_-,.cf~• "'~-v~~: • ,._... .· "• ,. -.:. .:·• • • I •• ~: r 1s ·• • • • Impreso en el Perú Derechos reservados Edición dirigida por el autor Leoncio Bueno · Taller "TUNGAR" - Restauración 160 - Breña - Lima. Laonc10 auano pastor de truenos EDICIONES TUNGAR Viví como una sombra y sin embargo supe cantar al Sol. Paul Eluard PERU. HONDO UNIVERSO , aqu1 desde mi soledad, desde el fondo lúgubre de esta prisión. te amo, alzo tu bicolor. escribo junto al mar este prístino verso: P E ·R U. \ l1 ESTE DOLOR Este dolor, este lapso de ausencias en medio del mar, con Lima en lontananza, es parte de mi vida. Tal vez cuando pasen los chúcaros años y esté sentado en la playa de enfrente mirando este mismo mar desde un barranco pensaré en estas horas con dulzura, y acariciándolos caritativamente, lea estos versos, como una historia antigua sólamente. O vaya a La Punta y desde el viejo muelle divise la casita blanca de El Frontón y diga retrospectivamente, yo estuve allí. Entonces, mi corazón palpitará con ternura, a mis labios asomará una sonrisa niña; volveré a la ciudad más armonioso y sobrio pensando sabiamente ~n que todo transcurre: la dicha, el dolor, son los variables granos de esta breve cosecha que es la vida. Por eso, corazón, estate quieto, ¡ no perturbes mis bravos pensamientos! 13 PEREGRINA a Danlel, a Félix. Yo por ella corrí los más duros caminos, hice trizas mis sueños, des.garré mi centella en flor de lirio y abrazando a la ciega esperanza tramonté los infiernos .. En las playas insólitas, en el yermo letal de los patíbulos inscribí sus consign~ con mi sangre, se batieron mis ansias como fieras.. La encendí en las torn1en tas., la avivé en todas las hogueras, olí su flor sangrienta en todos los combates. ¡ Oh legiones pe·rdidas al umbral de la historia! ¡ Oh lidiador herido un lapso antes del alba¡ ¿ Qué hachas no blandieron mis hondas rebeliones? ¿Qué tormentos infandos no arrostraron mis huesos? Me batí como un bravo leñador en el monte, me alisté con los hombres que han matado a la muerte. Gemí, luché, morí ... Torné a nacer en un ciclón perpetuo. IS Así crujió mi sombra, así tazqué el acero, atrás quedó la infancia con su rosada lira. Yo me embarqué en la nave crujiente del martirio aún me esperan suplicios y más cruentas torturas, ' aún serán cien mil veces machacados mis huesos; ¿qué importa? A mi lado combaten los hombres de piel dura, los hombres cuyos ojos la patria ha iluminado. 16 1A ISLA DE 1A MEDITACION En esta isla, ¿qué puede mi alma de pájaro y rocío? Esta, es la isla de la meditación hasta la muerte. ¿Meditar? Sí, meditar; estar quieto y sombrío como una cruz en el camino , o deambular entre sí mismo como la brizna de un lamento, así, hasta que el can de la brisa haga hilachas mis huesos o sobre mis espaldas --crezca el yuyo del mar y apacenten ostras y caracolas. Meditar en el destino del hombre, de los hombres que a diario se desangran por transformar el mundo. . Pero estos pensamientos son oscuros y fríos como cuervos con moquiJlo. Felizmente, hay horas de paz entre mis temporales, horas en que el beso del mar vuelve verdes las rocas; entonces, echo a volar al cielo. mis palomas, miro a la costa y pienso en un mañana espléndido, veo sus ojos, mirándome desde un niño. 17 ORIFLAMA Porque quiero que broten mariposas y nazcan margaritas en las rocas, por eso, osadamente empino estos versos que aspiran a ser puentes de luz entre el canto y las batallas. Porque quiero que mis hermanos de condena vivan .doscientos años jóvenes, y el resuello batallador de sus pulmones aumente como el peso del peñasco que empujan a la cumbre, por eso desbordo mis arterias, me trenzo en oriflama y quiero que mis vértebras estallen hasta el cielo antes de pronunciar un, ya no puedo. He resuelto viajar por el· camino en que cultiva la fuerte poesía sus lirios como espadas y decirle: 19 En el fragor de la batalla mis nobles camaradas reclaman la armadura de un canto, algo claro que imponga un resplandor hermoso en sus combates. Quiero tender un paso entre el monte y la Luna, entre el yermo y la nube por donde se establezca el tránsito de los guerreros, a la luz de los astros, dando espaldas a la noche, erguidos, marchando innumerables de victoria en victoria. 20 FURENTE OCEANO Este mar implacable, no se apiada de los niños infinitos, que sólo han aprendido a llorar desde su luz sin campos para ir tras una mariposa. ¡ Madres y esposas del mundo/ ¿ a qué donar burbujas al océano? Ahora, cuando los hombres buscan la libertad marchando hacia ·1a muerte; ahora que no hay adónde huir, que todo está sitiado en una isla de pánico donde el fuego se levanta en todo lado; madres y esposas del mundo, amamantad lobeznos y huracanes; haced de cada niño un hombre, de cada hombre un héroe o un poeta y salid de su brazo al encuentro del canto. 21 OS UAMO A I.AS JORNADAS Os llamo a las jornadas, toco el pututo indicativo, toco las alas del hambre americano. Os llamo a galopar sobre Los Andes montando los corceles robados a la luna. Os llamo con mi voz de lampa dura. Clamo y proclamo desde el mendrugo arado en sobre asalto; desde el fusil sembrado a sangre y riego. De surco a pan, de hambre a hombre, de vela a Sol, de hacha a ebúrneo cuello; clamo y proclamo, ayer y hoy, apunto: ¡ fuego¡ . Apunto la voz agreste en grito. Apunto para cantar, soñar, todos en paz: Mañ~a. ¡'0s llamo a las jornadas¡ 22 BIAS DE OTERO VIENE Viene, Bias de Otero me dice: España vive, España permanece alerta, como siempre, sonora en sus poetas, habla en tí, en mí, en todo alumbramiento o acto insólito. En todos los vientos, los gránulos de lluvia, sangre o tierra, rojo follaje de puna o rauda cordillera, en toda artesanía de pólvora o de brisa, de hueso o de paloma. Viene el aire de España, viene envuelta en sus molinos. Vienen 1Q. laúdes transportados por estoicos claveles desangrados • I indígenas llamados Fcdericos amanecen jinetes; pare la madre España Martorelles de furia, con revólver. 23 LONTANA.N7A Desde un frío peñasco, veo el mundo. El pasado, fue un océano de sangre. El presente, es un baño de sangre; y el futuro, ¿será sólo océanos de sangre? ¿No hallaremos la forma de vivir para el canto? ¡ Antes, correrán muchos ríos de sangre¡ 24 ., DESPUES DE 1A REVOLUCION Quiero vivir en Paz para poder sin sombra trabajar como un buey de sol a sol, al viento, refrescarme los huesos de alegría, ir corriendo desnudo al encuentro de la lluvia, hacer surcos, alcohol, hijos y versos, embriagarme hasta el perno y bailar como un negro borracho en los días de la patria. 25 UN HOMBRE TRISTE Un hombre triste tuvo una vez un sueño: Quiso ser poeta, pero siguió siendo en la sombra un hombre triste. Una vez más soñó, apasionadamente. Se enroló en la epopeya luctuosa: Quiso ser un bravo, vivir épicamente su última muerte, pero en el fondo siguió siendo sin paz un hombre triste. Ya sin remedio, agotada hasta el fin la última aventura, convenciose que no era mala cosa ser hasta la médula un hombre triste. 27 CUADERNOS DE UN CONDENADO --1-- CUADERNOS DE UN CONDENADO -- 2 - OLAS Olas del mar carcelero que me asedian sin cesar, ancho y verde centinela de perenne rebramar. Dilatada, escueta espera, más dilatada en el mar, mi gaviota compañera ya se cansa de esperar. Soledades sin auroras, soledad del corazón, soledad a todas horas, soledad en El Frontón. Insondable mar, ¡ oh, mar¡ ¿ qué fue de tus caracolas, tus encantos y el rimar de tus sirenas cantoras? ¡ De lindas cosas, ni hablar, esta playa es El Frontón donde nos devora el mar como un tigre el corazón! 30 1A CITA Aquí era la cita, en un peñón estéril tú, me esperabas sola. Por todos los caminos del mundo te busqué, toda mi ardiente lava se agotó trashumando entre los vientos. Tú, e·stabas aquí, mientras yo, ávidamente hurgaba el cielo revolviendo centellas en tu búsqueda, tú, estabas aquí, ululando en los peñascos, hostigada por los pájaros, en medio del océano in.e esperabas, transida entre las rocas. Hubo noches sin luna, y visiones, y versos en que yo, lívidamente, soñé con este monte, y ví tu blanca imagen crispada en el cenit de los tormentos. 31 Ahora estoy contigo, demos muerte a los buitres, encendamos el amor y la luz en las cabañas. Aquí, era la cita, aquí aguardabas mi impaciente búsqueda. ¡ Ya estamos juntos, muestra a mis ojos, El Camino.' 32 AL RIO DE MI AMADA Dulce Apurímac cuando te añoro, siento en mis hondas raíces tu sabor, el sabor tus orillas. Dulce Apurímac, en tus . fértiles ribas se derrama mi sed, loba de amor. Dulce Apurímac, cuando añoro tus ondas, resucito, retoño, como un álamo joven, cuando pienso en tu dorso lunar lleno de mariposas, ¡Oh, río ancestral; 33 AIRE MIO Aire mío, luz de manzana amanecida en mis labios, beso, musgo, centella de mis huesos; ¿dónde estás? Antes, me hablabas desde el agua, jugueteabas brincando sobre el arco iris, te anunciabas con los ecos en las tardes de angustia. Ahora, no sé dónde te escondes. Debes estar lejos, ¡ lejos como los siglos! Aquí, en mi corazón, tu era se quema, una columna de humo se eleva desde mi copa siento la saliva como plomo fundido. ¿ Es que te has resecado agua dulce de mis hondos puquiales? ¡ Oh, brisas del hontanar, campos soleados; iésta es la hora en que mi alma cruje como caña brava! 34 PERMA.NECIA EN LA CAUSA Heme aquí, con la fiebre de ver pasar tu canto de colores, todavía estoy ciego, deshojado y con la voz inmóvil. Anduve por el mar sin hori.wnte enamorado siempre de tus ojos de aurora. Como una ánima en pena bajé a los socavones de la muerte donde está quieto el ti<!mpo y está húmedo el rayo. Allí perdió su sabia _ mi noble árbol de huesos, allí se endurecieron mis manos como piedra~. ¡ Oh, las horas de espanto en las que, enloquecido, corría sin corteza! Entonces, en m1 pecho, partido estaba el viento, brotaba en mi enramaje inmensa ave de sombra. 35 Mis pelos se llenaban de relámpagos, en la colina ardía mi fronda como un astro. En esta amarga búsqueda mi voz está perdida, perdido está mi aliento; pero aún sin aliento voy a seguir buscando ardientemente tu canto de colores y tus ojos de aurora, ¡ sin pensar que estoy ciego! 36 AGUIIAS MIAS En medio del desierto , han venido hasta mí ' con sus alas quebradas Jas poderosas águilas de los vuelos truncadós. Una a una llegaban, daban luz a una lágrima, se hundían en las hondas oquedades ... ¡ Pobres águilas mías! ¡ Cuanta furia pusieron en su ardor y en sus sueños! Ya no vibra en sus alas el impulso que empujaba a las nub~s, ya no hienden sus vuelos siderales alturas. Estas aves, un día, fueron reinas del aire, fueron claras, azules ¡ y cuan llenas de bríos! 37 Hasta que una tormenta rompió sus alas blancas y u.na extensa agonía abrasó sus pupilas. 38 AZUL ANTIGUO Un día soñé que el universo era un césped de luz y de rocío, que a mis pies pululaban sudorosos como un juego de niños, los planetas ... Entonces, quise hacer verdad mi sueño. Alcé TT}i lampa y de valor armado tendí la rienda a mi juncal sonoro. Logré cruzar enfurecidos mares pero un rayo envidioso me fulminó los ágiles caballos de totora. Náufrago en las olas me varó el mar en espantosa playa. Mordí los temerosos arrecifes, tricé los implacables farallones, con mis potros vertiendo ardientes lavas me batí entre erupciones y humaredas. 39 Ya no llevaba su lampa el buen labriego, ni canción vegetal. ni tordillos en el pelo; pero algo estaba vivo en su agonía, ¡ el ansia de luchar, ay, estas ansias tercas de amar, de hacer algo hermoso, aunque sea muriendo día tras día! 40 PASTOR DE TRUENOS WS RETOÑOS Amigos: Ustedes, gallitos del campo desde el rojo n1onte, me están escuchando. Desde los penachos de la caña pálida, me están escuchando. No es cierto que han muerto. ¡ Arriba, muchachos! ¡ Arriba, peoncitos del alba! Soltemos de nuevo el trino indeleble, aquí está el verano, más guapo que antaño. Gorjean las lluv~as, relinchan los ríos, hietven de arrullos los tiernos sembríos ... Volemos al monte. Volemos ahora. De nuevo madura• el maracuyá. . ' 43 MI TIERRA ESTA AL NORTE Espero atardecer cantando a mis héroes anónimos, a mis santos apóstoles caídos bajo el plomo en las grandes invasiones. Tengo ya los dos brazos incendiados, atizo en lo que puedo el rayo urgente. Espero limpiamente traspasar los ochenta; vivir bajo la fronda de un gran espino en el norte de mi patria, frente a alguna colina tapizada por silvestres pastizales en donde alcance a ver pastar mis cuatro cabras. 44 AL RIO DE MI INFANCIA Señor, padre del valle. padre de inis padres, río sabroso que me diste muy temprano a beber. Yo te prometo por la feraz potencia de tus ondas jamás estarme quieto. Quiero ser como tú, semen del Ande, progenitor de valles que retornas impetuoso en los veranos para darnos a todos pomarrosas. 45 DOS MAESTROS A la luz de la luna, el abuelo sentado en el poyo. Las viejas, hilando a un costado, los perros al pie, dormitando; y todos los niños en torno, mirando la augusta figura del orador facundo. El viejo labriego narraba tremendas historias, proezas macabras de antiguos esclavos. El mismo, el abuelo, después de Castilla siguió siendo un negro esclavo remontado Por si alguna duda, mostraba la ausencia sombría de sus dos pulgares. 47 Los niños, de día, marchaban sin aire a la Escuela, oían huraños la charla erudita del pulcro maestro. Los niños amaban la luna. ¡ Con que fruición absorvían la parla nutricia del bravo peón legendari91 Soñaban que un día corriera en sus venas, su sangre rebelde, su afán de remonta. FABUI.A DEL CAMPESINO Y SU ARBOL Hubo una vez, un campesino loco. Se le ocurrió sembrar un árbol raro. en la punta de un cerro endemoniado. Como era loco el labrador, solía diariamente cargar un cubo de agua hasta la cima de aquel monte yermo. El árbol fue creciendo lentamente, el labrador tozudo redoblaba el alimento líquido y a veces t'nterraba en su torno parte de su comida y sus picantes. El labriego era loco, mas; tenía una mujer del Ande que lo ama,ba. Era más joven. El labriego le decía: "Faustina, cuando muer~. te la arreglas, me entierras bajo mi árbol". 49 Pero el labriego loco no n1oría, ni siquiera enfermaba. Murió mas bien de vieja, la Faustina. Al tercer día apareció su féretro vacío. El árbol del labriego crecía más y más y más crecía, frondoso y relumbrante cual si fuera cosa de encantamiento. Ya solitario, el campesino construyose una hamaca voladora, del árbol portentoso, en lo más alto de la fronda umbría. Allí, entre las hojas adoradas acostase a morir y, aún el árbol siguió creciendo, y crece ... ¡crece todavía! 50 ¡ADIOS PASTOR DE TRUENOS! c:No sientes cómo balan tus cabras en la inverna? ¿No vés cómo llora tu hacha estremecida? ¡ Ya tus manos de yunque no tocarán su mango! Allí, en el rincón donde una tarde la pusiste, allí, se cubrirá de polvo y moho. i Adios, pastor de truenos! Vé, a apacentar sin tregua tus rebaños de estrellas en el cielo. Esta noche, los espinos del monte arrugarán sus hojas. Tu sombra melancólica vagará por los campos. Uno a uno, tus pasos recogerás por !todos los caminos. Vendrás en luna nueva a contemplar tus bestia~ afligidas, a tocar tus aperos, tu hacha, tus espuelas; 51 y al sentirte a lo lejos los bueyes mugirán dc5concertados y tu espectro se irá siempre más triste. ( Adios, pastor de truenos! Vé, a prender tu fragua entre las nubes, y a forjar el relámpago hacedor de la lluvia! 52 MACALUPU Macalupú deambula sin trabajo. Diariamente recorre la avenida Argentina, suda la gota gorda con el seso humeante bajo un sol prepotente. Maldita y complicada está la moña en esta Lima pícara y perversa. ¡Ah!. .. Ni pensar en volver a Catacaos. Allí, es lenta la danza; la tierra, el agua, el sauce ajenos, aún cuando sean dulce la chicha, el sol resplandeciente; ¡ no hay- adonde sembrar, no hay adonde moverla todo el año! Macalupú aspira ser un compañero de buena labia; instalarse con hato y árbol propio en la barriada. 53 Hablar en las fogosas asambleas, ser activista hasta rayar; casarse con limeña sacalagua de cintura cimbreante, tener hijos que un día pisen Palacio ... ¡ Ay! Entonces: Volver, volver como machete para abatir los troncos carcomidos. 54 AYER NOS VISITO IPANAQUE El buen Jesús del Norte, Ipanaqué, ha venido a esta isla del furor sonriendo como un -gran huaco chimú; sombrero .en mano, pata cala, camisa transolada, rosa té, sobre -el hombro la alforja bicolor con frutos, ¡ ay!, de su dulcísimo sudor. Este rústico sabio, sin solaz, ne ha aprendido el hablar de la ciudad dice, orondo, "lo \iide'' por, lo ví; él sabe sólamente las tierras del patrono cultivar comer yucas y papas con ají,• levantarse temprano, arar, arar, y arar ... 55 REBUZNO PROPIO · Cojo la pluma y ¡ nada! cada vez soy más sopenco'' QUEVEDO Escribo, canto, clamo y proclamo, pero aún no suena mi escuálido quirquincho. Siembro, podo; barbecho. Siembro, vuelvo a podar, barbecho sin descanso, mas no veo crecer mi verdolaga. Ando, camino, sudo la gota gorda hollando inhó~pitos senderos y siempre estoy reptando a tientas lejos de mi propio recobeco. ¿Hasta cuándo, no voy a articularme mi rebuzno propio? 57 Hierbo, cocino, aderezo; sirvo y a la postre cuaja, pero no cuaja· mi propia salsa. Tjempo ha que machaco y le doy de alma a ésta mollera dura por saborear deberas mi sandía. 58 FRATERNIDAD FRATERNIDAD Hermanos: fautores de la luz y de la historia; nosotros, desde el vientre del grumo y de la oruga, desde cuando latíamos inconscientes en el plancton, desde aquellas épocas inmemorables del miedo, desde aquellaf noche insondable de los siglos nosotros, soñamos con la fraternidad. Desgraciadamente, surgía entre nos.otros, a espensas de nosotros, uno, que era nuestro propio cuchillo. Era, en verdad, aparentemente, uno de los nuestros, amasado entre nosotros, parido entre nosotros. crecía y comía con nosotros; era pues, nuestro hermano: Sí. Pero se llamaba Caín. Poseía en grado sumo astucia, codicia y ambición sin término. 61 En todo nos aventajaba, su tendencia competitiva era ilimitada. Solía darse maña para salir airoso en los torneos . Gozaba en demostrarnos su condición sobresaliente. A cada instante, en toda circunstancia pugnaba por persuadirnos de su superioridad, tanto, que nos · insuflaba una locura colectiva. Terminábamos proster~ándonos ante él. Tejíamos en su tomo una aureola mítica y no dudábamos en hacerlo cabalgar a horcajadas sobre nosotros Después ... ¿Después?; ¿para qué contarlo? ¡ Todos sabemos el resto de la historia! ¡ Ay, hermanos! Hace rríucho tiempo, desde que a~n latíamos inconscientes en el plancton, nosotros, seguimos soñando con la fraternidad. 62 CANTO DE AMOR Y DE ESPERANZA Hermanos de Asia. Hermanos de Africa. Hermanos de América Latina: El mundo va a resultar pequeño para nosotros. Tomaremos los cinco continentes, poblaremos los mares. Somos tantos y crecemos tan tumultosamente que nada nos detendrá. Somos jóvenes, bravos y sumamente ·hermosos, pero urgidos por ardientes esperanzas. Formaremos un gran abrazo universal, humano, revolucionario. Estrecharemos contra nuestro pecho al globo entero, haremos jadear a las viejas metrópolis, irrumpiremos en sus lindos bulevares, nos posesionaremos de sus grandes tesoros artísticos; y sus lánguidas mujeres suspirarán dichosas en nuestros brazos ... y egendraremos la nueva generación de hombres fulgurantes. 63 DISCURSO EN TRES PALABRAS • 1ª. PALABRA Alfarero perenne del mañana, Guillermo Lobatón, hacha del pueblo, Guillermo Lobatón, huevo del Ande. Sobrio y estoico te encontró la Gloria, oreando al viento tu clavel de sombra. Has muerto como muere todo un hombre que se dió piel al Sol, armando el tiempo. 67 2•. PALABRA Lobatón, i ay! Lobatón. Mira, en la patria el Sol sigue llorando. i Ay, Lobatón tu combatjste porque este Sol enfenno sea un salmo, un solo amor, con tierra, pan y cielo. Pero tú has muerto Lobatón, desnudo, Y ahora al Sol lo están crucificando. ¡ Ay, Lobatón que en buen hora naciste! ; Ay, Lobatón que todo lo dejaste y lleno de Perú, entero te diste! Ya cerraste los ojos y a la patria siguen, los buitres comiéndole los: ojos. 69 3ª. PAIABRA ( úJtlma de té) ¡NO! i NO puedes haber muerto! NO se puede morir la más viva esperanza, lo que es limpio, lo que es luz, lo incorruptible, quien jamás puso el dedo en un centavo. quien trascendió justicia y poesía. NO. NO puedes haber muerto. Acaso, ¿ ha de vivir tan sólo la ancha mierda? ¿ Sólo tienen derecho 1.os puercos a las lilas? ¿ Es la peor desgracia, ser un hombre, y entregarse a vivir verticalmente al. pie del orbe? ¡ Que me arranquen los versos de una sola tazcada ! NO. NO lo quiero creer. ¡ Maldita sea! NO puede ser verdad tanta vileza, NO puede ser la luz ahogada en fango .. NO. NO puedes haber muerto, montaña de valor, nobleza rara ... ! 71 LOS JUECES Y EL DR. FAUSTO LOS JUECES Era la noche, media noche de espectros ambulantes; cuando junto al florero aquel de su pomada surgieron unas sombras milenarias como errantes labriegos despojados de sus cha~ras. Por el fresco sabor a pino tierno distínguese a Yavel, por el fluído estival a Pumalión, fecundo en balas. -¡ No -clama el Dr. desde su nieve súbita¡ No puede ser, Uds. están muertos! Estalla Pumalión en carcajadas. Yavel intensifica su aroma nemeroso . . El Profesor exclama atónito. ¿-Qué broma es esta' ¿ Desde cuándo hacen bromas los mártires? - ¡ Ja! ¡ Ja! ¡ Ja! 75 El Dr. titubea -Por favor, nobles sombras retírense. ¿A qué viene esta broma? Yo he destilado versos, hilvanado discursos e;n loor a vuestra gloria. Volved, volved en paz bajo la hierba fría. -¡ Ja! ¡ Ja! ¡ Ja! Las sombras permanecen. No quieren responder. No dicen nada, nada, nada; sólamente hacen macabros juegos con sus hachas. Febril grita el Dr. -Vienen a preguntarme, qué hice yo, qué no hice para ayudarlos? Resuenan en la estancia potentes carcajadas. Dubita unos instantes el Maestro. y dubitante, atónito le encuentra la alborada. --¡ Un nuevo día - exclama- y las sombras; ¿Retornarán? ¿ Qué vienen a juzgarme aqu1, esas somb ras ").... Verdad, todo mi tiempo lo dedico a éste tráfago de puercos. ¿ De qué se reía Pumalión a cada instante? ~· Yavel, 5iempre esparciend9 su fragancia arbórea. ¿ Seríl a...-caso el único Dr. que ahora recibe tan acérrimas penas temerosas? ... Se oye una voz. Dos voces que le gritan: -Sigue no más tu tránsito a la podre! 76 Este libro se terminó de imprimir el 29 de Mayo de 1968, en los talleres de Editorial LIBROS Y LETRAS, _Chota Izq. 1553. LIMA-PERU .:·- -~~; - ._:~¿:-·:,:· _:~f~: 1··•;•.,::.:,¡¡;r: . ' ~ ..· . '•. ,- . '-.\~.? l" >~ (. '. . ., ,·. . :,-_ . • ~ :'111. . • _'~ ¡ •. ✓¡/. ' . \ . xi/._, . .,:'.' ·'" f ~I' ~ - .• El 7 de julio de 1956, en una cochera del antiguo Garage S-an Jacinto donde hasta hoy funciona el taller de reparación de baterías ''Tungar''; quedó constituído el Grupo Intelectual I ~. ¡,.:·_· ~~ ~-,. : º de Mayo. lntervinieron en su fundación, además del autor del presente volumen: Víctor Mazzi, Eliseo García, Carlos Loayza, José Guerra, Pe-· dro Durán, Emilio Costilla Larrea, Víctor Ladera, Moisés León Paitán, José Gu- tiérrez Olaya, Miguel Carrillo Natteri, AI~miro Pér,ez Contreras y Luis Cohayla Núñez. El Grupo desde entonces, ha realizado una intensa vida cultural que ha trascendido las fronteras nacionales. Se han incorporado nuevos y valiosos elementos y se han templado, en el ejer- · ciclo constante de la creación s•us t antiguos v¡¡Jores. t: ' "PASTOR DE TRUENOS'' sale a la luz con el propósito de reafirmar, una vez más, la actitud, el mensaje y los principios de solidaridad emitidos por los fun .. dad·ores del grupo, inspirados en. los ideales y el sacrificio de los mártires de Chfcago.