Oración del Santo Rosario Misterios Dolorosos Semana Santa ----Cortina de presentación… Oyentes de Radio María a esta hora nos unimos en la oración del Santo Rosario, contemplando en la Semana Santa los Misterios Dolorosos. Cortina (Ave Maria) La Semana Santa es la Semana Mayor de nuestra liturgia, camino de preparación para la gran celebración de la Pascua de Jesús, días de escucha atenta y meditada de la Palabra de Dios, de conversión, de regreso a la Casa del Padre que nos tiene preparado un banquete. Días de oración, penitencia y solidaridad. Iniciamos invocando a la Santísima Trinidad diciendo: (Todos) + Por la Señal de la Santa Cruz + De Nuestros enemigos + Líbranos Señor, Dios Nuestro. + En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Nos reconocemos pecadores ante Dios y decimos… (Todos) Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí;pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén. Renovamos nuestra Fe y decimos: (Todos) Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso. Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén En el Primer Misterio Doloroso contemplamos La oración y agonía de Jesús en el huerto de Getsemaní: "Y sumido en agonía, insistía más en su oración" (Lc 22,44) Salió Jesús del cenáculo y como de costumbre fue hacia el monte de los Olivos, los discípulos le siguieron, se apartó de ellos y puesto de rodillas oraba diciendo: "Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya".Su sudor se hizo como de gotas espesas de sangre que caían en tierra". (Lc 22, 39-44) PADRE NUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. AVE MARIA Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora. (Todos) Oh, Jesús Mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Divina Misericordia. Amén. María, Reina de la Paz, Ruega por Nosotros. En el segundo Misterio Doloroso contemplamos La flagelación de Jesús. "Entonces Pilato tomó a Jesús y Mandó azotarle" (Jn 19,1) Pilato pregunto a la gente: "¿Y qué voy a hacer con Jesús, el llamado Cristo?" Todos decían "¡Crucifícalo!".Pilato, entonces, queriendo complaces, les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarlo, para que fuera crucificado". (Mt 27, 22; Mc 15, 15) PADRE NUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. AVE MARIA Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén. GLORIA Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, hora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora. (Todos) Oh, Jesús Mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Divina Misericordia. Amén. María, Reina de la Paz, Ruega por Nosotros. En el Tercer misterio contemplamos La coronación de espinas de Nuestro Señor. ( Jn 19, 2) Los soldados llevaron a Jesús dentro del palacio lo vistieron con una capa color púrpura y trenzando una corona de espinas, se la colocan en la cabeza y se pusieron a saludarle: "¡Salve, Rey de los judíos!". (Mc 15, 16-18) PADRE NUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. AVE MARIA Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. GLORIA Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora. (Todos) Oh, Jesús Mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Divina Misericordia. Amén. María, Reina de la Paz, Ruega por Nosotros. En el cuarto Misterio Doloroso contemplamos: A Jesús con la Cruz a cuestas. (Jn 19, 17) Tomaron pues a Jesús y él cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, que en hebreo se llama Gólgota, y allí, le crucificaron" (Jn 19, 16-18) PADRE NUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. AVE MARIA Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. GLORIA Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora. (Todos) Oh, Jesús Mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Divina Misericordia. Amén. María, Reina de la Paz, Ruega por Nosotros. En el quinto misterio contemplamos: La crucifixión y muerte de nuestro Señor. (Jn 19, 18) Jesús viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Luego dice al discípulo: "ahí tienes a tu madre", después la oscuridad cayó sobre toda la tierra hasta la hora de nona y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: "Padre, en tus manos pongo mi espíritu" y, dicho esto, expiró". (Jn 19, 26-27; Lc 23, 44-46) PADRE NUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. AVE MARIA Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. GLORIA Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia, En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora. (Todos) Oh, Jesús Mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Divina Misericordia. Amén. María, Reina de la Paz, Ruega por Nosotros. Elevemos una Salve a Nuestra Madre Santísima por las Benditas Almas del Purgatorio (Todos) Dios te salve, Reina y Madre de misericordia; Vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; A ti suspiramos, gimiendo y llorando en este Valle de lágrimas. Ea! , pues, Señora abogada nuestra, Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracia de Nuestro Señor Jesucristo. Amén. Oremos por las intenciones del Santo Padre, Francisco Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve María Santísima, Hija de Dios Padre, alcánzanos Señora la virtud de la fe. Llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Dios te salve María Santísima, Madre de Dios Hijo, alcánzanos Señora la virtud de la esperanza. Llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén. Dios te salve María Santísima, esposa del Espíritu Santo, alcánzanos Señora la virtud de la caridad. Llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Ave María Purísima. Sin pecado concebida. (Tres veces) (Todos) Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar y la Virgen María, Nuestra señora concebida sin mancha de pecado original en el primer instante en su ser natural. Amen Jesús, Maria y José. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Cortina… De esta manera nos hemos unido en el Rezo del Santo Rosario, en esta Semana Santa contemplando los Misterios Dolorosos. Les invitamos a seguir en Sintonía de Radio Maria Paraguay, “Una voz católica en tu hogar”. Cortina…