pregunta 2: Proporcione el versículo que dice que la Escritura es la única autoridad (es decir, que no hay otra autoridad para aprender acerca de Dios o de la salvación). Respuesta: No creemos que la Escritura sea la única autoridad. Creemos que es la autoridad final a la que están sujetas todas las demás autoridades. Pero para ofrecer un argumento aquí, señalaré que Mateo 15:2-9 prueba que las tradiciones, sin importar sus supuestos orígenes, nunca deben contradecir las Escrituras, sino que deben estar sujetas a ellas. Esto es lo que Jesús enseñó cuando reprendió a los judíos por observar tradiciones que creían inspiradas, pero que en realidad invalidaron las Escrituras. Esto es similar a lo que dicen los protestantes acerca de la tradición católica de que María no tiene pecado, lo que contradice las enseñanzas de la Biblia sobre María y sobre el pecado de toda la humanidad. Por lo tanto, las Escrituras son tratadas por Cristo como el último recurso para determinar si una tradición es válida o no. Esta es la doctrina de la autoridad final de la Biblia. Pregunta 3: Proporcione el versículo que dice, cómo sabemos que la revelación de Jesucristo terminó con la muerte del último apóstol. Respuesta: 91 No hay necesidad de presentar dicho versículo, porque si la Biblia es la única revelación especial e inspirada dada por Dios por los profetas y apóstoles, entonces lógicamente se deduce que solo la Biblia es confiable y autoritativa cien por ciento, pero la oral no. ¿Acaso creen los católicos que otros escritores no bíblicos han escrito por inspiración de Dios? Si es así que lo aclaren. Además, todos sabemos que Pedro se equivocó en sus enseñanzas orales, por lo que solo lo escrito en la Biblia goza de confianza total. Preguntas 4: proporcione el versículo que enumera los libros canónicos del Antiguo Testamento y una lista de los libros canónicos del Nuevo Testamento. Respuesta: Los concilios católicos nunca afirmaron que supieron el canon por revelación o tradición oral, por lo tanto, esta petición es absurda, ya que supone que sabemos los libros del canon por la tradición oral. Aun si pudiéramos saber cuál es el canon por medio de las tradiciones, nada sugiere que esto viole el principio de Sola Scriptura, ya que nadie dijo que no se pueda conocer por medio de otros testimonios. Lo que se dice es que la Biblia es infalible, pero los otros libros y testimonios no lo son, por lo que no debemos poner nuestra confianza total en estos. 92 Hay muchas cosas que podemos conocer sin recurrir a la Biblia, a las tradiciones o al magisterio católico. Podemos por medio de los libros de historia y arqueología aprender muchas cosas y estos aún pueden tener como autores a ateos, agnósticos y paganos; pero tampoco son infalibles. Estos también deben subordinarse y no contradecir a la Biblia. Ahora bien, los concilios utilizaron varios criterios bíblicos de sabiduría para reconocer el canon. No pretendieron tener una enseñanza oral de los apóstoles diciendo que los libros eran verdaderos. Sus criterios de canonicidad todos en conjunto, no por separado, fueron: (1) Apostolicidad (si el escritor era apóstol o vinculado a un apóstol). (2) Ortodoxia (si el contenido del libro era teológicamente ortodoxo). (3) Antigüedad (si el libro era lo suficientemente viejo). (4) Uso (si el libro fue ampliamente utilizado en la iglesia antes del Concilio). La Sola Scriptura no tiene ningún problema al afirmar que el canon se pudo conocer por las tradiciones o por ciertos criterios de sabiduría bíblica; pero como vimos no se usó la tradición, sino los criterios de canonicidad. Estos criterios de sabiduría se tomaron de la Biblia. Es demasiado evidente que la Biblia nos enseña que hay que 93 ser prudentes y sabios, y este principio se utilizó para conocer cuáles fueron los libros canónicos. A esto hay que sumar que las ovejas de Cristo oyen su voz y saben por el Espíritu de Dios cuales libros son los que pertenecen a Dios. Solo cuando un creyente no tiene comunión con Dios y no discierne, se deja engañar por el enemigo y empieza a crear su propio canon como lo hicieron los católicos, los ortodoxos y otros sectarios. ¿No dijo el apóstol Pablo que los espirituales reconocen que lo que él ordenaba eran mandamientos de Dios? La Sagrada Escritura nos dice que si somos espirituales podemos reconocer cuales son los libros autoritativos de Dios. Pregunta 5: Proporcione el versículo que explica la doctrina de la Trinidad. Respuesta: Nadie dijo que la Biblia tendría que presentar en un solo versículo la doctrina de la Trinidad. Los cristianos creemos, que esta doctrina está en la Biblia por varios textos que así lo enseñan. Si explicada o no, es otro tema. La Biblia nos dice que Solo hay un Dios (Deut. 6:4; Isa. 45: 5-6). Sin embargo, hay tres personas presentadas como divinas: el Padre (Col.1:3), el Hijo (Juan 1:1-3) y el Espíritu Santo (Hch. 5:3-4). Y estas tres personas son distintas (Juan. 8:16-18; Lc. 11:1; 3:21-22; Gal. 4:6). Por lo tanto, aunque solo hay un Dios, hay tres personas distintas que están en la divinidad. 94 Pregunta 6: Proporcione el versículo que nos dice el nombre del discípulo amado. Respuesta: Cuando leemos el libro de Juan, vemos que el discípulo amado y el apóstol Pedro están estrechamente vinculados (Juan 13:23; 20:2-9; 21:1-25) y en otros pasajes de la Biblia se vincula muy fuertemente a Juan, el hijo de Zebedeo, con Pedro (Mc. 5:37; 9:2; 14:33; Lc. 22:8; Hch. 3:1,11; 4:13; 8:15-25; Gálatas 2:9). Esto respalda aún más la tesis de que el discípulo amado es Juan. De los doce apóstoles, solo tres eran discípulos muy cercanos a Cristo, Pedro Jacobo y Juan. Pero Pedro no era ese discípulo amado, ya que se lo distingue explícitamente de este en Juan 13:24, 20:2 y 21:20. Tampoco sería Jacobo ya que murió martirizado (Hechos 12:2) y al discípulo amado se le prometió morir de muerte natural, por lo que, si se descarta a Jacobo, solo nos queda Juan. Así que por las mismas Escrituras vemos quien es el discípulo amado. Algunos estudiosos afirman que el discípulo amado era Lázaro y no Juan. Sin embargo, sabemos que el discípulo amado estuvo presente en la Última Cena (Juan 13:23) como uno de los doce. Lázaro, sin embargo, no estaba allí. Según los datos sinópticos, solo los doce estuvieron presentes en esa reunión. Como Lázaro no estuvo presente en la Última Cena como uno de los doce, no puede ser el discípulo amado. Además, Juan no nombró 95 al discípulo amado, sino que lo identifica como tal. Por lo tanto, dado que Lázaro es nombrado quince veces en el cuarto Evangelio, es problemático decir que él era el discípulo amado. Por lo tanto, hay una base bíblica sólida para el hecho de que Juan es el discípulo amado. No necesitamos que la tradición papista tardía nos diga que este es el caso. Pregunta 7: Proporcione el versículo que dice que Jesucristo es de la misma sustancia que la divinidad que el Padre. Respuesta: “El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” (Hebreos 1:3). Decir que Jesús es de la misma sustancia o esencia que el Padre significa que comparte los mismos atributos esenciales e incomunicables de Dios el Padre que ninguna criatura tiene. Y eso podemos mostrarlo bíblicamente. Al igual que el Padre, Jesús es eterno (Isaías 9:6), omnisciente (Lucas 9:47; Juan 21:17; Apocalipsis 23:23), omnipotente (Juan 5:19; 2 Pedro 1: 3; 1 Cor.1: 24; Cl. 1:17) y omnipresente (Mt.18: 20; 28:20; Jo.1: 48). Pregunta 8: ¿Por qué Jesús y Pablo aceptaron las tradiciones orales no contenidas en la Biblia. Los 96 protestantes que defienden Sola Scriptura afirman que Jesús y Pablo aceptaron la autoridad del Antiguo Testamento. Esto es verdad, pero ellos también recurrieron a otra autoridad, fuera de la revelación escrita. Respuesta: Vamos a ver las 4 supuestas tradiciones, que según los católicos son presentadas por nuestro Señor Jesús y Pablo. Y también vamos a darles nuestros comentarios. (1) En Mateo 2:23 la referencia a aquel “que sería llamado Nazareno” no se encuentra en el Antiguo Testamento, y aun así, fue transmitido por “los profetas” Así, una profecía considerada como la Palabra de Dios fue transmitida oralmente y no por escrito o en la Escritura. Comentario: Voy a presentar varias respuestas que creo conveniente, demostrando que no se necesita suponer que esta profecía no estaba en la Biblia, sino fuera de ella, por tradición oral, como afirman los católicos: La frase: “Los profetas” no hacer referencia necesariamente a varios profetas, ya que en la Biblia judía (El Antiguo Testamento) tenía tres divisiones (La ley, los profetas y las Escrituras), y una de ellas como puede verse se llama “los profetas”. Y si se tomaba una cita que se encontraba en un libro de algún profeta, se consideraba 97 igualmente una cita de “los profetas” ya que venía de esa parte. Jerónimo afirma: “En el idioma hebreo está escrito así: Saldrá una vara de la raíz de Isaí y un nazareno crecerá de su raíz”. ¿Cómo puede la Septuaginta dejar de lado la palabra nazareno?, si es ilegal sustituir una palabra por otra? Es un sacrilegio ocultar o poner en nada un misterio” (NPNF2, Volume 6, Epistle 57, To Pammachius). “Recientemente compuse el libro de Optimo genere interpretandi, en el que señale que los siguientes pasajes tomados de los evangelios se encuentran en los libros de los hebreos: Llame a mi hijo fuera de Egipto y Porque se lo llamara nazareno” (FC, Vol. 53, Sain Jerome: Dogmatic and Polemical Works, The Apology Againts the Book of Rufinus, sectio 27, pag. 151). Una fuente católica afirma que Mateo 2:23 es tomado de Isaías 11:1. Veamos lo que dice este comentario católico: “Jesús el nazareno en Mateo 2:23 y los nazarenos en Hechos 24:5 es una intención de conectar a Jesús como neser en Isaias 11:1” (Old Testament Abstracts, The Catholic Biblical Association, Vol. 22. N. 3 October 1999, pag. 501-502). Nazaret es uno de los nombres que se usa para hacer referencia a “netzer” de Isaías 11:1 en la literatura judía. Rashi, gran exegeta judío, en una glosa del Talmud afirma 98 que “Ben Netzer” es es uno que viene del pueblo de Nzareth”. Abarbanel en su libro “Maiane Haishua” escribe que “Ben Netzer” es “Ieshua el nazareno”. Nazaret también era conocido por “nazara” que es el femenino de “Netzer” y así era conocido por Eusebio en su Historia Eclesistica 1:7 y por Jerónimo. Este último dice: “Nazaret: existe hasta el día de hoy en Galilea (…) llamada Nazara” (Comp. Reland I. S. 497). Algunos creen que esta profecía se perdió de la sección de “La ley”, la cual era de las Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento. Se cita para ello la afirmación que hizo Felipe a Natanael: “Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, de quien había escrito Moisés en la Ley y los profetas”, lo cual no es muy convincente ya que Felipe no dice que alguna profecía hablara que Jesús seria de Nazaret; sino que Jesús de Nazaret fue profetizado en la Ley y los profetas. En la Biblia católica de Jerusalén se dice que se trata del voto de Nazareato. Esta traducción vierte Mateo 2:23 de la siguiente manera: “y fue a vivir a en una ciudad llamada Nazareth; para que se cumpliese el oráculo de los profetas: Sera llamado Nazoreo”. Si esta traducción es correcta, entonces no se está hablando de ninguna tradición oral fuera del Antiguo Testamento, ya que el voto de nazareato viene de las Escrituras hebreas. Sin embargo, esta versión católica 99 hace una traducción muy pésima de este pasaje, por lo que creo que debe rechazarse, ya que el contexto nada tiene que ver con el nazareato. Es posible que el cumplimiento de la profecía sobre Jesús tuviera que ver no tanto con una ciudad literalmente hablando; sino con el humilde comienzo que del Mesías manso y humilde que vendría de una ciudad como Nazaret de la cual no se esperaba algo bueno (Juan 1:46). Nótese también que se dijo del Mesías en Isaías: “fue menospreciado y no lo estimamos” (Isaías 53:3; Salmo 22:6). (2) En Mateo 23:2-3 Jesús enseña a los escribas y fariseos a tener una autoridad legítima y necesaria basada en la cátedra de Moisés, esta frase o idea no se encuentra en ninguna parte del Antiguo Testamento, sino que se encuentra en la Mishna, originalmente oral, en donde este ejemplo de “transferencia de la enseñanza” desde Moisés, ahí se enseña. Comentario: En el Antiguo Testamento se dijo que los levitas debían ser los maestros que darían instrucción (2 Crónicas 19:11). También se dice que habían “maestros de las congregaciones, puestas por debajo de un Pastor” (Eclesiastés 12:11). La llamada "cátedra de Moisés" toma su nombre de la sinagoga, una institución que surgió después del exilio 100 babilónico. Esta institución no fue ordenada por Dios; pero tampoco debe verse como mala, excepto cuando contradice la Biblia. Aceptar lo que no contradice la Biblia no es ir contra la Sola Scriptura. Lo que no la contradice y se ajusta a la verdad revelada por Dios debe ser aceptada. Jesús dijo: “Los escribas, o doctores de la ley, y los fariseos, están sentados en la cátedra de Moisés: Practicad, pues, y haced todo lo que os dijeren; pero no arregléis vuestra conducta por la suya, porque ellos dicen lo que se debe hacer, y no lo hacen” (Mateo 23:1-3). Si la “catedra de Moisés” viene o no de alguna tradición oral, no es un problema, ya que las tradiciones orales que no contradicen la Biblia y son aprobadas por Cristo o sus apóstoles deben aceptarse. Sin embargo, no todo lo enseñado en la “catedra de Moisés” era correcto. y este resulta ser un problema para los apologistas católicos, ya que, si en “la catedra de Moisés” se enseña la verdad con un poco de error, esto sería un buen argumento contra las tradiciones, ya que, al tener error, solo estarían admitiendo que la tradición no tiene el mismo nivel de la Sagrada Escritura. Ahora bien, ¿quién no sabe que los que se sentaban en “la catedra de Moisés” eran fariseos y escribas, los cuales rechazaron a Cristo y nuestro mismo Señor los condeno por ser guías de ciegos (Mateo 23:24)? 101 Los apologistas católicos no saben que responder a esto. ¿Qué hace que un ciego sea guía de ciegos? La enseñanza, es decir la doctrina, ya sea moral o teológica. ¿Debía rechazarse las Tradiciones orales del Antiguo Testamento? No, necesariamente; pero si estas no venían de las Escrituras, debían rechazarse. Si el mensaje era dado por un profeta de Dios el pueblo de Israel debía discernirlas y depender de Dios para ello. No todo lo que decían los profetas se debía creer ya que habían falsos profetas. Sin embargo, lo escrito en el Antiguo Testamento era totalmente confiable. En el Salmo 119:99, el autor, quien no es necesariamente un levita, dice que, “Más que todos mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación” de donde se deduce que los maestros no son indispensables para la comprensión de la voluntad de Dios. En Deuteronomio 6:7-9 vemos que cualquier padre de familia puede enseñar a sus hijos y no se necesita de una catedra, aunque tampoco estaba mal tener la catedra de Moisés. Sin embargo, esta podía equivocarse. Debido a que la catedra de Moisés podía contener errores, necesitaba examinarse y probarse por las Escrituras como lo hacían los bereanos con el mensaje de Pablo y Silas. De hecho, El Señor dijo a sus discípulos 102 que tuvieran cuidado de las tradiciones de los fariseos (Mateo 16:6-12). (3) En 1 Corintios 10:4, San Pablo refiere “una roca que seguía a los judíos” a través del desierto del Sinaí. El Antiguo Testamento no dice nada acerca de este movimiento milagroso en los pasajes relacionados con Moisés golpeando la piedra para que se produzca agua (Éxodo 17:1-7; Números 20:213) Pero la tradición rabínica [oral] sí lo menciona. Comentario: En primer lugar, debe notarse que la Roca que seguía a Israel no era un pedazo de materia. Se refiere más bien a Cristo antes de su encarnación. En segundo lugar, ya la Biblia le llama Roca a Dios (Génesis 49:24; 2 Samuel 23:3) por lo que esto no viene de la tradición. Y Dios siempre siguió a Israel, yendo detrás de ellos (Éxodo 14:19). En tercer lugar, si viniera de la tradición, nada sugiere que no viniera también del Antiguo Testamento escrito. Y si no viniera del Antiguo Testamento; sino más bien de lo que se decía oralmente en épocas pasadas, solo tenemos certeza de ello porque quedo escrito bajo inspiración en la Biblia. También es posible que Dios le revelo esto a Pablo, sin necesidad de las tradiciones. Si ningún escritor bíblico afirma que esta Roca seguía a los judíos, no tenemos manera de saberlo con certeza. 103 (4) 2 Timoteo 3:8: “Y a la manera que Jannes y Mambres se opusieron a Moisés…” Estos dos hombres no se encuentran en los pasajes relacionados del Antiguo Testamento (Éxodo 7:8), o en alguna otra parte del Antiguo Testamento. Comentario: Los nombres allí mencionados no son necesariamente mencionados en el Antiguo Testamento. Sin embargo, nadie ha dicho que Pablo no pudiera citar algo que conoció oralmente o por escrito de alguna otra fuente aparte del Antiguo Testamento. Cuando Pablo cita estos nombres, por revelación o por algún otro medio no está queriendo decir que estas contradicen la Biblia como si lo hacen las tradiciones católicas. Además, lo que Pablo dijo, es cierto porque el Espiritu Santo le inspiro a escribir una verdad que el conoció por revelación, por tradición o por algún otro medio. Aun si Pablo citara doctrina de otros lugares; esto no sería problema si no contradijera a la Biblia. Después de todo, toda verdad viene de Dios, aun si lo dice un pagano, ya que este fue creado con una ley moral básica que Dios puso en él. Pero como dije para saber si algo es cierto, debemos ir a las Sagradas Escrituras ya que esta es inspirada por Dios. Lo demás es dudoso, por lo que debe pasar por el filtro de la Biblia. 104 Muchas cosas se han dicho por expertos sobre historia, biología, astronomía, derecho, arqueología y son correctas y no provienen de la Biblia, ni de las tradiciones, ni del magisterio católico y nadie condena el que podamos aprender de ellas; pero aun asi debemos ser cuidadosos que se han encontrado mentiras en los escritos de los llamados expertos. Sin embargo, la Sagrada Escritura es verdad en su totalidad Ahora bien, si en otros lugares encontráramos verdades, no es necesario conocerlas para la fe, la doctrina, la piedad y la salvación. ¿Estaba mal que Pablo dijera algo que se encontraba fuera de las Escrituras? No; pero esto que dijo no es falso, a diferencia de las tradiciones humanas de los católico-romanos. Nadie dijo que todo lo que hablaban los profetas debía ser tomado en su totalidad de la Biblia, podían algunas verdades ser tomadas de algún libro o tradición; pero para saber si estas tenían certeza total debía ponerse por escrito. Las nuevas revelaciones que Dios dio a sus Siervos no estaban todas en el Antiguo Testamento; pero estas se pusieron por escrito y estas son confiables totalmente porque se escribieron porque así Dios lo quiso bajo la inspiración del Espiritu Santo. En nuestros días, nadie dice que no se puede decir algo fuera de las Escrituras, siempre y cuando no contradiga la Biblia y no añada cosas que no se necesitan para la fe, 105 la doctrina, la piedad y la salvación, ya que la Biblia nos dejó claro todo sobre esto. ¿Sería malo que hiciera mención de aquello que es cierto sin duda alguna, de los escritos de Josefo, Suetonio y de otros en un sermón sobre la historicidad de mi Salvador, el Señor Jesucristo, solo porque estos, no se mencionan en la Biblia? No; pero yo no necesito de estos para conocer sobre el Jesús histórico, nuestro Señor. Sin embargo, de aquello que contradice la Biblia o es dudoso no puedo citar nada. Y las tradiciones que defienden los católicos son totalmente falsas, ni siquiera son dudosas, por lo mismo las rechazamos. Lo que siempre hemos dicho los cristianos es que las revelaciones y los nuevos conocimientos no se deben añadir a la Biblia, aun si hay verdad, ya que lo que hay en la Biblia es suficiente y además goza de inspiración total, a diferencia de los escritos y revelaciones que no forman parte de esta. Pregunta 9: ¿Por qué los fariseos, saduceos y las tradiciones orales extra-bíblicas se aceptaron por el cristianismo. Respuesta: Lo que los cristianos hayan tomado de los fariseos fue porque estaba acorde a la Biblia, y lo que rechazaron de ellos fue porque estaba en contra de la Biblia. Nadie ha 106 dicho que no se puede tomar un consejo de otros. Lo que se dice es que se deseche aquello que contradice la Biblia. Pregunta 10: ¿Por qué los judíos del Antiguo Testamento no entendieron que la Sola Scriptura es suficiente? ¿Por qué necesitaron de la interpretación de maestros? Respuesta: (1) Hasta donde he visto, ellos se basaban en la Sola Torah, pero mientras Dios seguía hablando por medio de sus profetas, se debía comunicar oralmente; pero luego se debía poner por escrito aquello que era necesario y así lo hicieron los profetas de Dios. Todo lo que Dios inspiro como la Escritura del Antiguo Testamento es la Sola Biblia judía. Ciertamente cuando se terminó el canon del Antiguo como del Nuevo Testamento, no se rechazó las revelaciones; sino solamente, si estas contradecían la Biblia y no cumplían las condiciones para ser tomadas con seriedad. Pero tampoco se las aceptaba para la salvación del alma o para la doctrina. (2) Una cosa es la revelación canónica y otra la revelación para la vida cotidiana, la cual, aunque verdadera, debe sujetarse a la Sagrada Escritura. Y sin embargo, esta es personal, no contenida, ni en las tradiciones orales, ni en la Biblia. Por ejemplo, las profecías que recibían los corintios. Estas no están puestas por escrito en la Biblia, ni nadie las conoce por 107 medio de las tradiciones; pero eran revelaciones de Dios. ¿Cómo se las debe de tomar? Bueno, hay que discernir y ver si, aunque verdaderas, deben ser tomadas solo para algunos o para otros más.... Como sea, la iglesia católica en general no las necesita, tampoco los evangélicos en forma general. Así que, creer en nuevas revelaciones no viola la Sola Scriptura y no ayuda para la causa católica, ya que no las toma porque no las conoce. (3) El hecho de que en el Antiguo Testamento algunos explicasen las Sagradas Escrituras no significa que los que recibían la explicación no podían entender la Escritura de sus días. (4) Es cierto que se necesitan maestros bíblicos; pero se necesitan porque estos son servicios que Dios ha querido en la Iglesia para que haya más orden. La separación de cristianos para el Ministerio de enseñanza tiene sus ventajas. Al tener más tiempo para estudiar las Sagradas Escrituras se puede comprender más de esta, para enseñarla al Pueblo; pero esta ventaja no es por causa de la dedicación. (5) Creo que el estudio hecho por los maestros de la Biblia es mejor aún si se hace en unidad; pero de esto no se deduce que cualquier persona no puede comprenderla. Su comprensión será un poco más limitada; pero puede entenderla. (6) En algunos casos aun los mismos maestros no pueden entender fácilmente algunos textos bíblicos; pero 108 tanto maestros como no maestros pueden comprender la esencial de la Biblia, lo suficiente como para encontrar la salvación. (7) Algunos pueden tener muchas dificultades para comprender la Biblia. El orgullo, la falta de concentración, la preocupación, el cansancio, el estrés y hasta la poca inteligencia pueden ser causas de la falta de comprensión bíblica; pero nada de esto significa que no podamos entenderla sin un maestro más adelante cuando el Espiritu Santo nos ilumine. ¿Acaso diremos que su iluminación no sirve para poder entender la Sagrada Escritura solo porque hay muchos que se desviaron de la verdad? Además, cuando una persona no entiende algo en un momento puede entenderlo en otro momento, aun sin la ayuda de un maestro bíblico. (8) Por el hecho de que un maestro pueda enseñarnos algo que no comprendemos, no significa que no podamos comprender el evangelio. En la Sagrada Escritura vemos que un etíope no comprendía lo que se decía en el libro de Isaías (Hechos 8,27-28, 30-31); pero ¿de dónde se concluye que no podía entender el evangelio? A mí me hacen preguntas muchos hermanos sobre el significado de algunos textos bíblicos y les digo con franqueza que así como a veces ellos no entienden yo tampoco entiendo; pero después de un momento, o después de unos días vuelvo a leer y a meditar sobre el significado de los textos bíblicos que me presentan y los 109 comprendo, así que la falta de comprensión en un momento no significa que se vaya a comprender más adelante sin maestros. (9) Algunas personas muy inteligentes no comprenden las Sagradas Escrituras, y creo que la razón de esta falta de comprensión es la ceguera del orgullo y del constante autoengaño. ¿Por qué otras personas no tan inteligentes comprenden muy bien las Sagradas Escrituras? Pregunta 11: ¿Por qué Pablo asume que la Tradición transmitida es infalible y obligatoria? “Si alguno no obedece a este mandato nuestro que por la epístola os damos, a ése señaladle y no os juntéis con él, para que se avergüence” (2 Tesalonicenses 3:14. Romanos 16:17). Respuesta: Lo dicho oralmente también fue Palabra de Dios, nadie lo ha negado jamás. Lo que se dice es que la Sagrada Escritura es infalible; pero la oral no. Por ejemplo: el obligar a judaizar (practica del apóstol Pedro). Pregunta 12: ¿No viola la Sola Scriptura el principio de causalidad, si tenemos en cuenta que la Iglesia determino el canon? Respuesta: Este argumento es presentado por Peter Kreeft. Kreeft, quien argumenta que la “sola Scriptura viola el 110 principio de causalidad, la cual afirma que un efecto no puede ser mayor que su causa”. Kreeft argumenta: “los sucesores de los apóstoles, los obispos de la Iglesia, decidieron en el canon, la lista de libros que se declare escritural e infalible... Si la Escritura es infalible, entonces su causa, la Iglesia, también debe ser infalible” (Kreeft, Fundamentals of the Faith, pp. 274-75). El argumento de Kreeft de que sola Scriptura viola el principio de causalidad es inválido por una razón fundamental: se basa en una suposición falsa. Asume erróneamente que la iglesia determinó el canon. De hecho, Dios determinó el canon al inspirar estos libros y no otros. La iglesia simplemente descubrió estos libros inspirados y determinados por Dios. Ministerio Luz a las Naciones Por Danny Totocayo Email: dannytotocayo@gmail.com Cel.: +51 930564077 111 Si quiere apoyar este Ministerio apologético, le estaremos muy agradecidos. 112