RECURSO DE NULIDAD – LEGITIMA DEFENSA. Pese a que el representante del Ministerio Público, fundamentó que se declare nulidad la existencia de legítima defensa por ser incompleta, es decir, por no haberse cumplido sus cuatro requisitos fundamentales para su realización. Por ello, el ministerio expuso que este caso incumple el primer requisito que es la de agresión ilegítima por reacción. Esto, porque la necropsia señala que para producirse una lesión de 14cm de profundidad tuvo que haber fuerza, “porque se ha vencido la resistencia del arco costal que es un hueso”, en conclusión, el fragmento citado dirige el acto con intención y no por casualidad, lo cual, desvirtúa legítima defensa. No obstante, haciendo un análisis más personal y haciendo aplicación de los requisitos de la legítima defensa, existe en el caso una agresión ilegitima por parte del supuesto agraviado, al agredir físicamente a la demandada, quiere decir que ha actuado de manera contraria al derecho. Así también, la demandada cumple con este primer requisito al realizar una reacción ante la agresión, más no una acción. Teniendo en cuenta el segundo requisito, de actualidad e inestabilidad de la agresión se cumple en la medida de que la víctima no tuvo otro recurso para evitar la agresión, ya que en todo momento se encontraba sometida por su agresor, siendo ahorcada. Frente al tercer requisito, se constata que la necesidad del medio empleado supone necesidad, o sea que no podía recurrir a un medio menos lesivo al ser estrangulada por el agraviado, tal como lo indica el certificado médico legal. Por último, el cuarto requisito que habla claramente de la falta de provocación suficiente por parte del que se defiende, se cumple ya que la agredida nunca inicio la agresión, todo lo contrario, fue el agresor quien empezó a ahorcarla. De lo expuesto, se concluye que el comportamiento típico de la procesada Elizabeth Melissa Gonzales Encarnación se adecúa a los requisitos que exige dicha causa de justificación (legítima defensa) para eximirla de la responsabilidad penal, sobre la base de las circunstancias desarrolladas por la procesada frente a la agresión de su conviviente, que era frecuente y continuo, en defensa de su vida que estaba en peligro y de su menor hijo de seis años que fue arrojado por la víctima, y debido a que vivimos en una sociedad de violencia familiar y social generados por distintas causas. Por tanto, se justifica la respuesta o actuación que puede realizar cualquier ciudadano en caso de ser agredido de manera ilícita (estrangulamiento); por lo cual tuvo la necesidad racional de emplear un arma blanca (cuchillo), puesto que se atentaba contra su propia vida. Integrantes. - Prado Castro, Cesar Josue. Zapata Rivera, Jene Marvella. Martinez Garcia, Nicolle Alessandra.