DAANY BEÉDXE el espíritu del guerrero Guillermo Marín 1 I N T R O D U C C I Ó N. Los procesos de sedentarización e invención de la agricultura en México tienen más de ocho mil años. Los mexicanos, pertenecemos una de las civilizaciones más antiguas del mundo, que tiene un origen autónomo. Sin embargo, esta Gran Historia, que es "Nuestra Historia", nos es casi desconocida a la mayoría de los mexicanos. Los millones de personas que existieron antes de la invasión, "Los Viejos Abuelos", desaparecen de nuestra memoria a partir de 1521 a través de los mecanismos de la colonización. La destrucción total de la Ciudad de México-Tenochtitlán, una de las más avanzadas tecnológicamente del mundo de aquellos tiempos, es el símbolo de la negación y des valoración que sufrirá nuestra cultura. Será hasta finales del siglo pasado cuando se empieza a "redescubrir" tenuemente su presencia. Sin embargo, desde la conquista, lo poco que se sabe de esta Historia, siempre ha estado en manos de los vencedores y ahora en las plumas de los investigadores, quien por cierto, en su gran mayoría son extranjeros. A pesar de que la civilización de nuestros antepasados, es tan antigua e importante como las civilizaciones de China y la India, después de quinientos años, se les sigue viendo como "primitivos" adoradores del agua, del sol y realizando sangrientas ceremonias; no solo por los "expertos", sino también por los propios mexicanos. 2 A los Viejos Abuelos se les niega toda posibilidad de tener una compleja y sofisticada estructura filosófica, que fuera la base en la que cimentaran sus grandes conocimientos científicos, artísticos, sociales y religiosos. Y tal vez lo más importante, se asume esta civilización como extinta, sin ninguna presencia en el México de hoy. De qué manera los mexicanos podemos sentirnos orgullosos de nuestra historia y de nuestros orígenes, si los desconocemos. Cómo podemos salir de este "laberinto de soledades" que nos han dejado, sin un rostro propio y un corazón verdadero. Cómo podemos sentir orgullo e inspiración de nuestros milenarios orígenes, si somos extranjeros incultos en nuestra propia tierra. Cómo es posible que sepamos más de la historia y la filosofía de los pueblos europeos, que de nuestros Viejos Abuelos. La intención de este trabajo es soñar con lo que debió ser nuestra verdadera historia. Tratar de imaginar a nuestros antepasados como lo que fueron, no como nos han enseñado a verlos. Reconocerlos como hombres sabios, poseedores de un proyecto filosóficoespiritual capaz de impulsar un desarrollo cultural que se mantuvo a través de miles de años y que le permitió a diversos pueblos, en tiempos y lugares diferentes, expresar su creatividad y sensibilidad a través de la misma matriz filosófico-cultural; produciendo una civilización decantada y perfeccionada, como la China o la India. Para ello, nos hemos valido de los conocimientos científicos que nos proporcionan los libros de historia del México Antiguo, pero desechando su ideología colonizante. Hemos tratado de retomar los textos de los españoles y los indígenas, que vivieron la invasión o escribieron posterior a ella, desde luego, tratando de hacer a un lado, la visión eurocentrista, donde todo lo nuestro es primitivo, diabólico y perverso. Hemos retomado la poesía de Los Viejos Abuelos, tratando de ponerla en nuestra lengua contemporánea, tratando de salvar, las traducciones coloniales. Sobre todo, para la primera parte, usamos los "Huehuetlatolli" (la antigua palabra) para darles voz a los personajes y para que el lector, aprecie la profundidad y sabiduría de una civilización que mantenía altos y sólidos principios éticos y morales, 3 que primero los conquistadores y después los colonizadores, nunca quisieron reconocer y valorar. Así mismo, retomamos los elementos que consideramos más importantes de la obra de Carlos Castaneda. Señalando que las llamadas "Enseñanzas de Don Juan" son una herencia y patrimonio de todos los mexicanos. Creemos que la filosofía que manejaron los hombres de conocimiento del México Antiguo, los toltecas, se encuentra de algún modo en la obra de Castaneda y principalmente subyace a flor de piel en las comunidades indígenas y en la cultura popular. De la misma manera, hemos utilizado en este "sueño", las experiencias personales que nos ha tocado vivir en las comunidades indígenas y campesinas; porque estamos seguros, que para entender el pasado de México, necesitamos conocer la forma de sentir, pensar y actuar de los indígenas y campesinos de nuestros días; ya que esta milenaria cultura sigue viva, vibrante y vigente; presente no sólo en lo que el Dr. Guillermo Bonfil llamó " El México Profundo", sino en todas las estructuras de lo que hoy conforma nuestro país. Los mexicanos somos un pueblo mestizo. En estos quinientos años la Cultura Occidental y la Cultura Anahuaca (mesoamericana) se han fundido, pero indudablemente nuestra Cultura Madre es la indígena. Más allá de la pátina europea que nos cubre, los mexicanos en nuestra forma de sentir, pensar, hablar, comer, relacionarnos con la familia, las personas, la naturaleza, el arte y con los espacios de lo sagrado y lo divino; respondemos más a nuestra milenaria civilización, debido a que somos parte de un proceso que nunca murió, solo se encubrió. Los mexicanos no podemos seguir negando a nuestra madre. El espíritu de los Viejos Abuelos habita en lo más profundo de nuestro corazón, lo que se requiere es un "espejo" donde podamos reconocernos a nosotros mismos y "humanizar nuestro querer". Este "sueño" usa la estructura de la novela, para darle vida a un personaje, al final del período llamado "Clásico". Tratamos de imaginar cómo vivían nuestros antepasados y cuál era su pensamiento. Intentamos recrear la sociedad de nuestros Viejos Abuelos, desechando la visión colonizadora. Pretendemos en este "sueño" 4 describir la vida en los centros de conocimiento, ahora llamados "zonas arqueológicas" y tratar de plantearnos de una manera respetuosa, para qué fueron creados. En este intento de novela, la vida de nuestro personaje Águila Nocturna y una comunidad Zapoteca de los Valles Centrales de Oaxaca (Etla), se entrelazan con la milenaria zona arqueológica conocida como Monte Alban y que probablemente se llamó La Montaña del Jaguar, título de la novela en lengua Zapoteca (DAANY BEÉDXE). Águila Nocturna es un hombre, que desde niño es elegido por el "Poder", para seguir las enseñanzas de Los Viejos Abuelos. En su recorrido pasa por los centros de estudios (Calmécac y Telpochcalli) del México Antiguo. Por su virtuosismo, es enviado a Monte Alban para continuar con su preparación; ahí, después de años de intensos estudios y rigurosas prácticas, se convierte en un Guerrero y después de enfrentar una estremecedora iniciación, en la cual pierde la memoria, aparece en la península de Yucatán con el pueblo Maya, donde tendrá que recuperar su memoria, como parte final de la prueba. Después de muchas vivencias logra llegar de nuevo a Monte Alban y le toca vivir, lo que los historiadores llaman el colapso del período Clásico Superior, en donde se supone, que alrededor del año 850 de nuestra era, la mayoría de los centros de conocimiento como Teotihuacán, Palenque o Monte Alban, fueron destruidos y abandonados por sus propios moradores, sin que hasta la fecha se tenga una explicación de este misterioso hecho. Al guerrero le será encomendada una importantísima misión, para mantener vivo el conocimiento milenario de Los Viejos Abuelos hasta nuestros días. Este trabajo esta hecho especialmente para los jóvenes. No tiene la pretensión de hacer una novela de época, ni mucho menos histórica. Tiene la intención en cambio, de ofrecerles un "sueño", para tratar de hacer consciente nuestros milenarios orígenes y hacer propia la historia de Los Viejos Abuelos y sentirse orgullosos de ella. Proponemos un "sueño provocador", que inicie el viaje hacia lo profundo de nuestro "ser", para descolonizar nuestra percepción de nosotros mismos al conocer nuestra historia verdadera. Porque los mexicanos no 5 podremos seguir negando nuestra Cultura Madre, tratando de ignorar los valores de nuestra antigua civilización. El México del siglo XXI necesariamente tendrá que ser construido con la otra mitad de nosotros mismos, aquella que hemos negado tercamente en los últimos quinientos años. Todos los mexicanos; indígenas y no indígenas, debemos encontrar en nuestro pasado, no solamente inspiración, sino continuidad de un milenario proceso histórico, filosófico y cultural, para poder imaginar y construir nuestro propio futuro, donde no existan más los vencedores y los vencidos; sino simplemente, los hijos de los hijos de Los Viejos Abuelos. Guillermo Marín Primavera de 1996. Ciudad de Oaxaca. 6 " Una historia propia no sólo es necesaria para explicar el presente sino también para fundamentar el futuro. El futuro, en estos casos, es ante todo la liberación, la recuperación del derecho de conducir el propio destino. Una historia expropiada es la cancelación de la esperanza y la sumisa renuncia a cualquier forma de autenticidad." Guillermo Bonfil Batalla. 7 D A A N Y B E É D X E. PRIMERA PARTE El día había sido muy largo, el Sol declinaba lentamente. El cielo se encendía entre montañas de nubes, rojas y naranjas que se amontonaban en el horizonte, acompañando al incandescente Señor de los Dardos de Fuego en su viaje al inframundo, al lugar de los descarnados. El Valle del Frijól, todo cubierto de amorosas milpas, se preparaba para recibir los misterios de la noche. La casa de Garra de Jaguar estaba llena de amigos y parientes, en especial de mujeres laboriosas, que preparaban todo lo necesario para el gran acontecimiento. Flor Mentida, su esposa, estaba por hacer florecer el fruto de su amor, que durante nueve meses llevó en su vientre. Tenía cinco días de haber llegado la partera, era la costumbre que ella preparara los alimentos y dirigiera a las mujeres jóvenes, que aprendían y servían con emoción. Los amigos de Garra de Jaguar por su parte, además de traer alimentos para el "gasto" de los invitados y ayudantes, traían palabras de aliento al futuro padre. Garra de Jaguar entendía ahora, porqué su corazón fue atrapado por la energía de Flor Menudita. Al aproximarse el nacimiento de su hijo, se le juntaban todas las emociones en el pecho. Estaba cumpliendo con su destino. La noche cubrió totalmente el fértil valle. La luz de las antorchas y los fogones alumbraban las casas del pueblo, el cual se preparaba para descansar. De pronto, el cielo iluminado por una enorme luna llena, se vio obscurecido por una invasión de negras y pesadas nubes, que presagiaban tormenta. 8 La partera, mujer sabia y conocedora de la naturaleza, se dio cuenta que ésa noche caería una gran tormenta y nacería el niño. La paz del pueblo fue rota por un relámpago, que primero iluminó el valle y después estremeció los cuerpos con un fortísimo trueno. La lluvia se precipitó como por mandato, desde el primer momento cayó abundante y se mantuvo toda la noche. Las mujeres jóvenes se pusieron a rezar y la partera con cuatro mujeres de experiencia empezaron a trabajar. Los gritos de dolor eran opacados por los truenos y el ruido del agua al golpear la tierra. Flor Menudita luchaba con fuerza, en medio de grandes dolores, por traer al mundo a su hijo. Fue en la madrugada cuando terminó la gran tormenta. De la misma manera en que empezó, se desprendió del cielo un luminoso relámpago, como nunca antes se había visto y su potente trueno anunció el nacimiento del niño; mientras una inmensa águila volaba en torno a la casa del recién nacido. El trueno despertó a todo el pueblo, quien pudo escuchar en el extraño silencio que dejo la tempestad, el grito del niño y vio el extraño vuelo nocturno de la majestuosa ave, que caló profundo en el corazón de todos. Entonces la partera tomó al niño y le dijo: -"Se muy bienvenido, amado niño. Sabemos de los trabajos que haz tenido para llegar a este mundo, lleno de fatigas y sufrimiento. No sabemos que dones y ventura te han dado los dioses, esperamos que seas digno heredero de tus padres y tus abuelos, y que logres florecer entre nosotros". Al terminar de hablar, la partera le cortó el ombligo al niño y enterró la placenta con Garra de Jaguar el patio de la casa. Para después lavar y poner a secar el ombligo en un recipiente de barro que tenía olorosas hierbas. En la casa todo era alegría en torno a la pareja y su vástago, se encontraba reunida toda la familia. Como era costumbre, el más 9 anciano de la familia paterna, inició un discurso solemne a nombre de todos: -"Hijo mío muy amado y muy tierno, recibe aquí la enseñanza que nos dejaron, nuestro señor, nuestra señora, tu padre y tu madre. Sabe y entiende, que esta no es tu verdadera casa, aquí donde haz nacido, porque eres guerrero del espíritu, águila dorada, siervo de nuestro señor que está en todas partes. Este lugar al que haz llegado, no es tu casa definitiva, es solo un nido temporal. Porque aquí haz venido a brotar a florecer, a aprender a volar. Tu propia tierra, es otra; en otra parte estás prometido. Esta tierra es tan solo el campo de batalla donde debes aprender a vencerte a ti mismo. Tu verdadera tierra está en el Sol". Después la más anciana de la familia de la madre, inició su discurso de esta manera: -"Hija mía, muy amada. Mujer valiente y esforzada, Te haz comportado como el águila y como el jaguar en el campo de batalla. Haz luchado, haz sufrido, haz vencido, nos diste a un hermoso niño, amada y querida hija mía. Nuestro padre, nuestra madre; están satisfechos de ti." Después de los discursos, todas las personas reunidas en la casa, se acercaron a saludar al más pequeño del pueblo y a felicitar a los orgullosos padres. Inmediatamente llegaron los hombres sabios de los libros, los poseedores de "la tinta negra y roja". Primero preguntaron la hora exacta del nacimiento; consultaron los libros y discutieron entre ellos, los parientes mientras tanto guardaban un respetuoso silencio y los padres expectantes esperaban el dictamen de los hombres sabios. Entonces tomó la palabra el más anciano y dijo: -"Señores y señoras y todos los que están amorosamente reunidos en esta casa. Los que son parientes o amigos de los padres de nuestro nieto. Que es nuestra piedra preciosa y nuestra pluma rica, que ahora nuevamente ha llegado y que se ha manifestado. Que es una piedra preciosa y un sartal de cuentas de oro, y es cabello y uña de sus antepasados. Por algunos días tendrá necesidad el niño de toda su 10 ayuda, él es la esperanza de los Viejos Abuelos y de nosotros, este niño, como todos los niños representa nuestro luminoso futuro. Nuestro gran padre nos da la oportunidad de cuidarlo y servirle, porque esto es una gran fiesta y una maravilla." Inmediatamente el sabio anciano, se dirigió a los padres y les dijo: -Aquí están, hombre y mujer como los padres de este niño; gócenlo y sea su mayor riqueza. Esta pequeñita piedra preciosa, este manojito de plumas de quetzal, que es como un pedazo de piedra preciosa cortado de sus antepasados, la esperanza de todos nosotros. Madre y padre, me complace decirles que su piedrita preciosa nació en un buen signo, en justo tiempo y en debido lugar; más como todo en la vida y el mundo, está compuesto de pares complementarios; porque así es el día y así la noche; así el frío y así el calor, su piedrita preciosa tiene encomendada una difícil labor. Su hijo trabajará mucho y no tendrá nada; los dones que el gran señor le dio, no serán para él, ni para nosotros... él será semilla de otros tiempos. Ese es pues su afortunado y difícil camino. Por haber volado una gran águila en la hora de su nacimiento y por su destino, el nombre que llevara nuestra piedrita preciosa, será el de Águila Nocturna. 2 Pasaron tres meses y se preparaba el bautizo de Águila Nocturna, nuevamente la familia y los amigos se juntaron. Como era la milenaria costumbre en estas tierras, la mano con mano se daba y como existía "el compromiso" de Garra de Jaguar con la comunidad, para hacer la fiesta y celebrar el bautizo de su cachorro, la ayuda solidaria de los amigos y los parientes empezó a llegar; maíz, Frijóles, chile, cacao y leña, eran recibidos por los familiares más cercanos. Un pariente llevaba una lista de toda la ayuda recibida. Porque la costumbre era que cuando los amigos o parientes tuvieran otro " compromiso " con el pueblo, debido a un nacimiento, un bautizo, un casamiento, la construcción de una casa o una muerte; Garra de Jaguar tendría que cooperar, con un poco más de lo recibido. De esta manera los hombres aprendían desde muy pequeños, que la 11 solidaridad y la fraternidad, era la liga que unía a los seres humanos desde el nacimiento hasta la muerte. Así el día elegido por los hombres sabios de los libros para bautizar a Águila Nocturna, se reunieron los amigos y parientes en casa de los nuevos padres antes de que naciera el Sol La partera era la encargada de la ceremonia, que comenzó cuando tomó al niño entre sus brazos y se dirigió hacia el Oriente diciendo: _"Oh Águila oh jaguar, oh valiente hombre, nieto mío; haz llegado a este mundo, te ha enviado tu padre tu madre, el gran señor la gran señora. Tú fuiste creado y engendrado en tu casa, que es el lugar de los dioses supremos, del gran señor y de la gran señora que están en los nueve cielos; ellos te dieron la oportunidad de venir y aquel por quien se vive lo ordenó; el señor del agua te dio la vida, el señor del viento te dio el soplo divino." Después de decir estas palabras, la partera le da de beber agua al niño, mojando sus dedos en el agua y poniéndoselos en su boquita; para entonces decir: -"Toma queridísimo hijo nuestro, recibe, ve aquí con qué has de vivir sobre la tierra, para que crezcas y reverdezcas; esta agua, sagrada esencia de la vida, es por quien tenemos la vida y por ella recibimos las cosas necesarias, para poder vivir sobre la tierra !recíbela! " Todo mundo estaba callado, sólo se escuchaba el monótono sonido del gran tambor y los cascabeles de hueso de fraile, que acompañaban rítmica y solemnemente a la voz de la anciana partera. Sonaron entonces los cuatro caracoles marinos que rodeaban en sus cuatro esquinas al majestuoso tambor, como señal para que la partera, ahora tocara con los dedos mojados en agua, el pecho desnudo de la criatura diciendo: 12 -Prueba aquí el agua celestial, esperanza de nuestra esperanza, prueba aquí el agua muy pura que lava y limpia tu corazón, que quita toda suciedad, recíbela; que ella, limpiará y purificará tu corazón." Sonaron entonces nuevamente los caracoles marinos y se acentuó el olor a incienso, que se quemaba en las cuatro esquinas del partió de la casa. Entonces la anciana le echó al niño sobre su cabecita diciendo: -"¡Oh nieto mío, hijo mío, recibe y toma el agua del Señor de este mundo, que es nuestra vida y es para que nuestro cuerpo crezca y reverdezca, es para lavar, es para limpiar; ruego que entre en tu cuerpo y allí viva esta agua celestial azul, y azul clara!. Ruego que ella destruya y aparte de ti, todo lo malo y contrario que te fue dado antes del principio del mundo, por que todos los hombres, somos dejados en su mano, por que es nuestra madre, la Señora de la falda de jade, la diosa de las aguas terrenales". Inmediatamente después, la partera tomó al niño con las dos manos y levantándolo lentamente al Oriente, en busca del cielo, dijo así: -"Señor nuestro, aquí esta este niño que nos enviaste a este lugar de dolores, sufrimientos y sacrificios, que es este mundo; dale por favor Señor tus dones y tu inspiración. Bajaba al niño y lo volvía a subir, diciendo: "Señora, que eres madre de los cielos, a ti te dirijo mis palabras, te suplico le des a esta piedrita preciosa, tu inmensa virtud y tu inspiración." Hubo entonces un espacio de espera en la ceremonia, por unos minutos, todos guardaron silencio. Entonces las flautas y las ocarinas empezaron a cantar una sublime melodía, esperada por todos los ansiosos corazones, que compartían la ceremonia. La anciana partera tomó nuevamente entre sus manos al pequeño y lo levantó hacia el Sol, diciendo: -" Poderoso y sabio señor del viento; tú que cuidas por nosotros aquí en la tierra, tú que eres todo sabiduría y bondad, tú que nos haz enseñado todo cuanto sabemos, tú que animas nuestra consciencia de 13 ser, tú que con tu soplo divino le das vida espiritual a nuestro cuerpo; Tú !la gran Serpiente Emplumada!, dale sabiduría e ilumina a este niño." De pronto, para sorpresa de todos los presentes, inexplicablemente barrió una poderosa y fría ráfaga de viento el patio de la casa, avivando el fuego de los incensarios y aromatizando la atmósfera con olores de copal. Las voces azoradas de la concurrencia, denotaban este maravilloso hecho como una buena señal. 3 Dio inicio de esta manera la vida de Águila Nocturna, como todos los niños, fue consentido hasta los cinco años. En aquellas maravillosas cinco primaveras, el espléndido cachorro fue la alegría completa de sus padres. Águila Nocturna era un niño tierno y dulce, pero al mismo tiempo se vislumbraba en él, un sólido carácter. Asombraba su prematura prudencia y su aguda inteligencia; siempre estaba en el sitio debido y con la intensidad exacta; pero lo que llamaba mucho la atención, era su cálida sonrisa y su profunda mirada, que parecía un frondoso árbol lleno de trinos y tiernas alegrías. El pueblo donde había nacido Águila Nocturna, como era la milenaria tradición, estaba dividido en cuatro barrios, cada uno tenía por herencia una especialidad artesanal, aparte del trabajo normal del campo, que era común a todos. Cada barrio contaba con sus edificios públicos, escuelas, mercado, casa de gobierno y sobre todo su templo patronal. Los cuatro barrios estaban interconectados, física y socialmente, a través de un lugar central. Quinto elemento donde recaía el supremo gobierno, la administración y coordinación de los cuatro barrios y los pueblos circunvecinos del Valle del Fríjol. Esta plaza central, que era el quinto elemento de la ciudad contaba con los edificios principales. Por ello era el lugar de reunión, tanto para fiestas, rituales o asambleas; donde se decidía de manera abierta y democrática, la vida del pueblo. 14 Garra de Jaguar y Flor Menudita eran una pareja común, en una comunidad zapoteca en los Valles de Oaxaca, hacia el año 830 de nuestra era. Garra de Jaguar era un campesino laborioso, que hacía temblar a la tierra con su milpa; ahí sembraba maíz, Frijól, chile, calabazas. En ocasiones sembraba algodón, amaranto, cacahuate o lo que se requería Con su mujer y su hijo, Garra de Jaguar conseguía en los campos y bosques cercanos; miel, hongos y una gran variedad de plantas silvestres. También recolectaban chapulines y otros insectos comestibles. Su dieta alimentaria la complementaban con pescado de ríos y lagunas cercanas, o con camarón y pescado salado que traían de la costa. Algunas veces, Garra de Jaguar salía de cacería. La carne era platillo de cuando en cuando y sobre todo, para circunstancias especiales, que casi siempre estaban relacionadas a fiestas religiosas o familiares. En el patio de la casa, Flor Menudita también contaba con guajolotes y unos perros sin pelo, que eran un platillo suculento y muy especial. Y como tradición familiar y de barrio, Garra de Jaguar era un diestro ceramista. Lo cual le permitía intercambiar bienes que él no producía; como la sal, que traían de la costa, algunas telas, papel y algunos materiales con los que decoraba su cerámica. A los cinco años Águila Nocturna era un niño distinguido, pese al exceso de amor de sus padres y parientes; el pequeño parecía que entendía su relación con el mundo. De carácter agradable, más bien tierno e imaginativo. Águila Nocturna era delgado, correoso y ágil. Su cabello era lacio y delgado; sus grandes ojos café oscuro y su permanente sonrisa, lo hacían bien recibido en todas partes. Cuando había una fiesta o un ceremonial, civil, religioso o familiar; todos los niños se reunían para jugar, con la paciente tolerancia de la comunidad, porque una de las herencias de los Viejos Abuelos, era el trato que la comunidad daba a sus cachorros, en donde nunca estorbaban y siempre eran bienvenidos. Águila Nocturna tenía especial preferencia por uno de sus primos de la misma edad, de nombre Venado de la Aurora, ambos se pasaban 15 la mayor parte del tiempo juntos, habían llegado a tal punto de comunicación, que se entendían con las miradas. Venado de la Aurora era ligeramente más grande y fuerte, su carácter era impulsivo y por ello, le agradaba la compañía de suprimo, quien indirectamente lo contenía y centraba. Así como la mano derecha y la mano izquierda; Venado de la Aurora aportaba el entusiasmo, la fuerza y la pasión. Águila Nocturna en cambio era reflexivo, prudente y dulce. Águila Nocturna era delgado, correoso y ágil. Su cabello era lacio y brillante. Sus grandes ojos café oscuro y su permanente sonrisa, lo hacían bien recibido en todas partes. Entre los dos exploraban ese maravilloso mundo que estaba constituido por los abuelos, los tíos, los primos y los amigos del barrio. Al cumplir los seis años Águila Nocturna, ya ayudaba a sus padres en las tareas de la casa; jugando aprendió a hacer figuras de barro y en las tardes que sus padres se ponían a trabajar la cerámica, poco a poco aprendió el lenguaje del barro. Le gustaba ira casa de los abuelos a escuchar las historias que el abuelo le contaba. Esas maravillosas historias que describían los misterios de los bosques, los animales mágicos y las sabias plantas. Cierta ocasión llegaran al pueblo unos viajeros muy extraños. La conmoción por estos personajes sacudió a todo el pueblo, que se congregó en torno al edificio central de gobierno, donde se encontraban hablando con las autoridades. Eran hombres sumamente extraños, vestidos de manera austera; despedían paz y armonía, pero al mismo tiempo, fuerza y sobriedad. Como todos los niños, Águila Nocturna llegó por debajo de la muchedumbre, en un bosque de piernas llegó hasta las puertas del recinto y pudo ver a los visitantes. Sin embargo, le llamó poderosamente la atención, el hombre más anciano del grupo, una fuerza muy extraña lo atraía a la persona de aquel hombre, al que todos trataban con mucha reverencia y admiración. Su pequeño cuerpo se estremeció cuando el extranjero le sonrió; sin pensarlo se aproximó, e inmediatamente fue detenido, pero el 16 anciano intervino y lo tomó de la mano, dirigiéndose a un patio interior y sentándose con el niño, al borde de un estanque. La expectación de la muchedumbre llegó al clímax, cuando vieron que pasaba el tiempo y el venerable anciano y el niño, conversaban de una manera fluida y natural, como dos adultos y el niño empezó a resplandecer. Pasado un tiempo, el anciano pidió una habitación y realizó una ceremonia muy especial, con los demás hombres que le acompañaban, en donde el pequeño, ocupaba el lugar central. Al final el hombre le regaló un pequeño caracol que traía colgado en el pecho y lo despidió con mucho cariño. Días después, aunque todos en el pueblo hablaban del asunto, nadie, ni sus padres, le pudieron explicar quienes eran esos hombres y en especial aquel extraño y venerable anciano, que le regaló el caracol. Águila Nocturna era una grata compañía para sus padres, su casa estaba en un solar a las afueras del pueblo. Estaba compuesta por una gran habitación hecha de adobe, con el techo de carrizo, lodo y paja. El piso era de tierra apisonada, en su interior estaban enrollados los petates en donde dormían, un estante en donde guardaban las pocas pertenencias y la ropa. En una de las paredes laterales, existía un adoratorio, donde todas las mañanas y por las noches, había aprendido a agradecerle a los dioses tutelares, los bienes y venturas que les prodigaban. Sus padres como todo el pueblo eran profundamente religiosos. Junto al corredor de la casa, estaba la cocina, en el centro estaba el fogón, con sus tres grandes piedras, que simbolizaban el centro del hogar. En el fondo del patio, estaba el baño de temazcal, que además de cumplir con rituales, se usaba con fines medicinales y de higiene; pues era una costumbre milenaria, que estaba muy arraigada en la vida cotidiana del pueblo. Finalmente, también en el fondo desolar, estaba el taller de cerámica y el granero. Así pasaron los primeros años de infancia de Águila Nocturna. Pero llegó el momento de ir a La Casa de los Jóvenes, la institución donde daba inicio la educación de los niños y adolescentes; ahí se les capacitaba para adquirir los conocimientos básicos para llegar a ser 17 "ciudadano". Su asistencia era obligatoria y los gastos eran cubiertos por los propios maestros y alumnos. Existía una escuela para mujeres y otra para hombres; y en La Casa del Canto, participaban de manera conjunta. Ahí se les enseñaba todo lo referente a las artes, pues según los Viejos Abuelos, la razón de la existencia se aprendía con la sabiduría que Los Viejos Abuelos llamaban "Flor y Canto", entendida como sabiduría y belleza. Para realizar la ceremonia de recepción, Garra de Jaguar invitó a los abuelos, padrinos, tíos y primos de su amado cachorro. Después de quemar incienso y rezar a los dioses tutelares, toda la concurrencia se reunió en el patio trasero, que había sido acondicionado para la fiesta. Garra de Jaguar y Flor Menudita flanqueados por los abuelos se sentaron en la parte Poniente del patio y en la parte Oriente, se sentó Águila Nocturna acompañado de sus padrinos. Los parientes de la madre se ubicaron en la parte Sur y los del padre en la parte Norte. En el patio se habían instalado enramadas, con olorosas flores del campo, que con el aroma del incienso quemado producían una atmósfera mística y espiritual. Fue entonces cuando Garra de Jaguar inició su discurso: -"Hijo mío muy amado y muy querido, escucha atento lo que te diré. Nuestro Señor te ha traído en esta hora, donde te quiero hablar acerca de lo que debes guardar todos los días de tu vida; y eso lo hago porque eres mi hijo muy amado y muy estimado, más que toda piedra preciosa, más que toda pluma rica, que no tengo más que a ti; tú eres el primero, el segundo y el tercero, tú eres el postrero. He acordado, he pensado decirte algunas cosas que te competen, por la obligación que tengo de ser tu padre; quiero hacer mi deber, por que mañana o cualquier otro día, dios me llevará y quitará de esta tierra, por que él es todopoderoso, por que estamos sujetos ala flaqueza humana y a la muerte, nuestra vida en la tierra es muy incierta. 18 Quiero decirte, hijo, lo que necesitas saber y poner en obra, que es cosa digna de ser estimada y guardada como oro en paño, y como piedras preciosas en cofre, por que nos las dejaron los Viejos Abuelos y las viejas abuelas; los ancianos, nuestros antepasados, que vivieron en estas tierras y señoríos; ellos conversaron entre la gente de este pueblo y tuvieron dignidad y sabiduría. Estos que fueron muy grandes señores y tuvieron la dignidad del reino y su gobierno, no se ensoberbecieron, antes que eso, fueron muy humildes y sencillos. No se estimaron como señores sino como pobres y peregrinos; estos nuestros antepasados, de quienes descendemos, vivieron de manera austera y humilde en este mundo, no vivieron en presunción, soberbia, altivez o deseo de honras. De esta manera, hijo mío, vivieron en el mundo los Viejos Abuelos toltecas de quienes descendemos, tus abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, que nos dejaron acá, de quien descendiste. Pon los ojos en ellos, amado hijo mío, mira sus virtudes, mira su fama y el resplandor y claridad que nos dejaron; mira el espejo y la virtud que ellos nos dejaron y ponlo delante de ti, y tenlo delante de tus ojos; mírate en él y veras quién eres; mira que tu vida la hagas semejante a la suya; trata de poner su vida delante de tus ojos, y luego conocerás las faltas que tienes y tus defectos y las manchas que hay en ti. Mira que nuestro Señor “Aquél por quien se vive” ve los corazones y ve todas las cosas secretas, por muy escondidas que estén. Y oye lo que revolvemos en nuestro corazón, cuando vivimos en este mundo; mira que sea pura y verdadera tu humildad y sin mezcla de ninguna soberbia; trata de que tu humildad delante de Dios sea pura, como una piedra preciosa muy fina; trata de que no muestres una cosa de fuera y tengas otra por dentro. Sabe, hijo mío, que los Viejos Abuelos toltecas nos dejaron dicho que los niños son muy amados por “El invisible e impalpable”, muy apreciados por nuestro Señor que esta en todas partes. Aprende pues amado hijo mío, apártate de los deleites carnales y de ninguna manera los desees, guárdate de todas las cosas sucias que manchan a los 19 hombres, no solamente en las ánimas, sino también en los cuerpos, causando enfermedades y muertes, corporales y espirituales. Nos dejaron dicho Los Viejos Abuelos, que en la niñez y en la juventud hace Dios mercedes y da dones; en este mismo tiempo señala a los que han de ser señores, reyes, gobernantes o capitanes; también en el tiempo de la niñez y en la adolescencia da nuestra divinidad sus riquezas y dones. Hijo mío, ya te he dicho muchas cosas que te son necesarias para tu educación y tu crianza fuera de la casa, para que vivas en el mundo como ser humano, para que sepas ser digno descendiente de nuestros nobles y sabios Abuelos toltecas; ahora tocara a ti ponerlas en práctica, ahora tendrás que ir a La Casa de los Jóvenes y a La Casa del Canto, tendrás maestros y guías, pero lo más importante es que estemos todos nosotros, tu familia y los Viejos Abuelos, dentro de tu corazón". Águila nocturna quedó callado, parecía como si una a una todas las palabras vertidas por su amoroso padre, se fueran acomodando lentamente en su interior, hasta formar un sólido templo. Pasados unos momentos, el pequeño cachorro fue a abrazar a sus padres, quienes lloraban en silencio, mientras todos los parientes cantaban un himno de amor. 4 La fiesta duró todo el día, se comió tamales y mole; a los niños se les dio miel y frutas. Se cantó y se bailó. Se le dio las gracias al Señor todo poderoso, se quemó incienso y se rezó; agradeciendo el bien de que Águila Nocturna terminara su infancia con ventura. Por la noche, habiéndose ido todos los invitados y antes de ira dormir, Garra de Jaguar habló a solas con su cachorro y le dijo: -”Ahora que haz dejado de ser un niño y que te deberás regir por ti mismo, ahora que te vas de casa, como las aves de los nidos, ahora que deberás florecer tu corazón y esculpir tu propio rostro 20 quiero que sepas, que no hay ningún hombre que no tenga necesidad de comer y beber. Los mantenimientos del cuerpo, tienen en pie a cuantos viven, y dan vida a todo el mundo, y con esto está poblado el mundo entero. Los alimentos corporales son la esperanza de todos los que viven para vivir. Aprende entonces hijo mío de tener cuidado de sembrar los maizales y de plantar los magueyes, tunas y frutales, por que según lo que dijeron los sabios y Viejos Abuelos toltecas; la fruta es el regocijo de los niños, regocija y quita la sed a los niños. Y tu, muchacho, ¿no deseas fruta? ¿donde la haz de tomar si antes no la plantaste y criaste, como tu propia herencia? Aprende a ser hombre digno y recto. Fortalece tu cuerpo, templa tu espíritu, domina tus pasiones y desarrolla tu fuerza de voluntad. Entiende ahora, amado hijo mío, que ha llegado el final de mis palabras, por ello, escríbelas en tu corazón. Muchas cosas tendría que decirte, más será cosa de nunca acabar, solo tres cosas más quiero decirte, que son muy importantes y que los Viejos Abuelos nos las dejaron muy recomendadas. Lo primero es que tengas gran cuidado de hacerte amigo de Dios, que está en todas partes y es invisible e impalpable, y a él conviene darle todo el corazón y el cuerpo, cuida de no desviarte de este camino, procura no presumir, ni que tu corazón se vuelva altivo; ni tampoco te desesperes, ni hagas cobarde a tu corazón. Por el contrario, trata de ser sencillo y humilde para tener esperanza en el invisible e impalpable, Nuestro Señor. Lo segundo que debes hacer siempre, es tener paz con todos. Con nadie te disgustes y pelees, a nadie ofendas. Respeta a todo mundo, no provoques la ira de la gente, de nadie te burles; sé humilde ante todos, aunque digan de ti lo que quieran. Aprende a tener el control y el dominio de ti y tus pasiones; ante los ataques no respondas, logra poseer la inconmensurable fuerza del silencio y la templanza de la indiferencia. Nunca seas como una culebra venenosa, no agredas a las personas aunque tengas motivos. Aprende a ser sufrido y sobrio !eso es lo difícil ! que Dios te ve y responderá por ti y el te vengará; se humilde con todos, y con esto dios te recompensará y te dará honra. Lo tercero que debes hacer, es no perder el tiempo, porque perder el tiempo es perder la maravillosa oportunidad de la vida. Que “Aquél por 21 quien se vive” te puso en esta vida para aprovecharla; no pierdas ni el día ni la noche: Descansa cuando tengas que hacerlo y trabaja todo lo que tienes que hacer, sin prisa y sin pereza. Deja de preocuparte y tan solo, ocúpate en las cosas de provecho. Amado hijo mío, bástenos esto, y con esto hago mi deber de padre. Si queda grabado en tu corazón o se olvida y se pierde; es tu responsabilidad. ! Florece tu corazón, purifica tu espíritu! .Yo he hecho cuanto debía”. Águila Nocturna se despidió de su padre y fue al rincón de la habitación, extendió su petate, se acostó y cubrió con una ligera manta de algodón. La noche era fresca, el canto de los insectos arrullaba sus pensamientos. Entendía que en ese día, había dejado atrás su infancia; los días de juegos y el amoroso trato con sus padres, no volverían jamás. En su pecho se encontraban dos sentimientos opuestos. Por una parte, sentía una inmensa nostalgia y tristeza, por el pasado; pero por otra, se despertaba una creciente emoción, por el futuro que le esperaba. 5 La Casa de los Jóvenes era un recinto muy impresionante, sobrio pero elegante, austero pero grande; como era la costumbre en todos los edificios públicos. Los Viejos Abuelos desde muchos atados de años, habían enseñado al pueblo a vivir en casas extremadamente modestas y sobrias. Construidas de adobe, madera y paja, cualquiera que fuera la condición social de la persona. Las diferencias sociales se establecían a través de los valores interiores de la persona; y sobre todo, por el servicio que a lo largo de toda una vida de trabajo se realizara por el bienestar de la comunidad. Por ello, existía un milenario valor, por el prestigio y la dignidad de cada ciudadano, en donde no contaban para nada los bienes materiales. 22 La costumbre era, que los dioses merecían todo el esplendor de la materia; lo mismo que la comunidad, representada por el gobierno. Los merecidos del sacrificio de la divinidad; los seres humanos, tenían como único medio de expresar su potencial, el desarrollo de una vida virtuosa, a través de la austeridad y la frugalidad; de la religiosidad y el servicio a su comunidad. Esas fueron las normas que los Viejos Abuelos les enseñaron a los primeros hombres que iniciaron los linajes allá en el origen de la historia; y sigue siendo la costumbre, en los hijos de sus hijos, hasta el final de los tiempos. Por ello, los edificios públicos y los templos se manifestaban a través del arte como expresión de la inspiración más exaltada, que fluía de su fuerza espiritual. En estos hermosos edificios el arte se mostraba como un vehículo de unión, un puente entre lo humano y lo divino, entre el espíritu y la materia, entre el cielo y la tierra. De esta manera, el pueblo no escatimaba ningún esfuerzo y sacrificio, en la construcción de éstos edificios. Estos eran tallados en piedra, recubiertos con estuco y decorados con bellísimas pinturas, alusivas a su uso. El edificio de La Casa de los Jóvenes tenía una gran plaza, en el centro había un adoratorio dedicado a las múltiples advocaciones de la Divinidad Suprema. Rodeando a la plaza se encontraban cuatro edificios. En uno estaban las habitaciones para dormir. Era rectangular como todos, amplio y de techos altos. El piso era de piedra y en la habitación estaban los petates que se usaban para dormir, cada joven tenía una reja de madera, donde guardaban sus limitados objetos personales, pues era la norma, que debían aprender a vivir con lo mínimo indispensable. En otro de los edificios, de iguales proporciones, vivían los maestros y los instructores, la austeridad y la sobriedad era la misma que en el edificio de los jóvenes. El tercer edificio, entorno a la plaza, servía de bodega para los utensilios de la enseñanza, biblioteca y un área administrativa. También existía una pequeña cocina y un comedor que daba hacia la parte trasera. El cuarto edificio estaba acondicionado como área de estudios. Los cuatro edificios y la plaza estaban 23 circundados por una barda. En la parte Sur tenía una gran puerta de acceso y en la parte Norte, taras del edificio, estaban los baños y un estanque de agua corriente que se surtía del acueducto del pueblo, que pasaba a un costado de la barda. La Casa de los Jóvenes era un lugar de formación en valores. Los muchachos debían aprender a auto disciplinarse, ser responsables y a trabajar en grupo. La capacidad de ser responsable, disciplinado, concentrado, atento, respetuoso y humilde. Ahí aprendían las normas antiguas para urbanizarse. Los maestros e instructores les enseñaban los buenos modales, a expresarse y conducirse. También era parte importante de la enseñanza la palabra de los viejos y sabios abuelos, así como el conocimiento básico de los ritos religiosos, la historia del pueblo y su civilización, la organización política y administrativa, las leyes y las costumbres ancestrales; en pocas palabras, los preparaban para ser ciudadanos. La Casa de los Jóvenes poseía tierras de cultivo y huertas, donde los estudiantes aprendían a trabajar diversas actividades para asegurar el sustento; desde labrar la tierra, cuidar los frutales, colectar plantas, miel e insectos, cazar y pescar, hasta realizar diversas actividades artesanales, indispensables en la vida familiar, tal como, talla de madera y piedra, tejido de fibras, cestería o cerámica. Otra faceta de la preparación consistía en aprender a construir. Esta era una pasión ancestral, una forma de expresión de la inconmensurable fuerza espiritual, aprendida en el origen de los tiempos de los Viejos Abuelos. Los jóvenes integraban una formidable y bien organizada fuerza de trabajo, que ayudaba; lo mismo para dar mantenimiento a su institución y edificios públicos y religioso; que a construir caminos, puentes o cualquier obra de beneficio comunitario. Águila Nocturna inmediatamente se acopló a su nueva vida. Algo en sus adentros le hacía sentir un regocijo callado, en todo lo que escuchaba, veía y hacía. Su felicidad era completa, pues Venado de la Aurora, su querido primo, había ingresado también a la escuela y eran de nuevo, la inseparable pareja. 24 En La Casa de los Jóvenes, el día iniciaba antes de la salida del Sol. Los guardianes de la noche, sonaban al unísono sus grandes caracoles marinos, para levantar a los estudiantes; quienes tenían que limpiar la casa y bañarse. La primera ceremonia se hacía al despuntar el sol, los jóvenes cantaban himnos a “Aquél por quien se vive” y sus múltiples advocaciones, mientras los sacerdotes oficiaban. Los estudiantes pasaban entonces a desayunar. Todas las comidas eran frugales, como parte de la disciplina, pero adecuadas, para garantizar el sano crecimiento y la energía suficiente para realizar las arduas tareas intelectuales y físicas. Los Viejos Abuelos toltecas a través de miles de años de conocimiento de los vegetales, insectos y domesticación de algunos animales de corral, habían heredado una variada cocina a los hijos de sus hijos. Siempre al final de cada alimento, se le daban las gracias al Señor todo poderoso, El Invisible e Impalpable. Posteriormente se iban a trabajar por equipos; unos iban al campo, otros iban al bosque por leña; otros más, según las necesidades de la institución, cumplían con las tareas requeridas. Los trabajos se hacían por edades y conocimientos, y los mayores enseñaban a los más jóvenes. La institución se regía por estrictas normas y jerarquías, ganadas a base de trabajo y capacidad. Los Viejos Abuelos les habían enseñado, que la fuerza del hombre, se multiplica por la organización y la disciplina. Los jóvenes debían aprender a trabajar como un solo organismo, templando la fuerza del cuerpo y afinando el espíritu. Los instructores procuraban que los jóvenes desarrollaran un ánimo, de fraternidad y de respeto, en todas las actividades que realizaban. Al llegar el Sol al cenit, todos los estudiantes se reunían en la casa, se bañaban y comían. Después de la ceremonia de agradecimiento, disponían de un tiempo para descansar. Al empezar a bajar el Sol su carrera, se reunían en el edificio de instrucción. Era el momento en que los maestros les enseñaban, las viejas y sabias historias de los Abuelos; estas historias se apoyaban en los libros de la tinta negra y roja de los toltecas, que como recurso nemotécnico, les ayudaba a 25 recordar las historias. Los libros estaban hechos de papel amate y forrados con piel de venado. Eran largas tiras de papel, que se doblaban en forma de acordeón y se protegían con las tapas. Al extenderse el libro, quedaban las hojas de forma cuadrada, y en ellas, se pintaban una serie de símbolos; cada uno de ellos, representaba una acción determinada, de modo que al relacionar los símbolos, el lector tenía una descripción detallada de los hechos, que se quería mantener en la memoria y en la lengua. 6 Al pasar el tiempo Águila Nocturna empezó a destacar entre sus compañeros. Además de los consejos de su padre, seguidos escrupulosamente al pie de la letra; existía una fuerza misteriosa en el alma del muchacho, que despertaba la simpatía y el respeto; tanto de sus compañeros, como de los instructores y los maestros. Fue el tiempo, en que empezó a nacer una amistad muy profunda, entre uno de los maestros y Águila Nocturna. Espejo Humeante era uno de los maestros más antiguos de la institución, quien veía en Águila Nocturna, al estudiante más destacado, desde que él mismo, ingresó a La Casa de los Jóvenes. Al entrar la noche, los estudiantes dejaban la instrucción con los maestros y se dirigían en formación, entonando solemnes himnos a La Casa del Canto; en ella eran recibidos, tanto los muchachos, como las doncellas, que también tenían su propia institución y en donde se les capacitaba de la misma forma, para ser ciudadanas, madres y esposas. Las Viejas y sabias Abuelas decían, que el hombre y la mujer, forman una unidad. Como La Dualidad Divina, que está formado con una parte masculina y otra femenina; así, la vida familiar se desarrolla. La mujer en la comunidad era muy importante. Sobre ella se basaba la vida familiar. Sin competencia con el hombre; entre los dos formaban una unidad de producción, entre los dos educaban a los hijos y entre los dos rendían culto a las diversas manifestaciones de la divinidad suprema. Por ello, la educación de las jóvenes era muy importante. Al igual que los varones, las doncellas aprendían las palabras de los Viejos 26 Abuelos. Los buenos modales y el lenguaje adecuado, lo mismo que bordar, tejer, preparar los alimentos; así como conocer las antiguas leyendas, los libros de la tinta roja y negra, conocer las propiedades curativas y alimenticias de las plantas y animales; los cantos religiosos, las ceremonias, así como la cuenta del tiempo y el movimiento de los astros. La disciplina aunque no tan rígida como la de los hombres, estaba presente en su institución. La Casa del Canto era un espacio común para hombres y mujeres. Las enseñanzas de los Viejos Abuelos decían que solo se podía llegar a la virtud humana a base de "Flor y canto". La función del arte, es crear un puente entre la tierra y el cielo, para que el espíritu del ser humano, encuentre su origen divino. De esta manera, muchachas y muchachos, aprendían juntos a desarrollar las artes dentro de su formación. La música, la danza, la pintura, el modelado, la poesía y el teatro eran abordados todas las tardes por los jóvenes, de modo que La Casa del Canto parecía un árbol cuajado de sonoras avecillas. Entrada la noche regresaban los jóvenes a su casa. Se bañaban, cenaban y agradecían al Gran Señor y a la Gran Señora, los bienes concedidos ese día y se dirigían al dormitorio a descansar. Sin embargo, a media noche y en la madrugada, los más grandes salían al bosque cercano, a ofrendar a los dioses y los más pequeños, se levantaban a bañarse con agua fría y a orar. Los Viejos Abuelos habían enseñado que la formación de los jóvenes no solo debía ser exterior; es decir, de conocimientos teóricos y prácticas de trabajo. La verdadera formación del joven, radicaba en entender el fenómeno de su propia existencia y el vínculo que ésta tenía, con la comunidad, la naturaleza y la divinidad suprema. Y fundamentalmente en la templanza y fortaleza de su espíritu; porque la pasión y vocación, que los Viejos Abuelos toltecas habían enseñado a los hijos de sus hijos, por el sentido espiritual de la vida, se convertía en el más importante legado de su pasado. La educación impartida buscaba que los jóvenes se incorporaran totalmente a la comunidad, a su historia, su religión y su 27 cultura. Lograba también despertar el sentido de sacrificio y abnegación individual, por el bien de la comunidad. En La Casa de los Jóvenes se les enseñaba a transformarse en “seres humanos", a ser lo mejor de ellos mismos y a hacer florecer su corazón. Estas tres metas básicas se lograban a través de "ser responsable"; que implicaba, que nadie les tuviera que decir, lo que debían hacer, y finalmente a "ser disciplinados"; esto es, que hicieran lo que tenían que hacer, aunque no les gustara hacerlo. Así, con la responsabilidad y la disciplina, llegaban al control y con él, a la fuerza de voluntad capaz de mover casi cualquier cosa del mundo exterior. Los maestros insistían, en que la fuerza interior era lo único que un hombre poseía, para enfrentar los misterios del mundo y los desafíos de la vida. La Casa de los Jóvenes mantenía una estructura y una disciplina paramilitar. Aunque tenían muchos atados de años que no hubo guerras. Los Viejos Abuelos dejaron dicho que la esencia más pura de la humanidad se encuentra en los niños. Y los niños de todas las épocas y todos los lugares juegan; unos a lo militar, las otras a lo maternal. Lo que significa que lo militar tiene dos caras; una biófila y la otra necrófila. Una que servía para formar y construir, la otra que sirve para deformar y destruir. De esta manera, en la formación y templanza de los jóvenes, se manejaba con una disciplina militar. De hecho, en La Casa de los Jóvenes, seles enseñaba el manejo de las armas, en especial, las de cacería, pero sin un sentido bélico. 7 Cierta tarde, cuando los jóvenes llegaban a la sesión de instrucción con su maestro, éste los esperó a que se acomodaran en sus petates y cuando había un silencio total; con voz firme y sonora, empezó a decir: "Tú, dueño del cerca y del junto, aquí te damos placer, junto a ti nada se echa de menos, !Oh Dador de la vida! 28 !Sólo como una flor nos estimas, así nos vamos marchitando, tus amigos. Como una esmeralda, tú nos haces pedazos. como a una pintura, tú así nos borras¡ Todos se marcharan a la región de los muertos, al lugar común de perdernos. ¿Qué somos para ti, oh Dios? Así vivimos. Así, en el lugar de nuestra pérdida, así nos vamos perdiendo. Nosotros los hombres, ¿a dónde tendremos que ir? Por eso lloro, por que tú te cansas, !oh Dador de la vida! Se quiebra el jade, se desgarra el quetzal. tú te estás burlando. Ya no existimos. ¿acaso para ti somos nada? Tú nos destruyes, tú nos haces desaparecer aquí. Pero repartes tus dones, Nadie dice, estando a tu lado que viva en la indigencia. Hay un brotar de piedras preciosas, hay un florecer de plumas de quetzal, ¿son acaso tu corazón, Dador de la vida?” Cuando terminó Espejo Humeante, había un silencio conmovedor en la solemne habitación. El impacto de las palabras, como dardos certeros, tocaron los corazones de esos jóvenes, que nunca antes habían escuchado algo así. 29 _Estas son palabras antiguas de "Flor y Canto", herencia inmemorial de nuestros nobles y sabios antepasados. Hace muchos atados de años, que los Viejos Abuelos toltecas nos enseñaran el bellísimo arte de "Flor y Canto", que es alimento de nuestras almas, que es la luz de los grandes caminantes; que es delicioso néctar, que florece nuestros corazones. ¿Qué piensan estos jóvenes de lo que escucharon? Los estudiantes estaban asombrados, se miraban unos a los otros y guardaban silencio. Entonces Águila Nocturna ágilmente se incorporó de su petate y con la cabeza baja dijo: _ Con su permiso, Venerable Maestro; es la voz de un guerrero que nombra a nuestro Señor, el Impalpable, el Invisible, el que se inventa así mismo. A él lo nombra Dueño del Cerca y del Junto, porque el guerrero expresa que estando al lado del amado Señor, nada nos hace falta. Pero que a pesar de ser amigos de él, morimos, desaparecemos de la tierra. Entonces se pregunta el guerrero, ¿qué somos de él?” Espejo Humeante dijo entonces: _ Los Viejos Abuelos dijeron desde el principio de los tiempos; que la única forma de decir palabras verdaderas, capaces de introducir raíz en el hombre, es a través del sendero de las flores y los cantos, porque solo a base de "Flor y Canto", es como se esculpe y pule, la piedra preciosa que todos llevamos dentro. Es su obligación conocer este canto de flores, que alimentará y esculpirá su alma. Porque los Viejos Abuelos se lo dejaron dicho a los abuelos y estos a los hijos de sus hijos, de atado en atado de años, y hoy ustedes deben aprender "la antigua palabra", para que mañana, sus hijos y los hijos de sus hijos, mantengan en su corazón, la memoria de estos nobles y sabios hombres, que vivieron mucho antes que nosotros. Porque mañana otros preguntarán por nosotros. Esa es la costumbre, esa es la vida. ¿Alguien desea preguntar algo más?, dijo Espejo Humeante. Entonces se incorporó Venado de la Aurora y con la misma humildad, que su primo dijo: 30 _ Respetable Maestro, hace muchas lunas que yo me pregunto en esta venerable casa ¿de donde venimos, para que existimos, adonde vamos después de la muerte?. Mi corazón vive afligido, porque no encuentro respuesta que lo apacigüe. ¿Para qué vivir? ¿Cómo vivir? Si uno no sabe de dónde viene, para qué aprende, sufre, ama, trabaja, lucha...en fin, para que este vivir y a dónde vamos después. Entonces Espejo Humeante esbozó una sonrisa de ternura y al mismo tiempo de satisfacción, -esta camada de cachorros promete, pensó. La expectación era creciente entre los estudiantes, quienes vibraban en la misma tesitura. Espejo Humeante respondió: _Veo que los buenos efectos de este centro de estudios, comienzan a florecer en tu corazón y en tu cabeza; como bellas flores empiezan a brotar en tus palabras las ideas. Pues bien, les voy a contar, lo que un día en el principio delos tiempos, nos dejaron dicho los Viejos Abuelos, de cómo se creó el mundo: _"Se refería, se decía que así hubo ya antes cuatro vidas, y que ésta era la quinta edad. Como lo sabían los viejos, en el año uno conejo se cimentó la tierra y el cielo. Y así lo sabían, que cuando se cimentó la tierra y el cielo, habían existido ya cuatro clases de hombres, cuatro clases de vidas. Sabían igualmente que cada una de ellas había existido en un Sol. Y decían que los primeros hombres su Dios los hizo, los forjó de ceniza. Esto lo atribuían a la Serpiente Emplumada, cuyo signo es siete viento. Él los hizo, él los inventó. 31 El primer Sol que cimentado, su signo fue cuatro agua se llamó Sol de Agua. En él sucedió que todo se lo llevó el agua. La gente se convirtió en peces. Se cimentó luego el segundo Sol Su signo era cuatro jaguar en él sucedió que se oprimió el cielo, el Sol no seguía su camino. Al llegar el Sol al medio día, luego se hacía de noche y cuando ya se obscurecía los jaguares se comían a la gente. Y en este Sol vivían los gigantes Decían los viejos que los gigantes así se saludaban: "no se caiga usted" porque quien caía se caía para siempre. Se cimentó luego el tercer Sol. Su signo era cuatro lluvia. Se decía Sol de lluvia de fuego los que en él vivían se quemaron. Y durante él llovió también arena. Y decían que en él llovían las piedrezuelas que vemos, que hirvió la piedra tezontle y entonces se enrojecieron los peñascos. Su signo era cuatro viento se cimentó luego el cuarto Sol. Se decía Sol de Viento. 32 Durante él, todo fue llevado por el viento. Todos se volvieron monos. Por los montes se esparcieron, se fueron a vivir los hombres monos. El quinto Sol: cuatro movimiento su signo. Se llama Sol de Movimiento, porque se mueve, sigue su camino. Y como andan diciendo los viejos, en él habrá movimiento de tierra, Habrá hambre y así pereceremos, En el año trece caña, se dice que vino a existir nació el Sol que ahora existe, Entonces fue cuando iluminó, cuando amaneció, el Sol de movimiento que ahora existe. cuatro movimiento es su signo. Es éste el quinto Sol que se cimentó en él habrá movimientos de tierra, en él habrá hambres. Este Sol su nombre cuatro movimiento éste es nuestro Sol, en el que vivimos ahora, y aquí esta su señal, cómo cayó en el fuego el sol de nuestro príncipe, en Tula o sea de la Serpiente Emplumada." _Quiere decir, venerable maestro, que han existido cuatro eras antes que la nuestra; que han existido cuatro humanidades, que nos han precedido aquí en la tierra"- exclamó azorado Venado de la Aurora. Así es, que en verdad los viejos y sabios abuelos nuestros, dicen que nada nuevo hay bajo el Sol, que todo es una espiral interminable, 33 como una gran serpiente cósmica; que todo es un constante repetir; que todo vuelve a pasar, pero ya no en el mismo tiempo... como nuestro calendario." Dijo Espejo Humeante en voz grave. _ Venerable Maestro -preguntó Águila Nocturna- . Si como dicen los Viejos Abuelos, que han existido cuatro intentos anteriores por encontrar la perfección humana en la tierra, ¿Cómo es que nace nuestra humanidad, nuestra gente, nuestra era? - Bueno- respondió Espejo Humeante - He aquí el relato que solían contar los Viejos Abuelos: "Cuando aún era de noche, cuando aún no había día, cuando aún no había luz, se reunieron, se convocaron los dioses, allá en la tierra donde el hombre aprende a ser Dios. Dijeron, hablaron entre si¡Vengan acá, oh dioses¡ ¿quién tomará sobre sí, quien se hará cargo de que haya días, que haya luz?- De todos los dioses, solo dos se ofrecieron; uno era el Señor de los caracoles, bello y hermoso; el otro era el Señor Purulento, pobre y lleno de heridas. Entonces los dos se pusieron a hacer penitencia. Sin embargo el Señor de Los Caracoles fue tan ostentoso que en vez de hacer penitencia, lo suplió con joyas, plumas de quetzal y oro. En cambio el Señor Purulento, realizó con su sangre y su carne, el sacrificio, pues se trataba de tirarse al fuego cósmico que los Dioses habían preparado. El primero en intentar el salto a la gran fogata, fue el Señor de Los Caracoles, pero la indecisión y el miedo no lo dejó. Inmediatamente saltó con valentía y decisión el Señor Buboso; al ver esto, lleno de vergüenza saltó el Señor de los Caracoles. Los dos Dioses fueron entonces consumidos por el fuego purificador, los demás Dioses esperaron. Poco tiempo después apareció por el oriente el Señor Purulento convertido en el espléndido y brillante sol y más tarde apareció también, fulgurante el Señor de Los Caracoles, para evitar que el Sol y la Luna estuvieran siempre juntos, uno de los Dioses, tomó un conejo y selo arrojó en la cara al Señor de Los Caracoles, convirtiéndose en la luna, por eso la luna tiene la figura de un conejo. 34 Ya estaban ahí el Sol y la Luna pero no se movían; tuvieron entonces que sacrificarse los demás Dioses, para que el Sol y la Luna se movieran y pudieran vivir los hombres. Por eso los hombres del Quinto Sol, nos llamamos "Merecidos", porque nosotros somos merecedores de la vida, gracias al auto sacrificio de los Dioses. Después la Serpiente Emplumada emprendió la tarea de restaurar al hombre en la Tierra y proporcionarle el sustento. De esta manera la Serpiente Emplumada inicia un viaje al lugar de los muertos, en busca de "los huesos preciosos", reliquias de los hombres del anterior Sol y que le servían a la Serpiente Emplumada para crear a los nuevos hombres. Para tal tarea, fue ayudado por su doble, los gusanos, las hormigas y las abejas y ahí con la ayuda de "bruja de guerra", molió los huesos preciosos, para después sacrificándose la propia Serpiente Emplumada al hacerse sangrar su pene, les dio nuevamente la vida. Así fue como se creó este Sol en el que vivimos y esta humanidad que somos; así lo dejaron dicho los Viejos Abuelos y así sucedió." Todos los estudiantes estaban expectantes, se estaba hablando de cosas sagradas y muy antiguas. Espejo Humeante se animaba por el interés de los jóvenes aprendices; fue entonces que tomó nuevamente la palabra Águila Nocturna: -Querido maestro; ¿Debemos entender entonces que el sacrificio es la energía que mueve al mundo? Los Dioses todo poderosos, se sacrificaron para que nosotros naciéramos, y tuviéramos Sol, Luna movimiento y sustento. De alguna manera -respondió Espejo Humeante, ahora no se los puedo decir...no comprenderían. Pero lo cierto es que el sacrificio Espiritual, es la energía que mueve al universo que conocemos. Y creo que por hoy es suficiente pues ya es tiempo de ir a La Casa del Canto". 8 Pasaron dos lunas, en las que Águila Nocturna y Venado de la Aurora fueron a descansar con sus padres. Durante el día ayudaban en el campo, pero al atardecer se reunían a seguir platicando sobre 35 sus orígenes. Fue una tarde en el patio de la casa de los padres de Águila Nocturna, que su primo le contó que su corazón se había quedado con una doncella llamada Paloma Pequeña, con quien se veía todos los días en la Casa del Canto. Venado de la Aurora le dijo a su primo que siempre se las arreglaba para tenerla de compañera en las danzas rituales y que su corazón estaba inquieto por verla nuevamente. Águila Nocturna guardó respetuoso silencio y recordó las palabras de su padre. Nuevamente los jóvenes reanudaron su instrucción. Habían pasado diez años exactos desde que ingresaron a la Casa de los jóvenes. No solamente Águila Nocturna y Venado de la Aurora habían crecido y desarrollado sus cuerpos, todos los muchachos habían cambiado, tanto en lo físico como en lo espiritual y esto se apreciaba en su conducta. Cierta ocasión que iniciaba la instrucción de la tarde, con su maestro Espejo Humeante, éste les habló de lo que era un sabio, con las palabras de los Viejos Abuelos. -"El sabio: una luz, una tea una gruesa tea que no ahúma. Un espejo horadado, un espejo agujereado por ambos lados. Suya es la tinta negra y roja, de él son los códices. Él mismo es escritura y sabiduría, Es Camino, guía veraz para todos. Conduce a las personas y a las cosas, es guía en los negocios humanos El sabio verdadero es cuidadoso y guarda la tradición suya es la sabiduría transmitida, él es quien la enseña, sigue la verdad, no deja de amonestar. 36 Hace sabios los rostros ajenos, hace a los otros tomar una personalidad los hace desarrollarla. Les abre los oídos, los ilumina es maestro de guías, les da su camino, de él uno depende. Pone un espejo delante de los otros, los hace cuerdos, cuidadosos; hace que en ellos aparezca una personalidad. Se fija en las cosas, regula su camino, dispone y ordena. Aplica su luz sobre el mundo. Conoce lo que está sobre nosotros y, la región de los muertos. Es un hombre sobrio cualquiera es confortado por él, es corregido, es enseñado gracias a él la gente humaniza su ayuda, remedia, a todos cura." Después de una larga pausa, Águila Nocturna se dirigió a su maestro diciéndole: -Venerable maestro, he oído con atención las palabras de los viejos y sabios abuelos en su voz; una a una han caído como piedras preciosas en el estanque de mi alma y todavía su ondular estremece mi cuerpo. Estoy agradecido por la generosa enseñanza que nos ha dado, no hay con qué pagarla... sólo en la vida misma y con los demás. Sin embargo quiero hacerle una pregunta de la manera más respetuosa, una pregunta que lleva tiempo dando vueltas en mi 37 cabeza: Venerable Maestro, ¿Dónde están ahora, los hijos de los hijos de los sabios y Viejos Abuelos? Muchos de sus compañeros no entendieron la pregunta de Águila Nocturna, pero Espejo Humeante y Águila Nocturna, se quedaron unidos en una profunda mirada. Parecía que entre los dos había un puente de luz. No eran miradas retadoras, ni de enojo; eran miradas de encuentro. Espejo Humeante confirmaba que ese joven era un águila de altos vuelos. De la simpatía que sentía por el joven pasó al interés comprometido. Muchos maestros, mejores que él, habían dado toda su vida en la enseñanza y nunca encontraron un alumno como Águila Nocturna. Este joven representaba más que un desafío para el maestro, representaba la gran oportunidad de trascender el hecho de enseñar. A partir de aquella tarde, Espejo Humeante hacía más profundas y más interesantes las jornadas de enseñanza. Los jóvenes son vitales e incontenibles. El liderazgo de Águila Nocturna era incuestionable. El joven ejercía un poder de fascinación sobre sus compañeros, de tal suerte, que la energía se multiplicaba, chisporroteando por toda la habitación. Aquellas tardes verdaderamente eran mágicas e increíbles, esa camada de jóvenes cachorros y su sabio maestro, transitaban de un lugar a otro del mundo, a través de la sabiduría de los Viejos Abuelos y la energía de los jóvenes. Cierto día que estaban en instrucción con Espejo Humeante, uno de los más jóvenes pidió que les explicara que era el tiempo y como se medía. Sonrió con satisfacción y les dijo a los jóvenes. -En principio el tiempo no existe, es tan sólo una invención del hombre, los jóvenes que respetaban a su maestro, abrieron más los ojos y con ellos, pedían que se explicara- el tiempo es una forma de medir el movimiento en el espacio. Por ejemplo la primera medida de movimiento es el día, tiempo en que tarda la tierra en rotar sobre su propio eje. La segunda medida de movimiento, es el tiempo que tarda la tierra en girar en torno al sol, esta distancia siempre la recorre en 365 días y cuarto. La 38 tercera medida de movimiento dura 52 años, nosotros los llamamos "un atado de años”, a dos atados de años, le llamamos "una vejez". . . pues nadie ha llegado a 3 atados de años. Desde el inicio de los tiempos, Los Viejos Abuelos toltecas se dedicaron a observar a la naturaleza y al firmamento, pues como saben, son dos nuestras líneas de conocimiento. La primera, que es masculina, es perfecta, inmutable, distante, exacta, fría,...es precisamente la mecánica celeste. La otra línea o fuente de conocimiento, es la naturaleza; femenina, siempre generosa, bondadosa, flexible y tolerante. Así, a través de medir el movimiento de los astros y la tierra, los Viejos Abuelos aprendieron a medir el tiempo, y con él inventaron las matemáticas y los calendarios. Tenemos veinte días, que se suceden sin interrupción y cada uno tiene un nombre y un símbolo; 1 caimán, 2 viento, 3 casa, 4 lagarto, 5 serpiente, 6 muerte, 7 venado, 8 conejo, 9 agua, 10 perro, 11 mono, 12 hierba, 13 caña, 14 jaguar, 15 águila, 16 zopilote, 17 movimiento, 18 pedernal, 19 lluvia y 20 flor. El primer calendario que nos legaron los Viejos Abuelos, consta de 18 meses con 20 días cada mes; de modo que 18 por 20, resultan 360 días, más los 5 días inciertos que siempre tiene cada año, nos dan un total de 365 días. Cada mes se divide en cuatro grupos de cinco días, siendo el quinto, el dedicado al mercado. Asimismo, en el año celebramos a 16 advocaciones diferentes de “Aquél por quien se vive”, en 16 meses de 20 días cada uno; y en dos meses de 20 días, celebramos 4 advocaciones de 10 días de duración cada uno, haciendo un total de 20 celebraciones de advocaciones en 18 meses; otra vez, 20 por 18 igual a 360 días. Cada mes a su vez, tiene un significado muy antiguo que nos lo dejaron dicho los Viejos Abuelos. El primer mes se dedica a El Señor del Agua y en el se le reza para que nos colme con la lluvia para las siembras. El segundo mes esta asignado al Señor del Descarnado, motiva a pensar en la necesidad de desprender de nuestro espíritu, todas aquellas partículas materiales que lo condenan a la corrupción y 39 con ello a la muerte. El tercer mes se le ofrenda a las primeras flores del año y se lleva a los enfermos a que los limpien de malas energías. El cuarto mes se le brinda al Divinidad del Maíz y de todo nuestro sustento. El quinto mes se dedica a la Educación, al tallado de la piedra preciosa, que todos llevamos dentro. El sexto mes se destina a la unidad familiar y a pedir nuevamente las lluvias. El séptimo mes se adjudica a las mujeres, especialmente a las abuelitas y a las mujeres embarazadas, así como a la advocación de la divinidad representada en la sal. El octavo mes se dedica a la Deidad de las Mazorcas de Maíz tierno, en este mes se le aprovisiona de comida a los más pobres y necesitados. El noveno mes se rinde culto al Colibrí Zurdo, como invocación a la guerra interna que todos debemos enfrentar, para vencer nuestras debilidades. El décimo mes se dedica a la Divinidad del Fuego Interno, que es la energía más antigua, que todos llevamos dentro y que mueve al mundo. El undécimo mes se ofrece a Nuestra Abuela, nuestra herencia, nuestra tradición. El duodécimo mes se dedica a la llegada de todos las Divinidades en que se nos presenta “Aquél por quien se vive”. El decimotercer mes es para la fiesta del cerro tutelar de pueblo y de los montes. El decimocuarto mes lo consagramos a la Divinidad Serpiente de Nube. El decimoquinto mes se ofrenda nuevamente a la Divinidad del Colibrí Zurdo, en donde las mujeres y los hombres, lucharemos juntos por ser lo mejor de sí mismos. El decimosexto mes se dedica a la Divinidad de la Lluvia, aquí se hace penitencia y se reza, para que llueva. El decimoséptimo mes se le rinde culto a la Divinidad de la Maternidad, donde se pide por todas las mujeres embarazadas. El decimoctavo y último mes, se consagra a la resurrección en nombre de la Divinidad del Fuego, que limpia y purifica a través del sacrificio espiritual. La segunda forma de contar el tiempo, que nos enseñaron los Viejos Abuelos, es por atados de 52 años, ciclos cósmicos que se organizan de la siguiente manera: tenemos una trecena de años y cada uno lleva un número y un nombre; así nombramos: 1 conejo, 2 caña, 3 pedernal, 4 casa, 5 conejo, 6 caña, 7 pedernal, 8 casa, 9 conejo, 10 caña, 11 pedernal, 12 casa y 13 conejo. Este calendario esta constituido con cuatro trecenas de años, lo que nos da 52 años, porque cuatro por trece son 52 años, tiempo exacto en que la tierra 40 gira en torno a las siete estrellas que están juntas y que se les conoce como "las siete que brillan”. La primera trecena empieza con 1 conejo y termina con 13 conejo, la segunda con 1 caña y termina con 13 caña, la tercera inicia con 1 pedernal y termina con 13 pedernal y la cuarta comienza con 1 casa y termina con 13 casa; después de terminar las 4 trecenas, se inicia un nuevo atado de años con 1 conejo y así infinitamente, porque cada 52 años se repite el mismo año. Cada trecena además de tener un símbolo tiene un rumbo en la tierra; el Oriente se representaba por la trecena cuyo símbolo es caña, el Poniente casa, el Norte Pedernal y el Sur Conejo. La tercera forma en que Los Viejos Abuelos nos enseñaron a contar el tiempo, se llama "Cuenta de los Destinos", porque decían los Viejos Abuelos, que todos los seres vivos del universo, incluidos los astros, están íntimamente ligados en un equilibrio perfecto y se determina de la siguiente manera: la cuenta se divide en cuatro grupos de cinco trecenas cada uno, o sea veinte trecenas que hacen un total de 260 días. Los días se cuentan y van acompañados de un número del uno al trece, lo que permite que ningún día se repita con un número en 260 veces. Así fue que, Los Viejos Abuelos nos han heredado tres formas de medir el mismo tiempo, sólo que para cosas diferentes. La primera cuenta de 365 días nos sirve para conocer el ciclo de las siembras y las fiestas para venerar a las diferentes advocaciones en que se manifiesta “Aquél por quien se vive”, el que no tienen nombre, ni forma, ni se ve ni se toca. La segunda cuenta de 52 años, nos sirve para medir los grandes ciclos y nombrar a lo años. La tercera cuenta de 260 días, nos sirve para conocer el destino de los seres humanos. Así es, como Los Viejos Abuelos nos han legado su sabiduría, que viene fundamentalmente de la observación milenaria de la mecánica celeste y la naturaleza. Bástenos entonces ser atentos observadores, para acercarnos a los misterios de Los Viejos Abuelos". Finalizó diciendo Espejo Humeante. 9 41 Una mañana como todas, al sonar los caracoles marinos los jóvenes despertaron. En breves momentos el dormitorio estaba en movimiento, cada quien sabía lo que tenía que hacer, solamente un petate seguía extendido. Venado de la Aurora había pasado una noche con altas temperaturas, pero no había querido molestar a nadie. Ahora yacía profundamente dormido. Inmediatamente los jóvenes llamaron a los instructores como era común en estos casos, el joven fue separado de los demás y llevado a una habitación especial de dimensiones regulares en donde había cuatro bases de madera para los petates y en el fondo un bellísimo altar donde estaban algunas de las representaciones de la Divinidad Suprema. Permanentemente había flores y se quemaba incienso. Más tarde llegó el Hombre Búho, para sanar a Venado de la Aurora. Sacó de su morral extrañas hierbas y resinas que puso a quemar con el incienso. Le pidió a Águila Nocturna, que hasta el momento no se había separado de su primo, que los dejara a solas en la habitación. Pasaron un tiempo largo, hasta que salió el Hombre Búho. Inmediatamente Águila Nocturna corrió a su encuentro. No te preocupes -dijo el Hombre Búho-. Nada grave tiene tu primo, lo que sucede es que Venado de la Aurora tiene sus pensamientos y sentimientos fuera de lugar, se encuentran desbordados. Su espíritu no está en paz, en orden, y esto lo resiente su cuerpo y protesta. El cuerpo es un divino bien que “Aquél por quien se vive” nos ha dado, pero él es muy frágil, muy tierno. No así la mente y los sentimientos. Venado de la Aurora se ha enamorado y su cauce lleva más agua turbulenta de la que puede bien recibir. Casi todos los males del cuerpo, los generan los pensamientos, las emociones y los sentimientos. Venado de la Aurora, deberá poner en orden sus pensamientos y en paz sus sentimientos. Para restablecer el equilibrio de su energía, tendrá que hacer algunos sacrificios. Al ponerse el sol, Venado de la Aurora ya se había bañado y empezó la ceremonia en busca de su equilibrio. Después de rezara a la Divinidad Suprema por un buen tiempo y acompañado de uno de los 42 sacerdotes de la institución, empezó a clavarse en ciertos puntos especiales de su cuerpo puntas de maguey, a pesar de ser muy agudas, rodaban las gotas de sangre. Los Viejos Abuelos desde épocas inmemoriales habían enseñado a sus nietos a curarse el cuerpo, restableciendo el equilibrio de la energía a través de este ritual, que distribuía y recanalizaba las energías que fluyen en el cuerpo. Toda la vida del pueblo estaba estrechamente vinculada a lo divino y a lo sagrado. Los Viejos Abuelos les habían hablado del sacrificio y purificación que hicieron los Dioses para crear este sol y esta humanidad. Y si así, los hombres son los "Merecidos” por el sacrificio de los Dioses, la vida estaba completamente dedicada a agradecerles y a venerarlos por su sacrificio. Por ello, todo cuanto existe en la vida del pueblo, tiene querer ver con los Dioses. El trabajo del campo, la comida, el vestido, la construcción, la medicina, la ciencia, la cuenta del tiempo y la mecánica celeste, los juegos y la relación con los animales, vegetales y minerales; así como la música, la danza, la pintura. Toda la vida de la comunidad gira en torno a lo divino y a lo sagrado. Por ello, la vida tenía que ser mística y espiritual; de manera cotidiana y aún sin proponérselo, pues las tradiciones, formas, usos, fiestas y costumbres milenarias, orientaban vigorosa y absolutamente todos los espacios de la vida social y privada, hacia lo espiritual. En las constantes visitas del Hombre Búho, los primos acosaban con preguntas al hombre sabio. Los muchachos parecían un par de esponjas, que querían absorber todos los conocimientos posibles del generoso hombre. En menos de cinco días, Venado de la Aurora estaba completamente restablecido. En su cabeza y en su corazón había de nuevo equilibrio. Entendió perfectamente las palabras del hombre Búho cuando le dijo: -"Escucha bien lo que te voy a decir, Venado de la Aurora, joven muchacho, piedra preciosa, esperanza de nuestro mañana; entiende que ya tienes posibilidades de multiplicarte, ya tienes en tu cuerpo la simiente humana. Y para la generación y multiplicación dispuso nuestro Dios, que una mujer necesite de un hombre y un hombre necesite de una mujer; pero es necesario que se haga con templanza, discreción y a su tiempo. No te arrojes a la mujer como un perro se 43 arroja a lo que le dan de comer, no te acostumbres a ser como perro en tragar todo lo que le dan, entregándote a la mujer antes de tiempo; aunque tengas apetito de mujer resiste, resiste a tu corazón hasta que ya seas un hombre perfecto y recio; mira que si el maguey se le abre de pequeño para quitarle la miel, ni tiene sustancia ni da miel, sino que se pierde; antes que abra el maguey para sacarle la miel, lo dejan crecer y venir a su perfección, y entonces se saca la miel. De esta manera debes hacer tú, antes de que tengas una mujer, deja tiempo para que crezcas y embarnezcas, y seas perfecto hombre ese será el momento oportuno para el casamiento. Así, podrás engendrar hijos de buena estatura y cuerpos recios, ligeros, hermosos y de buenos rostros. Será el tiempo en que tú serás recio y hábil para el trabajo corporal y serás ligero, recio y diligente; y si por desventura destempladamente y antes de tiempo te entregas al deleite carnal, en este caso, lo dejaron dicho los Viejos Abuelos, que el que se arroja así al deleite carnal, queda disminuido, nunca llegará a su completo desarrollo físico y andarás por el mundo descolorido, desanimado y enflaquecido. Serás como un muchacho mocoso y desvanecido; enfermo, y pronto te harás viejo y amargado, y cuando te cases, te pasará lo que al maguey, que no podrá dar miel porque lo agujerearon antes de tiempo, y el que chupa para sacar la miel, nada sacará, por lo que lo desechará; así te hará tu mujer; que como estás ya seco y acabado, no teniendo que darle, le dices no puedo más; entonces ella te rechazará porque no satisfaces su deseo y buscará a otro hombre, porque tú ya estarás agotado harás que ella cometa adulterio, porque tú te destruiste irresponsablemente, entregándote a la mujer antes de tiempo y así antes de tiempo te acabaste". 10 En la casa de los jóvenes había grandes preparativos, estaba por celebrarse la fiesta del mes décimo llamada "De la Caída de los Veinticuatro Frutos". Como todo en la herencia de los Viejos Abuelos, tenía que ver con la recolección de los frutos en las huertas, pero simbólicamente se refería la fiesta a la buenaventura del pueblo y a sus frutos, que se mostraban en el corazón de sus hijos. Era común la participación de La Casa de los Jóvenes en las veinte fiestas que se 44 hacían al año. Esa madrugada salieron los estudiantes en formación y entonando los himnos correspondientes, todos los jóvenes se dirigían a la parte más boscosa, fuera del valle en las montañas. Al iniciar el Sol su carrera desde el horizonte, los jóvenes llegaron a un inmenso pino, que previamente había sido seleccionado por los maestros y sacerdotes. Inmediatamente se hizo una ceremonia de pedimento al Señor del Bosque. Se le suplicó accediera a darles a uno de sus hijos, el inmenso pino, ya que lo necesitaban para la fiesta. Le dijeron que lo tratarían con respeto y que en intercambio recíproco, se le traían tamales y atole, semillas de Frijól y maíz. Después se hizo otra ceremonia parecida a la primera y el sumo sacerdote de La Casa de los Jóvenes le explicó al árbol cuál sería su destino; se le pidió que cooperara y se le dieron disculpas por cortarlo y llevárselo de allí. Acto seguido, el inmenso pino fue derribado entre rezos e himnos de los jóvenes. Se le quitaron todas las ramas y con mecates, entre 40 pares de jóvenes, el árbol inició su recorrido al pueblo. Por delante iban los sacerdotes dirigiendo los himnos y sahumando el camino, después los jóvenes con su árbol y al fin a los maestros e instructores. Cuando llegaron a las puertas del pueblo, ya los esperaban las mujeres con jícaras de chocolate fresco. Después llevaron al árbol al centro del pueblo. En la plaza, frente a la gran pirámide, previamente se había excavado un profundo foso, donde se levantaría el árbol. Fue el momento en que empezaron a sonar los caracoles marinos de los cuatro barrios, señal de que todos los hombres debían de ayudar a levantar el inmenso árbol, que todos llamaban “el fruto". Los carpinteros pulieron el árbol y tres hombres colocaban hermosas figuras en papel amate. Al lado del tronco hacían las doncellas de "La Casa de las Jóvenes", una figura humana de semilla de amaranto con miel, a esta figura también se le decoraba con papeles y le ponían en las manos unas inmensas bolas de amaranto, a semejanza de tamales. La figura humana era puesta en el extremo del árbol, que quedaría en lo más alto. Finalmente era izado el árbol con muchas dificultades. 45 Esa tarde se reunían las familias en torno a los abuelos o los hermanos mayores. Era la tradición hacer un pan de maíz muy sabroso, que sólo en este día se hacía. Primero en cada casa y después en la plaza se hacía una ceremonia, en la que la alegría básica, era el esfuerzo que se hacía durante el año, para ser lo mejor de sí mismo y compartir el fruto. Entonces se hacía una gran fogata, que recordaba aquella en la que los Dioses se habían sacrificado y haciendo un acto de contrición, toda la familia primero y después el pueblo procuraba echar al fuego purificador sus pecados, malos deseos y pensamientos. "El fruto de ese sacrificio era la armonía y el bienestar familiar y colectivo". Entrada la noche los jóvenes se preparaban para trepar al inmenso tronco, que además de pulido, tenía untada manteca de jabalí. Los más fuertes y mejor dotados, luchaban por llegar primero a lo más alto. Para la sorpresa de Águila Nocturna, fue Venado de la Aurora, el que llegó primero hasta la punta del tronco, desprendió las figuras y las arrojó a la muchedumbre que rodeaba al tronco. Era un símbolo de buena suerte; alcanzar un pedazo del amaranto que caía, al comerlo, se simbolizaba que se participaba del "fruto" del sacrificio espiritual. Esa noche Venado de la Aurora fue tratado como un héroe. Al término de esta ceremonia, empezaban a tocar los inmensos tambores de la danza ritual. Las muchachas y los muchachos, los adultos, los ancianos y los niños tenían un lugar en la gran plaza. Como todos habían ido en su educación a La Casa del Canto y como todos cada año lo hacían, la danza cobraba vitalidad y energía a cada momento. Los ritmos de la danza eran marcados por sus majestuosos y sonoros tambores, se escuchaban sonar insistentemente los caracoles marinos. La danza era mágica; cada danzante perdía su individualidad en la medida en que se concentraba en el sonido y en los pasos. Era algo extraño, pero que a todos les sucedía. El ritmo de los tambores lograba una sincronía perfecta con el cuerpo; y los dos con la Tierra y todos juntos con el cielo. Pasaba el tiempo y la gente no se cansaba, por el contrario, parecía que entre más se danzaba, más 46 energía se recibía. Era entonces el pueblo un sólo cuerpo, un sólo ritmo, un sólo paso, un sólo espíritu en comunión. 11 Cierto día Espejo Humeante les habló así a los jóvenes: -Los Viejos Abuelos nos han dejado sus sabias palabras, para poder vivir mejor. No hay nada nuevo en el mundo, todo se repite. Por ello, ahora quiero declamarles un antiguo poema que yo aquí, cuando fui joven como ustedes aprendí: -"¡Águilas y jaguares! Uno por uno iremos pereciendo, ninguno quedará meditarlo, ¡oh! príncipes aunque sea jade, aunque sea oro, también tendrá que ir al lugar de los descarnados Pero yo digo: sólo en breve tiempo sólo como flor de elote, así hemos venido a abrirnos, así hemos venido a conocernos sobre la tierra. Solo nos venimos a marchitar, ¡oh amigos! que ahora desaparezca el desamparado que salga la amargura, que haya alegría ¡Águilas y jaguares uno por uno iremos pereciendo ninguno quedará. En paz y placer pasemos la vida, 47 venid y gocemos". Como ven -dijo Espejo Humeante- el problema de la vida y de la muerte, del SER y del TRASCENDER, no tiene límites en el tiempo. Hace muchos atados de años, muchos; que Los Viejos Abuelos se planteaban este mismo problema, y pasarán cientos de atados de años más y los hombres de los tiempos futuros enfrentarán el mismo problema. Es la costumbre y la misión de esta institución propiciar que brote de su corazón un rostro propio y verdadero; una personalidad. Deseamos que conozcan las sabias palabras de Los Viejos Abuelos. Que logren el equilibrio, que entiendan y veneren a “Aquél por quien se vive”, el que es noche y viento, el que esta aquí y en todas partes al mismo tiempo, que aprendan y respeten las ancestrales normas de conducta y vida social, que penetren en los augustos misterios del conocimiento de nuestros antepasados; en síntesis que sean uno más entre nosotros. Cada uno de ustedes, en su momento, tomará el camino que les corresponda, mañana dirigirán el rumbo de nuestro pueblo. Cada uno estará en donde la comunidad lo requiera. La Tierra pródiga reclama siempre celosa el trabajo amoroso de sus hijos, pero cada uno de ustedes tendrá además un oficio para poder servir a la comunidad. En verdad no importa lo que hagan, sino cómo lo hacen. Porque si ustedes no lo hacen, vendrá otro y lo hará mejor que ustedes. Nadie es especial e importante, lo importante siempre será la comunidad. Así pues, háganse responsables de la decisión de servir al pueblo; puede ser como alfarero, orfebre o pintor, lo que sea no importa. Lo que importa, es que se hagan responsables de su decisión de SER. Pues cualquier oficio es tan solo un medio. El fin es TRASCENDER EL SER. Sepan entonces, jóvenes míos, lo que Los Viejos Abuelos dejaron dicho sobre los oficios en este mundo: “El carpintero es de su oficio hacer lo siguiente: cortar con hacha, enderezar las vigas y hacer trozos y aserrar, cortar ramas y partir y partir con cuñas cualquier madero. 48 El buen carpintero suele medir y compasar la madera con nivel; labrarla, cepillarla, emparejarla, ensamblarla y poner en orden las vigas sobre las paredes; al fin, ser diestro en su oficio. El cantero tiene fuerza y es recio, ligero y diestro en labrar y esculpir cualquier piedra. El buen cantero es entendido y hábil en labrar la piedra, en desbastar, esquinar y cortar con la cuña. También es su oficio trazar una casa, hacer buenos cimientos, poner esquinas y hacer portales y ventanas bien hechas, poniéndolos adobes en su lugar. El pintor, en su oficio, sabe usar los colores, dibuja y traza las figuras con carbón; hace buenas mezclas de colores, los sabe moler y preparar. El buen pintor tiene buena mano y gracia en el pintar, matiza muy bien la pintura, sabe hacer muy bien las sombras, los lejos y los follajes. El albañil tiene por oficio hacer la mezcla, mojándola bien, echar plastas de cal y aplanarla, bruñirla para que luzca bien. El médico suele curar y remediar enfermedades; el buen médico es entendido, conocedor de las yerbas, piedras, árboles y raíces. Experimentado en las curas, sabe de huesos, purgar, suturar y al fin librar de las puertas de la muerte. El hortelano tiene de oficio sembrar semillas, plantas y árboles. Cavar y moler bien la tierra. El buen hortelano suele ser discreto, cuidadoso, prudente de buen juicio y debe saber manejarlas cuentas de los meses y los años. El ollero es robusto, ligero, buen conocedor del barro, sabe y piensa muy bien el modo y la forma de hacer ollas de cualquier modo que se necesite. El sastre sabe cortar, proporcionar y cocer bien la ropa. El buen sastre es buen trabajador, entendido y hábil, fiel a su oficio. Finalmente recuerden, queridos jóvenes, que lo más importante es que sean lo que fueren; es que, amen verdaderamente lo que hacen, que sientan pasión y orgullo de su hacer. Porque solamente de esa forma podrán tener un corazón, firme como la piedra. Un corazón resistente como el tronco de un árbol; un rostro sabio y apacible, un corazón hábil y comprensivo." Había pasado seis años en La Casa de los Jóvenes y Águila Nocturna era un joven sobresaliente. Con el tiempo se había ido 49 tejiendo una estrecha amistad, entre Espejo Humeante y su joven discípulo. Águila Nocturna se había convertido en el líder de la institución. Su simpatía era total; tanto en los muchachos más grandes que él, como en los jóvenes recién ingresados. Siempre atento y humilde, con una expresión que exudaba afecto y armonía, Águila Nocturna era siempre muy bien recibido. Lo mismo pasaba con los maestros e instructores, parecía que como intuyó Espejo Humeante, nunca había llegado a La Casa de los Jóvenes, un alumno como Águila Nocturna. Los sacerdotes por su parte, también habían detectado las extrañas y bellas facultades del muchacho. El ilustre y sumo sacerdote del pueblo, ya contaba entre sus filas al joven cachorro y había dado recomendaciones a los sacerdotes de La Casa de los Jóvenes, que estuvieran muy atentos a él. Sin embargo águila Nocturna era muy reservado y solitario, cada que podía pasaba las horas en el templo meditando o sobre los códices, que le facilitaban sus maestros; sus grandes amistades seguían siendo, Venado de la Aurora y Espejo Humeante. Las visitas a la casa paterna cada vez eran menos frecuentes, el amor y respeto hacia sus padres era inalterable; lo que sucedía, era que Águila Nocturna cada día se sentía insatisfecho con las enseñanzas recibidas. El sentía en el fondo de su corazón, una voz muy profunda, que lo llamaba al encuentro Esta inquietud, que iba en aumento y, que empezaba a desbordarlo se la comunico con especial cuidado a su maestro. Espejo humeante guardó silencio por un largo tiempo, después de haberlo escuchado y le dijo: -Querido y admirado alumno; es cierto que nadie como tú había llegado a esta institución. Es cierto también, que jamás tuve un discípulo tan aventajado como tú; pero también es cierto, que todo en el mundo y en la vida, lleva un tiempo y un ritmo. Cada uno de nosotros tiene un destino, cada uno de nosotros vino a cumplir con la tarea encomendada por el Señor que está en todas partes. El sol, que 50 es el astro supremo y el todopoderoso, nos enseña todos los días, como debe uno cumplir con su deber. No adelanta ni atrasa su carrera, siempre sale por el Oriente y se retira por el Poniente. A pesar de su grandeza...el sol es humilde y cumple escrupulosamente con su deber. Aprende a esperar, y para hacerlo, lo primero que necesitas, es saber que estás esperando y lo que estás esperando; ten control de ti mismo y sé aún más humilde. Sosiega tu corazón, aprende a esperar y mientras esperas, no desaproveches ningún segundo, lo que ha de ser, será. En su justo tiempo y en la debida medida. A Águila Nocturna se le llenaron los ojos de lágrimas y su rostro se cubrió de vergüenza. Su Maestro le había enseñado sutilmente, que a pesar de todo, le faltaba mucho por trabajar y por aprender. Que el dominio de uno mismo, es la lucha más difícil que un hombre puede emprender. Que labrarse un rostro y el decantar el espíritu, era un trabajo de toda una vida. Entonces la paz vino de nuevo al espíritu del muchacho y sólo pudo expresar: "Gracias, muchas gracias Venerable Maestro". A partir de ese día, Águila Nocturna cambió notablemente; no exteriormente, sino en su interior. Se sentía más asentado, más sobrio y humilde. Algo que venía de muy en el fondo, afloraba en el mundo cotidiano; ese algo era indescriptible, llenaba de armonía, paz y tranquilidad todos los espacios de Águila Nocturna y de alguna forma misteriosa llegaba permanentemente un poema a su mente. - ¿Acaso voy a mi casa? ¿Acaso con él iré? ¡También vino a acortarse mi vida en la tierra! ¡Sé tú, Dios, para mí: moldéame! Recrea tu pecho, apláquese tu corazón, alégrese tu corazón! ¿Acaso crees, corazón mío, que sólo vivirás en la tierra? Te angustias, oh corazón mío. ¡yo nací en la tierra! ¿Acaso tú eres tu propio amigo? ¿Acaso vives por ti mismo? ¡Sé tú, Dios, para mí: moldéame! ¡Recrea tu pecho, apláquese tu corazón, alégrese tu corazón! 51 ¡Oh tú, el Señor del bastón de turquesas: yo me ando arrastrando, ando por la tierra! ¡Se tú, Dios, para mí: moldéame! ¡Recrea tu pecho, apláquese tu corazón, alégrese tu corazón! Vengo de la casa de las finas mariposas: Abre su corola mi canto: he ahí múltiples flores: ¡Una variada pintura es mi corazón! ¡Yo soy cantor y despliego mi canto!" Águila Nocturna tenía hoy más que nunca claridad sobre su destino, ya no existía duda o incertidumbre; en su corazón había armonía, humildad y una sensación de paz, que venía de los más profundo de su ser y que se prendía al mundo cotidiano, como una olorosa flor. En La Casa de los Jóvenes el tiempo y las actividades estaban sujetas a estrictas normas ancestrales. Sin embargo el ejercicio físico, los deportes y los juegos, tenían un espacio muy importante en su formación. Como todo en la comunidad, los deportes y los juegos, estaban íntimamente ligados a la Divinidad Suprema y a la religión. Como en el año se tenían 20 fiestas dedicadas, a igual número de advocaciones de la Divinidad, en ella se practicaba en especial el "juego de pelota". Los Viejos Abuelos decían, que los Dioses ya lo jugaban antes de la creación. En La Casa de los Jóvenes, se les enseñaba los conocimientos básicos. Venado de la Aurora, formaba una quinteta que tenía fama de invencible. Cuando los jóvenes jugaban, los maestros servían de árbitros e instructores. Lo hacían en un espacio que habían acondicionado en las afueras del pueblo. Pero cuando se jugaba en una celebración y formaba parte de un ritual; entonces eran los sacerdotes, quienes oficiaban y dirigían el juego. Este se realizaba en un edificio, que estaba al lado del gran templo, en el centro de la plaza. El significado filosófico, partía del principio de que todo en el universo y la vida, está compuesto de pares opuestos y complementarios, que siempre están en lucha y movimiento. Simboliza la dialéctica ejercida por las fuerzas 52 positivas y negativas, el orden y el caos, lo verdadero y lo artificioso, la vida y la muerte. Amanera de oráculo, los sacerdotes hacían una consulta y dos hombres o dos equipos de cinco jugadores cada uno, encontraban la respuesta en el resultado aleatorio del juego. Existían otros juegos antiguos, en los que estaban combinados la destreza física, con la agilidad intelectual, el conocimiento de la religión y la suerte. Águila Nocturna y Venado de la Aurora, al igual que la camada de cachorros, que habían entrado al mismo tiempo a La Casa de los Jóvenes, estaban llegando a la plenitud física y de instrucción. Especialmente Águila Nocturna, le había imprimido un sello muy particular, a su generación. Siendo el líder, Águila Nocturna inspiraba un ejemplo cotidiano entre sus compañeros y la relación con Espejo Humeante se hacia sentir en todo el grupo. 12 Llegó entonces el tiempo de enseñarle a los jóvenes las normas y leyes milenarias de su comunidad. Espejo Humeante en una sesión de instrucción, comenzó diciendo: -"He aquí el relato que solían contar los viejos: en un cierto tiempo que ya nadie puede contar. Del que ya nadie puede acordarse quienes aquí vinieron a sembrar a los abuelos, a las abuelas, estos, se dice. Llegaron, vinieron siguieron el camino, vinieron a terminarlo, para gobernar aquí en esta tierra, con un sólo nombre era conocida, como si se hubiera hecho esto un mundo pequeño. 53 Por el agua en sus barcas vinieron, en muchos grupos, y ahí arribaron a la orilla del agua, a la costa norte, y ahí donde fueron quedando sus barcas, en Pánuco, donde se pasaba encima del agua En seguida siguieron la orilla del agua iban buscando los montes, algunos los montes blancos y los montes que humean." Entonces Espejo Humeante les contó una maravillosa historia, que era el tesoro de todos los pueblos de tierra firme. Les dijo que por Los Viejos y Sabios Abuelos, ellos sabían que existían otros continentes, allá donde le lejano mar termina. Que existía un inmenso anillo que circunda al mundo. Que hacía mucho tiempo, todos los hombres vivían en un lugar maravilloso, en torno a una laguna y que ahí vivían siete pueblos, en siete cuevas. Y que un día los Dioses les ordenaron ir en busca de un lugar sagrado. Como señal para encontrar esa tierra prometida, los Dioses les dijeron, que donde encontrasen un águila parada encima de un nopal entre unas piedras y en una laguna, devorando tunas, sería la señal para fundar de nuevo su casa. Espejo Humeante les explicó que ese relato sagrado, era una parábola, que encerraba un gran secreto: -Como ustedes saben, desde que el mundo inició, Los Viejos Abuelos nos enseñaron que el águila es el símbolo del Sol, nuestro padre y Señor. La serpiente es el símbolo de la sabiduría. El nopal es el símbolo de la humanidad, pues es inmortal. La humanidad da frutos, como el nopal tunas. Además -dijo- el fruto de la tuna se encuentra florecido. El hombre para ser fruto florecido de la humanidad, necesita de la tierra y del agua para vivir. De esta manera, Los Viejos Abuelos recorrieron el mundo, para llegar a esta tierra nuestra. Ustedes saben -añadió Espejo Humeante- que esta no es nuestra verdadera casa, nosotros solo estamos por un breve tiempo aquí, para hacer florecer nuestros corazones y poder llegar a la casa de nuestro Gran Señor; el Dueño del Cerca y del Junto, porque él, es el dueño del espacio y la 54 distancia, estando junto a todo, todo está también junto a él. Nuestro Gran Señor Todopoderoso, aquel por quien se vive. Aquel que es invisible como la noche e impalpable como el viento. Nuestro Señor, aquel que nadie lo inventó, aquel que se inventó así mismo. Esa tarde, cuando en "La Casa de la Música y el Canto", los jóvenes bailaban y cantaban, el corazón de Águila Nocturna se movía más rápido que sus pies. Por su cabeza danzaban una inmensidad de preguntas. En esos años de formación, Águila Nocturna había logrado fortalecer su cuerpo, los baños nocturnos, las grandes caminatas y el trabajo, le ayudaron a lograr su pleno desarrollo físico. Pero a la par, había logrado un control sobre sí mismo. La disciplina, la responsabilidad, el desarrollo de la atención, la concentración y retención. La frugalidad y la práctica de los conocimientos de Los Viejos Abuelos, habían logrado templar su espíritu y afinar su mente. Águila Nocturna florecía su cuerpo y su espíritu; los maestros, sacerdotes y compañeros veían en él, al espíritu de la institución. En otra ocasión Espejo Humeante les habló así a los jóvenes: -Aquí en La Casa de los Jóvenes, los maestros e instructores les hemos tratado de trasmitir los conocimientos de los viejos y sabios abuelos. La mecánica celeste, las leyes de "nuestra Madre Querida" y todos sus hijos: animales, vegetales y minerales; de nuestra historia; de nuestras costumbres; de cómo se mantiene la tinta negra y roja en los libros; de la cuenta de los días; de cómo se habla y se comporta entre nosotros; de cómo se construye y se siembra, de cómo se cura y cómo se divierte y se juega; de cómo se celebra el culto a las diversas manifestaciones de la Divinidad; de cómo se hace uno "gente”, de cómo se hace “ciudadano”. Falta muy poco para que algunos de ustedes terminen su instrucción en nuestra Honorable Casa. Unos se casarán y formarán familia; otros, los más aventajados, irán a la institución llamada La Casa de la Medida, ahí tendrán que proseguir sus estudios para servir con mayor responsabilidad, sabiduría y acierto a la comunidad. 55 Hoy quiero hablarles de cómo los Viejos Abuelos nos enseñaron a organizarnos... a regirnos entre nosotros. Igual que “Aquél por quien se vive” se manifiesta en una “Dualidad Divina”, que es una unidad compuesta de dos partes diferentes, pero complementarias. Así como es el día y la noche, así como lo frío, lo caliente; así la "Dualidad Divina", generadora de todo, es mitad hombre, mitad mujer, femenino y masculino. Asimismo, quien dirige y administra todo en nuestra comunidad, es un par complementario. Uno es el que administra, llamado Mujer Serpiente; el otro es el que Ejecuta, llamado “El que Habla”. Como hombre y mujer de una casa, de una familia, como el brazo derecho y el brazo izquierdo, así ellos actúan. Pero como todo organismo vivo, tiene una cabeza que piensa, que analiza y reflexiona. Esa cabeza es el consejo de ancianos que está integrado por doce Venerables Hombres, que a lo largo de toda su vida, han servido y servido bien a nuestro pueblo. Ellos han tenido cargos, desde el que ayuda desde abajo, el que lleva la vara y los mensajes, desde muchacho. Han tenido que pasar por todos los cargos, poco a poco, sirviendo al pueblo, a los ojos de todos. Ellos han dejado su corazón y sus riñones, en la tierra que se trabaja para servicio de nuestros Dioses en la organización y ejecución del "Trabajo del medio", que no es de nadie y beneficia a todos; con el que construimos casas y templos, caminos y escuelas. Ellos que han sido ejemplo de hijos, hermanos y padres. Ellos que han sabido ser dignos mayordomos de nuestras fiestas y honestos y eficientes funcionarios del gobierno de nuestro pueblo. Ellos que son nuestro orgullo y nuestro ejemplo, que tienen toda nuestra admiración. Ellos que han caminado a lo largo de toda su vida erguidos y derechos a los ojos de toda la comunidad. Estos doce venerables ancianos, analizan y aconsejan al par de “servidores”; uno que ejecuta y el otro que administra, formando el supremo consejo. Que junto con la asamblea del pueblo, que es donde se discuten y analizan los problemas de la comunidad para tomar las decisiones adecuadas. 56 Los Viejos Abuelos, hace mucho tiempo dejaron dicho que todo pueblo o ciudad debía estar organizado, porque es la manera de multiplicar la fuerza del hombre y así asegurar la sobre vivencia. De este modo, toda comunidad debía contar con una Casa de Gobierno, un templo con sus edificios, un almacén de abastecimientos, una plaza de actos públicos y ceremoniales, una Casa de la Justicia, una Casa para los Jóvenes, otra para el canto y el baile, y una escuela de estudios superiores, llamada La Casa de la Medida. A todas ellas, se le debe dotar de tierras cultivables para su mantenimiento, a través del "trabajo de en medio" aportado por la comunidad. En torno al centro cívico, debían existir cuatro barrios “Casas Grandes", y en cada uno de estos barrios, a su vez debía contar con cinco "Casas Chicas" y cada una a su vez de estas casas chicas, se dedicaría a producir, además del trabajo del campo, un bien necesario para la vida de la comunidad, por lo que generalmente cada barrio o casa chica va formando unidades productivas y especializadas de tipo gremial. Muchos otros han vivido en estas tierras antes que nosotros y después de los Viejos y Sabios Abuelos. Ellos nos han dejado su sabiduría, su experiencia de cómo florecer el corazón, en esta tierra que no es nuestra, en donde estamos por breve tiempo. Los jaguares y las águilas tienen el instinto, que nuestro Señor el del Cerca y el Junto, les dio para poder sobrevivir aquí en la tierra. El instinto no es sabiduría, es información que pasa de una generación a otra, para perpetuar la especie. Si el jaguar o el águila pierden el instinto, su tiempo en la tierra se acaba pronto. Ya no sabrán cazar, ya no sabrán esconderse, no podrán sobrevivir. De igual manera -dijo Espejo Humeante- nuestro Señor, “El que no se ve ni se siente”, nos dio a nosotros, sus hijos, "la tradición, la costumbre" para poder transmitir el conocimiento, la experiencia de vida, de los Viejos Abuelos a los hijos de sus hijos. De esta manera la cimiente del hombre se conservará, de esta manera el sacrificio de las Divinidades no se hizo en vano. Por eso la cultura, la tradición, la costumbre; como decían los abuelos "lo que no se debe olvidar nunca", es lo que nuestro Señor 57 nos ha dado para sobrevivir, ser "gente" y poder florecer nuestro corazón. Lo que se requiere para poder seguir la tradición, y para eso están aquí -señaló con tono grave, Espejo Humeante- es que; además de conocerla muy bien, de fortalecer su cuerpo y fortalecer su espíritu, es que desarrollen la fuerza de voluntad y el intento inflexible. Porque esta fuerza es lo único que tenemos, para transcendernos a nosotros mismos e interactuar con el mundo que nos rodea. Si no logran tener autodisciplina y fuerza de voluntad, de nada sirven todos los conocimientos del mundo, serán solo ideas, serán solo palabras; como un nopal sin tunas o un maíz sin mazorca. Por eso amados y queridos jóvenes, luchen como jaguares o águilas por aprender la sabiduría de los Viejos Abuelos, para lograr crear la autodisciplina, el control físico, mental y emocional, que desarrolla la fuerza de voluntad. Solo así, podrán pulir la piedra preciosa que llevan dentro; solo así, podrán esculpir un rostro verdadero, tener un corazón florecido y podrán en verdad, contribuir al sostenimiento de nuestra comunidad". 13 Como sucedía con frecuencia, los muchachos más grandes de La Casa de los Jóvenes, se preparaban para salir de cacería a las montañas que estaban al norte del pueblo. Era una cadena montañosa que circundaba el valle de oriente a poniente, que tenía bosques impenetrables donde vivían toda clase de animales. A la parte que se dirigían, a dos días de camino, especialmente se encontraban jaguares y venados. En esta ocasión especial, los acompañaba Espejo Humeante. Antes de iniciar la cacería, se hizo una ceremonia de pedimento al Señor de la Montaña. Se le informó los motivos de la cacería y se le pidió permiso para cazar a un venado; en reciprocidad los sacerdotes y los jóvenes hicieron penitencia y ofrendaron incienso, enterrando unas cuentas de jade y dejaron Frijól y maíz al poderoso Señor del Bosque. La cacería además de proporcionar la carne del venado para la fiesta 58 del onceavo mes, llamada "Barrimiento de los Caminos", tenía el objetivo de enseñar a los jóvenes el arte del acecho. Espejo Humeante habló así a los jóvenes: -En el mundo todos los seres vivos somos iguales, tenemos tres cosas que nos hacen comunes; la primera es que estamos vivos; la segunda es que sentimos y la tercera es que todos nos vamos a morir...lo mismo seamos plantas, animales o seres humanos; de modo que tenemos que tener presente que cuando buscamos nuestro sustento, otros seres vivos, se sacrificarán para que nosotros podamos vivir. Por lo que debemos también pensar que algún día todos nosotros también seremos alimento de otro ser. También quiero decirles, que la vida es como una cacería, la diferencia es la presa. El hombre siempre anda en pos del conocimiento. Los Viejos Abuelos nos dejaron dicho que nosotros podemos ser cazadores de conocimiento. De hecho es lo que ustedes están haciendo en nuestra respetable institución. De ustedes, los que logren "cazar" suficiente conocimiento, llegarán algún día al mundo del poder. Será en otro lugar y en otro tiempo, si esto llega suceder. Por ahora, lo importante es que ustedes se vuelvan inmaculados cazadores. Por ello, lo más importante es que estén conscientes de lo que pretenden, porque para ser un cazador inmaculado no sólo basta ser certero con el arco y la flecha. Lo que se requiere es que sepan observar sin ser observados, que sepan esperar sin desesperarse, que no actúen como una presa; que sepan qué quieren cazar, por qué lo quieren cazar y cómo lo deben de cazar; no importa si se trata de ideas, saberes, objetos, plantas o animales. El cazador debe de ser un hombre equilibrado, sobrio y mesurado. Por que el cazador para cazar, siempre se introduce a un mundo no habitual y desconocido...por lo tanto peligroso. Ahora cada uno de ustedes se internará a lo más profundo de estas montañas, solo llevarán su arco y sus flechas. Mañana a esta misma hora, al despuntar el Sol, nos reuniremos en este mismo lugar, nosotros aquí los esperaremos. Deseamos que cada uno encuentre a su presa." 59 Águila Nocturna se internó en una cerrada cañada. Por la tarde llegó a un pequeño claro, al lado de unos peñascos donde brotaba un poco de agua. Sintió que ese era el lugar, se frotó con unas hierbas olorosas todo el cuerpo y buscó un lugar dentro de un matorral para ocultarse y se puso a esperar. Entró la noche y en el bosque se empezaron a escuchar extraños y diversos ruidos. Águila Nocturna acalló sus pensamientos y se concentró en el espíritu del venado. A media noche llegó a beber un puma sediento. Águila Nocturna lo miró y se concentró aún más en el venado. Sin moverse, sin hacer absolutamente ningún ruido, hasta reducir al máximo su respiración, absorto en el espíritu del venado. Al cabo de un tiempo, Águila Nocturna sufrió un cambio extraordinario, sentía que sus pies se transformaban poco apoco en raíces, que se afirmaban lentamente en la tierra. Percibió que de su cuerpo poco a poco brotaban largas ramas. Águila Nocturna dejó de ser él y se convirtió en un espléndido pino, una criatura más del bosque. Fue entonces cuando empezó a escuchar que le hablaban los árboles que le rodeaban. Sus hermanos le contaban una maravillosa historia; le dijeron que hace miles de atados de años en la tierra sólo existían los árboles y que un día los seres humanos empezaron a nacer de ellos, en un lugar llamado "En donde nacieron los Señores, los linajes", que está al norte en las montañas de las nubes. Ahí -le dijeron los árboles- existe una profunda gruta que llega al corazón de nuestra madre querida. Por esa gruta salen cantidades interminables de agua, que es la esencia de la vida. Flanqueando la entrada de la gruta, están los más antiguos Señores nuestros, "los venerables ancianos que viven junto al agua divina". De ellos nacieron entonces los seres humanos y como son nuestros más cercanos hermanos en este mundo, nosotros los árboles los proveemos de muchas maneras, para que ellos logren sobrevivir en esta, nuestra tierra. Nosotros trabajamos diariamente y nos sacrificamos para que ellos vivan. Fue tan impactante esta verdad dicha por los árboles, que Águila Nocturna abrió los ojos; pero de una sorpresa pasó a otra. Empezaba a clarear cuando percibió al venado más hermoso que había visto en toda su vida. Era un imponente animal de amplia cornadura. El venado 60 resplandecía con brillo propio, destellando chispazos de energía. El animal terminó de entrar al claro, recorrió el entorno con la mirada e inclinó la cabeza para beber agua. El corazón de Águila Nocturna empezó a palpitar tan fuerte, que temió asustar al animal. No sabía si estaba soñando o ese maravilloso venado encarnaba el Espíritu del Bosque. Pero cumpliendo con su responsabilidad de cazador, respiró profundo para relajarse, introdujo una flecha en la cuerda de su arco y muy lentamente cargó. El animal de súbito levantó la cabeza y volteó directamente a ver al cazador. Águila Nocturna sintió entonces que la mirada del extraño animal, penetraba a su cuerpo a través de sus ojos. Una línea de energía, un haz de luz inundó al joven cazador y de inmediato todo su cuerpo empezó a resplandecer. Sentía que todo su cuerpo por dentro estallaba en una sensación de excitación y empezó a sentir un bienestar interior, como nunca se imaginó podría sentir. Destensó el arco y lo tiró al suelo, al mismo tiempo el venado se dirigió lentamente hacia él. A escasos centímetros quedaron uno del otro. Los ojos del venado parecían inmensas y profundas lagunas. En sus profundidades, Águila Nocturna sintió absolutamente a todos los seres vivos del bosque y al final, se vio a sí mismo, y se sintió el maravilloso venado luminoso. Cerró los ojos y volvió a ver al venado que inclinaba la cabeza, para después lenta y majestuosamente introducirse en el bosque. Despuntaban los primeros rayos de luz en la cima de las montañas, Águila Nocturna se dirigía al lugar donde estaban sus maestros. Fue el primero en llegar y Espejo Humeante lo recibió con un abrazo y como si supiera todo lo ocurrido le dijo: "Inmaculado cazador, llevas en el corazón tu extraordinaria presa". De regreso camino al valle, Espejo Humeante y Águila Nocturna sentía que el período de instrucción en La Casa de los Jóvenes había llegado a su fin. 14 61 Venado de la Aurora había hablado con sus padres de la intención de casarse con Paloma Pequeña. Para ello el padre y la madre del joven hicieron una fiesta en su casa e invitaron a Espejo Humeante, sacerdotes e instructores de La Casa de los Jóvenes, así como a los parientes más cercanos. Después de haber comido mole de guajolote, el padrino de Venado de la Aurora se dirigió así a los maestros e instructores: -"Aquí están presentes respetables Señores y venerables maestros de este muchacho nuestro, nuestra piedra preciosa, nuestra pluma de quetzal. Por favor, le suplicamos, no se sientan ofendidos pero nuestro hijo desea separarse de su sabia compañía; porque ya quiere tener mujer, desea formar familia -entonces el tío tomó una hacha y dijoaquí está esta hacha, que es señal de que el aprendiz se quiere apartar ya de vuestra respetable institución, según la costumbre de nuestros Nobles y Sabios Abuelos, tómenla por favor a cambio de nuestro hijo". Entonces Espejo Humeante tomó el hacha y dijo a los parientes del joven: -"Tomamos complacidos esta hacha porque su hijo ya brotó, ya floreció su cuerpo y templó su espíritu, porque el muchacho ya se hizo gente, ya conoció el trabajo, aprendió a obedecer y a respetar. Sabe hablar y ofrendar a “Aquél por quien se vive” y a todas sus advocaciones, sabe nuestras costumbres, conoce nuestras tradiciones, lee la tinta negra y roja, sabe la cuenta de los días. Entiende y sabe cómo y por qué ha deservir a nuestra comunidad". Después el padrino de Venado de la Aurora fue a hablar con los padres de Paloma Pequeña, acompañado de uno de los hombres que integraba el consejo de ancianos y que pertenecía a su barrio. Entre los dos y en tres ocasiones como lo marcaba la costumbre, lograron convencer a la familia de la joven, dejando en cada ocasión regalos y ofrendas a la familia. En la tercera visita los padres de Paloma Pequeña concertaron la boda, se consultó a los hombres de los libros y la tinta negra y roja y fijaron la fecha del matrimonio. 62 Esa mañana todos los parientes de los novios se reunieron a desayunar en la casa del novio. Posteriormente y en procesión todos se dirigieron al templo a pedirle al “Dueño del cerca y del junto”, por la ventura de la pareja. Al término de la ceremonia, los jóvenes y sus parientes se dirigieron a la casa de los padres de Paloma Pequeña. La procesión la habrían los músicos con sus ocarinas, flautas, caracoles y tambores, que hacían sonora y armoniosa notificación por las calles del pueblo del paso de los recién casados. En la casa de la novia los familiares y amigos habían instalado en el patio de la casa, unas amplias enramadas, en donde había petates para todos los invitados. La única habitación de la casa estaba perfectamente limpia y encalada. Se instaló un altar con los Dioses familiares, toda la casa estaba adornada con aromáticas flores. En medio de la habitación se puso un petate, en sus costados dos floreros y dos incensarios que quemaban oloroso copal. Entonces los novios se hincaron en el petate, los padrinos de los novios ataron el manto del joven con el huipil de la novia y los unieron con un cordel de bellas flores. Los parientes se formaron en parejas a la entrada de la habitación e iban pasando de dos en dos; se paraban de frente ante los novios y poniendo su mano derecha en Venado de la Aurora y la izquierda en Paloma Pequeña, improvisaban bellísimos y sabios consejos para su vida futura. Cada quién decía lo que sentía y recomendaba lo que mejor le parecía. Entonces la habitación se saturó de incienso, amor y sabiduría. Al término de esta ceremonia se pasó a bailar los regalos, que antes habían sido expuestos en amplios petates. Los regalos de los parientes de la novia, tenían atada una flor blanca y los del novio llevaban una pequeña flecha. Primero empezaron a bailar los novios, después los padrinos, con un metate los padrinos de la novia y con un baúl hecho de madera y piel de venado los padrinos del novio; para finalmente bailar todos los invitados con sus respectivos regalos, que ayudaban a iniciar la vida de la nueva familia. A los recién casados, el Supremo Consejo les había dotado de un solar en propiedad, para que con la ayuda de familiares y amigos se construyera su casa. Como ciudadano, Venado de la Aurora recibió en 63 préstamo permanente, el terreno de cultivo suficiente para hacer su milpa y tener el sustento de la familia. La costumbre era que sólo dejándolo de trabajar dos años seguidos sin justificación, podría perder su posesión. La fiesta duró otro día más, y era cuando los familiares más íntimos de los novios, convivían para empezar a unir a las dos familias, limpiando la vajilla y la casa. 15 A petición del supremo consejo y por recomendación unánime de los maestros, sacerdotes e instructores de La Casa de los Jóvenes, los padres de Águila Nocturna, pidieron la aceptación de su hijo en la institución de enseñanza superior llamada La Casa de la Medida. Ese año se había recomendado la entrada a cuatro jóvenes del pueblo, esto representaba un gran honor para la familia y para el barrio. Para Águila Nocturna significaba el desafío que estaba esperando. La institución llamada La Casa de la Medida, era un recinto donde asistían los jóvenes que se habían destacado a lo largo de su estancia en La Casa de los Jóvenes. Ahí un grupo selecto de sacerdotes y maestros los instruían en los conocimientos más profundos sobre la sabiduría que les habían legado los Viejos Abuelos. En esa institución se preparaban a los candidatos para ocupar las responsabilidades más altas en la comunidad. De ahí salían los gobernantes, administradores y sacerdotes. En una ceremonia solemne y emotiva, en la que estaban presentes además de la familia de Águila Nocturna, todos los ciudadanos que tenían un cargo en el barrio del joven aspirante. En un momento de la ceremonia, Garra de Jaguar se dirigió así a su amado cachorro: -"Hijo mío, amada piedra preciosa, pluma de quetzal, aquí estás presente, donde te ha traído nuestro amado padre, nuestro Señor Verdadero; el que está en todas partes. Nosotros te dimos tan sólo la vida, en La Casa de los Jóvenes tus maestros e instructores te ayudaron a brotar; hoy tienes un rostro propio y un corazón verdadero. Hoy estás a las puertas de esta venerable institución llamada La Casa de la Medida. Aquí haz venido a abrir los ojos y los 64 oídos, para que veas y oigas; aquí los hombres se pulen y se labran, como piedras preciosas, aquí se ensartan para servir mejora la comunidad; aquí aprendes a hacerte adobe, aquí ajustas tus medidas, aquí te pules, aquí te cuadras, para ensamblarte en la casa y en el templo de los viejos y sabios abuelos. Aquí ya no eres tú, aquí eres memoria de nuestros antepasados, aquí aprenderás a honrarlos y a merecerlos; aquí ya eres lo mejor de nosotros. Actúa entonces en consecuencia, sé digno heredero de nuestros muertos, hazte responsable de tu destino". Al término de la ceremonia Águila Nocturna se despidió con emoción de sus padres; un profundo sentimiento de nostalgia se apoderaba de su corazón, algo le decía que sería la última vez que estaría con sus amados y queridos padres. 16 El recinto de La Casa de la Medida era más grande que el de La Casa de los Jóvenes, aunque vivían ahí un menor número de personas. La institución poseía cuatro edificios entorno a la plaza, en el centro de ella había una construcción de medianas proporciones, de forma redonda y que estaba consagrada a la divinidad de La Serpiente Emplumada. En el edificio que servía de habitación habían pequeñas celdas en las que vivían maestros, sacerdotes y alumnos, en ellas apenas había lugar para una base de piedra estucada, que servía para dormir, un pequeño baúl de madera y piel de venado, en la que se guardaban los escasos objetos personales, la habitación no tenía ventanas y tenía una pequeña entrada que servía de acceso, en la que existía una cortina de yute. Ahí la vida era en principio similar a la de la primera institución, las diferencias eran de fondo. En principio los grupos eran de 4 jóvenes y la vida se desarrollaba más hacia el interior de la institución, dedicando gran parte del tiempo al estudio del misterio de la vida y al culto de todas las advocaciones en que se representaba a la divinidad suprema, esa que no tenía nombre, ni forma y que estaba en todas partes al mismo tiempo. Águila Nocturna sentía en su interior, que ese espacio le reconfortaba el espíritu. Voces antiguas, salidas de las profundidades, le decían que ahí estaba su 65 destino; las mismas paredes de los edificios, parecía que le daban la bienvenida a un viejo amigo. Cada año que entraban cuatro nuevos estudiantes al recinto de La Casa de la Medida, se les asignaba un tutor entre los maestros, que tenía la responsabilidad del grupo en lo general y de cada estudiante en particular. El tutor tenía la obligación de conocer profundamente al aspirante, porque en su momento tendría el compromiso de solicitar, para beneficio de la comunidad; un lugar en el gobierno, la administración o en el sacerdocio. Ese año el tutor del grupo fue Serpiente de Fuego, uno de los maestros más sabios que había tenido la institución en su centenaria existencia. Serpiente de Fuego era un hombre de apariencia juvenil, ligero, flexible y sobre todo, muy jovial. Sin embargo, su mirada era profunda y penetrante, parecía que tenía el poder de penetrar las mentes y los corazones, pero a pesar de esto, su mirada no era desafiante o peligrosa. El peso de su mirada, hacia misteriosamente que las personas se intranquilizaran en su interior. Era difícil calcularle la edad, se sabía que ya tenía más del atado de años, pero su cabello blanco, recordaba a esos jóvenes que encanecen prematuramente. Una de las características de la vida en La Casa de la Medida, es que no existían las rutinas, salvo el culto a la Divinidad Suprema. La enseñanza y la vida misma, estaban diseñadas de tal forma, que todo resultaba imprevisible. Decían los maestros que con las rutinas, el ser humano atrofia al espíritu y la mente; así que los jóvenes trabajaban, estudiaban y rendían culto a la Divinidad Suprema, de noche o de día, lo mismo en la montaña que en el templo o en el salón de clases. Las actividades se dividían entres partes equitativas: una para aprender el culto a las diversas advocaciones de la Divinidad Suprema, dirigida por los sacerdotes; otra para investigar la sabiduría de los Viejos Abuelos, llamada Toltecáyotl, asesorada por los maestros y, una tercera, para analizar y reflexionar los conocimientos adquiridos y su directa relación con ellos mismos, guiados individualmente por el tutor. La vida en esta institución, era perfecta y ajustada como la cuenta de los días y sin embargo, al mismo tiempo se sentía fresca y renovante. 66 La institución llamada La Casa de la Medida, era una escuela de altos estudios, donde se capacitaba a la elite, el fruto por florecer de la comunidad, se sentía "la mano" de los Viejos Abuelos. El equilibrio era, según Los Viejos Abuelos, el camino de la perfección. La esencia de la belleza era el equilibrio, fuera en una flor, en un edificio, en una pintura o en el corazón de un ser humano. La Naturaleza es la expresión más nítida del equilibrio. De modo que los estudiantes aprendían a encontrar el equilibrio a través de “la medida”. Cuando el estudiante encontraba la medida para equilibrar su espíritu con su materia, su razón con su intuición, su parte masculina con su parte femenina, sus fortalezas con sus debilidades, lograba el equilibrio en su centro unificador. Habría logrado florecer el corazón y adornar el jardín celestial de Aquél por quien se vive”. En La casa de la Medida las centenarias paredes emanaban sabiduría; cada piedra, cada norma, cada grabado, encontraban allí su lugar perfecto; el equilibrio y la armonía invitaban sutilmente al estudiante a llegar al centro profundo de sí mismo; balance perfecto entre espíritu y materia, entre el cielo y la tierra. Una tarde, Serpiente de Fuego se reunió con los cuatro aspirantes y les dijo: -Jóvenes: preciosas plumas de quetzal, esperanza de nuestros queridos abuelos; a partir de hoy, todos seremos uno, yo seré su centro por breve tiempo. Todos juntos haremos una flor; a partir de hoy seremos "Cinco flor". Cada uno de ustedes será un pétalo de esta mágica flor; cada uno de ustedes será una dirección, un color, un elemento. La energía que desarrollen cada uno de ustedes, convergerá en el centro, punto en que yo estaré para regularla y en su caso equilibrarla. De su esfuerzo y de mi conducción, dependerá que la energía se mezcle equilibrada y suba en busca de los espacios luminosos de la conciencia humana, lugar de "La quinta posición"; o que por el contrario, por nuestra torpeza y descuido, caigamos en los abismos degradados de la estupidez humana. Esto es la maravilla de 67 ser hombre, el prodigio de estar vivo y el desafío inconmensurable de la vida. Es mi deber en esta primera plática con ustedes, ofrecerles a su corazón, estas viejas palabras de nuestros sabios abuelos, que desde tiempos inmemoriales se guardan en el corazón y en la lengua, de sus hijos, para que solo acabados los hombres en la tierra, se pueda borrar la memoria de estos sabios: - "Los hombres lo preguntamos: ¿ Acaso deberás se vive con raíz en la tierra? No para siempre en la tierra: sólo un poco aquí. Aunque sea de jade se quiebra, aunque sea oro se rompe, aunque sea plumaje de quetzal se desgarra. No para siempre en la tierra: sólo un poco Percibo lo secreto, lo oculto: ! Oh vosotros señores ¡ Así somos, somos mortales, de cuatro en cuatro nosotros los hombres, todos habremos de morir en la tierra." " Ha bajado aquí a la tierra la muerte florida, se acerca ya aquí, en la Región del color rojo la inventaron quienes antes estuvieron con nosotros. Va elevándose el llanto, hacia allá son impedidas las gentes, en el interior del cielo hay cantos tristes, con ellos va uno a la región donde de algún modo se existe.” 68 Águila Nocturna sentía que en su interior todo se equilibraba. Las palabras de Serpiente de Fuego habían producido un efecto de bienestar interior. El espíritu de Águila Nocturna y la institución se afinaban en una sola nota, que reverberaba en todo su cuerpo y lo hacía vibrar como a un caracol marino. Serpiente de Fuego continuó diciéndoles a los aspirantes: -Amados hijos nuestros, ustedes son el fruto por florecer de la comunidad. Como el nopal que florece en su fruto, ustedes han florecido en la casa de los jóvenes y ahora son la esperanza de los Viejos Abuelos, de que su espíritu continúe en esta su amada tierra. Ahora su responsabilidad es mayor, pues al tomar la decisión de estar aquí. Significa que están aptos para dar lo mejor de sí mismos; y dispuestos a todos los sacrificios y a la más rigurosa disciplina; significa en una palabra, que están preparados para morir si es preciso, por respaldar la decisión que han tomado de conocer la Toltecáyotl, que es la sabiduría que nos han legado nuestros nobles antepasados; porque ustedes queridos jóvenes, son la tuna del nopal que tiene la esperanza de florecer. De esta noble institución que hoy les abre sus puertas, mañana saldrán los que han de servir al pueblo. No solo los conocimientos antiguos de “la tinta negra y roja”, no solamente las matemáticas y la mecánica celeste bastan para servir al pueblo, acaso lo más importante es la piedra preciosa que cada uno de ustedes debe pulir en su interior. La virtud es la que trasciende el conocimiento; porque la ciencia sin sabiduría nos conduce a la destrucción... a la muerte. Por ello su responsabilidad es doble y absoluta. Tienen que profundizar en la sabiduría de los Viejos Abuelos y al mismo tiempo florecer su corazón. Cuando estas dos cosas se hagan una sola en su interior, solo entonces podrán aspirar a ser "el corazón del pueblo", el esperado fruto florecido. A partir de ese día la vida de Águila Nocturna cobró mayor intensidad, el bienestar iba en aumento, la institución era lo que el espíritu de Águila Nocturna necesitaba, los muros de aquél recinto lo reconocían como parte de ellos. La vida en La Casa de la Medida era muy intensa y llena de obligaciones. Los sacerdotes y maestros eran más exigentes y 69 rigurosos, que en La Casa de los Jóvenes. Los conocimientos que aquí se impartían, en principio versaban sobre lo aprendido en “La Casa de los Jóvenes", la diferencia es que en la nueva institución, a los jóvenes se les enseñaba con mayor profundidad y de manera más personalizada. Los sacerdotes profundizaban sobre el sentido filosófico de la religión y sobre entendían que el rito, ya lo habían aprendido en La Casa de los Jóvenes. En una de las primeras sesiones de enseñanza Viento del Norte, el Supremo Sacerdote les habló así a los jóvenes: -Es nuestro deber enseñarles a ustedes los augustos misterios de nuestra religión. Todo en el mundo tiene "forma y fondo". Todo está compuesto de una parte visible y otra parte invisible. La unidad está formada de un par complementario y opuesto. Así tenemos; el día y la noche, lo frío y lo caliente, lo positivo y lo negativo... la vida y la muerte. Los Viejos Abuelos hace muchos atados de años, que hoy ya nadie puede recordar. Nos legaron nuestra religión. Patrimonio espiritual del pueblo. Instrumento que nos da equilibrio y guía, para hacer nuestro paso por la tierra más positivo y trascendente. Nuestra religión guarda en su profundo seno, inconmensurables verdades y maravillosas normas de conducta, que le permiten al pueblo vivir en armonía y equilibrio, primero consigo mismo, después con los demás seres vivos del mundo, sean estos: astros, montañas, personas, animales, árboles o insectos. Porque para los Viejos Abuelos, todos los seres vivos del mundo somos iguales en tanto que: estamos vivos, sentimos y nos vamos a morir. De modo que nuestra religión es el camino donde el espíritu encuentra el medio para su expresión y el pueblo el punto de comunión, de la aspiración más genuina de su existencia. La religión es el legado de sabiduría de los Viejos Abuelos para el pueblo. Por ello los Viejos Abuelos nos dejaron los conocimientos entre los ritos y las historias, entre las divinidades y las parábolas. El conocimiento dado de una manera sencilla y simbólica, pero al mismo tiempo eficaz, que le permita al hombre dirigir su vida en busca del equilibrio y la trascendencia. Por ello, se necesita de hombres preparados que conozcan el fondo y la forma de nuestra religión. Hombres que hayan asumido las 70 enseñanzas de “Aquél por quien se vive” y la apliquen en la vida cotidiana. Hombres virtuosos y humildes, que estén dispuestos a dedicar su vida por completo y sin reservas, a la religión que un día nos dieron los sabios y Viejos Abuelos. Nuestra responsabilidad, es despertar en ustedes el sentimiento de amor y sacrificio por el desarrollo espiritual de nuestro pueblo. Será su responsabilidad, encontrar el camino florecido de su vida, para poder servir mejor a su pueblo y honrar la memoria de nuestros sabios antepasados Águila Nocturna entendió entonces la pasión milenaria de su pueblo por la religión. El profundo misticismo que envolvía todas las actividades de la vida cotidiana del pueblo. La religión estaba presente absolutamente en todo, y esto mismo era la expresión más pura de la espiritualidad; precisamente !la herencia más preciada de los Viejos Abuelos¡ De esta manera Águila Nocturna y sus compañeros, descubrieron a través de la instrucción, el trasfondo filosófico de su milenaria religión. Poco a poco, sin prisas, los jóvenes iban construyendo un templo a la sabiduría de los Viejos Abuelos en lo profundo de su corazón y al mismo tiempo, sin darse cuenta, se iba creando un sentimiento de responsabilidad y compromiso con el destino de su pueblo. Viento del Norte les enseñó que atrás de cada divinidad, existía un valor o una verdad. Que las divinidades eran símbolos metafóricos que ayudaban a través de los ritos a los seres humanos a orientar su existencia. Que en verdad solo existía una sola Divinidad Suprema, que nadie lo creó, ya que “él se inventó así mismo”. Esta divinidad está en todas partes; es invisible e impalpable. Los Viejos Abuelos le decían "El Dueño del Cerca y del Junto", ya que siendo el dueño del espacio y la distancia, estando junto a todo, todo está también junto a él. La primera representación humanizada de esta divinidad, era La Divina Dualidad, de donde se desprende: de los dos, El Señor y de 71 los dos, La Señora. Entendiendo que toda unidad está constituida de un par complementario, masculino y femenino. El conocimiento más importante que los sabios y Viejos Abuelos dejaron en la religión, es que todo en el mundo estaba constituido por dos clases de energía. Una es la energía aluminosa, que nos llega en principio del Sol. Esta energía arriba a la tierra en su estado más puro, como luz; pero que a través de condensaciones sucesivas va formando todo cuanto en la tierra vemos y tocamos: animales, vegetales y minerales. La magia de esta transformación divina se da a través del agua y por medio de la fotosíntesis. La segunda energía, opuesta y complementaria a la primera; es la energía Espiritual, que es la que le imprime vida, la conciencia de ser, a la primera energía luminosa. Así, la energía espiritual hará la diferencia entre una piedra y un conejo; porque en principio los dos están constituidos de la misma energía ! la luminosa ! La diferencia radica en la energía espiritual que está depositada en la energía luminosa del conejo y que no está en la energía que conforma a la piedra. Este conocimiento los Viejos Abuelos lo representan en la religión, por medio de dos divinidades; que son la estructura básica más importante, para entender el conocimiento antiguo. De esta manera, la energía luminosa está representada por medio del agua, a la que divinizaron metafórica como "La Divinidad del Agua", porque el agua es más que la representación de la vida...!es la vida misma¡. Al adorar a la Divinidad del Agua, el pueblo está ponderando la importancia del fenómeno de la vida en sí mismo. Pero la otra energía, opuesta y complementaria, la energía espiritual, está representada en "la Divinidad del Viento", en tanto que representa el soplo divino; es el que le otorga la conciencia a la energía lumínica, produciendo el fenómeno de la “vida" tal y como lo entendemos los seres humanos. De esta manera la Divinidad de la Lluvia y la Divinidad del Viento, serán en la religión de los Viejos Abuelos, el par complementario y al mismo tiempo los opuestos que crean todo cuanto nos rodea. Generadores del maravilloso fenómeno de la vida, en todas sus expresiones inimaginables en la tierra. 72 Como toda la sabiduría de los Viejos Abuelos, ellos la supieron adaptar a la naturaleza. De modo que siendo atento observador, el ser humano encontraba en la naturaleza a la maestra ejemplar y perfecta. Así la lluvia es siempre precedida y anunciada, por el viento. De la misma manera que la vida, es precedida del soplo divino que le da la conciencia. El objetivo de la vida, es llegar a la trascendencia espiritual de la existencia. La Divinidad del Viento tiene una importancia suprema en la religión y en la vida del pueblo. La propia institución La Casa de la Medida está bajo su protección. La Divinidad del Viento tiene otra advocación, es conocido también como “La Serpiente Emplumada". La sabiduría misma de los Viejos Abuelos, está representada por "La Serpiente Emplumada", pues no solamente posibilitó la creación de los hombres de este Quinto Sol en el que vivimos y le dio su alimento, sino es quien le ha dado a la humanidad, todos los conocimientos que hacen posible su existencia. Este fue uno de los conocimientos que más cimbró a Águila Nocturna; pues por una parte, entendió la forma de ser y sentir de su pueblo que es, total y absolutamente ESPIRITUAL; y por otra, entendió porqué en todas partes de su pueblo está representada la figura de La Serpiente Emplumada; lo mismo en los sencillos bordados de las prendas de vestir, que en los libros de “la tinta negra y roja”, o en las impresionantes esculturas y bellos grabados en piedra, de los edificios públicos. 17 Una noche Serpiente de Fuego se llevó a los jóvenes, a lo más alto de un cerro cercano. Desde las alturas, gracias a una brillante luna de cuarto creciente, se veían las montañas que rodeaban a su pueblo. A pesar de la luz de la luna, se veían algunas estrellas en el cielo y en el pueblo se alcanzaban a distinguir las antorchas que iluminaban algunos recintos. Serpiente de Fuego les pidió a sus alumnos que se relajaran y que redujeran al máximo su respiración y sus pensamientos. Entonces les dijo: 73 -Quiero decirles algo que en principio resulta difícil entender. A partir de ahora, les pido que olviden todo lo que han aprendido. Deben entender que ustedes representan el fruto por florecer de toda la comunidad. Ustedes han entrado a otro nivel de conocimiento. Ya no serán ala o cola del águila, serán la cabeza. Muchas de las enseñanzas de los Viejos Abuelos, las dejaron para que el pueblo encuentre equilibrio, paz y sustento. Así, nos legaron todo cuanto sabemos para ser "seres humanos" y ciudadanos. Pero existen otros conocimientos, que también nos los dejaron los Viejos Abuelos y que no los puede conocer el pueblo, por que no los entendería. Estos conocimientos nos hablan de la cara oculta de las cosas. Por ello los he hecho subir hasta acá. Quiero que perciban la cara de la luna que no está iluminada. Si detienen sus pensamientos y miran con el corazón, podrán apreciarlo que está vedado para los ojos comunes. Quiero que sepan que como en la luna y el universo; así también en nuestro pueblo, en nuestro mundo, existen cosas que no se ven pero que siempre han estado ahí, que son parte importante de nuestro mundo. Estas cosas ocultas, no son menos o más importantes que las que conocemos. Lo importante es que forman parte de un todo, que ustedes pretenden alcanzar para flores. Por ello es necesario que conozcan la parte complementaria de las cosas que integra el mundo. En nuestra institución buscamos ponerlos al alcance de estos conocimientos, dependerá de su capacidad y virtud, de su compromiso con ustedes mismos y con la comunidad, para que puedan acceder a ellos. Primero que nada, quiero decirles que solo existe una fuerza superior, creadora de todo cuanto existe en el universo. Que en el mundo existen fuerzas desconocidas o sin posibilidad de entender, a las que llamamos divinidades. Que estas fuerzas interactúan, positiva y negativamente con nosotros; como también nosotros interactuamos con otras fuerzas mucho menores. Todo lo que aprendieron hasta ahora, es tan solo la mitad de lo que necesitan conocer. Como esa espléndida luna, que hoy me ayuda a explicarles este misterio; todo tiene una parte luminosa y otra oscura; todo va cambiando, la luz y la sombra. En el mundo todo es 74 movimiento y está compuesto de pares opuestos y al mismo tiempo complementarios. La piedra bruta se esculpe con la fuerza del trabajo. Tendrán que aprender a esforzarse más allá de lo que creen poder dar. Su esfuerzo inflexible y tenaz los hará florecer. Las jornadas de estudio eran intensas. Los maestros y los sacerdotes, apenas le dejaban tiempo a Serpiente de Fuego y los tres aspirantes, para trabajar en la reflexión y recapitulación de lo aprendido. Sin embargo Águila Nocturna se encontraba en su plenitud. El equipo de trabajo que se había integrado con sus tres compañeros y el tutor, representaba para él, mayores posibilidades de aprender. Entendió entonces, por qué Serpiente de Fuego les dijo que formarían "Cinco Flor". -Todo cuanto existe en el mundo de los Viejos Abuelos, está constituido de cinco partes -comenzó diciendo Serpiente de Fuego, en una de las secciones de estudio. Cinco son las direcciones delmundo y la vida. En esta tierra y en esta vida, el ser humano puede ir al Norte o al Sur, al Oriente o al Poniente y desde luego, puede elevarse o hundirse. El cinco es el punto del equilibrio. Por esto,- añadió el maestro- los Viejos Abuelos nos dejaron dicho a través de la Toltecáyotl, que una de las representaciones de la Serpiente Emplumada es la cruz o los "cinco puntos". El símbolo significa el encuentro de la tierra y el cielo. Siendo también el del planeta Venus, ya que aparece al año como lucero de la mañana, lucero de la tarde y una época no aparece, tiempo en el que se supone, esta peleando con las fuerzas de la oscuridad, igual como lo hace el Sol. Así, el misterio de la vida reside en el “Centro de la Materia”, que ha sido transformado por "El soplo divino" de la conciencia. La enseñanza de los Viejos Abuelos es permanente y reiterativa. Pues las mismas divinidades se sacrificaron en el fuego cósmico para crear el mundo; de igual forma, el destino del hombre es buscar su origen divino a partir del sacrificio espiritual, que libera a la conciencia de la pesadez de la materia. De aquí se desprenden dos símbolos fundamentales de nuestra religión. 75 El primero es, que siendo éste, el verdadero significado de la existencia; el ser humano viene al mundo a entablar la lucha más importante de su vida...que es consigo mismo. Debe vencer la inercia de la materia, que cae por naturaleza al abismo de la corrupcióndestrucción. Esta lucha es la dignificación de su paso por la tierra y la oportunidad de llegar a su verdadera casa, allá donde vive El supremo creador, el invisible e impalpable. A esta lucha, los Viejos Abuelos le llamaron "La Guerra Florida", por que se hace a base de "Flor y Canto" y el triunfo es lograr florecer el corazón. A estos templados hombres y mujeres les llamamos "Guerreros Jaguares o Guerreros Águilas". Lo segundo es, que siendo éste, el legado más importante de nuestros antepasados, se mantiene presente en todas nuestras actividades, que de esta manera se convierten en un “medio", para llegar al "fin" supremo. Por ello la religión está presente en todos los espacios de la vida de nuestra comunidad. La mayor preocupación y aspiración que nos enseñaron nuestros antepasados, es que la comunidad en su conjunto, llegue a este logro supremo. Por eso, desde pequeños se les enseña que el bien de la comunidad, está por encima de lo individual. Su estancia en esta augusta institución, responde a esta importante responsabilidad. Por eso ustedes son el fruto del nopal, la tuna por "florecer", de ahí su gran compromiso. Del resultado de su "Batalla Florida", dependerá que ustedes apoyen y dirijan a nuestra comunidad, en su aspiración más exaltada y trascendente de la existencia. Mañana el fruto florecido tendrá que gobernar, administrar o convertirse en guardianes de nuestras divinidades, forma en la que se manifiesta “Aquél por quien se vive”, como hoy tratamos de hacerlo nosotros. Para que la memoria de nuestros Viejos Abuelos, viva en el corazón y en la mente, de los hijos de sus hijos. Las palabras dichas por Serpiente de Fuego, provocaron una explosión en el interior de sus escuchas. Todo lo aprendido desde la 76 primera infancia, se reacomodaba; tomaba un orden más lógico. Muchas tradiciones y costumbres tenían ahora una explicación que se ajustaba a la milenaria sabiduría. Esto los hizo sentirse más seguros y orgullosos de sí mismos y de su comunidad; más aferrados a su tierra, a su gente y a su historia. Al regreso al pueblo Águila Nocturna venía repitiendo un antiguo poema en su mente, que resonaba en toda su alma. "¡Águilas y jaguares! Uno por uno iremos pereciendo, ninguno quedará Medítenlo, oh guerreros, aunque sea jade, aunque sea oro, también tendrá que ir al lugar de los descarnados. Pero yo digo: sólo por breve tiempo, sólo como la flor de elote, así hemos venido a abrirnos, así hemos venido a conocernos sobre la tierra. Porque no viviremos aquí, no permaneceremos aquí, vamos a buscar una tierra. Allá vamos a conocer al que es de Noche y Viento, al Dueño del cerca y del junto." 18 A partir de esa lección, Águila Nocturna empezó guiado por los sacerdotes, a conocer la cara oculta de su ancestral religión. Las divinidades pasaron a ser conocimientos esotéricos y filosóficos del 77 misterio de la vida y del mundo. “Fuerzas y Verdades” con los que habían vivido por generaciones sus antepasados y que les habían dado una guía, un camino para florecer el corazón y llegar a la tierra del Señor del Cerca y del Junto. Águila Nocturna empezó a desarrollar una amistad muy especial, con el Venerable y Sumo Sacerdote de la institución. Relámpago de la Noche tenía mucho interés en que Águila Nocturna tomara la vocación del sacerdocio; para ello no escatimaba tiempo para hablar con él, por horas enteras le explicaba los misteriosas representaciones de “Aquél que se inventa a sí mismo”. Fue Nube Grande, quien le enseñó los secretos de las deidades. Que siempre en pares complementarios y opuestos, representaban el mundo y sus misterios. Una tarde que se quedaron a solas Relámpago de la Noche y Águila Nocturna, el sumo sacerdote empezó diciéndole a su alumno: -Solo existía una fuerza creadora. Principio y fin. Invisible como la noche e impalpable como el viento. Una energía que se inventa así misma. A esta fuerza se le conoce como El Señor del Cerca y del Junto. Es el único dios verdadero. Sin embargo, los Viejos Abuelos habían dejado en la religión, una serie de "divinidades menores", que sirven para explicar, las múltiples fases y formas, en que se presenta este mismo principio creador, a través de las fuerzas de la naturaleza y el universo, que intervienen en la vida de la comunidad; pero que por su grado de complejidad, para la mente humana, los Viejos y Sabios Abuelos los habían dejado en calidad de "divinidades". Relámpago de la Noche le explico a Águila Nocturna las "divinidades menores". El primero es La Dualidad Divina, de donde se desprende lo femenino y lo masculino, dualidad opuesta y complementaria en que se compone el universo; la Vía láctea y la Osa Mayor, La Señora de nuestra Carne y El Señor de nuestra Carne, La de la falda de Estrellas y El Señor-Tierra, La Señora de la Falda de Jade y El Señor del Agua, La Señora de la Flor Preciosa y El Señor de las Flores, La Señora de la Muerte y El Señor de la Muerte. 78 Existían algunas divinidades, que no tenían su par complementario por ser una advocación determinada, como La Divinidad Devoradora de Inmundicias, refiriéndose a las debilidades terrenales; El Señor del Fuego, liberador de la energía luminosa, en su sentido espiritual; El Señor Gemelo Precioso, que simboliza la transformación, la evolución espiritual, como el cambio del ajolote por la rana; El Señor del Espejo Rojo Humeante y El Señor del Espejo Negro Humeante que simbolizan, al sol en su recorrido por el inframundo, a la materia, al sol-tierra y forman una pareja complementaria, que está en equilibrio cósmico con otra dualidad que es su opuesto complementario; El Señor del Desollado, que significa la capacidad que tiene el hombre a través del sacrificio espiritual, de desprenderse de la materia que lo condena a la degradación y a la muerte; y El Señor del Viento o soplo divino de la conciencia, que le es trasmitido a la materia o energía luminosa, y que también es representado como "La Serpiente Emplumada". Prevalecen otros conceptos básicos de la religión, como el de la existencia de trece espacios míticos de la tierra hasta lo más alto del cielo. La superficie de la tierra simbolizado por un inmenso caimán. Y el inframundo constituido de nueve espacios. Un lugar que es el origen, la "casa original". Un paraíso que tiene relación con el Señor del Agua y el lugar que representa la máxima aspiración humana. "La casa del Sol", el lugar en donde no se sufre, ni se muere; La casa del Señor que se inventa así mismo, El Invisible, El Impalpable, El Dador de la Vida...simbolizado por "El Sol" y que a su vez es representado simbólicamente por una Águila. Sin embargo, la piedra fundamental en la que está construida la religión de los antepasados, se encuentra en las dos figuras claves: El Señor del Agua y El Señor Viento, que es también representado como La Serpiente Emplumada. La "divinidad del agua" es una forma de representar el fenómeno de la vida. La "divinidad del viento" es una manera de simbolizar a la sabiduría humana. De esta manera, la vida es precedida, del soplo de la conciencia, que da la sabiduría; como la 79 lluvia fecundadora de la tierra, es precedida por los vientos que la anuncian. Los Viejos Abuelos tenían dos grandes líneas de conocimiento. Una era masculina: exacta, perfecta, inmutable...la mecánica celeste. La otra era femenina: bondadosa, caprichosa, sustentadora... La naturaleza. De la observación atenta del cielo y la naturaleza, a lo largo de cientos de atados de años, lograron conocer sus secretos y misterios. Por esto lograron saber los Viejos Abuelos, que el universo está constituido por solo dos clases de energía. De ahí que en toda la religión y la vida social, siempre lo representan. Este par de energías es opuesto, pero al mismo tiempo se complementan, formando la unidad. La primera energía es “la luminosa” y viene en principio del sol, por ello le llaman "nuestro padre" o " El Supremo Señor de los que vuelven". Esta energía arriba a la tierra en su estado más puro: como Luz. A partir de su llegada empieza un interminable camino ascendente de "reciclajes", en los que cada vez se va condensando. De modo que todo cuanto existe en la tierra, algún día fue luz; y si a una piedra, un árbol o al mismo hombre, lo reducimos a su expresión más pequeña, esta será la energía. Esta energía es la generadora de la Vida y por ello, los Viejos Abuelos la representaron como la "Divinidad del Agua", por su poder creador, pero ni es dios, ni se adora al agua. La segunda energía es la Espiritual y es un misterio insondable su origen. Sin embargo esta energía es aún más pura que la luz. En una primera instancia es concedida a los seres vivos, con el misterio de la vida; pero después, todos los seres vivos pueden y deben acrecentar esa primera chispa de energía espiritual, ese soplo de conciencia divino. Este "soplo divino", que le imprime vida espiritual a la energía luminosa, resulta indispensable para la marcha del universo y aunque existe en todos los seres vivos, en el ser humano encuentra su mayor potencializador. Los Viejos Abuelos representaron esta energía, como 80 la "Divinidad del Viento". Esta energía espiritual puede ser acrecentada a través de la sabiduría, por lo que otra de las representaciones de la energía espiritual, es La Serpiente Emplumada, símbolo por excelencia del conocimiento y sabiduría de los Viejos Abuelos. De esta manera, la sabiduría que está agazapada en la religión de nuestros sabios antepasados; desde los más remotos orígenes, tiene siempre presente a "La Divinidad del Agua" y en especial a la "Serpiente Emplumada", como la expresión más exaltada del anhelo humano; en el cual su espíritu, escapando a las tinieblas de la materia y su inexorable corrupción; reencuentra a través de la sabiduría y el sacrificio espiritual, su origen luminoso. Querido joven, esperanza de nuestro pueblo -dijo el sumo sacerdote, después de guardar unos minutos de silencio debes de saber, que todo lo que nos legaron nuestros sabios antepasados en nuestra religión, en las costumbres, leyendas y en todo lo que conforma nuestra existencia; se pude sintetizar en la posibilidad que el ser humano tiene, de liberar su energía espiritual de su materia, condenada a la inercia de la corrupción y muerte. Esa es la maravilla y el prodigio de ser hombre y estar vivo. Esto se logra a través de toda una vida de sacrificios y llena de sabiduría y virtud. El hombre está compuesto de dos energías opuestas y al mismo tiempo complementarais. La materia y el espíritu se requieren la una de la otra. El desafío es la búsqueda del equilibrio; la purificación de la materia, con el fuego cósmico del sacrificio, que libera a el espíritu de la muerte terrenal. Así, la vida es la oportunidad, que el hombre tiene de trascender la existencia. Es la búsqueda de un estadio más elevado de su energía espiritual. Trascender la muerte de la materia, en la búsqueda de la vida eterna del espíritu. Milenaria aspiración de los seres humanos en la tierra." Águila Nocturna preguntó al sumo sacerdote, el por qué se mantenían estos conocimientos lejos de los hombres del pueblo. Por qué, solamente se conocía las formas externas de la religión. 81 Relámpago de la Noche guardó silencio un tiempo, como para pensar las palabras exactas, que explicaran la milenaria tradición. -El campesino cuando cosecha el maíz, guarda los mejores granos para el nuevo ciclo. Esos granos, los mejores, serán usados como semillas para la nueva siembra, y de esta manera se conserva el maíz entre los hombres. De igual manera, no todos los hombres se convertirán en semillas de un nuevo ciclo. Para los hombres comunes los viejos abuelos nos dejaron una religión, normas y conocimientos, que propician la armonía y el bienestar de la comunidad. La vida de los hombres y la comunidad, son muy importantes en la creación de la energía espiritual. La energía generadora, El Señor del Cerca y del Junto requiere de la energía espiritual que los seres humanos producen. Como un campesino, “El que se inventa así mismo”, siembra a los hombres en la tierra y les provee, como todo campesino, de lo que está a su alcance, para que las semillas germinen, crezcan y lleguen a su plenitud. El Señor, “que es viento y noche, por el que vivimos”; recoge su cosecha, que no es otra cosa que la energía espiritual, la conciencia de Ser. Por esto, no es conveniente que los hombres comunes conozcan estos misterios. -¿Quiere usted decir, venerable y sumo sacerdote, que la energía espiritual del hombre, es el alimento de nuestro Señor todo poderoso?- preguntó azorado el estudiante. -¿No te parece ilógico, que en este mundo, en donde todo es una cadena alimentaria; el ser humano no integre un eslabón más?" contesto el sacerdote, frunciendo el entrecejo. -Ser alimento del Sol, es regresar al origen mismo de la Divinidad Suprema, te conviertes en parte de él- dijo Nube Grande, agregando después de una pausa-. Como ves, hay ciertas cosas que es mejor, que no las conozcan los hombres comunes. Los Viejos Abuelos fueron hombres extremadamente entendidos, sabían porque hacían las cosas. 82 -Ellos también nos enseñaron que el mundo del conocimiento, se divide en tres partes: El mundo conocido, que por cierto es muy pequeñito. El mundo desconocido, pero que el hombre puede llegar a conocer, a través de un inmenso esfuerzo y que es por cierto, ligeramente más grande que el conocido; y tercero, el mundo desconocido, que jamás por ningún motivo o milagro, el hombre llegará a conocer y que es inconmensurable e infinito. Ante esta tremenda realidad, que nos coloca en nuestra verdadera dimensión; ante la maravilla y el prodigio de ser hombre, estar vivo; y poder llegar a la conciencia y con ello a la libertad total. Bordeamos siempre, por el desfiladero de nuestra estupidez, irresponsabilidad e indolencia existencial. La vida transcurre por breve tiempo. Es tan solo una pequeñísima oportunidad. Para Águila Nocturna esa tarde fue inolvidable. A partir de ahí, le nació un gusto muy especial por aprender y recordar, todos aquellos poemas y discursos de los Viejos Abuelos, que antes pasaban por la superficie; y ahora, llegaban al centro de su corazón. 19 La amistad surgida entre Relámpago de la Noche y Águila Nocturna fue cobrando día con día, mayor intensidad. Relámpago de la Noche invitaba con frecuencia a su alumno distinguido, a que lo acompañara en las celebraciones y rituales del pueblo. El sumo sacerdote tenía la esperanza de despertar en Águila Nocturna la vocación del sacerdocio, y el muchacho siempre sediento de conocimientos, no desaprovechaba ninguna oportunidad. Sin embargo Serpiente de Fuego en su calidad de tutor, veía con preocupación el interés del sacerdote, en tanto que la tradición señalaba que, el alumno debía estar libre de influencias en cuanto a la decisión de la forma en que debía servir a su pueblo. Uno de esos días, Águila Nocturna acompañó al sumo sacerdote a una ceremonia, en la que la hija mayor de uno de los miembros del Supremo Consejo, dejaba de ser niña y pasaba a ser doncella 83 Para ello se realizaba una gran fiesta, en la que todo el barrio en el que vivía estaba invitado, en especial, los padrinos de bautismo y la familia. Por la alta investidura del padre, también fue invitado Relámpago de la Noche, quien ofició la ceremonia. Águila Nocturna quedó profundamente impresionado, por las palabras que el padre, en un momento le dirigió a su hija de esta manera: -"Tú, hija mía, preciosa como cuenta de oro y como pluma rica, salida de mis entrañas, a quien yo engendré y que eres mi sangre y mi imagen, que estás aquí presente, oye con atención lo que te quiero decir, porque ya tienes edad de discreción: dios creador te ha dado uso de razón y de habilidad, el cual está en todo lugar y es creador de todos; y puesto que es así que ya entiendes, y tienes uso de razón para saber y entender cómo son las cosas del mundo y que en este mudo no hay verdadero placer, ni verdadero descanso, más antes hay trabajos y aflicciones y cansancios extremados, y abundancia de miserias y pobrezas. Nota bien lo que te digo, hija mía: Nuestro Señor nos dio la risa, y el sueño, y el comer y el beber con que nos criamos y vivimos, nos dio también la maravillosa oportunidad de multiplicarnos; todas estas cosas dan algún contento a nuestra vida por poco tiempo, porque nadie piensa en la muerte. Pues nota ahora y oye con sosiego, que aquí está tu madre y señora, de cuyo vientre saliste, como una piedra que se corta de otra, y te engendró como a una hierba que engendra a otra, así tú brotaste y naciste de tu madre; has estado hasta aquí como dormida, ahora ya has despertado. Es menester que sepas cómo vivir, y cómo has de andar tu camino, por que el camino de este mundo es muy dificultoso, y mira hija mía, palomita mía, que el camino de este mundo es espantablemente dificultoso. Sábete que eres noble y generosa, considérate y conócete como tal; aunque eres doncellita eres preciosa como un jade, y fuiste labrada y esculpida de noble sangre, de generosos parientes, que ya entiendes y tienes discreción y usas de razón; mira que no te 84 deshonres a ti misma, mira que no te avergüences a ti misma, mira que no avergüences y afrentes a nuestros antepasados; mira que no hagas alguna vileza, mira que no te hagas persona vil, puesto que eres noble y generosa. Ve aquí la regla que has de guardar para vivir bien en este mundo, entre la gente que en él vive, mira que eres mujer, nota lo que has de hacer de noche y de día, debes orar muchas veces y suspirar al dios invisible e impalpable, que se llama “Noche y Viento"; demándale con fervor, la virtud y el secreto de tu cama y de tu recogimiento; mira que no seas dormidora, despiértate y levántate a la media noche y llámalo a tu corazón; entonces te oirá, entonces habrá misericordia contigo, entonces te dará lo que te conviene y aquello que sea digno de ti. Hecho esto comienza luego a hacer lo que es de tu oficio de mujer; hacer cacao, o a moler el maíz, o a hilar; mira que aprendas muy bien como se hace la comida y bebida, para que seas bien hecha. Por que las tres piedras que son el cimiento dela casa, que es el lugar donde está el fuego del hogar, son responsabilidad de la mujer. Mira que seas en esto muy avisada y muy diligente; mira que no dejes de saber esto por negligencia o por pereza, porque ahora que eres doncella tienes buen tiempo para entender esto, por que tu corazón está simple y hábil es como una piedra preciosa de jade, y tiene habilidad porque aún no está mancillado de algún pecado: está puro y simple y limpio, sin mezcla de alguna mala afección, y también porque aún vivimos los que te engendramos, porque tú no te hiciste a ti, ni te formaste, tu madre y yo tuvimos este cuidado y te hicimos, porque esta es la costumbre del mundo, no es invención de alguno, es orientación del Señor nuestro dios que haya generación por vía de hombre y de mujer, para hacer multiplicación y generación. Y entre tanto que somos y vivimos, y en nuestra presencia y antes que muramos, antes que nos llame nuestro Señor, conviénete mucho, hija mía muy amada, mi paloma, mi primogénita, que entiendas estas cosas dichas y las sepas muy bien, para que después de nuestra muerte puedas vivir honrada y entre personas honradas. 85 Mira, hija mía, que notes muy bien lo que ahora te quiero decir; mira que no deshonres a tus padres, ni siembres estiércol y polvo encima de tus pinturas, que significan las buenas obras y fama de tus antepasados, los viejos y sabios abuelos: mira que no los difames. Mira que no te des al deleite carnal; mira que no te arrojes sobre el estiércol y hediondez de la lujuria; y si has de venir a esto, más valdría que te murieras luego. Esto que he dicho, hija mía te doy para tu doctrina, para que te sepas valer; y con esto hago contigo lo que debo delante de dios; y si lo pierdes o lo olvidas, sea a tu responsabilidad, que yo ya hice mi deber. ¡Oh hija mía muy amada, primogénita palomita, seas bienaventurada y nuestro Señor te tenga en su paz y reposo". Al término de la fiesta Águila Nocturna le preguntó al sumo sacerdote, quien había inventado estos discursos; y Relámpago de la Noche le dijo: -Hace muchos atados de años, de los que hoy nadie se puede acordar, Los Viejos Abuelos dejaron su sabiduría para que los hombres vivieran en armonía y equilibrio. Estas verdades y muchas otras más, que por ahora desconoces, son el legado más importante de nuestros antepasados y los nombramos en su conjunto Toltecáyotl. A pesar del tiempo siguen vigentes y lo seguirán, porque el corazón del ser humano no cambia. La Batalla Florida es y seguirá siendo la misma. En la vida no se necesita ser "malo" para caer en los abismos de la degradación humana. Basta tan solo con "soltarse", en aflojar la fuerza espiritual que nos sostiene en el mundo, para que la inercia de nuestra materia, nos conduzca veloz, a los infiernos de nuestra estupidez. La mujer y el hombre conforman la unidad. Pares opuestos y complementarios. Lo que tiene uno, le falta al otro el inversamente. Cada uno necesita del otro, para vivir y lograr la plenitud y la armonía. Los Viejos Abuelos nos dejaron para la eternidad este y otros conocimientos en las grecas. Debes observarlas con detenimiento. Para los ojos profanos solo son dibujos o grabados decorativos. Para nosotros, significa un recordatorio permanente de nuestros 86 conocimientos, una norma de vida, misma que nos ayuda a acercarnos a la virtud, - y al decir esto, Relámpago de la Noche le señaló las grecas que decoraban la barda de La Casa de la Medida adonde iban llegando en esos momentos. Esta figura como ves, está compuesta de cuatro escalones, al llegar al cuarto, corre proporcionalmente a su derecha y baja, doblando brevemente hacia la izquierda. La figura en principio semeja a un caracol cortado transversalmente, que es uno de los símbolos de La Divinidad del Viento o la Serpiente Emplumada, que no es otra cosa, que la sabiduría y el soplo divino de la conciencia. Pero al repetirse sucesivamente, en apariencia forman una greca. Generalmente está pintada con un color fuerte, sobre fondo blanco, llevando dos líneas paralelas a manera de marco. Pues bien joven cachorro, aprendiz de cazador...¿que no te has dado cuenta que en la parte no coloreada, ¡ se repite una greca igual pero opuesta, que complementa a la primera? Este conocimiento forma parte fundamental de la sabiduría de los Viejos Abuelos. Todo cuanto existe en el universo, está formado de dos partes opuestas y complementarias. En todo lo bueno, siempre existe su contraparte mala; en toda alegría, siempre hay algo de tristeza; todo conocimiento encierra ignorancia. En todo lo positivo, en su origen existe algo negativo; en todo lo negativo, siempre existe en su esencia, algo positivo. Es una ley del universo. Volviendo a la relación del hombre con la mujer, te diré que la unión del cielo y la tierra, la encarna el ser humano; la unión de la mujer y el hombre la encarna la familia. La familia es la unidad indivisible de la comunidad, de esta manera; el hombre se aboca más al desarrollo de lo material y la mujer al desarrollo de lo espiritual. Por ello la mujer es tan importante como el hombre, de hecho, después del supremo consejo y la asamblea del pueblo; la autoridad que le sigue, está integrada por dos personas y una de ellas, tiene el título de “mujer serpiente". Como ya has aprendido, casi todo en la vida es sacrificio. Los Viejos Abuelos nos han enseñado que el individuo tiene que 87 sacrificarse por la familia y la comunidad, no existe mejor alternativa en la vida". 20 La vida en La Casa de la Medida representaba un desafío cotidiano para Águila Nocturna. Con el tiempo había desarrollado un eficaz equipo de trabajo con sus tres compañeros y Serpiente de fuego, quien hábilmente los introducía por los misterios de la cara oculta del conocimiento. Las matemáticas eran una herramienta indispensable para entender estos misterios. Serpiente de Fuego en una de sus acostumbradas clases, inició con el siguiente discurso: -Nuestro Señor, El del Cerca y del Junto, nos dio un lenguaje común a todos los hombres. Fueron nuestros Viejos Abuelos quienes lo aprendieron de la observación del firmamento y la naturaleza. El arte de contar se pierde en el principio de los tiempos. Se le nombró "La cuenta de elementos semejantes por alguien" El ser humano necesitó de las matemáticas para conocerse así mismo y al universo que le rodeaba. La primera referencia fue su propio cuerpo. Así, primero obtuvo el número uno a partir de la unidad que él representa; después el cuatro de sus extremidades, el cinco de la suma de los dedos de su mano; el siete de la suma de las articulaciones superiores; después el diez y el veinte de la suma de todos los dedos. El número trece de la suma de las articulaciones más importantes del cuerpo. El número nueve de los orificios que tiene el cuerpo, contando el ombligo. De la observación de la naturaleza y el cosmos dedujo: De la luna, observó que tiene trece lunaciones en un año. Que la tierra tarda trescientos sesenta y cinco días en cumplir su órbita en torno al sol. Que el clima tiene cuatro períodos de noventa y un días en un año, que dos períodos de noventa y un días forman el ciclo del maíz, que tres ciclos de noventa y un días conforman una gestación humana. El paso de la tierra exactamente abajo de las siete estrellas que casi se 88 tocan, formando el símbolo de la palabra; tarda exactamente cincuenta y dos años, lo que conocemos como un atado de años. A lo largo de muchos atados de años, los Viejos Abuelos llevaron las matemáticas de la observación a la práctica. Las ciencias como la ingeniería, la arquitectura, la astronomía y la agricultura, recibieron un fuerte impulso gracias al desarrollo de este conocimiento. Los antepasados nos enseñaron a dejar el conocimiento en grecas, que a través de las matemáticas, abandonan su papel decorativo y estético solamente, para pasar al campo del conocimiento oculto, a la tinta roja y negra. Otra forma de trasmitir el conocimiento a través de las matemáticas es el bordado. Por esto, nuestras mujeres a lo largo de más de cien atados de años, se han convertido en expertas de las matemáticas, sin necesidad de usar solamente la razón. Por que haz de saber, que la razón, no es el único medio que tenemos para adquirir conocimiento; es más, existen otros mucho más efectivos, que por ahora no se te pueden revelar. Así, los animales y las plantas, adquieren conocimiento, no como nosotros, pero tiene conocimiento. Por ejemplo los insectos, no tienen “inteligencia"...pero no son estúpidos. En cambio tú puedes ver a tantos seres humanos, que con la capacidad de pensar, viven peor que animales. Un ser humano puede, con muchos trabajos, abrir su capacidad de percepción y entonces percibir el mundo de muchas maneras diferentes. Como un árbol, un pájaro o quizás, como una ráfaga de aire. Joven estudiante, como ves; la vida y el mundo, son un insondable misterio." Cierta noche, cuando dormían todos los estudiantes, los caracoles de los barrios y templos, empezaron a sonar. El pueblo entero despertó con la noticia de que había muerto el Sumo Sacerdote del Templo Mayor. La comunidad entera inició las ceremonias luctuosas. El Consejo Supremo, acordó por unanimidad, solicitar a las autoridades religiosas de "La ciudad de los Muertos", lugar sagrado que se encontraba a un día de camino hacia el oriente, la posibilidad de llevar a enterrar al difunto a ese milenario recinto sagrado. 89 Relámpago de la Noche, con algunos alumnos sobresalientes de La Casa de la Medida, se sumaron a la comitiva luctuosa. Durante el camino Águila Nocturna platicó ampliamente sobre la muerte. -La vida y la muerte forman un par, opuesto y complementario -dijo Relámpago de la Noche- . No podemos llegar a tener conciencia de la vida, si no tenemos conciencia de la muerte. Pero no de la muerte en abstracto, sino de nuestra propia muerte. La única certeza que tenemos en la vida, es que nos vamos a morir. Por esto, los Viejos Abuelos nos mantienen presente, en todos sus mensajes a la muerte, como parte fundamental de la vida. El desafío es cobrar verdaderamente conciencia de la muerte. Valorar la vida y actuar en consecuencia, aprovechando, cada instante y cada acto, como si fuera el último de nuestra existencia. Si actuáramos de esa manera todos los días, no desperdiciaríamos la maravillosa oportunidad de estar vivos. No tendríamos tiempo de sentirnos tristes, enojados o frustrados; frente a la muerte, todo lo demás, se convierte en lo de menos. Si no es así, de todos modos la muerte es tan generosa, que nos libera de nuestra estupidez, tarde o temprano. Al llegar a la Ciudad de los Muertos, Relámpago de la Noche llevó a los jóvenes a conocer los impresionantes edificios. La Ciudad de los Muertos fue construida en ese sitio, por los Viejos Abuelos en el remoto origen de los tiempos; ya que ahí, la tierra succiona la energía de la atmósfera y la conduce a sus entrañas; además existe una profunda gruta, que nadie le ha encontrado el fin, por lo que se cree, que llega hasta las mismas puertas del palacio del Señor de la Muerte. En torno a la entrada de la gruta, se construyó el edificio principal, que como todos los edificios, tiene en sus paredes decoradas con tableros, que tienen grecas formadas por pequeñas piedras, muy bien pulidas y ensambladas sin argamasa. Estas grecas representan la imagen de la vida, a través del rayo asociación del agua; el símbolo de la Serpiente Emplumada y su soplo divino, dador de conciencia, a través del caracol cortado de manera transversal; la imagen del sacrificio, que el hombre de hacer, en la búsqueda del equilibrio, a través de un símbolo, parecido a la letra "S"; y finalmente, la representación de este anhelado equilibrio, entre espíritu y materia, entre lo conocido y lo 90 desconocido, a través de la cruz llamada de la Serpiente Emplumada. Que ubica al hombre sobre la tierra, en el centro de sus potencialidades y sus deficiencias; y a un paso dela eternidad. Sin embargo -apuntó Relámpago de la Noche. La Ciudad de los Muertos es también un lugar de iniciación. Aquí se aprende a morir simbólicamente a la vida profana. Existe una plaza rodeada de cuatro edificios, abajo del que está hacia el oriente, lugar por donde nace la luz, los Viejos Abuelos construyeron un recinto de poder, que tiene la forma de una cruz, símbolo de los cuatro rumbos de la vida y del universo. En esta "cámara mortuoria" el guerrero debe ayunar cuarenta días, diez en cada extremo. De este “entierro" voluntario el guerrero sale purificado. En esta prueba se renuncia a las ataduras de la vida, el guerrero que la soporta, sale "descarnado" y renace a la vida espiritual." Las ceremonias duraron nueve días. Relámpago de la Noche y los jóvenes estudiantes participaron en cada una de ellas. Al finalizar el ultimo día, Relámpago de la Noche les dijo a sus alumnos: -Todo lo que han visto son solo símbolos de algo que no se puede entender. Uno de los grandes pecados del hombre frente a la inmensidad de lo sagrado y de lo divino, es su deseo de explicar humana y detalladamente lo inexplicable e inentendible...¡lo inconmensurable! Los Viejos Abuelos, que con toda su sabiduría milenaria, no llegaron ni siquiera a las puertas del conocimiento, del "Por quién se vive, del invisible e impalpable"; nos legaron a los hombres comunes, a los mortales; tan solo estos ritos y algunas historias, para aceptar a la muerte de una manera más resignada. Los Viejos Abuelos nos dejaron dicho que la vida, tiene como principal objetivo llegar purificados a la muerte, que no es otra cosa, que la vida luminosa de la conciencia. Vivir para morir, sacrificarse para vivir eternamente. De esta manera la vida se convierte en un desafío y al mismo tiempo en una maravillosa oportunidad, un camino que nos conduce a las puertas de la inmortalidad. Sin embargo no 91 todos los seres humanos tienen la fuerza espiritual, el dominio de su voluntad y el valor de encarar la vida y la muerte de esta manera. Por ello existen cuatro lugares para los muertos, según hayan vivido. El más importante es "La Casa del Sol", que está destinada para aquellos hombres que lucharon por la trascendencia del "Ser"; para los Guerreros de la Batalla Florida, los que lograron florecer su corazón a base de "flor y canto". El segundo lugar, es donde está "El Árbol Nodriza". Ahí van los niños muertos, quienes se alimentan de un bello y frondoso árbol, de cuyas ramas emanan gotitas de leche; estos niños volverán al mundo, para poblarlo cuando se destruya el Quinto Sol. El tercer lugar, es "La Casa de la Divinidad del Agua", lugar al que llegan los que mueren por un rayo, ahogados, leprosos y los que su muerte este asociada con el agua. "La Casa de la Divinidad del Agua" es también la mansión de la luna, en ella existen condiciones ideales, un lugar fresco y agradable, es un paraíso. Finalmente existe un lugar para quienes no alcanzaron la muerte luminosa del guerrero, ni la muerte tierna del niño, ni la muerte asociada con el agua. Lugar en verdad terrible -dijo, Relámpago de la Noche- porque significa la nada, la muerte estéril producto de una vida estéril, la muerte sin consecuencias y sin trascendencia; la muerte, para nada. Este es, "El Lugar de los Muertos" y está gobernado por El Señor de la Muerte y La Señora de la Muerte; los que mueren producto de una vida estéril y vacía, tendrán que hacer un largo, penoso y sufrido viaje; para al final, después de cuatro años de sacrificios, se conviertan en...¡nada!" Águila Nocturna de regreso a su pueblo, caminó todo un día sumido en sus pensamientos. Entendía que solo la conciencia de nuestra propia muerte, nos libera de las cadenas de nuestra estupidez. Entendía que la muerte es vida, y comprendía entonces muchos rituales, símbolos y costumbres que Los Viejos Abuelos nos habían dejado, para que no olvidáramos esta maravillosa verdad. Como una señal de afirmación y por acuerdo del "Por quien se vive", el sol 92 empezó a declinar en forma espectacular. El cielo, que todo el día había estado de un azul intenso y transparente, empezó lentamente a tornarse en un naranja encendido. Águila Nocturna caminaba de cara al poniente y unió sus pensamientos a la muerte ritual del sol. Con el lucero de la tarde llegó la comitiva al Valle del Frijól y en la mente de Águila Nocturna se repetía un poema aprendido en La Casa de los Jóvenes: “Me siento fuera de sentido, lloro, me aflijo y pienso, digo y recuerdo: Oh, si nunca yo muriera, si nunca desapareciera ¡Vaya yo donde no hay muerte, donde se alcanza la victoria! Oh, si nunca yo muriera, si nunca desapareciera Oye un canto mi corazón: me pongo a llorar; me lleno de dolor. ¡Nos vamos entre flores: tenemos que dejar esta tierra: estamos prestados unos a otros: iremos a la Casa del Sol! ¿Póngame yo un collar de variadas flores: en mis manos estén; florezcan en mis guirnaldas! ¡Tenemos que dejar esta tierra: estamos prestados unos a otros: nos vamos a la Casa del Sol!” 21 Los meses transcurrían en La Casa de la Medida. Los estudios cada vez se profundizaban más. Aquellos jóvenes que entraron, ahora habían sufrido un cambio notable. Su conducta era más mesurada y reflexiva. El temple de su espíritu estaba dándolos frutos esperados. 93 Serpiente de Fuego una tarde les empezó a hablar de los símbolos, que los Viejos Abuelos les habían heredado, para escudriñar los misterios de la vida y del universo. -Primero les quiero decir, que nuestra civilización es una sola, por múltiples pueblos y culturas que existen. Los Viejos Abuelos, son los generadores del conocimiento; nosotros y los demás pueblos que existen en la inmensa tierra, que está circundada por el agua, venimos de una sola raíz. Como estos cinco dedos, que son diferentes entre sí, pero que conforman una mano. Del mismo modo, nosotros vivimos rodeados de muchos pueblos, desde hace cientos de atados de años. Nuestros conocimientos y aspiraciones son las mismas; las pequeñas diferencias son tan solo matices, producto del idioma, la geografía y el clima, entre otros factores. Los Viejos Abuelos eran "Los Artistas", los que aprendieron a pulir "la piedra preciosa" que todos llevamos dentro. Se les conocía como toltecas y su sabiduría como Toltecáyotl. Ellos no solamente inventaron la agricultura y con ella, el maíz, los nopales, la milpa, las tortillas y todos nuestros alimentos, así como la forma de prepararlos. También aprendieron a descubrir los secretos de las plantas, los animales y los minerales. Las leyes universales de las matemáticas y su aplicación a las ciencias como; la astronomía, la ingeniería, la arquitectura y las leyes sociales que nos rigen con paz y armonía; sin dejar de mencionar a nuestra religión. Los Viejos Abuelos descubrieron secretos increíbles de la vida, la muerte y el universo; que se pueden sintetizar, en el manejo de "la energía" y que tienen como último fin, encontrar el equilibrio, para llegar a la verdad exaltante de nuestra conciencia y capacidad espiritual. En esta ocasión quiero hablarles de dos símbolos básicos para entender la cara oculta del conocimiento de nuestros Viejos Abuelos toltecas. El primero es el que conocemos como la cruz de La Serpiente Emplumada. La cruz en principio está compuesta por cuatro extremidades, en las que se ubican los cuatro puntos cardinales. En las tinieblas de la noche y de la ignorancia, el hombre busca la luz del conocimiento para orientar su vida y el mundo; por ello el Oriente se encuentra de cara a la luz, arriba. Su color es el rojo y Nuestro Señor 94 del Descarnado o de la Liberación, es quien lo representa; porque es a través de la luz del conocimiento, como el hombre se libera de la inercia de la materia. También lo conocemos como El Espejo Humeante rojo. El Oeste tiene el color blanco y se ubica abajo; está representado por La Serpiente Emplumada o El Señor del Viento, soplo divino de sabiduría que engendra la conciencia en el individuo. A mano derecha está el Sur y su color es el azul. Lo representa El Señor del Agua o La Lluvia, sustento de la tierra, símbolo de la energía luminosa que genera la vida en todas sus formas. A mano izquierda está el Norte y su color es el negro, lo representa El Señor de la Muerte o Espejo Humeante negro, símbolo de la muerte y la resurrección. Pero la cruz tiene un quinto punto, el lugar del equilibrio, la parte central; donde se encuentran y equilibran las fuerzas cósmicas y de la vida. La esencia y virtud de la existencia. Lo que es adentro es afuera, lo que es arriba es abajo. El hombre es una maqueta del universo. Los Viejos Abuelos nos enseñaron -dijo Serpiente de Fuego- que el centro del hombre es el ombligo, por ahí llega la vida y entra la muerte. Del ombligo, Los Viejos Abuelos trazaron una línea imaginaria, que divide al hombre en dos partes. Una superior, que representa el cielo; del ombligo a la cabeza y los órganos que le simbolizan, son el cerebro y el corazón. Y la Tierra, del ombligo a los pies; los órganos que lo simbolizan son, los riñones y el sexo. Por ello el hombre encarna nostálgicamente a La Serpiente Emplumada. El hombre es el punto donde el cielo y la tierra se tocan; lo divino y lo terreno se unen, el milagro del “Que se inventa a sí mismo”. La parte material del hombre, que repta en la tierra y la parte espiritual, que busca elevarse en pos de su origen divino. Pero el hombre tiene otra división, una línea que lo divide longitudinalmente en dos mitades. La parte derecha llamada "Tonal" y que está asociada al hombre, a la razón, el día y el calor; que pertenece al mundo conocido, al que palpamos, vemos y donde interactuamos. Y la parte izquierda llamada "Nahual" y que está asociada a la mujer, a la intuición, a la noche y a la humedad, a lo 95 impalpable e invisible y que pertenece al mundo desconocido, de nosotros mismos y del universo. Pero el hombre del Quinto Sol, tiene un quinto punto, una quinta posición...¡el arriba y el abajo! Esto representa uno de los grandes conocimientos de nuestros viejos y sabios abuelos. El hombre no está prisionero en los cuatro rumbos de la tierra. El hombre puede exaltar su existencia y elevarse, hacia las luminosas alturas de su origen celeste a través de la sabiduría; o puede degradarse en los abismos de la materia, prisionero de su estupidez. Este mensaje está presente en todos los símbolos desde el mismo origen de los tiempos. Todas nuestras construcciones están compuestas de cinco partes. Cuatro habitaciones en torno aun patio y en el centro, una pequeña construcción. Cuatro conjuntos de edificios en torno a una gran plaza y unos edificios en el centro. Nuestras pirámides por lo general tiene cuatro secciones y una construcción en la parte más alta; y si observan una pirámide desde las alturas o un plano de ellas, apreciaran cinco cuadrados de manera concéntrica. Lo mismo significa el símbolo "Cinco flor"; cuatro pétalos y una parte central. Los "cinco puntos" ustedes los pueden observar en nuestros textiles, cerámica, códices y todo cuanto nos rodea. Este es el símbolo, el verdadero desafío...¡es encarnarlo! El segundo símbolo del que hoy quiero hablarles, es el de ciertos animales que los Viejos Abuelos nos enseñaron a utilizar. Una de las limitaciones que tenemos los humanos para hablar de lo secreto y lo innombrable, es que los sentimientos son más grandes que las ideas y estas más grandes que las palabras. Existen muchos conocimientos ocultos de los Viejos Abuelos toltecas, que no los podemos expresar en palabras. Por ello, desde hace muchos atados de años, los que nos precedieron, usaron símbolos y animales, para referirse a lo impronunciable. Los "Artistas de la piedra interior", los toltecas, prefirieron la poesía como medio de expresión espiritual, porque bien sabían que el alma, escucha mejor "El flor y Canto"; el medio es la poesía, el fin el Espíritu. Los Guerreros de esta batalla florida, también usaron al águila, al jaguar y a la serpiente. Símbolos respectivos del 96 Sol, La energía suprema, El Espíritu, para el primero. La Noche, la Tierra, La Materia para el segundo y la Sabiduría, El sacrificio y la Energía espiritual, para el tercero. De esta manera los Guerreros de la Batalla Florida, simbolizaban su conocimiento; como guerreros jaguares o guerreros águilas. Finalmente les pido -dijo Serpiente de Fuego- que recorran nuestro pueblo, visiten los templos y edificios de gobierno, los mercados y sus propias casas; reconozcan los símbolos del conocimiento secreto de los Viejos Abuelos y piensen que siempre han estado aquí, esperando pacientes todo el tiempo del mundo, si fuera necesario, para el momento de su revelación." 22 Como en esos días bochornosos, que la tierra se calienta, las nubes se cargan, las cosas se detienen y todos esperan la tormenta. Así la atmósfera de La Casa de la Medida estaba cargada. Todos presentían que el final de la enseñanza estaba por llegar y que tendrían que abandonar su último nido, antes de emprender su propio vuelo, su propia Batalla Florida y servir a su pueblo. En el sentimientos amigos y a comunidad, adolescencia pecho de los jóvenes se encontraban enfrentados los de dejar por una parte a sus maestros, instructores, su tutor; y por la otra, incorporarse ala vida de la para servirla y desarrollar lo aprendido durante su y juventud. Fue entonces cuando convocó el consejo de La Casa de la Medida a una asamblea con todos los miembros de la institución, incluidos los estudiantes. El Rector entonces tomó la palabra y dirigiéndose a los jóvenes: -Escuchen con atención, águilas y jaguares, abran las alas de su entendimiento y de su percepción. Amadas piedras preciosas, bellas plumas de quetzal, flores bellas y olorosas de nuestro más preciado jardín. Escuchen con atención, abran su mente, abran su corazón. 97 Esta humilde Casa, ha sembrado en su piedra preciosa, lo mejor de nuestro pueblo, lo mejor de nuestros muertos. Ahora grandes personas tienen atesorado en su pecho. Las cuales sustentan la tierra y el cielo con su doctrina y su ejemplo. Sus amorosos y responsables maestros, han abierto en su presencia los cofres y las cajas donde están guardadas las riquezas de nuestro pueblo, donde está guardado y custodiado el tesoro que nuestros Viejos y Sabios Abuelos toltecas nos legaron; sus palabras, sus consejos. Y ya que se les ha concedido la dicha de conocer la cara oculta, de la sabiduría de nuestros antepasados. Es más grande su responsabilidad; con el pueblo, con los Viejos Abuelos, pero fundamentalmente con "El por quien se vive, El Invisible el impalpable" y por supuesto, con ustedes mismos. Por ello, están obligados a guardar y cumplir estrictamente todas las enseñanzas que aquí se les ha dado, en favor de nuestra comunidad, porque con esto, aseguraran su mantenimiento. Ahora saben que todo ser humano tiene una responsabilidad intrínseca por el mismo hecho de existir. Que solo estamos por breve tiempo aquí, que todos estamos en camino de nuestra verdadera casa. Que la materia no puede ser salvada más que por su propia muerte, a través de La Batalla Florida y el fuego liberador del sacrificio, que desprende la energía espiritual, que busca su condición celeste y su origen divino...¡el alma cósmica! Ahora tendrán que ir al mundo de afuera y poner en práctica lo aprendido. El servicio a la comunidad les dará la oportunidad de llegar "Al Agua Quemada", estar en el centro de la lucha de los contrarios y buscar el equilibrio. El agua y el fuego son elementos contrarios...y complementarios, porque solo el fuego libera al agua de su destino terrenal y si se logra “quemar", el agua se libera de su destino y se eleva convertida en vapor, en busca de su origen celestial. Queridos jóvenes; águilas y jaguares, plumas y piedras preciosas, frutos florecidos de nuestra humilde Casa. Ha llegado la hora de servir a su pueblo. Unos lo harán en el gobierno, otros en la administración y otros más en la religión. Cualquiera que fuera su destino, deben actuar con rectitud, sobriedad y honradez. Todos los 98 ojos del pueblo estarán puestos sobre ustedes. No pueden desviarse del camino ni un solo dedo. El pueblo necesita quien los organice y dirija; por ello el pueblo necesita confiar y respetar a sus dirigentes. Si esto no sucede, porque sus dirigentes se corrompan, se envicien o se olviden de sus responsabilidades de servir por el bien público; el pueblo se destruye, se corrompe, se desintegra. No olviden que el bien público más valioso de la comunidad es el gobierno. Recuerden mandar obedeciendo. Servir es la virtud más difícil de la vida. Pero servir con poder, sin abusar de él, sin servirse de él; representa el desafío más grande del hombre. El poder marea y destruye al hombre hueco, pequeño y débil. El poder es uno de los enemigos a vencer y tal vez de los más peligrosos. Amados y queridos hijos nuestros, esperanza del mañana, del Sol y de nuestros huesos; abran su corazón y su entendimiento...¡El hombre verdaderamente poderoso, es el que no desea nada!, porque ha llegado al dominio completo de sí mismo, de sus pasiones y debilidades. El vencedor de la guerra florida no quiere, no desea nada de "nuestro mundo"; cualquier cosa "de las nuestras", es mucho para él. Para el inmaculado guerrero; solo flores, solo cantos, en medio de su Batalla Florida. Hoy en la noche el Supremo Consejo del pueblo se reunirá en privado, con el Consejo de nuestra institución. Ahí se analizará quienes de ustedes ya están florecidos, quienes de ustedes ya tienen en su pecho la semilla del fruto, que será el sustento del pueblo. Sus maestros y su tutor analizaran con el consejo, sus posibilidades para servir mejor. Cualquiera que fuera su destino, cúmplanlo con eficacia y eficiencia... con una lujuria callada por ser lo mejor de ustedes mismos. Sin miedo, ambición, ni obsesión. Mañana inicia la etapa más importante de su vida. Así que retírense a descansar y no se preocupen durante la noche, que tendrán toda una vida para ocuparse...buenas noches. Esa noche fue una de las más largas de su corta existencia para Águila Nocturna. Por su mente pasaron muchos momentos de su vida. Entendía que había finalizado un período largo de instrucción. En su corazón existía un sentimiento de desasosiego, de incertidumbre. 99 Había cumplido al pie de la letra los principios fundamentales que su padre había inculcado en él. Durante toda su instrucción en "la Casa de los Jóvenes y en La Casa de la Medida” había puesto todo su empeño y capacidad; sin embargo su corazón no estaba conforme, no estaba tranquilo. Serpiente de Fuego en alguna ocasión le explicó, que cada hombre tiene un camino, y que este camino es la otra parte complementaria del corazón. Así, camino y corazón marchan juntos. El problema es cuando uno no escucha al corazón y vaga solitario por las veredas, sin rumbo, perdido en los laberintos de la desolación. Todos los caminos de la vida conducen a la región de los descarnados. La diferencia es que sí uno recorre un camino acompañado de nuestro corazón, el camino se llena de flores y cantos, para enfrentar la dolorosa Batalla Florida en busca de La Casa del Sol. En el fondo algo le decía que su destino no estaba en los caminos del gobierno, el sacerdocio o la administración. Y por ello sentía esta terrible desazón e incertidumbre en su interior. Águila Nocturna estaba dispuesto a acatar la resolución del Supremo Consejo de la manera más humilde y eficiente. Sin embargo en su corazón no existía armonía. 100 D A A N Y B E É D X E. SEGUNDA PARTE 23 Todo el pueblo vivía los preparativos para la ceremonia de "La Entrega de Cargos". Los cuatro barrios engalanaban la plaza principal, con aromáticas flores y papeles decorados, que representaban a los dioses de los barrios. El Consejo Supremo había seccionado la noche anterior y había decidido sobre el destino de los jóvenes, que ese año egresaban de La Casa de la Medida. Cuando el sol comenzó su paso por el cenit, inició el banquete en los pasillos del edificio de gobierno. En riguroso orden, estaban ahí todas las autoridades; las mujeres atendían con prontitud, como un panal de laboriosas abejas, cada una sabía lo que se tenía que hacer. En la plaza mayor, los músicos hacían sonar sus numerosos tambores, ocarinas y flautas. Después de comer, las autoridades tomaron su lugar de honor en la plaza. Fue entonces cuando los jóvenes iniciaron la danza y un coro monumental entonaban emocionados himnos. Un pequeño ejército de servidores de los cuatro barrios, mantenían todo lo necesario en la fiesta, especialmente los braceros que quemaban copal. En un momento, empezaron a sonar los caracoles marinos. Los jóvenes terminaron de danzar y la multitud ordenada y expectante guardó un respetuoso silencio. Entonces tomó la palabra el Sumo Sacerdote del Templo Mayor y dijo: 101 -¡Oh Valeroso Señor Nuestro, dueño del cerca y del junto; debajo de cuyas alas nos amparamos, y defendemos, y hallamos abrigo; tu que eres invisible e impalpable, bien así como la noche y el aire ! Tú que nos has dado la vida, amado señor de las batallas interiores. Este día, tu humilde pueblo está de fiesta, por que de tu jardín han brotado las flores. Por que de tu nopal, han crecido las tunas y están por florecer. Porque tienes cantos, por que tienes flores. Señor nuestro, humanismo, piadosísimo, amparador y defensor, invisible e impalpable, por cuyo albedrío y sabiduría somos regidos y gobernados, hoy te agradecemos que nos das un puñado de cachorros jaguares y águilas, para que tu pueblo mantenga su destino de armonía y bienestar. Para que los hombres seamos dignos de tu amor y bien aventuranza. Rogamos les des a estos jóvenes un poco de sabiduría y claridad, para que cumplan con acierto y dignidad su alta responsabilidad, que hoy tienen con su pueblo. Amadísimo señor ilumínalos. Sonaron de nuevo los caracoles y los jóvenes estudiantes entraron a la plaza en formación. Cada uno llevaba en la mano un bracero con incienso encendido y se arrodillaron de frente a las autoridades. Tomó entonces la palabra, el rector de La Casa de la Medida y dijo: "Hijos míos, escuchen lo que les voy a decir, porque mi voz representa a las nobles instituciones en donde estudiaron por largos años. Ustedes brotaron en La Casa de los Jóvenes y en La Casa de la Medida, ustedes mantiene el honor de los Viejos Abuelos toltecas, que nos legaron estas sabias instituciones, para mantenerlos en nuestra mente y en nuestro corazón. Hijos míos, queridísimas plumas de quetzal, escuchen bien estas palabras que quiero decir y pónganlas en su corazón. A partir de hoy, ustedes tendrán que servir a nuestro pueblo; que aquí está presente y que no les permitirá que se desvíen, ni un sólo dedo de su recto camino, para que cuando lleguen al invierno de la vida, puedan caminar con la frente en alto y no tengan vergüenza de verle el rostro a su gente, porque el cargo pasa, pero nuestros actos se quedan. Servir a su pueblo es el más alto honor que una persona bien nacida, pueda tener en su vida. Servir al pueblo con 102 entrega, honradez y virtud, es la mejor herencia que puedan dejarle a sus hijos y nietos. Por ello, el servidor público debe mantenerse extremadamente atento en sus actos, intolerante con los vicios y las debilidades, debe estar permanentemente en estado de alerta, pues el poder corrompe a los mortales, los hace ciegos, sordos y caprichosos. Hoy hijos míos, los entregamos con bien a su destino. Sonaron nuevamente los caracoles marinos. Fue el momento en que tomó la palabra a nombre del gran Consejo Supremo, "El que Habla", diciendo: -¡Oh serenísimo y humanísimo Señor nuestro! aquí has oído a tu pueblo. Aquí ya han brotado flores y canto, palabras muy dignas de ser encomendadas por los sacerdotes y los maestros. Pienso, y tengo para mí por cierto, que las grabaran en su corazón y las pondrán en obra hasta su muerte. Recibamos a nuestros frutos prometidos, que pronto, muy pronto serán "el corazón del pueblo". Estas piedras preciosas, estas plumas de quetzal, han terminado su educación y su instrucción para servir al pueblo. Ahora se han acercado al corazón del pueblo, deben siempre actuar con suma humildad y prudencia. No pueden volverse orgullosos o altivos, por más alta que sea su responsabilidad, siempre recuerden que ante todo, son servidores del pueblo. Que mandan obedeciendo. La austeridad y la sobriedad deberán regir todos sus actos. De ahora en adelante su vida íntegra, pertenece al pueblo; con sus actos cotidianos, en su casa y en los edificios públicos, ustedes representarán los valores más altos de nuestra herencia milenaria. Miren bien de ser ejemplo limpio, puro, sin mancha alguna. Cuiden bien de ser diligentes, atentos y responsables en el arte de gobernar y administrar. Mantengan la templanza de espíritu, que forjaron en nuestras sabias instituciones de educación. Cumplan escrupulosamente y hagan acatar las leyes y normas de nuestras instituciones. La más mínima corrupción de ellas, significa el comienzo de nuestra destrucción. En su mente y su corazón, está el destino de nuestro pueblo. 103 La ceremonia continúo hasta media noche. La música y la danza unían al pueblo con la inmensidad de la bóveda celeste y las estrellas. La energía que producían, subía en espiral y lograba, que el cielo y la tierra se besaran. Águila Nocturna escuchaba a lo lejos el sonoro ritmo de los tambores. Se encontraba recluido en el templo de La Casa de la Medida por orden del Supremo Consejo, quien por mayoría había decidido que el joven tendría un camino diferente. Serpiente de Fuego había logrado demostrar, que Águila Nocturna debía proseguir sus estudios. A la mañana siguiente, el Supremo Consejo mandó a llamar a Águila Nocturna y a su tutor. Al joven se le informó de la decisión y le ordenaron a Serpiente de Fuego, llevar primero al muchacho a "Las Grandes Aguas" y Después a "La Ciudad de los Muertos", según la tradición, a que hiciera la prueba de su templanza; y si la aprobaba, entonces que lo condujera hasta la puerta de DAANY BEÉDXE, La Montaña del Jaguar y regresara al Valle del Frijól, a dar cuenta de la tarea encomendada. De inmediato se hicieron los preparativos para el viaje. Cinco días después Serpiente de Fuego y su alumno salieron hacia "Las Grandes Aguas". Llevaban cada uno como bastimento; una cobija gruesa de algodón, un guaje para el agua, una red con tortillas, chapulines y chocolate. Caminaron hacia el sur, hasta terminar el Valle del Campo de las Flores de Maíz. Después iniciaron el ascenso a la cordillera, cuando llegaron a la parte más alta Serpiente de Fuego; como era la tradición, le vendó los ojos al joven e iniciaron el descenso. El maestro tenía que guiar al alumno y describirle todo cuanto veía en el camino. Los cambios se dieron cuando llegaron a la media montaña y a la costa, lugar en el que nunca había estado Águila Nocturna. Pacientemente el maestro le describía al alumno de manera detallada, todas las plantas, animales y paisajes, que iban encontrando a su paso. Pero lo más espectacular e impresionante fue cuando llegaron a la playa. La excitación del alumno creció al límite, cuando escuchó al mar. Serpiente de Fuego entonces le habló sobre los misterios de “ Las Grandes Aguas". Le dijo que los Viejos Abuelos, 104 habían dejado por cierto, que del otro lado de estas inmensas aguas, existen tierras y pueblo que alguna vez tuvieron mucho contacto con el nuestro. Que la propia Serpiente Emplumada y los "artistas" de la piedra interior, hacía muchos atados de años, habían llegado a estas tierras por las grandes aguas del Oriente. Las olas del mar rompían con violencia sobre la playa. Águila Nocturna estaba totalmente extasiado, nunca antes en su vida había escuchado un sonido tan fuerte y compuesto a su vez, de miles de pequeños sonidos. Entonces, Serpiente de Fuego le quitó lentamente la venda al joven, retirándose para dejarlo solo frente al mar. Por largo tiempo Águila Nocturna se quedó inmóvil. Lo que estaba frente a su ojos, con mucho superaba su capacidad de asombro. Nunca antes había visto a un ser vivo tan grande y poderoso. A lado de él, se sentía pequeñito e indefenso; pero al mismo tiempo surgía un sentimiento de fascinación, que a pesar de él mismo, lo atraía magnéticamente. Un sentimiento ancestral empezó a surgir misteriosamente de lo más profundo de sus adentros, un cuasi recuerdo desde los más milenarios y remotos orígenes de la vida perturbaba su mente. Como hipnotizado estuvo frente al mar a lo largo de muchas horas. Perdida la vista en el horizonte, su percepción se ampliaba y podía percibir sin el uso de la razón a esa inmensidad que estaba frente a él, con sus millones de pequeños movimientos de las olas y al mismo tiempo, con la aparente inmovilidad de su inmensidad, el mar representaba el encuentro más extraordinario de su vida. Cuando llegó la tarde y con ella la puesta del sol, subieron a un acantilado, donde el espectáculo del naufragio del sol fue soberbio. En el horizonte, el sol descendía lentamente hacia el Poniente, el cielo estaba completamente enrojecido, con jirones de color naranja. El mar parecía que se daba cuenta del instante en que el sol penetraba las aguas y cobraba mayor intensidad su violencia sobre las mudas rocas que no entendían la furia marina. Apareció entonces Venus y la noche cubrió todos los espacios. Al día siguiente, los tumbos del mar contra la arena los despertaron en la madrugada. Caminaron hacia el Norte, hasta llegar a 105 una aldea que estaba ante una hermosa y pequeña bahía, llamada "El lugar en donde se venera al Madero". Los aldeanos los recibieron con esa hospitalidad y cortesía, que caracteriza a los hijos de La Serpiente Emplumada. Esta pequeña aldea tenía una gran importancia religiosa para los pueblos de la costa, ya que aquí llegó hace muchos atados de años La Serpiente Emplumada y además de dejar sus enseñanzas, dejó clavada una inmensa cruz de madera a la orilla del mar, como símbolo de su sabiduría. La cual era venerada como una preciosa y sagrada reliquia. Después siguieron caminando por la costa hacia el Poniente, hasta llegar a una imponente ciudad llamada "El Cerro de las Aves", recinto muy antiguo de las autoridades de los pueblos de la costa. Aquí estuvieron veinte días hospedados en La Casa de la Medida, donde fueron tratados de manera muy cordial y respetuosa, por los sacerdotes y maestros de la institución, quienes sabían el motivo del viaje; por lo cual dejaron ver al joven estudiante sus códices y platicaron con él ampliamente. Finalmente partieron hacia "La Ciudad de los Muertos", en donde Águila Nocturna tenía que realizar su prueba de iniciación. Nuevamente cruzaron las montañas para ir tierra adentro. Esta ocasión la llegada a "La Ciudad de los Muertos" fue por la noche. A propósito Serpiente de Fuego retrasó la llegada y entraron por la puerta Sur. Ahí los estaban esperando los sacerdotes del templo. Águila Nocturna se pintó todo el cuerpo de negro y un sacerdote le decoró en el pecho, un caracol blanco con un corte transversal. Pasó toda la noche en una habitación obscura y por la mañana entró un hombre también pintado de negro y le explicó detenidamente todo cuanto tenía que hacer, para finalmente preguntarle si estaba dispuesto a cumplir con el ritual. -Este es un viaje sin retorno, estás a tiempo de cancelarlo; pero debes saber que en cuanto comiences, la luz o la oscuridad te esperaran para siempre. Ya no podrás regresar. Sentenció el hombre de negro. Águila Nocturna fue llevado al interior de una profunda caverna, que estaba en el patio principal de una plaza en el conjunto norte del 106 recinto. Con un ceremonial impresionante, en el que intervinieron cuarenta personas, entre sacerdotes, músicos y guerreros; se levantó una inmensa y pesada loza, que cubría la entrada. Lo acompañaron cuatro hombres, cada uno pintado respectivamente de negro, rojo, azul y blanco. Quienes llevaban un escudo y una lanza en la mano izquierda y en la derecha una antorcha. El camino estaba lleno de gruesas columnas que sustentaban la techumbre, entre columna y columna estaban ofrendas antiquísimas, más adelante empezó a ver esqueletos. En los muros estaban gravados códigos de grecas que se repetían sucesivamente. Cada vez que se adentraban en la gruta, el calor y los olores se tornaban más pesados; el piso estaba húmedo y lleno de animales ponzoñosos. Después de cinco horas de camino, pasando por estrechos túneles y amplias galerías, llegaron a una inmensa sala, que tenía treinta cuerpos de una circunferencia irregular y una altura, en la parte más alta, de veinticinco cuerpos. Con la luz de las antorchas, las estalactitas y estalagmitas, así como las rocas, creaban una visión sobrecogedora del lugar. En la parte central estaba una roca a manera de altar. Uno de los cuatro hombres sacó de su red un incensario, poniendo a quemar copal. El hombre de blanco le entregó un guaje con agua, una antorcha apagada y una encendida y le dijo a Águila Nocturna: -Tendrás que quedarte sólo aquí por diez días. Deberás desprender de tu cuerpo todas las ideas que tienes de ti mismo, y llegar al silencio interior. Hasta que no tengas ningún pensamiento, hasta que seas un puñado de huesos, hasta que te conviertas en una roca más. Te dejamos muy poca agua, cuídala, por que perderás la noción del tiempo. Por ningún motivo debes de moverte de este lugar. Pase lo que pase, veas o escuches lo que sea, “tú lugar es el centro”. En esta piedra muchos guerreros como tú, velaron su más poderosa arma para la Guerra Florida, para afinar "su fuerza de voluntad". La seguridad en sí mismos y la sobriedad de carácter, de estos guerreros han dejado su huella milenaria; estás frente a una piedra de poder. La templanza y solidez de tu espíritu te deben mantener en este lugar. Esta piedra y tú fuerza de voluntad; serán lo único que tendrás, para enfrentar el 107 aterrador misterio que te acechará en esta oscuridad. Todos tus demonios y todas tus debilidades se confabularan contra tuya. Si te desesperas y tratas de buscar la falsa salida, te perderás para siempre en este laberinto. Muchos de los cadáveres y esqueletos que viste en el camino, fueron de aquéllos, que no resistieron y trataron de regresar. Nadie conoce esta inmensa y misterios gruta, sólo El Señor y La Señora de la Muerte. Aquí existen miles de caminos, que ni nosotros, sus más fieles ciervos conocemos. No te muevas de aquí, quédate en ti mismo, no pierdas tú equilibrio. Recuerda que el lugar seguro es el centro. Dentro de diez días vendremos por ti y esperamos encontrarte vivo en este lugar". Acto seguido, los cuatro hombres iniciaron el regreso entonando un himno que producía por el eco, muchas voces, que resonando se perdían entre las galerías. Águila Nocturna primero observó detenidamente a la roca que se encontraba en el centro de la caverna, vio que estaba esculpida en forma rectangular, de aproximadamente un cuerpo y medio de largo por un medio cuerpo de ancho y un cuerpo de altura. Tenía labrado en sus cuatro costados, las mismas grecas que estaban en los templos del exterior. Lentamente recorrió con la mirada, la inmensa galería con más fascinación que asombro. De alguna manera esta gran oquedad en la roca, le recordaba la impresión que tuvo frente a “Las Grandes Aguas"; esa sensación de pequeñez e insignificancia frente a un todo, inconmensurable e indiferente. Poco a poco, la luz de la antorcha empezó a disminuir y Águila Nocturna, colocó el guaje con agua y la antorcha nueva, que no usó, en un costado de la piedra; se recostó y esperó a que los últimos chisporroteos de la antorcha lo dejaran totalmente a obscuras. Nunca en su vida, había estado en un lugar en que la oscuridad fuera total. Pasaron las horas y el joven quedó profundamente dormido. Cuando despertó, por un instante, no recordaba en donde estaba y por más que abría los ojos, no veía absolutamente nada. Primero pensó que había muerto, inmediatamente después, que estaba ciego y finalmente recordó donde estaba. Después de algunas horas, empezaron a venir a su mente muchas 108 imágenes de su vida. Primero trató de detenerlas, pero después recordó lo que un día le dijo Espejo Humeante al respecto -"Cuando quieras que algo desaparezca, deja que se expanda"- así dejó sin objeción, que las imágenes corrieran vertiginosa por su mente hasta quedar dormido. El tiempo se extendía "sin tiempo", Águila Nocturna empezaba a sentirse inquieto. La oscuridad total, lograba la pérdida del equilibrio físico y emocional. Otro factor empezó a ser el hambre. El muchacho se refugió en el sueño, pero después de un tiempo, ya no sabía si estaba soñando o estaba despierto. Tal vez habían pasado cuatro o cinco días, cuando Águila Nocturna fue despertado por un pavoroso grito, que desgarró el mortal silencio y que le heló la sangre completamente; instantes después el grito tomó la potencia de un aullido, como de un lobo o el rugido intenso de un jaguar. De momento quiso salir corriendo, pero se detuvo y puso atención al extraño ruido, que se convirtió en un jadeo y a veces en un resoplido. El momento era de pánico, Águila Nocturna sentía la presencia de una inmensa fiera, podía olor su fétido aliento y sentir la tibieza de su vaho. El muchacho estrechó sus piernas dobladas contra su pecho y con sus manos se cubrió la cabeza esperando el ataque de la bestia. Paso el tiempo, no sabia exactamente si había sido unos minutos o unas horas, la espera fue interminable. La amenaza de la fiera se fue disipando lentamente como un pensamiento. En otra ocasión, estaba tratando de detener su diálogo interno, cuando escuchó a la lejanía una avenida de agua, que violentamente se acercaba. Pensó que debería estar en el lecho de un río subterráneo. De momento quiso correr a una pared para buscar la protección de las piedras altas, pero se detuvo al instante, ¡a dónde iba, sino no podía ver! El estruendo del agua crecía con tal furia increíble, que se confundía con el bramido de un inmenso animal. Águila Nocturna se sentó en el centro de la piedra y escuchó claramente como el agua rugiente pasaba al lado de la piedra y pensó que la corriente crecería y que pronto lo arrastraría, pero transcurrió el tiempo y el agua nunca llegó. 109 El calor cada vez era más insoportable, sentía como le caminaban insectos por el cuerpo y algunos que no quitaba a tiempo, le inyectaban su ponzoña. Luchaba por detener sus pensamientos. La compasión por sí mismo, empezaba a ganar terreno. Su cuerpo estaba lleno de llagas y de picaduras de animales ponzoñosos. Su espíritu se reblandecía, la autocompasión empezó a causar sus efectos demoledores. De pronto empezó a temblar, la tierra se movía y se escuchaban caer inmensas piedras, por el estruendo creyó que la enorme galería se vendría abajo. Se quedó inmóvil esperando el fin, con claridad escuchaba el golpe de las inmensas rocas que se desprendían de la bóveda y se hacían añicos en el piso, casi podía sentir el polvo y las pequeñas piedras que salían como proyectiles en todas direcciones; y sin embargo nada pasó. Todo parecía que sucedía en su mente y en su corazón, la caverna se mantenía en una quietud y silencio absoluto. Águila Nocturna estaba totalmente llagado por el sudor y su cuerpo estaba extremadamente adolorido. Le quedaba muy poca agua y el hambre lo estaba debilitando. En un momento empezó a sentir una violenta y helada corriente de aire, que a cada momento aumentaba su intensidad. Por la frescura, sintió en principio alivio y creyó que por el derrumbe habría podido abrirse una salida al exterior. Estaba a punto de iniciar el intento, cuando recordó las palabras del hombre pintado de blanco, "pase lo que pase, no te muevas de ti mismo, lo único que tienes para enfrentar esta prueba, es tu fuerza de voluntad y la piedra; busca el centro". Inmediatamente se ubicó en el centro de la piedra y empezó hacer respiraciones profundas. El viento cesó, pero ahora escuchaba las voces de Serpiente de Fuego y Relámpago de la Noche que lo llamaban; uno, diciéndole que por ahí estaba la salida y el otro le pedía ayuda, por que estaba atrapado en unas piedras que le habían roto una pierna. Las voces parecían tan reales, que Águila Nocturna trató de hablar con ellos sin éxito. El límite de sus resistencia estaba por llegar; la sed, el hambre, el silencio, pero sobre todo la oscuridad, le estaba reduciendo su fuerza de voluntad a la mínima expresión. Águila Nocturna empezó entonces a llorar, se sentía tan desprotegido y desolado, tan indefenso, quería 110 salir de ese infierno, no podía más. Recordó entonces, las palabras de Serpiente de Fuego, cuando le dijo: "La diferencia entre un guerrero de la Batalla Florida y un hombre común; es que el guerrero, sabe que ni un mar de lágrimas influirán un dedo en su destino, por eso los guerreros lloran sabiendo que de nada le servirá. Un guerrero por más que decante su espíritu y fortalezca su cuerpo, es tan solo ¡un ser humano!, que siente y que sufre igual que todos los seres humanos. La diferencia entre un hombre común y un guerrero; es que el guerrero no se entrega al dolor." El recuerdo de estas palabras, fueron como un bálsamo para su Dolor. Poco a poco, regresó la sobriedad y con ella el equilibrio para de nuevo quedar dormido. Águila Nocturna mantuvo el equilibrio, a partir de que logró poner su mente en blanco. Su respiración se redujo a la mínima expresión y poco a poco, su cuerpo se integró a la piedra. Dejó de ser él, para sumarse a la piedra. Se sintió fuerte y compacto, se dio cuenta que la piedra estaba viva y que lo había aceptado, y por ello, ahora lo defendía. De pronto sintió un súbito cambio de temperatura; vio que brotaba fuego por todas parte en torno a la piedra, inmensas llamas subían hasta el techo de la caverna, con gran estruendo. Toda la galería se iluminó por completo, Águila Nocturna no se asustó y por el contrario, se dedicó a observar detenidamente las paredes y el techo del recinto. El fuego se tornó más violento y se dirigió amenazante hacia él. El joven había encontrado el centro, el punto de equilibrio. Algo le decía que esa piedra era el ombligo del mundo. Sabía que hacia su cabeza apuntaba el cielo; hacia sus piernas la tierra; hacia su brazo derecho estaba el mundo conocido y hacia su izquierda el mundo desconocido; que en el centro de la tierra, a partir de su ombligo, se exaltaba la conciencia hacia lo prodigioso e inconmensurable de las alturas sagradas del Espíritu, pero también, si se perdía el equilibrio, se caía a los infiernos degradados de la estupidez y el abyecto embrutecimiento existencial. Águila Nocturna 111 había dejado de ser él, ahora formaba parte de la piedra milenaria. Era sólo un testigo sin sentimientos y sin juicios. En un momento el fuego desapareció, para quedar de nuevo la inmensa galería en completa oscuridad y silencio. Pasó el tiempo; más bien, dejó de existir el tiempo. Águila Nocturna estaba ahí, inmutable y perfecto, como un pedazo de piedra que llevaba millones de años ahí, y sin ningún problema, podía estar otros tanto más, pues era sólo una piedra. Fue entonces que llegaron los cuatro hombres por él. Lo encontraron tendido e inmóvil, sobre la piedra. Más que un cadáver, parecía una perfecta escultura, esculpido por su voluntad inflexible en la misma piedra. Cuando salió de la gruta era de noche. El cielo estaba completamente estrellado y sin luna. Águila Nocturna jamás en su vida había sentido de esta manera la bóveda celeste. La vida láctea era un río de estrellas luminosas, que le daban la bienvenida. Serpiente de Fuego y Águila Nocturna pasaron cinco días más en la Ciudad de los Muertos, pues el muchacho tenía que reponerse del desgaste sufrido en su Batalla Florida. 22 El camino a las puertas de DAANY BEÉDXE fue recorrido lentamente, Serpiente de Fuego sabía muy bien que eran los últimos momentos que estaría con su inmaculado alumno. Era la tradición que había que llegar por la mañana a "La Tierra del Gemelo Precioso". Por lo que maestro y alumno tuvieron tiempo suficiente, para realizar su última platica. Serpiente de Fuego inició de la siguiente manera: -Escúchame bien, amada piedra preciosa, bella pluma de quetzal. Estamos llegando al final de nuestro camino, mañana te entregaré a las puertas de "La Tierra del Gemelo Precioso" y probablemente nunca más me verás, a mi y todos los que conmigo fuimos tu primera casa. Con nosotros naciste, brotaste y puliste tu piedra interior. Con nosotros te forjaste “un rostro propio y un corazón verdadero”. Por nuestra boca hablaron los Viejos Abuelos toltecas, como una flor con su sabiduría te 112 fuiste alimentando. Por nuestros actos se expresa el corazón. Ya sabes que estamos de paso en esta vida por breve tiempo, para florecer el corazón y llegar a la casa de nuestro Señor el Sol. Ya sabes que la Batalla Florida logra humanizarnos, ya sabes que sólo siendo lo mejor de uno mismo, en todo cuanto hacemos, sentimos y pensamos; podemos pulir la piedra en bruto que llevamos dentro, hasta hacerla una piedra preciosa. De este modo, la responsabilidad de nuestros actos es indispensable para que el guerrero logre florecer su corazón. Águila Nocturna; quiero decirte que has sido el mejor alumno de nuestra noble institución hasta el día de hoy; nuestro más preciado fruto florecido. Pero es justo decirte también, que esto de nada te servirá para lo que te espera en DAANY BEÉDXE. Todo lo que has aprendido, de muy poco te ayudará mañana; acaso todo se resume en la integridad y templanza, en el desarrollo de tu fuerza de voluntad, en que has logrado esculpirte un rostro propio y forjarte un corazón verdadero. Mañana iniciaras un viaje sin retorno. Te internarás en los misteriosos y aterradores caminos del conocimiento secreto de los Viejos Abuelos toltecas. Conocimiento que sólo puede revelarse a "Las Tunas Florecidas del Nopal". Muy pocos han llegado a donde tu estás; y muchos menos, logran traspasar las puertas de "La Tierra del Gemelo Precioso" y de esos cuantos, muy pocos llegan al conocimiento secreto de los Viejos Abuelos toltecas que está en DAANY BEÉDXE. De modo que lo que te espera, es maravilloso, inconmensurable y aterrador. DAANY BEÉDXE es una de las casas más antiguas de los Viejos Abuelos toltecas en el mundo. La montaña en que se encuentra, es junto con estos valles, un lugar magnético y poderoso; de esta, nuestra amada Madre. Como sabes, la tierra es un ser vivo. Nuestra Madre querida está viva, siente y se va a morir. Como todo ser vivo, tiene partes más sensibles e importantes que otras. La razón de la existencia de DAANY BEÉDXE obedece a esta causa. En este lugar, el cielo y la tierra están en contacto directo y permanente. Los campos de energía, además de ser especiales; los hombres, a lo largo de cientos de atados de años, 113 los han transformado de manera muy particular, para ser usados de manera casi ilimitada. Nunca más regresarás entre nosotros, en este momento ya somos fantasmas para ti, polvo en el camino. Sin embargo, si fracasas en tu intento de ser uno más, entre los guerreros de DAANY BEÉDXE; te disolverás en la bruma del olvido, nadie de ti se acordará. Pero si triunfas en tu intento, vivirás eternamente entre nosotros. Águila Nocturna se quedó viendo profundamente a su tutor por un largo tiempo. Se incorporaron; en un emocionado abrazo, el joven le entregó a su tutor, todos los sentimientos que le unían a su pasado. Después dio vuelta y aligerado, se dirigió a las puertas de "La Tierra del Gemelo Precioso", con el sol naciente a sus espaldas y repitiendo un verso entre su mente y su corazón: "Del interior del cielo vienen las bellas flores, los bellos cantos. Esfuércese, quiera las flores del escudo, las flores del Dador de la vida. ¿Que podrá hacer mi corazón? En vano hemos llegado, en vano hemos brotado en la tierra. ¿Sol así he de irme como las flores que perecieron? ¿Nada quedará de mi nombre? ¿Nada de mi fama aquí en la tierra? ¡Al menos flores, al menos cantos! ¿Que podrá hacer mi corazón? En vano hemos llegado, en vano hemos brotado en la tierra. Aquí en la tierra es la región del momento fugaz. ¿También es así en el lugar donde de algún modo se vive? ¿Allá se alegra uno? ¿Hay allá amistad? ¿O solo aquí en la tierra hemos venido a conocer nuestros rostros?” 114 "La Tierra del Gemelo Precioso" era una población muy especial, diferente a todas las comunidades del valle. Tan antigua como DAANY BEÉDXE, era la antesala a la montaña sagrada. La tradición señalaba que ningún pueblo podía vivir en los lugares cercanos a la Montaña Sagrada. En La Tierra del Gemelo Precioso vivían muchas personas, mujeres y hombres, que trabajaban afanosamente por el mantenimiento y apoyo de la ciudad de los artistas de la piedra interior, llamada La Montaña del Jaguar. Su vida estaba voluntariamente consagrada, a servir a los mantenimientos de los seres humanos, que luchaban por llegar a convertirse en dioses. "La Tierra del Gemelo Precioso" era el lugar donde se realizaba la ultima prueba a los aspirantes, que pretendían ascender a DAANY BEÉDXE. Fue recibido en las puertas de la ciudad, por un hombre vestido de blanco, que sin pronunciar ninguna palabra lo condujo a una de las plazas del lugar. Frente a la entrada de una de las habitaciones, un anciano amablemente lo invitó a pasar y tomar asiento en un petate. La habitación era fresca y ventilada. -Muy largo el camino para llegar hasta acá -dijo el anciano con un tono cálido y amable-. Mi nombre es Piedra Quemada. Lo importante, es que el día apenas comienza y tu eres muy joven. El Valle del Fríjol te manda como su exquisito fruto, su tuna por florecer, como su manojo de plumas de quetzal, como su piedrita preciosa sin pulir. El Señor y La Señora de La Muerte, te dejaron regresar de sus oscuros dominios. Esta es apenas, tu carta de presentación ante nosotros, "Los Guardianes del Camino". Sin embargo antes de iniciar, quiero contarte una historia: Como tu sabes, cuando las divinidades decidieron crear el Quinto Sol, crearon al hombre y a la mujer de los "huesos preciosos" de los seres humanos que murieron en el Cuarto Sol. Para ello, enviaron a La Serpiente Emplumada a la Casa del Señor de La Muerte, en donde descansaban estas reliquias. La Serpiente Emplumada con ayuda de los gusanos, abejas y fundamentalmente de su doble, llamado "el Gemelo Precioso", después de muchas adversidades, logra rescatar los "huesos preciosos" de la tierra de los descarnados, y con su sacrificio, 115 les da vida. Por ello, "El Gemelo Precioso" es el símbolo que dejaron los Viejos Abuelos, para hablarnos del cambio, de la mutación. La Serpiente Emplumada actúa desde la superficie del mundo, hasta casi tocar, en su vuelo celestial, al Señor del Cerca y del Junto, al Águila... al Sol. Pero cuando tiene que ir debajo de la tierra, a las profundidades de la materia, en donde gobierna El Señor de la Muerte; entonces, para poder actuar, se convierte en "su doble", en "El Gemelo Precioso". La Serpiente Emplumada está representada por el planeta Venus; que es la Estrella de la Mañana y El Lucero de la Tarde. Pero en los días que no se ve en el cielo, se supone que está cruzando por el inframundo, luchando contra la inercia de la materia, convertida en El Gemelo Precioso, quien combate por rescatar el Germen del Espíritu, que está atrapado en la materia, que por inercia cae, en las profundidades de la región de los muertos, en la oscuridad, en la ignorancia. La Serpiente Emplumada es un símbolo, como todo, frente a lo desconocido. Símbolo con el que nuestros Viejos Abuelos toltecas nos enseñan, que las leyes del universo, que someten a la materia a su degradación y muerte; solo pueden ser vencidas por La Serpiente Emplumada o el también llamado Señor del Viento. Porque solo “el soplo espiritual, el soplo divino”, es el que vence a las leyes que someten a la materia a su degradación y destrucción; La Serpiente Emplumada aproxima y reconcilia a los opuestos. Transforma a la muerte material, en vida espiritual. De esta manera La Serpiente Emplumada y El Gemelo Precioso, son una unidad, un par complementario que representan: Uno, al guerrero penetrado por los dardos de la conciencia, que le revelan su origen celeste y al mismo tiempo, su fatal destino, de caer en la inercia de la materia; y el otro, el peregrino intrépido, que llega hasta las mismas profundidades de la materia, hasta la misma casa del Señor de la Muerte, para apoderarse del secreto de su esencia divina, de la maravillosa posibilidad de su resurrección, a través del sacrificio. El lugar milenario en donde te encuentras, lleva el nombre de "La Tierra del Gemelo Precioso" y está a las puertas de la montaña sagrada, DAANY BEÉDXE, por que es más que un símbolo, es una 116 terrible realidad para los que aspiran a llegar a ella. Igual que el Gemelo Precioso, tú tenderás que ir al fondo de tus personales infiernos, a la última realidad y constatar que posees el Germen del Cambio. Que tu Gemelo Precioso te puede ayudar, en la parte de tu Batalla Florida, que tendrás que librar en el centro de la materia... en tus pavorosos adentros. La Tierra del Gemelo Precioso, es la última puerta antes de DAANY BEÉDXE, es la tierra del cambio, de la mutación. Aquí es donde la crisálida se convierte en mariposa; símbolo del alma en sacrificio. Seas pues, bien venido a esta tierra, con el corazón en la mano, todos te deseamos la mejor de las suertes; por que por cierto, se me olvidaba decirte solo un detalle. Así como la crisálida muere como gusano, rompiendo su envoltura para convertirse en mariposa y vivir el vuelo de la libertad; si no lo logra, morirá atrapada como gusano en su propio capullo; de la misma manera, si tú fracasas en tu intento, morirás envuelto en tu propio capullo. Pero por supuesto, ¡que importa la muerte¡, si no llegas a DAANY BEÉDXE". Águila Nocturna mantuvo un silencio respetuoso, después de que Piedra Quemada terminó de hablar. Inalterable, como si hubiera escuchado un discurso en el que nada tuviera que ver, esperó que el anciano le indicara lo que debía de hacer. Estaban sentados frente a frente en dos petates. Los ojos de ambos, se afilaban en una mirada profunda. Águila Nocturna se "introdujo" en el anciano, que no lo rechazaba, pero que lo contrarrestaba con una mirada penetrante, como navaja de obsidiana. Pasaron las horas y ninguno de los dos se movía o hablaba. La tarde entró sigilosa por la puerta de aquella habitación sin hacer ruido, y poco a poco, la penumbra de la noche fue borrando los cuerpos hasta disolverlos en la oscuridad. Solamente los ojos se mantenían vivos como brazas encendidas. Tal vez era más de media noche cuando empezó una asombrosa transformación; El anciano, poco a poco se convirtió en una búho y el joven en una águila, estuvieron un tiempo estirando sus alas y acicalando sus plumas, para salir volando por la puerta de la habitación. La lechuza marcaba la ruta del vuelo, a tras, el aguilucho, trataba torpemente de mantener el vuelo. 117 Águila Nocturna no sabia si era verdad o estaba soñando, y en cierto momento, se dio cuenta que estaba desperdiciando esos maravillosos momentos, en algo que en realidad no tenía importancia alguna. Por que si fuera un sueño o "realidad"; el hecho trascendente, es que lo estaba viviendo con todos sus sentidos, por lo cual se entrego a sus sentidos con toda intensidad posible. Así subió más arriba de las nubes, hasta encontrar un mar de plata, compuesto de nubes y la luz pálida y mortecina de una luna llena. La lechuza se sumergió entre las nubes, y Águila Nocturna la perdió en un gigantesco banco, que era como la montaña más alta que haya podido ver. La niebla se hizo más densa y pesada, casi no se podía ver, Águila Nocturna volaba sin encontrar el rumbo. Cuando sintió una poderosa mirada. Unos ojos inmensos, que emitían una luz verdosa como la de un faro, detuvieron su vuelo. Miró con detenimiento y los inmensos ojos resultaron ser los de Piedra Quemada, quien estaba frente a él de nuevo en la habitación. Los primeros rayos de luz entraron por la puerta, el anciano y el muchacho estaban en la misma posición. Se escucharon sonar los caracoles, el anciano se levantó lentamente, se acerco al oído del joven y le dijo en voz tenue: Muy bien muchacho, es hora de ir a trabajar. Esa mañana salieron a las montañas del Norte, Piedra Quemada y Águila Nocturna. Después de dos días de camino, llegaron a un pequeño valle que estaba entre una cañada. El anciano inició un pedimento al Señor del Bosque, para que les permitiera tomar lo que necesitaban. Después de enterrar copal y unos pequeños trozos de jade, en intercambio reciproco; Piedra Quemada se dirigió al interior del bosque, caminó un tiempo hasta encontrar unos hongos. Se hincó ante ellos y les empezó a cantar una canción muy dulce, cuando terminó, les explicó que andaban en busca de sus hermanos, los hongos llamados "Los Hijos de la divinidad". Después de un rato, el anciano se levanto y llego hasta donde estaba Águila Nocturna esperando. "Los Hijos de la divinidad" se encuentran a una hora de camino, hacia el Noroeste -afirmó el anciano- me lo dijeron sus hermanos". 118 Por fin encontraron a los hongos en el lugar señalado. Piedra Quemada y Águila Nocturna se dispusieron a realizar la ceremonia. Se quemó copal y se rezó. Entonces Piedra Quemada se dirigió de esta manera a los hongos: -Muy queridos y amados hermanos nuestros, "Hijos de la Divinidad". Gran misericordia y gracia ha hecho Nuestro Señor en habernos permitido llegar hasta ustedes, divinos y sabios hermanos. Pedimos nuestras sinceras disculpas por venir a perturbar su paz. Pero es que nuestro muchacho, nuestra piedrita preciosa, necesita de su sabia y generosa ayuda, para iniciar el ascenso a DAANY BEÉDXE. Por mi boca los Guardianes del Camino, pedimos humildemente a nuestros hermanos su ayuda, su compresión y su favor". Con mucho cuidado, el anciano tomo los hongos necesarios, se despidió con mucha cortesía e inmediatamente inicio el regreso con el aspirante. El Guardián y Águila Nocturna llegaron por la tarde a "La tierra del Gemelo Precioso". Durante siete días el joven estuvo recluido en una habitación y en ayuno total. El séptimo día por la noche, Piedra Quemada lo llevo a un templo en donde estaban cuatro doncellas y una anciana frente a un altar. Águila Nocturna se sentó sobre un petate en el centro de la habitación, a su costado derecho se encontraba Piedra Quemada. Acto seguido, las mujeres iniciaron un rezo en extraña lengua. La anciana limpió con mucho cuidado a los hongos, que se encontraban envueltos en unas hojas grandes y tersas. Los sahumó y juntó en pares depositándolos en el altar. Entonces la anciana empezó diciendo: "Muy amados y queridos hermanitos nuestros, damos las gracias al Señor por quien se vive, por la gracia de permitirnos estar aquí reunidos; a ustedes, nosotros sus hermanos más humildes e ignorantes, les agradecemos infinitamente su bondad y gran generosidad. Su sabiduría es necesaria para ayudar a nuestra piedra preciosa, a nuestra pluma de quetzal, que anda en busca de la luz. Humildemente sus hermanos se los agradecemos." 119 Las doncellas iniciaron un rezo tan armonioso, que parecía un bello canto. La anciana le dio a Águila Nocturna, catorce pares de hongos para que los ingiriera. Uno a uno, el joven los comió. Su sabor a tierra pronto desapareció , para dejar una fuerte sensación de acidez, que iba de las glándulas salivales a la base del cerebro. La habitación estaba en completa obscuridad. Águila Nocturna cerraba los ojos y se concentraba en el magnético rezo. Su capacidad auditiva creció tremendamente, podía escuchar a cada una de las voces y al mismo tiempo al conjunto. El ritmo y la fuerza iba en aumento. Como en una espiral ascendente la energía que desprendía el canto arrastraba a todos. El momento de mayor exaltación fue cuando entraron las voces de Piedra Quemada y la anciana. Águila Nocturna fue proyectado con fuerza a un estallido interno, algo trono en sus adentros y dejo de escuchar los cantos, para pasar a percibir algo verdaderamente extraordinario y fascinante; una inmensa y majestuosa serpiente de cascabel, del tamaño del mundo y que sin embargo estaba en la habitación. El animal lo veía directamente, con una mirada penetrante, fría e impersonal. Por sus fauces salía a intervalos su lengua. Águila Nocturna estaba aterrorizado, un miedo animal se apodero de todo su cuerpo, y sin embargo algo en él, lo hacia sentirse hechizado por la maravillosa presencia. Instintivamente se dio cuenta que en la medida de que siguiera el ritmo de la lengua de la serpiente, con su propia respiración, su cuerpo se relajaba y la mente se despejaba. La serpiente inquirió el motivo de la presencia del muchacho; Águila Nocturna empezó entonces a hablar, en una forma pausada y ordenada, casi hizo un recuento de su vida, y todo se podía sintetizar en esa búsqueda, que desde los primeros años de su vida, ardió como una llama perenne en su corazón. Cuando terminó estaba exhausto; la serpiente en cambio se mantenía inmutable, solo movía su lengua en forma rítmica y constante. Parecía que estaba analizando una por una, todas las palabras del muchacho. Después de un tiempo, en señal de aceptación, la serpiente abrió sus inmensas fauces y Águila Nocturna; con pavor, que rayaba en el pánico más primitivo y animal, empezó a avanzar lentamente. 120 Su cuerpo se estremecía de terror y al mismo tiempo de emoción, un extraño regocijo se apoderaba al mismo tiempo que el pánico, de lo que quedaba de su desquiciada razón. Águila Nocturna entró por su propio pie, en las profundidades de la inmensa serpiente de cascabel. En las obscuras entrañas del animal, su cuerpo era movido por fuertes contracciones, que hacían que su cuerpo avanzara asumiendo extrañas posiciones. Cuando al final llego al centro de la serpiente, escucho que ella le dijo: "todo en la vida tiene un costo". Sintió entonces como era bañado por los jugos gástricos de la serpiente, que lo deshacían, para integrarlo a ella. El dolor era verdaderamente insoportable. Más que un dolor físico, era un dolor mental o espiritual, algo que nacía en la base del cerebro, se extendía por espasmos hacia todo el cuerpo, como oleadas de dolor, que recorrían hasta los ultimo rincones de su cuerpo. Sentía que todas sus células de manera individual, estaban pasando por la misma experiencia. Por eso era un dolor intenso, que se multiplicaba infinitamente en pequeños dolores individuales, que hacían un todo. El dolor era tan grande y total, que le produjo un sentimiento de mofa de sí mismo, viéndose en esas condiciones empezó a reír. Estaba en ese sentimiento encontrado producido por el dolor, cuando escucho de nuevo la voz de la serpiente, que ahora le dijo: -Por qué sentir tanto dolor, sí tú sabes como detenerlo. Águila Nocturna buscó en todos sus adentros; era cierto, el sabía como detener el dolor. De pronto vino a su mente, la figura de un jaguar que estaba en el templo mayor de su pueblo. Espléndida pieza en barro, donde el felino estaba sentado sobre sus cuartos traseros. Desde la primera vez que la vio, cuando era niño, quedo hechizado por la energía que le transmitía el jaguar. Águila Nocturna se concentro en la imagen y poco a poco, se empezó a sentir el jaguar del templo mayor. Todo su cuerpo se puso musculoso; Sintió la necesidad, desde muy adentro de rugir y lo hizo con una fuerza sorprendente. Entre más rugía y se sentía un jaguar; más fuerte y poderoso se tornaba. El dolor empezó a disminuir y el muchacho entró subyugado al mágico espacio del poder. La serpiente dejó un buen rato que el joven explorara las profundidades del poder. 121 Por fin la revelación llegó. Águila Nocturna intuía que era el momento trascendente. La serpiente de cascabel le dijo de manera lenta y contundente: "El conocimiento esta en las grecas y en sus colores". Inmediatamente pasaron por su mente todas las grecas y sus maravillosos colores, que había visto y aún las que no conocía. Como imágenes centelleantes pasaban las grecas, pero al mismo tiempo, tenía toda una eternidad para verlas detenidamente y descifrarlas. Se quedó aturdido un instante o un atado de años en esa extraordinaria percepción. Cuando de nuevo se escuchó la voz de la serpiente por todo su cuerpo y en toda la habitación, quien dijo: "El origen de todo está en la serpiente de cascabel, en su piel está la información". El cuerpo y la mente del muchacho, vibraron como un diapasón con esa revelación. Como un eco que reverberaba desde sus adentros, cada palabra se metía hasta en los espacios más pequeños de su ser y de ahí regresaban, para proyectarse hacia el exterior. Como un eco lejano, se iba quedando la revelación en su interior. En ese momento el encuentro con la inmensa serpiente de cascabel, terminó. Las mujeres que lo habían acompañado en la experiencia, se incorporaron sabiendo que todo había concluido. La anciana se acerco para abrazar al muchacho y decirle: -Eres afortunado, hablaste con nuestro Amadísimo Señor. Muy pocos tiene esa gracia. Muchos alucinan, otros se encuentran con el demonio de sus adentros, algunos son rechazados por los hijos de dios, y hay quien no les pasa nada. Tú sin embargo, tuviste la dicha de ser atendido por nuestro amadísimo Señor, hablaste con él y te aceptó. Piedra Quemada invitó a salir de la habitación a Águila Nocturna. Todavía no amanecía, el cielo estaba cubierto de un mar de estrellas. Por el efecto de los hongos, el muchacho tenía las pupilas dilatadas y 122 pudo ver un espectáculo impresionante. De nuevo apareció la serpiente, ahora convertida en un río de estrellas. Águila Nocturna durmió todo el día y su noche. Al despertar Piedra Quemada lo acompaño a la puerta poniente de la ciudad. Ahí empezaba el camino a DAANY BEÉDXE. -Hasta aquí llegamos los Guardianes del Camino. De esta puerta hacia adelante se va hacia la eternidad. Muy pocos hombres han llegado hasta éste lugar y muchos menos han logrado ascender hasta las alturas de la montaña sagrada. El trayecto que te falta por recorrer es muy corto, pero peligroso. A estas alturas, tu ya sabes que la vida y el mundo tienen cuatro rumbos y que el hombre encarna el centro. El cinco es el número mágico del centro, el punto en donde se encuentran el cielo y la tierra; lo conocido y lo desconocido. Cinco flor, simboliza la piedra preciosa que es el corazón. En el encuentro y equilibrio de este par de opuestos complementarios, radica el verdadero desafío de la vida. Los cuatro rumbos del mundo y la vida, están presentes en la sabiduría de los Viejos Abuelos toltecas. El Oriente significa la resurrección, su color es el rojo, su símbolo es el águila, su lugar el cielo y su mundo el del Espíritu. El Poniente significa el nacimiento, su color es el blanco, su símbolo el jaguar, su lugar la tierra y su mundo el de la materia. El Sur significa lo conocido, su color es el azul, su símbolo la serpiente, su lugar la derecha y su mundo el de la luz. El Norte significa la guerra, su color el negro, su símbolo el colibrí, su lugar la izquierda y su mundo el de la muerte. En el centro de ellos debe estar el ser humano, porque solo en el centro se encuentran equilibradas las fuerzas del mundo, para que el hombre sea capaz de elevar su conciencia a partir de la Quinta Posición. Si se pierde el equilibrio, se cae en los abismos de la estupidez y la degradación. La humanidad del Quinto Sol, tiene la posibilidad de la quinta posición: el arriba o el abajo. Así que como puedes ver, el mundo esta constituido de un par de opuestos complementarios, entre Oriente y Poniente; entre Norte y Sur, que buscan el equilibrio a través de la Guerra Florida; que se libra en el centro, simbolizado por el corazón, porque ese es el lugar del encuentro de los principios opuestos y complementarios. Sitio donde 123 La Serpiente Emplumada inicia el vuelo. Lugar donde el guerrero alcanza la categoría de ser celeste, por la elevación interior. Posición dondel Águila otorga la oportunidad de perpetuar la conciencia. La eternidad, la libertad total del espíritu. En cuanto inicies este camino, nada será igual. Todo el mundo de tus afectos y pasiones, se convertirá en polvo. Las águilas vuelan solas en las alturas. En este camino, debe estar uno, mortalmente seguro de sí mismo. Sin miedo y sin ambición. Solo los guerreros de la Batalla Florida, pueden sobrevivir a esta prueba. Por eso a los Viejos Abuelos toltecas se les conoce como los "Artistas del Espíritu"; porque su arte es buscar el equilibrio, entre el terror de ser hombre, y la maravilla de ser hombre." 24 Águila Nocturna inició el camino, a sus espaldas estaba el sol naciente; frente a sus ojos, esa misteriosa montaña de la que nadie pronuncia su nombre. Desde que era adolescente, recordaba; que ni sus padres, parientes, maestros o amigos, le hablaron sobre esta misteriosa montaña. En su pueblo estaba prohibido mirarla, acercarse o hablar de ella. Era como el sol, todos sabían que estaba ahí, pero nadie se atrevía a mirarla. El camino era una línea recta hasta la base de la montaña, después ascendía de izquierda a derecha. Águila Nocturna observo que el camino era antiquísimo. En cuanto comenzó el ascenso, escucho que una voz femenina, agudizó el oído y descubrió la voz de su madre, que le imploraba que regresara. Siguió caminando y apareció un jaguar, que agazapado lo esperaba listo para saltar sobre él, desde una gran peña a la orilla del camino. Siguió su paso inmutable Águila Nocturna, cuando el felino salto, se convirtió en tenue brisa mañanera. En breves minutos el joven estaba a la mitad de la montaña sagrada. El sol empezaba a trepar hacia el cenit, cuando llegó a una plataforma de un cuerpo de altura, que tenía cuatro escalerillas por sus costados, de cuatro escalones cada una. Se paró en el centro de cara al Oriente y siguió 124 con los ojos entre cerrados, el camino ascendente del sol. Algo le decía que tenía que estar ahí en espera de una señal. Cuando llegó el medio día, la luz del sol ceso su intensidad. El muchacho había detenido sus pensamientos y con los ojos entrecerrados dejaba filtrar energía del sol. El súbito descenso de la intensidad de la luz, hizo que abriera más los ojos para percibir lo que sucedía. Entonces fue cuando apareció un águila que se interponía entre sus ojos y el sol. Inmóvil, detenida en el aire, el animal observaba atentamente al muchacho. Las miradas se encontraron, corría un haz de fuego de un extremo a otro. Águila Nocturna no sentía miedo ni sorpresa, más bien, como que su cuerpo sabía lo que pasaba y estaba en espera del acontecimiento. De pronto, el águila empezó a aumentar de tamaño y la luz a disminuir de intensidad. Como si fuera un eclipse, el águila cubría al sol en todo el cielo, hasta la temperatura bajo y empezó a soplar un viento frío. La oscuridad se hizo total, el águila se transformo en la bóveda celeste. Sin embargo el muchacho sabía que el águila seguía ahí. El Águila era el día y la noche, dueña de toda la energía del mundo y al mismo tiempo, no era nada, tan solo una percepción fugaz de lo inconmensurable. Sin poder contenerse, Águila Nocturna repitió desde el fondo de sus entrañas: "Ave de espadas, tú, ave de dardos oh autor de la vida, volando vas, Vienes a detenerte donde está tu santuario, donde está la pirámide de tu templo. Nada como la muerte en guerra, nada como la muerte florida ¡Corazón mío, no temas: en medio a la llanura en lo alto de la montaña quiere mi corazón la muerte de obsidiana la muerte en guerra! Ave de espadas, tú, ave de dardos 125 oh autor de la vida, volando vas, vienes a detenerte donde está tu santuario, donde está la pirámide de tu templo sólo quiere mi corazón la muerte en guerra!". Águila Nocturna entonces vio como la inmensa bóveda celeste estallaba y en intermitentes relámpagos de luz cegadora, tuvo una visión alucinada. Apareció frente a él, en medio de esos estallidos de luz y oscuridad total; un frondoso y gigantesco árbol, como una cruz majestuosa, señalando los cuatro rumbos de la existencia. Este árbol, que en momentos era una ceiba, luego un sabino y finalmente un nopal milenario, se movía en todas direcciones junto con el universo. En la punta del árbol estaba parada una bella ave, que cambiaba de forma; unas veces aparecía como un quetzal y otras como un águila. Este inmenso y majestuoso animal, unas veces aparecía luchando con una serpiente de cascabel y otras, devorando los frutos florecidos del árbol y el nopal, que como pequeñas estrellas luminosas, se desprendían subiendo en una espiral hacia el pico del águila, quien las devoraba inmutable. Esta última imagen le produjo un doble e intenso sentimiento. Por una parte una exaltante alegría, al constatar su origen celeste; pero al mismo tiempo, una profunda tristeza, al darse cuenta que toda la vida tiene como único fin, desarrollar la conciencia, para ser alimento del Águila. Como flores frescas y olorosas, fueron llegando a su corazón las palabras de un viejo poema: ¿A dónde iremos donde la muerte no existe? Más, ¿por esto viviré llorando? Que tu corazón se enderece: aquí nadie vivirá para siempre. aunque fueras jade, aunque fueras de oro también allá irás Hay un brotar de piedras preciosas, 126 hay un florecer de plumas de quetzal, ¿son acaso tu corazón, Dador de la vida? Todos se marchan a la región de los muertos, al lugar común de perdernos. ¿Qué somos para ti, oh Dios? Así vivimos. Así en el lugar de nuestra pérdida, así nos vamos perdiendo. Nosotros los hombres, ¿a dónde tendremos que ir? El águila empezó a volar en círculos en torno al muchacho, el sol brillaba de nuevo con más intensidad. El ave inició un descenso en picada hacia el aspirante y paso rozando la cabeza del guerrero, para ir a detener su vuelo a una pequeña pirámide que estaba más arriba, sobre el camino. Águila Nocturna se dirigió al lugar, su cuerpo sabia perfectamente del encuentro. El águila estaba parada sobre un monolito de piedra bellamente esculpido. Se trataba de una serpiente en posición enroscada. Sobresalía su cabeza en lo alto, con su inmensa lengua que bajaba hasta la parte media de su cuerpo enrollado; sus colmillos y sus ojos reveladores, estaban atentos al movimiento. Su cuerpo cilíndrico y en espiral, asumía una forma piramidal. En frente a la serpiente, estaba una escultura de un anciano sentado, con su columna vertebral recta pero inclinada. Sobre su cabeza estaba un recipiente a manera de incensario. Cuatro inmensos caracoles tallados en piedra verde, lo rodeaban. El águila entonces se dirigió de esta manera al joven: -Haz fuego en este lugar y deposita la brasa sobre la cabeza del Antiguo Señor del Fuego. La divina brasa que nos guía en la vida, fue depositada en el principio de los tiempos, en el centro; en lo más profundo de nuestro ser. Este fuego interno se convierte en antorcha del templo, estrella en la oscuridad de la noche y en nuestra energía espiritual. Así se difunde la verdad de nuestro origen divino, así se mantiene la esperanza humana, así se alimenta al águila. ¡Que estas 127 palabras queden gravadas en tu corazón!, que vibren palpitantes durante toda tu existencia y la verdad sea revelada. Los caracoles empezaron a sonar de manera tenue, se escuchaban como abejorros, pero poco a poco, aumentaban su volumen, hasta lograr una fuerza inaudita. El cuerpo de Águila Nocturna empezó a vibrar, hasta que el sonido se convirtió en luz y se esparció por todo el valle. Sintió como todos los millones de seres vivos, que tienen el acuerdo de unirse y conformarlo, se expandieron para abarcar la inmensidad. Dejo de ser él, para pasar a formar parte de todo ese espacio inmenso. A media tarde despertó por el sonido de una chicharra que estaba cantando a unos centímetros de sus ojos. Estaba a la sombra de un árbol y no sabía si el sonido del insecto había originado su sueño, o era el recuerdo de algo extraordinario, que le había sucedido. Ya había aprendido que lo importante en la vida, es lo que se siente, no lo que se piensa. De modo que en vez de desgastarse en encontrar "la verdad" de lo sucedido, se dedicó a recuperar el ánimo, para seguir subiendo la montaña sagrada. Después de ascender hacia el lado derecho de la montaña, el camino doblo hacia el lado izquierdo, para casi lograr la cima. Al llegar a la base de los edificios de la parte Sur, el sendero dobló nuevamente hacia la derecha. En ese recodo del camino, se encontró a un anciano que iba lentamente subiendo, cargaba un mecapal con un canasto muy pesado. Águila Nocturna lo saludo respetuosamente y le pidió que lo dejara ayudarlo. -No te molestes muchacho, cada uno carga en la vida con lo que puede y lo que quiere -dijo el anciano, sin dejar ver su rostro- ya estamos por llegar. Permítame insistió Águila Nocturna, tomando la carga del encorvado hombre. Cuando el muchacho sintió el peso del canasto; su cuerpo se desprendió hacia las profundidades. Como un meteorito, cada vez se tornaba más pesado y tomaba más velocidad. Caía a la oscuridad, densa y zumbante de la nada. Por un momento, sintió un malsano placer por lograr más velocidad y deseó hundirse buscando morbosamente el fondo, su espíritu se aflojo por completo y 128 se entregó lujuriosamente a la caída. Sin embargo algo desde lo más profundo de su ser, algo que estaba más allá de sí mismo, lo hizo detener su caída, hasta lograr que su cuerpo flotara ingrávido entre la oscuridad y el vacío. Sus propios pensamientos no le eran claros, ya que resonaban por el eco del vacío, haciendo imposible su comprensión. Águila Nocturna se sentía totalmente indefenso y vulnerable. A una remota distancia, alcanzaba a escuchar los ritmos de unos tambores, cada vez más claro percibía, las voces de cientos de personas que entonaban un canto de poder con mucha fuerza. Fue entonces que el proceso se invirtió y su cuerpo comenzó a ascender a una velocidad vertiginosa, el vértigo de la velocidad lo subyugaba. La bruma empezó a desaparecer y la claridad se extendía por todos lados. Las voces y la música cada vez eran más fuertes y cercanas. Cuando abrió los ojos estaba acostado en las puertas de la ciudad sagrada, su cara estaba quemada por los rayos solares. Un grupo de trece hombres que cantaban y tocaban sus instrumentos, seis por lado y uno al frente. Cuando se dieron cuenta que el joven volvía en sí, callaron y esperaron la voz del maestro que estaba al frente, quien dijo: -Se muy bien recibido, querido y admirado aspirante. Haz llegado desde los mismos abismos del infierno, desde el fondo de la nada. Haz logrado vencer la fuerza de la inercia de la materia, que la condenan sin remedio, a la degradación y a la muerte. Haz logrado cruzar los linderos de la obsesión y la estupidez. Haz templado tu voluntad, decantado tu espíritu y fortalecido tu cuerpo. Llegas sin ninguna carga, nada que te ate. Haz perdido todo y no tienes nada, estas en la raya; volviste a nacer, ahora brotaste ante nosotros. Somos tus compañeros de destino, te hemos estado esperando, permíteme que te enseñe el camino -el anciano se acerco por detrás del joven y rápidamente le tomo la cabeza, torciéndola de derecha a izquierda, con una rapidez y habilidad, que dejo pasmado al aspirante. En la base del cráneo se escucho un contundente chasquido, seco y corto- síguenos que te daremos la bienvenida. Águila Nocturna sabia, por su cuerpo, que algo importante había sucedido, cuando el anciano manipulo su cabeza, el mismo se sentía 129 diferente, pero como todo sucedió tan rápido, no pudo detenerse a pensarlo. La entrada al maravilloso recinto fue algo verdaderamente impresionante. Una muralla de tres cuerpos de altura, demarcaba los limites. El acceso era por la parte Sur, de cara al Oriente. El conjunto de edificios era soberbio. Todos estaban decorados profusamente, cada pared era como un códice, en las que estaba presente la sabiduría de los Viejos Abuelos. La comitiva paso por delante del edificio Sur y se dirigió hacia el edificio del lado Norte, pasando frente a las construcciones del lado Poniente, hasta llegar a unas grandes escalinatas. Empezaron a sonar los grandes tambores, el sonido parecía salir de todas partes. El grupo esperó hasta que cesó la música y aparecieron en lo alto dos hombres; Uno llevaba pintado el cuerpo de color blanco, en la cabeza tenía un tocado de piel de jaguar. Con rayas negras en la cara y el cuerpo. En el pecho colgaba un caracol cortado de manera transversal y sobre sus hombros llevaba una capa hecha con plumas de bellos colores y unas sandalias blancas. Su compañero tenía pintado el cuerpo y la cara de negro, con puntos blancos. Llevaba un collar de piedra verde y una capa con plumas de garza. Ambos hombres llevaban sendos bastones, bellamente decorados. Después de una señal, la comitiva empezó a subir lentamente las escaleras, la música nuevamente se hizo escuchar, ahora era más solemne y cadenciosa. Cuando llegó hasta arriba, se encontró en un corredor cubierto por doce columnas de gran diámetro. Ubicaron a Águila Nocturna en el centro y caminaron hasta cruzar el pasillo. Del otro lado encontró una plaza en desnivel con cuatro escaleras, una por cada punto cardinal y una pequeña construcción en el centro. Cuatrocientas personas estaban en el interior de la plaza, cien por lado. Águila Nocturna cruzo la plaza, acompañado de los dos hombres y lo ubicaron de cara al Oriente, en la pequeña construcción del centro. Entonces comenzó la ceremonia de bienvenida. Los grandes tambores multiplicaron sus voces y su potencia. En las cuatro esquinas se quemaba copal y a un tiempo los cuatro grupos de personas empezaron a bailar. Cada grupo bailaba en torno a una persona que 130 estaba en el centro, de modo que aunque todos bailaban el mismo ritmo, cada grupo seguía a su propio líder. La danza giraba hacia la izquierda, pero cada grupo giraba también en torno a su líder hacia la izquierda. De cuando en cuando, los grupos cambiaban de punto cardinal, al mismo tiempo, sin dejar de bailar; pasando del sur al poniente y luego al norte, para llegar Después al oriente y así nuevamente llegar a la posición Sur. Águila Nocturna también giraba, pero en sentido inverso. La música y la danza, desprendían una poderosa energía que iba en aumento. Cada vez la velocidad se iba incrementando. Parecía que los pies de los cuatrocientos danzantes, despertaban a la Madre querida, la llamaban para implorarle su compañía y su fuerza. Al inicio, Águila Nocturna giraba en sentido contrario de manera muy lenta, en el eje de sus propios pies. Algo le indicaba que así tenía que ser, su cuerpo se movía por si solo y él se dejaba ir. La música, el ritmo y los cuerpos, generaban una poderosa energía que parecía emerger de la tierra. Águila Nocturna cerró los ojos y se entregó sin pensamientos a la danza. Sin darse cuenta, su cuerpo estaba girando con el grupo; de pronto sintió un tirón y escucho el sonido que hace una rama seca al partirse. Abrió los ojos y vio como se elevaba hacia el cielo. No sintió miedo, su cuerpo estaba al frente de los hechos y su mente se mantenía expectante. Subió hasta ver a DAANY BEÉDXE pequeña e insignificante desde aquellas alturas. Las montañas se veían en diversos tonos de verde, hasta llegar al azul fuerte. En el horizonte se alcanzaba a apreciar el volcán más elevado, de la gran tierra que está circundada por las aguas divinas, El Cerro de la Estrella. Su vuelo duró un instante o una eternidad. Pudo conocer cinco grandes ciudades con pirámides y edificios verdaderamente extraordinarios y majestuosos. Con una increíble velocidad se transportaba de un sitio a otro, pero los recorridos los hacia detalladamente. El no se veía, pero se daba cuenta que los habitantes de esos recintos, lo presentían sin rechazo. 25 131 Cuando abrió los ojos, Águila Nocturna se encontraba en una habitación pequeña de tres por cuerpos de largo y dos de ancho, y un vano, que tenía una manta por puerta. Acostado en un petate, sentía que su cuerpo estaba muy débil y adolorido. Tenía mucha hambre y sed, sabía que un guerrero en esas circunstancias lo que debe hacer es esperar y no moverse. Al cabo de una hora entró un hombre y le dejó un guaje con agua y un platón con frutas, Águila Nocturna fingió estar dormido y cuando el hombre se retiró, se levantó con cautela, bebió y comió, poco y despacio. Cuando terminó se sentó en el petate a esperar. Entro la tarde y en las penumbras del cuarto empezó a escuchar, primero una leve vibración como el ruido del vuelo de un insecto, poco a poco fue creciendo de intensidad hasta que llego a ensordecerlo, de pronto ceso el ruido pero en sus oídos quedó un zumbido muy fino. Entonces fue cuando escucho una voz que en principio provenía de su cerebro, pero luego la ubicó en el fondo del cuarto a sus espaldas. El susto lo hizo dar un giro en un salto y quedar todo electrizado. Había pasado todo el día en la habitación y sabia que solo estaban un petate y él. La voz volvió a repetir -buenas tardes- el muchacho se sobrepuso y contesto titubeante, -buenas tarde. La voz era suave y cálida, le inspiraba una confianza y tranquilidad inexplicable. -La Fuerza que rige el destino de los seres humanos, nuevamente nos ha puesto en el mismo camino. Frente a ella, nosotros somos polvo al viento...y fue este vendaval, el que te trajo hasta aquí. Mi nombre es Serpiente de Estrellas. Hace muchos años, cuando aun eras un niño, nos conocimos en tu pueblo. En aquella luminosa ocasión, La Fuerza me desvió a El Valle del Fríjol e hizo que llegaras hasta mi. Aunque eras muy pequeño, el destello de tu energía era extraordinario. Fue ahí donde te dije que te esperábamos en la Montaña Sagrada de Jaguar, que bajo ninguna circunstancia dejaras de luchar para reunirte con nosotros en DAANY BEEDXE. Como veo, tu fuerza de voluntad y tu poder personal se unieron para cumplir con nuestro destino. 132 Por la mente de Águila Nocturna pasaban vertiginosas imágenes, casi de manera angustiante, una y otra, en busca de aquél misterioso personaje, que como venido de un sueño profundo, no aparecía claro su recuerdo; sin embargo su cuerpo estaba tranquilo y a gusto, parecía que su cuerpo si lo recordaba y asociaba perfectamente, la voz con la persona. Águila Nocturna empezó a buscar en la penumbra del cuarto a la persona que le hablaba. Esforzando la mirada alcanzo a ver en la obscuridad un cuerpo y de él, un rostro muy extraño. Un gran volumen se asentaba en lo que parecía ser la cara de un felino y encima de ella, más pequeña, una cara de un ave. Abajo de ellas, otro rostro, ahora humanoide del que destacaban un par de ojos, que parecían brasas ardientes, que estaban circundadas por dos serpientes, que al entrelazarse formaban un antifaz; de él, pendían otras dos serpientes a manera de boca y de los labios superiores se desprendían dos colmillos, que corrían de adentro hacía afuera. Del labio inferior, salía una lengua bípeda que le llegaba casi al cuello. El muchacho detuvo los pensamientos, empezó a respirar más lenta y profundamente; y entonces pudo ver con mayor claridad al personaje que le hablaba. Se dio cuenta que el hombre tenía puesta una máscara, que el gran volumen superior estaba constituido por enormes y bellas plumas multicolores. Águila Nocturna había detenido completamente sus pensamientos; sin el prejuicio de ellos, empezó a observar detenidamente a la máscara. Las plumas resplandecían y de ellas salía y entraba energía de la atmósfera. El rostro del felino estaba formado por dos caras de serpiente vistas de perfil, que además de darle un aspecto felino, humanizaban el rostro. Lo mismo sucedía con la figura de ave que estaba encima de él. No era ni un águila, ni un quetzal, porque tenía los ojos mirando al frente y estas aves miran de lado, por que sus ojos los tienen a los costados. Más bien eran dos quetzales, que se miraban de frente, vistos de perfil; formando un tercer rostro, diferente de los dos que lo integran, pero con la característica de que nuevamente tenía un aspecto humano. El hombre tenía puesta una capa de algodón, con bordados de caracoles y en sus bordes estaba decorada con una greca a manera de una serpiente en movimiento. 133 Todo el tiempo que se llevó en hacer esta observación detenida del hombre, tal ves fue de breves segundos; él ya sabía que cuando la mente pierde el control de los hechos, el tiempo deja de existir y bien podía vivir una eternidad en un segundo. -En aquella ocasión, ya hace muchos años -continuó hablando el hombre, veníamos un grupo de Guerreros de "La Ciudad donde los hombres descubren su divinidad”, centro palpitante de nuestro conocimiento. Una de nuestras normas, es que nunca molestamos a los hombres que viven en los Valles, ni para bien ni para mal; nuestros destinos están separados. Sin embargo aquella ocasión una fuerza sorprendente nos hizo llegar a tu pueblo. En verdad no sabíamos por qué estábamos ahí y menos las autoridades y la gente, que estaban verdaderamente conmocionadas, por el hecho de nuestra inusual visita. Cuando estábamos en la Casa de Gobierno, entre las piernas de la gente, que se arremolinaba curiosa, apareciste tú. Al verte percibí tu energía y supe de inmediato por que La Fuerza nos había conducido a El Valle del Fríjol. Fue ahí donde a pesar de tu edad, le hablé a tu Gemelo Precioso y aunque el niño no entendió, “la palabra” ya estaba sembrada en tu alma, sólo faltaba que germinara a base de esfuerzo, sacrificio y fuerza de voluntad. Águila Nocturna se esforzaba por recordar el rostro del hombre que le hablaba, el tono de su voz le era totalmente familiar; es más, podría jurar, que era su propia voz mental; aquella que siempre le exigía, aquella que siempre lo cuestionaba, aquella que siempre lo impulsaba a ser lo mejor de si mismo, a lograr ser un ser humano y a florecer su corazón. El hombre, que parecía leer los pensamientos del muchacho, se quitó la máscara lentamente para descubrirse y lograr serenar los pensamientos de Águila Nocturna. Inmediatamente el joven reconoció el rostro, parecía que había sido ayer cuando lo vio, a pesar de que era un niño. Después de un instante se dio cuenta que era el mismo anciano, al que le trato de ayudar cuando estaba por llegar a DAANY 134 BEEDXE. El anciano era ligeramente alto y delgado, de complexión atlética y musculosa. Tenía el rostro ovalado y una afilada nariz aguileña. Su cabello lacio, estaba completamente blanco y tenía dos cosas que llamaban poderosamente la atención del joven; una eran sus ojos, de los que emanaba una profunda mirada de sabiduría y tranquilidad. Daba la impresión, que esos ojos ya lo habían visto todo en el mundo. Y la otra, eran sus manos finas y largas, que apoyaban todas las intenciones de sus palabras. Había algo que no cuadraba bien en el anciano, porque por una parte se sentía toda la fuerza de la sabiduría y la experiencia, que da el tiempo; pero a la vez, se proyectaba la energía y la simpatía de la juventud. Era como un joven que hubiera envejecido de súbito. -Cada ser vivo en este planeta tiene una función, que esta interrelacionada con todos y con "el todo"; por ello, todos los seres vivos y aun los no vivos, mantenemos un equilibrio muy delicado pero determinante, y por ello tenemos una misión en la vida. -dijo el anciano, tú hasta ahora has cumplido con tu responsabilidad. Veo que guardaste el caracol que te regalé, pero falta el verdadero desafío. Todo lo que aprendiste allá abajo, entre los hombres, de muy poco te servirá entre nosotros. En este momento eres como el niño que encontré hace muchos años, tienes que empezar de nuevo y no tienes alternativa, nunca podrás regresar como eras a El Valle del Frijól, de modo que de aquí iras a la muerte o a la eternidad; y como quiera, tarde o temprano te vas a morir, así que piénsalo bien...¡estas frente a una gran oportunidad! Ahora te voy a revelar la norma legendaria, que nos dejaron los viejos artistas de la vida, nuestros amados antepasados toltecas; por quien hemos vivido muchos cientos de atados de años y viviremos muchos más, hasta que se acabe este Quinto Sol en el que existimos. La Fuerza que rige la vida y el mundo, que es inexplicable e inconmensurable. Aquella que los hombres comunes llaman el Dueño del Cerca y del Junto, El Invisible y el Impalpable, Aquél por quien se vive; que los Viejos Abuelos toltecas le llamaron El Águila y que lo simbolizaron con El Sol, es quien nos da y quien toma nuestra energía. 135 Esta energía simbolizada en una águila, que está representada en todas partes, en la vida de los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos toltecas; cede una partícula de su ser, en cada ser vivo, para que este, en su proceso de crecimiento y desarrollo, incremente a través de la conciencia de ser, esta energía y regrese multiplicada...¡como el alimento del Águila!. Esta chispa luminosa que se nos ha otorgado y que habita en nosotros, regresa con la muerte, más grande, a su dueño y generador...al Águila-Sol. Ahora entiende por qué los hombres del valle, le llaman "Aquel por quien se vive", y se dicen así mismos, los hijos del Sol o El Pueblo del Sol. Pero esta inconmensurable fuerza, le otorga en justicia, a cada ser vivo, desde una pequeña planta, hasta el ser humano, "la oportunidad" de no ser devorado y perder su conciencia de ser, para perpetuar la conciencia. A esta "oportunidad", los Viejos Abuelos toltecas le llamaron "La Libertad Total" y decían que era un regalo o un don que el Águila otorgaba a lo mejor de sus hijos. Porque el ser vivo logra decantar su energía a tal punto, que su pureza le permite desprenderse de la materia que la contiene y cruzar los linderos de esta realidad, para llegar al mundo de lo inconmensurable. El más grande secreto que nos legaron los sabios y Viejos Abuelos, es el procedimiento para llegar a la Libertad Total; razón y esencia verdadera de la vida. La razón de la existencia de DAANY BEÉDXE, es capacitar a aquellos seres humanos que han decidido luchar por su Libertad Total. DAANY BEÉDXE se remonta a los mismos orígenes de los tiempos, cuando el ser humano descubre a través de su conciencia, este revelador misterio. La Montaña Sagrada del Jaguar es un punto de contacto entre La Fuerza y los seres humanos, es por decirlo de algún modo, donde el cielo y la tierra se tocan, el lugar en donde la Serpiente Emplumada deja de reptar e inicia su vuelo, en busca de lo inconmensurable. DAANY BEÉDXE es un lugar en la tierra, donde además de darse condiciones muy especiales en los campos energéticos de la tierra, la atmósfera y el cosmos; el ser humano ha trabajado en ellos a lo largo de cientos de atados de años; transformándolos en apoyo para su 136 lucha en pos de la Libertad Total. Aquí, increíbles cantidades de materia, han sido usadas para desarrollar el potencial energético del ser humano, combinándolo al usarlo con la energía telúrica de la Tierra; y todas las construcciones que ves, no tienen nada que ver con la vida común de los hombres del valle. En este recinto se libra la Batalla Florida de los Guerreros de la Libertad Total. Aquí es la casa de los dardos sagrados de la conciencia, la casa de las águilas y los jaguares, aquí es DAANY BEÉDXE, la Montaña del Jaguar. Los Viejos Abuelos nos dejaron en la tinta negra y roja, el conocimiento para lograr esto, que racionalmente se antoja imposible. DAANY BEÉDXE es un sitio de poder, en donde por tradición milenaria los seres humanos intentan alcanzar "la oportunidad", que el Águila-Sol nos ha dado. Existe una metodología muy compleja y detallada, que exige de las personas un esfuerzo indescriptible y supremo. Este método requiere de la concertación de la energía, de un grupo de personas. Si bien, el esfuerzo por lograr la voluntad, el fortalecimiento del cuerpo, la impecabilidad de la mente y la perfección del espíritu, es un trabajo estrictamente personal; el logro de La Libertad Total, se hace en grupo. Por lo que en principio se dividirá tu enseñanza en dos partes; primero la individual, en la que se trabaja el conocimiento del mundo conocido y después la del equipo, en el que se trabaja el conocimiento del mundo desconocido. La norma señala que el número mínimo del equipo serán 17 personas, quienes cuando terminen ambas instrucciones deberán olvidarlas. La norma milenaria del Águila-Sol señala que si los individuos del grupo, primero se logran recordarse a sí mismos, y después recuperarse como equipo; solo entonces podrán intentar la última Batalla Florida en este mundo, para llegar a la libertad total, para esto has llegado a DAANY BEÉDXE. Mañana empezaremos tu instrucción, La Fuerza decidió que yo fuera tu maestro, trataré de cumplir con impecabilidad y humildad mi tarea." 26 En la madrugada llego Serpiente de Estrellas por su alumno y en la penumbra, lo llevó a la parte Norte del conjunto. Subieron a la pirámide más elevada y se sentaron de cara al Oriente. Era una noche 137 sin luna y tachonada de estrellas. Corría un ligero viento del Norte, que interrumpía el silencio de la noche. El anciano comenzó diciendo: -Es mi deber hablarte de La Montaña del Jaguar, porque probablemente sea tu último nido en la tierra. Este lugar como ves, no es una ciudad, ni un palacio y mucho menos una fortaleza militar. Tampoco es un centro ceremonial, porque aquí no existen los dioses; acaso el Águila-Sol, que es una forma muy vaga e incierta de nombrar lo innombrable, a La Fuerza. Allá abajo, en el Valle, viven los dioses con los hombres comunes, en sus templos y en sus casas. Aquí no existen templos, ni casas, ni hombres comunes. Por lo consiguiente tampoco es un lugar, como La Casa de la Medida. DAANY BEEDXE esta más cerca de lo portentoso, maravilloso y misterioso de la existencia humana. Quiero decirte, que en toda la tierra que esta rodeada por las grandes aguas, existen otros lugares como este. De hecho ya visitaste algunos de ellos en tu ceremonia de recepción. Los Viejos Abuelos toltecas en los orígenes de los tiempos, descubrieron algunos lugares en la Tierra, donde La Fuerza se manifiesta de manera muy especial y ahí construyeron estos recintos, que ayudan al ser humano a obtener su libertad total. -poco a poco empezaba a clarear y la vista desde la parte más alta era imponente-. DAANY BEÉDXE es la última estación antes de lo inconmensurable, de modo que los guerreros aquí estamos de paso. Por lo mismo, el número de personas que habitamos la montaña sagrada es de 400, divididos en 23 equipos de 17 personas cada uno, más 9 Maestros o Naguales, que representan los nueve cielos. Pero este número no cambia, aunque siempre se están formando nuevos equipos, porque unos llegan y otros tantos parten de aquí a la eternidad. Aquellas casitas que ves en las laderas de la montaña, son el refugio temporal de estos intrépidos viajeros. Ahí se vive temporalmente de manera austera, frugal y sobriamente, pues es la marca de los Guerreros de la Muerte Florecida. Lo poco que necesitamos para vivir, nuestros generosos hermanos de La Tierra del Gemelo Precioso, nos hacen el favor de proporcionárnoslos. Este lugar 138 tiene cientos de atados de años, por lo que podrás apreciar muchas casitas en donde vivieron los que ya partieron. Los guerreros son personas muy solitarias y sensibles, que no les gusta estar en lugares en los que se ha quedado impregnada la energía de otros guerreros, por eso prefieren construir sus propias casitas y luego abandonarlas hasta que las tira el tiempo. Por muchas construcciones que veas en las laderas, solo vivimos temporalmente aquí 400 personas, que venimos de todas partes, incluso de lugares muy lejanos. "Somos los Cuatrocientos Guerreros del Sur". Cada guerrero por las características de su energía personal, encuentra más afinidad con algunos sitios en especial de nuestra Madre Querida, y por ello, viajan a donde sea necesario para encontrar su lugar, su centro energético, en donde pueden entablar con mayores posibilidades su última batalla de poder, su Batalla Florida. DAANY BEÉDXE lleva cientos de atados de años con la misma distribución arquitectónica, nunca ha cambiado su diseño. Solamente que cuando las energías usadas aquí, contaminan demasiado a las piedras; las saturan cargándolas de la energía de los guerreros que han partido. Por ello resulta necesario recubrir los edificios, pero siempre se mantiene escrupulosamente la planta arquitectónica, que no es un capricho estético, sino que obedece a conocimientos secretos de los Viejos Abuelos toltecas, a fuerzas desconocidas y asombrosas, tanto de la Tierra, el universo, como del mismo ser humano, que aún nosotros desconocemos, pero que armonizan a nuestra Madre Querida la Tierra, con La Fuerza llamada Águila-Sol. Las piedras con que se construyó este recinto, fueron traídas en un principio de un lugar distante, del otro lado del Valle. DAANY BEÉDXE representa la voluntad de Ser y Trascender de nuestros Viejos Abuelos, es la fuerza del espíritu humano en busca de lo milagroso. -la luz empezaba a desplazar a la obscuridad-. Abajo en el valle, la vida iniciaba. Algunas nubes habían quedado atrapadas al pie de la sierra Norte. Águila Nocturna, tendrás que compartir con nosotros un tiempo este lugar, cuando termines la enseñanza te ausentarás para llegar nuevamente y partir, esa es la norma, ese es el acuerdo. Ahora vamos a recibir al sol, que emerge victorioso de la región de la muerte, de la materia, de la 139 obscuridad, de la ignorancia. Y diciendo esto, el sol empezó a salir de entre las montañas, por donde está La Ciudad de los Muertos. Como un disco en llamas, emergía lentamente entre una atmósfera de un naranja pálido. El majestuoso astro desprendía energía, que vitalizaba a la tierra y a la atmósfera, daba la impresión de que poco a poco vencía a las fuerzas de la obscuridad, que rápidamente se replegaban al poniente. Cuando el sol despegó de la tierra, -Serpiente de Estrellas dijo. Es momento de llevarte a lo que será tu casa. vámonos. Caminaron hacia la parte Sur y salieron por el costado Oriente de la gran pirámide. Cuando llegaron a una construcción que está en la parte posterior a la pirámide, Serpiente de Estrellas le dijo al aspirante: -Es la costumbre que el recién llegado, primero viva hacia el Oriente. Posteriormente, según su energía, pasara a vivir al Norte o al Sur, para finalmente vivir en la parte Poniente. Allá abajo existe un lugar para ti, busca tu sitio y ya sea que construyas una choza o encuentres una abandonada que te ajuste, esa es tu elección. Mañana estaré aquí por la mañana. Águila Nocturna se quedó parado largo tiempo en el lugar en que lo dejó su maestro, después empezó a caminar sin rumbo fijo, en su mente no habían ideas, solo caminaba sintiendo gusto en el hacerlo, sencillamente por el placer de caminar, sin ninguna idea o pensamiento que lo justificara. No supo cuanto tiempo deambuló por esas veredas que estaban al costado Oriente de la montaña sagrada, lo cierto es que de repente despertó acostado en un petate en una casita de adobe. Era una habitación muy pequeña, con una puerta que daba hacia el Oriente. Afuera tenía un pequeño corredor techado y se encontraba en una saliente de la montaña, lo que le daba una excelente vista del pueblo de La Tierra del Gemelo Precioso. Al fondo quedaba unos inmensos cerros, que por las tardes atrapaban en su masa, a la luz y sus maravillosos colores. 140 Águila Nocturna se dio cuenta que en el otro extremo de la habitación, estaba sobre un petate unos platos con alimentos y un cántaro con agua. Comió y salió al corredor, entre los troncos del techo encontró dos hamacas, las colocó y se recostó a esperar. Por la tarde llegó su Maestro y Águila Nocturna le preguntó el por qué no veía a los habitantes de la montaña sagrada y el anciano le contesto: -DAANY BEÉDXE no es un lugar de hombres comunes y actos comunes, aquí es donde se expresa el Espíritu del ser humano y su lenguaje es a base de “flor y canto”, su sentir se expresa en actos; actos inmaculados de gran belleza y templanza. DAANY BEÉDXE es un lugar muy especial, por lo que los actos de los guerreros que viven aquí, tienen que ser muy especiales. Nada de lo que veas y atestigües en la Montaña Sagrada, es parecido a lo que tu viviste en el Valle. Para estar en equilibrio con DAANY BEÉDXE, uno tiene que actuar impecablemente. Para lograr la armonía en DAANY BEEDXE, que es un inconmensurable misterio...¡uno tiene que convertirse, en un misterio más! Como te dije, aquí viven los cuatrocientos Guerreros del Sur. DAANY BEÉDXE está compuesto de cuatro núcleos generadores, uno en cada montaña. Cada uno tiene un fin determinado, por decirlo de alguna forma, son cuatro diferentes escenarios de una misma batalla. Cuatro elementos y el quinto es el ser humano, organizado en 23 equipos de guerreros y los nueve guerreros del cielo. Estos cuatro lugares, que están en la cima de los cerros, fueron escogidos por los Viejos Abuelos toltecas. En cada uno de ellos, Los Guerreros del Espíritu tienen que realizar sus complejas, sofisticadas y difíciles tareas, para ganar su Guerra Florida. Ya te dije, DAANY BEÉDXE no es una ciudad o un templo. Aquí reside uno de los puntos energéticos más importantes de nuestra Madre Querida, aquí el ser humano se enfrenta a lo inconmensurable, en el mejor de los sentidos, es un lugar sagrado. Por esto, te parecerá en principio que DAANY BEÉDXE esta deshabitada. Es más, para los ojos de cualquier hombre común, tal ves la vería desierta; porque nosotros ya no somos como ellos, seguramente nos percibirían como 141 fantasmas, pero ese no es el caso. Lo cierto es que mientras te inicias en el camino de "flor y canto", solamente me verás a mí; pero debo recordarte sin embargo, que cuando llegaste, los Cuatrocientos Guerreros te recibimos, lo que te indica que en algunas ocasiones muy especiales, todos los guerreros participamos en actividades conjuntas. Los queridos hermanos de La Tierra del Gemelo Precioso, te proveerán de lo necesario; su impecabilidad consiste en que jamás los verás. Veo que escogiste un lugar extraordinario. Tal parece que tú energía esta a tono con este lugar -las palabras del maestro eran justas y exactas. Águila Nocturna no lo había pensado pero, se sentía perfectamente en ese lugar, como si fuera el lugar de toda su vida. Tenemos que iniciar nuestros trabajos, sígueme. El anciano y el joven se dirigieron a la cima de la montaña y entraron por la puerta principal. Se encaminaron a un edificio que está en la parte Sur Oriente, subieron las escalinatas y antes de entrar, el maestro se dirigió así a su pupilo: -Aquí iniciamos nuevamente. Tendrás que cerrar los ojos y tomarte de mi mano, te guiaré al interior del recinto y ahí te daré las siguientes instrucciones. Águila Nocturna cerró los ojos y se dejó conducir por su maestro. Sintió inmediatamente que doblaron a la derecha, después de caminar algunos pasos doblaron a la izquierda, caminaron unos pasos y bajaron unos escalones, para después dar cuatro vueltas en forma circular y detenerse. -Abre los ojos, dijo el maestro. Águila Nocturna se encontraba en un patio cuadrado, completamente cerrado por cuatro edificios que estaban en los costados. En cada edificio, estaba una pequeña cámara con una puerta muy amplia. En el vértice de los cuatro ángulos del patio, estaban unas construcciones como pasillos, en donde tres de los cuales no conducían a ningún sitio, el cuarto, que estaba en el ángulo Sur-Poniente, era la entrada. De modo que desde el centro del patio, no se veía entrada alguna- ¿Qué sentimiento te evoca el lugar? preguntó el Maestro. Me siento en un lugar muy íntimo, me da la sensación de que estoy encerrado en mis adentros, se siente una atmósfera de hermetismo. Las cuatro fachadas de los edificios estaban pintadas de la siguiente manera: la Oriente de color rojo, la Sur de azul, la Poniente 142 de blanco y la Norte de negro. La decoración en principio era similar en las cuatro. Compuesta de un dintel encima de la entrada y dos murales pintados sobre las paredes. En la fachada Norte estaban pintados dos colibríes de perfil, en dirección encontrada, sobre un fondo negro; en la parte central, sobre la puerta, se encontraba una extraña ave, que miraba de frente. En la fachada Oriente, sobre un fondo rojo estaban pintadas dos águilas, una en cada pared y sobre la puerta otra extraña ave, mirando de frente. En la fachada Sur, sobre fondo azul, estaban dos serpientes, una en cada muro y sobre la puerta, una inmensa cara de una extraña serpiente; finalmente, en la fachada Poniente sobre fondo blanco, dos jaguares y sobre la puerta, una cabeza de animal, que tenía la forma de jaguar, serpiente y águila al mismo tiempo. Entonces le dijo el maestro: -Águila Nocturna, el mapa del camino del guerrero está aquí planteado. Debes aprenderlo en tu corazón, porque el camino será largo y en ocasiones devastador. Los cuatro rumbos de la tierra parten de tu ombligo, "el centro". Iniciarás desde la tierra: la fuerza del jaguar es la representación de la materia, aquí naces, aquí brotas a la conciencia de ser, el blanco es su color. Cuando logres vencer la inercia de la materia nacerás espiritualmente. Entonces saltaras como jaguar a la guerra, tendrás que entablar la guerra más terrible, que un individuo puede librar, la guerra consigo mismo, la guerra con sus entrañas,... la Guerra Florida. Tendrás que usar toda tu inteligencia y fuerza de voluntad, en síntesis deberás ser impecable con tu racionalidad. La muerte de tus partes dispersas, la muerte de los sentimientos que te atan y te aferran al mundo de la materia, será representada por el maravilloso colibrí y el color negro. Volarás entonces a la región del cambio, porque todo en ti habrá cambiado. Entrarás a través de la Serpiente al aterrador mundo irracional de lo desconocido, de lo innombrable, su color es el azul. Finalmente sí logras superar los tres estadios del camino del Guerrero de la Batalla Florida, llegarás a el cielo prometido, volarás por las alturas en compañía del Águila, en medio de un cielo 143 completamente rojo, porque ese es su color, y la fuerza de tu espíritu te llevará hasta la anhelada resurrección, motivo esencial de la vida, trofeo que se le otorga a los Guerreros, vencedores de la Guerra Florida. Tendrás primero que pasar estos cuatro estadios de la batalla en este edificio, durante cuarenta días estarás en este recinto, posteriormente deberás pasar a cuatro edificios especialmente construidos para este proceso, en los cuatro cerros que componen DAANY BEÉDXE. Yo estaré siempre a tu lado, aunque no me veas". Águila Nocturna sin decir una sola palabra, se dirigió al edificio del Poniente a iniciar su batalla florida. Todo lo que le había dicho su Maestro, ajustó exactamente en su cabeza y en su corazón. Le daba la sensación que toda la vida, había estado esperado esta orden, y sin miedo, ni ambición, se dirigió a cumplir con su destino. Sus maestros le habían enseñado, que nada en la vida es importante. Ya que si el mismo jade se quiebra y las plumas de quetzal se desgarran; el ser humano, en verdad que no era nada, su paso por la tierra era tan solo un momento fugaz. Así, nadie tiene el suficiente tiempo, para aferrarse a las cosas de la vida. Lo único que cuenta son las acciones y sus decisiones. En tal suerte, no era importante si Águila Nocturna vencía o salía derrotado en su Batalla Florida. Lo único verdaderamente importante, era asumir con responsabilidad, la decisión de enfrentar su batalla, el hecho de estar ahí, con todas sus consecuencias. Empezó a ocultarse el sol, la luz se perdía y la noche penetraba en silencio. El viento comenzó a soplar con gran fuerza, parecía que gemía al pasar entre los huecos de las construcciones, como buscando por todos los rincones algo. En el patio se sentía una desolación del tamaño del cielo. Entrar a ese cuarto, era en verdad, el principio del fin. Águila Nocturna se sintió un fantasma, quiso despedirse de su Maestro, pero cuando volteó, ya no había nadie. Sintió entonces que estaba completamente solo, como nuca antes en su vida. La obscuridad se adueñó del patio y Águila Nocturna se dirigió lentamente al interior de la habitación. 27 144 Águila Nocturna llevaba varios lunas en DAANY BEÉDXE, se sentía como en su casa. Los edificios eran al mismo tiempo bellos y fascinantes, pero permeaban una sensación de temor y respeto. Cada uno tenía su propia energía y su propia personalidad, como si tuvieran vida independiente. El muchacho sentía especial afecto por la pirámide del Sur, donde solía pasar las tardes, hasta muy entrada la noche. Otros edificios con los que había hecho muy buena relación, eran con los que estaban ubicados al Oriente y Poniente del observatorio. Ahí su energía se fundía con las piedras del conjunto. No así, con los edificios de la parte Norte, que evitaba lo más posible; pues en esos lugares se sentía nervioso y desconcentrado. Efectivamente como se lo había dicho su Maestro, jamás encontró a nadie en el conjunto. Era como una inmensa casa antigua y fascinante, donde él siempre se sentía como un huésped pasajero y observador. Era un sitio indescriptible y maravilloso, que estaba fuera de lo cotidiano. En DAANY BEÉDXE el tiempo, la vida y el espacio sucedían de manera totalmente diferente que en el valle. La montaña sagrada había sido construida hace muchos atados de años por los primeros artistas de la piedra interior, y desde esas épocas hasta ese día, seguía funcionando de manera ininterrumpida. Como no era ni un templo, palacio, fortaleza o ciudad, estaba aparentemente desierta, pero al mismo tiempo, se sentía habitado por la fuerza de la energía humana, que compartía la atmósfera de lo misterioso e inconmensurable del recinto. DAANY BEÉDXE tenía cuatro personalidades, totalmente diferentes una de la otra; en la mañana, al medio día, en la tarde y por la noche. Para Águila Nocturna su predilección era por las tardes y noches. La estancia en la montaña sagrada entre otras cosas, le permitía desarrollar un contacto, con el ser que habita en lo más profundo de la conciencia. Ese desconocido que generalmente vive dormido y que sin embargo, es parte vital de la existencia. 145 La relación con su maestro era excelente, entre más pasaba el tiempo, menos lo veía, pues de alguna forma había aprendido a comunicarse con él mentalmente. Esa antigua voz, que siempre habitó en lo más profundo de su ser, era ahora su fiel compañera, con ella compartía la maravillosa experiencia de estar en la Montaña del Jaguar. No sabía si en verdad, la voz que escuchaba era la mente de Serpiente de Estrellas o si era el conocimiento silencioso que habita en cada ser humano, que es la suma de la experiencia de cientos de generaciones, que han vivido antes, y que en el individuo depositan el compromiso de la existencia. Sea lo que fuere, Águila Nocturna se sentía completo y emocionado, con esa presencia, que venía desde sus más profundos adentros, y que al mismo tiempo que sabía que no era él, también estaba seguro que formaba parte íntima de su ser. Sin embargo, siempre que aparecía Serpiente de Estrellas la alegría del muchacho era manifiesta. La compañía de otro ser humano se convertía en un gozo, porque al final de todo, los seres humanos necesitan de compañía. El amor a la tierra, la madre querida, que desde niño se le inculcó, le hacía sentirse pleno en donde quiera que estuviera, más la presencia del conocimiento silencioso en su instrucción y las visitas de su maestro, hacían que el joven tuviera un mundo completo y sólido, en el espléndido DAANY BEÉDXE. 28 Una día, llego a su casa Serpiente de Estrellas e invitó a su alumno a ir a uno de los cuatro cerros que componen DAANY BEÉDXE. Se dirigieron a la parte Poniente. Este lugar era conocido como el Cerro del Águila. En la cima se habían construido un conjunto de edificios y plazas para los ejercicios de los Guerreros. Había dos construcciones que especialmente le llamaban la atención a Águila Nocturna. El primero era un espléndido juego de pelota, más grande que el que se encontraba en el núcleo central y el edificio Norte. El segundo era uno de los cuatro edificios, que estaban en torno a una plaza, en la parte más alta del cerro. En ese lugar por las tardes, le gustaba contemplar a una pareja de águilas que solían volar en torno a la pirámide más alta. Sentado de 146 cara al sol Poniente, Águila Nocturna podía contemplar el Valle del Frijól y a su derecha la majestuosa cadena montañosa de la Sierra Norte, mientras moría la tarde. Cuando llegaron a la gran plaza del conjunto del Águila, el anciano invitó a sentarse al joven guerrero, después de un prolongado silencio, el maestro inició su platica de esta manera. -Los cuatrocientos seres humanos que estamos trabajando y luchando en DAANY BEÉDXE, buscamos la trascendencia espiritual de la existencia a través de La Libertad Total. Los que nos han precedido en el viaje, los Viejos y Sabios Abuelos toltecas, a todos sus hijos nos legaron su sabiduría para mantener la semilla y la esperanza humana aquí sobre la Tierra. A los hombres comunes, a los que viven en los valles, les dejaron una compleja gama de conocimientos, instituciones, tradiciones, usos y costumbres; con los que el ser humano puede vivir en armonía y equilibrio. Para algunos cuantos, solo para algunos cuantos, nos dejaron a DAANY BEEDXE y sus complejos y sofisticados conocimientos, para luchar por recibir la oportunidad de la Libertad Total. Muchos de los conocimientos que aprendiste en las instituciones donde estudiaste salieron de aquí. A lo largo de tu vida haz aprendido a templar tu fuerza de voluntad y a ser humilde e impecable. Ahora es el momento de poner en juego todos tus recursos y posibilidades. Como sabes, el mundo está compuesto de dos clases de energía, la luminosa y la espiritual. La primera es todo cuanto nos rodea. Los hombres del Valle le llaman "La Divinidad del Agua", encarna la vida y es una forma de representar lo irrepresentable. Nosotros, a esa energía le llamamos "La Fuerza" y se desprende, de "eso" que nombramos "El Águila" o simplemente el Sol. Así, todo cuanto ves de esta mundo, está compuesto de esta energía; los minerales, los vegetales y los animales son antes que nada, cargas de esta energía. La segunda energía es la espiritual, esta es una energía más fina y es producida por todos los seres vivos, a través de la conciencia de la existencia misma, por eso le llamamos "Conciencia de Ser". Los hombres del valle le llaman "La Serpiente Emplumada" y la 147 representan como la “Divinidad del Viento”, porque simbólicamente, figura el soplo divino que le da conciencia a la energía luminosa o materia. Cada individuo está constituido por un cúmulo de la energía luminosa y lo que lo separa de la fuerza, es una pequeña membrana, producida por la conciencia de ser. Cuando nace el individuo producto de la energía cedida por sus padres, empieza un ciclo, en el cual, su deber es incrementar esta energía luminosa e incrementar la energía espiritual, a través del proceso de la existencia. El ser humano es entonces un campo de energía, que está contenido por otra energía llamada "Conciencia de Ser". La energía que está en su interior, es la misma que está en el exterior. Cuando el individuo muere, la energía producida por la conciencia de ser, es absorbida por la fuente de la energía luminosa, "La Fuerza", como nosotros le decimos, el Águila o el Sol, pero que indiscutiblemente, no es ninguna de las dos cosas; es repito, una forma muy vaga de nombrar lo innombrable... lo inconmensurable. Después de la muerte, la membrana se rompe y la energía de adentro, se integra nuevamente con la de afuera. Así, la existencia de todos los seres vivos, está enfocada a producir energía espiritual, a través de su conciencia de ser. Esta energía espiritual es “el alimento del Águila”. Cuando el individuo muere, su energía luminosa se reintegra a la totalidad de la energía luminosa del mundo y la otra energía de que esta constituido, la energía espiritual, es consumida como alimento por "La Fuerza". Los cuatrocientos guerreros de DAANY BEÉDXE estamos aquí, para luchar por la oportunidad que tiene todo ser vivo y su energía espiritual, de mantener su conciencia después de la muerte; que al no ser alimento del Águila, pasa a niveles superiores de existencia; a esto, los Viejos Abuelos le llamaron "La Libertad Total". Para lograr este milagroso hecho, es necesario trabajar enormidades, para poder tener una mínima oportunidad. Como sabes el cuerpo humano es un campo de energía, como un huevo luminoso, recubierto de una membrana y que está comunicado con la energía de 148 afuera, a través de un punto en el capullo, en el que se ensamblan o alinean, la energía de adentro con la de afuera. Este lugar de ensamble o punto de contacto entre la energía de adentro, con la de afuera, los Viejos Abuelos toltecas le llamaron "La percepción" y los hombres del valle le llaman la visión del mundo. En el huevo luminoso que se forma por el capullo, como te dije, existen dos partes. Una que tiene que ver con la energía que usamos para alinearla con la energía de afuera. Esa parte de la energía es lo que los hombres del valle llaman el "mundo conocido", la otra parte de la energía que está encerrada en el capullo, y que tiene que ver con la energía de afuera que no se alinea o ensambla; a esa parte de la energía se le llama el "mundo desconocido". De modo que el huevo luminoso posee una mínima parte de energía que se ensambla con otra mínima parte de la energía de afuera; y al mismo tiempo, posee en su interior, una gran parte de energía que no se alinea y que tiene que ver, con la inmensidad de la energía del mundo de afuera y que el huevo luminoso no puede ensamblar. A esta parte de la energía, se le conoce como el mundo desconocido, por lo que los seres vivos tenemos en nuestro interior una mínima parte de nosotros mismos "conocida" y una inmensa parte "desconocida"; y de la misma forma, en la parte externa, tenemos una mínima parte conocida y una inconmensurable parte totalmente desconocida. Para llegar a tener esa mínima oportunidad, los guerreros de la libertad total deben aprender a cambiar el lugar donde se ensambla la energía de adentro con la de afuera. Al lograr que el campo energético, llamado ser humano, ensamble en otro punto de su huevo luminoso, a la energía de afuera con la de adentro, por fuerza obtendrá otra percepción, que los hombres del valle llamarían, otra visión del mundo; otra, porque de hecho, estarían presenciando otra realidad de nuestro propio mundo, que siempre ignoramos o no percibimos, pero que esta ahí. Si el ser humano solo se piensa como materia, la visión delmismo y su mundo será muy limitada y estrecha. Ahora, si el ser humano se percibe como un campo de energía, dentro de infinitos campos de energía; entonces las posibilidades se multiplican infinitamente. El misterio de la vida comienza, aceptando e interiorizando que el 149 universo y nosotros mismos, estamos constituidos de energía. ¡Que sencillo! y al mismo tiempo, cuanta imposibilidad para aceptarlo. Por eso, los Viejos Abuelos toltecas nos dejaron dicho, que el "conocimiento o Toltecáyotl" no puede ser transformado en palabras. El conocimiento está en los actos, o mejor dicho, en la energía que lo engendra. Cuando el Guerrero de la Muerte Florecida, a través de sus batallas floridas, logra mover el punto de ensamble de las energías de adentro, con las de afuera, percibe otra realidad. Descubre entonces que nos rodean un universo de fuerzas totalmente inexplicables y asombrosos fenómenos; que en parte nos seducen y nos fascinan, pero que al mismo tiempo, nos aterran y nos aniquilan. En consecuencia, Los Cuatrocientos Guerreros del Sur en DAANY BEEDXE, no tratamos de explicar o cambiar estas fuerzas; solo las usamos, Los Viejos Abuelos toltecas nos legaron técnicas para usarlas y dirigirlas en la dirección propicia para La Batalla Florida. En esta lucha siempre estamos desafiando algo misterioso, evitando algo aterrador, preparados para algo devastador; y ese algo, siempre resulta ser algo inexplicable, grandioso ...infinitamente más poderoso que nosotros. De esta manera el guerrero, para luchar por esa mínima oportunidad que tiene, de mantener su "Conciencia de Ser", después de la muerte y que representa su Guerra Florida; debe primero, aprender a reordenar el uso de su energía. Por que finalmente, todo el universo y el ser humano mismo, en su esencia más íntima y primigenia, se traduce en campos de energía, y entonces ese maravilloso regalo que nos hace el Águila, de mantener después de la muerte nuestra conciencia de ser, se reduce a un proceso energético. Todos los seres humanos gastamos energía en transformar el mundo de cargas energéticas, en un mundo de ideas y objetos; sin embargo, el gasto más importante que hacemos diariamente, es el de mantener la exaltada idea que tenemos de nosotros mismos. La recanalización y el ahorro de nuestra energía, es una de las enseñanzas más importantes de Los Viejos Abuelos toltecas. De hecho, si te das cuenta, el sistema social y educativo en el que has vivido, de 150 alguna manera está dirigido para que el individuo sea humilde y pierda su importancia personal. El mover el punto en el que la energía de adentro del capullo se ensambla con la energía de afuera y que permite la percepción de otras realidades, es un asunto estrictamente de energía. Para lograrlo, se requiere que el guerrero disponga de suficiente energía; pero como el ser humano no puede obtener más energía que la que tiene, entonces es necesario recanalizar y ahorrar su propia energía. Esto es un verdadero arte e implica dos cosas; la primera, es que debe mantener una rigurosa conciencia y decisión en esta intención; y lo segundo, es que necesita afinar su fuerza de voluntad y lograr mayor disciplina en la vida diaria. Y estas dos cosas se traducen en la práctica, en un cambio drástico en su forma de vida. Los Viejos Abuelos toltecas no solo construyeron estos majestuosos e imponentes recintos como DAANY BEÉDXE, en donde los campos de energía son los adecuados para que el guerrero puede dar las batallas de su Guerra Florida; sino lo que es aun más importante, nos legaron toda una tradición llena de sabios conocimientos, para que los hijos de sus hijos, bajo cualquier adversidad, mantengan en los seres humanos, el conocimiento más importante del hombre sobre la tierra ... para lograr La Libertad Total. Esa sabiduría se le ha llamado por todos los pueblos del Anáhuac, desde hace muchísimos atados años, Toltecáyotl. Así que lo que primero debe lograr un guerrero es aprender a ahorrar energía. Esta energía la debe obtener de su mundo cotidiano; para ello, el guerrero tiene que deshacer la historia de su vida, porque el mantenerla requiere una cantidad muy grande de energía. Nuestra historia personal alimenta la idea exaltada que siempre tenemos de nosotros mismos, y nos permite autoafirmarnos en el mundo que construimos con los pensamientos; el mantener ese mundo y a nuestra importancia en él, requiere un descomunal flujo de energía. Otra de las técnicas que nos enseñaron Los Viejos Abuelos toltecas para el ahorro de la energía es, "el no hacer". Que consiste en no 151 responder "conscientemente" a los actos que conforman la imagen de nosotros mismos. En el hacer cotidiano de la vida, que es inconsciente, "porque así somos", desperdiciamos mucha energía. La técnica es "no hacer" lo que siempre hacemos; acabar con las rutinas físicas, mentales y emocionales. Vivir muy atentos a cada acto que realizamos -de puntitas, cuidando de no caer en la inconsciencia, es decir, en los actos impensados que nos hacen ser como somos. Esto nos lleva necesariamente a desmantelar las rutinas de nuestra vida de manera sistemática y total. Porque las rutinas nos permiten fortalecer la imagen que pretendemos proyectar de nosotros mismos y alimentan la importancia personal. Romper las rutinas de la vida es transformar ese mundo soso, aburrido y pretencioso; en un mundo maravilloso, misterioso y aterrador. Para destruir las rutinas de la vida, el guerrero se tiene que convertir en un cazador inmaculado. El cazador anda tras el conocimiento y el conocimiento es poder. El guerrero es un cazador de poder. Los cazadores atrapan a sus presas porque conocen sus rutinas. De esta manera el guerrero se observa a sí mismo atentamente y se acecha cuidadosamente; diagnostica sus rutinas y entonces las puede cazar y desmantelar. Pero lo que hace a un cazador, ser inmaculado, es que él mismo, ¡no tiene rutinas!, esto es, no actúa como una presa. Esto lo hace ser inaccesible, condición indispensable para poder ahorrar energía. Los Viejos Abuelos toltecas decían que el guerrero debe ser inaccesible para el mundo en el que vive. No puede interponerse en el camino de nadie, y no permite que nadie se cruce en su camino. Ser inaccesible al mundo implica, no embarrarse y deformar el mundo que le rodea, sea este de plantas, animales o seres humanos. En la medida de que intervenimos e interferimos el mundo que nos rodea, de esa misma forma, el mundo interfiere e interviene en la vida del ser humano y esto requiere un alto gasto superfluo de energía, que el Guerrero de la Muerte Florecida no está dispuesto a pagar y a desperdiciar. Lo único que puede intervenir en la vida del guerrero de la Batalla Florida, es la muerte. Y en este sentido, los artistas de la vida, los toltecas, los lapidarios de la piedra preciosa que llevamos dentro, nos dejaron por cierto, que el único apoyo, el único acompañante, la única 152 voz sabia que tenemos en la vida, ¡es la muerte! Para lograr tener conciencia plena de la vida, necesitamos por fuerza, tener conciencia de la muerte, porque es ella quien no nos permite aferrarnos a nada; ni a personas, ni a sentimientos, ni a ideas y mucho menos a objetos. La muerte es liberadora, la muerte es una sabia consejera en la vida del guerrero. Por ello, el guerrero debe aprender a ser accesible al poder. El guerrero nuca está en la gloria ni en los infiernos, el guerrero siempre está en el centro, porque en el equilibrio es como se accede al conocimiento; y en tal suerte, siempre mantiene este ánimo en su Batalla Florida. En esta lucha, el guerrero debe entonar a su espíritu en el ánimo correcto. La perfección del espíritu es la única actividad verdadera de nuestra hombría. Un guerrero es inflexible en esta tarea y para ello mantiene una actitud frente a la vida y a las cosas de la vida, que le permite liberarse del miedo y de la ambición, de la queja y de la tristeza, actitudes y sentimientos que requieren de un alto gasto de energía. Por eso el guerrero no está "enganchado" con nadie, ni con nada. Es libre y fluido. Un Guerrero de La Batalla Florida se ha internado en los complejos laberintos del conocimiento de Los Viejos Abuelos toltecas, sabe que se está enfrentando a fuerzas misteriosas y poderosas, y mantiene en la conciencia, que en cualquier momento puede morir. Por ello, en cada acto que realiza pone toda su capacidad e impecabilidad; nunca lleva en la mente el "ganar o perder". La tradición del guerrero es poner en práctica todos sus conocimientos, recursos y fuerza de voluntad, en cada acto que ejecuta. Así, el estilo del guerrero es que primero evalúa, toma una decisión y después actúa. Se deja ir sin miedo ni ambición; miedo a perder, ambición de ganar. El guerrero trata tan solo de pulir su espíritu y desarrollar la impecabilidad, para ahorrar energía. El guerrero sabe que no tiene tiempo que perder. Sabe perfectamente que cada acto puede ser el último, por lo que no le importa el resultado, sino la perfección del Espíritu y el ahorro de la energía. 153 La manera en que el ser humano común sostiene la idea de él mismo y del mundo, es por conducto de la razón. Esto con un altísimo gasto de energía. El diálogo interno, no es otra cosa más que el continuo decirnos a nosotros mismos, a través de la razón, que el mundo y nosotros, somos de la forma en que pensamos. Este diálogo no es más que el torrente de pensamientos que están forzando a "la realidad", para que ésta se ajuste a nuestra forma de pensar. El Guerrero de La Libertad Total, debe parar este dialogo para ahorrar energía, y con ella, mover el punto en el que se ensamblan la energía de afuera con la de adentro; camino que le conduce a La Libertad Total. Cuando terminó de hablar Serpiente de Estrellas, la noche había entrado completamente. Águila Nocturna se había mantenido sentado en silencio a su lado. Sus ojos habían seguido, paso a paso, el descenso del sol bajo la tierra, que en una sangrienta tarde, salpicada de nubes rojas y naranjas, el monstruo de la tierra devoró lentamente al Señor de los Dardos de Fuego. El viento golpeaba rabioso los cuerpos del maestro y el alumno. A lo lejos Águila Nocturna vio las luces de su pueblo natal y se dio cuenta, que la distancia entre su pueblo y él, era insalvable. Las palabras de su maestro ensamblaron a la perfección en el templo de su conocimiento, entendía que de alguna forma, los conocimientos que le inculcaron desde La Casa de los Jóvenes, tenían que ver con la gran aspiración del ser humano, por llegar a la conciencia total, a recibir la oportunidad que ofrecía el Águila. Ahora los veía como parte de un procedimiento, que desarrollaron Los Viejos Abuelos toltecas; los entendía, no solo como la costumbre y la tradición de su pueblo, sino como uno de los legados más importantes de su cultura, que aseguraban su permanencia y futuro, ante cualquier adversidad. Sintió un regocijo interior en todo su ser, como si Los Viejos Abuelos le saludaran desde adentro. Tuvo entonces la necesidad de comunicar su descubrimiento a su Maestro, pero cuando volteó, Serpiente de Estrellas ya no estaba. 29 154 Cierta mañana llegó a casa de Águila Nocturna su Maestro y lo invitó a ir a la cima de la montaña. Se dirigieron a la parte Norte, cruzaron por toda la gran plaza. El maestro iba comentando las pinturas que estaban en los edificios. Su voz se escuchaba en todo el recinto. Águila Nocturna pensó que siempre tenía la sensación de que a pesar de que el lugar estaba completamente desierto, se tenía la sensación de estar compartiendo el recinto, ya sea con otras personas o con los propios edificios, como si tuvieran vida propia. Subieron al edificio Norte y se fueron hasta la parte posterior, en donde había un sistema de cuatro edificios en torno a una pequeña plaza. El edificio que estaba hacia el Oriente era el más elevado, no solo delconjunto, sino de todo DAANY BEÉDXE. Subieron y encontraron en la parte superior una pequeña habitación que tenía una entrada hacia el Oriente, en el centro estaba un especie de banco tallado en piedra verde con forma de jaguar. El animal estaba en dirección Norte-Sur y volteaba hacia el Oriente. Los ojos del jaguar estaban tallados en la piedra y engarzados en sus oquedades, con dos bellísimas piedras preciosas a manera de ojos. Las piedras tenían unos cortes que atraían y proyectaban la luz, a través de destellos, iluminando en la penumbra de la habitación, con diferentes colores, como los de un arcoíris. Los colmillos y las garras del animal eran de cuarzo, lo que en conjunto, le daban una sensación de vida. Parecía como si el animal estuviera pendiente del movimiento de la luz solar y en cualquier momento podría saltar, pues su presencia era amenazante. Parte del cuerpo del felino, estaba recubierto con una gruesa lámina de oro. Los pensamientos delmuchacho se empataron con la voz del anciano Maestro, que dijo: -Ten cuidado, tiene vida y es muy peligroso. En esta piedra está simbolizado el espíritu de esta montaña. Por los ojos de este jaguar han pasado toda la historia de nuestro pueblo, en sus garras está atrapado el tiempo. Este jaguar representa la tierra y está en la parte más alta del DAANY BEÉDXE, su contraparte es el ancho cielo, fíjate muy bien, como desde estas alturas, parece que podemos tocar lo inconmensurable. Los ojos del jaguar se alimentan de la luz solar, él mira atento al oriente, en espera de que salga su contraparte el águila, 155 por aquellas montañas. Te recomiendo que vengas todas las madrugadas a esperar aquí la salida del sol, detén tu dialogo interno y pídele al jaguar que te enseñe a cargarte de energía. Esto se hace con los ojos y con la palma de las manos, nada más que ten cuidado, no te le acerques mucho. Después bajaron de la pirámide y se dirigieron a la parte Sur y llegaron frente al edificio más extraño del conjunto. Entre los edificios centrales y la pirámide del lado Sur, se encontraba la única construcción que en apariencia se salía de la norma estética y la planta arquitectónica. Su extraña orientación es de Suroeste a Noroeste y se levanta sobre una planta poligonal, con una punta de lanza que mira hacia el Suroeste. Tiene unas escaleras en la parte Noroeste, que suben tres cuerpos rectangulares, sobre los que se encuentra una pequeña habitación. El anciano y el muchacho entraron a la estancia. Águila Nocturna observó el acceso a un túnel que se hundía al interior del edificio. El Maestro invitó a sentarse al alumno, cara a cara y en medio de los dos, en el piso, estaba la entrada al pasadizo a través de unas escaleras de piedra. El anciano miró profundamente al joven y dijo: -El huevo luminoso del que todos estamos formados, al través de la vida va atrapando energías extrañas a él, como consecuencia de sus vivencias. De modo que a tu edad, por decirlo de algún modo, ya traes mucha basura. El guerrero necesita limpiar su huevo luminoso, requiere purificar su energía. Para ello Los Viejos Abuelos toltecas nos legaron una técnica que le permite al huevo luminoso deshacerse de la energía que otros huevos luminosos, en el proceso de la vida, le han ido dejando. Así el huevo, al mismo tiempo que expulsa la energía extraña, reconstituye la propia. Esta técnica consiste en hacer un recuento detallado de toda la vida. Primero a través de los eventos más importantes en orden cronológico y después de manera total. En principio parece casi imposible, pero a medida que se recuerdan las vivencias van saliendo todas las demás. El cuerpo es como una masa de barro fresco, toda vivencia se imprime para siempre, convertida en un destello de energía. La respiración aquí juega un papel fundamental. Con la paciencia, la fuerza de voluntad y la respiración, 156 tendrás que revivir cada minuto de tu vida, hasta hacer un recuento perfecto de ella, hasta que sea algo que tenga por sí mismo, vida propia. Este edificio, los abuelos lo construyeron para esta tarea. Tendrás que bajar por estas escaleras diariamente, después de cargarte de energía al salir el sol con el jaguar de la pirámide Norte, para inmediatamente buscar tu lugar en una de las cámaras del edificio. Su tamaño es bastante estrecho, sentirás al principio que las piedras te sofocan, pero con el tiempo sentirás como el edificio te ayudará en tú intento. Las piedras absorberán la energía extraña y te permitirán purificarte. Tu tarea es borrar los recuerdos de tu vida pasada, como te dije, es tan solo el cambio de energía. Esta piedra que ves aquí es tuya - Águila Nocturna vio una piedra casi de forma rectangular, que estaba pulida por una cara. Es la tradición que cada guerrero que realiza la recapitulación de su vida en este lugar, graba con la energía que pierde, una imagen de lo que fue su persona. Cada día que trabajes en tu tarea, se ira grabando misteriosamente lo que fuiste en esta piedra. Han habido guerreros inmaculados que han dejado bellas imágenes, otros por el contrario, han dejado testimonio de sus pasiones y sus dolientes cuerpos. La serpiente deja su antigua piel por el camino, la mariposa deja el capullo en las ramas, Los Guerreros de la Muerte Florecida, dejan bellísimas piedras esculpidas con imágenes de lo que fueron en su vida. Esas piedras se borrarán con el tiempo, pero la energía se mantendrá en ellas. Ahora debes empezar a recapitular, para purificar tu energía. Águila Nocturna se incorporó y empezó a bajar lentamente hacia el oscuro pasadizo, en su mente, reverberaban las palabras de su maestro ,"el edificio te ayudara". Por más de un ciclo solar, Águila Nocturna estuvo trabajando en ese extraño edificio, cumpliendo estrictamente las instrucciones de su Maestro. Poco a poco se fue grabando, una espléndida figura en la piedra de su recapitulación, al terminar su tarea, en la piedra se encontraba esculpido un guerrero de pie y de perfil. Tenía un tocado muy grande, decorado con plumas y una cabeza de águila. De su maxtle, fuertemente atado a su cintura, colgaba una serpiente por detrás y sobre su pecho, estaba grabado un caracol, con un corte 157 transversal. En sus pies, tenía unas sandalias con forma de garras de águila y estaba parado sobre un pequeño templo, que en el centro tenía esculpido una flor con cuatro pétalos. En su mano derecha sostenía un manojo de siete serpientes, de las cuales brotaba el fuego perenne de la sabiduría y en su mano izquierda, portaba el escudo defensor de su pueblo. Sobre su cabeza estaba tallado un cielo nocturno con estrellas, en donde sobresalía Venus. A sus costados tenía una serie de símbolos, que referían su nombre, lugar de nacimiento y sus atributos personales. Entonces la voz de su Maestro se escuchó: -Es bella en verdad. Ha sido un paciente e impecable trabajo, que culminó con éxito. Hacerlo no fue fácil y tu cuerpo ahora te lo agradece. El Maestro tenía mucha razón, Águila Nocturna no lo había hecho consiente, hasta que lo mencionó Serpiente de Estrellas. En efecto, su cuerpo ahora era más compacto y musculoso, sin perder su elasticidad natural. Algo en sus adentros también había cambiado; era más prudente, reflexivo y equilibrado; en síntesis, había un aire de sobriedad e indiferencia en su comportamiento. -El grabado no importa en verdad, sino con la entrega y la totalidad con que lo hayas realizado. Existen por ahí, muchas piedras grabadas de los primeros guerreros. Como puedes observar, cada ves se hacen más sofisticadas. Existen muchas formas de realizar este trabajo, en verdad lo que las diferencia son los gustos, el tiempo y el espacio. Algunos guerreros prefieren hacer grandes cabezas en piedra, otros les gustan las columnas, a la mayoría estelas como esta; unos las entierran, otros las adosan a los edificios. Finalmente no importa, pues es tan solo un símbolo de lo que fueron, lo importante es lo que ahora son todos esos inmaculados guerreros. Águila Nocturna entonces se puso a observar con detenimiento todas las piedras grabadas del recinto. Había de todos los tamaños y existían una antiquísimas. Le llamó especialmente la atención unas 158 piedras grabadas sobre las paredes laterales del edificio donde recapituló, todas estaban de cabeza y tenían la fecha y la procedencia del guerrero. Otros estaban en extrañas posiciones, como si estuvieran en mundos ingrávidos, otros tenían cascos y grabados sobre el cuerpo. -Todas estas piedras que están en la Montaña Sagrada del Jaguar, no son cualquier piedra. El prodigio del conocimiento de Los Viejos Abuelos toltecas las han tocado. La inmensa cantidad de piedra que se han debido utilizar y su trayecto hasta aquí, es un testimonio perenne, de la voluntad de ser y trascender de nuestro pueblo, y seguramente que será a futuro, el patrimonio más importante de los hijos de nuestros hijos, dijo la voz del Maestro. Algunas de estas piedras tienen una información muy valiosa. Los Viejos Abuelos toltecas depositaban en estas piedras montañas de conocimientos. Son como tenates llenos de sabiduría y cada una tiene labrada en su exterior la historia o el tema de esta sabiduría. Los toltecas han dejado en el interior de estas piedras, toda la información necesaria para restablecer la sabiduría ancestral, cuando sea necesario. Águila Nocturna llevaba casi dos ciclos solares viviendo en DAANY BEÉDXE. En todo ese tiempo, solo había visto personas en la ceremonia de bienvenida. El recinto seguía vivo, pero aparentemente deshabitado. El Maestro le aseguraba que ahí vivían con él, Cuatrocientos Guerreros. Sin embargo, en los últimos tiempos Águila Nocturna, tenía el presentimiento que en cualquier momento encontraría a alguien, se sentía muy acompañado y es más, tal vez vigilado. Los hermanos de la Tierra del Gemelo Precioso, cumplían silenciosa e impecablemente su función, lo poco que necesitaba Águila Nocturna, siempre lo encontraba en el lugar y el momento preciso. Una tarde que estaba el joven guerrero en su casa componiendo la techumbre, escuchó un lejano y poderoso trueno. En las montañas del Norte se amontonaban las nubes, como preparándose para saltar sobre el valle. Había grandes cantidades de nubes espesas y casi negras, inconscientemente volteó hacía el valle del Frijól y pensó que 159 toda esa agua sería muy buena para la tierra. Los relámpagos empezaron a iluminar la obscura tarde, por el poniente el sol parecía que se retiraba presuroso, huyendo de la tormenta. De pronto, en pocos minutos la tormenta se dejó venir sobre el valle, al tiempo que inició la noche. Águila Nocturna no sabía por que, desde niño, le fascinaba sentir las tormentas por las noches. En lo alto de la montaña sagrada, las tormentas eran una impactante experiencia. El muchacho experimentaba un profundo placer al ver y escuchar, caer a los rayos. Algo le decía que nada le pasaría, de modo que entre más cerca cayera el rayo, mayor era el gusto que sentía. En la oscuridad de la noche y con el ruido del agua al caer, Águila Nocturna esperaba en el cielo, primero la deslumbrante luz del rayo, para después estremecerse con el estruendo del tronido, que terminaba reverberando en todo su cuerpo. Águila Nocturna fue interrumpido por la llegada de su Maestro, quien le dijo: -Una tormenta como esta, invita a hablar sobre el poder, ¿no crees? -preguntó el Maestro-. Los Viejos Abuelos toltecas como te he dicho, nos dejaron su conocimiento, para pelear por la mínima oportunidad, que nos da el Águila. Ya sabes que lo más importante, el principio de todo, es aprender a ahorrar energía, para poder intentar mover en el punto de ensamble del huevo luminoso, el lugar en donde se ensamblan las energías de adentro con la de afuera y que produce nuestra visión del mundo. Esta noche hablaremos de las tres percepciones que tenemos del mundo. La primera, es la que desde niños aprendemos a formar con la energía de "La Fuerza". Esta percepción es la del mundo conocido, la que hace a la energía ser piedra, agua, tierra, madera, carne y todo lo que ves y sientes en este mundo. Esto se logra con la energía de adentro y la de afuera, que se ensamblan en un punto determinado del huevo luminoso. Esta percepción se logra gracias a cantidades descomunales de energía que usamos para realizar, esta "magia perceptiva". No es fácil lograrlo y por lo menos, nos llevamos los primeros siete años de nuestra vida, para sentar las bases de lo que será el "armado" del mundo. 160 La segunda manera de percibir a "La Fuerza" es como energía. Esto requiere poseer mucha energía en reserva... eso es lo que estas aprendiendo ahora. Cuando el "mundo" pasa a ser un cúmulo infinito de campos de energía; el mundo, la realidad y uno mismo, por fuerza natural, tienen que cambiar. Es cuando entramos a la parte desconocida de nosotros mismos y del mundo. Cuando usamos otro punto de ensamble en el huevo luminoso. La tercera manera de percibir a "La Fuerza" es con todo nuestro ser. Como todos los seres vivos tenemos un capullo, que diferencia a la energía de afuera con la de adentro. Cuando morimos, ese capullo o huevo se rompe y entonces la energía de afuera nos inunda y la energía de adentro se sale y se expande con la de afuera, regresando a su origen mismo; el capullo es entonces el alimento del Águila. Esa es la muerte, desde la perspectiva energética. De esta manera el ser humano y el mundo, no son más que un campo energético inconmensurable y la forma de percibirlo, definirá su aspecto o realidad aparente. En el universo existen infinidad de campos energéticos, pero en la tierra nuestros Sabios Abuelos toltecas identificaron solamente cuarenta y ocho tipos de ellos. La vida orgánica es sólo uno de esos campos. De todos los tipos de campos, hay cuarenta que no producen conciencia, solo organización; de los restantes siete, todos ellos producen una limitada conciencia y solo el octavo produce una gran cantidad de conciencia; a este campo pertenece el humano. El mundo que nuestro punto de ensamble capta, entre la energía de adentro y la energía de afuera, al que le llamamos "realidad", está conformado por dos campos; uno orgánico y otro que contiene solo estructura. Como te dije, nuestro mundo está compuesto de cuarenta y ocho campos energéticos diferentes, de los cuales solo percibimos dos y los cuarenta y seis restantes, aunque están entre nosotros, no los podemos percibir. Águila Nocturna había silenciado su dialogo interno, la voz de su Maestro llegaba a lo más profundo de su ser, su mente cedía el control a su cuerpo, no había ideas solo energía. Cuando cesó la voz del Maestro, el muchacho percibió la lluvia, que con mayor fuerza caía 161 cerrada y copiosa sobre la indiferente montaña. Observó como la gran cantidad de agua no inundaba la plaza, debido a la eficiencia de los drenajes. La mirada del joven fue atrapada por el agua, que corría por la plaza buscando la salida. Águila Nocturna se fue en una gota de lluvia. Sintió de pronto mucha alegría por salir de la plaza y al caer por el drenaje se emocionó por la velocidad que tomaba. Ser una gota de lluvia y mantenerse como tal, en la pequeña cascada que bajaba por los drenajes de los edificios, le llenaba de gozo. Subía y bajaba en la corriente, dando tumbos cada vez encontraba a más compañeras de viaje. En su descenso arrastraban todo cuanto encontraban a su paso; piedras, arena y vegetales, eran usados en los juegos de las gotas en la veloz bajada, en busca del río para llegar al mar. Cuando entró al río, Águila Nocturna perdió la velocidad de la caída, pero Sintió la fuerza de la corriente. Algo en él, mantenía la conciencia de su individualidad de gota, pero al mismo tiempo sentía la inmensidad y fuerza, de ser al mismo tiempo río. Una fuerza milenaria que traía escondida entre sus adentros, empezó a entonar un canto nostálgico por el lejano mar, todas las gotas juntas cantaban la misma canción y hacían sonar al portentoso río. La vocación de la gota es el río y la del río es el mar. Águila Nocturna viajaba entre las montañas, dejaba a los valles en busca del mar. De pronto empezó el trepidante descenso. La canción se convirtió en un grito de furia, el río arrasaba todo cuanto se oponía entre él y el mar, en el veloz descenso por las montañas. La fuerza contenida por la pasión del mar, hacía que se estrellara contra las grandes piedras o que arrastrara los troncos, como ramas frágiles en un vendaval. Una necesidad profunda de fundirse con el todo, con el mar. Una nostalgia marina, por llegar al final del camino y perder la individualidad, ...para volver a comenzar. Águila Nocturna ya podía escuchar el enérgico llamado del mar. Inmensos tumbos de agua golpeaban a la diminuta arena, que indefensa retumbaba ante la violenta acometida del mar. La distancia se acortaba entre las dos aguas. Los relámpagos que se desprendían 162 del horizonte marino, iluminaban la blanca espuma que reclamaba la llegada de las aguas dulces de tierra adentro. Águila Nocturna viajaba presuroso hacía su destino final, cada vez tenía menos conciencia de él y era más agua. Se había entregado por completo, había naufragado ante la energía del líquido. Se había apoderado de su ser, la pasión milenaria por la búsqueda de la totalidad, ya no le importaba romper los endebles límites de su intrascendente individualidad, ante la promesa próxima de la totalidad. De pronto escuchó una voz interior, como un trueno que reverberó en los millones de partículas que tienen la voluntad solidaria de conformarlo -"! Águila Nocturna...regresa ¡" El mar estaba a unos trescientos cuerpos. Las aguas dulces estaban siendo absorbidas por las inmensas aguas saladas. Águila Nocturna estalló en un trepidante relámpago. La gota se convirtió en millones de pequeñas gotas y estas a su vez, en billones de chispazos de energía, que buscaban el eco de la voz a su Maestro, que seguía en la montaña sagrada. Águila Nocturna abrió los ojos y estaba al lado de su Maestro contemplando desde lo alto la tormenta, que se dirigía hacia el Poniente. Tenía el cuerpo muy frío y estaba empapado. La noche se había apoderado totalmente de la montaña y de los valles. -No lo vuelvas a hacer- dijo el Maestro, en un tono muy serio -es muy peligroso. Los seres humanos somos muy frágiles, somos muy vulnerables a las pasiones. Hoy mi energía te regresó, pero acaso mañana no. El Guerrero de la Libertad Total debe proteger su energía a como de lugar. El guerrero es solo un espectador en el mundo, por ello no se involucra y selecciona sus batallas. El guerrero no trata de modificar o dominar al mundo; un guerrero sencillamente lo usa, para su Guerra Florida; lo usa para luchar por esa pequeñísima oportunidad que el Águila le ha dado. El mundo que nos rodea es misterioso, maravilloso y al mismo tiempo aterrador. Por lo tanto extremadamente peligroso. Si hubieras llegado al mar, jamás habrías podido regresar. Recuerda que solo eres una pequeña carga energética, con un poco de conciencia; rodeado de un inconmensurable mundo, constituido por campos energéticos totalmente desconocidos." 163 30 Tres ciclos solares llevaba Águila Nocturna de convivir con su Maestro en DAANY BEÉDXE. No solamente su físico había cambiado, pues ahora estaba tremendamente fuerte y musculoso, pero mantenía su agilidad y flexibilidad característica. Su rostro emitía tranquilidad y armonía. Su estado de ánimo era permanentemente ecuánime y alegre. En su rostro casi estaba marcada una sonrisa que salía a la menor provocación, nunca tenía prisa y menos se irritaba. Parecía que por sus ojos habían pasado ya todas las cosas de la vida; lo que le permitía ser realmente humilde y sencillo. Los cambios más importantes del aprendiz de guerrero se habían dado en su interior. Águila Nocturna sabía lo que estaba esperando en la vida y sabía también, qué estaba esperando, y mientras esperaba, no deseaba absolutamente nada de la vida y del mundo. El logro más importante de un guerrero, es que teniendo tanto conocimiento, producto de una vida disciplinada, consagrada a la templanza de su fuerza de voluntad; el Guerrero de las Batallas Floridas adquiere poder, y es ese mismo poder, es el que lo lleva a no desear nada mundano y de la vida. Su guerra está consagrada a luchar cada batalla florida, por lograr esa pequeñísima oportunidad que le da "La Fuerza" al ser humano, ese maravilloso regalo que el Águila le otorga. DAANY BEÉDXE era un sitio muy especial, que los Sabios Abuelos toltecas habían construido en el principio de los tiempos, para que se perpetrara la conciencia del ser humano en el mundo. La Montaña del Jaguar, era el sitio ideal donde el guerrero fortalecía su cuerpo y decantaba su espíritu, para poder iniciarse en los maravillosos y aterradores conocimientos, de la cultura de los "Artífices de la Piedra Interior". La Montaña del Jaguar era el punto más cercano entre lo divino y lo humano, entre el cielo y la tierra. Era el punto de partida de los intrépidos viajeros a la eternidad. El lugar en el que los Guerreros de La Libertad Total, lograban romper la barrera de la primera percepción del mundo, sin ayuda alguna, desde el estado normal de la conciencia. 164 Llegar a romper la barrera de la percepción, es lograr que los designios de "La Fuerza" se conviertan en los propios designios de uno, para con ello, poder mover el punto de ensamble y poder usar campos energéticos de "La Fuerza" que nunca, como seres humanos comunes, logramos usar. El guerrero que logra esta mínima oportunidad, florece su corazón en la eternidad. Porque es capaz de mover el punto de ensamble y abrir su capullo, para que la energía de adentro se integre con la de afuera y se encienda todo el huevo luminoso en el fuego interno, que lo funde con la totalidad externa. Convirtiéndolo en el campo energético de afuera, pero manteniendo la conciencia de ser él mismo, transformándose en un pedacito de sol...en una "pluma" del Águila. Esta increíble batalla se hace a base de “flor y canto”; y fundamentalmente, representa toda una vida de sacrificio físico, espiritual y emocional. Serpiente de Estrellas llamó a su discípulo, al edificio que está en la parte Poniente, enfrente del de la punta de flecha que servía para recapitular y que está al lado de dos edificios gemelos, uno en la parte Norte y otro en la parte Sur. Cuando el alumno llegó a las escaleras que dan hacía la plaza, escuchó adentro de él mismo, la voz de su Maestro que le dijo- "sube, te estoy esperando en la parte central"-. Era de mañana y al subir, el sol le daba en las espaldas. En la parte superior del edificio, estaba una construcción central con un patio y cuatro pequeñas habitaciones en sus costados. En las esquinas del edificio estaban dos pequeñas construcciones de cara a la plaza, en las esquinas Norte y Sur, donde sus accesos se miraban mutuamente. Al costado izquierdo, sobre la pared Poniente del edificio, se encontraba un pasadizo que se internaba hacia las profundidades, más abajo de los cimientos, en el mismo corazón de la montaña y que tenía la forma de una cruz. -Estamos llegando al final de la primera parte de tu instrucción en DAANY BEÉDXE, joven cachorro. Este edificio Los Viejos Abuelos toltecas lo construyeron para que los guerreros pudieran trabajar el arte de la ensoñación. 165 En el principio del conocimiento de Los Viejos Abuelos, cuando apenas habían descubierto que el ser humano era un capullo, que contenía un poco de la energía con la que está constituido el mundo. Ellos se dieron cuenta que la percepción del mundo se debía al punto en que se ensamblaban la energía de adentro con la de afuera. Sin embargo se dieron cuenta también, que este punto de ensamble se alcanzaba a mover muy ligeramente cuando los seres humanos duermen. Así al soñar, el ser humano puede vislumbrar y atestiguar fugazmente, otras percepciones de su luminosidad, que el pensamiento interpreta como otras realidades. Los Viejos Abuelos toltecas se dieron cuenta que en la medida en que se tuviera control de los sueños, se lograría algún control, sobre el punto de ensamble de la energía. Es por eso que inventaron el arte de dirigir los sueños y tener control sobre ellos; y para eso construyeron este poderoso edificio. Lo primero que tendrás que hacer, es pasar todo un día en cada habitación hasta que encuentres tu rumbo y tu color. En una de ellas, te sentirás mejor, tu energía fluirá y sabrás cuál es. Posteriormente te introducirás en el pasadizo en forma de cruz y te enterraras simbólicamente durante cuatro días hasta que te cure la tierra, yo te ayudaré y velaré por ti. Todo DAANY BEÉDXE es un portentoso y milenario lugar de poder. La montaña sagrada es un gigantesco "no hacer" de los Guerreros de la Guerra Florida; un campo de batalla donde deben explorar las múltiples posibilidades que tiene el ser humano, como una carga energética. La Montaña del Jaguar es un campo de energía, que ha sido preparado a lo largo de generaciones a través de la impecabilidad y la voluntad de trascender el ser, por nuestros antepasados. En este edificio encontraras tu dirección y tu color. Te limpiarás y fortalecerás energéticamente, para iniciarte en el arte del dominio de los sueños y en el arte inmaculado del acecho. Para las personas que viven en el valle, los sueños son irreales e inútiles. Para el guerrero tolteca, los sueños se convierten en una avenida para entrar a la percepción que se puede lograr cuando se logra mover el punto de ensamble y encender otras partes, de la energía que nos compone. 166 Para la gente del valle, la vida diaria es una maldición o una bendición, o está en la gloria o está en el infierno. Para un guerrero, la vida diaria es una maravillosa oportunidad para lograr el prodigio humano de la trascendencia espiritual de la existencia. Como puedes ver, al lado de este edificio están dos construcciones gemelas. Los dos te ayudarán a aprender a ahorrar energía. El del lado Norte se construyó para que los guerreros aprendan el arte de acecharse durante la vigilia; y el del lado Sur se construyó, para que aprendieran el arte de tener control sobre los sueños. Esas inmensas piedras que contienen en sus entrañas, rezumban de energía, que a lo largo del tiempo, se ha ido acumulando por el poder y la impecabilidad de quienes los han usado, en busca de La Libertad Total. Así que por un buen tiempo trabajaras literalmente de día y de noche, en los misteriosos secretos de la Toltecáyotl. El arte del acecho fue llevado por los antepasados a los linderos de la virtud y lo dividieron en tres técnicas ancestrales. La primera es la de perder la importancia. Los Viejos Abuelos descubrieron que lo que más hace gastar la energía del huevo luminoso, es mantener la exaltada idea que tenemos permanentemente de nosotros mismos, lo que nos impide tener energía suficiente, para percibir el mundo que nos rodea. La segunda, es asumir la responsabilidad de estar vivos en este mundo; lo que implica hacerse responsable hasta la muerte misma, por el más insignificante acto de nuestra vida. La tercera técnica, es usar a la muerte como compañera. Desde los tiempos inmemoriales, Los Viejos Abuelos nos dejaron por cierto, que para tener conciencia plena de la vida, debe uno tener conciencia de la muerte. Porque la vida y la muerte, son partes equitativas y complementarias de una misma realidad. Con estas tres técnicas el guerrero aprende a ahorrar energía en la vigilia de la vida diaria; por decirlo de otra forma, el guerrero convierte su vida en un desafío interminable y sus actividades en un espléndido campo de batalla. El edificio de la parte Sur se construyó para que los guerreros practiquen el refinado arte, de adquirir control sobre los sueños. Para 167 que el guerrero pueda tener control de sus sueños, debe primero tener completo control sobre sus actos durante el día, y para ello, elaboraron tres complejas técnicas. La primera, es romper las rutinas de la vida. Las personas del valle viven inconscientes entre sus rutinas cotidianas, es la manera de cerrar los ojos, ante este maravilloso y aterrador mundo que nos rodea. El guerrero en cambio, siempre está en alerta total, sabe que está tratando con fuerzas poderosas y desconocidas y por lo tanto extremadamente peligrosas; usa su mundo con extremo cuidado y delicadeza. La segunda técnica es la caminata energética. Las personas del valle actúan sus pensamientos y no viven sus actos. A través de las ideas, perciben el mundo y como siempre están pensando en ellos mismos, el mundo resulta estrecho y aburrido ...y un puñado de ideas, que por cierto consumen mucha energía. A través de la caminata energética se adquiere poder, pues es un subterfugio en el que se engaña a la razón para que esté ocupada, y el cuerpo pueda percibir el mundo que le rodea, mientras camina, sin necesidad de la intermediación de la razón y sus caprichosas ideas. De esta manera el capullo luminoso, entra en contacto directo con la inmensidad de cargas energéticas que conforman su entorno, sin el decodificador de la razón, adquiriendo conocimiento y poder. El "no hacer", es la tercera técnica. Los habitantes del valle, siempre "hacen" de manera inconsciente, lo que los hace ser como son; por decirlo de otra forma, “su ser cotidiano”. Los guerreros en cambio, siempre se mantienen atentos y en guardia; siempre procuran actuar de manera no acostumbrada y usan toda su conciencia, lo que les permite percibir el mundo de manera más intensa y total. Para trabajar en estos tres edificios, necesitarás de inmensas cantidades de fuerza interior, sobriedad y paciencia. Por eso los guerreros deben ser seres capaces de la máxima disciplina y mayor control sobre sí mismos. De momento te puede parecer tremendamente difícil o casi imposible lo que tienes que hacer, pero lo que se requiere es fuerza interior y decisión. Todo comienza con un solo acto, que tiene que ser premeditado preciso y continuo. El 168 guerrero escoge el primero, que debe ser el más sencillo y menos difícil de lograr. Cuando este acto se lleva a cabo por un período de tiempo largo, el guerrero pasa a otro acto, y después a otro más, hasta que adquiere un sentido de intento inflexible, que puede ser aplicado a cualquier cosa, cuando se logra el intento inflexible, el camino es más transitable, porque el intento inflexible necesariamente produce el silencio interno de nuestra razón y este silencio, nos conduce a la fuerza interna necesaria para poder mover el lugar en donde se ensamblan las energías en el huevo luminoso, que es la puerta a lo inconmensurable y milagroso de la existencia humana. 31 Una mañana llegó Serpiente de Estrellas a la casa de su alumno quien tejía una red para cargar, en las caminatas energéticas que realizaba en la Sierra Norte. Al ver lo que hacía el muchacho, le dijo: -Gracias a la muerte, el guerrero sabe que no se puede aferrar a nada. Como es un hombre desapegado, no posee nada más de lo que puede cargar. El ser humano del valle, entre menos evolucionado sea su espíritu, más apegado vive a los cosas materiales de la vida. Un guerrero tolteca en cambio, sabe que cuando alguien se aferra a algo, se hunde y arrastra a los abismos de la estupidez humana, el objeto de su obsesión. Debes prepararte muy bien, porque está cercano el día que partirás de la Montaña del Jaguar y tendrás que poner en práctica todo lo aprendido aquí. Precisamente ese es el motivo de mi visita. Me encuentro en un dilema que no puedo resolver acerca de tu enseñanza. Recuerda que cuando eras niño, "La Fuerza" me guío hasta tu pueblo, para poder encontrarte y señalarte el camino. Pues bien, hasta este momento lo haz hecho inmaculadamente, como nadie en DAANY BEÉDXE, has trabajado con absoluta entrega y con una férrea disciplina. La tradición de Los Viejos Abuelos dice que tienes que integrarte a un equipo de guerreros, para prepararte para la batalla final de tu Guerra Florida. Sin embargo, a lo largo de tu enseñanza, han habido señales y augurios de que tu camino es diferente; cosa que 169 en verdad no entiendo y por ello necesitamos consultar a "La Fuerza". Mañana es el equinoccio de primavera y usaremos una técnica muy antigua que nos enseñaron Los Viejos Abuelos. Mañana a medio día le pediremos ayuda a los astros para que "La Fuerza" nos instruya a través del juego de pelota, sobre lo que debemos hacer. Águila Nocturna preguntó, -Venerable maestro, en Hilera de Casas me enseñaron que los astros son una vía de conocimiento para los seres humanos, pero que ellos eran indiferentes y distantes a las personas. Por lo que no entiendo como los vamos a consultar. El Maestro tomó asiento en el petate que estaba en el corredor y dijo: -Es verdad lo que tus maestros te enseñaron, pero no olvides que estas en DAANY BEÉDXE y que somos Guerreros de La Libertad Total y no habitantes del valle. La Montaña Sagrada del Jaguar es un lugar abstracto, un lugar por excelencia del "no hacer", un sitio de poder. Aunque en el valle tienen algunas cosas parecidas a DAANY BEÉDXE, estas son en la forma y no tanto en el fondo, esa es la diferencia. Desde que estabas en La Casa de los Jóvenes, aprendiste el "juego de pelota” como un deporte; en La Casa de la Medida conociste el sentido religioso; ahora en la montaña sagrada conocerás su verdadero sentido... el energético. Pero antes de hablar de ello, permíteme decirte que para que una civilización llegue a crear un deporte tan complejo como nuestro "Juego de Pelota", se requieren muchísimos atados de años y un alto nivel de desarrollo. El Juego de Pelota es tan antiguo como Los Viejos Abuelos, pues ellos lo inventaron y permíteme decirte con orgullo otra cosa más, que es el deporte más antiguo de este planeta. Existe una profecía milenaria que dice que el día que desaparezca de la tierra el Juego de Pelota, será porque el ser humano ya no existirá. De esta manera, siendo DAANY BEÉDXE un lugar abstracto del "no hacer", ¿no te parece una contradicción que tengamos tres juegos de pelota, aquí arriba?" Águila Nocturna nunca había reparado en ello, desde que llegó a la montaña vio las construcciones del juego como algo normal, como en sus escuelas o su pueblo. Sin embargo ahora que lo mencionaba su 170 Maestro, la construcción más extraña venía a ser la más común. Parecía que su maestro le leía el pensamiento porque añadió: -En todos los sitios hermanos de DAANY BEÉDXE, del Norte al Sur, de las grandes aguas del Oriente hasta las del Poniente; Los Viejos Abuelos toltecas siempre construyeron los juegos de pelota, Porque es una manera muy sofisticada y abstracta de entrar en contacto con "lo inconmensurable", por medio de los astros y un deporte, que tiene al azar como medio de expresión. Así, el juego se desarrolla entre dos equipos de cinco integrantes cada uno; o dos adversarios, en el que cada uno mantiene una liga especial con el astro que en ese momento está sobre DAANY BEÉDXE y entre ellos una interrogante; que necesariamente tendrá una respuesta afirmativa o negativa; o una alternativa u otra diferente. El juego se lleva a cabo y la pelota de hule crudo es golpeada con violenta destreza, de un extremo de la cancha al otro, por los diez contrincantes, o los dos adversarios; y solo existen tres opciones, que indicarán el designio de "lo inconmensurable e infinito”. La primera, es que cualquiera de los contrincantes puede ganar la partida; lo que indica que "lo inconmensurable" se abstuvo de expresarse. La segunda es que un adversario durante el juego, pase la pelota sobre uno de los dos anillos de piedra, que se encuentran en la parte media de las dos paredes laterales que delimitan el campo, en donde se juega. Este hecho se considera por el grado de dificultad, un milagro, y por lo tanto, una expresión de "lo infinito", que emite una señal y en ese momento se acaba el partido. La tercera opción, es que le suceda lo mismo al otro equipo o jugador, con los mismos resultados. En la madrugada del día siguiente, el Maestro y el alumno fueron a recibir al Águila en la pirámide más alta del conjunto Norte. El anciano y el joven se sentaron flanqueando al jaguar, recibiendo los tres la energía matutina. Posteriormente se dirigieron al juego de pelota, en donde los guardianes de la montaña ya habían preparado lo necesario. El Maestro y el alumno quemaron copal y se sentaron, cada uno en las esquinas de su cancha, para detener el dialogo interior y dejar que la 171 energía corpórea tomara el control. La pregunta hecha a "lo inconmensurable e infinito", giraba en torno a que sí Águila Nocturna debía proseguir su camino solo, respuesta que personificaba el joven; o sí el alumno debía integrarse al equipo de guerreros de su camada y seguir con la tradición de los linajes, respuesta que encarnaba el maestro. Poco antes de que el sol llegara al cenit, Águila Nocturna empezó a ponerse el equipo para el juego, cuando terminó tuvo tiempo de observar detenidamente el "pasa juego", como le solían llamar al edificio donde se realizaba el lance deportivo. La cancha estaba formada por tres rectángulos; uno grande en dirección Norte-Sur y dos más pequeños pero de igual tamaño, en las esquinas del primero, que se le unían de manera perpendicular en dirección Oriente-Poniente. El acceso a la cancha era por el lado Norte, a través de unas gradas. Las paredes laterales del rectángulo mayor, tenían una inclinación con respecto a la vertical, del centro hacia afuera de manera perpendicular y partían de adentro hacia afuera, estucadas para permitir el mejor rebote de la pelota sobre la superficie totalmente plana. En las cuatro esquinas existía sendos nichos en donde se depositaban, unas piedras muy extrañas, herencia de Los Viejos Abuelos toltecas, estas piedras emitían energía que creaba un campo energético con características muy especiales, que propiciaban el desarrollo de las fuerzas que ahí entraban en acción. Cuando inició el juego, Águila Nocturna estaba maravillado por la energía, fuerza y agilidad de su Maestro. Con el penacho y las protecciones de cuero de venado y caparacho de armadillo, que llevaba puesto su Maestro, en hombros , antebrazos y cadera, parecía un joven guerrero igual que Águila Nocturna, acaso la única diferencia era la mayor experiencia y velocidad que tenía Serpiente de Estrellas. La partida se empezó a alargar. Los adversarios se mantenían implacables el uno del otro, tal vez el Maestro tenía una ligera ventaja sobre su alumno, pues Águila Nocturna no daba crédito de la capacidad de su Maestro. Pasaron las horas y el sol se hundía en el reino del Señor y La Señora de la Muerte. El resplandor rojizo de la tarde permitía ver un poco a los jugadores. Águila Nocturna dejó entonces el control a su 172 cuerpo y se entregó por los ojos a la pelota. Tal vez era media noche, cuando Águila Nocturna volvió a su mente y se dio cuenta que la cancha estaba completamente obscura. Extrañamente percibía perfectamente todo, la pelota tenía un brillo opaco. La luz que producían su Maestro y él, iluminaban la cancha. Sin embargo los dos anillos de piedra de los muros, se habían convertido en dos círculos iridiscentes, en donde la energía giraba a grandes velocidades, produciendo una gama indescriptible de colores. Águila Nocturna primero se dio cuenta que estaba totalmente concentrado en el movimiento de la pelota, pero no con su mente, sino con todo el cuerpo; más bien, con toda la energía que fluía en su cuerpo. Pero después percibió que su Maestro y él, eran dos campos de energía que impulsaban a un objeto menos luminoso que ellos, de un lado a otro de la cancha. Sentía como si las piedras tuvieran vida propia y su energía influyera en el movimiento de la pelota. Pasaba el tiempo y el alumno sentía que su energía empezaba a menguar. De pronto sucedió el milagro. Águila Nocturna golpeó la pelota con toda la energía que le quedaba, algo que salió de la parte media de su cuerpo y de lo más profundo de su ser, provocó una explosión y un haz de luz violeta salió del muchacho y atravesó por el centro, al anillo de la pared Poniente del juego de pelota, provocando un relámpago y un chasquido de la piedra, que destruyó la descarga. En ese instante Águila Nocturna calló sin sentido de manera violenta al piso. 32 El destino de Águila Nocturna estaba decidido por "La Fuerza", pero su sabio Maestro no sabía el procedimiento a seguir. En tal circunstancia, un guerrero simplemente espera atento una señal, que es la forma en que los designios de "La Fuerza" se presentan en la vida de todos los seres humanos, lo que sucede es que los hombres del valle, siempre andan absortos y encerrados en sus pensamientos, y no tienen energía para percibir el maravilloso mundo que les rodea. 173 El Maestro y el alumno empezaron a pasar más tiempo juntos. Tenían que esperar. Águila Nocturna siempre se la pasaba preguntándole al anciano, todas sus dudas, sobre Los Viejos Abuelos Toltecas y sus conocimientos; DAANY BEÉDXE y su propia Guerra Florida, en las largas caminatas que solían hacer por las montañas de la Sierra Norte, que según su Maestro, poseían una conformación energética muy especial, propia para las Batallas Floridas del Guerrero de la Libertad Total. En cierta ocasión Serpiente de Estrellas le respondió a su alumno; porque éste le preguntó, el por qué, los Guerreros de DAANY BEEDXE evitaban el contacto con las personas de los valles, y el maestro contestó: -Las personas del valle, como no tiene generalmente un propósito abstracto en la vida, resultan peligrosos para el guerrero, ya que se la pasan, por una parte, aferrados a sus ideas y a los objetos materiales que son la pasión de sus debilidades; y por la otra, ensartados en los hechos y malhechos de sus semejantes. Lo que los lleva a estar muy seguido, peleados con ese pobre puñado de ideas, que ellos llaman "el mundo" y ofendidos con las personas, que no actúan y piensan, como ellos piensan que debería de ser. El propósito abstracto de la vida por excelencia es la Guerra Florida, las ideas de lo abstracto están en el Espíritu, son como flores son como cantos. Las ideas de nuestra "personal importancia", es lo que nos impide percibir la luminosa oportunidad que nos da el Águila frente a lo inconmensurable. El problema de los seres humanos es que intuyen de alguna manera sus recursos ocultos, pero no se atreven a explorarlos y su tragedia existencial, deviene de su estupidez y su ignorancia; el lado verdaderamente oscuro del ser humano, es la estupidez y por eso el guerrero los debe evitar, especialmente cuando está trabajando en DAANY BEÉDXE. ¿Existen otros momentos en que si se puede acercar? -preguntó el alumno. Efectivamente y te puedo decir, que llega el momento en la Guerra Florida, que el guerrero tiene que, por decirlo de alguna manera, florecer entre ellos, recuperándose a sí mismo; pero todavía 174 no es el tiempo ni el lugar preciso para hablar de ello, lo que debemos hacer ahora es esperar. En otra ocasión Águila Nocturna le preguntó a su Maestro si en DAANY BEÉDXE no había mujeres guerreras. -Por supuesto que existen, y te puedo decir, que tienen mayores posibilidades de manera natural que el varón. Las mujeres son "creadoras" por naturaleza y tienden a vivir en lo abstracto de manera intuitiva. Desde tiempos remotos Los Viejos Abuelos toltecas nos enseñaron que el hombre y la mujer son un par opuesto y complementario, que forman la unidad. Si en la vida de las comunidades del valle, lo femenino y la mujer ocupan la mitad de la tierra y otro tanto del cielo; ya que está presente en la religión, como en la administración y en la familia, cómo ha de ser diferente entre nosotros. En ese sentido el Águila no se fija en los sexos para ofrecer la mínima oportunidad de lo inconmensurable. Es más, en los equipos de guerreros que se arman para librar la última Batalla Florida sobre la Tierra, el número de mujeres es mayor, que el de los hombres. En una caminata que hicieron el Maestro y su alumno a la Sierra Norte, llegaron a las orillas de una pequeña laguna, que la conocían como La Laguna Encantada. Después de algún tiempo, el maestro le pidió al alumno que detuviera sus pensamientos y se sentara en una gran piedra que estaba a la orilla del agua, para después, pedirle que se agachara y le dijera qué veía. Águila Nocturna realizó el ejercicio y al agacharse y ver el agua, encontró su imagen, que se movía levemente por efecto del agua. ¿Qué ves? -preguntó el maestro. Mi imagen, contestó el muchacho. ¿Pero, qué más ves? -insistió el maestro. Águila Nocturna se dejó ir en la imagen. Entonces se empezó a ver desde la imagen hacia la superficie. Se alcanzaba a ver, sentado en la piedra mirando para abajo. Cuando sus ojos miraron a un pino cercano, se vio y se sintió el pino, después fue una nube y después brevemente una ave que cruzó volando la laguna. De pronto estaba de nuevo sobre la piedra mirando el reflejo del agua. 175 Si tú eres una carga de energía, -añadió el maestro. ¿Qué eres en verdad? Un pino, una nube, una ave o eres un puñado de ideas. Como te he dicho, Los Abuelos Toltecas nos enseñaron que el camino a lo inconmensurable, comienza con el movimiento del punto de ensamble de la energía del huevo luminoso. También sabes que este movimiento depende de la energía que tenga disponible el huevo luminoso y que el gasto mayor de energía, lo tenemos al sostener el punto de ensamble; que no es otra cosa que la imagen que tenemos de sí, o lo que llamamos, importancia personal, que su otra cara es la compasión por uno mismo. Un guerrero lo que aprende en DAANY BEÉDXE es a no tener compasión en la vida, que no es ser cruel y despiadado, sino a perder la exaltada idea que tenemos de nosotros mismos. La fatídica importancia personal. Solo así se empieza a mover el punto de ensamble. El desafío del guerrero es llegar a intuir el punto de ensamble y además !moverlo a voluntad¡. -Terminó diciendo el Maestro. Águila Nocturna inició silencioso el camino de regreso a la Montaña Sagrada del Jaguar. Concentró la agudeza de la mirada y la mente, en los talones de su Maestro, que iba por delante en la vereda; y ensanchó el ángulo de su percepción a través de la mirada, que de esta manera se liberaba de las cadenas de los pensamientos. Así concentró su mente en un punto y empezó a percibir el todo que le rodeaba sin ideas. Percibía por el gusto de percibir, sin hacer juicios, ni interpretaciones que se ajustaran a él. Las montañas dejaban de ser montañas como tales, pero seguían estando ahí, más presentes, más vivas, más intensamente que antes, cuando solo eran tan solo montañas. En el trayecto, pasaron por la misma experiencia sensorial y no mental; los árboles, las rocas, el cielo y finalmente pudo llegarse a sentir, él mismo, como una carga energética. Cuando el ser humano y el mundo pasan a ser percibidos como cargas de energía, el mundo se derrumba literalmente y sin embargo, sigue estando ahí, inconmovible. Para Águila Nocturna, la sensación de que DAANY BEÉDXE estaba totalmente ocupado por otros guerreros, iba en aumento. Desde el inicio, nunca se sintió solo. Sin embargo, ahora era una sensación de 176 certidumbre, presentía que en cualquier momento empezaría a encontrar personas en las plazas y edificios de La Montaña del Jaguar. Como era costumbre, Águila Nocturna recibió mentalmente el llamado de su Maestro, lo esperaba en el cuarto edificio del lado Oriental, a partir de la puerta Sur. Cuando estuvo frente al edifico su Maestro lo invitó a subir. Serpiente de Estrellas estaba en el interior de una habitación que coronaba al edificio. "Siéntate, quiero decirte algunas cosas. Como sabes, DAANY BEEDXE como otros lugares de poder, es un inmenso y milenario “no hacer” de los Viejos Abuelos toltecas, que permite que los Guerreros de la Muerte Florecida, se preparen para su última Batalla Florida. La montaña sagrada, es el lugar de partida a lo inconmensurable y milagroso de la existencia humana. Las piedras de estos edificios han visto prepararse y partir, a muchos viajeros intrépidos en pos de la eternidad. Estas piedras saben mucho y por ello son piedras de poder, que perciben y sienten. Nosotros como seres comunes, no somos nada ante ellas, acaso solo un instante fugaz, en su maravillosa e increíble existencia, pues no son cualquier piedra, de cualquier parte. Cuando las piedras se cargan de mucha energía a lo largo de varios atados de ciclos solares, es necesario cubrirlas con nuevas piedras, para que se disipen las cargas energéticas absorbidas, de lo contrario, en lugar de ayudar al guerrero lo podrían perjudicar. Por eso, periódicamente los edificios son recubiertos, pero sin alterar en lo posible la planta arquitectónica, ya que tienen dos objetivos específicos cada edificio. El primero es que en cada uno, el guerrero aprende y afina, una de las técnicas, que Los abuelos toltecas nos dejaron para luchar por la mínima oportunidad, que nos ofrece el Águila, de trascender esta realidad. En segundo lugar, cada construcción es el sitio de poder específico de cada uno, de los diecisiete guerreros que forman el equipo que librará la última batalla de poder, de la Guerra Florida. Así, diecisiete edificios importantes; igual número de guerreros guías y de técnicas para abrir las compuertas del conocimiento silencioso. 177 Y lo segundo de lo que te quiero hablar, es precisamente del conocimiento silencioso. Que es la fuente del saber humano. Cada ser humano tiene en sus adentros una semilla, que viene desde el más remoto origen de los tiempos. Esta semilla contiene todos los recuerdos, toda la información que el ser humano, como especie posee a lo largo de su existencia en este planeta. Y así, como la semilla de la flor del desierto, que puede pasar años enteros en estado latente, en espera de las lluvias prometidas, y al primer aguacero, florece inmediatamente. De la misma forma, esta semilla que está depositada en el ser humano, puede pasar generaciones enteras, en espera de esa “agua divina” que le permita florecer su conciencia. A este valioso potencial, Los Viejos Abuelos toltecas le llaman “el conocimiento silencioso”. Por ello, tal vez, habrás notado que dentro de ti, existen dos seres, dos conciencias diferentes; la de afuera y la de adentro. El ser de afuera es nuevo, inseguro, violento y nervioso. El de adentro en cambio, es viejo, sabio, indiferente y tranquilo; el todo lo sabe y cuando se le deja el control, el ser humano resplandece, aunque por cierto, casi nunca el de afuera lo toma en cuenta y mucho menos le cede el control. Las personas del valle se adormecen con el barullo de la vida cotidiana, se la pasan prendidos a sus obsesiones y luchando contra ese mundo, que indiferente, no se ajusta a sus pensamientos. Viven en el mundo de sus ideas y lo consideran concreto, han perdido el ángulo abstracto de la vida y el mundo. Todo esto contribuye a que no emerja la parte más antigua de nosotros, que habita en nuestros adentros y nos privemos del conocimiento silencioso, en donde está depositada toda la sabiduría humana. Este es uno de los desafíos del guerrero. Abrir las compuertas de lo abstracto y entrar al mundo del conocimiento silencioso de Los Viejos Abuelos toltecas. Equilibrar, el control entre el de afuera y el de adentro, activar la milenaria sabiduría humana que vive en nuestros profundos adentros, es una de las Batallas Floridas más difíciles que debe librar el Guerrero del Espíritu. Para el habitante del valle, el mundo es tan solo el conjunto de sus ideas. Este mundo inicia y termina en su mente. Para ellos la razón es 178 el instrumento con el que se percibe el mundo, y la información entra y sale a partir del cerebro. Para el guerrero, la razón es una forma más de percibir e interpretar el mundo. El guerrero sabe de alguna forma, que el cuerpo percibe también el mundo que le rodea y que mantiene otras formas de adquirir el conocimiento, además de la razón. El Guerrero de la Libertad Total, acepta humildemente que el lenguaje y el conocimiento existen independientemente el uno del otro, que podemos saber sin palabras y sobre todo, sin pensamientos. Para nuestros sabios antepasados entrar al mundo del Espíritu, es entrar al terreno de lo abstracto, en donde no existen las palabras y los pensamientos, solo los actos. Porque el guerrero sabe que el mundo de lo abstracto, es un mundo de actos, en donde las palabras y los pensamientos nada tiene que hacer. En esto reside la parte abstracta del conocimiento de Los Viejos Abuelos toltecas. Cuando el guerrero encara el mundo desde lo abstracto, la idea del "yo" individual se desmorona, así como los sentimientos e intereses personales. Abstraer de esta manera conlleva a entrar al mundo del Espíritu. Águila Nocturna estaba totalmente absorto en las palabras de su Maestro. Cuando se dio cuenta, que estaba solo en el edificio, su Maestro había desaparecido. Empezó a bajar las escaleras y en la parte media se sentó y suspendió sus ideas, contempló la plaza y los misteriosos edificios del centro, a donde nunca lo había llamado su Maestro. Sentía totalmente a DAANY BEÉDXE con todo su cuerpo, con toda su energía. Entendía que no solo era la razón y que el ser humano en la Montaña Sagrada, estaba a un salto de lo inconmensurable y maravilloso. Los días pasaban lentamente, Águila Nocturna sentía que el tiempo operaba de diferente forma en la Montaña Sagrada. Era como si los días fueran más largos e intensos. Una tarde, Águila Nocturna sintió un gran deseo de subir a la pirámide de la parte Sur. El sol apenas había doblado en lo más alto del cielo, que ese día tenía un azul intenso y totalmente transparente. El muchacho subió hasta la parte más elevada, en donde se encontraba una pequeña construcción, en forma de pirámide de un solo cuerpo y con cuatro escaleras a sus costados. 179 Desde la primera vez que estuvo en este sitio, quedó cautivado por la vista, pero sobre todo por su energía. El muchacho sabía que existía un lazo misterioso con ese lugar, su cuerpo se lo decía. Después de observar los valles que rodean a DAANY BEÉDXE y que a su vez están circundados, por las inmensas montañas, se sentó encarando al Norte. A sus pies estaba la gran plaza, con la armonía de sus edificios y sus espacios, que unían a la tierra con el cielo, al fondo el edificio Norte con sus grandes columnas y su patio interior a desnivel, atrás, como centinelas milenarios, las azules montañas de la Sierra Norte. Estaba contemplando el panorama, cuando escuchó la voz de su Maestro a sus espaldas -haz escogido un sitio incomparable y lleno de una energía especial. Serpiente de Estrellas, estaba parado atrás de su alumno, por lo que éste, al escuchar la voz se sobresaltó. -Muchos guerreros, al igual que tú, escogieron este lugar para echar a volar el espíritu. Mira muchacho, el espíritu es como una ave preciosa que viven en nuestro cuerpo, a la que muy seguido hay que invitarla a salir para que vuele por este maravilloso mundo; de lo contrario se pone triste y en ocasiones se nos muere, sin que nos demos cuenta. Siempre que regresa de uno de estos revitalizantes vuelos, se pone a cantar en nuestros adentros y la vida, aunque es igual, se torna diferente, por los sonoros trinos que reverberan y nos hacen que brillen los ojos. Y mientras tu avecilla anda volando por ahí, quiero aprovechar el momento para decirte algunas cosas. Como sabes, a Los Viejos y Sabios Abuelos toltecas les debemos todo cuanto sabemos. A "La Fuerza", que es la energía que compone el mundo. Los habitantes del valle le llaman La Divinidad Suprema o “El Señor del Cerca y del Junto", porque siendo el dueño del espacio y la distancia, estando junto a todo, todo está también junto a él; “Noche Viento” porque es invisible como la noche e impalpable como el viento o simplemente “Por quien vivimos”. Pero en un segundo nivel de comprensión, otra forma de nombrar a “La Fuerza” es el de "La Dualidad Divina", que es la misma “Fuerza” pero representada en un par de opuestos complementarios, femenino y masculino. De “La 180 Dualidad Divinal” se desprende, de los dos, el Señor, de los dos la Señora, simboliza que todo en este mundo, esta compuesto de dos partes opuestas y complementarias; frio y calor, noche y día, blanco y negro, masculino y femenino. En un tercer nivel de la misma “Fuerza”, se encuentra otro par de opuestos complementarios, ahora como "La Energía Luminosa" simbolizada con el agua, que representa a la vida misma en cualquiera de sus múltiples formas, como energía; y la otra, como "Energía Espiritual", simbolizada a través de “La Divinidad del Viento”, porque representa el soplo divino que le da conciencia a la energía. Esta Divinidad del Viento, también es conocido como "La Serpiente Emplumada". Pues bien, ahora yo te quiero hablar de una poderosa fuerza omnipresente que nos permite percibir. Los seres humanos somos como todo cuanto existe en el mundo, una carga energética. Lo que percibimos como "realidad", es un pequeño campo de energía de "La Fuerza", esta energía es más "fina" que la simple luz, la cual no tiene vida; en cambio "La Fuerza" es una energía que emana conciencia de ser, es por decirlo de algún modo, luz que irradia vida o luz con vida propia. Pues bien, a la capacidad de "percibir" algunas de las emanaciones de "La Fuerza", y traducirlas en lo que conocemos como nuestra realidad, Los Viejos Abuelos toltecas le llamaron "El Intento", que es energía pura que enciende parte de la energía de adentro del capullo, con una parte de la energía de afuera con la que está ensamblada. La percepción normal del mundo, se da gracias al intento y cuando un ser humano logra mover el punto, en donde se ensambla la energía de adentro con la de afuera y a través del intento, se encienden otras energías que hasta ese momento no habían sido encendidas, se obtiene otra percepción del mundo tan válida y verdadera como la normal, diferente en tanto que la desconocemos. El intento en consecuencia es una fuerza que está dentro y fuera de nosotros. Es una energía que el ser humano puede llegar a usar, más no a explicar. Esto es lo verdaderamente mágico del ser humano, aquí radica su verdadero potencial. Cuando el Guerrero de la Muerte Florecida, puede hacer suyo el "Intento", podríamos suponer, que en principio tiene ganada gran parte de la Guerra Florida. 33 181 Las tardes ejercían una fascinación muy especial en Águila Nocturna. No sabía sí el valle influía en la Montaña Sagrada o ésta influía en el valle, pero lo cierto era que el sitio resultaba un lugar extraordinario, un lugar de poder. Cuando el Águila de los dardos de fuego, empezaba su lenta carrera al inframundo para luchar con la oscuridad, los atardeceres se convertían en algo portentoso que conmovían sus sentimientos. La luminosidad era algo maravilloso, que contagiaba al espíritu y lo invitaba a salir de sus profundidades. Por algún misterio que esta lejos de las posibilidades del entendimiento humano, DAANY BEÉDXE es un lugar excepcional y asombroso. La luz se vincula con el Espíritu y cobra una dimensión, que está fuera de las posibilidades que ofrece la limitada racionalidad. La misma montaña, el valle, el amplio y transparente espacio que cobija a DAANY BEÉDXE, así como las cadenas montañosas que lo circundan, propician que la conciencia de Ser, despierte de su letargo. DAANY BEÉDXE con su gran plaza, sus edificios centrales y los que están a sus costados, es una gran maqueta del valle. El cerro donde está construido representa los edificios centrales, la plaza el valle, y las montañas que rodean al valle los edificios que están a los costados. En conjunto, lo que se siente, en la Montaña Sagrada del Jaguar es “equilibrio”. Equilibrio, entre el mundo exterior y el mundo interior. Este equilibrio permite sentir el contacto entre el cielo y la tierra. Pareciera que en lo más alto de las pirámides, el cielo está al alcance de lo humano. Este impresionante equilibrio entre la materia y el espíritu los siente el cuerpo energético y exalta la conciencia. Las inmensas masas de materia que han sido trabajadas en el conjunto, permiten que el espíritu humano se mantenga atento al milagro de la vida y de la conciencia. El asombro ante lo inconmensurable, permite que el Espíritu se manifieste. Cientos de atados de años y miles de Guerreros de la Muerte Florecida, han hecho de este lugar un monumento a la fuerza del Espíritu humano. Solo la férrea voluntad decantada de los antepasados, la conciencia de sí mismos y el conocimiento ancestral 182 del ser humano, pudieron lograr esta maravilla, que apunta a lo inconmensurable y maravilloso de las posibilidades de la existencia humana. DAANY BEÉDXE es un mensaje permanente, de que la fuerza del Espíritu del ser humano pude trascender la limitada materia que le contiene por breve tiempo. Ha podido dejar en las piedras el testimonio perenne de que la materia está al servicio del Espíritu y que solo es un medio. Cada piedra que está aquí, fue traída de distancias lejanas, y subida a doscientos cuarenta cuerpos de altura, y tallada y ensamblada en un proyecto, que en conjunto, alienta la lucha por la verdadera libertad del ser humano. Este maravilloso prodigio que realizaron los sabios toltecas, lo mismo en los desiertos, que en las selvas o en las montañas. Donde afanosamente movieron cantidades increíbles de tierra y tallaron millones de piedras, para construir un puente entre lo humano y lo divino, entre lo inconmensurable y lo terreno. DAANY BEÉDXE representa un portentoso esfuerzo humano, que es un testimonio de la voluntad de ser y trascender de Los Viejos Abuelos, un símbolo de la aspiración más genuina de la condición humana. La talla de cada una de estas piedras, representa la talla del Espíritu de un pueblo, que ha buscado permanentemente desde remotos tiempos, su aspiración más genuina y profunda, trascender el Ser, el camino hacia la Libertad Total. DAANY BEÉDXE es testimonio del Espíritu del Guerrero a través del tiempo. Águila Nocturna desde lo más alto de su lugar, en la pirámide Sur, se desprendía de las limitantes de su materia y remontaba el vuelo del Espíritu. Por las tardes, detenía sus pensamientos y dejaba que la luz del atardecer penetrara por sus ojos y se expandiera, inundando sus adentros de luminosidad. Su vuelo era silencioso, subía a lo más alto, hasta convertirse en un pequeñito punto oscuro, en medio del estallido azul del cielo. Bajaba como una flecha en picada y pasaba rozando las esquinas de los edificios. A veces se mantenía inmóvil en el aire, durante horas enteras, disfrutando el maravilloso espectáculo desde 183 las alturas, especialmente cuando el sol estaba en los linderos del horizonte y los rayos de luz llegaban perpendiculares y chocaban contra las montañas que están en la parte Oriente, haciendo rebotar la luz sobre DAANY BEÉDXE, lo que propiciaba una sensación de luminosidad indescriptible, pues la montaña es bañada por los rayos de luz desde sus dos flancos, creando una atmósfera de pureza, bajo un cielo azul intenso, que poco a poco, se torna amarillo para llegar a un naranja encendido, para finalmente naufragar en la oscuro de la noche. Un tarde, que había estado lloviendo durante todo el día, Águila Nocturna sintió la necesidad de salir a caminar, entre los edificios de la plaza. La hierba estaba húmeda y los edificios parecían saturados de agua; hasta los colores con que estaban decorados las dibujos de los muros, parecían que habían cambiado de tono su color. En algunas ocasiones especiales DAANY BEÉDXE era iluminado con antorchas toda la noche, por los guardianes de la montaña; pero por lo general el lugar se mantenía a obscuras después de la partida del sol. En aquella ocasión el atardecer fue muy corto y la oscuridad se empezó a adueñar del lugar. Águila Nocturna caminaba por la inmensa plaza. Todo el valle estaba invadido de mantos de nubes bajas. Los tonos de las nubes eran variados, desde el gris oscuro, hasta el blanco azulado. En pequeños grupos recorrían el valle, a veces chocaban con la montaña sagrada, otras, pasaban ligeramente por arriba de los edificios. Sin embargo, entre más obscurecía, las nubes se iban conglomerando en torno a la montaña. El joven guerrero se fue a refugiar a su sitio en la pirámide Sur, no alcanzó a llegar al pie de las escalinatas, cuando un banco muy pesado de obscuras nubes, cruzó vertiginosamente la plaza de Norte a Sur y lo dejó sin ninguna visibilidad. Las nubes parecía que tenían vida propia y acuerdo con los edificios. Águila Nocturna tuvo una sensación muy extraña. Sentía como si la niebla fuera una continuación de los edificios. Sentía como la fuerza, que estaba contenida en las piedras, se filtrara a través de las nubes y tratara de penetrar su cuerpo. Invadía a su cuerpo dos sensaciones opuestas; una era de terror, deseaba salir corriendo. La 184 otra, acaso más fuerte, lo atrapaba dejándolo indefenso y sumamente vulnerable, pero con un oscuro placer indescriptible. Las nubes pasaban veloces por la plaza, de modo que por momentos los edificios se veían claramente e inmediatamente después desaparecían. Poco a poco, la niebla le dio un sentimiento de equilibrio al guerrero. Detuvo sus pensamientos y solo se entregó a percibir el hecho sin ninguna idea de por medio. Caminó hacia la parte Norte y antes de llegar a las escalinatas que están abajo de las columnas, se detuvo y volteó hacia el Sur. El espectáculo era verdaderamente impresionante, las nubes habían cubierto a todos los edificios que rodean la plaza, dejando completamente despejado a los edificios del centro, que por el efecto daban una sensación de irrealidad. Los edificios centrales se veían como una inmensa isla de piedra en medio de un mar de nubes. En pocos minutos las nubes cubrieron el lugar, ahora más obscuras y amenazadoras. Águila Nocturna no veía absolutamente nada. De pronto se escuchó un portentoso trueno y un rayo cayó muy cerca; por un instante, las pesadas nubes se inyectaron de luz. Parecía como si la luminosidad iba recorriendo todos y cada uno de sus recovecos, produciendo diferentes tonos. Reverberaba el eco del trueno, entre las paredes acústicas del recinto, como las ondas que hace el agua en un estanque cuando se le deja caer una piedra en el centro. Pero casi al mismo tiempo, Águila Nocturna escuchó un espeluznante grito, que extrañamente no reverberaba e iba de lo grave, a tonos muy agudos y después descendía. Al principio creyó que era el aullido de algún extraño animal desconocido para él, después supuso que era el grito de una persona, pero finalmente se dio cuenta que no era nada comparable y conocido. Inmediatamente la piel de la espina dorsal se le contrajo, y un sudor frío bajó por la columna hasta la cintura. El aterrador sonido era melodioso y demasiado largo, subía y bajaba en una asombrosa escala tonal. Águila Nocturna estaba inmóvil, cuando el grito cesó, la niebla despejó la parte superior de DAANY BEÉDXE y se mantuvo a un metro 185 sobre la plaza. El cielo estaba totalmente despejado y una inmensa luna iluminaba la cima de la montaña sagrada. El guerrero empezó a caminar por la plaza, sobre un manto de nubes, que le daba la sensación de navegar en un mar plateado y sereno; abajo, el valle estaba completamente cubierto de nubes. De pronto vio en el extremo opuesto de la plaza a su Maestro, que se acercaba como deslizándose entre las nubes, pues al caminar no se le veían las piernas. Águila Nocturna fue invadido por una sensación de bienestar, confort y sobretodo, de seguridad. Algo adentro de él, había ajustado. La sonrisa en el rostro de Águila que Desciende confirmaba su sentimiento. La señal que esperaban había llegado aquella noche, "La Fuerza" señalaba la partida de Águila Nocturna de DAANY BEÉDXE. La mañana era fresca y limpia, soplaba un viento ligeramente frío de las montañas del Norte. El Maestro y el alumno habían ido a recibir al sol, junto al jaguar de piedra en la pirámide Norte. -Nos iremos al morir el sol -dijo el Maestro. Tienes todo el día para despedirte de este espléndido lugar, que te cobijó y ayudó en tu Batalla Florida. Despídete de cada piedra, de cada edificio, de cada espacio...acaso nunca los volverás a ver, nunca más en tu vida. Dales las gracias y déjales lo mejor de ti, ese es el estilo de los guerreros. Tendrás que ir en busca de tu destino, te espera una terrible prueba, en la que para aprobarla, deberás usar de todos los conocimientos que haz aprendido a lo largo de tu estancia en DAANY BEEDXE, realmente es una prueba de energía. Durante todo el día, el aprendiz recorrió minuciosamente los cuatro cerros que conforman DAANY BEÉDXE. En cada conjunto de edificios y plazas recordó cada una de las enseñanzas que aprendió en ellos. Fue lenta y detalladamente, recogiendo todos sus sentimientos que habían sido atrapados por las piedras, a cambio dejaba una sonrisa y una profunda exhalación. Finalmente subió a la parte más alta de la pirámide del Sur, su sitio, e inició un discurso, con la voz muy alta pero sin estridencias, habló desde lo más profundo de su ser, parecía que lo escuchaban los edificios, los Cuatrocientos Guerreros y 186 los Guardianes de la Montaña. Se hablaba a sí mismo. Sus palabras eran truenos sin eco; una a una, salían en orden y con ritmo y todas ellas hablaban de la maravillosa experiencia de haber estado en ese sitio de poder. Le agradeció a todas las piedras, a todas las nubes, a todos los amaneceres y atardeceres, a la lluvia, al viento, a la noche y a sus lunas. Para finalizar dijo que en cualquier parte que le tocara morir, él regresaría a DAANY BEÉDXE en el último espasmo de energía, para morir aquí. La tarde parecía que entendía el discurso de joven guerrero, pues cada vez se iba tornando en un rojo encendido. Un espeso banco de nubes se veía en el horizonte, hacia el Sur. Un aguacero en la distancia, parecía que era la respuesta a las palabras del guerrero. El sol iniciaba su viaje por debajo de la tierra, cuando empezó a escucharse un canto. Águila Nocturna volteó a su derecha, hacia el centro de la plaza y vio a Los Cuatrocientos Guerreros del Sur, que con un canto de guerra lo despedían. El espectáculo resultaba verdaderamente impresionante. Resonaban en toda la plaza los inmensos tambores y los caracoles, que hacían vibrar a las piedras y a los corazones. Cada guerrero llevaba en la mano una antorcha y un instrumento musical. Cantaban y bailaban, al ritmo de sus pies sonoros, ya que los huesos de fraile que traían atados en las pantorrillas, hacía temblar a la tierra al ritmo de los grandes tambores. En ese momento Águila Nocturna supo que Los Cuatrocientos Guerreros del Sur, siempre habían estado al lado de él, que fue la energía que ellos producían en conjunto, la que propiciaba sus enseñanzas y aunque jamás habló con ninguno de ellos, sintió que sentían lo mismo que él. Un torrente de energía que le proporcionó un bienestar indescriptible, recorrió todo su cuerpo y lo conectó con Los Cuatrocientos Guerreros del Sur. Sin saber por qué, se encaminó hacia la salida. Los guerreros seguían cantando y bailando en los 17 edificios que componían el sistema. La oscuridad había llegado, las sombras en movimiento, producidas por la luz de las antorchas y el baile de los guerreros, daba un efecto mágico al recinto. En la puerta lo estaba esperando su 187 Maestro y sin decir una sola palabra, tomaron el camino de descenso de la montaña sagrada. Cuando llegaron a las puertas de La Tierra del Gemelo Precioso, encontraron solamente dos antorchas encendidas y sobre un nicho, dos itacates para el camino. Los Guardianes de la Montaña Sagrada, eficientes y respetuosos, cumplían con su tarea. El anciano y el joven tomaron sus redes y partieron silenciosamente. Cruzaron el pueblo, que estaba totalmente a obscuras y se dirigieron hacia la Sierra Norte. Caminaron ocho días hasta llegar al corazón de las montañas. El bosque estaba completamente cerrado, iban por una vereda que serpenteaba por la cresta de una cadena montañosa, que iba, de Sur a Norte. De tramo en tramo, encontraban desfiladeros a derecha y a izquierda. Los paisajes eran impresionantes, el bosque mantenía un tejido cerrado en todos los tonos del verde. A lo lejos solo se veían, más y más montañas tupidas de bosque, era evidente que esa región no estaba habitada. El guerrero sintió el poder del bosque, como una fuerza independiente y poderosa. La conciencia del bosque ejercía una presión sobre la energía del joven guerrero. Durante los días de marcha los caminantes mantuvieron un estricto silencio, que lo había recomendado el Maestro, quien le dijo al alumno que era muy difícil y peligroso llegar hasta donde se lo proponían, porque el bosque no estaba acostumbrado a la presencia de los seres humanos. Por lo cual debían caminar en silencio y deteniendo los pensamientos, para tener la posibilidad de ser aceptados por el bosque, de lo contrario estarían perdidos. Por la tarde del octavo día, apareció en la distancia una montaña muy especial, en forma de una inmensa pirámide. La montaña se desprendía de la cordillera Norte-Sur y apuntaba hacia el Oeste. Había un río que serpenteaba en el fondo de la cañada y en seguida, se encontraba otra cordillera, también en dirección Norte-Sur. De la cima de uno de los picos de la cordillera, se deslizaba un columpio muy estrecho, que en algunos momentos, solo permitía el paso de un solo hombre. Este columpio hacía la función como de un puente entre la cordillera y la montaña que tenía la forma de una pirámide. 188 -Ese es nuestro destino -dijo el Maestro. Como ves, esta montaña fue trabajada por Los Viejos Abuelos toltecas y es el punto de despegue a lo inconmensurable. Los antepasados le llaman El Cerro de las Cenizas, porque ahí los guerreros se consumen en su fuego interno y parten a lo desconocido en busca de su destino. Apuremos la marcha, para llegar antes de que anochezca. Esa noche los viajeros llegaron a las puertas del columpio que permitía el paso al misterioso lugar. Antes que amaneciera el Maestro y su alumno, se dirigieron a la punta de un cerro de la cordillera a recibir al sol y cargarse de energía. Cuando llegaron al lugar indicado se sentaron en una inmensa roca que saliendo hacia el precipicio, apuntaba hacia el Oriente. -Este es un sitio muy especial, es un lugar de poder, que han usado por cientos de atados de años los guerreros que buscan la libertad, es como la antesala a la verdad. Los guerreros necesitan cargarse de energía para enfrentar la prueba que está en puerta. Sí fallas, morirás; sí la apruebas, no se que es lo que sucederá, eso depende del designio de "La Fuerza" y de tu destino. Es probable que jamás nos volvamos a ver, ya sea por que mueras o porque nuestros caminos no se vuelvan a cruzar, finalmente eso es intrascendente; lo que importa, es que seas impecable en tu desafío. Dentro de unas horas, tendrás que poner en práctica todo cuanto haz aprendido en la Montaña Sagrada del Jaguar, deberás ser intachable. Todos los años de férrea disciplina e intento sostenido; todos los sacrificios y todos los esfuerzos que haz realizado, te servirán para vencer en este desafío. Tú ahora eres uno de Los Cuatrocientos Guerreros del Sur. Naciste para la Guerra Florida. Desde que eras un niño te encontré y haz seguido la senda del Guerrero de manera impecable. Los Guerreros como tú viven para la Guerra Florida. Se consagran y se purifican en el sacrificio y la disciplina. Templan su espíritu, fortalecen su cuerpo y dominan sus pasiones. La virtud del guerrero es la impecabilidad de sus actos; su inspiración, la sabiduría de Los Viejos Abuelos; su objetivo: La Libertad Total. El horizonte comenzaba a clarear, el perfil de las montañas se empezaba a marcar en el azul de la aurora. El anciano y el aprendiz 189 estaban sentados con las piernas cruzadas, de cara al Oriente. De pronto empezó a emerger el sol. Un inmenso disco de oro salía lentamente de las entrañas de la tierra. Victorioso el sol, dejaba los abismos de la oscuridad y la muerte, había vencido nuevamente la inercia de la materia y resucitaba en busca de las deslumbrantes alturas. Al terminar de salir, el sol se veía extremadamente grande y luminoso, el horizonte se incendió primero de un naranja tenue, hasta llegar a un rojo sangre. Águila Nocturna nuca había presenciado un amanecer como este. -Tienes suerte, el sol te saluda, -dijo el Maestro-, sin quitar los ojos entrecerrados del sol. Acaso sabe que este puede ser el día más importante de tu vida, o el día de tu muerte. Cualquiera que fuere tu destino, tienes que luchar de manera impecable, no porque te importe el resultado, sino porque puede ser tu última batalla en este mundo. Frente a la muerte, el guerrero deja fluir libremente a su espíritu. El Guerrero sabe que no se le pueden poner trancas a la muerte, por ello, la única seguridad que tiene en la vida, es la de su propia muerte y este, por fuerza necesaria se convierte en el momento más importante de su vida. De hecho, el guerrero se prepara toda una vida, a través de múltiples batallas cotidianas, para llegar a la última, con la que cierra su guerra florida. Así que disfruta intensamente este maravilloso regalo que te ha dado "La Fuerza", es todo tuyo. Cuando la mañana había entrado completamente, Águila que Desciende llevó a su alumno a una cueva que estaba cerca del lugar y le dijo: -En el interior de esta cueva, tendrás que esperar la llegada del crepúsculo. Adentro encontrarás todo lo necesario para prepararte como guerrero inmaculado para la batalla que vas a librar, cuando sea el momento vendré por ti. Águila Nocturna entró sin miedo a la obscura cueva, que en la entrada tenía una boca por donde cabía un hombre de pie, después de diez pasos, el ancho se estrechaba y tomaba una dirección ascendente. El muchacho tuvo que gatear para poder avanzar. Se dio cuenta que la cueva no era natural, era un túnel tallado en una inmensa roca maciza. Avanzó diez cuerpos y subió tres. El túnel 190 desembocaba en una cámara tallada en la roca. La cámara era redonda y tenía un diámetro de cinco cuerpos, en la parte más elevada, alcanzaba una altura de tres cuerpos. En la parte superior, había un orificio como de una caña de maíz de ancho, que subía en forma vertical a través de una distancia de dos cuerpos, hasta la superficie de la inmensa roca. Por la abertura entraba la luz de una manera muy extraña, gracias al diseño de la talla, lo que iluminaba a la cámara de una manera muy especial. La piedra tenía un color naranja, con vetas blancas y rojas, que al contacto con la luz, producían una atmósfera confortable. Después de un tiempo, las pupilas del guerrero se adaptaron por completo a la intensidad de la luz y pudo ver con detenimiento el interior de la cámara. En principio lo que vio exactamente abajo del tiro de luz, fue una inmensa serpiente de cascabel, perfectamente tallada en la misma piedra. La serpiente estaba enrollada y en conjunto parecía una pirámide. En torno al perímetro de la cámara, estaba labrada en la misma roca un especie de banca circular, que solo se interrumpía en la entrada de la cámara, que tenía esculpido la cabeza de un jaguar, con las fauces abiertas aprovechando la profundidad del túnel. Sobre la banca circular estaban esculpidas, cuatro águilas en posición de ataque. La pared cóncava de la cámara, estaba completamente labrada, con grecas muy parecidas a las que vio en los edificios de la Ciudad de los Muertos. En conjunto, la cámara era una verdadera obra maestra, nunca antes, en toda su vida, había contemplado una proeza humana sobre la materia, como este majestuoso recinto. La cámara estaba construida en el centro de una descomunal roca de extremada dureza, a tal punto que parecía que toda estaba completamente pulida. Todo lo que ahí estaba esculpido, desde la misma oquedad de la cámara, hasta los animales, estaba labrado en la misma roca; los colores de la roca y la luz que entraba por la extraña abertura, a cada momento modificaban la atmósfera del lugar, dando la impresión, que la gigantesca roca estaba viva, que la cámara era sus entrañas y la luz su alimento. 191 Águila Nocturna se dio cuenta que las garras, los colmillos y los ojos de las águilas, la serpiente y el jaguar, eran incrustaciones en cuarzo, y que emitían o reflejaban la luz de una manera, que daba la sensación de que tenían vida propia. Al lado de la serpiente, encontró un incenciario, copal y madera para hacer fuego; unos recipientes con pintura de diferentes colores. Sin pensarlo quemo copal y se sentó frente a las pinturas y se puso a entonar una canción en tono grave, que habla de un guerrero que se prepara para la última batalla de su vida. Al mismo tiempo, inició con mucho cuidado, el decorado de todo su cuerpo. Los diseños estaban inspirados en las grecas de la cámara. El sabía que las grecas tenían poder y su cuerpo debía estar protegido para la batalla de poder que iba a librar. Cuando terminó, se acostó en frente de la serpiente y se quedó dormido. Cuando despertó se dio cuenta que ya no entraba la luz con intensidad por el tiro que llegaba a la superficie, pero que sin embargo la cámara estaba mejor iluminada. Observó entonces que en la luz había partículas diminutas, como pequeñitos filamentos que tenían luz y conciencia propia. Asombrosamente podía diferenciar a la luz de estos filamentos luminosos, que exudaban conciencia; y cuando vio su propio cuerpo, percibió que era un conglomerado de energía que despedía luz. Supo entonces que había llegado el momento y que su Maestro lo estaba esperando a las puertas de esa maravillosa cueva. Cuando salió, vio que su Maestro era otro conglomerado de energía que resplandecía, todavía de manera más intensa y por momentos despedía chispazos de energía, como pequeños relámpagos adentro de sí mismo. Su Maestro se acercó y lo abrazó. Águila Nocturna sintió una descarga eléctrica sobre todo su cuerpo, que lo recorrió varias veces en todas las direcciones. Supo que en ese gesto su Maestro, le estaba trasmitiendo toneladas de información y de afecto; de alguna manera supo a través de la energía de su Maestro, que inundaba todo su cuerpo, lo que le esperaba y lo que tenía que hacer. 192 Sin decir una sola palabra, el Maestro condujo al guerrero al cerro en forma de pirámide. Cruzaron el columpio y empezaron a subir a la pirámide, por unas escaleras escarbadas en la tierra. El cerro tenía como cincuenta cuerpos de altura, sobre la base del columpio, que lo unía a la cordillera. Pero hacia el Este, en algunos de los vértices que caían a plomo, hasta casi las profundidades de la cañada, llegaban a alcanzar más de doscientos cuerpos de altura. La tarde era espléndida, el cielo estaba completamente azul, despejado y transparente. El sol se empezaba a ocultar tras las montañas del Poniente. Águila Nocturna estaba vibrando, su cuerpo por momentos se sacudía por unos espasmos involuntarios. Más que su mente, su cuerpo estaba totalmente emocionado. El cuerpo intuía que algo trascendente estaba por pasar, el olor a la muerte salía por cada poro del guerrero y empapado lamía la piel del muchacho. El sol ya había entrado a los dominios del Señor de la Muerte, algunos rayos de luz intentaban vanamente contener a los Señores de la Noche, que casi habían cubierto todo el cielo. Cuando Águila Nocturna vio a la estrella de la tarde resplandecer, la calma vino a su cuerpo. La serpiente emplumada estaba en el firmamento y supo que lo protegería de los implacables Señores de la Noche. Entonces su Maestro empezó a hablarle: -Haz llegado al final de este camino. Las enseñanzas de los Viejos Abuelos toltecas, que se te dieron desde La Casa de los Jóvenes hasta DAANY BEÉDXE, te han preparado para este momento. Lo que pronto vivirás, no tiene paralelo, porque es al mismo tiempo aterrador y maravilloso. El Poder te ha reservado un camino diferente, no sabemos porqué y como será este camino. Vivirás una experiencia total y de ella esperamos que regreses con nosotros a DAANY BEÉDXE, para que juntos, partamos al lugar en donde nunca se muere. Para llegar de nuevo a nosotros tendrás que recuperar todas las enseñanzas que aprendiste en DAANY BEÉDXE, tanto las del lado del Tonal, como las del Nagual. Tendrás que recuperarte a ti mismo y ensamblar el conocimiento de la parte derecha, con el de la parte izquierda. 193 Esto representa la parte más difícil de este camino, pues estarás solo y deberás sacar de tus profundidades el conocimiento. Ya sabes que un Guerrero de la Libertad Total elige un camino con corazón y se funde con él, porque has aprendido a tener conciencia de la maravilla de estar vivo y disfruta intensamente de él. Pero al mismo tiempo, también has aprendido que la vida se puede acabar en cualquier momento. Sabe que tú, así como todos los demás, no van a ninguna parte, que la muerte es la permanente compañera que pone en su justo lugar todo cuanto les rodea, que no hay vencedores ni vencidos y que los panteones están repletos de aquellos que no entendieron ni el valor, ni el significado de la vida. Un guerrero es un ser humano, que ha logrado templar su espíritu y decantado su materia; que la disciplina, la sobriedad y la austeridad, son la fuerza que le permiten no tener apegos mundanos a la vida. Un guerrero sabe que la vida es un medio para lograr La Libertad Total. De esta manera el guerrero escoge cualquier actividad, estando consiente que ella en sí misma, no tiene relevancia, que tan solo importa en tanto, en ella afina su voluntad y perfecciona su intento inflexible. Si en tu destino esta regresar al mundo de los seres humanos después de esta prueba, tendrás que recuperar estos conocimientos, para llegar de nuevo a DAANY BEÉDXE. Deberás recordar que la necesidad, es el origen de la debilidad y la desdicha. El guerrero aprende permanentemente a reducir a nada sus necesidades, es responsable, disciplinado, se mantiene atento y es humilde con su destino. Serpiente de Fuego cayó un momento. La noche se había adueñado completamente de la bóveda celeste. La inmensidad de aquellas montañas y lo majestuoso del firmamento, acentuaban la pequeñez de la existencia humana. -Este cerro ha sido trabajado por Los Viejos Abuelos toltecas, continuó hablando el maestro-, para que los Guerreros de la Muerte Florecida inicien su viaje sin retorno. Aquí es el lugar en que el guerrero, después de una vida de impecabilidad y entrega, ha logrado aprender las prácticas de nuestros antepasados para por sí solo, mover el punto de ensamble de su capullo luminoso, y con ello, atestiguar 194 otros mundos que se perciben cuando se mueve el punto de ensamble, a lugares en donde antes no se han encendido la energía de adentro con la de afuera. En esta ocasión tendrás que usar el intento, por tu propia cuenta. Tendrás que saltar desde este acantilado y cuando estés en el aire, intentarás el movimiento del punto de ensamble. Sí lo logras, podrás estar en dos lugares al mismo tiempo, es decir, tendrás la percepción de que estas aquí arriba y al mismo tiempo allá abajo, lo tendrás que hacer 17 veces seguidas y si lo logras, sobrevivirás, pero aparecerás en algún remoto lugar de este mundo. En donde aparezcas, no recordarás absolutamente nada de lo que te ha sucedido hasta ahora, todos tus recuerdos se borrarán de tu mente y tendrás que recordarlo todo. Tal vez te lleve toda una vida y no lo lograrás, por lo que perderás la posibilidad de recibir la pequeña oportunidad que nos brinda el Águila, para trascender el ser, y morirás como cualquier hombre común y toda tu vida de lucha se perderá inútilmente. Esa es la regla para todos los guerreros. Pero sí logras recordarte a ti mismo, sí logras recuperar tu rostro propio y tu corazón verdadero, sí logras vencer la perdida de tu memoria, deberás regresar a DAANY BEÉDXE. Ahí, Los Cuatrocientos Guerreros del Sur y yo, te estaremos esperando. Por experiencia propia, se que no es nada fácil y muy doloroso, pero no existe otro camino. Todos los Guerreros de la Libertad Total, tienen que recorrer el mismo camino; la diferencia contigo, es que lo tendrás que hacer solo, eso es todo y en nada modifica el desafío. Así que no esperemos más, tienes una cita con tu destino, !corre y salta¡ La obscuridad era casi total. Águila Nocturna sintió que su cuerpo iba a explotar, por lo que instintivamente corrió por la superficie plana de la rampa que conducía al acantilado. En sus oídos se escuchaba un sonido muy agudo. Sus piernas se impulsaban con fuerza; con grandes zancadas parecía que iba a dar un gran brinco hacía lo desconocido, hacia la eternidad. 195 En su mente no había ideas, porque lo que estaba haciendo atentaba contra su vida, era totalmente ilógico. El sabía que resultaría mortal que la mente tomara el control; de modo que cuando llegó al borde del precipicio, tomó el último impulso en tierra y saltó al vacío, con la profunda convicción de que movería por si mismo su punto de ensamble a través del uso del intento. En la obscuridad de la noche se escuchó un pavoroso grito, que resonaba en las profundidades de la cañada y se alcanzó a percibir, pequeños relámpagos que iluminaron las escarpadas paredes del cerro convertido en pirámide. Una bola de fuego subía y bajaba velozmente, desde lo más profundo de la cañada hasta la cumbre de la montaña. Águila Nocturna antes de llegar al fondo, logró encender todos los campos de energía, que encerraba su capullo luminoso y milagrosamente, se consumió en el fuego interior. 196 DAANY BEÉDXE TERCERA PARTE 34 Águila Nocturna yacía sobre un piso de lajas. No podía abrir los ojos y en sus adentros todavía resonaba el eco de un poderoso estallido que reverberaba en su interior; dejando sordos a sus oídos y vibrando en todas las células de su cuerpo. Un zumbido agudo se apoderaba de su mente y en momentos se transformaba en luces de colores iridiscentes, que rebotaban de las bóvedas obscuras de sus ojos y se iban, hasta lo más profundo del cerebro. Quería abrir los ojos y no podía; o tal vez estaban abiertos y nada veía. El zumbido subía de frecuencia y tal parecía que le explotaría la cabeza. Sentía como el sudor frío empapaba todo su cuerpo y periódicos espasmos recorrían todo su ser adolorido. No sabía en donde estaba, todo era confuso e impreciso. La única sensación clara que tenía, era el dolor que sentía todo su cuerpo. Parecía que todas las partículas que lo conformaban, habían sufrido inmensamente de manera individual y como un océano enfurecido buscaban reintegrarse a su lugar de origen. Un poderoso rayo había precedido su caída en ese extraño lugar. La oscuridad era total, no sabía si estaba ciego o estaba en medio de una noche obscura y cerrada. Lo único familiar era el piso de lajas, en el que se acurrucaba en posición fetal, buscando acaso, una anhelada protección. Los primeros rayos de luz y el trino de las aves, hicieron que Águila Nocturna lentamente abriera los ojos. Una hormiga roja 197 caminaba muy cerca de su cara, que yacía sobre el piso, compuesto de grandes piedras perfectamente pulidas y ensambladas. Detenidamente observó los movimientos nerviosos del insecto, al enfocar a la hormiga, pudo apreciar sus pequeños ojos negros, sus antenas y sobre todo, las dos tenazas que tenía en la boca. Como si hubiera logrado su cometido de despertarlo, la hormiga se retiró rápidamente del enfoque de sus ojos. Águila Nocturna entonces, muy lentamente empezó a incorporarse y ver en dónde estaba. El canto de los pájaros, cada vez era más fuerte y la luz iban ganando rápidamente espacios a la oscuridad y al silencio; la noche sigilosamente se introducía bajo la tierra. Sentía su cuerpo muy adolorido, todavía le palpitaba algunas partes, como que no se daban cuenta de que nuevamente pertenecían a una sola unidad. Tal vez, por primera vez en su vida, Águila Nocturna miraba absorto su cuerpo. Como un prodigio indescriptible, tanto por la alegría de ser y estar; como por la propia belleza intrínseca, que tiene el cuerpo. Sus ojos, recorrían atentos los dedos largos y finos de sus manos. Asombrado atestiguaba la compleja maravilla de las articulaciones. Su piel, las venas y tendones lo mantenían hechizado. No daba crédito al prodigio de estar vivo y tener un cuerpo. Después siguió con sus piernas, su pecho y abdomen. Con sus ojos acariciaba, con sus manos sentía; tanto la tersura de la piel, como su tibieza y elasticidad. La aurora estaba irrumpiendo en el horizonte; hacia el Oriente, empezó a emerger majestuoso el Señor de los Dardos de Fuego. Águila Nocturna se dio cuenta, que estaba a los pies de una construcción. La claridad le permitió apreciar las paredes de un arco de piedra, que estaba exactamente arriba de él. Le llamó mucho la atención, que las piedras estuvieran perfectamente pulidas y ensambladas. Pocas veces se podía apreciar este trabajo, por lo general, los edificios estaban recubiertos de una capa de estuco; profusa y bellamente decorados, con temas del conocimiento secreto 198 de los Viejos Abuelos toltecas. Cuando estaba concentrado en el trabajo de las piedras, de pronto, se empezó a iluminar el arco. Inmediatamente alzó la vista y vio, como un rayo de luz, que se desprendía del horizonte, se incrustaba en la superficie plana, como de una banqueta, que se encontraba invertida en lo más alto del arco. Por algún efecto desconocido, la luz cobraba más potencia y solo iluminaba el espacio que cubría el inmenso arco de piedra. Águila Nocturna sintió, como esa luz literalmente lo penetraba, encendiendo su cuerpo como una antorcha resplandeciente. Su cuerpo primero experimentó un aumento en su temperatura y después lo recorrió una sensación de energía y plenitud. Sintió una presión en el pecho, que fue desvaneciéndose a medida que lo inundara la certeza de que la muerte se había quedado atrás, en aquel inmenso y deshabitado acantilado, en la Sierra Norte, en donde había saltado al vacío. Lentamente se incorporó y observó el lugar. El arco de piedra tenía una altura de cuatro cuerpos humanos y se componía de dos estructuras rectangulares, que a la altura de un cuerpo, comenzaban a juntarse hasta lo más alto, formando un arco. En la parte superior de la construcción, se encontraban cuatro hileras de piedra a manera de una pirámide en silueta y en el centro, estaba tallado con una serie de piedras ensambladas en la estructura, un rostro muy extraño, que tenía forma humana en su conjunto, pero cada una de las piezas que lo conformaban, individualmente simbolizaban extrañas formas. Básicamente eran dos rostros, pues cada ojo pertenecía a un perfil, pero al estar colocados frente a frente, producían un tercer rostro. La nariz del rostro, salía como una protuberancia de la talla. Su forma era muy parecida a la estructura de las famosas siete estrellas que casi unidas, formaban un símbolo espiritual y esotérico para Los Viejos Abuelos Toltecas. En la tradición antigua se decía que de esas siete estrellas, en el inicio de los tiempos, habían llegado los primeros Viejos Abuelos toltecas a la Tierra, en busca de un lugar prometido para vivir. 199 Cuando el muchacho dirigió la vista a su entorno, pudo apreciar que el arco de piedra, estaba en un claro de una selva. No existía ningún edificio a su lado, solo un camino hecho en piedra pulida, hábilmente ensamblada, lo que lo hacía verse como una superficie completamente lisa. Para llegar al arco de piedra, se tenían que subir, dos conjuntos de diez escalones cada uno, pues el arco estaba sobre una base rectangular de piedra, que se elevaba dos cuerpos, sobre la tierra. Las últimas nubes se disponían a dejar su lecho nocturno, sobre las copas de los árboles. Águila Nocturna sabía que esa construcción era un sitio de poder de Los Viejos Abuelos, pues humanamente, no tenía sentido ese arco en medio de la selva, que no tiene una función práctica en la vida cotidiana. El sol empezaba a calentar la mañana. La cabeza del muchacho, todavía estaba completamente confusa. No se acordaba absolutamente de nada. El estallido del rayo parecía que se mantenía permanente en su cabeza. No tenía fuerzas o no sabía cómo recordar lo que le había sucedido. Pocas cosas estaban claras y firmes en su mente; una era que se llamaba Águila Nocturna y la otra, es que había regresado de la muerte, eso era todo. De pronto en la lejanía, empezó a escuchar un ruido rítmico de tambores y el sonar de los caracoles marinos. El sonido venía en dirección Poniente, justo por donde el camino de piedra se internaba por la cerrada selva. Sin pensarlo se dirigió por el camino, en busca del origen de la misteriosa música. Al internarse por la selva, quedó fascinado por su belleza, espesura y peligrosidad. Nunca antes había apreciado este follaje, la humedad cada vez era mayor y la vegetación en su conjunto, le hacía sentir al ser humano, la fragilidad e insignificancia de su vida en particular, frente a el todo de la vegetación. El camino estaba construido con una piedra calcárea de color blancuzco, que en la espesura de la selva, resaltaba con intensidad. A cada momento la música se hacía más clara y vigorosa. De pronto, apareció en un gran claro de la selva, una maravillosa revelación. 200 Un conjunto de espléndidos edificios, que salían de la selva, como por milagro deslumbrante y que se encontraban bellamente decorados. Un grupo de hombres lo venían a recibir. Su fisonomía y su indumentaria, eran diferentes a las que él conocía. Hombres altos y de cabeza grande, con una prominente nariz, que le recordaban ciertas aves. Al llegar hasta él, el más anciano de ellos le habló en extraña lengua, que no pudo entender. El anciano esperó un momento y después le habló en otra lengua extraña, que Águila Nocturna misteriosamente entendió. El anciano le dio entonces la bienvenida a ese lugar llamado "La Tres Veces Construida" y le dijo que sería bien recibido. Pidiendo que los siguiera, se encaminaron al impresionante conjunto de edificios, en donde sobresalían dos especialmente. El primero era una pirámide de extraña forma elíptica y de una altura sorprendente, pues alcanzaría unos veinte cuerpos en la parte más alta; el segundo era un edificio cuadrangular, que tenía una inmensa plaza en el centro. Todas las construcciones tenían una sofisticada y magnífica decoración en sus fachadas, integradas por representaciones de serpientes, jaguares, chozas y unos soberbios mascarones, muy parecidos al que estaba en el arco de piedra. La comitiva pasó al lado izquierdo de la gran pirámide y al llegar a un juego de pelota, doblaron hacia su derecha, estaban de cara a la fachada Sur del edificio cuadrangular. La fachada estaba compuesta de dos plantas y una inmensa puerta, que tenía cuatro aberturas pequeñas a ambos lados. La puerta era un arco, exactamente igual, en donde él cayó al llegar a estas tierras, especialmente por las dimensiones de su oquedad. Al pasar por dentro, experimentó una sensación en todo su cuerpo, como si penetrara un campo energético apenas perceptible. Del otro lado del arco, estaba la gran plaza rectangular y en ella se encontraban bailando, en torno a un nutrido grupo de músicos, varios cientos de personas, que en cuatro círculos excéntricos, giraban en direcciones encontradas, intercalados, dos a la derecha y dos a la izquierda. El sonido producido por los grandes tambores, ocarinas y 201 caracoles marinos, era rítmicamente acompañado con los cascabeles hechos con semillas que todos los bailarines, hombres y mujeres, llevaban en brazos y piernas. Cruzaron la plaza por el perímetro y subieron por unas escaleras que los condujeron a unas habitaciones en la segunda planta. El cuarto donde se alojó Águila Nocturna, estaba compuesto de dos espacios. El lugar era fresco y tenía una ventilación muy eficiente a través de unas pequeñas aberturas en lo alto de las paredes, por donde circulaba el aire. En el fondo estaba una cama de piedra, un petate donde había fruta y una jarra con agua. El anciano le dijo que comiera y descansara, que por la tarde lo conducirían con la autoridad del lugar. El muchacho comió, bebió y cayó profundamente dormido. Cuando despertó, salió de la habitación. A sus pies estaba la plaza ahora desierta y en completo silencio. El Señor de los Dardos de Fuego acababa de ocultarse bajo el horizonte. El cielo estaba de un azul intenso y algunas nubes que decoraban la tarde, empezaron a cambiar de colores. Las aves pasaban volando en parvadas, con sonoros cantos, en dirección al interior de la selva. La tibieza del la ambiente y el olor de la selva, impregnaban un sentimiento de bienestar y gozo. Llegó entonces el anciano. Llevaba una antorcha en la mano y le pidió que lo siguiera. Cruzaron la plaza y se dirigieron a la gran pirámide elíptica. Subieron por las escaleras del lado Este. Siguió la trayectoria de ascensión, tal como se mueven las serpientes. Al finalizar el ascenso de las escaleras se encontraba una habitación. El anciano se quedó en la puerta e invitó al joven a pasar. El interior era pequeño y estaba en penumbras, un fuerte olor a copal inundaba la habitación. Escuchó una voz que le daba la bienvenida y le preguntó; quien era, de donde venía y cual era el motivo de su presencia. Hasta ese momento Águila Nocturna se dio cuenta, que tal vez por la violenta descarga que lo llevó a ese sitio, había actuado de manera inconsciente e instintiva, pero al escuchar las preguntas de la voz, aterrorizado se dio cuenta que él no tenía las respuestas. 202 El silencio era total, el guerrero empezó a sudar en frío. Su mente buscaba y rebuscaba en la nada, y con pánico veía, que nada llegaba. En su interior, resonaban las preguntas y como en una inmensa gruta obscura. Empezó a sentirse mareado y la penumbra de la habitación, se convirtió en obscuridad total. Una inmensa angustia, empezaba a desbordarse de su pecho. Hizo un gran esfuerzo por recordar y nada podía llegar a su mente. Como una turbulenta corriente, la angustia lo empezó a inundar, recorría todo su cuerpo y ocupaba, hasta el más mínimo rincón. Cuando sentía que iba a estallar por la presión, de sus ojos, empezó a brotar la angustia, primero, en un hilo de llanto que después se convirtió en cataratas. El muchacho cayó por tierra, su llanto desesperado, era acompañado de convulsiones, que sacudían su cuerpo, contra las lajas del piso. Después de un tiempo abrió los ojos y la oscuridad era completa. El piso estaba muy húmedo y se escuchaba correr el agua por doquier. Se dio cuenta que estaba en el interior de una caverna o una gruta. La angustia regresó a su cuerpo con más violencia. Se quiso incorporar, pero cayó, el piso estaba lamoso. Torpemente se arrastró, quería salir de ese sitio a como diera lugar. Siguió la corriente de una arroyo, en la más cerrada oscuridad. Dejó de gritar y llorar, agrupó sus fuerzas y energía para salir de la gruta. Sentía que si se abandonaba, nunca saldría de ese lugar. Después de un largo tiempo de caminar, resbalar y caer, sentía que las fuerzas se le estaban acabando. Un intenso frío salía de sus adentros, adormeciéndolo, lo invitaba a tirarse al piso a dormir. La temperatura de su cuerpo había bajado mucho. No sabía hacía donde iba y la desesperanza casi lo había atrapado. Por fin se tiró al piso agotado y cerró los ojos. Soñaba como caía en un acantilado, con un grito pavoroso, que rasgaba las paredes del acantilado, produciendo un eco que se perdía en las altas montañas que lo rodeaban. Con los ojos desorbitados, veía como se dirigía al fondo del acantilado a gran velocidad. De pronto se escuchaba un trueno y estallaba en millones de luces pequeñas, que a su vez, volvían a estallar. Reagrupándose en una bola de fuego, que 203 subía vertiginosa hasta lo más alto del acantilado, para de ahí, volver a estallar en un fogonazo luminoso y caer nuevamente al fondo del precipicio, con la muerte en los ojos. En lo más profundo de su sueño, de pronto escuchó un nombre, que lo cimbró hasta las entrañas. -! Águila Nocturna ¡ regresa a El Valle del Fríjol, te estamos esperando. Como un eco, empezó a reverberar el mensaje por todo su cuerpo. De alguna forma desconocida, tuvo la certeza de que él se llamaba Águila Nocturna, que su hogar estaba en El Valle del Fríjol y que ahí, lo estaban esperando. Un haz de luz penetró la obscura caverna, percibió en un punto muy lejano la salida. Escuchó entonces nuevamente la voz, que le dijo: -En la vida, no existe ningún camino hacia afuera, que antes no haya sido recorrido hacía adentro. Busca la voz de tus adentros, establece el puente con la partícula divina que llevas en tu interior. Tienes que luchar y recorrer un largo camino, para llegar a ti mismo. Abrió los ojos y se encontró en la habitación, que le habían asignado esos bondadosos hombres, que lo recibieron en aquel lugar. Su cuerpo estaba muy débil, pero en su pecho, había luminosidad y armonía. Sabía quien era y de donde venía. 35 Águila Nocturna se dedicó a recorrer los impresionantes edificios de aquel maravilloso conjunto. Se dirigió a la parte Sur, en donde estaba una soberbia construcción, que tenía once puertas y un hermosísimo tablero en la parte superior. En el centro estaba una puerta ligeramente más grande, a ambos lados tenía tres puertas; inmediatamente un par de extrañas entradas al interior del edificio, en las que escasamente pasaba un hombre de frente y en lo alto, formaban un triángulo a través de un arco, que semejaba la punta de una flecha, que se dirigía al cielo. Después se encontraban dos puertas a cada lado de los arcos. Hacia el Sudeste miraba la fachada, después se encontraban unas escalinatas que bajaban a una gran plaza. 204 Por la tarde regresó al arco donde había caído y esperó sentado en las gradas la llegada de la noche. Apareció por el Oriente el lucero de la tarde. En el pecho de Águila Nocturna se apretaban sentimientos encontrados. Sentía una gran nostalgia de algo indeterminado; y al mismo tiempo, una profunda angustia por no saber nada de su pasado. Era presa de una extraña sensación, sentía como si estuviera a punto de recordarlo todo. Tenía sentimientos muy definidos, que casi le delataban toda la verdad de su vida, pero, todo quedaba tan solo a punto de la revelación, pues su mente seguía en blanco y su corazón a punto de estallar. A la mañana siguiente, llegó a su habitación el anciano de su primer encuentro y le dijo que tendría que ir a la parte más alta de la pirámide, que ahí lo estaba esperando el Venerable Maestro. En esta ocasión subió por la parte Este de la pirámide, las escaleras eran más anchas y ascendió de manera reptante. Todavía no salía el Señor de los Dardos de Fuego, pero la claridad era suficiente. Al llegar a lo más alto, encontró dos entradas, el guía le indicó que pasara a la del lado derecho. Al cursar el umbral vio a un anciano, sentado en una piedra que tenía la forma de un ser humano recostado sobre un bloque de piedra rectangular. Las plantas de sus pies descansaban sobre el piso, sus rodillas estaban en alto, sus caderas, abdomen y parte de su espalda se apoyaban en la superficie de la piedra y su pecho y cabeza estaban erguidos, únicamente apoyados sobre sus codos y sus manos se desvanecían en el abdomen. Algo había en esa habitación, que hacía que el corazón de Águila Nocturna, palpitara con mayor velocidad. No sabía por qué, pero sentía una profunda emoción, algo de ahí o quizás todo, le transmitía un sentimiento de fuerza interior, de dominio de sí, de plenitud, pero al mismo tiempo, no era nítida la fuente del recuerdo. Águila Nocturna se quedó viendo a los ojos del anciano. Su rostro transmitía una gran paz y armonía. Sin darse cuenta naufragó en la profundidad de la mirada del Venerable Maestro de aquel lugar. Sentía como su cuerpo casi recordaba y su mente seguía en blanco. De pronto el anciano se dirigió al muchacho de esta manera: 205 -Haz llegado a esta nuestra casa, gran misericordia y bondad ha tenido nuestro amadísimo Señor, “El que está en todas partes y por quien vivimos”, de habernos elegido para mandarnos a uno de sus Guerreros del Espíritu, a estas tierras de La Serpiente Emplumada. Nuestro amadísimo Señor, “El del Cerca y el Junto”, nos ha enviado a un dardo de fuego, a una piedra preciosa, a esta su humilde casa. Nosotros somos aprendices de guerreros, humildes siervos de nuestro amadísimo Padre. Nosotros aquí somos pobrecitos artesanos, talladores de la piedra preciosa, que nuestro amado Señor depositó en nuestra alma, humildes aspirantes a La Libertad Total. Nosotros somos sus insignificantes hijos, que buscan acercarse con sus torpes pasos a la luz de la verdad. En este recinto, se talla la piedra preciosa, que todos llevamos dentro; cada piedra de estos edificios, está consagrada a la purificación del espíritu y a la fortaleza del cuerpo, aquí guardamos los tesoros del conocimiento de la Serpiente Emplumada. Eres un dardo de fuego, llegaste por la puerta del conocimiento y tienes una misión que cumplir en esta tierra sagrada de la Serpiente Emplumada. Es nuestro deber apoyarte y auxiliarte en lo que debas realizar; más, no podemos hacer. Tu tarea es muy difícil, debes recordar que es lo que te hizo llegar a estas tierras, a través del arco de poder, y cuál es tu misión. Te asignaré a Viento del Norte, para que te enseñe nuestra lengua y nuestras costumbres, pues en la lengua que estamos hablando, que es la de Los Viejos Abuelos toltecas; en estas tierras, nadie te entenderá y será más difícil que cumplas con tu misión, que el poder te encomendó. Águila Nocturna se dirigió de esta manera a su interlocutor: -Humanísimo y Venerable Maestro, regidor y gobernador de este sagrado recinto. No tengo palabra para agradecer tanta bondad y misericordia, que tiene usted, con este pobre hombre que se atreve a hablarle a tan ilustrísimo Maestro. En verdad que no se quién soy yo, y mucho menos cuál es la misión, que nuestro amadísimo Señor, “El que se Inventa a Sí Mismo”, 206 me ha encomendado. Solo siento con verdad, la inmensa nostalgia de mi espíritu por recobrar su plena conciencia. Cumpliré con mi destino, agradezco infinitamente su voluntad y misericordia, con este pobre peregrino. Acto seguido, Águila Nocturna se retiró del lugar. Pasaron los días largos del año, entraban las primeras lluvias y el calor empezó a retirarse. Viento del Norte era un hombre de edad madura con un semblante sereno, siguiendo las instrucciones del Venerable Maestro, empezó a enseñarle tanto el idioma, como las costumbres de La Tierra de la Serpiente Emplumada. Águila Nocturna aprendía con mucha facilidad, parecía como si en vez de aprender, tan solo recordara. Viento del Norte se dirigía con mucho respeto al muchacho, ya que intuía, que Águila Nocturna era una decantado y virtuoso Guerrero de la Muerte Florecida, pero que en esos momentos, se encontraba en una situación de desventaja temporal. Era su predilección, que cuando terminaba su instrucción, Águila Nocturna se iba a ver caer la tarde, a lo más alto de la pirámide Sur del conjunto. Tenía una inexplicable fascinación por ver la extensa superficie de aquellas tierras. La línea del horizonte lo hechizaba; tanta inmensidad de tierra, materialmente lo cautivaba, era como un insondable mar de tierra. Desde la punta de la pirámide, veía el lento naufragio del incandescente astro; poco a poco, era devorado por la tierra. Gran cantidad de parvadas de diferentes tipos de aves se dirigían a descansar y hasta muy tarde quedaba el resplandor rojizo del día que había muerto. Viento del Norte era parco con su boca, instruía a su alumno con una lujuriosa eficiencia, para ello no escatimaba palabra o ejemplo alguno. Pero siempre guardaba una prudente y respetuosa distancia con su alumno, lo sentía como una poderosa águila, que por algún motivo, no podía remontar las alturas y estaba en convalecencia. Águila Nocturna llegó a conocer todas las instalaciones de este recinto de hombres y mujeres de conocimiento. Viento del Norte fue su paciente guía. Así llegó el día que Águila Nocturna era uno más, entre 207 los guerreros que ahí buscaban la perfección del espíritu y la templanza del cuerpo a través de antiquísimas enseñanzas secretas. Sin embargo una mañana le pidió a Viento del Norte, que lo llevara ante el ilustrísimo Venerable Maestro, ya que sentía la necesidad de hablar con él. Días después Águila Nocturna iba subiendo como las serpientes, las empinadas escaleras de la gran pirámide. Ahora se fijó, que en la parte superior, en medio de las dos puertas de la habitación, estaba un pequeño nicho en la parte superior de la pared. A manera de una pequeña choza labrada en la piedra , tenía una puerta y en sus adentros estaba una maravillosa escultura de una serpiente enrollada, estaba finamente labrada en piedra verde, la piel y sus diseños, se encontraban tallados y repujados en oro y plata. Sus ojos estaban representados por dos bellísimas piedras preciosas, incrustadas en la piedra verde. Los ojos de esa escultura tenían vida propia, Águila Nocturna sintió el peso de su mirada, cuando iniciaba el ascenso. Parecía que las piedras preciosas, atrapaban la luz y la regresaban en un fino y potente rayo de luz. Entró a la misma habitación de la mano derecha y encontró al anciano, quien le preguntó la razón de su visita. Águila Nocturna le explicó al Venerable Maestro que sentía que el tiempo de su estancia había concluido y que debía salir a buscar su destino. Que no tenía palabras para agradecer tanta solidaridad y fraternidad de todos los que ahí, luchaban por ser lo mejor de sí mismos, llegar a ser humano y a florecer su corazón. Le explicó al Venerable Maestro que algo en su interior le decía que debía emprender el camino hacia el mundo profano. El anciano escuchó impasible y después de una larga pausa dijo: -Veo con alegría que este cachorro, sigue los designios de su destino. La piedra interior que por largos años haz trabajado hasta moldearla y pulirla, te esta ayudando. Este sagrado recinto consagrado al maravilloso misterio de la vida, ha sido tu temporal refugio; ya tienes fuerza, ya tienes coraje, ya puedes iniciar tu camino de regreso al fondo de ti mismo. 208 Ten mucho cuidado, piedrita preciosa, porque es muy peligroso. Podrías muy fácilmente perderte y nunca más llegar al lugar de tu destino. La muerte podría ser una vida hueca y desatenta, perdida en los “ires y venires” de lo humanamente cotidiano, es muy fácil sucumbir a esto. Tal vez vas a pasar por la prueba más difícil que hasta este momento hayas intentado. Entrarás al mundo cotidiano de lo humano, es un mundo real y totalmente cierto, saturado de cosas urgentes que realizar, pero muy pocas cosas trascendentes. Es un mundo cautivador y seductor, el dolor y el placer son extremos, pero inocuos. Es un mundo de fantasmas reales, que te atrapan en sus hechizos mundanos, pero que si caes, te aniquilan convirtiéndote en un fantasma más. Recuerda siempre, que tu eres un Hombre Verdadero y que estas en pos de lo imposible, la gran diferencia entre los fantasmas y tu, es que tu sabes que es imposible lo que intentas lograr, por lo cual no te desanimas cuando tengas un tropiezo, simplemente te levantas y lo sigues intentando: esa es la marca de los hijos de la Serpiente Emplumada, ellos siempre van sin miedo y sin obsesión hacia su objetivo. Antes de irte a cumplir con tu destino, este recinto sagrado, te dará un regalo para que puedas cumplir mejor tu misión. Llegada la noche esperada, Águila Nocturna fue llevado a la gran plaza, donde estaba el edificio que tenía los arcos en forma de flechas que apuntaban hacia el cielo. Los hombres que lo acompañaban iban pintados, la mitad del cuerpo de color negro y la otra mitad rojo. Llevaban extraños dibujos en color blanco, como tatuajes, en todo el cuerpo. Lo sentaron de cara al Oeste, en la piedra tallada que esta en la plataforma de la pequeña construcción. Cuatro guerreros pintados de azul, negro, rojo y blanco, subieron las cuatro escalera, con una antorcha y un incenciario encendido; se arrodillaron de cara a los cuatro puntos cardinales y empezaron a entonar un rezo en extraña lengua, que Águila Nocturna no pudo identificar. El rezo más bien parecía un canto, con cuatro tonos que se repetían de manera monótona, creando una atmósfera de mucha fuerza espiritual. Después fue llevado al arco en forma de punta de 209 flecha, que esta a mano derecha del edificio que preside la plaza. Subieron lentamente los escalones, la luz de la luna parecía que hacia brillar las piedras con luz propia, caminaron por el pasillo y al llegar frente a la entrada del arco, lo invitaron a entrar. El hombre pintado de blanco le dijo a Águila Nocturna, que se quedara parado sin moverse y que pusiera su mente en blanco. El pequeño espacio estaba tapizado de olorosas yerbas y se quemaba copal. La noche era fresca y apacible, un silencio absoluto solo era roto por una dulce y misteriosa ocarina, que de vez en vez, sonaba armoniosa como una bella plegaria. Águila Nocturna rápidamente quedó dormido o pasó a un estado de transe muy profundo. Cuando abrió los ojos se percató de que estaba en lo más alto de una torre que tenía cuatro niveles. Se aferro inmediatamente y el vértigo recorrió su espalda rápidamente, dejando una huella de sudor frío. Miró con detenimiento para abajo y se dio cuenta que estaba en un lugar desconocido. Una gran pirámide de nueve secciones, con una construcción en la parte superior, con cinco grandes accesos. Miró entonces hacia el Norte y a lo lejos aparecía esa hipnotizante raya del horizonte, una planicie verde, como un mar inmóvil. Al Sur se encontraba la cordillera en todos los tonos del verde, algo en sus adentros se emocionaba con las montañas. Estaba contemplando el maravilloso paisaje, cuando empezó a desprenderse parte de la cornisa en donde estaba apoyado. Sintió como el corazón se le salía por la boca. Se aferraba con desesperación, pero las piedras se le desmoronaban en las manos, poco a poco, fue deslizándose hasta quedar colgado con medio cuerpo. Águila Nocturna sentía que las fuerzas se le agotaban. Cuando sintió que era el fin, se soltó, pero cayó en la parte superior de una inmensa pirámide, justamente enfrente de sus empinadas escalinatas, las más altas que había visto en toda su vida. Por un instante guardó el equilibrio, pero finalmente se fue hacia adelante, de modo que tuvo que dar un salto y caer escalones abajo, después otro salto y otro, hasta que empezó a sentir el vértigo de la caída, pero ahora en una veloz bajada de las empinadas escalinatas, que parecía que no tenían 210 fin. De salto en salto cobraba más velocidad y sentía que se estrellaría al llegar al suelo. Una angustia de la velocidad y la caída, recorría su cuerpo con chorros de adrenalina. Sentía que se perdía irremediablemente, cuando algo extraordinario sucedió. De pronto empezó a sentir un calor, que nacía abajo de su ombligo y poco a poco, fue extendiéndose por todo el cuerpo. La caída veloz se fue aminorando, hasta quedar inmóvil. La energía que salía del interior de su cuerpo, estaba acompañada de una nota musical en tono grave, que como el aletear de un escarabajo, iba en aumento. Águila Nocturna sintió la plenitud y la fuerza de su cuerpo, que entonaban con la nota musical o la energía. Una necesidad de lo más profundo y antiguo de su ser, brotó como un volcán en erupción. Con el apoyo de la fuerza telúrica, Águila Nocturna salió literalmente disparado hacia el cielo. De su cuerpo se desprendían largas llamas de fuego y cuando llegó más arriba de las nubes, estalló en mil pedazos, con una inmensa alegría, caía en una lluvia de estrellas. Águila Nocturna abrió los ojos con desesperación y se dio cuenta que estaba parado abajo del arco izquierdo de aquel edificio. Tal ves era de madrugada, cuando decidió emprender el camino de regreso. Cruzó por todas las instalaciones de ese bellísimo lugar. Parecían que estaba dormidas, para no sentir la partida de aquel dardo de fuego que había llegado misteriosamente en una noche y que después de una descarga eléctrica, quedó tendido bojo el misterioso arco que conduce a los intrépidos viajeros a la eternidad, y que en aquella extraña ocasión, les había arrojado a un peregrino del Espíritu, venido de remotas tierras y que hoy se retiraba como había llegado; sin dejar huella. Enfiló hacia uno de los caminos blancos, que salían del recinto y se alejo silenciosamente del lugar. 36 Águila Nocturna caminaba hacia el Oriente, a través del espléndido camino elevado, hecho en piedra, muy bien ensamblada y que mantenía un perfecto trazo horizontal, con respecto al piso, lo que 211 en ocasiones lo hacia estar hasta un cuerpo sobre el nivel del suelo. El camino era tan ancho que podían caminar al mismo tiempo seis personas sin estorbarse. La selva era verdaderamente fascinante y seductora, sin embargo inspiraba un profundo respeto. Sus grandes árboles y la vegetación exuberante, saturada de cantidades inimaginables de plantas e insectos, de las más diversas formas, tamaños y colores, que vivían en un absoluto equilibrio. En el pecho del joven existía un sentimiento de emoción por algo que estaba por venir y al mismo tiempo una angustia, por no saber que es lo que deseaba encontrar. El no saber quién era en verdad, el desconocer su pasado, sus orígenes, sus antepasados, le creaba una angustia que se movía subterránea, como veneros de agua bajo la tierra, que lo mantenía asechado y bajo amenaza permanente. No podía enfrentar el presente, si no sabía quien era él. Por que al no saber quien era él, no podía saber que quería de la vida y del mundo. De esta manera, sí desconocía sus orígenes, y si no sabía de dónde venía; nunca podría saber hacía dónde se dirigía. Se dio cuenta que un ser humano, una familia o un pueblo, son lo que recuerdan de sí mismos. Quién no tiene recuerdos, no tiene memoria, sustento, fuerza interna. Se convierte en una hoja al viento. Se sentía totalmente neutralizado e indefenso. El no saber quién era, de dónde venía y a dónde se dirigía, lo seducía a abandonarse en la indiferencia y el olvido. Caminaba y caminaba, y no sabía a dónde iba. Este sentimiento se hizo más fuerte a partir de que en su recorrido encontró varios cruces de caminos y no tenía elementos para decidir su propia ruta, no sabía si iba o venía. Durante todo el día de caminata, mantenía dos sentimientos que lo desbordaban. El primero era de asombro ante todo cuanto veía; el segundo era de angustia y desolación, por desconocer su identidad. Por la tarde llego a un lugar muy extraño, pues estaba constituido de un grupo de edificios y pirámides, pero estaban en ruinas y totalmente abandonadas. La selva implacable había recobrado sus espacios y los arboles, arbustos y plantas, se habían apropiado de las 212 construcciones. Con la poderosa fuerza hidráulica de la naturaleza, poco a poco los vegetales, a través de las raíces, troncos y ramas, fueron derribando muros, descuadrando grandes piedras y derrumbando las pirámides. La selva implacable y celosa, no perdonaba la profanación de sus espacios. Águila Nocturna entró entre las ruinas de aquel inmenso recinto, con sus piedras invadidas de musgos y sus edificios devorados por la vegetación. De pronto, frente a sus ojos, estaba un montículo y sobre de él, una construcción cuadrada, parecida a una casa, con una puerta y dos pequeñas ventanas en sus cuatro costados. Inmediatamente arriba de cada puerta, estaba realzada en piedra una figura que se asemejaba a un rostro humanizado, lo mismo en las cuatro esquinas superiores del edificio. Sobresalía una parte elevada de la construcción en el centro a manera de torre. Subió por lo que quedaba de unas escalinatas y penetro al edificio. La tarde empezaba a declinar, el Señor de los Dardos de Fuego, estaba casi en el horizonte. Águila Nocturna entró por la puerta Poniente y se dejó caer en el piso. Cuando su cuerpo se aflojó, el cansancio se le vino encima. No había comido en todo el día y estaba exhausto. Cuando apreciaba el techo en forma de arco de la extraña construcción, se percató que una luz rojiza empezó a invadir lentamente el recinto, creando una atmósfera de paz y bienestar. Su cuerpo sentía que se encontraba en un lugar benigno. El sol antes de hundirse en el horizonte, dirigió directamente sus rayos, que entraron horizontalmente por la puerta Poniente, produciendo una luminosidad fuera de lo común; pareciera que las piedras del edificio, multiplicaran por una razón desconocida, la intensidad de la luz. Por la parte Oriente salían los rayos de luz rojiza, por la puerta y ventanas, dándole vida propia a el recinto. Águila Nocturna sintió como poco a poco su cuerpo recobraba el animo y las fuerzas perdidas durante la caminata, pero lo más sorprendente, era que su corazón se llenaba de una inmensa paz y tranquilidad. Toda la angustia que había sentido desde el mismo momento en que llegó a esas extrañas tierras, se estaba disolviendo como una bruma mañanera en la selva y se convertía en nada. 213 Sentía una inmensa alegría de estar vivo, de sentirse vivo, pensarse vivo. Esa casa era como el útero de la madre querida, pensarlo, se acurruco en posición fetal y cerró los ojos, tratando concentrarse únicamente en el sentimiento de bienestar que envolvía, para quedarse profundamente dormido. de sin de lo A la mañana siguiente, Águila Nocturna no quería abrir los ojos. Los pájaros desde temprana hora, habían comenzado sus ruidosos cantos y gritos. La luz de Oriente ya había penetrado la habitación y en su refulgurante ascenso, ya había dejado el recinto en busca de las alturas. El calor empezaba a subir y el muchacho se negaba a abrir los ojos. En lo más profundo de sus adentros, deseaba que el tiempo se hubiera detenido en aquel atardecer, con su impresionante y profundo sentimiento de bienestar. Abrió lentamente los ojos, se estiró como un felino, lenta y pausadamente. Se incorporó y salió a la puerta. El sol estaba a media mañana, si bien, el lugar no era muy alto, pero pudo determinar la extensión probable de lo que fue ese lugar. Decidió recorrerlo, había avanzado poco, cuando escucho con claridad el ruido que hace un cuerpo al caer en el agua, inmediatamente se dirigió cautelosamente a la fuente del sonido, entre unos arbustos pudo ver un cenote, con una agua totalmente cristalina. De pronto surgió del agua, el cuerpo de un hombre joven, que salía a tomar oxigeno, para nuevamente sumergirse. Águila Nocturna estuvo observando desde su escondite al extraño, que de ves en cuando, sacaba un pez, ensartado en un arpón y lo introducía en una cesta, que estaba en la orilla del bellísimo cenote. Finalmente en una zambullida del pescador, Águila Nocturna decidió salir de su escondite y alcanzó a ver como el buzo se perdía hacía un extremo del cenote, en donde el agua cambiaba a un color azul más intenso, lo que hacía suponer que el cenote tenía mucho más profundidad. Poco tiempo después, se empezó a ver la figura del buzo aparecer. Nuevamente traía ensartado en su arpón a un enorme pez. Como un reflejo submarino se movía rápidamente el hombre, hasta alcanzar la superficie e inmediatamente, tomar una bocanada de aire fresco. 214 Al momento de percatarse de la presencia de Águila Nocturna, le saludo con una amplia sonrisa y le dio los buenos días, en la lengua que le habían enseñado los maestros que lo recibieron en el recinto de “La tres veces construida”. Sin mediar más comentarios, el buzo invito a Águila Nocturna a sumergirse en el cenote. Acto seguido los dos muchachos se internaban por la parte obscura. Águila Nocturna estaba maravillado de la belleza subacuática de aquel lugar. Pequeños pececillos los acompañaban y de vez en cuando les daban pequeños mordiscos. El color del agua era de un azul claro y de una nitidez asombrosa. La luz al penetrar el cenote se fundía con el agua y le daba vida propia. Después de un tiempo, el canasto se lleno de pescados y los dos jóvenes subieron a descansar a la superficie. Águila Nocturna le dijo a su interlocutor que era de lejanas tierras y que iba de regreso a su casa. Por su parte el pescador le dijo que se llamaba Serpiente Marina y vivía en la costa, como a un día de camino. Mientras preparaban un pescado a las brazas, los dos muchachos ya se habían hecho amigos. Una corriente de empatía desde el primer momento los unió. Ambos sentían como si de toda la vida se conocían. Águila Nocturna se dio cuenta que estaba muy hambriento hasta que empezó a comer. Serpiente Marina después de preparar con sal su pesca, invitó a su nuevo amigo a conocer su pueblo, que estaba frente al mar. Muy entrada la noche llegaron a la pequeña comunidad de pescadores y Serpiente Marina presentó a sus padres a su invitado, quien fue respetuosamente recibido. A la mañana siguiente Serpiente Marina llevó a su invitado ante las autoridades del pueblo y pidió permiso para tener a Águila Nocturna de huésped en la comunidad. El Consejo Supremo interrogó al forastero y se dio cuenta que era un Guerrero del Señor de los Dardos de Fuego, por lo que obtuvo la aprobación, tomando el hecho como un buen augurio. Serpiente Marina, como casi todos los jóvenes de su comunidad, habían estudiado en una ciudad que estaba como a cinco días de 215 navegación hacía el Oriente. Recién había terminado sus estudios en la Casa de los Jóvenes y había regresado a casarse con Estrella de la Mañana, una jovencita a quien desde la adolescencia había amado. La costumbre era que el hombre joven que deseaba tener familia, primero debía capacitarse en lo que sería su vida de adulto. La vida en una comunidad pequeña de la costa, hacía que mujeres y hombres fueran menos especializados y conocieran diferentes fuentes de sostenimiento familiar, aunque desde luego, la pesca era la base fundamental de su alimentación. Águila Nocturna acompañó a su amigo, a pescar, cazar, recolectar, tejer, colectar el hule que era sacado de unos árboles especiales, a partir de unas incisiones que se les hacía, para que de ellas, manara una substancia blanca, que después se usaba con fines religiosos y deportivos, pues de este material se hacían las pelotas con que se jugaba el ancestral juego de pelota. La siembra de maíz, Frijól, calabaza y chile, se hacía en menor intensidad, ya que los suelos no tenían una capa espesa de tierra, por lo que se rotaban los lugares de cultivo en cada cosecha, lo que implicaba la roza y la quema, y grandes distancias que caminar y pequeñas extensiones para el cultivo. Por ello, la comunidad llevaba cada cinco días, sus productos a un mercado local y cada veinte a un mercado regional donde se hacía plaza y se podían intercambiar el pescado salado y el hule, por todos aquellos productos que se necesitaban y que no producía la comunidad. No existía la noción en el comercio, como una fuente de riqueza. El espíritu del intercambio era satisfacer necesidades primarias, para tener la libertad de entregarse en cuerpo y alma, a la devoción de la Divinidad Suprema, representada en múltiples advocaciones que están relacionadas con la naturaleza. La razón de la existencia era básicamente de carácter espiritual, esto se traducía en manifestaciones religiosas, que saturaban todos los espacios de la vida cotidiana y la forma de expresar esta espiritualidad era a través de “Flor y canto”. 216 Sin embargo existían un grupo muy reducido de hombres, que a través de una cofradía, realizaban el intercambio de mercancías con tierras remotas y lejanas. Esta acción no era comercial propiamente, pues los productos que intercambiaban eran estrictamente de uso religioso, por lo que su labor era muy reconocida en todas las comunidades, ya que sin sus valiosos servicios, el culto que el pueblo le hacía a las diversas manifestaciones de “Aquél por quien se vive”, no se podría realizar debidamente. Además que era de todos reconocido, que estos largos viajes eran sumamente peligrosos y muchas de las veces, jamás regresaban, pues tenían que caminar, en ocasiones meses enteros, cruzar selvas, pantanos o subir por desoladas sierras y cordilleras, siempre asechados por animales e insectos ponzoñosos, fieras salvajes y un sinfín de peligros; y todo esto lo hacían a pie y cargando ellos mismos, las preciadas mercancías sagradas. Sí de una parte se llevaban caracoles marinos, perlas, tintes, plumas de quetzal y papagayo, carapachos de tortuga y armadillo, jade, esmeraldas, pieles de jaguar; de otras traían, papel, copal, piedras preciosas, hierbas medicinales, tintura de cochinilla, piel de conejo, mantas de algodón, cuchillos de obsidiana y de cobre. Esta hermandad de transportadores, tenía sus propias reglas y sus conocimientos eran de carácter secreto e iniciático. Su organización era paramilitar, por lo cuál eran muy respetados y valorados, por todos los pueblos. A donde quiera que llegaban, eran bien recibidos y se les proporcionaba todo cuanto necesitaban para cumplir con su cometido sagrado. La comunidad de Serpiente Marina estaba situada en una pequeña caleta junto al mar azul. La arena de sus playas era muy blanca y sumamente fina. Pueblo pequeño de pescadores, vivía de manera sencilla y armónica con la naturaleza. Al transcurrir el tiempo, Águila Nocturna se fue incorporando a la comunidad sin darse cuenta. El Consejo de Ancianos, veía con buenos ojos la presencia del joven, que ya comenzaba su etapa de madurez y podría desposarse con una doncella del pueblo. 217 De esta manera, las ruedas calendáricas seguían su inexorable marcha y Águila Nocturna aprendió rápidamente el arte de pescar, tejer redes y navegar en pequeñas embarcaciones costeras. Era sorprendente su gran capacidad para aprender, parecía que ya lo sabía y solo recordaba. Serpiente Marina y Águila Nocturna hicieron una gran amistad, compartían el trabajo y la diversión por igual. Serpiente Marina sentía una gran admiración y respeto por su amigo, quien era un poco mayor que él. Por su parte Águila Nocturna había encontrado en Serpiente Marina, más que a un amigo, una familia y un cimiento en donde poder asentarse, pues la incapacidad para recordar su vida anterior era total. Y a pesar de que todo se desarrollaba armónicamente, en esas noches calurosas, cuando todo el pueblo dormía, Águila Nocturna se mantenía despierto en su hamaca, luchando contra esa pared de niebla que le impedía ver su pasado. Como una obsesión lo asechaba, impidiéndole gozar a plenitud todo cuanto estaba viviendo en ese maravilloso lugar y con esa gente, amable y sencilla, que lo había recibido fraternal y solidariamente, sumándolo sin distinción, como uno más, a la vida cotidiana del pueblo. Cierta noche, cuando la angustia parecía que haría estallar el pecho de Águila Nocturna y que la pared de niebla lo asfixiaba, Águila Nocturna empezó a repetir un verso, que salía misteriosamente de lo más profundo de sus entrañas. Como una avenida de sentimientos, habría un boquete a la niebla que lo presionaba. Una a una, fueron saliendo las palabras y como un bálsamo, aliviaban a su corazón adolorido. "En vano he nacido, en vano he venido a salir de la casa del dios de la tierra, ¡yo soy menesteroso! Ojalá en verdad no hubiera salido, que de verdad no hubiera venido a la tierra. No lo digo, pero... 218 ¿que es lo que haré? ¿vivo frente al rostro de la gente? ¿Habré de erguirme sobre la tierra? ¿Cuál es mi destino?, yo soy menesteroso, mi corazón padece, Tú eres apenas mi amigo en la tierra, aquí. ¿Cómo hay que vivir al lado de la gente? ¡Vive en paz pasa la vida en calma! Me he doblegado, sólo vivió con la cabeza inclinada al lado de la gente. Por esto me aflijo, ¡soy desdichado!, he quedado abandonado al lado de la gente en la tierra. Ha venido a crecer la amargura, junto a ti y a tu lado, Dador de la Vida." Habían pasado tres años, la piel de Águila Nocturna se había curtido con la sal y el sol marino. Su cabello estaba ligeramente rojizo. En ese tiempo se había logrado ganar un sitio en el pueblo y era ya un excelente pescador. La lengua la dominaba a la perfección y si no fuera por su diferencia física, podría pasar como un nativo del lugar. Por fin llegó el gran acontecimiento, los padrinos de Serpiente Marina fueron a pedir la mano de Estrella de la Mañana, acompañados de una mujer anciana del pueblo, que tenía el oficio de "pedir" doncellas. La embajada llegó con maíz, pescado seco, chocolate y una manta de algodón. La mujer fue escuchada con atención y respeto, por los padres de Estrella de la Mañana, pero al final, negaron el permiso 219 diciendo que la muchacha no estaba todavía en edad de casarse y que no era digna de Serpiente Marina. Después de cinco días regresó la comitiva a la casa de Estrella de la Mañana, nuevamente se inició los discursos de pedimento. Esta vez, el padre y la madre aceptaron; los padrinos de Serpiente Marina hicieron los arreglos con los hombres de “la tinta negra y roja”, para buscar un día propicio para la boda. La ceremonia se llevó a cabo en la casa del novio al caer la noche. El día anterior se había realizado una fiesta en la casa de Estrella de la Mañana. La tarde de la boda, la novia había tomado un baño con olorosas flores y se puso un huipil de lujo para esa ocasión. De su casa fue llevada en una pequeña litera adornada de flores, que cargaban sus parientes, seguida de dos hileras de muchachas, que llevaban flores y antorchas. Atrás de ellas, iban los músicos, tocando chirimías y unos tamborcillos, atrás seguían los parientes y amigos. Cuando llegaron a la casa, ahí los estaban esperando los familiares y amigos de Serpiente Marina. Después de haber sido recibidos con un elocuente discurso, pronunciado por el abuelo del novio. Sentaron a la pareja en unos petates que estaban adornados de flores y con cuatro olorosos incensarios en sus esquinas. Entonces la madrina de Estrella de la Mañana empezó un discurso de esta manera: -Hija mía, que estás aquí, por ti son honrados los viejos y las viejas y nuestros parientes; ya eres del número de las mujeres ancianas: ya haz dejado de ser muchacha y comienzas a ser mujer; ahora deja ya las niñerías. No podrás ser de aquí en adelante como una niña, conviene que hables y saludes a cada uno como conviene; tendrás que levantarte de noche y barrer la casa, y poner fuego antes que amanezca, tendrás que levantarte cada día; mira hija mía que no nos avergüences, que no nos deshonres a los que somos tu padre y tu madre, a tus abuelos que ya son difuntos. Mira, pobrecita, que te esfuerces, ya te haz apartado de tu padre y madre, mira que no se incline tu corazón más a ellos; no puedes estar más con tu padre y con tu madre, ya los haz dejado del todo: Hija nuestra, deseamos que seas bienaventurada y próspera. -Después de 220 un momento, Estrella de la Mañana contesta a su madrina, -Señora mía, persona de estima me han hecho un gran favor los que han venido; con su corazón han hecho causa mía, han recibido pena y trabajo para honrarme; las palabras que se me han dicho las tendré por cosa preciosa, y de mucha estima han hecho como verdaderos padres y madres en hablarme y avisarme; agradezco mucho el bien que se me ha hecho. Acto seguido, los parientes de los novios anudaron el huipil de la novia, con la capa del novio, simbolizando de esta manera que el matrimonio se había consumado. Entonces la parienta más anciana del novio le habló de esta manera a Estrella de la Mañana: -Hija mía, tus madres que aquí estamos y tus padres, te queremos consolar; esfuérzate hija, no te aflijas por la carga del casamiento que ahora te haz echado a cuestas, y aunque es pesada la carga, con la ayuda de nuestro Señor la podrás llevar, ruégale que te ayude; le gustará a nuestro Señor que vivas muchos días y subas por la cuesta arriba de los trabajos; por ventura llegarás a la cumbre de ellos sin ningún impedimento ni fatiga que te envíe nuestro señor. No sabemos lo que nuestro Señor te deparará por bien, espera humildemente todo de él. Aquí están cinco mantas que te da tu marido, para que con ellas cambies en el mercado y con ello obtengas el chile y la sal, y las antorchas, y la leña con que tendrás que guisar la comida. Esta es la costumbre que dejaron Los Viejos Abuelos; trabaja hija mía y haz tu oficio de mujer, porque nadie te va a ayudar. Inmediatamente después, la madre de Estrella de la Mañana, se dirigió de ésta manera al novio: -Aquí estas, hijo mío que eres nuestro jaguar y nuestra águila, y nuestra pluma rica y nuestra piedra preciosa, ya eres nuestro hijo muy tiernamente amado; entiende, hijo que ya eres un hombre, y hombre casado, y hombre que tiene por su mujer a nuestra hija; esto no debe parecerte cosa de burla, date cuenta que ya estas en otro mundo, ya estas en el ejercicio de tu libertad, tu decisión te lleva a otra manera de vivir, hazte responsable. 221 Mira que ya eres un hombre y que no tengas corazón de niño; no te conviene ser un niño travieso; no te conviene de aquí en adelante andar en los vicios que andan los muchachos, porque ya tienes la responsabilidad de un casado, que es un padre de familia; comienza a trabajar en llevar cargas a cuestas por los caminos, como es el chile y la sal, y salitre, y peces, andando de pueblo en pueblo; enséñate a los trabajos y fatigas que debes de sentir en el corazón y en el cuerpo, durmiendo en los rincones en las casas ajenas, en las portadas de las casas donde no te conocen. Debes de templar tu espíritu y fortalecer tu cuerpo, sin lastimar a tu tierno corazón. Todos estos esfuerzos y muchos otros más deberás de hacer, porque así nos los dejaron dicho y nos los enseñaron, nuestros Viejos y Sabios Abuelos. La fiesta duró cinco días con sus noches, se bailó y se comió, con plenitud y en abundancia. Águila Nocturna acompañó como uno más de la familia a Serpiente Marina, pero algo en sus adentros le decía que estaba perdiendo algo más que al amigo entrañable. A partir de ese día, Águila Nocturna se volvió un solitario. Cumplía escrupulosamente con sus tareas, pero ya no existía la alegre compañía de Serpiente Marina, pues era la tradición, que los jóvenes no se mezclaban con los hombres casados, en los trabajos y en los grupos de amigos. Los días empezaron a ser largos y tediosos, Águila Nocturna de vez en cuando visitaba a Serpiente Marina, a quien el "Conjunto de Casas", le había otorgado su parcela. Era esta institución milenaria, quien administraba las tierras, ya que nadie las tenía en propiedad privada, está se consideraba propiedad del pueblo o "Conjunto de Casas", quien a través del Consejo de Ancianos y por conducto "Del que Habla" o líder, se les otorgaba en usufructo a los ciudadanos que tuvieran una familia establecida. Las nuevas obligaciones de Serpiente Marina, le dejaban muy poco tiempo disponible para estar con su entrañable amigo. Águila Nocturna se fue haciendo inaccesible. La angustia se le había venido encima, como una enorme avalancha de vacíos y dudas lacerantes. 222 Cierta mañana el cielo amaneció cerrado. El viento soplaba con gran fuerza. El mar estaba embravecido, estrellaba sus crecidas olas sin piedad, contra las desiertas playas. A medio día, se reunió el Consejo de Ancianos, la situación a cada momento se tornaba más peligrosa. Se discutió ampliamente la situación y por consenso, se decidió, que la población entera, se iría a refugiar a las grutas del Cenote Sagrado, debido a que se acercaba un Huracán. A tres horas de distancia del pueblo, tierra adentro, en un pueblo vecino, que se dedicaba al comercio con lejanas tierras, existía un cenote de donde se tomaba el agua para la comunidad, era un espacio público, para el cual se tenía unas escaleras acondicionadas en piedra, que permitían salir cómodamente de las profundidades del cenote, cargando el agua sin mayor esfuerzo y peligro. Pero había una zona restringida, en donde no llegaba el común del pueblo. Al final de la caverna, estaba un pequeño túnel, por donde apenas podía pasar una persona agachada. Después de un tramo, el túnel desembocaba en una inmensa galería, que bajaba un buen trecho, hasta llegar a un lago interior de grandes proporciones. En la parte central del lago, en lo más alto del techo de la caverna, entraba por un agujero una gran cantidad de luz, la abertura, que en forma vertical llegaba hasta la superficie, tenía las huellas de un cataclismo. La luz al chocar con el agua, producía bellísimos reflejos, ya que las paredes tenían cantidad de mineral, lo que multiplicaba los reflejos y les daba un mosaico de colores indescriptibles. Este era el recinto secreto de los transportadores. Tenían un altar tallado en la roca misma, profusamente decorada con estuco pintado. Sobresalía en especial la máscara de la Divinidad del Agua. Cada uno de los ojos estaban formados por tres piedras de forma rectangular y profusamente labradas. La primera semejaba una ceja, con una línea parecida a un monte, pero que al mismo tiempo, era el símbolo de la serpiente, tres círculos dentro del monte y debajo de ellos, una talla de líneas verticales simbolizando las pestañas. La segunda piedra, abajo de la primera, tenía la oquedad del ojo y tallado un circulo a manera de ojo, con tres círculos de piedra por lado. La tercera piedra, abajo de la segunda, tenía el mismo diseño que la primera, nada más que 223 invertido, formando la parte complementaria del ojo. En medio de las seis piedras, se encontraban empotradas otras tres, haciendo la forma de la nariz, que era característica del Dios del Agua en estas tierras, pues era muy parecida al diseño de las "siete estrellas que brillan"; la boca estaba inmediatamente abajo de los ojos y se conformaba, por las fauces de dos serpientes que se ven de perfil. La tormenta se convirtió en un Huracán y como nunca antes se había visto, los vientos destruían todo lo que encontraban a su paso. Gracias a las precauciones que tomó el Consejo de Ancianos, cuando el viento estaba destruyendo casas y derribando arboles, toda la población estaba a salvo en el improvisado refugio. La noche fue terrible. La lluvia que caía sin parar, era acompañada de feroces ráfagas de viento, que aullaban cuando entraban a la boca de la gruta. La comunidad estaba a salvo en esa caverna y esperaría hasta que pasara el Huracán. Debido a la cantidad de personas que estaban en el lugar, pues también habían llegado otros pueblos vecinos a refugiarse, Águila Nocturna y otros hombres pasaron a la parte secreta del cenote. Cuando Águila Nocturna vio el impresionante altar, un rayo cayó a pocos metros de la abertura superior, por lo que pudo ver por un instante la caverna totalmente iluminada y algo, en lo más profundo de su ser, se sacudió también con la violenta descarga. Por el trueno del rayo, que se multiplicó en la caverna, tuvo entonces un recuerdo fugaz, como una visión congelada de algo, que estaba relacionada con esa caverna y en su pasado, algo que era muy importante y que casi estuvo a punto de atrapar en la parte del consiente. Águila Nocturna pasó toda la noche tratando de abrir la compuerta de los recuerdos. Una inmensa pared de niebla hacia que perdiera claridad su inteligencia angustiada y terminaba con la mente en blanco, como en trance o dormitando. Se recuperaba y nuevamente se concentraba en sus recuerdos, y nuevamente aparecía la pared de niebla, que poco a poco lo envolvía, haciendo que perdiera claridad y voluntad. 224 Uno de los ancianos, miembro de la hermandad secreta de transportadores, se dio cuenta de lo que le estaba pasando a Águila Nocturna y le hablo en la lengua de Los Viejos Abuelos: -Escucha joven viajero, estas torpes palabras de un pobrecito y un ignorante, que desea darte, entregarte su pobre corazón. Este que te habla es ya un viejo, que pronto vendrán los zopilotes por él. Mi nombre es Luz de la Noche. Lo único que tengo, lo único que poseo, te lo quiero dar; porque veo y siento que en tu corazón habita una gran pena, una gran tristeza que esta lastimando a tu noble y tierno corazón. Sígueme. Águila Nocturna no se sorprendió en lo más mínimo de las palabras del anciano. Todo su cuerpo entendía lo que estaba pasando y su mente no se oponía. Siguió lentamente al anciano, quien lo llevó hasta un discreto recodo, donde había un túnel por el cual entraron a una cámara pequeña. Luz de la Noche llevaba una antorcha que iluminó el recinto. Águila Nocturna se encontraba en una cripta. Horadados en la pared, estaban unos nichos que contenían esqueletos humanos. En el centro estaba una superficie de piedra a manera de un rectángulo, donde cabía un cuerpo humano. Toda la cripta estaba tallada en piedra, el techo en forma de arco, estaba decorado con figuras humanas, que iban en procesión. Luz de la Noche, invito a Águila Nocturna a acostarse sobre la piedra y le dijo: -Pon la mente en blanco, silencia a tu corazón y aleja a la angustia. Todos vamos a morir, unos antes, otros después. Así que si vamos a morir, lo demás es lo de menos. Tranquilízate. Efectivamente, el poder te esta poniendo una prueba. No importa si sales victorioso o no de ella. Lo que importa es que seas impecable en resolverla. La impecabilidad implica hacer lo que debes hacer de la mejor forma. No ves, a la luz de la muerte nada es importante. Los que están aquí, fueron guerreros igual que tu. Como ves, sus victorias y sus derrotas, ahora de nada importan; lo único trascendente es que ellos fueron impecables y por eso sus despojos simbólicamente están 225 aquí, como un testimonio de su lucha espiritual, para los que vamos atrás de ellos. La diferencia entre un guerrero y un hombre común, es que el guerrero sabe que lo que está intentando, es imposible de realizar y cuando cae, se levanta y sigue luchando, sin entregarse y sin ninguna queja. El hombre común no conoce sus limitaciones y quiere todo y de todo y sin medida en la vida. Es muy difícil tener todas las ideas claras en la vida, más aún, si es la de un Guerrero del Espíritu. Pídele consejo a tu muerte, ella siempre esta a nuestro lado y observa todo cuanto hacemos. Hasta que llegue el día en que nos toque por la izquierda, con su mano descarnada. Pídele consejo a la muerte, si la haces tu amiga, ella siempre te aconsejará de la mejor forma, pues a la luz de su toque, todo cobra su verdadera dimensión y sentido. Águila Nocturna se acostó sobre la piedra, cerro los ojos, puso la mente en blanco y se quedó dormido. Transcurrieron cinco días. Cuando abrió los ojos, sentía una profunda tranquilidad interior. Todo le resultaba lejano e indiferente. Se estiró como un jaguar y tronaron sus huesos, pudo ver en la obscuridad y encontró la salida. La gruta estaba desierta y al subir a la superficie, la luz le lastimaba los ojos. Un espléndido cielo azul, completamente limpio y transparente, era medio día, la furia de la naturaleza había desbaratado todo cuanto le rodeaba. Se sentía mucho calor y la humedad era sofocante. Llegó en ese momento el anciano y le dijo de manera directa, sin preguntarle nada, que se fuera al pueblo a ayudar a la reconstrucción y que cuando terminara, se despidiera para siempre de ellos y que lo esperaba a la entrada del cenote. Que no se preocupara, que él sabría cuando era el momento preciso. Águila Nocturna se encamino a su pueblo adoptivo, con paso firme y un corazón tranquilo. 37 226 Pasaron tres meses y Águila Nocturna regresó una tarde a la entrada del cenote sagrado. El día había estado nublado y la temperatura era bastante fresca. En su pecho estaba encendida la flama de la convicción de conocer su pasado, algo había sucedido aquella noche en la cueva del Cenote Sagrado y Águila Nocturna, entendía que no podría vivir tratando de negar la profunda angustia que sentía, al desconocer su pasado. No tenía más en este mundo, que la necesidad de saber, ¿quién era él y de dónde venía?, sin conocer esto, todo lo demás carecía de sentido. Entonces a su mente misteriosamente, vino un canto sagrado: "Pero yo digo: sólo por breve tiempo, sólo como flor de elote, así hemos venido a abrirnos, así hemos venido a conocernos sobre la tierra. sólo a pulir la piedra preciosa, sólo como águila y jaguar en batalla florida, así hemos venido a esculpir un rostro propio, así hemos venido a forjar un corazón verdadero, sobre la tierra, corazón firme como la piedra." Un haz de luz le inundó el cuerpo. Como un bálsamo, ese poema lo serenó y aplacó su corazón. Cerró los ojos, tomó una bocanada de aire fresco y se sentó a esperar al anciano. Estaba pensando en que haría cuando lo viera y al detener sus pensamientos, se dio cuenta que Luz de Noche había estado ahí, casi enfrente de él, pero su absoluta inmovilidad y el color verde de su capa, lo hicieron invisible para los ojos de Águila Nocturna y el tumulto de su corazón. -Veo que eres fiel a tu destino -dijo el anciano. Águila Nocturna rápidamente se incorporó, se postró a los pies del Maestro. Luz de la Noche, lo tomo de las manos y lo levantó inmediatamente y le dijo: -Un Guerrero del Señor de los Dardos de Fuego, un valiente de la batalla florida; jamás se inclina ante ningún mortal. Los guerreros solo 227 se inclinan ante el Señor del Cerca y del Junto, ante el Impalpable e Invisible, aquel que se inventa así mismo. Nunca jamás, ante hombre alguno. No lo olvides. Caminaron hasta la entrada y empezaron a bajar por las grandes escaleras del cenote sagrado. -Nuestra Hermandad comprende –siguió diciendo el anciano-, que si bien tú no eres uno de los nuestros; también no eres un hombre común. Seguramente vienes de lejanas tierras y estás cumpliendo un designio del Poder o una prueba de conocimiento. Sea cual fuera tu destino, La Hermandad ha decidido apoyarte en el cumplimiento de tú compromiso. Nosotros vemos en tu energía, que tienes conocimientos en estado latente, por algún misterioso hecho, parece que necesitas recuperarte a ti mismo, para poder avanzar. Tanto tú, como nosotros sabemos que si no lo haces morirás de pena o de desolación. Tú sabes que nuestra Hermandad, tiene encomendado desde hace muchos atados de años, el intercambio de productos para mantener el culto de nuestro amadísimo Señor, el Invisible e Impalpable. Que esta labor nos la encomendaron Los Viejos Abuelos toltecas, y de generación en generación, hemos venido cumpliendo escrupulosamente con nuestra difícil labor. Entre nosotros existe gente muy experta, muy conocedora de los caminos y sus peligros. Deseamos sumarte con nosotros, pero necesitas pasar una prueba. Nosotros creemos que cada uno de los hombres, posee la capacidad innata para orientarse y llegar al lugar correcto. Todo es consecuencia de la sensibilidad y del desarrollo de cierta intuición. La prueba consiste en que sí quieres sumarte entre nosotros, para recorrer este mundo y recuperes tu rostro propio y tu corazón verdadero, tu identidad; deberás dar con “La Piedra de Poder de los Hombres de la Tierra de la Serpiente Emplumada”. Si aceptas, tendrás diez días para llegar a ella, de lo contrario perderás la memoria. Águila Nocturna respondió que no tenía una mejor opción, y que sí iba a morir, prefería morir intentando recuperar su identidad. Preguntó que cómo era la piedra de poder y el anciano le respondió que ellos 228 tampoco lo sabían, por eso Águila Nocturna lo intentaría, -pues tu eres un guerrero y nosotros simples y humildes cargadores de los instrumentos, para honrar y adorar a nuestro amadísimo y bondadoso Señor, Aquél por quien se vive. Terminó diciendo Luz de la Noche. Entrada la noche, Águila Nocturna inició la prueba, se introdujo al recinto sagrado de los transportadores, ahí le entregaron dos guajes, uno con maíz tostado y molido y otro, con agua y un morral. Luz de la Noche previno al muchacho, que no debería comer y beber más que aquello que le estaban dando, de lo contrario perdería la memoria. Acto seguido se le dio un extraño brebaje y se puso a orar con ellos toda la noche, hasta quedar dormido. A la mañana siguiente despertó, en un claro de la selva. A su lado estaban los dos guajes y el morral, recordó todo de inmediato y lentamente se levantó y emprendió la marcha. Sin saber por que, caminó en dirección donde se ocultaba el sol. Pasaron dos día y a nadie encontró por el camino, hasta la tarde del tercero. Tres hombres ricamente ataviados lo saludaron efusivamente; le preguntaron que hacia donde se dirigía. Águila Nocturna le dijo que iba en busca de “La Piedra de Poder de los Hombres de la Tierra de la Serpiente Emplumada”. Los hombres rieron al unísono y le dijo uno de ellos: -¿Quién te dijo semejante mentira? Esa piedra no existe. Nosotros nos dirigimos a las tierras fértiles del Valle de las Águilas, en donde crecen la milpa hasta dos cuerpos de altura y las mazorcas son del tamaño de un brazo. Allá todos los hombres son inmensamente ricos y la felicidad es eterna. Vente con nosotros, te enseñaremos el camino. Águila Nocturna les agradeció el ofrecimiento y se despidió con cortesía, emprendiendo el camino. Los hombres lo alcanzaron y lo trataban de persuadir mientras seguían el paso presuroso del guerrero. Los días transcurrían y Águila Nocturna seguía caminando en dirección Poniente. La selva era casi impenetrable y al quinto día, al empezar a morir la tarde, Águila Nocturna percibió un sentimiento de inquietud. Apresuró el paso, en busca de algún claro para poder hacer un fuego y poder dormir. La selva seguía cerrada y tupida. Las aves 229 iniciaron sus ruidosos cánticos, los monos gritaban con algarabía. La primera estrella de la noche apareció en un cielo naranja con diversos tonos de azul. De pronto, misteriosamente todos los animales de la selva guardaron un repentino silencio y Águila Nocturna detuvo la marcha y quedó inmóvil. La selva que segundos antes estaba viva y sonora, había quedado en total silencio. Águila Nocturna agudizó el oído y abrió su percepción. Eran minutos de angustia. Por la espalda del guerrero, un sudor frío bajaba lentamente. La atmósfera se cargó de electricidad. De pronto, se escucho el poderoso rugido de un jaguar a muy poca distancia de Águila Nocturna. Las piernas del guerrero se doblaron involuntariamente y algo le desgarró el estomago. De un brinco felino, Águila Nocturna encaró el lugar de donde venía el rugido. Su cuerpo se tensó y se puso en estado de alerta. Otro rugido se escuchó, pero del lado contrario. Por la potencia de los rugidos, el guerrero estaba rodeado de por lo menos de dos inmensos jaguares. Resolvió apresurar la marcha, en espera de encontrar un lugar de resguardo o un claro donde poder hacer un fuego salvador; pues en esa estrecha y cerrada vereda, estaba totalmente indefenso. La noche se dejo venir de súbito, Águila Nocturna caminaba a un paso muy veloz, pero sin correr. El sabía que debía hacer sentir a los animales, su fuerza y su templanza, de no ser así, caerían inmediatamente sobre él. El guerrero no traía ninguna arma, más que sus guajes, el morral y su poder personal. Los rugidos cada vez se escuchaban más cercanos y siempre se adelantaban en su camino. El guerrero urdió una estrategia. Recogió un tronco y se puso a gritar con todas las fuerzas que salían de su desesperación, al mismo tiempo golpeaba todo cuanto a su paso se ponía al alcance, haciendo un verdadero escándalo. La estrategia dio resultado, al parecer los jaguares desconcertados se alejaron un poco, para saber qué pasaba. Mientras tanto, Águila Nocturna avanzaba rápidamente, desgarrándose la garganta y golpeando con desesperación, esperando encontrar una salida a la situación. 230 Cuando los jaguares empezaron a acercarse nuevamente, pues se habían dado cuenta del truco, su rugido era más amenazador y feroz. Águila Nocturna sabía que no tendría más tiempo, los felinos estaban por atacar, cuando apareció el ansiado claro en la selva. A un lado, estaba una pequeña loma y en ella estaba una cueva. El guerrero al ver el claro, corrió a esconderse en la pequeña oquedad. Para su fortuna, encontró ramas y troncos secos, e inmediatamente se puso a hacer una fogata. Con destreza y velocidad, tallaba dos maderos con un pequeño arco, que traía en su morral. Los jaguares mientras tanto, daban vueltas en torno a la boca de la cueva y no se atrevían a entrar, solo se escuchaban sus resoplidos y gruñidos. Cuando brotaron las llamas, los felinos se retiraron silenciosamente. A la mañana siguiente, el guerrero inició de nuevo su camino. Había sido muy austero con el agua y el maíz molido, por lo que tenía lo suficiente para aguantar los cinco días que faltaban. Con la determinación del principio, inició la marcha hacia el Poniente. Antes del medio día, al llegar a un lugar muy fresco en donde prodigaban sombra, unas grandes y frondosas ceibas, escuchó una voz muy dulce de mujer, que cantaba una melodiosa canción. Se fue acercando con cautela y descubrió a una muchacha, que recolectaba plantas. Nunca había visto a una mujer tan bella. Misteriosamente su corazón empezó a latir con gran fuerza y sentía que le faltaba la respiración. La muchacha cantaba y les hablaba a las plantas. De pronto, ella volteó y descubrió a Águila Nocturna, quien se quedó inmóvil. Ella corrió a esconderse y después de unos instantes el guerrero reaccionó. Se disculpó y le dijo que no tenía por que temer, que no había sido su deseo asustarla y que se marcharía de inmediato. La joven se quedo callada y cuando Águila Nocturna daba la vuelta para retirarse por donde había llegado, la muchacha lo llamó. Ella le explicó que no estaba acostumbrada a ver a nadie por esos lugares, pero que le gustaría platicar con él. Una extraña fuerza arrastraba al guerrero hasta los ojos de esa muchacha, nunca antes se había sentido atraído por una mujer, algo en su mirar le despertaba un sentimiento desbordante. 231 Caminaron hasta una pequeña casa, hecha de piedra, que estaba cerca de un pequeño cenote. Después de una horas de conversación, Águila Nocturna supo que la joven se llamaba Flor de Lluvia y que estaba prisionera en ese lugar por un encantamiento. Por su parte, Águila Nocturna le contó lo que sabía de su vida y la angustia que vivía por no conocer su pasado. Era ya de noche cuando, abajo de un cielo cuajado de estrellas, la pareja no pudo contener la pasión que los consumía. Águila Nocturna por primera vez en su vida, conocía la intensidad del amor. Con ternura y con la mayor dulzura se introdujeron en los ritos mágicos del amor. A través del cuerpo, el guerrero descubría un universo completo y virgen a sus sentidos. Con su propia dinámica, el cuerpo tomaba el mando y casi, se separaba de su yo, integrándose perfectamente al de Flor de Lluvia. Águila Nocturna sentía como los millones de seres que lo conformaban, habían entrado en una conmoción absoluta. Una fuerza que venía de lo más profundo de su ser, desde un milenario origen marino, sentían la maravillosa y vital posibilidad de perpetuarse en este mundo, burlando a la muerte y aferrándose al por venir. Su cuerpo se estremecía delirante y lo recorría ardiente, un haz de fuego que buscaba la plenitud. Como un volcán en erupción, Águila Nocturna sintió nítidamente, como el fuego de la vida se desprendía de sus huesos, de su carne, de su sangre, y entre estertores de pasión, Águila Nocturna naufrago en las profundidades de Flor de Lluvia. Por un instante fugaz, en un chispazo divino; aquellos cuerpos se fundieron en uno solo. Por un instante estuvieron unidos por el inconmensurable misterio de la vida. Cuando todo quedo en reposo, se abrazaron y estuvieron llorando con mucho sentimiento. La emoción era tan grande, que no cabía en sus pechos y se desbordaba por sus ojos. Lloraban de felicidad y de alegría. Finalmente terminaron durmiendo. Se abrazaban tiernamente, inconscientemente no estaban dispuestos a separarse nunca más. La mañana despertó con el amor. Los primeros rayos de luz que entraron a la habitación, encontraron a la pareja en un rito de amor. 232 Flor de Lluvia y Águila Nocturna querían recuperar todo el tiempo perdido. Su tiempo de amor. Cuatro días con sus noches, el amor ocupó todos los espacios de esa habitación. A veces con ternura, otras con pasión, los amantes recobraban todos los besos y caricias que el destino les negó. Águila Nocturna estaba materialmente cautivado. El mundo había desaparecido. El amor era el sentimiento más fuerte que había vivido. La única realidad, la encarnaba la ternura y la pasión de Flor de Lluvia. Su cuerpo, era lo único cierto y representaba el paraíso perdido. La mañana del décimo día Águila Nocturna reaccionó cuando vio sus guajes vacíos. Recordó en ese mismo instante, que ese era el último día, para encontrar “La Piedra de Poder de la Tierra de la Serpiente Emplumada”. Le explicó a Flor de Lluvia su situación y le propuso que se fuera con él en busca de la Piedra. Flor de Lluvia le explicó a su amado, que por el encantamiento, ella no podía alegarse del cenote, en cuanto lo hiciera, se iría desvaneciendo como la bruma y que si él se iba, por el mismo encantamiento, nuca más encontraría el camino de regreso. La muchacha apasionadamente le pidió en cambio, que él se quedara a vivir con ella en aquella casa. Con besos y caricias, le dijo que nada les faltaría y que podrían amarse toda la vida. Águila Nocturna entonces le contó, que él también sufría de un conjuro, pues si en diez días no encontraba “La Piedra de Poder”, perdería para siempre la memoria. El Guerrero le dijo a Flor de Lluvia: -De modo que si me quedo, mañana amaras a un cuerpo, pero mi ser, estará totalmente perdido. La mujer lloraba desconsolada en los brazos del guerrero. No tenían alternativa, el amor había sido eterno en esos cinco días. El pecho de Águila Nocturna estaba saturado de dolor, su corazón estaba ensartado de espinas y pequeños hilitos de amargura corrían por sus mejillas. Apenas había conocido el amor y tenía que dejarlo, no había alternativa. Águila Nocturna se desprendió de los brazos de su amada y le dijo con firmeza, que encontraría “La Piedra de Poder” y regresaría por ella. Salió de la habitación y empezó a caminar hacía el poniente. Por sus 233 mejillas rodaba lacerante toda la amargura que oprimía a su corazón; Flor de Lluvia sabía que el guerrero no podría regresar por ella y conociendo lo que le pasaría, se fue atrás de su amado, sin que él se diera cuenta; pues sabía que de todos modos moriría de pena. Como una sombra, Flor de Lluvia se mantenía a distancia de Águila Nocturna. Sus ojos profundos, cubrían de amor al guerrero. Poco a poco la mujer enamorada se fue esfumando, sus lagrimas se convertían en gotas de rocío y su cuerpo se fue desvaneciendo, hasta convertirse en nada. Esa noche fue de luna llena. El guerrero caminaba a grandes zancadas por un camino blanco que antes había encontrado. Su cuerpo estaba totalmente mojado por el sudor, la fiebre de la sed y el cansancio, estaban a punto de desmayarlo. En su mente estaba inmóvil la idea de “La Piedra de la Tierra de la Serpiente Emplumada”; y en su corazón la imagen de Flor de Lluvia. Involuntariamente empezó a repetir en voz alta, como una plegaría, un canto sagrado: "No es verdad que vivimos, no es verdad que duramos en la tierra. ¡Yo tengo que dejar las bellas flores, tengo que ir en busca del sitio del misterio! Pero por breve tiempo, hagamos nuestros los hermosos cantos." De pronto a lo lejos, en la planicie apareció la silueta de una gran pirámide y el camino se dirigía hacia allá. Apresuro el paso, era casi la media noche. Se encontró abajo de una gran arco de piedra y una barda que tenía forma de serpiente. Cuando penetró al recinto por la puerta Norte, sintió una descarga eléctrica que recorrió todo su cuerpo. Un campo energético que se abrió y se volvió a cerrar. El brillo de la luna, hacía que todo se viera claramente. Primero llegó a un inmenso cenote, que tenía una circunferencia perfecta. Cuando se asomó, la luna se reflejaba dándole un tono azul claro a la profunda oquedad. 234 Caminó por una calzada y llegó a una gran plaza. En frente de él, estaba una pequeña plataforma cuadrada de dos cuerpos de altura con cuatro escaleras rematadas con cabezas de serpientes emplumadas y tenía grabado en piedra, el símbolo de Venus. Inmediatamente atrás estaba una maravillosa pirámide de nueve cuerpos y una construcción en la cúspide. Tenía cuatro escalinatas, una por cada lado, que a su vez, se dirigían a los cuatro puntos cardinales y remataban con inmensas cabezas de serpientes emplumadas. A su mano derecha estaba un monumental juego de pelota y a su izquierda, una pirámide más pequeña que la primera, pero tenía cientos de columnas. Algo en su interior lo hizo dirigirse hacia allá. Parado en frente del edificio, observó que estaba sobre una gran plataforma rectangular, que tenía en el centro unas pequeñas gradas para subir y en donde se encontraban cuatro hileras de diez y seis columnas. En seguida de ellas, unas escaleras para ascender a la pirámide de cuatro cuerpos. Subió lentamente el guerrero por las escaleras, en donde encontró dos piedras rectangulares grabadas. Al llegar a la parte superior, Águila Nocturna estaba a punto de desplomarse, su cuerpo ardía en temperatura y temblaba de cansancio. En la parte superior de la pirámide, estaba una gran habitación, que tenía dos compartimentos. A la entrada estaban esculpidas, dos inmensas serpientes a modo de columnas centrales. Sus cabezas, con las fauces abiertas descansaban en el piso, su cuerpo de columna, se elevaba hacía las alturas y la cola emplumada hacía un dobles arriba de la cabeza del animal sagrado, dirigiendo como una ofrenda, sus plumas al cielo. Flanqueando la puerta del edificio y enfrente de las dos serpientes guardianas, estaba la escultura de un hombre, ligeramente recostado sobre el suelo, con sus piernas plegadas y sus talones junto a sus nalgas. Su cintura se elevaba y con su pecho levantado, recargaba sus codos en el piso y las manos tocaban su vientre. La cabeza de la escultura giraba noventa grados hacía su izquierda. En sus ojos, había una mirada penetrante, casi humana, con un rostro sereno e impasible, que exudaba sobriedad y templanza. 235 Águila Nocturna sentía que en ese mismo instante, sus fuerzas lo iban a abandonar. Empezó a escuchar el cascabeleo rítmico de una serpiente. Por sus oídos, un zumbido muy agudo penetraba en todo su cuerpo, haciéndolo vibrar en una frecuencia muy alta. La luz pálida de la luna rápidamente se fue perdiendo. Una oscuridad intensa empezó a envolver el recinto. En un momento todo estaba en total oscuridad. De pronto el zumbido se proyectó en la escultura y tenuemente unos chispazos de energía, empezaron a brotar de ella. El guerrero hacía un gran esfuerzo, por no caer desmayado. El zumbido se hizo más agudo y alrededor de la escultura empezaron a girar cargas eléctricas, que se convirtieron en luces iridiscentes. El espectáculo era impresionante, en completa oscuridad, la escultura del hombre reclinado refulgía en intensas luces de colores, que giraban a gran velocidad en torno al monolito. Águila Nocturna estaba parado frente a “La Piedra de Poder de la Tierra de la Serpiente Emplumada”. De su silueta empezó a emanar energía y sus cabellos se empezaron a levantar en todas las direcciones. Un puente de energía se creó entre la piedra y el guerrero. De pronto un poderoso tronido, que perturbó el silencio y se fue multiplicando, al expenderse en la atmósfera con rápidos y sucesivos estallidos. Un rayo bajó del cielo a la tierra zigzagueando, iluminando por un instante el recinto sagrado, uniendo al guerrero con la Piedra de Poder, a través de una corriente eléctrica, que circuló por todo su cuerpo y se introdujo a la tierra, a través de la escultura. Águila Nocturna cayó de bruces sobre la piedra. 38 Cuando abrió los ojos Águila Nocturna, habían pasado cinco días. Estaba en una pequeña habitación, yacía en un petate y le dolía todo el cuerpo. Tuvo la intención de incorporarse, pero su cuerpo no le respondió. Como un animal herido, se mantuvo a la expectativa. Más tarde entró un hombre que tenía pintado el rostro con tres franjas. La primera en toda la frente era roja, la segunda, de las cejas 236 a la nariz, era negra y la última de la boca hasta el mentón era roja. Como era la costumbre en el vestir, traía amarrado a la cintura un lienzo de algodón, con una parte que le pasaba por la entre pierna y calzaba huaraches. Un pectoral de huesos de venado le cubría el pecho y unas muñequeras hechas con pequeñas piedras de jade, horadadas y tejidas en hilo de algodón, completaban su atuendo. -Amadísimo hermano nuestro, -dijo el hombre. Por fin haz regresado del lugar de los descarnados, pensábamos que nunca jamás estarías con nosotros, bienvenido seas a esta tú pobre casa, "La Boca del Pozo de los Guerreros. El hombre pintado, le relató con voz pausada y muy clara, que se encontraba en un Centro de Conocimiento de la Serpiente Emplumada. Que Águila Nocturna era un guerrero y que venía de tierras muy lejanas a recuperar, lo que en su día había sido un "rostro propio", labrado a base de un sistemático estudio y una profunda comprensión, de todo lo que sus antepasados habían logrado en su milenario acenso en la escala animal; ya que todos venían de una sola civilización continental y milenaria. Todo cuanto nos rodea, fue creado y recreado por nuestros antepasados, por los venerables y sabios, los Viejos Abuelos toltecas. Nosotros -señaló el hombre-, ahora estamos haciendo lo que nos corresponde: tratamos de ser lo mejor de nosotros mismos, nos esforzamos en alcanzar el grado de "ser humano" y tratamos de florecer nuestro corazón, a través de la sabiduría de “La Serpiente Emplumada”, en este sagrado recinto, donde en cientos de atados de años, los guerreros han aprendido a ser "Hombres Verdaderos" en busca de La Libertad Total. Tienes que recuperar tu propio rostro, y con ello recuperar también tu "corazón verdadero", ese que a lo largo de toda tu vida, haz ido esculpiendo; esa piedra preciosa que ha limado sus aristas cortantes, que ha adquirido una bella forma y que esta pulida con la paciencia, la sabiduría y el amor. La piedra preciosa que llevas en tu interior. 237 Haz llegado a nosotros en forma misteriosa y gracias a tu poder personal, pudiste traspasar la barrera energética del muro de la serpiente y llegaste directamente a “La Piedra de Poder de la Serpiente Emplumada”. Nosotros te ayudaremos a que vuelvas a tener un rostro propio y un corazón verdadero. Pero esta difícil tarea es estrictamente personal, es tu desafío de Guerrero. En este lugar podrás iniciar tu camino de regreso. Primero tienes que recuperarte, pues recibiste la descarga de un rayo, esto a un hombre común le hubiera costado la vida. Como eres un guerrero y tienes un destino, sigues vivo. Ahora solo descansa. Águila Nocturna pasó quince días restableciéndose. Todos los días era atendido por dos guerreras, que impecablemente le procuraban todo cuanto necesitaba. Conforme pasaba el tiempo Águila Nocturna se sentía mejor y al mismo tiempo, crecía la necesidad de regresar por Flor de Lluvia, su corazón sufría una inquietud que nunca antes había sentido. Cuando se restableció, Águila Nocturna se sumó con los guerreros en la preparación de la ceremonia del equinoccio de primavera. En la gran pirámide de La Serpiente Emplumada, dos veces al año, se celebraba un ritual que tenía que ver con el descenso simbólico de la energía del sol a la tierra. Esta energía esta simbolizada por “La Serpiente Emplumada”. Dos veces al año, cuando el sol empezaba a iniciar su descenso, la luz solar se proyecta sobre la balaustrada principal, ocasionando la formación de siete triángulos isósceles, que sugieren el cuerpo de una serpiente de aproximadamente veinte cuerpos humanos de longitud, que esta conectado a las cabezas de serpiente de la base de la pirámide. El efecto ondulante y descendente de la serpiente, quien baja del cielo a través de la pirámide, dura muy poco tiempo, pero es motivo de una gran celebración. Ese día los cientos de guerreras y guerreros, que se capacitaban en el recinto de “La Serpiente Emplumada”, para buscar La Libertad Total, bailaban con todas sus fuerzas, al rededor de la pirámide acompañados de un nutrido grupo de músicos. 238 Sus cuerpos vibraban al convocar con sus golpes a la Madre Tierra. Un portentoso fluir de energía, salía del interior de la tierra y como un remolino de fuego, una serpiente de energía se elevaba en la atmósfera y unía a los hombres con lo inconmensurable. En los equinoccios, es cuando los días son iguales a las noches, por ello, la energía está más equilibrada. El ser humano es el puente, el conducto entre nuestra Madre Querida y nuestro Padre el Sol. El ser humano es donde el cielo y la tierra se "besan". Por esta razón, el ser humano encarna este símbolo dual; el Quetzal, el pájaro sagrado que busca las luminosas alturas de la conciencia superior, y la serpiente, que representa las fuerzas telúricas que aferran al ser humano en los campos de la materia obscura y la tierra. Los opuestos complementarios. Principio y fin de la vida humana. El Quetzalcóatl es un símbolo filosófico que encarna la aspiración humana de encontrar el equilibrio entre el espíritu y la materia. La pirámide estaba rodeada de guerreros y guerreras, que en círculos excéntricos giraban bailando al ritmo de los inmensos tambores de tronco de árbol, las ocarinas, y los cascabeles, que llenaban con su estruendo todo el espacio. Los caracoles marinos bramaban, Águila Nocturna sin saber como, estaba bailando con una destreza propia de un maestro. Su cuerpo parecía que recordaba mejor que su mente. El rítmico golpeteo de los pies a la Madre Tierra, convocaba a las energías telúricas a unirse al cielo a través de los seres humanos, quienes se convertían en un puente sagrado, entre lo divino y lo mundano. Por horas todos danzaron, no había discursos o rezos. El cuerpo hablaba su propio idioma con la Madre Tierra, un diálogo de amor filial, que los Viejos Abuelos toltecas habían enseñado. Un diálogo a través de la energía. El "lenguaje" más antiguo del ser humano sobre la Tierra ...!la danza¡ 39 Águila Nocturna tenía una flama encendida en su corazón. El recuerdo de Flor de Lluvia incendiaba sus pensamientos y se había llegado a convertir en una necesidad imperiosa. Nunca antes en su 239 vida, había sentido esta apremiante necesidad de estar con una persona. El recuerdo de Flor de Lluvia estremecía a su cuerpo y hacía saltar en desorden a su corazón. El guerrero informó la decisión de su inminente partida al Venerable Maestro, quien le dijo que cumpliera con su destino. -Lo único que te pido, -dijo el anciano-, es que cuando regreses con los transportadores de los objetos para el culto de los dioses, diles que “La Piedra de Poder de la Tierra de la Serpiente Preciosa” esta bajo sus pies. Diles -siguió diciendo el anciano-, que toda esta península es una enorme piedra, que esta viva y siente...no les digas más. Águila Nocturna salió por la mañana y se dirigió hacia el Oriente, en busca de la mujer que había atrapado toda su energía y concentración. Sus pasos eran zancadas y el corazón jalaba a al cuerpo. Por su mente pasaban muchas imágenes y Flor de Lluvia ocupaba el centro de todas ellas. Por fin llegó a el lugar donde estaba la casita y la encontró en ruinas y totalmente desierta, parecía que ahí en años nadie había vivido. Desconcertado el enamorado exploró el entorno, para saber si ese era el lugar buscado. Después de un tiempo comprobó que efectivamente ese era el lugar, solo que se encontraba cubierto por la selva y la casita de piedra, tenía huellas de no haber sido habitada en años. El guerrero sintió un dolor muy fuerte en el pecho, la negación de su amor en esas ruinas desoladas, era violentamente rechazado por el fuego que estaba a punto de estallar adentro de su corazón. Águila Nocturna no podía aceptar que Flor de Lluvia y su amor, no hubieran existido, y aunque las evidencias físicas así lo señalaban, los recuerdos y su cuerpo no lo aceptaban. Flor de Lluvia era el sentimiento más grande, la pasión más desbordada que el guerrero había vivido y eso no podía ser un sueño. El guerrero entró a las ruinas de la casita y en su penumbra se puso a llorar. Primero poco a poco y después con gran fuerza, Águila Nocturna lloraba como nunca antes lo había hecho. La desolación que azotaba a su alma era tan grande que se sentía morir. Como un lobo 240 aullaba, con sus largos y desgarrados lamentos se estremecía la selva. Nunca antes había abrazado a la soledad. Estaba en las ruinas de lo que había sido el espacio más florido e intenso de su existencia; y el abandono y la desolación del recinto, hacían coro con los gritos de dolor y rabia del guerrero, su corazón se iba desmoronando como las piedras de aquellas ruinas, que indiferentes y mudas lo contemplaban. La tarde entró por la puerta y la noche poco después. Águila Nocturna no les hizo caso, pues estaba sumido en el dolor. Por fin, se quedó dormido en un sueño intranquilo. Muy de mañana Águila Nocturna despertó. Su cuerpo estaba sumamente lastimado, pues es un reflejo de su espíritu. Entendió que un guerrero no se puede aferrarse a nada en la vida. Que un guerrero es un maestro en el arte del desapego, porque si se aferra, se hunde y hunde a lo que se aferra. Por ello un guerrero no tiene apego a los sentimientos, a las ideas y menos a los objetos. Un guerrero carga lo menos que puede, para ir ligero por el mundo, sin tener que defender nada, solo protege su existencia, de esta manera el guerrero es invulnerable. Estos sentimientos iban en aumento, como el sol en el horizonte y de la misma manera que los rayos calentaban a la selva, de la misma manera el entrenamiento que había recibido el guerrero durante años, calentaba su desolado corazón. Él sabía que era un ser humano y que sentía el dolor a pesar de ser un guerrero, lo que lo hacía diferente, es que el guerrero no se entrega al dolor. Volvió el ánimo del guerrero y recordó que tenía una cita con Luz de Noche en el cenote sagrado. Emprendió la marcha de inmediato y por su mente apareció un canto sagrado: “¿ A dónde iremos donde la muerte no existe? Más, ¿por esto viviré llorando? Que tu corazón se enderece: aquí nadie vivirá para siempre. Aun los príncipes a morir vinieron, hay incineramiento de gente. aquí nadie vivirá para siempre. 241 Águilas y jaguares !atentos¡ a la batalla florida con los cantos y los dardos resuena el tambor de turquesas, un camino de luz. ¡ Comience la batalla !” Con el corazón sereno, Águila Nocturna llegó al cenote sagrado, no había nadie en la entrada y decidió entrar. Llegó hasta la cripta en la que se había quedado dormido e instintivamente se acostó, buscando protección y refugio. Pasó el tiempo y cuando abrió los ojos, se dio cuenta que estaba rodeado por trece guerreros, que estaban ataviados con sus implementos de guerra. De sus rostros pintados, salían feroces miradas que lo inquietaron. No sentía miedo, pero su cuerpo estaba envuelto en un ambiente de censura. Águila Nocturna fue tomado por los guerreros y llevado a una cámara en la que estaba una piedra en forma de cilindro, de medio cuerpo de altura y de un cuerpo de ancho. La pieza estaba bellamente esculpida con símbolos que hablaban de la energía luminosa, representada por el agua y la energía espiritual, representada por el viento. En el centro, un sol humanizado y señalamientos de los cuatro puntos cardinales. Los guerreros lo acostaron boca arriba sobre la piedra y cuatro de ellos le tomaron fuertemente cada una de las extremidades. Águila Nocturna no sentía ningún temor y estaba muy atento. Entonces uno de los guerreros le se dirigió de esta manera: -Somos hijos del Quinto Sol, llamado “El Sol del Equilibro”. Este sol fue precedido por cuatro anteriores, en el que los seres humanos perdieron la oportunidad de trascender. En esta quinta oportunidad de humanizar la vida, el ser humano lo puede lograr mediante el sacrificio espiritual y el equilibrio de las fuerzas que mueven el universo y habitan en su corazón. 242 Los seres humanos encarnamos un universo dentro de otro universo. Los cuatro rumbos del universo están dentro de tu corazón. La cabeza representa el cielo o el espíritu, los pies la tierra o la materia, la parte derecha del cuerpo representa la razón o el mundo conocido y la parte izquierda lo intuición o el mundo desconocido. El ser humano no puede ser totalmente espiritual, ni totalmente material; tampoco puede ser totalmente racional, ni totalmente intuitivo. El justo equilibrio de estos dos pares de opuestos complementarios, es el arte de vivir, La Batalla Florida de los Guerreros Jaguares, de los Guerreros Águilas. Cuando se logran equilibrar estas cuatro fuerzas que rigen al micro universo, el guerrero logra ubicar su energía en el quinto punto, en el centro. Cuando esto sucede, el Guerrero entra en contacto con las fuerzas que rigen el macro universo a través de su quinto punto, que se encuentra en la parte media del cuerpo. La energía del guerrero se eleva a planos superiores; cuando los cuatro rumbos del micro universo se desequilibran y la energía se carga sobre uno de ellos, cualquiera que sea, se cae en los abismos de la negación y la estupidez. Ha llegado el momento de abrir tu cuerpo energético. Los nueve guerreros restantes empezaron a emitir un canto monótono, que seguía una escala tonal muy bien determinada y que producía un estado amplia percepción sensorial. Los cuatro guerreros tiraban hacia los cuatro puntos cardinales con gran fuerza. Águila Nocturna sentía que se iba a desmembrar. Pero extrañamente el dolor más intenso provenía de su vientre. De pronto el más anciano de los guerreros, alzó la mano izquierda y está empezó a resplandecer. Águila Nocturna se quedó mirando la mano, que de pronto se transformó en un pedernal de cuarzo que emitía luz, y con estupor, vio como se precipitaba sobre su cuerpo. El golpe sobre su vientre se escucho como un tronido y la mano del anciano penetró en el cuerpo de Águila Nocturna. De pronto, por su vientre empezó a salir con gran presión hacía arriba, un chorro de luz, como un arcoíris, pero con luces de mucha intensidad y colorido. Águila Nocturna no sentía dolor, por el contrario, una sensación de bienestar y armonía, nacía del chorro de luz y se iba extendiendo por 243 todo su cuerpo, en círculos excéntricos, como ondas en un estanque de agua. El canto de los guerreros tomó más brío y el chorro de luz se convirtió en un espléndido y maravilloso árbol, que tenía dos grandes ramas laterales, que en conjunto le daban la forma de una cruz. En la parte superior del árbol, apareció una bella ave de maravillosos e iridiscentes colores; era una águila que resplandecía como un sol y tenía en sus plumas pedernales. Águila Nocturna sintió la plenitud absoluta; como nunca antes, sentía que sus extremidades tocaban los confines del universo. El árbol de luz, tenía unos frutos todavía más luminosos y el águila los estaba devorando. El guerrero tuvo una revelación en ese instante. El águila lo miró con sus ojos penetrantes y el guerrero sintió miedo por primera vez, el guerrero se sintió una presa y lo invadió el pánico de ser alimento del águila. El animal luminoso abrió su pico y lo introdujo en el vientre del guerrero. Águila Nocturna sintió como la vida se le iba, en una succión de energía. Sintió la conmoción de los millones de seres vivos que tenían la voluntad de conformarlo y que desordenadamente se precipitaban de| manera espiral y en forma ascendente, hacia el pico del águila. De pronto sintió mucho dolor y vio un túnel negro. Lo que quedaba de su conciencia se resistió y con todas sus fuerzas, emitió un poderoso grito negando ese destino. Águila Nocturna abrió los ojos y se dio cuenta que estaba soñando y que estaba empapado de sudor. Se incorporó inmediatamente y quiso salir de la cámara, pero una voz lo detuvo. Luz de Noche estaba en la cabecera de la piedra y tomándolo por los hombros le dijo que se recostara en la piedra. -La vida es un sueño, joven guerrero. Los despojos de los trece guerreros inmaculados que aquí descansan, nos recuerdan que sus sueños como su vigilia, son para nosotros exactamente igual. Son tan ciertos y tan vividos sus sueños, que te invitaron a vivir con ellos una maravillosa experiencia. Tuviste un sueño de poder, gracias a la fuerza de estos guerreros. La revelación que viviste fue un regalo del poder. 244 Tu cuerpo fue realmente abierto y a partir de hoy, estas en contacto con los cuatro rumbos del universo. A partir del día de hoy, eres uno entre los nuestros. Nuestra misión es recorrer los cuatro puntos de la existencia, llevando y trayendo, los materiales y objetos necesarios, para que los seres humanos le rindan culto a las diferentes manifestaciones de “Aquél por quien vivimos”, y con ello desarrollen su conciencia espiritual. Más tú ahora sabes, gracias a esta revelación, que La Fuerza tiene un objetivo sobre nosotros los seres vivos y nuestra conciencia. En una inconmensurable cadena de aliento energético, que va mucho más allá de nuestra Madre Querida, los seres humanos somos alimento de una conciencia muy superior a todo lo entendible. Caminarás con nosotros y abrirás nuevos caminos, en la búsqueda de “tu rostro y tu corazón”, nosotros ahora, tus hermanos, te ayudaremos. Porque es muy cierto, que no existe reposo y equilibrio, en un pueblo, una familia o en un ser humano, que no tenga conciencia clara de dónde viene, en dónde esta y hacia dónde se dirige. “El rostro propio y el corazón verdadero”, es el derecho más inalienable de cualquier ser consciente y de todo pueblo. Sin un rostro propio y un corazón verdadero, somos polvo al viento. Pero antes de proseguir, inmaculado Guerrero de los Dardos de Fuego, viajero del espíritu, tienes que decirle a esta hermandad en donde está “La Piedra de Poder de la Tierra de la Serpiente Emplumada”. Águila Nocturna se quedo viendo fijamente al sabio anciano le dijo, con vos clara y lentamente: -Estamos parados sobre ella. 40 Águila Nocturna se incorporó a la vida cotidiana de aquella comunidad de transportadores de los insumos para rendirle culto a las diversas advocaciones de la Dualidad Divina, aquella que no tiene nombre, ni forma, ni se ve o se toca. A pesar de que en principio la comunidad era igual a todas, pues se sembraban las tierras y se 245 producían ciertas manufacturas para vivir adecuadamente. Los caminantes tenían como principal actividad, el viajar y transportar los sagrados utensilios. Esta encomienda era realizada con el mayor orgullo y la tradición venia de familia en familia a lo largo de muchos atados de años. Luz de Noche le informó a Águila Nocturna, que debía prepararse para partir con un grupo de caminantes que llevarían una gran cantidad de papel amate, triado del altiplano, a las remotas regiones al Sur de la Tierra rodeada de las Grandes Aguas. De aquellas lejanas tierras traerían oro, para hacer los utensilios sagrados. Desde tiempos inmemoriales, Los Viejos Abuelos toltecas les habían enseñado a usar al oro como representación de la pureza que puede llegar a alcanzar la materia y que por está misma pureza, se evita la corrupción. Por ello, el oro era un material simbólico de la aspiración suprema de los mortales de llegar a la pureza, para impedir la muerte o corrupción de la materia. Se prepararon debidamente las cargas de papel amate, las provisiones y un día por la mañana, Águila Nocturna salió con veinte caminantes rumbo a las lejanas tierras del Sur. La hermandad de los transportadores tenía una estructura militar, en la cual había rangos y la disciplina era muy rigurosa. Los caminantes debían entre otras cosas, dominar varios idiomas y conocer la pluralidad cultural de los pueblos, tener una constitución y una condición física impresionante, y ser expertos conocedores de los bastos territorios y sus caminos de La Tierra Cubierta por las Grandes Aguas, así como de la naturaleza, los climas, plantas, animales e insectos. Las travesías que hacían estos intrépidos hombres, estaban llenas de peligros, muchos de los cuales resultaban, las más de las veces mortales. Para ellos, pertenecer a esta hermandad, representaba el más grande privilegio que un hombre común podía aspirar. En este intercambio de materiales para el culto, no mediaba ningún interés personal de lucro, ya que desde la enseñanza básica de la sociedad, esta no tenía ninguna actividad especulativa o de apropiación y atesoramiento de la riqueza. Por el contrario, la sociedad en su 246 conjunto, estaba orientada a aspectos más místicos y espirituales de la existencia. Desarrollando, desde temprana edad y de manera muy precisa, la idea que el ser humano debía servir la comunidad. Quera más importante el “nosotros”, que el yo individual. Por ello, ser parte importante de los posibilitadores del culto religioso, representaba para los integrantes de la hermandad, un privilegio que se pagaba con un alto sacrificio y muchas veces con la propia vida. Por otra parte, la hermandad era experta combatiente y excelentes cazadores. La disciplina militar no solo radicaba en la organización. Desde muy pequeños eran adiestrados en el uso de las armas. Los antepasados, desde el origen mismo de los tiempos, habían inventado armas muy rudimentarias, como la lanza, el escudo, el arco y las flechas y unas macanas con piedra de obsidiana muy cortante en los extremos, mismas que hasta la fecha se seguían usando, pues las guerras no eran muy comunes entre los hijos de Los Viejos Abuelos toltecas y ellos nunca usaron su inteligencia en el desarrollo de armamento, salvo el lanzador de dardos, que Los Viejos Abuelos lo inventaron para cazar aves al vuelo y que era muy efectivo, pues lograba arrojar un dardo a mucho mayor velocidad que la flecha de un arco. El concepto de la guerra y el guerrero, estaba enfocado a la lucha espiritual, por lo cual le llamaban Guerra Florida y el guerrero, emprendía exclusivamente una lucha interior. Sin embargo, este carácter espiritual, no las hacia a estas batallas menos difíciles y feroces. De esta manera Los Guerreros del Espíritu, por tradición se confeccionaban trajes de una disposición más alegórica que práctico militar. Las pieles y las plumas, representaban más un orden místico, que tenía que ver con los animales simbólicos, como el jaguar y el águila, por ejemplo. La guerra interior fue uno de los legados espirituales más importantes de los toltecas. La hermandad en cambio, era un grupo militar de verdaderos combatientes, pues en las grandes travesías, en ocasiones eran atacados por grupos de nómadas hostiles o por fieras, que saturaban los bosques o las selvas. La organización más pequeña, estaba 247 compuesta de cinco personas, la siguiente era de veinte personas y era la unidad común, aunque podían organizarse de veinte en veinte, como los dedos de un cuerpo, hasta llegar a conformar unidades de cuatrocientos transportadores. En aquella unidad, Águila Nocturna iba como invitado y fue encomendado a Jaguar de Fuego por Luz de Noche. Jaguar de Fuego era un jefe de transportadores muy experimentado y reconocido en el pueblo por su inteligencia, valor y por su fuerza. Se le había dicho que Águila Nocturna era un guerrero y que estaba en busca de su pueblo, por lo que se le prestarían todas las facilidades para que en el camino, pudiera encontrar su hogar. Iniciaron la marcha, la unidad de transportadores se organizaba como una serpiente de cascabel. El hombre que iba al frente, hacia la función de los ojos, era el explorador. Un arquero, que no llevaba carga para estar ligero y ser rápido en sus desplazamientos, era los colmillos de la serpiente. Inmediatamente atrás del arquero, venía el responsable del grupo o la cabeza de la serpiente. Después venían quince cargadores y al final, estaba el hombre responsable de la retaguardia, que representaba los cascabeles de la serpiente y quien periódicamente tocaba un caracol marino, que era el medio de comunicación a distancia. Era fascinante ver como ese grupo humano se organizaba perfectamente como un solo organismo. Ellos sabían que el éxito de su sagrada responsabilidad y su vida misma, dependía del grado de organización y disciplina, con que operará el equipo. Los transportadores cuando salían a llevar y traer su valioso cargamento, usaban ropas y se pintaban el cuerpo de tal manera, que se confundían fácilmente con el entorno. Esta pintura era más que un ritual y una costumbre. En muchas ocasiones, por esta pintura, salvaban la vida; por ello, se tenía la costumbre de no bañarse hasta haber concluido su misión y estar en la seguridad de su pueblo. Águila Nocturna como invitado especial, no vestía los atuendos de la hermandad y cargaba solamente los alimentos para la larga travesía, pues no pertenecía a la Hermandad. En cuanto a las provisiones, que por las grandes distancias y por el tiempo en recorrerlas eran muy escasas. La templanza y fortaleza de los transportadores era 248 legendaria. Existían tres fuentes de alimentación. La caza y recolección que hacían durante la travesía, que era la más importante, pues estos equipos aprendían a ser lo más autónomo posible; en segundo lugar, lo que en ocasiones les ofrecían los pueblos por donde pasaban, que siempre era más simbólico y ocasional; finalmente, los provisiones que llevaba el equipo y que solo eran usadas para los momentos más apremiantes. La tecnología alimentaria para los viajes, que los Viejos Abuelos les habían dejado, era excelente, pues desde cientos de atados de años, la comunicación entre todos los pueblos que vivían sobre La Tierra rodeada de las Grandes Aguas, era una costumbre muy importante. Salvo los productos y utensilios utilizados para el culto de los dioses, los pueblos lo que intercambiaban más eran las ideas y los sentimientos. Entre los alimentos que llevaban los porteadores estaban, el maíz y los Frijóles molidos, insectos preparados, semillas, amaranto, miel, pescado y carne de venado salada, y unas tortillas grandes que eran muy elásticas y que se comían frías. La mayoría de estos alimentos podía durar mucho tiempo durante la travesía. El equipo de Jaguar de Fuego avanzaba hacía el Sur por la planicie, como una serpiente de cascabel. Los transportadores llevaban su sagrado cargamento en unos canastos, que eran sostenidos por una correa ancha de cuero que se detenía contra la frente, de modo que llevaban las manos libres. Águila Nocturna pronto aprendió la marcha de estos milenarios caminantes. Con el cuerpo ligeramente inclinado y las piernas flexionadas sobre las rodillas; caminaban ligeros y rápidos, por las veredas zigzagueante. El guerrero aprendió muy pronto a llevar la respiración correcta y a dejar de pensar, para fundirse en el espíritu del equipo. Los Viejos Abuelos habían enseñado a la Hermandad todas las técnicas para lograr su difícil misión. Entre ellas, era el canto de camino; un número de canciones de poder, que hacían que los transportadores se integrarán más como equipo. Antiquísimas canciones que eran entonadas con mucha alegría y pasión. Estas canciones se utilizaban cuando el cansancio o lo peligroso de un trayecto, requería que la energía se reconstituyera o se fortaleciera el 249 animo. Estos formidables cantos se escuchaban como la voz de un solo organismo, vigorosos y sonoros por los caminos; alejando a los enemigos, fueran estos seres humanos, animales o espíritus malignos. El guerrero pronto aprendió que la seguridad del equipo, radicaba en la eficiencia en que cada uno de los integrantes cumpliera su función individual. El equipo solo funcionaba, si cada uno de los integrantes, cedía una parte de su individualidad y se integraba al todo del equipo; obedeciendo estrictamente al responsable, a la cabeza. Para ello, se requería a lo largo del tiempo, desarrollar una absoluta confianza entre si y todos con la cabeza. Las jornadas eran de sol a sol. Iniciaban antes de que saliera el sol, con una ceremonia de pedimento al Señor y Señora de los Caminos, bosques y animales. Se les pedía el libre paso sin ser dañados y sin dañar a nadie. Acto seguido, se quemaba copal y se enterraba una pequeña ofrenda en la tierra. La otra ceremonia se hacía en la noche, donde se daba las gracias por la bienaventuranza del camino. El equipo solo descansaba un poco después de los alimentos del medio día. Las jornadas eran intensas. Una de las funciones del puntero o lengua de víbora, era adelantarse al grupo a medio día y por la tarde, para seleccionar el lugar más propicio para comer y dormir. Cierto día, que Águila Nocturna, estaba haciendo su guardia nocturna, envuelto en su manta de algodón y caminando en torno a la fogata. Observaba como los ojos de animales y de las entidades nocturnas, acechaban a los vigilantes. Jaguar de Fuego ya había instruido al guerrero de estos peligros. Pues el Señor de la Noche, mandaba a sus hijos a cazar a los incautos vigilantes, que atraídos por extraños ruidos, voces o imágenes, se alejaban del fuego protector y jamás regresaban de la obscuridad. Pronto el equipo de transportadores dejó las tierras planas de la península y empezó a subir por montañas, que a cada momento crecían en tamaño y altura. El clima y la vegetación empezaron a cambiar. La selva húmeda paso a transformarse en una exuberante vegetación de medía montaña, la frescura de la sombra que proporcionaba los árboles hacían más ligero el camino. El cuerpo de Águila Nocturna 250 inmediatamente registró el cambio. Algo en su interior, recordaba esos árboles y esas montañas. El equipo después de unos días, dejó la media montaña y pasó a los majestuosos bosques. Inmensos pinos, que saturaban los cerros y montañas cambiaron el clima totalmente. Un aire frío pasaba entre las ramas de los árboles, haciéndolas cantar y silbar. El cuerpo de Águila Nocturna se alertaba, como quien reconoce una antigua canción, que le es muy familiar. Los transportadores cruzaban hacía el Sur, entre cordilleras que iban en dirección Oriente Poniente. Subían por empinados caminos, hasta llegar a las altas cimas, para inmediatamente, iniciar el descenso, hasta llegar a pequeños riachuelos que se encontraban en el fondo de las cañadas, para de nuevo iniciare el ascenso de otra cima. En medio de esas remotas y deshabitadas montañas, apareció un hombre en medio del camino. Era alto y portaba un tocado hecho en piel curtida, que tenía el diseño de la cabeza de una serpiente, por medio de pequeñas piedras de turquesa, que estaban adheridas a la piel y que en conjunto daban la idea de un espléndido mosaico de colores, en el que sobresalían los ojos y los colmillos de la serpiente, en color blanco. Coronado con bellísimas plumas de quetzal, que a pesar de hacerlo majestuoso por su tamaño, lo hacían ligero. El hombre llevaba un protector del pecho y espalda, hecho de conchas de mar, que estaban armadas a través de pequeñas cuentas verdes. En el abdomen tenía un protector hecho de huesos de venado, también engarzados con cuentas verdes. Vestía una pequeña falda hecha con piel de jaguar. En sus muñecas y tobillos, llevaba tejidas en cuentas verdes, protectores muy vistos. En la mano derecha portaba una inmensa lanza, que en la parte superior tenía unas bellas plumas y estaba coronada de una gran navaja de obsidiana. El hombre les marcó el alto y les informo que Murciélago Jaguar, Venerable Maestro de La Casa del Espejo Humeante, les invitaba a descansar y reaprovisionarse, para seguir el camino. Jaguar de Fuego entendió que esta era una invitación muy especial, ya que por tradición, él sabía de aquel lugar, pero nadie de los transportadores 251 había llegado hasta él, por lo que ordeno a sus hombres seguir al guardia. Por la tarde llegaron a un estrecho valle flanqueado por dos altas cadenas montañosas. La Casa del Espejo Humeante estaba levantada en sobre la cima de una colina artificial, de donde se dominaba todo el valle. El acceso estaba en la parte Poniente. Caminaron al interior de una gran plaza. A mano izquierda, hacia el Norte, estaba la parte más alta de la colina y ahí, estaban los edificios más importantes. En la parte superior se encontraba una pirámide. Hacía el Sur, un inmenso y bellísimo juego de pelota acompañaba a una pirámide de proporciones regulares, que en la parte Norte poseía cinco pequeñas construcciones. El guardia los llevó a la parte Norte y en el interior de un edificio, encontraron preparados petates, alimentos y agua, para que descansaran. Se les informó que serían recibidos por el Venerable Maestro Murciélago Jaguar por la mañana. La ceremonia de recepción fue solemne. El Palacio de los Jaguares estaba preparado con bellas flores y en él, se quemaba copal con mucha abundancia. Un grupo de músicos tocaba suaves melodías con diferentes ocarinas. Los invitados fueron colocados en la parte Sur de la habitación. La música calló y los participantes fijaron su vista en una puerta que estaba en la parte Oriente, de donde salió el Venerable Maestro acompañado de cinco ancianos, que vestían en forma muy austera y sobria. Después de sentarse en unos petates rodeados de flores el Venerable Maestro se dirigió de esta manera a sus invitados: "¡Démonos gusto, amigos míos: vengan aquí los abrazos! En la tierra florida andamos andando y no hay quien pueda ponerle fin. La flor y el canto se tienden allá en la Casa del Sol. Sólo por breve tiempo en la tierra vivimos: No será así siempre: espera la región del Misterio ¿Hay allí alegría? ¿Hay allí amistad? ¡Ah no, que no sólo en la tierra 252 venimos a conocernos!" Murciélago Jaguar informó ampliamente a sus invitados de la misión que tenía encomendada La Casa del Espejo Humeante. Tenía muchos atados de años, que los Viejos Abuelos habían sembrado en todo el continente, recintos parecidos a éste, que tenían como misión la de conservar inalterables, los conocimientos y sabiduría que los Viejos Abuelos toltecas habían dejado en la tierra desde los mismos orígenes de esta milenaria civilización. En lugares apartados y remotos; inaccesibles y herméticas, éstas Casas de Conocimiento atesoraban estos información en la lengua y en el corazón de hombres y mujeres sabios. Estas personas eran preparados desde niños. Los hombres de “la tina negra y roja”, que vivían en las comunidades, tenían encomendado que cuando vieran a un recién nacido con una energía muy especial, que solo ellos podían observar, convencieran a los padres de estas extraordinarias criaturas, para que fueran ofrecidos a esta misión. El niño entonces era iniciado en una ceremonia muy parecida a la de Las Primeras Aguas, la cual se realizaba en secreto y en la presencia de los orgullosos padres. En esta ceremonia se ejecutaba una operación energética, la cual garantizaba que al niño, jamás se le cerraría la mollera, para con esa abertura estar en permanente contacto con las fuerzas inconmensurables del mundo. Durante los primeros cinco años, el niño vivía con sus padres, los hombres sabios le enseñaban a la madre a ponerle unas tablillas en la cabeza, para que ésta, se fuera deformando poco a poco, lo que les permitía tener una configuración en su cerebro, que a su vez les facultaba percibir campos energéticos, que al común de los mortales no les era posible. Al cumplir los cinco años el niño, que ya era bastante diferente, era llevado a éstas Casas de Conocimiento, en donde aprendía su misión. Estos seres humanos, no eran ni Hombres de Conocimiento, ni guerreros o sacerdotes. Su misión era la de mantener intacto el conocimiento de Los Viejos Abuelos toltecas de una generación a otra. Por decirlo de alguna forma, eran libros humanos, que garantizaban la 253 permanecía y pureza de la sabiduría humana. Vivían de una manera muy austera y frugal, alejados totalmente del mundo profano. Después de haber explicado ampliamente el Venerable Maestro a sus invitados concluyó de esta manera: "El sabio: una luz, una antorcha, una gruesa antorcha que no ahúma. Un espejo horadado, un espejo agujereado por ambos lados. Suya es la tinta negra y roja, de él son los códices, de él son los códices. El mismo es escritura y sabiduría. Es camino, guía veraz para otros. Conduce a las personas y a las cosas, es guía en los negocios humanos. El sabio verdadero es cuidadoso y guarda la tradición. Suya es la sabiduría transmitida, él es quien la enseña, sigue la verdad. no deja de amonestar. Hace sabios los rostros ajenos, hace a los otros tomar una cara, una personalidad, los hace desarrollarla. Les abre los oídos, los ilumina. Es maestro de guías, les da un camino, de él uno depende. Pone un espejo delante de los otros, los hace cuerdos cuidadosos; hace que en ellos aparezca una cara, una personalidad. Se fija en las cosas, 254 regula su camino, dispone y ordena. Aplica su luz sobre el mundo. Conoce lo que está sobre nosotros y, la región de los muertos. Es hombre serio. Cualquiera es confortado por él, es corregido, es enseñado. Gracias a él, la gente humaniza su querer y recibe una estricta enseñanza. Conforta el corazón, conforta a la gente, ayuda, remedia, a todos cura. Los que ven, los que se dedican a observar el curso y proceder ordenado del cielo, cómo se divide la noche. Los que están mirando, leyendo, los que cuentan o refieren lo que leen. Los que vuelven ruidosamente las hojas de los códices. Los que tienen en su poder la tinta y roja, la sabiduría y lo pintado, ellos nos llevan, nos guían, nos dicen el camino." Por la noche Jaguar de Fuego y Águila Nocturna, fueron invitados a una ceremonia especial por el Venerable Maestro, quien les dijo que ellos estaban esperando la llegada de Águila Nocturna, que La Fuerza así se los anunció y que ellos estaban cumpliendo humildemente los designios. 255 -A esta Casa del Conocimiento no llegan gente del mundo profano, nuestro contacto es a través de los sabios y los sacerdotes; quienes vienen a instruirse o a enclaustrarse. El hecho que ustedes estén aquí, es una suceso extraordinario. Estos lugares deben estar lejos de la energía mundana, esta Casa de las Pinturas Floridas y de los Cantos Floridos, es una reserva inmaculada que asegura el futuro de la sabiduría de Los Viejos Abuelos toltecas. A través de los cientos de atados de años, la sabiduría de nuestros antepasados ha estado amenazada en muchas ocasiones y nosotros sabemos que lo estará en el futuro. De modo que, solo perdiendo la memoria y la lengua, podrá borrarse la presencia de nuestros amados y sabios, nuestros Viejos Abuelos toltecas sobre la faz de nuestra Madre Querida. En algunas ocasiones en el pasado, nuestra voz ha sido reducida al soplo del viento que canta entre las ramas de los solitarios bosques o condenados a vivir con el jaguar en sus cuevas, cobijados por la Madre Tierra y la oscuridad de la noche misteriosa. El conocimiento y la sabiduría de nuestros antepasados, nos permite reducirnos a nada, nos prepara para ser inaccesibles cuando es necesario, por esa razón somos invulnerables. Somos el viento, somos la noche, desaparecemos y seguimos estando allí eternamente. Ahora vivimos buenos tiempos, pero como es el día es la noche, una primero, la otra después, todo es cambio y movimiento, nada es estático todo se mueve, sucede y vuelve a suceder. En la luz del día esta la esencia de la oscuridad de la noche; y en medio de la oscuridad de la noche, se encierra la esencia de la luz del día. Por eso nuestra sagrada misión, de mantener viva la sabiduría y el conocimiento de nuestros padres, para que así, sus hijos siempre obren en consecuencia, con un corazón firme como la tierra y un rostro propio y verdadero como el jade. Estamos preparados para permanecer todo el tiempo que sea necesario en el canto de los bosques, en la humedad de la selva o en la profundidad de la tierra. Nada es eterno, después de la noche sigue la luz del día y luego nuevamente llega la oscuridad. Lo importante es que en una y en otra, se mantenga la sabiduría y el conocimiento de nuestros antepasados, 256 que no se pierda la raíz de nuestro pueblo, que nunca quedemos huérfanos y desmemoriados. Somos una de las casas más antiguas del hombre sobre la tierra. Ahora que sabes que te estábamos esperando Guerrero del Espíritu, cumpliremos con el designio de La Fuerza, tendrás que pasar la noche en Templo del Espejo Humeante. Águila Nocturna fue conducido a la parte superior la colina en donde estaban dos pirámides. La que daba al Poniente tenía cuatro escalinatas por los cuatro puntos cardinales, la segunda tenía una sola escalinata que daba al Poniente. Subió y en la parte superior encontró una pequeña construcción cuadrada que tenía pintado en sus paredes, jaguares emplumados que al abrir sus fauces, brotaban de sus profundidades palabras floridas, representadas por vírgulas con flores. La habitación tenía cuatro puertas que apuntaban a los cuatro puntos cardinales. Murciélago Jaguar llegó hasta la puerta Sur con Águila Nocturna y le dijo: -Iluminado Guerrero del Espíritu, hijo de la esperanza, piedra preciosa. Tu destino te ha traído ante las puertas de esta, la Casa del Señor del Espejo Humeante, el guerrero eternamente joven, el de la guerra interior, el que no deja en paz a los corazones, el que tiene el espejo y refleja la imagen del hombre y su conciencia de sí, el amparador de todos y perdonador y purificador de todos los pecados, el joven eterno de perfecta perfección y sin tacha. Él es obscuridad y sombra conocedora del corazón humano, él es el insoportable espíritu revelador de la verdad, de peligrosa presencia reveladora. La verdad que es principio de la guerra interior, de la batalla florida. Caminas en busca de tu rostro de tu corazón, pero no hay camino recorrido hacía afuera, que antes no haya sido recorrido hacia adentro, ahora tienes una cita con El Espejo Humeante. Acto seguido, el Venerable Maestro invitó a pasar a Águila Nocturna a la habitación. Las cuatro entradas eran parte de un pequeño laberinto, que conducía a una cámara interior que estaba iluminada 257 por antorchas. La entrada estaba en la parte inferior de una pared y se tenía que pasar a gatas. Adentro, las cuatro paredes estaban forradas de oro y tenían grabados a manera de un códice la historia de Espejo Humeante, en sus cuatro representaciones. El techo estaba forrado de laminas de plata, con incrustaciones de piedras preciosas a manera de un cielo estrellado. En las cuatro paredes estaban sendas esculturas, una en barro rojo, otra en piedra de obsidiana negra, otra en madera pintada de azul y la última en jade verde. En el centro de la cámara, que no tenía acceso aparente y que proyectaba una sensación de profundo hermetismo, estaba una piedra perfectamente cubica, que tenía grabadas en sus cuatro caras la representación del Espejo Humeante. En la parte superior, estaba un bellísimo marco, hecho en huesos muy largos que estaban debidamente ensamblados y profusamente labrados. El marco no contenía nada, estaba vacío. De pronto por la boca de las cuatro esculturas empezó a salir grandes cantidades de humo azuloso, que en breves momentos inundó totalmente la cámara. El marco entonces empezó a resplandecer y de él se empezó a escuchar extraños sonidos, como cantos o rezos en desconocida lengua. En la oquedad del marco, el humo empezó a asumir formas caprichosas, como si tuviera vida y voluntad. Un zumbido, como el aletear de un escarabajo empezó a salir de sus adentros. Instintivamente Águila Nocturna despejo de su corazón todos los sentimientos y de su mente las ideas, bizqueando fijó la vista por separado y se concentro en el zumbido interior. Después de un tiempo se dio cuenta que tenía los ojos cerrados y al abrirlos, vio entre el humo que estaba del otro lado del espejo un rostro que apenas se distinguía. Enfocó la vista y apareció una osamenta. De las oquedades oculares del cráneo, salía una mirada profunda e inquietante, que penetraba en el guerrero, inundando sus entrañas de un frío desolado. Águila Nocturna sabía que esa osamenta era la suya y esa mirada era su propia muerte que lo llamaba. Águila Nocturna cerró los ojos y se concentró con toda su energía en la parte media de su cuerpo. La presión cesó y escuchó un ruido de un hueso al romperse. Abrió los ojos y vio como el cráneo se partía 258 lentamente por la mitad de manera longitudinal. Con gran sorpresa vio que de él, aparecía un rostro de un anciano. Al observarlo con detenimiento se reconoció, era él mismo, pero con todos los años encima. El anciano tenía un rostro que proyectaba paz y armonía, el rostro le sonrió levemente y Águila Nocturna fue invadido de una sensación de bienestar. Cerro nuevamente los ojos para hundirse en ese sentimiento, cuando escuchó otro chasquido y al abrir los ojos, vio como el rostro del anciano se partía y de él surgía su imagen pero sin ninguna expresión, como si fuera una escultura, estaba observando atentamente cuando la escultura se partió y de ella surgió el rostro de un niño. Tenía los ojos grandes, una mirada llena de ternura y de sus labios delgados se delineaba una sonrisa de completa felicidad y armonía. Águila Nocturno sintió un dardo ardiente que se incrustaba en su corazón. Por primera vez en muchos años tenía algo más que un leve recuerdo, tenía la certeza de que ese niño era él. Un cuasi recuerdo, un sentimiento y una seguridad interior de que él había sido muy feliz en su niñez. De sus ojos empezaron a derramarse lágrimas, su cuerpo empezó a vibrar y el zumbido del escarabajo se hizo más fuerte, hasta que lo abarcó todo. Las piernas se le aflojaron y calló por tierra. El rostro del niño seguía prendido a sus ojos, sentía que estaba a punto de recordar. De pronto escuchó el canto de una mujer, una voz tan conocida y amada, que le evocaba seguridad y amor, cantaba una canción de cuna, y claramente sintió la mano de esa mujer de rostro indefinido y nebuloso, que acariciaba su frente y sus lacios cabellos. Águila Nocturna tenía mucho tiempo que no sentía la seguridad y el bienestar, que ese cuasi recuerdo le evocaba. Algo en sus adentros encontró su base, algo indefinible se ensambló y le produjo una oleada de bienestar, que lo hizo que se abandonara totalmente en la oscuridad del tiempo y de los recuerdos que estaban por llegar. 41 259 A la mañana siguiente, el equipo de transportadores salía de La Casa del Espejo Humeante. Silenciosos como una serpiente, avanzaban entre las escarpadas montañas. Cuando el sol estaba en lo más alto del cielo, empezaron a bajar a las tierras cálidas. Águila Nocturna iba radiante, sentía que su cuerpo que estaba muy contento, algo había pasado y sin saber qué era exactamente, algo le decía que estaba en el camino correcto. El equipo de Jaguar de Fuego empezó a atravesar una región de volcanes, lagos y lagunas de una belleza incomparables. El clima y la vegetación eran exuberantes. Las montañas se cuajaban de todos los verdes inimaginables, los cantos de las aves, el grito de los animales y el cielo de un azul transparente, hacían que los transportadores emprendieran la marcha con brío. La caminata estaba dando sus frutos en el cuerpo y el espíritu del guerrero. Los años que pasó en las cálidas y húmedas tierras de la gran planicie, viviendo las pasiones de la vida profana, habían adormecido a su espíritu y aflojado su cuerpo. El agotador esfuerzo físico, el contacto con la naturaleza y la práctica de una disciplina, llena de mística y fuerza, habían nuevamente templado y afinado, el cuerpo y el espíritu del guerrero. Los caminantes avanzaban por las serpenteantes veredas de las tierras de media montaña. Muy seguido veían en su camino a los animales de esas tierras; venado, jaguar, tapir, jabalí, mono. Aves de todos los colores y tamaños, en donde sobresalían los quetzales, las guacamayas, los patos y águilas. Más adelante, cuando llegaron a una región de pequeños lagos, encontraron muchos pueblos, donde eran bien recibidos. Los Viejos Abuelos toltecas habían derramado por doquier su sabiduría desde el origen de los tiempos. Todos los pueblos tenían una misma raíz. Por múltiples que fueran sus diferencias, lingüísticas, étnicas y culturales; todos poseían un origen filosófico común, que los hacía compartir una sola civilización. De modo que la religión era muy parecida en todos los pueblos. Cambiaban los nombres, un poco las representaciones físicas y las figuras metafóricas de las diversas advocaciones de “Aquél por quien 260 se vive”, pero en el fondo la esencia era la misma. Una Divinidad absoluta que es abstracta, pues no se ve ni se toca, por lo que no se representa y no tiene nombre. En seguida una segunda representación de esa abstracción, pero ahora palpable y visible, como La Dualidad Divina, principio masculino y femenino de todo cuanto existe, en un par de opuestos complementarios. Inmediatamente después, la representación de las dos energías que rigen el universo, la luminosa y la espiritual, representadas en el símbolo del Agua y el símbolo del Viento y de ahí, se desprenden una serie de símbolos de las leyes que rigen el universo a través de todas las advocaciones que interpretarán la enseñanza básica de Los Viejos Abuelos toltecas. La esencia de la religión era igual en toda La Tierra que está rodeada de las Grandes Aguas. Así lo enseñaron los toltecas. Por esta razón, los transportadores eran bien recibidos en todas partes y sólo algunas pocas regiones en donde vivían pueblos que no poseían la antigua tradición de sabiduría de los remotos antepasados, los transportadores eran hostilizados. Estos pueblos generalmente eran cazadores nómadas o estaban en periodos incipientes de sedentarización; lo que los hacía belicosos y ajenos al mundo civilizado del continente. Después de cuatro lunas, el equipo de transportadores de Jaguar de Fuego llegaba por fin a su destino. La Ciudad de Los Limites de la Tierra Circundada por las Grandes Aguas. Era una ciudad bellísima asentada a la orilla de un enorme lago. Esté era el último reducto de la civilización, más al Sur, estaban las impenetrables y misteriosas selvas de las que los hombres nuca volvían. Hasta aquí el sol “baja en su recorrido” y subía a través del año hasta la parte más al Norte, en dónde empieza el gran desierto impenetrable. Desde cientos de atados de años atrás, se tenía contacto con otra gran civilización que estaba en las Grandes Montañas al Sur del continente. Se sabía que Los Viejos Abuelos toltecas habían iniciado su desarrollo al mismo tiempo que en el Norte, y que las dos civilizaciones eran hermanas. Sin embargo, aunque se tenía contacto a través de la navegación con ellos, éste era muy esporádico y muy peligroso. La barrera de aquellas selvas, pantanos y manglares, resultaba 261 impenetrable y la ansiada ruta terrestre que uniera a las dos civilizaciones hermanas, nuca se había logrado, pues en cada intento, los expedicionarios nunca regresaban. Los hombres de Jaguar de Fuego fueron recibidos con alegría y fraternidad. Las autoridades de la ciudad, encabezadas por El Que Habla, La Mujer Serpiente y el Sumo Sacerdote atendieron personalmente a Jaguar de Fuego, quien dio cuenta de la travesía, pues los transportadores no solo transportaban objetos para el culto, con ellos viajaban las noticias, las ideas y los sentimientos. El Consejo de Ancianos estuvo presente en el banquete que se les ofreció a los viajeros. Águila Nocturna también fue invitado y pronto salió a la conversación. Algunos hombres del consejo de ancianos inmediatamente lo reconocieron como un guerrero, por lo que a partir de ese momento tuvo un trato diferente. El equipo descansó veinte días, para recuperar las fuerzas para emprender el largo regreso. Ahora se llevarían oro, que era común encontrar en los ríos de esa región y que era utilizado para fabricar objetos ceremoniales. El oro era un símbolo que representaba el grado de pureza que puede llegar a alcanzar la materia. El oro era el símbolo de la pureza, que aspiraban los seres humanos frente a “Aquél por quien se vive”. De igual manera se utilizaba la plata y el jade. Se tenía la idea de que la energía luminosa iniciaba su camino de regreso a su fuente creadora; de modo que se iba reciclando a través del tiempo, cada vez purificándose. Así de energía mineral llegaban al grado superior que era el oro. De ahí pasaban a ser energía vegetal, hasta llegar a ser una ceiba o un ahuehuete, que son los seres vivos más longevos; para pasar después a ser animales, hasta llegar a la categoría de seres humanos, quienes son los que tienen la posibilidad, al alcanzar la pureza espiritual de convertirse nuevamente en energía pura, en luz. Jaguar de Fuego tenía pensado al regreso a su comunidad, recomendar a Águila Nocturna para que fuera iniciado en la Hermandad, pues en la travesía se había convertido en un decantado y experimentado transportador. Sin embargo Águila Nocturna tenía otros planes. 262 En la estancia en la ciudad, había conocido a un grupo de jóvenes que estaban preparando una expedición, a la parte Sur del continente. Se habían propuesto buscar una ruta terrestre que uniera a las dos civilizaciones del continente. El grupo encabezado por Jaguar Despertado, contaba con el respaldo de las autoridades de la ciudad, que sabían que era necesario y al mismo tiempo, muy peligrosa la expedición. Águila Nocturna había recibido en La Casa del Espejo Humeante una señal que lo impulsaba a encontrar su hogar, que no era otra cosa que su memoria y destino; su propio rostro y su corazón verdadero. La razón de su existencia. No estaba dispuesto a seguir caminando por la vida, sin saber de dónde venía, cuáles son sus orígenes; en dónde estaba. Pero fundamentalmente, a dónde deseaba ir, cuál era su destino, qué futuro desea construir. Preferiría la muerte a vivir sin un rostro propio y un corazón sólido y verdadero como una piedra. Cuando Jaguar Despertado le contó del plan de encontrar la ruta para llegar a los pueblos que vivían en las Grandes Montañas del Sur, Águila Nocturna vislumbro la posibilidad de que El Valle del Frijól estuviera a los pies de una de esas montañas. La invitación a formar parte de la expedición no tardó y antes de que patria el equipo de transportadores, Jaguar de Fuego conocía la decisión del viajero del espíritu. 42 Veinte días después de la partida de Jaguar de Fuego hacia el Norte; Águila Nocturna salió rumbo a las selvas del Sur, con el grupo integrado por nueve exploradores. El equipo se integraba del mismo modo que el de los transportadores, la diferencia es que no llevaban carga. Un explorador iba al frente y representaba la lengua, Águila Nocturna era los colmillos, pues era un excelente arquero. Sin saber cómo, cuando el guerrero tomaba un arco lo fundía con su brazo. La flecha era el vehículo de la fuerza interior. Cuando cargaba la flecha y tensaba la cuerda, su dialogo interno se detenía. Los sentimientos y pensamientos, eran desplazados por el espíritu. Entre su ojo derecho y 263 el blanco escogido, solo mediaba un instante, en el que la fuerza del espíritu del guerrero se impactaba en el blanco. La arquería es el dominio del mundo interior, que se condensa en el mundo exterior, a través de un tiro certero. Atrás de un excelente arquero, esta una impecable templanza espiritual. Después de los colmillos venía Jaguar Despertado como la cabeza y los ojos del grupo. Inmediatamente después seguían seis exploradores con sus armas atentas y al final, uno de los más experimentados exploradores Cabeza de Venado, que hacía las funciones del cascabel de la serpiente. Todos cargaban sus provisiones y sus pertrechos. El grupo se había pintado todo el cuerpo, como la piel de un jaguar, lo que les daba algunas ventajas y llenaba de poder. Avanzaban en completo silencio y atentos, en espera de un ataque sorpresivo tanto de hombres, como de animales. Una zona de manglares y pantanos circundaba las impenetrables selvas. El agua salobre, que estaba en estado de descomposición; entre maleza y troncos, despedía un olor nauseabundo. Los insectos y víboras, hacían del pesado avance, un martirio y un desafío, que a cada momento se movía entre la vida y la muerte; pero lo más peligroso resultaba la presencia agazapada de los lagartos y caimanes que infestaban la zona. Entre esas aguas putrefactas y lodosas, hacían muy difícil su detección. Si no se observaba a la perfección el terreno que se pisaba, el animal tiraba su dentellar asesino; con fuerza inaudita jalaba a su presa, a las partes profundas del agua. El ataque sorpresivo era tan veloz y con tanta fuerza, que nada se podía hacer cuando un hombre era atrapado por uno de estos feroces animales. El manglar y los pantanos eran tan extensos y la marcha tan lenta y cansada, que los exploradores tardaron diez días en llegar a la tierra firme. Fueron días de grandes sufrimientos, pues la tensión y el desgaste de la jornada, no se podía recuperar por la noche. Los mosquitos y los insectos hacían imposible el descanso, además de que cierta noche uno de los exploradores se despertó al sentir una gigantesca víbora en torno a su cuerpo, que lo tenía completamente atrapado y lo estaba asfixiando, apretaba sus anillos con tal fuerza, que sus compañeros apenas pudieron cortar a tiempo en pedazos al 264 animal, para liberarlo, pues aún muerta la serpiente, sus anillos apretaban por sí mismos. Por fin llegaron los exploradores a las Selvas del Sur, los manglares y pantanos habían quedado atrás. La vegetación era tupida, grandes árboles impedían la entrada de la luz. Un cielo verde y amenazante los cubría. Jaguar Despertado se dirigía hacia el Sur. Por las noches, trepaban a los árboles, para desde sus copas ver a las estrellas y poder orientarse. En sus bastimentos siempre había agua y comida, pues en aquellas selva húmeda no faltaban. Caminaban en la espesura, cuando escucharon el ruido de agua al correr. Se acercaron buscando el riachuelo que pasaba en medio de una pequeña cañada. Estaban descansando al lado de unas grandes piedras, cuando Águila Nocturna que estaba de vigía, vio que entre la maleza algo se movía veloz en dirección a uno de los compañeros que estaba llenando su guaje de agua en el arrollo. Inmediatamente templo su arco y disparó una certera flecha que detuvo la carrera de un enorme jabalí, que al sentirse herido empezó a chillar de manera estridente. Cuando el grupo se estaba percatando de lo que pasaba, Águila Nocturna apenas tuvo tiempo de disparar nuevamente a otro jabalí que atacaba furioso. Los exploradores se replegaron a lo más alto de las piedras, en donde estaba Águila Nocturna. El grupo fue rodeado por una numerosa manada de jabalíes. Entre cien y ciento treinta animales de todos los tamaños, atacaban a los exploradores. Aunque no podían trepar por las altas piedras, su odio y ferocidad imponían a los exploradores. Jaguar Despertado dio la orden de que no les dispararan más, pues tal parecía que la muerte de sus compañeros y la frustración de no poder alcanzarlos, hacía que los animales se mantuvieran en un estado de agresividad. Chillaban estruendosamente y en una actitud desafiante, se lanzaban encarrerados contra las piedras, sabiendo que no podrían trepar y que podían ser muertos fácilmente. Jaguar Despertado preparó a sus hombres a pasar la noche en lo más alto de aquellas peñas. Durante toda la noche los feroces 265 animales no dejaron de estrellarse contra las piedras. Sus gritos de rabia mantuvieron toda la noche a los exploradores despiertos. Al llegar la mañana, pensaron que los animales emprenderían la marcha, pero extrañamente seguían ahí, empeñados en acabar con los hombres. Los jabalíes parecía que estaban dispuestos a quedarse ahí una eternidad, hasta que bajaran los exploradores. Unos se iban y otros regresaban, pero el caso es que permanentemente estaban rodeados al menos por cincuenta animales. Unos se echaban entre la vegetación, otros, los más agresivos trataban de subir entre las piedras, desafiantes ante la presencia de los hombres. Lo que no dejaban era de chillar y gritar, de manera tan estridente y molesta, que los hombres empezaron a perder el control. Llevaban cuatro días con sus noches encaramados en esas peñas y rodeados de los obstinados animales, que parecía que estaban dispuestos a acabar con ellos de cualquier manera. Ellos sabían que tenían el tiempo de su parte y sabían lo que estaban haciendo. El quinta día se desencadeno una gran tormenta por la tarde. El arrollo se convirtió en un río que arrastraba mucha agua. Los jabalíes seguían ahí esperando. Al entrar la noche la tormenta arreció y un milagro propicio el desenlace. Como por mandato, empezaron a caer al rededor de las peñas poderosos rayos, que iluminaban en la obscuridad de la tormenta a los atemorizados y desconcertados animales. Cada rayo era seguido del chillar despavorido de las decenas de animales que corrieron en todas las direcciones. Jaguar Despertado dio la orden de salir corriendo en columna, sin saber como Águila Nocturna iba al frente guiando a los exploradores en medio de la oscuridad. Cuando se cumplió tres lunas desde su partida de la ciudad, la expedición era un desastre. Además de los peligros pasados, habían enfermado dos hombres con altas temperaturas, otro había sido mordido por una serpiente venenosa y aunque se le había extraído el veneno y se la había proporcionado el jugo de una planta milagrosa, su organismo estaba muy debilitado. La moral del grupo estaba muy baja, fundamentalmente porque ellos sabían que habían avanzado muy 266 poco y que la selva parecía que se los iba a tragar vivos de un momento a otro. Jaguar Despertado le consulto a solas a Águila Nocturna sobre su desesperada situación. Hasta el momento no se había perdido ninguna vida y las posibilidades del equipo de exploradores, día a día iba aminorando. Águila Nocturna coincidió con Jaguar Despertado que lo mejor era regresar. Con la firmeza del líder, Jaguar Despertado comunicó la decisión al equipo, quien con el animo deshecho se resignó a emprender el regreso. Levaban tres días de fatigosa y lenta marcha, cuando el puntero detecto a un grupo de cazadores que se aproximaba. Eran quince hombres armados que seguían las huellas de un animal herido. Unos y otros se percibieron. Jaguar Despertado dio la orden de no disparar y mantenerse escondidos en la vegetación. Los cazadores rodearon lentamente a los exploradores. Eran momentos de mucha tensión. Los cazadores estaban preparándose para atacar a quienes habían invadido su territorio. Águila Nocturna se dio cuenta que sería inevitable el enfrentamiento. Todos prepararon sus armas. Los arcos se tensaron y las lanzas y cuchillos de obsidiana se apretaron con fuerza. Cuando el cerco se cerró completamente y sabiendo de la ventaja numérica, los cazadores atacaron emitiendo alaridos de muerte. Los exploradores se defendieron hábilmente, antes de llegar al contacto físico, las certeras flechas de los exploradores habían derribado a la mitad de los atacantes. La lucha fue rápida y los cuatro cazadores que sobrevivieron a la escaramuza salieron corriendo. Jaguar Despertado reviso a sus hombres, todos estaban bien, solo tres tenían cortadas superficiales y golpes. Entonces dio la orden de emprender la marcha inmediatamente, sabían que pronto regresarían los cazadores en busca de venganza. Por la tarde Jaguar Despertado dio la orden de que los ocho hombres del equipo se alejaran hacía el Norte sin detenerse; él y Águila Nocturna se quedarían a esperar a los cazadores para atacarlos y entretenerlos, dándoles tiempo de que pudieran huir con los enfermos. Hubo un silencio y los exploradores le dijeron a Jaguar 267 Despertado que consideraban imposible huir, y que como de todos modos iban a morir esa tarde, deseaban morir peleando juntos. La respuesta del grupo era contundente, no era un desacato a una orden, era la última voluntad de un equipo de compañeros, de recibir a la muerte dignamente. Escogieron de común acuerdo el sitio de su muerte. En torno a una inmensa ceiba, tal vez la más grande de aquellas selvas. Ahí empezaron a atrincherarse. Cuando se pintaban el rostro de manera ritual, entonaban cada uno su canción de despedida. Ya se escuchaban los caracoles que anunciaban a los cazadores, que seguían el rastro de sus enemigos. Finalmente unos y otros, los exploradores se despidieron y tomaron su lugar para la lucha. Finalizaba la tarde cuando aparecieron los primeros cazadores, uno a uno, las flechas los iban derribando. Cuando un hombre esta frente a su muerte inminente y la recibe con dignidad y valentía. La muerte le concede respetuosamente, en esos momentos tan sublimes, la impecabilidad. De modo que cada flecha de los exploradores daba en el blanco. Los cazadores que habían llegado en desorden al ver la matanza se replegaron y a pesar de ser más de ochenta, no estarían dispuestos a dejarse matar de esa manera. Decidieron esperar a que entrara la noche, pues en la oscuridad las temibles flechas no tenían eficacia y la lucha se tendría que dar cuerpo a cuerpo. Jaguar Despertado dio la orden a sus hombres de que prepararán las armas para luchar cuerpo a cuerpo. Empezaron a cantar una canción con tanta pasión y fuerza, que por un momento los cazadores se desconcertaron. Aquellos hombres se disponían a vender muy cara su muerte, pues dejaban sentir un desapego inusual, ante su inminente muerte. El efecto fue demoledor en los cazadores, algunos discretamente se retiraron y otros les faltaba el ánimo para iniciar el asalto final. Los gritos nerviosos de los jefes de los cazadores, incitando a su gente a pelear, contrastaban con el canto seguro y firme de los que se disponían a encontrar la muerte con sobriedad. Finalmente después de muchas indecisiones, los cazadores atacaron. 268 Los hombres de Jaguar de Fuego se multiplicaban en rapidez y en fuerza. Una y otra vez los cazadores eran rechazados por los exploradores, la mortandad de los cazadores era alarmante. Pero poco a poco, los compañeros de Águila Nocturna fueron cayendo. Al final estaban luchando más de diez cazadores contra Jaguar Despertado; Águila Nocturna logro trepar por la inmensa ceiba, lo que evitó que fuera atacado por los cazadores, que en ese momento hacían pedazos con una saña inaudita el cuerpo de Jaguar Despertado. Entre las ramas de la ceiba, Águila Nocturna estaba acorralado como un jaguar. Se posesionó del único acceso al árbol y cada que intentaba subir un cazador a matarlo, Águila Nocturna con una fuerza y una habilidad felina, de un tajo les cortaba la vida. Los cazadores caían unos y otros, el guerrero cobraba su vida muy caro. Llegó un momento en que a los pies de la ceiba, estaban quince cazadores muertos y nadie quería subir a luchar con ese extraordinario enemigo. Los cazadores entonces decidieron prender una enorme fogata a los pies de la ceiba, para poder cazar al guerrero con los arcos y las flechas. Águila Nocturna al ser alumbrado, empezó recibir cercanos flechazos. Lo que hizo que subiera a la parte media del árbol, en donde la fronda lo resguardaba de las flechas. Nuevamente los cazadores intentaron trepar al árbol y cuando llegaron a las ramas en donde se escondía Águila Nocturna, entraban en combate personal, como no podían atacar más de dos juntos, empezaron a caer nuevamente heridos de muerte. Águila Nocturna sentía que estaba viviendo sus últimos momentos de su vida. No sentía temor o rabia en contra de sus adversarios. No podía desperdiciar energía tan valiosa en esa entrega. Por el contrario, al saber que moriría, ejecutaba cada movimiento en el combate, con la conciencia de que podía ser el último movimiento de su vida, por eso tenía que ser el mejor. Con una lujuriosa eficiencia, se había convertido en un instrumento de muerte; que tenía desconcertados y aterrorizados a los cazadores, quienes decidieron cambiar de táctica y empezaron a talar el árbol, para que cayera en sus manos el guerrero. Águila Nocturna comprendió de inmediato la intención de sus adversarios. Decidió entonces, subir hasta la parte más alta de la ceiba 269 y desde ahí, contemplar por última vez al cielo, ahora oscuro y tachonado de estrellas. Abajo se escuchaba el rítmico golpeteo de las hachas, que marcaba el destino del guerrero. Al estar en la copa del árbol y contemplar el firmamento, con su inmensidad de luces de colores. Al sentir a la selva como un ser vivo; empezó a sentir nostalgia de tener que dejar este mundo tan intenso y tan bello. Sentía que todo su cuerpo se despedía de este maravilloso mundo. Un canto vino a su corazón: "No es verdad que vivimos, no es verdad que duramos en la tierra, ¡Yo tengo que dejar las bellas flores, tengo que ir en busca del sitio del misterio! Pero por breve tiempo, hagamos nuestros los hermosos cantos. ¡Esmeraldas son: turquesas tu greda y tus plumas, oh dador de la vida! Dicha y riqueza de los Guerreros es la muerte en la guerra." Águila Nocturna no sentía pena por su muerte inminente. Algo en sus entrañas no aceptaba el dejar este mundo, sin haber encontrado su propio rostro, su corazón verdadero, su hogar. El Valle del Frijól vino desde muy lejos y se prendió al corazón del guerrero. La muerte se tornaba en desolación, al no haber recuperado su identidad, al no saber cuál era su verdadera historia, cuáles eran sus orígenes. Frente a esta verdad, su presente se descontextualizaba, se dislocaba hasta su propia muerte. Pensó Águila Nocturna, si no se quién soy, ¿quien muere en verdad? Una descarga de coraje y de indignación salió de las entrañas del guerrero. En ese instante había decidido que no podía morir sin haber recuperado su memoria. El inmenso árbol empezó a crujir y los gritos de entusiasmo de sus perseguidores no lo perturbaron. El árbol 270 empezaba a inclinarse produciendo un estruendo. Águila Nocturna alzó la vista al firmamento y vio, en ese instante, como una estrella fugaz caía luminosa rayando a la bóveda celeste. En el momento en que la estrella venía cayendo, Águila Nocturna estiro sus brazos hacia la inmensidad del firmamento. El árbol iniciaba su estruendosa caída y el guerrero en la oscuridad de la noche, milagrosamente se convertía en una inmensa águila, que habría sus alas para remontar lentamente el vuelo en pos de lo inconmensurable. En su vuelo majestuoso dejaba atrás a la selva y regresaba hacia el Sur, bordeando la costa Poniente en un vuelo nocturno. 271 DAANY BEÉDXE CUARTA PARTE 43 El majestuoso estruendo de las olas que golpeaban las piedras del acantilado despertó a Águila Nocturna. Se encontraba en una saliente de unas rocas, abajo el inmenso mar azul. El guerrero despertaba de un profundo sueño. Como una fantasía lejana y vaga, quedaba el recuerdo de Jaguar de Fuego y sus compañeros de expedición en la selva del Sur. Águila Nocturna había amanecido en la parte más alta de un acantilado. Un cuasi recuerdo de un vuelo nocturno por toda la costa, se desmoronaba rápidamente en su mente. Sentimientos encontrados y confusos lo envolvían en una bruma pesada, que no le permitían pensar con claridad. Solamente su cuerpo vibraba con la necesidad estremecida de encontrar su hogar. Un sentimiento profundo recorría a todo su ser. La urgencia imperiosa de encontrar su identidad, de conocer sus orígenes, de reconocer su propio rostro y su corazón verdadero. Lo arrastraba indefenso, a la más profunda crisis. No estaba dispuesto a morir ni a vivir; sin antes haber encontrado la verdad. El conocer su historia personal, además de permitirle entender en dónde estaba y qué hacía, era el más elemental derecho de cualquier ser humano. Sin el conocimiento de su pasado, su presente no tenía ningún sentido. Sin el conocimiento de su pasado, no tenía futuro. Sin la recuperación de su memoria, nunca encontraría la plenitud. 272 Águila Nocturna decidió emprender el camino por la costa en dirección Poniente. Ese cuasi recuerdo de volar hacía el Noroeste por la costa, lo llevo a no pensarlo y como por instinto, se dejo llevar por un lejano sentimiento. Caminó por horas por aquel acantilado. Abajo, las incansables olas se estrellaban una y otra vez en las formidables piedras. La espuma blanca se alzaba de un lugar a otro, encima de las crestas de las olas, para finalmente estrellarse y saltar en millones de gotas, humedeciendo la brisa. Los cangrejos cargando sus gigantescas tenazas, caminaban rápidamente a intervalos, como midiendo el momento para aferrarse a la roca, cuando llegaba la envestida del agua. Cuando el Señor de los Dardos de Fuego empezaba a acercarse al inmenso mar, allá en el fondo del horizonte; la tarde se incendió en naranjas y rojos. Algunas nubes en la parte más alta del cielo se tiñeron de colores. Las pequeñas olas que se movían en la lejanía, reflejaban la luz del sol, parecía que tenían vida propia. El mar se preparaba para recibir al Águila Incandescente y se vestía de dorado para honrar su llegada. Pelícanos en formación, pasaban volando a ras del agua. Pequeños peces saltaban por todas partes. La tibieza de la tarde se acentuó. Águila Nocturna caminaba sin ningún pensamiento en la mente. Caminaba sintiendo todo cuanto le rodeaba. Caminaba por instinto por la costa, hacía el lugar donde se metía el Sol. No había probado alimento, ni bebido agua en todo el día. El sol estaba a punto de meterse bajo el mar. Por breves minutos la luz del sol se torno roja y se reflejaba vibrante en todo lo que iluminaba. Llegó al final del acantilado y empezó a bajar por una ladera arenosa hasta la playa. Sus pies desnudos tocaron la arena húmeda y refresco su cuerpo en el mar. El sol inmenso, empezó a naufragar en el horizonte. El cielo se lleno de colores y por breves momentos, todos los objetos tomaron la luz tenue de sol como propia y empezaron a brillar por sí mismos. La primera estrella de la noche apareció y el mar despidió el día con potentes tumbos, que azotaba en las indefensas playas. 273 Águila Nocturna caminaba a la orilla del mar. La playa era barrida por el agua de las olas, que después de estrellarse corrían hacía arriba, alisando a la arena. Diminutos cangrejos aparecían de la arena, dejando sus huellas pequeñas y nerviosas, después de que la resaca se regresaba ruidosa y juguetona a juntarse con el océano. El mar y la arena zumbaban, como una gigantesca caracola. El aire olía a sal. La brisa volaba los cabellos de Águila Nocturna. La noche entró poco a poco, venía de atrás de las montañas. El fósforo marino iluminaba la playa. Águila Nocturna seguía caminando, cuando en la lejanía vio una pequeña fogata a la orilla de la playa. Siguió caminando hacía la luz, sin ningún pensamiento, se dejo atraer a la luz como un insecto nocturno. Sentía como los dedos de sus pies, se hundían en la arena húmeda. El placer oculto de dejar sus huellas en la playa, era negado constantemente por las envidiosas olas. Cuando llegó a la fogata que estaba iluminando la playa, la noche ya se había apropiado de la costa. Las estrellas adornaban el firmamento y la fuerza del mar había cedido. Frente a la fogata estaba un anciano preparando unos pescados en las brasas. Con unas ramas verdes, los pescados estaban atravesados y puestos a una distancia prudente del fuego. El guerrero se sentó al lado del anciano sin decir palabra alguna. Después de un rato el hombre de cabellos blancos le pasó un guaje con agua fresca. Águila Nocturna a pesar de la sed, bebió muy poco y regreso el guaje con una expresión de agradecimiento. La fogata levantaba columnas de fuego. Daba la impresión que las llamas bailaban enigmáticas. La mirada del guerrero estaba totalmente concentrada en sus movimientos. Parecía que se podía introducir a un mundo de misterio y peligro, en donde era ajeno el pensamiento. El cuerpo del guerrero estaba tranquilo. El anciano desconocido le inspiraba confianza y mucha paz. Cuando los pescados estuvieron listos, fueron comidos lentamente por los dos hombres sin mediar palabra alguna. Todo estaba dicho o más bien, no había nada que decir. Después de comer Águila Nocturna se estiró como un animal y se acostó al lado de la fogata para quedar dormido. 274 Esa noche su sueño fue intranquilo. Pasaron por su mente cantidades enormes de recuerdos, como parvadas de patos sobre las lagunas. Los recuerdos volaban en formación y siempre iba un recuerdo de líder a la cabeza, atrás de él, en su justo lugar venían todos los demás. Pero cuando los recuerdos llegaban hasta un asombroso salto, desde un acantilado de una alta montaña, aparecía un inmenso bloque de niebla espesa, que impedía ver o pensar. Después de la última parvada de recuerdos, solo las nubes cruzaban por su mente. Como esas noches de tormenta, en que las vertiginosas nubes entrar del mar a tierra firme, antes de que se desencadene la tormenta, así se tiñen su sueño en bancos espesos de nubes. Águila Nocturna empezó a penetrar en la bruma, deseaba llegar hasta el final y la bruma parecía cada vez más impenetrable e infinita. Sintió miedo y regresó en el sueño, a través de la bruma. Luchaba por salir del vacío y la desolación que produce la nada. Deseaba llegar a la seguridad y la luz de sus recuerdos. De pronto, la niebla empezó a adelgazarse y poco a poco aparecieron pequeños espacios de lucidez y claridad, pero de pronto sintió como si su cuerpo cayera libremente de un acantilado. Un grito estremecedor rebotaba en las paredes verticales de la montaña. Era su voz pero al mismo tiempo él no sentía que estuviera gritando. Su cuerpo vibraba, al golpe del aire por la velocidad de la caída. Su cabeza iba por delante y llevaba los brazos extendidos. A pesar de ser de noche, sus ojos percibían la energía que todos los cuerpos despedían, permitiéndole ver a través una extraña y opaca luminosidad. Un zumbido que subió de frecuencia hizo que estallara su cuerpo en millones de partículas luminosas y cada una de ellas, era habitada al mismo tiempo por él. Una poderosa descarga eléctrica, precedió a un trueno. De pronto, sintió dispersa a su consciencia, en millones de consciencias y al mismo tiempo percibió con nitidez, el nacimiento de su angustia. La necesidad de recuperar todas y cada una de las consciencias dispersas, para reconstituir plena y totalmente su identidad. Esa era la verdeara búsqueda. Cuando Águila Nocturna despertó, se encontraba solo. El anciano de larga cabellera blanca se había marchado, dejándole un guaje de 275 agua y otro de maíz tostado. Lo buscó en el entorno y lo único que encontró, fueron sus huellas en la arena que se dirigían hacía el Poniente y se perdían en la playa rumbo al mar. El guerrero caminó a lo largo de siete lunas por la costa. Durante el día caminaba sin pensamientos. Ponía su mente en blanco y abría su visión, sin enfocar ningún objeto en especial. Solo sentía con todo el cuerpo. A lo largo de los días, empezó a sentir como le hablaba el mar, el sol, la vegetación. Escuchó sin sonidos y sin palabras, el dialogo de la vida. De vez en cuando al llegar la tarde, Águila Nocturna veía en la lejanía la fogata encendida y cuando llegaba a ella, siempre había pescado y guajes con agua y maíz. Y a lo largo de aquellas noches, llegaba a su sueño el anciano de cabellos blancos y sin hablar lo acompañaba, inspirándole una inmensa sensación de tranquilidad y paz espiritual. A través de la caminata, con las alas de la percepción totalmente extendidas, barriendo de la tierra al cielo; el guerrero empezó a recuperar una energía, que un día estuvo en su interior. Por las largas y agotadoras caminatas sin pensar, Águila Nocturna no sola había logrado templar su espíritu, sino extrañamente su cuerpo se fortaleció de manera asombrosa. Parecía que al no desperdiciar energía con los pensamientos y al captar la energía del entorno, gracias a mantener las alas de la percepción abiertas en la caminata, el guerrero estaba recuperando su vitalidad. Fueron muchos días de dialogo con el mar, quien le contó muchas historias de poder, increíbles descripciones de lo que fue el mundo antes de los cuatro soles anteriores. El mar también le enseñó a cantar canciones mágicas, que convocan a las fuerzas que comparten con los humanos este mundo. El Mar le enseño, que casi todos los grandes conglomerados de energía tienen conciencia propia, que no es precisamente vida como la entienden los humanos. Simplemente tienen conciencia de ser; y esta conciencia tiene millones de años de existencia. Las montañas, los bosques, las selvas, los ríos y lagos; las grandes piedras, los grandes árboles y desde luego todas las estrellas. La consciencia de ser de un 276 humano, frente ha estos antiquísimos e inconmensurables conglomerados de energía, resulta insignificante y fugaz. La consciencia de un ser humano común, es influida por estas grandes fuerzas, aunque él no se de cuenta por su limitada percepción y por que la mente ocupa casi toda la energía disponible, para "crear" el mundo que se ajusta siempre a sí mismo. Pero un ser humano que desarrolle su sensibilidad y domine a su mente, puede llegar a comunicarse o por lo menos a convocar la atención y en su caso la ayuda de estas grandes consciencias, que a fin de cuentas, son energía pura y que comparte el mismo espacio y el mismo tiempo. A lo largo de los días el mar compartió con el guerrero, desde la salida del inframundo, de la noche y la materia, al Señor de los Dardos de Fuego, que era acompañado por aquellos guerreros impecables que habían muerto intentando ser lo mejor de sí mismos y florecer su corazón en la Batalla Florida; hasta el cenit donde era recibido por las guerreras, quien lo acompañaban custodiando su camino, para nuevamente ir a luchar contra la oscuridad y la inercia que degrada y destruye a la materia. Por las noches era acompañado en sus sueños por el anciano de cabellos largos, quien lo llevaba por extraños mundos e increíbles lugares. Águila Nocturna cada noche que soñaba con este misterioso hombre, despertaba con el corazón sereno y con una profunda alegría, que le daba equilibrio y bienestar todo el día. Pero un día que caminaba por la selva que bordea el mar, al morir la tarde, vio en una pequeña playa, una luz que iluminaba más que una fogata. Salió del monte y caminó por la playa hacia ella La noche había entrado, extrañamente el sol se retiró rápida y sigilosamente. La luz era de un azul blanquecino, que impedía verla fijamente. Con descargas intermitentes, parecía que buscaba algo. Pequeñas y potentes emisiones de luz azul, entraban en la selva o bajo el agua. Águila Nocturna sintió la necesidad de acercarse y ser iluminado por ella. Salió de la selva y caminó por la playa. En cuanto se fue acercando, la luz se empezó a mover con mayor rapidez, emitiendo un 277 sonido bajo y grave, que cambiaba de tono de manera rítmica, muy parecido al que hacen las chicharras antes de caer el agua. El guerrero sentía como toda su energía entraba en una gran conmoción. Algo estaba pasando adentro de él. De súbito empezó a vibrar levemente todo su cuerpo y escuchó un sonido que salía del interior de todo su ser. Un zumbido que tenía reminiscencias del mar, del viento y del fuego, intermitentemente, como un ronroneo que buscaba fundirse con el sonido que emitía la fuente de luz. Águila Nocturna cerro los ojos y se sintió todo el mar, todo el viento y todo el fuego del universo, que revueltos circulaban a una velocidad increíble por todo su cuerpo en busca de una salida. Sintió la necesidad de explotar, pero el zumbido que producía su cuerpo, lo aprisionaba en una frecuencia muy alta, pues se había logrado afinar con el que emitía la luz, produciendo un extraño sonido, que jamás había escuchado. El sonido tenía vida propia, era energía sonora que poseía consciencia de ser. La luz comenzó entonces a crecer en intensidad. Había dejado de moverse nerviosa y se concentraba en el cuerpo del guerrero, el cual tomó un color casi violeta. Ya no era intermitente y por el contrario iba creciendo en intensidad, a la par del sonido que emitían la luz y el cuerpo de Águila Nocturna. Con los ojos cerrados y con la mente en blanco, Águila Nocturna se abandonaba a la sola e intensa percepción. No había tiempo o espacio, solo energía que fluía y buscaba integrarse a la inconmensurable energía externa. De pronto, como la fugaz visión que produce un relámpago, Águila Nocturna alcanzó a percibir que la luz tenía forma de cruz. Después de esa imagen fugaz, algo en la base del cráneo del guerrero trono y la obscuridad cayó de golpe. La oscuridad más negra invadía todo su cuerpo, pero no había pensamientos o sentimientos, solo obscuridad y silencio absoluto. El sonido de las olas mansas que llegaban a lamer la playa, lo trajeron con dificultad, de un remoto lugar. Escuchaba primero muy lejana y después cada vez más cerca el agua sonora que jugaba con la 278 arena. No podía abrir sus ojos. Sentía a su cuerpo como un madero, duro y poroso, hinchado por la humedad marina. No podía mover su cuerpo, lo sentía estacado en la arena de la playa. Habían pasado días enteros y Águila Nocturna se había quedado inmóvil, parado en el mismo lugar en que había encontrado la intensa luz. Pasó el tiempo, sintió como el sol empezaba a declinar. Sus oídos escuchaban todos los sonidos del mundo, y uno a uno, los iba recuperando en la memoria. Empezó poco a poco a restaurar la sensibilidad de su cuerpo, iba ganando espacios que reconocía inmediatamente, hasta que sintió la plenitud de todo su cuerpo en conjunto y entonces sintió la necesidad de abrir los párpados. Lentamente empezó a entrar la luz por las ventanas de sus ojos, algo más que la luminosidad entraba a todo su cuerpo y lo inundaba de confianza y tranquilidad. Cuando tuvo la percepción total de su entorno, vio que estaba parado frente a una inmensa cruz, hecha con dos inmensos maderos. Al ver la cruz, tuvo un recuerdo o un presentimiento, que le decía, que él ya había estado ahí y que su hogar, El Valle del Frijól, estaba del otro lado de las montañas, tierra adentro. Con plenitud y vitalidad, inmediatamente se encaminó por las escarpadas montañas. Una alegría interna, un regocijo sereno lo impulsaba. A cada tramo del camino, venían recuerdos no entendidos, imágenes inexplicables, que aunque él no comprendía, sabía que tenían que ver con su pasado. La emoción vibró en su garganta, cuando desde lo más alto de la cordillera, vio los hermosos valles que llegaban hasta los pies de la serranía. Un inmenso cielo azul, limpio y transparente, cubría las tierras ocres. A lo lejos se veía otra cadena de montañas, en la horizonte se dibujaba su perfil en tonos de un azul muy intenso. El guerrero emocionado apresuró el paso. En pocos lugares en el mundo, la tierra y el cielo se tocan tan intensa y cristalinamente como en estos valles. Acechados de montañas agrestes y desiertas; los valles condensan la energía humana y la exaltan a la atmósfera, uniendo al ser humano, con lo divino y lo sagrado. 279 Cada montaña es una masa energética, una consciencia diferenciada de la otra. Las poderosas y desafiantes montañas y el alto cielo azul, transparente y luminoso; representan un multiplicador milenario de la fuerza espiritual que comunica al cielo con la tierra, al hombre con lo inconmensurable y lo maravilloso. Águila Nocturna caminaba lleno de emoción. Los valles generosos, lo recibían con sus flores y aromas. Algo en sus adentros le decía que estaba pisando la tierra que lo vio nacer. Por la noche, llegó a una pequeña comunidad de campesinos. Fue invitado a cenar con una familia que le dio albergue. Águila Nocturna había cambiado mucho físicamente. Fueron años intensos los que habían vivido en La Tierra de la Serpiente Emplumada. Años de trabajo físico, de sufrimiento, de intensa vida profana, rodeado de personas comunes e inmersas en actos comunes. El semblante fresco y tierno de aquel joven que un día salió del Valle del Frijól, estaba ahora convertido en el rostro de un hombre maduro. Con la piel quemada y las manos callosas. Sus cabellos tenían ahora un color rojizo, debido a los años que vivió como pescador al lado del mar. Su cuerpo había embarnecidos, sin perder la elasticidad y el vigor. Pero lo más cambiado era su rostro y en especial, su profunda mirada. La templanza y la sobriedad eran rasgos que dominaban su semblante, ahora tranquilo y sereno. Su mirada transmitía paz y confianza. Un rostro impasible, que parecía haberlo visto todo en la vida; pero sobre todo, una mirada firme y reposada, llena de humildad y sabiduría. La presencia de Águila Nocturna emanaba respeto y admiración. Los campesinos sin preguntar sabían, que aquél caminante era un hombre muy especial, por lo que inmediatamente, como es una costumbre milenaria de los hombres del campo, le brindaron su humilde hospitalidad. Águila Nocturna se sentó en una piedra al rededor del fuego, en donde tres mujeres echaban las tortillas al comal de barro rojo, que estaba asentado sobre tres piedras grandes. En torno a el comal estaban tres hombres y dos jóvenes, más allá, distantes y respetuosos, 280 cinco niños de diferentes edades, que atentos escuchaban la platica de los adultos y esperaban pacientes su turno, para recibir su tortilla; todos bebían atole en unos recipientes de barro. En un molcajete estaba una olorosa salsa. Para los campesinos el momento de la cena es muy especial. Es el espacio más familiar, en donde la oscuridad del entorno y el fuego de la cocina, son los cómplices de todas las historias que relatan la forma de vivir, pensar y sentir, de aquellos que viven haciendo temblar a la tierra. Porque el campesino es un amoroso artista que a través de su trabajo hace que la tierra tiemble. El guerrero muy respetuoso escuchaba la plática a intervalos silenciosos de los hombres, pocas veces interrumpido por alguna mujer y en la total expectación de los menores. Sin pensarlo de pronto escucho la voz del anciano de cabellos blancos, que le dijo adentro de su cabeza: -Escuchar a la gente del campo conversar, es escuchar la misma voz de la tierra. Los campesinos son la voz más tangible de la tierra. Nuestra Madre Querida guarda en ellos todos sus secretos, sus intimidades, su sabiduría, sus necesidades. Nuestra Madre Querida hace a sus hijos a su semejanza, ya sea fértil o estéril, húmeda o reseca, suave y prieta o dura, pálida y pedregosa. Sus hijos, de la misma manera resultan ser cálidos, tersos, cultivables donde todo germina y fructifica, o son rejegos, ásperos, duros, hechos de tepetate, impenetrables. Escuchar a los campesinos platicar es poner un oído en la tierra. Águila Nocturna sintió entonces la presencia del anciano en aquella cocina y entendió que lo acompañaría hasta el final de la travesía. Los campesinos tendieron sus petates y se dispusieron a descansar después de cenar. A la mañana siguiente Águila Nocturna emprendió la marcha. Después de despedirse de la familia, la mujer más grande le entregó un red, con alimentos y un guaje de agua para el camino. Cinco días se llevó el Guerrero en cruzar los valles hasta llegar al Valle del Frijól, que estaba en la parte Oriente, muy cerca de los pies de la otra serranía. 281 En la medida en que se acercaba a su hogar, la tierra estaba laboriosamente trabajada. Era claro que estaba llegando a una ciudad, pues se veían caminos y pequeños núcleos de casas en torno a los sembradíos. Grandes extensiones de canales, en donde viajaba el agua que surtía a todo el valle. Esta agua venía de las grandes montañas que estaban en la parte Oriente. Al bajar unas lomas vio en la lejanía La Ciudad del Valle del Frijól. Sobresalía una enorme pirámide, que estaba en una plaza muy amplia, que tenía escaleras hacia la parte Poniente. Águila Nocturna caminaba con el corazón en las manos. Esa tierra le hablaba a su espíritu y su cuerpo reconocía. La mente del guerrero era la que estaba confundida, pues deseaba racionalizar los sentimientos. Al entrar al núcleo central de la ciudad, Águila Nocturna se dirigió a La Casa de Todos, lugar en el que atendían las autoridades a los ciudadanos. Después de esperar su turno fue atendido por El Que Habla, quien se sintió muy conmovido por la historia de Águila Nocturna, pero le dijo que él no recordaba a una persona llamada Águila Nocturna y no conocía a su familia. Fue entonces enviado con uno de los administradores de las tierras, pues tal vez él tendría alguna información. El administrador tampoco lo conocía o recordaba, por lo que lo envió con el responsable del Trabajo de en Medio, ya que él conocía a todas las familias, que tenían la obligación de cooperar con el trabajo voluntario, para las obras y mejoras de la comunidad. Nadie lo conocía o recordaba. Águila Nocturna había entrado en una confusión interior. Su cuerpo casi hablaba, pues reconocía plenamente aquel lugar, su mente estaba ofuscada y atrapada entre la incredulidad, la emoción y la frustración; y sus sentimientos en momentos estaban exaltados por la posibilidad de que alguna persona le diera información de él y su familia, y cuando le decían que no lo conocían, la tristeza y el dolor se apoderaban de su corazón. Águila Nocturna fue conducido con los administradores de los cuatro barrios, nadie lo conocía. Habló con los sacerdotes de los templos de la ciudad y no obtuvo respuesta. Finalmente regreso con El 282 Que Habla y él le dijo que hablara con las autoridades de Hilera de Casas, que tal vez ellos supieran algo de su pasado. Cuando llegó al recinto donde un día estudió, su cuerpo vibraba de la emoción. Esas viejas paredes lo reconocieron de inmediato como uno de sus mejores frutos, no así, los maestros e instructores, pues había pasado tanto tiempo desde su partida, que los más viejos habían muerto y los demás no lo conocían. Águila Nocturna fue invitado a permanecer en el recinto. El Venerable Maestro de La Casa de la Medida le dijo que necesitaba detener el mundo, deshacer su tumulto y reagruparse emocionalmente. Le dijo que había perdido el equilibrio, por lo cuál necesitaba recluirse, que tal vez aislándose podría llegar a él la claridad. -"Debes serenar tu corazón"-, le dijo el Venerable Maestro. Durante una luna, Águila Nocturna estuvo recluido en una pequeña habitación. Había entablado una lucha interna que lo desgarraba. Todo era para él, confusión y dolor. La larga búsqueda de su hogar lo había llevado a un lugar en el que no lo conocían. Era un hombre sin rostro y su corazón estaba desgarrado y confundido, en un mar tormentoso de semirecuerdos y sentimientos encontrados. En su pecho sólo había la más profunda y desolada tristeza. Sin el conocimiento de su historia, sin la fuerza interior que da la identidad, no era más que una hoja al viento. Un extraño ignorante de su propia vida, un extranjero en su destino. La vida de esta manera no tenía sentido. Vivir en la oquedad de vivir por vivir, de hacer por hacer, con la carencia de una dirección, de un propósito, de una fuerza interior. La desolación creció de manera espaciosa, cayó sin tregua la angustia de no saber quien era él, en la vida. La tristeza se fue expandiendo rápidamente, primero por todo su cuerpo, después se introdujo en su corazón desgarrado y empezó a trepar por todos los sentimientos. Águila Nocturna no quiso comer y se dejo morir de pena. Una noche que estaba tirado en su petate esperando la muerte, empezó a escuchar un zumbido parecido al de un abejorro. Después 283 vio en la oscuridad total de la pequeña habitación, un puntito de luz. Pensó que era producto de la debilidad. El punto empezó a crecer. La luz que proyectaba era blanca con un ligero tono azul. La luz creció del tamaño de un aguacate y después se convirtió en una cruz, para finalmente transformarse en el anciano de cabellos blancos, que lo acompañó durante el viaje de regreso. El anciano le sonreía al guerrero. Águila Nocturna no tenía fuerzas ni para hablar. Se quedo viendo al anciano con una profunda mirada y de sus ojos rodaron lágrimas. El anciano sin hablar le dijo que Águila Nocturna era un guerrero y que los guerreros no se dejan morir así. Que un guerrero lucha hasta el final, dejando fluir su espíritu, sin interesarle la victoria o la derrota, sino el ejercicio de su impecabilidad. El guerrero esta entrenado para la guerra y para ello ha fortalecido su cuerpo, templado su voluntad y afinado a su espíritu. Un guerrero no se deja morir como un perro viejo. Un guerrero pelea hasta el último momento. Un guerrero no se entrega nunca a nada y menos a la muerte. Águila Nocturna sentía que su cuerpo elevaba la temperatura. Una poderosa corriente de energía lo recorría. El anciano le ordeno que se incorporara y lo siguiera, dando la media vuelta y saliendo de la habitación. El guerrero sintió que el cuerpo no le respondía y de pronto, ya estaba incorporado, pero al voltear vio que su cuerpo estaba tirado en el petate durmiendo. Fue atrás del hombre de cabellos blancos. No caminaba solo se deslizaba a impulso de su voluntad. Pasó entre los edificios de La Casa de la Medida y llegó a un conjunto de pirámides. Entró a un patio que estaba rodeado de cuatro pirámides altas y empinadas. En el centro de la plaza, estaba una piedra rectangular en dirección Norte-Sur. El anciano le ordenó que se recostara sobre la piedra con la cabeza al Sur. Aquí te recargaras de energía y perderás toda la compasión que tienes por ti. Después lo invitó a que lo siguiera, el anciano se dirigía al Oriente. Al terminar las construcciones estaba una inmensa piedra verde, que asombrosamente se convertía de súbito hacia el Sur, en un pequeño acantilado. 284 El Guerrero se sentía muy bien en ese lugar. El anciano le informó, que estaban sobre una de las rocas más grandes del mundo, que lo que se veía, no era más que apenas una mínima parte de lo que estaba enterrada y que llegaba hasta el corazón de nuestra Madre Querida. -Esta roca es tan antigua, que cuando La Serpiente Emplumada hizo sacrificio, al bañar de su sangre a los huesos de los seres humanos, que habían vivido en el cuarto sol y para que de ellos naciera la quinta humanidad. La Serpiente Emplumada vino a este lugar y en uno de estas oquedades en la piedra, puso los huesos y los roció con su propia sangre, dándoles vida y movimiento. Como recuerdo de este hecho, en la piedra quedó grabada la huella de La Serpiente Emplumada, como lo puedes ver. Esta piedra es el lugar de los pedimentos, cuando puedas regresar aquí, ponle una luz y hazle un pedimento. Esta enorme piedra seguro que te escuchará y te ayudará. Recuerda, que eres un guerrero. Cumple con tu destino. 44 Cuando Águila Nocturna abrió los ojos era medio día, inmediatamente pidió de comer, había luz en sus ojos. Después de quince días, el guerrero casi estaba recuperado y una tarde se dirigió a aquella formidable peña. Llevaba en su morral, copal, cacao, carbón, Frijoles, maíz y unos pedazos de ocote, para hacer una luz. La tarde estaba fresca, aunque acababa de llover, estaba el cielo limpio y despejado. Un pesado banco de nubes descansaba en la cordillera que estaba al oriente del valle. Un olor a tierra mojada se mezclaba con los aromas de las flores y las yerbas del campo. La tierra había sido removida para la siembra y su color era oscuro. Águila Nocturna se acostó en lo más alto de la piedra y la estuvo acariciando. Le hablaba muy tenuemente y se frotaba en ella. Le pedía que le diera consejo para resolver su problema. El guerrero se quedo dormido. 285 Apareció entonces un guerrero que llevaba puesto un espléndido penacho de plumas, extendidas como un sol. Sobre la frente tenía la cabeza de una serpiente disecada. Una banda de piel de serpiente de cascabel pasaba por su frente y se ajustaba en su cabeza. Por las sienes, bajaban las colas de dos serpientes, con sus cascabeles que le llegaban a los hombros. En la cara llevaba una nariguera de oro y su rostro estaba pintado con los colores rojo y negro. Llevaba una capa y un ceñidor blanco de algodón. Águila Nocturna se incorporó de inmediato y el guerrero le dijo que él era el guardián de la piedra. El sol se estaba ocultando detrás de las montañas del Pueblo de las Nubes y en las montañas del Oriente se había desencadenado un fuerte aguacero. Se veía a lo lejos a las pesadas nubes grises, descargar sobre parte del valle y en las laderas de las montañas. Soplaba un viento fresco del Norte. El guerrero le habló de esta manera a Águila Nocturna: -El sacrificio es la esencia de la vida. El ser humano ha venido a sacrificarse a esta tierra. Tú bien sabes que solo estamos de paso aquí. Nosotros nos dirigimos a nuestra verdadera casa. Los Guerreros por más conocimientos que posean, siguen siendo seres humanos, atrapados en el mundo cotidiano. Existen dos clases de sacrificio en la vida. El primero es el del hombre común, el que genera la propia existencia en el mundo cotidiano. El segundo es el que selecciona el guerrero, que esta dirigido a purificar su espíritu, templar su corazón y fortalecer su cuerpo. Los dos sacrificios traen consigo sufrimiento y dolor. La diferencia es que el primero es estéril y el segundo es generador de corazones florecidos y espíritus libres. Mientras uno nace en la mezquindad y es producto de la torpeza; el segundo es el camino luminoso del guerrero, su temple, su batalla florida, su intima predilección. Existen dos formas de encarar la vida, la que busca el placer huyendo del dolor; y la que asume el sacrificio como una decisión personal y selecciona su personal campo de batalla. 286 Los seres humanos hemos venido a sufrir a la tierra. La diferencia es que un sufrimiento debilita y destruye; y el otro fortalece y prepara al guerrero para emprender el vuelo de la libertad. Tú eres un guerrero, que haz nacido en esta tierra y haz cumplido como pocos con su destino. Una etapa de tu camino fue formarte y partir, para regresar con una enseñanza que los años de estudio en centros de conocimiento, no te la pudo dar. Me refiero al mundo profano, a la vida diaria, al mundo cotidiano. Al mundo de los hombres y sus pasiones. Como tu sabes, el equilibrio es el resultado de balancear lo espiritual con lo material y lo racional con lo irracional, el par de opuestos complementarios en que esta conformado el mundo profano. Haz sido un guerrero inmaculado y te perdiste en las profundidades del mundo cotidiano y estuviste a punto de no regresar, pero milagrosamente aquí estas. El Espíritu del guerrero te forjó y trascendió. En esta prueba de conocimiento haz invertido muchos años de tu vida; tantos que nadie te recuerda ahora que regresaste, porque además te lograste borrar impecablemente de la faz de la tierra y eso solo lo logran los inmaculados guerreros. Ya nunca volverás a ser Águila Nocturna, quizás nuca lo fuiste, acaso desde el principio fuiste un espíritu encarnado en el vuelo solitario de una águila nocturna, que muy pocos mortales vieron pasar en la oscuridad de la noche. A pesar de todo tu sacrificio, todavía no llegas a recuperarte totalmente. Sigues en el camino, viajero del espíritu, todavía no has llegado. Tú haz descubierto, en el mundo cotidiano, con el dolor en carne viva, una de las normas de los aspirantes a la libertad total. Que los guerreros no tienen ni nombre, ni tierra, ni familia, ni apego a las personas, sentimientos, ideas y mucho menos a los objetos. El guerrero es invulnerable porque no tiene nada que defender. Es poderoso porque no desea nada. El guerrero es invisible y transparente, porque no tiene importancia personal que imponer y cargar. El guerrero es impecable porque no gasta su preciada energía en actos y sentimientos estériles y fallidos. Usa al mundo como un 287 campo de batalla de su Guerra Florida y al mismo tiempo evita al máximo tocar y lastimar ese mismo mundo. Después de muchos años, regresas y estas aquí, y todavía no haz llegado. Te falta alcanzar la última renunciación. Te falta llegar al final del camino, para que encuentres tu rostro propio y tu corazón verdadero. Cuando sepas de dónde vienes, sabrás quién eres y a dónde quieres ir en la vida. Serás el verdadero dueño de tu destino. Finalmente te dejaré un regalo que te manda la piedra de los pedimentos, a través de mi persona; escucha bien Águila Nocturna. "-El ave para nacer, necesita romper el cascaron.” Águila Nocturna despertó cuando la luna estaba en lo más alto del cielo. El frío de la noche había enfriado su cuerpo. Desde la roca, veía a su pueblo natal dormir. La luna estaba radiante y la atmósfera completamente limpia y transparente. El viento del Norte volaba los cabellos del Guerrero. Esa noche Águila Nocturna lloró todas las lágrimas que le quedaban para el resto de su vida. Contemplaba a su pueblo como una imagen fantasmal. Esa noche, Águila Nocturna iba a sacar de su corazón, todos los afectos y pasiones que sentía por ese añorado y al mismo tiempo desconocido pueblo. Esa noche, abajo de esa luna brillante, como un sol nocturno, Águila Nocturna renunciaba a su pueblo, a su nombre, a su pasado. Había decidido desprenderse de todos los sentimientos, de todas las ideas y deseaba fundirse con el todo; con la noche, la luna y el viento. El sabía que nunca jamás derramaría una sola lágrima, por nada de este maravilloso y aterrador mundo profano. Después de aquella noche, su espíritu quedaría libre de ataduras terrenales. Cuando la claridad empezó a asomar cautelosamente por el Oriente, detrás de las montañas, Águila Nocturna se dirigió al recinto de La Casa de la Medida, convertido en un viento de la noche, que repetía un verso como estribillo. "¡Sólo te busco a ti, padre nuestro dador de la vida: sufriendo estoy: seas tú nuestro amigo, 288 hablemos uno a otro tus hermosas palabras, digamos por qué estoy triste: busco el deleite de tus flores, la alegría de tus cantos, tu riqueza! Dicen que en buen lugar, dentro del cielo, hay vida general, hay alegría: erguidos están los tambores: es perpetuo el canto con el que se disipa nuestro llanto y nuestra tristeza: ¡es donde ellos viven, es su casa: ojalá lo supieras así, oh guerreros!" "¿Se irá tan solo mi corazón como las flores que fueron pereciendo? ¿Nada mi nombre será algún día? ¿Nada mi fama será en la tierra? ¡al menos flores, al menos cantos! ¿Como lo hará mi corazón? ¡Ay, en vano pasamos por la tierra!". 45 Águila Nocturna habló con el Respetable Maestro de Hilera de Casas, acerca de su decisión. Se le trató de convencer al guerrero, pero su decisión estaba ya tomada y totalmente asumida. El Respetable Maestro le pidió que hiciera una ayuno de cuarenta días, para purificar su cuerpo y su espíritu, para confirmar su decisión. -La tierra es nuestra madre, -dijo el Respetable Maestro-, de ella venimos, de ella nos alimentamos y a ella iremos cuando la muerte nos toque por la parte izquierda. Ayuna y pídele que te ayude a aclarar tu mente y tus sentimientos. Entiérrate y recibe el "impulso" de su energía. Fue entonces llevado el guerrero a un patio que estaba rodeado de cuatro pirámides. En el centro del patio, en dirección Oriente, estaban 289 unas escaleras que descendían más de dos cuerpos de profundidad y llegaban a un túnel estrecho, por donde apenas pasaba una persona agachada. A pocos pasos de la entrada, el túnel tenía unas escaleras que subían, lo cual tenía que ser muy inclinado, para no golpearse con el techo. Las escaleras desembocaban en un pasillo angosto, que estaba labrado en piedra y recubiertas con láminas de oro, los símbolos del sacrificio espiritual a través de dos especie de ganchos invertidos y la greca del equilibrio entre los dos pares de opuestos complementarios, simbolizados en una cruz rodeada de una línea quebrada. También estaban las grecas que representaban a la energía luminosa y a la energía espiritual. El pasillo era parte de una cruz subterránea, que simbolizaba los cuatro rumbos de la existencia. Las paredes recubiertas en oro, le daban una belleza y majestuosidad al recinto, fluyendo una energía muy sutil que inundaba de misticismo los cuatro pasillos del recinto. Siguiendo la enseñanza del Señor de los Dardos de Fuego, el guerrero se introduciría bajo la tierra, para librar su batalla con las fuerzas de la gravedad, que atraen a los cuerpos, precipitando su caída y generando su corrupción. De la misma manera que el sol, Águila Nocturna se introduciría en el mundo de la materia y la corrupción; el dominio del Señor y La Señora de la Muerte. Libraría su batalla con las fuerzas que corrompen a la energía luminosa y espiritual; y regresaría purificado y renovado a la superficie, para iniciar su ascenso luminoso. El guerrero se preparó, tomando un baño de temascal, donde fue tallado su cuerpo con plantas que le desprendían todas las impurezas energéticas y reanimaban sus tejidos. Acto seguido se realizó una ceremonia de pedimento, para que ayudaran todas las advocaciones de “Aquél por quien se vive” al Guerrero en su entierro. Finalmente una noche fue conducido por cuatro sacerdotes al interior de la cripta, quienes le dieron las instrucciones. Águila Nocturna debía pasar diez días en cada una de los extremos de aquella cruz subterránea. Cada diez días entraría un sacerdote a 290 media noche y haría sonar un caracol para que el Guerrero cambiara de posición y le dejaría a la entrada un cántaro de agua y volverían a cerrar la entrada, con una gran piedra a modo de puerta. A los cuarenta días llegaría una comitiva para desenterrarlo y regresarlo al mundo de la luz, limpio y renovado, por la energía de la Madre Tierra. Águila Nocturna fue puesto en la esquina Norte de la cruz, que representa el mundo de la razón. Al retirarse los sacerdotes con las antorchas, el guerrero se quedó en la más absoluta oscuridad. Se escuchó como un eco lejano, el ruido de la gran piedra, que era movida para cerrar la entrada. El ambiente era húmedo y caluroso. La cruz subterránea tenía su propia energía, de hecho era un ser vivo con su propia consciencia y que había sido construida en la remota antigüedad, para curar y purificar a los seres humanos. La tierra posee ciertas energías que estimulan para bien y para mal a los seres humanos. Los Viejos Abuelos toltecas, desde tiempos inmemoriales, enseñaron a los seres humanos a utilizar estas energías para equilibrar y desarrollar las propias. Águila Nocturna a pesar de tener que estar cuarenta días, apuntando a los cuatro rumbos de la existencia, haría su viaje en tres partes, este es el misterio de cómo el cuatro se transforma en tres. La primera confrontación se daba en el terreno racional y se desembocaba en la parte material de la existencia. Por más agudas y desarrolladas que se tengan las ideas, el pensamiento se estrella en el mundo de la materia, pues a final de cuentas estamos frente a un universo de campos energéticos y la racionalidad, no es más que un acuerdo de cómo interpretar estos campos. El ser humano se refugia pensando que vive en un mundo material y que le rodean objetos, desde un árbol hasta la luna, pero esos objetos no son más que cargas energéticas, percibidas como objetos por nuestra razón, quien ajusta así la realidad, para delimitar su mundo y hacer más segura la existencia, en los parámetros de su racionalidad. 291 La segunda confrontación se da, cuando el hombre se pierde en los terrenos de la materia, en donde la racionalidad a quedado muy atrás. La materia es energía, la energía esta en permanente movimiento y transformación; y los campos energéticos son inconmensurables. Cuando el ser humano intenta alejarse de los limites conocidos, inmediatamente se da cuenta que esta rodeado por lo infinito e innombrable, lo desconocido. Apenas termina el campo seguro de la racionalidad y la materia, el hombre cae en los abismos desconocidos de lo irracional. El mundo desconocido y de la irracionalidad conforma una parte del ser humano y al mismo tiempo conforma parte del universo mismo. Lo desconocido y lo irracional, ocupan la mayor parte del ser humano y del universo. Lo racional y material es extremada y asombrosamente limitado. Finalmente, cuando el ser humano ha rebasado los alcances de la racionalidad y el mundo material; logrando regresar intacto de lo inconmensurable, lo misterio y lo irracional. El hombre llega a los campos de lo Espiritual, como el único medio real de rebasar sus propias limitaciones físicas y mentales. La capacidad espiritual del ser humano es la única diferencia real, con las demás organizaciones energéticas que tienen consciencia de ser, y la única alternativa real, de entrar en contacto con lo inconmensurable y abstracto. Si el ser humano tiene alguna ventaja sobre otras formas de vida, es su capacidad de generar energía espiritual. No es a través de la razón y la materia, como el ser humano logra romper sus limitados espacios de la existencia; es la fuerza del Espíritu, lo que lanza al ser humano a lo inconmensurable y le abre la rendija para alcanzar La Libertad Total. Águila Nocturna vivió en carne propia esta enseñanza. Su entierro en la cruz lo llevó a entablar una batalla de poder. El enclaustramiento, la oscuridad, el ayuno y el recinto mágico, se combinaron de tal manera, que el resultado fue demoledor. Los cuatro rumbos de la existencia: la razón, la materia, lo irracional y lo espiritual, encontraron el punto de equilibrio en el guerrero. 292 La racionalidad incontenible, la fuerza gravitacional de la materia, la seductora fuerza de la irracionalidad y la pasión de la espiritualidad; fuerzas que arrastran y empujan al ser humano por la existencia, encontraron su punto de equilibrio, su centro, en el plexo solar del guerrero e hicieron brotar la flor de cinco pétalos. Cumplidos los cuarenta días, cuando el sol estaba en lo más alto del cielo. Los sacerdotes ordenaron abrir una cámara que estaba sobre la parte central de la cruz. La entrada se hacía por debajo y la salida del enterrado, tenía que hacerse por el centro. Cuando se termino de quitar la última piedra del túnel superior, la luz penetró totalmente, iluminando la cruz; que debido a las paredes recubiertas de láminas de oro, multiplicaban los rayos de luz y daban un efecto luminoso muy especial, pues parecía que manaba luz de la cruz subterránea y de ella el Guerrero, ahora limpio y claro, sereno y reposado. Por la tarde habló Águila Nocturna con el Respetable Maestro de La Casa de la Medida y le confirmó su decisión. Águila Nocturna había decidido quitarse la vida. 46 En lo más alto de un cerro, Águila Nocturna veía hundirse al Señor de los Dardos de Fuego, en las montañas distantes. A sus pies estaba ese hermoso Valle del Fríjol, con sus tierras labradas y en las casas de los campesinos, el fuego de los hogares, dejaba salir al cielo, tiras de humo azul por donde pasaban volando las garzas y los zanates, en busca de su nido para descansar. El pueblo se preparaba para recibir la noche. Águila Nocturna se preparaba para recibir a la muerte. El guerrero había cortado las pocas ligas que tenía con este mundo. Su decisión nacía de lo más profundo de su ser. Habían pasado muchos años desde que un día salió de este pueblo en busca del conocimiento. Sus sienes ya pintaban canas y en su cuerpo, ya asomaban los años vividos en busca de su identidad. El guerrero había sido impecable en su tarea, había logrado borrarse de este mundo, sin dejar huella. Nadie lo reconocía, nadie 293 sabía de él, había logrado disolver su importancia personal en la oscuridad de la noche. Había logrado romper las murallas del yo y traspasar las fronteras de lo innombrable. El desafío de llegar a ser nada, para poder serlo todo. Estar y no estar, ser invisible e impalpable, disolverse en la nada. Águila Nocturna ya no buscaba nada en este mundo, no tenía nada a que aferrarse, había cumplido con su destino y era libre. La muerte de esta manera, era el inicio de un nuevo ciclo y su decisión personal. Ni los sacerdotes, ni los dirigentes, ni los administradores de su pueblo, le habían dado una respuesta satisfactoria al qué hacer en la vida. No le interesaba ya nada de este mundo y la muerte se presentaba atractiva. Un nuevo y aterrador desafío. El Venerable Maestro de La Casa de la Medida, ordenó que una comitiva llevara a Águila Nocturna a La Tierra del Lugar de los Muertos. Este recinto de los muertos, estaba en un valle hacia el Oriente. Ahí iban a morir todas aquellas personas que por su edad, enfermedad o desolación deseaban quitarse la vida. La Tierra del Lugar de los Muertos, estaba constituida por cinco espléndidos conjuntos arquitectónicos, que en el inicio de los tiempos, Los Viejos Abuelos habían construido en torno a una profunda caverna, que era la entrada al señorío del Señor y la Señora de la Muerte. Águila Nocturna caminó hacia el lugar, despidiéndose de este maravilloso mundo. El cielo, la luz, las montañas y la tierra eran apreciadas con pasión e intensidad. El guerrero sabía que esa era la última vez que estaría en este astro y con toda la lujuria callada que podía desarrollar, se iba despidiendo de todo cuanto veía, olía, escuchaba y sentía. Por la tarde, la comitiva llego a La Ciudad de los Muertos, y Águila Nocturna fue conducido, por cuatro sacerdotes vestidos con ropas negras y pintado su cuerpo de color rojo y negro, a una habitación. Por la noche llegó el Sumo Sacerdote y le preguntó la razón para emprender el camino al lugar de los muertos. Águila Nocturna le dijo que no tenía sentido su vida, que no había logrado recuperar 294 completamente la memoria y que los recuerdos que tenía de su vida, eran busca del Valle del Fríjol, en donde él creía estaría su hogar y su identidad. Sin embargo, venía de ahí, pues después de muchos años y sacrificios, al llegar al Valle del Fríjol, nadie lo había reconocido y no tenía más nada en la vida, que tan solo esperar a la muerte. Águila Nocturna le dijo que en el camino en la búsqueda de sus orígenes, había logrado desprenderse de todos los sentimientos de posesión, y especialmente, del vicio de sentir amor malsano por sí mismo. Que toda la importancia personal había sido reducida a casi nada. Que no encontraba interés en el mundo de las ideas y de los objetos; que no ansiaba nada y que no rechazaba nada; que sabía que nadie lo derrotaría y que a nadie le ganaría. En la quietud de su espíritu, había decidido dejar este mundo. -Siento que mi tarea en este mundo ha concluido- dijo el guerrero dándole un tono, definitivo y sin lamento a sus palabras-, es mi decisión interior. -Así sea, -contesto el Sumo Sacerdote, y acto seguido le pidió que lo siguiera. En el centro de un patio, que estaba rodeado de cuatro edificios rectangulares, estaba la entrada a un subterráneo. A través de un pasillo, llegó a una cámara muy amplía que tenía una forma cuadrada. En cada una de las paredes de esa inmensa cámara, había cuatro puertas que conducían a sendas habitaciones. En la primera a mano derecha, estaba un bellísimo altar al Señor y La Señora de La Muerte. La segunda habitación era una inmensa cripta, profusamente labrada con grecas, en donde estaban los restos de los Sumos Sacerdotes del Señor y La Señora de La Muerte. En la tercera habitación había otra cripta, en la que descansaban los restos de los dirigentes de los pueblos de la región. La última puerta, que esta hacia el lado Norte, conducía a una habitación que estaba vacía y solo había una gran loza circular, del tamaño de la pared y como de tres cuerpos de ancho. Era la entrada a la tierra de los muertos. 295 Con mucho esfuerzo, los sacerdotes movieron la loza y apareció la entrada a la caverna. Águila Nocturna recibió una antorcha y siguiendo las instrucciones, de caminar en esos laberintos, hasta encontrar la muerte, se internó hacia lo profundo de la gruta. Escuchó el ruido de la piedra al cerrar la entrada. El aire estaba viciado, un calor húmedo se mezclaba con el olor putrefacto de cadáveres en estado de descomposición. El eco del sonido de la losa provocó una reacción muy extraña en el cuerpo del guerrero. Un sentimiento se apoderó de su cuerpo, un cuasi recuerdo empezó a vibrar en todo su organismo. Tiró la antorcha al suelo y empezó a caminar como por instinto, sin necesidad de luz. Caminó por horas, entre los laberintos de la inmensa gruta. Como sí su cuerpo caminara por un lugar muy conocido, Águila Nocturna se dejo ir. La temperatura de su cuerpo empezó a subir y había desconectado totalmente su mente. Avanzaba como poseído por una energía que lo atraía como piedra de imán, a las profundidades de la caverna. Cuando sentía que su cuerpo se iba a desmayar, entró a una inmensa sala. Aunque estaba totalmente oscuro, Águila Nocturna percibía el entorno con su cuerpo. La espaciosa sala y el techo tan alto, hacían sentir a Águila Nocturna su pequeñez e insignificancia. En el centro de la sala se encontraba una piedra rectangular labrada en sus cuatro caras. El guerrero se acercó e instintivamente se acostó en la piedra. Sentía que se acababa su energía y con ella su vida. Un especie de sonido muy extraño empezó a salir de todo su cuerpo. Como el canto de un grillo, intermitente, cambiaba de frecuencia y tono. Era un sonido que tenía tres dimensiones y casi lo podía tocar. Águila Nocturna sintió que empezaba a caer en un abismo y a cada momento de la caída, el sonido se perdía por la distancia, hasta que nuevamente se hizo el silencio y llego la obscuridad total. Poco a poco, sin fuerzas y tenuemente Águila Nocturna sintió que se disolvía en la obscuridad de la nada. 47 296 Resuenan desesperadas las partículas que no se resignan a morir. La energía en llamas consume todos los recuerdos. Un flujo y reflujo de energía corre por todo el cuerpo inerte. La unión ha sido rota, se instaura la confusión, pues existen partes que no lo quieren aceptar y otras ya olvidaron el acuerdo original, emprendiendo con furia, el camino de la reintegración al todo. Con profundo dolor, en medio de grandes estruendos, lo más esencial del guerrero, se empieza a desprender de aquel cuerpo derrumbado sobre la piedra. En medio de la absoluta oscuridad y total silencio de la gruta. Primero se empieza a escuchar un zumbido muy agudo y la inmensa piedra, empieza a fulgurar. Descargas eléctricas se desprenden de las paredes y el techo de la gruta y todas se concentran en el cuerpo inerte del guerrero, que yace sobre la piedra. El zumbido se torna tan agudo, que se empieza a convertir en luz. La caverna se ilumina y resplandece el cuerpo de Águila Nocturna. Su rostro ahora esta tranquilo y la blancura de la luz, lo convierte en una estatua perfecta. De lo más profundo y remoto de sus adentros, Águila Nocturna empieza a regresar con mucha dificultad y un gran dolor invade todo su cuerpo. La conciencia de Águila Nocturna regresa con gran velocidad y pasa rápidamente por ese presente, para introducirse en el pasado. Los recuerdos como imágenes empiezan a pasar velozmente por la mente del guerrero. Como en sentido inverso, recorre raudamente el camino de su vida. Imágenes en vértigo de rostros de personas que él trató; del El Valle del Frijól, el mar, la selva, las ciudades y lugares que conoció, para finalmente llegar al piso del arco en donde calló, allá en “La Tierra de La Serpiente Emplumada”. Ahí se detienen los recuerdos y surge una inmensa pared de niebla. Águila Nocturna siente angustia y le tiembla todo el cuerpo. La pared de niebla empieza acrecer y con ella el dolor. La niebla lo aprisiona y lo expulsa, no lo deja avanzar hacia el pasado. El guerrero reúne todas sus fuerzas y se deja ir contra la 297 pared, en un impulso definitivo, en el que va por delante todo cuanto es. Un rayo de luz, sale del plexo solar del guerrero. Un sentimiento de intento inflexible, una carga energética de un propósito nítido e inmaculado. La voluntad de traspasar esa pared de niebla, se apodera como una sola nota, que vibra en todo el cuerpo del Águila Nocturna, por fin, ¡El Espíritu del Guerrero se manifiesta en total plenitud! Y sucede lo imposible. Una explosión de colores, hace que se derrumbe la pared de niebla. Águila Nocturna cruza por la niebla y convertido en un águila que sobrevuela a lo largo de toda su vida. Sin sentimientos, sin pensamientos, va recuperando su historia. Como un espectador lejano, va ensamblando cada parte de su vida, sin pasión, ni emoción en su recorrido. Regresa a DAANY BEÉDXE y lo recorren recuerdos con su Maestro. Cada una de esas milenarias piedras lo saludan al verlo pasar en su vuelo silencioso. Llega a su pueblo y ve desde lo alto La Casa de la Medida y La Casa de los Jóvenes; y se ve nuevamente estudiando con su primo Serpiente de Estrellas. Encuentra a su madre y a su padre, trabajando en el campo y ahí, se ve él, pequeño y sonriente corriendo entre el maizal. Hasta que llega cansado a posarse en un árbol y es una noche de tormenta. Un relámpago primero y un poderoso trueno después, hacen que inicie de nuevo el vuelo, pero ahora en círculos sobre la casa de sus padres y !observa el momento de su nacimiento! En ese instante Águila Nocturna abre los ojos y se acuerda totalmente de toda su vida, en ese momento el Guerrero se a recuperado completamente. El Espíritu toma el control. En ese momento existe continuidad entre su pasado y su presente; en ese momento recupera la posibilidad de su futuro. Un sentido de sobriedad y claridad envuelve su corazón y su mente. Se incorpora lentamente. Sus ojos ven perfectamente en la obscuridad. 298 Sabe que lo están esperando y se dirige a un túnel que esta escondido al final de la sala y empieza a caminar rápidamente por él. Es un túnel excavado en la piedra que se dirige al Poniente. Después de muchas horas de camino, el túnel empieza a ascender lentamente, hasta que llega a una cámara, en la cual, encuentra unas escaleras y empieza un largo ascenso. Poco a poco, la luz del sol empieza a entrar por el túnel, la salida esta cerca. Águila Nocturna encuentra escalones labrados en piedra, pasa a una pequeña sala, al final se ve en la parte superior la salida y una escalera de piedra. Águila Nocturna al terminar de salir de las escaleras se encuentra en el edificio central de DAANY BEÉDXE. La vista es maravillosa; el cielo limpio y de un azul intenso le da la bienvenida. Una voz conocida le dice -"llegaste justo a tiempo, te estamos esperando para partir". El guerrero buscó a la voz y al voltear, encontró al Venerable Maestro de DAANY BEÉDXE. Serpiente de Estrellas fue aquel anciano que le habló a su segunda atención, cuando era todavía un niño y le dijo que lo esperaría a que llegara a La Montaña Sagrada y cumpliera con su destino. Serpiente de Estrellas seguía siendo el mismo anciano que conoció cuando él apenas era un niño y sin ningún cambio físico, cuando fue su maestro en DAANY BEÉDXE. Serpiente de Estrellas añadió, como leyendo los pensamientos del guerrero: -Para un hombre de conocimiento, el tiempo ya no funciona de la misma manera que para los hombres comunes. Un hombre de conocimiento puede vivir en un día, diez años de vida común. El tiempo tiene intensidad y en un instante, se puede llegar a la eternidad. Para ti pueden ser muchos años los que han pasado desde que nos conocimos, para mi podría ser muy poco tiempo. Un hombre de conocimiento aprende a comprimir el tiempo. Águila Nocturna se encontraba con su Maestro, en el edificio central de la gran plaza de DAANY BEÉDXE. Salvo su persona, que 299 denotaba el paso de los años, pues su cuerpo a pesar de seguir elástico había embarnecido, su cabello estaba encanecido y en su rostro, se había tallado una expresión de paz y sabiduría. Parecía que no había pasado todos esos largos años lejos de la montaña sagrada. Águila Nocturna no solo había recuperado su memoria y con ello su identidad, en la piedra de la gruta del lugar de los muertos. Sino lo que era tan importante como esto; es que había ensamblado el conocimiento adquirido durante toda su vida, en una sola unidad y esto le permitía tener una claridad y profundidad, que le proporcionaba una percepción amplia e integral de su vida y de su Batalla Florida. Desde el momento de su nacimiento, hasta ese mismo instante. Toda su vida de estudio, esfuerzo, sacrificio y lucha; encontraban total sentido y plena coherencia. Nada había sido fortuito y todo fue en su momento, en su lugar y con las personas señaladas. Águila Nocturna se había comprometido absoluta y totalmente en la empresa de ser lo mejor de si mismo, de forjarse como ser humano y de florecer su corazón. Águila Nocturna había recorrido de manera impecable el camino de guerrero, como la milenaria tradición lo marcaba. La meta final de los Guerreros era La Libertad Total. Arder y consumirse en el fuego interno, desaparecer sin ser devorados por lo inconmensurable, por La Fuerza, recibiendo el “Don del Águila”. El desafío final, la única hazaña verdadera, !burlar a la muerte¡ y penetrar en lo desconocido, en lo inconmensurable. Manteniendo la unidad y voluntad de su carga energética, sin dañarla; y seguir conservando al mismo tiempo, la misma conciencia de ser. Águila Nocturna recorrió todos los edificios de los cuatro cerros, que integraban DAANY BEÉDXE. Recordaba con precisión, todo cuanto ahí aprendió y vivió. La belleza y sobriedad de los edificios, su equilibrio y armonía perfecta, con el amplio espacio azul y las montañas que le rodeaban, estaban perfectamente diseñadas para causar un efecto de estabilidad y fuerza interna en los guerreros, de equilibrio. 300 Esas piedras no solo tenían mucha fuerza, sino tal vez, lo más increíble, las piedras poseían, sentimientos, conocimientos y vida propia. Esas piedras tenían cientos de atados de años que habían dejado de ser piedras comunes. Durante generaciones de guerreros y a través de cientos de años, DAANY BEÉDXE, había sido un puente entre el cielo y la tierra, entre lo conocido y lo inconmensurable, entre lo divino y lo sagrado. Águila Nocturna entendió, por qué, nunca se les permitió a los hombres comunes subir a La Montaña Sagrada del Jaguar. Simplemente la energía de las piedras habría hecho mucho daño a cualquier mortal, que se acercara a ellas. 48 El día había amanecido limpio y transparente, desde La Montaña Sagrada del Jaguar se veía con toda nitidez el valle amplio y profundo, coronado de montañas. Águila Nocturna fue llamado por su maestro, quien lo esperaba en la plaza Norte. Serpiente de Estrellas estaba sentado sobre un petate en el centro del pequeño basamento central. -Tenemos que hablar Águila Nocturna -dijo el Maestro. Hoy eres un hombre y haz dedicado tu vida entera al conocimiento de los secretos de Los Viejos Abuelos toltecas; desde que eras un niño el poder te señaló y tú haz cumplido escrupulosamente con tu responsabilidad. Ahora eres uno de nosotros y tu destino está unido totalmente a esta montaña. Como sabes, todo en el universo es cíclico, compuesto de pares complementarios. Y así, como es el día es la noche, así como es lo frío es lo caliente, pues bien, guerrero inmaculado, haz de saber que el tiempo de La Serpiente Emplumada se ha terminado sobre la tierra. La luz empieza a ser vencida por la oscuridad y nosotros tenemos que partir nuevamente a la región del misterio. 301 Esto se repite cada vez que se cumple un gran ciclo. La oscuridad tomará el poder y la luz tiene que retirarse. Así es, así ha sido y así será siempre. La sabiduría de Los Viejos Abuelos toltecas se retira, como la luz del crepúsculo, para abrirle paso a la noche. Las fuerzas de la oscuridad y los Señores de la Noche, poco a poco, tomarán el mando sobre el mundo. Los seres humanos tendrán que pasar esta larga y obscura noche sin la luz del conocimiento de Los Viejos Abuelos toltecas. Pero esto no es nuevo. Como el día y la noche, esto forma parte de una realidad. Como en la noche, este será un tiempo de oscuridad e ignorancia, en donde las entidades de la noche se harán dueñas del mundo. Por ello, es el momento que los Guerrero de La Libertad Total, tendremos que partir y dejar este maravilloso mundo, para penetrar en la región del misterio. La milenaria tradición señala que los guerreros toltecas tendremos que dejar el mundo conocido, para refugiarnos en el mundo del misterio, y ahí, mantener la enseñanza y conocimiento de Los Viejos Abuelos, hasta que se cumpla el ciclo nocturno y regrese la luz y con ella el conocimiento. Águila Nocturna escuchaba atento, su cuerpo periódicamente se estremecía. Las palabras de su Maestro iban resonando una a una, en su interior. -Mañana, al despuntar el sol, Los Cuatrocientos Guerrero del Sur tendremos que destruir DAANY BEÉDXE y cubrirlo de tierra, porque cuando se vaya el Señor de los Dardos de fuego nos iremos nosotros con él, para no volver, hasta que inicie el nuevo ciclo. -¿Porqué destruir un sitio tan hermoso y por qué cubrirlo de tierra, no bastaría con irnos y dejarlo hasta nuestro regreso? -preguntó Águila Nocturna. 302 -Pasarán más de veintidós atados de años para nuestro regreso. En este período cambiará no solo el tonal del tiempo, sino el tonal de los seres humanos. La energía que tienen estas piedras, quienes han sido testigos activos de la metamorfosis de los seres humanos en impecables guerreros, dado que las piedras no solo forman estructuras materiales, sino que son campos energéticos de poder; hacen que DAANY BEÉDXE sea una poderosa carga energética, que ha propiciado que miles de personas logren la proeza de trascender la conciencia de Ser y obtengan La Libertad Total. Cada piedra que tú ves aquí, no es una simple piedra, en el campo del nagual, podríamos decir que ellas tienen vida propia. Esta energía resulta muy peligrosa para los seres humanos, por ello, tendremos que destruir las estructuras, para que no las reutilicen a nuestra partida y debemos cubrirlas, para que la tierra absorba su energía y libere a las piedras de la carga energética que han adquirido a través del tiempo. Cuando los primeros rayos de luz del nuevo día lleguen, anunciando el regreso de la Serpiente Emplumada, DAANY BEÉDXE será desenterrada y nuevamente iniciará otro nuevo ciclo. Hubo un gran silencio hasta que Águila Nocturna preguntó: -¿Cómo podremos destruir y cubrir de tierra en un día los cuatro cerros que conforman DANNY BEEDXE, si apenas somos cuatrocientos Guerreros? El maestro miró profundamente a Águila Nocturna y muy lentamente le contestó: -Recuerda que en el mundo irracional, el del nagual. DAANY BEÉDXE no es mas que un cúmulo de cargas energéticas. Y la energía se rige por otras leyes. Así como resultaría imposible que grandes y pesadas cantidades de nieve, bajen a los valles por sí solas, cambiando su estado de sólido a líquido, bajan sin ningún problema. 303 Del mismo modo, resultaría imposible que grandes cantidades de agua se elevan al cielo, pero si cambian su estado de líquido a gaseoso, lo pueden hacer sin ningún problema. De la misma manera, Los Cuatrocientos Guerreros del Sur, en el mundo del nagual, pueden con su voluntad mover grandes cantidades de energía. Lo que haremos, será mover energía y no tierra y piedras. Para hacer esto se necesita dejar de percibir el mundo como un conjunto de objetos y transformarlo en lo que es su esencia...¡energía! Cuando el sol estaba en lo más alto del cielo, empezaron a llegar Los Cuatrocientos Guerreros del Sur. Uno a uno se iban colocando en aquella gran plaza que estaba en la parte Norte del conjunto principal. El Venerable Maestro, Serpiente de Estrellas, estaba en el centro y Los Cuatrocientos Guerreros que le rodeaban empezaron a entonar una invocación que era monótona y cambiaba cíclicamente de tono. Comenzó de una manera tenue y poco a poco, cobró mayor fuerza y vigor. Las voces se hacían una sola, la invocación se repetía una y otra vez. Los guerreros danzaban moviendo el cuerpo de una manera rítmica y repetitiva. El cielo se empezó a obscurecer, poco a poco, como en un eclipse. Ráfagas de viento azotaban la montaña. Inesperadamente DAANY BEÉDXE se empezó a cubrir de inmensas nubes negras y el canto de Los Cuatrocientos Guerreros del Sur empezó a penetrar las piedras, la tierra y la montaña entera. El canto de los Guerreros se convirtió en el sonido del furioso viento. Una impenetrable neblina cubrió totalmente a la montaña sagrada. Relámpagos y rayos caían y un poderoso zumbido se hizo dueño del espacio. La Montaña Sagrada del Jaguar estaba totalmente cubierta por nubes negras. Un eclipse había obscurecido al valle, truenos y relámpagos se desataban en la montaña. En el momento de la oscuridad total, el zumbido se convirtió en un poderoso estruendo y la Montaña Sagrada empezó a resplandecer con una luz verdosa. La tierra y las piedras se transformaron en una masa gelatinosa, que emitía un sonido agudo y poseía luz propia. 304 Desde el fondo de la tierra, empezaron a escucharse fortísimos ruidos y temblores sucesivos sacudían al valle. De la bases de la montaña, empezó a subir una masa gelatinosa. Como una marea ascendente de luz iridiscente. Los edificios se deshacían y la gelatina luminosa que venía subiendo de la base de la montaña, los empezó a cubrir. El espectáculo era impresionante, los minutos que duro el eclipse total, se transformaron en un tiempo infinitamente largo, suficiente, para que lentamente la tierra, convertida en energía con vida propia, subiera la pendiente de la montaña y fuera cubriendo lo que quedaba de los edificios destruidos, haciendo unos montículos donde antes había edificios. Los Guerreros habían dejado su forma humana y estaban convertidos en esferas luminosas, que seguían cantando y moviéndose rítmicamente. Poco a poco vino de nuevo la luz. El sol fue liberado de la mancha obscura que lo había vencido. Las nubes negras se diluyeron y se empezó a despejar DAANY BEÉDXE. Águila Nocturna escuchó en sus adentros, la voz de su Maestro, que le decía que se preparara a ver la partida de Los Cuatrocientos Guerreros del Sur. El Señor de los Dardos de Fuego empezaba a bajar, la Montaña Sagrada del Jaguar estaba totalmente cubierta de tierra. No quedaba huella de los espléndidos edificios y las bellísimas plazas. Solo quedaban pequeños montículos donde hubo exquisitas construcciones. Sobre lo que fue la plaza Norte, quedo una hondonada y en ella seguían los Cuatrocientos Guerreros del Sur, moviéndose ahora como esferas de luz; Águila Nocturna y el Venerable Maestro estaban en un promontorio de tierra, sobre la cara Norte de la plaza. Abajo las esferas luminosas empezaron a circular de derecha a izquierda. De una en una, las esferas se ubicaban en el cúmulo central de tierra, que estaba en la parte media de lo que había sido la plaza y con una explosión, que iluminaba el recinto, salían despedidas hacia el cielo, perdiéndose en el infinito azul de la tarde. 305 Águila Nocturna sentía en cada estallido y partida de las esferas, un dolor en el vientre, como un desgarre de sí mismo, entendía que cada esfera luminosa que partía, era un pedazo de él, que se desprendía para siempre de este mundo. Con angustia el Guerrero sentía la partida de sus compañeros, algo en sus adentros le decía, que era la última vez que estaba con ellos. Sin embargo, estar al lado de sus Maestro, le dio aplomo y sobriedad. Cuando partió el último de los Guerreros del Sur y se perdió su cauda luminosa en el inmenso cielo azul de aquella tarde, Águila Nocturna volteó a ver a su Maestro y se dio cuenta, que los dos eran esferas resplandecientes. Entonces escuchó una voz en sus adentros que le dijo: -perdiste la forma humana; nunca volverás a ser como antes, acabas de iniciar tu viaje a lo desconocido. El sol empezó a bajar hacia el horizonte. La atmósfera se cubrió de naranjas y rojos. La tarde estaba especialmente luminosa. El Maestro y el guerrero se dirigieron a lo que fue la pirámide Sur, ahora convertida en un cerro pedregoso. -Todo en el universo esta compuesto de ciclos, como el día y la noche. Ahora nosotros tenemos que dejar este maravilloso mundo, iremos más allá de la “Llanura”. Amado Guerrero del Espíritu, esforzado hombre de conocimiento, tengo que decirte algo muy importante. Águila Nocturna instintivamente detuvo la respiración para escuchar atento. El Maestro miró directamente a los ojos del guerrero, su mirada era profunda y a pesar de su serenidad, denostaba un ligero aire de tristeza. !Tú no irás con nosotros, te quedaras en este mundo! Águila Nocturna sintió una punzada en el centro de su ser. Abrió los ojos, como deseando no haber escuchado aquellas palabras. Toda una vida de sacrificio y esfuerzo dedicada a prepararse para la oportunidad de obtener La Libertad Total y en el último instante quedar fuera. 306 Sintió como si perdiera el piso, para caer en el desconcierto y la desolación. Los ojos del Maestro estaban enfocando directamente el rostro de Águila Nocturna, quien preguntó, con voz clara. -En que he fallado, Venerable Maestro; he dedicado toda mi vida a seguir con impecabilidad las enseñanzas que he aprendido en DAANY BEÉDXE, ¿Cuál ha sido mi torpeza, cuál mi error, para negarme la oportunidad de la Luz? Dijo el guerrero en voz pausada y firme, sin reproche. El rostro del Maestro estaba adusto y parecía de piedra. En el horizonte el sol refulgía amarillo e inmenso, acompañado de un séquito de nubes, daba la impresión que el tiempo se había detenido en espera de la respuesta. -En nada haz fallado. Por el contrario, haz sido el más virtuoso aprendiz y el guerrero más impecable que he conocido. Has sido la marca del Espíritu del Guerrero. Desde que eras un niño, el poder te seleccionó y tú haz cumplido intachablemente con la responsabilidad. Sin embargo, por ser el mejor, el Poder que rige los destinos de los seres humanos y de los guerreros, te ha elegido para que cumplas una importante misión. El guerrero trató de decirle a su Maestro, que él deseaba irse con él y con Los Cuatrocientos Guerreros del Sur, pero Serpiente de Estrellas no lo dejó terminar. -Debes escucharme con atención. Las decisiones del Poder no se analizan o se rechazan... solo se cumplen. No tenemos tiempo, cuando el Sol se oculte me iré con él y jamás volveremos a vernos en este mundo. Tengo que explicarte cuál será tu misión; escucha con atención. Los ojos del guerrero se llenaron de lágrimas, más que por la negativa de ser escuchado, por saber que jamás volvería a ver a su amado Maestro. 307 -Vienen tiempos de grandes cambios. La Serpiente Emplumada y el conocimiento de Los Viejos Abuelos toltecas se enterrará, igual que sus edificios y sus creaciones. Vendrán tiempos de confusión y de orfandad. El recuerdo de La Serpiente Emplumada se irá borrando con el tiempo. Saldrá de las tinieblas su opuesto complementario y el Señor de la Noche reinará. La armonía y la paz de los pueblos se verán perdida, la ambición y la envidia, penetrarán de nuevo los corazones de los seres humanos en la tierra. Las enseñanzas de la Toltecáyotl se perderá poco a poco, en las manos de los administradores y los sacerdotes, quienes dejarán de ser instrumento de la sabiduría milenaria y pasarán a servirse del poder y la autoridad. Sin sus maestros y con el tiempo, estas personas se convertirán en Señores y delimitarán sus dominios, volviendo a desencadenar las envidias y las ambiciones, con ellas llegarán nuevamente las guerras. Los sacerdotes se apoderarán de la enseñanza divina y materializarán las diversas advocaciones de “Aquél por quien se vive”. Los sacerdotes de manejarán coludidos con los que se asumirán como Grandes Señores, en favor de sus intereses materiales y personales; se auto nombrarán la encarnación de La Serpiente Emplumada. Serán los inicios de la oscuridad que cubrirá todas las tierras que están rodeadas por las Grandes Aguas. Entonces llegarán los bárbaros del Norte y se apoderarán de la parte superficial del antiguo conocimiento de los toltecas y de los corazones de nuestros hijos. Derrotarán a la Serpiente Emplumada y entronarán al Colibrí Zurdo, Señor de la Guerra y de la Materia. Los bárbaros del Norte harán del sacrificio humano una institución y de la materia una religión. Transgredirán las milenarias normas de Los Viejos Abuelos toltecas. Y como cangrejos, usarán el caparacho de nuestra enseñanza pero caminarán para atrás. Los bárbaros del Norte tratarán de borrar de la faz de la tierra nuestro recuerdo y se erigirán como señores y tratarán de pasar por nobles, viejos y sabios. Quemarán nuestros libros y harán una nueva historia, en dónde ellos usurparán nuestro noble linaje. 308 Pero todos los pueblos y ellos mismos, sabrán que son impostores y vivirán con la angustia de nuestro regreso y justo castigo. Cuando más poderoso sea su engaño, llegarán por las Grandes Aguas del Oriente, salvajes y sanguinarios invasores de rostro blanco y barbado, que traerán en sus bocas palabras falsas y en sus corazones maldad e ignorancia. Por sus manos correrá la sangre, que bañará toda nuestra tierra, como una gran tormenta que nunca antes había existido. Los bárbaros del Norte y los pueblos que éstos sometieron y explotaron, confundirán a los invasores con La Serpiente Emplumada. Serán tiempos de confusión, dolor y sangre; pelearán hijos contra padres, hermanos contra hermanos, pueblos contra pueblos. Todos se desgarrarán y los salvajes invasores a través de la mentira y la codicia, envenenarán los corazones de unos y atemorizarán las conciencias de los otros. Los conquistadores blancos de Las Aguas Grandes, llegarán con la mentira, la intriga y la codicia. Lograrán apropiarse del poder y la autoridad ilegitima, que los bárbaros del Norte construirán en menos de cuatro atados de años. Los voraces asesinos de rostro blanco y de lejanas tierras, verterán sangre de nuestros hijos en todas las tierras y derrotarán a los impostores, los bárbaros del norte, quienes se inmolarán, fieles a su dios El Colibrí Zurdo, creyendo que reciben el castigo por haber trasgredido las enseñanzas de La Serpiente Emplumada. Los sanguinarios invasores blancos, tratarán de destruir y borrar de la tierra nuestro recuerdo milenario y el de nuestros hermanos impostores, los bárbaros del Norte. Nuestros pueblos vivirán entonces la más dolorosa experiencia de nuestra historia, en la que serán tratados como animales. Los salvajes conquistadores blancos, en busca de la riqueza material y en nombre de un lejano, confuso y sanguinario dios, destruirán nuestros edificios, harán añicos a las instituciones, matarán 309 a nuestros sabios, perseguirán a nuestros maestros. Quemarán vivos a nuestros sacerdotes y harán cenizas de nuestros libros. Prohibirán nuestra lengua y nuestras costumbres, corromperán a nuestras autoridades. En poco más de dos atados de años, matarán a casi todos nuestros hijos. Los matarán uno a uno, con cuchillo y saña, con trabajos forzados y crueldad; y con terribles enfermedades que ellos traerán de sus lejanas tierras. Entonces llegará el momento en que nuestros hijos deberán de ENCUBRIRSE y ENCUBRIR nuestro milenario conocimiento, que es la herencia más valiosa de nuestros Sabios y Viejos Abuelos toltecas, para esperar la luz y con ella el fin de la oscuridad. Llegarán los nuevos tiempos y el cambio de ciclo se dará cuando todo se crea todo perdido y nuevamente haya en los corazones de nuestros hijos confusión y dolor. Es esta, la más alta responsabilidad, tu preciada misión Águila Nocturna, tu responsabilidad es quedarte en este mundo y esperar que pase la negra, dolorosa y obscura noche. Deberás mantener de manera subterránea, debajo de la tierra, en “La Cueva del Jaguar”, la Toltecáyotl, que es la sabiduría y el conocimiento de Los Viejos Abuelos toltecas. Porque los conquistadores, los adoradores de la materia durarán casi seis atados de años en el poder, tiempo en el que nuestros hijos vivirán en calidad de esclavos, sin ningún derecho y sin la más mínima oportunidad, se les tratará como hijos del mal y como prisioneros de guerra, serán explotados y humillados sin medida. Hasta que la propia sangre de los invasores blancos a través de una traición los derrote, para que los hijos de los conquistadores nacidos en nuestras tierras, sean los amos y señores durante casi cuatro atados de años, en los que se dividirán y pelearán entre ellos, por el botín de nuestras tierras y la explotación de nuestros hijos. Durante esta larga etapa deberá existir una “hermandad con muchos linajes”, que de manera subterránea y fuera de la vista de los invasores, mantenga en secreto, las enseñanzas de la Toltecáyotl, la 310 más exquisita creación de los Viejos Abuelos toltecas. Transmitiéndola de generación en generación a nuestros hijos más selectos. Tu vuelo nocturno, tendrá que cruzar a lo largo de todas estas injusticias y despojos, sin que los explotadores te vean y te sientan. Tu vuelo debe ser silencioso, oculto y nocturno. Te encubrirás en la oscuridad de los tiempos. Así, los hijos de nuestros hijos, quedarán arrinconados, sin palabras y como sombras vagabundas en el vacío de la derrota, quedarán dispersos y obscurecidos. Será negado ferozmente cualquier valor a los vencidos y serán siempre despojados y tratados como extraños en su propia tierra. La principal arma usada por los opresores será la ignorancia de sí mismos, la pérdida de la identidad y la memoria, de todos los hijos de La Tierra de las Grandes Aguas. Vivirán como extranjeros ignorantes, pobres y sin derechos en su propia tierra. La injusticia será tan grande en aquellos tiempos, que estallará una lucha que impondrá un gobierno que engañará a los hijos de los hijos casi durará dos atados de años. Entregando la sangre y la tierra de nuestros hijos, a los más poderosos señores que viven más allá del mar, que en esos aciagos momentos dominará a toda la tierra. Serán tiempos de dolor y de vacío. Casi todos nuestros hijos estarán cegados por la pasión de la posesión de la materia. Sus corazones estarán casi marchitos, sus mentes estarán embrutecidas y sin recuerdos; para esos momentos nadie se acordará de Los Viejos Abuelos toltecas y menos de La Toltecáyotl. Todos tendrán puestos sus ojos, su mente y su corazón en la materia y se la pasarán buscando una identidad en lejanas tierras. Los hijos de nuestros hijos, serán extranjeros ignorantes en su propia tierra. Estarán perdidos en un laberinto de soledades, deseando ser como sus conquistadores, quienes los explotarán y al mismo tiempo los despreciarán. Nuestros hijos repudiarán a su más antigua Madre y andarán como pobrecitos huérfanos, penando desconsolados en esta tierra que les será extraña. 311 Los bárbaros conquistadores blancos y sus descendientes, a lo largo de estos años de injusticias, explotación y dolor; les quitarán a nuestros hijos la lengua, los recuerdos, los conocimientos, los espacios, el arte y la pasión milenaria por lo divino de la existencia. Les tratarán de quitar todas las costumbres y tradiciones; y les enseñarán a sentir pena y vergüenza de lo que milenariamente les ha pertenecido; perderán su rostro y su corazón. Su anhelo será tratar de ser como sus conquistadores y su realidad será, que siempre serán menospreciados y rechazados por sus explotadores, tanto de afuera como de adentro. Pero cumplidos exactamente dos atados de años después de la última guerra, se iniciará el camino de regreso a La Serpiente Emplumada, se volverá a instaurar su gobierno de paz y armonía, en esta tierra nuestra. Un gran cambio en el mundo, acompañará la llegada de La Serpiente Emplumada, los seres humanos abrirán sus corazones como la tierra reseca, que recibe las primeras lluvias del temporal. Tu misión Águila Nocturna, es mantener en el corazón y en la mente de los hijos de nuestros hijos, la sabiduría de Los Viejos Abuelos toltecas… La Toltecáyotl, a lo largo de toda esta inmensa, dolorosa y obscura noche. Tu misión, es la de preservar la sabiduría y el conocimiento de los abuelos toltecas de manera secreta y hermética, para que cuando de nuevo salga el sol del conocimiento, los hijos de nuestros hijos, lleven en lo más profundo de su corazón esta enseñanza. Tu vuelo debe ser largo y silencioso, debes llegar a lo más profundo de los corazones de nuestros hijos y de los hijos de sus hijos. El conocimiento debe mantenerse intacto. Será transmitido de boca a oído, de manera secreta y discreta. El Conocimiento estará encubierto y acechante, esperando el momento de su revelación exaltante. El Señor de los Dardos de Fuego había empezado a entrar en la región del misterio. El Maestro y el alumno resplandecían, sus cuerpos, eran como dos pedacitos de sol. 312 Águila Nocturna había entendido en lo más profundo de su ser, la altísima responsabilidad, que le encomendaba el Poder a través de su Maestro. El cielo y las montañas en donde se ocultaba el sol se incendiaron; las nubes reflejaban todos los tonos del rojo y del naranja, combinándolos con el azul y el rosa. Serpiente de Estrellas abrazó al guerrero y le dijo al oído, estaremos siempre contigo. Se apartó y se dirigió a la parte central del cerro. En el momento mismo que el Sol terminó de hundiese en el Reino del Señor de la Muerte; un fuerte destello con una sonora explosión, seguida de una cauda luminosa, que se elevaba hacia lo más profundo del cielo, hasta convertirse en un puntito luminoso. Una corriente de aire frío pasó acariciando La Montaña del Jaguar. En el Poniente, las montañas estaban rodeadas de una corona dorada de luz. Águila Nocturna alzó la vista y vio al lucero de la tarde, intenso y luminoso, que parecía hablarle. El guerrero se quedó inmóvil como una piedra tratando de aferrar a sus ojos, la luminosidad que se perdía por debajo de la tierra. Poco a poco, la oscuridad se fue apoderando del Valle. La Montaña del Jaguar apenas delineaba su contorno en la noche. En la parte más alta del cerro Sur, estaba la figura de Águila Nocturna, que se iba deshaciendo en la oscuridad. De pronto el Guerrero, abrió sus inmensas alas y de un impulso emprendió su vuelo nocturno, abandonando para siempre a DAANY BEÉDXE. FIN. 313