2 El INTA lleva a cabo un proyecto para la domesticación y uso de helechos nativos con fines ornamentales con el objetivo de colaborar en la diversificación de la producción y también para disminuir su uso extractivo. Se presentan 5 especies que pueden ser cultivadas en forma comercial debido a la facilidad que poseen para su propagación, rusticidad y bajas exigencias nutricionales. Los helechos se encuentran entre las plantas terrestres más primitivas, pues no tienen flores y dependen del agua para poder reproducirse. Presentan raíces verdaderas, tallo y hojas bien diferenciados. Sus tallos son por lo general subterráneos, denominados rizomas, que pueden ser cortos o desarrollados, delgados a tuberosos, simples o ramificados, y en algunos casos son erguidos y forman verdaderos troncos, como sucede en los helechos arborescentes. Los helechos presentan hojas desarrolladas que se denominan frondes y pueden ser de dos tipos de acuerdo a su función: trofofilos, destinadas a la fotosíntesis y esporofilos, destinadas a la reproducción. Ambos tipos de hojas pueden ser iguales o de forma y tamaño distintos. Los esporofilos llevan esporangios, pequeñas cápsulas donde se encuentran las esporas (unidad de dispersión, análoga a la semilla en plantas superiores). Los esporangios se encuentran agrupados en soros que pueden o no estar protegidos por una membrana llamada indusio y están distribuidos sobre la cara inferior en hileras regulares o no, presentando distintas formas: circular, alargada, pueden cubrir toda la cara inferior, disponerse en el margen de la hoja en forma separada o formar un continuo en el margen o sobre el nervio medio. 3 Planta completa de Pteris denticulata Detalle de rizoma Esporofilo: fronde reproductiva con soros lineales marginales Trofofilo: fronde encargada de la fotosíntesis. 4 Helechos nativos seleccionados por su rusticidad y fácil cultivo Phlebodium areolatum Frondes divididas grisáceas péndulas. Pueden ser usados también en paredes verdes y macetas colgantes. Phlebodium areolatum Niphidium crassifolium Niphidium crassifolium Frondes enteras coriáceas de color verde intenso. Niphidium crassifolium como follaje de corte. 5 Esta especie también puede usarse como follaje de corte debido a la larga vida poscosecha que posee. Las frondes se mantienen hasta 30 días en florero en buenas condiciones. Campyloneurum nitidum Se caracteriza por tener hojas enteras lanceoladas coriáceas con brillo, forman una mata densa. Campyloneurum nitidum. Microgramma squamulosa Rizoma superficial vistoso, frondes enteras verde intenso que pueden variar de tamaño. Pueden ser usados también en paredes verdes de bajo mantenimiento debido a su rusticidad y bajo requerimiento hídrico y nutricional. Microgramma squamulosa. Pteris denticulata Frondes verde claro, coriáceas, pedunculadas, con margen ondulado. Pteris denticulata. 6 Propagación Los helechos pueden ser propagados a partir de las esporas o bien por trozos de la planta madre por lo general trozos de rizomas. Por esporas Las esporas se colectan a partir de frondes con abundantes soros maduros cuyos esporangios permanecen todavía cerrados para no perder las esporas. Por ello es necesario reconocer cuando los esporangios están maduros. Esta maduración se advierte por el cambio de coloración de los soros que va del verde al amarillo, naranja o al marrón dependiendo de la especie. Phlebodium areolatum: soros inmaduros. Soros maduros, nótese el color amarillo-anaranjado. Campyloneurum nitidum: Soros inmaduros. Soros maduros. 7 Las frondes reproductivas se colocan en bolsas de papel a temperatura ambiente por 2-7 días para que se liberen las esporas. Es conveniente eliminar restos de esporangios para reducir la contaminación con algas, bacterias, hongos y musgos. Para ello se pueden colocar lo que se obtiene de la bolsa sobre un papel blanco y golpeando el borde del mismo, por diferencia de peso entre las esporas y restos del esporangio comienza a separarse las esporas de las impurezas o deshechos no deseados. Esporas de Niphidium crassifolium. Las esporas se siembran en recipientes de plástico transparente desinfectados con alcohol al 70 % con tapa que posea un buen cierre para preservar la humedad necesaria para un buen desarrollo del prótalo y la posterior fecundación. Las esporas liberadas se siembran espolvoreando sobre la turba tamizada, previamente hidratada que deberá mantenerse siempre húmeda, en un ambiente de temperatura controlada, preferentemente entre 23 ºC a 25 ºC, con luz filtrada o luz artificial. Una vez que se desarrollan los prótalos deberá mantenerse el medio húmedo, pero no encharcado, con adecuada luminosidad y temperatura hasta la aparición las primeras ‘hojas’ o esporofitos, momento en donde deberá hacerse el primer repique dividiendo la masa verde en isletas o pequeños grupos. Se implantan en forma espaciada en un nuevo contenedor con un nuevo sustrato a base de turba, corteza fina y perlita fina en una proporción aproximada de 2:2:1/2, respectivamente. En este momento se podrá comenzar a 8 aplicar fertilizantes a través del agua de riego a bajas concentraciones (50 a 80 ppm N) manteniendo las mismas condiciones de cultivo. Con esta práctica se estimula el crecimiento de las plántulas y permite, a través de sucesivos repiques, aumentar considerablemente la cantidad de plantas potenciales hasta lograr individualizarlas. Una vez finalizados los repiques deberá realizarse un proceso de rustificación, regulando la transición desde el ambiente dentro del contenedor hasta el ambiente exterior o aire libre. Para esto se recomienda el uso de contenedores plásticos con tapa visagra translúcida que permita abrirse parcialmente. Del mismo modo se pueden utilizar bolsas plásticas translúcidas herméticas, aumentando la apertura gradualmente para aclimatar la plántula a la atmósfera externa hasta quedar totalmente expuesta al ambiente donde crecerá. En este proceso se continúa aplicando fertilización en el agua de riego. Luego comienza la etapa de cultivo, en donde serán necesarios un trasplante a contenedores de mayor tamaño y un aumento en la concentración del fertilizante. Germinación de esporas de Phlebodium areolatum a los 15 días de la siembra Plantas desarrolladas de Phlebodium areolatum a los 3 meses de la siembra Desarrollo de prótalos de Phlebodium areolatum a los 40 días de la siembra 9 Plantas desarrolladas de Phlebodium areolatum a los 5-6 meses desde la siembra Plantas desarrolladas de Niphidium crassifolium a los 12 meses desde la siembra El tiempo transcurrido entre la siembra hasta la obtención de plantas en plugs de 200 alveolos rustificadas es de 3-4 meses para P. areolatum, 7-8 para P. denticulata y 8-9 en N. crassifolium y C. nitidum dependiendo de las temperaturas. Propagación vegetativa La propagación vegetativa es la reproducción de la planta a partir de una parte de esta. Se puede realizar por división del rizoma o división de plantas. El tamaño del rizoma está asociado a la producción de yemas, es decir, cuanto más grande es, tiene la potencialidad de llevar más yemas, entonces va a desarrollar mejor y más rápidamente una nueva planta. El sustrato a utilizar debe tener un muy buen drenaje. El ambiente de cultivo debe ser muy húmedo aunque hay que evitar el exceso de riego. Propagación por división de mata de Campyloneurum nitidum 10 Microgramma squamulosa se puede propagar por división de rizomas. Con la ayuda de elementos cortantes, como navaja o cuchilla, los rizomas se cortan en segmentos de 5 cm aproximadamente. Es importante que los segmentos divididos posean raíces desarrolladas y presencia de hojas, esto beneficia el desarrollo y crecimiento. Se colocan en contenedores con un sustrato poroso, húmedo, con buen drenaje, en un ambiente húmedo y sombrío por al menos 3 a 4 semanas. Las bajas temperaturas hacen que el proceso sea lento por lo que se recomienda utilizar invernaderos calefaccionados o bien propagar en primavera y verano. Durante el proceso, los rizomas podrán desarrollar hojas nuevas, sin embargo esto no significa que el proceso haya terminado. Luego de que los rizomas manifiesten signos de crecimiento y emisión de nuevas raicillas en el sustrato podrá comenzarse a disminuir la humedad ambiental, dándole así un proceso de rustificación para pasar a la etapa de cultivo. Trozo de rizoma de Microgramma squamulosa Producción de Microgramma squamulosa por trozos de rizoma en bandejas 11 Requerimientos de cultivo Para lograr el éxito en el cultivo de helechos es necesario tener en cuenta algunos conceptos básicos. En general los helechos prefieren: Agua: preferentemente de lluvia. A pesar de ello los helechos que se presentan aquí no tienen esta exigencia pudiendo usarse agua de pozo. El riego debe ser abundante aunque es muy importante evitar el encharcamiento. Sustrato: mezclas sueltas de corteza y hoja de pino, resaca de río y turba, puede agregarse tierra, pero poca proporción. Un sustrato suelto evita el encharcamiento tan perjudicial para los helechos. pH: ácido. Luz: necesitan luz tamizada por lo que es imprescindible el uso de mallas de sombreo de al menos 70 %, para el caso de N. crassifolium es preferible 80 %. Fertilización: se recomienda fertirriego semanal con 150 ppm de fertilizante nitrogenado. Limpieza y cambio de maceta: se recomienda eliminar las hojas viejas periódicamente a los fines de mantener el vigor y un buen estado sanitario, especialmente en los helechos muy compactos. Es importante estar atentos a la necesidad de cambio de maceta, se recomienda descalzar la planta y observar el desarrollo radicular para detectar el momento oportuno. Plagas y enfermedades: pueden aparecer pulgones y cochinillas cuando el ambiente es muy seco. Se sugiere evitar esta condición para reducir la necesidad de aplicación de agroquímicos ya que los helechos son sensibles a algunos productos como el dimetoato. Es recomendable aplicar estos productos en dosis inferiores a las recomendadas. Para evitar problemas fúngicos es recomendable en épocas otoño-invernales evitar que la planta quede mojada hacia la noche, preferentemente regar y mojar durante el día dando tiempo a que el follaje se seque antes del anochecer. Temperatura: Estos helechos no toleran fríos extremos, pueden manifestar síntomas de daño o estrés por frío. Sin embargo, se caracterizan por tener gran rusticidad y tolerancia a temperaturas moderadas o bajas aunque su crecimiento será más lento. Procurar temperaturas superiores a 15 ºC.