Anexo Yogures Müller y su intento por robar cuota de mercado al líder Danone Yogures Müller trató de introducirse con fuerza en el mercado español de lácteos a comienzos el siglo XXI (aterriza en España en 2003). Su gama de yogures comienza apareciendo en los principales supermercados de Madrid, extendiéndose en pocos meses a otras grandes ciudades como Barcelona, Valencia o Zaragoza. Müller llegó a España con sus yogures poniendo en marcha una ambiciosa y ofensiva campaña que trataría de desbancar el liderazgo de Danone. Para ello, trataba de proyectar un posicionamiento antagónico al de dicha multinacional. Concretamente, se «burló» de la búsqueda de los cuerpos esculturales que ponían imagen a los yogures de Danone, quien trabajaba una imagen de productos saludables para aquellos que se preocupan por su figura. En su campaña, Müller puso en marcha diversas acciones de comunicación controvertidas que (indirectamente) atacaban a esos cuerpos perfectos que en las campañas de Danone aparecían tomando dichos yogures. Por ejemplo, en un anuncio de TV, un deportista de cuerpo musculoso salía a correr, momento que aprovechaba un hombre muy delgado para «colarse» en su casa y mantener relaciones con la esposa del primero. Como se puede intuir, el segundo representa un consumidor de Yogures Müller. Otros ejemplos similares continuaron poniéndose en marcha, manteniendo siempre esa tónica de humor o satírica, con un tono cercano y directo. El director de marketing de Müller decía que la idea era muy clara: se trataba de contar a los consumidores normales, de a pie, cotidianos, el hombre de la calle, que estos yogures son para ellos. Se les decía que no merece la pena preocuparse tanto por tener un cuerpo perfecto. Los yogures de Müller se centran en el sabor y en el momento placentero que te regalan. Esto quedaba respaldado, además, por algunos elementos de neuromarketing, como por ejemplo el color rojo predominante en los envases (frente a los azules, blancos y verdes de Danone). Pocos años después, se confirma el fracaso de Müller en España, quien se retira del mercado sin haber logrado alcanzar, ni siquiera, la segunda plaza (ocupada por la marca Clas). A ello contribuyó directamente Danone, quien reaccionó a la ambiciosa estrategia de Müller lanzando al mercado una línea muy parecida, donde predominaban los colores rojos y tenían también el placer como eje en su propuesta de valor. Como resultado de este y otros factores, Müller solamente logró un 1 % de cuota de mercado, mientras que Danone mantuvo una participación del 53 %.