ENSAYO “LA SALUD DE LA MUJER EN MÉXICO” Los derechos de las mujeres y el derecho a la salud son parte fundamental del desarrollo de los marcos internacionales de derechos ratificados por México. La salud de la mujer está estrechamente vinculada con la eliminación de la violencia de género, con la protección de los derechos reproductivos y con el establecimiento de límites a las prácticas que son perjudiciales para la vida y salud de las mujeres. El derecho de las mujeres a gozar de salud integral a lo largo de todo su ciclo vital es así un derecho humano universal. La salud integral responde a factores psicosociales y depende del lugar que las mujeres ocupan en la sociedad, de su capacidad de acceder a los recursos materiales y simbólicos para vivir una vida digna, con igualdad de oportunidades, exenta de discriminación y de violencia. La igualdad sustantiva, en los hechos no solo es un compromiso fundamental de derechos humanos, es un determinante clave del derecho a la salud y es la piedra angular del desarrollo sostenible. El informe publicado por la OMS en 2009, Las mujeres y la salud: los datos de hoy, la agenda del mañana, pide una acción urgente en el sector salud como en otros sectores para mejorar la salud y la vida de las mujeres de todo el mundo y destaca que: a) las mujeres dispensan la mayor parte de la atención sanitaria, pero pocas reciben la atención que necesitan: b) las mujeres viven más que los hombres, pero esos años suplementarios no siempre se acompañan de buena salud; c) a pesar de algunas ventajas biológicas, la mujer se ve afectada en su salud por una situación socioeconómica inferior; d) se necesitan medidas de política en el sector salud y en el conjunto de política pública que busquen mejorar las condiciones físicas y mentales de las mujeres y que consideren las desigualdades estructurales que les impide proteger su salud. Las mujeres que abusan de sustancias enferman más grave y rápidamente. Las mujeres en la menopausia tienen más riesgo de padecer cáncer de mama y trastornos cardiovasculares, aun cuando beban mucho menos que los hombres, y tienen un riesgo de morir entre 50% y 100% más alto que los hombres con el mismo patrón de consumo (Tuchman; 2010). Determinantes sociales de la salud