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DAANY BEEDXE - Guillermo Marin

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DAANY BEÉDXE
el espíritu del guerrero
Guillermo Marín
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I N T R O D U C C I Ó N.
Los procesos de sedentarización e invención de la agricultura
en México tienen más de ocho mil años. Los mexicanos, pertenecemos
una de las civilizaciones más antiguas del mundo, que tiene un origen
autónomo. Sin embargo, esta Gran Historia, que es "Nuestra
Historia", nos es casi desconocida a la mayoría de los mexicanos. Los
millones de personas que existieron antes de la invasión, "Los Viejos
Abuelos", desaparecen de nuestra memoria a partir de 1521 a través
de los mecanismos de la colonización.
La destrucción total de la Ciudad de México-Tenochtitlán, una de
las más avanzadas tecnológicamente del mundo de aquellos tiempos,
es el símbolo de la negación y des valoración que sufrirá nuestra
cultura. Será hasta finales del siglo pasado cuando se empieza a
"redescubrir" tenuemente su presencia.
Sin embargo, desde la conquista, lo poco que se sabe de esta
Historia, siempre ha estado en manos de los vencedores y ahora en las
plumas de los investigadores, quien por cierto, en su gran mayoría son
extranjeros.
A pesar de que la civilización de nuestros antepasados, es tan
antigua e importante como las civilizaciones de China y la India,
después de quinientos años, se les sigue viendo como "primitivos"
adoradores del agua, del sol y realizando sangrientas ceremonias; no
solo por los "expertos", sino también por los propios mexicanos.
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A los Viejos Abuelos se les niega toda posibilidad de tener una
compleja y sofisticada estructura filosófica, que fuera la base en la que
cimentaran sus grandes conocimientos científicos, artísticos, sociales y
religiosos. Y tal vez lo más importante, se asume esta civilización como
extinta, sin ninguna presencia en el México de hoy.
De qué manera los mexicanos podemos sentirnos orgullosos de
nuestra historia y de nuestros orígenes, si los desconocemos. Cómo
podemos salir de este "laberinto de soledades" que nos han dejado,
sin un rostro propio y un corazón verdadero. Cómo podemos sentir
orgullo e inspiración de nuestros milenarios orígenes, si somos
extranjeros incultos en nuestra propia tierra. Cómo es posible que
sepamos más de la historia y la filosofía de los pueblos europeos, que
de nuestros Viejos Abuelos.
La intención de este trabajo es soñar con lo que debió ser
nuestra verdadera historia. Tratar de imaginar a nuestros antepasados
como lo que fueron, no como nos han enseñado a verlos. Reconocerlos
como hombres sabios, poseedores de un proyecto filosóficoespiritual capaz de impulsar un desarrollo cultural que se mantuvo a
través de miles de años y que le permitió a diversos pueblos, en
tiempos y lugares diferentes, expresar su creatividad y sensibilidad a
través de la misma matriz filosófico-cultural; produciendo una
civilización decantada y perfeccionada, como la China o la India.
Para ello, nos hemos valido de los conocimientos científicos que
nos proporcionan los libros de historia del México Antiguo, pero
desechando su ideología colonizante. Hemos tratado de retomar los
textos de los españoles y los indígenas, que vivieron la invasión o
escribieron posterior a ella, desde luego, tratando de hacer a un lado,
la visión eurocentrista, donde todo lo nuestro es primitivo, diabólico y
perverso. Hemos retomado la poesía de Los Viejos Abuelos, tratando
de ponerla en nuestra lengua contemporánea, tratando de salvar, las
traducciones coloniales. Sobre todo, para la primera parte, usamos los
"Huehuetlatolli" (la antigua palabra) para darles voz a los personajes y
para que el lector, aprecie la profundidad y sabiduría de una
civilización que mantenía altos y sólidos principios éticos y morales,
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que primero los conquistadores y después los colonizadores, nunca
quisieron reconocer y valorar.
Así mismo, retomamos los elementos que consideramos más
importantes de la obra de Carlos Castaneda. Señalando que las
llamadas "Enseñanzas de Don Juan" son una herencia y patrimonio de
todos los mexicanos. Creemos que la filosofía que manejaron los
hombres de conocimiento del México Antiguo, los toltecas, se
encuentra de algún modo en la obra de Castaneda y principalmente
subyace a flor de piel en las comunidades indígenas y en la cultura
popular. De la misma manera, hemos utilizado en este "sueño", las
experiencias personales que nos ha tocado vivir en las comunidades
indígenas y campesinas; porque estamos seguros, que para entender
el pasado de México, necesitamos conocer la forma de sentir, pensar
y actuar de los indígenas y campesinos de nuestros días; ya que esta
milenaria cultura sigue viva, vibrante y vigente; presente no sólo en lo
que el Dr. Guillermo Bonfil llamó " El México Profundo", sino en todas
las estructuras de lo que hoy conforma nuestro país.
Los mexicanos somos un pueblo mestizo. En estos quinientos
años la Cultura Occidental y la Cultura Anahuaca (mesoamericana) se
han fundido, pero indudablemente nuestra Cultura Madre es la
indígena. Más allá de la pátina europea que nos cubre, los mexicanos
en nuestra forma de sentir, pensar, hablar, comer, relacionarnos con la
familia, las personas, la naturaleza, el arte y con los espacios de lo
sagrado y lo divino; respondemos más a nuestra milenaria civilización,
debido a que somos parte de un proceso que nunca murió, solo se
encubrió. Los mexicanos no podemos seguir negando a nuestra madre.
El espíritu de los Viejos Abuelos habita en lo más profundo de nuestro
corazón, lo que se requiere es un "espejo" donde podamos
reconocernos a nosotros mismos y "humanizar nuestro querer".
Este "sueño" usa la estructura de la novela, para darle vida a un
personaje, al final del período llamado "Clásico". Tratamos de imaginar
cómo vivían nuestros antepasados y cuál era su pensamiento.
Intentamos recrear la sociedad de nuestros Viejos Abuelos,
desechando la visión colonizadora. Pretendemos en este "sueño"
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describir la vida en los centros de conocimiento, ahora llamados "zonas
arqueológicas" y tratar de plantearnos de una manera respetuosa,
para qué fueron creados.
En este intento de novela, la vida de nuestro personaje Águila
Nocturna y una comunidad Zapoteca de los Valles Centrales de Oaxaca
(Etla), se entrelazan con la milenaria zona arqueológica conocida como
Monte Alban y que probablemente se llamó La Montaña del Jaguar,
título de la novela en lengua Zapoteca (DAANY BEÉDXE).
Águila Nocturna es un hombre, que desde niño es elegido por el
"Poder", para seguir las enseñanzas de Los Viejos Abuelos. En su
recorrido pasa por los centros de estudios (Calmécac y Telpochcalli)
del México Antiguo. Por su virtuosismo, es enviado a Monte Alban para
continuar con su preparación; ahí, después de años de intensos
estudios y rigurosas prácticas, se convierte en un Guerrero y después
de enfrentar una estremecedora iniciación, en la cual pierde la
memoria, aparece en la península de Yucatán con el pueblo Maya,
donde tendrá que recuperar su memoria, como parte final de la
prueba. Después de muchas vivencias logra llegar de nuevo a Monte
Alban y le toca vivir, lo que los historiadores llaman el colapso del
período Clásico Superior, en donde se supone, que alrededor del año
850 de nuestra era, la mayoría de los centros de conocimiento como
Teotihuacán, Palenque o Monte Alban, fueron destruidos y
abandonados por sus propios moradores, sin que hasta la fecha se
tenga una explicación de este misterioso hecho. Al guerrero le será
encomendada una importantísima misión, para mantener vivo el
conocimiento milenario de Los Viejos Abuelos hasta nuestros días.
Este trabajo esta hecho especialmente para los jóvenes. No tiene
la pretensión de hacer una novela de época, ni mucho menos histórica.
Tiene la intención en cambio, de ofrecerles un "sueño", para tratar de
hacer consciente nuestros milenarios orígenes y hacer propia la historia
de Los Viejos Abuelos y sentirse orgullosos de ella. Proponemos un
"sueño provocador", que inicie el viaje hacia lo profundo de nuestro
"ser", para descolonizar nuestra percepción de nosotros mismos al
conocer nuestra historia verdadera. Porque los mexicanos no
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podremos seguir negando nuestra Cultura Madre, tratando de ignorar
los valores de nuestra antigua civilización. El México del siglo XXI
necesariamente tendrá que ser construido con la otra mitad de
nosotros mismos, aquella que hemos negado tercamente en los
últimos quinientos años. Todos los mexicanos; indígenas y no
indígenas, debemos encontrar en nuestro pasado, no solamente
inspiración, sino continuidad de un milenario proceso histórico,
filosófico y cultural, para poder imaginar y construir nuestro propio
futuro, donde no existan más los vencedores y los vencidos; sino
simplemente, los hijos de los hijos de Los Viejos Abuelos.
Guillermo Marín
Primavera de 1996.
Ciudad de Oaxaca.
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" Una historia propia no sólo es necesaria para explicar el
presente sino también para fundamentar el futuro. El futuro, en estos
casos, es ante todo la liberación, la recuperación del derecho de
conducir el propio destino.
Una historia expropiada es la cancelación de la esperanza y la sumisa
renuncia a cualquier forma de autenticidad."
Guillermo Bonfil Batalla.
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D A A N Y B E É D X E.
PRIMERA PARTE
El día había sido muy largo, el Sol declinaba lentamente. El cielo se
encendía entre montañas de nubes, rojas y naranjas que se
amontonaban en el horizonte, acompañando al incandescente Señor
de los Dardos de Fuego en su viaje al inframundo, al lugar de los
descarnados. El Valle del Frijól, todo cubierto de amorosas milpas, se
preparaba para recibir los misterios de la noche.
La casa de Garra de Jaguar estaba llena de amigos y parientes, en
especial de mujeres laboriosas, que preparaban todo lo necesario para
el gran acontecimiento. Flor Mentida, su esposa, estaba por hacer
florecer el fruto de su amor, que durante nueve meses llevó en su
vientre.
Tenía cinco días de haber llegado la partera, era la costumbre que
ella preparara los alimentos y dirigiera a las mujeres jóvenes, que
aprendían y servían con emoción. Los amigos de Garra de Jaguar por
su parte, además de traer alimentos para el "gasto" de los invitados y
ayudantes, traían palabras de aliento al futuro padre.
Garra de Jaguar entendía ahora, porqué su corazón fue atrapado
por la energía de Flor Menudita. Al aproximarse el nacimiento de su
hijo, se le juntaban todas las emociones en el pecho. Estaba
cumpliendo con su destino.
La noche cubrió totalmente el fértil valle. La luz de las antorchas y
los fogones alumbraban las casas del pueblo, el cual se preparaba para
descansar. De pronto, el cielo iluminado por una enorme luna llena, se
vio obscurecido por una invasión de negras y pesadas nubes, que
presagiaban tormenta.
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La partera, mujer sabia y conocedora de la naturaleza, se dio cuenta
que ésa noche caería una gran tormenta y nacería el niño. La paz del
pueblo fue rota por un relámpago, que primero iluminó el valle y
después estremeció los cuerpos con un fortísimo trueno. La lluvia se
precipitó como por mandato, desde el primer momento cayó
abundante y se mantuvo toda la noche.
Las mujeres jóvenes se pusieron a rezar y la partera con cuatro
mujeres de experiencia empezaron a trabajar. Los gritos de dolor eran
opacados por los truenos y el ruido del agua al golpear la tierra. Flor
Menudita luchaba con fuerza, en medio de grandes dolores, por traer
al mundo a su hijo.
Fue en la madrugada cuando terminó la gran tormenta. De la
misma manera en que empezó, se desprendió del cielo un luminoso
relámpago, como nunca antes se había visto y su potente trueno
anunció el nacimiento del niño; mientras una inmensa águila volaba en
torno a la casa del recién nacido.
El trueno despertó a todo el pueblo, quien pudo escuchar en el
extraño silencio que dejo la tempestad, el grito del niño y vio el
extraño vuelo nocturno de la majestuosa ave, que caló profundo en el
corazón de todos.
Entonces la partera tomó al niño y le dijo:
-"Se muy bienvenido, amado niño. Sabemos de los trabajos que
haz tenido para llegar a este mundo, lleno de fatigas y sufrimiento. No
sabemos que dones y ventura te han dado los dioses, esperamos que
seas digno heredero de tus padres y tus abuelos, y que logres florecer
entre nosotros". Al terminar de hablar, la partera le cortó el ombligo al
niño y enterró la placenta con Garra de Jaguar el patio de la casa. Para
después lavar y poner a secar el ombligo en un recipiente de barro que
tenía olorosas hierbas.
En la casa todo era alegría en torno a la pareja y su vástago, se
encontraba reunida toda la familia. Como era costumbre, el más
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anciano de la familia paterna, inició un discurso solemne a nombre de
todos:
-"Hijo mío muy amado y muy tierno, recibe aquí la enseñanza
que nos dejaron, nuestro señor, nuestra señora, tu padre y tu madre.
Sabe y entiende, que esta no es tu verdadera casa, aquí donde haz
nacido, porque eres guerrero del espíritu, águila dorada, siervo de
nuestro señor que está en todas partes.
Este lugar al que haz llegado, no es tu casa definitiva, es solo un
nido temporal. Porque aquí haz venido a brotar a florecer, a aprender
a volar.
Tu propia tierra, es otra; en otra parte estás prometido. Esta tierra
es tan solo el campo de batalla donde debes aprender a vencerte a ti
mismo. Tu verdadera tierra está en el Sol".
Después la más anciana de la familia de la madre, inició su discurso
de esta manera:
-"Hija mía, muy amada. Mujer valiente y esforzada, Te haz
comportado como el águila y como el jaguar en el campo de batalla.
Haz luchado, haz sufrido, haz vencido, nos diste a un hermoso niño,
amada y querida hija mía. Nuestro padre, nuestra madre; están
satisfechos de ti."
Después de los discursos, todas las personas
reunidas en la casa, se acercaron a saludar al más pequeño del pueblo
y a felicitar a los orgullosos padres. Inmediatamente llegaron los
hombres sabios de los libros, los poseedores de "la tinta negra y roja".
Primero preguntaron la hora exacta del nacimiento; consultaron los
libros y discutieron entre ellos, los parientes mientras tanto guardaban
un respetuoso silencio y los padres expectantes esperaban el dictamen
de los hombres sabios.
Entonces tomó la palabra el más anciano y dijo:
-"Señores y señoras y todos los que están amorosamente reunidos
en esta casa. Los que son parientes o amigos de los padres de nuestro
nieto. Que es nuestra piedra preciosa y nuestra pluma rica, que ahora
nuevamente ha llegado y que se ha manifestado. Que es una piedra
preciosa y un sartal de cuentas de oro, y es cabello y uña de sus
antepasados. Por algunos días tendrá necesidad el niño de toda su
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ayuda, él es la esperanza de los Viejos Abuelos y de nosotros, este
niño, como todos los niños representa nuestro luminoso futuro.
Nuestro gran padre nos da la oportunidad de cuidarlo y servirle,
porque esto es una gran fiesta y una maravilla."
Inmediatamente el sabio anciano, se dirigió a los padres y les dijo:
-Aquí están, hombre y mujer como los padres de este niño;
gócenlo y sea su mayor riqueza. Esta pequeñita piedra preciosa, este
manojito de plumas de quetzal, que es como un pedazo de piedra
preciosa cortado de sus antepasados, la esperanza de todos nosotros.
Madre y padre, me complace decirles que su piedrita preciosa nació en
un buen signo, en justo tiempo y en debido lugar; más como todo en
la vida y el mundo, está compuesto de pares complementarios; porque
así es el día y así la noche; así el frío y así el calor, su piedrita preciosa
tiene encomendada una difícil labor. Su hijo trabajará mucho y no
tendrá nada; los dones que el gran señor le dio, no serán para él, ni
para nosotros... él será semilla de otros tiempos.
Ese es pues su afortunado y difícil camino. Por haber volado una
gran águila en la hora de su nacimiento y por su destino, el nombre
que llevara nuestra piedrita preciosa, será el de Águila Nocturna.
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Pasaron tres meses y se preparaba el bautizo de Águila Nocturna,
nuevamente la familia y los amigos se juntaron. Como era la milenaria
costumbre en estas tierras, la mano con mano se daba y como existía
"el compromiso" de Garra de Jaguar con la comunidad, para hacer la
fiesta y celebrar el bautizo de su cachorro, la ayuda solidaria de los
amigos y los parientes empezó a llegar; maíz, Frijóles, chile, cacao y
leña, eran recibidos por los familiares más cercanos.
Un pariente llevaba una lista de toda la ayuda recibida. Porque la
costumbre era que cuando los amigos o parientes tuvieran otro "
compromiso " con el pueblo, debido a un nacimiento, un bautizo, un
casamiento, la construcción de una casa o una muerte; Garra de
Jaguar tendría que cooperar, con un poco más de lo recibido. De esta
manera los hombres aprendían desde muy pequeños, que la
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solidaridad y la fraternidad, era la liga que unía a los seres humanos
desde el nacimiento hasta la muerte.
Así el día elegido por los hombres sabios de los libros para bautizar
a Águila Nocturna, se reunieron los amigos y parientes en casa de los
nuevos padres antes de que naciera el Sol La partera era la encargada
de la ceremonia, que comenzó cuando tomó al niño entre sus brazos y
se dirigió hacia el Oriente diciendo:
_"Oh Águila oh jaguar, oh valiente hombre, nieto mío; haz llegado
a este mundo, te ha enviado tu padre tu madre, el gran señor la gran
señora. Tú fuiste creado y engendrado en tu casa, que es el lugar de
los dioses supremos, del gran señor y de la gran señora que están en
los nueve cielos; ellos te dieron la oportunidad de venir y aquel por
quien se vive lo ordenó; el señor del agua te dio la vida, el señor del
viento te dio el soplo divino."
Después de decir estas palabras, la partera le da de beber agua
al niño, mojando sus dedos en el agua y poniéndoselos en su boquita;
para entonces decir:
-"Toma queridísimo hijo nuestro, recibe, ve aquí con qué has de
vivir sobre la tierra, para que crezcas y reverdezcas; esta agua,
sagrada esencia de la vida, es por quien tenemos la vida y por ella
recibimos las cosas necesarias, para poder vivir sobre la tierra
!recíbela! "
Todo mundo estaba callado, sólo se escuchaba el monótono
sonido del gran tambor y los cascabeles de hueso de fraile, que
acompañaban rítmica y solemnemente a la voz de la anciana partera.
Sonaron entonces los cuatro caracoles marinos que rodeaban en
sus cuatro esquinas al majestuoso tambor, como señal para que la
partera, ahora tocara con los dedos mojados en agua, el pecho
desnudo de la criatura diciendo:
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-Prueba aquí el agua celestial, esperanza de nuestra esperanza,
prueba aquí el agua muy pura que lava y limpia tu corazón, que quita
toda suciedad, recíbela; que ella, limpiará y purificará tu corazón."
Sonaron entonces nuevamente los caracoles marinos y se acentuó
el olor a incienso, que se quemaba en las cuatro esquinas del partió de
la casa. Entonces la anciana le echó al niño sobre su cabecita diciendo:
-"¡Oh nieto mío, hijo mío, recibe y toma el agua del Señor de este
mundo, que es nuestra vida y es para que nuestro cuerpo crezca y
reverdezca, es para lavar, es para limpiar; ruego que entre en tu
cuerpo y allí viva esta agua celestial azul, y azul clara!. Ruego que ella
destruya y aparte de ti, todo lo malo y contrario que te fue dado antes
del principio del mundo, por que todos los hombres, somos dejados en
su mano, por que es nuestra madre, la Señora de la falda de jade, la
diosa de las aguas terrenales".
Inmediatamente después, la partera tomó al niño con las dos
manos y levantándolo lentamente al Oriente, en busca del cielo, dijo
así:
-"Señor nuestro, aquí esta este niño que nos enviaste a este lugar
de dolores, sufrimientos y sacrificios, que es este mundo; dale por
favor Señor tus dones y tu inspiración.
Bajaba al niño y lo volvía a subir, diciendo: "Señora, que eres
madre de los cielos, a ti te dirijo mis palabras, te suplico le des a esta
piedrita preciosa, tu inmensa virtud y tu inspiración."
Hubo entonces un espacio de espera en la ceremonia, por unos
minutos, todos guardaron silencio. Entonces las flautas y las ocarinas
empezaron a cantar una sublime melodía, esperada por todos los
ansiosos corazones, que compartían la ceremonia.
La anciana partera tomó nuevamente entre sus manos al pequeño
y lo levantó hacia el Sol, diciendo:
-" Poderoso y sabio señor del viento; tú que cuidas por nosotros
aquí en la tierra, tú que eres todo sabiduría y bondad, tú que nos haz
enseñado todo cuanto sabemos, tú que animas nuestra consciencia de
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ser, tú que con tu soplo divino le das vida espiritual a nuestro cuerpo;
Tú !la gran Serpiente Emplumada!, dale sabiduría e ilumina a este
niño."
De pronto, para sorpresa de todos los presentes, inexplicablemente
barrió una poderosa y fría ráfaga de viento el patio de la casa,
avivando el fuego de los incensarios y aromatizando la atmósfera con
olores de copal. Las voces azoradas de la concurrencia, denotaban
este maravilloso hecho como una buena señal.
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Dio inicio de esta manera la vida de Águila Nocturna, como todos
los niños, fue consentido hasta los cinco años. En aquellas maravillosas
cinco primaveras, el espléndido cachorro fue la alegría completa de sus
padres.
Águila Nocturna era un niño tierno y dulce, pero al mismo tiempo
se vislumbraba en él, un sólido carácter. Asombraba su prematura
prudencia y su aguda inteligencia; siempre estaba en el sitio debido y
con la intensidad exacta; pero lo que llamaba mucho la atención, era
su cálida sonrisa y su profunda mirada, que parecía un frondoso árbol
lleno de trinos y tiernas alegrías.
El pueblo donde había nacido Águila Nocturna, como era la
milenaria tradición, estaba dividido en cuatro barrios, cada uno tenía
por herencia una especialidad artesanal, aparte del trabajo normal del
campo, que era común a todos. Cada barrio contaba con sus edificios
públicos, escuelas, mercado, casa de gobierno y sobre todo su templo
patronal.
Los cuatro barrios estaban interconectados, física y socialmente, a
través de un lugar central. Quinto elemento donde recaía el supremo
gobierno, la administración y coordinación de los cuatro barrios y los
pueblos circunvecinos del Valle del Fríjol.
Esta plaza central, que era el quinto elemento de la ciudad contaba
con los edificios principales. Por ello era el lugar de reunión, tanto para
fiestas, rituales o asambleas; donde se decidía de manera abierta y
democrática, la vida del pueblo.
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Garra de Jaguar y Flor Menudita eran una pareja común, en una
comunidad zapoteca en los Valles de Oaxaca, hacia el año 830 de
nuestra era. Garra de Jaguar era un campesino laborioso, que hacía
temblar a la tierra con su milpa; ahí sembraba maíz, Frijól, chile,
calabazas. En ocasiones sembraba algodón, amaranto, cacahuate o lo
que se requería
Con su mujer y su hijo, Garra de Jaguar conseguía en los campos
y bosques cercanos; miel, hongos y una gran variedad de plantas
silvestres. También recolectaban chapulines y otros insectos
comestibles. Su dieta alimentaria la complementaban con pescado de
ríos y lagunas cercanas, o con camarón y pescado salado que traían de
la costa.
Algunas veces, Garra de Jaguar salía de cacería. La carne era
platillo de cuando en cuando y sobre todo, para circunstancias
especiales, que casi siempre estaban relacionadas a fiestas religiosas o
familiares. En el patio de la casa, Flor Menudita también contaba con
guajolotes y unos perros sin pelo, que eran un platillo suculento y muy
especial.
Y como tradición familiar y de barrio, Garra de Jaguar era un
diestro ceramista. Lo cual le permitía intercambiar bienes que él no
producía; como la sal, que traían de la costa, algunas telas, papel y
algunos materiales con los que decoraba su cerámica.
A los cinco años Águila Nocturna era un niño distinguido, pese al
exceso de amor de sus padres y parientes; el pequeño parecía que
entendía su relación con el mundo. De carácter agradable, más bien
tierno e imaginativo. Águila Nocturna era delgado, correoso y ágil. Su
cabello era lacio y delgado; sus grandes ojos café oscuro y su
permanente sonrisa, lo hacían bien recibido en todas partes. Cuando
había una fiesta o un ceremonial, civil, religioso o familiar; todos los
niños se reunían para jugar, con la paciente tolerancia de la
comunidad, porque una de las herencias de los Viejos Abuelos, era el
trato que la comunidad daba a sus cachorros, en donde nunca
estorbaban y siempre eran bienvenidos.
Águila Nocturna tenía especial preferencia por uno de sus primos
de la misma edad, de nombre Venado de la Aurora, ambos se pasaban
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la mayor parte del tiempo juntos, habían llegado a tal punto de
comunicación, que se entendían con las miradas.
Venado de la Aurora era ligeramente más grande y fuerte, su
carácter era impulsivo y por ello, le agradaba la compañía de suprimo,
quien indirectamente lo contenía y centraba. Así como la mano
derecha y la mano izquierda; Venado de la Aurora aportaba el
entusiasmo, la fuerza y la pasión. Águila Nocturna en cambio era
reflexivo, prudente y dulce.
Águila Nocturna era delgado, correoso y ágil. Su cabello era
lacio y brillante. Sus grandes ojos café oscuro y su permanente
sonrisa, lo hacían bien recibido en todas partes. Entre los dos
exploraban ese maravilloso mundo que estaba constituido por los
abuelos, los tíos, los primos y los amigos del barrio.
Al cumplir los seis años Águila Nocturna, ya ayudaba a sus padres
en las tareas de la casa; jugando aprendió a hacer figuras de barro y
en las tardes que sus padres se ponían a trabajar la cerámica, poco a
poco aprendió el lenguaje del barro. Le gustaba ira casa de los abuelos
a escuchar las historias que el abuelo le contaba. Esas maravillosas
historias que describían los misterios de los bosques, los animales
mágicos y las sabias plantas.
Cierta ocasión llegaran al pueblo unos viajeros muy extraños. La
conmoción por estos personajes sacudió a todo el pueblo, que se
congregó en torno al edificio central de gobierno, donde se
encontraban hablando con las autoridades. Eran hombres sumamente
extraños, vestidos de manera austera; despedían paz y armonía, pero
al mismo tiempo, fuerza y sobriedad.
Como todos los niños, Águila Nocturna llegó por debajo de la
muchedumbre, en un bosque de piernas llegó hasta las puertas del
recinto y pudo ver a los visitantes. Sin embargo, le llamó
poderosamente la atención, el hombre más anciano del grupo, una
fuerza muy extraña lo atraía a la persona de aquel hombre, al que
todos trataban con mucha reverencia y admiración.
Su pequeño cuerpo se estremeció cuando el extranjero le sonrió;
sin pensarlo se aproximó, e inmediatamente fue detenido, pero el
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anciano intervino y lo tomó de la mano, dirigiéndose a un patio interior
y sentándose con el niño, al borde de un estanque.
La expectación de la muchedumbre llegó al clímax, cuando vieron
que pasaba el tiempo y el venerable anciano y el niño, conversaban de
una manera fluida y natural, como dos adultos y el niño empezó a
resplandecer. Pasado un tiempo, el anciano pidió una habitación y
realizó una ceremonia muy especial, con los demás hombres que le
acompañaban, en donde el pequeño, ocupaba el lugar central.
Al final el hombre le regaló un pequeño caracol que traía colgado
en el pecho y lo despidió con mucho cariño. Días después, aunque
todos en el pueblo hablaban del asunto, nadie, ni sus padres, le
pudieron explicar quienes eran esos hombres y en especial aquel
extraño y venerable anciano, que le regaló el caracol.
Águila Nocturna era una grata compañía para sus padres, su casa
estaba en un solar a las afueras del pueblo. Estaba compuesta por una
gran habitación hecha de adobe, con el techo de carrizo, lodo y paja.
El piso era de tierra apisonada, en su interior estaban enrollados los
petates en donde dormían, un estante en donde guardaban las pocas
pertenencias y la ropa. En una de las paredes laterales, existía un
adoratorio, donde todas las mañanas y por las noches, había
aprendido a agradecerle a los dioses tutelares, los bienes y venturas
que les prodigaban. Sus padres como todo el pueblo eran
profundamente religiosos. Junto al corredor de la casa, estaba la
cocina, en el centro estaba el fogón, con sus tres grandes piedras, que
simbolizaban el centro del hogar. En el fondo del patio, estaba el baño
de temazcal, que además de cumplir con rituales, se usaba con fines
medicinales y de higiene; pues era una costumbre milenaria, que
estaba muy arraigada en la vida cotidiana del pueblo. Finalmente,
también en el fondo desolar, estaba el taller de cerámica y el granero.
Así pasaron los primeros años de infancia de Águila Nocturna. Pero
llegó el momento de ir a La Casa de los Jóvenes, la institución donde
daba inicio la educación de los niños y adolescentes; ahí se les
capacitaba para adquirir los conocimientos básicos para llegar a ser
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"ciudadano". Su asistencia era obligatoria y los gastos eran cubiertos
por los propios maestros y alumnos.
Existía una escuela para mujeres y otra para hombres; y en La
Casa del Canto, participaban de manera conjunta. Ahí se les enseñaba
todo lo referente a las artes, pues según los Viejos Abuelos, la razón
de la existencia se aprendía con la sabiduría que Los Viejos Abuelos
llamaban "Flor y Canto", entendida como sabiduría y belleza.
Para realizar la ceremonia de recepción, Garra de Jaguar invitó a
los abuelos, padrinos, tíos y primos de su amado cachorro. Después de
quemar incienso y rezar a los dioses tutelares, toda la concurrencia se
reunió en el patio trasero, que había sido acondicionado para la fiesta.
Garra de Jaguar y Flor Menudita flanqueados por los abuelos se
sentaron en la parte Poniente del patio y en la parte Oriente, se sentó
Águila Nocturna acompañado de sus padrinos. Los parientes de la
madre se ubicaron en la parte Sur y los del padre en la parte Norte. En
el patio se habían instalado enramadas, con olorosas flores del campo,
que con el aroma del incienso quemado producían una atmósfera
mística y espiritual. Fue entonces cuando Garra de Jaguar inició su
discurso:
-"Hijo mío muy amado y muy querido, escucha atento lo que te
diré. Nuestro Señor te ha traído en esta hora, donde te quiero hablar
acerca de lo que debes guardar todos los días de tu vida; y eso lo hago
porque eres mi hijo muy amado y muy estimado, más que toda piedra
preciosa, más que toda pluma rica, que no tengo más que a ti; tú eres
el primero, el segundo y el tercero, tú eres el postrero.
He acordado, he pensado decirte algunas cosas que te competen,
por la obligación que tengo de ser tu padre; quiero hacer mi deber, por
que mañana o cualquier otro día, dios me llevará y quitará de esta
tierra, por que él es todopoderoso, por que estamos sujetos ala
flaqueza humana y a la muerte, nuestra vida en la tierra es muy
incierta.
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Quiero decirte, hijo, lo que necesitas saber y poner en obra, que es
cosa digna de ser estimada y guardada como oro en paño, y como
piedras preciosas en cofre, por que nos las dejaron los Viejos Abuelos
y las viejas abuelas; los ancianos, nuestros antepasados, que vivieron
en estas tierras y señoríos; ellos conversaron entre la gente de este
pueblo y tuvieron dignidad y sabiduría.
Estos que fueron muy grandes señores y tuvieron la dignidad del
reino y su gobierno, no se ensoberbecieron, antes que eso, fueron
muy humildes y sencillos. No se estimaron como señores sino como
pobres y peregrinos; estos nuestros antepasados, de quienes
descendemos, vivieron de manera austera y humilde en este mundo,
no vivieron en presunción, soberbia, altivez o deseo de honras.
De esta manera, hijo mío, vivieron en el mundo los Viejos Abuelos
toltecas de quienes descendemos, tus abuelos, bisabuelos y
tatarabuelos, que nos dejaron acá, de quien descendiste. Pon los ojos
en ellos, amado hijo mío, mira sus virtudes, mira su fama y el
resplandor y claridad que nos dejaron; mira el espejo y la virtud que
ellos nos dejaron y ponlo delante de ti, y tenlo delante de tus ojos;
mírate en él y veras quién eres; mira que tu vida la hagas semejante a
la suya; trata de poner su vida delante de tus ojos, y luego conocerás
las faltas que tienes y tus defectos y las manchas que hay en ti.
Mira que nuestro Señor “Aquél por quien se vive” ve los corazones
y ve todas las cosas secretas, por muy escondidas que estén. Y oye lo
que revolvemos en nuestro corazón, cuando vivimos en este mundo;
mira que sea pura y verdadera tu humildad y sin mezcla de ninguna
soberbia; trata de que tu humildad delante de Dios sea pura, como
una piedra preciosa muy fina; trata de que no muestres una cosa de
fuera y tengas otra por dentro.
Sabe, hijo mío, que los Viejos Abuelos toltecas nos dejaron dicho
que los niños son muy amados por “El invisible e impalpable”, muy
apreciados por nuestro Señor que esta en todas partes. Aprende pues
amado hijo mío, apártate de los deleites carnales y de ninguna manera
los desees, guárdate de todas las cosas sucias que manchan a los
19
hombres, no solamente en las ánimas, sino también en los cuerpos,
causando enfermedades y muertes, corporales y espirituales.
Nos dejaron dicho Los Viejos Abuelos, que en la niñez y en la
juventud hace Dios mercedes y da dones; en este mismo tiempo
señala a los que han de ser señores, reyes, gobernantes o capitanes;
también en el tiempo de la niñez y en la adolescencia da nuestra
divinidad sus riquezas y dones.
Hijo mío, ya te he dicho muchas cosas que te son necesarias para
tu educación y tu crianza fuera de la casa, para que vivas en el mundo
como ser humano, para que sepas ser digno descendiente de nuestros
nobles y sabios Abuelos toltecas; ahora tocara a ti ponerlas en
práctica, ahora tendrás que ir a La Casa de los Jóvenes y a La Casa del
Canto, tendrás maestros y guías, pero lo más importante es que
estemos todos nosotros, tu familia y los Viejos Abuelos, dentro de tu
corazón".
Águila nocturna quedó callado, parecía como si una a una todas las
palabras vertidas por su amoroso padre, se fueran acomodando
lentamente en su interior, hasta formar un sólido templo. Pasados
unos momentos, el pequeño cachorro fue a abrazar a sus padres,
quienes lloraban en silencio, mientras todos los parientes cantaban un
himno de amor.
4
La fiesta duró todo el día, se comió tamales y mole; a los niños se
les dio miel y frutas. Se cantó y se bailó. Se le dio las gracias al Señor
todo poderoso, se quemó incienso y se rezó; agradeciendo el bien de
que Águila Nocturna terminara su infancia con ventura. Por la noche,
habiéndose ido todos los invitados y antes de ira dormir, Garra de
Jaguar habló a solas con su cachorro y le dijo:
-”Ahora que haz dejado de ser un niño y que te deberás
regir por ti mismo, ahora que te vas de casa, como las aves de los
nidos, ahora que deberás florecer tu corazón y esculpir tu propio rostro
20
quiero que sepas, que no hay ningún hombre que no tenga necesidad
de comer y beber. Los mantenimientos del cuerpo, tienen en pie a
cuantos viven, y dan vida a todo el mundo, y con esto está poblado el
mundo entero. Los alimentos corporales son la esperanza de todos los
que viven para vivir. Aprende entonces hijo mío de tener cuidado de
sembrar los maizales y de plantar los magueyes, tunas y frutales, por
que según lo que dijeron los sabios y Viejos Abuelos toltecas; la fruta
es el regocijo de los niños, regocija y quita la sed a los niños. Y tu,
muchacho, ¿no deseas fruta? ¿donde la haz de tomar si antes no la
plantaste y criaste, como tu propia herencia? Aprende a ser hombre
digno y recto. Fortalece tu cuerpo, templa tu espíritu, domina tus
pasiones y desarrolla tu fuerza de voluntad.
Entiende ahora, amado hijo mío, que ha llegado el final de mis
palabras, por ello, escríbelas en tu corazón. Muchas cosas tendría que
decirte, más será cosa de nunca acabar, solo tres cosas más quiero
decirte, que son muy importantes y que los Viejos Abuelos nos las
dejaron muy recomendadas. Lo primero es que tengas gran cuidado
de hacerte amigo de Dios, que está en todas partes y es invisible e
impalpable, y a él conviene darle todo el corazón y el cuerpo, cuida de
no desviarte de este camino, procura no presumir, ni que tu corazón
se vuelva altivo; ni tampoco te desesperes, ni hagas cobarde a tu
corazón. Por el contrario, trata de ser sencillo y humilde para tener
esperanza en el invisible e impalpable, Nuestro Señor. Lo segundo que
debes hacer siempre, es tener paz con todos. Con nadie te disgustes y
pelees, a nadie ofendas. Respeta a todo mundo, no provoques la ira de
la gente, de nadie te burles; sé humilde ante todos, aunque digan de ti
lo que quieran. Aprende a tener el control y el dominio de ti y tus
pasiones; ante los ataques no respondas, logra poseer la
inconmensurable fuerza del silencio y la templanza de la indiferencia.
Nunca seas como una culebra venenosa, no agredas a las
personas aunque tengas motivos. Aprende a ser sufrido y sobrio !eso
es lo difícil ! que Dios te ve y responderá por ti y el te vengará; se
humilde con todos, y con esto dios te recompensará y te dará honra.
Lo tercero que debes hacer, es no perder el tiempo, porque perder el
tiempo es perder la maravillosa oportunidad de la vida. Que “Aquél por
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quien se vive” te puso en esta vida para aprovecharla; no pierdas ni el
día ni la noche: Descansa cuando tengas que hacerlo y trabaja todo lo
que tienes que hacer, sin prisa y sin pereza. Deja de preocuparte y tan
solo, ocúpate en las cosas de provecho.
Amado hijo mío, bástenos esto, y con esto hago mi deber de padre.
Si queda grabado en tu corazón o se olvida y se pierde; es tu
responsabilidad. ! Florece tu corazón, purifica tu espíritu! .Yo he hecho
cuanto debía”.
Águila Nocturna se despidió de su padre y fue al rincón de la
habitación, extendió su petate, se acostó y cubrió con una ligera manta
de algodón. La noche era fresca, el canto de los insectos arrullaba sus
pensamientos.
Entendía que en ese día, había dejado atrás su infancia; los días
de juegos y el amoroso trato con sus padres, no volverían jamás. En
su pecho se encontraban dos sentimientos opuestos. Por una parte,
sentía una inmensa nostalgia y tristeza, por el pasado; pero por otra,
se despertaba una creciente emoción, por el futuro que le esperaba.
5
La Casa de los Jóvenes era un recinto muy impresionante, sobrio
pero elegante, austero pero grande; como era la costumbre en todos
los edificios públicos. Los Viejos Abuelos desde muchos atados de
años, habían enseñado al pueblo a vivir en casas extremadamente
modestas y sobrias. Construidas de adobe, madera y paja, cualquiera
que fuera la condición social de la persona.
Las diferencias sociales se establecían a través de los valores
interiores de la persona; y sobre todo, por el servicio que a lo largo de
toda una vida de trabajo se realizara por el bienestar de la comunidad.
Por ello, existía un milenario valor, por el prestigio y la dignidad de
cada ciudadano, en donde no contaban para nada los bienes
materiales.
22
La costumbre era, que los dioses merecían todo el esplendor de la
materia; lo mismo que la comunidad, representada por el gobierno.
Los merecidos del sacrificio de la divinidad; los seres humanos, tenían
como único medio de expresar su potencial, el desarrollo de una vida
virtuosa, a través de la austeridad y la frugalidad; de la religiosidad y
el servicio a su comunidad. Esas fueron las normas que los Viejos
Abuelos les enseñaron a los primeros hombres que iniciaron los linajes
allá en el origen de la historia; y sigue siendo la costumbre, en los
hijos de sus hijos, hasta el final de los tiempos.
Por ello, los edificios públicos y los templos se manifestaban a
través del arte como expresión de la inspiración más exaltada, que
fluía de su fuerza espiritual. En estos hermosos edificios el arte se
mostraba como un vehículo de unión, un puente entre lo humano y lo
divino, entre el espíritu y la materia, entre el cielo y la tierra.
De esta manera, el pueblo no escatimaba ningún esfuerzo y
sacrificio, en la construcción de éstos edificios. Estos eran tallados en
piedra, recubiertos con estuco y decorados con bellísimas pinturas,
alusivas a su uso.
El edificio de La Casa de los Jóvenes tenía una gran plaza, en el
centro había un adoratorio dedicado a las múltiples advocaciones de la
Divinidad Suprema. Rodeando a la plaza se encontraban cuatro
edificios. En uno estaban las habitaciones para dormir. Era rectangular
como todos, amplio y de techos altos. El piso era de piedra y en la
habitación estaban los petates que se usaban para dormir, cada joven
tenía una reja de madera, donde guardaban sus limitados objetos
personales, pues era la norma, que debían aprender a vivir con lo
mínimo indispensable.
En otro de los edificios, de iguales proporciones, vivían los
maestros y los instructores, la austeridad y la sobriedad era la misma
que en el edificio de los jóvenes. El tercer edificio, entorno a la plaza,
servía de bodega para los utensilios de la enseñanza, biblioteca y un
área administrativa. También existía una pequeña cocina y un comedor
que daba hacia la parte trasera. El cuarto edificio estaba acondicionado
como área de estudios. Los cuatro edificios y la plaza estaban
23
circundados por una barda. En la parte Sur tenía una gran puerta de
acceso y en la parte Norte, taras del edificio, estaban los baños y un
estanque de agua corriente que se surtía del acueducto del pueblo,
que pasaba a un costado de la barda.
La Casa de los Jóvenes era un lugar de formación en valores. Los
muchachos debían aprender a auto disciplinarse, ser responsables y a
trabajar en grupo. La capacidad de ser responsable, disciplinado,
concentrado, atento, respetuoso y humilde. Ahí aprendían las normas
antiguas para urbanizarse. Los maestros e instructores les enseñaban
los buenos modales, a expresarse y conducirse. También era parte
importante de la enseñanza la palabra de los viejos y sabios abuelos,
así como el conocimiento básico de los ritos religiosos, la historia del
pueblo y su civilización, la organización política y administrativa, las
leyes y las costumbres ancestrales; en pocas palabras, los preparaban
para ser ciudadanos.
La Casa de los Jóvenes poseía tierras de cultivo y huertas, donde
los estudiantes aprendían a trabajar diversas actividades para asegurar
el sustento; desde labrar la tierra, cuidar los frutales, colectar plantas,
miel e insectos, cazar y pescar, hasta realizar diversas actividades
artesanales, indispensables en la vida familiar, tal como, talla de
madera y piedra, tejido de fibras, cestería o cerámica.
Otra faceta de la preparación consistía en aprender a construir.
Esta era una pasión ancestral, una forma de expresión de la
inconmensurable fuerza espiritual, aprendida en el origen de los
tiempos de los Viejos Abuelos. Los jóvenes integraban una formidable
y bien organizada fuerza de trabajo, que ayudaba; lo mismo para dar
mantenimiento a su institución y edificios públicos y religioso; que a
construir caminos, puentes o cualquier obra de beneficio comunitario.
Águila Nocturna inmediatamente se acopló a su nueva vida. Algo en
sus adentros le hacía sentir un regocijo callado, en todo lo que
escuchaba, veía y hacía. Su felicidad era completa, pues Venado de la
Aurora, su querido primo, había ingresado también a la escuela y eran
de nuevo, la inseparable pareja.
24
En La Casa de los Jóvenes, el día iniciaba antes de la salida del
Sol. Los guardianes de la noche, sonaban al unísono sus grandes
caracoles marinos, para levantar a los estudiantes; quienes tenían que
limpiar la casa y bañarse. La primera ceremonia se hacía al despuntar
el sol, los jóvenes cantaban himnos a “Aquél por quien se vive” y sus
múltiples advocaciones, mientras los sacerdotes oficiaban.
Los estudiantes pasaban entonces a desayunar. Todas las comidas
eran frugales, como parte de la disciplina, pero adecuadas, para
garantizar el sano crecimiento y la energía suficiente para realizar las
arduas tareas intelectuales y físicas.
Los Viejos Abuelos toltecas a través de miles de años de
conocimiento de los vegetales, insectos y domesticación de algunos
animales de corral, habían heredado una variada cocina a los hijos de
sus hijos. Siempre al final de cada alimento, se le daban las gracias al
Señor todo poderoso, El Invisible e Impalpable. Posteriormente se iban
a trabajar por equipos; unos iban al campo, otros iban al bosque por
leña; otros más, según las necesidades de la institución, cumplían con
las tareas requeridas. Los trabajos se hacían por edades y
conocimientos, y los mayores enseñaban a los más jóvenes.
La institución se regía por estrictas normas y jerarquías, ganadas a
base de trabajo y capacidad. Los Viejos Abuelos les habían enseñado,
que la fuerza del hombre, se multiplica por la organización y la
disciplina. Los jóvenes debían aprender a trabajar como un solo
organismo, templando la fuerza del cuerpo y afinando el espíritu. Los
instructores procuraban que los jóvenes desarrollaran un ánimo, de
fraternidad y de respeto, en todas las actividades que realizaban.
Al llegar el Sol al cenit, todos los estudiantes se reunían en la casa,
se bañaban y comían. Después de la ceremonia de agradecimiento,
disponían de un tiempo para descansar. Al empezar a bajar el Sol su
carrera, se reunían en el edificio de instrucción. Era el momento en
que los maestros les enseñaban, las viejas y sabias historias de los
Abuelos; estas historias se apoyaban en los libros de la tinta negra y
roja de los toltecas, que como recurso nemotécnico, les ayudaba a
25
recordar las historias. Los libros estaban hechos de papel amate y
forrados con piel de venado. Eran largas tiras de papel, que se
doblaban en forma de acordeón y se protegían con las tapas. Al
extenderse el libro, quedaban las hojas de forma cuadrada, y en
ellas, se pintaban una serie de símbolos; cada uno de ellos,
representaba una acción determinada, de modo que al relacionar los
símbolos, el lector tenía una descripción detallada de los hechos, que
se quería mantener en la memoria y en la lengua.
6
Al pasar el tiempo Águila Nocturna empezó a destacar entre sus
compañeros. Además de los consejos de su padre, seguidos
escrupulosamente al pie de la letra; existía una fuerza misteriosa en el
alma del muchacho, que despertaba la simpatía y el respeto; tanto de
sus compañeros, como de los instructores y los maestros.
Fue el tiempo, en que empezó a nacer una amistad muy profunda,
entre uno de los maestros y Águila Nocturna. Espejo Humeante era
uno de los maestros más antiguos de la institución, quien veía en
Águila Nocturna, al estudiante más destacado, desde que él mismo,
ingresó a La Casa de los Jóvenes.
Al entrar la noche, los estudiantes dejaban la instrucción con los
maestros y se dirigían en formación, entonando solemnes himnos a La
Casa del Canto; en ella eran recibidos, tanto los muchachos, como las
doncellas, que también tenían su propia institución y en donde se les
capacitaba de la misma forma, para ser ciudadanas, madres y esposas.
Las Viejas y sabias Abuelas decían, que el hombre y la mujer, forman
una unidad. Como La Dualidad Divina, que está formado con una parte
masculina y otra femenina; así, la vida familiar se desarrolla. La mujer
en la comunidad era muy importante. Sobre ella se basaba la vida
familiar. Sin competencia con el hombre; entre los dos formaban una
unidad de producción, entre los dos educaban a los hijos y entre los
dos rendían culto a las diversas manifestaciones de la divinidad
suprema.
Por ello, la educación de las jóvenes era muy importante. Al igual
que los varones, las doncellas aprendían las palabras de los Viejos
26
Abuelos. Los buenos modales y el lenguaje adecuado, lo mismo que
bordar, tejer, preparar los alimentos; así como conocer las antiguas
leyendas, los libros de la tinta roja y negra, conocer las propiedades
curativas y alimenticias de las plantas y animales; los cantos religiosos,
las ceremonias, así como la cuenta del tiempo y el movimiento de los
astros. La disciplina aunque no tan rígida como la de los hombres,
estaba presente en su institución.
La Casa del Canto era un espacio común para hombres y mujeres.
Las enseñanzas de los Viejos Abuelos decían que solo se podía llegar a
la virtud humana a base de "Flor y canto". La función del arte, es crear
un puente entre la tierra y el cielo, para que el espíritu del ser
humano, encuentre su origen divino.
De esta manera, muchachas y muchachos, aprendían juntos a
desarrollar las artes dentro de su formación. La música, la danza, la
pintura, el modelado, la poesía y el teatro eran abordados todas las
tardes por los jóvenes, de modo que La Casa del Canto parecía un
árbol cuajado de sonoras avecillas.
Entrada la noche regresaban los jóvenes a su casa. Se bañaban,
cenaban y agradecían al Gran Señor y a la Gran Señora, los bienes
concedidos ese día y se dirigían al dormitorio a descansar. Sin
embargo, a media noche y en la madrugada, los más grandes salían al
bosque cercano, a ofrendar a los dioses y los más pequeños, se
levantaban a bañarse con agua fría y a orar. Los Viejos Abuelos habían
enseñado que la formación de los jóvenes no solo debía ser exterior;
es decir, de conocimientos teóricos y prácticas de trabajo. La
verdadera formación del joven, radicaba en entender el fenómeno de
su propia existencia y el vínculo que ésta tenía, con la comunidad, la
naturaleza y la divinidad suprema. Y fundamentalmente en la
templanza y fortaleza de su espíritu; porque la pasión y vocación, que
los Viejos Abuelos toltecas habían enseñado a los hijos de sus hijos,
por el sentido espiritual de la vida, se convertía en el más importante
legado de su pasado.
La educación impartida buscaba que los jóvenes se
incorporaran totalmente a la comunidad, a su historia, su religión y su
27
cultura. Lograba también despertar el sentido de sacrificio y
abnegación individual, por el bien de la comunidad.
En La Casa de los Jóvenes se les enseñaba a transformarse en
“seres humanos", a ser lo mejor de ellos mismos y a hacer florecer su
corazón. Estas tres metas básicas se lograban a través de "ser
responsable"; que implicaba, que nadie les tuviera que decir, lo que
debían hacer, y finalmente a "ser disciplinados"; esto es, que hicieran
lo que tenían que hacer, aunque no les gustara hacerlo. Así, con la
responsabilidad y la disciplina, llegaban al control y con él, a la fuerza
de voluntad capaz de mover casi cualquier cosa del mundo exterior.
Los maestros insistían, en que la fuerza interior era lo único que un
hombre poseía, para enfrentar los misterios del mundo y los desafíos
de la vida.
La Casa de los Jóvenes mantenía una estructura y una disciplina
paramilitar. Aunque tenían muchos atados de años que no hubo
guerras. Los Viejos Abuelos dejaron dicho que la esencia más pura de
la humanidad se encuentra en los niños. Y los niños de todas las
épocas y todos los lugares juegan; unos a lo militar, las otras a lo
maternal. Lo que significa que lo militar tiene dos caras; una biófila y la
otra necrófila. Una que servía para formar y construir, la otra que sirve
para deformar y destruir. De esta manera, en la formación y templanza
de los jóvenes, se manejaba con una disciplina militar. De hecho, en La
Casa de los Jóvenes, seles enseñaba el manejo de las armas, en
especial, las de cacería, pero sin un sentido bélico.
7
Cierta tarde, cuando los jóvenes llegaban a la sesión de instrucción
con su maestro, éste los esperó a que se acomodaran en sus petates y
cuando había un silencio total; con voz firme y sonora, empezó a decir:
"Tú, dueño del cerca y del junto,
aquí te damos placer,
junto a ti nada se echa de menos,
!Oh Dador de la vida!
28
!Sólo como una flor nos estimas,
así nos vamos marchitando, tus amigos.
Como una esmeralda,
tú nos haces pedazos.
como a una pintura,
tú así nos borras¡
Todos se marcharan a la región de los muertos,
al lugar común de perdernos.
¿Qué somos para ti, oh Dios?
Así vivimos.
Así, en el lugar de nuestra pérdida,
así nos vamos perdiendo.
Nosotros los hombres, ¿a dónde tendremos que ir?
Por eso lloro,
por que tú te cansas,
!oh Dador de la vida!
Se quiebra el jade,
se desgarra el quetzal.
tú te estás burlando.
Ya no existimos.
¿acaso para ti somos nada?
Tú nos destruyes,
tú nos haces desaparecer aquí.
Pero repartes tus dones,
Nadie dice, estando a tu lado
que viva en la indigencia.
Hay un brotar de piedras preciosas,
hay un florecer de plumas de quetzal,
¿son acaso tu corazón, Dador de la vida?”
Cuando terminó Espejo Humeante, había un silencio
conmovedor en la solemne habitación. El impacto de las palabras,
como dardos certeros, tocaron los corazones de esos jóvenes, que
nunca antes habían escuchado algo así.
29
_Estas son palabras antiguas de "Flor y Canto", herencia
inmemorial de nuestros nobles y sabios antepasados. Hace muchos
atados de años, que los Viejos Abuelos toltecas nos enseñaran el
bellísimo arte de "Flor y Canto", que es alimento de nuestras almas,
que es la luz de los grandes caminantes; que es delicioso néctar, que
florece nuestros corazones. ¿Qué piensan estos jóvenes de lo que
escucharon?
Los estudiantes estaban asombrados, se miraban unos a los otros y
guardaban silencio. Entonces Águila Nocturna ágilmente se incorporó
de su petate y con la cabeza baja dijo:
_ Con su permiso, Venerable Maestro; es la voz de un guerrero que
nombra a nuestro Señor, el Impalpable, el Invisible, el que se inventa
así mismo. A él lo nombra Dueño del Cerca y del Junto, porque el
guerrero expresa que estando al lado del amado Señor, nada nos hace
falta. Pero que a pesar de ser amigos de él, morimos, desaparecemos
de la tierra. Entonces se pregunta el guerrero, ¿qué somos de él?”
Espejo Humeante dijo entonces:
_ Los Viejos Abuelos dijeron desde el principio de los tiempos; que
la única forma de decir palabras verdaderas, capaces de introducir raíz
en el hombre, es a través del sendero de las flores y los cantos,
porque solo a base de "Flor y Canto", es como se esculpe y pule, la
piedra preciosa que todos llevamos dentro.
Es su obligación conocer este canto de flores, que alimentará y
esculpirá su alma. Porque los Viejos Abuelos se lo dejaron dicho a los
abuelos y estos a los hijos de sus hijos, de atado en atado de años, y
hoy ustedes deben aprender "la antigua palabra", para que mañana,
sus hijos y los hijos de sus hijos, mantengan en su corazón, la
memoria de estos nobles y sabios hombres, que vivieron mucho antes
que nosotros. Porque mañana otros preguntarán por nosotros. Esa es
la costumbre, esa es la vida. ¿Alguien desea preguntar algo más?, dijo
Espejo Humeante.
Entonces se incorporó Venado de la Aurora y con la misma
humildad, que su primo dijo:
30
_ Respetable Maestro, hace muchas lunas que yo me pregunto en
esta venerable casa ¿de donde venimos, para que existimos, adonde
vamos después de la muerte?. Mi corazón vive afligido, porque no
encuentro respuesta que lo apacigüe. ¿Para qué vivir? ¿Cómo vivir? Si
uno no sabe de dónde viene, para qué aprende, sufre, ama, trabaja,
lucha...en fin, para que este vivir y a dónde vamos después.
Entonces Espejo Humeante esbozó una sonrisa de ternura y al
mismo tiempo de satisfacción, -esta camada de cachorros promete,
pensó. La expectación era creciente entre los estudiantes, quienes
vibraban en la misma tesitura. Espejo Humeante respondió:
_Veo que los buenos efectos de este centro de estudios,
comienzan a florecer en tu corazón y en tu cabeza; como bellas flores
empiezan a brotar en tus palabras las ideas. Pues bien, les voy a
contar, lo que un día en el principio delos tiempos, nos dejaron dicho
los Viejos Abuelos, de cómo se creó el mundo:
_"Se refería, se decía
que así hubo ya antes cuatro vidas,
y que ésta era la quinta edad.
Como lo sabían los viejos,
en el año uno conejo
se cimentó la tierra y el cielo.
Y así lo sabían,
que cuando se cimentó la tierra y el cielo,
habían existido ya cuatro clases de hombres,
cuatro clases de vidas.
Sabían igualmente que cada una de ellas
había existido en un Sol.
Y decían que los primeros hombres
su Dios los hizo, los forjó de ceniza.
Esto lo atribuían a la Serpiente Emplumada,
cuyo signo es siete viento.
Él los hizo, él los inventó.
31
El primer Sol que cimentado,
su signo fue cuatro agua
se llamó Sol de Agua.
En él sucedió
que todo se lo llevó el agua.
La gente se convirtió en peces.
Se cimentó luego el segundo Sol
Su signo era cuatro jaguar
en él sucedió
que se oprimió el cielo,
el Sol no seguía su camino.
Al llegar el Sol al medio día,
luego se hacía de noche
y cuando ya se obscurecía
los jaguares se comían a la gente.
Y en este Sol vivían los gigantes
Decían los viejos
que los gigantes así se saludaban:
"no se caiga usted"
porque quien caía
se caía para siempre.
Se cimentó luego el tercer Sol.
Su signo era cuatro lluvia.
Se decía Sol de lluvia de fuego
los que en él vivían se quemaron.
Y durante él llovió también arena.
Y decían que en él llovían
las piedrezuelas que vemos,
que hirvió la piedra tezontle
y entonces se enrojecieron los peñascos.
Su signo era cuatro viento
se cimentó luego el cuarto Sol.
Se decía Sol de Viento.
32
Durante él, todo fue llevado por el viento.
Todos se volvieron monos.
Por los montes se esparcieron,
se fueron a vivir los hombres monos.
El quinto Sol:
cuatro movimiento su signo.
Se llama Sol de Movimiento,
porque se mueve, sigue su camino.
Y como andan diciendo los viejos,
en él habrá movimiento de tierra,
Habrá hambre
y así pereceremos,
En el año trece caña, se dice que vino a existir
nació el Sol que ahora existe,
Entonces fue cuando iluminó,
cuando amaneció,
el Sol de movimiento que ahora existe.
cuatro movimiento es su signo.
Es éste el quinto Sol que se cimentó
en él habrá movimientos de tierra,
en él habrá hambres.
Este Sol su nombre cuatro movimiento
éste es nuestro Sol,
en el que vivimos ahora,
y aquí esta su señal,
cómo cayó en el fuego el sol
de nuestro príncipe, en Tula
o sea de la Serpiente Emplumada."
_Quiere decir, venerable maestro, que han existido cuatro eras
antes que la nuestra; que han existido cuatro humanidades, que nos
han precedido aquí en la tierra"- exclamó azorado Venado de la
Aurora.
Así es, que en verdad los viejos y sabios abuelos nuestros, dicen
que nada nuevo hay bajo el Sol, que todo es una espiral interminable,
33
como una gran serpiente cósmica; que todo es un constante repetir;
que todo vuelve a pasar, pero ya no en el mismo tiempo... como
nuestro calendario." Dijo Espejo Humeante en voz grave.
_ Venerable Maestro -preguntó Águila Nocturna- . Si como dicen
los Viejos Abuelos, que han existido cuatro intentos anteriores por
encontrar la perfección humana en la tierra, ¿Cómo es que nace
nuestra humanidad, nuestra gente, nuestra era?
- Bueno- respondió Espejo Humeante - He aquí el relato que solían
contar los Viejos Abuelos:
"Cuando aún era de noche, cuando aún no había día, cuando aún
no había luz, se reunieron, se convocaron los dioses, allá en la tierra
donde el hombre aprende a ser Dios. Dijeron, hablaron entre si¡Vengan acá, oh dioses¡ ¿quién tomará sobre sí, quien se hará cargo
de que haya días, que haya luz?- De todos los dioses, solo dos se
ofrecieron; uno era el Señor de los caracoles, bello y hermoso; el otro
era el Señor Purulento, pobre y lleno de heridas. Entonces los dos se
pusieron a hacer penitencia.
Sin embargo el Señor de Los Caracoles fue tan ostentoso que en
vez de hacer penitencia, lo suplió con joyas, plumas de quetzal y oro.
En cambio el Señor Purulento, realizó con su sangre y su carne, el
sacrificio, pues se trataba de tirarse al fuego cósmico que los Dioses
habían preparado. El primero en intentar el salto a la gran fogata, fue
el Señor de Los Caracoles, pero la indecisión y el miedo no lo dejó.
Inmediatamente saltó con valentía y decisión el Señor Buboso; al ver
esto, lleno de vergüenza saltó el Señor de los Caracoles. Los dos
Dioses fueron entonces consumidos por el fuego purificador, los demás
Dioses esperaron. Poco tiempo después apareció por el oriente el
Señor Purulento convertido en el espléndido y brillante sol y más tarde
apareció también, fulgurante el Señor de Los Caracoles, para evitar
que el Sol y la Luna estuvieran siempre juntos, uno de los Dioses,
tomó un conejo y selo arrojó en la cara al Señor de Los Caracoles,
convirtiéndose en la luna, por eso la luna tiene la figura de un conejo.
34
Ya estaban ahí el Sol y la Luna pero no se movían; tuvieron
entonces que sacrificarse los demás Dioses, para que el Sol y la Luna
se movieran y pudieran vivir los hombres. Por eso los hombres del
Quinto Sol, nos llamamos "Merecidos", porque nosotros somos
merecedores de la vida, gracias al auto sacrificio de los Dioses.
Después la Serpiente Emplumada emprendió la tarea de restaurar
al hombre en la Tierra y proporcionarle el sustento. De esta manera la
Serpiente Emplumada inicia un viaje al lugar de los muertos, en busca
de "los huesos preciosos", reliquias de los hombres del anterior Sol y
que le servían a la Serpiente Emplumada para crear a los nuevos
hombres. Para tal tarea, fue ayudado por su doble, los gusanos, las
hormigas y las abejas y ahí con la ayuda de "bruja de guerra", molió
los huesos preciosos, para después sacrificándose la propia Serpiente
Emplumada al hacerse sangrar su pene, les dio nuevamente la vida.
Así fue como se creó este Sol en el que vivimos y esta humanidad que
somos; así lo dejaron dicho los Viejos Abuelos y así sucedió."
Todos los estudiantes estaban expectantes, se estaba hablando de
cosas sagradas y muy antiguas. Espejo Humeante se animaba por el
interés de los jóvenes aprendices; fue entonces que tomó nuevamente
la palabra Águila Nocturna:
-Querido maestro; ¿Debemos entender entonces que el sacrificio
es la energía que mueve al mundo? Los Dioses todo poderosos, se
sacrificaron para que nosotros naciéramos, y tuviéramos Sol, Luna
movimiento y sustento.
De alguna manera -respondió Espejo Humeante, ahora no se los
puedo decir...no comprenderían. Pero lo cierto es que el sacrificio
Espiritual, es la energía que mueve al universo que conocemos. Y creo
que por hoy es suficiente pues ya es tiempo de ir a La Casa del Canto".
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Pasaron dos lunas, en las que Águila Nocturna y Venado de la
Aurora fueron a descansar con sus padres. Durante el día ayudaban
en el campo, pero al atardecer se reunían a seguir platicando sobre
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sus orígenes. Fue una tarde en el patio de la casa de los padres de
Águila Nocturna, que su primo le contó que su corazón se había
quedado con una doncella llamada Paloma Pequeña, con quien se veía
todos los días en la Casa del Canto. Venado de la Aurora le dijo a su
primo que siempre se las arreglaba para tenerla de compañera en las
danzas rituales y que su corazón estaba inquieto por verla
nuevamente. Águila Nocturna guardó respetuoso silencio y recordó las
palabras de su padre.
Nuevamente los jóvenes reanudaron su instrucción. Habían pasado
diez años exactos desde que ingresaron a la Casa de los jóvenes. No
solamente Águila Nocturna y Venado de la Aurora habían crecido y
desarrollado sus cuerpos, todos los muchachos habían cambiado, tanto
en lo físico como en lo espiritual y esto se apreciaba en su conducta.
Cierta ocasión que iniciaba la instrucción de la tarde, con su
maestro Espejo Humeante, éste les habló de lo que era un sabio, con
las palabras de los Viejos Abuelos.
-"El sabio: una luz, una tea
una gruesa tea que no ahúma.
Un espejo horadado,
un espejo agujereado por ambos lados.
Suya es la tinta negra y roja,
de él son los códices.
Él mismo es escritura y sabiduría,
Es Camino, guía veraz para todos.
Conduce a las personas y a las cosas,
es guía en los negocios humanos
El sabio verdadero es cuidadoso
y guarda la tradición
suya es la sabiduría transmitida,
él es quien la enseña,
sigue la verdad,
no deja de amonestar.
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Hace sabios los rostros ajenos,
hace a los otros tomar una personalidad
los hace desarrollarla.
Les abre los oídos, los ilumina
es maestro de guías,
les da su camino,
de él uno depende.
Pone un espejo delante de los otros,
los hace cuerdos, cuidadosos;
hace que en ellos aparezca una personalidad.
Se fija en las cosas,
regula su camino,
dispone y ordena.
Aplica su luz sobre el mundo.
Conoce lo que está sobre nosotros
y, la región de los muertos.
Es un hombre sobrio
cualquiera es confortado por él,
es corregido, es enseñado
gracias a él la gente humaniza su
ayuda, remedia, a todos cura."
Después de una larga pausa, Águila Nocturna se dirigió a su
maestro diciéndole:
-Venerable maestro, he oído con atención las palabras de los
viejos y sabios abuelos en su voz; una a una han caído como piedras
preciosas en el estanque de mi alma y todavía su ondular estremece
mi cuerpo. Estoy agradecido por la generosa enseñanza que nos ha
dado, no hay con qué pagarla... sólo en la vida misma y con los
demás. Sin embargo quiero hacerle una pregunta de la manera más
respetuosa, una pregunta que lleva tiempo dando vueltas en mi
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cabeza: Venerable Maestro, ¿Dónde están ahora, los hijos de los hijos
de los sabios y Viejos Abuelos?
Muchos de sus compañeros no entendieron la pregunta de Águila
Nocturna, pero Espejo Humeante y Águila Nocturna, se quedaron
unidos en una profunda mirada. Parecía que entre los dos había un
puente de luz. No eran miradas retadoras, ni de enojo; eran miradas
de encuentro.
Espejo Humeante confirmaba que ese joven era un águila de altos
vuelos. De la simpatía que sentía por el joven pasó al interés
comprometido. Muchos maestros, mejores que él, habían dado toda
su vida en la enseñanza y nunca encontraron un alumno como Águila
Nocturna. Este joven representaba más que un desafío para el
maestro, representaba la gran oportunidad de trascender el hecho de
enseñar.
A partir de aquella tarde, Espejo Humeante hacía más profundas y
más interesantes las jornadas de enseñanza. Los jóvenes son vitales e
incontenibles. El liderazgo de Águila Nocturna era incuestionable. El
joven ejercía un poder de fascinación sobre sus compañeros, de tal
suerte, que la energía se multiplicaba, chisporroteando por toda la
habitación.
Aquellas tardes verdaderamente eran mágicas e increíbles, esa
camada de jóvenes cachorros y su sabio maestro, transitaban de un
lugar a otro del mundo, a través de la sabiduría de los Viejos Abuelos y
la energía de los jóvenes.
Cierto día que estaban en instrucción con Espejo Humeante, uno
de los más jóvenes pidió que les explicara que era el tiempo y como se
medía. Sonrió con satisfacción y les dijo a los jóvenes. -En principio el
tiempo no existe, es tan sólo una invención del hombre, los jóvenes
que respetaban a su maestro, abrieron más los ojos y con ellos, pedían
que se explicara- el tiempo es una forma de medir el movimiento en el
espacio. Por ejemplo la primera medida de movimiento es el día,
tiempo en que tarda la tierra en rotar sobre su propio eje. La segunda
medida de movimiento, es el tiempo que tarda la tierra en girar en
torno al sol, esta distancia siempre la recorre en 365 días y cuarto. La
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tercera medida de movimiento dura 52 años, nosotros los llamamos
"un atado de años”, a dos atados de años, le llamamos "una vejez". . .
pues nadie ha llegado a 3 atados de años.
Desde el inicio de los tiempos, Los Viejos Abuelos toltecas se
dedicaron a observar a la naturaleza y al firmamento, pues como
saben, son dos nuestras líneas de conocimiento. La primera, que es
masculina, es perfecta, inmutable, distante, exacta, fría,...es
precisamente la mecánica celeste. La otra línea o fuente de
conocimiento, es la naturaleza; femenina, siempre generosa,
bondadosa, flexible y tolerante. Así, a través de medir el movimiento
de los astros y la tierra, los Viejos Abuelos aprendieron a medir el
tiempo, y con él inventaron las matemáticas y los calendarios.
Tenemos veinte días, que se suceden sin interrupción y cada uno tiene
un nombre y un símbolo; 1 caimán, 2 viento, 3 casa, 4 lagarto, 5
serpiente, 6 muerte, 7 venado, 8 conejo, 9 agua, 10 perro, 11 mono,
12 hierba, 13 caña, 14 jaguar, 15 águila, 16 zopilote, 17 movimiento,
18 pedernal, 19 lluvia y 20 flor.
El primer calendario que nos legaron los Viejos Abuelos, consta de
18 meses con 20 días cada mes; de modo que 18 por 20, resultan 360
días, más los 5 días inciertos que siempre tiene cada año, nos dan un
total de 365 días. Cada mes se divide en cuatro grupos de cinco días,
siendo el quinto, el dedicado al mercado.
Asimismo, en el año celebramos a 16 advocaciones diferentes de
“Aquél por quien se vive”, en 16 meses de 20 días cada uno; y en dos
meses de 20 días, celebramos 4 advocaciones de 10 días de duración
cada uno, haciendo un total de 20 celebraciones de advocaciones en
18 meses; otra vez, 20 por 18 igual a 360 días.
Cada mes a su vez, tiene un significado muy antiguo que nos lo
dejaron dicho los Viejos Abuelos. El primer mes se dedica a El Señor
del Agua y en el se le reza para que nos colme con la lluvia para las
siembras. El segundo mes esta asignado al Señor del Descarnado,
motiva a pensar en la necesidad de desprender de nuestro espíritu,
todas aquellas partículas materiales que lo condenan a la corrupción y
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con ello a la muerte. El tercer mes se le ofrenda a las primeras flores
del año y se lleva a los enfermos a que los limpien de malas energías.
El cuarto mes se le brinda al Divinidad del Maíz y de todo nuestro
sustento. El quinto mes se dedica a la Educación, al tallado de la
piedra preciosa, que todos llevamos dentro. El sexto mes se destina a
la unidad familiar y a pedir nuevamente las lluvias. El séptimo mes se
adjudica a las mujeres, especialmente a las abuelitas y a las mujeres
embarazadas, así como a la advocación de la divinidad representada
en la sal. El octavo mes se dedica a la Deidad de las Mazorcas de Maíz
tierno, en este mes se le aprovisiona de comida a los más pobres y
necesitados. El noveno mes se rinde culto al Colibrí Zurdo, como
invocación a la guerra interna que todos debemos enfrentar, para
vencer nuestras debilidades. El décimo mes se dedica a la Divinidad del
Fuego Interno, que es la energía más antigua, que todos llevamos
dentro y que mueve al mundo. El undécimo mes se ofrece a Nuestra
Abuela, nuestra herencia, nuestra tradición. El duodécimo mes se
dedica a la llegada de todos las Divinidades en que se nos presenta
“Aquél por quien se vive”. El decimotercer mes es para la fiesta del
cerro tutelar de pueblo y de los montes. El decimocuarto mes lo
consagramos a la Divinidad Serpiente de Nube. El decimoquinto mes
se ofrenda nuevamente a la Divinidad del Colibrí Zurdo, en donde las
mujeres y los hombres, lucharemos juntos por ser lo mejor de sí
mismos. El decimosexto mes se dedica a la Divinidad de la Lluvia, aquí
se hace penitencia y se reza, para que llueva. El decimoséptimo mes
se le rinde culto a la Divinidad de la Maternidad, donde se pide por
todas las mujeres embarazadas. El decimoctavo y último mes, se
consagra a la resurrección en nombre de la Divinidad del Fuego, que
limpia y purifica a través del sacrificio espiritual.
La segunda forma de contar el tiempo, que nos enseñaron los
Viejos Abuelos, es por atados de 52 años, ciclos cósmicos que se
organizan de la siguiente manera: tenemos una trecena de años y
cada uno lleva un número y un nombre; así nombramos: 1 conejo, 2
caña, 3 pedernal, 4 casa, 5 conejo, 6 caña, 7 pedernal, 8 casa, 9
conejo, 10 caña, 11 pedernal, 12 casa y 13 conejo. Este calendario
esta constituido con cuatro trecenas de años, lo que nos da 52 años,
porque cuatro por trece son 52 años, tiempo exacto en que la tierra
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gira en torno a las siete estrellas que están juntas y que se les conoce
como "las siete que brillan”. La primera trecena empieza con 1 conejo
y termina con 13 conejo, la segunda con 1 caña y termina con 13
caña, la tercera inicia con 1 pedernal y termina con 13 pedernal y la
cuarta comienza con 1 casa y termina con 13 casa; después de
terminar las 4 trecenas, se inicia un nuevo atado de años con 1 conejo
y así infinitamente, porque cada 52 años se repite el mismo año. Cada
trecena además de tener un símbolo tiene un rumbo en la tierra; el
Oriente se representaba por la trecena cuyo símbolo es caña, el
Poniente casa, el Norte Pedernal y el Sur Conejo.
La tercera forma en que Los Viejos Abuelos nos enseñaron a contar
el tiempo, se llama "Cuenta de los Destinos", porque decían los Viejos
Abuelos, que todos los seres vivos del universo, incluidos los astros,
están íntimamente ligados en un equilibrio perfecto y se determina de
la siguiente manera: la cuenta se divide en cuatro grupos de cinco
trecenas cada uno, o sea veinte trecenas que hacen un total de 260
días. Los días se cuentan y van acompañados de un número del uno al
trece, lo que permite que ningún día se repita con un número en 260
veces.
Así fue que, Los Viejos Abuelos nos han heredado tres formas de
medir el mismo tiempo, sólo que para cosas diferentes. La primera
cuenta de 365 días nos sirve para conocer el ciclo de las siembras y las
fiestas para venerar a las diferentes advocaciones en que se manifiesta
“Aquél por quien se vive”, el que no tienen nombre, ni forma, ni se ve
ni se toca. La segunda cuenta de 52 años, nos sirve para medir los
grandes ciclos y nombrar a lo años. La tercera cuenta de 260 días, nos
sirve para conocer el destino de los seres humanos. Así es, como Los
Viejos Abuelos nos han legado su sabiduría, que viene
fundamentalmente de la observación milenaria de la mecánica celeste
y la naturaleza. Bástenos entonces ser atentos observadores, para
acercarnos a los misterios de Los Viejos Abuelos". Finalizó diciendo
Espejo Humeante.
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Una mañana como todas, al sonar los caracoles marinos los
jóvenes despertaron. En breves momentos el dormitorio estaba en
movimiento, cada quien sabía lo que tenía que hacer, solamente un
petate seguía extendido.
Venado de la Aurora había pasado una noche con altas
temperaturas, pero no había querido molestar a nadie. Ahora yacía
profundamente dormido. Inmediatamente los jóvenes llamaron a los
instructores como era común en estos casos, el joven fue separado de
los demás y llevado a una habitación especial de dimensiones
regulares en donde había cuatro bases de madera para los petates y
en el fondo un bellísimo altar donde estaban algunas de las
representaciones de la Divinidad Suprema. Permanentemente había
flores y se quemaba incienso. Más tarde llegó el Hombre Búho, para
sanar a Venado de la Aurora. Sacó de su morral extrañas hierbas y
resinas que puso a quemar con el incienso. Le pidió a Águila
Nocturna, que hasta el momento no se había separado de su primo,
que los dejara a solas en la habitación. Pasaron un tiempo largo,
hasta que salió el Hombre Búho.
Inmediatamente Águila Nocturna corrió a su encuentro.
No te preocupes -dijo el Hombre Búho-. Nada grave tiene tu primo,
lo que sucede es que Venado de la Aurora tiene sus pensamientos y
sentimientos fuera de lugar, se encuentran desbordados. Su espíritu
no está en paz, en orden, y esto lo resiente su cuerpo y protesta. El
cuerpo es un divino bien que “Aquél por quien se vive” nos ha dado,
pero él es muy frágil, muy tierno. No así la mente y los sentimientos.
Venado de la Aurora se ha enamorado y su cauce lleva más agua
turbulenta de la que puede bien recibir. Casi todos los males del
cuerpo, los generan los pensamientos, las emociones y los
sentimientos. Venado de la Aurora, deberá poner en orden sus
pensamientos y en paz sus sentimientos. Para restablecer el equilibrio
de su energía, tendrá que hacer algunos sacrificios.
Al ponerse el sol, Venado de la Aurora ya se había bañado y
empezó la ceremonia en busca de su equilibrio. Después de rezara a
la Divinidad Suprema por un buen tiempo y acompañado de uno de los
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sacerdotes de la institución, empezó a clavarse en ciertos puntos
especiales de su cuerpo puntas de maguey, a pesar de ser muy
agudas, rodaban las gotas de sangre. Los Viejos Abuelos desde épocas
inmemoriales habían enseñado a sus nietos a curarse el cuerpo,
restableciendo el equilibrio de la energía a través de este ritual, que
distribuía y recanalizaba las energías que fluyen en el cuerpo.
Toda la vida del pueblo estaba estrechamente vinculada a lo divino
y a lo sagrado. Los Viejos Abuelos les habían hablado del sacrificio y
purificación que hicieron los Dioses para crear este sol y esta
humanidad. Y si así, los hombres son los "Merecidos” por el sacrificio
de los Dioses, la vida estaba completamente dedicada a agradecerles y
a venerarlos por su sacrificio.
Por ello, todo cuanto existe en la vida del pueblo, tiene querer ver
con los Dioses. El trabajo del campo, la comida, el vestido, la
construcción, la medicina, la ciencia, la cuenta del tiempo y la
mecánica celeste, los juegos y la relación con los animales, vegetales y
minerales; así como la música, la danza, la pintura. Toda la vida de la
comunidad gira en torno a lo divino y a lo sagrado. Por ello, la vida
tenía que ser mística y espiritual; de manera cotidiana y aún sin
proponérselo, pues las tradiciones, formas, usos, fiestas y costumbres
milenarias, orientaban vigorosa y absolutamente todos los espacios de
la vida social y privada, hacia lo espiritual. En las constantes visitas del
Hombre Búho, los primos acosaban con preguntas al hombre sabio.
Los muchachos parecían un par de esponjas, que querían absorber
todos los conocimientos posibles del generoso hombre. En menos de
cinco días, Venado de la Aurora estaba completamente restablecido.
En su cabeza y en su corazón había de nuevo equilibrio. Entendió
perfectamente las palabras del hombre Búho cuando le dijo:
-"Escucha bien lo que te voy a decir, Venado de la Aurora, joven
muchacho, piedra preciosa, esperanza de nuestro mañana; entiende
que ya tienes posibilidades de multiplicarte, ya tienes en tu cuerpo la
simiente humana. Y para la generación y multiplicación dispuso
nuestro Dios, que una mujer necesite de un hombre y un hombre
necesite de una mujer; pero es necesario que se haga con templanza,
discreción y a su tiempo. No te arrojes a la mujer como un perro se
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arroja a lo que le dan de comer, no te acostumbres a ser como perro
en tragar todo lo que le dan, entregándote a la mujer antes de tiempo;
aunque tengas apetito de mujer resiste, resiste a tu corazón hasta que
ya seas un hombre perfecto y recio; mira que si el maguey se le abre
de pequeño para quitarle la miel, ni tiene sustancia ni da miel, sino que
se pierde; antes que abra el maguey para sacarle la miel, lo dejan
crecer y venir a su perfección, y entonces se saca la miel.
De esta manera debes hacer tú, antes de que tengas una mujer,
deja tiempo para que crezcas y embarnezcas, y seas perfecto hombre
ese será el momento oportuno para el casamiento. Así, podrás
engendrar hijos de buena estatura y cuerpos recios, ligeros, hermosos
y de buenos rostros. Será el tiempo en que tú serás recio y hábil para
el trabajo corporal y serás ligero, recio y diligente; y si por desventura
destempladamente y antes de tiempo te entregas al deleite carnal, en
este caso, lo dejaron dicho los Viejos Abuelos, que el que se arroja así
al deleite carnal, queda disminuido, nunca llegará a su completo
desarrollo físico y andarás por el mundo descolorido, desanimado y
enflaquecido. Serás como un muchacho mocoso y desvanecido;
enfermo, y pronto te harás viejo y amargado, y cuando te cases, te
pasará lo que al maguey, que no podrá dar miel porque lo agujerearon
antes de tiempo, y el que chupa para sacar la miel, nada sacará, por lo
que lo desechará; así te hará tu mujer; que como estás ya seco y
acabado, no teniendo que darle, le dices no puedo más; entonces ella
te rechazará porque no satisfaces su deseo y buscará a otro hombre,
porque tú ya estarás agotado harás que ella cometa adulterio, porque
tú te destruiste irresponsablemente, entregándote a la mujer antes de
tiempo y así antes de tiempo te acabaste".
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En la casa de los jóvenes había grandes preparativos, estaba
por celebrarse la fiesta del mes décimo llamada "De la Caída de los
Veinticuatro Frutos". Como todo en la herencia de los Viejos Abuelos,
tenía que ver con la recolección de los frutos en las huertas, pero
simbólicamente se refería la fiesta a la buenaventura del pueblo y a
sus frutos, que se mostraban en el corazón de sus hijos. Era común la
participación de La Casa de los Jóvenes en las veinte fiestas que se
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hacían al año. Esa madrugada salieron los estudiantes en formación y
entonando los himnos correspondientes, todos los jóvenes se dirigían a
la parte más boscosa, fuera del valle en las montañas. Al iniciar el Sol
su carrera desde el horizonte, los jóvenes llegaron a un inmenso pino,
que previamente había sido seleccionado por los maestros y
sacerdotes. Inmediatamente se hizo una ceremonia de pedimento al
Señor del Bosque. Se le suplicó accediera a darles a uno de sus hijos,
el inmenso pino, ya que lo necesitaban para la fiesta. Le dijeron que lo
tratarían con respeto y que en intercambio recíproco, se le traían
tamales y atole, semillas de Frijól y maíz.
Después se hizo otra ceremonia parecida a la primera y el sumo
sacerdote de La Casa de los Jóvenes le explicó al árbol cuál sería su
destino; se le pidió que cooperara y se le dieron disculpas por cortarlo
y llevárselo de allí.
Acto seguido, el inmenso pino fue derribado entre rezos e himnos
de los jóvenes. Se le quitaron todas las ramas y con mecates, entre
40 pares de jóvenes, el árbol inició su recorrido al pueblo. Por delante
iban los sacerdotes dirigiendo los himnos y sahumando el camino,
después los jóvenes con su árbol y al fin a los maestros e instructores.
Cuando llegaron a las puertas del pueblo, ya los esperaban las mujeres
con jícaras de chocolate fresco. Después llevaron al árbol al centro del
pueblo. En la plaza, frente a la gran pirámide, previamente se había
excavado un profundo foso, donde se levantaría el árbol. Fue el
momento en que empezaron a sonar los caracoles marinos de los
cuatro barrios, señal de que todos los hombres debían de ayudar a
levantar el inmenso árbol, que todos llamaban “el fruto".
Los carpinteros pulieron el árbol y tres hombres colocaban
hermosas figuras en papel amate. Al lado del tronco hacían las
doncellas de "La Casa de las Jóvenes", una figura humana de semilla
de amaranto con miel, a esta figura también se le decoraba con
papeles y le ponían en las manos unas inmensas bolas de amaranto, a
semejanza de tamales. La figura humana era puesta en el extremo del
árbol, que quedaría en lo más alto. Finalmente era izado el árbol con
muchas dificultades.
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Esa tarde se reunían las familias en torno a los abuelos o los
hermanos mayores. Era la tradición hacer un pan de maíz muy
sabroso, que sólo en este día se hacía. Primero en cada casa y
después en la plaza se hacía una ceremonia, en la que la alegría
básica, era el esfuerzo que se hacía durante el año, para ser lo mejor
de sí mismo y compartir el fruto. Entonces se hacía una gran fogata,
que recordaba aquella en la que los Dioses se habían sacrificado y
haciendo un acto de contrición, toda la familia primero y después el
pueblo procuraba echar al fuego purificador sus pecados, malos
deseos y pensamientos. "El fruto de ese sacrificio era la armonía y el
bienestar familiar y colectivo".
Entrada la noche los jóvenes se preparaban para trepar al inmenso
tronco, que además de pulido, tenía untada manteca de jabalí. Los
más fuertes y mejor dotados, luchaban por llegar primero a lo más
alto. Para la sorpresa de Águila Nocturna, fue Venado de la Aurora, el
que llegó primero hasta la punta del tronco, desprendió las figuras y
las arrojó a la muchedumbre que rodeaba al tronco. Era un símbolo
de buena suerte; alcanzar un pedazo del amaranto que caía, al
comerlo, se simbolizaba que se participaba del "fruto" del sacrificio
espiritual. Esa noche Venado de la Aurora fue tratado como un héroe.
Al término de esta ceremonia, empezaban a tocar los inmensos
tambores de la danza ritual. Las muchachas y los muchachos, los
adultos, los ancianos y los niños tenían un lugar en la gran plaza.
Como todos habían ido en su educación a La Casa del Canto y como
todos cada año lo hacían, la danza cobraba vitalidad y energía a cada
momento. Los ritmos de la danza eran marcados por sus majestuosos
y sonoros tambores, se escuchaban sonar insistentemente los
caracoles marinos.
La danza era mágica; cada danzante perdía su individualidad en la
medida en que se concentraba en el sonido y en los pasos.
Era algo extraño, pero que a todos les sucedía. El ritmo de los
tambores lograba una sincronía perfecta con el cuerpo; y los dos con la
Tierra y todos juntos con el cielo. Pasaba el tiempo y la gente no se
cansaba, por el contrario, parecía que entre más se danzaba, más
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energía se recibía. Era entonces el pueblo un sólo cuerpo, un sólo
ritmo, un sólo paso, un sólo espíritu en comunión.
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Cierto día Espejo Humeante les habló así a los jóvenes:
-Los Viejos Abuelos nos han dejado sus sabias palabras, para
poder vivir mejor. No hay nada nuevo en el mundo, todo se repite.
Por ello, ahora quiero declamarles un antiguo poema que yo aquí,
cuando fui joven como ustedes aprendí:
-"¡Águilas y jaguares!
Uno por uno iremos pereciendo,
ninguno quedará
meditarlo, ¡oh! príncipes
aunque sea jade,
aunque sea oro,
también tendrá que ir
al lugar de los descarnados
Pero yo digo:
sólo en breve tiempo
sólo como flor de elote,
así hemos venido a abrirnos,
así hemos venido a conocernos
sobre la tierra.
Solo nos venimos a marchitar,
¡oh amigos! que ahora desaparezca el desamparado
que salga la amargura,
que haya alegría
¡Águilas y jaguares
uno por uno iremos pereciendo
ninguno quedará.
En paz y placer pasemos la vida,
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venid y gocemos".
Como ven -dijo Espejo Humeante- el problema de la vida y de la
muerte, del SER y del TRASCENDER, no tiene límites en el tiempo.
Hace muchos atados de años, muchos; que Los Viejos Abuelos se
planteaban este mismo problema, y pasarán cientos de atados de años
más y los hombres de los tiempos futuros enfrentarán el mismo
problema.
Es la costumbre y la misión de esta institución propiciar que brote
de su corazón un rostro propio y verdadero; una personalidad.
Deseamos que conozcan las sabias palabras de Los Viejos Abuelos.
Que logren el equilibrio, que entiendan y veneren a “Aquél por quien
se vive”, el que es noche y viento, el que esta aquí y en todas partes al
mismo tiempo, que aprendan y respeten las ancestrales normas de
conducta y vida social, que penetren en los augustos misterios del
conocimiento de nuestros antepasados; en síntesis que sean uno más
entre nosotros.
Cada uno de ustedes, en su momento, tomará el camino que les
corresponda, mañana dirigirán el rumbo de nuestro pueblo. Cada uno
estará en donde la comunidad lo requiera. La Tierra pródiga reclama
siempre celosa el trabajo amoroso de sus hijos, pero cada uno de
ustedes tendrá además un oficio para poder servir a la comunidad. En
verdad no importa lo que hagan, sino cómo lo hacen. Porque si
ustedes no lo hacen, vendrá otro y lo hará mejor que ustedes. Nadie
es especial e importante, lo importante siempre será la comunidad.
Así pues, háganse responsables de la decisión de servir al pueblo;
puede ser como alfarero, orfebre o pintor, lo que sea no importa. Lo
que importa, es que se hagan responsables de su decisión de SER.
Pues cualquier oficio es tan solo un medio. El fin es TRASCENDER EL
SER.
Sepan entonces, jóvenes míos, lo que Los Viejos Abuelos dejaron
dicho sobre los oficios en este mundo:
“El carpintero es de su oficio hacer lo siguiente: cortar con hacha,
enderezar las vigas y hacer trozos y aserrar, cortar ramas y partir y
partir con cuñas cualquier madero.
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El buen carpintero suele medir y compasar la madera con nivel;
labrarla, cepillarla, emparejarla, ensamblarla y poner en orden las
vigas sobre las paredes; al fin, ser diestro en su oficio.
El cantero tiene fuerza y es recio, ligero y diestro en labrar y
esculpir cualquier piedra. El buen cantero es entendido y hábil en
labrar la piedra, en desbastar, esquinar y cortar con la cuña. También
es su oficio trazar una casa, hacer buenos cimientos, poner esquinas y
hacer portales y ventanas bien hechas, poniéndolos adobes en su
lugar. El pintor, en su oficio, sabe usar los colores, dibuja y traza las
figuras con carbón; hace buenas mezclas de colores, los sabe moler y
preparar. El buen pintor tiene buena mano y gracia en el pintar, matiza
muy bien la pintura, sabe hacer muy bien las sombras, los lejos y los
follajes.
El albañil tiene por oficio hacer la mezcla, mojándola bien, echar
plastas de cal y aplanarla, bruñirla para que luzca bien.
El médico suele curar y remediar enfermedades; el buen médico es
entendido, conocedor de las yerbas, piedras, árboles y raíces.
Experimentado en las curas, sabe de huesos, purgar, suturar y al fin
librar de las puertas de la muerte.
El hortelano tiene de oficio sembrar semillas, plantas y árboles.
Cavar y moler bien la tierra. El buen hortelano suele ser discreto,
cuidadoso, prudente de buen juicio y debe saber manejarlas cuentas
de los meses y los años.
El ollero es robusto, ligero, buen conocedor del barro, sabe y
piensa muy bien el modo y la forma de hacer ollas de cualquier modo
que se necesite.
El sastre sabe cortar, proporcionar y cocer bien la ropa. El buen
sastre es buen trabajador, entendido y hábil, fiel a su oficio.
Finalmente recuerden, queridos jóvenes, que lo más importante es
que sean lo que fueren; es que, amen verdaderamente lo que hacen,
que sientan pasión y orgullo de su hacer. Porque solamente de esa
forma podrán tener un corazón, firme como la piedra. Un corazón
resistente como el tronco de un árbol; un rostro sabio y apacible, un
corazón hábil y comprensivo."
Había pasado seis años en La Casa de los Jóvenes y Águila
Nocturna era un joven sobresaliente. Con el tiempo se había ido
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tejiendo una estrecha amistad, entre Espejo Humeante y su joven
discípulo. Águila Nocturna se había convertido en el líder de la
institución. Su simpatía era total; tanto en los muchachos más grandes
que él, como en los jóvenes recién ingresados.
Siempre atento y humilde, con una expresión que exudaba afecto y
armonía, Águila Nocturna era siempre muy bien recibido. Lo mismo
pasaba con los maestros e instructores, parecía que como intuyó
Espejo Humeante, nunca había llegado a La Casa de los Jóvenes, un
alumno como Águila Nocturna.
Los sacerdotes por su parte, también habían detectado las extrañas
y bellas facultades del muchacho. El ilustre y sumo sacerdote del
pueblo, ya contaba entre sus filas al joven cachorro y había dado
recomendaciones a los sacerdotes de La Casa de los Jóvenes, que
estuvieran muy atentos a él. Sin embargo águila Nocturna era muy
reservado y solitario, cada que podía pasaba las horas en el templo
meditando o sobre los códices, que le facilitaban sus maestros; sus
grandes amistades seguían siendo, Venado de la Aurora y Espejo
Humeante.
Las visitas a la casa paterna cada vez eran menos frecuentes, el
amor y respeto hacia sus padres era inalterable; lo que sucedía, era
que Águila Nocturna cada día se sentía insatisfecho con las enseñanzas
recibidas. El sentía en el fondo de su corazón, una voz muy profunda,
que lo llamaba al encuentro
Esta inquietud, que iba en aumento y, que empezaba a
desbordarlo se la comunico con especial cuidado a su maestro. Espejo
humeante guardó silencio por un largo tiempo, después de haberlo
escuchado y le dijo:
-Querido y admirado alumno; es cierto que nadie como tú había
llegado a esta institución. Es cierto también, que jamás tuve un
discípulo tan aventajado como tú; pero también es cierto, que todo en
el mundo y en la vida, lleva un tiempo y un ritmo. Cada uno de
nosotros tiene un destino, cada uno de nosotros vino a cumplir con la
tarea encomendada por el Señor que está en todas partes. El sol, que
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es el astro supremo y el todopoderoso, nos enseña todos los días,
como debe uno cumplir con su deber. No adelanta ni atrasa su
carrera, siempre sale por el Oriente y se retira por el Poniente. A
pesar de su grandeza...el sol es humilde y cumple escrupulosamente
con su deber.
Aprende a esperar, y para hacerlo, lo primero que necesitas, es saber
que estás esperando y lo que estás esperando; ten control de ti mismo
y sé aún más humilde. Sosiega tu corazón, aprende a esperar y
mientras esperas, no desaproveches ningún segundo, lo que ha de
ser, será. En su justo tiempo y en la debida medida. A Águila
Nocturna se le llenaron los ojos de lágrimas y su rostro se cubrió de
vergüenza. Su Maestro le había enseñado sutilmente, que a pesar de
todo, le faltaba mucho por trabajar y por aprender. Que el dominio de
uno mismo, es la lucha más difícil que un hombre puede emprender.
Que labrarse un rostro y el decantar el espíritu, era un trabajo de toda
una vida. Entonces la paz vino de nuevo al espíritu del muchacho y
sólo pudo expresar:
"Gracias, muchas gracias Venerable Maestro".
A partir de ese día, Águila Nocturna cambió notablemente; no
exteriormente, sino en su interior. Se sentía más asentado, más sobrio
y humilde. Algo que venía de muy en el fondo, afloraba en el mundo
cotidiano; ese algo era indescriptible, llenaba de armonía, paz y
tranquilidad todos los espacios de Águila Nocturna y de alguna forma
misteriosa llegaba permanentemente un poema a su mente.
- ¿Acaso voy a mi casa? ¿Acaso con él iré?
¡También vino a acortarse mi vida en la tierra!
¡Sé tú, Dios, para mí: moldéame!
Recrea tu pecho, apláquese tu corazón, alégrese tu corazón!
¿Acaso crees, corazón mío, que sólo vivirás en la tierra?
Te angustias, oh corazón mío. ¡yo nací en la tierra!
¿Acaso tú eres tu propio amigo?
¿Acaso vives por ti mismo?
¡Sé tú, Dios, para mí: moldéame!
¡Recrea tu pecho, apláquese tu corazón, alégrese tu corazón!
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¡Oh tú, el Señor del bastón de turquesas:
yo me ando arrastrando, ando por la tierra!
¡Se tú, Dios, para mí: moldéame!
¡Recrea tu pecho,
apláquese tu corazón, alégrese tu corazón!
Vengo de la casa de las finas mariposas:
Abre su corola mi canto: he ahí múltiples flores:
¡Una variada pintura es mi corazón!
¡Yo soy cantor y despliego mi canto!"
Águila Nocturna tenía hoy más que nunca claridad sobre su
destino, ya no existía duda o incertidumbre; en su corazón había
armonía, humildad y una sensación de paz, que venía de los más
profundo de su ser y que se prendía al mundo cotidiano, como una
olorosa flor.
En La Casa de los Jóvenes el tiempo y las actividades estaban
sujetas a estrictas normas ancestrales. Sin embargo el ejercicio físico,
los deportes y los juegos, tenían un espacio muy importante en su
formación.
Como todo en la comunidad, los deportes y los juegos, estaban
íntimamente ligados a la Divinidad Suprema y a la religión. Como en el
año se tenían 20 fiestas dedicadas, a igual número de advocaciones de
la Divinidad, en ella se practicaba en especial el "juego de pelota".
Los Viejos Abuelos decían, que los Dioses ya lo jugaban antes de la
creación. En La Casa de los Jóvenes, se les enseñaba los
conocimientos básicos. Venado de la Aurora, formaba una quinteta
que tenía fama de invencible.
Cuando los jóvenes jugaban, los maestros servían de árbitros e
instructores. Lo hacían en un espacio que habían acondicionado en las
afueras del pueblo. Pero cuando se jugaba en una celebración y
formaba parte de un ritual; entonces eran los sacerdotes, quienes
oficiaban y dirigían el juego. Este se realizaba en un edificio, que
estaba al lado del gran templo, en el centro de la plaza. El significado
filosófico, partía del principio de que todo en el universo y la vida, está
compuesto de pares opuestos y complementarios, que siempre están
en lucha y movimiento. Simboliza la dialéctica ejercida por las fuerzas
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positivas y negativas, el orden y el caos, lo verdadero y lo artificioso, la
vida y la muerte. Amanera de oráculo, los sacerdotes hacían una
consulta y dos hombres o dos equipos de cinco jugadores cada uno,
encontraban la respuesta en el resultado aleatorio del juego. Existían
otros juegos antiguos, en los que estaban combinados la destreza
física, con la agilidad intelectual, el conocimiento de la religión y la
suerte.
Águila Nocturna y Venado de la Aurora, al igual que la camada de
cachorros, que habían entrado al mismo tiempo a La Casa de los
Jóvenes, estaban llegando a la plenitud física y de instrucción.
Especialmente Águila Nocturna, le había imprimido un sello muy
particular, a su generación. Siendo el líder, Águila Nocturna inspiraba
un ejemplo cotidiano entre sus compañeros y la relación con Espejo
Humeante se hacia sentir en todo el grupo.
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Llegó entonces el tiempo de enseñarle a los jóvenes las normas y
leyes milenarias de su comunidad. Espejo Humeante en una sesión de
instrucción, comenzó diciendo:
-"He aquí el relato
que solían contar los viejos:
en un cierto tiempo
que ya nadie puede contar.
Del que ya nadie puede acordarse
quienes aquí vinieron a sembrar
a los abuelos, a las abuelas,
estos, se dice.
Llegaron, vinieron
siguieron el camino,
vinieron a terminarlo,
para gobernar aquí en esta tierra,
con un sólo nombre era conocida,
como si se hubiera hecho esto un mundo pequeño.
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Por el agua en sus barcas vinieron,
en muchos grupos,
y ahí arribaron a la orilla del agua,
a la costa norte,
y ahí donde fueron quedando sus barcas,
en Pánuco, donde se pasaba encima del agua
En seguida siguieron la orilla del agua
iban buscando los montes,
algunos los montes blancos
y los montes que humean."
Entonces Espejo Humeante les contó una maravillosa historia, que
era el tesoro de todos los pueblos de tierra firme. Les dijo que por Los
Viejos y Sabios Abuelos, ellos sabían que existían otros continentes,
allá donde le lejano mar termina. Que existía un inmenso anillo que
circunda al mundo. Que hacía mucho tiempo, todos los hombres
vivían en un lugar maravilloso, en torno a una laguna y que ahí vivían
siete pueblos, en siete cuevas. Y que un día los Dioses les ordenaron
ir en busca de un lugar sagrado. Como señal para encontrar esa tierra
prometida, los Dioses les dijeron, que donde encontrasen un águila
parada encima de un nopal entre unas piedras y en una laguna,
devorando tunas, sería la señal para fundar de nuevo su casa.
Espejo Humeante les explicó que ese relato sagrado, era una
parábola, que encerraba un gran secreto:
-Como ustedes saben, desde que el mundo inició, Los Viejos
Abuelos nos enseñaron que el águila es el símbolo del Sol, nuestro
padre y Señor. La serpiente es el símbolo de la sabiduría. El nopal es el
símbolo de la humanidad, pues es inmortal. La humanidad da frutos,
como el nopal tunas. Además -dijo- el fruto de la tuna se encuentra
florecido. El hombre para ser fruto florecido de la humanidad, necesita
de la tierra y del agua para vivir. De esta manera, Los Viejos Abuelos
recorrieron el mundo, para llegar a esta tierra nuestra. Ustedes saben
-añadió Espejo Humeante- que esta no es nuestra verdadera casa,
nosotros solo estamos por un breve tiempo aquí, para hacer florecer
nuestros corazones y poder llegar a la casa de nuestro Gran Señor; el
Dueño del Cerca y del Junto, porque él, es el dueño del espacio y la
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distancia, estando junto a todo, todo está también junto a él. Nuestro
Gran Señor Todopoderoso, aquel por quien se vive. Aquel que es
invisible como la noche e impalpable como el viento. Nuestro Señor,
aquel que nadie lo inventó, aquel que se inventó así mismo.
Esa tarde, cuando en "La Casa de la Música y el Canto", los
jóvenes bailaban y cantaban, el corazón de Águila Nocturna se movía
más rápido que sus pies. Por su cabeza danzaban una inmensidad de
preguntas.
En esos años de formación, Águila Nocturna había logrado
fortalecer su cuerpo, los baños nocturnos, las grandes caminatas y el
trabajo, le ayudaron a lograr su pleno desarrollo físico. Pero a la par,
había logrado un control sobre sí mismo. La disciplina, la
responsabilidad, el desarrollo de la atención, la concentración y
retención. La frugalidad y la práctica de los conocimientos de Los
Viejos Abuelos, habían logrado templar su espíritu y afinar su mente.
Águila Nocturna florecía su cuerpo y su espíritu; los maestros,
sacerdotes y compañeros veían en él, al espíritu de la institución. En
otra ocasión Espejo Humeante les habló así a los jóvenes:
-Aquí en La Casa de los Jóvenes, los maestros e instructores les
hemos tratado de trasmitir los conocimientos de los viejos y sabios
abuelos. La mecánica celeste, las leyes de "nuestra Madre Querida" y
todos sus hijos: animales, vegetales y minerales; de nuestra historia;
de nuestras costumbres; de cómo se mantiene la tinta negra y roja en
los libros; de la cuenta de los días; de cómo se habla y se comporta
entre nosotros; de cómo se construye y se siembra, de cómo se cura y
cómo se divierte y se juega; de cómo se celebra el culto a las diversas
manifestaciones de la Divinidad; de cómo se hace uno "gente”, de
cómo se hace “ciudadano”.
Falta muy poco para que algunos de ustedes terminen su
instrucción en nuestra Honorable Casa. Unos se casarán y formarán
familia; otros, los más aventajados, irán a la institución llamada La
Casa de la Medida, ahí tendrán que proseguir sus estudios para servir
con mayor responsabilidad, sabiduría y acierto a la comunidad.
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Hoy quiero hablarles de cómo los Viejos Abuelos nos enseñaron a
organizarnos... a regirnos entre nosotros. Igual que “Aquél por quien
se vive” se manifiesta en una “Dualidad Divina”, que es una unidad
compuesta de dos partes diferentes, pero complementarias. Así como
es el día y la noche, así como lo frío, lo caliente; así la "Dualidad
Divina", generadora de todo, es mitad hombre, mitad mujer, femenino
y masculino. Asimismo, quien dirige y administra todo en nuestra
comunidad, es un par complementario. Uno es el que administra,
llamado Mujer Serpiente; el otro es el que Ejecuta, llamado “El que
Habla”. Como hombre y mujer de una casa, de una familia, como el
brazo derecho y el brazo izquierdo, así ellos actúan.
Pero como todo organismo vivo, tiene una cabeza que piensa, que
analiza y reflexiona. Esa cabeza es el consejo de ancianos que está
integrado por doce Venerables Hombres, que a lo largo de toda su
vida, han servido y servido bien a nuestro pueblo. Ellos han tenido
cargos, desde el que ayuda desde abajo, el que lleva la vara y los
mensajes, desde muchacho. Han tenido que pasar por todos los
cargos, poco a poco, sirviendo al pueblo, a los ojos de todos. Ellos han
dejado su corazón y sus riñones, en la tierra que se trabaja para
servicio de nuestros Dioses en la organización y ejecución del "Trabajo
del medio", que no es de nadie y beneficia a todos; con el que
construimos casas y templos, caminos y escuelas. Ellos que han sido
ejemplo de hijos, hermanos y padres. Ellos que han sabido ser dignos
mayordomos de nuestras fiestas y honestos y eficientes funcionarios
del gobierno de nuestro pueblo. Ellos que son nuestro orgullo y
nuestro ejemplo, que tienen toda nuestra admiración. Ellos que han
caminado a lo largo de toda su vida erguidos y derechos a los ojos de
toda la comunidad.
Estos doce venerables ancianos, analizan y aconsejan al par de
“servidores”; uno que ejecuta y el otro que administra, formando el
supremo consejo. Que junto con la asamblea del pueblo, que es
donde se discuten y analizan los problemas de la comunidad para
tomar las decisiones adecuadas.
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Los Viejos Abuelos, hace mucho tiempo dejaron dicho que todo
pueblo o ciudad debía estar organizado, porque es la manera de
multiplicar la fuerza del hombre y así asegurar la sobre vivencia. De
este modo, toda comunidad debía contar con una Casa de Gobierno,
un templo con sus edificios, un almacén de abastecimientos, una plaza
de actos públicos y ceremoniales, una Casa de la Justicia, una Casa
para los Jóvenes, otra para el canto y el baile, y una escuela de
estudios superiores, llamada La Casa de la Medida. A todas ellas, se le
debe dotar de tierras cultivables para su mantenimiento, a través del
"trabajo de en medio" aportado por la comunidad.
En torno al centro cívico, debían existir cuatro barrios “Casas
Grandes", y en cada uno de estos barrios, a su vez debía contar con
cinco "Casas Chicas" y cada una a su vez de estas casas chicas, se
dedicaría a producir, además del trabajo del campo, un bien necesario
para la vida de la comunidad, por lo que generalmente cada barrio o
casa chica va formando unidades productivas y especializadas de tipo
gremial.
Muchos otros han vivido en estas tierras antes que nosotros y
después de los Viejos y Sabios Abuelos. Ellos nos han dejado su
sabiduría, su experiencia de cómo florecer el corazón, en esta tierra
que no es nuestra, en donde estamos por breve tiempo.
Los jaguares y las águilas tienen el instinto, que nuestro Señor el
del Cerca y el Junto, les dio para poder sobrevivir aquí en la tierra. El
instinto no es sabiduría, es información que pasa de una generación a
otra, para perpetuar la especie. Si el jaguar o el águila pierden el
instinto, su tiempo en la tierra se acaba pronto. Ya no sabrán cazar,
ya no sabrán esconderse, no podrán sobrevivir. De igual manera -dijo
Espejo Humeante- nuestro Señor, “El que no se ve ni se siente”, nos
dio a nosotros, sus hijos, "la tradición, la costumbre" para poder
transmitir el conocimiento, la experiencia de vida, de los Viejos Abuelos
a los hijos de sus hijos. De esta manera la cimiente del hombre se
conservará, de esta manera el sacrificio de las Divinidades no se hizo
en vano. Por eso la cultura, la tradición, la costumbre; como decían
los abuelos "lo que no se debe olvidar nunca", es lo que nuestro Señor
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nos ha dado para sobrevivir, ser "gente" y poder florecer nuestro
corazón.
Lo que se requiere para poder seguir la tradición, y para eso están
aquí -señaló con tono grave, Espejo Humeante- es que; además de
conocerla muy bien, de fortalecer su cuerpo y fortalecer su espíritu, es
que desarrollen la fuerza de voluntad y el intento inflexible. Porque
esta fuerza es lo único que tenemos, para transcendernos a nosotros
mismos e interactuar con el mundo que nos rodea. Si no logran tener
autodisciplina y fuerza de voluntad, de nada sirven todos los
conocimientos del mundo, serán solo ideas, serán solo palabras; como
un nopal sin tunas o un maíz sin mazorca. Por eso amados y queridos
jóvenes, luchen como jaguares o águilas por aprender la sabiduría de
los Viejos Abuelos, para lograr crear la autodisciplina, el control físico,
mental y emocional, que desarrolla la fuerza de voluntad. Solo así,
podrán pulir la piedra preciosa que llevan dentro; solo así, podrán
esculpir un rostro verdadero, tener un corazón florecido y podrán en
verdad, contribuir al sostenimiento de nuestra comunidad".
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Como sucedía con frecuencia, los muchachos más grandes de La
Casa de los Jóvenes, se preparaban para salir de cacería a las
montañas que estaban al norte del pueblo.
Era una cadena
montañosa que circundaba el valle de oriente a poniente, que tenía
bosques impenetrables donde vivían toda clase de animales. A la parte
que se dirigían, a dos días de camino, especialmente se encontraban
jaguares y venados. En esta ocasión especial, los acompañaba Espejo
Humeante.
Antes de iniciar la cacería, se hizo una ceremonia de pedimento al
Señor de la Montaña. Se le informó los motivos de la cacería y se le
pidió permiso para cazar a un venado; en reciprocidad los sacerdotes y
los jóvenes hicieron penitencia y ofrendaron incienso, enterrando unas
cuentas de jade y dejaron Frijól y maíz al poderoso Señor del Bosque.
La cacería además de proporcionar la carne del venado para la fiesta
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del onceavo mes, llamada "Barrimiento de los Caminos", tenía el
objetivo de enseñar a los jóvenes el arte del acecho.
Espejo Humeante habló así a los jóvenes:
-En el mundo todos los seres vivos somos iguales, tenemos tres
cosas que nos hacen comunes; la primera es que estamos vivos; la
segunda es que sentimos y la tercera es que todos nos vamos a
morir...lo mismo seamos plantas, animales o seres humanos; de modo
que tenemos que tener presente que cuando buscamos nuestro
sustento, otros seres vivos, se sacrificarán para que nosotros podamos
vivir. Por lo que debemos también pensar que algún día todos nosotros
también seremos alimento de otro ser.
También quiero decirles, que la vida es como una cacería, la
diferencia es la presa. El hombre siempre anda en pos del
conocimiento. Los Viejos Abuelos nos dejaron dicho que nosotros
podemos ser cazadores de conocimiento. De hecho es lo que ustedes
están haciendo en nuestra respetable institución. De ustedes, los que
logren "cazar" suficiente conocimiento, llegarán algún día al mundo del
poder. Será en otro lugar y en otro tiempo, si esto llega suceder. Por
ahora, lo importante es que ustedes se vuelvan inmaculados
cazadores.
Por ello, lo más importante es que estén conscientes de lo que
pretenden, porque para ser un cazador inmaculado no sólo basta ser
certero con el arco y la flecha. Lo que se requiere es que sepan
observar sin ser observados, que sepan esperar sin desesperarse, que
no actúen como una presa; que sepan qué quieren cazar, por qué lo
quieren cazar y cómo lo deben de cazar; no importa si se trata de
ideas, saberes, objetos, plantas o animales.
El cazador debe de ser un hombre equilibrado, sobrio y mesurado.
Por que el cazador para cazar, siempre se introduce a un mundo no
habitual y desconocido...por lo tanto peligroso.
Ahora cada uno de ustedes se internará a lo más profundo de estas
montañas, solo llevarán su arco y sus flechas. Mañana a esta misma
hora, al despuntar el Sol, nos reuniremos en este mismo lugar,
nosotros aquí los esperaremos. Deseamos que cada uno encuentre a
su presa."
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Águila Nocturna se internó en una cerrada cañada. Por la tarde
llegó a un pequeño claro, al lado de unos peñascos donde brotaba un
poco de agua. Sintió que ese era el lugar, se frotó con unas hierbas
olorosas todo el cuerpo y buscó un lugar dentro de un matorral para
ocultarse y se puso a esperar.
Entró la noche y en el bosque se empezaron a escuchar extraños y
diversos ruidos. Águila Nocturna acalló sus pensamientos y se
concentró en el espíritu del venado. A media noche llegó a beber un
puma sediento. Águila Nocturna lo miró y se concentró aún más en el
venado. Sin moverse, sin hacer absolutamente ningún ruido, hasta
reducir al máximo su respiración, absorto en el espíritu del venado. Al
cabo de un tiempo, Águila Nocturna sufrió un cambio extraordinario,
sentía que sus pies se transformaban poco apoco en raíces, que se
afirmaban lentamente en la tierra. Percibió que de su cuerpo poco a
poco brotaban largas ramas. Águila Nocturna dejó de ser él y se
convirtió en un espléndido pino, una criatura más del bosque.
Fue entonces cuando empezó a escuchar que le hablaban los
árboles que le rodeaban. Sus hermanos le contaban una maravillosa
historia; le dijeron que hace miles de atados de años en la tierra sólo
existían los árboles y que un día los seres humanos empezaron a nacer
de ellos, en un lugar llamado "En donde nacieron los Señores, los
linajes", que está al norte en las montañas de las nubes. Ahí -le
dijeron los árboles- existe una profunda gruta que llega al corazón de
nuestra madre querida. Por esa gruta salen cantidades interminables
de agua, que es la esencia de la vida. Flanqueando la entrada de la
gruta, están los más antiguos Señores nuestros, "los venerables
ancianos que viven junto al agua divina". De ellos nacieron entonces
los seres humanos y como son nuestros más cercanos hermanos en
este mundo, nosotros los árboles los proveemos de muchas maneras,
para que ellos logren sobrevivir en esta, nuestra tierra. Nosotros
trabajamos diariamente y nos sacrificamos para que ellos vivan. Fue
tan impactante esta verdad dicha por los árboles, que Águila Nocturna
abrió los ojos; pero de una sorpresa pasó a otra. Empezaba a clarear
cuando percibió al venado más hermoso que había visto en toda su
vida. Era un imponente animal de amplia cornadura. El venado
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resplandecía con brillo propio, destellando chispazos de energía. El
animal terminó de entrar al claro, recorrió el entorno con la mirada e
inclinó la cabeza para beber agua.
El corazón de Águila Nocturna empezó a palpitar tan fuerte, que
temió asustar al animal. No sabía si estaba soñando o ese maravilloso
venado encarnaba el Espíritu del Bosque. Pero cumpliendo con su
responsabilidad de cazador, respiró profundo para relajarse, introdujo
una flecha en la cuerda de su arco y muy lentamente cargó. El animal
de súbito levantó la cabeza y volteó directamente a ver al cazador.
Águila Nocturna sintió entonces que la mirada del extraño animal,
penetraba a su cuerpo a través de sus ojos. Una línea de energía, un
haz de luz inundó al joven cazador y de inmediato todo su cuerpo
empezó a resplandecer. Sentía que todo su cuerpo por dentro
estallaba en una sensación de excitación y empezó a sentir un
bienestar interior, como nunca se imaginó podría sentir.
Destensó el arco y lo tiró al suelo, al mismo tiempo el venado se
dirigió lentamente hacia él. A escasos centímetros quedaron uno del
otro. Los ojos del venado parecían inmensas y profundas lagunas. En
sus profundidades, Águila Nocturna sintió absolutamente a todos los
seres vivos del bosque y al final, se vio a sí mismo, y se sintió el
maravilloso venado luminoso. Cerró los ojos y volvió a ver al venado
que inclinaba la cabeza, para después lenta y majestuosamente
introducirse en el bosque.
Despuntaban los primeros rayos de luz en la cima de las montañas,
Águila Nocturna se dirigía al lugar donde estaban sus maestros. Fue el
primero en llegar y Espejo Humeante lo recibió con un abrazo y como
si supiera todo lo ocurrido le dijo:
"Inmaculado cazador, llevas en el corazón tu extraordinaria presa".
De regreso camino al valle, Espejo Humeante y Águila Nocturna
sentía que el período de instrucción en La Casa de los Jóvenes había
llegado a su fin.
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Venado de la Aurora había hablado con sus padres de la intención
de casarse con Paloma Pequeña. Para ello el padre y la madre del
joven hicieron una fiesta en su casa e invitaron a Espejo Humeante,
sacerdotes e instructores de La Casa de los Jóvenes, así como a los
parientes más cercanos. Después de haber comido mole de guajolote,
el padrino de Venado de la Aurora se dirigió así a los maestros e
instructores:
-"Aquí están presentes respetables Señores y venerables maestros
de este muchacho nuestro, nuestra piedra preciosa, nuestra pluma de
quetzal. Por favor, le suplicamos, no se sientan ofendidos pero nuestro
hijo desea separarse de su sabia compañía; porque ya quiere tener
mujer, desea formar familia -entonces el tío tomó una hacha y dijoaquí está esta hacha, que es señal de que el aprendiz se quiere apartar
ya de vuestra respetable institución, según la costumbre de nuestros
Nobles y Sabios Abuelos, tómenla por favor a cambio de nuestro hijo".
Entonces Espejo Humeante tomó el hacha y dijo a los parientes del
joven:
-"Tomamos complacidos esta hacha porque su hijo ya brotó, ya
floreció su cuerpo y templó su espíritu, porque el muchacho ya se hizo
gente, ya conoció el trabajo, aprendió a obedecer y a respetar. Sabe
hablar y ofrendar a “Aquél por quien se vive” y a todas sus
advocaciones, sabe nuestras costumbres, conoce nuestras tradiciones,
lee la tinta negra y roja, sabe la cuenta de los días. Entiende y sabe
cómo y por qué ha deservir a nuestra comunidad".
Después el padrino de Venado de la Aurora fue a hablar con los
padres de Paloma Pequeña, acompañado de uno de los hombres que
integraba el consejo de ancianos y que pertenecía a su barrio. Entre
los dos y en tres ocasiones como lo marcaba la costumbre, lograron
convencer a la familia de la joven, dejando en cada ocasión regalos y
ofrendas a la familia. En la tercera visita los padres de Paloma
Pequeña concertaron la boda, se consultó a los hombres de los libros y
la tinta negra y roja y fijaron la fecha del matrimonio.
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Esa mañana todos los parientes de los novios se reunieron a
desayunar en la casa del novio. Posteriormente y en procesión todos
se dirigieron al templo a pedirle al “Dueño del cerca y del junto”, por la
ventura de la pareja. Al término de la ceremonia, los jóvenes y sus
parientes se dirigieron a la casa de los padres de Paloma Pequeña. La
procesión la habrían los músicos con sus ocarinas, flautas, caracoles y
tambores, que hacían sonora y armoniosa notificación por las calles del
pueblo del paso de los recién casados. En la casa de la novia los
familiares y amigos habían instalado en el patio de la casa, unas
amplias enramadas, en donde había petates para todos los invitados.
La única habitación de la casa estaba perfectamente limpia y encalada.
Se instaló un altar con los Dioses familiares, toda la casa estaba
adornada con aromáticas flores. En medio de la habitación se puso un
petate, en sus costados dos floreros y dos incensarios que quemaban
oloroso copal.
Entonces los novios se hincaron en el petate, los padrinos de los
novios ataron el manto del joven con el huipil de la novia y los unieron
con un cordel de bellas flores. Los parientes se formaron en parejas a
la entrada de la habitación e iban pasando de dos en dos; se paraban
de frente ante los novios y poniendo su mano derecha en Venado de la
Aurora y la izquierda en Paloma Pequeña, improvisaban bellísimos y
sabios consejos para su vida futura. Cada quién decía lo que sentía y
recomendaba lo que mejor le parecía. Entonces la habitación se
saturó de incienso, amor y sabiduría.
Al término de esta ceremonia se pasó a bailar los regalos, que
antes habían sido expuestos en amplios petates. Los regalos de los
parientes de la novia, tenían atada una flor blanca y los del novio
llevaban una pequeña flecha. Primero empezaron a bailar los novios,
después los padrinos, con un metate los padrinos de la novia y con un
baúl hecho de madera y piel de venado los padrinos del novio; para
finalmente bailar todos los invitados con sus respectivos regalos, que
ayudaban a iniciar la vida de la nueva familia.
A los recién casados, el Supremo Consejo les había dotado de un
solar en propiedad, para que con la ayuda de familiares y amigos se
construyera su casa. Como ciudadano, Venado de la Aurora recibió en
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préstamo permanente, el terreno de cultivo suficiente para hacer su
milpa y tener el sustento de la familia. La costumbre era que sólo
dejándolo de trabajar dos años seguidos sin justificación, podría perder
su posesión. La fiesta duró otro día más, y era cuando los familiares
más íntimos de los novios, convivían para empezar a unir a las dos
familias, limpiando la vajilla y la casa.
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A petición del supremo consejo y por recomendación unánime de
los maestros, sacerdotes e instructores de La Casa de los Jóvenes, los
padres de Águila Nocturna, pidieron la aceptación de su hijo en la
institución de enseñanza superior llamada La Casa de la Medida. Ese
año se había recomendado la entrada a cuatro jóvenes del pueblo,
esto representaba un gran honor para la familia y para el barrio. Para
Águila Nocturna significaba el desafío que estaba esperando.
La institución llamada La Casa de la Medida, era un recinto donde
asistían los jóvenes que se habían destacado a lo largo de su estancia
en La Casa de los Jóvenes. Ahí un grupo selecto de sacerdotes y
maestros los instruían en los conocimientos más profundos sobre la
sabiduría que les habían legado los Viejos Abuelos. En esa institución
se preparaban a los candidatos para ocupar las responsabilidades más
altas en la comunidad. De ahí salían los gobernantes, administradores
y sacerdotes. En una ceremonia solemne y emotiva, en la que estaban
presentes además de la familia de Águila Nocturna, todos los
ciudadanos que tenían un cargo en el barrio del joven aspirante. En
un momento de la ceremonia, Garra de Jaguar se dirigió así a su
amado cachorro:
-"Hijo mío, amada piedra preciosa, pluma de quetzal, aquí estás
presente, donde te ha traído nuestro amado padre, nuestro Señor
Verdadero; el que está en todas partes. Nosotros te dimos tan sólo la
vida, en La Casa de los Jóvenes tus maestros e instructores te
ayudaron a brotar; hoy tienes un rostro propio y un corazón
verdadero. Hoy estás a las puertas de esta venerable institución
llamada La Casa de la Medida. Aquí haz venido a abrir los ojos y los
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oídos, para que veas y oigas; aquí los hombres se pulen y se labran,
como piedras preciosas, aquí se ensartan para servir mejora la
comunidad; aquí aprendes a hacerte adobe, aquí ajustas tus medidas,
aquí te pules, aquí te cuadras, para ensamblarte en la casa y en el
templo de los viejos y sabios abuelos. Aquí ya no eres tú, aquí eres
memoria de nuestros antepasados, aquí aprenderás a honrarlos y a
merecerlos; aquí ya eres lo mejor de nosotros. Actúa entonces en
consecuencia, sé digno heredero de nuestros muertos, hazte
responsable de tu destino".
Al término de la ceremonia Águila Nocturna se despidió con
emoción de sus padres; un profundo sentimiento de nostalgia se
apoderaba de su corazón, algo le decía que sería la última vez que
estaría con sus amados y queridos padres.
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El recinto de La Casa de la Medida era más grande que el de La
Casa de los Jóvenes, aunque vivían ahí un menor número de personas.
La institución poseía cuatro edificios entorno a la plaza, en el centro de
ella había una construcción de medianas proporciones, de forma
redonda y que estaba consagrada a la divinidad de La Serpiente
Emplumada. En el edificio que servía de habitación habían pequeñas
celdas en las que vivían maestros, sacerdotes y alumnos, en ellas
apenas había lugar para una base de piedra estucada, que servía para
dormir, un pequeño baúl de madera y piel de venado, en la que se
guardaban los escasos objetos personales, la habitación no tenía
ventanas y tenía una pequeña entrada que servía de acceso, en la que
existía una cortina de yute. Ahí la vida era en principio similar a la de
la primera institución, las diferencias eran de fondo. En principio los
grupos eran de 4 jóvenes y la vida se desarrollaba más hacia el interior
de la institución, dedicando gran parte del tiempo al estudio del
misterio de la vida y al culto de todas las advocaciones en que se
representaba a la divinidad suprema, esa que no tenía nombre, ni
forma y que estaba en todas partes al mismo tiempo. Águila Nocturna
sentía en su interior, que ese espacio le reconfortaba el espíritu. Voces
antiguas, salidas de las profundidades, le decían que ahí estaba su
65
destino; las mismas paredes de los edificios, parecía que le daban la
bienvenida a un viejo amigo.
Cada año que entraban cuatro nuevos estudiantes al recinto de La
Casa de la Medida, se les asignaba un tutor entre los maestros, que
tenía la responsabilidad del grupo en lo general y de cada estudiante
en particular. El tutor tenía la obligación de conocer profundamente al
aspirante, porque en su momento tendría el compromiso de solicitar,
para beneficio de la comunidad; un lugar en el gobierno, la
administración o en el sacerdocio. Ese año el tutor del grupo fue
Serpiente de Fuego, uno de los maestros más sabios que había tenido
la institución en su centenaria existencia. Serpiente de Fuego era un
hombre de apariencia juvenil, ligero, flexible y sobre todo, muy jovial.
Sin embargo, su mirada era profunda y penetrante, parecía que tenía
el poder de penetrar las mentes y los corazones, pero a pesar de esto,
su mirada no era desafiante o peligrosa. El peso de su mirada, hacia
misteriosamente que las personas se intranquilizaran en su interior.
Era difícil calcularle la edad, se sabía que ya tenía más del atado de
años, pero su cabello blanco, recordaba a esos jóvenes que encanecen
prematuramente.
Una de las características de la vida en La Casa de la Medida, es
que no existían las rutinas, salvo el culto a la Divinidad Suprema. La
enseñanza y la vida misma, estaban diseñadas de tal forma, que todo
resultaba imprevisible. Decían los maestros que con las rutinas, el ser
humano atrofia al espíritu y la mente; así que los jóvenes trabajaban,
estudiaban y rendían culto a la Divinidad Suprema, de noche o de día,
lo mismo en la montaña que en el templo o en el salón de clases. Las
actividades se dividían entres partes equitativas: una para aprender el
culto a las diversas advocaciones de la Divinidad Suprema, dirigida por
los sacerdotes; otra para investigar la sabiduría de los Viejos Abuelos,
llamada Toltecáyotl, asesorada por los maestros y, una tercera, para
analizar y reflexionar los conocimientos adquiridos y su directa relación
con ellos mismos, guiados individualmente por el tutor. La vida en esta
institución, era perfecta y ajustada como la cuenta de los días y sin
embargo, al mismo tiempo se sentía fresca y renovante.
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La institución llamada La Casa de la Medida, era una escuela de
altos estudios, donde se capacitaba a la elite, el fruto por florecer de la
comunidad, se sentía "la mano" de los Viejos Abuelos. El equilibrio era,
según Los Viejos Abuelos, el camino de la perfección. La esencia de la
belleza era el equilibrio, fuera en una flor, en un edificio, en una
pintura o en el corazón de un ser humano. La Naturaleza es la
expresión más nítida del equilibrio. De modo que los estudiantes
aprendían a encontrar el equilibrio a través de “la medida”.
Cuando el estudiante encontraba la medida para equilibrar su
espíritu con su materia, su razón con su intuición, su parte masculina
con su parte femenina, sus fortalezas con sus debilidades, lograba el
equilibrio en su centro unificador. Habría logrado florecer el corazón y
adornar el jardín celestial de Aquél por quien se vive”.
En La casa de la Medida las centenarias paredes emanaban
sabiduría; cada piedra, cada norma, cada grabado, encontraban allí su
lugar perfecto; el equilibrio y la armonía invitaban sutilmente al
estudiante a llegar al centro profundo de sí mismo; balance perfecto
entre espíritu y materia, entre el cielo y la tierra.
Una tarde, Serpiente de Fuego se reunió con los cuatro
aspirantes y les dijo:
-Jóvenes: preciosas plumas de quetzal, esperanza de nuestros
queridos abuelos; a partir de hoy, todos seremos uno, yo seré su
centro por breve tiempo. Todos juntos haremos una flor; a partir de
hoy seremos "Cinco flor". Cada uno de ustedes será un pétalo de esta
mágica flor; cada uno de ustedes será una dirección, un color, un
elemento. La energía que desarrollen cada uno de ustedes, convergerá
en el centro, punto en que yo estaré para regularla y en su caso
equilibrarla. De su esfuerzo y de mi conducción, dependerá que la
energía se mezcle equilibrada y suba en busca de los espacios
luminosos de la conciencia humana, lugar de "La quinta posición"; o
que por el contrario, por nuestra torpeza y descuido, caigamos en los
abismos degradados de la estupidez humana. Esto es la maravilla de
67
ser hombre, el prodigio de estar vivo y el desafío inconmensurable de
la vida.
Es mi deber en esta primera plática con ustedes, ofrecerles a
su corazón, estas viejas palabras de nuestros sabios abuelos, que
desde tiempos inmemoriales se guardan en el corazón y en la lengua,
de sus hijos, para que solo acabados los hombres en la tierra, se
pueda borrar la memoria de estos sabios:
- "Los hombres lo preguntamos:
¿ Acaso deberás se vive con raíz en la tierra?
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
sólo un poco
Percibo lo secreto, lo oculto:
! Oh vosotros señores ¡
Así somos,
somos mortales,
de cuatro en cuatro nosotros los hombres,
todos habremos de morir en la tierra."
" Ha bajado aquí a la tierra la muerte florida,
se acerca ya aquí,
en la Región del color rojo la inventaron
quienes antes estuvieron con nosotros.
Va elevándose el llanto,
hacia allá son impedidas las gentes,
en el interior del cielo hay cantos tristes,
con ellos va uno a la región donde de algún modo se
existe.”
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Águila Nocturna sentía que en su interior todo se equilibraba.
Las palabras de Serpiente de Fuego habían producido un efecto de
bienestar interior. El espíritu de Águila Nocturna y la institución se
afinaban en una sola nota, que reverberaba en todo su cuerpo y lo
hacía vibrar como a un caracol marino. Serpiente de Fuego continuó
diciéndoles a los aspirantes:
-Amados hijos nuestros, ustedes son el fruto por florecer de la
comunidad. Como el nopal que florece en su fruto, ustedes han
florecido en la casa de los jóvenes y ahora son la esperanza de los
Viejos Abuelos, de que su espíritu continúe en esta su amada tierra.
Ahora su responsabilidad es mayor, pues al tomar la decisión de estar
aquí. Significa que están aptos para dar lo mejor de sí mismos; y
dispuestos a todos los sacrificios y a la más rigurosa disciplina; significa
en una palabra, que están preparados para morir si es preciso, por
respaldar la decisión que han tomado de conocer la Toltecáyotl, que es
la sabiduría que nos han legado nuestros nobles antepasados; porque
ustedes queridos jóvenes, son la tuna del nopal que tiene la esperanza
de florecer. De esta noble institución que hoy les abre sus puertas,
mañana saldrán los que han de servir al pueblo. No solo los
conocimientos antiguos de “la tinta negra y roja”, no solamente las
matemáticas y la mecánica celeste bastan para servir al pueblo, acaso
lo más importante es la piedra preciosa que cada uno de ustedes debe
pulir en su interior. La virtud es la que trasciende el conocimiento;
porque la ciencia sin sabiduría nos conduce a la destrucción... a la
muerte. Por ello su responsabilidad es doble y absoluta. Tienen que
profundizar en la sabiduría de los Viejos Abuelos y al mismo tiempo
florecer su corazón. Cuando estas dos cosas se hagan una sola en su
interior, solo entonces podrán aspirar a ser "el corazón del pueblo", el
esperado fruto florecido.
A partir de ese día la vida de Águila Nocturna cobró mayor
intensidad, el bienestar iba en aumento, la institución era lo que el
espíritu de Águila Nocturna necesitaba, los muros de aquél recinto lo
reconocían como parte de ellos.
La vida en La Casa de la Medida era muy intensa y llena de
obligaciones. Los sacerdotes y maestros eran más exigentes y
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rigurosos, que en La Casa de los Jóvenes. Los conocimientos que aquí
se impartían, en principio versaban sobre lo aprendido en “La Casa de
los Jóvenes", la diferencia es que en la nueva institución, a los jóvenes
se les enseñaba con mayor profundidad y de manera más
personalizada.
Los sacerdotes profundizaban sobre el sentido filosófico de la
religión y sobre entendían que el rito, ya lo habían aprendido en La
Casa de los Jóvenes. En una de las primeras sesiones de enseñanza
Viento del Norte, el Supremo Sacerdote les habló así a los jóvenes:
-Es nuestro deber enseñarles a ustedes los augustos misterios
de nuestra religión. Todo en el mundo tiene "forma y fondo". Todo
está compuesto de una parte visible y otra parte invisible. La unidad
está formada de un par complementario y opuesto. Así tenemos; el día
y la noche, lo frío y lo caliente, lo positivo y lo negativo... la vida y la
muerte. Los Viejos Abuelos hace muchos atados de años, que hoy ya
nadie puede recordar. Nos legaron nuestra religión. Patrimonio
espiritual del pueblo. Instrumento que nos da equilibrio y guía, para
hacer nuestro paso por la tierra más positivo y trascendente.
Nuestra religión guarda
en su profundo seno,
inconmensurables verdades y maravillosas normas de conducta, que le
permiten al pueblo vivir en armonía y equilibrio, primero consigo
mismo, después con los demás seres vivos del mundo, sean estos:
astros, montañas, personas, animales, árboles o insectos. Porque para
los Viejos Abuelos, todos los seres vivos del mundo somos iguales en
tanto que: estamos vivos, sentimos y nos vamos a morir. De modo que
nuestra religión es el camino donde el espíritu encuentra el medio para
su expresión y el pueblo el punto de comunión, de la aspiración más
genuina de su existencia. La religión es el legado de sabiduría de los
Viejos Abuelos para el pueblo. Por ello los Viejos Abuelos nos dejaron
los conocimientos entre los ritos y las historias, entre las divinidades y
las parábolas. El conocimiento dado de una manera sencilla y
simbólica, pero al mismo tiempo eficaz, que le permita al hombre
dirigir su vida en busca del equilibrio y la trascendencia.
Por ello, se necesita de hombres preparados que conozcan el
fondo y la forma de nuestra religión. Hombres que hayan asumido las
70
enseñanzas de “Aquél por quien se vive” y la apliquen en la vida
cotidiana. Hombres virtuosos y humildes, que estén dispuestos a
dedicar su vida por completo y sin reservas, a la religión que un día
nos dieron los sabios y Viejos Abuelos.
Nuestra responsabilidad, es despertar en ustedes el sentimiento
de amor y sacrificio por el desarrollo espiritual de nuestro pueblo. Será
su responsabilidad, encontrar el camino florecido de su vida, para
poder servir mejor a su pueblo y honrar la memoria de nuestros sabios
antepasados
Águila Nocturna entendió entonces la pasión milenaria de su pueblo
por la religión. El profundo misticismo que envolvía todas las
actividades de la vida cotidiana del pueblo. La religión estaba presente
absolutamente en todo, y esto mismo era la expresión más pura de la
espiritualidad; precisamente !la herencia más preciada de los Viejos
Abuelos¡
De esta manera Águila Nocturna y sus compañeros, descubrieron
a través de la instrucción, el trasfondo filosófico de su milenaria
religión. Poco a poco, sin prisas, los jóvenes iban construyendo un
templo a la sabiduría de los Viejos Abuelos en lo profundo de su
corazón y al mismo tiempo, sin darse cuenta, se iba creando un
sentimiento de responsabilidad y compromiso con el destino de su
pueblo.
Viento del Norte les enseñó que atrás de cada divinidad, existía
un valor o una verdad. Que las divinidades eran símbolos metafóricos
que ayudaban a través de los ritos a los seres humanos a orientar su
existencia.
Que en verdad solo existía una sola Divinidad Suprema, que nadie
lo creó, ya que “él se inventó así mismo”. Esta divinidad está en todas
partes; es invisible e impalpable. Los Viejos Abuelos le decían "El
Dueño del Cerca y del Junto", ya que siendo el dueño del espacio y la
distancia, estando junto a todo, todo está también junto a él.
La primera representación humanizada de esta divinidad, era
La Divina Dualidad, de donde se desprende: de los dos, El Señor y de
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los dos, La Señora. Entendiendo que toda unidad está constituida de
un par complementario, masculino y femenino.
El conocimiento más importante que los sabios y Viejos
Abuelos dejaron en la religión, es que todo en el mundo estaba
constituido por dos clases de energía. Una es la energía aluminosa,
que nos llega en principio del Sol. Esta energía arriba a la tierra en su
estado más puro, como luz; pero que a través de condensaciones
sucesivas va formando todo cuanto en la tierra vemos y tocamos:
animales, vegetales y minerales. La magia de esta transformación
divina se da a través del agua y por medio de la fotosíntesis.
La segunda energía, opuesta y complementaria a la primera;
es la energía Espiritual, que es la que le imprime vida, la conciencia de
ser, a la primera energía luminosa. Así, la energía espiritual hará la
diferencia entre una piedra y un conejo; porque en principio los dos
están constituidos de la misma energía ! la luminosa ! La diferencia
radica en la energía espiritual que está depositada en la energía
luminosa del conejo y que no está en la energía que conforma a la
piedra. Este conocimiento los Viejos Abuelos lo representan en la
religión, por medio de dos divinidades; que son la estructura básica
más importante, para entender el conocimiento antiguo. De esta
manera, la energía luminosa está representada por medio del agua, a
la que divinizaron metafórica como "La Divinidad del Agua", porque el
agua es más que la representación de la vida...!es la vida misma¡. Al
adorar a la Divinidad del Agua, el pueblo está ponderando la
importancia del fenómeno de la vida en sí mismo. Pero la otra energía,
opuesta y complementaria, la energía espiritual, está representada en
"la Divinidad del Viento", en tanto que representa el soplo divino; es el
que le otorga la conciencia a la energía lumínica, produciendo el
fenómeno de la “vida" tal y como lo entendemos los seres humanos.
De esta manera la Divinidad de la Lluvia y la Divinidad del
Viento, serán en la religión de los Viejos Abuelos, el par
complementario y al mismo tiempo los opuestos que crean todo cuanto
nos rodea. Generadores del maravilloso fenómeno de la vida, en todas
sus expresiones inimaginables en la tierra.
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Como toda la sabiduría de los Viejos Abuelos, ellos la
supieron adaptar a la naturaleza. De modo que siendo atento
observador, el ser humano encontraba en la naturaleza a la maestra
ejemplar y perfecta. Así la lluvia es siempre precedida y anunciada, por
el viento. De la misma manera que la vida, es precedida del soplo
divino que le da la conciencia.
El objetivo de la vida, es llegar a la trascendencia espiritual de
la existencia. La Divinidad del Viento tiene una importancia suprema en
la religión y en la vida del pueblo. La propia institución La Casa de la
Medida está bajo su protección. La Divinidad del Viento tiene otra
advocación, es conocido también como “La Serpiente Emplumada". La
sabiduría misma de los Viejos Abuelos, está representada por "La
Serpiente Emplumada", pues no solamente posibilitó la creación de los
hombres de este Quinto Sol en el que vivimos y le dio su alimento,
sino es quien le ha dado a la humanidad, todos los conocimientos que
hacen posible su existencia. Este fue uno de los conocimientos que
más cimbró a Águila Nocturna; pues por una parte, entendió la forma
de ser y sentir de su pueblo que es, total y absolutamente
ESPIRITUAL; y por otra, entendió porqué en todas partes de su pueblo
está representada la figura de La Serpiente Emplumada; lo mismo en
los sencillos bordados de las prendas de vestir, que en los libros de “la
tinta negra y roja”, o en las impresionantes esculturas y bellos
grabados en piedra, de los edificios públicos.
17
Una noche Serpiente de Fuego se llevó a los jóvenes, a lo más
alto de un cerro cercano. Desde las alturas, gracias a una brillante luna
de cuarto creciente, se veían las montañas que rodeaban a su pueblo.
A pesar de la luz de la luna, se veían algunas estrellas en el cielo y en
el pueblo se alcanzaban a distinguir las antorchas que iluminaban
algunos recintos. Serpiente de Fuego les pidió a sus alumnos que se
relajaran y que redujeran al máximo su respiración y sus
pensamientos. Entonces les dijo:
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-Quiero decirles algo que en principio resulta difícil entender. A
partir de ahora, les pido que olviden todo lo que han aprendido. Deben
entender que ustedes representan el fruto por florecer de toda la
comunidad. Ustedes han entrado a otro nivel de conocimiento. Ya no
serán ala o cola del águila, serán la cabeza.
Muchas de las enseñanzas de los Viejos Abuelos, las dejaron para
que el pueblo encuentre equilibrio, paz y sustento. Así, nos legaron
todo cuanto sabemos para ser "seres humanos" y ciudadanos.
Pero existen otros conocimientos, que también nos los dejaron los
Viejos Abuelos y que no los puede conocer el pueblo, por que no los
entendería. Estos conocimientos nos hablan de la cara oculta de las
cosas. Por ello los he hecho subir hasta acá. Quiero que perciban la
cara de la luna que no está iluminada. Si detienen sus pensamientos y
miran con el corazón, podrán apreciarlo que está vedado para los ojos
comunes. Quiero que sepan que como en la luna y el universo; así
también en nuestro pueblo, en nuestro mundo, existen cosas que no
se ven pero que siempre han estado ahí, que son parte importante de
nuestro mundo. Estas cosas ocultas, no son menos o más importantes
que las que conocemos. Lo importante es que forman parte de un
todo, que ustedes pretenden alcanzar para flores. Por ello es necesario
que conozcan la parte complementaria de las cosas que integra el
mundo.
En nuestra institución buscamos ponerlos al alcance de estos
conocimientos, dependerá de su capacidad y virtud, de su compromiso
con ustedes mismos y con la comunidad, para que puedan acceder a
ellos.
Primero que nada, quiero decirles que solo existe una fuerza
superior, creadora de todo cuanto existe en el universo. Que en el
mundo existen fuerzas desconocidas o sin posibilidad de entender, a
las que llamamos divinidades. Que estas fuerzas interactúan, positiva y
negativamente con nosotros; como también nosotros interactuamos
con otras fuerzas mucho menores.
Todo lo que aprendieron hasta ahora, es tan solo la mitad de lo
que necesitan conocer. Como esa espléndida luna, que hoy me ayuda
a explicarles este misterio; todo tiene una parte luminosa y otra
oscura; todo va cambiando, la luz y la sombra. En el mundo todo es
74
movimiento y está compuesto de pares opuestos y al mismo tiempo
complementarios. La piedra bruta se esculpe con la fuerza del trabajo.
Tendrán que aprender a esforzarse más allá de lo que creen poder dar.
Su esfuerzo inflexible y tenaz los hará florecer.
Las jornadas de estudio eran intensas. Los maestros y los
sacerdotes, apenas le dejaban tiempo a Serpiente de Fuego y los tres
aspirantes, para trabajar en la reflexión y recapitulación de lo
aprendido. Sin embargo Águila Nocturna se encontraba en su plenitud.
El equipo de trabajo que se había integrado con sus tres compañeros y
el tutor, representaba para él, mayores posibilidades de aprender.
Entendió entonces, por qué Serpiente de Fuego les dijo que formarían
"Cinco Flor".
-Todo cuanto existe en el mundo de los Viejos Abuelos, está
constituido de cinco partes -comenzó diciendo Serpiente de Fuego, en
una de las secciones de estudio. Cinco son las direcciones delmundo y
la vida. En esta tierra y en esta vida, el ser humano puede ir al Norte o
al Sur, al Oriente o al Poniente y desde luego, puede elevarse o
hundirse. El cinco es el punto del equilibrio.
Por esto,- añadió el maestro- los Viejos Abuelos nos dejaron
dicho a través de la Toltecáyotl, que una de las representaciones de la
Serpiente Emplumada es la cruz o los "cinco puntos". El símbolo
significa el encuentro de la tierra y el cielo. Siendo también el del
planeta Venus, ya que aparece al año como lucero de la mañana,
lucero de la tarde y una época no aparece, tiempo en el que se
supone, esta peleando con las fuerzas de la oscuridad, igual como lo
hace el Sol. Así, el misterio de la vida reside en el “Centro de la
Materia”, que ha sido transformado por "El soplo divino" de la
conciencia.
La enseñanza de los Viejos Abuelos es permanente y reiterativa.
Pues las mismas divinidades se sacrificaron en el fuego cósmico para
crear el mundo; de igual forma, el destino del hombre es buscar su
origen divino a partir del sacrificio espiritual, que libera a la conciencia
de la pesadez de la materia. De aquí se desprenden dos símbolos
fundamentales de nuestra religión.
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El primero es, que siendo éste, el verdadero significado de la
existencia; el ser humano viene al mundo a entablar la lucha más
importante de su vida...que es consigo mismo. Debe vencer la inercia
de la materia, que cae por naturaleza al abismo de la corrupcióndestrucción. Esta lucha es la dignificación de su paso por la tierra y la
oportunidad de llegar a su verdadera casa, allá donde vive El supremo
creador, el invisible e impalpable.
A esta lucha, los Viejos Abuelos le llamaron "La Guerra
Florida", por que se hace a base de "Flor y Canto" y el triunfo es
lograr florecer el corazón. A estos templados hombres y mujeres les
llamamos "Guerreros Jaguares o Guerreros Águilas".
Lo segundo es, que siendo éste, el legado más importante de
nuestros antepasados, se mantiene presente en todas nuestras
actividades, que de esta manera se convierten en un “medio", para
llegar al "fin" supremo. Por ello la religión está presente en todos los
espacios de la vida de nuestra comunidad. La mayor preocupación y
aspiración que nos enseñaron nuestros antepasados, es que la
comunidad en su conjunto, llegue a este logro supremo. Por eso,
desde pequeños se les enseña que el bien de la comunidad, está por
encima de lo individual.
Su estancia en esta augusta institución, responde a esta
importante responsabilidad. Por eso ustedes son el fruto del nopal, la
tuna por "florecer", de ahí su gran compromiso.
Del resultado de su "Batalla Florida", dependerá que ustedes
apoyen y dirijan a nuestra comunidad, en su aspiración más exaltada y
trascendente de la existencia. Mañana el fruto florecido tendrá que
gobernar, administrar o convertirse en guardianes de nuestras
divinidades, forma en la que se manifiesta “Aquél por quien se vive”,
como hoy tratamos de hacerlo nosotros. Para que la memoria de
nuestros Viejos Abuelos, viva en el corazón y en la mente, de los hijos
de sus hijos.
Las palabras dichas por Serpiente de Fuego, provocaron una
explosión en el interior de sus escuchas. Todo lo aprendido desde la
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primera infancia, se reacomodaba; tomaba un orden más lógico.
Muchas tradiciones y costumbres tenían ahora una explicación que se
ajustaba a la milenaria sabiduría. Esto los hizo sentirse más seguros y
orgullosos de sí mismos y de su comunidad; más aferrados a su tierra,
a su gente y a su historia. Al regreso al pueblo Águila Nocturna venía
repitiendo un antiguo poema en su mente, que resonaba en toda su
alma.
"¡Águilas y jaguares!
Uno por uno iremos pereciendo,
ninguno quedará
Medítenlo, oh guerreros,
aunque sea jade,
aunque sea oro,
también tendrá que ir
al lugar de los descarnados.
Pero yo digo:
sólo por breve tiempo,
sólo como la flor de elote,
así hemos venido a abrirnos,
así hemos venido a conocernos
sobre la tierra.
Porque no viviremos aquí,
no permaneceremos aquí,
vamos a buscar una tierra.
Allá vamos a conocer
al que es de Noche y Viento,
al Dueño del cerca y del junto."
18
A partir de esa lección, Águila Nocturna empezó guiado por los
sacerdotes, a conocer la cara oculta de su ancestral religión. Las
divinidades pasaron a ser conocimientos esotéricos y filosóficos del
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misterio de la vida y del mundo. “Fuerzas y Verdades” con los que
habían vivido por generaciones sus antepasados y que les habían dado
una guía, un camino para florecer el corazón y llegar a la tierra del
Señor del Cerca y del Junto.
Águila Nocturna empezó a desarrollar una amistad muy
especial, con el Venerable y Sumo Sacerdote de la institución.
Relámpago de la Noche tenía mucho interés en que Águila Nocturna
tomara la vocación del sacerdocio; para ello no escatimaba tiempo
para hablar con él, por horas enteras le explicaba los misteriosas
representaciones de “Aquél que se inventa a sí mismo”. Fue Nube
Grande, quien le enseñó los secretos de las deidades. Que siempre en
pares complementarios y opuestos, representaban el mundo y sus
misterios.
Una tarde que se quedaron a solas Relámpago de la Noche y
Águila Nocturna, el sumo sacerdote empezó diciéndole a su alumno:
-Solo existía una fuerza creadora. Principio y fin. Invisible como
la noche e impalpable como el viento. Una energía que se inventa así
misma. A esta fuerza se le conoce como El Señor del Cerca y del Junto.
Es el único dios verdadero.
Sin embargo, los Viejos Abuelos habían dejado en la religión,
una serie de "divinidades menores", que sirven para explicar, las
múltiples fases y formas, en que se presenta este mismo principio
creador, a través de las fuerzas de la naturaleza y el universo, que
intervienen en la vida de la comunidad; pero que por su grado de
complejidad, para la mente humana, los Viejos y Sabios Abuelos los
habían dejado en calidad de "divinidades". Relámpago de la Noche le
explico a Águila Nocturna las "divinidades menores".
El primero es La Dualidad Divina, de donde se desprende lo
femenino y lo masculino, dualidad opuesta y complementaria en que
se compone el universo; la Vía láctea y la Osa Mayor, La Señora de
nuestra Carne y El Señor de nuestra Carne, La de la falda de Estrellas
y El Señor-Tierra, La Señora de la Falda de Jade y El Señor del Agua,
La Señora de la Flor Preciosa y El Señor de las Flores, La Señora de la
Muerte y El Señor de la Muerte.
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Existían algunas divinidades, que no tenían su par
complementario por ser una advocación determinada, como La
Divinidad Devoradora de Inmundicias, refiriéndose a las debilidades
terrenales; El Señor del Fuego, liberador de la energía luminosa, en su
sentido espiritual; El Señor Gemelo Precioso, que simboliza la
transformación, la evolución espiritual, como el cambio del ajolote por
la rana; El Señor del Espejo Rojo Humeante y El Señor del Espejo
Negro Humeante que simbolizan, al sol en su recorrido por el
inframundo, a la materia, al sol-tierra y forman una pareja
complementaria, que está en equilibrio cósmico con otra dualidad que
es su opuesto complementario; El Señor del Desollado, que significa la
capacidad que tiene el hombre a través del sacrificio espiritual, de
desprenderse de la materia que lo condena a la degradación y a la
muerte; y El Señor del Viento o soplo divino de la conciencia, que le es
trasmitido a la materia o energía luminosa, y que también es
representado como "La Serpiente Emplumada".
Prevalecen otros conceptos básicos de la religión, como el de la
existencia de trece espacios míticos de la tierra hasta lo más alto del
cielo. La superficie de la tierra simbolizado por un inmenso caimán. Y
el inframundo constituido de nueve espacios. Un lugar que es el
origen, la "casa original". Un paraíso que tiene relación con el Señor
del Agua y el lugar que representa la máxima aspiración humana. "La
casa del Sol", el lugar en donde no se sufre, ni se muere; La casa del
Señor que se inventa así mismo, El Invisible, El Impalpable, El Dador
de la Vida...simbolizado por "El Sol" y que a su vez es representado
simbólicamente por una Águila.
Sin embargo, la piedra fundamental en la que está construida
la religión de los antepasados, se encuentra en las dos figuras claves:
El Señor del Agua y El Señor Viento, que es también representado
como La Serpiente Emplumada.
La "divinidad del agua" es una forma de representar el
fenómeno de la vida. La "divinidad del viento" es una manera de
simbolizar a la sabiduría humana. De esta manera, la vida es
precedida, del soplo de la conciencia, que da la sabiduría; como la
79
lluvia fecundadora de la tierra, es precedida por los vientos que la
anuncian.
Los Viejos Abuelos tenían dos grandes líneas de conocimiento.
Una era masculina: exacta, perfecta, inmutable...la mecánica celeste.
La otra era femenina: bondadosa, caprichosa, sustentadora... La
naturaleza. De la observación atenta del cielo y la naturaleza, a lo
largo de cientos de atados de años, lograron conocer sus secretos y
misterios.
Por esto lograron saber los Viejos Abuelos, que el universo
está constituido por solo dos clases de energía. De ahí que en toda la
religión y la vida social, siempre lo representan. Este par de energías
es opuesto, pero al mismo tiempo se complementan, formando la
unidad.
La primera energía es “la luminosa” y viene en principio del
sol, por ello le llaman "nuestro padre" o " El Supremo Señor de los que
vuelven". Esta energía arriba a la tierra en su estado más puro: como
Luz. A partir de su llegada empieza un interminable camino ascendente
de "reciclajes", en los que cada vez se va condensando. De modo que
todo cuanto existe en la tierra, algún día fue luz; y si a una piedra, un
árbol o al mismo hombre, lo reducimos a su expresión más pequeña,
esta será la energía. Esta energía es la generadora de la Vida y por
ello, los Viejos Abuelos la representaron como la "Divinidad del Agua",
por su poder creador, pero ni es dios, ni se adora al agua.
La segunda energía es la Espiritual y es un misterio insondable
su origen. Sin embargo esta energía es aún más pura que la luz. En
una primera instancia es concedida a los seres vivos, con el misterio de
la vida; pero después, todos los seres vivos pueden y deben acrecentar
esa primera chispa de energía espiritual, ese soplo de conciencia
divino.
Este "soplo divino", que le imprime vida espiritual a la energía
luminosa, resulta indispensable para la marcha del universo y aunque
existe en todos los seres vivos, en el ser humano encuentra su mayor
potencializador. Los Viejos Abuelos representaron esta energía, como
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la "Divinidad del Viento". Esta energía espiritual puede ser acrecentada
a través de la sabiduría, por lo que otra de las representaciones de la
energía espiritual, es La Serpiente Emplumada, símbolo por excelencia
del conocimiento y sabiduría de los Viejos Abuelos.
De esta manera, la sabiduría que está agazapada en la
religión de nuestros sabios antepasados; desde los más remotos
orígenes, tiene siempre presente a "La Divinidad del Agua" y en
especial a la "Serpiente Emplumada", como la expresión más exaltada
del anhelo humano; en el cual su espíritu, escapando a las tinieblas de
la materia y su inexorable corrupción; reencuentra a través de la
sabiduría y el sacrificio espiritual, su origen luminoso.
Querido joven, esperanza de nuestro pueblo -dijo el sumo
sacerdote, después de guardar unos minutos de silencio debes de
saber, que todo lo que nos legaron nuestros sabios antepasados en
nuestra religión, en las costumbres, leyendas y en todo lo que
conforma nuestra existencia; se pude sintetizar en la posibilidad que el
ser humano tiene, de liberar su energía espiritual de su materia,
condenada a la inercia de la corrupción y muerte.
Esa es la maravilla y el prodigio de ser hombre y estar vivo.
Esto se logra a través de toda una vida de sacrificios y llena de
sabiduría y virtud. El hombre está compuesto de dos energías opuestas
y al mismo tiempo complementarais. La materia y el espíritu se
requieren la una de la otra. El desafío es la búsqueda del equilibrio; la
purificación de la materia, con el fuego cósmico del sacrificio, que
libera a el espíritu de la muerte terrenal.
Así, la vida es la oportunidad, que el hombre tiene de
trascender la existencia. Es la búsqueda de un estadio más elevado de
su energía espiritual. Trascender la muerte de la materia, en la
búsqueda de la vida eterna del espíritu. Milenaria aspiración de los
seres humanos en la tierra."
Águila Nocturna preguntó al sumo sacerdote, el por qué se
mantenían estos conocimientos lejos de los hombres del pueblo. Por
qué, solamente se conocía las formas externas de la religión.
81
Relámpago de la Noche guardó silencio un tiempo, como para
pensar las palabras exactas, que explicaran la milenaria tradición.
-El campesino cuando cosecha el maíz, guarda los mejores
granos para el nuevo ciclo. Esos granos, los mejores, serán usados
como semillas para la nueva siembra, y de esta manera se conserva el
maíz entre los hombres.
De igual manera, no todos los hombres se convertirán en
semillas de un nuevo ciclo. Para los hombres comunes los viejos
abuelos nos dejaron una religión, normas y conocimientos, que
propician la armonía y el bienestar de la comunidad.
La vida de los hombres y la comunidad, son muy importantes
en la creación de la energía espiritual. La energía generadora, El Señor
del Cerca y del Junto requiere de la energía espiritual que los seres
humanos producen. Como un campesino, “El que se inventa así
mismo”, siembra a los hombres en la tierra y les provee, como todo
campesino, de lo que está a su alcance, para que las semillas
germinen, crezcan y lleguen a su plenitud. El Señor, “que es viento y
noche, por el que vivimos”; recoge su cosecha, que no es otra cosa
que la energía espiritual, la conciencia de Ser. Por esto, no es
conveniente que los hombres comunes conozcan estos misterios.
-¿Quiere usted decir, venerable y sumo sacerdote, que la
energía espiritual del hombre, es el alimento de nuestro Señor todo
poderoso?- preguntó azorado el estudiante.
-¿No te parece ilógico, que en este mundo, en donde todo es
una cadena alimentaria; el ser humano no integre un eslabón más?" contesto el sacerdote, frunciendo el entrecejo.
-Ser alimento del Sol, es regresar al origen mismo de la
Divinidad Suprema, te conviertes en parte de él- dijo Nube Grande,
agregando después de una pausa-. Como ves, hay ciertas cosas que es
mejor, que no las conozcan los hombres comunes. Los Viejos Abuelos
fueron hombres extremadamente entendidos, sabían porque hacían las
cosas.
82
-Ellos también nos enseñaron que el mundo del conocimiento,
se divide en tres partes: El mundo conocido, que por cierto es muy
pequeñito. El mundo desconocido, pero que el hombre puede llegar a
conocer, a través de un inmenso esfuerzo y que es por cierto,
ligeramente más grande que el conocido; y tercero, el mundo
desconocido, que jamás por ningún motivo o milagro, el hombre
llegará a conocer y que es inconmensurable e infinito.
Ante esta tremenda realidad, que nos coloca en nuestra
verdadera dimensión; ante la maravilla y el prodigio de ser hombre,
estar vivo; y poder llegar a la conciencia y con ello a la libertad total.
Bordeamos siempre, por el desfiladero de nuestra estupidez,
irresponsabilidad e indolencia existencial. La vida transcurre por breve
tiempo. Es tan solo una pequeñísima oportunidad.
Para Águila Nocturna esa tarde fue inolvidable. A partir de ahí,
le nació un gusto muy especial por aprender y recordar, todos aquellos
poemas y discursos de los Viejos Abuelos, que antes pasaban por la
superficie; y ahora, llegaban al centro de su corazón.
19
La amistad surgida entre Relámpago de la Noche y Águila
Nocturna fue cobrando día con día, mayor intensidad. Relámpago de
la Noche invitaba con frecuencia a su alumno distinguido, a que lo
acompañara en las celebraciones y rituales del pueblo. El sumo
sacerdote tenía la esperanza de despertar en Águila Nocturna la
vocación del sacerdocio, y el muchacho siempre sediento de
conocimientos, no desaprovechaba ninguna oportunidad. Sin embargo
Serpiente de Fuego en su calidad de tutor, veía con preocupación el
interés del sacerdote, en tanto que la tradición señalaba que, el
alumno debía estar libre de influencias en cuanto a la decisión de la
forma en que debía servir a su pueblo.
Uno de esos días, Águila Nocturna acompañó al sumo sacerdote
a una ceremonia, en la que la hija mayor de uno de los miembros del
Supremo Consejo, dejaba de ser niña y pasaba a ser doncella
83
Para ello se realizaba una gran fiesta, en la que todo el barrio
en el que vivía estaba invitado, en especial, los padrinos de bautismo y
la familia. Por la alta investidura del padre, también fue invitado
Relámpago de la Noche, quien ofició la ceremonia. Águila Nocturna
quedó profundamente impresionado, por las palabras que el padre, en
un momento le dirigió a su hija de esta manera:
-"Tú, hija mía, preciosa como cuenta de oro y como pluma rica,
salida de mis entrañas, a quien yo engendré y que eres mi sangre y mi
imagen, que estás aquí presente, oye con atención lo que te quiero
decir, porque ya tienes edad de discreción: dios creador te ha dado
uso de razón y de habilidad, el cual está en todo lugar y es creador de
todos; y puesto que es así que ya entiendes, y tienes uso de razón
para saber y entender cómo son las cosas del mundo y que en este
mudo no hay verdadero placer, ni verdadero descanso, más antes hay
trabajos y aflicciones y cansancios extremados, y abundancia de
miserias y pobrezas.
Nota bien lo que te digo, hija mía: Nuestro Señor nos dio la
risa, y el sueño, y el comer y el beber con que nos criamos y vivimos,
nos dio también la maravillosa oportunidad de multiplicarnos; todas
estas cosas dan algún contento a nuestra vida por poco tiempo,
porque nadie piensa en la muerte.
Pues nota ahora y oye con sosiego, que aquí está tu madre y
señora, de cuyo vientre saliste, como una piedra que se corta de otra,
y te engendró como a una hierba que engendra a otra, así tú brotaste
y naciste de tu madre; has estado hasta aquí como dormida, ahora ya
has despertado.
Es menester que sepas cómo vivir, y cómo has de andar tu
camino, por que el camino de este mundo es muy dificultoso, y mira
hija mía, palomita mía, que el camino de este mundo es
espantablemente dificultoso.
Sábete que eres noble y generosa, considérate y conócete
como tal; aunque eres doncellita eres preciosa como un jade, y fuiste
labrada y esculpida de noble sangre, de generosos parientes, que ya
entiendes y tienes discreción y usas de razón; mira que no te
84
deshonres a ti misma, mira que no te avergüences a ti misma, mira
que no avergüences y afrentes a nuestros antepasados; mira que no
hagas alguna vileza, mira que no te hagas persona vil, puesto que eres
noble y generosa.
Ve aquí la regla que has de guardar para vivir bien en este
mundo, entre la gente que en él vive, mira que eres mujer, nota lo que
has de hacer de noche y de día, debes orar muchas veces y suspirar al
dios invisible e impalpable, que se llama “Noche y Viento"; demándale
con fervor, la virtud y el secreto de tu cama y de tu recogimiento; mira
que no seas dormidora, despiértate y levántate a la media noche y
llámalo a tu corazón; entonces te oirá, entonces habrá misericordia
contigo, entonces te dará lo que te conviene y aquello que sea digno
de ti.
Hecho esto comienza luego a hacer lo que es de tu oficio de
mujer; hacer cacao, o a moler el maíz, o a hilar; mira que aprendas
muy bien como se hace la comida y bebida, para que seas bien hecha.
Por que las tres piedras que son el cimiento dela casa, que es el lugar
donde está el fuego del hogar, son responsabilidad de la mujer.
Mira que seas en esto muy avisada y muy diligente; mira que
no dejes de saber esto por negligencia o por pereza, porque ahora que
eres doncella tienes buen tiempo para entender esto, por que tu
corazón está simple y hábil es como una piedra preciosa de jade, y
tiene habilidad porque aún no está mancillado de algún pecado: está
puro y simple y limpio, sin mezcla de alguna mala afección, y también
porque aún vivimos los que te engendramos, porque tú no te hiciste a
ti, ni te formaste, tu madre y yo tuvimos este cuidado y te hicimos,
porque esta es la costumbre del mundo, no es invención de alguno, es
orientación del Señor nuestro dios que haya generación por vía de
hombre y de mujer, para hacer multiplicación y generación.
Y entre tanto que somos y vivimos, y en nuestra presencia y
antes que muramos, antes que nos llame nuestro Señor, conviénete
mucho, hija mía muy amada, mi paloma, mi primogénita, que
entiendas estas cosas dichas y las sepas muy bien, para que después
de nuestra muerte puedas vivir honrada y entre personas honradas.
85
Mira, hija mía, que notes muy bien lo que ahora te quiero
decir; mira que no deshonres a tus padres, ni siembres estiércol y
polvo encima de tus pinturas, que significan las buenas obras y fama
de tus antepasados, los viejos y sabios abuelos: mira que no los
difames. Mira que no te des al deleite carnal; mira que no te arrojes
sobre el estiércol y hediondez de la lujuria; y si has de venir a esto,
más valdría que te murieras luego.
Esto que he dicho, hija mía te doy para tu doctrina, para que
te sepas valer; y con esto hago contigo lo que debo delante de dios; y
si lo pierdes o lo olvidas, sea a tu responsabilidad, que yo ya hice mi
deber. ¡Oh hija mía muy amada, primogénita palomita, seas
bienaventurada y nuestro Señor te tenga en su paz y reposo".
Al término de la fiesta Águila Nocturna le preguntó al sumo
sacerdote, quien había inventado estos discursos; y Relámpago de la
Noche le dijo:
-Hace muchos atados de años, de los que hoy nadie se puede
acordar, Los Viejos Abuelos dejaron su sabiduría para que los hombres
vivieran en armonía y equilibrio. Estas verdades y muchas otras más,
que por ahora desconoces, son el legado más importante de nuestros
antepasados y los nombramos en su conjunto Toltecáyotl. A pesar del
tiempo siguen vigentes y lo seguirán, porque el corazón del ser
humano no cambia.
La Batalla Florida es y seguirá siendo la misma. En la vida no se
necesita ser "malo" para caer en los abismos de la degradación
humana. Basta tan solo con "soltarse", en aflojar la fuerza espiritual
que nos sostiene en el mundo, para que la inercia de nuestra materia,
nos conduzca veloz, a los infiernos de nuestra estupidez.
La mujer y el hombre conforman la unidad. Pares opuestos y
complementarios. Lo que tiene uno, le falta al otro el inversamente.
Cada uno necesita del otro, para vivir y lograr la plenitud y la armonía.
Los Viejos Abuelos nos dejaron para la eternidad este y otros
conocimientos en las grecas. Debes observarlas con detenimiento. Para
los ojos profanos solo son dibujos o grabados decorativos. Para
nosotros, significa un recordatorio permanente de nuestros
86
conocimientos, una norma de vida, misma que nos ayuda a acercarnos
a la virtud, - y al decir esto, Relámpago de la Noche le señaló las
grecas que decoraban la barda de La Casa de la Medida adonde iban
llegando en esos momentos.
Esta figura como ves, está compuesta de cuatro escalones, al
llegar al cuarto, corre proporcionalmente a su derecha y baja,
doblando brevemente hacia la izquierda. La figura en principio semeja
a un caracol cortado transversalmente, que es uno de los símbolos de
La Divinidad del Viento o la Serpiente Emplumada, que no es otra
cosa, que la sabiduría y el soplo divino de la conciencia.
Pero al repetirse sucesivamente, en apariencia forman una
greca. Generalmente está pintada con un color fuerte, sobre fondo
blanco, llevando dos líneas paralelas a manera de marco. Pues bien
joven cachorro, aprendiz de cazador...¿que no te has dado cuenta que
en la parte no coloreada, ¡ se repite una greca igual pero opuesta, que
complementa a la primera?
Este conocimiento forma parte fundamental de la sabiduría de
los Viejos Abuelos. Todo cuanto existe en el universo, está formado de
dos partes opuestas y complementarias. En todo lo bueno, siempre
existe su contraparte mala; en toda alegría, siempre hay algo de
tristeza; todo conocimiento encierra ignorancia. En todo lo positivo, en
su origen existe algo negativo; en todo lo negativo, siempre existe en
su esencia, algo positivo. Es una ley del universo.
Volviendo a la relación del hombre con la mujer, te diré que la
unión del cielo y la tierra, la encarna el ser humano; la unión de la
mujer y el hombre la encarna la familia.
La familia es la unidad indivisible de la comunidad, de esta
manera; el hombre se aboca más al desarrollo de lo material y la
mujer al desarrollo de lo espiritual. Por ello la mujer es tan importante
como el hombre, de hecho, después del supremo consejo y la
asamblea del pueblo; la autoridad que le sigue, está integrada por dos
personas y una de ellas, tiene el título de “mujer serpiente".
Como ya has aprendido, casi todo en la vida es sacrificio. Los
Viejos Abuelos nos han enseñado que el individuo tiene que
87
sacrificarse por la familia y la comunidad, no existe mejor alternativa
en la vida".
20
La vida en La Casa de la Medida representaba un desafío cotidiano
para Águila Nocturna. Con el tiempo había desarrollado un eficaz
equipo de trabajo con sus tres compañeros y Serpiente de fuego,
quien hábilmente los introducía por los misterios de la cara oculta del
conocimiento.
Las matemáticas eran una herramienta indispensable para
entender estos misterios. Serpiente de Fuego en una de sus
acostumbradas clases, inició con el siguiente discurso:
-Nuestro Señor, El del Cerca y del Junto, nos dio un lenguaje
común a todos los hombres. Fueron nuestros Viejos Abuelos quienes lo
aprendieron de la observación del firmamento y la naturaleza. El arte
de contar se pierde en el principio de los tiempos. Se le nombró "La
cuenta de elementos semejantes por alguien"
El ser humano necesitó de las matemáticas para conocerse así
mismo y al universo que le rodeaba. La primera referencia fue su
propio cuerpo. Así, primero obtuvo el número uno a partir de la unidad
que él representa; después el cuatro de sus extremidades, el cinco de
la suma de los dedos de su mano; el siete de la suma de las
articulaciones superiores; después el diez y el veinte de la suma de
todos los dedos. El número trece de la suma de las articulaciones más
importantes del cuerpo. El número nueve de los orificios que tiene el
cuerpo, contando el ombligo.
De la observación de la naturaleza y el cosmos dedujo: De la
luna, observó que tiene trece lunaciones en un año. Que la tierra tarda
trescientos sesenta y cinco días en cumplir su órbita en torno al sol.
Que el clima tiene cuatro períodos de noventa y un días en un año,
que dos períodos de noventa y un días forman el ciclo del maíz, que
tres ciclos de noventa y un días conforman una gestación humana. El
paso de la tierra exactamente abajo de las siete estrellas que casi se
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tocan, formando el símbolo de la palabra; tarda exactamente cincuenta
y dos años, lo que conocemos como un atado de años.
A lo largo de muchos atados de años, los Viejos Abuelos
llevaron las matemáticas de la observación a la práctica. Las ciencias
como la ingeniería, la arquitectura, la astronomía y la agricultura,
recibieron un fuerte impulso gracias al desarrollo de este conocimiento.
Los antepasados nos enseñaron a dejar el conocimiento en
grecas, que a través de las matemáticas, abandonan su papel
decorativo y estético solamente, para pasar al campo del conocimiento
oculto, a la tinta roja y negra.
Otra forma de trasmitir el conocimiento a través de las
matemáticas es el bordado. Por esto, nuestras mujeres a lo largo de
más de cien atados de años, se han convertido en expertas de las
matemáticas, sin necesidad de usar solamente la razón.
Por que haz de saber, que la razón, no es el único medio que
tenemos para adquirir conocimiento; es más, existen otros mucho más
efectivos, que por ahora no se te pueden revelar. Así, los animales y
las plantas, adquieren conocimiento, no como nosotros, pero tiene
conocimiento. Por ejemplo los insectos, no tienen “inteligencia"...pero
no son estúpidos. En cambio tú puedes ver a tantos seres humanos,
que con la capacidad de pensar, viven peor que animales. Un ser
humano puede, con muchos trabajos, abrir su capacidad de percepción
y entonces percibir el mundo de muchas maneras diferentes. Como un
árbol, un pájaro o quizás, como una ráfaga de aire. Joven estudiante,
como ves; la vida y el mundo, son un insondable misterio."
Cierta noche, cuando dormían todos los estudiantes, los
caracoles de los barrios y templos, empezaron a sonar. El pueblo
entero despertó con la noticia de que había muerto el Sumo Sacerdote
del Templo Mayor. La comunidad entera inició las ceremonias
luctuosas. El Consejo Supremo, acordó por unanimidad, solicitar a las
autoridades religiosas de "La ciudad de los Muertos", lugar sagrado
que se encontraba a un día de camino hacia el oriente, la posibilidad
de llevar a enterrar al difunto a ese milenario recinto sagrado.
89
Relámpago de la Noche, con algunos alumnos sobresalientes
de La Casa de la Medida, se sumaron a la comitiva luctuosa. Durante el
camino Águila Nocturna platicó ampliamente sobre la muerte.
-La vida y la muerte forman un par, opuesto y
complementario -dijo Relámpago de la Noche- . No podemos llegar a
tener conciencia de la vida, si no tenemos conciencia de la muerte.
Pero no de la muerte en abstracto, sino de nuestra propia muerte. La
única certeza que tenemos en la vida, es que nos vamos a morir. Por
esto, los Viejos Abuelos nos mantienen presente, en todos sus
mensajes a la muerte, como parte fundamental de la vida. El desafío
es cobrar verdaderamente conciencia de la muerte. Valorar la vida y
actuar en consecuencia, aprovechando, cada instante y cada acto,
como si fuera el último de nuestra existencia. Si actuáramos de esa
manera todos los días, no desperdiciaríamos la maravillosa oportunidad
de estar vivos. No tendríamos tiempo de sentirnos tristes, enojados o
frustrados; frente a la muerte, todo lo demás, se convierte en lo de
menos. Si no es así, de todos modos la muerte es tan generosa, que
nos libera de nuestra estupidez, tarde o temprano.
Al llegar a la Ciudad de los Muertos, Relámpago de la Noche
llevó a los jóvenes a conocer los impresionantes edificios. La Ciudad de
los Muertos fue construida en ese sitio, por los Viejos Abuelos en el
remoto origen de los tiempos; ya que ahí, la tierra succiona la energía
de la atmósfera y la conduce a sus entrañas; además existe una
profunda gruta, que nadie le ha encontrado el fin, por lo que se cree,
que llega hasta las mismas puertas del palacio del Señor de la Muerte.
En torno a la entrada de la gruta, se construyó el edificio principal, que
como todos los edificios, tiene en sus paredes decoradas con tableros,
que tienen grecas formadas por pequeñas piedras, muy bien pulidas y
ensambladas sin argamasa. Estas grecas representan la imagen de la
vida, a través del rayo asociación del agua; el símbolo de la Serpiente
Emplumada y su soplo divino, dador de conciencia, a través del caracol
cortado de manera transversal; la imagen del sacrificio, que el hombre
de hacer, en la búsqueda del equilibrio, a través de un símbolo,
parecido a la letra "S"; y finalmente, la representación de este
anhelado equilibrio, entre espíritu y materia, entre lo conocido y lo
90
desconocido, a través de la cruz llamada de la Serpiente Emplumada.
Que ubica al hombre sobre la tierra, en el centro de sus
potencialidades y sus deficiencias; y a un paso dela eternidad.
Sin embargo -apuntó Relámpago de la Noche. La Ciudad de los
Muertos es también un lugar de iniciación. Aquí se aprende a morir
simbólicamente a la vida profana. Existe una plaza rodeada de cuatro
edificios, abajo del que está hacia el oriente, lugar por donde nace la
luz, los Viejos Abuelos construyeron un recinto de poder, que tiene la
forma de una cruz, símbolo de los cuatro rumbos de la vida y del
universo. En esta "cámara mortuoria" el guerrero debe ayunar
cuarenta días, diez en cada extremo. De este “entierro" voluntario el
guerrero sale purificado. En esta prueba se renuncia a las ataduras de
la vida, el guerrero que la soporta, sale "descarnado" y renace a la
vida espiritual."
Las ceremonias duraron nueve días. Relámpago de la Noche y
los jóvenes estudiantes participaron en cada una de ellas. Al finalizar el
ultimo día, Relámpago de la Noche les dijo a sus alumnos:
-Todo lo que han visto son solo símbolos de algo que no se
puede entender. Uno de los grandes pecados del hombre frente a la
inmensidad de lo sagrado y de lo divino, es su deseo de explicar
humana y detalladamente lo inexplicable e inentendible...¡lo
inconmensurable!
Los Viejos Abuelos, que con toda su sabiduría milenaria, no
llegaron ni siquiera a las puertas del conocimiento, del "Por quién se
vive, del invisible e impalpable"; nos legaron a los hombres comunes, a
los mortales; tan solo estos ritos y algunas historias, para aceptar a la
muerte de una manera más resignada.
Los Viejos Abuelos nos dejaron dicho que la vida, tiene como
principal objetivo llegar purificados a la muerte, que no es otra cosa,
que la vida luminosa de la conciencia. Vivir para morir, sacrificarse
para vivir eternamente. De esta manera la vida se convierte en un
desafío y al mismo tiempo en una maravillosa oportunidad, un camino
que nos conduce a las puertas de la inmortalidad. Sin embargo no
91
todos los seres humanos tienen la fuerza espiritual, el dominio de su
voluntad y el valor de encarar la vida y la muerte de esta manera. Por
ello existen cuatro lugares para los muertos, según hayan vivido. El
más importante es "La Casa del Sol", que está destinada para aquellos
hombres que lucharon por la trascendencia del "Ser"; para los
Guerreros de la Batalla Florida, los que lograron florecer su corazón a
base de "flor y canto".
El segundo lugar, es donde está "El Árbol Nodriza". Ahí van los
niños muertos, quienes se alimentan de un bello y frondoso árbol, de
cuyas ramas emanan gotitas de leche; estos niños volverán al mundo,
para poblarlo cuando se destruya el Quinto Sol.
El tercer lugar, es "La Casa de la Divinidad del Agua", lugar al
que llegan los que mueren por un rayo, ahogados, leprosos y los que
su muerte este asociada con el agua. "La Casa de la Divinidad del
Agua" es también la mansión de la luna, en ella existen condiciones
ideales, un lugar fresco y agradable, es un paraíso.
Finalmente existe un lugar para quienes no alcanzaron la
muerte luminosa del guerrero, ni la muerte tierna del niño, ni la
muerte asociada con el agua. Lugar en verdad terrible -dijo,
Relámpago de la Noche- porque significa la nada, la muerte estéril
producto de una vida estéril, la muerte sin consecuencias y sin
trascendencia; la muerte, para nada. Este es, "El Lugar de los Muertos"
y está gobernado por El Señor de la Muerte y La Señora de la Muerte;
los que mueren producto de una vida estéril y vacía, tendrán que
hacer un largo, penoso y sufrido viaje; para al final, después de cuatro
años de sacrificios, se conviertan en...¡nada!"
Águila Nocturna de regreso a su pueblo, caminó todo un día
sumido en sus pensamientos. Entendía que solo la conciencia de
nuestra propia muerte, nos libera de las cadenas de nuestra estupidez.
Entendía que la muerte es vida, y comprendía entonces muchos
rituales, símbolos y costumbres que Los Viejos Abuelos nos habían
dejado, para que no olvidáramos esta maravillosa verdad. Como una
señal de afirmación y por acuerdo del "Por quien se vive", el sol
92
empezó a declinar en forma espectacular. El cielo, que todo el día
había estado de un azul intenso y transparente, empezó lentamente a
tornarse en un naranja encendido. Águila Nocturna caminaba de cara
al poniente y unió sus pensamientos a la muerte ritual del sol. Con el
lucero de la tarde llegó la comitiva al Valle del Frijól y en la mente de
Águila Nocturna se repetía un poema aprendido en La Casa de los
Jóvenes:
“Me siento fuera de sentido,
lloro, me aflijo y pienso,
digo y recuerdo:
Oh, si nunca yo muriera,
si nunca desapareciera
¡Vaya yo donde no hay muerte,
donde se alcanza la victoria!
Oh, si nunca yo muriera,
si nunca desapareciera
Oye un canto mi corazón:
me pongo a llorar; me lleno de dolor.
¡Nos vamos entre flores:
tenemos que dejar esta tierra:
estamos prestados unos a otros:
iremos a la Casa del Sol!
¿Póngame yo un collar de variadas flores:
en mis manos estén;
florezcan en mis guirnaldas!
¡Tenemos que dejar esta tierra:
estamos prestados unos a otros:
nos vamos a la Casa del Sol!”
21
Los meses transcurrían en La Casa de la Medida. Los estudios
cada vez se profundizaban más. Aquellos jóvenes que entraron, ahora
habían sufrido un cambio notable. Su conducta era más mesurada y
reflexiva. El temple de su espíritu estaba dándolos frutos esperados.
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Serpiente de Fuego una tarde les empezó a hablar de los
símbolos, que los Viejos Abuelos les habían heredado, para escudriñar
los misterios de la vida y del universo.
-Primero les quiero decir, que nuestra civilización es una sola,
por múltiples pueblos y culturas que existen. Los Viejos Abuelos, son
los generadores del conocimiento; nosotros y los demás pueblos que
existen en la inmensa tierra, que está circundada por el agua, venimos
de una sola raíz. Como estos cinco dedos, que son diferentes entre sí,
pero que conforman una mano. Del mismo modo, nosotros vivimos
rodeados de muchos pueblos, desde hace cientos de atados de años.
Nuestros conocimientos y aspiraciones son las mismas; las pequeñas
diferencias son tan solo matices, producto del idioma, la geografía y el
clima, entre otros factores.
Los Viejos Abuelos eran "Los Artistas", los que aprendieron a
pulir "la piedra preciosa" que todos llevamos dentro. Se les conocía
como toltecas y su sabiduría como Toltecáyotl. Ellos no solamente
inventaron la agricultura y con ella, el maíz, los nopales, la milpa, las
tortillas y todos nuestros alimentos, así como la forma de prepararlos.
También aprendieron a descubrir los secretos de las plantas, los
animales y los minerales. Las leyes universales de las matemáticas y su
aplicación a las ciencias como; la astronomía, la ingeniería, la
arquitectura y las leyes sociales que nos rigen con paz y armonía; sin
dejar de mencionar a nuestra religión. Los Viejos Abuelos descubrieron
secretos increíbles de la vida, la muerte y el universo; que se pueden
sintetizar, en el manejo de "la energía" y que tienen como último fin,
encontrar el equilibrio, para llegar a la verdad exaltante de nuestra
conciencia y capacidad espiritual.
En esta ocasión quiero hablarles de dos símbolos básicos para
entender la cara oculta del conocimiento de nuestros Viejos Abuelos
toltecas. El primero es el que conocemos como la cruz de La Serpiente
Emplumada. La cruz en principio está compuesta por cuatro
extremidades, en las que se ubican los cuatro puntos cardinales. En las
tinieblas de la noche y de la ignorancia, el hombre busca la luz del
conocimiento para orientar su vida y el mundo; por ello el Oriente se
encuentra de cara a la luz, arriba. Su color es el rojo y Nuestro Señor
94
del Descarnado o de la Liberación, es quien lo representa; porque es a
través de la luz del conocimiento, como el hombre se libera de la
inercia de la materia. También lo conocemos como El Espejo
Humeante rojo. El Oeste tiene el color blanco y se ubica abajo; está
representado por La Serpiente Emplumada o El Señor del Viento, soplo
divino de sabiduría que engendra la conciencia en el individuo. A mano
derecha está el Sur y su color es el azul. Lo representa El Señor del
Agua o La Lluvia, sustento de la tierra, símbolo de la energía luminosa
que genera la vida en todas sus formas. A mano izquierda está el
Norte y su color es el negro, lo representa El Señor de la Muerte o
Espejo Humeante negro, símbolo de la muerte y la resurrección. Pero
la cruz tiene un quinto punto, el lugar del equilibrio, la parte central;
donde se encuentran y equilibran las fuerzas cósmicas y de la vida. La
esencia y virtud de la existencia.
Lo que es adentro es afuera, lo que es arriba es abajo. El
hombre es una maqueta del universo. Los Viejos Abuelos nos
enseñaron -dijo Serpiente de Fuego- que el centro del hombre es el
ombligo, por ahí llega la vida y entra la muerte. Del ombligo, Los
Viejos Abuelos trazaron una línea imaginaria, que divide al hombre en
dos partes. Una superior, que representa el cielo; del ombligo a la
cabeza y los órganos que le simbolizan, son el cerebro y el corazón. Y
la Tierra, del ombligo a los pies; los órganos que lo simbolizan son, los
riñones y el sexo.
Por ello el hombre encarna nostálgicamente a La Serpiente
Emplumada. El hombre es el punto donde el cielo y la tierra se tocan;
lo divino y lo terreno se unen, el milagro del “Que se inventa a sí
mismo”. La parte material del hombre, que repta en la tierra y la parte
espiritual, que busca elevarse en pos de su origen divino.
Pero el hombre tiene otra división, una línea que lo divide
longitudinalmente en dos mitades. La parte derecha llamada "Tonal" y
que está asociada al hombre, a la razón, el día y el calor; que
pertenece al mundo conocido, al que palpamos, vemos y donde
interactuamos. Y la parte izquierda llamada "Nahual" y que está
asociada a la mujer, a la intuición, a la noche y a la humedad, a lo
95
impalpable e invisible y que pertenece al mundo desconocido, de
nosotros mismos y del universo.
Pero el hombre del Quinto Sol, tiene un quinto punto, una
quinta posición...¡el arriba y el abajo! Esto representa uno de los
grandes conocimientos de nuestros viejos y sabios abuelos. El hombre
no está prisionero en los cuatro rumbos de la tierra. El hombre puede
exaltar su existencia y elevarse, hacia las luminosas alturas de su
origen celeste a través de la sabiduría; o puede degradarse en los
abismos de la materia, prisionero de su estupidez.
Este mensaje está presente en todos los símbolos desde el
mismo origen de los tiempos. Todas nuestras construcciones están
compuestas de cinco partes. Cuatro habitaciones en torno aun patio y
en el centro, una pequeña construcción. Cuatro conjuntos de edificios
en torno a una gran plaza y unos edificios en el centro. Nuestras
pirámides por lo general tiene cuatro secciones y una construcción en
la parte más alta; y si observan una pirámide desde las alturas o un
plano de ellas, apreciaran cinco cuadrados de manera concéntrica. Lo
mismo significa el símbolo "Cinco flor"; cuatro pétalos y una parte
central. Los "cinco puntos" ustedes los pueden observar en nuestros
textiles, cerámica, códices y todo cuanto nos rodea. Este es el símbolo,
el verdadero desafío...¡es encarnarlo!
El segundo símbolo del que hoy quiero hablarles, es el de ciertos
animales que los Viejos Abuelos nos enseñaron a utilizar. Una de las
limitaciones que tenemos los humanos para hablar de lo secreto y lo
innombrable, es que los sentimientos son más grandes que las ideas y
estas más grandes que las palabras. Existen muchos conocimientos
ocultos de los Viejos Abuelos toltecas, que no los podemos expresar en
palabras. Por ello, desde hace muchos atados de años, los que nos
precedieron, usaron símbolos y animales, para referirse a lo
impronunciable. Los "Artistas de la piedra interior", los toltecas,
prefirieron la poesía como medio de expresión espiritual, porque bien
sabían que el alma, escucha mejor "El flor y Canto"; el medio es la
poesía, el fin el Espíritu. Los Guerreros de esta batalla florida, también
usaron al águila, al jaguar y a la serpiente. Símbolos respectivos del
96
Sol, La energía suprema, El Espíritu, para el primero. La Noche, la
Tierra, La Materia para el segundo y la Sabiduría, El sacrificio y la
Energía espiritual, para el tercero. De esta manera los Guerreros de la
Batalla Florida, simbolizaban su conocimiento; como guerreros
jaguares o guerreros águilas.
Finalmente les pido -dijo Serpiente de Fuego- que recorran
nuestro pueblo, visiten los templos y edificios de gobierno, los
mercados y sus propias casas; reconozcan los símbolos del
conocimiento secreto de los Viejos Abuelos y piensen que siempre han
estado aquí, esperando pacientes todo el tiempo del mundo, si fuera
necesario, para el momento de su revelación."
22
Como en esos días bochornosos, que la tierra se calienta, las
nubes se cargan, las cosas se detienen y todos esperan la tormenta.
Así la atmósfera de La Casa de la Medida estaba cargada. Todos
presentían que el final de la enseñanza estaba por llegar y que
tendrían que abandonar su último nido, antes de emprender su propio
vuelo, su propia Batalla Florida y servir a su pueblo.
En el
sentimientos
amigos y a
comunidad,
adolescencia
pecho de los jóvenes se encontraban enfrentados los
de dejar por una parte a sus maestros, instructores,
su tutor; y por la otra, incorporarse ala vida de la
para servirla y desarrollar lo aprendido durante su
y juventud.
Fue entonces cuando convocó el consejo de La Casa de la
Medida a una asamblea con todos los miembros de la institución,
incluidos los estudiantes. El Rector entonces tomó la palabra y
dirigiéndose a los jóvenes:
-Escuchen con atención, águilas y jaguares, abran las alas de su
entendimiento y de su percepción. Amadas piedras preciosas, bellas
plumas de quetzal, flores bellas y olorosas de nuestro más preciado
jardín. Escuchen con atención, abran su mente, abran su corazón.
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Esta humilde Casa, ha sembrado en su piedra preciosa, lo mejor
de nuestro pueblo, lo mejor de nuestros muertos. Ahora grandes
personas tienen atesorado en su pecho. Las cuales sustentan la tierra
y el cielo con su doctrina y su ejemplo. Sus amorosos y responsables
maestros, han abierto en su presencia los cofres y las cajas donde
están guardadas las riquezas de nuestro pueblo, donde está guardado
y custodiado el tesoro que nuestros Viejos y Sabios Abuelos toltecas
nos legaron; sus palabras, sus consejos.
Y ya que se les ha concedido la dicha de conocer la cara oculta,
de la sabiduría de nuestros antepasados. Es más grande su
responsabilidad; con el pueblo, con los Viejos Abuelos, pero
fundamentalmente con "El por quien se vive, El Invisible el impalpable"
y por supuesto, con ustedes mismos.
Por ello, están obligados a guardar y cumplir estrictamente todas
las enseñanzas que aquí se les ha dado, en favor de nuestra
comunidad, porque con esto, aseguraran su mantenimiento.
Ahora saben que todo ser humano tiene una responsabilidad
intrínseca por el mismo hecho de existir. Que solo estamos por breve
tiempo aquí, que todos estamos en camino de nuestra verdadera casa.
Que la materia no puede ser salvada más que por su propia muerte, a
través de La Batalla Florida y el fuego liberador del sacrificio, que
desprende la energía espiritual, que busca su condición celeste y su
origen divino...¡el alma cósmica!
Ahora tendrán que ir al mundo de afuera y poner en práctica
lo aprendido. El servicio a la comunidad les dará la oportunidad de
llegar "Al Agua Quemada", estar en el centro de la lucha de los
contrarios y buscar el equilibrio. El agua y el fuego son elementos
contrarios...y complementarios, porque solo el fuego libera al agua de
su destino terrenal y si se logra “quemar", el agua se libera de su
destino y se eleva convertida en vapor, en busca de su origen celestial.
Queridos jóvenes; águilas y jaguares, plumas y piedras
preciosas, frutos florecidos de nuestra humilde Casa. Ha llegado la
hora de servir a su pueblo. Unos lo harán en el gobierno, otros en la
administración y otros más en la religión. Cualquiera que fuera su
destino, deben actuar con rectitud, sobriedad y honradez. Todos los
98
ojos del pueblo estarán puestos sobre ustedes. No pueden desviarse
del camino ni un solo dedo. El pueblo necesita quien los organice y
dirija; por ello el pueblo necesita confiar y respetar a sus dirigentes. Si
esto no sucede, porque sus dirigentes se corrompan, se envicien o se
olviden de sus responsabilidades de servir por el bien público; el
pueblo se destruye, se corrompe, se desintegra. No olviden que el bien
público más valioso de la comunidad es el gobierno. Recuerden
mandar obedeciendo.
Servir es la virtud más difícil de la vida. Pero servir con poder,
sin abusar de él, sin servirse de él; representa el desafío más grande
del hombre. El poder marea y destruye al hombre hueco, pequeño y
débil. El poder es uno de los enemigos a vencer y tal vez de los más
peligrosos. Amados y queridos hijos nuestros, esperanza del mañana,
del Sol y de nuestros huesos; abran su corazón y su
entendimiento...¡El hombre verdaderamente poderoso, es el que no
desea nada!, porque ha llegado al dominio completo de sí mismo, de
sus pasiones y debilidades. El vencedor de la guerra florida no quiere,
no desea nada de "nuestro mundo"; cualquier cosa "de las nuestras",
es mucho para él. Para el inmaculado guerrero; solo flores, solo
cantos, en medio de su Batalla Florida.
Hoy en la noche el Supremo Consejo del pueblo se reunirá en
privado, con el Consejo de nuestra institución. Ahí se analizará quienes
de ustedes ya están florecidos, quienes de ustedes ya tienen en su
pecho la semilla del fruto, que será el sustento del pueblo. Sus
maestros y su tutor analizaran con el consejo, sus posibilidades para
servir mejor. Cualquiera que fuera su destino, cúmplanlo con eficacia y
eficiencia... con una lujuria callada por ser lo mejor de ustedes
mismos. Sin miedo, ambición, ni obsesión.
Mañana inicia la etapa más importante de su vida. Así que
retírense a descansar y no se preocupen durante la noche, que
tendrán toda una vida para ocuparse...buenas noches.
Esa noche fue una de las más largas de su corta existencia para
Águila Nocturna. Por su mente pasaron muchos momentos de su vida.
Entendía que había finalizado un período largo de instrucción. En su
corazón existía un sentimiento de desasosiego, de incertidumbre.
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Había cumplido al pie de la letra los principios fundamentales que su
padre había inculcado en él. Durante toda su instrucción en "la Casa de
los Jóvenes y en La Casa de la Medida” había puesto todo su empeño
y capacidad; sin embargo su corazón no estaba conforme, no estaba
tranquilo. Serpiente de Fuego en alguna ocasión le explicó, que cada
hombre tiene un camino, y que este camino es la otra parte
complementaria del corazón. Así, camino y corazón marchan juntos. El
problema es cuando uno no escucha al corazón y vaga solitario por las
veredas, sin rumbo, perdido en los laberintos de la desolación. Todos
los caminos de la vida conducen a la región de los descarnados. La
diferencia es que sí uno recorre un camino acompañado de nuestro
corazón, el camino se llena de flores y cantos, para enfrentar la
dolorosa Batalla Florida en busca de La Casa del Sol.
En el fondo algo le decía que su destino no estaba en los
caminos del gobierno, el sacerdocio o la administración. Y por ello
sentía esta terrible desazón e incertidumbre en su interior. Águila
Nocturna estaba dispuesto a acatar la resolución del Supremo Consejo
de la manera más humilde y eficiente. Sin embargo en su corazón no
existía armonía.
100
D A A N Y B E É D X E.
SEGUNDA PARTE
23
Todo el pueblo vivía los preparativos para la ceremonia de "La
Entrega de Cargos". Los cuatro barrios engalanaban la plaza principal,
con aromáticas flores y papeles decorados, que representaban a los
dioses de los barrios.
El Consejo Supremo había seccionado la noche anterior y había
decidido sobre el destino de los jóvenes, que ese año egresaban de La
Casa de la Medida. Cuando el sol comenzó su paso por el cenit, inició
el banquete en los pasillos del edificio de gobierno. En riguroso orden,
estaban ahí todas las autoridades; las mujeres atendían con prontitud,
como un panal de laboriosas abejas, cada una sabía lo que se tenía
que hacer.
En la plaza mayor, los músicos hacían sonar sus numerosos
tambores, ocarinas y flautas. Después de comer, las autoridades
tomaron su lugar de honor en la plaza. Fue entonces cuando los
jóvenes iniciaron la danza y un coro monumental entonaban
emocionados himnos. Un pequeño ejército de servidores de los cuatro
barrios, mantenían todo lo necesario en la fiesta, especialmente los
braceros que quemaban copal.
En un momento, empezaron a sonar los caracoles marinos. Los
jóvenes terminaron de danzar y la multitud ordenada y expectante
guardó un respetuoso silencio. Entonces tomó la palabra el Sumo
Sacerdote del Templo Mayor y dijo:
101
-¡Oh Valeroso Señor Nuestro, dueño del cerca y del junto; debajo
de cuyas alas nos amparamos, y defendemos, y hallamos abrigo; tu
que eres invisible e impalpable, bien así como la noche y el aire ! Tú
que nos has dado la vida, amado señor de las batallas interiores. Este
día, tu humilde pueblo está de fiesta, por que de tu jardín han brotado
las flores. Por que de tu nopal, han crecido las tunas y están por
florecer. Porque tienes cantos, por que tienes flores.
Señor nuestro, humanismo, piadosísimo, amparador y defensor,
invisible e impalpable, por cuyo albedrío y sabiduría somos regidos y
gobernados, hoy te agradecemos que nos das un puñado de cachorros
jaguares y águilas, para que tu pueblo mantenga su destino de
armonía y bienestar. Para que los hombres seamos dignos de tu amor
y bien aventuranza.
Rogamos les des a estos jóvenes un poco de sabiduría y claridad,
para que cumplan con acierto y dignidad su alta responsabilidad, que
hoy tienen con su pueblo. Amadísimo señor ilumínalos.
Sonaron de nuevo los caracoles y los jóvenes estudiantes entraron
a la plaza en formación. Cada uno llevaba en la mano un bracero con
incienso encendido y se arrodillaron de frente a las autoridades. Tomó
entonces la palabra, el rector de La Casa de la Medida y dijo:
"Hijos míos, escuchen lo que les voy a decir, porque mi voz
representa a las nobles instituciones en donde estudiaron por largos
años. Ustedes brotaron en La Casa de los Jóvenes y en La Casa de la
Medida, ustedes mantiene el honor de los Viejos Abuelos toltecas, que
nos legaron estas sabias instituciones, para mantenerlos en nuestra
mente y en nuestro corazón. Hijos míos, queridísimas plumas de
quetzal, escuchen bien estas palabras que quiero decir y pónganlas en
su corazón. A partir de hoy, ustedes tendrán que servir a nuestro
pueblo; que aquí está presente y que no les permitirá que se desvíen,
ni un sólo dedo de su recto camino, para que cuando lleguen al
invierno de la vida, puedan caminar con la frente en alto y no tengan
vergüenza de verle el rostro a su gente, porque el cargo pasa, pero
nuestros actos se quedan. Servir a su pueblo es el más alto honor que
una persona bien nacida, pueda tener en su vida. Servir al pueblo con
102
entrega, honradez y virtud, es la mejor herencia que puedan dejarle a
sus hijos y nietos. Por ello, el servidor público debe mantenerse
extremadamente atento en sus actos, intolerante con los vicios y las
debilidades, debe estar permanentemente en estado de alerta, pues el
poder corrompe a los mortales, los hace ciegos, sordos y caprichosos.
Hoy hijos míos, los entregamos con bien a su destino.
Sonaron nuevamente los caracoles marinos. Fue el momento en
que tomó la palabra a nombre del gran Consejo Supremo, "El que
Habla", diciendo:
-¡Oh serenísimo y humanísimo Señor nuestro! aquí has oído a tu
pueblo. Aquí ya han brotado flores y canto, palabras muy dignas de ser
encomendadas por los sacerdotes y los maestros. Pienso, y tengo para
mí por cierto, que las grabaran en su corazón y las pondrán en obra
hasta su muerte. Recibamos a nuestros frutos prometidos, que pronto,
muy pronto serán "el corazón del pueblo".
Estas piedras preciosas, estas plumas de quetzal, han terminado su
educación y su instrucción para servir al pueblo. Ahora se han
acercado al corazón del pueblo, deben siempre actuar con suma
humildad y prudencia. No pueden volverse orgullosos o altivos, por
más alta que sea su responsabilidad, siempre recuerden que ante
todo, son servidores del pueblo. Que mandan obedeciendo.
La austeridad y la sobriedad deberán regir todos sus actos. De
ahora en adelante su vida íntegra, pertenece al pueblo; con sus actos
cotidianos, en su casa y en los edificios públicos, ustedes
representarán los valores más altos de nuestra herencia milenaria.
Miren bien de ser ejemplo limpio, puro, sin mancha alguna. Cuiden
bien de ser diligentes, atentos y responsables en el arte de gobernar y
administrar. Mantengan la templanza de espíritu, que forjaron en
nuestras sabias instituciones de educación. Cumplan escrupulosamente
y hagan acatar las leyes y normas de nuestras instituciones. La más
mínima corrupción de ellas, significa el comienzo de nuestra
destrucción. En su mente y su corazón, está el destino de nuestro
pueblo.
103
La ceremonia continúo hasta media noche. La música y la danza
unían al pueblo con la inmensidad de la bóveda celeste y las estrellas.
La energía que producían, subía en espiral y lograba, que el cielo y la
tierra se besaran.
Águila Nocturna escuchaba a lo lejos el sonoro ritmo de los
tambores. Se encontraba recluido en el templo de La Casa de la
Medida por orden del Supremo Consejo, quien por mayoría había
decidido que el joven tendría un camino diferente. Serpiente de Fuego
había logrado demostrar, que Águila Nocturna debía proseguir sus
estudios.
A la mañana siguiente, el Supremo Consejo mandó a llamar a Águila
Nocturna y a su tutor. Al joven se le informó de la decisión y le
ordenaron a Serpiente de Fuego, llevar primero al muchacho a "Las
Grandes Aguas" y Después a "La Ciudad de los Muertos", según la
tradición, a que hiciera la prueba de su templanza; y si la aprobaba,
entonces que lo condujera hasta la puerta de DAANY BEÉDXE, La
Montaña del Jaguar y regresara al Valle del Frijól, a dar cuenta de la
tarea encomendada.
De inmediato se hicieron los preparativos para el viaje. Cinco días
después Serpiente de Fuego y su alumno salieron hacia "Las
Grandes Aguas". Llevaban cada uno como bastimento; una cobija
gruesa de algodón, un guaje para el agua, una red con tortillas,
chapulines y chocolate. Caminaron hacia el sur, hasta terminar el Valle
del Campo de las Flores de Maíz. Después iniciaron el ascenso a la
cordillera, cuando llegaron a la parte más alta Serpiente de Fuego;
como era la tradición, le vendó los ojos al joven e iniciaron el
descenso. El maestro tenía que guiar al alumno y describirle todo
cuanto veía en el camino. Los cambios se dieron cuando llegaron a la
media montaña y a la costa, lugar en el que nunca había estado Águila
Nocturna. Pacientemente el maestro le describía al alumno de manera
detallada, todas las plantas, animales y paisajes, que iban encontrando
a su paso. Pero lo más espectacular e impresionante fue cuando
llegaron a la playa. La excitación del alumno creció al límite, cuando
escuchó al mar. Serpiente de Fuego entonces le habló sobre los
misterios de “ Las Grandes Aguas". Le dijo que los Viejos Abuelos,
104
habían dejado por cierto, que del otro lado de estas inmensas aguas,
existen tierras y pueblo que alguna vez tuvieron mucho contacto con el
nuestro. Que la propia Serpiente Emplumada y los "artistas" de la
piedra interior, hacía muchos atados de años, habían llegado a estas
tierras por las grandes aguas del Oriente.
Las olas del mar rompían con violencia sobre la playa. Águila
Nocturna estaba totalmente extasiado, nunca antes en su vida había
escuchado un sonido tan fuerte y compuesto a su vez, de miles de
pequeños sonidos. Entonces, Serpiente de Fuego le quitó lentamente
la venda al joven, retirándose para dejarlo solo frente al mar.
Por largo tiempo Águila Nocturna se quedó inmóvil. Lo que estaba
frente a su ojos, con mucho superaba su capacidad de asombro.
Nunca antes había visto a un ser vivo tan grande y poderoso.
A lado de él, se sentía pequeñito e indefenso; pero al mismo tiempo
surgía un sentimiento de fascinación, que a pesar de él mismo, lo
atraía magnéticamente. Un sentimiento ancestral empezó a surgir
misteriosamente de lo más profundo de sus adentros, un cuasi
recuerdo desde los más milenarios y remotos orígenes de la vida
perturbaba su mente. Como hipnotizado estuvo frente al mar a lo largo
de muchas horas. Perdida la vista en el horizonte, su percepción se
ampliaba y podía percibir sin el uso de la razón a esa inmensidad que
estaba frente a él, con sus millones de pequeños movimientos de las
olas y al mismo tiempo, con la aparente inmovilidad de su inmensidad,
el mar representaba el encuentro más extraordinario de su vida.
Cuando llegó la tarde y con ella la puesta del sol, subieron a un
acantilado, donde el espectáculo del naufragio del sol fue soberbio. En
el horizonte, el sol descendía lentamente hacia el Poniente, el cielo
estaba completamente enrojecido, con jirones de color naranja. El mar
parecía que se daba cuenta del instante en que el sol penetraba las
aguas y cobraba mayor intensidad su violencia sobre las mudas rocas
que no entendían la furia marina.
Apareció entonces Venus y la noche cubrió todos los espacios.
Al día siguiente, los tumbos del mar contra la arena los
despertaron en la madrugada. Caminaron hacia el Norte, hasta llegar a
105
una aldea que estaba ante una hermosa y pequeña bahía, llamada "El
lugar en donde se venera al Madero". Los aldeanos los recibieron con
esa hospitalidad y cortesía, que caracteriza a los hijos de La Serpiente
Emplumada. Esta pequeña aldea tenía una gran importancia religiosa
para los pueblos de la costa, ya que aquí llegó hace muchos atados de
años La Serpiente Emplumada y además de dejar sus enseñanzas,
dejó clavada una inmensa cruz de madera a la orilla del mar, como
símbolo de su sabiduría. La cual era venerada como una preciosa y
sagrada reliquia. Después siguieron caminando por la costa hacia el
Poniente, hasta llegar a una imponente ciudad llamada "El Cerro de las
Aves", recinto muy antiguo de las autoridades de los pueblos de la
costa. Aquí estuvieron veinte días hospedados en La Casa de la
Medida, donde fueron tratados de manera muy cordial y respetuosa,
por los sacerdotes y maestros de la institución, quienes sabían el
motivo del viaje; por lo cual dejaron ver al joven estudiante sus
códices y platicaron con él ampliamente.
Finalmente partieron hacia "La Ciudad de los Muertos", en
donde Águila Nocturna tenía que realizar su prueba de iniciación.
Nuevamente cruzaron las montañas para ir tierra adentro.
Esta ocasión la llegada a "La Ciudad de los Muertos" fue por la
noche. A propósito Serpiente de Fuego retrasó la llegada y entraron
por la puerta Sur. Ahí los estaban esperando los sacerdotes del templo.
Águila Nocturna se pintó todo el cuerpo de negro y un sacerdote le
decoró en el pecho, un caracol blanco con un corte transversal. Pasó
toda la noche en una habitación obscura y por la mañana entró un
hombre también pintado de negro y le explicó detenidamente todo
cuanto tenía que hacer, para finalmente preguntarle si estaba
dispuesto a cumplir con el ritual.
-Este es un viaje sin retorno, estás a tiempo de cancelarlo; pero
debes saber que en cuanto comiences, la luz o la oscuridad te
esperaran para siempre. Ya no podrás regresar. Sentenció el hombre
de negro.
Águila Nocturna fue llevado al interior de una profunda caverna,
que estaba en el patio principal de una plaza en el conjunto norte del
106
recinto. Con un ceremonial impresionante, en el que intervinieron
cuarenta personas, entre sacerdotes, músicos y guerreros; se levantó
una inmensa y pesada loza, que cubría la entrada. Lo acompañaron
cuatro hombres, cada uno pintado respectivamente de negro, rojo,
azul y blanco. Quienes llevaban un escudo y una lanza en la mano
izquierda y en la derecha una antorcha. El camino estaba lleno de
gruesas columnas que sustentaban la techumbre, entre columna y
columna estaban ofrendas antiquísimas, más adelante empezó a ver
esqueletos. En los muros estaban gravados códigos de grecas que se
repetían sucesivamente. Cada vez que se adentraban en la gruta, el
calor y los olores se tornaban más pesados; el piso estaba húmedo y
lleno de animales ponzoñosos.
Después de cinco horas de camino, pasando por estrechos
túneles y amplias galerías, llegaron a una inmensa sala, que tenía
treinta cuerpos de una circunferencia irregular y una altura, en la parte
más alta, de veinticinco cuerpos. Con la luz de las antorchas, las
estalactitas y estalagmitas, así como las rocas, creaban una visión
sobrecogedora del lugar. En la parte central estaba una roca a manera
de altar. Uno de los cuatro hombres sacó de su red un incensario,
poniendo a quemar copal. El hombre de blanco le entregó un guaje
con agua, una antorcha apagada y una encendida y le dijo a Águila
Nocturna:
-Tendrás que quedarte sólo aquí por diez días. Deberás desprender
de tu cuerpo todas las ideas que tienes de ti mismo, y llegar al silencio
interior. Hasta que no tengas ningún pensamiento, hasta que seas un
puñado de huesos, hasta que te conviertas en una roca más. Te
dejamos muy poca agua, cuídala, por que perderás la noción del
tiempo. Por ningún motivo debes de moverte de este lugar. Pase lo
que pase, veas o escuches lo que sea, “tú lugar es el centro”. En esta
piedra muchos guerreros como tú, velaron su más poderosa arma para
la Guerra Florida, para afinar "su fuerza de voluntad". La seguridad en
sí mismos y la sobriedad de carácter, de estos guerreros han dejado su
huella milenaria; estás frente a una piedra de poder. La templanza y
solidez de tu espíritu te deben mantener en este lugar. Esta piedra y tú
fuerza de voluntad; serán lo único que tendrás, para enfrentar el
107
aterrador misterio que te acechará en esta oscuridad. Todos tus
demonios y todas tus debilidades se confabularan contra tuya. Si te
desesperas y tratas de buscar la falsa salida, te perderás para siempre
en este laberinto. Muchos de los cadáveres y esqueletos que viste en
el camino, fueron de aquéllos, que no resistieron y trataron de
regresar. Nadie conoce esta inmensa y misterios gruta, sólo El Señor y
La Señora de la Muerte. Aquí existen miles de caminos, que ni
nosotros, sus más fieles ciervos conocemos. No te muevas de aquí,
quédate en ti mismo, no pierdas tú equilibrio. Recuerda que el lugar
seguro es el centro. Dentro de diez días vendremos por ti y esperamos
encontrarte vivo en este lugar". Acto seguido, los cuatro hombres
iniciaron el regreso entonando un himno que producía por el eco,
muchas voces, que resonando se perdían entre las galerías.
Águila Nocturna primero observó detenidamente a la roca que se
encontraba en el centro de la caverna, vio que estaba esculpida en
forma rectangular, de aproximadamente un cuerpo y medio de largo
por un medio cuerpo de ancho y un cuerpo de altura. Tenía labrado en
sus cuatro costados, las mismas grecas que estaban en los templos del
exterior. Lentamente recorrió con la mirada, la inmensa galería con
más fascinación que asombro. De alguna manera esta gran oquedad
en la roca, le recordaba la impresión que tuvo frente a “Las Grandes
Aguas"; esa sensación de pequeñez e insignificancia frente a un todo,
inconmensurable e indiferente. Poco a poco, la luz de la antorcha
empezó a disminuir y Águila Nocturna, colocó el guaje con agua y la
antorcha nueva, que no usó, en un costado de la piedra; se recostó y
esperó a que los últimos chisporroteos de la antorcha lo dejaran
totalmente a obscuras.
Nunca en su vida, había estado en un lugar en que la oscuridad
fuera total. Pasaron las horas y el joven quedó profundamente
dormido. Cuando despertó, por un instante, no recordaba en donde
estaba y por más que abría los ojos, no veía absolutamente nada.
Primero pensó que había muerto, inmediatamente después, que
estaba ciego y finalmente recordó donde estaba.
Después de algunas horas, empezaron a venir a su mente muchas
108
imágenes de su vida. Primero trató de detenerlas, pero después
recordó lo que un día le dijo Espejo Humeante al respecto -"Cuando
quieras que algo desaparezca, deja que se expanda"- así dejó sin
objeción, que las imágenes corrieran vertiginosa por su mente hasta
quedar dormido.
El tiempo se extendía "sin tiempo", Águila Nocturna empezaba a
sentirse inquieto. La oscuridad total, lograba la pérdida del equilibrio
físico y emocional. Otro factor empezó a ser el hambre. El muchacho
se refugió en el sueño, pero después de un tiempo, ya no sabía si
estaba soñando o estaba despierto.
Tal vez habían pasado cuatro o cinco días, cuando Águila Nocturna
fue despertado por un pavoroso grito, que desgarró el mortal silencio y
que le heló la sangre completamente; instantes después el grito tomó
la potencia de un aullido, como de un lobo o el rugido intenso de un
jaguar. De momento quiso salir corriendo, pero se detuvo y puso
atención al extraño ruido, que se convirtió en un jadeo y a veces en un
resoplido. El momento era de pánico, Águila Nocturna sentía la
presencia de una inmensa fiera, podía olor su fétido aliento y sentir la
tibieza de su vaho. El muchacho estrechó sus piernas dobladas contra
su pecho y con sus manos se cubrió la cabeza esperando el ataque de
la bestia. Paso el tiempo, no sabia exactamente si había sido unos
minutos o unas horas, la espera fue interminable. La amenaza de la
fiera se fue disipando lentamente como un pensamiento.
En otra ocasión, estaba tratando de detener su diálogo interno,
cuando escuchó a la lejanía una avenida de agua, que violentamente
se acercaba. Pensó que debería estar en el lecho de un río
subterráneo. De momento quiso correr a una pared para buscar la
protección de las piedras altas, pero se detuvo al instante, ¡a dónde
iba, sino no podía ver! El estruendo del agua crecía con tal furia
increíble, que se confundía con el bramido de un inmenso animal.
Águila Nocturna se sentó en el centro de la piedra y escuchó
claramente como el agua rugiente pasaba al lado de la piedra y pensó
que la corriente crecería y que pronto lo arrastraría, pero transcurrió el
tiempo y el agua nunca llegó.
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El calor cada vez era más insoportable, sentía como le caminaban
insectos por el cuerpo y algunos que no quitaba a tiempo, le
inyectaban su ponzoña. Luchaba por detener sus pensamientos. La
compasión por sí mismo, empezaba a ganar terreno. Su cuerpo estaba
lleno de llagas y de picaduras de animales ponzoñosos. Su espíritu se
reblandecía, la autocompasión empezó a causar sus efectos
demoledores.
De pronto empezó a temblar, la tierra se movía y se escuchaban
caer inmensas piedras, por el estruendo creyó que la enorme galería
se vendría abajo. Se quedó inmóvil esperando el fin, con claridad
escuchaba el golpe de las inmensas rocas que se desprendían de la
bóveda y se hacían añicos en el piso, casi podía sentir el polvo y las
pequeñas piedras que salían como proyectiles en todas direcciones; y
sin embargo nada pasó. Todo parecía que sucedía en su mente y en su
corazón, la caverna se mantenía en una quietud y silencio absoluto.
Águila Nocturna estaba totalmente llagado por el sudor y su cuerpo
estaba extremadamente adolorido. Le quedaba muy poca agua y el
hambre lo estaba debilitando. En un momento empezó a sentir una
violenta y helada corriente de aire, que a cada momento aumentaba
su intensidad. Por la frescura, sintió en principio alivio y creyó que por
el derrumbe habría podido abrirse una salida al exterior.
Estaba a punto de iniciar el intento, cuando recordó las palabras del
hombre pintado de blanco, "pase lo que pase, no te muevas de ti
mismo, lo único que tienes para enfrentar esta prueba, es tu fuerza de
voluntad y la piedra; busca el centro". Inmediatamente se ubicó en el
centro de la piedra y empezó hacer respiraciones profundas.
El viento cesó, pero ahora escuchaba las voces de Serpiente de Fuego
y Relámpago de la Noche que lo llamaban; uno, diciéndole que por ahí
estaba la salida y el otro le pedía ayuda, por que estaba atrapado en
unas piedras que le habían roto una pierna. Las voces parecían tan
reales, que Águila Nocturna trató de hablar con ellos sin éxito.
El límite de sus resistencia estaba por llegar; la sed, el hambre, el
silencio, pero sobre todo la oscuridad, le estaba reduciendo su fuerza
de voluntad a la mínima expresión. Águila Nocturna empezó entonces
a llorar, se sentía tan desprotegido y desolado, tan indefenso, quería
110
salir de ese infierno, no podía más. Recordó entonces, las palabras de
Serpiente de Fuego, cuando le dijo:
"La diferencia entre un guerrero de la Batalla Florida y un hombre
común; es que el guerrero, sabe que ni un mar de lágrimas influirán
un dedo en su destino, por eso los guerreros lloran sabiendo que de
nada le servirá. Un guerrero por más que decante su espíritu y
fortalezca su cuerpo, es tan solo ¡un ser humano!, que siente y que
sufre igual que todos los seres humanos. La diferencia entre un
hombre común y un guerrero; es que el guerrero no se entrega al
dolor."
El recuerdo de estas palabras, fueron como un bálsamo para su
Dolor. Poco a poco, regresó la sobriedad y con ella el equilibrio para de
nuevo quedar dormido.
Águila Nocturna mantuvo el equilibrio, a partir de que logró poner
su mente en blanco. Su respiración se redujo a la mínima expresión y
poco a poco, su cuerpo se integró a la piedra. Dejó de ser él, para
sumarse a la piedra. Se sintió fuerte y compacto, se dio cuenta que la
piedra estaba viva y que lo había aceptado, y por ello, ahora lo
defendía.
De pronto sintió un súbito cambio de temperatura; vio que brotaba
fuego por todas parte en torno a la piedra, inmensas llamas subían
hasta el techo de la caverna, con gran estruendo. Toda la galería se
iluminó por completo, Águila Nocturna no se asustó y por el contrario,
se dedicó a observar detenidamente las paredes y el techo del recinto.
El fuego se tornó más violento y se dirigió amenazante hacia él. El
joven había encontrado el centro, el punto de equilibrio.
Algo le decía que esa piedra era el ombligo del mundo. Sabía que
hacia su cabeza apuntaba el cielo; hacia sus piernas la tierra; hacia su
brazo derecho estaba el mundo conocido y hacia su izquierda el
mundo desconocido; que en el centro de la tierra, a partir de su
ombligo, se exaltaba la conciencia hacia lo prodigioso e
inconmensurable de las alturas sagradas del Espíritu, pero también, si
se perdía el equilibrio, se caía a los infiernos degradados de la
estupidez y el abyecto embrutecimiento existencial. Águila Nocturna
111
había dejado de ser él, ahora formaba parte de la piedra milenaria. Era
sólo un testigo sin sentimientos y sin juicios. En un momento el fuego
desapareció, para quedar de nuevo la inmensa galería en completa
oscuridad y silencio.
Pasó el tiempo; más bien, dejó de existir el tiempo. Águila Nocturna
estaba ahí, inmutable y perfecto, como un pedazo de piedra que
llevaba millones de años ahí, y sin ningún problema, podía estar otros
tanto más, pues era sólo una piedra.
Fue entonces que llegaron los cuatro hombres por él. Lo
encontraron tendido e inmóvil, sobre la piedra. Más que un cadáver,
parecía una perfecta escultura, esculpido por su voluntad inflexible en
la misma piedra. Cuando salió de la gruta era de noche. El cielo estaba
completamente estrellado y sin luna. Águila Nocturna jamás en su vida
había sentido de esta manera la bóveda celeste. La vida láctea era un
río de estrellas luminosas, que le daban la bienvenida. Serpiente de
Fuego y Águila Nocturna pasaron cinco días más en la Ciudad de los
Muertos, pues el muchacho tenía que reponerse del desgaste sufrido
en su Batalla Florida.
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El camino a las puertas de DAANY BEÉDXE fue recorrido
lentamente, Serpiente de Fuego sabía muy bien que eran los últimos
momentos que estaría con su inmaculado alumno. Era la tradición que
había que llegar por la mañana a "La Tierra del Gemelo Precioso". Por
lo que maestro y alumno tuvieron tiempo suficiente, para realizar su
última platica. Serpiente de Fuego inició de la siguiente manera:
-Escúchame bien, amada piedra preciosa, bella pluma de quetzal.
Estamos llegando al final de nuestro camino, mañana te entregaré a
las puertas de "La Tierra del Gemelo Precioso" y probablemente nunca
más me verás, a mi y todos los que conmigo fuimos tu primera casa.
Con nosotros naciste, brotaste y puliste tu piedra interior. Con nosotros
te forjaste “un rostro propio y un corazón verdadero”. Por nuestra boca
hablaron los Viejos Abuelos toltecas, como una flor con su sabiduría te
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fuiste alimentando. Por nuestros actos se expresa el corazón. Ya sabes
que estamos de paso en esta vida por breve tiempo, para florecer el
corazón y llegar a la casa de nuestro Señor el Sol. Ya sabes que la
Batalla Florida logra humanizarnos, ya sabes que sólo siendo lo mejor
de uno mismo, en todo cuanto hacemos, sentimos y pensamos;
podemos pulir la piedra en bruto que llevamos dentro, hasta hacerla
una piedra preciosa. De este modo, la responsabilidad de nuestros
actos es indispensable para que el guerrero logre florecer su corazón.
Águila Nocturna; quiero decirte que has sido el mejor alumno de
nuestra noble institución hasta el día de hoy; nuestro más preciado
fruto florecido. Pero es justo decirte también, que esto de nada te
servirá para lo que te espera en DAANY BEÉDXE. Todo lo que has
aprendido, de muy poco te ayudará mañana; acaso todo se resume en
la integridad y templanza, en el desarrollo de tu fuerza de voluntad, en
que has logrado esculpirte un rostro propio y forjarte un corazón
verdadero. Mañana iniciaras un viaje sin retorno. Te internarás en los
misteriosos y aterradores caminos del conocimiento secreto de los
Viejos Abuelos toltecas. Conocimiento que sólo puede revelarse a "Las
Tunas Florecidas del Nopal". Muy pocos han llegado a donde tu estás;
y muchos menos, logran traspasar las puertas de "La Tierra del
Gemelo Precioso" y de esos cuantos, muy pocos llegan al conocimiento
secreto de los Viejos Abuelos toltecas que está en DAANY BEÉDXE. De
modo que lo que te espera, es maravilloso, inconmensurable y
aterrador.
DAANY BEÉDXE es una de las casas más antiguas de los Viejos
Abuelos toltecas en el mundo. La montaña en que se encuentra, es
junto con estos valles, un lugar magnético y poderoso; de esta,
nuestra amada Madre.
Como sabes, la tierra es un ser vivo. Nuestra Madre querida está
viva, siente y se va a morir. Como todo ser vivo, tiene partes más
sensibles e importantes que otras. La razón de la existencia de DAANY
BEÉDXE obedece a esta causa. En este lugar, el cielo y la tierra están
en contacto directo y permanente. Los campos de energía, además de
ser especiales; los hombres, a lo largo de cientos de atados de años,
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los han transformado de manera muy particular, para ser usados de
manera casi ilimitada.
Nunca más regresarás entre nosotros, en este momento ya somos
fantasmas para ti, polvo en el camino. Sin embargo, si fracasas en tu
intento de ser uno más, entre los guerreros de DAANY BEÉDXE; te
disolverás en la bruma del olvido, nadie de ti se acordará. Pero si
triunfas en tu intento, vivirás eternamente entre nosotros.
Águila Nocturna se quedó viendo profundamente a su tutor por un
largo tiempo. Se incorporaron; en un emocionado abrazo, el joven le
entregó a su tutor, todos los sentimientos que le unían a su pasado.
Después dio vuelta y aligerado, se dirigió a las puertas de "La Tierra
del Gemelo Precioso", con el sol naciente a sus espaldas y repitiendo
un verso entre su mente y su corazón:
"Del interior del cielo vienen
las bellas flores, los bellos cantos.
Esfuércese, quiera las flores del escudo,
las flores del Dador de la vida.
¿Que podrá hacer mi corazón?
En vano hemos llegado,
en vano hemos brotado en la tierra.
¿Sol así he de irme
como las flores que perecieron?
¿Nada quedará de mi nombre?
¿Nada de mi fama aquí en la tierra?
¡Al menos flores, al menos cantos!
¿Que podrá hacer mi corazón?
En vano hemos llegado,
en vano hemos brotado en la tierra.
Aquí en la tierra es la región del momento fugaz.
¿También es así en el lugar
donde de algún modo se vive?
¿Allá se alegra uno?
¿Hay allá amistad?
¿O solo aquí en la tierra
hemos venido a conocer nuestros rostros?”
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"La Tierra del Gemelo Precioso" era una población muy especial,
diferente a todas las comunidades del valle. Tan antigua como DAANY
BEÉDXE, era la antesala a la montaña sagrada. La tradición señalaba
que ningún pueblo podía vivir en los lugares cercanos a la Montaña
Sagrada. En La Tierra del Gemelo Precioso vivían muchas personas,
mujeres y hombres, que trabajaban afanosamente por el
mantenimiento y apoyo de la ciudad de los artistas de la piedra
interior, llamada La Montaña del Jaguar. Su vida estaba
voluntariamente consagrada, a servir a los mantenimientos de los
seres humanos, que luchaban por llegar a convertirse en dioses. "La
Tierra del Gemelo Precioso" era el lugar donde se realizaba la ultima
prueba a los aspirantes, que pretendían ascender a DAANY BEÉDXE.
Fue recibido en las puertas de la ciudad, por un hombre vestido de
blanco, que sin pronunciar ninguna palabra lo condujo a una de las
plazas del lugar. Frente a la entrada de una de las habitaciones, un
anciano amablemente lo invitó a pasar y tomar asiento en un petate.
La habitación era fresca y ventilada.
-Muy largo el camino para llegar hasta acá -dijo el anciano con un
tono cálido y amable-. Mi nombre es Piedra Quemada. Lo importante,
es que el día apenas comienza y tu eres muy joven.
El Valle del Fríjol te manda como su exquisito fruto, su tuna por
florecer, como su manojo de plumas de quetzal, como su piedrita
preciosa sin pulir.
El Señor y La Señora de La Muerte, te dejaron regresar de sus
oscuros dominios. Esta es apenas, tu carta de presentación ante
nosotros, "Los Guardianes del Camino".
Sin embargo antes de iniciar, quiero contarte una historia:
Como tu sabes, cuando las divinidades decidieron crear el Quinto
Sol, crearon al hombre y a la mujer de los "huesos preciosos" de los
seres humanos que murieron en el Cuarto Sol. Para ello, enviaron a La
Serpiente Emplumada a la Casa del Señor de La Muerte, en donde
descansaban estas reliquias. La Serpiente Emplumada con ayuda de
los gusanos, abejas y fundamentalmente de su doble, llamado "el
Gemelo Precioso", después de muchas adversidades, logra rescatar los
"huesos preciosos" de la tierra de los descarnados, y con su sacrificio,
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les da vida. Por ello, "El Gemelo Precioso" es el símbolo que dejaron
los Viejos Abuelos, para hablarnos del cambio, de la mutación.
La Serpiente Emplumada actúa desde la superficie del mundo,
hasta casi tocar, en su vuelo celestial, al Señor del Cerca y del Junto, al
Águila... al Sol. Pero cuando tiene que ir debajo de la tierra, a las
profundidades de la materia, en donde gobierna El Señor de la Muerte;
entonces, para poder actuar, se convierte en "su doble", en "El Gemelo
Precioso".
La Serpiente Emplumada está representada por el planeta Venus;
que es la Estrella de la Mañana y El Lucero de la Tarde. Pero en los
días que no se ve en el cielo, se supone que está cruzando por el
inframundo, luchando contra la inercia de la materia, convertida en El
Gemelo Precioso, quien combate por rescatar el Germen del Espíritu,
que está atrapado en la materia, que por inercia cae, en las
profundidades de la región de los muertos, en la oscuridad, en la
ignorancia. La Serpiente Emplumada es un símbolo, como todo, frente
a lo desconocido.
Símbolo con el que nuestros Viejos Abuelos toltecas nos enseñan,
que las leyes del universo, que someten a la materia a su degradación
y muerte; solo pueden ser vencidas por La Serpiente Emplumada o el
también llamado Señor del Viento. Porque solo “el soplo espiritual, el
soplo divino”, es el que vence a las leyes que someten a la materia a
su degradación y destrucción; La Serpiente Emplumada aproxima y
reconcilia a los opuestos. Transforma a la muerte material, en vida
espiritual. De esta manera La Serpiente Emplumada y El Gemelo
Precioso, son una unidad, un par complementario que representan:
Uno, al guerrero penetrado por los dardos de la conciencia, que le
revelan su origen celeste y al mismo tiempo, su fatal destino, de caer
en la inercia de la materia; y el otro, el peregrino intrépido, que llega
hasta las mismas profundidades de la materia, hasta la misma casa del
Señor de la Muerte, para apoderarse del secreto de su esencia divina,
de la maravillosa posibilidad de su resurrección, a través del sacrificio.
El lugar milenario en donde te encuentras, lleva el nombre de "La
Tierra del Gemelo Precioso" y está a las puertas de la montaña
sagrada, DAANY BEÉDXE, por que es más que un símbolo, es una
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terrible realidad para los que aspiran a llegar a ella. Igual que el
Gemelo Precioso, tú tenderás que ir al fondo de tus personales
infiernos, a la última realidad y constatar que posees el Germen del
Cambio. Que tu Gemelo Precioso te puede ayudar, en la parte de tu
Batalla Florida, que tendrás que librar en el centro de la materia... en
tus pavorosos adentros.
La Tierra del Gemelo Precioso, es la última puerta antes de DAANY
BEÉDXE, es la tierra del cambio, de la mutación. Aquí es donde la
crisálida se convierte en mariposa; símbolo del alma en sacrificio.
Seas pues, bien venido a esta tierra, con el corazón en la mano,
todos te deseamos la mejor de las suertes; por que por cierto, se me
olvidaba decirte solo un detalle. Así como la crisálida muere como
gusano, rompiendo su envoltura para convertirse en mariposa y vivir el
vuelo de la libertad; si no lo logra, morirá atrapada como gusano en su
propio capullo; de la misma manera, si tú fracasas en tu intento,
morirás envuelto en tu propio capullo. Pero por supuesto, ¡que importa
la muerte¡, si no llegas a DAANY BEÉDXE".
Águila Nocturna mantuvo un silencio respetuoso, después de que
Piedra Quemada terminó de hablar. Inalterable, como si hubiera
escuchado un discurso en el que nada tuviera que ver, esperó que el
anciano le indicara lo que debía de hacer. Estaban sentados frente a
frente en dos petates. Los ojos de ambos, se afilaban en una mirada
profunda. Águila Nocturna se "introdujo" en el anciano, que no lo
rechazaba, pero que lo contrarrestaba con una mirada penetrante,
como navaja de obsidiana. Pasaron las horas y ninguno de los dos se
movía o hablaba. La tarde entró sigilosa por la puerta de aquella
habitación sin hacer ruido, y poco a poco, la penumbra de la noche fue
borrando los cuerpos hasta disolverlos en la oscuridad.
Solamente los ojos se mantenían vivos como brazas encendidas.
Tal vez era más de media noche cuando empezó una asombrosa
transformación; El anciano, poco a poco se convirtió en una búho y el
joven en una águila, estuvieron un tiempo estirando sus alas y
acicalando sus plumas, para salir volando por la puerta de la
habitación. La lechuza marcaba la ruta del vuelo, a tras, el aguilucho,
trataba torpemente de mantener el vuelo.
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Águila Nocturna no sabia si era verdad o estaba soñando, y en
cierto momento, se dio cuenta que estaba desperdiciando esos
maravillosos momentos, en algo que en realidad no tenía importancia
alguna. Por que si fuera un sueño o "realidad"; el hecho trascendente,
es que lo estaba viviendo con todos sus sentidos, por lo cual se
entrego a sus sentidos con toda intensidad posible. Así subió más
arriba de las nubes, hasta encontrar un mar de plata, compuesto de
nubes y la luz pálida y mortecina de una luna llena. La lechuza se
sumergió entre las nubes, y Águila Nocturna la perdió en un
gigantesco banco, que era como la montaña más alta que haya podido
ver. La niebla se hizo más densa y pesada, casi no se podía ver, Águila
Nocturna volaba sin encontrar el rumbo. Cuando sintió una poderosa
mirada. Unos ojos inmensos, que emitían una luz verdosa como la de
un faro, detuvieron su vuelo. Miró con detenimiento y los inmensos
ojos resultaron ser los de Piedra Quemada, quien estaba frente a él de
nuevo en la habitación. Los primeros rayos de luz entraron por la
puerta, el anciano y el muchacho estaban en la misma posición. Se
escucharon sonar los caracoles, el anciano se levantó lentamente, se
acerco al oído del joven y le dijo en voz tenue:
Muy bien muchacho, es hora de ir a trabajar.
Esa mañana salieron a las montañas del Norte, Piedra Quemada y
Águila Nocturna. Después de dos días de camino, llegaron a un
pequeño valle que estaba entre una cañada. El anciano inició un
pedimento al Señor del Bosque, para que les permitiera tomar lo que
necesitaban. Después de enterrar copal y unos pequeños trozos de
jade, en intercambio reciproco; Piedra Quemada se dirigió al interior
del bosque, caminó un tiempo hasta encontrar unos hongos.
Se hincó ante ellos y les empezó a cantar una canción muy dulce,
cuando terminó, les explicó que andaban en busca de sus hermanos,
los hongos llamados "Los Hijos de la divinidad". Después de un rato, el
anciano se levanto y llego hasta donde estaba Águila Nocturna
esperando.
"Los Hijos de la divinidad" se encuentran a una hora de camino,
hacia el Noroeste -afirmó el anciano- me lo dijeron sus hermanos".
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Por fin encontraron a los hongos en el lugar señalado. Piedra
Quemada y Águila Nocturna se dispusieron a realizar la ceremonia. Se
quemó copal y se rezó. Entonces Piedra Quemada se dirigió de esta
manera a los hongos:
-Muy queridos y amados hermanos nuestros, "Hijos de la
Divinidad". Gran misericordia y gracia ha hecho Nuestro Señor en
habernos permitido llegar hasta ustedes, divinos y sabios hermanos.
Pedimos nuestras sinceras disculpas por venir a perturbar su paz. Pero
es que nuestro muchacho, nuestra piedrita preciosa, necesita de su
sabia y generosa ayuda, para iniciar el ascenso a DAANY BEÉDXE. Por
mi boca los Guardianes del Camino, pedimos humildemente a nuestros
hermanos su ayuda, su compresión y su favor".
Con mucho cuidado, el anciano tomo los hongos necesarios, se
despidió con mucha cortesía e inmediatamente inicio el regreso con el
aspirante.
El Guardián y Águila Nocturna llegaron por la tarde a "La tierra del
Gemelo Precioso". Durante siete días el joven estuvo recluido en una
habitación y en ayuno total. El séptimo día por la noche, Piedra
Quemada lo llevo a un templo en donde estaban cuatro doncellas y
una anciana frente a un altar. Águila Nocturna se sentó sobre un
petate en el centro de la habitación, a su costado derecho se
encontraba Piedra Quemada. Acto seguido, las mujeres iniciaron un
rezo en extraña lengua. La anciana limpió con mucho cuidado a los
hongos, que se encontraban envueltos en unas hojas grandes y tersas.
Los sahumó y juntó en pares depositándolos en el altar.
Entonces la anciana empezó diciendo:
"Muy amados y queridos hermanitos nuestros, damos las gracias al
Señor por quien se vive, por la gracia de permitirnos estar aquí
reunidos; a ustedes, nosotros sus hermanos más humildes e
ignorantes, les agradecemos infinitamente su bondad y gran
generosidad. Su sabiduría es necesaria para ayudar a nuestra piedra
preciosa, a nuestra pluma de quetzal, que anda en busca de la luz.
Humildemente sus hermanos se los agradecemos."
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Las doncellas iniciaron un rezo tan armonioso, que parecía un bello
canto. La anciana le dio a Águila Nocturna, catorce pares de hongos
para que los ingiriera. Uno a uno, el joven los comió. Su sabor a tierra
pronto desapareció , para dejar una fuerte sensación de acidez, que
iba de las glándulas salivales a la base del cerebro. La habitación
estaba en completa obscuridad. Águila Nocturna cerraba los ojos y se
concentraba en el magnético rezo. Su capacidad auditiva creció
tremendamente, podía escuchar a cada una de las voces y al mismo
tiempo al conjunto. El ritmo y la fuerza iba en aumento. Como en una
espiral ascendente la energía que desprendía el canto arrastraba a
todos. El momento de mayor exaltación fue cuando entraron las voces
de Piedra Quemada y la anciana. Águila Nocturna fue proyectado con
fuerza a un estallido interno, algo trono en sus adentros y dejo de
escuchar los cantos, para pasar a percibir algo verdaderamente
extraordinario y fascinante; una inmensa y majestuosa serpiente de
cascabel, del tamaño del mundo y que sin embargo estaba en la
habitación. El animal lo veía directamente, con una mirada penetrante,
fría e impersonal. Por sus fauces salía a intervalos su lengua. Águila
Nocturna estaba aterrorizado, un miedo animal se apodero de todo su
cuerpo, y sin embargo algo en él, lo hacia sentirse hechizado por la
maravillosa presencia. Instintivamente se dio cuenta que en la medida
de que siguiera el ritmo de la lengua de la serpiente, con su propia
respiración, su cuerpo se relajaba y la mente se despejaba.
La serpiente inquirió el motivo de la presencia del muchacho;
Águila Nocturna empezó entonces a hablar, en una forma pausada y
ordenada, casi hizo un recuento de su vida, y todo se podía sintetizar
en esa búsqueda, que desde los primeros años de su vida, ardió como
una llama perenne en su corazón. Cuando terminó estaba exhausto; la
serpiente en cambio se mantenía inmutable, solo movía su lengua en
forma rítmica y constante. Parecía que estaba analizando una por una,
todas las palabras del muchacho.
Después de un tiempo, en señal de aceptación, la serpiente abrió
sus inmensas fauces y Águila Nocturna; con pavor, que rayaba en el
pánico más primitivo y animal, empezó a avanzar lentamente.
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Su cuerpo se estremecía de terror y al mismo tiempo de emoción,
un extraño regocijo se apoderaba al mismo tiempo que el pánico, de lo
que quedaba de su desquiciada razón.
Águila Nocturna entró por su propio pie, en las profundidades de la
inmensa serpiente de cascabel. En las obscuras entrañas del animal, su
cuerpo era movido por fuertes contracciones, que hacían que su
cuerpo avanzara asumiendo extrañas posiciones. Cuando al final llego
al centro de la serpiente, escucho que ella le dijo: "todo en la vida
tiene un costo". Sintió entonces como era bañado por los jugos
gástricos de la serpiente, que lo deshacían, para integrarlo a ella. El
dolor era verdaderamente insoportable. Más que un dolor físico, era un
dolor mental o espiritual, algo que nacía en la base del cerebro, se
extendía por espasmos hacia todo el cuerpo, como oleadas de dolor,
que recorrían hasta los ultimo rincones de su cuerpo. Sentía que todas
sus células de manera individual, estaban pasando por la misma
experiencia. Por eso era un dolor intenso, que se multiplicaba
infinitamente en pequeños dolores individuales, que hacían un todo. El
dolor era tan grande y total, que le produjo un sentimiento de mofa de
sí mismo, viéndose en esas condiciones empezó a reír. Estaba en ese
sentimiento encontrado producido por el dolor, cuando escucho de
nuevo la voz de la serpiente, que ahora le dijo:
-Por qué sentir tanto dolor, sí tú sabes como detenerlo.
Águila Nocturna buscó en todos sus adentros; era cierto, el sabía
como detener el dolor. De pronto vino a su mente, la figura de un
jaguar que estaba en el templo mayor de su pueblo. Espléndida pieza
en barro, donde el felino estaba sentado sobre sus cuartos traseros.
Desde la primera vez que la vio, cuando era niño, quedo hechizado por
la energía que le transmitía el jaguar.
Águila Nocturna se concentro en la imagen y poco a poco, se
empezó a sentir el jaguar del templo mayor. Todo su cuerpo se puso
musculoso; Sintió la necesidad, desde muy adentro de rugir y lo hizo
con una fuerza sorprendente. Entre más rugía y se sentía un jaguar;
más fuerte y poderoso se tornaba. El dolor empezó a disminuir y el
muchacho entró subyugado al mágico espacio del poder. La serpiente
dejó un buen rato que el joven explorara las profundidades del poder.
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Por fin la revelación llegó. Águila Nocturna intuía que era el
momento trascendente. La serpiente de cascabel le dijo de manera
lenta y contundente:
"El conocimiento esta en las grecas y en sus colores".
Inmediatamente pasaron por su mente todas las grecas y sus
maravillosos colores, que había visto y aún las que no conocía. Como
imágenes centelleantes pasaban las grecas, pero al mismo tiempo,
tenía toda una eternidad para verlas detenidamente y descifrarlas. Se
quedó aturdido un instante o un atado de años en esa extraordinaria
percepción. Cuando de nuevo se escuchó la voz de la serpiente por
todo su cuerpo y en toda la habitación, quien dijo:
"El origen de todo está en la serpiente de cascabel, en su piel está
la información".
El cuerpo y la mente del muchacho, vibraron como un diapasón con
esa revelación. Como un eco que reverberaba desde sus adentros,
cada palabra se metía hasta en los espacios más pequeños de su ser
y de ahí regresaban, para proyectarse hacia el exterior.
Como un eco lejano, se iba quedando la revelación en su interior.
En ese momento el encuentro con la inmensa serpiente de cascabel,
terminó. Las mujeres que lo habían acompañado en la experiencia, se
incorporaron sabiendo que todo había concluido. La anciana se acerco
para abrazar al muchacho y decirle:
-Eres afortunado, hablaste con nuestro Amadísimo Señor. Muy
pocos tiene esa gracia. Muchos alucinan, otros se encuentran con el
demonio de sus adentros, algunos son rechazados por los hijos de
dios, y hay quien no les pasa nada. Tú sin embargo, tuviste la dicha de
ser atendido por nuestro amadísimo Señor, hablaste con él y te
aceptó.
Piedra Quemada invitó a salir de la habitación a Águila Nocturna.
Todavía no amanecía, el cielo estaba cubierto de un mar de estrellas.
Por el efecto de los hongos, el muchacho tenía las pupilas dilatadas y
122
pudo ver un espectáculo impresionante. De nuevo apareció la
serpiente, ahora convertida en un río de estrellas.
Águila Nocturna durmió todo el día y su noche. Al despertar Piedra
Quemada lo acompaño a la puerta poniente de la ciudad. Ahí
empezaba el camino a DAANY BEÉDXE.
-Hasta aquí llegamos los Guardianes del Camino. De esta puerta
hacia adelante se va hacia la eternidad. Muy pocos hombres han
llegado hasta éste lugar y muchos menos han logrado ascender hasta
las alturas de la montaña sagrada. El trayecto que te falta por recorrer
es muy corto, pero peligroso.
A estas alturas, tu ya sabes que la vida y el mundo tienen cuatro
rumbos y que el hombre encarna el centro. El cinco es el número
mágico del centro, el punto en donde se encuentran el cielo y la tierra;
lo conocido y lo desconocido. Cinco flor, simboliza la piedra preciosa
que es el corazón. En el encuentro y equilibrio de este par de opuestos
complementarios, radica el verdadero desafío de la vida. Los cuatro
rumbos del mundo y la vida, están presentes en la sabiduría de los
Viejos Abuelos toltecas. El Oriente significa la resurrección, su color es
el rojo, su símbolo es el águila, su lugar el cielo y su mundo el del
Espíritu. El Poniente significa el nacimiento, su color es el blanco, su
símbolo el jaguar, su lugar la tierra y su mundo el de la materia. El Sur
significa lo conocido, su color es el azul, su símbolo la serpiente, su
lugar la derecha y su mundo el de la luz. El Norte significa la guerra, su
color el negro, su símbolo el colibrí, su lugar la izquierda y su mundo el
de la muerte.
En el centro de ellos debe estar el ser humano, porque solo en el
centro se encuentran equilibradas las fuerzas del mundo, para que el
hombre sea capaz de elevar su conciencia a partir de la Quinta
Posición. Si se pierde el equilibrio, se cae en los abismos de la
estupidez y la degradación. La humanidad del Quinto Sol, tiene la
posibilidad de la quinta posición: el arriba o el abajo. Así que como
puedes ver, el mundo esta constituido de un par de opuestos
complementarios, entre Oriente y Poniente; entre Norte y Sur, que
buscan el equilibrio a través de la Guerra Florida; que se libra en el
centro, simbolizado por el corazón, porque ese es el lugar del
encuentro de los principios opuestos y complementarios. Sitio donde
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La Serpiente Emplumada inicia el vuelo. Lugar donde el guerrero
alcanza la categoría de ser celeste, por la elevación interior. Posición
dondel Águila otorga la oportunidad de perpetuar la conciencia. La
eternidad, la libertad total del espíritu.
En cuanto inicies este camino, nada será igual. Todo el mundo de
tus afectos y pasiones, se convertirá en polvo. Las águilas vuelan solas
en las alturas. En este camino, debe estar uno, mortalmente seguro de
sí mismo. Sin miedo y sin ambición. Solo los guerreros de la Batalla
Florida, pueden sobrevivir a esta prueba.
Por eso a los Viejos Abuelos toltecas se les conoce como los "Artistas
del Espíritu"; porque su arte es buscar el equilibrio, entre el terror de
ser hombre, y la maravilla de ser hombre."
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Águila Nocturna inició el camino, a sus espaldas estaba el sol
naciente; frente a sus ojos, esa misteriosa montaña de la que nadie
pronuncia su nombre. Desde que era adolescente, recordaba; que ni
sus padres, parientes, maestros o amigos, le hablaron sobre esta
misteriosa montaña. En su pueblo estaba prohibido mirarla, acercarse
o hablar de ella. Era como el sol, todos sabían que estaba ahí, pero
nadie se atrevía a mirarla.
El camino era una línea recta hasta la base de la montaña, después
ascendía de izquierda a derecha. Águila Nocturna observo que el
camino era antiquísimo.
En cuanto comenzó el ascenso, escucho que una voz femenina,
agudizó el oído y descubrió la voz de su madre, que le imploraba que
regresara. Siguió caminando y apareció un jaguar, que agazapado lo
esperaba listo para saltar sobre él, desde una gran peña a la orilla del
camino. Siguió su paso inmutable Águila Nocturna, cuando el felino
salto, se convirtió en tenue brisa mañanera. En breves minutos el
joven estaba a la mitad de la montaña sagrada. El sol empezaba a
trepar hacia el cenit, cuando llegó a una plataforma de un cuerpo de
altura, que tenía cuatro escalerillas por sus costados, de cuatro
escalones cada una. Se paró en el centro de cara al Oriente y siguió
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con los ojos entre cerrados, el camino ascendente del sol. Algo le decía
que tenía que estar ahí en espera de una señal. Cuando llegó el medio
día, la luz del sol ceso su intensidad. El muchacho había detenido sus
pensamientos y con los ojos entrecerrados dejaba filtrar energía del
sol. El súbito descenso de la intensidad de la luz, hizo que abriera más
los ojos para percibir lo que sucedía. Entonces fue cuando apareció un
águila que se interponía entre sus ojos y el sol. Inmóvil, detenida en el
aire, el animal observaba atentamente al muchacho. Las miradas se
encontraron, corría un haz de fuego de un extremo a otro. Águila
Nocturna no sentía miedo ni sorpresa, más bien, como que su cuerpo
sabía lo que pasaba y estaba en espera del acontecimiento. De pronto,
el águila empezó a aumentar de tamaño y la luz a disminuir de
intensidad. Como si fuera un eclipse, el águila cubría al sol en todo el
cielo, hasta la temperatura bajo y empezó a soplar un viento frío. La
oscuridad se hizo total, el águila se transformo en la bóveda celeste.
Sin embargo el muchacho sabía que el águila seguía ahí. El Águila era
el día y la noche, dueña de toda la energía del mundo y al mismo
tiempo, no era nada, tan solo una percepción fugaz de lo
inconmensurable. Sin poder contenerse, Águila Nocturna repitió desde
el fondo de sus entrañas:
"Ave de espadas, tú, ave de dardos
oh autor de la vida, volando vas,
Vienes a detenerte donde está tu santuario,
donde está la pirámide de tu templo.
Nada como la muerte en guerra,
nada como la muerte florida
¡Corazón mío, no temas:
en medio a la llanura
en lo alto de la montaña
quiere mi corazón
la muerte de obsidiana
la muerte en guerra!
Ave de espadas, tú, ave de dardos
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oh autor de la vida, volando vas,
vienes a detenerte donde está tu santuario,
donde está la pirámide de tu templo
sólo quiere mi corazón
la muerte en guerra!".
Águila Nocturna entonces vio como la inmensa bóveda celeste
estallaba y en intermitentes relámpagos de luz cegadora, tuvo una
visión alucinada. Apareció frente a él, en medio de esos estallidos de
luz y oscuridad total; un frondoso y gigantesco árbol, como una cruz
majestuosa, señalando los cuatro rumbos de la existencia. Este árbol,
que en momentos era una ceiba, luego un sabino y finalmente un
nopal milenario, se movía en todas direcciones junto con el universo.
En la punta del árbol estaba parada una bella ave, que cambiaba de
forma; unas veces aparecía como un quetzal y otras como un águila.
Este inmenso y majestuoso animal, unas veces aparecía luchando con
una serpiente de cascabel y otras, devorando los frutos florecidos del
árbol y el nopal, que como pequeñas estrellas luminosas, se
desprendían subiendo en una espiral hacia el pico del águila, quien las
devoraba inmutable. Esta última imagen le produjo un doble e intenso
sentimiento. Por una parte una exaltante alegría, al constatar su origen
celeste; pero al mismo tiempo, una profunda tristeza, al darse cuenta
que toda la vida tiene como único fin, desarrollar la conciencia, para
ser alimento del Águila. Como flores frescas y olorosas, fueron
llegando a su corazón las palabras de un viejo poema:
¿A dónde iremos
donde la muerte no existe?
Más, ¿por esto viviré llorando?
Que tu corazón se enderece:
aquí nadie vivirá para siempre.
aunque fueras jade,
aunque fueras de oro
también allá irás
Hay un brotar de piedras preciosas,
126
hay un florecer de plumas de quetzal,
¿son acaso tu corazón, Dador de la vida?
Todos se marchan a la región de los muertos,
al lugar común de perdernos.
¿Qué somos para ti, oh Dios?
Así vivimos.
Así en el lugar de nuestra pérdida,
así nos vamos perdiendo.
Nosotros los hombres,
¿a dónde tendremos que ir?
El águila empezó a volar en círculos en torno al muchacho, el sol
brillaba de nuevo con más intensidad. El ave inició un descenso en
picada hacia el aspirante y paso rozando la cabeza del guerrero, para ir
a detener su vuelo a una pequeña pirámide que estaba más arriba,
sobre el camino. Águila Nocturna se dirigió al lugar, su cuerpo sabia
perfectamente del encuentro.
El águila estaba parada sobre un monolito de piedra bellamente
esculpido. Se trataba de una serpiente en posición enroscada.
Sobresalía su cabeza en lo alto, con su inmensa lengua que bajaba
hasta la parte media de su cuerpo enrollado; sus colmillos y sus ojos
reveladores, estaban atentos al movimiento. Su cuerpo cilíndrico y en
espiral, asumía una forma piramidal. En frente a la serpiente, estaba
una escultura de un anciano sentado, con su columna vertebral recta
pero inclinada. Sobre su cabeza estaba un recipiente a manera de
incensario. Cuatro inmensos caracoles tallados en piedra verde, lo
rodeaban. El águila entonces se dirigió de esta manera al joven:
-Haz fuego en este lugar y deposita la brasa sobre la cabeza del
Antiguo Señor del Fuego. La divina brasa que nos guía en la vida, fue
depositada en el principio de los tiempos, en el centro; en lo más
profundo de nuestro ser. Este fuego interno se convierte en antorcha
del templo, estrella en la oscuridad de la noche y en nuestra energía
espiritual. Así se difunde la verdad de nuestro origen divino, así se
mantiene la esperanza humana, así se alimenta al águila. ¡Que estas
127
palabras queden gravadas en tu corazón!, que vibren palpitantes
durante toda tu existencia y la verdad sea revelada.
Los caracoles empezaron a sonar de manera tenue, se escuchaban
como abejorros, pero poco a poco, aumentaban su volumen, hasta
lograr una fuerza inaudita. El cuerpo de Águila Nocturna empezó a
vibrar, hasta que el sonido se convirtió en luz y se esparció por todo el
valle. Sintió como todos los millones de seres vivos, que tienen el
acuerdo de unirse y conformarlo, se expandieron para abarcar la
inmensidad. Dejo de ser él, para pasar a formar parte de todo ese
espacio inmenso.
A media tarde despertó por el sonido de una chicharra que estaba
cantando a unos centímetros de sus ojos. Estaba a la sombra de un
árbol y no sabía si el sonido del insecto había originado su sueño, o era
el recuerdo de algo extraordinario, que le había sucedido. Ya había
aprendido que lo importante en la vida, es lo que se siente, no lo que
se piensa. De modo que en vez de desgastarse en encontrar "la
verdad" de lo sucedido, se dedicó a recuperar el ánimo, para seguir
subiendo la montaña sagrada.
Después de ascender hacia el lado derecho de la montaña, el
camino doblo hacia el lado izquierdo, para casi lograr la cima. Al llegar
a la base de los edificios de la parte Sur, el sendero dobló nuevamente
hacia la derecha. En ese recodo del camino, se encontró a un anciano
que iba lentamente subiendo, cargaba un mecapal con un canasto muy
pesado. Águila Nocturna lo saludo respetuosamente y le pidió que lo
dejara ayudarlo.
-No te molestes muchacho, cada uno carga en la vida con lo que
puede y lo que quiere -dijo el anciano, sin dejar ver su rostro- ya
estamos por llegar. Permítame insistió Águila Nocturna, tomando la
carga del encorvado hombre. Cuando el muchacho sintió el peso del
canasto; su cuerpo se desprendió hacia las profundidades. Como un
meteorito, cada vez se tornaba más pesado y tomaba más velocidad.
Caía a la oscuridad, densa y zumbante de la nada. Por un momento,
sintió un malsano placer por lograr más velocidad y deseó hundirse
buscando morbosamente el fondo, su espíritu se aflojo por completo y
128
se entregó lujuriosamente a la caída. Sin embargo algo desde lo más
profundo de su ser, algo que estaba más allá de sí mismo, lo hizo
detener su caída, hasta lograr que su cuerpo flotara ingrávido entre la
oscuridad y el vacío. Sus propios pensamientos no le eran claros, ya
que resonaban por el eco del vacío, haciendo imposible su
comprensión. Águila Nocturna se sentía totalmente indefenso y
vulnerable. A una remota distancia, alcanzaba a escuchar los ritmos de
unos tambores, cada vez más claro percibía, las voces de cientos de
personas que entonaban un canto de poder con mucha fuerza. Fue
entonces que el proceso se invirtió y su cuerpo comenzó a ascender a
una velocidad vertiginosa, el vértigo de la velocidad lo subyugaba. La
bruma empezó a desaparecer y la claridad se extendía por todos lados.
Las voces y la música cada vez eran más fuertes y cercanas. Cuando
abrió los ojos estaba acostado en las puertas de la ciudad sagrada, su
cara estaba quemada por los rayos solares. Un grupo de trece
hombres que cantaban y tocaban sus instrumentos, seis por lado y uno
al frente. Cuando se dieron cuenta que el joven volvía en sí, callaron y
esperaron la voz del maestro que estaba al frente, quien dijo:
-Se muy bien recibido, querido y admirado aspirante. Haz llegado
desde los mismos abismos del infierno, desde el fondo de la nada. Haz
logrado vencer la fuerza de la inercia de la materia, que la condenan
sin remedio, a la degradación y a la muerte. Haz logrado cruzar los
linderos de la obsesión y la estupidez. Haz templado tu voluntad,
decantado tu espíritu y fortalecido tu cuerpo. Llegas sin ninguna carga,
nada que te ate. Haz perdido todo y no tienes nada, estas en la raya;
volviste a nacer, ahora brotaste ante nosotros. Somos tus compañeros
de destino, te hemos estado esperando, permíteme que te enseñe el
camino -el anciano se acerco por detrás del joven y rápidamente le
tomo la cabeza, torciéndola de derecha a izquierda, con una rapidez y
habilidad, que dejo pasmado al aspirante. En la base del cráneo se
escucho un contundente chasquido, seco y corto- síguenos que te
daremos la bienvenida.
Águila Nocturna sabia, por su cuerpo, que algo importante había
sucedido, cuando el anciano manipulo su cabeza, el mismo se sentía
129
diferente, pero como todo sucedió tan rápido, no pudo detenerse a
pensarlo.
La entrada al maravilloso recinto fue algo verdaderamente
impresionante. Una muralla de tres cuerpos de altura, demarcaba los
limites. El acceso era por la parte Sur, de cara al Oriente. El conjunto
de edificios era soberbio. Todos estaban decorados profusamente,
cada pared era como un códice, en las que estaba presente la
sabiduría de los Viejos Abuelos. La comitiva paso por delante del
edificio Sur y se dirigió hacia el edificio del lado Norte, pasando frente
a las construcciones del lado Poniente, hasta llegar a unas grandes
escalinatas. Empezaron a sonar los grandes tambores, el sonido
parecía salir de todas partes. El grupo esperó hasta que cesó la música
y aparecieron en lo alto dos hombres; Uno llevaba pintado el cuerpo
de color blanco, en la cabeza tenía un tocado de piel de jaguar. Con
rayas negras en la cara y el cuerpo. En el pecho colgaba un caracol
cortado de manera transversal y sobre sus hombros llevaba una capa
hecha con plumas de bellos colores y unas sandalias blancas. Su
compañero tenía pintado el cuerpo y la cara de negro, con puntos
blancos. Llevaba un collar de piedra verde y una capa con plumas de
garza. Ambos hombres llevaban sendos bastones, bellamente
decorados.
Después de una señal, la comitiva empezó a subir lentamente las
escaleras, la música nuevamente se hizo escuchar, ahora era más
solemne y cadenciosa. Cuando llegó hasta arriba, se encontró en un
corredor cubierto por doce columnas de gran diámetro. Ubicaron a
Águila Nocturna en el centro y caminaron hasta cruzar el pasillo. Del
otro lado encontró una plaza en desnivel con cuatro escaleras, una por
cada punto cardinal y una pequeña construcción en el centro.
Cuatrocientas personas estaban en el interior de la plaza, cien por
lado. Águila Nocturna cruzo la plaza, acompañado de los dos hombres
y lo ubicaron de cara al Oriente, en la pequeña construcción del
centro. Entonces comenzó la ceremonia de bienvenida. Los grandes
tambores multiplicaron sus voces y su potencia. En las cuatro esquinas
se quemaba copal y a un tiempo los cuatro grupos de personas
empezaron a bailar. Cada grupo bailaba en torno a una persona que
130
estaba en el centro, de modo que aunque todos bailaban el mismo
ritmo, cada grupo seguía a su propio líder. La danza giraba hacia la
izquierda, pero cada grupo giraba también en torno a su líder hacia la
izquierda. De cuando en cuando, los grupos cambiaban de punto
cardinal, al mismo tiempo, sin dejar de bailar; pasando del sur al
poniente y luego al norte, para llegar Después al oriente y así
nuevamente llegar a la posición Sur. Águila Nocturna también giraba,
pero en sentido inverso.
La música y la danza, desprendían una poderosa energía que iba
en aumento. Cada vez la velocidad se iba incrementando. Parecía que
los pies de los cuatrocientos danzantes, despertaban a la Madre
querida, la llamaban para implorarle su compañía y su fuerza.
Al inicio, Águila Nocturna giraba en sentido contrario de manera
muy lenta, en el eje de sus propios pies. Algo le indicaba que así tenía
que ser, su cuerpo se movía por si solo y él se dejaba ir. La música, el
ritmo y los cuerpos, generaban una poderosa energía que parecía
emerger de la tierra. Águila Nocturna cerró los ojos y se entregó sin
pensamientos a la danza. Sin darse cuenta, su cuerpo estaba girando
con el grupo; de pronto sintió un tirón y escucho el sonido que hace
una rama seca al partirse. Abrió los ojos y vio como se elevaba hacia el
cielo. No sintió miedo, su cuerpo estaba al frente de los hechos y su
mente se mantenía expectante.
Subió hasta ver a DAANY BEÉDXE pequeña e insignificante desde
aquellas alturas. Las montañas se veían en diversos tonos de verde,
hasta llegar al azul fuerte. En el horizonte se alcanzaba a apreciar el
volcán más elevado, de la gran tierra que está circundada por las
aguas divinas, El Cerro de la Estrella. Su vuelo duró un instante o una
eternidad. Pudo conocer cinco grandes ciudades con pirámides y
edificios verdaderamente extraordinarios y majestuosos. Con una
increíble velocidad se transportaba de un sitio a otro, pero los
recorridos los hacia detalladamente. El no se veía, pero se daba cuenta
que los habitantes de esos recintos, lo presentían sin rechazo.
25
131
Cuando abrió los ojos, Águila Nocturna se encontraba en una
habitación pequeña de tres por cuerpos de largo y dos de ancho, y un
vano, que tenía una manta por puerta. Acostado en un petate, sentía
que su cuerpo estaba muy débil y adolorido. Tenía mucha hambre y
sed, sabía que un guerrero en esas circunstancias lo que debe hacer es
esperar y no moverse. Al cabo de una hora entró un hombre y le dejó
un guaje con agua y un platón con frutas, Águila Nocturna fingió estar
dormido y cuando el hombre se retiró, se levantó con cautela, bebió y
comió, poco y despacio. Cuando terminó se sentó en el petate a
esperar. Entro la tarde y en las penumbras del cuarto empezó a
escuchar, primero una leve vibración como el ruido del vuelo de un
insecto, poco a poco fue creciendo de intensidad hasta que llego a
ensordecerlo, de pronto ceso el ruido pero en sus oídos quedó un
zumbido muy fino. Entonces fue cuando escucho una voz que en
principio provenía de su cerebro, pero luego la ubicó en el fondo del
cuarto a sus espaldas. El susto lo hizo dar un giro en un salto y quedar
todo electrizado. Había pasado todo el día en la habitación y sabia que
solo estaban un petate y él. La voz volvió a repetir -buenas tardes- el
muchacho se sobrepuso y contesto titubeante, -buenas tarde. La voz
era suave y cálida, le inspiraba una confianza y tranquilidad
inexplicable.
-La Fuerza que rige el destino de los seres humanos, nuevamente
nos ha puesto en el mismo camino. Frente a ella, nosotros somos
polvo al viento...y fue este vendaval, el que te trajo hasta aquí. Mi
nombre es Serpiente de Estrellas.
Hace muchos años, cuando aun eras un niño, nos conocimos en tu
pueblo. En aquella luminosa ocasión, La Fuerza me desvió a El Valle
del Fríjol e hizo que llegaras hasta mi. Aunque eras muy pequeño, el
destello de tu energía era extraordinario. Fue ahí donde te dije que te
esperábamos en la Montaña Sagrada de Jaguar, que bajo ninguna
circunstancia dejaras de luchar para reunirte con nosotros en DAANY
BEEDXE. Como veo, tu fuerza de voluntad y tu poder personal se
unieron para cumplir con nuestro destino.
132
Por la mente de Águila Nocturna pasaban vertiginosas imágenes,
casi de manera angustiante, una y otra, en busca de aquél misterioso
personaje, que como venido de un sueño profundo, no aparecía claro
su recuerdo; sin embargo su cuerpo estaba tranquilo y a gusto, parecía
que su cuerpo si lo recordaba y asociaba perfectamente, la voz con la
persona.
Águila Nocturna empezó a buscar en la penumbra del cuarto a la
persona que le hablaba. Esforzando la mirada alcanzo a ver en la
obscuridad un cuerpo y de él, un rostro muy extraño.
Un gran volumen se asentaba en lo que parecía ser la cara de un
felino y encima de ella, más pequeña, una cara de un ave. Abajo de
ellas, otro rostro, ahora humanoide del que destacaban un par de ojos,
que parecían brasas ardientes, que estaban circundadas por dos
serpientes, que al entrelazarse formaban un antifaz; de él, pendían
otras dos serpientes a manera de boca y de los labios superiores se
desprendían dos colmillos, que corrían de adentro hacía afuera. Del
labio inferior, salía una lengua bípeda que le llegaba casi al cuello.
El muchacho detuvo los pensamientos, empezó a respirar más
lenta y profundamente; y entonces pudo ver con mayor claridad al
personaje que le hablaba. Se dio cuenta que el hombre tenía puesta
una máscara, que el gran volumen superior estaba constituido por
enormes y bellas plumas multicolores. Águila Nocturna había detenido
completamente sus pensamientos; sin el prejuicio de ellos, empezó a
observar detenidamente a la máscara. Las plumas resplandecían y de
ellas salía y entraba energía de la atmósfera. El rostro del felino estaba
formado por dos caras de serpiente vistas de perfil, que además de
darle un aspecto felino, humanizaban el rostro. Lo mismo sucedía con
la figura de ave que estaba encima de él. No era ni un águila, ni un
quetzal, porque tenía los ojos mirando al frente y estas aves miran de
lado, por que sus ojos los tienen a los costados. Más bien eran dos
quetzales, que se miraban de frente, vistos de perfil; formando un
tercer rostro, diferente de los dos que lo integran, pero con la
característica de que nuevamente tenía un aspecto humano. El hombre
tenía puesta una capa de algodón, con bordados de caracoles y en sus
bordes estaba decorada con una greca a manera de una serpiente en
movimiento.
133
Todo el tiempo que se llevó en hacer esta observación detenida del
hombre, tal ves fue de breves segundos; él ya sabía que cuando la
mente pierde el control de los hechos, el tiempo deja de existir y bien
podía vivir una eternidad en un segundo.
-En aquella ocasión, ya hace muchos años -continuó hablando el
hombre, veníamos un grupo de Guerreros de "La Ciudad donde los
hombres descubren su divinidad”, centro palpitante de nuestro
conocimiento.
Una de nuestras normas, es que nunca molestamos a los hombres
que viven en los Valles, ni para bien ni para mal; nuestros destinos
están separados. Sin embargo aquella ocasión una fuerza
sorprendente nos hizo llegar a tu pueblo. En verdad no sabíamos por
qué estábamos ahí y menos las autoridades y la gente, que estaban
verdaderamente conmocionadas, por el hecho de nuestra inusual
visita. Cuando estábamos en la Casa de Gobierno, entre las piernas de
la gente, que se arremolinaba curiosa, apareciste tú. Al verte percibí tu
energía y supe de inmediato por que La Fuerza nos había conducido a
El Valle del Fríjol. Fue ahí donde a pesar de tu edad, le hablé a tu
Gemelo Precioso y aunque el niño no entendió, “la palabra” ya estaba
sembrada en tu alma, sólo faltaba que germinara a base de esfuerzo,
sacrificio y fuerza de voluntad.
Águila Nocturna se esforzaba por recordar el rostro del hombre que
le hablaba, el tono de su voz le era totalmente familiar; es más, podría
jurar, que era su propia voz mental; aquella que siempre le exigía,
aquella que siempre lo cuestionaba, aquella que siempre lo impulsaba
a ser lo mejor de si mismo, a lograr ser un ser humano y a florecer su
corazón.
El hombre, que parecía leer los pensamientos del muchacho, se
quitó la máscara lentamente para descubrirse y lograr serenar los
pensamientos de Águila Nocturna. Inmediatamente el joven reconoció
el rostro, parecía que había sido ayer cuando lo vio, a pesar de que
era un niño. Después de un instante se dio cuenta que era el mismo
anciano, al que le trato de ayudar cuando estaba por llegar a DAANY
134
BEEDXE.
El anciano era ligeramente alto y delgado, de complexión atlética y
musculosa. Tenía el rostro ovalado y una afilada nariz aguileña. Su
cabello lacio, estaba completamente blanco y tenía dos cosas que
llamaban poderosamente la atención del joven; una eran sus ojos, de
los que emanaba una profunda mirada de sabiduría y tranquilidad.
Daba la impresión, que esos ojos ya lo habían visto todo en el mundo.
Y la otra, eran sus manos finas y largas, que apoyaban todas las
intenciones de sus palabras. Había algo que no cuadraba bien en el
anciano, porque por una parte se sentía toda la fuerza de la sabiduría
y la experiencia, que da el tiempo; pero a la vez, se proyectaba la
energía y la simpatía de la juventud. Era como un joven que hubiera
envejecido de súbito.
-Cada ser vivo en este planeta tiene una función, que esta
interrelacionada con todos y con "el todo"; por ello, todos los seres
vivos y aun los no vivos, mantenemos un equilibrio muy delicado pero
determinante, y por ello tenemos una misión en la vida. -dijo el
anciano, tú hasta ahora has cumplido con tu responsabilidad. Veo que
guardaste el caracol que te regalé, pero falta el verdadero desafío.
Todo lo que aprendiste allá abajo, entre los hombres, de muy poco
te servirá entre nosotros. En este momento eres como el niño que
encontré hace muchos años, tienes que empezar de nuevo y no tienes
alternativa, nunca podrás regresar como eras a El Valle del Frijól, de
modo que de aquí iras a la muerte o a la eternidad; y como quiera,
tarde o temprano te vas a morir, así que piénsalo bien...¡estas frente a
una gran oportunidad!
Ahora te voy a revelar la norma legendaria, que nos dejaron los
viejos artistas de la vida, nuestros amados antepasados toltecas; por
quien hemos vivido muchos cientos de atados de años y viviremos
muchos más, hasta que se acabe este Quinto Sol en el que existimos.
La Fuerza que rige la vida y el mundo, que es inexplicable e
inconmensurable. Aquella que los hombres comunes llaman el Dueño
del Cerca y del Junto, El Invisible y el Impalpable, Aquél por quien se
vive; que los Viejos Abuelos toltecas le llamaron El Águila y que lo
simbolizaron con El Sol, es quien nos da y quien toma nuestra energía.
135
Esta energía simbolizada en una águila, que está representada en
todas partes, en la vida de los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos
toltecas; cede una partícula de su ser, en cada ser vivo, para que este,
en su proceso de crecimiento y desarrollo, incremente a través de la
conciencia de ser, esta energía y regrese multiplicada...¡como el
alimento del Águila!. Esta chispa luminosa que se nos ha otorgado y
que habita en nosotros, regresa con la muerte, más grande, a su
dueño y generador...al Águila-Sol. Ahora entiende por qué los hombres
del valle, le llaman "Aquel por quien se vive", y se dicen así mismos,
los hijos del Sol o El Pueblo del Sol.
Pero esta inconmensurable fuerza, le otorga en justicia, a cada ser
vivo, desde una pequeña planta, hasta el ser humano, "la oportunidad"
de no ser devorado y perder su conciencia de ser, para perpetuar la
conciencia. A esta "oportunidad", los Viejos Abuelos toltecas le
llamaron "La Libertad Total" y decían que era un regalo o un don que
el Águila otorgaba a lo mejor de sus hijos. Porque el ser vivo logra
decantar su energía a tal punto, que su pureza le permite
desprenderse de la materia que la contiene y cruzar los linderos de
esta realidad, para llegar al mundo de lo inconmensurable.
El más grande secreto que nos legaron los sabios y Viejos Abuelos,
es el procedimiento para llegar a la Libertad Total; razón y esencia
verdadera de la vida.
La razón de la existencia de DAANY BEÉDXE, es capacitar a
aquellos seres humanos que han decidido luchar por su Libertad Total.
DAANY BEÉDXE se remonta a los mismos orígenes de los tiempos,
cuando el ser humano descubre a través de su conciencia, este
revelador misterio. La Montaña Sagrada del Jaguar es un punto de
contacto entre La Fuerza y los seres humanos, es por decirlo de algún
modo, donde el cielo y la tierra se tocan, el lugar en donde la
Serpiente Emplumada deja de reptar e inicia su vuelo, en busca de lo
inconmensurable.
DAANY BEÉDXE es un lugar en la tierra, donde además de darse
condiciones muy especiales en los campos energéticos de la tierra, la
atmósfera y el cosmos; el ser humano ha trabajado en ellos a lo largo
de cientos de atados de años; transformándolos en apoyo para su
136
lucha en pos de la Libertad Total. Aquí, increíbles cantidades de
materia, han sido usadas para desarrollar el potencial energético del
ser humano, combinándolo al usarlo con la energía telúrica de la
Tierra; y todas las construcciones que ves, no tienen nada que ver con
la vida común de los hombres del valle. En este recinto se libra la
Batalla Florida de los Guerreros de la Libertad Total. Aquí es la casa de
los dardos sagrados de la conciencia, la casa de las águilas y los
jaguares, aquí es DAANY BEÉDXE, la Montaña del Jaguar.
Los Viejos Abuelos nos dejaron en la tinta negra y roja, el
conocimiento para lograr esto, que racionalmente se antoja imposible.
DAANY BEÉDXE es un sitio de poder, en donde por tradición milenaria
los seres humanos intentan alcanzar "la oportunidad", que el Águila-Sol
nos ha dado. Existe una metodología muy compleja y detallada, que
exige de las personas un esfuerzo indescriptible y supremo.
Este método requiere de la concertación de la energía, de un grupo
de personas. Si bien, el esfuerzo por lograr la voluntad, el
fortalecimiento del cuerpo, la impecabilidad de la mente y la
perfección del espíritu, es un trabajo estrictamente personal; el logro
de La Libertad Total, se hace en grupo. Por lo que en principio se
dividirá tu enseñanza en dos partes; primero la individual, en la que se
trabaja el conocimiento del mundo conocido y después la del equipo,
en el que se trabaja el conocimiento del mundo desconocido. La norma
señala que el número mínimo del equipo serán 17 personas, quienes
cuando terminen ambas instrucciones deberán olvidarlas. La norma
milenaria del Águila-Sol señala que si los individuos del grupo, primero
se logran recordarse a sí mismos, y después recuperarse como equipo;
solo entonces podrán intentar la última Batalla Florida en este mundo,
para llegar a la libertad total, para esto has llegado a DAANY BEÉDXE.
Mañana empezaremos tu instrucción, La Fuerza decidió que yo fuera tu
maestro, trataré de cumplir con impecabilidad y humildad mi tarea."
26
En la madrugada llego Serpiente de Estrellas por su alumno y en la
penumbra, lo llevó a la parte Norte del conjunto. Subieron a la
pirámide más elevada y se sentaron de cara al Oriente. Era una noche
137
sin luna y tachonada de estrellas. Corría un ligero viento del Norte, que
interrumpía el silencio de la noche. El anciano comenzó diciendo:
-Es mi deber hablarte de La Montaña del Jaguar, porque
probablemente sea tu último nido en la tierra. Este lugar como ves, no
es una ciudad, ni un palacio y mucho menos una fortaleza militar.
Tampoco es un centro ceremonial, porque aquí no existen los dioses;
acaso el Águila-Sol, que es una forma muy vaga e incierta de nombrar
lo innombrable, a La Fuerza. Allá abajo, en el Valle, viven los dioses
con los hombres comunes, en sus templos y en sus casas. Aquí no
existen templos, ni casas, ni hombres comunes. Por lo consiguiente
tampoco es un lugar, como La Casa de la Medida. DAANY BEEDXE esta
más cerca de lo portentoso, maravilloso y misterioso de la existencia
humana.
Quiero decirte, que en toda la tierra que esta rodeada por las
grandes aguas, existen otros lugares como este. De hecho ya visitaste
algunos de ellos en tu ceremonia de recepción. Los Viejos Abuelos
toltecas en los orígenes de los tiempos, descubrieron algunos lugares
en la Tierra, donde La Fuerza se manifiesta de manera muy especial y
ahí construyeron estos recintos, que ayudan al ser humano a obtener
su libertad total. -poco a poco empezaba a clarear y la vista desde la
parte más alta era imponente-. DAANY BEÉDXE es la última estación
antes de lo inconmensurable, de modo que los guerreros aquí estamos
de paso. Por lo mismo, el número de personas que habitamos la
montaña sagrada es de 400, divididos en 23 equipos de 17 personas
cada uno, más 9 Maestros o Naguales, que representan los nueve
cielos. Pero este número no cambia, aunque siempre se están
formando nuevos equipos, porque unos llegan y otros tantos parten de
aquí a la eternidad.
Aquellas casitas que ves en las laderas de la montaña, son el
refugio temporal de estos intrépidos viajeros. Ahí se vive
temporalmente de manera austera, frugal y sobriamente, pues es la
marca de los Guerreros de la Muerte Florecida. Lo poco que
necesitamos para vivir, nuestros generosos hermanos de La Tierra del
Gemelo Precioso, nos hacen el favor de proporcionárnoslos. Este lugar
138
tiene cientos de atados de años, por lo que podrás apreciar muchas
casitas en donde vivieron los que ya partieron. Los guerreros son
personas muy solitarias y sensibles, que no les gusta estar en lugares
en los que se ha quedado impregnada la energía de otros guerreros,
por eso prefieren construir sus propias casitas y luego abandonarlas
hasta que las tira el tiempo. Por muchas construcciones que veas en
las laderas, solo vivimos temporalmente aquí 400 personas, que
venimos de todas partes, incluso de lugares muy lejanos. "Somos los
Cuatrocientos Guerreros del Sur". Cada guerrero por las características
de su energía personal, encuentra más afinidad con algunos sitios en
especial de nuestra Madre Querida, y por ello, viajan a donde sea
necesario para encontrar su lugar, su centro energético, en donde
pueden entablar con mayores posibilidades su última batalla de poder,
su Batalla Florida.
DAANY BEÉDXE lleva cientos de atados de años con la misma
distribución arquitectónica, nunca ha cambiado su diseño. Solamente
que cuando las energías usadas aquí, contaminan demasiado a las
piedras; las saturan cargándolas de la energía de los guerreros que
han partido. Por ello resulta necesario recubrir los edificios, pero
siempre se mantiene escrupulosamente la planta arquitectónica, que
no es un capricho estético, sino que obedece a conocimientos secretos
de los Viejos Abuelos toltecas, a fuerzas desconocidas y asombrosas,
tanto de la Tierra, el universo, como del mismo ser humano, que aún
nosotros desconocemos, pero que armonizan a nuestra Madre Querida
la Tierra, con La Fuerza llamada Águila-Sol. Las piedras con que se
construyó este recinto, fueron traídas en un principio de un lugar
distante, del otro lado del Valle. DAANY BEÉDXE representa la voluntad
de Ser y Trascender de nuestros Viejos Abuelos, es la fuerza del
espíritu humano en busca de lo milagroso. -la luz empezaba a
desplazar a la obscuridad-. Abajo en el valle, la vida iniciaba. Algunas
nubes habían quedado atrapadas al pie de la sierra Norte. Águila
Nocturna, tendrás que compartir con nosotros un tiempo este lugar,
cuando termines la enseñanza te ausentarás para llegar nuevamente y
partir, esa es la norma, ese es el acuerdo. Ahora vamos a recibir al sol,
que emerge victorioso de la región de la muerte, de la materia, de la
139
obscuridad, de la ignorancia. Y diciendo esto, el sol empezó a salir de
entre las montañas, por donde está La Ciudad de los Muertos.
Como un disco en llamas, emergía lentamente entre una atmósfera de
un naranja pálido. El majestuoso astro desprendía energía, que
vitalizaba a la tierra y a la atmósfera, daba la impresión de que poco a
poco vencía a las fuerzas de la obscuridad, que rápidamente se
replegaban al poniente. Cuando el sol despegó de la tierra, -Serpiente
de Estrellas dijo. Es momento de llevarte a lo que será tu casa.
vámonos.
Caminaron hacia la parte Sur y salieron por el costado Oriente de la
gran pirámide. Cuando llegaron a una construcción que está en la
parte posterior a la pirámide, Serpiente de Estrellas le dijo al aspirante:
-Es la costumbre que el recién llegado, primero viva hacia el
Oriente. Posteriormente, según su energía, pasara a vivir al Norte o al
Sur, para finalmente vivir en la parte Poniente. Allá abajo existe un
lugar para ti, busca tu sitio y ya sea que construyas una choza o
encuentres una abandonada que te ajuste, esa es tu elección. Mañana
estaré aquí por la mañana.
Águila Nocturna se quedó parado largo tiempo en el lugar en que
lo dejó su maestro, después empezó a caminar sin rumbo fijo, en su
mente no habían ideas, solo caminaba sintiendo gusto en el hacerlo,
sencillamente por el placer de caminar, sin ninguna idea o
pensamiento que lo justificara.
No supo cuanto tiempo deambuló por esas veredas que estaban al
costado Oriente de la montaña sagrada, lo cierto es que de repente
despertó acostado en un petate en una casita de adobe. Era una
habitación muy pequeña, con una puerta que daba hacia el Oriente.
Afuera tenía un pequeño corredor techado y se encontraba en una
saliente de la montaña, lo que le daba una excelente vista del pueblo
de La Tierra del Gemelo Precioso. Al fondo quedaba unos inmensos
cerros, que por las tardes atrapaban en su masa, a la luz y sus
maravillosos colores.
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Águila Nocturna se dio cuenta que en el otro extremo de la
habitación, estaba sobre un petate unos platos con alimentos y un
cántaro con agua. Comió y salió al corredor, entre los troncos del
techo encontró dos hamacas, las colocó y se recostó a esperar.
Por la tarde llegó su Maestro y Águila Nocturna le preguntó el por
qué no veía a los habitantes de la montaña sagrada y el anciano le
contesto:
-DAANY BEÉDXE no es un lugar de hombres comunes y actos
comunes, aquí es donde se expresa el Espíritu del ser humano y su
lenguaje es a base de “flor y canto”, su sentir se expresa en actos;
actos inmaculados de gran belleza y templanza. DAANY BEÉDXE es un
lugar muy especial, por lo que los actos de los guerreros que viven
aquí, tienen que ser muy especiales. Nada de lo que veas y atestigües
en la Montaña Sagrada, es parecido a lo que tu viviste en el Valle. Para
estar en equilibrio con DAANY BEÉDXE, uno tiene que actuar
impecablemente. Para lograr la armonía en DAANY BEEDXE, que es un
inconmensurable misterio...¡uno tiene que convertirse, en un misterio
más!
Como te dije, aquí viven los cuatrocientos Guerreros del Sur.
DAANY BEÉDXE está compuesto de cuatro núcleos generadores, uno
en cada montaña. Cada uno tiene un fin determinado, por decirlo de
alguna forma, son cuatro diferentes escenarios de una misma batalla.
Cuatro elementos y el quinto es el ser humano, organizado en 23
equipos de guerreros y los nueve guerreros del cielo. Estos cuatro
lugares, que están en la cima de los cerros, fueron escogidos por los
Viejos Abuelos toltecas. En cada uno de ellos, Los Guerreros del
Espíritu tienen que realizar sus complejas, sofisticadas y difíciles
tareas, para ganar su Guerra Florida.
Ya te dije, DAANY BEÉDXE no es una ciudad o un templo. Aquí
reside uno de los puntos energéticos más importantes de nuestra
Madre Querida, aquí el ser humano se enfrenta a lo inconmensurable,
en el mejor de los sentidos, es un lugar sagrado. Por esto, te parecerá
en principio que DAANY BEÉDXE esta deshabitada. Es más, para los
ojos de cualquier hombre común, tal ves la vería desierta; porque
nosotros ya no somos como ellos, seguramente nos percibirían como
141
fantasmas, pero ese no es el caso. Lo cierto es que mientras te inicias
en el camino de "flor y canto", solamente me verás a mí; pero debo
recordarte sin embargo, que cuando llegaste, los Cuatrocientos
Guerreros te recibimos, lo que te indica que en algunas ocasiones muy
especiales, todos los guerreros participamos en actividades conjuntas.
Los queridos hermanos de La Tierra del Gemelo Precioso, te proveerán
de lo necesario; su impecabilidad consiste en que jamás los verás.
Veo que escogiste un lugar extraordinario. Tal parece que tú
energía esta a tono con este lugar -las palabras del maestro eran
justas y exactas. Águila Nocturna no lo había pensado pero, se sentía
perfectamente en ese lugar, como si fuera el lugar de toda su vida.
Tenemos que iniciar nuestros trabajos, sígueme.
El anciano y el joven se dirigieron a la cima de la montaña y
entraron por la puerta principal. Se encaminaron a un edificio que está
en la parte Sur Oriente, subieron las escalinatas y antes de entrar, el
maestro se dirigió así a su pupilo:
-Aquí iniciamos nuevamente. Tendrás que cerrar los ojos y tomarte
de mi mano, te guiaré al interior del recinto y ahí te daré las siguientes
instrucciones. Águila Nocturna cerró los ojos y se dejó conducir por su
maestro. Sintió inmediatamente que doblaron a la derecha, después de
caminar algunos pasos doblaron a la izquierda, caminaron unos pasos
y bajaron unos escalones, para después dar cuatro vueltas en forma
circular y detenerse. -Abre los ojos, dijo el maestro. Águila Nocturna se
encontraba en un patio cuadrado, completamente cerrado por cuatro
edificios que estaban en los costados. En cada edificio, estaba una
pequeña cámara con una puerta muy amplia. En el vértice de los
cuatro ángulos del patio, estaban unas construcciones como pasillos,
en donde tres de los cuales no conducían a ningún sitio, el cuarto, que
estaba en el ángulo Sur-Poniente, era la entrada. De modo que desde
el centro del patio, no se veía entrada alguna- ¿Qué sentimiento te
evoca el lugar? preguntó el Maestro. Me siento en un lugar muy
íntimo, me da la sensación de que estoy encerrado en mis adentros, se
siente una atmósfera de hermetismo.
Las cuatro fachadas de los edificios estaban pintadas de la
siguiente manera: la Oriente de color rojo, la Sur de azul, la Poniente
142
de blanco y la Norte de negro. La decoración en principio era similar en
las cuatro. Compuesta de un dintel encima de la entrada y dos murales
pintados sobre las paredes.
En la fachada Norte estaban pintados dos colibríes de perfil, en
dirección encontrada, sobre un fondo negro; en la parte central, sobre
la puerta, se encontraba una extraña ave, que miraba de frente. En la
fachada Oriente, sobre un fondo rojo estaban pintadas dos águilas,
una en cada pared y sobre la puerta otra extraña ave, mirando de
frente. En la fachada Sur, sobre fondo azul, estaban dos serpientes,
una en cada muro y sobre la puerta, una inmensa cara de una extraña
serpiente; finalmente, en la fachada Poniente sobre fondo blanco, dos
jaguares y sobre la puerta, una cabeza de animal, que tenía la forma
de jaguar, serpiente y águila al mismo tiempo.
Entonces le dijo el maestro:
-Águila Nocturna, el mapa del camino del guerrero está aquí
planteado. Debes aprenderlo en tu corazón, porque el camino será
largo y en ocasiones devastador.
Los cuatro rumbos de la tierra parten de tu ombligo, "el centro".
Iniciarás desde la tierra: la fuerza del jaguar es la representación de la
materia, aquí naces, aquí brotas a la conciencia de ser, el blanco es su
color. Cuando logres vencer la inercia de la materia nacerás
espiritualmente.
Entonces saltaras como jaguar a la guerra, tendrás que entablar la
guerra más terrible, que un individuo puede librar, la guerra consigo
mismo, la guerra con sus entrañas,... la Guerra Florida. Tendrás que
usar toda tu inteligencia y fuerza de voluntad, en síntesis deberás ser
impecable con tu racionalidad. La muerte de tus partes dispersas, la
muerte de los sentimientos que te atan y te aferran al mundo de la
materia, será representada por el maravilloso colibrí y el color negro.
Volarás entonces a la región del cambio, porque todo en ti habrá
cambiado. Entrarás a través de la Serpiente al aterrador mundo
irracional de lo desconocido, de lo innombrable, su color es el azul.
Finalmente sí logras superar los tres estadios del camino del
Guerrero de la Batalla Florida, llegarás a el cielo prometido, volarás por
las alturas en compañía del Águila, en medio de un cielo
143
completamente rojo, porque ese es su color, y la fuerza de tu espíritu
te llevará hasta la anhelada resurrección, motivo esencial de la vida,
trofeo que se le otorga a los Guerreros, vencedores de la Guerra
Florida.
Tendrás primero que pasar estos cuatro estadios de la batalla en
este edificio, durante cuarenta días estarás en este recinto,
posteriormente deberás pasar a cuatro edificios especialmente
construidos para este proceso, en los cuatro cerros que componen
DAANY BEÉDXE. Yo estaré siempre a tu lado, aunque no me veas".
Águila Nocturna sin decir una sola palabra, se dirigió al edificio del
Poniente a iniciar su batalla florida. Todo lo que le había dicho su
Maestro, ajustó exactamente en su cabeza y en su corazón. Le daba la
sensación que toda la vida, había estado esperado esta orden, y sin
miedo, ni ambición, se dirigió a cumplir con su destino. Sus maestros
le habían enseñado, que nada en la vida es importante. Ya que si el
mismo jade se quiebra y las plumas de quetzal se desgarran; el ser
humano, en verdad que no era nada, su paso por la tierra era tan solo
un momento fugaz. Así, nadie tiene el suficiente tiempo, para aferrarse
a las cosas de la vida. Lo único que cuenta son las acciones y sus
decisiones. En tal suerte, no era importante si Águila Nocturna vencía o
salía derrotado en su Batalla Florida. Lo único verdaderamente
importante, era asumir con responsabilidad, la decisión de enfrentar su
batalla, el hecho de estar ahí, con todas sus consecuencias.
Empezó a ocultarse el sol, la luz se perdía y la noche penetraba en
silencio. El viento comenzó a soplar con gran fuerza, parecía que
gemía al pasar entre los huecos de las construcciones, como buscando
por todos los rincones algo. En el patio se sentía una desolación del
tamaño del cielo. Entrar a ese cuarto, era en verdad, el principio del
fin. Águila Nocturna se sintió un fantasma, quiso despedirse de su
Maestro, pero cuando volteó, ya no había nadie. Sintió entonces que
estaba completamente solo, como nuca antes en su vida. La
obscuridad se adueñó del patio y Águila Nocturna se dirigió lentamente
al interior de la habitación.
27
144
Águila Nocturna llevaba varios lunas en DAANY BEÉDXE, se sentía
como en su casa. Los edificios eran al mismo tiempo bellos y
fascinantes, pero permeaban una sensación de temor y respeto. Cada
uno tenía su propia energía y su propia personalidad, como si tuvieran
vida independiente. El muchacho sentía especial afecto por la pirámide
del Sur, donde solía pasar las tardes, hasta muy entrada la noche.
Otros edificios con los que había hecho muy buena relación, eran con
los que estaban ubicados al Oriente y Poniente del observatorio. Ahí su
energía se fundía con las piedras del conjunto. No así, con los edificios
de la parte Norte, que evitaba lo más posible; pues en esos lugares se
sentía nervioso y desconcentrado.
Efectivamente como se lo había dicho su Maestro, jamás encontró
a nadie en el conjunto. Era como una inmensa casa antigua y
fascinante, donde él siempre se sentía como un huésped pasajero y
observador. Era un sitio indescriptible y maravilloso, que estaba fuera
de lo cotidiano. En DAANY BEÉDXE el tiempo, la vida y el espacio
sucedían de manera totalmente diferente que en el valle. La montaña
sagrada había sido construida hace muchos atados de años por los
primeros artistas de la piedra interior, y desde esas épocas hasta ese
día, seguía funcionando de manera ininterrumpida. Como no era ni un
templo, palacio, fortaleza o ciudad, estaba aparentemente desierta,
pero al mismo tiempo, se sentía habitado por la fuerza de la energía
humana, que
compartía la atmósfera de lo misterioso e
inconmensurable del recinto.
DAANY BEÉDXE tenía cuatro personalidades, totalmente diferentes
una de la otra; en la mañana, al medio día, en la tarde y por la noche.
Para Águila Nocturna su predilección era por las tardes y noches.
La estancia en la montaña sagrada entre otras cosas, le permitía
desarrollar un contacto, con el ser que habita en lo más profundo de la
conciencia. Ese desconocido que generalmente vive dormido y que sin
embargo, es parte vital de la existencia.
145
La relación con su maestro era excelente, entre más pasaba el
tiempo, menos lo veía, pues de alguna forma había aprendido a
comunicarse con él mentalmente. Esa antigua voz, que siempre habitó
en lo más profundo de su ser, era ahora su fiel compañera, con ella
compartía la maravillosa experiencia de estar en la Montaña del
Jaguar. No sabía si en verdad, la voz que escuchaba era la mente de
Serpiente de Estrellas o si era el conocimiento silencioso que habita en
cada ser humano, que es la suma de la experiencia de cientos de
generaciones, que han vivido antes, y que en el individuo depositan el
compromiso de la existencia. Sea lo que fuere, Águila Nocturna se
sentía completo y emocionado, con esa presencia, que venía desde sus
más profundos adentros, y que al mismo tiempo que sabía que no era
él, también estaba seguro que formaba parte íntima de su ser.
Sin embargo, siempre que aparecía Serpiente de Estrellas la alegría
del muchacho era manifiesta. La compañía de otro ser humano se
convertía en un gozo, porque al final de todo, los seres humanos
necesitan de compañía. El amor a la tierra, la madre querida, que
desde niño se le inculcó, le hacía sentirse pleno en donde quiera que
estuviera, más la presencia del conocimiento silencioso en su
instrucción y las visitas de su maestro, hacían que el joven tuviera un
mundo completo y sólido, en el espléndido DAANY BEÉDXE.
28
Una día, llego a su casa Serpiente de Estrellas e invitó a su alumno
a ir a uno de los cuatro cerros que componen DAANY BEÉDXE. Se
dirigieron a la parte Poniente. Este lugar era conocido como el Cerro
del Águila. En la cima se habían construido un conjunto de edificios y
plazas para los ejercicios de los Guerreros. Había dos construcciones
que especialmente le llamaban la atención a Águila Nocturna. El
primero era un espléndido juego de pelota, más grande que el que se
encontraba en el núcleo central y el edificio Norte. El segundo era uno
de los cuatro edificios, que estaban en torno a una plaza, en la parte
más alta del cerro.
En ese lugar por las tardes, le gustaba contemplar a una pareja de
águilas que solían volar en torno a la pirámide más alta. Sentado de
146
cara al sol Poniente, Águila Nocturna podía contemplar el Valle del
Frijól y a su derecha la majestuosa cadena montañosa de la Sierra
Norte, mientras moría la tarde.
Cuando llegaron a la gran plaza del conjunto del Águila, el anciano
invitó a sentarse al joven guerrero, después de un prolongado silencio,
el maestro inició su platica de esta manera.
-Los cuatrocientos seres humanos que estamos trabajando y
luchando en DAANY BEÉDXE, buscamos la trascendencia espiritual de
la existencia a través de La Libertad Total. Los que nos han precedido
en el viaje, los Viejos y Sabios Abuelos toltecas, a todos sus hijos nos
legaron su sabiduría para mantener la semilla y la esperanza humana
aquí sobre la Tierra. A los hombres comunes, a los que viven en los
valles, les dejaron una compleja gama de conocimientos, instituciones,
tradiciones, usos y costumbres; con los que el ser humano puede vivir
en armonía y equilibrio. Para algunos cuantos, solo para algunos
cuantos, nos dejaron a DAANY BEEDXE y sus complejos y sofisticados
conocimientos, para luchar por recibir la oportunidad de la Libertad
Total.
Muchos de los conocimientos que aprendiste en las instituciones
donde estudiaste salieron de aquí. A lo largo de tu vida haz aprendido
a templar tu fuerza de voluntad y a ser humilde e impecable. Ahora es
el momento de poner en juego todos tus recursos y posibilidades.
Como sabes, el mundo está compuesto de dos clases de energía, la
luminosa y la espiritual. La primera es todo cuanto nos rodea. Los
hombres del Valle le llaman "La Divinidad del Agua", encarna la vida y
es una forma de representar lo irrepresentable. Nosotros, a esa
energía le llamamos "La Fuerza" y se desprende, de "eso" que
nombramos "El Águila" o simplemente el Sol. Así, todo cuanto ves de
esta mundo, está compuesto de esta energía; los minerales, los
vegetales y los animales son antes que nada, cargas de esta energía.
La segunda energía es la espiritual, esta es una energía más fina y
es producida por todos los seres vivos, a través de la conciencia de la
existencia misma, por eso le llamamos "Conciencia de Ser". Los
hombres del valle le llaman "La Serpiente Emplumada" y la
147
representan como la “Divinidad del Viento”, porque simbólicamente,
figura el soplo divino que le da conciencia a la energía luminosa o
materia.
Cada individuo está constituido por un cúmulo de la energía
luminosa y lo que lo separa de la fuerza, es una pequeña membrana,
producida por la conciencia de ser. Cuando nace el individuo producto
de la energía cedida por sus padres, empieza un ciclo, en el cual, su
deber es incrementar esta energía luminosa e incrementar la energía
espiritual, a través del proceso de la existencia. El ser humano es
entonces un campo de energía, que está contenido por otra energía
llamada "Conciencia de Ser". La energía que está en su interior, es la
misma que está en el exterior.
Cuando el individuo muere, la energía producida por la conciencia
de ser, es absorbida por la fuente de la energía luminosa, "La Fuerza",
como nosotros le decimos, el Águila o el Sol, pero que
indiscutiblemente, no es ninguna de las dos cosas; es repito, una
forma muy vaga de nombrar lo innombrable... lo inconmensurable.
Después de la muerte, la membrana se rompe y la energía de
adentro, se integra nuevamente con la de afuera. Así, la existencia de
todos los seres vivos, está enfocada a producir energía espiritual, a
través de su conciencia de ser. Esta energía espiritual es “el alimento
del Águila”. Cuando el individuo muere, su energía luminosa se
reintegra a la totalidad de la energía luminosa del mundo y la otra
energía de que esta constituido, la energía espiritual, es consumida
como alimento por "La Fuerza". Los cuatrocientos guerreros de DAANY
BEÉDXE estamos aquí, para luchar por la oportunidad que tiene todo
ser vivo y su energía espiritual, de mantener su conciencia después de
la muerte; que al no ser alimento del Águila, pasa a niveles superiores
de existencia; a esto, los Viejos Abuelos le llamaron "La Libertad
Total".
Para lograr este milagroso hecho, es necesario trabajar
enormidades, para poder tener una mínima oportunidad. Como sabes
el cuerpo humano es un campo de energía, como un huevo luminoso,
recubierto de una membrana y que está comunicado con la energía de
148
afuera, a través de un punto en el capullo, en el que se ensamblan o
alinean, la energía de adentro con la de afuera. Este lugar de
ensamble o punto de contacto entre la energía de adentro, con la de
afuera, los Viejos Abuelos toltecas le llamaron "La percepción" y los
hombres del valle le llaman la visión del mundo.
En el huevo luminoso que se forma por el capullo, como te dije,
existen dos partes. Una que tiene que ver con la energía que usamos
para alinearla con la energía de afuera. Esa parte de la energía es lo
que los hombres del valle llaman el "mundo conocido", la otra parte de
la energía que está encerrada en el capullo, y que tiene que ver con la
energía de afuera que no se alinea o ensambla; a esa parte de la
energía se le llama el "mundo desconocido". De modo que el huevo
luminoso posee una mínima parte de energía que se ensambla con
otra mínima parte de la energía de afuera; y al mismo tiempo, posee
en su interior, una gran parte de energía que no se alinea y que tiene
que ver, con la inmensidad de la energía del mundo de afuera y que el
huevo luminoso no puede ensamblar. A esta parte de la energía, se le
conoce como el mundo desconocido, por lo que los seres vivos
tenemos en nuestro interior una mínima parte de nosotros mismos
"conocida" y una inmensa parte "desconocida"; y de la misma forma,
en la parte externa, tenemos una mínima parte conocida y una
inconmensurable parte totalmente desconocida.
Para llegar a tener esa mínima oportunidad, los guerreros de la
libertad total deben aprender a cambiar el lugar donde se ensambla la
energía de adentro con la de afuera. Al lograr que el campo
energético, llamado ser humano, ensamble en otro punto de su huevo
luminoso, a la energía de afuera con la de adentro, por fuerza
obtendrá otra percepción, que los hombres del valle llamarían, otra
visión del mundo; otra, porque de hecho, estarían presenciando otra
realidad de nuestro propio mundo, que siempre ignoramos o no
percibimos, pero que esta ahí.
Si el ser humano solo se piensa como materia, la visión delmismo y
su mundo será muy limitada y estrecha. Ahora, si el ser humano se
percibe como un campo de energía, dentro de infinitos campos de
energía; entonces las posibilidades se multiplican infinitamente. El
misterio de la vida comienza, aceptando e interiorizando que el
149
universo y nosotros mismos, estamos constituidos de energía. ¡Que
sencillo! y al mismo tiempo, cuanta imposibilidad para aceptarlo. Por
eso, los Viejos Abuelos toltecas nos dejaron dicho, que el
"conocimiento o Toltecáyotl" no puede ser transformado en palabras.
El conocimiento está en los actos, o mejor dicho, en la energía que lo
engendra.
Cuando el Guerrero de la Muerte Florecida, a través de sus batallas
floridas, logra mover el punto de ensamble de las energías de adentro,
con las de afuera, percibe otra realidad. Descubre entonces que nos
rodean un universo de fuerzas totalmente inexplicables y asombrosos
fenómenos; que en parte nos seducen y nos fascinan, pero que al
mismo tiempo, nos aterran y nos aniquilan. En consecuencia, Los
Cuatrocientos Guerreros del Sur en DAANY BEEDXE, no tratamos de
explicar o cambiar estas fuerzas; solo las usamos, Los Viejos Abuelos
toltecas nos legaron técnicas para usarlas y dirigirlas en la dirección
propicia para La Batalla Florida. En esta lucha siempre estamos
desafiando algo misterioso, evitando algo aterrador, preparados para
algo devastador; y ese algo, siempre resulta ser algo inexplicable,
grandioso ...infinitamente más poderoso que nosotros.
De esta manera el guerrero, para luchar por esa mínima
oportunidad que tiene, de mantener su "Conciencia de Ser", después
de la muerte y que representa su Guerra Florida; debe primero,
aprender a reordenar el uso de su energía. Por que finalmente, todo el
universo y el ser humano mismo, en su esencia más íntima y
primigenia, se traduce en campos de energía, y entonces ese
maravilloso regalo que nos hace el Águila, de mantener después de la
muerte nuestra conciencia de ser, se reduce a un proceso energético.
Todos los seres humanos gastamos energía en transformar el mundo
de cargas energéticas, en un mundo de ideas y objetos; sin embargo,
el gasto más importante que hacemos diariamente, es el de mantener
la exaltada idea que tenemos de nosotros mismos.
La recanalización y el ahorro de nuestra energía, es una de las
enseñanzas más importantes de Los Viejos Abuelos toltecas. De hecho,
si te das cuenta, el sistema social y educativo en el que has vivido, de
150
alguna manera está dirigido para que el individuo sea humilde y pierda
su importancia personal.
El mover el punto en el que la energía de adentro del capullo se
ensambla con la energía de afuera y que permite la percepción de
otras realidades, es un asunto estrictamente de energía. Para lograrlo,
se requiere que el guerrero disponga de suficiente energía; pero como
el ser humano no puede obtener más energía que la que tiene,
entonces es necesario recanalizar y ahorrar su propia energía.
Esto es un verdadero arte e implica dos cosas; la primera, es que
debe mantener una rigurosa conciencia y decisión en esta intención; y
lo segundo, es que necesita afinar su fuerza de voluntad y lograr
mayor disciplina en la vida diaria. Y estas dos cosas se traducen en la
práctica, en un cambio drástico en su forma de vida.
Los Viejos Abuelos toltecas no solo construyeron estos majestuosos
e imponentes recintos como DAANY BEÉDXE, en donde los campos de
energía son los adecuados para que el guerrero puede dar las batallas
de su Guerra Florida; sino lo que es aun más importante, nos legaron
toda una tradición llena de sabios conocimientos, para que los hijos de
sus hijos, bajo cualquier adversidad, mantengan en los seres humanos,
el conocimiento más importante del hombre sobre la tierra ... para
lograr La Libertad Total. Esa sabiduría se le ha llamado por todos los
pueblos del Anáhuac, desde hace muchísimos atados años, Toltecáyotl.
Así que lo que primero debe lograr un guerrero es aprender a
ahorrar energía. Esta energía la debe obtener de su mundo cotidiano;
para ello, el guerrero tiene que deshacer la historia de su vida, porque
el mantenerla requiere una cantidad muy grande de energía. Nuestra
historia personal alimenta la idea exaltada que siempre tenemos de
nosotros mismos, y nos permite autoafirmarnos en el mundo que
construimos con los pensamientos; el mantener ese mundo y a nuestra
importancia en él, requiere un descomunal flujo de energía.
Otra de las técnicas que nos enseñaron Los Viejos Abuelos toltecas
para el ahorro de la energía es, "el no hacer". Que consiste en no
151
responder "conscientemente" a los actos que conforman la imagen de
nosotros mismos. En el hacer cotidiano de la vida, que es inconsciente,
"porque así somos", desperdiciamos mucha energía. La técnica es "no
hacer" lo que siempre hacemos; acabar con las rutinas físicas,
mentales y emocionales. Vivir muy atentos a cada acto que realizamos
-de puntitas, cuidando de no caer en la inconsciencia, es decir, en los
actos impensados que nos hacen ser como somos.
Esto nos lleva necesariamente a desmantelar las rutinas de nuestra
vida de manera sistemática y total. Porque las rutinas nos permiten
fortalecer la imagen que pretendemos proyectar de nosotros mismos y
alimentan la importancia personal. Romper las rutinas de la vida es
transformar ese mundo soso, aburrido y pretencioso; en un mundo
maravilloso, misterioso y aterrador.
Para destruir las rutinas de la vida, el guerrero se tiene que
convertir en un cazador inmaculado. El cazador anda tras el
conocimiento y el conocimiento es poder. El guerrero es un cazador de
poder. Los cazadores atrapan a sus presas porque conocen sus rutinas.
De esta manera el guerrero se observa a sí mismo atentamente y se
acecha cuidadosamente; diagnostica sus rutinas y entonces las puede
cazar y desmantelar. Pero lo que hace a un cazador, ser inmaculado,
es que él mismo, ¡no tiene rutinas!, esto es, no actúa como una presa.
Esto lo hace ser inaccesible, condición indispensable para poder
ahorrar energía. Los Viejos Abuelos toltecas decían que el guerrero
debe ser inaccesible para el mundo en el que vive. No puede
interponerse en el camino de nadie, y no permite que nadie se cruce
en su camino. Ser inaccesible al mundo implica, no embarrarse y
deformar el mundo que le rodea, sea este de plantas, animales o seres
humanos. En la medida de que intervenimos e interferimos el mundo
que nos rodea, de esa misma forma, el mundo interfiere e interviene
en la vida del ser humano y esto requiere un alto gasto superfluo de
energía, que el Guerrero de la Muerte Florecida no está dispuesto a
pagar y a desperdiciar.
Lo único que puede intervenir en la vida del guerrero de la Batalla
Florida, es la muerte. Y en este sentido, los artistas de la vida, los
toltecas, los lapidarios de la piedra preciosa que llevamos dentro, nos
dejaron por cierto, que el único apoyo, el único acompañante, la única
152
voz sabia que tenemos en la vida, ¡es la muerte! Para lograr tener
conciencia plena de la vida, necesitamos por fuerza, tener conciencia
de la muerte, porque es ella quien no nos permite aferrarnos a nada;
ni a personas, ni a sentimientos, ni a ideas y mucho menos a objetos.
La muerte es liberadora, la muerte es una sabia consejera en la vida
del guerrero.
Por ello, el guerrero debe aprender a ser accesible al poder. El
guerrero nuca está en la gloria ni en los infiernos, el guerrero siempre
está en el centro, porque en el equilibrio es como se accede al
conocimiento; y en tal suerte, siempre mantiene este ánimo en su
Batalla Florida.
En esta lucha, el guerrero debe entonar a su espíritu en el ánimo
correcto. La perfección del espíritu es la única actividad verdadera de
nuestra hombría. Un guerrero es inflexible en esta tarea y para ello
mantiene una actitud frente a la vida y a las cosas de la vida, que le
permite liberarse del miedo y de la ambición, de la queja y de la
tristeza, actitudes y sentimientos que requieren de un alto gasto de
energía. Por eso el guerrero no está "enganchado" con nadie, ni con
nada. Es libre y fluido.
Un Guerrero de La Batalla Florida se ha internado en los complejos
laberintos del conocimiento de Los Viejos Abuelos toltecas, sabe que
se está enfrentando a fuerzas misteriosas y poderosas, y mantiene en
la conciencia, que en cualquier momento puede morir. Por ello, en
cada acto que realiza pone toda su capacidad e impecabilidad; nunca
lleva en la mente el "ganar o perder". La tradición del guerrero es
poner en práctica todos sus conocimientos, recursos y fuerza de
voluntad, en cada acto que ejecuta. Así, el estilo del guerrero es que
primero evalúa, toma una decisión y después actúa. Se deja ir sin
miedo ni ambición; miedo a perder, ambición de ganar. El guerrero
trata tan solo de pulir su espíritu y desarrollar la impecabilidad, para
ahorrar energía. El guerrero sabe que no tiene tiempo que perder.
Sabe perfectamente que cada acto puede ser el último, por lo que no
le importa el resultado, sino la perfección del Espíritu y el ahorro de la
energía.
153
La manera en que el ser humano común sostiene la idea de él
mismo y del mundo, es por conducto de la razón. Esto con un altísimo
gasto de energía. El diálogo interno, no es otra cosa más que el
continuo decirnos a nosotros mismos, a través de la razón, que el
mundo y nosotros, somos de la forma en que pensamos. Este diálogo
no es más que el torrente de pensamientos que están forzando a "la
realidad", para que ésta se ajuste a nuestra forma de pensar. El
Guerrero de La Libertad Total, debe parar este dialogo para ahorrar
energía, y con ella, mover el punto en el que se ensamblan la energía
de afuera con la de adentro; camino que le conduce a La Libertad
Total.
Cuando terminó de hablar Serpiente de Estrellas, la noche había
entrado completamente. Águila Nocturna se había mantenido sentado
en silencio a su lado. Sus ojos habían seguido, paso a paso, el
descenso del sol bajo la tierra, que en una sangrienta tarde, salpicada
de nubes rojas y naranjas, el monstruo de la tierra devoró lentamente
al Señor de los Dardos de Fuego. El viento golpeaba rabioso los
cuerpos del maestro y el alumno. A lo lejos Águila Nocturna vio las
luces de su pueblo natal y se dio cuenta, que la distancia entre su
pueblo y él, era insalvable.
Las palabras de su maestro ensamblaron a la perfección en el
templo de su conocimiento, entendía que de alguna forma, los
conocimientos que le inculcaron desde La Casa de los Jóvenes, tenían
que ver con la gran aspiración del ser humano, por llegar a la
conciencia total, a recibir la oportunidad que ofrecía el Águila. Ahora
los veía como parte de un procedimiento, que desarrollaron Los Viejos
Abuelos toltecas; los entendía, no solo como la costumbre y la
tradición de su pueblo, sino como uno de los legados más importantes
de su cultura, que aseguraban su permanencia y futuro, ante cualquier
adversidad. Sintió un regocijo interior en todo su ser, como si Los
Viejos Abuelos le saludaran desde adentro.
Tuvo entonces la necesidad de comunicar su descubrimiento a su
Maestro, pero cuando volteó, Serpiente de Estrellas ya no estaba.
29
154
Cierta mañana llegó a casa de Águila Nocturna su Maestro y lo
invitó a ir a la cima de la montaña. Se dirigieron a la parte Norte,
cruzaron por toda la gran plaza. El maestro iba comentando las
pinturas que estaban en los edificios. Su voz se escuchaba en todo el
recinto. Águila Nocturna pensó que siempre tenía la sensación de que
a pesar de que el lugar estaba completamente desierto, se tenía la
sensación de estar compartiendo el recinto, ya sea con otras personas
o con los propios edificios, como si tuvieran vida propia. Subieron al
edificio Norte y se fueron hasta la parte posterior, en donde había un
sistema de cuatro edificios en torno a una pequeña plaza. El edificio
que estaba hacia el Oriente era el más elevado, no solo delconjunto,
sino de todo DAANY BEÉDXE.
Subieron y encontraron en la parte superior una pequeña
habitación que tenía una entrada hacia el Oriente, en el centro estaba
un especie de banco tallado en piedra verde con forma de jaguar. El
animal estaba en dirección Norte-Sur y volteaba hacia el Oriente. Los
ojos del jaguar estaban tallados en la piedra y engarzados en sus
oquedades, con dos bellísimas piedras preciosas a manera de ojos. Las
piedras tenían unos cortes que atraían y proyectaban la luz, a través
de destellos, iluminando en la penumbra de la habitación, con
diferentes colores, como los de un arcoíris. Los colmillos y las garras
del animal eran de cuarzo, lo que en conjunto, le daban una sensación
de vida. Parecía como si el animal estuviera pendiente del movimiento
de la luz solar y en cualquier momento podría saltar, pues su presencia
era amenazante. Parte del cuerpo del felino, estaba recubierto con una
gruesa lámina de oro. Los pensamientos delmuchacho se empataron
con la voz del anciano Maestro, que dijo:
-Ten cuidado, tiene vida y es muy peligroso. En esta piedra está
simbolizado el espíritu de esta montaña. Por los ojos de este jaguar
han pasado toda la historia de nuestro pueblo, en sus garras está
atrapado el tiempo. Este jaguar representa la tierra y está en la parte
más alta del DAANY BEÉDXE, su contraparte es el ancho cielo, fíjate
muy bien, como desde estas alturas, parece que podemos tocar lo
inconmensurable. Los ojos del jaguar se alimentan de la luz solar, él
mira atento al oriente, en espera de que salga su contraparte el águila,
155
por aquellas montañas. Te recomiendo que vengas todas las
madrugadas a esperar aquí la salida del sol, detén tu dialogo interno y
pídele al jaguar que te enseñe a cargarte de energía. Esto se hace con
los ojos y con la palma de las manos, nada más que ten cuidado, no te
le acerques mucho.
Después bajaron de la pirámide y se dirigieron a la parte Sur y
llegaron frente al edificio más extraño del conjunto. Entre los edificios
centrales y la pirámide del lado Sur, se encontraba la única
construcción que en apariencia se salía de la norma estética y la planta
arquitectónica. Su extraña orientación es de Suroeste a Noroeste y se
levanta sobre una planta poligonal, con una punta de lanza que mira
hacia el Suroeste. Tiene unas escaleras en la parte Noroeste, que
suben tres cuerpos rectangulares, sobre los que se encuentra una
pequeña habitación. El anciano y el muchacho entraron a la estancia.
Águila Nocturna observó el acceso a un túnel que se hundía al interior
del edificio. El Maestro invitó a sentarse al alumno, cara a cara y en
medio de los dos, en el piso, estaba la entrada al pasadizo a través de
unas escaleras de piedra. El anciano miró profundamente al joven y
dijo:
-El huevo luminoso del que todos estamos formados, al través de la
vida va atrapando energías extrañas a él, como consecuencia de sus
vivencias. De modo que a tu edad, por decirlo de algún modo, ya traes
mucha basura. El guerrero necesita limpiar su huevo luminoso,
requiere purificar su energía. Para ello Los Viejos Abuelos toltecas nos
legaron una técnica que le permite al huevo luminoso deshacerse de la
energía que otros huevos luminosos, en el proceso de la vida, le han
ido dejando. Así el huevo, al mismo tiempo que expulsa la energía
extraña, reconstituye la propia. Esta técnica consiste en hacer un
recuento detallado de toda la vida. Primero a través de los eventos
más importantes en orden cronológico y después de manera total. En
principio parece casi imposible, pero a medida que se recuerdan las
vivencias van saliendo todas las demás. El cuerpo es como una masa
de barro fresco, toda vivencia se imprime para siempre, convertida en
un destello de energía. La respiración aquí juega un papel
fundamental. Con la paciencia, la fuerza de voluntad y la respiración,
156
tendrás que revivir cada minuto de tu vida, hasta hacer un recuento
perfecto de ella, hasta que sea algo que tenga por sí mismo, vida
propia. Este edificio, los abuelos lo construyeron para esta tarea.
Tendrás que bajar por estas escaleras diariamente, después de
cargarte de energía al salir el sol con el jaguar de la pirámide Norte,
para inmediatamente buscar tu lugar en una de las cámaras del
edificio. Su tamaño es bastante estrecho, sentirás al principio que las
piedras te sofocan, pero con el tiempo sentirás como el edificio te
ayudará en tú intento. Las piedras absorberán la energía extraña y te
permitirán purificarte. Tu tarea es borrar los recuerdos de tu vida
pasada, como te dije, es tan solo el cambio de energía. Esta piedra
que ves aquí es tuya - Águila Nocturna vio una piedra casi de forma
rectangular, que estaba pulida por una cara. Es la tradición que cada
guerrero que realiza la recapitulación de su vida en este lugar, graba
con la energía que pierde, una imagen de lo que fue su persona. Cada
día que trabajes en tu tarea, se ira grabando misteriosamente lo que
fuiste en esta piedra. Han habido guerreros inmaculados que han
dejado bellas imágenes, otros por el contrario, han dejado testimonio
de sus pasiones y sus dolientes cuerpos. La serpiente deja su antigua
piel por el camino, la mariposa deja el capullo en las ramas, Los
Guerreros de la Muerte Florecida, dejan bellísimas piedras esculpidas
con imágenes de lo que fueron en su vida. Esas piedras se borrarán
con el tiempo, pero la energía se mantendrá en ellas.
Ahora debes empezar a recapitular, para purificar tu energía.
Águila Nocturna se incorporó y empezó a bajar lentamente hacia el
oscuro pasadizo, en su mente, reverberaban las palabras de su
maestro ,"el edificio te ayudara".
Por más de un ciclo solar, Águila Nocturna estuvo trabajando en
ese extraño edificio, cumpliendo estrictamente las instrucciones de su
Maestro. Poco a poco se fue grabando, una espléndida figura en la
piedra de su recapitulación, al terminar su tarea, en la piedra se
encontraba esculpido un guerrero de pie y de perfil. Tenía un tocado
muy grande, decorado con plumas y una cabeza de águila. De su
maxtle, fuertemente atado a su cintura, colgaba una serpiente por
detrás y sobre su pecho, estaba grabado un caracol, con un corte
157
transversal. En sus pies, tenía unas sandalias con forma de garras de
águila y estaba parado sobre un pequeño templo, que en el centro
tenía esculpido una flor con cuatro pétalos. En su mano derecha
sostenía un manojo de siete serpientes, de las cuales brotaba el fuego
perenne de la sabiduría y en su mano izquierda, portaba el escudo
defensor de su pueblo.
Sobre su cabeza estaba tallado un cielo nocturno con estrellas, en
donde sobresalía Venus. A sus costados tenía una serie de símbolos,
que referían su nombre, lugar de nacimiento y sus atributos
personales.
Entonces la voz de su Maestro se escuchó:
-Es bella en verdad. Ha sido un paciente e impecable trabajo, que
culminó con éxito. Hacerlo no fue fácil y tu cuerpo ahora te lo
agradece.
El Maestro tenía mucha razón, Águila Nocturna no lo había hecho
consiente, hasta que lo mencionó Serpiente de Estrellas. En efecto, su
cuerpo ahora era más compacto y musculoso, sin perder su elasticidad
natural. Algo en sus adentros también había cambiado; era más
prudente, reflexivo y equilibrado; en síntesis, había un aire de
sobriedad e indiferencia en su comportamiento.
-El grabado no importa en verdad, sino con la entrega y la totalidad
con que lo hayas realizado. Existen por ahí, muchas piedras grabadas
de los primeros guerreros. Como puedes observar, cada ves se hacen
más sofisticadas. Existen muchas formas de realizar este trabajo, en
verdad lo que las diferencia son los gustos, el tiempo y el espacio.
Algunos guerreros prefieren hacer grandes cabezas en piedra, otros les
gustan las columnas, a la mayoría estelas como esta; unos las
entierran, otros las adosan a los edificios. Finalmente no importa, pues
es tan solo un símbolo de lo que fueron, lo importante es lo que ahora
son todos esos inmaculados guerreros.
Águila Nocturna entonces se puso a observar con detenimiento
todas las piedras grabadas del recinto. Había de todos los tamaños y
existían una antiquísimas. Le llamó especialmente la atención unas
158
piedras grabadas sobre las paredes laterales del edificio donde
recapituló, todas estaban de cabeza y tenían la fecha y la procedencia
del guerrero. Otros estaban en extrañas posiciones, como si estuvieran
en mundos ingrávidos, otros tenían cascos y grabados sobre el cuerpo.
-Todas estas piedras que están en la Montaña Sagrada del Jaguar,
no son cualquier piedra. El prodigio del conocimiento de Los Viejos
Abuelos toltecas las han tocado. La inmensa cantidad de piedra que se
han debido utilizar y su trayecto hasta aquí, es un testimonio perenne,
de la voluntad de ser y trascender de nuestro pueblo, y seguramente
que será a futuro, el patrimonio más importante de los hijos de
nuestros hijos, dijo la voz del Maestro.
Algunas de estas piedras tienen una información muy valiosa. Los
Viejos Abuelos toltecas depositaban en estas piedras montañas de
conocimientos. Son como tenates llenos de sabiduría y cada una tiene
labrada en su exterior la historia o el tema de esta sabiduría. Los
toltecas han dejado en el interior de estas piedras, toda la información
necesaria para restablecer la sabiduría ancestral, cuando sea
necesario.
Águila Nocturna llevaba casi dos ciclos solares viviendo en DAANY
BEÉDXE. En todo ese tiempo, solo había visto personas en la
ceremonia de bienvenida. El recinto seguía vivo, pero aparentemente
deshabitado. El Maestro le aseguraba que ahí vivían con él,
Cuatrocientos Guerreros. Sin embargo, en los últimos tiempos Águila
Nocturna, tenía el presentimiento que en cualquier momento
encontraría a alguien, se sentía muy acompañado y es más, tal vez
vigilado.
Los hermanos de la Tierra del Gemelo Precioso, cumplían
silenciosa e impecablemente su función, lo poco que necesitaba Águila
Nocturna, siempre lo encontraba en el lugar y el momento preciso.
Una tarde que estaba el joven guerrero en su casa componiendo la
techumbre, escuchó un lejano y poderoso trueno. En las montañas del
Norte se amontonaban las nubes, como preparándose para saltar
sobre el valle. Había grandes cantidades de nubes espesas y casi
negras, inconscientemente volteó hacía el valle del Frijól y pensó que
159
toda esa agua sería muy buena para la tierra. Los relámpagos
empezaron a iluminar la obscura tarde, por el poniente el sol parecía
que se retiraba presuroso, huyendo de la tormenta.
De pronto, en pocos minutos la tormenta se dejó venir sobre el
valle, al tiempo que inició la noche. Águila Nocturna no sabía por que,
desde niño, le fascinaba sentir las tormentas por las noches. En lo alto
de la montaña sagrada, las tormentas eran una impactante
experiencia. El muchacho experimentaba un profundo placer al ver y
escuchar, caer a los rayos. Algo le decía que nada le pasaría, de modo
que entre más cerca cayera el rayo, mayor era el gusto que sentía. En
la oscuridad de la noche y con el ruido del agua al caer, Águila
Nocturna esperaba en el cielo, primero la deslumbrante luz del rayo,
para después estremecerse con el estruendo del tronido, que
terminaba reverberando en todo su cuerpo.
Águila Nocturna fue interrumpido por la llegada de su Maestro,
quien le dijo:
-Una tormenta como esta, invita a hablar sobre el poder, ¿no
crees? -preguntó el Maestro-. Los Viejos Abuelos toltecas como te he
dicho, nos dejaron su conocimiento, para pelear por la mínima
oportunidad, que nos da el Águila. Ya sabes que lo más importante, el
principio de todo, es aprender a ahorrar energía, para poder intentar
mover en el punto de ensamble del huevo luminoso, el lugar en donde
se ensamblan las energías de adentro con la de afuera y que produce
nuestra visión del mundo.
Esta noche hablaremos de las tres percepciones que tenemos del
mundo. La primera, es la que desde niños aprendemos a formar con la
energía de "La Fuerza". Esta percepción es la del mundo conocido, la
que hace a la energía ser piedra, agua, tierra, madera, carne y todo lo
que ves y sientes en este mundo. Esto se logra con la energía de
adentro y la de afuera, que se ensamblan en un punto determinado del
huevo luminoso. Esta percepción se logra gracias a cantidades
descomunales de energía que usamos para realizar, esta "magia
perceptiva". No es fácil lograrlo y por lo menos, nos llevamos los
primeros siete años de nuestra vida, para sentar las bases de lo que
será el "armado" del mundo.
160
La segunda manera de percibir a "La Fuerza" es como energía. Esto
requiere poseer mucha energía en reserva... eso es lo que estas
aprendiendo ahora. Cuando el "mundo" pasa a ser un cúmulo infinito
de campos de energía; el mundo, la realidad y uno mismo, por fuerza
natural, tienen que cambiar. Es cuando entramos a la parte
desconocida de nosotros mismos y del mundo. Cuando usamos otro
punto de ensamble en el huevo luminoso.
La tercera manera de percibir a "La Fuerza" es con todo nuestro
ser. Como todos los seres vivos tenemos un capullo, que diferencia a la
energía de afuera con la de adentro. Cuando morimos, ese capullo o
huevo se rompe y entonces la energía de afuera nos inunda y la
energía de adentro se sale y se expande con la de afuera, regresando
a su origen mismo; el capullo es entonces el alimento del Águila. Esa
es la muerte, desde la perspectiva energética.
De esta manera el ser humano y el mundo, no son más que un
campo energético inconmensurable y la forma de percibirlo, definirá su
aspecto o realidad aparente.
En el universo existen infinidad de campos energéticos, pero en la
tierra nuestros Sabios Abuelos toltecas identificaron solamente
cuarenta y ocho tipos de ellos. La vida orgánica es sólo uno de esos
campos. De todos los tipos de campos, hay cuarenta que no producen
conciencia, solo organización; de los restantes siete, todos ellos
producen una limitada conciencia y solo el octavo produce una gran
cantidad de conciencia; a este campo pertenece el humano.
El mundo que nuestro punto de ensamble capta, entre la energía
de adentro y la energía de afuera, al que le llamamos "realidad", está
conformado por dos campos; uno orgánico y otro que contiene solo
estructura. Como te dije, nuestro mundo está compuesto de cuarenta
y ocho campos energéticos diferentes, de los cuales solo percibimos
dos y los cuarenta y seis restantes, aunque están entre nosotros, no
los podemos percibir.
Águila Nocturna había silenciado su dialogo interno, la voz de su
Maestro llegaba a lo más profundo de su ser, su mente cedía el control
a su cuerpo, no había ideas solo energía. Cuando cesó la voz del
Maestro, el muchacho percibió la lluvia, que con mayor fuerza caía
161
cerrada y copiosa sobre la indiferente montaña. Observó como la gran
cantidad de agua no inundaba la plaza, debido a la eficiencia de los
drenajes.
La mirada del joven fue atrapada por el agua, que corría por la
plaza buscando la salida. Águila Nocturna se fue en una gota de lluvia.
Sintió de pronto mucha alegría por salir de la plaza y al caer por el
drenaje se emocionó por la velocidad que tomaba.
Ser una gota de lluvia y mantenerse como tal, en la pequeña
cascada que bajaba por los drenajes de los edificios, le llenaba de
gozo. Subía y bajaba en la corriente, dando tumbos cada vez
encontraba a más compañeras de viaje. En su descenso arrastraban
todo cuanto encontraban a su paso; piedras, arena y vegetales, eran
usados en los juegos de las gotas en la veloz bajada, en busca del río
para llegar al mar.
Cuando entró al río, Águila Nocturna perdió la velocidad de la
caída, pero Sintió la fuerza de la corriente. Algo en él, mantenía la
conciencia de su individualidad de gota, pero al mismo tiempo sentía la
inmensidad y fuerza, de ser al mismo tiempo río.
Una fuerza milenaria que traía escondida entre sus adentros,
empezó a entonar un canto nostálgico por el lejano mar, todas las
gotas juntas cantaban la misma canción y hacían sonar al portentoso
río.
La vocación de la gota es el río y la del río es el mar. Águila
Nocturna viajaba entre las montañas, dejaba a los valles en busca del
mar. De pronto empezó el trepidante descenso. La canción se convirtió
en un grito de furia, el río arrasaba todo cuanto se oponía entre él y el
mar, en el veloz descenso por las montañas. La fuerza contenida por la
pasión del mar, hacía que se estrellara contra las grandes piedras o
que arrastrara los troncos, como ramas frágiles en un vendaval. Una
necesidad profunda de fundirse con el todo, con el mar. Una nostalgia
marina, por llegar al final del camino y perder la individualidad, ...para
volver a comenzar.
Águila Nocturna ya podía escuchar el enérgico llamado del mar.
Inmensos tumbos de agua golpeaban a la diminuta arena, que
indefensa retumbaba ante la violenta acometida del mar. La distancia
se acortaba entre las dos aguas. Los relámpagos que se desprendían
162
del horizonte marino, iluminaban la blanca espuma que reclamaba la
llegada de las aguas dulces de tierra adentro. Águila Nocturna viajaba
presuroso hacía su destino final, cada vez tenía menos conciencia de él
y era más agua. Se había entregado por completo, había naufragado
ante la energía del líquido. Se había apoderado de su ser, la pasión
milenaria por la búsqueda de la totalidad, ya no le importaba romper
los endebles límites de su intrascendente individualidad, ante la
promesa próxima de la totalidad.
De pronto escuchó una voz interior, como un trueno que reverberó
en los millones de partículas que tienen la voluntad solidaria de
conformarlo -"! Águila Nocturna...regresa ¡" El mar estaba a unos
trescientos cuerpos. Las aguas dulces estaban siendo absorbidas por
las inmensas aguas saladas. Águila Nocturna estalló en un trepidante
relámpago. La gota se convirtió en millones de pequeñas gotas y estas
a su vez, en billones de chispazos de energía, que buscaban el eco de
la voz a su Maestro, que seguía en la montaña sagrada.
Águila Nocturna abrió los ojos y estaba al lado de su Maestro
contemplando desde lo alto la tormenta, que se dirigía hacia el
Poniente. Tenía el cuerpo muy frío y estaba empapado. La noche se
había apoderado totalmente de la montaña y de los valles.
-No lo vuelvas a hacer- dijo el Maestro, en un tono muy serio -es
muy peligroso. Los seres humanos somos muy frágiles, somos muy
vulnerables a las pasiones. Hoy mi energía te regresó, pero acaso
mañana no. El Guerrero de la Libertad Total debe proteger su energía
a como de lugar. El guerrero es solo un espectador en el mundo, por
ello no se involucra y selecciona sus batallas. El guerrero no trata de
modificar o dominar al mundo; un guerrero sencillamente lo usa, para
su Guerra Florida; lo usa para luchar por esa pequeñísima oportunidad
que el Águila le ha dado. El mundo que nos rodea es misterioso,
maravilloso y al mismo tiempo aterrador. Por lo tanto extremadamente
peligroso. Si hubieras llegado al mar, jamás habrías podido regresar.
Recuerda que solo eres una pequeña carga energética, con un poco de
conciencia; rodeado de un inconmensurable mundo, constituido por
campos energéticos totalmente desconocidos."
163
30
Tres ciclos solares llevaba Águila Nocturna de convivir con su
Maestro en DAANY BEÉDXE. No solamente su físico había cambiado,
pues ahora estaba tremendamente fuerte y musculoso, pero mantenía
su agilidad y flexibilidad característica. Su rostro emitía tranquilidad y
armonía. Su estado de ánimo era permanentemente ecuánime y
alegre. En su rostro casi estaba marcada una sonrisa que salía a la
menor provocación, nunca tenía prisa y menos se irritaba. Parecía que
por sus ojos habían pasado ya todas las cosas de la vida; lo que le
permitía ser realmente humilde y sencillo.
Los cambios más importantes del aprendiz de guerrero se habían
dado en su interior. Águila Nocturna sabía lo que estaba esperando en
la vida y sabía también, qué estaba esperando, y mientras esperaba,
no deseaba absolutamente nada de la vida y del mundo. El logro más
importante de un guerrero, es que teniendo tanto conocimiento,
producto de una vida disciplinada, consagrada a la templanza de su
fuerza de voluntad; el Guerrero de las Batallas Floridas adquiere poder,
y es ese mismo poder, es el que lo lleva a no desear nada mundano y
de la vida. Su guerra está consagrada a luchar cada batalla florida, por
lograr esa pequeñísima oportunidad que le da "La Fuerza" al ser
humano, ese maravilloso regalo que el Águila le otorga.
DAANY BEÉDXE era un sitio muy especial, que los Sabios Abuelos
toltecas habían construido en el principio de los tiempos, para que se
perpetrara la conciencia del ser humano en el mundo. La Montaña del
Jaguar, era el sitio ideal donde el guerrero fortalecía su cuerpo y
decantaba su espíritu, para poder iniciarse en los maravillosos y
aterradores conocimientos, de la cultura de los "Artífices de la Piedra
Interior". La Montaña del Jaguar era el punto más cercano entre lo
divino y lo humano, entre el cielo y la tierra. Era el punto de partida de
los intrépidos viajeros a la eternidad. El lugar en el que los Guerreros
de La Libertad Total, lograban romper la barrera de la primera
percepción del mundo, sin ayuda alguna, desde el estado normal de la
conciencia.
164
Llegar a romper la barrera de la percepción, es lograr que los
designios de "La Fuerza" se conviertan en los propios designios de
uno, para con ello, poder mover el punto de ensamble y poder usar
campos energéticos de "La Fuerza" que nunca, como seres humanos
comunes, logramos usar.
El guerrero que logra esta mínima oportunidad, florece su corazón
en la eternidad. Porque es capaz de mover el punto de ensamble y
abrir su capullo, para que la energía de adentro se integre con la de
afuera y se encienda todo el huevo luminoso en el fuego interno, que
lo funde con la totalidad externa. Convirtiéndolo en el campo
energético de afuera, pero manteniendo la conciencia de ser él mismo,
transformándose en un pedacito de sol...en una "pluma" del Águila.
Esta increíble batalla se hace a base de “flor y canto”; y
fundamentalmente, representa toda una vida de sacrificio físico,
espiritual y emocional.
Serpiente de Estrellas llamó a su discípulo, al edificio que está en la
parte Poniente, enfrente del de la punta de flecha que servía para
recapitular y que está al lado de dos edificios gemelos, uno en la parte
Norte y otro en la parte Sur.
Cuando el alumno llegó a las escaleras que dan hacía la plaza,
escuchó adentro de él mismo, la voz de su Maestro que le dijo- "sube,
te estoy esperando en la parte central"-. Era de mañana y al subir, el
sol le daba en las espaldas. En la parte superior del edificio, estaba
una construcción central con un patio y cuatro pequeñas habitaciones
en sus costados. En las esquinas del edificio estaban dos pequeñas
construcciones de cara a la plaza, en las esquinas Norte y Sur, donde
sus accesos se miraban mutuamente. Al costado izquierdo, sobre la
pared Poniente del edificio, se encontraba un pasadizo que se
internaba hacia las profundidades, más abajo de los cimientos, en el
mismo corazón de la montaña y que tenía la forma de una cruz.
-Estamos llegando al final de la primera parte de tu instrucción en
DAANY BEÉDXE, joven cachorro. Este edificio Los Viejos Abuelos
toltecas lo construyeron para que los guerreros pudieran trabajar el
arte de la ensoñación.
165
En el principio del conocimiento de Los Viejos Abuelos, cuando
apenas habían descubierto que el ser humano era un capullo, que
contenía un poco de la energía con la que está constituido el mundo.
Ellos se dieron cuenta que la percepción del mundo se debía al punto
en que se ensamblaban la energía de adentro con la de afuera. Sin
embargo se dieron cuenta también, que este punto de ensamble se
alcanzaba a mover muy ligeramente cuando los seres humanos
duermen. Así al soñar, el ser humano puede vislumbrar y atestiguar
fugazmente, otras percepciones de su luminosidad, que el
pensamiento interpreta como otras realidades.
Los Viejos Abuelos toltecas se dieron cuenta que en la medida en
que se tuviera control de los sueños, se lograría algún control, sobre el
punto de ensamble de la energía. Es por eso que inventaron el arte de
dirigir los sueños y tener control sobre ellos; y para eso construyeron
este poderoso edificio.
Lo primero que tendrás que hacer, es pasar todo un día en cada
habitación hasta que encuentres tu rumbo y tu color. En una de ellas,
te sentirás mejor, tu energía fluirá y sabrás cuál es.
Posteriormente te introducirás en el pasadizo en forma de cruz y te
enterraras simbólicamente durante cuatro días hasta que te cure la
tierra, yo te ayudaré y velaré por ti.
Todo DAANY BEÉDXE es un portentoso y milenario lugar de poder.
La montaña sagrada es un gigantesco "no hacer" de los Guerreros de
la Guerra Florida; un campo de batalla donde deben explorar las
múltiples posibilidades que tiene el ser humano, como una carga
energética. La Montaña del Jaguar es un campo de energía, que ha
sido preparado a lo largo de generaciones a través de la impecabilidad
y la voluntad de trascender el ser, por nuestros antepasados.
En este edificio encontraras tu dirección y tu color. Te limpiarás y
fortalecerás energéticamente, para iniciarte en el arte del dominio de
los sueños y en el arte inmaculado del acecho.
Para las personas que viven en el valle, los sueños son irreales e
inútiles. Para el guerrero tolteca, los sueños se convierten en una
avenida para entrar a la percepción que se puede lograr cuando se
logra mover el punto de ensamble y encender otras partes, de la
energía que nos compone.
166
Para la gente del valle, la vida diaria es una maldición o una
bendición, o está en la gloria o está en el infierno. Para un guerrero, la
vida diaria es una maravillosa oportunidad para lograr el prodigio
humano de la trascendencia espiritual de la existencia.
Como puedes ver, al lado de este edificio están dos construcciones
gemelas. Los dos te ayudarán a aprender a ahorrar energía. El del lado
Norte se construyó para que los guerreros aprendan el arte de
acecharse durante la vigilia; y el del lado Sur se construyó, para que
aprendieran el arte de tener control sobre los sueños. Esas inmensas
piedras que contienen en sus entrañas, rezumban de energía, que a lo
largo del tiempo, se ha ido acumulando por el poder y la impecabilidad
de quienes los han usado, en busca de La Libertad Total.
Así que por un buen tiempo trabajaras literalmente de día y de
noche, en los misteriosos secretos de la Toltecáyotl. El arte del acecho
fue llevado por los antepasados a los linderos de la virtud y lo
dividieron en tres técnicas ancestrales. La primera es la de perder la
importancia. Los Viejos Abuelos descubrieron que lo que más hace
gastar la energía del huevo luminoso, es mantener la exaltada idea
que tenemos permanentemente de nosotros mismos, lo que nos
impide tener energía suficiente, para percibir el mundo que nos rodea.
La segunda, es asumir la responsabilidad de estar vivos en este
mundo; lo que implica hacerse responsable hasta la muerte misma,
por el más insignificante acto de nuestra vida. La tercera técnica, es
usar a la muerte como compañera. Desde los tiempos inmemoriales,
Los Viejos Abuelos nos dejaron por cierto, que para tener conciencia
plena de la vida, debe uno tener conciencia de la muerte. Porque la
vida y la muerte, son partes equitativas y complementarias de una
misma realidad. Con estas tres técnicas el guerrero aprende a ahorrar
energía en la vigilia de la vida diaria; por decirlo de otra forma, el
guerrero convierte su vida en un desafío interminable y sus actividades
en un espléndido campo de batalla.
El edificio de la parte Sur se construyó para que los guerreros
practiquen el refinado arte, de adquirir control sobre los sueños. Para
167
que el guerrero pueda tener control de sus sueños, debe primero tener
completo control sobre sus actos durante el día, y para ello, elaboraron
tres complejas técnicas. La primera, es romper las rutinas de la vida.
Las personas del valle viven inconscientes entre sus rutinas cotidianas,
es la manera de cerrar los ojos, ante este maravilloso y aterrador
mundo que nos rodea. El guerrero en cambio, siempre está en alerta
total, sabe que está tratando con fuerzas poderosas y desconocidas y
por lo tanto extremadamente peligrosas; usa su mundo con extremo
cuidado y delicadeza.
La segunda técnica es la caminata energética. Las personas del
valle actúan sus pensamientos y no viven sus actos. A través de las
ideas, perciben el mundo y como siempre están pensando en ellos
mismos, el mundo resulta estrecho y aburrido ...y un puñado de ideas,
que por cierto consumen mucha energía. A través de la caminata
energética se adquiere poder, pues es un subterfugio en el que se
engaña a la razón para que esté ocupada, y el cuerpo pueda percibir el
mundo que le rodea, mientras camina, sin necesidad de la
intermediación de la razón y sus caprichosas ideas.
De esta manera el capullo luminoso, entra en contacto directo con
la inmensidad de cargas energéticas que conforman su entorno, sin el
decodificador de la razón, adquiriendo conocimiento y poder. El "no
hacer", es la tercera técnica. Los habitantes del valle, siempre "hacen"
de manera inconsciente, lo que los hace ser como son; por decirlo de
otra forma, “su ser cotidiano”. Los guerreros en cambio, siempre se
mantienen atentos y en guardia; siempre procuran actuar de manera
no acostumbrada y usan toda su conciencia, lo que les permite
percibir el mundo de manera más intensa y total.
Para trabajar en estos tres edificios, necesitarás de inmensas
cantidades de fuerza interior, sobriedad y paciencia. Por eso los
guerreros deben ser seres capaces de la máxima disciplina y mayor
control sobre sí mismos. De momento te puede parecer
tremendamente difícil o casi imposible lo que tienes que hacer, pero lo
que se requiere es fuerza interior y decisión. Todo comienza con un
solo acto, que tiene que ser premeditado preciso y continuo. El
168
guerrero escoge el primero, que debe ser el más sencillo y menos
difícil de lograr. Cuando este acto se lleva a cabo por un período de
tiempo largo, el guerrero pasa a otro acto, y después a otro más,
hasta que adquiere un sentido de intento inflexible, que puede ser
aplicado a cualquier cosa, cuando se logra el intento inflexible, el
camino es más transitable, porque el intento inflexible necesariamente
produce el silencio interno de nuestra razón y este silencio, nos
conduce a la fuerza interna necesaria para poder mover el lugar en
donde se ensamblan las energías en el huevo luminoso, que es la
puerta a lo inconmensurable y milagroso de la existencia humana.
31
Una mañana llegó Serpiente de Estrellas a la casa de su alumno
quien tejía una red para cargar, en las caminatas energéticas que
realizaba en la Sierra Norte. Al ver lo que hacía el muchacho, le dijo:
-Gracias a la muerte, el guerrero sabe que no se puede aferrar a
nada. Como es un hombre desapegado, no posee nada más de lo que
puede cargar. El ser humano del valle, entre menos evolucionado sea
su espíritu, más apegado vive a los cosas materiales de la vida. Un
guerrero tolteca en cambio, sabe que cuando alguien se aferra a algo,
se hunde y arrastra a los abismos de la estupidez humana, el objeto de
su obsesión.
Debes prepararte muy bien, porque está cercano el día que partirás
de la Montaña del Jaguar y tendrás que poner en práctica todo lo
aprendido aquí. Precisamente ese es el motivo de mi visita. Me
encuentro en un dilema que no puedo resolver acerca de tu
enseñanza.
Recuerda que cuando eras niño, "La Fuerza" me guío hasta tu
pueblo, para poder encontrarte y señalarte el camino. Pues bien, hasta
este momento lo haz hecho inmaculadamente, como nadie en DAANY
BEÉDXE, has trabajado con absoluta entrega y con una férrea
disciplina. La tradición de Los Viejos Abuelos dice que tienes que
integrarte a un equipo de guerreros, para prepararte para la batalla
final de tu Guerra Florida. Sin embargo, a lo largo de tu enseñanza,
han habido señales y augurios de que tu camino es diferente; cosa que
169
en verdad no entiendo y por ello necesitamos consultar a "La Fuerza".
Mañana es el equinoccio de primavera y usaremos una técnica muy
antigua que nos enseñaron Los Viejos Abuelos. Mañana a medio día le
pediremos ayuda a los astros para que "La Fuerza" nos instruya a
través del juego de pelota, sobre lo que debemos hacer.
Águila Nocturna preguntó, -Venerable maestro, en Hilera de Casas
me enseñaron que los astros son una vía de conocimiento para los
seres humanos, pero que ellos eran indiferentes y distantes a las
personas. Por lo que no entiendo como los vamos a consultar. El
Maestro tomó asiento en el petate que estaba en el corredor y dijo:
-Es verdad lo que tus maestros te enseñaron, pero no olvides que
estas en DAANY BEÉDXE y que somos Guerreros de La Libertad Total y
no habitantes del valle. La Montaña Sagrada del Jaguar es un lugar
abstracto, un lugar por excelencia del "no hacer", un sitio de poder.
Aunque en el valle tienen algunas cosas parecidas a DAANY BEÉDXE,
estas son en la forma y no tanto en el fondo, esa es la diferencia.
Desde que estabas en La Casa de los Jóvenes, aprendiste el "juego de
pelota” como un deporte; en La Casa de la Medida conociste el sentido
religioso; ahora en la montaña sagrada conocerás su verdadero
sentido... el energético.
Pero antes de hablar de ello, permíteme decirte que para que una
civilización llegue a crear un deporte tan complejo como nuestro
"Juego de Pelota", se requieren muchísimos atados de años y un alto
nivel de desarrollo. El Juego de Pelota es tan antiguo como Los Viejos
Abuelos, pues ellos lo inventaron y permíteme decirte con orgullo otra
cosa más, que es el deporte más antiguo de este planeta. Existe una
profecía milenaria que dice que el día que desaparezca de la tierra el
Juego de Pelota, será porque el ser humano ya no existirá.
De esta manera, siendo DAANY BEÉDXE un lugar abstracto del "no
hacer", ¿no te parece una contradicción que tengamos tres juegos de
pelota, aquí arriba?"
Águila Nocturna nunca había reparado en ello, desde que llegó a la
montaña vio las construcciones del juego como algo normal, como en
sus escuelas o su pueblo. Sin embargo ahora que lo mencionaba su
170
Maestro, la construcción más extraña venía a ser la más común.
Parecía que su maestro le leía el pensamiento porque añadió:
-En todos los sitios hermanos de DAANY BEÉDXE, del Norte al Sur,
de las grandes aguas del Oriente hasta las del Poniente; Los Viejos
Abuelos toltecas siempre construyeron los juegos de pelota, Porque es
una manera muy sofisticada y abstracta de entrar en contacto con "lo
inconmensurable", por medio de los astros y un deporte, que tiene al
azar como medio de expresión.
Así, el juego se desarrolla entre dos equipos de cinco integrantes
cada uno; o dos adversarios, en el que cada uno mantiene una liga
especial con el astro que en ese momento está sobre DAANY BEÉDXE
y entre ellos una interrogante; que necesariamente tendrá una
respuesta afirmativa o negativa; o una alternativa u otra diferente.
El juego se lleva a cabo y la pelota de hule crudo es golpeada con
violenta destreza, de un extremo de la cancha al otro, por los diez
contrincantes, o los dos adversarios; y solo existen tres opciones, que
indicarán el designio de "lo inconmensurable e infinito”.
La primera, es que cualquiera de los contrincantes puede ganar la
partida; lo que indica que "lo inconmensurable" se abstuvo de
expresarse. La segunda es que un adversario durante el juego, pase la
pelota sobre uno de los dos anillos de piedra, que se encuentran en la
parte media de las dos paredes laterales que delimitan el campo, en
donde se juega. Este hecho se considera por el grado de dificultad, un
milagro, y por lo tanto, una expresión de "lo infinito", que emite una
señal y en ese momento se acaba el partido. La tercera opción, es que
le suceda lo mismo al otro equipo o jugador, con los mismos
resultados.
En la madrugada del día siguiente, el Maestro y el alumno fueron a
recibir al Águila en la pirámide más alta del conjunto Norte. El anciano
y el joven se sentaron flanqueando al jaguar, recibiendo los tres la
energía matutina. Posteriormente se dirigieron al juego de pelota, en
donde los guardianes de la montaña ya habían preparado lo necesario.
El Maestro y el alumno quemaron copal y se sentaron, cada uno en las
esquinas de su cancha, para detener el dialogo interior y dejar que la
171
energía corpórea tomara el control. La pregunta hecha a "lo
inconmensurable e infinito", giraba en torno a que sí Águila Nocturna
debía proseguir su camino solo, respuesta que personificaba el joven;
o sí el alumno debía integrarse al equipo de guerreros de su camada y
seguir con la tradición de los linajes, respuesta que encarnaba el
maestro.
Poco antes de que el sol llegara al cenit, Águila Nocturna empezó a
ponerse el equipo para el juego, cuando terminó tuvo tiempo de
observar detenidamente el "pasa juego", como le solían llamar al
edificio donde se realizaba el lance deportivo. La cancha estaba
formada por tres rectángulos; uno grande en dirección Norte-Sur y dos
más pequeños pero de igual tamaño, en las esquinas del primero, que
se le unían de manera perpendicular en dirección Oriente-Poniente. El
acceso a la cancha era por el lado Norte, a través de unas gradas. Las
paredes laterales del rectángulo mayor, tenían una inclinación con
respecto a la vertical, del centro hacia afuera de manera perpendicular
y partían de adentro hacia afuera, estucadas para permitir el mejor
rebote de la pelota sobre la superficie totalmente plana. En las cuatro
esquinas existía sendos nichos en donde se depositaban, unas piedras
muy extrañas, herencia de Los Viejos Abuelos toltecas, estas piedras
emitían energía que creaba un campo energético con características
muy especiales, que propiciaban el desarrollo de las fuerzas que ahí
entraban en acción.
Cuando inició el juego, Águila Nocturna estaba maravillado por la
energía, fuerza y agilidad de su Maestro. Con el penacho y las
protecciones de cuero de venado y caparacho de armadillo, que
llevaba puesto su Maestro, en hombros , antebrazos y cadera, parecía
un joven guerrero igual que Águila Nocturna, acaso la única diferencia
era la mayor experiencia y velocidad que tenía Serpiente de Estrellas.
La partida se empezó a alargar. Los adversarios se mantenían
implacables el uno del otro, tal vez el Maestro tenía una ligera ventaja
sobre su alumno, pues Águila Nocturna no daba crédito de la
capacidad de su Maestro.
Pasaron las horas y el sol se hundía en el reino del Señor y La
Señora de la Muerte. El resplandor rojizo de la tarde permitía ver un
poco a los jugadores. Águila Nocturna dejó entonces el control a su
172
cuerpo y se entregó por los ojos a la pelota. Tal vez era media noche,
cuando Águila Nocturna volvió a su mente y se dio cuenta que la
cancha estaba completamente obscura. Extrañamente percibía
perfectamente todo, la pelota tenía un brillo opaco. La luz que
producían su Maestro y él, iluminaban la cancha. Sin embargo los dos
anillos de piedra de los muros, se habían convertido en dos círculos
iridiscentes, en donde la energía giraba a grandes velocidades,
produciendo una gama indescriptible de colores.
Águila Nocturna primero se dio cuenta que estaba totalmente
concentrado en el movimiento de la pelota, pero no con su mente, sino
con todo el cuerpo; más bien, con toda la energía que fluía en su
cuerpo. Pero después percibió que su Maestro y él, eran dos campos
de energía que impulsaban a un objeto menos luminoso que ellos, de
un lado a otro de la cancha. Sentía como si las piedras tuvieran vida
propia y su energía influyera en el movimiento de la pelota.
Pasaba el tiempo y el alumno sentía que su energía empezaba a
menguar. De pronto sucedió el milagro. Águila Nocturna golpeó la
pelota con toda la energía que le quedaba, algo que salió de la parte
media de su cuerpo y de lo más profundo de su ser, provocó una
explosión y un haz de luz violeta salió del muchacho y atravesó por el
centro, al anillo de la pared Poniente del juego de pelota, provocando
un relámpago y un chasquido de la piedra, que destruyó la descarga.
En ese instante Águila Nocturna calló sin sentido de manera violenta al
piso.
32
El destino de Águila Nocturna estaba decidido por "La Fuerza", pero
su sabio Maestro no sabía el procedimiento a seguir. En tal
circunstancia, un guerrero simplemente espera atento una señal, que
es la forma en que los designios de "La Fuerza" se presentan en la vida
de todos los seres humanos, lo que sucede es que los hombres del
valle, siempre andan absortos y encerrados en sus pensamientos, y no
tienen energía para percibir el maravilloso mundo que les rodea.
173
El Maestro y el alumno empezaron a pasar más tiempo juntos.
Tenían que esperar. Águila Nocturna siempre se la pasaba
preguntándole al anciano, todas sus dudas, sobre Los Viejos Abuelos
Toltecas y sus conocimientos; DAANY BEÉDXE y su propia Guerra
Florida, en las largas caminatas que solían hacer por las montañas de
la Sierra Norte, que según su Maestro, poseían una conformación
energética muy especial, propia para las Batallas Floridas del Guerrero
de la Libertad Total.
En cierta ocasión Serpiente de Estrellas le respondió a su alumno;
porque éste le preguntó, el por qué, los Guerreros de DAANY BEEDXE
evitaban el contacto con las personas de los valles, y el maestro
contestó:
-Las personas del valle, como no tiene generalmente un propósito
abstracto en la vida, resultan peligrosos para el guerrero, ya que se la
pasan, por una parte, aferrados a sus ideas y a los objetos materiales
que son la pasión de sus debilidades; y por la otra, ensartados en los
hechos y malhechos de sus semejantes. Lo que los lleva a estar muy
seguido, peleados con ese pobre puñado de ideas, que ellos llaman "el
mundo" y ofendidos con las personas, que no actúan y piensan, como
ellos piensan que debería de ser. El propósito abstracto de la vida por
excelencia es la Guerra Florida, las ideas de lo abstracto están en el
Espíritu, son como flores son como cantos. Las ideas de nuestra
"personal importancia", es lo que nos impide percibir la luminosa
oportunidad que nos da el Águila frente a lo inconmensurable. El
problema de los seres humanos es que intuyen de alguna manera sus
recursos ocultos, pero no se atreven a explorarlos y su tragedia
existencial, deviene de su estupidez y su ignorancia; el lado
verdaderamente oscuro del ser humano, es la estupidez y por eso el
guerrero los debe evitar, especialmente cuando está trabajando en
DAANY BEÉDXE.
¿Existen otros momentos en que si se puede acercar? -preguntó el
alumno. Efectivamente y te puedo decir, que llega el momento en la
Guerra Florida, que el guerrero tiene que, por decirlo de alguna
manera, florecer entre ellos, recuperándose a sí mismo; pero todavía
174
no es el tiempo ni el lugar preciso para hablar de ello, lo que debemos
hacer ahora es esperar.
En otra ocasión Águila Nocturna le preguntó a su Maestro si en
DAANY BEÉDXE no había mujeres guerreras.
-Por supuesto que existen, y te puedo decir, que tienen mayores
posibilidades de manera natural que el varón. Las mujeres son
"creadoras" por naturaleza y tienden a vivir en lo abstracto de manera
intuitiva.
Desde tiempos remotos Los Viejos Abuelos toltecas nos enseñaron
que el hombre y la mujer son un par opuesto y complementario, que
forman la unidad. Si en la vida de las comunidades del valle, lo
femenino y la mujer ocupan la mitad de la tierra y otro tanto del cielo;
ya que está presente en la religión, como en la administración y en la
familia, cómo ha de ser diferente entre nosotros. En ese sentido el
Águila no se fija en los sexos para ofrecer la mínima oportunidad de lo
inconmensurable. Es más, en los equipos de guerreros que se arman
para librar la última Batalla Florida sobre la Tierra, el número de
mujeres es mayor, que el de los hombres.
En una caminata que hicieron el Maestro y su alumno a la Sierra
Norte, llegaron a las orillas de una pequeña laguna, que la conocían
como La Laguna Encantada. Después de algún tiempo, el maestro le
pidió al alumno que detuviera sus pensamientos y se sentara en una
gran piedra que estaba a la orilla del agua, para después, pedirle que
se agachara y le dijera qué veía. Águila Nocturna realizó el ejercicio y
al agacharse y ver el agua, encontró su imagen, que se movía
levemente por efecto del agua. ¿Qué ves? -preguntó el maestro. Mi
imagen, contestó el muchacho. ¿Pero, qué más ves? -insistió el
maestro. Águila Nocturna se dejó ir en la imagen. Entonces se empezó
a ver desde la imagen hacia la superficie. Se alcanzaba a ver, sentado
en la piedra mirando para abajo. Cuando sus ojos miraron a un pino
cercano, se vio y se sintió el pino, después fue una nube y después
brevemente una ave que cruzó volando la laguna. De pronto estaba de
nuevo sobre la piedra mirando el reflejo del agua.
175
Si tú eres una carga de energía, -añadió el maestro. ¿Qué eres en
verdad? Un pino, una nube, una ave o eres un puñado de ideas. Como
te he dicho, Los Abuelos Toltecas nos enseñaron que el camino a lo
inconmensurable, comienza con el movimiento del punto de ensamble
de la energía del huevo luminoso. También sabes que este
movimiento depende de la energía que tenga disponible el huevo
luminoso y que el gasto mayor de energía, lo tenemos al sostener el
punto de ensamble; que no es otra cosa que la imagen que tenemos
de sí, o lo que llamamos, importancia personal, que su otra cara es la
compasión por uno mismo.
Un guerrero lo que aprende en DAANY BEÉDXE es a no tener
compasión en la vida, que no es ser cruel y despiadado, sino a perder
la exaltada idea que tenemos de nosotros mismos. La fatídica
importancia personal. Solo así se empieza a mover el punto de
ensamble. El desafío del guerrero es llegar a intuir el punto de
ensamble y además !moverlo a voluntad¡. -Terminó diciendo el
Maestro.
Águila Nocturna inició silencioso el camino de regreso a la Montaña
Sagrada del Jaguar. Concentró la agudeza de la mirada y la mente, en
los talones de su Maestro, que iba por delante en la vereda; y
ensanchó el ángulo de su percepción a través de la mirada, que de
esta manera se liberaba de las cadenas de los pensamientos. Así
concentró su mente en un punto y empezó a percibir el todo que le
rodeaba sin ideas. Percibía por el gusto de percibir, sin hacer juicios, ni
interpretaciones que se ajustaran a él. Las montañas dejaban de ser
montañas como tales, pero seguían estando ahí, más presentes, más
vivas, más intensamente que antes, cuando solo eran tan solo
montañas. En el trayecto, pasaron por la misma experiencia sensorial y
no mental; los árboles, las rocas, el cielo y finalmente pudo llegarse a
sentir, él mismo, como una carga energética. Cuando el ser humano y
el mundo pasan a ser percibidos como cargas de energía, el mundo se
derrumba literalmente y sin embargo, sigue estando ahí, inconmovible.
Para Águila Nocturna, la sensación de que DAANY BEÉDXE estaba
totalmente ocupado por otros guerreros, iba en aumento. Desde el
inicio, nunca se sintió solo. Sin embargo, ahora era una sensación de
176
certidumbre, presentía que en cualquier momento empezaría a
encontrar personas en las plazas y edificios de La Montaña del Jaguar.
Como era costumbre, Águila Nocturna recibió mentalmente el
llamado de su Maestro, lo esperaba en el cuarto edificio del lado
Oriental, a partir de la puerta Sur. Cuando estuvo frente al edifico su
Maestro lo invitó a subir. Serpiente de Estrellas estaba en el interior de
una habitación que coronaba al edificio.
"Siéntate, quiero decirte algunas cosas. Como sabes, DAANY
BEEDXE como otros lugares de poder, es un inmenso y milenario “no
hacer” de los Viejos Abuelos toltecas, que permite que los Guerreros
de la Muerte Florecida, se preparen para su última Batalla Florida. La
montaña sagrada, es el lugar de partida a lo inconmensurable y
milagroso de la existencia humana. Las piedras de estos edificios han
visto prepararse y partir, a muchos viajeros intrépidos en pos de la
eternidad. Estas piedras saben mucho y por ello son piedras de poder,
que perciben y sienten. Nosotros como seres comunes, no somos nada
ante ellas, acaso solo un instante fugaz, en su maravillosa e increíble
existencia, pues no son cualquier piedra, de cualquier parte. Cuando
las piedras se cargan de mucha energía a lo largo de varios atados de
ciclos solares, es necesario cubrirlas con nuevas piedras, para que se
disipen las cargas energéticas absorbidas, de lo contrario, en lugar de
ayudar al guerrero lo podrían perjudicar. Por eso, periódicamente los
edificios son recubiertos, pero sin alterar en lo posible la planta
arquitectónica, ya que tienen dos objetivos específicos cada edificio.
El primero es que en cada uno, el guerrero aprende y afina, una
de las técnicas, que Los abuelos toltecas nos dejaron para luchar por la
mínima oportunidad, que nos ofrece el Águila, de trascender esta
realidad. En segundo lugar, cada construcción es el sitio de poder
específico de cada uno, de los diecisiete guerreros que forman el
equipo que librará la última batalla de poder, de la Guerra Florida. Así,
diecisiete edificios importantes; igual número de guerreros guías y de
técnicas para abrir las compuertas del conocimiento silencioso.
177
Y lo segundo de lo que te quiero hablar, es precisamente del
conocimiento silencioso. Que es la fuente del saber humano.
Cada ser humano tiene en sus adentros una semilla, que viene
desde el más remoto origen de los tiempos. Esta semilla contiene
todos los recuerdos, toda la información que el ser humano, como
especie posee a lo largo de su existencia en este planeta. Y así, como
la semilla de la flor del desierto, que puede pasar años enteros en
estado latente, en espera de las lluvias prometidas, y al primer
aguacero, florece inmediatamente. De la misma forma, esta semilla
que está depositada en el ser humano, puede pasar generaciones
enteras, en espera de esa “agua divina” que le permita florecer su
conciencia.
A este valioso potencial, Los Viejos Abuelos toltecas le llaman “el
conocimiento silencioso”. Por ello, tal vez, habrás notado que dentro
de ti, existen dos seres, dos conciencias diferentes; la de afuera y la de
adentro. El ser de afuera es nuevo, inseguro, violento y nervioso. El de
adentro en cambio, es viejo, sabio, indiferente y tranquilo; el todo lo
sabe y cuando se le deja el control, el ser humano resplandece,
aunque por cierto, casi nunca el de afuera lo toma en cuenta y mucho
menos le cede el control.
Las personas del valle se adormecen con el barullo de la vida
cotidiana, se la pasan prendidos a sus obsesiones y luchando contra
ese mundo, que indiferente, no se ajusta a sus pensamientos. Viven en
el mundo de sus ideas y lo consideran concreto, han perdido el ángulo
abstracto de la vida y el mundo. Todo esto contribuye a que no emerja
la parte más antigua de nosotros, que habita en nuestros adentros y
nos privemos del conocimiento silencioso, en donde está depositada
toda la sabiduría humana.
Este es uno de los desafíos del guerrero. Abrir las compuertas de lo
abstracto y entrar al mundo del conocimiento silencioso de Los Viejos
Abuelos toltecas. Equilibrar, el control entre el de afuera y el de
adentro, activar la milenaria sabiduría humana que vive en nuestros
profundos adentros, es una de las Batallas Floridas más difíciles que
debe librar el Guerrero del Espíritu.
Para el habitante del valle, el mundo es tan solo el conjunto de sus
ideas. Este mundo inicia y termina en su mente. Para ellos la razón es
178
el instrumento con el que se percibe el mundo, y la información entra y
sale a partir del cerebro. Para el guerrero, la razón es una forma más
de percibir e interpretar el mundo. El guerrero sabe de alguna forma,
que el cuerpo percibe también el mundo que le rodea y que mantiene
otras formas de adquirir el conocimiento, además de la razón. El
Guerrero de la Libertad Total, acepta humildemente que el lenguaje y
el conocimiento existen independientemente el uno del otro, que
podemos saber sin palabras y sobre todo, sin pensamientos. Para
nuestros sabios antepasados entrar al mundo del Espíritu, es entrar al
terreno de lo abstracto, en donde no existen las palabras y los
pensamientos, solo los actos. Porque el guerrero sabe que el mundo
de lo abstracto, es un mundo de actos, en donde las palabras y los
pensamientos nada tiene que hacer. En esto reside la parte abstracta
del conocimiento de Los Viejos Abuelos toltecas. Cuando el guerrero
encara el mundo desde lo abstracto, la idea del "yo" individual se
desmorona, así como los sentimientos e intereses personales. Abstraer
de esta manera conlleva a entrar al mundo del Espíritu.
Águila Nocturna estaba totalmente absorto en las palabras de su
Maestro. Cuando se dio cuenta, que estaba solo en el edificio, su
Maestro había desaparecido. Empezó a bajar las escaleras y en la parte
media se sentó y suspendió sus ideas, contempló la plaza y los
misteriosos edificios del centro, a donde nunca lo había llamado su
Maestro. Sentía totalmente a DAANY BEÉDXE con todo su cuerpo, con
toda su energía. Entendía que no solo era la razón y que el ser
humano en la Montaña Sagrada, estaba a un salto de lo
inconmensurable y maravilloso.
Los días pasaban lentamente, Águila Nocturna sentía que el tiempo
operaba de diferente forma en la Montaña Sagrada. Era como si los
días fueran más largos e intensos.
Una tarde, Águila Nocturna sintió un gran deseo de subir a la
pirámide de la parte Sur. El sol apenas había doblado en lo más alto
del cielo, que ese día tenía un azul intenso y totalmente transparente.
El muchacho subió hasta la parte más elevada, en donde se
encontraba una pequeña construcción, en forma de pirámide de un
solo cuerpo y con cuatro escaleras a sus costados.
179
Desde la primera vez que estuvo en este sitio, quedó cautivado por
la vista, pero sobre todo por su energía. El muchacho sabía que existía
un lazo misterioso con ese lugar, su cuerpo se lo decía.
Después de observar los valles que rodean a DAANY BEÉDXE y que
a su vez están circundados, por las inmensas montañas, se sentó
encarando al Norte. A sus pies estaba la gran plaza, con la armonía de
sus edificios y sus espacios, que unían a la tierra con el cielo, al fondo
el edificio Norte con sus grandes columnas y su patio interior a
desnivel, atrás, como centinelas milenarios, las azules montañas de la
Sierra Norte.
Estaba contemplando el panorama, cuando escuchó la voz de su
Maestro a sus espaldas -haz escogido un sitio incomparable y lleno de
una energía especial. Serpiente de Estrellas, estaba parado atrás de su
alumno, por lo que éste, al escuchar la voz se sobresaltó.
-Muchos guerreros, al igual que tú, escogieron este lugar para
echar a volar el espíritu. Mira muchacho, el espíritu es como una ave
preciosa que viven en nuestro cuerpo, a la que muy seguido hay que
invitarla a salir para que vuele por este maravilloso mundo; de lo
contrario se pone triste y en ocasiones se nos muere, sin que nos
demos cuenta. Siempre que regresa de uno de estos revitalizantes
vuelos, se pone a cantar en nuestros adentros y la vida, aunque es
igual, se torna diferente, por los sonoros trinos que reverberan y nos
hacen que brillen los ojos.
Y mientras tu avecilla anda volando por ahí, quiero aprovechar el
momento para decirte algunas cosas.
Como sabes, a Los Viejos y Sabios Abuelos toltecas les debemos
todo cuanto sabemos. A "La Fuerza", que es la energía que compone
el mundo. Los habitantes del valle le llaman La Divinidad Suprema o
“El Señor del Cerca y del Junto", porque siendo el dueño del espacio y
la distancia, estando junto a todo, todo está también junto a él;
“Noche Viento” porque es invisible como la noche e impalpable como
el viento o simplemente “Por quien vivimos”. Pero en un segundo nivel
de comprensión, otra forma de nombrar a “La Fuerza” es el de "La
Dualidad Divina", que es la misma “Fuerza” pero representada en un
par de opuestos complementarios, femenino y masculino. De “La
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Dualidad Divinal” se desprende, de los dos, el Señor, de los dos la
Señora, simboliza que todo en este mundo, esta compuesto de dos
partes opuestas y complementarias; frio y calor, noche y día, blanco y
negro, masculino y femenino. En un tercer nivel de la misma “Fuerza”,
se encuentra otro par de opuestos complementarios, ahora como "La
Energía Luminosa" simbolizada con el agua, que representa a la vida
misma en cualquiera de sus múltiples formas, como energía; y la otra,
como "Energía Espiritual", simbolizada a través de “La Divinidad del
Viento”, porque representa el soplo divino que le da conciencia a la
energía. Esta Divinidad del Viento, también es conocido como "La
Serpiente Emplumada". Pues bien, ahora yo te quiero hablar de una
poderosa fuerza omnipresente que nos permite percibir. Los seres
humanos somos como todo cuanto existe en el mundo, una carga
energética. Lo que percibimos como "realidad", es un pequeño campo
de energía de "La Fuerza", esta energía es más "fina" que la simple
luz, la cual no tiene vida; en cambio "La Fuerza" es una energía que
emana conciencia de ser, es por decirlo de algún modo, luz que irradia
vida o luz con vida propia. Pues bien, a la capacidad de "percibir"
algunas de las emanaciones de "La Fuerza", y traducirlas en lo que
conocemos como nuestra realidad, Los Viejos Abuelos toltecas le
llamaron "El Intento", que es energía pura que enciende parte de la
energía de adentro del capullo, con una parte de la energía de afuera
con la que está ensamblada. La percepción normal del mundo, se da
gracias al intento y cuando un ser humano logra mover el punto, en
donde se ensambla la energía de adentro con la de afuera y a través
del intento, se encienden otras energías que hasta ese momento no
habían sido encendidas, se obtiene otra percepción del mundo tan
válida y verdadera como la normal, diferente en tanto que la
desconocemos. El intento en consecuencia es una fuerza que está
dentro y fuera de nosotros. Es una energía que el ser humano puede
llegar a usar, más no a explicar. Esto es lo verdaderamente mágico del
ser humano, aquí radica su verdadero potencial. Cuando el Guerrero
de la Muerte Florecida, puede hacer suyo el "Intento", podríamos
suponer, que en principio tiene ganada gran parte de la Guerra Florida.
33
181
Las tardes ejercían una fascinación muy especial en Águila Nocturna.
No sabía sí el valle influía en la Montaña Sagrada o ésta influía en el
valle, pero lo cierto era que el sitio resultaba un lugar extraordinario,
un lugar de poder.
Cuando el Águila de los dardos de fuego, empezaba su lenta carrera al
inframundo para luchar con la oscuridad, los atardeceres se convertían
en algo portentoso que conmovían sus sentimientos. La luminosidad
era algo maravilloso, que contagiaba al espíritu y lo invitaba a salir de
sus profundidades. Por algún misterio que esta lejos de las
posibilidades del entendimiento humano, DAANY BEÉDXE es un lugar
excepcional y asombroso. La luz se vincula con el Espíritu y cobra una
dimensión, que está fuera de las posibilidades que ofrece la limitada
racionalidad. La misma montaña, el valle, el amplio y transparente
espacio que cobija a DAANY BEÉDXE, así como las cadenas
montañosas que lo circundan, propician que la conciencia de Ser,
despierte de su letargo.
DAANY BEÉDXE con su gran plaza, sus edificios centrales y los que
están a sus costados, es una gran maqueta del valle. El cerro donde
está construido representa los edificios centrales, la plaza el valle, y las
montañas que rodean al valle los edificios que están a los costados. En
conjunto, lo que se siente, en la Montaña Sagrada del Jaguar es
“equilibrio”. Equilibrio, entre el mundo exterior y el mundo interior.
Este equilibrio permite sentir el contacto entre el cielo y la tierra.
Pareciera que en lo más alto de las pirámides, el cielo está al alcance
de lo humano. Este impresionante equilibrio entre la materia y el
espíritu los siente el cuerpo energético y exalta la conciencia. Las
inmensas masas de materia que han sido trabajadas en el conjunto,
permiten que el espíritu humano se mantenga atento al milagro de la
vida y de la conciencia.
El asombro ante lo inconmensurable, permite que el Espíritu se
manifieste. Cientos de atados de años y miles de Guerreros de la
Muerte Florecida, han hecho de este lugar un monumento a la fuerza
del Espíritu humano. Solo la férrea voluntad decantada de los
antepasados, la conciencia de sí mismos y el conocimiento ancestral
182
del ser humano, pudieron lograr esta maravilla, que apunta a lo
inconmensurable y maravilloso de las posibilidades de la existencia
humana.
DAANY BEÉDXE es un mensaje permanente, de que la fuerza del
Espíritu del ser humano pude trascender la limitada materia que le
contiene por breve tiempo. Ha podido dejar en las piedras el
testimonio perenne de que la materia está al servicio del Espíritu y que
solo es un medio. Cada piedra que está aquí, fue traída de distancias
lejanas, y subida a doscientos cuarenta cuerpos de altura, y tallada y
ensamblada en un proyecto, que en conjunto, alienta la lucha por la
verdadera libertad del ser humano.
Este maravilloso prodigio que realizaron los sabios toltecas, lo mismo
en los desiertos, que en las selvas o en las montañas. Donde
afanosamente movieron cantidades increíbles de tierra y tallaron
millones de piedras, para construir un puente entre lo humano y lo
divino, entre lo inconmensurable y lo terreno.
DAANY BEÉDXE representa un portentoso esfuerzo humano, que
es un testimonio de la voluntad de ser y trascender de Los Viejos
Abuelos, un símbolo de la aspiración más genuina de la condición
humana. La talla de cada una de estas piedras, representa la talla del
Espíritu de un pueblo, que ha buscado permanentemente desde
remotos tiempos, su aspiración más genuina y profunda, trascender
el Ser, el camino hacia la Libertad Total. DAANY BEÉDXE es testimonio
del Espíritu del Guerrero a través del tiempo.
Águila Nocturna desde lo más alto de su lugar, en la pirámide Sur, se
desprendía de las limitantes de su materia y remontaba el vuelo del
Espíritu. Por las tardes, detenía sus pensamientos y dejaba que la luz
del atardecer penetrara por sus ojos y se expandiera, inundando sus
adentros de luminosidad. Su vuelo era silencioso, subía a lo más alto,
hasta convertirse en un pequeñito punto oscuro, en medio del estallido
azul del cielo. Bajaba como una flecha en picada y pasaba rozando las
esquinas de los edificios. A veces se mantenía inmóvil en el aire,
durante horas enteras, disfrutando el maravilloso espectáculo desde
183
las alturas, especialmente cuando el sol estaba en los linderos del
horizonte y los rayos de luz llegaban perpendiculares y chocaban
contra las montañas que están en la parte Oriente, haciendo rebotar la
luz sobre DAANY BEÉDXE, lo que propiciaba una sensación de
luminosidad indescriptible, pues la montaña es bañada por los rayos de
luz desde sus dos flancos, creando una atmósfera de pureza, bajo un
cielo azul intenso, que poco a poco, se torna amarillo para llegar a un
naranja encendido, para finalmente naufragar en la oscuro de la
noche.
Un tarde, que había estado lloviendo durante todo el día, Águila
Nocturna sintió la necesidad de salir a caminar, entre los edificios de la
plaza. La hierba estaba húmeda y los edificios parecían saturados de
agua; hasta los colores con que estaban decorados las dibujos de los
muros, parecían que habían cambiado de tono su color.
En algunas ocasiones especiales DAANY BEÉDXE era iluminado con
antorchas toda la noche, por los guardianes de la montaña; pero por lo
general el lugar se mantenía a obscuras después de la partida del sol.
En aquella ocasión el atardecer fue muy corto y la oscuridad se
empezó a adueñar del lugar. Águila Nocturna caminaba por la inmensa
plaza. Todo el valle estaba invadido de mantos de nubes bajas. Los
tonos de las nubes eran variados, desde el gris oscuro, hasta el blanco
azulado. En pequeños grupos recorrían el valle, a veces chocaban con
la montaña sagrada, otras, pasaban ligeramente por arriba de los
edificios. Sin embargo, entre más obscurecía, las nubes se iban
conglomerando en torno a la montaña. El joven guerrero se fue a
refugiar a su sitio en la pirámide Sur, no alcanzó a llegar al pie de las
escalinatas, cuando un banco muy pesado de obscuras nubes, cruzó
vertiginosamente la plaza de Norte a Sur y lo dejó sin ninguna
visibilidad. Las nubes parecía que tenían vida propia y acuerdo con los
edificios. Águila Nocturna tuvo una sensación muy extraña. Sentía
como si la niebla fuera una continuación de los edificios. Sentía como
la fuerza, que estaba contenida en las piedras, se filtrara a través de
las nubes y tratara de penetrar su cuerpo. Invadía a su cuerpo dos
sensaciones opuestas; una era de terror, deseaba salir corriendo. La
184
otra, acaso más fuerte, lo atrapaba dejándolo indefenso y sumamente
vulnerable, pero con un oscuro placer indescriptible.
Las nubes pasaban veloces por la plaza, de modo que por momentos
los edificios se veían claramente e inmediatamente después
desaparecían. Poco a poco, la niebla le dio un sentimiento de equilibrio
al guerrero. Detuvo sus pensamientos y solo se entregó a percibir el
hecho sin ninguna idea de por medio.
Caminó hacia la parte Norte y antes de llegar a las escalinatas que
están abajo de las columnas, se detuvo y volteó hacia el Sur. El
espectáculo era verdaderamente impresionante, las nubes habían
cubierto a todos los edificios que rodean la plaza, dejando
completamente despejado a los edificios del centro, que por el efecto
daban una sensación de irrealidad. Los edificios centrales se veían
como una inmensa isla de piedra en medio de un mar de nubes.
En pocos minutos las nubes cubrieron el lugar, ahora más
obscuras y amenazadoras. Águila Nocturna no veía absolutamente
nada. De pronto se escuchó un portentoso trueno y un rayo cayó muy
cerca; por un instante, las pesadas nubes se inyectaron de luz.
Parecía como si la luminosidad iba recorriendo todos y cada uno de sus
recovecos, produciendo diferentes tonos. Reverberaba el eco del
trueno, entre las paredes acústicas del recinto, como las ondas que
hace el agua en un estanque cuando se le deja caer una piedra en el
centro. Pero casi al mismo tiempo, Águila Nocturna escuchó un
espeluznante grito, que extrañamente no reverberaba e iba de lo
grave, a tonos muy agudos y después descendía. Al principio creyó
que era el aullido de algún extraño animal desconocido para él,
después supuso que era el grito de una persona, pero finalmente se
dio cuenta que no era nada comparable y conocido. Inmediatamente la
piel de la espina dorsal se le contrajo, y un sudor frío bajó por la
columna hasta la cintura. El aterrador sonido era melodioso y
demasiado largo, subía y bajaba en una asombrosa escala tonal.
Águila Nocturna estaba inmóvil, cuando el grito cesó, la niebla
despejó la parte superior de DAANY BEÉDXE y se mantuvo a un metro
185
sobre la plaza. El cielo estaba totalmente despejado y una inmensa
luna iluminaba la cima de la montaña sagrada. El guerrero empezó a
caminar por la plaza, sobre un manto de nubes, que le daba la
sensación de navegar en un mar plateado y sereno; abajo, el valle
estaba completamente cubierto de nubes.
De pronto vio en el extremo opuesto de la plaza a su Maestro, que se
acercaba como deslizándose entre las nubes, pues al caminar no se le
veían las piernas. Águila Nocturna fue invadido por una sensación de
bienestar, confort y sobretodo, de seguridad. Algo adentro de él, había
ajustado. La sonrisa en el rostro de Águila que Desciende confirmaba
su sentimiento.
La señal que esperaban había llegado aquella noche, "La Fuerza"
señalaba la partida de Águila Nocturna de DAANY BEÉDXE. La mañana
era fresca y limpia, soplaba un viento ligeramente frío de las montañas
del Norte. El Maestro y el alumno habían ido a recibir al sol, junto al
jaguar de piedra en la pirámide Norte.
-Nos iremos al morir el sol -dijo el Maestro. Tienes todo el día
para despedirte de este espléndido lugar, que te cobijó y ayudó en tu
Batalla Florida. Despídete de cada piedra, de cada edificio, de cada
espacio...acaso nunca los volverás a ver, nunca más en tu vida. Dales
las gracias y déjales lo mejor de ti, ese es el estilo de los guerreros.
Tendrás que ir en busca de tu destino, te espera una terrible prueba,
en la que para aprobarla, deberás usar de todos los conocimientos que
haz aprendido a lo largo de tu estancia en DAANY BEEDXE, realmente
es una prueba de energía.
Durante todo el día, el aprendiz recorrió minuciosamente los
cuatro cerros que conforman DAANY BEÉDXE. En cada conjunto de
edificios y plazas recordó cada una de las enseñanzas que aprendió en
ellos. Fue lenta y detalladamente, recogiendo todos sus sentimientos
que habían sido atrapados por las piedras, a cambio dejaba una
sonrisa y una profunda exhalación. Finalmente subió a la parte más
alta de la pirámide del Sur, su sitio, e inició un discurso, con la voz
muy alta pero sin estridencias, habló desde lo más profundo de su ser,
parecía que lo escuchaban los edificios, los Cuatrocientos Guerreros y
186
los Guardianes de la Montaña. Se hablaba a sí mismo. Sus palabras
eran truenos sin eco; una a una, salían en orden y con ritmo y todas
ellas hablaban de la maravillosa experiencia de haber estado en ese
sitio de poder. Le agradeció a todas las piedras, a todas las nubes, a
todos los amaneceres y atardeceres, a la lluvia, al viento, a la noche y
a sus lunas. Para finalizar dijo que en cualquier parte que le tocara
morir, él regresaría a DAANY BEÉDXE en el último espasmo de energía,
para morir aquí.
La tarde parecía que entendía el discurso de joven guerrero, pues
cada vez se iba tornando en un rojo encendido. Un espeso banco de
nubes se veía en el horizonte, hacia el Sur. Un aguacero en la
distancia, parecía que era la respuesta a las palabras del guerrero.
El sol iniciaba su viaje por debajo de la tierra, cuando empezó a
escucharse un canto. Águila Nocturna volteó a su derecha, hacia el
centro de la plaza y vio a Los Cuatrocientos Guerreros del Sur, que con
un canto de guerra lo despedían. El espectáculo resultaba
verdaderamente impresionante. Resonaban en toda la plaza los
inmensos tambores y los caracoles, que hacían vibrar a las piedras y a
los corazones. Cada guerrero llevaba en la mano una antorcha y un
instrumento musical. Cantaban y bailaban, al ritmo de sus pies
sonoros, ya que los huesos de fraile que traían atados en las
pantorrillas, hacía temblar a la tierra al ritmo de los grandes tambores.
En ese momento Águila Nocturna supo que Los Cuatrocientos
Guerreros del Sur, siempre habían estado al lado de él, que fue la
energía que ellos producían en conjunto, la que propiciaba sus
enseñanzas y aunque jamás habló con ninguno de ellos, sintió que
sentían lo mismo que él. Un torrente de energía que le proporcionó un
bienestar indescriptible, recorrió todo su cuerpo y lo conectó con Los
Cuatrocientos Guerreros del Sur.
Sin saber por qué, se encaminó hacia la salida. Los guerreros
seguían cantando y bailando en los 17 edificios que componían el
sistema. La oscuridad había llegado, las sombras en movimiento,
producidas por la luz de las antorchas y el baile de los guerreros, daba
un efecto mágico al recinto. En la puerta lo estaba esperando su
187
Maestro y sin decir una sola palabra, tomaron el camino de descenso
de la montaña sagrada. Cuando llegaron a las puertas de La Tierra del
Gemelo Precioso, encontraron solamente dos antorchas encendidas y
sobre un nicho, dos itacates para el camino. Los Guardianes de la
Montaña Sagrada, eficientes y respetuosos, cumplían con su tarea. El
anciano y el joven tomaron sus redes y partieron silenciosamente.
Cruzaron el pueblo, que estaba totalmente a obscuras y se dirigieron
hacia la Sierra Norte.
Caminaron ocho días hasta llegar al corazón de las montañas. El
bosque estaba completamente cerrado, iban por una vereda que
serpenteaba por la cresta de una cadena montañosa, que iba, de Sur a
Norte. De tramo en tramo, encontraban desfiladeros a derecha y a
izquierda. Los paisajes eran impresionantes, el bosque mantenía un
tejido cerrado en todos los tonos del verde. A lo lejos solo se veían,
más y más montañas tupidas de bosque, era evidente que esa región
no estaba habitada. El guerrero sintió el poder del bosque, como una
fuerza independiente y poderosa. La conciencia del bosque ejercía una
presión sobre la energía del joven guerrero. Durante los días de
marcha los caminantes mantuvieron un estricto silencio, que lo había
recomendado el Maestro, quien le dijo al alumno que era muy difícil y
peligroso llegar hasta donde se lo proponían, porque el bosque no
estaba acostumbrado a la presencia de los seres humanos. Por lo cual
debían caminar en silencio y deteniendo los pensamientos, para tener
la posibilidad de ser aceptados por el bosque, de lo contrario estarían
perdidos.
Por la tarde del octavo día, apareció en la distancia una montaña
muy especial, en forma de una inmensa pirámide. La montaña se
desprendía de la cordillera Norte-Sur y apuntaba hacia el Oeste. Había
un río que serpenteaba en el fondo de la cañada y en seguida, se
encontraba otra cordillera, también en dirección Norte-Sur. De la cima
de uno de los picos de la cordillera, se deslizaba un columpio muy
estrecho, que en algunos momentos, solo permitía el paso de un solo
hombre. Este columpio hacía la función como de un puente entre la
cordillera y la montaña que tenía la forma de una pirámide.
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-Ese es nuestro destino -dijo el Maestro. Como ves, esta montaña
fue trabajada por Los Viejos Abuelos toltecas y es el punto de
despegue a lo inconmensurable. Los antepasados le llaman El Cerro de
las Cenizas, porque ahí los guerreros se consumen en su fuego interno
y parten a lo desconocido en busca de su destino. Apuremos la
marcha, para llegar antes de que anochezca.
Esa noche los viajeros llegaron a las puertas del columpio que permitía
el paso al misterioso lugar.
Antes que amaneciera el Maestro y su alumno, se dirigieron a la punta
de un cerro de la cordillera a recibir al sol y cargarse de energía.
Cuando llegaron al lugar indicado se sentaron en una inmensa roca
que saliendo hacia el precipicio, apuntaba hacia el Oriente.
-Este es un sitio muy especial, es un lugar de poder, que han usado
por cientos de atados de años los guerreros que buscan la libertad, es
como la antesala a la verdad. Los guerreros necesitan cargarse de
energía para enfrentar la prueba que está en puerta. Sí fallas, morirás;
sí la apruebas, no se que es lo que sucederá, eso depende del designio
de "La Fuerza" y de tu destino. Es probable que jamás nos volvamos a
ver, ya sea por que mueras o porque nuestros caminos no se vuelvan
a cruzar, finalmente eso es intrascendente; lo que importa, es que
seas impecable en tu desafío. Dentro de unas horas, tendrás que
poner en práctica todo cuanto haz aprendido en la Montaña Sagrada
del Jaguar, deberás ser intachable. Todos los años de férrea disciplina
e intento sostenido; todos los sacrificios y todos los esfuerzos que haz
realizado, te servirán para vencer en este desafío.
Tú ahora eres uno de Los Cuatrocientos Guerreros del Sur. Naciste
para la Guerra Florida. Desde que eras un niño te encontré y haz
seguido la senda del Guerrero de manera impecable. Los Guerreros
como tú viven para la Guerra Florida. Se consagran y se purifican en el
sacrificio y la disciplina. Templan su espíritu, fortalecen su cuerpo y
dominan sus pasiones. La virtud del guerrero es la impecabilidad de
sus actos; su inspiración, la sabiduría de Los Viejos Abuelos; su
objetivo: La Libertad Total.
El horizonte comenzaba a clarear, el perfil de las montañas se
empezaba a marcar en el azul de la aurora. El anciano y el aprendiz
189
estaban sentados con las piernas cruzadas, de cara al Oriente. De
pronto empezó a emerger el sol. Un inmenso disco de oro salía
lentamente de las entrañas de la tierra. Victorioso el sol, dejaba los
abismos de la oscuridad y la muerte, había vencido nuevamente la
inercia de la materia y resucitaba en busca de las deslumbrantes
alturas. Al terminar de salir, el sol se veía extremadamente grande y
luminoso, el horizonte se incendió primero de un naranja tenue, hasta
llegar a un rojo sangre. Águila Nocturna nuca había presenciado un
amanecer como este.
-Tienes suerte, el sol te saluda, -dijo el Maestro-, sin quitar los
ojos entrecerrados del sol. Acaso sabe que este puede ser el día más
importante de tu vida, o el día de tu muerte. Cualquiera que fuere tu
destino, tienes que luchar de manera impecable, no porque te importe
el resultado, sino porque puede ser tu última batalla en este mundo.
Frente a la muerte, el guerrero deja fluir libremente a su espíritu. El
Guerrero sabe que no se le pueden poner trancas a la muerte, por ello,
la única seguridad que tiene en la vida, es la de su propia muerte y
este, por fuerza necesaria se convierte en el momento más importante
de su vida. De hecho, el guerrero se prepara toda una vida, a través
de múltiples batallas cotidianas, para llegar a la última, con la que
cierra su guerra florida. Así que disfruta intensamente este maravilloso
regalo que te ha dado "La Fuerza", es todo tuyo.
Cuando la mañana había entrado completamente, Águila que
Desciende llevó a su alumno a una cueva que estaba cerca del lugar y
le dijo:
-En el interior de esta cueva, tendrás que esperar la llegada del
crepúsculo. Adentro encontrarás todo lo necesario para prepararte
como guerrero inmaculado para la batalla que vas a librar, cuando sea
el momento vendré por ti.
Águila Nocturna entró sin miedo a la obscura cueva, que en la
entrada tenía una boca por donde cabía un hombre de pie, después de
diez pasos, el ancho se estrechaba y tomaba una dirección
ascendente. El muchacho tuvo que gatear para poder avanzar. Se dio
cuenta que la cueva no era natural, era un túnel tallado en una
inmensa roca maciza. Avanzó diez cuerpos y subió tres. El túnel
190
desembocaba en una cámara tallada en la roca. La cámara era
redonda y tenía un diámetro de cinco cuerpos, en la parte más
elevada, alcanzaba una altura de tres cuerpos. En la parte superior,
había un orificio como de una caña de maíz de ancho, que subía en
forma vertical a través de una distancia de dos cuerpos, hasta la
superficie de la inmensa roca. Por la abertura entraba la luz de una
manera muy extraña, gracias al diseño de la talla, lo que iluminaba a la
cámara de una manera muy especial. La piedra tenía un color naranja,
con vetas blancas y rojas, que al contacto con la luz, producían una
atmósfera confortable.
Después de un tiempo, las pupilas del guerrero se adaptaron por
completo a la intensidad de la luz y pudo ver con detenimiento el
interior de la cámara.
En principio lo que vio exactamente abajo del tiro de luz, fue una
inmensa serpiente de cascabel, perfectamente tallada en la misma
piedra. La serpiente estaba enrollada y en conjunto parecía una
pirámide. En torno al perímetro de la cámara, estaba labrada en la
misma roca un especie de banca circular, que solo se interrumpía en la
entrada de la cámara, que tenía esculpido la cabeza de un jaguar, con
las fauces abiertas aprovechando la profundidad del túnel. Sobre la
banca circular estaban esculpidas, cuatro águilas en posición de
ataque. La pared cóncava de la cámara, estaba completamente
labrada, con grecas muy parecidas a las que vio en los edificios de la
Ciudad de los Muertos.
En conjunto, la cámara era una verdadera obra maestra, nunca
antes, en toda su vida, había contemplado una proeza humana sobre
la materia, como este majestuoso recinto. La cámara estaba construida
en el centro de una descomunal roca de extremada dureza, a tal punto
que parecía que toda estaba completamente pulida. Todo lo que ahí
estaba esculpido, desde la misma oquedad de la cámara, hasta los
animales, estaba labrado en la misma roca; los colores de la roca y la
luz que entraba por la extraña abertura, a cada momento modificaban
la atmósfera del lugar, dando la impresión, que la gigantesca roca
estaba viva, que la cámara era sus entrañas y la luz su alimento.
191
Águila Nocturna se dio cuenta que las garras, los colmillos y los ojos de
las águilas, la serpiente y el jaguar, eran incrustaciones en cuarzo, y
que emitían o reflejaban la luz de una manera, que daba la sensación
de que tenían vida propia.
Al lado de la serpiente, encontró un incenciario, copal y madera
para hacer fuego; unos recipientes con pintura de diferentes colores.
Sin pensarlo quemo copal y se sentó frente a las pinturas y se puso a
entonar una canción en tono grave, que habla de un guerrero que se
prepara para la última batalla de su vida. Al mismo tiempo, inició con
mucho cuidado, el decorado de todo su cuerpo. Los diseños estaban
inspirados en las grecas de la cámara. El sabía que las grecas tenían
poder y su cuerpo debía estar protegido para la batalla de poder que
iba a librar. Cuando terminó, se acostó en frente de la serpiente y se
quedó dormido.
Cuando despertó se dio cuenta que ya no entraba la luz con
intensidad por el tiro que llegaba a la superficie, pero que sin embargo
la cámara estaba mejor iluminada. Observó entonces que en la luz
había partículas diminutas, como pequeñitos filamentos que tenían luz
y conciencia propia. Asombrosamente podía diferenciar a la luz de
estos filamentos luminosos, que exudaban conciencia; y cuando vio su
propio cuerpo, percibió que era un conglomerado de energía que
despedía luz.
Supo entonces que había llegado el momento y que su Maestro lo
estaba esperando a las puertas de esa maravillosa cueva. Cuando
salió, vio que su Maestro era otro conglomerado de energía que
resplandecía, todavía de manera más intensa y por momentos
despedía chispazos de energía, como pequeños relámpagos adentro de
sí mismo.
Su Maestro se acercó y lo abrazó. Águila Nocturna sintió una
descarga eléctrica sobre todo su cuerpo, que lo recorrió varias veces
en todas las direcciones. Supo que en ese gesto su Maestro, le estaba
trasmitiendo toneladas de información y de afecto; de alguna manera
supo a través de la energía de su Maestro, que inundaba todo su
cuerpo, lo que le esperaba y lo que tenía que hacer.
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Sin decir una sola palabra, el Maestro condujo al guerrero al cerro en
forma de pirámide. Cruzaron el columpio y empezaron a subir a la
pirámide, por unas escaleras escarbadas en la tierra.
El cerro tenía como cincuenta cuerpos de altura, sobre la base del
columpio, que lo unía a la cordillera. Pero hacia el Este, en algunos de
los vértices que caían a plomo, hasta casi las profundidades de la
cañada, llegaban a alcanzar más de doscientos cuerpos de altura.
La tarde era espléndida, el cielo estaba completamente azul,
despejado y transparente. El sol se empezaba a ocultar tras las
montañas del Poniente. Águila Nocturna estaba vibrando, su cuerpo
por momentos se sacudía por unos espasmos involuntarios. Más que
su mente, su cuerpo estaba totalmente emocionado. El cuerpo intuía
que algo trascendente estaba por pasar, el olor a la muerte salía por
cada poro del guerrero y empapado lamía la piel del muchacho.
El sol ya había entrado a los dominios del Señor de la Muerte, algunos
rayos de luz intentaban vanamente contener a los Señores de la
Noche, que casi habían cubierto todo el cielo. Cuando Águila Nocturna
vio a la estrella de la tarde resplandecer, la calma vino a su cuerpo. La
serpiente emplumada estaba en el firmamento y supo que lo
protegería de los implacables Señores de la Noche.
Entonces su Maestro empezó a hablarle:
-Haz llegado al final de este camino. Las enseñanzas de los Viejos
Abuelos toltecas, que se te dieron desde La Casa de los Jóvenes hasta
DAANY BEÉDXE, te han preparado para este momento. Lo que pronto
vivirás, no tiene paralelo, porque es al mismo tiempo aterrador y
maravilloso. El Poder te ha reservado un camino diferente, no sabemos
porqué y como será este camino. Vivirás una experiencia total y de ella
esperamos que regreses con nosotros a DAANY BEÉDXE, para que
juntos, partamos al lugar en donde nunca se muere. Para llegar de
nuevo a nosotros tendrás que recuperar todas las enseñanzas que
aprendiste en DAANY BEÉDXE, tanto las del lado del Tonal, como las
del Nagual. Tendrás que recuperarte a ti mismo y ensamblar el
conocimiento de la parte derecha, con el de la parte izquierda.
193
Esto representa la parte más difícil de este camino, pues estarás
solo y deberás sacar de tus profundidades el conocimiento. Ya sabes
que un Guerrero de la Libertad Total elige un camino con corazón y se
funde con él, porque has aprendido a tener conciencia de la maravilla
de estar vivo y disfruta intensamente de él. Pero al mismo tiempo,
también has aprendido que la vida se puede acabar en cualquier
momento. Sabe que tú, así como todos los demás, no van a ninguna
parte, que la muerte es la permanente compañera que pone en su
justo lugar todo cuanto les rodea, que no hay vencedores ni vencidos y
que los panteones están repletos de aquellos que no entendieron ni el
valor, ni el significado de la vida. Un guerrero es un ser humano, que
ha logrado templar su espíritu y decantado su materia; que la
disciplina, la sobriedad y la austeridad, son la fuerza que le permiten
no tener apegos mundanos a la vida. Un guerrero sabe que la vida es
un medio para lograr La Libertad Total. De esta manera el guerrero
escoge cualquier actividad, estando consiente que ella en sí misma, no
tiene relevancia, que tan solo importa en tanto, en ella afina su
voluntad y perfecciona su intento inflexible.
Si en tu destino esta regresar al mundo de los seres humanos
después de esta prueba, tendrás que recuperar estos conocimientos,
para llegar de nuevo a DAANY BEÉDXE. Deberás recordar que la
necesidad, es el origen de la debilidad y la desdicha. El guerrero
aprende permanentemente a reducir a nada sus necesidades, es
responsable, disciplinado, se mantiene atento y es humilde con su
destino.
Serpiente de Fuego cayó un momento. La noche se había
adueñado completamente de la bóveda celeste. La inmensidad de
aquellas montañas y lo majestuoso del firmamento, acentuaban la
pequeñez de la existencia humana.
-Este cerro ha sido trabajado por Los Viejos Abuelos toltecas, continuó hablando el maestro-, para que los Guerreros de la Muerte
Florecida inicien su viaje sin retorno. Aquí es el lugar en que el
guerrero, después de una vida de impecabilidad y entrega, ha logrado
aprender las prácticas de nuestros antepasados para por sí solo, mover
el punto de ensamble de su capullo luminoso, y con ello, atestiguar
194
otros mundos que se perciben cuando se mueve el punto de ensamble,
a lugares en donde antes no se han encendido la energía de adentro
con la de afuera.
En esta ocasión tendrás que usar el intento, por tu propia cuenta.
Tendrás que saltar desde este acantilado y cuando estés en el aire,
intentarás el movimiento del punto de ensamble. Sí lo logras, podrás
estar en dos lugares al mismo tiempo, es decir, tendrás la percepción
de que estas aquí arriba y al mismo tiempo allá abajo, lo tendrás que
hacer 17 veces seguidas y si lo logras, sobrevivirás, pero aparecerás en
algún remoto lugar de este mundo.
En donde aparezcas, no recordarás absolutamente nada de lo que
te ha sucedido hasta ahora, todos tus recuerdos se borrarán de tu
mente y tendrás que recordarlo todo. Tal vez te lleve toda una vida y
no lo lograrás, por lo que perderás la posibilidad de recibir la pequeña
oportunidad que nos brinda el Águila, para trascender el ser, y morirás
como cualquier hombre común y toda tu vida de lucha se perderá
inútilmente. Esa es la regla para todos los guerreros.
Pero sí logras recordarte a ti mismo, sí logras recuperar tu rostro
propio y tu corazón verdadero, sí logras vencer la perdida de tu
memoria, deberás regresar a DAANY BEÉDXE. Ahí, Los Cuatrocientos
Guerreros del Sur y yo, te estaremos esperando. Por experiencia
propia, se que no es nada fácil y muy doloroso, pero no existe otro
camino. Todos los Guerreros de la Libertad Total, tienen que recorrer
el mismo camino; la diferencia contigo, es que lo tendrás que hacer
solo, eso es todo y en nada modifica el desafío.
Así que no esperemos más, tienes una cita con tu destino, !corre y
salta¡
La obscuridad era casi total. Águila Nocturna sintió que su cuerpo
iba a explotar, por lo que instintivamente corrió por la superficie plana
de la rampa que conducía al acantilado. En sus oídos se escuchaba un
sonido muy agudo. Sus piernas se impulsaban con fuerza; con grandes
zancadas parecía que iba a dar un gran brinco hacía lo desconocido,
hacia la eternidad.
195
En su mente no había ideas, porque lo que estaba haciendo
atentaba contra su vida, era totalmente ilógico. El sabía que resultaría
mortal que la mente tomara el control; de modo que cuando llegó al
borde del precipicio, tomó el último impulso en tierra y saltó al vacío,
con la profunda convicción de que movería por si mismo su punto de
ensamble a través del uso del intento.
En la obscuridad de la noche se escuchó un pavoroso grito, que
resonaba en las profundidades de la cañada y se alcanzó a percibir,
pequeños relámpagos que iluminaron las escarpadas paredes del cerro
convertido en pirámide. Una bola de fuego subía y bajaba velozmente,
desde lo más profundo de la cañada hasta la cumbre de la montaña.
Águila Nocturna antes de llegar al fondo, logró encender todos los
campos de energía, que encerraba su capullo luminoso y
milagrosamente, se consumió en el fuego interior.
196
DAANY BEÉDXE
TERCERA PARTE
34
Águila Nocturna yacía sobre un piso de lajas. No podía abrir los
ojos y en sus adentros todavía resonaba el eco de un poderoso
estallido que reverberaba en su interior; dejando sordos a sus oídos y
vibrando en todas las células de su cuerpo. Un zumbido agudo se
apoderaba de su mente y en momentos se transformaba en luces de
colores iridiscentes, que rebotaban de las bóvedas obscuras de sus
ojos y se iban, hasta lo más profundo del cerebro.
Quería abrir los ojos y no podía; o tal vez estaban abiertos y
nada veía. El zumbido subía de frecuencia y tal parecía que le
explotaría la cabeza. Sentía como el sudor frío empapaba todo su
cuerpo y periódicos espasmos recorrían todo su ser adolorido. No sabía
en donde estaba, todo era confuso e impreciso. La única sensación
clara que tenía, era el dolor que sentía todo su cuerpo. Parecía que
todas las partículas que lo conformaban, habían sufrido inmensamente
de manera individual y como un océano enfurecido buscaban
reintegrarse a su lugar de origen.
Un poderoso rayo había precedido su caída en ese extraño lugar.
La oscuridad era total, no sabía si estaba ciego o estaba en medio de
una noche obscura y cerrada. Lo único familiar era el piso de lajas, en
el que se acurrucaba en posición fetal, buscando acaso, una anhelada
protección.
Los primeros rayos de luz y el trino de las aves, hicieron que
Águila Nocturna lentamente abriera los ojos. Una hormiga roja
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caminaba muy cerca de su cara, que yacía sobre el piso, compuesto de
grandes piedras perfectamente pulidas y ensambladas.
Detenidamente observó los movimientos nerviosos del insecto, al
enfocar a la hormiga, pudo apreciar sus pequeños ojos negros, sus
antenas y sobre todo, las dos tenazas que tenía en la boca. Como si
hubiera logrado su cometido de despertarlo, la hormiga se retiró
rápidamente del enfoque de sus ojos. Águila Nocturna entonces, muy
lentamente empezó a incorporarse y ver en dónde estaba.
El canto de los pájaros, cada vez era más fuerte y la luz iban
ganando rápidamente espacios a la oscuridad y al silencio; la noche
sigilosamente se introducía bajo la tierra.
Sentía su cuerpo muy adolorido, todavía le palpitaba algunas
partes, como que no se daban cuenta de que nuevamente pertenecían
a una sola unidad.
Tal vez, por primera vez en su vida, Águila Nocturna miraba
absorto su cuerpo. Como un prodigio indescriptible, tanto por la alegría
de ser y estar; como por la propia belleza intrínseca, que tiene el
cuerpo.
Sus ojos, recorrían atentos los dedos largos y finos de sus
manos. Asombrado atestiguaba la compleja maravilla de las
articulaciones. Su piel, las venas y tendones lo mantenían hechizado.
No daba crédito al prodigio de estar vivo y tener un cuerpo.
Después siguió con sus piernas, su pecho y abdomen. Con sus ojos
acariciaba, con sus manos sentía; tanto la tersura de la piel, como su
tibieza y elasticidad. La aurora estaba irrumpiendo en el horizonte;
hacia el Oriente, empezó a emerger majestuoso el Señor de los Dardos
de Fuego.
Águila Nocturna se dio cuenta, que estaba a los pies de una
construcción. La claridad le permitió apreciar las paredes de un arco de
piedra, que estaba exactamente arriba de él. Le llamó mucho la
atención, que las piedras estuvieran perfectamente pulidas y
ensambladas. Pocas veces se podía apreciar este trabajo, por lo
general, los edificios estaban recubiertos de una capa de estuco;
profusa y bellamente decorados, con temas del conocimiento secreto
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de los Viejos Abuelos toltecas. Cuando estaba concentrado en el
trabajo de las piedras, de pronto, se empezó a iluminar el arco.
Inmediatamente alzó la vista y vio, como un rayo de luz, que se
desprendía del horizonte, se incrustaba en la superficie plana, como de
una banqueta, que se encontraba invertida en lo más alto del arco. Por
algún efecto desconocido, la luz cobraba más potencia y solo iluminaba
el espacio que cubría el inmenso arco de piedra.
Águila Nocturna sintió, como esa luz literalmente lo penetraba,
encendiendo su cuerpo como una antorcha resplandeciente. Su cuerpo
primero experimentó un aumento en su temperatura y después lo
recorrió una sensación de energía y plenitud. Sintió una presión en el
pecho, que fue desvaneciéndose a medida que lo inundara la certeza
de que la muerte se había quedado atrás, en aquel inmenso y
deshabitado acantilado, en la Sierra Norte, en donde había saltado al
vacío.
Lentamente se incorporó y observó el lugar. El arco de piedra
tenía una altura de cuatro cuerpos humanos y se componía de dos
estructuras rectangulares, que a la altura de un cuerpo, comenzaban a
juntarse hasta lo más alto, formando un arco. En la parte superior de
la construcción, se encontraban cuatro hileras de piedra a manera de
una pirámide en silueta y en el centro, estaba tallado con una serie de
piedras ensambladas en la estructura, un rostro muy extraño, que
tenía forma humana en su conjunto, pero cada una de las piezas que
lo conformaban, individualmente simbolizaban extrañas formas.
Básicamente eran dos rostros, pues cada ojo pertenecía a un
perfil, pero al estar colocados frente a frente, producían un tercer
rostro.
La nariz del rostro, salía como una protuberancia de la talla. Su
forma era muy parecida a la estructura de las famosas siete estrellas
que casi unidas, formaban un símbolo espiritual y esotérico para Los
Viejos Abuelos Toltecas. En la tradición antigua se decía que de esas
siete estrellas, en el inicio de los tiempos, habían llegado los primeros
Viejos Abuelos toltecas a la Tierra, en busca de un lugar prometido
para vivir.
199
Cuando el muchacho dirigió la vista a su entorno, pudo apreciar
que el arco de piedra, estaba en un claro de una selva. No existía
ningún edificio a su lado, solo un camino hecho en piedra pulida,
hábilmente ensamblada, lo que lo hacía verse como una superficie
completamente lisa. Para llegar al arco de piedra, se tenían que subir,
dos conjuntos de diez escalones cada uno, pues el arco estaba sobre
una base rectangular de piedra, que se elevaba dos cuerpos, sobre la
tierra.
Las últimas nubes se disponían a dejar su lecho nocturno, sobre
las copas de los árboles. Águila Nocturna sabía que esa construcción
era un sitio de poder de Los Viejos Abuelos, pues humanamente, no
tenía sentido ese arco en medio de la selva, que no tiene una función
práctica en la vida cotidiana.
El sol empezaba a calentar la mañana. La cabeza del muchacho,
todavía estaba completamente confusa. No se acordaba absolutamente
de nada. El estallido del rayo parecía que se mantenía permanente en
su cabeza. No tenía fuerzas o no sabía cómo recordar lo que le había
sucedido. Pocas cosas estaban claras y firmes en su mente; una era
que se llamaba Águila Nocturna y la otra, es que había regresado de la
muerte, eso era todo.
De pronto en la lejanía, empezó a escuchar un ruido rítmico de
tambores y el sonar de los caracoles marinos. El sonido venía en
dirección Poniente, justo por donde el camino de piedra se internaba
por la cerrada selva. Sin pensarlo se dirigió por el camino, en busca del
origen de la misteriosa música.
Al internarse por la selva, quedó fascinado por su belleza,
espesura y peligrosidad. Nunca antes había apreciado este follaje, la
humedad cada vez era mayor y la vegetación en su conjunto, le hacía
sentir al ser humano, la fragilidad e insignificancia de su vida en
particular, frente a el todo de la vegetación.
El camino estaba construido con una piedra calcárea de color
blancuzco, que en la espesura de la selva, resaltaba con intensidad. A
cada momento la música se hacía más clara y vigorosa. De pronto,
apareció en un gran claro de la selva, una maravillosa revelación.
200
Un conjunto de espléndidos edificios, que salían de la selva,
como por milagro deslumbrante y que se encontraban bellamente
decorados. Un grupo de hombres lo venían a recibir. Su fisonomía y su
indumentaria, eran diferentes a las que él conocía. Hombres altos y de
cabeza grande, con una prominente nariz, que le recordaban ciertas
aves.
Al llegar hasta él, el más anciano de ellos le habló en extraña lengua,
que no pudo entender. El anciano esperó un momento y después le
habló en otra lengua extraña, que Águila Nocturna misteriosamente
entendió.
El anciano le dio entonces la bienvenida a ese lugar llamado "La
Tres Veces Construida" y le dijo que sería bien recibido. Pidiendo que
los siguiera, se encaminaron al impresionante conjunto de edificios, en
donde sobresalían dos especialmente. El primero era una pirámide de
extraña forma elíptica y de una altura sorprendente, pues alcanzaría
unos veinte cuerpos en la parte más alta; el segundo era un edificio
cuadrangular, que tenía una inmensa plaza en el centro. Todas las
construcciones tenían una sofisticada y magnífica decoración en sus
fachadas, integradas por representaciones de serpientes, jaguares,
chozas y unos soberbios mascarones, muy parecidos al que estaba en
el arco de piedra.
La comitiva pasó al lado izquierdo de la gran pirámide y al llegar
a un juego de pelota, doblaron hacia su derecha, estaban de cara a la
fachada Sur del edificio cuadrangular. La fachada estaba compuesta de
dos plantas y una inmensa puerta, que tenía cuatro aberturas
pequeñas a ambos lados. La puerta era un arco, exactamente igual, en
donde él cayó al llegar a estas tierras, especialmente por las
dimensiones de su oquedad.
Al pasar por dentro, experimentó una sensación en todo su
cuerpo, como si penetrara un campo energético apenas perceptible.
Del otro lado del arco, estaba la gran plaza rectangular y en ella se
encontraban bailando, en torno a un nutrido grupo de músicos, varios
cientos de personas, que en cuatro círculos excéntricos, giraban en
direcciones encontradas, intercalados, dos a la derecha y dos a la
izquierda. El sonido producido por los grandes tambores, ocarinas y
201
caracoles marinos, era rítmicamente acompañado con los cascabeles
hechos con semillas que todos los bailarines, hombres y mujeres,
llevaban en brazos y piernas.
Cruzaron la plaza por el perímetro y subieron por unas escaleras
que los condujeron a unas habitaciones en la segunda planta. El cuarto
donde se alojó Águila Nocturna, estaba compuesto de dos espacios. El
lugar era fresco y tenía una ventilación muy eficiente a través de unas
pequeñas aberturas en lo alto de las paredes, por donde circulaba el
aire.
En el fondo estaba una cama de piedra, un petate donde había
fruta y una jarra con agua. El anciano le dijo que comiera y
descansara, que por la tarde lo conducirían con la autoridad del lugar.
El muchacho comió, bebió y cayó profundamente dormido.
Cuando despertó, salió de la habitación. A sus pies estaba la
plaza ahora desierta y en completo silencio. El Señor de los Dardos de
Fuego acababa de ocultarse bajo el horizonte. El cielo estaba de un
azul intenso y algunas nubes que decoraban la tarde, empezaron a
cambiar de colores. Las aves pasaban volando en parvadas, con
sonoros cantos, en dirección al interior de la selva. La tibieza del la
ambiente y el olor de la selva, impregnaban un sentimiento de
bienestar y gozo.
Llegó entonces el anciano. Llevaba una antorcha en la mano y le
pidió que lo siguiera. Cruzaron la plaza y se dirigieron a la gran
pirámide elíptica. Subieron por las escaleras del lado Este. Siguió la
trayectoria de ascensión, tal como se mueven las serpientes.
Al finalizar el ascenso de las escaleras se encontraba una habitación. El
anciano se quedó en la puerta e invitó al joven a pasar. El interior era
pequeño y estaba en penumbras, un fuerte olor a copal inundaba la
habitación. Escuchó una voz que le daba la bienvenida y le preguntó;
quien era, de donde venía y cual era el motivo de su presencia.
Hasta ese momento Águila Nocturna se dio cuenta, que tal vez
por la violenta descarga que lo llevó a ese sitio, había actuado de
manera inconsciente e instintiva, pero al escuchar las preguntas de la
voz, aterrorizado se dio cuenta que él no tenía las respuestas.
202
El silencio era total, el guerrero empezó a sudar en frío. Su mente
buscaba y rebuscaba en la nada, y con pánico veía, que nada llegaba.
En su interior, resonaban las preguntas y como en una inmensa gruta
obscura. Empezó a sentirse mareado y la penumbra de la habitación,
se convirtió en obscuridad total.
Una inmensa angustia, empezaba a desbordarse de su pecho.
Hizo un gran esfuerzo por recordar y nada podía llegar a su mente.
Como una turbulenta corriente, la angustia lo empezó a inundar,
recorría todo su cuerpo y ocupaba, hasta el más mínimo rincón.
Cuando sentía que iba a estallar por la presión, de sus ojos, empezó a
brotar la angustia, primero, en un hilo de llanto que después se
convirtió en cataratas.
El muchacho cayó por tierra, su llanto desesperado, era
acompañado de convulsiones, que sacudían su cuerpo, contra las lajas
del piso. Después de un tiempo abrió los ojos y la oscuridad era
completa. El piso estaba muy húmedo y se escuchaba correr el agua
por doquier. Se dio cuenta que estaba en el interior de una caverna o
una gruta.
La angustia regresó a su cuerpo con más violencia. Se quiso
incorporar, pero cayó, el piso estaba lamoso. Torpemente se arrastró,
quería salir de ese sitio a como diera lugar. Siguió la corriente de una
arroyo, en la más cerrada oscuridad. Dejó de gritar y llorar, agrupó sus
fuerzas y energía para salir de la gruta. Sentía que si se abandonaba,
nunca saldría de ese lugar.
Después de un largo tiempo de caminar, resbalar y caer, sentía
que las fuerzas se le estaban acabando. Un intenso frío salía de sus
adentros, adormeciéndolo, lo invitaba a tirarse al piso a dormir. La
temperatura de su cuerpo había bajado mucho. No sabía hacía donde
iba y la desesperanza casi lo había atrapado. Por fin se tiró al piso
agotado y cerró los ojos.
Soñaba como caía en un acantilado, con un grito pavoroso, que
rasgaba las paredes del acantilado, produciendo un eco que se perdía
en las altas montañas que lo rodeaban. Con los ojos desorbitados, veía
como se dirigía al fondo del acantilado a gran velocidad. De pronto se
escuchaba un trueno y estallaba en millones de luces pequeñas, que a
su vez, volvían a estallar. Reagrupándose en una bola de fuego, que
203
subía vertiginosa hasta lo más alto del acantilado, para de ahí, volver a
estallar en un fogonazo luminoso y caer nuevamente al fondo del
precipicio, con la muerte en los ojos.
En lo más profundo de su sueño, de pronto escuchó un nombre,
que lo cimbró hasta las entrañas.
-! Águila Nocturna ¡ regresa a El Valle del Fríjol, te estamos esperando.
Como un eco, empezó a reverberar el mensaje por todo su cuerpo. De
alguna forma desconocida, tuvo la certeza de que él se llamaba Águila
Nocturna, que su hogar estaba en El Valle del Fríjol y que ahí, lo
estaban esperando.
Un haz de luz penetró la obscura caverna, percibió en un punto
muy lejano la salida. Escuchó entonces nuevamente la voz, que le dijo:
-En la vida, no existe ningún camino hacia afuera, que antes no
haya sido recorrido hacía adentro. Busca la voz de tus adentros,
establece el puente con la partícula divina que llevas en tu interior.
Tienes que luchar y recorrer un largo camino, para llegar a ti mismo.
Abrió los ojos y se encontró en la habitación, que le habían
asignado esos bondadosos hombres, que lo recibieron en aquel lugar.
Su cuerpo estaba muy débil, pero en su pecho, había luminosidad y
armonía. Sabía quien era y de donde venía.
35
Águila Nocturna se dedicó a recorrer los impresionantes edificios
de aquel maravilloso conjunto. Se dirigió a la parte Sur, en donde
estaba una soberbia construcción, que tenía once puertas y un
hermosísimo tablero en la parte superior. En el centro estaba una
puerta ligeramente más grande, a ambos lados tenía tres puertas;
inmediatamente un par de extrañas entradas al interior del edificio, en
las que escasamente pasaba un hombre de frente y en lo alto,
formaban un triángulo a través de un arco, que semejaba la punta de
una flecha, que se dirigía al cielo. Después se encontraban dos puertas
a cada lado de los arcos. Hacia el Sudeste miraba la fachada, después
se encontraban unas escalinatas que bajaban a una gran plaza.
204
Por la tarde regresó al arco donde había caído y esperó sentado
en las gradas la llegada de la noche. Apareció por el Oriente el lucero
de la tarde. En el pecho de Águila Nocturna se apretaban sentimientos
encontrados. Sentía una gran nostalgia de algo indeterminado; y al
mismo tiempo, una profunda angustia por no saber nada de su
pasado. Era presa de una extraña sensación, sentía como si estuviera
a punto de recordarlo todo. Tenía sentimientos muy definidos, que casi
le delataban toda la verdad de su vida, pero, todo quedaba tan solo a
punto de la revelación, pues su mente seguía en blanco y su corazón a
punto de estallar.
A la mañana siguiente, llegó a su habitación el anciano de su
primer encuentro y le dijo que tendría que ir a la parte más alta de la
pirámide, que ahí lo estaba esperando el Venerable Maestro.
En esta ocasión subió por la parte Este de la pirámide, las escaleras
eran más anchas y ascendió de manera reptante. Todavía no salía el
Señor de los Dardos de Fuego, pero la claridad era suficiente. Al llegar
a lo más alto, encontró dos entradas, el guía le indicó que pasara a la
del lado derecho. Al cursar el umbral vio a un anciano, sentado en una
piedra que tenía la forma de un ser humano recostado sobre un bloque
de piedra rectangular. Las plantas de sus pies descansaban sobre el
piso, sus rodillas estaban en alto, sus caderas, abdomen y parte de su
espalda se apoyaban en la superficie de la piedra y su pecho y cabeza
estaban erguidos, únicamente apoyados sobre sus codos y sus manos
se desvanecían en el abdomen.
Algo había en esa habitación, que hacía que el corazón de Águila
Nocturna, palpitara con mayor velocidad. No sabía por qué, pero sentía
una profunda emoción, algo de ahí o quizás todo, le transmitía un
sentimiento de fuerza interior, de dominio de sí, de plenitud, pero al
mismo tiempo, no era nítida la fuente del recuerdo.
Águila Nocturna se quedó viendo a los ojos del anciano. Su rostro
transmitía una gran paz y armonía. Sin darse cuenta naufragó en la
profundidad de la mirada del Venerable Maestro de aquel lugar. Sentía
como su cuerpo casi recordaba y su mente seguía en blanco.
De pronto el anciano se dirigió al muchacho de esta manera:
205
-Haz llegado a esta nuestra casa, gran misericordia y bondad ha
tenido nuestro amadísimo Señor, “El que está en todas partes y por
quien vivimos”, de habernos elegido para mandarnos a uno de sus
Guerreros del Espíritu, a estas tierras de La Serpiente Emplumada.
Nuestro amadísimo Señor, “El del Cerca y el Junto”, nos ha enviado a
un dardo de fuego, a una piedra preciosa, a esta su humilde casa.
Nosotros somos aprendices de guerreros, humildes siervos de nuestro
amadísimo Padre. Nosotros aquí somos pobrecitos artesanos,
talladores de la piedra preciosa, que nuestro amado Señor depositó en
nuestra alma, humildes aspirantes a La Libertad Total. Nosotros somos
sus insignificantes hijos, que buscan acercarse con sus torpes pasos a
la luz de la verdad.
En este recinto, se talla la piedra preciosa, que todos llevamos
dentro; cada piedra de estos edificios, está consagrada a la purificación
del espíritu y a la fortaleza del cuerpo, aquí guardamos los tesoros del
conocimiento de la Serpiente Emplumada.
Eres un dardo de fuego, llegaste por la puerta del conocimiento y
tienes una misión que cumplir en esta tierra sagrada de la Serpiente
Emplumada. Es nuestro deber apoyarte y auxiliarte en lo que debas
realizar; más, no podemos hacer.
Tu tarea es muy difícil, debes recordar que es lo que te hizo
llegar a estas tierras, a través del arco de poder, y cuál es tu misión.
Te asignaré a Viento del Norte, para que te enseñe nuestra lengua y
nuestras costumbres, pues en la lengua que estamos hablando, que es
la de Los Viejos Abuelos toltecas; en estas tierras, nadie te entenderá y
será más difícil que cumplas con tu misión, que el poder te
encomendó.
Águila Nocturna se dirigió de esta manera a su interlocutor:
-Humanísimo y Venerable Maestro, regidor y gobernador de este
sagrado recinto. No tengo palabra para agradecer tanta bondad y
misericordia, que tiene usted, con este pobre hombre que se atreve a
hablarle a tan ilustrísimo Maestro.
En verdad que no se quién soy yo, y mucho menos cuál es la
misión, que nuestro amadísimo Señor, “El que se Inventa a Sí Mismo”,
206
me ha encomendado. Solo siento con verdad, la inmensa nostalgia de
mi espíritu por recobrar su plena conciencia.
Cumpliré con mi destino, agradezco infinitamente su voluntad y
misericordia, con este pobre peregrino.
Acto seguido, Águila Nocturna se retiró del lugar. Pasaron los
días largos del año, entraban las primeras lluvias y el calor empezó a
retirarse. Viento del Norte era un hombre de edad madura con un
semblante sereno, siguiendo las instrucciones del Venerable Maestro,
empezó a enseñarle tanto el idioma, como las costumbres de La Tierra
de la Serpiente Emplumada.
Águila Nocturna aprendía con mucha facilidad, parecía como si
en vez de aprender, tan solo recordara. Viento del Norte se dirigía con
mucho respeto al muchacho, ya que intuía, que Águila Nocturna era
una decantado y virtuoso Guerrero de la Muerte Florecida, pero que en
esos momentos, se encontraba en una situación de desventaja
temporal.
Era su predilección, que cuando terminaba su instrucción, Águila
Nocturna se iba a ver caer la tarde, a lo más alto de la pirámide Sur
del conjunto. Tenía una inexplicable fascinación por ver la extensa
superficie de aquellas tierras. La línea del horizonte lo hechizaba; tanta
inmensidad de tierra, materialmente lo cautivaba, era como un
insondable mar de tierra. Desde la punta de la pirámide, veía el lento
naufragio del incandescente astro; poco a poco, era devorado por la
tierra. Gran cantidad de parvadas de diferentes tipos de aves se
dirigían a descansar y hasta muy tarde quedaba el resplandor rojizo
del día que había muerto.
Viento del Norte era parco con su boca, instruía a su alumno con
una lujuriosa eficiencia, para ello no escatimaba palabra o ejemplo
alguno. Pero siempre guardaba una prudente y respetuosa distancia
con su alumno, lo sentía como una poderosa águila, que por algún
motivo, no podía remontar las alturas y estaba en convalecencia.
Águila Nocturna llegó a conocer todas las instalaciones de este
recinto de hombres y mujeres de conocimiento. Viento del Norte fue su
paciente guía. Así llegó el día que Águila Nocturna era uno más, entre
207
los guerreros que ahí buscaban la perfección del espíritu y la
templanza del cuerpo a través de antiquísimas enseñanzas secretas.
Sin embargo una mañana le pidió a Viento del Norte, que lo llevara
ante el ilustrísimo Venerable Maestro, ya que sentía la necesidad de
hablar con él.
Días después Águila Nocturna iba subiendo como las serpientes, las
empinadas escaleras de la gran pirámide. Ahora se fijó, que en la parte
superior, en medio de las dos puertas de la habitación, estaba un
pequeño nicho en la parte superior de la pared. A manera de una
pequeña choza labrada en la piedra , tenía una puerta y en sus
adentros estaba una maravillosa escultura de una serpiente enrollada,
estaba finamente labrada en piedra verde, la piel y sus diseños, se
encontraban tallados y repujados en oro y plata. Sus ojos estaban
representados por dos bellísimas piedras preciosas, incrustadas en la
piedra verde. Los ojos de esa escultura tenían vida propia, Águila
Nocturna sintió el peso de su mirada, cuando iniciaba el ascenso.
Parecía que las piedras preciosas, atrapaban la luz y la regresaban en
un fino y potente rayo de luz.
Entró a la misma habitación de la mano derecha y encontró al
anciano, quien le preguntó la razón de su visita. Águila Nocturna le
explicó al Venerable Maestro que sentía que el tiempo de su estancia
había concluido y que debía salir a buscar su destino. Que no tenía
palabras para agradecer tanta solidaridad y fraternidad de todos los
que ahí, luchaban por ser lo mejor de sí mismos, llegar a ser humano y
a florecer su corazón. Le explicó al Venerable Maestro que algo en su
interior le decía que debía emprender el camino hacia el mundo
profano. El anciano escuchó impasible y después de una larga pausa
dijo:
-Veo con alegría que este cachorro, sigue los designios de su
destino. La piedra interior que por largos años haz trabajado hasta
moldearla y pulirla, te esta ayudando. Este sagrado recinto consagrado
al maravilloso misterio de la vida, ha sido tu temporal refugio; ya
tienes fuerza, ya tienes coraje, ya puedes iniciar tu camino de regreso
al fondo de ti mismo.
208
Ten mucho cuidado, piedrita preciosa, porque es muy peligroso.
Podrías muy fácilmente perderte y nunca más llegar al lugar de tu
destino. La muerte podría ser una vida hueca y desatenta, perdida en
los “ires y venires” de lo humanamente cotidiano, es muy fácil
sucumbir a esto. Tal vez vas a pasar por la prueba más difícil que
hasta este momento hayas intentado. Entrarás al mundo cotidiano de
lo humano, es un mundo real y totalmente cierto, saturado de cosas
urgentes que realizar, pero muy pocas cosas trascendentes. Es un
mundo cautivador y seductor, el dolor y el placer son extremos, pero
inocuos. Es un mundo de fantasmas reales, que te atrapan en sus
hechizos mundanos, pero que si caes, te aniquilan convirtiéndote en
un fantasma más. Recuerda siempre, que tu eres un Hombre
Verdadero y que estas en pos de lo imposible, la gran diferencia entre
los fantasmas y tu, es que tu sabes que es imposible lo que intentas
lograr, por lo cual no te desanimas cuando tengas un tropiezo,
simplemente te levantas y lo sigues intentando: esa es la marca de los
hijos de la Serpiente Emplumada, ellos siempre van sin miedo y sin
obsesión hacia su objetivo.
Antes de irte a cumplir con tu destino, este recinto sagrado, te
dará un regalo para que puedas cumplir mejor tu misión.
Llegada la noche esperada, Águila Nocturna fue llevado a la gran
plaza, donde estaba el edificio que tenía los arcos en forma de flechas
que apuntaban hacia el cielo. Los hombres que lo acompañaban iban
pintados, la mitad del cuerpo de color negro y la otra mitad rojo.
Llevaban extraños dibujos en color blanco, como tatuajes, en todo el
cuerpo. Lo sentaron de cara al Oeste, en la piedra tallada que esta en
la plataforma de la pequeña construcción. Cuatro guerreros pintados
de azul, negro, rojo y blanco, subieron las cuatro escalera, con una
antorcha y un incenciario encendido; se arrodillaron de cara a los
cuatro puntos cardinales y empezaron a entonar un rezo en extraña
lengua, que Águila Nocturna no pudo identificar.
El rezo más bien parecía un canto, con cuatro tonos que se
repetían de manera monótona, creando una atmósfera de mucha
fuerza espiritual. Después fue llevado al arco en forma de punta de
209
flecha, que esta a mano derecha del edificio que preside la plaza.
Subieron lentamente los escalones, la luz de la luna parecía que hacia
brillar las piedras con luz propia, caminaron por el pasillo y al llegar
frente a la entrada del arco, lo invitaron a entrar.
El hombre pintado de blanco le dijo a Águila Nocturna, que se quedara
parado sin moverse y que pusiera su mente en blanco. El pequeño
espacio estaba tapizado de olorosas yerbas y se quemaba copal.
La noche era fresca y apacible, un silencio absoluto solo era roto
por una dulce y misteriosa ocarina, que de vez en vez, sonaba
armoniosa como una bella plegaria. Águila Nocturna rápidamente
quedó dormido o pasó a un estado de transe muy profundo.
Cuando abrió los ojos se percató de que estaba en lo más alto de
una torre que tenía cuatro niveles. Se aferro inmediatamente y el
vértigo recorrió su espalda rápidamente, dejando una huella de sudor
frío. Miró con detenimiento para abajo y se dio cuenta que estaba en
un lugar desconocido. Una gran pirámide de nueve secciones, con una
construcción en la parte superior, con cinco grandes accesos. Miró
entonces hacia el Norte y a lo lejos aparecía esa hipnotizante raya del
horizonte, una planicie verde, como un mar inmóvil.
Al Sur se encontraba la cordillera en todos los tonos del verde,
algo en sus adentros se emocionaba con las montañas. Estaba
contemplando el maravilloso paisaje, cuando empezó a desprenderse
parte de la cornisa en donde estaba apoyado. Sintió como el corazón
se le salía por la boca. Se aferraba con desesperación, pero las piedras
se le desmoronaban en las manos, poco a poco, fue deslizándose
hasta quedar colgado con medio cuerpo.
Águila Nocturna sentía que las fuerzas se le agotaban. Cuando
sintió que era el fin, se soltó, pero cayó en la parte superior de una
inmensa pirámide, justamente enfrente de sus empinadas escalinatas,
las más altas que había visto en toda su vida. Por un instante guardó
el equilibrio, pero finalmente se fue hacia adelante, de modo que tuvo
que dar un salto y caer escalones abajo, después otro salto y otro,
hasta que empezó a sentir el vértigo de la caída, pero ahora en una
veloz bajada de las empinadas escalinatas, que parecía que no tenían
210
fin. De salto en salto cobraba más velocidad y sentía que se estrellaría
al llegar al suelo. Una angustia de la velocidad y la caída, recorría su
cuerpo con chorros de adrenalina.
Sentía que se perdía irremediablemente, cuando algo
extraordinario sucedió. De pronto empezó a sentir un calor, que nacía
abajo de su ombligo y poco a poco, fue extendiéndose por todo el
cuerpo. La caída veloz se fue aminorando, hasta quedar inmóvil. La
energía que salía del interior de su cuerpo, estaba acompañada de una
nota musical en tono grave, que como el aletear de un escarabajo, iba
en aumento.
Águila Nocturna sintió la plenitud y la fuerza de su cuerpo, que
entonaban con la nota musical o la energía. Una necesidad de lo más
profundo y antiguo de su ser, brotó como un volcán en erupción.
Con el apoyo de la fuerza telúrica, Águila Nocturna salió literalmente
disparado hacia el cielo. De su cuerpo se desprendían largas llamas de
fuego y cuando llegó más arriba de las nubes, estalló en mil pedazos,
con una inmensa alegría, caía en una lluvia de estrellas.
Águila Nocturna abrió los ojos con desesperación y se dio cuenta
que estaba parado abajo del arco izquierdo de aquel edificio. Tal ves
era de madrugada, cuando decidió emprender el camino de regreso.
Cruzó por todas las instalaciones de ese bellísimo lugar. Parecían
que estaba dormidas, para no sentir la partida de aquel dardo de
fuego que había llegado misteriosamente en una noche y que después
de una descarga eléctrica, quedó tendido bojo el misterioso arco que
conduce a los intrépidos viajeros a la eternidad, y que en aquella
extraña ocasión, les había arrojado a un peregrino del Espíritu, venido
de remotas tierras y que hoy se retiraba como había llegado; sin dejar
huella.
Enfiló hacia uno de los caminos blancos, que salían del recinto y
se alejo silenciosamente del lugar.
36
Águila Nocturna caminaba hacia el Oriente, a través del espléndido
camino elevado, hecho en piedra, muy bien ensamblada y que
mantenía un perfecto trazo horizontal, con respecto al piso, lo que
211
en ocasiones lo hacia estar hasta un cuerpo sobre el nivel del suelo. El
camino era tan ancho que podían caminar al mismo tiempo seis
personas sin estorbarse.
La selva era verdaderamente fascinante y seductora, sin embargo
inspiraba un profundo respeto. Sus grandes árboles y la vegetación
exuberante, saturada de cantidades inimaginables de plantas e
insectos, de las más diversas formas, tamaños y colores, que vivían en
un absoluto equilibrio.
En el pecho del joven existía un sentimiento de emoción por algo
que estaba por venir y al mismo tiempo una angustia, por no saber
que es lo que deseaba encontrar.
El no saber quién era en verdad, el desconocer su pasado, sus
orígenes, sus antepasados, le creaba una angustia que se movía
subterránea, como veneros de agua bajo la tierra, que lo mantenía
asechado y bajo amenaza permanente.
No podía enfrentar el presente, si no sabía quien era él. Por que al
no saber quien era él, no podía saber que quería de la vida y del
mundo. De esta manera, sí desconocía sus orígenes, y si no sabía de
dónde venía; nunca podría saber hacía dónde se dirigía. Se dio cuenta
que un ser humano, una familia o un pueblo, son lo que recuerdan de
sí mismos. Quién no tiene recuerdos, no tiene memoria, sustento,
fuerza interna. Se convierte en una hoja al viento.
Se sentía totalmente neutralizado e indefenso. El no saber quién
era, de dónde venía y a dónde se dirigía, lo seducía a abandonarse en
la indiferencia y el olvido. Caminaba y caminaba, y no sabía a dónde
iba. Este sentimiento se hizo más fuerte a partir de que en su recorrido
encontró varios cruces de caminos y no tenía elementos para decidir
su propia ruta, no sabía si iba o venía.
Durante todo el día de caminata, mantenía dos sentimientos que lo
desbordaban. El primero era de asombro ante todo cuanto veía; el
segundo era de angustia y desolación, por desconocer su identidad.
Por la tarde llego a un lugar muy extraño, pues estaba constituido
de un grupo de edificios y pirámides, pero estaban en ruinas y
totalmente abandonadas. La selva implacable había recobrado sus
espacios y los arboles, arbustos y plantas, se habían apropiado de las
212
construcciones. Con la poderosa fuerza hidráulica de la naturaleza,
poco a poco los vegetales, a través de las raíces, troncos y ramas,
fueron derribando muros, descuadrando grandes piedras y
derrumbando las pirámides. La selva implacable y celosa, no
perdonaba la profanación de sus espacios.
Águila Nocturna entró entre las ruinas de aquel inmenso recinto,
con sus piedras invadidas de musgos y sus edificios devorados por la
vegetación. De pronto, frente a sus ojos, estaba un montículo y sobre
de él, una construcción cuadrada, parecida a una casa, con una puerta
y dos pequeñas ventanas en sus cuatro costados. Inmediatamente
arriba de cada puerta, estaba realzada en piedra una figura que se
asemejaba a un rostro humanizado, lo mismo en las cuatro esquinas
superiores del edificio. Sobresalía una parte elevada de la construcción
en el centro a manera de torre. Subió por lo que quedaba de unas
escalinatas y penetro al edificio.
La tarde empezaba a declinar, el Señor de los Dardos de Fuego,
estaba casi en el horizonte. Águila Nocturna entró por la puerta
Poniente y se dejó caer en el piso. Cuando su cuerpo se aflojó, el
cansancio se le vino encima. No había comido en todo el día y estaba
exhausto. Cuando apreciaba el techo en forma de arco de la extraña
construcción, se percató que una luz rojiza empezó a invadir
lentamente el recinto, creando una atmósfera de paz y bienestar.
Su cuerpo sentía que se encontraba en un lugar benigno. El sol
antes de hundirse en el horizonte, dirigió directamente sus rayos, que
entraron horizontalmente por la puerta Poniente, produciendo una
luminosidad fuera de lo común; pareciera que las piedras del edificio,
multiplicaran por una razón desconocida, la intensidad de la luz. Por la
parte Oriente salían los rayos de luz rojiza, por la puerta y ventanas,
dándole vida propia a el recinto.
Águila Nocturna sintió como poco a poco su cuerpo recobraba el
animo y las fuerzas perdidas durante la caminata, pero lo más
sorprendente, era que su corazón se llenaba de una inmensa paz y
tranquilidad. Toda la angustia que había sentido desde el mismo
momento en que llegó a esas extrañas tierras, se estaba disolviendo
como una bruma mañanera en la selva y se convertía en nada.
213
Sentía una inmensa alegría de estar vivo, de sentirse vivo,
pensarse vivo. Esa casa era como el útero de la madre querida,
pensarlo, se acurruco en posición fetal y cerró los ojos, tratando
concentrarse únicamente en el sentimiento de bienestar que
envolvía, para quedarse profundamente dormido.
de
sin
de
lo
A la mañana siguiente, Águila Nocturna no quería abrir los ojos. Los
pájaros desde temprana hora, habían comenzado sus ruidosos cantos
y gritos. La luz de Oriente ya había penetrado la habitación y en su
refulgurante ascenso, ya había dejado el recinto en busca de las
alturas. El calor empezaba a subir y el muchacho se negaba a abrir los
ojos. En lo más profundo de sus adentros, deseaba que el tiempo se
hubiera detenido en aquel atardecer, con su impresionante y profundo
sentimiento de bienestar.
Abrió lentamente los ojos, se estiró como un felino, lenta y
pausadamente. Se incorporó y salió a la puerta.
El sol estaba a media mañana, si bien, el lugar no era muy alto,
pero pudo determinar la extensión probable de lo que fue ese lugar.
Decidió recorrerlo, había avanzado poco, cuando escucho con claridad
el ruido que hace un cuerpo al caer en el agua, inmediatamente se
dirigió cautelosamente a la fuente del sonido, entre unos arbustos
pudo ver un cenote, con una agua totalmente cristalina.
De pronto surgió del agua, el cuerpo de un hombre joven, que salía
a tomar oxigeno, para nuevamente sumergirse. Águila Nocturna estuvo
observando desde su escondite al extraño, que de ves en cuando,
sacaba un pez, ensartado en un arpón y lo introducía en una cesta,
que estaba en la orilla del bellísimo cenote.
Finalmente en una zambullida del pescador, Águila Nocturna
decidió salir de su escondite y alcanzó a ver como el buzo se perdía
hacía un extremo del cenote, en donde el agua cambiaba a un color
azul más intenso, lo que hacía suponer que el cenote tenía mucho más
profundidad.
Poco tiempo después, se empezó a ver la figura del buzo aparecer.
Nuevamente traía ensartado en su arpón a un enorme pez. Como un
reflejo submarino se movía rápidamente el hombre, hasta alcanzar la
superficie e inmediatamente, tomar una bocanada de aire fresco.
214
Al momento de percatarse de la presencia de Águila Nocturna, le
saludo con una amplia sonrisa y le dio los buenos días, en la lengua
que le habían enseñado los maestros que lo recibieron en el recinto de
“La tres veces construida”.
Sin mediar más comentarios, el buzo invito a Águila Nocturna a
sumergirse en el cenote. Acto seguido los dos muchachos se
internaban por la parte obscura. Águila Nocturna estaba maravillado de
la belleza subacuática de aquel lugar. Pequeños pececillos los
acompañaban y de vez en cuando les daban pequeños mordiscos. El
color del agua era de un azul claro y de una nitidez asombrosa. La luz
al penetrar el cenote se fundía con el agua y le daba vida propia.
Después de un tiempo, el canasto se lleno de pescados y los dos
jóvenes subieron a descansar a la superficie. Águila Nocturna le dijo a
su interlocutor que era de lejanas tierras y que iba de regreso a su
casa. Por su parte el pescador le dijo que se llamaba Serpiente Marina
y vivía en la costa, como a un día de camino.
Mientras preparaban un pescado a las brazas, los dos muchachos
ya se habían hecho amigos. Una corriente de empatía desde el primer
momento los unió. Ambos sentían como si de toda la vida se conocían.
Águila Nocturna se dio cuenta que estaba muy hambriento hasta que
empezó a comer.
Serpiente Marina después de preparar con sal su pesca, invitó a su
nuevo amigo a conocer su pueblo, que estaba frente al mar. Muy
entrada la noche llegaron a la pequeña comunidad de pescadores y
Serpiente Marina presentó a sus padres a su invitado, quien fue
respetuosamente recibido.
A la mañana siguiente Serpiente Marina llevó a su invitado ante las
autoridades del pueblo y pidió permiso para tener a Águila Nocturna de
huésped en la comunidad. El Consejo Supremo interrogó al forastero y
se dio cuenta que era un Guerrero del Señor de los Dardos de Fuego,
por lo que obtuvo la aprobación, tomando el hecho como un buen
augurio.
Serpiente Marina, como casi todos los jóvenes de su comunidad,
habían estudiado en una ciudad que estaba como a cinco días de
215
navegación hacía el Oriente. Recién había terminado sus estudios en la
Casa de los Jóvenes y había regresado a casarse con Estrella de la
Mañana, una jovencita a quien desde la adolescencia había amado.
La costumbre era que el hombre joven que deseaba tener familia,
primero debía capacitarse en lo que sería su vida de adulto. La vida en
una comunidad pequeña de la costa, hacía que mujeres y hombres
fueran menos especializados y conocieran diferentes fuentes de
sostenimiento familiar, aunque desde luego, la pesca era la base
fundamental de su alimentación.
Águila Nocturna acompañó a su amigo, a pescar, cazar, recolectar,
tejer, colectar el hule que era sacado de unos árboles especiales, a
partir de unas incisiones que se les hacía, para que de ellas, manara
una substancia blanca, que después se usaba con fines religiosos y
deportivos, pues de este material se hacían las pelotas con que se
jugaba el ancestral juego de pelota. La siembra de maíz, Frijól,
calabaza y chile, se hacía en menor intensidad, ya que los suelos no
tenían una capa espesa de tierra, por lo que se rotaban los lugares de
cultivo en cada cosecha, lo que implicaba la roza y la quema, y
grandes distancias que caminar y pequeñas extensiones para el
cultivo.
Por ello, la comunidad llevaba cada cinco días, sus productos a un
mercado local y cada veinte a un mercado regional donde se hacía
plaza y se podían intercambiar el pescado salado y el hule, por todos
aquellos productos que se necesitaban y que no producía la
comunidad.
No existía la noción en el comercio, como una fuente de riqueza. El
espíritu del intercambio era satisfacer necesidades primarias, para
tener la libertad de entregarse en cuerpo y alma, a la devoción de la
Divinidad Suprema, representada en múltiples advocaciones que están
relacionadas con la naturaleza. La razón de la existencia era
básicamente de carácter espiritual, esto se traducía en manifestaciones
religiosas, que saturaban todos los espacios de la vida cotidiana y la
forma de expresar esta espiritualidad era a través de “Flor y canto”.
216
Sin embargo existían un grupo muy reducido de hombres, que a
través de una cofradía, realizaban el intercambio de mercancías con
tierras remotas y lejanas. Esta acción no era comercial propiamente,
pues los productos que intercambiaban eran estrictamente de uso
religioso, por lo que su labor era muy reconocida en todas las
comunidades, ya que sin sus valiosos servicios, el culto que el pueblo
le hacía a las diversas manifestaciones de “Aquél por quien se vive”, no
se podría realizar debidamente.
Además que era de todos reconocido, que estos largos viajes eran
sumamente peligrosos y muchas de las veces, jamás regresaban, pues
tenían que caminar, en ocasiones meses enteros, cruzar selvas,
pantanos o subir por desoladas sierras y cordilleras, siempre asechados
por animales e insectos ponzoñosos, fieras salvajes y un sinfín de
peligros; y todo esto lo hacían a pie y cargando ellos mismos, las
preciadas mercancías sagradas.
Sí de una parte se llevaban caracoles marinos, perlas, tintes,
plumas de quetzal y papagayo, carapachos de tortuga y armadillo,
jade, esmeraldas, pieles de jaguar; de otras traían, papel, copal,
piedras preciosas, hierbas medicinales, tintura de cochinilla, piel de
conejo, mantas de algodón, cuchillos de obsidiana y de cobre. Esta
hermandad de transportadores, tenía sus propias reglas y sus
conocimientos eran de carácter secreto e iniciático. Su organización era
paramilitar, por lo cuál eran muy respetados y valorados, por todos los
pueblos. A donde quiera que llegaban, eran bien recibidos y se les
proporcionaba todo cuanto necesitaban para cumplir con su cometido
sagrado.
La comunidad de Serpiente Marina estaba situada en una pequeña
caleta junto al mar azul. La arena de sus playas era muy blanca y
sumamente fina. Pueblo pequeño de pescadores, vivía de manera
sencilla y armónica con la naturaleza.
Al transcurrir el tiempo, Águila Nocturna se fue incorporando a la
comunidad sin darse cuenta. El Consejo de Ancianos, veía con buenos
ojos la presencia del joven, que ya comenzaba su etapa de madurez y
podría desposarse con una doncella del pueblo.
217
De esta manera, las ruedas calendáricas seguían su inexorable
marcha y Águila Nocturna aprendió rápidamente el arte de pescar,
tejer redes y navegar en pequeñas embarcaciones costeras. Era
sorprendente su gran capacidad para aprender, parecía que ya lo sabía
y solo recordaba.
Serpiente Marina y Águila Nocturna hicieron una gran amistad,
compartían el trabajo y la diversión por igual. Serpiente Marina sentía
una gran admiración y respeto por su amigo, quien era un poco mayor
que él. Por su parte Águila Nocturna había encontrado en Serpiente
Marina, más que a un amigo, una familia y un cimiento en donde
poder asentarse, pues la incapacidad para recordar su vida anterior era
total.
Y a pesar de que todo se desarrollaba armónicamente, en esas
noches calurosas, cuando todo el pueblo dormía, Águila Nocturna se
mantenía despierto en su hamaca, luchando contra esa pared de
niebla que le impedía ver su pasado. Como una obsesión lo asechaba,
impidiéndole gozar a plenitud todo cuanto estaba viviendo en ese
maravilloso lugar y con esa gente, amable y sencilla, que lo había
recibido fraternal y solidariamente, sumándolo sin distinción, como uno
más, a la vida cotidiana del pueblo.
Cierta noche, cuando la angustia parecía que haría estallar el pecho
de Águila Nocturna y que la pared de niebla lo asfixiaba, Águila
Nocturna empezó a repetir un verso, que salía misteriosamente de lo
más profundo de sus entrañas. Como una avenida de sentimientos,
habría un boquete a la niebla que lo presionaba. Una a una, fueron
saliendo las palabras y como un bálsamo, aliviaban a su corazón
adolorido.
"En vano he nacido,
en vano he venido a salir
de la casa del dios de la tierra,
¡yo soy menesteroso!
Ojalá en verdad no hubiera salido,
que de verdad no hubiera venido a la tierra.
No lo digo, pero...
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¿que es lo que haré?
¿vivo frente al rostro de la gente?
¿Habré de erguirme sobre la tierra?
¿Cuál es mi destino?,
yo soy menesteroso,
mi corazón padece,
Tú eres apenas mi amigo
en la tierra, aquí.
¿Cómo hay que vivir al lado de la gente?
¡Vive en paz
pasa la vida en calma!
Me he doblegado,
sólo vivió con la cabeza inclinada
al lado de la gente.
Por esto me aflijo,
¡soy desdichado!,
he quedado abandonado
al lado de la gente en la tierra.
Ha venido a crecer la amargura,
junto a ti y a tu lado, Dador de la Vida."
Habían pasado tres años, la piel de Águila Nocturna se había
curtido con la sal y el sol marino. Su cabello estaba ligeramente rojizo.
En ese tiempo se había logrado ganar un sitio en el pueblo y era ya un
excelente pescador. La lengua la dominaba a la perfección y si no
fuera por su diferencia física, podría pasar como un nativo del lugar.
Por fin llegó el gran acontecimiento, los padrinos de Serpiente
Marina fueron a pedir la mano de Estrella de la Mañana, acompañados
de una mujer anciana del pueblo, que tenía el oficio de "pedir"
doncellas. La embajada llegó con maíz, pescado seco, chocolate y una
manta de algodón. La mujer fue escuchada con atención y respeto, por
los padres de Estrella de la Mañana, pero al final, negaron el permiso
219
diciendo que la muchacha no estaba todavía en edad de casarse y que
no era digna de Serpiente Marina.
Después de cinco días regresó la comitiva a la casa de Estrella de la
Mañana, nuevamente se inició los discursos de pedimento. Esta vez, el
padre y la madre aceptaron; los padrinos de Serpiente Marina hicieron
los arreglos con los hombres de “la tinta negra y roja”, para buscar un
día propicio para la boda.
La ceremonia se llevó a cabo en la casa del novio al caer la noche.
El día anterior se había realizado una fiesta en la casa de Estrella de la
Mañana. La tarde de la boda, la novia había tomado un baño con
olorosas flores y se puso un huipil de lujo para esa ocasión. De su casa
fue llevada en una pequeña litera adornada de flores, que cargaban
sus parientes, seguida de dos hileras de muchachas, que llevaban
flores y antorchas. Atrás de ellas, iban los músicos, tocando chirimías y
unos tamborcillos, atrás seguían los parientes y amigos.
Cuando llegaron a la casa, ahí los estaban esperando los familiares
y amigos de Serpiente Marina. Después de haber sido recibidos con un
elocuente discurso, pronunciado por el abuelo del novio. Sentaron a la
pareja en unos petates que estaban adornados de flores y con cuatro
olorosos incensarios en sus esquinas. Entonces la madrina de Estrella
de la Mañana empezó un discurso de esta manera:
-Hija mía, que estás aquí, por ti son honrados los viejos y las viejas
y nuestros parientes; ya eres del número de las mujeres ancianas: ya
haz dejado de ser muchacha y comienzas a ser mujer; ahora deja ya
las niñerías.
No podrás ser de aquí en adelante como una niña, conviene que
hables y saludes a cada uno como conviene; tendrás que levantarte de
noche y barrer la casa, y poner fuego antes que amanezca, tendrás
que levantarte cada día; mira hija mía que no nos avergüences, que no
nos deshonres a los que somos tu padre y tu madre, a tus abuelos que
ya son difuntos.
Mira, pobrecita, que te esfuerces, ya te haz apartado de tu padre y
madre, mira que no se incline tu corazón más a ellos; no puedes estar
más con tu padre y con tu madre, ya los haz dejado del todo: Hija
nuestra, deseamos que seas bienaventurada y próspera. -Después de
220
un momento, Estrella de la Mañana contesta a su madrina, -Señora
mía, persona de estima me han hecho un gran favor los que han
venido; con su corazón han hecho causa mía, han recibido pena y
trabajo para honrarme; las palabras que se me han dicho las tendré
por cosa preciosa, y de mucha estima han hecho como verdaderos
padres y madres en hablarme y avisarme; agradezco mucho el bien
que se me ha hecho.
Acto seguido, los parientes de los novios anudaron el huipil de la
novia, con la capa del novio, simbolizando de esta manera que el
matrimonio se había consumado. Entonces la parienta más anciana del
novio le habló de esta manera a Estrella de la Mañana:
-Hija mía, tus madres que aquí estamos y tus padres, te queremos
consolar; esfuérzate hija, no te aflijas por la carga del casamiento que
ahora te haz echado a cuestas, y aunque es pesada la carga, con la
ayuda de nuestro Señor la podrás llevar, ruégale que te ayude; le
gustará a nuestro Señor que vivas muchos días y subas por la cuesta
arriba de los trabajos; por ventura llegarás a la cumbre de ellos sin
ningún impedimento ni fatiga que te envíe nuestro señor.
No sabemos lo que nuestro Señor te deparará por bien, espera
humildemente todo de él. Aquí están cinco mantas que te da tu
marido, para que con ellas cambies en el mercado y con ello obtengas
el chile y la sal, y las antorchas, y la leña con que tendrás que guisar la
comida. Esta es la costumbre que dejaron Los Viejos Abuelos; trabaja
hija mía y haz tu oficio de mujer, porque nadie te va a ayudar.
Inmediatamente después, la madre de Estrella de la Mañana, se
dirigió de ésta manera al novio:
-Aquí estas, hijo mío que eres nuestro jaguar y nuestra águila, y
nuestra pluma rica y nuestra piedra preciosa, ya eres nuestro hijo muy
tiernamente amado; entiende, hijo que ya eres un hombre, y hombre
casado, y hombre que tiene por su mujer a nuestra hija; esto no debe
parecerte cosa de burla, date cuenta que ya estas en otro mundo, ya
estas en el ejercicio de tu libertad, tu decisión te lleva a otra manera
de vivir, hazte responsable.
221
Mira que ya eres un hombre y que no tengas corazón de niño; no
te conviene ser un niño travieso; no te conviene de aquí en adelante
andar en los vicios que andan los muchachos, porque ya tienes la
responsabilidad de un casado, que es un padre de familia; comienza a
trabajar en llevar cargas a cuestas por los caminos, como es el chile y
la sal, y salitre, y peces, andando de pueblo en pueblo; enséñate a los
trabajos y fatigas que debes de sentir en el corazón y en el cuerpo,
durmiendo en los rincones en las casas ajenas, en las portadas de las
casas donde no te conocen. Debes de templar tu espíritu y fortalecer
tu cuerpo, sin lastimar a tu tierno corazón. Todos estos esfuerzos y
muchos otros más deberás de hacer, porque así nos los dejaron dicho
y nos los enseñaron, nuestros Viejos y Sabios Abuelos.
La fiesta duró cinco días con sus noches, se bailó y se comió, con
plenitud y en abundancia. Águila Nocturna acompañó como uno más
de la familia a Serpiente Marina, pero algo en sus adentros le decía
que estaba perdiendo algo más que al amigo entrañable.
A partir de ese día, Águila Nocturna se volvió un solitario. Cumplía
escrupulosamente con sus tareas, pero ya no existía la alegre
compañía de Serpiente Marina, pues era la tradición, que los jóvenes
no se mezclaban con los hombres casados, en los trabajos y en los
grupos de amigos.
Los días empezaron a ser largos y tediosos, Águila Nocturna de vez
en cuando visitaba a Serpiente Marina, a quien el "Conjunto de Casas",
le había otorgado su parcela. Era esta institución milenaria, quien
administraba las tierras, ya que nadie las tenía en propiedad privada,
está se consideraba propiedad del pueblo o "Conjunto de Casas", quien
a través del Consejo de Ancianos y por conducto "Del que Habla" o
líder, se les otorgaba en usufructo a los ciudadanos que tuvieran una
familia establecida.
Las nuevas obligaciones de Serpiente Marina, le dejaban muy poco
tiempo disponible para estar con su entrañable amigo. Águila Nocturna
se fue haciendo inaccesible. La angustia se le había venido encima,
como una enorme avalancha de vacíos y dudas lacerantes.
222
Cierta mañana el cielo amaneció cerrado. El viento soplaba con
gran fuerza. El mar estaba embravecido, estrellaba sus crecidas olas
sin piedad, contra las desiertas playas. A medio día, se reunió el
Consejo de Ancianos, la situación a cada momento se tornaba más
peligrosa.
Se discutió ampliamente la situación y por consenso, se decidió,
que la población entera, se iría a refugiar a las grutas del Cenote
Sagrado, debido a que se acercaba un Huracán.
A tres horas de distancia del pueblo, tierra adentro, en un pueblo
vecino, que se dedicaba al comercio con lejanas tierras, existía un
cenote de donde se tomaba el agua para la comunidad, era un espacio
público, para el cual se tenía unas escaleras acondicionadas en piedra,
que permitían salir cómodamente de las profundidades del cenote,
cargando el agua sin mayor esfuerzo y peligro. Pero había una zona
restringida, en donde no llegaba el común del pueblo. Al final de la
caverna, estaba un pequeño túnel, por donde apenas podía pasar una
persona agachada. Después de un tramo, el túnel desembocaba en
una inmensa galería, que bajaba un buen trecho, hasta llegar a un
lago interior de grandes proporciones. En la parte central del lago, en
lo más alto del techo de la caverna, entraba por un agujero una gran
cantidad de luz, la abertura, que en forma vertical llegaba hasta la
superficie, tenía las huellas de un cataclismo. La luz al chocar con el
agua, producía bellísimos reflejos, ya que las paredes tenían cantidad
de mineral, lo que multiplicaba los reflejos y les daba un mosaico de
colores indescriptibles.
Este era el recinto secreto de los transportadores. Tenían un altar
tallado en la roca misma, profusamente decorada con estuco pintado.
Sobresalía en especial la máscara de la Divinidad del Agua. Cada uno
de los ojos estaban formados por tres piedras de forma rectangular y
profusamente labradas. La primera semejaba una ceja, con una línea
parecida a un monte, pero que al mismo tiempo, era el símbolo de la
serpiente, tres círculos dentro del monte y debajo de ellos, una talla de
líneas verticales simbolizando las pestañas. La segunda piedra, abajo
de la primera, tenía la oquedad del ojo y tallado un circulo a manera
de ojo, con tres círculos de piedra por lado. La tercera piedra, abajo de
la segunda, tenía el mismo diseño que la primera, nada más que
223
invertido, formando la parte complementaria del ojo. En medio de las
seis piedras, se encontraban empotradas otras tres, haciendo la forma
de la nariz, que era característica del Dios del Agua en estas tierras,
pues era muy parecida al diseño de las "siete estrellas que brillan"; la
boca estaba inmediatamente abajo de los ojos y se conformaba, por
las fauces de dos serpientes que se ven de perfil.
La tormenta se convirtió en un Huracán y como nunca antes se
había visto, los vientos destruían todo lo que encontraban a su paso.
Gracias a las precauciones que tomó el Consejo de Ancianos, cuando el
viento estaba destruyendo casas y derribando arboles, toda la
población estaba a salvo en el improvisado refugio.
La noche fue terrible. La lluvia que caía sin parar, era acompañada
de feroces ráfagas de viento, que aullaban cuando entraban a la boca
de la gruta. La comunidad estaba a salvo en esa caverna y esperaría
hasta que pasara el Huracán.
Debido a la cantidad de personas que estaban en el lugar, pues
también habían llegado otros pueblos vecinos a refugiarse, Águila
Nocturna y otros hombres pasaron a la parte secreta del cenote.
Cuando Águila Nocturna vio el impresionante altar, un rayo cayó a
pocos metros de la abertura superior, por lo que pudo ver por un
instante la caverna totalmente iluminada y algo, en lo más profundo de
su ser, se sacudió también con la violenta descarga. Por el trueno del
rayo, que se multiplicó en la caverna, tuvo entonces un recuerdo
fugaz, como una visión congelada de algo, que estaba relacionada con
esa caverna y en su pasado, algo que era muy importante y que casi
estuvo a punto de atrapar en la parte del consiente.
Águila Nocturna pasó toda la noche tratando de abrir la compuerta
de los recuerdos. Una inmensa pared de niebla hacia que perdiera
claridad su inteligencia angustiada y terminaba con la mente en
blanco, como en trance o dormitando. Se recuperaba y nuevamente se
concentraba en sus recuerdos, y nuevamente aparecía la pared de
niebla, que poco a poco lo envolvía, haciendo que perdiera claridad y
voluntad.
224
Uno de los ancianos, miembro de la hermandad secreta de
transportadores, se dio cuenta de lo que le estaba pasando a Águila
Nocturna y le hablo en la lengua de Los Viejos Abuelos:
-Escucha joven viajero, estas torpes palabras de un pobrecito y un
ignorante, que desea darte, entregarte su pobre corazón.
Este que te habla es ya un viejo, que pronto vendrán los zopilotes
por él. Mi nombre es Luz de la Noche. Lo único que tengo, lo único que
poseo, te lo quiero dar; porque veo y siento que en tu corazón habita
una gran pena, una gran tristeza que esta lastimando a tu noble y
tierno corazón. Sígueme.
Águila Nocturna no se sorprendió en lo más mínimo de las palabras
del anciano. Todo su cuerpo entendía lo que estaba pasando y su
mente no se oponía. Siguió lentamente al anciano, quien lo llevó hasta
un discreto recodo, donde había un túnel por el cual entraron a una
cámara pequeña. Luz de la Noche llevaba una antorcha que iluminó el
recinto.
Águila Nocturna se encontraba en una cripta. Horadados en la
pared, estaban unos nichos que contenían esqueletos humanos. En el
centro estaba una superficie de piedra a manera de un rectángulo,
donde cabía un cuerpo humano.
Toda la cripta estaba tallada en piedra, el techo en forma de arco,
estaba decorado con figuras humanas, que iban en procesión. Luz de
la Noche, invito a Águila Nocturna a acostarse sobre la piedra y le dijo:
-Pon la mente en blanco, silencia a tu corazón y aleja a la angustia.
Todos vamos a morir, unos antes, otros después. Así que si vamos a
morir, lo demás es lo de menos. Tranquilízate.
Efectivamente, el poder te esta poniendo una prueba. No importa si
sales victorioso o no de ella. Lo que importa es que seas impecable en
resolverla. La impecabilidad implica hacer lo que debes hacer de la
mejor forma. No ves, a la luz de la muerte nada es importante. Los
que están aquí, fueron guerreros igual que tu. Como ves, sus victorias
y sus derrotas, ahora de nada importan; lo único trascendente es que
ellos fueron impecables y por eso sus despojos simbólicamente están
225
aquí, como un testimonio de su lucha espiritual, para los que vamos
atrás de ellos.
La diferencia entre un guerrero y un hombre común, es que el
guerrero sabe que lo que está intentando, es imposible de realizar y
cuando cae, se levanta y sigue luchando, sin entregarse y sin ninguna
queja. El hombre común no conoce sus limitaciones y quiere todo y de
todo y sin medida en la vida.
Es muy difícil tener todas las ideas claras en la vida, más aún, si es
la de un Guerrero del Espíritu. Pídele consejo a tu muerte, ella siempre
esta a nuestro lado y observa todo cuanto hacemos. Hasta que llegue
el día en que nos toque por la izquierda, con su mano descarnada.
Pídele consejo a la muerte, si la haces tu amiga, ella siempre te
aconsejará de la mejor forma, pues a la luz de su toque, todo cobra su
verdadera dimensión y sentido.
Águila Nocturna se acostó sobre la piedra, cerro los ojos, puso la
mente en blanco y se quedó dormido.
Transcurrieron cinco días. Cuando abrió los ojos, sentía una
profunda tranquilidad interior. Todo le resultaba lejano e indiferente.
Se estiró como un jaguar y tronaron sus huesos, pudo ver en la
obscuridad y encontró la salida. La gruta estaba desierta y al subir a la
superficie, la luz le lastimaba los ojos.
Un espléndido cielo azul, completamente limpio y transparente, era
medio día, la furia de la naturaleza había desbaratado todo cuanto le
rodeaba. Se sentía mucho calor y la humedad era sofocante.
Llegó en ese momento el anciano y le dijo de manera directa, sin
preguntarle nada, que se fuera al pueblo a ayudar a la reconstrucción
y que cuando terminara, se despidiera para siempre de ellos y que lo
esperaba a la entrada del cenote. Que no se preocupara, que él sabría
cuando era el momento preciso.
Águila Nocturna se encamino a su pueblo adoptivo, con paso firme
y un corazón tranquilo.
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226
Pasaron tres meses y Águila Nocturna regresó una tarde a la
entrada del cenote sagrado. El día había estado nublado y la
temperatura era bastante fresca.
En su pecho estaba encendida la flama de la convicción de conocer
su pasado, algo había sucedido aquella noche en la cueva del Cenote
Sagrado y Águila Nocturna, entendía que no podría vivir tratando de
negar la profunda angustia que sentía, al desconocer su pasado. No
tenía más en este mundo, que la necesidad de saber, ¿quién era él y
de dónde venía?, sin conocer esto, todo lo demás carecía de sentido.
Entonces a su mente misteriosamente, vino un canto sagrado:
"Pero yo digo:
sólo por breve tiempo,
sólo como flor de elote,
así hemos venido a abrirnos,
así hemos venido a conocernos
sobre la tierra.
sólo a pulir la piedra preciosa,
sólo como águila y jaguar en batalla florida,
así hemos venido a esculpir un rostro propio,
así hemos venido a forjar un corazón verdadero,
sobre la tierra, corazón firme como la piedra."
Un haz de luz le inundó el cuerpo. Como un bálsamo, ese poema lo
serenó y aplacó su corazón. Cerró los ojos, tomó una bocanada de aire
fresco y se sentó a esperar al anciano. Estaba pensando en que haría
cuando lo viera y al detener sus pensamientos, se dio cuenta que Luz
de Noche había estado ahí, casi enfrente de él, pero su absoluta
inmovilidad y el color verde de su capa, lo hicieron invisible para los
ojos de Águila Nocturna y el tumulto de su corazón.
-Veo que eres fiel a tu destino -dijo el anciano. Águila Nocturna
rápidamente se incorporó, se postró a los pies del Maestro. Luz de la
Noche, lo tomo de las manos y lo levantó inmediatamente y le dijo:
-Un Guerrero del Señor de los Dardos de Fuego, un valiente de la
batalla florida; jamás se inclina ante ningún mortal. Los guerreros solo
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se inclinan ante el Señor del Cerca y del Junto, ante el Impalpable e
Invisible, aquel que se inventa así mismo. Nunca jamás, ante hombre
alguno. No lo olvides. Caminaron hasta la entrada y empezaron a bajar
por las grandes escaleras del cenote sagrado.
-Nuestra Hermandad comprende –siguió diciendo el anciano-, que
si bien tú no eres uno de los nuestros; también no eres un hombre
común. Seguramente vienes de lejanas tierras y estás cumpliendo un
designio del Poder o una prueba de conocimiento. Sea cual fuera tu
destino, La Hermandad ha decidido apoyarte en el cumplimiento de tú
compromiso.
Nosotros vemos en tu energía, que tienes conocimientos en estado
latente, por algún misterioso hecho, parece que necesitas recuperarte
a ti mismo, para poder avanzar. Tanto tú, como nosotros sabemos que
si no lo haces morirás de pena o de desolación.
Tú sabes que nuestra Hermandad, tiene encomendado desde hace
muchos atados de años, el intercambio de productos para mantener el
culto de nuestro amadísimo Señor, el Invisible e Impalpable. Que esta
labor nos la encomendaron Los Viejos Abuelos toltecas, y de
generación
en
generación,
hemos
venido
cumpliendo
escrupulosamente con nuestra difícil labor.
Entre nosotros existe gente muy experta, muy conocedora de los
caminos y sus peligros. Deseamos sumarte con nosotros, pero
necesitas pasar una prueba. Nosotros creemos que cada uno de los
hombres, posee la capacidad innata para orientarse y llegar al lugar
correcto. Todo es consecuencia de la sensibilidad y del desarrollo de
cierta intuición.
La prueba consiste en que sí quieres sumarte entre nosotros, para
recorrer este mundo y recuperes tu rostro propio y tu corazón
verdadero, tu identidad; deberás dar con “La Piedra de Poder de los
Hombres de la Tierra de la Serpiente Emplumada”. Si aceptas, tendrás
diez días para llegar a ella, de lo contrario perderás la memoria.
Águila Nocturna respondió que no tenía una mejor opción, y que sí
iba a morir, prefería morir intentando recuperar su identidad. Preguntó
que cómo era la piedra de poder y el anciano le respondió que ellos
228
tampoco lo sabían, por eso Águila Nocturna lo intentaría, -pues tu eres
un guerrero y nosotros simples y humildes cargadores de los
instrumentos, para honrar y adorar a nuestro amadísimo y bondadoso
Señor, Aquél por quien se vive. Terminó diciendo Luz de la Noche.
Entrada la noche, Águila Nocturna inició la prueba, se introdujo al
recinto sagrado de los transportadores, ahí le entregaron dos guajes,
uno con maíz tostado y molido y otro, con agua y un morral. Luz de la
Noche previno al muchacho, que no debería comer y beber más que
aquello que le estaban dando, de lo contrario perdería la memoria.
Acto seguido se le dio un extraño brebaje y se puso a orar con ellos
toda la noche, hasta quedar dormido.
A la mañana siguiente despertó, en un claro de la selva. A su lado
estaban los dos guajes y el morral, recordó todo de inmediato y
lentamente se levantó y emprendió la marcha.
Sin saber por que, caminó en dirección donde se ocultaba el sol.
Pasaron dos día y a nadie encontró por el camino, hasta la tarde del
tercero. Tres hombres ricamente ataviados lo saludaron efusivamente;
le preguntaron que hacia donde se dirigía. Águila Nocturna le dijo que
iba en busca de “La Piedra de Poder de los Hombres de la Tierra de la
Serpiente Emplumada”. Los hombres rieron al unísono y le dijo uno de
ellos:
-¿Quién te dijo semejante mentira? Esa piedra no existe. Nosotros
nos dirigimos a las tierras fértiles del Valle de las Águilas, en donde
crecen la milpa hasta dos cuerpos de altura y las mazorcas son del
tamaño de un brazo. Allá todos los hombres son inmensamente ricos y
la felicidad es eterna. Vente con nosotros, te enseñaremos el camino.
Águila Nocturna les agradeció el ofrecimiento y se despidió con
cortesía, emprendiendo el camino. Los hombres lo alcanzaron y lo
trataban de persuadir mientras seguían el paso presuroso del guerrero.
Los días transcurrían y Águila Nocturna seguía caminando en
dirección Poniente. La selva era casi impenetrable y al quinto día, al
empezar a morir la tarde, Águila Nocturna percibió un sentimiento de
inquietud. Apresuró el paso, en busca de algún claro para poder hacer
un fuego y poder dormir. La selva seguía cerrada y tupida. Las aves
229
iniciaron sus ruidosos cánticos, los monos gritaban con algarabía. La
primera estrella de la noche apareció en un cielo naranja con diversos
tonos de azul.
De pronto, misteriosamente todos los animales de la selva
guardaron un repentino silencio y Águila Nocturna detuvo la marcha y
quedó inmóvil. La selva que segundos antes estaba viva y sonora,
había quedado en total silencio.
Águila Nocturna agudizó el oído y abrió su percepción. Eran
minutos de angustia. Por la espalda del guerrero, un sudor frío bajaba
lentamente. La atmósfera se cargó de electricidad.
De pronto, se escucho el poderoso rugido de un jaguar a muy poca
distancia de Águila Nocturna. Las piernas del guerrero se doblaron
involuntariamente y algo le desgarró el estomago. De un brinco felino,
Águila Nocturna encaró el lugar de donde venía el rugido. Su cuerpo se
tensó y se puso en estado de alerta. Otro rugido se escuchó, pero del
lado contrario.
Por la potencia de los rugidos, el guerrero estaba rodeado de por lo
menos de dos inmensos jaguares. Resolvió apresurar la marcha, en
espera de encontrar un lugar de resguardo o un claro donde poder
hacer un fuego salvador; pues en esa estrecha y cerrada vereda,
estaba totalmente indefenso.
La noche se dejo venir de súbito, Águila Nocturna caminaba a un
paso muy veloz, pero sin correr. El sabía que debía hacer sentir a los
animales, su fuerza y su templanza, de no ser así, caerían
inmediatamente sobre él.
El guerrero no traía ninguna arma, más que sus guajes, el morral y
su poder personal. Los rugidos cada vez se escuchaban más cercanos
y siempre se adelantaban en su camino. El guerrero urdió una
estrategia. Recogió un tronco y se puso a gritar con todas las fuerzas
que salían de su desesperación, al mismo tiempo golpeaba todo cuanto
a su paso se ponía al alcance, haciendo un verdadero escándalo. La
estrategia dio resultado, al parecer los jaguares desconcertados se
alejaron un poco, para saber qué pasaba.
Mientras tanto, Águila Nocturna avanzaba rápidamente,
desgarrándose la garganta y golpeando con desesperación, esperando
encontrar una salida a la situación.
230
Cuando los jaguares empezaron a acercarse nuevamente, pues se
habían dado cuenta del truco, su rugido era más amenazador y feroz.
Águila Nocturna sabía que no tendría más tiempo, los felinos estaban
por atacar, cuando apareció el ansiado claro en la selva.
A un lado, estaba una pequeña loma y en ella estaba una cueva. El
guerrero al ver el claro, corrió a esconderse en la pequeña oquedad.
Para su fortuna, encontró ramas y troncos secos, e inmediatamente se
puso a hacer una fogata. Con destreza y velocidad, tallaba dos
maderos con un pequeño arco, que traía en su morral.
Los jaguares mientras tanto, daban vueltas en torno a la boca de la
cueva y no se atrevían a entrar, solo se escuchaban sus resoplidos y
gruñidos. Cuando brotaron las llamas, los felinos se retiraron
silenciosamente.
A la mañana siguiente, el guerrero inició de nuevo su camino.
Había sido muy austero con el agua y el maíz molido, por lo que tenía
lo suficiente para aguantar los cinco días que faltaban.
Con la determinación del principio, inició la marcha hacia el
Poniente. Antes del medio día, al llegar a un lugar muy fresco en
donde prodigaban sombra, unas grandes y frondosas ceibas, escuchó
una voz muy dulce de mujer, que cantaba una melodiosa canción. Se
fue acercando con cautela y descubrió a una muchacha, que
recolectaba plantas. Nunca había visto a una mujer tan bella.
Misteriosamente su corazón empezó a latir con gran fuerza y
sentía que le faltaba la respiración. La muchacha cantaba y les hablaba
a las plantas. De pronto, ella volteó y descubrió a Águila Nocturna,
quien se quedó inmóvil. Ella corrió a esconderse y después de unos
instantes el guerrero reaccionó. Se disculpó y le dijo que no tenía por
que temer, que no había sido su deseo asustarla y que se marcharía
de inmediato. La joven se quedo callada y cuando Águila Nocturna
daba la vuelta para retirarse por donde había llegado, la muchacha lo
llamó. Ella le explicó que no estaba acostumbrada a ver a nadie por
esos lugares, pero que le gustaría platicar con él. Una extraña fuerza
arrastraba al guerrero hasta los ojos de esa muchacha, nunca antes se
había sentido atraído por una mujer, algo en su mirar le despertaba un
sentimiento desbordante.
231
Caminaron hasta una pequeña casa, hecha de piedra, que estaba
cerca de un pequeño cenote. Después de una horas de conversación,
Águila Nocturna supo que la joven se llamaba Flor de Lluvia y que
estaba prisionera en ese lugar por un encantamiento. Por su parte,
Águila Nocturna le contó lo que sabía de su vida y la angustia que vivía
por no conocer su pasado.
Era ya de noche cuando, abajo de un cielo cuajado de estrellas, la
pareja no pudo contener la pasión que los consumía. Águila Nocturna
por primera vez en su vida, conocía la intensidad del amor. Con
ternura y con la mayor dulzura se introdujeron en los ritos mágicos del
amor. A través del cuerpo, el guerrero descubría un universo completo
y virgen a sus sentidos. Con su propia dinámica, el cuerpo tomaba el
mando y casi, se separaba de su yo, integrándose perfectamente al de
Flor de Lluvia. Águila Nocturna sentía como los millones de seres que
lo conformaban, habían entrado en una conmoción absoluta. Una
fuerza que venía de lo más profundo de su ser, desde un milenario
origen marino, sentían la maravillosa y vital posibilidad de perpetuarse
en este mundo, burlando a la muerte y aferrándose al por venir.
Su cuerpo se estremecía delirante y lo recorría ardiente, un haz de
fuego que buscaba la plenitud. Como un volcán en erupción, Águila
Nocturna sintió nítidamente, como el fuego de la vida se desprendía de
sus huesos, de su carne, de su sangre, y entre estertores de pasión,
Águila Nocturna naufrago en las profundidades de Flor de Lluvia. Por
un instante fugaz, en un chispazo divino; aquellos cuerpos se
fundieron en uno solo. Por un instante estuvieron unidos por el
inconmensurable misterio de la vida.
Cuando todo quedo en reposo, se abrazaron y estuvieron llorando
con mucho sentimiento. La emoción era tan grande, que no cabía en
sus pechos y se desbordaba por sus ojos. Lloraban de felicidad y de
alegría. Finalmente terminaron durmiendo. Se abrazaban tiernamente,
inconscientemente no estaban dispuestos a separarse nunca más.
La mañana despertó con el amor. Los primeros rayos de luz que
entraron a la habitación, encontraron a la pareja en un rito de amor.
232
Flor de Lluvia y Águila Nocturna querían recuperar todo el tiempo
perdido. Su tiempo de amor.
Cuatro días con sus noches, el amor ocupó todos los espacios de
esa habitación. A veces con ternura, otras con pasión, los amantes
recobraban todos los besos y caricias que el destino les negó. Águila
Nocturna estaba materialmente cautivado. El mundo había
desaparecido. El amor era el sentimiento más fuerte que había vivido.
La única realidad, la encarnaba la ternura y la pasión de Flor de Lluvia.
Su cuerpo, era lo único cierto y representaba el paraíso perdido.
La mañana del décimo día Águila Nocturna reaccionó cuando vio
sus guajes vacíos. Recordó en ese mismo instante, que ese era el
último día, para encontrar “La Piedra de Poder de la Tierra de la
Serpiente Emplumada”.
Le explicó a Flor de Lluvia su situación y le propuso que se fuera
con él en busca de la Piedra. Flor de Lluvia le explicó a su amado, que
por el encantamiento, ella no podía alegarse del cenote, en cuanto lo
hiciera, se iría desvaneciendo como la bruma y que si él se iba, por el
mismo encantamiento, nuca más encontraría el camino de regreso. La
muchacha apasionadamente le pidió en cambio, que él se quedara a
vivir con ella en aquella casa. Con besos y caricias, le dijo que nada les
faltaría y que podrían amarse toda la vida.
Águila Nocturna entonces le contó, que él también sufría de un
conjuro, pues si en diez días no encontraba “La Piedra de Poder”,
perdería para siempre la memoria. El Guerrero le dijo a Flor de Lluvia:
-De modo que si me quedo, mañana amaras a un cuerpo, pero mi
ser, estará totalmente perdido. La mujer lloraba desconsolada en los
brazos del guerrero. No tenían alternativa, el amor había sido eterno
en esos cinco días. El pecho de Águila Nocturna estaba saturado de
dolor, su corazón estaba ensartado de espinas y pequeños hilitos de
amargura corrían por sus mejillas. Apenas había conocido el amor y
tenía que dejarlo, no había alternativa.
Águila Nocturna se desprendió de los brazos de su amada y le dijo
con firmeza, que encontraría “La Piedra de Poder” y regresaría por ella.
Salió de la habitación y empezó a caminar hacía el poniente. Por sus
233
mejillas rodaba lacerante toda la amargura que oprimía a su corazón;
Flor de Lluvia sabía que el guerrero no podría regresar por ella y
conociendo lo que le pasaría, se fue atrás de su amado, sin que él se
diera cuenta; pues sabía que de todos modos moriría de pena.
Como una sombra, Flor de Lluvia se mantenía a distancia de Águila
Nocturna. Sus ojos profundos, cubrían de amor al guerrero. Poco a
poco la mujer enamorada se fue esfumando, sus lagrimas se
convertían en gotas de rocío y su cuerpo se fue desvaneciendo, hasta
convertirse en nada.
Esa noche fue de luna llena. El guerrero caminaba a grandes
zancadas por un camino blanco que antes había encontrado. Su cuerpo
estaba totalmente mojado por el sudor, la fiebre de la sed y el
cansancio, estaban a punto de desmayarlo. En su mente estaba
inmóvil la idea de “La Piedra de la Tierra de la Serpiente Emplumada”;
y en su corazón la imagen de Flor de Lluvia. Involuntariamente
empezó a repetir en voz alta, como una plegaría, un canto sagrado:
"No es verdad que vivimos,
no es verdad que duramos
en la tierra.
¡Yo tengo que dejar las bellas flores,
tengo que ir en busca del sitio del misterio!
Pero por breve tiempo,
hagamos nuestros los hermosos cantos."
De pronto a lo lejos, en la planicie apareció la silueta de una gran
pirámide y el camino se dirigía hacia allá. Apresuro el paso, era casi la
media noche.
Se encontró abajo de una gran arco de piedra y una barda que
tenía forma de serpiente. Cuando penetró al recinto por la puerta
Norte, sintió una descarga eléctrica que recorrió todo su cuerpo. Un
campo energético que se abrió y se volvió a cerrar.
El brillo de la luna, hacía que todo se viera claramente. Primero
llegó a un inmenso cenote, que tenía una circunferencia perfecta.
Cuando se asomó, la luna se reflejaba dándole un tono azul claro a la
profunda oquedad.
234
Caminó por una calzada y llegó a una gran plaza. En frente de él,
estaba una pequeña plataforma cuadrada de dos cuerpos de altura con
cuatro escaleras rematadas con cabezas de serpientes emplumadas y
tenía grabado en piedra, el símbolo de Venus. Inmediatamente atrás
estaba una maravillosa pirámide de nueve cuerpos y una construcción
en la cúspide. Tenía cuatro escalinatas, una por cada lado, que a su
vez, se dirigían a los cuatro puntos cardinales y remataban con
inmensas cabezas de serpientes emplumadas.
A su mano derecha estaba un monumental juego de pelota y a su
izquierda, una pirámide más pequeña que la primera, pero tenía
cientos de columnas. Algo en su interior lo hizo dirigirse hacia allá.
Parado en frente del edificio, observó que estaba sobre una gran
plataforma rectangular, que tenía en el centro unas pequeñas gradas
para subir y en donde se encontraban cuatro hileras de diez y seis
columnas. En seguida de ellas, unas escaleras para ascender a la
pirámide de cuatro cuerpos.
Subió lentamente el guerrero por las escaleras, en donde encontró
dos piedras rectangulares grabadas. Al llegar a la parte superior, Águila
Nocturna estaba a punto de desplomarse, su cuerpo ardía en
temperatura y temblaba de cansancio.
En la parte superior de la pirámide, estaba una gran habitación,
que tenía dos compartimentos. A la entrada estaban esculpidas, dos
inmensas serpientes a modo de columnas centrales.
Sus cabezas, con las fauces abiertas descansaban en el piso, su cuerpo
de columna, se elevaba hacía las alturas y la cola emplumada hacía un
dobles arriba de la cabeza del animal sagrado, dirigiendo como una
ofrenda, sus plumas al cielo.
Flanqueando la puerta del edificio y enfrente de las dos serpientes
guardianas, estaba la escultura de un hombre, ligeramente recostado
sobre el suelo, con sus piernas plegadas y sus talones junto a sus
nalgas. Su cintura se elevaba y con su pecho levantado, recargaba sus
codos en el piso y las manos tocaban su vientre. La cabeza de la
escultura giraba noventa grados hacía su izquierda. En sus ojos, había
una mirada penetrante, casi humana, con un rostro sereno e
impasible, que exudaba sobriedad y templanza.
235
Águila Nocturna sentía que en ese mismo instante, sus fuerzas lo
iban a abandonar. Empezó a escuchar el cascabeleo rítmico de una
serpiente. Por sus oídos, un zumbido muy agudo penetraba en todo su
cuerpo, haciéndolo vibrar en una frecuencia muy alta. La luz pálida de
la luna rápidamente se fue perdiendo. Una oscuridad intensa empezó a
envolver el recinto. En un momento todo estaba en total oscuridad. De
pronto el zumbido se proyectó en la escultura y tenuemente unos
chispazos de energía, empezaron a brotar de ella.
El guerrero hacía un gran esfuerzo, por no caer desmayado. El
zumbido se hizo más agudo y alrededor de la escultura empezaron a
girar cargas eléctricas, que se convirtieron en luces iridiscentes.
El espectáculo era impresionante, en completa oscuridad, la
escultura del hombre reclinado refulgía en intensas luces de colores,
que giraban a gran velocidad en torno al monolito. Águila Nocturna
estaba parado frente a “La Piedra de Poder de la Tierra de la Serpiente
Emplumada”. De su silueta empezó a emanar energía y sus cabellos se
empezaron a levantar en todas las direcciones. Un puente de energía
se creó entre la piedra y el guerrero.
De pronto un poderoso tronido, que perturbó el silencio y se fue
multiplicando, al expenderse en la atmósfera con rápidos y sucesivos
estallidos. Un rayo bajó del cielo a la tierra zigzagueando, iluminando
por un instante el recinto sagrado, uniendo al guerrero con la Piedra
de Poder, a través de una corriente eléctrica, que circuló por todo su
cuerpo y se introdujo a la tierra, a través de la escultura.
Águila Nocturna cayó de bruces sobre la piedra.
38
Cuando abrió los ojos Águila Nocturna, habían pasado cinco días.
Estaba en una pequeña habitación, yacía en un petate y le dolía todo
el cuerpo. Tuvo la intención de incorporarse, pero su cuerpo no le
respondió. Como un animal herido, se mantuvo a la expectativa.
Más tarde entró un hombre que tenía pintado el rostro con tres
franjas. La primera en toda la frente era roja, la segunda, de las cejas
236
a la nariz, era negra y la última de la boca hasta el mentón era roja.
Como era la costumbre en el vestir, traía amarrado a la cintura un
lienzo de algodón, con una parte que le pasaba por la entre pierna y
calzaba huaraches. Un pectoral de huesos de venado le cubría el pecho
y unas muñequeras hechas con pequeñas piedras de jade, horadadas
y tejidas en hilo de algodón, completaban su atuendo.
-Amadísimo hermano nuestro, -dijo el hombre. Por fin haz
regresado del lugar de los descarnados, pensábamos que nunca jamás
estarías con nosotros, bienvenido seas a esta tú pobre casa, "La Boca
del Pozo de los Guerreros.
El hombre pintado, le relató con voz pausada y muy clara, que se
encontraba en un Centro de Conocimiento de la Serpiente Emplumada.
Que Águila Nocturna era un guerrero y que venía de tierras muy
lejanas a recuperar, lo que en su día había sido un "rostro propio",
labrado a base de un sistemático estudio y una profunda comprensión,
de todo lo que sus antepasados habían logrado en su milenario acenso
en la escala animal; ya que todos venían de una sola civilización
continental y milenaria. Todo cuanto nos rodea, fue creado y recreado
por nuestros antepasados, por los venerables y sabios, los Viejos
Abuelos toltecas.
Nosotros -señaló el hombre-, ahora estamos haciendo lo que nos
corresponde: tratamos de ser lo mejor de nosotros mismos, nos
esforzamos en alcanzar el grado de "ser humano" y tratamos de
florecer nuestro corazón, a través de la sabiduría de “La Serpiente
Emplumada”, en este sagrado recinto, donde en cientos de atados de
años, los guerreros han aprendido a ser "Hombres Verdaderos" en
busca de La Libertad Total.
Tienes que recuperar tu propio rostro, y con ello recuperar también
tu "corazón verdadero", ese que a lo largo de toda tu vida, haz ido
esculpiendo; esa piedra preciosa que ha limado sus aristas cortantes,
que ha adquirido una bella forma y que esta pulida con la paciencia, la
sabiduría y el amor. La piedra preciosa que llevas en tu interior.
237
Haz llegado a nosotros en forma misteriosa y gracias a tu poder
personal, pudiste traspasar la barrera energética del muro de la
serpiente y llegaste directamente a “La Piedra de Poder de la Serpiente
Emplumada”.
Nosotros te ayudaremos a que vuelvas a tener un rostro propio y
un corazón verdadero. Pero esta difícil tarea es estrictamente personal,
es tu desafío de Guerrero. En este lugar podrás iniciar tu camino de
regreso. Primero tienes que recuperarte, pues recibiste la descarga de
un rayo, esto a un hombre común le hubiera costado la vida. Como
eres un guerrero y tienes un destino, sigues vivo. Ahora solo descansa.
Águila Nocturna pasó quince días restableciéndose. Todos los días
era atendido por dos guerreras, que impecablemente le procuraban
todo cuanto necesitaba. Conforme pasaba el tiempo Águila Nocturna
se sentía mejor y al mismo tiempo, crecía la necesidad de regresar por
Flor de Lluvia, su corazón sufría una inquietud que nunca antes había
sentido.
Cuando se restableció, Águila Nocturna se sumó con los guerreros
en la preparación de la ceremonia del equinoccio de primavera. En la
gran pirámide de La Serpiente Emplumada, dos veces al año, se
celebraba un ritual que tenía que ver con el descenso simbólico de la
energía del sol a la tierra. Esta energía esta simbolizada por “La
Serpiente Emplumada”.
Dos veces al año, cuando el sol empezaba a iniciar su descenso, la
luz solar se proyecta sobre la balaustrada principal, ocasionando la
formación de siete triángulos isósceles, que sugieren el cuerpo de una
serpiente de aproximadamente veinte cuerpos humanos de longitud,
que esta conectado a las cabezas de serpiente de la base de la
pirámide. El efecto ondulante y descendente de la serpiente, quien
baja del cielo a través de la pirámide, dura muy poco tiempo, pero es
motivo de una gran celebración.
Ese día los cientos de guerreras y guerreros, que se capacitaban en
el recinto de “La Serpiente Emplumada”, para buscar La Libertad Total,
bailaban con todas sus fuerzas, al rededor de la pirámide
acompañados de un nutrido grupo de músicos.
238
Sus cuerpos vibraban al convocar con sus golpes a la Madre Tierra.
Un portentoso fluir de energía, salía del interior de la tierra y como un
remolino de fuego, una serpiente de energía se elevaba en la
atmósfera y unía a los hombres con lo inconmensurable. En los
equinoccios, es cuando los días son iguales a las noches, por ello, la
energía está más equilibrada. El ser humano es el puente, el conducto
entre nuestra Madre Querida y nuestro Padre el Sol. El ser humano es
donde el cielo y la tierra se "besan".
Por esta razón, el ser humano encarna este símbolo dual; el
Quetzal, el pájaro sagrado que busca las luminosas alturas de la
conciencia superior, y la serpiente, que representa las fuerzas telúricas
que aferran al ser humano en los campos de la materia obscura y la
tierra. Los opuestos complementarios. Principio y fin de la vida
humana. El Quetzalcóatl es un símbolo filosófico que encarna la
aspiración humana de encontrar el equilibrio entre el espíritu y la
materia.
La pirámide estaba rodeada de guerreros y guerreras, que en
círculos excéntricos giraban bailando al ritmo de los inmensos
tambores de tronco de árbol, las ocarinas, y los cascabeles, que
llenaban con su estruendo todo el espacio. Los caracoles marinos
bramaban, Águila Nocturna sin saber como, estaba bailando con una
destreza propia de un maestro. Su cuerpo parecía que recordaba
mejor que su mente. El rítmico golpeteo de los pies a la Madre Tierra,
convocaba a las energías telúricas a unirse al cielo a través de los
seres humanos, quienes se convertían en un puente sagrado, entre lo
divino y lo mundano. Por horas todos danzaron, no había discursos o
rezos. El cuerpo hablaba su propio idioma con la Madre Tierra, un
diálogo de amor filial, que los Viejos Abuelos toltecas habían enseñado.
Un diálogo a través de la energía. El "lenguaje" más antiguo del ser
humano sobre la Tierra ...!la danza¡
39
Águila Nocturna tenía una flama encendida en su corazón. El
recuerdo de Flor de Lluvia incendiaba sus pensamientos y se había
llegado a convertir en una necesidad imperiosa. Nunca antes en su
239
vida, había sentido esta apremiante necesidad de estar con una
persona. El recuerdo de Flor de Lluvia estremecía a su cuerpo y hacía
saltar en desorden a su corazón.
El guerrero informó la decisión de su inminente partida al
Venerable Maestro, quien le dijo que cumpliera con su destino.
-Lo único que te pido, -dijo el anciano-, es que cuando regreses
con los transportadores de los objetos para el culto de los dioses, diles
que “La Piedra de Poder de la Tierra de la Serpiente Preciosa” esta
bajo sus pies. Diles -siguió diciendo el anciano-, que toda esta
península es una enorme piedra, que esta viva y siente...no les digas
más.
Águila Nocturna salió por la mañana y se dirigió hacia el Oriente,
en busca de la mujer que había atrapado toda su energía y
concentración. Sus pasos eran zancadas y el corazón jalaba a al
cuerpo. Por su mente pasaban muchas imágenes y Flor de Lluvia
ocupaba el centro de todas ellas.
Por fin llegó a el lugar donde estaba la casita y la encontró en
ruinas y totalmente desierta, parecía que ahí en años nadie había
vivido. Desconcertado el enamorado exploró el entorno, para saber si
ese era el lugar buscado. Después de un tiempo comprobó que
efectivamente ese era el lugar, solo que se encontraba cubierto por la
selva y la casita de piedra, tenía huellas de no haber sido habitada en
años.
El guerrero sintió un dolor muy fuerte en el pecho, la negación de
su amor en esas ruinas desoladas, era violentamente rechazado por el
fuego que estaba a punto de estallar adentro de su corazón.
Águila Nocturna no podía aceptar que Flor de Lluvia y su amor, no
hubieran existido, y aunque las evidencias físicas así lo señalaban, los
recuerdos y su cuerpo no lo aceptaban. Flor de Lluvia era el
sentimiento más grande, la pasión más desbordada que el guerrero
había vivido y eso no podía ser un sueño.
El guerrero entró a las ruinas de la casita y en su penumbra se
puso a llorar. Primero poco a poco y después con gran fuerza, Águila
Nocturna lloraba como nunca antes lo había hecho. La desolación que
azotaba a su alma era tan grande que se sentía morir. Como un lobo
240
aullaba, con sus largos y desgarrados lamentos se estremecía la selva.
Nunca antes había abrazado a la soledad. Estaba en las ruinas de lo
que había sido el espacio más florido e intenso de su existencia; y el
abandono y la desolación del recinto, hacían coro con los gritos de
dolor y rabia del guerrero, su corazón se iba desmoronando como las
piedras de aquellas ruinas, que indiferentes y mudas lo contemplaban.
La tarde entró por la puerta y la noche poco después. Águila
Nocturna no les hizo caso, pues estaba sumido en el dolor. Por fin, se
quedó dormido en un sueño intranquilo.
Muy de mañana Águila Nocturna despertó. Su cuerpo estaba
sumamente lastimado, pues es un reflejo de su espíritu. Entendió que
un guerrero no se puede aferrarse a nada en la vida. Que un guerrero
es un maestro en el arte del desapego, porque si se aferra, se hunde y
hunde a lo que se aferra. Por ello un guerrero no tiene apego a los
sentimientos, a las ideas y menos a los objetos. Un guerrero carga lo
menos que puede, para ir ligero por el mundo, sin tener que defender
nada, solo protege su existencia, de esta manera el guerrero es
invulnerable.
Estos sentimientos iban en aumento, como el sol en el horizonte y
de la misma manera que los rayos calentaban a la selva, de la misma
manera el entrenamiento que había recibido el guerrero durante años,
calentaba su desolado corazón. Él sabía que era un ser humano y que
sentía el dolor a pesar de ser un guerrero, lo que lo hacía diferente, es
que el guerrero no se entrega al dolor.
Volvió el ánimo del guerrero y recordó que tenía una cita con Luz
de Noche en el cenote sagrado. Emprendió la marcha de inmediato y
por su mente apareció un canto sagrado:
“¿ A dónde iremos
donde la muerte no existe?
Más, ¿por esto viviré llorando?
Que tu corazón se enderece:
aquí nadie vivirá para siempre.
Aun los príncipes a morir vinieron,
hay incineramiento de gente.
aquí nadie vivirá para siempre.
241
Águilas y jaguares !atentos¡
a la batalla florida
con los cantos y los dardos
resuena el tambor de turquesas,
un camino de luz.
¡ Comience la batalla !”
Con el corazón sereno, Águila Nocturna llegó al cenote sagrado, no
había nadie en la entrada y decidió entrar. Llegó hasta la cripta en la
que se había quedado dormido e instintivamente se acostó, buscando
protección y refugio.
Pasó el tiempo y cuando abrió los ojos, se dio cuenta que estaba
rodeado por trece guerreros, que estaban ataviados con sus
implementos de guerra. De sus rostros pintados, salían feroces
miradas que lo inquietaron. No sentía miedo, pero su cuerpo estaba
envuelto en un ambiente de censura.
Águila Nocturna fue tomado por los guerreros y llevado a una
cámara en la que estaba una piedra en forma de cilindro, de medio
cuerpo de altura y de un cuerpo de ancho. La pieza estaba bellamente
esculpida con símbolos que hablaban de la energía luminosa,
representada por el agua y la energía espiritual, representada por el
viento. En el centro, un sol humanizado y señalamientos de los cuatro
puntos cardinales.
Los guerreros lo acostaron boca arriba sobre la piedra y cuatro de
ellos le tomaron fuertemente cada una de las extremidades. Águila
Nocturna no sentía ningún temor y estaba muy atento. Entonces uno
de los guerreros le se dirigió de esta manera:
-Somos hijos del Quinto Sol, llamado “El Sol del Equilibro”. Este sol
fue precedido por cuatro anteriores, en el que los seres humanos
perdieron la oportunidad de trascender. En esta quinta oportunidad de
humanizar la vida, el ser humano lo puede lograr mediante el sacrificio
espiritual y el equilibrio de las fuerzas que mueven el universo y
habitan en su corazón.
242
Los seres humanos encarnamos un universo dentro de otro
universo. Los cuatro rumbos del universo están dentro de tu corazón.
La cabeza representa el cielo o el espíritu, los pies la tierra o la
materia, la parte derecha del cuerpo representa la razón o el mundo
conocido y la parte izquierda lo intuición o el mundo desconocido.
El ser humano no puede ser totalmente espiritual, ni totalmente
material; tampoco puede ser totalmente racional, ni totalmente
intuitivo. El justo equilibrio de estos dos pares de opuestos
complementarios, es el arte de vivir, La Batalla Florida de los Guerreros
Jaguares, de los Guerreros Águilas. Cuando se logran equilibrar estas
cuatro fuerzas que rigen al micro universo, el guerrero logra ubicar su
energía en el quinto punto, en el centro.
Cuando esto sucede, el Guerrero entra en contacto con las fuerzas
que rigen el macro universo a través de su quinto punto, que se
encuentra en la parte media del cuerpo. La energía del guerrero se
eleva a planos superiores; cuando los cuatro rumbos del micro
universo se desequilibran y la energía se carga sobre uno de ellos,
cualquiera que sea, se cae en los abismos de la negación y la
estupidez. Ha llegado el momento de abrir tu cuerpo energético.
Los nueve guerreros restantes empezaron a emitir un canto
monótono, que seguía una escala tonal muy bien determinada y que
producía un estado amplia percepción sensorial.
Los cuatro guerreros tiraban hacia los cuatro puntos cardinales con
gran fuerza. Águila Nocturna sentía que se iba a desmembrar. Pero
extrañamente el dolor más intenso provenía de su vientre. De pronto
el más anciano de los guerreros, alzó la mano izquierda y está empezó
a resplandecer. Águila Nocturna se quedó mirando la mano, que de
pronto se transformó en un pedernal de cuarzo que emitía luz, y con
estupor, vio como se precipitaba sobre su cuerpo.
El golpe sobre su vientre se escucho como un tronido y la mano del
anciano penetró en el cuerpo de Águila Nocturna. De pronto, por su
vientre empezó a salir con gran presión hacía arriba, un chorro de luz,
como un arcoíris, pero con luces de mucha intensidad y colorido.
Águila Nocturna no sentía dolor, por el contrario, una sensación de
bienestar y armonía, nacía del chorro de luz y se iba extendiendo por
243
todo su cuerpo, en círculos excéntricos, como ondas en un estanque
de agua.
El canto de los guerreros tomó más brío y el chorro de luz se
convirtió en un espléndido y maravilloso árbol, que tenía dos grandes
ramas laterales, que en conjunto le daban la forma de una cruz.
En la parte superior del árbol, apareció una bella ave de
maravillosos e iridiscentes colores; era una águila que resplandecía
como un sol y tenía en sus plumas pedernales. Águila Nocturna sintió
la plenitud absoluta; como nunca antes, sentía que sus extremidades
tocaban los confines del universo.
El árbol de luz, tenía unos frutos todavía más luminosos y el águila
los estaba devorando. El guerrero tuvo una revelación en ese instante.
El águila lo miró con sus ojos penetrantes y el guerrero sintió miedo
por primera vez, el guerrero se sintió una presa y lo invadió el pánico
de ser alimento del águila. El animal luminoso abrió su pico y lo
introdujo en el vientre del guerrero. Águila Nocturna sintió como la
vida se le iba, en una succión de energía.
Sintió la conmoción de los millones de seres vivos que tenían la
voluntad de conformarlo y que desordenadamente se precipitaban de|
manera espiral y en forma ascendente, hacia el pico del águila. De
pronto sintió mucho dolor y vio un túnel negro. Lo que quedaba de su
conciencia se resistió y con todas sus fuerzas, emitió un poderoso grito
negando ese destino.
Águila Nocturna abrió los ojos y se dio cuenta que estaba soñando
y que estaba empapado de sudor. Se incorporó inmediatamente y
quiso salir de la cámara, pero una voz lo detuvo.
Luz de Noche estaba en la cabecera de la piedra y tomándolo por
los hombros le dijo que se recostara en la piedra.
-La vida es un sueño, joven guerrero. Los despojos de los trece
guerreros inmaculados que aquí descansan, nos recuerdan que sus
sueños como su vigilia, son para nosotros exactamente igual. Son tan
ciertos y tan vividos sus sueños, que te invitaron a vivir con ellos una
maravillosa experiencia. Tuviste un sueño de poder, gracias a la fuerza
de estos guerreros. La revelación que viviste fue un regalo del poder.
244
Tu cuerpo fue realmente abierto y a partir de hoy, estas en contacto
con los cuatro rumbos del universo.
A partir del día de hoy, eres uno entre los nuestros. Nuestra misión
es recorrer los cuatro puntos de la existencia, llevando y trayendo, los
materiales y objetos necesarios, para que los seres humanos le rindan
culto a las diferentes manifestaciones de “Aquél por quien vivimos”, y
con ello desarrollen su conciencia espiritual. Más tú ahora sabes,
gracias a esta revelación, que La Fuerza tiene un objetivo sobre
nosotros los seres vivos y nuestra conciencia. En una inconmensurable
cadena de aliento energético, que va mucho más allá de nuestra
Madre Querida, los seres humanos somos alimento de una conciencia
muy superior a todo lo entendible.
Caminarás con nosotros y abrirás nuevos caminos, en la búsqueda
de “tu rostro y tu corazón”, nosotros ahora, tus hermanos, te
ayudaremos. Porque es muy cierto, que no existe reposo y equilibrio,
en un pueblo, una familia o en un ser humano, que no tenga
conciencia clara de dónde viene, en dónde esta y hacia dónde se
dirige.
“El rostro propio y el corazón verdadero”, es el derecho más
inalienable de cualquier ser consciente y de todo pueblo. Sin un rostro
propio y un corazón verdadero, somos polvo al viento. Pero antes de
proseguir, inmaculado Guerrero de los Dardos de Fuego, viajero del
espíritu, tienes que decirle a esta hermandad en donde está “La Piedra
de Poder de la Tierra de la Serpiente Emplumada”.
Águila Nocturna se quedo viendo fijamente al sabio anciano le dijo,
con vos clara y lentamente:
-Estamos parados sobre ella.
40
Águila Nocturna se incorporó a la vida cotidiana de aquella
comunidad de transportadores de los insumos para rendirle culto a las
diversas advocaciones de la Dualidad Divina, aquella que no tiene
nombre, ni forma, ni se ve o se toca. A pesar de que en principio la
comunidad era igual a todas, pues se sembraban las tierras y se
245
producían ciertas manufacturas para vivir adecuadamente. Los
caminantes tenían como principal actividad, el viajar y transportar los
sagrados utensilios. Esta encomienda era realizada con el mayor
orgullo y la tradición venia de familia en familia a lo largo de muchos
atados de años.
Luz de Noche le informó a Águila Nocturna, que debía prepararse
para partir con un grupo de caminantes que llevarían una gran
cantidad de papel amate, triado del altiplano, a las remotas regiones al
Sur de la Tierra rodeada de las Grandes Aguas. De aquellas lejanas
tierras traerían oro, para hacer los utensilios sagrados.
Desde tiempos inmemoriales, Los Viejos Abuelos toltecas les habían
enseñado a usar al oro como representación de la pureza que puede
llegar a alcanzar la materia y que por está misma pureza, se evita la
corrupción. Por ello, el oro era un material simbólico de la aspiración
suprema de los mortales de llegar a la pureza, para impedir la muerte
o corrupción de la materia.
Se prepararon debidamente las cargas de papel amate, las
provisiones y un día por la mañana, Águila Nocturna salió con veinte
caminantes rumbo a las lejanas tierras del Sur.
La hermandad de los transportadores tenía una estructura militar,
en la cual había rangos y la disciplina era muy rigurosa. Los
caminantes debían entre otras cosas, dominar varios idiomas y conocer
la pluralidad cultural de los pueblos, tener una constitución y una
condición física impresionante, y ser expertos conocedores de los
bastos territorios y sus caminos de La Tierra Cubierta por las Grandes
Aguas, así como de la naturaleza, los climas, plantas, animales e
insectos.
Las travesías que hacían estos intrépidos hombres, estaban llenas
de peligros, muchos de los cuales resultaban, las más de las veces
mortales. Para ellos, pertenecer a esta hermandad, representaba el
más grande privilegio que un hombre común podía aspirar. En este
intercambio de materiales para el culto, no mediaba ningún interés
personal de lucro, ya que desde la enseñanza básica de la sociedad,
esta no tenía ninguna actividad especulativa o de apropiación y
atesoramiento de la riqueza. Por el contrario, la sociedad en su
246
conjunto, estaba orientada a aspectos más místicos y espirituales de la
existencia. Desarrollando, desde temprana edad y de manera muy
precisa, la idea que el ser humano debía servir la comunidad. Quera
más importante el “nosotros”, que el yo individual.
Por ello, ser parte importante de los posibilitadores del culto
religioso, representaba para los integrantes de la hermandad, un
privilegio que se pagaba con un alto sacrificio y muchas veces con la
propia vida. Por otra parte, la hermandad era experta combatiente y
excelentes cazadores.
La disciplina militar no solo radicaba en la organización. Desde muy
pequeños eran adiestrados en el uso de las armas. Los antepasados,
desde el origen mismo de los tiempos, habían inventado armas muy
rudimentarias, como la lanza, el escudo, el arco y las flechas y unas
macanas con piedra de obsidiana muy cortante en los extremos,
mismas que hasta la fecha se seguían usando, pues las guerras no
eran muy comunes entre los hijos de Los Viejos Abuelos toltecas y
ellos nunca usaron su inteligencia en el desarrollo de armamento, salvo
el lanzador de dardos, que Los Viejos Abuelos lo inventaron para cazar
aves al vuelo y que era muy efectivo, pues lograba arrojar un dardo a
mucho mayor velocidad que la flecha de un arco.
El concepto de la guerra y el guerrero, estaba enfocado a la lucha
espiritual, por lo cual le llamaban Guerra Florida y el guerrero,
emprendía exclusivamente una lucha interior. Sin embargo, este
carácter espiritual, no las hacia a estas batallas menos difíciles y
feroces. De esta manera Los Guerreros del Espíritu, por tradición se
confeccionaban trajes de una disposición más alegórica que práctico
militar. Las pieles y las plumas, representaban más un orden místico,
que tenía que ver con los animales simbólicos, como el jaguar y el
águila, por ejemplo. La guerra interior fue uno de los legados
espirituales más importantes de los toltecas.
La hermandad en cambio, era un grupo militar de verdaderos
combatientes, pues en las grandes travesías, en ocasiones eran
atacados por grupos de nómadas hostiles o por fieras, que saturaban
los bosques o las selvas. La organización más pequeña, estaba
247
compuesta de cinco personas, la siguiente era de veinte personas y era
la unidad común, aunque podían organizarse de veinte en veinte,
como los dedos de un cuerpo, hasta llegar a conformar unidades de
cuatrocientos transportadores.
En aquella unidad, Águila Nocturna iba como invitado y fue
encomendado a Jaguar de Fuego por Luz de Noche. Jaguar de Fuego
era un jefe de transportadores muy experimentado y reconocido en el
pueblo por su inteligencia, valor y por su fuerza. Se le había dicho que
Águila Nocturna era un guerrero y que estaba en busca de su pueblo,
por lo que se le prestarían todas las facilidades para que en el camino,
pudiera encontrar su hogar.
Iniciaron la marcha, la unidad de transportadores se organizaba
como una serpiente de cascabel. El hombre que iba al frente, hacia la
función de los ojos, era el explorador. Un arquero, que no llevaba
carga para estar ligero y ser rápido en sus desplazamientos, era los
colmillos de la serpiente. Inmediatamente atrás del arquero, venía el
responsable del grupo o la cabeza de la serpiente. Después venían
quince cargadores y al final, estaba el hombre responsable de la
retaguardia, que representaba los cascabeles de la serpiente y quien
periódicamente tocaba un caracol marino, que era el medio de
comunicación a distancia. Era fascinante ver como ese grupo humano
se organizaba perfectamente como un solo organismo. Ellos sabían
que el éxito de su sagrada responsabilidad y su vida misma, dependía
del grado de organización y disciplina, con que operará el equipo.
Los transportadores cuando salían a llevar y traer su valioso
cargamento, usaban ropas y se pintaban el cuerpo de tal manera, que
se confundían fácilmente con el entorno. Esta pintura era más que un
ritual y una costumbre. En muchas ocasiones, por esta pintura,
salvaban la vida; por ello, se tenía la costumbre de no bañarse hasta
haber concluido su misión y estar en la seguridad de su pueblo.
Águila Nocturna como invitado especial, no vestía los atuendos de
la hermandad y cargaba solamente los alimentos para la larga travesía,
pues no pertenecía a la Hermandad. En cuanto a las provisiones, que
por las grandes distancias y por el tiempo en recorrerlas eran muy
escasas. La templanza y fortaleza de los transportadores era
248
legendaria. Existían tres fuentes de alimentación. La caza y recolección
que hacían durante la travesía, que era la más importante, pues estos
equipos aprendían a ser lo más autónomo posible; en segundo lugar,
lo que en ocasiones les ofrecían los pueblos por donde pasaban, que
siempre era más simbólico y ocasional; finalmente, los provisiones que
llevaba el equipo y que solo eran usadas para los momentos más
apremiantes. La tecnología alimentaria para los viajes, que los Viejos
Abuelos les habían dejado, era excelente, pues desde cientos de
atados de años, la comunicación entre todos los pueblos que vivían
sobre La Tierra rodeada de las Grandes Aguas, era una costumbre muy
importante. Salvo los productos y utensilios utilizados para el culto de
los dioses, los pueblos lo que intercambiaban más eran las ideas y los
sentimientos.
Entre los alimentos que llevaban los porteadores estaban, el maíz y
los Frijóles molidos, insectos preparados, semillas, amaranto, miel,
pescado y carne de venado salada, y unas tortillas grandes que eran
muy elásticas y que se comían frías. La mayoría de estos alimentos
podía durar mucho tiempo durante la travesía.
El equipo de Jaguar de Fuego avanzaba hacía el Sur por la planicie,
como una serpiente de cascabel. Los transportadores llevaban su
sagrado cargamento en unos canastos, que eran sostenidos por una
correa ancha de cuero que se detenía contra la frente, de modo que
llevaban las manos libres.
Águila Nocturna pronto aprendió la marcha de estos milenarios
caminantes. Con el cuerpo ligeramente inclinado y las piernas
flexionadas sobre las rodillas; caminaban ligeros y rápidos, por las
veredas zigzagueante. El guerrero aprendió muy pronto a llevar la
respiración correcta y a dejar de pensar, para fundirse en el espíritu
del equipo. Los Viejos Abuelos habían enseñado a la Hermandad todas
las técnicas para lograr su difícil misión. Entre ellas, era el canto de
camino; un número de canciones de poder, que hacían que los
transportadores se integrarán más como equipo. Antiquísimas
canciones que eran entonadas con mucha alegría y pasión. Estas
canciones se utilizaban cuando el cansancio o lo peligroso de un
trayecto, requería que la energía se reconstituyera o se fortaleciera el
249
animo. Estos formidables cantos se escuchaban como la voz de un solo
organismo, vigorosos y sonoros por los caminos; alejando a los
enemigos, fueran estos seres humanos, animales o espíritus malignos.
El guerrero pronto aprendió que la seguridad del equipo, radicaba
en la eficiencia en que cada uno de los integrantes cumpliera su
función individual. El equipo solo funcionaba, si cada uno de los
integrantes, cedía una parte de su individualidad y se integraba al todo
del equipo; obedeciendo estrictamente al responsable, a la cabeza.
Para ello, se requería a lo largo del tiempo, desarrollar una absoluta
confianza entre si y todos con la cabeza.
Las jornadas eran de sol a sol. Iniciaban antes de que saliera el sol,
con una ceremonia de pedimento al Señor y Señora de los Caminos,
bosques y animales. Se les pedía el libre paso sin ser dañados y sin
dañar a nadie. Acto seguido, se quemaba copal y se enterraba una
pequeña ofrenda en la tierra. La otra ceremonia se hacía en la noche,
donde se daba las gracias por la bienaventuranza del camino.
El equipo solo descansaba un poco después de los alimentos del
medio día. Las jornadas eran intensas. Una de las funciones del
puntero o lengua de víbora, era adelantarse al grupo a medio día y por
la tarde, para seleccionar el lugar más propicio para comer y dormir.
Cierto día, que Águila Nocturna, estaba haciendo su guardia
nocturna, envuelto en su manta de algodón y caminando en torno a la
fogata. Observaba como los ojos de animales y de las entidades
nocturnas, acechaban a los vigilantes. Jaguar de Fuego ya había
instruido al guerrero de estos peligros. Pues el Señor de la Noche,
mandaba a sus hijos a cazar a los incautos vigilantes, que atraídos por
extraños ruidos, voces o imágenes, se alejaban del fuego protector y
jamás regresaban de la obscuridad.
Pronto el equipo de transportadores dejó las tierras planas de la
península y empezó a subir por montañas, que a cada momento
crecían en tamaño y altura.
El clima y la vegetación empezaron a cambiar. La selva húmeda
paso a transformarse en una exuberante vegetación de medía
montaña, la frescura de la sombra que proporcionaba los árboles
hacían más ligero el camino. El cuerpo de Águila Nocturna
250
inmediatamente registró el cambio. Algo en su interior, recordaba esos
árboles y esas montañas.
El equipo después de unos días, dejó la media montaña y pasó a
los majestuosos bosques. Inmensos pinos, que saturaban los cerros y
montañas cambiaron el clima totalmente. Un aire frío pasaba entre las
ramas de los árboles, haciéndolas cantar y silbar. El cuerpo de Águila
Nocturna se alertaba, como quien reconoce una antigua canción, que
le es muy familiar.
Los transportadores cruzaban hacía el Sur, entre cordilleras que
iban en dirección Oriente Poniente. Subían por empinados caminos,
hasta llegar a las altas cimas, para inmediatamente, iniciar el
descenso, hasta llegar a pequeños riachuelos que se encontraban en el
fondo de las cañadas, para de nuevo iniciare el ascenso de otra cima.
En medio de esas remotas y deshabitadas montañas, apareció un
hombre en medio del camino. Era alto y portaba un tocado hecho en
piel curtida, que tenía el diseño de la cabeza de una serpiente, por
medio de pequeñas piedras de turquesa, que estaban adheridas a la
piel y que en conjunto daban la idea de un espléndido mosaico de
colores, en el que sobresalían los ojos y los colmillos de la serpiente,
en color blanco. Coronado con bellísimas plumas de quetzal, que a
pesar de hacerlo majestuoso por su tamaño, lo hacían ligero. El
hombre llevaba un protector del pecho y espalda, hecho de conchas de
mar, que estaban armadas a través de pequeñas cuentas verdes. En el
abdomen tenía un protector hecho de huesos de venado, también
engarzados con cuentas verdes. Vestía una pequeña falda hecha con
piel de jaguar. En sus muñecas y tobillos, llevaba tejidas en cuentas
verdes, protectores muy vistos. En la mano derecha portaba una
inmensa lanza, que en la parte superior tenía unas bellas plumas y
estaba coronada de una gran navaja de obsidiana.
El hombre les marcó el alto y les informo que Murciélago Jaguar,
Venerable Maestro de La Casa del Espejo Humeante, les invitaba a
descansar y reaprovisionarse, para seguir el camino. Jaguar de Fuego
entendió que esta era una invitación muy especial, ya que por
tradición, él sabía de aquel lugar, pero nadie de los transportadores
251
había llegado hasta él, por lo que ordeno a sus hombres seguir al
guardia.
Por la tarde llegaron a un estrecho valle flanqueado por dos altas
cadenas montañosas. La Casa del Espejo Humeante estaba levantada
en sobre la cima de una colina artificial, de donde se dominaba todo el
valle. El acceso estaba en la parte Poniente. Caminaron al interior de
una gran plaza. A mano izquierda, hacia el Norte, estaba la parte más
alta de la colina y ahí, estaban los edificios más importantes. En la
parte superior se encontraba una pirámide. Hacía el Sur, un inmenso y
bellísimo juego de pelota acompañaba a una pirámide de proporciones
regulares, que en la parte Norte poseía cinco pequeñas construcciones.
El guardia los llevó a la parte Norte y en el interior de un edificio,
encontraron preparados petates, alimentos y agua, para que
descansaran. Se les informó que serían recibidos por el Venerable
Maestro Murciélago Jaguar por la mañana.
La ceremonia de recepción fue solemne. El Palacio de los Jaguares
estaba preparado con bellas flores y en él, se quemaba copal con
mucha abundancia. Un grupo de músicos tocaba suaves melodías con
diferentes ocarinas. Los invitados fueron colocados en la parte Sur de
la habitación. La música calló y los participantes fijaron su vista en una
puerta que estaba en la parte Oriente, de donde salió el Venerable
Maestro acompañado de cinco ancianos, que vestían en forma muy
austera y sobria.
Después de sentarse en unos petates rodeados de flores el
Venerable Maestro se dirigió de esta manera a sus invitados:
"¡Démonos gusto, amigos míos:
vengan aquí los abrazos!
En la tierra florida andamos andando
y no hay quien pueda ponerle fin.
La flor y el canto se tienden
allá en la Casa del Sol.
Sólo por breve tiempo en la tierra vivimos:
No será así siempre: espera la región del Misterio
¿Hay allí alegría? ¿Hay allí amistad?
¡Ah no, que no sólo en la tierra
252
venimos a conocernos!"
Murciélago Jaguar informó ampliamente a sus invitados de la
misión que tenía encomendada La Casa del Espejo Humeante. Tenía
muchos atados de años, que los Viejos Abuelos habían sembrado en
todo el continente, recintos parecidos a éste, que tenían como misión
la de conservar inalterables, los conocimientos y sabiduría que los
Viejos Abuelos toltecas habían dejado en la tierra desde los mismos
orígenes de esta milenaria civilización.
En lugares apartados y remotos; inaccesibles y herméticas, éstas
Casas de Conocimiento atesoraban estos información en la lengua y en
el corazón de hombres y mujeres sabios. Estas personas eran
preparados desde niños. Los hombres de “la tina negra y roja”, que
vivían en las comunidades, tenían encomendado que cuando vieran a
un recién nacido con una energía muy especial, que solo ellos podían
observar, convencieran a los padres de estas extraordinarias criaturas,
para que fueran ofrecidos a esta misión.
El niño entonces era iniciado en una ceremonia muy parecida a la
de Las Primeras Aguas, la cual se realizaba en secreto y en la
presencia de los orgullosos padres. En esta ceremonia se ejecutaba
una operación energética, la cual garantizaba que al niño, jamás se le
cerraría la mollera, para con esa abertura estar en permanente
contacto con las fuerzas inconmensurables del mundo. Durante los
primeros cinco años, el niño vivía con sus padres, los hombres sabios
le enseñaban a la madre a ponerle unas tablillas en la cabeza, para
que ésta, se fuera deformando poco a poco, lo que les permitía tener
una configuración en su cerebro, que a su vez les facultaba percibir
campos energéticos, que al común de los mortales no les era posible.
Al cumplir los cinco años el niño, que ya era bastante diferente, era
llevado a éstas Casas de Conocimiento, en donde aprendía su misión.
Estos seres humanos, no eran ni Hombres de Conocimiento, ni
guerreros o sacerdotes. Su misión era la de mantener intacto el
conocimiento de Los Viejos Abuelos toltecas de una generación a otra.
Por decirlo de alguna forma, eran libros humanos, que garantizaban la
253
permanecía y pureza de la sabiduría humana. Vivían de una manera
muy austera y frugal, alejados totalmente del mundo profano.
Después de haber explicado ampliamente el Venerable Maestro a
sus invitados concluyó de esta manera:
"El sabio: una luz, una antorcha,
una gruesa antorcha que no ahúma.
Un espejo horadado,
un espejo agujereado por ambos lados.
Suya es la tinta negra y roja,
de él son los códices, de él son los códices.
El mismo es escritura y sabiduría.
Es camino, guía veraz para otros.
Conduce a las personas y a las cosas,
es guía en los negocios humanos.
El sabio verdadero es cuidadoso
y guarda la tradición.
Suya es la sabiduría transmitida,
él es quien la enseña,
sigue la verdad.
no deja de amonestar.
Hace sabios los rostros ajenos,
hace a los otros tomar una cara, una personalidad,
los hace desarrollarla.
Les abre los oídos, los ilumina.
Es maestro de guías,
les da un camino,
de él uno depende.
Pone un espejo delante de los otros,
los hace cuerdos cuidadosos;
hace que en ellos aparezca una cara, una personalidad.
Se fija en las cosas,
254
regula su camino,
dispone y ordena.
Aplica su luz sobre el mundo.
Conoce lo que está sobre nosotros
y, la región de los muertos.
Es hombre serio.
Cualquiera es confortado por él,
es corregido, es enseñado.
Gracias a él, la gente humaniza su querer
y recibe una estricta enseñanza.
Conforta el corazón,
conforta a la gente,
ayuda, remedia,
a todos cura.
Los que ven,
los que se dedican a observar
el curso y proceder ordenado del cielo,
cómo se divide la noche.
Los que están mirando, leyendo,
los que cuentan o refieren lo que leen.
Los que vuelven ruidosamente las hojas de los códices.
Los que tienen en su poder
la tinta y roja, la sabiduría
y lo pintado,
ellos nos llevan, nos guían,
nos dicen el camino."
Por la noche Jaguar de Fuego y Águila Nocturna, fueron invitados a
una ceremonia especial por el Venerable Maestro, quien les dijo que
ellos estaban esperando la llegada de Águila Nocturna, que La Fuerza
así se los anunció y que ellos estaban cumpliendo humildemente los
designios.
255
-A esta Casa del Conocimiento no llegan gente del mundo profano,
nuestro contacto es a través de los sabios y los sacerdotes; quienes
vienen a instruirse o a enclaustrarse. El hecho que ustedes estén aquí,
es una suceso extraordinario. Estos lugares deben estar lejos de la
energía mundana, esta Casa de las Pinturas Floridas y de los Cantos
Floridos, es una reserva inmaculada que asegura el futuro de la
sabiduría de Los Viejos Abuelos toltecas. A través de los cientos de
atados de años, la sabiduría de nuestros antepasados ha estado
amenazada en muchas ocasiones y nosotros sabemos que lo estará en
el futuro. De modo que, solo perdiendo la memoria y la lengua, podrá
borrarse la presencia de nuestros amados y sabios, nuestros Viejos
Abuelos toltecas sobre la faz de nuestra Madre Querida.
En algunas ocasiones en el pasado, nuestra voz ha sido reducida al
soplo del viento que canta entre las ramas de los solitarios bosques o
condenados a vivir con el jaguar en sus cuevas, cobijados por la Madre
Tierra y la oscuridad de la noche misteriosa. El conocimiento y la
sabiduría de nuestros antepasados, nos permite reducirnos a nada, nos
prepara para ser inaccesibles cuando es necesario, por esa razón
somos invulnerables. Somos el viento, somos la noche, desaparecemos
y seguimos estando allí eternamente.
Ahora vivimos buenos tiempos, pero como es el día es la noche,
una primero, la otra después, todo es cambio y movimiento, nada es
estático todo se mueve, sucede y vuelve a suceder. En la luz del día
esta la esencia de la oscuridad de la noche; y en medio de la oscuridad
de la noche, se encierra la esencia de la luz del día.
Por eso nuestra sagrada misión, de mantener viva la sabiduría y
el conocimiento de nuestros padres, para que así, sus hijos siempre
obren en consecuencia, con un corazón firme como la tierra y un
rostro propio y verdadero como el jade. Estamos preparados para
permanecer todo el tiempo que sea necesario en el canto de los
bosques, en la humedad de la selva o en la profundidad de la tierra.
Nada es eterno, después de la noche sigue la luz del día y luego
nuevamente llega la oscuridad. Lo importante es que en una y en otra,
se mantenga la sabiduría y el conocimiento de nuestros antepasados,
256
que no se pierda la raíz de nuestro pueblo, que nunca quedemos
huérfanos y desmemoriados. Somos una de las casas más antiguas del
hombre sobre la tierra.
Ahora que sabes que te estábamos esperando Guerrero del
Espíritu, cumpliremos con el designio de La Fuerza, tendrás que pasar
la noche en Templo del Espejo Humeante.
Águila Nocturna fue conducido a la parte superior la colina en
donde estaban dos pirámides. La que daba al Poniente tenía cuatro
escalinatas por los cuatro puntos cardinales, la segunda tenía una sola
escalinata que daba al Poniente. Subió y en la parte superior encontró
una pequeña construcción cuadrada que tenía pintado en sus paredes,
jaguares emplumados que al abrir sus fauces, brotaban de sus
profundidades palabras floridas, representadas por vírgulas con flores.
La habitación tenía cuatro puertas que apuntaban a los cuatro
puntos cardinales. Murciélago Jaguar llegó hasta la puerta Sur con
Águila Nocturna y le dijo:
-Iluminado Guerrero del Espíritu, hijo de la esperanza, piedra
preciosa. Tu destino te ha traído ante las puertas de esta, la Casa del
Señor del Espejo Humeante, el guerrero eternamente joven, el de la
guerra interior, el que no deja en paz a los corazones, el que tiene el
espejo y refleja la imagen del hombre y su conciencia de sí, el
amparador de todos y perdonador y purificador de todos los pecados,
el joven eterno de perfecta perfección y sin tacha.
Él es obscuridad y sombra conocedora del corazón humano, él es el
insoportable espíritu revelador de la verdad, de peligrosa presencia
reveladora. La verdad que es principio de la guerra interior, de la
batalla florida.
Caminas en busca de tu rostro de tu corazón, pero no hay camino
recorrido hacía afuera, que antes no haya sido recorrido hacia adentro,
ahora tienes una cita con El Espejo Humeante.
Acto seguido, el Venerable Maestro invitó a pasar a Águila Nocturna
a la habitación. Las cuatro entradas eran parte de un pequeño
laberinto, que conducía a una cámara interior que estaba iluminada
257
por antorchas. La entrada estaba en la parte inferior de una pared y se
tenía que pasar a gatas.
Adentro, las cuatro paredes estaban forradas de oro y tenían
grabados a manera de un códice la historia de Espejo Humeante, en
sus cuatro representaciones. El techo estaba forrado de laminas de
plata, con incrustaciones de piedras preciosas a manera de un cielo
estrellado. En las cuatro paredes estaban sendas esculturas, una en
barro rojo, otra en piedra de obsidiana negra, otra en madera pintada
de azul y la última en jade verde.
En el centro de la cámara, que no tenía acceso aparente y que
proyectaba una sensación de profundo hermetismo, estaba una piedra
perfectamente cubica, que tenía grabadas en sus cuatro caras la
representación del Espejo Humeante. En la parte superior, estaba un
bellísimo marco, hecho en huesos muy largos que estaban
debidamente ensamblados y profusamente labrados.
El marco no contenía nada, estaba vacío. De pronto por la boca de
las cuatro esculturas empezó a salir grandes cantidades de humo
azuloso, que en breves momentos inundó totalmente la cámara. El
marco entonces empezó a resplandecer y de él se empezó a escuchar
extraños sonidos, como cantos o rezos en desconocida lengua.
En la oquedad del marco, el humo empezó a asumir formas
caprichosas, como si tuviera vida y voluntad. Un zumbido, como el
aletear de un escarabajo empezó a salir de sus adentros.
Instintivamente Águila Nocturna despejo de su corazón todos los
sentimientos y de su mente las ideas, bizqueando fijó la vista por
separado y se concentro en el zumbido interior.
Después de un tiempo se dio cuenta que tenía los ojos cerrados y
al abrirlos, vio entre el humo que estaba del otro lado del espejo un
rostro que apenas se distinguía. Enfocó la vista y apareció una
osamenta. De las oquedades oculares del cráneo, salía una mirada
profunda e inquietante, que penetraba en el guerrero, inundando sus
entrañas de un frío desolado. Águila Nocturna sabía que esa osamenta
era la suya y esa mirada era su propia muerte que lo llamaba.
Águila Nocturna cerró los ojos y se concentró con toda su energía
en la parte media de su cuerpo. La presión cesó y escuchó un ruido de
un hueso al romperse. Abrió los ojos y vio como el cráneo se partía
258
lentamente por la mitad de manera longitudinal. Con gran sorpresa vio
que de él, aparecía un rostro de un anciano. Al observarlo con
detenimiento se reconoció, era él mismo, pero con todos los años
encima. El anciano tenía un rostro que proyectaba paz y armonía, el
rostro le sonrió levemente y Águila Nocturna fue invadido de una
sensación de bienestar. Cerro nuevamente los ojos para hundirse en
ese sentimiento, cuando escuchó otro chasquido y al abrir los ojos, vio
como el rostro del anciano se partía y de él surgía su imagen pero sin
ninguna expresión, como si fuera una escultura, estaba observando
atentamente cuando la escultura se partió y de ella surgió el rostro de
un niño. Tenía los ojos grandes, una mirada llena de ternura y de sus
labios delgados se delineaba una sonrisa de completa felicidad y
armonía.
Águila Nocturno sintió un dardo ardiente que se incrustaba en su
corazón. Por primera vez en muchos años tenía algo más que un leve
recuerdo, tenía la certeza de que ese niño era él. Un cuasi recuerdo,
un sentimiento y una seguridad interior de que él había sido muy feliz
en su niñez. De sus ojos empezaron a derramarse lágrimas, su cuerpo
empezó a vibrar y el zumbido del escarabajo se hizo más fuerte, hasta
que lo abarcó todo.
Las piernas se le aflojaron y calló por tierra. El rostro del niño
seguía prendido a sus ojos, sentía que estaba a punto de recordar. De
pronto escuchó el canto de una mujer, una voz tan conocida y amada,
que le evocaba seguridad y amor, cantaba una canción de cuna, y
claramente sintió la mano de esa mujer de rostro indefinido y
nebuloso, que acariciaba su frente y sus lacios cabellos. Águila
Nocturna tenía mucho tiempo que no sentía la seguridad y el
bienestar, que ese cuasi recuerdo le evocaba.
Algo en sus adentros encontró su base, algo indefinible se
ensambló y le produjo una oleada de bienestar, que lo hizo que se
abandonara totalmente en la oscuridad del tiempo y de los recuerdos
que estaban por llegar.
41
259
A la mañana siguiente, el equipo de transportadores salía de La
Casa del Espejo Humeante. Silenciosos como una serpiente, avanzaban
entre las escarpadas montañas. Cuando el sol estaba en lo más alto
del cielo, empezaron a bajar a las tierras cálidas.
Águila Nocturna iba radiante, sentía que su cuerpo que estaba muy
contento, algo había pasado y sin saber qué era exactamente, algo le
decía que estaba en el camino correcto.
El equipo de Jaguar de Fuego empezó a atravesar una región de
volcanes, lagos y lagunas de una belleza incomparables. El clima y la
vegetación eran exuberantes. Las montañas se cuajaban de todos los
verdes inimaginables, los cantos de las aves, el grito de los animales y
el cielo de un azul transparente, hacían que los transportadores
emprendieran la marcha con brío.
La caminata estaba dando sus frutos en el cuerpo y el espíritu del
guerrero. Los años que pasó en las cálidas y húmedas tierras de la
gran planicie, viviendo las pasiones de la vida profana, habían
adormecido a su espíritu y aflojado su cuerpo. El agotador esfuerzo
físico, el contacto con la naturaleza y la práctica de una disciplina, llena
de mística y fuerza, habían nuevamente templado y afinado, el cuerpo
y el espíritu del guerrero.
Los caminantes avanzaban por las serpenteantes veredas de las
tierras de media montaña. Muy seguido veían en su camino a los
animales de esas tierras; venado, jaguar, tapir, jabalí, mono. Aves de
todos los colores y tamaños, en donde sobresalían los quetzales, las
guacamayas, los patos y águilas.
Más adelante, cuando llegaron a una región de pequeños lagos,
encontraron muchos pueblos, donde eran bien recibidos. Los Viejos
Abuelos toltecas habían derramado por doquier su sabiduría desde el
origen de los tiempos. Todos los pueblos tenían una misma raíz. Por
múltiples que fueran sus diferencias, lingüísticas, étnicas y culturales;
todos poseían un origen filosófico común, que los hacía compartir una
sola civilización.
De modo que la religión era muy parecida en todos los pueblos.
Cambiaban los nombres, un poco las representaciones físicas y las
figuras metafóricas de las diversas advocaciones de “Aquél por quien
260
se vive”, pero en el fondo la esencia era la misma. Una Divinidad
absoluta que es abstracta, pues no se ve ni se toca, por lo que no se
representa y no tiene nombre. En seguida una segunda representación
de esa abstracción, pero ahora palpable y visible, como La Dualidad
Divina, principio masculino y femenino de todo cuanto existe, en un
par de opuestos complementarios. Inmediatamente después, la
representación de las dos energías que rigen el universo, la luminosa y
la espiritual, representadas en el símbolo del Agua y el símbolo del
Viento y de ahí, se desprenden una serie de símbolos de las leyes que
rigen el universo a través de todas las advocaciones que interpretarán
la enseñanza básica de Los Viejos Abuelos toltecas. La esencia de la
religión era igual en toda La Tierra que está rodeada de las Grandes
Aguas. Así lo enseñaron los toltecas.
Por esta razón, los transportadores eran bien recibidos en todas
partes y sólo algunas pocas regiones en donde vivían pueblos que no
poseían la antigua tradición de sabiduría de los remotos antepasados,
los transportadores eran hostilizados. Estos pueblos generalmente eran
cazadores nómadas o estaban en periodos incipientes de
sedentarización; lo que los hacía belicosos y ajenos al mundo civilizado
del continente.
Después de cuatro lunas, el equipo de transportadores de Jaguar
de Fuego llegaba por fin a su destino. La Ciudad de Los Limites de la
Tierra Circundada por las Grandes Aguas. Era una ciudad bellísima
asentada a la orilla de un enorme lago. Esté era el último reducto de la
civilización, más al Sur, estaban las impenetrables y misteriosas selvas
de las que los hombres nuca volvían. Hasta aquí el sol “baja en su
recorrido” y subía a través del año hasta la parte más al Norte, en
dónde empieza el gran desierto impenetrable.
Desde cientos de atados de años atrás, se tenía contacto con otra
gran civilización que estaba en las Grandes Montañas al Sur del
continente. Se sabía que Los Viejos Abuelos toltecas habían iniciado su
desarrollo al mismo tiempo que en el Norte, y que las dos civilizaciones
eran hermanas. Sin embargo, aunque se tenía contacto a través de la
navegación con ellos, éste era muy esporádico y muy peligroso. La
barrera de aquellas selvas, pantanos y manglares, resultaba
261
impenetrable y la ansiada ruta terrestre que uniera a las dos
civilizaciones hermanas, nuca se había logrado, pues en cada intento,
los expedicionarios nunca regresaban.
Los hombres de Jaguar de Fuego fueron recibidos con alegría y
fraternidad. Las autoridades de la ciudad, encabezadas por El Que
Habla, La Mujer Serpiente y el Sumo Sacerdote atendieron
personalmente a Jaguar de Fuego, quien dio cuenta de la travesía,
pues los transportadores no solo transportaban objetos para el culto,
con ellos viajaban las noticias, las ideas y los sentimientos.
El Consejo de Ancianos estuvo presente en el banquete que se les
ofreció a los viajeros. Águila Nocturna también fue invitado y pronto
salió a la conversación. Algunos hombres del consejo de ancianos
inmediatamente lo reconocieron como un guerrero, por lo que a partir
de ese momento tuvo un trato diferente.
El equipo descansó veinte días, para recuperar las fuerzas para
emprender el largo regreso. Ahora se llevarían oro, que era común
encontrar en los ríos de esa región y que era utilizado para fabricar
objetos ceremoniales. El oro era un símbolo que representaba el grado
de pureza que puede llegar a alcanzar la materia. El oro era el símbolo
de la pureza, que aspiraban los seres humanos frente a “Aquél por
quien se vive”. De igual manera se utilizaba la plata y el jade. Se tenía
la idea de que la energía luminosa iniciaba su camino de regreso a su
fuente creadora; de modo que se iba reciclando a través del tiempo,
cada vez purificándose. Así de energía mineral llegaban al grado
superior que era el oro. De ahí pasaban a ser energía vegetal, hasta
llegar a ser una ceiba o un ahuehuete, que son los seres vivos más
longevos; para pasar después a ser animales, hasta llegar a la
categoría de seres humanos, quienes son los que tienen la posibilidad,
al alcanzar la pureza espiritual de convertirse nuevamente en energía
pura, en luz.
Jaguar de Fuego tenía pensado al regreso a su comunidad,
recomendar a Águila Nocturna para que fuera iniciado en la
Hermandad, pues en la travesía se había convertido en un decantado y
experimentado transportador. Sin embargo Águila Nocturna tenía otros
planes.
262
En la estancia en la ciudad, había conocido a un grupo de jóvenes
que estaban preparando una expedición, a la parte Sur del continente.
Se habían propuesto buscar una ruta terrestre que uniera a las dos
civilizaciones del continente. El grupo encabezado por Jaguar
Despertado, contaba con el respaldo de las autoridades de la ciudad,
que sabían que era necesario y al mismo tiempo, muy peligrosa la
expedición.
Águila Nocturna había recibido en La Casa del Espejo Humeante
una señal que lo impulsaba a encontrar su hogar, que no era otra cosa
que su memoria y destino; su propio rostro y su corazón verdadero. La
razón de su existencia. No estaba dispuesto a seguir caminando por la
vida, sin saber de dónde venía, cuáles son sus orígenes; en dónde
estaba. Pero fundamentalmente, a dónde deseaba ir, cuál era su
destino, qué futuro desea construir. Preferiría la muerte a vivir sin un
rostro propio y un corazón sólido y verdadero como una piedra.
Cuando Jaguar Despertado le contó del plan de encontrar la ruta
para llegar a los pueblos que vivían en las Grandes Montañas del Sur,
Águila Nocturna vislumbro la posibilidad de que El Valle del Frijól
estuviera a los pies de una de esas montañas. La invitación a formar
parte de la expedición no tardó y antes de que patria el equipo de
transportadores, Jaguar de Fuego conocía la decisión del viajero del
espíritu.
42
Veinte días después de la partida de Jaguar de Fuego hacia el
Norte; Águila Nocturna salió rumbo a las selvas del Sur, con el grupo
integrado por nueve exploradores. El equipo se integraba del mismo
modo que el de los transportadores, la diferencia es que no llevaban
carga.
Un explorador iba al frente y representaba la lengua, Águila
Nocturna era los colmillos, pues era un excelente arquero. Sin saber
cómo, cuando el guerrero tomaba un arco lo fundía con su brazo. La
flecha era el vehículo de la fuerza interior. Cuando cargaba la flecha y
tensaba la cuerda, su dialogo interno se detenía. Los sentimientos y
pensamientos, eran desplazados por el espíritu. Entre su ojo derecho y
263
el blanco escogido, solo mediaba un instante, en el que la fuerza del
espíritu del guerrero se impactaba en el blanco. La arquería es el
dominio del mundo interior, que se condensa en el mundo exterior, a
través de un tiro certero. Atrás de un excelente arquero, esta una
impecable templanza espiritual.
Después de los colmillos venía Jaguar Despertado como la cabeza y
los ojos del grupo. Inmediatamente después seguían seis exploradores
con sus armas atentas y al final, uno de los más experimentados
exploradores Cabeza de Venado, que hacía las funciones del cascabel
de la serpiente. Todos cargaban sus provisiones y sus pertrechos.
El grupo se había pintado todo el cuerpo, como la piel de un
jaguar, lo que les daba algunas ventajas y llenaba de poder.
Avanzaban en completo silencio y atentos, en espera de un ataque
sorpresivo tanto de hombres, como de animales. Una zona de
manglares y pantanos circundaba las impenetrables selvas. El agua
salobre, que estaba en estado de descomposición; entre maleza y
troncos, despedía un olor nauseabundo. Los insectos y víboras, hacían
del pesado avance, un martirio y un desafío, que a cada momento se
movía entre la vida y la muerte; pero lo más peligroso resultaba la
presencia agazapada de los lagartos y caimanes que infestaban la
zona. Entre esas aguas putrefactas y lodosas, hacían muy difícil su
detección. Si no se observaba a la perfección el terreno que se pisaba,
el animal tiraba su dentellar asesino; con fuerza inaudita jalaba a su
presa, a las partes profundas del agua. El ataque sorpresivo era tan
veloz y con tanta fuerza, que nada se podía hacer cuando un hombre
era atrapado por uno de estos feroces animales.
El manglar y los pantanos eran tan extensos y la marcha tan lenta
y cansada, que los exploradores tardaron diez días en llegar a la tierra
firme. Fueron días de grandes sufrimientos, pues la tensión y el
desgaste de la jornada, no se podía recuperar por la noche. Los
mosquitos y los insectos hacían imposible el descanso, además de que
cierta noche uno de los exploradores se despertó al sentir una
gigantesca víbora en torno a su cuerpo, que lo tenía completamente
atrapado y lo estaba asfixiando, apretaba sus anillos con tal fuerza,
que sus compañeros apenas pudieron cortar a tiempo en pedazos al
264
animal, para liberarlo, pues aún muerta la serpiente, sus anillos
apretaban por sí mismos.
Por fin llegaron los exploradores a las Selvas del Sur, los manglares
y pantanos habían quedado atrás. La vegetación era tupida, grandes
árboles impedían la entrada de la luz. Un cielo verde y amenazante los
cubría.
Jaguar Despertado se dirigía hacia el Sur. Por las noches, trepaban
a los árboles, para desde sus copas ver a las estrellas y poder
orientarse. En sus bastimentos siempre había agua y comida, pues en
aquellas selva húmeda no faltaban.
Caminaban en la espesura, cuando escucharon el ruido de agua al
correr. Se acercaron buscando el riachuelo que pasaba en medio de
una pequeña cañada. Estaban descansando al lado de unas grandes
piedras, cuando Águila Nocturna que estaba de vigía, vio que entre la
maleza algo se movía veloz en dirección a uno de los compañeros que
estaba llenando su guaje de agua en el arrollo.
Inmediatamente templo su arco y disparó una certera flecha que
detuvo la carrera de un enorme jabalí, que al sentirse herido empezó a
chillar de manera estridente. Cuando el grupo se estaba percatando de
lo que pasaba, Águila Nocturna apenas tuvo tiempo de disparar
nuevamente a otro jabalí que atacaba furioso. Los exploradores se
replegaron a lo más alto de las piedras, en donde estaba Águila
Nocturna.
El grupo fue rodeado por una numerosa manada de jabalíes. Entre
cien y ciento treinta animales de todos los tamaños, atacaban a los
exploradores. Aunque no podían trepar por las altas piedras, su odio y
ferocidad imponían a los exploradores. Jaguar Despertado dio la orden
de que no les dispararan más, pues tal parecía que la muerte de sus
compañeros y la frustración de no poder alcanzarlos, hacía que los
animales se mantuvieran en un estado de agresividad. Chillaban
estruendosamente y en una actitud desafiante, se lanzaban
encarrerados contra las piedras, sabiendo que no podrían trepar y que
podían ser muertos fácilmente.
Jaguar Despertado preparó a sus hombres a pasar la noche en lo
más alto de aquellas peñas. Durante toda la noche los feroces
265
animales no dejaron de estrellarse contra las piedras. Sus gritos de
rabia mantuvieron toda la noche a los exploradores despiertos. Al
llegar la mañana, pensaron que los animales emprenderían la marcha,
pero extrañamente seguían ahí, empeñados en acabar con los
hombres. Los jabalíes parecía que estaban dispuestos a quedarse ahí
una eternidad, hasta que bajaran los exploradores. Unos se iban y
otros regresaban, pero el caso es que permanentemente estaban
rodeados al menos por cincuenta animales. Unos se echaban entre la
vegetación, otros, los más agresivos trataban de subir entre las
piedras, desafiantes ante la presencia de los hombres. Lo que no
dejaban era de chillar y gritar, de manera tan estridente y molesta,
que los hombres empezaron a perder el control.
Llevaban cuatro días con sus noches encaramados en esas peñas y
rodeados de los obstinados animales, que parecía que estaban
dispuestos a acabar con ellos de cualquier manera. Ellos sabían que
tenían el tiempo de su parte y sabían lo que estaban haciendo. El
quinta día se desencadeno una gran tormenta por la tarde. El arrollo
se convirtió en un río que arrastraba mucha agua. Los jabalíes seguían
ahí esperando. Al entrar la noche la tormenta arreció y un milagro
propicio el desenlace. Como por mandato, empezaron a caer al
rededor de las peñas poderosos rayos, que iluminaban en la
obscuridad de la tormenta a los atemorizados y desconcertados
animales. Cada rayo era seguido del chillar despavorido de las decenas
de animales que corrieron en todas las direcciones. Jaguar Despertado
dio la orden de salir corriendo en columna, sin saber como Águila
Nocturna iba al frente guiando a los exploradores en medio de la
oscuridad.
Cuando se cumplió tres lunas desde su partida de la ciudad, la
expedición era un desastre. Además de los peligros pasados, habían
enfermado dos hombres con altas temperaturas, otro había sido
mordido por una serpiente venenosa y aunque se le había extraído el
veneno y se la había proporcionado el jugo de una planta milagrosa,
su organismo estaba muy debilitado. La moral del grupo estaba muy
baja, fundamentalmente porque ellos sabían que habían avanzado muy
266
poco y que la selva parecía que se los iba a tragar vivos de un
momento a otro.
Jaguar Despertado le consulto a solas a Águila Nocturna sobre su
desesperada situación. Hasta el momento no se había perdido ninguna
vida y las posibilidades del equipo de exploradores, día a día iba
aminorando. Águila Nocturna coincidió con Jaguar Despertado que lo
mejor era regresar. Con la firmeza del líder, Jaguar Despertado
comunicó la decisión al equipo, quien con el animo deshecho se
resignó a emprender el regreso.
Levaban tres días de fatigosa y lenta marcha, cuando el puntero
detecto a un grupo de cazadores que se aproximaba. Eran quince
hombres armados que seguían las huellas de un animal herido. Unos y
otros se percibieron. Jaguar Despertado dio la orden de no disparar y
mantenerse escondidos en la vegetación. Los cazadores rodearon
lentamente a los exploradores. Eran momentos de mucha tensión. Los
cazadores estaban preparándose para atacar a quienes habían
invadido su territorio. Águila Nocturna se dio cuenta que sería
inevitable el enfrentamiento. Todos prepararon sus armas. Los arcos
se tensaron y las lanzas y cuchillos de obsidiana se apretaron con
fuerza.
Cuando el cerco se cerró completamente y sabiendo de la ventaja
numérica, los cazadores atacaron emitiendo alaridos de muerte. Los
exploradores se defendieron hábilmente, antes de llegar al contacto
físico, las certeras flechas de los exploradores habían derribado a la
mitad de los atacantes. La lucha fue rápida y los cuatro cazadores que
sobrevivieron a la escaramuza salieron corriendo.
Jaguar Despertado reviso a sus hombres, todos estaban bien, solo
tres tenían cortadas superficiales y golpes. Entonces dio la orden de
emprender la marcha inmediatamente, sabían que pronto regresarían
los cazadores en busca de venganza.
Por la tarde Jaguar Despertado dio la orden de que los ocho
hombres del equipo se alejaran hacía el Norte sin detenerse; él y
Águila Nocturna se quedarían a esperar a los cazadores para atacarlos
y entretenerlos, dándoles tiempo de que pudieran huir con los
enfermos. Hubo un silencio y los exploradores le dijeron a Jaguar
267
Despertado que consideraban imposible huir, y que como de todos
modos iban a morir esa tarde, deseaban morir peleando juntos. La
respuesta del grupo era contundente, no era un desacato a una orden,
era la última voluntad de un equipo de compañeros, de recibir a la
muerte dignamente.
Escogieron de común acuerdo el sitio de su muerte. En torno a una
inmensa ceiba, tal vez la más grande de aquellas selvas. Ahí
empezaron a atrincherarse. Cuando se pintaban el rostro de manera
ritual, entonaban cada uno su canción de despedida. Ya se escuchaban
los caracoles que anunciaban a los cazadores, que seguían el rastro de
sus enemigos. Finalmente unos y otros, los exploradores se
despidieron y tomaron su lugar para la lucha.
Finalizaba la tarde cuando aparecieron los primeros cazadores, uno
a uno, las flechas los iban derribando. Cuando un hombre esta frente a
su muerte inminente y la recibe con dignidad y valentía. La muerte le
concede respetuosamente, en esos momentos tan sublimes, la
impecabilidad. De modo que cada flecha de los exploradores daba en
el blanco. Los cazadores que habían llegado en desorden al ver la
matanza se replegaron y a pesar de ser más de ochenta, no estarían
dispuestos a dejarse matar de esa manera. Decidieron esperar a que
entrara la noche, pues en la oscuridad las temibles flechas no tenían
eficacia y la lucha se tendría que dar cuerpo a cuerpo.
Jaguar Despertado dio la orden a sus hombres de que prepararán
las armas para luchar cuerpo a cuerpo. Empezaron a cantar una
canción con tanta pasión y fuerza, que por un momento los cazadores
se desconcertaron. Aquellos hombres se disponían a vender muy cara
su muerte, pues dejaban sentir un desapego inusual, ante su
inminente muerte. El efecto fue demoledor en los cazadores, algunos
discretamente se retiraron y otros les faltaba el ánimo para iniciar el
asalto final.
Los gritos nerviosos de los jefes de los cazadores, incitando a su
gente a pelear, contrastaban con el canto seguro y firme de los que se
disponían a encontrar la muerte con sobriedad. Finalmente después de
muchas indecisiones, los cazadores atacaron.
268
Los hombres de Jaguar de Fuego se multiplicaban en rapidez y en
fuerza. Una y otra vez los cazadores eran rechazados por los
exploradores, la mortandad de los cazadores era alarmante. Pero poco
a poco, los compañeros de Águila Nocturna fueron cayendo. Al final
estaban luchando más de diez cazadores contra Jaguar Despertado;
Águila Nocturna logro trepar por la inmensa ceiba, lo que evitó que
fuera atacado por los cazadores, que en ese momento hacían pedazos
con una saña inaudita el cuerpo de Jaguar Despertado.
Entre las ramas de la ceiba, Águila Nocturna estaba acorralado
como un jaguar. Se posesionó del único acceso al árbol y cada que
intentaba subir un cazador a matarlo, Águila Nocturna con una fuerza
y una habilidad felina, de un tajo les cortaba la vida. Los cazadores
caían unos y otros, el guerrero cobraba su vida muy caro.
Llegó un momento en que a los pies de la ceiba, estaban quince
cazadores muertos y nadie quería subir a luchar con ese extraordinario
enemigo. Los cazadores entonces decidieron prender una enorme
fogata a los pies de la ceiba, para poder cazar al guerrero con los
arcos y las flechas. Águila Nocturna al ser alumbrado, empezó recibir
cercanos flechazos. Lo que hizo que subiera a la parte media del árbol,
en donde la fronda lo resguardaba de las flechas. Nuevamente los
cazadores intentaron trepar al árbol y cuando llegaron a las ramas en
donde se escondía Águila Nocturna, entraban en combate personal,
como no podían atacar más de dos juntos, empezaron a caer
nuevamente heridos de muerte.
Águila Nocturna sentía que estaba viviendo sus últimos momentos
de su vida. No sentía temor o rabia en contra de sus adversarios. No
podía desperdiciar energía tan valiosa en esa entrega. Por el contrario,
al saber que moriría, ejecutaba cada movimiento en el combate, con la
conciencia de que podía ser el último movimiento de su vida, por eso
tenía que ser el mejor. Con una lujuriosa eficiencia, se había
convertido en un instrumento de muerte; que tenía desconcertados y
aterrorizados a los cazadores, quienes decidieron cambiar de táctica y
empezaron a talar el árbol, para que cayera en sus manos el guerrero.
Águila Nocturna comprendió de inmediato la intención de sus
adversarios. Decidió entonces, subir hasta la parte más alta de la ceiba
269
y desde ahí, contemplar por última vez al cielo, ahora oscuro y
tachonado de estrellas. Abajo se escuchaba el rítmico golpeteo de las
hachas, que marcaba el destino del guerrero.
Al estar en la copa del árbol y contemplar el firmamento, con su
inmensidad de luces de colores. Al sentir a la selva como un ser vivo;
empezó a sentir nostalgia de tener que dejar este mundo tan intenso y
tan bello. Sentía que todo su cuerpo se despedía de este maravilloso
mundo. Un canto vino a su corazón:
"No es verdad que vivimos,
no es verdad que duramos
en la tierra,
¡Yo tengo que dejar las bellas flores,
tengo que ir en busca del sitio del misterio!
Pero por breve tiempo,
hagamos nuestros los hermosos cantos.
¡Esmeraldas son: turquesas
tu greda y tus plumas,
oh dador de la vida!
Dicha y riqueza de los Guerreros
es la muerte en la guerra."
Águila Nocturna no sentía pena por su muerte inminente. Algo en
sus entrañas no aceptaba el dejar este mundo, sin haber encontrado
su propio rostro, su corazón verdadero, su hogar. El Valle del Frijól
vino desde muy lejos y se prendió al corazón del guerrero.
La muerte se tornaba en desolación, al no haber recuperado su
identidad, al no saber cuál era su verdadera historia, cuáles eran sus
orígenes. Frente a esta verdad, su presente se descontextualizaba, se
dislocaba hasta su propia muerte. Pensó Águila Nocturna, si no se
quién soy, ¿quien muere en verdad?
Una descarga de coraje y de indignación salió de las entrañas del
guerrero. En ese instante había decidido que no podía morir sin haber
recuperado su memoria. El inmenso árbol empezó a crujir y los gritos
de entusiasmo de sus perseguidores no lo perturbaron. El árbol
270
empezaba a inclinarse produciendo un estruendo. Águila Nocturna alzó
la vista al firmamento y vio, en ese instante, como una estrella fugaz
caía luminosa rayando a la bóveda celeste. En el momento en que la
estrella venía cayendo, Águila Nocturna estiro sus brazos hacia la
inmensidad del firmamento. El árbol iniciaba su estruendosa caída y el
guerrero en la oscuridad de la noche, milagrosamente se convertía en
una inmensa águila, que habría sus alas para remontar lentamente el
vuelo en pos de lo inconmensurable.
En su vuelo majestuoso dejaba atrás a la selva y regresaba hacia
el Sur, bordeando la costa Poniente en un vuelo nocturno.
271
DAANY BEÉDXE
CUARTA PARTE
43
El majestuoso estruendo de las olas que golpeaban las piedras del
acantilado despertó a Águila Nocturna. Se encontraba en una saliente
de unas rocas, abajo el inmenso mar azul.
El guerrero despertaba de un profundo sueño. Como una fantasía
lejana y vaga, quedaba el recuerdo de Jaguar de Fuego y sus
compañeros de expedición en la selva del Sur. Águila Nocturna había
amanecido en la parte más alta de un acantilado. Un cuasi recuerdo de
un vuelo nocturno por toda la costa, se desmoronaba rápidamente en
su mente. Sentimientos encontrados y confusos lo envolvían en una
bruma pesada, que no le permitían pensar con claridad. Solamente su
cuerpo vibraba con la necesidad estremecida de encontrar su hogar.
Un sentimiento profundo recorría a todo su ser. La urgencia
imperiosa de encontrar su identidad, de conocer sus orígenes, de
reconocer su propio rostro y su corazón verdadero. Lo arrastraba
indefenso, a la más profunda crisis.
No estaba dispuesto a morir ni a vivir; sin antes haber encontrado
la verdad. El conocer su historia personal, además de permitirle
entender en dónde estaba y qué hacía, era el más elemental derecho
de cualquier ser humano. Sin el conocimiento de su pasado, su
presente no tenía ningún sentido. Sin el conocimiento de su pasado,
no tenía futuro. Sin la recuperación de su memoria, nunca encontraría
la plenitud.
272
Águila Nocturna decidió emprender el camino por la costa en
dirección Poniente. Ese cuasi recuerdo de volar hacía el Noroeste por
la costa, lo llevo a no pensarlo y como por instinto, se dejo llevar por
un lejano sentimiento.
Caminó por horas por aquel acantilado. Abajo, las incansables olas
se estrellaban una y otra vez en las formidables piedras. La espuma
blanca se alzaba de un lugar a otro, encima de las crestas de las olas,
para finalmente estrellarse y saltar en millones de gotas,
humedeciendo la brisa. Los cangrejos cargando sus gigantescas
tenazas, caminaban rápidamente a intervalos, como midiendo el
momento para aferrarse a la roca, cuando llegaba la envestida del
agua.
Cuando el Señor de los Dardos de Fuego empezaba a acercarse al
inmenso mar, allá en el fondo del horizonte; la tarde se incendió en
naranjas y rojos. Algunas nubes en la parte más alta del cielo se
tiñeron de colores. Las pequeñas olas que se movían en la lejanía,
reflejaban la luz del sol, parecía que tenían vida propia. El mar se
preparaba para recibir al Águila Incandescente y se vestía de dorado
para honrar su llegada. Pelícanos en formación, pasaban volando a ras
del agua. Pequeños peces saltaban por todas partes. La tibieza de la
tarde se acentuó.
Águila Nocturna caminaba sin ningún pensamiento en la mente.
Caminaba sintiendo todo cuanto le rodeaba. Caminaba por instinto por
la costa, hacía el lugar donde se metía el Sol. No había probado
alimento, ni bebido agua en todo el día. El sol estaba a punto de
meterse bajo el mar. Por breves minutos la luz del sol se torno roja y
se reflejaba vibrante en todo lo que iluminaba.
Llegó al final del acantilado y empezó a bajar por una ladera
arenosa hasta la playa. Sus pies desnudos tocaron la arena húmeda y
refresco su cuerpo en el mar. El sol inmenso, empezó a naufragar en
el horizonte. El cielo se lleno de colores y por breves momentos, todos
los objetos tomaron la luz tenue de sol como propia y empezaron a
brillar por sí mismos. La primera estrella de la noche apareció y el mar
despidió el día con potentes tumbos, que azotaba en las indefensas
playas.
273
Águila Nocturna caminaba a la orilla del mar. La playa era barrida
por el agua de las olas, que después de estrellarse corrían hacía arriba,
alisando a la arena. Diminutos cangrejos aparecían de la arena,
dejando sus huellas pequeñas y nerviosas, después de que la resaca
se regresaba ruidosa y juguetona a juntarse con el océano. El mar y la
arena zumbaban, como una gigantesca caracola. El aire olía a sal. La
brisa volaba los cabellos de Águila Nocturna.
La noche entró poco a poco, venía de atrás de las montañas. El
fósforo marino iluminaba la playa. Águila Nocturna seguía caminando,
cuando en la lejanía vio una pequeña fogata a la orilla de la playa.
Siguió caminando hacía la luz, sin ningún pensamiento, se dejo atraer
a la luz como un insecto nocturno. Sentía como los dedos de sus pies,
se hundían en la arena húmeda. El placer oculto de dejar sus huellas
en la playa, era negado constantemente por las envidiosas olas.
Cuando llegó a la fogata que estaba iluminando la playa, la noche
ya se había apropiado de la costa. Las estrellas adornaban el
firmamento y la fuerza del mar había cedido. Frente a la fogata estaba
un anciano preparando unos pescados en las brasas. Con unas ramas
verdes, los pescados estaban atravesados y puestos a una distancia
prudente del fuego.
El guerrero se sentó al lado del anciano sin decir palabra alguna.
Después de un rato el hombre de cabellos blancos le pasó un guaje
con agua fresca. Águila Nocturna a pesar de la sed, bebió muy poco y
regreso el guaje con una expresión de agradecimiento.
La fogata levantaba columnas de fuego. Daba la impresión que las
llamas bailaban enigmáticas. La mirada del guerrero estaba totalmente
concentrada en sus movimientos. Parecía que se podía introducir a un
mundo de misterio y peligro, en donde era ajeno el pensamiento. El
cuerpo del guerrero estaba tranquilo. El anciano desconocido le
inspiraba confianza y mucha paz.
Cuando los pescados estuvieron listos, fueron comidos lentamente
por los dos hombres sin mediar palabra alguna. Todo estaba dicho o
más bien, no había nada que decir. Después de comer Águila Nocturna
se estiró como un animal y se acostó al lado de la fogata para quedar
dormido.
274
Esa noche su sueño fue intranquilo. Pasaron por su mente
cantidades enormes de recuerdos, como parvadas de patos sobre las
lagunas. Los recuerdos volaban en formación y siempre iba un
recuerdo de líder a la cabeza, atrás de él, en su justo lugar venían
todos los demás. Pero cuando los recuerdos llegaban hasta un
asombroso salto, desde un acantilado de una alta montaña, aparecía
un inmenso bloque de niebla espesa, que impedía ver o pensar.
Después de la última parvada de recuerdos, solo las nubes cruzaban
por su mente. Como esas noches de tormenta, en que las vertiginosas
nubes entrar del mar a tierra firme, antes de que se desencadene la
tormenta, así se tiñen su sueño en bancos espesos de nubes.
Águila Nocturna empezó a penetrar en la bruma, deseaba llegar
hasta el final y la bruma parecía cada vez más impenetrable e infinita.
Sintió miedo y regresó en el sueño, a través de la bruma. Luchaba por
salir del vacío y la desolación que produce la nada.
Deseaba llegar a la seguridad y la luz de sus recuerdos. De pronto, la
niebla empezó a adelgazarse y poco a poco aparecieron pequeños
espacios de lucidez y claridad, pero de pronto sintió como si su cuerpo
cayera libremente de un acantilado. Un grito estremecedor rebotaba
en las paredes verticales de la montaña. Era su voz pero al mismo
tiempo él no sentía que estuviera gritando.
Su cuerpo vibraba, al golpe del aire por la velocidad de la caída. Su
cabeza iba por delante y llevaba los brazos extendidos. A pesar de ser
de noche, sus ojos percibían la energía que todos los cuerpos
despedían, permitiéndole ver a través una extraña y opaca
luminosidad. Un zumbido que subió de frecuencia hizo que estallara su
cuerpo en millones de partículas luminosas y cada una de ellas, era
habitada al mismo tiempo por él. Una poderosa descarga eléctrica,
precedió a un trueno. De pronto, sintió dispersa a su consciencia, en
millones de consciencias y al mismo tiempo percibió con nitidez, el
nacimiento de su angustia. La necesidad de recuperar todas y cada
una de las consciencias dispersas, para reconstituir plena y totalmente
su identidad. Esa era la verdeara búsqueda.
Cuando Águila Nocturna despertó, se encontraba solo. El anciano
de larga cabellera blanca se había marchado, dejándole un guaje de
275
agua y otro de maíz tostado. Lo buscó en el entorno y lo único que
encontró, fueron sus huellas en la arena que se dirigían hacía el
Poniente y se perdían en la playa rumbo al mar.
El guerrero caminó a lo largo de siete lunas por la costa. Durante el
día caminaba sin pensamientos. Ponía su mente en blanco y abría su
visión, sin enfocar ningún objeto en especial. Solo sentía con todo el
cuerpo. A lo largo de los días, empezó a sentir como le hablaba el mar,
el sol, la vegetación. Escuchó sin sonidos y sin palabras, el dialogo de
la vida.
De vez en cuando al llegar la tarde, Águila Nocturna veía en la
lejanía la fogata encendida y cuando llegaba a ella, siempre había
pescado y guajes con agua y maíz. Y a lo largo de aquellas noches,
llegaba a su sueño el anciano de cabellos blancos y sin hablar lo
acompañaba, inspirándole una inmensa sensación de tranquilidad y
paz espiritual.
A través de la caminata, con las alas de la percepción totalmente
extendidas, barriendo de la tierra al cielo; el guerrero empezó a
recuperar una energía, que un día estuvo en su interior. Por las largas
y agotadoras caminatas sin pensar, Águila Nocturna no sola había
logrado templar su espíritu, sino extrañamente su cuerpo se fortaleció
de manera asombrosa. Parecía que al no desperdiciar energía con los
pensamientos y al captar la energía del entorno, gracias a mantener
las alas de la percepción abiertas en la caminata, el guerrero estaba
recuperando su vitalidad.
Fueron muchos días de dialogo con el mar, quien le contó muchas
historias de poder, increíbles descripciones de lo que fue el mundo
antes de los cuatro soles anteriores. El mar también le enseñó a cantar
canciones mágicas, que convocan a las fuerzas que comparten con los
humanos este mundo.
El Mar le enseño, que casi todos los grandes conglomerados de
energía tienen conciencia propia, que no es precisamente vida como la
entienden los humanos. Simplemente tienen conciencia de ser; y esta
conciencia tiene millones de años de existencia. Las montañas, los
bosques, las selvas, los ríos y lagos; las grandes piedras, los grandes
árboles y desde luego todas las estrellas. La consciencia de ser de un
276
humano, frente ha estos antiquísimos e inconmensurables
conglomerados de energía, resulta insignificante y fugaz. La
consciencia de un ser humano común, es influida por estas grandes
fuerzas, aunque él no se de cuenta por su limitada percepción y por
que la mente ocupa casi toda la energía disponible, para "crear" el
mundo que se ajusta siempre a sí mismo.
Pero un ser humano que desarrolle su sensibilidad y domine a su
mente, puede llegar a comunicarse o por lo menos a convocar la
atención y en su caso la ayuda de estas grandes consciencias, que a
fin de cuentas, son energía pura y que comparte el mismo espacio y el
mismo tiempo.
A lo largo de los días el mar compartió con el guerrero, desde la
salida del inframundo, de la noche y la materia, al Señor de los Dardos
de Fuego, que era acompañado por aquellos guerreros impecables que
habían muerto intentando ser lo mejor de sí mismos y florecer su
corazón en la Batalla Florida; hasta el cenit donde era recibido por las
guerreras, quien lo acompañaban custodiando su camino, para
nuevamente ir a luchar contra la oscuridad y la inercia que degrada y
destruye a la materia.
Por las noches era acompañado en sus sueños por el anciano de
cabellos largos, quien lo llevaba por extraños mundos e increíbles
lugares. Águila Nocturna cada noche que soñaba con este misterioso
hombre, despertaba con el corazón sereno y con una profunda alegría,
que le daba equilibrio y bienestar todo el día.
Pero un día que caminaba por la selva que bordea el mar, al morir
la tarde, vio en una pequeña playa, una luz que iluminaba más que
una fogata. Salió del monte y caminó por la playa hacia ella
La noche había entrado, extrañamente el sol se retiró rápida y
sigilosamente. La luz era de un azul blanquecino, que impedía verla
fijamente. Con descargas intermitentes, parecía que buscaba algo.
Pequeñas y potentes emisiones de luz azul, entraban en la selva o bajo
el agua.
Águila Nocturna sintió la necesidad de acercarse y ser iluminado
por ella. Salió de la selva y caminó por la playa. En cuanto se fue
acercando, la luz se empezó a mover con mayor rapidez, emitiendo un
277
sonido bajo y grave, que cambiaba de tono de manera rítmica, muy
parecido al que hacen las chicharras antes de caer el agua.
El guerrero sentía como toda su energía entraba en una gran
conmoción. Algo estaba pasando adentro de él. De súbito empezó a
vibrar levemente todo su cuerpo y escuchó un sonido que salía del
interior de todo su ser. Un zumbido que tenía reminiscencias del mar,
del viento y del fuego, intermitentemente, como un ronroneo que
buscaba fundirse con el sonido que emitía la fuente de luz. Águila
Nocturna cerro los ojos y se sintió todo el mar, todo el viento y todo el
fuego del universo, que revueltos circulaban a una velocidad increíble
por todo su cuerpo en busca de una salida. Sintió la necesidad de
explotar, pero el zumbido que producía su cuerpo, lo aprisionaba en
una frecuencia muy alta, pues se había logrado afinar con el que
emitía la luz, produciendo un extraño sonido, que jamás había
escuchado. El sonido tenía vida propia, era energía sonora que poseía
consciencia de ser.
La luz comenzó entonces a crecer en intensidad. Había dejado de
moverse nerviosa y se concentraba en el cuerpo del guerrero, el cual
tomó un color casi violeta. Ya no era intermitente y por el contrario iba
creciendo en intensidad, a la par del sonido que emitían la luz y el
cuerpo de Águila Nocturna.
Con los ojos cerrados y con la mente en blanco, Águila Nocturna se
abandonaba a la sola e intensa percepción. No había tiempo o espacio,
solo energía que fluía y buscaba integrarse a la inconmensurable
energía externa. De pronto, como la fugaz visión que produce un
relámpago, Águila Nocturna alcanzó a percibir que la luz tenía forma
de cruz.
Después de esa imagen fugaz, algo en la base del cráneo del
guerrero trono y la obscuridad cayó de golpe. La oscuridad más negra
invadía todo su cuerpo, pero no había pensamientos o sentimientos,
solo obscuridad y silencio absoluto.
El sonido de las olas mansas que llegaban a lamer la playa, lo
trajeron con dificultad, de un remoto lugar. Escuchaba primero muy
lejana y después cada vez más cerca el agua sonora que jugaba con la
278
arena. No podía abrir sus ojos. Sentía a su cuerpo como un madero,
duro y poroso, hinchado por la humedad marina. No podía mover su
cuerpo, lo sentía estacado en la arena de la playa.
Habían pasado días enteros y Águila Nocturna se había quedado
inmóvil, parado en el mismo lugar en que había encontrado la intensa
luz.
Pasó el tiempo, sintió como el sol empezaba a declinar. Sus oídos
escuchaban todos los sonidos del mundo, y uno a uno, los iba
recuperando en la memoria. Empezó poco a poco a restaurar la
sensibilidad de su cuerpo, iba ganando espacios que reconocía
inmediatamente, hasta que sintió la plenitud de todo su cuerpo en
conjunto y entonces sintió la necesidad de abrir los párpados.
Lentamente empezó a entrar la luz por las ventanas de sus ojos,
algo más que la luminosidad entraba a todo su cuerpo y lo inundaba
de confianza y tranquilidad.
Cuando tuvo la percepción total de su entorno, vio que estaba
parado frente a una inmensa cruz, hecha con dos inmensos maderos.
Al ver la cruz, tuvo un recuerdo o un presentimiento, que le decía, que
él ya había estado ahí y que su hogar, El Valle del Frijól, estaba del
otro lado de las montañas, tierra adentro.
Con plenitud y vitalidad, inmediatamente se encaminó por las
escarpadas montañas. Una alegría interna, un regocijo sereno lo
impulsaba. A cada tramo del camino, venían recuerdos no entendidos,
imágenes inexplicables, que aunque él no comprendía, sabía que
tenían que ver con su pasado. La emoción vibró en su garganta,
cuando desde lo más alto de la cordillera, vio los hermosos valles que
llegaban hasta los pies de la serranía. Un inmenso cielo azul, limpio y
transparente, cubría las tierras ocres. A lo lejos se veía otra cadena de
montañas, en la horizonte se dibujaba su perfil en tonos de un azul
muy intenso. El guerrero emocionado apresuró el paso.
En pocos lugares en el mundo, la tierra y el cielo se tocan tan
intensa y cristalinamente como en estos valles. Acechados de
montañas agrestes y desiertas; los valles condensan la energía
humana y la exaltan a la atmósfera, uniendo al ser humano, con lo
divino y lo sagrado.
279
Cada montaña es una masa energética, una consciencia
diferenciada de la otra. Las poderosas y desafiantes montañas y el alto
cielo azul, transparente y luminoso; representan un multiplicador
milenario de la fuerza espiritual que comunica al cielo con la tierra, al
hombre con lo inconmensurable y lo maravilloso.
Águila Nocturna caminaba lleno de emoción. Los valles generosos,
lo recibían con sus flores y aromas. Algo en sus adentros le decía que
estaba pisando la tierra que lo vio nacer. Por la noche, llegó a una
pequeña comunidad de campesinos. Fue invitado a cenar con una
familia que le dio albergue.
Águila Nocturna había cambiado mucho físicamente. Fueron años
intensos los que habían vivido en La Tierra de la Serpiente
Emplumada. Años de trabajo físico, de sufrimiento, de intensa vida
profana, rodeado de personas comunes e inmersas en actos comunes.
El semblante fresco y tierno de aquel joven que un día salió del
Valle del Frijól, estaba ahora convertido en el rostro de un hombre
maduro. Con la piel quemada y las manos callosas. Sus cabellos tenían
ahora un color rojizo, debido a los años que vivió como pescador al
lado del mar. Su cuerpo había embarnecidos, sin perder la elasticidad y
el vigor. Pero lo más cambiado era su rostro y en especial, su profunda
mirada.
La templanza y la sobriedad eran rasgos que dominaban su
semblante, ahora tranquilo y sereno. Su mirada transmitía paz y
confianza. Un rostro impasible, que parecía haberlo visto todo en la
vida; pero sobre todo, una mirada firme y reposada, llena de humildad
y sabiduría.
La presencia de Águila Nocturna emanaba respeto y admiración.
Los campesinos sin preguntar sabían, que aquél caminante era un
hombre muy especial, por lo que inmediatamente, como es una
costumbre milenaria de los hombres del campo, le brindaron su
humilde hospitalidad.
Águila Nocturna se sentó en una piedra al rededor del fuego, en
donde tres mujeres echaban las tortillas al comal de barro rojo, que
estaba asentado sobre tres piedras grandes. En torno a el comal
estaban tres hombres y dos jóvenes, más allá, distantes y respetuosos,
280
cinco niños de diferentes edades, que atentos escuchaban la platica de
los adultos y esperaban pacientes su turno, para recibir su tortilla;
todos bebían atole en unos recipientes de barro. En un molcajete
estaba una olorosa salsa. Para los campesinos el momento de la cena
es muy especial. Es el espacio más familiar, en donde la oscuridad del
entorno y el fuego de la cocina, son los cómplices de todas las historias
que relatan la forma de vivir, pensar y sentir, de aquellos que viven
haciendo temblar a la tierra. Porque el campesino es un amoroso
artista que a través de su trabajo hace que la tierra tiemble.
El guerrero muy respetuoso escuchaba la plática a intervalos
silenciosos de los hombres, pocas veces interrumpido por alguna mujer
y en la total expectación de los menores. Sin pensarlo de pronto
escucho la voz del anciano de cabellos blancos, que le dijo adentro de
su cabeza:
-Escuchar a la gente del campo conversar, es escuchar la misma
voz de la tierra. Los campesinos son la voz más tangible de la tierra.
Nuestra Madre Querida guarda en ellos todos sus secretos, sus
intimidades, su sabiduría, sus necesidades. Nuestra Madre Querida
hace a sus hijos a su semejanza, ya sea fértil o estéril, húmeda o
reseca, suave y prieta o dura, pálida y pedregosa. Sus hijos, de la
misma manera resultan ser cálidos, tersos, cultivables donde todo
germina y fructifica, o son rejegos, ásperos, duros, hechos de tepetate,
impenetrables. Escuchar a los campesinos platicar es poner un oído en
la tierra.
Águila Nocturna sintió entonces la presencia del anciano en aquella
cocina y entendió que lo acompañaría hasta el final de la travesía. Los
campesinos tendieron sus petates y se dispusieron a descansar
después de cenar.
A la mañana siguiente Águila Nocturna emprendió la marcha.
Después de despedirse de la familia, la mujer más grande le entregó
un red, con alimentos y un guaje de agua para el camino.
Cinco días se llevó el Guerrero en cruzar los valles hasta llegar al
Valle del Frijól, que estaba en la parte Oriente, muy cerca de los pies
de la otra serranía.
281
En la medida en que se acercaba a su hogar, la tierra estaba
laboriosamente trabajada. Era claro que estaba llegando a una ciudad,
pues se veían caminos y pequeños núcleos de casas en torno a los
sembradíos. Grandes extensiones de canales, en donde viajaba el agua
que surtía a todo el valle. Esta agua venía de las grandes montañas
que estaban en la parte Oriente.
Al bajar unas lomas vio en la lejanía La Ciudad del Valle del Frijól.
Sobresalía una enorme pirámide, que estaba en una plaza muy amplia,
que tenía escaleras hacia la parte Poniente.
Águila Nocturna caminaba con el corazón en las manos. Esa tierra
le hablaba a su espíritu y su cuerpo reconocía. La mente del guerrero
era la que estaba confundida, pues deseaba racionalizar los
sentimientos.
Al entrar al núcleo central de la ciudad, Águila Nocturna se dirigió a
La Casa de Todos, lugar en el que atendían las autoridades a los
ciudadanos. Después de esperar su turno fue atendido por El Que
Habla, quien se sintió muy conmovido por la historia de Águila
Nocturna, pero le dijo que él no recordaba a una persona llamada
Águila Nocturna y no conocía a su familia. Fue entonces enviado con
uno de los administradores de las tierras, pues tal vez él tendría alguna
información. El administrador tampoco lo conocía o recordaba, por lo
que lo envió con el responsable del Trabajo de en Medio, ya que él
conocía a todas las familias, que tenían la obligación de cooperar con
el trabajo voluntario, para las obras y mejoras de la comunidad. Nadie
lo conocía o recordaba.
Águila Nocturna había entrado en una confusión interior. Su
cuerpo casi hablaba, pues reconocía plenamente aquel lugar, su mente
estaba ofuscada y atrapada entre la incredulidad, la emoción y la
frustración; y sus sentimientos en momentos estaban exaltados por la
posibilidad de que alguna persona le diera información de él y su
familia, y cuando le decían que no lo conocían, la tristeza y el dolor se
apoderaban de su corazón.
Águila Nocturna fue conducido con los administradores de los
cuatro barrios, nadie lo conocía. Habló con los sacerdotes de los
templos de la ciudad y no obtuvo respuesta. Finalmente regreso con El
282
Que Habla y él le dijo que hablara con las autoridades de Hilera de
Casas, que tal vez ellos supieran algo de su pasado.
Cuando llegó al recinto donde un día estudió, su cuerpo vibraba de
la emoción. Esas viejas paredes lo reconocieron de inmediato como
uno de sus mejores frutos, no así, los maestros e instructores, pues
había pasado tanto tiempo desde su partida, que los más viejos habían
muerto y los demás no lo conocían.
Águila Nocturna fue invitado a permanecer en el recinto. El
Venerable Maestro de La Casa de la Medida le dijo que necesitaba
detener el mundo, deshacer su tumulto y reagruparse
emocionalmente. Le dijo que había perdido el equilibrio, por lo cuál
necesitaba recluirse, que tal vez aislándose podría llegar a él la
claridad. -"Debes serenar tu corazón"-, le dijo el Venerable Maestro.
Durante una luna, Águila Nocturna estuvo recluido en una pequeña
habitación. Había entablado una lucha interna que lo desgarraba. Todo
era para él, confusión y dolor. La larga búsqueda de su hogar lo había
llevado a un lugar en el que no lo conocían. Era un hombre sin rostro y
su corazón estaba desgarrado y confundido, en un mar tormentoso de
semirecuerdos y sentimientos encontrados. En su pecho sólo había la
más profunda y desolada tristeza.
Sin el conocimiento de su historia, sin la fuerza interior que da la
identidad, no era más que una hoja al viento. Un extraño ignorante de
su propia vida, un extranjero en su destino. La vida de esta manera no
tenía sentido. Vivir en la oquedad de vivir por vivir, de hacer por hacer,
con la carencia de una dirección, de un propósito, de una fuerza
interior.
La desolación creció de manera espaciosa, cayó sin tregua la
angustia de no saber quien era él, en la vida. La tristeza se fue
expandiendo rápidamente, primero por todo su cuerpo, después se
introdujo en su corazón desgarrado y empezó a trepar por todos los
sentimientos. Águila Nocturna no quiso comer y se dejo morir de pena.
Una noche que estaba tirado en su petate esperando la muerte,
empezó a escuchar un zumbido parecido al de un abejorro. Después
283
vio en la oscuridad total de la pequeña habitación, un puntito de luz.
Pensó que era producto de la debilidad. El punto empezó a crecer. La
luz que proyectaba era blanca con un ligero tono azul. La luz creció del
tamaño de un aguacate y después se convirtió en una cruz, para
finalmente transformarse en el anciano de cabellos blancos, que lo
acompañó durante el viaje de regreso.
El anciano le sonreía al guerrero.
Águila Nocturna no tenía fuerzas ni para hablar. Se quedo viendo al
anciano con una profunda mirada y de sus ojos rodaron lágrimas.
El anciano sin hablar le dijo que Águila Nocturna era un guerrero y
que los guerreros no se dejan morir así. Que un guerrero lucha hasta
el final, dejando fluir su espíritu, sin interesarle la victoria o la derrota,
sino el ejercicio de su impecabilidad. El guerrero esta entrenado para
la guerra y para ello ha fortalecido su cuerpo, templado su voluntad y
afinado a su espíritu. Un guerrero no se deja morir como un perro
viejo. Un guerrero pelea hasta el último momento. Un guerrero no se
entrega nunca a nada y menos a la muerte.
Águila Nocturna sentía que su cuerpo elevaba la temperatura. Una
poderosa corriente de energía lo recorría. El anciano le ordeno que se
incorporara y lo siguiera, dando la media vuelta y saliendo de la
habitación. El guerrero sintió que el cuerpo no le respondía y de
pronto, ya estaba incorporado, pero al voltear vio que su cuerpo
estaba tirado en el petate durmiendo. Fue atrás del hombre de
cabellos blancos. No caminaba solo se deslizaba a impulso de su
voluntad. Pasó entre los edificios de La Casa de la Medida y llegó a un
conjunto de pirámides.
Entró a un patio que estaba rodeado de cuatro pirámides altas y
empinadas. En el centro de la plaza, estaba una piedra rectangular en
dirección Norte-Sur. El anciano le ordenó que se recostara sobre la
piedra con la cabeza al Sur. Aquí te recargaras de energía y perderás
toda la compasión que tienes por ti.
Después lo invitó a que lo siguiera, el anciano se dirigía al Oriente.
Al terminar las construcciones estaba una inmensa piedra verde, que
asombrosamente se convertía de súbito hacia el Sur, en un pequeño
acantilado.
284
El Guerrero se sentía muy bien en ese lugar. El anciano le informó,
que estaban sobre una de las rocas más grandes del mundo, que lo
que se veía, no era más que apenas una mínima parte de lo que
estaba enterrada y que llegaba hasta el corazón de nuestra Madre
Querida.
-Esta roca es tan antigua, que cuando La Serpiente Emplumada hizo
sacrificio, al bañar de su sangre a los huesos de los seres humanos,
que habían vivido en el cuarto sol y para que de ellos naciera la quinta
humanidad. La Serpiente Emplumada vino a este lugar y en uno de
estas oquedades en la piedra, puso los huesos y los roció con su
propia sangre, dándoles vida y movimiento. Como recuerdo de este
hecho, en la piedra quedó grabada la huella de La Serpiente
Emplumada, como lo puedes ver.
Esta piedra es el lugar de los pedimentos, cuando puedas regresar
aquí, ponle una luz y hazle un pedimento. Esta enorme piedra seguro
que te escuchará y te ayudará. Recuerda, que eres un guerrero.
Cumple con tu destino.
44
Cuando Águila Nocturna abrió los ojos era medio día,
inmediatamente pidió de comer, había luz en sus ojos.
Después de quince días, el guerrero casi estaba recuperado y una
tarde se dirigió a aquella formidable peña. Llevaba en su morral, copal,
cacao, carbón, Frijoles, maíz y unos pedazos de ocote, para hacer una
luz.
La tarde estaba fresca, aunque acababa de llover, estaba el cielo
limpio y despejado. Un pesado banco de nubes descansaba en la
cordillera que estaba al oriente del valle. Un olor a tierra mojada se
mezclaba con los aromas de las flores y las yerbas del campo. La tierra
había sido removida para la siembra y su color era oscuro.
Águila Nocturna se acostó en lo más alto de la piedra y la estuvo
acariciando. Le hablaba muy tenuemente y se frotaba en ella. Le pedía
que le diera consejo para resolver su problema. El guerrero se quedo
dormido.
285
Apareció entonces un guerrero que llevaba puesto un espléndido
penacho de plumas, extendidas como un sol. Sobre la frente tenía la
cabeza de una serpiente disecada. Una banda de piel de serpiente de
cascabel pasaba por su frente y se ajustaba en su cabeza. Por las
sienes, bajaban las colas de dos serpientes, con sus cascabeles que le
llegaban a los hombros.
En la cara llevaba una nariguera de oro y su rostro estaba pintado
con los colores rojo y negro. Llevaba una capa y un ceñidor blanco de
algodón. Águila Nocturna se incorporó de inmediato y el guerrero le
dijo que él era el guardián de la piedra.
El sol se estaba ocultando detrás de las montañas del Pueblo de las
Nubes y en las montañas del Oriente se había desencadenado un
fuerte aguacero. Se veía a lo lejos a las pesadas nubes grises,
descargar sobre parte del valle y en las laderas de las montañas.
Soplaba un viento fresco del Norte.
El guerrero le habló de esta manera a Águila Nocturna:
-El sacrificio es la esencia de la vida. El ser humano ha venido a
sacrificarse a esta tierra. Tú bien sabes que solo estamos de paso aquí.
Nosotros nos dirigimos a nuestra verdadera casa.
Los Guerreros por más conocimientos que posean, siguen siendo
seres humanos, atrapados en el mundo cotidiano. Existen dos clases
de sacrificio en la vida. El primero es el del hombre común, el que
genera la propia existencia en el mundo cotidiano. El segundo es el
que selecciona el guerrero, que esta dirigido a purificar su espíritu,
templar su corazón y fortalecer su cuerpo. Los dos sacrificios traen
consigo sufrimiento y dolor. La diferencia es que el primero es estéril y
el segundo es generador de corazones florecidos y espíritus libres.
Mientras uno nace en la mezquindad y es producto de la torpeza; el
segundo es el camino luminoso del guerrero, su temple, su batalla
florida, su intima predilección.
Existen dos formas de encarar la vida, la que busca el placer
huyendo del dolor; y la que asume el sacrificio como una decisión
personal y selecciona su personal campo de batalla.
286
Los seres humanos hemos venido a sufrir a la tierra. La diferencia
es que un sufrimiento debilita y destruye; y el otro fortalece y prepara
al guerrero para emprender el vuelo de la libertad.
Tú eres un guerrero, que haz nacido en esta tierra y haz cumplido
como pocos con su destino. Una etapa de tu camino fue formarte y
partir, para regresar con una enseñanza que los años de estudio en
centros de conocimiento, no te la pudo dar. Me refiero al mundo
profano, a la vida diaria, al mundo cotidiano. Al mundo de los hombres
y sus pasiones. Como tu sabes, el equilibrio es el resultado de
balancear lo espiritual con lo material y lo racional con lo irracional, el
par de opuestos complementarios en que esta conformado el mundo
profano.
Haz sido un guerrero inmaculado y te perdiste en las profundidades
del mundo cotidiano y estuviste a punto de no regresar, pero
milagrosamente aquí estas. El Espíritu del guerrero te forjó y
trascendió.
En esta prueba de conocimiento haz invertido muchos años de tu
vida; tantos que nadie te recuerda ahora que regresaste, porque
además te lograste borrar impecablemente de la faz de la tierra y eso
solo lo logran los inmaculados guerreros. Ya nunca volverás a ser
Águila Nocturna, quizás nuca lo fuiste, acaso desde el principio fuiste
un espíritu encarnado en el vuelo solitario de una águila nocturna, que
muy pocos mortales vieron pasar en la oscuridad de la noche.
A pesar de todo tu sacrificio, todavía no llegas a recuperarte
totalmente. Sigues en el camino, viajero del espíritu, todavía no has
llegado. Tú haz descubierto, en el mundo cotidiano, con el dolor en
carne viva, una de las normas de los aspirantes a la libertad total. Que
los guerreros no tienen ni nombre, ni tierra, ni familia, ni apego a las
personas, sentimientos, ideas y mucho menos a los objetos. El
guerrero es invulnerable porque no tiene nada que defender. Es
poderoso porque no desea nada. El guerrero es invisible y
transparente, porque no tiene importancia personal que imponer y
cargar. El guerrero es impecable porque no gasta su preciada energía
en actos y sentimientos estériles y fallidos. Usa al mundo como un
287
campo de batalla de su Guerra Florida y al mismo tiempo evita al
máximo tocar y lastimar ese mismo mundo.
Después de muchos años, regresas y estas aquí, y todavía no haz
llegado. Te falta alcanzar la última renunciación. Te falta llegar al final
del camino, para que encuentres tu rostro propio y tu corazón
verdadero. Cuando sepas de dónde vienes, sabrás quién eres y a
dónde quieres ir en la vida. Serás el verdadero dueño de tu destino.
Finalmente te dejaré un regalo que te manda la piedra de los
pedimentos, a través de mi persona; escucha bien Águila Nocturna.
"-El ave para nacer, necesita romper el cascaron.”
Águila Nocturna despertó cuando la luna estaba en lo más alto del
cielo. El frío de la noche había enfriado su cuerpo. Desde la roca, veía
a su pueblo natal dormir. La luna estaba radiante y la atmósfera
completamente limpia y transparente. El viento del Norte volaba los
cabellos del Guerrero.
Esa noche Águila Nocturna lloró todas las lágrimas que le quedaban
para el resto de su vida. Contemplaba a su pueblo como una imagen
fantasmal. Esa noche, Águila Nocturna iba a sacar de su corazón,
todos los afectos y pasiones que sentía por ese añorado y al mismo
tiempo desconocido pueblo. Esa noche, abajo de esa luna brillante,
como un sol nocturno, Águila Nocturna renunciaba a su pueblo, a su
nombre, a su pasado. Había decidido desprenderse de todos los
sentimientos, de todas las ideas y deseaba fundirse con el todo; con la
noche, la luna y el viento. El sabía que nunca jamás derramaría una
sola lágrima, por nada de este maravilloso y aterrador mundo profano.
Después de aquella noche, su espíritu quedaría libre de ataduras
terrenales.
Cuando la claridad empezó a asomar cautelosamente por el
Oriente, detrás de las montañas, Águila Nocturna se dirigió al recinto
de La Casa de la Medida, convertido en un viento de la noche, que
repetía un verso como estribillo.
"¡Sólo te busco a ti, padre nuestro dador de la vida:
sufriendo estoy: seas tú nuestro amigo,
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hablemos uno a otro tus hermosas palabras,
digamos por qué estoy triste:
busco el deleite de tus flores,
la alegría de tus cantos, tu riqueza!
Dicen que en buen lugar, dentro del cielo,
hay vida general, hay alegría:
erguidos están los tambores:
es perpetuo el canto con el que se disipa
nuestro llanto y nuestra tristeza:
¡es donde ellos viven, es su casa:
ojalá lo supieras así, oh guerreros!"
"¿Se irá tan solo mi corazón
como las flores que fueron pereciendo?
¿Nada mi nombre será algún día?
¿Nada mi fama será en la tierra?
¡al menos flores, al menos cantos!
¿Como lo hará mi corazón?
¡Ay, en vano pasamos por la tierra!".
45
Águila Nocturna habló con el Respetable Maestro de Hilera de
Casas, acerca de su decisión. Se le trató de convencer al guerrero,
pero su decisión estaba ya tomada y totalmente asumida.
El Respetable Maestro le pidió que hiciera una ayuno de cuarenta
días, para purificar su cuerpo y su espíritu, para confirmar su decisión.
-La tierra es nuestra madre, -dijo el Respetable Maestro-, de ella
venimos, de ella nos alimentamos y a ella iremos cuando la muerte nos
toque por la parte izquierda. Ayuna y pídele que te ayude a aclarar tu
mente y tus sentimientos. Entiérrate y recibe el "impulso" de su
energía.
Fue entonces llevado el guerrero a un patio que estaba rodeado de
cuatro pirámides. En el centro del patio, en dirección Oriente, estaban
289
unas escaleras que descendían más de dos cuerpos de profundidad y
llegaban a un túnel estrecho, por donde apenas pasaba una persona
agachada.
A pocos pasos de la entrada, el túnel tenía unas escaleras que
subían, lo cual tenía que ser muy inclinado, para no golpearse con el
techo.
Las escaleras desembocaban en un pasillo angosto, que estaba
labrado en piedra y recubiertas con láminas de oro, los símbolos del
sacrificio espiritual a través de dos especie de ganchos invertidos y la
greca del equilibrio entre los dos pares de opuestos complementarios,
simbolizados en una cruz rodeada de una línea quebrada. También
estaban las grecas que representaban a la energía luminosa y a la
energía espiritual.
El pasillo era parte de una cruz subterránea, que simbolizaba los
cuatro rumbos de la existencia. Las paredes recubiertas en oro, le
daban una belleza y majestuosidad al recinto, fluyendo una energía
muy sutil que inundaba de misticismo los cuatro pasillos del recinto.
Siguiendo la enseñanza del Señor de los Dardos de Fuego, el
guerrero se introduciría bajo la tierra, para librar su batalla con las
fuerzas de la gravedad, que atraen a los cuerpos, precipitando su caída
y generando su corrupción.
De la misma manera que el sol, Águila Nocturna se introduciría en
el mundo de la materia y la corrupción; el dominio del Señor y La
Señora de la Muerte. Libraría su batalla con las fuerzas que corrompen
a la energía luminosa y espiritual; y regresaría purificado y renovado a
la superficie, para iniciar su ascenso luminoso.
El guerrero se preparó, tomando un baño de temascal, donde fue
tallado su cuerpo con plantas que le desprendían todas las impurezas
energéticas y reanimaban sus tejidos. Acto seguido se realizó una
ceremonia de pedimento, para que ayudaran todas las advocaciones
de “Aquél por quien se vive” al Guerrero en su entierro. Finalmente
una noche fue conducido por cuatro sacerdotes al interior de la cripta,
quienes le dieron las instrucciones.
Águila Nocturna debía pasar diez días en cada una de los extremos
de aquella cruz subterránea. Cada diez días entraría un sacerdote a
290
media noche y haría sonar un caracol para que el Guerrero cambiara
de posición y le dejaría a la entrada un cántaro de agua y volverían a
cerrar la entrada, con una gran piedra a modo de puerta.
A los cuarenta días llegaría una comitiva para desenterrarlo y
regresarlo al mundo de la luz, limpio y renovado, por la energía de la
Madre Tierra.
Águila Nocturna fue puesto en la esquina Norte de la cruz, que
representa el mundo de la razón. Al retirarse los sacerdotes con las
antorchas, el guerrero se quedó en la más absoluta oscuridad. Se
escuchó como un eco lejano, el ruido de la gran piedra, que era
movida para cerrar la entrada.
El ambiente era húmedo y caluroso. La cruz subterránea tenía su
propia energía, de hecho era un ser vivo con su propia consciencia y
que había sido construida en la remota antigüedad, para curar y
purificar a los seres humanos.
La tierra posee ciertas energías que estimulan para bien y para mal
a los seres humanos. Los Viejos Abuelos toltecas, desde tiempos
inmemoriales, enseñaron a los seres humanos a utilizar estas energías
para equilibrar y desarrollar las propias.
Águila Nocturna a pesar de tener que estar cuarenta días,
apuntando a los cuatro rumbos de la existencia, haría su viaje en tres
partes, este es el misterio de cómo el cuatro se transforma en tres.
La primera confrontación se daba en el terreno racional y se
desembocaba en la parte material de la existencia. Por más agudas y
desarrolladas que se tengan las ideas, el pensamiento se estrella en el
mundo de la materia, pues a final de cuentas estamos frente a un
universo de campos energéticos y la racionalidad, no es más que un
acuerdo de cómo interpretar estos campos.
El ser humano se refugia pensando que vive en un mundo material
y que le rodean objetos, desde un árbol hasta la luna, pero esos
objetos no son más que cargas energéticas, percibidas como objetos
por nuestra razón, quien ajusta así la realidad, para delimitar su
mundo y hacer más segura la existencia, en los parámetros de su
racionalidad.
291
La segunda confrontación se da, cuando el hombre se pierde en los
terrenos de la materia, en donde la racionalidad a quedado muy atrás.
La materia es energía, la energía esta en permanente movimiento y
transformación; y los campos energéticos son inconmensurables.
Cuando el ser humano intenta alejarse de los limites conocidos,
inmediatamente se da cuenta que esta rodeado por lo infinito e
innombrable, lo desconocido. Apenas termina el campo seguro de la
racionalidad y la materia, el hombre cae en los abismos desconocidos
de lo irracional. El mundo desconocido y de la irracionalidad conforma
una parte del ser humano y al mismo tiempo conforma parte del
universo mismo. Lo desconocido y lo irracional, ocupan la mayor parte
del ser humano y del universo. Lo racional y material es extremada y
asombrosamente limitado.
Finalmente, cuando el ser humano ha rebasado los alcances de la
racionalidad y el mundo material; logrando regresar intacto de lo
inconmensurable, lo misterio y lo irracional. El hombre llega a los
campos de lo Espiritual, como el único medio real de rebasar sus
propias limitaciones físicas y mentales. La capacidad espiritual del ser
humano es la única diferencia real, con las demás organizaciones
energéticas que tienen consciencia de ser, y la única alternativa real,
de entrar en contacto con lo inconmensurable y abstracto. Si el ser
humano tiene alguna ventaja sobre otras formas de vida, es su
capacidad de generar energía espiritual.
No es a través de la razón y la materia, como el ser humano logra
romper sus limitados espacios de la existencia; es la fuerza del
Espíritu, lo que lanza al ser humano a lo inconmensurable y le abre la
rendija para alcanzar La Libertad Total.
Águila Nocturna vivió en carne propia esta enseñanza. Su entierro
en la cruz lo llevó a entablar una batalla de poder. El enclaustramiento,
la oscuridad, el ayuno y el recinto mágico, se combinaron de tal
manera, que el resultado fue demoledor. Los cuatro rumbos de la
existencia: la razón, la materia, lo irracional y lo espiritual, encontraron
el punto de equilibrio en el guerrero.
292
La racionalidad incontenible, la fuerza gravitacional de la materia,
la seductora fuerza de la irracionalidad y la pasión de la espiritualidad;
fuerzas que arrastran y empujan al ser humano por la existencia,
encontraron su punto de equilibrio, su centro, en el plexo solar del
guerrero e hicieron brotar la flor de cinco pétalos.
Cumplidos los cuarenta días, cuando el sol estaba en lo más alto
del cielo. Los sacerdotes ordenaron abrir una cámara que estaba sobre
la parte central de la cruz. La entrada se hacía por debajo y la salida
del enterrado, tenía que hacerse por el centro.
Cuando se termino de quitar la última piedra del túnel superior, la
luz penetró totalmente, iluminando la cruz; que debido a las paredes
recubiertas de láminas de oro, multiplicaban los rayos de luz y daban
un efecto luminoso muy especial, pues parecía que manaba luz de la
cruz subterránea y de ella el Guerrero, ahora limpio y claro, sereno y
reposado.
Por la tarde habló Águila Nocturna con el Respetable Maestro de La
Casa de la Medida y le confirmó su decisión.
Águila Nocturna había decidido quitarse la vida.
46
En lo más alto de un cerro, Águila Nocturna veía hundirse al Señor
de los Dardos de Fuego, en las montañas distantes. A sus pies estaba
ese hermoso Valle del Fríjol, con sus tierras labradas y en las casas de
los campesinos, el fuego de los hogares, dejaba salir al cielo, tiras de
humo azul por donde pasaban volando las garzas y los zanates, en
busca de su nido para descansar.
El pueblo se preparaba para recibir la noche. Águila Nocturna se
preparaba para recibir a la muerte. El guerrero había cortado las pocas
ligas que tenía con este mundo. Su decisión nacía de lo más profundo
de su ser.
Habían pasado muchos años desde que un día salió de este pueblo
en busca del conocimiento. Sus sienes ya pintaban canas y en su
cuerpo, ya asomaban los años vividos en busca de su identidad.
El guerrero había sido impecable en su tarea, había logrado
borrarse de este mundo, sin dejar huella. Nadie lo reconocía, nadie
293
sabía de él, había logrado disolver su importancia personal en la
oscuridad de la noche. Había logrado romper las murallas del yo y
traspasar las fronteras de lo innombrable. El desafío de llegar a ser
nada, para poder serlo todo. Estar y no estar, ser invisible e
impalpable, disolverse en la nada.
Águila Nocturna ya no buscaba nada en este mundo, no tenía nada
a que aferrarse, había cumplido con su destino y era libre. La muerte
de esta manera, era el inicio de un nuevo ciclo y su decisión personal.
Ni los sacerdotes, ni los dirigentes, ni los administradores de su
pueblo, le habían dado una respuesta satisfactoria al qué hacer en la
vida. No le interesaba ya nada de este mundo y la muerte se
presentaba atractiva. Un nuevo y aterrador desafío.
El Venerable Maestro de La Casa de la Medida, ordenó que una
comitiva llevara a Águila Nocturna a La Tierra del Lugar de los
Muertos. Este recinto de los muertos, estaba en un valle hacia el
Oriente. Ahí iban a morir todas aquellas personas que por su edad,
enfermedad o desolación deseaban quitarse la vida.
La Tierra del Lugar de los Muertos, estaba constituida por cinco
espléndidos conjuntos arquitectónicos, que en el inicio de los tiempos,
Los Viejos Abuelos habían construido en torno a una profunda
caverna, que era la entrada al señorío del Señor y la Señora de la
Muerte.
Águila Nocturna caminó hacia el lugar, despidiéndose de este
maravilloso mundo. El cielo, la luz, las montañas y la tierra eran
apreciadas con pasión e intensidad. El guerrero sabía que esa era la
última vez que estaría en este astro y con toda la lujuria callada que
podía desarrollar, se iba despidiendo de todo cuanto veía, olía,
escuchaba y sentía.
Por la tarde, la comitiva llego a La Ciudad de los Muertos, y Águila
Nocturna fue conducido, por cuatro sacerdotes vestidos con ropas
negras y pintado su cuerpo de color rojo y negro, a una habitación.
Por la noche llegó el Sumo Sacerdote y le preguntó la razón para
emprender el camino al lugar de los muertos. Águila Nocturna le dijo
que no tenía sentido su vida, que no había logrado recuperar
294
completamente la memoria y que los recuerdos que tenía de su vida,
eran busca del Valle del Fríjol, en donde él creía estaría su hogar y su
identidad. Sin embargo, venía de ahí, pues después de muchos años y
sacrificios, al llegar al Valle del Fríjol, nadie lo había reconocido y no
tenía más nada en la vida, que tan solo esperar a la muerte.
Águila Nocturna le dijo que en el camino en la búsqueda de sus
orígenes, había logrado desprenderse de todos los sentimientos de
posesión, y especialmente, del vicio de sentir amor malsano por sí
mismo. Que toda la importancia personal había sido reducida a casi
nada. Que no encontraba interés en el mundo de las ideas y de los
objetos; que no ansiaba nada y que no rechazaba nada; que sabía que
nadie lo derrotaría y que a nadie le ganaría. En la quietud de su
espíritu, había decidido dejar este mundo.
-Siento que mi tarea en este mundo ha concluido- dijo el guerrero
dándole un tono, definitivo y sin lamento a sus palabras-, es mi
decisión interior.
-Así sea, -contesto el Sumo Sacerdote, y acto seguido le pidió que
lo siguiera. En el centro de un patio, que estaba rodeado de cuatro
edificios rectangulares, estaba la entrada a un subterráneo.
A través de un pasillo, llegó a una cámara muy amplía que tenía
una forma cuadrada. En cada una de las paredes de esa inmensa
cámara, había cuatro puertas que conducían a sendas habitaciones.
En la primera a mano derecha, estaba un bellísimo altar al Señor y
La Señora de La Muerte. La segunda habitación era una inmensa
cripta, profusamente labrada con grecas, en donde estaban los restos
de los Sumos Sacerdotes del Señor y La Señora de La Muerte. En la
tercera habitación había otra cripta, en la que descansaban los restos
de los dirigentes de los pueblos de la región. La última puerta, que
esta hacia el lado Norte, conducía a una habitación que estaba vacía y
solo había una gran loza circular, del tamaño de la pared y como de
tres cuerpos de ancho.
Era la entrada a la tierra de los muertos.
295
Con mucho esfuerzo, los sacerdotes movieron la loza y apareció la
entrada a la caverna. Águila Nocturna recibió una antorcha y siguiendo
las instrucciones, de caminar en esos laberintos, hasta encontrar la
muerte, se internó hacia lo profundo de la gruta.
Escuchó el ruido de la piedra al cerrar la entrada. El aire estaba
viciado, un calor húmedo se mezclaba con el olor putrefacto de
cadáveres en estado de descomposición.
El eco del sonido de la losa provocó una reacción muy extraña en el
cuerpo del guerrero. Un sentimiento se apoderó de su cuerpo, un cuasi
recuerdo empezó a vibrar en todo su organismo. Tiró la antorcha al
suelo y empezó a caminar como por instinto, sin necesidad de luz.
Caminó por horas, entre los laberintos de la inmensa gruta. Como
sí su cuerpo caminara por un lugar muy conocido, Águila Nocturna se
dejo ir. La temperatura de su cuerpo empezó a subir y había
desconectado totalmente su mente. Avanzaba como poseído por una
energía que lo atraía como piedra de imán, a las profundidades de la
caverna.
Cuando sentía que su cuerpo se iba a desmayar, entró a una
inmensa sala. Aunque estaba totalmente oscuro, Águila Nocturna
percibía el entorno con su cuerpo. La espaciosa sala y el techo tan
alto, hacían sentir a Águila Nocturna su pequeñez e insignificancia.
En el centro de la sala se encontraba una piedra rectangular
labrada en sus cuatro caras. El guerrero se acercó e instintivamente se
acostó en la piedra. Sentía que se acababa su energía y con ella su
vida.
Un especie de sonido muy extraño empezó a salir de todo su
cuerpo. Como el canto de un grillo, intermitente, cambiaba de
frecuencia y tono. Era un sonido que tenía tres dimensiones y casi lo
podía tocar.
Águila Nocturna sintió que empezaba a caer en un abismo y a cada
momento de la caída, el sonido se perdía por la distancia, hasta que
nuevamente se hizo el silencio y llego la obscuridad total. Poco a poco,
sin fuerzas y tenuemente Águila Nocturna sintió que se disolvía en la
obscuridad de la nada.
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296
Resuenan desesperadas las partículas que no se resignan a morir.
La energía en llamas consume todos los recuerdos. Un flujo y reflujo
de energía corre por todo el cuerpo inerte. La unión ha sido rota, se
instaura la confusión, pues existen partes que no lo quieren aceptar y
otras ya olvidaron el acuerdo original, emprendiendo con furia, el
camino de la reintegración al todo.
Con profundo dolor, en medio de grandes estruendos, lo más
esencial del guerrero, se empieza a desprender de aquel cuerpo
derrumbado sobre la piedra.
En medio de la absoluta oscuridad y total silencio de la gruta.
Primero se empieza a escuchar un zumbido muy agudo y la inmensa
piedra, empieza a fulgurar.
Descargas eléctricas se desprenden de las paredes y el techo de la
gruta y todas se concentran en el cuerpo inerte del guerrero, que yace
sobre la piedra.
El zumbido se torna tan agudo, que se empieza a convertir en luz.
La caverna se ilumina y resplandece el cuerpo de Águila Nocturna.
Su rostro ahora esta tranquilo y la blancura de la luz, lo convierte
en una estatua perfecta. De lo más profundo y remoto de sus
adentros, Águila Nocturna empieza a regresar con mucha dificultad y
un gran dolor invade todo su cuerpo.
La conciencia de Águila Nocturna regresa con gran velocidad y pasa
rápidamente por ese presente, para introducirse en el pasado. Los
recuerdos como imágenes empiezan a pasar velozmente por la mente
del guerrero.
Como en sentido inverso, recorre raudamente el camino de su vida.
Imágenes en vértigo de rostros de personas que él trató; del El Valle
del Frijól, el mar, la selva, las ciudades y lugares que conoció, para
finalmente llegar al piso del arco en donde calló, allá en “La Tierra de
La Serpiente Emplumada”.
Ahí se detienen los recuerdos y surge una inmensa pared de niebla.
Águila Nocturna siente angustia y le tiembla todo el cuerpo. La pared
de niebla empieza acrecer y con ella el dolor.
La niebla lo aprisiona y lo expulsa, no lo deja avanzar hacia el
pasado. El guerrero reúne todas sus fuerzas y se deja ir contra la
297
pared, en un impulso definitivo, en el que va por delante todo cuanto
es.
Un rayo de luz, sale del plexo solar del guerrero. Un sentimiento de
intento inflexible, una carga energética de un propósito nítido e
inmaculado. La voluntad de traspasar esa pared de niebla, se apodera
como una sola nota, que vibra en todo el cuerpo del Águila Nocturna,
por fin, ¡El Espíritu del Guerrero se manifiesta en total plenitud!
Y sucede lo imposible. Una explosión de colores, hace que se
derrumbe la pared de niebla. Águila Nocturna cruza por la niebla y
convertido en un águila que sobrevuela a lo largo de toda su vida.
Sin sentimientos, sin pensamientos, va recuperando su historia.
Como un espectador lejano, va ensamblando cada parte de su vida, sin
pasión, ni emoción en su recorrido.
Regresa a DAANY BEÉDXE y lo recorren recuerdos con su Maestro.
Cada una de esas milenarias piedras lo saludan al verlo pasar en su
vuelo silencioso.
Llega a su pueblo y ve desde lo alto La Casa de la Medida y La
Casa de los Jóvenes; y se ve nuevamente estudiando con su primo
Serpiente de Estrellas.
Encuentra a su madre y a su padre, trabajando en el campo y ahí,
se ve él, pequeño y sonriente corriendo entre el maizal. Hasta que
llega cansado a posarse en un árbol y es una noche de tormenta. Un
relámpago primero y un poderoso trueno después, hacen que inicie de
nuevo el vuelo, pero ahora en círculos sobre la casa de sus padres y
!observa el momento de su nacimiento!
En ese instante Águila Nocturna abre los ojos y se acuerda
totalmente de toda su vida, en ese momento el Guerrero se a
recuperado completamente. El Espíritu toma el control. En ese
momento existe continuidad entre su pasado y su presente; en ese
momento recupera la posibilidad de su futuro.
Un sentido de sobriedad y claridad envuelve su corazón y su
mente. Se incorpora lentamente. Sus ojos ven perfectamente en la
obscuridad.
298
Sabe que lo están esperando y se dirige a un túnel que esta
escondido al final de la sala y empieza a caminar rápidamente por él.
Es un túnel excavado en la piedra que se dirige al Poniente.
Después de muchas horas de camino, el túnel empieza a ascender
lentamente, hasta que llega a una cámara, en la cual, encuentra unas
escaleras y empieza un largo ascenso.
Poco a poco, la luz del sol empieza a entrar por el túnel, la salida
esta cerca. Águila Nocturna encuentra escalones labrados en piedra,
pasa a una pequeña sala, al final se ve en la parte superior la salida y
una escalera de piedra.
Águila Nocturna al terminar de salir de las escaleras se encuentra
en el edificio central de DAANY BEÉDXE. La vista es maravillosa; el
cielo limpio y de un azul intenso le da la bienvenida.
Una voz conocida le dice -"llegaste justo a tiempo, te estamos
esperando para partir". El guerrero buscó a la voz y al voltear,
encontró al Venerable Maestro de DAANY BEÉDXE. Serpiente de
Estrellas fue aquel anciano que le habló a su segunda atención, cuando
era todavía un niño y le dijo que lo esperaría a que llegara a La
Montaña Sagrada y cumpliera con su destino.
Serpiente de Estrellas seguía siendo el mismo anciano que conoció
cuando él apenas era un niño y sin ningún cambio físico, cuando fue
su maestro en DAANY BEÉDXE.
Serpiente de Estrellas añadió, como leyendo los pensamientos del
guerrero:
-Para un hombre de conocimiento, el tiempo ya no funciona de la
misma manera que para los hombres comunes. Un hombre de
conocimiento puede vivir en un día, diez años de vida común. El
tiempo tiene intensidad y en un instante, se puede llegar a la
eternidad.
Para ti pueden ser muchos años los que han pasado desde que
nos conocimos, para mi podría ser muy poco tiempo. Un hombre de
conocimiento aprende a comprimir el tiempo.
Águila Nocturna se encontraba con su Maestro, en el edificio
central de la gran plaza de DAANY BEÉDXE. Salvo su persona, que
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denotaba el paso de los años, pues su cuerpo a pesar de seguir
elástico había embarnecido, su cabello estaba encanecido y en su
rostro, se había tallado una expresión de paz y sabiduría. Parecía que
no había pasado todos esos largos años lejos de la montaña sagrada.
Águila Nocturna no solo había recuperado su memoria y con ello su
identidad, en la piedra de la gruta del lugar de los muertos.
Sino lo que era tan importante como esto; es que había ensamblado el
conocimiento adquirido durante toda su vida, en una sola unidad y
esto le permitía tener una claridad y profundidad, que le proporcionaba
una percepción amplia e integral de su vida y de su Batalla Florida.
Desde el momento de su nacimiento, hasta ese mismo instante.
Toda su vida de estudio, esfuerzo, sacrificio y lucha; encontraban total
sentido y plena coherencia.
Nada había sido fortuito y todo fue en su momento, en su lugar y
con las personas señaladas. Águila Nocturna se había comprometido
absoluta y totalmente en la empresa de ser lo mejor de si mismo, de
forjarse como ser humano y de florecer su corazón.
Águila Nocturna había recorrido de manera impecable el camino de
guerrero, como la milenaria tradición lo marcaba. La meta final de los
Guerreros era La Libertad Total. Arder y consumirse en el fuego
interno, desaparecer sin ser devorados por lo inconmensurable, por La
Fuerza, recibiendo el “Don del Águila”.
El desafío final, la única hazaña verdadera, !burlar a la muerte¡ y
penetrar en lo desconocido, en lo inconmensurable. Manteniendo la
unidad y voluntad de su carga energética, sin dañarla; y seguir
conservando al mismo tiempo, la misma conciencia de ser.
Águila Nocturna recorrió todos los edificios de los cuatro cerros,
que integraban DAANY BEÉDXE. Recordaba con precisión, todo cuanto
ahí aprendió y vivió.
La belleza y sobriedad de los edificios, su equilibrio y armonía
perfecta, con el amplio espacio azul y las montañas que le rodeaban,
estaban perfectamente diseñadas para causar un efecto de estabilidad
y fuerza interna en los guerreros, de equilibrio.
300
Esas piedras no solo tenían mucha fuerza, sino tal vez, lo más
increíble, las piedras poseían, sentimientos, conocimientos y vida
propia. Esas piedras tenían cientos de atados de años que habían
dejado de ser piedras comunes. Durante generaciones de guerreros y
a través de cientos de años, DAANY BEÉDXE, había sido un puente
entre el cielo y la tierra, entre lo conocido y lo inconmensurable, entre
lo divino y lo sagrado.
Águila Nocturna entendió, por qué, nunca se les permitió a los
hombres comunes subir a La Montaña Sagrada del Jaguar.
Simplemente la energía de las piedras habría hecho mucho daño a
cualquier mortal, que se acercara a ellas.
48
El día había amanecido limpio y transparente, desde La Montaña
Sagrada del Jaguar se veía con toda nitidez el valle amplio y profundo,
coronado de montañas.
Águila Nocturna fue llamado por su maestro, quien lo esperaba en
la plaza Norte.
Serpiente de Estrellas estaba sentado sobre un petate en el centro
del pequeño basamento central.
-Tenemos que hablar Águila Nocturna -dijo el Maestro. Hoy eres un
hombre y haz dedicado tu vida entera al conocimiento de los secretos
de Los Viejos Abuelos toltecas; desde que eras un niño el poder te
señaló y tú haz cumplido escrupulosamente con tu responsabilidad.
Ahora eres uno de nosotros y tu destino está unido totalmente a
esta montaña.
Como sabes, todo en el universo es cíclico, compuesto de pares
complementarios. Y así, como es el día es la noche, así como es lo frío
es lo caliente, pues bien, guerrero inmaculado, haz de saber que el
tiempo de La Serpiente Emplumada se ha terminado sobre la tierra.
La luz empieza a ser vencida por la oscuridad y nosotros tenemos
que partir nuevamente a la región del misterio.
301
Esto se repite cada vez que se cumple un gran ciclo. La oscuridad
tomará el poder y la luz tiene que retirarse. Así es, así ha sido y así
será siempre.
La sabiduría de Los Viejos Abuelos toltecas se retira, como la luz
del crepúsculo, para abrirle paso a la noche.
Las fuerzas de la oscuridad y los Señores de la Noche, poco a poco,
tomarán el mando sobre el mundo. Los seres humanos tendrán que
pasar esta larga y obscura noche sin la luz del conocimiento de Los
Viejos Abuelos toltecas.
Pero esto no es nuevo. Como el día y la noche, esto forma parte de
una realidad. Como en la noche, este será un tiempo de oscuridad e
ignorancia, en donde las entidades de la noche se harán dueñas del
mundo.
Por ello, es el momento que los Guerrero de La Libertad Total,
tendremos que partir y dejar este maravilloso mundo, para penetrar en
la región del misterio.
La milenaria tradición señala que los guerreros toltecas tendremos
que dejar el mundo conocido, para refugiarnos en el mundo del
misterio, y ahí, mantener la enseñanza y conocimiento de Los Viejos
Abuelos, hasta que se cumpla el ciclo nocturno y regrese la luz y con
ella el conocimiento.
Águila Nocturna escuchaba atento, su cuerpo periódicamente se
estremecía. Las palabras de su Maestro iban resonando una a una, en
su interior.
-Mañana, al despuntar el sol, Los Cuatrocientos Guerrero del Sur
tendremos que destruir DAANY BEÉDXE y cubrirlo de tierra, porque
cuando se vaya el Señor de los Dardos de fuego nos iremos nosotros
con él, para no volver, hasta que inicie el nuevo ciclo.
-¿Porqué destruir un sitio tan hermoso y por qué cubrirlo de tierra,
no bastaría con irnos y dejarlo hasta nuestro regreso? -preguntó Águila
Nocturna.
302
-Pasarán más de veintidós atados de años para nuestro regreso.
En este período cambiará no solo el tonal del tiempo, sino el tonal de
los seres humanos.
La energía que tienen estas piedras, quienes han sido testigos
activos de la metamorfosis de los seres humanos en impecables
guerreros, dado que
las piedras no solo forman estructuras
materiales, sino que son campos energéticos de poder; hacen que
DAANY BEÉDXE sea una poderosa carga energética, que ha propiciado
que miles de personas logren la proeza de trascender la conciencia de
Ser y obtengan La Libertad Total.
Cada piedra que tú ves aquí, no es una simple piedra, en el campo
del nagual, podríamos decir que ellas tienen vida propia. Esta energía
resulta muy peligrosa para los seres humanos, por ello, tendremos que
destruir las estructuras, para que no las reutilicen a nuestra partida y
debemos cubrirlas, para que la tierra absorba su energía y libere a las
piedras de la carga energética que han adquirido a través del tiempo.
Cuando los primeros rayos de luz del nuevo día lleguen,
anunciando el regreso de la Serpiente Emplumada, DAANY BEÉDXE
será desenterrada y nuevamente iniciará otro nuevo ciclo.
Hubo un gran silencio hasta que Águila Nocturna preguntó:
-¿Cómo podremos destruir y cubrir de tierra en un día los cuatro
cerros que conforman DANNY BEEDXE, si apenas somos cuatrocientos
Guerreros?
El maestro miró profundamente a Águila Nocturna y muy
lentamente le contestó:
-Recuerda que en el mundo irracional, el del nagual. DAANY
BEÉDXE no es mas que un cúmulo de cargas energéticas. Y la energía
se rige por otras leyes.
Así como resultaría imposible que grandes y pesadas cantidades de
nieve, bajen a los valles por sí solas, cambiando su estado de sólido a
líquido, bajan sin ningún problema.
303
Del mismo modo, resultaría imposible que grandes cantidades de
agua se elevan al cielo, pero si cambian su estado de líquido a
gaseoso, lo pueden hacer sin ningún problema.
De la misma manera, Los Cuatrocientos Guerreros del Sur, en el
mundo del nagual, pueden con su voluntad mover grandes cantidades
de energía.
Lo que haremos, será mover energía y no tierra y piedras. Para
hacer esto se necesita dejar de percibir el mundo como un conjunto de
objetos y transformarlo en lo que es su esencia...¡energía!
Cuando el sol estaba en lo más alto del cielo, empezaron a llegar
Los Cuatrocientos Guerreros del Sur. Uno a uno se iban colocando en
aquella gran plaza que estaba en la parte Norte del conjunto principal.
El Venerable Maestro, Serpiente de Estrellas, estaba en el centro y
Los Cuatrocientos Guerreros que le rodeaban empezaron a entonar
una invocación que era monótona y cambiaba cíclicamente de tono.
Comenzó de una manera tenue y poco a poco, cobró mayor fuerza
y vigor. Las voces se hacían una sola, la invocación se repetía una y
otra vez. Los guerreros danzaban moviendo el cuerpo de una manera
rítmica y repetitiva.
El cielo se empezó a obscurecer, poco a poco, como en un eclipse.
Ráfagas de viento azotaban la montaña.
Inesperadamente DAANY BEÉDXE se empezó a cubrir de inmensas
nubes negras y el canto de Los Cuatrocientos Guerreros del Sur
empezó a penetrar las piedras, la tierra y la montaña entera.
El canto de los Guerreros se convirtió en el sonido del furioso
viento. Una impenetrable neblina cubrió totalmente a la montaña
sagrada. Relámpagos y rayos caían y un poderoso zumbido se hizo
dueño del espacio.
La Montaña Sagrada del Jaguar estaba totalmente cubierta por
nubes negras. Un eclipse había obscurecido al valle, truenos y
relámpagos se desataban en la montaña.
En el momento de la oscuridad total, el zumbido se convirtió en un
poderoso estruendo y la Montaña Sagrada empezó a resplandecer con
una luz verdosa. La tierra y las piedras se transformaron en una masa
gelatinosa, que emitía un sonido agudo y poseía luz propia.
304
Desde el fondo de la tierra, empezaron a escucharse fortísimos
ruidos y temblores sucesivos sacudían al valle.
De la bases de la montaña, empezó a subir una masa gelatinosa.
Como una marea ascendente de luz iridiscente. Los edificios se
deshacían y la gelatina luminosa que venía subiendo de la base de la
montaña, los empezó a cubrir.
El espectáculo era impresionante, los minutos que duro el eclipse
total, se transformaron en un tiempo infinitamente largo, suficiente,
para que lentamente la tierra, convertida en energía con vida propia,
subiera la pendiente de la montaña y fuera cubriendo lo que quedaba
de los edificios destruidos, haciendo unos montículos donde antes
había edificios.
Los Guerreros habían dejado su forma humana y estaban
convertidos en esferas luminosas, que seguían cantando y moviéndose
rítmicamente.
Poco a poco vino de nuevo la luz. El sol fue liberado de la mancha
obscura que lo había vencido. Las nubes negras se diluyeron y se
empezó a despejar DAANY BEÉDXE.
Águila Nocturna escuchó en sus adentros, la voz de su Maestro,
que le decía que se preparara a ver la partida de Los Cuatrocientos
Guerreros del Sur.
El Señor de los Dardos de Fuego empezaba a bajar, la Montaña
Sagrada del Jaguar estaba totalmente cubierta de tierra. No quedaba
huella de los espléndidos edificios y las bellísimas plazas. Solo
quedaban pequeños montículos donde hubo exquisitas construcciones.
Sobre lo que fue la plaza Norte, quedo una hondonada y en ella
seguían los Cuatrocientos Guerreros del Sur, moviéndose ahora como
esferas de luz; Águila Nocturna y el Venerable Maestro estaban en un
promontorio de tierra, sobre la cara Norte de la plaza. Abajo las
esferas luminosas empezaron a circular de derecha a izquierda. De una
en una, las esferas se ubicaban en el cúmulo central de tierra, que
estaba en la parte media de lo que había sido la plaza y con una
explosión, que iluminaba el recinto, salían despedidas hacia el cielo,
perdiéndose en el infinito azul de la tarde.
305
Águila Nocturna sentía en cada estallido y partida de las esferas, un
dolor en el vientre, como un desgarre de sí mismo, entendía que cada
esfera luminosa que partía, era un pedazo de él, que se desprendía
para siempre de este mundo.
Con angustia el Guerrero sentía la partida de sus compañeros, algo
en sus adentros le decía, que era la última vez que estaba con ellos.
Sin embargo, estar al lado de sus Maestro, le dio aplomo y sobriedad.
Cuando partió el último de los Guerreros del Sur y se perdió su
cauda luminosa en el inmenso cielo azul de aquella tarde, Águila
Nocturna volteó a ver a su Maestro y se dio cuenta, que los dos eran
esferas resplandecientes.
Entonces escuchó una voz en sus adentros que le dijo:
-perdiste la forma humana; nunca volverás a ser como antes,
acabas de iniciar tu viaje a lo desconocido.
El sol empezó a bajar hacia el horizonte. La atmósfera se cubrió de
naranjas y rojos. La tarde estaba especialmente luminosa. El Maestro y
el guerrero se dirigieron a lo que fue la pirámide Sur, ahora convertida
en un cerro pedregoso.
-Todo en el universo esta compuesto de ciclos, como el día y la
noche. Ahora nosotros tenemos que dejar este maravilloso mundo,
iremos más allá de la “Llanura”.
Amado Guerrero del Espíritu, esforzado hombre de conocimiento,
tengo que decirte algo muy importante. Águila Nocturna
instintivamente detuvo la respiración para escuchar atento. El Maestro
miró directamente a los ojos del guerrero, su mirada era profunda y a
pesar de su serenidad, denostaba un ligero aire de tristeza.
!Tú no irás con nosotros, te quedaras en este mundo!
Águila Nocturna sintió una punzada en el centro de su ser. Abrió los
ojos, como deseando no haber escuchado aquellas palabras. Toda una
vida de sacrificio y esfuerzo dedicada a prepararse para la oportunidad
de obtener La Libertad Total y en el último instante quedar fuera.
306
Sintió como si perdiera el piso, para caer en el desconcierto y la
desolación.
Los ojos del Maestro estaban enfocando directamente el rostro de
Águila Nocturna, quien preguntó, con voz clara.
-En que he fallado, Venerable Maestro; he dedicado toda mi vida a
seguir con impecabilidad las enseñanzas que he aprendido en DAANY
BEÉDXE, ¿Cuál ha sido mi torpeza, cuál mi error, para negarme la
oportunidad de la Luz? Dijo el guerrero en voz pausada y firme, sin
reproche.
El rostro del Maestro estaba adusto y parecía de piedra. En el
horizonte el sol refulgía amarillo e inmenso, acompañado de un
séquito de nubes, daba la impresión que el tiempo se había detenido
en espera de la respuesta.
-En nada haz fallado. Por el contrario, haz sido el más virtuoso
aprendiz y el guerrero más impecable que he conocido. Has sido la
marca del Espíritu del Guerrero. Desde que eras un niño, el poder te
seleccionó y tú haz cumplido intachablemente con la responsabilidad.
Sin embargo, por ser el mejor, el Poder que rige los destinos de los
seres humanos y de los guerreros, te ha elegido para que cumplas una
importante misión.
El guerrero trató de decirle a su Maestro, que él deseaba irse con él
y con Los Cuatrocientos Guerreros del Sur, pero Serpiente de Estrellas
no lo dejó terminar.
-Debes escucharme con atención.
Las decisiones del Poder no se analizan o se rechazan... solo se
cumplen.
No tenemos tiempo, cuando el Sol se oculte me iré con él y jamás
volveremos a vernos en este mundo. Tengo que explicarte cuál será tu
misión; escucha con atención.
Los ojos del guerrero se llenaron de lágrimas, más que por la
negativa de ser escuchado, por saber que jamás volvería a ver a su
amado Maestro.
307
-Vienen tiempos de grandes cambios. La Serpiente Emplumada y
el conocimiento de Los Viejos Abuelos toltecas se enterrará, igual que
sus edificios y sus creaciones.
Vendrán tiempos de confusión y de orfandad. El recuerdo de La
Serpiente Emplumada se irá borrando con el tiempo. Saldrá de las
tinieblas su opuesto complementario y el Señor de la Noche reinará.
La armonía y la paz de los pueblos se verán perdida, la ambición y
la envidia, penetrarán de nuevo los corazones de los seres humanos en
la tierra. Las enseñanzas de la Toltecáyotl se perderá poco a poco, en
las manos de los administradores y los sacerdotes, quienes dejarán de
ser instrumento de la sabiduría milenaria y pasarán a servirse del
poder y la autoridad. Sin sus maestros y con el tiempo, estas personas
se convertirán en Señores y delimitarán sus dominios, volviendo a
desencadenar las envidias y las ambiciones, con ellas llegarán
nuevamente las guerras.
Los sacerdotes se apoderarán de la enseñanza divina y
materializarán las diversas advocaciones de “Aquél por quien se vive”.
Los sacerdotes de manejarán coludidos con los que se asumirán como
Grandes Señores, en favor de sus intereses materiales y personales; se
auto nombrarán la encarnación de La Serpiente Emplumada. Serán los
inicios de la oscuridad que cubrirá todas las tierras que están rodeadas
por las Grandes Aguas.
Entonces llegarán los bárbaros del Norte y se apoderarán de la
parte superficial del antiguo conocimiento de los toltecas y de los
corazones de nuestros hijos. Derrotarán a la Serpiente Emplumada y
entronarán al Colibrí Zurdo, Señor de la Guerra y de la Materia.
Los bárbaros del Norte harán del sacrificio humano una institución
y de la materia una religión. Transgredirán las milenarias normas de
Los Viejos Abuelos toltecas. Y como cangrejos, usarán el caparacho de
nuestra enseñanza pero caminarán para atrás.
Los bárbaros del Norte tratarán de borrar de la faz de la tierra
nuestro recuerdo y se erigirán como señores y tratarán de pasar por
nobles, viejos y sabios. Quemarán nuestros libros y harán una nueva
historia, en dónde ellos usurparán nuestro noble linaje.
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Pero todos los pueblos y ellos mismos, sabrán que son impostores
y vivirán con la angustia de nuestro regreso y justo castigo.
Cuando más poderoso sea su engaño, llegarán por las Grandes
Aguas del Oriente, salvajes y sanguinarios invasores de rostro blanco
y barbado, que traerán en sus bocas palabras falsas y en sus
corazones maldad e ignorancia. Por sus manos correrá la sangre, que
bañará toda nuestra tierra, como una gran tormenta que nunca antes
había existido.
Los bárbaros del Norte y los pueblos que éstos sometieron y
explotaron, confundirán a los invasores con La Serpiente Emplumada.
Serán tiempos de confusión, dolor y sangre; pelearán hijos contra
padres, hermanos contra hermanos, pueblos contra pueblos. Todos se
desgarrarán y los salvajes invasores a través de la mentira y la codicia,
envenenarán los corazones de unos y atemorizarán las conciencias de
los otros.
Los conquistadores blancos de Las Aguas Grandes, llegarán con la
mentira, la intriga y la codicia. Lograrán apropiarse del poder y la
autoridad ilegitima, que los bárbaros del Norte construirán en menos
de cuatro atados de años. Los voraces asesinos de rostro blanco y de
lejanas tierras, verterán sangre de nuestros hijos en todas las tierras y
derrotarán a los impostores, los bárbaros del norte, quienes se
inmolarán, fieles a su dios El Colibrí Zurdo, creyendo que reciben el
castigo por haber trasgredido las enseñanzas de La Serpiente
Emplumada.
Los sanguinarios invasores blancos, tratarán de destruir y borrar
de la tierra nuestro recuerdo milenario y el de nuestros hermanos
impostores, los bárbaros del Norte.
Nuestros pueblos vivirán entonces la más dolorosa experiencia de
nuestra historia, en la que serán tratados como animales.
Los salvajes conquistadores blancos, en busca de la riqueza
material y en nombre de un lejano, confuso y sanguinario dios,
destruirán nuestros edificios, harán añicos a las instituciones, matarán
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a nuestros sabios, perseguirán a nuestros maestros. Quemarán vivos a
nuestros sacerdotes y harán cenizas de nuestros libros.
Prohibirán nuestra lengua y nuestras costumbres, corromperán a
nuestras autoridades. En poco más de dos atados de años, matarán a
casi todos nuestros hijos. Los matarán uno a uno, con cuchillo y saña,
con trabajos forzados y crueldad; y con terribles enfermedades que
ellos traerán de sus lejanas tierras.
Entonces llegará el momento en que nuestros hijos deberán de
ENCUBRIRSE y ENCUBRIR nuestro milenario conocimiento, que es la
herencia más valiosa de nuestros Sabios y Viejos Abuelos toltecas,
para esperar la luz y con ella el fin de la oscuridad. Llegarán los nuevos
tiempos y el cambio de ciclo se dará cuando todo se crea todo perdido
y nuevamente haya en los corazones de nuestros hijos confusión y
dolor.
Es esta, la más alta responsabilidad, tu preciada misión Águila
Nocturna, tu responsabilidad es quedarte en este mundo y esperar que
pase la negra, dolorosa y obscura noche. Deberás mantener de
manera subterránea, debajo de la tierra, en “La Cueva del Jaguar”, la
Toltecáyotl, que es la sabiduría y el conocimiento de Los Viejos
Abuelos toltecas.
Porque los conquistadores, los adoradores de la materia durarán
casi seis atados de años en el poder, tiempo en el que nuestros hijos
vivirán en calidad de esclavos, sin ningún derecho y sin la más mínima
oportunidad, se les tratará como hijos del mal y como prisioneros de
guerra, serán explotados y humillados sin medida.
Hasta que la propia sangre de los invasores blancos a través de
una traición los derrote, para que los hijos de los conquistadores
nacidos en nuestras tierras, sean los amos y señores durante casi
cuatro atados de años, en los que se dividirán y pelearán entre ellos,
por el botín de nuestras tierras y la explotación de nuestros hijos.
Durante esta larga etapa deberá existir una “hermandad con
muchos linajes”, que de manera subterránea y fuera de la vista de los
invasores, mantenga en secreto, las enseñanzas de la Toltecáyotl, la
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más exquisita creación de los Viejos Abuelos toltecas. Transmitiéndola
de generación en generación a nuestros hijos más selectos.
Tu vuelo nocturno, tendrá que cruzar a lo largo de todas estas
injusticias y despojos, sin que los explotadores te vean y te sientan.
Tu vuelo debe ser silencioso, oculto y nocturno. Te encubrirás en la
oscuridad de los tiempos.
Así, los hijos de nuestros hijos, quedarán arrinconados, sin palabras
y como sombras vagabundas en el vacío de la derrota, quedarán
dispersos y obscurecidos. Será negado ferozmente cualquier valor a los
vencidos y serán siempre despojados y tratados como extraños en su
propia tierra. La principal arma usada por los opresores será la
ignorancia de sí mismos, la pérdida de la identidad y la memoria, de
todos los hijos de La Tierra de las Grandes Aguas. Vivirán como
extranjeros ignorantes, pobres y sin derechos en su propia tierra.
La injusticia será tan grande en aquellos tiempos, que estallará una
lucha que impondrá un gobierno que engañará a los hijos de los hijos
casi durará dos atados de años. Entregando la sangre y la tierra de
nuestros hijos, a los más poderosos señores que viven más allá del
mar, que en esos aciagos momentos dominará a toda la tierra.
Serán tiempos de dolor y de vacío. Casi todos nuestros hijos
estarán cegados por la pasión de la posesión de la materia. Sus
corazones estarán casi marchitos, sus mentes estarán embrutecidas y
sin recuerdos; para esos momentos nadie se acordará de Los Viejos
Abuelos toltecas y menos de La Toltecáyotl. Todos tendrán puestos sus
ojos, su mente y su corazón en la materia y se la pasarán buscando
una identidad en lejanas tierras.
Los hijos de nuestros hijos, serán extranjeros ignorantes en su
propia tierra. Estarán perdidos en un laberinto de soledades, deseando
ser como sus conquistadores, quienes los explotarán y al mismo
tiempo los despreciarán.
Nuestros hijos repudiarán a su más antigua Madre y andarán como
pobrecitos huérfanos, penando desconsolados en esta tierra que les
será extraña.
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Los bárbaros conquistadores blancos y sus descendientes, a lo
largo de estos años de injusticias, explotación y dolor; les quitarán a
nuestros hijos la lengua, los recuerdos, los conocimientos, los espacios,
el arte y la pasión milenaria por lo divino de la existencia. Les tratarán
de quitar todas las costumbres y tradiciones; y les enseñarán a sentir
pena y vergüenza de lo que milenariamente les ha pertenecido;
perderán su rostro y su corazón. Su anhelo será tratar de ser como sus
conquistadores y su realidad será, que siempre serán menospreciados
y rechazados por sus explotadores, tanto de afuera como de adentro.
Pero cumplidos exactamente dos atados de años después de la
última guerra, se iniciará el camino de regreso a La Serpiente
Emplumada, se volverá a instaurar su gobierno de paz y armonía, en
esta tierra nuestra.
Un gran cambio en el mundo, acompañará la llegada de La
Serpiente Emplumada, los seres humanos abrirán sus corazones como
la tierra reseca, que recibe las primeras lluvias del temporal.
Tu misión Águila Nocturna, es mantener en el corazón y en la
mente de los hijos de nuestros hijos, la sabiduría de Los Viejos Abuelos
toltecas… La Toltecáyotl, a lo largo de toda esta inmensa, dolorosa y
obscura noche.
Tu misión, es la de preservar la sabiduría y el conocimiento de los
abuelos toltecas de manera secreta y hermética, para que cuando de
nuevo salga el sol del conocimiento, los hijos de nuestros hijos, lleven
en lo más profundo de su corazón esta enseñanza.
Tu vuelo debe ser largo y silencioso, debes llegar a lo más
profundo de los corazones de nuestros hijos y de los hijos de sus hijos.
El conocimiento debe mantenerse intacto. Será transmitido de boca a
oído, de manera secreta y discreta. El Conocimiento estará encubierto
y acechante, esperando el momento de su revelación exaltante.
El Señor de los Dardos de Fuego había empezado a entrar en la
región del misterio. El Maestro y el alumno resplandecían, sus cuerpos,
eran como dos pedacitos de sol.
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Águila Nocturna había entendido en lo más profundo de su ser, la
altísima responsabilidad, que le encomendaba el Poder a través de su
Maestro.
El cielo y las montañas en donde se ocultaba el sol se incendiaron;
las nubes reflejaban todos los tonos del rojo y del naranja,
combinándolos con el azul y el rosa.
Serpiente de Estrellas abrazó al guerrero y le dijo al oído, estaremos siempre contigo. Se apartó y se dirigió a la parte central del
cerro. En el momento mismo que el Sol terminó de hundiese en el
Reino del Señor de la Muerte; un fuerte destello con una sonora
explosión, seguida de una cauda luminosa, que se elevaba hacia lo
más profundo del cielo, hasta convertirse en un puntito luminoso.
Una corriente de aire frío pasó acariciando La Montaña del Jaguar.
En el Poniente, las montañas estaban rodeadas de una corona dorada
de luz. Águila Nocturna alzó la vista y vio al lucero de la tarde, intenso
y luminoso, que parecía hablarle.
El guerrero se quedó inmóvil como una piedra tratando de aferrar a
sus ojos, la luminosidad que se perdía por debajo de la tierra.
Poco a poco, la oscuridad se fue apoderando del Valle. La Montaña
del Jaguar apenas delineaba su contorno en la noche.
En la parte más alta del cerro Sur, estaba la figura de Águila
Nocturna, que se iba deshaciendo en la oscuridad.
De pronto el Guerrero, abrió sus inmensas alas y de un impulso
emprendió su vuelo nocturno, abandonando para siempre a DAANY
BEÉDXE.
FIN.
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