LA TUMBA PERDIDA DE JESUS LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO INTRODUCCION Una vez más ha saltado al tapete la temática respecto a la persona de Jesús. En esta ocasión, se reabre un libro lleno de especulaciones y misteriosas intenciones, y que pretenden desmentir el hecho extraordinario de la resurrección de Jesucristo. El personaje de turno ahora es el cineasta canadiense James Cameron, quien presenta un documental sobre “La tumba perdida de Jesús” (The lost tomb of Jesus), y pretende demostrar que Cristo no resucitó y que según investigaciones, se habría hallado una tumba en el año 1980 en Jerusalén y que, según los autores del film, contenía los restos de Maria, Jesús, Maria Magdalena y Judas, el hijo de ambos. El negar la resurrección de Jesucristo y el de rebajar su persona al nivel puramente humano, no es algo nuevo. Esta inspiración diabólica proviene desde los tiempos del mismo Cristo. Los religiosos de la época negaban su divinidad y buscaban lapidarlo cuando él se igualaba a su Padre. De la misma forma, negaron su resurrección, atribuyendo el hecho a un mero secuestro del cuerpo sin vida del Mesías. Por otra parte, la masonería siempre ha negado el extraordinario acontecimiento de la resurrección. Esta diabólica logia, llena de simbología y de misterio babilónico, constantemente ha declarado en forma oficial que Jesús no murió en la cruz y que no existe tal resurrección; además de relacionar a los discípulos con los Esenios y cuanta mentira se les ha ocurrido. No me parecería extraño que este Sr. Cameron sea Masón. Otra de las mentiras por siglos discutida, es la Divinidad de Cristo. Así como Dios lo exaltó, el diablo lo ha querido rebajar hasta lo sumo, utilizando a través de la historia a ministros fraudulentos e instrumentos de las tinieblas, quienes centran sus energías y estudios para decir que Jesús fue solo un hombre, que tuvo vida marital y es mas, se han atrevido a decir que él se bajó de la cruz y continuó su vida conyugal con María Magdalena. El diablo es el padre de mentira y como tal, su siembra tiene ese sello. Los hombres aman mas las tinieblas que la Luz, y es por eso que aman la mentira mas que la verdad (Juan 3: 16-21), es por eso que cíclicamente aparecen estos mercaderes que utilizan la Biblia para escribir libros y guiones, y para enganchar a aquellos que buscan conocimiento y misterios. Hace unos años fue JJ Benítez con su “Caballo de Troya”, mas tarde Dan Brown con su “Código Da Vinci”, Mel Gibson con su mariolatría disfrazada en “La Pasión”, National Geographic con “El evangelio de Judas” y ahora James Cameron con su “Tumba perdida de Jesús”. Al parecer es un tema que deja suculentos resultados. ¿Que dice la Biblia de la resurrección de Jesús? Jesús estando en vida anunció que moriría y que al tercer día resucitaría. (Mateo 16:21; Mateo 17:23; Mateo 20:19; Marcos 8:31; Marcos 9:31; Marcos 10:33-34; Lucas 9:22; Lucas 18:31-33) Juan lo escribe de la siguiente manera: “Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho” Juan 2:19-22 Como vemos, la declaración de Jesús y la aclaración de lo escrito por Juan es categórico. Jesús iba a morir y al tercer día iba a resucitar. Ciertamente, los religiosos racionales e incrédulos no pudieron ni quisieron creer. Es exactamente lo mismo que pasa ahora con esta oleada de racionalismo religioso. Un punto interesante relacionado con el pasaje citado, es que los religiosos nunca se olvidaron de la enseñanza que anunciaba la muerte y resurrección de Jesús, porque una vez consumada la crucifixión y la sepultura, vemos a los mismos individuos rogando a Pilato, solicitándole una guardia en el sepulcro: “Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero. Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis. Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia” Mateo 27:62-69 Los fariseos y los principales sacerdotes lograron que Pilato dispusiera de un piquete de soldados apostados en el sepulcro de Jesús. Su incredulidad y suspicacia, les hacía suponer que los discípulos robarían el cuerpo para decir al pueblo que Jesús había resucitado. No obstante, este hecho gestado en el impío corazón del hombre, fue Dios quien lo permitió, y ha venido a ser, junto al testimonio del soldado que traspaso una lanza en el costado del Señor, un verdadero certificado de defunción y de sepultura de Cristo. Jesús murió, fue sepultado y resucitó al tercer día conforme a las escrituras ( 1 Corintios 15:1-4 ) Aun así, los hombres no creen que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente, y continúa siendo para ellos, solo un personaje envuelto entre misticismo, misterio y especulaciones. Al tercer día se levantó de los muertos Tal cual las escrituras lo anunciaban, Jesús resucitó y las mujeres fueron las primeras en enterarse. Ellas fueron a ungir el cuerpo de Jesús con especias y aromas, pero se llevaron la sorpresa de que su Señor no estaba. Tal vez ellas también se habían olvidado de que Cristo había dicho que al tercer día saldría victorioso de la tumba. “Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro... Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor” Mateo 28:1-6 Luego de un gran terremoto, la piedra del sepulcro fue removida por un ángel del Señor, quedando al descubierto la más gloriosa de las escenas; El Señor Jesús había resucitado. La tumba estaba vacía, las mujeres atónitas y los soldados estaban temblando de miedo. La otra versión A pesar de la gloriosa escena, la incredulidad de los religiosos no se dejó estar. Al recibir el informe de los guardias, los principales sacerdotes y ancianos dieron mucho dinero a los soldados a fin de comprarle sus labios para divulgar “otra versión” de lo ocurrido en el sepulcro aquel amanecer. “Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy” Mateo 28:11-15 La versión comprada por los religiosos, es la misma que sostienen muchos de los gnósticos y teólogos modernistas. Es tan importante que este hecho haya quedado registrado en las sagradas escrituras, porque nos permite comprobar que lo dicho ahora por El Sr. Cameron, no es nada nuevo y su origen proviene de las tinieblas. Pruebas indubitables Para los creyentes, el solo testimonio de la Santa Biblia es suficiente para fundamentar y acrecentar nuestra fe en el Señor Jesucristo. No necesitamos que la ciencia nos aporte antecedentes que refuercen nuestras convicciones, y asimismo, cualquier nuevo hallazgo u otra versión que pueda aparecer en relación a tal o cual acontecimiento bíblico y que apunte desmoronar nuestras creencias, jamás pondrán en jaque aquella fortaleza e inmutable roca en la cual Jesucristo nos ha puesto. La escritura es abundante en precisar el asunto de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, porque luego de tan magno evento, Cristo se apareció a sus discípulos durante cuarenta días testificando con pruebas indubitables su victoria frente a la muerte. “Pero Tomás... les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: !!Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron” Juan 20:24-29 Que necesario era que entre los discípulos existiera Tomas. El clásico individuo racionalista y que necesita ver para creer. Tomás estaba conciente que Jesús había muerto, pero no podía aceptar ni creer que había resucitado. La resurrección era algo imposible. Sin embargo, Jesús se aparece en medio, y estando Tomás, revela las marcas de la cruz, certificándole tangiblemente que él había resucitado. Con esa escena, Tomás se rindió y reconoció el Señorío de Jesús y le adoró. Las pruebas fueron muchas. Inclusive Juan dice que no fueron escritas en el libro, pero que el objetivo era uno y solo uno: “Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” Juan 20:31 Y Lucas agrega: (Jesús)... “después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios” Hechos 1:3 Como hemos visto, la resurrección de Cristo fue un acontecimiento glorioso y que tiene suficiente y abundante argumento en la Biblia. No en vano es uno de los pilares de nuestra fe. Pablo le decía a los Corintios que si no hay resurrección, vana es nuestra fe y nuestra predicación ( 1Corintios 15:14 ) La parte solemne de todo este tratado, es precisar que cualquiera que niegue que Jesús resucitó, esta condenado por toda la eternidad. “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” Romanos 10:9