Síntesis Informe de Lectura González de Cardedal O. (2005). Cristología. BAC. Madrid. 79-123 Nombres: Margarita Romero Fernanda Sánchez Catalina Carrasco Javiera Cruces Curso: ¿Quién es Jesús? su persona y mensaje Docente: Juan Perez N. 17 de noviembre 2022 CAPÍTULO II PASIÓN I. Autoconciencia de Jesús en vísperas de su muerte 1. Crisis de Galilea La vida de Jesús tiene dos aristas: la acción en Galilea (predicación del Reino, realización de milagros) y la pasión en Jerusalén (proceso y muerte por crucifixión). La conciencia de su pasión es descrita como un viaje. El período de estancia en Galilea tiene dos momentos diferenciados: uno de gran tumulto de creyentes entusiasmados por sus milagros , se adhieren a él, y otro de distancia desilusionada.Las acciones de Jesús repercuten en la sociedad , estos identifican a Jesús como el posible rey que va a liderar un levantamiento popular. Lo identifican con el profeta y a la vez como rey. Aun en momentos críticos Jesús no renuncia a su misión, cuya meta era la reconstrucción e integración de Israel como el verdadero pueblo de Dios, pero al verse amenazado con una mala inteligencia de ella por sus compatriotas pone distancia frente a ellos. Aquí le aparece la necesidad de encontrarse consigo mismo y de confrontarse con el centro de la religión de Israel (templo y autoridades en Jerusalén). Tres situaciones nuevas aparecen en este momento: la concentración de Jesús en el adoctrinamiento de sus discípulos, el anuncio de su pasión con la subida a Jerusalén y el relato de la transfiguración.Las predicciones de su muerte, redactadas después de la resurrección, incluyen inseparablemente el recuerdo de lo que dijo Jesús y el testimonio de la Iglesia respecto de lo que fue una cesura en su vida. Este es un plan divino de Dios que incluía el don incondicional del Hijo a los hombres, con todas sus consecuencias. 2. Entrada en el templo Jerusalén es la ciudad donde todo profeta debe acreditar su misión. Por eso Jesús se dirige a ella en la Pascua con un alegórico recibimiento de la población y va al templo,como era usual en los profetas la expulsión de los vendedores del templo. La importancia de este hecho, situado por Juan al comienzo y por los sinópticos al final de la vida pública, radica en que con él Jesús se enfrenta al orden religioso anterior. 3. Confrontación con el pueblo Tales hechos ponían en primer plano la cuestión de la autoridad de Jesús por un lado y de su autoconciencia por otro,pero además Jesús hace una proposición que suena casi como una declaración de guerra “la parábola de los viñadores homicida”El sentido primero de la parábola es mostrar la situación crítica en que se encuentra Israel es la última oportunidad de salvación que Dios le ofrece,si consumen el rechazo y dan muerte al heredero. 4. Última cena. La expulsión de los mercaderes del templo es el gesto simbólico de Cristo mediante el cual expresa su actitud ante lo anterior, declarándose caduco. La última cena, en cambio, es el gesto simbólico, mediante el cual instituye una realidad nueva que, surgiendo de su vida entregada en libertad, determinará el futuro.Se forma una alianza nueva realizada en la sangre de Cristo como don de su vida para el perdón de los pecados de todos los hombres.El mensaje que nos entrega Cristo nos deja su Cuerpo y su Sangre.Jesús nos enseña a servir con humildad y de corazón a los demás. Este es el mejor camino para seguir a Jesús y para demostrarle nuestra fe en Él. El marco histórico de la última cena de Jesús con sus discípulos es la celebración de la pascua, la rememoración de la gesta liberadora de Dios con su pueblo, la memoria de la alianza, la esperanza del Mesías, la anticipación del reino escatológico El contexto inmediato es la traición de Judas .Todo el acto de la última cena y los relatos consiguientes tienen esos dos puntos de base principalmente. - Gestos y palabras El acto estuvo enmarcado por los gestos, alimentos, platos y copas establecidos por el ritual judío para la cena pascual. Dentro de ese marco Jesús altera unos elementos mínimos e inserta una realidad máxima: su existencia personal inherente al pan y al vino para ser alimento y bebida de los participantes. - El sentido El acto de Jesús es un signo de autoridad y de cumplimiento escatológico en un sentido.La conexión entre palabras y gestos nos permite descubrir un acto de alianza y de sacrificio. La teología de la alianza y de la pascua van juntas.La conclusión de una alianza en la sangre de Jesús, como acontecimiento escatológico fundador. La sangre es el poder de la vida, que Dios nos da, para recuperarla cuando la hemos perdido. La última cena de Jesús con los suyos es el acto con el que Jesús cierra su vida mientras aún tiene libertad. A partir de unas horas ya no podrá ser protagonista de su propio destino. Por eso ahora se anticipa a los hechos, los toma en propia mano y los interpreta permitiendo a los Doce y a todos los creyentes posteriores comprender y compartir el sentido de todo lo que vendrá después como un acto de su lúcida conciencia que asume y de su generosa libertad que se entrega por todos. Su final no es resultado de mala suerte,sino fruto de la entrañable misericordia del Padre que entrega su Hijo para vida del mundo y fruto de la libertad del Hijo, que reacciona con amor y sin violencia, entregándose por los que con violencia le provocan la muerte. La muerte de jesús Se vio de diferentes formas : ● Hecho Histórico:¿Cómo fue posible y cómo tuvo lugar? ● Hecho jurídico.¿Fue resultado de un proceso correctamente realizado desde el punto de vista formal? ¿Quién fue responsable? ● Hecho teológico:¿En qué conexión está la muerte de Jesús con Dios y cómo afecta la muerte del Hijo al Padre, a cuyo ser pertenece desde toda la eternidad? ● Hecho soteriológico:La fe cristiana ha confesado que la muerte de Jesús fue la superación de nuestra muerte y la redención de nuestros pecados; que en él estamos salvados. ¿Cómo puede ser que la muerte de uno sea fuente de vida para otros? ● Hecho eclesial-cultural. La predicación de la cruz de Cristo fue percibida como locura y como sabiduría. Contexto del problema. La muerte de Jesús fue atestiguada únicamente por cristianas, judios, romanos. La muerte de jesús en la cruz fue el fin de su vida entregada al reino y su resurrección fue signo del amor de Dios a su hijo, cuya muerte no fue casual ni destino, su muerte se considera un hecho histórico que debe ser entendido por todos y todas en diferentes medios,la muerte de jesús por tanto debe ser leída y entendida desde su condición de mensajero y a la vez desde la experiencia de la resurrección. Los hechos históricos se ven como una preparación y anticipación de los actos.la muerte de jesus quedo como un capitulo ,igual que todos los crucificados. Las fuentes. Casi todos los autores están de acuerdo en que existió un relato primordial de la pasión, del que dependen todos los evangelistas. La comunidad viviente, creyente y celebrante, está en el origen de todas nuestras fuentes sobre Jesús, que nacieron así de la celebración de la fe, y desde ella se extendieron hacia atrás para recuperar la historia fundante. Conexión entre la vida y la muerte. La misión estaba ordenada a los hombres y condicionada por ellos, pero ellos no eran su último fundamento ni su primer origen. Origen, fundamento el futuro de Jesús es siempre el Padre: ante él,sobre todo, vive su vida y muere su muerte. Se afirma que no existe testimonio histológico ni teológico que no pase primero por los testimonios de los apóstoles. Para el cristianismo Dios obra para el hombre mientras que para el catolicismo Dios siempre obra con y desde el hombre. ¿Pudo Jesús prever su muerte?, ¿Pudo prepararse a ella?. Jesús tuvo una muerte violenta, la rotura de su cuerpo, su desangramiento, todo esto por el perdón de los pecados del hombre, ya que con el amor por los suyos fue que guío su vida y su muerte fue realizada en solidaridad. El hecho de la muerte. La muerte de Jesús por el perdón de los pecados fue un hecho que mantuvo la esperanza para el pueblo, por eso Cristo tuvo 1 desafío cuádruple: Moral, Social, Salvífico y Teológico, estos desafíos se relacionaban con el comportamiento del hombre, como se relaciona el hombre con Jesus, buscar el amor y el perdón de Dios y además mostrar a su majestad como cercanía, su justicia como misericordia, su poder como compasión, su amor como perdón y la elección de Israel no como privilegio de un pueblo particular sino como servicio para todos los que vendrán de lejos a sentarse en el Reino con Abrahán. Con todo esto estaba asumiendo para sí mismo una autoridad que sólo correspondía a Dios. El Dios de Jesús aparecía opuesto al Dios de Israel. Estos cuatro desafíos, que eran expresión y consecuencia de la autoconciencia de Jesús, fueron la causa del rechazo por los cabezas del pueblo. Llegaron a la conclusión de que el Jesús real y el judaísmo real eran alternativas. La forma de su muerte por crucifixión Para la comprensión del destino de Jesús y su interpretación posterior es esencial no sólo el hecho sino el modo de su muerte: la crucifixión. Tal es la muerte que muere Jesús: la más ignominiosa, la propia de los más pobres de su tiempo, los esclavos. Es la acreditación máxima de la solidaridad de destino del Creador con su creatura, del Dios inmortal con el hombre que muere, padeciendo la muerte, y no cualquiera sino la que padecían los más pobres y desgraciados: los esclavos. Jesús lleva a Dios al extremo, al ponerse a sí mismo como portador del reino donde la miseria, lejanía y soledad son Máximas. La responsabilidad de la condena y de la muerte El rechazo de la Iglesia naciente y su persecución por las autori- dades judías le hizo escribir a Pablo unas líneas que, sacadas de su contexto, alimentarán en el futuro el antisemitismo: «Los judíos son los que dieron muerte al Señor y a los profetas y los que nos han per- seguido a nosotros; no agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres» . Sin embargo, el NT no siempre culpabiliza a los judíos; sabe que en Jesús estaba en juego un plan de Dios que desborda la historia. Dios ha dado así cumplimiento a lo que había anunciado por boca de todos los profetas, la pasión de su Cristo». «Juntáronse en esta ciudad contra tu santo Siervo Jesús, a quien ungiste, Heredes y Poncio Pilato, con los gentiles y con el pueblo de Israel, para ejecutar cuanto tu mano y tu consejo habían decretado de antemano que sucediese». Decenios después de que la Iglesia confiese explícitamente a Jesús como Hijo de Dios y en cuanto tal Dios, una deducción macabra conducirá a afirmar: Si Jesús es Dios y los judíos lo mataron, los reclamó la muerte, no sólo de aquellos judíos que en su día ejercieron la autoridad sino de todo el pueblo y de cada miembro del pueblo, los contemporáneos de Jesús y los posteriores. A la vez ha subrayado que lo decisivo en la muerte de Jesús no es quién le mató sino cómo y por qué murió él. Una vez perdonado, en el gozo de la reconstrucción por el amor, se ha percatado de la verdadera naturaleza y consecuencias del pecado. Ante el Crucificado, todos nos hemos descubierto pecadores y hemos comprendido que: «Cristo murió por mi causa (soy un pecador) y murió a mi favor (para que sea justo e hijo de Dios)». Ahora bien, una comunidad de discípulos, dispersos, traidores y pecadores perdonados por Dios, no podía ir a la búsqueda de los culpables de la muerte de Jesús. Los culpables eran también ellos, y lo somos todos en la medida en que hemos sido y seguimos siendo pecadores por negar a Dios y al prójimo en nuestra vida real. El morir de Jesús corresponde a la actitud de quien se sabe víctima de una situación a la vez que deudor de ella, superior a ella y destinado a todos, también los que están más allá de ella. Los hombres no saben lo que hacen contra él, pero él sí sabe lo que hace por ellos. La oración por los que lo crucifican, la entrega del discípulo a su madre y de ésta al discípulo, la rendición confiada en las manos del Padre, a la vez que sufre en la agonía el abandono de todos, concluyen el destino de Jesús. El sentido de su morir Él había relegado su mensaje a su persona: las palabras y las acciones recibían del sujeto su última verdad y credibilidad. Anulada la persona, no quedaba un cuerpo de doctrina ni unos resultados prácticos, que pudieran subsistir sin él, ni un grupo de seguidores que pudieran prolongar la acción del maestro. La resurrección invierte el juicio histórico de los hombres, en cuanto que ella es la acción, el juicio y la manifestación escatológica de Dios que afirma a Cristo en la vida frente a la muerte, lo hace partícipe de su poder y gloria, reúne a los discípulos, legítima la historia anterior, e identifica al protagonista como el Hijo. si la muerte significó la negación de la propuesta mesiánica, la resurrección significa la negación de la muerte y la devolución de todas las esperanzas que Jesús había suscitado en los hombres, a la vez que otras que entonces no habían podido percibir. a) Es resultado de la libertad de los hombres, la inhibición general, la omisión del ejercicio de la responsabilidad, la traición de los amigos y la cobardía de los jueces, llevaron a Jesús a la muerte. b) Es resultado de la libertad del propio Cristo, y en este sentido su propia conciencia es la fuente y la norma para descubrir su sentido. Conciencia y libertad son las dos condiciones necesarias para realizar una misión con dignidad. La novedad del tiempo y de la libertad del hombre son inicios creadores, que repercuten sobre Dios en cuanto ser personal y libre, libremente inserto en la historia de los hombres, y le afectan no en el orden del ser, pero sí en el orden de la persona. Si para los griegos Dios es inmutable, es porque no conocen la categoría de persona, en la que permanencia metafísica, fidelidad esencial y sufrimiento profundo pueden ir juntos. El Absoluto de los griegos es inmutable e impasible; el Dios cristiano es inconmovible y compadeciente. Una muerte de Jesús que fuera sólo la ocasión, el lugar o el signo de un perdón, que Dios otorga a los hombres, al margen de su conciencia y libertad, es un sinsentido absoluto, contradice la forma en que Dios integra en su obra a cada criatura según su propia naturaleza, y ofende la dignidad del hombre Jesús al convertirlo en agente de algo que Dios hace en él y resulta de él para los otros al margen de él. Frente a esta actitud de fondo hay que reclamar la conciencia y libertad que convierten a Cristo en sujeto activo y responsable de su muerte, en lúcido y generoso donador de su vida por los hombres. c) La tercera libertad enjuego es la del Padre, si en cuanto obra de los hombres la muerte de Jesús es un crimen y en cuanto obra del propio Jesucristo es un servicio y sacrificio por sus hermanos, en cuanto obra de Dios es el Don del Padre, que se entrega a sí mismo entregando su Primogénito a todos los hermanos para que la vida de él se convierta en la vida de ellos, para que con su potencia santificante y sanadora destruya sus pecados, los integre a la filiación y les confiera el Espíritu. Antes que la muerte de un hombre ante Dios, es la muerte del Hijo en la que Dios se dice y se da a los hombres. Lecturas teológicas de la muerte de Cristo en el NT Una vez pensada la muerte de Jesús a partir de su acción pública, hay que pensarla a partir de la resurrección en un sentido y a partir de la encarnación en otro. La muerte es la encarnación consumada; la realización del nombre definitivo de Dios como Emmanuel en el límite supremo del vivir, que es el desvivir; y del nombre propio de Jesús, quien haciendo así presente el poder de Dios en el mundo «salva al pueblo de sus La muerte de Jesús permite así tres lecturas: a) Es la muerte de unjudío, sitúa- ble dentro de la historia de su pueblo, como un particular en un marco particular, b) Es la muerte del Mesías, que realiza su destino en clara conciencia y decidida libertad, c) Es la muerte del Hijo en la que Dios como Padre está implicado, compartiendo desde dentro el destino de la criatura, sabiendo así de la soledad del pecador, de la agonía en la existencia y del abismo en el morir. La primitiva Iglesia tardó tiempo y recorrió largo camino hasta que encontró una respuesta teórica a lo impensable: la muerte del Mesías. A la luz de la Escritura, de ciertas palabras del Maestro y de los gestos realizados en la última noche, fueron descubriendo un sentido positivo en ese final trágico. Podríamos distinguir dentro del NT cuatro intentos o fases en la identificación de la pasión de Jesús: a)La muerte del justo, Jesús muere como el justo de los Salmos y del libro de la Sabiduría que sufre a mano de los malvados, es marginado por los injustos y rechazado por una sociedad cerrada sobre sí misma. Jesús ha participado en nuestros sufrimientos, para poder ayudar a los que sufren la prueba y la injusticia. Otras lecturas de la muerte de cristo junto a esta interpretación de la muerte de Jesús, que es la que presenta el NT (cristológica: es un acto de su libertad personal; teológica: es un don de Dios para vida de la humanidad; soteriológica: es la potencia de esa vida divina comunicada en su sangre, desalojando el poder del pecado y transfiriendo al hombre al ámbito de la vida divina), se han ofrecido otras a lo largo de la historia de acuerdo con la diversa comprensión fundamental que se ha tenido de la persona de Cristo. La interpretación trinitaria de Moltmann. Sin embargo, tanto la encarnación como la muerte no recaen con todas sus consecuencias sobre las otras dos personas del mismo modo que sobre el Hijo. Desde Orígenes hasta Rahner la teología ha repetido que sólo el Hijo había asumido personalmente la humanidad y por tanto que la muerte sólo es realizada por el Hijo en cuanto encarnado, no por las dos personas. Conclusiones Siempre es importante recordar la pasión y compasión que Jesus tuvo por el pueblo, aun después de que todos lo abuchearon , juzgaron y abandonaron en la cruz , él tiene el don de perdonar a todas las personas. Tras horas de agonía, finalmente se cumpliría el designio divino: que él moriría para borrar nuestros pecados. La Pasión de Cristo recrea las últimas doce horas de la vida de Jesús de Nazaret, desde el momento en el que acude al Monte de los Olivos hasta el momento de su muerte en la cruz. Tras la última cena, Jesús acude a Getsemane a orar y a enfrentarse a las tentaciones de Satanás. nos muestra como Jesús entregó su vida por el pueblo. Jesús tomó su vida en la tierra orientando el buen vivir, siempre guiando al hombre, Jesús tuvo una muerte cruel en la cual sufrió terriblemente, muchos se preguntan si Jesús pudo haber evitado su muerte, si el sabia lo dolorosa que iba a ser, aunque no existe respuesta certera de los apóstoles, solo se sabe y el real que el murió por el hombre y el perdón de los pecados, aunque existen diferencias entre el cristianismo y el catolicismo es claro que Jesús siempre actuó con y para el hombre.