La novela picaresca (Origen y características) Este subgénero narrativo nace en España con el Lazarillo de Tormes. Publicada alrededor de 1554, es la primera novela picaresca. Por lo tanto, es realista. Cuenta en primera persona la historia de un pícaro que recorre los bajos fondos sociales. Supone, pues, una completa ruptura con la prosa idealista de la época (novelas de caballerías, sentimentales, bizantinas…) al ahondar en la humilde y difícil vida de un antihéroe “pícaro” y retratar las miserias de las clases bajas. Características de novela picaresca: -Es protagonizada por el pícaro. El pícaro siempre es hijo de padres “sin honra”. Se ve obligado a abandonar su hogar por la pobreza y suele pasar hambre.Es un personaje sin oficio conocido, entre cuyas actividades entran las de mendigar y robar; sin ninguna conciencia moral, vive a costa de los demás y llega a caer en la delincuencia, pero suele ser víctima de sus propios ardides. -El protagonista de una novela picaresca tiene que narrar su propia vida en primera persona (novela autobiográfica, narrador en primera persona-yo protagonista). Es decir, tiene que contar su vida con su propia voz desde el presente inmediato (cuando es adulto) remontándose a su niñez. -Estructura episódica: El pícaro sirve a varios amos y sus vivencias y anécdotas con estos se cuentan en episodios continuados. Primera novela moderna En efecto, hasta el Lazarillo los relatos presentaban a un caballero andante, un héroe que viaja por el mundo para defender el bien y lucha para conseguir un mundo mejor. Es un personaje muy valiente y honorable que está movido por sentimientos tan puros como la fe, la bondad y el amor; un caballero romántico que está enamorado de una dama a quien dedica todas sus victorias en el combate. El noble protagonista de dichas novelas no cambiaba a lo largo de su historia y aventuras, es decir que su personalidad se mantenía inalterable, no cambiaba su forma de ser y, por lo tanto, por muchas aventuras que tuviese ese héroe anterior al Lazarillo, no observamos en él ninguna transformación importante de su personalidad. Este tipo de relato no es moderno. Con Lazarillo de Tormes se produce un cambio importante: ahora se nos presenta una vida haciéndose, puesto que narra la historia de un personaje (no noble) desde su niñez, para que entendamos por qué, en el último capítulo, ha caído en el deshonor. De esta manera, ese personaje (por primera vez en la historia literaria, un protagonista pobre y miserable) es, en cada momento, una consecuencia de lo que ha vivido. No podríamos comprender cómo piensa y actúa en un capítulo sin saber qué le ha sucedido en los capítulos anteriores. Este es un rasgo moderno.