1 La filosofía y el mundo del saber 1.3 Comentario resuelto Hace tiempo, en el coloquio tras la charla que acababa de pronunciar una muy inteligente antropóloga argentina amiga mía, un oyente juvenil exclamó estrepitosamente: “¡Pero no me negará usted que esta vida es un asco!” Y mi amiga repuso sin inmutarse: “¿Comparada con qué?” Esa pregunta, utilizada como respuesta, me parece un estupendo ejemplo de manifestación filosófica. Para empezar, tiene un benéfico efecto curativo: sirve para librarnos de un tópico fantasmal, de un falso dogma acongojante, de un brindis a la sombra depresivo y quizá mañana represivo. Pero, además, plantea una inquietud muy legítima, un problema que no parece tener ninguna utilidad inmediata, pero que, sin embargo está lleno de sentido; un interrogante que no se resuelve con una simple contestación, sino que nos remite a otras muchas cuestiones: ¿Podemos juzgar si la vida vale o no la pena? ¿Tiene la vida tuya y mía un valor determinado, o todos los valores los determina la vida? ¿Hay formas de vivir mejores y peores? ¿Por qué? ¿Nos preocupa lo que la vida es, lo que podría ser o lo que debería ser? ¿Qué podría ser la vida y aún no es o ya no es? ¿Qué significa decir que la vivida no es lo que debería ser? [...] Al conjunto de preguntas como éstas o, aún mejor, al afán de preguntar cosas así es a lo que llamamos filosofía. Son preguntas enormes, radicales, absolutas, como las que plantean los niños antes de que los domestiquen en el colegio o las de los borrachos a las cuatro de la madrugada. Son preguntas imposibles, como las que se hace uno en el entierro de un ser querido o las que susurran los enamorados, mirándose a los ojos: “¿Me quieres?”. Las grandes preguntas de la vida y de la muerte, los interrogantes de la violencia y del amor. A lo largo de los siglos, los filósofos han vuelto a plantearlas una y otra vez, ofreciendo cada uno sus respuestas peculiares y contradiciéndose unos a otros, ante el desbarajuste de tanta diversidad, algunos pueden pensar que la filosofía es un galimatías del que no hay forma de sacar nada en limpio. ¿Se saca algo en limpio de la filosofía? Pues sí, al menos algo muy importante: las preguntas mismas (...) Son las preguntas de nuestra vida, el catálogo esencial de nuestros “¿por qué?”. En el centro, la que las condensa todas, la que nadie humano –es decir, consciente y racionalpuede dejar de hacerse: “¿qué significa todo esto (la vida, la muerte, lo que nos pasa, los demás, las cosas, el tiempo, el miedo, el gozo, la pena...)? SAVATER, F., “Urgencia y presencia de la Filosofía”. En revista Vela Mayor, pp. 21-22 Vocabulario Antropóloga: Científica que estudia al ser humano y la diversidad cultural humana. Galimatías: Lío, confusión, enredo en el que no hay quien se aclare. Cuestiones de análisis 1. Lee con atención el texto y determina si en este texto hay otros sujetos de la enunciación aparte del autor; si es así, subraya las palabras que los delatan y construye un cuadro en el que recojas sus opiniones. Preparación de la respuesta Hemos de comenzar recuadrando en el texto las palabras que delatan la presencia de los distintos sujetos de la enunciación. Para ayudarnos en ello, hay que releer el apartado “Identificar los sujetos de la enunciación” contenido en este CD. Nosotros hemos marcado en gris las palabras que indican el sujeto de la enunciación: “una muy inteligente antropóloga amiga mía”, “un oyente juvenil”, “mi amiga“ y “algunos” son palabras que indican la presencia de un sujeto de la enunciación distinto del autor; en cambio, “me parece” indica que el autor es ahora el que toma la palabra, exponiendo su propio punto de vista. Respuesta En la mayor parte del texto el autor del mismo, esto es, Fernando Savater, es el sujeto de la enunciación y a él hemos de atribuir la mayoría de las opiniones y puntos de vista que se recogen en el texto. Primer párrafo Filosofía 1º 1-5 1 La filosofía y el mundo del saber 1.3 En el primer párrafo, sin embargo, al hilo de la anécdota que relata, distinguimos tres sujetos de la enunciación: una antropóloga argentina (a quien se nombra directamente con la expresión “una muy inteligente antropóloga argentina amiga mía”), un joven presente en la conferencia (“un oyente juvenil”) y el propio autor, que tras relatar la anécdota inicial interviene en primera persona (“me parece”) aplaudiendo la respuesta de su amiga, para luego ocultar su persona tras la ausencia de signos del sujeto de la enunciación, como si la voz de la verdad hablara por sí misma y objetivamente. He aquí las opiniones que hay que atribuir a cada sujeto de la enunciación y la posición que el autor adopta respecto de cada una de ellas: OPINIÓN DEL JOVEN OYENTE “Esta vida es un asco” OPINIÓN DE LA CONFERENCIANTE EL AUTOR No responde sí o no, sino que La respuesta de la conferenciante pregunta: “¿Comparada con qué?” es un excelente ejemplo de manifestación filosófica El autor rechaza el El autor aplaude la respuesta de la pesimismo que encierra conferenciante esta opinión Posicionamiento del autor Segundo párrafo En el segundo párrafo aparecen dos sujetos de la enunciación: nuevamente el autor, al que hay que atribuir todos aquellos enunciados en los que no aparecen marcas claras del sujeto de la enunciación (y que normalmente se formulan en tercera persona del singular); y en segundo lugar, un grupo de personas más o menos amplio al que nombra con el indefinido “algunos”. OPINIÓN DE ALGUNAS PERSONAS OPINIÓN DEL AUTOR (“algunos”) La filosofía es un “galimatías” inútil de respuestas De la filosofía se saca algo muy importante: las contradictorias preguntas mismas Posicionamiento El autor rechaza esta opinión. del autor 2. Escribe una síntesis del texto en la que se haga patente el tema, la tesis y el problema del mismo. Preparación de la respuesta Es esencial que en tu respuesta haya coherencia entre el tema, la tesis y el problema. Para ello, en la formulación de la tesis y del problema tiene que aparecer el tema; en este caso, fíjate como, siendo el tema la filosofía, tanto la tesis como el problema del texto se refieren a él. Consulta las indicaciones contenidas en el apartado “Síntesis de un texto” contenido en este CD para ayudarte a resolver este tipo de cuestiones) Respuesta Tema (asunto del que trata el texto): La filosofía Tesis (la idea principal que el autor defiende en relación al tema): La filosofía es el conjunto de preguntas esenciales y radicales sobre vida, así como la inquietud por plantearlas; la filosofía es más un preguntar y una inquietud, que un responder. Filosofía 1º 2-5 1 La filosofía y el mundo del saber 1.3 Problema del texto (Uno o varios interrogantes encadenados sobre el tema y al que el texto intenta dar respuesta): ¿En qué consiste la filosofía?¿Sirve realmente para algo? ¿Cuál es su utilidad o su razón de ser? ¿Qué es una pregunta filosófica? Observaciones sobre la respuesta Hemos destacado en mayúsculas la palabra “filosofía”; al ser el tema del texto, tiene que aparecer también en la formulación de la tesis y del problema, para que haya coherencia en nuestra respuesta. 3. Análisis conceptual: Analiza en el texto el significado y el uso de la expresión “pregunta” filosófica. Preparación de la respuesta a) En primer lugar, es conveniente identificar la presencia de los distintos sujetos de la enunciación que aparecen en el texto, subrayando en rojo las palabras que evidencian dicha presencia. En este texto, sin embargo, la presencia de otros sujetos de la enunciación aparte del autor, es prácticamente irrelevante para el análisis de la expresión “pregunta” filosófica b) En segundo lugar, subrayamos en el texto en color verde la expresión a analizar y sus sinónimos; también subrayamos en verde aquellas palabras (verbos, adjetivos, nombres) o expresiones (comparaciones, etc...) que convienen al término a analizar y arrojan luz sobre su significado. c) En tercer lugar, subrayaríamos también aquellas palabras del texto que no convienen al término a analizar, sino que más bien se oponen, pero que podrían ayudarnos a explicar, por contraposición, la expresión “pregunta” filosófica. En este texto, el autor no utiliza apenas la estrategia de la contraposición para aclarar un concepto, por lo que tan sólo encontramos una expresión que no conviene a preguntas filosóficas, y que hemos subrayado en un color distinto: “con una sencilla contestación”. d) En cuarto lugar, en sucio, construimos “una columna de afinidades” en la que vamos anotando las expresiones que convienen a al expresión “pregunta” filosófica. PREGUNTA FILOSÓFICA Inquietud legítima sin utilidad inmediata remite a otras enormes, radicales, absolutas, imposibles como las de los niños y los borrachos como las de los entierros como las de los enamorados sobre la vida, la muerte, el amor, el tiempo los filósofos sobre el sentido de todo respuestas diversas y contradictorias nuestros “por qué” inevitables, si eres humano e) Aun cuando hemos dicho que apenas aparecen términos opuestos a la expresión a analizar, puede sernos útil sin embargo, colocar una columna en blanco al lado de la anterior, encabezada por la expresión opuesta (“preguntas no filosóficas”), e ir anotando entre paréntesis –para indicar así que esas palabras no están en el texto y no son del autor- las oposiciones que pensemos que Filosofía 1º 3-5 1 La filosofía y el mundo del saber 1.3 nos pueden dar juego para completar y aclarar, por contraposición, el significado del término a analizar, más allá incluso de la letra del texto, intentando captar o completar el espíritu de la misma. Si lo hemos hecho medianamente bien, esta tabla nos da información acerca de cuáles son las características y rasgos de las preguntas filosóficas, sobre qué temas versan, con qué se las compara, qué relación tiene con el ser humano y la condición humana, y a qué se oponen. PREGUNTA FILOSÓFICA LO CONTRARIO : PREGUNTA NO FILOSÓFICA Inquietud legítima ....... sin utilidad inmediata (con utilidad, la ciencia, la técnica) remite a otras con una simple contestación enormes, radicales, absolutas, imposibles (preguntas cotidianas, no tan radicales) como las de los niños no domesticados (como las de las personas “domesticadas”) como las de los borrachos ..... como las de los entierros ..... como las de los enamorados ..... sobre la vida, la muerte, el amor, el tiempo ..... los filósofos ..... sobre el sentido de todo ..... respuestas diversas y contradictorias (respuestas unánimes, ciencia) nuestros “por qué” esenciales ...... lo humano (racional y consciente) (menos humano, menos racional, menos consciente?) Respuesta posible En este texto, el autor, Fernando Savater, trata de exponer en qué consiste para él la filosofía, que, en su opinión, tiene que ver más con preguntas que con respuestas definitivas. Centrándonos en la expresión a analizar, en el primer párrafo del texto el autor hace uso de una anécdota para ilustrar con un ejemplo qué es una pregunta filosófica. Como ocurre con la pregunta del ejemplo, para el autor del texto una de las características por las que reconocemos cuándo estamos ante una verdadera pregunta filosófica es que no admite “una simple contestación”, un sí o no, o una o dos frases como respuesta, sino que “remiten a otras”, poniendo así en marcha el proceso del pensamiento y la reflexión, la filosofía. Savater caracteriza las preguntas filosóficas mediante una serie de rasgos que va enumerando a lo largo del texto: son preguntas legítimas, pero cuya respuesta no reporta una “utilidad inmediata” ( a diferencia de lo que, como sabemos, ocurre con las preguntas de la ciencia o de la técnica); son “preguntas imposibles”, -como dice el texto-, quizás porque para el autor sean preguntas sin respuesta o porque acaban cuestionando hasta el mismo lenguaje con el que se formulan; son preguntas “enormes”, “radicales” y “absolutas” , en las que entran en juego grandes cuestiones, a diferencia de las preguntas cotidianas, mucho más intrascendentes. Por último, son preguntas para las que no hay respuestas unánimes, sino a veces contradictorias (en contraposición a la unanimidad que encontramos en la ciencia). En el segundo párrafo del texto el autor compara este tipo de preguntas con las preguntas que realizan “los niños” aún no “domesticados”, mientras, aún están libres de los condicionamientos de la educación y de la sociedad, tal vez porque los adultos, demasiado “domesticados”, han Filosofía 1º 4-5 1 La filosofía y el mundo del saber 1.3 acabado por aceptar todo como muy normal y muy natural, y se necesita cierto inconformismo y cierta capacidad de admirarse para formular preguntas filosóficas. El autor compara también estas preguntas con las que formulan “los borrachos” cuando, libres de inhibiciones, pierden el miedo al ridículo y el miedo a preguntar; igualmente las compara con las que se formulan “en los entierros”, en los que, entre las prisas cotidianas, uno encuentra un espacio para pararse a pensar sobre la vida y la muerte y el sentido de esas cosas. Del texto deducimos que los temas de estas preguntas son muy diversos: la vida, la muerte, el amor, el tiempo, la pena y el sentido de todas esas cosas. Por último, para el autor del texto, son preguntas que se hace o debiera hacerse todo ser humano -y no sólo los filósofos-, porque ser humano significa sobre todo ser “consciente y racional”. El texto no deja lugar a dudas de que para el autor las preguntas filosóficas van inevitablemente ligadas a nuestra condición de humanos (de seres con conciencia y razón), y en las últimas líneas del texto da a entender que un individuo expresa y ejerce más su conciencia y su razón (y por tanto se comporta más humanamente) si se plantea preguntas de esta clase. Observaciones sobre la respuesta Fíjate cómo en la redacción de la respuesta hemos tratado de incluir la mayor cantidad posible de palabras subrayadas en el texto y agrupadas en la columna de términos afines (están marcadas en rojo); las anotaciones que hemos hecho en la columna de contrarios (marcadas en verde), aun cuando la mayoría no figuran en el texto, nos han servido para aclarar, por contraposición, el sentido de las expresiones que el autor usa para caracterizar las preguntas filosóficas. Con las expresiones marcadas en azul indicamos que estamos haciendo referencia puntual al texto y al autor del mismo, dando a entender que el significado de la expresión “preguntas filosóficas” se enmarca en el contexto de este texto y de este autor concretos. 4. Cuestión argumentativa: ¿Considera el autor que la filosofía es algo inútil? Explica las razones en las que basa su respuesta (¡Atención a los sujetos de la enunciación! ) Preparación de la respuesta Antes de responder, hemos de volver sobre la pregunta 1 y recordar que, respecto del tema de la valoración de la filosofía, en el texto aparecen dos sujetos distintos de la enunciación que defienden puntos de vista contrarios: alguna gente, por una parte, y el autor del texto, por otra. Al contestar dejaremos constancia, en primer lugar de esta contraposición de puntos de vista, para a continuación centrarnos en la explicación de las razones que el autor expone en el texto para atacar el punto de vista contrario y defender el propio. Respuesta Como hemos visto en la pregunta número 1, en el segundo párrafo del texto aparecen dos sujetos de la enunciación que expresan puntos de vista distintos respecto de la utilidad de la filosofía. En primer lugar, alguna gente (“algunos”), que considera que la filosofía es algo inútil y que por tanto, como se dice en el texto, “no hay forma de sacar nada en limpio” de ella; la razón en la que se apoyan es la falta de unanimidad y la gran diversidad de respuestas contradictorias que los filósofos han dado a las mismas preguntas a lo largo de la historia. Por el contrario, el autor rechaza esta valoración negativa de la filosofía y le otorga una gran importancia, aun a pesar de la diversidad de respuestas y falta de unanimidad. La razón en la que basa esta valoración es que la importancia de la filosofía hay que buscarla, más que en las respuestas, en las preguntas y en los problemas que la filosofía es capaz de descubrir y formular, preguntas que, aunque de difícil -y a veces imposible- respuesta, son las preguntas esenciales la vida (“el catálogo esencial de nuestros por qué”) y, de alguna manera, la manifestación de nuestra humanidad, en tanto que seres racionales y conscientes. Filosofía 1º 5-5