Revishta ¡Ay,Pereira! #1 $2001: Odisea del espacio Villanis El edificio Madame B. Anahí Amenedo Pini Alejandre Karen Smith Charlotte von Mess El Rescate de Lady Shampoo Estrellita Guipur Antes de la mudanza Laetitia Las aventuras de la hermana Margarita Corporalité N° 2 1 Editorial El nombre completo de la revishta tiene diecisiete letras, por La Estrella del tarot de Marsella. Por ese motivo se le agregó una “h” movible, en este primer número luego de la “s”. Parte del nombre, es una broma que tenemos con la secretaria administrativa, Adriana Inés Pereira, o sea A. I. Pereira / Ay, Pereira. En cuanto a este número en particular, es en formato PDF numerado con copia archivada, al estilo NFT en escala milimétrica. La revishta estará en venta desde el seis de junio de 2022 d. C. hasta el 30 de junio, inclusive, del mismo año. El precio de tapa es de $2001: Odisea del espacio. Cada comprador recibirá una copia en PDF numerada. Ese número será incluido en un archivo junto al nombre y apellido, nombre de fantasía o anónimo, según su deseo, en una lista que comenzará en fuente tamaño 72 e irá disminuyendo con los días hasta llegar al tamaño 8. Luego se publicará en el blog www.cuquicu.blogspot.com y en el Instagram @cuqui___cu 2 esa lista para dejar constancia de que solo esas copias con esos respectivos coleccionistas son los originales. A partir de julio, se liberará el PDF con la copia N°2 para el público general. La revishta podrá ir variando los soportes digitales, como por ejemplo a podcast, documental, etcétera. ¡Bienvenides y muchas gracias! Cuqui Directora editorial 3 Sumario #1 Revishta ¡Ay, Pereira! Junio de 2022 d.C. Editorial … 2 POESÍA Madame B … 6 Comme Ca … 7 Mentalidad criminal … 31 Alejandre … 52 Todes aquelles … 53 Anahí Amenedo Pini … 79 Números … 80 Karen Smith … 116 Ewan dijo la última palabra en un auto … 117 HISTORIETAS El rescate de Lady Shampoo Estrellita Guipur … 158 VIDEO ACUARELA Laetitia … 192 CRÍTICA DE ARTE 4 Charlotte von Mess … 193 Colectivo Jauría … 194 TEATRO Las aventuras de la hermana Margarita … 206 Corporalité … 240 VIDEO PERFORMANCE Antes de la mudanza … 262 NARRATIVA El edificio … 263 Villanis … 313 Contratapa … 424 Staff Directora: Cuqui Secretaria administrativa: Adriana Inés Pereira Asesora creativa conceptual del precio de tapa: Julia Tamagnini Colaboradora fotográfica: Guiomar Barbeito Imagen de tapa: Señora con gatx 5 Madame B. (París, 1952) Escribió los libros de poesía criminal. Comme Ca y Mentalidad El grueso de su obra son dieciocho novelas policiales. Fue amiga del director de cine Claude Chabrol. Fuma entre uno y dos atados diarios de cigarrillos negros desde hace más de cuarenta años. 6 Comme ça Madame B. Traducción: Margarita del Acantilado 7 Polvillo irrespirable y olor dulzón de cadáveres de guerra. Tsunami y cadáveres al sol. Refertilización cruel de la tierra. Misiles. Concentración de huellas de sangre. Mar, cementerio de guerra. Tanque de guerra. Explosión, aire contaminado. Momento del encuentro entre la bala cazadora y un órgano vital. Armas: un serrucho trivial de carpintero y una espátula de pintor de paredes. Confirmación de la traición. Recorte del diario con la fotografía del asesino de su marido escuchando a su abogado defensor. Realismo crítico en situación de normalidad. Historia Internacional del Crimen. Almohadas para tapar las vías respiratorias y obligar a otro a morir. Ser forzados a morir tan criminal como ser forzados a vivir. 8 Asesinatos internacionales. Deportación de homicidas individuales a sus países de origen. Un genocida y gran elenco. La aniquilación de la naturaleza representada en árboles decapitados. Mujer estrangulada. Cuerpo tirado al costado de un muelle con una cesárea, sin el feto de treinta y cuatro semanas de gestación. Mujer enferma en su cama de hospital pudriéndose literalmente. Centralidad de la lógica. Depredación animal. Tocar. Morir. Acá para matar. Historia del Crimen, tomo IV. Cinco niños de 7 años atan a uno de 10 con una soga en el pasillo que conduce al baño de la escuela; el niño capturado muerde a uno de ellos y se libera. Cráneos rotos que dejaron salir lo que tenían dentro, obligados a mostrar su interior. 9 Destrucción biológica del pensamiento inadecuado. La tormenta ejecuta con un rayo. El policía forense se acerca al cuerpo. Cuerpo en la morgue. Cuerpo en un barril de plástico con ácido. Detective. Área de Investigación Forense. Persona cortada con un bisturí. Mujer apuñalada por una vecina a la siesta, día soleado. Cuenta matemática asesina. Planificación minuciosa de un homicidio. Perfiles: de frente, costado, otro costado. Retrato robot. Se busca. Cabeza sin el cuerpo, ojos arrancados. Lapidadas. Sin lápidas. Homicida caníbal. 10 Matar para comer. Suicidio que es homicidio. El monje budista no mata a la hormiga. Hombre sucio vestido con un añejo traje de Napoleón Bonaparte se tira al Sena. Sótano con una luz que titila por falso contacto. Le cortó el largo cabello. El fetiche de guardar pelo y pieles de las víctimas. Tumba antigua sin nombre. Cementerio de Soldados solo conocidos por Dios. Negligencia Estatal, volumen II. Mujer decapitada por accidente ante el estupor de otras tres sentadas a su lado. Poética visual del homicidio. Gran vidrio cayendo a pedazos sobre alguien. Un paseo por la historia de los muertos. Eliminados por virus, bacterias o células atípicas. Se encontró un brazo carcomido. La concepción de la muerte. 11 Museo del Holocausto. Día ventoso en una necrópolis. Una muerta en la bañera. Escena del crimen limpia en apariencia, con detalles dorados en los azulejos. Vestidos de luto. La cocina estaba ordenada dentro de su propio desorden. El cuerpo fue hallado descalzo sobre un sillón blanco. La ropa del asesino está colgada en la puerta. Cráneo sin musculatura. Mandíbula extraviada. Protección de cámaras de seguridad: poca nitidez para identificar al homicida, mucha nitidez para ver su acto una y otra vez por tv. Niña muerta después de su comunión, todavía con el vestido puesto, aunque roído y embarrado. Sin ropa interior. Estrangulada. Cuerpo-ceniza en la chimenea. Muerte de peatón en la ciudad. Muerte en el río. Cadáver atascado entre una gran roca y un tronco, llevado hasta ahí por la corriente. 12 Pierna hinchada, el resto del cuerpo no se encontró. Tres femicidas, cada uno por su crimen, cumplen cadena perpetua. A la madrugada se escuchan la rotura de una botella de vidrio y gritos. Una mujer también a los gritos trata de moderar. Lo balearon en la cabeza por venganza, cuando salió de cumplir una condena de ocho años. Un cazador con el torso desnudo abraza a su presa disecada. Esperando la sentencia. Cadáver irreconocible sobre un campo de flores. Foto en sepia de un bebé en un nicho, muerto en la década del ’50. Mortaja estirada. Cuerpo descompuesto al costado de la tela en la morgue. Otro crimen planificado. ¡Te voy a matar! La muerte, la muerte. La muerta. Femicidio en Turquía. Femicidio en Japón. La policía busca con sus linternas durante la noche invernal en un bosque seco. Puerta golpeada. 13 Agujero astillado. Luego, el odio fue al cuerpo de su pareja. Femicidio número… La Biblia, el Santo Libro de los Crímenes. Mató a una adolescente, fue a trabajar, volvió a su casa, la descuartizó y repartió en lugares anónimos. Fue condenado a unos pocos años. Luego de cinco meses en libertad, cometió otro femicidio. Mujeres sobrevivientes de quemaduras de por vida. Hombres presos relativamente. Las moscas sobrevuelan el cuerpo. Pequeño altar en la puerta del nicho. El cadáver fue profanado. Antes de asesinar, se quitó los zapatos para no hacer ruido. La puerta angosta camuflada lleva al sótano donde mantenía secuestradas a sus víctimas, de a una por vez. El florero estaba caído, aún no se había evaporado el agua cuando llegó la otra persona que vivía en la residencia y descubrió el cuerpo. Murió envenenada lentamente con cicuta. 14 La casa quedó destruida casi por completo luego del incendio intencional que mató a todos los habitantes. El hombre arrodillado antes de ser ejecutado da sombra al sur. Derechos civiles. Derechos humanos. El cuerpo cuelga del cuello cerca de la ventana con las cortinas cerradas, hay tres lámparas encendidas. Casa abandonada. ¿Oficial Farignon? Adolescentes que matan a otros adolescentes o niños. Los excursionistas encontraron restos humanos. Pequeña villa costera donde desapareció una niña hace dieciocho años, cuando ella tenía nueve. Gato afilándose las uñas en la cruz añeja de un cementerio pueblerino. Saca la escopeta en el primer piso y dispara. En las afueras del poblado, en una casa con las aberturas arrancadas, todo sucio y destruido, encontraron dos cuerpos. Corre por las grutas. En realidad en esa tumba no está el cuerpo nombrado en la lápida. 15 Tiró a su bebé recién nacido al pozo de agua en el fondo de su patio. No puede recordar si el bebé lloró al nacer o si ya estaba muerto. El mar trajo los cuerpos. De la época en que los cowboys mataban en el medio oeste desértico. Su esposa está muerta en la cama matrimonial arriba. Los cuerpos que podría haber encontrado Claude Monet mientras pintaba. Gran urbe, gran laberinto y cuevas para crímenes sin resolver. Un hombre ahorcado en un árbol, más allá otros dos, delgados y jóvenes. Unas pocas ovejas pastan, a las demás ya las sacrificaron. Los hijos del matrimonio no pudieron volver nunca más a la casa luego de la tragedia. Una silla voladora en el parque de diversiones. Una niña de nueve años está muerta atada a su asiento con sombrilla sobre el pasto. Cae un árbol aplastando a un hombre en medio de un paseo en la campiña francesa. Motín. Murió calcinado tomándose de las rejas. Los muy pobres asesinados por los muy ricos. Mineros atrapados de muerte luego de un derrumbe. Empujar por las escaleras es fácil de confundir con caer. 16 Como en la época donde lanzaban flechas para dominar a los otros. Estudiantes asesinados en medio de los festejos del día de la primavera. Tras la puerta pesada, el horror. El Sena tiene más restos humanos que agua. Agua de muertos. Silla vacía en una cárcel de alta seguridad. La adolescente fue encontrada a la semana de su desaparición, casi tapada por completo por la arena de un médano. Han transcurrido cuatro años y aún no se sabe qué pasó. Pelea mortal entre dos pescadores ante el mar. Criminalística en el periodismo de masas. Nunca hubieran dudado de ese joven tímido. De los sospechosos, aquél, el número cinco. Lo asesinó de dos disparos para quedarse con su fortuna. Le inyectó aire en las venas. Desean la muerte de la anciana para poder vender la casa y repartirse la herencia. Regimiento de infantería. Soldados con armas y una bandera. 17 Mujer asesinada en su casa. Living. Mujer asesinada en su casa. Pasillo. Cocina. Baño. Patio. Rincón. El homicida sigue libre, ignorado, quince años después. Restos óseos. Un amigo del marido vio cómo él le pegaba. No la defendió. Secuestro y robo de identidad. Su deseo sexual era hacia personas muertas. Huella de calzado con sangre. Después de terminar el instituto mató a su primera víctima. Captura. Oficial de libertad condicional. Coartada. Contradicción de los testimonios. No quiere cooperar con la policía. Luminol. ¿Dónde está el niño de dos años? Perro rescatista. Tomar dinero de otros como si fuera propio luego de amordazar y golpear. 18 Cadena perpetua a los padres de un menor de 3 años por torturarlo hasta morir. Dos asesinos arrepentidos en shock: uno por matar con su auto a un niño que no vio; otro llorando, pidiéndole perdón a su amigo por haberle disparado por accidente. Violencia urbana. Homicidio calificado. Cuerpo abandonado en la orilla de un río. Cuerpo abandonado. Abusos sexuales por parte de padres, padrastros, tíos, amigos de la familia y sacerdotes. Soldados que mataron a otros soldados. Soldados que fueron obligados a ir al frente en 1914/1918. Ametralladoras y granadas. John Wayne Gacy. Edward Gein. Más usual que la vida, es la muerte. Sobrevivir a la guerra amputado, habiendo amputado a otro, con amigos muertos en combate. Sobrevivir y no poder dormir, estar al costado de 19 la cama abrazado a las piernas, como en una trinchera, tapándose los oídos que en verdad ya no oyen porque es parte de lo que se dejó en el campo de batalla. Serpiente con un huevo entero en su interior. Ciudades abandonadas por la radiación. Intentos de suicidio sangrientos. Exhumar de nuevo el cadáver. Algunos descuartizan los cuerpos, otros conviven con ellos, la mayoría los tira. Máscara hecha con la piel disecada de una de sus víctimas. Zapatos de cuero. Haute couture. Asesino a sueldo. Múltiples puñaladas. Perfil de ADN. Se confirmó el hallazgo de un cadáver. No es claro lo que pasó. Departamento de Policía. 20 Susana, muerta por su ex pareja. María, muerta por su ex pareja. Lucía, su madre, una sobrina y una vecina, heridas de bala por la ex pareja de Lucía. Machete de cocina. Fusil. Maza. Cuerpo en el lago. Neblina. El asesino le cubrió la cabeza con hule negro y usó un hacha y un martillo. Arrancar flores. Tachar. Personas empujadas a las vías del subterráneo. Sangre coagulada. Rigor mortis. Ya se hundió la tierra donde habían sepultado el cuerpo. Más de veinte años guardando el secreto de lo que había visto, hasta que decidió hablar. Estudiante universitaria ultimada en estrangulada y apuñalada por la espalda. 21 su residencia. Violada, Cadáver escondido entre el maizal. Hombre acusado de un crimen, confesó haberlo cometido porque fue presionado a mentir, también fue presionado a acusar a otra persona inocente. Avanzado estado de descomposición debido al calor. Niña violada y embarazada por uno de sus abuelos. Señora asesinada por un sicario que pagó su esposo. Taxidermia. Momificación. Ropa salpicada con sangre de la víctima. Cuerpo desnudo en posición fetal sobre piso de cemento con charcos de agua. Aire contaminado. Protección de testigos. La intranquilidad de la mente ante un pensamiento obsesivo. Legítima defensa. Envenenó a su marido con arsénico. Su amante cómplice se suicidó a los pocos días de ser entrevistado por la policía. Suicidio colectivo en una secta. 22 Aparentemente, la tiró por la terraza. Aún se desconoce el móvil. Dos conductores murieron en la ruta al chocar de frente. Por la mañana temprano, un automovilista alcoholizado no respetó la luz del semáforo ni los límites de velocidad, embistiendo a dos mujeres jóvenes. Mientras su marido agonizaba en el hospital, ella estaba en el salón de belleza. Cuando pasó la noche cuidándolo, le dio la última dosis de veneno por vía intravenosa. El escalador siguió de largo hasta la cima, aunque había visto a un colega pidiendo ayuda. Murió de hipotermia. El niño le ató una cuerda al cuello al gatito y lo revoleó tirando del otro extremo, después lo arrojó al techo de su escuela. Un pequeño grupo de niños capturaron a una perra y la violaron con una rama. Dos niños mataron a una lagartija. Estudiantes de medicina diseccionan un cuerpo en clase. Cadáver de una mujer ahogada al costado de la piscina. Se espera la llegada de la policía. 23 Cadáver en la jungla por picadura de insecto. Tomó una gallina de entre las ocho que posee, la apoyó sobre un tronco y le cortó el cuello con un golpe seco de hacha. Saldrá de la cárcel a los 92 años. La adolescente de 13 años fue violada por un amigo de la familia. La llevaron a otro lugar para ocultar el embarazo. Entre 1900 y 1910. Ejecutados legalmente en la silla eléctrica. Ejecutados legalmente con inyección letal. Frente a testigos. Prisioneros de guerra. Prisionero de guerra muerto en Siberia. Mujer asesinada por su ex marido y padre de sus hijos. Él adujo estar ebrio, pero la apuñaló y huyó. Viento seco por deforestación compulsiva. Policía con prisión domiciliaria. Un adolescente robó un patrullero para huir de la muerte. Disturbios entre vecinos. Una mujer le regala un arma calibre 38 a su amiga. Crímenes de lesa humanidad. Represión: gases lacrimógenos, balas de goma, abuso de autoridad. Prisión de máxima seguridad. 24 Psiquiatra jubilado asesinado durante un robo en su departamento. Psiquiatra arrojada por el balcón, murió al otro día por lesiones cerebrales. Falso testimonio. Recopilación de pruebas. El padre lo entregó a la policía. Arrastró el cuerpo de los pelos por una calle sin asfaltar. A la noche cavó un hueco en la tierra y lo rodeó de piedras para quemar el cadáver. El sacerdote tenía a sus niños preferidos y los miraba jugar desde los arcos españoles del patio interno. Diez cadáveres enterrados en el descampado al lado de su casa. Hombre a muchos metros bajo el agua se quedó sin oxígeno. Matrimonio ultimado en su casa de campo. Los asesinos no encontraron el dinero. Apagón total en la ciudad, saqueos y autos dados vuelta. Auto incendiado a la madrugada por ajuste de cuentas. Hacinamiento carcelario. Suciedad. 25 Sin control de armas. Suicidio de un niño. Terapia intensiva con custodia policial. Disparos entre parientes de dos apuñalados ingresados al mismo tiempo. Casa abandonada donde asesinaron a una familia hace muchos años. Fosas comunes para indigentes. El marido arrastró a su esposa hacia la habitación. La pateó y golpeó hasta dejarla inconsciente. Ya tirada en la alfombra, vació su arma reglamentaria. Se tiró por la ventana. Destrozan la jungla y empiezan a construir. Delito federal. Rescate de rehenes. Veinticuatro horas después del tiroteo. Extorsión. El Arropiero. El Mataviejas. Andréi Chikatilo. No hay pruebas concluyentes. La doble vida de los asesinos seriales. 26 A algunos les gusta la compañía de un cadáver. Huesos desmembrados. Falta de remordimiento. Siete crímenes sin resolver. Confesión del reo a la policía. Otro ataúd más. ¡Asesino, asesino, asesino! Policía científica y forense. Gregory Willemin. Pistas. Doble homicidio por dinero. Reunir pruebas. Hambrunas y olas de quince metros, inteligencia artificial. Extorsiones por deepfakes. Mujer torturaba a sus hijos más pequeños con sus hijos mayores. Condena a quince años de prisión a un hombre por violar y matar a ocho mujeres. Fue liberado nueve años después. Luego violó y asesinó a una estudiante en otro país. El niño de 6 años estaba cubierto por completo con la sangre de su madre. ¿Quién era el verdadero objetivo del crimen? 27 Homicidas que matan mientras las víctimas duermen. La policía está ansiosa de hablar con su ex esposo. 911 Robo de identidad. Objeto contundente. Hermanas que se odian. Una mata a la otra. Dijo: Quiero denunciar un crimen. Vehículo conducido en contramano. Vehículo haciendo zigzag. Le hicieron la autopsia. Un agente patrulla. Un guardia de seguridad hace su ronda. Los investigadores revisan el auto abandonado en el estacionamiento. Imputado. Tuvo sexo con ella y luego la mató. Disparo de calibre pequeño. Hay que encontrar al responsable del hecho. Lo ejecutaron en la calle, frente a su edificio. Fue directo a la habitación de la niña de 4 años y la asfixió. Se excitaba con el miedo. 28 Joven de 30 años fue detenido, estaba claro que no era el primer crimen que cometía. Aumentaron la asiduidad de las violaciones. Delito de hurto. Decidió enterrarla e irse. Niño de 8 años baleado en la cabeza con un arma casera en medio de un tiroteo entre bandas. Al día siguiente la policía encontró la información que estaba esperando. Era el principal sospechoso. Cuerpos de seguridad. Detector de mentiras. Durante los tres años posteriores a la desaparición, seguían buscando. Recibió un disparo a corta distancia. No somos asesinos, somos ladrones. El joven fue enterrado el martes en un cementerio parque. Se dio un balazo con su rifle. Envenenaron a más de cincuenta perros y gatos. Muerte por MDMA en una fiesta, parte I y II. Síndrome de Münchausen por poder. 29 Cómplices. Reabrir la causa. Matrimonio asesinado por su contador. Alias. Salían a cazar aves. Doce horas después de conocido el hecho. Los detectives llegaron en minutos. Herida con sangre en la cabeza. El asesino se alejó de la escena mirando por el espejo retrovisor. No llamar si no es una urgencia. 30 Mentalidad criminal Madame B. Traducción: Margarita del Acantilado 31 Se protege contra la noche, aquella noche. Té verde helado, tierra común. Una fracción de segundo. Su salvaje ataque. A la furia con furia. Un hombre molestado por insectos es un huracán. La excentricidad del miedo. Cabeza cara al sol entre pinos altos. Su manera fría y patológica. Lengua morada como un carnaval. Era viernes, es viernes. Remera beige. Cosas que no admiten demora. El viento es imperceptible. Cadáver. Tranquilidad de experto. Es lo que hace cualquier hombre violento. Sus manos suelen oler a tierra. 32 Está pálido. Paredes cubiertas con enredaderas. La herida sigue ahí, lo desafía. Tiene la misma forma de mirar. Se va cuando se va. Tumba de barro. Mira la hora: las dos. Prefiere que lo obvio sea visible. Prefiere que el alivio sea visible. Inminencia húmeda. Fauna ictícola. Arcilla verde en un valle donde toman agua las flores. Solo él se repite convertido en un precipicio clavado en el cielo. Vaso y sangrado. Un asesino que permanece encubierto regresa a su caos personal. Flor de oro con llagas. Deleite. Sufrimiento. 33 Ausencia del reptil que desemboca en un derrumbe. Un instante. Calavera, defunciones. Puerta blanca oxidada. Rosal blanco. Huevos de gallina, revólver, incendio. Limpia el excremento. Un par de botas manchadas con sangre. El hacer de su desgracia. Completa algo con profunda intensidad en la pura desnudez. Anhelos o no, es posible en esta forma particular. Tiempos naturales. Redundancia. Antes que disponerse, es la propia conexión la que convoca. Natal y progresado. Se percibe la existencia de un movimiento con una totalidad mayor. El símbolo, el egoísmo. La dependencia. 34 Un vínculo establecido hacia el cielo representa un momento soleado. Evoca, vislumbra, emerge. Etapas preparatorias. Ambigüedad interior innata. Se sitúa en la noche y amenaza el peligro. Oscila. Se desprende de los embates. Objetivos que permanecen vigentes. Un ser que deambula en situaciones. Se reduce el círculo. Arranca de raíz un árbol verde brillante. Probablemente la expansión empieza a desplegarse. Lo ilimitado desentraña el significado de las secuencias. Pasa de manera natural, en cualquier sitio. De pronto recuerda, es la única vez. Proporciona oscuridad desde el principio. Se arriesga. Profundiza mucho más. 35 Indicio de puertas, esqueletos, tumbas. Rasgos vigorosos en un bosque no mágico negro. Ve en la oscuridad, en el silencio. Suave como la intención de dejarlo escapar. ¿Dónde está? Un hombre viejo, la mirada grave. Lo negativo. No bien. La combinación de los reflejos no queda en los charcos. Inunda. Ventanas con su silencio y su espesor achatado. Su ser perturbado en todo rigor. La parte vale un rito de exageración. No se contenta completamente. No se completa móvil. Produce un hecho cada sacrificio común de las técnicas. Extrema creencia. Dato probable. 36 Inconcebible es la manifestación de la acción. Persigue los instrumentos eficaces. En ese sentido, los lugares son más bien un ejemplo. La trivialidad es contagiosa. Culpable hostil. Única tentativa que le permite una dominación. Respeto al sentido común, al enigma. Enigma particular. Después, junto a y gracias a, un error muy grave. No es en absoluto lo que ha olvidado. Ni siquiera él podría. Mira fijo, a veces profundo. Mientras, sigue desde la ventana. Dos días encerrado en su casa. Empieza a acercarse. Inmóvil. Repite lo mismo, lo que piensa en la tierra seca. Apoya las manos y deja de hacer sombra. 37 Se levanta un poco y descubre que es el día en que no durmió. Cada vez un mayor número dirigido. Todo a su alrededor le impide. Fue demasiado. No volverá, no sustituye, pero ayuda. Rudo, terrible, furioso. Presión, tensión y presión firme. Vanidad, exaltación del yo. Agresivo, envolvente, cerrado. La mano del pasado no quiere saber. Inconstancia. Falanges, pulgar grande. No llega por generación espontánea. Ni cruza ni toca, son las luchas de todo tipo. Veinte, veintiuno, veintidós, treinta y ocho. La supervivencia del camino, el deseo de aniquilar. Colapso. Adhesión que pone un límite de manera diferente. 38 Esa fuerza mira hacia donde los demás no pueden. Víctimas asesinadas que son reales. Un hombre apoya su cabeza, su vida, sus muertos. Celestes destellos al principio de las cosas. Ignorancia que causa contrariedad. No es más el que sufre. Su razón rechaza. Sin duda. Cualidad que no estorba su porvenir. Sin duda. Pierde la cooperación al progreso residual. Se ve obligado a la persuasión. Desaparece la autoridad, no se envanece. Resignación, sumisión. Los tormentos fomentan el no hay. Lejos de reencontrarse a sí mismo, ha de sufrir la transformación /figurada. Todo el mal como todo el bien. 39 La oposición de lo prohibido no difiere. Propiamente dicho, imparte lo dinámico sensorial. Sobre un fondo blanco liso no ha encontrado referencia alguna. La luz dorada ahora es más evidente. Es su voluntad de situarse en el papel y quemarlo. No puede. Es probable que en muchos casos no haya sido capaz. Establece profundas capas visibles, vistas de diagnóstico. Revitaliza y nutre hasta llenar la habitación donde se encuentra. Poco a poco motiva que un gusano le rodee la espina dorsal. Durante mucho tiempo no tiene fin. Demasiado tarde para intentar siquiera salvarlo. Tranquilo, maravillado. Está sentado en su habitación. Los actos de los restos de su vida actual. Un destino en algún otro capítulo. La evolución es un instrumento inestimable. Mutilado o muerto. 40 Entristecido y envejecido. Tiránico. Podía elegir con sensatez, no cabe duda. Aún peor es la situación extraordinaria de forma esquemática. Vive en presencia. Medallón del 2 de febrero. Cementerio replegado sobre sí mismo. Dolores de cabeza, de estómago, desvanecimientos. La situación ha empeorado. Aversión, confusiones. Terminología por la que una persona puede no sentir culpa. Maleficio que a menudo provoca inconvenientes y alcanza una perfidia. Desesperación, angustia, amenazas. Se ofusca. Heridas, los traumas que él provoca. Rangos, transmisión. El añadir no contribuye a mejorar las cosas. La dolencia en sí es un círculo de tierra auténtica. 41 Tiene que repetirse el dolor. Dos órdenes adecuados. Así regresa con las piernas juntas y los brazos hacia lo alto. Se había iniciado el fundamento de carácter central. Es capaz de cumplir la tarea por la que ha luchado. Reacciones excesivas a partir de un sacrificio. Neutralidad absoluta. No solo amenaza, sino que se implica con mayor profundidad. Diversas fases durante los últimos ocho años de su vida. Puertas antagónicas. Va más allá. El misterio no es una invitación, significa muerto en vano. Restos. Alternativas relacionadas sin explicación. La flotabilidad se hunde en pocos segundos. El fuerte viento de cola confunde el control de la situación. Uno de los misterios más desconcertantes. No se notó nada que pudiera causar trastornos. 42 Diferencial, que asegura una estación fija. Hierve en el mar la aguja magnética. Oscuridad de cualquier cosa. Débiles y vulnerables. La sangre está en el exterior. El descanso a la presión es un obstáculo real, para eliminarlo hay que /añadir agua. Superior. Letargo. Pérdida. Puede tener lugar el miedo, la separación. La concentración sanguínea deja entrar las experiencias como /resistencia. Tiene la importancia de un acontecimiento que destruye. Para salir adelante se rompe la noción de culpa. Arraigo y ansiedad. Integración abstracta. Vive las experiencias de forma disociada. 43 La sugestión juega los procesos en el hablar. Ciclos estacionales para comprender. Revisión observadora. Ira, sinrazón, conmiseración. La causa aborda antes lo que veía. Hace, nadie está ahí. Decae como si fuera el miedo a la muerte. Visión que le pertenece para aumentar el gran valer menos. Fobia al ruido. Irradiación violenta. ¿Qué quiere además de asesinar? No ejerce los duelos de todas sus muertes. Rechaza la identidad con clave alta, estruendosa. Parece grisáceo en días libres para visitar lo que merodea. Se lo ve solemne bajo un presagio envuelto en la niebla. Nostalgia que puede encerrar la diferencia. No se desvanece sangriento. Las polillas le rozan un hombro. 44 Más allá del horizonte, uno contra otro. Se dirige a la salida, al sótano. Camina hasta el final adquirido ante un último grito. Borde de una persona tímida o modesta. Detalle menor primordial, como el color quemado brillante. Con tanta sombra va ocultando las ruinas. Brizna en el lago durante la noche de cinismo. Idea imperativa sin encontrar nada que domine la función de las /acciones. La sangre, allí mismo. Su propia cabeza inclinada escuchó un sonoro olor con baba. Vuelve a enfrentar. Harto como hiena de mirada lóbrega respira denso. La muerte sobreviene un poco después. Comparte, tan suyo, el punto de delirio ahorcado. Un ratón con zapatillas en condiciones deplorables. Se apresura con tono de irritación. Con franqueza, le gusta romper las cosas. 45 Por hondo que haya sepultado en tierra, sospecha. El daño no tiene remedio. Si alguien está acostumbrado tiene un posible motivo. A la hora que comete un crimen, prosigue sin suavidad. Dientes y uñas. Se apresura casi enloquecido por un odio descuidado. No ha podido cancelar la circunstancia sospechosa. Salud mental con un dedo amputado a un cadáver. Toda la noche de insomnio, ya es la tercera noche seguida. Él mismo no está acostumbrado a la hostilidad enmarcada por las cejas. A partir de las 7 am se oye el golpear de las puertas. Se vuelve todo más confuso. Preocupaciones de ánimo alterado. Cuerpo tembloroso volcado en su tempestad extraña, irresuelta. Está agotado en el borde inferior. Qué torpe se ha vuelto. La mayor parte de su casa está dañada con violencia. Profundidades inaccesibles. 46 Está envuelto en una gran manta gris. Le abre el pecho. No puede subsistir en absoluto, imposible sin sufrimiento. Cuerpo tirado de espaldas sobre el piso. Bienestar que no puede ceder sin correr peligro. Poderes primordiales desvariados con satisfacción pasajera. Azotado en el vacío para sacar la prueba de que ya no vive. Apenas soportable, un experto, un especialista. Puede volver fiel a la generosidad del cielo lluvioso que viene. Ninguna razón como todas las siguientes. Lo entreabre desenfocado. Gesto apático mutable. Todo ha sido vital, tan de nunca terminar. En el fondo existe la perfección temporal como un frío audible. Abstracción clavada en un baño de su casa a la madrugada. Parálisis. El centro de su existencia es un roedor de mente cansada. Es importante encontrarle un lugar al nuevo cuerpo muerto. 47 La tierra es blanda. Realidad de humillación terrenal. Color rosa viejo. La extensión de sus pensamientos pasa corriendo frente a él. Hubiera sido normal estar atormentado. Ni se le pasó por la cabeza. Asesina de noche, duerme de día. Fábrica humana de cadáveres. Se había puesto a trabajar y se estaban pudriendo. Una oreja. Algún tipo de sensación en la escena. Es algo hermoso. Tiene su encanto no dejar ni un solo trocito descuartizado, ninguna /miga de carne. Pueden salir mal las cosas, pero ya lo sabe. Es eso. En su propio patio. No importa el nombre. 48 Murió asesinado y tiene un montículo de aserrín a un costado. La separación no sorprende en sintonía. Su lucha desordena la sorpresa. Más allá, como la declaración en desacuerdo a la referencia. Especulaciones aterradoras, abrupto descenso. Fondo, una lámpara irritante. El pan duro tendrá su olor impregnado. La basura aquí o allá entre las magnolias. Enterrados para revelarse salvajes y marchitos con la sangre sin /ninguna vergüenza. Un susurro de cierre indaga con la puerta abierta. Desde ahí él ve. La última pieza de otro cuerpo impide cualquier desvarío. Se cree indestructible pero tiene los días contados, como cualquiera. Solo, acompañado por cadáveres enterrados, sin enterrar y uno recién /muerto. Llanura absoluta con penumbra de talle fino. Rodeado de formas tranquilas que no respiran. 49 No se conmueve cuando vuelve al presente. No había pasado en su piel seca, ya es entonces. Era el hombre indicado cuando lo vio aquél día. Lo sostuvo como si lo protegiera. Descansa en la sombra que el pasar del tiempo le otorga. Sutil mandíbula en un bosque espeso. Profunda persona de muchas veces. No es nada fácil antes de morir. Todos sus significados ignoran el sigilo. También algunas noches su cuerpo gotea sangre. El olor del muerto, una fase. Encandila sus vísceras convencido de la suposición. En el baño en desuso están los otros cuerpos tirados. Agolpados, expuestos como morgue excéntrica. Su madre, tirada en un rincón, respeta el esqueleto debajo de los /músculos viejos. Se reconoce en ella sobre un piso damero dramático y sucio. Enciende un gran fuego en segundo plano. 50 El humo erizado llena el hueco de la tierra. Figura compacta cadavérica de hebras amarillentas. Una torpe línea grisácea en un sitio plano. Amenaza de muerte reciclable, cenizas mayúsculas y minúsculas. 51 ALEJANDRE (Mar del Plata, 1989) Escribió el libro y Me vale verga Todes aquelles el álbum (Beca Creación del FNA 2021). Realizó Antes de la mudanza instalaciones y arte textil. 52 (Huácala Capirote, 2020) (2022). También hace Todes aquelles Alejandre Escrito con una Beca Creación del FNA 2021. 53 ¡Claro que sí! Santa Rita 54 Dale, así me muero de envidia y resentimien to feminazi 55 John Money / Milton Diamond Juan Dinero / Milton Diamante Paul B. Preciado, el gran hacedor de neologismos, con sus archivos Word repletos de subrayados rojos automáticos. Para los que se burlan de Greta, sigan así, sigan derecho al fondo que llegan. ¿Por qué no van ustedes a la ONU ya que Greta les parece que tiene demasiada plata, mucho odio, gesticula de más y lee mal? Solo pueden insultarla en los comentarios de YouTube adentro de sus casas detrás de sus pantallas. Protector solar. De 11 a 16: no exponerse al sol. Pileta: no, no hay agua. Meterse al lago o al río: no, están contaminados con químicos y caca. Meterse al mar: no, hay olas de plástico. Usar barbijo: no respires el aire de lxOs otrxOs y que lxOs otrxOs no respiren el tuyo. No tocar/alcohol. Profilácticos. LxOs humanxOs no somos un virus elegante, solo somos unos parásitxOs mugrientxOs. 56 no binarie gender fluid inter bixa cuir travesti trans feminismx antiespecista NBGFIBCTTfeminismx antiespecista 57 MACHO ENTERATE CÓMO ES Así naciste, esto le hicieron la cuerpa gestante que te parió. NO SON PARTOS PLACENTEROS NO SON PARTOS ORGÁSMICOS 58 LGBT / Liberty Guns Beer Trump ¡Qué peligroso! OVZ A El ayurveda a pasos de la gordofobia (mucha conferencia impartida por doshas vata). Pesás 40 kilos, corrés, comés re sano, ¿querés que te lo tallemos en la lápida? Así cuando la gente vaya de paseo por el cementerio digan, ¡oh, qué bien esta muerta! Bienvenides a la Era de Acuaria Ley Nacional INAV Federal #lasalidaescolectiva (y la entrada también) Abajo lOs Médici contemporáneOs. Basta de precios especulativOs/capitalistOs para la venta de obra. 59 https://www.youtube.com/watch?v=ZwfqHmTnAc8 https://www.youtube.com/watch?v=LI7B8hBXkvQ https://play.cine.ar/INCAA/produccion/5695 https://www.youtube.com/watch?v=3w3mrxjAV-g https://www.youtube.com/watch?v=Ubftz39GufU https://www.youtube.com/watch?v=axagsXsMi48&t=355s https://www.youtube.com/watch?v=6XPIXk9orW8&t=911s https://www.youtube.com/watch?v=-3CGQ7z8tMQ https://www.youtube.com/watch?v=JGaBJx2F608 https://play.cine.ar/INCAA/produccion/5714 https://www.youtube.com/watch?v=b4objTtUB_M https://play.cine.ar/INCAA/produccion/6658 https://www.youtube.com/watch?v=zG_6IVmXvr0&t=140s https://play.cine.ar/INCAA/produccion/6605 https://www.youtube.com/watch?v=vu52uZSuPlM&t=1s https://www.youtube.com/watch?v=Mwk10YGPFiM https://play.cine.ar/INCAA/produccion/6661 60 Grafiti encontrado en una pared de la UNC. 61 26 de octubre tratO inhumanO a niñxs en contexto médicO (tortura) clitoridermia endosexismO 62 Poemasdiálogo 63 Un apartamento en Urano Crónicas del cruce Paul B. Preciado Anagrama 2019 Manifiesto para el alivio del estrés y la ansiedad Prepara tu maleta sin nada dentro y vete. ¡Qué miedo! Abre la maleta en cualquier calle y acepta lo que otros te den. Interesante. Ningún animal usará ropa que no haya sido hecha por él mismo. No sé, ¿y el cangrejo ermitaño? Deja a tu mujer por un álamo. ¡Ecosexualidad! Modifica el objeto de tu libido. Descentra el placer genital. RE. Cambia los ansiolíticos por el paseo. RE. Teje. RE, pero con lanas veganas. No construyas casas. RE. No acumules propiedad. ¡Gracias! 64 No comas otros animales. RE. No hagas historia. <3 Si no lo has hecho todavía, no te reproduzcas. RE. Envía a tus competidores una simple misiva: “Me retiro. Feliz año nuevo.” <3 <3 <3 Elige la simple vida frente a la extensión médica de la vida. RE. Todos los animales son iguales. RE. 65 Cometierra Dolores Reyes Sigilo 2019 Sentada, mi pelo llegaba hasta el piso. Tenía el color de ese suelo en el que vivía. Mi pelo es rojo anaranjado al sol. Me llega debajo de la cintura. Soy unx petirroje. Yo veía a la Florensia agusanada como un corazón enfermo, el pelo, una tela de araña vieja desprendiéndose del cráneo. Ojalá yo fuera un árbol o una flor, para morirme sin ser un link a una película de terror. El mundo debía ser más grande de lo que siempre había creído para que pudiera desaparecer tanta gente. Absorción física total garantizada. Licuados de carne. Como ni el Walter ni yo nos habíamos estado ocupando del jardín, la pasionaria daba la impresión de que iba a comerse la casa. La mayoría de las flores ya se habían abierto. The happening (M. Night Shyamalan, 2007). ―No fue uno solo. Uno me arrastró. Otro me ató. Varios me arrancaron la ropa. ¡¿Cómo pueden?! ¡Qué bronca! Las paredes habían sido blancas alguna vez, pero ahora eran de un gris mugre (…). ¡Llenar las paredes con plantas! Enredaderas, helechos. Macetas. ¿Las plantas son vida o muerte? Vida y muerte. Un gato se asomó a través de un vidrio roto y nos miró como si todo le importara un carajo. <3 66 Las malas Camila Sosa Villada Tusquets 2019 (…) hostigada por los zapatos de acrílico que a sus ciento setenta y ocho años se sienten como una cama de clavos. ¡Zapatillas! La infancia y las travestis son incompatibles. La imagen de una travesti con un niño en brazos es pecado para esa gentuza. El laberinto de las lunas (Lucrecia Mastrángelo, 2019). <3 <3 <3 La casona rosa, del rosa más travesti del mundo (…). Una casona amarilla flua con círculas púrpura. Y perdón también, mucho perdón, que es lo que a la gente le gusta escuchar de las putas como nosotras. Cuando una mujer hétero cis me clava los ojos con desprecio, la miro de abajo a arriba, dejo la cabeza en alto y le doy vuelta la cara. (…) nuestra Machi Travesti (…) Nuestrx machi intersex: lx gatxxy tricolor y su amigue orquídea. La única que había nacido con una flor carnívora entre las piernas (…) Flores veganas ecosexuales. Yo no podría ser un hombre en este mundo. Yo tampoco. (…) todo el odio que irradiaban esos pobres animales que morían dejando su último resuello en el esfuerzo por escapar (…). Vegan<3s. 67 ―Tanto lío para ser travesti y terminar cogiendo putos ―dice. ¡Ja ja ja! Hay que ver cómo se les estruja la escala de valores cuando tienen un pene adentro. <3 <3 <3 Al día siguiente pintaron con aerosol rojo en nuestra pared la palabra PUTOS, en tamaño catástrofe. Irse de todos los lugares. Eso es ser travesti. Me maravillo de lxs cuerpxs diversxs del fondo del mar, me maravillo al verme igual a elles, a todes aquelles. Ella me hacía burla por mi voz de concha (…). Mi voz es como el pelo rojo electrizado de Grace Coddington. (…) el muy basura. Separar a la gente: reciclable en bolsa verde, húmeda en bolsa negra y patógena en bolsa roja. Nosotras, las olvidadas, ya no tenemos nombre. Es como si nunca hubiéramos estado ahí. A eso lo sé muy bien. 68 Lectura fácil Cristina Morales Anagrama 2018 ¿Cómo es posible que, siendo guapa, suelte esos sapos y culebras de la boca, con lo feo que está eso en una mujer que no es fea? ¿Cómo se atreve a afearme un piropo o un chiflido si lo que estoy es halagando a la muy puta? Ja ja ja. Tercera posibilidad: te das cuenta de lo obediente que eres y no lo soportas. Entonces sí que estás alienada. ¡Enhorabuena! Sí, y no veo cómo escapar. Prisionere total. (…) toda mi insinuación fue existir. Mi acto más erótico. (…) el periodista-guirimierda-hipster de laca en el flequillo no se separa ni del móvil ni de la carretera. A mí me dan vergüenza ajena lOs periodistOs que están de cuerpO entero en cámara haciéndose lOs cool mientras deliberan si la mesa va adentro o afuera en navidad. (…) la represión del volumen del culo (…). Ja ja ja. ¡Vaya asquerosa mierda de performance!, exclamó Nati (…) insistió: ¡Vaya asquerosa mierda de performance de mierda! Ja ja ja. De la Ángels se creen que es retrasada porque tartamudea, porque pesa 120 kilos y porque nunca aprobó una asignatura en la escuela. ¿Y si es retrasada, qué? 69 (…) discapacitadas intelectuales expertas en discapacidad intelectual (…). Intersexual expertx en intersexualidad. (…) una cogida es un polvo latinoamericano (…). Ja ja ja. (…) evidentes pilares de este Bienestar que nos ha convencido a todos, incluida buena parte de esta asamblea de anarquistas, de que vivir bien es vivir con facilidad para consumir, elevando esa buena vida consumista a la categoría de vida digna (…). Me encantan lxs anarquistas, pero a veces son demasiado intelectuales. Mujer: cuanto menos tiempo y energía dediques al sexo, bárbara tarea, más tiempo tendrás para ti misma, para cultivarte y hasta para hacer la revolución. Mujer que no folla es mujer independiente y liberada. ¿No suena esto exactamente a lo que suena: a la mística del celibato? Eso es lo que me critican: pero si a mí no me interesa, ¿por qué debería obligarme a coger? ¿Por qué solo es válido coger? Negar que lxs asexuales existimos es como querer tachar el violeta de la bandera arcoíris, negar la refracción de la luz. Que lo que pasa es que tú eres demasiado libre para estos anarquistas reprimidos. ¿Ser asexual es ser reprimidx? Sería como afirmar que lxs pijas que se excitan con otrxs pijas son reprimides porque no cogen con vulvas. ― ¿No sabes lo que es el coaching? Una técnica fascista basada en el espíritu de superación. Ja ja ja. ¡Una molotov! Convertirse en otro es deseable porque ese otro es mejor que tú. El espíritu de superación existe allá donde hay modelos a seguir, o sea, donde hay jerarquía, o sea, donde hay deseo de dominio de uno sobre otro. Lo pienso en relación a la fertilización in vitro: en YouTube está lleno de especialistas que explican cómo es la técnica y cuando llegan a la parte de “elegir los más viables” o de “transferir 70 embriones que no tengan anomalías cromosómicas”, ¿por qué no dicen directamente que no transfieren embriones XXY ni con trisomía del par 21? EugenésicOs del ortO. Deja de ser quien eres para convertirte en un mediocre más. ¡Ja ja ja! Joder uy madre mía, ja ja ja ja ja… <3 La ideología apela, pues, al respeto hacia los machos fascistas neoliberales mientras que a nosotras, por poner en entredicho el mencionado orden institucional, nos llaman irrespetuosas, exageradas, locas, odiadoras y feminazis. No podrías haberlo dicho mejor. STOP RADICALISMOS Tu colaboración es muy importante para todos. Contacta con nosotros con total confianza. 2015 Ministerio del Interior Gobierno de España George Romero es un poroto. La prostituta también tiene bien claro que ella no debe negociar directamente con el prostituyente. Como unx artista con coleccionistas. (…) la figura del intermediario que es el proxeneta (…). Galerista. Y hay politizaciones drásticas como esta, en la que hace una pregunta motivada por el capital y la otra le responde con una verdad anarquista. <3 Me tiro unos cuantos peos (…). Ja ja ja. 71 Trastornos del aprendizaje es que tienes una enfermedad que no te deja aprender las cosas que te dicen en la escuela. <3 <3 <3 ¡Qué se lo guarde lx seño! El pan no te puede comer a ti (…). No te creas. La ligadura de trompas os la tendrían que hacer a las paridoras del sistema como tú, que os dejáis fecundar por la estirpe de violadores y de firmantes de la variante del contrato de compraventa que es el contrato de ´sexo-amor’ que vosotras, sus hembras, con tal de no perder vuestros ‘machos privilegios’, también firmáis. ¡Cristina Morales <3 <3 <3! (…) ese no era mi caso porque yo era una gorda fuerte como otros gordos en mi familia, y que nunca habían tenido ningún problema: he trabajado en el campo, me he subido a las peñas, he cosido, he limpiado, he cocinado, he bailado en las fiestas de Arcuelamora y de los pueblos de al lado (…). ¿Y lxs donantes de sangre? Si hay que pesar más de 50 kilos, lxs gordxs son lxs que pueden donar sangre. Por única vez en sus vidas, los centros de salud les regalan caramelos, un alfajor triple y un jugo de frutas sintético lleno de azúcar. ¿Lx gordx está enfermx y dona sangre? ¡Hola! Tenía los huevos afeitados, y las pollas depiladas suelen oler menos a polla y más a suavizante de los calzoncillos. Ja ja ja. Me río pero debe ser cierto, tiene mucha lógica. 72 Loquibambia Sexo e insurgencia María Moreno Universidad Diego Portales 2019 Sharon Duchesneau y Candance McCullough (…) parecen haberle tomado el pelo al doctor Mengele, ya que buscaron como padre a un miembro de la élite sorda de Gallaudet, sordo de quinta generación, que es como certificar el escudo de armas de una familia del Imperio Austrohúngaro. Ja ja ja. (…) una identidad popurrí y una naturaleza de viva la Pepa. <3 <3 <3 ¡LOs cis se toman muy mal el Martini intersex! ―Un gay o una lesbiana pueden vivir toda su vida sin que nadie sepa que es gay o lesbiana. Pero la visibilidad viene con nosotras. (…) y un gay, por más emplumado que sea, puede no renunciar a sus beneficios de patriarca. (…) el primer eslabón es la prostitución. Ahí somos aceptadas, somos diosas. [Lohana Berkins] A mí me han dicho que soy asexual porque me da vergüenza mostrar mi sexo, o sea que si yo tuviera una pija de 24 x 7 o una concha con muchos volados ondulantes, útero y ovarios llenos de ovocitos tendría re ganas de coger. ¿Qué? En esta sociedad que te obliga a definirte como hombre o como mujer, yo digo: ‘Soy travesti’. [Lohana Berkins] <3 <3 <3 Y yo soy intersex no binarie asexual. En las travestis se suele violentar ese estado de niñez y ellas, al afirmar su identidad, pasan a vivir en un mundo de adultos (…). A las niñas y a los niños se les comprenden sus problemas, que son de niñas y de niños. Las niñas travestis, en cambio, son un problema para el Estado (…). [Lohana Berkins] 73 Dan ganas de irse a vivir al medio del monte entre árboles, plantas y nubes, seres a los que les importa una mierda el sexo asignado al nacer ni la identidad de género. 74 Soy Sabrina Soy Santiago Género fluido y nuevas identidades Sasa Testa Ariel 2018 (…) estoy paradx en la zona gris de los géneros. Ni una cosa ni la otra. O todo junto (y al mismo tiempo). No gatita, no gatito, felinx. Desde muy chiquitx ―aprendí a los 4 años― puedo escribir con las dos manos. Elige tu propia analogía. Ja ja ja. Fede me llama por teléfono. Le cuento que hablé con mi vieja, que le dije todo. Él, a su vez, me cuenta que habló con la suya. Que se puso re mal. Que cuando le dijo que le gustaban los varones ella se levantó de la silla y vomitó. Si unx le da asco homófobo a su propia madre, ¡que vomite, que se vomite todos los órganos que tiene adentro! Su hijx estaría chochx chupando pijas, pero como a su madre le da asco, ¡tendría que dejar de hacerlo! Se ve que es a ella a la que le da asco tragar el semen del marido. 75 Filósofa punk Una memoria Esther Díaz Ariel 2019 Pomposa invitación a la celebración de los cincuenta años de una biblioteca. Me fijo en la fecha: 1939, el año de mi nacimiento. ¡Y estamos en 1989! ¿Entonces estoy por cumplir 50? ¡Pero si tengo 48! ¿No? ¿Cómo? ¿Nunca tuve 49? Yo nací en 1989, tengo 32 años. La deconstrucción de la edad, de la juventud/vejez es la gran cuenta pendiente. Lo veo en otrxs que hace más tiempo que están en el planeta y lo viven como un shock. Desde mis 25 años me persiguen fantasmas de suicidio. Antes que matarme a mí mismx, mataría a otrOs. Soy el tipo de persona que morirá asesinadx, okey, pero mis últimas palabras serán como el título de una película: Te arrastraré al infierno. ¡Qué tiempos aquellos! Sin vegetarianos, nada de veganos, comíamos carne dos veces por día: puchero al mediodía, asado a la noche. Me indigna. En la universidad se notó más la desigualdad etaria. No era común ver ´viejos´ en las facultades y yo andaba por los 30. A esta edad esto, a aquella edad, lo otro. Comienzo, nudo y desenlace. La vida como una novela de 300 páginas pedorra. Pero ser víctima no garantiza lucidez. Muy cierto. No necesariamente. (…) comencé a tomar clases de actuación. La experiencia fue dolorosa por ser nueva en un grupo ya constituido y por mi edad. Mis compañeros podrían haber sido mis nietos. A mí no me importaba, pero ellos no sabían qué hacer conmigo, entonces me ignoraban. 76 ¿Por qué un taller de actuación sería un lugar equivocado para aprender técnicas de actuación? Se escuchaban los chillidos de los pollos grandes. Esos doble pechuga comen las veinticuatro horas y son caníbales. Cuando uno de ellos se lastima, los demás se lo devoran vivo empezando por el ano. ¿Qué dice mi yo vegan al respecto? Que ellOs sean así no me hace carnívorx a mí. Tener hijos es un estigma para toda la vida. Cuando estaban bien, temía que les pasara algo malo y, cuando estaban mal, mi vida perdía sentido. ¡Qué perno! En los arcanos de la etimología de ´símbolo´ se encuentra la idea de que la unión de los fragmentos revela la verdad. Cuando estás en la adolescencia unís los fragmentos de lo que quedó de niñx mutiladx en secreto y se revela la verdad. 77 Proximidad del amor Tracey Emin Trad.: Cecilia Pavón Mansalva 2012 ¿Sabían que los únicos lobos que se aparean son los lobos alfa? Esto es para que toda la manada proteja a los cachorros (…). Son machOs alfa por la complicidad de todxOs lxOs demás. Si no cuidaran a esas crías, se morirían y ¡chau machOs alfa! En la película It´s alive el bebé sale chillando de la vagina con una cabeza enorme y con garras. Ataca al doctor y a la partera, mata a la madre, y conquista el mundo. ¡Ja ja ja! Me pregunto si a uno le gusta tener sexo a la hora en que fue concebido o a la hora en que nació. ¿Y si no te gusta tener sexo a ninguna hora? Si estás sola, al menos estás con tu signo astrológico. <3 <3 <3 Hay que esperar hasta que la tristeza se vaya al lugar del que vino. Ja ja ja. Me pregunto si como seres humanos nos enfermamos físicamente al ser privados de la naturaleza. Sí, al ser privados de nuestra naturaleza. 78 ANAHÍ AMENEDO PINI (Buenos Aires, 1967) Escribió el libro de poesía Números y hace lives de divulgación astrológica express en su cuenta de Instagram @anahítuastrologadigital. 79 Números Anahí Amenedo Pini 80 4144 606 090 901 800 177 118 339 943 532 5500 199 122 047 097 81 414 715 81 979 851 722 244 622 411 644 035 988 447 455 024 82 413 214 110 54 121 555 551 193 933 834 660 961 551 009 330 150 010 060 83 85 15 275 517 777 771 111 560 300 699 739 144 742 607 84 419 239 710 776 876 477 427 001 901 100 1430 073 183 1300 1200 886 898 85 357 137 670 626 486 607 323 931 573 1255 123 005 488 142 688 1688 218 86 0 100 100 0 004 117 007 525 775 120 521 221 331 099 419 929 480 050 210 87 112 200 132 404 005 807 070 380 881 446 807 104 202 044 449 200 467 445 405 451 88 909 147 178 022 069 0670 0733 053 092 333 211 910 622 313 273 151 89 463 243 780 800 980 1350 400 1407 000 222 266 077 024 221 211 019 229 222 90 006 3557 014 18 500 400 0 100 17 900 07 311 999 519 703 016 300 929 590 91 800 603 806 52 373 71 046 151 061 009 622 323 933 244 907 027 92 940 942 644 137 416 331 502 570 015 331 407 0214 533 129 053 1919 93 3335 013 721 126 923 917 522 519 385 417 799 334 249 494 868 144 94 199 008 737 205 519 737 828 1407 703 300 20 886 334 145 154 95 084 806 305 021 01 722 29 22 1222 103 903 403 070 130 116 461 214 96 013 357 341 105 995 7 17 717 420 622 632 449 441 919 993 942 97 414 515 244 480 544 791 666 581 339 039 05 507 204 05 051 300 507 98 009 34 0 626 0905 52 088 088 009 081 880 801 108 103 407 200 99 180 083 049 612 610 207 057 124 722 622 106 097 044 115 2301 2065 100 501 405 808 888 906 505 056 053 202 463 239 399 219 929 074 014 400 101 000 010 818 999 14 271 451 444 017 19 7145 779 19 702 622 411 506 104 102 204 814 14 102 3311 323 211 20 999 45 1721 45 443 447 447 103 121 070 070 004 015 130 2333 202 005 45 106 121 040 404 444 104 177 139 613 603 642 748 740 347 300 3500 342 3249 397 552 758 0010 105 616 236 625 965 467 315 132 314 488 993 029 331 600 110 555 009 330 106 777 644 111 49 308 405 060 058 411 1111 16 787 287 205 204 107 557 550 5500 666 220 890 092 680 534 552 450 130 616 361 004 566 108 053 933 176 601 904 850 088 380 600 33 919 32 34 104 140 606 137 000 109 518 678 788 886 800 005 014 660 005 905 802 999 035 52 110 202 096 907 808 204 508 084 22 113 881 122 186 112 081 707 606 999 000 111 680 480 590 202 55 959 313 113 28 200 601 025 606 003 201 20 112 804 847 847 814 2200 21 22 019 910 919 070 737 133 822 832 113 151 751 3330 193 54 030 009 106 030 703 182 2 180 711 055 114 794 797 887 888 3000 115 KAREN SMITH (Rancho Viejo, Texas, 1936) Escribió los libros de poesía word in a car, Tomatoe 116 y Ewan said the last Grocery life. Ewan dijo la última palabra en un auto Karen Smith Traducción: Cuqui 117 Kim está muy enferma pálida Kim irá al cementerio esta tarde en una caja la novia come su torta blanca no hay problema con el vestido: también es blanco no hay problema con el marido: está con la amante en el piso de arriba ¡él no te ve! 118 Bonnie camina sola en la calle habla con su perro su feo y sucio perro sobre el presidente y carteras Jason está solo en un hotel Linda está con su novio Jason mira tv muy aburrido Linda quiere morir 119 Tyra recibe la luz no sabe qué es y protege su mente no entiende el infinito dice no no puede ser y el infinito se va mami está desnuda en su auto sonríe a su marido Stan, el hijo del odio y del amor hace caca en el pasto muy feliz muy perrito 120 Emma, Kendra y Savannah bailan en un teatro una de ellas esta noche después del show morirá asesinada por un asesino nadie puede hacer nada la carta que le escribió Lydia está rota en el piso 121 Ann camina sola un perro ama la cartera que ella quiere comprar Ann bebe un café en un bar la cartera nueva ahora está en sus manos Lilly vuela trece pisos abajo y explota 122 Ray está enojado tiene el arcoíris en una caja pero lo incendia Shelby piensa: está por llover sobre mi cara y no me siento triste me siento 123 la bruja pone una carta sobre la mesa y mira a la chica joven la chica joven empieza a fumar y a hablar la bruja bebe un poco de agua ayer nació una serpiente una gran pieza de oro y fuego a lo largo de la noche lloró por su mamá 124 a las seis en punto la mujer pájaro bailó desnuda cerca del río los peces besaron sus pies y húmeda, muy húmeda esperó al sol para sus alas luego voló a la copa de un árbol el aire trae a la noche la chica rubia camina en el desierto sola tiene una mariposa verde en su cabello sonríe está enamorada de Andy 125 la pequeña Queenie camina con sus zapatos azules y el paraguas debajo de la lluvia con su madrastra Quennie tiene manos de anciana no de niña está triste frente al espejo algún día será feliz de nuevo en el jardín secreto hay un oso de peluche cuando Brianne sale del laberinto el oso de peluche grita, llora, sufre mucho pero ella no puede vivir en la fantasía 126 serpiente serpiente serpiente alrededor de la cabeza, alrededor de los brazos serpiente serpiente serpiente Alan es una mente que quiere olvidar las cosas malas que pasaron en la tierra bajo el agua en la tierra sin sol 127 sombras alrededor de un perro sangre alrededor de un caballo un hombre muerto cerca de la mesa una silla mira al mar detrás de una gran ventana del otro lado tierra muy lejos 128 la hermana de Aaliyah tiene una remera llena de flores anteojos para protegerse del sol lápiz labial para ser más hermosa dinero y un gran bolso para irse lejos de casa Ava y Natasha nadan en el mar la noche está viniendo ellas ven a Terry 129 Helen se sienta cerca del agua le pregunta algo sobre el amor el agua dice: 10, Park Avenue Rachel mira el celeste correcto y salta 130 el otro día, Ashley le dijo a Nathan que las flores no pueden crecer en la tierra que no termina él no entendió dónde estaba el punto y ella lo miró como si fuera una piedra en la cima de una montaña Ashley le mostró su tatuaje no caminan sobre el suelo es diferente el piso está abajo y eso está okey caminan como mariposas 131 Scarlett tiene un montón de flores dibujadas en su cuerpo Scarlett es un jardín y hay que pagar para oler una orquídea, para tocar una rosa para poner un pene entre dos margaritas ella toma agua para el pasto verde de su cabeza y píldoras para su corazón a veces llora con la noche más grande del universo llamada vagina rosa tiene sexo en un auto en un baño en un hotel sin amor, sin odio en un pequeño pueblo llamado Carnaby una chica-león fuma en el rosedal ve un pájaro y sabe todo acerca de la puerta: los caramelos son azúcar 132 Deborah duerme al mismo tiempo, el mar oscuro va a su mente el psicoanalista sonríe al infinito Eleanor se sienta en una silla y ve su ventana cerrada ella quiere preguntar algo él es tan inteligente Eleanor no entiende nada de lo que el psicoanalista no dice todo está en su mente y es muy claro pero no entiende el psicoanalista tiene 102 años más que ella Eleanor recuerda que él nació en Zurich 133 ojos marrones abiertos en un cuerpo marrón muerto parado cerca de la puerta miran a Bobby como si la muerte fuera culpa suya Dana decidió tener un hijo ahora está embarazada 134 la adolescente está en una caja con cuatro ruedas Carl siempre la llama auto afuera está la ambulancia hoy Edna tiene cincuenta y dos años besa a un hombre tiene sexo con él durante tres horas luego se ducha y va a su fiesta de cumpleaños 135 en medio de la calle Imogen encuentra un arcoíris lo pone en su cartera y corre lejos muy rápido Tessa nada en agua fría son las doce menos diez tiene que pagar el horror que hizo con su vida 136 Kate mató a un oso con su dinero para no sentir frío, para sentirse hermosa está triste porque el oso está muerto en el piso del living y ella está desnuda cerca de un gran fuego bebiendo una copa de Malbec en la mañana estará bien: esta noche su amante casual le dará amor y cuando el sol esté alto Kate comprará otra cosa con su tarjeta dorada la novia posa para la foto con su marido no está segura de su decisión pero bien está ahí es una bella y sonriente muerta solo necesita una cama llena de niños para estar bien bajo tierra la familia feliz porque ella hizo algo con su vida morir es algo para hacer a veces 137 Susan es muy bonita más de lo que Elsy puede recordar desde la última vez que la vio Susan bebe una taza de té verde y se siente muy bien pero a la noche las cosas serán muy diferentes Nell está vestida de rojo con su perro en brazos no dice nada acerca de las cosas que pasaron recientemente en la alfombra no quiere hablar 138 a veces, tener dieciséis años es duro como para no explotar la mente con música el tiempo en las estrellas es como el tiempo en una piedra en la mano 139 los dedos de la bruja mojados en agua negra no pueden decirle la verdad a Janet no está lista para saber las alas del pájaro están rotas con la puerta que va al infinito el pájaro llora la puerta se cerró cuando él iba pasando 140 el tercer ojo ve las bicicletas en el desierto dice uno, dos, y al final va al cielo el viento peligroso hace más fuego la pequeña Constance duerme todo está bien es un conejo esperando para ir al bosque 141 ¿durante cuánto tiempo Larry debe recordar la última vez? el tiempo no es cualquier tiempo en Texas Jessie fue a la Calle 14 a comer mucha comida japonesa se siente como oro y agua en el aire 142 Lacey es rara come pescado, tiene sexo con su novio dos veces en un mes sus amigas comen vacas y tienen sexo con sus novios y amantes todo el tiempo las gemelas caminan por la calle como si las esmeraldas y las alas de los osos blancos fueran suyas la arrogancia crece a sus pies igual que el pasto verde en la primavera de Los Alpes 143 en la fiesta Gillian conoció a Ivy Hayley la invitó a tomar algo hablaron toda la noche estuvieron juntas por cinco años luego todo terminó en paz como un viaje por el mundo en jeep Leslie tuvo dos amigas: Stephanie y Maia el viento separó sus voces para que no pudieran oírse 144 caminando sola por la calle a la noche Evelyn se siente como una actriz cuando el show termina pero ella no está en el escenario siente la verdad: su vida es una gran mentira no tiene ningún control ahora corre sola por la calle llena de globos, autos, árboles una tarde cuando Will era un niño puso su mente en el bote de la fantasía todas las nubes fueron a su mundo y se durmió en los brazos de su mamá 145 Judith pone perlas en su cuello se sienta y fuma nueve cigarrillos el misterioso árbol sigue creciendo hacia las nubes un patito pone una silla ahí una mesa acá y escribe una nota 146 Beth le dijo a la niña que fuera al jardín y lo hizo la niña estaba sola en la hamaca su padre le compró un perro y las cosas cambiaron un poco para ella cuando el verano terminó su madre fue al jardín pero nunca volvió a sonreír de nuevo dos meses después, se suicidó la muñeca rubia grita por ayuda el marido de Sarah toca su vagina Sarah está ahí y no hace nada la muñeca rubia llora el marido de Sarah tiene su pene muy duro en una mano cuando el vestidito está en el piso Sarah va al otro cuarto y cierra la puerta 147 Gretchen baila muy rápido con sus zapatos nuevos ríe un montón bebe un montón baila y ríe más con viejos y nuevos amigos sus shorts cada minuto son más cortos Mary Cecil y Wes saltan por las paredes caminan por las paredes su casa es un caos lleno de luces, cervezas comida china, condones usados, computadoras, celulares y música todo el tiempo, todo el tiempo 148 Isobel mira el puente Brooklyn toma vino tinto y algo va mal a la medianoche, Mike hizo el check in 149 las bailarinas quieren bailar en Nueva York son muy delgadas, muy cisnes si una de ellas pudiera comería las patas de un perro las orejas de un gato bebería la sangre de su abuela a escondidas en el baño el diablo dorado está cerca de la ventana de los niños en la habitación pintada de colores el diablo dorado entra lentamente entra en la cama del más chiquito él llora el diablo dorado ahora tiene cuerpo de cinco 150 un oso de peluche está enamorado de una gatita el oso de peluche compra un cepillo y se lo regala la gatita sonríe pero muy adentro quería un gran helado no siempre la naturaleza es tan mala pero a veces la violencia puede matar a un millón de diamantes inocentes que besan el agua y no la beben 151 en el desierto un hombre tiró a Willow sobre la tierra seca debajo del sol muy caliente puso sus manos en su cara, en sus brazos ella trató de decir no el hombre le subió la mini sobre su cadera Barb está desnuda tiene un gran collar de oro no puede respirar 152 Ollie se pregunta por la magia cuando los cuerpos están enterrados las flores de la novia están en la cama de su hermana Marcia Marcia está con Matthew y Steve besándose, teniendo sexo, riendo, tomando el desayuno 153 Oona está deprimida adentro de la casa sentada en el piso con su almuerzo cerca del cuerpo no puede comer no puede pensar más que en morir el lugar está oscuro podría abrir la puerta para que entrara más luz no quiere más luz está bien en la oscuridad no sabe cuándo podrá pararse quizá duerma en el piso o use el cuchillo para cortarse las venas en la fiesta las luces son rojas toda la gente fuma, bebe y habla Johnny se siente solo, excitado besando a una chica que recién conoce 154 la anciana Dolly vive en Rancho Viejo en el condado de Cameron va a morir ahí conoce el cementerio Vivienne quiere ahorcar a Trent pero no puede Vivienne es una rosa tratando de matar a un robot 155 Stella extraña a su gato blanco está debajo del pasto, en el jardín ¡era tan hermoso y tan cruel! nunca habrá nada más hermoso que él vivir en un pueblo es tan simple Josephine se pone un jean y está lista para no hacer nada pero en las tardes cuando su mente está en calma y ha aceptado de nuevo que esta es su vida camina sola o con su perro entre los yuyos y todo está bien esperando que todo cambie en la noche pero esperando que nada cambie muy adentro suyo 156 Cuqui (Córdoba, 1977) Escribe con heterónimxs y es artista visual. Lee el tarot, los Registros Akáshicos, analiza árboles genealógicos y hace regresiones a vidas pasadas. Pertenece al colectivo de médiums Portalle. 157 158 159 160 161 162 163 164 165 166 167 168 169 170 171 172 173 174 175 176 177 178 179 180 181 182 183 184 185 186 187 188 189 190 191 LAETITIA Serie de 19 acuarelas También pertenecen a la serie de mil acuarelas inspiradas en la actitud de Maudie Lewis con respecto a la vida y el arte. 25x35cm c/u 2022 Originales en el pasillo de artes de la casa de la Tatara, Villa María, puesta por Ienny Poett. Video acuarela Montaje en video con retoques digitales (2022) Link de Vimeo https://vimeo.com/686001782 192 Charlotte von Mess (Egipto, 1959) Crítica de arte y curadora. 193 Le chien, guau-guau, cimarrón. Xólotl terrestre camina con sus cuatro patas por las afueras de la ciudad del arte. Semi-evocación analítica del colectivo perrunoperuano Jauría Charlotte von Mess Traducción: Ignacio Havre Qué lindo es vivir tener una vida y que un perro se meta entre el yuyerío obsesionado y alegre por los rastros de algo movedizo, con vida también. Qué lindo ser un perro, sentarse en la plaza tarasconear una mosca al vuelo revolcar el lomo en la playa en invierno quedar con el hocico rebosado de arena olisquear entre los peces muertos y la basura que expulsó el río subir por la veredita la barranca a trote ligero flashear con la isla. Daiana Henderson, IRSE 194 Antiespecismo Sin hacer ruido, giró tres veces sobre sí mismo, y se acurrucó en el suelo. Bret Harte, CUENTOS CON PERROS Heces – Intervención urbana del colectivo Jauría – Comarca Hipolito (Perú) – 2018 Registro: Guiomar Barbeito – 2018 Heces – Intervención urbana del colectivo Jauría - Chimbote (Perú) – 2018 Registro: Noemí Florencia – 2018 195 Heces – Intervención urbana del colectivo Jauría – Llamellín (Perú) – 2018 Registro: Raffaela Soto Morales – 2018 196 Antropoceno Los etólogos han descubierto recientemente que los perros salvajes, cuando están juntos, toman todas sus decisiones por mayoría de estornudos. Mark Alizart, PERROS Es probable que en el futuro se defina como arte solo lo que hacen los robots. Yo no descalificaría el arte porque lo hace un robot. Juan Cambiaso, CRUDO ¿Cómo avistan el arte un perro o un gato? ¿Acaso dos seres humanos no perciben distinto una misma obra? Es una problemática del que contempla, no de la obra en sí. La apreciación de especies no humanas ante el arte es a la inversa de la humana. El Homo sapiens eleva/separa del resto lo que es arte de lo que no lo es (antigüedad conceptual binaria/dual); fuera del Antropoceno, cualquier especie considera una obra de arte como una igual con el prana (modo integrador/cuántico-natural). Si un ser humano ve un sillón intervenido por un perro, puede pensar que es basura, que está roto o que es una obra, pero lo separa del resto de los objetos. Un perro ve un sillón como a todo lo demás que rodea al sillón. Posee un modo más integrador de percibir, aunque tenga una preferencia afectiva. Los momentos creativo-expresivos de los animales no humanos son en circunstancias de ira o de gran entusiasmo. Lo que ellos extienden/expresan fuera de su cuerpo es en sí energía. Ese es un rasgo distintivo con respecto a las obras de creadores humanos que tienen ambos tiempos emocionales + la extensión de pensamientos (el paradigma del arte conceptual). Las obras de arte generadas por no humanos son el resultado de energía concreta proyectada, de las humanas no siempre. 197 Dentro de las obras producidas por Homo sapiens, las que han sido valoradas por receptores sin sentirse parte de una broma, son las pinturas hiperrealistas, donde hay un circuito cerrado entre lo que se percibe y lo que se plasma. Eso es inexistente en el arte fuera del Antropoceno, excepto unos elefantes que pintan a partir de la realidad (autorretratos y paisajes colindantes), y lo que generan es asombro porque repiten ese circuito cerrado de conexión. Para el Antropoceno no versado que contempla arte contemporáneo, le es difícil apreciar una obra porque no es un circuito cerrado, sino una línea recta: una energía que se deposita/expresa en la materia, sucede igual con el pensamiento. Y ahí se agota, interrumpe o finaliza. Ningún animal fuera de los humanos compraría obra realizada por otra especie, porque no está separada/elevada del resto de la que posee materialidad. A lo sumo podrán orinar la pieza si no quisieran compartirla. Para el inconsciente humano, la liquidez que producen los riñones es metáfora de liquidez económica, según la Nueva Medicina Germánica creada por el Dr. Hamer, por lo que se podría presuponer que el marcar territorio sea un modo de apropiación/compra. Y funciona, porque ¿qué coleccionista humano (perdón la redundancia) querría un sillón intervenido orinado? Pero si no estuviera orinado/apropiado/comprado, sí podría ser parte de una colección de arte. Para un perro, un gato o un lobo no tendría ningún significado fuera del afectivo/supervivencial. La huella del arte energético de los animales no humanos se puede observar claramente en la pintura Simpatía, la rabia del gato (1955), de Remedios Varo, donde el felino dibuja en el aire su ira, incluso constelaciones, como una fotografía del ruido en el cielo aeronáutico. Lo que también recuerda el registro de movimientos del Proyecto Aeroceno- 198 Pacha (2020), de Tomás Saraceno, aunque su propuesta de viajes con energías limpias no tiene sentido ante la existencia de los viajes astrales. Jauría como biodrama en construcción Había un mago que hacía su número con dos perritos. Los hacía saltar por unos aros envueltos en llamaradas y caminar en dos patas. Estaban vestidos, pobrecitos. Uno tenía una corbata. Entonces me dieron pena y le dije al mago: “se los compro”. Y los amparé. Arturo Jacinto Álvarez María Moreno, LOQUIBAMBIA Parte de la obra más popular del colectivo Jauría son sus intervenciones urbanas, Heces (2018). Ahí tenemos a Divine comiendo caca fresca de perro en el filme de John Waters, Pink flamingos (1972), la Merde d´artiste (1961) de Piero Manzoni, o el apartado escatológico de Diario de un genio, de Salvador Dalí. Es un guiño de los caninos a la historia del arte que siempre los dejó a un lado solo como animales de compañía o anónimos en una cacería, por ejemplo en la obra Perros de caza con liebre muerta (1857), de Gustave Courbet. 199 Murciélago muerto en una vereda orinado por perros Es imposible escribir sobre la caminata sin evocar su primer flagelo, los perros con los que uno se cruza en la ruta que ladran interminablemente detrás de las alambradas o que amenazan físicamente. No tengo una insuperable repugnancia respecto de la mayoría de los perros sino desde que camino mucho (Handke, 1985, 48). David Le Breton, CAMINAR. ELOGIO DE LOS CAMINOS Y LA LENTITUD Joseph Beuys, en su obra Cómo explicar el arte a una liebre muerta (1965), es el que ostenta el poder y no la liebre. ¿Podría haber sido al revés, que la liebre lo llevara a él como cadáver en brazos y le explicara, por ejemplo, una pintura? ¿El único modo que tenía para explicarle una obra a una liebre es que estuviera muerta? Para mostrar/demostrar su idea. Otro antecedente de documento de performance urinal/fecal: ejemplares del Wall Street Journal como suelo receptor de la obra Me gusta América y a América le gusto yo (1974), orinados por Little John, que en general ha sido denominado “el coyote”, como si para referirnos a Joseph Beuys dijéramos “el humano” en vez de llamarlo por su nombre particular/individual/identitario. ¿Por qué Beuys no incluyó sus excrementos humanos en la performance? ¿Dónde eliminaba sus residuos orgánicos? Por lo tanto, no accionaron como iguales. No dos animales, sino un animal y un otro (artista). ¿Para Little John esa acción no fue en verdad un secuestro, no era acaso un rehén? 200 Cuando el arte es una mierda C de caca C de culo Mi artífice de placer Parte de mí hacia fuera Íntimo Oculto Todo mío. CACA MÍA Naty Menstrual, BATIDO DE TROLO Las intervenciones urbanas del colectivo Jauría también dialogan con el arte rupestre, porque la materia prima es orgánica, para nada sintética, incluso utilizando heces como pigmentos. El arte rupestre que se conserva está dentro de cuevas, donde vivían los artistas; los perros también accionan en su hábitat. Además, en ambos casos se trata de creaciones colectivas. Tal vez la diferencia más grande entre una obra y otra, sea la técnica de conservación (resinas y grasa), que Jauría no emplea en absoluto: lo suyo es el arte efímero, pero en relación a la durabilidad del hecho y la materialidad en sí, porque la obra Heces es arte clásico: prehistórico, contemporáneo y futurista. El arte ecológico es una solución natural, para el ejercicio del arte que en general se aprecia vacío-consumista. Arte y abono a la vez, como la obra Semilla salvaje, de Isabel Caccia. Virginia Buitrón es mecenas (por proteger y garantizar la supervivencia) y curadora de obras hechas por larvas Hermetia Illucens. Ella también se refiere a estos artistas como “personas no humanas”, 201 aunque sean insectos. Sin embargo, no están identificadas por nombres y apellidos sino con un genérico “larvas”. Sus obras son dibujos de sus andares sobre hojas. Son las larvas andariegas, como narra la escritora Eugenia Courtade en Caminata a velocidad crucero (2017) a la luz de la mica por atardeceres en Cuesta Blanca (Argentina). Las obras paranormales en la casa de María Gómez Cámara, fallecida en el año 2004 en Bélmez de la Moraleda (España), de nuevo creadas por seres anónimos reconocidos con un término genérico: “espectros” para algunos y “ectoplasmas”, para otros. ¿Es arte español? ¿Es arte multidimensional, ya que sus hacedores no tienen cuerpo físico en la actualidad? Otros consideran que se trata de un poltergeist, o sea, obra creada por la energía que emanaba de la señora Gómez Cámara, ya que la producción se detuvo cuando ella murió. El Green film fest permite rever el mundo con otros ojos, sobre todo lejos de la vulgaridad de Hollywood, que lo más memorable que ha hecho es la ambigüedad de ser el refugio del #metoo cuando durante décadas fue cómplice. Sharkwater extintion (2018), del activista fallecido Rob Stewart, invita a apreciar otro modo de observar, por ejemplo, a una especie no humana como los tiburones sin la carga cultural prejuiciosa que se les ha atribuido. Pero con el peso ideológico general actual, ¿quién querría ver/adquirir obra creada por un tiburón? El tiburón “está donde tiene que estar” según la percepción del Antropoceno: en formaldehído como obra de un artista humano varón cisgénero millonario. Tan inconcebible que un tiburón asesinado sea obra como que el Museo de Ciencias Naturales de La Plata (Argentina) y el hospital Charité de 202 Berlín (Alemania), hayan poseído el cuerpo decapitado y la cabeza, respectivamente, de Damiana Kryygi. A la par de esto, en un costado, obras sin valor económico gestadas y materializadas por una subespecie, la Canis lupus familiaris. Un perro callejero no es un igual con respecto a un perro incluso sin pedigrí, pero con dueño humano. Como una mujer sin un hombre al lado. En ese punto, que la obra del colectivo Jauría sea efímera, autosustentable y ecofriendly, es un gran antecedente para los artistas del Antropoceno. Se podría decir, entonces, que la intervención de Virginia Buitrón se aleja de la ecología justamente cuando ella interviene, al obligar a las larvas a dibujar sobre papel como esclavas. Hay otros insectos que carcomen madera dejando las huellas de su andar en esos pequeños montículos-ruinas. ¿Por qué colocarles algo tan humano como una hoja de papel para que dibujen con sus cuerpos sin tener otra opción? La acción de las larvas es una performance, con hacer un registro fotográfico y/o en video era más que suficiente para no invadir ni intervenir la obra. Sillones (2018) del colectivo Jauría, es un vínculo a Sofá fumador de David Lynch, sobre todo porque son intervenciones de sofás que quedan “destruidos”, “hechos humo”. Lo insólito de esa obra de Lynch y de todo el espectro efímero de Jauría, deja a la vista la sensación en el aire de “extraño” o “absurdo”. En la muestra retrospectiva Heces de Jauría en el espacio alternativo La Finca (Perú), tanto espectadores como críticos, estaban horrorizados en las redes sociales por sentirse burlados por los excrementos expuestos dentro de vitrinas, como así también por las fotografías de heces y de la acción de “cagar” en la vía pública. 203 Esa exhibición fue catalogada también como pornográfica, ya que los perros defecando recordaban a humanos practicantes de coprofagia, sobre todo hombres sonrientes a la cámara agachados con materia fecal saliendo de sus rectos al suelo. Así como la “caca de perro” es considerada trash (no hay más que ir por la ciudad y ver paseantes esperando al lado de “su mascota” mientras excreta material blando de sus intestinos, con una bolsita en la mano con la que recogen, aún calientes, las obras/deposiciones/desechos y luego se dirigen a un tacho de basura), las telas de araña son consideradas dejadez en la limpieza, por lo que también son destruidas. Sin embargo son creativas e impiadosas trampas mortales. El proyecto Cómo atrapar el universo en una telaraña (2017-18), con Tomás Saraceno como curador de siete mil artistas-arañas Parawixia Bistriata y Victoria Noorthoon como curadora general, fue fundamental para comprender la relación de interespecies. Tal vez una de las formas más antiguas de arte sea la hecha por el agua a través de su humedad, tal como narra Juana de Irbarbourou en Chico Carlo (1944), y el viento, donde hay un registro fotográfico memorable de Romain Veillon en Kolmanskop, Namibia, para National Geographic, donde el viento trasladó arena liviana del desierto dentro de una casa abandonada, generando una instalación desoladora, limpia y paradisíaca imposible. 204 Epílogo Sin embargo Toda la simpatía que despiertan los caninos se termina cuando se muestra el lado B. El documental Space dogs (Elsa Kremser y Levin Peter, 2019), comienza con el seguimiento de la cámara a unos perros callejeros a su altura visual para percibir el mundo desde sus perspectivas aunados a su amistad, candidez e inocencia, pero todo termina cuando uno de ellos atrapa a un gato y lo zamarrea en sus fauces hasta matarlo y lo deja tirado, no se alimenta con él. Las larvas de moscas de Virginia Buitrón bien podrían anidar en Heces. Y las arañas devorarlas de adultas atrapadas en sus telas junto a un dato que no es menor: los miles de grillos vivos que el equipo de Tomás Saraceno les dio para alimentarlas. Hay una gran diferencia entre las posibilidades de supervivencia que tiene una rata frente a una serpiente en su hábitat natural versus a las de una rata colocada por un humano entre los cuatro vidrios de un pequeño espacio para una serpiente en cautiverio. Los perros callejeros son “perros”, o sea, no hay ninguna perra. Ninguno está castrado. Por lo que el link a la serie chilena La jauría (2020) dirigida, entre otros, por la argentina Lucía Puenzo, no queda lejos de la realidad cuando los caninos van detrás de una perra y se turnan para montarla. Las simpáticas arañas están más cerca de ser en realidad como las ven los aracnofóbicos: atrapan a sus presas y las devoran vivas. Heces deja sobre el suelo una conversación acerca de la crueldad: naturaleza con/contra naturaleza para que exista la naturaleza. 205 LAS AVENTURAS DE LA HERMANA MARGARITA Cuqui 206 (En el escenario hay un altar y un ambón. Aparece la hermana Margarita, que no necesariamente debe ser una actriz cisgénero: tiene un corte carré insulso, viste una camisa fucsia con volados y un vestido rosa viejo, está descalza sobre patines tejidos al crochet, en varios tonos de rosa, hecho de a puchitos. Sin maquillaje o maquillaje color nude. Es importante que su look no sea sexy. Ella habla desde el ambón, colocado sobre una carpeta de crochet gruesa para no rayar el piso.) Buenos días hermanos, soy la hermana Margarita y quiero darles un anuncio y es que el padre Pepe no va a poder asistir a la misa en esta ocasión, porque él iba en el rastrojero y se le rompió y quedó varado en medio del desierto, por lo tanto, vamos a hacer una celebración de la Palabra. Canto de entrada (La hermana Margarita canta y baila en el lugar.) Hola hermanitos, hola, ¿cómo están? Hola hermanitos, hola, ¿cómo están? 207 Saludo En el nombre del padre, de la madre, del hijo, de la hija y los espiritas, amén. Acto de penitencia y breve silencio devoto Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante vosotros hermanos que he pescado mucho, muchos peces de pensamiento, sobre todo los pececitos preciosos de color dorado y peces globo y también de palabra, porque yo dije prometo que voy a pescar un pez, y de omisión, porque en algunos momentos yo tendría que haber dicho voy a pescar un pez, pero como vi que nadie decía nada ni nadie me exigía nada, yo me dije no, mejor me voy a hacer la omisa así no tengo que ir a pescar, porque cuando uno quiere ir a pescar hay que armar la caña, hay que estar un montón de rato sentada en la piedra. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa Marina, porque es la diosa del mar, a los Ángeles de Charly, a Santos, porque Santos es un pescador y me dijo, hermanita, cuando usted necesite un pez pídamelo a mí que yo se lo doy y yo le dije mire que no podemos pescar juntos porque yo tengo el voto de silencio y también tengo el voto de estar sola, el voto de soledad. No hermanita, yo se lo pesco y se lo dejo ahí en la puerta del convento. Y confieso también ante vosotros hermanos que intercedan por mí 208 ante nuestro Señor Dios o ante nuestro Señor Jesucristo en su defecto. Muchas gracias, atentamente, hermana Margarita. (La hermanita se queda en silencio con la cabeza gacha unos segundos pero se tienta, le sale una risa contenida por la nariz, trata de no reírse y tose para disimular. Se apura en abrir la biblia rosa.) Liturgia de la Palabra Libro del Génesis Capítulo 2: El testimonio de la serpiente de Arkansas Y la serpiente dijo: Cuando Adán le echó la culpa a Eva por lo de la manzana prohibida, ella me miró con una cara… Después, Dios le insistió un poco como para que me mandara al frente, medio que ya me había visto en el árbol y ella mutis. Cuando Dios la condena a Eva a tener hijos con dolor ella lo interrumpe y le dice: ¡¿yo tener un hijo con éste?! Bla bla blá. ¡Y en vez de andar alardeando con que hiciste esto en un día y aquello al tercer día, si no querías que comiéramos del árbol no lo hubieras hecho y punto! Y no dio un portazo porque no había puerta. Después encima la ligué yo, Dios me condenó 209 a arrastrarme y me empecé a reír y le dije, ay, nene, no me vengas con eso, si vos sabés que yo fui una trepadora y una arrastrada toda la vida. Es palabra de Dios. Te alabamos Señor. (Canta y baila en el lugar.) Ale Lu y yo, Ale Lu y yo. Ale Lu y yo, Ale Lu y yo. Evangelio según San Lucas: La anunciación milagrosa Parábola del duende y la moneda Resulta que María estaba sola en la vida, entonces se le apareció el arcángel Gabriel y le dijo, María, ¿querés ser la madre del mesías? Y ella dijo, no sé angelito. Pero no te pongas mal angelito, porque el arcángel Gabriel se puso muy triste, porque el mesías no iba a nacer si ella decía que no. Entonces ella lo miró a los ojos y le dijo, ¡acepto! Entonces se quedó embarazada de Jesús y lo tuvo a los pocos días, más o menos dos semanas después. Un embarazo milagroso. Aparte a ella no le dolió nada, no es como dicen las señoras que duele: 210 no duele tener bebés. No. Entonces ella lo tuvo al bebé y el bebé enseguida fue grande, entonces ya era Jesús. Y Jesús, cuando iba caminando, junto a su madre, que la acompañó al mercado, resulta que se encontraron al final del arcoíris con un duendecito que tenía un tesoro y también aparece el mago de Oz y también los jinetes del Apocalipsis, muy bien vestidos, eso hay que recalcarlo, muy bien vestidos, muy bonitos, muy elegantes. Entonces lo ven al duendecito Jesús, María y todos los demás, lo ven triste. Y le dicen, ¿qué te pasa duendecito, por qué estás con esa cara tan triste? Lo que pasa es que, es que, perdí una monedita. ¿Cómo que perdiste una monedita?, le pregunta el mago de Oz. Sí, perdí una monedita al final del arcoíris, en la parte del color rosa. Pero si no hay rosa en el arcoíris. Sí hay rosa. Entonces uno de los jinetes dijo: duendecito, estás mintiendo. El duendecito dijo no, yo no miento, se me perdió una monedita. A mí me parece que vos estás dele mentir y le estás mintiendo al mago de Oz en la cara. Entonces Jesús hace así y les muestra una moneda. Y el duendecito dice, ¿ves que la tenía Jesús? Jesús es malo, Jesús me sacó mi monedita. Los jinetes del Apocalipsis lo miran a Jesús y le dicen eso no está en la biblia, se suponía que vos multiplicabas los pececitos, no que te robabas la moneda del duende. Y la madre también, lo miró y dijo este no puede ser mi hijo, ¡cómo puede ser que sea un ladrón de moneda! Entonces Jesús dice no, pero lo que pasa es que yo no la robé, yo pensé que era una moneda de chocolate, no que era una moneda de 211 verdad, robar chocolate no es robar. Eso está escrito en una parte de la biblia… en el evangelio apócrifo, ahí está. Entonces el duendecito dijo, ah, siendo así Jesús, podés comerte la monedita de chocolate. Y Jesús dijo no, ahora no la quiero. Y los jinetes del Apocalipsis, con su corbata muy elegante, lo miran a Jesús y le dicen Jesús, no seas tan glotón, ¿cómo te vas a comer la monedita de chocolate del duende? Y el duendecito dijo, no, pero está bien, si es el mesías está bien que coma chocolate, es muy bueno para la salud. Y Jesús dijo sí, además a mí después me van a matar, así que yo me voy a comer todo el chocolate que quiera. Dicho esto, Jesús se dio media vuelta y se comió la moneda. Es palabra del Señor. Te alabamos Señor. (Canta y baila en el lugar.) Ale Lu y yo, Ale Lu y yo. Ale Lu y yo, Ale Lu y yo. Evangelio según San Juan: La última cena Testimonio del ciervo a María Magdalena que llegó tarde 212 Entonces me hizo la pregunta, ¿usted es apóstol o discípulo? ¿A qué se refiere? ¿Usted estuvo en la última cena? Ah, sí, en la última cena yo sí estuve. Yo estaba ahí, estaba Jesús, estaban todos los amigos. Y en un momento Jesús, que ya estaba muy avanzada la cena, dice vengan que les voy a mostrar el higo. Entonces todos se van afuera debajo de la higuera a comer el postre. Y yo me quedé ahí solo haciendo la guardia de la mesa por si alguien se quería servir algo y me fui acercando un poquitito con pequeños pasos. Hasta que me acerqué a la mesa y vi el flan y yo pensé bueno, esta gente ya comió bastante, no necesitan tanta comida, me voy a servir un poquito, con un poquito de crema va a estar muy sabroso. Y empecé a comer y dije un poquito más. Entonces empecé a comer y a comer y se terminó y dije ay, qué ganas de comer algo salado. Y había quedado una patita de pollo, entonces me la empecé a comer y en eso vuelven todos a la mesa y yo escondí la pata de pollo. Y Judas dice, ¿dónde está el flan sierva? Disculpemé señor, usted se está confundiendo, yo no soy una sierva, soy un ciervo. ¡Qué va a ser un ciervo, usted es una sierva! Bueno, en todo caso un cervatillo. Entonces Judas se enoja y da un golpe en la mesa. ¡¿Dónde está el flan?! Y Jesús le dice calmate Judas… No sé, no sabría decirle caballero. ¿Y la crema? No hay crema porque tiene muchas calorías y Jesús mañana cuando lo maten tiene que estar bastante delgado cuando usted lo traicione. ¿Y qué tiene ahí detrás de la mano? ¿En cuál mano? En esa, ¿qué tiene detrás de la mano? Nooo, nada. 213 Y le muestro la mano izquierda. ¿Qué tiene en la otra? ¿En cuál? Y me dice ahí, en esa otra mano. ¿En cuál otra mano? En esa que tiene ahí. ¡Ah, en esta! ¿Qué tiene ahí? ¿En dónde? Entre el dedo pulgar y el índice. Miro y digo, yo no veo nada. Eso es una pata de pollo. Yo no estoy observando absolutamente nada, pero si a usted le parece que es una pata de pollo… ¡Guardiaaa! Y viene el guardia romano y me agarra de la muñeca y me la aprieta y se me cae la patita de pollo. Y yo le digo, ¿ve que no tengo nada en la mano? Y me dice ¿qué es eso que se cayó? Ah, eso es del guardia romano, no es mío. Entonces Jesús dice, bueno, quédense todos tranquilos y él me ofrece un poco de gaseosa con muchas burbujas y yo digo, ¡ay, me vendría bastante bien! Sí, le agradezco señor mesías. Y Judas dice ¡no le des gaseosa! Le voy a dar gaseosa y se van a multiplicar los panes. Jesús, yo le voy a hacer una sugerencia, a mí me parece que el pancito tendría que ser un pan relleno porque el pan solo no es tan rico. Hizo todo como una cosa mística mientras el guardia romano me seguía agarrando la muñeca. Le dije, disculpemé señor, pero Jesús me pidió que me acerque a la mesa a buscar mi gaseosa. Y Jesús lo mira y le hace un gesto como que me suelte, entonces yo me acerco a Jesús y él me da la gaseosa y yo digo quiero hacer un brindis. Y Judas me dice usted no puede brindar por nadie. Noo, no me, disculpemé, voy a hacer un brindis. Quiero hacer un agradecimiento por esta mesa tan sabrosa aunque yo no he podido 214 compartirla… y Jesús dice, cervatillo, siéntate y come. Y yo dije bueno, ya que insiste, muchas gracias Jesús. Es palabra del Señor. Te alabamos Señor. (Canta y baila en el lugar.) ¡Gloria a Dios, en las facturas y en la tierra, pan a los hombres! Libro de los lechos de los apóstoles: El huevo de Pascua Cuando Jesús iba caminando con la cruz y estaba todo ensangrentado, yo pensé ¿a este señor qué le está pasando? Porque iba caminando muy raro, como que estaba escondiendo algo debajo del taparrabos. Este hombre está escondiendo alguna cosa que es muy importante. Claro, él estaba casi desnudo y no podía tener un bolsillo. Entonces resulta que yo estaba muy atenta de que en algún momento me tirara algún papelito para saber el mensaje secreto. Jesús siguió caminado y yo cada vez lo veía más débil. Y me dije, ¡este hombre está actuando! No debe doler tanto ir con una madera en la espalda. 215 Porque iba caminado y arrastrando la cruz y yo pensé pero este hombre no podría levantar un poco la cruz, ¿tan pesada es la cruz que no la puede levantar? ¡Vamos! ¡Vamos Jesús levantá la cruz! La iba arrastrando e iba dejando toda la marca en la tierra. Él la iba arrastrando como para dejar una huella y yo pensé ay, está dejando unas miguitas como Hansel y Gretel. Además de la cruz, le habían obsequiado una hermosa corona. Él se la puso y le empezó a salir sangre de la cara. Y yo me dije esta cosa de la cabeza está muy mal diseñada, ¡cómo va a ser el diseño de una corona que le lastime la cabeza a Iesus Nazareno Rey de los Iudios! ¡No puede ser! No, debe ser que la espina no pincha pero la espina tiene un mecanismo interno y le va saliendo la sangre pero es sangre de mentira. Él estaba con esa cruz para que todo el mundo crea que él estaba sufriendo muchísimo. Aparte él había cenado profusamente. Sí tengo que reconocer que se levantó bastante temprano siendo la hora que se acostó. A mí me pareció todo muy sospechoso. En un momento de la caminata, Verónica se acercó y le puso una tela en la cara como para secarlo y quedó toda marcada con la sangre y la transpiración. Y ella la miró y dijo, ay qué hermoso que me quedó este sudado. Qué hermoso el Santo Sudado. La madre iba atrás llorando y abrazándose con las amigas porque aparentemente le iban a matar al hijo. Y yo entre medio de tanto sufrimiento, dije mmmm a mí me parece que acá hay algo que está todo muy puesta en escena, que acá hay algo que no es verdad. Y me dije yo me voy a quedar todo el rato para ver 216 lo que le sucede a este señor. Entonces Jesús estaba ahí y después lo tienen que clavar en la cruz pero todos los demás estaban clavados al revés, bocabajo y a él lo clavan del derecho. Y yo pensé está bien, porque si lo ponen al revés y le sacan una foto después la tienen que girar, claro, les conviene sacar la foto del derecho. Lo clavan y le ponen un clavo en una muñeca, otro clavo en la otra muñeca y otro en los pies. Y yo pensé qué suerte que no soy yo. Lo clavan, todo muy prolijo, todo muy sufrido y algunos que estaban disfrutando de la situación. Estaba todo lleno de gente pero yo me hice muy la tonta, la distraída y me acerqué y me dije este clavo está clavado, esto no es de mentira. Salvo que sean muy de efectos especiales. Y me acerqué y dije no, este clavo está clavado en serio, esto debe doler muchísimo. Jesús agachaba la cabeza hacia un costado y se veía bastante sexy. Yo pensé, voy a mirar abajo del taparrabos. Estaba lleno de gente, tenía que ser muy disimulada. Ahí debe estar el papelito que debe decir algunas palabras claves para que todos comprendamos la situación que le estaba sucediendo. Yo me quedé al lado de la virgen María sosteniéndole la mano. Ella estaba arrodillada y me quedé de pie y miraba un poquito para arriba pero no alcanzaba a distinguir, yo veía algo abajo del taparrabos pero no parecía que fuera un papelito doblado. ¿Se le habrá caído? Nosotras nos quedamos ahí y es como que pasaron al tercer día resucitó de entre los muertos, subió al cielo pero después bajó. Bajó porque resulta que nosotros estábamos 217 todos juntos tomando un refrigerio matinal y supuestamente él había fallecido, pero a mí no me había terminado de cerrar la parte de que se había muerto porque todos estaban diciendo que nooo, que existía la vida eterna. Y yo pensé, ¿cómo puede ser que exista la vida eterna si Jesús había fallecido? Y yo pensaba en eso pero no lo quería decir porque me parecía que era bastante falta de respeto porque todos estaban hablando como compungidos, pero como que no sabían qué iba a suceder. Mientras, yo saboreaba mi pastelito, que en realidad eran dos pastelitos, uno de membrillo y otro de batata porque no estaba segura cuál iba a ser mi preferido. En eso uno de los discípulos pone los ojos muy grandes y entra Jesús, todo majestuoso pero dando un poco de lástima. Él se apareció ante los discípulos y dijo, hola. Buenas tardes, disculpen que les interrumpa el refrigerio pero quiero mostrarles mi costado. Y yo estaba al lado Jesús, porque todos los demás estaban en frente y le sentí un olor… no quiero ser maleducada, pero le sentí un olor de haber estado sin bañarse tres días. Quise taparme la nariz disimuladamente y él estaba con una tela. Claro, porque cuando la madre lo acompañó al féretro para el más allá, le puso una tela preciosa color añil. Y él dice miren y se saca la tela, como que se la soltó y la tela cayó y estaba con el taparrabos, y dice les muestro acá mi cicatriz. Estaba todo con la sangre como pegajosa, todo lastimado y la sangre se le había adherido al cuerpo y yo digo, ay señor ¡pero hay que llevarlo al hospital! Usted está muy lastimado, 218 esa herida está muy fea, esto no está bien. Y todos los discípulos me miraban como que me callara la boca. Porque ellos decían, ¿usted no había fallecido? Y yo les digo cómo va a estar fallecido si está acá, hay que llevarlo al hospital, se le está infectando la herida. Y tenía los pies… tenía todos los estigmas y le sangraban y yo le digo Jesús ¡tenés los estigmas! Yo digo, ay Jesús, sos un santo. Y me mira y me dice sí, por supuesto. Entonces estamos ahí y yo me quería alejar porque medio que me iba a manchar con la sangre y yo pensé es el mesías pero me está por manchar con la sangre y después no sale, aunque a mí me habían dicho que si uno escupía sobre la sangre salía, pero sobre la sangre de la menstruación no de la otra sangre. Ahora pienso, ¿será la misma sangre la de la menstruación que la sangre que sale del estigma? Jesús dice, felices los que creen sin haber visto. Y yo pensé, ¿sin haber visto qué? ¿De qué estará hablando el señor? Y uno dice, resucitaste de entre los muertos. Y yo me quedé ¿cómo de entre los muertos? Porque lo que yo había visto, a esto lo quiero decir en voz baja, porque lo que yo había visto era que en una película de George Romero estaban los muertos vivos pero que los habían puesto en el cementerio y ellos habían resucitado, pero Jesús había estado en una cueva con una piedra en la puerta y no estaba en el cementerio. Esto no puede ser un muerto vivo, tiene que ser que está herido y que necesita ir a emergencias médicas. Y él me dice, no, quédese tranquila que no necesito ir a ningún hospital. Entonces dice medio 219 indirectamente, con estos amigos quién necesita enemigos. Y yo pensé oh, oh, creo que mejor voy a ir al toilette. Es palabra de Dios. Te alabamos Señor. (Canta y baila en el lugar.) Llegaron ya los reyes y eran cuatro, Melchor, Gaspar, el Negro y Baltazar, arrope y miel, le llevarán, y un poncho grande de alpaca real. Vamos mis gatitos y gatitas muevansé, que ya Melchor, Gaspar, el Negro y Baltazar, muchos regalitos nos traerán para disfrutar mañana al despertar (Sin cantar, hablado.) Y atención porque si no vienen los reyes magos y no nos traen regalitos, nosotros mañana a la mañana vamos a hacer Halloween. 220 Lectura del libro del Apocalipsis: Viento de western ¡Ay, pero qué polvareda, qué viento con tierra que vino de pronto! Yo estaba en el patio acomodando las sábanas porque me había tocado ese día hacer lavado y estaba ahí estirando las sábanas y de pronto se llena todo de arena con viento. Y yo me dije, ay, voy a tener que lavar todo de nuevo a mano porque no tengo lavarropas. Y en eso, cuando se disipa la arena de la tierra, veo un montón de animales. De pronto reconozco a los camellos y les pregunto, ¿dónde están los jinetes? Y uno de los camellos me dice hola, se quedaron atrás los reyes magos porque se les cayó un regalo en el camino. Y yo dije, ¿pero hoy es día de reyes magos? ¡Cómo se me pudo haber pasado! Porque yo tengo que poner el pastito, el agua, los damascos y no hice nada porque… pero hoy no era reyes magos. Y me dice, no hoy no es reyes magos. Nosotros veníamos con los renos del jinete papá Noel y los caballos de los jinetes del Apocalipsis para... ¿Es papá Noel ahora? No, tampoco, no es la noche de nada, quédese tranquila. No diga nada, nosotros salimos sin permiso. ¿Salieron ustedes solitos, solitos se aventuraron en la vida? Sí, nosotros nos dijimos somos grandes queremos ir solos. ¡Pero reno, cómo puede ser que hayan venido solitos sin el carro y sin papá Noel! Nosotros queremos hacer una tarde de amigos sin nuestros jinetes. Para nosotros el problema es la noche de Navidad, cuando papá Noel 221 tiene que ir a repartir los regalos porque tenemos que ir casa por casa. Y nosotros decimos ¡todos los años el mismo cuento! ¿Por qué no nos dejan la noche libre? Pero señor reno, mire que usted tiene todo el resto el año para rascarse la axila. Y uno de los renos me dice, mire, no es así, porque nosotros trabajamos todo el año para después estar listos para la noche. ¿Qué tipo de trabajo hacen? Nosotros tenemos que hacer muchos abdominales, pesas, nosotros corremos en la cinta. ¿Usted se cree que nosotros andamos sobre el aire por obra del Espíritu Santo? No, no es así. Es un gran esfuerzo el que nosotros hacemos físicamente. ¿Usted cómo piensa que volamos por el aire, piensa que vamos arriba de una nube? No, nosotros caminamos en el aire y para caminar en el aire hay que entrenarse mucho. No es que cualquiera se levanta y camina. Pero Jesús caminó sobre las aguas. Entonces uno de los renos me dice, Jesús estaba muy entrenado. Ah, yo pensaba que eso era una cuestión mágica milagrosa. No, es cuestión de entrenamiento físico. Y uno de los camellos dice, nosotros caminamos por el planeta de las estrellas. Nosotros andamos por todo el horóscopo de todas las casas de la astrología. ¿Dónde tiene su luna? Yo me encogí de hombros. Nosotros vamos pasando por las distintas casas de la carta astral para ir a la casa de Jesús en Belén. ¿Entonces ustedes hacen viajes en el tiempo? Claro, porque siempre tenemos que ir el mismo día del nacimiento de Jesús a llevarle unos regalos. Los caballitos del Apocalipsis estaban muy callados y yo pensé qué 222 educados que son estos caballos. Y ellos dicen nosotros no queríamos importunarla, pero nos podría dar un poquito de agua. Y un poquito de heno ya que está. Es que yo no estaba esperando su llegada. Ellos dicen, bueno, si no tiene heno, ¿no tendrá un poquito de lechuga? No, lechuga tampoco. ¡Ah, les puedo convidar algo de la huerta! Y se miran entre ellos como diciendo de la huerta no nos conviene nada. No, de la huerta no. ¿En la huerta no tiene aves de corral? Tengo aves de corral, pero yo no las mato. ¿No sería tan amable de convidarnos unos huevitos? ¿Ustedes no eran vegetarianos? Sí, pero nosotros quisiéramos comer cosas de proteína animal porque estamos muy débiles. Pero yo los veo bien a ustedes, les veo el pelo brillante. Sí, pero nosotros decíamos qué lindo comer un ave de corral. ¿Ustedes cazan aves de corral? El pavo real que se come para navidad, ¿es ave de corral? Es palabra de Dios. Te alabamos Señor. Homilía omelette Queridos hermanos, quisiera dar testimonio de mi vida en el convento. 223 Resulta que yo estaba desayunando con unas hermanitas muy temprano. Nosotras estábamos ahí con nuestro té, nuestras tostadas y en eso viene la hermanita nueva. Y ella se sienta y agarra el frasco de la mermelada casera y un platito y se la sirve toda. Entonces yo la miro y le digo hermanita, esa no es una porción de mermelada, la porción es una cucharadita. Y ella me mira con cara seria y agarra el pan de manteca y se lo pone todo en el mismo plato. Cuando comprendo que ya no voy a poder ingerir la tostada con la mermelada de damasco casera, miro mi té y miro mi tostada y digo ofrezco este desayuno en sacrificiooo… Amén. Me pongo a comer mi pobre tostada seca y en eso la hermanita se enciende un cigarrillo. Y yo le digo hermanita no se puede fumar en esta área porque nosotros no tenemos división de no fumadores. En el convento no se puede fumar. Entonces ella mirándome fijamente a los ojos agarra el cigarrillo y lo apaga en la manteca, se levanta y se va. Yo me quedé mirando con las hermanitas estupefacta. Después de mi frugal desayuno y de lavar los trastos, me fui hacia mi habitación. Cuando ingreso a mi aposento siento olor a azufre y en eso los veo, ahí estaban el demonio y un fallecido. Y el demonio me dice, ¿usted está buscando esto hermanita? Y me muestra mi chocolate aireado relleno con almendras y pasas de uva. Nooo, no es mío, yo esas cosas no consumo. Entonces él abre el paquete muy pícaro y se lo empieza a comer delante mío. Y al fallecido le digo no toque eso, es 224 mi diario con mis cosas personales. Sí, si estamos acá muy entretenidos leyendo su vida privada hermanita y acá usted habla bastante mal de varias personas. Nooo, yo no hablo mal de nadie. Entonces el diablo se pone al lado del fallecido que estaba sentado en mi cama y desde arriba el demonio lee y se ríen entre ellos y se da vuelta y me dice ay, usted usa un lenguaje bastante soez. Nooo, usted no entiende nada de poesía hermética, lírica, abstracta, usted es un ignorante. Entonces me dice ¡esto qué va a ser un poema! ¡Bueno, demonio! En un momento, empiezan a llegar más fallecidos, entonces yo me dije me voy a esconder en el ropero. Porque nosotras tenemos voto de pobreza entonces solo tengo el hábito que tengo puesto y el otro que está secándose al sol. Me dije, me voy a esconder en el placar vacío para que no me encuentren los demás fallecidos y no me empiecen a reclamar cosas. Y yo estaba ahí y en eso me golpean la puerta del placar y yo hice mucho silencio y me vuelven a golpear. Y me golpean de nuevo. Y digo, ¿quién es? Hermanita, ábrame por favor. Nooo, ¿quién es? Hermanita… mire, ya se han ido los demás fallecidos y yo le quería comentar un problema que tuve. ¿Cómo entró a mi habitación? No, lo que pasa es que yo tuve un percance y bueno, desencarné. ¡Ah, entonces usted también es un muerto! Bueno, técnicamente sí. A ver, explíquese señor. Bueno, lo que sucede es que yo estoy fallecido pero estoy teniendo un pequeño inconveniente y es que… em… quisiera dejarle una misión. 225 ¿Cómo una misión? Y yo le quisiera pedir una misión de una cosa que me quedó pendiente antes de fallecer, porque tuve un fallecimiento muy apresurado. ¿De qué murió usted señor? No señora, no le voy a contar porque es bastante trágico mi fallecimiento. No, cuénteme, si yo estoy acostumbrada a escuchar cualquier tipo de confesión. Pero usted no es sacerdote. No, pero a nosotras nos cuentan un montón de cosas también. A ver por favor querido hermano, cuénteme qué le ha sucedido. Bueno, lo que pasó es que yo iba caminando por la calle con mi gato y el gatito se escapó y lo pisó un camión y después yo estaba agachado llorando su partida y me pisó un camión a mí porque es una zona muy transitada y bueno, entonces yo fallecí con el gato. Pero resulta que el gato, que también está acá pero yo le dije que guardara silencio para que no sea tanto problema. Saludala a la señora. Miau, miau. ¡Ah, usted está muy bien acompañado en el más allá! La verdad que sí, estoy bastante bien acompañado. Ah, entonces no es un pedido suyo solo. No, es un pedido del gatito y mío y nosotros querríamos que nos hicieran una misa. ¿Una misa nosotras las hermanas o sus familiares? No, familiares no, porque… tuve un problema… ¿Un problema de qué tipo señor? Y, tuve un problema de índole este… bueno, estafé a toda la familia. ¡Ah, usted no es santo! Bueno, pero yo cuidé muy bien al gato con el dinero que robé. ¿Y al gato también lo robó? No, el gatito era mío. Nosotros necesitábamos más ingresos porque el gato es gastador. Lo que nosotros estaríamos necesitando es 226 una misa porque nos quieren separar. ¿Quién los quiere separar? El demonio. El demonio lo quiere llevar al gatito con él. Ah, o sea que este gato no es tan manso. Bueno, lo que pasó es que el gatito tuvo un pequeño problema antes de fallecer. ¿Qué pasó? Y… eh… es que le gustaba mucho arañar a la gente y también esconderse y saltar de sorpresa y parece que le han tirado bastantes maldiciones. Él iba mucho por los tejados y también le gustaba comerse la comida ajena. Era un gato bastante… bueno, como usted podrá observar, bastante que vivía la vida. Él era un gato muy activo en el barrio. Ah, o sea que este gatito es bastante pecaminoso. La verdad que sí, pero teniendo en cuenta que el gatito está muy arrepentido, él se quiere ir conmigo al cielo del más allá. Pero si el demonio se lo quiere llevar yo no puedo hacer nada. Sí, usted puede hacer una misa. Pero no sé si una misa lo va a poder ayudar a este gato. Se ha portado muy mal en su vida encarnada. No sé si le puedo hacer una misa señor. Hermanita, podría ser esta noche, mire que esta noche hay luna llena. Y yo dije nooo, ¡va a salir el hombre lobo! ¡Con razón tanta visita de muerto! No, yo esta noche la voy a pasar con una cruz, la biblia, mucha agua bendita porque si no corro el riesgo de que venga el demonio pero ya no tan pacíficamente y dije no, esto es muy peligroso y tracé un plan secreto. Y me quedé pensando, el hombre lobo, ¿será amigo del demonio? No sabía cómo hacer para leerlo en la biblia y yo no le quería 227 preguntar a las hermanitas porque si no ellas iban a saber que yo en realidad no leí toooda la biblia. Hay partes que yo digo esto pasó, es una parábola o es un salmo. El Génesis, ¿eso fue de verdad? Adán y Eva, ¿ellos existieron? ¿Y Jesús? Yo lo iba a preguntar en una de las primeras clases de formación de hermana pero me dio mucho pudor porque vi que todas habían entendido muy bien el texto, no mejor no voy a preguntar nada porque además van a pensar que no tengo fe. Y yo a veces me pregunto, ¿qué clase de fe tengo? ¿Es una fe de qué tipo? Y al ratito salí del ropero y ya no había nadie. Me puse a mirar la biblia, así rápidamente en la parte más tenebrosa, la parte del Apocalipsis, pero yo me dije mm… me va a dar más miedo si leo esto. Dije no, mejor no voy a leer esta parte, voy a leer una parte más linda cuando estaban comiendo manzana con una serpiente. ¡Tal vez venga la serpiente! ¿Y no será que también viene con las cucarachas, los gusanos y los escorpiones? Porque muchas veces el demonio se aparece con eso en las películas de terror. O tal vez esta noche el demonio tome posesión de algún cuerpo. Pero cuando alguien tiene un demonio no tiene un demonio, tiene varios demonios y hablan varios idiomas. Yo pensé, bueno, al demonio no lo tengo en mi interior porque no tengo facilidad de la palabra del idioma. Yo no entiendo arameo ni latín, no entiendo nada de esa lengua antigua. Me quedo tranquila de que posesión yo no tengo. Y lo del hombre lobo, esa parte no me acuerdo si la vi en una película o si era que la había leído en la biblia, pero que 228 en realidad no leí porque yo la oía de audio de YouTube, porque a mí me hace mal a la vista leer tanto, y a la biblia la hacen con una letra muy pequeña porque claro, es taaan larga, ha sido escrita por tanta gente, han pasado tantas cosas. Me quedé en mi habitación para ver si podía leer la biblia y hacía esfuerzo pero no podía. Después dije, voy a dormir una siesta, capaz que tengo la vista cansada del cansancio de la jornada porque había pasado mucho estrés. Pero traté de dormir y no podía, así que pensé ay, si comiera alguna cosita, la comida da sueño. Necesito descansar porque tengo que tener fuerzas para la noche para salvar a todas las hermanas del convento. Entonces agarré y fui y me comí un poco de chocolate, pero a mí me pasa que cuando como un poquito después me cuesta controlar la porción. Me volví a acostar y ya me había lavado los dientes en mi baño privado para no tentarme. Pero pensé ay, qué ganas de comer uno que tiene un relleno muy rico, qué ganas de comerme ese también. Bueno, no me podía dormir la siesta así que me levanté. Ahí ya estaba un poco más calma, tomé un poquito de agua y dije cierto que tenía un chocolatito blanco que me habían obsequiado hace mucho y lo quería comer en un momento especial. Dije hoy hay luna llena, es un momento especial y tal vez venga el hombre lobo. Yo me voy a comer el chocolatín. Y ahí me dio un poquito de sueño. Me quedé entredormida y pensaba qué bueno, porque tal vez en el sueño se me aparezca una premonición, un sueño premonitorio, por ejemplo cuando se presenta la virgen María para enviar un 229 mensaje. Me acosté a dormir muy tranquila, gozosa estomacalmente y aparentemente me dormí y me desperté y habían pasado dos, casi tres horas pero no recordé ningún sueño, nada premonitorio. Me senté en la cama y pensaba tal vez nosotras nos tendríamos que sentar alrededor del Santísimo a rezar el rosario. Y poner a todas las vírgenes. Pero yo veo que está la Virgen del Milagro, está la Santa Inés, la Santa Lucía, está la virgen de Guadalupe y pienso, ¿no era que la madre de Jesús era la virgen María? ¿Por qué se llama Guadalupe si se llamaba María? La virgen María, ¿por qué se pone ese vestido con ese manto con esas cosas tan grandes y el hijo andaba pobrecito con un taparrabos? ¿Qué otra cosa podría suceder esta noche con la luna llena? ¡El coso de la vaca muerta! La luz mala. O lo que pasó en una película que no le podía entrar el demonio, el demonio no podía tomar posesión de la persona aunque la chica hubiera hecho un viaje astral. Hay algunos que dicen que si te vas del cuerpo te lo puede ocupar alguien y otros dicen nooo, que el hilo de plata está unido. Y pensé, ¿¡tengo un hilo de plata?! ¿En dónde está mi hilo de plata? ¿Será de plata real o de plata metafórica? Porque hay taaanta poesía en toda esta cuestión. En eso se me apareció un ángel y me traía un obsequio en una bolsa. Y me dice hola hermana Margarita le traje un poco de maracuyá. Ay, pero muchas gracias, no se hubiera molestado. No, no es ninguna molestia. Y se hizo un silencio laaargo y 230 le pregunto, ¿a qué se debe su visita? Y em… eh… mm… no sé cómo decírselo. Yo me empecé a preocupar. ¿Sobre qué tema es? Es sobre el tema deee… em… ¿Sobre qué es? Dice, sí vine solo para hacerle esta entrega, y se va. En eso vienen tres ángeles más. Entonces uno me trae un pan dulce, el otro un pan integral y el otro un poco de maní sin sal y me dicen le traemos esto. A mí me empezó a parecer muy sospechoso. Muchas gracias, se le agradece pero… ¿de qué se trata todo esto? Los angelitos se miraron entre ellos y uno agitó un poquito las alas y no se animaban a hablar conmigo. Y dicen nosotros nos tenemos que retirar. Entonces se fueron a las apuradas y yo revisé la bolsa para ver si había un dato oculto. Y en eso, mientras estoy revisando toda la bolsa, miro al costado del ropero y había un angelito escondido y estaba ahí como temeroso. Y le digo angelito te estoy viendo. Y me dice ah, bueno. ¿Usted también me vino a traer un regalito? No exactamente, no es un regalito. ¿Qué es lo que me quiere decir? Y se esfumó en una nube. Ay, pero por qué tanto misterio. Y ahí me quedo pensando en una acción del último angelito y es que miró sospechosamente hacia la ventana. Entonces yo me digo me voy a fijar qué hay. Miro y estaba lleno de fallecidos que venían caminado. Miré de nuevo y venían todos para el lado del convento. Yo dije voy a esconder mejor mi diario. ¿Dónde lo puedo esconder? Y me lo puse debajo de la camisa y yo dije ah, esto es muy bueno porque si alguien me quiere clavar una estaca en el corazón no va a poder. En eso me golpean la ventana. Entonces me acerco y 231 estaba lleno de muertos. ¿Qué se les ofrece? Y me empiezan a golpear más el vidrio. Y yo decía ay, esta gente qué querrá, porque no se les entendía lo que decían. ¿Qué es lo que quieren? Y a alguno se le caía la saliva de la boca. Ah, capaz que quieren saber dónde queda el cementerio, mucha gente no sabe porque antes estaba en otro lado. Y seguían balbuceando y golpeaban la cabeza contra el vidrio. Señor, se va a lastimar la cabeza, que ya la tenía bastante lastimada. Y veo que algunos estaban medio esqueleto. El cementerio no está acá. Mire, el cementerio… depende, ¿cuál quieren? ¿El cementerio parque o el cementerio con nicho? El cementerio parque queda bastante lejos, no le sé indicar exactamente porque hay que extenderse en la flora y la fauna y ahí está el cementerio parque. El cementerio de nicho está a dos cuadras de acá, siguiendo la arboleda. Entonces me voy acercando un poquito más y había como doscientos muertos. Y me seguían golpeando la ventana y me la estaban ensuciando con saliva y otra cosa fea, pegajosa, muy de cadáver. En eso me golpean la puerta y yo digo, ¡pero será posible! Ay discúlpeme, soy la hermanita Néctar y le vengo a preguntar si quiere cenar. No creo que pueda presentarme a la reunión de la cena. Hermanita hay un olor raro en su habitación. Nooo, no puede ser. Hay un olor un poquito infernal, no se ofenda. Y yo escuchaba que me golpeaban la ventana y me dije tendría que poner algo de música entonces empecé a golpear las manos. ¿Por qué está golpeando las manos rítmicamente? No, porque estoy muy alegre y estoy 232 por cantar una canción. Yo no quería que escuchara entonces me puse a hacer palmitas. Muchas gracias, no voy a cenar. Bueno, buenas noches hermanita. Buenas noches. Entonces me acerco a la ventana y les pregunto, ¿quién es el muerto a cargo? Entonces viene así y salta así un conejito con una mariposa. ¿Qué es lo que quieren? Y la mariposa tenía un ala un poco rota pero igual podía volar muy bien, tenía mucha destreza la mariposa. Hermanita, déjenos pasar a su habitación. No, ¿para qué? Déjenos pasar por favor hermanita. ¿Para qué quieren pasar? Ábranos la ventana hermanita, sea buena. Mariposa, ¿para qué querés entrar a mi habitación con todos esos fallecidos? Nosotros estamos haciendo un viaje de peregrinación y necesitamos usar el baño. Y como nosotros sabemos que usted tiene baño privado queríamos pasar un rato si nos permitía. Tengo el baño sucio. No se preocupe hermanita, nosotros no la vamos a juzgar por eso. Nosotros solo queremos pasar al sanitario y nos vamos. Y yo pensé tengo que ser una buena samaritana, no puedo dejar a estas pobres criaturas sin poder usar el baño. Entonces abrí la ventana y fueron entrando, pero iban todos juntos al baño, y mientras iban pasando la mariposita me dice muchas gracias hermanita, usted es una persona bondadosa. Y yo le digo, están yendo al baño todos juntos. Sí, necesitan pasar por ahí. Yo no me animaba a mirar cómo hacían sus necesidades líquidas, pero como vi que entraban y entraban los peregrinos fallecidos… Me voy acercando lentamente y veo que pasan por el baño pero 233 atraviesan la pared. ¡Atraviesan los azulejos! Y la mariposa me dice de nuevo muchas gracias hermanita. Y dejé la ventana abierta para que se ventilara un poco. Al rato yo me dije, voy a tener que ir a hablar con las hermanitas, ya deben haber cenado. Y llego a la salita y ellas estaban cosiendo, tejiendo y yo les dije hermanitas, esta noche hay luna llena y una de ellas me dice, sí, hay luna llena pero no se va a ver el eclipse. ¡¿Va a haber eclipse?! Sí, pero se va a ver en Hungría nada más. Transilvania, ¿queda en Hungría? Pensé ay, si viene el conde Drácula… ¡Pero no, no va a venir al convento teniendo un hermoso castillo! Y me preguntan, ¿qué tiene ahí hermana Margarita? ¿Qué es todo eso? Nooo, es el rosario. Yo pensé que podíamos rezar un poco el rosario, tirarnos un poco de agua bendita. ¿Y el ajo para qué lo trajo? Lo había traído por una cuestión mm… de salud que dicen que hay que comer ajo en ayunas, a la mañana. Pero no es la mañana. Pero lo tengo para no olvidarme. ¿Y para qué tiene la sal gruesa? Es por si llovía, porque pensaba que se iba a poder ver la luna y yo iba a hacer una cruz de sal si estaba nublado. Pero no está nublado. Pero por las dudas. Me senté en un sillón muy al costado y cuando las hermanas se distrajeron me rodeé con un círculo de sal para que nadie me abdujera. ¡Ay, se me cayó la sal! Y una de las hermanitas la iba a barrer. Nooo, no la barra, después la barro yo más a la noche. Quería estar protegida. 234 Y me puse a rezar el rosario. Lo rezaba y lo seguía rezando y cada tanto miraba para ver si no aparecía el demonio o el hombre lobo. Pensé, esto está siendo bastante efectivo. Yo me tapé con una frazada y como estaba mucho quieta me tapé con otra. Después iba viendo que las hermanas se iban yendo a dormir de a una. Y seguí rezando y rezando y en un momento aparentemente me quedé dormida porque al otro día las hermanitas me despertaron. Yo veo que había mucha luz y me dicen parece que ha dormido muy profundamente, se ve que le ha hecho muy bien rezar el rosario. ¡¿Ah, ya es de día?! Ah, pero qué bien. ¡He sobrevivido! Sí hermanita, el cielo ha amanecido precioso para la gloria del Señor. Eucaristía merienda Ahora nos ponemos de pie para hacer la oración que Jesús nos enseñó. Padre Nuestro que estás en el cielo: bueno, el que no tenga el padre fallecido no lo tiene en el cielo y además hay algunos padres que están en el infierno. Santificado sea tu nombre: bueno, no siempre, porque hay padres que han tenido un nombre bastante feo, por ejemplo yo ahora estoy recordando a Romualdo, por ahí no es tan santo el nombre. Venga a nosotros tu reino: yo no diría tanto que venga a nosotros el reino 235 porque si viene con todo y el reino es de oro, es muy pesado y puede aplastar a la persona y hacer un alud, sería interesante si uno dijera que venga a nosotros tu reino pero si es un reino liviano, si es un reino de oro, pesado, no y ustedes me dirán hermanita nosotros queremos tener oro, rubíes y diamantes y yo les diría, ¿están seguros hermanos que ustedes quieren tener eso?, porque es muy pesada la carga. Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo: es que hay cosas que en la tierra gravitatoria no pueden ser porque nosotros no volamos, algunas cosas que son así en la tierra como en el cielo… y lo único es el agua de la nube. Danos hoy nuestro pan de cada día: ese sí, nooo, ese sí. Y a veces el pan podría ser facturas. Imagínense un día sin pan o sin facturas, no es un día, es una noche. Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, que antes era perdona nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores, que en realidad eso estaba muy bueno porque entonces era no me cobres estos 6.000 pesos que te estoy debiendo y yo no te cobro los 4,50 que te debía, entonces se hacían unas transacciones muy fructíferas; pero ahora que se cambió la letra, porque decían que la traducción no era exacta, es perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, entonces, aunque esté ofendida no hago una ofensa para que yo no me tenga que desofender de lo que me han ofendido. Y no nos dejes caer en la tentación, claro, porque después ¿cómo te levantás? Y líbranos del mal, amé. 236 (La hermana Margarita se acerca a un costado a una mesita con rueditas y hace una genuflexión. La lleva hacia el centro del escenario. Canta y baila con una coreografía.) Somos galletitas, galletitas dulces, somos galletitas, galletitas magley. Ahora vamos a transformar al agua en leche chocolatada. Para eso necesitamos: leche en polvo, agua tibia y caliente y barras de chocolate. Revolver. (La hermana Margarita agarra una galletita con las dos manos y la muestra en alto y luego la baja a la altura del pecho.) Señor yo no soy digna de que entres en mi casa… Porque los albañiles quedaron a mitad del trabajo y yo les dije, tienen que terminar la tarea y ellos no, que hoy está muy húmedo. Y ahora nos vamos a dar el saludo de la paz. El sistema es que yo te doy la paz pero vos me la das a mí, porque sino me das la paz y yo digo gracias (La hermana Margarita moja una 237 galletita en la leche chocolatada y se la come.), pero me mando a mudar con la paz que me has deseado… Bendición Podemos ir en paz, demos gracias. (Hace una cruz dibujada con un pie en el piso, como supersticiosa.) Canción de despedida (Canta y baila una coreografía.) María es tu amiga, María es inspiración, María es simplemente María. Nunca te abandonará, de lunes a viernes te acompañará. (Apagón. Suena la canción de la telenovela Simplemente María.) 238 Agradecimientos: A Lucía Márquez , Celeste Lozada y Gabriel Pérez. A Julia Tamagnini. A Andrés Gallina, Santiago Loza y lxs súper comañerxs del taller Proyecto de Obra, en especial a Rafael Taborda. 239 Corporalité Partitura de acciones y tiempos Cuqui Consideración general: la cámara siempre va fija. Consideración sobre los créditos: en “Humanxs” van tanto lxs que accionaron como lxs técnicos. Se pueden agregar las aclaraciones de funciones. Canal n°1 Cartel multicolor con la inscripción “Corp”. 00:00:59 Para filmar estas acciones habrá que tener mucha paciencia, incentivar a lxs gatites pero jugando con ellxs, sin molestarlos. Todo en blanco y negro. 240 Gatx comiendo. 00:00:20 Gatx lamiéndose un costado en una mesa desordenada. Gif. 00:00:20 Gato caminando. Gif. 00:00:19 Gatx descansando en el piso. 00:00:59 Gatx jugando en un estante vacío de un placard. 00:00:20 Primer plano de unx gatx mirando sentadx sobre una mesa. 00:00:20 Gatx jugando con un pincel en un frasco con agua. 00:00:19 Gatx mirando desde un estante alto. 00:00:20 Gatx mirando hacia arriba a unx bichitx. Gif. 00:00:20 Gatx jugando adentro de una caja. 00:00:19 Gatx saltando para tratar de tirar algún monedero colgando con dibujos de gatites. 00:00:59 Gatx mirando por la ventana de noche. Barrio de edificios. 00:00:20 Gatx jugando con una cinta. 00:00:20 Gatx mirando palomas por la ventana. 00:00:19 Gatx saltando una tela. Gif. 00:00:20 241 Gatx jugando adentro de un secarropas desenchufado. Gif. 00:00:20 Gatx tomando agua de la canilla. 00:00:19 Gatx explorando la parte superior de un placard con valija. 00:00:20 Gatx reposando en la tapa de una caja de cartón con lunares blancos. 00:00:20 Gatx tomando fresco en lo alto de un árbol. 00:00:19 Gatx en una silla. Gif. 00:00:20 Gatx mirando cómo se absorbe el agua de una planta recién regada con un vaso. Gif. 00:00:20 Gatx mirando una paloma tras la ventana. 00:00:19 Gatitx viéndose por primera vez en un espejo. Gif. 00:00:59 Gatitx con collar isabelino luego de la castración. 00:00:20 Gatitx maullando dentro de su mochila-transportín en lx veterinarix. Gif. 00:00:20 Gatx lo más panchx explorando la mesada. 00:00:19 Gatx siendo llevadx de paseo por la casa en una caja-casa. 00:00:20 Gatx masticando gramíneas. 00:00:20 Gatx que se asoma por una puerta de madera y un alambrado. Gif. 00:00:19 242 Gatx jugando con una peligrosa cinta para moños de regalo. 00:00:59 Gatx aburriéndose en su manta. 00:00:20 Gatx escondidx en una bolsa grande de papel. 00:00:20 Gatx en el molde. 00:00:19 Gatx comiendo yogur sobre un televisor que no anda. 00:00:59 Gatx comiendo un sobrecito de alimento húmedo para su cumple. 00:00:20 Gatx durmiendo la siesta en su cucha de invierno. 00:00:20 Gatx tomando agua de una jarra. 00:00:19 Gatx buscando los restos de su sobrecito de comida húmeda en el tacho de basura. 00:00:59 Gatx a punto de jugar con un arbolito de navidad recién armado. 00:00:59 Gatx yendo a ver qué hay en la heladera recién abierta. 00:00:59 Gatx intrigadx por los ruiditos tras la puerta hechos con un papel. 00:00:59 Gatx megalodón. Gif. 00.00:59 243 Gatx mirando un muñeco de nieve. 00:00:20 Gatx recostadx en el lavamanos del baño. 00:00:20 Gatx acicalándose. 00:00:19 Gatx tocando un sahumo colgado de un clavito. Gif. 00:00:59 Gatx mordiendo una de las tiras de una bombacha colgada en un tender. Gif. 00:00:20 Gatx escondiéndose en un desagüe. 00:00:20 Gatx dentro de una caja bastante grande. 00:00:19 Gatx en posición de ataque. Uñas largas y filosas. Gif. 00:00:59 Gatx haciendo pis en las piedritas. 00:00:59 Gatx afilándose las uñas en un rascador con alegría y entusiasmo. Gif. 00:00:59 Gatx atrapando y comiendo alimento balanceado que le tiran de lejos de a uno a la vez. 00:00:59 Gatx que juega con una cinta extendida por toda la casa. 00:00:59 244 Gatx escribiendo un poema abstracto en la computadora. Gif. 00:00:59 Gatx escapando con un sobre de queso rallado. Gif. 00:00:59 Gatx mirando cómo se va el agua cuando tiran la cadena del inodoro. 00:00:10 Gatx tomando agua de la ducha en posición araña. 00:00:10 Gatx jugando con un largo chorro de agua que sale de una manguera. 00:00:39 Gatx entrando a un lugar vacío por una ventana rota. 00:00:59 Gatx rascando sin uñas la puerta de la heladera para que le sirvan su carne. Gif. 00:00:59 Gatx jugando con plumas de verdad que le regaló alguien que vive con aves. 00:00:59 Gatx jugando con hielos en una palangana con agua. Gif. 00:00:59 Gatx jugando a cazar un rollo de papel con patas, uñas y dientes. Gif. 00:00:59 Gatx durmiendo. 00:04:59 245 Gatx jugando con una pelotita de catnip y plumas. Gif. 00:00:59 Gatx vigilando a una cucaracha en un frasco de vidrio. 00:00:59 Gatx gordx comiendo de un plato con peces de plástico para que lo haga más lento. 00:00:59 Gatx de espaldas emboladx porque no juegan con ellx. 00:00:20 Gatx rechazando una gaseosa llena de pequeñas burbujas explosivas. Gif. 00:00:20 Gatx escondiéndose en una conífera. 00:00:19 Gatitx solitarix durmiendo en un techo de zinc. 00:00:59 Gatx desayunando unx pájaro que cazó. 00:00:59 Gatx corriendo a toda velocidad al aire libre. Gif. 00:00:59 Gatx sacando las uñas a través de una tela donde se esconde. Gif. 00:00:59 Gatx a punto de cazar una paloma. Gif. 00:00:59 Gatx estiradx panza arriba. Gif. 00:00:59 246 Gatx afilándose las uñas en un colchón al mismo tiempo que se estira la espalda. Gif. 00:00:20 Gatx como esfinge en la puerta de la cocina. 00:00:20 Gatx jugando con una zapatilla embarrada y con restos de pasto. 00:00:19 Gatx bostezando tres veces. Gif. 00:00:59 Gatx explorando el consultorio de su veterinarix. 00:00:59 Gatx descansando con una patita flexionada y la otra estirada. 00:00:20 Gatx sentadx en una silla mirando un plato vacío. 00:00:20 Gatx enfilando para lo de la vecina. 00:00:19 Gatx durmiendo en una cuna porque lx bebé no la usa. 00:00:59 Gatx caminando entre los autos. 00:00:20 Gatx de edificio mirando sentadx en el aire acondicionado. 00:00:20 Gatx mirando tras las rejas de su ventanal. 00:00:19 Gatx jugando a cazar una luz láser en un lugar iluminado solo por una lámpara, hasta que la tira y rompe el foco. 00:00:59 247 Cartel multicolor con la inscripción “Corp”. 00:00:10 Cartel multicolor a rayas verticales. 00:00:07 Cartel multicolor con una estrella. 00:00:07 Cartel multicolor con rayas verticales onduladas. 00:00:07 Cartel multicolor de fantasía. 00:00:07 Cartel multicolor con la inscripción “Gatites” + sus nombres (y apellido/s, de considerarlo/s necesario/s). 00:00:20 Cartel multicolor con la inscripción “Humanxs” + sus nombres (y apellido/s, de considerarlo/s necesario/s). 00:00:20 Cartel multicolor con un corazón. 00:00:10 Canal n°2 Cartel multicolor con la inscripción “ora”. 00:00:59 Todos los videos son de 00:00:59, excepto el que dura 00:04:59 donde se indica. Lxs performers humanxs tienen que tener el sexo depilado. Pelucas-sombrero de color azul, rosa, naranja y amarillo. Tetas de plásticos varios, a veces colocadas en la espalda. Can-canes color piel comunes y de fantasía. Uñas de los pies pintadas. Guantes azules de distintos largos y telas. Escribir en un cuaderno. Agacharse y levantar algo para comer de pie. Una y otra vez. 248 Mirar televisión apoyadx en un sillón vacío. Hacerse lx linda con súper peluca rubia. Manos en la cintura. Nadar boca arriba bajo el agua. Gif. Estar enterradx. Contar hasta diecinueve y desenterrarse. Caminar en sonámbulx. distintas direcciones con los brazos tipo Sacar mano y brazo enguantado. Gif. Caminar en montaña en distintas direcciones. Pelo atado al cuello. Saltar. Caminar alrededor de una silla sosteniendo un plato. Saltar a la pileta de pie. Gif. Tomar un licuado. Gif. Borrar un pizarrón. 249 Sostener un bastidor de espaldas. Balancearse de adelante hacia atrás. Apoyarse sobre un vidrio y empañarlo con la respiración. Gif. Cortarse el pelo de la peluca frente a un espejo. Lo más prolijo posible. Cocinar un huevo frito de espaldas. Blanco y negro. Moverse desde la cintura hacia ambos costados. Columna derecha. Pelo bien largo (1 m). Correr de espaldas hacia la cámara (o sea, acercarse) sacándose los guantes, el corpiño y el can-can. Patinar en círculo con peluca bien larga. Tocar la pandereta más ritmo corporal. Bailar saltando. Bajar de un auto LGBTTIQ+ (asiento de lx acompañante, sin conductor). Gif. 250 Comer una ensalada con la mano. Sentarse por completo sobre una mesa (sin apoyar los pies en el piso) y luego en una silla rosa, una y otra vez. Tratar de mantener el equilibrio sobre una pelota de gimnasia. Blanco y negro. Mantener los brazos en medio círculo. Ponerse capas de corpiños con tetas más y más grandes. El más grande le tapa el abdomen. Desenrollar un papel higiénico de 80 metros. Exhalar mucho humo. Gif. Tocar con la mano derecha el pie izquierdo y con la mano izquierda el pie derecho. Pasar andando en moto. Gif. Caminar hacia una habitación al costado de otra habitación y volver. Leer acostadx en la cama. 251 Cavar un pozo con una pala y tirar la tierra hacia atrás por encima del hombro. Manejar una camioneta de noche. Abrir una puerta de un costado y entrar. Gif. Podar un arbusto con tijera apropiada. Caminar con una taza llena de café. Gif. Sostener un palo de 5 metros con la cabeza. Posturas de equilibrio. Apoyar un pie, doblar la otra rodilla con un pie en el aire. Un brazo elevado a la altura de los hombros, el otro separado del cuerpo. Tratar de mantener el equilibrio. Lento. Una postura llevará a la otra hasta su siguiente límite post comodidad. Sin actuar ni exagerar, equilibrio. 00:04:59 Hacer volar el pelo largo de un sombrero-peluca en distintas direcciones. Dos ventiladores. De pie de perfil. Peluca larga adelante y corta atrás. Quietx. Mover los testículos y el pene sacudiendo la cadera hacia los costados. 252 Romper papeles hasta hacerlos pequeños y tirarlos en una caja. Subir y bajar la misma pierna. Ir a jugar al Quini 6. Gif. Tirar bolitas de papel desde un balcón. Romper un can-can, empezando por el culo, con las manos a través el pubis. Poner una tostada sobre un pan de manteca en una mantequera. Gif. Cambiar un foco. Poner muchas aceitunas en una pizza casera (masa integral y sin jamón). Levantar una barra (pesas) y dejar los brazos en alto. Cartel multicolor con la inscripción “ora”. 00:00:10 Cartel multicolor a “Cuqui”. 00:00:07 253 rayas verticales y la inscripción Cartel multicolor con la inscripción “Dirección” + su nombre (y apellido/s, de considerarlo/s necesario/s). 00:00:07 Cartel multicolor con la inscripción “Música noise” + su nombre (y apellido/s, de considerarlo/s necesario/s). 00:00:07 Cartel multicolor con la inscripción “Arte” + su nombre (y apellido/s, de considerarlo/s necesario/s. 00:00:07 Cartel multicolor con los nombres (y apellido/s, considerarlo/s necesario/s) de lxs gatites. 00:00:20 de Cartel multicolor con los nombres (y apellido/s, considerarlo/s necesario/s) de lxs humanxs. 00:00:20 de Cartel multicolor con dos corazones y una estrella pequeños más el lugar y año de realización. 00:00:10 Canal n°3 Cartel multicolor con la inscripción “lité”. 00:00:59 Nadar hacia atrás. Malla roja. 00:01:59 Pasar a través de una ventana roja y no y sí. 00:00:10 Persona gorda saltando sin ropa. Filmación en cámara lenta. 00:00:20 Flexionar una pierna y estirar cinco veces. 00:00:20 Abrir/elongar una pierna. Gif. 00:00:09 Persona con sobretodo caminado por la ciudad de espaldas. Blanco y negro. 00:00:59 254 Vaciar una regadera. 00:00:39 Tirar pedos bajo el agua. Gif. 00:00:20 Sostener un paraguas. 00:00:59 Mirar un paisaje dentro de un colectivo (se mueve el paisaje). 00:00:59 Rodete. Vestido cerrado. Reír desde cero. Blanco y negro. 00:00:20 Sacarse la bombacha de los pies. Habitación desordenada. Gif. 00:00:20 Piernas relajadas. Piernas contraídas en alto. 00:00:19 Persona con panza abriendo una puerta. Gif. 00:00:59 Sentarse en una cama con malla enteriza. Gif. 00:00:59 Estar quietx de espaldas. 00:00:59 Caminar de costado. Ir y venir. 00:00:59 Sumergirse y aguantar la respiración. Filmar hasta que emerja. 00:00:20 Subir escaleras corriendo. Gif. 00:00:20 255 Abrir y cerrar la boca desde el maxilar. 00:00:10 Dar un salto al costado. Gif. 00:00:05 Subirse una tela con volados y taparse. 00:00:04 De frente. Inclina la cabeza. Gira la cabeza hacia un costado en alto. Cierra los ojos hasta completar los 00:00:59. Blanco y negro. Movimientos del pelo con ventilador que también se mueve. 00:00:59 Patada sobre cubo. Gif. 00:00:59 Correr. 00:00:59 Dar dos mordiscos seguidos a un pancho vegano con mini papas fritas. Gif. 00:00:59 Tetona sacude las tetas con pezoneras. Gif. 00:00:59 Caminar de frente con un jarrón con flores vistiendo una tela con flores. 00:00:20 Movimientos con manos y brazos. Guantes distintos. 00:00:20 Abrir los ojos con pestañotas. Gif. 00:00:19 Saltar la soga. Pies sin calzado. Piso damero. 00:00:59 256 Bailar y girar. 00:00:59 Acomodar el pelo con las manos. Ponérselo detrás de una oreja (de un solo lado). Gif. 00:00:20 Sacar el pelo largo por la ventana. 00:00:20 Pelo atado tirante. Gesto de la cabeza hacia atrás. Blanco y negro. Gif. 00:00:19 Desacomodar rulos con una mano. Vestido blanco de broderie. Gif. 00:00:59 Girar sobre sí mismx. Tul rosa y cintas de raso rosa. 00:00:59 Bajar una escalera de un salto. Filmación en cámara lenta. Gif. 00:00:20 Caminar muy cerca de la cámara, que quede desenfocado. Gif. 00:00:39 Pelo corto volando por el viento. Mucho viento. 00:00:59 Estornudar. 00:00:10 Abrirse de piernas de pie. Filmar hasta bajar la pierna. 00:00:49 Hacer círculos con los brazos. 00:00:59 Mover el culo levemente. Blanco y negro. 00:00:59 257 Ponerse una maraña de pelucas. Torso desnudo. 00:00:59 Rodar por el piso. Ropa plateada. 00:00:59 Caminar en una cinta con ropa deportiva. 00:00:59 Decir este texto sin grabar el audio: “Pero no es así. De cualquier manera yo entiendo tu postura”. 00:00:10 Mirar hacia un costado mientras se mete un dildo entre las tetotas. Gif. 00:00:35 Explotar una camisa. 00:00:05 Ponerse brillo en los labios. 00:00:09 Hacer rebotar una pelota de básquet. 00:00:59 Sacarse la lengua frente a un espejo grande. Gif. 00:00:59 Mover los flecos de una pollera puesta. 00:00:59 Cuerpo quieto. Subir y bajar la cabeza. 00:04:59 Mover cejas pintarrajeadas. Gesto pícaro. Gif. 00:00:10 Sin grabar el audio, que la persona diga gesticulación: “¡No, qué asco!” Gif. 00:00:05 Mojarse bajo la ducha de espaldas. 00:00:10 258 con mucha Mover el torso hacia adelante y atrás. 00:00:10 Gesticular sencillo frente a la cámara. 00:00:04 Mirarse en un pequeño espejo lo más quietx posible. 00:00:20 Dar un paso. Primer plano. Gif. 00:00:10 Mover el pie derecho, el otro lo más quieto posible. Zapatos distintos. 00:00:10 Intentos de hacer la vertical. 00:00:20 Soltar una cabellera larga. Gif. 00:00:10 Caminar arrastrando una tela. Muy lento. 00:00:09 Agachar la cabeza con vestido floreado. Gif. 00:00:59 Girar hacia atrás ante una computadora. Gif. 00:00:59 Saltar frenéticamente lo más rápido posible. 00:00:59 Hacer la medialuna. Gif. 00:00:59 Esconderse bajo la cama en camisón. 00:00:59 Tirar o dejar caer una pelota de la boca y agacharse a levantarla. Gif. 00:00:20 Enjuagar un plato. 00:00:39 259 Cámara lenta. Movimiento de tetotas filmadas desde abajo. 00:00:59 Mover el pelo hacia la cara con la cabeza. Mirar hacia el frente y dejar que se reacomoden solos. 00:00:05 Abrir y cerrar abductores. 00:00:05 Poner dos grandes globos inflados con un poco de agua debajo de una remera y moverlos. Gif. 00:00:05 Pies descalzos bailando sobre tierra negra. 00:00:05 Apagar cuatro tortas con velitas. 00:00:10 Tirarse contra colchones. Blanco y negro. 00:00:10 Estirar las rodillas con pollera larga de encaje. Blanco y negro. Gif. 00:00:19 Tirar semillas de girasol en círculo con un balde (no se verá). 00:00:59 Persona gorda hamacándose en bermudas. 00:00:59 Salir del ascensor mirando el celular (no se ve que lo mira). 00:00:10 Patinar. 00:00:10 Girar frente a un espejo. Pollera acampanada. Gif. 00:00:10 Meter ropa en un balde con agua. 00:00:20 Saltar la soga. 00:00:09 Correr hasta ya no verse en el horizonte. 00:00:49 260 Caminar por la playa un día de viento frío. 00:00:10 Bailar gracioso de espaldas. O movimientos ridículos de baile en una disco. 00:00:59 Quitar los cordones de una bota puesta. 00:00:59 Levantar una barra en pollera. Sostenerla en alto. 00:00:59 Cartel multicolor con la inscripción “lité”. 00:00:10 Cartel multicolor a rayas verticales. 00:00:07 Cartel multicolor con una estrella. 00:00:07 Cartel multicolor con rayas verticales onduladas. 00:00:07 Cartel multicolor de fantasía. 00:00:07 Cartel multicolor con los nombres (y apellido/s, considerarlo/s necesario/s) de lxs gatites. 00:00:20 de Cartel multicolor con los nombres (y apellido/s, considerarlo/s necesario/s) de lxs humanxs. 00:00:20 de Cartel multicolor con la inscripción “¡CHAU!” 00:00:10 261 ANTES DE LA MUDANZA Video performance Álbum de Cuqui y Lady by Alejandre 5 min. 2022 d.C. Link de Vimeo https://vimeo.com/669642003 Contraseña: 262 lulu123 EL EDIFICIO 263 1 Natalia Josefina vive sola en su pequeño departamento oscuro. Se corta las venas de las muñecas sentada en la cama, cómoda, a su tiempo. Se recuesta apoyando la cabeza en una almohada estampada con flores de lavanda y los brazos a cada lado de la cama de una plaza. La sangre va armando dos charcos en el parquet. Dos charcos prolijos y hermosos. El piso los absorbe como si fuera un vampiro cruzando el Sahara. Se desangra muy rápido. Apenas muere, una fuerza la levanta de la cama con la cabeza gacha y los brazos caídos. La absorbe de a poco, con sacudones, como si la tragara a mordiscos hacia atrás, por la pared. 2 Guillermo Mario se puede quedar todo el día mirando huevadas en internet sin hacer nada más, excepto dormir. A veces le da culpa. El piso de la cocina de su departamento tiene manchas, hojitas de mandarinas, un par de semillas. Si 264 se le cae algo al piso no se agacha a levantarlo. Si lo pisa, dependiendo qué sea, puede que quede aplastado, que se rompa en partes más pequeñas, por ejemplo un pedacito de fideo tirabuzón seco, o que un tomate se expanda en nuevas pisadas como un sello. Si se cae una aceituna o dos ravioles crudos al costado de la cocina, ahí quedan. Sabiendo cómo es, trata de no mancharse la ropa al comer porque no tiene mucha y porque, al no trabajar, no tiene dinero para comprarse nueva. Pero tampoco quiere parecer un pordiosero por la calle, por eso no sale sin haberse bañado. Si sabe que han pasado varios días, que huele mal y el perfume no tapará sino que empeorará las cosas, si el pelo está muy grasiento, no sale. Puede que tome un descanso, se bañe y salga. O que se duche y encreme, porque con la piel es muy cuidadoso, se ponga un pijama de algodón y se acueste un rato a dormir mientras se le absorbe la humedad. El baño no está tan sucio. Tiene unos pelos tirados que se le van cayendo, lo normal de la vida. Pero podría ser peor si lo tuviera largo, si fuera un melenudo. Digamos que con la 265 cortina de baño se le complicó la limpieza del piso como efecto secundario. Antes, cuando no tenía cortina, el agua de la ducha mojaba todo el piso pero a su vez eso limpiaba. Entonces secaba con el palo y el trapo y la cosa funcionaba muy bien. Un poco de líquido al inodoro, uno con olor rico, nada de lavandina, por coquetería, perfume de bambú o pino. Incluso para un hombre vago que vive solo. Pero un día compró una cortina para no ver la mugre de los azulejos de la ducha ni el sarro que se iba juntando en el piso que le cambiaba el color. Funcionó muy bien, salvo por la pelusa y los pelos que se juntan en el resto del baño que nunca toca el agua. Y polvo de papel higiénico. ¡Quién lo diría! No polvo de estrellas sino de papel higiénico. Unos baratos que se venden individualmente. A veces vienen en papel duro y otras finito, nunca sabe cuál le va a tocar. De la misma marca pero distinto lote. Su habitación es un desastre. La cama nunca está hecha y no tendría sentido que la tendiera porque se acuesta varias veces al día hasta dar el gran tirón a la noche. Durante unos 266 años tuvo insomnio, hasta que descubrió que acostándose a las 12 pm o un poco más tarde tenía resuelto el tema. Al otro día es variable. Se puede levantar a las 6, desayunar y volverse a acostar. Levantarse a las 6 y seguir. Levantarse al mediodía, comer algo y seguir durmiendo. Todo variable. Se acuesta tarde para no levantarse a la supuesta hora demoníaca: entre las 3 y 3:30 am. Su madre le deposita plata todos los meses, por sobreprotectora, pero apenas si le alcanza. Es un hombre que arrastra los pies, sin ambiciones, desgarbado, de su casa. No fuma, no toma, no hace nada. Un hombre tranquilo. Un parásito intestinal, de esos que muchos de la holística dicen que existen. Cortándoles el suministro de azúcar o el dinero, se mueren. Guillermo Mario, el cuarentón extraviado en la paja, está en el living mirando una serie, ve agua pasando el límite del piso de la cocina al pasillo. Le preocupan dos cosas: la electricidad, porque detrás suyo está todo el cablerío de internet y el de la batería de la computadora; y los vecinos, 267 porque si el agua atravesara la puerta de entrada hacia el palier, le tocarían el timbre y tendría que quedarse muy callado para no abrir. Toma coraje. Se saca las ojotas y las medias. Se moja los pies. Entra a la cocina y el agua se arma frente suyo como un espectro. Lo toma del cuello. Él ni siquiera manifiesta resistencia. Lo ahorca hasta matarlo con tanta facilidad que da vergüenza ajena. Una cucaracha de pocilga menos. El cuerpo tirado en una posición cómica es absorbido por el piso. 3 Carlos, un pobre arquitecto devenido profesor, acompaña a la amante de turno a almorzar. No quería, es muy caro. Y ella se hace la distraída para que pague él. Le está saliendo cara la semanita. Antes tenía más dinero o le rendía más. Está preocupado por eso. En realidad él se siente bien, como si sólo bebiera vino tinto durante las comidas. Pero todos los 268 días saca una botella al palier, a veces dos, tres, de bebidas distintas. No por tener visita, se las toma todas él. A los 47 años, sin hijos, no se siente muy bien en las reuniones de amigos. ¿Qué es eso de “amigos”? Siendo específicos, en este caso serían las personas con las que alguna vez cursó algunas materias y se junta a comer asados y alardear cada seis meses o una vez al año además de seguirse a diario en las redes. Antes era el lindo del grupo y el que prometía a nivel académico. Pero todo quedó en la nada, como le sucede a la gran mayoría de las palomas grises llenas de bichos que no cantan sino que gorjean. El mujeriego de los 25, 35 años era admirado por sus amigos, pero la vitalidad ha ido decreciendo y no es eso, sino que a nadie le interesa su inestabilidad emocional. Ni siquiera es su inestabilidad emocional, sino su cosa mal oliente de creerse la última gaseosa del desierto. Sus amigos tienen matrimonios largos, algunos dos matrimonios, pero han intentado construir. Claro, una rutina para tener una casa, un auto, vacaciones, hijos. Él no. Pasaba de una mujer a otra como si le dieran lo mismo. 269 Literalmente le daban lo mismo. Cada tanto había una pequeña variación según la intensidad sexual. En una época más joven, cuando además de mujeriego podía hacer viajes, sus amigos realmente lo envidiaban. Ellos se acostaban año tras año con la misma mujer que les venía con un martes 13 y un sábado 17, más los hijos y el trabajo aburrido o pesado. Pero ahora, en la época de la cosecha, ellos nadan en abundancia y él no tiene nada. ¿Qué iba a hacer, presentarles a esta nueva mujer de la que apenas sabía el nombre? Además, si lo hacía daba pie a que ella hablara sobre su vida. ¿Realmente iba a tener que escucharla? Una tipa hablando en loop de que quería ser madre, de que yo yo yo yo. Un bodrio con crema. Era verdad, ellas no le interesaban, pero sí eran importantes para él como cuerpos. Obvio: culos turgentes, acolchonaditos a los dedos, bien que se le podían separar los glúteos revestidos con piel y dorarles el ano con la pija dura. Necesitaba tener una mujer al lado, la que fuera. Ahora el alcohol. ¿No se podría haber hecho 270 adicto a la Coca-Cola? Pero ojo, es más cara que el vino berreta. Antes, si se chupaba era el divertido del grupo. Bueno, ser divertido según la noción yanqui, o sea, el que toma y toma, grita como si estuviera muy alegre y feliz y vomita. O la rubia teñida que esnifa cocaína en un baño de medio pelo que se las da de VIP y sueña con ser famosa. A Carlitos lo miran como a un patético y desubicado. Se desubica y les habla a las parejas de sus amigos demasiado cerca de los oídos, cosas sin importancia porque nunca tiene nada para decir, pero se acerca demasiado y con aliento a mezcla etílica con carne de costilla incrustada entre los dientes, en una reunión donde todos beben moderadamente y conversan tranquilos e, incluso, de modo inteligente. Y usan hilo dental en privado. Pero Carlos sabe que las vidas de sus amigos son materia idónea para hacer un bollo y tirarlo a la basura. El gran desafío es acertar al agujero del tacho. Él no cambiaría sus elecciones. Pero tener 47 años y ser pobre que disimula es un problema. No pobre-pobre. El mayor problema es envejecer. Y 271 en realidad son más de 47 años, él se quita un par para que no sea tan shockeante. 4 No todos en el edificio se iban enterando de las apariciones de huesos secos y las desapariciones de cuerpos vivos. Tampoco de las muertes por enfermedad, por ejemplo la de la señora del cuarto. Ella parecía de 75 años mal llevados, y supuestamente estaba en pareja con un cincuentón de bermudas y bigote gris con algún que otro pelo negro, mata abundante. En general los vecinos no hablan entre ellos. En realidad sí, hablan del pronóstico del tiempo. Doce pisos, trece tenebrosos pisos si se cuenta la azotea, cuarenta y cuatro departamentos con gente fija, o sea propietarios o hijos mantenidos de los propietarios, y otra camada que se recambia, más que nada estudiantes y estudiantes fracasados. 272 Se muda alguien nuevo y con ellos sus ruidos. Los vecinos cercanos son sonidos porque casi nunca se ven pero sí se oyen. Por ejemplo Martín Alfredo, del 11, un rubito de 20 años que estudia abogacía en una privada, según lo que se pudo escuchar durante el invierno con todo el gallinero cerrado, que generaba una acústica perfecta pero una tortura para su vecina Gisela María. Todo el año lectivo dándole duro a los videojuegos online en la pared contigua a su cama, muchas veces desde las 4 de la tarde hasta las 6 am, lo que se dice disponibilidad full time. Hablando y hablando y hablando y cada tanto dando grititos estilo Ned Flanders. “¡La concha de mi hermana!”; “un millón de dólares sí, un millón de pesos no es nada”; “mi abuela Ana”. Y además gritos sin forma por haber matado a alguien y la tensión de estar por matar. Cuando se fueron los vecinos que estaban antes de Martín Alfredo, su hermana y otras dos gordas, el movimiento provocó una invasión de arañas de patas finitas en el departamento de Gisela María, pero entre las cucarachas y los súper nuevos 273 escorpiones que caminan doce pisos desde las alcantarillas, eran más bien delicadas cositas simpáticas. Al principio, ella extrañó a los dos hermanos que vivían antes, extrañó que no hubiera nadie. Solo le dejaron como compañía esas pequeñas arañas. Luego se acostumbró al vacío del departamento contiguo que hizo que su propio espacio se sintiera más amplio, pero no duró mucho. El departamento de al lado en ese momento también era suyo aunque no lo pudiera ocupar físicamente. Pero ahora, con el sonoro Martín Alfredo, ni siquiera su habitación le pertenece. 5 Sara Isabel sale del ascensor con su padre. Hablan en el palier. Ella toca la puerta para que su compañera de departamento les abra. No abre. Se escucha música. Reguetón cantado sin ganas. Padre e hija conversan brevemente mientras ella golpea de nuevo y esperan. La chica escucha que su compañera se acerca. 274 Le avisa “estoy con mi papá, por las dudas”. Abre y se escapa el sonido mucho más fuerte al no ser bloqueado por un pedazo de madera con picaporte. Un rato después, Sara Isabel y su padre salen. Llaman al ascensor, pero no viene. Se escucha el sonido de la alarma de la puerta abierta demasiado tiempo en otro piso, más abajo. Bufan un poco. Sube el ascensor para ellos. Entran al cubículo y marcan planta baja. El ascensor acelera el descenso, cada vez más rápido. Como si se hubieran aflojado los cables, cosa que no le sorprendería a nadie. Va tan rápido que la chica abraza al padre, que a su vez se apoya en una de las paredes metálicas y se toma de la baranda. Ella da un largo grito seco, él se queda mudo. La gente que espera el ascensor en distintos pisos escucha ese grito en una exhalación. Van más y más rápido, siguen cayendo. Ya deberían haberse estampado en planta baja. O en el subsuelo. Pero siguen bajando el equivalente a otro edificio más y se estrellan muriendo en el acto. 275 Los cuerpos muertos son absorbidos por los cimientos a través del piso del ascensor. No queda ni una gota de sangre ni de huesito astillado. Lentamente, con calma, el ascensor va subiendo hasta planta baja. Lo llaman del segundo piso. Va. 6 Jorge Esteban, un chico de 18 años, está en la fila de la caja rápida del súper. Tiene los rulos revueltos. Alto. Delgado. Cinco sachets de leche, un paquete de chocolate en polvo, una manteca grande y dos tiras de pan. Antes de él hay otro chico en la fila, con un pantalón amarillo patito hasta la mitad de las pantorrillas, medias de nylon con brillos plateados y rayas en tonos azules y grises, camisa con flores, lentes de sol redondos y zapatos de vestir turquesa con costuras fucsia. Se mueve como si estuviera siendo filmado por un canal de moda, como si una cámara lo siguiera en sus quehaceres cotidianos. Jorge Esteban, ya en su departamento, se prepara un café concentrado y se sienta a estudiar de nuevo. Café berreta, ese 276 que es instantáneo con azúcar agregada. Nada de cápsulas Nespresso ni colombiano para cafetera. No le está yendo bien. Escucha a las palomas cogiendo en su balcón, aleteando contra el vidrio que está todo rajado protegidas por el aparato de aire acondicionado. Ya probó con líquido para ahuyentarlas, pero sólo logró que su living oliera mal. Y una especie de pegamento al que ni siquiera podía sacar del envase. Lavandina. Ha pensado seriamente en tirarles veneno. Les ha sacado varias camadas de huevos, puestos de a dos y siguen. Lo positivo de las palomas es que son constantes, ganan por cansancio. A tal punto ganan que Jorge Esteban se hartó y ahí están las crías nuevas con ese ruido agudo horrible que les sale del pico. Y ahora la madre o no se sabe quién, aleteando incansable contra el vidrio. Nido de basura y caca. Lee, trata de entender. Repasa los apuntes de clase. La carrera que eligió no es lo que pensaba. Tal vez la carrera está buena, lo que no le gusta es la salida laboral. Quisiera estudiar otra cosa, pero tampoco sabe bien cuál. 277 Piensa que una buena solución podría ser el suicidio. Sí, el suicidio siempre es una buena solución. Eso no se discute. Mira por la ventana donde está instalado el fucking nido. Al levantar la persiana las palomas se alejan volando y asusta a las crías que pían agazapadas una contra otra en un rincón. Se asoma y mira hacia abajo: se ve un patio verde pequeño, bien cuidado. Si se tirara, caería ahí. En verdad no es sólo el estudio. El problema es la vida. Si se muriera, automáticamente ya no tendría que pensar en trabajar o en el rechazo de otro chico. Pero Jorge Esteban tiene que estudiar estas hojas para después ejercer esa carrera. Mira por la ventana y el suicidio parece algo accesible. Simple. Semilimpio en este caso, porque caería en el pasto, no en cemento. Decide dejar el café y tomar una leche con chocolate. Se sienta con los auriculares rosa tornasolados a mirar animé. Si a la noche sigue con ganas de matarse, se mata, pero no piensa estudiar hojas impresiones y libros. 278 manchadas con tinta. Fotocopias, 7 Una de las chicas nuevas del 11, Karina Vanesa, se mira desnuda al espejo. Realmente está muy excedida de peso. Como si fuera la única. Mucha panza, las piernas muy gordas, los brazos gordos y con celulitis, todo fofo. Le quedarían bien los tatuajes y el pelo rosado liláceo, pero no sabría qué tatuarse. Parecería una torta contemporánea. A ella le gustaría parecerse a las hermanas Hadid, no tanto a una curvomujer como la Kardashian, que cuando engorde se le va a ir todo para todos lados. Hoy en día hay muchas gordas en ropa interior en Instagram pero a ella no le gustan. O dice que sí para que crean que no le importa ser una gorda de mierda, aunque @insurrect.x y @apuestaprincesa sí le parecen lindas. Pero en el fondo, como todo el mundo, quisiera ser delgada. ¿Acaso ella va a creer que la gente común y corriente no la preferiría flaca? ¡Explotará las entrepiernas de los pantalones, pero pelotuda no es! Karina Vanesa no tiene centímetro ni balanza como para tener idea de sus medidas y kilos. No se pesa en una farmacia 279 porque le da vergüenza. Pero casi 100 seguro. Se ha quedado horrorizada al verse de espaldas en algunas fotos que han compartido sus amigas con ella por whatsapp. Se encierra en el baño y abre la ducha. Mientras se llena todo de vapor, se larga a llorar. No puede hacer nada. Quiso comprase ropa y agarró lo más grande que había sin medírselo, y le pidió a la vendedora que se lo envolviera para regalo. Era para ella, pero tenía que disimular. Al llegar a su departamento y probarse las prendas, no le entraban. Ninguna. Entonces está en la ducha llorando con una trincheta. Se escribe fea en un muslo, gorda en el otro y le sobra espacio. Se termina de bañar y sus compañeras de departamento están arreglándose para la fiesta que harán esa noche ahí mismo. Ellas son gordas pero no tanto. Pero también son gordas. No lo saben o no lo quieren ver. Tampoco es que quieran ser más flacas, ni siquiera en el río. En el mar sí, porque hay mucho careta. Pero los ríos son de gente gorda que no le importa nada, de hecho se llevan de todo para comer a la sombra. Eso, que no les importa. Han comprado mucho alcohol y porquerías 280 como salchichas y pan para panchos, mayonesa, ketchup y papas fritas. Están en la habitación de Karina Vanesa, la más gorda de las tres, usando su espejo, arreglándose el pelo. Karina Vanesa sale de la ducha envuelta en un toallón que casi no le cierra y esconde la trincheta como puede. Las otras se van al living, siguen hablando y riéndose sin parar. Buscan canciones en YouTube así también ven los videos y cantan a los gritos. La más gorda cierra la puerta de su habitación con llave. Se mira desnuda en el espejo de nuevo. Tiene las líneas rojas de las letras y los ojos rojos también. No tiene ganas de ninguna fiesta. En todo caso se va a poner bien en pedo para olvidarse de sí misma. 8 Carlos tiene sexo con su amante y ella otra vez con sus gemidos exagerados. Él puede verla de frente porque está sentada encima, pero también de espaldas gracias a un espejo que ocupa toda una pared. Le encanta ese culo, cómo se mueve ese culo que deja ver un poquito el tronco de su pene y el ano 281 abierto de ella porque tiene una cola chiquita y erguida. De pronto no entiende y ve a su nueva vecina gorda desnuda con el pelo mojado. Su amante sigue con el circo y para hacerlo más caliente le agarra las manos, se mete dedos enteros en la boca y sonríe. Él sigue mirando a través del espejo a su vecina gorda. Se sienta y su amante lo abraza como a un oso de peluche y se sigue moviendo, incluso más. Ella pone una mano detrás suyo para cambiar el punto de apoyo y así el tipo de movimiento, para que sea entrada y salida casi por completo. Pero él mira tanto hacia el espejo que ella se gira. Se ve a sí misma, hermosa, se acerca más a él y le da besos en el cuello. 9 Ariel Alejandro trabaja en un cementerio parque. Vive en el piso 7. Mientras toma café y revisa cosas de su trabajo en la computadora, se abren las ventanas de repente. Y se golpean las puertas de la cocina y del baño. Una gran correntada de aire le vuela los papeles que tenía en la mesa. Las cortinas parecen querer escapar. De pronto se bajan las persianas y se 282 cierran todas las ventanas y puertas. Se corta la luz. Ariel Alejandro se pone de pie y se dirige a la puerta principal y gira las llaves. Trata de abrirla. No puede. Vuelve la luz y logra abrir la puerta, pero cae al piso por la inercia. 10 Jorge Esteban se sube al skate y anda en el pasillo de su departamento. No le da el espacio como para alcanzar mucha velocidad, pero sí para intentar dar saltos. Primero intenta quieto varias veces. No es tan malo: por lo menos puede hacer que el skate dé una vuelta en el aire y alcanza a saltar para caer de pie sobre la tabla con ruedas. Después intenta en movimiento. No quiere ir a practicar en espacios más adecuados para eso o, por lo menos, más interesantes, con barandas o escalones. En un momento alcanza a tomar algo de velocidad y llega a su habitación, se detiene y va al living pasando por el pasillo de nuevo. Regresa. De verdad que podría andar en la calle o en la senda verde hecha para tal fin, pero le da vergüenza andar en skate en la calle. No tanto por si se fuera 283 a caer. No es eso. Muchos se caen. Es por el hecho de andar con su cuerpo en un skate. Tampoco eso. Es por el hecho de andar con su cuerpo. Entonces se pone los auriculares y anda en skate como cualquier chico de su edad. Escucha Astrid de Katie Moon una y otra vez. 11 Silvia del Valle, del cuarto, se acuesta a dormir. Mira el techo. Piensa que sobre su cabeza hay ocho pisos más. ¿Cómo pudo elegir un piso cuatro? Ella debería estar en el último piso, solo tendría uno más encima, deshabitado, el piso que la separaría del cielo. O en planta baja, cosa que abriendo una puerta ya estuviera afuera, en su patio. Viviendo en el último piso habitable, tendría que atravesar todo el edificio. Sería como tener el control. Hay personas que jamás han subido más allá del cuarto, como ella. ¿Cuántas 284 veces fue a la terraza? Una vez, por el tema del gas. Lo malo de planta baja es que es factible que no sólo las personas del propio edificio sino las de los colindantes les tiren sus residuos, desde nudos de pelos hasta papelitos que tienen en la mano, o restos de frutas, ni qué decir bolsas enteras de basura. O gente a la que se le cae algo mientras limpia, por ejemplo una maceta. Ella sigue mirando el techo con las manos sobre el abdomen y las plantas de los pies apoyadas una contra la otra, abriendo la pelvis. Respira. Escucha que el vecino de arriba tira la cadena del baño. Corre el agua. Claro que antes escuchó caer su orina. Baño en suite, exactamente. Se siente atrapada. Gente arriba, abajo y a los costados. 12 Jorge Esteban piensa si no sería mejor tirarse ya. Va hacia la ventana. La abre y pasa al otro lado, destreza propia de sus 18 años. Ni lo piensa, salta. Es todo tan rápido como el 285 momento de un volantazo en la ruta. Cinco pisos no son tantos. El golpe es casi mortal. Los cimientos del edificio absorben la sangre. Absorben el cuerpo. Lo devuelven. Efectivamente, no está muerto todavía. La tierra solo mastica cadáveres. 13 Ariel Alejandro ya había hecho una de cuadra cuando recordó que había olvidado la computadora. Tiene que volver. Mira el edificio desde la calle del frente en perpendicular, un pasaje, donde puede estacionar su auto en la puerta de un garaje que no se usa como tal, llegó a un acuerdo remunerado de bajo costo con el dueño. Desde ahí tiene perspectiva de la fachada. Mira desde abajo hacia arriba. Trata de prestar atención a algún detalle edilicio, pero sólo le parece novedoso el cartel de venta de un departamento en su piso, porque lo compraron hará un año y medio. Mira de nuevo en general, está muy nervioso. Pero no puede quedarse para siempre ahí de pie, tiene que ir a trabajar. 286 Se putea a sí mismo por el olvido de la notebook. Le resulta irónico que sus dos únicas opciones para vivir sean estar en un edificio/nicho o en un cementerio/parque. Ariel Alejandro acerca la llave electrónica a la puerta de ingreso y suena la chicharra. Abre. Camina hacia los ascensores. Se queda de pie delante del tablero con el dedo índice detenido a pocos centímetros del botón que llamaría al más próximo. Respira y lo aprieta. Cuando llega a su departamento busca rápido la notebook. Escucha un ruido en las paredes y el techo. Sale más rápido de lo que había entrado. Al cerrar la puerta ya no oye nada, pero algo le agarra la pierna izquierda y no se puede mover. ¿Estaría por darle un infarto? Aunque no recuerda eso como síntoma. De un golpe seco es tirado hacia atrás y arrastrado unos 20 cm en el palier. Al caer al suelo también se le cae la computadora. Se queda quieto un segundo y no entiende nada. Se pone de pie. Llama al ascensor urgente, con mucha ansiedad. Entra rápido al cubículo, cierra la puerta de madera, la de metal y aprieta planta baja. El ascensor comienza a subir 287 lentamente. Se pone más nervioso. Se abalanza sobre el tablero de pisos y aprieta PB compulsivamente. El ascensor sigue subiendo. Sube hasta el piso trece, la azotea. Espera unos segundos eternos a que alguien abra, quien quiera que hubiera llamado al ascensor. Tal vez la portera. Nadie lo hace. Abre las puertas a gran velocidad, sale unos pasos y revisa hasta el inicio de la escalera. Ve que está solo y el ascensor pita porque ha dejado la puerta abierta. Respira agitado. Vuelve a encerrarse en el ascensor. La luz titila. Ariel Alejandro trata de abrir las puertas con desesperación, no puede. Una fuerza le golpea la cabeza contra una de las paredes metálicas hasta romperla mientras desciende. Cae al piso, lo absorbe. Brotan huesos nuevos en un costado del jardín, escondidos entre los rosales tupidos y la enredadera. 288 14 Ana Regina, la portera, sube a la azotea para limpiar los pisos. Empieza en el 13 y va bajando. Mientras lo hace canta bajito escuchando música de su celular con auriculares. Cuando está trapeando en el piso 9, sale un chico de su departamento. Se saludan con un hola de lejos. De tan lejos como les permiten las breves dimensiones del palier. Él llama al ascensor. Mira sus zapatillas, no sabe qué decir. La portera continúa pasando el trapo pero ya sin cantar. Ana Regina antes estuvo en planta baja limpiando el jardín de ingreso, tirando un poco de agua para quitar la tonelada de caca diaria de las palomas que habitan en los árboles, y vio unas cositas que salían de la tierra. Quiso sacar una como quien saca una hoja seca y se quedó con una clavícula en la mano. Claro que ella no supuso que era un hueso humano. Al meterse un poco entre las plantas, vio más extrañada, pero cuando encontró un cráneo, sí que le dio a cristiano, en su defecto a evangélico, en su defecto a follower de @mia_astral. 289 Los huesos estaban semi enterrados, más desenterrados que semi. Y debajo de los que encontró se podía ver que había más. Ayer estuvo con ahí plantines y no había nada. Parecen huesos viejos, secos, como apoyados sobre la tierra y que se fueron hundiendo, enterrando con el paso del tiempo, las lluvias, solo que al revés, que estaban bajo tierra y emergieron. Que fueron escupidos luego de chuparles el caldo. 15 A Carlos le escribieron “lavame sucio” en el capot del auto. Un dedo con buena caligrafía. Si Carlitos chocara y quedara un poco lastimado, no mucho, podría pedir carpeta médica para no tomar los exámenes finales la semana entrante. Pero hoy los automovilistas están no solo suaves y amables, sino muy prudentes. Tendría que ir a 200 por hora para chocar. De cualquier manera, como buen ciudadano, se puso el cinturón de seguridad. 290 Quisiera hacerse una costeleta con ensalada. Tratar de no acompañar el almuerzo con vino. Servirse mucha gaseosa. Después tomarse un café bien fuerte. Hoy no tiene que ir a dar clases, pero igual no tiene ganas. Nunca tiene ganas. Por lo que dicen sus colegas, ellos tampoco. Después están los que se mienten a sí mismos diciéndose y diciendo a los demás que les encanta la docencia, pero son puras mentiras, ¿a quién le gusta hablarles a treinta adolescentes que se te ríen en la cara? Carlitos llega sano y salvo a su edificio de la góndola de bebidas alcohólicas, luego de dar esas tediosas clases para alumnos de secundario. Se topa con un grupo de vecinos amontonados. Y la policía. Han encontrado huesos humanos en el jardín de ingreso. Está todo con cinta. No se sabe quién entierra ahí esos restos. Camina por el costado de los vecinos curiosos, a la mayoría no los conoce. Escucha palabras sueltas que van generando un sentido que le despierta preguntas. Pero no se queda para responderlas, sigue derechito hacia su 291 departamento. Básicamente ya venía embalado hacia su espacio cerrado para chuparse. Entra a su departamento ansioso y abre una botella de vino. Tiene la facilidad de un barman. Se lo traga así como la abrió. Seguramente porque no tiene burbujas. El corcho queda tirado en el piso. Este es el verdadero gasto extra que hace que no llegue a fin de mes. Se queda despatarrado en silencio, con la mente en blanco, es la envidia de toda esa gente que se sienta al aire libre a meditar armando un mudra con las manos, creyéndose la reencarnación de Buda. Carlos de alguna manera sabe que no debería estar más en ese departamento. Trata de ir hacia su habitación. Tambalea. Tropieza con muebles, pero llega. Estar de pie ante el espejo es un reto. Está tan borracho que se cae en su cama y ahí queda. Las cervezas que se tomó antes de llegar a su casa también sumaron. Tendría que irse del edificio pero no se puede mover. Además, ¿irse a dónde? 292 16 Los veinteañeros apenas veinteañeros van llegando a la fiesta. Varios se equivocan y les tocan el timbre a vecinos próximos. La música suena a todo volumen y ellos hablan más fuerte encima. Todas las fiestas parecen la misma fiesta porque siempre pasan las mismas canciones. Karina Vanesa ya empezó a tomar. Se puso un jean ajustado y una camisa negra. Le esconden bastante los kilos extra, que era su objetivo. Está linda si no fuera porque ella cree que es fea. Toma y toma para verse alegre. Como los demás lo hacen más o menos por la misma razón, están eufóricos. Ante algunas canciones cantan y gritan encima. Ya que están, lo hacen hacia afuera por las ventanas abiertas de su living, así en los edificios a la redonda se enteran que ellos saben vivir. Nadie les contesta de modo concreto. Uno de los invitados se ve reflejado en el vidrio de la ventana abierta, mientras una de sus amigas, una futura contadora, grita desbocada por la ventana. Él se ve extraño y 293 los ve extraños a los otros. Se mira los brazos como si descubriera que los tiene. Se sirve otro trago, todavía no se fumó nada. Se queda sentado mirando el vaso y lo rompe contra la mesa ratona. Le queda la base y un trozo de vidrio en la mano mojada. Le corta la yugular al compañero de estudios que tiene al lado, que está besando a alguien. Salta sangre, cae sangre y la chica ocasional se mancha y no entiende. Luego grita. El agresor toma una de las botellas de alcohol y la golpea contra la cabeza de la chica. La golpea en seco otra vez y la botella se rompe. En eso los demás se dan cuenta y lo detienen. O lo quieren detener. Se escucha el griterío en los departamentos contiguos, pero nadie les presta atención porque hacen barullo desde que se mudaron. La gorda siente placer ante lo que ve. Él saca un arma y cerca al resto. Les dispara. Le da el último tiro en la cabeza a Martín Alfredo. No le queda bala para la gorda. Toma uno de los cuchillos para cortar el pan para panchos. Se sienta en el sillón y se lo clava varias veces en el abdomen. Se queda esperando. La gorda no hace nada petrificada. Él cierra los ojos disfrutando su 294 momento. Ella ve que sus compañeras de departamento, una tirada encima de la otra, son absorbidas por el piso. Y Martín Alfredo también. Se pone de pie ante esa visión. Está borracha pero no tanto. Bebe un gran sorbo. No puede ser lo que ha pasado. El estudiante universitario abre los ojos unos segundos y la mira mientras se va desangrando. Ella se vuelve a sentar y sigue tomando lo que le queda en el vaso como autómata. 17 Karina Vanesa se despierta en su cama al mediodía del domingo. No está mal para ser domingo. Le duele un poco la cabeza. Va al baño. Pero antes ve el living con sus amigos muertos. Piensa y no piensa. Va a mear y está muy tranquila, incluso sin resaca estomacal porque la fiesta llegó a su fin muy temprano, no llevaba más de una hora y monedas. Se acerca al grupo y sí, son muertos reales. Sus dos fucking compañeras de departamento no están. ¿Habrá sido verdad que 295 las absorbió el piso? ¿Qué va a hacer con todos los cadáveres? Hay mal olor por el pis, la caca y la sangre coagulada, aunque algunos charcos grandes no se ven secos, tienen una capita que los recubre, pero puede ser una percepción falsa. Igual, no va a tocarla, menudo asco. Es divertido verla cagada a la divina esa. Karina Vanesa le apoya su bota en una mejilla, la otra da al piso. Abre las ventanas, la perfección ya no huele a rosas. Decide bañarse. Llena la bañera, algo que no había hecho desde que se mudó porque para eso tendría que haber dejado la puerta sin llave, por si alguien quería entrar a mear o a lavarse los dientes o a buscar algo. No es lo mismo que ducharse, que es más rápido. Esta vez no le preocupa su gordura pero en este contexto igual hubiera preferido ser flaca. Le echa sales de vainilla de unas de las muertas que vivía con ella. Se cambia. Suenan celulares y entran mensajes todo el tiempo. También llamados, a ella y a los cadáveres. Tiene 296 bastante dinero en efectivo más sus propias tarjetas de débito y crédito extendidas por su papá. Siente hambre. Guarda un par de cosas en una mochila y se va. Se va a comer al shopping cerca de su departamento, después verá. 18 Karina Vanesa en el shopping no es muy feliz. Otra vez cara a cara con resabios de Twiggi en los maniquíes. ¿Las tiendas no se enteraron de nada? En las calles por lo menos hay actualizaciones. Karina Vanesa camina por los pasillos atestados de vidrieras, es todo vidrieras, es el lugar donde no se oculta ni nadie se avergüenza de vender ni de comprar. Va mirando los maniquíes, no tanto las prendas. Las prendas también, pero se queda con la imagen torturante de las cinturas de los maniquíes de una casa de lencería. Esas cinturitas, esos pechos firmes, esas caderitas. Todo duro acentuado por la fibra de vidrio con la que están hechos. Bueno, ella pechos firmes tiene, pero muy 297 pequeños, al lado de todo lo demás que conforma su torso, los ve un horror. ¿Si adelgazara cómo le quedarían? ¿Alguna vez podría tener una cintura de tan pocos centímetros? ¿Alguna vez podría ser otra persona? Se queda mirando unas Nike que son lo único que le podrían entrar. Pero la ansiedad de saber que nunca será delgada le da más ganas de comer al hambre que tenía. No hambre, urgencia por masticar. Así que va al patio de comidas. Es el paraíso. Hay gente delgada, pero muchos son tan gordos como ella. El olor general es irresistible. De hecho, ¡cuánta gente gorda! Pero en el parque hay más, porque es gente que no tiene plata y la única que le queda es ir a un árbol con pasto desgastado con caca de perros en un lugar público. Los helados, los algodones de azúcar, los panchos con mini papas fritas, los choripanes, las gaseosas, la cerveza, sí están a su alcance. En el parque también hay muchos deportistas en cueros, haciendo flexiones de brazos colgados de un caño que parece entre un arco de fútbol sin cancha y el sostén de hamacas sin 298 hamacas. Muchos trotando. Mucha gorda caminado rápido en calzas con una botellita de plástico recargable con agua. Quiere comer. Mientras más carne, queso y salsa, mejor. Y papas fritas. Y Coca-Cola bien fría, una bien grande, y sumergirse en Instagram y Tik Tok. Al principio le da un poco de vergüenza que la miren, pero encuentra un lugar diseñado para gordos tímidos como ella y se sienta sola, con buena visual. De ahí no pueden ver lo que come, pero Karina Vanesa se puede distraer y mirar a todos. No le hace falta una amiga que le robe las papas fritas por hacerse la que está a dieta pidiéndose una ensalada. Hay familias de gordos comiendo. Y chicos cool delgados comiendo también. 19 Olga Estela, de 82 años, sabe perfectamente que no tiene Alzheimer, que lo que le pasó con el olvido de una canilla abierta de la cocina que inundó el palier de su piso no tiene 299 explicación lógica. Como la ven vieja, claramente vieja, piensan que ella es igual a las deterioradas de su edad. Vive en un barrio de clase media y se espera que sea como se ve por fuera: una señora. Hoy, de regreso a su departamento luego de pasar por el supermercado, vio a media cuadra un chico veinteañero delgado, con una cresta punk. El chico le intentó vender unos pañuelos descartables a otro joven que iba a dos pasos de ella que siguió de largo. El cresta punk le empezó a hablar a Olga Estela y a caminar a la par y ella le dijo, “no quiero hablar con nadie, soy un poco anti social”. El chico guardó silencio unos segundos y le contestó, “bienvenida al club”. Pero los vecinos de piso de Olga Estela, estudiantes jóvenes, se ríen a sus espaldas, excepto una, que piensa que la señora debería estar acompañada. Ahora está en su departamento, el mismo en el que vivió los últimos 35 años. Es de las primeras propietarias. Pero desde hace unos días está dentro de las paredes como si estuviera entre paredes, no en su casa. En un panteón enorme conformado 300 por nichos. No se lo puede decir a nadie. No a sus hijos, menos a su médico. Sus amigas de la misma edad no podrían tolerar el comentario. No es propio de Olga Estela tener pensamientos lúgubres, pero está en su casa y siente miedo. Sabe que sucede algo. Se trata del edificio en sí. Si se desnuda para bañarse es solo para que el edificio no sospeche que ella ya sabe y no la asesine. La misma actuación de señora que hace ante sus vecinos, o como dirían los yanquis, su comunidad. 20 Karina Vanesa termina de comer. No tiene nada más para hacer en ese lugar. Entonces decide volver a su departamento, pero antes pasa por la tienda de golosinas y chocolates. La variedad de gomitas es espeluznante. Los marshmallows tienen una textura que hace imposible no meterse varios en la boca y masticarlos a la vez. ¡Y hay tantos bombones! Ahí se los vende 301 de calidad, pero sin esa cosa esnob de gente eligiendo un cuarto como si fueran diamantes. Aunque vive cerca, se toma un taxi y vuelve a su casa. ¿Hay algo peor que un taxista escuchando románticos a las 4 de la tarde? Otra vez los cadáveres. Derrite queso cremoso con orégano en el microondas. Se sienta delante de los muertos a comer y piensa que ellos le molestan tanto ahora como antes. Están en su casa invadiéndole el espacio, como han hecho siempre. Va a su habitación y cierra la puerta. Busca una película en Netflix y luego de estar unos 10 minutos sin encontrar nada, se duerme con The greasy strangler recién empezada. Al despertarse, la película aún no ha terminado. Se levanta de la cama y se mira al espejo. Está con la ropa que usó para ir al shopping pero con unos peluches en los pies, unas patas de tigre. Le dan ganas de comerse un chocolate. Abre el placar. Tiene un montón, y todavía están en su mochila los que compró en el shopping. También hay muchos envoltorios vacíos. Los junta en dos grandes bollos y los tira en el living sobre los 302 cadáveres; se los va tirando encima como si fueran flores de despedida. Toda su vida ocultando los envoltorios de lo que comía compulsivamente. Bueno, ya no. Vuelve a su dormitorio y se mira al espejo comiendo. Se levanta la camisa y se acaricia la panza. Estaba un poco llena, pero igual necesita comerse un chocolate relleno con almendras, no es un simple chocolate con chocolate. Se lo termina de tragar y se quita la ropa para ponerse un pijama. Al sacarse la camisa y quedar en corpiño ve algo del otro lado. Le parece que es el viejo de su vecino. Está bueno, pero es medio viejo. El tipo está tirado en la cama durmiendo en ropa interior. Se le nota el bulto. Ella estira la mano y pasa al otro lado. Pasa a la habitación de él con todo su cuerpo. Lejos de asustarse, camina unos pasos y se sienta en la cama. Hay una botella de vino tirada al lado, corchos de vino y tapas de cerveza. Tal para cual. Él tiene puesto un bóxer blanco medio gastado. Se entre despierta y asusta. Pero la reconoce, es la vecina. Ella se gira y ve el gran espejo de 303 la pared. Al verse reflejada de cuerpo entero tan gorda, agarra la botella del piso y la rompe contra la imagen. Karina Vanesa se acerca al espejo roto cuidando no pisar los restos. Algunos fragmentos aún penden del marco. Los acaricia con la punta de los dedos. Ya no podrá pasar por ahí para volver a su departamento. Mira a su vecino. Recién levantado se ve más viejo. Sale de la habitación buscando la salida. Encuentra la puerta y queda en el palier. Carlos la sigue como puede, pero queda enredado en el living. Ella regresa unos pasos y cierra de un portazo. Se oye que llaman al ascensor desde otros pisos. ¿Cómo va a entrar a su casa? Está en corpiño y con unas patas de tigre de peluche en los pies. ¿Llamar a un cerrajero? Carlos abre la puerta porque no escucha que ella entrara a su departamento. Ella le grita “viejo de mierda dejame en paz” y sube corriendo hasta el piso 13. La terraza está cerrada, como siempre, la portera es la única que tiene llave, así que se sienta en el piso. 304 Él cierra la puerta de su departamento, levanta una botella vacía del piso y se toma las últimas gotas. Va hacia su habitación y el espejo está roto. Vuelve al living en el colmo del cansancio y se recuesta en el sillón a mirar las luces de afuera que entran por los huequitos de la persiana. 21 Karina Vanesa está sentada en el piso 13. Las dos puertas que comunican a la terraza están cerradas con llave. Ella se acurruca y se queda dormida. En todo el edificio no hay ruidos, claro, ella y sus amigos no están haciendo ninguna fiesta. Unas horas después, no alcanza a determinar cuántas, la despierta un viento leve y fresco, muy agradable. Una de las puertas está abierta de par en par. Sale a la terraza y mira el cielo estrellado. Observa el resto de los edificios, luces y luces apagadas. Recuerda que no puede entrar a su departamento. Mañana será lunes, qué problema. Qué problema la putrefacción de los cadáveres. Piensa que tal vez podría cubrirlos con muchos kilos de sal gruesa. 305 La puerta de la azotea se cierra. Se queda de pie donde está. Sabe que no podrá abrirla, tendrá que esperar a que la portera lo haga. No tiene ningún apuro. Además su departamento debe oler peor. Si se hubiera quedado ahí no tendría el impacto nasal del aire limpio y fresco con el repugnante a podrido de toda esa gentuza. El viejo tema del acostumbramiento hasta no sentir. Por el momento será mejor estar en la terraza sola. Mientras más sola, mejor. Camina dando una vuelta. Observa despreocupadamente los medidores de gas. No le interesan. Le interesa la escalera que lleva a la parte superior del tanque de agua, por encima de la sala de máquinas. Sube con cuidado. Es una escalera recubierta un poco estrecha, apenas si cabe. En ese cuadradito superior tardarían años en encontrarla. Le dan ganas de hacer pis. Hace ahí arriba. Es imposible que nadie la vea aunque esté al aire libre en el barrio más poblado de la ciudad. Salvo que pasara un helicóptero o un ovni, aunque lo más Objeto Volador No Identificado que haya en la ciudad sea una bolsa 306 de nylon volando. Está sobre todos los demás. Más en lo alto que los demás. Por fin se siente libre. Cuando Karina Vanesa se acuesta a dormir en la cima del edificio al otro extremo de su orina, mira las estrellas como si eso fuera a durar toda la eternidad, no cuenta con que el planeta siempre ha girado y la noche no ha sido más que un momento hasta el siguiente día. La arrogancia la ha llevado a hacer fiestas ruidosas y a creerse inmune en la cima cuando no existe ningún techo de nada porque la Vía Láctea está abierta. Siente una fuerza invisible que la comprime. Le quiebra todos los huesos, hasta el más pequeño y ahí la deja para que cuando salga el sol la reseque. ¿Por qué no se la come? ¿El edificio no come gordas? Se ve que es delicado con las grasas. Es puro cemento y ladrillos marcados. 22 Esa misma madrugada todos los que viven a partir del piso ocho hacia lo alto se despiertan. Sin despertar, más bien como sonámbulos despeinados, caminan con mucha calma hacia el piso 12 en el ala que da al jardín trasero. Nadie habla. Al ir 307 llegando, la puerta ya está abierta, la luz apagada. La ventana abierta, la persiana ancha subida a tope. Y empiezan a saltar de a tres o cuatro, esperando su turno tranquilos. Todos saltan sin decir una sola palabra. Caen unos sobre sobre otros. La sangre es absorbida. Los cuerpos son tragados de a uno por vez con voracidad. Desde los edificios vecinos, tan cercanos, se escuchan los golpes de los cuerpos contra el suelo. También medio dormidos salen a mirar por las ventanas y más cuando se escuchan los gritos de los espectadores más sensibles. Muestran su horror como en un primer plano de una película clase Z. Mientras van saltando, del séptimo piso hacia abajo, los cuerpos dormidos se giran boca arriba. Una fuerza los toma de a uno a todos a la vez, y los golpea contra el techo para que se rompan; los suelta y antes que terminen de caer, los golpea contra el techo de nuevo. Con el primer golpe se despiertan, con el segundo se atontan. Quedan rotos por dentro. Una vez muertos, son absorbidos hacia los cimientos. 308 Excepto la señora de planta baja que estaba de visita en lo de su hijo. Se despertó porque escuchó ruidos en el patio. Vio un montón de cuerpos y cuerpos cayendo. Se puso bajo techo para que no la aplastaran, pero sí la salpicaron. Entró y cerró la puerta. Escuchó otro ruido: los golpes del cuerpo de su hijo contra el techo de su habitación. Él volaba sin control aparente. Ella se estiró como para alcanzarlo, pero algo invisible lo golpeaba contra el techo. Hasta que cayó al piso y fue absorbido de a intentos de traspasarlo por el suelo. Ella quedó sin habla cuando ya no vio más a su hijo. Tocaba el piso con las palmas de las manos como tanteando un posible resquicio. Comienza a salir líquido cloacal de la rejilla del living. La señora sale del departamento y la puerta de ingreso al edificio no abre, por supuesto, la puerta está cerrada como siempre. La empuja con desesperación. Vuelve a buscar la llave electrónica. No abre. Patea la puerta. Sale más líquido cloacal por la rejilla y desborda también por la puerta del sótano. De a litros por segundo. Se va inundando el palier de 309 ingreso a una velocidad abismal. Vuelve al departamento a buscar algo para golpear la puerta y romperla. El líquido maloliente con materia fecal y papel higiénico desmenuzado pero visible, sigue aumentando su caudal y le llega a los tobillos. Hay personas en pijamas que la miran desde afuera. En ese momento empieza a caer agua limpia por las ventanas hacia el exterior de cada departamento, como cascadas, como si los caños hubieran explotado todos a la vez. Las aguas servidas ya le llegan a las pantorrillas. Tiene los puños ensangrentados. Una fuerza la levanta contra la pared, sosteniéndola del cuello. La fuerza la suelta y ella cae sobre los líquidos cloacales que siguen subiendo. Cae boca abajo quedando semi-sumergida y la fuerza le mantiene la cabeza en el agua hasta ahogarla. Ahí queda su cuerpo tirado flotando. En el jardín de ingreso son escupidos los huesos secos de los nuevos muertos. Se arman montañitas de huesos resecos. 310 Los vecinos a la redonda desde sus departamentos, los pocos transeúntes ocasionales por la hora y los que bajaron a ayudar, observan consternados. Sigue cayendo agua como cataratas cada vez más impetuosas. También sale el gas, se siente el olor, como si al edificio lo rodeara un aura de azufre. 23 El edificio está vacío de humanos vivos. Las palomas vuelan a toda velocidad alrededor. Las cucarachas corren por las paredes externas de los laterales sin ventanas. Las arañas tejen tan rápido como siempre sus telarañas, pero ahora nadie se las destruye. Las ratas suben por los huecos de los ascensores. El edificio libera agua que se expande hacia las calles en bajada. El agua cae como cataratas por el ingreso y las ventanas de todos los pisos. Las ventanas como huecos oscuros vomitando líquido. Los perros le ladran desde la vereda de enfrente pero no se aproximan. 311 El edificio arrastra hacia la fachada a las personas que se acercan al ingreso a ayudar, las sube varios pisos y las tira golpeándolas contra los edificios de enfrente. Los suelta y caen desde varios pisos de alto y quedan reventados sobre el asfalto. 312 313 314 Villanis Cuqui Temporada 1 315 Aldi, una perra galgo trans, llega temprano. Toma el ascensor. Va sola. Se mira al espejo y contempla su pelaje color plata. Se acerca un poco más para ver sus pestañas pintadas. Se mira sus patitas con las uñas rosa. Distraída consigo misma, el viaje se le hace corto. El ascensor se detiene en la terraza de modo suave. Se abre la puerta. Ve acercarse el helicóptero que la llevará al polígono. Ella es ingeniera experta en robótica e inteligencia artificial. Trabaja para el Departamento de Defena. Aldi ingresa al polígono de prueba final con colegas humanos y peones que comandan los disparos de armas inteligentes con la mente, gracias al implante de un chip cerebral. Aldi está detrás de una pared vidriada de alta seguridad observando las pruebas. Las armas funcionan a la perfección. Recibe un aplauso unánime de sus colegas. Luego, muestra en una pantalla gigante el plano de un nuevo dron de ataque que ha creado junto al equipo de trabajo que dirige, del tamaño de una nuez. Ella va a la delantera de cualquiera de los que trabajan en su área. Los robotistas quedan impresionados: esos drones se pueden reproducir por sí mismos y con solo programar el objetivo en el chip implantado en el cerebro obedeciendo indicaciones, pueden matar en masa en segundos. 316 Cuando terminan de estudiar el prototipo en el plano, regresan todos a sus áreas de trabajo. Aldi se excusa diciendo que tiene terminar de hacer tareas en el polígono. Cuando el área privada queda desierta, ella toma asiento y mira la imagen del pequeño dron ampliada. Cierra por dentro todo el polígono. Se dirige hacia las armas de última generación que acaban de probar y toma varias al azar. Las coloca en los soportes para disparos automáticos. Camina hacia la zona de objetivos y se coloca como el único. Esas armas ya pueden manejarse con telepatía, pero es la única que lo sabe. Y les ordena que le disparen. Gran silencio. Aldi sonríe: las armas quedan obsoletas ante el ADN villánico. A la hora del almuerzo, Aldi va al comedor y se sienta a la mesa del personal jerárquico. Los demás ya están comiendo, en su mayoría machos cis de la especie humana. Ella ve su plato servido pero le faltan los cubiertos. Uno de los hombres le dice burlonamente: — ¿Para qué querés cubiertos si sos una perra? 317 318 Virósica tiene veinte cadáveres en su laboratorio. Están colgados de los pies, uno de ellos decapitado. Debajo del cuerpo sin cabeza hay un recipiente para juntar la sangre, no porque sea útil, sino para no ensuciar el piso. Ella y su equipo están investigando cómo lograr la supervivencia del Adenovirus 36 en cuerpos muertos. Virósica, de adulta, invariablemente ha medido 1,85 m y pesado 54 kilos. Sus colaboradores también son y han sido delgados, condición imprescindible para pertenecer a su equipo de trabajo, ya que eso descarta en gran medida la presencia del adenovirus en sus cuerpos. Aun así, se les habían efectuado exámenes para corroborar su ausencia; ninguno lo portaba siquiera de modo latente. Para Virósica el experimento va demasiado lento en relación a sus expectativas. También nota cierta hipocresía social porque, por un lado se luchaba por la aceptación de los cuerpos en todas sus presentaciones, incluida la grasosa, pero apenas se filtró por fuera del ámbito científico que la obesidad 319 podría ser producto de un adenovirus, todos querían una vacuna para ser flacos. El laboratorio, escondido en el fondo de una droguería que sirve de pantalla, tiene un sector aislado para cuarentenas en la parte trasera. Nadie sospecha de Virósica yendo hacia esa zona ya que es la única autorizada para ingresar. Muy tranquila, mientras los demás se concentran en los cadáveres, accede a las muestras y las aspira. No escatima. La inmediatez de la virulencia es impactante: empieza a engordar de a 20 kilos. Su cuerpo se agranda y agranda, lo que llama la atención de sus colegas y asistentes que corren a detenerla. A medida que se le acercan, ella los tira contra las paredes con una fuerza descomunal. Otra parte del equipo de trabajo se queda escondido tras los cadáveres o mirando anonadados. Virósica sigue aumentando y aumentando de peso: la grasa le rompe un poco la piel, provocándole estrías que a ella le parecen muy sexys. La ropa se le explota: su pantalón largo ahora es un short, la bombacha rosa de encaje es una tanga, la camisa es top y el guardapolvo una torerita. Debe pesar más de 270 kilos. Al caminar, cada paso se oye como de plomo. Inhala profundo, exhala sobre sus ex colegas y les contagia el adenovirus al instante; cada uno engorda unos 20 kilos en segundos. A medida que va saliendo del laboratorio y de la droguería contigua, exhalando con ímpetu el aire 320 infectado, se oyen los gritos de horror de las personas ante el estupor de verse gordas. Ya en la calle, contagia el adenovirus a los transeúntes y la ola de gritos no falla. Camina con pisadas lentas dejando un acopio de obesidad a su paso. Al atravesar la ciudad, la población aumenta su índice de masa corporal de modo alarmante. Va a una tienda de ropa XXXL, atendida por personas gordas de toda la vida. Al ver a la obesa con el short deshilachado y el top que deja rollos enormes a la vista, se deshacen en halagos. Consigue los leotardos con strapless más brillantes de color rojo con bordes rosa chicle. Se ve realmente bella. El pelo negro voluminoso le llega a las caderas, uno de los efectos secundarios del adenovirus en exceso. El otro efecto secundario es que facilita la reproducción sexual de las plantas, también a un tiempo acelerado, por lo que así como aumenta la densidad grasosa poblacional, también la ciudad se llena de más, más y más vegetación. Yendo hacia el laboratorio de Abortiva, pasa por una clínica de rehabilitación de bulimia y anorexia, y les exhala Ad-36 a unas pacientes hospitalizadas, que al aumentar 20 kilos se ponen a gritar de horror. Algunas se meten los dedos en la garganta y Virósica se les ríe en la cara muy malvadamente. El índice de masa corporal de ellas luego de inhalar el adenovirus es normal, pero se sienten tan gordas 321 que quieren morirse más que cualquiera de los otros infectados. Esa media cuadra huele a los vómitos que emanan de la clínica, a pesar de las nuevas flores fragantes. Continuando con su paseo, Virósica llega al laboratorio de Abortiva. Para ingresar hay que subir escaleras angostas con llamativas telas de araña en el techo y recorrer pasillos también angostos. Queda un poco comprimida entre las paredes. Todo retumba a su paso. El laboratorio de reproducción asistida es un poco extraño, hay sombras de substancias en las paredes y pelo humano. Muchos de los objetos que están en una repisa más bien parecen de un garaje. Sobre una mesada se ve un bulto, un gato con antifaz y capa negros. Debajo de la capa se extiende una patita hacia una bolsa de papel con caramelos de goma, saca uno y vuelve a esconderla. Abortiva, feliz de que Virósica visite su espacio de trabajo por primera vez, la acerca a una máquina llena de polvillo donde guarda a un alien. Lo robó de un laboratorio donde trabajaba hace quince años. Es un ser de un metro, lo más discreto que podía robar, los demás eran el doble de altos. Sin pedir permiso, Virósica aprieta un botón y se abre la cápsula de criopreservación. Se acerca al alien y le exhala el Ad-36. Él engorda igual que en general los humanos, de modo armónico. La diferencia es que no se horroriza, aunque sí queda contemplándose el cuerpo nuevo. A los pocos minutos 322 empiezan a manifestársele efectos secundarios propios de una composición genética distinta: lanza fuego por la boca, manos y pies. Se aprecia que es discreto y respetuoso cuando se da cuenta que no es conveniente que intente probar el alcance de su nueva capacidad porque prevé que es más potente de lo que se sugiere. El efecto secundario de las plantas es cada vez más impactante. La ciudad se transforma en una jungla a gran velocidad. Al reproducirse de modo exponencial, trepan los edificios por los ladrillos y ventanas, dejando todo a oscuras. Las personas quedan atrapadas, para abrirse camino y salir tienen que hacerlo con grandes cuchillos de cocina a falta de machetes. Abortiva tiene más de mil embriones recién hechos, pero se implanta menos de la mitad en el útero. Se inyecta progesterona artificial para que prendan. A veces toma pastillas para no vomitar. Solo se pone un corpiño bien armado, botas y un sobretodo. Al principio se hacía inseminaciones artificiales, pero pronto se le acabaron lo óvulos. Ahora prepara los embriones con fecundación in vitro. No los hace con inyecciones intracitoplasmáticas porque sería muy lento. Los nuevos gordos gritan, corren o lo intentan, como si así pudieran escapar de la grasa. Al toparse con sus propios reflejos en los pocos vidrios de locales comerciales o entradas de edificios que están aún sin cubrir por la 323 vegetación, quedan inertes de pie agarrándose la cabeza y gritando con desesperación mientras no pueden quitar la vista por el estupor. Muchos de ellos van a sus casas con vergüenza para encerrarse y que nadie los vea, pero gritan más cuando ven que sus familiares o parejas ahora también son obesos deformes. Es la ciudad de los gritos. Las personas delgadas corren despavoridas por la ciudadjungla en busca de refugio y cuando se topan con alguien gordo, corren en dirección opuesta o más rápido, por miedo a un posible contagio por vía aérea. Los gordos son una plaga, por el hecho de respirar, estornudar o toser ya expanden el adenovirus. Dos grupos de flacos se organizan a contrarreloj y arman un pequeño ejército con los cuchillos que tienen a mano, armas con inteligencia artificial y barbijos. Los gordos salen sin máscaras. Una mujer delgada se corre accidentalmente el barbijo unos segundos al querer ayudar a un flaco caído, un nuevo gordo pasa por al lado y ella se da cuenta que ha sido contagiada. Se levanta furiosa con 10 kg de más en su cuerpo y lo persigue golpeándolo con un palo por la espalda hasta matarlo. Sabe que tiene que disimular con ropa esa grasa que ha aumentado porque si no también querrán eliminarla. 324 Alien Fuego, Gato Venenoso, Virósica y Abortiva caminan por la ciudad-jungla vacía, van por el medio de la calle. Cuando llegan a un restorán, Alien se queda afuera porque no come. Arma medio loto, ahora no puede hacer la asana completa debido a su sobrepeso. Levita a unos 2 m del suelo para meditar. Con el fuego que le sale por la boca, manos y pies, arma un círculo a su alrededor para que nadie lo moleste. Se deja hipnotizar por el movimiento. A sus nuevos amigos no les parece bien que se encierre en sí mismo, pero les cae simpático, así que lo dejan tranquilo. Se dieron cuenta que era un ser muy solitario y pacífico, también un poco neurótico porque el fuego no era necesario para aislarse. El alien está muy conforme con el efecto secundario de su nueva grasitud. Virósica, Abortiva y Gato Venenoso se sientan a la mesa de un restorán de comidas por kilo. No hay personal debido al caos por la súper pandemia. Virósica se sirve un poquito de cada cosa vegetariana que hay, Abortiva arroz blanco con queso rallado por las náuseas del embarazo múltiple, y Gato Venenoso un té verde con cheesecake. El felino se sienta sobre la mesa y huele el té, sabe que está muy caliente, así que espera y mientras tanto mordisquea la torta. Abortiva cruza los brazos y lo mira: — ¿Por qué te pusiste esa capa y el antifaz? — Quiero parecer un súper héroe. 325 Ella sonríe. En eso irrumpen un montón de flacos con barbijos que quieren eliminar a Virósica. Ella no se mueve de su silla, los mira con toda la paciencia que puede. Abortiva se toma una pastilla y vuela hacia lo alto con mucho encanto y estilo, con una pierna flexionada y la otra estirada. De golpe, su feminidad cis se ve potenciada cuando abre las piernas, no tanto como las parturientas habituales, sino más sutil, estilo princesa de vulva rosa, y ametralla con embriones a todos los flacos que se acercan a matarlos. Gato Venenoso se había escondido debajo de la mesa apenas entraron todos, se sacó el antifaz con una patita y con sus uñas cortó la cinta que ataba ambos lados de la capa a su cuello. De un salto le muerde la pantorrilla a un flacuchento y le inyecta veneno. Cuando termina con ese, muerde a un par más, que mueren en segundos. Alguien quiere dispararle, pero Gato Venenoso es muy ágil. Se sube a una silla, a una mesa, a un mueble más alto y le salta al cuello a una rubia huesuda; le clava los dientes para agujerearle la arteria carótida y le chupa la sangre. Virósica está muy entretenida con su comida y toma agua. Cuando un hombre le apunta a la cabeza a la gorda mórbida, su arma con inteligencia artificial no funciona y Abortiva lo ametralla. Todos gatillan pero sus armas son obsoletas. Viéndose vencidos, los flacos enteros se llevan a un par de heridos y huyen. El gato salta a la mesa y su cheesecake está salpicada 326 con sangre, se da cuenta que es un buen aderezo, es su gran hallazgo gourmet del día. Abortiva tiene el sexo, las piernas y las botas ensangrentadas. El lugar está repleto de cuerpos sangrientos. Su arroz está arruinado. Se acerca al bufet de comidas calientes y ve que todo tiene salpicaduras rojas y le da asco. Camina detrás de la barra, hacia la cocina, para ver si encuentra algo. Ya no siente náuseas. Se acerca a la mesa de sus amigos con medio pollo a la parrilla y papas fritas. Sigue chorreando. — Sos sucia… — le dice Virósica. — ¡Pero callate, si tenías cadáveres sin refrigerar en tu laboratorio! — Ja, ja, ja. Mientras Abortiva se quita el sobretodo y se sienta encima, saca una jeringa de un bolsillo y se administra progesterona artificial. Luego agarra el pollo con las manos, se lo acerca a la boca y le da un gran mordisco. El gato come muy feliz. Disfruta su cheesecake. Lo bueno de la pelea es que le dio tiempo a su té para enfriarse un poco. — ¿Qué inyectaste esta vez? —le pregunta Abortiva. 327 —Morfina y arsénico. Esa combinación le hace muy bien a mi pelaje. Abortiva lo acaricia con el dorso de la mano porque tiene la palma grasosa: —Sí, es muy hermoso tu pelo. El gato la mira, le sonríe mostrándole los colmillos largos, fuertes y filosos y continúa comiendo. Cuando terminan de almorzar, se levantan y caminan entre los cadáveres fijándose de no tropezarse. Abortiva patea uno de los cuerpos cubiertos con su sangre uterina. El cadáver se deshace como polvillo, algo que solo ocurre con la composición humana, no así con madera o plástico, por ejemplo. Salen a la calle-jungla y Alien sigue meditando en su círculo de fuego: — ¡Gracias por ayudar! —le dice Abortiva con la voz fuerte y firme. El círculo de fuego se esfuma: — ¿Qué pasó? ¡¿Qué te pasó?! —le pregunta con asombro y sin discreción a Abortiva señalándole la sangre. Los villanos no le dicen nada, lo aceptan como es, un egoísta espiritual. 328 Científico Lotto tiene el control de la gravedad en su casa, es como estar en una nave espacial. No es atraído hacia el centro de la tierra para ser enterrado como los demás seres. Puede flotar, caminar y saltar con las manos dentro de su hogar. Un palacio minimalista antigravitatorio. Viviendo en un silencio casi absoluto, de pronto escucha un ruido contundente que viene de afuera. Trepa por un tubo de acero pulido ubicado en el centro del living que va desde la planta baja hasta el techo en el tercer piso. En lo alto observa hacia afuera: aprieta un botón y lanza una cápsula de plástico que se amolda al cuerpo invasor. El jardín que antecede a su gran bosque está repleto de humanos encapsulados. Científico Lotto va hacia otra habitación y cierra la puerta. Pasa la yema de su dedo índice derecho sobre una ranura y vuelve la gravedad habitual del planeta. Queda tirado en el suelo. La sangre ya no se acumula en la parte superior de su cuerpo. Se arrastra un metro con sus brazos musculosos ya que no puede caminar si no toma una pastilla, y tira de una palanca que abre una compuerta. Se acerca al borde y automáticamente 329 se desliza por una estructura al subsuelo, donde está su establo, y cae sentado por la inercia en una especie de carro de guerra romano enganchado al revés a un caballo robótico. Emprenden el viaje. Del otro lado del bosque vive Aldi. La perra galgo trans de pelo suave, porque usa shampoo sin sal. Casi murió una vez debido a un accidente muy grave, pero lograron colocarle los intestinos en su interior de nuevo. Las cicatrices no eran un único corte prolijo. Ella lo fue aceptando bien y se hizo un tatuaje ritual de dos dinosaurios carnívoros con las bocas abiertas en su abdomen, solo visible si vuela o si se para en dos patas. En su momento terminó en manos de un veterinario que por un lado temía por su vida, y por otro pensaba que, perdido por perdido, mejor experimentar, entonces aprovechó las circunstancias y le hizo un injerto: toda una hilera de alas de palomas. Él no las había matado, simplemente cada vez que iba de paseo encontraba cadáveres e iba rescatando las partes que podían reutilizarse. Aldi tenía unos catorce pares de alas en su lomo. Con el tiempo pudo aprender a usarlas y volar, ayudada por su bajo peso y dedicación práctica. Sin embargo, dos alas no consecutivas no funcionaban y otra andaba a media marcha. Ella, con el tiempo, fue agregándose cosas, como por ejemplo grandes pestañas permanentes. En su salón de belleza habitual ofrecían el servicio de implante de pestañas bien 330 negras, extra largas y muy arqueadas. Más tarde también se hizo una cirugía estética reemplazando las alas de palomas por grandes hojas de filodendro mutado, con los huecos con membranas casi transparentes, para no dejar pasar el aire y poder volar. Ahora Aldi está sentada en una silla de madera tallada, forrada de terciopelo rosa con flores bermellón y hojas en distintos tonos verdes. Se está poniendo un poco de colorete en las mejillas frente a un gran espejo rodeado de foquitos incorporado a una mesa rectangular repleta de labiales, rubores, sombras para ojos, delineadores, algodones comprimidos y sin comprimir, glitter, apliques de piedras y extensiones de pelo. Gato Venenoso está sentado entre los elementos de belleza y la mira: —Te pusiste más de un lado que del otro. Aldi se mira y sí, es evidente. —Sacame un poco. El gato le quita el exceso y su patita queda de color rosa. Se la mira con desagrado. En eso, escuchan la puerta antigua de ingreso a la casa siendo golpeada por un dogal de bronce. — ¡Ya llegó Científico Lotto! —dice Aldi. 331 Ambos bajan la gran escalera de mármol, el gato con pequeños saltos y Aldi volando a pocos centímetros del suelo. Sus uñas pintadas de color salmón le quedan sutilmente preciosas. Al abrir la puerta, Científico Lotto está de pie, acaba de tomarse una pastilla para caminar. Su caballo se quedó al lado de un árbol. —Aldi. Gato Venenoso —dice entrando a la casa, cortante y serio como siempre. ― ¿Por qué no viene Caballo Robot? —le pregunta Aldi. Él no le contesta. Pasa a la sala, se dirige a la mesita con bebidas y se sirve algo con mucho alcohol. Se tira en un sillón verde lleno de almohadones repletos de galones, encajes y cintas de raso. —No tendrías que tomar whisky con la pastilla —le dice Aldi. Él deja el vaso con un golpe brusco sobre la mesita de madera. Se pone de pie. — ¿Quién va a empezar con la resonancia magnética? — ¿Qué resonancia? —pregunta Gato Venenoso mirando a Aldi. —Me olvidé de decirte que Científico Lotto nos iba a escanear el cerebro. — ¡Qué porquería! 332 —Bueno, no te escanees, pero acompañame. Los tres salen de la casa y van hacia el jardín que está a oscuras porque ya es de noche, solo hay pequeños faroles encendidos. Se acercan a Caballo Robot y Científico Lotto descorre una tapa que deja a la vista un hueco en el centro del animal. Aldi da un salto hacia el interior y se sienta muy elegante sobre sus patitas dobladas. —Ponete de costado, como si estuvieras muerta. Ella se incomoda. El gato ya se trepó al árbol contiguo al caballo, y observa desde ahí. Viendo que la cosa viene para largo, se sienta cómodo y cada tanto mira hacia el horizonte y entrecierra los ojos dormitando. —Recostate. —No me gusta la postura de los muertos. —Recostate para que te haga el estudio. Aldi con aires ofendidos, por fin lo hace. Se cierra la puerta metálica y queda dentro del caballo. Se prenden unos colores y números a un costado del lomo, en una plaqueta. En menos de lo que esperaba, ya estaba terminada la resonancia. Y vuelve a abrirse la compuerta metálica. —Solo tenés vanidad, estás muy sana. 333 Aldi sonríe y mira al gato en el árbol, tiene los ojos cerrados, pero a ella no le insulta que él no le preste atención, se mira las uñas de las patas delanteras. De pronto se oye un grito que hasta despabila al caballo: — ¡Qué te parta un rayo Científico Lotto! Desde la oscuridad se ven rayos muy tormentosos que llegan al cuerpo del científico, tirándolo al suelo. Tiene un leve olor a quemado. Intenta ponerse de pie y más rayos lo tiran. En el cielo aparece Centella y no puede parar su furia contra él. Aldi vuela entre ambos para interferir los rayos, se pone en dos patas mostrando sus dinosaurios carnívoros. Centella se detiene en seco. Gato Venenoso pone cara de fastidio y suspira, otra vez en medio de algo que no es de su incumbencia. Centella se enfurece más y tira rayos y rayos contra la tierra que salen a través de sus manos con todo su cuerpo retorciéndose en movimientos extraños. Los otros observan el ataque de ira con paciencia: Aldi apoya su cola en el pasto, cómoda; Gato Venenoso baja del árbol y se sienta al lado de Aldi; Científico Lotto trata de respirar y Caballo Robot mira un sapito y escucha a los grillos. 334 Neaphuni, llamado Humito, y Reina Cuarzo, viven en una cueva laberíntica literalmente de ese cristal de roca, excepto el suelo que es de arena suave. Hacia el fondo se va angostando hasta cerrarse en un punto. Podría decirse que Humito tiene forma de hongo, aunque con la base del pie más ancha que el sombrero, como si fuera un vestido. Mide 35 cm de alto. Se mueve a pocos milímetros del suelo o a toda la altura que quiere; puede pasar a través de las puertas por las cerraduras haciéndose humo. Reina Cuarzo es una mujer alta, delgada, con los pechos un poco fofos. Todo su cuerpo tiene mica y quemaduras de tercer grado, pero conserva intactos la boca, nariz y los ojos blancos lumínicos. Usa una capa de piel sintética de pelos largos también blancos con capucha. Puede hacerse invisible a los humanos a nivel óptico y/o al tacto. Puede atravesar la materia. Su gran problema es la falta de paciencia. Una vez, le metió la mano por la boca a una mujer que la molestaba hasta llegar al cerebro y le desacomodó los ojos 335 desde adentro: el derecho quedó mirando hacia arriba y el izquierdo hacia abajo. En otra ocasión Reina Cuarzo y Humito estaban en un lugar de mala muerte, ella sentada con su capa puesta y él en estado humo alrededor de su cabeza. A ella le dieron ganas de orinar y fue hasta el baño venido a menos a esperar como cualquier otra, aunque con más glamour. Una humana cis se coló diciendo una mentira, que entraba y salía. Reina Cuarzo al intuir que simplemente se había burlado para pasar antes, puso su cuerpo en estado invisible. Humito quedó en la parte interna de la capucha, sosteniendo toda la capa y ella entró al baño a través de la puerta. Efectivamente: la chica estaba lo más bien haciendo pis. Entonces Reina Cuarzo desenvainó sus uñas de 19 cm de la mano derecha, con la otra mano la agarró del pelo bien cerca de la cabeza, la levantó del inodoro clavándole las uñas en el pecho y luego en la garganta, tan rápido que ni siquiera alcanzó a gritar. La tiró en el inodoro boca abajo, con la cabeza mojándose en el agua sucia. Se paró de espaldas a la pared con las piernas abiertas a lado y lado del inodoro con la muerta debajo, y orinó. Se limpió con papel higiénico que asomaba del bolsillo del pantalón de la chica y lo tiró sobre la cabeza. Luego se lavó las manos bajo una canilla que perdía agua. Atravesó la puerta de nuevo y seguía la fila. Volvieron a la mesa, Humito bajo la capa y ella invisible. 336 Reina Cuarzo heterosexuales despierta que horror sentirían en los estimulado hombres su cis instinto penetrativo si ella tuviera otro cuerpo. No se lamenta por eso. Por ejemplo, ve a un hombre altísimo, delgado y desgarbado en una cita-cena con una simétrica mujer elegante, joven y simpática en su justa medida, no una ruidosa llamativa, entonces se vuelve invisible y va directo al pene. Así como puede atravesar paredes, con mucha más facilidad una simple tela de pantalón o una prenda íntima. Le pasa la lengua ancha desde los testículos hacia la punta, aún fláccida y luego se la mete en la boca. El asombro del hombre al percibir que lo estaban succionando le hace sentir placer e incredulidad. Su partenaire sigue hablando pavadas seductoras y él tiene el sexo cada vez más lleno de sangre. Se tantea con disimulo para ver qué pasa, pero solo nota la erección: Reina Cuarzo tenía su cuerpo invisible e intangible. Se introduce el pene hasta el fondo. Él no entiende nada. Tiene las manos estiradas sobre la mesa, apoyadas abiertas, y la mirada levemente hacia arriba; cierra los ojos y vuelve a abrirlos porque su cita sigue hablándole. Reina Cuarzo hace vacío en la boca y él eyacula. Ella se pone de pie, se gira y le escupe el semen a la chica entre los ojos mientras desenvaina sus uñas y le da un zarpazo en diagonal por las facciones preciosas; da un alarido y se toma la cara ensangrentada, desfigurada, llorando de dolor concreto. 337 El aviador no tenía el cuerpo muerto antes de que le retiraran el cerebro del cráneo. Luego de quitárselo, lo implantaron en la base de un árbol, entre las raíces de un roble y lo taparon con tierra. Otras veces se habían hecho este tipo de mudanzas, pero los órganos cerebrales no prendían y se pudrían. Él había llegado sedado oculto como carga en un burro. Encima suyo había una bolsa de arpillera que nadie sospecharía que contuviera material biotecnológico. El burro iba acompañado por un perro robótico con pelaje. Iban hacia un lugar en apariencia muy humilde pero que no lo era. Tras lo rudimentario se encontraban varios de los mejores neurocirujanos de ablación e implantes. El aviador se despierta. El cerebro está en contacto con la tierra, como si estuviera enterrado. Lo está. Su cuerpo humano ya no lo acompaña, su cuerpo ahora es un tronco, raíces que se interconectan con sus neuronas y de ahí a las ramas y hojas. Es el terror de estar enterrado vivo, pero con la 338 sorpresa de poder sentir a través de lo que percibe el árbol, que ahora también es él mismo. La tierra hacia abajo es casi tan dura como una pared, pero hay aire, tiene pequeños espacios, huecos milimétricos apenas perceptibles. Hacia arriba todo es aire. 339 340 Virósica Manzana Tortilla sin de cáscara. papas bien cocida al centro, limón y tomate sin condimentar. Bombas de papas con leche deslactosada, queso, pan rallado, claras de huevo, semillas, sal, especias con predominio de pimienta, salvado de trigo y avena con ensalada de tomate, ajo crudo picado, palta, limón y aceite de oliva. Licuado de naranja y perejil. Té verde. Té de hibiscus con pasas de uva. Té de manzanilla con cáscaras secas de naranja. Café con coco rallado. Frutillas y cerezas cortadas con coco rallado. Pizza. Milanesas de berenjenas. Milanesas de berenjenas con queso, tomate y orégano al horno. Sandwich de pan negro, queso en fetas y rúcula. Sandwich de pan negro con palmitos y salsa golf. Pan negro con ajo salteado y palta. Pan negro con un huevo frito. Zanahorias y remolachas ralladas para croquetas de lentejas. Helado de mantecol, sambayón con cerezas, strudel, frambuesa, lemon pie, mascarpone, banana, 341 flan, crema moka, almendrado, limón, frutilla y naranja con cascaritas. Una Sacerdotisa de la Abundancia api-ovo-lacto vegetariana. Virósica, Abortiva, Alien Fuego y Gato Venenoso llegan a la Logia Villánica situada a la orilla de un gran lago. Hay yuyos altos, muchos árboles. La casona principal tiene dos pisos y un ático. Claramente está deshabitada desde hace mucho tiempo. A la derecha hay otra casa, más pequeña, de madera, vieja, medio despintada por el tiempo y con parte del techo de la galería semi destruido. Está rodeada de arbustos torpes, algunos incluso un poco secos, situación que se revierte al instante cuando Virósica respira cerca. El gato, sentado, mira el entorno con las tres des: desconfianza, desprecio y desagrado. Alien Fuego enseguida se entusiasma con el ático. Abortiva cree que podría usar el sótano oscuro y húmedo. En realidad, nadie lo dice, pero todos 342 piensan tácitamente en la casa semi destruida para Gato Venenoso, por ser el más pequeño y liviano. —Si querés te ayudo a ordenar, puedo levitar mientras limpio, es un modo de meditación activa —le dice Alien Fuego. El gato sonríe, le causa gracia la inocencia del alien, pero a su vez también sabe que son ciertos los beneficios de meditar. El toxicólogo acepta encantado. Alien Fuego en ningún momento le pide ni sugiere que lo ayude a limpiar y acomodar el ático. Y el gato, por supuesto, no se ofrece tampoco. Virósica se sienta en la terraza de piedra de la casona de la Logia Villánica. Todo está repleto de polvo y de plantas que crecen entre las uniones de las piedras. Hay un poco de desorden también. Ella toma su neceser y un espejo pequeño para maquillarse. También usa uno más grande que encontró dentro y lo apoya contra el lado interno del balcón hecho de piedras. Se mira y decide retocarse el delineador de ojos. Entra de nuevo a la casona y revuelve un poco su baúl, encuentra su malla negra con volados en el pecho. Se desnuda y se la calza. Se ata su larguísimo pelo haciendo un gran nido con flores naturales. Baja las escaleras en traje de baño y con los pies desnudos. Mira hacia la biblioteca. Los libros están desordenados arriba 343 de una gran mesa de madera, sobre el parquet, en los sillones. Aldi lee epígrafes de un libro de fotografía. Virósica sale de la casona y el gris de la madera se ve en tonos rosa. Va hacia el muelle que da al lago. Abortiva y Alien Fuego están en el agua; ella flota boca arriba con su gran panza gestante y el alien la sostiene por debajo de los hombros para que descanse. Abortiva siente la presencia de su amiga y gira la cabeza, la llama con mucho entusiasmo. Virósica se tira en una parte profunda y moja todo el nido de pelos con flores que se le desarma. Su delineador de ojos es notablemente resistente al agua. A la noche, el alien hace una fogata contenida por piedras grandes donde se apoya una plancha metálica encima para asar verduras con queso. Aldi, Gato Venenoso, Abortiva y Alien Fuego, están sentados alrededor en sillas rústicas de madera. Virósica está sentada sobre un almohadón mullido puesto sobre un tronco grande. Conversan muy tranquilos. La noche tiene unas estrellas tan grandes como si el planeta se hubiera acercado a otra galaxia. 344 Abortiva De contextura delgada, alta, con el pelo hasta los omóplatos teñido de rubio. Dientes perfectos. Desde su descubrimiento científico de inseminación artificial / interrupción del embarazo a sus 27 años, invariablemente ha estado con el útero abultado. Ella en ese momento dejó de tener sexo vaginal con varones cis y, luego, debido a las molestias de los embarazos y de los abortos constantes, dejó de interesarse por cualquier tipo de práctica sexual. Como máximo, dejaba que alguien le hiciera masajes en la espalda, brazos y piernas. En cuanto a la alimentación, pasa de ascos leves, náuseas y vómitos, a los antojos, o sea de no comer o comer y vomitar, a comer compulsivamente muchas calorías en un periodo muy breve de tiempo. Su ánimo también es variable, pero dentro de todo es una mujer cis feliz. 345 Tiene embarazos múltiples de modo permanente, entre cien y mil. Más de una vez sus controles hormonales le fallan y de golpe sufre una decena de abortos. Entonces cada tanto también hace reposo y la tienen que cuidar llevándole paños húmedos a la cabeza y levantándole los pies. A veces piensa que se equivocó de especialidad, pero cuando todo marcha bien, ser una gestante que aborta es de las mejores sensaciones. Un día se empezó a quedar más y más en su laboratorio, con tanta pasión por lo que hacía e iba descubriendo que no veía cómo compartirlo con nadie. Cuando se empezó a alterar hormonalmente y a inseminarse, su pareja de ese momento no le creyó que fuera parte de un experimento. Al tema de los abortos podía entenderlo, pero en el fondo no. Menos que se dedicara a su rol de embarazada y no pudiera ser un ser sexual a la vez. Ella no estaba de acuerdo con él en ese punto: sí se sentía sexual, incluso más que antes. Su poder femenino y erótico estaba en su cénit. Ametrallar con embriones no tenía punto de comparación a estar frotándose con un pene durante cinco, diez minutos para un orgasmo que ella hubiera finiquitado con una fricción por fuera en un minuto y ya. Mejor ametrallar con abortos, que no le daban un orgasmo sino algo poderoso completamente distinto. La fuerza de los embriones al salir con tanto ímpetu eran explosiones de gozo, más si eran de a 346 cuatrocientos en una pelea. Hombres cis, adiós. Pijas, chau, que les vaya bien. Gato Venenoso no la entiende del todo, pero Aldi la admira. Le encanta ver sus maquillajes, sus tapados. Uno de sus sueños es que Abortiva le muestre todo lo que tenga en su casa particular. Aunque la casa de ella solo es una habitación más de su laboratorio. Aldi la observa y sueña. Gato Venenoso mira de lejos con cara seria, la respeta como científica, pero a su vez le parece muy extremo lo que hace con su cuerpo. Si bien él tiene venenos con los que no nació, que son producto de su trabajo como toxicólogo, no padece ningún efecto secundario. Para Abortiva es más cómodo estar semidesnuda, así que casi siempre anda en tetas, bombacha y descalza por el jardín descansando sus embarazos. Claro que a veces la vagina le queda un poco irritada luego de ametrallar. Lo ideal son entre cien y cuatrocientos embriones, porque si son más, su canal de parto le queda como si hubiera parido un bebé de 7 kilos. Cuando su panza no está tan grande, Gato Venenoso se le sienta encima de las piernas y ella lo acaricia, es la más cariñosa. Además, se calma con él cerca. Abortiva a veces se levanta de noche con contracciones y empieza a caminar por la casona con camisón largo doblada a la mitad y el gato la acompaña aunque no sabe bien qué hacer. 347 De no interrumpir todos sus embarazos, tendría unos 200.000 hijos biológicos y muchos más que esos como gestadora uterina. De ninguna manera hubiera podido parirlos a las cuarenta semanas. Ni siquiera a uno solo de todos ellos. Por otro lado, el sexo de Abortiva no es ningún misterio para nadie. Cuando se defiende o ataca, las personas miran hacia arriba y ahí está la vulva ensangrentada, a veces completamente lisa, otras con poco pelo y otras tan velluda que tapa todo. El desconcierto de los ametrallados es tal que muchos han muerto sin entender qué pasaba. Una noche que salió a un bar con Virósica, Gato Venenoso, Aldi y Alien Fuego (el más pudoroso, tal vez por venir de otro planeta), Abortiva se sacó el sobretodo ya sentada, dejándolo caer por el respaldo hacia atrás. Tenía puesto un corpiño para amamantar con apósitos porque a veces se le descontrola la prolactina, y una bombacha grande, también con un gran apósito. Y se pidió un vaso de lo más fuerte. El gato y Aldi se miraron como si estuvieran en presencia de una alcohólica y no de una gestante que acababa de abortar. Alien Fuego no opinaba y Virósica pensaba, para su tranquilidad, que por lo menos estaba limpia y no chorreando sangre por todo el bar, que era muy lindo, dicho sea de paso. Bien bar nocturno sexy, con butacas y luces rojas. En ese lugar eran todos gordos, se notaba que lo eran desde antes de la súper pandemia y que les importaba una mierda. 348 Hay momentos en que ella se siente tan mal a nivel corporal al ser gestante, que desea morir. Virósica le ha dicho que hay un problema hormonal básico que no ha resuelto, que esos malestares podrían evitarse por completo. Parte del nuevo trabajo que quiere emprender en el laboratorio tiene una arista a investigar con Abortiva: estudiar a los embriones como virus. De tener ese tipo de estructuras, serían mucho más pequeños e igual de dañinos, incluso peores. Simplificar el proceso para que no tenga que fecundar nada, que se implante virus y luego los dispare, lo que incluiría que haya menos uso de sangre, así ya no tendría que hacerse transfusiones. Tantos embarazos la confinan a su cuerpo y a no poder ver mucho más del entorno. Si no fuera Abortiva, ¿quién sería? Como guerrera es fulminante. ¿Miedo al vacío? No, ella vive en una gran náusea. 349 Gato Venenoso Gato Venenoso fue discípulo del científico Araki. En su jardín había más serpientes que en la selva. Convivía con ellas para observarlas de cerca como un botánico contemplando las dos primeras hojas de la planta de melón, tan diferentes a la tercera en salir. Araki iba al jardín con el gato y le enseñaba todo lo que sabía sobre serpientes y venenos. Era un excelente toxicólogo. No quería dañar a los ofidios durante las investigaciones, por eso prefería tenerlos en su hábitat, pero sí los abría una vez muertos para estudiarlos. Araki creaba sus propios sueros antiofídicos. En una parte del jardín, ya no jardín sino caballeriza con campo, tenía unos siete equinos con los que trabajaba. Araki era antiveneno y el gato, venenoso. Eso no les trajo problemas, al contrario, el científico humano estaba muy orgulloso de que su discípulo hiciera su propia investigación. 350 La diferencia entre un ofidio y Gato Venenoso es que él puede controlar la cantidad de veneno y la calidad del mismo en cada dosis para asegurarse de producir la muerte. Al principio como una yarará, una cascabel y una coral todas juntas, pero después se fue alejando de los ofidios para inocular otro tipo de venenos, como arsénico o cianuro con un opiáceo común, morfina. Gato Venenoso estaba acostumbrado a estar sentado en la mesa del jardín junto a un canasto con frutas y que de pronto apareciera una serpiente. Convivían de modo armónico. Además, Araki era tan amoroso con ellas que cuando una se lastimaba, él la curaba y la dejaba estar en su propia cama con cuidados especiales. Las serpientes entraban y salían de la casa todo lo que querían mientras no se subieran a la mesa de trabajo. Gato Venenoso creció rodeado de respeto. Araki había construido un estanque lleno de plantas acuáticas, sobre todo juncos e irupés. Algunas partes de cemento del estanque sobresalían como en una fuente. El gato tenía cinco años cuando el humano cayó muerto casi a la sombra de su árbol preferido, un mandarino muy sencillo. Ahí se quedaron todos en silencio contemplándolo. Los árboles colindantes lo cubrirían con sus hojas y la tierra lo absorbería. 351 El gato entra a la biblioteca de la Logia Villánica arrastrando dos cosas alargadas, las lleva con sus dientes. Los demás estaban relajados leyendo. Todos se levantan al vuelo a mirar. Eran dos máscaras de cocodrilo, más divertidas que realistas. Virósica camina con todo su peso hacia el espejo grande probándose una. Alien Fuego se prueba la otra. Aldi mira divertida, pero no le dan ganas de ponerse algo tan grotesco. —Las encontré en la casita desvencijada. —Pero si yo te iba a ayudar a acomodar —dice Alien Fuego. —No estaba acomodando, quería ver qué había. Estaban dentro de un baúl. Virósica no se quita la vista del espejo: —Me encanta. En otro momento de exploración, en la parte del fondo de la casona, Gato Venenoso encuentra un pequeño cementerio, hay unos leones custodios de mármol con cuerpo de varones humanos cis muy musculosos y con grandes alas de murciélago. Le parece un lugar tranquilo. Se para en la cabeza del león, aunque tal vez sea un dragón que le quedó un poco mal al artista, y observa. Bonito cementerio con flores silvestres y yuyos. Bastante bien para dormir. 352 Gato Venenoso camina entre las tumbas y se queda de pie ante una de las pocas lápidas. La lee y fantasea con la suya. Por ironías del destino, una mariposa se posa ahí. Al menos no era un colibrí o un gorrión porque enseguida le dan ganas de cazar. El gato sale del pequeño cementerio campestre y sigue recorriendo a pasos muy tranquilos el resto del fondo de la casona mientras piensa en su nuevo laboratorio de toxicología. Aldi y Gato Venenoso van silenciosos hacia la cocina, que es el lugar más limpio de la Logia Villánica. Él abre un mueble con puertas de vitreaux, adentro está repleto de platos, de los tamaños más variados, todos distintos, pintados a mano. El gato da un pequeño salto y se mete en el interior para ver más de cerca. —Yo quiero comer en este —dice señalando con una patita un plato redondo con bordes de color rosa saturado y una flor con muchas hojas en el centro. Aldi se sorprende: — ¿No te gusta más el que tiene el pez? —Es muy alargado. —Claro, para peces muertos. Queda pensativo: 353 — ¿No me dirás eso porque vos querés este plato? —No, a mí me gusta ese del loro que se hamaca. —Virósica seguro elige uno que solo tenga colores, más abstracto. — ¿Te parece? —Sí. Este azul con turquesa. — ¿No es muy oscuro para ella? — ¿Y este? Gato Venenoso está sentado en un árbol cubierto de enredaderas y rodeado de más árboles en la parte de atrás de la casona principal. Se le va la mirada cada vez que ve volando fugazmente algún pajarito. De pronto ve a uno en una de las ramas, en el extremo más finito. El gato lo mira, se acerca lentamente. La rama aún no desciende por su peso, pero casi. El ave vuela como si nada a otro extremo de otra rama del mismo árbol. Ante la facilidad del ave de volar de una punta a otra punta con un par de aleteos, el gato se ve pesado, torpe e incapaz: no puede saltar de un extremo finito a otro en lo alto de un árbol. 354 Alien Fuego Cuando él y los suyos vinieron planeta no era primera al Tierra la vez, pero algo en la atmósfera había cambiado, lo que desestabilizó la nave. No tardaron mucho en caer precipitadamente. En esa época, Abortiva trabajaba en el laboratorio que encontró los restos. Ella y su equipo se apropiaron de los cuerpos muertos y de los sobrevivientes. Al poco tiempo, ella robó a Alien Fuego para su propio laboratorio y durante quince años lo tuvo criopreservado. Él. En realidad no tiene género, la reproducción no es sexual en su especie. Le cuesta entender que los humanos se refieran a todo lo que los rodea de modo binario, como dando a entender que la reproducción es un punto imprescindible para ellos, incluso si no les interesara generar crías. Supone que el concepto existe porque sí o sí se necesitan binariamente para reproducirse, pero no sabe. 355 Entonces, en una charla con sus colegas y amigos, hablan sobre eso. Él no se siente él. Tampoco ella. —Elle me parece demasiado femenino… —dice Alien Fuego. —Ellu —dice el gato. —Ellu, cuerpu… ¿No es muy complicado? — ¡Elli! Él no come, así que a veces se sienta a la mesa con sus amigos a charlar, pero piensa: ¿otra vez van a comer? Le causa gracia percibir que los otros se la pasan comiendo, bebiendo esto o aquello y bueno, un rato algunas veces sí se sienta mientras ellos lo hacen, pero no cada vez, así que aprovecha y se pone a meditar. Alien Fuegi tampoco entiende para qué se encierran en los baños. Cuando le explicaron no entendía del todo. Le resulta extraordinario que debajo de esa apariencia lisita de la piel tuvieran tantos órganos con tanto líquido. Él no tiene nada adentro, es así como lo ven. El recuerdo más oscuro de su vida es en su planeta, cuando lo separaron de sus hermanos. Eran hermanos de brotes: a partir de gajos y de ahí se desarrollaban. No como si se cortaran un brazo y de ese brazo creciera otro ser, era un poco más complejo. A los distintos gajos los separaban para distintas 356 funciones. Pero para ellos es dolorosa la separación o lo fue para Alien Fuegi. Esa separación, esa diferenciación. Más que nada porque a él le tocaba ser un místico y a los otros ser sus esclavos, de alguna manera. Por lo que sabía, ellos se sentían plenos construyendo naves de vuelo e inmersión, pero él prefería no aceptar eso. Prefería una vida más sencilla, no con la obligación de. En ese sentido, ahora se siente en paz con ese tema viviendo con sus amigos, donde cada uno había elegido ser científico. Cuando se despertó de golpe en el laboratorio que lo capturó luego de que su nave se estrellara, no entendía dónde estaba y los tres científicos que lo rodeaban, dos hombres cis y Abortiva, estaban con sus armas en alto, asustados. Fueron capturados de modo muy trágico. Un par de sus hermanos murieron por el impacto, pero a los que sobrevivieron, los usaron como elementos investigativos. A uno de ellos lo cortaron y lastimaron para ver qué tenía adentro, pero las partes cortadas y las desprendidas generaban raíces, o sea, nuevos seres, aunque sin cuidados no podían perdurar. Esos cortes en sus cuerpos que generaban raíces eran muy pero muy dolorosos. Una de las peores formas de morir. Cuando alguien se corta en su planeta, enseguida le quitan las raíces y vuelven a unir los tejidos, sino eso los mata en medio de dolores espantosos. Su hermano sufrió mucho. Los humanos no sabían qué hacer ni con los gajos ni con los cortes corporales 357 y tampoco dejaban intervenir a los otros capturados. Los demás enseguida fueron crionizados. —Es verdad. No sabíamos qué hacer con el sufrimiento de esos aliens, más que nada uno de ellos. Y ustedes nos decían, pero estábamos muy asustados, desbordados. De cualquier manera, sé que para vos debe haber sido eterno, pero para nosotros fue muy rápido, a los pocos minutos ya estaban muertos. Nosotros no sabíamos cómo proceder. En esa época yo ya había empezado a experimentar en mí misma con los embriones, así que estuve unos cinco meses más y me fui, pero antes te robé. No pude con los otros aliens capturados porque eran muy altos, vos eras el más pequeño de tamaño. Estaba planificado eliminarlos. — ¿Por qué no me descrionizaste en 15 años? —No pude, era mucho para mí. Virósica fue la que al verte no dudó. — ¿Qué pasaría si vinieran a buscarte de tu planeta? —le pregunta Virósica. —Me quedaría con ustedes. Mi vida ahora es con ustedes. Abortiva, Virósica, Gato Venenoso y Aldi sonríen. 358 Científico Lotto Lotto y Centella se reúnen para conversar en una de las salas de la Logia Villánica, a modo de territorio neutro. Es una habitación bien grande que podría ser propia de él tiene pocos algo inusual porque muebles, en esa casona abarrotada de objetos. Hay dos sillones sin gracia, forrados de gris, un espejo grande, puertas y paredes revestidas de madera. Piso de parquet y una mesita con una pequeña lámpara y otra ratona. Grandes ventanales con cortinas, uno abierto haciendo circular el aire de la tarde. El sillón es de dos piezas colocadas casi juntas. Él se sienta en el extremo de una. El techo tan alto hace sentir más el silencio de ambos. Ella está cerca de las cortinas que vuelan levemente y se concentra en el movimiento. Por lo menos es algo. Él no quiere hablar con Centella, pero ahí está. Ella tampoco quiere hablar, le fastidia que tengan que aclarar cosas. 359 Centella se va poniendo nerviosa a pesar de que el vuelo de las cortinas la relaja al distraerla. Pero el nerviosismo se le va trasladando a pequeños sacudones eléctricos en el cuerpo y empiezan a notarse los chispazos. Era ridículo que quisieran hablar porque Centella lo odiaba con todo su ser. Al ponerse nerviosa vuela por la sala de un extremo al otro. Científico Lotto sigue sin decir nada, pero quiere que ella se siente. Él percibe su propia confusión. Cercana al techo, flotando, Centella va acercándose de a poco a Científico Lotto. Él dice: —A los demás no les interesa lo que nos pasa, porque las cuestiones de pareja les parecen algo totalmente ajeno. Centella sonríe cínica con un leve enojo: —Son unas amebas. —No, son más cuánticos. Centella baja al suelo al costado del ventanal abierto, se detiene a mirar hacia afuera diciendo en voz baja y con burla: —Cuánticos… —De pronto, se acerca caminado enfurecida hacia él—: ¡¿De qué me estás hablando?! 360 Lotto baja la cabeza y recuerda que debería haberse tomado otra pastilla para caminar. Ya siente el hormigueo en la parte baja de la columna y en las piernas, que es el anuncio de que en breve no podrán sostenerlo. Saca el blíster del bolsillo de su camisa y se traga una sin agua. Centella escucha a los pájaros de afuera, eso le recuerda que de noche oye a los murciélagos que viven próximos a su guarida. Él se asegura de poder ponerse de pie. Va hacia Centella al lado de la ventana. Le toma una mano. Ella pone cara de fastidio. Lotto tiene miedo porque imagina que al mirarla no encontrará el desprecio que siente sino a una desconocida. Se toman de las manos y baja la electricidad de Centella. Se miran a los ojos. Él lo confirma: no sabe quién es. 361 Aldi Aldi adora mirar a mujeres humanas que usan labiales, tacos altos, vestidos de microtul y perfumes con mezclas de flores exóticas. Elegantes, delgadas. No es que Virósica le parezca fea, pero sí. No entiende porqué inhaló el Ad-36 con lo flaca divina que era. Ahora le parece un poco deforme con tanta fofosidad. La deprime un poco la dejadez del jardín de la Logia Villánica, que no corten el pasto que crece más rápido por las respiraciones de Virósica. Aldi ni loca haría tareas de jardinería, pero bueno, le gustaría que alguien las hiciera. Adora estar en la galería de madera, sentada en una silla blanca tomando té con una o dos masas, no se permite más que eso. Come tranquila, despacio, para que le duren más tiempo, y para que sea más glamoroso. Cuando llueve se queda en el 362 patio de luz, que es bien grande. Y ahí se come tres masas. Cuando está un poco más fresco excusa a su apetito. Aldi estaba fascinada con las teteras que había encontrado con Gato Venenoso y cada tarde de té en hebras elegía una distinta: una con mango de madera, fondo beige con flores un poco infantiles en tonos naranja; otra con mucho negro y flores azules, grises y amarillas; otra con mucho rosa y blanco y mango de bambú; otra turquesa con una mariposa en la tapa; otra romántica con blanco, dorado y muchos corazones. A veces compartía la merienda con Gato Venenoso, Virósica, Abortiva y Alien Fuegi. Ellos hablaban mucho y por momentos, superponiéndose. Alien Fuegi no comía ni tomaba nada, pero le gustaba servirse una taza de té para olerla. Abortiva a veces no podía probar ni una masa y otras los demás la miraban de modo frenativo, para que no se las comiera todas. Virósica comía masas mientras también tuviera té, a veces se podía servir tres tazas. Aldi flores sobre flores. Su habitación en la Logia Villánica tiene viejos pisos de madera de color hueso con la pintura un poco saltada. Es una de las habitaciones más luminosas. A veces extraña su mansión, pero está muy bien en esa casona comunitaria de elite porque no cualquiera puede vivir ahí. Le deleita la exclusividad de esa pertenencia. 363 Centella Sus pies tienen tacos aguja. Solo viste una malla color champagne tan escotada que le deja los pezones al aire. Tiene unos diminutos pechos que al estirar el torso o levantar los brazos quedan planos. Cuello largo y pezones oscuros con la piel arrugada, hasta dejar una punta redondeada que si se ampliara con un zoom sería igual a la cabeza de un pene sin prepucio visto de arriba. Delgadísima, por lo general con el pelo hasta los hombros. Cintura pequeña, cadera pequeña. Mucho vello púbico azul violáceo tornasolado que le sobresale de la malla. Las uñas largas de sus manos, cortas en comparación a las de Reina Cuarzo, son naturalmente de color beige. Todo su ser bulle de electricidad. De un solo salto de tres metros de alto para sacudirse, expulsa centellas de todo su cuerpo como la más peligrosa de las tormentas. 364 Centella puede volar rapidísimo sobre un lago o el océano y enviar rayos que maten a cientos de peces y queden flotando en la superficie. Por el gusto de matar. Porque para cazar ella se sumerge de cabeza y atrapa a un pez con los dientes para salir del agua al instante y devorarlo sin usar las manos, solo lo tritura a medida que lo traga. En el esplendor de su poder, ella se para con ímpetu en lo alto del aire con las piernas abiertas un poco más del ancho de sus caderas, los brazos al costado de su cuerpo mirando hacia lo lejos con sus cabellos volados por el viento sin control. Centella ama la lluvia torrencial luego de un calor sofocante. Ama el sonido de dos nubes al chocar, el olor a quemado. Se arrepiente de no haber matado a Científico Lotto. Está orgullosa de sentir que podrá hacerlo algún día; aunque ya ha fracasado en eso, es como errar un tiro: sigue disparando. 365 Reina Cuarzo Su luego vuelve cueva del a auto-lumínica, aparente final, ensancharse y bifurcarse. El suelo de arena retiene la humedad. Por fuera, es un gran glaciar que bordea montañas nevadas. Ella observa desde lo alto del agua congelada cubierta con su capa con capucha. Reina Cuarzo tiene un poder de seducción al caminar, al mirar y respirar que sobrepasa cualquier experiencia con la piel. Con esbozo humanoide, más un cisne sin plumas que una humana. Adentro de su cueva de cuarzo, apoya las uñas cortas sobre el cristal, las desenvaina y afila. La pared siente los rasguños como si fuera el lomo de un animal acariciado. Reina Cuarzo un día originó un incendio con éter en un bosque. Se paró frente a la columna más grande de fuego y entró caminado con sigilo pero decidida. El fuego se prendió 366 a su piel, quemándola, pero no a los ojos, que brillaban como dos luces. Atravesó el fuego hasta el centro del bosque, allí la flora y la fauna estaban intactos, aunque los animales corrían asustados. Al verla se calmaron. Se sacudió para apagarse, como un oso polar se sacude para quitarse el agua. Se acercó a una rama pequeña encendida, la tomó con sus manos y la agitó un poco para apagarla y le dio la bienvenida a Humito. 367 Humito Es como una nube, aunque sus moléculas no son de agua, no tiene esa humedad. Es más como el humo del fuego, aunque tampoco es tan seco. Cuando está compacto es blanco blando. Muy liviano, casi no tiene masa. Es inmortal. Él se divierte con su gran amigo Gato Venenoso. Por ejemplo, un día que el felino estaba trabajando con veneno de abejas en una colmena al aire libre, una lo picó y él dio un maullido muy realista pero también muy gracioso. Humito estaba con Aldi y se rieron mucho. Al principio los dos pusieron cara de asombro porque no entendían qué pasaba, pero después se empezaron a reír: Gato Venenoso inyectado. 368 Cama Ortopédica —Cuando alguien está en coma irreversible y le leen un libro, en realidad solo me leen mí. No a quieren aceptar que en ese momento soy un cementerio portátil. Pero algo que realmente me asombra son los humanos que no usan ropa interior. — ¡¿Qué?! —le pregunta Humito. —No usan ropa interior. Así en culo sobre mí. Les ponen unas batas pero no tapan todo. —Lo bueno es que muchos culos humanos parecen suavecitos —dice, dándole un sorbo a su café con leche y dejando la taza blanca sobre un pequeño plato blanco. —No tan suavecitos. Son muy culos. Los dos se ríen al unísono. 369 Humito unta su tostada con manteca y Cama Ortopédica sigue confesándose: —Es un poco incómodo cuando algunos dejan de respirar, otros casi no te das cuenta. Sé que están muertos porque los veo sin el cuerpo. — ¿Ves el aura de la gente? —pregunta, y da un mordisco crocante con secuelas de pequeñas migas. —Sí, pero cuando están encarnados. — ¿Pero ves el aura de la gente así como me ves a mí? —Con más transparencias, es como si vieras un pedo. — ¿Ves pedos también? —La verdad que no, así que cuando algún humano se tira uno no puedo saber quién fue. Se ríen al unísono de nuevo. —Estás mucho con muertos humanos. —Más que nada con enfermos. — ¿No te da asco? —No. —A mí me daría asco. Humito unta su tostada con mucha más manteca que la anterior. 370 —A una señora con cáncer una vez la maquillaron para levantarle el ánimo. Se estaba muriendo porque la quimioterapia no le había dado el resultado esperado. Lo que era lindo era su peluca negra bien artificial. Humito da un mordisco a su tostada. Después bebe café con leche. —Cuando murió la pasaron a una camilla para conducirla a la morgue. Humito toma un sorbo de soda y le pregunta: — ¿Te cambian el colchón cada vez que se muere alguien? —No. Ambos se quedan en silencio con el sonido de la tostada de Humito. 371 Caballo Robot Caballo Robot fue construido en un laboratorio, como otros miles de robots que serían beneficiosos la ciencia. para Lo distinto es que él no quería obedecer así como así. Los integrantes del equipo de creación estaban entre orgullosos de haber pasado sus propios límites de erigir herramientas de trabajo inteligentes a un ser de sensibilidad, y horrorizados por lo mismo. Al no obedecer, debían destruirlo, le tenían miedo. Igual a un hijo que es como es y no como los padres quisieran. Él huyó al galope sin rumbo, de hecho no conocía nada fuera del laboratorio. Galopó y galopó, trotó y caminó. Ya al anochecer se detuvo a descansar viendo además que no podía continuar avanzando porque había aguas cenagosas. El pantano se veía apacible. En la orilla había muchos troncos, hojas de árboles que caían vivas desde las ramas, grandes juncos y hojas secas pudriéndose. 372 Cuando se estaba quedando dormido, empezó a ver cierto movimiento en el agua pantanosa, pensó en un cocodrilo, pero enseguida se disipó su duda al ver emerger una cama de hospital de última generación que quedaba flotando/volando a unos dos metros de la superficie. —Hola caballito. El caballo se quedó sorprendido. Miró con disimulo hacia sus lados, para ver si había un caballito. No, era el único. Seguramente se refería a él. ¿Caballito? —Hola. Ella acercándose lentamente: — ¿Estás paseando o te perdiste? —En realidad estaba huyendo. —Ah… Si no tenés a donde ir, podría ayudarte. El caballo se queda extrañado: —Necesitaría trabajar en algo lindo. — ¿Puede ser como caballo? —Sí. También puedo hacer resonancias magnéticas. — ¡Qué bien! Mi nombre es Cama Ortopédica. Poniéndose de pie: —Yo soy Caballo Robot. 373 Él camina y ella va volando a diez centímetros del suelo, tranquilos, ya de noche, iluminados por los ojos del caballo a potencia media. Al llegar al inicio de las hectáreas boscosas de Científico Lotto, Cama Ortopédica toma la precaución de avisarle con ultrasonido, porque él detesta ser invadido, lo toma como una molestia personal. Ella sabe que el jardín está lleno de humanos encapsulados, con los animales de otras especies es más paciente. Al ir acercándose al jardín de Científico Lotto, pasando el bosque, podía verse su casa entre los árboles dispersos y las personas encapsuladas al vacío, que se mantenían bien, sin pudrirse, como si el tiempo se hubiera detenido en esas capturas en territorio privado. Más cerca de la casa, Caballo Robot ve un aljibe y se enamora del lugar. También hay un caballo mamífero ensillado que no lo reconoce como a un igual, Caballo Robot tampoco, era más similar a Cama Ortopédica. En eso ven caer muchas raíces de luz hacia la casa, la cama suspira: —Es Centella, se llevan muy mal. — ¿Una humana? 374 —No, es electricidad. Si la ves tiene forma humana, pero es electricidad. Como vos que tenés forma de caballo pero sos un robot, o yo que tengo forma de cama pero soy acero. En eso caen varias raíces eléctricas más y una en especial con mucha intensidad. — ¡Uy! Vamos a esperar que se le pase la furia —le dice mientras va a esconderse tras unos arbustos invitándolo tácitamente al robot. Se miran y ríen. — ¿Y Lotto qué es? —Es un humano común y corriente. Esperan un buen rato y al sentir silencio, Cama Ortopédica espía el cielo. —Parece que Centella ya se calmó. Vamos. Entran a la casa con sigilo. Científico Lotto está tirado en el piso de planta baja con la espalda sobre el suelo, con una mano se agarra la cabeza y con la otra sostiene un vaso de whisky. 375 Elefante Elefante son cinco elefantes. Si uno muere, lo van haciendo sus partes, pero para morir completo por tienen que hacerlo los cinco. Como si un humano fuera a la tumba de una de sus piernas amputadas. Son uno de uno, pero a la vez uno de cinco. Cuerpos distintos con el 1% de libre albedrío en relación a los ancestros. Elefante se remojan en la parte baja del lago. Se tiran agua cada uno a sí mismo con la trompa. 376 Pulso El dolor más grande de Pulso es la muerte de su madre. Ella fue una gran hechicera. En una parte del castillo, donde solo su madre podía entrar, preparó un brebaje protegida por insectos. Descalza y apenas cubierta por una tela oscura, dejó caer un gran hilo constante del líquido, como si nunca acabara, hacia un hueco en el suelo. Ella aceptó que su hijo tuviera el sistema circulatorio extracorporal, ese era el requisito. De largos cabellos ondulados, cultivaba en ese interior sin luz solar aparente, sus plantas para fitoterapia, gemas y perfumes de protección áurica. Solo tenía contacto con la luna y aspectos que no incluyeran al sol. Sus planetas preferidos eran Urano, Neptuno y el controvertido Plutón. Usaba una especie de vestido suelto, en verdad una tela sencilla con un agujero más o menos grande para pasar la cabeza, que muchas veces le dejaba un pecho descubierto. Salía por un costado no visitado del inmenso castillo. Su relación 377 con el viento suave que podía elevar las hojas en otoño era tan erótica e intensa como con las piedras, el agua, el frío y el calor. La maravilla de la materia y las temperaturas. Sus horas activa eran cuando el sol comenzaba a irse. Era heredera, junto con su hermana, de ese castillo y una gran fortuna, pero a su vez era tan austera que no le importaban. Podía estar en su aposento recargado con instrumentos musicales únicos, cortinas y vitrales, pero no podía lidiar con las cosas, los objetos. Había dejado en un ala del castillo todos sus vestidos lujosos. Si podía, andaba descalza. No hablaba, no quería hacerlo. No le parecía necesario. Para que Pulso naciera, una curandera le practicó una cesárea. Al abrirla, vio el cordón umbilical enredado con su sistema sanguíneo extracorpóreo. De hecho estaba muy enredado. Su madre murió en el parto. Desde niño, ella se le aparecía en sueños con delgadez cadavérica vestida de blanco, rodeada de tules flotando en un halo inquieto. Como hijo único, toda la herencia quedó para él, pero eso hoy en día no es tan importante debido a la súper pandemia de obesidad, donde la mayor parte de la población ha migrado. De hecho, su castillo es una más de todas las propiedades que han 378 sido abandonadas. Como siempre había amado la casa subterránea que estaba ubicada en el desierto, ahí se fue. Es especialista en hipnosis. Su sala preferida de la mansión en la que creció era el comedor, al que le ponían una mesita con un mantel bordado distinto cada día, para él, su tía y la novia de ella, que ahora también estaban muertas. Uno de los primeros ejercicios que le enseñaron sus tías para acceder al inconsciente de otros, era poner espejos sobre la mesa y sentarse a mirar. Era muy pequeño cuando empezó a hacerlo. Las paredes estaban repletas de espejos de distintas formas y tamaños con marcos dorados. Allí, los tres solitarios, cenaban, charlaban y experimentaban distintas técnicas. La casa tenía más sirvientes y espectros que otra cosa. 379 Invitados a la casa subterránea en medio del desierto, Elefante, Científico Lotto y el anfitrión miran atentos a la médium Cama Ortopédica. Están en silencio. Se miran de reojo entre sí pero sin llegar a mirarse, bajan las miradas y luego vuelven a alzar la vista hasta la cama de hospital. Ella se dobla hacia atrás, se sacude hacia los costados y se queda quieta. Más expectativas. Cama Ortopédica se mueve hacia atrás y a los costados como si fuera alguien con una pesadilla. Elefante se miran. Cama Ortopédica psicografía con una de sus rueditas en hojas sueltas. Después se sacude un poco y vuelve en sí. 380 Ella podía comunicarse con seres desencarnados pero aún ningún científico había podido hacer trasplantes de almas, solo cada alma podía hacer eso y, en general, tomando un cuerpo nuevo, aunque había casos de ursurpación de cuerpos recién fallecidos. 381 Trasplante Antes de ser Trasplante, él había sido un aviador intrépido. Cuando no podía aterrizar, eyectaba. se También era común para él lanzarse en paracaídas aviones desde piloteados por otros y caer en zonas despobladas. Un solitario y aventurero, muy amigo del peligro de muerte. Le encantaba el olor a nafta y comer con las manos cualquier cosa muy especiada. Por eso, cuando su cerebro fue trasplantado a un árbol, nada más opuesto a sí mismo. Era como estar para siempre dentro de una pequeña cabina aérea pero sin poder despegar ni salir. Sin embargo, percibir a través del árbol como por una cabina de vuelo, y de ahí comandar sí le era familiar. Parte de su instinto de supervivencia no le permite angustiarse, tampoco sentir miedo: él va y enfrenta, se defiende, se adapta. 382 Eso no significa que pueda comprender cómo fue secuestrado y llevado a un laboratorio para ser sometido a una cirugía cerebral de extirpación. No puede creer que su cerebro ya no sea más parte de su cuerpo humano, o al revés. Ahora el cerebro de Trasplante está recubierto por raíces y tierra, es como ser una medusa en una pecera. ¿Para qué querría alguien tener una medusa en un pequeño recipiente de alta tecnología en vez de dejarla libre? Una de las potencias de Trasplante es el uso de sus nuevas raíces: pueden extenderse kilómetros y kilómetros y luego contraerse a su tamaño diario. Además son muy fuertes, incluso pueden abrir la tierra y generar grandes precipicios. Al observar las copas de otros árboles, porque de alguna manera es como ellos, advierte cómo se mueven las hojas. Le recuerda a cuando se sentaba en la tierra apoyando la espalda en una piedra tomándose una sopa recalentada en una pequeña fogata a su lado, percibiendo lo que le permitieran ver las estrellas y la luna de noche. ¿Sigue siendo un ser humano? También tiene nuevas dudas: ¿cómo le afectarían las pestes de los árboles como cerebro? Y una nueva verdad: el envejecimiento de un roble y de la tierra con sus minerales no son como los de un cuerpo humano, por lo que ¿tendría más expectativa de vida? 383 Trasplante respira CO2 a fondo y larga O2. Se va relajando. Respira. Respira. Siente cómo late. Con este nuevo cuerpo no envejece sino que crece sutilmente. Además, solo absorbe agua, minerales y sol, su mundo digestivo ha cambiado por completo. Trasplante estira sus raíces hacia el núcleo de la Tierra y lo envuelve: de ahí toma tanta energía como de la luz solar. Esa conexión intensifica la emisión de oxígeno a la atmósfera. Gato Venenoso se sube a Trasplante para descansar en una de las ramas más gruesas. El árbol se anima a interrumpirle la siesta porque quiere contarle lo que le pasó, cómo llegó su cerebro a la raíz de un roble. Sabía que Virósica y los demás creían que unos neurocirujanos que le habían pedido permiso para usar un árbol de la Logia para experimentar, en verdad no le habían salvado la vida, sino que lo habían secuestrado y asesinado parcialmente para extraerle el cerebro. Ellos querían, además, usar el poder de sus raíces para eliminar a los villanis y apropiarse así no solo de las hectáreas de la Logia sino de todos sus hallazgos científicos. Al escuchar eso, el gato se queda muy sorprendido y le parece urgente ir a buscar a Virósica y Abortiva para llevarlas ante Trasplante y así tomar una decisión al respecto. El felino baja del árbol y corre hacia la casona. Rápidamente, los tres 384 van a hablar con Trasplante. Él cuenta todo de nuevo con lujo de detalles. Virósica se enoja mucho. No solo se siente traicionada sino humillada. Ellos le habían pedido enterrar al ex aviador en la Logia Villánica porque era un experimento fuera de la ley humana. —Los vamos a matar. 385 386 Aldi se levanta y se mira Está al espejo. un poco despeinada, pero se sacude y los pelos de medio centímetro toman otro movimiento. Agita sus alas y están muy fuertes. Se mira a los ojos en el espejo de un perfil. Del otro perfil. Se sienta sobre su alfombrita de peluche rosa chicle al lado de la ventana que da al jardín. A pesar de que no corrió las cortinas, igual puede divisar a lo lejos a Trasplante. Ahí está, con las hojas apenas movidas por el viento. En eso le golpean la puerta. Son Humito y Gato Venenoso, los estaba esperando. Aldi les dice que pasen. Ellos entran y el gato se le acerca caminando con sus patitas mullidas, se para al lado de la ventana mirando hacia 387 Aldi y el interior de la habitación. Humito va derecho a la mesita con artículos de belleza y toma el cepillo. —Me encantaría tener el pelo largo —se hace humo y cepilla sus hebras. Luego vuelve a ser similar a un hongo y le pregunta a Aldi: — ¿Te puedo peinar? Aldi contenta, se sienta más derechita. Mientras Humito le cepilla el pelo y le da forma, a pesar de ser cortísimo, Gato Venenoso se pone de leve mal humor: —Tenemos que ir a matar a los neurocirujanos. Hoy es el día. —Bueno, ya voy —dice Aldi. Camina hacia un mueble celeste con la pintura saltada y con la boca abre un cajón y saca un caramelo de miel, ya que no había desayunado. Gato Venenoso va sentado sobre el lomo de Aldi que vuela cerca de las nubes y Humito vuela al lado. Al llegar al laboratorio de los neurocirujanos, Aldi y el gato esperan afuera escondidos, Humito se hace humo y va a explorar en el interior del edificio, al regresar les comenta: —Los tres científicos están en un mismo lugar en silencio, con barbijos en medio de algo. Creo que podríamos ir y atacarlos. El gato se entusiasma, tiene ganas de matar a alguien, así que es la excusa perfecta. Humito va explorando y abriéndoles 388 camino, es muy fácil para ellos llegar, eso que Aldi es aparatosa por su propia altura y las grandes alas de mariposa clorofila. Humito pasa hecho humo por la ranura de la puerta y se introduce a través del barbijo por las fosas nasales de la neurocirujana y se queda en la garganta, ahogándola. Ella suelta su herramienta de precisión en un cráneo abierto, y se toma la garganta con ambas manos. Sus dos colegas no entienden qué le sucede y se giran para ayudarla; en esos segundos Aldi pasa la lengua por la ranura de seguridad que abre la puerta con un compuesto adaptable de identidad. Al abrirse, los otros neurocirujanos se dan vuelta. El gato le salta a uno al cuello y le inyecta veneno, matándolo al instante, de hecho fue tal la dosis que el gato casi cae al suelo todavía unido a la mordida del cuello, pero alcanza a saltar y cae de pie al costado. La neurocirujana está de rodillas sobre el piso, con una mano en el cuello y la otra sobre el suelo, a punto de perder la oxigenación por completo. Aldi aletea parada en dos patitas y de su pene sale un chorro prolijo de orina con ácido concentrado, muy de angelito en una fuente, que le cae en la cabeza al otro neurocirujano y le quema el cerebro. Humito sale de la garganta de la mujer muerta y da unos giros en el aire, como sacudiéndose para secarse. Vuelve a su forma de hongo con vestido. — ¿Volvamos? —pregunta Humito. 389 —Me quedé con ganas de hacer algo más —dice el gato. — ¿Algo como qué? —pregunta Aldi. —No sé, algo más. ¿Quieren que aprovechemos y demos una miradita por la ciudad? —Las ciudades están deshabitadas —dice Aldi. —Igual, para chequear. —Vos tenés unas ganas de robarte algo… —dice Humito. El gato sonríe y entrecierra los ojos pícaro: —Un pequeño souvenir. Antes de irse, el gato curiosea en el laboratorio. Huele a distancia un poco por acá y otro poco por allá. Ve un cable y tira suave con una patita. Tira un poco más. Un poco más y se cae un aparato pequeño que estaba enchufado y estalla contra el piso. Aldi lo mira con cara seria y resignada. Humito se ríe. — ¿Vamos? —pregunta el gato. — ¿No querés romper algo más antes de irte? —le repregunta Aldi. El gato, sabiéndose un cliché, la mira con cara altanera y se da media vuelta con la cola en alto. Con mucha dignidad. Humito se sigue riendo. 390 Aldi vuelve a pasar la lengua por la ranura y la puerta se abre. — ¿Para qué lado vamos? —pregunta Gato Venenoso. — ¡Podríamos ir a esa tiendita de chocolates especializada en bombones! Humito se pone muy eufórico: — ¡Sí! Aldi no está convencida porque no se controla mucho con el chocolate y tiene miedo de engordar. Pero acepta. Gato Venenoso camina tranquilo por la ciudad-jungla abandonada, Aldi va mirando y Humito vuela bajito. En eso el gato se para en seco y arquea el lomo con los pelos erizados: —Hay perros. La galga enseguida se pone contenta. Aparece un chihuahua con un caniche. El gato se relaja, pero ella piensa que puede haber más de otros tamaños y pelajes. —Aldi, dejá de hacerte la linda —dice el gato. En eso aparece de repente una jauría y Aldi deja la coquetería a un lado y se para entre los perros y el gato con dos patas volando bajo, dejando a la vista sus dinosaurios carnívoros. Humito se hace humo al lado de ella y vuela rápido ida y vuelta, ida y vuelta, ida y vuelta sobre la jauría: no 391 entienden qué pasa, se dispersan y se van con ladridos lastimosos. Los tres hacen media cuadra más y llegan a la bombonería. Está intacta. —Se ve que los flacos no quisieron llevarse nada de chocolate en su huida por puritanismo, por miedo a ser unos gordos. Lo que no se entiende es por qué los gordos de siempre no se comieron todo —dice el gato. — ¿Los gordos también abandonaron la ciudad? ¿Qué se creen, que son flacos? —Tal vez los nuevos gordos sí, tal vez tengan la esperanza de adelgazar. — ¿Y los gordos de siempre? —No sé, qué raro. Humito se hace humo y pasa por un resquicio de la puerta. Agarra un bombón y se lo muestra al gato detrás de la vidriera, bien simpático y burlón y se lo come. Agarra otro. Se ríe. —Abrinos Humito —dice el gato un poco enojado. Humito se sigue riendo. Y les abre metiéndose en la cerradura y moviéndola para destrabar la puerta. 392 El gato se hace el fino controlado y camina sereno, como mirando las estanterías llenas de bombones sin interés particular. Aldi divisa una caja en forma de corazón, toda forrada de rosa con puntillas y adornos y se la apropia. Los bombones de esa caja en particular son todos en forma de corazón con relleno rosa. Riquísimos. Humito encuentra unos con forma de robots y se los muestra al gato. El felino muerde un robot, mastica y no le gusta del todo. Aun así no lo escupe. De pronto el gato escucha un ruido. Tensiona una de las orejas para escuchar mejor. Humito deja de bromear al mirarlo a Gato Venenoso y Aldi pone una pata sobre la caja en forma de corazón en la mesada de exhibición y mira atenta al felino. Un par de flacos con palos salen de escondites del local y los rodean; por fuera se llena la calle hasta la entrada de la bombonería. Fue una trampa. Mientras tanto, en la Logia Villánica, Virósica está preocupada porque no han regresado de su misión. Entonces le dice a Centella: —Es posible que estén paveando en la ciudad, pero tal vez no y corran peligro. Andá a ver. 393 Centella es ultra veloz, llega enseguida. Desde el cielo ve un grupo de gente en una calle, algo sospechoso en una ciudad-jungla abandonada. Va con sigilo hasta esa zona y se para en lo alto de un edificio ubicado justo en frente de la pequeña bombonería. Adentro del local, el gato piensa que realmente son muchos. Y, como son todos flaquitos, entran más uno al lado del otro que si fueran gordos. En eso Centella se eleva en el aire de un salto y desde lo alto lanza rayos eléctricos a la gente. Eso los sorprende y dispersa un poco. Centella envía más y más rayos y fulmina al instante. Baja en diagonal a gran velocidad y queda quieta a medio metro del suelo, desde ahí lanza rayos eléctricos que atraviesan como una lanza brochette a los flacos. Le da igual cuánto pesan o dejan de pesar, el tamaño de alguien no es tema de interés para ella, matar sí. Aprovechando el caos externo, el gato le muerde un tobillo a la primera pierna que tiene cerca y le inyecta veneno. Aldi no puede tirar ácido porque hay demasiado desorden y movimiento en un espacio muy reducido y no quiere herir a sus amigos, así que muerde tobillos y pantorrillas, aunque solo los lastima. Humito hecho humo, cual soga, ahorca de a dos. Un flaco le alcanza a pegar a Aldi y le lastima una de las alas, pero el gato le salta encima y le clava las uñas tirando manotazos en la cara mientras escucha a su amiga herida, luego 394 le muerde la mejilla y lo envenena. Gato Venenoso y Humito están preocupados por Aldi, pero no pueden socorrerla todavía. Afuera, Centella sigue matando gente sin tregua. Cuando electrocuta al último, ya agonizando en el piso, se le para al lado y así de pie, mirándolo a los ojos, le tira un rayo constante: el cuerpo larga humo, se prende fuego y ahí queda la brasa en la calle. Ella entra a la bombonería y tiene que bajar casi a cero la intensidad de su poder. Con solo tocar a los flacuchentos van cayendo. En pocos segundos la situación está controlada. Centella escucha a Aldi herida. El gato se acerca a Aldi y le inyecta con los colmillos una dosis baja de morfina, para poder trasladarla hasta la Logia sin dolor. Salen de la bombonería cargando a Aldi y los cuatro quedan en silencio. El gato y Centella ven un pájaro muy bonito, con el pecho amarillo, tamaño discreto, parado en un árbol de la vereda. De un saque ella se lo traga triturándolo. Centella vuela a toda velocidad hacia la Logia y entra sin hablar con nadie ni dar explicaciones, lo que hace siempre, hasta llegar a la biblioteca, donde Alien Fuegi y Cama Ortopédica leen. Mirándola: 395 —Aldi está herida, necesitamos que vengas a la ciudad para trasladarla. Cama Ortopédica suelta el libro que estaba sobre su colchón y cae al suelo. El alien se pone de pie y lo alza mirándolas alejarse. La cama es un poco más lenta, así que Centella disminuye su velocidad. Al llegar a la ciudad, la cama ve los cadáveres, un cuerpo terminando de arder y a sus amigos. Al tocar el asfalto, se baja hasta la altura del suelo y Aldi da un paso entredormida, ayudada por Humito y Centella y sube. Se duerme. Gato Venenoso también se sube a la cama, Humito vuela al lado. Están muy preocupados. Virósica y Alien Fuegi los reciben. Él los lleva al ático, donde tiene su laboratorio. Si bien no es veterinario, sí sabe medicina reconstructiva por linaje, así que toma el caso. El alien no está nervioso porque gracias a sus continuas meditaciones, logra controlar sus emociones y funciones corporales. De hecho, si el que estuviera herido fuera él, no sentiría dolor. Eso no lo hace considerarse superior, también tiene control del ego. Aldi está herida en la unión del ala-hoja al cuerpo y tiene parte de la membrana casi transparente y parte de la hoja rotas. Alien Fuegi se corta un trozo pequeño de su cuerpo. Coloca esa porción entre el ala y el lomo y el tejido comienza 396 a echar raíces. Se saca con un hisopo un poco de ADN de la mucosa interior de su boca y la pasa por los extremos de las raíces acelerando la cicatrización. Pasa también un poco de ADN extra por los bordes de la membrana y la hoja. Se cicatriza rápido. Ya está reparada, pero la deja en observación. Sale del ático y baja las escaleras. Les cuenta a los demás. Horas más tarde, Virósica, Gato Venenoso, Humito, Abortiva, Cama Ortopédica y Alien Fuegi suben para ver a Aldi. Se la nota un poco enojada. Ella se mira la herida de reojo y, si bien no se ve mal, nota unas pequeñas cicatrices. —Es ridículo que yo esté herida, si la obesa sos vos. Virósica sabe de la gordofobia de Aldi, y en verdad no se ofende porque para ella ser gorda no solo no es algo insultante sino que le encanta. Pero se queda pensando en la acusación. —Aldi, mi ataque y defensa es el Ad-36. —Pero nosotros siempre tenemos que defenderte y defender a la Logia —dice Aldi, entre enojada y con ganas de llorar. — ¿Por qué no volvieron enseguida de la misión? Gato Venenoso no se oculta: —Les dije que fuéramos a explorar y ahí nos tendieron una trampa. 397 —Yo fui porque quise, pero creo que es tiempo de que te responsabilices de tu expansión vírica —le dice Aldi a la gorda. —Me parece justo. —A esta altura ya nos odian a todos —dice Abortiva. — Estábamos ocultos, pero es cierto lo que dice Aldi, con tu peste de súper obesidad es que se desató el odio. —No he sido discreta. — ¡Para nada! —le dice Abortiva. —Mirá que yo he robado semen y he dejado estériles a millones de mujeres pero con tal cautela que nadie sospechó de mí. —Tendrías que haber sido invisible —le dice Humito a Virósica un poco divertido. Días después, Aldi continúa en el ático. Todavía no puede mover las alas por recomendación de Alien Fuegi, aun así intenta hacer un pequeño aleteo. Al comenzar el movimiento desde el lomo y los músculos intercostales, siente dolor. No mucho, pero suficiente como para optar por esperar. En ese laboratorio no hay ningún espejo, aunque sí una ventana. La perra se pone de pie con cuidado sobre la cama para verse reflejada en los vidrios. Está igual que siempre, aunque con la cara cansada y levemente más delgada, algo que la alegra. 398 Se vuelve a sentar sobre sus patitas y se echa un vistazo sobre el lomo. Las cicatrices siguen, pero las del ala ya casi no se notan. Recuesta su cabeza en la almohada. Está un poco aburrida. En eso escucha unos pasos pesados subiendo la escalera, aunque no tanto como los de Virósica. Escucha que quien sea que fuera, se detuvo en la escalera para descansar. Lo supone. Los pasos se reanudan. Es Abortiva. Aldi se incorpora sostenida por su gran sonrisa de alegría. Abortiva se sienta al lado de Aldi. No se sabe quién está peor. Aldi la ve mal, dolorida. — ¿Cómo te sentís? —le pregunta Abortiva. —Bien —a Aldi le da pudor preguntarle lo mismo. — ¡Qué eficaz la técnica de Alien Fuegi, y casi no tenés cicatrices! —Abortiva se inclina hacia adelante agarrándose la panza ahogando un sonido de dolor. Aldi abre los ojos atenta. También cambia su actitud corporal como para contener a Abortiva. —Me bajé mucho la dosis de progesterona. Se me fue la mano con el tiempo de espera, dejé que crecieran demasiado estos embriones. Yo tendría que haber ido con ustedes en la misión. —No te preocupes Abortiva, ya pasó. 399 —Tendría que haber ido yo, no Centella. Ni siquiera le caés bien. —Vuelve a tener una contracción. — ¡La puta madre! —dice tocándose la entrepierna y manchándose la mano con sangre. Se queda mirándola y se empieza a reír un poco: —Ja, ja, ja, pobre alien, encima que lo secuestré y crionicé, ahora le dejo ensangrentada la silla —le da un beso en la frente a Aldi y se va caminando con dificultad, lento, dejando gotitas en el camino. La galga ve la silla vacía que dejó Abortiva con sangre y le da un poco de asco, pero también envidia, porque a ella le gustaría menstruar. En realidad en teoría, porque ahora que ve esa sangre mucho que digamos no le gusta. Se recuesta. Se imagina menstruando y con dolor en el hueco de la vagina que no tiene y de los ovarios que tampoco. ¿Le dolería o picaría el pene si se lo quitara con cirugía? Sería un miembro fantasma… Mucho no le gusta hablar de su pene, pero está a solas y se lo mira. ¿Sería mejor para vivir tener vagina? Nunca había tenido y, por el momento, no iba a tener una ahora tampoco. Se queda sentada en la cama, resignada por no poder hacer nada. Agarra un libro de los que están al lado de su mesita de luz, pero solo lo abraza y vuelve a fantasear con otro tema. Regresa a la realidad y mira el libro, y lo abraza más fuerte. Piensa en dormir y cierra los ojos. No. Coloca el libro donde estaba y se pone de patitas en la cama. En verdad 400 se siente sana. Se mira de reojo el lomo para chequear de nuevo las cicatrices: bastante mejoradas, un par de horas más y ya no se notarán. Agita sus alas de filodendro mutado y se sienten muy vigorosas. Se anima a probarlas en la sala cuidando no tirar nada. Vuela perfectamente. Queda de pie en la ventana y ve abajo al gato charlando con Elefante, Pulso y Cama Ortopédica. Aldi abre la ventana y sale volando para sorpresa de los demás. Todos sonríen al verla, pero Gato Venenoso es el que está eufórico dando saltitos como si la galga fuera un lepidóptero y él jugara a querer cazarlo lleno de alegría. 401 402 Mientras aún es de noche y los demás duermen, Virósica va hacia su laboratorio en la Logia Villánica, un espacio contiguo a donde descansa, están separados por un pasillo. Virósica ha estado alterando la estructura del Ad-36 para que sea más violento, que en vez de acelerar el sobrepeso con 20 kg, lo haga con 40. Hace días que tiene lista la nueva cepa. La inhala en grandes dosis y los huesos se le ponen mucho más fuertes, crece unos 30 cm de alto y sube 100 kilos más. Es realmente enorme. Con una de sus manos se acaricia al costado de la cara y se mira al espejo viéndose bellísima, poderosa, muy fuerte y muy gorda. Sus pasos son más pesados que antes. Esta vez necesitará la ayuda de Elefante. Ya de día, pasa por la puerta principal de la casona, al lado de la galería, los demás la miran con asombro por su nuevo tamaño y porque pasó de largo, sin desayunar, algo que no había ocurrido nunca. El gato, ni lento ni perezoso, salta de la mesa a la silla, de la silla al suelo y va tras la gorda. — ¿A dónde vas? —le pregunta el felino con la cola peluda altiva. —Vení y enterate. El gato se pone muy contento ante la invitación. 403 Los dos van caminando en la hermosa mañana por el pasto lleno de flores hacia la casa apartada de Elefante. Al llegar están desayunando. Los invitan a sentarse a su mesa llena de recipientes con agua a temperatura ambiente y hojas. Gato Venenoso se sube a la mesa y las huele, no le gustan, pero sí lame un poco de agua. Virósica tampoco come, pero acepta el agua. —Necesito la ayuda de ustedes. Uno de los elefantes trae un vasija grande llena de maní pelado sin sal sostenido con la trompa. Tanto el gato como Virósica se entusiasman. Apenas apoya el recipiente, los dos no disimulan. Virósica pediría un café pero sabe que Elefante no tiene fuego, ellos son crudiveganos. —Vos dirás —dice uno de los elefantes. —Necesito que me ayuden a expandir una nueva versión del Ad-36, más virulenta. Elefante se miran entre ellos y golpean al unísono sus trompas sobre la mesa como si fuera un gran bombo y lanzan un sonido paquidérmico elevando sus trompas y abriendo bien sus bocas con brillantes colmillos a los costados. El gato los sigue con la mirada sonriente y alegre y la mira a Virósica que toma un gran puñado de maní con una mano y los come de a uno con la otra. — ¡Yo también quiero ir! —dice el gato. 404 —Pero si no podés contagiar el virus… Además, después van a querer ir Aldi y Humito también. — ¿Y qué tiene? —Pero dejalos que vayan —dice uno de los elefantes—. Además nos pueden pintar el lomo antes de ir a la misión. El gato mira expectante y con entusiasmo a Virósica hasta que dice que sí. Y todos vuelven a golpear la mesa redonda con sus trompas. El gato se sube a la de uno de ellos que se eleva y dice miau mirando hacia arriba junto a los demás que largan su sonido elefantiásico. Virósica sonríe mirando al gato en lo alto. La tarde previa al gran contagio, Virósica, Abortiva, Alien Fuegi, Aldi, Humito y Gato Venenoso están en el patio delantero a la casona, contiguo a la galería, dibujando a Elefante. El gato pide que le pinten de amarillo y verde las patitas de adelante. Aldi se queda a un costado, pero acepta que le tiren glitter plateado en las alas. Virósica viste un 405 pantalón de montar elastizado con strapless; flores pintadas en los brazos, cuello, parte superior de la espalda, escote y cara. Toda llena de flores en tonos lila, violeta y azules, pelo voluminoso, bien negro. Los elefantes tenían cada uno un diseño multicolor distinto como hechos con tizas. Virósica monta el elefante más grandote, de casi cuatro metros de alto y Gato Venenoso se sube a la trompa de un elefante mediano y se sienta detrás de la cabeza. En algunos momentos también camina. Ya de noche, Elefante, Virósica, Gato Venenoso, Aldi completamente recuperada y Humito emprenden la caminata. Se ve bastante bien gracias a la luna llena. Aldi no estaba muy segura de ir, pero al final decidió que mejor morir haciendo algo que nada. Y a Humito no se lo tenían que decir dos veces. 406 Caminan con tanta tranquilidad que nadie sospecharía que están por expandir un virus. Van charlando, como siempre, pero gran parte del trayecto están en silencio. El gato es el único que se toma siestas encima del que lo elefante lleva. La última parte del viaje van caminando a contracorriente por un río bajo hacia un lago. El gato se siente seguro de no mojarse arriba de un elefante, pero prefiere ir con Virósica, en el más alto. En un momento dado, Elefante aspira agua del lago y la tira hacia la ciudad, cambiándolo de lugar literalmente, inundándola. No durará mucho porque la ciudad está en una zona más alta que el lago, pero tienen tiempo. Los flacos huyen a los techos despavoridos y desconcertados, pero cuando divisan a Virósica intentan ponerse barbijos. No saben si cuidarse de no morir ahogados 407 o de no respirar el adenovirus. Claro que no imaginan que es una nueva versión. En esa ciudad no hay gordos, simplemente fueron expulsados o asesinados. Es, en sí, la tierra de los flacos. Virósica, ya de pie en el lago seco, abre un recipiente y los cinco elefantes meten sus trompas, miran hacia la ciudad y exhalan toneladas de aire con la nueva versión del virus. A su vez, ese aire genera movimiento en la masa de agua, produciendo olas altas, por lo que muchos flacos son sorprendidos sin barbijos o les son arrancados. Y engordan 40 kilos como si nada. No pueden gritar del horror porque si lo hacen se ahogan. A medida que eso sucede, se oyen gritos tan estridentes de horror y tragedia por verse tan gordos que se podría haber pensado en madres que veían a su hijo pequeño muerto: no, era por espanto ante la grasa propia y ajena. Virósica y Elefante estaban preparados para un contraataque, pero se quedan estupefactos viendo cómo los nuevos gordos son apaleados y el odio que éstos tienen hacia los que no han sido contagiados, haciendo todo lo posible por quitarles los barbijos. Los flacos matan a los gordos por el pánico al contagio y los nuevos gordos matan a los flacos para defenderse y prevenir ser asesinados. Se matan a palazos y con machetes, 408 cuchillos y hachas entre ellos. De a dos flacos hunden la cabeza de un gordo bajo el agua y la escena se repite una y otra vez, también al revés. Aldi se queda con los ojos abiertos anonadada; Humito y Gato Venenoso se miran y se ríen. —No me digas que esto va a traer la paz a la Logia —dice Elefante a Virósica. —Se ve que sí. 409 410 Logia Villánica En el cielo se avecina una tormenta. Reina desenvaina Cuarzo sus uñas y acaricia con las puntas el tronco de Trasplante. Clava las puntas, apoyando su cabeza sobre la corteza, las quita y apoya todo su cuerpo sobre el árbol y lo abraza y acaricia. Se trepa dos metros y las raíces del lado opuesto a su frente la toman por las axilas, la cintura y el cuello, casi ahorcándola mientras cuelga. Virósica está desnuda, vestida con su kilaje, y apoya sus manos sobre el grueso tronco de Trasplante para no perder el equilibrio. Trasplante desentierra una de sus raíces y así, con tierra, le da nalgadas, pero a Virósica no le duelen, 411 tiene los gordos, glúteos necesita ímpetu. Lo muy más Trasplante pide. desentierra otra de sus raíces, más gruesa y larga y le da con todo una y otra vez. Virósica cierra los ojos y aprieta la boca. Trasplante le pega mucho más fuerte y ella larga suspiros de dolor placentero. Con esas dos raíces le empuja la cadera hacia atrás. Más se toma ella del árbol. Trasplante le pasa la raíz más gruesa por la entrepierna y se la frota. Del otro extremo del árbol se desentierra otra raíz y se enrolla en el cuello de Virósica apretándolo y al mismo tiempo se introduce de golpe en su vagina con la raíz gruesa. Se mete hasta el fondo y sale sin salirse, se vuelve a meter y así en el interior de la gorda. La otra raíz más fina, se mete entre los glúteos y se frota siguiendo la línea de la columna sin introducirse en el ano. Abortiva solo tiene puesto su corpiño armado que le sostiene bien las mamas y se las levanta y tacos aguja con plataformas. Está sentada con las piernas bien abiertas con 412 la espalda apoyada en el árbol y dos raíces le enrollan las piernas en la unión con las caderas para sostenerla. Muchas raíces se mueven serpenteantes por todo su cuerpo y la aprietan masajeándola. Está embarazada y 100% depilada. Trasplante desentierra dos grandes raíces justo debajo de Abortiva, le rodea cada una de sus piernas abiertas y van tomando el peso mientras las de la cadera la van soltando y con un golpe seco la entierran de pie hasta dejar su clítoris sobre el pasto. Ella apoya sus manos hacia adelante en la tierra y asoma una raíz por detrás de sus pequeños glúteos y se mete por el medio, bien húmeda y se la va introduciendo de a poco en el ano con la punta finita mientras otra raíz que no se ve desde afuera acaricia con su extremo la entrada de la vagina como si fuera a penetrarla mientras el resto de la raíz, más gruesa y ramificada, la acaricia toda por fuera hasta el clítoris y cambiando los movimientos con golpecitos vibratorios. Otras dos raíces suben por la espalda y la abrazan por el torso metiéndose por debajo del corpiño, se lo bajan un poco dejando los pezones al aire y apretándole las tetas que largan leche mojando la tierra. Otra raíz mete su punta en la boca, como si la besara, no como si le metiera un dedo. Científico Lotto mira unos segundos y con eso le alcanza y sobra para hastiarlo, así que se va hacia la casona, pero Centella lo sigue y se le cuelga de la espalda besándole el cuello. Él se la saca de encima y ella cae al piso. Lo ve 413 alejarse unos metros. Se pone de pie y camina hacia él lanzándole un rayo que lo tira al piso para atontarlo. Tarda en recuperarse y ella le pasa por al lado con su mirada lapidaria. Camina unos metros y luego de entrar a la casona, cierra dando un portazo. Gato Venenoso, Aldi, Humito, Alien Fuegi, Cama Ortopédica, Pulso y Caballo Robot miran. —Eso no es ecosexualidad, porque Trasplante tiene cerebro humano —dice el gato. — ¿Vos decís que eso es medio hétero? —pregunta Aldi. —Un cuarto hétero. ¿Vos querés participar? —No gracias —dice la perra segura y medio asqueada. —Yo tampoco —acota Humito rápido. —En realidad me gustaría que nevara y hacer cosas con la nieve. — ¿Tener sexo con la nieve? —pregunta asombrado Gato Venenoso. —No, hacer un muñeco de nieve y bolas para tirárselas a ustedes. El gato sonríe. —A mí me dan ganas de ir a ver qué se siente, pero no tengo hormonas ni órganos sexuales —acota Alien Fuegi. 414 El alien mira la escena con mucho entusiasmo y va corriendo. Las raíces lo detienen a tres metros del árbol y lo envuelven y acarician como si fueran quince serpientes. Alien Fuegi mira hacia sus amigos y se ríe. Le hacen cosquillas. Algunas raíces lo sueltan un poco y le hacen cosquillas en las axilas y el alien se mueve y ríe más. El caballo lo mira al gato intrigado: — ¿Y vos? —Yo estoy castrado. Aldi se sorprende: — ¡¿Qué?! —Estoy castrado, cuando vivía con Araki era un gato doméstico. — ¿En serio te castró? —Sí. —A las serpientes seguro que no las castró. —No, a las serpientes no. Se ve que no le gustaban mis primeros indicios de comportamiento sexual. —Pero Abortiva te puede hacer una reconstrucción de los testículos y el tratamiento hormonal —dice Aldi. —Ya sé, pero no me llama la atención el tema. ¿Para qué? 415 —A mí tampoco me llama —dice Caballo Robot —soy todo metálico. El gato camina hacia el árbol en medio de la pequeña orgía y se afila las uñas en la base del tronco. Cama Ortopédica está en silencio, escucha y observa. Le parece que puede ser divertido. Pulso tampoco dice nada, le da vergüenza, preferiría algo más privado con Centella, pero ella está obsesionada con Científico Lotto. U obsesionada en pelear con él. En eso, la tormenta que se avecinaba ya está sobre ellos y las nubes se desarman sobre las hectáreas de la Logia Villánica. Aldi vuela hacia la casona, donde Elefante juega a las cartas. La miran entrar mojada, pero vuelven a concentrarse. El gato corre debajo del caballo, pero es en vano porque la lluvia cambia de dirección por una ráfaga de viento y lo que venía vertical ahora lo hace transversal. Así que también se va rápido con el caballo a la casona. Cama Ortopédica, con el colchón empapado, se acerca a Alien Fuegi y se une al jolgorio con las raíces, ella también se ríe con las cosquillas y balanceos en el aire. De cualquier manera, con esa energía sexual es suficiente para llevar a cabo la ceremonia. 416 A la noche siguiente, el mantel de la cena previa a la ceremonia ritual es verde inglés con pequeños ramitos de flores en tonos rosa con hojitas verde agua, puntilla beige y un volado de encaje negro en los bordes. Las sillas son las antiguas de la casa, aunque en muy buen estado, de madera oscura tallada y recubiertas con terciopelo rojo. En la mesa de la cena no había arreglos florales para poder apoyar las fuentes y bandejas con comida; no tenían servicio para que les llevaran los platos a cada uno. Era un lugar secreto y nadie más que ellos podía tener acceso. En la mesa contigua a las ventanas sí hay flores silvestres del jardín y muchas frutas, fuentes con alfajorcitos, cafeteras, etcétera. Las paredes están empapeladas de color violeta y flores de lavanda del lado derecho y del izquierdo en naranja amarronado con cinco tipos de flores combinadas. El piso tiene mosaicos con rombos azules y rosa saturado. 417 Reina Cuarzo entra a la casa desnuda sobre sus altas botas. La mica le brilla en la piel quemada. Todos se quedan en silencio cuando ingresa con Humito hecho humo a su alrededor. Ella se sienta en una silla que tiene otra vacía al lado, donde se sienta Humito. Frente a Reina Cuarzo está Alien Fuegi; cuando Abortiva trae la comida, ellos dos no cenan. Ella no dice una sola palabra y su cara de estar pensando en cómo matar a alguien no intimida a nadie. Alien Fuegi se aburre y levita sobre su silla alrededor de un halo de fuego para meditar; Reina Cuarzo se pone de pie y va hasta el interior del frigorífico en la cocina, lleno de vapor de hielo que usa energía hidráulica, y se queda ahí hasta el momento de la ceremonia. Se les acerca Cama Ortopédica, Humito la mira: — ¡Qué elegante con ese moño! —Me gusta la ropa de etiqueta. En eso entra Virósica con dos grandes pizzas recién sacadas de la parrilla. Gato Venenoso se baja con entusiasmo veloz de su silla y va a los pies de Virósica, caminando entre sus pasos, y ella trata de no tropezarse. Antes de la pizza se sirvió licuado de manzana verde, perejil, higos y apio acompañado con un ramillete de manzanillas. Gato Venenoso lo olió y puso su habitual cara de asco. A Aldi le fascinó. 418 El gato, apenas vio el carrito de helados con techo de tela pintada a mano y con grandes ruedas de base, se paró debajo. Abortiva estaba sentada tomando su licuado, pero al ver al gato al costado de la gran rueda mirando con deleite el cartel con los sabores, se levantó y le preguntó cuál quería. Aldi, también sentada muy coqueta en su silla miraba su licuado y le daban ganas de ir a pedirse un helado de frutilla a la crema, pero se quedó en el molde haciéndose la galga delicada anti grasas lácteas. Gato Venenoso tenía una sonrisa inocultable: —Quiero pistacho. Abortiva se lo sirve en un pequeño vaso de porcelana muy bonito adornado con flores doradas y hojas verdes. Ella se lo lleva hasta la mesa, al lado de Aldi. Gato Venenoso salta a su silla alta. Lo huele. Está muy frío por eso deja que se derrita un poco y lo lame. Aldi siente más fuerte sus ganas encontradas de comer helado de frutilla versus el sentirse superior y delgada, así que sigue con su licuado verde. Después de cenar, van a tomar variedades de tés y cafés al patio. También a comer flan con crema. 419 A medianoche se levanta un poco de viento fresco, lo suficiente para sentir que la Ceremonia ya había comenzado junto al vuelo rasante de aves de rapiña y el movimiento de las hojas. La primera en entrar al pasadizo de ramas intrincadas de árboles muertos, es Reina Cuarzo. Apenas si se puede ver la luz de las estrellas a través de las ramas secas. Los demás villanis pasan de a uno, uno detrás del otro a medio metro de distancia. Se paran alrededor de una gran roca con un círculo convexo espejado que refleja el cielo nocturno. Reina Cuarzo se acerca para pedirle permiso a la piedra y toca el círculo convexo. Antes de apoyar su mano, también se ve reflejada. Se siente el frío sobre ese círculo. Gato Venenoso apoya una patita, Aldi una suya; Humito un poco de humo; Alien Fuegi, Virósica, Abortiva, Pulso y Científico Lotto, una de sus manos; Caballo Robot una de sus patas; Elefante, las trompas; Cama Ortopédica una de sus rueditas; Centella uno de sus rayos eléctricos y Trasplante una raíz. Se escucha un emerger en el mar a miles de kilómetros de la Logia Villánica. Se escuchan toneladas de agua abriéndose desde el fondo del océano hacia la superficie. Un sonido de burbuja gigante sorda con presión. Se sienten las toneladas de agua abriéndose y miles de pequeñas burbujas de oxígeno. De 420 lejos, acercándose desde el cielo, se ven formas geométricas compuestas, dinámicas, en tonos arcoíris: un círculo con líneas irradiantes, círculos girando sobre sí mismos y superpuestos. Los villanis levantan la vista sobre la gran roca. Ella desciende hasta cinco centímetros del espejo convexo chorreando agua salada y algas. La llegada de Señora Hermila, la Súpervillana. 421 422 423 ¡Ay, Pereira! #2 Revistah Análisis transgeneracional del futbolista Lionel Messi 424