HIJO MÍO Tu sonrisa fortalece mis latidos; Cubren los cielos grises del día; Abrigan al escuchar tus sonidos; Cuando miro tus ojos de osadía… Que rozan brisas, de tu sombra; Cuando brilla la luna, de noche; Porque tu mirada, me asombra; Me da fuerza, en este reproche… ¡Hijo! No te rindas en tu crucero; Pruebas existe, pero es pasajero; Recuerda, aquel genio escondido; Que está, en la raíz de tu sentido… Levanta, los ojos y mira los cielos; Reposa, con lluvias de consuelos; En cada meditación pídele a Dios; Que estén a tus lados y en los ríos… Recobra la cordura, para respirar; El lado de la vida y no naufragues; Sin rumbo, no, no, no te apagues; ¡Te quiero! y renace para suspirar… En el crepúsculo hasta anochecer; Eres el mejor y vuelve a florecer; Porque tu gesto, cala este existir; Este aliento que recuerda el vivir… Relata, los sonidos en mi ventana; Cubre tu manto en este manzano; Para que tus frutos sean mañana; Y disfrutes la felicidad, en la mano… Para dar energía a tu amor propio; Te quiero ver grande con principio; Y puedas regalarme letras infinitas; En este sonrisueño que hoy visitas… ¡Hijo mío! Te quiero mucho; Te lo dice; tu Padre… VERSO DE DANTE CRUZ VELEZ Derechos del autor