La entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, Mateo 21:1-11 02.04.23 INTRODUCCIÓN (diapositiva 1) Puerta de Alcalá hoy es fiel testigo del ajetreo y bullicio del centro de Madrid. Este monumental arco del triunfo se encuentra a una corta distancia del parque de El Retiro y la fuente de Cibeles, convirtiéndolo en una visita obligada en la capital española, para todo turista… La historia cuenta que, en la Edad Media, Madrid se encontraba protegida por una muralla con numerosas puertas que daban acceso a la ciudad. Estas puertas se encontraban en los límites de Madrid, y tenían una función tanto comercial como defensiva. Durante el siglo XVII se construyeron varias puertas y portones a lo largo de la muralla, siendo cinco las de mayor importancia: las de Toledo, Bilbao, Segovia, Atocha y Alcalá. Esta última se encontraba al este de la ciudad, y recibía su nombre porque marcaba el camino hacia la ciudad de Alcalá de Henares. (Y quien no se ha sacado una foto con el trasfondo de la puerta de Alcalá para que no quede al olvido la visita a Madrid, ¿verdad?) (diapositiva 1) En el mundo real y antiguo… hacían todo lo posible para que las entradas a las famosas ciudades. ¡NO quedarán en el olvido! Me refiero a las entradas grecorromanas, estas famosas entradas que solían ser para personas pertenecientes a la realeza, pues antes de entrar este tipo de personas eran saludadas por los sacerdotes y políticos, seguidamente eran escoltados hasta el centro de la ciudad, donde ante los ojos de la ciudadanía se paseaban con vestidos de ocasión portando una corona, después eran ponderados con extensos discursos que elogiaban a esa visita, finalmente eran elevados al rango “inmortal” con un sacrificio en el templo pagano. …Para culminar esa entrada, … y no se quede al simple olvido, se estampaba en diversas monedas imperiales, a fin de que se sepa; ¿cuándo y quién? había entrado con ese modo triunfal a esa ciudad romana. Ante tales sacrilegios, el apóstol Pablo mostraba su desprecio con estas palabras: “14 Pero gracias a Dios, quien siempre nos lleva en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. 15 Porque para Dios somos grato olor de Cristo entre los que se salvan, y entre los que se pierden; 16 para los unos, olor de muerte para muerte; para los otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién está capacitado? 17 Pues no somos como la mayoría que trafican (negocian) con la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.” 2 Corintios 2:14-17. Qué palabras tan maravillosas y sorprendentes pronunció el apóstol Pablo, haciéndonos ver que hay una Misión en marcha triunfal de Cristo en el mundo. Y en ella estamos incluidos todos los que estamos en Cristo, pues Cristo a vencido a su antiguo adversario, y lleva consigo a sus escogidos, para que estos anuncien su Evangelio como olor fragante a todo el mundo. TEXTO DE PREDICACIÓN (diapositiva 3) Desde esa perspectiva triunfante, pero profética, otro apóstol, Mateo nos habla en su Evangelio, sobre: LA ENTRADA TRIUNFAL DE CRISTO A JERUSALÉN , (Mateo 21). Página 1|5 La entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, Mateo 21:1-11 02.04.23 Una entrada a una ciudad donde no solo constituía el corazón del judaísmo en su época, y el foro principal de actividades religiosas con sus organizadas liturgias en el Templo, sino también era el centro mismo del poder político de Roma en Palestina. A sabiendo de esto, Mateo pone …desde un principio en manifiesto a sus oyentes judíos que Jesús es el Ungido (alguien especialmente escogido por Dios para cumplir su plan y su propósito), … el Mesías largamente esperado, el Hijo de David, Jesús que su vida dio cumplimiento a las profecías. Y lo dice claramente de esta manera al inicio de su primer capítulo (leer Mat.1:1): “Libro la Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham” Mat.1:1. Así Mateo vincula a Cristo con dos de dos pactos más renombrados del AT: 1. EL PACTO DE DIOS CON DAVID QUE CONSISTE LA PROMESA DE UN REY EN EL TRONO DE DAVID PARA SIEMPRE. - Mateo cuando nombra que Jesús es el “Hijo de David”, está diciendo que: Jesús es en sentido pleno y con validez jurídica descendiente de David, miembro de la familia real y heredero del trono de David, según la siguiente promesa escrita en 2 Sam. 7:8-13 “Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: «Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueras príncipe de mi pueblo Israel; y he estado contigo dondequiera que has ido; he exterminado delante de ti a todos tus enemigos, y te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes que hay en la tierra. Además, yo fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré allí, para que habite en él y nunca más sea removido, ni los inicuos lo aflijan más, como antes, en el tiempo en que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te haré descansar de todos tus enemigos. Asimismo, el Señor te hace saber que él te edificará una casa. Y cuando tus días se hayan cumplido y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual saldrá de tus entrañas, y afirmaré su reino. Él edificará una casa para mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino” 2 Sam. 7:8-13 2. EL PACTO DE DIOS CON ABRAHAM, A QUIEN PROMETIÓ POR ÉL SERÍA BENDECIDAS TODAS LAS FAMILIAS DE LA TIERRA. – Así, cuando Mateo escribe que Jesucristo es: “hijo de Abraham”, está diciendo que: Abraham es el fundador de todo un pueblo, es a quien se hizo la promesa más antigua y amplia en Gn. 12:3 “Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” Génesis 12:3. De modo que, el pueblo formado por sus descendientes debe ser fuente de bendición para el todo el género humano, a través de los siglos como un don valioso, hasta que esa bendición se posa en el único vástago del linaje que trae la bendición a todo el mundo, según Pablo en su epístola Gálatas 3:16: “Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como refiriéndose a muchos, sino a uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.” Ahora bien, pasando del primer capítulo de Mateo 1:1, el cual hemos visto. Ahora vamos a la culminación de su ministerio de Jesús, en el capítulo 21, donde Mateo narran el viaje final de Jesús a Jerusalén, incluyendo relatos que anticipan un desenlace definitivo de Jesús, al que conocemos Página 2|5 La entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, Mateo 21:1-11 02.04.23 como palabra castellana: “Pasión”, que proviene del latín y que significa: SUFRIMIENTO. Entonces la llamada semana de pasión apunta a los sufrimientos y a las penurias que Jesús sufrió en el último viaja a Jerusalén. LA ENTRADA MESIÁNICA EN JERUSALÉN 21 Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos discípulos, 2 diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis un asna atada, y un pollino con ella; desatadlos, y traédmelos. 3 Y si alguien os dice algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará. 4 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta, cuando dijo: 5 Decid a la hija de Sión: He aquí que tu Rey viene a ti, Apacible, y sentado sobre un asna, Sobre un pollino, hijo de animal de yugo. 6 Y los discípulos fueron, e hicieron tal como Jesús les mandó; 7 y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. 8 Y la multitud, que era muy numerosa, extendió sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las extendían en el camino. 9 Y la gente, la que iba delante y la que iba detrás, gritaba, diciendo: ¡Hosanná al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanná en las alturas! 10 Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? 11 Y la gente decía: Éste es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea. En este capítulo 21 relata que, el domingo de Ramos hubo una cierta conmoción en Betania, y que después Jesús prosiguió su camino a Jerusalén. Se suponía que Jesús iba a entrar a la ciudad ese día y se iba a quedar en Jerusalén. Así también cuentan, que la gente estaba congregada en tropel, amontonándose. …Y en eso, trajeron a una asna con su cría, y los discípulos habiendo puesto el manto, pusieron a Jesús encima y comenzó la procesión rumbo a Jerusalén. Este corto desfile fue semejante a un desfile organizado con motivo de coronación de un rey. Y por primera vez, Jesús permitió que le reconociere de manera pública y abiertamente su condición de Rey-Mesías. Eso significaba que, Su fin se aproximada con terrible velocidad, y Él debía ofrecerse como Mesías, aun cuando solo fuese para que le rechazaran después. En su entusiasmo, el pueblo arrancó ramas de la palmera y con ella alfombraron la ruta, al mismo tiempo los gritos llenaban el ambiente. Muchos de la multitud creían en Jesús, y no se avergonzaban de su Rey. En respuesta a la multitud que preguntaban: ¿Quién es este? Contestaban osadamente “Este es el profeta, Jesús de Galilea”, pero Jesús no entró a la ciudad como un conquistador triunfante romano, NO llevaba una espada en alguna mano, aunque su misión era salvar según las profecías anunciadas por los profetas. Al anochecer las multitudes se dispersaron, y Jesús regresó tranquilamente a Betania. Aparentemente, nada que se pareciera a una coronación de Jesús como Rey había ocurrido. Página 3|5 La entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, Mateo 21:1-11 02.04.23 Su reino se hizo presente, pero NO con bombo y platillo, porque todavía no había llegado su hora. Cristo debía cumplir su misión salvadora primero, y luego volver como Rey de reyes y Señor de Señores. Después, la autoridad de Cristo fue cuestionada cuando entró en el Templo, y echó a los mercaderes, volcando sus mesas y recriminándoles porque habían transformado la casa de Dios en cueva de ladrones. A esto siguió una enconada trifulca; “Entonces los fariseos se fueron y consultaron entre sí cómo atrapar a Jesús en sus propias palabras” Mateo 22:15. Y así Jesús se despidió de Jerusalén, hasta aquel momento en que vendría a sentarse en el trono de David en su segunda venida, tal como nos deja entre ver el capítulo 24:30 “Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces harán duelo todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”. APLICACIÓN DEL TEXTO De todo este simbolismo teológico expuesto por Mateo, sobre la primera llegada de Jesús a Jerusalén como Rey, en lo que conocemos como: “La entrada triunfal en Jerusalén”, me llama la atención una frase excepcional del texto profético en Mateo en 21:5; “DECID A LA HIJA DE SIÓN: HE AQUÍ QUE TU REY VIENE A TI, APACIBLE, Y SENTADO SOBRE UN ASNA, SOBRE UN POLLINO, HIJO DE ANIMAL DE YUGO” Estudiando de una manera minuciosa este versículo (21:5), observamos que Mateo combina este texto con dos profecías similares1, de distintas épocas: Isaías 62 (681 a. C), y Zacarías 9 (480 a. C). El texto de Mateo procede Isaías 62:11, la cual comienza; “Decid a la hija de Sion” (es decir Jerusalén) YA VIENE TU SALVADOR, en vez de esta frase de Isaías, Mateo la combina con la frase de Zacarías, que dice: “he aquí tu rey viene a ti”. Lo maravilloso de esta frase: “viene a ti”, no solamente anuncia una simple entrada a la ciudad, sino que el Rey entra a su pueblo, el Mesías acude para beneficio de cada uno de los habitantes de su pueblo. En otras palabras, en este domingo de ramos: …Viene a ti, en el sentido de ayudarte, viene a tu encuentro a levantarte, viene a salvarte. Viene ofrecerse como Mesías, aun cuando solo fuese para que le rechaces, pero Jesús viene a ti… (diapositiva 4) Willian Barclay, un teólogo evangélico, erudito en conocimientos en leguas originales de la Biblia, comenta de esta manera, sobre el pasaje que vinos al inicio de esta predicación en 2 Corintios 2:14-16, en cuanto las entradas triunfales grecorromanos en el tiempo de NT, y dice así: “Pablo habla ir en el cortejo del triunfo de Cristo, y luego pasa a hablar de ese aroma de Cristo para la gente, que a unos les parece olor de muerte y a otros de vida…estos pensamientos urgen en mente por la imagen de la manera que exhibían el Triunfo Romano…aquel máximo honor que se podía otorgar a un general romano victorioso con el 1 Mateo cita de una manera abundante el AT más que los otros evangelistas, hay 29 citas, 13 veces dice el autor de este o aquel acontecimiento, que tenía lugar PARA QUE SE CUMPLIESE LO DICHO POR EL SEÑOR POR MEDIO DEL PROFETA. Página 4|5 La entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, Mateo 21:1-11 02.04.23 triunfo. Para concederle tenía que cumplir ciertas condiciones. Tenía que haber sido general en jefe del ejército…por lo menos 5.000 enemigos tenían que haber vencido en combate y haber conquistado algún nuevo territorio. La victoria tenía que haber ganado contra un enemigo extranjero. Para avivar su triunfo, el desfile del general victorioso marchaba por las calles de Roma hasta el Capitolio. Primero marchaba los oficiales del estado y el senado. Luego la banda de trompetas, detrás de ello, el botín que había confiscado de la tierra conquistada, …después pasaban los cautivos encadenados conducidos a la cárcel o directamente a la ejecución. Tras de ellos venía el general en persona, en una carrosa tirada de cuatro corceles, vestido de una túnica bordada en oro con hojas de palma. En la mano llevaban un cetro color marfil coronado con el águila romana, y un esclavo sostenía sobre su cabeza una corona de Júpiter. Y mientras desfilaba el general, su ejército condecorado gritaba por las calles: ¡El que triunfó! ¡El que triunfó!” Este el trasfondo que, representada en la mente del apóstol, …más, Pablo ve a Cristo desfilando en Triunfo por todo el mundo, y se ve así mismo en la comitiva victoriosa. Por lo tanto, Pablo no vivía en un ambiente de derrota, sino en el glorioso optimismo en reconocer la inconquistable majestad de Cristo: “14 cancelando el documento de deuda en contra nuestra, que consistía en ordenanzas, y que nos era adverso, quitándolo de en medio y clavándolo en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” Colosenses 2:14-15 Así, con la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, tal como nos contó Mateo en 21: Jesús fue a la cruz, a sabiendas exactamente el precio que debía pagar para salvar nuestras vidas, y lo pagó. La noche antes de Su muerte, conocedor del sufrimiento que tenía que enfrentar, en profunda agonía oro diciendo: “Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad” (Mateo 26:42) , y cuando llegó a la cruz, con un grito agónico de victoria exclama: “Consumado es”, expresando que había cumplido perfectamente con la voluntad de Dios (Juan 19:30). Entonces, quien cumplió la voluntad del Padre, ahora nos dice: o Desde la profecía del AT, pasando por el cumplimiento en Mat. 21:5, nos dice: Vengo a ti, y me ofreceré esta semana de Pasión como Mesías, aun cuando solo fuese para que me rechaces después, más: Yo vengo a ti, … ¿me recibirás?... Por lo que, en este domingo de Ramos dejemos entrar a Jesús a nuestro corazón, recibámoslo con alegría, con aplausos, con gozo, con victorias, …pero mantengamos esa actitud no sólo por un par de días, sino constantemente. Facilitemos nuestro encuentro con Jesús, con el Rey, no por una mera tradición de Domingo de Ramos, sino hagámoslo de corazón de forma permanente, por el que vino, … y viene cada vez que leemos en los Evangelio la entrada a Jerusalén, nos dice: (diapositiva 5) «He aquí yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta de su corazón, entraré a él y cenaré con él y él conmigo» (Apocalipsis 3:20) AMEN Página 5|5