MISA CON NIÑOS III DOMINGO de PASCUA Lecturas: 1ª Lectura: Hechos 2,14.22-33 Salmo 15. Leído Evangelio: Juan 24,13-35 AMBIENTACIÓN: En este tercer domingo de Pascua el Evangelio nos habla de los discípulos de Emaús, de su tristeza, de cómo Jesús se hace presente, les habla y les comparte el pan. Lo mismo ocurre hoy, Jesús se sigue haciendo presente a través de la catequesis y de la clases de religión porque se explican las escrituras, se hace presente en el pan… en la Eucaristía y se hace presente en la oración, cuando le hablamos y guardamos silencio le escuchamos… seguro que los niños y las niñas se queda con este idea central Jesús se hace palabra que enseña, pan que alimenta y presencia que acompaña. Ojala y lo vivieran de verdad MONICION DE ENTRADA: Hola, bienvenidos niños y niñas a nuestra celebración. Sabemos que el Señor, nos acompaña en el camino de la vida y nos ayuda a superar las dificultades de la vida. El Evangelio de hoy vamos a escuchar una historia muy bonita, una historia sobre dos seguidores que se volvían a su pueblo, porque creían que Jesús había muerto sin más. ¡Que equivocados estaban! Empecemos la celebración de esta Eucaristía pidiéndole al Señor que sintamos su presencia en nuestro corazón y que nos ayude a reconocerle en el pan ACTO PENITENCIAL: Ante Dios Padre que resucitó a su hijo Jesús, nuestro hermano le pedimos que nos perdone los pecados que hemos cometido y que nos ayude en el camino de la vida. Lo hacemos juntos diciendo: Yo confieso… Pautas homiléticas (para el sacerdote) - - - La primera lectura nos habla de cómo Dios nos juzga a cada uno según nuestras obras, y por tanto debemos tomar en serio lo que hacemos en nuestra vida. Si hacemos el bien, Dios nos premiará, pero si hacemos el mal… ¿qué pasará entonces? Nos dice además que Cristo nos ha salvado muriendo en la Cruz, pero nosotros debemos creer que Dios le ha resucitado a una Vida Nueva, y esperar que también un día vivamos en una vida nueva junto a El en el cielo. En el Evangelio se nos dice que dos discípulos de Jesús volvían a su pueblo porque pensaban que Jesús no había resucitado. Jesús se les apareció y le reconocieron cuando el Señor celebró la Eucaristía, es decir al partir el Pan. También nosotros debemos pedirle al Señor que tengamos Fe, que creamos de verdad que el Señor vive y está presente en el Pan consagrado por el sacerdote en la Eucaristía. Pidámosle al Señor que nos ayude a creer de verdad que ÉL ha resucitado y que está presente en el Pan consagrado de la Santa Misa. Sepamos abrirle nuestro corazón para recibirle en la comunión y que Él nos acompañe siempre, cada día de nuestra vida. PETICIONES: Como le pidieron los discípulos de Emaús a Jesús, así le pedimos nosotros para que nos ayude en nuestro caminar. A cada petición respondemos diciendo: Quédate con nosotros, Señor Para que reine en el mundo la paz que tú nos ha ofrecido. Todos Para que los que caminan desorientados y desesperados descubran la presencia de Jesús. Todos Para que la Iglesia, en la diversidad de Parroquias y comunidades cristianas, sean lugares donde tú te hagas presente. Todos Para que podamos encontrarte en la palabra, en la fracción del pan, en la comunidad y en los pobres. Todos . OFERTORIO • Un día los discípulos de Emaús se encontraron con Jesús y les ardía el corazón cuando les explicaba la escritura, aquí te ofrecemos esta BIBLIA donde se encuentra toda la Palabra de Dios y con ella te ofrecemos el trabajo de tantas personas que a través de la catequesis y de las clases de religión nos ayudan a entenderla y conocerte más. • También te ofrecemos este PAN, cuando lo partió el Señor, los discípulos de Emaús le reconocieron con este pan te ofrecemos el trabajo de nuestros sacerdotes, gracias a ellos tu te haces pan para nosotros. • El PAN Y EL VINO, son fruto de la tierra y del trabajo de los hombres. Te harás presente en ellos por la consagración, y te pedimos que también te hagas presente en nosotros, resucitándonos a una Vida Nueva donde seamos felices practicando el bien como tú nos enseñas ACCION DE GRACIAS: Los discípulos de Emaús se convirtieron en testigos de Jesús. Al acabar esta celebración nos tenemos que preguntar si cuando vamos a la Eucaristía, reconocemos a Jesús en el partir el pan, y si nos llenamos de su presencia. Si no es así… algo estamos haciendo mal. Vayamos en paz , gritando con nuestra vida la verdad de la Resurrección.