Universidad Complutense de Madrid Centro de Formación del Profesorado Educación de la respiración Marta Pajuelo Fernández Maestro: audición y lenguaje t6 2010/2011 Control de la respiración: El acto de respirar tiene dos fases: la inspiración y la espiración, en este es donde el educador debe tener especial atención. Al iniciar la acción educativa, la educación se limita al aprendizaje y control de la espiración. El niño debe ser capaz de soplar y soplar durante largo tiempo con la boca. Cuando el niño se cree capaz de controlarse es entonces cuando comienza una verdadera educación de la respiración. 1. Aprender a sonarse: Para ello hay que aprender el control e la espiración bucal y la consciencia de espiración nasal. 2. Control de espiración nasal: Es necesario automatizar la respiración nasal y hay que tener consciencia de la respiración abdominal y la espiración nasal controlada. 3. Del control al dominio de la respiración: La espiración nasal se efectúa ahora sin vibraciones y los ejercicios van siendo desechados. La acción educativa se continuará utilizando y se utilizarán aquellas posturas sedentes y de pie asociadas al mínimo esfuerzo. Hay que tener en cuenta el control de la espiración nasal, la respiración ritmada, el control de la respiración en posición sedente y la respiración con el movimiento. La respiración: Responde a un fenómeno reflejo que regula el oxigeno y el oxido de carbono en la sangre en relación con las necesidades de trabajo muscular del organismo. Es un mecanismo de tipo reflejo, donde necesitamos los procesos e respiración bajo una atención educativa. Hay que tomar conciencia de los ciclos que hacen posible la respiración: - Inspiración Espiración Apnea Disnea Los objetivos terminales son: - Potenciar el habito de conciencia del niño Empezar a concienciar acerca de la existencia continuada del proceso de respiración - Ayudar a comprender las fases que componen el ciclo de la respiración Reconocer su implicación con el funcionamiento cardiaco Reconocer su implicación con los grados de tensión y de relajación de la musculatura. Procedimientos y orientaciones didácticas: Se puede llegar a interpretar tras un trabajo de sensibilización propioceptiva como figuras respiratorias. Todo ello conducirá a la comprensión del vínculo armónico existente entre la respiración y el movimiento. Es debido a ellos por lo que podemos tener siempre presente la dosificación de ejercicios respiratorios. La utilización de material diverso que ayuda a visualizar el trabajo respiratorio. ¿Por qué es tan importante la respiración por la nariz? La nariz hace las funciones de filtro y acondicionador del aire: calienta el aire inspirado a través de las numerosas sinuosidades y cornetes nasales humedecidos por la mucosa nasal y por otro lado lo limpia de motitas de polvo y cuerpos extraños por medio de pestañas vibrátiles. La respiración bucal paraliza una gran parte de los reflejos nasales con lo que no se produce la ventilación de las cavidades nasales y falta el estímulo de las zonas reflejas de la mucosa nasal. En la respiración nasal el aire tropieza con un mayor número de obstáculos que el inspirado por la boca, la respiración nasal resulta más larga y profunda y mejor conducida, además la respiración nasal supone un estimulo a una puesta a punto para los músculos respiratorios y muy especialmente para el diafragma. La vibración del diafragma al inspirar se prolonga hasta las cavidades abdominales, mejorando el riego sanguíneo. En todos los movimientos de inspiración- espiración que realizan los órganos respiratorios se produce en los vasos sanguíneos una relación de hipertensión- hipotensión. La respiración bucal provoca sorprendentes desfiguraciones y alteraciones en el rostro, particularmente en la nariz, en las mandíbulas y en la expresión en general. Profilaxis respiratoria: Cuanto más fuerte es el sonido generado al sonarse mayor daño puede ocasionar. La finalidad del sonado es hacer pasar el aire de la respiración velozmente por la nariz para que arrastre las mucosidades que puedan permanecer estancadas Cuatro métodos de respiración: Los yogis clasifican cuatro métodos generales: 1. 2. 3. 4. Respiración Respiración Respiración Respiración alta media baja completa La respiración alta es la respiración clavicular, se levantan las costillas, las clavículas y los hombros, contrayendo al mismo tiempo el abdomen, cuyo contenido choca contra el diafragma. En este tipo de respiración intervienen la parte superior y mejor del pecho y de los pulmones. Requiere un máximo esfuerzo para obtener un mínimo beneficio. Muchas enfermedades de los órganos vocales y de la respiración pueden atribuirse a este método de respirar, ya que da resultado a voces roncas y desagradables que oímos en todas partes. La respiración media es la respiración intercostal, el diafragma sube, el abdomen se contrae, las costillas se levantan un poco y el pecho se dilata parcialmente La respiración baja tiene varios nombres: respiración abdominal, respiración profunda e incluso respiración diafragmática. El diafragma es un gran músculo que separa la cavidad torácica de la abdominal, cuando está quieto presenta una superficie cóncava hacia el abdomen. Cuando el diafragma se mueve, la protuberancia desciende y el diafragma oprime los órganos abdominales y empuja hacia afuera el abdomen, en la respiración baja se da mayor juego a los pulmones y se inhala mayor cantidad de aire. El punto defectuoso de todos los sistemas de respiración menos del completo consiste en que ninguno de los nombrados anteriormente llena por completo los pulmones de aire. La respiración completa reúne todas las ventajas de la alta, media y baja, sin ningún inconveniente. Los músculos respiratorios entran por completo en juego, mientras que en los demás métodos de respiración solo se utiliza parte de ellos. En la respiración completa trabajan activamente las costillas y así aumenta el espacio en que los pulmones pueden dilatarse. En este método el diafragma está perfectamente regido. ¿Cómo respiramos? Todas nuestras células tienen que cumplir y necesitan energía, esta se obtiene del oxigeno cuya combustión sirve para metabolizar las sustancias que ingerimos del exterior. El sistema respiratorio es el encargado de llevar el oxigeno del exterior a todas las células. El proceso respiratorio se divide en dos fases: la respiración externa la cual se encarga del intercambio de gases que entre el aire y la sangre y la respiración interna que efectúa el intercambio gaseoso entre la sangre y las células del organismo. La entrada de aire se realiza gracias a un cambio de presión a nivel de los pulmones producido por la contracción de los músculos respiratorios que aumentan el diámetro del tórax. Esta entrada de aire la facilita la pleura que actúa como una bomba, accionando de forma continuada este movimiento de expansión y relajación alveolar. Debajo de cada alvéolo hay una red extensa de capilares sanguíneos. Cuando se realiza dicho contacto el oxigeno que se encuentra en el alvéolo pasa a la sangre fijándose en la hemoglobina de los hematíes. La sangre es la encargada de transportar este oxigeno de los pulmones a las células. Una vez aquí se realiza otro intercambio de gases dejando el oxígeno a las células. La sangre vuelve a los pulmones y de nuevo por una diferencia de presiones, el anhídrido carbónico es trasladado a los alvéolos. Los alvéolos pulmonares en su parte interna tienen una fina película de agua. Cuando el tejido pulmonar se encoje y los músculos respiratorios se relajan, se estrecha el recinto torácico y aumenta la presión interna haciendo que el aire respirado fluya al exterior. Los músculos que intervienen en la respiración: Diafragma: tiene forma de cúpula y separa al tórax del abdomen, se encuentra en las últimas costillas por su parte lateral, en las vértebras lumbares por la parte posterior y en la parte baja del esternón por delante; su inserción está en la parte central de la cúpula. Al iniciar la inspiración la parte central de la cúpula desciende y a partir de este momento su contracción provoca la elevación de las costillas y el esternón, así aumenta el volumen de la caja torácica en sus tres diámetros, facilita la entra del aire en los pulmones y al relajarse provoca la distensión de los órganos abdominales. El diafragma mueve el 70% del aire que respiramos. Abdominales: se encuentran en la parte anterior del abdomen a modo de baja y son los responsables de la espiración forzada, tienen una relación de oposición y ayuda con el diafragma. Músculos intercostales: se encuentran entre las costillas insertándose en su parte externa. Cuando se contraen provocan una elevación y rotación de las costillas lo que aumenta la capacidad del tórax, ayudan con su contracción a la espiración forzada. Músculos auxiliadores: pueden ser útiles para llenar al máximo los pulmones en la inspiración forzada. De este grupo forman parte: los escalenos, trapecios, pectorales mayores y el esternocleidomastoideo. ¿Cómo debemos respirar? En un estado de relajación profunda respiramos hasta 6 o 10 veces por minuto, en un ambiente cargado de anhídrido carbónico hasta 30 veces por minuto o más. Pero aumentar nuestro ritmo respiratorio no significa en ningún modo la toma de mayor cantidad de oxigeno, sino más bien lo contrario. En los pulmones se mezclan dos tercios de aire fresco que proviene de la última inspiración y un tercio de aire residual cargado de anhídrido carbónico que se ha quedado en nuestras vías. Es muy importante que la respiración sea lenta y prolongada ya que cuanto menos aire residual quede en nuestras vías mas fresco es el aire que tenemos. Después de cada espiración aparece de forma natural lo que denominamos intervalos respiratorios, cuando estamos estresado esta corta pura desaparece. La inspiración debe ser continuada y amplia pero nunca forzada. Una inspiración forzada produce contracción y tensión. Cuando estamos nerviosos, nuestros músculos respiratorios están tensos y rígidos y los alvéolos disminuyen su elasticidad. Beneficios de respirar de forma correcta: - Aumento de la capacidad dilatadora de la caja torácica Aumento del volumen respiratorio Incremento de la entrada de aire nuevo Mejor calidad en el intercambio gaseoso aumentando el nivel de oxígeno en sangre Prevención de infecciones respiratorias Facilita la regeneración de las células corporales. Aumenta la resistencia corporal disminuyendo la fatiga Favorece el retorno venoso - Al mejorar el ritmo respiratorio mejorará el ritmo cardiaco Si respiramos tranquilamente podemos también calmar tranquilizar nuestra mente. y