Subido por Gerardo Pérez Viramontes

Derecho a la memoria

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El derecho a la memoria
Gerardo Pérez Viramontes
Programa Institucional de Derechos Humanos y Paz
Marzo 2017
El 24 de marzo de 1980 fue asesinado en San Salvador el obispo Óscar Arnulfo Romero
(video), quien dedicó parte de su vida a la promoción y protección de los derechos humanos
en el contexto de un conflicto armado que se vivía en ese país por aquellos años. Para conmemorar tal acontecimiento la Asamblea General de la ONU proclamó el 24 de marzo como
el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los
Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas. Puesto que el objetivo que se persigue
al traer a la memoria colectiva algún hecho histórico es tomar conciencia sobre ciertas
problemáticas sociales que siguen vigentes y plantearse acciones que contribuyan a su
solución, podríamos plantearnos algunas preguntas para la reflexión: ¿En qué consiste el
derecho humano a la memoria y a la verdad? ¿Quiénes son los portadores de tales
derechos? ¿Qué instancias del Estado deben garantizar su vigencia en el ámbito público?
Para responder algunas de estas cuestiones, Londoño y Carvajal (2015) proponen la
implementación de una pedagogía de la memoria colectiva, de modo que el conocimiento
del pasado logre traducirse en un aprendizaje significativo en la actualidad para los
estudiantes. Esto supone no solo trabajar la memoria desde una perspectiva histórica, como
conjunto de hechos, fechas y lugares que se “cosifican” como verdades, sino considerar los
acontecimientos como situaciones en las que se articulen los factores sociales, afectivos,
políticos y económicos de una vida en sociedad. La memoria reviste siempre un carácter
socio-emocional importante que no podemos dejar de considerar. La memoria colectiva –
aclaran los autores– tiene dos dimensiones (el sujeto que rememora y los contenidos
rememorados) y dos procesos básicos (el cómo, el cuándo y el para qué se recuerda y se
olvida). Memoria colectiva son hechos compartidos y superpuestos, que se construyen
desde múltiples interacciones e interpretaciones y están permeados por relaciones de
poder. Es decir, en la memoria colectiva, distintos actores sociales entran en confrontación
para evocar, reconocer, evaluar u olvidar hechos del pasado. Memoria y olvido son procesos
activos y permanentes a través de los cuales se pretende establecer o imponer
determinados significados.
A través de talleres que se organizan en torno a ejercicios de autoexploración y simulación,
Londoño y Carvajal buscan generar en las y los estudiantes múltiples representaciones de
un hecho social de manera que les resulte significativo. Al respecto dicen:
Partimos de la transmisión de una Memoria Histórica sobre nuestra realidad social,
pero el reto que nos planteamos para este ejercicio fue el de encadenar, en clave de
empatía, esta memoria a la experiencia vital de los y las estudiantes, así se
potenciaba el reconocimiento de emociones a partir de los testimonios de las
víctimas (Londoño y Carvajal, 2015: 72).
El aprendizaje significativo –precisan los autores– trae al presente la experiencia de la vida,
recrea puentes de intersubjetividad desde la historia personal y, en un sentido amplio,
determina la intencionalidad de nuestras acciones futuras. Como base de la identidad
individual y social, la memoria es un proceso que incide en la construcción de conocimiento
significativo para el sujeto. Una pedagogía de la memoria histórica ofrece a los estudiantes
elementos experienciales, suscita procesos reflexivos que van en la lógica de generar
anclajes, y les abre un abanico de posibilidades sobre lo que es posible hacer. Y agregan:
un ejercicio pedagógico alrededor de la memoria debe reflexionar sobre el sujeto
que hace memoria y, por supuesto, acerca de su condición como ser autónomo y
libre, entre y con otros seres. Reflexionar sobre la memoria es hacer consciente la
ubicuidad y el rol del sujeto en su mundo social (Londoño y Carvajal, 2015: 71)
Imágenes en el metro de Buenos Aires aludiendo a la canción de León Gieco La memoria.
Ahora bien, en México, viejas y recientes violaciones a los Derechos Humanos continúan a
la orden del día. Sin haber sanado aún heridas del pasado como las que dejaron la matanza
de estudiantes en Tlatelolco (1968), la desaparición de líderes políticos durante la guerra
sucia (décadas de 1960 y 1970), las masacres de Aguas Blancas (1995) y Acteal (1997), la
muerte de niños inocentes en la guardería ABC (2009) o la represión a ejidatarios de San
Mateo Atenco (2006); el informe mundial 2016 de Human Rigths Watch nos recuerda que
en este país continúan desapareciendo personas (25,500 entre 2006 y 2015), es alarmante
la cantidad de ejecuciones extrajudiciales que son perpetradas por integrantes de las
fuerzas de seguridad o militares (P. Ej. Tlatlaya, 2014), la tortura es una práctica
generalizada y permanecen en la impunidad quienes la llevan a cabo, el sistema penal
ordinario no logre ofrecer justicia a las víctimas a pesar de las reformas constitucionales del
2008, numerosos periodistas son víctimas de persecución y agresiones (entre 2000 y
octubre de 2015 fueron asesinados 103 periodistas y 25 más desaparecieron) y el derecho
mexicano sigue sin proteger adecuadamente a mujeres y niñas que sufren violencia
doméstica y sexual.
Puesto que la memoria colectiva –como señalan Londoño y Carvajal– está conformada por
hechos compartidos, producto de múltiples interpretaciones, en medio de relaciones de
poder, ¿cómo transformar el coraje o la impotencia que genera el recuerdo de tales hechos,
en puentes que reconstruyan la intersubjetividad que nos constituye como personas?
¿Cómo «trascender los ciclos de la violencia […] cuando aún estamos viviendo en ellos […]
y desde ella sospechar, inventar, crear y forjar una idea que nos dé pauta para superar dicha
violencia» (García, 2014: 20)? En este contexto, una pedagogía de la memoria puede
contribuir a mantener viva la esperanza de una sociedad en paz.
Referencias:
García G., Dora Elvira. Trascender la violencia. Críticas y propuestas interdisciplinarias para
construir la paz. México: Porrúa - Cátedra UNESCO de Derechos Humanos y Ética Tecnológico de Monterrey., 2014.
Human Rights Watch. «INFORME MUNDIAL 2016. Nuestro análisis anual sobre los
derechos humanos en el mundo.» 2016. https://www.hrw.org/es/worldreport/2016/country-chapters/285507 (último acceso: 22 de marzo de 2017).
Londoño Sánchez, Juan Guillermo y Carvajal Guzmán, Jeimmi Paola. «Pedagogías para la
Memoria Histórica: Reflexiones y Consideraciones para un Proceso de Innovación
en el Aula.» 2015.
http://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/cpaz/article/view/8261 (último
acceso: 22 de marzo de 2017).
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