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Revishta ¡Ay, Pereira! --- Copia N° 2 --- Público general

Revishta
¡Ay,Pereira!
#1
$2001: Odisea del espacio
Villanis
El edificio
Madame B.
Anahí Amenedo Pini
Alejandre
Karen Smith
Charlotte von Mess
El Rescate de
Lady Shampoo
Estrellita Guipur
Antes de la mudanza
Laetitia
Las aventuras de la hermana Margarita
Corporalité
N° 2
1
Editorial
El nombre completo de la revishta tiene diecisiete letras, por
La Estrella del tarot de Marsella. Por ese motivo se le agregó
una “h” movible, en este primer número luego de la “s”.
Parte del nombre, es una broma que tenemos con la secretaria
administrativa, Adriana Inés Pereira, o sea A. I. Pereira /
Ay, Pereira.
En cuanto a este número en particular, es en formato PDF
numerado con copia archivada, al estilo NFT en escala
milimétrica.
La revishta estará en venta desde el seis de junio de 2022 d.
C. hasta el 30 de junio, inclusive, del mismo año. El precio de
tapa es de $2001: Odisea del espacio.
Cada comprador recibirá una copia en PDF numerada. Ese
número será incluido en un archivo junto al nombre y apellido,
nombre de fantasía o anónimo, según su deseo, en una lista que
comenzará en fuente tamaño 72 e irá disminuyendo con los días
hasta llegar al tamaño 8. Luego se publicará en el blog
www.cuquicu.blogspot.com y en el Instagram @cuqui___cu
2
esa lista para dejar constancia de que solo esas copias con esos
respectivos coleccionistas son los originales.
A partir de julio, se liberará el PDF con la copia N°2
para el público general.
La revishta podrá ir variando los soportes digitales, como por
ejemplo a podcast, documental, etcétera.
¡Bienvenides y muchas gracias!
Cuqui
Directora editorial
3
Sumario
#1 Revishta ¡Ay, Pereira!
Junio de 2022 d.C.
Editorial
… 2
POESÍA
Madame B
… 6
Comme Ca … 7
Mentalidad criminal … 31
Alejandre
… 52
Todes aquelles … 53
Anahí Amenedo Pini
… 79
Números … 80
Karen Smith
… 116
Ewan dijo la última palabra en un auto … 117
HISTORIETAS
El rescate de Lady Shampoo Estrellita Guipur … 158
VIDEO ACUARELA
Laetitia … 192
CRÍTICA DE ARTE
4
Charlotte von Mess
… 193
Colectivo Jauría … 194
TEATRO
Las aventuras de la hermana Margarita … 206
Corporalité … 240
VIDEO PERFORMANCE
Antes de la mudanza … 262
NARRATIVA
El edificio … 263
Villanis … 313
Contratapa
… 424
Staff
Directora: Cuqui
Secretaria administrativa: Adriana Inés Pereira
Asesora creativa conceptual del precio de tapa: Julia Tamagnini
Colaboradora fotográfica:
Guiomar Barbeito
Imagen de tapa:
Señora con gatx
5
Madame B.
(París, 1952)
Escribió los libros de poesía
criminal.
Comme Ca
y
Mentalidad
El grueso de su obra son dieciocho novelas
policiales. Fue amiga del director de cine Claude Chabrol.
Fuma entre uno y dos atados diarios de cigarrillos negros
desde hace más de cuarenta años.
6
Comme ça
Madame B.
Traducción: Margarita del Acantilado
7
Polvillo irrespirable y olor dulzón de cadáveres de guerra.
Tsunami y cadáveres al sol.
Refertilización cruel de la tierra.
Misiles.
Concentración de huellas de sangre.
Mar, cementerio de guerra.
Tanque de guerra.
Explosión, aire contaminado.
Momento del encuentro entre la bala cazadora y un órgano vital.
Armas: un serrucho trivial de carpintero y una espátula de pintor de
paredes.
Confirmación de la traición.
Recorte del diario con la fotografía del asesino de su marido escuchando
a su abogado defensor.
Realismo crítico en situación de normalidad.
Historia Internacional del Crimen.
Almohadas para tapar las vías respiratorias y obligar a otro a morir.
Ser forzados a morir tan criminal como ser forzados a vivir.
8
Asesinatos internacionales.
Deportación de homicidas individuales a sus países de origen.
Un genocida y gran elenco.
La aniquilación de la naturaleza representada en árboles decapitados.
Mujer estrangulada.
Cuerpo tirado al costado de un muelle con una cesárea, sin el feto de
treinta y cuatro semanas de gestación.
Mujer enferma en su cama de hospital pudriéndose literalmente.
Centralidad de la lógica.
Depredación animal.
Tocar.
Morir.
Acá para matar.
Historia del Crimen, tomo IV.
Cinco niños de 7 años atan a uno de 10 con una soga en el pasillo que
conduce al baño de la escuela; el niño capturado muerde a uno de ellos
y se libera.
Cráneos rotos que dejaron salir lo que tenían dentro, obligados a mostrar
su interior.
9
Destrucción biológica del pensamiento inadecuado.
La tormenta ejecuta con un rayo.
El policía forense se acerca al cuerpo.
Cuerpo en la morgue.
Cuerpo en un barril de plástico con ácido.
Detective.
Área de Investigación Forense.
Persona cortada con un bisturí.
Mujer apuñalada por una vecina a la siesta, día soleado.
Cuenta matemática asesina.
Planificación minuciosa de un homicidio.
Perfiles: de frente, costado, otro costado.
Retrato robot.
Se busca.
Cabeza sin el cuerpo, ojos arrancados.
Lapidadas.
Sin lápidas.
Homicida caníbal.
10
Matar para comer.
Suicidio que es homicidio.
El monje budista no mata a la hormiga.
Hombre sucio vestido con un añejo traje de Napoleón Bonaparte se tira
al Sena.
Sótano con una luz que titila por falso contacto.
Le cortó el largo cabello. El fetiche de guardar pelo y pieles de las
víctimas.
Tumba antigua sin nombre.
Cementerio de Soldados solo conocidos por Dios.
Negligencia Estatal, volumen II.
Mujer decapitada por accidente ante el estupor de otras tres sentadas a
su lado.
Poética visual del homicidio.
Gran vidrio cayendo a pedazos sobre alguien.
Un paseo por la historia de los muertos.
Eliminados por virus, bacterias o células atípicas.
Se encontró un brazo carcomido.
La concepción de la muerte.
11
Museo del Holocausto.
Día ventoso en una necrópolis.
Una muerta en la bañera.
Escena del crimen limpia en apariencia, con detalles dorados en los
azulejos.
Vestidos de luto.
La cocina estaba ordenada dentro de su propio desorden.
El cuerpo fue hallado descalzo sobre un sillón blanco.
La ropa del asesino está colgada en la puerta.
Cráneo sin musculatura. Mandíbula extraviada.
Protección de cámaras de seguridad: poca nitidez para identificar al
homicida, mucha nitidez para ver su acto una y otra vez por tv.
Niña muerta después de su comunión, todavía con el vestido puesto, aunque
roído y embarrado. Sin ropa interior. Estrangulada.
Cuerpo-ceniza en la chimenea.
Muerte de peatón en la ciudad.
Muerte en el río.
Cadáver atascado entre una gran roca y un tronco, llevado hasta ahí por
la corriente.
12
Pierna hinchada, el resto del cuerpo no se encontró.
Tres femicidas, cada uno por su crimen, cumplen cadena perpetua.
A la madrugada se escuchan la rotura de una botella de vidrio y gritos.
Una mujer también a los gritos trata de moderar.
Lo balearon en la cabeza por venganza, cuando salió de cumplir una
condena de ocho años.
Un cazador con el torso desnudo abraza a su presa disecada.
Esperando la sentencia.
Cadáver irreconocible sobre un campo de flores.
Foto en sepia de un bebé en un nicho, muerto en la década del ’50.
Mortaja estirada. Cuerpo descompuesto al costado de la tela en la morgue.
Otro crimen planificado.
¡Te voy a matar!
La muerte, la muerte. La muerta.
Femicidio en Turquía.
Femicidio en Japón.
La policía busca con sus linternas durante la noche invernal en un bosque
seco.
Puerta golpeada.
13
Agujero astillado.
Luego, el odio fue al cuerpo de su pareja.
Femicidio número…
La Biblia, el Santo Libro de los Crímenes.
Mató a una adolescente, fue a trabajar, volvió a su casa, la descuartizó
y repartió en lugares anónimos. Fue condenado a unos pocos años. Luego
de cinco meses en libertad, cometió otro femicidio.
Mujeres sobrevivientes de quemaduras de por vida. Hombres presos
relativamente.
Las moscas sobrevuelan el cuerpo.
Pequeño altar en la puerta del nicho.
El cadáver fue profanado.
Antes de asesinar, se quitó los zapatos para no hacer ruido.
La puerta angosta camuflada lleva al sótano donde mantenía secuestradas
a sus víctimas, de a una por vez.
El florero estaba caído, aún no se había evaporado el agua cuando llegó
la otra persona que vivía en la residencia y descubrió el cuerpo.
Murió envenenada lentamente con cicuta.
14
La casa quedó destruida casi por completo luego del incendio intencional
que mató a todos los habitantes.
El hombre arrodillado antes de ser ejecutado da sombra al sur.
Derechos civiles. Derechos humanos.
El cuerpo cuelga del cuello cerca de la ventana con las cortinas
cerradas, hay tres lámparas encendidas.
Casa abandonada.
¿Oficial Farignon?
Adolescentes que matan a otros adolescentes o niños.
Los excursionistas encontraron restos humanos.
Pequeña villa costera donde desapareció una niña hace dieciocho años,
cuando ella tenía nueve.
Gato afilándose las uñas en la cruz añeja de un cementerio pueblerino.
Saca la escopeta en el primer piso y dispara.
En las afueras del poblado, en una casa con las aberturas arrancadas,
todo sucio y destruido, encontraron dos cuerpos.
Corre por las grutas.
En realidad en esa tumba no está el cuerpo nombrado en la lápida.
15
Tiró a su bebé recién nacido al pozo de agua en el fondo de su patio.
No puede recordar si el bebé lloró al nacer o si ya estaba muerto.
El mar trajo los cuerpos.
De la época en que los cowboys mataban en el medio oeste desértico.
Su esposa está muerta en la cama matrimonial arriba.
Los cuerpos que podría haber encontrado Claude Monet mientras pintaba.
Gran urbe, gran laberinto y cuevas para crímenes sin resolver.
Un hombre ahorcado en un árbol, más allá otros dos, delgados y jóvenes.
Unas pocas ovejas pastan, a las demás ya las sacrificaron.
Los hijos del matrimonio no pudieron volver nunca más a la casa luego
de la tragedia.
Una silla voladora en el parque de diversiones. Una niña de nueve años
está muerta atada a su asiento con sombrilla sobre el pasto.
Cae un árbol aplastando a un hombre en medio de un paseo en la campiña
francesa.
Motín. Murió calcinado tomándose de las rejas.
Los muy pobres asesinados por los muy ricos.
Mineros atrapados de muerte luego de un derrumbe.
Empujar por las escaleras es fácil de confundir con caer.
16
Como en la época donde lanzaban flechas para dominar a los otros.
Estudiantes asesinados en medio de los festejos del día de la primavera.
Tras la puerta pesada, el horror.
El Sena tiene más restos humanos que agua. Agua de muertos.
Silla vacía en una cárcel de alta seguridad.
La adolescente fue encontrada a la semana de su desaparición, casi tapada
por completo por la arena de un médano. Han transcurrido cuatro años y
aún no se sabe qué pasó.
Pelea mortal entre dos pescadores ante el mar.
Criminalística en el periodismo de masas.
Nunca hubieran dudado de ese joven tímido.
De los sospechosos, aquél, el número cinco.
Lo asesinó de dos disparos para quedarse con su fortuna.
Le inyectó aire en las venas.
Desean la muerte de la anciana para poder vender la casa y repartirse
la herencia.
Regimiento de infantería.
Soldados con armas y una bandera.
17
Mujer asesinada en su casa. Living. Mujer asesinada en su casa. Pasillo.
Cocina. Baño. Patio. Rincón.
El homicida sigue libre, ignorado, quince años después.
Restos óseos.
Un amigo del marido vio cómo él le pegaba. No la defendió.
Secuestro y robo de identidad.
Su deseo sexual era hacia personas muertas.
Huella de calzado con sangre.
Después de terminar el instituto mató a su primera víctima.
Captura.
Oficial de libertad condicional.
Coartada.
Contradicción de los testimonios.
No quiere cooperar con la policía.
Luminol.
¿Dónde está el niño de dos años?
Perro rescatista.
Tomar dinero de otros como si fuera propio luego de amordazar y golpear.
18
Cadena perpetua a los padres de un menor de 3 años por torturarlo hasta
morir.
Dos asesinos arrepentidos en shock: uno por matar con su auto a un niño
que no vio; otro llorando, pidiéndole perdón a su amigo por haberle
disparado por accidente.
Violencia urbana.
Homicidio calificado.
Cuerpo abandonado en la orilla de un río.
Cuerpo abandonado.
Abusos sexuales por parte de padres, padrastros, tíos, amigos de la
familia y sacerdotes.
Soldados que mataron a otros soldados.
Soldados que fueron obligados a ir al frente en 1914/1918.
Ametralladoras y granadas.
John Wayne Gacy.
Edward Gein.
Más usual que la vida, es la muerte.
Sobrevivir a la guerra amputado, habiendo amputado a otro, con amigos
muertos en combate. Sobrevivir y no poder dormir, estar al costado de
19
la cama abrazado a las piernas, como en una trinchera, tapándose los
oídos que en verdad ya no oyen porque es parte de lo que se dejó en el
campo de batalla.
Serpiente con un huevo entero en su interior.
Ciudades abandonadas por la radiación.
Intentos de suicidio sangrientos.
Exhumar de nuevo el cadáver.
Algunos descuartizan los cuerpos, otros conviven con ellos, la mayoría
los tira.
Máscara hecha con la piel disecada de una de sus víctimas.
Zapatos de cuero. Haute couture.
Asesino a sueldo.
Múltiples puñaladas.
Perfil de ADN.
Se confirmó el hallazgo de un cadáver.
No es claro lo que pasó.
Departamento de Policía.
20
Susana, muerta por su ex pareja. María, muerta por su ex pareja. Lucía,
su madre, una sobrina y una vecina, heridas de bala por la ex pareja de
Lucía.
Machete de cocina.
Fusil.
Maza.
Cuerpo en el lago. Neblina.
El asesino le cubrió la cabeza con hule negro y usó un hacha y un
martillo.
Arrancar flores.
Tachar.
Personas empujadas a las vías del subterráneo.
Sangre coagulada.
Rigor mortis.
Ya se hundió la tierra donde habían sepultado el cuerpo.
Más de veinte años guardando el secreto de lo que había visto, hasta que
decidió hablar.
Estudiante
universitaria
ultimada
en
estrangulada y apuñalada por la espalda.
21
su
residencia.
Violada,
Cadáver escondido entre el maizal.
Hombre acusado de un crimen, confesó haberlo cometido porque fue
presionado a mentir, también fue presionado a acusar a otra persona
inocente.
Avanzado estado de descomposición debido al calor.
Niña violada y embarazada por uno de sus abuelos.
Señora asesinada por un sicario que pagó su esposo.
Taxidermia.
Momificación.
Ropa salpicada con sangre de la víctima.
Cuerpo desnudo en posición fetal sobre piso de cemento con charcos de
agua.
Aire contaminado.
Protección de testigos.
La intranquilidad de la mente ante un pensamiento obsesivo.
Legítima defensa.
Envenenó a su marido con arsénico. Su amante cómplice se suicidó a los
pocos días de ser entrevistado por la policía.
Suicidio colectivo en una secta.
22
Aparentemente, la tiró por la terraza.
Aún se desconoce el móvil.
Dos conductores murieron en la ruta al chocar de frente.
Por la mañana temprano, un automovilista alcoholizado no respetó la luz
del semáforo ni los límites de velocidad, embistiendo a dos mujeres
jóvenes.
Mientras su marido agonizaba en el hospital, ella estaba en el salón de
belleza. Cuando pasó la noche cuidándolo, le dio la última dosis de
veneno por vía intravenosa.
El escalador siguió de largo hasta la cima, aunque había visto a un
colega pidiendo ayuda. Murió de hipotermia.
El niño le ató una cuerda al cuello al gatito y lo revoleó tirando del
otro extremo, después lo arrojó al techo de su escuela.
Un pequeño grupo de niños capturaron a una perra y la violaron con una
rama.
Dos niños mataron a una lagartija.
Estudiantes de medicina diseccionan un cuerpo en clase.
Cadáver de una mujer ahogada al costado de la piscina.
Se espera la llegada de la policía.
23
Cadáver en la jungla por picadura de insecto.
Tomó una gallina de entre las ocho que posee, la apoyó sobre un tronco
y le cortó el cuello con un golpe seco de hacha.
Saldrá de la cárcel a los 92 años.
La adolescente de 13 años fue violada por un amigo de la familia. La
llevaron a otro lugar para ocultar el embarazo. Entre 1900 y 1910.
Ejecutados legalmente en la silla eléctrica. Ejecutados legalmente con
inyección letal. Frente a testigos.
Prisioneros de guerra. Prisionero de guerra muerto en Siberia.
Mujer asesinada por su ex marido y padre de sus hijos. Él adujo estar
ebrio, pero la apuñaló y huyó.
Viento seco por deforestación compulsiva.
Policía con prisión domiciliaria.
Un adolescente robó un patrullero para huir de la muerte.
Disturbios entre vecinos.
Una mujer le regala un arma calibre 38 a su amiga.
Crímenes de lesa humanidad.
Represión: gases lacrimógenos, balas de goma, abuso de autoridad.
Prisión de máxima seguridad.
24
Psiquiatra jubilado asesinado durante un robo en su departamento.
Psiquiatra arrojada por el balcón, murió al otro día por lesiones
cerebrales.
Falso testimonio.
Recopilación de pruebas.
El padre lo entregó a la policía.
Arrastró el cuerpo de los pelos por una calle sin asfaltar.
A la noche cavó un hueco en la tierra y lo rodeó de piedras para quemar
el cadáver.
El sacerdote tenía a sus niños preferidos y los miraba jugar desde los
arcos españoles del patio interno.
Diez cadáveres enterrados en el descampado al lado de su casa.
Hombre a muchos metros bajo el agua se quedó sin oxígeno.
Matrimonio ultimado en su casa de campo. Los asesinos no encontraron el
dinero.
Apagón total en la ciudad, saqueos y autos dados vuelta.
Auto incendiado a la madrugada por ajuste de cuentas.
Hacinamiento carcelario.
Suciedad.
25
Sin control de armas.
Suicidio de un niño.
Terapia intensiva con custodia policial. Disparos entre parientes de dos
apuñalados ingresados al mismo tiempo.
Casa abandonada donde asesinaron a una familia hace muchos años.
Fosas comunes para indigentes.
El marido arrastró a su esposa hacia la habitación. La pateó y golpeó
hasta dejarla inconsciente. Ya tirada en la alfombra, vació su arma
reglamentaria.
Se tiró por la ventana.
Destrozan la jungla y empiezan a construir.
Delito federal. Rescate de rehenes.
Veinticuatro horas después del tiroteo.
Extorsión.
El Arropiero.
El Mataviejas.
Andréi Chikatilo.
No hay pruebas concluyentes.
La doble vida de los asesinos seriales.
26
A algunos les gusta la compañía de un cadáver.
Huesos desmembrados.
Falta de remordimiento.
Siete crímenes sin resolver.
Confesión del reo a la policía.
Otro ataúd más.
¡Asesino, asesino, asesino!
Policía científica y forense.
Gregory Willemin. Pistas.
Doble homicidio por dinero. Reunir pruebas.
Hambrunas y olas de quince metros, inteligencia artificial.
Extorsiones por deepfakes.
Mujer torturaba a sus hijos más pequeños con sus hijos mayores.
Condena a quince años de prisión a un hombre por violar y matar a ocho
mujeres. Fue liberado nueve años después. Luego violó y asesinó a una
estudiante en otro país.
El niño de 6 años estaba cubierto por completo con la sangre de su madre.
¿Quién era el verdadero objetivo del crimen?
27
Homicidas que matan mientras las víctimas duermen.
La policía está ansiosa de hablar con su ex esposo.
911
Robo de identidad.
Objeto contundente.
Hermanas que se odian. Una mata a la otra.
Dijo: Quiero denunciar un crimen.
Vehículo conducido en contramano. Vehículo haciendo zigzag.
Le hicieron la autopsia.
Un agente patrulla. Un guardia de seguridad hace su ronda.
Los investigadores revisan el auto abandonado en el estacionamiento.
Imputado.
Tuvo sexo con ella y luego la mató. Disparo de calibre pequeño.
Hay que encontrar al responsable del hecho.
Lo ejecutaron en la calle, frente a su edificio.
Fue directo a la habitación de la niña de 4 años y la asfixió.
Se excitaba con el miedo.
28
Joven de 30 años fue detenido, estaba claro que no era el primer crimen
que cometía.
Aumentaron la asiduidad de las violaciones.
Delito de hurto.
Decidió enterrarla e irse.
Niño de 8 años baleado en la cabeza con un arma casera en medio de un
tiroteo entre bandas.
Al día siguiente la policía encontró la información que estaba esperando.
Era el principal sospechoso.
Cuerpos de seguridad.
Detector de mentiras.
Durante los tres años posteriores a la desaparición, seguían buscando.
Recibió un disparo a corta distancia.
No somos asesinos, somos ladrones.
El joven fue enterrado el martes en un cementerio parque. Se dio un
balazo con su rifle.
Envenenaron a más de cincuenta perros y gatos.
Muerte por MDMA en una fiesta, parte I y II.
Síndrome de Münchausen por poder.
29
Cómplices.
Reabrir la causa.
Matrimonio asesinado por su contador.
Alias.
Salían a cazar aves.
Doce horas después de conocido el hecho.
Los detectives llegaron en minutos.
Herida con sangre en la cabeza.
El asesino se alejó de la escena mirando por el espejo retrovisor.
No llamar si no es una urgencia.
30
Mentalidad criminal
Madame B.
Traducción: Margarita del Acantilado
31
Se protege contra la noche, aquella noche.
Té verde helado, tierra común.
Una fracción de segundo.
Su salvaje ataque.
A la furia con furia.
Un hombre molestado por insectos es un huracán.
La excentricidad del miedo.
Cabeza cara al sol entre pinos altos.
Su manera fría y patológica.
Lengua morada como un carnaval.
Era viernes, es viernes.
Remera beige.
Cosas que no admiten demora.
El viento es imperceptible.
Cadáver.
Tranquilidad de experto.
Es lo que hace cualquier hombre violento.
Sus manos suelen oler a tierra.
32
Está pálido.
Paredes cubiertas con enredaderas.
La herida sigue ahí, lo desafía.
Tiene la misma forma de mirar.
Se va cuando se va.
Tumba de barro.
Mira la hora: las dos.
Prefiere que lo obvio sea visible.
Prefiere que el alivio sea visible.
Inminencia húmeda.
Fauna ictícola.
Arcilla verde en un valle donde toman agua las flores.
Solo él se repite convertido en un precipicio clavado en el cielo.
Vaso y sangrado.
Un asesino que permanece encubierto regresa a su caos personal.
Flor de oro con llagas.
Deleite.
Sufrimiento.
33
Ausencia del reptil que desemboca en un derrumbe.
Un instante.
Calavera, defunciones.
Puerta blanca oxidada.
Rosal blanco.
Huevos de gallina, revólver, incendio.
Limpia el excremento.
Un par de botas manchadas con sangre.
El hacer de su desgracia.
Completa algo con profunda intensidad en la pura desnudez.
Anhelos o no, es posible en esta forma particular.
Tiempos naturales.
Redundancia.
Antes que disponerse, es la propia conexión la que convoca.
Natal y progresado.
Se percibe la existencia de un movimiento con una totalidad mayor.
El símbolo, el egoísmo.
La dependencia.
34
Un vínculo establecido hacia el cielo representa un momento soleado.
Evoca, vislumbra, emerge.
Etapas preparatorias.
Ambigüedad interior innata.
Se sitúa en la noche y amenaza el peligro.
Oscila.
Se desprende de los embates.
Objetivos que permanecen vigentes.
Un ser que deambula en situaciones.
Se reduce el círculo.
Arranca de raíz un árbol verde brillante.
Probablemente la expansión empieza a desplegarse.
Lo ilimitado desentraña el significado de las secuencias.
Pasa de manera natural, en cualquier sitio.
De pronto recuerda, es la única vez.
Proporciona oscuridad desde el principio.
Se arriesga.
Profundiza mucho más.
35
Indicio de puertas, esqueletos, tumbas.
Rasgos vigorosos en un bosque no mágico negro.
Ve en la oscuridad, en el silencio.
Suave como la intención de dejarlo escapar.
¿Dónde está?
Un hombre viejo, la mirada grave.
Lo negativo.
No bien.
La combinación de los reflejos no queda en los charcos.
Inunda.
Ventanas con su silencio y su espesor achatado.
Su ser perturbado en todo rigor.
La parte vale un rito de exageración.
No se contenta completamente.
No se completa móvil.
Produce un hecho cada sacrificio común de las técnicas.
Extrema creencia.
Dato probable.
36
Inconcebible es la manifestación de la acción.
Persigue los instrumentos eficaces.
En ese sentido, los lugares son más bien un ejemplo.
La trivialidad es contagiosa.
Culpable hostil.
Única tentativa que le permite una dominación.
Respeto al sentido común, al enigma.
Enigma particular.
Después, junto a y gracias a, un error muy grave.
No es en absoluto lo que ha olvidado.
Ni siquiera él podría.
Mira fijo, a veces profundo.
Mientras, sigue desde la ventana.
Dos días encerrado en su casa.
Empieza a acercarse.
Inmóvil.
Repite lo mismo, lo que piensa en la tierra seca.
Apoya las manos y deja de hacer sombra.
37
Se levanta un poco y descubre que es el día en que no durmió.
Cada vez un mayor número dirigido.
Todo a su alrededor le impide.
Fue demasiado.
No volverá, no sustituye, pero ayuda.
Rudo, terrible, furioso.
Presión, tensión y presión firme.
Vanidad, exaltación del yo.
Agresivo, envolvente, cerrado.
La mano del pasado no quiere saber.
Inconstancia.
Falanges, pulgar grande.
No llega por generación espontánea.
Ni cruza ni toca, son las luchas de todo tipo.
Veinte, veintiuno, veintidós, treinta y ocho.
La supervivencia del camino, el deseo de aniquilar.
Colapso.
Adhesión que pone un límite de manera diferente.
38
Esa fuerza mira hacia donde los demás no pueden.
Víctimas asesinadas que son reales.
Un hombre apoya su cabeza, su vida, sus muertos.
Celestes destellos al principio de las cosas.
Ignorancia que causa contrariedad.
No es más el que sufre.
Su razón rechaza.
Sin duda.
Cualidad que no estorba su porvenir.
Sin duda.
Pierde la cooperación al progreso residual.
Se ve obligado a la persuasión.
Desaparece la autoridad, no se envanece.
Resignación, sumisión.
Los tormentos fomentan el no hay.
Lejos de reencontrarse a sí mismo, ha de sufrir la transformación
/figurada.
Todo el mal como todo el bien.
39
La oposición de lo prohibido no difiere.
Propiamente dicho, imparte lo dinámico sensorial.
Sobre un fondo blanco liso no ha encontrado referencia alguna.
La luz dorada ahora es más evidente.
Es su voluntad de situarse en el papel y quemarlo.
No puede.
Es probable que en muchos casos no haya sido capaz.
Establece profundas capas visibles, vistas de diagnóstico.
Revitaliza y nutre hasta llenar la habitación donde se encuentra.
Poco a poco motiva que un gusano le rodee la espina dorsal.
Durante mucho tiempo no tiene fin.
Demasiado tarde para intentar siquiera salvarlo.
Tranquilo, maravillado.
Está sentado en su habitación.
Los actos de los restos de su vida actual.
Un destino en algún otro capítulo.
La evolución es un instrumento inestimable.
Mutilado o muerto.
40
Entristecido y envejecido.
Tiránico.
Podía elegir con sensatez, no cabe duda.
Aún peor es la situación extraordinaria de forma esquemática.
Vive en presencia.
Medallón del 2 de febrero.
Cementerio replegado sobre sí mismo.
Dolores de cabeza, de estómago, desvanecimientos.
La situación ha empeorado.
Aversión, confusiones.
Terminología por la que una persona puede no sentir culpa.
Maleficio que a menudo provoca inconvenientes y alcanza una perfidia.
Desesperación, angustia, amenazas.
Se ofusca.
Heridas, los traumas que él provoca.
Rangos, transmisión.
El añadir no contribuye a mejorar las cosas.
La dolencia en sí es un círculo de tierra auténtica.
41
Tiene que repetirse el dolor.
Dos órdenes adecuados.
Así regresa con las piernas juntas y los brazos hacia lo alto.
Se había iniciado el fundamento de carácter central.
Es capaz de cumplir la tarea por la que ha luchado.
Reacciones excesivas a partir de un sacrificio.
Neutralidad absoluta.
No solo amenaza, sino que se implica con mayor profundidad.
Diversas fases durante los últimos ocho años de su vida.
Puertas antagónicas.
Va más allá.
El misterio no es una invitación, significa muerto en vano.
Restos.
Alternativas relacionadas sin explicación.
La flotabilidad se hunde en pocos segundos.
El fuerte viento de cola confunde el control de la situación.
Uno de los misterios más desconcertantes.
No se notó nada que pudiera causar trastornos.
42
Diferencial, que asegura una estación fija.
Hierve en el mar la aguja magnética.
Oscuridad de cualquier cosa.
Débiles y vulnerables.
La sangre está en el exterior.
El descanso a la presión es un obstáculo real, para eliminarlo hay que
/añadir agua.
Superior.
Letargo.
Pérdida.
Puede tener lugar el miedo, la separación.
La concentración sanguínea deja entrar las experiencias como
/resistencia.
Tiene la importancia de un acontecimiento que destruye.
Para salir adelante se rompe la noción de culpa.
Arraigo y ansiedad.
Integración abstracta.
Vive las experiencias de forma disociada.
43
La sugestión juega los procesos en el hablar.
Ciclos estacionales para comprender.
Revisión observadora.
Ira, sinrazón, conmiseración.
La causa aborda antes lo que veía.
Hace, nadie está ahí.
Decae como si fuera el miedo a la muerte.
Visión que le pertenece para aumentar el gran valer menos.
Fobia al ruido.
Irradiación violenta.
¿Qué quiere además de asesinar?
No ejerce los duelos de todas sus muertes.
Rechaza la identidad con clave alta, estruendosa.
Parece grisáceo en días libres para visitar lo que merodea.
Se lo ve solemne bajo un presagio envuelto en la niebla.
Nostalgia que puede encerrar la diferencia.
No se desvanece sangriento.
Las polillas le rozan un hombro.
44
Más allá del horizonte, uno contra otro.
Se dirige a la salida, al sótano.
Camina hasta el final adquirido ante un último grito.
Borde de una persona tímida o modesta.
Detalle menor primordial, como el color quemado brillante.
Con tanta sombra va ocultando las ruinas.
Brizna en el lago durante la noche de cinismo.
Idea imperativa sin encontrar nada que domine la función de las
/acciones.
La sangre, allí mismo.
Su propia cabeza inclinada escuchó un sonoro olor con baba.
Vuelve a enfrentar.
Harto como hiena de mirada lóbrega respira denso.
La muerte sobreviene un poco después.
Comparte, tan suyo, el punto de delirio ahorcado.
Un ratón con zapatillas en condiciones deplorables.
Se apresura con tono de irritación.
Con franqueza, le gusta romper las cosas.
45
Por hondo que haya sepultado en tierra, sospecha.
El daño no tiene remedio.
Si alguien está acostumbrado tiene un posible motivo.
A la hora que comete un crimen, prosigue sin suavidad.
Dientes y uñas.
Se apresura casi enloquecido por un odio descuidado.
No ha podido cancelar la circunstancia sospechosa.
Salud mental con un dedo amputado a un cadáver.
Toda la noche de insomnio, ya es la tercera noche seguida.
Él mismo no está acostumbrado a la hostilidad enmarcada por las cejas.
A partir de las 7 am se oye el golpear de las puertas.
Se vuelve todo más confuso.
Preocupaciones de ánimo alterado.
Cuerpo tembloroso volcado en su tempestad extraña, irresuelta.
Está agotado en el borde inferior.
Qué torpe se ha vuelto.
La mayor parte de su casa está dañada con violencia.
Profundidades inaccesibles.
46
Está envuelto en una gran manta gris.
Le abre el pecho.
No puede subsistir en absoluto, imposible sin sufrimiento.
Cuerpo tirado de espaldas sobre el piso.
Bienestar que no puede ceder sin correr peligro.
Poderes primordiales desvariados con satisfacción pasajera.
Azotado en el vacío para sacar la prueba de que ya no vive.
Apenas soportable, un experto, un especialista.
Puede volver fiel a la generosidad del cielo lluvioso que viene.
Ninguna razón como todas las siguientes.
Lo entreabre desenfocado.
Gesto apático mutable.
Todo ha sido vital, tan de nunca terminar.
En el fondo existe la perfección temporal como un frío audible.
Abstracción clavada en un baño de su casa a la madrugada.
Parálisis.
El centro de su existencia es un roedor de mente cansada.
Es importante encontrarle un lugar al nuevo cuerpo muerto.
47
La tierra es blanda.
Realidad de humillación terrenal.
Color rosa viejo.
La extensión de sus pensamientos pasa corriendo frente a él.
Hubiera sido normal estar atormentado.
Ni se le pasó por la cabeza.
Asesina de noche, duerme de día.
Fábrica humana de cadáveres.
Se había puesto a trabajar y se estaban pudriendo.
Una oreja.
Algún tipo de sensación en la escena.
Es algo hermoso.
Tiene su encanto no dejar ni un solo trocito descuartizado, ninguna
/miga de carne.
Pueden salir mal las cosas, pero ya lo sabe.
Es eso.
En su propio patio.
No importa el nombre.
48
Murió asesinado y tiene un montículo de aserrín a un costado.
La separación no sorprende en sintonía.
Su lucha desordena la sorpresa.
Más allá, como la declaración en desacuerdo a la referencia.
Especulaciones aterradoras, abrupto descenso.
Fondo, una lámpara irritante.
El pan duro tendrá su olor impregnado.
La basura aquí o allá entre las magnolias.
Enterrados para revelarse salvajes y marchitos con la sangre sin
/ninguna vergüenza.
Un susurro de cierre indaga con la puerta abierta.
Desde ahí él ve.
La última pieza de otro cuerpo impide cualquier desvarío.
Se cree indestructible pero tiene los días contados, como cualquiera.
Solo, acompañado por cadáveres enterrados, sin enterrar y uno recién
/muerto.
Llanura absoluta con penumbra de talle fino.
Rodeado de formas tranquilas que no respiran.
49
No se conmueve cuando vuelve al presente.
No había pasado en su piel seca, ya es entonces.
Era el hombre indicado cuando lo vio aquél día.
Lo sostuvo como si lo protegiera.
Descansa en la sombra que el pasar del tiempo le otorga.
Sutil mandíbula en un bosque espeso.
Profunda persona de muchas veces.
No es nada fácil antes de morir.
Todos sus significados ignoran el sigilo.
También algunas noches su cuerpo gotea sangre.
El olor del muerto, una fase.
Encandila sus vísceras convencido de la suposición.
En el baño en desuso están los otros cuerpos tirados.
Agolpados, expuestos como morgue excéntrica.
Su madre, tirada en un rincón, respeta el esqueleto debajo de los
/músculos viejos.
Se reconoce en ella sobre un piso damero dramático y sucio.
Enciende un gran fuego en segundo plano.
50
El humo erizado llena el hueco de la tierra.
Figura compacta cadavérica de hebras amarillentas.
Una torpe línea grisácea en un sitio plano.
Amenaza de muerte reciclable, cenizas mayúsculas y minúsculas.
51
ALEJANDRE
(Mar del Plata, 1989)
Escribió el libro
y
Me vale verga
Todes aquelles
el álbum
(Beca Creación del FNA 2021). Realizó
Antes de la mudanza
instalaciones y arte textil.
52
(Huácala Capirote, 2020)
(2022). También hace
Todes aquelles
Alejandre
Escrito con una Beca Creación del FNA 2021.
53
¡Claro que sí!
Santa Rita
54
Dale, así me
muero
de
envidia
y
resentimien
to feminazi
55
John Money / Milton Diamond
Juan Dinero / Milton Diamante
Paul B. Preciado, el gran hacedor de neologismos, con sus archivos
Word repletos de subrayados rojos automáticos.
Para los que se burlan de Greta, sigan así, sigan derecho al fondo que
llegan.
¿Por qué no van ustedes a la ONU ya que Greta les parece que tiene
demasiada plata, mucho odio, gesticula de más y lee mal? Solo pueden
insultarla en los comentarios de YouTube adentro de sus casas detrás de
sus pantallas.
Protector solar.
De 11 a 16: no exponerse al sol.
Pileta: no, no hay agua.
Meterse al lago o al río: no, están contaminados con químicos y caca.
Meterse al mar: no, hay olas de plástico.
Usar barbijo: no respires el aire de lxOs otrxOs y que lxOs otrxOs no
respiren el tuyo.
No tocar/alcohol.
Profilácticos.
LxOs humanxOs no somos un virus elegante, solo somos unos parásitxOs
mugrientxOs.
56
no binarie
gender fluid
inter
bixa
cuir
travesti
trans
feminismx antiespecista
NBGFIBCTTfeminismx antiespecista
57
MACHO
ENTERATE
CÓMO
ES
Así naciste, esto le hicieron la cuerpa gestante que te parió.
NO
SON
PARTOS
PLACENTEROS
NO
SON
PARTOS
ORGÁSMICOS
58
LGBT / Liberty Guns Beer Trump
¡Qué peligroso!
OVZ A
El ayurveda a pasos de la gordofobia (mucha conferencia impartida por
doshas vata).
Pesás 40 kilos, corrés, comés re sano, ¿querés que te lo tallemos en la
lápida? Así cuando la gente vaya de paseo por el cementerio digan, ¡oh,
qué bien esta muerta!
Bienvenides a la Era de Acuaria
Ley Nacional
INAV
Federal
#lasalidaescolectiva
(y la entrada también)
Abajo lOs Médici contemporáneOs.
Basta de precios especulativOs/capitalistOs para la venta de obra.
59
https://www.youtube.com/watch?v=ZwfqHmTnAc8
https://www.youtube.com/watch?v=LI7B8hBXkvQ
https://play.cine.ar/INCAA/produccion/5695
https://www.youtube.com/watch?v=3w3mrxjAV-g
https://www.youtube.com/watch?v=Ubftz39GufU
https://www.youtube.com/watch?v=axagsXsMi48&t=355s
https://www.youtube.com/watch?v=6XPIXk9orW8&t=911s
https://www.youtube.com/watch?v=-3CGQ7z8tMQ
https://www.youtube.com/watch?v=JGaBJx2F608
https://play.cine.ar/INCAA/produccion/5714
https://www.youtube.com/watch?v=b4objTtUB_M
https://play.cine.ar/INCAA/produccion/6658
https://www.youtube.com/watch?v=zG_6IVmXvr0&t=140s
https://play.cine.ar/INCAA/produccion/6605
https://www.youtube.com/watch?v=vu52uZSuPlM&t=1s
https://www.youtube.com/watch?v=Mwk10YGPFiM
https://play.cine.ar/INCAA/produccion/6661
60
Grafiti encontrado en una pared de la UNC.
61
26
de
octubre
tratO inhumanO a niñxs en contexto médicO (tortura)
clitoridermia
endosexismO
62
Poemasdiálogo
63
Un apartamento en Urano
Crónicas del cruce
Paul B. Preciado
Anagrama
2019
Manifiesto para el alivio del estrés y la
ansiedad
Prepara tu maleta sin nada dentro y vete.
¡Qué miedo!
Abre la maleta en cualquier calle y acepta lo que otros te den.
Interesante.
Ningún animal usará ropa que no haya sido hecha por él mismo.
No sé, ¿y el cangrejo ermitaño?
Deja a tu mujer por un álamo.
¡Ecosexualidad!
Modifica el objeto de tu libido. Descentra el placer genital.
RE.
Cambia los ansiolíticos por el paseo.
RE.
Teje.
RE, pero con lanas veganas.
No construyas casas.
RE.
No acumules propiedad.
¡Gracias!
64
No comas otros animales.
RE.
No hagas historia.
<3
Si no lo has hecho todavía, no te reproduzcas.
RE.
Envía a tus competidores una simple misiva: “Me retiro. Feliz año
nuevo.”
<3 <3 <3
Elige la simple vida frente a la extensión médica de la vida.
RE.
Todos los animales son iguales.
RE.
65
Cometierra
Dolores Reyes
Sigilo
2019
Sentada, mi pelo llegaba hasta el piso. Tenía el color de ese suelo en
el que vivía.
Mi pelo es rojo anaranjado al sol. Me llega debajo de la
cintura. Soy unx petirroje.
Yo veía a la Florensia agusanada como un corazón enfermo, el pelo, una
tela de araña vieja desprendiéndose del cráneo.
Ojalá yo fuera un árbol o una flor, para morirme sin ser un link
a una película de terror.
El mundo debía ser más grande de lo que siempre había creído para que
pudiera desaparecer tanta gente.
Absorción física total garantizada. Licuados de carne.
Como ni el Walter ni yo nos habíamos estado ocupando del jardín, la
pasionaria daba la impresión de que iba a comerse la casa. La mayoría
de las flores ya se habían abierto.
The happening (M. Night Shyamalan, 2007).
―No fue uno solo. Uno me arrastró. Otro me ató. Varios me arrancaron
la ropa.
¡¿Cómo pueden?! ¡Qué bronca!
Las paredes habían sido blancas alguna vez, pero ahora eran de un gris
mugre (…).
¡Llenar las paredes con plantas! Enredaderas, helechos. Macetas.
¿Las plantas son vida o muerte? Vida y muerte.
Un gato se asomó a través de un vidrio roto y nos miró como si todo le
importara un carajo.
<3
66
Las malas
Camila Sosa Villada
Tusquets
2019
(…) hostigada por los zapatos de acrílico que a sus ciento setenta y
ocho años se sienten como una cama de clavos.
¡Zapatillas!
La infancia y las travestis son incompatibles. La imagen de una travesti
con un niño en brazos es pecado para esa gentuza.
El laberinto de las lunas (Lucrecia Mastrángelo, 2019).
<3 <3 <3
La casona rosa, del rosa más travesti del mundo (…).
Una casona amarilla flua con círculas púrpura.
Y perdón también, mucho perdón, que es lo que a la gente le gusta
escuchar de las putas como nosotras.
Cuando una mujer hétero cis me clava los ojos con desprecio, la
miro de abajo a arriba, dejo la cabeza en alto y le doy vuelta la cara.
(…) nuestra Machi Travesti (…)
Nuestrx machi intersex: lx gatxxy tricolor y su amigue orquídea.
La única que había nacido con una flor carnívora entre las piernas (…)
Flores veganas ecosexuales.
Yo no podría ser un hombre en este mundo.
Yo tampoco.
(…) todo el odio que irradiaban esos pobres animales que morían dejando
su último resuello en el esfuerzo por escapar (…).
Vegan<3s.
67
―Tanto lío para ser travesti y terminar cogiendo putos ―dice.
¡Ja ja ja!
Hay que ver cómo se les estruja la escala de valores cuando tienen un
pene adentro.
<3 <3 <3
Al día siguiente pintaron con aerosol rojo en nuestra pared la palabra
PUTOS, en tamaño catástrofe.
Irse de todos los lugares. Eso es ser travesti.
Me maravillo de lxs cuerpxs diversxs del fondo del mar, me
maravillo al verme igual a elles, a todes aquelles.
Ella me hacía burla por mi voz de concha (…).
Mi voz es como el pelo rojo electrizado de Grace Coddington.
(…) el muy basura.
Separar a la gente: reciclable en bolsa verde, húmeda en bolsa
negra y patógena en bolsa roja.
Nosotras, las olvidadas, ya no tenemos nombre. Es como si nunca
hubiéramos estado ahí.
A eso lo sé muy bien.
68
Lectura fácil
Cristina Morales
Anagrama
2018
¿Cómo es posible que, siendo guapa, suelte esos sapos y culebras de la
boca, con lo feo que está eso en una mujer que no es fea? ¿Cómo se
atreve a afearme un piropo o un chiflido si lo que estoy es halagando a
la muy puta?
Ja ja ja.
Tercera posibilidad: te das cuenta de lo obediente que eres y no lo
soportas. Entonces sí que estás alienada. ¡Enhorabuena!
Sí, y no veo cómo escapar. Prisionere total.
(…) toda mi insinuación fue existir.
Mi acto más erótico.
(…) el periodista-guirimierda-hipster de laca en el flequillo no se
separa ni del móvil ni de la carretera.
A mí me dan vergüenza ajena lOs periodistOs que están de cuerpO
entero en cámara haciéndose lOs cool mientras deliberan si la mesa va
adentro o afuera en navidad.
(…) la represión del volumen del culo (…).
Ja ja ja.
¡Vaya asquerosa mierda de performance!, exclamó Nati (…) insistió:
¡Vaya asquerosa mierda de performance de mierda!
Ja ja ja.
De la Ángels se creen que es retrasada porque tartamudea, porque pesa
120 kilos y porque nunca aprobó una asignatura en la escuela.
¿Y si es retrasada, qué?
69
(…) discapacitadas intelectuales expertas en discapacidad intelectual
(…).
Intersexual expertx en intersexualidad.
(…) una cogida es un polvo latinoamericano (…).
Ja ja ja.
(…) evidentes pilares de este Bienestar que nos ha convencido a todos,
incluida buena parte de esta asamblea de anarquistas, de que vivir bien
es vivir con facilidad para consumir, elevando esa buena vida consumista
a la categoría de vida digna (…).
Me encantan lxs anarquistas, pero a veces son demasiado
intelectuales.
Mujer: cuanto menos tiempo y energía dediques al sexo, bárbara tarea,
más tiempo tendrás para ti misma, para cultivarte y hasta para hacer la
revolución. Mujer que no folla es mujer independiente y liberada. ¿No
suena esto exactamente a lo que suena: a la mística del celibato?
Eso es lo que me critican: pero si a mí no me interesa, ¿por
qué debería obligarme a coger? ¿Por qué solo es válido coger? Negar que
lxs asexuales existimos es como querer tachar el violeta de la bandera
arcoíris, negar la refracción de la luz.
Que lo que pasa es que tú eres demasiado libre para estos anarquistas
reprimidos.
¿Ser asexual es ser reprimidx? Sería como afirmar que lxs pijas
que se excitan con otrxs pijas son reprimides porque no cogen con vulvas.
― ¿No sabes lo que es el coaching? Una técnica fascista basada en el
espíritu de superación.
Ja ja ja. ¡Una molotov!
Convertirse en otro es deseable porque ese otro es mejor que tú. El
espíritu de superación existe allá donde hay modelos a seguir, o sea,
donde hay jerarquía, o sea, donde hay deseo de dominio de uno sobre
otro.
Lo pienso en relación a la fertilización in vitro: en YouTube
está lleno de especialistas que explican cómo es la técnica y cuando
llegan a la parte de “elegir los más viables” o de “transferir
70
embriones que no tengan anomalías cromosómicas”, ¿por qué no dicen
directamente que no transfieren embriones XXY ni con trisomía del par
21? EugenésicOs del ortO.
Deja de ser quien eres para convertirte en un mediocre más.
¡Ja ja ja!
Joder uy madre mía, ja ja ja ja ja…
<3
La ideología apela, pues, al respeto hacia los machos fascistas
neoliberales mientras que a nosotras, por poner en entredicho el
mencionado orden institucional, nos llaman irrespetuosas, exageradas,
locas, odiadoras y feminazis.
No podrías haberlo dicho mejor.
STOP
RADICALISMOS
Tu colaboración es muy importante para todos.
Contacta con nosotros con total confianza.
2015 Ministerio del Interior
Gobierno de España
George Romero es un poroto.
La prostituta también tiene bien claro que ella no debe negociar
directamente con el prostituyente.
Como unx artista con coleccionistas.
(…) la figura del intermediario que es el proxeneta (…).
Galerista.
Y hay politizaciones drásticas como esta, en la que hace una pregunta
motivada por el capital y la otra le responde con una verdad anarquista.
<3
Me tiro unos cuantos peos (…).
Ja ja ja.
71
Trastornos del aprendizaje es que tienes una enfermedad que no te deja
aprender las cosas que te dicen en la escuela.
<3 <3 <3 ¡Qué se lo guarde lx seño!
El pan no te puede comer a ti (…).
No te creas.
La ligadura de trompas os la tendrían que hacer a las paridoras del
sistema como tú, que os dejáis fecundar por la estirpe de violadores y
de firmantes de la variante del contrato de compraventa que es el
contrato de ´sexo-amor’ que vosotras, sus hembras, con tal de no perder
vuestros ‘machos privilegios’, también firmáis.
¡Cristina Morales <3 <3 <3!
(…) ese no era mi caso porque yo era una gorda fuerte
como otros gordos en mi familia,
y que nunca habían tenido ningún problema:
he trabajado en el campo, me he subido a las peñas,
he cosido, he limpiado, he cocinado,
he bailado en las fiestas de Arcuelamora
y de los pueblos de al lado (…).
¿Y lxs donantes de sangre? Si hay que pesar más de 50 kilos,
lxs gordxs son lxs que pueden donar sangre. Por única vez en sus vidas,
los centros de salud les regalan caramelos, un alfajor triple y un jugo
de frutas sintético lleno de azúcar. ¿Lx gordx está enfermx y dona
sangre? ¡Hola!
Tenía los huevos afeitados, y las pollas depiladas suelen oler menos a
polla y más a suavizante de los calzoncillos.
Ja ja ja. Me río pero debe ser cierto, tiene mucha lógica.
72
Loquibambia
Sexo e insurgencia
María Moreno
Universidad Diego Portales
2019
Sharon Duchesneau y Candance McCullough (…) parecen haberle tomado el
pelo al doctor Mengele, ya que buscaron como padre a un miembro de la
élite sorda de Gallaudet, sordo de quinta generación, que es como
certificar el escudo de armas de una familia del Imperio Austrohúngaro.
Ja ja ja.
(…) una identidad popurrí y una naturaleza de viva la Pepa.
<3 <3 <3 ¡LOs cis se toman muy mal el Martini intersex!
―Un gay o una lesbiana pueden vivir toda su vida sin que nadie sepa
que es gay o lesbiana. Pero la visibilidad viene con nosotras. (…) y
un gay, por más emplumado que sea, puede no renunciar a sus beneficios
de patriarca. (…) el primer eslabón es la prostitución. Ahí somos
aceptadas, somos diosas. [Lohana Berkins]
A mí me han dicho que soy asexual porque me da vergüenza mostrar
mi sexo, o sea que si yo tuviera una pija de 24 x 7 o una concha con
muchos volados ondulantes, útero y ovarios llenos de ovocitos tendría
re ganas de coger. ¿Qué?
En esta sociedad que te obliga a definirte como hombre o como mujer, yo
digo: ‘Soy travesti’. [Lohana Berkins]
<3 <3 <3
Y yo soy intersex no binarie asexual.
En las travestis se suele violentar ese estado de niñez y ellas, al
afirmar su identidad, pasan a vivir en un mundo de adultos (…). A las
niñas y a los niños se les comprenden sus problemas, que son de niñas y
de niños. Las niñas travestis, en cambio, son un problema para el Estado
(…). [Lohana Berkins]
73
Dan ganas de irse a vivir al medio del monte entre árboles,
plantas y nubes, seres a los que les importa una mierda el sexo asignado
al nacer ni la identidad de género.
74
Soy Sabrina
Soy Santiago
Género fluido y nuevas identidades
Sasa Testa
Ariel
2018
(…) estoy paradx en la zona gris de los géneros. Ni una cosa ni la
otra. O todo junto (y al mismo tiempo).
No gatita, no gatito, felinx.
Desde muy chiquitx ―aprendí a los 4 años― puedo escribir con las dos
manos. Elige tu propia analogía.
Ja ja ja.
Fede me llama por teléfono. Le cuento que hablé con mi vieja, que le
dije todo. Él, a su vez, me cuenta que habló con la suya. Que se puso
re mal. Que cuando le dijo que le gustaban los varones ella se levantó
de la silla y vomitó.
Si unx le da asco homófobo a su propia madre, ¡que vomite, que
se vomite todos los órganos que tiene adentro!
Su hijx estaría chochx chupando pijas, pero como a su madre le
da asco, ¡tendría que dejar de hacerlo! Se ve que es a ella a la que le
da asco tragar el semen del marido.
75
Filósofa punk
Una memoria
Esther Díaz
Ariel
2019
Pomposa invitación a la celebración de los cincuenta años de una
biblioteca. Me fijo en la fecha: 1939, el año de mi nacimiento. ¡Y
estamos en 1989! ¿Entonces estoy por cumplir 50? ¡Pero si tengo 48! ¿No?
¿Cómo? ¿Nunca tuve 49?
Yo nací en 1989, tengo 32 años. La deconstrucción de la edad,
de la juventud/vejez es la gran cuenta pendiente. Lo veo en otrxs que
hace más tiempo que están en el planeta y lo viven como un shock.
Desde mis 25 años me persiguen fantasmas de suicidio.
Antes que matarme a mí mismx, mataría a otrOs. Soy el tipo de
persona que morirá asesinadx, okey, pero mis últimas palabras serán como
el título de una película: Te arrastraré al infierno.
¡Qué tiempos aquellos! Sin vegetarianos, nada de veganos, comíamos carne
dos veces por día: puchero al mediodía, asado a la noche.
Me indigna.
En la universidad se notó más la desigualdad etaria. No era común ver
´viejos´ en las facultades y yo andaba por los 30.
A esta edad esto, a aquella edad, lo otro. Comienzo, nudo y
desenlace. La vida como una novela de 300 páginas pedorra.
Pero ser víctima no garantiza lucidez.
Muy cierto. No necesariamente.
(…) comencé a tomar clases de actuación. La experiencia fue dolorosa
por ser nueva en un grupo ya constituido y por mi edad. Mis compañeros
podrían haber sido mis nietos. A mí no me importaba, pero ellos no
sabían qué hacer conmigo, entonces me ignoraban.
76
¿Por qué un taller de actuación sería un lugar equivocado para
aprender técnicas de actuación?
Se escuchaban los chillidos de los pollos grandes. Esos doble pechuga
comen las veinticuatro horas y son caníbales. Cuando uno de ellos se
lastima, los demás se lo devoran vivo empezando por el ano.
¿Qué dice mi yo vegan al respecto? Que ellOs sean así no me hace
carnívorx a mí.
Tener hijos es un estigma para toda la vida. Cuando estaban bien, temía
que les pasara algo malo y, cuando estaban mal, mi vida perdía sentido.
¡Qué perno!
En los arcanos de la etimología de ´símbolo´ se encuentra la idea de
que la unión de los fragmentos revela la verdad.
Cuando estás en la adolescencia unís los fragmentos de lo que
quedó de niñx mutiladx en secreto y se revela la verdad.
77
Proximidad del amor
Tracey Emin
Trad.: Cecilia Pavón
Mansalva
2012
¿Sabían que los únicos lobos que se aparean son los lobos alfa? Esto es
para que toda la manada proteja a los cachorros (…).
Son machOs alfa por la complicidad de todxOs lxOs demás. Si no
cuidaran a esas crías, se morirían y ¡chau machOs alfa!
En la película It´s alive el bebé sale chillando de la vagina con una
cabeza enorme y con garras. Ataca al doctor y a la partera, mata a la
madre, y conquista el mundo.
¡Ja ja ja!
Me pregunto si a uno le gusta tener sexo a la hora en que fue concebido
o a la hora en que nació.
¿Y si no te gusta tener sexo a ninguna hora?
Si estás sola, al menos estás con tu signo astrológico.
<3 <3 <3
Hay que esperar hasta que la tristeza se vaya al lugar del que vino.
Ja ja ja.
Me pregunto si como seres humanos nos enfermamos físicamente al ser
privados de la naturaleza.
Sí, al ser privados de nuestra naturaleza.
78
ANAHÍ
AMENEDO
PINI
(Buenos Aires, 1967)
Escribió el libro de poesía
Números
y hace lives de
divulgación astrológica express en su cuenta de Instagram
@anahítuastrologadigital.
79
Números
Anahí Amenedo Pini
80
4144
606
090
901
800
177
118
339
943
532
5500
199
122
047
097
81
414
715
81
979
851
722
244
622
411
644
035
988
447
455
024
82
413
214
110
54
121
555
551
193
933
834
660
961
551
009
330
150
010
060
83
85
15
275
517
777
771
111
560
300
699
739
144
742
607
84
419
239
710
776
876
477
427
001
901
100
1430
073
183
1300
1200
886
898
85
357
137
670
626
486
607
323
931
573
1255
123
005
488
142
688
1688
218
86
0
100
100
0
004
117
007
525
775
120
521
221
331
099
419
929
480
050
210
87
112
200
132
404
005
807
070
380
881
446
807
104
202
044
449
200
467
445
405
451
88
909
147
178
022
069
0670
0733
053
092
333
211
910
622
313
273
151
89
463
243
780
800
980
1350
400
1407
000
222
266
077
024
221
211
019
229
222
90
006
3557
014
18
500
400
0
100
17
900
07
311
999
519
703
016
300
929
590
91
800
603
806
52
373
71
046
151
061
009
622
323
933
244
907
027
92
940
942
644
137
416
331
502
570
015
331
407
0214
533
129
053
1919
93
3335
013
721
126
923
917
522
519
385
417
799
334
249
494
868
144
94
199
008
737
205
519
737
828
1407
703
300
20
886
334
145
154
95
084
806
305
021
01
722
29
22
1222
103
903
403
070
130
116
461
214
96
013
357
341
105
995
7
17
717
420
622
632
449
441
919
993
942
97
414
515
244
480
544
791
666
581
339
039
05
507
204
05
051
300
507
98
009
34
0
626
0905
52
088
088
009
081
880
801
108
103
407
200
99
180
083
049
612
610
207
057
124
722
622
106
097
044
115
2301
2065
100
501
405
808
888
906
505
056
053
202
463
239
399
219
929
074
014
400
101
000
010
818
999
14
271
451
444
017
19
7145
779
19
702
622
411
506
104
102
204
814
14
102
3311
323
211
20
999
45
1721
45
443
447
447
103
121
070
070
004
015
130
2333
202
005
45
106
121
040
404
444
104
177
139
613
603
642
748
740
347
300
3500
342
3249
397
552
758
0010
105
616
236
625
965
467
315
132
314
488
993
029
331
600
110
555
009
330
106
777
644
111
49
308
405
060
058
411
1111
16
787
287
205
204
107
557
550
5500
666
220
890
092
680
534
552
450
130
616
361
004
566
108
053
933
176
601
904
850
088
380
600
33
919
32
34
104
140
606
137
000
109
518
678
788
886
800
005
014
660
005
905
802
999
035
52
110
202
096
907
808
204
508
084
22
113
881
122
186
112
081
707
606
999
000
111
680
480
590
202
55
959
313
113
28
200
601
025
606
003
201
20
112
804
847
847
814
2200
21
22
019
910
919
070
737
133
822
832
113
151
751
3330
193
54
030
009
106
030
703
182
2
180
711
055
114
794
797
887
888
3000
115
KAREN SMITH
(Rancho Viejo, Texas, 1936)
Escribió los libros de poesía
word in a car, Tomatoe
116
y
Ewan said the last
Grocery life.
Ewan dijo la última palabra en un auto
Karen Smith
Traducción: Cuqui
117
Kim está muy enferma
pálida
Kim irá al cementerio esta tarde en una caja
la novia come su torta blanca
no hay problema con el vestido: también es blanco
no hay problema con el marido: está con la amante en el piso de arriba
¡él no te ve!
118
Bonnie camina sola en la calle
habla con su perro
su feo y sucio perro
sobre el presidente y carteras
Jason está solo en un hotel
Linda está con su novio
Jason mira tv muy aburrido
Linda quiere morir
119
Tyra recibe la luz
no sabe qué es
y protege su mente
no entiende el infinito
dice no
no puede ser
y el infinito se va
mami está desnuda en su auto
sonríe a su marido
Stan, el hijo del odio y del amor
hace caca en el pasto
muy feliz
muy perrito
120
Emma, Kendra y Savannah
bailan en un teatro
una de ellas
esta noche
después del show
morirá
asesinada por un asesino
nadie puede hacer nada
la carta que le escribió Lydia
está rota en el piso
121
Ann camina sola
un perro ama la cartera que ella quiere comprar
Ann bebe un café en un bar
la cartera nueva ahora está en sus manos
Lilly vuela trece pisos abajo
y explota
122
Ray está enojado
tiene el arcoíris en una caja
pero lo incendia
Shelby piensa:
está por llover sobre mi cara
y no me siento triste
me siento
123
la bruja pone una carta sobre la mesa
y mira a la chica joven
la chica joven empieza a fumar y a hablar
la bruja bebe un poco de agua
ayer nació una serpiente
una gran pieza de oro y fuego
a lo largo de la noche
lloró por su mamá
124
a las seis en punto
la mujer pájaro bailó desnuda cerca del río
los peces besaron sus pies
y húmeda, muy húmeda
esperó al sol para sus alas
luego
voló a la copa de un árbol
el aire trae a la noche
la chica rubia camina en el desierto
sola
tiene una mariposa verde en su cabello
sonríe
está enamorada de Andy
125
la pequeña Queenie
camina con sus zapatos azules y el paraguas
debajo de la lluvia
con su madrastra
Quennie tiene manos de anciana
no de niña
está triste frente al espejo
algún día será feliz de nuevo
en el jardín secreto hay un oso de peluche
cuando Brianne sale del laberinto
el oso de peluche grita, llora, sufre mucho
pero ella no puede vivir en la fantasía
126
serpiente serpiente serpiente
alrededor de la cabeza, alrededor de los brazos
serpiente serpiente serpiente
Alan es una mente que quiere olvidar
las cosas malas que pasaron
en la tierra bajo el agua
en la tierra sin sol
127
sombras alrededor de un perro
sangre alrededor de un caballo
un hombre muerto cerca de la mesa
una silla mira al mar
detrás de una gran ventana
del otro lado
tierra
muy lejos
128
la hermana de Aaliyah
tiene una remera llena de flores
anteojos para protegerse del sol
lápiz labial para ser más hermosa
dinero
y un gran bolso
para irse lejos de casa
Ava y Natasha nadan en el mar
la noche está viniendo
ellas ven a Terry
129
Helen se sienta cerca del agua
le pregunta algo sobre el amor
el agua dice:
10, Park Avenue
Rachel mira el celeste correcto
y salta
130
el otro día, Ashley le dijo a Nathan que las flores
no pueden crecer en la tierra que no termina
él no entendió dónde estaba el punto
y ella lo miró como si fuera una piedra
en la cima de una montaña
Ashley
le mostró su tatuaje
no caminan sobre el suelo
es diferente
el piso está abajo y eso está okey
caminan como mariposas
131
Scarlett tiene un montón de flores dibujadas en su cuerpo
Scarlett es un jardín y hay que pagar para oler
una orquídea, para tocar una rosa
para poner un pene entre dos margaritas
ella toma agua para el pasto verde de su cabeza
y píldoras para su corazón
a veces llora
con la noche más grande del universo llamada vagina rosa
tiene sexo en un auto
en un baño
en un hotel
sin amor, sin odio
en un pequeño pueblo llamado Carnaby
una chica-león
fuma en el rosedal
ve un pájaro
y sabe todo acerca de la puerta:
los caramelos son azúcar
132
Deborah duerme
al mismo tiempo, el mar oscuro
va
a su mente
el psicoanalista sonríe al infinito
Eleanor se sienta en una silla y ve su ventana cerrada
ella quiere preguntar algo
él es tan inteligente
Eleanor no entiende nada de lo que el psicoanalista no dice
todo está en su mente y es muy claro
pero no entiende
el psicoanalista tiene 102 años más que ella
Eleanor recuerda que él nació en Zurich
133
ojos marrones abiertos
en un cuerpo marrón muerto
parado cerca de la puerta
miran a Bobby
como si la muerte fuera culpa suya
Dana decidió tener un hijo
ahora
está embarazada
134
la adolescente
está en una caja con cuatro ruedas
Carl siempre la llama auto
afuera
está la ambulancia
hoy Edna tiene cincuenta y dos años
besa a un hombre
tiene sexo con él durante tres horas
luego
se ducha
y va a su fiesta de cumpleaños
135
en medio de la calle
Imogen encuentra un arcoíris
lo pone en su cartera
y corre lejos muy rápido
Tessa nada en agua fría
son las doce menos diez
tiene que pagar el horror que hizo
con su vida
136
Kate mató a un oso con su dinero
para no sentir frío, para sentirse hermosa
está triste
porque el oso está muerto en el piso del living
y ella está desnuda cerca de un gran fuego
bebiendo una copa de Malbec
en la mañana estará bien:
esta noche su amante casual le dará amor
y cuando el sol esté alto
Kate comprará otra cosa con su tarjeta dorada
la novia posa para la foto con su marido
no está segura de su decisión
pero bien
está ahí
es una bella y sonriente muerta
solo necesita una cama llena de niños
para estar
bien bajo tierra
la familia feliz porque ella hizo algo con su vida
morir es algo para hacer a veces
137
Susan es muy bonita
más de lo que Elsy puede recordar
desde la última vez que la vio
Susan bebe una taza de té verde
y se siente muy bien
pero a la noche
las cosas serán muy diferentes
Nell está vestida de rojo
con su perro en brazos
no dice nada acerca de las cosas
que pasaron recientemente en la alfombra
no quiere hablar
138
a veces, tener dieciséis años es duro
como para no explotar la mente con música
el tiempo en las estrellas
es como el tiempo en una piedra
en la mano
139
los dedos de la bruja
mojados en agua negra
no pueden decirle la verdad a Janet
no está lista para saber
las alas del pájaro están rotas
con la puerta que va al infinito
el pájaro llora
la puerta se cerró cuando él iba pasando
140
el tercer ojo ve las bicicletas en el desierto
dice uno, dos, y al final va al cielo
el viento peligroso
hace más fuego
la pequeña Constance duerme
todo está bien
es un conejo esperando para ir al bosque
141
¿durante cuánto tiempo Larry debe recordar
la última vez?
el tiempo no es cualquier tiempo en Texas
Jessie fue a la Calle 14
a comer mucha comida japonesa
se siente como oro y agua
en el aire
142
Lacey es rara
come pescado, tiene sexo con su novio
dos veces en un mes
sus amigas comen vacas y tienen sexo
con sus novios y amantes todo el tiempo
las gemelas caminan por la calle
como si las esmeraldas
y las alas de los osos blancos fueran suyas
la arrogancia crece a sus pies
igual que el pasto verde en la primavera de Los Alpes
143
en la fiesta
Gillian conoció a Ivy Hayley
la invitó a tomar algo
hablaron toda la noche
estuvieron juntas por cinco años
luego todo terminó en paz
como un viaje por el mundo en jeep
Leslie tuvo dos amigas:
Stephanie y Maia
el viento separó sus voces
para que no pudieran oírse
144
caminando sola por la calle
a la noche
Evelyn se siente como una actriz
cuando el show termina
pero ella no está en el escenario
siente la verdad: su vida es una gran mentira
no tiene ningún control
ahora
corre sola por la calle
llena de globos, autos, árboles
una tarde
cuando Will era un niño
puso su mente en el bote de la fantasía
todas las nubes fueron a su mundo
y se durmió en los brazos de su mamá
145
Judith pone perlas en su cuello
se sienta y fuma nueve cigarrillos
el misterioso árbol sigue creciendo hacia las nubes
un patito pone una silla ahí
una mesa acá
y
escribe una nota
146
Beth le dijo a la niña que fuera al jardín
y lo hizo
la niña estaba sola en la hamaca
su padre le compró un perro
y las cosas cambiaron un poco para ella
cuando el verano terminó
su madre fue al jardín pero nunca volvió a sonreír de nuevo
dos meses después, se suicidó
la muñeca rubia grita por ayuda
el marido de Sarah toca su vagina
Sarah está ahí y no hace nada
la muñeca rubia llora
el marido de Sarah tiene su pene muy duro
en una mano
cuando el vestidito está en el piso
Sarah va al otro cuarto y cierra la puerta
147
Gretchen baila muy rápido con sus zapatos nuevos
ríe un montón
bebe un montón
baila y ríe más con viejos y nuevos amigos
sus shorts cada minuto son más cortos
Mary Cecil y Wes saltan por las paredes
caminan por las paredes
su casa es un caos lleno de luces, cervezas
comida china, condones usados, computadoras, celulares
y música todo el tiempo, todo el tiempo
148
Isobel mira el puente Brooklyn
toma vino tinto y algo va mal
a la medianoche, Mike hizo el check in
149
las bailarinas quieren bailar en Nueva York
son muy delgadas, muy cisnes
si una de ellas pudiera
comería
las patas de un perro
las orejas de un gato
bebería la sangre de su abuela a escondidas en el baño
el diablo dorado está cerca de la ventana de los niños
en la habitación pintada de colores
el diablo dorado entra lentamente
entra
en la cama
del más chiquito
él llora
el diablo dorado
ahora tiene cuerpo de cinco
150
un oso de peluche está enamorado de una gatita
el oso de peluche compra un cepillo
y se lo regala
la gatita sonríe pero muy adentro
quería un gran helado
no siempre la naturaleza es tan mala
pero a veces
la violencia puede matar a un millón de diamantes inocentes
que besan el agua y no la beben
151
en el desierto
un hombre tiró a Willow sobre la tierra seca
debajo del sol muy caliente
puso sus manos en su cara, en sus brazos
ella trató de decir no
el hombre le subió la mini sobre su cadera
Barb está desnuda
tiene un gran collar de oro
no puede respirar
152
Ollie se pregunta por la magia
cuando los cuerpos están enterrados
las flores de la novia
están en la cama de su hermana Marcia
Marcia está con Matthew y Steve
besándose, teniendo sexo, riendo, tomando el desayuno
153
Oona está deprimida
adentro de la casa
sentada en el piso
con su almuerzo cerca del cuerpo
no puede comer
no puede pensar más que en morir
el lugar está oscuro
podría abrir la puerta para que entrara más luz
no quiere más luz
está bien en la oscuridad
no sabe cuándo podrá pararse
quizá duerma en el piso
o use el cuchillo para cortarse las venas
en la fiesta
las luces son rojas
toda la gente fuma, bebe y habla
Johnny se siente solo, excitado
besando a una chica que recién conoce
154
la anciana Dolly
vive en Rancho Viejo
en el condado de Cameron
va a morir ahí
conoce el cementerio
Vivienne quiere ahorcar a Trent
pero no puede
Vivienne es una rosa tratando de matar a un robot
155
Stella extraña a su gato blanco
está debajo del pasto, en el jardín
¡era tan hermoso y tan cruel!
nunca habrá nada más hermoso que él
vivir en un pueblo es tan simple
Josephine se pone un jean
y está lista para no hacer nada
pero en las tardes
cuando su mente está en calma
y ha aceptado de nuevo
que esta es su vida
camina sola
o con su perro
entre los yuyos y todo está bien
esperando que todo cambie en la noche
pero esperando que nada cambie
muy adentro suyo
156
Cuqui
(Córdoba, 1977)
Escribe con heterónimxs y es artista visual.
Lee el tarot, los Registros Akáshicos, analiza árboles
genealógicos y hace regresiones a vidas pasadas. Pertenece al
colectivo de médiums Portalle.
157
158
159
160
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190
191
LAETITIA
Serie de 19 acuarelas
También pertenecen a la serie de mil acuarelas
inspiradas en la actitud de Maudie Lewis con
respecto a la vida y el arte.
25x35cm c/u
2022
Originales en el pasillo de artes de la casa de la Tatara,
Villa María, puesta por Ienny Poett.
Video acuarela
Montaje en video con retoques digitales (2022)
Link de Vimeo
https://vimeo.com/686001782
192
Charlotte
von
Mess
(Egipto, 1959)
Crítica de arte y curadora.
193
Le chien, guau-guau, cimarrón.
Xólotl terrestre camina con sus
cuatro patas por las afueras de la
ciudad del arte. Semi-evocación
analítica del colectivo perrunoperuano Jauría
Charlotte von Mess
Traducción: Ignacio Havre
Qué lindo es vivir
tener una vida
y que un perro se meta entre el yuyerío
obsesionado y alegre por los rastros
de algo movedizo, con vida también.
Qué lindo ser un perro, sentarse en la plaza
tarasconear una mosca al vuelo
revolcar el lomo en la playa en invierno
quedar con el hocico rebosado de arena
olisquear entre los peces muertos y la basura que expulsó el río
subir por la veredita la barranca a trote ligero
flashear con la isla.
Daiana Henderson, IRSE
194
Antiespecismo
Sin hacer ruido, giró tres veces sobre sí mismo, y se acurrucó en el suelo.
Bret Harte, CUENTOS CON PERROS
Heces – Intervención urbana del colectivo Jauría – Comarca Hipolito (Perú) – 2018
Registro: Guiomar Barbeito – 2018
Heces – Intervención urbana del colectivo Jauría - Chimbote (Perú) – 2018
Registro: Noemí Florencia – 2018
195
Heces – Intervención urbana del colectivo Jauría – Llamellín (Perú) – 2018
Registro: Raffaela Soto Morales – 2018
196
Antropoceno
Los etólogos han descubierto recientemente que los perros salvajes, cuando están juntos, toman
todas sus decisiones por mayoría de estornudos.
Mark Alizart, PERROS
Es probable que en el futuro se defina como arte solo lo que hacen los robots. Yo no
descalificaría el arte porque lo hace un robot.
Juan Cambiaso, CRUDO
¿Cómo avistan el arte un perro o un gato? ¿Acaso dos seres humanos
no perciben distinto una misma obra? Es una problemática del que
contempla, no de la obra en sí.
La apreciación de especies no humanas ante el arte es a la inversa
de la humana. El Homo sapiens eleva/separa del resto lo que es arte de
lo que no lo es (antigüedad conceptual binaria/dual); fuera del
Antropoceno, cualquier especie considera una obra de arte como una igual
con el prana (modo integrador/cuántico-natural).
Si un ser humano ve un sillón intervenido por un perro, puede pensar
que es basura, que está roto o que es una obra, pero lo separa del resto
de los objetos. Un perro ve un sillón como a todo lo demás que rodea al
sillón. Posee un modo más integrador de percibir, aunque tenga una
preferencia afectiva.
Los momentos creativo-expresivos de los animales no humanos son en
circunstancias
de
ira
o
de
gran
entusiasmo.
Lo
que
ellos
extienden/expresan fuera de su cuerpo es en sí energía. Ese es un rasgo
distintivo con respecto a las obras de creadores humanos que tienen
ambos tiempos emocionales + la extensión de pensamientos (el paradigma
del arte conceptual). Las obras de arte generadas por no humanos son el
resultado de energía concreta proyectada, de las humanas no siempre.
197
Dentro de las obras producidas por Homo sapiens, las que han sido
valoradas por receptores sin sentirse parte de una broma, son las
pinturas hiperrealistas, donde hay un circuito cerrado entre lo que se
percibe y lo que se plasma. Eso es inexistente en el arte fuera del
Antropoceno, excepto unos elefantes que pintan a partir de la realidad
(autorretratos y paisajes colindantes), y lo que generan es asombro
porque repiten ese circuito cerrado de conexión.
Para el Antropoceno no versado que contempla arte contemporáneo, le
es difícil apreciar una obra porque no es un circuito cerrado, sino una
línea recta: una energía que se deposita/expresa en la materia, sucede
igual con el pensamiento. Y ahí se agota, interrumpe o finaliza.
Ningún animal fuera de los humanos compraría obra realizada por otra
especie, porque no está separada/elevada del resto de la que posee
materialidad. A lo sumo podrán orinar la pieza si no quisieran
compartirla.
Para el inconsciente humano, la liquidez que producen los riñones es
metáfora de liquidez económica, según la Nueva Medicina Germánica creada
por el Dr. Hamer, por lo que se podría presuponer que el marcar territorio
sea un modo de apropiación/compra. Y funciona, porque ¿qué coleccionista
humano (perdón la redundancia) querría un sillón intervenido orinado?
Pero si no estuviera orinado/apropiado/comprado, sí podría ser parte de
una colección de arte. Para un perro, un gato o un lobo no tendría ningún
significado fuera del afectivo/supervivencial.
La huella del arte energético de los animales no humanos se puede
observar claramente en la pintura Simpatía, la rabia del gato (1955),
de Remedios Varo, donde el felino dibuja en el aire su ira, incluso
constelaciones, como una fotografía del ruido en el cielo aeronáutico.
Lo que también recuerda el registro de movimientos del Proyecto Aeroceno-
198
Pacha (2020), de Tomás Saraceno, aunque su propuesta de viajes con
energías limpias no tiene sentido ante la existencia de los viajes
astrales.
Jauría como biodrama en construcción
Había un mago que hacía su número con dos perritos. Los hacía saltar por unos aros envueltos
en llamaradas y caminar en dos patas. Estaban vestidos, pobrecitos. Uno tenía una corbata.
Entonces me dieron pena y le dije al mago: “se los compro”. Y los amparé.
Arturo Jacinto Álvarez
María Moreno, LOQUIBAMBIA
Parte
de
la
obra
más
popular
del
colectivo
Jauría
son
sus
intervenciones urbanas, Heces (2018).
Ahí tenemos a Divine comiendo caca fresca de perro en el filme de
John Waters, Pink flamingos (1972), la Merde d´artiste (1961) de Piero
Manzoni, o el apartado escatológico de Diario de un genio, de Salvador
Dalí. Es un guiño de los caninos a la historia del arte que siempre los
dejó a un lado solo como animales de compañía o anónimos en una cacería,
por ejemplo en la obra Perros de caza con liebre muerta (1857), de
Gustave Courbet.
199
Murciélago muerto en una vereda orinado por
perros
Es imposible escribir sobre la caminata sin evocar su primer flagelo, los perros con los que
uno se cruza en la ruta que ladran interminablemente detrás de las alambradas o que amenazan
físicamente. No tengo una insuperable repugnancia respecto de la mayoría de los perros sino
desde que camino mucho (Handke, 1985, 48).
David Le Breton, CAMINAR. ELOGIO DE LOS CAMINOS Y LA LENTITUD
Joseph Beuys, en su obra Cómo explicar el arte a una liebre muerta
(1965), es el que ostenta el poder y no la liebre. ¿Podría haber sido
al revés, que la liebre lo llevara a él como cadáver en brazos y le
explicara, por ejemplo, una pintura? ¿El único modo que tenía para
explicarle una obra a una liebre es que estuviera muerta? Para
mostrar/demostrar su idea.
Otro antecedente de documento de performance urinal/fecal: ejemplares
del Wall Street Journal como suelo receptor de la obra Me gusta América
y a América le gusto yo (1974), orinados por Little John, que en general
ha sido denominado “el coyote”, como si para referirnos a Joseph Beuys
dijéramos
“el
humano”
en
vez
de
llamarlo
por
su
nombre
particular/individual/identitario.
¿Por qué Beuys no incluyó sus excrementos humanos en la performance?
¿Dónde eliminaba sus residuos orgánicos? Por lo tanto, no accionaron
como iguales. No dos animales, sino un animal y un otro (artista).
¿Para Little John esa acción no fue en verdad un secuestro, no era
acaso un rehén?
200
Cuando el arte es una mierda
C de caca
C de culo
Mi artífice de placer
Parte de mí hacia fuera
Íntimo
Oculto
Todo mío.
CACA MÍA
Naty Menstrual, BATIDO DE TROLO
Las intervenciones urbanas del colectivo Jauría también dialogan con
el arte rupestre, porque la materia prima es orgánica, para nada
sintética, incluso utilizando heces como pigmentos. El arte rupestre que
se conserva está dentro de cuevas, donde vivían los artistas; los perros
también accionan en su hábitat. Además, en ambos casos se trata de
creaciones colectivas.
Tal vez la diferencia más grande entre una obra y otra, sea la técnica
de conservación (resinas y grasa), que Jauría no emplea en absoluto: lo
suyo es el arte efímero, pero en relación a la durabilidad del hecho y
la
materialidad
en
sí,
porque
la
obra
Heces
es
arte
clásico:
prehistórico, contemporáneo y futurista.
El arte ecológico es una solución natural, para el ejercicio del arte
que en general se aprecia vacío-consumista. Arte y abono a la vez, como
la obra Semilla salvaje, de Isabel Caccia.
Virginia
Buitrón
es
mecenas
(por
proteger
y
garantizar
la
supervivencia) y curadora de obras hechas por larvas Hermetia Illucens.
Ella también se refiere a estos artistas como “personas no humanas”,
201
aunque sean insectos. Sin embargo, no están identificadas por nombres y
apellidos sino con un genérico “larvas”.
Sus obras son dibujos de sus andares sobre hojas. Son las larvas
andariegas, como narra la escritora Eugenia Courtade en Caminata a
velocidad crucero (2017) a la luz de la mica por atardeceres en Cuesta
Blanca (Argentina).
Las obras paranormales en la casa de María Gómez Cámara, fallecida
en el año 2004 en Bélmez de la Moraleda (España), de nuevo creadas por
seres anónimos reconocidos con un término genérico: “espectros” para
algunos y “ectoplasmas”, para otros. ¿Es arte español? ¿Es arte
multidimensional, ya que sus hacedores no tienen cuerpo físico en la
actualidad?
Otros consideran que se trata de un poltergeist, o sea, obra creada
por la energía que emanaba de la señora Gómez Cámara, ya que la producción
se detuvo cuando ella murió.
El Green film fest permite rever el mundo con otros ojos, sobre todo
lejos de la vulgaridad de Hollywood, que lo más memorable que ha hecho
es la ambigüedad de ser el refugio del #metoo cuando durante décadas fue
cómplice. Sharkwater extintion (2018), del activista fallecido Rob
Stewart, invita a apreciar otro modo de observar, por ejemplo, a una
especie no humana como los tiburones sin la carga cultural prejuiciosa
que se les ha atribuido. Pero con el peso ideológico general actual,
¿quién querría ver/adquirir obra creada por un tiburón? El tiburón “está
donde tiene que estar” según la percepción del Antropoceno: en
formaldehído como obra de un artista humano varón cisgénero millonario.
Tan inconcebible que un tiburón asesinado sea obra como que el Museo
de Ciencias Naturales de La Plata (Argentina) y el hospital Charité de
202
Berlín (Alemania), hayan poseído el cuerpo decapitado y la cabeza,
respectivamente, de Damiana Kryygi.
A la par de esto, en un costado, obras sin valor económico gestadas
y materializadas por una subespecie, la Canis lupus familiaris. Un perro
callejero no es un igual con respecto a un perro incluso sin pedigrí,
pero con dueño humano. Como una mujer sin un hombre al lado.
En ese punto, que la obra del colectivo Jauría sea efímera,
autosustentable y ecofriendly, es un gran antecedente para los artistas
del Antropoceno. Se podría decir, entonces, que la intervención de
Virginia Buitrón se aleja de la ecología justamente cuando ella
interviene, al obligar a las larvas a dibujar sobre papel como esclavas.
Hay otros insectos que carcomen madera dejando las huellas de su
andar en esos pequeños montículos-ruinas. ¿Por qué colocarles algo tan
humano como una hoja de papel para que dibujen con sus cuerpos sin tener
otra opción? La acción de las larvas es una performance, con hacer un
registro fotográfico y/o en video era más que suficiente para no invadir
ni intervenir la obra.
Sillones (2018) del colectivo Jauría, es un vínculo a Sofá fumador
de David Lynch, sobre todo porque son intervenciones de sofás que quedan
“destruidos”, “hechos humo”. Lo insólito de esa obra de Lynch y de
todo el espectro efímero de Jauría, deja a la vista la sensación en el
aire de “extraño” o “absurdo”.
En la muestra retrospectiva Heces de Jauría en el espacio alternativo
La Finca (Perú), tanto espectadores como críticos, estaban horrorizados
en las redes sociales por sentirse burlados por los excrementos expuestos
dentro de vitrinas, como así también por las fotografías de heces y de
la acción de “cagar” en la vía pública.
203
Esa exhibición fue catalogada también como pornográfica, ya que los
perros defecando recordaban a humanos practicantes de coprofagia, sobre
todo hombres sonrientes a la cámara agachados con materia fecal saliendo
de sus rectos al suelo.
Así como la “caca de perro” es considerada trash (no hay más que
ir por la ciudad y ver paseantes esperando al lado de “su mascota”
mientras excreta material blando de sus intestinos, con una bolsita en
la
mano
con
la
que
recogen,
aún
calientes,
las
obras/deposiciones/desechos y luego se dirigen a un tacho de basura),
las telas de araña son consideradas dejadez en la limpieza, por lo que
también son destruidas. Sin embargo son creativas e impiadosas trampas
mortales.
El proyecto Cómo atrapar el universo en una telaraña (2017-18), con
Tomás Saraceno como curador de siete mil artistas-arañas Parawixia
Bistriata y Victoria Noorthoon como curadora general, fue fundamental
para comprender la relación de interespecies.
Tal vez una de las formas más antiguas de arte sea la hecha por el
agua a través de su humedad, tal como narra Juana de Irbarbourou en
Chico Carlo (1944), y el viento, donde hay un registro fotográfico
memorable de Romain Veillon en Kolmanskop, Namibia, para National
Geographic, donde el viento trasladó arena liviana del desierto dentro
de una casa abandonada, generando una instalación desoladora, limpia y
paradisíaca imposible.
204
Epílogo
Sin embargo
Toda la simpatía que despiertan los caninos se termina cuando se
muestra el lado B. El documental Space dogs (Elsa Kremser y Levin Peter,
2019), comienza con el seguimiento de la cámara a unos perros callejeros
a su altura visual para percibir el mundo desde sus perspectivas aunados
a su amistad, candidez e inocencia, pero todo termina cuando uno de
ellos atrapa a un gato y lo zamarrea en sus fauces hasta matarlo y lo
deja tirado, no se alimenta con él.
Las larvas de moscas de Virginia Buitrón bien podrían anidar en Heces.
Y las arañas devorarlas de adultas atrapadas en sus telas junto a un
dato que no es menor: los miles de grillos vivos que el equipo de Tomás
Saraceno les dio para alimentarlas. Hay una gran diferencia entre las
posibilidades de supervivencia que tiene una rata frente a una serpiente
en su hábitat natural versus a las de una rata colocada por un humano
entre los cuatro vidrios de un pequeño espacio para una serpiente en
cautiverio.
Los perros callejeros son “perros”, o sea, no hay ninguna perra.
Ninguno está castrado. Por lo que el link a la serie chilena La jauría
(2020) dirigida, entre otros, por la argentina Lucía Puenzo, no queda
lejos de la realidad cuando los caninos van detrás de una perra y se
turnan para montarla.
Las simpáticas arañas están más cerca de ser en realidad como las ven
los aracnofóbicos: atrapan a sus presas y las devoran vivas.
Heces deja sobre el suelo una conversación acerca de la crueldad:
naturaleza con/contra naturaleza para que exista la naturaleza.
205
LAS AVENTURAS DE LA
HERMANA MARGARITA
Cuqui
206
(En el escenario hay un altar y un ambón. Aparece la hermana
Margarita,
que
no
necesariamente
debe
ser
una
actriz
cisgénero: tiene un corte carré insulso, viste una camisa
fucsia con volados y un vestido rosa viejo, está descalza
sobre patines tejidos al crochet, en varios tonos de rosa,
hecho de a puchitos. Sin maquillaje o maquillaje color nude.
Es importante que su look no sea sexy. Ella habla desde el
ambón, colocado sobre una carpeta de crochet gruesa para no
rayar el piso.)
Buenos días hermanos, soy la hermana Margarita y quiero
darles un anuncio y es que el padre Pepe no va a poder asistir
a la misa en esta ocasión, porque él iba en el rastrojero y
se le rompió y quedó varado en medio del desierto, por lo
tanto, vamos a hacer una celebración de la Palabra.
Canto de entrada
(La hermana Margarita canta y baila en el lugar.)
Hola hermanitos,
hola, ¿cómo están?
Hola hermanitos,
hola, ¿cómo están?
207
Saludo
En el nombre del padre, de la madre, del hijo, de la hija
y los espiritas, amén.
Acto de penitencia y breve silencio devoto
Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante vosotros hermanos
que he pescado mucho, muchos peces de pensamiento, sobre todo
los pececitos preciosos de color dorado y peces globo y también
de palabra, porque yo dije prometo que voy a pescar un pez, y
de omisión, porque en algunos momentos yo tendría que haber
dicho voy a pescar un pez, pero como vi que nadie decía nada
ni nadie me exigía nada, yo me dije no, mejor me voy a hacer
la omisa así no tengo que ir a pescar, porque cuando uno quiere
ir a pescar hay que armar la caña, hay que estar un montón de
rato sentada en la piedra. Por mi culpa, por mi culpa, por mi
gran culpa. Por eso ruego a Santa Marina, porque es la diosa
del mar, a los Ángeles de Charly, a Santos, porque Santos es
un pescador y me dijo, hermanita, cuando usted necesite un pez
pídamelo a mí que yo se lo doy y yo le dije mire que no podemos
pescar juntos porque yo tengo el voto de silencio y también
tengo el voto de estar sola, el voto de soledad. No hermanita,
yo se lo pesco y se lo dejo ahí en la puerta del convento. Y
confieso también ante vosotros hermanos que intercedan por mí
208
ante nuestro Señor Dios o ante nuestro Señor Jesucristo en su
defecto. Muchas gracias, atentamente, hermana Margarita.
(La hermanita se queda en silencio con la cabeza gacha unos
segundos pero se tienta, le sale una risa contenida por la
nariz, trata de no reírse y tose para disimular. Se apura en
abrir la biblia rosa.)
Liturgia de la Palabra
Libro del Génesis
Capítulo 2: El testimonio de la serpiente de Arkansas
Y la serpiente dijo: Cuando Adán le echó la culpa a Eva por
lo de la manzana prohibida, ella me miró con una cara…
Después, Dios le insistió un poco como para que me mandara al
frente, medio que ya me había visto en el árbol y ella mutis.
Cuando Dios la condena a Eva a tener hijos con dolor ella lo
interrumpe y le dice: ¡¿yo tener un hijo con éste?! Bla bla
blá. ¡Y en vez de andar alardeando con que hiciste esto en un
día y aquello al tercer día, si no querías que comiéramos del
árbol no lo hubieras hecho y punto! Y no dio un portazo porque
no había puerta. Después encima la ligué yo, Dios me condenó
209
a arrastrarme y me empecé a reír y le dije, ay, nene, no me
vengas con eso, si vos sabés que yo fui una trepadora y una
arrastrada toda la vida.
Es palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
(Canta y baila en el lugar.)
Ale Lu y yo, Ale Lu y yo.
Ale Lu y yo, Ale Lu y yo.
Evangelio según San Lucas: La anunciación milagrosa
Parábola del duende y la moneda
Resulta que María estaba sola en la vida, entonces se le
apareció el arcángel Gabriel y le
dijo, María, ¿querés ser
la madre del mesías? Y ella dijo, no sé angelito. Pero no te
pongas mal angelito, porque el arcángel Gabriel se puso muy
triste, porque el mesías no iba a nacer si ella decía que no.
Entonces ella lo miró a los ojos y le dijo, ¡acepto! Entonces
se quedó embarazada de Jesús y lo tuvo a los pocos días, más
o menos dos semanas después. Un embarazo milagroso. Aparte a
ella no le dolió nada, no es como dicen las señoras que duele:
210
no duele tener bebés. No. Entonces ella lo tuvo al bebé y el
bebé enseguida fue grande, entonces ya era Jesús. Y Jesús,
cuando iba caminando, junto a su madre, que la acompañó al
mercado, resulta que se encontraron al final del arcoíris con
un duendecito que
tenía un tesoro y también aparece el mago
de Oz y también los jinetes del Apocalipsis, muy bien vestidos,
eso hay que recalcarlo, muy bien vestidos, muy bonitos, muy
elegantes. Entonces lo ven al duendecito Jesús, María y todos
los demás, lo ven triste. Y le dicen, ¿qué te pasa duendecito,
por qué estás con esa cara tan triste? Lo que pasa es que, es
que, perdí una monedita. ¿Cómo que perdiste una monedita?, le
pregunta el mago de Oz. Sí, perdí una monedita al final del
arcoíris, en la parte del color rosa. Pero si no hay rosa en
el arcoíris. Sí hay rosa. Entonces uno de los jinetes dijo:
duendecito, estás mintiendo. El duendecito dijo no, yo no
miento, se me perdió una monedita. A mí me parece que vos
estás dele mentir y le estás mintiendo al mago de Oz en la
cara. Entonces Jesús hace así y les muestra una moneda. Y el
duendecito dice, ¿ves que la tenía Jesús? Jesús es malo, Jesús
me sacó mi monedita. Los jinetes del Apocalipsis lo miran a
Jesús y le dicen eso no está en la biblia, se suponía que vos
multiplicabas los pececitos, no que te robabas la moneda del
duende. Y la madre también, lo miró y dijo este no puede ser
mi hijo, ¡cómo puede ser que sea un ladrón de moneda! Entonces
Jesús dice no, pero lo que pasa es que yo no la robé, yo pensé
que era una moneda de chocolate, no que era una moneda de
211
verdad, robar chocolate no es robar. Eso está escrito en una
parte de la biblia… en el evangelio apócrifo, ahí está.
Entonces el duendecito dijo, ah, siendo así Jesús, podés
comerte la monedita de chocolate. Y Jesús dijo no, ahora no
la quiero. Y los jinetes del Apocalipsis, con su corbata muy
elegante, lo miran a Jesús y le dicen Jesús, no seas tan
glotón, ¿cómo te vas a comer la monedita de chocolate del
duende? Y el duendecito dijo, no, pero está bien, si es el
mesías está bien que coma chocolate, es muy bueno para la
salud. Y Jesús dijo sí, además a mí después me van a matar,
así que yo me voy a comer todo el chocolate que quiera. Dicho
esto, Jesús se dio media vuelta y se comió la moneda.
Es palabra del Señor.
Te alabamos Señor.
(Canta y baila en el lugar.)
Ale Lu y yo, Ale Lu y yo.
Ale Lu y yo, Ale Lu y yo.
Evangelio según San Juan: La última cena
Testimonio del ciervo a María Magdalena que llegó tarde
212
Entonces
me
hizo
la
pregunta,
¿usted
es
apóstol
o
discípulo? ¿A qué se refiere? ¿Usted estuvo en la última cena?
Ah, sí, en la última cena yo sí estuve. Yo estaba ahí, estaba
Jesús, estaban todos los amigos. Y en un momento Jesús, que
ya estaba muy avanzada la cena, dice vengan que les voy a
mostrar el higo. Entonces todos se van afuera debajo de la
higuera a comer el postre. Y yo me quedé ahí solo haciendo la
guardia de la mesa por si alguien se quería servir algo y me
fui acercando un poquitito con pequeños pasos. Hasta que me
acerqué a la mesa y vi el flan y yo pensé bueno, esta gente
ya comió bastante, no necesitan tanta comida, me voy a servir
un poquito, con un poquito de crema va a estar muy sabroso. Y
empecé a comer y dije un poquito más. Entonces empecé a comer
y a comer y se terminó y dije ay, qué ganas de comer algo
salado. Y había quedado una patita de pollo, entonces me la
empecé a comer y en eso vuelven todos a la mesa y yo escondí
la pata de pollo. Y Judas dice, ¿dónde está el flan sierva?
Disculpemé señor, usted se está confundiendo, yo no soy una
sierva, soy un ciervo. ¡Qué va a ser un ciervo, usted es una
sierva! Bueno, en todo caso un cervatillo. Entonces Judas se
enoja y da un golpe en la mesa. ¡¿Dónde está el flan?! Y Jesús
le dice calmate Judas… No sé, no sabría decirle caballero.
¿Y la crema? No hay crema porque tiene muchas calorías y Jesús
mañana cuando lo maten tiene que estar bastante delgado cuando
usted lo traicione. ¿Y qué tiene ahí detrás de la mano? ¿En
cuál mano? En esa, ¿qué tiene detrás de la mano? Nooo, nada.
213
Y le muestro la mano izquierda. ¿Qué tiene en la otra? ¿En
cuál? Y me dice ahí, en esa otra mano. ¿En cuál otra mano? En
esa que tiene ahí. ¡Ah, en esta! ¿Qué tiene ahí? ¿En dónde?
Entre el dedo pulgar y el índice. Miro y digo, yo no veo nada.
Eso es una pata de pollo. Yo no estoy observando absolutamente
nada, pero si a usted le parece que es una pata de pollo…
¡Guardiaaa! Y viene el guardia romano y me agarra de la muñeca
y me la aprieta y se me cae la patita de pollo. Y yo le digo,
¿ve que no tengo nada en la mano? Y me dice ¿qué es eso que
se cayó? Ah, eso es del guardia romano, no es mío. Entonces
Jesús dice, bueno, quédense todos tranquilos y él me ofrece
un poco de gaseosa con muchas burbujas y yo digo, ¡ay, me
vendría bastante bien! Sí, le agradezco señor mesías. Y Judas
dice ¡no le des gaseosa! Le voy a dar gaseosa y se van a
multiplicar los panes. Jesús, yo le voy a hacer una sugerencia,
a mí me parece que el pancito tendría que ser un pan relleno
porque el pan solo no es tan rico. Hizo todo como una cosa
mística mientras el guardia romano me seguía agarrando la
muñeca. Le dije, disculpemé señor, pero Jesús me pidió que me
acerque a la mesa a buscar mi gaseosa. Y Jesús lo mira y le
hace un gesto como que me suelte, entonces yo me acerco a
Jesús y él me da la gaseosa y yo digo quiero hacer un brindis.
Y Judas me dice usted no puede brindar por nadie. Noo, no me,
disculpemé,
voy
a
hacer
un
brindis.
Quiero
hacer
un
agradecimiento por esta mesa tan sabrosa aunque yo no he podido
214
compartirla… y Jesús dice, cervatillo, siéntate y come. Y yo
dije bueno, ya que insiste, muchas gracias Jesús.
Es palabra del Señor.
Te alabamos Señor.
(Canta y baila en el lugar.)
¡Gloria a Dios, en las facturas
y en la tierra, pan a los hombres!
Libro de los lechos de los apóstoles: El huevo de Pascua
Cuando Jesús iba caminando con la cruz y estaba todo
ensangrentado, yo pensé ¿a este señor qué le está pasando?
Porque iba caminando muy raro, como que estaba escondiendo
algo debajo del taparrabos. Este hombre está escondiendo
alguna cosa que es muy importante. Claro, él estaba casi
desnudo y no podía tener un bolsillo. Entonces resulta que yo
estaba muy atenta de que en algún momento me tirara algún
papelito para saber el mensaje secreto. Jesús siguió caminado
y yo cada vez lo veía más débil. Y me dije, ¡este hombre está
actuando! No debe doler tanto ir con una madera en la espalda.
215
Porque iba caminado y arrastrando la cruz y yo pensé pero este
hombre no podría levantar un poco la cruz, ¿tan pesada es la
cruz que no la puede levantar? ¡Vamos! ¡Vamos Jesús levantá
la cruz! La iba arrastrando e iba dejando toda la marca en la
tierra. Él la iba arrastrando como para dejar una huella y yo
pensé ay, está dejando unas miguitas como Hansel y Gretel.
Además de la cruz, le habían obsequiado una hermosa corona.
Él se la puso y le empezó a salir sangre de la cara. Y yo me
dije esta cosa de la cabeza está muy mal diseñada, ¡cómo va a
ser el diseño de una corona que le lastime la cabeza a Iesus
Nazareno Rey de los Iudios! ¡No puede ser! No, debe ser que
la espina no pincha pero la espina tiene un mecanismo interno
y le va saliendo la sangre pero es sangre de mentira. Él estaba
con esa cruz para que todo el mundo crea que él estaba
sufriendo muchísimo. Aparte él había cenado profusamente. Sí
tengo que reconocer que se levantó bastante temprano siendo
la hora que se acostó. A mí me pareció todo muy sospechoso.
En un momento de la caminata, Verónica se acercó y le puso una
tela en la cara como para secarlo y quedó toda marcada con la
sangre y la transpiración. Y ella la miró y dijo, ay qué
hermoso que me quedó este sudado. Qué hermoso el Santo Sudado.
La madre iba atrás llorando y abrazándose con las amigas porque
aparentemente le iban a matar al hijo. Y yo entre medio de
tanto sufrimiento, dije mmmm a mí me parece que acá hay algo
que está todo muy puesta en escena, que acá hay algo que no
es verdad. Y me dije yo me voy a quedar todo el rato para ver
216
lo que le sucede a este señor. Entonces Jesús estaba ahí y
después lo tienen que clavar en la cruz pero todos los demás
estaban clavados al revés, bocabajo y a él lo clavan del
derecho. Y yo pensé está bien, porque si lo ponen al revés y
le sacan una foto después la tienen que girar, claro, les
conviene sacar la foto del derecho. Lo clavan y le ponen un
clavo en una muñeca, otro clavo en la otra muñeca y otro en
los pies. Y yo pensé qué suerte que no soy yo. Lo clavan, todo
muy
prolijo,
todo
muy
sufrido
y
algunos
que
estaban
disfrutando de la situación. Estaba todo lleno de gente pero
yo me hice muy la tonta, la distraída y me acerqué y me dije
este clavo está clavado, esto no es de mentira. Salvo que sean
muy de efectos especiales. Y me acerqué y dije no, este clavo
está clavado en serio, esto debe doler muchísimo. Jesús
agachaba la cabeza hacia un costado y se veía bastante sexy.
Yo pensé, voy a mirar abajo del taparrabos. Estaba lleno de
gente, tenía que ser muy disimulada. Ahí debe estar el papelito
que debe decir algunas palabras claves para que todos
comprendamos la situación que le estaba sucediendo. Yo me
quedé al lado de la virgen María sosteniéndole la mano. Ella
estaba arrodillada y me quedé de pie y miraba un poquito para
arriba pero no alcanzaba a distinguir, yo veía algo abajo del
taparrabos pero no parecía que fuera un papelito doblado. ¿Se
le habrá caído? Nosotras nos quedamos ahí y es como que pasaron
al tercer día resucitó de entre los muertos, subió al cielo
pero después bajó. Bajó porque resulta que nosotros estábamos
217
todos juntos tomando un refrigerio matinal y supuestamente él
había fallecido, pero a mí no me había terminado de cerrar la
parte de que se había muerto porque todos estaban diciendo que
nooo, que existía la vida eterna. Y yo pensé, ¿cómo puede ser
que exista la vida eterna si Jesús había fallecido? Y yo
pensaba en eso pero no lo quería decir porque me parecía que
era bastante falta de respeto porque todos estaban hablando
como compungidos, pero como que no sabían qué iba a suceder.
Mientras, yo saboreaba mi pastelito, que en realidad eran dos
pastelitos, uno de membrillo y otro de batata porque no estaba
segura cuál iba a ser mi preferido. En eso uno de los
discípulos pone los ojos muy grandes y entra Jesús, todo
majestuoso pero dando un poco de lástima. Él se apareció ante
los discípulos y dijo, hola. Buenas tardes, disculpen que les
interrumpa el refrigerio pero quiero mostrarles mi costado. Y
yo estaba al lado Jesús, porque todos los demás estaban en
frente y le sentí un olor… no quiero ser maleducada, pero le
sentí un olor de haber estado sin bañarse tres días. Quise
taparme la nariz disimuladamente y él estaba con una tela.
Claro, porque cuando la madre lo acompañó al féretro para el
más allá, le puso una tela preciosa color añil. Y él dice
miren y se saca la tela, como que se la soltó y la tela cayó
y estaba con el taparrabos, y dice les muestro acá mi cicatriz.
Estaba todo con la sangre como pegajosa, todo lastimado y la
sangre se le había adherido al cuerpo y yo digo, ay señor
¡pero hay que llevarlo al hospital! Usted está muy lastimado,
218
esa herida está muy fea, esto no está bien. Y todos los
discípulos me miraban como que me callara la boca. Porque
ellos decían, ¿usted no había fallecido? Y yo les digo cómo
va a estar fallecido si está acá, hay que llevarlo al hospital,
se le está infectando la herida. Y tenía los pies… tenía
todos los estigmas y le sangraban y yo le digo Jesús ¡tenés
los estigmas! Yo digo, ay Jesús, sos un santo. Y me mira y me
dice sí, por supuesto. Entonces estamos ahí y yo me quería
alejar porque medio que me iba a manchar con la sangre y yo
pensé es el mesías pero me está por manchar con la sangre y
después no sale, aunque a mí me habían dicho que si uno escupía
sobre la sangre salía, pero sobre la sangre de la
menstruación
no
de la otra sangre. Ahora pienso, ¿será la misma sangre la de
la
menstruación
que la sangre que sale del estigma? Jesús dice,
felices los que creen sin haber visto. Y yo pensé, ¿sin haber
visto qué? ¿De qué estará hablando el señor? Y uno dice,
resucitaste de entre los muertos. Y yo me quedé ¿cómo de entre
los muertos? Porque lo que yo había visto, a esto lo quiero
decir en voz baja,
porque lo que yo había visto era que en una película de
George Romero estaban los muertos vivos pero que los habían puesto en el cementerio y
ellos habían resucitado,
pero Jesús había estado en una cueva con una
piedra en la puerta y no estaba en el cementerio. Esto no
puede ser un muerto vivo, tiene que ser que está herido y que
necesita ir a emergencias médicas. Y él me dice, no, quédese
tranquila que no necesito ir a ningún hospital. Entonces dice
medio
219
indirectamente,
con
estos
amigos
quién
necesita
enemigos. Y yo pensé oh, oh, creo que mejor voy a ir al
toilette.
Es palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
(Canta y baila en el lugar.)
Llegaron ya los reyes y eran cuatro,
Melchor, Gaspar, el Negro y Baltazar,
arrope y miel, le llevarán,
y un poncho grande de alpaca real.
Vamos mis gatitos y gatitas muevansé,
que ya Melchor, Gaspar, el Negro y Baltazar,
muchos regalitos nos traerán
para disfrutar mañana al despertar
(Sin cantar, hablado.)
Y atención porque si no vienen los reyes magos
y no nos traen regalitos,
nosotros mañana a la mañana vamos a hacer Halloween.
220
Lectura del libro del Apocalipsis: Viento de western
¡Ay, pero qué polvareda, qué viento con tierra que vino de
pronto! Yo estaba en el patio acomodando las sábanas porque
me había tocado ese día hacer lavado y estaba ahí estirando
las sábanas y de pronto se llena todo de arena con viento. Y
yo me dije, ay, voy a tener que lavar todo de nuevo a mano
porque no tengo lavarropas. Y en eso, cuando se disipa la
arena de la tierra, veo un montón de animales. De pronto
reconozco a los camellos y les pregunto, ¿dónde están los
jinetes? Y uno de los camellos me dice hola, se quedaron atrás
los reyes magos porque se les cayó un regalo en el camino. Y
yo dije, ¿pero hoy es día de reyes magos? ¡Cómo se me pudo
haber pasado! Porque yo tengo que poner el pastito, el agua,
los damascos y no hice nada porque… pero hoy no era reyes
magos. Y me dice, no hoy no es reyes magos. Nosotros veníamos
con los renos del jinete papá Noel y los caballos de los
jinetes del Apocalipsis para... ¿Es papá Noel ahora? No,
tampoco, no es la noche de nada, quédese tranquila. No diga
nada, nosotros salimos sin permiso. ¿Salieron ustedes solitos,
solitos se aventuraron en la vida? Sí, nosotros nos dijimos
somos grandes queremos ir solos. ¡Pero reno, cómo puede ser
que hayan venido solitos sin el carro y sin papá Noel! Nosotros
queremos hacer una tarde de amigos sin nuestros jinetes. Para
nosotros el problema es la noche de Navidad, cuando papá Noel
221
tiene que ir a repartir los regalos porque tenemos que ir casa
por casa. Y nosotros decimos ¡todos los años el mismo cuento!
¿Por qué no nos dejan la noche libre? Pero señor reno, mire
que usted tiene todo el resto el año para rascarse la axila.
Y uno de los renos me dice, mire, no es así, porque nosotros
trabajamos todo el año para después estar listos para la noche.
¿Qué tipo de trabajo hacen? Nosotros tenemos que hacer muchos
abdominales, pesas, nosotros corremos en la cinta. ¿Usted se
cree que nosotros andamos sobre el aire por obra del Espíritu
Santo? No, no es así. Es un gran esfuerzo el que nosotros
hacemos físicamente. ¿Usted cómo piensa que volamos por el
aire, piensa que vamos arriba de una nube? No, nosotros
caminamos en el aire y para caminar en el aire hay que
entrenarse mucho. No es que cualquiera se levanta y camina.
Pero Jesús caminó sobre las aguas. Entonces uno de los renos
me dice, Jesús estaba muy entrenado. Ah, yo pensaba que eso
era una cuestión mágica milagrosa. No, es cuestión de
entrenamiento físico. Y uno de los camellos dice, nosotros
caminamos por el planeta de las estrellas. Nosotros andamos
por todo el horóscopo de todas las casas de la astrología.
¿Dónde tiene su luna? Yo me encogí de hombros. Nosotros vamos
pasando por las distintas casas de la carta astral para ir a
la casa de Jesús en Belén. ¿Entonces ustedes hacen viajes en
el tiempo? Claro, porque siempre tenemos que ir el mismo día
del
nacimiento
de
Jesús
a
llevarle
unos
regalos.
Los
caballitos del Apocalipsis estaban muy callados y yo pensé qué
222
educados que son estos caballos. Y ellos dicen nosotros no
queríamos importunarla, pero nos podría dar un poquito de
agua. Y un poquito de heno ya que está. Es que yo no estaba
esperando su llegada. Ellos dicen, bueno, si no tiene heno,
¿no tendrá un poquito de lechuga? No, lechuga tampoco. ¡Ah,
les puedo convidar algo de la huerta! Y se miran entre ellos
como diciendo de la huerta no nos conviene nada. No, de la
huerta no. ¿En la huerta no tiene aves de corral? Tengo aves
de corral, pero yo no las mato. ¿No sería tan amable de
convidarnos unos huevitos? ¿Ustedes no eran vegetarianos? Sí,
pero nosotros quisiéramos comer cosas de proteína animal
porque estamos muy débiles. Pero yo los veo bien a ustedes,
les veo el pelo brillante. Sí, pero nosotros decíamos qué
lindo comer un ave de corral. ¿Ustedes cazan aves de corral?
El pavo real que se come para navidad, ¿es ave de corral?
Es palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
Homilía omelette
Queridos hermanos, quisiera dar testimonio de mi vida en
el convento.
223
Resulta que yo estaba desayunando con unas hermanitas muy
temprano. Nosotras estábamos ahí con nuestro té, nuestras
tostadas y en eso viene la hermanita nueva. Y ella se sienta
y agarra el frasco de la mermelada casera y un platito y se
la sirve toda. Entonces yo la miro y le digo hermanita, esa
no es una porción de mermelada, la porción es una cucharadita.
Y ella me mira con cara seria y agarra el pan de manteca y se
lo pone todo en el mismo plato. Cuando comprendo que ya no voy
a poder ingerir la tostada con la mermelada de damasco casera,
miro mi té y miro mi tostada y digo ofrezco este desayuno en
sacrificiooo… Amén. Me pongo a comer mi pobre tostada seca y
en eso la hermanita se enciende un cigarrillo. Y yo le digo
hermanita no se puede fumar en esta área porque nosotros no
tenemos división de no fumadores. En el convento no se puede
fumar. Entonces ella mirándome fijamente a los ojos agarra el
cigarrillo y lo apaga en la manteca, se levanta y se va. Yo
me quedé mirando con las hermanitas estupefacta.
Después de mi frugal desayuno y de lavar los trastos, me
fui hacia mi habitación. Cuando ingreso a mi aposento siento
olor a azufre y en eso los veo, ahí estaban el demonio y un
fallecido. Y el demonio me dice, ¿usted está buscando esto
hermanita? Y me muestra mi chocolate aireado relleno con
almendras y pasas de uva. Nooo, no es mío, yo esas cosas no
consumo. Entonces él abre el paquete muy pícaro y se lo empieza
a comer delante mío. Y al fallecido le digo no toque eso, es
224
mi diario con mis cosas personales. Sí, si estamos acá muy
entretenidos leyendo su vida privada hermanita y acá usted
habla bastante mal de varias personas. Nooo, yo no hablo mal
de nadie. Entonces el diablo se pone al lado del fallecido que
estaba sentado en mi cama y desde arriba el demonio lee y se
ríen entre ellos y se da vuelta y me dice ay, usted usa un
lenguaje bastante soez. Nooo, usted no entiende nada de poesía
hermética, lírica, abstracta, usted es un ignorante. Entonces
me dice ¡esto qué va a ser un poema! ¡Bueno, demonio!
En un momento, empiezan a llegar más fallecidos, entonces
yo me dije me voy a esconder en el ropero. Porque nosotras
tenemos voto de pobreza entonces solo tengo el hábito que
tengo puesto y el otro que está secándose al sol. Me dije, me
voy a esconder en el placar vacío para que no me encuentren
los demás fallecidos y no me empiecen a reclamar cosas. Y yo
estaba ahí y en eso me golpean la puerta del placar y yo hice
mucho silencio y me vuelven a golpear. Y me golpean de nuevo.
Y digo, ¿quién es? Hermanita, ábrame por favor. Nooo, ¿quién
es? Hermanita… mire, ya se han ido los demás fallecidos y yo
le quería comentar un problema que tuve. ¿Cómo entró a mi
habitación? No, lo que pasa es que yo tuve un percance y bueno,
desencarné. ¡Ah, entonces usted también es un muerto! Bueno,
técnicamente sí. A ver, explíquese señor. Bueno, lo que sucede
es que yo estoy fallecido pero estoy teniendo un pequeño
inconveniente y es que… em… quisiera dejarle una misión.
225
¿Cómo una misión? Y yo le quisiera pedir una misión de una
cosa que me quedó pendiente antes de fallecer, porque tuve un
fallecimiento muy apresurado. ¿De qué murió usted señor? No
señora, no le voy a contar porque es bastante trágico mi
fallecimiento. No, cuénteme, si yo estoy acostumbrada a
escuchar cualquier tipo de confesión. Pero usted no es
sacerdote. No, pero a nosotras nos cuentan un montón de cosas
también. A ver por favor querido hermano, cuénteme qué le ha
sucedido. Bueno, lo que pasó es que yo iba caminando por la
calle con mi gato y el gatito se escapó y lo pisó un camión y
después yo estaba agachado llorando su partida y me pisó un
camión a mí porque es una zona muy transitada y bueno, entonces
yo fallecí con el gato. Pero resulta que el gato, que también
está acá pero yo le dije que guardara silencio para que no sea
tanto problema. Saludala a la señora. Miau, miau. ¡Ah, usted
está muy bien acompañado en el más allá! La verdad que sí,
estoy bastante bien acompañado. Ah, entonces no es un pedido
suyo solo. No, es un pedido del gatito y mío y nosotros
querríamos que nos hicieran una misa. ¿Una misa nosotras las
hermanas o sus familiares? No, familiares no, porque… tuve
un problema… ¿Un problema de qué tipo señor? Y, tuve un
problema de índole este… bueno, estafé a toda la familia.
¡Ah, usted no es santo! Bueno, pero yo cuidé muy bien al gato
con el dinero que robé. ¿Y al gato también lo robó? No, el
gatito era mío. Nosotros necesitábamos más ingresos porque el
gato es gastador. Lo que nosotros estaríamos necesitando es
226
una misa porque nos quieren separar. ¿Quién los quiere
separar? El demonio. El demonio lo quiere llevar al gatito con
él. Ah, o sea que este gato no es tan manso. Bueno, lo que
pasó es que el gatito tuvo un pequeño problema antes de
fallecer. ¿Qué pasó? Y… eh… es que le gustaba mucho arañar
a la gente y también esconderse y saltar de sorpresa y parece
que le han tirado bastantes maldiciones. Él iba mucho por los
tejados y también le gustaba comerse la comida ajena. Era un
gato bastante… bueno, como usted podrá observar, bastante que
vivía la vida. Él era un gato muy activo en el barrio. Ah, o
sea que este gatito es bastante pecaminoso. La verdad que sí,
pero teniendo en cuenta que el gatito está muy arrepentido,
él se quiere ir conmigo al cielo del más allá. Pero si el
demonio se lo quiere llevar yo no puedo hacer nada. Sí, usted
puede hacer una misa. Pero no sé si una misa lo va a poder
ayudar a este gato. Se ha portado muy mal en su vida encarnada.
No sé si le puedo hacer una misa señor. Hermanita, podría ser
esta noche, mire que esta noche hay luna llena.
Y yo dije nooo, ¡va a salir el hombre lobo! ¡Con razón
tanta visita de muerto! No, yo esta noche la voy a pasar con
una cruz, la biblia, mucha agua bendita porque si no corro el
riesgo de que venga el demonio pero ya no tan pacíficamente y
dije no, esto es muy peligroso y tracé un plan secreto. Y me
quedé pensando, el hombre lobo, ¿será amigo del demonio? No
sabía cómo hacer para leerlo en la biblia y yo no le quería
227
preguntar a las hermanitas porque si no ellas iban a saber que
yo en realidad no leí toooda la biblia. Hay partes que yo digo
esto pasó, es una parábola o es un salmo. El Génesis, ¿eso fue
de verdad? Adán y Eva, ¿ellos existieron? ¿Y Jesús? Yo lo iba
a preguntar en una de las primeras clases de formación de
hermana pero me dio mucho pudor porque vi que todas habían
entendido muy bien el texto, no mejor no voy a preguntar nada
porque además van a pensar que no tengo fe. Y yo a veces me
pregunto, ¿qué clase de fe tengo? ¿Es una fe de qué tipo? Y
al ratito salí del ropero y ya no había nadie. Me puse a mirar
la biblia, así rápidamente en la parte más tenebrosa, la parte
del Apocalipsis, pero yo me dije mm… me va a dar más miedo
si leo esto. Dije no, mejor no voy a leer esta parte, voy a
leer una parte más linda cuando estaban comiendo manzana con
una serpiente. ¡Tal vez venga la serpiente! ¿Y no será que
también
viene
con
las
cucarachas,
los
gusanos
y
los
escorpiones? Porque muchas veces el demonio se aparece con eso
en las películas de terror. O tal vez esta noche el demonio
tome posesión de algún cuerpo. Pero cuando alguien tiene un
demonio no tiene un demonio, tiene varios demonios y hablan
varios idiomas. Yo pensé, bueno, al demonio no lo tengo en mi
interior porque no tengo facilidad de la palabra del idioma.
Yo no entiendo arameo ni latín, no entiendo nada de esa lengua
antigua. Me quedo tranquila de que posesión yo no tengo. Y lo
del hombre lobo, esa parte no me acuerdo si la vi en una
película o si era que la había leído en la biblia, pero que
228
en realidad no leí porque yo la oía de audio de YouTube, porque
a mí me hace mal a la vista leer tanto, y a la biblia la hacen
con una letra muy pequeña porque claro, es taaan larga, ha
sido escrita por tanta gente, han pasado tantas cosas. Me
quedé en mi habitación para ver si podía leer la biblia y
hacía esfuerzo pero no podía. Después dije, voy a dormir una
siesta, capaz que tengo la vista cansada del cansancio de la
jornada porque había pasado mucho estrés. Pero traté de dormir
y no podía, así que pensé ay, si comiera alguna cosita, la
comida da sueño. Necesito descansar porque tengo que tener
fuerzas para la noche para salvar a todas las hermanas del
convento. Entonces agarré y fui y me comí un poco de chocolate,
pero a mí me pasa que cuando como un poquito después me cuesta
controlar la porción. Me volví a acostar y ya me había lavado
los dientes en mi baño privado para no tentarme. Pero pensé
ay, qué ganas de comer uno que tiene un relleno muy rico, qué
ganas de comerme ese también. Bueno, no me podía dormir la
siesta así que me levanté. Ahí ya estaba un poco más calma,
tomé un poquito de agua y dije cierto que tenía un chocolatito
blanco que me habían obsequiado hace mucho y lo quería comer
en un momento especial. Dije hoy hay luna llena, es un momento
especial y tal vez venga el hombre lobo. Yo me voy a comer el
chocolatín. Y ahí me dio un poquito de sueño. Me quedé
entredormida y pensaba qué bueno, porque tal vez en el sueño
se me aparezca una premonición, un sueño premonitorio, por
ejemplo cuando se presenta la virgen María para enviar un
229
mensaje.
Me
acosté
a
dormir
muy
tranquila,
gozosa
estomacalmente y aparentemente me dormí y me desperté y habían
pasado dos, casi tres horas pero no recordé ningún sueño, nada
premonitorio. Me senté en la cama y pensaba tal vez nosotras
nos tendríamos que sentar alrededor del Santísimo a rezar el
rosario. Y poner a todas las vírgenes. Pero yo veo que está
la Virgen del Milagro, está la Santa Inés, la Santa Lucía,
está la virgen de Guadalupe y pienso, ¿no era que la madre de
Jesús era la virgen María? ¿Por qué se llama Guadalupe si se
llamaba María? La virgen María, ¿por qué se pone ese vestido
con ese manto con esas cosas tan grandes y el hijo andaba
pobrecito con un taparrabos? ¿Qué otra cosa podría suceder
esta noche con la luna llena? ¡El coso de la vaca muerta! La
luz mala. O lo que pasó en una película que no le podía entrar
el demonio, el demonio no podía tomar posesión de la persona
aunque la chica hubiera hecho un viaje astral. Hay algunos que
dicen que si te vas del cuerpo te lo puede ocupar alguien y
otros dicen nooo, que el hilo de plata está unido. Y pensé,
¿¡tengo un hilo de plata?! ¿En dónde está mi hilo de plata?
¿Será de plata real o de plata metafórica? Porque hay taaanta
poesía en toda esta cuestión.
En eso se me apareció un ángel y me traía un obsequio en
una bolsa. Y me dice hola hermana Margarita le traje un poco
de maracuyá. Ay, pero muchas gracias, no se hubiera molestado.
No, no es ninguna molestia. Y se hizo un silencio laaargo y
230
le pregunto, ¿a qué se debe su visita? Y em… eh… mm… no sé
cómo decírselo. Yo me empecé a preocupar. ¿Sobre qué tema es?
Es sobre el tema deee… em… ¿Sobre qué es? Dice, sí vine solo
para hacerle esta entrega, y se va. En eso vienen tres ángeles
más. Entonces uno me trae un pan dulce, el otro un pan integral
y el otro un poco de maní sin sal y me dicen le traemos esto.
A mí me empezó a parecer muy sospechoso. Muchas gracias, se
le agradece pero… ¿de qué se trata todo esto? Los angelitos
se miraron entre ellos y uno agitó un poquito las alas y no
se animaban a hablar conmigo. Y dicen nosotros nos tenemos que
retirar. Entonces se fueron a las apuradas y yo revisé la
bolsa para ver si había un dato oculto. Y en eso, mientras
estoy revisando toda la bolsa, miro al costado del ropero y
había un angelito escondido y estaba ahí como temeroso. Y le
digo angelito te estoy viendo. Y me dice ah, bueno. ¿Usted
también me vino a traer un regalito? No exactamente, no es un
regalito. ¿Qué es lo que me quiere decir? Y se esfumó en una
nube. Ay, pero por qué tanto misterio. Y ahí me quedo pensando
en una acción del último angelito y es que miró sospechosamente
hacia la ventana. Entonces yo me digo me voy a fijar qué hay.
Miro y estaba lleno de fallecidos que venían caminado. Miré
de nuevo y venían todos para el lado del convento. Yo dije voy
a esconder mejor mi diario. ¿Dónde lo puedo esconder? Y me lo
puse debajo de la camisa y yo dije ah, esto es muy bueno porque
si alguien me quiere clavar una estaca en el corazón no va a
poder. En eso me golpean la ventana. Entonces me acerco y
231
estaba lleno de muertos. ¿Qué se les ofrece? Y me empiezan a
golpear más el vidrio. Y yo decía ay, esta gente qué querrá,
porque no se les entendía lo que decían. ¿Qué es lo que
quieren? Y a alguno se le caía la saliva de la boca. Ah, capaz
que quieren saber dónde queda el cementerio, mucha gente no
sabe porque antes estaba en otro lado. Y seguían balbuceando
y golpeaban la cabeza contra el vidrio. Señor, se va a lastimar
la cabeza, que ya la tenía bastante lastimada. Y veo que
algunos estaban medio esqueleto. El cementerio no está acá.
Mire, el cementerio… depende, ¿cuál quieren? ¿El cementerio
parque o el cementerio con nicho? El cementerio parque queda
bastante lejos, no le sé indicar exactamente porque hay que
extenderse en la flora y la fauna y ahí está el cementerio
parque. El cementerio de nicho está a dos cuadras de
acá,
siguiendo la arboleda. Entonces me voy acercando un poquito
más y había como doscientos muertos. Y me seguían golpeando
la ventana y me la estaban ensuciando con saliva y otra cosa
fea, pegajosa, muy de cadáver. En eso me golpean la puerta y
yo digo, ¡pero será posible! Ay discúlpeme, soy la hermanita
Néctar y le vengo a preguntar si quiere cenar. No creo que
pueda presentarme a la reunión de la cena. Hermanita hay un
olor raro en su habitación. Nooo, no puede ser. Hay un olor
un poquito infernal, no se ofenda. Y yo escuchaba que me
golpeaban la ventana y me dije tendría que poner algo de música
entonces empecé a golpear las manos. ¿Por qué está golpeando
las manos rítmicamente? No, porque estoy muy alegre y estoy
232
por cantar una canción. Yo no quería que escuchara entonces
me puse a hacer palmitas. Muchas gracias, no voy a cenar.
Bueno, buenas noches hermanita. Buenas noches. Entonces me
acerco a la ventana y les pregunto, ¿quién es el muerto a
cargo? Entonces viene así y salta así un conejito con una
mariposa. ¿Qué es lo que quieren? Y la mariposa tenía un ala
un poco rota pero igual podía volar muy bien, tenía mucha
destreza
la
mariposa.
Hermanita,
déjenos
pasar
a
su
habitación. No, ¿para qué? Déjenos pasar por favor hermanita.
¿Para qué quieren pasar? Ábranos la ventana hermanita, sea
buena. Mariposa, ¿para qué querés entrar a mi habitación con
todos esos fallecidos? Nosotros estamos haciendo un viaje de
peregrinación y necesitamos usar el baño. Y como nosotros
sabemos que usted tiene baño privado queríamos pasar un rato
si nos permitía. Tengo el baño sucio. No se preocupe hermanita,
nosotros no la vamos a juzgar por eso. Nosotros solo queremos
pasar al sanitario y nos vamos. Y yo pensé tengo que ser una
buena samaritana, no puedo dejar a estas pobres criaturas sin
poder usar el baño. Entonces abrí la ventana y fueron entrando,
pero iban todos juntos al baño, y mientras iban pasando la
mariposita me dice muchas gracias hermanita, usted es una
persona bondadosa. Y yo le digo, están yendo al baño todos
juntos. Sí, necesitan pasar por ahí. Yo no me animaba a mirar
cómo hacían sus necesidades líquidas, pero como vi que
entraban y entraban los peregrinos fallecidos… Me voy
acercando lentamente y veo que pasan por el baño pero
233
atraviesan la pared. ¡Atraviesan los azulejos! Y la mariposa
me dice de nuevo muchas gracias hermanita. Y dejé la ventana
abierta para que se ventilara un poco.
Al rato yo me dije, voy a tener que ir a hablar con las
hermanitas, ya deben haber cenado. Y llego a la salita y ellas
estaban cosiendo, tejiendo y yo les dije hermanitas, esta
noche hay luna llena y una de ellas me dice, sí, hay luna
llena pero no se va a ver el eclipse. ¡¿Va a haber eclipse?!
Sí, pero se va a ver en Hungría nada más. Transilvania, ¿queda
en Hungría? Pensé ay, si viene el conde Drácula… ¡Pero no,
no va a venir al convento teniendo un hermoso castillo! Y me
preguntan, ¿qué tiene ahí hermana Margarita? ¿Qué es todo eso?
Nooo, es el rosario. Yo pensé que podíamos rezar un poco el
rosario, tirarnos un poco de agua bendita. ¿Y el ajo para qué
lo trajo? Lo había traído por una cuestión mm… de salud que
dicen que hay que comer ajo en ayunas, a la mañana. Pero no
es la mañana. Pero lo tengo para no olvidarme. ¿Y para qué
tiene la sal gruesa? Es por si llovía, porque pensaba que se
iba a poder ver la luna y yo iba a hacer una cruz de sal si
estaba nublado. Pero no está nublado. Pero por las dudas. Me
senté en un sillón muy al costado y cuando las hermanas se
distrajeron me rodeé con un círculo de sal para que nadie me
abdujera. ¡Ay, se me cayó la sal! Y una de las hermanitas la
iba a barrer. Nooo, no la barra, después la barro yo más a la
noche. Quería estar protegida.
234
Y me puse a rezar el rosario. Lo rezaba y lo seguía rezando
y cada tanto miraba para ver si no aparecía el demonio o el
hombre lobo. Pensé, esto está siendo bastante efectivo. Yo me
tapé con una frazada y como estaba mucho quieta me tapé con
otra. Después iba viendo que las hermanas se iban yendo a
dormir de a una. Y seguí rezando y rezando y en un momento
aparentemente me quedé dormida porque al otro día las
hermanitas me despertaron. Yo veo que había mucha luz y me
dicen parece que ha dormido muy profundamente, se ve que le
ha hecho muy bien rezar el rosario. ¡¿Ah, ya es de día?! Ah,
pero qué bien. ¡He sobrevivido! Sí hermanita, el cielo ha
amanecido precioso para la gloria del Señor.
Eucaristía merienda
Ahora nos ponemos de pie para hacer la oración que Jesús
nos enseñó.
Padre Nuestro que estás en el cielo: bueno, el que no tenga
el padre fallecido no lo tiene en el cielo y además hay algunos
padres que están en el infierno. Santificado sea tu nombre:
bueno, no siempre, porque hay padres que han tenido un nombre
bastante feo, por ejemplo yo ahora estoy recordando a
Romualdo, por ahí no es tan santo el nombre. Venga a nosotros
tu reino: yo no diría tanto que venga a nosotros el reino
235
porque si viene con todo y el reino es de oro, es muy pesado
y puede aplastar a la persona y hacer un alud, sería
interesante si uno dijera que venga a nosotros tu reino pero
si es un reino liviano, si es un reino de oro, pesado, no y
ustedes me dirán hermanita nosotros queremos tener oro, rubíes
y diamantes y yo les diría, ¿están seguros hermanos que ustedes
quieren tener eso?, porque es muy pesada la carga. Hágase tu
voluntad así en la tierra como en el cielo: es que hay cosas
que en la tierra gravitatoria no pueden ser porque nosotros
no volamos, algunas cosas que
son así en la tierra como en
el cielo… y lo único es el agua de la nube. Danos hoy nuestro
pan de cada día: ese sí, nooo, ese sí. Y a veces el pan podría
ser facturas. Imagínense un día sin pan o sin facturas, no es
un día, es una noche. Perdona nuestras ofensas como nosotros
perdonamos a los que nos ofenden, que antes era perdona
nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores,
que en realidad eso estaba muy bueno porque entonces era no
me cobres estos 6.000 pesos que te estoy debiendo y yo no te
cobro los 4,50 que te debía,
entonces se hacían unas
transacciones muy fructíferas; pero ahora que se cambió la
letra, porque decían que la traducción no era exacta, es
perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que
nos ofenden, entonces, aunque esté ofendida no hago una ofensa
para que yo no me tenga que desofender de lo que me han
ofendido. Y no nos dejes caer en la tentación, claro, porque
después ¿cómo te levantás? Y líbranos del mal, amé.
236
(La hermana Margarita se acerca a un costado a una mesita con
rueditas y hace una genuflexión. La lleva hacia el centro del
escenario. Canta y baila con una coreografía.)
Somos galletitas,
galletitas dulces,
somos galletitas,
galletitas magley.
Ahora vamos a transformar al agua en leche chocolatada.
Para eso necesitamos: leche en polvo, agua tibia y caliente y
barras de chocolate. Revolver.
(La hermana Margarita agarra una galletita con las dos manos
y la muestra en alto y luego la baja a la altura del pecho.)
Señor yo no soy digna de que entres en mi casa… Porque los
albañiles quedaron a mitad del trabajo y yo les dije, tienen
que terminar la tarea y ellos no, que hoy está muy húmedo.
Y ahora nos vamos a dar el saludo de la paz. El sistema es
que yo te doy la paz pero vos me la das a mí, porque sino me
das la paz y yo digo gracias (La hermana Margarita moja una
237
galletita en la leche chocolatada y se la come.), pero me
mando a mudar con la paz que me has deseado…
Bendición
Podemos ir en paz, demos gracias.
(Hace una cruz dibujada con un pie en el piso, como
supersticiosa.)
Canción de despedida
(Canta y baila una coreografía.)
María es tu amiga,
María es inspiración,
María es simplemente María.
Nunca te abandonará,
de lunes a viernes te acompañará.
(Apagón. Suena la canción de la telenovela Simplemente María.)
238
Agradecimientos:
A Lucía Márquez , Celeste Lozada y Gabriel Pérez.
A Julia Tamagnini.
A Andrés Gallina, Santiago Loza y lxs súper comañerxs del taller Proyecto de
Obra, en especial a Rafael Taborda.
239
Corporalité
Partitura de acciones y tiempos
Cuqui
Consideración general: la cámara siempre va fija.
Consideración sobre los créditos: en “Humanxs” van tanto
lxs que accionaron como lxs técnicos. Se pueden agregar las
aclaraciones de funciones.
Canal n°1
Cartel multicolor con la inscripción “Corp”. 00:00:59
Para filmar estas acciones habrá que tener mucha paciencia,
incentivar a lxs gatites pero jugando con ellxs, sin
molestarlos.
Todo en blanco y negro.
240
Gatx comiendo. 00:00:20
Gatx lamiéndose un costado en una mesa desordenada. Gif.
00:00:20
Gato caminando. Gif. 00:00:19
Gatx descansando en el piso. 00:00:59
Gatx jugando en un estante vacío de un placard. 00:00:20
Primer plano de unx gatx mirando sentadx sobre una mesa.
00:00:20
Gatx jugando con un pincel en un frasco con agua. 00:00:19
Gatx mirando desde un estante alto. 00:00:20
Gatx mirando hacia arriba a unx bichitx. Gif. 00:00:20
Gatx jugando adentro de una caja. 00:00:19
Gatx saltando para tratar de tirar algún monedero colgando con
dibujos de gatites. 00:00:59
Gatx mirando por la ventana de noche. Barrio de edificios.
00:00:20
Gatx jugando con una cinta. 00:00:20
Gatx mirando palomas por la ventana. 00:00:19
Gatx saltando una tela. Gif. 00:00:20
241
Gatx jugando adentro de un secarropas desenchufado. Gif.
00:00:20
Gatx tomando agua de la canilla. 00:00:19
Gatx explorando la parte superior de un placard con valija.
00:00:20
Gatx reposando en la tapa de una caja de cartón con lunares
blancos. 00:00:20
Gatx tomando fresco en lo alto de un árbol. 00:00:19
Gatx en una silla. Gif. 00:00:20
Gatx mirando cómo se absorbe el agua de una planta recién
regada con un vaso. Gif. 00:00:20
Gatx mirando una paloma tras la ventana. 00:00:19
Gatitx viéndose por primera vez en un espejo. Gif. 00:00:59
Gatitx con collar isabelino luego de la castración. 00:00:20
Gatitx maullando dentro de su mochila-transportín en lx
veterinarix. Gif. 00:00:20
Gatx lo más panchx explorando la mesada. 00:00:19
Gatx siendo llevadx de paseo por la casa en una caja-casa.
00:00:20
Gatx masticando gramíneas. 00:00:20
Gatx que se asoma por una puerta de madera y un alambrado.
Gif. 00:00:19
242
Gatx jugando con una peligrosa cinta para moños de regalo.
00:00:59
Gatx aburriéndose en su manta. 00:00:20
Gatx escondidx en una bolsa grande de papel. 00:00:20
Gatx en el molde. 00:00:19
Gatx comiendo yogur sobre un televisor que no anda. 00:00:59
Gatx comiendo un sobrecito de alimento húmedo para su cumple.
00:00:20
Gatx durmiendo la siesta en su cucha de invierno. 00:00:20
Gatx tomando agua de una jarra. 00:00:19
Gatx buscando los restos de su sobrecito de comida húmeda en
el tacho de basura. 00:00:59
Gatx a punto de jugar con un arbolito de navidad recién armado.
00:00:59
Gatx yendo a ver qué hay en la heladera recién abierta.
00:00:59
Gatx intrigadx por los ruiditos tras la puerta hechos con un
papel. 00:00:59
Gatx megalodón. Gif. 00.00:59
243
Gatx mirando un muñeco de nieve. 00:00:20
Gatx recostadx en el lavamanos del baño. 00:00:20
Gatx acicalándose. 00:00:19
Gatx tocando un sahumo colgado de un clavito. Gif. 00:00:59
Gatx mordiendo una de las tiras de una bombacha colgada en un
tender. Gif. 00:00:20
Gatx escondiéndose en un desagüe. 00:00:20
Gatx dentro de una caja bastante grande. 00:00:19
Gatx en posición de ataque. Uñas largas y filosas. Gif.
00:00:59
Gatx haciendo pis en las piedritas. 00:00:59
Gatx afilándose las uñas en un rascador con alegría y
entusiasmo. Gif. 00:00:59
Gatx atrapando y comiendo alimento balanceado que le tiran de
lejos de a uno a la vez. 00:00:59
Gatx que juega con una cinta extendida por toda la casa.
00:00:59
244
Gatx escribiendo un poema abstracto en la computadora. Gif.
00:00:59
Gatx escapando con un sobre de queso rallado. Gif. 00:00:59
Gatx mirando cómo se va el agua cuando tiran la cadena del
inodoro. 00:00:10
Gatx tomando agua de la ducha en posición araña. 00:00:10
Gatx jugando con un largo chorro de agua que sale de una
manguera. 00:00:39
Gatx entrando a un lugar vacío por una ventana rota. 00:00:59
Gatx rascando sin uñas la puerta de la heladera para que le
sirvan su carne. Gif. 00:00:59
Gatx jugando con plumas de verdad que le regaló alguien que
vive con aves. 00:00:59
Gatx jugando con hielos en una palangana con agua. Gif.
00:00:59
Gatx jugando a cazar un rollo de papel con patas, uñas y
dientes. Gif. 00:00:59
Gatx durmiendo. 00:04:59
245
Gatx jugando con una pelotita de catnip y plumas. Gif. 00:00:59
Gatx vigilando a una cucaracha en un frasco de vidrio. 00:00:59
Gatx gordx comiendo de un plato con peces de plástico para que
lo haga más lento. 00:00:59
Gatx de espaldas emboladx porque no juegan con ellx. 00:00:20
Gatx rechazando una gaseosa llena de pequeñas burbujas
explosivas. Gif. 00:00:20
Gatx escondiéndose en una conífera. 00:00:19
Gatitx solitarix durmiendo en un techo de zinc. 00:00:59
Gatx desayunando unx pájaro que cazó. 00:00:59
Gatx corriendo a toda velocidad al aire libre. Gif. 00:00:59
Gatx sacando las uñas a través de una tela donde se esconde.
Gif. 00:00:59
Gatx a punto de cazar una paloma. Gif. 00:00:59
Gatx estiradx panza arriba. Gif. 00:00:59
246
Gatx afilándose las uñas en un colchón al mismo tiempo que se
estira la espalda. Gif. 00:00:20
Gatx como esfinge en la puerta de la cocina. 00:00:20
Gatx jugando con una zapatilla embarrada y con restos de pasto.
00:00:19
Gatx bostezando tres veces. Gif. 00:00:59
Gatx explorando el consultorio de su veterinarix. 00:00:59
Gatx descansando con una patita flexionada y la otra estirada.
00:00:20
Gatx sentadx en una silla mirando un plato vacío. 00:00:20
Gatx enfilando para lo de la vecina. 00:00:19
Gatx durmiendo en una cuna porque lx bebé no la usa. 00:00:59
Gatx caminando entre los autos. 00:00:20
Gatx de edificio mirando sentadx en el aire acondicionado.
00:00:20
Gatx mirando tras las rejas de su ventanal. 00:00:19
Gatx jugando a cazar una luz láser en un lugar iluminado solo
por una lámpara, hasta que la tira y rompe el foco. 00:00:59
247
Cartel multicolor con la inscripción “Corp”. 00:00:10
Cartel multicolor a rayas verticales. 00:00:07
Cartel multicolor con una estrella. 00:00:07
Cartel multicolor con rayas verticales onduladas. 00:00:07
Cartel multicolor de fantasía. 00:00:07
Cartel multicolor con la inscripción “Gatites” + sus nombres
(y apellido/s, de considerarlo/s necesario/s). 00:00:20
Cartel multicolor con la inscripción “Humanxs” + sus nombres
(y apellido/s, de considerarlo/s necesario/s). 00:00:20
Cartel multicolor con un corazón. 00:00:10
Canal n°2
Cartel multicolor con la inscripción “ora”. 00:00:59
Todos los videos son de 00:00:59, excepto el que dura
00:04:59 donde se indica.
Lxs performers humanxs tienen que tener el sexo depilado.
Pelucas-sombrero de color azul, rosa, naranja y amarillo.
Tetas de plásticos varios, a veces colocadas en la espalda.
Can-canes color piel comunes y de fantasía. Uñas de los pies
pintadas. Guantes azules de distintos largos y telas.
Escribir en un cuaderno.
Agacharse y levantar algo para comer de pie. Una y otra vez.
248
Mirar televisión apoyadx en un sillón vacío.
Hacerse lx linda con súper peluca rubia. Manos en la cintura.
Nadar boca arriba bajo el agua. Gif.
Estar enterradx. Contar hasta diecinueve y desenterrarse.
Caminar en
sonámbulx.
distintas
direcciones
con
los
brazos
tipo
Sacar mano y brazo enguantado. Gif.
Caminar en montaña en distintas direcciones. Pelo atado al
cuello.
Saltar.
Caminar alrededor de una silla sosteniendo un plato.
Saltar a la pileta de pie. Gif.
Tomar un licuado. Gif.
Borrar un pizarrón.
249
Sostener un bastidor de espaldas.
Balancearse de adelante hacia atrás.
Apoyarse sobre un vidrio y empañarlo con la respiración. Gif.
Cortarse el pelo de la peluca frente a un espejo. Lo más
prolijo posible.
Cocinar un huevo frito de espaldas. Blanco y negro.
Moverse desde la cintura hacia ambos costados. Columna
derecha. Pelo bien largo (1 m).
Correr de espaldas hacia la cámara (o sea, acercarse)
sacándose los guantes, el corpiño y el can-can.
Patinar en círculo con peluca bien larga.
Tocar la pandereta más ritmo corporal.
Bailar saltando.
Bajar de un auto LGBTTIQ+ (asiento de lx acompañante, sin
conductor). Gif.
250
Comer una ensalada con la mano.
Sentarse por completo sobre una mesa (sin apoyar los pies en
el piso) y luego en una silla rosa, una y otra vez.
Tratar de mantener el equilibrio sobre una pelota de gimnasia.
Blanco y negro.
Mantener los brazos en medio círculo.
Ponerse capas de corpiños con tetas más y más grandes. El más
grande le tapa el abdomen.
Desenrollar un papel higiénico de 80 metros.
Exhalar mucho humo. Gif.
Tocar con la mano derecha el pie izquierdo y con la mano
izquierda el pie derecho.
Pasar andando en moto. Gif.
Caminar hacia una habitación al costado de otra habitación y
volver.
Leer acostadx en la cama.
251
Cavar un pozo con una pala y tirar la tierra hacia atrás por
encima del hombro.
Manejar una camioneta de noche.
Abrir una puerta de un costado y entrar. Gif.
Podar un arbusto con tijera apropiada.
Caminar con una taza llena de café. Gif.
Sostener un palo de 5 metros con la cabeza.
Posturas de equilibrio. Apoyar un pie, doblar la otra rodilla
con un pie en el aire. Un brazo elevado a la altura de los
hombros, el otro separado del cuerpo. Tratar de mantener el
equilibrio. Lento. Una postura llevará a la otra hasta su
siguiente límite post comodidad. Sin actuar ni exagerar,
equilibrio. 00:04:59
Hacer volar el pelo largo de un sombrero-peluca en distintas
direcciones. Dos ventiladores.
De pie de perfil. Peluca larga adelante y corta atrás. Quietx.
Mover los testículos y el pene sacudiendo la cadera hacia los
costados.
252
Romper papeles hasta hacerlos pequeños y tirarlos en una caja.
Subir y bajar la misma pierna.
Ir a jugar al Quini 6. Gif.
Tirar bolitas de papel desde un balcón.
Romper un can-can, empezando por el culo, con las manos a
través el pubis.
Poner una tostada sobre un pan de manteca en una mantequera.
Gif.
Cambiar un foco.
Poner muchas aceitunas en una pizza casera (masa integral y
sin jamón).
Levantar una barra (pesas) y dejar los brazos en alto.
Cartel multicolor con la inscripción “ora”. 00:00:10
Cartel multicolor a
“Cuqui”. 00:00:07
253
rayas
verticales
y
la
inscripción
Cartel multicolor con la inscripción “Dirección” + su nombre
(y apellido/s, de considerarlo/s necesario/s). 00:00:07
Cartel multicolor con la inscripción “Música noise” + su
nombre (y apellido/s, de considerarlo/s necesario/s). 00:00:07
Cartel multicolor con la inscripción “Arte” + su nombre (y
apellido/s, de considerarlo/s necesario/s. 00:00:07
Cartel multicolor con los nombres (y apellido/s,
considerarlo/s necesario/s) de lxs gatites. 00:00:20
de
Cartel multicolor con los nombres (y apellido/s,
considerarlo/s necesario/s) de lxs humanxs. 00:00:20
de
Cartel multicolor con dos corazones y una estrella pequeños
más el lugar y año de realización. 00:00:10
Canal n°3
Cartel multicolor con la inscripción “lité”. 00:00:59
Nadar hacia atrás. Malla roja. 00:01:59
Pasar a través de una ventana roja y no y sí. 00:00:10
Persona gorda saltando sin ropa. Filmación en cámara lenta.
00:00:20
Flexionar una pierna y estirar cinco veces. 00:00:20
Abrir/elongar una pierna. Gif. 00:00:09
Persona con sobretodo caminado por la ciudad de espaldas.
Blanco y negro. 00:00:59
254
Vaciar una regadera. 00:00:39
Tirar pedos bajo el agua. Gif. 00:00:20
Sostener un paraguas. 00:00:59
Mirar un paisaje dentro de un colectivo (se mueve el paisaje).
00:00:59
Rodete. Vestido cerrado. Reír desde cero. Blanco y negro.
00:00:20
Sacarse la bombacha de los pies. Habitación desordenada. Gif.
00:00:20
Piernas relajadas. Piernas contraídas en alto. 00:00:19
Persona con panza abriendo una puerta. Gif. 00:00:59
Sentarse en una cama con malla enteriza. Gif. 00:00:59
Estar quietx de espaldas. 00:00:59
Caminar de costado. Ir y venir. 00:00:59
Sumergirse y aguantar la respiración. Filmar hasta que emerja.
00:00:20
Subir escaleras corriendo. Gif. 00:00:20
255
Abrir y cerrar la boca desde el maxilar. 00:00:10
Dar un salto al costado. Gif. 00:00:05
Subirse una tela con volados y taparse. 00:00:04
De frente. Inclina la cabeza. Gira la cabeza hacia un costado
en alto. Cierra los ojos hasta completar los 00:00:59. Blanco
y negro.
Movimientos del pelo con ventilador que también se mueve.
00:00:59
Patada sobre cubo. Gif. 00:00:59
Correr. 00:00:59
Dar dos mordiscos seguidos a un pancho vegano con mini papas
fritas. Gif. 00:00:59
Tetona sacude las tetas con pezoneras. Gif. 00:00:59
Caminar de frente con un jarrón con flores vistiendo una tela
con flores. 00:00:20
Movimientos con manos y brazos. Guantes distintos. 00:00:20
Abrir los ojos con pestañotas. Gif. 00:00:19
Saltar la soga. Pies sin calzado. Piso damero. 00:00:59
256
Bailar y girar. 00:00:59
Acomodar el pelo con las manos. Ponérselo detrás de una oreja
(de un solo lado). Gif. 00:00:20
Sacar el pelo largo por la ventana. 00:00:20
Pelo atado tirante. Gesto de la cabeza hacia atrás. Blanco y
negro. Gif. 00:00:19
Desacomodar rulos con una mano. Vestido blanco de broderie.
Gif. 00:00:59
Girar sobre sí mismx. Tul rosa y cintas de raso rosa. 00:00:59
Bajar una escalera de un salto. Filmación en cámara lenta.
Gif. 00:00:20
Caminar muy cerca de la cámara, que quede desenfocado. Gif.
00:00:39
Pelo corto volando por el viento. Mucho viento. 00:00:59
Estornudar. 00:00:10
Abrirse de piernas de pie. Filmar hasta bajar la pierna.
00:00:49
Hacer círculos con los brazos. 00:00:59
Mover el culo levemente. Blanco y negro. 00:00:59
257
Ponerse una maraña de pelucas. Torso desnudo. 00:00:59
Rodar por el piso. Ropa plateada. 00:00:59
Caminar en una cinta con ropa deportiva. 00:00:59
Decir este texto sin grabar el audio: “Pero no es así. De
cualquier manera yo entiendo tu postura”. 00:00:10
Mirar hacia un costado mientras se mete un dildo entre las
tetotas. Gif. 00:00:35
Explotar una camisa. 00:00:05
Ponerse brillo en los labios. 00:00:09
Hacer rebotar una pelota de básquet. 00:00:59
Sacarse la lengua frente a un espejo grande. Gif. 00:00:59
Mover los flecos de una pollera puesta. 00:00:59
Cuerpo quieto. Subir y bajar la cabeza. 00:04:59
Mover cejas pintarrajeadas. Gesto pícaro. Gif. 00:00:10
Sin grabar el audio, que la persona diga
gesticulación: “¡No, qué asco!” Gif. 00:00:05
Mojarse bajo la ducha de espaldas. 00:00:10
258
con
mucha
Mover el torso hacia adelante y atrás. 00:00:10
Gesticular sencillo frente a la cámara. 00:00:04
Mirarse en un pequeño espejo lo más quietx posible. 00:00:20
Dar un paso. Primer plano. Gif. 00:00:10
Mover el pie derecho, el otro lo más quieto posible. Zapatos
distintos. 00:00:10
Intentos de hacer la vertical. 00:00:20
Soltar una cabellera larga. Gif. 00:00:10
Caminar arrastrando una tela. Muy lento. 00:00:09
Agachar la cabeza con vestido floreado. Gif. 00:00:59
Girar hacia atrás ante una computadora. Gif. 00:00:59
Saltar frenéticamente lo más rápido posible. 00:00:59
Hacer la medialuna. Gif. 00:00:59
Esconderse bajo la cama en camisón. 00:00:59
Tirar o dejar caer una pelota de la boca y agacharse a
levantarla. Gif. 00:00:20
Enjuagar un plato. 00:00:39
259
Cámara lenta. Movimiento de tetotas filmadas desde abajo.
00:00:59
Mover el pelo hacia la cara con la cabeza. Mirar hacia el
frente y dejar que se reacomoden solos. 00:00:05
Abrir y cerrar abductores. 00:00:05
Poner dos grandes globos inflados con un poco de agua debajo
de una remera y moverlos. Gif. 00:00:05
Pies descalzos bailando sobre tierra negra. 00:00:05
Apagar cuatro tortas con velitas. 00:00:10
Tirarse contra colchones. Blanco y negro. 00:00:10
Estirar las rodillas con pollera larga de encaje. Blanco y
negro. Gif. 00:00:19
Tirar semillas de girasol en círculo con un balde (no se verá).
00:00:59
Persona gorda hamacándose en bermudas. 00:00:59
Salir del ascensor mirando el celular (no se ve que lo mira).
00:00:10
Patinar. 00:00:10
Girar frente a un espejo. Pollera acampanada. Gif. 00:00:10
Meter ropa en un balde con agua. 00:00:20
Saltar la soga. 00:00:09
Correr hasta ya no verse en el horizonte. 00:00:49
260
Caminar por la playa un día de viento frío. 00:00:10
Bailar gracioso de espaldas. O movimientos ridículos de baile
en una disco. 00:00:59
Quitar los cordones de una bota puesta. 00:00:59
Levantar una barra en pollera. Sostenerla en alto. 00:00:59
Cartel multicolor con la inscripción “lité”. 00:00:10
Cartel multicolor a rayas verticales. 00:00:07
Cartel multicolor con una estrella. 00:00:07
Cartel multicolor con rayas verticales onduladas. 00:00:07
Cartel multicolor de fantasía. 00:00:07
Cartel multicolor con los nombres (y apellido/s,
considerarlo/s necesario/s) de lxs gatites. 00:00:20
de
Cartel multicolor con los nombres (y apellido/s,
considerarlo/s necesario/s) de lxs humanxs. 00:00:20
de
Cartel multicolor con la inscripción “¡CHAU!” 00:00:10
261
ANTES DE LA MUDANZA
Video performance
Álbum de Cuqui y Lady
by Alejandre
5 min.
2022 d.C.
Link de Vimeo
https://vimeo.com/669642003
Contraseña:
262
lulu123
EL EDIFICIO
263
1
Natalia Josefina vive sola en su pequeño departamento
oscuro. Se corta las venas de las muñecas sentada en la cama,
cómoda, a su tiempo. Se recuesta apoyando la cabeza en una
almohada estampada con flores de lavanda y los brazos a cada
lado de la cama de una plaza. La sangre va armando dos charcos
en el parquet. Dos charcos prolijos y hermosos. El piso los
absorbe como si fuera un vampiro cruzando el Sahara.
Se desangra muy rápido. Apenas muere, una fuerza la levanta
de la cama con la cabeza gacha y los brazos caídos. La absorbe
de a poco, con sacudones, como si la tragara a mordiscos hacia
atrás, por la pared.
2
Guillermo Mario se puede quedar todo el día mirando
huevadas en internet sin hacer nada más, excepto dormir. A
veces le da culpa. El piso de la cocina de su departamento
tiene manchas, hojitas de mandarinas, un par de semillas. Si
264
se le cae algo al piso no se agacha a levantarlo. Si lo pisa,
dependiendo qué sea, puede que quede aplastado, que se rompa
en partes más pequeñas, por ejemplo un pedacito de fideo
tirabuzón seco, o que un tomate se expanda en nuevas pisadas
como un sello. Si se cae una aceituna o dos ravioles crudos
al costado de la cocina, ahí quedan.
Sabiendo cómo es, trata de no mancharse la ropa al comer
porque no tiene mucha y porque, al no trabajar, no tiene dinero
para
comprarse
nueva.
Pero
tampoco
quiere
parecer
un
pordiosero por la calle, por eso no sale sin haberse bañado.
Si sabe que han pasado varios días, que huele mal y el perfume
no tapará sino que empeorará las cosas, si el pelo está muy
grasiento, no sale. Puede que tome un descanso, se bañe y
salga. O que se duche y encreme, porque con la piel es muy
cuidadoso, se ponga un pijama de algodón y se acueste un rato
a dormir mientras se le absorbe la humedad.
El baño no está tan sucio. Tiene unos pelos tirados que se
le van cayendo, lo normal de la vida. Pero podría ser peor si
lo tuviera largo, si fuera un melenudo. Digamos que con la
265
cortina de baño se le complicó la limpieza del piso como efecto
secundario. Antes, cuando no tenía cortina, el agua de la
ducha mojaba todo el piso pero a su vez eso limpiaba. Entonces
secaba con el palo y el trapo y la cosa funcionaba muy bien.
Un poco de líquido al inodoro, uno con olor rico, nada de
lavandina, por coquetería, perfume de bambú o pino. Incluso
para un hombre vago que vive solo.
Pero un día compró una cortina para no ver la mugre de los
azulejos de la ducha ni el sarro que se iba juntando en el
piso que le cambiaba el color. Funcionó muy bien, salvo por
la pelusa y los pelos que se juntan en el resto del baño que
nunca toca el agua. Y polvo de papel higiénico. ¡Quién lo
diría! No polvo de estrellas sino de papel higiénico. Unos
baratos que se venden individualmente. A veces vienen en papel
duro y otras finito, nunca sabe cuál le va a tocar. De la
misma marca pero distinto lote.
Su habitación es un desastre. La cama nunca está hecha y
no tendría sentido que la tendiera porque se acuesta varias
veces al día hasta dar el gran tirón a la noche. Durante unos
266
años tuvo insomnio, hasta que descubrió que acostándose a las
12 pm o un poco más tarde tenía resuelto el tema. Al otro día
es variable. Se puede levantar a las 6, desayunar y volverse
a acostar. Levantarse a las 6 y seguir. Levantarse al mediodía,
comer algo y seguir durmiendo. Todo variable. Se acuesta tarde
para no levantarse a la supuesta hora demoníaca: entre las 3
y 3:30 am.
Su
madre
le
deposita
plata
todos
los
meses,
por
sobreprotectora, pero apenas si le alcanza. Es un hombre que
arrastra los pies, sin ambiciones, desgarbado, de su casa. No
fuma, no toma, no hace nada. Un hombre tranquilo. Un parásito
intestinal, de esos que muchos de la holística dicen que
existen. Cortándoles el suministro de azúcar o el dinero, se
mueren.
Guillermo Mario, el cuarentón extraviado en la paja, está
en el living mirando una serie, ve agua pasando el límite del
piso de la cocina al pasillo. Le preocupan dos cosas: la
electricidad, porque detrás suyo está todo el cablerío de
internet y el de la batería de la computadora; y los vecinos,
267
porque si el agua atravesara la puerta de entrada hacia el
palier, le tocarían el timbre y tendría que quedarse muy
callado para no abrir.
Toma coraje. Se saca las ojotas y las medias. Se moja los
pies. Entra a la cocina y el agua se arma frente suyo como un
espectro. Lo toma del cuello. Él ni siquiera manifiesta
resistencia. Lo ahorca hasta matarlo con tanta facilidad que
da vergüenza ajena. Una cucaracha de pocilga menos. El cuerpo
tirado en una posición cómica es absorbido por el piso.
3
Carlos, un pobre arquitecto devenido profesor, acompaña a
la amante de turno a almorzar. No quería, es muy caro. Y ella
se hace la distraída para que pague él. Le está saliendo cara
la semanita. Antes tenía más dinero o le rendía más. Está
preocupado por eso. En realidad él se siente bien, como si
sólo bebiera vino tinto durante las comidas. Pero todos los
268
días saca una botella al palier, a veces dos, tres, de bebidas
distintas. No por tener visita, se las toma todas él.
A los 47 años, sin hijos, no se siente muy bien en las
reuniones de amigos. ¿Qué es eso de “amigos”? Siendo
específicos, en este caso serían las personas con las que
alguna vez cursó algunas materias y se junta a comer asados y
alardear cada seis meses o una vez al año además de seguirse
a diario en las redes. Antes era el lindo del grupo y el que
prometía a nivel académico. Pero todo quedó en la nada, como
le sucede a la gran mayoría de las palomas grises llenas de
bichos que no cantan sino que gorjean. El mujeriego de los 25,
35 años era admirado por sus amigos, pero la vitalidad ha ido
decreciendo y no es eso, sino que a nadie le interesa su
inestabilidad emocional. Ni siquiera es su inestabilidad
emocional, sino su cosa mal oliente de creerse la última
gaseosa del desierto. Sus amigos tienen matrimonios largos,
algunos dos matrimonios, pero han intentado construir. Claro,
una rutina para tener una casa, un auto, vacaciones, hijos.
Él no. Pasaba de una mujer a otra como si le dieran lo mismo.
269
Literalmente le daban lo mismo. Cada tanto había una pequeña
variación según la intensidad sexual. En una época más joven,
cuando además de mujeriego podía hacer viajes, sus amigos
realmente lo envidiaban. Ellos se acostaban año tras año con
la misma mujer que les venía con un martes 13 y un sábado 17,
más los hijos y el trabajo aburrido o pesado. Pero ahora, en
la época de la cosecha, ellos nadan en abundancia y él no
tiene nada.
¿Qué iba a hacer, presentarles a esta nueva mujer de la que
apenas sabía el nombre? Además, si lo hacía daba pie a que
ella hablara sobre su vida. ¿Realmente iba a tener que
escucharla? Una tipa hablando en loop de que quería ser madre,
de que yo yo yo yo. Un bodrio con crema. Era verdad, ellas no
le interesaban, pero sí eran importantes para él como cuerpos.
Obvio: culos turgentes, acolchonaditos a los dedos, bien que
se le podían separar los glúteos revestidos con piel y dorarles
el ano con la pija dura. Necesitaba tener una mujer al lado,
la que fuera. Ahora el alcohol. ¿No se podría haber hecho
270
adicto a la Coca-Cola? Pero ojo, es más cara que el vino
berreta.
Antes, si se chupaba era el divertido del grupo. Bueno, ser
divertido según la noción yanqui, o sea, el que toma y toma,
grita como si estuviera muy alegre y feliz y vomita. O la
rubia teñida que esnifa cocaína en un baño de medio pelo que
se las da de VIP y sueña con ser famosa. A Carlitos lo miran
como a un patético y desubicado. Se desubica y les habla a las
parejas de sus amigos demasiado cerca de los oídos, cosas sin
importancia porque nunca tiene nada para decir, pero se acerca
demasiado y con aliento a mezcla etílica con carne de costilla
incrustada entre los dientes, en una reunión donde todos beben
moderadamente y conversan tranquilos e, incluso, de modo
inteligente. Y usan hilo dental en privado.
Pero Carlos sabe que las vidas de sus amigos son materia
idónea para hacer un bollo y tirarlo a la basura. El gran
desafío es acertar al agujero del tacho. Él no cambiaría sus
elecciones. Pero tener 47 años y ser pobre que disimula es un
problema. No pobre-pobre. El mayor problema es envejecer. Y
271
en realidad son más de 47 años, él se quita un par para que
no sea tan shockeante.
4
No todos en el edificio se iban enterando de las apariciones
de huesos secos y las desapariciones de cuerpos vivos. Tampoco
de las muertes por enfermedad, por ejemplo la de la señora del
cuarto. Ella parecía de 75 años mal llevados, y supuestamente
estaba en pareja con un cincuentón de bermudas y bigote gris
con algún que otro pelo negro, mata abundante. En general los
vecinos no hablan entre ellos. En realidad sí, hablan del
pronóstico del tiempo.
Doce pisos, trece tenebrosos pisos si se cuenta la azotea,
cuarenta y cuatro departamentos con gente fija, o sea
propietarios o hijos mantenidos de los propietarios, y otra
camada que se recambia, más que nada estudiantes y estudiantes
fracasados.
272
Se muda alguien nuevo y con ellos sus ruidos. Los vecinos
cercanos son sonidos porque casi nunca se ven pero sí se oyen.
Por ejemplo Martín Alfredo, del 11, un rubito de 20 años que
estudia abogacía en una privada, según lo que se pudo escuchar
durante el invierno con todo el gallinero cerrado, que
generaba una acústica perfecta pero una tortura para su vecina
Gisela
María. Todo el año lectivo dándole duro a los
videojuegos online en la pared contigua a su cama, muchas
veces desde las 4 de la tarde hasta las 6 am, lo que se dice
disponibilidad full time. Hablando y hablando y hablando y
cada tanto dando grititos estilo Ned Flanders. “¡La concha
de mi hermana!”; “un millón de dólares sí, un millón de
pesos no es nada”; “mi abuela Ana”. Y además gritos sin
forma por haber matado a alguien y la tensión de estar por
matar.
Cuando se fueron los vecinos que estaban antes de Martín
Alfredo, su hermana y otras dos gordas, el movimiento provocó
una invasión de arañas de patas finitas en el departamento de
Gisela María, pero entre las cucarachas y los súper nuevos
273
escorpiones que caminan doce pisos desde las alcantarillas,
eran más bien delicadas cositas simpáticas. Al principio, ella
extrañó a los dos hermanos que vivían antes, extrañó que no
hubiera nadie. Solo le dejaron como compañía esas pequeñas
arañas. Luego se acostumbró al vacío del departamento contiguo
que hizo que su propio espacio se sintiera más amplio, pero
no duró mucho. El departamento de al lado en ese momento
también era suyo aunque no lo pudiera ocupar físicamente. Pero
ahora, con el sonoro Martín Alfredo, ni siquiera su habitación
le pertenece.
5
Sara Isabel sale del ascensor con su padre. Hablan en el
palier. Ella toca la puerta para que su compañera de
departamento les abra. No abre. Se escucha música. Reguetón
cantado sin ganas.
Padre e hija conversan brevemente mientras ella golpea de
nuevo y esperan. La chica escucha que su compañera se acerca.
274
Le avisa “estoy con mi papá, por las dudas”. Abre y se escapa
el sonido mucho más fuerte al no ser bloqueado por un pedazo
de madera con picaporte.
Un rato después, Sara Isabel y su padre salen. Llaman al
ascensor, pero no viene. Se escucha el sonido de la alarma de
la puerta abierta demasiado tiempo en otro piso, más abajo.
Bufan un poco. Sube el ascensor para ellos.
Entran al cubículo y marcan planta baja.
El ascensor acelera el descenso, cada vez más rápido. Como
si se hubieran aflojado los cables, cosa que no le sorprendería
a nadie. Va tan rápido que la chica abraza al padre, que a su
vez se apoya en una de las paredes metálicas y se toma de la
baranda. Ella da un largo grito seco, él se queda mudo. La
gente que espera el ascensor en distintos pisos escucha ese
grito en una exhalación. Van más y más rápido, siguen cayendo.
Ya deberían haberse estampado en planta baja. O en el subsuelo.
Pero siguen bajando el equivalente a otro edificio más y se
estrellan muriendo en el acto.
275
Los cuerpos muertos son absorbidos por los cimientos a
través del piso del ascensor. No queda ni una gota de sangre
ni de huesito astillado. Lentamente, con calma, el ascensor
va subiendo hasta planta baja. Lo llaman del segundo piso. Va.
6
Jorge Esteban, un chico de 18 años, está en la fila de la
caja rápida del súper. Tiene los rulos revueltos. Alto.
Delgado. Cinco sachets de leche, un paquete de chocolate en
polvo, una manteca grande y dos tiras de pan.
Antes de él hay otro chico en la fila, con un pantalón
amarillo patito hasta la mitad de las pantorrillas, medias de
nylon con brillos plateados y rayas en tonos azules y grises,
camisa con flores, lentes de sol redondos y zapatos de vestir
turquesa con costuras fucsia. Se mueve como si estuviera
siendo filmado por un canal de moda, como si una cámara lo
siguiera en sus quehaceres cotidianos.
Jorge Esteban, ya en su departamento, se prepara un café
concentrado y se sienta a estudiar de nuevo. Café berreta, ese
276
que es instantáneo con azúcar agregada. Nada de cápsulas
Nespresso ni colombiano para cafetera. No le está yendo bien.
Escucha a las palomas cogiendo en su balcón, aleteando contra
el vidrio que está todo rajado protegidas por el aparato de
aire acondicionado. Ya probó con líquido para ahuyentarlas,
pero sólo logró que su living oliera mal. Y una especie de
pegamento
al
que
ni
siquiera
podía
sacar
del
envase.
Lavandina. Ha pensado seriamente en tirarles veneno. Les ha
sacado varias camadas de huevos, puestos de a dos y siguen.
Lo positivo de las palomas es que son constantes, ganan por
cansancio. A tal punto ganan que Jorge Esteban se hartó y ahí
están las crías nuevas con ese ruido agudo horrible que les
sale del pico. Y ahora la madre o no se sabe quién, aleteando
incansable contra el vidrio. Nido de basura y caca.
Lee, trata de entender. Repasa los apuntes de clase. La
carrera que eligió no es lo que pensaba. Tal vez la carrera
está buena, lo que no le gusta es la salida laboral. Quisiera
estudiar otra cosa, pero tampoco sabe bien cuál.
277
Piensa que una buena solución podría ser el suicidio. Sí,
el suicidio siempre es una buena solución. Eso no se discute.
Mira por la ventana donde está instalado el fucking nido. Al
levantar la persiana las palomas se alejan volando y asusta a
las crías que pían agazapadas una contra otra en un rincón.
Se asoma y mira hacia abajo: se ve un patio verde pequeño,
bien cuidado. Si se tirara, caería ahí.
En verdad no es sólo el estudio. El problema es la vida.
Si se muriera, automáticamente ya no tendría que pensar en
trabajar o en el rechazo de otro chico.
Pero Jorge Esteban tiene que estudiar estas hojas para
después ejercer esa carrera. Mira por la ventana y el suicidio
parece algo accesible. Simple. Semilimpio en este caso, porque
caería en el pasto, no en cemento.
Decide dejar el café y tomar una leche con chocolate. Se
sienta con los auriculares rosa tornasolados a mirar animé.
Si a la noche sigue con ganas de matarse, se mata, pero no
piensa
estudiar
hojas
impresiones y libros.
278
manchadas
con
tinta.
Fotocopias,
7
Una de las chicas nuevas del 11, Karina Vanesa, se mira
desnuda al espejo. Realmente está muy excedida de peso. Como
si fuera la única. Mucha panza, las piernas muy gordas, los
brazos gordos y con celulitis, todo fofo. Le quedarían bien
los tatuajes y el pelo rosado liláceo, pero no sabría qué
tatuarse. Parecería una torta contemporánea. A ella le
gustaría parecerse a las hermanas Hadid, no tanto a una curvomujer como la Kardashian, que cuando engorde se le va a ir
todo para todos lados. Hoy en día hay muchas gordas en ropa
interior en Instagram pero a ella no le gustan. O dice que sí
para que crean que no le importa ser una gorda de mierda,
aunque @insurrect.x y @apuestaprincesa sí le parecen lindas.
Pero en el fondo, como todo el mundo, quisiera ser delgada.
¿Acaso ella va a creer que la gente común y corriente no la
preferiría
flaca?
¡Explotará
las
entrepiernas
de
los
pantalones, pero pelotuda no es!
Karina Vanesa no tiene centímetro ni balanza como para
tener idea de sus medidas y kilos. No se pesa en una farmacia
279
porque le da vergüenza. Pero casi 100 seguro.
Se ha quedado
horrorizada al verse de espaldas en algunas fotos que han
compartido sus amigas con ella por whatsapp.
Se encierra en el baño y abre la ducha. Mientras se llena
todo de vapor, se larga a llorar. No puede hacer nada. Quiso
comprase ropa y agarró lo más grande que había sin medírselo,
y le pidió a la vendedora que se lo envolviera para regalo.
Era para ella, pero tenía que disimular. Al llegar a su
departamento y probarse las prendas, no le entraban. Ninguna.
Entonces está en la ducha llorando con una trincheta. Se
escribe fea en un muslo, gorda en el otro y le sobra espacio.
Se termina de bañar y sus compañeras de departamento están
arreglándose para la fiesta que harán esa noche ahí mismo.
Ellas son gordas pero no tanto. Pero también son gordas. No
lo saben o no lo quieren ver. Tampoco es que quieran ser más
flacas, ni siquiera en el río. En el mar sí, porque hay mucho
careta. Pero los ríos son de gente gorda que no le importa
nada, de hecho se llevan de todo para comer a la sombra. Eso,
que no les importa. Han comprado mucho alcohol y porquerías
280
como salchichas y pan para panchos, mayonesa, ketchup y papas
fritas.
Están en la habitación de Karina Vanesa, la más gorda de
las tres, usando su espejo, arreglándose el pelo. Karina
Vanesa sale de la ducha envuelta en un toallón que casi no le
cierra y esconde la trincheta como puede. Las otras se van al
living, siguen hablando y riéndose sin parar. Buscan canciones
en YouTube así también ven los videos y cantan a los gritos.
La más gorda cierra la puerta de su habitación con llave. Se
mira desnuda en el espejo de nuevo. Tiene las líneas rojas de
las letras y los ojos rojos también. No tiene ganas de ninguna
fiesta. En todo caso se va a poner bien en pedo para olvidarse
de sí misma.
8
Carlos tiene sexo con su amante y ella otra vez con sus
gemidos exagerados. Él puede verla de frente porque está
sentada encima, pero también de espaldas gracias a un espejo
que ocupa toda una pared. Le encanta ese culo, cómo se mueve
ese culo que deja ver un poquito el tronco de su pene y el ano
281
abierto de ella porque tiene una cola chiquita y erguida. De
pronto no entiende y ve a su nueva vecina gorda desnuda con
el pelo mojado. Su amante sigue con el circo y para hacerlo
más caliente le agarra las manos, se mete dedos enteros en la
boca y sonríe. Él sigue mirando a través del espejo a su vecina
gorda. Se sienta y su amante lo abraza como a un oso de peluche
y se sigue moviendo, incluso más. Ella pone una mano detrás
suyo para cambiar el punto de apoyo y así el tipo de
movimiento, para que sea entrada y salida casi por completo.
Pero él mira tanto hacia el espejo que ella se gira. Se ve a
sí misma, hermosa, se acerca más a él y le da besos en el
cuello.
9
Ariel Alejandro trabaja en un cementerio parque. Vive en
el piso 7. Mientras toma café y revisa cosas de su trabajo en
la computadora, se abren las ventanas de repente. Y se golpean
las puertas de la cocina y del baño. Una gran correntada de
aire le vuela los papeles que tenía en la mesa. Las cortinas
parecen querer escapar. De pronto se bajan las persianas y se
282
cierran todas las ventanas y puertas. Se corta la luz. Ariel
Alejandro se pone de pie y se dirige a la puerta principal y
gira las llaves. Trata de abrirla. No puede. Vuelve la luz y
logra abrir la puerta, pero cae al piso por la inercia.
10
Jorge Esteban se sube al skate y anda en el pasillo de su
departamento. No le da el espacio como para alcanzar mucha
velocidad, pero sí para intentar dar saltos. Primero intenta
quieto varias veces. No es tan malo: por lo menos puede hacer
que el skate dé una vuelta en el aire y alcanza a saltar para
caer de pie sobre la tabla con ruedas. Después intenta en
movimiento. No quiere ir a practicar en espacios más adecuados
para eso o, por lo menos, más interesantes, con barandas o
escalones. En un momento alcanza a tomar algo de velocidad y
llega a su habitación, se detiene y va al living pasando por
el pasillo de nuevo. Regresa. De verdad que podría andar en
la calle o en la senda verde hecha para tal fin, pero le da
vergüenza andar en skate en la calle. No tanto por si se fuera
283
a caer. No es eso. Muchos se caen. Es por el hecho de andar
con su cuerpo en un skate. Tampoco eso. Es por el hecho de
andar con su cuerpo.
Entonces se pone los auriculares y anda en skate como
cualquier chico de su edad. Escucha Astrid de Katie Moon una
y otra vez.
11
Silvia del Valle, del cuarto, se acuesta a dormir. Mira el
techo. Piensa que sobre su cabeza hay ocho pisos más. ¿Cómo
pudo elegir un piso cuatro? Ella debería estar en el último
piso, solo tendría uno más encima, deshabitado, el piso que
la separaría del cielo. O en planta baja, cosa que abriendo
una puerta ya estuviera afuera, en su patio.
Viviendo en el último piso habitable, tendría que atravesar
todo el edificio. Sería como tener el control. Hay personas
que jamás han subido más allá del cuarto, como ella. ¿Cuántas
284
veces fue a la terraza? Una vez, por el tema del gas. Lo malo
de planta baja es que es factible que no sólo las personas del
propio edificio sino las de los colindantes les tiren sus
residuos, desde nudos de pelos hasta papelitos que tienen en
la mano, o restos de frutas, ni qué decir bolsas enteras de
basura. O gente a la que se le cae algo mientras limpia, por
ejemplo una maceta.
Ella sigue mirando el techo con las manos sobre el abdomen
y las plantas de los pies apoyadas una contra la otra, abriendo
la pelvis. Respira. Escucha que el vecino de arriba tira la
cadena del baño. Corre el agua. Claro que antes escuchó caer
su orina. Baño en suite, exactamente.
Se siente atrapada. Gente arriba, abajo y a los costados.
12
Jorge Esteban piensa si no sería mejor tirarse ya. Va hacia
la ventana. La abre y pasa al otro lado, destreza propia de
sus 18 años. Ni lo piensa, salta. Es todo tan rápido como el
285
momento de un volantazo en la ruta. Cinco pisos no son tantos.
El golpe es casi mortal.
Los cimientos del edificio absorben la sangre. Absorben el
cuerpo. Lo devuelven. Efectivamente, no está muerto todavía.
La tierra solo mastica cadáveres.
13
Ariel Alejandro ya había hecho una de cuadra cuando recordó
que había olvidado la computadora. Tiene que volver.
Mira
el
edificio
desde
la
calle
del
frente
en
perpendicular, un pasaje, donde puede estacionar su auto en
la puerta de un garaje que no se usa como tal, llegó a un
acuerdo remunerado de bajo costo con el dueño. Desde ahí tiene
perspectiva de la fachada. Mira desde abajo hacia arriba.
Trata de prestar atención a algún detalle edilicio, pero sólo
le parece novedoso el cartel de venta de un departamento en
su piso, porque lo compraron hará un año y medio. Mira de
nuevo en general, está muy nervioso. Pero no puede quedarse
para siempre ahí de pie, tiene que ir a trabajar.
286
Se putea a sí mismo por el olvido de la notebook. Le resulta
irónico que sus dos únicas opciones para vivir sean estar en
un edificio/nicho o en un cementerio/parque.
Ariel Alejandro acerca la llave electrónica a la puerta de
ingreso
y
suena
la
chicharra.
Abre.
Camina
hacia
los
ascensores. Se queda de pie delante del tablero con el dedo
índice detenido a pocos centímetros del botón que llamaría al
más próximo. Respira y lo aprieta.
Cuando llega a su departamento busca rápido la notebook.
Escucha un ruido en las paredes y el techo. Sale más rápido
de lo que había entrado. Al cerrar la puerta ya no oye nada,
pero algo le agarra la pierna izquierda y no se puede mover.
¿Estaría por darle un infarto? Aunque no recuerda eso como
síntoma. De un golpe seco es tirado hacia atrás y arrastrado
unos 20 cm en el palier. Al caer al suelo también se le cae
la computadora. Se queda quieto un segundo y no entiende nada.
Se pone de pie. Llama al ascensor urgente, con mucha ansiedad.
Entra rápido al cubículo, cierra la puerta de madera, la
de metal y aprieta planta baja. El ascensor comienza a subir
287
lentamente. Se pone más nervioso. Se abalanza sobre el tablero
de pisos y aprieta PB compulsivamente. El ascensor sigue
subiendo. Sube hasta el piso trece, la azotea. Espera unos
segundos eternos a que alguien abra, quien quiera que hubiera
llamado al ascensor. Tal vez la portera. Nadie lo hace. Abre
las puertas a gran velocidad, sale unos pasos y revisa hasta
el inicio de la escalera.
Ve que está solo y el ascensor pita porque ha dejado la
puerta abierta. Respira agitado. Vuelve a encerrarse en el
ascensor. La luz titila. Ariel Alejandro trata de abrir las
puertas con desesperación, no puede. Una fuerza le golpea la
cabeza contra una de las paredes metálicas hasta romperla
mientras desciende. Cae al piso, lo absorbe. Brotan huesos
nuevos en un costado del jardín, escondidos entre los rosales
tupidos y la enredadera.
288
14
Ana Regina, la portera, sube a la azotea para limpiar los
pisos. Empieza en el 13 y va bajando. Mientras lo hace canta
bajito escuchando música de su celular con auriculares.
Cuando está trapeando en el piso 9, sale un chico de su
departamento. Se saludan con un hola de lejos. De tan lejos
como les permiten las breves dimensiones del palier. Él llama
al ascensor. Mira sus zapatillas, no sabe qué decir. La portera
continúa pasando el trapo pero ya sin cantar.
Ana Regina antes estuvo en planta baja limpiando el jardín
de ingreso, tirando un poco de agua para quitar la tonelada
de caca diaria de las palomas que habitan en los árboles, y
vio unas cositas que salían de la tierra. Quiso sacar una como
quien saca una hoja seca y se quedó con una clavícula en la
mano. Claro que ella no supuso que era un hueso humano. Al
meterse un poco entre las plantas, vio más extrañada, pero
cuando encontró un cráneo, sí que le dio a cristiano, en su
defecto a evangélico, en su defecto a follower de @mia_astral.
289
Los huesos estaban semi enterrados, más desenterrados que
semi. Y debajo de los que encontró se podía ver que había más.
Ayer estuvo con ahí plantines y no había nada.
Parecen huesos viejos, secos, como apoyados sobre la tierra
y que se fueron hundiendo, enterrando con el paso del tiempo,
las lluvias, solo que al revés, que estaban
bajo tierra y
emergieron. Que fueron escupidos luego de chuparles el caldo.
15
A Carlos le escribieron “lavame sucio” en el capot del
auto. Un dedo con buena caligrafía. Si Carlitos chocara y
quedara un poco lastimado, no mucho, podría pedir carpeta
médica para no tomar los exámenes finales la semana entrante.
Pero hoy los automovilistas están no solo suaves y amables,
sino muy prudentes. Tendría que ir a 200 por hora para chocar.
De cualquier manera, como buen ciudadano, se puso el cinturón
de seguridad.
290
Quisiera hacerse una costeleta con ensalada. Tratar de no
acompañar el almuerzo con vino. Servirse mucha gaseosa.
Después tomarse un café bien fuerte. Hoy no tiene que ir a dar
clases, pero igual no tiene ganas. Nunca tiene ganas. Por lo
que dicen sus colegas, ellos tampoco. Después están los que
se mienten a sí mismos diciéndose y diciendo a los demás que
les encanta la docencia, pero son puras mentiras, ¿a quién le
gusta hablarles a treinta adolescentes que se te ríen en la
cara?
Carlitos llega sano y salvo a su edificio de la góndola de
bebidas alcohólicas, luego de dar esas tediosas clases para
alumnos de secundario. Se topa con un grupo de vecinos
amontonados. Y la policía. Han encontrado huesos humanos en
el jardín de ingreso. Está todo con cinta. No se sabe quién
entierra ahí esos restos. Camina por el costado de los vecinos
curiosos, a la mayoría no los conoce. Escucha palabras sueltas
que van generando un sentido que le despierta preguntas. Pero
no se queda para responderlas, sigue derechito hacia su
291
departamento. Básicamente ya venía embalado hacia su espacio
cerrado para chuparse.
Entra a su departamento ansioso y abre una botella de vino.
Tiene la facilidad de un barman. Se lo traga así como la abrió.
Seguramente porque no tiene burbujas. El corcho queda tirado
en el piso. Este es el verdadero gasto extra que hace que no
llegue a fin de mes. Se queda despatarrado en silencio, con
la mente en blanco, es la envidia de toda esa gente que se
sienta al aire libre a meditar armando un mudra con las manos,
creyéndose la reencarnación de Buda. Carlos de alguna manera
sabe que no debería estar más en ese departamento. Trata de
ir hacia su habitación. Tambalea. Tropieza con muebles, pero
llega. Estar de pie ante el espejo es un reto. Está tan
borracho que se cae en su cama y ahí queda. Las cervezas que
se tomó antes de llegar a su casa también sumaron. Tendría que
irse del edificio pero no se puede mover. Además, ¿irse a
dónde?
292
16
Los veinteañeros apenas veinteañeros van llegando a la
fiesta. Varios se equivocan y les tocan el timbre a vecinos
próximos. La música suena a todo volumen y ellos hablan más
fuerte encima. Todas las fiestas parecen la misma fiesta
porque siempre pasan las mismas canciones.
Karina Vanesa ya empezó a tomar. Se puso un jean ajustado
y una camisa negra. Le esconden bastante los kilos extra, que
era su objetivo. Está linda si no fuera porque ella cree que
es fea. Toma y toma para verse alegre. Como los demás lo hacen
más o menos por la misma razón, están eufóricos.
Ante algunas canciones cantan y gritan encima. Ya que
están, lo hacen hacia afuera por las ventanas abiertas de su
living, así en los edificios a la redonda se enteran que ellos
saben vivir. Nadie les contesta de modo concreto.
Uno de los invitados se ve reflejado en el vidrio de la
ventana abierta, mientras una de sus amigas, una futura
contadora, grita desbocada por la ventana. Él se ve extraño y
293
los ve extraños a los otros. Se mira los brazos como si
descubriera que los tiene. Se sirve otro trago, todavía no se
fumó nada. Se queda sentado mirando el vaso y lo rompe contra
la mesa ratona. Le queda la base y un trozo de vidrio en la
mano mojada. Le corta la yugular al compañero de estudios que
tiene al lado, que está besando a alguien. Salta sangre, cae
sangre y la chica ocasional se mancha y no entiende. Luego
grita. El agresor toma una de las botellas de alcohol y la
golpea contra la cabeza de la chica. La golpea en seco otra
vez y la botella se rompe. En eso los demás se dan cuenta y
lo detienen. O lo quieren detener. Se escucha el griterío en
los departamentos contiguos, pero nadie les presta atención
porque hacen barullo desde que se mudaron. La gorda siente
placer ante lo que ve. Él saca un arma y cerca al resto. Les
dispara. Le da el último tiro en la cabeza a Martín Alfredo.
No le queda bala para la gorda. Toma uno de los cuchillos para
cortar el pan para panchos. Se sienta en el sillón y se lo
clava varias veces en el abdomen. Se queda esperando. La gorda
no hace nada petrificada. Él cierra los ojos disfrutando su
294
momento. Ella ve que sus compañeras de departamento, una
tirada encima de la otra, son absorbidas por el piso. Y Martín
Alfredo también. Se pone de pie ante esa visión. Está borracha
pero no tanto.
Bebe un gran sorbo. No puede ser lo que ha pasado. El
estudiante universitario abre los ojos unos segundos y la mira
mientras se va desangrando. Ella se vuelve a sentar y sigue
tomando lo que le queda en el vaso como autómata.
17
Karina Vanesa se despierta en su cama al mediodía del
domingo. No está mal para ser domingo. Le duele un poco la
cabeza. Va al baño. Pero antes ve el living con sus amigos
muertos. Piensa y no piensa. Va a mear y está muy tranquila,
incluso sin resaca estomacal porque la fiesta llegó a su fin
muy temprano, no llevaba más de una hora y monedas.
Se acerca al grupo y sí, son muertos reales. Sus dos fucking
compañeras de departamento no están. ¿Habrá sido verdad que
295
las absorbió el piso? ¿Qué va a hacer con todos los cadáveres?
Hay mal olor por el pis, la caca y la sangre coagulada, aunque
algunos charcos grandes no se ven secos, tienen una capita que
los recubre, pero puede ser una percepción falsa. Igual, no
va a tocarla, menudo asco. Es divertido verla cagada a la
divina esa. Karina Vanesa le apoya su bota en una mejilla, la
otra da al piso. Abre las ventanas, la perfección ya no huele
a rosas.
Decide bañarse. Llena la bañera, algo que no había hecho
desde que se mudó porque para eso tendría que haber dejado la
puerta sin llave, por si alguien quería entrar a mear o a
lavarse los dientes o a buscar algo. No es lo mismo que
ducharse, que es más rápido. Esta vez no le preocupa su gordura
pero en este contexto igual hubiera preferido ser flaca. Le
echa sales de vainilla de unas de las muertas que vivía con
ella.
Se cambia. Suenan celulares y entran mensajes todo el
tiempo. También llamados, a ella y a los cadáveres. Tiene
296
bastante dinero en efectivo más sus propias tarjetas de débito
y crédito extendidas por su papá. Siente hambre.
Guarda un par de cosas en una mochila y se va. Se va a
comer al shopping cerca de su departamento, después verá.
18
Karina Vanesa en el shopping no es muy feliz. Otra vez cara
a cara con resabios de Twiggi en los maniquíes. ¿Las tiendas
no se enteraron de nada? En las calles por lo menos hay
actualizaciones.
Karina
Vanesa
camina
por
los
pasillos
atestados
de
vidrieras, es todo vidrieras, es el lugar donde no se oculta
ni nadie se avergüenza de vender ni de comprar. Va mirando los
maniquíes, no tanto las prendas. Las prendas también, pero se
queda con la imagen torturante de las cinturas de los maniquíes
de una casa de lencería. Esas cinturitas, esos pechos firmes,
esas caderitas. Todo duro acentuado por la fibra de vidrio con
la que están hechos. Bueno, ella pechos firmes tiene, pero muy
297
pequeños, al lado de todo lo demás que conforma su torso, los
ve un horror. ¿Si adelgazara cómo le quedarían? ¿Alguna vez
podría tener una cintura de tan pocos centímetros? ¿Alguna vez
podría ser otra persona?
Se queda mirando unas Nike que son lo único que le podrían
entrar. Pero la ansiedad de saber que nunca será delgada le
da más ganas de comer al hambre que tenía. No hambre, urgencia
por masticar. Así que va al patio de comidas. Es el paraíso.
Hay gente delgada, pero muchos son tan gordos como ella. El
olor general es irresistible. De hecho, ¡cuánta gente gorda!
Pero en el parque hay más, porque es gente que no tiene plata
y la única que le queda es ir a un árbol con pasto desgastado
con caca de perros en un lugar público. Los helados, los
algodones de azúcar, los panchos con mini papas fritas, los
choripanes, las gaseosas, la cerveza, sí están a su alcance.
En el parque también hay muchos deportistas en cueros,
haciendo flexiones de brazos colgados de un caño que parece
entre un arco de fútbol sin cancha y el sostén de hamacas sin
298
hamacas. Muchos trotando. Mucha gorda caminado rápido en
calzas con una botellita de plástico recargable con agua.
Quiere comer. Mientras más carne, queso y salsa, mejor. Y
papas fritas. Y Coca-Cola bien fría, una bien grande, y
sumergirse en Instagram y Tik Tok.
Al principio le da un poco de vergüenza que la miren, pero
encuentra un lugar diseñado para gordos tímidos como ella y
se sienta sola, con buena visual. De ahí no pueden ver lo que
come, pero Karina Vanesa se puede distraer y mirar a todos.
No le hace falta una amiga que le robe las papas fritas por
hacerse la que está a dieta pidiéndose una ensalada. Hay
familias de gordos comiendo. Y chicos cool delgados comiendo
también.
19
Olga Estela, de 82 años, sabe perfectamente que no tiene
Alzheimer, que lo que le pasó con el olvido de una canilla
abierta de la cocina que inundó el palier de su piso no tiene
299
explicación lógica. Como la ven vieja, claramente vieja,
piensan que ella es igual a las deterioradas de su edad. Vive
en un barrio de clase media y se espera que sea como se ve por
fuera: una señora. Hoy, de regreso a su departamento luego de
pasar por el supermercado, vio a media cuadra un chico
veinteañero delgado, con una cresta punk. El chico le intentó
vender unos pañuelos descartables a otro joven que iba a dos
pasos de ella que siguió de largo. El cresta punk le empezó a
hablar a Olga Estela y a caminar a la par y ella le dijo, “no
quiero hablar con nadie, soy un poco anti social”. El chico
guardó silencio unos segundos y le contestó, “bienvenida al
club”.
Pero los vecinos de piso de Olga Estela, estudiantes
jóvenes, se ríen a sus espaldas, excepto una, que piensa que
la señora debería estar acompañada.
Ahora está en su departamento, el mismo en el que vivió los
últimos 35 años. Es de las primeras propietarias. Pero desde
hace unos días está dentro de las paredes como si estuviera
entre paredes, no en su casa. En un panteón enorme conformado
300
por nichos. No se lo puede decir a nadie. No a sus hijos,
menos a su médico. Sus amigas de la misma edad no podrían
tolerar el comentario.
No es propio de Olga Estela tener pensamientos lúgubres,
pero está en su casa y siente miedo. Sabe que sucede algo. Se
trata del edificio en sí. Si se desnuda para bañarse es solo
para que el edificio no sospeche que ella ya sabe y no la
asesine.
La misma actuación de señora que hace ante sus
vecinos, o como dirían los yanquis, su comunidad.
20
Karina Vanesa termina de comer. No tiene nada más para
hacer en ese lugar. Entonces decide volver a su departamento,
pero antes pasa por la tienda de golosinas y chocolates. La
variedad de gomitas es espeluznante. Los marshmallows tienen
una textura que hace imposible no meterse varios en la boca y
masticarlos a la vez. ¡Y hay tantos bombones! Ahí se los vende
301
de calidad, pero sin esa cosa esnob de gente eligiendo un
cuarto como si fueran diamantes.
Aunque vive cerca, se toma un taxi y vuelve a su casa. ¿Hay
algo peor que un taxista escuchando románticos a las 4 de la
tarde?
Otra vez los cadáveres. Derrite queso cremoso con orégano
en el microondas. Se sienta delante de los muertos a comer y
piensa que ellos le molestan tanto ahora como antes. Están en
su casa invadiéndole el espacio, como han hecho siempre. Va a
su habitación y cierra la puerta. Busca una película en Netflix
y luego de estar unos 10 minutos sin encontrar nada, se duerme
con The greasy strangler recién empezada.
Al despertarse, la película aún no ha terminado. Se levanta
de la cama y se mira al espejo. Está con la ropa que usó para
ir al shopping pero con unos peluches en los pies, unas patas
de tigre. Le dan ganas de comerse un chocolate. Abre el placar.
Tiene un montón, y todavía están en su mochila los que compró
en el shopping. También hay muchos envoltorios vacíos. Los
junta en dos grandes bollos y los tira en el living sobre los
302
cadáveres; se los va tirando encima como si fueran flores de
despedida. Toda su vida ocultando los envoltorios de lo que
comía compulsivamente. Bueno, ya no.
Vuelve a su dormitorio y se mira al espejo comiendo. Se
levanta la camisa y se acaricia la panza. Estaba un poco llena,
pero
igual
necesita
comerse
un
chocolate
relleno
con
almendras, no es un simple chocolate con chocolate. Se lo
termina de tragar y se quita la ropa para ponerse un pijama.
Al sacarse la camisa y quedar en corpiño ve algo del otro
lado.
Le parece que es el viejo de su vecino. Está bueno, pero
es medio viejo. El tipo está tirado en la cama durmiendo en
ropa interior. Se le nota el bulto. Ella estira la mano y pasa
al otro lado. Pasa a la habitación de él con todo su cuerpo.
Lejos de asustarse, camina unos pasos y se sienta en la cama.
Hay una botella de vino tirada al lado, corchos de vino y
tapas de cerveza. Tal para cual. Él tiene puesto un bóxer
blanco medio gastado. Se entre despierta y asusta. Pero la
reconoce, es la vecina. Ella se gira y ve el gran espejo de
303
la pared. Al verse reflejada de cuerpo entero tan gorda, agarra
la botella del piso y la rompe contra la imagen.
Karina Vanesa se acerca al espejo roto cuidando no pisar
los restos. Algunos fragmentos aún penden del marco. Los
acaricia con la punta de los dedos. Ya no podrá pasar por ahí
para volver a su departamento. Mira a su vecino. Recién
levantado se ve más viejo.
Sale de la habitación buscando la salida. Encuentra la
puerta y queda en el palier. Carlos la sigue como puede, pero
queda enredado en el living. Ella regresa unos pasos y cierra
de un portazo. Se oye que llaman al ascensor desde otros pisos.
¿Cómo va a entrar a su casa? Está en corpiño y con unas patas
de tigre de peluche en los pies. ¿Llamar a un cerrajero? Carlos
abre la puerta porque no escucha que ella entrara a su
departamento. Ella le grita “viejo de mierda dejame en paz”
y sube corriendo hasta el piso 13. La terraza está cerrada,
como siempre, la portera es la única que tiene llave, así que
se sienta en el piso.
304
Él cierra la puerta de su departamento, levanta una
botella vacía del piso y se toma las últimas gotas. Va hacia
su habitación y el espejo está roto. Vuelve al living en el
colmo del cansancio y se recuesta en el sillón a mirar las
luces de afuera que entran por los huequitos de la persiana.
21
Karina Vanesa está sentada en el piso 13. Las dos puertas
que comunican a la terraza están cerradas con llave. Ella se
acurruca y se queda dormida. En todo el edificio no hay ruidos,
claro, ella y sus amigos no están haciendo ninguna fiesta.
Unas horas después, no alcanza a determinar cuántas, la
despierta un viento leve y fresco, muy agradable. Una de las
puertas está abierta de par en par. Sale a la terraza y mira
el cielo estrellado. Observa el resto de los edificios, luces
y
luces
apagadas.
Recuerda
que
no
puede
entrar
a
su
departamento. Mañana será lunes, qué problema. Qué problema
la putrefacción de los cadáveres. Piensa que tal vez podría
cubrirlos con muchos kilos de sal gruesa.
305
La puerta de la azotea se cierra. Se queda de pie donde
está. Sabe que no podrá abrirla, tendrá que esperar a que la
portera lo haga. No tiene ningún apuro. Además su departamento
debe oler peor. Si se hubiera quedado ahí no tendría el impacto
nasal del aire limpio y fresco con el repugnante a podrido de
toda esa gentuza. El viejo tema del acostumbramiento hasta no
sentir. Por el momento será mejor estar en la terraza sola.
Mientras más sola, mejor.
Camina dando una vuelta. Observa despreocupadamente los
medidores de gas. No le interesan. Le interesa la escalera que
lleva a la parte superior del tanque de agua, por encima de
la sala de máquinas. Sube con cuidado. Es una escalera
recubierta un poco estrecha, apenas si cabe. En ese cuadradito
superior tardarían años en encontrarla. Le dan ganas de hacer
pis. Hace ahí arriba. Es imposible que nadie la vea aunque
esté al aire libre en el barrio más poblado de la ciudad.
Salvo que pasara un helicóptero o un ovni, aunque lo más Objeto
Volador No Identificado que haya en la ciudad sea una bolsa
306
de nylon volando. Está sobre todos los demás. Más en lo alto
que los demás. Por fin se siente libre.
Cuando Karina Vanesa se acuesta a dormir en la cima del
edificio al otro extremo de su orina, mira las estrellas como
si eso fuera a durar toda la eternidad, no cuenta con que el
planeta siempre ha girado y la noche no ha sido más que un
momento hasta el siguiente día. La arrogancia la ha llevado a
hacer fiestas ruidosas y a creerse inmune en la cima cuando
no existe ningún techo de nada porque la Vía Láctea está
abierta. Siente una fuerza invisible que la comprime. Le
quiebra todos los huesos, hasta el más pequeño y ahí la deja
para que cuando salga el sol la reseque. ¿Por qué no se la
come? ¿El edificio no come gordas? Se ve que es delicado con
las grasas. Es puro cemento y ladrillos marcados.
22
Esa misma madrugada todos los que viven a partir del piso
ocho hacia lo alto se despiertan. Sin despertar, más bien como
sonámbulos despeinados, caminan con mucha calma hacia el piso
12 en el ala que da al jardín trasero. Nadie habla. Al ir
307
llegando, la puerta ya está abierta, la luz apagada. La ventana
abierta, la persiana ancha subida a tope. Y empiezan a saltar
de a tres o cuatro, esperando su turno tranquilos. Todos saltan
sin decir una sola palabra.
Caen unos sobre sobre otros. La sangre es absorbida. Los
cuerpos son tragados de a uno por vez con voracidad. Desde los
edificios vecinos, tan cercanos, se escuchan los golpes de los
cuerpos contra el suelo. También medio dormidos salen a mirar
por las ventanas y más cuando se escuchan los gritos de los
espectadores más sensibles. Muestran su horror como en un
primer plano de una película clase Z.
Mientras van saltando, del séptimo piso hacia abajo, los
cuerpos dormidos se giran boca arriba. Una fuerza los toma de
a uno a todos a la vez, y los golpea contra el techo para que
se rompan; los suelta y antes que terminen de caer, los golpea
contra el techo de nuevo. Con el primer golpe se despiertan,
con el segundo se atontan. Quedan rotos por dentro. Una vez
muertos, son absorbidos hacia los cimientos.
308
Excepto la señora de planta baja que estaba de visita en
lo de su hijo. Se despertó porque escuchó ruidos en el patio.
Vio un montón de cuerpos y cuerpos cayendo. Se puso bajo techo
para que no la aplastaran, pero sí la salpicaron. Entró y
cerró la puerta. Escuchó otro ruido: los golpes del cuerpo de
su hijo contra el techo de su habitación. Él volaba sin control
aparente. Ella se estiró como para alcanzarlo, pero algo
invisible lo golpeaba contra el techo. Hasta que cayó al piso
y fue absorbido de a intentos de traspasarlo por el suelo.
Ella quedó sin habla cuando ya no vio más a su hijo. Tocaba
el piso con las palmas de las manos como tanteando un posible
resquicio.
Comienza a salir líquido cloacal de la rejilla del living.
La señora sale del departamento y la puerta de ingreso al
edificio no abre, por supuesto, la puerta está cerrada como
siempre. La empuja con desesperación. Vuelve a buscar la llave
electrónica. No abre. Patea la puerta. Sale más líquido
cloacal por la rejilla y desborda también por la puerta del
sótano. De a litros por segundo. Se va inundando el palier de
309
ingreso a una velocidad abismal. Vuelve al departamento a
buscar algo para golpear la puerta y romperla. El líquido
maloliente con materia fecal y papel higiénico desmenuzado
pero visible, sigue aumentando su caudal y le llega a los
tobillos. Hay personas en pijamas que la miran desde afuera.
En ese momento empieza a caer agua limpia por las ventanas
hacia el exterior de cada departamento, como cascadas, como
si los caños hubieran explotado todos a la vez. Las aguas
servidas ya le llegan a las pantorrillas. Tiene los puños
ensangrentados. Una fuerza la levanta contra la pared,
sosteniéndola del cuello.
La fuerza la suelta y ella cae sobre los líquidos cloacales
que siguen subiendo. Cae boca abajo quedando semi-sumergida y
la fuerza le mantiene la cabeza en el agua hasta ahogarla. Ahí
queda su cuerpo tirado flotando.
En el jardín de ingreso son escupidos los huesos secos de
los nuevos muertos. Se arman montañitas de huesos resecos.
310
Los vecinos a la redonda desde sus departamentos, los pocos
transeúntes ocasionales por la hora y los que bajaron a ayudar,
observan consternados. Sigue cayendo agua como cataratas cada
vez más impetuosas. También sale el gas, se siente el olor,
como si al edificio lo rodeara un aura de azufre.
23
El edificio está vacío de humanos vivos. Las palomas vuelan
a toda velocidad alrededor. Las cucarachas corren por las
paredes externas de los laterales sin ventanas. Las arañas
tejen tan rápido como siempre sus telarañas, pero ahora nadie
se las destruye. Las ratas suben por los huecos de los
ascensores. El edificio libera agua que se expande hacia las
calles en bajada. El agua cae como cataratas por el ingreso y
las ventanas de todos los pisos. Las ventanas como huecos
oscuros vomitando líquido. Los perros le ladran desde la
vereda de enfrente pero no se aproximan.
311
El edificio arrastra hacia la fachada a las personas que
se acercan al ingreso a ayudar, las sube varios pisos y las
tira golpeándolas contra los edificios de enfrente. Los suelta
y caen desde varios pisos de alto y quedan reventados sobre
el asfalto.
312
313
314
Villanis
Cuqui
Temporada 1
315
Aldi, una perra galgo trans, llega temprano. Toma el
ascensor. Va sola. Se mira al espejo y contempla su pelaje
color plata. Se acerca un poco más para ver sus pestañas
pintadas. Se mira sus patitas con las uñas rosa.
Distraída consigo misma, el viaje se le hace corto. El
ascensor se detiene en la terraza de modo suave. Se abre la
puerta.
Ve acercarse el helicóptero que la llevará al
polígono. Ella es ingeniera experta en robótica e inteligencia
artificial. Trabaja para el Departamento de Defena.
Aldi ingresa al polígono de prueba final con colegas
humanos
y
peones
que
comandan
los
disparos
de
armas
inteligentes con la mente, gracias al implante de un chip
cerebral.
Aldi está detrás de una pared vidriada de alta seguridad
observando las pruebas. Las armas funcionan a la perfección.
Recibe un aplauso unánime de sus colegas.
Luego, muestra en una pantalla gigante el plano de un nuevo
dron de ataque que ha creado junto al equipo de trabajo que
dirige, del tamaño de una nuez. Ella va a la delantera de
cualquiera de los que trabajan en su área. Los robotistas
quedan impresionados: esos drones se pueden reproducir por sí
mismos y con solo programar el objetivo en el chip implantado
en el cerebro obedeciendo indicaciones, pueden matar en masa
en segundos.
316
Cuando terminan de estudiar el prototipo en el plano,
regresan todos a sus áreas de trabajo. Aldi se excusa diciendo
que tiene terminar de hacer tareas en el polígono.
Cuando el área privada queda desierta, ella toma asiento y
mira la imagen del pequeño dron ampliada. Cierra por dentro
todo el polígono.
Se dirige hacia las armas de última generación que acaban
de probar y toma varias al azar. Las coloca en los soportes
para disparos automáticos. Camina hacia la zona de objetivos
y se coloca como el único. Esas armas ya pueden manejarse con
telepatía, pero es la única que lo sabe. Y les ordena que le
disparen.
Gran silencio. Aldi sonríe: las armas quedan
obsoletas ante el ADN villánico.
A la hora del almuerzo, Aldi va al comedor y se sienta a
la mesa del personal jerárquico. Los demás ya están comiendo,
en su mayoría machos cis de la especie humana. Ella ve su
plato servido pero le faltan los cubiertos. Uno de los hombres
le dice burlonamente:
— ¿Para qué querés cubiertos si sos una perra?
317
318
Virósica tiene veinte cadáveres en su laboratorio. Están
colgados de los pies, uno de ellos decapitado. Debajo del
cuerpo sin cabeza hay un recipiente para juntar la sangre, no
porque sea útil, sino para no ensuciar el piso. Ella y su
equipo están investigando cómo lograr la supervivencia del
Adenovirus 36 en cuerpos muertos.
Virósica, de adulta, invariablemente ha medido 1,85 m y
pesado 54 kilos. Sus colaboradores también son y han sido
delgados, condición imprescindible para pertenecer a su equipo
de trabajo, ya que eso descarta en gran medida la presencia
del adenovirus en sus cuerpos. Aun así, se les habían efectuado
exámenes para corroborar su ausencia; ninguno lo portaba
siquiera de modo latente.
Para Virósica el experimento va demasiado lento en relación
a sus expectativas. También nota cierta hipocresía social
porque, por un lado se luchaba por la aceptación de los cuerpos
en todas sus presentaciones, incluida la grasosa, pero apenas
se filtró por fuera del ámbito científico que la obesidad
319
podría ser producto de un adenovirus, todos querían una vacuna
para ser flacos.
El laboratorio, escondido en el fondo de una droguería que
sirve de pantalla, tiene un sector aislado para cuarentenas
en la parte trasera. Nadie sospecha de Virósica yendo hacia
esa zona ya que es la única autorizada para ingresar.
Muy tranquila, mientras los demás se concentran en los
cadáveres, accede a las muestras y las aspira. No escatima.
La inmediatez de la virulencia es impactante: empieza a
engordar de a 20 kilos. Su cuerpo se agranda y agranda, lo que
llama la atención de sus colegas y asistentes que corren a
detenerla. A medida que se le acercan, ella los tira contra
las paredes con una fuerza descomunal. Otra parte del equipo
de trabajo se queda escondido tras los cadáveres o mirando
anonadados. Virósica sigue aumentando y aumentando de peso:
la grasa le rompe un poco la piel, provocándole estrías que a
ella le parecen muy sexys. La ropa se le explota: su pantalón
largo ahora es un short, la bombacha rosa de encaje es una
tanga, la camisa es top y el guardapolvo una torerita. Debe
pesar más de 270 kilos. Al caminar, cada paso se oye como de
plomo. Inhala profundo, exhala sobre sus ex colegas y les
contagia el adenovirus al instante; cada uno engorda unos 20
kilos en segundos. A medida que va saliendo del laboratorio y
de la droguería contigua, exhalando con ímpetu el aire
320
infectado, se oyen los gritos de horror de las personas ante
el estupor de verse gordas.
Ya en la calle, contagia el adenovirus a los transeúntes y
la ola de gritos no falla. Camina con pisadas lentas dejando
un acopio de obesidad a su paso. Al atravesar la ciudad, la
población
aumenta
su
índice
de
masa
corporal
de
modo
alarmante.
Va a una tienda de ropa XXXL, atendida por personas gordas
de toda la vida. Al ver a la obesa con el short deshilachado
y el top que deja rollos enormes a la vista,
se deshacen en
halagos. Consigue los leotardos con strapless más brillantes
de color rojo con bordes rosa chicle. Se ve realmente bella.
El pelo negro voluminoso le llega a las caderas, uno de los
efectos secundarios del adenovirus en exceso. El otro efecto
secundario es que facilita la reproducción sexual de las
plantas, también a un tiempo acelerado, por lo que así como
aumenta la densidad grasosa poblacional, también la ciudad se
llena de más, más y más vegetación.
Yendo hacia el laboratorio de Abortiva, pasa por una
clínica de rehabilitación de bulimia y anorexia, y les exhala
Ad-36 a unas pacientes hospitalizadas, que al aumentar 20
kilos se ponen a gritar de horror. Algunas se meten los dedos
en la garganta y Virósica se les ríe en la cara muy
malvadamente. El índice de masa corporal de ellas luego de
inhalar el adenovirus es normal, pero se sienten tan gordas
321
que
quieren
morirse
más
que
cualquiera
de
los
otros
infectados. Esa media cuadra huele a los vómitos que emanan
de la clínica, a pesar de las nuevas flores fragantes.
Continuando con su paseo, Virósica llega al laboratorio de
Abortiva. Para ingresar hay que subir escaleras angostas con
llamativas telas de araña en el techo y recorrer pasillos
también angostos. Queda un poco comprimida entre las paredes.
Todo retumba a su paso. El laboratorio de reproducción
asistida es un poco extraño, hay sombras de substancias en las
paredes y pelo humano. Muchos de los objetos que están en una
repisa más bien parecen de un garaje.
Sobre una mesada se ve un bulto, un gato con antifaz y capa
negros. Debajo de la capa se extiende una patita hacia una
bolsa de papel con caramelos de goma, saca uno y vuelve a
esconderla.
Abortiva, feliz de que Virósica visite su espacio de
trabajo por primera vez, la acerca a una máquina llena de
polvillo donde guarda a un alien. Lo robó de un laboratorio
donde trabajaba hace quince años. Es un ser de un metro, lo
más discreto que podía robar, los demás eran el doble de altos.
Sin pedir permiso, Virósica aprieta un botón y se abre la
cápsula de criopreservación. Se acerca al alien y le exhala
el Ad-36. Él engorda igual que en general los humanos, de modo
armónico. La diferencia es que no se horroriza, aunque sí
queda contemplándose el cuerpo nuevo. A los pocos minutos
322
empiezan a manifestársele efectos secundarios propios de una
composición genética distinta: lanza fuego por la boca, manos
y pies. Se aprecia que es discreto y respetuoso cuando se da
cuenta que no es conveniente que intente probar el alcance de
su nueva capacidad porque prevé que es más potente de lo que
se sugiere.
El efecto secundario de las plantas es cada vez más
impactante. La ciudad se transforma en una jungla a gran
velocidad. Al reproducirse de modo exponencial, trepan los
edificios por los ladrillos y ventanas, dejando todo a
oscuras. Las personas quedan atrapadas, para abrirse camino y
salir tienen que hacerlo con grandes cuchillos de cocina a
falta de machetes.
Abortiva tiene más de mil embriones recién hechos, pero se
implanta menos de la mitad en el útero. Se inyecta progesterona
artificial para que prendan. A veces toma pastillas para no
vomitar. Solo se pone un corpiño bien armado, botas y un
sobretodo. Al principio se hacía inseminaciones artificiales,
pero pronto se le acabaron lo óvulos. Ahora prepara los
embriones
con
fecundación
in
vitro.
No
los
hace
con
inyecciones intracitoplasmáticas porque sería muy lento.
Los nuevos gordos gritan, corren o lo intentan, como si así
pudieran escapar de la grasa. Al toparse con sus propios
reflejos en los pocos vidrios de locales comerciales o
entradas de edificios que están aún sin cubrir por la
323
vegetación, quedan inertes de pie agarrándose la cabeza y
gritando con desesperación mientras no pueden quitar la vista
por el estupor. Muchos de ellos van a sus casas con vergüenza
para encerrarse y que nadie los vea, pero gritan más cuando
ven que sus familiares o parejas ahora también son obesos
deformes. Es la ciudad de los gritos.
Las personas delgadas corren despavoridas por la ciudadjungla en busca de refugio y cuando se topan con alguien gordo,
corren en dirección opuesta o más rápido, por miedo a un
posible contagio por vía aérea. Los gordos son una plaga, por
el hecho de respirar, estornudar o toser ya expanden el
adenovirus.
Dos grupos de flacos se organizan a contrarreloj y arman
un pequeño ejército con los cuchillos que tienen a mano, armas
con inteligencia artificial y barbijos. Los gordos salen sin
máscaras. Una mujer delgada se corre accidentalmente el
barbijo unos segundos al querer ayudar a un flaco caído, un
nuevo gordo pasa por al lado y ella se da cuenta que ha sido
contagiada. Se levanta furiosa con 10 kg de más en su cuerpo
y lo persigue golpeándolo con un palo por la espalda hasta
matarlo. Sabe que tiene que disimular con ropa esa grasa que
ha aumentado porque si no también querrán eliminarla.
324
Alien Fuego, Gato Venenoso, Virósica y Abortiva caminan por
la ciudad-jungla vacía, van por el medio de la calle. Cuando
llegan a un restorán, Alien se queda afuera porque no come.
Arma medio loto, ahora no puede hacer la asana completa debido
a su sobrepeso. Levita a unos 2 m del suelo para meditar. Con
el fuego que le sale por la boca, manos y pies, arma un círculo
a su alrededor para que nadie lo moleste. Se deja hipnotizar
por el movimiento. A sus nuevos amigos no les parece bien que
se encierre en sí mismo, pero les cae simpático, así que lo
dejan tranquilo. Se dieron cuenta que era un ser muy solitario
y pacífico, también un poco neurótico porque el fuego no era
necesario para aislarse. El alien está muy conforme con el
efecto secundario de su nueva grasitud.
Virósica, Abortiva y Gato Venenoso se sientan a la mesa de
un restorán de comidas por kilo. No hay personal debido al
caos por la súper pandemia. Virósica se sirve un poquito de
cada cosa vegetariana que hay, Abortiva arroz blanco con queso
rallado por las náuseas del embarazo múltiple, y Gato Venenoso
un té verde con cheesecake. El felino se sienta sobre la mesa
y huele el té, sabe que está muy caliente, así que espera y
mientras tanto mordisquea la torta.
Abortiva cruza los brazos y lo mira:
— ¿Por qué te pusiste esa capa y el antifaz?
— Quiero parecer un súper héroe.
325
Ella sonríe.
En eso irrumpen un montón de flacos con barbijos que quieren
eliminar a Virósica. Ella no se mueve de su silla, los mira
con toda la paciencia que puede. Abortiva se toma una pastilla
y vuela hacia lo alto con mucho encanto y estilo, con una
pierna flexionada y la otra estirada. De golpe, su feminidad
cis se ve potenciada cuando abre las piernas, no tanto como
las parturientas habituales, sino más sutil, estilo princesa
de vulva rosa, y ametralla con embriones a todos los flacos
que se acercan a matarlos. Gato Venenoso se había escondido
debajo de la mesa apenas entraron todos, se sacó el antifaz
con una patita y con sus uñas cortó la cinta que ataba ambos
lados de la capa a su cuello. De un salto le muerde la
pantorrilla a un flacuchento y le inyecta veneno. Cuando
termina con ese, muerde a un par más, que mueren en segundos.
Alguien quiere dispararle, pero Gato Venenoso es muy ágil. Se
sube a una silla, a una mesa, a un mueble más alto y le salta
al cuello a una rubia huesuda; le clava los dientes para
agujerearle la arteria carótida y le chupa la sangre. Virósica
está muy entretenida con su comida y toma agua. Cuando un
hombre le apunta a la cabeza a la gorda mórbida, su arma con
inteligencia artificial no funciona y Abortiva lo ametralla.
Todos
gatillan
pero
sus
armas
son
obsoletas.
Viéndose
vencidos, los flacos enteros se llevan a un par de heridos y
huyen. El gato salta a la mesa y su cheesecake está salpicada
326
con sangre, se da cuenta que es un buen aderezo, es su gran
hallazgo gourmet del día.
Abortiva
tiene
el
sexo,
las
piernas
y
las
botas
ensangrentadas. El lugar está repleto de cuerpos sangrientos.
Su arroz está arruinado. Se acerca al bufet de comidas
calientes y ve que todo tiene salpicaduras rojas y le da asco.
Camina detrás de la barra, hacia la cocina, para ver si
encuentra algo. Ya no siente náuseas. Se acerca a la mesa de
sus amigos con medio pollo a la parrilla y papas fritas. Sigue
chorreando.
— Sos sucia…
— le dice Virósica.
— ¡Pero callate, si tenías cadáveres sin refrigerar en tu
laboratorio!
— Ja, ja, ja.
Mientras Abortiva se quita el sobretodo y se sienta encima,
saca una jeringa de un bolsillo y se administra progesterona
artificial. Luego agarra el pollo con las manos, se lo acerca
a la boca y le da un gran mordisco.
El gato come muy feliz. Disfruta su cheesecake. Lo bueno
de la pelea es que le dio tiempo a su té para enfriarse un
poco.
— ¿Qué inyectaste esta vez? —le pregunta Abortiva.
327
—Morfina y arsénico. Esa combinación le hace muy bien a
mi pelaje.
Abortiva lo acaricia con el dorso de la mano porque tiene
la palma grasosa:
—Sí, es muy hermoso tu pelo.
El gato la mira, le sonríe mostrándole los colmillos
largos, fuertes y filosos y continúa comiendo.
Cuando terminan de almorzar, se levantan y caminan entre
los cadáveres fijándose de no tropezarse. Abortiva patea uno
de los cuerpos cubiertos con su sangre uterina. El cadáver se
deshace como polvillo, algo que solo ocurre con la composición
humana, no así con madera o plástico, por ejemplo.
Salen a la calle-jungla y Alien sigue meditando en su
círculo de fuego:
— ¡Gracias por ayudar!
—le dice Abortiva con la voz
fuerte y firme.
El círculo de fuego se esfuma:
— ¿Qué pasó? ¡¿Qué te pasó?!
—le pregunta con asombro y
sin discreción a Abortiva señalándole la sangre.
Los villanos no le dicen nada, lo aceptan como es, un
egoísta espiritual.
328
Científico Lotto tiene el control de la gravedad en su
casa, es como estar en una nave espacial. No es atraído hacia
el centro de la tierra para ser enterrado como los demás seres.
Puede flotar, caminar y saltar con las manos dentro de su
hogar. Un palacio minimalista antigravitatorio.
Viviendo en un silencio casi absoluto, de pronto escucha
un ruido contundente que viene de afuera. Trepa por un tubo
de acero pulido ubicado en el centro del living que va desde
la planta baja hasta el techo en el tercer piso. En lo alto
observa hacia afuera: aprieta un botón y lanza una cápsula de
plástico que se amolda al cuerpo invasor. El jardín que
antecede
a
su
gran
bosque
está
repleto
de
humanos
encapsulados.
Científico Lotto va hacia otra habitación y cierra la
puerta. Pasa la yema de su dedo índice derecho sobre una ranura
y vuelve la gravedad habitual del planeta. Queda tirado en el
suelo. La sangre ya no se acumula en la parte superior de su
cuerpo. Se arrastra un metro con sus brazos musculosos ya que
no puede caminar si no toma una pastilla, y tira de una palanca
que abre una compuerta. Se acerca al borde y automáticamente
329
se desliza por una estructura al subsuelo, donde está su
establo, y cae sentado por la inercia en una especie de carro
de guerra romano enganchado al revés a un caballo robótico.
Emprenden el viaje.
Del otro lado del bosque vive Aldi. La perra galgo trans
de pelo suave, porque usa shampoo sin sal. Casi murió una vez
debido a un accidente muy grave, pero lograron colocarle los
intestinos en su interior de nuevo. Las cicatrices no eran un
único corte prolijo. Ella lo fue aceptando bien y se hizo un
tatuaje ritual de dos dinosaurios carnívoros con las bocas
abiertas en su abdomen, solo visible si vuela o si se para en
dos patas. En su momento terminó en manos de un veterinario
que por un lado temía por su vida, y por otro pensaba que,
perdido por perdido, mejor experimentar, entonces aprovechó
las circunstancias y le hizo un injerto: toda una hilera de
alas de palomas. Él no las había matado, simplemente cada vez
que iba de paseo encontraba cadáveres e iba rescatando las
partes que podían reutilizarse. Aldi tenía unos catorce pares
de alas en su lomo. Con el tiempo pudo aprender a usarlas y
volar, ayudada por su bajo peso y dedicación práctica. Sin
embargo, dos alas no consecutivas no funcionaban y otra andaba
a media marcha.
Ella, con el tiempo, fue agregándose cosas, como por
ejemplo grandes pestañas permanentes. En su salón de belleza
habitual ofrecían el servicio de implante de pestañas bien
330
negras, extra largas y muy arqueadas. Más tarde también se
hizo una cirugía estética reemplazando las alas de palomas por
grandes hojas de filodendro mutado, con los huecos con
membranas casi transparentes, para no dejar pasar el aire y
poder volar.
Ahora Aldi está sentada en una silla de madera tallada,
forrada de terciopelo rosa con flores bermellón y hojas en
distintos tonos verdes. Se está poniendo un poco de colorete
en las mejillas frente a un gran espejo rodeado de foquitos
incorporado a una mesa rectangular repleta de labiales,
rubores,
sombras
para
ojos,
delineadores,
algodones
comprimidos y sin comprimir, glitter, apliques de piedras y
extensiones de pelo. Gato Venenoso está sentado entre los
elementos de belleza y la mira:
—Te pusiste más de un lado que del otro.
Aldi se mira y sí, es evidente.
—Sacame un poco.
El gato le quita el exceso y su patita queda de color rosa.
Se la mira con desagrado. En eso, escuchan la puerta antigua
de ingreso a la casa siendo golpeada por un dogal de bronce.
— ¡Ya llegó Científico Lotto! —dice Aldi.
331
Ambos bajan la gran escalera de mármol, el gato con pequeños
saltos y Aldi volando a pocos centímetros del suelo. Sus uñas
pintadas de color salmón le quedan sutilmente preciosas.
Al abrir la puerta, Científico Lotto está de pie, acaba de
tomarse una pastilla para caminar. Su caballo se quedó al lado
de un árbol.
—Aldi. Gato Venenoso —dice entrando a la casa, cortante
y serio como siempre.
― ¿Por qué no viene Caballo Robot? —le pregunta Aldi.
Él no le contesta. Pasa a la sala, se dirige a la mesita
con bebidas y se sirve algo con mucho alcohol. Se tira en un
sillón verde lleno de almohadones repletos de galones, encajes
y cintas de raso.
—No tendrías que tomar whisky con la pastilla —le dice
Aldi.
Él deja el vaso con un golpe brusco sobre la mesita de
madera. Se pone de pie.
— ¿Quién va a empezar con la resonancia magnética?
— ¿Qué resonancia? —pregunta Gato Venenoso mirando a
Aldi.
—Me olvidé de decirte que Científico Lotto nos iba a
escanear el cerebro.
— ¡Qué porquería!
332
—Bueno, no te escanees, pero acompañame.
Los tres salen de la casa y van hacia el jardín que está a
oscuras porque ya es de noche, solo hay pequeños faroles
encendidos. Se acercan a Caballo Robot y Científico Lotto
descorre una tapa que deja a la vista un hueco en el centro
del animal. Aldi da un salto hacia el interior y se sienta muy
elegante sobre sus patitas dobladas.
—Ponete de costado, como si estuvieras muerta.
Ella se incomoda.
El gato ya se trepó al árbol contiguo al caballo, y observa
desde ahí. Viendo que la cosa viene para largo, se sienta
cómodo y cada tanto mira hacia el horizonte y entrecierra los
ojos dormitando.
—Recostate.
—No me gusta la postura de los muertos.
—Recostate para que te haga el estudio.
Aldi con aires ofendidos, por fin lo hace. Se cierra la
puerta metálica y queda dentro del caballo. Se prenden unos
colores y números a un costado del lomo, en una plaqueta. En
menos de lo que esperaba, ya estaba terminada la resonancia.
Y vuelve a abrirse la compuerta metálica.
—Solo tenés vanidad, estás muy sana.
333
Aldi sonríe y mira al gato en el árbol, tiene los ojos
cerrados, pero a ella no le insulta que él no le preste
atención, se mira las uñas de las patas delanteras.
De pronto se oye un grito que hasta despabila al caballo:
— ¡Qué te parta un rayo Científico Lotto!
Desde la oscuridad se ven rayos muy tormentosos que llegan
al cuerpo del científico, tirándolo al suelo. Tiene un leve
olor a quemado. Intenta ponerse de pie y más rayos lo tiran.
En el cielo aparece Centella y no puede parar su furia contra
él. Aldi vuela entre ambos para interferir los rayos, se pone
en dos patas mostrando sus dinosaurios carnívoros. Centella
se detiene en seco.
Gato Venenoso pone cara de fastidio y suspira, otra vez en
medio de algo que no es de su incumbencia. Centella se enfurece
más y tira rayos y rayos contra la tierra que salen a través
de sus manos con todo su cuerpo retorciéndose en movimientos
extraños. Los otros observan el ataque de ira con paciencia:
Aldi apoya su cola en el pasto, cómoda; Gato Venenoso baja del
árbol y se sienta al lado de Aldi; Científico Lotto trata de
respirar y Caballo Robot mira un sapito y escucha a los
grillos.
334
Neaphuni, llamado Humito, y Reina Cuarzo, viven en una
cueva laberíntica literalmente de ese cristal de roca,
excepto el suelo que es de arena suave. Hacia el fondo se va
angostando hasta cerrarse en un punto.
Podría decirse que Humito tiene forma de hongo, aunque con
la base del pie más ancha que el sombrero, como si fuera un
vestido. Mide 35 cm de alto. Se mueve a pocos milímetros del
suelo o a toda la altura que quiere; puede pasar a través de
las puertas por las cerraduras haciéndose humo.
Reina Cuarzo es una mujer alta, delgada, con los pechos un
poco fofos. Todo su cuerpo tiene mica y quemaduras de tercer
grado, pero conserva intactos la boca, nariz y los ojos blancos
lumínicos. Usa una capa de piel sintética de pelos largos
también blancos con capucha.
Puede hacerse invisible a los humanos a nivel óptico y/o
al tacto. Puede atravesar la materia. Su gran problema es la
falta de paciencia.
Una vez, le metió la mano por la boca a una mujer que la
molestaba hasta llegar al cerebro y le desacomodó los ojos
335
desde adentro: el derecho quedó mirando hacia arriba y el
izquierdo hacia abajo.
En otra ocasión Reina Cuarzo y Humito estaban en un lugar
de mala muerte, ella sentada con su capa puesta y él en estado
humo alrededor de su cabeza. A ella le dieron ganas de orinar
y fue hasta el baño venido a menos a esperar como cualquier
otra, aunque con más glamour. Una humana cis se coló diciendo
una mentira, que entraba y salía. Reina Cuarzo al intuir que
simplemente se había burlado para pasar antes, puso su cuerpo
en estado invisible. Humito quedó en la parte interna de la
capucha, sosteniendo toda la capa y ella entró al baño a través
de la puerta. Efectivamente: la chica estaba lo más bien
haciendo pis. Entonces Reina Cuarzo desenvainó sus uñas de 19
cm de la mano derecha, con la otra mano la agarró del pelo
bien cerca de la cabeza, la levantó del inodoro clavándole las
uñas en el pecho y luego en la garganta, tan rápido que ni
siquiera alcanzó a gritar. La tiró en el inodoro boca abajo,
con la cabeza mojándose en el agua sucia. Se paró de espaldas
a la pared con las piernas abiertas a lado y lado del inodoro
con la muerta debajo, y orinó. Se limpió con papel higiénico
que asomaba del bolsillo del pantalón de la chica y lo tiró
sobre la cabeza. Luego se lavó las manos bajo una canilla que
perdía agua. Atravesó la puerta de nuevo y seguía la fila.
Volvieron a la mesa, Humito bajo la capa y ella invisible.
336
Reina
Cuarzo
heterosexuales
despierta
que
horror
sentirían
en
los
estimulado
hombres
su
cis
instinto
penetrativo si ella tuviera otro cuerpo. No se lamenta por
eso. Por ejemplo, ve a un hombre altísimo, delgado y desgarbado
en una cita-cena con una simétrica mujer elegante, joven y
simpática en su justa medida, no una ruidosa llamativa,
entonces se vuelve invisible y va directo al pene. Así como
puede atravesar paredes, con mucha más facilidad una simple
tela de pantalón o una prenda íntima. Le pasa la lengua ancha
desde los testículos hacia la punta, aún fláccida y luego se
la mete en la boca. El asombro del hombre al percibir que lo
estaban succionando le hace sentir placer e incredulidad. Su
partenaire sigue hablando pavadas seductoras y él tiene el
sexo cada vez más lleno de sangre. Se tantea con disimulo para
ver qué pasa, pero solo nota la erección: Reina Cuarzo tenía
su cuerpo invisible e intangible. Se introduce el pene hasta
el fondo. Él no entiende nada. Tiene las manos estiradas sobre
la mesa, apoyadas abiertas, y la mirada levemente hacia
arriba; cierra los ojos y vuelve a abrirlos porque su cita
sigue hablándole. Reina Cuarzo hace vacío en la boca y él
eyacula. Ella se pone de pie, se gira y le escupe el semen a
la chica entre los ojos mientras desenvaina sus uñas y le da
un zarpazo en diagonal por las facciones preciosas; da un
alarido y se toma la cara ensangrentada, desfigurada, llorando
de dolor concreto.
337
El aviador no tenía el cuerpo muerto antes de que le
retiraran el cerebro del cráneo. Luego de quitárselo, lo
implantaron en la base de un árbol, entre las raíces de un
roble y lo taparon con tierra. Otras veces se habían hecho
este tipo de mudanzas, pero los órganos cerebrales no prendían
y se pudrían.
Él había llegado sedado oculto como carga en un burro.
Encima suyo había una bolsa de arpillera que nadie sospecharía
que
contuviera
material
biotecnológico.
El
burro
iba
acompañado por un perro robótico con pelaje. Iban hacia un
lugar en apariencia muy humilde pero que no lo era. Tras lo
rudimentario
se
encontraban
varios
de
los
mejores
neurocirujanos de ablación e implantes.
El aviador se despierta. El cerebro está en contacto con
la tierra, como si estuviera enterrado. Lo está. Su cuerpo
humano ya no lo acompaña, su cuerpo ahora es un tronco, raíces
que se interconectan con sus neuronas y de ahí a las ramas y
hojas. Es el terror de estar enterrado vivo, pero con la
338
sorpresa de poder sentir a través de lo que percibe el árbol,
que ahora también es él mismo.
La tierra hacia abajo es casi tan dura como una pared, pero
hay aire, tiene pequeños espacios, huecos milimétricos apenas
perceptibles. Hacia arriba todo es aire.
339
340
Virósica
Manzana
Tortilla
sin
de
cáscara.
papas
bien
cocida al centro, limón y
tomate
sin
condimentar.
Bombas de papas con leche
deslactosada,
queso,
pan
rallado, claras de huevo,
semillas, sal, especias con
predominio
de
pimienta,
salvado de trigo y avena
con ensalada de tomate, ajo
crudo picado, palta, limón
y aceite de oliva. Licuado
de naranja y perejil. Té
verde. Té de hibiscus con
pasas de uva. Té de manzanilla con cáscaras secas de naranja.
Café con coco rallado. Frutillas y cerezas cortadas con coco
rallado.
Pizza.
Milanesas
de
berenjenas.
Milanesas
de
berenjenas con queso, tomate y orégano al horno. Sandwich de
pan negro, queso en fetas y rúcula. Sandwich de pan negro con
palmitos y salsa golf. Pan negro con ajo salteado y palta. Pan
negro con un huevo frito. Zanahorias y remolachas ralladas
para croquetas de lentejas. Helado de mantecol, sambayón con
cerezas, strudel, frambuesa, lemon pie, mascarpone, banana,
341
flan, crema moka, almendrado, limón, frutilla y naranja con
cascaritas. Una Sacerdotisa de la Abundancia api-ovo-lacto
vegetariana.
Virósica, Abortiva, Alien Fuego y Gato Venenoso llegan a
la Logia Villánica situada a la orilla de un gran lago. Hay
yuyos altos, muchos árboles. La casona principal tiene dos
pisos y un ático. Claramente está deshabitada desde hace mucho
tiempo. A la derecha hay otra casa, más pequeña, de madera,
vieja, medio despintada por el tiempo y con parte del techo
de la galería semi destruido. Está rodeada de arbustos torpes,
algunos incluso un poco secos, situación que se revierte al
instante cuando Virósica respira cerca.
El gato, sentado, mira el entorno con las tres des:
desconfianza, desprecio y desagrado. Alien Fuego enseguida se
entusiasma con el ático. Abortiva cree que podría usar el
sótano oscuro y húmedo. En realidad, nadie lo dice, pero todos
342
piensan tácitamente en la casa semi destruida para Gato
Venenoso, por ser el más pequeño y liviano.
—Si querés te ayudo a ordenar, puedo levitar mientras
limpio, es un modo de meditación activa —le dice Alien Fuego.
El gato sonríe, le causa gracia la inocencia del alien,
pero a su vez también sabe que son ciertos los beneficios de
meditar. El toxicólogo acepta encantado. Alien Fuego en ningún
momento le pide ni sugiere que lo ayude a limpiar y acomodar
el ático. Y el gato, por supuesto, no se ofrece tampoco.
Virósica se sienta en la terraza de piedra de la casona de
la Logia Villánica. Todo está repleto de polvo y de plantas
que crecen entre las uniones de las piedras. Hay un poco de
desorden también. Ella toma su neceser y un espejo pequeño
para maquillarse. También usa uno más grande que encontró
dentro y lo apoya contra el lado interno del balcón hecho de
piedras. Se mira y decide retocarse el delineador de ojos.
Entra de nuevo a la casona y revuelve un poco su baúl,
encuentra su malla negra con volados en el pecho. Se desnuda
y se la calza. Se ata su larguísimo pelo haciendo un gran nido
con flores naturales.
Baja las escaleras en traje de baño y con los pies desnudos.
Mira hacia la biblioteca. Los libros están desordenados arriba
343
de una gran mesa de madera, sobre el parquet, en los sillones.
Aldi lee epígrafes de un libro de fotografía.
Virósica sale de la casona y el gris de la madera se ve en
tonos rosa. Va hacia el muelle que da al lago. Abortiva y
Alien Fuego están en el agua; ella flota boca arriba con su
gran panza gestante y el alien la sostiene por debajo de los
hombros para que descanse. Abortiva siente la presencia de su
amiga y gira la cabeza, la llama con mucho entusiasmo. Virósica
se tira en una parte profunda y moja todo el nido de pelos con
flores que se le desarma. Su delineador de ojos es notablemente
resistente al agua.
A la noche, el alien hace una fogata contenida por piedras
grandes donde se apoya una plancha metálica encima para asar
verduras con queso. Aldi, Gato Venenoso, Abortiva y Alien
Fuego, están sentados alrededor en sillas rústicas de madera.
Virósica está sentada sobre un almohadón mullido puesto sobre
un tronco grande. Conversan muy tranquilos. La noche tiene
unas estrellas tan grandes como si el planeta se hubiera
acercado a otra galaxia.
344
Abortiva
De contextura delgada, alta,
con el pelo hasta los omóplatos
teñido
de
rubio.
Dientes
perfectos.
Desde
su
descubrimiento
científico
de
inseminación
artificial
/
interrupción del embarazo a sus
27
años,
invariablemente
ha
estado con el útero abultado.
Ella en ese momento dejó de
tener sexo vaginal con varones
cis
y,
luego,
debido
a
las
molestias de los embarazos y de
los abortos constantes, dejó de
interesarse por cualquier tipo de
práctica
sexual.
Como
máximo,
dejaba que alguien le hiciera masajes en la espalda, brazos y
piernas. En cuanto a la alimentación, pasa de ascos leves,
náuseas y vómitos, a los antojos, o sea de no comer o comer y
vomitar, a comer compulsivamente muchas calorías en un periodo
muy breve de tiempo.
Su ánimo también es variable, pero dentro de todo es una
mujer cis feliz.
345
Tiene embarazos múltiples de modo permanente, entre cien y
mil. Más de una vez sus controles hormonales le fallan y de
golpe sufre una decena de abortos. Entonces cada tanto también
hace reposo y la tienen que cuidar llevándole paños húmedos a
la cabeza y levantándole los pies. A veces piensa que se
equivocó de especialidad, pero cuando todo marcha bien, ser
una gestante que aborta es de las mejores sensaciones.
Un día se empezó a quedar más y más en su laboratorio, con
tanta pasión por lo que hacía e iba descubriendo que no veía
cómo compartirlo con nadie. Cuando se empezó a alterar
hormonalmente y a inseminarse, su pareja de ese momento no le
creyó que fuera parte de un experimento. Al tema de los abortos
podía entenderlo, pero en el fondo no. Menos que se dedicara
a su rol de embarazada y no pudiera ser un ser sexual a la
vez.
Ella no estaba de acuerdo con él en ese punto: sí se sentía
sexual, incluso más que antes. Su poder femenino y erótico
estaba en su cénit. Ametrallar con embriones no tenía punto
de comparación a estar frotándose con un pene durante cinco,
diez minutos para un orgasmo que ella hubiera finiquitado con
una fricción por fuera en un minuto y ya. Mejor ametrallar con
abortos, que no le daban un orgasmo sino algo poderoso
completamente distinto. La fuerza de los embriones al salir
con tanto ímpetu eran explosiones de gozo, más si eran de a
346
cuatrocientos en una pelea. Hombres cis, adiós. Pijas, chau,
que les vaya bien.
Gato Venenoso no la entiende del todo, pero Aldi la admira.
Le encanta ver sus maquillajes, sus tapados. Uno de sus sueños
es que Abortiva le muestre todo lo que tenga
en su casa
particular. Aunque la casa de ella solo es una habitación más
de su laboratorio. Aldi la observa y sueña. Gato Venenoso mira
de lejos con cara seria, la respeta como científica, pero a
su vez le parece muy extremo lo que hace con su cuerpo. Si
bien él tiene venenos con los que no nació, que son producto
de su trabajo como toxicólogo, no padece ningún efecto
secundario.
Para Abortiva es más cómodo estar semidesnuda, así que casi
siempre anda en tetas, bombacha y descalza por el jardín
descansando sus embarazos. Claro que a veces la vagina le
queda un poco irritada luego de ametrallar. Lo ideal son entre
cien y cuatrocientos embriones, porque si son más, su canal
de parto le queda como si hubiera parido un bebé de 7 kilos.
Cuando su panza no está tan grande, Gato Venenoso se le
sienta encima de las piernas y ella lo acaricia, es la más
cariñosa. Además, se calma con él cerca. Abortiva a veces se
levanta de noche con contracciones y empieza a caminar por la
casona con camisón largo doblada a la mitad y el gato la
acompaña aunque no sabe bien qué hacer.
347
De no interrumpir todos sus embarazos, tendría unos 200.000
hijos biológicos y muchos más que esos como gestadora uterina.
De ninguna manera hubiera podido parirlos a las cuarenta
semanas. Ni siquiera a uno solo de todos ellos.
Por otro lado, el sexo de Abortiva no es ningún misterio
para nadie. Cuando se defiende o ataca, las personas miran
hacia arriba y ahí está la vulva ensangrentada, a veces
completamente lisa, otras con poco pelo y otras tan velluda
que tapa todo. El desconcierto de los ametrallados es tal que
muchos han muerto sin entender qué pasaba.
Una noche que salió a un bar con Virósica, Gato Venenoso,
Aldi y Alien Fuego (el más pudoroso, tal vez por venir de otro
planeta), Abortiva se sacó el sobretodo ya sentada, dejándolo
caer por el respaldo hacia atrás. Tenía puesto un corpiño para
amamantar con apósitos porque a veces se le descontrola la
prolactina, y una bombacha grande, también con un gran
apósito. Y se pidió un vaso de lo más fuerte. El gato y Aldi
se miraron como si estuvieran en presencia de una alcohólica
y no de una gestante que acababa de abortar. Alien Fuego no
opinaba y Virósica pensaba, para su tranquilidad, que por lo
menos estaba limpia y no chorreando sangre por todo el bar,
que era muy lindo, dicho sea de paso. Bien bar nocturno sexy,
con butacas y luces rojas.
En ese lugar eran todos gordos,
se notaba que lo eran desde antes de la súper pandemia y que
les importaba una mierda.
348
Hay momentos en que ella se siente tan mal a nivel corporal
al ser gestante, que desea morir. Virósica le ha dicho que hay
un problema hormonal básico que no ha resuelto, que esos
malestares podrían evitarse por completo. Parte del nuevo
trabajo que quiere emprender en el laboratorio tiene una
arista a investigar con Abortiva: estudiar a los embriones
como virus. De tener ese tipo de estructuras, serían mucho más
pequeños e igual de dañinos, incluso peores. Simplificar el
proceso para que no tenga que fecundar nada, que se implante
virus y luego los dispare, lo que incluiría que haya menos uso
de sangre, así ya no tendría que hacerse transfusiones.
Tantos embarazos la confinan a su cuerpo y a no poder ver
mucho más del entorno. Si no fuera Abortiva, ¿quién sería?
Como guerrera es fulminante. ¿Miedo al vacío? No, ella vive
en una gran náusea.
349
Gato
Venenoso
Gato
Venenoso fue
discípulo
del
científico
Araki. En su
jardín había más serpientes que en la selva. Convivía con
ellas para observarlas de cerca como un botánico contemplando
las dos primeras hojas de la planta de melón, tan diferentes
a la tercera en salir.
Araki iba al jardín con el gato y le enseñaba todo lo que
sabía sobre serpientes y venenos. Era un excelente toxicólogo.
No quería dañar a los ofidios durante las investigaciones, por
eso prefería tenerlos en su hábitat, pero sí los abría una vez
muertos para estudiarlos.
Araki creaba sus propios sueros antiofídicos. En una parte
del jardín, ya no jardín sino caballeriza con campo, tenía
unos siete equinos con los que trabajaba. Araki era antiveneno
y el gato, venenoso. Eso no les trajo problemas, al contrario,
el científico humano estaba muy orgulloso de que su discípulo
hiciera su propia investigación.
350
La diferencia entre un ofidio y Gato Venenoso es que él
puede controlar la cantidad de veneno y la calidad del mismo
en cada dosis para asegurarse de producir la muerte. Al
principio como una yarará, una cascabel y una coral todas
juntas, pero después se fue alejando de los ofidios para
inocular otro tipo de venenos, como arsénico o cianuro con un
opiáceo común, morfina.
Gato Venenoso estaba acostumbrado a estar sentado en la
mesa del jardín junto a un canasto con frutas y que de pronto
apareciera una serpiente. Convivían de modo armónico. Además,
Araki era tan amoroso con ellas que cuando una se lastimaba,
él la curaba y la dejaba estar en su propia cama con cuidados
especiales. Las serpientes entraban y salían de la casa todo
lo que querían mientras no se subieran a la mesa de trabajo.
Gato Venenoso creció rodeado de respeto.
Araki había construido un estanque lleno de plantas
acuáticas, sobre todo juncos e irupés. Algunas partes de
cemento del estanque sobresalían como en una fuente.
El gato tenía cinco años cuando el humano cayó muerto casi
a la sombra de su árbol preferido, un mandarino muy sencillo.
Ahí se quedaron todos en silencio contemplándolo. Los árboles
colindantes lo cubrirían con sus hojas y la tierra lo
absorbería.
351
El gato entra a la biblioteca de la Logia Villánica
arrastrando dos cosas alargadas, las lleva con sus dientes.
Los demás estaban relajados leyendo.
Todos se levantan al vuelo a mirar. Eran dos máscaras de
cocodrilo, más divertidas que realistas. Virósica camina con
todo su peso hacia el espejo grande probándose una. Alien
Fuego se prueba la otra. Aldi mira divertida, pero no le dan
ganas de ponerse algo tan grotesco.
—Las encontré en la casita desvencijada.
—Pero si yo te iba a ayudar a acomodar —dice Alien Fuego.
—No estaba acomodando, quería ver qué había. Estaban
dentro de un baúl.
Virósica no se quita la vista del espejo:
—Me encanta.
En otro momento de exploración, en la parte del fondo de
la casona, Gato Venenoso encuentra un pequeño cementerio, hay
unos leones custodios de mármol con cuerpo de varones humanos
cis muy musculosos y con grandes alas de murciélago. Le parece
un lugar tranquilo. Se para en la cabeza del león, aunque tal
vez sea un dragón que le quedó un poco mal al artista, y
observa. Bonito cementerio con flores silvestres y yuyos.
Bastante bien para dormir.
352
Gato Venenoso camina entre las tumbas y se queda de pie
ante una de las pocas lápidas. La lee y fantasea con la suya.
Por ironías del destino, una mariposa se posa ahí. Al menos
no era un colibrí o un gorrión porque enseguida le dan ganas
de cazar.
El gato sale del pequeño cementerio campestre y sigue
recorriendo a pasos muy tranquilos el resto del fondo de la
casona mientras piensa en su nuevo laboratorio de toxicología.
Aldi y Gato Venenoso van silenciosos hacia la cocina, que
es el lugar más limpio de la Logia Villánica. Él abre un mueble
con puertas de vitreaux, adentro está repleto de platos, de
los tamaños más variados, todos distintos, pintados a mano.
El gato da un pequeño salto y se mete en el interior para ver
más de cerca.
—Yo quiero comer en este —dice señalando con una patita
un plato redondo con bordes de color rosa saturado y una flor
con muchas hojas en el centro.
Aldi se sorprende:
— ¿No te gusta más el que tiene el pez?
—Es muy alargado.
—Claro, para peces muertos.
Queda pensativo:
353
— ¿No me dirás eso porque vos querés este plato?
—No, a mí me gusta ese del loro que se hamaca.
—Virósica seguro elige uno que solo tenga colores, más
abstracto.
— ¿Te parece?
—Sí. Este azul con turquesa.
— ¿No es muy oscuro para ella?
— ¿Y este?
Gato Venenoso está sentado en un árbol
cubierto de
enredaderas y rodeado de más árboles en la parte de atrás de
la casona principal. Se le va la mirada cada vez que ve volando
fugazmente algún pajarito.
De pronto ve a uno en una de las ramas, en el extremo más
finito. El gato lo mira, se acerca lentamente. La rama aún no
desciende por su peso, pero casi. El ave vuela como si nada a
otro extremo de otra rama del mismo árbol. Ante la facilidad
del ave de volar de una punta a otra punta con un par de
aleteos, el gato se ve pesado, torpe e incapaz: no puede saltar
de un extremo finito a otro en lo alto de un árbol.
354
Alien Fuego
Cuando él y
los
suyos
vinieron
planeta
no
era
primera
al
Tierra
la
vez,
pero algo en la
atmósfera había
cambiado, lo que
desestabilizó
la
nave.
No
tardaron
mucho
en
caer
precipitadamente.
En esa época, Abortiva trabajaba en el laboratorio que
encontró los restos. Ella y su equipo se apropiaron de los
cuerpos muertos y de los sobrevivientes. Al poco tiempo, ella
robó a Alien Fuego para su propio laboratorio y durante quince
años lo tuvo criopreservado.
Él. En realidad no tiene género, la reproducción no es
sexual en su especie. Le cuesta entender que los humanos se
refieran a todo lo que los rodea de modo binario, como dando
a entender que la reproducción es un punto imprescindible para
ellos, incluso si no les interesara generar crías. Supone que
el concepto existe porque sí o sí se necesitan binariamente
para reproducirse, pero no sabe.
355
Entonces, en una charla con sus colegas y amigos, hablan
sobre eso. Él no se siente él. Tampoco ella.
—Elle me parece demasiado femenino… —dice Alien Fuego.
—Ellu —dice el gato.
—Ellu, cuerpu… ¿No es muy complicado?
— ¡Elli!
Él no come, así que a veces se sienta a la mesa con sus
amigos a charlar, pero piensa: ¿otra vez van a comer? Le causa
gracia percibir que los otros se la pasan comiendo, bebiendo
esto o aquello y bueno, un rato algunas veces sí se sienta
mientras ellos lo hacen, pero no cada vez, así que aprovecha
y se pone a meditar.
Alien Fuegi tampoco entiende para qué se encierran en los
baños. Cuando le explicaron no entendía del todo. Le resulta
extraordinario que debajo de esa apariencia lisita de la piel
tuvieran tantos órganos con tanto líquido. Él no tiene nada
adentro, es así como lo ven.
El recuerdo más oscuro de su vida es en su planeta, cuando
lo separaron de sus hermanos. Eran hermanos de brotes: a partir
de gajos y de ahí se desarrollaban. No como si se cortaran un
brazo y de ese brazo creciera otro ser, era un poco más
complejo. A los distintos gajos los separaban para distintas
356
funciones. Pero para ellos es dolorosa la separación o lo fue
para Alien Fuegi. Esa separación, esa diferenciación. Más que
nada porque a él le tocaba ser un místico y a los otros ser
sus esclavos, de alguna manera. Por lo que sabía, ellos se
sentían plenos construyendo naves de vuelo e inmersión, pero
él prefería no aceptar eso. Prefería una vida más sencilla,
no con la obligación de. En ese sentido, ahora se siente en
paz con ese tema viviendo con sus amigos, donde cada uno había
elegido ser científico.
Cuando se despertó de golpe en el laboratorio que lo capturó
luego de que su nave se estrellara, no entendía dónde estaba
y los tres científicos que lo rodeaban, dos hombres cis y
Abortiva, estaban con sus armas en alto, asustados.
Fueron capturados de modo muy trágico. Un par de sus
hermanos
murieron
por
el
impacto,
pero
a
los
que
sobrevivieron, los usaron como elementos investigativos. A uno
de ellos lo cortaron y lastimaron para ver qué tenía adentro,
pero las partes cortadas y las desprendidas generaban raíces,
o sea, nuevos seres, aunque sin cuidados no podían perdurar.
Esos cortes en sus cuerpos que generaban raíces eran muy pero
muy dolorosos. Una de las peores formas de morir. Cuando
alguien se corta en su planeta, enseguida le quitan las raíces
y vuelven a unir los tejidos, sino eso los mata en medio de
dolores espantosos. Su hermano sufrió mucho. Los humanos no
sabían qué hacer ni con los gajos ni con los cortes corporales
357
y tampoco dejaban intervenir a los otros capturados. Los demás
enseguida fueron crionizados.
—Es verdad. No sabíamos qué hacer con el sufrimiento de
esos aliens, más que nada uno de ellos. Y ustedes nos decían,
pero estábamos muy asustados, desbordados. De cualquier
manera, sé que para vos debe haber sido eterno, pero para
nosotros fue muy rápido, a los pocos minutos ya estaban
muertos. Nosotros no sabíamos cómo proceder. En esa época yo
ya había empezado a experimentar en mí misma con los embriones,
así que estuve unos cinco meses más y me fui, pero antes te
robé. No pude con los otros aliens capturados porque eran muy
altos, vos eras el más pequeño de tamaño. Estaba planificado
eliminarlos.
— ¿Por qué no me descrionizaste en 15 años?
—No pude, era mucho para mí. Virósica fue la que al verte
no dudó.
— ¿Qué pasaría si vinieran a buscarte de tu planeta? —le
pregunta Virósica.
—Me quedaría con ustedes. Mi vida ahora es con ustedes.
Abortiva, Virósica, Gato Venenoso y Aldi sonríen.
358
Científico Lotto
Lotto y Centella se
reúnen para conversar en
una de las salas de la
Logia Villánica, a modo
de territorio neutro. Es
una
habitación
bien
grande que podría ser
propia
de
él
tiene
pocos
algo
inusual
porque
muebles,
en
esa
casona abarrotada de objetos. Hay dos sillones sin gracia,
forrados de gris, un espejo grande, puertas y paredes
revestidas de madera. Piso de parquet y una mesita con una
pequeña
lámpara
y
otra
ratona.
Grandes
ventanales
con
cortinas, uno abierto haciendo circular el aire de la tarde.
El sillón es de dos piezas colocadas casi juntas. Él se
sienta en el extremo de una. El techo tan alto hace sentir más
el silencio de ambos. Ella está cerca de las cortinas que
vuelan levemente y se concentra en el movimiento. Por lo menos
es algo. Él no quiere hablar con Centella, pero ahí está. Ella
tampoco quiere hablar, le fastidia que tengan que aclarar
cosas.
359
Centella se va poniendo nerviosa a pesar de que el vuelo
de las cortinas la relaja al distraerla. Pero el nerviosismo
se le va trasladando a pequeños sacudones eléctricos en el
cuerpo y empiezan a notarse los chispazos.
Era ridículo que quisieran hablar porque Centella lo odiaba
con todo su ser.
Al ponerse nerviosa vuela por la sala de un extremo al
otro. Científico Lotto sigue sin decir nada, pero quiere que
ella se siente.
Él percibe su propia confusión.
Cercana al techo, flotando, Centella va acercándose de a
poco a Científico Lotto. Él dice:
—A los demás no les interesa lo que nos pasa, porque las
cuestiones de pareja les parecen algo totalmente ajeno.
Centella sonríe cínica con un leve enojo:
—Son unas amebas.
—No, son más cuánticos.
Centella baja al suelo al costado del ventanal abierto, se
detiene a mirar hacia afuera diciendo en voz baja y con burla:
—Cuánticos… —De pronto, se acerca caminado enfurecida
hacia él—: ¡¿De qué me estás hablando?!
360
Lotto baja la cabeza y recuerda que debería haberse tomado
otra pastilla para caminar. Ya siente el hormigueo en la parte
baja de la columna y en las piernas, que es el anuncio de que
en breve no podrán sostenerlo. Saca el blíster del bolsillo
de su camisa y se traga una sin agua.
Centella escucha a los pájaros de afuera, eso le recuerda
que de noche oye a los murciélagos que viven próximos a su
guarida.
Él se asegura de poder ponerse de pie. Va hacia Centella
al lado de la ventana. Le toma una mano. Ella pone cara de
fastidio. Lotto tiene miedo porque imagina que al mirarla no
encontrará el desprecio que siente sino a una desconocida. Se
toman de las manos y baja la electricidad de Centella. Se
miran a los ojos. Él lo confirma: no sabe quién es.
361
Aldi
Aldi adora mirar a
mujeres humanas que
usan labiales, tacos
altos,
vestidos
de
microtul y perfumes
con mezclas de flores
exóticas. Elegantes,
delgadas. No es que
Virósica le parezca
fea, pero sí. No entiende porqué inhaló el Ad-36 con lo flaca
divina que era. Ahora le parece un poco deforme con tanta
fofosidad.
La deprime un poco la dejadez del jardín de la Logia
Villánica, que no corten el pasto que crece más rápido por las
respiraciones de Virósica. Aldi ni loca haría tareas de
jardinería, pero bueno, le gustaría que
alguien las hiciera. Adora estar en la
galería de madera, sentada en una silla
blanca tomando té con una o dos masas,
no
se
permite
más
que
eso.
Come
tranquila, despacio, para que le duren
más
tiempo,
y
para
que
sea
más
glamoroso. Cuando llueve se queda en el
362
patio de luz, que es bien grande. Y ahí se come tres masas.
Cuando está un poco más fresco excusa a su apetito.
Aldi estaba fascinada con las teteras que había encontrado
con Gato Venenoso y cada tarde de té en hebras elegía una
distinta: una con mango de madera, fondo beige con flores un
poco infantiles en tonos naranja; otra con mucho negro y flores
azules, grises y amarillas; otra con mucho rosa y blanco y
mango de bambú; otra turquesa con una mariposa en la tapa;
otra romántica con blanco, dorado y muchos corazones.
A veces compartía la merienda con Gato Venenoso, Virósica,
Abortiva y Alien Fuegi. Ellos hablaban mucho y por momentos,
superponiéndose. Alien Fuegi no comía ni tomaba nada, pero le
gustaba servirse una taza de té para olerla. Abortiva a veces
no podía probar ni una masa y otras los demás la miraban de
modo frenativo, para que no se las comiera todas. Virósica
comía masas mientras también tuviera té, a veces se podía
servir tres tazas.
Aldi flores sobre flores. Su habitación en la Logia
Villánica tiene viejos pisos de madera de color hueso con la
pintura un poco saltada. Es una de las habitaciones más
luminosas. A veces extraña su mansión, pero está muy bien en
esa casona comunitaria de elite porque no cualquiera puede
vivir ahí. Le deleita la exclusividad de esa pertenencia.
363
Centella
Sus pies tienen
tacos
aguja.
Solo
viste
una
malla
color champagne tan
escotada que le deja
los pezones al aire.
Tiene
unos
diminutos
pechos
que
al
estirar el torso o
levantar los brazos quedan planos. Cuello largo y pezones
oscuros con la piel arrugada, hasta dejar una punta redondeada
que si se ampliara con un zoom sería igual a la cabeza de un
pene sin prepucio visto de arriba. Delgadísima, por lo general
con el pelo hasta los hombros. Cintura pequeña, cadera
pequeña. Mucho vello púbico azul violáceo tornasolado que le
sobresale de la malla.
Las uñas largas de sus manos, cortas en comparación a las
de Reina Cuarzo, son naturalmente de color beige. Todo su ser
bulle de electricidad. De un solo salto de tres metros de alto
para sacudirse, expulsa centellas de todo su cuerpo como la
más peligrosa de las tormentas.
364
Centella puede volar rapidísimo sobre un lago o el océano
y enviar rayos que maten a cientos de peces y queden flotando
en la superficie. Por el gusto de matar. Porque para cazar
ella se sumerge de cabeza y atrapa a un pez con los dientes
para salir del agua al instante y devorarlo sin usar las manos,
solo lo tritura a medida que lo traga.
En el esplendor de su poder, ella se para con ímpetu en lo
alto del aire con las piernas abiertas un poco más del ancho
de sus caderas, los brazos al costado de su cuerpo mirando
hacia lo lejos con sus cabellos volados por el viento sin
control.
Centella ama la lluvia torrencial luego de un calor
sofocante. Ama el sonido de dos nubes al chocar, el olor a
quemado. Se arrepiente de no haber matado a Científico Lotto.
Está orgullosa de sentir que podrá hacerlo algún día; aunque
ya ha fracasado en eso, es como errar un tiro: sigue
disparando.
365
Reina Cuarzo
Su
luego
vuelve
cueva
del
a
auto-lumínica,
aparente
final,
ensancharse
y
bifurcarse. El suelo de arena
retiene
la
humedad.
Por
fuera, es un gran glaciar que
bordea montañas nevadas. Ella
observa desde lo alto del
agua congelada cubierta con
su capa con capucha.
Reina Cuarzo tiene un poder de seducción al caminar, al
mirar y respirar que sobrepasa cualquier experiencia con la
piel. Con esbozo humanoide, más un cisne sin plumas que una
humana.
Adentro de su cueva de cuarzo, apoya las uñas cortas sobre
el cristal, las desenvaina y afila. La pared siente los
rasguños como si fuera el lomo de un animal acariciado.
Reina Cuarzo un día originó un incendio con éter en un
bosque. Se paró frente a la columna más grande de fuego y
entró caminado con sigilo pero decidida. El fuego se prendió
366
a su piel, quemándola, pero no a los ojos, que brillaban como
dos luces. Atravesó el fuego hasta el centro del bosque, allí
la flora y la fauna estaban intactos, aunque los animales
corrían asustados. Al verla se calmaron. Se sacudió para
apagarse, como un oso polar se sacude para quitarse el agua.
Se acercó a una rama pequeña encendida, la tomó con sus manos
y la agitó un poco para apagarla y le dio la bienvenida a
Humito.
367
Humito
Es como una nube, aunque
sus
moléculas
no
son
de
agua, no tiene esa humedad.
Es más como el humo del
fuego, aunque tampoco es tan
seco. Cuando está compacto
es
blanco
blando.
Muy
liviano, casi no tiene masa.
Es inmortal.
Él se divierte con su gran amigo Gato Venenoso. Por ejemplo,
un día que el felino estaba trabajando con veneno de abejas
en una colmena al aire libre, una lo picó y él dio un maullido
muy realista pero también muy gracioso. Humito estaba con Aldi
y se rieron mucho. Al principio los dos pusieron cara de
asombro porque no entendían qué pasaba, pero después se
empezaron a reír: Gato Venenoso inyectado.
368
Cama
Ortopédica
—Cuando alguien
está
en
coma
irreversible y le
leen un libro, en
realidad
solo
me
leen
mí.
No
a
quieren aceptar que
en ese momento soy
un cementerio portátil. Pero algo que realmente me asombra son
los humanos que no usan ropa interior.
— ¡¿Qué?!
—le pregunta Humito.
—No usan ropa interior. Así en culo sobre mí. Les ponen
unas batas pero no tapan todo.
—Lo bueno es que muchos culos humanos parecen suavecitos
—dice, dándole un sorbo a su café con leche y dejando la taza
blanca sobre un pequeño plato blanco.
—No tan suavecitos. Son muy culos.
Los dos se ríen al unísono.
369
Humito unta su tostada con manteca y Cama Ortopédica sigue
confesándose:
—Es un poco incómodo cuando algunos dejan de respirar,
otros casi no te das cuenta. Sé que están muertos porque los
veo sin el cuerpo.
— ¿Ves el aura de la gente? —pregunta, y da un mordisco
crocante con secuelas de pequeñas migas.
—Sí, pero cuando están encarnados.
— ¿Pero ves el aura de la gente así como me ves a mí?
—Con más transparencias, es como si vieras un pedo.
— ¿Ves pedos también?
—La verdad que no, así que cuando algún humano se tira uno
no puedo saber quién fue.
Se ríen al unísono de nuevo.
—Estás mucho con muertos humanos.
—Más que nada con enfermos.
— ¿No te da asco?
—No.
—A mí me daría asco.
Humito unta su tostada con mucha más manteca que la
anterior.
370
—A una señora con cáncer una vez la maquillaron para
levantarle
el
ánimo.
Se
estaba
muriendo
porque
la
quimioterapia no le había dado el resultado esperado. Lo que
era lindo era su peluca negra bien artificial.
Humito da un mordisco a su tostada. Después bebe café con
leche.
—Cuando murió la pasaron a una camilla para conducirla a
la morgue.
Humito toma un sorbo de soda y le pregunta:
— ¿Te cambian el colchón cada vez que se muere alguien?
—No.
Ambos se quedan en silencio con el sonido de la tostada de
Humito.
371
Caballo Robot
Caballo
Robot
fue construido en
un
laboratorio,
como otros miles de
robots
que serían
beneficiosos
la
ciencia.
para
Lo
distinto es que él no quería obedecer así como así.
Los integrantes del equipo de creación estaban entre
orgullosos de haber pasado sus propios límites de erigir
herramientas de trabajo inteligentes a un ser de sensibilidad,
y horrorizados por lo mismo.
Al no obedecer, debían destruirlo, le tenían miedo. Igual
a un hijo que es como es y no como los padres quisieran.
Él huyó al galope sin rumbo, de hecho no conocía nada fuera
del laboratorio. Galopó y galopó, trotó y caminó. Ya al
anochecer se detuvo a descansar viendo además que no podía
continuar avanzando porque había aguas cenagosas.
El pantano se veía apacible. En la orilla había muchos
troncos, hojas de árboles que caían vivas desde las ramas,
grandes juncos y hojas secas pudriéndose.
372
Cuando se estaba quedando dormido, empezó a ver cierto
movimiento en el agua pantanosa, pensó en un cocodrilo, pero
enseguida se disipó su duda al ver emerger una cama de hospital
de última generación que quedaba flotando/volando a unos dos
metros de la superficie.
—Hola caballito.
El caballo se quedó sorprendido. Miró con disimulo hacia
sus lados, para ver si había un caballito. No, era el único.
Seguramente se refería a él. ¿Caballito?
—Hola.
Ella acercándose lentamente:
— ¿Estás paseando o te perdiste?
—En realidad estaba huyendo.
—Ah… Si no tenés a donde ir, podría ayudarte.
El caballo se queda extrañado:
—Necesitaría trabajar en algo lindo.
— ¿Puede ser como caballo?
—Sí. También puedo hacer resonancias magnéticas.
— ¡Qué bien! Mi nombre es Cama Ortopédica.
Poniéndose de pie:
—Yo soy Caballo Robot.
373
Él camina y ella va volando a diez centímetros del suelo,
tranquilos, ya de noche, iluminados por los ojos del caballo
a potencia media.
Al llegar al inicio de las hectáreas boscosas de Científico
Lotto, Cama Ortopédica toma la precaución de avisarle con
ultrasonido, porque él detesta ser invadido, lo toma como una
molestia personal. Ella sabe que el jardín está lleno de
humanos encapsulados, con los animales de otras especies es
más paciente.
Al ir acercándose al jardín de Científico Lotto, pasando
el bosque, podía verse su casa entre los árboles dispersos y
las personas encapsuladas al vacío, que se mantenían bien, sin
pudrirse, como si el tiempo se hubiera detenido en esas
capturas en territorio privado. Más cerca de la casa, Caballo
Robot ve un aljibe y se enamora del lugar. También hay un
caballo mamífero ensillado que no lo reconoce como a un igual,
Caballo Robot tampoco, era más similar a Cama Ortopédica. En
eso ven caer muchas raíces de luz hacia la casa, la cama
suspira:
—Es Centella, se llevan muy mal.
— ¿Una humana?
374
—No, es electricidad. Si la ves tiene forma humana, pero
es electricidad. Como vos que tenés forma de caballo pero sos
un robot, o yo que tengo forma de cama pero soy acero.
En eso caen varias raíces eléctricas más y una en especial
con mucha intensidad.
— ¡Uy! Vamos a esperar que se le pase la furia —le dice
mientras va a esconderse tras unos arbustos invitándolo
tácitamente al robot. Se miran y ríen.
— ¿Y Lotto qué es?
—Es un humano común y corriente.
Esperan un buen rato y al sentir silencio, Cama Ortopédica
espía el cielo.
—Parece que Centella ya se calmó. Vamos.
Entran a la casa con sigilo. Científico Lotto está tirado
en el piso de planta baja con la espalda sobre el suelo, con
una mano se agarra la cabeza y con la otra sostiene un vaso
de whisky.
375
Elefante
Elefante
son
cinco elefantes.
Si uno muere, lo
van haciendo sus
partes, pero para
morir
completo
por
tienen
que hacerlo los cinco. Como si un humano fuera a la tumba de
una de sus piernas amputadas. Son uno de uno, pero a la vez
uno de cinco. Cuerpos distintos con el 1% de libre albedrío
en relación a los ancestros.
Elefante se remojan en la parte
baja del lago. Se tiran agua cada
uno a sí mismo con la trompa.
376
Pulso
El dolor más grande de
Pulso es la muerte de su
madre.
Ella
fue
una
gran
hechicera. En una parte del
castillo,
donde
solo
su
madre podía entrar, preparó
un brebaje protegida por
insectos. Descalza y apenas
cubierta por una tela oscura, dejó caer un gran hilo constante
del líquido, como si nunca acabara, hacia un hueco en el suelo.
Ella aceptó que su hijo tuviera el sistema circulatorio
extracorporal, ese era el requisito.
De largos cabellos ondulados, cultivaba en ese interior sin
luz solar aparente, sus plantas para fitoterapia, gemas y
perfumes de protección áurica. Solo tenía contacto con la luna
y aspectos que no incluyeran al sol. Sus planetas preferidos
eran Urano, Neptuno y el controvertido Plutón.
Usaba una especie de vestido suelto, en verdad una tela
sencilla con un agujero más o menos grande para pasar la
cabeza, que muchas veces le dejaba un pecho descubierto. Salía
por un costado no visitado del inmenso castillo. Su relación
377
con el viento suave que podía elevar las hojas en otoño era
tan erótica e intensa como con las piedras, el agua, el frío
y el calor. La maravilla de la materia y las temperaturas. Sus
horas activa eran cuando el sol comenzaba a irse.
Era heredera, junto con su hermana, de ese castillo y una
gran fortuna, pero a su vez era tan austera que no le
importaban.
Podía
estar
en
su
aposento
recargado
con
instrumentos musicales únicos, cortinas y vitrales, pero no
podía lidiar con las cosas, los objetos. Había dejado en un
ala del castillo todos sus vestidos lujosos. Si podía, andaba
descalza. No hablaba, no quería hacerlo. No le parecía
necesario.
Para que Pulso naciera, una curandera le practicó una
cesárea. Al abrirla, vio el cordón umbilical enredado con su
sistema sanguíneo extracorpóreo. De hecho estaba muy enredado.
Su madre murió en el parto.
Desde niño, ella se le aparecía en sueños con delgadez
cadavérica vestida de blanco, rodeada de tules flotando en un
halo inquieto.
Como hijo único, toda la herencia quedó para él, pero eso
hoy en día no es tan importante debido a la súper pandemia de
obesidad, donde la mayor parte de la población ha migrado. De
hecho, su castillo es una más de todas las propiedades que han
378
sido abandonadas. Como siempre había amado la casa subterránea
que estaba ubicada en el desierto, ahí se fue.
Es especialista en hipnosis. Su sala preferida de la
mansión en la que creció era el comedor, al que le ponían una
mesita con un mantel bordado distinto cada día, para él, su
tía y la novia de ella, que ahora también estaban muertas. Uno
de los primeros ejercicios que le enseñaron sus tías para
acceder al inconsciente de otros, era poner espejos sobre la
mesa y sentarse a mirar. Era muy pequeño cuando empezó a
hacerlo. Las paredes estaban repletas de espejos de distintas
formas
y
tamaños
con
marcos
dorados.
Allí,
los
tres
solitarios, cenaban, charlaban y experimentaban distintas
técnicas. La casa tenía más sirvientes y espectros que otra
cosa.
379
Invitados a la casa subterránea en medio del desierto,
Elefante, Científico Lotto y el anfitrión miran atentos a la
médium Cama Ortopédica. Están en silencio. Se miran de reojo
entre sí pero sin llegar a mirarse, bajan las miradas y luego
vuelven a alzar la vista hasta la cama de hospital. Ella se
dobla hacia atrás, se sacude hacia los costados y se queda
quieta. Más expectativas. Cama Ortopédica se mueve hacia atrás
y a los costados como si fuera alguien con una pesadilla.
Elefante se miran. Cama Ortopédica psicografía con una de sus
rueditas en hojas sueltas. Después se sacude un poco y vuelve
en sí.
380
Ella podía comunicarse con seres desencarnados pero aún
ningún científico había podido hacer trasplantes de almas,
solo cada alma podía hacer eso y, en general, tomando un cuerpo
nuevo, aunque había casos de ursurpación de cuerpos recién
fallecidos.
381
Trasplante
Antes
de
ser
Trasplante,
él
había
sido
un
aviador
intrépido.
Cuando
no
podía
aterrizar,
eyectaba.
se
También
era común para él
lanzarse
en
paracaídas
aviones
desde
piloteados
por otros y caer en
zonas
despobladas.
Un solitario y aventurero, muy amigo del peligro de muerte.
Le encantaba el olor a nafta y comer con las manos cualquier
cosa muy especiada.
Por eso, cuando su cerebro fue trasplantado a un árbol,
nada más opuesto a sí mismo. Era como estar para siempre dentro
de una pequeña cabina aérea pero sin poder despegar ni salir.
Sin embargo, percibir a través del árbol como por una cabina
de vuelo, y de ahí comandar sí le era familiar. Parte de su
instinto de supervivencia no le permite angustiarse, tampoco
sentir miedo: él va y enfrenta, se defiende, se adapta.
382
Eso no significa que pueda comprender cómo fue secuestrado
y llevado a un laboratorio para ser sometido a una cirugía
cerebral de extirpación. No puede creer que su cerebro ya no
sea más parte de su cuerpo humano, o al revés.
Ahora el cerebro de Trasplante está recubierto por raíces
y tierra, es como ser una medusa en una pecera. ¿Para qué
querría alguien tener una medusa en un pequeño recipiente de
alta tecnología en vez de dejarla libre?
Una de las potencias de Trasplante es el uso de sus nuevas
raíces: pueden extenderse kilómetros y kilómetros y luego
contraerse a su tamaño diario. Además son muy fuertes, incluso
pueden abrir la tierra y generar grandes precipicios.
Al observar las copas de otros árboles, porque de alguna
manera es como ellos, advierte cómo se mueven las hojas. Le
recuerda a cuando se sentaba en la tierra apoyando la espalda
en una piedra tomándose una sopa recalentada en una pequeña
fogata a su lado, percibiendo lo que le permitieran ver las
estrellas y la luna de noche. ¿Sigue siendo un ser humano?
También tiene nuevas dudas: ¿cómo le afectarían las pestes
de
los
árboles
como
cerebro?
Y
una
nueva
verdad:
el
envejecimiento de un roble y de la tierra con sus minerales
no son como los de un cuerpo humano, por lo que ¿tendría más
expectativa de vida?
383
Trasplante respira CO2 a fondo y larga O2. Se va relajando.
Respira. Respira. Siente cómo late. Con este nuevo cuerpo no
envejece sino que crece sutilmente. Además, solo absorbe agua,
minerales y sol, su mundo digestivo ha cambiado por completo.
Trasplante estira sus raíces hacia el núcleo de la Tierra
y lo envuelve: de ahí toma tanta energía como de la luz solar.
Esa conexión intensifica la emisión de oxígeno a la atmósfera.
Gato Venenoso se sube a Trasplante para descansar en una
de las ramas más gruesas. El árbol se anima a interrumpirle
la siesta porque quiere contarle lo que le pasó, cómo llegó
su cerebro a la raíz de un roble.
Sabía
que
Virósica
y
los
demás
creían
que
unos
neurocirujanos que le habían pedido permiso para usar un árbol
de la Logia para experimentar, en verdad no le habían salvado
la
vida,
sino
que
lo
habían
secuestrado
y
asesinado
parcialmente para extraerle el cerebro. Ellos querían, además,
usar el poder de sus raíces para eliminar a los villanis y
apropiarse así no solo de las hectáreas de la Logia sino de
todos sus hallazgos científicos.
Al escuchar eso, el gato se queda muy sorprendido y le
parece urgente ir a buscar a Virósica y Abortiva para llevarlas
ante Trasplante y así tomar una decisión al respecto. El felino
baja del árbol y corre hacia la casona. Rápidamente, los tres
384
van a hablar con Trasplante. Él cuenta todo de nuevo con lujo
de detalles. Virósica se enoja mucho. No solo se siente
traicionada sino humillada. Ellos le habían pedido enterrar
al ex aviador en la Logia Villánica porque era un experimento
fuera de la ley humana.
—Los vamos a matar.
385
386
Aldi se levanta y
se
mira
Está
al
espejo.
un
poco
despeinada,
pero
se
sacude y los pelos de
medio
centímetro
toman
otro
movimiento. Agita sus
alas
y
están
muy
fuertes.
Se mira a los ojos
en el espejo de un
perfil.
Del
otro
perfil.
Se sienta sobre su
alfombrita de peluche
rosa chicle al lado de la ventana que da al jardín. A pesar
de que no corrió las cortinas, igual puede divisar a lo lejos
a Trasplante. Ahí está, con las hojas apenas movidas por el
viento.
En eso le golpean la puerta. Son Humito y Gato Venenoso,
los estaba esperando. Aldi les dice que pasen.
Ellos entran y el gato se le acerca caminando con sus
patitas mullidas, se para al lado de la ventana mirando hacia
387
Aldi y el interior de la habitación. Humito va derecho a la
mesita con artículos de belleza y toma el cepillo.
—Me encantaría tener el pelo largo —se hace humo y cepilla
sus hebras. Luego vuelve a ser similar a un hongo y le pregunta
a Aldi: — ¿Te puedo peinar?
Aldi contenta, se sienta más derechita.
Mientras Humito le cepilla el pelo y le da forma, a pesar
de ser cortísimo, Gato Venenoso se pone de leve mal humor:
—Tenemos que ir a matar a los neurocirujanos. Hoy es el
día.
—Bueno, ya voy —dice Aldi. Camina hacia un mueble celeste
con la pintura saltada y con la boca abre un cajón y saca un
caramelo de miel, ya que no había desayunado.
Gato Venenoso va sentado sobre el lomo de Aldi que vuela
cerca de las nubes y Humito vuela al lado.
Al llegar al laboratorio de los neurocirujanos, Aldi y el
gato esperan afuera escondidos, Humito se hace humo y va a
explorar en el interior del edificio, al regresar les comenta:
—Los tres científicos están en un mismo lugar en silencio,
con barbijos en medio de algo. Creo que podríamos ir y
atacarlos.
El gato se entusiasma, tiene ganas de matar a alguien, así
que es la excusa perfecta. Humito va explorando y abriéndoles
388
camino, es muy fácil para ellos llegar, eso que Aldi es
aparatosa por su propia altura y las grandes alas de mariposa
clorofila.
Humito pasa hecho humo por la ranura de la puerta y se
introduce a través del barbijo por las fosas nasales de la
neurocirujana y se queda en la garganta, ahogándola. Ella
suelta su herramienta de precisión en un cráneo abierto, y se
toma la garganta con ambas manos. Sus dos colegas no entienden
qué le sucede y se giran para ayudarla; en esos segundos Aldi
pasa la lengua por la ranura de seguridad que abre la puerta
con un compuesto adaptable de identidad. Al abrirse, los otros
neurocirujanos se dan vuelta. El gato le salta a uno al cuello
y le inyecta veneno, matándolo al instante, de hecho fue tal
la dosis que el gato casi cae al suelo todavía unido a la
mordida del cuello, pero alcanza a saltar y cae de pie al
costado. La neurocirujana está de rodillas sobre el piso, con
una mano en el cuello y la otra sobre el suelo, a punto de
perder la oxigenación por completo. Aldi aletea parada en dos
patitas y de su pene sale un chorro prolijo de orina con ácido
concentrado, muy de angelito en una fuente, que le cae en la
cabeza al otro neurocirujano y le quema el cerebro.
Humito sale de la garganta de la mujer muerta y da unos
giros en el aire, como sacudiéndose para secarse. Vuelve a su
forma de hongo con vestido.
— ¿Volvamos? —pregunta Humito.
389
—Me quedé con ganas de hacer algo más —dice el gato.
— ¿Algo como qué? —pregunta Aldi.
—No sé, algo más. ¿Quieren que aprovechemos y demos una
miradita por la ciudad?
—Las ciudades están deshabitadas —dice Aldi.
—Igual, para chequear.
—Vos tenés unas ganas de robarte algo… —dice Humito.
El gato sonríe y entrecierra los ojos pícaro:
—Un pequeño souvenir.
Antes de irse, el gato curiosea en el laboratorio. Huele a
distancia un poco por acá y otro poco por allá. Ve un cable y
tira suave con una patita. Tira un poco más. Un poco más y se
cae un aparato pequeño que estaba enchufado y estalla contra
el piso. Aldi lo mira con cara seria y resignada. Humito se
ríe.
— ¿Vamos? —pregunta el gato.
— ¿No querés romper algo más antes de irte? —le repregunta
Aldi.
El gato, sabiéndose un cliché, la mira con cara altanera y
se da media vuelta con la cola en alto. Con mucha dignidad.
Humito se sigue riendo.
390
Aldi vuelve a pasar la lengua por la ranura y la puerta se
abre.
— ¿Para qué lado vamos? —pregunta Gato Venenoso. —
¡Podríamos ir a esa tiendita de chocolates especializada en
bombones!
Humito se pone muy eufórico:
— ¡Sí!
Aldi no está convencida porque no se controla mucho con el
chocolate y tiene miedo de engordar. Pero acepta.
Gato
Venenoso
camina
tranquilo
por
la
ciudad-jungla
abandonada, Aldi va mirando y Humito vuela bajito. En eso el
gato se para en seco y arquea el lomo con los pelos erizados:
—Hay perros.
La galga enseguida se pone contenta. Aparece un chihuahua
con un caniche. El gato se relaja, pero ella piensa que puede
haber más de otros tamaños y pelajes.
—Aldi, dejá de hacerte la linda —dice el gato.
En eso aparece de repente una jauría y Aldi deja la
coquetería a un lado y se para entre los perros y el gato con
dos patas volando bajo, dejando a la vista sus dinosaurios
carnívoros. Humito se hace humo al lado de ella y vuela rápido
ida y vuelta, ida y vuelta, ida y vuelta sobre la jauría: no
391
entienden qué pasa, se dispersan y se van con ladridos
lastimosos.
Los tres hacen media cuadra más y llegan a la bombonería.
Está intacta.
—Se ve que los flacos no quisieron llevarse nada de
chocolate en su huida por puritanismo, por miedo a ser unos
gordos. Lo que no se entiende es por qué los gordos de siempre
no se comieron todo —dice el gato.
— ¿Los gordos también abandonaron la ciudad? ¿Qué se
creen, que son flacos?
—Tal vez los nuevos gordos sí, tal vez tengan la esperanza
de adelgazar.
— ¿Y los gordos de siempre?
—No sé, qué raro.
Humito se hace humo y pasa por un resquicio de la puerta.
Agarra un bombón y se lo muestra al gato detrás de la vidriera,
bien simpático y burlón y se lo come. Agarra otro. Se ríe.
—Abrinos Humito —dice el gato un poco enojado.
Humito se sigue riendo. Y les abre metiéndose en la
cerradura y moviéndola para destrabar la puerta.
392
El gato se hace el fino controlado y camina sereno, como
mirando
las
estanterías
llenas
de
bombones sin interés particular. Aldi
divisa una caja en forma de corazón,
toda forrada de rosa con puntillas y
adornos y se la apropia. Los bombones de
esa caja en particular son todos en
forma
de
corazón
con
relleno
rosa.
Riquísimos. Humito encuentra unos con forma de robots y se los
muestra al gato. El felino muerde un robot, mastica y no le
gusta del todo. Aun así no lo escupe.
De pronto el gato escucha un ruido. Tensiona una de las
orejas para escuchar mejor. Humito deja de bromear al mirarlo
a Gato Venenoso y Aldi pone una pata sobre la caja en forma
de corazón en la mesada de exhibición y mira atenta al felino.
Un par de flacos con palos salen de escondites del local y los
rodean; por fuera se llena la calle hasta la entrada de la
bombonería. Fue una trampa.
Mientras tanto, en la Logia Villánica, Virósica está
preocupada porque no han regresado de su misión. Entonces le
dice a Centella:
—Es posible que estén paveando en la ciudad, pero tal vez
no y corran peligro. Andá a ver.
393
Centella es ultra veloz, llega enseguida. Desde el cielo
ve un grupo de gente en una calle, algo sospechoso en una
ciudad-jungla abandonada. Va con sigilo hasta esa zona y se
para en lo alto de un edificio ubicado justo en frente de la
pequeña bombonería.
Adentro del local, el gato piensa que realmente son muchos.
Y, como son todos flaquitos, entran más uno al lado del otro
que si fueran gordos.
En eso Centella se eleva en el aire de un salto y desde lo
alto lanza rayos eléctricos a la gente. Eso los sorprende y
dispersa un poco. Centella envía más y más rayos y fulmina al
instante. Baja en diagonal a gran velocidad y queda quieta a
medio metro del suelo, desde ahí lanza rayos eléctricos que
atraviesan como una lanza brochette a los flacos. Le da igual
cuánto pesan o dejan de pesar, el tamaño de alguien no es tema
de interés para ella, matar sí.
Aprovechando el caos externo, el gato le muerde un tobillo
a la primera pierna que tiene cerca y le inyecta veneno. Aldi
no
puede
tirar
ácido
porque
hay
demasiado
desorden
y
movimiento en un espacio muy reducido y no quiere herir a sus
amigos, así que muerde tobillos y pantorrillas, aunque solo
los lastima. Humito hecho humo, cual soga, ahorca de a dos.
Un flaco le alcanza a pegar a Aldi y le lastima una de las
alas, pero el gato le salta encima y le clava las uñas tirando
manotazos en la cara mientras escucha a su amiga herida, luego
394
le muerde la mejilla y lo envenena. Gato Venenoso y Humito
están preocupados por Aldi, pero no pueden socorrerla todavía.
Afuera, Centella sigue matando gente sin tregua. Cuando
electrocuta al último, ya agonizando en el piso, se le para
al lado y así de pie, mirándolo a los ojos, le tira un rayo
constante: el cuerpo larga humo, se prende fuego y ahí queda
la brasa en la calle. Ella entra a la bombonería y tiene que
bajar casi a cero la intensidad de su poder. Con solo tocar a
los flacuchentos van cayendo. En pocos segundos la situación
está controlada. Centella escucha a Aldi herida.
El gato se acerca a Aldi y le inyecta con los colmillos una
dosis baja de morfina, para poder trasladarla hasta la Logia
sin dolor.
Salen de la bombonería cargando a Aldi y los cuatro quedan
en silencio. El gato y Centella ven un pájaro muy bonito, con
el pecho amarillo, tamaño discreto, parado en un árbol de la
vereda. De un saque ella se lo traga triturándolo.
Centella vuela a toda velocidad hacia la Logia y entra sin
hablar con nadie ni dar explicaciones, lo que hace siempre,
hasta llegar a la biblioteca, donde Alien Fuegi y Cama
Ortopédica leen. Mirándola:
395
—Aldi está herida, necesitamos que vengas a la ciudad para
trasladarla.
Cama Ortopédica suelta el libro que estaba sobre su colchón
y cae al suelo. El alien se pone de pie y lo alza mirándolas
alejarse.
La cama es un poco más lenta, así que Centella disminuye
su velocidad. Al llegar a la ciudad, la cama ve los cadáveres,
un cuerpo terminando de arder y a sus amigos. Al tocar el
asfalto, se baja hasta la altura del suelo y Aldi da un paso
entredormida, ayudada por Humito y Centella y sube. Se duerme.
Gato Venenoso también se sube a la cama, Humito vuela al
lado. Están muy preocupados.
Virósica y Alien Fuegi los reciben. Él los lleva al ático,
donde tiene su laboratorio. Si bien no es veterinario, sí sabe
medicina reconstructiva por linaje, así que toma el caso.
El alien no está nervioso porque gracias a sus continuas
meditaciones, logra controlar sus emociones y funciones
corporales. De hecho, si el que estuviera herido fuera él, no
sentiría dolor. Eso no lo hace considerarse superior, también
tiene control del ego.
Aldi está herida en la unión del ala-hoja al cuerpo y tiene
parte de la membrana casi transparente y parte de la hoja
rotas. Alien Fuegi se corta un trozo pequeño de su cuerpo.
Coloca esa porción entre el ala y el lomo y el tejido comienza
396
a echar raíces. Se saca con un hisopo un poco de ADN de la
mucosa interior de su boca y la pasa por los extremos de las
raíces acelerando la cicatrización. Pasa también un poco de
ADN extra por los bordes de la membrana y la hoja. Se cicatriza
rápido.
Ya está reparada, pero la deja en observación.
Sale del ático y baja las escaleras. Les cuenta a los demás.
Horas más tarde, Virósica, Gato Venenoso, Humito, Abortiva,
Cama Ortopédica y Alien Fuegi suben para ver a Aldi. Se la
nota un poco enojada. Ella se mira la herida de reojo y, si
bien no se ve mal, nota unas pequeñas cicatrices.
—Es ridículo que yo esté herida, si la obesa sos vos.
Virósica sabe de la gordofobia de Aldi, y en verdad no se
ofende porque para ella ser gorda no solo no es algo insultante
sino que le encanta. Pero se queda pensando en la acusación.
—Aldi, mi ataque y defensa es el Ad-36.
—Pero nosotros siempre tenemos que defenderte y defender
a la Logia —dice Aldi, entre enojada y con ganas de llorar.
— ¿Por qué no volvieron enseguida de la misión?
Gato Venenoso no se oculta:
—Les dije que fuéramos a explorar y ahí nos tendieron una
trampa.
397
—Yo fui porque quise, pero creo que es tiempo de que te
responsabilices de tu expansión vírica —le dice Aldi a la
gorda.
—Me parece justo.
—A esta altura ya nos odian a todos —dice Abortiva. —
Estábamos ocultos, pero es cierto lo que dice Aldi, con tu
peste de súper obesidad es que se desató el odio.
—No he sido discreta.
— ¡Para nada! —le dice Abortiva. —Mirá que yo he robado
semen y he dejado estériles a millones de mujeres pero con tal
cautela que nadie sospechó de mí.
—Tendrías que haber sido invisible —le dice Humito a
Virósica un poco divertido.
Días después, Aldi continúa en el ático. Todavía no puede
mover las alas por recomendación de Alien Fuegi, aun así
intenta hacer un pequeño aleteo. Al comenzar el movimiento
desde el lomo y los músculos intercostales, siente dolor. No
mucho, pero suficiente como para optar por esperar. En ese
laboratorio no hay ningún espejo, aunque sí una ventana. La
perra se pone de pie con cuidado sobre la cama para verse
reflejada en los vidrios. Está igual que siempre, aunque con
la cara cansada y levemente más delgada, algo que la alegra.
398
Se vuelve a sentar sobre sus patitas y se echa un vistazo
sobre el lomo. Las cicatrices siguen, pero las del ala ya casi
no se notan. Recuesta su cabeza en la almohada. Está un poco
aburrida.
En eso escucha unos pasos pesados subiendo la escalera,
aunque no tanto como los de Virósica. Escucha que quien sea
que fuera, se detuvo en la escalera para descansar. Lo supone.
Los pasos se reanudan. Es Abortiva. Aldi se incorpora
sostenida por su gran sonrisa de alegría.
Abortiva se sienta al lado de Aldi. No se sabe quién está
peor. Aldi la ve mal, dolorida.
— ¿Cómo te sentís? —le pregunta Abortiva.
—Bien —a Aldi le da pudor preguntarle lo mismo.
— ¡Qué eficaz la técnica de Alien Fuegi, y casi no tenés
cicatrices! —Abortiva se inclina hacia adelante agarrándose
la panza ahogando un sonido de dolor.
Aldi abre los ojos atenta. También cambia su actitud
corporal como para contener a Abortiva.
—Me bajé mucho la dosis de progesterona. Se me fue la mano
con el tiempo de espera, dejé que crecieran demasiado estos
embriones. Yo tendría que haber ido con ustedes en la misión.
—No te preocupes Abortiva, ya pasó.
399
—Tendría que haber ido yo, no Centella. Ni siquiera le
caés bien. —Vuelve a tener una contracción. — ¡La puta madre!
—dice tocándose la entrepierna y manchándose la mano con
sangre. Se queda mirándola y se empieza a reír un poco: —Ja,
ja, ja, pobre alien, encima que lo secuestré y crionicé, ahora
le dejo ensangrentada la silla —le da un beso en la frente a
Aldi y se va caminando con dificultad, lento, dejando gotitas
en el camino.
La galga ve la silla vacía que dejó Abortiva con sangre y
le da un poco de asco, pero también envidia, porque a ella le
gustaría menstruar. En realidad en teoría, porque ahora que
ve esa sangre mucho que digamos no le gusta. Se recuesta. Se
imagina menstruando y con dolor en el hueco de la vagina que
no tiene y de los ovarios que tampoco. ¿Le dolería o picaría
el pene si se lo quitara con cirugía? Sería un miembro
fantasma… Mucho no le gusta hablar de su pene, pero está a
solas y se lo mira. ¿Sería mejor para vivir tener vagina?
Nunca había tenido y, por el momento, no iba a tener una ahora
tampoco.
Se queda sentada en la cama, resignada por no poder hacer
nada. Agarra un libro de los que están al lado de su mesita
de luz, pero solo lo abraza y vuelve a fantasear con otro
tema. Regresa a la realidad y mira el libro, y lo abraza más
fuerte. Piensa en dormir y cierra los ojos. No. Coloca el
libro donde estaba y se pone de patitas en la cama. En verdad
400
se siente sana. Se mira de reojo el lomo para chequear de
nuevo las cicatrices: bastante mejoradas, un par de horas más
y ya no se notarán. Agita sus alas de filodendro mutado y se
sienten muy vigorosas. Se anima a probarlas en la sala cuidando
no tirar nada. Vuela perfectamente. Queda de pie en la ventana
y ve abajo al gato charlando con Elefante, Pulso y Cama
Ortopédica. Aldi abre la ventana y sale volando para sorpresa
de los demás. Todos sonríen al verla, pero Gato Venenoso es
el que está eufórico dando saltitos como si la galga fuera un
lepidóptero y él jugara a querer cazarlo lleno de alegría.
401
402
Mientras aún es de noche y los demás duermen, Virósica va
hacia su laboratorio en la Logia Villánica, un espacio
contiguo a donde descansa, están separados por un pasillo.
Virósica ha estado alterando la estructura del Ad-36 para
que sea más violento, que en vez de acelerar el sobrepeso con
20 kg, lo haga con 40. Hace días que tiene lista la nueva
cepa. La inhala en grandes dosis y los huesos se le ponen
mucho más fuertes, crece unos 30 cm de alto y sube 100 kilos
más. Es realmente enorme. Con una de sus manos se acaricia al
costado de la cara y se mira al espejo viéndose bellísima,
poderosa, muy fuerte y muy gorda. Sus pasos son más pesados
que antes.
Esta vez necesitará la ayuda de Elefante.
Ya de día, pasa por la puerta principal de la casona, al
lado de la galería, los demás la miran con asombro por su
nuevo tamaño y porque pasó de largo, sin desayunar, algo que
no había ocurrido nunca.
El gato, ni lento ni perezoso, salta de la mesa a la silla,
de la silla al suelo y va tras la gorda.
— ¿A dónde vas? —le pregunta el felino con la cola peluda
altiva.
—Vení y enterate.
El gato se pone muy contento ante la invitación.
403
Los dos van caminando en la hermosa mañana por el pasto
lleno de flores hacia la casa apartada de Elefante. Al llegar
están desayunando. Los invitan a sentarse a su mesa llena de
recipientes con agua a temperatura ambiente y hojas. Gato
Venenoso se sube a la mesa y las huele, no le gustan, pero sí
lame un poco de agua. Virósica tampoco come, pero acepta el
agua.
—Necesito la ayuda de ustedes.
Uno de los elefantes trae un vasija grande llena de maní
pelado sin sal sostenido con la trompa. Tanto el gato como
Virósica se entusiasman. Apenas apoya el recipiente, los dos
no disimulan. Virósica pediría un café pero sabe que Elefante
no tiene fuego, ellos son crudiveganos.
—Vos dirás —dice uno de los elefantes.
—Necesito que me ayuden a expandir una nueva versión del
Ad-36, más virulenta.
Elefante se miran entre ellos y golpean al unísono sus
trompas sobre la mesa como si fuera un gran bombo y lanzan un
sonido paquidérmico elevando sus trompas y abriendo bien sus
bocas con brillantes colmillos a los costados. El gato los
sigue con la mirada sonriente y alegre y la mira a Virósica
que toma un gran puñado de maní con una mano y los come de a
uno con la otra.
— ¡Yo también quiero ir! —dice el gato.
404
—Pero si no podés contagiar el virus… Además, después
van a querer ir Aldi y Humito también.
— ¿Y qué tiene?
—Pero dejalos que vayan —dice uno de los elefantes—.
Además nos pueden pintar el lomo antes de ir a la misión.
El gato mira expectante y con entusiasmo a Virósica hasta
que dice que sí. Y todos
vuelven a golpear la mesa
redonda con sus trompas.
El gato se sube a la de
uno de ellos que se eleva
y dice miau mirando hacia
arriba junto a los demás
que largan su sonido
elefantiásico. Virósica
sonríe mirando al gato en
lo alto.
La tarde previa al gran contagio, Virósica, Abortiva, Alien
Fuegi, Aldi, Humito y Gato Venenoso están en el patio
delantero a la casona, contiguo a la galería, dibujando a
Elefante. El gato pide que le pinten de amarillo y verde las
patitas de adelante. Aldi se queda a un costado, pero acepta
que le tiren glitter plateado en las alas. Virósica viste un
405
pantalón de montar elastizado con strapless; flores pintadas
en los brazos, cuello, parte superior de la espalda, escote
y cara. Toda llena de flores en tonos lila, violeta y azules,
pelo voluminoso, bien negro. Los elefantes tenían cada uno un
diseño multicolor distinto como hechos con tizas.
Virósica monta el elefante más grandote, de casi cuatro
metros de alto y Gato Venenoso se sube a la trompa de un
elefante mediano y se sienta detrás de la cabeza. En algunos
momentos también camina.
Ya de noche, Elefante, Virósica, Gato Venenoso, Aldi
completamente recuperada y Humito emprenden la caminata. Se
ve bastante bien gracias a la luna llena.
Aldi no estaba muy segura de ir, pero al final decidió que
mejor morir haciendo algo que nada. Y a Humito no se lo tenían
que decir dos veces.
406
Caminan con tanta
tranquilidad
que
nadie sospecharía que
están por expandir un
virus.
Van
charlando,
como
siempre,
pero
gran
parte
del
trayecto
están
en
silencio. El gato es
el único que se toma
siestas
encima
del
que
lo
elefante
lleva.
La
última
parte
del viaje van caminando a contracorriente por un río bajo
hacia un lago. El gato se siente seguro de no mojarse arriba
de un elefante, pero prefiere ir con Virósica, en el más alto.
En un momento dado, Elefante aspira agua del lago y la tira
hacia
la
ciudad,
cambiándolo
de
lugar
literalmente,
inundándola. No durará mucho porque la ciudad está en una zona
más alta que el lago, pero tienen tiempo.
Los
flacos
huyen
a
los
techos
despavoridos
y
desconcertados, pero cuando divisan a Virósica intentan
ponerse barbijos. No saben si cuidarse de no morir ahogados
407
o de no respirar el adenovirus. Claro que no imaginan que es
una nueva versión.
En esa ciudad no hay gordos, simplemente fueron expulsados
o asesinados. Es, en sí, la tierra de los flacos.
Virósica, ya de pie en el lago seco, abre un recipiente y
los cinco elefantes meten sus trompas, miran hacia la ciudad
y exhalan toneladas de aire con la nueva versión del virus.
A su vez, ese aire genera movimiento en la masa de agua,
produciendo
olas
altas,
por
lo
que
muchos
flacos
son
sorprendidos sin barbijos o les son arrancados. Y engordan 40
kilos como si nada. No pueden gritar del horror porque si lo
hacen se ahogan.
A medida que eso sucede, se oyen gritos tan estridentes de
horror y tragedia por verse tan gordos que se podría haber
pensado en madres que veían a su hijo pequeño muerto: no, era
por espanto ante la grasa propia y ajena.
Virósica
y
Elefante
estaban
preparados
para
un
contraataque, pero se quedan estupefactos viendo cómo los
nuevos gordos son apaleados y el odio que éstos tienen hacia
los que no han sido contagiados, haciendo todo lo posible por
quitarles los barbijos.
Los flacos matan a los gordos por el pánico al contagio y
los nuevos gordos matan a los flacos para defenderse y
prevenir ser asesinados. Se matan a palazos y con machetes,
408
cuchillos y hachas entre ellos. De a dos flacos hunden la
cabeza de un gordo bajo el agua y la escena se repite una y
otra vez, también al revés.
Aldi se queda con los ojos abiertos anonadada; Humito y
Gato Venenoso se miran y se ríen.
—No me digas que esto va a traer la paz a la Logia —dice
Elefante a Virósica.
—Se ve que sí.
409
410
Logia
Villánica
En el cielo
se avecina
una
tormenta.
Reina
desenvaina
Cuarzo
sus
uñas y acaricia
con las puntas el
tronco
de
Trasplante.
Clava
las
puntas, apoyando
su cabeza sobre
la corteza, las
quita y apoya todo su cuerpo sobre el árbol y lo abraza y
acaricia.
Se trepa dos metros y las raíces del lado opuesto a su
frente la toman por las axilas, la cintura y el cuello, casi
ahorcándola mientras cuelga.
Virósica está desnuda, vestida con su kilaje, y apoya sus
manos sobre el grueso tronco de Trasplante para no perder el
equilibrio. Trasplante desentierra una de sus raíces y así,
con tierra, le da nalgadas, pero a Virósica no le duelen,
411
tiene
los
gordos,
glúteos
necesita
ímpetu.
Lo
muy
más
Trasplante
pide.
desentierra
otra de sus raíces, más
gruesa y larga y le da con
todo
una
y
otra
vez.
Virósica cierra los ojos y
aprieta
la
boca.
Trasplante le pega mucho
más fuerte y ella larga
suspiros
de
dolor
placentero. Con esas dos
raíces le empuja la cadera hacia atrás. Más se toma ella del
árbol. Trasplante le pasa la raíz más gruesa por la entrepierna
y se la frota. Del otro extremo del árbol se desentierra otra
raíz y se enrolla en el cuello de Virósica apretándolo y al
mismo tiempo se introduce de golpe en su vagina con la raíz
gruesa. Se mete hasta el fondo y sale sin salirse, se vuelve
a meter y así en el interior de la gorda. La otra raíz más
fina, se mete entre los glúteos y se frota siguiendo la línea
de la columna sin introducirse en el ano.
Abortiva solo tiene puesto su corpiño armado que le
sostiene bien las mamas y se las levanta y tacos aguja con
plataformas. Está sentada con las piernas bien abiertas con
412
la espalda apoyada en el árbol y dos raíces le enrollan las
piernas en la unión con las caderas para sostenerla. Muchas
raíces se mueven serpenteantes por todo su cuerpo y la aprietan
masajeándola. Está embarazada y 100% depilada. Trasplante
desentierra dos grandes raíces justo debajo de Abortiva, le
rodea cada una de sus piernas abiertas y van tomando el peso
mientras las de la cadera la van soltando y con un golpe seco
la entierran de pie hasta dejar su clítoris sobre el pasto.
Ella apoya sus manos hacia adelante en la tierra y asoma una
raíz por detrás de sus pequeños glúteos y se mete por el medio,
bien húmeda y se la va introduciendo de a poco en el ano con
la punta finita mientras otra raíz que no se ve desde afuera
acaricia con su extremo la entrada de la vagina como si fuera
a penetrarla mientras el resto de la raíz, más gruesa y
ramificada, la acaricia toda por fuera hasta el clítoris y
cambiando los movimientos con golpecitos vibratorios. Otras
dos raíces suben por la espalda y la abrazan por el torso
metiéndose por debajo del corpiño, se lo bajan un poco dejando
los pezones al aire y apretándole las tetas que largan leche
mojando la tierra. Otra raíz mete su punta en la boca, como
si la besara, no como si le metiera un dedo.
Científico Lotto mira unos segundos y con eso le alcanza y
sobra para hastiarlo, así que se va hacia la casona, pero
Centella lo sigue y se le cuelga de la espalda besándole el
cuello. Él se la saca de encima y ella cae al piso. Lo ve
413
alejarse unos metros. Se pone de pie y camina hacia él
lanzándole un rayo que lo tira al piso para atontarlo. Tarda
en recuperarse y ella le pasa por al lado con su mirada
lapidaria. Camina unos metros y luego de entrar a la casona,
cierra dando un portazo.
Gato Venenoso, Aldi, Humito, Alien Fuegi, Cama Ortopédica,
Pulso y Caballo Robot miran.
—Eso no es ecosexualidad, porque Trasplante tiene cerebro
humano —dice el gato.
— ¿Vos decís que eso es medio hétero? —pregunta Aldi.
—Un cuarto hétero. ¿Vos querés participar?
—No gracias —dice la perra segura y medio asqueada.
—Yo tampoco —acota Humito rápido. —En realidad me
gustaría que nevara y hacer cosas con la nieve.
— ¿Tener sexo con la nieve? —pregunta asombrado Gato
Venenoso.
—No, hacer un muñeco de nieve y bolas para tirárselas a
ustedes.
El gato sonríe.
—A mí me dan ganas de ir a ver qué se siente, pero no
tengo hormonas ni órganos sexuales —acota Alien Fuegi.
414
El alien mira la escena con mucho entusiasmo y va
corriendo. Las raíces lo detienen a tres metros del árbol y
lo envuelven y acarician como si fueran quince serpientes.
Alien Fuegi mira hacia sus amigos y se ríe. Le hacen
cosquillas. Algunas raíces lo sueltan un poco y le hacen
cosquillas en las axilas y el alien se mueve y ríe más.
El caballo lo mira al gato intrigado:
— ¿Y vos?
—Yo estoy castrado.
Aldi se sorprende:
— ¡¿Qué?!
—Estoy castrado, cuando vivía con Araki era un gato
doméstico.
— ¿En serio te castró?
—Sí.
—A las serpientes seguro que no las castró.
—No, a las serpientes no. Se ve que no le gustaban mis
primeros indicios de comportamiento sexual.
—Pero Abortiva te puede hacer una reconstrucción de los
testículos y el tratamiento hormonal —dice Aldi.
—Ya sé, pero no me llama la atención el tema. ¿Para qué?
415
—A mí tampoco me llama —dice Caballo Robot —soy todo
metálico.
El gato camina hacia el árbol en medio de la pequeña orgía
y se afila las uñas en la base del tronco.
Cama Ortopédica está en silencio, escucha y observa. Le
parece que puede ser divertido.
Pulso tampoco dice nada, le da vergüenza, preferiría algo
más privado con Centella, pero ella está obsesionada con
Científico Lotto. U obsesionada en pelear con él.
En eso, la tormenta que se avecinaba ya está sobre ellos
y las nubes se desarman sobre las hectáreas de la Logia
Villánica.
Aldi vuela hacia la casona, donde Elefante juega a las
cartas. La miran entrar mojada, pero vuelven a concentrarse.
El gato corre debajo del caballo, pero es en vano porque
la lluvia cambia de dirección por una ráfaga de viento y lo
que venía vertical ahora lo hace transversal. Así que también
se va rápido con el caballo a la casona.
Cama Ortopédica, con el colchón empapado, se acerca a Alien
Fuegi y se une al jolgorio con las raíces, ella también se
ríe con las cosquillas y balanceos en el aire.
De cualquier manera, con esa energía sexual es suficiente
para llevar a cabo la ceremonia.
416
A la noche siguiente, el
mantel de la cena previa a la
ceremonia
ritual
es
verde
inglés con pequeños ramitos de
flores
en
tonos
rosa
con
hojitas verde agua, puntilla beige y un volado de encaje negro
en los bordes. Las sillas son las antiguas de la casa, aunque
en muy buen estado, de madera oscura tallada y recubiertas con
terciopelo rojo.
En la mesa de la cena no había arreglos florales para poder
apoyar las fuentes y bandejas con comida; no tenían servicio
para que les llevaran los platos a cada uno. Era un lugar
secreto y nadie más que ellos podía tener acceso.
En la mesa contigua a las ventanas sí hay flores silvestres
del
jardín
y
muchas
frutas,
fuentes
con
alfajorcitos,
cafeteras, etcétera.
Las paredes están empapeladas de color violeta y flores de
lavanda del lado derecho y del izquierdo en naranja amarronado
con cinco tipos de flores combinadas. El piso tiene mosaicos
con rombos azules y rosa saturado.
417
Reina Cuarzo entra a la casa desnuda sobre sus altas botas.
La mica le brilla en la piel quemada. Todos se quedan en
silencio cuando ingresa con Humito hecho humo a su alrededor.
Ella se sienta en una silla que tiene otra vacía al lado,
donde se sienta Humito. Frente a Reina Cuarzo está Alien Fuegi;
cuando Abortiva trae la comida, ellos dos no cenan. Ella no
dice una sola palabra y su cara de estar pensando en cómo
matar a alguien no intimida a nadie. Alien Fuegi se aburre y
levita sobre su silla alrededor de un halo de fuego para
meditar; Reina Cuarzo se pone de pie y va hasta el interior
del frigorífico en la cocina, lleno de vapor de hielo que usa
energía hidráulica, y se queda ahí hasta el momento de la
ceremonia.
Se les acerca Cama Ortopédica, Humito la mira:
— ¡Qué elegante con ese moño!
—Me gusta la ropa de etiqueta.
En eso entra Virósica con dos grandes pizzas recién sacadas
de la parrilla. Gato Venenoso se baja con entusiasmo veloz de
su silla y va a los pies de Virósica, caminando entre sus
pasos, y ella trata de no tropezarse.
Antes de la pizza se sirvió licuado de manzana verde,
perejil,
higos
y
apio
acompañado
con
un
ramillete
de
manzanillas. Gato Venenoso lo olió y puso su habitual cara de
asco. A Aldi le fascinó.
418
El gato, apenas vio el carrito de helados con techo de tela
pintada a mano y con grandes ruedas de base, se paró debajo.
Abortiva estaba sentada tomando su licuado, pero al ver al
gato al costado de la gran rueda mirando con deleite el cartel
con los sabores, se levantó y le preguntó cuál quería. Aldi,
también sentada muy coqueta en su silla miraba su licuado y
le daban ganas de ir a pedirse un helado de frutilla a la
crema, pero se quedó en el molde haciéndose la galga delicada
anti grasas lácteas.
Gato Venenoso tenía una sonrisa inocultable:
—Quiero pistacho.
Abortiva se lo sirve en un pequeño vaso
de porcelana muy bonito adornado con
flores doradas y hojas verdes. Ella se lo
lleva hasta la mesa, al lado de Aldi. Gato
Venenoso salta a su silla alta. Lo huele.
Está muy frío por eso deja que se derrita un poco y lo lame.
Aldi siente más fuerte sus ganas encontradas de comer helado
de frutilla versus el sentirse superior y delgada, así que
sigue con su licuado verde.
Después de cenar, van a tomar variedades de tés y cafés al
patio. También a comer flan con crema.
419
A medianoche se levanta un poco de viento fresco, lo
suficiente para sentir que la Ceremonia ya había comenzado
junto al vuelo rasante de aves de rapiña y el movimiento de
las hojas.
La primera en entrar al pasadizo de ramas intrincadas de
árboles muertos, es Reina Cuarzo. Apenas si se puede ver la
luz de las estrellas a través de las ramas secas. Los demás
villanis pasan de a uno, uno detrás del otro a medio metro de
distancia.
Se paran alrededor de una gran roca con un círculo convexo
espejado que refleja el cielo nocturno. Reina Cuarzo se acerca
para pedirle permiso a la piedra y toca el círculo convexo.
Antes de apoyar su mano, también se ve reflejada. Se siente
el frío sobre ese círculo. Gato Venenoso apoya una patita,
Aldi una suya; Humito un poco de humo; Alien Fuegi, Virósica,
Abortiva, Pulso y Científico Lotto, una de sus manos; Caballo
Robot una de sus patas; Elefante, las trompas; Cama Ortopédica
una de sus rueditas; Centella uno de sus rayos eléctricos y
Trasplante una raíz.
Se escucha un emerger en el mar a miles de kilómetros de
la Logia Villánica. Se escuchan toneladas de agua abriéndose
desde el fondo del océano hacia la superficie. Un sonido de
burbuja gigante sorda con presión. Se sienten las toneladas
de agua abriéndose y miles de pequeñas burbujas de oxígeno.
De
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lejos,
acercándose
desde
el
cielo,
se
ven
formas
geométricas compuestas, dinámicas, en tonos arcoíris: un
círculo con líneas irradiantes, círculos girando sobre sí
mismos y superpuestos. Los villanis levantan la vista sobre
la gran roca. Ella desciende hasta cinco centímetros del
espejo convexo chorreando agua salada y algas. La llegada de
Señora Hermila, la Súpervillana.
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¡Ay,
Pereira! #2
Revistah
Análisis
transgeneracional del
futbolista Lionel
Messi
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