LA INFORMALIDAD: CÁNCER QUE AÚN NO HA SIDO CURADO Cuando la ignorancia y la viveza predomina en el pensamiento de la población y traspasa a las actividades económicas, sobrevivir en el mercado de manera licita y formal se ve imposible. La falta de conocimiento acerca de los regímenes tributarios, sumada a la mentalidad promedia del peruano la cual piensa que mientras más evadas tus responsabilidades -los impuestos- más vivo eres, da como resultado la informalidad; sí, esa informalidad que es el cáncer de la economía nacional y nos mantiene como un país en vías de desarrollo porque el sector económico más grande es el que menos aporta. Toda esta problemática cambiará cuando dejemos de velar únicamente por nuestros intereses propios y hagamos énfasis en el bien común, en ese momento comprenderemos que la formalización de las micro y pequeñas empresas es beneficiosa tanto para la población como para el estado. En los siguientes párrafos fundamentaremos y demostraremos esta postura. Según el Instituto Nacional de Estadística (INEI) al 2017, las micro y pequeñas empresas representaban el 95% de las empresas del país y brindaban empleo a más de 8 millones de peruanos enfrentando así una de nuestras problemáticas más grandes como lo es el desempleo; además de ser el sector económico más grande del Perú. Sin embargo, el 80% de estas empresas son pertenecientes al sector informal, lo cual trae consecuencias fatales para nuestra economía tales como la no existente recaudación de impuestos para el estado, bajo aporte al Producto Bruto Interno Nacional, además de un crecimiento estancado de las empresas debido a las paupérrimas posibilidades y oportunidades dentro del ámbito informal, etc. Tomando en cuenta la información mencionada y las consecuencias de la misma, podemos deducir y reafirmar nuestra postura, lo efectos en nuestra economía y el PBI se entiende como el estado, y las pésimas condiciones de crecimiento empresarial no es más que la población como tal. Como señala Diego Macera presidente del Instituto Peruano de Economía “La esencia de la formalidad es que ayude a la productividad de los trabajadores” (Revista de la Cámara de Comercio de Lima, 2017). Tal como lo menciona el presidente del IPE, la formalidad beneficia a los empleados de manera de que reciben múltiples beneficios los cuales no pueden recibir de manera informal, acceder a servicios tales como un fondo de pensiones, seguro de salud en entidades públicas, vacaciones anuales y en el mejor de los casos gratificaciones, asimismo, sirven de motivación y de incentivo para los trabajadores garantizando una elevación en su productividad; además, las condiciones para el empleo se vuelven más sanas y adecuadas, un horario establecido, ya sea completo o part-time, puestos y labores las cuales respeten la dignidad de la persona dado que de caso contrario pueden ser denunciados ante entidades del estado, situaciones que de manera informal son difíciles de denunciar. En sí, a medida que el ambiente de trabajo sea favorable mayor va ser la productividad y la eficiencia de los empleados. La formalidad no solo propicia condiciones adecuadas para los empleados y el estado, también para la empresa como tal permitiéndole tener expansión en el mercado para así lograr aumentar el número de clientes y poder llegar a otros sectores o públicos. Un ejemplo de ello es la hamburguesería local “Don Tito”, que, tras pasar de ser un negocio informal y ambulante, logró asentarse y dominar el mercado con el pasar del tiempo basándose en la legalidad, esto se ve reflejado en sus resultados y situación actual, pues en menos de 10 años ha conseguido un éxito rotundo contando con 2 locales en nuestra ciudad. La principal causa de la informalidad de las micro y pequeñas empresas dicho de manera de vulgar es que “ser formal es caro”; debido a la falta de información y la ignorancia de los empresarios emergentes, buscan generar ingresos evadiendo aspectos los cuales consideran que van a afectar la rentabilidad de sus negocios. Aspectos tales como las cargas tributarias, expedición de licencias de funcionamiento, pagó de sueldos mínimos vitales para sus trabajadores (esto se ve como una amenaza cuando los sueldos de los trabajadores son inferiores, mayormente en menores de edad e inmigrantes), son vistos como trabas del estado por los empresarios. A día de hoy la realidad es totalmente diferente, el gobierno en el 2018 reformuló la ley de mypes en búsqueda de su desarrollo, competitividad y formalización. La nueva ley contiene diferentes beneficios para los microempresarios tales como: al inscribirse en el Régimen Especial de Renta (RER) sólo pagaran el 1.5% de sus ingresos netos mensuales, están exoneradas de pagar tramites a la municipalidad (renovación, actualización de datos, etc.), solo asumirán el 30% de los derechos de pago ante el ministerio de trabajo, no deben pagar gratificaciones por fiestas patrias o navidad ni están obligados a pagar la asignación familiar. La formalidad en las mypes es necesaria para el desarrollo de las mismas. No olvidemos que “Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de mofa”. Este refrán refleja la situación actual empresarial en nuestro país, los malos sirven de ejemplo tomando en cuenta a la mayoría de microempresarios, los cuales se “burlan” de la formalidad y de la moral ejerciendo sus actividades comerciales por lo bajo y sin brindar beneficio alguno al estado y el PBI, el día que esta mentalidad cambie y los empresarios reconozcan los beneficios y sus derechos al formalizar sus empresas, dejaremos de ser un país estancado y el crecimiento económico llegara a cifras ascendentes jamás antes alcanzadas. “La informalidad es el cáncer del desarrollo económico del país, es suficientemente poderosa para afectar los fondos estatales y el progreso, llevando así al país a un estancamiento y una permanencia duradera en el tercermundismo”. Una empresa registrada jurídicamente puede acceder a facilidades como un préstamo bancario, este préstamo puede significar el implemento de maquinarias o un nuevo local, todo esto con el objetivo de crecer. Como bien sabemos el crecimiento de las empresas cuentan con un beneficio mutuo tanto para el dueño, los trabajadores y el estado. Quien de nosotros no ha pasado por una situación similar o conoce a alguien quien haya trabajado en una empresa informal, por mi parte tenía un amigo, el cual trabajaba en un restaurante de menú, su horario era de doce horas diarias, horas demasiado largas para su sueldo, este no ascendía a los 140 soles semanales, el problema radicaba en que él era menor de edad y había una suma de factores los cuales propiciaban esta lamentable situación. Su centro de labor era un restaurante escondido en un caserío, no brindaban boletas y evidentemente no estaba registrado jurídicamente, el dueño andaba presente en el local y era quien explotaba a sus trabajadores, recuerdo muy bien haberle preguntado a mi conocido: ¿Por qué te pagan tan poco? Y él simplemente respondió: “Soy menor de edad, no hay nada por hacer”, así como él hay muchas personas pasando por las mismas circunstancias, laborando en condiciones deplorables las cuales solo atentan contra su integridad personal y dignidad, historias como esta demuestran la calidad de ambiente laboral y el poco respeto hacia los derechos de los empleados en el sector informal, este es uno de los muchos motivos por los cuales se debe luchar contra la informalidad y en un futuro no muy lejano lograr erradicarla. Se suele decir: “la formalidad no está hecha para todos”, si hablamos de vendedores ambulantes o de negocios ubicados en mercados zonales o centros comerciales de bajo nivel, formalizar significaría la quiebra de muchos de estos negocios y por consiguiente el desempleo de millones de personas, no obstante, este argumento tiene poca validez al contrastarlo con la realidad, en el caso de los ambulantes, diversos comerciantes de la calle han realizado sus trámites y solicitado permisos para seguir laborando e incluso hemos podido apreciar como sus carretillas a día de hoy llevan la insignia de la municipalidad en ellas; ellos son una evidencia clara de que formalmente sí se pueden realizar las actividades económicas incluso en la calle. Para finalizar, luego de haber analizado todos los factores, datos y situaciones expuestas en este ensayo, podemos evidenciar todos los problemas y complicaciones que han generado la informalidad en nuestro contexto, desde limitar a empresas hasta perjudicar al país en su desarrollo, la forma en la que se ha desarrollado nuestro mercado nacional en tanto a pequeñas empresas se ve reflejado en la situación del Perú en los últimos años, un país económicamente estable pero que fuera de eso, tiene un crecimiento anual muy bajo, inversiones mínimas en aspectos fundamentales para el desarrollo de la población(educación, salud, etc.), además de una escaza industrialización y manufacturación de productos finales pues solo somos un comercializador de materias primas a nivel internacional; como bien dijimos en el primer párrafo la informalidad es el cáncer de la economía del país, y no solo de ella sino también de la sociedad, pero es una enfermedad curable, tenemos la quimioterapia más efectiva para este mal: la legalidad y el trabajo honesto, el día que se entienda a la formalidad como un medio de progreso y de desarrollo, el Perú y sus habitantes renacerán dejando en el olvido al país desordenado y tercermundista que un día fue. Referencias bibliográficas; Espinoza, N. (2008). Creación y gestión de pymes. Lima, Perú: Centro de Producción Editorial e Imprenta de la UNMSM. Poma, E. (1996). Tratado de la micro y pequeña empresa. Chimbote, Perú: Promotora El Dorado S.A. Anzola, S. (1993). Administración de pequeñas empresas. México D.F.: McGraw-Hill Interamericana. Daniel, J. (2002). CÓMO DIRIGIR UNA PYME. Buenos Aires, Argentina: Valleta Ediciones S.R.L. Herrero, J. (2002). Administración, Gestión y Comercialización en la Pequeña Empresa. Madrid, España: Thomson editores Spain Paraninfo S.A. Linkografía: Anónimo. (2017). “LA ESENCIA DE LA FORMALIDAD ES QUE AYUDE A LA PRODUCTIVIDAD DE LOS TRABAJADORES”. Julio del 2017, de IPE Sitio web: https://www.ipe.org.pe/portal/la-esencia-de-la-formalidad-es-que-ayude-a-laproductividad-de-los-trabajadores/