LA AGNOSIA Y OTROS TRASTORNOS ASOCIADOS A PROBLEMAS EN LA PERCEPCIÓN En algunas circunstancias, la percepción puede no reflejar la realidad, sin que esto implique patología alguna. Estos “fallos" pueden tratarse de una ilusión o de una alucinación. La ilusión hace referencia a una interpretación errónea de un estímulo externo real, mientras que la alucinación consiste en una percepción errónea sin la presencia de un estímulo externo real. Estos fenómenos pueden darse sin patología. Un ejemplo de ilusión, serían las conocidas ilusiones ópticas como percibir movimiento en una imagen estática. Algunas alucinaciones más comunes serían las hipnagógicas que consiste en que cuando te estás quedando dormido percibes una figura, un sonido o sientes que te tocan. Sin embargo, las ilusiones y las alucinaciones también pueden ser patológicas, relacionadas con la esquizofrenia, episodios de psicosis o ideas delirantes. La percepción también puede alterarse mediante el daño de los órganos sensoriales, en las vías que llevan la información sensorial al cerebro o en las áreas cerebrales encargadas de la percepción. Un daño en cualquiera de estos tres puntos va a alterar de alguna forma la percepción normal de los estímulos. El trastorno más conocido de la percepción es, probablemente, la Agnosia. Este trastorno conlleva una dificultad para dirigir y controlar la percepción. Hay 2 tipos: Agnosia visual perceptiva (pueden ver las partes de un objeto, pero hay una incapacidad para entender el objeto como un todo) y Agnosia visual asociativa (puede entender el objeto como un todo, pero no puede saber de qué objeto se trata). Es difícil entender la experiencia perceptiva de la gente con estos trastornos porque, aunque realmente “ven", la sensación que tienen es la de ser ciegos. También, hay trastornos aún más específicos, como la Acinetopsia (incapacidad de ver movimiento), Acromatopsia (incapacidad de ver colores), Prosopagnosia (incapacidad de reconocer caras familiares), agnosia auditiva (incapacidad de reconocer un objeto mediante el oído y, tratándose de información verbal, la persona con agnosia no reconocería el lenguaje como tal), amusia (incapacidad para reconocer o reproducir tonos o ritmos musicales). Estos trastornos son provocados por un daño cerebral, ya sea un ictus, un Traumatismo Craneoencefálico (TCE) o, incluso, una enfermedad neurodegenerativa.