LA RETÓRICA MUSICAL EN LOS DIRECTORES DE CORO Actividad 2 - Estética y filosofía La retórica musical se empezó a usar en el Barroco como unión de letra y música buscando mover los sentimientos del alma de los oyentes, o bien, como modo de llegar a lo divino (en el caso de la música religiosa). Por ello, ¿es importante saber de ella? ¿Debemos conocerla y aplicarla día a día en nuestra vida de directores de orquesta? En el siglo XVI, la Camerata de Bardi (o camerata florentina – grupo de intelectuales que se reunía para hablar sobre las tendencias del arte) y Claudio Monteverdi estuvieron de acuerdo que, debido al exceso de contrapunto que presentaba la música polifónica en esa época (finales del Renacimiento), era casi imposible entender el texto. Algo fundamental en esos años, pues la música era el modo de ayudar al pueblo a creer en Dios, o en el caso de la música profana, el medio de comunicación. De tal modo, este grupo de intelectuales decidió apostar por una música que le diera más importancia a la letra, una melodía que ayudase al texto a ser bien entendido, y, sobre todo, que llegase de forma clara al oyente. Fue así como empezó a nacer la retórica musical, como recurso musical que estaba al servicio de la letra. Más tarde, con compositores como Johann Sebastian Bach; quién estuvo mucho al servicio de la música religiosa, tanto por su trabajo como maestro de capilla, como por sus grandes creencias; veremos cómo lleva la retórica musical a su máximo esplendor con piezas como su Misa en si menor también conocida como La Gran Misa. En esta obra, encontramos que mediante el uso de la música Bach nos permite escuchar los pasos de Dios hacía la cruz (Cruxifixus) y también los suspiros de lamento y dolor en el Kyrie. Con todo esto, considero fundamental el uso y la comprensión de las figuras retóricas en el mundo de la música, y más aún en el mundo de la música vocal y coral donde la letra es tan importante como la música. No es lo mismo interpretar una pieza sin saber el contexto musical al que pertenece, el contexto especial en la que fue escrita y con qué fin. Además, sin saber el significado del texto, o sin entender por qué el compositor decidió poner un silencio antes o después de una determinada palabra, la pieza puede distar mucho de sonoridad, e incluso, podemos llegar a realizar una mala interpretación. Más aún, cuando tratamos de realizar una versión históricamente informada. En conclusión, pienso que la retórica musical es una parte muy importante en el camino que lleva a una buena comprensión e interpretación de un director de música coral, llegando a ser también importante para los coralistas que interpretan las piezas. No se canta lo mismo, ni se siente del mismo modo, una pieza dónde entendemos la unión de melodía y texto, en relación con otra de la que no sabemos a qué se refiere el texto o en que contexto está escrita. Esther Antón Leyda