Crónica. La inseguridad. Estaba en mi casa jugando videojuegos con unos amigos y de repente se nos acabaron las baterías, entonces empezamos a discutir acerca de quién debía de ir a la tienda a comprar más baterías, decidimos que yo era el que debía ir. Eran las 9.00 PM en mi ciudad, como de costumbre a esa hora las calles de mi vecindario estaban vacías, solo había una persona en la calle, era una chica de media altura, cabello castaño, era delgada, llevaba puesto un pantalón largo y un abrigo, nada llamativo para ser claro. La chica al parecer no se percató de mi presencia, los dos seguimos la misma ruta con camino al oxxo más cercano, ella siempre a unos cuantos metros de mí, cuando de repente de una esquina vi salir una camioneta azul algo vieja, los dos volteamos a verla, pero seguimos nuestro camino, doblamos en una calle con poca iluminación y la camioneta empezó a seguir a aquella chica a un ritmo lento, el conductor bajo la ventanilla y comenzó a hablarle a la chica, yo no lograba escuchar lo que el conductor le decía, pero ella parecía incomoda y aceleraba el paso, la camioneta aun la seguía, aunque ahora a un ritmo un poco mayor, yo interprete esta situación como un intento de hacer daño a esa chica, así que me acerque a ella y pretendí ser su hermano, la camioneta se fue y acompañe a la chica a su casa, la deje ahí me dio las gracias y me fui corriendo a mi casa, al final ella estaba a salvo y yo también, pero, ¿Dónde están mis baterías?. Fausto David Cano Martínez, 3° “A”
