Queda 1 página (<1 min) en este capítulo PÁGINA 1 DE 470 0% leído Primera parte El actor Queda 1 página (<1 min) en este capítulo PÁGINA 24 DE 470 5% leído 1 El mundo del actor Latinoamérica e incluso de nuestro episodio de macartismo. Todos ellos constituyen un ejemplo del poder del arte. Desde la antigua Grecia, la democracia ha dependido de filó- En tanto que actores no debemos considerarnos exentos de sofos y artistas. Ésta puede prosperar únicamente a fuerza de la tarea de aprender del mundo, de nuestro país y de nuestra investigar y reflexionar sobre la condición social del hombre, po- comunidad más próxima. Tenemos que formarnos un criterio niéndola a prueba y cuestionándola. El hombre vive sujeto a propio. Las generaciones posteriores, es decir, la generación del estas condiciones empujado por un constante afán de supe- «yo», trajo con ella gente joven con preocupaciones sociales ración. Una de las primeras medidas de la dictadura consiste en diferentes que solían ir acompañadas de la idea vana y fútil de reprimir a aquellos artistas e intelectuales que puedan sembrar la que la acción individual nada puede cambiar. Sé positivamente discordia a propósito de cualquier doctrina que los subyugue. que si yo pongo mi granito de arena, detrás de mí lo harán miles Un artista despierta la curiosidad y la conciencia de su comu- de personas más; que si contribuyo con cien pesetas a saciar el nidad, y es por ello que supone una amenaza para aquellos que hambre que hay en el mundo, a la protección ambiental o a las se han hecho con el poder. Existen innumerables ejemplos de libertades civiles, muchos contribuirán igualmente después de ello en la historia reciente: Hitler censuró no sólo a todos los mí, de la misma manera que estoy convencida de que si yo no artistas contemporáneos que desafiaron al régimen, sino tam- hago nada, el resto actuará con la misma negligencia. bién las obras de algunos clasicistas alemanes como Schiller y Una vez que empezamos a familiarizarnos con los pro- Goethe, que defendían la libertad de expresión y condenaban el blemas mundiales y a entender la relación que mantiene nuestro antisemitismo. Prohibió funciones de la ópera Fidelio de Beethoven porque propugnaba la causa de los presos políticos. Son país con todos ellos, ya podemos abordar los problemas más legión los artistas contemporáneos que han discrepado de las carse de contexto y utilizarse en un sentido antipatriótico e incluso peligroso. En cualquier país, como en cualquier individuo, dictaduras, del racismo en Sudáfrica, de la opresión militar en cercanos a nosotros. «¡Mi país, para bien o para mal!» suele sa- siempre hay algo que corregir. La lucha por mejorar el estado de las cosas y mostrarse disponible para ello es la obligación del ciudadano responsable. Cierto es que ser un artista conlleva Quedan 45 páginas (41 min) en este capítulo PÁGINA 25 DE 470 5% leído birse al carro de la lucha por la causa. De una manera intuitiva mero entretenimiento, el teatro fue deteriorándose hasta conver- sentimos compasión por nuestro semejante y entregamos desin- tirse en un espectáculo carente de alma. Finalmente, acabó por teresadamente nuestro tiempo y talento para combatir el ham- extinguirse y los teatros públicos desaparecieron. (¿Cuántos bre, la enfermedad, la falta de vivienda y para protestar contra la espectáculos deleznables llenan hoy nuestros polideportivos y proliferación nuclear, contra las guerras injustas y la opresión, espacios polivalentes, incluso a veces con sus participantes pero únicamente después de que todas estas cosas hayan llamado montados sobre patines? ¿Cuántos teatros han sido abando- nuestra atención. Desgraciadamente, no existe una conciencia acerca de los falsos valores nacionales imperantes ni de las téc- nados o demolidos?) Unos siglos más tarde, en la Edad Oscura, nicas de explotación que se practican en nuestra sociedad. nuevo en forma de «milagro» religioso y obras de «pasión». Somos muy perezosos a la hora de cambiar las condiciones Finalmente se extendió por las calles y los mercados y las actuales, incluso aunque afecten a nuestro propio trabajo. Aducir compañías de mimos y actores ambulantes ofrecían su visión de que ignoramos la situación o hacerse el sordo y dar por hecho los problemas políticos locales a modo de espectáculo e impro- que las acciones individuales no conducen a nada, es conde- visaban sobre los temas eternamente fascinantes del amor y el narse a una subsiguiente esclavitud. sexo y de la vida cotidiana. (¿Cuántas iglesias, garajes o sótanos Retrocediendo a los orígenes del arte del teatro y trazando brevemente la historia de su evolución, explicaré cómo y por qué cuando la gente trataba de encontrar la luz, el teatro emergió de ocupamos actualmente en busca de una audiencia que nos escuche?) alcanzó su apogeo y por qué cayó tantas veces en desgracia; por Con los isabelinos renació un teatro que posteriormente dio qué Norteamérica le puso el sobrenombre de «El inválido fabu- paso a los grandes poetas-dramaturgos alemanes y franceses. El loso» y a santo de qué debería ser inválido, o fabuloso, o cual- reconocimiento por parte de los gobernantes de que el buen tea- quier otra cosa. tro ensalzaba la gloria de sus comunidades se tradujo en un au- El antiguo teatro griego, con sus enormes palestras al aire mento del apoyo económico y en la aparición del patrocinio. libre, era una fuente de iluminación intelectual y una forma de Esta política todavía existe fuera de Estados Unidos, aunque catarsis emocional para el pueblo. Al extenderse a los romanos, muchos teatros lidian todavía con la invasión de la burocracia sumidos en una dictadura y con una creciente propensión al que amenaza la verdadera contribución del arte en cada país. En Quedan 43 páginas (39 min) en este capítulo PÁGINA 27 DE 470 6% leído toda Europa existen teatros subvencionados por el gobierno cen- las óperas, orquestas, compañías de danza, museos y biblio- tral y el municipal. (En Alemania cuentan también con ayudas tecas. Significa que existe un respeto hacia los artistas de teatro. del ministerio de Industria y de Trabajo.) Gracias a estos cons- En Estados Unidos todavía tenemos que ganarnos este respeto y tantes y asequibles subsidios, el público ha desarrollado una afi- este apoyo. No nos queda otra salida si queremos levantar ca- ción por el teatro. El teatro es parte de la vida cotidiana de la gente. (Un día que hacía cola para comprar entradas en el Bur- beza y salir del pantano de la industria comercial en el que ac- gtheater de Viena, una joven hablaba con su amiga de los pro- dido llegar a esta situación? tualmente estamos sumergidos y estancados. ¿Cómo hemos po- blemas que tenía como vendedora. De pronto le preguntó su Cada vez que me desespero pensando en la situación actual opinión sobre una película recién estrenada. «No la he visto. del teatro en Estados Unidos, intento recordar que nuestro país ¿Para qué voy a ir al cine cuando puedo ir a ver una obra de tea- es muy joven y soy consciente de la velocidad con la que este tro?» Ésa fue su respuesta.) Estos teatros subvencionados, que arte ha pasado del caos a la civilización. Los primeros cien años constituyen la columna vertebral de los teatros del país, coexis- de vida sirvieron para despejar la maleza, dividir el suelo, pro- ten felizmente con los teatros comerciales, los experimentales y porcionar cobijo y tierras de cultivo, crear escuelas, iglesias y los cabarets políticos. Ofrecen un amplio abanico de posibi- ayuntamientos. La formación de gobiernos viables, la comuni- lidades, no sólo al público sino también a los actores, que pue- cación entre los poblados, la lucha por un alto nivel de educa- den escoger el tipo de teatro que más les convenga para su estilo ción y las artes tuvieron que esperar su turno. de trabajo. (En los teatros estatales de Austria y Alemania, los Cuando pudimos estabilizarnos económicamente gracias a actores trabajan con contratos indefinidos, las vacaciones paga- la explotación de nuestros recursos naturales, el comercio de das y una pensión de jubilación acorde a sus sueldos.) pieles, madera y algodón, fuimos objetos, a su vez, de explo- Al poner énfasis en la importancia del teatro subvencionado tación. La opresión de los patronos coloniales fue aumentando no quiero decir que sea necesariamente ésa la solución para los hasta provocar una inevitable revolución. Nuestros Padres problemas del artista, pero es evidente que estas ayudas impli- Fundadores, valiéndose de los filósofos griegos, prometían liber- can un reconocimiento de los frutos que nos brinda la cultura, tad y justicia para todos y un derecho a la búsqueda de la feli- del valor que tiene el teatro para la sociedad, conjuntamente con cidad. La lucha por llevar a cabo estas promesas no la hemos Quedan 41 páginas (37 min) en este capítulo PÁGINA 29 DE 470 6% leído nado. Hemos tardado mucho tiempo en aceptar lo que libertad y dispuestos a rebelarse y a saciar la sed de diversión de la gente justicia «para todos» significa, y actualmente podemos confir- ofreciendo consuelo a sus miserables vidas, aunque fuera a un marlo con amargura. Creo que el derecho del individuo a la bús- nivel muy primario. queda de la felicidad está corrompido porque sólo es posible Los colonos franceses y españoles fundaron algunas conseguirlo a costa de los demás. La «libre empresa» significa compañías de teatro, pero fueron los actores inmigrantes ingle- finalmente ejercer el control sobre los demás y, si es preciso, ses los que ejercieron una mayor influencia. Al principio actua- arruinarlos. Las Sociedades Corporativas no se constituyen para ban sobre tablados provisionales en las calles mayores o en las proporcionar ayudas y empleo sino para saciar el afán de lucro tabernas y llamaban a sus espectáculos sermones o «diálogos personal y el ansia de poder. Y nuestro teatro forma parte de esta morales» para poder burlar la ley. El número de compañías iba sociedad. aumentando y en 1752 los comerciantes construyeron el primer La evolución del teatro no es sólo un fenómeno fascinante teatro como Dios manda en Williamsburg, Virginia, para la com- sino muy significativo para nuestra problemática¹ actual. De los puritanos heredamos el concepto de que cualquier forma de tea- pañía de Walter Murray y Thomas Kean. Solía tratarse de compa- tro era inmoral, de que todos los artistas eran vagabundos, hijos actuaban con la colaboración de otros actores. Compartían rameras o charlatanes (algunos lo eran y otros todavía lo son la recaudación, y vivían con cuatro duros como muchos de los hoy). A medida que las colonias fueron creciendo, se decretaron actores de hoy. Interpretaban obras inglesas de Shakespeare y leyes que prohibieron cualquier tipo de espectáculo en todos los obras de dramaturgos de la Restauración, y traducciones de estados excepto Maryland y Virginia. Las leyes no se abolieron alegorías morales alemanas y francesas, normalmente en ver- hasta ciento cincuenta años después de la guerra, y la ley que ve- siones abreviadas por razones de la época, de presupuesto, y taba enterrar a los actores en el camposanto no se derogó ofi- por su tendencia a ofrecer productos para el gran público. Via- cialmente hasta el siglo XX. (A finales del siglo XIX, The Little jaban mucho, concretamente entre los lugares más sofisticados Church Around the Corner de Nueva York fue la primera en auto- de Charlotte (Carolina del Norte), Filadelfia, Nueva York, y, des- rizar los entierros y las bodas de actores ¡por ese motivo celebré pués de la guerra, Boston (Massachusetts). Los desplaza- en ella mi primer matrimonio!) Aun así, siempre había actores mientos ñías formadas por familias, donde el hombre, la mujer y los eran arriesgados debido principalmente a las Quedan 39 páginas (35 min) en este capítulo PÁGINA 30 DE 470 6% leído tadas carreteras y a los pobres medios de transporte. Pero a me- son dos clásicos norteamericanos.) El público aficionado cana- dida que las fronteras se desplazaban hacia el oeste, los actores lizaba sus problemas domésticos mediante risas, lágrimas, abu- también se iban trasladando. cheos o aplausos. El género del melodrama, cada vez más per- Los actores nativos, conforme engrosaban las compañías feccionado en su forma, cobró prestigio y se mantuvo como inglesas, desarrollaban un complejo de inferioridad que parece puntal del teatro durante años. Las compañías lo incluían en su haberse intensificado con el paso de los años. A comienzos del programación habitual y en el repertorio de reserva. A finales del año 1800, Charlotte Cushman y Edwin Forrest fueron los pri- siglo xix el melodrama fue perdiendo fuerza con la llegada a meros actores nacidos en Norteamérica que se establecieron, nuestras costas de los nuevos representantes del realismo so- no sin arduos esfuerzos, como artistas de primer orden. A lo cial. Éstos eran autores como Ibsen, Chéjov y Shaw, y no sólo largo del siglo xix, debido a la imparable ola de destacados acto- exigían mucho más a nuestros actores que los dramaturgos nor- res ingleses que visitaba el continente, el sentimiento de inferio- teamericanos sino que influyeron de manera contundente en los ridad colonial siguió presente; hoy todavía no ha desaparecido dramaturgos en ciernes, entre ellos a Eugene O’Neill. por completo. Hay que decir que éste se sigue fomentando por Siempre he recordado con fascinación el sentimiento de parte de nuestros colegas ingleses, lo que se añade a nuestra identificación que me invadió cuando leí sobre el teatro nortea- falta de autoestima interpretativa. William Dunlap, nacido en 1766, fue el primer dramaturgo mericano del siglo XIX. Pero éste tomó auténtica vida al sumergirme en la biografía de Edwin Booth, sin duda uno de nuestros norteamericano. Creó un tipo de alegoría moral que fue aceptada más grandes actores. En seguida me identifiqué con la época, incluso por los puritanos. De ahí surgieron los melodramas que participando en las actividades de los actores, imaginando per- tan populares se hicieron en todos los estamentos sociales, sin fectamente las condiciones bajo las que trabajaban. De todos olvidar al público más iletrado. Las obras, en tanto que refle- sus esfuerzos extraje muchas conclusiones. xiones sobre los problemas sociales acerca de la pobreza, el al- Edwin Booth nació en 1833. Fue el segundo hijo del actor cohol, las mafias y el esclavismo, proporcionaban respuestas británico Junius Brutus Booth. Trabajó de aprendiz en la com- justas al pueblo. Los villanos recibían su merecido y las víctimas pañía de su padre y, antes de la muerte de éste, a sus diecinueve se salvaban o iban al cielo. (La cabaña del Tío Tom y El borracho años, Edwin ya se había decantado por un estilo de Quedan 37 páginas (33 min) en este capítulo PÁGINA 32 DE 470 7% leído tación simple, humanamente honesto y realista, opuesto al de su «El Club de Actores» de Gramercy Park puede visitarse su casa, padre, que era pomposo e histriónico. Luchó durante toda su ca- cuyos pisos superiores se conservan como un museo. Se le rrera por perfeccionar la técnica. Viajó intensamente con diver- pone a uno la piel de gallina al entrar en su habitación y ver las sas compañías. (Cuál fue mi sorpresa al enterarme de que en zapatillas a los pies de la cama; sientes que va a aparecer en una función de una versión abreviada de Shakespeare en la que cualquier momento. Están igualmente expuestos sus trajes, obje- actuaba Booth, en un yacimiento de minas del Lejano Oeste, los tos, libros y textos. Esta visita nos estimula a leer otras biografías mineros, en su mayoría ingleses y galeses, interrumpieron la fun- de la época. ción declamando a voz en grito los versos que habían sido supri- Es interesante leer la historia de aquel joven norteamericano midos, hecho que demuestra que conocían bien el texto.) Booth, nacido en Nueva York en 1807 que se enamoró del teatro asis- en la segunda mitad del siglo, se convirtió en uno de los céle- tiendo a las funciones desde la última fila del palco y que, sa- bres actores-agente con compañía propia que dieron origen a lo biendo que nunca podría actuar en las obras de prestigio de que se conoció como la Edad de Oro del Actor. Con los años, Estados Unidos, dio un giro radical a la tendencia del momento Booth trabajó en otras compañías como actor invitado. Viajó al y partió a Inglaterra para iniciar la carrera de actor. Se convirtió extranjero, y desplegó su talento compitiendo con los actores en uno de los mejores trágicos de su generación y fue conde- más célebres de Inglaterra y Alemania. Vivió la terrible expe- corado por todos los monarcas de Europa por su interpretación riencia del asesinato de Abraham Lincoln perpetrado por su pro- de personajes como Lear, Shylock y Otelo. Murió en 1867 en una pio hermano, el también actor John Wilkes Booth, quien no sólo gira en Lodz, Polonia, donde fue enterrado con todos los hono- causó mucho daño a su carrera sino que afectó a su vez de ma- res que merece un artista. Se trata de Ira Aldridge, y era negro. nera negativa a toda la profesión. Los artistas se ganaron de Todo actor-agente de la Edad de Oro tenía una residencia- nuevo la reputación de granujas, incluso la de asesinos. El hecho base con un teatro de propiedad y una compañía propia con un de que Booth pudiera sobreponerse a aquel estigma da la me- repertorio escogido por él. Esta figura de actor-agente lo contro- dida de su grandeza, pues fue llorado a su muerte, acaecida en laba todo: actuaba, dirigía, y a veces incluso escribía las piezas. 1893, y bautizado como «El príncipe de los actores». Estos actores interpretaban melodramas, obras clásicas, y tra- Actualmente, en la ciudad de Nueva York, con el permiso de ducciones de nuevas obras europeas. Se desplazaban por las Quedan 35 páginas (32 min) en este capítulo PÁGINA 34 DE 470 7% leído ciudades representando sus funciones y a menudo desesta- perdieron totalmente el mando ya que no podían escoger la obra bilizaban a las compañías fijas locales que se habían logrado instaurar por todo el país. Las compañías competían entre ellas en la que actuaban, el papel que interpretaban, ni el estilo de su para alcanzar la supremacía. Su creciente reputación atrajo a preocupados únicamente en vender la imagen pública que sus actores extranjeros de primer orden que llegaban sin compañía y agentes hábilmente les habían asignado. (Este sistema de crea- trabajaban como artistas invitados. Como los actores visitantes ción de estrellas mediante el que se despachaba a cualquier actor reportaban importantes fuentes de ingresos, poco a poco se fue que se atreviera a rebelarse es el que después adoptaron los formando un sólido star system. Al ser estrellas, exigían que los estudios de Hollywood.) P. T. Barnum, el showman por antono- actores residentes cambiaran su estilo de actuación decan- masia, no sólo fue el que instauró el circo en Norteamérica sino tándose hacia el suyo propio, y en consecuencia la calidad de las que produjo muchas obras, importó actores y construyó teatros compañías locales empezó a bajar en picado. (¿No os suena a algo?) El actor-agente dejó de asumir la responsabilidad de la para ellos. En una ocasión manifestó: «El show business exige dignidad en todas sus manifestaciones, desde el número de un compañía y se acogió al papel de «estrella invitada». Los actores mono hasta la exhibición del arte musical o teatral más su- secundarios se convirtieron en «floreros» imprescindibles. Esta situación dio origen a una nueva figura: el productor que no blime». Los términos de teatro legítimo y actor legítimo se acuñaron en este período para diferenciarse de otras formas más actuaba. Durante los últimos años del siglo, hombres como Augustin populares del show business (en las que se incluían espectáculos siempre en auge: recitales de músicos ambulantes, el circo, el Daly y David Belasco tomaron el relevo de los actores-agente que vodevil y la revista). Legítimos o no, seguían formando parte del todavía quedaban contratando compañías que ellos mismos «negocio». trabajo; llegaron incluso a perder el control de su propia vida, dirigían. También escribían sus obras y diseñaban montajes Para entonces, nuestras ciudades más grandes contaban cada vez más espectaculares y realistas a nivel escénico. Su gran con orquestas municipales y compañías de ópera que los ciuda- orgullo consistía en crear nuevas estrellas a quienes daban órde- danos más destacados ya reconocían como valores culturales y a nes como si fueran sus súbditos y a quienes trataban, al igual las que se dotaba de subvenciones. El teatro era el hijastro que a los otros actores, como niños desamparados. Los actores comercial menos reputado, considerado no digno de apoyo Quedan 33 páginas (30 min) en este capítulo PÁGINA 35 DE 470 7% leído municipal, y los actores más conocidos no lucharon por des- más de diez años como un monopolio próspero pero altamente prenderse del sambenito de artistas de segunda clase. Les bas- destructivo. Compraron o alquilaron los teatros más importantes taba con ir acumulando su gloria personal y sus galardones del país, obligando a sus empleados a actuar bajo sus auspicios, mientras los actores secundarios soñaban con alcanzar la determinando quién actuaba y quién no y qué obras se escogían. misma categoría. Ya no compartían las ganancias, sino que Al ser su objetivo principal ganar dinero y abarrotar sus salas, se cobraban un salario fijo a discreción de los representantes, y el rebajaron al espectáculo de masas del talante más vulgar a fin de salario duraba lo mismo que la función de teatro. Pasaron a ser complacer al público. Despertar la atención de los espectadores actores «de alquiler». y programar obras maestras de teatro, tiempo atrás objetivo pri- Los productores como Daly y Belasco, a pesar de ser déspo- mordial de algunos actores-agente, ya no interesaba. Cualquier tas y autoritarios, procedían del mundo del teatro. Se habían pa- actor o productor que se rebelara era automáticamente despe- sado la vida trabajando de aprendices de actor, de agentes tea- dido y tenía que recurrir a teatros inferiores o, una vez más, a trales y de escritores, y se implicaban seriamente en los dife- espectáculos ambulantes. Algunos, Belasco entre ellos, lucharon rentes aspectos del montaje. Pero hacia finales de siglo los au- contra esta tendencia, y también actores de renombre como ténticos villanos del teatro resultaron ser los antiartistas, los Minnie Maddern Fiske, Joseph Jefferson y, curiosamente, James empresarios y hombres de negocios. Consiguieron ejercer un O’Neill, el padre de Eugene. Pero no consiguieron gran cosa. En dominio sobre los artistas de todas y cada una de las generaciones que tenían ambiciones y aspiraciones más altas que las 1905, el sindicato empezó a perder poder con la llegada de otro monopolio: los hermanos Shubert, cuyo legado todavía perma- de comprar y vender mercancía. En 1896, al percibir que aquello nece vigente. Su cártel inmobiliario fue debilitado por otros, podía reportar grandes beneficios, Charles y Daniel Frohman algunos de los cuales siguen todavía hoy sólidamente atrin- crearon el Sindicato Teatral junto con otras doce personas. (No cherados en Broadway. sé qué palabra me produce más tirria, si «sindicato» o «empre- La transición entre los siglos xix y xx aportó actores nota- sario», ambas con connotaciones de explotación, mafia y escla- bles. Resulta muy interesante leer sobre ellos: Julia Marlowe, He- vismo.) Los Frohman se instauraron como agentes-empresarios lena Modjeska, Ada Rehan, Maude Adams, Richard Mansfield, tras la fundación de este sindicato, que se estableció durante Otis Skinner, E. H. Sothern, los Drew y los Barrymore, entre Quedan 31 páginas (28 min) en este capítulo PÁGINA 37 DE 470 8% leído chos otros. Pero Minnie Maddern Fiske constituye el mejor negie, John Jacob Astor y Otto Kahn. Influenciados por el re- ejemplo para todos nosotros. Fue una artista valiente, pionera, ciente éxito del Teatro de Arte de Moscú, construyeron el New incorruptible en su cruzada contra los agentes-empresarios, ac- Theatre, un espacio con instalaciones muy modernas y un esce- tuando en teatros ruinosos o improvisados y conservando su nario giratorio. Contrataron a Winthrop Ames, un director idea- compañía «Manhattan Theatre» mediante la que introdujo lista, y a una «compañía permanente» y programaron un reper- obras de Ibsen y «nuevos» estilos de interpretación. Su teatro torio de clásicos y otras obras excepcionales. Sin embargo, el fue descrito una y otra vez como increíblemente «vivo» y proveedor de los montajes seguía siendo el propio star system y, tal vez debido a otras razones, el proyecto sucumbió al cabo de «espontáneo». Un gran actor negro de la transición fue Charles S. Gilpin, a quien Eugene O’Neill, remitiéndose a su interpretación de Brutus Jones en El emperador Jones, describió más tarde como «el único actor capaz de encarnar cada detalle del personaje que yo tenía en mente». Gilpin fue también productor de la única compañía unos años. Pero la rebelión de los artistas contra el imperio del teatro de masas de segunda fila fue inevitable. A través de las generaciones siempre han corrido rumores sobre la concepción del teatro como forma de arte. Sólo en el fija de raza negra del país, que actuaba en el Teatro Lafayette de año 1915 nacieron tres empresas, independientes una de la otra, que ejercieron una gran influencia en nuestro teatro, todavía vi- Nueva York. gente. Alice e Irene Lewisohn iniciaron la Neighborhood Pla- En aquel tiempo muchos otros actores jóvenes empezaban yhouse como parte de Henry Street Settlement en el Lower East a echar raíces: Pauline Lord, Alice Brady, Helen Hayes, Laurette Side de Nueva York. Durante quince años ofrecieron a la comu- Taylor (la mejor actriz que recuerdo), Alfred Lunt y Lynn nidad obras arriesgadas y buenos espectáculos. Finalmente todo Fontanne². Pero a comienzos de 1900, el show business seguía imponiéndose en las giras y abarrotando las grandes ciudades ello condujo a la fundación de The Neighborhood Playhouse con sus abundantes espectáculos-basura. su género. En la colonia de artistas de Cape Cod, los Provin- Los primeros que iniciaron un contraataque contra esta co- School of the Theatre, siendo todavía hoy uno de los mejores en rriente fueron un grupo conocido por sus contribuciones filan- cetown Players, con la excelente Susan Glaspell y su marido George Cram Cook a la cabeza, formaron en sus inicios un teatro de trópicas a las otras artes. Se trataba de J. P. Morgan, Andrew escritores. A ellos se sumaron Edna St. Vincent Millay y el joven Quedan 29 páginas (26 min) en este capítulo PÁGINA 39 DE 470 8% leído dramaturgo Eugene O’Neill, entre otros. Sus obras fueron repre- una versión de repertorio modificada con una compañía que sentadas por actores tan reputados como Jasper Deeter y Walter contaba con los actores de carácter mejores del momento y jóve- Huston (el padre de John Huston). Para la temporada de in- nes intérpretes como los Lunt. Se dieron a conocer grandes vierno se trasladaron a la calle MacDougal en Greenwich Village escenógrafos como Robert Edmond Jones, Jo Mielziner, Donald y continuaron activos hasta la caída de la bolsa de 1929. (¿Quién Oenslager y Lee Simonson; escritores como O’Neill, Sidney Ho- dice que el Off-Broadway es una corriente nueva?) El tercer ward, Elmer Rice, S. N. Behrman, Robert Sherwood, Maxwell grupo se hacía llamar The Washington Square Players. Se cen- Anderson y numerosos dramaturgos europeos, entre ellos Geor- traron en representar obras importantes bajo la tutela de Edward ge Bernard Shaw. Goodman y trabajaban con actores jóvenes como Katharine Cor- (Haré un inciso para contar mi anécdota favorita sobre un nell y Roland Young, con los escenógrafos Lee Simonson y Ro- pequeño incidente que tuvo lugar entre el Theater Guild y Ber- bert Edmond Jones y los escritores Zoë Akins y Philip Moeller. nard Shaw. El Guild envió un telegrama a Shaw pidiéndole si po- Pero lo más importante fue que al cabo de tres años se unieron a dían recortar la obra para evitar que los actores que tenían que otro grupo y conjuntamente forjaron los cimientos del famoso trasladarse fuera de la ciudad perdieran el tren al finalizar la Theater Guild. representación. Shaw contestó al telegrama: «¡Retrasen los hora- El Guild, que se fundó en 1919, fue la empresa de esta clase rios de los trenes!».) más exitosa y la que perduró más tiempo, unos cuarenta años. Las constantes luchas internas en la junta del Guild fueron Su funcionamiento se adaptaba al del sistema comercial vigente, inevitables y los artistas renunciaron a tomar decisiones. Mu- que consistía en una autofinanciación respaldada por promo- chos abandonaron la compañía y aceptaron otras ofertas más tores y por una cuota de suscriptores, siendo esta última la lucrativas. Incluso los Lunt, sintiéndose desaprovechados, se modalidad que se solía utilizar para los conciertos. Otro de los fueron también por su cuenta, y regresaban únicamente cuando sistemas nuevos que se adoptó fue el de operar bajo la dirección podían estar al mando de sus montajes. Poco a poco el Guild de un consejo, compuesto no sólo por un abogado y un director fue perdiendo calidad y a su vez la influencia que había ejercido comercial sino por actores, escenógrafos, directores y drama- sobre Broadway. Durante los últimos años de su existencia, turgos. En su época de máximo esplendor el Guild representó cuando la figura del productor no artista empezó a dominar el Quedan 27 páginas (24 min) en este capítulo PÁGINA 40 DE 470 9% leído circuito, el Guild se convirtió en una agencia de contratación de ticularmente de la lealtad ante un ideal compartido!! Pero volveré otros montajes³. Como ramificación del Guild surgió un noble experimento a los años veinte para hablar de cómo se desencadenó nuestra que pusieron en marcha artistas que querían controlar de cerca Eva Le Gallienne, en su adolescencia, se convirtió en una su propio trabajo: The Playwrights Company. Se mantuvo entre estrella de Broadway tras actuar en dos obras de Ferenc Molnár, los años 1938 y 1960⁴. Un grupo de personas formado por Ro- The Swan y Liliom. Estimulada por la gran admiración que sentía bert Sherwood, Sidney Howard, Elmer Rice, Maxwell Anderson y por los actores europeos y su tradición, fundó el Civic Repertory S. N. Behrman, decepcionados por la dictadura artística y en la Calle 14. Gracias a su inconmensurable habilidad y tesón económica que ejercían el mercado, los propietarios de teatros consiguió apoyo filantrópico para diseñar montajes de obras clá- como los Shubert, los productores, incluso el Theater Guild, se sicas y neoclásicas que incluyó en el repertorio al que daba vida unió para luchar contra el productor no artista y se convirtieron una compañía permanente con artistas invitados ocasio- en sus propios productores. Todos ellos (autores ganadores del nalmente. De 1926 a 1932 el teatro funcionaba a unos precios as- premio Pulitzer, liberales auténticos, personas que creían que el equibles para que el verdadero aficionado (algunos de los cuales teatro debía tener un sentido social e instruir moralmente al pú- son ricos) o el público joven pudiera acudir con cierta asiduidad. blico) consiguieron establecerse. En los años que prosiguieron, El Civic se recuerda con cariño y nostalgia porque por fin Nortea- sus montajes tuvieron mucho éxito y varios dramaturgos de pri- mérica podía jactarse de contar con un teatro con repertorio mer orden se unieron a ellos. Pero como también ellos estaban sujetos al sistema de pérdidas y beneficios, y competían eco- profesional⁶. En 1937, cuando deseaba firmemente entrar en la profesión, escribí a Eva Le Gallienne para asistir a una audición. nómicamente con el resto de Broadway, su camino se fue obs- Yo conocía la reputación del Civic y creía que era el único tipo de taculizando, y los problemas del panorama comercial del mo- teatro que podía ajustarse a mi estilo. Lo que no sabía es que mento acabaron por engullirlos económica y espiritualmente⁵. Cuando ya se disolvieron, en un arranque de optimismo, cre- hacía cinco años que había dejado de funcionar y que Le Ga- yeron que era preciso intentar de nuevo un proyecto similar, pero pendientes sin dejar de soñar en el valiente proyecto de un que su éxito dependería ¡¡del respeto mutuo de los artistas y nuevo Civic. evolución. llienne estaba luchando por encontrar su lugar en montajes inde- Quedan 25 páginas (23 min) en este capítulo PÁGINA 42 DE 470 9% leído La quiebra de 1929 y la consiguiente depresión de los años perficiales, que tanto practican los seudoartistas.) El verano de treinta afectó, como era de esperar, a toda la comunidad teatral. 1931, con el empuje y la ayuda económica del Theater Guild, Los miembros pertenecientes a todas las artes se vieron casi Clurman convenció al resto de participantes para que se suma- obligados a desarrollar una conciencia social, y el nivel de com- ran al experimento en Connecticut prometiéndoles habitación y promiso resultó ser muy alto. Surgieron «laboratorios» de acto- comida. Entre los actores se encontraban Sanford Meisner, Ste- res y talleres, siempre basados en actividades políticas. El Group lla Adler, Elia Kazan, Franchot Tone, Morris Carnovsky, J. Theatre, sin embargo, se concibió como teatro no sólo social Edward Bromberg y Clifford Odets. Más tarde se unieron John sino como teatro con ambiciosas finalidades artísticas. Muy in- Garfield, Luther Adler, Lee J. Cobb, Irwin Shaw, William Saroyan, fluenciado por los principios de Stanislavsky y las normas a las Frances Farmer, Sidney Kingsley, Robert (Bobby) Lewis y Mar- que se ceñía el Teatro de Arte de Moscú, el Group Theatre emer- garet Barker. Toda esta lista es testigo del impacto que The gió bajo la dirección de Harold Clurman. Empezó como colonia Group Theatre causó en nuestro teatro. Durante diez años cons- de verano en 1931 en Connecticut. La mayoría de los actores, tituyeron una fuerza de primer orden en Nueva York, introdu- que eran veintiocho, y los tres directores, Clurman, Lee Strasberg ciendo cambios en la dirección, en el trabajo de compañía, y en y Cheryl Crawford, habían trabajado juntos en el Guild, el Provin- el tipo de obras, cambios que sedujeron a una nueva audiencia cetown y The Neighborhood Playhouse. Discrepaban de manera unánime de la tendencia comercial y discutían apasionadamente además de a la de toda la vida⁷. En el momento cumbre de la depresión, cuando el mercado, cada detalle, desde el problema de la falta de integridad artística los montajes comerciales de Nueva York y los ambulantes se hasta las deficiencias en dirección y en interpretación. Su deseo vinieron abajo, a los miles de actores que solían estar en el paro era el de formar una compañía digna con un código común y se les sumaron otros miles. Los trabajos para sobrevivir que los una técnica de interpretación siempre mejorable con el fin de actores esperaban ansiosamente entre papel y papel también representar obras con un significado social. (Como ocurre siem- desaparecieron: camarero, pinche de cocina, secretario de ofi- pre con el arte, una colaboración fructuosa sólo surge de pasio- cina, chico de los recados, o empleado del hogar. Los actores nes compartidas, de discusiones airadas y de una búsqueda de estaban literalmente en la calle. El joven Henry Fonda fue uno de soluciones. Pero nada se cosecha de las relaciones sociales tantos que se sumó a vender manzanas en Times Square. Quedan 23 páginas (21 min) en este capítulo PÁGINA 44 DE 470 9% leído Una de las ideas innovadoras de Franklin Delano Roosevelt que nos sacó del estercolero fue el Works Progress Adminis- negros) y Doctor Fausto de Marlowe (bajo el patrocinio de Orson Welles y John Houseman, quienes colaboraron poco después en tration (WPA), organismo en el que se incluía el Teatro Federal. la creación del maravilloso, aunque de corta vida, Mercury Thea- Este episodio fue el único en la historia de nuestro país en el que existió un teatro nacional subvencionado por el gobierno, que ter). La obra The Cradle Will Rock de Marc Blitzstein fue considerada tan «subversiva» que se la tachó de ser la responsable de inicialmente llegó incluso a comprometerse a no interferir ni la ley del Congreso que acabó con el Teatro Federal en junio de censurar. El proyecto fue de gran envergadura y muy ambicioso, 1939. Un miembro del Congreso preguntó si Christopher Mar- y consiguió milagrosamente mantenerse en pie, aunque sólo lowe había sido comunista. Otros consideraban a Shakespeare fuera por unos años, de 1935 a 1939. Su final fue debido única- demasiado subversivo. (No hay que olvidar los intentos del Con- mente a la persecución anticomunista de los comités del Con- greso de eliminar la Fundación Nacional de las Artes o los de la greso, que decidieron privarlo de las nóminas estatales. Las estadísticas son abrumadoras. En cuatro años se produ- Moral Majority [Consejo Moral] de retirar Romeo y Julieta de las librerías con el pretexto de que inducía a los adolescentes al sui- jeron más de mil doscientos proyectos, desde espectáculos de cidio y al consumo de drogas.) Una figura central que se encargó circo, marionetas, obras musicales, hasta operetas, obras contemporáneas y clásicas. Sólo en el primer año, se emplearon del Teatro Federal fue la extraordinaria Hallie Flanagan⁸. La primera mitad de los años cuarenta fue una época de más de doce mil trabajadores del mundo del teatro en treinta y auge económico debido, paradójicamente, a la segunda guerra una ciudades. Su trabajo llegó a proyectarse ante millones de mundial. El teatro comercial resurgió con obras de evasión, espectadores. Los dramaturgos, impresionados antes tales es- comedias de guerra ligeras (participé en un par de ellas no sin fuerzos, contribuían con su trabajo sin exigir derechos de autor. sentirme culpable: The Admiral Had a Wife y Vicky, ambas con Algunos montajes tuvieron mucho éxito. Otros fueron muy in- José Ferrer), y algún montaje más serio como There Shall Be No novadores. A pesar de que la calidad del trabajo solía ser pobre, Night y Otelo. Había muy pocos montajes interesantes de índole no comercial a excepción de algunas iniciativas por parte de en ningún momento afectó al entusiasmo de los artistas. Entre los montajes había catorce obras de O’Neill, nueve de refugiados europeos, como la sección de teatro de la Nueva Es- Shaw, Asesinato en la catedral de T. S. Eliot, Macbeth (con actores cuela de Investigación Social, dirigida por Erwin Piscator, o la Quedan 21 páginas (19 min) en este capítulo PÁGINA 45 DE 470 10% leído inauguración del Seminario de Max Reinhardt en California y, en dwicke y yo misma. Conforme avanzaba la década, el criterio 1945, la fundación del Estudio HB, de Herbert Berghof, en Nueva comercial se hacía predominante y los montajes iban perdiendo York. Berghof quería crear un espacio y un hogar en el que, con- calidad. Incluso cuando parecía que todo iba viento en popa, juntamente con sus colegas, se pudiera experimentar, practicar, muchos nos sentíamos mal por la falta de continuidad y la cons- y aprender nuevas técnicas, en lugar de vagabundear por los tante presencia del marketing, la gran prioridad que regía nues- cafés quejándose de no encontrar otra salida para el trabajo de tras actividades. En consecuencia, los artistas más jóvenes, muy creación. En 1947, bajo los mismos principios, se fundó el Ac- inquietos ante aquel panorama, se rebelaron. El Off-Broadway tors’ Studio, del que Herbert Berghof fue socio fundador. Mien- volvió a emerger tras los arduos esfuerzos del Teatro Phoenix¹⁰, tras tanto, con la aparición de nuevos dramaturgos como Ten- el Circle in the Square y el Teatro Cherry Lane entre otros. Mu- nessee Williams, Horton Foote y Arthur Miller, de los montajes chos actores jóvenes empezaban a dejar su huella: Geraldine de la ya establecida Playwrights Company y los interesantes Page, Jason Robards, Maureen Stapleton, por mencionar unos géneros que nacieron del musical norteamericano, los años cua- pocos, se formaban en el estudio HB. Samuel Beckett empezaba renta finalizaron con un sentimiento de esperanza y los cin- a causar un gran impacto y Edward Albee llamaba la atención de cuenta arrancaron en plena forma⁹. Conservo un recorte publicitario de una agencia teatral de muchos con Historia del Zoo, La caja de arena y El sueño diciembre del año 1950 que anuncia todos los espectáculos que americano. Pero el yugo del macartismo ya se cernía sobre el país. Du- ofrecía Broadway aquella semana. Había tres obras de George rante los «fabulosos cincuenta», cuando las comunidades tea- Bernard Shaw, una de Shakespeare, de Pinero, de Anouilh, de trales de escritores, directores y actores ya se habían establecido, Van Druten, los musicales Guys and Dolls, Pal Joey, The King and de pronto vieron ahogar sus voces en un ambiente de terror en I, South Pacific y Call Me Madam con actores como Judy Garland, Gertrude Lawrence, Yul Brynner, Ethel Merman, Bert Lahr, el que las traiciones, claudicaciones y suicidios resultaban fre- Phil Silvers, Audrey Hepburn, Richard Burton, Julie Harris, David que las creencias y convicciones personales se pusieron en Niven, Jessica Tandy, Hume Cronyn, Charles Laughton, Charles juego, en el que posicionarse a la izquierda del centro estaba Boyer, Vivien Leigh, Lawrence Olivier, Henry Fonda, Cedric considerado un crimen, en el que personas famosas se cuentes. De no estar familiarizado con este episodio negro en el Quedan 19 páginas (17 min) en este capítulo PÁGINA 47 DE 470 10% leído tieron en víctimas de los comités del Congreso a fin de intimidar Ángel, en Velázquez y en Rembrandt; en el poder del trazo, a los ciudadanos menos conocidos y así someterlos, es posible en el misterio del color, en la redención de todas las cosas a leer sobre ello en muchas crónicas políticas o en las biografías través de la Belleza eterna, y en el mensaje del Arte que ha de las víctimas y perpetradores de estos crímenes. Es importante bendecido estas manos. Amén. Amén.» Estas palabras fue- si uno quiere evitar que se repita una época tan terriblemente ron las del pintor agonizante Louis Dubedat en la obra The triste. Todavía hoy me resulta difícil remover aquel pasado, pues Doctor’s Dilemma, de George Bernard Shaw. Es el credo de la herida que me dejó es muy profunda. Me gustaría citar unas un pintor, un ser humano específico, y sólo una parte del declaraciones que se me permitieron hacer gracias a Edward R. credo del autor, cuyas convicciones están resumidas en la Murrow, el osado periodista que opuso resistencia al senador Jo- totalidad de su obra. No como escritora, profeta o filósofa, seph McCarthy, el responsable de la «caza de brujas» antico- pero en tanto que actriz, me serviré de la contribución de un munista. Durante un tiempo, el programa de radio de Murrow se dramaturgo para parafrasear mi ideario: creo en los antiguos presentaba mediante la locución «Éste es mi credo», en el que griegos que iniciaron nuestro teatro hace 2.500 años, en el muchas de las víctimas del macartismo podían desahogarse milagro de los dones de Eleonora Duse, en el poder de la expresando sus creencias y opiniones. Se recopilaron cientos de verdad, en el misterio de los sentimientos, en la redención declaraciones en un pequeño libro¹¹. Mi intervención empieza con la siguiente cita: de todas las cosas a través de la imaginación eterna, y en el «Sé que de una manera totalmente accidental, luchando bajo, otorga la inspiración y creación a todos los artistas por abrirme paso a través de la irrealidad de la vida, no siem- mensaje del arte que, mediante el incansable y laborioso trabenditos. Amén. Amén. pre he sido fiel a mis ideales. Pero en mi propio mundo real, En la otra parte de mi vida, me siento «culpable» por ser no he hecho nada malo, no he ido en contra de mi fe, ni he fiel a mis ideales aunque no tanto como el pobre Louis sido deshonesto conmigo mismo. He sido amenazado, Dubedat y, por supuesto, no por las mismas razones. Como chantajeado, insultado y he pasado hambre. Pero he seguido guía de mi vida tengo la Declaración de la Independencia y la el juego. He luchado por una buena causa. Y ahora que todo Declaración de Derechos y me las tomo al pie de la letra, ha acabado, impera una paz indescriptible. Creo en Miguel muy a pesar de muchos. También aúno mis fuerzas gracias a Quedan 17 páginas (15 min) en este capítulo PÁGINA 49 DE 470 10% leído Miguel Ángel, Rembrandt, Bach, Mozart, Shaw y Shakes- Logré sobrevivir a los teléfonos pinchados, al FBI, a tener que peare, y a las lecciones de Jesús, Platón y Aristóteles. Estos andar de puntillas, a mirar de soslayo en los cafés para com- grandes creadores y revolucionarios me han ayudado a probar que no me escucharan. Sobreviví en un estado mental encontrar la luz, la grandeza y el esplendor del mundo. Me más sano que muchos otros. No tuve que luchar contra la culpa han ayudado a discernir y a distanciarme del barullo frené- ya que no traicioné a nadie. No guardé rencor por haber sido tico de los conformistas que tergiversan las ideas para ade- traicionada o «acusada» ante el Comité del Congreso porque cuarlas a sus necesidades prácticas y a sus deseos perso- mis acusadores permanecieron en el anonimato. No fui a la cár- nales y privarnos con ello de la salvación espiritual. Saber cel, no me suicidé y, en cuanto a la lista negra que me impidió que cada día hay algo nuevo que aprender, que hay objetivos trabajar en la televisión y en el cine, en realidad me salvó de la más ambiciosos que alcanzar, y algo nuevo que aportar a los tentación de entrar en el mundo comercial y de tener que tran- demás, transforma cada día de una vida en algo más pre- sigir respecto a mis ideales más de lo que ya lo había hecho en cioso. Y me siento agradecida. Una cosa va por otra. Shaw Broadway. Pero fue la única época de mi vida en que tuve miedo no existiría sin Shakespeare, Bach sin las palabras de Cristo, de perder el control sobre mi propio destino. ¡Y sólo por eso Beethoven sin Mozart, y sin todos ellos nosotros viviríamos tengo el derecho a sentirme todavía hoy ultrajada! estériles. Me sentí muy orgullosa la primera vez que hice un Todavía me cuesta ser objetiva y entender con perspectiva la buen pan de molde, algo tan sencillo de lo que otros pueden relación del teatro con los tremendos trastornos sociales de los disfrutar, o plantar un bulbo y darle vida, o hacer que el años sesenta y setenta (pero sí me di cuenta de que los artistas personaje tome vida humana desde la página de un texto y tardaron mucho en reflejar y esclarecer aquellos tiempos). En exprese su punto de vista, ayudando a los demás a entender enero de 1961, con la investidura de nuestro nuevo joven presi- un poco más; todas estas cosas, y el esfuerzo para hacerlas dente, sentado al lado del poeta Robert Frost, se nos presentó el bien, me permiten ser honesta conmigo misma y luchar por reto de entender que para ganarnos la libertad hemos de aceptar una buena causa al tiempo que me «abro paso a través de la las responsabilidades que ella conlleva, y que debemos volver a irrealidad de la vida» y soy «amenazada, chantajeada, insul- intentar hacer algo por nuestro país más que por nosotros mis- tada y paso hambre». mos. Muchos aceptaron el desafío. El movimiento de los Quedan 15 páginas (13 min) en este capítulo PÁGINA 50 DE 470 11% leído chos civiles al estilo Gandhi trajo tras de él grandes avances en otro lado, el grupo de los jóvenes activistas políticos creía que nuestra cultura, pero las promesas se frustraron después de la podía cambiar el régimen establecido mediante tácticas terro- tragedia del asesinato de Kennedy y de Martin Luther King Jr., y ristas desplegadas contra aquellos que ellos mismos escogían más tarde de nuevo con el de Robert Kennedy. La promoción de como delincuentes. Este grupo también acabó destrozándose a los derechos civiles de Lindon B. Johnson y su ambiciosa lucha por la pobreza se vio frenada a causa de su instigación a nuestra sí mismo con sus propias armas caseras. Los acontecimientos de Asia intensificaron la polarización de nuestro país originando un cada vez mayor implicación en Vietnam. La situación empeoró número cada vez mayor de objetores de conciencia, de manifes- con la administración siguiente, mientras la guerra ya llegaba a tantes por la paz y de otros movimientos que provocaron el final Camboya y la gente fue tomando conciencia de la corrupción de la trágica guerra de Vietnam. En consecuencia, tras la forzosa que reinaba en nuestro gobierno. dimisión de nuestro presidente y, bajo mi modesto parecer, con Mientras tanto, los hijos de la generación del macartismo el resurgimiento de cuatro años de una honorable presidencia rompían el silencio. Éstos reaccionaron ante el conformismo social de sus padres al igual que ante los hipócritas valores de la democrática, alcanzamos los años ochenta. Pero ¿qué ocurrió clase media y ante la importancia que se le otorgaba a la adqui- Durante muchos años la actividad teatral no se vio extrema- sición de bienes materiales. La rebelión de los jóvenes contaba, damente afectada por los episodios turbulentos, tal vez debido cómo no, con muchos moderados, y también con dos tipos de al persistente temor de la aparición de nuevas campañas del extremistas radicales con objetivos totalmente opuestos. Por una Congreso contra sus posturas políticas. (Si las tropas del go- parte surgieron los flower children («los niños de las flores» o «hippies»), que predicaban amor y paz y buscaban un estilo de bierno disparaban contra los estudiantes en Kent State, ¿qué vida lo más sencillo posible, luchando únicamente por las ne- ácidas y cínicas acusaciones que emitió Edward Albee en ¿Quién cesidades más básicas de la vida en comunidad. Muchos de ellos fracasaron en sus intentos y se echaron a perder, concre- teme a Virginia Woolf ? contra las costumbres sociales de la clase media causaron una gran sensación y la obra ejerció una enorme tamente evadiéndose de la realidad y cayendo en el consumo de influencia sobre muchos de sus jóvenes colegas en los años que drogas y sustancias químicas famosas por liberar la mente. Por prosiguieron. Pero en el transcurso de los años sesenta, con la cultura en las dos décadas previas? sería capaz de hacer el Congreso con los artistas?) En 1962, las Quedan 12 páginas (11 min) en este capítulo PÁGINA 52 DE 470 11% leído Broadway prosperó gracias a su programación habitual y a las fue un trampolín para muchos jóvenes actores, directores y obras que importaba de Inglaterra. En sólo un año hubo en cartel escritores como el talentoso Lanford Wilson. Ellen Stewart abrió dieciséis obras inglesas con un reparto predominantemente in- su Café La Mama, que todavía hoy nos ofrece todo tipo de glés eclipsando las obras y los actores norteamericanos. Tam- espectáculos experimentales. Pero el movimiento Off-Off- bién el Off-Broadway se ganó la reputación como espacio que Broadway fue rápidamente contaminado de pies a cabeza con las podía aportar pingües beneficios. Así nació el gran negocio. Los prácticas de marketing de diversa índole. Las iniciativas más exi- sindicatos solicitaban sus exigencias «mínimas», que eran cada tosas se fusionaron con el Off-Broadway; otras muchas entraron vez más altas, con el fin de protegerse de la explotación. Los pre- en decadencia o degeneraron en meros proyectos de escaparate. cios de taquilla aumentaron, las críticas aparecían con regu- El término escaparate (showcase) habla por sí mismo: los miem- laridad y las obras populares se concebían siempre con la inten- bros de la profesión se exhiben en el escaparate para venderse al ción de que se pudieran trasladar al norte de la ciudad. Fina- mejor postor; cada uno de ellos despliega individualmente su ta- lmente, ya casi no había diferencia entre Broadway y el Off- lento para atraer al agente o al buscador de talentos, entre ellos Broadway. Como Herbert solía decir: «Ahora los colmados del el productor o el autor al que ha invitado para que «clasifique» centro intentan competir con los supermercados del norte de la su valor. La posibilidad de colaboraciones fructíferas mediante ciudad». una perseverante lucha creativa, imprescindible para producir Ante esa situación se produjo una reacción temporal con la una obra artística seria, queda automáticamente descartada. reaparición del movimiento original del Off-Broadway. El número Mucha gente cree que el movimiento Off-Off-Broadway fue un creciente de participantes ocupaba los escenarios más peque- gran triunfo. Yo creo que fue un triste fracaso. La contribución ños, en los áticos y sótanos se desarrollaban talleres con la más interesante del movimiento fue abrir camino a algunos indi- intención de huir de las nuevas demandas sindicales y de los viduos con talento que, habiéndose iniciado con un inocente altos presupuestos que éstas implicaban, intentando una vez más expresarse dentro del teatro experimental sin tener que idealismo, fueron introducidos al instante en la corriente domi- asumir un fuerte riesgo económico. Estas nuevas iniciativas for- principio y donde se mantuvieron casi siempre con un pie den- maron lo que se dio en llamar el Off-Off-Broadway. El Café Cino tro y otro fuera, tambaleándose, escudándose en el pretexto de nante del mismo mercado comercial del que habían escapado al Quedan 10 páginas (9 min) en este capítulo PÁGINA 54 DE 470 11% leído que ofrecían arte al público. Cuando, en alguna ocasión, consi- a las obras típicamente norteamericanas de George S. Kaufman guen algo realmente meritorio, suele ser por pura casualidad, de las anteriores décadas. Ello se debió a que era un teatro jamás como resultado de esta situación¹². En los años sesenta Joseph Papp empezó a funcionar a todo perspicaz que simpatizaba con la gente y ahondaba en los pro- gas. Es un productor excepcional que sabe entender el teatro so- turo, en montajes que eliminen el tono de farsa, puedan incluso cial además de tener una capacidad increíble para despertar inte- llegar a ser considerados y reconocidos por parte de aquellos rés en los municipios y en sus filántropos y conseguir su apoyo. que hoy los desprecian por ser productos demasiado comer- Shakespeare gratis en el parque y teatro callejero para todos sin ciales como herederos de la tradición de Gogol y Chéjov. blemas sociales, y todavía hoy sigue barriendo. Tal vez en el fu- excepción: un logro aparentemente imposible. El próspero com- En los años sesenta se contaba con un nuevo apoyo de las plejo teatral de la calle Lafayette formado por su gente es otro de fundaciones filantrópicas. Anteriormente, fundaciones como la sus heroicos triunfos. Que sus propuestas sean o no aplaudidas Ford y la Rockefeller habían apoyado a la ciencia y a la educa- es lo de menos. En 1967 el montaje a su cargo de Hair fue la primera obra que abordó la problemática de la juventud. Y lo ción. Ahora extendían su apoyo a las artes, incluso al teatro. Las mismo ocurrió con A Chorus Line, otro de sus posteriores éxitos. Estoy convencida de que los obstáculos diarios a los que se en- modo los teatros locales empezaron a proliferar. Las funda- frenta, y los problemas que le atormentan en cada uno de los compañías establecidas de Washington D.C., Houston, Boston y proyectos que se propone llevar a cabo, problemas que entor- Chicago, por mencionar sólo algunas. Y ayudaron a otras a des- pecen la evolución artística, son los mismos que acosan a todas pegar: la APA en Ann Arbor; la ACT en San Francisco; el Guthrie aquellas ideas cuyas intenciones iniciales son honestas e idea- en Minneapolis, que arrancó con mucho éxito, además de mu- listas. Ante muchos de estos conflictos los actores no nos hace- chas otras. Las ayudas de las fundaciones todavía continúan hoy mos responsables. Al final de este capítulo entraré en materia y el teatro local es uno de los que hay que tener en cuenta, espe- respecto a este tipo de problemas. cialmente en la manera en que ha penetrado en la Gran Man- A mediados de los años sesenta empezaron a arrasar en Broadway las comedias de Neil Simon, de una manera parecida fundaciones más pequeñas se sumaron a la iniciativa, de este ciones proporcionaron una continuidad y una expansión a las zana. Nelson Rockefeller, en tanto que gobernador de Nueva York, fue el responsable de que el Gobierno Federal se implicara Quedan 8 páginas (8 min) en este capítulo PÁGINA 55 DE 470 12% leído en el patrocinio de las artes. Como resultado de ello nació la cerca en el tiempo para emborronarlos con los sentimientos del Fundación Nacional de las Artes. Más tarde creó el State Council pasado. Ahora, ante el siglo XXI en que estamos pagando el pre- on the Arts de Nueva York. Estas instituciones siguen ofreciendo cio de las extravagancias y los derroches de la era Reagan, enten- su amparo a iniciativas voluntariosas, aunque la mitad del es- deréis cómo se reflejaron estos excesos de la década en los pro- caso apoyo desaparece bajo los condicionantes de tipo burocrático¹³. Algunas de las fundaciones no saben calibrar el ta- ductos ingleses de importación como Nicholas Nickleby y en las obras teatrales superespectaculares de Andrew Lloyd Webber. En lento y el potencial de los candidatos, y muchas de las iniciativas nombre del «arte», descuartizaron un teatro entero con el fin de no tienen más salida que la local. construir unas enormes rampas para patinar sobre ruedas y unas En los años setenta, gracias a la incesante ayuda de Joe pistas de patinaje sobre hielo. El lado positivo fue poder ver Papp, surgieron nuevos dramaturgos, entre ellos Sam Shepard, obras de August Wilson y de escritoras feministas en ciernes David Rabe y Michael Weller. Por otra parte, el Teatro del Ab- como Beth Henley y Wendy Wasserstein. Muchos actores deci- surdo se había vuelto cada vez más absurdo con la llegada de dieron que el Método ya estaba obsoleto y se inclinaron por el los happenings, del teatro que implicaba la confrontación con el público, del desnudo, del acto sexual en vivo y de los actores formalismo imitando a los actores que actuaban en las obras que se orinaban encima del público, todo ello en nombre del Cada vez más, y no sólo en Nueva York sino en todo el país, «arte» o de la «liberación» del teatro anticuado. Desesperados los «montajes innovadores» (otra expresión que detesto) se por actuar, los actores estaban tan confundidos que se permi- consideran teatro «moderno». La mayoría no son más que pie- tieron las atrocidades más indignas. En una ocasión, dos jóve- zas efectistas que buscan llamar la atención, infestadas de trucos nes me preguntaron qué tenían que haber hecho cuando el direc- superficiales que presumen de aportar algo nuevo a los clásicos. tor de escena les pidió en una audición que se colocaran en fila Fueron realizadas a partir de «conceptos» de dirección que para medir la longitud de sus penes. Sorprendidísima les dije: sitúan Troilo y Cresida en los maravillosos años veinte, Timón de «¡No teníais que haberle dejado!». No se mostraron muy satis- Atenas en la guerra civil norteamericana, A vuestro gusto en un bosque que linda con una cancha de golf con actores que visten fechos con mi respuesta. Para la mayoría, los años ochenta todavía están demasiado inglesas de importación. bermudas y arrastran palos de golf, y El jardín de los cerezos sobre Quedan 6 páginas (6 min) en este capítulo PÁGINA 57 DE 470 12% leído una estera blanca, o más recientemente, sobre alfombras persas. escenógrafos, carpinteros o electricistas o el servicio de limusina Cada uno de los recursos es utilizado como pretexto porque ni el que se empleaba para las grandes estrellas. Si se les pregunta a director ni los actores son capaces de ser coherentes con las los responsables de estas prácticas, contestan diciendo que se propuestas iniciales del autor. Lo único que logran es poner de basan en la filosofía de «todo el mundo lo hace», y muchas manifiesto sus insuficientes ideas y su pobreza técnica. «Las in- veces se justifican diciendo que aquellos que no lo hacen son novaciones» están todavía de moda, elogiadas por la crítica pre- «unos mamones» y unos tontos. tenciosa, demostrando la credibilidad de un público que quiere Pero creo firmemente que tanto el aumento de precios estar «en la onda», incluso cuando bostezan hasta la saciedad. provocado por la inflación como la actual falta de recursos, Tal vez alguien se lance a experimentar haciendo una combi- ambos resultado de una crisis, no son más que excusas a las nación de los modernos años setenta y ochenta y llegue a pro- que recurren los idealistas del teatro cuando se refieren a la ducir un Hamlet con desnudo integral, situando Elsinore en un balneario, y así garantizar al dueño del teatro un éxito de público grave situación de éste. Si vibráis, como me ocurre a mí, con la diario durante meses. borhood, el Provincetown, el Guild, el Civic Repertory, el Group mera evocación de los inicios de teatros como el Neigh- El teatro experimental, honesto, sin trucos y antisen- Theatre, el Phoenix o el APA, también dejaréis de vibrar con la sacionalista se vio restringido a causa de una inflación galo- noticia de su desaparición. Nos preguntamos asimismo qué pante. Hasta los precios del teatro del Off-Off Broadway eran ocurrió con aquella promesa que durante un tiempo nos hicieron desorbitados, incluso prohibitivos para los aficionados más algunos teatros que todavía hoy existen. Si echamos las culpas a devotos. Los costes de producción se dispararon, debido en la inflación, a la crisis, a la depresión o a los problemas del parte a los gastos de publicidad, las demandas sindicalistas y la sistema de pérdidas y beneficios, a los altos precios de las entra- práctica creciente de disminuir la producción y duplicar el trabajo a fin de evitar despidos, fenómeno que afectaba desde los das de teatro, a la falta del apoyo del público, o a las restricciones de los sindicatos, a la explotación de los grandes nego- gastos iniciales de oficina o el número de cigarrillos supues- cios, a los monopolios de la inmobiliaria, a productores y direc- tamente comprados para cada actuación por el departamento de tores con serios problemas de ego, a la falta de autoridad, a las accesorios, hasta los presupuestos inflados de los estilistas, visiones oportunistas en lugar de artísticas, las que conocen Quedan 4 páginas (4 min) en este capítulo PÁGINA 59 DE 470 13% leído bien sus objetivos, incluso a la crítica, la inculpación es acertada. dorada del actor-director, en el año 1800, la profesión actoral en Sin embargo, olvidamos que en esta lista de culpables debe- su totalidad ha renunciado a sus responsabilidades y las ha de- ríamos colocarnos a la cabeza. jado recaer sobre el propio teatro. Ha aceptado sin remilgos el Un ejemplo de ello es que los movimientos con talante cul- papel de niño sumiso ante los gestores, productores y direc- tural de nuestra historia, nuestros ecos de esperanza, desapa- tores. Es más, sus propios agentes son quienes ejercen sobre recieron porque los mismos artistas que inicialmente les juraron ellos un control similar al de los padres. Esta situación ha ido lealtad acabaron traicionándolos. No es necesario dar nombres empeorando con los años y es comparable a la relación que porque no es difícil detectarlos. Hay muchos casos de actores mantiene una prostituta con su chulo, o el recolector de frutas que triunfaban en un proyecto y que abandonaban en seguida la con el dueño del huerto. No tomar decisiones y mostrarse siem- compañía para embarcarse en ofertas más lucrativas y populares pre muy solícito para que los contraten o simplemente para ser de Hollywood y Broadway después de haber utilizado a sus vistos. Muchos de ellos se han atontado y han echado a perder compañeros en las iniciativas solidarias como meros trampo- su talento por culpa de las drogas. Gran parte de las estrellas se lines para escalar en el mundo del show business. A sus espaldas no quedaban más que compañías debilitadas y sin empuje que han olvidado de que, al igual que sucede con el deporte, sólo se se agriaban con su cinismo, y, muy acertadamente, ¡¡se cuestio- puntos que se acumulen personalmente. No debemos obce- naban si aquél podía ser el deseo real de alguien!! Ésa es la carnos con la idea de un teatro perfecto, sino luchar por él y verdadera razón de nuestros fracasos pasados y de nuestra falta escalar la montaña hasta la cima. Con este repaso de mis expe- de evolución en las tentativas que se llevaron a cabo. Los teatros riencias del pasado y del presente, he tratado de indicar los pan- sin ánimo de lucro reciben a menudo visitas de artistas invitados tanos, baches y trampas que han anegado el sendero inicial que cuya actitud es la de hacer un favor a la dirección y al resto de actores ofreciéndoles su presencia por unos segundos, ya que escogimos con la ferviente esperanza de que, con los ojos bien abiertos, podemos ir abriéndonos paso y despejando dudas a prefieren dedicar el resto de su tiempo al cine y a la televisión, su medida que avanzamos. puede ganar el partido con un equipo muy sólido, por muchos trabajo prioritario. Tal vez no todos soñemos con la misma montaña y deba- Hemos de admitir que, desde la desaparición de la edad mos decidir cuál de ellas escalaremos primero. Quedan 2 páginas (2 min) en este capítulo PÁGINA 60 DE 470 13% leído 2 Los objetivos del actor aspiran a sus metas. Sus ambiciones, aunque grandes, no dejan de ser realistas. Si estamos de acuerdo en que el actor, a fin de ser un artista Encauzada inicialmente por mis padres, siempre tuve claros con criterio propio, debe conocer el mundo en el que vive, co- mis objetivos más concretos y personales. Pocas veces los he incidiremos también en que debe estar al mando de su propio perdido de vista, ni siquiera cuando tuve que enfrentarme a los destino y definir dónde reside su verdadera meta. obstáculos del teatro comercial. No los olvido porque todavía no En su sentido más amplio, las palabras de George Bernard Shaw siempre han sido una fuente de inspiración para mí: los he conseguido: no soy miembro de ninguna compañía de calidad ni formo parte del teatro nacional, porque todavía no Ésta es la verdadera felicidad de la vida, ser utilizado para existe. Sigo luchando por perfeccionar la técnica y no trabajo de los fines que uno mismo considera más poderosos; ser una manera estable en papeles estimulantes de obras que merezcan fuerza de la naturaleza y no un zoquete sofocado y egoísta, la pena. Pero no he perdido la esperanza de satisfacer mis metas quejica y enfermizo, que culpa al mundo de no dedicarse y seguiré esforzándome en buscar oportunidades y no esperar a plenamente a hacerle feliz. Soy de los que creen que mi vida que surjan por sí solas, y si se presentan, trataré de sacar lo pertenece a la entera comunidad y mientras viva estoy en mi mejor de ellas. (¡Tal vez este libro reúna más adeptos a mi derecho de hacer por ella lo que pueda. Quiero haber ago- causa!) tado hasta la última reserva cuando muera, pues cuanto más Cuál sería la mejor manera de que se cumplan mis objetivos trabajo, más tiempo vivo. Disfruto de la vida por su propio es algo en lo que investigo incansablemente, y es por ello que bien. Para mí la vida no es una vela de mecha corta. Es una me olvido de que no todo el mundo persigue las mismas metas suerte de antorcha provista de una llama generosa que por que yo. Para un actor, «la finalidad que uno considera la más ahora empuño y deseo que brille en todo su esplendor antes poderosa», tal como afirma Shaw, puede adoptar formas muy de entregarla a las generaciones futuras¹⁴. Estas declaraciones provienen de alguien con un sentido arro- diferentes. Sólo tengo que pensar en los actores del circuito llador de la autoestima y un talento que pocos pueden reivin- los que uno puede servir: Greta Garbo, Spencer Tracy, James dicar. Pero todos los artistas, cualquiera que sea su campo, Cagney, Marcello Mastroianni y Anna Magnani en el cine; Alec comercial que me han ayudado a descubrir otros campos para Quedan 40 páginas (37 min) en este capítulo PÁGINA 62 DE 470 13% leído Guinness, Anthony Hopkins, Gérard Philipe y Charles Laughton engañan a sí mismos creyendo que aspiran a ello. en el escenario y en la pantalla; Fred Astaire, Mary Martin, Berta En nuestra sociedad, en la que el éxito equivale al dinero que Lahr y Judy Garland en musicales y en películas; Lucille Ball en la se gana, el actor, instigado por su agente y también por sus fami- televisión; Ruth Draper y Whoopi Goldberg como solistas y Em- liares, cree que está fracasando cuando no «se gana la vida» o mett Kelly en el circo, son algunos de los geniales artistas que cuando está ganando muy poco, incluso compaginando un tra- han enriquecido mi vida. Estos maestros en la materia, mos- bajo con el teatro. En lugar de ganar seguridad a medida que trando su tenaz dedicación han servido de ejemplo para todos avanza en su oficio y aprender a establecer sus propios valores, los artistas de la profesión. Así que reconozco de buen grado su confianza depende directamente de las buenas críticas y de que perseguir el deseo de hacer carrera en el cine, en la tele- las entradas vendidas. El actor sólo piensa en tener piscina, fin- visión o en el teatro comercial es tan admirable como el ideal cas, en viajar en Mercedes, en tener joyas y limusinas, todos que yo anhelo, y requerirá del actor los mismos esfuerzos y ca- ellos símbolos actuales del éxito y pruebas de su gran valía y, pacidades. Pero creo también que estos objetivos están más al por consiguiente, deja de cuidar la calidad y el valor del trabajo alcance que el mío, porque se incluyen dentro de los límites del en sí. Según estos baremos, artistas como Rembrandt, Van statu quo. Un joven actor se da cuenta en seguida de que estos Gogh o Gauguin y compositores como Mozart, Bach o Bee- circuitos están basados en el comercio, que cada iniciativa indi- thoven fueron unos fracasados porque murieron indigentes. Los vidual puede ser un producto para la venta (incluso los nume- regalos que nos han hecho han sido resultado no sólo de su ta- rosos teatros «no lucrativos» que montan sus obras siempre lento sino de su obsesión por satisfacer sus necesidades crea- con la idea de formar parte del mercado dominante), y sabe que tivas. Sus recompensas son, inevitablemente, fruto del proceso una vez que se ha formado en el oficio, debe también conocer de creación y no de la lucha por una remuneración económica. las técnicas para la autopromoción. No hay duda de que los El deseo de actuar para hacerse famoso o para ganar dinero o el caminos que conducen a estas carreras son difíciles y espinosos, sueño romántico de encarnar a un protagonista en una obra clá- y están llenos de escollos y desvíos, pero la lucha que tiene que sica no son objetivos reales sino ideas que se esfuman con el emprender el actor que aspira a un teatro artístico es mucho más viento. Hasta que uno no se define y asume el reto de escoger confusa y laboriosa, por no hablar de la de aquellos que se un campo específico al que entregarse, pertenecerá siempre a la Quedan 38 páginas (35 min) en este capítulo PÁGINA 64 DE 470 14% leído gran masa que se apunta a la primera oportunidad bien pagada rodar tres días en Inglaterra en una película, y resultaron ser tres que se presenta. Caerá presa de las peores garras de nuestra semanas de renovación espiritual, para mí y para Herbert.) Si tra- profesión, y se convertirá en una víctima de las circunstancias de bajar en publicidad, que requiere una técnica muy particular, re- las que todos abominan hasta hacerse finalmente responsables sulta satisfactorio y los honorarios que ello aporta se adecuan al de la continuidad de esa situación. Culpará al «negocio» o a la tipo de vida que uno ansía, es una postura muy honesta y de la «industria» de sus males, y, citando a Shaw, «al mundo por no cual uno se puede sentir orgulloso. dedicarse a hacerle feliz». Como consecuencia de esta frus- Los problemas aparecen cuando surgen equívocos o au- tración, y de perseguir un sueño poco realista, nace el cinismo. toengaños. El actor se estanca en un medio que le es ajeno du- La capacidad de mejorar el estado del actor comercial o de crear rante largos períodos y se engaña a sí mismo pensando que su un teatro artístico está en nuestras manos si tenemos claros situación será temporal. Suele darse cuenta de que está deso- nuestros objetivos y ¡si unimos nuestros esfuerzos para ello! rientado cuando ya es demasiado tarde. Desde 1937, año en que Una vez que funcionamos profesionalmente y estamos empecé a trabajar profesionalmente, no he dejado de oír: «Voy a seguros del destino que buscamos, tendremos razones válidas trabajar en el cine y en la televisión hasta que gane suficiente di- para «saltar» a otros campos: pasar del teatro legítimo a repre- nero y me haga famoso, ¡así podré volver a los escenarios a sentar un papel en una película, en una serie de televisión, en hacer lo que me gusta!». Todavía no he conocido al actor que lo una comedia de situación o tal vez en un anuncio. Una de las haya conseguido. Henry Fonda, uno de los actores que cons- razones podría ser la simple curiosidad por explorar y conocer tituye un ejemplo de persona que supo equilibrar perfectamente las diferentes técnicas que requiere cada medio. Y es posible que los dos mundos, me confesó unos años antes de morir que se los nuevos conocimientos adquiridos te estimulen a alterar tus arrepentía mucho de los gloriosos dieciocho años de su vida que prioridades. Greta Garbo, James Cagney y Spencer Tracy, entre empleó en hacer películas, muchas de ellas «westerns B», per- otros, disfrutaron enormemente en su carrera cinematográfica y, diéndose los papeles de teatro que más le hubiera gustado repre- que yo sepa, no necesitaron regresar a los escenarios. Cum- sentar. Los peores son los numerosos actores con talento que se plieron con sus aspiraciones. Las razones económicas son lógi- han quedado atrapados haciendo series de televisión o comedias cas: pagar el alquiler o saldar deudas. (En una ocasión acepté de situación durante años con el objetivo de que «se les vea Quedan 36 páginas (33 min) en este capítulo PÁGINA 66 DE 470 14% leído más» y de aumentar sus cuentas corrientes para luego ser «li- clichés aparentemente nobles, pero generalmente falsos, o, al bres» y poder dedicarse al teatro. Estancados en el personaje menos, engañosos. Un actor no aporta nada al teatro si su téc- que han estado trabajando, no sólo han limitado su técnica sino nica está oxidada o es inapropiada, si su verdadera motivación que su sola presencia ya se asocia con un tipo de personaje, y es alimentar sus flacos ideales y su reputación, creyendo así que consiguen que el público no pueda imaginarlos representando su categoría teatral (que ha ido disminuyendo en cada ocasión) otro papel. Es el caso del típico actor joven que regresa a la costa realzará su imagen. Insisten en que lo que hacen es compro- Este tras muchos años de protagonizar una serie con el sueño meterse con una obra, y al mismo tiempo sólo quieren pactar un de representar a Hamlet. Éste no debería preguntarse por qué «contrato restringido». «Quiero recuperar mis raíces» no im- cayó en desgracia, sino más bien cómo podía pensar que todos plica un compromiso con el teatro si el contrato restringido con- aquellos años de televisión iban a servirle para encarnar al prín- siste en buscar un rincón durante unos meses en el escenario cipe de Dinamarca. mientras aceptan ofertas lucrativas declarando que lo hacen ¡a Broadway, el Off-Broadway y los teatros «sin ánimo de fin de «ser más vistos»! Sus nobles experimentos son básica- lucro» son los constantes anfitriones del cine, de la televisión, mente de índole oportunista y no hacen más que sumergir nues- incluso de las estrellas de rock que «saltan» a los escenarios. La tro teatro en un mercado corrosivo. Éstos son hechos sabidos. razón primordial de que las productoras ofrezcan estas invita- Yo trato simplemente de enfocarlos con la intención de que el ciones no suele nacer de su admiración por las capacidades del actor sepa fijarse unos objetivos y luchar por ellos. Los artistas artista. Confían en que la fama de las estrellas garantizará la establecidos que no tienen quejas probablemente sospecharán venta anticipada de las entradas, «amortizará sus inversiones». de mí, sin entender dónde puede residir el problema. Eviden- Además, a la mayoría del público le atrae la idea de ver a estas estrellas en vivo, y no muestran especial interés por un teatro temente están triunfando en la ruleta del show business y aciertan cada vez el número que da impulso a sus carreras. ¡Me quito el serio y riguroso. Las recurrentes frases de los actores «quiero sombrero ante ellos! Pero el innumerable resto de actores que, volver con mi primer amor, el teatro», o «necesito pulir mi ofi- con necesidades parecidas a las mías, intentan borrarse las ilu- cio», o «tengo que recuperar el entusiasmo por actuar», o, toda- siones de la mente creyendo que no tienen otra alternativa que la vía mejor, «quiero poner a prueba mi lealtad hacia el teatro» son de bailar el baile para ser capaces de funcionar, están atrapados Quedan 34 páginas (31 min) en este capítulo PÁGINA 68 DE 470 14% leído en una tela de araña infestada de frustraciones espirituales de la cuenta de lo absurda que era su visión. Sin embargo, no dudé de que intentan escapar mediante el alcohol, las drogas o los psi- mi convicción de que uno no puede pretender que el arte te quiatras. Para aliviar el tremendo dolor que sienten han de refle- pague de otra manera que no sea a través de la satisfacción que xionar sobre sus valores primordiales y dar un cambio subsi- aporta tu propio trabajo. Yo sabía que con aquellas dos actua- guiente a sus prioridades. Estos actores constituyen ejemplos ciones «no profesionales» había llegado al corazón y a la mente para los jóvenes artistas que deben tomar conciencia de esta de cientos de personas y que había nutrido su alma con ali- dicotomía antes de caer en trampas similares. Han de darse cuenta de que tener un pie en cada mundo no es bueno para mentos mejores que los culebrones Dallas o Dinastía, donde me hubieran visto millones de personas y por los que hubiera obte- nadie, y menos para ellos. nido muchísimo dinero. Llegamos al meollo del problema recurrente del artista Todo el que busca su salvación a través de subvenciones y cuando éste insiste en que debe «ganarse la vida». Ante todo, asesoramiento de las fundaciones nacionales y estatales de las uno tiene que luchar contra la idea que afirma que un actor sólo artes acaba probablemente quejándose de que su ayuda va desti- es profesional cuando cobra por actuar. En dos ocasiones dis- nada únicamente a las compañías que contratan a actores por di- tintas, Joseph Papp me abrazó agradecido por mi «brillante» nero. Las instituciones, por lo visto, se han convertido en una actuación mientras se lamentaba de que yo no hubiera podido prolongación de nuestros sindicatos. «trabajar». La primera vez fue después de la representación de Creo que una vez que disfrutas de una buena técnica, que una obra para la que me había estado preparando durante meses has adquirido un criterio y un poder de comunicación, el pú- en el estudio HB, y la segunda en su propio teatro, el Public blico, por reducido que sea, te recompensará con el respeto que Theatre, al finalizar Charlotte, obra en la que desempeñé un papel que ya había representado en Broadway y en una gira que mereces. Si deseas comprometerte de verdad con el teatro, con duró casi dos años. En cada una de las ocasiones se refería a más que probable pobreza a cambio de una gran riqueza interior. que mi colaboración no podía considerarse trabajo porque yo no Éste es el único intercambio al que puedes aspirar. la misma devoción que un cura o una monja, deberás aceptar la había sido pagada por ello. Me quedé atónita, sobre todo porque no percibí el menor indicio de que él mismo se hubiera dado Quedan 32 páginas (29 min) en este capítulo PÁGINA 69 DE 470 15% leído 3 Las técnicas del actor oficio y trabajan para perfeccionarlo. Todavía tenemos que superar los aspectos negativos de Armado de una pasión por la expresión personal, de un punto de vista particular y de un objetivo concreto, el actor debe adqui- nuestra herencia teatral norteamericana¹⁵. Una de estas rémoras es creer que la única manera de aprender, al igual que se hacía rir un dominio de su oficio, porque, de lo contrario, todo el ta- en el pasado, es entrando a formar parte de un grupo de actores lento y la buena voluntad no le servirán para nada. ambulantes, en una compañía fija o en una agencia teatral como Existe una gran falta de conocimiento y mucha desinfor- aprendiz y representar papeles cortitos, en ocasiones asesorado mación sobre la naturaleza de este oficio, más que sobre las o dirigido por el director o por los actores principales, o simple- otras artes. Se dice que la interpretación es un oficio meramente mente copiando el estilo. Evidentemente, los actores con un ta- intuitivo y que no requiere técnica alguna. «Has nacido para ser lento extraordinario lograron sobrevivir porque supieron desa- actor», «a actuar no se aprende», «a actuar no se enseña», son rrollar una manera intuitiva y muy personal de trabajar (a me- frases que nacen de la ignorancia y de los prejuicios que una vez nudo incapaces de articular) y confiaron en la experiencia de ac- más relegan al actor a la figura de niño tonto con talento. Ésta es tuar ante un público para crecer como artistas. Pero éstos fueron la opinión de aquellos que creen que los «trucos del oficio» se y siguen siendo una excepción. aprenden actuando en público. Y también parece haberse exten- Cuando el público asiste a un ballet y observa las piruetas dido hasta nuestros sindicatos (Actor’s Equity, Screen Actor’s de los bailarines, los ascensos, la elasticidad, los veloces entre- Guild, y a la Federación Americana de Televisión y Radio). Éstos aceptan sin ningún criterio a todo el que haya sido contratado o chats se quedan atónitos ante la maestría de este arte, y saben que lo que acaban de experimentar no habría sido posible si los despedido, por un golpe de suerte o por un familiar, con un solo artistas no hubieran pasado por años de práctica y formación. trabajo a sus espaldas y sin previa formación o experiencia. De Cuando el público va a un concierto y observa cómo el violinista esta manera nuestro teatro sigue siendo un arte mediocre, lleno coloca su instrumento bajo el mentón, oprime las cuerdas con de gandules y de imitaciones de estilos de teatro prefabricado los dedos de una mano y arrastra el arco con la otra mientras que sólo salvan algunos actores excepcionales, gracias a que, de- toca una música maravillosa, sabe que es algo que nadie podría jando aparte su talento, saben lo que es el respeto, entienden su hacer igual de buenas a primeras. Y tampoco se fija en la técnica: Quedan 30 páginas (27 min) en este capítulo PÁGINA 71 DE 470 15% leído se limita a escuchar la música y a disfrutar del ballet. Cuando la incluso a escuchar y a tomar la dirección equivocada. El actor técnica del actor destaca en primer plano, como ocurre con el debe saber que, dado que es un instrumento, debe ponerse al teatro «eficaz» y artificial, de poses estudiadas, de recitación de servicio del personaje y utilizarlo con la misma destreza con la palabras de modo mecánico, a menudo «tarareadas» por voces que el violinista hace música con su violín. El hecho de que el bien entrenadas, cuando se derraman lágrimas por el simple mo- cuerpo de un actor no sea como un violín no significa que la téc- tivo de enseñar la capacidad que uno tiene de llorar en público nica sea más fácil de adquirir. La curiosidad malsana de qué es en el momento justo, cuando la rimbombancia y el histrionismo lo que motiva a un actor a serlo, que se pone de manifiesto se adueñan del ambiente, el público suele quedar impresionado continuamente en los programas de entrevistas, al igual que en porque sabe que nadie sería capaz de conseguir lo mismo. los interminables talleres abiertos, las frases superficiales que Yo admiro a un actor cuando su técnica es tan perfecta que los actores contestan (a menudo acompañadas de anécdotas se hace invisible y consigue que la audiencia sienta la presencia personales «graciosas»), no hacen más que agravar el problema. de un ser humano vivo con el que pueden identificarse en sus Ni el público, ni los presentadores de los programas, suelen manías y sus preocupaciones a medida que éstas se van descu- mostrar interés en oír hablar sobre los ejercicios de dedos de un briendo en la obra. Creo fervientemente que cuando el público reconoce una proeza y se da cuenta de cómo se ha hecho, signi- músico, de los pliés de una bailarina, de la paleta de un pintor ni de cómo éste aplica las capas de pintura a sus acuarelas. ¿Por fica que el actor ha fracasado. No ha sabido utilizar bien la téc- qué deberían entonces interesarse en nuestra técnica? Es nuestro nica. Desgraciadamente, cuando triunfa, cuando su trabajo problema, no el de ellos. Así que a ti, actor, que de todo tu ser comunica y su poder como ser vivo ha traspasado y ha llegado a haces tu instrumento, ¡te explicaré en qué consiste la técnica que las butacas, es entonces cuando la mayor parte del público está hace posible nuestra maravillosa profesión! convencido de que ellos también pueden hacerlo, dejando aparte Las técnicas externas el recurrente: «¿Cómo pueden aprenderse tanto texto?». Por lo En Europa, hasta hace poco, a muy pocos actores se les hu- demás, los espectadores se creen unos críticos experimentados biera permitido subir a un escenario sin haber antes asistido a y a menudo aleccionan a los actores con sus «esto se hace así», clases de expresión corporal, educación de la voz y dicción. Yo «esto se hace asá». A veces, el actor inseguro, aturdido, llega misma empecé en el teatro muy bien formada en las tres Quedan 28 páginas (25 min) en este capítulo PÁGINA 73 DE 470 16% leído materias, y, a pesar de que no imparto clases de ninguna de las ejercita la imaginación y la técnica de evocación de objetos y tres, os explicaré por qué les concedo tanta importancia y por personajes que se hallan ausentes mientras se actúa desple- qué me asusta la indiferencia que a menudo muestra nuestro gando toda clase de movimientos físicos. El «movimiento escé- teatro hacia ellas. Si tu objetivo es hacer carrera en la televisión y nico», que tanto se enseña en las clases, suele crear en los acto- desempeñar papeles cercanos a tu persona, en los que tu andar res una gestualidad demasiado consciente y artificial que los desgarbado en tejanos y tu acento local no son traba alguna para lleva a buscar posturas previsibles y ensayadas, mientras que la el trabajo, y en los que el micrófono oculta sin problemas tu voz danza, el deporte y el mimo exigen un cuerpo capaz de res- afónica, no tendrás que preocuparte ni siquiera por las técnicas ponder espontáneamente y casi por reflejo a los estímulos de los más elementales. Pero si ambicionas algo más, por favor escu- diferentes personajes sin interferir en las reacciones humanas cha mis consejos. del actor. Empezarás por reconocer que el cuerpo es la manifestación externa del actor, el instrumento más visible mediante el que se La voz es un instrumento que hay que aprender a tocar. Hay que tratarlo como trataríamos a un Stradivarius, utilizando las puede comunicar el pensamiento o sentimiento más sutil. Es un técnicas del arco más elaboradas para no rascar las cuerdas. Un instrumento de comportamiento regio y porte olímpico aunque mal uso del instrumento conduce a la formación de nódulos, a también susceptible de achaques, debilidades y cambios, según la distensión de las cuerdas, que es la causante de las raspa- los requisitos del papel a interpretar. No tardaréis en ser cons- duras y las afonías tan comunes en los actores mayores y, a cientes de que os harán falta muchos años de tesón para perfec- veces, también en los más jóvenes. También provoca laringitis y cionar la técnica de este instrumento. La danza moderna es uno puede obligar al actor a ausentarse de su trabajo. Otras muestras de los medios idóneos para adquirir una colocación corporal co- de un mal uso del instrumento son las voces gangosas, chi- rrecta, una conciencia cinética y una flexibilidad física. La nata- llonas o los vozarrones profundos y de registro muy limitado. ción y la gimnasia son igualmente muy útiles para ello. Mediante Aunque Dios te haya provisto de una voz naturalmente bien el tenis y la esgrima, deportes que ponen a uno en forma, se tra- colocada, debes entrenarla para mantener esa buena disposición baja la interacción y los reflejos que se requieren para responder y aprender a cuidarla mediante las técnicas de respiración co- al «dar y recibir» tan común en las escenas de teatro. El mimo rrectas a fin de poder ser escuchado en un gran teatro sin gritar, Quedan 26 páginas (23 min) en este capítulo PÁGINA 75 DE 470 16% leído ni forzar o proyectar la voz de manera ansiosa. Actualmente, en pronunciarlo sin afectaciones ni superficialidad es una de las la mayoría de espacios teatrales de Broadway se utilizan micró- obligaciones de todos y cada uno de los miembros que forman fonos, porque hay muy pocos actores que proyecten bien su voz. nuestra profesión. Las afectaciones son síntomas de pereza y de La intrusión de un objeto mecánico en la comunicación de falta de disciplina y compromiso. Muy pocos llegan a conseguir un espectáculo en directo es un fenómeno muy triste, y es sólo hablar con naturalidad hasta el punto de integrar el instrumento un pretexto para culpar al público de no escuchar, en parte por- en su cuerpo. Incluso los que han recibido dos o tres clases de que está acostumbrado a los volúmenes habituales de la tele- dicción semanales durante las que aprendieron y practicaron las visión. Tienes que estar provisto de un instrumento bien tem- articulaciones apropiadas, caen en los vicios adquiridos en el plado y que disponga de la suficiente flexibilidad para dar voz a momento en que abandonan el aula. Consecuentemente, nunca una amplia variedad de personajes. Además ha de tener la sufi- llegan a creer que son realmente ellos quienes están hablando ciente potencia para ser oída en un teatro de dimensiones impor- bien. Se ven a sí mismos como unos estudiantes que «ponen» tantes. Tomar clases de canto es una buena manera de entre- un acento. Y cuando aplican la nueva técnica aprendida a un narla. Las «clases de voz» pueden acarrear consecuencias simi- papel determinado, se sienten «antinaturales» y el mismo perso- lares a las que resultan de las clases de «movimiento escénico», naje se aleja del discurso humano espontáneo. Todos los que con las que se pretende sustituir a la danza. A través del canto realmente lo consiguen sabrán trasladarse a la época histórica aprenderás a entender el instrumento vocal y a ejercitarlo sin que su discurso requiera y representar una infinita variedad de necesidad de tener que oírte hablar. No caerás en la tentación de personajes con total credibilidad. El consejo que da Hamlet a los emitir bellos sonidos sólo por gusto y sabrás poner tu voz al ser- actores («Di tu parlamento, por favor, como te lo he recitado, vicio del personaje sin desplegar extrañas estrategias ni mostrar como brincando en la lengua») no tiene mucho sentido si lo tensión por estar demasiado pendiente de ti mismo. pronuncias con las típicas inflexiones neoyorquinas o de cual- La dicción, esa facultad gloriosa de comunicación de la que sólo el hombre disfruta, es el único instrumento del actor que le quier otro lugar. Estamos acostumbrados al tonillo cómico, al diferencia de los demás artistas de las artes escénicas. Dominar diatribas de Shaw y a sus rimas cansinas, sus malas pronun- el acento estándar, que es bonito y elegante, y tratar de ciaciones y sus dejes. La solución no es poner acento británico, daño causado a la poesía de Christopher Fry y T. S. Eliot, a las Quedan 24 páginas (21 min) en este capítulo PÁGINA 77 DE 470 16% leído pues supondría situar a Chéjov, Ibsen, Strindberg o a Molière en el corazón de Inglaterra. El acento británico pertenece a nuestros be or not to be» declamada y dicha de manera muy afectada, suene a sus oídos como una frase estrafalaria y no se vea obli- colegas del otro lado del charco. Si un personaje en concreto o gado a pronunciarla de esta manera para transmitir credibilidad el contexto de la obra lo requieren, un acento puede aprenderse como actor. con una facilidad comparable a la que se necesita para aprender Se puede aplicar el mismo principio al trabajo corporal, otros dialectos o acentos. (Cuando digo «facilidad comparable» cuando el actor practica la colocación del cuerpo o la fluidez de es porque doy por hecho que el acento estándar ya se domina.) Y movimientos caminando por el estudio de danza, aunque, a la resulta muy fácil recuperar el acento original si el papel así lo re- hora de salir del aula, se verá obligado a hacerlo con los hom- quiere. bros caídos, arrastrando los pies y enseñando barriga para que A fin de que el actor asimile lo que ha aprendido en clase, nadie le tache de «peripuesto». debe estar dispuesto a llevarse consigo las lecciones a la calle, y Hay otras maneras de practicar la dicción fuera del aula, por repetir las frases y sonidos cada día de su vida hasta que la prác- ejemplo, ejercitando la lectura a vista en tu propia casa media tica se convierta en algo natural. Tendrá que mostrarse muy va- hora al día. Búscate un amigo que haga de oyente de vez en liente y luchar contra una sociedad que considera pecado no ser cuando para darte cuenta de la destreza con que puedes comu- un «tío enrollado» o que cada palabra, sonido o movimiento que nicar el contenido del texto. En tan sólo unos meses conseguirás esté fuera de los cánones establecidos y conocidos por todos grandes mejoras en tu articulación y pronunciación. Elige el sea juzgado como signo de afectación o de deslealtad. El actor material con esmero: lee novelas con un vocabulario elaborado o tendrá que fortalecerse contra las críticas de amigos y familiares ensayos de Emerson y Thoreau. Lee poesía, los sonetos de cuando haga esfuerzos por hablar con propiedad y éstos no Shakespeare. Si te enfrentas a leer teatro, lee en voz alta sólo las dejen de decirle que «se le están subiendo los humos» o que su escenas de personajes que no te planteas representar en serio en comportamiento «es muy teatral» o que lo ven muy «engreído». el futuro. Lee los prólogos de las obras de Shaw. Te familia- Deberá practicar la dicción hasta que se acostumbre a ella, hasta rizarás con las ideas y las expresiones idiomáticas del autor. que se oiga a sí mismo hablando con total naturalidad y pueda Estos ejercicios tan útiles para la lectura a vista, la voz y la dic- gozar de su nueva libertad verbal, de manera que la locución «To ción, son preparaciones para el proceso orgánico posterior de Quedan 22 páginas (19 min) en este capítulo PÁGINA 78 DE 470 17% leído asimilar el lenguaje de cada personaje. Si aplicas trucos vocales cuando domina las técnicas externas y sólo entonces está listo efectistas al lenguaje de un personaje, perjudicarás el trabajo de para aprender el resto de aptitudes a través de una experiencia base que has aprendido. En otras palabras, no confundas estos solitaria: la de abandonarse a su suerte en el escenario. En estas ejercicios con lo que se conoce por interpretación. circunstancias, el actor, a quien ya se le ha advertido que debe Estos ejercicios también estimularán tu gusto por las pala- usar su imaginación para representar a su personaje, aprende bras, por un lenguaje refinado y mejorarán tu capacidad de ha- por medio de los ensayos y la actuación, a través de la imitación, certe tuyo el lenguaje. Acabarás rechazando el «cojonudo, tío» y reproduciendo comportamientos de sus colegas más experi- el «¡de puta madre!» tan comunes como únicas locuciones para mentados, apuntándose los trucos sobre la sincronización en responder a una experiencia o acontecimiento extraordinario. En escena con los restantes actores, imitando maneras de actuar y su lugar, utilizarás la infinita lista de adjetivos, verbos y nombres de reaccionar, de colocar y esperar las risas, de reconocer los que puedes encontrar en cualquier diccionario. Te darás cuenta pies de texto, de simular emociones, etc. Copia de los demás las de la cansina tendencia de nuestra sociedad a decir: «¡¡De qué vas!!», y en su lugar buscarás una expresión de desaprobación o conductas útiles para representar una diversidad de «estilos» predeterminados, como por ejemplo las comedias de salón, las de rechazo más apropiada. Por no hablar de los famosos obras realistas, o las obras de Chéjov, Ibsen, Shaw, las obras del «¡ahhh!» o «¡¡uau!!» que sustituyen a un auténtico suspiro ante teatro de la Restauración, de Shakespeare, de Molière y de los la puesta de sol o ante un huracán, o de la utilización de impro- dramaturgos griegos. Y estas pautas formalistas, aceptadas por perios como único medio de expresar frustración o rabia. Lee en la convención y fáciles de imitar, se transmiten de generación en voz alta. Aprende a saborear las ideas ingeniosas y la fantástica generación. Eleonora Duse, la gran actriz italiana, expresó su fer- imaginería de la que se nutre la literatura clásica y contem- viente deseo de destruir todos los teatros a fin de que, tras un poránea. Deja que el lenguaje se amolde a tu lengua hasta que te paréntesis de al menos cincuenta años, los actores pudieran brote del alma. empezar de nuevo sin copiar las rancias tradiciones que tenían Las técnicas humanas como referencia. Una teoría todavía compartida por gran parte de la comunidad Desde el siglo xvii, época en que se empezaron a expresar teatral internacional afirma que la preparación del actor finaliza por escrito opiniones sobre los actores mediante cartas, diarios Quedan 20 páginas (17 min) en este capítulo PÁGINA 80 DE 470 17% leído y, más tarde, en las secciones de crítica teatral, han existido dos han designado un nombre para cada género, cosa que me irrita corrientes de pensamiento sobre aquello que hacía destacar a los profundamente porque confunden al lector. Los mencionaré grandes actores de entre los más corrientes. Por una parte, exis- únicamente para satisfacer el gusto que tiene la academia por la tían los actores tradicionales que se consideraban excepcionales precisión. Al primer género le denominan actuación «represen- por su carisma y su prestancia, dotados de una teatralidad prác- tacional», al que yo preferiría llamar «formalismo», mediante el tica y de una técnica audible y visible, de voces chillonas, capa- que el artista define de antemano y objetivamente las acciones ces de proferir los gritos más espeluznantes, de las sutilezas del personaje, cuidando la forma de manera arbitraria a medida más estremecedoras para expresar tristeza o miedo, de una que trabaja. El segundo género es la actuación «presentacional», fanfarronería a la hora de tomar decisiones de lo más sorpren- al que yo llamo «realismo», mediante el que el actor utiliza su dente, dotados de una gestualidad majestuosa y de una capa- psicología para identificarse con el personaje, permitiendo que se cidad asombrosa para ilustrar una infinita variedad de perso- desarrolle su comportamiento a partir de las circunstancias najes. Por otra parte, hemos oído hablar, en casi todas las dadas del escritor, confiando en que surgirá una forma, consciente de que en la realización de sus acciones se producirá una épocas, de aquellos actores independientes que asombraban y cautivaban al público por su inconfundible comportamiento humano y que se habían deshecho por completo de todas las con- experiencia subjetiva en cada momento de la secuencia. En el cambio de siglo, la famosa batalla de reinas que duró venciones teatrales existentes. Los mundos tan distinguidos en más de diez años entre Eleanora Duse y la gran actriz francesa que se movían, el comportamiento tan honesto y natural y la ma- Sarah Bernhardt constituye un ejemplo perfecto para saber dis- nera tan fresca de comunicar que encontraron, actuando como si tinguir las diferencias entre realismo y formalismo. Si no sabes todo acabara de ocurrir verdaderamente en aquel momento, muy bien por cuál decantarte, puedes leer una de las innume- resultaba misterioso, y era algo tan original que el resto de acto- rables biografías de Bernhardt que describen tanto su vida per- res no lo podía imitar. sonal como la exuberancia de sus actuaciones, todo lo que hizo Actualmente, el inclinarse por un género de actuación o por de ella un ídolo internacional. Desempeñó papeles tan diversos otro sigue siendo el tema de debate favorito de artistas y espec- como Camille, el hijo de Napoleón, el duque de Reichstadt en tadores por la pasión que genera. Los historiadores del teatro L’Aiglon de Rostand, e incluso llegó a interpretar a Hamlet. Quedan 18 páginas (16 min) en este capítulo PÁGINA 82 DE 470 17% leído Camille fue uno de los papeles favoritos de Duse. Más tarde sentido negativo, y manifiesta que «tiene el arte de hacer que la dio a conocer diversos personajes femeninos de Ibsen en Eu- admires, te apiades de ella, te pongas de su lado, llores con ella, ropa y en Norteamérica¹⁶. Cuando ambas actrices coincidieron te rías de sus gracias, la acompañes incansablemente en sus en Londres interpretando el papel de Magda en la obra Heimat de Sudermann en dos teatros del West End, George Bernard triunfos y la aplaudas fervientemente cuando se cierra el telón». Shaw escribió un largo artículo en el que comparaba a las dos Duse, cuyo papel, en cada caso, es una creación independiente. grandes damas del teatro. Éstos son algunos extractos del es- Cuando sale a escena, lo primero que se te ocurre es sacar los crito de Shaw que apareció el 15 de junio de 1895 en The World: anteojos y contar las arrugas y las cuitas del tiempo que han «El contraste entre las dos Magdas es tan abismal como el que marcado su rostro. Son las credenciales de su humanidad». Más podría darse entre dos artistas que han finalizado sus veinte tarde afirma: «A Duse, basta con verla cinco minutos en el esce- años de aprendizaje del mismo oficio en circunstancias casi nario para comprobar que se halla un cuarto de siglo por delante idénticas». Describe a Sarah Bernhardt «siempre al borde de de la mujer más bella del mundo... El repertorio de comporta- una sonrisa “como un rayo de sol que atraviesa las nubes”». Continúa refiriéndose a su aspecto, su complexión y su maqui- mientos de madame Bernhardt y su espectro de expresiones faciales son tan fáciles de catalogar como sus ideas dramáticas: llaje: «Su boca es como un lindo buzón recién pintado; sus meji- bastarían los cinco dedos de la mano para contarlas. Duse crea llas, que se extienden hasta sus lánguidas pestañas, tienen la tex- una ilusión de ser capaz de desplegar infinitas y maravillosas tura de un melocotón, es bella como lo es su estilo teatral, y se posturas y movimientos... sus innumerables y sofisticadas ideas, revela como un ser totalmente sobrehumano e increíble. Pero que expresa con sus movimientos, le bastan para delimitar la esta incredulidad es perdonable porque, aunque todo es una tontería supina y nadie cree en ello, y la propia actriz todavía menos, frontera entre los humanos y los animales». Shaw ensalza el está hecho con tanto arte, con tanta inteligencia, tan integrado en el espectáculo y actuado con tanta gracia, que es imposible no media en la que Sarah Bernhardt interpreta unas canzonnettes encantadoras y unas conmovedoras marchas». Después des- tomárselo con buen humor». Habla también de su interpre- cribe a Duse en una escena en la que Magda recibe un ramo de tación, que califica «de un gran egoísmo infantil», pero no en flores de un hombre al que admira: «Le ocurrió una cosa Sobre Duse, Shaw declara: «Todo lo contrario ocurre con registro de Duse «mediante el que eclipsa a la limitada octava y Quedan 16 páginas (14 min) en este capítulo PÁGINA 83 DE 470 18% leído espantosa: empezó a sonrojarse; a continuación, al darse cuenta mundo... Ha alcanzado la sencillez a través de la complejidad, a de ello, los colores empezaron a extenderse por todas partes y a subir de tono hasta que, tras vanos intentos por esconder su través de la penetración en el todo (la negrita es mía)»¹⁷. Y fue Gerhart Hauptmann, el gran dramaturgo germánico, quien de- rostro, resignada, decidió llevarse las manos a la cara. Después claró: «Fue la primera intérprete de este arte psicológico que de esta proeza nadie tuvo que explicarme por qué Duse nunca se ahora está evolucionando inevitablemente». Cuando le pregun- maquilla en exceso. No había truco alguno: me pareció una taron a Duse qué técnica empleaba para crear este «arte psico- consecuencia perfecta y original de la imaginación dramática». lógico», se refirió a él como la grazia o «el don», que podría defi- Aunque no tan extremas, existen otras rivalidades, como por ejemplo la que se dio entre el gran Edwin Booth, realista nortea- nirse mejor como el uso consciente de las respuestas inconscientes¹⁸. mericano, y su colega inglés sir Henry Irving, cuyos Hamlet fue- Duse, a pesar de ser la más grande, no era la única que con- ron objeto de polémica entre los dos continentes. Actualmente fería un tono realista a sus personajes. Otros, como Tommaso contamos con muchos ejemplos de estrellas realistas y forma- Salvini, el trágico italiano para quien ella había trabajado, el actor listas que no voy a mencionar debido a mi obvia preferencia por austríaco Joseph Kainz, la estrella italo-austríaca Alexander Mois- las realistas. No puedo rechazar a todos los actores formalistas si y el alemán Albert Basserman también encontraron un estilo porque excluiría a muchos de ellos que fueron geniales y que me personal en la creación de personaje otorgándole una dimensión aportaron mucho, pero sí rechazo el formalismo como método real, una autenticidad y un gran sentido de la espontaneidad. de trabajo propio en mi condición de actriz y maestra. Eleonora Conseguían que el público viviera una gran experiencia a través Duse sigue constituyendo para mí un modelo de actriz: la ma- de sus actuaciones. Este tipo de actor era el que Constantin Sta- nera de comunicar de Duse, que ya me habían inculcado desde nislavsky, actor y director ruso, buscaba para poner en práctica pequeñita, sin siquiera haberla visto; Duse, de quien tantas cosas su método. Su objetivo era definir aquello que los diferenciaba se dijeron: «No está dotada para hacer anuncios... No gesticula, de los actores tradicionales y formalistas y dar una concreción a no declama, no se inventa trucos escénicos, sino que crea perso- las fuentes aparentemente misteriosas de su trabajo. ¿De dónde najes, los vive con una sencillez nunca antes vista... Se ha formado a sí misma a través de la observación y la comprensión del procedían sus convicciones y su fe? ¿Por qué vericuetos los llevaba su imaginación? ¿Cuál era el secreto que les permitía fijar la Quedan 14 páginas (12 min) en este capítulo PÁGINA 85 DE 470 18% leído concentración en el escenario de la vida teatral en lugar de dejar famosos seminarios de interpretación en Salzburgo y más tarde que se difuminara por el auditorio? ¿Cómo supieron distinguir en California, donde vivió como refugiado en los años cuarenta. las acciones creíbles de las no creíbles? ¿Cómo conservaban Desgraciadamente, sus descubrimientos no fueron publicados. aquella espontaneidad en toda la variedad de representaciones de personajes? Stanislavsky intentó dejar constancia de lo que Cuando se distribuyó An Actor Prepares de Stanislavsky, los actores de todo el mundo, por primera vez, fueron capaces de aprendió sobre el proceso creativo que utilizaban en su trabajo aprovechar la oportunidad y aprender otras técnicas más com- los actores de primer orden como Duse y Salvini, que se guiaban pletas que las meramente externas. Actualmente, el Método se por la intuición, y puso sus descubrimientos al alcance de toda utiliza en los talleres profesionales o sirve de referencia, y tam- la profesión. Su deseo fue elevar la categoría del actor, no neces- bién está vigente en los departamentos de teatro de las escuelas ariamente a la de genio, pero que fuera suficientemente ambi- y en las universidades de todo el país. Es una obra más suscep- ciosa para ofrecer al público un reparto en el que todos y cada tible de múltiples lecturas y malas interpretaciones que la Biblia. uno de los actores pudieran comunicar las intenciones del Como sabemos, los descubrimientos de Stanislavsky estaban dramaturgo en lugar de ofrecerles las actuaciones estelares a las basados en su concepción personal de cómo los grandes acto- que estaban acostumbrados, donde la obra era utilizada como res realistas aplicaban la psicología de los conflictos y las necesi- un mero vehículo de lucimiento personal. dades humanas, sus reacciones ante los estímulos emocionales, Stanislavsky obtuvo material suficiente para desarrollar su físicos y mentales y las acciones resultantes de éstos. Basarse sistema o su Método observando a los grandes realistas, que por sistema en su doctrina resultaría muy injusto para el propio difícilmente verbalizaban sus técnicas o que no estaban dis- Stanislavsky. Es un error dar por hecho que Stanislavsky se hu- puestos a compartir sus secretos. La muestra de su «cóctel» fue biera quedado aferrado inamoviblemente a las conclusiones que el Teatro de Arte de Moscú, una compañía maravillosa que bajo extrajo en los inicios del siglo xx. No podemos mostrarnos in- su tutela y dirección fue la reina por antonomasia de la actuación diferentes ante los descubrimientos de todos los psicólogos moderna. Su único rival fue la magnífica compañía de actores conductistas que han llamado nuestra atención desde la muerte que prosperó bajo el mando del director alemán Max Reinhardt. de Stanislavsky ni, lo que es todavía más importante, ante las Además de sus exitosos montajes, Reinhardt dirigió sus reflexiones de los filósofos y escritores contemporáneos que nos Quedan 12 páginas (10 min) en este capítulo PÁGINA 87 DE 470 19% leído han ayudado a entender nuestra especie en relación con el pre- intelecto, prestad atención y tratad de no extraer conclusiones sente y a ahondar en la iluminación del alma humana. Después frías ni pedantes, ni de elaborar hipótesis inflexibles y dogmá- de Freud, Adler y Jung, vinieron los conductistas y humanistas ticas. En mi trabajo siempre trato de no hacer análisis clínicos o culturales «anticlínicos» como Erik Erikson, Abraham Maslow, psiquiátricos porque sólo conducen a la aniquilación del proceso Bruno Bettelheim y sus métodos de sugestión, Eric Berne, y el creativo. Para el psiquiatra, Edipo es un complejo, un sujeto que ilustra un tipo particular de desviación o de anormalidad hu- desarrollo de B. F. Skinner de las teorías de Pavlov, Kurt Lewin y sus seguidores, etc. Tenemos los escritos de Gide, Camus, Wi- ttgenstein, unos estudios de semántica muy útiles, incluso los mana. Para el actor, Edipo (o Hamlet, en este caso) investiga en la angustia moral y espiritual. Todo estudio psicoanalítico pro- de lenguaje corporal, todos ellos muy reveladores además de ac- fundo sobre el subconsciente que extrae unas conclusiones tuar como detonantes de la imaginación del actor, que sin duda científicas y establece unas categorizaciones es probable que habrían fascinado a Stanislavsky. interese a académicos y a doctores, pero bloqueará o ignorará El bestseller de Allan Bloom, The Closing of the American los estímulos emocionales y sensoriales que el actor necesita Mind, ha sido para mí una buena referencia en cuanto a la interpretación y a la enseñanza. Me ha remitido a relecturas de Aristó- para entrar de pleno en el estado creativo. teles, Maquiavelo y Rousseau. Cada una de ellas habla en detalle europeo y no tardó en extenderse por Estados Unidos. Dio ori- de la condición humana de una manera muy original para la gen a polémicos debates que están hoy todavía en boga entre época, y cada autor crea un lenguaje particular para expresar sus aquellos actores que defendían el nuevo método de trabajo (de ideas, como hizo Stanislavsky para el actor. Hay que apuntar que dentro afuera) y entre los que apoyaban el formalismo tradi- suele ser el colega o el discípulo directo del nuevo pensador el cional (de afuera adentro). Existen varios ejemplos de grandes que no se desvía nunca de las interpretaciones literales de la actores que creían firmemente que lo primero que surgió fue una obra, confiriendo a las ideas y al lenguaje nuevo un carácter forma conceptual de interpretar. Lawrence Olivier, consciente de totalmente rígido e inflexible. que a menudo era tachado de «excesivamente técnico», de- Todo lo que aprendáis de los grandes escritores, o incluso de mí, y cualquiera que sea la manera en que utilizáis vuestro La interpretación moderna se hizo famosa en el continente fendió esta postura en una entrevista de la BBC, y nadie puede negar que fue un actor genial. En una ocasión, después de un Quedan 10 páginas (8 min) en este capítulo PÁGINA 88 DE 470 19% leído ensayo general de The Entertainer, en el que brilló por su espontaneidad y su nivel de compromiso, un par de amigos que se durante la función, se ponía una mesa y unas sillas, unos vasos encontraban entre el público invitado se dirigieron al camerino se improvisaba una escena durante la que celebraban una cena para felicitarle, profundamente conmovidos. Su respuesta fue: fuera del escenario. De este trabajo surgió el brillante contra- «No me gusta esta manera de actuar; no sé lo que estaba ha- punto que proporcionaron los tintineos de los vasos y cubiertos ciendo». Algo similar ocurrió con Coquelin, el famoso actor del y las risas a la tragedia que se desarrollaba en el escenario.(Los siglo xix que se excusó ante sus colegas entre bastidores: «Esta accesorios que se utilizaron para esta improvisación y que el pú- noche he llorado de verdad. Prometo que no volverá a ocurrir». blico nunca vio fueron tantos como los que requirió el espec- Como Olivier, Coquelin creía que no era artístico dejarse trans- táculo.) portar por una experiencia real al interpretar un personaje. En mi reivindicación ante estos dos artistas, con quienes discrepo, os Cuando actué con Paul Muni en Cayo Largo, de Maxwell Anderson, él también estaba en contra de Stanislavsky, a pesar propongo una elección. Me gustaría también apuntar que si os de que resultaba angustioso presenciar la lucha fanática que em- decantáis por su camino, la idea central de este libro no os ser- prendió para identificarse con su personaje. Su trabajo de campo virá de mucho. llegaba a extremos increíbles: a fin de empaparse subjetivamente de porcelana y una cubertería de plata en bambalinas y después En los años treinta, cuando salí al escenario por primera vez de los hábitos cotidianos y de la atmósfera del pasado de su con los monstruos de los Lunt y Paul Muni, a pesar de que no personaje se iba a vivir con familias que residían en los barrios querían ni oír mencionar el Método, nunca dejó de sorpren- donde su personaje pudo haber vivido. derme que su búsqueda de la verdad escénica iba más lejos que Laurette Taylor fue mi ídolo y una gran fuente de inspiración los consejos de Stanislavsky. En el último acto de La gaviota, de Chéjov, cuando la familia se va hacia el comedor mientras Nina y para mí¹⁹. Ella pensaba que su trabajo de identificación con el personaje no terminaba hasta que no se «ponía su ropa inte- Konstantin interpretan la última despedida, Alfred Lunt y Lynn rior». Su manera subjetiva de actuar y de decir el texto, como si Fontanne se quejaban en cada ensayo porque no se creían que fuera siempre por primera vez, su rechazo por las soluciones salían a cenar fuera o porque no se creían que volvían al salón rápidas, por marcarse las acciones, su manera de abrirse a los después de haber cenado. La solución fue que, cada noche estímulos y de imaginar su vida sobre el escenario, constituían Quedan 8 páginas (6 min) en este capítulo PÁGINA 90 DE 470 19% leído ejemplos perfectos de cómo trabajar de dentro afuera; y, a pesar inspiradoras! de todo, ella insistía en que no tenía técnica. Que estos artistas negasen la existencia de unas técnicas La actuación naturalista suele confundirse con la realista pero pertenecen a dos mundos muy distintos. La expresión concretas, y el hecho de que las adquiriesen de manera intuitiva, «quiero ser natural» implica un deseo de ser normal y conduce a era algo comprensible. Se revelaban contra la sistematización de un proceso que consideraban que pertenecía al terreno subjetivo investigar en lo cotidiano, en los detalles de la vida doméstica, es decir, lleva a una imitación irrelevante de la naturaleza. Pro- de la creación personal. Esta rebeldía tenía su origen en el re- voca acciones como frotarse o sorberse la nariz, aclararse la gar- chazo por el enfoque psicoanalítico que he comentado previa- ganta, encogerse de hombros y rascarse, apartarse el pelo de la mente. Y provenía de un uso erróneo de estas técnicas, a me- cara, caminar pisando fuerte, introducir constantemente un nudo muy evidente.(Por ejemplo, cuando el actor trata de vivir «¡uh...!» o «bien» o «bueno», como recurso entre sus balbu- una experiencia emocional y utiliza un sentimiento porque sí, y ceos, y soltar frases confusas llenas de palabras para darle un se regodea en él, exhibiéndose en lugar de emplearlo como tram- tono «desenfadado» a su discurso. En resumen, lleva al actor a polín para descubrir las acciones propias de su personaje y nu- utilizar todos aquellos manierismos farragosos, a veces utili- trirlas en el contexto al que pertenece, está confundiendo sentir zados intencionadamente, porque quiere sentirse cómodo y con hacer.) Pero sobre todo, lo que más rechazaban estos gran- natural en el escenario. No es de extrañar que el público lo re- des actores era el comportamiento a menudo trivial y naturalista chace, pues está esperando algo un poco más teatral. Pero la que se manifestaba en los intérpretes que decían emplear la técnica de Stanislavsky. No tengo ninguna intención de desmerecer realidad es teatral, en el mejor sentido de la palabra. Cuando un director (de quien nunca me fié) describió en una ocasión que el al pionero Stanislavsky ni sus importantes avances: nos propor- comportamiento teatral era «más grande que la vida», le pre- cionó una manera nueva de enfocar nuestro trabajo. Levantó los gunté en tono desafiante: «¿Te refieres a falso?». Creo hones- cimientos de un lenguaje común y nos familiarizó con unos ins- tamente que no hay nada más grande que la vida. ¿Cuántas trumentos que nos resultaron útiles para desempeñar nuestro veces, frente a un acontecimiento extraordinario, hemos dicho: oficio. Sus objetivos, sus ideales, su integridad personal, su «Si viéramos esto en el teatro, no podríamos creerlo»? ¡Qué expresión de la ética artística siguen siendo ¡del todo comentario más desafortunado sobre la situación de nuestro Quedan 6 páginas (4 min) en este capítulo PÁGINA 92 DE 470 20% leído teatro! ¿Es acaso la realidad demasiado grande para él? ¿Debe- selectiva de la vida, es la antítesis del arte. mos suavizar la verdad y hacerla agradable en nombre de la equivocada idea de que es ésta la solución para el falso histrio- Las técnicas (a las que me refiero en la segunda y tercera parte del libro) que distinguen al actor profesional del diletante y nismo? al realista del formalista, tienen que ver con la comprensión del El número del mes de agosto de 1952 de la revista Theatre yo, con el desarrollo de las respuestas sensoriales, tanto fisio- Arts contiene un artículo de Christopher Fry titulado «Lo per- lógicas como emocionales, y sus subsiguientes acciones. Me- didos, sorprendidos y maravillados que estamos», al que hago diante estas técnicas se aprende a ahondar en las motivaciones muchas veces referencia. Aunque Fry alude al poeta y al drama- humanas y en la intersección de psicología y comportamiento, turgo, todo lo que afirma es enteramente aplicable al actor. Fry que, en última instancia, servirán a su vez para aplicar las téc- manifiesta: «La realidad es increíble, la realidad es un torbe- nicas necesarias que se utilizan para dar vida a un personaje en llino». Suplica a los artistas que abracen al mundo con inge- una obra (cuarta parte). nuidad, con asombro y emoción y ataca «la tediosa mirada de la Voy a compartir todo lo que he aprendido como actriz y costumbre» que oprime nuestra sensibilidad hasta limitarnos a como profesora. A diferencia de aquellos artistas que ocultan patrones previsibles. Nos advierte de no buscar el sentido de la afanosamente los «secretos» de su éxito, a mí me gusta com- verdad clasificando nuestras percepciones en un archivador. partir los descubrimientos que me han ayudado a ejercer mi El realismo conlleva una búsqueda de un comportamiento selectivo que se adecue a las necesidades del personaje dentro labor. (Como también disfruto compartiendo una maravillosa re- de las circunstancias dadas del dramaturgo. Hemos de partir de ren explicar cómo se hace un buen plato.) Soy entusiasta por la vida para crear la realidad de nuestra nueva vida sobre el esce- naturaleza, y muy impaciente, aunque no me achico frente a un nario. Lo que surge es un reflejo de nuestra visión, de nuestro reto: una de las lecciones más útiles que aprendí fue gracias a la punto de vista, y nuestro poder de selección es lo que mide jardinería. Me di cuenta de la paciencia que se necesita para ver nuestra capacidad artística. Y como sólo disponemos de unas crecer algo que has plantado en un jardín. Creo que es un ejem- horas de vida comprimidas en el escenario, ¡nuestra aportación plo perfectamente análogo a la interpretación: cultivar «orgáni- creativa es crucial! El naturalismo, que busca una imitación no camente» significa utilizar los dones de la naturaleza sin ceta de cocina. Nunca he entendido a los cocineros que no quie- Quedan 4 páginas (2 min) en este capítulo PÁGINA 93 DE 470 20% leído Segunda parte Las técnicas humanas necesidad de añadir sustancias químicas, sintéticas ni artificiales. En primer lugar hay que analizar la tierra, después prepararla, abonarla, labrarla, trillarla y hacerla «friable» (fácil de desmigajar). Las semillas que vamos a plantar se escogen según la luz y el medioambiente en que tienen que crecer. Hay que sembrarlas debidamente, regarlas y fertilizarlas. Y a medida que la planta brota y crece, todas las plagas y los bichos que las atacan, sus enemigos naturales, deben ser eliminados. La planta ha de estar protegida contra las tormentas y las catástrofes naturales. Sólo entonces podrá salir adelante. Lo mismo hace el actor que desea evolucionar, que aprende a aplicar los mismos pro- cedimientos con paciencia, sin buscar atajos, y cuyo objetivo es producir una Obra de Arte. Quedan 2 páginas (<1 min) en este capítulo PÁGINA 95 DE 470 20% leído 4 El yo volvió a apagarse cuando me di cuenta de que no estaba muy segura de quién era yo. ¿En qué consistía esta alma que yo, al igual Cuando era una actriz joven leía y oía hablar de las que Duse, quería poner al servicio del arte? El alma, «psique» en griego, y el yo, son una misma cosa, y recomendaciones que daban una y otra vez los buenos actores, como por ejemplo: «¡Debes soltarte cuando actúas!». Era un tienen connotaciones semánticas diferentes. El alma suele consi- consejo muy noble para la persona que deseaba «sacrificarse derarse algo infinito, misterioso y difícil de definir; la psique por el bien del arte». Pero yo no tenía ni idea de cómo enfocarlo. tiene un significado más científico que se asocia con la psico- Finalmente entendí que era una advertencia para los actores logía moderna. En estos tiempos tan pragmáticos, el yo, a pesar vanidosos y egocéntricos que disfrutaban exhibiéndose, explo- de su complejidad, impresiona menos que otros términos, es tando todos los detalles que más atraían al público, sin prestar atención a su papel ni a las circunstancias de la obra. algo más accesible para el actor, más fácil de explorar. Además, Yo todavía no sabía cómo soltarme en el escenario. Quería ceptos del bien y el mal, facilitando así el descubrimiento y la seguir los pasos de Duse. Ella hacía hincapié en que lo único justificación del comportamiento que resulta de la búsqueda de que tenía que ofrecerle al teatro era la «revelación de su alma». la felicidad y de la autogratificación, esenciales para la existencia Yo sabía que su alma, de una profundidad y complejidad con- humana. el yo no parece estar tan interesado como el alma en los con- siderables, era la que le había hecho destacar entre los demás, Siempre me he considerado una persona con un arraigado dando vida a tantos personajes diferentes. Este uso de sí misma sentido de identidad. Esta identidad consistía en lo siguiente: la fue el que la diferenció de los actores formalistas que preferían imagen que tenía de mí era la de una persona sociable, franca, ilustrar a los personajes que encarnaban sin ningún tipo de com- generosa, con sentido del humor, afectuosa, dulce y fuerte al promiso personal, psicológico o emocional. Durante varios años mismo tiempo y lista pero ingenua. Este conjunto de valora- actué mal porque me vi atrapada entre una manera ilustrativa de ciones intuitivas se acompañaba de la imagen visual que tenía de interpretar personajes con los que no me identificaba y el deseo mí: una niña, hija de la naturaleza, atravesando un campo de flo- de implicarme emocionalmente en ellos. Finalmente logré ver la res salvajes con la melena al viento y los ojos como platos, un luz: ¡tengo que encontrarme a mí misma dentro del papel! La luz ser curioso y con los brazos bien abiertos. De hecho, nunca tuve Quedan 12 páginas (11 min) en este capítulo PÁGINA 96 DE 470 20% leído el pelo largo ni los ojos grandes y raras veces corría a campo tra- excusaba: «Pero si yo no soy así», «yo nunca haría una cosa viesa con o sin curiosidad. En cuanto a las grandes cualidades así», «yo no soy tímido», «yo no soy mandón», «yo nunca soy que me atribuía, no tardé en descubrir que constituían sólo una tan tonto», etc. Además, si les pido que recuerden el día que se parte de mi personalidad y que esa imagen era un tópico. Tal vez cayeron o tropezaron en mitad de un baile de fin de curso o de aquél fuera un cliché más típico si cabe que el que construía de una fiesta, o cuando se les derramó un vaso sobre el esmoquin, mí misma para interpretar un personaje después del primer con- o cuando se levantaron por la mañana con un grano en la nariz, tacto con él. Entendí perfectamente que debía aprender a ampliar entonces miran al suelo, a veces incluso se ruborizan, como le el concepto que tenía de mí, y ahondar en la idea de quién era yo ocurrió a Duse durante aquel famoso episodio, y se vuelven tími- en realidad si lo que deseaba era implicar a mi alma y ponerla al dos. En ese momento les recuerdo que cuando se pelean con alcance de los diferentes personajes. un compañero en los ensayos se comportan como unos man- Todas esas maravillosas cualidades que me había atribuido dones y que cuando sueltan ruiditos absurdos y hablan a sus desequilibraron la percepción que tenía de mí, y por fin llegué a perritos como si fueran bebés, parecen tontos. A veces, cuando entender por qué era incapaz de identificarme de una manera fiel estoy con un científico, o con un electricista, me siento estúpida con los personajes que interpretaba. Tuve que ser honesta con- a su lado, a pesar de que la imagen tópica que tengo de mí migo misma y admitir la arrogancia, la crueldad, la frustración, la misma sea genial. Si un intolerante portero expresa sus opi- envidia y el egoísmo que se adueñaba de mí en según qué cir- niones racistas, me comporto con arrogancia; puedo compor- cunstancias. Ya no podía negarme a profundizar en mi estupidez, en mis impulsos neuróticos, en mis miedos y en mis tarme como una esnob, aunque me considere la más liberal entre las liberales y la más humanista entre las humanistas. Me ambigüedades; en otras palabras, en las cualidades positivas y considero una persona valiente a pesar de que cuando veo un negativas propias de mi persona y de los demás. ratón me pongo histérica. Es evidente que los componentes básicos de los personajes que encarnaremos residen en algún lugar Cuando critico a los alumnos que fijan de antemano las acciones de los personajes, que hablan sobre ellas en lugar de llevarlas a cabo porque no saben cómo justificarlas, me res- de nuestro ser. Otra lección a aprender es que la lucha por conocerse a uno ponden por sistema lo mismo que decía yo cuando me mismo no termina nunca y que se tarda mucho en poner en Quedan 10 páginas (9 min) en este capítulo PÁGINA 98 DE 470 21% leído práctica con coherencia nuestros descubrimientos, hasta conse- enfermo, o enfadado porque no te han contestado una carta, o guir que nuestro trabajo de identificación sea natural y orgánico. porque necesitas algo de ellos, dinero, por ejemplo. Otro de mis importantes progresos se produjo cuando me di Presta atención a cómo reaccionas si estás ordenando tu cuenta de que cada vez que me comportaba mal, generalmente casa y alguien llama al timbre: según a quién esperes, irás a abrir porque me sentía frustrada y no había satisfecho mis deseos, la puerta con una actitud muy determinada que ya se puede per- buscaba una justificación para mis acciones, de manera cons- cibir en tu forma de andar. Te comportarás de una manera si es ciente o inconsciente. Siempre me concedía el derecho de ha- el portero o un mensajero, de otra si es un compañero que viene cerlo, tras de lo cual me sentía culpable o tenía que reconocer a ensayar o de otra si es algún conocido que viene porque tiene que había sido cruel, insensible o manipuladora. Este proceso de ganas de charlar, sea un amigo que llega de fuera o el hijo del ve- aprendizaje no te convierte necesariamente en una persona más cino que quiere jugar contigo. Por las mañanas, tu estado de educada o bondadosa, pero sí en un mejor actor. ánimo dependerá del tiempo que haga (soleado y animoso o Los múltiples aspectos de tu persona, los diversos matices bien nublado y sombrío), de si tienes algo muy importante que de tu personalidad que no son necesariamente loables ni despre- hacer o una cita con el dentista, de si la noche anterior te has ido ciables, resultan infinitamente más fáciles de admitir y de aceptar de juerga o te has acostado muy pronto con un buen libro, o de que una conducta hipercrítica. Es milagroso descubrir cómo si tu habitación está ordenada o hecha un caos. puede cambiar la percepción de ti mismo en un instante. Dentro Otro campo de investigación que te proporcionará valiosos de ti existen cientos de personas diferentes que emergen a la descubrimientos sobre la percepción que tienes de ti mismo es superficie cada día. Imagina que llamas a tu familia por teléfono. la ropa con la que te vistes. Cuando me visto para ir a la ópera, la Observa cómo la imagen que tienes de ti mismo, incluso tu imagen que tengo de mí empieza a cambiar desde el momento cuerpo y tu tono de voz, cambian si hablas con tu padre, tu en que me pongo las medias transparentes. Mi imagen cambia madre, un hermano, un cuñado, una tía, un tío, un vecino, o con todavía más si me pongo una camisa ceñida, los zapatos de ter- un niño. La próxima vez que llames a casa, fíjate en cómo cam- ciopelo, los pendientes brillantes, y acabo de redondearla cuan- bias según las circunstancias, aunque hables con la misma per- do me pongo la capa y los guantes. Me conciencio de la esencia sona. Tal vez estás nervioso porque alguno de ellos está de mi elegancia, digna de una aristócrata, y me veo a mí misma Quedan 8 páginas (7 min) en este capítulo PÁGINA 100 DE 470 21% leído como un ser superior, sentada en un palco o cruzando los salo- me invade un sentimiento de seguridad muy confortable, el nes del Metropolitan a pasos ligeros y graciosos en el en- mismo que tenía de niña. Un vestido de noche corto y ceñido treacto. Esta imagen permanece en mí hasta que empieza a produce en mí una imagen de chica elegante y presumida. Con sonar la música. Entonces me conmuevo y lloro hasta borrar mi un camisón de seda me siento muy seductora, etc. Por ejemplo, maquillaje, grito hasta enronquecer cuando finaliza un aria ma- fíjate en cómo cambian tu porte y tu actitud según el calzado que ravillosa y aplaudo hasta destrozarme las manos. La imagen de lleves; si vas en zapatillas, sandalias, zapatos de tacón, o depor- mí misma empieza a parecerse a la que yo tenía de adolescente, tivas, etc. cuando iba al gallinero del teatro vestida con mis mejores galas heredadas. Tu aspecto cambiará si vas a una fiesta de agentes, productores o directores del mundo del teatro o del cine o si vas a una Si me pongo el mono de trabajo para trabajar en el jardín, fiesta informal de amigos donde puedes poner los pies sobre la unas zapatillas de deporte, unos tejanos viejos y una camisa hol- mesa mientras bebes una cerveza a morro. Contrariamente, ob- gada, me siento y me comporto como la madre tierra. Si me serva cómo te comportas en casa de tus padres cenando con visto para una ocasión especial, la mera acción de ponerme cada unos invitados, o, por ejemplo, cómo te transformas para asistir una de las prendas provoca en mí un cambio de personalidad. a una fiesta infantil de cumpleaños. En cada una de estas situa- Observa cómo te sientes y te comportas cuando te pruebas ropa ciones, incluso cambia tu manera de hablar. en una tienda; todo lo que te imaginas cuando el atuendo no tiene ninguna gracia especial y te hace sentir vieja o burguesa; o En resumen, cambias de identidad un centenar de veces al día condicionado por las circunstancias, por las relaciones que cuando tu imagen es llamativa. Fíjate en cómo te intimida un tienes con los demás, por el tipo de situación que vives y por la vestido supermoderno o estrafalario y te hace sentir torpe o te recuerda tu desgarbada adolescencia, en la que tan a menudo te ropa que llevas. En este proceso hay un elemento de improvisación que creo que se manifiesta en todas las personas, pero de sentías fuera de lugar. una manera mucho más acentuada en los actores. A todos los Está claro que la ropa condiciona tu conducta y que cam- actores, no sólo los que creen que su personalidad es aburrida y biamos de atuendo para cada ocasión. Cuando me pongo el que están convencidos de que el personaje que encarnan es camisón holgado de abuelita, protegida por el calor de la franela, mucho más interesante que ellos mismos (prejuicios que los Quedan 6 páginas (5 min) en este capítulo PÁGINA 102 DE 470 22% leído conducen a mostrar una interpretación formalista del personaje ganas de conocerme porque no podía imaginarse «¡cómo era como única salida), les recomiendo la práctica de la ella en la realidad!», teniendo en cuenta que en las represen- autoobservación, o lo que yo llamo «ejercicios de “estiramiento” de la identidad». Ésta es la manera de almacenar distintas identi- taciones yo me metía en la piel de los personajes porque había dades para seleccionarlas más adelante en el momento que ten- Si temes que los ejercicios de autoobservación que te pro- gas que dar vida a los personajes complicados que te pro- pongo repriman tus reacciones espontáneas y que tu compor- pongan. tamiento sea previsible, te puedo asegurar, sin poderte dar una aprendido a utilizar mi persona convenientemente. Si todavía tienes dudas y persiste dentro de ti el miedo a ser explicación científica, que no será así. Y no olvides que en tu vida repetitivo en los diferentes papeles que interpretes, es porque cotidiana, en todas las formas posibles de dramatización espon- eres impaciente y porque no has investigado suficiente sobre tu identidad. O tal vez porque los «actores-personaje» te han crea- tánea, tu propio ser es siempre el eje central. No estás copiando comportamientos de otros, sino que se revelan en ti las infinitas do una confusión, esos que infestan los teatros y la televisión. facetas que brotan de tu alma y de tu imaginación. Estos actores, la primera vez que utilizaron su imagen cliché, les Es evidente que existe una diferencia abismal entre la con- funcionó de maravilla y fueron aceptados por la crítica y el pú- ciencia de la propia identidad que un actor tiene que desarrollar y blico. Ahora la utilizan sin descanso. Para asegurarse un éxito el ensimismamiento que a veces caracteriza al ser humano. Si en continuado, sin ninguna intención de despegarse de su limitado nuestra edad adulta no hemos logrado desembarazarnos de las personaje, o tal vez porque son técnicamente incapaces, se imi- afectaciones que a menudo adquirimos en nuestra adolescencia, tan a sí mismos en el estilo hasta la saciedad, igual que los acto- seremos muy malos actores. Si un actor manifiesta los amanera- res formalistas imitan el estilo de los personajes preconcebidos. mientos de su vida cotidiana de manera narcisista y se fija sólo Para convencerte de que no debes caer en esta trampa, te en ellos en lugar de concentrarse en las personas con las que explicaré una de mis experiencias. Un hombre que me vio actuar interactúa, ¿cómo pretende interpretar a personajes que no sean varias veces en diferentes papeles, desde Juana de Arco, Blan- afectados? Es cierto que la mayor parte de la gente muestra cier- che Dubois, Marta en ¿Quién teme a Virginia Woolf ? hasta Nata- tos amaneramientos en su comportamiento. Sería deseable que lya en Un mes en el campo, le dijo a un amigo que se moría de tus amigos y profesores fueran honestos y supieran distinguir Quedan 4 páginas (3 min) en este capítulo PÁGINA 103 DE 470 22% leído los tuyos, ayudándote con ello a desembarazarte de cada uno de desarrolló su propio estilo de expresión. Ojalá nos influyan los ellos o a manifestarlos únicamente cuando un personaje en con- mejores. Esperemos que nuestro gusto y criterio nos ayude a creto lo requiere. discernir entre los artistas de verdad y los efímeros. Ante todo, Creo que la observación de los demás, algo que tantos maestros enseñan y recomiendan, sólo es útil cuando es reve- debemos heredar el concepto de trabajo del gran artista y no la forma externa de su expresión. ladora para uno mismo y hace que te identifiques plenamente Así pues, con una expansión y un crecimiento constantes de con lo que observas. A veces puede servirte ver a alguien peleán- nuestra identidad, debemos aprender a utilizar nuestros des- dose con la cajera del supermercado y observar que su compor- cubrimientos con el fin de dar vida a los fascinantes seres huma- tamiento es el de un ser frustrado y estúpido; puede servirte de nos que ofrece la literatura dramática, todos los que están, por referencia y resultarte familiar, porque tú también te has compor- supuesto, a nuestro alcance. tado así alguna vez. Si ves a alguien que se tambalea por la calle porque padece una enfermedad, pregúntate qué puede ocurrirle (si tiene dolor de pies, tensión en las rodillas, pesadez de espalda o sensación de mareo). Si observas cómo caminas cuando estás mareado, cuando te duelen los pies o una rodilla, o cuando tienes juanetes, te resultará muy útil para actuar. Sin embargo, imitar los comportamientos externos o los estilos de interpretación de otros actores es muy peligroso. Siempre hay una época en la vida del actor en la que idolatra a un artista maduro. Lo emulará, consciente o inconscientemente, casi de manera automática. Probablemente así es como se transmite el arte de generación en generación. Mozart estuvo influenciado por Haydn, pero Mozart acabó siendo Mozart. Beethoven admiraba enormemente a Haydn y a Mozart, pero Quedan 2 páginas (1 min) en este capítulo PÁGINA 105 DE 470 22% leído 5 La transferencia pregunta: «¿Y si yo fuera…?», encontré el buen camino para Nota de la autora: a lo largo del libro, «yo», «tú» y «tus» altos en el camino y recurrir a mis experiencias vitales para hacer aparecen entrecomillados para diferenciar al personaje de una obra del actor al que me dirijo, es decir, de la persona. una selección de las transferencias que eran relevantes para mi identificarme en profundidad con el personaje. Tuve que hacer personaje. El laborioso viaje concluyó en la creación de un Cuando Laurette Taylor subrayaba que para ser un buen nuevo «yo». El diccionario Webster define el verbo transferir de actor sólo se necesita imaginación, yo pensaba: ¡Qué bien, por- la siguiente manera: «Transmitir algo de una persona, lugar o que yo tengo mucha! El problema es que no sabía muy bien situación a otra». Si, al igual que Laurette Taylor, quieres asegu- cómo utilizarla y con qué fines. Tras la primera lectura de una rarte de que llevas «la ropa interior» del personaje, deberás obra, construía una imagen del personaje según mi parecer. Si empezar desde el principio a buscar las transferencias desde tu se trataba de un clásico conocido, ya tenía una imagen precon- propia vida hasta ahondar en los orígenes más remotos del cebida. Después la embellecía. Trataba de imaginar el aspecto de personaje, y así podrás creer plenamente en tu nueva existencia. ella, cómo caminaba, hablaba, sufría, amaba, reía, dónde vivía, Tomaré a Blanche DuBois como ejemplo, ya que la mayoría cómo reaccionaba delante de los conflictos, y, a medida que lo hacía, la distanciaba de mí misma cada vez más. Por mucho que de vosotros conoceréis la obra Un tranvía llamado deseo de Tennessee Williams, un clásico del siglo xx. Pienso que la tendencia intentara recrear esta imagen en mi propia psique, en el mo- a formarse un cliché general de un personaje puede manifestarse mento de actuar caía impepinablemente en la trampa de marcar en la primera lectura de una obra. Para luchar contra esta tenta- y ejemplificar las acciones del personaje. A esas alturas de mi ca- ción sería interesante que, mientras lees, te imagines que tú rrera, todavía no sabía cómo ampliar los conocimientos de mi mismo eres el personaje que vas a encarnar. Los misterios que propia identidad, todavía no era consciente de que estaba com- se revelan conforme la obra se desarrolla, y los hechos de la vida puesta de diferentes seres humanos y de que todo el material de Blanche, que se conocen a través de las acciones, se particu- que tenía que expresar estaba dentro de mí. larizarán mediante las transferencias que hagas de tu propia Finalmente, sólo cuando aprendí a utilizar correctamente la vida. En la primera escena te enteras de que «te» criaron en Belle imaginación y empecé a trabajar los papeles planteándome la Reve, una mansión del sur que fue hipotecada y que se deterioró Quedan 118 páginas (110 min) en este capítulo PÁGINA 106 DE 470 23% leído poco a poco, que «te» convertiste en profesora de escuela y que Incapaz de afrontar el escándalo de «tu» vida pasada, desespe- con «tu» escaso salario intentabas mantener «tu» casa. También radamente aferrada a las ilusiones de una vida de placer y opu- te enteras de que «tu» madre, padre y otros parientes han muer- lencia, evadiéndote de la realidad y de los malos pensamientos, to, algunos de ellos en tus brazos, tras padecer enfermedades ahora «te» enfrentas a la última oportunidad de sobrevivir en tan crueles y devastadoras como el cáncer, durante las que «tú» este nuevo entorno que «te» resulta tan ajeno. «Tú» estás con- los cuidaste. Te enteras también de que una gran muchedumbre vencida de que «tu» hermana y «tu» marido no saben nada de desfiló hasta el cementerio, que «tú» tuviste que financiar una «tu» escandalosa vida pasada y crees que es muy importante serie de funerales para los que tuviste que hipotecar Belle Reve guardar «tus» secretos y no contarles nada. «Tú» has llegado en (Bello Sueño) hasta perderla –«¡perderla, perderla!»– y que Ste- un autobús destartalado y después, en un tranvía llamado lla, «tu» hermana pequeña, al haberse ido de casa no tuvo que Deseo, has alcanzado «tu» destino, Campos Elíseos, el nombre cargar con esos lastres. Más tarde sabrás que «tú» te casaste de la estación donde se detiene el tranvía, y ¡en este punto es con un joven apuesto, que «tú» lo idolatraste hasta que le sor- donde empieza «tu» vida en la obra! (Claro que tú, como lector, prendiste en una situación muy comprometida con un hombre y el público, como espectador, iréis recibiendo la información a mayor, tras lo cual «tu» joven marido homosexual se suicidó. medida que se desarrolla la obra.) En un intento por recuperar este amor perdido, «tú» empie- No es muy probable que tu imaginación sea tan poderosa zas a seducir a hombres jóvenes y a beber cada vez más. Tras la como para convertir estos sobrecogedores hechos en una rea- pérdida de Belle Reve, «tú» tuviste que mudarte al Flamingo, un lidad tan clara como para identificarte con ellos. Sin embargo, te hotel de tres al cuarto, donde «tus» historias amorosas empe- servirá ahora si tratas de hacer lentamente las pertinentes transferencias de tus propias experiencias a las de la obra hasta que zaban a incomodar a los dueños. El director de la escuela empieza a enterarse de los rumores que corren y «te» despide. Al final «te» echan prácticamente del lugar. Por lo tanto, al co- se conviertan en hechos sinónimos. Parte desde «tus» orígenes y pregúntate «¿dónde nací “yo”?» y respóndete, «en Laurel, Misi- mienzo de la obra, «tú» eres una vagabunda sin dinero que sipí». Esta pregunta requerirá una clarificación inmediata dado busca refugio en el apartamento de «su» hermana y «su» cu- que es muy probable que no hayas nacido allí. Pero tal vez hayas ñado, un piso destartalado del barrio latino de Nueva Orleans. viajado por el estado, hayas visto los árboles cubiertos de Quedan 116 páginas (108 min) en este capítulo PÁGINA 108 DE 470 23% leído musgo, hayas pasado cerca de las mansiones de antes de la gue- numerosos libros y fotografías que existen sobre el país de Fau- rra rodeadas de jardines, unos sombríos y otros quemados por lkner y las casas del sur, y así podrás hacer transferencias me- el sol, y tal vez paseando por allí te hayas embriagado de su ran- diante los mismos procesos de imaginación que ya conoces. cio olor a sueños perdidos. También es posible que hayas divi- También podrías visitar algún estado de Long Island o de alguna sado algún parterre con las flores que de niña eran tus favoritas. parte de los suburbios del Medio Oeste que te recuerden a las Tal vez hayas compartido tus recuerdos con el portero de alguna mansiones sureñas a fin de potenciar tu sentido de la realidad de de las casas. Si durante este viaje has aprovechado tu imagi- aquella época. Así llegarás a construir unos buenos cimientos nación de actor y has fingido vivir allí, ahora sólo tienes que so- para tu nueva infancia. lidificar y adornar los hechos. «Tú», ¿a qué jugabas? ¿Dentro o Ahora ya sabes que Belle Reve se perdió a pesar de «tus» lu- fuera de casa? ¿Con quién? ¿A qué amigo puedes transferir a este chas en vano por mantenerla para que «tus» acreedores no te la entorno e imaginar que juegas con él al escondite o a «tocar y a arrebataran. Tienes que buscar un sustituto para este senti- parar»? ¿Tenías una hermana menor que pudiera hacer de «tu» miento de desarraigo y esta desesperación motivados por una hermana «Stella»? Si no, piensa en una prima o en una amiga pérdida tan querida. Mudarte, aunque sea a un lugar mejor, po- más pequeña que tú a quien cuidabas o con la que disfrutabas dría ser una experiencia traumática, y te haría sentir insegura o jugando. ¿Estudiabais o leíais juntas en imponentes habita- temerosa, como le ocurre a Blanche. Dejar una casa de verano, o ciones? ¿Podrías encontrar tu peluche favorito en aquella cama vaciar un espacio con el fin de alquilarlo, o cualquier otra cosa con dosel? ¿Tu cama podría estar cubierta con tu edredón favo- que pueda hacerte sentir desplazada te resultará muy útil para rito? Stella y «tú» ¿os probabais ropa juntas, fingiendo ser las este papel. reinas de la fiesta, bailando por la habitación en brazos de algún apuesto soldado? Blanche se ha enfrentado a los familiares agonizantes que se echaban en sus brazos antes de morir. Afortunadamente, tú Evidentemente, el actor que haya nacido en el sur de Esta- nunca has experimentado nada semejante, pero sí que te habrás dos Unidos dispondrá de fuentes más directas para trabajar que sentado en la cama de un ser querido enfermo y le habrás visto un norteño, que deberá recrear más. Pero aunque nunca hayas tiritar de frío o habrás tomado la mano de algún familiar o un estado allí ni de visita, aprovecha ahora y consulta los amigo también enfermo de gripe o bronquitis, o habrás estado Quedan 114 páginas (106 min) en este capítulo PÁGINA 110 DE 470 23% leído cerca de algún pariente que ha sufrido una gripe intestinal y ha transferir todo aquello que te provoque repulsión. Es decir, ne- tenido vómitos y diarreas. Todas estas experiencias son sufi- cesitarás un detonante psicológico para evocar ese momento. Te cientes para cubrir las transferencias que necesitas para la enfer- será preciso asociar el suicidio de «tu» marido a una catástrofe medad de Margaret, la prima de Blanche, por ejemplo. Con asis- de la que te sientas responsable y culpable ya que él se suicidó tir a uno de esos funerales tan soporíferos ya es suficiente para porque «tú» le habías acusado de ser el responsable de haberte imaginar cómo son los otros. Sabrás cómo es el ataúd, los orna- hecho sentir asqueada. Piensa si alguna vez despidieron a al- mentos florales, el monótono discurso del cura, el hieratismo de guien de su trabajo por culpa tuya, por haber dicho o hecho algo los demás dolientes, etc. Cuanto más poderosas sean las imá- perjudicial para esta persona, si alguien fue atracado porque te genes que visualizas, más fuentes tendrás para «acusar» a Stella dejaste una puerta abierta; o si alguien tuvo un accidente de de haber-«te» abandonado en mitad de estas terribles pesadillas. coche por conducir borracho porque tú no le advertiste. Cual- Más tarde, en la obra, cuando «tú» confiesas a Mitch el gran quier desastre que crees que podías haber evitado puedes trans- amor que sientes por «tu» joven marido y lo culpable que «te» ferirlo al sentido de culpa que «te» atormenta tras la muerte de sientes tras su suicidio, tienes que buscar a alguien a quien Allan Grey. hayas admirado mucho, a quien hayas adorado, que constituya Llegados a este punto, debes ya tener una idea de cómo lle- para ti el símbolo perfecto del romanticismo. Si no encuentras ni var a cabo la tarea de seleccionar realidades personales y transfe- un primer amor, o la persona idónea, sustitúyelo por un ídolo de rirlas a los hechos ficticios, y de cómo intercalar éstos imagina- tu adolescencia, alguien inaccesible a quien venerabas y con tivamente en la vida pasada del personaje. De igual manera bus- quien fantaseabas, siempre y cuando en tu memoria resida una carás sustitutos para identificarte con la explotación sexual que imagen potente y sensorial de tu hombre perfecto. Si no logras sufre Blanche (una historia verdadera o una historia que estuvo a identificarte con el pavoroso momento en que descubres a «tu» punto de suceder es suficiente para asumir que hubo más de joven marido en los brazos de su amante, piensa lo que repre- una), con la tendencia al alcoholismo (no dista mucho de una sentó aquel momento para Blanche: para ella fue una aberración, fuerte obsesión por los dulces o por las pizzas), con el senti- una experiencia repulsiva, comparable a tocar una serpiente vis- miento de ser constantemente observada y criticada, con la mala cosa, una araña gigante o una rata sucia y chillona. Puedes reputación por culpa de haberte comportado mal (a todos nos Quedan 112 páginas (105 min) en este capítulo PÁGINA 111 DE 470 24% leído ha ocurrido alguna vez), con la miseria, el desamparo y la nece- descuidado con tu ropa, ponte un par de guantes de algodón sidad de que alguien te acoja (algo muy común entre los acto- blanco inmaculado y trata de mantenerlos flamantes hasta el res), o con todo aquello que necesites para solidificar tu identi- final de la jornada. Fíjate en cómo estos guantes tan elegantes ficación con el pasado de Blanche antes de comenzar la obra. El han influido en tu personalidad y la decepción que sientes cuan- siguiente paso, que ya habrás empezado a dar intuitivamente, es do se ensucian. Disfruta de una hora libre y date un buen baño tratar de identificarte con las características más elementales de de sales, suaviza tu piel con aceites hasta satinarla, rocíate con la personalidad de Blanche, con sus necesidades básicas, las un perfume aromático después de secarte con la toalla, ponte la fuerzas motoras que propician sus acciones a lo largo de la obra. mejor lencería que tengas imaginando que éste es tu compor- Entre ellas, habrás notado su gusto por la belleza, la elegancia, la tamiento habitual con el objetivo de reforzar tu sentido de femi- gentileza, la delicadeza, la necesidad de ser amada y protegida y nidad. Cepíllate el pelo hasta que reluzca. Si como yo, sueles sus inclinaciones aparentemente contradictorias por la sensua- andar en sandalias, zapatillas de deporte o descalza por la casa, lidad, por borrar sus ilusiones, por el sentido de impotencia ante ponte unas medias transparentes, unos zapatos de tacón y un las realidades más crueles y por la necesidad de evadirse de todo vestido de volantes en lugar de tu camisa y pantalón de diario. lo negativo que la rodea. Si el conjunto de sus rasgos humanos Pon la mesa con el mejor mantel de lino y cubertería que tengas te resultan ajenos y la emulación de su persona se limita a dar y deleita con una cena imaginaria a tu nuevo pretendiente. En- una imagen de Blanche que no tiene nada que ver contigo, pro- ciende una vela. Cógela y ponte frente al espejo. Fíjate en cómo fundiza en cada uno de los rasgos, uno por uno, y trata de la luz de la llama te favorece y te borra las arrugas de alrededor encontrar tu propia realidad en ellos. Piensa en las épocas en que disfrutabas de tus orgías poéticas, cuando llorabas o te delei- de los ojos. Intenta recordar alguna vez en que en una audición tabas con Browning, Keats o Rilke. Si alguna vez has asistido a demasiado mayor para optar al papel. Haz un esfuerzo por recu- un cóctel o aperitivo en una sala de reuniones de un hotel y has perar el horrible sentimiento de que te descubrieran para poder disfrutado de las exquisitas pastas de té servidas en bandejas de transferir la hipersensibilidad que tiene Blanche respecto a su porcelana al son de la música de un cuarteto de cuerdas, haz edad. Recuerda que la sola existencia de una pequeña arruga o como si eso ocurriera cada día de tu vida. Si crees que eres pliegue de tu piel te puede eliminar del concurso y poner en muy esperada mentiste sobre tu edad porque creías que eras Quedan 110 páginas (103 min) en este capítulo PÁGINA 113 DE 470 24% leído peligro tu gran oportunidad. Las transferencias para mostrar el gusto que tiene Blanche La necesidad de ser amada y protegida se vuelve imperiosa por la gentileza, el decoro y la dignidad pueden reforzarse me- cuando nos sentimos abandonados y nos mostramos especial- diante una búsqueda de identificación con su horror por la cru- mente vulnerables ante una situación difícil. Casi todo el mundo deza, la vulgaridad, la brutalidad y la violencia, y resulta fácil de ha sufrido más de una vez este tipo de experiencia, particu- evocar para todo aquel que ha vivido un tiempo en una gran ciu- larmente hacia el final de la adolescencia. Así que debe resultar dad. También hay que recrear este rechazo ante estas manifes- relativamente fácil encontrar una transferencia para esta realidad. taciones de horror para poder construir «tu» relación personal Y lo mismo ocurre cuando deseas sexualmente o con lujuria a con Kowalski, o con la pareja vecina del piso de arriba, con los un hombre muy masculino, con un torso musculoso que brilla jugadores de póquer, con los otros vecinos y transeúntes e in- con el sudor y que despierta en ti las fantasías eróticas más sal- cluso con el bullicio de la calle. Podrás aplicarlas para recrear el vajes. Y no es contradictorio sentir un deseo imperioso de tener ambiente del Barrio Latino y del apartamento de Kowalski, donde una pareja sensible, inteligente, romántica y dulce y al mismo se irá revelando «tu» vida. tiempo desearla ansiosamente. Hasta ahora me he centrado en el trabajo preparatorio de las En cuanto al autoengaño, podemos basarnos en muchos transferencias imaginativas, que son las que ayudarán a corro- ejemplos de nuestra vida diaria. Nos miramos en el espejo y borar tu identificación con el pasado del personaje. Desde el mo- vemos lo que queremos ver, pero no lo que se refleja en él. En una entrevista de trabajo sólo oímos cosas positivas porque no mento en que empezamos a trabajar sobre el presente, el momento en que el personaje aparece en el escenario, por así de- queremos perder la esperanza; o negamos los sucesos desagra- cirlo, surge un nuevo elemento. Es el elemento esencial para dables que nos han obligado a comportarnos mal cuando salen combinar o alternar nuestras transferencias con las que ten- a relucir y entonces nos inventamos historias para justificar que dremos que hacer en el futuro. Este proceso no forma parte del trabajo preparatorio sino de las sesiones de ensayo. A este tra- no teníamos la culpa. También es muy común evadirse y distraerse con otras actividades «más importantes» cuando tenemos que terminar un trabajo que nos desagrada, o cuando bajo lo denomino la particularización: es una recreación lo más concreta posible de cada acontecimiento, persona o lugar, in- hemos de ir al dentista o al médico y tenemos miedo. cluso de cada objeto, por imperceptible que sea. Es una Quedan 108 páginas (100 min) en este capítulo PÁGINA 115 DE 470 24% leído investigación a fondo de cada detalle que pueda ayudarnos a intención de que no se note que lo has usado, el pañuelo, ¿estará descubrir la relación que el detalle mantiene con el personaje, de húmedo y olerá a alcohol? ¿Lo esconderás en tu bolso? Para par- qué manera estos detalles se perciben u obstaculizan o facilitan ticularizar el pañuelo tendrás que hacer una transferencia de los objetivos del personaje y, en consecuencia, cómo condi- algún pañuelo especial y delicado para ti. Tal vez pensar que fue cionarán «tu» comportamiento. No podemos dar nada por un regalo de un pretendiente, o de tu madre, por ejemplo. Si has hecho ni abordar las cosas en general, sino que hemos de hacer- prestado la suficiente atención a estos objetos, en seguida te las lo más específicas posible. Todo tiene que concretarse. Hay darás cuenta de que la manera como coges la botella, el vaso, y que examinar qué es cada cosa y definirla minuciosamente. el pañuelo estará determinada por las propiedades que tú misma Pondré un ejemplo utilizando los objetos aparentemente hayas atribuido a cada objeto. irrelevantes que usa Blanche cuando se queda sola en el aparta- Todas y cada una de las cosas deben concretarse. Aunque la mento al inicio de la obra. Una vez que ha asimilado el caos que escenografía la decide el escritor, el escenógrafo y el director, hay en la habitación, que ha visto que sólo hay una cama muy sólo tú puedes particularizarla al máximo. Blanche le pregunta a pequeña deshecha y que allí no hay lugar para ella, descubrirá, a Stella qué está haciendo en ese lugar tan «horrible». ¿Qué es lo través de la puerta a medio cerrar de un armario, una botella de que es tan horrible? ¿La pobreza del mobiliario, el caos? ¿Las alcohol y, acto seguido, se servirá una buena copa. Durante el latas de cerveza vacías? ¿Las colillas apestosas? ¿A ti, a qué te re- ensayo, fíjate bien en esta botella. ¿Es un whisky de marca o es cuerda? ¿Tal vez a un encuentro nada agradable con alguien que malo? ¿Está llena? ¿Notarán después que falta whisky en la bote- tuviste en un lugar similar? ¿En qué te hace pensar la escoba que lla? ¿Cómo es el tapón, de corcho o de rosca? ¿El vaso de donde bebes es un vaso barato? ¿O es de cristal macizo? ¿Es está tirada en el suelo? ¿Hay cortinas en las ventanas? ¿Te sien- fácil de romper? ¿O es un vaso precioso que trajo Stella de Belle tren, los transeúntes? ¿Ves alguna pata astillada en las sillas del Reve y que aquí destaca por la pobreza de la casa? ¿Está limpio o cuarto en donde puedes engancharte las medias? ¿Hay alguna sucio? La botella contendrá té o agua, pero tendrás que imaginar de ellas que te haga sentir digna y decorosa al sentarte en ella? que es whisky auténtico cuando «tú» le des un sorbo. Cuando ¿La mesa está llena de migas? ¿La nevera está sucia? ¿Los mue- limpies el vaso con «tu» pañuelo y lo devuelvas a su sitio con la lles de la cama chirrían? Si estas sugerencias te ayudan a ampliar tes observada? ¿Qué ves a través de las ventanas? ¿Las vías del Quedan 106 páginas (99 min) en este capítulo PÁGINA 117 DE 470 25% leído tu imaginación, verás cómo las transferencias y particula- piensas «tú» sobre los gustos de los otros. rizaciones irán intercalándose en este proceso de reforzamiento de tu fe en este lugar. El trabajo preparatorio que hay que aportar en los ensayos está basado en posibilidades, en consideraciones sobre estas Ya he dado algunos ejemplos de transferencias respecto a relaciones, y sirve para dar con las transferencias que te ayu- «tu» relación con algunos de los personajes que en realidad no darán finalmente a particularizar. Cuidado con las decisiones aparecen en la obra (parientes, compañeros, el joven marido, inflexibles y radicales que pueden jugar en tu contra e invalidar otros pretendientes y amantes). He abordado ligeramente la rela- tu trabajo si son diferentes a las del director o las de los otros ción que mantienes con «tu» hermana Stella y «tu» cuñado actores, o cuando no se adecuan a las de tus compañeros de tra- Stanley. El resto de personajes con quien vas a interactuar, a bajo. Casi todo el trabajo minucioso sobre «tus» relaciones con excepción de Stella, son nuevos para «ti» a medida que los vas los demás, su desarrollo y la fluctuación que sufren a medida conociendo en la obra: los vecinos, Stanley, Mitch, el joven que «tú» entras en diferentes conflictos con ellos, se llevará a cobrador, los jugadores de póquer, el médico y la enfermera. cabo durante los ensayos con tus compañeros. Aborda la obra desde el punto de vista de Blanche para analizar La complejidad de las relaciones humanas y la dificultad del «tus» relaciones con los otros, definiéndolas al principio en tér- actor de controlarlas y de enfrentarse a ellas en una obra de tea- minos generales: afinidades, aversiones, ventajas, desventajas. Para entender cada relación, trata de definir quién manda y quién tro es un tema que merece un capítulo entero²⁰. Pero en este capítulo, que está basado en la utilización de las transferencias, obedece y en qué circunstancias se determinan estos roles. abordaré el tema sólo a un nivel elemental. ¿Existe alguna relación de competitividad? ¿Es ésta recíproca? Durante el trabajo preparatorio, construye elementos de (Quién da, quién recibe.) Después considera cuáles son «tus» «tu» pasado con Stella a través de una hermana pequeña, prima suposiciones, acertadas o no, respecto a cada relación, y tam- o amiga a quien te gustaba cuidar o, a veces, dominar y darle bién aquello que «tú» crees que piensan acerca de «ti». Fíjate en órdenes. Imagina a Stella abandonando Belle Reve. Piensa en la cómo cambian «tus» suposiciones a medida que se desarrolla la despedida: ¿fue agradable? ¿Se iba a Nueva Orleans a buscar tra- acción y que las relaciones van entrando en conflicto. Piensa en bajo? Aplica estos supuestos a tu compañera de escena cuando lo que «te» gusta y lo que no «te» gusta de cada una y qué ensayéis juntas. La actriz podría tener tu misma edad. Utiliza las Quedan 104 páginas (97 min) en este capítulo PÁGINA 118 DE 470 25% leído transferencias para tratarla como si fuera «tu» compañera menor. Si no es así, procura particularizar su aspecto físico, su atribuyes las cualidades del típico mecánico machote, sucio y tono de voz y su personalidad. Estima en qué grado su persona menor, estarás iniciando la transferencia para llegar a «tu» aumenta tu fe en la relación. Si la ves dispuesta a colaborar, pí- verdadero Stanley. camorrista, y lo imaginas casado con «tu» simpática hermana dele que te enseñe una fotografía de unos años atrás para que Al final de la primera escena del segundo acto se produce veas los cambios que se han operado en ella. Si ella está de un momento crucial entre Blanche y el joven cobrador. El cobra- acuerdo, improvisad escenas de tu pasado: por ejemplo, os ves- dor simboliza los sueños románticos de Blanche y le evoca la tís juntas y os maquilláis para una doble cita. Reflexiona sobre si nostalgia de su infancia perdida, sus anhelos de grandeza. alguna vez has intentado dominarla, o si habéis competido o si Probablemente él se costee los estudios con su trabajo. Los bue- simplemente habéis compartido experiencias agradables. Impro- nos modales que muestra están fuera de lugar dentro del con- visad la despedida. Ayúdala a empaquetar. Estos experimentos texto del Barrio Latino. Es poco probable que este actor propor- influirán positivamente en vuestro primer encuentro en la obra. cione todos los elementos necesarios para que Blanche se abas- Ahora «tú» necesitas que ella te proteja a «ti», te muestras tezca de los estímulos que desencadenan las acciones perti- vulnerable ante las opiniones y consideraciones que ella tiene nentes. Tendrás que transferir a este personaje una persona de sobre «ti». «Tú» tienes muchas cosas que esconderle y mucho que justificar respecto a «tu» lucha desesperada por encontrar tu pasado. (Yo imaginé que era el actor francés Gérard Philipe, cobijo. De esta manera, la relación se ha invertido y hay momen- A veces ocurre que un compañero reúne todos los requi- tos en que (cuando «tú» preguntas dónde podrá ella alojarte, o sitos que intuyes necesarios para la relación que mantiene tu cuando «tú» le confiesas que «no estás muy bien») ella se con- personaje con él. En este caso, transferir conscientemente desde vertirá en una figura paternal o maternal, para lo que necesitarás tu vida personal ya no es necesario. Uno de los cuatro Mitches seguramente hacer una nueva transferencia. con quien actué durante los dos años que encarné a Blanche Du- que era para mí el símbolo del perfecto caballero.) Hasta que el actor que encarna a Stanley no haya desarro- Bois era un amigo que me admiraba y que se sentía socialmente llado su personaje, a primera vista se te presentará como una inferior a mí. Era torpe, pero muy amable. En nuestros encuen- persona atractiva, sensible, educada, como lo que es, pero si le tros sociales me trataba con guante blanco y resultó ser idóneo Quedan 102 páginas (95 min) en este capítulo PÁGINA 120 DE 470 26% leído en muchos aspectos de «mi» relación con él. No tuve que ima- elementos a la vida de tu personaje. Las épocas históricas pue- ginar cualidades ni atribuirle rasgos del personaje para esta- den hacerse reales mediante la combinación de transferencias de blecer mi relación con él y particularizarla. tu experiencia personal con las fuentes que extraes de los viajes, A los dieciocho años interpreté a Nina en La gaviota con los Lunt. Nina es una inocente chica de campo, de clase media, que de las novelas históricas o biografías, y de las visitas a museos se ve atraída por la vida de su vecina, una famosa actriz a la que o de las películas de época²¹. Los ejemplos que he proporcionado en este capítulo sobre admira, y la del amante de la actriz, un escritor conocido que cómo recrear personajes, en concreto el de Blanche DuBois, no Nina idolatra. Yo estaba impresionada por la Fontanne e idola- están basados en ninguna interpretación definitiva y no hay que traba al señor Lunt. Estas relaciones tan particulares que mante- tomárselos al pie de la letra en el caso de que vayas a interpre- nían los personajes eran el reflejo exacto de mi vida personal y tarlos. Nadie puede sustituir tus transferencias personales. Si quieres que te resulten útiles debes encontrar las tuyas propias. las utilicé para interpretar mi papel. Cuando actué en ¿Quién teme a Virginia Woolf ?, mi personaje, Marta, era la hija de un rector de universidad a quien ella adoraba. Mi padre era profesor y Si alguno de los ejemplos te ha resultado inquietante, no ha sido catedrático de departamento. Yo también lo adoraba. Marta intencionadamente. Empieza a hacerte una reserva de transferencias propias y trata de integrarlas en tu trabajo preparatorio y creció en una ciudad universitaria, igual que yo. Al inicio de la en las sesiones de ensayos. obra Marta llega directamente de una fiesta de la universidad. En Presta atención y no caigas en la trampa de revelar tus fuen- las primeras fases de mi trabajo me resultó fácil concretar estos tes y recursos de transferencias al director o a tus compañeros. aspectos de la vida del personaje. Es decir, cuando el campo de Aquello de «Adivina en qué pienso para hacer esto…», o «¿Sabes creación del dramaturgo se engrana con ciertos hechos parti- cuál es mi transferencia para nuestra relación en escena?» no culares de tu vida, las transferencias ya están hechas y es fácil funciona, pues las transferencias sólo sirven si permanecen en ajustarte a los detalles de la obra. secreto. Si alimentas la curiosidad de tus compañeros de escena En las obras clásicas surge el problema añadido de la dis- se convertirán en seguida en observadores y centrarán su aten- tancia histórica, en la que hay que investigar en el tiempo, el lugar, la moda y la situación social para poder adaptar los ción en cómo manifiestas esta transferencia en lugar de tratar de buscar su propio recurso para establecer su relación contigo. Si Quedan 100 páginas (93 min) en este capítulo PÁGINA 122 DE 470 26% leído compartes estos aspectos privados del trabajo te volverás dema- abrazo. Para cada caso he utilizado al señor Lunt, al conocido de siado consciente a la hora de aplicarlos, y éstos perderán su mi hija o a mi viejo amigo para crear un estímulo inicial que con- valor y eficacia. Me gustaría subrayar, puesto que suelen producirse equí- duce a un comportamiento específico que aplico directamente a mi relación con el alumno. No me he quedado con una imagen vocos al respecto, que encontrar la fuente para una transferencia fija del señor Lunt, ni de los otros, ni tampoco las he visualizado no es un fin en sí mismo. No debería conducirte a profundizar todo el rato puesto que interferiría con la conciencia que tengo en los sueños y sentimientos íntimos cuando estás en escena. de mi compañero de escena y con la influencia que pueda ejercer Una transferencia no es completa hasta que la fuente original se sobre él. En cada ocasión establezco algo completamente nuevo ha hecho sinónima del material de la obra. Para ponerte un ejem- en cuanto a mi relación con él, de modo que no voy a necesitar plo describiré lo que utilicé en clase y te aclararé esta cuestión. más la fuente original para interactuar con él. He completado la Escojo un estudiante para trabajar y lo coloco en el extremo opuesto del escenario al mío. Le pido que vaya acercándose a mí transferencia al encontrar el comportamiento apropiado. He utilizado el pasado para hacer realidad el presente. En el escenario como si estuviéramos en la calle y nos encontrásemos de pronto viviré en el presente y no en el pasado. por pura casualidad. Justo antes de darnos la mano, cuando ad- Quiero asimismo subrayar que cuando la imaginación del vierto su presencia, lo tomo por Alfred Lunt. Inevitablemente, me actor se enfría con la búsqueda de las transferencias conve- sonrojo, me intimido y de manera instintiva me agacho haciendo una especie de reverencia en el momento que le estrecho la nientes para el material de la obra, y su procedimiento se ve mano. Repito la acción una vez más, esta vez imaginando que el alumno es un impertinente y ordinario amigo de mi hija. A me- haría…» es porque aborda los hechos de la obra y su contexto de dida que se va acercando a mí me pongo rígida, echo la cabeza tecimientos paralelos del personaje en su propia vida. Supongo hacia atrás, y le doy un apretón de manos totalmente mecánico. La tercera vez, imagino que el alumno es un compañero de fati- que habréis percibido que los ejemplos de transferencias que he gas que llega de viaje después de años de no vernos. Acelero el suceden en la obra, sino que están conectados con la esencia de paso, tomo su mano entre las mías y finalmente le doy un gran la experiencia del personaje que toma vida mediante las interferido por la idea de: «Yo nunca hice…», o «Yo nunca una manera muy literal y se desgasta en vano buscando acon- mencionado hasta ahora no reflejan exactamente los hechos que Quedan 98 páginas (91 min) en este capítulo PÁGINA 123 DE 470 26% leído transferencias de experiencias, personales, sensoriales, emocio- por su desgracia, es decir, relacionándome con «ella» desde el nales y psicológicas similares. Si profundizo en la búsqueda del punto de vista del espectador, en lugar de participar direc- recuerdo de un amor que, como Allan Grey, apareció sobre un tamente en los conflictos del personaje y afrontarlos, paro en charco de sangre después de haberse pegado un tiro en la ca- seco y retrocedo en busca de las transferencias específicas que beza, me encontraría en un callejón sin salida. No obstante, si necesito para recrear su vida. No hay que confundir nunca el tipo evoco la muerte agonizante de mi adorado caniche, el senti- de implicación que manifestamos cuando participamos en las miento de culpabilidad que me invade por no haber podido evi- acciones del personaje con aquella implicación que surge de un tar la tragedia es suficiente para transferir la esencia de la expe- tipo de actuación muscular y emocional originada en la empatía riencia de Blanche. Por muy ilógico que parezca, a nivel interior que siente el espectador hacia el personaje. Y recuerda que a esta experiencia es comparable con la muerte de Allan Grey. pesar de que el director es siempre tu guía, desconoce por com- Si en algunos casos el actor tiene un parecido innato con el pleto tus experiencias personales. Conseguir que todo te resulte personaje que ha de representar y dispone de una imaginación auténtico y verdadero y particularizar todas tus acciones es el poderosa, cabe la posibilidad de que se identifique fácilmente verdadero oficio del actor. sin la necesidad de realizar sustituciones conscientes y deta- En resumen: las transferencias forman parte de tu trabajo lladas como las que he descrito anteriormente. Yo misma he preparatorio y durante los ensayos están siempre en fluctuación, hecho alguna vez unas transferencias iniciales que me han cata- hasta el final de la función. El motivo de su existencia es doble. pultado a terrenos de la obra en los que he logrado mantener mi El primer objetivo de las transferencias es identificarte con todos sentido de la realidad durante pasajes enteros. Estos momentos, los aspectos de la vida pasada y presente del personaje, corro- cuando me dejo arrastrar por la magia de «Si yo fuera…» sin violación alguna de la verdad de «mi» existencia, son excep- borar tu fe en la época, lugar, alrededores concretos y circunstancias en las que vivirá el personaje y proveer de realidades cionales. Y en el instante que me descubro a mí misma pen- pertinentes a las relaciones que mantienes con el resto de sando como «ella» en lugar de como «yo», y empiezo a actuar pensando en cómo se debe de sentir «ella», qué es lo que «ella» personajes. El segundo tiene que ver con el descubrimiento del comportamiento del personaje, justificarlo al mismo tiempo que haría, o veo que me estoy riendo de «ella», llorando por «ella» y estamos alerta a cada detalle, a cada objeto animado o inanimado Quedan 96 páginas (89 min) en este capítulo PÁGINA 125 DE 470 27% leído 6 Los sentidos físicos que estimula nuestras acciones en escena y nos predispone a actuar consecuentemente con lo que sentimos y deseamos. Los pensamientos y los sentimientos están suspendidos tempo- Antes de aprender a transferir nuestros sentidos al personaje ralmente en el vacío hasta que estimulan y alimentan las accio- que encarnamos, hemos de entender su funcionamiento. Estar nes escogidas, y son las acciones del personaje las que van a vivos requiere un pleno uso de los cinco sentidos. Sin embargo, revelar el nuevo «yo». Cada fase de este trabajo tiene que pro- en estos tiempos de alienación social, poco a poco los vamos vocar unas acciones personales, cruciales, justificadas y revela- adormilando. Fijamos la vista en el horizonte o miramos al suelo doras. Es, en sentido literal, un procedimiento que consiste en para evitar encontrarnos con la mirada del vagabundo que duer- «hacer creer», en hacerte creer en «tu» existencia. Entonces, el me en la calle. Giramos la cara cuando vemos a niños maltra- público también habrá conseguido creer en ti. tados o perros abandonados que vagan por las calles y los parques. Ignoramos las pintadas en las paredes o los edificios que son objeto de vandalismo. Por la calle casi siempre llevamos gafas de sol. Nuestra percepción sobre los demás está distorsionada por culpa de la vanidad. Sólo prestamos atención al efecto que causamos en ellos en lugar de fijarnos en el efecto que causan ellos sobre nosotros. Resulta imposible intercambiar ideas a no ser que hablemos a gritos porque la radio o la televisión del bar, que siempre están encendidas, no nos dejan oír nada, o porque el bullicio en los restaurantes es tremendo. Si estamos solos, nos ponemos los auriculares del walkman para aislarnos de la «contaminación acústica», pero en realidad estamos interfiriendo en nuestra imaginación y bloqueándola temporalmente. El rock and roll es actualmente el opio de las masas. El acid rock ha dejado sordos a los jóvenes que van a las discotecas Quedan 94 páginas (87 min) en este capítulo PÁGINA 127 DE 470 27% leído a bailar solos, sin tocarse entre ellos, pendientes únicamente de todavía más poder sobre ti que un árbol. Si despiertas tus cinco que el resto de la gente siga girando sobre sí misma enajena- sentidos, la conexión con ellos puede provocarte un «¡calla, damente. En las terapias de grupo enseñan a la gente a tocarse. calla! ¿Qué luz se abre paso por aquella ventana? ¡Es el oriente, y El tabaco y la comida demasiado picante insensibilizan las papi- Julieta es el sol!», o la explosión de Richard en La dama no es las gustativas y el perfume de los ambientadores, que sirve para combatir los olores de la cocina, eclipsa igualmente el olor de para la hoguera: «¡Oh Dios, Dios, Dios! ¡Veo venir el problema!», cuando Alison entra por primera vez en la habitación, o el grito las flores. Las drogas han destrozado vidas y carreras profe- de Blanche de «¡Stella, oh, Stella, Stella! ¡Stella de Estrella!», en sionales, incluso el consumidor moderado tiende a insensi- el momento en que se encuentra con su hermana. bilizarse y a atontarse. Todo en nombre de «hacer frente al Los cinco órganos sensoriales (ojos, oídos, nariz, lengua y mundo». «Interrumpe» estos hábitos devastadores y «abs- piel) son nuestros receptores de estímulos externos. Cuanto tente». Ábrete de orejas, por mucho que te duela. Si lo haces, tu más «sensibles» nos mostramos, más intensamente respon- sensibilidad, que es la parte esencial del talento del actor, aumentará. Entenderás mejor el mundo en el que vives y te com- demos a los estímulos, desde el éxtasis espiritual hasta el dolor más insoportable; porque las reacciones físicas provocadas por portarás de manera más amable en tu vida cotidiana. estos estímulos, evidentemente, van acompañadas de res- Si paseas cabizbajo en primavera por el parque del Greenwi- puestas psicológicas. ch Village, puedes encontrarte un frasco de crack en el suelo. Si Normalmente no investigamos en nuestras sensaciones y miras hacia arriba, verás probablemente las ramas en flor de un no les dedicamos mucha atención. Sólo las recordamos cuando árbol, llenas de miles de capullos blancos, rosa y ocre. Toca la son extremas: si nos quemamos con un hornillo, si nos cor- suave corteza y los pétalos sedosos, coge una flor y saborea su tamos con una hoja de afeitar o con un cristal, si mordemos un dulce néctar, huele su aroma embriagador, y escucha los susu- gajo de limón o un dulce de azúcar, si olemos perfume o el rros de las ramas que se agitan con la brisa primaveral. Ante hedor de la cloaca, si contemplamos un esplendoroso amanecer semejante milagro se te conmoverá hasta el alma y te pregun- o vemos un animal herido, si oímos piar a un pajarito o el silbar tarás si el adicto al crack habría tomado el frasco si hubiera visto de una sirena. Sin embargo, algo tan corriente como estrechar la antes el árbol en pleno esplendor. Los seres humanos tienen mano a alguien sólo puede tener sentido si el actor se sensibiliza Quedan 92 páginas (86 min) en este capítulo PÁGINA 128 DE 470 27% leído y percibe el tipo de piel y textura de la mano que está tocando: tenemos que saber distinguir la diferencia entre la verdad en el ¿está fría o caliente? ¿Húmeda o seca? ¿Es suave o áspera? El apretón ¿ha sido firme, amigable, blando, distante, ansioso, ner- arte respecto a la verdad en la vida. El actor formalista, por ejemplo, tiende a ilustrar superficialmente el cansancio, los res- vioso, sensual o dulce? Fíjate en los objetos que te rodean y que friados, o los sudores de su personaje o sobreactúa si tiene que usas en tu rutina diaria: la textura y el olor que despide el jabón, simular los retortijones y espasmos que sufre si le han enve- los productos de limpieza, las colonias, las pieles, la madera; nenado. Y si su personaje se emborracha el actor hace lo mismo presta atención a los olores y sabores de la comida cruda o co- y exagera excesivamente la manera de tambalearse y de balbu- cida, el alcohol, los refrescos, los zumos, etc. Escucha con de- cear, etc. Si le atacan, se escapa artificialmente, sin emplear ni tenimiento el sonido del teléfono, del timbre de la puerta, del uno solo de sus sentidos. Para evitar esto, el actor naturalista portero automático, del bullicio de la calle, de los arrullos de las cae a menudo en la trampa de aferrarse a un sentido de verdad palomas que se posan sobre las cornisas. Observa cómo respondes a estos estímulos. Fíjate en tus reacciones físicas y equivocado. En una escena en la que dos actores tienen que pelearse, por ejemplo, uno de ellos le pedirá a su compañero que le psicológicas al clima, a la luz, a la humedad que percibes cuan- ataque de verdad para después poder defenderse, arriesgándose do abres la ventana de día o la cierras de noche. Toma conciencia de cómo condicionan tu comportamiento. Todo aquello a que su partenaire o él mismo caigan en el foso de la orquesta o acaben en el hospital. El actor formalista cree que es bueno que está inactivo y que puede animarse prestando atención al beber alcohol auténtico en el escenario, pero eso no le permitirá proceso sensorial ayudará a dar sentido a las cosas que tú eres conferir realidad a las acciones de su personaje. Incluso las pala- capaz de percibir. Tu forma de reaccionar ante la recepción de bras del personaje escaparán a su control. El actor que subía y estímulos sensoriales puede quedar almacenada en un baúl para bajaba escaleras corriendo hasta quedarse sin respiración para que después puedas seleccionarla y transferirla cuando llegue el salir a escena, lo hizo tan bien que cayó redondo nada más pisar momento de dar vida al personaje de una obra. el escenario y tuvieron que bajar el telón antes de que pudiera Para aprender a activar nuestros sentidos y tenerlos siempre pronunciar la primera palabra de su parlamento. Si Otelo estran- a nuestra disposición de manera que sepamos implicarnos gulara a Desdémona y después se suicidara a puñaladas, necesi- plenamente en ellos desde el interior de nuestro personaje, taríamos un reparto de actores nuevo para cada función. Más Quedan 90 páginas (84 min) en este capítulo PÁGINA 130 DE 470 28% leído absurdo resulta todavía utilizar cualquier realidad externa dentro ilusión artística se interrumpe. El público deja de creer. Ocurre lo del escenario porque puede dominar y superar al actor durante el mismo cuando los actores se pelean a puñetazos en el esce- transcurso de su vida escénica. Si llenamos de nieve el escenario nario, ya que el público se preocupa por los morados y las heri- para que la avalancha resulte más «creíble», se derretirá antes de das del actor y no por los daños que sufre el personaje. Si los que empiece la función. Los directores suelen ser tan culpables actores desean actuar con espontaneidad en cada función, como los actores cuando introducen efectos naturalistas en la noche tras noche, para que una pelea resulte creíble debe estar obra. En Broadway, he visto escenas en las que la leche hir- representada tan minuciosamente como un pas de deux en viendo rebosa de la cazuela justo en el momento preciso. He danza. El actor realista aprende que, con voluntad, puede indu- visto también una plancha encendida despidiendo vapor. En cirse a sí mismo estímulos concretos imaginados para provocar cada ocasión, se oyeron comentarios del público como por una reacción orgánica apropiada que le conduzca hasta la esen- ejemplo: «¡Este hornillo funciona!». «¿Y esto, cómo lo han hecho?» «¡Increíble, la plancha está enchufada de verdad!» En cia de la experiencia. Esto significa ser fiel al arte en lugar de ser fiel a la vida de manera naturalista. lugar de utilizar la realidad artística destilada que es la que re- Empezaré mediante el sencillo proceso psicológico (pro- fuerza la credibilidad de la obra, utilizan estos recursos que ceso orgánico, si se prefiere) de cómo despertar de un sueño profundo que tantas veces nos exige la literatura dramática. Si el desilusionan al público porque interrumpen la continuidad de la obra y consiguen que el público sólo se fije en el resultado de actor tiene mucho tiempo para prepararse antes de que le vean los efectos. A no ser que la intención sea la de hacer un espec- tumbado en la cama en el escenario al comenzar un acto, pondrá táculo de strip-tease, el desnudo en el escenario, a mi parecer, produce los mismos efectos. Suelo efectuar una especie de intuitivamente en marcha el proceso psicológico correcto. Pero «análisis clínico» respecto a la tersura de los pechos, me fijo en en cuestión de segundos, si es necesario, al finalizar una escena, si están erguidos o no, en el tamaño y el color de los pezones, o cambiarse y ponerse el pijama, y correr desde el camerino, entrar de los genitales si es un hombre, y dirijo mi atención sobre todo en la cama de un salto antes de que enciendan las luces, aunque hacia el actor y a cómo disimula su vergüenza. La eficacia del su corazón siga latiendo sin parar y todo su cuerpo esté alerta. personaje desaparece por completo si la continuidad de la En primer lugar, antes de dar por hecho que hay que acurrucarse también puede «ponerse a dormir» y hacer ver que se despierta Quedan 88 páginas (82 min) en este capítulo PÁGINA 132 DE 470 28% leído o relajarse en general, empieza a acomodar tu cuerpo parte por parte. Lo primero que has de hacer es colocar la espalda o el tra- y comportamientos inconcretos. Tu selección de acciones sero sobre el colchón, después situar cómodamente los hom- cansado porque todavía tienes sueño? ¿Te escuecen los ojos? bros sobre la parte inferior de la almohada y dejar caer una pier- Recuerda la sensación que tenías antes de parpadear y de restre- na sobre el almohadón que has escondido debajo de las sába- garte los ojos para aliviar el picor. ¿Has tenido calambres en las nas. Cierra los ojos mientras haces esto, trata de relajarlos como piernas? Tócate la pantorrilla y explórala. Hazte un masaje para cuando duermes, con la mirada al frente bajo los párpados, y no activar la circulación, estira y dobla la pierna varias veces antes entornada hacia abajo. Acto seguido, dirige tu atención interna de vestirte. ¿A caso has dormido demasiado? ¿Tienes la cabeza hacia una brizna de hierba, o una nube algodonosa, o una ola embotada y te cuesta pensar? Recuerda la sensación que tenías rompiendo en la orilla del mar. Partiendo de la imagen que hayas antes de sacudir la cabeza para despejarte. O, si la situación es escogido, dirige tu atención a algo asociado a las circunstancias diferente y llegas a casa después de una jornada dura, ¿en qué dadas, como por ejemplo: ¿Qué hora debe de ser? ¿Me he dor- has estado trabajando? ¿Has estado sentado durante horas de- mido? o ¿Qué día es hoy? ¿Qué tengo que hacer hoy? o ¿Has lante del ordenador hasta que el cuerpo se te ha anquilosado y oído el teléfono o el timbre? ¿Quién será? Ahora abre los ojos, sientes rigidez en la espalda? Mueve los hombros en diferentes incorpórate y verifica la situación. Piensa en tu cometido inme- direcciones, estira los brazos y desperézate. ¿O has estado ha- diato; por ejemplo, recoger los calzoncillos o el vestido que está ciendo un trabajo físico muy duro y se te han agarrotado las lum- cerca de la cama. Al empezar a caminar, los ojos y los miembros bares? Localiza el lugar afectado, coloca la mano encima y pre- te pesan mucho, todo tu cuerpo reaccionará por reflejo y se siona bien fuerte para aliviar el dolor. ¿O has caminado durante adaptará a tus actos físicos. De esta manera, creerás que acabas horas sobre cemento con calzado plano y te escuecen las plan- de despertarte. tas de los pies? Trata de aliviar esta sensación a cada paso que El cansancio, un estado físico muy común que hemos de simular a menudo, se representa de manera variada depen- das. A medida que vayas avanzando, a cada paso, el resto de tu diendo de las causas que lo provoquen. La fatiga general, la sen- sentirás progresivamente cansado al realizar las acciones perti- sación de abatimiento en todo el cuerpo, provoca acciones vagas nentes. dependerá de la situación dada. Si te acabas de despertar, ¿estás cuerpo reaccionará por reflejo sin tener que ocuparte de él y te Quedan 86 páginas (80 min) en este capítulo PÁGINA 133 DE 470 28% leído Incluso el bostezo más simple, que los actores suelen simular sin la menor credibilidad abriendo la boca y espirando artifi- definir la causa precisa de la circunstancia y su efecto sobre la cialmente, puede ilustrarse de manera muy creíble si profun- buscar la adaptación física necesaria a fin de aliviar el efecto y dizamos en su origen psicológico: el cerebro necesita oxígeno, por lo tanto debemos respirar profundamente abriendo exagera- combatirlo. Los siguientes ejemplos te aclararán el proceso a seguir. damente la boca y dejando caer la mandíbula hacia atrás, inha- La obra exige que haga calor. ¿En qué parte del cuerpo sien- parte del cuerpo específica más sugestionable. Seguidamente, lando la máxima cantidad de aire antes de que se produzca la tes calor? Tal vez debajo de las axilas. Imagina que tus poros exhalación, facilitando así que el oxígeno llegue a nuestro cere- transpiran y que una gota de sudor te resbala por el costado. La bro. Este proceso orgánico activará las glándulas lagrimales y te camiseta se te pega a la piel. Levanta un poco el brazo y arre- brillarán los ojos, incluso el día que venga a verte la prensa. mángate. Deja que el aire se filtre. En el momento en que realices Muchos actores tienen tendencia a la hipocondría. Esta ten- esta acción, en que intentas aliviar tu estado, sentirás mucho dencia es casi inherente al oficio y en cierto modo es compren- calor. Lo repetiré para que quede bien claro: primero centra tu sible porque los actores estamos muy pendientes de nuestras atención en los estímulos imaginados, después pasa rápida- sensaciones. Algunos actores son tan aprensivos que con sólo mente a la acción física para adaptarlos. No esperes a sentir oír hablar de enfermedades, dolor, tos, picores, escalofríos, o calor. Te quedarías sentado esperando durante años. Si eres muy dolor de muelas creen inmediatamente que aquello les está ocu- sensible, probablemente experimentarás la sensación pertinente, rriendo a ellos. Esto puede ser una ventaja siempre y cuando y te adaptarás físicamente de manera intuitiva. Pero, como sean conscientes y sepan cómo aplicar esta hipersensibilidad a norma, hasta que no selecciones la adaptación que se ajusta a la su oficio y no se metan corriendo en la cama o llamen al médico. circunstancia, no serás capaz de repetir el proceso con total Con o sin esta tendencia el actor tiene que dominar la técnica de credibilidad en cada función. Por otro lado, no te olvides de recrear estas sensaciones físicas a voluntad. prestar atención a los estímulos iniciales imaginados para pasar Sean cuales sean las sensaciones que deseamos inducirnos mecánicamente a la adaptación física, porque sólo conseguirás para aplicarlas a la vida del personaje, el principio a seguir siem- esbozar superficialmente la sensación. Incluso pasarte la mano pre es el mismo: según la situación dada de la obra, hay que por la frente para simular que tienes calor puede servirte si antes Quedan 84 páginas (78 min) en este capítulo PÁGINA 135 DE 470 29% leído recreas el escozor que te provoca el sudor en el cuero cabelludo, al igual que si recuperas la sensación que sueles experi- Te has quemado la mano con la plancha o con una olla hirviendo. Recuerda cómo se tensa la piel antes de inflarse y de que mentar cuando te resbalan gotas de sudor por la frente hasta que necesitas restregarte la piel con el dorso de la mano. O, por el se forme una ampolla y cómo escuece. Sopla sobre la herida, mismo motivo, soplar con fuerza levantando ligeramente el labio drás la sensación de haberte quemado realmente. mueve la mano en varias direcciones para aliviar el dolor y ten- inferior para aliviar el calor de tu frente. La sensación adquirirá Para recrear un mareo, recuerda lo que sientes cuando la ca- toda su intensidad y veracidad si nos concentramos en superarla. beza te da vueltas, o si mueves horizontalmente la cabeza de un La casa está fría. ¿De dónde viene el frío? Tal vez es una co- extremo al otro repetidas veces. Rememora esa pérdida de con- rriente de aire que se filtra por la ventana y te refresca la nuca. trol de los músculos del cuello que no te permite colocar la ca- Encoges los hombros y te frotas las manos. A veces incluso das beza en su posición correcta. Deja de oponer resistencia un mo- una sacudida a tu cuerpo para activar la circulación. O sientes el mento y recoloca la cabeza una vez más. Siéntate o túmbate para frío del suelo que se te filtra por la suela de las zapatillas. Vas a controlar mejor tus movimientos y aliviar el vértigo. Sientes náu- la cocina a hacerte un café, o te detienes en medio de la habi- seas. Ubica con precisión el punto exacto en tu estómago donde tación a dar unos saltitos para recalentarte. O tal vez estás al aire sientes la náusea, inspira fuerte y conserva el aire dentro de la libre y el viento te corta la cara. Giras la cabeza evitando las ráfa- boca, imagina que la saliva se te acumula dentro. Ahora intenta gas. Tratas de cubrirte el mentón y la boca con el cuello de tu jer- respirar profundamente. Te sentirás auténticamente mareado. sey. Sentirás frío por todas partes. Te duele la cabeza. ¿En qué parte exactamente? ¿Te palpitan las sienes? ¿Te duelen los ojos? ¿Sientes pinchazos en la nuca? Tienes tos. Piensa y localiza un lugar concreto de tu garganta. Evoca el picor y el escozor de garganta que has sentido en ¿Cómo puedes combatir el dolor? ¿Yergues la cabeza ligera- otras ocasiones y necesitarás toser automáticamente para ali- mente para tratar de combatirlo? ¿Te aprietas en la zona donde viarlo. Tienes un resfriado y se te ha taponado la nariz. Contrae te duele? ¿Mueves bruscamente la cabeza para desembarazarte el lóbulo que cuelga de la parte posterior del paladar, la campa- del dolor? ¿Cierras los ojos o los abres como platos? ¿Te aplicas nilla, e intenta tragar. La nariz se te taponará totalmente y tendrás un suave masaje para aliviarlo? Trata de profundizar en el dolor y necesidad de sonarte. no tardarás en dar con la adaptación física adecuada que te hará Quedan 82 páginas (76 min) en este capítulo PÁGINA 137 DE 470 29% leído sentir plenamente esta sensación. Los ejercicios de memoria sensorial deben practicarse con A veces, algunos actores se quejan de que han recreado con precisión y fe para que condicionen las acciones del personaje. tanto éxito una sensación, como por ejemplo el dolor de cabeza, Varios ejercicios de la tercera parte están dedicados únicamente que después han seguido sintiendo el mismo dolor durante a la práctica de estas técnicas: la recreación de reacciones senso- horas. Yo les sugiero que, como han sabido provocarse el dolor, riales a los estímulos imaginados. Una parte del capítulo 15 está que hagan lo mismo y que se autosugestionen para que la aspi- dedicada a la práctica de cómo cocinar en un hornillo sin fuego, rina les cause un efecto inmediato. Así podrán gozar del placer y pintarte las uñas sin esmalte, quemarte con una plancha desen- la relajación que uno siente cuando el dolor va remitiendo. chufada, cortarte en un dedo con un cuchillo de goma, beber En una función, aunque raras veces ocurre, si se da el caso agua simulando que es un café humeante, un coñac o un jarabe de que experimentas dentro de ti lo mismo que se supone que amargo (incluso veneno, si es necesario), por citar algunos afecta a tu personaje, trata de distanciarte y de desviar tu aten- ejemplos. ción a otra parte de tu cuerpo, porque la sensación puede con- En la segunda parte del mismo capítulo verás que es posible trolarte a ti en lugar de que tú la controles a ella. Si por ejemplo aprender a andar a tientas por una habitación oscura aunque el sientes un dolor fuerte e insoportable en los senos nasales, ima- escenario esté suficientemente iluminado para que se te vea gina que el dolor de cabeza de tu personaje tiene su origen en la desde platea. Podrás poner a prueba lo que has aprendido aquí, nuca. Si tienes náuseas, imagina que tu personaje tiene retor- que estás dolorido a causa del cansancio o de una enfermedad tijones de estómago, porque si te dejas llevar por los vahídos, aunque estés en plena forma, que puedes sentir un calor sofo- tendrán que suspender la función. cante en un teatro con aire acondicionado, o que tiritarás de frío Como ocurre con las transferencias, recuerda que el ejer- dentro de un iglú estando en un escenario caluroso dentro de un cicio de memoria sensorial no es un fin en sí mismo. El calor, el teatro atiborrado del Off-Broadway, etc. En el primer apartado de frío, el clima, la enfermedad, la embriaguez, etc., son las circuns- ejercicios en torno al aire libre, en el capítulo 16, aprenderás a re- tancias bajo las que las acciones de la obra se desarrollan. Pocas crear realidades sensoriales y ajustarte físicamente a la lluvia, llo- veces se han visto escenas sobre un resfriado, un dolor de cabeza o un estado de fatiga. vizna, nieve, o a un sol radiante, a la arena de la playa y a las altas y vertiginosas montañas, a las rocas, barro, terrenos Quedan 80 páginas (74 min) en este capítulo PÁGINA 138 DE 470 29% leído 7 Los sentidos psicológicos pantanosos, olas violentas, etc. Por fin serás capaz de emular al gran actor Albert Basserman, que al presenciar una discusión entre el director y el escenógrafo sobre cómo producir un agua- ¿No es monstruoso que este actor, cero en el escenario, intervino con la frase: «¡Perdónenme, pero sólo en una ficción, en una pasión soñada, pueda sujetar de tal modo su alma a su propio con- en el preciso momento en que yo entre, se pondrá a llover!». ¡Y así fue, sin necesidad de «efectos especiales»! cepto, Espero que los ejemplos que he citado a fin de cumplir con que, por obra de ella, palidezca todo su rostro, el propósito de este capítulo sean suficientes para ayudarte a con lágrimas en los ojos y agitación en su aspecto, encontrar una manera de combatir los problemas que plantea la con voz rota y toda su actitud ajustada memoria sensorial. Evidentemente, existe siempre el mágico «y en sus formas a su concepto?* si…» cuando, con la ayuda del trabajo psicológico, tienes la fe suficiente para responder a preguntas como «Y si me pongo de parto…» o «Y si me estoy muriendo…». Hamlet II.2 El asombro de Hamlet ante la capacidad del rey para producir las pasiones que se adaptan a la acción de su propio concepto todavía resuena entre la audiencia contemporánea y entre muchos de los actores de hoy. Incluso numerosos científicos están desconcertados ante muchos aspectos de las emociones humanas. Llegan a conocer el origen del funcionamiento físico y mental accediendo a las diferentes partes del cerebro; sin embargo, les resulta difícil entender las causas y efectos de los sentimientos y sus complejas conexiones con el pensamiento y la conducta. De esta manera, al igual que el artista, el psicólogo sigue investigando en la intangible psique, el alma. No obstante, incluso cuando los estudiosos y psicólogos descubren aspectos del origen y la causa de las emociones, siguen colocándose en el Quedan 78 páginas (72 min) en este capítulo PÁGINA 140 DE 470 30% leído lugar del observador. Forman parte del público. No tienen la reacciones intuitivas, que son requisito para un instrumento fle- capacidad de provocar sensaciones a su voluntad al servicio del xible, genuino y emocionalmente válido, debemos quitarnos el personaje de la obra. Los actores, en cambio, sí pueden. El proceso creativo sigue formando parte del territorio del actor. velo y despojarnos del maquillaje y la máscara de cinismo con El carácter del individuo está constituido por unos rasgos El diccionario, mi viejo amigo, que siempre proporciona res- genéticos específicos, y su interacción con el entorno define puestas claras a los problemas que conciernen a la actuación, conceptos concretos como, por ejemplo, el bien y el mal, la jus- define el sustantivo «sensación» como una «reacción psíquica y ticia y la injusticia, la honra y la deshonra, la verdad y la mentira, física, que se experimenta de manera subjetiva y que implica el éxito y el fracaso, la belleza y la fealdad, el orgullo y la culpa- cambios psicológicos que predisponen al cuerpo para actuar bilidad, la fuerza y la debilidad, la bondad y la crueldad, la mora- enérgicamente». Esta definición también es válida para aquellos lidad y la inmoralidad, etc. Y la percepción de estos conceptos en el transcurso de su experiencia individual es el factor funda- que conciben las sensaciones físicas y las psicológicas dentro de mental que determina sus valores. Por consiguiente, los cinco sentidos son las vías de nuestras percepciones tanto f ísicas namiento a la vez. Las sensaciones físicas como el calor, el frío, como psicológicas. Son las vías hacia nuestro cuerpo, hacia la mente y el alma. lógicos. Por ejemplo: una noche de bochorno puede hacerte sen- Quiero recalcar el peligro que existe de anular delibera- El simple olor a cuero o a jabón puede hacerte sentir dinámico, damente nuestros sentidos por el bien de «hacer frente» al romántico, incluso triste, dependiendo de la asociación que mundo. Ha de quedar claro que esta tendencia erosiona el nú- hagas de este olor con el pasado. El sabor empalagoso de un ja- cleo de nuestro talento, que radica en una intensa vulnerabilidad rabe para la tos despertará tal vez en ti un sentimiento de auto- y sensibilidad. También debemos protegernos contra la cultura compasión o de resentimiento mientras que el de un buen plato occidental que considera inaceptable llorar, reírse a carcajadas o, de pasta puede reconfortarte; en el caso de que tengas que redu- en otras palabras, demostrar los sentimientos de una manera cir peso, el mismo olor puede hacerte sentir culpable. El sonido espontánea. Si queremos recuperar la inocencia del actor y las de las campanas de una iglesia puede serenarte, hacerte sentir los que ocultamos el alma. dos compartimientos estancos. Ambas se ponen en funcioel dolor o la fatiga van acompañadas de sentimientos psicotir deprimido, irritable y molesto, además de provocarte sudores. Quedan 76 páginas (71 min) en este capítulo PÁGINA 141 DE 470 30% leído melancólico o tal vez asustarte, mientras que el aullido lejano de que es el dolor, a veces por el pinchazo accidental de un imper- un perro puede transmitirte la sensación de abandono; depen- dible y, en consecuencia, desarrollamos temores o una sen- derá, como he dicho antes, de tus asociaciones con el pasado. sación de peligro. Sabemos lo que es el amor, la seguridad, la La visión de un cielo estrellado puede atemorizarte o hacerte ternura y la sensualidad cuando nos cuidan, nos visten y nos estremecer de placer. Presenciar un accidente de coche puede atienden. Conocemos los sentimientos de éxito y de fracaso aun- horrorizarte, provocarte pánico o una fascinación casi morbosa. que aparentemente nos chupemos el pulgar. Sabemos lo que A la inversa, una respuesta psicológica va acompañada de una fí- significa ser ignorado o abandonado cuando nadie responde a sica: el accidente de coche te provoca temblor en las piernas, la nuestro llanto. También conocemos la felicidad y sabemos lo noche estrellada te produce hormigueos y te pone la piel de ga- que es reírse cuando nos cogen en brazos y nos dejan suspen- llina, el jarabe para la tos te provoca náuseas y el aullido de un didos en lo alto, o cuando nos hacen cosquillas o nos toque- perro te hace sentir escalofríos. Una discusión puede darte dolor tean. Hemos reafirmado nuestra voluntad alguna vez y hemos de cabeza, y un rechazo amoroso provocarte tremendos sudo- puesto a prueba nuestro poder de convicción y de atención; res. Para describir una emoción utilizamos términos físicos, consecuentemente conocemos el estado de euforia que produce como por ejemplo: «Fue como un martillazo en la cabeza», o una victoria, y la decepción que se siente después de un fracaso, «fue como una bofetada en toda la cara», o «me sentí totalmente incluso la amarga, a veces, sensación de sumisión. Buscamos la en pelotas», o «sentí como si me hubieran dado una paliza», o aprobación de nuestros padres, provocamos tensiones, enfados, «me cayó como un jarro de agua fría», o «me sentí flotando por y los enfurecemos porque nos satisface hacerlo, o, de lo con- los aires», etc. trario, porque nos hace sentir culpables. Los sentimientos y emociones que nos invaden, las reacciones físicas y psicológicas a los estímulos externos, son el resultado de una acumulación de experiencias vitales. En la Seguidamente, aprendemos a hacer asociaciones que conectan nuestros sentimientos actuales con otros sentimientos pare- infancia, durante nuestros primeros meses de vida, ya sabemos cidos de nuestro pasado. Este proceso de asociación de una experiencia con otra continúa vigente a lo largo de toda la vida. qué es la ansiedad, la impaciencia, el resentimiento, la rabia, Cuando llega el momento en que decidimos seriamente que que- cuando necesitamos aplacar el hambre. Conocemos también lo remos ser actores, normalmente después de la adolescencia, Quedan 74 páginas (69 min) en este capítulo PÁGINA 143 DE 470 30% leído tenemos la sensación de que nuestras almas se convierten en que el olor provenía de las aguas residuales que fluían por la cu- semilleros de emociones y de sentimientos que piden a gritos neta de la carretera. Había asociado aquella pestilencia con un poder expresarse. Y estamos en lo cierto. Hemos acumulado olor parecido que recuerdo de una granja del Tirol en la que pasé todas las emociones que vamos a necesitar. No descubriremos emociones nuevas a pesar de que seguiremos experimentando una feliz semana durante mi infancia. Cuando veo una gardenia nuevos acontecimientos en circunstancias distintas y los afron- noche bochornosa de verano. El olor de unas viejas zapatillas de taremos de pleno tratando de comprender nuestras reacciones deporte me recuerda al gimnasio del colegio en el que el intenso emocionales ante ellos. Aunque seamos conscientes de las cone- aroma de los arreglos florales no podía combatir con el pene- xiones de las asociaciones sensoriales que hacemos en nuestra trante olor a sudor de los atletas. amarillenta me acuerdo de la tierna despedida de un novio una vida cotidiana, es posible que no hayamos reparado en lo crucial Todos guardamos en nuestra memoria una canción que nos que es este instrumento del actor a la hora de evocar un re- evoca momentos románticos. Otros rememorarán alguna can- cuerdo emocional a voluntad. ción que les recuerda las tardes de fiesta. Algunos bares ponen Citaré una serie de ejemplos personales que pueden evocar un tipo de música clásica que te hace revivir una bella expe- en mí sentimientos intensos durante el transcurso de aconteci- riencia y la música de otros locales te transporta a las horas mientos inconexos. El persistente olor de un perfume en con- duras de ensayos o a las cabezadas que dabas en las butacas de creto que alguien ha dejado en un ascensor o en un taxi puede un auditorio. Todos tenemos una flor favorita y una flor que transportarme a un momento de mi vida en el que asistí a un detestamos porque nos recuerda algún infortunio. En mi caso, maravilloso espectáculo de danza hace años. Evidentemente, al- asocio las petunias, concretamente las de color morado y dis- guien que estaba sentado cerca de mí en el teatro llevaba el mismo perfume. Recuerdo que respiraba bocanadas de aire puestas en hileras, a la sensación claustrofóbica de estar atra- fresco y de un olor delicioso que se filtraba por la ventana abierta las malvas me transmiten desolación y me transportan a un pue- del coche cuando viajaba por la campiña italiana, y eso me hacía blo de chabolas de Madison, donde vi por primera vez estas preguntarme por qué era ese olor lo que me convencía de que plantas. Allí crecían, tiesas y verticales, en la arena entre tugurios realmente estaba de nuevo en Europa. Me reí mucho al averiguar de hojalata y cubos de basura, símbolos de la descorazonadora pada en un barrio residencial severo y puritano. Los girasoles y Quedan 72 páginas (67 min) en este capítulo PÁGINA 145 DE 470 31% leído pobreza en la que aquella gente estaba sumida. sido y no fue. Me sentí muy desgraciada. Desaparecí corriendo y Para cada ejemplo, el estímulo, aquello que ha desenca- me encerré en una de las casetas de las duchas del gimnasio. denado nuevamente mis sentimientos de entusiasmo, júbilo, Cada vez que intentaba estimular un sentimiento recordándome amor, tedio, opresión o desolación están apoyados por una ló- a mí misma en esta serie de acontecimientos, o bien recuperaba gica interna y no por los aspectos externos de la experiencia total. Siempre es un olor concreto, un sonido o una visión lo que se una serie de emociones generales y poco claras o bien las objeti- percibe subliminalmente en el momento de la experiencia, algo por qué la pestilencia de unas zapatillas de deporte malolientes conectado periféricamente con ella. De joven, a veces tropezaba podía despertar en mí un sentimiento abrumador, una sensación con este extraño detonante que me remitía a una transferencia inmediata de incomodidad y de desgracia tan propia de la ado- psicológica adecuada para mi personaje, pero no entendía por lescencia. Tampoco entendía por qué la visión de los girasoles y qué funcionaba tan bien a nivel emocional. La mayor parte de las las malvas me remitía al abandono o a la desolación en lugar de veces intentaba recuperar pensamientos tristes en general o, a trasladarme directamente al recuerdo de familias y niños azo- veces, una historia triste desde el principio hasta el final. Por tados por la pobreza con los que yo me identificaba cuando los ejemplo, al remontarme a la desgraciada adolescencia, repasé veía acurrucarse en las abolladas paredes de sus chabolas de uno por uno los acontecimientos que viví el primer día que asistí hojalata. ¿Por qué la visión de una petunia me produce claus- a un baile de gala de la universidad: de qué manera insistí y obli- trofobia o el olor a cloacas me hace reír? No sabía por qué, pero gué a mi hermano a que me hiciera de acompañante porque yo como me resultaba operativo, aprendí a fiarme de esta manera no tenía a nadie más; el poco éxito que tuve; la envidia que sentía tan particular de reavivar sensaciones que justificaban las accio- al contemplar a las chicas bailando mientras imaginaba que era nes de mi personaje. Me basé en este proceso hasta el punto de yo la que festejaba de la mano de los más guapos, por ejemplo, acabar enseñándolo en clase. Descubrí también que muchos del capitán del equipo de fútbol o del delegado de clase; o la actores empleaban, como yo, el mismo procedimiento de ma- resignación y la vergüenza de tener que bailar con el estudiante nera intuitiva aunque no lo verbalizaran de una manera cons- más feo y lleno de acné de la fiesta; y, finalmente, el resenti- ciente. Hasta que no tuve que ponerlo por escrito en mi primer miento que me invadió cuando pensé en todo lo que podía haber libro, no me vi obligada a buscarle una respuesta científica. Y así vizaba y trataba de evocar otros sentimientos. No comprendía Quedan 70 páginas (65 min) en este capítulo PÁGINA 146 DE 470 31% leído lo hice, decidí investigar sobre ello. Un buen amigo, psiquiatra y Como actores podemos aplicar estos conocimientos utili- humanista, el doctor Jacques Palaci, dotado de una profunda zando conscientemente estos activadores, descubriendo estos comprensión del artista, me proporcionó una respuesta. objetos detonadores dentro de nuestras experiencias personales. Cuando nos ocurre algo en la vida que anula momentá- Si todavía no los has encontrado, si no eres consciente de todos neamente nuestra razón y nos impide actuar con lógica, significa los que tienes a tu alcance, si quieres aumentar tu provisión de que nos hemos dejado llevar por una emoción. (Actores, por reserva, si no sabes cómo enfocar el proceso, tendrás que bus- favor, prestad atención: ¡es la emoción la que nos arrastra, y no carte amigos que te ayuden, preferiblemente amigos que no sean nosotros a ella!) En el momento en que no tenemos control actores. Familiarízalos con tu trabajo, explícales lo que estás sobre nuestra razón, al luchar por recuperar el control, fraca- intentando hacer. Piensa en una desgracia de tu vida. Asegúrate samos y nos sobrecoge el llanto, la risa, la furia o la alegría. de que es algo de lo que ya has hablado antes y de que tienes tu Como al ser humano no le gusta perder el control, su razón le punto de vista sobre ello. Explícales solamente un resumen envía un censor que lo bloquea, y le recuerda que no debe aban- general de la triste historia, sin detalles, tan simple como que tú donar la lucha. Una vez que hube entendido que el censor traba- amabas a alguien y éste intentó abandonarte, o tú trataste de jaba también en mi vida cotidiana luchando para que las emo- abandonarlo a él. Después describe todo lo que puedas recordar ciones no me superasen en el momento en que algo provocaba que me dejara llevar por ellas, me di cuenta de lo difícil que sobre las circunstancias en las que te encontrabas: la hora del día, el clima, la luz, el estampado del papel de la pared, la man- resultaba evocar una emoción, experimentarla de nuevo y po- cha de la alfombra, los reflejos en un cristal o en un espejo, los nerla al servicio de las acciones del personaje. El doctor Palaci sonidos de la calle o la música de la radio, la ropa que llevaba tu me aclaró que la evocación de algo aparentemente no relacionado con el acontecimiento, algo percibido únicamente de amado, la loción de colonia, lo que acababas de comer o de manera periférica en su momento, era precisamente aquello que detalles, pasarás rozando por ese objeto –algo tan irrelevante había escapado al censor de la razón, y por ello dejaba vía libre a como podría ser una mancha de tinta en tu dedo índice–, que la evocación a través de la asociación. Favorecía la recuperación será el que te liberará del censor. La emoción se apoderará de ti y de la emoción a modo de resumen del recuerdo. romperás a llorar o te enfurecerás. Habrás descubierto un objeto beber, etc. Sin darte cuenta, a medida que repasas todos los Quedan 68 páginas (63 min) en este capítulo PÁGINA 148 DE 470 31% leído interno nuevo, un detonante que almacenarás junto con tus utilizar en un ensayo o en una actuación esa misma noche. Y otras reservas para el futuro. Si la primera vez no te funciona, también puedo acarrear conmigo una experiencia de veinte años «¡no desistas y vuelve a intentarlo!». atrás que todavía está envuelta en un halo de misterios no desve- Aprovecho la ocasión para advertirte del peligro que existe al lados y llena de dolor. Esta experiencia no la voy a tocar. intentar recuperar una experiencia traumática de tu pasado con Los actores y los estudiantes de teatro más bregados, una la que todavía no has podido enfrentarte en el presente. Me re- vez que han aprendido a identificarse con su papel, se han libe- fiero a un hecho del que nunca has hablado o nunca has querido rado emocionalmente, están bien entrenados y disponen de hablar y sobre el que no tienes perspectiva ni objetividad. Estarás recursos para realizar sus acciones en la obra siempre y cuando en terreno pantanoso si lo intentas. Puedes caer preso de la his- las circunstancias psicológicas no les resulten ajenas. Los ner- teria. La histeria es un estado que el actor debe evitar a toda vios y la incomodidad que experimentan en una escena en la que costa, pues con ella se acumulan muchas emociones incontro- supuestamente se preparan para una entrevista de trabajo, por lables y provoca una conducta ilógica, hasta el punto de que ejemplo, o lo amorosos y tiernos que se muestran en una cena puedes perder la conciencia de la realidad que te envuelve. El es- íntima con un amante, el arrebato de cólera que los domina en tado de histeria no tiene ningún sentido artístico. ¡Es el antiarte! una discusión con un empleado o un conductor de autobús, las El criterio que yo aplico en la selección de estas experiencias es lágrimas que derraman cuando la sopa ha hervido demasiado el de distancia objetiva. Si ya he hablado de la experiencia alguna rato, son estados que estos actores tienen siempre a su alcance y vez, me he liberado de ella y he entendido en qué grado me afec- que manifiestan sin miedos ni tensiones. Pero si les llega el mo- ta, es entonces cuando puedo arriesgarme a recuperarla. Prefiero mento en que necesitan expresar una «gran» emoción, un ataque no interferir en aquellas que siguen ocultas. Palaci me confirmó de dolor o de llanto, un estado de pánico o un ataque de risa, que esta regla general era correcta. La distancia objetiva no se entonces pierden el rumbo. Se asustan. En el momento en que el mide con el paso del tiempo. Puedo discutir ardientemente con dramaturgo, el director o el mismo actor (como intérprete) exi- mi marido por la mañana y hablar sobre ello con alguien durante gen que se exterioricen estos estados de ánimo, el actor tiende a el día hasta que finalmente entiendo el origen del problema. sacar una bandera roja al juzgar el grado de la emoción, visua- Probablemente habré aislado un objeto detonante que puedo lizar el resultado y tratar de equilibrarlo con los estímulos que Quedan 66 páginas (61 min) en este capítulo PÁGINA 150 DE 470 32% leído intenta activar desde su interior. De este modo, expresa senti- mientos impropios que pueden bloquear sus emociones tanto o tendencia formalista y que se enorgullecen de su capacidad para realizar acciones preconcebidas y que pueden demostrar cómo igual que el censor de la razón anteriormente mencionado. (De un personaje llora, se asusta, agoniza, sufre, se irrita, y se extasía hecho, cualquier calificación del grado de intensidad emocional sin implicación psicológica alguna.) Yo misma he aprendido a en pleno proceso será garantía de una mala interpretación.) depositar toda la confianza en el infinito pozo de sentimientos y Asimismo, cuando un actor se enfrenta a los temas clásicos sensaciones que tengo a mi alcance y cuyas semillas fueron de las «grandes» obras y da por hecho que no tiene experiencias plantadas durante mi infancia. Creo en el proceso que me per- propias comparables en envergadura a las de los personajes de mite beber de este pozo, y encontrar la asociación psicológica la obra, está equivocado. Como muchos directores, lo que el idónea cuya esencia me servirá para transferirla en los «grandes» actor hace es referirse a estas obras como «algo más fuerte que momentos y de esta manera acumular una cantidad de fuentes la vida misma». Está convencido, por lo tanto, de que sus senti- más que suficiente para una «gran» obra. Ahora sé que, a finales mientos y sus acciones tienen que ser «más fuertes que la vida de la adolescencia, todas las emociones que necesitaba estaban misma». Probablemente habrá olvidado que todo aquello que disponibles en algún lugar de mi ser. Lo único que ocurría es sea más fuerte que la vida misma está muerto. Todavía no ha que en esa época yo no disponía del entendimiento humano aprendido que la expresión del arte consiste en seleccionar las suficiente que más tarde me ayudaría a descubrir la emoción realidades apropiadas de la vida con el objetivo de construir una nueva perspectiva y un nuevo estado de vida y de respiración. Si necesaria que «sujetaría mi alma a su propio concepto». no luchamos contra los prejuicios sobre nuestros resultados hecho pasado de nuestra vida y el de un personaje de la obra, no emocionales y nuestras acciones, que siempre proceden de la sólo carecemos de conocimientos y educación sobre la condi- crítica e influencia del público, caeremos en la tentación de for- ción humana, sino que la falta de imaginación de las mentes zar y esbozar superficialmente a los personajes, es decir, en la occidentales nos hunde en la vana búsqueda de acontecimientos tentación de hacer «teatro». (En el mejor de los casos, existen idénticos unos a otros, y con idénticas tramas argumentales. los actores superdotados que poseen una innata facilidad para la Ahora bien, sabiendo que la memoria emocional está basada en exteriorización de emociones. Son aquellos que pertenecen a la una lógica interna de asociación y no en un acontecimiento Para saber evaluar las similitudes psicológicas entre un Quedan 64 páginas (59 min) en este capítulo PÁGINA 151 DE 470 32% leído externo, tenemos que liberarnos de estas trampas y dar con las Mitch la acusa e intenta atacarla y ella se pone a gritar: «¡Fuego! esencias psicológicas que nutren las circunstancias ficticias de ¡Fuego! ¡Fuego!». También me resultaron muy útiles para el cada escena, sea «grande» o no, sin temor a que nos falte expe- personaje de Io en Prometeo encadenado, donde ella es eternamente perseguida por los tábanos que Zeus le ha enviado. Io riencia ni miedo a que nuestras elecciones sean ilógicas. Pondré un ejemplo: cuando tenía ocho años viví una expe- necesita desembarazarse del tábano desesperadamente y se sa- riencia que me ha servido para construir mis personajes en va- cude el cuerpo con gestos violentos. (Con esto demuestro lo rias ocasiones. Una tarde oscura y gélida de invierno, de regreso generosa que soy como maestra desde el momento en que com- a casa, me vi perseguida de pronto por un grupo de chicos del parto este ejemplo contigo, y te explico argumentadamente de vecindario que, para pasar el rato, empezaron a tirarme bolas de qué manera he utilizado estas gafas para mi trabajo, así que nieve duras como piedras. Las bolas me daban en la espalda y estos ejemplos ya no van a resultarme útiles en el futuro. Ahora en los hombros y me entrecortaban la respiración al tiempo que los entiendo demasiado bien, por decirlo de una manera obje- intentaba esquivarlas. Una de ellas me dio en plena cara y tiva. Gracias a Dios dispongo de miles de objetos internos igual- empecé a sangrar. Pero lo peor fue el calificativo que los niños mente útiles. Acuérdate de que cuando encuentres tus propios repetían a gritos, como lobos que aullaban en la lejanía: «¡Atea!, recursos, debes reservártelos para ti en exclusiva.) ¡Atea!, ¡Atea!», porque sabían que nosotros no íbamos a la igle- Enumeraré otros ejemplos de cómo aplicar experiencias sia. Cuando se acercaron a mí, entre los rostros recelosos que propias para desenvolverte en los acontecimientos dramáticos vislumbré en la oscuridad, vi unas gafas moteadas de escarcha de la obra; a veces son tan sobrecogedores que olvidamos que que daban a aquella cara un aire de niño ciego. El recuerdo de hemos vivido unas experiencias psicológicas paralelas. Para ello aquellas gafas despierta en mí un sentimiento terrorífico, una quiero subrayar que la primera vez que nos sorprende una crisis pena irracional, una sensación de acoso y de una inseguridad completamente nueva en la vida, como por ejemplo una expe- total y de desamparo. Y ésta es una simple historia de unos riencia cercana a la muerte, o una pérdida de un ser querido, una niños intimidando a una boba en una tarde de invierno. Aquellas catástrofe natural como un incendio, una inundación, un hura- gafas heladas me han servido para interpretar a Blanche en el cán, o una tragedia causada por el hombre como un robo o un final de la novena escena de Un tranvía llamado deseo, cuando atraco, una enfermedad grave o un accidente, o un flechazo, Quedan 62 páginas (57 min) en este capítulo PÁGINA 153 DE 470 33% leído nuestras respuestas y reacciones tienen todas algo en común. me hizo pensar que estaba muerta (no lo estaba), pero no era Todas conllevan una lucha por afrontar el acontecimiento, por eso lo que me preocupaba. Intenté salir de allí y buscar a mi entenderlo, un deseo de normalidad, de retomar el control sobre las emociones aparentemente ilógicas que nos invaden, porque cachorro que había salido despedido por la ventana. No entendía todavía no comprendemos las consecuencias que pueden acarrear tales hechos en nuestra vida y en nuestra alma. Estas reacciones una y otra vez que no moviera el cuerpo de la conductora. Cuan- de asombro, esta incongruencia temerosa, y la lucha por alcan- las manos de un testigo, noté que algo caliente y pegajoso me zar la normalidad son los estados que tenemos que desenterrar y resbalaba por las mejillas. Sentí de pronto un chorro denso que aplicar a la vida del personaje en una crisis dramática parecida; y fue lo que me confirmó que aquello podía ser el ojo, y que proba- no las reacciones de los espectadores que son los que tienen la capacidad de valorar las consecuencias humanas de la catás- blemente lo había perdido. Pero tras un pequeño ataque de trofe. Me explicaré mejor. Hace años iba en un coche que se nada, porque no sentía dolor. Estaba intrigada por toda aquella saltó un semáforo en ámbar, chocó con otro y volcó quedándose gente que había presenciado aquel desastre y que se había reu- de costado. Después dio media vuelta y recuperó la posición normal. Estuve durante meses tratando de superar el accidente, y nido alrededor del coche. Eran ellos los que gritaban como locos: «¡Oh, Dios mío!», hasta que me vi obligada a convencerlos de repitiéndome: «¿Por qué a mí?», la pregunta más típica en estos que yo estaba bien. Empecé a bromear con la policía, incluso casos. Pero sobre todo pensaba en lo aparentemente ilógico de cuando insistían en que me fuera corriendo al hospital. Pensé, mis sentimientos, o mejor dicho, en la ausencia de sentimientos para mis adentros, que la policía estaba obstaculizando nuestro que experimenté en aquel momento y en mi incomprensible fin de semana maravilloso y tranquilo en el campo. Más adelante reacción. Seguramente debí de cerrar los ojos en el impacto por- me di cuenta de que debía de estar en estado de choque, y que que no recuerdo imágenes. Sólo oí un estertor de metales, varios me protegía ese caparazón bendito que nos brinda la naturaleza, golpes y los ruidos de los cristales rotos. Lo primero que vi fue a porque no sentí dolor físico en las veinticuatro horas que prosi- la conductora, que había quedado tumbada sobre mi regazo en guieron y todo posible razonamiento sobre las consecuencias la parte trasera del coche. El color grisáceo y pálido de su rostro del accidente en mi vida y en mi carrera quedó fuera de mi por qué la gente alborotada que estaba afuera me pedía a gritos do me sacaron del coche y ya había recuperado a mi cachorro de ansiedad, me recompuse y me dije a mí misma que no pasaba Quedan 60 páginas (55 min) en este capítulo PÁGINA 155 DE 470 33% leído alcance. Como actriz descubrí una vez más que mis senti- habían pasado por lo mismo, era lo que tenía que experimentar mientos y mi conducta en plena crisis eran completamente dis- tras una desgracia tan terrible. Buscaba estos sentimientos en lo tintos a los del espectador que no participaba, o sea, el público más profundo de mi interior y me sentía muy culpable porque no del acontecimiento. Estuve hablando interminablemente del se manifestaban. Incluso llegué a fingir que lloraba. Envidiaba a accidente con mis amigos, pues necesitaba compartir la expe- aquellas personas de rostros demacrados y destrozados por el riencia, preguntarme por mis reacciones y mi comportamiento dolor que se retorcían reprimiéndose las lágrimas. Yo, muy obe- una y otra vez, hasta que finalmente interpuse una distancia diente, mantenía la compostura y me dejaba abrazar por los objetiva que me permitió comprender la situación. Sólo después demás, que se compadecían de mí. Me quedé maravillada al ver de haber profundizado en esta experiencia he sido capaz de ais- al orador en el funeral, muy pálido e incapaz de iniciar el pane- lar aquel semáforo en ámbar como un objeto detonante del trau- gírico, de pie junto a un alto jarro con unos crisantemos horren- ma de mi cuerpo y de mi alma, con el objetivo de volver a utili- dos y tiesos de color bronce, y tratando de mantener el equilibro zarlo sin miedo para evocar estados de extrema inquietud, de pá- mientras se apoyaba en el reluciente ataúd. Al cabo de seis nico retenido, y de una desesperante necesidad de recuperar una meses, mis sentimientos de tristeza empezaron a tomar concre- situación de normalidad. ción y a manifestarse a diario a través de pequeñas cosas que me Con suerte, la pérdida de un ser querido, o la primera vez evocaban la ausencia física y espiritual de mi ser querido. Atra- que entiendes lo que la muerte significa, será en la edad adulta. vesé períodos de llantos aparentemente insensibles, de auto- Yo tenía diecinueve años. El recuerdo más vívido que tengo es la compasión, de sentirme inútil, de una enorme culpabilidad y de ausencia de sentimiento, el querer retomar y cumplir afanosamente con mi rutina diaria y aferrarme a todo aquello que me creer que la única persona que contaba conmigo para algo se resultaba familiar y que estuviera dentro de una normalidad. del tiempo, y después de sufrir otras pérdidas, se fue reforzando Desde el momento en que tuvo lugar esa muerte hasta el día del en mí el entendimiento de la muerte y su finalidad, de la pérdida entierro mi estado era de supino atontamiento. Estaba intrigada, irrevocable y lo que aquello implicaba para mi futuro. De esta de manera consciente, por la ausencia de sentimientos de pena y manera, ya supe lo que era palidecer, que se te doblaran las pier- tristeza que había en mí, que, por lo que me decían los que nas y, en el mejor de los casos, derramar lágrimas, a veces había ido, es decir, caí en una depresión profunda. Con el paso Quedan 58 páginas (53 min) en este capítulo PÁGINA 156 DE 470 33% leído incluso nada más recibir la noticia de una muerte de alguien que- enfermedades casi irreversibles y accidentes, aunque, gracias a rido. Hoy, la visión de un crisantemo puntiagudo de color bron- Dios, le contaba, nunca he vivido un incendio. Al cabo de una ce despierta en mí los mismos sentimientos de irrealidad, de semana se incendió mi casa. Al principio no podía creérmelo. bloqueo emocional, o de atontamiento. Para un actor joven que Después de coger a los perros y dirigirme corriendo descalza al no haya vivido una experiencia como ésta, le bastará con recor- salón escapando de las amenazantes llamas, no se me ocurrió dar la muerte de un animal doméstico o la ruptura radical y defi- nada más absurdo que despertar al vecino y susurrarle a toda nitiva con un ser querido. prisa: «¡Llama a la policía! ¡En mi casa hay un incendio Si nuestros anhelos amorosos más urgentes son irreali- fantástico!». Poco después estaba sentada al pie de la escalera de zables o se frustran, si tenemos relaciones muy conflictivas con la entrada de casa, abrazada a mis animales, contemplando el nuestros padres o nuestra carrera profesional se ve obstacu- fino chorro de agua que brotaba de la extenuada manguera junto lizada, podemos sentirnos emocionalmente acorralados y com- a uno de los bomberos que estaba allí de pie, mientras sus cole- portarnos de manera irracional. El futuro se nos presenta tan gas intentaban extraer más agua. (Me preguntó si me acordaba crudo que ya ni siquiera llegamos a imaginarlo. Esto puede de él, porque habíamos trabajado juntos una temporada entera conducirnos a actuar con violencia contra aquellos que consideramos responsables de nuestro estado de insatisfacción, o en Una muchacha de campo en el Lyceum. Cuando le pregunté educadamente qué papel interpretaba, me contestó impaciente: podemos hacerlo contra nosotros mismos a través del suicidio. «Era el bombero de bambalinas, ¿no te acuerdas?») Desde Todavía espero conocer a un adolescente que no haya contem- entonces, la visión de una manguera extenuada me produce un plado esta posibilidad. Y dado que esta consideración o especu- sentimiento de desesperación irracional. Las tres semanas si- lación no está tan alejada de la realidad, se puede transferir fácil- guientes me dejé animar por los amigos que tan cariñosamente mente como esencia psicológica a los diversos acontecimientos me repetían que había sido muy afortunada de haber salido con ficticios de la literatura dramática. vida del incendio, ya que de la casa quedaron sólo las cuatro Un día le explicaba a un amigo que a lo largo de mi vida me paredes, y que era admirable que pudiéramos funcionar y seguir había enfrentado a diversos avatares. Desde dar a luz hasta ca- viviendo allí sin cocina ni nevera, encerrados con nuestros tres sarme, divorciarme, ver morir a familiares, vivir huracanes, sufrir perros en la pequeña habitación que había resultado menos Quedan 56 páginas (51 min) en este capítulo PÁGINA 158 DE 470 34% leído afectada. Entendí muchas cosas. Ante todo, pensé en esas fami- me afectó. De todas maneras, cualquier momento de tu vida en lias numerosas pobres que tienen que vivir en espacios muy el que hayas sido maltratado u oprimido injustamente y hayas te- reducidos. Mi marido y yo nunca habíamos discutido tanto. Tra- nido que defender firmemente tus ideas, puede servirte para ex- tando de afrontar los conflictos diarios de aquel trastorno y lu- traer algunas verdades psicológicas con las que identificarte y chando contra el caos por normalizar nuestra vida, parecíamos resultarte más útiles que las emociones que intentes recuperar la estúpida pareja recién atracada de la obra The Prisoner of Se- empatizando con Juana y compadeciéndote de su triste final cond Avenue, de Neil Simon. Al igual que ellos, entre arrebato y arrebato, a cual más irracional, y preguntándonos cosas irrele- cuando arde en la hoguera. Juana de Arco no conocía su destino vantes uno al otro sobre cuestiones que no tenían respuesta ni fiende frente a cada uno de los inquisidores manteniéndose solución, intentábamos entender qué había pasado. En el incen- firme en su posición. El razonamiento sobre las consecuencias dio perdimos objetos de valor, recuerdos de familia y cuadros, es asunto del espectador. Excusa mi insistencia en este punto. pero lo peor fue quedarme sin mis programas viejos y arrugados Volveré a insistir sobre ello. A veces, y sí que es cierto, ocurre que guardaba de recuerdo y los documentos de mis giras tea- que el personaje que encarnas en la obra es el espectador del trales; eso fue lo que más me hundió y me hizo llorar. La actitud acontecimiento dramático. En este caso, los sentimientos de de los personajes en Las tres hermanas de Chéjov después del incendio es un ejemplo idóneo que ilustra la crisis de un grupo compasión son aquí útiles y fáciles de evocar. También forman de gente que lucha por afrontar la situación sin ser todavía cons- mientras contemplan y explican las consecuencias de las trage- cientes de las consecuencias que los aguardan. dias a medida que éstas se desarrollan. La autocompasión es un hasta que se encontró envuelta en llamas. En el juicio se de- parte de los miembros del coro griego que lloran compungidos Todo acontecimiento que te haya hecho perder el control al- sentimiento muy común y comprensible del ser humano, y apia- guna vez o que haya desviado el camino de tu vida tempo- darse del personaje que encarnamos suele despertar críticas ralmente te servirá de transferencia para diversas obras de la lite- expresadas así: «Este actor se compadece demasiado de sí ratura teatral. Para personajes y papeles de envergadura como el mismo». juicio de santa Juana, me remití a la persecución de los comités El doctor Palaci me aclaró una duda que me obsesionaba. de investigación durante el período del macartismo, que tanto ¿Cómo era posible que con sólo pensar en un ratón o una rata Quedan 54 páginas (49 min) en este capítulo PÁGINA 160 DE 470 34% leído sintiera escalofríos, me estremeciera, necesitara soltar un grito, o recordar nuestro primer trastorno adolescente, o nuestra primera dar un salto o salir corriendo, cada vez que tenía que evocar una crisis originada por un «enamoramiento», descubriremos que sensación de terror en escena? El doctor Palaci me explicó que este sentimiento pasional se reitera en nosotros una y otra vez y los seres humanos suelen tener un objeto en concreto que actúa se manifiesta de diferentes maneras. Asociaremos sentimientos como símbolo colectivo de todos los miedos que nos acosan a del presente con otros del pasado, sopesaremos nuestras obse- diario, de los temores que reprimimos y que no acabamos de siones actuales con las del pasado y trataremos con valor de entender. Cuando le expliqué lo útil que me resultaba el ratón corregir nuestros errores pasados. Intentamos dominar nuestros para actuar y le pregunté qué podía utilizar en su lugar en el caso impulsos irracionales de posesión, los ataques de celos y el de que, a través del psicoanálisis, deseara desembarazarme de temor a ser abandonados, y todo ello nos confunde hasta que este miedo investigando sobre su causa original, el doctor Palaci por fin recuperamos la fe en la continuidad de la relación y la me tranquilizó explicándome que no tenía por qué librarme de él, seguridad de que nuestro amor es correspondido. La evocación a no ser que me viera obligada a convivir con roedores y, sobre de objetos detonantes para tales transferencias no siempre es todo, que lo más probable era que en el plazo de una semana fácil de llevar a cabo. Enamorarse instantáneamente de al- volviera a desarrollar otra clase de temor, puesto que los seres guien, fenómeno central de la literatura dramática, sea al estilo humanos tienden a emplear este tipo de miedo «multiuso» como válvula de escape para combatir otros miedos. Me quedé de Romeo y Julieta o de La dama no es para la hoguera, o de una comedia doméstica, puede resultar difícil. Para crear una transfe- encantada. Desde entonces me río de aquellos que pretenden rencia excepcional con el objetivo de evocar a tu pareja, yo que no hay nada irracional que los asuste cuando oyen hablar de misma he podido comprobar que estas fuentes psicológicas son serpientes, arañas, cucarachas, gusanos, lombrices, y com- muy útiles, como por ejemplo reaccionar ante una puesta de sol pruebo que algo tan ridículo como una polilla los hace temblar y o un amanecer inesperados, o contemplar el arco iris o una llu- palidecer, incluso al hombre más macho y fanfarrón de la Tierra. via de estrellas. He dejado para el final los ejemplos de experiencias amo- Me gustaría aportar una última observación sobre mi selec- rosas, tan turbulentas a veces, porque por lo visto despiertan las ción personal de objetos detonantes. Los elementos reacti- emociones que están más a flor de piel en los actores. Al vadores más prácticos para realizar transferencias a mi vida en el Quedan 52 páginas (47 min) en este capítulo PÁGINA 161 DE 470 34% leído escenario son siempre visuales (semáforo en ámbar, gafas hela- das, crisantemos de color bronce, una manguera extenuada, dedicado a la transferencia. Las esencias psicológicas que habrá que transferir son múltiples y aumentan a medida que se rela- etc.). Aunque también estoy convencida de que mis otros cuatro cionan con el entorno del personaje, con su circunstancia, y con sentidos están muy desarrollados, creo que los olores, sonidos, los acontecimientos establecidos de la obra; actúan de trampo- tactos y sabores son muy difíciles de activar en el momento en lines hacia las diversas relaciones con el resto de personajes y de que necesito liberar una emoción en concreto. (Esto no se cum- estímulos para las principales necesidades y deseos del perso- ple, tal como explico en el capítulo anterior, cuando los reclamo naje, al igual que para los momentos de crisis personal. Será y los manifiesto en conexión con mi comportamiento físico.) Tal necesario recurrir a realidades psicológicas personales única- vez, si empiezo por visualizar una loncha de beicon retor- mente cuando de un contacto directo con los hechos, los obje- ciéndose y encogiéndose en una sartén de aceite hirviendo, tos y los compañeros, no sea posible obtener estímulos que ayu- probablemente recordaré el olor. O si lo primero que ve mi ojo den, cuando la imaginación sola no da suficiente consistencia a interno es el capitel de la iglesia de los Alpes donde resonaban las acciones en cada momento de la obra, en el «dar y recibir», las campanas, es probable que sienta la misma emoción y sen- que es la muestra de que se está vivo en el escenario. sación de misterio que me envolvió el día en que las oí por vez primera. Pero este método me parece demasiado tortuoso. Con El mal uso del instrumento emocional es actualmente uno de los problemas más graves en los escenarios teatrales, en la todo, si se tiene la capacidad de reactivar cualquiera de los cua- televisión y en el cine. Para muchas de las estrellas de hoy, el tro sentidos restantes y de manifestarlos espontáneamente para objetivo primordial de su trabajo es demostrar al público y a desencadenar una emoción, no voy a desanimar a nadie a ha- ellas mismas que tienen sentimientos y que saben llorar en es- cerlo. cena. Se autoinducen emociones en general, piensan en cosas Si se saben aplicar libremente los diferentes ejemplos que tristes, salen del escenario, por así decirlo, y en realidad lo que he proporcionado de mi vida personal, espero que sirvan para están haciendo es un trabajo preparatorio incorrecto delante del sugerir situaciones paralelas de la vida privada de cada uno. Si público. Están forzando sentimientos y estados –sus fuentes de todavía han quedado dudas en cuanto a cómo aplicar estos recursos, que habitualmente no tienen relación con la acción– ejemplos a otros personajes, recomiendo releer el capítulo 5 hasta que logran llorar a borbotones. Se aferran a un estado de Quedan 50 páginas (46 min) en este capítulo PÁGINA 163 DE 470 35% leído ánimo, confundiendo la actitud o la pose con la acción. Se pro- físicas. Es útil repasar el capítulo anterior para refrescarlas. Re- vocan a sí mismas ataques de nervios que las llevan a compor- cuerda cómo se utilizan los estímulos imaginados a voluntad tarse incomprensiblemente y a realizar acciones confusas, si es que logran llevar a cabo una de ellas. Una mente muy perspicaz con el fin de descubrir las reacciones de comportamiento apropiadas. Recuerda que las circunstancias de la obra son las que dijo que «¡si llorar es lo mismo que actuar, mi tía es la Duse!». Y determinan la causa de tu condición física y psicológica, que el público, que por lo general permanece impasible ante tales debes buscar los estímulos para identificarte con la causa, y, despliegues de falsedad, lo máximo que hace es ahorrarse su sobre todo, que la sensación tiene que provocar una acción. No comentario preferido: «¡Mira! ¡Este actor está llorando de ver- esperes a sentir algo ni ignores el paso inicial que consiste en dad!». Otro error que antes era muy común pero que ahora, afor- prestar atención a los estímulos si deseas evitar ejecutar accio- tunadamente, ya ha quedado en desuso, se produce cuando el nes mecánicas y superficiales. La sensación se manifestará en actor naturalista tiene que estar necesariamente enfadado con su toda su plenitud en el momento que intentas controlarla o supe- compañero de escena, y decide pelearse con él entre bambalinas rarla. A veces, la misma acción, sea verbal o corporal, puede momentos antes de salir a escena. O, con el fin de manifestar generar un sentimiento. La simple acción de dar un puñetazo una gran pasión en una escena de amor, el actor hace el amor sobre la mesa puede producir una sensación de rabia, siempre y con la actriz (o viceversa) en privado. Vuelvo a subrayar que esto cuando su motivación responda a una lógica. Suplicar a alguien es tan absurdo como intentar hacer creíble un asesinato en es- misericordia, sea oralmente o mediante caricias, puede provo- cena cometiéndolo antes en la vida privada. El único objetivo de carte el llanto. Si haces cosquillas a alguien, es probable que aca- dar flexibilidad a nuestro instrumento psicológico y de dotarlo bes riéndote a carcajadas con tu víctima. No recomiendo esta de la técnica adecuada para despertar emociones de una manera forma de predeterminar las acciones para conseguir una emo- espontánea, es descubrir y ejecutar las acciones consecuentes ción, pero sí quiero añadir con ello que, al igual que las emo- (aquello que hacemos en base a lo que sentimos) y dar sustancia a las acciones propias y comunicativas de nuestro personaje. ciones sustentan las acciones, las emociones llevan a las La técnica de cómo recuperar emociones sensoriales psico- acciones. Muchas veces, cuando los actores me piden ayuda porque lógicas es idéntica a la que se utiliza para recrear sensaciones el estímulo imaginado ya no les sirve para activar el sentimiento Quedan 48 páginas (44 min) en este capítulo PÁGINA 165 DE 470 35% leído o emoción requeridos porque están «gastados» o ya no fun- anima al cuerpo y al alma a dar vida a un personaje en el esce- cionan de tanto usarlos, les proporciono una lista de razones nario. entre las que posiblemente se encuentra la justa. Es probable que hayan fracasado a la hora de conectar su estímulo imaginado con el estímulo real que indica el texto dramático. O quizás anticipan cómo o en qué instante tiene que manifestarse la propia emoción, olvidando por consiguiente su origen. Normalmente suelen quedarse estancados en la emoción y no la utilizan de trampolín para pasar a la acción consecuente. O tal vez sopesan el grado de intensidad que están experimentando en relación a la emoción anterior. El miedo y la angustia a que la emoción se les escape es otra de las garantías de que ésta no va a manifestarse. Corregir estos errores es fácil de explicar pero difícil de conseguir, y es posible que se repitan algunos o todos en muchos actores, incluso en los más expertos. Pero cuanto más trabajemos, más fácil nos resultará superar estas dificultades y aplicar la técnica correcta en cuanto al reclamo de emociones, y menos tiempo tardaremos en aprender a lidiar con estos obstáculos. En resumen: debemos ampliar la perspectiva sobre nuestro sentido psicológico y despejar el camino hacia las consiguientes reacciones creíbles con el fin de evitar las generalizaciones, las falsas teatralizaciones y las nimiedades. De este modo seremos capaces de abrirnos a todo aquello que la obra nos exige y que Quedan 46 páginas (42 min) en este capítulo PÁGINA 166 DE 470 35% leído 8 Cómo animar el cuerpo y la mente personaje, su relación con los demás, el clima y el momento del día, el estado físico de fatiga y dolor, y las causas psicológicas El cuerpo que «preparan al cuerpo para una acción enérgica», tal como de- En la introducción, y concretamente en la sección dedicada a las técnicas externas del capítulo 3, he destacado lo importante fine correctamente mi diccionario. Todavía no he abordado el que es disponer de un cuerpo entrenado para encarnar una gran Todos hemos vivido aquellos momentos terribles en los que variedad de papeles, sea Apolo, Ricardo III, o Biff Loman, santa nos sentimos terriblemente torpes y conscientes de nosotros Juana, Rosalinda, o Laura del El zoo de cristal. Todo actor debe mismos en el escenario, en los que nuestros brazos cuelgan esforzarse para adquirir una agilidad que le permita saltar de ale- como dos palos rígidos a cada lado del cuerpo, como apéndices gría, sortear mesas y sillas para capturar al enemigo, subir a zan- de un cuerpo ajeno, o que nos pesan las piernas y tropezamos cadas un tramo de escaleras o desplomarse. O también tiene con nuestros propios pies, o cuando nuestra mente se centra que saber bailar con gracia y elegancia un minué, un tango, o un únicamente en cómo combatir esa sensación de vergüenza rock and roll; o batirse en duelo, o practicar esgrima, incluso mientras adoptamos falsas posturas teatrales o «acomodamos» montar a caballo y galopar en una puesta de sol en una película nuestro cuerpo desplegando poses naturalistas. (Estas reac- de vaqueros, si ésa es su elección. Pero todavía es más impor- ciones nos suelen recordar a las que manifestábamos cuando tante que el actor tome conciencia de que para tener el instru- éramos actores aficionados o a cuando hacíamos teatro en la mento flexible y entrenado, siempre a su disposición y a su al- universidad.) Esta clase de temor que nos desorienta puede cance, y que esté animado mientras su personaje lucha por alcanzar sus objetivos mientras su cuerpo responde libre e in- apoderarse de nosotros en el mismo instante en que subimos al tuitivamente a las circunstancias ficticias, al entorno y a los bastidores), porque no sabemos dónde estamos (excepto en el personajes con los que interactúa en la obra, debe conocer todos escenario) o porque nos dirigimos de entrada al sofá sin otro los elementos que confieren vida a su cuerpo. En los capítulos motivo que el de cumplir con la estructura de acciones que nos previos he ilustrado con varios ejemplos cómo influyen en el hemos marcado. Una vez sentado, el actor recupera momentá- cuerpo los cambios de imagen, la ropa con que se viste el neamente la fe en la realidad, se acomoda en los almohadones tema central del cuerpo en movimiento. escenario porque no sabemos de dónde venimos (excepto de los Quedan 44 páginas (41 min) en este capítulo PÁGINA 167 DE 470 36% leído de manera instintiva y busca una conexión con su compañero de algo que muchos directores contemporáneos han respetado al escena que le facilite implicarse en la relación que debe esta- pie de la letra, y que todos los actores deberían anotar en sus blecer con él. Sin embargo, si se levanta de nuevo sin un come- cuadernos: «¡Uno camina porque tiene un lugar adonde ir!». En tido o destino conocido, o porque sigue una indicación de direc- mi opinión, el ser humano, a no ser que esté muerto o dormido ción, volverá a experimentar la misma sensación de torpeza ini- como un tronco, está siempre en movimiento. Los breves cial. momentos en que parece detenerse temporalmente, en realidad, Aprendí a fuerza de palos que mi aplicada tarea de identi- lo que está haciendo, mientras un cosquilleo le recorre el cuerpo, ficación con la vida del personaje no me servía de nada si no es- es buscar y tratar de decidir cuál va a ser su próximo destino. taba segura de cuáles eran mis objetivos físicos y si éstos no Los cometidos físicos están casi en su totalidad motivados cons- estaban orgánicamente motivados. Partiendo de que el cuerpo es cientemente por los hechos, por los deseos más básicos, por el instrumento visible mediante el que comunico y manifiesto todo aquello que nos hacen y que nos exigen los demás. Éstos mis acciones en escena, y considerando que mi deseo es evitar la ilustración del personaje, tengo que recordarme a mí misma son relativamente fáciles de definir. Pero los innumerables cometidos físicos restantes, los más corrientes, son los puntos de des- que la voz y la dicción, el alma y la mente, no están separados del tino de los que somos conscientes únicamente de manera subli- cuerpo sino que se originan en él y brotan a través de él. En consecuencia, si el cuerpo está inerte, carente de motivación y minal mientras ocupamos la mente en otra cosa, y están condi- sus posturas son artificiales, el alma también estará muerta, la cionados por el hábito y la costumbre, por ejemplo, de ir al horno o a la nevera a buscar algo de comer, al escritorio a escribir o a mente congelada, el pensamiento preocupado por tonterías y la telefonear, al lavabo a lavarse las manos, a un sillón o un sofá a garganta tensa; y todo ello nos llevará a articular palabras ininte- tumbarse a leer o a conversar. Raras veces pensamos en estas ligibles de manera mecánica. Seremos actores exagerados que acciones, sino que nos dejamos guiar por nuestros hábitos y deambulan sobreactuando por un escenario y no seres humanos nuestros instintos.(Es evidente que existen unas motivaciones que viven en la habitación de una casa, de un palacio, o que pa- psicológicas subconscientes, a las que me referiré en la cuarta sean por un jardín. parte del libro: «El papel».) En la vida, a no ser que padezcamos El célebre director Arthur Hopkins declaró hace unos años una enfermedad mental, que estemos bajo los efectos de la Quedan 42 páginas (39 min) en este capítulo PÁGINA 169 DE 470 36% leído droga o en coma, sabemos de dónde acabamos de llegar, dónde nos encontramos en el momento presente y adónde pensamos consciente si ahora no tratara de desglosarlos en este capítulo, dirigirnos en el momento siguiente. Nuestros puntos de destino basados en los reflejos, costumbres y excentricidades perso- concretas. Los cometidos son: levantarme a vaciar el cenicero, a nales, de los cuales sólo somos conscientes de una manera clino para alcanzar una caja de kleenex o para coger el frasco de subliminal, deben ser desenterrados si queremos animar nuestro corrector de tinta. Llevo a cabo estas acciones por reflejo. Son ser de manera verosímil en el escenario y eliminar estos espacios de tiempo estériles en los que el cuerpo deja de respon- acciones secundarias, ya que mi objetivo psicológico primordial es que este capítulo sea de vuestra ayuda. Otros ejemplos de dernos. Si aprendemos a comprender y a definir lo que motiva puntos de destino serían: Si acabo de llegar de hacer la compra, nuestro punto de destino y nuestro consiguiente comportamiento en las circunstancias corrientes de nuestra vida, podemos apli- mientras abro la puerta con la llave ya sé que iré directamente a la cocina cargada con mis bolsas de la compra, a no ser que la car el mismo proceso a las circunstancias extraordinarias, es necesidad imperiosa de ir al baño me obligue a dejar las bolsas decir, las circunstancias dramáticas que determina el dramaturgo en el suelo de la entrada y a dirigirme corriendo al lavabo. Mien- en la obra. Por ejemplo: en este preciso instante estoy sentada delante de la máquina de escribir con las piernas cruzadas, en tras realizo estas acciones, mi mente está básicamente centrada camisón y zapatillas. Acabo de llegar de la cocina, donde me he preparado un café para llevármelo conmigo al escritorio. Yo sé, atañe a mí y a un amigo, aunque sé instintivamente que mi pr- de manera intuitiva, que después de resolver algunas cuestiones antes de empezar a hacer la cena, etc. Si estos ejemplos tan lógi- complejas de este capítulo iré al lavabo a ducharme y vestirme para acudir a una cita. Mientras trabajo, mi cuerpo está ocupado cos te parecen demasiado evidentes e infantiles, pregúntate en escribir a máquina, en adaptarse al ambiente ligeramente frío portamiento humano cuando tratas de poner en acción el perso- de la habitación, en inhalar el humo de mis repugnantes ciga- naje que encarnas. ¿Cuántas veces has entrado en el escenario rrillos y en tomar café. También estoy enfrascada en realizar sin saber de dónde vienes, o si lo sabes y te lo has respondido a otros muchos cometidos menos importantes de los que no sería ti mismo, ha sido de boquilla? ¿Cuántas veces has perdido dado que mi mente se centraría plenamente en aclarar las ideas ponerme otro café o a coger un paquete de cigarrillos. Me in- en pensar en cómo voy a resolver un conflicto reciente que me óximo destino va a ser ir a la nevera a guardar los alimentos cuántas veces has ignorado los principios más básicos del com- Quedan 40 páginas (37 min) en este capítulo PÁGINA 171 DE 470 36% leído dinamismo porque no tenías claro tu destino inmediato ni plan tu cuerpo muestra según la comodidad o incomodidad de la silla futuro alguno? que ves delante de ti, al hecho de ver un lugar en el que puedes Las influencias que ejerce el entorno sobre nuestra vida f í- dejar el bolso o tus pertenencias, a calcular la distancia que hay sica pueden parecer muy evidentes, pero son múltiples y más profundas de lo que creemos. Éstas son unas observaciones entre tu cuerpo y la mesita del café o de las bebidas, o la mesa personales que tal vez te resultarán familiares. Si convives con sación de equilibrio en tu cuerpo? Después, cuando visites de alguien sueles delimitar tu territorio: en qué extremo de la cama nuevo el mismo lugar, verás que te dirigirás directamente hacia duermes o qué parte de la estantería del armario del baño te el mismo lugar donde te habías sentido tan cómodo y seguro la pertenece. Sin apenas discutir, habrás decidido cuál es tu silla vez anterior. del aperitivo o la mesa del cenicero) antes de alcanzar una sen- favorita de cada habitación. En el salón, el extremo derecho del Con esto llego a la cuestión más importante, la que me obli- sofá me pertenece, pues allí es donde me siento, apoyando el ga a castigar al actor cuando se deja guiar por la malograda indi- codo en el reposabrazos junto a mi cuaderno, mi lápiz y con mi cenicero al lado. Si un íntimo amigo viene a visitarme, ya sabe cación escénica: «Deambula por el escenario sin objetivo ni des- que aquél es mi lugar y se sentará en su silla, la que siempre utiliza, la misma donde le indiqué que se sentara la primera vez que desesperado o cuando no sabe cómo dilucidar un problema. Si vino a verme. Si alguien viene a mi casa de visita por primera vez en diferentes direcciones», el actor sería lo suficientemente listo y va a sentarse en mi lugar preferido, intento disuadirlo. Pero, si antes de poder hacerlo, mi invitado ya ha ocupado mi lugar sin para preguntar: ¿«Hacia dónde» y «desde dónde» tiene que darse cuenta y yo tengo que sentarme en otro sitio, me siento aburrimiento, de indecisión o desesperación que a veces nos como si me hallara en un lugar extraño. La próxima vez que obliga a ponernos de pie sin ser capaces de quedarnos quietos vayas a visitar a alguien por primera vez, observa aquello a lo que en el mismo lugar unos minutos, va acompañado de los come- normalmente no prestas atención; ¿cuánta atención involuntaria tidos voluntarios e involuntarios que están asociados a nuestra dedicas a la novedad del lugar (no me refiero únicamente a la familiaridad con el lugar. tino», que suele recomendarse al actor cuando está inquieto, el director o el dramaturgo indicara con más precisión: «Camina caminar el personaje? El estado psicológico de nerviosismo, de decoración, a los cuadros o los libros, sino a la orientación que Pongamos por caso que estás en casa sentado frente a tu Quedan 38 páginas (35 min) en este capítulo PÁGINA 172 DE 470 37% leído escritorio, ordenando y revisando unas facturas, pero lo que real- posiblemente la visita, de tu representante. Sabes que tiene que mente haces es luchar contra el estrés que te provoca la tarea. comunicarte una noticia muy importante sobre un trabajo. La Difícilmente serás consciente de que te levantas y te diriges habitación ya está ordenada por si se presentara este señor. hacia la ventana, de que descorres la cortina para ver el tiempo Estás frente al escritorio tratando de ocupar tu tiempo mientras que hace afuera u observar a los policías de la esquina, o de que repasas las facturas. Fracasas en el intento y decides ir a la ven- vas al armario de las bebidas y decides que no quieres tomar tana para ver si llega el representante. Vas hacia el teléfono, des- nada. Te desvías y vas hacia el teléfono, colocas en posición co- cuelgas el auricular para llamarle pero descartas la idea porque te rrecta el auricular antes de regresar a la mesa, pero por el camino acuerdas de que a estas horas él nunca está en la oficina. Des- cambias de idea y vas a la cocina a buscar un vaso de agua. Du- cargas tu impaciencia sobre el auricular recolocándolo en su rante todo este tiempo has estado tratando de confrontar el pro- sitio. Vas hacia el armario de las bebidas, coges un vaso pero lo blema que te plantea el trabajo. Incluso si te descubres a ti devuelves a la estantería después de pensarlo mejor, ya que quie- mismo recorriendo el mismo camino varias veces, de la mesa a res estar despejado para la entrevista con tu representante. Pasas la ventana, y de nuevo a la mesa, en ningún momento te despla- delante del espejo y te miras antes de sentarte al teléfono a espe- zarás sin sentido del espacio, como les ocurre a muchos actores rar su llamada. Entretanto te recorren la mente mil pensamientos sin técnica. Dado que nuestra vida física sobre el escenario se en relación con el trabajo que esperas, su lado negativo, la razón desarrolla según la selección de acciones que hagamos de acuer- del retraso de la visita, etc. La falta de lógica aparente de tu com- do con los problemas y circunstancias del personaje, hay que portamiento disperso y la irracionalidad de tus acciones tiene evitar a toda costa cualquier imitación naturalista de un estado que estar justificada por la lógica de la obra. de ansiedad. Incluso la acción de «deambular» debe estar justi- Si estás convencido del aforismo de Arthur Hopkins de que ficada y basada en cometidos significativos y dirigida hacia obje- el objetivo principal de que uno camine es saber adónde va, te tos relevantes. Utilizaré el ejemplo anterior trasladándolo al esce- ruego que también tengas en cuenta lo que voy a añadir: ¡El obje- nario, y supondré que el acontecimiento se produce durante unos minutos de la obra. La situación es exactamente la misma a tivo de estar de pie es el mismo! He sido mil veces testigo de la negligencia y desconsideración por parte de los actores respecto excepción de que estás esperando la llamada telefónica, o a esta cuestión, incluso por parte de los actores más expertos Quedan 36 páginas (33 min) en este capítulo PÁGINA 174 DE 470 37% leído del mundo. Desgraciadamente, las poses artificiales de los acto- en un lugar donde no tengo muy claro cuál es mi silla. Si me di- res cuando sostienen una copa o una taza de té, o se tumban en rijo hacia algún sitio y hay algo en el camino que me llama la un sofá como meros objetos decorativos, todavía están vigentes atención, entonces me detengo. Por ejemplo, cuando voy a la co- en el teatro actual. También son abundantes los problemas que cina a ofrecerle algo a un invitado y de pronto éste me detiene surgen cuando el actor se halla en medio de un espacio vacío y para darme una gran noticia. Pero incluso cuando estoy parada no encuentra relación alguna con el paisaje imaginado o con la de pie escuchando, mi cuerpo sabe intuitivamente que cuando la habitación desnuda, pasillo, o palacio, y adopta diferentes pos- persona acabe de hablar, reemprenderá el camino a la cocina. turas de manera exagerada para combatir su desamparo y Cabe la posibilidad de que la noticia sea tan sorprendente que enmascararse²². En la vida, uno siempre trata de satisfacer el me olvide de mi siguiente punto de destino y regrese a mi lugar deseo básico que le apremia; por ejemplo, el de detenerse un de partida. Al aire libre, puedo estar de pie parada cuando espero instante a reposar, aunque esté en plena crisis. Cuando nos a algún amigo, o a alguien que viene a buscarme en coche, por hemos sentado, si volvemos a ponernos de pie es para diri- ejemplo. Mientras espero, mi cuerpo no está rígido y en la girnos al próximo punto de destino. Levantarse con el objetivo misma posición todo el rato, sino que estoy pendiente de dife- de quedarse de pie es una acción que tiene pocas razones que la rentes cometidos: miro hacia la esquina de la calle para ver si justifiquen: una de ellas es estirar las piernas antes de volverte a llega la persona a la que estoy esperando, miro el escaparate de sentar. También me he encontrado en la situación de que un alguna tienda, etc. Por lo tanto, insisto en que el cuerpo está invitado está en casa y resulta que tengo muchas cosas que constantemente en acción u orientado hacia el siguiente punto hacer. Cuando me doy cuenta, me levanto y me quedo de pie de destino que le aguarda. para hacerle entender que me gustaría que se fuera. Si estoy en Evidentemente, una animación exhaustiva del cuerpo se casa de otros, a veces me levanto para comunicar que me quiero basa en la adaptación pertinente a las circunstancias; es decir, en ir, una táctica dilatoria para poderme retirar de manera educada. el clima, la hora del día, las necesidades del personaje, las rela- O también puede ocurrirme que durante unos instantes no sé ciones con los demás y con los objetos, la ropa que llevamos, adónde voy a dirigirme. Estoy de pie en una fiesta, por ejemplo, nuestros deseos más inmediatos y nuestra actividad mental. en un espacio donde no hay sillas libres y está lleno de gente, o La mente Quedan 34 páginas (31 min) en este capítulo PÁGINA 176 DE 470 37% leído Es requisito previo del actor disponer de una mente alerta. La obtenéis un enfoque intelectual sobre vuestro trabajo, significa mente tiene que ejercitarse con la misma disciplina y constancia que habéis malinterpretado su contenido, o bien que yo he fraca- que el cuerpo. La indolencia, el consumo de drogas y otros exce- sado en mi cometido. sos son destructivos para la mente y el talento. Según el diccio- Si deseas cumplir con la obligación del artista de estar men- nario, ser inteligente significa «poseer conocimiento y una capacidad de comprensión sólida, estar alerta y tener sentido talmente alerta en cada ensayo o función, pon tu vida privada en común». También significa entender el contenido de la infor- sales al escenario o que empiezas a ensayar olvida tus riñas mación, saber manejarse en situaciones nuevas, y saber aplicar amorosas, tus problemas con alquileres y propietarios y tus in- el conocimiento al entorno en el que uno tiene que enfrentarse. teresantes almuerzos con los agentes. De lo contrario perju- Por otro lado, ser intelectual significa «guiarse principalmente por el intelecto más que por los sentimientos o la experiencia». dicarás enormemente tu trabajo y el de tus compañeros. Además segundo plano y céntrate en tu trabajo. En el momento en que Por ende, es importante que el artista deje los conceptos intelec- te costará mucho esfuerzo concentrarte y prestar total atención al proceso creativo. Resérvate las energías, despéjate el terreno y tuales, las teorías y las conclusiones en manos de los estu- predispónte mentalmente para el trabajo que te aguarda. diosos, los científicos y los críticos y que se concentre en el tra- Hasta el momento, ni en un solo capítulo de los cuatro bajo de interpretación. Los tratados son para las bibliotecas, las anteriores he excluido el proceso mental de la actuación. Todo salas de conferencias y las charlas, pero no para los escenarios aquello que percibimos y experimentamos psicológica y física- de teatro. La creatividad se basa en mantener una inocencia y mente está acompañado por una batería de pensamientos y de una curiosidad infinita por la especie humana. Para entender la problemática de una obra debemos aplicar toda nuestra inteli- acciones. La necesidad de enfatizar el acto de pensar surge de la idea equivocada que tienen los actores respecto al funcio- gencia y no nuestra intelectualidad, asegurándonos de que nues- namiento de la mente en el escenario. Para aquellos que todavía tros descubrimientos contribuyen a la identificación de nuestro ser con el personaje y sus circunstancias en la obra, de manera no lo sepan, el pensamiento se mueve a la velocidad de la luz. Además, no puede ralentizarse deliberadamente. Pondré un que podamos animar nuestros pensamientos y nuestros sen- ejemplo: estás en una fiesta en la que se rinde homenaje a un tidos con el fin de actuar y hacer. Si con la lectura de este libro productor. Finalmente ha llegado tu turno y van a presentarte al Quedan 32 páginas (29 min) en este capítulo PÁGINA 178 DE 470 38% leído homenajeado. Deseoso de causarle buena impresión, extiendes agua. Sus pensamientos actúan simultáneamente con su com- el brazo para darle la mano y, sin querer, le tiras la copa al suelo. Poco después, en un rincón de la sala, le confiesas a un amigo portamiento. Despiertos, estamos siempre pensando. Incluso dormidos, estamos, a ratos, mentalmente activos. todos los pensamientos que te han pasado por la mente en aquel Una vez que hemos aprendido que el trabajo intelectual es embarazoso momento. Tardarás al menos diez minutos en po- materia de académicos y filósofos, en tanto que actores también nerle palabras a todas las cosas que has pensado en un se- tenemos que evitar esa manera de pensar «natural», pasiva, que gundo. se adueña de nuestra mente cuando estamos desempeñando El pensamiento no está basado en una organización verbal una actividad rutinaria como lavar platos, abrir el correo o leer de las ideas. He conocido actores que, muy meticulosos aunque párrafos aburridos de libros o periódicos; es decir, aquellos equivocados, escriben los pensamientos de su personaje a momentos en que nuestros pensamientos son abstractos e irre- modo de diálogo, de acotación o de aclaración relativa al juego levantes. Para luchar contra eso hemos de encontrar una manera escénico. Esto sólo puede llevar a ejecutar unas acciones meramente ilustrativas, o bien a hacer muecas para tratar de comu- de pensar «concreta» que debe desarrollarse en el escenario. El acto de pensar en concreto va precedido, acompañado y seguido nicar sorpresa, asombro, placer o disgusto, todo lo que sea inhe- de la acción. Me ceñiré a las definiciones y sinónimos que da el rente al parlamento en cuestión. diccionario del verbo pensar que son activas y dinámicas como «formular una intención, buscar una solución, crear una expec- Otro craso error del actor desentrenado es intentar separar los pensamientos de las acciones, es decir, del comportamiento básico. Si le preguntas qué hacía en los momentos en que estaba tativa, tratar de comprender, especular, planear mentalmente, quieto, de pie, en el limbo, o sentado con aire distraído o au- gen». No es tan difícil como parece animar nuestros sente, siempre te responde: «Estaba pensando». El actor ha de pensamientos, ensamblarlos y dirigirlos hacia nuestros objetivos mientras interactúan con nuestras acciones psicológicas, f ísicas aprender que si se queda parado de pie es porque tiene un cometido lógico que cumplir. Si se sienta, probablemente sea para ali- rememorar mentalmente, imaginar, prever y construirse una ima- viar sus pies cansados; y si se levanta de nuevo será para diri- y verbales evitando y excluyendo todos aquellos pensamientos irrelevantes y perjudiciales. girse al escritorio, al teléfono o a la cocina a buscar un vaso de Si has ensayado correctamente la escena, estás en sintonía Quedan 30 páginas (27 min) en este capítulo PÁGINA 179 DE 470 38% leído con las necesidades de tu personaje, has particularizado su con- comprar al mercado. Viene gente a cenar, has pensado en un texto y su entorno, has definido tu relación con los demás, y has menú y debes salir a comprar al súper. Seguramente no te has seleccionado los sentidos apropiados para activarlos y estás dado cuenta de que te has abrochado el abrigo hasta el cuello (a alerta ante lo que ocurre dentro de ti, es decir, te implicas en los no ser que haya un botón descosido o que te duela un dedo). conflictos concretos de la escena, significa que estás en acción. Abrirás conscientemente el monedero para comprobar que tie- No tendrás que preocuparte por lo que estás pensando. De eso nes suficiente dinero, y, de manera subliminal, cogerás una ya se ocupan otros. Tus pensamientos estarán vivos, interactuarán significativamente con todo aquello que está relacionado bolsa de la compra y te pondrás los guantes (siempre y cuando con lo que das y recibes. Sin embargo, cuando nuestros obje- pensarlo. los tengas a mano). Saldrás de casa y entrarás en el ascensor sin tivos y nuestra conducta son rutinarios, cuando el conflicto no Por lo tanto, si no eres del todo consciente de estas accio- es patente, nuestra concentración y atención suele dispersarse, nes mecánicas, ¿en qué estás pensando? Tal vez en que has de- sea hacia el público o hacia áreas irrelevantes de nuestra vida jado la cama sin hacer, y que deberías hacerla antes de empezar privada. a cocinar, o quizá estés calculando la hora en que deberás poner De joven, me daba de cabeza contra las paredes y me cul- la carne en el horno, teniendo en cuenta que uno de tus invi- paba por prestar poca atención. Lo que me ocurría en realidad tados siempre llega tarde, o pensando en la vajilla que emplea- era que no sabía en qué concentrarme. No sabía cómo empezar rás, suponiendo que tu preferida no esté limpia y ordenada en el a pensar en concreto, cómo detonar pensamientos adecuados, armario. Quizá piensas en comprar unas flores para el centro de aquellos que surgían de las circunstancias dadas de la obra, y mesa, pero no estás segura porque tal vez uno de los invitados cómo excluir aquellos que se dispersaban por mi mente. Hasta te traiga un ramo. Pensarás también en el mantel que escogerás que no entendí de qué manera se desarrollaba este proceso en la para cubrir la mesa, probablemente el que esté mejor planchado vida cotidiana y dentro de mi ser, no pude aplicarlo a las circuns- para no perder tiempo. Te inquieta también la idea de que es tancias extraordinarias que determinaba el dramaturgo en la obra posible que te veas obligada a hacer cola en la carnicería, pues de teatro. presientes que no tendrás paciencia para esperar y te acuerdas Supongamos que estás en casa preparándote para salir a de que quieres proponer a tus amigos que vean contigo el Quedan 28 páginas (25 min) en este capítulo PÁGINA 181 DE 470 39% leído Para abordar con más precisión el tema de cómo pensar ac- Masterpiece Theatre PBS. Sin ser consciente de ello, estas actividades mentales se manifestarán en tu comportamiento físico. tivamente en el escenario, pondré una serie de ejemplos par- (Quizá mientras pensabas en la poca puntualidad que carac- tiendo del hipotético viaje al súper que he descrito anterior- teriza a tu invitado te hayas arrancado sin querer un botón del mente. Suponiendo que se produzca una situación parecida en abrigo.) Esta planificación mental, estas reflexiones especu- el escenario, seguramente la cena que se va a preparar no será lativas y estas búsquedas de soluciones, incluyendo muchas una cena normal y corriente. Tendrá un significado muy especial, otras actividades (que ocuparían más de una página), se desen- y consecuentemente, resultará más fácil prestar atención a la cadenan en menos tiempo que el minuto que tardas en abro- selección de actividades mentales que se asocien con ella. Con charte el abrigo, ponerte los guantes, preparar las cosas para la «selección» no me refiero a establecer un orden estricto, un plan compra o salir de casa. de acción previo ni a redactar por escrito cómo se suceden los Has llegado a elaborar estos pensamientos desde un estado de alerta frente a la realidad de la cena que se avecina. Los pensamientos a medida que surgen. He ido enumerando los ejemplos de las acciones mentales sin intentar especialmente pensamientos se mueven a la velocidad del rayo y nunca están darles una progresión lógica. Sin embargo, están conectados organizados de manera verbal. Se trata de llevar a cabo una con las circunstancias que rodean a la cena que se avecina, que implicación instantánea en el momento presente. Cada vez que es la que fundamenta la lógica interna de la secuencia. En cada he tenido que realizar una tarea similar en el escenario, cuando función tienes que realizar estas actividades mentales como si todavía no había aprendido a estimular pensamientos activos, fuera la primera vez, confiriéndoles libertad y permitiendo que me esforzaba desesperadamente en concentrarme, dedicando cambien y que estimulen todo aquello que está relacionado con toda mi atención exclusivamente a las actividades físicas. Repa- el acontecimiento. Cada problema y cada especulación surgen saba de manera desproporcionadamente exagerada cada botón en beneficio del siguiente. En una obra de teatro, en circuns- del abrigo y me peleaba con cada uno de ellos, forzaba el cierre tancias parecidas, debes familiarizarte de una manera personal y del monedero, introducía dedo por dedo en los guantes con totalmente nueva con los elementos: la cama deshecha, la habi- grandes aspavientos, mientras pensaba: «Pobre de mí, qué largo tación y la cocina de bambalinas, el reloj del horno, el súper, la se me está haciendo». carnicería, el rostro del carnicero, el aspecto del florista de la Quedan 26 páginas (23 min) en este capítulo PÁGINA 183 DE 470 39% leído Para abordar con más precisión el tema de cómo pensar ac- Masterpiece Theatre PBS. Sin ser consciente de ello, estas actividades mentales se manifestarán en tu comportamiento físico. tivamente en el escenario, pondré una serie de ejemplos par- (Quizá mientras pensabas en la poca puntualidad que carac- tiendo del hipotético viaje al súper que he descrito anterior- teriza a tu invitado te hayas arrancado sin querer un botón del mente. Suponiendo que se produzca una situación parecida en abrigo.) Esta planificación mental, estas reflexiones especu- el escenario, seguramente la cena que se va a preparar no será lativas y estas búsquedas de soluciones, incluyendo muchas una cena normal y corriente. Tendrá un significado muy especial, otras actividades (que ocuparían más de una página), se desen- y consecuentemente, resultará más fácil prestar atención a la cadenan en menos tiempo que el minuto que tardas en abro- selección de actividades mentales que se asocien con ella. Con charte el abrigo, ponerte los guantes, preparar las cosas para la «selección» no me refiero a establecer un orden estricto, un plan compra o salir de casa. de acción previo ni a redactar por escrito cómo se suceden los Has llegado a elaborar estos pensamientos desde un estado de alerta frente a la realidad de la cena que se avecina. Los pensamientos a medida que surgen. He ido enumerando los ejemplos de las acciones mentales sin intentar especialmente pensamientos se mueven a la velocidad del rayo y nunca están darles una progresión lógica. Sin embargo, están conectados organizados de manera verbal. Se trata de llevar a cabo una con las circunstancias que rodean a la cena que se avecina, que implicación instantánea en el momento presente. Cada vez que es la que fundamenta la lógica interna de la secuencia. En cada he tenido que realizar una tarea similar en el escenario, cuando función tienes que realizar estas actividades mentales como si todavía no había aprendido a estimular pensamientos activos, fuera la primera vez, confiriéndoles libertad y permitiendo que me esforzaba desesperadamente en concentrarme, dedicando cambien y que estimulen todo aquello que está relacionado con toda mi atención exclusivamente a las actividades físicas. Repa- el acontecimiento. Cada problema y cada especulación surgen saba de manera desproporcionadamente exagerada cada botón en beneficio del siguiente. En una obra de teatro, en circuns- del abrigo y me peleaba con cada uno de ellos, forzaba el cierre tancias parecidas, debes familiarizarte de una manera personal y del monedero, introducía dedo por dedo en los guantes con totalmente nueva con los elementos: la cama deshecha, la habi- grandes aspavientos, mientras pensaba: «Pobre de mí, qué largo tación y la cocina de bambalinas, el reloj del horno, el súper, la se me está haciendo». carnicería, el rostro del carnicero, el aspecto del florista de la Quedan 26 páginas (23 min) en este capítulo PÁGINA 183 DE 470 39% leído esquina, y, evidentemente, con cada uno de los invitados, siem- sustancial del pasado, proceso muy común en muchas obras de pre con el objetivo de que tus visualizaciones activen constante- teatro. Algunas veces los utilizo para inducir un estado físico. mente tus pensamientos, es decir, tus propósitos de hacer pla- Por ejemplo: si deseo transmitir miedo visualizo una rata gru- nes y de resolver problemas. ñona. Los objetos internos Ahora voy a hacer una descripción detallada de los objetos Entre las definiciones que he proporcionado del verbo pensar, internos (destacados en negrita) que pueden activar los dife- he subrayado «prever» y «construirse una imagen» con una rentes procesos mentales relacionados con la preparación de la intención concreta. Gran parte de mi proceso mental no inte- cena mientras te abrochas el abrigo para salir. Visualizo la cama lectual es visual, y hace ya mucho que descubrí que recuperando deshecha en la habitación, lo que me conduce a pensar en cuán- imágenes concretas y apropiadas y trasladándolas a la mente, en- do encontraré el momento para hacerla. Imagino el pedazo de traba en contacto con las fuentes activadoras de los pensa- carne cruda dentro de la nevera de la cocina, lo que me hace especular sobre el peso del trozo de carne, las dos horas que tar- mientos itinerantes que mantenían mi atención sobre los acontecimientos de la obra. Al conseguir hacer realidad estas imágenes mentales estimulaba las acciones internas en todos los dará en cocerse y la hora en que debo meterlo en el horno, y detalles en los que me resultaba insuficiente el apoyo de mis para la cena a las ocho. Visualizo los cuatro platos de la vajilla partenaires y del entorno. Decidí denominar a estas imágenes colocados en el escurreplatos encima de la pila antes de pensar objetos internos para diferenciarlos de los que se hallan presentes en escena, aquellos que puedo ver, tocar o a los que en la sección del supermercado A&P en la que nunca quedan puedo referirme de manera verbal cuando actúo. Ya he hablado previamente de los objetos internos conjuntamente con los sen- me imagino los pastelitos de marca Viva que están justo al lado y decido que con éstos ya solucionaré el problema. Imagino el tidos psicológicos en tanto que detonantes de emociones, y es- ramo de rosas blancas de enamorados dentro de los cubos situa- pero que ahora quede clara la importancia que tienen en la utili- dos debajo del toldo de la floristería de la esquina de la calle zación de las transferencias. Yo los empleo mientras escucho y Ocho con la Sexta Avenida. Me pregunto, un poco molesta, si vale la pena gastarse el dinero para que al día siguiente las flores también cuando explico una historia sobre una realidad pienso entonces en la minutera del horno si deseo que esté listo suficientes pastelitos de marca Bounty, mis preferidos. Entonces Quedan 24 páginas (22 min) en este capítulo PÁGINA 184 DE 470 39% leído se marchiten. Imagino a mi amiga Sally de pie en el umbral de la internos plausibles, más material acumularás para tus pensa- puerta con un ramo de seis anémonas en la mano, tal como la he visto en otras ocasiones, y decido que volverá a aparecer con mientos activos y pertinentes. Los objetos visualizados o imagi- un ramo en esta ocasión, a pesar de que las flores no combi- naje y darán sentido a tus acciones, pues siempre debemos narán con el color del mantel que emplearé para la mesa, etc. El motivo por el cual me he ceñido a un orden al enumerar los recordarnos a nosotros mismos que ¡actuar es hacer! nados te ayudarán a canalizar tu atención hacia la vida del perso- Aprender a escuchar objetos internos es ayudarte a extraer tus propias ideas paralelas Los capítulos 6 y 7, en parte, están dedicados al sentido del a esta descripción. Pero nunca hay que pretender que aparezcan oído, una de nuestras cinco vías de percepción. No debería en un orden concreto. Durante el proceso de recreación, una vez extrañarnos ni parecernos un misterio que un timbre específico que estás en el escenario, los objetos internos deben sucederse de la puerta, el repicar de campanas, los mugidos del ganado, con una total fluidez y libertad a medida que se van asociando unas uñas arañando una pizarra, el estruendo de la música rock con el acontecimiento en cuestión. Para cada plan he propor- o las tensiones de una cantata de Bach puedan causar un in- cionado diferentes objetos internos, y cualquiera de ellos puede tenso efecto sobre nosotros. Lo mismo ocurre si prestamos el preceder o suceder al siguiente, y también despertar otros pensa- oído a la voz de un joven soprano, a un barítono de voz sedosa, mientos nuevos, es decir, activar la mente y detonar procesos o a una voz nasal y gangosa. En esta sección, me gustaría dedi- mentales. car especial atención al proceso de la escucha activa, esencial para participar en cuerpo y alma en cualquier suerte de diálogo. En resumen: la forma de pensar del actor depende del proceso subjetivo de equilibrar el transcurso de la acción mediante En una escena en la que interactuáis únicamente tú y otro perso- el contacto con los objetos internos y externos. Ambos deben estar asociados a los hechos que acaban de ocurrir, a los que naje y en la que sabes que la mitad de tu vida depende de tu ocurren en el presente y a los que esperas que ocurran dentro de estar activo mientras escuchas. Cuando te aprendes un papel, las circunstancias de la obra. Tienen que estar revestidos de pregúntate cuántas veces has trabajado únicamente los textos realidades sustanciales; de lo contrario, no acarrearán conse- que te pertenecen sólo a ti, creyendo, equivocadamente, que cuencias. Cuanto más amplia sea la selección de objetos cuando habla el otro personaje, cuando «le toca el turno», tu capacidad de escuchar, te darás cuenta de lo importante que es Quedan 22 páginas (20 min) en este capítulo PÁGINA 186 DE 470 40% leído obligación como buen compañero de escena es retirarte de la acción adoptando una actitud cordial mientras escuchas. Extracto de Una muchacha de campo de Clifford Odets, I.4 Para demostrar que éramos profesionales, memorizábamos el Cuando era una joven actriz (antiguamente, como dice mi texto en voz alta, confiriéndole diferentes entonaciones. Cargá- hija), si te contrataban para un papel te entregaban únicamente bamos las palabras de «sentimiento». También nos apren- tu parte del texto, nunca todo el guión de la obra. Este texto con- díamos los pies de texto. En el primer ensayo descubríamos que sistía en los parlamentos que pronunciaba tu personaje y en los el método de trabajo no resultaba, pues ignorábamos el contexto pies de texto que los precedían, que consistían generalmente en de nuestras palabras y adónde iban dirigidas nuestras res- las tres últimas palabras de las réplicas del otro personaje. En puestas. El arte de la interpretación se veía enormemente perju- teoría tenías que llegar al primer ensayo con tu papel aprendido, dicado debido a los discursos incomprensibles y a la falta de ló- especialmente en las temporadas de verano. Si se trataba de una gica de los pies de texto. A veces, el problema tomaba dimen- obra nueva o inédita, tenías que adivinar su contenido, incluso siones inconcebibles cuando una estrella en decadencia insistía cuando desconocías por completo quién intervenía justo antes en que: «Cuando yo hablo, todo el mundo quieto». Eso signi- de ti. Tus parlamentos serían como sigue, con un previo pie de ficaba que el otro actor permanecía de pie o sentado, tieso como texto del otro personaje precedido de tres puntos: un palo, posando y haciendo ver que escuchaba, esperando an- –… está el gusto. sioso a que llegara el pie de texto que le obligaba a retomar el –¿Qué? diálogo. A veces, en el teatro actual todavía pueden verse formas –… el disgusto! de trabajar totalmente anticuadas debido a que el actor no ha –Hablas como un cortesano, Frank. aprendido a escuchar, aunque sus intenciones sean buenas. –… loco nunca más. Otro de los problemas a los que me enfrentaba cuando no –Veamos, ¿dónde estaría si yo fuera un par de lentes? tenía experiencia como actriz era saber permanecer conectada –… sin mí, Georgiana! con mi compañero de escenario cuando éste tenía un texto de –Hoy hay alguien aquí que está radiante. más de dos frases, aunque le escuchara atentamente palabra por –… las buenas noches. palabra. No me percataba de que el problema residía justamente –¿Cuándo las compraste? en escuchar «palabra por palabra». Nosotros no oímos las Quedan 20 páginas (18 min) en este capítulo PÁGINA 187 DE 470 40% leído palabras como tales sino aquello que es inherente a ellas. Si mis alumnos no acaban de entender cuál es el problema, les reco- Teatro Shubert y había empezado a lloviznar. Iba vestida de miendo que escuchen detenidamente cada palabra de lo que les sombrero que me daba una chispa de glamour. La tela de tul, estoy explicando, de manera que después puedan repetirlo en el mustia y húmeda, se me iba pegando a la cara. En la entrada de mismo orden que yo: «Ayer fui a ver una película a la calle Ocho camerinos del teatro el portero me miró con recelo, convencido en la que actuaba Mastroianni. Su interpretación es sublime, de que me había equivocado de lugar. Al arrancarme el ridículo magistral. Confirmo una vez más que, de entre los actores de velo de un tirón se me enganchó a la rueda de la corona del reloj. cine, es tal vez el mejor…». Estaba a punto de echarme a llorar, pero me defendí. Sin poder punta en blanco, y llevaba un velo sujetado en el pelo a modo de Cuando les pido que me expliquen de qué les he hablado no reprimirme le dije que era una actriz de verdad y con mucho ta- saben expresarlo en concreto, únicamente son capaces de recor- lento y que tenía una cita con el famoso Alfred Lunt. Le dije tam- dar algo sobre Mastroianni. Lo que han oído es una serie de bién que si lo deseaba podía comprobarlo, y que había venido palabras inconexas, pero no se han enterado del contenido. andando para no pagar al autobús. El portero me calmó dán- A no ser que estemos filosofando sobre algo abstracto, dome unas palmaditas en el hombro y, para tranquilizarme, me percibimos gran parte de lo que oímos de forma visual. Nos dijo: «Ahora mismo le comunico al señor Lunt que estás aquí». construimos imágenes (a medida que nuestros pensamientos El acontecimiento contribuyó a hacer más estrafalaria mi inter- fluyen). En la historia que he explicado, si realmente sabes de pretación. No obstante, obtuve el papel. Cuando terminé, le pre- qué estoy hablando es porque has conectado con tus objetos gunté al alumno qué era lo que había podido visualizar de su internos de la calle, del cine y de Mastroianni actuando en una propia cosecha: ¿el velo, la calle Cuarenta y cuatro bajo la lluvia, película. Para ser más concretos: hace poco un actor me explicó el callejón Shubert, los camerinos, un hombre mayor vestido de desesperado que venía de una audición en la que se había sen- portero? «Todo esto –me contestó–, y mucho más.» Mientras tido muy ridículo, y que temía que el director no le volviera a lla- escuchaba, conectaba con sus propios objetos internos. mar más. Me acordaba de las audiciones en las que me había Una escucha activa conlleva una interpretación de lo que se sentido como él y para animarlo le conté mi primera audición nos comunica que se relaciona al mismo tiempo con nuestra re- con Alfred Lunt y lo bien que terminó. Iba por la calle hacia el serva personal de acciones mentales y psicológicas, como las Quedan 18 páginas (16 min) en este capítulo PÁGINA 189 DE 470 40% leído que he descrito en la sección previa referida a La Mente. Sope- el vicio pasado de moda de ignorar por sistema el contenido de samos el contenido, lo aprobamos o lo desaprobamos, nos las palabras que se nos dicen mientras concentramos nuestro identificamos con él o lo rechazamos, analizamos si se ajusta o no a nuestros deseos o si interfiere en ellos y buscamos solu- sentido auditivo en el pie de texto que nos da el partenaire. Desde el primer ensayo hay que investigar en el significado y ciones a los problemas que plantea. Hacemos descubrimientos, en la intención de las palabras que nos comunican en escena. La tratamos de afrontar lo inesperado y confirmamos o reconsi- validez de la acción verbal de nuestro personaje depende de este deramos de nuevo lo que hemos oído. Nuestras suposiciones están sujetas a cambios, de manera que debemos considerar las trabajo. También escuchamos con nuestros ojos para interpretar las expresiones que acompañan espontáneamente las palabras cosas dentro de un fluctuante marco de referencia hasta que no activas. Si alguien me dice: «¡Eres una gran comediante!» de ma- nos queda otro remedio que responder de forma audible. Cuan- nera despectiva y arrogante, me hunde y me sienta fatal. Pero las do mantenemos un diálogo en el escenario, escuchamos el significado y la intención de las acciones verbales del otro, siempre mismas palabras, acompañadas de una mueca pícara y de una desde el punto de vista y las expectativas de nuestro personaje. Si nos recordamos a nosotros mismos que nuestra actividad vocar en mí una respuesta cariñosa. De hecho, si estamos impli- mental y nuestros pensamientos se mueven a la velocidad de la cuerpo. Si aprendemos a escuchar, la necesidad de responder se luz y que deben permanecer concentrados sin un orden estricto hace imperiosa. palmadita en la mejilla pueden hacerme reír a carcajadas y procados en un diálogo sincero, escuchamos con todo nuestro ni un plan de acción previo, se manifestarán únicamente cuando Si quieres enfrentarte a un buen reto para poner a prueba tu nos impliquemos totalmente en los hechos de la escena. Aunque capacidad de escuchar (si eres una mujer), ensaya el papel de el rostro y el cuerpo reaccionan de manera espontánea a todo lo amante de la obra de un solo acto La más fuerte, de Strindberg. Una noche de Navidad, en el salón de té de una casa, la esposa que oímos, cualquier tendencia a marcar, indicar, explicar, ilustrar, o reaccionar externamente a lo que estamos oyendo será una de un hombre importante se enfrenta a la amante de éste. La es- señal de que no se está realmente escuchando. No debemos nunca tratar de ilustrar los estados de sorpresa, asombro, desa- posa la desafía, la provoca, se delata inconscientemente, le su- fío, alegría, depresión, tristeza, etc. Es un acto tan erróneo como ni un solo momento. La amante se muestra compasiva, apenada, plica, la amenaza y ejerce el poder sobre ella sin perder el control Quedan 16 páginas (14 min) en este capítulo PÁGINA 191 DE 470 41% leído envidiosa, dubitativa, despreciativa, sorprendida, vengativa, tris- por un recuerdo (en el presente) de una experiencia pasada, o por te, desde un silencio total y absoluto. No pronuncia ni una sola palabra. Escucha con el cuerpo, con la mente y el alma. Es un lo que nos comunican en ese momento, física o verbalmente. Si, como actores, queremos que nuestras palabras broten de nues- papel magnífico. tro ser, de nuestro cuerpo, mente y alma con una espontaneidad, La necesidad de la esposa de realizar acciones verbales urgencia e inevitabilidad absolutas, deberemos rechazar auto- espontáneas, de hablar compulsivamente, surge únicamente de máticamente la forma anticuada y tediosa de trabajar en la que la urgencia de mostrarse alerta ante el comportamiento de su nos limitamos a aprender «nuestro texto» y a «escupir frases» rival, la amante de su marido, de estar pendiente de lo que trans- que hemos memorizado mecánicamente y que proyectamos miten sus ojos, de cómo interpreta cada uno de sus movi- hacia el público con unas entonaciones premeditadas y estu- mientos y, sobre todo, de su silencio. Este diálogo, esta inte- diadas. Igualmente debemos huir a toda costa del método, tan racción humana entre las dos mujeres, lleva al público a pregun- moderno según dicen, de farfullar palabras, de pasar superfi- tarse cuál de las dos es la más fuerte. (No olvides que es un cialmente por encima de ellas acompañándolas de sentimientos diálogo, un «duo-logo», en términos más elaborados. No se trata inconcretos, y de adoptar una actitud verbal naturalista. Tene- de un monólogo de la esposa, como muchos actores denominan por error al largo discurso que no es interrumpido por palabras mos que enfrentarnos de pleno a una comunicación verbal sin- de otros actores.) realidad escénica, y poseer un dominio verdadero de la técnica Aprender a hablar cera con los otros personajes dentro del círculo mágico de la Ahora que has entendido que aprender a escuchar con since- del habla activa. Herbert Berghof decía que «las palabras son los mensajeros ridad depende de cómo nuestro personaje interpreta el conte- de nuestros deseos». Es una verdad fascinante (incluso cuando nido y la intención de las palabras que nos comunican, es obvio me remite a la extravagante imagen de Mercurio, y me imagino que si somos nosotros los emisores, nuestras palabras tienen que mil palabras vuelan desde de mi boca con sus alitas engan- que estar fundamentadas en un significado y emitidas con una chadas, atraviesan la sala y aterrizan sobre mi compañero de es- intención. La necesidad de hablar surge de nuestros deseos y está corroborada por la experiencia que vivimos en el presente, o cena). Para viajar, para favorecer los deseos de uno, las palabras tienen que ser activas. De hecho, el diccionario define el término Quedan 14 páginas (12 min) en este capítulo PÁGINA 193 DE 470 41% leído verbalizar como «convertir en verbo». Y el verbo es activo. Puedes hacer reír a alguien haciéndole cosquillas o mediante la pala- cualquier acción psicológica sea física o verbal, o para una bra. Puedes tranquilizar a alguien mediante la palabra o acari- combinación de ambas.) Aquello que te hacen a ti, alguien o algo, despertará pensamientos y sentimientos, y lo que tú haces ciándole, caben ambas posibilidades. Puedes intimidar a alguien respecto a éstos es «actuar». Las acciones tienen que surgir de verbalmente o con un puñetazo, ambas maneras son válidas. Y, tus deseos, necesidades y objetivos con la esperanza y la expec- aprovechando que trato el tema de la gramática del actor, ¡ojo tativa de que se cumplan. Observa y escucha las reacciones de tu con los adjetivos y los adverbios descriptivos! Suprímelos de tu compañero de escena, haz que se vean condicionadas por tus vocabulario y de todas las acotaciones de los textos dramáticos palabras; de lo contrario, te escucharás a ti mismo y articularás para que no ejerzan influencia alguna sobre tu conducta. Con las palabras y pronunciarás las frases de una manera mecánica. A fin de corroborar cada palabra que decimos, cada per- rabia, con alegría, con tristeza, con resentimiento, como una polilla, pertenecen a los novelistas descriptivos y a los lectores de nove- sona, cosa, acontecimiento o paisaje que evocamos, incluso una las, y a los lectores de teatro, pero no a los actores. Shakespeare, conversación sobre el tiempo, esto ha de ser particularizado, ha nuestro gran dramaturgo, dice simplemente entra o sale, sin de hacerse real y concreto a nuestros ojos, antes de que poda- necesidad de embellecer la acción con ansiosamente o mos pronunciar las palabras con credibilidad²³. A medida que haces tus particularizaciones casi todo lo que dices será impres- estruendosamente. Estos calificativos son la raíz del problema de los actores que se equivocan porque creen que las palabras son cindible y, cuando estés ensayando, al descubrir tus intenciones solamente la expresión de pensamientos y sentimientos que verbales y tus expectativas, las palabras ganarán validez, hasta el resultan ser una serie de términos confusos, inanes y poco exi- punto de que «aprenderte las frases» será un proceso derivado gentes, es decir, que no llevan a ninguna parte. Observa qué es del trabajo y no una memorización mecánica como ocurría anti- lo que haces y nunca cómo lo haces. Si alguien hace algo que te guamente en el teatro. enfurece, querrás probablemente contestarle con la palabra, Fíjate que, en la vida real, cuando mantienes un diálogo, tus defenderte y demostrar que esa persona está equivocada, pero si palabras no están organizadas antes de hablar sino que se desa- premeditas o juzgas estas acciones, no conseguirás tu objetivo. rrollan y toman forma en el momento en que las emites, insti- (Aplica la filosofía de Soy, luego hago, que puede servir para gadas por los veloces pensamientos y los objetos internos que Quedan 12 páginas (10 min) en este capítulo PÁGINA 194 DE 470 41% leído nutren todo aquello que quieres de tu compañero. Incluso en las ahora, y no entonces, de un modo diferente a cómo le conmovía raras ocasiones en las que nos preparamos un discurso (si que- en aquel momento. Y sus acciones verbales están cargadas de remos impresionar a un agente, un director o un amante) cuan- intención y dirigidas al personaje de quien ahora necesita res- do llega el momento de pronunciarlo, las palabras no surgen puestas, comprensión, aprobación, seguridad, etc. Incluso cuan- como han sido planificadas sino que se van evocando de manera do el personaje que le escucha es más una caja de resonancia espontánea, según las realidades específicas que envuelven al que no el objeto directo de sus deseos, las acciones siguen acontecimiento en sí. dependiendo del receptor. Las palabras proceden de una fuente inmediata y se emiten En el transcurso de todo diálogo, el contacto puede estable- con una necesidad inmediata. En muchas obras de teatro, el cerse a través de cualquiera de los cinco sentidos. Incluso cuan- actor se enfrenta al fascinante problema de dar vida a un largo do alguien está detrás de nosotros en silencio, seguramente «discurso» o «diatriba», que es a menudo la revelación de una percibiremos su presencia. Muchos actores ambiciosos creen experiencia traumática del personaje. Todavía hoy he oído a acto- que cuando están hablando establecen una conexión sincera con res (y a algunos directores) que se referían a esos discursos como aquellos en el que el personaje revive su pasado. Esta idea su compañero de escena sólo porque le miran a los ojos. No apartan los ojos de la mirada del otro sin darse cuenta de que en es un tópico pasado de moda propio de las necedades del teatro. realidad por eso mismo tienen dificultades con las palabras. Para A no ser que una persona esté loca, en ningún momento puede demostrarlo, le pido a un alumno que me mire a los ojos y me perder la conciencia de su entorno inmediato ni de la persona explique qué ha hecho justo antes de venir a clase. A no ser que que es la causante de sus descubrimientos. Está abordando un me lo cuente repetidas veces, no puede responder a lo que le tema del pasado en el momento presente. Después de haber particularizado cada detalle de la experiencia pasada en casa y en pregunto. Antes de empezar la primera frase desviará la mirada, los ensayos y haberla hecho real, el actor tiene que desenterrar o la centrará en su ojo «mental» a fin de visualizar los objetos internos que necesita para reconstruir los hechos y ponerles las causas que le obligan a analizar y a compartir la experiencia palabras. Cuando comunicamos una experiencia pasada, mira- del pasado en las circunstancias presentes. Si un recuerdo en mos intermitentemente a nuestro compañero si queremos o particular le conmueve, eso significa que le está conmoviendo esperamos que éste entienda el contenido, acepte o desapruebe Quedan 10 páginas (9 min) en este capítulo PÁGINA 196 DE 470 42% leído lo que estamos diciendo, capte nuestra atención y se distraiga, o lenguaje y hacerlo suyo. que nos proporcione una respuesta. El contacto visual es intenso Suelen caer en dos tipos de trampa. O se muestran indife- y activo en sí mismo. Aquello que leemos en la mirada del otro o en su comportamiento condiciona la continuidad de nuestras rentes ante la terminología poco corriente del lenguaje elaborado acciones verbales. de manera formalista, sin otorgarle la realidad psicológica y y adoptan un tono naturalista, o pulen la palabra a nivel externo, Doy por hecho que todo el que desea ganarse el derecho de verdadera que es la que provoca la acción verbal. Pondré un autodenominarse actor no dejará de trabajar constantemente ejemplo muy elemental para ilustrar las diferencias entre el uso para obtener una dicción y un acento elegante que le permita ha- corriente actual de una expresión y su uso en el pasado. Si blar con espontaneidad, como «brincando» en la lengua y no oímos por primera vez la expresión: «¡Buen rollo!», seguramente «voceando», como hacen muchos actores. Esta técnica debe nos sorprende o nos divierte hasta que nos acostumbramos a estar a su alcance para todo tipo de papeles. A pesar de ello, el ella. Un día nos decidimos a usarla y al principio nos sentimos actor tendrá que afrontar ciertos problemas para apropiarse del un poco raros y avergonzados. Al cabo de unos días la repe- lenguaje característico y peculiar del personaje o cuando la obra timos tantas veces que hasta nos aburre, y finalmente ya forma sea de un dramaturgo no contemporáneo. Esto le ocurre a me- parte de nuestro vocabulario. Ya no somos conscientes de que la nudo al actor norteamericano, especialmente a aquel que tiene una gran sensibilidad y un sentido de fidelidad innato con el decimos. Lo mismo ocurriría si en lugar de preguntar a alguien: personaje que encarna. Su imaginación no basta para que tenga desafiamos a alguien con un: «¡No lo niegues!», podemos tam- la fe o la esperanza necesaria a la hora de expresarse y hablar bién decirlo así: «¡Vos no lo podéis negar!». Esta diferencia exactamente como su personaje. Muchos de nuestros grandes entre un lenguaje y el otro no existiría si uno se habitúa a utilizar actores se enfrentan a este problema cuando interpretan a Shaw, ambos lenguajes con asiduidad, a fuerza de acostumbrarse. Shakespeare o las comedias de la Restauración. A veces el pro- Cuando abordamos la acción verbal para dar voz a los poetas, la blema radica en que no están acostumbrados a representar dificultad es mayor. Éste es un pasaje de La dama no es para la obras con un lenguaje y vocabulario extraordinarios, pero sobre hoguera, de Christopher Fry. Jennet suplica comprensión a Thomas mientras se enfrenta a su dilema en pleno anochecer: todo en que pierden la confianza a la hora de apropiarse del «¿Adónde vas?», dijéramos: «¿Adónde se dirige usted?», o si Quedan 8 páginas (7 min) en este capítulo PÁGINA 198 DE 470 42% leído Si intento orientarme desbasto mi cerebro habrá un sentido de realidad en el recorrido de las palabras. He sobre las punzantes sombras como rocas donde tan oído a un actor muy famoso pronunciar este discurso con un sólo hace ritmo y una resonancia maravillosos, pero el propio actor era medio día había un suave mundo asilvestrado, un mundo totalmente incapaz de entender a qué se debían aquellas melodiosas cadencias. de briznas doradas que susurraban de vez en cuando, En cuanto al verso libre, al ritmo, a la métrica y respecto a lleno de ratas, pero, quizá, quizá, no esto, los pareados con rima en general, creo que si se captan los deta- esto donde ahora estoy perdida. Llegó la mañana y dejó lles más esenciales del contenido y quedan claras cuáles son las el primer rayo de sol en el umbral acciones que van a transmitirlos, toda forma externa se sostiene como un comerciante cualquiera. Pero ahora no queda ni por sí misma y no es necesario preocuparse por ella, siempre y una chispa cuando el poeta tenga un valor intrínseco. Si se acentúan las for- de esperanza. La luz se retira mas externas, se está perjudicando al autor. No hay que ahondar tan fácilmente como si nadie pudiera morir en ellas sino dejar las teorías para los estudiosos y los críticos. mañana. Los críticos solían hablar de mi excelente pentámetro yámbico II cuando interpretaba obras de Shakespeare, y honestamente Cuando la actriz consigue llenar de sentido las fabulosas imá- tengo que decir que nunca me preocupé por la forma ni tampoco genes de este grito imperioso por obtener respuestas, de esta ur- intenté romper la rima o el metro deliberadamente como hacen gente necesidad de ordenar el caos, cuando logra dar con las algunos actores modernos. Tampoco me limité a recitar el verso imágenes que busca entre sus visiones internas, entre las negras a la vieja usanza. Me centré en el significado y en la necesidad de sombras de la noche que se han adueñado de la habitación, y en comunicar aquello que decía y no cómo lo decía. Cuando trabajo el recuerdo de la luz del amanecer, con ayuda de los augurios con textos de un lenguaje elaborado suelo aplicar una regla que conllevan las circunstancias de la obra, es entonces capaz general que tal vez pueda ayudarte. Sé de antemano que las cir- de evocar esta súplica e implorarle consuelo a Thomas desde su cunstancias que presenta el autor no son ordinarias, por lo tanto propia alma. No habrá nada normal o «natural» en ello, pero sí imagino que lo que tengo que decir no será tampoco ordinario. Quedan 6 páginas (5 min) en este capítulo PÁGINA 199 DE 470 42% leído Mi objetivo no es encontrar la manera natural en la que habitual- modas actuales, no estamos totalmente inmunizados porque de mente hablo sino una realidad adecuada a mi necesidad de hablar ahora, como si hasta este momento nunca hubiera hablado una manera inconsciente adoptamos nuevas maneras de vestir y así. «popular». La necesidad psicológica de tener que formar parte de comportarnos y hablamos con las expresiones del lenguaje Respecto al peliagudo tema del lenguaje, como por ejemplo, de «la escena actual» puede transferirse a las necesidades del el que se emplea en las sátiras sociales de Molière, de Oscar personaje, justificándolas y argumentando con solidez la especi- Wilde, en las comedias de la Restauración, en algunas obras de ficidad de las expresiones y acciones más extravagantes de cual- Shaw, o incluso en algunas de Noel Coward, un lenguaje que quier época. nos parecerá extraño, artificioso y afectado, es importante recor- Casi todos los actores prefieren las obras escritas en un dia- dar que la conducta del personaje y la selección de sus expre- lecto local o que requieran un acento extranjero. Algunos de siones suele surgir de una necesidad de demostrar que en socie- nuestros actores más destacados opinaban que interpretar este dad ellos son los maestros sociales de la etiqueta y que están en tipo de obras era el reto más grande para un actor. Sin embargo, sintonía con la moda del momento. El primer paso es apro- los actores que más he admirado –Alfred Lunt, Laurette Taylor y piarnos de las costumbres de la sociedad, sea de clase baja, Albert Basserman– no han dado importancia a este tema. No media o alta, y otorgarles un sentido de realidad cercano a noso- obstante, yo tengo mis propias ideas al respecto. Creo que he tros. Hemos de identificarnos con las expectativas de esa socie- de integrar plenamente en mi propia manera de hablar el acento dad, con aquello que nos haga destacar dentro de ella y también o el dialecto que voy a pronunciar antes de articular la primera conocer el origen de las dificultades. Este proceso sirve para palabra de mi personaje, sea mientras practico en casa o en los recordarnos que actualmente también nos sentimos culpables ensayos. Si el acento o dialecto es completamente nuevo para mí de querer estar «en la onda» y que estamos igualmente presio- y no lo he reproducido nunca antes, ni siquiera «en broma» nados por los colegas del oficio, como tantos otros se sintieron (como hacen muchos actores cuando improvisan solos o con presionados por sus coetáneos desde tiempos inmemoriales. Lo sus colegas), consulto a un experto y me informo sobre los deta- único que cambia es la forma externa de la moda, de la época y lles específicos del tipo de lenguaje que emplea mi personaje. el lugar. Hoy, aunque nos resistimos a que nos influyan las Los actores que no están dotados de buen oído pueden Quedan 4 páginas (3 min) en este capítulo PÁGINA 201 DE 470 43% leído aprenderse los sonidos por la fonética, el ritmo y la melodía comunicación verbal y practicar con textos de un lenguaje elabo- inherentes a la lengua o al acento del personaje. También me rado. Deja que éste se adapte a tu lengua a medida que te brota sirve escuchar grabaciones en las que hablen con el acento que del alma. tengo que aprender, o ver películas en las que hablan como el personaje que estoy estudiando. Y soy capaz de practicarlo durante las veinticuatro horas del día delante de quien sea. No temo aburrir a mis familiares y amigos, ni siquiera a los vendedores de mi barrio, y no paro hasta haberme acostumbrado totalmente a mi nueva manera de hablar, es decir, hasta que ya no me escucho ni me corrijo en la pronunciación. Sólo entonces estoy preparada para decir los parlamentos del personaje con total credibilidad, para buscar el sentido y no el sonido de las palabras. Siempre explico una anécdota personal que me sucedió el día del primer ensayo de una obra inglesa junto a un elenco de actores ingleses. Yo era la única norteamericana. Cuando me presentaron les empecé a hablar con un acento muy inglés, y ellos se divirtieron pero no dejaron de mostrar un cierto desprecio. Al poco rato se acostumbraron a mi manera de hablar, y cuando empezó el ensayo y hablé desde mi personaje, ya no se rieron sino que me aceptaron como uno más de ellos. Nuestro acento ha de ser creíble de la misma manera que ha de ser creíble la ropa que viste nuestro personaje, que no debe parecer un disfraz. Insisto una vez más en que es importante trabajar la Quedan 2 páginas (1 min) en este capítulo PÁGINA 202 DE 470 43% leído 9 La expectativa no aferrarse a un estilo de actuación, aun cuando eso implique ¿Qué es lo que me estremecía (a mí y a todo el público) de las renunciar a un momento muy importante y especial. Me acuerdo interpretaciones de Laurette Taylor y Albert Basserman? ¿Qué es lo que me cautivaba y me hacía seguir de cerca cada palabra o de que cada vez que llevaba a algún amigo a ver El zoo de cristal y Laurette Taylor estaba a punto de ejecutar una de sus extraor- acción? ¿Qué es lo que me dejaba estupefacta y me ayudaba a dinarias acciones, en concreto una que nunca pude borrar de mi entender cosas nuevas del ser humano cada vez que los veía en memoria, me acercaba a mi amigo y le susurraba al oído: «Ahora escena, interpretando a diferentes personajes (o al mismo) en verás lo que va a hacer», pero el momento no llegaba nunca. Sin cada función? Era algo superior al carisma o a la genialidad de embargo, aquella misma noche se producían diez nuevos una estrella. Era algo más que la capacidad de dar vida a un ser momentos inolvidables en otros pasajes de la obra. Añadiré, por humano en el escenario sin las afectaciones teatrales de otros si acaso alguien me malinterpreta, que no hubo nada caótico, ni artistas a los que yo admiraba. También iba más allá de la singu- improvisaciones laridad de sus interpretaciones en cada obra, por diversa que nadamente diferente por parte de Taylor o de Basserman. No se fuera. El secreto de su genio residía en la total espontaneidad y percibían grandes cambios en su interpretación entre función y en lo imprevisible de sus acciones. Creía en sus vidas presentes, función pero sí es cierto que se mostraban renovadamente vivos en que todo les ocurría momento a momento por primera vez. Se sorprendían ante los acontecimientos que iban sucediéndose en en escena cada noche. Nunca violaban la lógica de la conducta la obra con el mismo entusiasmo que el público. Esto es lo que muchos actores del seudométodo, ni tampoco alteraban o igno- yo quería conseguir con mi manera de trabajar, y para ello iba raban las circunstancias de la obra. Estaban vivos en el presente, una y otra vez a verlos actuar. En cada ocasión abandonaba el ¡en la obra! Años después me di cuenta del valor que uno necesita para deliberadas ni una actuación intencio- del personaje ni su relación con los demás, tal y como hacen teatro desesperada porque no había aprendido nada. Una vez La técnica de actuar momento a momento, que estos genios más me había dejado llevar por su experiencia vital «nueva» y conocían y aplicaban intuitivamente, y que no permite la antici- cautivadora. Comprendí por qué, tanto ellos como Duse, eran pación de las acciones futuras (pensar en la siguiente frase, ac- imposibles de imitar. ción o pie de texto), es la que he perfeccionado conscientemente Quedan 10 páginas (10 min) en este capítulo PÁGINA 203 DE 470 43% leído y sin descanso a lo largo de toda mi carrera. En la teoría siempre he mencionado en cuanto a aprender a escuchar y a pensar): he entendido lo que tengo que hacer: utilizar la imaginación para cómo cambia nuestra percepción según las expectativas que conseguir lo que se considera el don más grande del actor, la tenemos de quién llama por teléfono o a la puerta y cómo se inocencia propia de los niños y la fe de que el personaje, «yo», transforma nuestro comportamiento cuando vemos de quién se existo y vivo ahora, en el presente, dejando apartado tempo- trata en realidad; de qué manera reaccionamos cuando entramos ralmente todo conocimiento y conciencia de los acontecimientos en una habitación y no nos la imaginábamos como en realidad futuros, y estoy abierta a toda posible sorpresa, y vulnerable fren- es; cómo puede cambiar nuestro objetivo inmediato cuando su- te a todo lo que pueda ocurrirme con el fin de que mis acciones cede algo inesperado; cómo cambian nuestros planes cuando el sean imprescindibles. De vez en cuando, en el transcurso de una regreso rutinario a casa se ve alterado por un evento prioritario; actuación, estos principios básicos me bastaban para viajar en qué medida cambia nuestra relación con alguien debido a los desde el inicio hasta el final de la obra. Pero, en la mayoría de los prejuicios y expectativas que teníamos antes de conocer a esta casos, no me eran suficientes para sostenerme durante toda la persona; cómo algo tan simple como quemarnos con una plan- obra dentro de mi papel. Tenía la sensación de que a mi texto le cha o una olla hirviendo nos sorprende porque esperábamos que faltaba algo, probablemente algo que dejaba en manos de la estuviera fría. intuición desde el primer momento que empezaba a trabajar en Repito: nunca sabemos qué va a ocurrir en el momento que mi personaje. Y no me equivocaba. Finalmente aprendí a incor- sigue, pero siempre tenemos unas expectativas al respecto. Incluso cuando ocurre algo muy parecido a lo que esperábamos, porar el ingrediente esencial que había descubierto dentro de mi vida privada: mis expectativas. Había aprendido que, a pesar de que nunca sabía qué es lo que iba a ocurrir después, siempre nunca es exactamente igual. Estáte atento a lo que ocurre cuando tenía alguna expectativa al respecto. Aprendí que todo cuanto hago está condicionado por mis expectativas, y lo que ocurre oído o no has entendido lo que te han dicho, si preguntas después en la realidad nunca está en perfecta sintonía con ellas. Enumeraré una serie de ejemplos que ya conoces de los pondan, tu mente no está en blanco sino que viaja mientras capítulos anteriores para ilustrar este tema (aparte de los que ya hecho» y respondes: «No lo sé», eso no significa que no sabes preguntas o te preguntan algo sencillo. Cuando crees que no has «¿Qué?» o «¿Dónde?» o «¿Cuándo?» y esperas a que te resbusca respuestas. Si alguien te pregunta: «Adivina lo que he Quedan 8 páginas (8 min) en este capítulo PÁGINA 205 DE 470 44% leído nada de nada, sino que estás considerando qué es lo que podría ser, y, si la respuesta te sorprende, se debe a que estabas espe- boquilla. En general, el problema de la anticipación surge desde el rando otra muy distinta, pero nunca ocurre que no esperas nada. primer momento en que hemos terminado de leer la obra y Los actores suelen tener miedo a anticiparse cuando el vamos a empezar a trabajar en ella. ¡Ya sabemos cómo acaba! guión predetermina que aquello que va a ocurrir tiene que sor- Con frecuencia, dejamos que el conocimiento de los hechos nos prenderlos. Es por ejemplo el caso de alguien que espera un tele- influya y condicionen en cada fase de la evolución de nuestro grama que pasará por debajo de la puerta. A fin de evitar mirar al personaje en escena. Casi todas las obras de Chéjov, por citar un suelo y buscar el telegrama, la persona mira hacia otro lado, nor- ejemplo, están condenadas desde el comienzo porque los perso- malmente hacia el techo, porque hace esfuerzos por no antici- najes actúan (y están dirigidos) en función del desenlace final. parse, por no mirar al suelo en ningún momento. Su atención debe centrarse precisamente en el suelo, por la lógica razón de En la obra Las tres hermanas, Olga, Masha e Irina luchan constantemente por huir de sus sofocantes vidas de provincia. Están que tiene que suceder cualquier cosa excepto descubrir el tele- desesperadas por irse a Moscú. Nunca, en ningún momento de grama. De esta manera, se sorprenderá. Al principio de El jardín la obra, deberían saber lo que el autor sabía cuando la escribió, de los cerezos, Varya interrumpe su discurso mientras está hablando con Anya porque se da cuenta de que: «¡Oh, llevas un aquello que los personajes y el público no deben saber hasta el broche nuevo con forma de abeja!». Si su campo de visión no abarca el escote de Anya ni a Anya, se verá obligado a anticipar e palabras, si hacen observaciones sobre la intención del autor, normalmente no se ocupan de nada más que de lamentarse de su ilustrar superficialmente que se sorprende dirigiendo forza- desgracia. Y entonces, ¿a quién le importa? Normalmente, cuan- damente su atención hacia ella. En una obra de teatro, cada vez que el actor anticipa lo que va a ver, oír, sentir, y lo que los demás do voy a ver El jardín de los cerezos, la obra nunca funciona porque los personajes ya saben desde el comienzo que su querida van a hacer (porque desde el primer día de ensayo los ha oído y visto mil veces haciendo lo mismo y ha sentido siempre lo casa y su huerto se venderán al final de la obra, de manera que mismo) es porque no ha conseguido integrar las expectativas lógicas que condicionan sus acciones, o porque lo ha hecho de en lugar de mostrarse efusivas y contentas por su llegada, se final de la obra: que su sueño nunca se va a cumplir. En otras cuando Lyubov y su hija regresan de París, en la primera escena, sumen en un estado terriblemente nostálgico y se comportan Quedan 6 páginas (6 min) en este capítulo PÁGINA 207 DE 470 44% leído como si todo estuviera ya perdido. De este modo la obra se hace intelectuales se adormecen teorizando mientras la alta sociedad, aburrida y pierde todo el dramatismo, y se convierte en una vieja la realeza de nuestros días y aquellos que aspiran a formar parte reliquia sin valor de la que podemos prescindir totalmente. Si, de de ella, luchan por alcanzar un estatus y se enorgullecen de se- otra manera, los personajes viven el presente y están llenos de guir enriqueciéndose y de poder mantener este tipo de vida esperanza y de expectativas de futuro, el público podrá identi- materialista. Evidentemente, nuestra vida está plenamente in- ficarse con su problemática y adaptarla a su tiempo y a su per- fluida por los tiempos tan fluctuantes que vivimos y con los que sona. lidiamos como los personajes de Chéjov, cada uno a su manera. En contra de los críticos que afirman que nunca pasa nada Con nosotros y con nuestra conducta ocurre algo muy parecido. en las obras de Chéjov, un sabio replicó: «Nada, excepto que Es comparable a nuestro comportamiento cuando vivimos una cuando muere una era, nace una nueva». Esto ocurrió realmente tragedia a nivel personal, como por ejemplo un incendio, la al final del siglo pasado. El genio de Chéjov, al familiarizarnos muerte de un ser querido, o un accidente muy grave. Sólo pen- con las flaquezas y debilidades humanas que persiguen a ciegas samos en superar cada pequeño momento, pero nos mostramos sus deseos en medio de unos cambios perturbadores, pone en incapaces de hacernos cargo de las consecuencias de la des- evidencia el doloroso siglo que nos ha llegado. Actualmente, casi gracia. Nuestras acciones son el resultado de nuestras necesi- todos somos conscientes de los trastornos sociales, de las ame- dades y expectativas. No podemos saber ni prever con certi- nazas que acechan al medioambiente, al aire que respiramos y al dumbre qué ocurrirá el momento después, por no hablar del fu- agua que bebemos, incluso de la posibilidad de que se destruya turo menos inmediato. el planeta entero. Al igual que hacían los contemporáneos de Si ha quedado claro que la anticipación del desenlace de la Chéjov hace cien años, unos pocos intentan hoy poner freno a obra no hace más que fomentar comentarios y juicios perjudi- las catástrofes que se avecinan, pero casi nadie lo toma como el ciales en lugar de provocar acciones humanas genuinas y espon- objetivo primordial de su vida. Los que están sumidos en la táneas, es evidente que debe aplicarse el mismo principio a cada miseria luchan día a día simplemente por sobrevivir. La mayoría acto, escena y momento de la vida en un escenario. En los ensa- ignora lo que se avecina. Los que están mejor posicionados yos tenemos que descubrir y poner a prueba las acciones necesarias momento a momento, conjuntamente con aquello que hacen oídos sordos, no quieren saber nada. Algunos Quedan 4 páginas (4 min) en este capítulo PÁGINA 209 DE 470 44% leído esperamos de ellas. En el escenario, se pondrá a prueba definitivamente si la validez de nuestras realidades escogidas dan soli- nada que ver con los motivos que me han llevado a ser actriz, ni dez a nuestro personaje en cada momento de la obra. escenario. Mi pasión por la actuación renació, para no volver a abando- los ensayos porque incorporan a sus acciones de manera intui- narme, cuando entendí cómo dejar aparcados temporalmente mis conocimientos sobre lo que iba a ocurrir al desenterrar las naje respecto a lo que va a ocurrir. La intuición suele respal- tampoco con el profundo deseo de revelar un alma viva en un Muchos actores con talento encuentran el secreto durante tiva las suposiciones, especulaciones y expectativas de su perso- darlos, al igual que me ocurría a mí en las primeras fases de mi expectativas del personaje. Finalmente aprendí a utilizar mi imaginación con el fin de desplegar la inocencia y la fe que uno carrera, en los preestrenos y en las primeras semanas de la fun- necesita para mostrarse fresco y vivo en cada ensayo y para ac- ción. Pero a través de la repetición y los constantes ensayos, los tuar con espontaneidad y realizar una acción tras otra en escena propios actores declaran que el texto se hace «rancio», «mecá- con espontaneidad, sorprendiéndome a mi misma a cada ins- nico» y que se «cansan». Se quejan a menudo, Dios nos ampare, tante. Sólo así la función se convierte en un reto, en una aven- de que se «aburren» del trabajo o de que están «hartos» del tura que vives por primera vez, y no en una mera repetición de lo papel. Hace años, cuando me sentía como ellos, el único placer que fue la noche anterior. Puedo, honestamente, jactarme de que experimentaba en repetir la misma obra muchas veces era estar más viva en el escenario después de un año entero de ac- observar mi comportamiento y ver cómo mis acciones eran cada tuar que al principio de la temporada. El esfuerzo no me agota, vez más «efectivas» o demostrar al público que sabía llorar justo sino que ¡me entusiasma! Si quieres volar alto, inténtalo: sor- a tiempo o «calcular la duración de mis carcajadas».(He llegado préndete a ti mismo. a ver a un actor prolongando una pausa a conciencia hasta que el público se ponía nervioso. La prueba es que el actor le pidió al regidor que calculara el tiempo desde bambalinas. Todavía es más triste pensar que la pausa había tenido, en un principio, una causa orgánica.) A pesar de lo placenteros que le puedan resultar a algunos actores tales despliegues de vanidad, éstos no tienen Quedan 2 páginas (2 min) en este capítulo PÁGINA 210 DE 470 45% leído Tercera parte Los ejercicios Queda 1 página (<1 min) en este capítulo PÁGINA 212 DE 470 45% leído 10 Los ejercicios identidad, quedarse estancado en acciones superficiales y mecánicas, anticipar una reacción o una acción, la incapacidad para Objetivo general inducir el estímulo correcto o forzar las emociones, por men- Cuando era una actriz joven pensaba que si el actor era lo mismo que el instrumento, es decir, si yo era el piano del cionar sólo unos cuantos. Cuando no actuaba, no tenía ensayos compositor, no cabía duda de que tenía que ponerme en plena vía me sentía más frustrada porque creía que no tenía otra ma- forma hasta adquirir la calidad de un Steinway o de un Bechstein. nera de realizarme como artista. En aquella época disponer de Sabía que sólo podía conseguirlo trabajando sin descanso el espacios para trabajar con profesores y colegas del oficio era cuerpo, la voz y la dicción. Trabajé como una bestia tomando muy difícil. También aprendí que no podía culpar al personaje, al clases de canto, de danza y de dicción. Incluso practicaba los director o a los otros actores de mis problemas técnicos de ejercicios que me habían enseñado mis profesores yo sola en interpretación. Los escritos que consultaba sobre actuación esta- casa. Perfeccioné la técnica y aprendí a disciplinarme sin tener ban llenos de soluciones teóricas (muchas de las cuales, si me que depender de nadie. Pero seguía creyendo en la idea, de parecían acertadas, subrayaba e incluso añadía «muy cierto» en moda en aquel momento, de que cuando el piano ya estaba afi- el margen) y apenas contenían ejercicios prácticos. ni funciones o no estaba cerca de mis compañeros actores, toda- nado, lo único que se necesitaba para utilizarlo en público era ta- Desesperada, decidí trabajar sola en casa y se me ocurrió la lento, y que a utilizarlo sólo se aprendía actuando. Yo quería idea de confeccionar unos ejercicios de corrección de los pro- saber qué notas tenía que tocar y cómo debía pulsar las teclas; blemas a los que me enfrentaba cuando investigaba en el com- en otras palabras, cómo conseguir que la música sonara a través de todo mi ser. Si bien actué en varias obras respaldada por bue- portamiento individual en diferentes circunstancias. Me di cuenta en seguida de que mis dificultades surgían casi siempre de la nas críticas, siempre salía frustrada e insatisfecha porque me mala interpretación u omisión de algo fundamental que con- quedaban por resolver los eternos problemas relacionados con cernía a la conducta y las reacciones humanas. Más tarde, cuan- las técnicas humanas, independientemente del papel que inter- do ya había empezado a dar clases, quise compartir estos ejer- pretara: la pérdida repentina de privacidad y concentración, la cicios prácticos con mis alumnos. A lo largo de los últimos cua- inhibición momentánea que produce la conciencia de la propia renta años estos ejercicios han ido evolucionando y cambiando. Quedan 36 páginas (35 min) en este capítulo PÁGINA 213 DE 470 45% leído Los voy a presentar tal como son ahora con la esperanza de que una tarea cualquiera con el fin de conseguir un objetivo normal y te resulten útiles. Es posible que no estén dirigidos a actores corriente, como por ejemplo levantarme de la cama por la mañana o prepararme para acostarme, ordenar una habitación para impacientes ni a aquellos interesados en el teatro del show business, pero para el resto resultarán muy eficaces. Abarcan los temas que he tratado en la segunda parte del libro sobre «Las las posibles visitas, preparar la comida o disponerme a salir para técnicas humanas»; de este modo podrás poner en práctica lo algo «de la manera en que siempre lo hago». Si lo intentaba, que hasta ahora ha sido para ti pura teoría. La aplicación de la sólo conseguía actuar ilustrando superficialmente mis acciones. técnica tiene que convertirse en algo inherente a tu trabajo. El Por muy parecida que fuese una tarea de un día al otro, por muy orden de los ejercicios es intencionado. No alteres el orden arbi- cómoda que me sintiera gracias a la familiaridad que envolvía a trariamente. Pero, sobre todo, no los leas en diagonal y trabaja cada una de mis acciones cotidianas, mi conducta cambiaba en profundidad cada uno de ellos hasta resolver los problemas radicalmente debido a las peculiaridades de las circunstancias que encuentres, hasta que puedas aplicar las técnicas en todo tu trabajo de una manera casi automática. El último ejercicio es el pasadas, presentes o futuras del día en concreto. Cuanto más exacta era a la hora de definir las circunstancias, más fácil me único que aborda el tema de la creación del personaje. Cuando resultaba concretar mis acciones y, en consecuencia, repetirlas los hayas terminado todos, puedes combinarlos de diferentes como si fuera la primera vez. Poco a poco fui aprendiendo a dis- maneras en función de tus necesidades. No olvides que la res- cernir cuáles eran los componentes más esenciales de estos dos puesta a «¿Cómo se llega al Carnegie Hall?» es «¡Practicando!» minutos de recreación, qué cosas tenía que precisar para actuar «¡Practicando!» «¡Practicando!». correctamente, fuese en un papel o en una recreación de mi vida La autoobservación era el primer paso para desenterrar tanto mis reflejos intuitivos de comportamiento como mis acciones personal. conscientes. Tenía que encontrar los elementos condicionantes. guntas esenciales, «¿Quién soy?», conlleva una búsqueda por A fin de establecer unas directrices y dar forma a los ejercicios, entender al personaje y por identificarme con él. Esta parte del decidí primero definir y después recrear dos minutos de mi ru- trabajo es un proceso que no cesa; comienza con los ejercicios tina diaria en mi casa, dos minutos dedicados a la ejecución de preparatorios y termina sólo con el ensayo final. Las preguntas ir a trabajar. En seguida me di cuenta de que no era posible hacer Si estoy trabajando en una obra, la primera de las seis pre- Quedan 34 páginas (33 min) en este capítulo PÁGINA 215 DE 470 46% leído que siguen han de responderse desde el punto de vista del ¿Cuál es mi estado de ánimo actual? personaje. Para cumplir con el objetivo de estos ejercicios, las ¿Cómo me veo a mí mismo? formularé y las responderé basándome en una amplia compren- ¿Qué ropa llevo puesta?* 2. ¿CUÁL ES LA SITUACIÓN PRESENTE? sión de mi conciencia y en mi punto de vista particular. Las preguntas y respuestas se irán entrelazando continuamente. Unas dependen de las otras. No puedes terminar el trabajo de la primera sin haber introducido la segunda. En la próxima página enumero los seis pasos que seguir. cribiré el orden en el que condicionan mi comportamiento.) Normalmente, los días que enseño durante seis horas seguidas, al llegar a casa me relajo un rato para recobrar energías y me ¿Cuál es mi entorno? (¿Es un paisaje? ¿Qué tiempo hace? ¿En qué clase de lugar estoy y qué tipo de objetos hay?) en el momento siguiente y en el futuro?) ¿Cuáles son las circunstancias inmediatas? (¿Qué acaba de ocurrir? ¿Qué ocurre ahora? ¿Qué espero que ocurra en el momento siguiente y en el futuro?) tomo un respiro antes de reanudar las tareas domésticas que 3. ¿CÓMO Y CON QUÉ ME RELACIONO? ocupan el final de la tarde. En primer lugar, recojo el correo del ¿Cuál es mi relación con el entorno y las circunstancias, el buzón y después entro en casa y lo tiro junto con el bolso y el lugar, los objetos y las otras personas que forman parte de este abrigo sobre la cama sin detenerme en mi camino hacia la co- mismo entorno?* 4. ¿QUÉ ES LO QUE QUIERO? cina, donde voy a prepararme un té. Me llevo el té a la habitación y me tumbo en la cama a ver la televisión, normalmente algún concurso, y durante la publicidad voy abriendo el correo. Esto es ¿Dónde estoy? (¿En qué ciudad, barrio, casa y habitación? ¿Cómo es el paisaje?) minutos de mi vida cotidiana. (Para no resultar pedante no des- ¿Qué hora es? (¿Qué año, qué estación, qué día? ¿A qué hora empieza mi vida en la obra?) El siguiente es un ejemplo mediante el que comprobarás cómo me han ayudado estas seis fases de trabajo a definir unos ¿Cuál es mi objetivo principal? ¿Cuál es mi deseo o necesidad más inmediata? lo que creo que hago «siempre» al llegar a casa. 5. ¿CUÁL ES MI OBSTÁCULO? Los seis pasos ¿Qué es lo que se interpone en mi camino hacia la conse- 1. ¿QUIÉN SOY? cución de mi objetivo? ¿De qué manera puedo superar el Quedan 32 páginas (31 min) en este capítulo PÁGINA 217 DE 470 46% leído obstáculo? repetir lo que acabo de hacer en estos dos últimos minutos porque 6. ¿QUÉ HAGO PARA CONSEGUIR LO QUE YO QUIERO? ¿Cómo puedo conseguir mi objetivo? ¿Cómo me comporto? ¿Cuáles son las acciones que realizo? creo que será un buen ejercicio. Pero cambio de idea. Tiro el bolso y las cartas al suelo y me dirijo al lavabo. Me quito el abrigo empapado y el sombrero y los cuelgo encima de la bañera. Me Pero ¿qué es lo que hago realmente si describo con detalle las siento sobre la tapa del retrete y miro mis botas preferidas emba- circunstancias de un día concreto? Es un inhóspito y lluvioso jue- rradas y llenas de granos de sal. Empiezo a soñar con el Caribe. ves de enero. Cae aguanieve. Llego a casa un poco más tarde de Me cuesta quitármelas y forcejeo con ellas, las limpio con un las cuatro en lugar de a las tres y media porque un alumno un trapo que cojo de debajo de la pila, pero lo hago sólo de manera poco pesado me ha retenido en el estudio. Como hace mal tiem- superficial pensando que ya las limpiaré mejor otro día. Meto las po no he encontrado taxi y he tenido que volver andando. Se me manos debajo del grifo de agua tibia porque el agua caliente me han empañado las gafas. Se me han dormido las manos de frío y hace daño. Mientras hago esto, vuelvo a considerar la posibilidad de repetir mis últimas acciones en el cuarto de baño porque creo que se me resbalan las cartas de los dedos mientras intento sacarlas del buzón. Se me caen al suelo. En el ascensor veo que hay un sobre de la NBC, y como estoy esperando un cheque, me de- sería un buen ejercicio, pero necesito urgentemente una taza de té caliente. Cuando entro en la cocina me doy cuenta de que la pila tengo al salir del ascensor y lo abro frente a la puerta de mi casa. está llena de platos sucios del desayuno y que sobre la mesa hay Se me vuelve a caer el correo de las manos. Dejo mi bolso en el suelo y me quito los guantes mojados con los dientes. Deslizo unas hojas del New York Times desparramadas por la mesa, migas de pan por todas partes y dos tazas sucias de café. La ne- un dedo dentro del sobre, cojo el papel y en seguida veo que es vera emite un zumbido y las manijas de la ventana tiemblan con un formulario de impuestos W-2 en lugar de un cheque. Em- el viento. La tetera tiene un poco de agua. Antes de ponerla a her- piezo a renegar en voz alta. Doy vueltas torpemente a la llave en vir, me froto las manos sobre las llamas de uno de los fogones la cerradura mientras tiemblo de frío. Finalmente consigo abrir la para calentármelas. Mientras espero a que el agua hierva, me puerta. Descontenta y triste conmigo misma, cojo el bolso de un pongo las zapatillas de lana y una bata. De nuevo en la cocina, tirón y las cartas desparramadas por el suelo, entro en casa y cie- me masajeo los pies para calentármelos antes de calzarme las rro dando un portazo. Me detengo a contemplar la posibilidad de pantuflas. Me pongo la bata, cruzo los brazos y me froto el Quedan 30 páginas (29 min) en este capítulo PÁGINA 218 DE 470 46% leído cuerpo y el torso para activarme la circulación. Me siento viejí- los partidos de tenis del Open de Italia. Con la llave del buzón en sima, como una abuela sosa y aburrida. Mientras contemplo el la mano, salto del coche y corro hacia la portería de casa con la caos que hay en la cocina pienso en el rato que voy a tener que chaqueta agitándose al viento. Miro la hora en mi reloj de pul- emplear para ordenarla antes de ponerme a preparar la comida. sera. Son las tres y cinco. Cojo las cartas y en lugar de esperar el Retiro unas cuantas migas de la mesa con las manos. La tetera ascensor subo a toda prisa por la escalera como una treintañera silba. Aclaro una de las tazas de café y refunfuño cuando me doy calzada con mis deportivas de primavera. Me fijo en una de las cuenta de que mi marido se ha dejado abierta la caja metálica de cartas que lleva sellos de Europa e imagino que probablemente las bolsas de té. Mientras espero a que el té esté en su punto, será de mi mejor amiga. Decido leerla después de saciar mi cojo una botella de ron del armario para animarme. Después de hambre de tenis. Con tanta prisa por abrir el buzón, ya no sé verter un buen chorro de ron en la taza, la fragancia que inunda dónde he puesto las llaves. Jadeando, tras mi carrera por la esca- la habitación me reconforta y suspiro aliviada. Me voy con la taza lera, en un arrebato de furia dejo el bolso y hurgo en los bolsillos de té a la habitación, enciendo el televisor para ver el concurso y de la chaqueta, pero no las encuentro. Vacío el bolso sobre la me acurruco en la cama. alfombrilla de la entrada y me agacho a buscar entre mis perte- Ahora describiré los detalles de otro día de mi vida en que nencias mientras refunfuño: «¡No me lo puedo creer!». No ha vuelvo a casa desde el estudio con el objetivo de prepararme habido suerte. Me levanto y vuelvo a mirar todos los bolsillos. algo de beber antes de ver mi programa de televisión favorito. Encuentro las llaves en el bolsillo interior de la camisa. Mientras suelto un grito de alegría pienso que sería un ejercicio idóneo para re- Es también un jueves, pero de finales de mayo. No hay nubes en el cielo y estamos casi a 20o de temperatura. Las aceras están cubiertas de vainas de frutas y capullos de flores de magnolia. crear la pérdida de un objeto. Entonces, empapada de sudor, meto todas las cosas en el bolso, recojo rápidamente el correo y entro Las palomas picotean las migas de pan en las calles y en el par- en casa. Lanzo las cosas sobre la cama, enciendo el televisor y que de Washington Square. ¡Qué bonita es Nueva York! He aca- me quedo de pie pasmada frente a la pantalla para ver si todavía bado la clase cinco minutos antes de lo debido, sintiéndome un están jugando. Resulta que sí. Noah se enfrenta a Agassi. Al cabo poco culpable, y he engatusado a un alumno que tiene coche de un minuto compruebo que están en el segundo juego del para que me acompañe a casa, pues quiero llegar a tiempo de ver cuarto set. Noah va ganando, afortunadamente. El marcador es Quedan 28 páginas (27 min) en este capítulo PÁGINA 220 DE 470 47% leído 6-4, 3-6, 7-5. Ahora el servicio es para Noah, pues le ha roto el zapatillas de deporte y me recuesto sobre la colcha de la cama, saque a André en el primer juego del cuarto set. Tengo muchas para presenciar, casi sin respiración, los dos servicios directos ganas de ir al retrete y corro al lavabo. Después voy a la cocina y seguidos de Noah. Sus rizos se agitan al viento y su rostro ex- abro el congelador para sacar unos cubitos de hielo. El conge- presa una concentración absoluta. No me doy cuenta de que me lador está lleno de hielo. Tengo que descongelarlo. Tiro con fuer- estoy acabando la copa rápidamente. za de la bandeja superior porque me cuesta mucho despegarla A través de estos ejemplos de comportamiento y de esta serie de las paredes del congelador. Finalmente cede. Se me pega a de acciones en busca de un objetivo, conjuntamente con todos los dedos mientras vacío los cubitos de hielo en la pila de la co- los de la segunda parte del libro, recrearás con toda seguridad cina, que está limpia. Me llevo la agradable sorpresa de que hoy cientos de situaciones paralelas de tu vida que podrás explorar. es el día que le toca venir a la chica de la limpieza, que ha dejado Te habrás percatado de que he seleccionado tareas «normales» la cocina impoluta. Me reconforta una bocanada de aire fresco que he convertido en «inusuales» a fuerza de observarme una primaveral que se filtra a través de la ventana a medio abrir que vez que he aplicado las seis fases del proceso. está frente a mí. ¡Qué gusto! Me paso una servilleta por la frente, Al hacer de la repetición de unos minutos de tu vida coti- cojo un vaso pero, al ver que está astillado y a punto de rom- diana un ejercicio práctico, no te olvides de definir las sen- perse, aunque me da cierta pena, lo tiro a la basura. Cojo otro y saciones físicas y psicológicas inherentes a las circunstancias. meto dentro unos cubitos de hielo. Introduzco los que sobran Confeccionar un ejercicio basado en la ejecución de una tarea de nuevo en la bandeja. Vierto un poco de vodka sobre el hielo y doméstica depende totalmente de si tu entorno es más o menos después relleno el vaso con tónica. Quiero añadirle un gajo de el mismo o parecido y también depende de que puedas detallar lima pero la única que me queda está seca y rancia. Me olvido uno por uno los elementos concretos que condicionan tus accio- del asunto. Pienso en la cena y saco dos pedazos de carne del nes. En los siguientes ejercicios aprenderás a aplicar los mismos congelador. Los deposito sobre el mármol para que se descon- principios para situaciones que se desarrollan en la casa de otra gelen. Cojo el vaso cuidadosamente para no derramar el líquido persona, en una oficina, en un restaurante, en una estación de y corro a la habitación. Me detengo a ver si Noah sigue por de- tren, y también en exteriores, en las calles, en los parques, en lante de André. Está a cuatro juegos de la victoria. Me quito las montañas o valles, en la playa y en el mar. Quedan 26 páginas (25 min) en este capítulo PÁGINA 222 DE 470 47% leído Consejos para la presentación mucho más tiempo que yo. Él se había ocupado de que estuviera Cuando empecé a practicar los ejercicios aprendí y solucioné equipado con lo esencial, por muy rudimentario que fuera, a fin aspectos técnicos que siempre me habían resultado proble- de recrear las situaciones vitales que exigen todo tipo de obras máticos. El trabajo fue para mí una buena forma de saciar mi sed (elementos que resultaron extremadamente útiles para mis ejer- de autodisciplina. En seguida quise poner a prueba todos mis cicios). Cuando hemos comprendido que los seres humanos no descubrimientos con mis colegas. De todas maneras, uno nunca viven en el limbo y que todo su entorno y todo lo que les atañe sabe si la comida es buena hasta que la prueba. Quería saber si es lo que dicta sus acciones y su conducta, no cabe duda de que mi plato también iba a gustar a los demás. Al principio repre- uno no puede «actuar» en un espacio vacío ni aprender los prin- senté mis recreaciones a un amigo en mi casa. Le pedí su opi- cipios de la interpretación. Cuando ensayas en tu propia casa, tienes que contemplar nión. ¿Le habían parecido creíbles mis acciones? Si no era así, ¿cuáles eran las que no funcionaban y por qué? Más tarde, cuan- dónde y cómo se llevan a cabo tus acciones recreadas y evitar do empecé a impartir clases, dispuse de un espacio en un estu- aquellas que no pueden adaptarse a tu estudio o taller de trabajo, dio para trabajar. Reuní a un grupo de gente que hizo de público como por ejemplo cerrar o abrir ventanas si es que no las hay en con este mismo objetivo. Para mostrarles mi trabajo, adapté el el estudio. En resumen, evitar todo lo que te obligue a realizar espacio de mi casa al estudio lo mejor que supe. A medida que acciones forzadas. Utiliza objetos de verdad y dótalos de las pro- iba descubriendo lo útiles que resultaban los ejercicios, los piedades físicas y psicológicas que necesitas para hacerlos tuyos añadí a mi programa de enseñanza junto con los ensayos de hasta que estés convencido de que tu espacio recreado en el escenas teatrales. Los ejercicios se han hecho muy populares y estudio es tu morada actual. Sobre todo, es importante que no ahora se practican en muchas escuelas del país. Se han inter- utilices las maravillas del mobiliario y decorado sólo para «vestir pretado erróneamente y han sido mal aplicados con frecuencia, y ornamentar el escenario». Y asegúrate de que usas los objetos tal vez porque en mi libro El respeto a la interpretación no estaban bien planteados. como instrumentos de trabajo y no como «accesorios», una de El nuevo espacio donde impartí mis primeras clases me lo la idea de sostener, o de apoyar, como si de un bastón se tratara. proporcionó mi marido, que había actuado y enseñado durante Si concibes tus objetos como «puntales» en los que sostenerte, cuyas acepciones detesto, la de sostén o puntal, porque sugiere Quedan 24 páginas (23 min) en este capítulo PÁGINA 224 DE 470 48% leído sólo conseguirás crear una escena tediosa y naturalista en lugar equívocos es asumir que los ejercicios deben practicarse en de descubrir acciones genuinas, aquellas que surgen de la nece- silencio. Si realizando una acción suspiras, refunfuñas, te quejas, sidad urgente de utilizar un objeto para dar vida y coherencia a sueltas palabras malsonantes o verbalizas tus deseos, no dudes nuestras acciones. en incluirlos en tu proceso de recreación. Es un craso error preo- Con el tiempo y la práctica adquirirás un sentido artístico y cuparte por el efecto que tus reacciones causen en tu presen- una capacidad de selección muy elaborados, y te inclinarás sólo tación del ejercicio delante de los estudiantes o del profesor. por aquello que realmente necesitas para comunicar tu inten- Sería perjudicial para el objetivo de tu trabajo. Si no mantienes el ción. En su magnífica impresión de Las manzanas verdes, Cé- acontecimiento de la tarea que has escogido en toda su senci- zanne logra despertar todos los misterios de la adolescencia, de llez, te convertirás en un mal escritor de teatro, y tus obras serán una promesa venidera, y Picasso, mediante la abstracción, en Un meros culebrones o melodramas. He visto a actores contor- niño personifica la inocencia del niño y su fascinación por el mundo mediante unos trazos muy simples y directos. Estas sionarse por el suelo después de haber sido envenenados o obras maestras pueden servir como ejemplos (no como recetas) notas antes de suicidarse después de la llamada infeliz de un de síntesis siempre y cuando no olvidemos que la perfección de amante; he visto a actrices atormentadas sollozando por tener la «impresión» sólo fue posible después de que Cézanne enten- que enfrentarse a un aborto, y a actores pataleando en un arre- diera y dominara la composición anatómica de las manzanas, de bato de furia como un Lear de provincias que acaban de exco- que las saboreara, las comiera y las digiriera. Picasso llegó a dominar la técnica de observar minuciosamente a un niño y mulgar injustamente. Si al verter el café sobre tu camisa empie- dibujarlo, llegó a identificarse con su alma y a cogerlo y abra- cucaracha en la pila del lavabo, o rompes a trizas o pisoteas tus zarlo antes de conseguir transmitirnos su esencia mediante su fotos y tu supercurrículum porque te has topado con un agente «abstracción». muy desagradable, estás en el camino apropiado que te llevará a disparados, ansiosos y desesperados por actuar, o escribiendo zas a llorar, o de repente sueltas un chillido porque has visto una Enumeraré una pequeña lista de advertencias sobre los manifestar una conducta sincera. Algunos actores se muestran posibles errores y mal entendidos que suelen producirse al ini- reacios a utilizarse a sí mismos por las razones que he descrito ciar la práctica de estos ejercicios. Uno de los frecuentes en el capítulo 4, «El yo», porque creen que son aburridos, o Quedan 22 páginas (21 min) en este capítulo PÁGINA 225 DE 470 48% leído mucho menos interesantes que el personaje de la obra. Deben aplicarlos al personaje de una obra. Insisto en que un ejercicio aprender que cuando están realmente implicados en una tarea, no ha de prolongarse más de dos o tres minutos. Esta norma no por simple que sea, si ellos están interesados, resultarán es arbitraria. No se ha establecido por conveniencia, como mu- interesantes. Recuerda que estás aprendiendo una técnica, que presentas chos actores creen, ni con el fin de reunir más material de tra- un trabajo del que esperas una crítica constructiva, y no una chos motivos. El más importante es porque así se aprende a aprobación o desaprobación. Consecuentemente, te ruego que no asistas a los ejercicios con la idea de juzgar a tus compañeros. seleccionar el comportamiento adecuado, a través de acciones significativas, y éste es un aspecto esencial de la técnica de Para sacar provecho de su trabajo trata de identificarte con sus aprendizaje. Al principio, cuando nos iniciamos en nuestro ca- problemas. Si ves que cometen errores técnicos pregúntate mino hacia el descubrimiento de nuestra identidad a través de la cuántas veces te ha ocurrido a ti lo mismo, y cuando el profesor autoobservación, es muy fácil caer en la trampa de no pasar del los corrija, aplícate a ti mismo las mismas correcciones en tu tra- calentamiento y estancarte en la realización de actividades irrele- bajo. Si una actuación te resulta convincente y atrae tu atención vantes y naturalistas, o bien de prolongarlas a lo largo del ejer- como espectador piensa en cómo lo ha conseguido el actor y de cicio pecando de autocomplacencia. Esta tendencia puede con- qué manera podrías conseguir lo mismo cuando actúas. Así vertirse en un vicio difícil de superar. Las últimas veces que prac- estarás aprendiendo cosas durante toda la sesión y no simple- tiques estos ejercicios en casa antes de traerlos a clase, ¡cro- mente esperando tu turno para actuar. nométralos! (Los actores no suelen estar dotados para medir el bajo para las clases. He decidido darle esta duración por mu- Antes de presentar un ejercicio en clase sobre la recreación tiempo de las cosas, fuera o dentro del escenario.) Si un ejer- de dos o tres minutos concretos de tu vida, tienes que haberlo cicio se extiende demasiado, valora de nuevo las acciones y su ensayado previamente en casa por lo menos durante una hora. relevancia, afina en tu selección y recorta todo aquello que no Cuando digo ensayar me refiero a hacer los ejercicios y no a pen- sea necesario para conseguir tus objetivos. Evita todo preám- sar en ellos. Improvisar no te servirá de nada y no lograrás con- bulo innecesario. cretar los impulsos orgánicos de comportamiento que todos Haré un inciso para tratar el tema de las improvisaciones. Te preguntarás por qué no las he incluido en los ejercicios más esperamos, aquellos que después nos resultarán útiles al Quedan 20 páginas (19 min) en este capítulo PÁGINA 227 DE 470 48% leído básicos de la segunda parte. Si estamos de acuerdo en que actuar se basa en reaccionar ante nuestros supuestos imaginarios respecto al personaje y a su relación con los demás, respecto al en lugar de aplicarlos en el trabajo de interpretación de una obra. Generalmente estas clases se abordan como técnicas indepen- tiempo, al lugar, a la situación y al entorno, nos daremos cuenta dientes y no interrelacionadas. Personalmente creo que las improvisaciones prolongadas son especialmente útiles para esta- de que surgen diferentes formas de improvisación en cada fase blecer las realidades de las circunstancias anteriores del perso- del proceso, incluso cuando leemos en voz alta las líneas de naje antes de salir a escena y las correspondientes a los lapsos texto en el primer ensayo y cuando visualizamos un nuevo pai- de tiempo, entre escenas y actos. También sirven para descubrir saje en nuestra mente desde el momento en que nos ponemos la relación que un personaje mantiene con aquellos personajes de pie y empezamos a actuar. Cada vez que definimos un mo- con los que ha convivido antes de que empiece la obra. Nunca mento de nuestra vida estamos aplicando un cierto grado de improviso sobre la escena misma porque me conduciría a para- imaginación a la acción, sea en una escena o en un ejercicio frasear las palabras del autor. Es una vía peligrosa de trabajo que práctico. Siempre deberíamos aplicar las reglas de los múltiples puede retrasar o impedir que nos apropiemos del texto y lo par- juegos de imitaciones a los que jugábamos tan bien de peque- ticularicemos. ños, en los que empleábamos el mágico: «¿Y si..?». Es evidente Con la ayuda de estos consejos y advertencias podrás empe- que improvisar puede ser una forma de arte en sí misma, pero zar a ensayar y a observar microscópicamente los descubri- en lo que concierne a las técnicas que son útiles para los actores mientos que haces de la vida a fin de poder presentarlos para ser implicados en una obra escrita, hemos de ser conscientes de evaluados por ti mismo, por un profesor y por los colegas y, tras que nuestras improvisaciones deben servirnos para entender perfeccionar la técnica, podrás recoger tus frutos. mejor las realidades de la obra y sobre todo para llegar a encontrar las acciones definitivas de nuestra vida escénica. Los principios del «dar y recibir» espontáneo, de sorprenderse ante lo que se nos da y que nos impulsa a interactuar con nuestro compañero de escena, se aprenden en las clases de improvisación y muy a menudo el profesor y el alumno los ignora Quedan 18 páginas (17 min) en este capítulo PÁGINA 228 DE 470 49% leído 11 Primer ejercicio: Los objetivos físicos creativa preparación previa y el trabajo de ensayo tienen que dar La tensión física y psicológica, la preocupación por uno uno ya está preparado para iniciar el viaje escénico. Sin embargo, mismo, la torpeza, la pérdida de concentración, de intimidad y el despegue puede ser accidentado, incluso fallido, si salimos de fe se manifiestan cuando el actor no está estimulado por un antes de asegurarnos de que el camino es plano y uniforme, y de objetivo físico. La intención de este ejercicio es analizar y poner que no está lleno de surcos y de barro. Aunque estemos en un a prueba todo aquello que nos motiva a trasladarnos de un lugar taller o en un estudio donde el público no ha pagado para vernos a otro y que determina la lógica de nuestra conducta física. Con y donde no hay prensa, la mala preparación y las ganas de impre- esta práctica debemos desembarazarnos de una vez por todas sionar al maestro y a tus colegas puede truncar tu entrada y de la idea de «estructurar» las escenas, y no pensar arbitra- desmerecer tu actuación. frutos en la vida que se desarrolla momento a momento en el escenario. Teóricamente, una vez que se ha hecho este trabajo riamente en el movimiento escénico. Para ello hemos de interio- Hasta que no aprendamos a dominar la situación en bamba- rizar la idea de que cada uno de nuestros movimientos y cada linas, sentiremos que existe una conspiración deliberada que lugar que escogemos para instalarnos antes de dirigirnos a otro nunca nos permitirá concentrarnos ni creer en nada. La vida en destino, surge de una necesidad específica y en unas circuns- bambalinas no tiene nada que ver con la del escenario o la del tancias muy concretas²⁴. El ejercicio también incluye la gran difi- decorado en el que vamos a entrar y al que hemos dotado, cultad de cómo entrar en el escenario y cómo salir, siendo esta última una operación menos complicada. palmo a palmo, de unas realidades que son las que solidificarán Cuando la preparación para la entrada en el escenario no es entre bastidores, tenemos que confiar en que hemos subido el correcta, la espera en bambalinas antes de poner el pie por primera vez a escena puede producir ansiedad, pánico y un au- tramo de la escalera de mármol que nos deja en la puerta de la téntico terror. El deseo natural de todo actor de dar lo mejor de llegar a la puerta de la granja después de superar todos los sí puede hacerle temblar en el «momento de la verdad», es decir, obstáculos de la tormenta de nieve que nos ha sorprendido por en la primera toma de contacto con el público. La intensa y el camino, o que salimos de un buen baño de sales envueltos en todas las acciones de nuestro personaje. Mientras esperamos cámara majestuosa en la que vamos a entrar, o que acabamos de Quedan 16 páginas (16 min) en este capítulo PÁGINA 230 DE 470 49% leído una toalla y vamos a entrar en la habitación a contestar el telé- naturaleza. Nada más entrar en el espacio de trabajo sentimos fono. No es fácil mantener la credibilidad en estas circunstancias una necesidad imperiosa de comentar las historietas «intere- previas a la entrada en las que los tramoyistas se apresuran a santes» que nos han ocurrido durante el día y compartirlas con cumplir con las indicaciones y el regidor dicta las últimas direc- nuestros colegas antes de los ensayos, durante los ensayos, sen- trices a los electricistas antes de entrar, mientras los otros acto- tados en las sillas mientras otros compañeros trabajan, o antes res susurran y bromean a tu lado. Incluso en las bambalinas de de las actuaciones, cuando vamos pasando de camerino en un estudio de teatro, donde no hay instalaciones ni un montaje camerino; en el peor de los casos, lo hacemos incluso en profesional que te distraiga, cuando el actor espera solo o con bambalinas, y no paramos de cotorrear mientras esperamos un compañero que le ayuda a prepararse para la entrada, debe junto a otros actores a entrar en el escenario. ajustarse a la situación, sea apoyándose contra una puerta con También hablamos demasiado antes de empezar las clases fuerza para que se abra de repente o bien permaneciendo junto a y entre presentaciones de escenas y ejercicios. A los que no la ruidosa calefacción al mismo tiempo que ha de tratar de con- muestran un espíritu alegre y no tienen ganas de intercambiar vencerse de que llega a su casa de verano después de darse un sus problemas sentimentales o económicos y no cuentan sus chapuzón en la playa. Antes de abordar estos problemas con- experiencias con los agentes, se les suele mirar con recelo, y se cretos y analizar los pasos fundamentales para entrar en escena, los acusa de distantes y de «farsantes». Lamentablemente, daré un repaso a la preparación correcta para la interpretación en socializar no es una prueba de profesionalidad, como tampoco general, que empieza en el momento en que ponemos un pie en lo es la capacidad de contar chistes antes de salir a escena. Eso el espacio de trabajo, sea en un estudio o en un teatro. sólo es prueba de que el actor es un ser de poca monta. La solu- Aunque sabemos que una maravillosa puesta en escena de ción fundamental no reside en la técnica de interpretación sino una obra es apreciada fundamentalmente por su trabajo de com- en el desarrollo de una ética rigurosa de trabajo y de disciplina. pañía, y aunque recordamos que los actores no somos solistas Sólo si cumplimos estos dos principios lograremos aplicar sino parte del colectivo de una profesión, nuestra tendencia a nuestra técnica correctamente. Yo no soy tan propensa como querer participar de la vida de «familia» suele estar mal enfo- muchos a enfrascarme en tales prácticas de «diversión familiar» cada. Muchos actores son sociables y parlanchines por y, por lo tanto, no me sienta bien participar en ellas y trato de Quedan 14 páginas (14 min) en este capítulo PÁGINA 232 DE 470 49% leído evitarlas a toda costa. Intento siempre dejar mi vida privada al suficiente para prepararte antes de entrar en el escenario. No hay margen del escenario. Suelo llegar la primera a los ensayos. nada peor que llegar con prisas al escenario, excepto llegar Cuando hay función, llego como mínimo una hora antes del demasiado tarde. Esto me ocurrió una vez, una sola en toda mi aviso oficial de «¡Última media hora!». Entre la sesión matinal y vida, a los dieciocho años y me sentí fatal con mis colegas y con la sesión de tarde suelo comer cosas ligeras cerca del teatro o en el público. Di tantas excusas y les pedí perdón tantas veces que el camerino. Intento hablar lo justo con mis colegas sobre temas ya no tenía sentido que me abroncaran, pero, con toda la razón, que conciernen a la obra o a los problemas a largo plazo que me lo recordaron hasta el final de la función. Es un acto pueden surgir de una función a otra. Después del ensayo o de la imperdonable. función ya me siento libre para «charlar» cuanto quiera sin poner el trabajo en peligro. Estar nervioso antes de entrar en el escenario es algo muy común en todos los actores y puede llevar a un estado de angus- Al llegar al teatro, si tienes la suerte de disponer de un tia. A veces los nervios empiezan a sentirse en el camerino y camerino para ti solo, métete dentro y cierra la puerta. No estoy alcanzan su punto culminante en bambalinas antes de hacer la diciendo con esto que tengas que ponerte en trance mientras te primera entrada en escena. Los nervios pueden dominarnos por preparas física y mentalmente antes de empezar a actuar. Libera varios motivos. Cuando el deseo de triunfar es superior al de tu mente de todos los residuos externos de la calle y llénala poco implicarte totalmente en la vida del personaje, los nervios pue- a poco con tu personaje, aunque para ello empieces por quitarte den ser totalmente destructivos. Y lo mismo le ocurre al actor el maquillaje de la «calle» y empolvarte el rostro de «tu» nuevo que no tiene confianza ni seguridad en sí mismo y deja que el personaje. Si compartes camerino con otros intenta crear tu pe- miedo y el sentimiento de fracaso anulen su placer por actuar. queño círculo de intimidad y pide a los demás que lo respeten, Un acróbata puede caerse de la cuerda floja si quiere exhibirse, si como lo harías con tus parientes o seres queridos. Concéntrate pone a prueba su sentido del equilibrio o si mira hacia abajo en en tu próxima actuación. En lugar de ponerte el «disfraz», vístete lugar de concentrarse en su tarea y confiar en su capacidad y su con «tu» atuendo y da tu primer paso para transformarte en el técnica. Contrariamente, cuando yo era una joven inexperta en personaje que encarnas. Al igual que llegas a trabajar con tiem- lugar de estar nerviosa antes de actuar, la sola idea de hacerlo po, asegúrate de que llegas a bambalinas con el tiempo me excitaba, simplemente porque no tenía noción de lo que era Quedan 12 páginas (12 min) en este capítulo PÁGINA 234 DE 470 50% leído el fracaso. Actuaba dejándome llevar, con descaro, creyendo que Sé que muchos deportistas, los tenistas concretamente, con- era buenísima. Ahora, con la edad y la experiencia, dotada de una sultan a sus psicólogos deportivos cómo prepararse mental- técnica perfeccionada, mis nervios, en lugar de disminuir, mente antes de jugar un partido. Siempre he sentido curiosidad aumentan cada vez que me enfrento a un nuevo papel, porque por saber qué métodos utilizan. También sé que existen muchos mis objetivos son cada vez más ambiciosos y porque soy cons- métodos individuales mediante los que los actores se concen- ciente de los puntos flacos que pueden obstaculizar el nivel mí- tran y alcanzan un estado mental idóneo antes de actuar, y si nimo de interpretación que quiero alcanzar. Para combatirlos éstos funcionan, por muy excéntricos y exhibicionistas que simplemente los acepto. Me obligan a aguzar el ingenio y parezcan, que Dios nos los conserve. Sin embargo, se cometen aumentan mi nivel de energía. El reto que supone para mí cada muchos errores obvios en los trabajos de preparación para salir nueva actuación alimenta mi placer por actuar. He aprendido a escena, errores que incluso yo me arrepiento de haber come- desde entonces que cuando los ensayos han sido exhaustivos y tido. Seguro que son muy conocidos entre los actores jóvenes y me han recompensado con un sólido dominio de mi papel, los los más veteranos. Tras muchos intentos y tribulaciones, éstas nervios no pueden destruirme nunca. Sólo lograrán superarme si son las cosas que finalmente aprendí a no hacer. No intentes he ensayado poco o si la calidad de mis ensayos ha sido pobre, «ponerte en un estado determinado» mientras esperas en o, como sucede con algunas películas de cine o de televisión, si bambalinas pensando, de manera general, en cosas tristes, ale- los ensayos son inexistentes y me he visto obligada a recurrir a gres, o cosas que te enfurecen, creyendo que te ajustas a la situa- los clichés o a los viejos «trucos» preconcebidos. ción de tu personaje. Recuerda, el término inglés mood, «estado A veces los actores se preguntan si no existe una manera de «calmar los nervios hablándose a uno mismo». Sí, la hay. Una de ánimo» en español, si lo deletreas a la inversa, doom, significa «fatalidad». Un estado es el resultado de la suma total de vez lo conseguí en un estreno de Broadway (a los veintidós una serie de acciones realizadas en unas circunstancias deter- años) convenciéndome a mí misma de que todo aquello, incluido el público y la prensa, era absurdo, que nada de lo que yo minadas. Actuar «el estado» o intentar «ponerte en un estado» sólo conduce a un despliegue de sensiblería. No intentes auto- pudiera hacer era importante, y que todo me daba igual. Mi provocarte un estado emocional abstracto. En el caso de que actuación fue un bodrio. Hubiera sido mejor quedarse en casa. tengas que alcanzar un estado de mucha alteración, lo cual no es Quedan 10 páginas (10 min) en este capítulo PÁGINA 236 DE 470 50% leído muy habitual, como por ejemplo gritar aterrorizado porque te de ocurrir antes de entrar a escena. Mientras mantengas la idea persigue un atracador que te acecha por el pasillo, aplica la téc- equivocada de que la vida del personaje empieza en el escenario, nica de rememorar emociones. los nervios previos a la entrada serán más fuertes que tú. Cuan- Si las circunstancias previas a la entrada en el escenario do practicas un papel en un ensayo o en un ejercicio no olvides indican que te acabas de levantar con resaca y te diriges a la co- que la respuesta a la pregunta «¿Cuándo empieza mi vida en el cina muerto de sed a beber un vaso de leche fría, no creo que escenario, la vida de mi personaje?» es «Empieza en bamba- sea de gran ayuda rememorar la fijación que tenía tu personaje linas». Tienes que investigar cómo has llegado hasta ahí y qué es con su padre. O bien, en el papel de santa Juana, justo antes de lo que haces allí en relación con lo que quieres manifestar en el enfrentarte con De Baudricourt saliendo del corral, te resultará escenario. Cualesquiera que sean las selecciones físicas y psico- muy desconcertante reconstruir tu vida y remontarte a donde lógicas que has hecho en bambalinas, tienen que estar relacio- «naciste» o a quién era «tu» madre. Sobre todo, no hagas lo que nadas con los eventos que nutren tu vida en escena. En el ejem- hacen muchos «profesionales» para combatir los nervios: des- plo anterior, las indicaciones escénicas ya te han proporcionado viar la atención hacia cosas irrelevantes de tu vida privada hasta un punto de destino: los cigarrillos encima de la mesa. También el instante anterior a entrar en el escenario. Todas estas prácticas sabes que actualmente te encuentras fuera del salón, en la habi- te confunden y te hacen perder la concentración y se deben a que tación contigua. Nadie te ha dicho cómo es este espacio, tú el actor no ha aprendido dónde tiene que fijar su atención, no mismo tienes que imaginar su aspecto y su relación arquitec- sabe en qué concentrarse. En la vida, cuando nos dirigimos a un punto de destino, tónica con el salón. ¿Linda con un dormitorio, una cocina, un siempre sabemos de dónde y de qué lugar o situación venimos. que conduce a otras estancias? (Para llevar a cabo estos ejer- Pero piensa ahora en cuántas veces te has limitado a seguir in- cicios, este método es fácil de aplicar porque puedes utilizar tu dicaciones escénicas como: «Entra en el salón en bata y zapa- propio apartamento como referencia.) Tampoco sabes cómo has tillas, coge un paquete de cigarrillos de encima de la mesa, en- llegado a este lugar en particular que linda con el salón. Tal vez ciende uno y da una profunda calada en el momento en que vienes de tomar una refrescante ducha y ahora estás compro- suena el teléfono» sin haberte preguntado dos veces qué acaba bando si se te ha secado el pelo de alrededor de las sienes y si el cuarto de baño, o se une con otro espacio a través de un pasillo Quedan 8 páginas (8 min) en este capítulo PÁGINA 237 DE 470 50% leído gorro de baño que te has puesto lo ha protegido del agua, mien- el hilo de sus acciones gracias a una lógica interna. De todas tras sueñas con fumarte el cigarrillo que te espera, prome- maneras, la definición de la primera acción tiene que surgir de tiéndote a ti mismo que será el último hasta que llegue la noche. los tres primeros pasos de los ejercicios de preparación. Si estás O, tal vez, acabas de llegar de tu habitación, donde te has puesto en la cocina haciendo café, tienes que definir cómo has llegado las zapatillas de cualquier manera, y ahora estás ajustándolas a tus pies mientras piensas en las ganas que tienes de fumarte un hasta allí y qué has planeado hacer después. Si estás sentado en cigarrillo antes de ducharte para despejarte la mente de la terrible fónica, has de saber qué acabas de hacer antes y cuáles son tus pesadilla que has tenido esta noche. O, tal vez, vienes de lavarte expectativas respecto a tu llamada telefónica. el escritorio de tu habitación a punto de hacer una llamada tele- los dientes y ahora te estás aflojando el cinturón de la bata, preo- En resumen: una preparación correcta conlleva despejar el cupado por haber engordado tanto y deseoso de fumar un ciga- camino creando una zona de intimidad y de calma en bamba- rrillo, sabiendo que te quitará las ganas de comer los huevos fri- linas, si se llega con tiempo suficiente para ambientarse, para eli- tos con beicon que tanto te gustan. Por muy simples que te minar las distracciones y realidades no pertinentes del entorno y parezcan, estos ejemplos te ayudarán a discernir qué clase de así poder lograr la concentración en las tres cosas básicas y acciones físicas y psicológicas pueden mantenerte ocupado necesarias para ejecutar una entrada suave. Podemos «arrancar» fuera de escena, otorgando a su vez continuidad a la vida que concentrándonos en: ¿De dónde acabo de llegar y qué es lo que estaba haciendo? ¿Dónde estoy ahora y qué estoy haciendo aquí? nos lleva a escena. Empezar la vida del personaje directamente desde el esce- nario, esperando a que se levante el telón, es mucho más fácil ¿Adónde me dirijo y qué es lo que quiero hacer allí? Si sigues estos pasos, estarás preparada para iniciar el viaje escénico. que tener que hacer una entrada. Si bien nos rodean los tramo- El actor que cree que su vida empieza en el escenario, y no yistas y nos distrae el movimiento previo al comienzo, por lo antes de entrar en él, suele estar equivocado. Este malentendido menos estamos dentro del entorno que caracteriza la obra, también se produce cuando abandona el escenario. A fin de rodeados de los muebles y los objetos del espacio que dan fe a hacer una salida convincente, debemos mantener la continuidad las circunstancias actuales. Incluso el actor aficionado no se de estar vivos, y esto sólo es posible si partimos de la idea de quedará de pie e inmóvil; le resultará fácil colocarse y no perderá que siempre venimos y nos dirigimos a algún lugar concreto. Por Quedan 6 páginas (6 min) en este capítulo PÁGINA 239 DE 470 51% leído lo tanto, no podemos omitir el último momento de nuestra obedecer las normas convencionales, les concede este favor). actuación, de nuestra partitura, es decir, nuestro destino final. En También puedes «prever» la salida de un actor más modesto el transcurso de nuestra última acción en el escenario, sabemos que, debido a la ausencia de destino final que ha mostrado en su de dónde acabamos de llegar y qué estamos haciendo en ese última acción, desaparece entre bastidores sin intención alguna. momento, pero también debemos saber adónde nos dirigimos Ambos casos obstaculizan el momento orgánico y verosímil pre- después y qué es lo que queremos hacer allí cuando abando- vio a abandonar el escenario. nemos el escenario. La acción tiene que estar perfectamente defi- Al final de una escena, si uno se pone el abrigo y se asegura nida y ejecutada, provista de las expectativas consecuentes res- de que tiene las llaves encima, y coloca la mano en el pomo de la pecto al futuro inmediato que nos aguarda. Si lo conseguimos, puerta, su atención debe concentrarse en el tramo de escaleras estaremos en el buen camino para abandonar el escenario de que está a punto de descender o en el tiempo que va a estar una manera orgánica y honesta. Los procesos mentales mecá- esperando el ascensor, o en la posibilidad que tiene de encontrar nicos en los que uno se imagina secuencias de acciones fijas, no un taxi o de llegar a tiempo para coger el primer metro. O tal vez son nada eficaces. Si quieres entender lo que estoy intentando ya sepa los detalles de estos pasos previos y uno está pensando apuntar sólo has de recordar cuáles son tus dificultades a la hora en el momento en que se encontrará con su pareja, que le está de salir del escenario o las que has percibido en otros actores a esperando en un restaurante para comer. Si la última acción ha los que has visto actuar. sido una discusión con tu madre porque te ha prohibido algo, en Sentado en las butacas de un teatro seguro que has tenido el momento en que te cierran la puerta en las narices ya sabes ocasión de observar que las salidas y finales son a menudo que tu próximo punto de destino es ir a arreglarte para una fiesta previsibles, sobre todo cuando de repente los actores mani- a la que tu madre te ha prohibido asistir. En cada caso, sea cual fiestan una cierta preocupación por embellecer su conducta y sea el destino final coherente, la acción no está completa hasta muestran un derroche de energía final mediante el que podemos que el actor no se encuentre instalado totalmente en bambalinas, casi leer FIN, antes de que hayan abandonado el escenario. Si su o, por lo menos, fuera del campo de visión del público. actuación ha sido banal, te los puedes imaginar en bambalinas, Para la práctica del ejercicio, una de las cosas que necesi- esperando los aplausos (y el público, casi siempre impulsado a tamos hacer es preparar el escenario y el decorado con la ayuda Quedan 4 páginas (4 min) en este capítulo PÁGINA 241 DE 470 51% leído de algún compañero. Hay que considerar el tiempo que van a página 202. Para abordar la dificultad técnica de este proceso, tener que emplear, tanto el profesor como los alumnos, en mon- escogeremos unas circunstancias que exijan una entrada desde tar el escenario para podernos organizar bien. Hay que pensar bambalinas al escenario, y después la consiguiente salida del con antelación dónde va a colocarse cada mueble y cada objeto. escenario a bambalinas. Si, por ejemplo, la acción principal se Dibujemos un esquema en un papel si nos resulta útil. Mientras desarrolla en el salón, es indiferente que entremos por la puerta se organiza el espacio a mí me funciona muy bien lo siguiente: principal o por otra habitación. Lo mismo puede aplicarse a la tratar de sentirme como en casa y manipular los objetos –una salida. En el transcurso de las acciones en el escenario, también lámpara, una mesa, un jarrón, cualquier utensilio– pensando que podemos escoger la posibilidad de salir temporalmente del esce- son míos e imaginando lo que para mí representan. Esto se nario a buscar o a dejar algo en otra habitación antes de volver al puede conseguir con la misma eficacia y rapidez con la que se lugar de acción. Esto ayudará a sentirnos más seguros a la hora monta un escenario de manera mecánica. Estas prácticas me de proporcionar continuidad entre las realidades físicas en es- ayudan a particularizar el lugar donde se va a vivir durante un cena y aquellas que imaginamos fuera del escenario. tiempo y a hacerlo más creíble a los ojos de uno. Cuando practiquemos las acciones que hemos selec- Otra de las técnicas que añado a los tres primeros pasos de cionado, analicemos microscópicamente nuestros objetivos físi- la preparación es «mentalizarme» de esa inocencia propia que tienen los niños para vivir mi momento presente y para confiar cos para comprobar cuántos están conscientemente motivados, cuántos son mecánicos y cuáles se han originado de manera en que lo que acaba de pasar está ocurriendo en este preciso subconsciente. Una hora de ensayo es lo mínimo que necesi- momento, y en que lo que pienso que va a suceder nunca me ha tamos para prepararnos. ¡El tiempo que estamos tumbados en la ocurrido antes de la misma manera. cama pensando en todo lo que vamos a hacer, no cuenta! Consejos para la presentación Sigamos los principios básicos en los que se basa este ejercicio y el resto de ellos: analicemos durante dos o tres minutos nuestro comportamiento mientras realizamos una tarea sencilla, considerando detenidamente los Seis Pasos mencionados en la Quedan 2 páginas (2 min) en este capítulo PÁGINA 242 DE 470 51% leído 12 Segundo ejercicio: El cuarto lado imaginario «experiencias personales» irrelevantes. En una ocasión, hace Durante muchos años me resultó muy difícil mantener la tar de recuperar la confianza fingí que en ese cuarto lado no confianza en la realidad del escenario cuando el público se inmiscuía en mi intimidad. Mientras actuaba, encerrada entre las había nadie o que nunca habría nadie. Como no me funcionó, tres paredes del mundo imaginario que envolvía a mi personaje, atención en la pared de detrás del escenario. El director, muy sentía que desde dentro de un enorme agujero emergían miles convencional y anticuado, me acabó de hundir cuando me gritó de ojos que me observaban fijamente. El objetivo de este ejer- desde las butacas: «¡No te veo! ¡Utiliza la cuarta pared! ¡Coloca cicio es descubrir y poner a prueba diferentes maneras de crear el la mirada a la altura de la baranda del anfiteatro!». Le obedecí y cuarto lado imaginario del espacio escénico, un lado que tiene una lógica dentro de este espacio a pesar de que ésta sea la parte me puse a actuar de frente, sin creer en absoluto en mi perso- en la que se encuentra el público. Si deseamos mantener una fe Es evidente que no tenemos que comernos al público con continuada en «nuestra» existencia tenemos que rodearnos de los ojos. Es evidente que no tenemos que escondernos de la todos los lados de una manera imaginaria, y completar el entorno en el que vive nuestro personaje. cuarta pared del escenario. Y es evidente que debemos entender Hace poco tomé la decisión de cambiar el término cuarta serán comunicativas. Es su responsabilidad. Pero es nuestra res- pared por el de cuarto lado. En primer lugar, porque mis alumnos no sabían interpretar el sentido de la cuarta pared, y en segundo ponsabilidad proveer el cuarto lado de realidades imaginarias lugar porque es una expresión que utilizan en exceso y de ma- habitación, un parque, un restaurante o un paisaje cualquiera. nera mecánica los actores formalistas como recurso para justi- Nadie lo va a hacer por nosotros. Sólo así no necesitaremos ficar que actúan sólo para el público, y que los actores natura- esquivar al público ni comérnoslo. La comunicación años, me encontré en esta encrucijada en un ensayo de vestuario. Presa de los mil ojos del público observándome, para tra- listas utilizan una «pared», literalmente, detrás de la cual pueden esconderse, a menudo con el fin de darse el gusto de mostrar primero miré al suelo y después, poco a poco, empecé a fijar mi naje. que todo buen director garantiza que las acciones relevantes que completen el espacio en el que nos encontramos, sea una Todo artista, sea escritor, pintor, escultor, músico, bailarín o Quedan 14 páginas (13 min) en este capítulo PÁGINA 244 DE 470 52% leído actor, tiene la esperanza de que su trabajo comunicará, que será psicológicamente implicado en la consecución de los deseos de entendido por el público. Los verdaderos artistas saben que tanto la idea inicial de una creación como el trabajo que conlleva el su personaje, y cuando sus acciones se desarrollan dentro del proceso creativo surgen de una profunda urgencia de expresar círculo mágico de su espacio de actuación. De esta manera, el público, atraído por un poderoso magnetismo, concentrará su un punto de vista personal. Este punto de vista excluye toda ma- atención dentro de este círculo y podrá implicarse libremente en nipulación especulativa sobre la eficacia del trabajo y la conse- la vida de estos personajes, simpatizar con ellos, sorprenderse y, cuente recepción por parte del espectador y/o el oyente. Si ha con suerte, maravillarse. sido o no entendido y de qué manera, puede tomarse en cuenta Algunos actores jóvenes me han explicado que tienen miedo sólo cuando el trabajo ya está terminado. Esto es lo que separa de implicarse demasiado en sus papeles porque se olvidan de al auténtico artista de sus homólogos comerciales, esos que uti- que están actuando. Tonterías. Eso sólo puede ocurrirles si están lizan sus ideas y su habilidad de principio a fin con el único borrachos, drogados o locos. Si nuestros cinco sentidos están objetivo de fabricar y comercializar un producto de consumo. en perfecta sintonía con la vida de nuestro personaje, nuestro Éste puede ser un deseo muy loable en sí mismo y no es mi sexto sentido, la «percepción extrasensorial» del actor, nos da intención despreciarlo. Sin embargo, no es mi objetivo. Cuando profundizo en un papel, evito especular sobre cómo será reci- una conciencia subliminal de la existencia del público. Sabemos cuándo se ríen (si se ríen cuando toca o cuando no toca), cuán- bido mi trabajo, y si será entendido, apreciado o despreciado. Si do están tensos (de lo que normalmente somos nosotros los especulara mientras trabajo, caería inmediatamente en una responsables), si tosen en un momento crucial del texto o si se actuación de corte formalista. El tipo de comunicación que quedan en silencio, completamente extasiados, si lloran o se busco no puede producirse si deseo venderle al público mis suenan. Debe ser nuestro objetivo implicarnos al máximo en «brillantes» ideas o mis «peripecias» técnicas. Las acciones rea- nuestra vida en el escenario, dominar la técnica que hace que les no están dirigidas al público a conciencia sino que persiguen eso sea posible, precisamente porque somos subliminalmente un objetivo escénico. conscientes de todas esas cosas. Y dado que una de nuestras La comunicación ideal entre el actor y el público se produce distracciones puede ser la intrusión de estos miles de ojos cuando el actor se encuentra muy vivo, cuando está física y observadores, trataré de resolver el problema de cómo crear este Quedan 12 páginas (11 min) en este capítulo PÁGINA 246 DE 470 52% leído cuarto lado imaginario del espacio de actuación. espacio donde se halla el público. Una vez que los actores han La utilización del cuarto lado como objetivo primordial decidido qué lugar del teatro ocupa ese objeto determinado, la A veces algunas de las acciones que dicta una obra están tarea de evocarlo es muy sencilla. La mayoría de los decorados concebidas principalmente para que trasciendan el arco del pros- de exterior no son sino evocaciones de los elementos de la natu- cenio, obligando con ello a los actores a centrar su atención en raleza que requiere la escena, y nosotros somos los que tenemos los objetos imaginarios que ocupan el área del público. Por que proporcionar esas realidades a través de nuestras acciones. ejemplo, mientras las luces del escenario abrían la primera es- Para adquirir este comportamiento específico debemos en pri- cena del estreno de La gata sobre el tejado de zinc, en el montaje mer lugar visualizar el aspecto de todo el conjunto a través de original veíamos cómo Maggie, de frente al público, se acicalaba nuestra imaginación, dándole la máxima concreción posible. En el pelo mirándose en un espejo imaginario que situaba frente a mi caso, utilizo la transferencia de un paisaje que me resulte ella. Este recurso fue aceptado por el público porque estaba esta- muy familiar y que mantenga una relación lógica con el lugar blecido desde el principio y fue utilizado después por los otros requerido. (Por ejemplo: las llanuras de detrás de mi casa de actores en el transcurso de la obra de diferentes maneras: evo- Montauk recuerdan a las llanuras escocesas y pueden adaptarse cando relojes, fotos o ventanas que ubicaban imaginariamente en algún lugar del área del público. A no ser que forme parte del fácilmente a los brezales de Macbeth. Las ruinas de las pequeñas fortificaciones militares de la segunda guerra mundial tienen la guión de dirección, un actor no debe nunca enfrascarse delibera- misma forma que los castillos celtas. El actor puede utilizar pai- damente en este tipo de acciones porque el público las malinter- sajes similares para entender y construirse una imagen de sus al- pretará y mirará hacia atrás creyéndose que alguien ha llegado rededores, de los remolinos de la neblina, de los olores, de la tarde, o bien intentará dilucidar el misterio de por qué el actor maleza y del brezo. Los claustros del Fort Tryon Park de Nueva está mirando de frente. York, con sus ceremoniosos jardines sobre el río Hudson, me Por otra parte, utilizar el cuarto lado como objetivo primor- han servido para evocar escenas de muchas obras medievales.) dial es un recurso muy común en escenas de exteriores. Es muy Al igual que imaginamos nuestras realidades en los tres lados normal que para evocar un árbol, una nube, un campanario o del escenario, tenemos que ampliar nuestro campo de visuali- una casa en el horizonte el actor mire o lo ubique dentro del zación e incluir el horizonte del cuarto lado. (En un escenario Quedan 10 páginas (9 min) en este capítulo PÁGINA 248 DE 470 53% leído convencional, imaginamos los tres lados que nos rodean, y en incluso un cielo algodonoso de fondo! un teatro circular debemos imaginar los cuatro lados que nos rodean.) Asegúrate de ubicar los lugares a los que anclas tus objetos de referencia durante los ensayos antes de empezar a actuar, Cualquiera que sea el paisaje que evocas, imagina cómo es nunca mientras actúas. Cuando se abre el telón, ya tienen que en detalle y asegúrate de que contenga objetos de referencia, como un arbusto o un árbol, una bifurcación de una carretera, estar allí. Los actores que se quejan de que cuando se apagan las un saliente de un acantilado o una canoa anclada a un embar- referencia en el área del público están equivocados. No es muy cadero. Tienes que conocer los objetos suficientemente bien para normal que uno se ciegue por completo cuando se encienden las que tu ojo mental pueda verlos nítidamente, de manera que de luces del escenario y no pueda divisar los contornos de los pasi- uno o de todos ellos surja la visión completa del paisaje ante tus llos, de las salidas, de los palcos o las divisiones del fondo de la ojos. Deben estar proyectados hacia el cuarto lado. Para ello, sala. En mi caso, intento colocar los objetos de referencia que amárralos a algún lugar del teatro que sea visible, a una señal de salida, a una puerta, a una columna o al contorno de una luz de voy a utilizar por encima o cerca de los lados de las siluetas de la la baranda de la platea, porque es imposible dejar suspendidos ción. luces del teatro la oscuridad no les permite encontrar puntos de gente de manera que ningún movimiento pueda distraer mi atenSeguramente ya habrás aplicado con buenos resultados esta en el aire los objetos que visualizas. Inténtalo. En casa, proyecta un rostro conocido o una farola técnica en las escenas de obras que se desarrollen en exteriores. en algún lugar lejos de ti entre tu persona y una pared distante. Y también te habrás guiado correctamente a la hora de aplicarlas Date media vuelta, después vuelve a mirar a la pared e intenta como objetivo primordial en decorados de interior como he des- reubicar lo que has imaginado. Se te escapará. Incluso te pon- crito antes en La gata sobre el tejado de zinc. Sin embargo, res- drás bizco al intentar enfocar la vista sobre lo que buscas. Sin pecto al uso del cuarto lado dentro de una habitación (donde se embargo, en el momento en que lo anclas a algo que tengas pre- desarrollan la mayoría de obras), si debes utilizarlo para un se- sente, algo que veas claramente, como la esquina de la habi- gundo propósito, cuando ni una sola de nuestras acciones tiene tación o el borde de un marco de la ventana (si estás en el teatro, que estar abiertamente dirigida hacia nuestro espacio frontal, surgen los problemas y las dudas, las dificultades que están un extremo de un palco, por ejemplo) ¡ya tendrás tu farola e Quedan 8 páginas (7 min) en este capítulo PÁGINA 249 DE 470 53% leído relacionadas con la cuestión de cómo mantener nuestra inti- imaginándome en el cuarto lado cinco o seis objetos que me midad a voluntad. resultan familiares y que mantienen una coherencia con el resto La utilización subliminal del cuarto lado del decorado del escenario, y los proyectos sobre las cosas rea- En la vida real, incluso en el momento culminante de un en- les que se ubican frente a mí. En el caso de un paisaje, los obje- frentamiento contra alguien, cuando ese alguien es el objetivo tos que elijo tienen que ser lo suficientemente concretos para principal de nuestra atención, somos subliminalmente cons- que pueda extraerlos de mi ojo mental y colocarlos a mi voluntad. cientes de nuestro entorno. Por ejemplo, cuando queremos De este modo lo que existe visualmente entre ellos ya tiene valor comunicar algo a alguien conectamos con un objeto interno, no por sí mismo. (Trata de anclar tu imagen de una foto o de una estamos aparentemente ciegos. De una manera inconsciente, ventana a cosas como una señal de salida; no conviertas la señal nuestros ojos se dirigirán hacia una mancha destacada en la alfombra, hacia una cenefa de la tapicería, una foto, una ventana de salida en una ventana o en una foto.) He escogido los objetos que utilizo para recrear mi realidad del cuarto lado, me perte- o bien hacia una mancha en la pared. En el escenario, en las mis- necen a mí. No los cuestiones con el director porque a él no le mas circunstancias, sin pensar ni premeditar, nos fijamos intuiti- interesan y le pueden confundir. Él debe construirse su propio vamente en lo que hay dentro de la habitación y también en los cuarto lado. Aquello que para ti es real no tiene por qué serlo tres lados del escenario. Sin embargo, cuando nuestro ojo ad- para él, y viceversa. vierte ese tipo de cosas en el cuarto lado, tenemos la tendencia a Cuando pongas a prueba tu capacidad para utilizar el cuarto desviar la mirada o bien a mirar el auditorio sin dirección alguna lado para un segundo propósito, recuerda que no exiges nada de los objetos de referencia que has elegido excepto que tu ojo sepa y, consecuentemente, perderemos la concentración. Nuestro único objetivo respecto al cuarto lado del escenario es creer dónde fijarse mientras tu atención se centra en el objetivo plenamente en él sin que nuestro cuerpo ni nuestra atención primordial: tus acciones en el escenario. Por ejemplo, mientras subliminal lo rehúyan. En los primeros ensayos de una obra concibo el cuarto lado estás enfrascado en una conversación telefónica, tu mirada puede estar dirigida hacia el reloj que tienes enfrente, pero si te de la misma manera en que lo haría si lo concibiera como obje- fijas en qué hora es, el reloj se convierte automáticamente en tu tivo primordial. Completo mi visión de una habitación objeto primordial. O tal vez eres subliminalmente consciente de Quedan 6 páginas (5 min) en este capítulo PÁGINA 251 DE 470 53% leído que tu ojo está dirigido a la cortina de la ventana. No te detengas practicar el ejercicio correctamente tienes que estar sentado o de a observar si está bien colocada o si está sucia y hay que lavarla pie en un lugar que tenga correlación lógica con tus acciones. Es porque se convertiría en un elemento de distracción que inter- evidente que si estás tumbado boca arriba en un sofá o en la ceptaría tu objetivo primordial, el de la conversación telefónica. cama, tu campo de visión será el techo. Si estás sentado e incli- (Los espejos casi nunca se utilizan como objetos de segundo nado hacia abajo en una silla con los codos apoyados sobre las propósito a no ser que sirvan para reflejar objetos inanimados, rodillas, tu mirada estará dirigida hacia el suelo. Si tienes que por lo tanto, intenta prescindir de ellos.) Al principio, algunos escribir o hurgar en los papeles de tu escritorio, trata de que tus actores se preocupan de la aparente falta de lógica de la dis- actividades no te impidan utilizar el cuarto lado. También ten en tancia que existe entre los objetos imaginados en el cuarto lado y cuenta que, una vez que ya sabes de lo que vas a hablar durante el resto de la sala. Es cierto que literalmente están demasiado la conversación, es importante no descuidar los aspectos bási- lejos, pero eso no es necesariamente un obstáculo ya que no son cos del ejercicio: la hora, el lugar, las circunstancias, los obje- de uso primordial y no requieren acciones que tengan relación tivos y los obstáculos. No es importante si ya estás hablando con ellos, y están allí sólo para hacerte creer que te encuentras por teléfono cuando la escena ha empezado, o si decides hacer en una habitación. Eso sí, recuerda que no puedes acercarlos a ti una llamada en el momento en que entras a escena o si recibes suspendidos en el aire²⁵. Consejos para la presentación una llamada mientras estás ocupado en otra cosa. Asegúrate únicamente de que el peso del ejercicio recaiga sobre la llamada Para practicar la técnica del uso subliminal del cuarto lado en telefónica. Ensaya la llamada y no improvises en la presentación el ejercicio de dos minutos de duración, recomiendo tomar del ejercicio porque el uso subliminal del cuarto lado no te fun- como premisa una conversación telefónica. En los próximos cionará. Aunque no escribas el texto de la conversación, debes días cada vez que hables por teléfono fíjate dónde centran la saber perfectamente con quién vas a hablar y cuál será el conte- atención tus ojos mientras tu atención primordial está ocupada únicamente en el contenido de la conversación. Te darás cuenta nido de lo que te van a comunicar²⁶. Si ensayas la conversación por lo menos diez veces, las palabras cobrarán toda la natura- de que la mirada se dirige normalmente al mismo o a los mis- lidad que las caracteriza. mos dos o tres objetos del espacio en el que te encuentras. Para Cuando creamos y construimos el lugar de acción de Quedan 4 páginas (3 min) en este capítulo PÁGINA 253 DE 470 54% leído cualquier escena o ejercicio, solemos definir de manera auto- cada vez que haces una llamada en tu casa, en casa de otros, o mática cuál de los cuatro lados que nos rodean será el que ocu- en un teléfono público. (Estoy segura de que, después de haber pará el público. Trabajando en casa, decide cómo adaptas el practicado el primer ejercicio, habrás observado cuáles son tus cuarto lado a tu habitación y lo mismo si estás en el estudio de puntos de destino primordiales y secundarios a lo largo de un teatro. En el taller, una vez has ubicado el escenario y sus cuatro día cualquiera de tu vida.) Nadie tendrá que decirte si estás utili- lados, tómate todo el tiempo que necesites para colocar tus zando correctamente el cuarto lado de tu habitación. Si a ti te objetos imaginados (anclándolos a las cosas que existen allí, por funciona, te sentirás liberado de cualquier intrusión del público. encima del profesor y los alumnos o bien a los lados), tanto En el futuro, necesitarás construirte el cuarto lado de tu espacio como el que empleas en distribuir los muebles y objetos tangi- escénico en cada ejercicio, escena y obra que representes. bles que forman el decorado del espacio escénico. Cuando actúas, no establezcas nunca de antemano en qué momentos de la conversación utilizarás el cuarto lado como segundo propósito. Deja que tu mirada se dirija por sí sola y cuando quiera a los objetos imaginados. Sobre todo, no compruebes si ves o no ves realmente los objetos que tus ojos observan porque automáticamente les das una importancia primordial, cuando, en realidad, están allí esperándote, sin más. Para dominar esta técnica, tendrás que repetir el ejercicio en clase varias veces, cambiando las circunstancias y los temas de conversación de la llamada telefónica. Te darás cuenta de que este trabajo te aporta cosas reveladoras, entre ellas una que tiene algo en común con todos los ejercicios: estás estableciendo unos hábitos de autoobservación. A partir de aquí, serás consciente de dónde fijas la mirada, no sólo cuando ensayas sino Quedan 2 páginas (1 min) en este capítulo PÁGINA 254 DE 470 54% leído 13 Tercer ejercicio: Los cambios de identidad probable que te pasen al teléfono a otro hermano, familiar, cu- Retrocediendo a las teorías del capítulo 4 sobre la necesidad que quieran hablarte, quizá uno del sexo contrario que te atraiga que tenemos de ampliar nuestro sentido de identidad, el objetivo mucho o tal vez que no te atraiga nada, o la de alguien a quien de este ejercicio es llevar algunas de estas teorías a la práctica. envidies y que siempre te menosprecia, o la de un agente teatral Vamos a investigar en las personalidades diferentes que puede que te intimide. En el contenido de la conversación y en la ma- mostrar la misma persona y que todas ellas constituyen su iden- nera de expresarte, en tu tono de voz, en las formas de expresión tidad, a aprender cómo y por qué cambiamos, a veces de un mo- verbal que utilizas y en los movimientos y gestos corporales que mento al otro, y de qué manera se manifiestan estos cambios en manifiestes con cada uno de ellos, se percibirán claramente los nuestro comportamiento. Al final confiaremos en que estamos cambios de personalidad que se producen en tu ser. Estas mani- dotados de «identidades» suficientes para caracterizar todos los festaciones de comportamiento se producirán espontáneamente personajes que queremos representar y de manera instintiva cuando tus relaciones estén fundadas en una realidad, cuando evitaremos caer en la trampa de crear personajes preconcebidos puedes ver al otro con tu ojo mental, cuando te creas totalmente y superficiales. Este ejercicio está dividido en dos partes, y cada que la otra persona está al otro lado de la línea telefónica. Por una de ellas se centra en un aspecto diferente de cómo se pro- ejemplo, cuando hables con tus padres es posible que te sientas ducen los cambios en la autopercepción y en las acciones consi- como un niño, y te muestres obediente, cariñoso, manipulador, guientes. o a la defensiva. Todo ello dependerá de las circunstancias de la ñado o vecino. O tal vez uno reciba una llamada de un compañero que está en una fiesta en la que se encuentran otros amigos Primera parte llamada. O tal vez sientas que podría existir una nueva amistad Toma como referente el ejemplo de la página 98. Crea una entre vosotros, y les hables de igual a igual, intentando dife- situación en la que te encuentras hablando por teléfono con al rentes maneras de entablar esta nueva relación con ellos. O menos tres personas, a través de una llamada o de más de una. quizá hayas alcanzado aquel punto en que te creas más sabio Asegúrate de que con cada una de ellas tu relación es notable- que ellos y te muestres tolerante frente a sus errores y trates sim- mente diferente. Por ejemplo, si llamas a tus padres es muy plemente de satisfacer de manera mental y automática su Quedan 6 páginas (5 min) en este capítulo PÁGINA 256 DE 470 54% leído sentido autoritario, etc. comportamiento humano. Relee esos capítulos. A continuación, Consejos para la presentación tómate unos días para observarte mientras te vistes por la ma- Por razones prácticas, tanto da si hablas con tres personas du- ñana, o te cambias de ropa durante el día; y cómo te desvistes y rante la misma conversación, si haces tres llamadas diferentes, o te preparas cuando te vas a dormir. Fíjate en cómo y por qué si te interrumpe la llamada de alguien. Describe cuáles son tus escoges una prenda y no otra cuando vas a una audición, a circunstancias, tus deseos, el lugar donde estás, y los objetos clase, a comprar algo al súper de al lado de casa, cuando llega principales y secundarios que requiere la escena. Resérvate por un familiar a verte a casa, o un compañero, un amante, cuando lo menos una hora para ensayar las conversaciones si deseas tienes una cita con el médico o una cena en un restaurante de que tu investigación sea fructífera y tus descubrimientos con- lujo. Fíjate en qué estado está la ropa y si eso facilita tu capa- cretos. Y, dado que esta parte del ejercicio se desarrolla al telé- cidad de improvisación. Fíjate en si es una prenda gastada o fono, como en el segundo ejercicio, no olvides incluir la técnica nueva, si está limpia o sucia, si está de moda o anticuada, si es que acabas de adquirir a fin de utilizar el cuarto lado como se- elegante, cuidada o desastrada. Si una camisa blanca y fresquita gundo propósito. me hace sentir como una matrona aburguesada, probablemente Segunda parte empezaré a comportarme como tal, abrochándome el cuello de La primera vez que descubrí la capacidad de improvisar que la camisa hasta el último botón. Si llevo una bata de guata raída uno tiene cuando se prueba prendas de ropa diferentes, me y harapienta como una esposa oprimida y maltratada, caminaré quedé atónita. Me di cuenta en seguida de lo eficaz que resultaba con los hombros caídos mientras me ato el cinturón que voy esta práctica para identificarse con diferentes personajes. Enton- arrastrando por el suelo. Si me calzo los zapatos de salón de ces quise describir con más detalle y conocer en profundidad las raso, como una mujer de la alta sociedad, con los hombros bien consecuencias físicas y psicológicas de este proceso que yo altos, coloco la figura bien erguida y me perfumo el torso y la había llegado a experimentar de una manera inconsciente. En el nuca. Cuando ya eres consciente de todo esto, no te olvides de capítulo 4, «El yo», concretamente en las páginas 99-100 y en que estos «roles» son diferentes aspectos de tu identidad. No todo el capítulo 5, «La transferencia», he proporcionado ejem- estás ilustrando el comportamiento de otros. Consejos para la presentación plos de cómo influye la ropa en las personas y cómo cambia el Quedan 4 páginas (3 min) en este capítulo PÁGINA 258 DE 470 55% leído Escoge una situación específica que se prolongue de dos a tres la imagen que tienes de ti mismo desaparecerán. Cuando me minutos durante la que te vestirás para una ocasión especial. calzo las zapatillas deportivas me siento instantáneamente una Hay que considerar varias cosas. En tu casa, en la intimidad, chica «atlética» y sigo cultivando esta imagen comportándome consciente de que no hay nadie que te observa, puedes realizar con agilidad y ligereza, pero el espejo me revela otra verdad. Si libremente estas acciones que te permitan cambiar la imagen me paseo por la calle con un gran jersey holgado me siento Isa- que te has construido de ti mismo. Cuando actúes, asegúrate de dora Duncan, pero al ver mi reflejo en la vitrina de una tienda me recrear este sentido de intimidad. No caigas en la trampa de quedo horrorizada al comprobar mi aspecto de viejecita anti- intentar demostrar las distintas personalidades que adoptas en cuada y sin gracia. cada una de tus acciones al profesor o a tus colegas. Cuando las Para obtener los máximos beneficios posibles de esta prác- ejecutes con convicción, funcionarán por sí mismas. Descu- tica, presenta este ejercicio al menos tres o cuatro veces en brirás, a posteriori, que has presentado nuevos aspectos de tu clase. Pruébate ropa diferente y varios accesorios en cada nueva personalidad en el escenario, y que ésta es una de las abun- situación que recreas y desecha el atuendo de diario que llevas dantes maneras de escapar de la imagen tópica de ti mismo que cuando vas al estudio de teatro. tan a menudo muestras con la intención de sentirte «natural». El elemento del vestuario que sugiere sensaciones es el que suele incitar a la improvisación y al juego teatral, es decir, a investigar en cómo te imaginas a ti mismo. Eso es en lo que quiero que trabajes. A no ser que estés improvisando de manera consciente, mirarte en un espejo para ver qué imagen proyectas puede destruir la imagen que se tiene de uno mismo. Por tanto, procura que mirarte en el espejo no sea el objetivo primordial de tu acción. También es una equivocación juzgar el vestuario en abstracto y cuestionar si te gusta o te disgusta, o el efecto externo que causa, porque los cambios lógicos que se producen en Quedan 2 páginas (2 min) en este capítulo PÁGINA 260 DE 470 55% leído 14 Cuarto ejercicio: Momento a momento abarca todo el recorrido del proceso hasta que concluye con el Una obra se ensaya con el fin de sacar a la luz los pañado de las expectativas que tenemos acerca de las conse- comportamientos y escoger el tipo adecuado que más tarde se ajustará al máximo a la vida que vive un ser humano en escena cuencias de nuestras acciones, lo que pensamos que va a ocurrir momento a momento, y que está determinada por las circuns- ocurrirá. Lo que provoca nuestra acción consiguiente es la ma- tancias que dicta el dramaturgo. En los ejercicios que llevamos a nera en que percibimos lo que ocurre en realidad en el presente, la práctica, nosotros somos los que escogemos las situaciones. y esta acción va acompañada una vez más de determinadas Buscaremos las acciones que mantengan una lógica que se ciña expectativas, esperanzas, especulaciones o suposiciones en a las circunstancias, las pondremos a prueba y las definiremos cuanto a las consecuencias que acarrea. Nunca sabemos si triunfaremos o fracasaremos en la consecución de nuestros deseos problema de la peligrosa tendencia que tenemos a anticiparnos. Recuerda que en la vida real, todo lo que hacemos va acom- antes de representarlas. Una vez que hayamos cumplido con esta premisa, el actor se enfrenta con el problema técnico más después. Con todo, nunca sabemos con seguridad qué es lo que acuciante: cómo repetir las acciones predeterminadas momento hasta después de llevar la acción a término. Es evidente que este proceso es totalmente diferente del que se emplea habitualmente a momento en la escena, como si fuera la primera vez. Asegúrate en el escenario, durante el cual el actor, mientras pronuncia un de que la selección y los ensayos necesarios para representar la parlamento, ya está pensando en lo que vendrá, y anticipa su vida del personaje momento a momento no anulen la esponta- frase o acción siguientes o las de su compañero de escena, cons- neidad de tus acciones. Esto se consigue despojándote temporalmente del conocimiento que tienes de aquello que va a ocurrir ciente de las consecuencias futuras. En este caso, las acciones y reacciones del actor son preconcebidas y mecánicas, y no tienen después, «olvidando» todo excepto lo que exige el momento presente con una inocencia profunda, esa que forma parte del otra intención que la de causar un efecto externo. Tenemos que alma del actor. Antes de abordar este ejercicio, estudia de nuevo el capítulo momento, y activar cada nervio de nuestro ser, para sorprendernos a nosotros mismos en cada función. 9. Trata de cómo influyen las expectativas de nuestras acciones y Ahora, a fin de practicar este ejercicio, recrea una situación esforzarnos por mostrarnos renovadamente vivos, momento a Quedan 52 páginas (50 min) en este capítulo PÁGINA 261 DE 470 56% leído en la que tengas que buscar un objeto que no sabes dónde se bolígrafos, lápices, cuadernos, pintalabios, un espejito de encuentra o que crees que has perdido (algo que nos ocurre casi mano, chocolatinas, encendedores, restos de tabaco (repug- a diario), como por ejemplo: nante) y, asqueada, volví a meterlo todo. Miré debajo de la Esta misma mañana, cuando me preparaba para regresar a mesa donde acababa de verter todo el contenido de la bolsa Nueva York después de un fin de semana en el campo, he y entre las sillas, mientras pensaba en otras posibilidades y representado un pequeño drama al percatarme de que había rebobinaba mentalmente para recordar paso por paso todo perdido mi monedero. El amigo al que había invitado a pasar lo que había ocurrido desde la última vez que había visto el en casa el fin de semana había ido a poner gasolina a la esta- monedero. ¡Ajá! La noche anterior pagué la cena en el puerto. ción de servicio y yo tenía ya casi todo listo para salir. (Mis ¿Qué llevaba puesto? Corrí al armario de mi cuarto y busqué amigos me tachan de ser demasiado organizada.) Había de- a tientas en los grandes bolsillos de mi camiseta de deporte, jado la bolsa de viaje en el pasillo junto a la puerta de salida luego amontoné las perchas en un extremo de la barra, arrin- para cargarla en el coche. Estaba llena de libros, manus- conando la ropa a un lado, y busqué entre los zapatos en el critos, correo, artículos varios como pastillas, juguetes y la suelo del armario. Desesperada, busqué en el interior de mi correa del perro, zapatillas de deporte de recambio y prendas bolso blanco y en el cajón de sastre. Sin pensar, me agaché de ropa. Al lado había colocado la bolsa de la comida con para mirar debajo de la cama y grité: «¡Me estoy volviendo algunos restos y unas hortalizas. Había metido un paquete vieja!». Incluso busqué el monedero encima del depósito del de cigarrillos en mi bolso de mano para el viaje sin revisarlo retrete y en la pila del lavabo. Un poco más calmada, aunque antes ni comprobar si llevaba dentro mi bolsita de pinturas, todavía renegando, volví a buscar en el bolso de mano. el talonario, las llaves de casa y el monedero... ¡El monedero Entonces recordé que había dado el monedero a mi invitado no estaba dentro! ¡Tenía que estar! Lo primero que hice fue para comprar el periódico a primera hora de la mañana. Tal buscar en la bolsa de viaje, después en los bolsillos exte- vez todavía lo tenía él. Sabía que no lo necesitaba para la riores, pero no estaba allí. Me puse muy nerviosa al com- gasolina porque siempre pagamos con cheques. En otras probar que no lo encontraba. Cogí la bolsa y la vacié encima ocasiones, él se lo había dejado encima de la repisa que hay de la mesa del comedor y empecé a revolver entre los junto al teléfono. Aterrorizada, fui corriendo hacia el Quedan 50 páginas (48 min) en este capítulo PÁGINA 263 DE 470 56% leído teléfono, busqué al lado de los listines y de la agenda; in- Por lo tanto, la presentación definitiva de este ejercicio debe cluso miré debajo de la repisa de manera totalmente irra- poner a prueba realmente la capacidad de dirigir nuestra total cional. De camino hacia mi cuarto, con la idea de buscar entre la ropa del armario por última vez, pasé por delante de atención a un solo objetivo cada vez. Convéncete y cree en la existencia de cada nuevo momento que se produce. Si buscas la bolsa de viaje, que estaba abierta. Por casualidad vi mi un llavero, examina de verdad el contenido de tu bolso hasta monedero enterrado entre los pliegues de mi blusa. Volví a asegurarte de que no está allí. Busca en la mesa del escritorio, de mirar para cerciorarme, como es lógico, y solté un grito de verdad, y dentro del cajón. Convéncete de que tiene que estar allí alegría. antes de dirigirte al armario pensando que estará en algún bol- Tras unos días observándote atentamente, si te sucede sillo de tus chaquetas, etc. Si te olvidas del lugar donde puede algo similar, te percatarás de que la lógica que hay detrás de encontrarse el llavero, intensificarás el deseo inmediato de tus acciones y de las decisiones que tomas respecto al lugar encontrarlo. donde te diriges –es decir, a tu punto de destino próximo– Asegúrate de que el objeto que has perdido es muy impor- cuando buscas un objeto perdido, está basada en las cir- tante para ti, de manera que el reto de encontrarlo sea mortal de cunstancias previas y presentes que te ocupan, y concre- necesidad. Un relicario muy preciado, un reloj, un pendiente, tamente en las expectativas que tienes acerca de dónde una carta de amor, un talón o dinero pueden ser de mucha uti- puede encontrarse el objeto que buscas. lidad. El tipo de situación que escoges también determina la Consejos para la presentación importancia de un objeto que en otras circunstancias sería un Cuando recreas un comportamiento para este tipo de situa- objeto cualquiera. Buscar un lápiz en un lugar y después dirigirte ción, está claro que estás amenazado por la peligrosa tendencia a otro con una lógica específica, cuando la pluma que tienes al a anticiparte. En nuestro primer ensayo, ya sabemos dónde se lado podría servirte, sería un hallazgo cotidiano sin más rele- encuentra el objeto perdido porque nosotros mismos lo hemos vancia ni valor técnico que el de realizar una acción ordinaria y escondido. A lo largo de los ensayos, a medida que descubrimos muy poco interesante para este ejercicio. Sin embargo, la falta de y decidimos cada paso que damos en nuestra búsqueda, nos bolígrafos puede suponer un gran problema si estás hablando familiarizamos con las consecuencias que cada acción acarrea. por teléfono con un agente que te está proporcionando un Quedan 48 páginas (46 min) en este capítulo PÁGINA 265 DE 470 56% leído número de teléfono y una dirección que te importan muchísimo no está en el lugar que creíamos. Sorprenderte a ti mismo an- de un productor. Incluso un peine puede ser muy útil cuando dando a gatas torpemente por el suelo mientras buscas el objeto estás muy despeinado y tienes que presentarte corriendo a una puede provocarte un ataque de risa, por lo ridículo de la postura. audición. En otras palabras, no juzgues de antemano cómo te vas a Cuando estamos implicados en la búsqueda de algo que necesitamos a toda costa, la situación nos provocará una serie de reacciones emocionales inevitables en el transcurso del proceso. sentir ni dónde va a sorprenderte el sentimiento. No bloquees los sentimientos reales que te invaden cuando brotan de tu inte- Por muy difícil que nos resulte la búsqueda, raras veces nos que- rior. Sobre todo, no establezcas anticipadamente lo que sientes en momentos concretos de los ensayos. Si rompes a llorar en un damos estancados e impasibles en este tipo de situación. Mu- determinado momento, no te impongas a ti mismo que te vuelva chos actores preconciben erróneamente el desarrollo de sus a ocurrir otra vez. Si de repente se adueña de ti un estado de reacciones emocionales, asumiendo que al comienzo serán suaves y que se irán intensificando a medida que avanza la bús- calma, no lo rechaces porque crees que no es pertinente. Tal vez queda, alcanzando su punto culminante al final del proceso. lógicas y deja que se adueñen de ti de manera diferente cada vez que practiques el ejercicio y en cada presentación, y conserva (Solemos cometer el mismo tipo de error cuando representamos precede a una tormenta. Da rienda suelta a tus reacciones psico- a un personaje en crisis²⁷.) En realidad, nuestra ansiedad, pánico, frustración, desesperación, rabia, decepción, euforia, in- siempre la fe en la renovación de cada momento de tu vida y en cluso nuestro sentido del ridículo, se podrían medir como el Mientras buscas, recuerda que tienes que poder visualizar el termómetro mide la fiebre de un paciente que sube, baja de objeto perdido en todo momento. Esto determinará dónde y golpe, aumenta de nuevo, cae en picado otra vez, intercalándose cómo lo vas encontrar. Cuando los alumnos me presentan este entre estas fases algunos períodos de normalidad. Cabe la po- ejercicio, siempre me doy cuenta de que el actor se ha olvidado sibilidad de que el pánico se apodere de nosotros al darnos de visualizar el objeto y lo busca sin sentido, sólo por buscar. cuenta por primera vez de que hemos perdido un objeto. A Sus acciones son ilógicas. En la acción de buscar un papel muy continuación recuperaremos el control y empezaremos a bus- importante entre las páginas de un libro podemos sorpren- carlo, pero volveremos a perder la esperanza al comprobar que dernos a nosotros mismos buscando unas llaves en lugar del la situación que tú has elegido. Quedan 46 páginas (44 min) en este capítulo PÁGINA 267 DE 470 57% leído papel, en un momento desesperado de irracionalidad. Hay que realizas son oportunas para la búsqueda. Es muy fácil caer en dejarse llevar por una acción tan absurda como ésta únicamente acciones irrelevantes en según qué circunstancias. en caso de que te suceda de una manera orgánica y genuina, porque es la única forma de que tenga una lógica humana. Una vez que has pasado por la gloriosa experiencia de sentirte renovadamente vivo e implicado plenamente en cada mo- El objeto que eliges debe ser pequeño. Para creerte que lo mento de tu actuación, confiado en que el siguiente momento va has perdido de verdad tiene que ser lo suficientemente pequeño a producirse dentro de una lógica de la situación en la que te en- como para que puedas esconderlo en el escenario. Incluso un cuentras y seguro de que no vas a anticipar tus acciones, nunca objeto del tamaño de un zapato puede ser endemoniadamente más te conformarás con menos, por muy meticulosa y «hu- difícil de encontrar en tu casa entre los muebles o en el caos que mana» que haya sido la manera en que has llegado inicialmente impera habitualmente en tu habitación; sin embargo, en el espa- a ella (desde luego, no te conformarás con la experiencia diame- cio desnudo del estudio es posible que lo localices en seguida. tralmente opuesta de repetir un comportamiento pasando de Incluso cuando tu objeto es lo suficientemente pequeño para «perderse», ten en cuenta que este ejercicio lleva más tiem- una acción a otra anticipándolas todas, aferrándote a la forma externa y premeditada que te has fijado de antemano). po que los demás y necesita más cuidado en su preparación Repite este ejercicio en situaciones diferentes durante tus cuando vayas a recrear tu espacio en el taller de trabajo. La fe próximas clases hasta que domines la técnica correcta de actuar que tienes en la realidad puede esfumarse en un segundo si has momento a momento en cada escena. Tómalo como patrón y de fingir que hurgas entre los papeles del cajón vacío del escri- contrasta con él todo tu trabajo futuro. Estos mismos principios torio, no como te ocurre en casa, porque está lleno de cosas. Si pueden aplicarse a todos los ejercicios y a todos los papeles que tienes que despejar la mesa sobre la que hay un montón de encarnes, y, también, a tu forma de emitir y recibir los parla- cosas desparramadas porque buscas un reloj de pulsera, con la mentos de la obra. visión de una mesa vacía en el estudio tus acciones momento a momento en el escenario se verán interrumpidas. No olvides cronometrar la duración del ejercicio antes de presentarlo en clase. Asegúrate de que todas las acciones que Quedan 44 páginas (42 min) en este capítulo PÁGINA 268 DE 470 57% leído 15 Quinto ejercicio: Cómo recrear sensaciones físicas comportamientos que esta práctica conlleva. Si quiero imaginar que me sudan las manos y que las tengo pegajosas, me convenzo que estoy acalorada o nerviosa sólo en el momento en que Como por arte de magia, un actor puede achisparse después de tomar una taza de té, entrar en una habitación con la ropa saco mi pañuelo del bolsillo para secármelas (y no cuando pien- empapada cuando en realidad está seca, sorberse la nariz con que noto que me sudan y que están pegajosas. Por lo tanto, te los ojos llorosos mientras pela una manzana que parece una pido que practiques la recreación sensorial en ambas partes del cebolla o cortarse afeitándose con una maquinilla sin hoja. Sin ejercicio a lo largo de una situación que dure de dos a tres minu- embargo, a diferencia de un mago o de un prestidigitador, no lo tos, lo mismo que las anteriores. hace para engañar al público sino sobre todo a sí mismo, para ayudarse a creer en la realidad de la vida que envuelve a su personaje. Dotando a los objetos y a la situación predeterminada por el dramaturgo de unas realidades imaginadas, el actor es so y me concentro en las palmas de las manos) y espero hasta Primera parte Mediante este ejemplo aprenderás a examinar las respuestas sensoriales ante objetos visibles y tangibles que has dotado previamente de propiedades que no pueden ser o no deben ser rea- capaz de recrear sensaciones a voluntad. Las teorías que abordan esta técnica y los innumerables ejemplos sobre las respuestas les en el escenario. Por ejemplo: Un día fresquito de otoño, a las siete y media de la ma- sensoriales a estímulos imaginados y el comportamiento resul- ñana, entras en la cocina para prepararte un buen desayuno. tante de todo ello están descritos en el capítulo 6, «Los sentidos La llama piloto del fogón está apagada. Enciendes una cerilla físicos». Repásalo detenidamente antes de empezar con éste. Este ejercicio está dividido en dos partes, y en cada una de ellas y la colocas cuidadosamente a un lado del fogón para tratar de no quemarte cuando se encienda el fuego. Miras si queda se examinan recursos diferentes y los distintos problemas téc- agua en la tetera. Hay agua suficiente para una taza o dos y la nicos que plantea la práctica de cómo recuperar sensaciones. colocas sobre el fogón encendido. Enciendes el horno y Como yo creo que las sensaciones brotan en su plenitud metes un bollo de pan debajo de la parrilla. Coges un bote cuando uno está implicado en ellas, no estoy de acuerdo con de café instantáneo. Intentas abrirlo pero no puedes. Golpeas el bote un par de veces contra el mármol de la cocina, aquellos que enseñan a recuperar sensaciones sin incluir los Quedan 42 páginas (40 min) en este capítulo PÁGINA 270 DE 470 57% leído intentas abrirlo otra vez y finalmente la tapa cede. Viertes una que todas las acciones vayan acompañadas de sensaciones cucharada de café en una taza y la dejas encima del mármol, genuinas, piensa: ¿Cuántos objetos necesitas dotar de realidades al lado del fogón. Mientras esperas a que hierva el agua, imaginadas? El horno no estará encendido, la llama del fogón sacas un cartón de leche de la nevera y das un sorbo direc- tampoco, y el agua no hervirá. Debería haber agua en la tetera, tamente del envase. Resulta que la leche está cortada. As- sin embargo no va a hervir ni a despedir vapor. En el bote tiene queado, escupes la leche en la pila de la cocina. Hueles el que haber café, pero la tapa no debería encallarse, porque tal vez cartón para comprobar que realmente está mala, vacías el nunca consigas abrirla. La leche no estará cortada porque vomi- resto de leche en la pila y tiras el cartón a la basura. Todavía tarías de verdad. El bollo estará frío. (Recuerda que los objetos te queda mal sabor de boca, así que bebes un poco de zumo que se emplean en el escenario deben ser lo suficientemente rea- de arándanos. En este momento el agua ya está hirviendo; la les como para que no debas hacer demasiada pantomima, a no viertes en tu taza de café y apartas el rostro de la tetera por- ser que representes la obra Our Town. Por ejemplo, cuando vayas a beber algo, no cojas un vaso vacío porque después tendrás que que despide un vapor muy caliente. Remueves el café con la cucharilla, soplas un poco para que se enfríe, te llevas el borde de la taza a los labios, cierras los ojos ligeramente y preocuparte por la inclinación que habrás de darle al vaso para no «derramar» el líquido y por recrear el sabor del «líquido». tomas un sorbito de café. Te lo tragas y abres la boca en se- Bebe agua y dótala de la propiedad que tú necesites, sea licor, guida para dar una bocanada de aire y refrescarte la lengua. una bebida caliente o una medicina.) Un ligero olor a quemado te recuerda que has de abrir el A través de la autoobservación aprenderás rápidamente a horno. Retiras bruscamente la cabeza y los hombros hacia localizar el origen de la sensación que experimentas, a analizar el atrás pues el calor que sale del horno te molesta, e intentas efecto que te produce en las diferentes partes del cuerpo y a coger el bollo con la punta de los dedos para ponerlo en un cómo aliviarla; en el caso de que sea placentera, aprenderás a plato. Finalmente lo consigues haciendo torpes malaba- prolongarla. Y recuerda que para creer totalmente en la sen- rismos. Misión cumplida. Llevas todo a la mesa para empe- sación que te invade habrás de adaptarte físicamente a ella; sólo zar a desayunar. entonces creerás en ella. Si tienes que presentar este ejercicio en el escenario y deseas Si dudas respecto a cuáles son los objetos o elementos que Quedan 40 páginas (38 min) en este capítulo PÁGINA 272 DE 470 58% leído debes dotar de realidades imaginadas, emplea mi regla general las gotas de ojos, las cremas, las lociones, las lacas o las locio- favorita: si no tengo un control absoluto sobre el objeto que nes de pelo o los perfumes, son reales porque tienen vida pro- necesito para mi propósito, si el objeto puede dominarme, la pia. Si los utilizas en el escenario como lo haces en la vida real, situación es peligrosa. Y todo lo que puede ser peligroso debe puede resultar caótico. Si te falla el pulso, se te puede meter el ser automáticamente sustituido por una realidad imaginada. Tú rímel en los ojos, o puedes embadurnarte de color negro los debes controlar las sensaciones y no ellas a ti. Los peligros más ojos con el lápiz o pintarte la frente por encima de las cejas, y lo evidentes son inherentes a objetos como, por ejemplo, los peor es que no tendrás tiempo para corregirlo. Los productos cuchillos afilados, navajas, licores, medicinas, planchas calien- pegajosos como las cremas, el betún para zapatos, la pasta de tes, etc., objetos que puedan dañarte físicamente. No es mi dientes, el gel de pelo y las lociones, pueden desparramarse por intención que ensayes con objetos semejantes para comprobar las manos o por el cuerpo y también manchar los muebles. Usa qué ocurre si te sucede una desgracia. Recordarás sin duda la botes y botellas vacíos, utiliza los lápices de ojos y de cejas con experiencia. Puedes recrear la realidad haciendo que un cuchillo los tapones puestos y, mediante el reclamo sensorial y un com- romo pueda estar afilado, o que una maquinilla vacía tenga hoja portamiento oportuno, conseguirás recrear las realidades que de afeitar, que el agua o el té estén calientes, que un líquido sea necesites. Tirar un bote de esmalte de uñas al suelo puede pro- amargo, o que sepa a alcohol, o a algo dulce y empalagoso, o vocar un auténtico desastre. En su lugar, yo usaría un bote de es- que la plancha esté ardiendo, por citar algunos ejemplos. Yo malte vacío y me pintaría las uñas de manera imaginaria con el nunca me tomaría una aspirina de verdad en escena por miedo a pincel seco. Mientras tanto, conseguiría oler el aroma del es- que me disminuya la energía, a que me haga sudar o atragan- malte e incluso vería el color de mis uñas; es más, corregiría tarme. En su lugar, me tomaría un caramelito como si de hecho meticulosamente la pincelada fallida sobre la yema de mis fuera una aspirina. dedos. A continuación, por reflejo, soplaría las uñas para secar- Existe otro tipo de objetos «peligrosos». Pongamos por las asegurándome de que el esmalte no se pegue a todo lo que caso que en un ejercicio, o en una obra, te preparas para una cita toque, y, también por reflejo, cogería los objetos necesarios con superimportante y tienes que maquillarte. Los objetos de cosmé- mucha delicadeza por miedo a estropearme las uñas. tica, como por ejemplo el rímel, el lápiz de ojos, el lápiz de cejas, En una ocasión encarné a Argia en la obra La reina y los Quedan 38 páginas (36 min) en este capítulo PÁGINA 274 DE 470 58% leído rebeldes, de Ugo Betti. Al final de una escena, justo antes de que se apagaran las luces, tenía que desmaquillarme. La escena si- suspender el siguiente acto, aunque la obra constaba de una sola guiente se desarrollaba el día después, treinta segundos más precisión posible, aunque las cantidades eran pequeñas. Los ali- tarde, y tenía que aparecer de nuevo maquillada. Mis amigos me mentos ni llenaban ni engordaban, pero los doté de sabores juraron que en ese segundo tenía el rostro brillante y totalmente riquísimos, acompañándolos de mantequilla y diversas salsas, desmaquillado, sin carmín ni brillo alguno en los labios y que al dulces o saladas, suaves o grumosas, frías o calientes. Al ter- poco rato volvieron a verme maquillada. Se quedaron maravi- minar el banquete, me llevé a la boca el último pedazo de tarta llados al presenciar aquel milagro. En realidad, nunca me desma- de nata, que en realidad era una montaña de yogur espeso, y el quillé. Con una toallita húmeda y un bote de crema limpiadora público arrancó a aplaudir con mucho entusiasmo. escena. De hecho, engullía, sorbía y me relamía con toda la vacío, supe recrear la acción de desmaquillarme fingiendo que Muchas veces, el actor tiene que desembarazarse de mos- me quitaba el espeso maquillaje, rebañando los extremos del cas o mosquitos imaginarios, y buscarlos entre los rayos de luz bote de crema y frotándome el rostro y el cuello con las yemas para localizarlos antes de matarlos. A veces tiene que cazar cuca- de los dedos. Después me limpié suavemente el rostro y el cue- rachas o ratones. Aunque estos animales no sean visibles ni llo de crema frotándome con una toallita húmeda, creyéndome firmemente que toda la grasa y la suciedad se quedaba impreg- tangibles, el actor tiene que imaginarlos y recrearlos creyendo nada en ella. Logré crear un efecto ilusorio. mente el camino que recorren tomando como referencia los totalmente en su existencia. Para conseguirlo, visualiza mental- Comer en el escenario también plantea algunos problemas. muebles y las paredes del escenario. Al igual que debes hacer El melocotón enlatado o el albaricoque troceado deben comerse con los objetos del cuarto lado imaginario, no ubiques a los como si fueran huevos fritos recién hechos, los pedazos de pera insectos suspendidos en medio del aire. Un insecto puede volar como si fueran ostras y los pedacitos de plátano como si fueran de una mesa hasta un cable del techo o hasta un interruptor y patatas gratinadas. En La cena del adiós, de Schnitzler, tenía que disfrutar de un banquete delicioso ocho veces por semana. Si la luego posarse sobre una mancha de la pared. O también puede comida hubiera sido auténtica, habría engordado muchísimo y camino que has visualizado y que te has imaginado mental- enfermado del atracón, y, por consiguiente, habría tenido que mente, puedes llegar a ver hasta el tamaño, el color y el zumbido aterrizar en una parte de tu cuerpo. Cuando actúas, si recorres el Quedan 36 páginas (34 min) en este capítulo PÁGINA 276 DE 470 59% leído del insecto, y también imaginar las reacciones psicológicas que sensaciones. Confía en que la atribución de realidades imagi- este bicho te provoca. Puedes ver una cucaracha en el suelo de narias que otorgas a los objetos será muy útil para ti. Tu capa- la cocina al lado del horno, o en un plato que hay dentro de la cidad de recuperación de sensaciones existe y está simplemente pila, y al cabo de un segundo verla desaparecer hacia un rincón esperando a que la actives. de la habitación. Sigue este itinerario que te has dibujado men- El término «atribuir» no se aplica únicamente a objetos talmente hasta que sientas la verdadera necesidad de aplastar la tangibles. Casi nada de lo que caracteriza la vida de nuestro cucaracha. Consejos para la presentación personaje es lo que es, «¡sino que tenemos que hacer que lo sea!». Dotamos a nuestro personaje, a sus circunstancias, a su Escoge una situación en la que te relaciones con dos o tres relación con los demás, a la hora, al lugar, a los objetos que hay objetos que hayas dotado previamente de las realidades neces- en el lugar, incluso a la ropa que lleva puesta, de las propiedades arias. Implícate con todos tus sentidos en el momento en que entres en contacto con ellos y sé coherente con tu compor- físicas y psicológicas que requiere la obra. Cuando particu- tamiento y con las circunstancias dadas. Intenta variar en la cada objeto que usas –incluso una persona– está dotado en cier- selección de los objetos, y trata de que no todos tengan que ver ta medida de propiedades necesarias. Un buen ejemplo sería: en con el sentido del gusto, por ejemplo, o con el del tacto, ni que el escenario, una rosa será de plástico o de seda, pero tiene que tampoco sean todos objetos de tipo «peligroso». Una vez que ya estar dotada de una textura, de un olor y de unas espinas para domines la técnica de dotar a los objetos de propiedades du- que sea real. También es cierto que la rosa será tratada de dife- rante los ensayos, no olvides aplicar la regla general de actuar rentes maneras si es un regalo de un amante, un detalle con el momento a momento. Persigue tu objetivo. En el primer ejemplo de este ejercicio, el objetivo consistía en preparar un buen des- que te pide excusas un colega, o un recuerdo triste del funeral de ayuno, y en el segundo, acicalarte para una cita muy importante. como si fuera una cebolla– sería el primer paso para aprender a No pases de un comportamiento a otro al tiempo que calibras la convertir una cosa en otra. Proporcionando realidades que no precisión de tus acciones, porque te arriesgas a que éstas sean existen podemos recrear sensaciones físicas y psicológicas a mecánicas y a perder la espontaneidad cuando recuperas las voluntad. Cuando la técnica funciona, nuestra acción gana larizamos un acontecimiento, cada momento que lo caracteriza, un pariente. El ejemplo que te he dado antes –usar una manzana Quedan 34 páginas (32 min) en este capítulo PÁGINA 277 DE 470 59% leído definición y verosimilitud. La realidad que evocamos es trans- todas las obras. Éstos están relacionados con los sentidos. parente; es una destilación de la verdad. Empezaré por el factor tiempo, cuando uno se percata de re- Segunda parte pente de que llega tarde. Si se supone que tengo prisa, en primer En el capítulo 6 he descrito diferentes maneras de despertarse de un sueño profundo, de bostezar, y de mostrar diferentes tipos lugar tengo que saber cuál es mi destino final y cuánto calculo que tardaré en llegar allí. Y debo también tener una idea concreta de dolor de cabeza y de cansancio; o cómo simular resfriados, de cuánto tiempo suele llevar la tarea en la que estoy ahora toses, náuseas o escalofríos provocados por cambios radicales de temperatura. Estos recuerdos de sensaciones se pueden esti- implicado. Éstos son los ejemplos que muestran cómo cambia un comportamiento según los minutos que se tarda en realizar mular con la imaginación según las circunstancias que dictan las una tarea: situaciones dadas por el dramaturgo, en lugar de tener que evo- Estoy en casa, a punto de terminar el café y el crucigrama carlas a través de objetos tangibles, como hemos aprendido a antes de salir hacia el estudio para el ensayo que empieza a hacer en la primera parte de este ejercicio. Nuestro deseo es las 9.30 h. Miro la hora. Son las 9.20 h. El estudio está a diez reaccionar genuinamente ante estas situaciones. Queremos evi- manzanas de aquí y todavía puedo llegar a tiempo. Me tar tener que ponerlas en acción o ilustrarlas superficialmente. pongo en movimiento, y me preparo físicamente para iniciar Ten en cuenta que, de hecho, son condiciones del aconte- la marcha. Dejo el lápiz sobre la mesa, la taza de café en la cimiento y no la función primordial de la escena. (Cuando Blan- pila y corro a buscar el texto y mi bolso. Voy hacia el ascen- che DuBois hace su primera entrada, llega sucia, tiene calor, y sor y por el camino cojo el abrigo del perchero mientras está exhausta emocional y físicamente después de su viaje. pienso en si habrá taxis libres a la salida de la portería de Todas estas cosas condicionan su comportamiento respecto al casa. objetivo que persigue, que es el de encontrar refugio en la casa La situación es la misma que la descrita anteriormente, de su hermana. Estos elementos no son el tema principal de la escena.) sólo que en el reloj marcan las 9.25 h. Muy apresurada y con Además, existen otros aspectos circunstanciales que condi- se caen unas cosas al suelo. Rápidamente voy a buscar el cionan e influyen en nuestra actitud y que suelen darse en casi abrigo, y vuelvo junto a la mesa a coger el bolso. Recojo sólo el crucigrama todavía en la mano, cojo el bolso de un tirón y Quedan 32 páginas (31 min) en este capítulo PÁGINA 279 DE 470 59% leído algunos de los objetos del suelo, me llevo el crucigrama en pueden percibirse a través de determinadas paredes, unos soni- lugar del texto, me pongo el abrigo y una manga se engancha dos, por ejemplo, parecidos a los que puedes producir tú mismo al pomo de la puerta. Tiro de ella y se desgarra la tela. No al envolver un regalo de cumpleaños escondiéndote de un amigo cabe duda de que ya llego tarde y empiezo a pensar en las para que no te oiga. También puedes pedirle a un amigo que se excusas que daré a los alumnos. meta en tu cama. Imagínate que duerme. Intenta vestirte en la La situación es la misma otra vez, excepto que el reloj misma habitación o buscar algo que hayas perdido sin que tu marca las 9.30 h. Me quedo mirando el reloj y no doy crédito amigo se despierte. Cuando un actor tiene que recordarse cons- a mis ojos. Llego tarde. Tengo tanta prisa y tanta rabia que tantemente a sí mismo que en la otra habitación hay otra per- dejo pausadamente el bolígrafo sobre el crucigrama encima sona o que la persona está durmiendo en la cama en tu misma de la mesa, doy el último sorbo al café y me levanto con habitación, y el actor lo hace mirando siempre en la misma mucha parsimonia. Me pongo el abrigo y me abrocho el dirección, siempre sé que no está creyendo en absoluto en las último botón con un gesto dramático. Cojo el bolso por el circunstancias. Cuando sí cree en ellas, cuando el compor- asa con decisión y me coloco el texto debajo del brazo. Salgo tamiento que manifiesta es orgánico, las sensaciones que acom- de la sala pisando firme y cierro la puerta de un golpe. pañan a la necesidad que siente de no hacer ruido suelen ser in- También puedes considerar cómo surge el comportamiento dicativas, y probablemente seguirá caminando de puntillas in- de manera natural cuando uno necesita estar calmado, una vez que sabes lo lejos que se encuentra la persona a quien no quieres cluso cuando haya acabado el ejercicio. Lleva la calma en su molestar y cuando tienes una expectativa de lo que crees que ejecuta. Asegúrate de que la necesidad de llevar a término una ésta puede oír cuando se encuentra a una distancia determinada tarea (envolver un regalo o encontrar un objeto perdido) susti- de ti. Trata de recrear esta situación en casa. Pídele a un amigo que colabore en este experimento y que se meta en una habi- tuye a la necesidad de no hacer ruido, de lo contrario nunca tación. Si tu casa consta únicamente de una pieza, pídele que se el escenario porque te da miedo que el chirrido de la puerta al encierre en el lavabo y que se lave las manos o se peine. En se- abrirse moleste a la persona que está dentro. interior y eso queda reflejado en cada una de las acciones que conseguirás tu objetivo. Incluso puede costarte mucho entrar en guida te harás una idea, precisa o no, del tipo de sonidos que Es posible que en una escena de la obra tengas que entrar Quedan 30 páginas (29 min) en este capítulo PÁGINA 281 DE 470 60% leído en una habitación a oscuras, y que debas andar a tientas hasta que dicta las realidades que necesita. (Se puede aplicar el mismo que encuentras el interruptor de la luz. Por el camino puedes principio en el caso de la ceguera, con la pequeña diferencia de golpearte con un mueble. O a veces, en mitad de una escena, las que la persona caerá en la costumbre de ayudarse de los otros luces se apagan y tienes que quedarte a oscuras durante un largo sentidos para llevar a cabo sus acciones, acciones que realizará rato mientras la escena sigue su curso. En la mayoría de los con bastante facilidad. El actor aprenderá a dirigir su oído mejor casos, el director se encarga de que tengas luz suficiente en el que su ojo hacia la persona que le está hablando.) escenario para que el público vislumbre tu figura. Tu responsabilidad es dar credibilidad a las acciones que ejecutas para El estado de embriaguez es muy común en innumerables comedias y tragedias. Parece ser que sigue siendo una trampa conseguir una sensación de oscuridad total. para muchos actores, incluso los mejores, ya que no logran otra En una ocasión, de camino al baño, a oscuras en mitad de la cosa que interpretar estereotipos. Es evidente que cuando esta- noche, me di cuenta de que mis ojos estaban abiertos como pla- mos borrachos es difícil recordar nuestros actos. Si nunca nos tos. Al principio creí que los abría tanto porque quería ver mejor hemos emborrachado, lo único que sabemos hacer es imitar el en plena oscuridad. Después me di cuenta de que me ocurría comportamiento de las personas ebrias. La ebriedad afecta de todo lo contrario. La acción de abrir los ojos completamente empobrecía mi capacidad visual todavía más, de manera que mi diferente manera a cada persona. Puede causar desde un estado atención se centraba en aumentar mi sentido del tacto y del oído. bal. A la mayoría de gente le afecta de manera psicológica; unos Puse toda mi atención en mis manos, en mis pies y en mis oídos se vuelven ruidosos, polémicos y descaradamente hostiles y para orientarme mejor en la sala y encontrar el camino apro- otros estúpidos, tontos y risueños. Algunos se deprimen y lloran piado. Prueba esta técnica, en primer lugar con las luces apa- y se muestran sentimentales o sensibles. En una obra, estos gadas y después con las luces encendidas. En seguida serás aspectos están determinados por el escritor en las indicaciones capaz de toparte con una silla en el camino, a pesar de que, con de dirección, en las descripciones de la personalidad de los la luz encendida, verás claramente que está en medio de tu personajes y, por supuesto, en los parlamentos que éstos expre- campo de visión. (Te creerás que no puedes ver si te fías de tu san. A pesar de que existan tipos de embriaguez que no conoces sentido del oído y del tacto.) Éste es otro ejemplo de un actor por experiencia propia, puedes hacer real cualquiera de ellos. de alegría chispeante hasta uno de descoordinación física y ver- Quedan 28 páginas (27 min) en este capítulo PÁGINA 282 DE 470 60% leído Empezaré por llevar a la práctica algunas reacciones psico- para la tos con codeína o de incorporarte demasiado rápida- lógicas que produce el estado de embriaguez. Por ejemplo, si a mente desde una posición horizontal. El tipo de adaptaciones un comentario inofensivo se le da una intención maliciosa, uno que aplicarás para superar este estado dependerá de lo que estés puede fácilmente sentirse atacado, porque ha encontrado el mo- haciendo cuando te invada la sensación, y de la parte del cuerpo tivo de la ofensa del perpetrador. De la misma manera, si te imaginas que los labios de una mujer están mal pintados o que se que haya sido más afectada. Si estás sentado, haz que la cabeza te pese. Imagina que la cabeza te da vueltas y deja que ella sola ha calado un sombrero totalmente torcido, aunque no sea cierto, se incline hacia adelante hasta que necesites aguantarla con una o si el aspecto de una persona te recuerda a un macaco, o si sola mano o hasta que tengas que apoyar el codo en una mesa haces muecas frente a un espejo, todo ello puede provocarte un para sostener su peso. Sentirás sueño y la cabeza embotada y te ataque de risa. Si estamos bebidos o achispados, hablamos resultará difícil enfocar la vista, y llegará un momento en que ten- demasiado y no prestamos atención a los demás y si creemos drás que esforzarte mucho para estar alerta. Si imaginas que ves que nadie nos comprende y el mundo nos ignora es porque esta- borroso el cenicero que tienes a unos palmos de distancia, ten- mos concentrados sólo en nosotros mismos. Si nos sentimos drás que enfocar la vista prolongando la acción de apagar un melancólicos y nos regodeamos en nuestra desgracia, es que estamos dando una importancia desproporcionada a nuestros cigarrillo. Si estás de pie, o te desplazas de un lugar a otro, trata de sentir fragilidad en las piernas. Déjate llevar por la sensación problemas (una importancia que podemos llegar a hacer real). durante un rato hasta que sientas la necesidad de estirar las pier- Tanto las reacciones irracionales de esta índole como las peque- nas de nuevo y de enderezarte para no caerte. Si supuestamente ñas cosas que le ocurren a uno cuando está borracho pueden ser recreadas en concreción por el actor mediante las fuentes de has de tener problemas para articular las palabras, imagina que te pesa la lengua o que la tienes hinchada, o que no controlas los transferencias que se aplican a las circunstancias dadas. labios. Cuando sientas estas sensaciones, intenta hablar con cla- Si nunca has experimentado una borrachera, puedes extraer ridad y articula lo mejor que sepas. En el momento en que el al- las sensaciones físicas de otras situaciones y transferirlas a los cohol empieza a causarnos efecto y nos sentimos achispados, acontecimientos que requiere la obra. El mareo es un estado bas- manifestamos una cierta distensión en nuestro comportamiento. tante común y conocido, sea fruto de una fiebre, de un jarabe Nos volvemos un poco descuidados. Ensaya algunos de estos Quedan 26 páginas (25 min) en este capítulo PÁGINA 284 DE 470 60% leído ejemplos. Busca también tus propios recursos y trabaja con necesidad de encontrarlo puede hacerte abrir el cajón de golpe a aquellos que sean para ti más sugerentes a nivel sensorial. Es pesar de que sabes perfectamente que chirría y que emite un posible que mediante una sola reacción psicológica apropiada y ruido muy desagradable cuando lo haces. El chirrido será una una sensación física en particular, puedas dotar de un gran sen- buena manera de recordarte que no debes volver a hacerlo. Si tido de realidad a todo aquello que experimentas, hasta que las tienes que peinarte para acudir a una cita, pero tienes dolor de sensaciones que acompañan a este estado surjan de manera cabeza, mientras estás pensando en la persona tan maravillosa a natural y orgánica. la que vas a ver te olvidarás del dolor hasta el momento en que Puedes recrear una sensación de resaca mediante el mismo te lleves el cepillo a la cabeza y empieces a desenredarte el pelo, proceso. Aunque nunca hayas experimentado esta sensación, te pues los tirones te recordarán la intensidad del dolor. Es muy basta con saber que en este estado uno tiene náuseas y dolor de posible que después vuelvas a recordarlo cuando te agaches a estómago, mal sabor de boca, dolor de cabeza y embotamiento, recoger el cepillo del suelo que antes se te había caído. Dicho de y que uno se siente hipersensible ante la luz y el ruido, además otro modo, no exijas que los estados sean siempre los mismos o de querer beber constantemente agua, zumo o leche, ya que está que tengan el mismo nivel de intensidad en el transcurso de una deshidratado. Como ya conocemos estas sensaciones, sea in- acción. dividualmente o combinadas, podemos transferirlas a este es- Consejos para la presentación tado de resaca. (El mareo que provoca la altura produce unos Si el ejercicio de reclamo sensorial es nuevo para ti o la téc- síntomas idénticos.) nica te resulta muy difícil, plantéate este ejercicio de la siguiente Te darás cuenta en seguida de que ni uno solo de estos manera: para empezar define un acontecimiento como lo harías estados es estático y que la intensidad de cada uno de ellos en un ejercicio. Supongamos que quieres crear una atmósfera puede variar mucho. También puede producirse algo que se muy íntima para la cena que compartirás en casa con una per- anteponga a cualquiera de estos estados y que haga que te olvi- sona muy importante para ti. Seguramente comprarás unas flo- des de él hasta que una acción particular vuelva a remitirte al es- res, encenderás una vela, vigilarás muy de cerca lo que estás tado inicial. Por ejemplo: si estás buscando tu talonario en el cocinando, enfriarás el vino, etc. Ensaya siempre asegurándote escritorio junto a la cama donde hay una persona durmiendo, la de que has particularizado cada detalle. Cuando todo ya sea real Quedan 24 páginas (23 min) en este capítulo PÁGINA 286 DE 470 61% leído para ti y puedas repetirlo con total espontaneidad, vuelve a traba- de levantar de la cama después de «pecar» con una mujer de du- jarlo añadiendo un nuevo elemento a tu estado. Puedes empezar imaginándote que tienes mucha prisa. Has llegado a casa media dosa reputación. Ella le ha pedido que busque su pintalabios e hora más tarde de lo que esperabas, tu invitado llegará dentro de que su compañero de habitación, que está a punto de llegar, la veinte minutos y todavía tienes que acicalarte. Fíjate en cómo el descubra y que la propietaria del edificio, que vive en el piso de factor tiempo influye en todas tus acciones. Cuando este nuevo abajo, se entere de que ha estado allí. En la habitación no hay factor esté integrado con total normalidad en tu trabajo, ya pue- calefacción y ambos están a oscuras porque él no quiere encen- des presentar el ejercicio en clase para que sea evaluado. La pr- der la luz. Mientras busca el pintalabios, vuelca una jarra llena de óxima vez que practiques este ejercicio en la misma situación o agua. El agua se derrama por la mesa y moja también sus zapa- en otra, añade más de un factor a tus circunstancias. Si ya tienes tos y sus calcetines. Si el actor no anticipa las acciones y actúa experiencia en el reclamo de sensaciones, añade más de un fac- momento a momento, debe buscar el pintalabios, condicionado tor la primera vez que trabajes en ello. En el transcurso del acon- por la prisa que tiene por desembarazarse de la mujer. Está a tecimiento que acabo de describir, puedes tener prisa, dolor de oscuras. Tiembla de frío, se empapa de agua y tiene que intentar cabeza o tortícolis y tener mucho calor porque es el mes de julio y no tienes aire acondicionado. no hacer ruido. Hace ya tiempo que decidí que los ejercicios de calentamiento de reclamo de sensaciones eran muy preferibles a Si crees que incorporar varios elementos simultáneamente estar esperando a que me contrataran para representar un papel te exige demasiado o te obliga a hacer demasiados malaba- y así refinar esta técnica y solventar sus problemas únicamente rismos, recuerda que los estados de embriaguez, de resaca y los en los ensayos. insiste en que no puede irse sin antes pintarse. Él tiene miedo de resfriados suelen requerir que uno manifieste distintas sen- Vuelvo a insistir en que si trabajar simultáneamente con va- saciones como dolor de cabeza, náuseas, mareo, vista borrosa, rios estados te inquieta, altérnalos durante los ensayos de la si- dolor de huesos, tos, ojos llorosos y mucosidad. Ten en cuenta guiente manera: empieza con el que te resulte más fácil, tal vez el todas aquellas obras que te exigen que manifiestes simultá- que te obligue a estar calmado. Ensaya las acciones, investiga en neamente reacciones sensoriales de todo tipo. En el comienzo cómo te influye la sensación hasta que la incorpores totalmente de la obra A Bedtime Story, de Sean O’Casey, un joven se acaba a tu comportamiento, hasta que se manifieste en ti casi por Quedan 22 páginas (21 min) en este capítulo PÁGINA 287 DE 470 61% leído cabo las acciones de manera creíble abarcando estos dos ele- 16 Sexto ejercicio: Cómo recrear los exteriores en el escenario mentos, añádeles un tercero, por ejemplo, una sensación de Un actor, sin la ayuda de un escenógrafo, es capaz de crear un náusea. Para este ejemplo he escogido la sensación de náusea paisaje entero en un escenario desnudo. Puede contemplar un intencionadamente porque es difícil manifestarla de manera sub- amanecer en el mar o una puesta de sol en el campo, mirar a la consciente, o por reflejo, ya que normalmente exige mucha con- cima de una montaña o a un valle hundido en las profundidades. centración y un gran esfuerzo para controlarla. Puede tambalearse al borde de un precipicio o sobre las rocas reflejo y no necesites ser consciente de ella. Repite la acción y añádele el factor de oscuridad o de prisa. Cuando puedas llevar a Evidentemente, este ejercicio debe repetirse en clase una y que se levantan en medio de un río caudaloso. Puede convertir el otra vez, en diferentes situaciones y combinando los elementos suelo en arena, grava, barro o hierba. Puede hacer que llueva o en cada una de ellas, de manera que, cuando abordes este tipo nieve, que un vendaval le azote o que una brisa fresca le acaricie, de problema en las obras que vas a representar, sepas rápida- que el sol le ciegue o le tueste en la playa: todo ello a través del reclamo de sensaciones y de los ajustes corporales a los ele- mente cómo solucionarlo. mentos imaginados. Empezaré por la relación física que mantienes con el espacio. Mediante un pequeño movimiento del cuerpo puedes hacer que una cosa esté lejos o cerca de ti, que se alce por encima de ti o que se encuentre por debajo. Aunque parezca mentira, me di cuenta de esto trabajando en interiores. Tú mismo puedes practicar esta técnica en casa y después aplicar las mismas reglas en el exterior. Si tu apartamento se encuentra en los pisos superiores de un edificio, dirígete a la ventana y comprueba si puedes ver al invitado que esperas andando por la calle, ese que siempre llega tarde. Fíjate en lo que hace tu cuerpo: si estás de pie, Quedan 20 páginas (19 min) en este capítulo PÁGINA 289 DE 470 61% leído colocado en un ángulo determinado, fíjate en cómo el peso de tu espejo. Retrocede unos pasos, hasta que veas el dobladillo de tu cuerpo recae sobre el pie más cercano a la ventana, cómo incli- falda reflejado en él y comprueba que no tenga pliegues.(Si eres nas hacia adelante el torso, cómo oscila tu cuello cuando miras un hombre, fíjate en que los pantalones no te hagan bolsas por hacia abajo y cómo tu cabeza se mueve hacia la derecha o la iz- encima de las rodillas.) Te darás cuenta de que tendrás que esti- quierda, dependiendo de por dónde crees que va a llegar tu invi- rar el torso o ponerte de puntillas para ajustar tu campo de vi- tado. A continuación apártate de la ventana y utiliza el respaldo sión respecto al marco del espejo, retrocediendo y avanzando de una silla como repisa de la ventana, no de una manera mecá- hasta dar con la postura correcta. Una vez hayas asimilado los nica sino con la misma intención: localiza a tu invitado, visualiza gestos, movimientos y sensaciones corporales, repite la acción la calle y recrea su llegada. Desde la misma «ventana», fíjate en frente al marco de la puerta como si fuera un espejo imaginario. lo que hace tu cuerpo cuando quieres descubrir qué hace un La distancia que te separa del espejo ya es real. helicóptero suspendido en medio del cielo o por qué sale humo La autoobservación es el acto fundamental para realizar correctamente los ajustes corporales de distancia, altura y profun- del último piso del edificio de enfrente. Fíjate en qué ocurre cuando te miras en el espejo, en qué didad. Para este ejercicio no tienes que establecer una duración hace tu cuerpo cuando te acercas a él a comprobar si has disi- determinada de tiempo. Integra esta técnica en tu vida cotidiana. mulado bien esa mancha que tienes en la mejilla. A continuación Ensaya en la calle, en un parque o en las excursiones que hagas da media vuelta y fíjate en la parte superior del marco de la puer- al campo, a la playa o a la montaña, y comprueba cómo son tus ta como si fuera el espejo. Sin acercarte más (todavía con el reacciones en contacto con la naturaleza. No tardarás en aprender que cuando el cuerpo te dice la verdad, tendrás confianza en objetivo de mirar la mancha que tienes en el rostro), repite los movimientos y ajustes corporales previos a esta acción. Encorva ligeramente los hombros, estira el cuello hacia adelante, inclí- tus acciones, y cuando dice una mentira, no creerás en ellas. Aplica los principios de cómo establecer tu relación con el nate hacia un costado para ver mejor, y tócate ligeramente la espacio a través de la recreación de ajustes corporales en todas mancha que te imaginas que tienes en la mejilla. Creerás firmemente que tienes un espejo delante de ti y que tu rostro aparece las escenas que se desarrollen en exteriores. Cuando era una actriz joven, no me resultaba difícil descubrir el comportamiento fí- reflejado en él. Busca una relación espacial diferente con el sico adecuado cuando me hallaba entre las paredes de una Quedan 18 páginas (17 min) en este capítulo PÁGINA 290 DE 470 62% leído habitación con puertas, mesas, sillas, sofás y escritorios. Sin em- colega está dispuesta y el clima es favorable, hacer un primer en- bargo, me sentía muy impotente cuando el director me daba in- sayo en un parque. Las dos opciones os ayudarán a definir el en- dicaciones de que la acción se desarrollaba en exteriores, en un torno (el tipo de árboles, arbustos, el alambrado, los parterres de patio o en un jardín. Me quedaba inmovilizada en el lugar de es- flores, tal vez una fuente, y los caminos que conducen a este cena, rodeada de un vacío aparente, o si trataba de visualizar el lugar) y os será posible imaginar el perímetro que ocupará vues- espacio, me desesperaba porque no tenía ni la menor idea de tro escenario, es decir, vuestro espacio concreto en el parque. por dónde empezar. En primer lugar tuve que aprender a recrear Consecuentemente, tendréis claros cuáles son vuestros puntos un paisaje en el escenario aplicando el mismo procedimiento de de destino. Sabréis de dónde venís, qué hacéis sentadas en el cómo recrear el cuarto lado²⁸, con la única diferencia de que banco, qué dirección tomará la amiga cuando amenaza con irse, debía ubicar mis objetos de referencia en los cuatro lados del y dónde anclaréis la mirada cuando buscáis a los chicos, entre escenario. otras cosas. Si también concretáis el tiempo que hace, si hay Utilizaré un ejemplo muy sencillo de One Sunday Afternoon, de James Hagan. La obra se desarrolla en el año 1930 y la escena insectos, ardillas o pájaros, si pisáis césped, arena o grava, sur- en particular ocurre «en un parque». En el escenario hay un podréis experimentar. girán infinitas posibilidades de cómo comportaros con las que «banco rústico». Una chica joven espera junto a su amiga la lle- Consejos para la presentación gada de un joven que vendrá con un compañero al que quieren Este ejercicio, además de poner a prueba tu capacidad senso- presentar a una amiga. Ambas están esperando entusiasmadas rial y tu poder imaginativo, está diseñado para examinar cómo reaccionamos frente a la naturaleza y no sólo cómo nos sentimos que se produzca el encuentro. La amiga tiene mucho miedo de que su madre se entere de los tejemanejes que se lleva entre manos y amenaza constantemente con marcharse. Las chicas respecto a las maravillas que ésta nos ofrece. Para empezar, escoge una situación que se desarrolle en un lugar determinado están expectantes hasta que finalmente ven llegar a los chicos a del exterior. Si decides que suceda en la playa, en primer lugar lo lejos. El trabajo preliminar que has de hacer para representar define tu objetivo, por ejemplo, el de bañarte en el mar. El hecho esta escena es pensar en una zona concreta de un parque que de que escojas la playa para disfrutar del paisaje y del aire fresco conozcas y transferirla al escenario. O sería incluso mejor, si tu no tiene que ser el factor primordial de tu decisión. Selecciona Quedan 16 páginas (15 min) en este capítulo PÁGINA 292 DE 470 62% leído todas las cosas que necesitas para una ocasión como ésta, inclu- la toalla cuando te tumbes? Antes de acomodarte sobre la toalla yendo tu atuendo: una toalla o una manta, un sombrero, unas y estirar la espalda sobre la arena, ¿qué posición respecto al sol gafas de sol, una crema para el sol y unos artículos como pue- escoges si deseas que los rayos abrasadores no caigan sobre tu den ser unos libros y unas revistas de crucigramas. Recrea el pai- frente? ¿Cómo vacías tu bolsa de pertenencias, cómo impregnas saje. Si tienes un mar chispeante delante de tus ojos (en el cuar- tu cuerpo de crema, cómo te comes el bocadillo lleno de gra- to lado), presta atención a cómo yergues el cuerpo cuando divi- nitos de arena? Te integrarás plenamente en la naturaleza en el sas un barquito de vela que navega al vaivén de las olas en el momento en que empieces a tratar con estas realidades llevando horizonte. Si estás en la orilla del mar, mete un dedo del pie en a cabo tus acciones. el agua para comprobar la temperatura. Retrocede de un salto Si escoges un bosque o un prado como lugar de acción, o cuando la marea esté a punto de cubrirte los pies. Aunque el pai- una ladera o la cima de una montaña, recuerda que para saber saje que se extiende a tu derecha y a tu izquierda no afecta a tu cuáles son tus ajustes corporales correctos respecto al espacio y comportamiento, ten en cuenta que puede otorgar más credi- tus reacciones psicológicas en relación con los elementos, tie- bilidad al lugar donde te encuentras. A tu derecha, imagina a lo lejos una familia jugando a la pelota en la arena, y a tu izquierda, nen que estar basados en una tarea con un propósito concreto, como por ejemplo, acampar en la hierba o tomarse un descanso una pareja abrazándose sobre una toalla. Al dejar el paseo enta- a mitad de una caminata. rimado de la playa y pisar la arena por primera vez, es posible Empieza a ensayar provisto de tus objetos y del atuendo que te quemes la planta del pie porque está muy caliente. O bien necesario, como por ejemplo una cesta para el picnic o una mo- cabe la posibilidad de que al regresar de tomar un refresco a la chila. Escoge el lugar que deseas para instalarte, desempaqueta y sombra, traigas un bocadillo y una bebida que añadirás a tu lote da un trago a tu cantimplora. Quítate las piedrecitas de los zapa- de provisiones. ¿Cómo caminas sobre la arena suave, concre- tos, o la venda que protege la ampolla que te ha salido en el pie, tamente si está caliente, mientras buscas un lugar donde insta- cómete el bocadillo, deshazte de mosquitos e insectos, asómate larte? ¿Cómo extiendes la toalla y la fijas sobre la arena pisando a un precipicio a contemplar el paisaje y localiza los caminos con unos objetos las cuatro esquinas para que no se vuele con el que conducen al lugar donde te encuentras. Busca el posible ras- viento? ¿Cómo te sacudes la arena de los pies para no ensuciar tro de un excursionista que se dirija al mismo lugar donde estás Quedan 14 páginas (13 min) en este capítulo PÁGINA 294 DE 470 63% leído tú, etc. o de charcos a cada tramo, o de barro y polvo, o invadido de gra- Incluso cuando te diriges conscientemente a tomar el aire al villa de manera que se te meten piedrecitas en las sandalias y patio de tu casa, o sales al jardín a ver las flores, procura que tu además crecen ortigas a cada extremo del camino, entonces po- cuerpo nunca esté bloqueado o inmóvil, sino que tenga un obje- drás descubrir y recrear los ajustes físicos adecuados a ese espa- tivo y un cometido que hacer. Es probable que salgas con una cio. Si la hierba es simplemente hierba, no condicionará de ma- taza de café en las manos y te sientes en un escalón de la en- nera importante tus acciones (y en algunos casos ni siquiera es trada para dar un sorbo. Tal vez te llevas la basura para meterla necesaria), pero si está recién cortada y huele a hierba mojada, o en el cubo y echas un vistazo a través de la verja a la casa de los si está húmeda y blanda después de la lluvia, o si el prado está vecinos para comprobar si han arreglado el patio, o puedes tam- lleno de montículos, de claros, de hormigueros, o bien, supo- bién acercarte a tu árbol favorito para ver si hay que podarlo, niendo que estés en un parque público, sólo ves excrementos de todo ello «mientras tomas un poco de aire fresco». Cuando perros y pájaros, tendrás inevitablemente que adaptar tu cuerpo, paseo por el jardín de mi casa, siempre llevo unas tijeras de tus gestos y tus movimientos a las condiciones de estos entor- podar en la mano para arrancar la maleza que invade las plantas nos mientras caminas o mientras te sientas a descansar. y esto es lo que añade «placer» a mi actividad. Para este ejercicio, como estoy convencida de que cuando El clima también condiciona el terreno que hay debajo de tus pies. Ya conoces las influencias psicológicas que el clima mis pies saben dónde pisan y qué hacen, y creo firmemente que puede ejercer sobre ti: sabes cómo un día sombrío puede hun- estoy en ese lugar, te pido que examines detenidamente qué hay dirte anímicamente y un día soleado puede hacerte sentir pletó- debajo de tus pies, porque suele estar relacionado concretamente con tus acciones físicas en ese espacio. En el caso de la rico. En interiores ya sabes cómo trabajar en condiciones de playa, la arena se materializará en el momento en que sientas su nica de reclamo de sensaciones y trabajas con ellas, puedes re- calor y suavidad, su humedad y su frescura, o su dureza a me- crear un diluvio o una llovizna, una tormenta de agua que anega dida que te acercas a la orilla del mar. Si estás caminando por un los caminos o que cae a chorros por los desagües, una ventisca camino forestal cuyo terreno es liso y suave, no afectará a tus de nieve o unos algodonosos copos blancos que caen lenta- acciones. Pero si el camino es accidentado y está lleno de surcos mente y se derriten en la lengua o en tus mejillas, o el aguanieve calor, de frío o de una humedad helada. Si aplicas la misma téc- Quedan 12 páginas (11 min) en este capítulo PÁGINA 295 DE 470 63% leído que cae sobre las calles y que te corta la piel del rostro, un ven- ¡Bufad, vientos, y haced que estallen vuestras mejilla- daval que te zarandea y te hace perder el equilibrio mientras suje- s!¡Rugid de tas fuertemente tu sombrero que está a punto de salir volando, o [rabia! ¡Bufad! una brisa suave que te acaricia el rostro y te alborota ligeramente ¡Vosotras, cataratas y trombas, diluviad el cabello a la que te abandonas con placer. Siempre que estás hasta que hayáis sumergido nuestros campanarios, y anegado los en el exterior, obsérvate detenidamente. No olvides estar alerta a las partes del cuerpo más sensibles al clima y a los gestos y [gallos de sus veletas! movimientos que haces para protegerte en unos casos o para (El rey Lear III.2.) disfrutar en otros. Fíjate en la importancia que tiene la ropa que El último consejo para la presentación: si repites las acciones llevas, en cómo la manejas y, en caso de que haga mal tiempo y sin que broten naturalmente de tus sensaciones o si tu intención lleves un paraguas, en cómo te las arreglas para transportar la es la de demostrar al público tu capacidad para recrear reali- bolsa de la compra y el bolso o la cartera. No necesitarás efectos dades que no existen, por muy hábil y preciso que seas en la especiales para conseguir que los elementos de la naturaleza elaboración de tu técnica sólo conseguirás llevar a cabo una resulten verosímiles para ti y para el público. interpretación superficial, insustancial y rutinaria. Una vez que hayas presentado repetidas veces estos ejercicios en clase con diferentes paisajes y en distintas condiciones, empezarás a ser capaz de abordar las escenas de Shakespeare que se desarrollan en plena calle, en las murallas de un castillo o en los jardines de un palacio. Sabrás cómo actuar sin miedo a caer en posturas artificiales y estáticas y te darás cuenta de que las palabras brotan de un cuerpo animado. Si tienes que encarnar al rey Lear, sabrás cómo desafiar a los elementos con total credibilidad en la tormenta que te rodea, y recrear las sensaciones que el siguiente texto te exige: Quedan 10 páginas (9 min) en este capítulo PÁGINA 297 DE 470 63% leído 17 Séptimo ejercicio: Cómo ocupar el tiempo mientras esperas paralelas en mi vida real: ¿cuándo he estado yo de pie, parada en En los ejercicios anteriores te he pedido que particularizaras el casa, en el exterior, esperando a alguien o buscando un taxi, un mobiliario en interiores y que establecieras puntos de referencia autobús, o bien esperando el metro. Empecé a investigar sobre en exteriores para definir tus destinos con una lógica. He subra- aquello que me hacía estar ocupada física y psicológicamente yado que el uso de objetos tangibles es uno de los medios que mientras esperaba. Tú debes hacer lo mismo cada vez que te en- facilitan tus acciones y que intensifican el aspecto sensorial y la cuentres en esta situación. Si te observas detenidamente enten- creencia en las realidades imaginadas. En el ejercicio anterior he derás qué es lo que condiciona tu comportamiento y qué es lo abordado la técnica de recreación de exteriores en el escenario y que vas a necesitar para recrearlo. de cómo ocuparse en una tarea física, como por ejemplo la de Consejos para la presentación manejar objetos diversos (como el atuendo de playa o una mo- Fíjate en lo que haces mientras esperas cuando crees, equi- chila llena de cosas). Sin embargo, el actor debe abordar las difi- vocadamente, que no estás haciendo nada. Piensa en cuáles son cultades que surgen en un escenario vacío cuando una escena no requiere una ocupación física determinada ni tampoco los tus ocupaciones internas y externas cuando tienes una mínima algún lugar y sin tener una misión física concreta que hacer, aparentemente inactiva? Suele ocurrirme cuando estoy sola, lejos de objetos tangibles necesarios y el director, el escritor y el escenógrafo equipan al actor únicamente con un arco abovedado o una dependencia de objetos tangibles. Cuando hayas escogido una situación particular y el lugar y la hora en que la acción se columna, una plataforma o el muñón de un árbol. Incluso des- desarrolla, deshazte de todo excepto de los objetos esenciales, como por ejemplo la ropa, el bolso o la cartera. Evita escoger pués de haber creado una relación física con el espacio imagi- situaciones que requieren una variedad de actividades «intere- nado, el actor suele sentir un vacío que le hace posar o echar santes», como regresar de un viaje, del que llegas cargado de li- mano de recursos artificiales porque no sabe qué hacer con su cuerpo en esa situación mientras persigue un objetivo bros y maletas, o aparecer cargado de paquetes y bolsas después psicológico. A fin de resolver este problema, he buscado situaciones ciones climáticas extremas porque los objetos y las acciones que de un día compulsivo de compras. No escojas tampoco condirequieres para protegerte contra los elementos no permitirán que Quedan 8 páginas (8 min) en este capítulo PÁGINA 298 DE 470 63% leído resuelvas el problema que planteo aquí. Ten en cuenta también que si en el lugar que escoges hay un espacio en el que puedes Has de saber qué ropa llevas puesta y cómo afecta ésta a tu comportamiento. Para que entiendas por qué subrayo constante- acomodarte o sentarte a reposar vas a evitar las dificultades téc- mente la influencia que ejerce la ropa sobre ti en este ejercicio de nicas que se supone que debes superar en este ejercicio. la espera, te pido que consideres cuán diferente resulta tu com- Éstas son las cosas que necesitas definir: antes de transferir portamiento si vas vestido de gala para ir a la ópera, o si llevas el espacio imaginario al escenario donde actúas y de anclar los ropa de deporte para ir al gimnasio, o si te has vestido para acu- objetos de referencia en los cuatro lados que te rodean, trata de dir a una audición o para ir de rebajas a unos grandes alma- conocer en detalle, repito, el lugar en el que te encuentras: si es cenes. Además, cada prenda que cubre tu cuerpo tiene un valor un parque, la esquina de una calle o el andén del metro. Deter- histórico personal. Sin prestar atención de manera consciente, ya mina tu relación física con el espacio como has hecho en el ejer- sabes por qué te gusta o no te gusta una cosa, por qué estás cicio anterior. Has de saber cuál es el objetivo de tu espera. Es el orgulloso o te avergüenzas de ella, sea vieja o nueva, realce o eje de todas tus acciones. Has de saber de dónde vienes y adón- deteriore tu imagen, esté limpia o sucia, o te resulte cómoda o de piensas ir después, al igual que qué es lo que acaba de ocurrir incómoda. Todos estos elementos condicionan intuitivamente tu relación con las prendas y tus ajustes físicos y psicológicos a y qué esperas que ocurra más tarde. Necesitas saber del pasado y de las expectativas sobre el futuro por la cuestión de tu ocupación interna. Has de saber por dónde llegará la persona o el coche que esperas. Ubica con exactitud el punto al que miras mientras esperas, y la zona exacta por donde crees que verás lle- ellas. Una vez que hayas desenterrado estos recursos tan poderosos para inducirte un estado anímico, te darás cuenta de que, por ejemplo, una de las dificultades que surgen cuando sales de gar a lo lejos a quien esperas mediante objetos de referencia, la casa de Olivia en Noche de Reyes es que vistes prendas renacentistas y que te has puesto un «disfraz» en lugar de su ropa. como por ejemplo señales que imaginas que hay en la calle o un Por lo tanto, no has conferido al disfraz ningún valor histórico. cubo de basura que ves a unas manzanas de distancia. Utiliza la Después de haberte descrito los pasos necesarios en los lucecita que se enciende en la curva del túnel por donde llega el que basar la práctica de este ejercicio, te describiré un ejemplo metro. Establece tus ajustes corporales respecto a las distancias personal: Son las ocho en punto de la mañana de un plácido lunes concretas que fijes. Quedan 6 páginas (6 min) en este capítulo PÁGINA 300 DE 470 64% leído de octubre. Voy al médico para una revisión anual, contenta comprobar si circulan taxis por esta dirección, vuelvo a que- de haber conseguido la primera visita de la mañana. Llevo un darme de pie en el cruce. Veo la cafetería que hay en la acera elegante conjunto azul formado por un jersey y unos panta- de enfrente y sueño con el desayuno que todavía no he po- lones, unos zapatos negros y un bolso negro. Después de dido tomar. Pienso en cómo va a reaccionar el doctor al unos infructuosos minutos de espera frente a un edificio de comprobar cuánto he engordado y me fijo en mi barriga. La Washington Square, me dirijo al cruce entre Waverly Place y oculto hacia adentro. Me fijo en si mis zapatos están bien la Sexta Avenida a ver si tengo más suerte y encuentro un abrochados. Sí lo están, pero he llegado a la conclusión de taxi. Me detengo en la esquina y me quedo mirando la calle. que necesito unos nuevos. Advierto la existencia de una grie- Casi no hay tráfico. Unos coches se detienen delante del ta en la acera e intento caminar paralelamente a ella sin semáforo en rojo cerca de la tienda Lamston, a dos man- tambalearme. Me acuerdo de la última vez que cogí un taxi y zanas de donde estoy. No hay ni un solo taxi. Como tengo de los gritos que dio el conductor cuando le entregué un bi- un poco de reuma en la rodilla derecha, dejo que el peso re- llete de veinte dólares. Acto seguido decido abrir el bolso y caiga sobre mi pierna izquierda y ajusto el asa del bolso comprobar si llevo cambio en el monedero. Tengo un billete sobre mi hombro porque no está bien puesta. Pienso en mis de diez dólares. Cierro el bolso y me lo cuelgo del hombro axilas: ¿tendría que haberme depilado para ir a ver al doctor? otra vez. El tráfico ha aumentado. Avanzo unos pasos hasta Resulta que en casa no había agua caliente. Me pregunto si dejar atrás la esquina y conseguir más visibilidad. Estiro el ya habrá agua caliente cuando mi marido llegue a casa con cuello hacia adelante y puedo ver un taxi a lo lejos. Está ocu- ganas de darse un baño. Miro otra vez a ver si veo algún taxi. pado. Después de retroceder y subir a la acera de nuevo, veo No hay suerte. Avanzo unos pasos hacia la entrada de la una cana sobre la manga de mi chaqueta. La cojo con la estación de metro que está detrás de mí, al lado del banco, y punta de los dedos y la dejo caer en el aire. Pienso en los pla- me planteo la posibilidad de coger el metro. Descarto esa nes que tengo para esta tarde, etc. posibilidad, me detengo frente al banco, me miro en el re- Si quisiera anotar este ejercicio, debería estructurarlo en una flejo del cristal y me enorgullezco de mi elegancia, me arre- secuencia de acciones. Si deseo repetir el ejercicio, el orden de glo el pelo, y tras un vistazo rápido a Waverly para acciones internas y externas y de los objetos respectivos variaría Quedan 4 páginas (4 min) en este capítulo PÁGINA 302 DE 470 64% leído totalmente, al igual que cambiarían los puntos de atención que he bocina, o bien recrear la presencia de peatones que caminan escogido y la relación que establezco con ellos. Lo único que permanecería intacto del ejercicio sería mi llegada al cruce de la cerca de ti, caerás en la terrible trampa de actuar superfi- calle y la acción de buscar un taxi. No ordenes ni estructures producen en obras de teatro consistentes. La técnica para resol- nunca los momentos en que adviertes cada elemento y cómo ver este tipo de problemas no está relacionada con la que plan- reaccionas ante ellos, como por ejemplo una grieta en el suelo, teo en este ejercicio. cialmente. Ten en cuenta que estas situaciones casi nunca se una tienda en la calle de enfrente, los cordones de los zapatos o Una vez sepas cómo ocupar tu tiempo mientras esperas, la pelusa que hay en la ropa. Si, por pura casualidad, se repite el serás capaz de recrear la existencia de tu persona en un esce- orden en que descubres las cosas, será porque ha surgido de nario desnudo con total credibilidad durante uno o dos minutos manera lógica y no porque se ha «premeditado» con antelación. sin necesidad de realizar pequeñas actividades de «entrete- Cada cosa debe originarse partiendo de tu presencia en las cir- nimiento», sin manifestar la tensión ni ansiedad típica del actor cunstancias de un día concreto, partiendo de tu asimilación total que se aburre como una ostra mientras actúa. Te mostrarás tan del lugar donde estás y de lo que quieres de él, y partiendo de interesante y tan interesado como el gato que espera el siguiente todo aquello que sabes del pasado reciente y de las expectativas movimiento de su compañero de juego, facilitando que el flujo de atención entre los objetos internos y externos circule libre- que tienes del futuro inmediato. Debo advertirte también de que no intentes recrear objetos mente, al igual que el que circula entre los objetos principales y animados, como por ejemplo personas, animales, etc. Recuerda que he escogido una hora temprana del día en Greenwich Vi- secundarios y tus ajustes corporales a medida que brotan de las circunstancias pasadas, presentes y futuras en este lugar que has llage, una hora en que las calles están casi desiertas. Visualizo el recreado y que has dotado de un gran sentido de realidad. tráfico deteniéndose ante un semáforo en rojo. Para recrear la situación de que esperas a alguien, escoge una estación de autobuses o un andén del metro en los que no haya casi nadie, o una esquina aislada de un parque. Si tratas de obtener reacciones que te provocan los coches que circulan alborotados tocando la Quedan 2 páginas (2 min) en este capítulo PÁGINA 304 DE 470 65% leído 18 Octavo ejercicio: Hablar contigo mismo sed de autopromoción del actor no formado los ha llevado a publicar numerosos libros para actores, llamados indebi- El arte de decir un monólogo ha cobrado una importancia damente Monólogos, repletos de largos discursos extraídos de diferentes escenas de obras teatrales. Son discursos que origi- desmesurada en los principios de la técnica actoral, todo en aras de «hacer carrera artística». Cuando voy como profesora invitada nalmente estaban dirigidos a otro personaje o personajes. Siem- a las universidades, facultades y seminarios de costa a costa de Estados Unidos, incluso a las academias de artes escénicas, los respuesta. ¡Un discurso de esta índole es un diálogo! La persona a la que uno se dirige puede interrumpir con un silencio o con- alumnos presentan constantemente monólogos en lugar de testar con un bufido, con una mirada desdeñosa, con una son- escenas entre dos o más actores. Si les pregunto a los profe- risa de aprobación, con un bostezo o con un gruñido de des- sores de estas instituciones por qué ponen tanto énfasis en este aprobación, o apartándose. La continuidad de la acción verbal género que se estila tan poco en las obras de teatro, y que es casi depende de esta clase de diálogo. Esta premisa se cumple in- siempre periférico a la acción central de la obra, insisten en que cluso cuando el otro personaje actúa como caja de resonancia hasta que los actores no aprendan a decir monólogos en los cas- donde proyectar un problema personal. En caso de que, debido a tings nunca conseguirán trabajo. Y hacen caso omiso de mi respuesta cuando les digo que aunque el actor alcance la suficiente la ignorancia, a la tradición, o a cualquier absurda razón, el actor profesionalidad para obtener un trabajo, es poco probable que lo se dedique a hablar al espacio o a una silla vacía, está violando la conserve si antes no ha aprendido a interactuar con los otros verdad. Inmediatamente empieza a manifestar actitudes dignas personajes que hay en la obra. Poner énfasis en el monólogo, en del teatro más rancio y convencional. Una consecuencia intere- mi opinión, es una manera de no llegar nunca a adquirir una téc- sante de este error es que, suponiendo que al actor le surja más nica actoral. adelante la oportunidad de encarnar un papel del que haya ex- pre que haya alguien cerca, una sola palabra puede suscitar una ignore la presencia de otro personaje tal como indica el texto y El término en sí mismo suele malinterpretarse. Un monó- traído antes un parlamento para trabajar con él, este pasaje ya no logo, o soliloquio, según el diccionario Webster es «el acto de tendrá ningún valor para él. No podrá cambiar la artificialidad hablar con uno mismo». El ansia de los editores de explotar la con la que aprendió a decirlo, la misma que aprendió antaño, Quedan 68 páginas (63 min) en este capítulo PÁGINA 305 DE 470 65% leído cuando cometió la barbaridad de repetirlo una y otra vez de cas- Generación tras generación, los dramaturgos han confeccionado nuevos usos para los monólogos o los han adaptado a tos negativos de trabajar con monólogos, es decir, de insistir la moda teatral del momento. Los monólogos pueden ser poé- una y otra vez en ensayar los «solos», de crear una confusión del ticos, naturalistas, o hablar de realidades selectivas, o bien tratar término en sí y de utilizarlo incorrectamente, abordaré el desa- del desarrollo argumental o del problema psicológico de un rrollo histórico de este género y, mediante este ejercicio, inten- personaje determinado, pero normalmente, y en cualquier caso, taré prepararte lo más honestamente que sé para que puedas suelen representar una parte de los pensamientos del personaje. decir un monólogo cuando te lo propongan para un trabajo, (En raras ocasiones, como en el caso de Extraño interludio de O’- cosa que no ocurrirá muy a menudo. Neill, se supone que las palabras son los pensamientos no di- chos, pues no tenemos que confundirlos con los «apartes» escénicos, o las palabras que van dirigidas directamente al pú- contemporáneos europeos, escandinavos y norteamericanos. ting en casting. Ahora que ya he expuesto mis razones respecto a los aspec- En la literatura dramática, los monólogos propiamente di- chos del personaje.) Como norma general, ¡son las palabras que surgen involuntariamente de manera audible de un ser humano blico, han sufrido muchos cambios en cuanto a la forma. A un que está en crisis! «Ser o no ser, ésta es la cuestión.» Con todo, antes de ocuparnos de los clásicos y de sus reali- actor riguroso debería interesarle estudiar sus orígenes. El dades poéticas todopoderosas o también de los monólogos rea- monólogo, basado en el concepto aristotélico de «catarsis», listas de nuestra época, tenemos que aprender mediante la au- surgió con los dramaturgos Esquilo, Eurípides y Sófocles. La toobservación, por qué, cuándo y cómo nos dirigimos a nosotros obra dramática escrita resurgió, después de la Edad Oscura, en el siglo xvi y floreció a lo largo de los siglos xvii y xviii con los mismos en voz alta. He planteado este problema casi al final de los ejercicios con la intención de que sepamos darle la perspec- dramas y las comedias de Shakespeare, Marlowe, Sheridan, Wy- tiva adecuada dentro del amplio registro de la experiencia hu- cherley, Goethe, Schiller, Racine, Molière y sus contemporáneos. mana y, sobre todo, porque todos los principios que hemos lle- Sus obras nos mostraron diferentes tipos de monólogos. Los vado a la práctica en los ejercicios anteriores han de aplicarse a monólogos también fueron fruto de dramaturgos rusos del siglo esta técnica de observarse a uno mismo. xix, como Turguéniev, Ostrovsky, Gogol, Chéjov y sus Como hablarse a uno mismo en voz alta es un acto Quedan 66 páginas (61 min) en este capítulo PÁGINA 307 DE 470 65% leído involuntario, el actor a veces no sabe encontrar situaciones para- Sin embargo, yo no acababa de entender cómo la típica con- lelas a la obra en su vida real. Algunos ni siquiera son cons- versación que soy capaz de mantener conmigo misma –a la que cientes de que hablan solos. En una ocasión un oyente inte- yo llamo hacer la lista– se incluía dentro de esta explicación del rrumpió la clase para decirme que sólo los locos hablaban con- psicólogo. Antes de salir a comprar o de acudir a una cita, suelo sigo mismos. Yo, que no quise discutir, le recordé que el término verbalizar cosas como: «Tengo que coger el talonario», «¿dónde «oyente» derivaba de «oír», y que oír implicaba escuchar y no estarán mis guantes?», «¡las llaves, ajá!», «no te olvides de las hablar. No puso más objeciones. Pero al cabo de unos segundos cebollas», etc. Finalmente me di cuenta de que realmente nece- empezó a farfullar en voz alta desde el fondo del aula: «¡Está sitaba controlar el miedo que tenía a olvidar, de que verbalizaba loca! No hay nadie que haga esto. Sólo los borrachos de la calle. todo para retener la información y para mantener mis pensa- ¡No sabe lo que dice!». Y siguió hablando y hablando, comple- mientos en orden. Cuanto más nerviosa estaba, más hablaba en voz alta. tamente inconsciente de que estaba hablando solo. En los inicios de mis pesquisas acerca del tema, y para com- Existe también otro tipo de expresión verbal que se mani- prender mejor el proceso, me dirigí al doctor Palaci, psicólogo, fiesta cuando por ejemplo estamos ocupados en una tarea que me explicó que la razón subyacente de verbalizar cuando uno está solo es la necesidad de ejercer un control sobre las circuns- doméstica tancias en las que uno se encuentra. Esta explicación me ayudó a entender por qué yo expresaba a menudo palabras en voz alta, es y hacemos comentarios sobre nuestro comportamiento: «Vaya, mira lo que has hecho...» «¡Oh, qué bien lo haces!» «Pero ¿qué te pasa?» «Vamos a rallarlo... Muy fino... Así, así, así...» «Eres buena persona», etc. La facilidad de decir, los denominados expletivos. Cuando blasfemaba en voz alta sabía que mis palabras surgían de una frustración respecto a palabra que tengo cuando me colmo de elogios o me critico algo que había sucedido, estaba sucediendo o que proba- «¿Con quién hablas?». Y tímidamente, tengo que confesar: blemente sucedería. En seguida me di cuenta de que la frus- «Conmigo misma». Tardé bastante en percatarme de que la tración podía conducirme a prolongar un expletivo en una frase razón de hablarme a mí misma surgía de una necesidad de ejer- entera o en frases inacabadas: «¡Me cago en la mar, ¿cómo ha cer control sobre el aburrimiento que me producía la rutina de estas actividades. podido hacer eso?». «¡Vaya con este tipo, será...!» siempre se ve interrumpida por alguien que aparece y dice: Quedan 64 páginas (59 min) en este capítulo PÁGINA 309 DE 470 66% leído El aburrimiento también puede llevarte a jugar. Cuando me maquillo por la mañana delante del espejo, después de darle un conflicto. Para practicar esta técnica no tenemos que pensar en un acontecimiento extraordinario de nuestra vida real. Cualquier beso al reflejo de mi rostro, termino la acción con un: «¡Qué experiencia humillante con un productor o director puede sus- guapa estás!», o un: «¡Olé, estás fantástica!». O bien hago una citar un momento de arrebato, como por ejemplo cuando damos mueca y gruño: «¡Pareces una vieja bruja!». O me acerco al es- un portazo al entrar en casa y sabemos que estamos en total pejo y grito en tono dramático: «¡Madre mía, cuántas canas!». privacidad: «¡Dios mío! ¡Quién se ha creído que soy! ¿Un aficio- Cuando separo la ropa sucia, suelo combinar las cuatro mo- nado? ¡Léelo otra vez! ¡Con más sentimiento! Pues no señor, dalidades verbales de cómo hablar conmigo misma: los exple- ¡usted a mí no me trata así! ¡Dedíquese al vodevil, que es lo tivos, hacer la lista, comentar mi comportamiento y jugar. «Para único que sabe hacer! Cerdo. ¡Hijo de perra!», mientras nos qui- esto hace falta lejía; Dios mío, estos calcetines caminan solos. tamos el abrigo con un gesto brusco, tiramos el guión al suelo y Blanco, de color, blanco, de color... ¿Por qué guardo este vamos a la nevera a buscar un refresco. También expresamos schmatte? (“harapo” en yiddish). Ah, claro... ¡Y la camisa! A ti te meto en la canasta de los trapos», tras lo que me cubro la ca- todas aquellas cosas que nos gustaría haber dicho o que ten- beza con esas prendas a las que añado la ropa inservible, me la después de pelearte con tu novio o discutir con un amigo o pa- coloco a modo de mantilla española y taconeo como una bai- riente o pelearte con el portero porque se niega a arreglar la go- laora de flamenco mientras acabo de sortear la ropa sucia. Cuan- tera de tu casa, puede provocar largas disputas verbales contigo do hacemos la cama o lavamos los platos, a veces fantaseamos mismo, o monólogos. dríamos que haber hecho en esos momentos. Colgar el teléfono con personajes y encarnamos a estrellas de cine hablando como Antes de empezar a practicar este ejercicio, dedícate a ellos y poniendo acentos exagerados: I vant to be alhon («Quiego estag soola»). observar tu comportamiento y «escúchate». Recuerda los Y, claro está, falta la quinta modalidad de cómo hablar contigo mismo, que es el eje central de los monólogos teatrales. Se como oh, ah, etc. Recuerda al detalle lo que estás haciendo en esos momentos. Fíjate en cuáles son los objetos internos y exter- produce cuando una persona está en crisis e intenta desesperadamente ejercer control sobre sus frustraciones y resolver su nos concretos que han suscitado estas expresiones aparen- momentos en que suspiras, gimes o gruñes, o emites expletivos temente involuntarias. Date cuenta de cómo reaccionas cuando Quedan 62 páginas (57 min) en este capítulo PÁGINA 311 DE 470 66% leído hueles la camiseta que metes en la canasta de la ropa sucia y constantemente otros pensamientos no verbales relacionados expresas: «Ag, ¡cómo apesta!», y cómo suspiras en tono rebelde con la misma situación. cuando recuerdas a tu tía poniéndose pesada durante la comida. Consejos para la presentación Es decir, registra cómo se conectan tus expresiones con los objetos tangibles externos o con los objetos internos que visualizas. Después de haberte observado detenidamente durante mucho rato, y cuando ya estés preparado para practicar este ejercicio, te Cuando ensayes o presentes este ejercicio, piensa que estos sugiero que escojas una situación que provoque una o más de objetos deben nutrirse psicológicamente y conectarse de nuevo con cada acción que ejecutes a fin de que tu comportamiento se las cuatro modalidades de discurso contigo mismo. Una vez que hayas trabajado y puedas responder a las preguntas que se for- desarrolle con una espontaneidad «involuntaria» cada vez que mulan en los «Seis Pasos» (página 202), puedes empezar a abordes un problema pasado, presente o futuro. ensayar las actividades que has escogido sin sentir la obligación Si eres de los que creen que uno no habla consigo mismo, de hablar en voz alta. Cuando percibas que las acciones físicas te sorprenderás cuando descubras que las palabras a veces van se producen por reflejo o por costumbre, presta atención a los seguidas de un expletivo o de un gruñido. Si compruebas que no estímulos psicológicos que pueden desembocar en palabras, es así, piensa que sí podría serlo. Y si percibes que podría ser sólo a aquellos que te inducen a hablar. Evita todo orden estricto así, inténtalo, habla en voz alta, deja que las palabras salgan y «fijado de antemano» de las palabras. Si la necesidad de expre- solas. Te será útil revisar el capítulo 8 que habla de cómo animar sar determinadas palabras o frases se aplaca durante la repe- el cuerpo y la mente y recordarás que es necesario definir cuáles tición de una actividad, no digas nada. Si vuelves a sentir la son tus objetivos físicos. No olvides que no nos sentamos, nos levantamos, nos quedamos de pie o caminamos para quedarnos necesidad de hacerlo, no te cohíbas y habla. Cuando ya hayas pensando, sino para dirigirnos a nuestro próximo destino. Y lo mismo ocurre cuando hablamos en voz alta. Estamos siempre honestamente obligado a pronunciar expletivos, a enumerar una pensando. En seguida te darás cuenta de que los pensamientos a jugar, entonces ya puedes abordar la quinta modalidad de dis- los que pones palabras son sólo una parte de tu proceso mental, y que, mientras expresas una cosa, en tu mente fluyen curso que surge en una situación de «crisis». Una vez que hayas presentado con éxito una situación en la que te has sentido lista de cosas, a hacer comentarios sobre tu comportamiento o a asimilado todos estos procedimientos y presentado Quedan 60 páginas (55 min) en este capítulo PÁGINA 312 DE 470 66% leído correctamente cada situación individual, habrás entendido las la que se preparan para un enfrentamiento verbal contra alguien realidades físicas y psicológicas que envuelven este aspecto de que está a punto de llegar o de llamar por teléfono, y acto se- comportamiento humano y podrás empezar a trabajar libre- guido practican en voz alta lo que se han propuesto decir. Esto mente los monólogos realistas. no suele ocurrir muy a menudo, pero aunque creas que el tema Hay algunas cosas que deberías evitar. Un error común es de- que tienes previsto abordar en tu enfrentamiento es conveniente jarte llevar por el deseo de comunicar tu problema al público, de para el ejercicio, recuerda que este tipo de verbalización no explicárselo. Si estoy leyendo sentada al escritorio de mi casa, contiene una lógica ni una coherencia aparentes, ni tampoco un mientras paso la última página de mi guión y, asqueada, la agito orden sintáctico. No estás escribiendo un discurso sino po- en el aire o la tiro al suelo, seguramente empezaré a gritar: «No niendo a prueba unas posibilidades a fin de generar una impre- fastidies. ¿Para qué tendría yo que hacer esto? ¡Ni loca! ¡No pien- sión, dominar la situación, o ajustar las cuentas pendientes. Las so ir!». Pero nunca verbalizaría algo como: «Ya sé que eres mi palabras que buscas cuando urdes un plan pueden estar inter- representante y que tengo que hacer lo que tú me pides, pero no caladas con comentarios de aprobación o desaprobación, in- me gusta actuar en estas obras-basura que siempre me pro- cluso con comentarios que no guarden ninguna relación con el pones. Y me niego a presentarme a esta prueba». Nuestras fra- tema central, generalmente conectados con tus rutinas más coti- ses y palabras no están ordenadas, sino que prácticamente care- dianas. cen de lógica externa. Sin embargo, contienen una lógica interna El error más común, que tiene su origen en la tradición tea- que está relacionada con las circunstancias. Nosotros cono- tral anticuada, es caer en la tentación de informar al público. cemos la historia y sólo necesitamos decir las palabras que cree- Suele cometerse al ilustrar la «historia» que estamos contando mos que nos ayudarán a entender o a resolver el problema, y a mediante acciones físicas. Emplearé el ejemplo anterior del arre- ejercer un control psicológico sobre aquello que nos inquieta. bato provocado por el horrible guión que me ha enviado mi Recuerda que no hay nadie presente, que nadie está escuchando agente: No debo tratar de visualizar ni ubicar con mi imaginación tu «monólogo». La humanidad que otorgues a tus acciones es la al objetivo de mi arremetida –en este caso mi representante– en un lugar de la habitación, sea un sofá, una silla o enfrente de mi que revelará lo más importante. Parece que a los actores les gusta escoger una situación en escritorio, ni dirigirme a él como si estuviera allí presente. Tengo Quedan 58 páginas (53 min) en este capítulo PÁGINA 314 DE 470 67% leído que tenerlo presente en mi ojo mental, y dirigirme a él como si estuviera sentado en su oficina o frente a mí en la mesa del res- solo. Además, me gustaría recordarte los principios que harán taurante donde comimos juntos la última vez. Las acciones físi- que esto sea posible²⁹. No cometas el error de construir un monólogo sólo con cas que realizo mientras hablo conmigo misma están relacio- palabras. Es para mí una regla básica que, después de un aná- nadas con mis objetivos físicos inmediatos y mecánicos, como lisis minucioso del texto, se empiece a trabajar formulando la por ejemplo el de ordenar mi escritorio antes de llamar por telé- pregunta y buscando la respuesta: qué haría «yo» en un lugar fono. Si amenazo a mi agente agitando la hoja de papel en el aire, no me estoy dirigiendo como parece a la figura de su cuer- como éste en esta situación si no pudiera hablar, porque he aprendido que las palabras brotan con espontaneidad única- po que imagino en mi propia habitación sino que mi siguiente mente cuando el cuerpo está bien ocupado y orientado. Una vez objetivo físico será el que se me presente delante, como por que me identifico con los problemas psicológicos del personaje ejemplo, el de volver a meter las hojas del guión dentro de su y me ocupo de su vida física, me resulta relativamente fácil sobre, que está encima de la mesa del escritorio. Utilizaré otro conectar con los objetos internos y externos que me estimulan a ejemplo para ilustrar lo mismo. Si miro al cielo un instante y, hablar. Nunca intento completar un pensamiento o buscar una dirigiéndome a Dios digo: «Dios mío, por favor, haz que lo haga respuesta al problema antes de hablar, fenómeno que se da mejor», o, «Dios, no te enfades conmigo», no estoy colocando a mucho entre los actores, sino que dejo que las palabras viajen en Dios en un lugar concreto del techo de la habitación ni hablando con él como si estuviera presente. O, por ejemplo, cuando Ju- busca de una posible solución, y las utilizo precisamente para encontrar una respuesta al problema. De lo contrario permane- lieta mira una estrella desde el balcón mientras piensa en cerían inactivas, serían meras declaraciones de hecho, esbozos Romeo, éste no está en esa estrella, sino que está en el ojo men- superficiales de sentimientos y poses. Incluso cuando hablamos tal de Julieta, sea en un baile o por la calle. de un acontecimiento pasado, lo estamos analizando de nuevo La técnica de este ejercicio sobre monólogos teatrales, tanto en el presente. de obras contemporáneas como de otras épocas, no se tiene que Cuando ya seas un experto y domines la expresión de aplicar hasta que la entiendas y la domines y hasta que logres monólogos contemporáneos, cuyo lenguaje es cercano al tuyo, evocar con sinceridad las palabras que surgen de ti cuando estás ya estarás preparado para abordar los monólogos clásicos y Quedan 56 páginas (51 min) en este capítulo PÁGINA 316 DE 470 67% leído poéticos. Asegúrate de que aplicas todos los principios mencio- expresión oportuna que se ajuste a un lenguaje extraordinario y nados anteriormente. Sin embargo, debo añadir ciertos aspectos para esta práctica. El actor joven suele encontrarse en una encru- por ende debo asumir que nunca antes he hablado. Para que las palabras sean verosímiles, estudia su contenido, analiza su cijada cuando se enfrenta a un lenguaje poco familiar, especial o significado, pero nunca su tono. magnífico. Además de no esforzarse demasiado en perfeccionar Para eso, tengo que proporcionar unos objetos internos su acento, o bien cae en la trampa de tararear y entonar las frases determinados que debo seleccionar para después aplicar a la ex- al estilo pomposo, expresándose a lo «grande», creyendo que traordinaria imaginería de los autores clásicos y poder conectar ésa es la única manera de rendir homenaje a los actores famo- con ellos utilizándolos a modo de fuentes de palabras. Pasar su- sos, o se rebela, recordando cómo se dormía de pequeño cada perficialmente por encima de las palabras, dotarlas de ideas y vez que le llevaban a ver teatro «clásico». Es entonces cuando emociones generales o dedicarles demasiada atención para cae erróneamente en la trampa de articular las palabras en un asegurarse de que el público las ha entendido, no es el remedio. tono naturalista y tedioso, confiriendo un sentido artificioso a Daré un ejemplo de un extracto de un monólogo para ilustrar cada frase que articula. este tema. El texto es un extracto de Los dos caballeros de Verona. Julia intenta desesperadamente recomponer la carta de amor de El punto de equilibrio que debe encontrar el actor no se encuentra entre estas dos posibilidades, sino que está muy lejos de Proteo después de haberla despedazado por despecho. ambas. El equilibrio se producirá en el momento en que las pala- ¡Oh, manos detestables, cómo podéis hacer añicos tales bras contengan un sentido de realidad poderoso y surjan de la palabras de boca de un ser humano. Si en el primer intento el lenguaje te [amor! suena extraño, la solución no reside en entonar o pronunciar a lo ¡Avispas injuriosas, cómo podéis alimentar una miel tan «grande», tampoco en parecer «natural» ni buscar un tono «nor- dulce mal» o emular la manera en que «suele» expresarse el personaje. y matar con el aguijón a las abejas que sucumbieron a El dramaturgo ha establecido unas circunstancias de crisis que ella! no se producen todos los días, que no son ni naturales ni normales. Saber esto me ayuda a entender que necesito encontrar la (I.2) La imagen de unas avispas atacando a unas abejas en su Quedan 54 páginas (49 min) en este capítulo PÁGINA 317 DE 470 67% leído estas palabras de un sentido de autoagresión. Pero, como ya he 19 Noveno ejercicio: Hablar al público explicado anteriormente, estos problemas residen en tus futuros A lo largo de los siglos, y hasta el día de hoy, a veces los colmena asociada a «unas manos detestables» debe estar conectada interna y específicamente con la intención de nutrir progresos. No empieces la casa por el tejado. Utiliza este ejercicio para enfrentarte al proceso humano de dramaturgos exigen que un personaje inicie, interrumpa o concluya la acción de una obra hablando al público. Al actor puede hablarse a sí mismo cuando estás solo en casa hoy, a principios resultarle momentáneamente difícil a nivel técnico, ya que, al del siglo XXI. Experimenta con él y preséntalo varias veces esco- igual que me ocurre a mí, está empeñado en lograr que su vida giendo diferentes situaciones. en el escenario sea verosímil, dedicándose plenamente a que la vida de su personaje se envuelva de una realidad palpable. Si el objetivo del actor es actuar sin ser consciente de que está siendo observado, creando de esta manera un «círculo mágico» de acción que atraerá inevitablemente la atención del público, puede parecer una contradicción que el autor exija al actor que atraviese este círculo deliberadamente para establecer contacto con el público al dirigirse a él. He tardado muchos años en aprender a conciliar estas exigencias tan aparentemente encontradas. En primer lugar, tenía que recordar que cuando el autor le exige a un personaje que se dirija al público, no le está pidiendo que abandone el personaje, aunque sí desea que abandone momentáneamente las circunstancias presentes de la obra. Incluso cuando se emplea el recurso del narrador, éste está definido como un personaje específico que está relacionado periférica o centralmente con la época y el espacio en que se desarrolla la Quedan 52 páginas (48 min) en este capítulo PÁGINA 319 DE 470 68% leído obra, como por ejemplo el coro en el prólogo de Enrique V, de Shakespeare; el director de escena en Our Town, de Wilder; Tom escenario. Mi manera de conseguirlo es tal vez muy personal, pero es la que he transmitido a mis alumnos, y ha resultado ser preparando el escenario en El zoo de cristal o Rosalinda pronun- muy exitosa. Si encuentras otras formas de llegar a ello, no las ciando el epílogo en A vuestro gusto. Me parecía imposible mantener la fe en la vida del personaje cuando, por ejemplo, encar- descartes. En las páginas 228-230, donde describo cómo utilizar nando a Rosalinda me exigían que saliera del bosque de Arden mendado el empleo de algunos instrumentos que a mí me han en el siglo XVI y me plantara directamente en Chicago, Nueva resultado muy útiles. Y repetiré una vez más que siempre que York o en Los Ángeles, en el siglo XX, y que acto seguido me en- trabajamos en un papel, «¡Nada es lo que es, somos nosotros frentara al público. La noche del estreno, ¿tenía que dirigirme a quienes debemos hacer que lo sea!». el cuarto lado imaginario como objetivo primordial, he reco- los críticos, articulistas, amigos y enemigos, todos ellos engala- De la misma manera en que hemos aprendido a proyectar nados con sus atuendos rabiosamente modernos? ¿Cómo pre- un paisaje imaginado en el cuarto lado del espacio de acción a tendían que me dirigiera en la prosa de Shakespeare a un grupo fin de completar nuestra fe en la realidad que envuelve al perso- de mujeres ordinarias en una sesión matinal o a un grupo de naje, podemos igualmente crear una platea imaginaria y un pú- ejecutivos con sus esposas en una sesión nocturna? ¿Cómo blico que esté en armonía con las necesidades y acciones del podía mantener el sentido de la realidad cuando, afectada, adver- personaje. Si yo tuviera que pronunciar el epílogo de Rosalinda, tía la existencia de un escaso público formado por grises turistas podría imaginar que me estoy dirigiendo a la alta burguesía que dispersos por el patio de butacas la última noche de la tempo- se encuentra sentada en el estrado alrededor de los plebeyos que rada, o cuando tenía a mis colegas delante con sus vaqueros están de pie en la fosa del Globe Theatre a finales del siglo XVI. desgastados como si estuvieran en el estudio del teatro? O tal vez imagino que estoy actuando para Elizabeth I, su corte y El mundo imaginario que hemos creado para dar vida a un sus guardas en la gran sala del Castillo de Windsor en Hampton personaje se desmoronará en el instante en que colisiona con la Court. Cuando ya he visualizado minuciosamente la platea del realidad del mundo al que nos enfrentamos en el patio de buta- Globe Theatre, o de la gran sala del castillo, ya puedo ubicar los cas. Para llenar este hueco, debemos, a través de nuestra imagi- objetos de referencia del interior en el cuarto lado del teatro en el nación, poner el mundo del público en armonía con el mundo del que estoy, como lo haría si deseara recrear un paisaje exterior. Quedan 50 páginas (47 min) en este capítulo PÁGINA 320 DE 470 68% leído Este tipo de visualización no debe tener una exactitud histórica. atraer o influir. Incluso cuando temías que la mirada se te des- Me servirá de referencia siempre y cuando crea en ella. viara hacia el suelo, o hacia una columna por encima de las El problema se acentúa en cuanto hemos de particularizar a cabezas del público, hacia una señal de salida, hacia una ventana las personas a las que hemos de dirigirnos. Como ya sabemos que desde el momento en que hablamos a alguien, este alguien o hacia la luz de una lámpara, tenías la sensación de que habla- se convierte en nuestro compañero de escena, es lógico dar por Teniendo en cuenta todo esto, yo siempre escojo un má- hecho que cuando hablamos al público, éste se convertirá en ximo de una, dos, tres o cuatro personas como compañeros de nuestro compañero de escena, aunque esté en silencio. «Nues- escena de mi personaje. Defino la relación psicológica que me tra» relación con el público debe estar forjada con la misma con- une a cada uno de ellos, mis «suposiciones» respecto a ellos y creción con la que forjamos cualquier otra relación con el resto qué es lo que «yo» quiero de ellos, incluso lo que «yo» creo que de personajes de la obra. Tenemos que conseguir que el público ellos esperan de «mí». Finalmente, los envuelvo con la realidad se integre en el mundo de la obra. ¿Son amigos, enemigos, cole- de la época y de las circunstancias oportunas y las transfiero a gas, conocidos, o extraños? Antes de hablarles hemos de saber cada uno de ellos. Una vez que ya sé quiénes son mis compa- qué queremos de ellos, hemos de ganarnos su simpatía, con- ñeros de escena, dónde se ubican, qué aspecto tienen y qué quistarlos, intimidarlos, iluminarlos, siempre teniendo en cuenta quiero de ellos, sólo me queda saber adónde dirigir mi atención la época y las circunstancias del momento presente de la obra. cuando les hablo y de esta manera creeré firmemente en su pre- Es cierto que el término «audiencia» es tan amplio que su significado puede resultarnos ambiguo y demasiado general. bas con un solo individuo que representaba a todo el grupo. sencia, y sabré diferenciarlos del resto del público imaginario que los rodea. Pero si piensas en una audiencia a la que te has dirigido alguna Para mantener la fe en nuestros compañeros de escena vez en el pasado, fuese en el colegio, en una asamblea de la uni- imaginados es esencial ubicarlos por encima, a los lados o entre versidad, en un sindicato, en una reunión social o en una sesión teatral con tus colegas del estudio, recordarás que solías conec- los miembros del público, de manera que resulte imposible entrar en contacto directamente con los espectadores que están allí tar con un solo miembro de la audiencia en cada ocasión, uno sentados. en el que confiabas, o al que querías convencer, entretener, Dado que estoy totalmente en contra de los directores y Quedan 48 páginas (45 min) en este capítulo PÁGINA 322 DE 470 69% leído actores que insisten en que ha de establecerse un contacto visual visual directo es requisito primordial del cómico cuando usa (o directo con las personas del público, siempre me pregunto abusa) de un miembro del público, haciendo de él la diana de cómo se siente el público cuando, sentado tranquilamente en sus chistes para complacer a la audiencia. Pero cuando lo hace, sus butacas, un actor les mira directamente a los ojos. Segura- se relaciona con esta persona improvisadamente y confiando en mente compartirán conmigo el desagradable sentimiento de in- la reacción espontánea de la persona. No está obligado a ceñirse comodidad que me produce la conciencia que tengo de mí a una idea ni a un texto original. Un actor no puede cambiar ni misma, de no saber qué ocurre ni qué se espera de ellos, de lo una sílaba de las palabras de un parlamento, ni improvisar sobre ofensiva que resulta semejante acción, que, de hecho, es un acto el texto ni sobre las circunstancias establecidas de un autor, ni de agresión. Si la persona es de buena pasta y no le molesta que tampoco sobre las intenciones del personaje. Está obligado a la aludan de esta manera, suele reaccionar frente al actor con justificarlas, a identificarse con ellas y a manifestarlas con la muecas muy exageradas. Si la persona es tímida, se hunde en la misma frescura en cada función. butaca o empieza a tocarse el pelo y a arreglarse la ropa, conven- En la mayoría de los teatros, la luz que ilumina el escenario cida de que ella es el centro de atención de todo el público. Si la abarca las primeras filas de la platea. El público que está detrás persona se ofende por ser «utilizada», quizá dedique un bostezo se halla en la oscuridad y sólo pueden vislumbrarse las siluetas al actor, o le mire fijamente de arriba abajo o le desafíe con una vagas de unos cuerpos. Como es imposible establecer contacto mirada despectiva. A veces la persona agredida contesta con un visual directo con ellos, estas sombras con forma no constituyen grito desagradable, vengándose así del actor. Si estas reacciones una amenaza para el actor. En lugar de utilizarlas como compa- te resultan familiares, pregúntate qué pueden aportarle a la vida ñeros de escena e intentar ubicar a mis compañeros imaginados del personaje y a sus acciones verbales. Si el actor mira a los ojos a una persona es porque quiere verla. De este modo, ser entre ellos, aplico la técnica de proyectar objetos en el cuarto lado, colocándolos cerca de una señal de salida, junto al extremo consciente de estas respuestas del público, como las que he de un palco, en la base de la baranda del anfiteatro o a la cabeza descrito anteriormente, sólo sirve para dejar al actor atónito y frío y convencerle de que nunca más ha de mirar fijamente a al- de un pasillo. De este modo puedo precisar lo que visualizo sin que interfiera el riesgo de la realidad inmediata, como por ejem- guien. En un café teatro o en los teatros de revista, el contacto plo las figuras de algunas personas determinadas que están Quedan 46 páginas (43 min) en este capítulo PÁGINA 324 DE 470 69% leído entre la audiencia. estar sentados en el extremo opuesto de la habitación. Incluso Me llevé una agradable sorpresa cuando me percaté de que al dirigirme al público que yo imaginaba dentro del público real, puede tratarse de alguien que está mirando por la ventana. éste siempre se sentía incluido y arrastrado a la vida imaginaria Pondré un ejemplo extraído de La casamentera, de Thornton Wilder. Casi al final del acto IV, Dolly Levi se queda sola en el que yo estaba deseando compartir con ellos. El público, sin salón de la señora Van Huysen mientras el resto de la gente, miedo a que los actores destaquen la presencia de los espec- entre los que se encuentra Horacio Vandergelder, toma café en la tadores individualmente, es libre de creer que «yo», el personaje, cocina. Dolly está pensando en casarse con Horacio, y para justi- le estoy realmente hablando a él. En cada papel que represento, ficar su nueva idea tiene que convencerse a sí misma de ello. en circunstancias y entornos diferentes, empleo la misma téc- Empieza la escena con un monólogo, explicando su problema al nica. Esto sucede, por ejemplo, cuando hago un «aparte» a un marido fallecido, Ephraim. Las indicaciones de escena dictan cortesano imaginario, a una dama de honor, o a una duquesa que debe «avanzar hacia adelante para dirigirse al Ephraim sentada en el palco del rey durante la representación de Tartufo o imaginario». Dado que Ephraim no está presente en la habi- de El misántropo, de Molière. O cuando confieso el secreto de un complot a un lacayo o a un cochero imaginario en la parte tra- tación ni en el teatro sino que está en el ojo mental de Dolly, de hecho, ella está hablando consigo misma. Por consiguiente, su sera de una casa rural en una obra de Sheridan o de Wycherley. conducta física debe ajustarse a la situación de espera en la habi- No siempre es necesario asumir que un personaje habla al tación. Incluso si el director le exige que avance «hacia ade- público per se o que sus compañeros de escena están de verdad sentados en las butacas. Considerando las circunstancias dadas lante», la actriz puede establecer un punto de destino oportuno que ha dictado el dramaturgo, en su lugar debemos imaginarnos espejo del cuarto lado imaginario). Mientras habla, puede qui- que nuestros compañeros de escena son unos amigos o un tarse los guantes o arreglarse el pelo y prepararse para la cita que amigo, o nuestros vecinos, o unos extraños, incluso enemigos, le aguarda con Horacio. Tal vez no avance hacia adelante y se que observan la acción, y a quienes pedimos que participen. acomode en un sofá, que sería una acción equivalente de la indi- Supondremos que se han encontrado y reunido en la calle o que cación del dramaturgo. Cuando ha terminado su «monólogo», están presentes en un lugar al fondo del jardín. También pueden Wilder dicta que «se dirija al público». Si está sentada, no es para la situación (como por ejemplo irse a mirar un momento al Quedan 44 páginas (41 min) en este capítulo PÁGINA 326 DE 470 69% leído forzosamente necesario que se levante para dirigirse a él, pero dramática cuando le conviene». Esto otorga al actor una libertad tiene que tomar conciencia de la presencia repentina del público absoluta para crear el compañero o compañeros de escena que y saber con qué arma va a seducirlo. También debe saber quié- más convengan a su personaje. Es libre de ubicarlos en el lugar nes son sus compañeros de escena y qué es lo que están ha- imaginario que desea con el fin de que estimulen sus recuerdos ciendo allí: probablemente sean amigos de Yonkers que la inten- y la necesidad imperiosa de compartirlos. tan convencer para que no traicione la memoria de Ephraim, o Concluiré el tema abordando los problemas que plantean unos vecinos cotillas que no dejan de hacer comentarios sobre las obras de Bertolt Brecht. Brecht explica, no mediante indica- la vida que lleva. O tal vez sean los convidados de la señora Van ciones escénicas sino en sus ensayos, por qué exige que sus Huysen que están encaramados a la ventana del fondo de la personajes hablen con el público. Con su teoría sobre la «alie- habitación escuchando su monólogo a escondidas. Cuando Dolly haya solucionado todas estas cuestiones, ya podrá com- nación» del público (Entfremdung en alemán), afirma que sus personajes, cuando interrumpen sus acciones para dirigirse al partir con ellos su visión sobre «cómo reincorporarse al género público mediante un discurso, un poema, una parábola o una humano» y sobre el valor y empleo del dinero. canción, es con la intención de que el público deje de pensar, En obras contemporáneas como A Day in the Death of Joe deje de analizar la causa del dilema en el que se encuentran los Egg, de Peter Nichol, se dan situaciones parecidas. Los personajes interrumpen sus acciones momentáneamente y se quedan personajes y de buscar situaciones paralelas a estos conflictos encerrados en una habitación contemplados por unos obser- desilusione y que no se prenda de la magia que se ha creado en vadores que, en este caso, hacen la función de cajas de reso- el escenario, aquella que le conmueve y le obnubila. en sus vidas privadas y en su sociedad. Quiere que el público se nancia y los ayudan a lidiar con la sensación de culpa que tienen Tanto la teoría de Brecht como su aplicación en un montaje respecto a Joe, su hijo inválido. ha sido comentada en innumerables ocasiones por estudiosos y Es el narrador, Tom, quien abre la obra El zoo de cristal con una indicación escénica establecida por Williams: «El narrador críticos teatrales, y ha confundido enormemente a muchos acto- es una convención abierta de la obra. A fin de cumplir con sus pretarse. Conocí personalmente a Brecht y a su esposa, Helene objetivos se toma cualquier licencia que tenga una convención Weigel, vi muchos de los montajes que dirigieron en Alemania y res y directores. Según mi opinión, creo que suele malinter- Quedan 42 páginas (39 min) en este capítulo PÁGINA 327 DE 470 70% leído en Austria, y nunca sentí esta confusión. También hablé con mu- Ésta es, a mi modo de ver, la solución y la respuesta que yo chos actores que trabajaron con Brecht. La famosa actriz Therèse propongo a fin de hablar al público en las obras de Brecht y tam- Giehse fue la protagonista del montaje original de Madre Coraje, que dirigió el mismo Brecht. Cuando le pregunté qué es lo que bién para abordar el contenido de la obra. También es la solu- Brecht les pedía, me explicó cómo Brecht, con gran determi- han sido escritas por Brecht, pero que sin embargo están conce- nación, la encauzó a investigar en la realidad subjetiva y psico- bidas, nos guste o no, «a la manera de Brecht». Los actores y lógica del personaje, a encontrar las bases del verdadero com- directores deben prestar mucha atención a los «conceptos» teó- portamiento humano, incluidas aquellas reacciones que surgían ricos y a la interpretación errónea que se hace de ellos, ya que de los discursos que ella dirigía al público. En ninguno de los pueden remitirlos irreversiblemente a las tradiciones teatrales casos se planteaba la cuestión de interrumpir la fe en la exis- anticuadas contra las que Brecht se rebelaba. tencia del personaje. ción que propongo para hablar con el público en obras que no Consejos para la presentación De esta manera, cuando interpreté a Shen Te en La buena Cuando tengas que dirigirte al público, antes de abordar los persona de Sechuán, cada vez que tenía que hablar al público, decidí imaginar que me dirigía a mis vecinos chinos que se halla- problemas de identificación con el personaje, con la época histó- ban de cuclillas en la esquina de la calle frente a mi casa (al lices tu propia experiencia. Cuando practiques esta técnica, fondo del teatro), o de pie junto a la puerta de sus comercios (a aprenderás a dirigirte a uno o más conocidos que se hallan pre- un extremo de una señal de salida), o a un grupo del barrio que se había congregado allí enfrente (a la cabeza de un pasillo) para sentes en tu imaginación en el cuarto lado del escenario. En primer lugar, busca una situación en la que puedas expli- descubrir qué había pasado y averiguar qué me ocurría. En el car una experiencia personal que no exija respuestas verbales ni papel de Shen Te, les pedí que fueran cautelosos, o compasivos, o que pensaran en una situación conflictiva de sus vidas similar interrupciones, pero que contenga más de una frase. El tema puede tratar de algo tan simple como la trama de una película a la mía. De este modo, las teorías de Brecht pueden cumplirse que acabas de ver. O puedes explicar una anécdota de tu infan- interrumpiendo la obra para dilucidar la posición del actor y la que debe tomar el público ante el problema que se plantea. cia, o una pelea con un novio, un colega o un empleado, o tal rica, con el lenguaje poco familiar, te pido una vez más que uti- vez puedes contar un sueño inquietante que hayas tenido Quedan 40 páginas (37 min) en este capítulo PÁGINA 329 DE 470 70% leído recientemente. muy larga. Proyecta las palabras sólo si su contenido es sustan- Te recomiendo que la primera vez que practiques este ejercicio escojas a una única persona que actúe de interlocutora. cial y busca una continuidad en tu expresión para que éstas no necesiten respuestas. Resérvate para más tarde el acontecimiento que hayas escogido para compartirlo con más personas. Antes has de dominar el primero. Como ya sabes, es crucial que practiques cada fase que plantea el ejercicio de los Seis Pasos y que concretes las circunstancias en las que vas a actuar. Investiga sobre tu relación con el compañero o compañeros de escena imaginarios, sobre cuál es el objetivo al hablar con ellos y, dónde están, por qué están allí, e incluso cómo han llegado hasta allí. Asegúrate de decidir previamente si te diriges a ellos respondiendo a algo que se ha dicho, o interrumpiendo, o cambiando de tema, o bien si empiezas a hablarles por iniciativa propia. Decide en qué te vas a ocupar físicamente mientras hablas. Incluye la norma de mantener un contacto visual con tu receptor³⁰. Recuerda que cuando contamos una historia a nuestro compañero de escena, le miramos intermitentemente para comprobar si nos entiende, si nos aprueba o desaprueba, si comparte con nosotros la misma visión, etc., y que, cuando lo miramos sin interrupción, nuestros objetos internos se nos escapan, perdemos las fuentes y recursos que necesitamos para recrear el acontecimiento que estamos intentando evocar. Y recuerda también que cada minuto en el escenario es muy largo, así que no escojas contar una historia Quedan 38 páginas (35 min) en este capítulo PÁGINA 331 DE 470 70% leído 20 Décimo ejercicio: La imaginación histórica poesía. Y cuando estas obras son llevadas al escenario por los directores de moda actuales, éstos en un intento por no caer en los típicos montajes tediosos y previsibles, contextualizan la Pregúntate cuántas veces has asistido a una obra de teatro clásico o a una obra que se desarrolla en un período histórico dife- obra en un período histórico diferente al establecido por el rente al tuyo y te has identificado totalmente con los personajes, artificiosa y afectada. dramaturgo. De esta manera, la interpretación resulta igualmente a quienes veías como seres humanos aunque estuvieran disfra- Desgraciadamente, es el actor el que acepta participar en zados de época. Si tienes la misma suerte que yo, podrás contar este tipo de montajes. Es lo que siempre ha visto desde su infan- con los dedos de una mano las veces que te ha ocurrido. Tal vez cia y poco a poco se ha ido convenciendo de que ésta es la ma- te haya interesado la obra, incluso puede que a veces hayas sali- nera de representar piezas clásicas, y de que éste es el «estilo» do entusiasmado por el gran despliegue de medios y de la pues- que más les conviene. Es lo que ha visto en los montajes de la ta en escena, pero en pocas ocasiones te habrás olvidado de que escuela secundaria, de la universidad, de los teatros locales, del estabas allí como espectador. Si la fuerza y la magia del conte- Off-Broadway y de Broadway, en los que la calidad dependía nido de la obra te han conmovido y estimulado, a pesar de lo te- únicamente de la capacidad, talento y técnica de sus directores, diosa que haya resultado la actuación, seguramente te hayas ido escenógrafos y actores, y del presupuesto que disponían para corriendo a casa a leer la obra o bien a releer algunos pasajes montarla. La crítica elogiosa de los montajes magníficos y osten- para saborear su significado. No obstante, no has dejado de tosos también es la responsable de la confusión que aturde al pensar en lo que podría haber sido si la representación hubiera actor. Éste raras veces pone en cuestión la tendencia actual que estado llena de vida y de sentido, en lugar de ser una obra sin consiste en «actualizar las obras para estar a la última moda». gracia, sin chispa, o sea, una representación convencional más. Debería hacerlo. Desde luego, cuando vi la versión «moderna» Las obras clásicas o históricas suelen representarse con la misma forma y sonido por muy diferentes que sean sus signi- de La gaviota de Chéjov, mi credibilidad no fue mayor porque Masha masticara chicle en lugar de tomar rapé. ficados e intenciones, la época y el lugar en los que se desa- El uso de dialectos también puede resultar desconcertante. rrollan o el vocabulario que utilizan sus personajes, sea prosa o Por ejemplo, en Julio César, los miembros del Senado a veces Quedan 36 páginas (34 min) en este capítulo PÁGINA 331 DE 470 70% leído hablan en un batiburrillo de acentos sureños, de Brooklyn, de el capítulo 3, radica en la técnica vocal y corporal del actor, y en la acentos nasales del centro de Estados Unidos, mientras que la dicción, que es muy pobre. En este capítulo haré una descripción teórica del término «estilo» y de lo que significa la imaginación estrella británica que encarna a Bruto tiene un fuerte y afectado acento de Oxford. O en Otelo, para dejar claro al público cuáles son los orígenes de Yago, el actor tiene que recitar el verso con histórica. Al final, ilustraré con diversos ejemplos las distintas un acento cockney³¹. cómo llevarla a la práctica con los ejercicios. A veces, el actor no sabe qué hacer cuando se encuentra con formas que existen de desarrollar este tipo de imaginación y El estilo el dilema de que ambas formas de representar obras clásicas, ¿Qué significa «estilo»? Según mi diccionario, es una desig- tanto el tradicional como el «moderno» –este último infestado nación, una denominación, «una manera de expresión caracte- de recursos efectistas–, no logran comunicar el sentido au- rística», y uno de sus sinónimos es «moda». ¿Qué significa téntico de la obra. Muchos de los actores más versados que trabajan de dentro hacia afuera y que logran identificarse con perso- crear? «Hacer que empiece a existir una cosa.» Hasta ahora tenemos que saber que si queremos dar vida a un personaje (o a un najes contemporáneos y con sus conflictos humanos internos, bebé) no podemos predeterminar su aspecto, su forma ni su so- suelen fracasar cuando abordan personajes cuyo entorno, acento nido, es decir, su estilo. El estilo es una etiqueta que los críticos, y vestuario difiere completamente del suyo. Al enfrentarse con la distancia histórica, pierden la confianza y no saben cómo aplicar espectadores y estudiosos ponen a una obra acabada. No pertenece al vocabulario del creador. Si antes de investigar sobre un a su trabajo toda la técnica y entrenamiento que han adquirido. personaje o durante el proceso de investigación creas estereo- Si compartes conmigo el deseo de hacer una revolución en tipos y predeterminas su forma y sonido, te estás limitando, el teatro y llevar a los clásicos al escenario con todo su esplen- estás cortando el flujo de tu creatividad y de tu imaginación y te dor y su imperiosa necesidad de estar vivos, tenemos que desen- estás colocando en el lugar opuesto al que iluminan las luces. terrar las verdaderas raíces del conflicto que caracteriza a este También adoptas la postura del formalista, aunque pretendas no tipo de montajes. El primer problema radica en la idea falsa y el serlo. No dejo de subrayar que cosas como el tempo, el ritmo, el uso que se hace del término «estilo»; el segundo surge de la falta estado anímico, la sincronización, la energía, «más alto-más rá- de imaginación histórica; y el tercero, al que ya me he referido en pido-más alegre», son resultados de las necesidades e Quedan 34 páginas (32 min) en este capítulo PÁGINA 333 DE 470 71% leído intenciones humanas y de sus acciones consiguientes. Debería ser obvio que con el estilo ha de ocurrir exactamente lo mismo y Sus obras sí que tienen que interpretarse con un determinado estilo, ¿verdad?». Se oyó un murmullo entre el resto de los actores, que, por ende, tenemos que evitar formarnos cualquier prejuicio y yo, con mucha paciencia, le pregunté a qué se refería con y predeterminación respecto al estilo o a la «manera» de com- «determinado estilo». Tras muchos gruñidos y carraspeos de portarse de un actor. El sonido y la forma de una obra terminada es el producto del concepto que tiene el director del contenido de fondo, tuvo que admitir que con «determinado estilo» se refería la obra del autor expresado por el actor mediante sus acciones. Nosotros somos los que debemos investigar sobre el contenido texto» con más rapidez todavía. Su criterio estaba basado en las del mundo del autor, su visión, y después identificarnos con ella. había acostumbrado. Todavía fue más triste cuando le pregunté Sólo entonces seremos capaces de dar solidez a nuestras accio- si le gustaba ver este tipo de teatro porque me respondió: «No nes y de justificarlas; como resultado³² de ello surgirá el estilo. La tendencia que existe a categorizar las obras que vamos a especialmente». representar, a ponerles una etiqueta con una idea preconcebida la silla del director, o desde una butaca del público, y mientras de lo que queremos presentar (farsa, sátira, tragicomedia, obra neoclásica, de vanguardia, neorrealista, surrealista, del absurdo, no utilicemos correctamente nuestra formación y sigamos juzgando, intelectualizando y teorizando sobre nuestro trabajo de comedia negra, épica, a la manera de Brecht, etc.), está profun- interpretación, seguiremos encajonados en los tópicos, en las damente arraigada en la mayoría de los actores. Intentan cons- preconcepciones trasnochadas y obsoletas, y actuaremos siem- tantemente justificar estas nociones sin darse cuenta de que pre «a la manera de…». Si aspiramos a dar vida a unos perso- están esclavizados por ellas. Recientemente, tras una larga najes, si queremos que sean capaces de caminar, hablar, ver, oír, discusión en clase sobre este tema, cuando finalmente todo el tocar y ser tocados mientras interactúan con el resto de perso- mundo parecía compartir mi punto de vista, es decir, que trabajar de dentro hacia afuera era un método muy fructífero y grati- najes de la obra, tenemos que encontrar nuestro propio camino dentro del mundo característico del autor, investigando sobre el ficante, uno de los actores, con efecto retardado, intervino de re- contenido y sobre el significado de la obra, y buscando la manera pente con el siguiente comentario: «Sí, pero ¿y Noel Coward? de identificarnos con su problemática y con sus conflictos a decir el texto a toda velocidad y a «responder a los pies de obras de Coward que él conocía, y a las que, como es natural, se Mientras, como actores, veamos la obra desde fuera, desde Quedan 32 páginas (30 min) en este capítulo PÁGINA 335 DE 470 71% leído humanos. Si lo logramos, podremos aceptar sin ninguna vergüenza el juicio crítico de que hemos encontrado el estilo idóneo ficción aburrida. Es importante que antes de intentar convencer para esta obra. Si, de lo contrario, debido a una búsqueda erró- un personaje de la antigua Grecia, de la Dinamarca medieval o nea de la realidad, o a la falta de técnica, no conseguimos identi- de la Inglaterra victoriana, confiemos y creamos en él. Tenemos ficarnos con la visión de la realidad del autor, o si la ignoramos que entender, no sólo con la cabeza sino con el corazón y con el intencionadamente o la manipulamos porque nuestra visión de alma, que desde el inicio de todos los tiempos ¡los seres huma- la realidad es muy limitada, seremos criticados por el espectador nos han sido siempre seres humanos! Siempre han comido, dor- con razón por carecer de estilo propio. mido, han hecho el amor, se han lavado y se han vestido, han ju- al público de que nuestro personaje está vivito y coleando, sea El primer obstáculo que se presenta en el recorrido del viaje gado, han trabajado, han nacido y han muerto. Siempre han te- hacia un mundo desconocido suele ser el sentido de distancia nido la capacidad de amar, de odiar, y han sabido lo que son los histórica del actor. celos, la avaricia, la generosidad, la compasión y la crueldad. La imaginación histórica Han prosperado, han sufrido, han perseguido el poder, se han Muchos actores nunca consiguen deshacerse de la idea infan- sometido a él, lo han aceptado, se han enfrentado a él, fuesen til de que el mundo tomó vida por primera vez el día de su naci- reyes o altos directivos de empresa que ejercen su poder sobre miento, y de que todo lo anterior es una especie de ficción en la sus súbditos, damas de honor o secretarias complacientes, sol- que una extraña raza de cuerpos unidimensionales y disfrazados dados que luchan en los campos de Runnymede o de Vietnam, o se desplazan de un lado a otro, o posan e interpretan escenas chicas que se ponen de largo o se visten de fiesta. Las dife- palaciegas, de batallas, o deambulan por jardines ceremoniosos rencias que caracterizan su comportamiento externo no sólo o por espaciosos salones de época hablando en un tono come- quedan reflejadas en los paisajes, en cómo visten, y en los obje- dido y meloso. En parte, el teatro tradicional y las falsas películas históricas son responsables de ello, pero el verdadero causante tos que manipulan, sino en su clase social, su cultura, sus valores, sus modas y sus costumbres. Éstas son las cosas que es el modo en que se enseña la historia, y la deteriorada, escasa hemos de investigar. y pobre información que nos llega de ella; como resultado, tene- El objetivo y la naturaleza de nuestra investigación sobre la mos la sensación de que la historia es ficción, y, para colmo, distancia histórica son muy distintos de los del académico Quedan 30 páginas (28 min) en este capítulo PÁGINA 337 DE 470 72% leído estricto. La cuestión no es conocer con exactitud las fechas de determinado de la historia y encontrar las transferencias ade- las guerras y tratados, las sucesiones de reinados y de imperios, cuadas para ello. Al extraer material de fuentes literarias, biogra- las cruzadas y las revoluciones y los estudios críticos sobre los fías históricas, pintura, escultura y música, artesanía y otras acontecimientos. Nuestro objetivo es abrir las puertas de la manifestaciones artesanales, junto con la información de pri- imaginación, hacer que el pasado tome vida, identificarnos con mera mano que obtenemos como turistas, hemos de vivir la las costumbres sociales y convencernos de que existimos en el experiencia siempre a nivel personal, identificarnos imagina- mundo creado por el dramaturgo, el mundo dentro del que ha contextualizado la obra. A diferencia del teórico, el nuestro es un tivamente con el material, involucrarnos en él plenamente hasta enfoque subjetivo en el que no cuentan las mentes demasiado esas copas, dormimos en esos lechos adoselados vestidos con literales ni la precisión pedante, pues ambos enfoques pueden unos camisones con volantes, apagamos la vela de nuestra me- ser elementos de disuasión para nuestro trabajo. Podemos sita de noche antes de dormir y oímos los cascos de los caballos aprender de Shaw, quien insistía en que no estaba interesado en sobre los adoquines bajo nuestras ventanas, sea leyendo una no- los hechos registrados por los historiadores de manera literal, vela, contemplando un cuadro o visitando un museo histórico sino en cómo él los percibía. Los utilizaba con mucha imagi- de Boston o de Europa. Es nuestro cometido participar de otros nación y los adaptaba a su propia sociedad, desde el punto de mundos en pleno uso de nuestros sentidos hasta llegar a ver, oír, tocar, saborear y oler. Hay que saber aprovechar lo que nos brin- vista del artista y no del académico. sentir que nosotros mismos pisamos esos suelos, bebemos de Si pensamos en los cambios que se producen en nuestra da nuestra capacidad de entrar en contacto con diferentes fuen- sociedad sólo en el transcurso de una década y la rapidez con tes, pues es muy edificante a nivel estético y amplía enorme- que nos adaptamos a los nuevos valores, a la moda, a las con- mente nuestros conocimientos. A veces, un artista determinado venciones y al lenguaje, sea o no de manera consciente (incluso consigue hacernos viajar e introducirnos en su mundo; él es el cuando nos rebelamos contra ellos), nos daremos cuenta de lo que hace el trabajo por nosotros, mientras nosotros creemos fácil que nos resulta apropiarnos de las costumbres de otra que estamos cumpliendo con un deber académico. Al leer Guerra época. Podemos reeducarnos con el fin de proporcionar base y y paz, de Tolstoi, me convencí de que yo era Natasha, de que Tolstoi estaba escribiendo sobre mí. Todavía tengo recuerdos sustancia a las realidades humanas características de un período Quedan 28 páginas (26 min) en este capítulo PÁGINA 338 DE 470 72% leído tan reales como los míos propios sobre aquellos años de la sociales y el sexismo que existía en aquellos tiempos, te identi- Rusia del siglo xix. Cuando actué en Un mes en el campo, de Turguéniev, todos estos recuerdos, sumados a otras fuentes y ficas plenamente con la opresión que sentía Nora, cuyas semi- biografías a los que recurrí, me resultaron extremadamente queda reflejado en el personaje de Solness de la obra El cons- útiles. Algunos actores ejercitan su imaginación utilizando los dis- tructor Solness y en Rubek en Al despertar de nuestra muerte, liberando al actor de la obligación de recurrir al simbolismo cuando tintos métodos que ya he descrito, pero cuando la idea es nueva, aborda la tortuosa problemática del artista creativo de cómo a veces uno no está seguro de por dónde empezar. Has de justificar su comportamiento despiadado y egoísta. En la última empezar por una obra clásica o por un papel que te interese. Una obra de Ibsen, si puedes leer sobre Auguste Rodin y la relación manera fácil de poder justificar y conseguir un sentido de verdad que mantuvo con su discípula Camille Claudel, verás que ambos escénica respecto al período en que se desarrolla la obra es le- fueron los modelos en los que se inspiró para crear a Rubek y a yendo una buena biografía del dramaturgo. Ibsen³³, de Michael Meyers, consigue transportarte vívidamente al mundo de Ibsen y Irene, y te darás cuenta de cómo estos personajes van cobrando de sus ideas. De joven, fue de viaje a Oslo y se quedó horro- sus dimensiones. Entre las biografías de Shaw, la de Margot Pe- rizado al comprobar el olor que despedían las aguas residuales que fluían por unos conductos abiertos de las calles de la ciu- ters, Bernard Shaw and the Actresses³⁴, es mi favorita. Describe su vida cotidiana y su visión del mundo con tanta efervescencia que dad. Al leer esto, rápidamente lo asocias con Un enemigo del acabas creyéndote que formas parte de ella. Con ello consigue pueblo, y te identificas en seguida con la lucha que emprende Stockmann para acabar con las conducciones de aguas conta- que sus personajes respiren de una manera muy original, y de minadas. Para crear el personaje de Nora Helmer, Ibsen se ins- «estilo» a la hora de representarlos. llas todavía hoy existen. El pánico que tenía Ibsen a las alturas vida y se te presentan como verdaderos seres humanos en todas este modo resulta muy fácil desembarazarse de toda noción de piró en una persona cercana a él cuya lucha a favor de la libe- Hay muchas autobiografías y diarios que han sido escritos ración y en contra de la opresión fue todavía más terrible que la por personas que no destacaron particularmente en sus oficios, que describe en Casa de muñecas; pero leyendo sobre la vívida lucha que emprendió aquella persona entiendes los valores pero la perspicacia, sabiduría y el encanto de sus descripciones de la sociedad del momento ha merecido su publicación. Estos Quedan 26 páginas (24 min) en este capítulo PÁGINA 340 DE 470 72% leído libros constituyen fuentes muy valiosas para conocer en detalle cada vez que tengo la posibilidad, a veces, durante meses segui- la vida cotidiana de las familias de otras épocas. Cualquier li- dos, catorce horas al día, hasta que caigo rendida y continúo ju- brero versado podrá aconsejarte si buscas obras que se desa- gando en sueños. (Un día mi marido me dijo que tenía que ha- rrollan en determinadas épocas de la historia. También existen berme casado con un millonario porque hubiera podido saciar muchas otras escritas por genios de sus épocas. La época rena- mi sed de viajes.) Todo cuanto veo, toco, saboreo, huelo y oigo centista, que me atrajo por primera vez cuando visité Florencia, cuando estoy en el campo, o en las calles y jardines de la ciudad, Siena y San Gimignano, acabó de seducirme al leer La autobio- en los palacios o en las villas, en las iglesias o en los castillos, grafía de Benvenutto Cellini. De repente entendí en lo más pro- en los museos o en las galerías, incluso en los restaurantes o en fundo de mi ser por qué las bravuconadas y las hazañas cauti- los albergues, es para mí una fuente valiosa de recursos para re- vaban el espíritu de la gente, entendí cuán cerca estaba de la lo- crear las realidades históricas. En Roma puedo escoger épocas cura egomaníaca el sentido individual del destino y la conciencia para transferir a mis personajes dentro de un período que abarca de la muerte, que constantemente los aguardaba a la vuelta de la más de dos mil años. Cuando piso el suelo antiguo del foro ro- esquina. Simpaticé con el complejo del artista frente a su noble mano, un día imagino que soy Calpurnia y que acompaño a mecenas, la opresión a la que estaba sometido y al mismo tiem- César al Senado y otro que soy una vestal, o su esclava, y que po la necesidad que tenía de este mecenazgo, no muy diferente a estoy a punto de ser enterrada viva en una de las tumbas. Y otro nivel psicológico del que tiene el artista de hoy con su productor día me planto en la Piazza Venezia e imagino que Mussolini me o agente. También me enteré de lo que comían y bebían, de habla desde su balcón. cómo hacían el amor, de cómo armaban juerga y alboroto y En Inglaterra, instigada por las biografías que he devorado cómo trabajaban y trabajaban. Durante la lectura de esta obra de reyes y reinas, de jefes revolucionarios, de fanáticos religiosos fingí que me comportaba como ellos. y de herejes, también he sabido cómo aplicar mis transferencias. En mis memorias, Sources³⁵, explico los juegos favoritos en los que me enfrasco mientras viajo. Cuando voy de visita a un Con referentes como la Torre de Londres, me he convertido en lugar histórico, siempre me imagino que vivo en la época que le como prisionera. He leído los mensajes grabados en las rocas corresponde. Es un juego que practico desde pequeña y lo repito de la mazmorra como si los hubiera escrito yo misma, me he Elizabeth I y he sido arrastrada a través de la Puerta del Traidor Quedan 24 páginas (22 min) en este capítulo PÁGINA 342 DE 470 73% leído arrodillado en el banquillo del oratorio y he mirado a través de extranjero, empieza por conocer los rincones de tu propia ciu- las rejas de la ventana implorando ayuda al cielo. He pasado dad. Después visita otras ciudades. Pasea por los lugares que te caminando junto a las inquietantes cortezas de las hayas que cu- recomiendan estos libros y que están descritos con detalle en brían el camino hasta el lugar donde decapitaron a Ana Bolena y estas guías de viaje. Imagina que formas parte de ese entorno to- a tantos otros, y me he estremecido de terror creyendo que yo mando como referencia los monumentos y lugares destacados. iba a ser la próxima víctima. En otras ocasiones, he imaginado Podrás evocar la realidad de la vida cotidiana que se vivía tres- que era una dama de honor de un prisionero de la realeza o la cientos años atrás en Estados Unidos. Me pregunto cuántos amante de un cortesano que vivía en el palacio de la Torre. Estas actores se han trasladado a la época de Eugene O’Neill y han transferencias son muy útiles para cualquier obra sangrienta de imaginado que estaban sentados junto a él en un ensayo de al- la era isabelina. guna de sus obras al pasar delante de Provincetown Playhouse Me resulta muy difícil no perder la paciencia con los colegas de la calle MacDougal de Nueva York. ¿Cuántos actores habrán que me acompañan en estas visitas y que se muestran indife- estado en el Players Club de Gramercy Park, la casa de Edwin rentes ante estos valiosos recorridos que tan útiles son para el Booth, o en The Little Church Around the Corner donde fue ente- proceso de identificación histórica. Para ellos es como si tuvie- rrado, imaginando que eran amigos suyos? Cuando sepas cómo ran que hacer los deberes.(Por cierto, los paseos turísticos reco- llegar a creer plenamente que perteneces a un período deter- mendados en los que sigues a un guía, cuyo único objetivo es minado de la historia, sabrás aplicar el mismo principio para contentar al turista medio con sus discursos informativos, no cualquier otra época histórica. me sirven de referencia porque el método de enumerar una lista memorizada de hechos y de fechas desbarata todas mis fanta- Tomaré como ejemplo La importancia de llamarse Ernesto, de Oscar Wilde, dado que muchos actores disfrutan encarnando sías.) a Jack, Algernon, Gwendolen o a Cecily, a pesar de que caen en la Si necesitas más estímulo para tu imaginación, puedes leer trampa y actúan con ese «estilo» tedioso que creen oportuno. libros de viajes que contienen anécdotas personales muy apasio- Para empezar, pregúntate qué es lo que te atrae de esta gente de nantes. La guía de H. V. Morton es muy estimulante, aunque no Londres de clase media alta en la época en que Eduardo, prín- demasiado reciente. Si no has tenido la suerte de poder viajar al cipe de Gales, instauró en la buena sociedad la frivolidad y el Quedan 22 páginas (20 min) en este capítulo PÁGINA 343 DE 470 73% leído exceso. ¿Qué es lo que te llama la atención, teniendo en cuenta interiores y el tipo de protocolo que se estilaba en aquella época, que tu estilo de vida difiere tanto del de aquella gente? ¿Qué es pero nada más. No debemos olvidar que ahora dependemos de lo que te hace reír? la moda imperante como auténticos cretinos, al igual que ocurría Nos reímos y nos atrae algo cuando reconocemos alguna antes. En cuanto a nuestros instintos, hay que admitir que esta cosa propia de nosotros en el comportamiento de los demás. Esta clase de reconocimiento es el que hemos de manifestar en el necesidad sigue existiendo. Actualmente, la gente joven lucha personaje y no nuestra distancia histórica respecto a ellos. No hace falta ser académico para saber que Wilde hace una parodia porque eso es «lo que se lleva». Para ello se pasan horas despei- de la esclavitud a la que está sometido el inglés medio con el fin lugios y así nadie podrá decir que se han arreglado ni peinado de integrarse y de brillar en sociedad. Gran parte de su mundo antes de salir de casa. A los hombres les gusta ir a los salones está reflejado en la ilustración que aparece en el libro de la obra de belleza para teñirse de rubio, hacerse la permanente y exhibir de teatro. Sin tener que investigar mucho, reconocemos fácil- sus rizos desaliñados. Se desgarran las costuras de las cami- mente las excentricidades del comportamiento de los perso- setas, de los vaqueros, agujerean sus pantalones, ensucian las najes, su elegancia y el preciosismo de su lenguaje; incluso las rodilleras, cosen parches en las coderas, mojan las prendas en más extravagantes incongruencias son muestra del protocolo y lejía para envejecerlas, todo por el bien de pertenecer al gremio de las cómicas costumbres sociales de aquella época. Lo que de de los desgarbados. Es más, incluso puedes comprar vaqueros verdad nos hace reír mientras leemos la obra, aunque no sepa- desgastados en las tiendas. Hoy está de moda caminar con los mos bien por qué, es que los personajes imponen estas afecta- hombros caídos, poner las deportivas sucias sobre las mesas y ciones (tan en boga en la época) sobre sus instintos básicos, los sofás y hablar en la jerga actual, con palabras que no tengan como por ejemplo, buscar aventuras, enamorarse, cortejar y con- más de cuatro letras, todo ello de manera muy estudiada. Y lo quistar, utilizar una posición de superioridad para competir con hacen con el mismo cuidado y precisión que los personajes de los rivales, conseguir la aprobación de los demás y estar a la última en todo. Lo único que cambia respecto a nuestra vida ac- La importancia de llamarse Ernesto, que fomentan e imitan las modas vanguardistas de su época. tual es el lenguaje, la ropa, los paisajes, la decoración de Hay que apuntar un aspecto muy importante que condiciona contra la moda artificiosa y sólo quieren parecer «naturales», nándose, enredándose y sujetándose el pelo con pinzas y arti- Quedan 20 páginas (18 min) en este capítulo PÁGINA 345 DE 470 73% leído la conducta de estos personajes, algo que en principio creemos material que consolide la realidad de la vida de tu personaje. que nos distancia de ellos: el hecho de que no tienen que tra- Como te he dicho previamente, lee novelas, diarios, cartas y bio- bajar para sobrevivir. Para encontrar una situación paralela que grafías de la época. Estudia los cuadros y pinturas de distintas sea psicológicamente comparable, que despierte la misma nece- épocas y escucha su música. Las películas de época también sidad de combatir el aburrimiento mediante la invención de con- pueden ayudarte a conocer detalles. Cuando estudies el compor- flictos dramáticos, de ser caprichoso y de portarse mal, una tamiento cotidiano, las costumbres y los rituales de los perso- situación en la que imperen los valores más disparatados y que najes, hazlo imaginándote participando en ellos. Cuando tra- lo más irrelevante tome protagonismo, sólo tienes que acordarte bajes no confecciones una lista de hechos históricos y de cos- de cómo reaccionas frente a la gente cuando estás de vaca- tumbres para después tratar de imitar cómo y qué solían hacer ciones. Piensa en las ansias que tienes de divertirte, de vivir ellos. experiencias amenas, diferentes y placenteras, cuando tienes Nuestro objetivo no es confeccionar unas réplicas exactas de días por delante sin responsabilidades ni objetivos importantes los hechos históricos, carcomidas como las mismas estanterías que cumplir. Piensa en cómo cuidas de tu aspecto y de tus de donde las hemos sacado, sino dar vida a unos personajes que modales cuando vas a un centro turístico de vacaciones, cómo te adaptas a las convenciones que requiere la elite del lugar, no tengan relación con nuestro mundo. Valiéndonos de nuestros sentidos físicos y psíquicos, tenemos que hacer nuestro todo sólo cuando te relacionas con ellos en los salones, en el aquello que hacemos y decimos, hasta el más mínimo detalle, restaurante o en los lugares de recreo, sino en tu propia habi- sea un gesto o la manipulación de un objeto. En el caso de La tación cuando tratas con los botones o empleados del hotel. (Este paralelismo con las vacaciones también sirve para extraer importancia de llamarse Ernesto, la atmósfera que creamos y los aires que adoptamos deben transmitirse al resto de personajes fuentes psicológicas y de otras índoles cuando trabajas en pape- con los que convivimos en escena y no utilizarlos con la inten- les de personajes que pertenecen a las clases ociosas de los ción de demostrar al público lo afectados que son Algernon o ricos de cualquier otra época.) Gwendolen. Investiga las cosas sencillas como, por ejemplo, Una vez que has leído la obra, en tu búsqueda hacia la identificación con tu papel, es posible que necesites más cómo te comportarías en aquellos tiempos si tuvieras un compromiso social, si cortejaras a tu novio o novia, si dieras un Quedan 18 páginas (16 min) en este capítulo PÁGINA 347 DE 470 74% leído paseo en carroza, si estuvieras de cháchara en tu «club» social, en algunas ocasiones, nuestras acciones prioritarias. En la vida o si participaras del ritual del té de las siete, etc. Descubre lo real, cada prenda que llevamos puesta tiene una historia per- importante que es asir la tetera de ébano, de marfil o de plata sin sonal: dónde y cuándo la compramos, si nos agrada o des- manchar el asa y verter el té a la altura correcta para no derra- agrada, si nos sentimos orgullosos de ella o nos avergüenza, si marlo. Piensa que tu refinamiento y elegancia se demuestran en nos resulta cómoda o incómoda, si está en buen estado o dete- los gestos y en la manera en que coges la taza y el platillo, en la riorada, si es adecuada o no para la ocasión, etc. Sabemos que la delicadeza con que sorbes el té. Es decir, debes acostumbrarte a ropa interior también es importante según la situación que vivi- coger la taza y beber el té con esta elegancia. Ajustarse a este mos. Dependiendo de nuestro atuendo, andamos o corremos, tipo de comportamientos equivale a desplegar tu propia gestua- nos sentamos o estamos de pie o realizamos una acción deter- lidad y tus propias maneras en una situación, por ejemplo, en la minada. Sabemos cómo aplicar este principio a los personajes que te encuentras comiendo con una cubertería maravillosa y contemporáneos y lo hacemos dotando a cada una de nuestras con copas de cristal fino, sentado en un restaurante muy ele- prendas de una historia personal y de distintas propiedades rela- gante o a la mesa en casa de un amigo o de un pariente millo- cionadas con la realidad de la vida del personaje. Puesto que nario, o en la situación de estar con un amigo sentados en el gran parte de la indumentaria es similar a la nuestra, no necesi- suelo sobre unos almohadones y bebiendo tónica de una lata, o tamos esforzarnos mucho. No obstante, muchos actores des- en vasos de papel, y comiendo con platos y cubiertos de plástico precian esta técnica y la ignoran cuando se enfrentan a la crea- en su apartamento. ción de un personaje de otra época y alzan la bandera de: «¡Ojo! No debe intimidarnos la idea de tener que vestirnos con ¡Obra con vestuario de época!». (El término «vestuario» todavía ropa de otras épocas. En seguida descubriremos nuestra capa- se asocia con los maniquíes, con los desfiles o bailes de dis- cidad de transformarnos si nos ponemos un vestido de noche, o fraces, o incluso con los actores, pero nunca con seres huma- un traje de ejecutivo, o la ropa de diario. Ya he comentado varias nos.) Esta idea ha llegado hasta los probadores de los camerinos veces a lo largo de este libro la influencia que ejerce en nosotros del teatro, en los que los actores se miran en el espejo y adoptan la ropa con que nos vestimos, en qué medida condiciona nues- poses y posturas que han visto previamente en fotos, en gra- tro estado de ánimo, nuestra imagen, nuestro comportamiento y, bados históricos, o bien imitan a actores famosos. Con ello sólo Quedan 16 páginas (14 min) en este capítulo PÁGINA 348 DE 470 74% leído logran incorporar sus fanfarronerías a las representaciones que instintivamente lo sacarás hacia afuera, moviendo exagera- protagonizan y se quedan estancados en el patrón del actor anti- damente las caderas al caminar, sobre todo si vas de la mano de cuado del que creen haber escapado. Incluso algunos de los di- un acompañante sexy. Un hombre que está orgulloso de su señadores de ropa más célebres cometen el mismo error cuando torso fuerte y musculoso llevará la camisa desabrochada, de- confeccionan los trajes y vestidos para obras de teatro, pues jando su pecho al aire, y mantendrá los hombros bien erguidos sólo se preocupan de que las prendas sean unas réplicas exactas para exhibir su prominente caja torácica. La manera en que una y sobre todo preciosas; pero no sirven ni para caracterizar a un mujer mueve la cabeza si lleva un jersey de cuello alto será muy personaje ni para dar significado a la obra. Si para más inri hace- particular si está tratando de evitar ensuciarse el cuello de mos de modelos y exhibimos nuestros disfraces, acabamos por maquillaje. La importancia de nuestro calzado (que no dejo de estropearlo todo. Si un actor descubre las similitudes que exis- subrayar dado que de él depende nuestro comportamiento físico ten entre ponerse un vestido o traje de época y entre vestirse con y estado anímico) es obvia a estas alturas de nuestros conoci- su atuendo diario, sabrá satisfacer el propósito del diseñador de mientos de la materia. Como ya he apuntado, es muy difícil vestuario, que es quien sabe proporcionarnos la ropa que dará la verbalizar las palabras de la señora Warren en una primera lec- verdadera esencia al personaje al que damos vida en otro lugar y tura si llevo zapatillas de deporte, al igual que me costaría gran- en otro período, de la misma manera que nuestra ropa refleja y des esfuerzos el lenguaje apropiado de Madre Coraje si llevo zapatos de tacón de aguja, aunque si practico estos ejercicios revela nuestra propia personalidad. Describiré cómo los dictados de la moda actual determinan nuestros ajustes corporales lógicos a ésta (como ha ocurrido con el orden invertido podrían servirme de referencia para los ensayos. siempre en el pasado). Si te pones una faja ancha o unos vaque- Las modas de otras épocas están determinadas por caracte- ros nuevos, o te atas el cinturón interior de una bata o te abro- rísticas específicas que son las que dictan los ajustes corporales chas un corsé, ocultarás el vientre hacia adentro, no sólo para adecuados. Si la manga de una prenda es de un tejido de seda de poder abrocharte la prenda sino para demostrar que la barriga no tafetán y no es flexible ni se estira como los tejidos de fibra sinté- te sobresale y que tienes cintura de avispa. Si los vaqueros te tica, se reventarán las costuras al doblar el codo con fuerza. Para marcan las nalgas y dan una bonita forma a tu trasero, servirte el té o beber de una taza has de tener movilidad para Quedan 14 páginas (12 min) en este capítulo PÁGINA 350 DE 470 74% leído mover el brazo y la muñeca. Si la manga está rematada con para no aplastarlo. volantes de encaje que caen con vuelo alrededor de la muñeca, el En resumen: si investigamos sobre la ropa que se llevaba en codo evitará el roce con el cuerpo y la muñeca se torcerá hacia determinada época, qué prendas y costumbres estaban de moda arriba para evitar que el volante de la manga caiga sobre la taza o y cuáles no, qué ajustes corporales debían hacerse para estrenar el plato. Si llevas anillos vistosos y llamativos en los dedos y un atuendo o para ponerse algo a lo que ya estaban acostum- quieres que tus convidados los aprecien, extenderás los dedos y brados, antes debemos siempre analizar la influencia psicológica moverás visiblemente el meñique cuando juegues a cartas o pasees por unos jardines ceremoniosos. Si estás representando que ejerce la ropa en el presente y saber llevar la ropa que hemos dotado con todas las propiedades físicas y psicológicas que ne- una obra de Molière, no levantarás el dedo meñique, con o sin cesitamos para poner al personaje en acción. anillo, sólo porque crees que es un requisito estilístico. Te sen- Antes de decidir cómo empezar a vivir dentro del personaje tarás o te quedarás de pie con la espalda bien erguida y tiesa, no y con su ropa, o cómo manipular los objetos de la época, hemos con el fin de emular las escenas típicas de los dibujos o gra- de saber las condiciones de trabajo: si ensayamos para un mon- bados de época, sino porque el corsé que lleva tu personaje te taje de envergadura, o para representar un taller, o para hacer impide descansar los hombros. Tratarás de no cruzar las piernas una presentación de una escena en clase, o para practicar el dé- no sólo porque está mal visto sino porque las dos enaguas de cimo ejercicio. Si no se trata de un montaje de envergadura, la algodón que llevas debajo de la falda no te lo permiten; de lo investigación y la selección de vestuario están en tus manos. Si contrario tus piernas quedarían atrapadas en ellas. Un perfecto te han contratado para encarnar un personaje, el director y el caballero no cruzará nunca las piernas dado que le gusta guardar diseñador se encargarán del vestuario. Si el departamento de la compostura y exhibir los maravillosos pliegues de sus panta- producción es generoso, el director y el diseñador, que teóri- lones (que no salen así de fábrica) y porque desea que el trabajo camente han de entender lo importante que el vestuario es para de planchado que ha hecho su criado pueda apreciarse. Al sen- un actor, te proporcionarán la ropa de ensayo que más tarde será tarse, estirará las piernas y cruzará los tobillos con elegancia confeccionada a medida, y también unas maquetas del mobi- para mostrar sus maravillosas polainas. Una dama con miri- liario para los primeros ensayos. Si esto no es así, en cuanto al ñaque tendrá que sentarse ladeada sobre el borde de una silla vestuario y a los objetos que manipula tu personaje te aconsejo Quedan 12 páginas (10 min) en este capítulo PÁGINA 351 DE 470 75% leído que consultes al director si, tras un estudio minucioso del ves- de seda, de elegantes bufandas o pañuelos para el cuello que tuario, puedes confeccionarte tú mismo tu propia ropa de en- pueden ponerse a modo de fulares o chalinas, o capas que han sayo. Procúratela con lo que tengas disponible en tu armario y pedido prestadas a mujeres y cinturones a los que pueden suje- busca complementos para los ensayos hasta que el material au- tar una vaina para enfundar su espada. También puedes coser téntico esté a tu disposición. En cualquier caso, esto es lo que una sábana vieja, prenderle unos alfileres y darle unos pliegues y debes hacer por tu cuenta cuando estudias en una escuela sin un drapeado interesantes si necesitas una toga, una túnica o un director ni equipo de vestuario. Tú mismo has de investigar y faldón. No hay que ser rico para hacerte con un par de guantes, diseñar el material que necesita tu personaje de época para po- un bastón o un paraguas, que sirve también de parasol, un bolso nerse en acción. bordado con cuentas o un bolso de tela con el asa de cordón y A la mayoría de actores, que son como las urracas, les encanta acumular ropa y objetos, por viejos que sean. Tienen los unas alhajas o bisutería y transformarlos en complementos de época. armarios llenos de cosas. En caso contrario, puedes pedir la En mis clases he visto candelabros, lámparas de queroseno, ropa prestada a tus amigos. Las mujeres siempre disponen de faroles, cajas de rapé, antimacasares, lavamanos, plumas y botes una o más faldas, combinaciones o camisones de estilo victo- de tinta, no precisamente para «vestir un escenario» sino para riano o isabelino para «ensayar», o incluso pueden tener algún dar mayor sentido de verdad escénica a las acciones en un mo- vestido de noche con cola, o una blusa de campesina o de estilo mento determinado. Todo lo que he descrito tiene un factor barroco eduardiano, o una camisa entallada perfecta para encar- común: nada de todo ello es en apariencia lo que realmente es, nar a la típica mujer liberada de las obras de Shaw. Seguramente ni necesita serlo. Los efectos visuales y la precisión del deco- habrán acumulado miles de pares de zapatos, zapatillas, o cal- rado, del vestuario y del mobiliario está en manos del director y zado de salón que podrán utilizar para vestirse de época. Los del diseñador de vestuario, que tendrán todo dispuesto el día del hombres suelen tener leotardos o ropa de deporte que usan en estreno oficial de la obra. Nosotros somos responsables de em- los ensayos, en el gimnasio o en las clases de danza, y podrán plear los ensayos y las presentaciones de escenas en clase como utilizarla para las obras medievales y del Renacimiento; disponen campos de pruebas de nuestros propios experimentos, y de que seguramente de uno o más chalecos, de batines o batas viejas su utilización sea sensorial y subjetiva, de modo que sepamos Quedan 10 páginas (8 min) en este capítulo PÁGINA 353 DE 470 75% leído comportarnos como si viviéramos en otra época. personal de la vida, para lo que has desarrollado unos hábitos de Permíteme señalar una vez más que debes utilizar la imagi- autoobservación que, entre otras cosas, te ayudan a descubrir nación creativamente cuando te remitas a otro período histórico. diferentes personalidades de ti mismo que utilizarás como fuen- Deberíamos conservar todos los conocimientos de que hacemos tes para identificarte con tus personajes. También has aplicado acopio gracias a los viajes, los libros y otras artes que ayudan a los principios de todos estos ejercicios a las escenas de obras aumentar nuestra fe histórica, en un estado flexible para poder- contemporáneas que presentas en clase y a los papeles que algu- los adaptar imaginativamente y hacer una buena selección de nos de vosotros representáis en los teatros cívicos o profe- ellos para ajustarlos a la visión del mundo del dramaturgo, ese sionales simultáneamente a vuestras sesiones en el estudio. mundo en el que hemos de adentrarnos. El punto de vista de Por primera vez, vas a tener que basar un ejercicio en un Shakespeare respecto a la antigua Roma y Egipto, en el que se re- personaje concreto de una obra. Dado que la mayoría de voso- fleja la violencia y las maquinaciones de la era isabelina, no tiene tros utilizáis lo que habéis aprendido de los ejercicios anteriores nada que ver con el mundo que percibía el rebelde y librepensador victoriano George Bernard Shaw. Cada uno trata a para trabajar escenas en las que el personaje y su entorno os resultan familiares, ahora quiero que deis un paso adelante y que César y a Cleopatra de maneras muy distintas. Nosotros somos os impliquéis en la vida de un personaje de una época lejana, los que hemos de ver su mundo desde el punto de vista de nues- una época que para vosotros sea historia (la segunda guerra tra sociedad. De esta manera, podremos llamarnos a nosotros mundial, el macartismo, los rutilantes años sesenta, que forman mismos artistas. una parte importante de mi vida, incluso los acontecimientos de Consejos para la presentación los años setenta pueden ser historia para ti). Ve en busca de las Hasta ahora, en los nueve ejercicios previos hemos abordado raíces de personajes de obras que te interesen, de un entorno los problemas técnicos que surgen cuando nos descarrilamos, que se ajuste a ellos y te permita darles forma, de las cosas que nos bloqueamos o perdemos el hilo que da continuidad a las te faciliten creer en su existencia, e intenta encontrar las transfe- acciones que ejecutamos en escena, sea cual sea la obra o el rencias personales que te ayuden a meterte en su piel y a ponerte personaje que representamos. Hasta ahora, te has enfrentado a en acción. Cada vez que veo a un bebé bostezar, estornudar, estos problemas desde el punto de vista de tu experiencia eructar, arrugar la cara o ponerse morado de rabia y de Quedan 8 páginas (7 min) en este capítulo PÁGINA 355 DE 470 76% leído impotencia, o cuando le veo sonreír por primera vez, siempre me sorprende el derroche de humanidad que despliega. De la esta persona antes de abordar los problemas a los que se enfrenta en la obra. Para lograrlo, después de estudiar la obra ten- misma manera, cuando investigo en el pasado de un personaje, drás que informarte bien del lugar y la época en que vive, qué se me enciende una luz que me ilumina cuando me doy cuenta ropa se llevaba y qué tipo de objetos se manipulaban en aquella de que mi personaje también es capaz de manifestar estos com- época. Utiliza las fuentes que se han descrito en este capítulo y portamientos tan sinceros, no porque se ajusten a cualquiera de acuérdate de enfocar esta tarea de manera subjetiva y no apor- sus acciones en la obra misma, sino porque para mí son mues- tando datos y fechas a modo de disertación sobre el período tra de que está vivo.(¿Te ha pasado alguna vez que, encarnando histórico. a Julieta, has eructado después de beber a toda velocidad un Te pondré un ejemplo: vaso de agua? ¿O que Hedda Gabler se resfriara y estornudara al- Supongamos que te interesa Varya, la hija adoptada de guna vez? ¿O que Horacio bostezara preparándose para un exa- Lyuba, de El jardín de los cerezos. Sabes que la obra se desarrolla en un estado de Rusia a finales del año 1800, donde men en la Universidad de Wittenberg?) Para cumplir con el objetivo de este ejercicio, una vez que vive Lyuba Ranevskaya. Has decidido investigar sobre los hayas decidido qué personaje vas a representar, despójalo de rituales matutinos de Varya. Te imaginas que es un día bo- todos los conflictos que le envuelven en la obra. (No te conviertas en un mal escritor o «reescritor» y rellenes su vida de rrascoso del mes de marzo. Las cortinas bordadas de la ven- anécdotas, ampliando con ello el personaje que ha creado el tación. Pisas con tu pie descalzo el suelo desnudo e impo- dramaturgo.) Haz que sus circunstancias sean normales y ocú- luto de la habitación al levantarte de la cama. Te calzas a palo con una tarea sencilla a fin de descubrirte a «ti mismo», en el papel de esta persona de esta determinada época, comiendo, toda prisa las zapatillas de fieltro y te pones una bata encima bebiendo, levantándote por la mañana o acostándote de noche, y descorres la cortina. Dices una oración para tus adentros de saber cómo te entretienes en tus momentos de ocio o cómo ante el icono que cuelga frente a ti en la pared. Contemplas la te preparas para un encuentro social o de trabajo, etc., para así llegar a identificarte con la vida y el comportamiento esencial de idea de hacer la cama pero decides que es mejor que se tana están cerradas y una luz muy tenue ilumina la habi- del camisón. Te deslumbran los rayos de sol a medida que ocupe de ello Dunyasha, porque todavía te queda mucho por Quedan 6 páginas (5 min) en este capítulo PÁGINA 357 DE 470 76% leído hacer antes de que la familia regrese de París mañana. Vas al universitaria. Dependiendo de la época en que te sitúes, tendrás lavatorio y llenas de agua helada la pila de porcelana azul y que informarte sobre qué utilizaban para escribir, si bolígrafos o blanca con el jarrón a juego. Te mojas la cara con las manos plumas, qué tipo de tinta o minas de lápices usaban en lugar de y sientes un escalofrío. Te separas la gorguera del camisón y las máquinas de escribir actuales, si bolígrafos de tinta o plumas de la bata de tu cuello y te secas la nuca con un pañuelo. Te estilográficas o bien aquellos lápices Eberhard tan maravillosos lavas las manos y las muñecas con una pastilla marrón de que tenían una gomita en el extremo. ¿Qué tipo de papel usa- jabón y te secas con una pesada toalla de lino que a conti- ban? ¿Papel de lino, de pergamino o de pasta? ¿Cómo eran sus nuación doblas y devuelves al estante antes de dirigirte hacia dietarios o sus cuadernos de notas? La tinta, ¿salía fácilmente el armario rústico donde guardas la ropa. Etc. del cartucho o se secaba en seguida? ¿Cómo se secaba? ¿Con un El valor de este simple recorrido por esta época tan lejana trapo? ¿O se derramaba un polvillo secante por encima y una vez empezará a hacerse manifiesto cuando creas de verdad que vives seco se soplaba? (Si representas The Country Wife, de Wycherley, puedes experimentar escribiendo la famosa carta de Margery al en aquel período, cuando el pasado se convierta en presente. Claro está que este tipo de ejercicio te servirá para trabajar en señor Horner cuando dispongas del material de escritura ade- cualquier papel de una escena en clase o de un montaje profe- cuado y conozcas los problemas que se le plantean.) Siempre sional. Si crees que este ejercicio es demasiado corto para inves- que te resulte difícil averiguar las costumbres que se estilaban, la tigar en las vidas y costumbres de aquella época, recuerda cuán- ropa con que vestían y los objetos que existían en la época, y el tas otras obras magníficas conoces que se desarrollan en la material que necesitas para trabajar, consulta tus problemas con Rusia de aquellos años. Si investigas en la vida cotidiana de un un bibliotecario amable. Aquellos que vivís en Nueva York, po- solo personaje que vivió al comienzo o a finales del siglo XVI en déis remitiros a la biblioteca del Lincoln Center, donde encon- Inglaterra, habrás abierto las puertas a toda una serie de mundos traréis todas las descripciones detalladas, todas las fotografías y en los que se desarrollan muchas otras obras de esa época. reproducciones que necesitéis, incluidos los cosméticos, artí- Supongamos que decides crear la situación en la que tu culos de baño, ollas, sartenes, vajillas y accesorios personales personaje escribe un mensaje a un amante, o una carta a su que se utilizaban en distintas épocas. Es muy divertido descubrir casa, o una respuesta a una invitación formal o una tesis curiosidades como la anécdota de que utilizaban agujas de oro o Quedan 4 páginas (3 min) en este capítulo PÁGINA 358 DE 470 76% leído de marfil para matar los piojos que habitaban en las pelucas trabajar en su manuscrito. empolvadas, aquellas que estaban tan de moda en la época, o saber que se pintaban interesantes lunares en el rostro para ocultar los granitos o las manchas visibles. Otras escenas interesantes que puedes practicar en tus ejercicios son las siguientes: De Las tres hermanas Irina preparando un té y unas pastas después de su clase de italiano. Olga corrigiendo exámenes de sus alumnos tarde en la noche. André preparándose para practicar el violín después de su discusión con Natasha. De El misántropo Arsinoé o Célimène acicalándose antes de salir de visita. Alceste o Philinte preparándose para una reunión social o para un viaje al teatro. De Hamlet Laertes regresando a casa después de una juerga. Ofelia preparándose para retirarse. De Hedda Gabler Thea Elvsted volviendo del mercado para prepararle el almuerzo a su marido. Eilert Løvborg jugando al solitario y bebiendo para no Quedan 2 páginas (<1 min) en este capítulo PÁGINA 360 DE 470 77% leído 21 Las combinaciones esperas a un amante un día de mucho bochorno y plagado de mosquitos, o bien en plena tormenta de nieve, en los con- No he dejado de insistir en que los ejercicios deben ensayarse y presentarse bajo diferentes situaciones y circunstancias hasta fines de un bosque. que sepas aplicar la técnica adquirida casi por costumbre o por ciones posibles. Y así una y otra vez, hasta agotar todas las combina- reflejo, sea en un ensayo o en una función. Después de haber Cada pequeño ejercicio o momento de práctica te servirá para presentado infinitas veces el ejercicio 10, ahora ya puedes dar calentarte y reforzará tu oficio de actor para cuando tengas que por terminados los ejercicios siempre y cuando no los equipares encarnar papeles y representar obras sobre un escenario. a los del pianista que ejercita sus dedos o a los del violinista que ¡Buena suerte! practica con su arco, ni a los de los bailarines que hacen estiramientos y ejercicios de barra, ni a los ejercicios de calentamiento de cualquier arte escénico, cuya práctica hemos de repetir y repetir hasta el día de nuestra última representación. Sin embargo, si tienes la sensación de que has agotado todas las modalidades posibles de cada ejercicio y de que éstos ya no son un reto para ti (ja, ja), puedes experimentar combinando las dificultades que plantea cada uno de ellos. Por ejemplo: Mientras te afeitas o te maquillas, cuando los objetos que utilizas deben estar dotados de realidades, puedes hablar contigo mismo. Mientras haces o recibes llamadas telefónicas, puedes estar muy resfriado o borracho, y a la vez intentas buscar un objeto que hayas perdido. Puedes ubicar un personaje histórico en el exterior si Quedan 2 páginas (1 min) en este capítulo PÁGINA 361 DE 470 77% leído Cuarta parte El papel Queda 1 página (<1 min) en este capítulo PÁGINA 363 DE 470 77% leído 22 La obra digerido la segunda y tampoco han practicado los ejercicios de ¿Qué es lo primero que hay que hacer para preparar un papel? por el cual insisto en que se ha de leer la obra, no sólo una sino Tal vez hayas escogido un personaje determinado para inves- varias veces, nos lo aclara el diccionario cuando define el verbo la tercera, la cuarta parte no tendrá sentido para ellos. El motivo tigar en él porque te gusta mucho o porque tienes la esperanza leer y cita sus sinónimos: de que algún día podrás representarlo. Tal vez te han asignado Leer: recibir o percibir en el sentido de un papel para presentar una escena en clase o en un taller, o tal aprender de lo que se descifra de un escrito vez te has embarcado en un montaje de envergadura y vas a ac- adquirir el conocimiento de tuar a nivel profesional. Habitualmente, o te proporcionan el atribuir un significado a texto de la obra o tú mismo sabes cómo y dónde procurarte uno. Examinar: hacer un estudio de A continuación, lo primero que tienes que hacer es leer la obra Entender: interpretar el sentido o significado de de arriba abajo. Este consejo tan obvio va dirigido a todos aquellos actores (que son muchos) que no consiguen hacerlo nunca. Esto es debido a la falta de experiencia, a que su formación es limitada, a que tienen una mentalidad de show-business o a una actitud arrogante y perezosa. Los actores dan por hecho que en Predecir: conocer la naturaleza de algo observando las señales externas Leer entre líneas: entender más cosas que las que dicen las palabras del texto Si incorporas estas definiciones a la noción de lectura, cuando los ensayos «sacarán» toda la información y detalles que nece- leas una obra obtendrás mucha más información aparte del siten. Algunos actores tienen tantas ganas de actuar que en su «argumento». Extraerás todo lo que deseas saber sobre tu perso- primera lectura del texto ya «se emocionan» antes de saber de naje y sobre su entorno. Y, sobre todo, podrás dar respuesta a qué trata la escena, por no decir la obra entera. las preguntas concretas que se formulan en los Seis Pasos del El requisito de leer la obra de arriba abajo también va diri- capítulo 10, página 202, que ahora te planteas respecto al papel gido a los actores que han omitido la lectura de los capítulos anteriores de este libro y empiezan directamente por éste, por- que estás preparando. Con ello me refiero a esos seis elementos orientativos que has utilizado para humanizar a tus personajes que quieren ir «al grano». Si no han leído la primera parte, ni han en el escenario.(¡Recuerda que sólo podemos encontrar Quedan 25 páginas (24 min) en este capítulo PÁGINA 364 DE 470 77% leído respuestas a nuestros problemas cuando sabemos formularnos Comprobarás si la obra es divertida, triste, o las dos cosas a la las preguntas correctas!) La lectura minuciosa es la que nos pro- vez, o si es muy cómica o tremendamente trágica. Te reirás de porcionará las pistas para investigar en nuestro viaje al mundo las bufonadas de los personajes, normalmente cuando no son del dramaturgo. conscientes de que son graciosos, y llorarás al conocer sus des- Teóricamente, cuando abrimos la primera página de una gracias, sobre todo cuando el personaje no llora. Te reirás espe- obra de teatro, deberíamos leerla con inocencia y con amplitud cialmente del personaje que tú vas a representar y llorarás cuan- de miras. No obstante, a no ser que ambos –la obra y el autor– do veas cómo lo maltratan o cómo sufre. Esto es lo que puede sean completamente desconocidos para nosotros, leer con ino- ocurrirte. cencia es algo muy difícil de conseguir. Incluso si la obra es No hay nada malo en ello, siempre y cuando no confundas nueva pero en la portada del libro puede leerse el nombre de estas primeras reacciones con las del personaje cuando está en Shakespeare, Chéjov, Brecht, Williams, Coward o Neil Simon, es acción, totalmente implicado en su vida y enfrentándose a sus muy probable que ya te hagas una idea de cómo presentar la problemas, es decir, mientras seas consciente de que estás al obra antes de haber leído la primera página. En el capítulo 20 he otro lado del telón, fuera del escenario. Las primeras imágenes descrito, al hablar del estilo, los peligros inherentes a prefi- que te construyes y los primeros sonidos que oyes en relación a gurarse ideas y conceptos, pues resulta muy embrutecedor para tu personaje –qué aspecto tiene, cómo anda, cómo habla, si es la creatividad que requiere la interpretación de una obra. Perma- delicado o bruto, si es un ser sensato y estable o más bien dis- nece atento. perso e inconstante, si habla coloquialmente o con un vocabu- De todas maneras, tu reacción a la primera lectura de la lario elaborado, si tiene un tono seco y duro o suave y melo- obra será parecida a la del público. Extraerás información sobre dioso– pueden ser perjudiciales si las conservas eternamente y la época y el lugar en que se desarrolla y acerca de las influencias si las tomas como referencia para tu futura actuación. Las pro- que la sociedad ejerce sobre los personajes. También sabrás si pias imágenes que te has construido y las de los personajes en está escrita en prosa o en poesía. Podrás asimismo visualizarla y movimiento han de borrarse y olvidarse lo antes posible si lo percibir su tono. Instintivamente, tomarás partido y te identi- que quieres es desembarazarte de las técnicas formalistas para ficarás con los «buenos» y te pondrás en contra de los «malos». crear tu personaje de dentro hacia afuera, hasta implicarte en él Quedan 23 páginas (22 min) en este capítulo PÁGINA 366 DE 470 78% leído en cuerpo y alma. recurso de una cantata de Bach. Me quedé atónita cuando des- Mientras lees la obra también percibes intuitivamente una cubrí que lo mismo que a mí me estremecía y me hacía conectar serie de impresiones sensoriales sobre el personaje y sobre la con un ser Superior, suscitaba en mi colega una insoportable obra en conjunto. La obra puede evocarte sensaciones de vigor, sensación de tedio y aburrimiento, pues sólo con oír el nombre fragilidad, frescura, transparencia, oscuridad; de una ensoñación de Bach empezaba a bostezar. Un desierto cubierto de cactus efímera o de una cruda realidad, sensaciones placenteras o vio- me provoca una tremenda sensación de desolación y soledad, lentas. Puede sugerirte colores, texturas, piezas musicales, cua- mientras que a otro le provoca una sensación de lo más estimu- dros, y determinados aspectos de la naturaleza. Tal vez te haga lante y sobrecogedora. Discutir sobre el significado oculto y el pensar en Mozart, en el jazz, en terciopelo rojo, en un tweed sentido psicológico de la «esencia» sensorial del sentimiento no color oliva, en un lago de montaña color azul zafiro o en un sirve de nada, y tratar de acordar unánimemente su aplicación y charco embarrado, o en un vaso de cristal tallado, o en un cuen- su uso es pisar terreno pantanoso. En una ocasión, un director co de terracota, o en un campo de amapolas o de aciano, o tal de escena dijo a sus actores: «Estáis actuando con tonos del vez en un bosque de abedules. Estas impresiones tan personales mes de noviembre. ¡Os he pedido tonos de octubre! Volved a e intangibles que te ha suscitado el material pueden ser válidas empezar». ¡El arte y la creatividad ya tienen un alto componente para tu futuro trabajo en tanto que fuentes que califican no sólo de misterio, así que no lo hagáis todavía más enigmático! la obra sino el estado de ánimo y el comportamiento que mani- Una vez que hayáis leído y examinado detenidamente la fiesta el personaje en escena, siempre y cuando tengas presente obra, empezaréis a entenderla, es decir, a «interpretar su sentido que no existe calidad, sentimiento o estado que pueda actuarse y significado». Dado que nuestra obligación es ponernos siem- por sí solo, y que las acciones son las únicas que tienen signi- pre al servicio del autor, tenemos que entender la intención del ficado y que son capaces de comunicar. Además, a no ser que dramaturgo, definir su tema y preguntarnos: ¿de qué trata la nos reservemos estas reacciones subjetivas sólo para nosotros, obra? Cuando respondamos a esta pregunta, ya sabremos qué lugar ocupa nuestro personaje en ella. se convertirán en un estorbo. ¡Son un asunto privado! Cuando actué en Santa Juana, le expliqué en una ocasión a un colega que para representar una escena frente a la catedral utilizaba el Volveré a insistir en que todo enfoque intelectual o análisis exhaustivo de la obra ha de dejarse en manos del director. No es Quedan 21 páginas (20 min) en este capítulo PÁGINA 368 DE 470 78% leído responsabilidad del actor. Sin embargo, si queremos jactarnos los elementos que encajen dentro del mismo marco de refe- de ser creativos en la construcción del personaje, necesitamos rencia del director. El director es el capitán del barco, es quien algo más que técnica. Hemos de ser capaces de hacer una eva- lleva el timón. Nosotros somos los miembros de la tripulación. luación inteligente del propósito de la obra; en primer lugar, porque debemos llegar a entender el análisis del dramaturgo me- Cualquiera de los oficiales y marineros ha de tener información diante el que nos transmite sus intenciones y, todavía más de arena, de los arrecifes o icebergs que acechan, y tiene que importante, no debemos descarriarnos en nuestra interpretación desde las primeras fases del trabajo preparatorio de nuestro conocer los mapas y las rutas mediante las que uno se orienta en papel. total en el capitán, que es quien les asigna las tareas y quien sobre las corrientes marinas, el clima, los peligros de los bancos el mar. No obstante, todos ellos han de depositar una confianza Esta preparación inicial tiene que servir para que el director toma las decisiones. Si un tripulante toma una decisión por no asuma que tiene el derecho de tratarnos como «títeres» ni de cuenta propia, el barco puede zozobrar y no sólo obstaculizará el moldearnos como si fuéramos «masilla», es decir, «niños» obstinados, maleducados e inmaduros. Los directores que transcurso del viaje, sino que puede truncarlo. toman como modelo a Gordon Craig deberían darse cuenta de antes de empezar a ensayar, el actor debe saber cómo abordar la que su deseo es únicamente dirigir a «marionetas». La mayoría obra, no sólo conociendo su trama o su línea argumental, sino de directores se muestran aliviados cuando no han de hacer este desde una perspectiva distinta. En primer lugar, debes saber de tipo de trabajo con los actores y agradecen que sepamos interpretar las indicaciones y el sentido de la obra a nuestra manera, y qué trata la obra para definir su tema principal. No te dejes intimidar por esta propuesta. No es tan difícil como parece. No que dotemos a nuestro personaje de un estilo propio. hagas de éste un ejercicio intelectual. Confía en tu intuición: uti- A fin de ser un útil colaborador en la recreación de la obra He de añadir que para que la relación entre el director y el liza la inteligencia del actor. El consejo que da Harold Clurman al actor sea productiva, el actor no debe nunca usurpar el puesto y director sirve también para el actor: «Deja que la obra te trans- la autoridad del director ni buscar polémica o desacuerdo, por forme a ti antes de transformarla tú a ella». No te dejes con- mucha pasión que sienta por sus propios descubrimientos. fundir por la variada terminología que cada director, profesor y Tiene que mostrarse siempre flexible y conjugar su visión con actor versado emplea en los ensayos, en las sesiones de clase, Quedan 19 páginas (18 min) en este capítulo PÁGINA 370 DE 470 79% leído en los libros de texto, cuando se refieren al tema, argumento, mensaje de esta siniestra comedia se va revelando cuando significado, mensaje, lección, intención, contenido o punto de entendemos que Shaw, a través de su personaje, expone los vista de una obra. Son términos casi sinónimos y la elección de argumentos de la prostitución y demuestra que los matrimonios uno u otro depende de la preferencia semántica del que los em- de conveniencia de la Inglaterra victoriana eran otra de las mane- plea. Todos y cada uno de ellos expresan la visión que tiene el ras de esclavizar a las mujeres. Cuando la heroína, Vivie, des- dramaturgo de la condición humana dentro de la sociedad deter- cubre que su educación y su bienestar han sido posibles gracias minada que ha escogido. El tema de la obra queda a veces explicado en el mismo tí- a los beneficios que su madre ha obtenido de los burdeles, la lucha que emprende por la integridad y por la autodeterminación tulo. The Prisoner of Second Avenue es un título que refleja clara- la conduce a rechazar no sólo el lujo y la seguridad que le brinda mente unas connotaciones de todo aquel que vive en Nueva su madre sino también a asumir el cargo de contable en una ofi- York en la actualidad y que está atrapado en un entorno urbano. cina y a aceptar que su estado de solterona es el único camino Para este actor no es difícil entender la obra ni identificarse con de «apartarse de todo». Para poderse identificar con los con- los problemas en los que Mel y su esposa están inmersos: la flictos que plantea la obra y apreciar su significado, el actor debe lucha que emprenden contra la burocracia para sobrevivir, o familiarizarse profundamente con el mundo concreto que Shaw contra el bullicio, la delincuencia, la polución, las averías de los describe, una época en la que literalmente las mujeres se morían lavabos, de los aires acondicionados y el colapso de los sis- de hambre en los asilos y en las cloacas a no ser que se hicieran temas de transporte, cuando toman conciencia del miedo que prostitutas, pertenecieran a una familia adinerada o se casaran sienten de fracasar en el mundo de la empresa. Neil Simon, con un millonario por conveniencia. Como escribió una mujer, desde su perspectiva de comedia, hace hincapié y agudiza las la única opción era «entregar tu cuerpo o morir». Una copia im- idioteces que podemos llegar a cometer cuando nos enfren- presa del periódico The Lancet afirma que «en 1885 una de cada sesenta casas de Londres era un burdel, y una de cada dieciséis tamos a este tipo de situaciones tan caóticas y frustrantes. El título de la obra de George Bernard Shaw, Mrs. Warren’s mujeres era puta». Todavía es más interesante lo que apunta The Profession, también revela el contenido de la obra cuando te enteras de que la profesión de la protagonista es la prostitución. El Observer: «En 1985 la prostitución está en alza porque las mujeres se ven forzadas a ejercer de putas para pagar sus Quedan 17 páginas (16 min) en este capítulo PÁGINA 371 DE 470 79% leído facturas». Evidentemente, esta situación también se da en la de la casa. A diferencia de Vivie, es capaz de enfrentarse sola al sociedad norteamericana. Recientemente, en Nueva York, «Mayflower Madam» insistía en defenderse cuando la juzgaron, decla- mundo. A pesar de los derechos que ha conseguido la mujer de rando que proporcionaba un sustento decente a las pobres chi- psicológicos de Nora y su lucha contra la falta de libertad. hoy, no cuesta nada reconocer e identificarse con los problemas cas del oficio que enviaba a sus «clientes». Incluso podemos Puesto que el conflicto es el eje central de la expresión encontrar paralelismos psicológicos con nuestra profesión si dramática, sea trágica o cómica, y requiere acción, cuando inves- pensamos hasta qué punto hemos dejado que nos compren y tigamos sobre el contenido de la obra hemos de prestar especial nos vendan en el mercado del teatro comercial, mientras nuestra atención a la naturaleza del conflicto que el autor ha escogido alma, por no decir nuestro cuerpo, se va atrofiando y marchi- para expresar su punto de vista. Para que se produzca, un con- tando encerrado en esos «asilos» comerciales. flicto necesita adversarios, y el dramaturgo ya ha tomado par- Si no estás acostumbrado a buscar el sentido argumental o tido. En la mayoría de los casos, el conflicto es obvio y, una vez temático de la obra en que vas a trabajar y la relación que puede más, puedes fiarte de tus instintos y de tu inteligencia para orien- tener con tu propia vida, puedes habituarte a hacerlo a fuerza de tarte y tomar decisiones lógicas respecto a quién está a favor y practicar. En la mayoría de los casos, el significado y el sentido quién en contra, quién acierta y quién se equivoca, quién es la de una obra es fácil de dilucidar. Una vez que ya has entendido víctima y quién el verdugo, quién es el héroe y quién el villano. la trama argumental de Casa de muñecas, de Ibsen, por ejemplo, sabrás reconocer que el tema trata de la esclavitud espiritual de Dicho de otra forma, quién es el protagonista y quién el antago- las mujeres, y que la sociedad escandinava, chovinista y ma- Cuando sepas aclarar esta cuestión, conocerás la postura chista, cuya esencia está basada en el modelo original de todas del personaje en el contexto de la obra y la relación que mantiene las sociedades centroeuropeas, es la mala de la obra y la respon- con los otros personajes. Para que el conflicto salga a la luz o sable de que Nora se haya convertido en la eterna niña-novia, en entre en erupción no es necesario que haya una lucha explícita el juguete y la víctima de su marido. Finalmente, arrinconada por cuerpo a cuerpo. La resolución o el desenlace de una obra no la situación, saca fuerzas de flaqueza y asume su responsa- está basado necesariamente en ganadores y perdedores reales. bilidad para solventar su dilema. Logra romper el cerrojo y salir Una obra que finaliza con una pregunta, o que no proporciona nista de la obra. Quedan 15 páginas (14 min) en este capítulo PÁGINA 373 DE 470 79% leído respuestas claras, o en la que al final ganan los «malos», tiene la de expresión de autores contemporáneos y las que ofrecen los intención de concienciar al público del problema, y cumplir la clásicos, como La importancia de llamarse Ernesto (de la que he hablado en profundidad en el capítulo anterior), suelen tener el función de advertencia o de lección a aprender. Como ocurre en el caso de Mrs. Warren’s Profession, Casa de objetivo de actuar de espejos para el público y de ofrecerles un muñecas y de otras obras de Shaw y de Ibsen, muchas obras de finales del siglo xix y principios del XX consideran que el orden reflejo de su propia esclavitud al artificio de la moda, de su pro- social establecido es el villano subyacente del tema principal, y llar, por destacar entre los demás, por integrarse, o por trepar en objeto de su ofensiva. No obstante, en muchas de las obras de la sociedad, entran en conflicto con la naturaleza, con sus ne- Chéjov del mismo período, los personajes principales son víc- cesidades humanas más básicas. En las sátiras más mordaces timas de su pasado, que es a la vez el responsable de la invalidez de Molière (siglo XVII), la hipocresía de los personajes refleja las e ineptitud que les impide enfrentarse a los cambios que se pro- acusaciones más devastadoras de la corrupción que existía en la ducen en su sociedad. En Las tres hermanas, los protagonistas sociedad establecida. En El misántropo, el cínico Alceste, que está retratado como el protagonista del perfeccionismo por an- «quieren ir a Moscú», regresar a todo aquello que tenían antes. pia vanidad y estupidez. Los esfuerzos de los personajes por bri- En El jardín de los cerezos, los miembros de la familia son sus propios enemigos y los mismos que obstaculizan la lucha que li- tonomasia, queda finalmente despojado de sus vestiduras a bran por evadirse del presente y por aferrarse a los antiguos valo- Los últimos años del imperio de Habsburgo dieron lugar a res y costumbres. Los personajes no pueden vencer este desmoronamiento del mundo familiar ni derribar la barrera que des- una explosión de obras notables, como La ronda y Anatol, de Arthur Schnitzler. Los protagonistas de estas obras se ven anu- piadadamente les interrumpe el paso hacia un futuro mejor. Podemos comparar esta situación de impotencia y de degra- lados por la vacuidad de su lucha por la autosatisfacción, que era un reflejo de la sociedad en que vivían. dación a la que vive nuestra clase media, a pesar de que las fuer- En una de las obras clásicas norteamericanas de los años zas que la corroen son de otra índole, aunque igualmente despia- treinta, Our Town, de Thornton Wilder, al principio parece difícil reconocer el eje central de la obra, pero al final descubrimos que dadas. Las comedias sociales que siguen prosperando como forma causa de su fanatismo. los pequeños conflictos entre vecinos, miembros de la familia y Quedan 13 páginas (12 min) en este capítulo PÁGINA 375 DE 470 80% leído los jóvenes amantes, provocan en sus personajes un compor- había roto su matrimonio, igualmente equivocado. tamiento más definido y contundente porque están deseosos de El grado en que nuestro criterio acerca del tema de una llevar una vida sencilla y llena de amor. La cercanía y la finalidad de la muerte son claramente el antagonista más importante de la obra, de sus conflictos y de sus adversarios influye en nuestro obra. o se quedará en pura teoría a no ser que en nuestra visión inclu- enfoque al abordar el papel que encarnamos, será imperceptible Está claro que debemos dilucidar el conflicto que tanto yamos la acción principal de la obra, o como habréis oído alguna abunda en las obras sobre la lucha de sexos. Sin embargo, sí vez, el esqueleto, objetivo principal, superobjetivo, acción global, hemos de investigar e interpretar la naturaleza del conflicto, y el eje o centro. Cada uno de estos términos sinónimos es la expli- motivo por el cual se utiliza, antes de sacar a nuestro personaje cación de la base del tema central, que es el que confiere unidad al ruedo. Aristófanes, el padre de la comedia, y el rey de esta a la obra y proporciona la fuerza motora. En los breves resú- temática, pues hace más de dos mil años ya hablaba de la libe- menes que he descrito y que empiezan en la página 336 he ofre- ración de las mujeres, cuenta en la obra Lisístrata que los hombres arrebatan el poder a las mujeres negándoles el sexo con el cido mi propia interpretación de la acción central de cada obra: fin de evitar que hagan la guerra. El Petrucho de Shakespeare doma a la Fiera, Kate, que desea desesperadamente poner a encabeza una campaña para prevenir la guerra, etc. Si los repa- prueba la fuerza de Petrucho. Shaw, el feminista por excelencia, obra, que esta fuerza motora o acción principal está normal- embarca a sus damas en cruzadas contra sus adversarios mente en manos del protagonista y que el antagonista es el que masculinos, y la heroína suele ser la que triunfa. Por otra parte, motiva el conflicto. (Si, por ejemplo, la necesidad de Nora es las mujeres de Strindberg suelen ser villanas que, en su lucha romper el cerrojo de su jaula dorada, su marido tendrá el obje- por obtener el poder y dominar, destruyen a sus desafortunadas víctimas en la sangrienta batalla del matrimonio. En un tono más tivo de mantenerla encerrada dentro de ella.) ligero, en La extraña pareja, de Neil Simon, los problemas que verbo activo, que no necesita forzosamente ser el tema principal, tienen los recién divorciados, que se reflejan en su lucha por pues está definido por un sustantivo. Y desde el punto de vista coexistir, tienen su raíz en los mismos motivos por los que se de la acción principal de la obra o del esqueleto es desde donde Mel lucha por sobrevivir, Vivie lucha por su integridad, Lisístrata sas, verás que las ideas forman una parte integrante de cada El esqueleto de la obra suele manifestarse en la forma de un Quedan 11 páginas (10 min) en este capítulo PÁGINA 376 DE 470 80% leído debemos buscar la acción principal de nuestro personaje para descubrir qué relación mantiene con la «fuerza motora» de la malinterpretado o destacado algún aspecto no pertinente. obra. Finalmente, nunca debemos perder de vista ni mostrarnos demasiado frecuente se desarrolla en la antigua Grecia, en la tumba de un escribano que acaba de morir. Su viuda se ha tras- indiferentes frente al hecho de que cuando los personajes de una ladado a vivir allí con su criada, y está dispuesta a morir de ham- obra persiguen una meta, cuando «luchan», «oponen resis- bre y así unirse a su esposo en el otro mundo. La actriz que aquí tencia», «se esfuerzan» o «buscan» para conseguir su objetivo, se detenga a buscar un estado de tristeza profunda capaz de deben obviamente querer o desear, tener una necesidad o un generarle el deseo de morir, está tal vez preparada para trabajar deseo o la voluntad de conseguirlo. Estas emociones humanas en una tragedia de Sófocles, pero le resultará extremadamente tan básicas son las causas y los catalizadores que precipitan difícil conciliarse con la comedia de Fry. En ningún momento nuestras acciones. debe perder el ángulo de visión y la premisa del autor de que el Por ejemplo: la maravillosa obra de Christopher Fry Un fénix En resumen: cuando nos preparamos para trabajar en un fénix, que renace de sus cenizas, es un deseo de vida, de sexo y papel, debemos investigar y prestar atención especial al tema de la obra, al conflicto, al alineamiento de los adversarios y a la rela- de procreación. Ella debe incorporar todas las realidades de la obra para ser capaz de enamorarse otra vez, para mostrarse sus- ción que nuestro personaje mantiene con ellos, con sus accio- ceptible ante los encantos del guarda que no tardará en entrar en nes principales y las causas que las propician. la tumba. No puede ignorar lo que le cuentan de su marido, que Las interpretaciones que tú hagas sobre los aspectos recién era un pelmazo de tomo y lomo que «consigue que Homero mencionados son responsabilidad tuya siempre y cuando los suene a cuenta bancaria» y que sólo «en sus momentos de utilices como guía para un papel que esperas representar en el aguda percepción» advirtió la presencia de ella. Ella se dará futuro o para la escena que deseas mostrar en clase, es decir, sin cuenta de que sus lágrimas son de frustración y no de pena un director que te dirija. En este caso, tu profesor o tus colegas cuando se lamenta –«¿Por qué me ofendes así, muriéndote?»– y estudiantes pueden ayudarte a resolver los problemas con los de que su concepto de la muerte es navegar tranquilamente en que te encuentres, como por ejemplo no haber entendido la una barca por el río Hades con Caronte al timón. Su hambre, su intención del autor, o haber omitido algo importante de la obra, sed, su apetito de sexo y de mundo, aquel que existe fuera de la Quedan 9 páginas (8 min) en este capítulo PÁGINA 378 DE 470 80% leído tumba, están constantemente en conflicto con sus ideas román- miembros de la profesión debatieron durante años cuál de los ticas del sacrificio, tan propias de la clase media. dos era el «correcto». Con todo, ambos tuvieron mucho éxito y De igual manera, en la comedia de un solo acto de Murray fueron muy aplaudidos por la crítica y el público. Ninguna de las Schisgal, The Tiger, los actores suelen caer presos en unos comportamientos inoperantes e irracionales, y se muestran inca- dos representaciones fue abiertamente cuestionada por Ten- paces de captar todo lo auténtico que les brinda su material. La Kowalski, a quien caracterizaba como el protagonista aními- actriz puede únicamente justificar que el hecho de que la secues- camente sano que defendía su independencia masculina y que tren y la arrastren hasta el apartamento de un hombre puede ser protegía sus derechos territoriales y su sólido y sensual matri- una aventura fascinante, considerando que su personaje es el de monio contra la predadora, chupóptera, decadente y neurótica una ama de casa aburrida que vive en un barrio residencial y Blanche, la antagonista, que debía ser exorcizada. La falta de cuyo único entretenimiento es ir de compras a la ciudad y jugar formación de Stanley y sus maneras brutales, fruto de la educa- al bridge un día por semana y teniendo en cuenta que su secues- ción de clase obrera que recibió, es tratada con la misma compa- trador es un corderito con piel de tigre, algo parecido a Woody sión que suele desplegarse hacia los desaventajados. Una de las Allen. Y el actor no debe olvidar que su personaje está deses- pocas críticas negativas que recibió este montaje apuntó que «la perado e intenta llevar a cabo su fantasía de ser tigre. Si, en su obra acaba convirtiéndose en el triunfo de Stanley, impulsado lugar, se comporta como un sádico Jack Palance, la obra sería in- por la complicidad del público, que ya no está del lado de los coherente, imperfecta, y la intención de transmitir miedo no esta- ángeles». El otro director concibió la obra como un alegato a ría justificada. favor de la aspiración a la belleza personificado por Blanche Du- nessee Williams. Uno de los directores se ponía del lado de Aunque no es algo frecuente, es posible obtener dos percep- Bois, la protagonista que va en busca del paraíso y trata de com- ciones completamente diferentes de una misma obra que cam- prender sus sueños, y que acaba convirtiéndose en la víctima de bian su sentido de modo radical. Un tranvía llamado deseo es un buen ejemplo de ello. Los dos montajes originales que se hicie- la brutalidad del mundo «real» de Stanley. Como respuesta a ron de la obra fueron muy polémicos porque cada uno ofrecía de nosotros se salva?», idea muy noble a mi parecer, y un reto una visión distinta, y los historiadores, los críticos de teatro y los válido para el público. En cada una de las dos interpretaciones esta versión, el crítico Eric Bentley escribió: «Entonces, ¿quién Quedan 7 páginas (6 min) en este capítulo PÁGINA 380 DE 470 81% leído es fácil distinguir de qué lado está el resto de personajes como, Y analizar la obra desde esta perspectiva es a lo que tienes que por ejemplo, Stella, Mitch, los jugadores de póquer, el vecino o acostumbrarte, sea cuando trabajas en un papel que deseas el joven cobrador, o cuándo se encuentran atrapados entre Blan- encarnar en el futuro o cuando ensayas una escena para pre- che y Stanley. sentar en clase. El profesor o instructor es el que tiene que ayu- Un ejemplo muy claro de cómo influyó una época deter- darte a desarrollar la técnica que te dará consistencia y solidez minada en la interpretación de una obra puede verse en las dos escénica, que avivará tus sentidos, que te hará caminar y hablar, famosas películas que se hicieron sobre la obra de Shakespeare, que te dará credibilidad como personaje. La función del profesor Enrique V. La batalla de Agincourt en 1415, en la que seis mil sol- no es la de ejercer de intérprete o de director, ni es el respon- dados ingleses cayeron frente a veinticinco mil franceses, es el sable de «poner a punto» tu actuación para que el público la eje central de la acción. Olivier dirigió esta obra maestra durante consuma. la segunda guerra mundial, cuando el espíritu nacional inglés es- Sin embargo, al disponer de esta libertad en la manera de taba en decadencia. Quería infundir en sus campesinos un reno- interpretar tu papel, corres un riesgo. Debes ser muy cauto si de- vado sentido patriótico. Su grito de guerra «¡Todos de nuevo en seas trabajar en un montaje profesional. Dado que no existe una la brecha!» se hizo famoso, y el esplendor y la pompa de sus interpretación definitiva de una obra o papel, no puede existir un ejércitos agresores llenaron de coraje y esperanza a todos y cada solo Hamlet, una santa Juana, un Edipo o una Medea; de lo con- uno de los espectadores. Con esta interpretación consiguió plas- trario, cada montaje sería una fotocopia idéntica del otro en el mar su visión artística y su intención moral. Por el contrario, la que el actor no sería más que una supermarioneta. Recuerda película de Kenneth Branagh, rodada cuarenta y cuatro años des- que, sea cual sea tu interpretación, ésta no deja de estar basada pués, es el reflejo de la era posterior a Vietnam, Camboya y Afga- únicamente en tus opiniones. El convencimiento y pasión que nistán, en la que se despliega una sangrienta carnicería nada he- sientes por la certeza de tus ideas no te concede el derecho de roica con toda su desnudez y crueldad en el campo de batalla de emprender una lucha de poder, pues sólo conseguirás poner a Agincourt. prueba tus ideas autorreferenciales ante el director. El director es Aprender a investigar los pilares que sostienen tu personaje el intérprete, y la obligación del actor, que pondrá a prueba su en la obra es una parte imprescindible de tu trabajo como actor. técnica y su oficio, es plasmar la visión del director. Lo ideal es Quedan 5 páginas (4 min) en este capítulo PÁGINA 381 DE 470 81% leído que el actor, mediante su proceso de análisis y comprensión de del hombre por comprenderse a sí mismo. La diferencia concep- la obra, allane el camino que propone el director con su objetivo tual entre las obras maestras griegas y las que se escribieron si- y profundice en él, facilitando un diálogo productivo y eficaz glos después, empezando por las de la época isabelina, ha sido entre los dos. descrita por W. H. Auden en un ensayo con gran ingenio y sabi- Para ilustrar lo que describen los elementos dramáticos del tema, conflicto y acción, he escogido las obras que creo que pue- duría. Este párrafo es el que mejor lo ilustra y quiero compartir contigo su lectura: den resultarte más familiares. He dejado intencionadamente En primer lugar, la tragedia griega es la tragedia de lo ine- para el final los ejemplos de corte clásico en los que se basan luctable: despierta en el espectador el sentimiento de: «Qué estos elementos dramáticos. Me gustaría estimularte a que cul- pena que haya tenido que ser así». La tragedia cristiana es la tives una educación de tipo humanista, y eso es algo que yo no tragedia de la posibilidad: «Qué pena que haya sido así te puedo proporcionar. Si persigues la meta de ser un artista mientras que podía haber sido de otra manera». En segundo serio y riguroso y, como yo, estás convencido de que el teatro puede ser una vocación noble, te interesarás por las obras de Es- lugar, la hybris, que es el defecto del héroe griego, es la ilusión de un hombre que se sabe fuerte y cree que nada le quilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes, los progenitores de la puede hacer tambalear, mientras que el pecado cristiano es tragedia y de la comedia. Sus obras, como las de sus contem- la ilusión del hombre que se sabe débil pero que cree que poráneos, han constituido una fuente de inspiración y unos mediante sus esfuerzos puede trascender esta debilidad y modelos estructurales no sólo para los escritores de la era isabelina sino para los grandes dramaturgos de la historia. Los temas fortalecerse³⁶. Hasta que no nos desembaracemos de las malas influencias que los ocupan, como por ejemplo la lucha del hombre contra el del teatro actual, cuyo estado es de una mediocridad pavorosa, destino, el desafío a los dioses y a las fuerzas de la naturaleza, el como todas las modalidades que derivan de él, dudo de que ansia de poder del hombre y el mal uso que hace de él, las trai- nuestros pies alcancen el tamaño suficiente como para calzar los ciones y los infortunios, el deseo de venganza y la lujuria, son titánicos zapatos que diseñaron los griegos. Creo que debe- temas abrumadores pero a su vez pueden iluminarte y revelarte ríamos ser más autocríticos, reconocer nuestros puntos flacos y la relación que mantienen con tu mundo y con la eterna lucha tratar de desarrollar y progresar en muchos aspectos de nuestra Quedan 3 páginas (2 min) en este capítulo PÁGINA 383 DE 470 81% leído exigencia artística para que el teatro griego no nos venga grande. Entretanto, es nuestro deber aceptar que ni el histrionismo tradicional, las formas operísticas de teatro, ni la tendencia actual al naturalismo son medios para transmitir con veracidad estas obras maestras griegas a nuestro público. Y, de esta manera, armados de cautela y paciencia, aprenderemos a sembrar la semilla de nuestro papel en la tierra donde se cultivan las obras de teatro más accesibles, si nuestro deseo es investigar en los personajes, en las circunstancias dadas, en las relaciones, en los objetivos, en los obstáculos y en las acciones de cada uno de ellos. Queda 1 página (<1 min) en este capítulo PÁGINA 384 DE 470 82% leído 23 El trabajo preparatorio y el ensayo personaje en sus paseos solitarios por la playa. Esta idea román- De pequeña, siempre viajaba con mi tía a una isla del mar del vez que tengo que implicarme en un nuevo papel. No obstante, Norte. Cada verano, durante varios años, me quedaba absorta incluso las veces que consigo acercarme al mar cuando estoy ante la visión de una visitante de la playa, una mujer alta, bella y «preparándome» para un papel, no acabo de encontrarle el gla- misteriosa que caminaba sola y cabizbaja por la orilla del mar ex- mour a la situación. No puedo negar que existen momentos de cepto cuando contemplaba en silencio el horizonte. De lejos, se alegría y fascinación en los que mi imaginación se desata, cuan- la veía envuelta en una neblina que le daba un aire fantas- do siento que se abre una puerta y noto que me acerco a mi magórico. En los días cálidos, dejaba caer su chal sobre los personaje, pero hay una gran parte del trabajo que es muy dura y hombros y enseñaba los tirabuzones rubios y canosos que le rutinaria, a veces incluso frustrante y aburrida, que te tomas acariciaban suavemente la nuca. Imaginaba sus ojos de un color como una tarea pesada y no como un acto creativo. tica de la soledad creativa todavía se apodera de mi mente cada azul intenso. A veces, se acurrucaba en las dunas más alejadas La única lección que aprendí de «la dama del mar» fue la de de la playa, rodeaba sus rodillas con los brazos y se quedaba identificarme con una necesidad de soledad absoluta. Soy cons- pensativa e inmóvil. Me habían advertido de que no debía moles- ciente de que muy poca gente sabe mantener este estado durante tarla porque estaba «estudiándose el papel» que iba a repre- un período continuado de tiempo, pero es importante conseguir sentar en el Staats-Theater de Berlín en la temporada que aguar- la intimidad y el respeto a la soledad de los que comparten su daba. Así que yo caminaba cerca de ella o me sentaba a unos vida con nosotros. De hecho, cuando nos parece imposible metros para observarla. A veces ponía a prueba mi capacidad de conseguirlo, no es culpa de las circunstancias. Normalmente es concentración y competía con ella a ver quién aguantaba más el mismo actor que carece de la disciplina suficiente para con- rato concentrada. centrarse únicamente en el trabajo, no tiene la fuerza de voluntad Años después, cuando yo ya tenía dieciséis años, la vi ac- suficiente para deshacerse de los auriculares, de apagar el toca- tuando en Stella, una obra maravillosa de Goethe sobre la fidelidad, y quedé fascinada por su interpretación. Recordé que había discos y la televisión, ni de silenciar el teléfono y cerrar la puerta. sido testigo de cómo ella había llegado a descubrir la esencia del después de haber escuchado el silencio.(Si necesitas oír algo, Podemos poner toda nuestra atención en nuestro papel sólo Quedan 81 páginas (76 min) en este capítulo PÁGINA 385 DE 470 82% leído escucha música que tenga que ver con la obra que ensayas.) e identificarnos con él, de manera que nos sintamos como él y El trabajo preparatorio, el que hacemos cuando estamos solos, actuemos de acuerdo con la obra a medida que avanza. Aunque empieza en el momento en que leemos el texto y lo analizamos³⁷, y continúa cuando investigamos sobre la sociedad en la que se todavía no he perdido ningún cuaderno de notas de trabajo, desarrolla la obra y la distancia histórica que la separa de la nuestra³⁸, o bien cuando el entorno, el país, la región, el paisaje, mera página y sobre todo escribo ¡privado! como advertencia. El contenido sólo me interesa a mí, es personal e intransferible. la cultura, aunque contemporáneos, son desconocidos para Una vez que empiezo a leer el texto, voy tomando notas, sin nosotros. No se interrumpirá hasta que se cierre el telón al final orden ni objetivo lógicos, sobre todo aquello que necesito recor- de un pase entero de la obra. El trabajo que hacemos antes, entre dar, cuestionar e investigar. El único orden que puede encon- y después de los ensayos, sobre los aspectos de la evolución de trarse en estas anotaciones es el propio orden cronológico en nuestro personaje, es el tema que trataré en el próximo capítulo. La pregunta de cómo embarcarse en una tarea tan solitaria no que escribo, a modo de diario. Como no tengo ninguna inten- tiene ningún misterio, especialmente después de haber prac- la gramática o la ortografía del contenido. Lo que sí es necesario ticado los ejercicios, que, aparte de ayudar a resolver problemas es que exista una lógica subjetiva, que difiere mucho del razona- técnicos de diferente índole, constituyen una práctica intensiva miento que se necesita para dar una explicación sobre algo a al- en el marco del trabajo personal. guien. Para prevenir que, más adelante, en los ensayos, un co- siempre apunto el nombre, la dirección y el teléfono en la pri- ción de que estos apuntes se publiquen, es indiferente el orden, Siempre que empezamos a trabajar en un papel debemos lega fisgón intente leer a escondidas mis apuntes, escribo con tener a nuestro alcance el texto de la obra, sea sentados a la iniciales y uso apodos cuando anoto las transferencias que quie- mesa del escritorio, tumbados en el sofá o recostados en la ro hacer de mi pasado para el personaje que voy a representar. cama con nuestro cuaderno de notas y unos lápices bien afi- En las primeras fases de mi trabajo preparatorio, aparte de lados. Las páginas en blanco servirán para escribir notas de las investigaciones elementales sobre el personaje, su pasado, nuestras pesquisas, ideas, preguntas, respuestas, situaciones sus relaciones y sobre los hechos, puedes aplicar todo tipo de personales paralelas a las del personaje, todo aquello que nos juegos imaginativos que se te ocurran para identificarte con este facilite cumplir nuestro objetivo de convertirnos en el personaje nuevo «tú». Recuerda que lo que para otro es ridículo o Quedan 79 páginas (74 min) en este capítulo PÁGINA 387 DE 470 82% leído idiosincrásico, para ti puede ser muy estimulante y productivo, son largos y se refieren a experiencias pasadas; evidentemente, como, por ejemplo, jugar con las sensaciones que te suscita un si el período de ensayos es corto, como ocurre en la temporada cuadro, una pieza musical, los elementos de la naturaleza, los de verano, o si no hay ensayos, como es el caso del cine o de la colores o las texturas³⁹. A veces ensayo una nueva caligrafía y practico maneras diferentes de escribir hasta que encuentro la televisión; si el papel es muy largo y las tres a cuatro semanas de que más se adapta a mi personaje. Incluso la utilizo para escribir Broadway no son suficiente para que puedas apropiarte del len- cartas o notas a otros personajes de la obra imaginando una guaje del personaje. ensayos que exigen los montajes de Broadway o del Off- situación determinada. Para cualquiera de los casos, te aconsejo que te ciñas a los Otra forma de trabajar es anotar, en primera persona, una principios y los procesos de trabajo descritos en «Aprender a ha- serie de hechos imaginados que vivió mi personaje en el pasado blar», en las páginas 178-181, sección que te será muy útil repasar o tal vez en los momentos que transcurren entre actos y escenas, ahora. En cuanto al trabajo preparatorio, diré de otra manera lo como si me hubieran ocurrido a mí.(Utilizaré otros ejemplos de que ya he mencionado anteriormente en la página 180 del capí- este tipo en los próximos capítulos.) tulo 8, en la que afirmo que debemos particularizar y hacer real Evidentemente, este cuaderno de trabajo estará siempre a tu cada cosa, persona, acontecimiento, paisaje, incluso los comen- lado para que puedas consultar y anotar comentarios durante los tarios que hacemos en la obra acerca del tiempo. Todo esto ayu- ensayos, y no rellenarás todas las páginas hasta que hayas prees- dará a dar consistencia a las palabras y les conferirá un sentido trenado y estrenado oficialmente la obra. En el próximo capítulo se describe el trabajo preparatorio que requiere cada campo de verdad. En los ensayos que proseguirán descubriremos nuevas intenciones verbales y confirmaremos el valor que tienen para específico de trabajo y cómo estas prácticas se relacionan con nuestro papel. Cumple la norma de conocer e investigar sobre el los ensayos. contenido, de solidificar las particularizaciones que darán vida a En determinadas circunstancias, «aprenderse el texto» forma parte del trabajo preparatorio: si el lenguaje de la obra no es tus palabras cuando prepares una escena que vas a presentar en coloquial y sus expresiones te resultan desconocidas; si está es- habrás empleado muchas horas de ensayo) hasta que hayas crito en poesía; si es intelectualmente complejo; si los discursos entendido las palabras y puedas llevar a cabo una acción verbal clase (escenas que duren de cinco a diez minutos para las que Quedan 77 páginas (72 min) en este capítulo PÁGINA 389 DE 470 83% leído espontánea. Cíñete a ella hasta que te desprendas totalmente de diferentes intenciones verbales y no te aferres sólo a una. Cómo las malas costumbres y vicios de escupir el texto, o de decirlo de manera mecánica y predecible, y de la tendencia a escucharte a ti afectan tus acciones verbales a los otros personajes y cómo sus mismo. ensayando. Sólo entonces podrás abordar las obras cuyo lenguaje es respuestas influyen a las tuyas es algo que sólo se descubre El ensayo elaborado, complicado y rimbombante, porque sabrás persona- Cuando ensayar se vuelva un proceso tan emocionante y grati- lizarlo y hacerlo tuyo. Son palabras que aprenderás durante tu ficante como actuar sabrás de lo que te hablo. Aunque trabaje en trabajo de preparación, antes, entre y después de los ensayos, y condiciones de lujo, por ejemplo en un montaje de un taller cuyo significado habrás cuestionado, al igual que también ha- donde no haya fecha de estreno que nos obligue a tomar deci- brás probado diferentes intenciones y maneras de expresarlas. siones rápidas y donde los ensayos se prolongan hasta que la La razón de pronunciar estas palabras debe ser flexible y adap- obra esté lista para mostrar, nunca he llegado a sentir que mi in- table hasta que encuentres el motivo definitivo para utilizarlas, vestigación sobre el personaje ha terminado; siempre quiero momento que sólo llegará después de un largo trabajo de in- saber más. Me he rebelado por dentro y he ansiado con todas vestigación en tu interpretación, proceso que verá su final sólo mis fuerzas que los ensayos terminaran únicamente cuando eran después de innumerables ensayos. dirigidos superficial y mecánicamente, cuando el objetivo del En un momento determinado necesitarás un amigo, que no director era obtener un producto prefabricado, ilustrativo y tiene que ser forzosamente actor, para que te dé los pies de texto formalista, o cuando mis colegas eran indisciplinados, no se y lea las réplicas de los otros personajes, además de corregirte tomaban el trabajo en serio o carecían de un objetivo concreto. cuando te equivocas. Produce mucha satisfacción constatar que Dado que nosotros somos los únicos que podemos con- conocemos buena parte del texto simplemente porque éste es trolar la disciplina, y yo estoy convencida de que ésta es estric- una respuesta orgánica y lógica a aquello que se nos ha dicho. tamente necesaria para trabajar, no cabe duda de que hay que Cuando nos ayude un amigo, aprovecharemos la ocasión para tener una ética de comportamiento –sobre la que no he dejado no caer en la tentación de actuar. No hay que dar forma a las de insistir a lo largo de todo el libro–, unas normas disciplinarias palabras, deja que broten de su propio contenido. Prueba como las que me inculcaron mis primeros ídolos y mentores, Quedan 75 páginas (70 min) en este capítulo PÁGINA 391 DE 470 83% leído Eva Le Gallienne, Alfred Lunt y Lynn Fontanne. Son esenciales servir a la obra, al director y a los colegas actores: no hagas que para que los ensayos sean provechosos. El número uno es la ellos se pongan a tu servicio. No esperes que los demás hagan el puntualidad. Si el ensayo ha de empezar a las 10 h, has de estar trabajo por ti. allí a las 9.30 h. Dirígete a la silla o al espacio que te ha indicado el regidor y ordena tus pertenencias: el abrigo, la cartera, el texto, Acude al primer ensayo (sea para una escena que presentarás en clase o para un montaje de envergadura) después de el cuaderno de notas y los lápices. Vístete con la ropa de ensayo haber hecho todo el trabajo preparatorio requerido. Lo más se- si es que la utilizas, concentra la mente en la obra y prepárate guro es que este ensayo empiece con una lectura de la obra en para empezar a trabajar a las 10 h en punto. ¡Hazlo aunque nadie voz alta. En esta lectura inicial suelen cometerse dos errores que más lo haga! (En el caso de que prepares una escena que debe- pueden perjudicar mucho tu trabajo futuro. El primero suele sur- rás presentar en clase, cuando ensayes en tu casa, has de tenerlo gir del deseo natural de actuar o también de una necesidad equi- todo listo antes de que llegue tu compañero de escena, inclu- vocada de impresionar al director y a los otros actores mediante yendo el café y los refrescos. Si vas a ensayar a casa de tu una lectura artificial y «eficaz», impostando las emociones, compañero, llega con tiempo y compórtate como si de un en- demostrando cómo es el personaje de manera superficial y con sayo profesional se tratara.) Antes, durante y después de los una proyección falsa, es decir, olvidando el objetivo primordial ensayos, limítate a hablar de la obra y evita todo comentario que sería dirigir las palabras a aquellos que les atañen. Esta acti- sobre el tiempo, tu salud y la de tus amigos, los trabajos y audi- tud sólo te conduce a escucharte a ti mismo y no a los otros ciones que has hecho, los comentarios sobre las series de tele- personajes. El segundo error, también muy frecuente, es farfullar visión o la situación del mundo. Conoce a tus colegas a través palabras casi de manera ininteligible mientras buscas un «tono del trabajo y no charlando. A veces las bromas son inevitables natural», articulando y pronunciando las palabras a la vez que te para romper el hielo o aflojar la tensión que acumulamos debido concentras en sentimientos y estados de ánimo abstractos.(Vale a la extrema concentración que nos requiere un papel compli- la pena reparar en que un actor que farfulla las palabras en voz cado, pero hacer el payaso de manera habitual destruye la ino- baja, enfatiza y colorea su tono como si estuviera proyectando la cencia seria que deberíamos mantener respecto al mundo imagi- voz exageradamente, sólo que cree que si lo hace bajando la voz, nario que hemos creado. Hazte responsable de entregarte y de ni él ni los demás van a darse cuenta.) Quedan 73 páginas (69 min) en este capítulo PÁGINA 392 DE 470 83% leído En los dos casos se deja de lado la cuestión más impor- padres que te dicen lo maravilloso que eres, pero no creo que tante. Se trata de llegar a los oídos de tu compañero de escena esto te sea de mucha ayuda en cuanto al perfeccionamiento de con unas palabras que tengan un contenido sólido sin haber tomado todavía decisiones sobre la interpretación, prestando tu técnica de interpretación.) Los buenos directores no suelen siempre mucha atención a lo que se te dice y a quién te lo dice. Los comentarios que se hagan después de la lectura proba- cesidades del actor, pues dejan espacio para entablar un diálogo blemente serán sobre el sentido y la idea central de la obra y las creación del personaje. Concretamente, los estudiantes devotos escenas, y, dependiendo de la dificultad de la obra, es posible de Stanislavsky a veces se olvidan de que cuando él dirigía, solía que se hagan otras lecturas del texto. hacer demostraciones de las acciones físicas y daba indicaciones ser autoritarios sino que se muestran sensibles frente a las neproductivo y para que el actor participe con su iniciativa en la Cuando el director te pide que te pongas de pie y te concreta precisas de cómo leer el texto, siempre con la esperanza de que tus objetivos físicos y psicológicos en cada escena, tu capacidad el propio actor tuviera la flexibilidad y la técnica para hacerlo técnica será la que tendrá que justificarlos y tú serás el respon- suyo. sable de personalizar todo lo que él te exija. Si hay algo que te Te explicaré la experiencia que viví cuando trabajé con el parece imposible de realizar, pregúntale al director cómo ha- legendario George Abbott. Durante la primera semana de ensa- cerlo, o, si eres capaz, bríndale una alternativa. (Siempre oigo a yos me ejemplificó todos y cada uno de los gestos de mi perso- los actores quejarse y decir: «Esto no funciona» o «No me sien- naje y leyó sus parlamentos con las inflexiones que creía apro- to cómodo», y cuando el director les responde generosamente: piadas. Yo traté de obedecer, sufriendo en silencio. Al final de la «¿Qué harías en su lugar?», el actor se encoge de hombros y sesión de un día de duro trabajo, finalmente me rebelé y me de- contesta: «No lo sé». Yo siempre tengo ganas de decirles: «Si no diqué a imitar exactamente todo lo que él hacía. Se quedó atónito sabes qué hacer, cállate».) No debemos olvidar que las direcciones escénicas no son imposiciones, sino requisitos esen- y me dijo: «No me copies. ¿No entiendes lo que quiero decir con ciales que exige cualquier montaje profesional, de la misma ma- entiendo. Me estás mostrando mis intenciones». Desde ese mo- nera que cualquier crítica del profesor debe ser aceptada y no mento pudimos trabajar en armonía y no dejaba de pedirle: rechazada por miedo. (Siempre hay un novio o novia, o unos «¡Hazme más demostraciones!». los ejemplos que te doy?». Yo suspiré aliviada: «Oh, sí, ahora te Quedan 71 páginas (66 min) en este capítulo PÁGINA 394 DE 470 84% leído Cuando ensayas para una escena de clase, a falta de direc- tardará en cambiar su reacción y se tomará más tiempo antes de tor, no intentes nunca usurpar su puesto. No dirijas la escena ni tomes decisiones de cómo estructurar el texto. Cosas como las irse para conferirle más valor a su próxima frase. Por otro lado, diagonales, o la colocación correcta de los personajes en el esce- tu compañero cuando el texto lo requiera. Por ejemplo, si tu nario, o juzgar que un actor eclipsa al otro, no sirven de nada. Es compañero te pregunta: «¿Por qué te ríes?», ¡más te vale averi- un asunto del director y no del actor. Desde fuera, es muy fácil guar el motivo y complacerle! No te pelees. Si algo sale mal, deja corregir los defectos de los demás. Recuerda que nadie paga que tu profesor te aclare las dudas después de la presentación para ver este trabajo y que será apreciado por la credibilidad y de la escena. (Si durante el ensayo o la representación de una sentido de realidad que ofrezca; será valorado por cómo te impli- obra entras en conflicto con un colega, endílgale el problema al cas en la vida, el lugar y las circunstancias de tu personaje, es regidor.) subjetiva. debes estar siempre dispuesto a complacer las necesidades de decir, por cómo te has metido en la piel del personaje de manera Siempre que juzgas el trabajo de otro actor, automáticamente te conviertes en el público en lugar de ser su compa- Nunca le digas a tu compañero de escena lo que tiene que ñero de escena, anulando así toda la inocencia que necesitas hacer. «Me iría muy bien que me dieras tu opinión sobre cómo digo este parlamento», «deberías ser más desafiante, así yo para estar receptivo a lo que el otro te ofrece y para interactuar con él. podré…», «si te vas tan rápidamente, no tengo tiempo de decir Después de hacer la lectura o las lecturas de la obra con tu mi texto y detenerte…», «tienes que darme la mano, si no yo no compañero de escena, intenta hablar lo menos posible de ella. puedo…». Si para ti es importante que el otro te observe traba- No teorices ni intelectualices. Si los hechos y la información que jando, consíguelo mediante tus propias acciones. Si es vital que extraes de la obra no están claros, es evidente que tienes que es- el otro te desafíe para que tus acciones tengan valor, consigue transmitirle esta necesidad de reto, o ábrete a todo lo que el otro clarecerlos, pero si verbalizas tus deseos en cada momento de tu actuación, tus obstáculos o tus acciones, conseguirás obsta- te aporte y te sorprenderás de tus nuevos impulsos, y de tu culizar el enfrentamiento real y verdadero que debe darse en la honestidad. En lugar de quejarte de que tu compañero abandona escena entre los dos actores. Ponte en tu lugar y, siempre que el escenario demasiado rápidamente, deja que se vaya. No puedas, tómate como regla de oro emprender una acción y no Quedan 69 páginas (65 min) en este capítulo PÁGINA 395 DE 470 84% leído hablar de los problemas. En lugar de discutir sobre cómo es el lugar, empieza a montarlo en el escenario, no de una manera sentido. Si las circunstancias dadas de la obra determinan que la definitiva pero sí con el fin de experimentar. Si la escena se desa- competitividad, podrás descubrir cosas sobre ella improvisando rrolla en la habitación de tu personaje, explora sobre los detalles una mano de canasta en la que intentarás ganarle como sea, con tu compañero, el personaje que irá a visitarte. Fíjate no sólo pero nunca hablando durante horas. Este tipo de ensayo puede en cómo está distribuido el mobiliario y en los objetos que hay, ser largo y muy fructuoso cuando pongas el primer pie sobre el como por ejemplo libros, revistas, fotos, alfombras, jarras, etc., escenario y se inicie la obra. relación que mantienes con el otro personaje está basada en la sino en su naturaleza y su biografía, de cabo a rabo. Pasea a su Tras este aprendizaje, tienes que haberte liberado de los alrededor, acércate a ellos, manipúlalos, siéntate y fíjate en lo conceptos de «estructurar las escenas», de «tomar decisiones que te agrada y te desagrada, en qué ves por la ventana y en qué de dirección» o de «pensar en el movimiento escénico y en se oye a través de las paredes. Y muchas otras cosas. coreografías», pues no conducen a otra cosa que a construir cli- Dota y caracteriza a tu habitación con todo lo que necesite y chés pasados de moda. Tienes que sentirte libre para crear una conviértela en el escenario idóneo para la escena. Intenta no nueva vida en un mundo inventado. El trabajo que eso conlleva tomar decisiones en cuanto a cómo utilizar los objetos o cuáles está descrito paso a paso en el próximo capítulo. serán tus puntos de destino hasta que el trabajo de la escena Un último aviso: ojo con «los pases enteros», déjalos para esté en proceso, cuando estas decisiones puedan tomarse lógica los últimos ensayos. No dejes de ensayar únicamente porque el y orgánicamente. Cuando te hayas puesto de acuerdo con tus pase «ha ido bien». Si, en el transcurso del pase, las fuentes compañeros de escena sobre las circunstancias y factores, como internas o externas han surgido de una manera abstracta o gene- por ejemplo la hora del día, el tiempo que hace y el estado de ral, defínelas y concrétalas, porque de lo contrario todo lo que te ánimo, haz algo al respecto. Si se supone que en la habitación hace mucho calor o mucho frío, aplica el ejercicio de memoria ha inspirado momentáneamente se habrá evaporado la próxima sensorial a tu comportamiento y fíjate en cómo te afecta cuando, El término inglés rehearsal, significa «ensayo» en castellano, por ejemplo, sirves el té a tu convidado. Improvisa sobre las circunstancias anteriores a la escena hasta que las dotes de pleno y proviene del término rehearing, volver a oír. En Francia, vez que trabajes o presentes la escena. répétition, significa la misma palabra: «repetición». Me gusta Quedan 67 páginas (63 min) en este capítulo PÁGINA 397 DE 470 84% leído 24 Cómo orquestar el papel dramático cómo se dice ensayo en alemán: die Probe, porque implica todo aquello que necesita un ensayo: probar, experimentar e investigar; un descubrimiento. Cuando hacemos las primeras lecturas de la obra que vamos a representar, a menudo nos abruman ideas, pensamientos e imágenes y no sabemos qué hacer ni cómo empezar a trabajar con el material de que disponemos. Necesitamos urgentemente ordenar nuestro caos mental y de esta manera protegernos de la solución rápida de agarrarse a las primeras ideas que hemos captado del texto del personaje como punto de partida. Todavía me encuentro con actores que, a pesar de que tienen una buena formación, siguen aprendiéndose el texto de memoria, y se creen muy aplicados. Incluso se sienten tentados de probar diferentes entonaciones cuando pronuncian frases en voz alta. Hace muchos años, yo había llegado a hacer cosas peores. Me ponía delante del espejo y ¡ensayaba diferentes actitudes y gestos para caracterizar al personaje! Esperaba que llegaran los ensayos impacientemente para que me dieran las indicaciones escénicas, me estructuraran el texto y las posiciones en el escenario, totalmente convencida de que después sabría aplicarles los sentimientos pertinentes. Esta preconcepción arbitraria puede dar un falso sentido de seguridad al que muchos actores no quieren renunciar. Deberían darse cuenta de que hacer eso es lo mismo que levantar mecánicamente una casa prefabricada, ensamblar unas paredes Quedan 65 páginas (61 min) en este capítulo PÁGINA 399 DE 470 85% leído cortadas a medida, encajar en ellas las ventanas y los marcos de ejercicios, ninguno de ellos está «completado», sino que se las puertas, y colocar el suelo y el techo. Este procedimiento no combinan unos con otros, alterando su orden y entrelazándose conduce a otra cosa que a crear unas formas previsibles y tri- hasta el último día del ensayo, en el que deben producirse las lladas que parten de una idea prestada. Los actores sólo se dan acciones humanas orgánicamente de manera que nos olvidamos cuenta de ello cuando descubren que para llegar a hacer una de cómo estaban combinados inicialmente y de cómo hemos lle- transferencia orgánica personal a su papel y experimentar la gado hasta allí. evolución de un nuevo «yo» que vive en el mundo inventado de 1. ¿Quién soy «yo»? la obra, tiene que existir un proceso creativo que, indepen- Si has asimilado el contenido de la segunda parte de este dientemente de su forma, es un trabajo que no está únicamente libro, todo lo que voy a explicar en esta sección te resultará fami- basado en la inspiración y en la intuición imaginativa. Al con- liar. Tal vez quieras refrescar la memoria releyendo los capítulos trario, es un proceso que, por muy minucioso y lento que sea, 4, 5, 6 y 7, «El yo», «La transferencia», «Los sentidos físicos» y puede estar estructurado en un orden que el propio actor con- «Los sentidos psicológicos», considerando su relación directa trola, sin que exista nada mecánico en él. A veces, aunque es con el personaje de la obra. Si has practicado los diez ejercicios, raro, incluso te lleva a estados de inspiración. Es un verdadero habrás profundizado en la comprensión de tu propia persona, en reto para el talento y la formalidad del actor. Para mí es como los cambios de actitud y de percepción que se producen en ti hacer el borrador de una partitura musical en la que el actor cuando tratas con determinadas personas, en todos los aspectos compone el tema del personaje, lo orquesta, define sus frases, que hay en ti que han hecho añicos la imagen anterior que tenías su ritmo individual y hace los arreglos de las notas que tocará de ti mismo –tópica y limitada– que ahora puedes utilizar para con espontaneidad en cada concierto, aplicando su afinada téc- trabajar en un personaje. También habrás desarrollado un sen- nica externa e interna. tido que te sirva para reconocer las similitudes entre tu propio comportamiento, tus problemas personales, impulsos, obje- El ejercicio que te propongo de orquestar el papel está basado en investigar todos los quién, cuándo, dónde, por qué, qué y cómo que son inherentes a los Seis Pasos en relación con el tivos, virtudes y defectos, y los de otros seres humanos. Tu papel. Pero no hay que olvidar que, al igual que ocurre con los ficarte con los demás, es ahora mayor. De hecho, estar alerta a capacidad de tender un puente entre los demás y tú, de identi- Quedan 63 páginas (60 min) en este capítulo PÁGINA 400 DE 470 85% leído este tipo de cosas debe ser un estado habitual en ti en tu vida costumbres. Para iniciar una investigación objetiva sobre estos privada y cuando observas a tus colegas en clase o en el esce- elementos debemos lograr una identificación subjetiva en cada nario. Evidentemente, los sentimientos de empatía, especialmente tramo de nuestro camino. A fin de desarrollar un personaje que viva en cuerpo y alma respecto a los que viven un conflicto o los que sufren, son parte en la obra y con todos sus sentidos en funcionamiento, debe- de la naturaleza del actor. No es casual que los actores estén mos inventar una nueva autobiografía. Es interesante escribir o siempre dispuestos a apoyar las causas de los necesitados, los hablar de una biografía, pero ello sólo aumentaría la distancia enfermos, los abandonados y los discriminados. No obstante, que existe entre nosotros y el personaje en lugar de atajarla. Par- cuando se encuentran frente al personaje de las páginas impre- tiendo siempre del estudio de una obra, después de examinar sas de una obra, suelen olvidar esta parte importante de su ta- todo lo que expresa y hace nuestro personaje, conjuntamente lento y la técnica que han adquirido. Recurren a los viejos hábi- con las cosas que los demás dicen sobre nosotros, saldremos en tos e investigan únicamente en las diferencias que existen entre ellos y el papel, cayendo automáticamente en la trampa de ilus- busca de unas nuevas raíces. Nos atribuiremos una nueva fecha y lugar de nacimiento, nos inventaremos unos nuevos padres, trar un personaje preconcebido que, por impecable que resulte familiares, compañeros de juego y amigos, una nueva infancia y su interpretación, carecerá de alma y de vida sensorial. educación, una nueva formación escolar y religiosa, una adoles- Mis dos definiciones favoritas que aparecen en el diccio- cencia y edad adulta diferentes siempre que necesitemos trans- nario del término «personaje» en lo que se refiere a actuación ferir nuestro paisaje personal o cercano a nosotros y nuestras son: (1) «modelo personal de comportamiento, personalidad y experiencias privadas e interrelaciones a las del personaje que naturaleza moral» y (2) «conjunto de cualidades distintivas ca- encarnamos, hasta que los elementos que forman la base de esta racterísticas de un individuo, marcadas por la naturaleza, la nueva vida nos resulten verosímiles y podamos identificarnos educación y la costumbre». Una vez que hayamos estudiado la con ellos. obra y nuestro objetivo sea meternos en la piel del personaje, Recuerda que mientras pienses en términos de «él» o «ella» debemos profundizar y evaluar sus modelos de conducta, su y no en «yo», te estarás distanciando del personaje. La imagi- personalidad, su naturaleza moral, su educación y sus nación creativa fluye sólo cuando te preguntas, por ejemplo: Quedan 61 páginas (58 min) en este capítulo PÁGINA 402 DE 470 86% leído «¿Dónde y cuándo he nacido “yo”?». Cuando la respuesta sea: secundarios, utiliza tu imaginación y tu creatividad y busca solu- «En St. Louis, en 1920» (Tom, en El zoo de cristal»), o «En Lon- ciones lógicas de manera que, aunque tu papel sea muy breve, dres, en 1875» (Gwendolen o Algernon en La importancia de lla- encarnes en cuerpo y alma a un ser humano en el escenario. marse Ernesto), o «En la provincia de Lorena, en 1412» (Juana en A los bromistas que quieren saber «¿de qué te sirve saber Santa Juana), o «En Nueva York, en 1940» (Corie, en Descalzos quién es tu abuela?», yo les respondo: «¡Daño no hace, es más, en el parque) ya no estarás tentado de documentarte sobre acon- puede ayudarte!». O a veces cito al genio que en una ocasión tecimientos interesantes referentes a una persona ficticia porque, dijo que «el tedioso trabajo de investigación queda compensado con mucha suerte, tu trabajo se convertiría en una investigación por un instante de inspiración». De cualquier modo, la manera puramente teórica sobre la época y el lugar que te obligaría a en que yo decido cuáles son las raíces del personaje, proporcio- hacer el esfuerzo de identificarte con todo aquello que podría nándole un pasado en el que creo y una fe que me permite entrar haber sido si tú hubieras nacido en aquel momento y lugar. Los ejemplos que te he descrito en el capítulo de «La trans- resuelta en el escenario y convencida de que «yo soy, y por ende ferencia» a través del personaje de Blanche DuBois deberían yo hago» no debe nunca discutirse con el autor, director o colegas actores. Es mi secreto personal de creación, y, sobre todo, bastarte para saber cómo entrelazar las situaciones paralelas de ¡mi trabajo preparatorio primordial! Por supuesto, todas las res- una experiencia personal con las circunstancias que evocamos. puestas a «¿quién soy “yo”?» no podrán averiguarse hasta que Si el personaje es contemporáneo a ti y el entorno de la obra te incorpore a mi trabajo los resultados de las investigaciones en resulta familiar, este procedimiento es fácil de seguir. Si no es los siguientes cinco pasos. así, el capítulo 20 puede ayudarte a trasladarte a otra época y a 2. ¿Cuáles son «mis circunstancias»? otro lugar mediante los métodos que en él se describen. Está claro que ya habrás estudiado qué sucede en la obra, cuá- En resumen: debes tratar de identificarte imaginativamente con los hechos y las circunstancias del pasado del personaje que les son los hechos que se desarrollan en cada escena y que con- puedas deducir de la obra y de la investigación previa que hagas mientos sean complicados, confecciono una lista de ellos, inclu- sobre ella. Cuando la obra no proporciona respuestas a ninguna de tus preguntas, como ocurre tan a menudo con los personajes yendo aquellos en los que mi personaje no participa. Por ejem- ducen a su desenlace final. (En el caso de que estos aconteci- plo, en ¿Quién teme a Virginia Woolf ?, en la última escena del Quedan 59 páginas (56 min) en este capítulo PÁGINA 404 DE 470 86% leído segundo acto, cuando Marta está en la cocina con Nick fuera del condiciones externas o el entorno incluyen el paisaje, la arqui- escenario, yo recreé con mi imaginación que seducía sexual- tectura, el mobiliario, el clima, la situación social, las clases mente a Nick al tiempo que me apercibía de que en el escenario sociales en que está estructurada la sociedad, el ambiente reli- «George se está enfrentando a las mentiras de Honey respecto a gioso, el sistema educativo, la moda, los gustos y tendencias. su embarazo y urde un plan para “pillar” a Marta».) También es Todos ellos influyen y caracterizan nuestra personalidad y la de importante averiguar qué es lo que ha ocurrido entre cada acto y los demás individuos que participan en la obra. escena, aunque entre ellos transcurran varios minutos, o incluso Investigar en las circunstancias previas a un hecho, aquellas cuando el texto apunta «dos años más tarde». Cuando la se- que condicionan al hecho en sí mismo y que determinan nues- cuencia de hechos es clara y transparente, el trabajo de investi- tras expectativas respecto a lo que se avecina, es una parte esen- gación debe centrarse en las circunstancias. Dónde y cuándo se cial de todos y cada uno de los ejercicios en la medida que nos suceden estos hechos y qué es lo que condiciona y afecta a ayuda a confirmar de qué manera estos descubrimientos moti- «mis» necesidades, a mi comportamiento y a mis acciones. van y estimulan nuestro comportamiento y concretan muchas de Mi viejo amigo, el diccionario Webster, ofrece diferentes nuestras acciones. Concretar las circunstancias es un trabajo acepciones del término «circunstancias»: «condiciones esen- que debemos hacer casi por acto reflejo una vez que nos perca- ciales; particularidades fundamentales de un hecho o suceso, o tamos de hasta qué punto afectan a nuestros sentidos físicos y condiciones que influyen y afectan a una persona». Una edición psicológicos y a su importancia para la recreación de unos minu- abreviada se refiere a ellas como «situación de las cosas». Esta tos de experiencia personal. «situación» abarca evidentemente todo el conjunto de nociones A continuación, según nuestra evaluación de la obra, hemos de tiempo (¿cuándo?), lugar (¿dónde?), y las condiciones exter- de aprender a investigar y a definir las circunstancias establecidas por el dramaturgo en profundidad y desde el punto de vista nas, o mejor dicho, el entorno (¿qué?). El tiempo incluye el siglo, la década, el año, la estación, el mes, la semana, el día, la hora y los minutos en que se sitúa la obra y vive el personaje. El lugar de nuestro personaje. De esta manera descubriremos cómo las percibe nuestro personaje y cómo reacciona frente a ellas, sin incluye el continente, el país, la ciudad o el pueblo, el barrio, la olvidarnos de intentar identificarnos con estas percepciones y casa o el piso y las habitaciones donde vive el personaje. Las reacciones hasta que, tras un proceso de selección, las Quedan 57 páginas (54 min) en este capítulo PÁGINA 405 DE 470 86% leído segundo acto, cuando Marta está en la cocina con Nick fuera del condiciones externas o el entorno incluyen el paisaje, la arqui- escenario, yo recreé con mi imaginación que seducía sexual- tectura, el mobiliario, el clima, la situación social, las clases mente a Nick al tiempo que me apercibía de que en el escenario sociales en que está estructurada la sociedad, el ambiente reli- «George se está enfrentando a las mentiras de Honey respecto a gioso, el sistema educativo, la moda, los gustos y tendencias. su embarazo y urde un plan para “pillar” a Marta».) También es Todos ellos influyen y caracterizan nuestra personalidad y la de importante averiguar qué es lo que ha ocurrido entre cada acto y los demás individuos que participan en la obra. escena, aunque entre ellos transcurran varios minutos, o incluso Investigar en las circunstancias previas a un hecho, aquellas cuando el texto apunta «dos años más tarde». Cuando la se- que condicionan al hecho en sí mismo y que determinan nues- cuencia de hechos es clara y transparente, el trabajo de investi- tras expectativas respecto a lo que se avecina, es una parte esen- gación debe centrarse en las circunstancias. Dónde y cuándo se cial de todos y cada uno de los ejercicios en la medida que nos suceden estos hechos y qué es lo que condiciona y afecta a ayuda a confirmar de qué manera estos descubrimientos moti- «mis» necesidades, a mi comportamiento y a mis acciones. van y estimulan nuestro comportamiento y concretan muchas de Mi viejo amigo, el diccionario Webster, ofrece diferentes nuestras acciones. Concretar las circunstancias es un trabajo acepciones del término «circunstancias»: «condiciones esen- que debemos hacer casi por acto reflejo una vez que nos perca- ciales; particularidades fundamentales de un hecho o suceso, o tamos de hasta qué punto afectan a nuestros sentidos físicos y condiciones que influyen y afectan a una persona». Una edición psicológicos y a su importancia para la recreación de unos minu- abreviada se refiere a ellas como «situación de las cosas». Esta tos de experiencia personal. «situación» abarca evidentemente todo el conjunto de nociones A continuación, según nuestra evaluación de la obra, hemos de tiempo (¿cuándo?), lugar (¿dónde?), y las condiciones exter- de aprender a investigar y a definir las circunstancias establecidas por el dramaturgo en profundidad y desde el punto de vista nas, o mejor dicho, el entorno (¿qué?). El tiempo incluye el siglo, la década, el año, la estación, el mes, la semana, el día, la hora y los minutos en que se sitúa la obra y vive el personaje. El lugar de nuestro personaje. De esta manera descubriremos cómo las percibe nuestro personaje y cómo reacciona frente a ellas, sin incluye el continente, el país, la ciudad o el pueblo, el barrio, la olvidarnos de intentar identificarnos con estas percepciones y casa o el piso y las habitaciones donde vive el personaje. Las reacciones hasta que, tras un proceso de selección, las Quedan 57 páginas (54 min) en este capítulo PÁGINA 405 DE 470 86% leído personalizamos y las hacemos nuestras. A lo largo de todo el libro aparecen ejemplos de las circuns- Los pasos que hay que dar para escribir la partitura de nues- tancias que condicionan la vida en el escenario (y fuera de él). tro papel empiezan a superponerse unos con otros. Habrás relle- Puede servirte repasar el que describe la entrada de Blanche en el nado muchas páginas de tu cuaderno de trabajo con la infor- apartamento vulgarmente decorado de Kowalski, en las páginas mación y las transferencias necesarias que han determinado el 112-115. Los ejercicios también son muy apropiados para esta pasado de tu personaje y que han proporcionado «tus» nuevas sección, y te compensará practicarlos cuando apliques la misma raíces. Conocerás la sociedad en la que «tú» creciste, los lugares técnica a la investigación sobre la época en que se desarrolla la interiores y exteriores donde «tú» vivías, jugabas, estudiabas, te obra, el lugar y el entorno, y te ayudará a establecer «tu» estado reunías, hacías travesuras, conseguías «tus» metas, perdías, de ánimo físico y psicológico y también tus puntos de destino y ganabas, etc. Sabrás si en la obra «tú» todavía vives en el mismo objetivos físicos cuando te pongas de pie y empieces a actuar. lugar o te has mudado a otro sitio. Habrás improvisado sobre En el momento en que hayas definido dónde se ubica el hori- los juegos a los que «tú» jugabas, sobre cómo te acicalabas zonte del cuarto lado del escenario, o sea, cuando completes el cuando tenías una fiesta o un compromiso especial, sobre las cartas que escribías a los amigos o a los amantes, o experi- espacio de tu lugar de acción, podrás desarrollar este trabajo con mentado sobre el efecto sensorial que te produce vestirte con época, el lugar y el entorno subjetivamente, es decir, desde el una ropa y con unos complementos determinados. punto de vista del personaje, es un objetivo primordial para que Aunque el personaje que encarnas es contemporáneo a ti y sus circunstancias no difieren mucho de las tuyas, tienes que fluidez y facilidad. Recuerda que tanto fijar como particularizar la las acciones que surgen de tu persona y que ejecutas sean orgánicas, oportunas e intuitivas. particularizar al máximo el entorno de su pasado de manera que 3. ¿Cuáles son «mis» relaciones? puedas reaccionar intuitivamente a estas influencias en el trans- Según mi diccionario, una relación es: «la comunicación o el curso de la obra. En el caso de que te topes con problemas de trato que se establece entre dos o más personas». De entrada distancia histórica, debes aplicar «La imaginación histórica»⁴⁰ a tu investigación a medida que te vas integrando en otra época, esta definición parece fácil y simple de entender, pero se com- lugar y entorno. cada individuo y la infinidad de posibilidades de interrelación plica cuando consideramos la enorme complejidad inherente en Quedan 55 páginas (52 min) en este capítulo PÁGINA 407 DE 470 87% leído que existen entre los polifacéticos seres humanos. Ya sabemos los ejercicios a pesar de que la otra persona no estuviera física- que, de la mejor manera posible, tenemos que tratar de com- mente presente. Mientras estabas enfrascado en una tarea pen- prender al género humano con la misma laboriosidad y esfuerzo sabas en otras personas de tu vida y descubrías que el contacto que los filósofos, escritores, dramaturgos y psicólogos. Aunque con estos «objetos internos» provocaba una serie de reacciones nos haga temblar la sola idea de tener que embarcarnos en la físicas y psicológicas que condicionaban tus acciones. Entre ardua tarea de investigar sobre la relación que mantiene nuestro otras cosas, has aprendido que la manera en que entras en una personaje con los otros personajes y la de encontrar situaciones paralelas en nuestra vida que nos ayuden a identificarnos con las habitación está condicionada por la persona que acabas de ver del personaje, podremos conseguir nuestro objetivo si somos una ocasión especial o el tipo de comida que preparas depende pacientes y nos tomamos el trabajo de investigación con calma. de la gente que va a compartir contigo el acontecimiento; tu ma- justo antes de entrar; tu forma de acicalarte o de vestirte para Después de estudiar la obra ya has dado el primer paso al nera de percibir las cosas cuando suena el timbre de tu casa concretar tanto la relación elemental que mantiene el personaje cambia según la persona que crees que se encuentra al otro lado con el tema como el conflicto dramático: quién es el prota- de la puerta; tu comportamiento se ve modificado según los gonista y quién el antagonista, de qué lado está tu personaje, sentimientos que te transmite la persona que está al otro lado de quién está contigo y quién contra ti. Habrás empezado a dar el la línea telefónica, etc. No obstante, dado que los ejercicios segundo paso si investigas sobre cuáles son las relaciones esen- están pensados para que los practique uno solo, hay muchos ciales que mantiene Blanche DuBois con el resto de personajes elementos de la interrelación que no se han estudiado o prac- en Un tranvía llamado deseo⁴¹. Antes de proseguir con los siguientes pasos de la investi- ticado en profundidad. Aunque percibas estos elementos sólo de gación sobre «tus» relaciones, has de abordar ciertas cuestiones que los hagas efectivos en cuanto a la postura que tomará un de tipo humano que nos incumben a todos y cuyos principios, personaje en relación a otro. manera intuitiva, creo que ser consciente de ellos te servirá para una vez que los manejes con soltura, podrás aplicar a las rela- El tema de la edad tiene mucho que ver con la naturaleza de ciones que mantienen los personajes de una obra. Te recordaré una relación. En un momento dado, observa cuál es la percepción que tienes de tu propia edad y si crees que la persona con la los ejemplos que probablemente ya habrás experimentado con Quedan 53 páginas (50 min) en este capítulo PÁGINA 409 DE 470 87% leído que te relacionas en las circunstancias presentes es mayor o crear anticipadamente el cliché de un personaje que tenga esa menor que tú. A partir de ahí, tus suposiciones, sean acertadas o no, son esenciales en cuanto a la definición de «tus» acciones. edad. Gran parte de las enfermedades que caracterizan a las per- Cuando trabajas en el pasado del personaje habrás fijado «tu» (como por ejemplo la artritis) y producen síntomas como, por edad actual; en la mayoría de los casos, será una edad similar a ejemplo, insuficiencia respiratoria, mareos, pérdida de equilibrio, la tuya y no te resultará difícil identificarte con ella. El teatro articulaciones y piernas hinchadas, dolor de pies y de espalda. La escolar, los montajes de la universidad y las obras de aficionado ansiedad o el instinto de protección de la zona afectada es lo que ya están lejos. Eran épocas en las que encarnabas a personajes suele acompañar a esta dolencia. De mayor es muy normal tener muy viejos o muy jóvenes, y tus interpretaciones estaban basa- miedo a caerse. Ahora has de saber cómo aplicar los principios das en prejuicios y nociones falsas sobre la edad, ideas precon- del quinto ejercicio (cómo recrear sensaciones físicas) particu- cebidas que todavía tenemos, como por ejemplo, la idea de que todos los viejos tienen joroba, o les tiembla la cabeza, o tienen el larizando uno de estos estados –por ejemplo, el de insuficiencia respiratoria después de una caminata a paso ligero, o bien sentir pelo blanco y les tiembla la voz, o que los jóvenes son todos tor- los pies cansados después de hacer los recados del día, o bien pes, que caminan con los pies hacia adentro, que son inocentes tener dolor de espalda después de escribir a máquina, o dolor de y tontos, que se sientan en el suelo o encima de las mesas, que rodillas después de una caída– y utilizarlo como una constante no andan sino que corren y que hablan ceceando o con un tré- del personaje. Maquillarte ayudará a crearte la ilusión de que hay un público que te observa además de conferirte la misma edad molo de soprano. Una anotación: durante tus primeros años de carrera tal vez sonas de edad suelen ser de corazón, respiratorias, circulatorias que tiene el personaje y con ello aumentar tu credibilidad en él. te propusieron encarnar a un personaje de más de sesenta años, Aparte de estar físicamente en forma, si pretendes caracte- o, cuando ya habías cumplido los treinta, tuviste que dar vida a rizarte físicamente a fin de aparentar una edad muy joven, hay un adolescente. Lo mejor que puedes hacer es ponerte al ser- que empezar siempre por escoger un vestuario determinado que vicio del personaje trabajando con uno de los estados que se condicione el alma y el cuerpo del individuo en cuestión. Seguro manifiestan por sí solos en el cuerpo y aprovechar los efectos que recuerdas cómo te sentías cuando ibas vestido con prendas psicológicos que ese estado produce en ti y descartar la idea de de talla muy superior a la tuya y parecías un fantasma, Quedan 51 páginas (48 min) en este capítulo PÁGINA 410 DE 470 87% leído esforzándote en vano en estirar los brazos cuando las mangas te transferencias para volver a comportarnos de una manera toda- cubrían las manos, o cuando escogías prendas de tallas más vía ingenua e inocente, tal vez incluso irreflexiva, y responder pequeñas que no podías encajar en tu cuerpo de ninguna ma- sólo a impulsos sin tener en cuenta las consecuencias (una acti- nera, y las mangas te apretaban los codos o los hombros y te quedaba casi todo el brazo al aire; recordarás probablemente el tud muy propia de la juventud). vuelo de la falda que había que arremangar constantemente por- cana a la tuya hay que tener en cuenta que «cercano» quiere que cubría antiestéticamente las pantorrillas, y al año siguiente, decir que abarca unos cuantos años alrededor de tu edad real. por mucho que te empeñaras en estirarla, la falda no llegaba si- Hace poco, a una estudiante de treinta y dos años le asigné un quiera a taparte las rodillas. Todavía veo a chicos que llevan los papel de una mujer de cuarenta. Ella se quejó de que era una pantalones sin dobladillo y se los pisan mientras caminan, o que al año siguiente se dan una vuelta al dobladillo y muestran sus mujer demasiado mayor para ella. Le respondí entre risas que escuálidos tobillos para mostrar que han crecido; o también sino que se sentiría igual que ahora. Le pregunté si se sentía muy existen esos jerséis de cuello alto y muy ancho que oculta casi diferente de cuando tenía diecinueve o veinte. Me reconoció que por completo el cuello o, si es muy estrecho, marca visiblemente no. Al cabo de un minuto se puso a reír porque se dio cuenta de la nuez y el individuo en cuestión se ruboriza porque se da cuen- que, visto desde la treintena, los adolescentes de hoy le parecían ta de que todos lo miran. Además de estos experimentos a nivel niños tontos. Según mi opinión, para encarnar un papel de una edad cer- cuando llegara a esa edad, no sólo tendría el mismo aspecto, físico y las influencias que ejerce la ropa con la que vistes, fíjate En otras palabras, la noción que tenemos de nuestra propia en cómo la gente joven depende de las opiniones que tienen los demás respecto a la moda, a las formas y en lo que se refiere a la edad y de la de los demás es a menudo falsa. Cuando conocemos a alguien por primera vez, solemos atribuirle una edad inteligencia. Recuerda cómo imitabas a tus ídolos de pequeño y que no le corresponde. Para comprobarlo, pregúntale a algún el comportamiento de adulto que adoptabas cuando eras más amigo por la edad de sus familiares o conocidos que tú hayas joven, cuando tratabas de parecer «maduro». No queríamos sen- visto por lo menos una vez y a quienes les has dado una edad. tirnos jóvenes sino que queríamos ser aceptados como si fué- Cuando seas consciente de la tendencia que tienes a equivocarte ramos mayores de lo que en realidad éramos. Es fácil encontrar verás claro que la edad se refleja en la salud y en la forma física, Quedan 49 páginas (46 min) en este capítulo PÁGINA 412 DE 470 88% leído en cómo uno se arregla, en los genes, y, concretamente, en íntimas, cuando en realidad la edad es lo de menos, te sientes y cómo se siente una persona y cómo se muestra ante los demás te comportas como si tu compañero fuera de la misma gene- en una situación dada. Constatarás también que nadie puede ración que tú. acertar con exactitud la edad del otro a no ser que un hecho particular lo desvele. No obstante, puedes utilizar este amplio La reacción de la otra persona ante tu edad es tal vez la que más condiciona tu comportamiento. A veces, te hace sentir margen de años que tienes a tu alcance para moverte dentro de mayor o menor de lo que eres. La señora Le Gallienne, con quien él cuando debas identificarte con la edad de tu personaje. Fíjate trabajé hace más de cincuenta años, todavía me hace sentir en el efecto que produce la diferencia de edad que existe entre la como una niña indisciplinada. En una ocasión, actuando en una tuya y la del resto de personajes en tu relación con ellos. obra, un actor encantador que siempre encarnaba papeles de Supongo que te habrás dado cuenta de cómo cambia tu jovencito despertó en mí un sentimiento maternal y acabé con- comportamiento en función de la edad que le confieres a la per- venciéndome de que era un adolescente. Yo «ya» tenía veintitrés sona con quien te relacionas. En función de un sinfín de cosas, años y me divertía la idea de que se enamorara de mí. Cuando tu trato con una persona mayor que tú cambiará consciente o in- me enteré de que me llevaba unos cuantos años me quedé tan conscientemente; si te gusta, te mostrarás educado, maravillado sorprendida que nunca más fui capaz de desarrollar una amistad o humilde, y si no, fingirás una actitud respetuosa frente a ella. normal con él. Tal vez le desafíes tratándole de igual a igual cuando lo creas Estos ejemplos, cuando puedes extraerlos de tu vida pri- oportuno y te mostrarás superior si crees que tus conocimientos vada, son sustitutos muy útiles que puedes aplicar a las rela- sobre el tema que tratáis son más amplios que los suyos. ciones que mantienes con los personajes de la obra, sobre todo Contrariamente, puedes tratar a alguien más joven que tú con si buscas sensaciones y comportamientos intuitivos para un simpatía, benevolencia y tolerancia o bien lo aceptarás de mala personaje mucho menor o mayor que tú; o también te sirven si gana, tratándolo con distancia y con desdén. En caso de que la diferencia real de edad entre tú y el otro actor es difícil de quieras demostrar que no «ejerces poder» sobre el otro y que la encubrir. En cada caso, desarrollarás lo que necesites atribu- diferencia de edad no es relevante, puedes hacerte amigo de él o yendo a tu compañero de escena esa diferencia de edad. ella o incluso fingir que tienes la misma edad. En las relaciones Definir las posiciones que toma cada personaje en relación a Quedan 47 páginas (44 min) en este capítulo PÁGINA 414 DE 470 88% leído los demás en una obra, es decir quién guía y quién sigue, es un del personaje que provocan el «dar y recibir». tema al que doy mucha importancia porque condiciona enorme- Cuando el conflicto tiene lugar entre oponentes, las posi- mente la interacción que se crea. El guía, en el sentido más posi- ciones suelen estar claras. Cuando no es así, la posición de cada tivo de la palabra, tiene que dirigir en los campos que conoce y uno es más difícil de definir. Por ejemplo, en La muerte de un maneja mejor, gracias a su madurez, a su inteligencia y a su sentido común, que son mayores en estos campos, siempre y cuan- viajante, la adoración que expresa Hap por su hermano Biff lo coloca directamente en la posición de seguidor. Sin embargo, en do asuma una responsabilidad sobre sus decisiones y ofrezca la escena que se desarrolla en la habitación, Biff se muestra an- una ayuda desinteresada a un seguidor que esté dispuesto a sioso e inseguro y parece que le da las riendas a su hermano colaborar. En el transcurso de una interacción ordinaria, en un Hap. Si profundizas en su relación, incluso cuando Hap pre- plano más accesible, las posiciones pueden intercambiarse con sume de tener mayor seguridad y éxito que su hermano, sigue la misma facilidad que se cambia de tema de conversación. Este mostrándose como el niño intimidado que intenta demostrar a ejemplo puede hacerte reír: en una reunión de amigos, cuando su hermano que ha alcanzado una nueva madurez con el fin de hablamos de filosofía, mi marido guía y yo sigo. Si se habla de ser tratado como un igual. En la maravillosa obra de un solo acto política, yo guío y él sigue. En cualquier caso, cuando Saul Bellow está presente, los dos nos convertimos en seguidores. de Lanford Wilson Ludlow Fair, hasta que las dos actrices se dan cuenta de que Agnes es la guía, la escena presenta problemas. A Cuando se habla de teatro, los dos guiamos, incluso cuando no primera vista, ambas asumen que como Rachel es la más atrac- estamos de acuerdo, y el resto de la gente sigue, a no ser que tiva y la más solicitada y, por lo visto, es la que da las órdenes, estén presentes Mike Nichols, Jessica Tandy o algún colega ex- es por tanto la guía de Agnes, esa mujer rellenita y pechugona tranjero que quiera expresar su opinión sobre el teatro europeo. que siempre está resfriada (debido a su «susceptibilidad a las Pero, volviendo a los temas más candentes en el ámbito tea- corrientes de aire») y que cree que su vida es tremendamente tral, describiré los aspectos más amplios que son imprescindibles para saber cuáles son las relaciones guía-seguidor más aburrida. Pero el sentido del humor y la capacidad que despliega convenientes y cómo éstas cambian de una escena a otra con la intención de descubrir la lógica que existe en aquellas acciones día posición de guía. Rachel busca su aprobación y depende de la sabiduría y del sentido común de Agnes para dilucidar su más tarde para enfrentarse a la realidad será el secreto de su tar- Quedan 45 páginas (42 min) en este capítulo PÁGINA 415 DE 470 88% leído dilema. Ambas actrices se quedan sorprendidas cuando, des- posición del guía es de carácter abusivo, y desde ella se ejerce el pués de reajustar su relación, la escena empieza a fluir. poder, el seguidor debe someterse y obedecer; por lo tanto, está Siempre que propongo la escena de la sala de juegos entre esclavizado. La democracia, que se basa en la premisa de la igualdad Gately y Sylvio de la obra Pvt. Wars, de James McLure, a mis alumnos, los actores cometen un error parecido. Deciden que entre todos los hombres, está constantemente amenazada. Un Sylvio es el guía porque él es quien crea la situación de la escena, título o cargo que designa una posición específica debería ser representando su fantasía de que es un sacerdote solitario que signo de éxito en un campo determinado y aplicarse siempre que se lleva a una chica del bar intentando convencer a Gately de que se asuma una responsabilidad. Pero cuando el título es consi- encarne el papel de la chica. Sylvio es el que decide las cosas y derado por el que lo ostenta o por quien se ve afectado por él Gately, a lo largo de toda la obra, es descrito como un ser ino- como sinónimo de poder, clase y dominación, es un signo de cente. Los actores no se dan cuenta de que en estas mismas cir- emergente sistema de clases donde el valor humano se dife- cunstancias, Gately es el que lleva las riendas, el que no tiene rencia entre los privilegiados y los que no lo son, los cultos y los respeto por Sylvio y quien le «engaña a conciencia» cuando se iletrados entre sexos, razas o grupos étnicos; en otras palabras, enfrasca en el juego, mientras Sylvio intenta en vano demostrar que él es más diestro y que sabe más de la vida y del sexo que es una prueba evidente de que existe corrupción social. Gately. Cuando los actores trabajan la escena desde este punto de vista, obtienen la recompensa de sentir que la escena, antes sea en el ámbito de la academia, las ciencias, las artes, la medi- forzada y mal llevada, es ahora coherente, orgánica y divertida. empresas hasta el comercio más pequeño, e incluso en las or- Actualmente, no sólo en política sino en cualquier medio, cina, las leyes o el comercio, desde el mayor consorcio de Otros factores fundamentales que determinan al guía y al ganizaciones no lucrativas, existe una tendencia al alza a esta- seguidor de una relación son aquellos que tienen que ver con la familia, con el amor y el sexo, con la situación laboral, con las blecer reinos individuales donde los títulos son denominaciones diferencias de estatus, de situación económica y de educación. Siempre que la posición de guía es merecida y aporta algo al ministro, decano, profesor, alumno, médico, enfermera, subal- seguidor, éste es libre de crecer y de evolucionar. Cuando la ductor, director o actor, y debería ser siempre un signo de mérito de clase y no de servicio. El título puede ser de presidente, terno, ejecutivo subalterno, vendedor, camarero, conserje, pro- Quedan 43 páginas (40 min) en este capítulo PÁGINA 417 DE 470 89% leído por saber llevar a cabo exitosamente una tarea de responsa- temas –que son muchas– generalmente en forma de crítica y reto bilidad. En vez de eso, los títulos se utilizan cada vez más como pretextos para ejercer el poder sobre los demás, como designios hacia una determinada sociedad. Una vez que constatas la existencia de estos factores en tu propia experiencia vital, podrás mediante los que nos han de satisfacer y obsequiar o bien escla- utilizarlos como sustitutos de las posiciones sociales que apa- vizar y someter a presiones. Por lo tanto, las diferencias de cate- recen descritas en muchos dramas y comedias contemporáneas, goría y de comportamiento entre presidente y rey, entre miem- o bien en los clásicos y en las obras europeas, en las que la clase bros del congreso o duques y barones, entre nobles y damas, social es una fuerza influyente primordial. son imperceptibles, al igual que lo son entre empleadas del Sabrás cómo encontrar fuentes genuinas para establecer tu hogar, operarios, pobres granjeros, o bien campesinos o vasa- relación con la realeza o con la servidumbre, con tus superiores llos. o subordinados, de modo que no te quedarás estancado ilusLa teoría que afirma que es más fácil ascender de categoría trando personajes unidimensionales y superficiales. Provisto de en la sociedad democrática, más fácil romper las barreras entre este nuevo punto de mira, podrás identificarte hasta con perso- las clases sociales y vencer al sistema que en una monarquía como la que hoy existe en Inglaterra, es conocida y temida por najes de cuentos de hadas como los de The Swan, de Molnár. Y piensa con qué imaginación y placer podrás pasar de creer que todos. Sean verdad o no, tales afirmaciones son signo de que eres Eliza Doolittle, viviendo en un tugurio de Londres en 1900 algo huele a podrido en Dinamarca. Tal vez resultan más fáciles (o en uno del Bronx actual) a vivir en un elegante salón victo- de reconocer los juegos de poder y las muestras de indivi- riano (o en la habitación de Jackie O) con la ayuda de «tu» men- dualismo que obedecen únicamente al egoísmo y que prevalecen tor, el profesor Henry Higgins. no sólo en la lucha de sexos sino en todos los terrenos humanos Cuando nos identificamos con cualquier personaje, lo que de una sociedad oportunista. ¿Quién teme a Virginia Woolf ? es una reflexión muy aguda sobre todo esto. da valor a nuestras reacciones e interacciones con los que guían Mi intención no es la de escribir una tesis política y moral persona, de su confianza en los derechos humanos, de su fuerza sino estimularte a reflexionar sobre estas cuestiones, pues es un o debilidad personal, de su ambición o de su laissez-faire, de la seguridad en uno mismo o del sentido de fracaso. Y cuanto más ejercicio que puede ayudarte a analizar las obras que tratan estos o con los que siguen depende directamente del carácter de la Quedan 41 páginas (38 min) en este capítulo PÁGINA 419 DE 470 89% leído se entienda uno a sí mismo, mayor creatividad desarrollará y acciones, por muy perniciosas que parezcan, con el fin de identi- mejor aplicará sus conocimientos al trabajo de interpretación de ficarnos subjetivamente con el antagonista (al igual que hace- su personaje y a sus interacciones con los demás individuos que mos en nuestra vida privada cuando nos comportamos mal). actúan en la obra. Como he afirmado anteriormente, el actor debe saber que es Como último consejo añadiré que no podemos olvidarnos capaz de ejecutar acciones innobles como cualquier persona. Es de que, como artistas, somos responsables de iluminar y mejo- capaz de traicionar (que, a mi juicio, es la peor de las acciones). rar el género humano y no perder la esperanza en él, y que «la Y, con diferentes grados y matices, puede ser vengativo, cruel, culpa no es de nuestras estrellas, sino de nosotros, que somos egoísta, manipulador, abusivo y desplegar muchas otras con- los subordinados». ductas humanas negativas. Respecto al tema tratado anterior*** mente, si crees, por ejemplo, que no participas del sistema de Una vez que se ha definido la posición respectiva de cada clases, analiza tus relaciones personales con productores, agen- oponente –quién es el protagonista y el antagonista del tema del tes, estrellas, actores de reparto o figurantes, o con colegas que autor– surgen los problemas para el actor que hace de antago- se jactan de ser muy expertos y profesionales o bien con aque- nista. Evidentemente, es más fácil identificarse con el bueno de llos que sabes que nunca triunfarán. Fíjate en si difiere tu trato la obra, a quien el público alienta y con quien el público simpa- con los actores del Off-Off- Broadway, del Off-Broadway o de tiza en seguida, que es exactamente lo que pretende el autor. La Broadway, dejando aparte si tienen talento o no lo tienen, aun- solución no reside en mantener una objetividad respecto al com- que seas de los que protestan contra estas cosas y creas que es portamiento provocativo del antagonista y aferrarse al papel de indiferente el lugar donde actúas. Si todavía dudas respecto a tu malo limitándose a ilustrar superficialmente y de manera so- sentido de culpabilidad, recuerda que hasta el individuo más breactuada a un ser infame (algo que les gusta hacer a muchos dócil y amable ha ejercido alguna vez el poder sobre otros y ha actores formalistas), ni tampoco en suavizar el comportamiento, abusado de ello, aunque sea de un hermano. Con esto no quiero ya que eso los lleva a caer en la trampa de empobrecer el con- decir que la tarea de mejorarse a uno mismo no sea eterna, ni flicto dramático o eliminarlo. Para ser un oponente de verdad tampoco la de corregir los errores propios (desde el más fla- debemos escoger otro camino: tenemos que justificar nuestras grante al más pequeño indicio de vanidad, orgullo o arrogancia). Quedan 39 páginas (36 min) en este capítulo PÁGINA 421 DE 470 90% leído Pero si deseamos corregir nuestros defectos, debemos conocerlos para también poder reclamarlos y recurrir a ellos cuando Puede justificar fácilmente por qué depende de la ayuda de su nos identificamos con los de nuestro personaje. Sea cual sea el grado de monstruosidad del compor- regentar la pensión, ya que debe mantenerle y darle un techo. La tamiento de los seres humanos, éstos intentarán siempre justi- gran ciudad y puede ser perjudicial para él, pues para esta chica ficarlo. Casi todos los tiranos de la historia han sabido justificar Eugene no es nada más que un mero pasatiempo. hijo esgrimiendo como excusa el trabajo agotador que supone chica a la que ama su hijo es mucho mayor que él, viene de la violentamente su comportamiento basándolo en una causa Algo similar ocurre con la madre del joven ciego en Las «noble» y, desde su punto de vista, sus víctimas eran los perpe- mariposas son libres, antagonista que se opone a la lucha de su tradores del mal y, por ende, los responsables de obstaculizar la hijo por independizarse y que debe recordarse constantemente a lucha por la causa. A fin de cumplir con los dictados de la obra, sí misma que la ceguera de su hijo le ha impedido valerse por sí como antagonistas hemos de aplicar el mismo principio: justi- mismo en el pasado y que además sufrió un desengaño amo- ficar las acciones de nuestro personaje, fortalecer nuestras ne- roso. En el caso de esta mujer, el motivo por el cual interfiere en cesidades hasta que suplanten los deseos de nuestros opo- la vida de su hijo nace de un amor sincero hacia él. Si el actor desea dar una dimensión humana a los villanos nentes. Hemos de olvidarnos de toda la información favorable al protagonista que el autor nos ha proporcionado o, por lo menos, arquetípicos como Yago o Ricardo III, y profundizar en los ahondar en nuestros deseos y encontrar motivos sólidos que los personajes y esclarecer sus personalidades de una manera más justifiquen. En otras palabras, debemos particularizar nuestra relación con los oponentes desde el punto de vista de nuestro original y acertada que la que nos brindan habitualmente los personaje. saber cuál es la causa del personaje. Es el caso de Yago, que cree previsibles montajes que no aportan nada nuevo, está obligado a La actriz que encarne el personaje de la madre de Eugene ser víctima de la injusticia que se ha cometido con él al no asig- Gant en Look Homeward, Angel, una mujer que tiraniza y acapara a su hijo, que se deshace de la chica que él ama y se muestra narle el trono como recompensa después de haberle ofrecido su totalmente insensible ante los deseos de él, ha de borrar de su tanto, necesita vengarse. Y la manipuladora destrucción que Ri- mente los problemas de Eugene y concentrarse en los suyos. cardo III lleva a todo lo que se interponga en su camino hacia la servicio leal a Otelo, cosa que hubiera sido lo más lógico. Por Quedan 37 páginas (34 min) en este capítulo PÁGINA 422 DE 470 90% leído corona nace de la rabia contra el destino –el responsable de incluso buscamos una aprobación para nuestras malas accio- todas sus deformaciones físicas– y de la cólera que le invade nes. Esto suele ocurrir cuando la persona con la que tratamos no porque el mundo entero no le acepta como «legítimo» monarca. es el objetivo de nuestro ataque sino que la utilizamos como Dejando aparte si somos antagonistas o protagonistas, la confidente o caja de resonancia para ventilar el incidente al tiem- culpabilidad puede condicionar en gran medida nuestra relación con los demás. Es un sentimiento tan frecuente como cualquier po que tratamos de apaciguar nuestra mala conciencia. Que- otro de la psique humana. La conciencia de haber cometido un menos, que no hemos sido tan perversos. remos que nos digan que estábamos en nuestro derecho o, al acto de omisión o una acción cruel, abusiva, egoísta o insen- Un divertido ejemplo es el de la escena de la obra de Neil sible, suele despertarse cuando el hecho ya ha ocurrido, en el Simon Descalzos en el parque en la que Corie y Paul regresan de momento en que su efecto nos repercute. Entonces nace la una fiesta. Corie es joven, egoísta, fantasiosa, pero no es tonta. culpa. Si nos sentimos responsables del acto, intentaremos Sabe que la noche ha sido desastrosa y que ella tiene la culpa de excusarnos o compensarlo de algún modo. Es difícil identi- todo. El principio de esta escena, cuando el personaje habla con ficarse con este sentimiento cuando encarnas un personaje. No exaltación de la cena que han celebrado juntos, puede llevar a un obstante, siempre que nos cuesta reconocer un error (algo bas- error a la actriz que encarne este papel. La actriz tiene que apren- tante habitual) surge en nosotros un sutil e instintivo sentido de der a darse cuenta de que esta actitud nace del deseo de enga- culpabilidad que debemos aprender a reconocer para poder apli- ñarse a sí misma y de eliminar su sentido de culpa. También carlo cuando representamos un personaje que reacciona de ma- quiere involucrar a su marido en el juego y convencerle de que nera similar. Nos defenderemos e insistiremos en que nuestra todo está bien. Él no acepta y, consecuentemente, reafirma el agresividad ha sido provocada por otros. Incluso intentamos sentido de culpa de ella, acción que provoca el enfrentamiento. justificar nuestra actitud con pretextos irracionales e ilógicos Ella le insulta y le tacha de estirado, proclama su inocencia y su porque no aceptamos nuestra culpabilidad. A veces tratamos de sentido lúdico de la vida, hasta que se arrincona a sí misma y compensar nuestros errores mostrándonos exageradamente sólo encuentra una salida afirmando que su matrimonio no fun- cariñosos y amables con nuestra víctima, fingiendo que nada ciona y que la única solución es el divorcio. Si la escena se pre- malo ocurre. Intentamos olvidar lo sucedido. En ocasiones, senta desde esta perspectiva, los espectadores –hombres y Quedan 35 páginas (32 min) en este capítulo PÁGINA 424 DE 470 90% leído mujeres, independientemente de su edad– se reirán a carcajadas se comporta, a menudo juzgando de antemano si la aprobamos porque reconocerán en ellos este comportamiento tan absurdo y o no, si le dedicaremos atención o la ignoraremos, etc. se identificarán con él. Como ejemplo explicaré la broma que les gasto a mis alum- En cuanto a la provocación de un enfrentamiento (algo que nos cuando les pido si, después de clase, alguno querría ha- ocurre en muchas obras de teatro), seguro que recuerdas ha- cerme el favor de entregarle un texto a mi agente, Sophie Katz. berte comportado de manera irracional y detestable en plena Les explico que la oficina está en la calle Cuarenta y tres, entre discusión con alguien, siendo consciente de ello pero incapaz de Broadway y la Octava Avenida, y que cuando se encuentren con frenarlo, dejándote llevar hasta el final y saliendo perdedor o ella le digan que son mis estudiantes y, si lo desean, pueden pre- ganador. Un ejemplo clásico en el que se justifica una vida vivida guntarle si podrían optar a algún papel. Cuando les confieso que con sentimiento de culpa queda ilustrado en la obra Mrs. Wa- me he inventado el nombre, la dirección y el recado, les pido que rren’s Profession. Al final del segundo acto, Vivie, al enterarse de cuál es la profesión de su madre, se enfrenta a ella. La diatriba de me describan cómo se imaginaban a Sophie Katz y qué habían la madre en defensa de su actividad como alcahueta de jóvenes una mujer de sesenta años de pelo gris, rellenita y jovial, vestida prostitutas, sus desesperados intentos por ser aceptada por su con un blusón estampado. Soñando con la oportunidad de obte- hija, toman proporciones casi épicas. Shaw, por supuesto, ¡ya se ner un trabajo, tenía pensado mostrarse encantador con ella. encarga de argumentar su caso con solidez y fundamento! Otro alumno se la imaginaba morena, delgada, de mediana edad pensado decirle. Uno de ellos me explicó que se imaginaba a En cuanto a las relaciones humanas, me queda sólo por hablar y de actitud severa, vestida con una camisa de hombre y un traje de las fases de la evolución de las relaciones y su importancia de tweed. Tenía previsto iniciar la entrevista con un ataque frontal para impresionarla antes de que ella pudiera despreciarlo o respecto a la obra. En primer lugar, hay que saber que una relación con alguien empieza en el momento en que oímos hablar de despedirlo. Todos suelen describir detalladamente cómo es la este alguien por primera vez, y que puede iniciarse mucho antes de que conozcamos a la persona (en la vida real, o antes de que oficina y también el barrio donde se ubica, descripción que parte se abra el telón). Según lo que nos hayan explicado de esa per- Cada vez que he enviado un entusiasta mensajero a entregar sona, especularemos sobre cómo es, qué aspecto tiene y cómo el texto a mi agente real (cuya descripción no encaja con ninguna de las visitas previas que han hecho a la zona. Quedan 33 páginas (30 min) en este capítulo PÁGINA 426 DE 470 91% leído de las anteriores de «Sophie Katz»), el mensajero también se entender todo lo que había imaginado Blanche sobre Stanley hace una composición de lugar de cómo será la persona a la que antes de llegar a Nueva Orleans basándose en las cartas de su va a ver. Visualiza la oficina en el Upper West Side y piensa en hermana Stella de la época de su boda y de después. Piensa en cómo ganarse su simpatía. Desde el momento en que se abre la cómo Blanche calibrará la situación después de conocerle y de puerta, sus planes cambian porque se topa con la secretaria y no todas las cosas que verá en él tras la primera escena (junto con con el agente, en una elegante recepción de un apartamento si- la información añadida que obtiene a partir del modo en que vive tuado en el Upper West Side y no en una habitación sombría de el matrimonio Kowalski). La visión que Blanche tiene de él y sus unas oficinas de Times Square como pensaba. Cuando por fin le ideas de cómo abordarlo cambian constantemente y esto será un acompañan al despacho del agente, empieza la segunda fase de factor esencial para la sorpresa que se llevarán cuando se conoz- la evolución de la relación. Ésta conlleva un ajuste inmediato can por primera vez. entre lo que él esperaba de la persona y lo que en realidad percibe. Esta adaptación supone también un cambio en su compor- Un primer enfrentamiento puede tomar diferentes formas. Una de ellas, que se da a menudo y no sólo en las obras clá- tamiento que obedece a la nueva situación. sicas, puede causar grandes problemas al actor moderno: ¿cómo Has de convertirte en una persona muy observadora res- puede un actor estimular los momentos intensos de una situa- pecto a estas cuestiones en tu vida privada. Aprende de situa- ción extraordinaria como, por ejemplo, la que se produce cuan- ciones tan sencillas como la de observar a los carniceros cuando do surge un flechazo? Antes de que se conozcan en el baile, aun- haces cola para comprar por primera vez en un mercado. En se- que Romeo ha oído hablar de Julieta y sabe lo que ella representa guida decidirás cuál te gusta más y quién será el que te dará las en la sociedad, tiene que quedarse boquiabierto y sufrir un im- mejores piezas. Es muy posible que te equivoques, pero cuando pacto cuando la ve por vez primera. Cuando Alison aparece sin te vayas, después de haber hablado con él brevemente del tiem- haber sido anunciada en la sala del Gobernador en La dama no po y de la carne que vende, te verás capaz de escribir toda su biografía, explicar de dónde es, cuántos años tiene, si está ca- es para la hoguera, de Christopher Fry, Richard, el oficinista, pregunta: «¿Es acaso Dios el que envía una llama para que anide en sado o es soltero, cómo trata a su mujer y sus hijos, etc. mi corazón?». Y más adelante, en la misma obra, cuando Jennet Volviendo a Un tranvía llamado deseo, ahora puedes entra corriendo, escapándose de los cazadores de brujas que le Quedan 31 páginas (28 min) en este capítulo PÁGINA 427 DE 470 91% leído pisan los talones, Thomas grita: «¡Oh, Dios! ¡Qué joven es!», marco de referencia de las consideraciones que hayas hecho de mientras también él empieza a enamorarse de ella. En la escena manera intuitiva, subconsciente y apresurada, se basa en lo que de flashback entre Julien y Colombe en Colomba, de Anouilh, a los pocos minutos de conocerse tienen que abrazarse. Es posi- hemos oído de la persona y cómo contrasta o coincide con lo ble que no encuentres una situación paralela en tu vida privada Nos formamos unas opiniones instintivamente cuando contem- que puedas transferir a este momento tan intenso y poderoso de plamos su aspecto y su porte y, por supuesto, sus reacciones, en la obra, pero sí es probable que te hayas quedado pasmado al base a cómo se relaciona con nosotros. Normalmente nos abri- ver a alguien por primera vez, y que, tras un suspiro, hayas sol- mos a personas que nos parecen interesantes y que concuerdan tado un «¡Uau!». Esto no significa que no tuvieras un punto de con nuestro concepto de amabilidad y simpatía, y nos mos- referencia anterior respecto a la persona en cuestión. Al contrario, tu reacción está basada en una ilusión que ya existe en ti tramos más precavidos con aquellos que no se ajustan a nuestra de un ideal de persona que de pronto se hace realidad; es decir, se materializa tu sueño de perfección. Por lo tanto, con el fin de una primera mala impresión. En el plazo de una semana, mi opi- reforzar y justificar este momento tan enérgico, debes especificar ratura dramática está llena de relaciones cambiantes. Cuando el origen del ideal de la persona que imaginas, si ha sido inspi- trabajes en una de ellas, recuerda que lo que tú no sabes y pien- rado por un poema, un cuadro, una fantasía de un cuento de sas erróneamente que sí sabes sobre el otro personaje es lo que hadas o por un ídolo de tu infancia. Y después puedes transferir provocará los descubrimientos que animarán la interacción e in- imaginativamente este ideal al objeto amoroso para provocar tensificarán el evento. Evidentemente, una relación establecida, y esta reacción admirativa cuando se produzca el momento de fluida se basa, entre otras cosas, en un conocimiento sólido y en un sentimiento de familiaridad respecto a las reacciones mutuas confrontación en el escenario. que descubrimos sobre su profesión, edad, cultura y educación. visión. (De todos los hombres con los que me he casado obtuve nión había cambiado y me había enamorado de ellos.) La lite- Una vez se han llevado a cabo los ajustes de la primera fase que se producen en la interrelación y a las que surgen cuando las del encuentro, el inicio y el desarrollo de cualquier relación nueva y el origen de la interacción entre dos personas está condi- dos personas participan de un evento. Es posible que se pro- cionado por unas expectativas y valoraciones muy variables. El la habitual. duzcan sorpresas, sobre todo cuando la reacción del otro no es Quedan 29 páginas (26 min) en este capítulo PÁGINA 429 DE 470 91% leído Provistos de los elementos más importantes que requieren las contrario, surgen como gérmenes imaginativos de una identi- relaciones humanas, ahora podemos incorporar todo aquello ficación con el personaje, han de considerarse oro puro. En que caracteriza las relaciones que mantiene nuestro personaje en ambos casos, las emociones tienen su origen en los objetivos de la obra. Haremos las consideraciones necesarias sobre ellas en el trabajo preparatorio y pondremos a prueba su peso específico los personajes, en sus fuerzas motoras y en lo que quieren y bus- durante los ensayos. A continuación, investigaremos en cada una can de los demás, que es la premisa del apartado siguiente: la investigación sobre «¿Qué es lo que “yo” quiero?». de «nuestras» relaciones para saber si son familiares o extrañas, El trabajo preparatorio sobre los aspectos de nuestra rela- si hay diferencias de edad, las respectivas posiciones del prota- ción con los otros personajes y lo que sentimos hacia ellos tiene gonista y del antagonista, del guía y del seguidor y la posibilidad que haber quedado claro y no debemos olvidarnos de que todo de que se establezcan diferentes categorías. lo que queda grabado únicamente en la cabeza no sólo será inú- He reservado el aspecto más fundamental de las relaciones humanas para el final porque es el que requiere menos explicación. Tiene que ver con los sentimientos que experimentamos hacia alguien y que a veces se adueñan de nosotros, nos domi- til sino que puede convertirse en un lastre. Debemos aplicar nuestros descubrimientos y nuestro criterio en los ensayos, ponerlos a prueba y llevarlos a la práctica. Este proceso conlleva una particularización detallada de los compañeros de escena y nan y no nos dejan pensar con claridad. Hemos de analizar qué es lo que tiene el otro personaje que «nos» apasiona, detes- descubrir qué hay en ellos y respecto a ellos que sea de primer tamos, nos hace sentir indiferentes, nos gusta, nos disgusta, nos da pena, adoramos, desdeñamos, admiramos, envidiamos, nos lógico en la personalidad de tus partenaires que difiera de su personaje, algo que éstos sean incapaces de dar en los ensayos obsesiona, etc. actuales o futuros (como por ejemplo, una edad determinada), uso para la relación. En el caso de que haya algo físico o psico- Es casi imposible aprenderse un papel sin experimentar los tendrás que dotar a su personaje de esas propiedades utilizando indicios de estas emociones. Como he dicho anteriormente, las transferencias y convertirlo en el «ente vivo» que necesitas cuando nacen desde tu propio punto de vista (el lector) respecto para crear una interacción verdadera entre los dos. al personaje, debes descartarlas porque te desorientan o, por lo Lo más importante que has de tener en cuenta al investigar y menos, tienes que saber reconocerlas como tales. Si, de lo experimentar en «tu» relación con los demás durante los Quedan 27 páginas (24 min) en este capítulo PÁGINA 431 DE 470 92% leído ensayos (o en una representación, en este caso) es mostrarte necesidades, deseos, anhelos, metas, objetivos conscientes o abierto y vulnerable frente a tus partenaires. Desde el punto de vista de tu personaje, muéstrate receptivo a todo aquello que subconscientes que nacen de nuestro cuerpo y de nuestra alma. hacen los demás, a cada acción que te «envían». Presta atención Cuando comprendemos que el origen de las necesidades y de los deseos de un individuo reside en la naturaleza de su educa- al más mínimo parpadeo, a un ceño fruncido, al más insigni- ción y de la sociedad que ha contribuido a dar forma a su ficante acto dubitativo, al matiz y la inflexión en un tono de voz, carácter, queda claro que a la investigación inicial de «¿quién soy al roce físico más imperceptible. De esta manera, tu amante sólo “yo”?» debe seguirle la de «¿qué quiero “yo”?». Y en lugar de ba- tendrá que mirarte o cogerte de la mano para hacerte ruborizar sarse únicamente en respuestas de carácter intuitivo, el tema de placer. Cuando declare su amor por ti, te latirá con fuerza el puede enfocarse desde diferentes ángulos que confieran una es- corazón. Cuando tu jefe te amenace, te sudarán las manos. tructura más sólida a la partitura de nuestro papel. La pregunta Cuando te desafíen, te hervirá la sangre. Nunca dejes de valorar inicial («¿quién soy yo?») ya se ha respondido en el análisis de la a tu partenaire ni lo utilices por conveniencia para reafirmar tu actuación. Un escenario es comparable a una pista de tenis: dar obra. golpes a una pared puede hacerse con mucho arte pero la acción no sirve de mucho hasta que no se prueba frente a un oponente nido cuál es la temática de la obra, su objetivo principal, el conflicto interno y los adversarios involucrados en ella. Habrás posi- situado al otro lado de la red, cuando el jugador sabe que su si- cionado a tu personaje en el lado del protagonista o del antago- guiente golpe dependerá del golpe que le envíe el contrario, de nista. Está claro que, si estás en contra o a favor de algo, eso cómo lo va a recibir, sea en un partido individual o de dobles. significa que quieres algo, y lo que «tú» quieres, en su más am- Nuestros amigos actores han de tratarse entre ellos como bue- plio sentido, constituye el objetivo principal del personaje, la fuerza conductora que «te» propulsa al viaje existencial de la nos jugadores, no como recogepelotas. Sólo entonces alcanzaremos el estado ideal que resulta de formar parte de un «buen equipo», expresión utilizada tantas veces a la ligera. 4. ¿Qué es lo que «yo» quiero? Cuando estamos vivos, siempre queremos algo. Tenemos Siguiendo las indicaciones del capítulo 22, ya habrás defi- obra. En tu valoración de la obra, habrás concretado qué quiere el personaje en términos generales de su mundo, de su trabajo y de la gente que convive con él. Estas necesidades u objetivos no son tan misteriosos y no necesitan una investigación muy Quedan 25 páginas (23 min) en este capítulo PÁGINA 432 DE 470 92% leído profunda en esta fase, a no ser que se trate de unos hechos muy determinados o de que resulte muy difícil identificarse con ellos. objetivos inmediatos, qué es lo que quieres en cada momento de la escena, basándote en la progresión de las acciones. Reto- Por ejemplo, si llego a la conclusión de que el objetivo principal mando el ejemplo de Blanche DuBois en el capítulo 5, en el que de santa Juana es salvar a Francia por el bien de Dios, no podría rebatirlo pero, dado que personalmente me aterrorizan los na- asumimos que el hilo conductor de su personaje es la necesidad cionalismos y soy agnóstica por convicción, me sentiría fría y desmotivada frente a este objetivo. Por otra parte, puedo apasio- de encontrar belleza, bondad, ternura y protección, descubriremos seguramente que su fuerza motora en la primera es- narme si lo sustituyo por el deseo paralelo de salvar el teatro por cena es el deseo de encontrar un refugio para protegerse de la tormenta que la ha desterrado, no sólo de su casa y de su esta- el bien del arte. Más difícil todavía sería para mí identificarme tus, sino de la ciudad en la que creció. Vinculados a esta urgen- con la necesidad de Medea de vengarse de la traición de Jasón, un anhelo tan profundo que la hace capaz de sacrificar a sus cia inicial se desencadenará cada uno de sus objetivos inme- hijos. La venganza es algo ajeno para mí, pero si hurgo en mi deseo de presentarse como una mujer bondadosa ante las per- interior podría encontrar algunas situaciones en las que fui trai- sonas necesitadas del vecindario. En los momentos en que está cionada vilmente y abandonada injustamente, y en las que de la sola, quiere refrescarse, prepararse para luchar, demostrarse a sí pura agonía y desesperación fantaseaba con el deseo de ven- misma que puede ser aceptada en casa de su hermana. El deseo ganza, incluso un deseo de venganza irrefrenable, comparable al de Blanche de restablecer una posición autoritaria aunque cari- de Medea. Existen otros dos tipos de categorías de objetivos que debe- ñosa sobre su hermana se hace patente con la entrada de Stella. Todo lo mencionado hasta ahora está vinculado a su necesidad ríamos examinar. Una vez que has definido «tu» objetivo prin- de encontrar un refugio, al igual que los objetivos futuros deri- cipal de la obra asegurándote de que lo que prosigue está en sin- vados del primero. Es importante apuntar que un objetivo inmediato permanece vigente desde el momento en que se inicia tonía con éste, te enfrascarás en la búsqueda de «tu» objetivo principal de cada escena, que se basará en el contenido, en los hechos, en las circunstancias dadas y en «tus» relaciones con los otros personajes. Finalmente, estudiarás y buscarás «tus» diatos. Antes de entrar en el apartamento, Blanche ya siente el hasta su consecución o su no consecución, momento en que se sustituirá por otro. Si lo que acabo de explicar parece complicado, expondré Quedan 23 páginas (21 min) en este capítulo PÁGINA 434 DE 470 92% leído una comparación sencilla que puede aplicarse a los objetivos de Si un objetivo es válido, estimulará no sólo tus sentimientos cualquier personaje. Imagina que estás de viaje y tienes el deseo sino la voluntad de hacer algo para conseguirlo, imaginándote imperioso de escalar una montaña hasta la cima. Vas caminando diferentes acciones posibles. Definir las acciones del personaje por el valle que bordea la montaña y has llegado a un río que tendrás que cruzar. No bastará el deseo, por intenso que sea, para es, por supuesto, tu meta definitiva. Recuerda que es preferible formular tus objetivos con un verbo activo y no con un sustan- llegar allí. Tendrás que contemplar todas las posibles maneras tivo. (Quiero encontrar belleza, o, quiero hacer que las cosas de conseguir tu objetivo: nadando, adentrándote en el agua y atravesar el río a pie, bordeando el camino por las rocas, mon- sean bonitas, pero nunca quiero belleza.) Tiene que quedar claro que las consideraciones que hace el personaje de sus objetivos tando en una barca o buscando un puente. Sea cual sea la op- generales y de sus objetivos principales en cada escena es una ción que elijas, por mucho que se ajuste a las circunstancias que tarea que forma parte del trabajo preparatorio. No obstante, los estás viviendo, la acción en sí misma acarreará sus propios obje- objetivos inmediatos sólo pueden descubrirse y analizarse du- tivos. Si decides nadar, tendrás que deshacerte de la ropa pe- rante los ensayos, mientras van surgiendo en forma de reac- sada, luchar contra las corrientes, poner a prueba tu resistencia. ciones al clima, al lugar, al entorno y a la interacción con los Si atraviesas el río caminando, tendrás que llevar los zapatos al compañeros de escena. hombro y sortear las piedras y el barro del fondo. Si saltas de Si estas diferentes formas de definir «tus» necesidades, de- una roca a otra, tendrás que esforzarte por mantener el equilibrio seos y objetivos son nuevas para ti, no dudes de que al llevarlas y no caerte al agua. Si decides utilizar la vieja y agujereada barca a la práctica te ayudarán enormemente a definir la partitura de tu que está abandonada en la orilla, tendrás que encontrar los papel y finalmente formarán parte de tu rutina más básica. No remos o procurarte algo que los reemplace y achicar el agua que utilices definiciones pedantes; no hagas del proceso un trabajo se filtra durante el trayecto para no hundirte o, si te decantas por mecánico ni sientas la necesidad de escribirlo todo. Tu selección el puente, antes tendrás que encontrarlo. El puente será quizá el debe estimular tus sentidos y tu imaginación. Para mí el proceso último recurso después de haber intentado utilizar algunos (o se ha convertido en una parte intuitiva de mi trabajo y por ello, todos) de los otros medios de transporte, ninguno de los cuales en los ensayos, me detengo a analizar un objetivo inmediato te ha funcionado. sólo cuando creo que mis acciones son cáusticas, vacías o Quedan 21 páginas (19 min) en este capítulo PÁGINA 436 DE 470 93% leído considero que no tienen una base o fundamento sólido. Existe una diferencia abismal entre lo que queremos hacer y lo grasa porque tengo que hacerlo. En otras palabras, un deseo sincero lleva a una acción específica, mientras que un «debe» colo- que tenemos que hacer. Algo que tenemos que hacer o que se cado negativamente, sin alternativa, lleva a una emoción inactiva supone que debemos hacer suele ser algo que no queremos y cargante. Aquello que no quieres puede ser perfectamente el hacer. Cuando, en una obra, un «no quiero» es un hecho lógico, pregúntate siempre qué es lo que quieres en su lugar. Si eres tan obstáculo que necesitas superar cuando persigues tu objetivo, tímido y estás tan asustado que no puedes mirar a alguien a los Hemos llegado a la fase final de la definición de distintos ojos, te darás cuenta de que, en su lugar, te dedicarás a mirar el tipos de objetivos. Empezaré por definir la diferencia que existe estampado de la alfombra. Muchas veces, cuando sabía que entre las necesidades conscientes del personaje y las tenía que trabajar en este libro, tenía verdaderas ganas de hacer inconscientes. Es tan fácil de entender como lo que significa un puzzle o de ver un programa en la televisión. A veces llegaba a caer en la tentación y me sentía muy culpable. En otras oca- poner algo subjetivamente en acción. Los objetivos conscientes de la mayoría de los seres humanos están en concordancia con la siones, para poner a salvo mi conciencia, escribía unas páginas a imagen que éstos tienen de sí mismos y con su sentido moral. toda velocidad antes de tomar la decisión de que necesitaba rela- Los deseos subconscientes pueden marginar o enterrar a los conscientes. En consecuencia, al olvidarnos del censor moral, jarme y hacer un rompecabezas porque mi estado mental era totalmente antiproductivo. A menudo, solía retrasar a conciencia que será el tema del siguiente apartado, el quinto paso. nos vemos impulsados hacia un comportamiento innoble que el momento de ponerme a trabajar, convenciéndome de que era intentamos justificar a cualquier precio. Partiendo de que nos necesario ordenar primero el escritorio, archivar los papeles, sacar punta a todos los lápices, comprobar si quedaba tinta co- conocemos a nosotros mismos, no nos debería resultar difícil definir los objetivos conscientes de un personaje. Cuando son rrectora, ordenar los documentos, ir a buscar una Pepsi... hasta subconscientes, a pesar de que no tardarás en reconocerlos que se me acababan las excusas y tenía que ponerme a trabajar como tales, es natural que te preguntes cómo puedes activarlos en serio. La manera en que friego la cocina cuando me deleito en sin mostrarte objetivo ante ellos, sin salirte del personaje que los ello es totalmente diferente de cuando estoy furiosa y quiero des- juzga diciendo: «Mira lo que hace». En el apartado anterior, que ahogar mi rencor limpiando compulsivamente cada mancha de abordaba el tema de las relaciones, he enumerado numerosos Quedan 19 páginas (17 min) en este capítulo PÁGINA 437 DE 470 93% leído ejemplos concernientes a este tema asociado a la culpa. Uno de Natalya es quitarse de en medio a Vera. Su objetivo consciente los ejemplos se refería a la necesidad subconsciente que siente es proporcionar una vida segura a la pobrecita huérfana y tratar Corie de provocar un enfrentamiento con Paul⁴². Mi consejo era recurrir a acontecimientos en los que también tú querías ganarte de encontrar a alguien que pueda cuidarla. Un ser que planea la aprobación por tus malas acciones, olvidando tu parte de desamparada sería un monstruo. A un ser que lo hace de manera buena persona en el proceso. subconsciente e impulsado por un sentimiento vulnerable de conscientemente arruinar la vida de una persona necesitada y Sin embargo, no es fácil solventar el problema de las necesi- privación personal, se le puede culpar de una profunda fragilidad dades subconscientes de un personaje más profundo y más humana. Más tarde, cuando Natalya toma conciencia de lo que complejo. Me remitiré a la obra Un mes en el campo de Turgué- ha hecho y constata que ha roto el corazón de la chica, entra niev, precursor de Chéjov. Es una de mis obras favoritas. Te también en un estado de desesperación. aconsejo que la estudies porque disfrutarás practicando con ella. Cuando trabajé en este papel por primera vez, la sutileza del Hay una escena devastadora entre la heroína, Natalya Petrovna, y comportamiento quimérico de Natalya en esta escena me des- su joven pupila, Vera, que ilustra perfectamente este problema. concertaba. Como lectora, me dio la impresión de que la nobleza Natalya es una mujer sensible y educada que se ha casado por con que manipulaba a Vera, la victimizaba, la excusaba, bro- conveniencia con un terrateniente rico y bondadoso. Ambos tie- meaba con ella, abusaba de ella, ejercía el poder sobre ella, y la nen un hijo al que cuidan los sirvientes y, más recientemente, un engatusaba alabándola, me pareció, sucesivamente y por este joven apuesto tutor llegado de Moscú. Natalya tiene poco que orden, una actitud despiadada, divertida, torpe, caprichosa, hila- hacer y se dedica a disfrutar de sus rutinas sociales diarias y de rante, incluso desgarradora; la revelación de una pasión que ni las atenciones de un ardiente admirador. Sin admitirlo de ma- ella misma entiende y que es incapaz de racionalizar. Aunque nera consciente, se enamora perdidamente por primera vez en Natalya es la heroína de la obra, solucioné el dilema de esta es- su vida del joven tutor. Cuando se da cuenta de que Vera está cena enfocándola como si ella fuera la antagonista. Justifiqué probablemente embobada con el tutor y el tutor con ella, se en- cada una de mis acciones con una causa noble. Particularicé el frenta a ella e intenta manipularla para que se case con un vecino personaje de Vera con nuevos ojos y la consideré mi rival, permi- rico, feo y viejo. El deseo imperioso pero subconsciente de tiendo que, ante el espectador, mis necesidades desbancaran las Quedan 17 páginas (15 min) en este capítulo PÁGINA 439 DE 470 93% leído suyas; evidentemente, no sin asegurarme de que el tutor cons- personaje. El primer proceso debería, en teoría, influir sobre el tituía mi «ente vivo», que con sólo oír su nombre e imagi- segundo y conseguir un equilibrio entre los dos objetivos. nármelo se me ponía la piel de gallina y me latía el corazón. A Espero que hayas entendido que la búsqueda de los obje- continuación, para estimular mis sentimientos de celos hacia tivos del personaje y su identificación con ellos constituye una ella, me sensibilizaba enormemente hacia el hecho de que Vera parte esencial del proceso de orquestación del papel dramático. fuera una mujer joven, bella e inocente. La particularicé como Todavía queda por descubrir que todo lo que se interpone una persona presuntuosa, desagradecida y poco contemplativa en el camino de nuestros objetivos –es decir, los obstáculos– conmigo, y eso justificaba mi posición de superioridad respecto intensificará nuestras necesidades y deseos desde el momento a ella y mi actitud condescendiente y paternalista. Cuando sentía en que nos esforzamos en superarlo. que podía herirla, le quitaba importancia a lo que había hecho 5. ¿Qué se interpone en «mi» camino? engañándome a mí misma y poniéndome a la defensiva. Ya sabemos que el conflicto es la esencia del drama tanto en No estoy segura de si apliqué el siguiente proceso de tra- la comedia como en la tragedia. Todo lo que merece manifes- bajo para encarnar el papel de Natalya o el de Marta en ¿Quién tarse conlleva la lucha humana de un individuo por superar los teme a Virginia Woolf ? y, a pesar de que no lo recomiendo como problemas que plantea el destino, el mundo o la sociedad, las circunstancias dadas y las personas con quienes se interactúa. El regla general, sí aconsejo que cuando las demás vías de trabajo no funcionan trates de aplicar esta alternativa: encontrar un obje- término «problema» implica la presencia de un obstáculo. El tivo subconsciente que pueda servirte. En las primeras fases de actor debe saber que al enfrentarse a todo lo que se interpone en ensayo, en primer lugar emplea abiertamente el objetivo oculto, sírvete de cada impulso que este objetivo te suscite, ya sea atacar el camino de su personaje, lo que obstaculiza «sus» deseos, conseguirá que éstos se vuelvan más intensos e imperiosos (te- con violencia, fingir que ignoras tus emociones, engañar, darte niendo en cuenta que todo lo que se consigue sin esfuerzo, por mucha importancia, vengarte o ejecutar cualquier acción que te una especie de perversidad intrínseca, no se desea con tanta pa- aporte las necesidades más básicas. Intenta después olvidarte de ello con sinceridad y persigue únicamente lo que deseas cons- sión como lo que es difícil de conseguir). El actor debe saber cientemente y que además se ciñe a la ética personal del hay casi nada que motive nuestras acciones. En la mayoría de las también que frente a la ausencia de un problema concreto no Quedan 15 páginas (13 min) en este capítulo PÁGINA 441 DE 470 94% leído obras de teatro los conflictos son tan explícitos que no hace falta para la llegada de Stella, objetivo que, fruto del pánico, acaba por ir en su busca. No obstante, en presencia de un conflicto, hay verbalizar: «¡Tengo que controlarme!». que estudiar sus influencias, hay que particularizarlo y, si es preciso, hay que hacer transferencias. Vuelvo a hacer hincapié en que no debes intelectualizar ni tener una actitud pedante cuando tengas que definir: «¿Qué se De acuerdo con estos cuatro primeros pasos, tendrás que interpone en mi camino?». Conseguirás descubrir los obstá- definir los obstáculos relacionados con los objetivos generales culos de manera intuitiva en tu trabajo preparatorio y en los del personaje, con los objetivos primordiales de cada escena y ensayos. Deténte a analizar y a registrar mentalmente o por es- con todo lo que se interponga en los objetivos inmediatos. crito tus consideraciones sobre los obstáculos sólo cuando ten- (Investigarás sobre ellos en profundidad cuando no sean obvios gas la sensación de que el obstáculo no existe o que se te es- y cuando puedan escapar a ti.) Por ejemplo, los obstáculos que se interponen en el objetivo general de Blanche DuBois –encon- capa, cuando te falte voluntad o cuando veas que es demasiado fácil conseguir lo que buscas. Evita todo lo que la mayoría de trar belleza, bondad y protección– pueden extraerse de los tras- actores contemporáneos suelen hacer: para sentirse a gusto y tornos sociales que afectan al mundo en que ella vive, de la po- cómodos, según dicen, ignoran los obstáculos más evidentes y, breza y de su sensibilidad hacia la brutalidad. En la primera es- de esta manera, al despojar la escena de su tensión dramática, se cena, la búsqueda de un refugio, la necesidad de ser aceptada, el comportan de manera irrelevante y naturalista. Muy pocos pasado turbio que la acosa y el miedo a que éste se descubra, el dramaturgos plantean situaciones «cómodas» para sus perso- tipo de apartamento en el que vive y el hecho de que no dis- najes. ponga de una habitación individual, todo ello son obstáculos Si todavía no tienes claro la importante función que ejercen muy poderosos. Desde el momento en que aparece en la calle los obstáculos y todavía tienes dudas sobre cómo definirlos, del barrio latino, se enfrenta a problemas de inseguridad, a saber sencillamente te recuerdo que forman parte integrante de todo lo con certeza adónde se dirige, al extremo cansancio que la deja que haces en el escenario y que están relacionados con el trabajo sin fuerzas, al calor y a las terribles criaturas que la acosan por el de investigación que concierne a los cuatro pasos previos. Pue- camino. Una vez en el apartamento, casi todo se le presenta den extraerse del pasado o de rasgos concretos del personaje, de como un obstáculo en el momento en que tiene que prepararse los acontecimientos de la obra, del entorno, de las Quedan 13 páginas (11 min) en este capítulo PÁGINA 442 DE 470 94% leído circunstancias, del mobiliario o de los objetos tangibles, de las A la pregunta: «¿Tiene que haber siempre un obstáculo?», diferencia de edad y, finalmente, de su yuxtaposición con los tres suelo responder enfáticamente: «¡En el teatro sí!». Para exponer tipos de objetivos. un claro ejemplo, siempre recurro a la anécdota del director que Imagina que estás iniciando un ejercicio en el que tu obje- me pidió que diera unos saltos para expresar un momento de jú- tivo es prepararte para una cita importante. Tienes que acabar de bilo en una escena. Le complací, pero me sentía tan ridícula al acicalarte, coger el abrigo y el bolso y salir cuando la llegada de hacerlo que decidí imponerme la gravedad como obstáculo, que tu compañero se anuncie. Si nada se tuerce o se interpone en tu era precisamente la que no me permitía saltar todo lo alto que camino, lo más probable es que te aburras en los ensayos y no quería. Salté una y otra vez lo más alto que pude y logré experi- podrás evitar hacer una presentación naturalista cuyo deseo pri- mentar una sensación de felicidad absoluta. cambio, si la persona con la que te has citado es un apuesto en la «lucha» de prepararte para salir. relaciones entre personajes o de determinados aspectos como la mordial será sentirte cómodo y «a gusto» en el escenario. En 6. ¿Qué es lo que «yo» tengo que hacer para conseguir lo que «yo» quiero? caballero entrado en años que ha hecho una reserva en un res- Esta cuestión se plantea en último lugar para la conformación taurante de primera clase y detesta tener que esperar, si resulta definitiva del papel únicamente porque las conclusiones más que estás muerta de hambre porque no has tenido tiempo de importantes dependen directamente de la investigación sobre la comer y has llegado a casa veinte minutos más tarde de lo que combinación de las fases de trabajo previas. No hay duda de que querías después de un día de mucho trabajo, si tu blusa más preciada está manchada de grasa, si en tu piso hace un calor ya estabas en acción investigando en el pasado de tu personaje cuando improvisabas sobre hechos imaginados, sobre cómo horroroso y el maquillaje se va deshaciendo al aplicarlo, si el es- vestirte para una ocasión especial, prepararte para acudir a una pejo está empañado, si el tapón de la barra de labios está enca- cena, para ir a una fiesta o para irte a dormir. Practicando solo y llado y no lo puedes abrir, si tu compañero de piso está dur- en compañía de tus colegas en los ensayos habrás puesto a miendo la siesta en la habitación de al lado, si has perdido un prueba cómo condicionan tu comportamiento el clima, el lugar, pendiente, etc., no te quepa la menor duda de que sabrás qué el entorno, el mobiliario, las circunstancias presentes y pasados hacer y de que te implicarás tanto física como psicológicamente y las relaciones entre los personajes. Habrás luchado contra los Quedan 11 páginas (9 min) en este capítulo PÁGINA 444 DE 470 94% leído obstáculos y habrás tratado de satisfacer tus deseos. Si vas bien Creen que los pensamientos, los sentimientos, las actitudes y encaminado, habrás entendido que todo lo que es imaginado, los estados de ánimo pueden expresarse sin necesidad de las contemplado mentalmente o pensado detenidamente tiene que acciones. Algunos de ellos todavía repiten el dicho de los anti- despertar a la fuerza unos estímulos en tu cuerpo y en tu alma y guos actores profesionales según el cual «actuar es en verdad el deseo de hacer algo al respecto, y te quedará claro también que las teorías personales o las discusiones intelectuales colectivas reaccionar». Confunden las «ilustraciones superficiales» astuta- que no lo provocan, son completamente improductivas. A estas sentación sincera y orgánica. Y los formalistas confeccionan una alturas del trabajo práctico, tienes que haber asimilado algo que partitura de acciones ilustrativas y superficiales que ejecutan de he destacado casi en cada capítulo: estarás involucrado en accio- manera mecánica, de memoria, y con una energía forzada. Estos nes desde el primer minuto del trabajo preparatorio hasta la problemas os resultarán familiares ya que los he repetido unas última fase de la orquestación del papel, aquella que abordará la diez veces. Sus causas son obvias y los resultados que se obtie- selección de lo más importante y revelador de «tus» acciones, nen de estos trucos son flagrantes. Ejecutar acciones reales, que a su vez «te» propulsarán al viaje de la obra. acciones animadas, es lo que persigo cuando trabajo, cuando La prueba verdadera de tu capacidad artística residirá en tus mente ingeniadas y los manierismos naturalistas con una repre- observo el trabajo de mis colegas y de mis alumnos. selecciones y también en la vitalidad con que ejecutes las accio- Si todavía tienes dudas sobre lo que significa una acción nes del personaje. Actuar significa hacer. El diccionario así lo define. Los buenos real, repasa el capítulo 8, «Cómo animar el cuerpo y la mente», actores han aprendido que esto es cierto. Los actores geniales El capítulo entero está dedicado a este tema. En él trato de expo- siempre lo han sabido y lo han llevado dentro de su alma. Con ner no sólo aquello que activa el cuerpo y la expresión verbal todo, incluso tras años de entrenamiento y de experiencia, algunos actores siguen embarrando sus acciones y su expresión ver- sino el proceso de pensar y de escuchar; en otras palabras, que las acciones son físicas, verbales, psicológicas o una combi- bal, y se limitan a ejecutar las acciones marcadas pasando su- nación de las tres; que deben recorrer un camino hacia un obje- perficialmente por las escenas al tiempo que ignoran sus pensa- tivo durante el que interactuarán con las acciones f ísicas, ver- mientos y sus sentimientos. Creen que la emoción lo es todo. bales y psicológicas de los otros personajes. Y que todo aquello sin olvidarte de que animar significa «dar vida, poner en acción». Quedan 9 páginas (7 min) en este capítulo PÁGINA 446 DE 470 95% leído que te hace alguien o algo provoca en ti unas reacciones, unas cuando reescribas el texto para ti. Todos los adjetivos y los sensaciones y unos sentimientos que a su vez te conducirán a la adverbios influyen peligrosamente a la hora de fijarnos formas ejecución de la siguiente acción. Ya he explicado que una acción tiene que estar designada de interpretación e interfieren en el proceso natural de investi- por un verbo activo. Si yo «quiero convencerte» de que te pon- portamiento. Limitarás tu comportamiento y mostrarás siempre gas de mi lado en una discusión, podría conseguir mi objetivo si las mismas poses, no dejarás vía libre a tus acciones; según mi intento persuadirte, forzarte, engatusarte o implorarte para que lo hagas. En lugar de preguntarme: «¿Qué tengo que hacer para libro, «ilustrar» es un pecado actoral capital. Piensa en las infi- conseguir lo que quiero?», también es posible preguntarse: de Londres o de Broadway que incluyen desde los dibujos del «¿Cómo (con qué medios) puedo conseguir lo que quiero?» y diseñador de escenografía y del regidor, pasando por la «estruc- hallaré respuestas como: «persuadiendo, forzando, engatusando turación» de las escenas, hasta las descripciones detalladas con o implorando a la persona». Personalmente prefiero utilizar el verbo en infinitivo. todo tipo de adverbios y adjetivos de los comportamientos y Cualquiera que sea el verbo que utilices de los mencionados al actor a que copie superficialmente lo que ya se ha hecho y anteriormente, ojo con los adjetivos calificativos, pues no deben sólo sirven en el plano no creativo para las comunidades de nunca formar parte de tus consideraciones. Son el resultado de tu trabajo meticuloso de particularización y de valoración indi- actores de teatro aficionado que invade nuestro país. Shakes- vidual de cada persona, objeto o detalle de las circunstancias en glas a tener en cuenta eran las de «entra» y «sale» del escenario. las que te encuentras cuando actúas. Nunca olvides que no pue- Las acciones deben definirse en conjunto con el paso cuarto des obtener lo que persigues ¡«alegremente», «tristemente», «ju- y quinto en el más amplio sentido en cuanto a la consecución de bilosamente» o «furiosamente»! Cíñete a mi anterior consejo: los objetivos generales del personaje y a la lucha por superar los tacha estos adverbios descriptivos de tu texto durante la primera obstáculos generales relacionados con los objetivos primor- lectura. Táchalos hasta que no puedas leerlos o, si tienes un diales de cada escena, lo que «tú» haces para cumplirlos y cómo libro en el que no puedas hacer anotaciones, omite los adverbios «tú» intentas superar los obstáculos principales; y, por gación sobre los deseos del personaje, sus reacciones y su com- nitas versiones teatrales publicadas que existen de los montajes reacciones de los actores originales. Son perfectas invitaciones peare tenía confianza en los directores y actores cuyas únicas re- Quedan 7 páginas (5 min) en este capítulo PÁGINA 447 DE 470 95% leído supuesto, en cuanto a la influencia que ejercen sobre las accio- eres». Un granjero que entra en casa después de la siega y la nes los objetivos inmediatos y los obstáculos que se presentan siembra, que se lava la cara y las manos antes de sentarse a en cada momento de la escena. cenar, es diferente del que llega del campo y se sienta direc- Recuerda que para demostrar que estás en acción no has de tamente a comer. fregar los platos o limpiar la casa como si fueras una gallina con Platón afirma que «ser es hacer». Siempre que trabajo en un la cabeza recién cortada. Puedes desafiar o herir a alguien con papel pienso en esta frase. Debo esforzarme en investigar en una mirada con igual o mayor contundencia que clavándole un todo aquello que me aporte conocimientos y credibilidad res- puñal o insultándole cruelmente. Actúas de verdad siempre que pecto a quién soy «yo». Sólo después podré descubrir qué hago estás totalmente implicado en las acciones, absorbido por ellas, «yo». Me reservo la máxima de Sócrates, «hacer es ser», para mi alerta al objetivo que persigues y a las consecuencias que éste actuación, porque sé que lo que «yo» hago demuestra quién soy acarrea, tanto si éste cumple tus expectativas como si no lo hace, «yo». tanto si funciona como si fracasa. En una acción real, no hay espacio para ensayar, para sopesar, para observar cómo uno la ejecuta, para escuchar cómo suena o para calibrar el efecto que causará en el público. Debes dar y recibir totalmente absorbido por las circunstancias dadas que recreas imaginativamente con tus estímulos y con tus recuerdos. La selección de acciones de la que he hablado –el trabajo final en pos que conformará definitivamente tu papel– está condicionada por una investigación exhaustiva de los cinco primeros pasos mediante los que has proporcionado credibilidad y solidez a los distintos elementos que animan a tu personaje. Lo que tú hagas revelará el alma y el cuerpo de tu nuevo «tú». Haz caso del viejo refrán: «Dime con quién andas y te diré quién Quedan 5 páginas (3 min) en este capítulo PÁGINA 449 DE 470 96% leído Epílogo en nuestro trabajo, haremos con ello una ofrenda vital a la socie- El 5 de noviembre de 1990, de madrugada, murió mi marido, Herbert Berghof, el mejor camarada y colega que tuve. Fue un dad. La buena interpretación nunca excluye este objetivo. verdadero amigo, siempre dispuesto a ofrecerme su apoyo y su ayuda. Me respaldó incondicionalmente en cada una de mis ficados, no sirven de nada. Desgraciadamente, el estado de aventuras, también en la de este libro. Una de las cosas que equivale a la mediocridad que caracteriza a los actores que tra- pensé aquella traumática mañana de noviembre fue que durante bajan en él. Ahora entenderás que la adquisición de la técnica los cuatro años anteriores él había leído cada palabra escrita en actoral es un acto de amor interminable. Si tu deseo es ser un este libro, me había discutido varios puntos, me había ayudado a artista de verdad, has de saber que eso es un asunto que sólo te alejarme de las afirmaciones dogmáticas y de las generali- concierne a ti y que has de demostrarte a ti mismo a través de zaciones ambiguas, reconduciéndome hacia un camino puro y mucho esfuerzo. No puedes simplemente colgarte una etiqueta. despejado, como había hecho durante varios episodios de nues- Únicamente predicando con el ejemplo, trabajando lo mejor que tra vida en común. Es muy providencial que, como en ese mo- sabemos, podemos mejorar el estado actual de nuestro teatro. mento yo todavía no había escrito estas páginas, ahora consti- Cuando el triunfo y el fracaso se miden en función de nuestro tuyan una reflexión a modo de resumen de sus principios y de crecimiento personal, las humillaciones a las que suele some- los míos. terse el actor no tienen trascendencia. La lucha por conseguir la La buena voluntad y las nobles intenciones de los no cualimediocridad en que se encuentra estancado nuestro teatro actual El eco de Sócrates y de Platón –«Hacer es ser» y «Ser es perfección es lo que importa. Esta lucha incluye mantener la ino- hacer»– ha resonado a lo largo de la historia, como ocurre con cencia (en oposición al cinismo), la curiosidad (en oposición a los Discursos de Epicteto: «En primer lugar dite a ti mismo lo que querrías ser, y después haz lo que tengas que hacer». O lo que la suficiencia), la voluntad de formularse preguntas y de buscar afirma Emerson en su ensayo Conduct of Life: «Tal como somos, hacemos». Son puntos de referencia no sólo para actuar, sino verse a fracasar. Y si somos unos cuantos los que lo deseamos para cualquier cosa en la vida. Y, como el humanismo es la raíz de la interpretación una profesión noble y auténtica. nuevas soluciones, la buena disposición a arriesgarse y a atrerealmente, podemos aunar fuerzas en un frente común y hacer de nuestro oficio, si logramos incorporarlo seria y honestamente Terminaré con las palabras de Herbert que pueden leerse en Quedan 3 páginas (2 min) en este capítulo PÁGINA 450 DE 470 96% leído un papel que cuelga de la pared de su cuarto, escritas por su mentor, Max Reinhardt: Creo en la inmortalidad del teatro. Es el escondite más dichoso para todos aquellos que han guardado secretamente su infancia en el bolsillo y se han ido con ella a jugar hasta el fin de sus días. Queda 1 página (<1 min) en este capítulo PÁGINA 451 DE 470 96% leído Al profesor motivo, a veces llego a adivinar lo que le ocurre en ese mo- Durante años muchos profesores que han consultado mi libro mento. Entonces el alumno me pregunta si soy telepática: El respeto a la interpretación para enseñar ejercicios prácticos a sus alumnos me han bombardeado con preguntas porque no «¿Cómo sabes que era eso lo que estaba pensando?». La res- entendían bien cómo debían aplicarse algunas de las técnicas y tras cometía un error por el mismo motivo. De hecho, son pocos ejercicios descritos. Espero que Un reto para el actor ofrezca las los fallos técnicos de los que yo no haya sido responsable. De la soluciones a todos los problemas. Es evidente que cada uno misma manera, he cometido miles de errores como profesora interpretará el material a su manera, pero en este libro algunos que ahora deseo compartir con vosotros para corregirlos o evi- estaréis en desacuerdo con algunas cosas, pues no se expresa tarlos. puesta es que cientos de veces yo he pensado lo mismo mien- en términos generales ni tampoco es tan «reglamentario» como No abuses de tu cargo, no ejerzas el poder ni te creas que tu el primero. Mi objetivo ha sido no dejar apenas espacio para las silla es un trono. Siempre he hecho caso de un consejo que me malas interpretaciones ya que muchos profesores (y actores) guardan un deseo secreto de aferrarse a la expresión formalista, daba mi marido: la silla del profesor es peligrosa. Te alimenta el ego, te provoca sentimientos de omnipotencia y te da la certeza y durante años han intentado llevarme por su camino para que de que lo sabes todo. Puede dar lugar a la creación de grupitos cumpla (incluso para que justifique) su voluntad. En otros casos seudointelectuales. Intento no olvidar nunca que mis alumnos se quedan con un pie dentro y un pie fuera sin ser conscientes son mis colegas o, al menos, colegas potenciales. No caigas de que están enturbiando ambos caminos. Es imposible que preso de la admiración que puedan profesar por ti. Dales instru- esto ocurra en Un reto para el actor. Os habréis dado cuenta de que las propuestas que planteo mentos para que vivan con autonomía y no permitas que cul- con este texto están basadas en su mayor parte en mis propios descubrimientos como actriz experimentada. En él trato de sol- Y manténte al margen de sus vidas privadas. Hace mucho tiempo, cuando actué en Chicago durante seis meses, me propu- ventar los problemas a los que me he enfrentado durante años sieron impartir unas clases. Cuando llegó el momento de conti- trabajando en privado, en ensayos y en funciones. Cuando creo nuar con el periplo de la gira, me quedé atónita al comprobar la que un alumno se equivoca y corrijo su error explicándole el cantidad de alumnos que quisieron verme en privado antes de tiven una dependencia de ti. Quedan 15 páginas (13 min) en este capítulo PÁGINA 452 DE 470 96% leído que me fuera y, sobre todo, no di crédito a mis oídos cuando me flacos y a corregirlos, la calidad de su interpretación empo- enteré del motivo de su lamento: no sabían qué iban a hacer sin brecerá ostensiblemente. mí. Me sentí como una pecadora. Había fracasado al no haber Este juicio autocrítico no ha de elaborarse de una manera sido capaz de proporcionarles una base sólida y unos instru- muy articulada. La primera vez que se emita es posible que esté mentos con los que seguir luchando individualmente en su ca- formado por críticas muy elementales o incluso imprecisas. rrera. A fin de no volver a enfrentarme con este problema tuve Poco a poco, a la evaluación se irán sumando preguntas del tipo que cambiar solamente una táctica. En el pasado, cuando los «he perdido la fe», «no tenía intimidad», «no podía concen- alumnos venían a verme antes, durante o después de una clase trarme», «he empezado demasiado rápido», «he forzado, ilus- para contarme sus problemas personales –amorosos, familiares, trado, anticipado» que exigirán respuestas. Éstas irán seguidas económicos, profesionales o escolares– siempre me involucraba normalmente de un «¿por qué?» o, lo más probable, se respon- emocionalmente en ellos y les ofrecía mis consejos de una ma- derán equivocadamente. Los estudiantes que empiezan a distin- nera amistosa y maternal. Desde entonces, cada vez que se pre- guir este tipo de problemas en su proceso de aprendizaje van senta una situación similar, la corto de cuajo y les recuerdo que bien encaminados. El actor que no percibe sus errores y cree que soy su asesora de interpretación. Les recomiendo que para solventar problemas personales se dirijan a otras fuentes, véase su presentación ha sido «genial» lo tiene verdaderamente difícil. amigos o psiquiatras. acciones más relevantes de su personaje, el profesor tiene que De la misma manera que un actor debe saber seleccionar las Otra manera de liberar a los estudiantes de esta extrema ser capaz de evaluar acertadamente los problemas más acu- dependencia de su profesor es ayudarlos a desarrollar un criterio para evaluar su propio trabajo. Siempre les pido su opinión al ciantes de un actor. Si tienes un oído fino y ojo clínico, es una tarea demasiado fácil comunicarle al actor todo lo que no pro- finalizar la presentación de una escena o un ejercicio antes de cede en su presentación. No lo atosigues con todo aquello que exponer la mía. Evaluarse a uno mismo es una parte muy impor- no ha conseguido incorporar a su papel ni con todos los errores tante del desarrollo de un actor. Como el profesor o el director técnicos que ha cometido. Con ello sólo lograrías crearle un no van a estar presentes en las funciones posteriores al estreno terrible sentimiento de fracaso y, al sobrecargarlo de infor- de una obra, si el actor no ha aprendido a reconocer sus puntos mación, no sabrá por dónde empezar ni dónde centrar su Quedan 13 páginas (12 min) en este capítulo PÁGINA 454 DE 470 97% leído atención cuando reemprenda su trabajo. experiencia pasada devastadora que siempre ha mantenido en Lo que verdaderamente proporcionará un enfoque positivo secreto, incluso hacia sí mismo. Como profesor hay que disuadir al problema y ayudará al actor a progresar minuciosamente en su al actor de este terreno pantanoso⁴³. He asistido a clases en que los profesores, sin formación científica ni médica alguna, han trabajo será una crítica basada en una selección concisa y perti- nente de las áreas de trabajo conflictivas propias del actor. Aprender a formular esta evaluación es la parte más desafiante intentado desbloquear psicológicamente a un alumno forzán- de la tarea del profesor y algo en lo que todavía lucho por mejo- ejemplo la de la muerte de un familiar– con el pretexto de que es rar. Si estás de acuerdo en que el exceso de información y de crí- un «ejercicio emocional». Esta práctica puede provocarle un ata- ticas después de una presentación puede ser contraproducente, que de histeria o causarle otro trauma nuevo, que tendrá lugar en entenderás por qué todas las opiniones de los estudiantes el aula de trabajo. Este procedimiento no tiene en absoluto un espectadores que se suman a la evaluación del profesor pueden objetivo artístico. dolo a sumergirse en una experiencia traumática –como por hundir al receptor. Yo permito que estas opiniones se expresen Otro error muy habitual es ponerse en contra de la interpre- con cautela y únicamente cuando están dirigidas a mí (y no al actor), y en forma de pregunta que tenga relación directa con el tación que propone el actor sobre su papel, o, en el caso de que no haya interpretación, proporcionarle una. Si crees que la que tú problema del alumno que emite el juicio. De este modo, el actor propones es la definitiva, o la única posible, no sólo estás equi- no se sentirá atacado por todos los frentes. Cualquiera que haya vocado sino que estás anquilosando la imaginación del actor y pisado un escenario es consciente de lo vulnerables que somos privándole de su libertad creativa. Es obvio que el estudiante los actores y lo desnudos que nos sentimos en esos momentos. debe atenerse a la lógica de las indicaciones y de las circuns- Ni que decir tiene que ha de evitarse todo ataque cruel, deni- tancias dictadas por el dramaturgo. No hay que dejarle desa- grante o burlón, pues nada tiene que ver con una crítica cons- rrollar vicios que le desvíen de estas premisas ni que establezca tructiva. las suyas propias o que las ignore por pura negligencia. Siempre En cuanto a la vulnerabilidad, hay que reflexionar sobre las que dirijas a un actor por el camino oportuno –aquel que le lle- consecuencias que puede acarrear al actor al utilizar equivoca- vará a identificarse con el mundo del autor– su interpretación irá damente su memoria sensorial cuando intenta recordar una evolucionando e incluso te sorprenderá, te iluminará y te Quedan 11 páginas (10 min) en este capítulo PÁGINA 456 DE 470 97% leído aportará nuevos conocimientos. instructor residente). Estos espacios consisten en un escenario Durante los primeros años de enseñanza, cuando todavía desnudo o, todavía peor, un taller de danza vacío, con espejos no había entendido todo esto, no sólo obligaba a los actores a de pared a pared y varias barras de danza o, en otros casos, en que interpretaran sus papeles a mi manera, sino que los dirigía aulas abarrotadas de pupitres con una estrecha plataforma a la en la preparación de las escenas, indicándoles las posiciones cabeza o con un espacio libre de medio metro en el que colocan físicas y las maneras pertinentes de decir un texto. Cierto es que unos bancos, unas mesas y algunas sillas. Cuando el profesor no lo hacía nada mal, y los actores, al finalizar el trabajo, se sen- me explica que los actores han trabajado las escenas y han prac- tían muy seguros de sí mismos y contentos con los resultados ticado mis ejercicios en estos lugares, le respondo que es difícil después de haber seguido mis instrucciones. Tardé unos meses de creer, casi imposible. Es a mi parecer algo comparable a ense- en darme cuenta de que realmente no les había enseñado nada, y ñar a pintar sin papel, sin tela, sin caballete y sin pinceles. O a me resultó difícil entender por qué abordaban cada escena con la impartir clases de cocina sin cuencos, ni ollas, ni cuchillos, ni misma torpeza e ineptitud con la que habían empezado al prin- cucharas, ni tablas de madera ni recetas. cipio del año. Es más, se quedaban «enganchados» a las «adic- Éstas son mis sugerencias respecto a los prerrequisitos del tivas» golosinas con que los agasajaba, y me miraban con ojos espacio de un actor, sea para trabajar en un estudio de teatro, en dependientes buscando más y más de lo mismo. Fue una lec- un taller, en un escenario o en una clase. Sea cual sea el espacio, ción amarga que tuve que aprender y que nunca he olvidado. Durante muchos años, tras asistir a clases de teatro como tiene que servir de laboratorio. Éste debe estar provisto del mobiliario básico, como un diván o un sofá, un sillón, unos bancos, profesora invitada en varias universidades, escuelas de teatro y unas mesas y sillas, una mesita, una cama o plegatín, o ambos. teatros locales, he observado que todavía hay muchas cosas que (Yo utilizo una tarima del tamaño de una cama de doble altura y mejorar que no son sólo responsabilidad del miembro de la anchura, y un colchón que también puede tenderse en el suelo. facultad, sino del decano o del director de la institución. La plataforma puede servir para otras cosas.) También debería No doy crédito a mis ojos cuando veo las condiciones de haber un escritorio, una cómoda con cajones, una o dos estan- espacio en que trabajan los actores en mis clases (normalmente las mismas en las que trabajan los actores dirigidos por su terías y unas mesas pequeñas de diferente altura. El mobiliario puede tomarse prestado o comprarse en la organización Quedan 9 páginas (8 min) en este capítulo PÁGINA 458 DE 470 97% leído Salvation Army⁴⁴. Si no has llegado a tiempo para hacerte con una nevera, una cocina y una pila de baño de desguace, sustituye estancos, o bien puedes utilizar un biombo en su lugar. la nevera por un armario, una mesa por la cocina y coloca un requisitos, el actor ya estará equipado para actuar libremente. cubo y un escurreplatos sobre una base para construir una pila. Hazte responsable conjuntamente con los otros miembros de la Añade unas ruedas a los muebles pesados para desplazarlos con facultad, incluidos los estudiantes, de que se cumplan estas más facilidad. También necesitarás tres tablas de madera movi- condiciones básicas de trabajo. Si la institución es pobre y anti- bles que te servirán para encajar una puerta, para dividir un espa- gua, olvídate de las goteras, de la falta de radiadores, y del dete- cio en dos partes y para encajar una ventana si lo precisas. Al rioro del suelo, pero los objetos y los muebles heredados que fondo de la sala debería haber una estantería en la que colocarás están medio rotos sí pueden repararse. Cuando los actores se un teléfono, lámparas, almohadas, mantas, libros y revistas, un familiarizan con el espacio y con los objetos de su lugar de tra- listín de teléfonos, ollas y sartenes, platos, cubertería, juego de bajo, aprenderán en seguida a recrear sus propias habitaciones y café, despertador y tal vez una tabla para la plancha, etc. harán de ellas escenarios válidos para representar sus escenas. Una vez que se ha creado un espacio que cumpla con estos El actor debe procurarse los objetos que necesita para una escena o ejercicio determinados, aquellos que sabe que no exis- No hay que olvidar que debe existir una zona provista de sillas para los alumnos espectadores. ten en el estudio, como por ejemplo las prendas de vestir, las Trabajando dentro de este marco que proporciona las reali- sábanas o fundas de almohada, los cosméticos, el cepillo de dades implícitas mediante el decorado, los estudiantes apren- dientes o la maquinilla de afeitar, un libro determinado, una carta derán a eliminar todo aquello que no sea imprescindible, es o un jarrón, etc.; en suma, todas las cosas importantes que pue- decir, sabrán buscar una realidad selectiva y desarrollarán un den condicionar sus acciones en la obra. contexto real más sólido que algún día les servirá para animar un A fin de crear el espacio de bambalinas por donde se entra y espacio completamente vacío. sale del escenario hay que colgar una simple cortina de tela de Después de observar detenidamente las clases que impar- saco de las anillas de una barra para que pueda correrse y desco- tían otros profesores, me he dado cuenta de que los ejercicios de rrerse y así separar la zona de bastidores de la del escenario. Es improvisación, por muy bien dirigidos y practicados que estén, preferible que la cortina se divida en varios compartimientos suelen abordarse como fines en sí mismos. Los principios que Quedan 7 páginas (6 min) en este capítulo PÁGINA 459 DE 470 98% leído deberían inculcarse y el tipo de reflejos que debería adquirir el resulte familiar, que estimule su mente y su alma, que signifique actor para el «dar y recibir» que se produce en escena con una algo especial para ellos, algo que les despierte el deseo de expre- espontaneidad absoluta, para desarrollar una vida física y senso- sarse. Cíñete a aquellas obras que ofrezcan a los actores la po- rial, para refortalecer la capacidad de concentración y para expan- sibilidad de investigar en el verdadero comportamiento humano dir la imaginación, no suelen tenerse en cuenta a la hora de tra- y desarrollar sus técnicas internas y externas. Más adelante, bajar en una obra, es decir, que abordan esta fase de trabajo cuando las hayan asimilado, estarán listos para utilizarlas en las como un apartado estanco, como una entidad individual. Cuan- obras clásicas. Si la intención del departamento de teatro es pre- do compruebo que mis estudiantes no logran incorporar estos parar a los alumnos para la profesión actoral, ¡obligarlos a que elementos a su trabajo de escenificación, trato de recordarles encarnen a Romeo, Julieta, el Aya, Hamlet, Gertrudis o Polonio, que tienen que aplicar cada uno de los ejercicios con este obje- Hedda Gabler, John Gabriel Borkman, santa Juana, el Delfín o el tivo. rey Lear es actuar de forma terriblemente perjudicial! Sólo conseSoy plenamente consciente de que la misión de una univer- guirán que recuperen la técnica que adquirieron cuando eran sidad es la de proveer a la sociedad de unos artistas en ciernes actores aficionados y que abandonen por completo su instru- con una educación humanista completa y de un departamento mento. Cuantas más veces representen estos papeles, más de teatro que incluya la literatura dramática clásica. Es obvio que «casos de rehabilitación» tendremos. Lo peor de todo es que ya deberían obligar a los alumnos a estudiar estas obras hasta que no podrán encarnar los grandes papeles si les surge la oportu- comprendieran no sólo la importante contribución que supu- nidad en el futuro, porque la falsa entonación y los falsos movi- sieron para la época, sino para la sociedad y la vida de sus gen- mientos formarán parte inseparable de la memoria psicológica y tes. Por otro lado, exigirles que actúen en este tipo de obras corporal del actor. Si el director o decano de tu instituto insiste antes de estar técnica, corporal, verbal y psicológicamente for- en incluir las obras clásicas en el programa de enseñanza, es- mados, acarrearía unas consecuencias funestas para la presentación, problemas que ya he descrito innumerables veces a lo coge Los dos caballeros de Verona, que es la más accesible. Se me ocurre un último consejo, que me resulta difícil de largo de este libro. Apreciado profesor, te ruego que permitas a argumentar porque nunca lo he llevado a la práctica. De hecho, los actores trabajar, practicar y actuar con un material que les pone en cuestión las primeras teorías que yo tenía sobre la Quedan 5 páginas (4 min) en este capítulo PÁGINA 461 DE 470 98% leído enseñanza a adolescentes y a niños. Hace años, cuando los padres de familia o profesores me preguntaban qué tipo de apren- sobreactuadas y de exhibirse ante el público, ante el profesor y dizaje sería el más adecuado para los jovencísimos talentos, les rir hábitos instintivos, comportamientos orgánicos y una con- respondía que lo mejor era limitar las clases de teatro a ejer- ducta de interacción viva y espontánea, se vician de los com- cicios de improvisación y que éstas fueran complementadas por portamientos contrarios. (¡Sólo unos pocos niños que han sido unas clases de artes escénicas que tuvieran algo en común con actores profesionales han sobrevivido en el oficio de adultos!) sus colegas, particularmente si tienen talento. En lugar de adqui- la interpretación, como la música y la danza. Practicando la Recientemente, repasando los ejercicios aquí descritos, se danza moderna y el ballet, los jóvenes pueden desarrollar su me ocurrió de pronto que podrían ser muy eficaces para los ado- sensibilidad cinética y su expresión corporal y empezar a con- lescentes, incluso para los más jóvenes. Temas como aprender a cienciarse de la necesidad de disciplina. Los deportes que no fijarse objetivos físicos, entradas, salidas, a establecer el cuarto incluyen el contacto físico también son útiles. Pueden educar el lado imaginario, a dotar los elementos de propiedades, a dis- oído y la voz tomando clases de canto y participando en corales cernir los aspectos sensoriales de las fuerzas condicionantes, a y, si se sienten suficientemente motivados, pueden empezar cla- recrear los exteriores, incluso a investigar en la imaginación ses de dicción. Creo todavía que estos consejos son válidos. histórica, pueden ser aventuras muy desafiantes para ellos, siem- El motivo por el cual no los animo a prepararse escenas ni a pre que se extraigan de sus experiencias personales. Y aprender a que participen en representaciones de obras ni en cualquier clase llenar de vida el círculo mágico del mundo imaginario que han que tenga que ver con la interpretación es porque creo que puede resultar nocivo para ellos. Durante los primeros años de forma- creado cuando presentan su trabajo al profesor y a sus colegas, significa aprender a aplicar los mismos principios que requiere la ción los jóvenes son muy impresionables y muy miméticos. Ad- técnica del actor maduro. Teniendo en cuenta que las clases de quieren amaneramientos y afectaciones con facilidad, están muy ballet para jóvenes sirven para inculcarles un sentido de disci- pendientes de sí mismos y todavía no están en absoluto prepa- plina, ¡no veo por qué una clase de teatro tiene que dirigirse rados para enfrentarse a sus propias psiques, por no mencionar como si fuera un juego! Quiero compartir humildemente con el las mentes de los personajes de la obra. De esta manera, caen en lector estas ideas en proceso embrionario sin conocer a ciencia la trampa de ilustrar, de mostrar actitudes externas y cierta los resultados. Quedan 3 páginas (2 min) en este capítulo PÁGINA 463 DE 470 99% leído Como observación final añadiré que no hay que permitir que se aplauda en el aula de trabajo. Los actores han de tener siempre presente que no están allí para actuar ante un público de pago ni para impresionar al profesor o a sus colegas, sino únicamente para aprender un oficio noble. Queda 1 página (<1 min) en este capítulo PÁGINA 463 DE 470 99% leído Notas 8 Para ampliar la información sobre su persona y sus logros a pesar de los insuperables obstáculos que se le presentaron, 1 Léase Three Hundred Years of American Theatre and Drama, Garff B. Wilson (Englewood Cliffs, N. J.: Prentice-Hall, 1973). 2 Léase The Fabulous Lunts de Jared Brown. (Nueva York: Atheneum, 1986.) Describe maravillosasmente el panorama teatral de finales del siglo xix hasta los años sesenta del siglo xx, y es una fuente de inspiración para satisfacer el deseo imperioso remitirse a la biografía Hallie Flanagan: A Life in the American Theatre de Joanne Bentley (Nueva York: Knopf, 1988). 9 Para conocer en detalle el panorama teatral de Norteamérica y Europa a principios de los años cincuenta, remitirse a la lectura de In Search of Theatre de Eric Bentley (Nueva York: Knopf, 1953). de cumplir con nuestros objetivos. 3 Entre 1938 y 1952 participé en tres de sus montajes: La gaviota, con los Lunt; Otelo, con Paul Robeson y José Ferrer, y Santa Juana de Shaw, con John Buckmaster. 4 Léase Life Among the Playwrights de John Wharton (Nueva York: Quadrangle Publications, 1974). 5 Bajo su amparo, coprotagonicé con Paul Muni Cayo Largo de Maxwell Anderson. 6 Para obtener información sobre la visión de Le Gallienne y 10 Con Phoenix actué en la obra Un mes en el campo, de Turguéniev, y en La buena persona de Sechuán, de Brecht. 11 Éste es mi credo, vol. 2, ed. Raymond Swing (Nueva York: Simon & Schuster, 1954). 12 Actualmente, los actores tienen el Showcase Code (Código de Escaparate) y los dramaturgos el Dramatists Guild, donde se especifica en detalle de qué manera nos permiten vender nuestros productos. sobre su lucha por mejorar el estado del teatro, hay que remitirse 13 La genial Twyla Tharp fue una de las personas que me dio una lección sobre el papeleo. Twyla había pedido una subven- a la lectura de sus dos autobiografías: At Thirty-Three (Nueva ción y tenía que rellenar un largo formulario que incluía una soli- York, Toronto: Longmans Green, 1934) y With a Quiet Heart (Nueva York: Viking Press, 1953). citud por escrito a fin de que la fundación evaluase si estaba 7 Para una comprensión más profunda de aquellos tiempos atravesaba la primera página de arriba abajo y en diagonal: «¡Yo turbulentos, remitirse a la lectura de The Fervent Years de Harold cualificada para obtener la beca. Un garabato escrito a mano no hago propuestas, hago danza!». Consiguió la beca. Clurman (Nueva York: Knopf, 1945). Hay mucho que aprender de sus éxitos y tal vez todavía más de sus fracasos. 14 Estos escritos me los entregó una alumna. Los había Quedan 7 páginas (5 min) en este capítulo PÁGINA 464 DE 470 99% leído encontrado entre unos papeles de una tía suya. Una parte corres- habla del fascinante episodio de viajar a épocas y a lugares de tu ponde al prefacio de Man and Superman y el resto procede probablemente de otro prólogo que no he podido localizar. vida presente. * Traducción de José M.a Valverde, Ed. Planeta, 1980. 15 Léase el capítulo 1. 22 Abordaré este problema en los ejercicios del capítulo 7. 16 La interesante biografía de William Weaver, Duse (Nueva York: Harcourt Brace Jovanovich, 1984), aporta mucha infor- 23 Para abordar este tema probablemente necesitarías releer el capítulo 5, «La transferencia». mación sobre su carrera y recoge las impresiones de actores, * Si no tienes clara la pregunta, vuelve a leer el capítulo 4, «El yo». directores y escritores, como Chéjov y Shaw, sobre su trabajo. Con su lectura entenderéis el realismo al que me refiero. * En el capítulo 24 encontrarás no sólo las relaciones sino 17 El crítico ruso Alexis Suvorin, citado en Duse de Weaver. 18 En muchas ocasiones, sola o en compañía de mis alumnos, he ido al Museo de Arte Moderno de Nueva York a ver la película Great Actresses, en la que pueden verse retazos de actuaciones de Réjane, Mrs. Fiske y Bernhardt, entre otras, y también la película de Eleanore Duse Ashes. El trabajo de Duse es fundamental como muestra de que la interpretación magistral no los Seis Pasos descritos en detalle como parte constituyente de «El papel». 24 Las páginas 157-165 del capítulo 8 abordan este tema detalladamente. Repásalas detenidamente antes de practicar este ejercicio. Encontrarás las respuestas a los problemas que surjan en cuanto a la puesta en movimiento en el escenario. tiene edad. Su manera es rabiosamente moderna, mientras que 25 Conocer la distancia o cercanía exactas de los objetos, o saber enfocarlos cuando están muy lejos, y mirar al abismo o en casi todos los demás destacan claramente las modas y estilos una calle desde la ventana de un quinto piso, o mirar la cima de de actuación de cada época, lo que le da al trabajo un aire anti- una montaña o un rascacielos, son acciones que requieren ajus- cuado. tes corporales. Están descritos en el quinto ejercicio, el titulado 19 Léase la biografía Laurette, de Marguerite Courtney (Nueva York: Atheneum, 1955). «Cómo recrear sensaciones físicas», y con más detalle en el 20 Véase el capítulo 24, páginas 365-389. 21 El ejercicio de «La imaginación histórica» (capítulo 20) sexto ejercicio, «Cómo recrear los exteriores en el escenario». 26 Recuerda: no intentes escuchar palabra por palabra. Lee de nuevo «Aprender a escuchar», página 173. Quedan 5 páginas (3 min) en este capítulo PÁGINA 466 DE 470 99% leído 27 Véase el capítulo 7, «Los sentidos psicológicos». 44 Organización cristiana dedicada a la caridad que salda 28 Véanse las páginas 228-230 del capítulo 12. artículos de ocasión. [N. de la T.] 29 Volveré a tratar este tema de manera particular en la cuarta parte, «El papel». 30 Véanse las páginas 173-187 del capítulo 8. 31 Dialecto del este de Londres, tradicionalmente de clase obrera. [N. de la T.] 32 The Shape of Content, de Ben Shahn (Cambridge: Harvard University Press, 1957), y On Modern Art, de Paul Klee (Londres: Faber and Faber, 1948), fueron dos libros reveladores para mí en cuanto a este tema, a pesar de que tratan sobre pintura. 33 Ibsen: A Biography (Garden City, Nueva York: Doubleday, 1971). 34 Garden City, Nueva York: Doubleday, 1980. 35 Nueva York: Performing Arts Journal Publications, 1983. 36 The New York Times Book Review, 16 de diciembre de 1945. 37 Véase el capítulo 22. 38 Véase el capítulo 20. 39 Véanse las páginas 333-334. 40 Véase el capítulo 20. 41 Véanse las páginas 112-115. 42 Véase la página 382. 43 Véase la página 140. Quedan 3 páginas (1 min) en este capítulo PÁGINA 468 DE 470 100% leído Créditos ALBA ARTES ESCÉNICAS Título original: A Challenge for the Actor Copyright © Uta Hagen, 2002 © de la traducción: Elena Vilallonga Edición en formato digital: junio de 2014 © de esta edición: Alba Editorial, S.L.U. Baixada de Sant Miquel, 1 bajos 08002 Barcelona © Diseño de cubierta: Pepe Moll de Alba Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, así como el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra. ISBN: 978-84-9065-034-9 Depósito legal: B-14.097-14 Conversión a formato digital: Alba Editorial www.albaeditorial.es Queda 1 página (<1 min) en este capítulo PÁGINA 469 DE 470 100% leído ALBA Alba es un sello editorial que desde 1993 ha emprendido una labor de recuperación de literatura clásica (Alba Clásica y Maior), así como de ensayo histórico, literario y memorístico (Colección Trayectos). Asimismo, merece una especial mención la colección Artes Escénicas, dedicada a la formación de actores y la colección Fuera de Campo conocida por la publicación de textos de formación cinematográfica y literaria en todos sus ámbitos. También destacan sus originales y vistosos libros de cocina, así como sus Guías del escritor destinadas a aficionados y profesionales de la escritura. Por todo ello le fue concedido el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial, 2010. En 2012 ha incorporado a su catálogo dos nuevas colecciones, Contemporánea (dedicada a la ficción de hoy) y Rara Avis (clásicos raros de los siglos XIX y XX). Consulta www.albaeditorial.es Alba Editorial, S.L.U. Baixada de Sant Miquel, 1 bajos 08002 Barcelona T. 93 415 29 29 info@albaeditorial.es Ha llegado al final de este título Escribir Una Reseña Deje una calificación y vea títulos relacionados como Un reto para el actor Queda 1 página (<1 min) en este libro PÁGINA 470 DE 470 100% leído