Busca un lugar cómodo y tranquilo donde no tengas interrupciones. Puede ser una silla, un sofá, la cama o cualquier otro sitio que te resulte confortable. Es recomendable cerrar los ojos ya que te ayudará a llevar la atención hacia tu interior y tener menos distracciones. Define el objetivo que quieres conseguir antes de entrar en estado de hipnosis. Por ejemplo: relajarte, tomar una decisión, cambiar un habito, realizar un aprendizaje, adelgazar o conseguir una meta. Después de una breve relajación, trasládate a un paisaje e imagínate todos los detalles de ese lugar, observa los colores, la belleza, las sensaciones corporales que sientes al ir recorriendo la zona y descubriéndola. A medida que vas avanzando en el paisaje notarás que tu cuerpo empezará a relajarse sin esfuerzo. Te puedes dar sugestiones hipnóticas de seguir el paisaje. Si por ejemplo estas en un bosque puedes decirte: “Mientras voy caminando por el bosque… escuchando los sonidos de los pájaros… observando los colores de la naturaleza… sintiendo como una agradable brisa acaricia todo mi cuerpo… produciendo dentro de mi un estado de relajación muy confortable…” (Aquí puedes insistir unos segundos más enumerando todo lo que ves ya que esto te permitirá entrar con facilidad en el estado). “Y a medida que todo esto va sucediendo con naturalidad permito a mi mente que evoque un determinado recuerdo…” (En este momento puedes añadir un recuerdo de una situación que esté relacionado con el objetivo que quieres conseguir. Por ejemplo, si quieres sentirte seguro y motivado, buscarás un recuerdo de una situación donde te sentiste muy seguro y motivado). Utiliza el tiempo presente cuando narras y en primera persona. Utiliza elementos que tengan que ver con los cincos sentidos: ver, sentir, oír, oler, saborear. En hipnosis cuanto más se utilizan elementos que tengan que ver con los sentidos más facilita el trance ya que normalmente nos relacionamos a través de los sentidos. Ejemplo: “Siento el agradable calor del sol que me permite avanzar confortablemente en este viaje hacia la cima...” Nárrate escenas que tengan un factor de novedad, sorpresa o de curiosidad para que sientas la necesidad de seguir, puedes utilizar analogías con elementos de la naturaleza, alguna historia que te han contado o que has recordado. Es recomendable que empieces con un paisaje porque de esta forma te es más fácil que conectes con el bienestar y luego puedes empezar poco a poco a incorporar elementos nuevos como sugestiones que te hagan sentir bien, que te motiven o que transmitan sensaciones de paz y al mismo tiempo sugestiones hipnóticas de curiosidad. A continuación, sigue con sugestiones que impliquen el cambio que quieres lograr con tu objetivo. Después incorpora algún momento de tu vida en el cual te sentiste muy bien, seguro y motivado, recordando sensaciones y sentimientos, viendo las imágenes de aquel momento y los sonidos. Si nuestra imaginación es suficientemente activa permitirá al cerebro sentir las sugestiones como algo real. El cerebro no diferencia entre realidad e imaginación así que la autohipnosis practicada con frecuencia, aunque sean 10 minutos tiene resultados sorprendentes. Cree en tu potencial inconsciente y en lo que te vas diciendo. Es un paso decisivo para aumentar la efectividad de la autohipnosis. La disponibilidad mental de la persona permite aceptar con más facilidad las sugestiones. Para salir del trance vuelve a conectar con tu cuerpo, con la respiración, abriendo los ojos cuando estés preparado. Aunque no lleves a cabo una autohipnosis desde el principio hasta el final no importa, con que tengas claro el objetivo y la intención y te pongas a hacerlo ya es algo. Lo importante es intentarlo. ¡Espero que disfrutes creando tus propias autohipnosis! ¿Te ha gustado? Consulta mis cursos de Hipnosis Ericksoniana y PNL en www.innov-arte.com © 2018 Mari Cruz Serrano. Instituto Innov-arte Coaching & PNL®