Subido por Migue Hernandez

El impacto ambiental

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El impacto ambiental, impacto antrópico o impacto antropogénico abarca los distintos efectos que
la actividad humana y el modelo de vida humano desatan sobre el medio ambiente natural.
Estas alteraciones son tan significativas y ejercen un efecto tan duradero sobre los ecosistemas del
mundo, que muchos estudiosos sugieren el uso del término antropoceno (esto es, vinculado con el
ser humano) para el período geológico actual, cuyas características no podrían comprenderse sin
el impacto ambiental de nuestras industrias.
El impacto ambiental puede tener muchas formas y también efectos diferentes sobre el medio
ambiente. En líneas generales se puede definir como la transformación del entorno terrestre,
marítimo e incluso atmosférico como consecuencia de distintas actividades humanas.
Sus formas pueden ir desde la deforestación y la destrucción de los suelos debido a la minería,
hasta los derrames petroleros marítimos y la contaminación química de la atmósfera.
El gran problema de este fenómeno es el costo que tiene para las demás formas de vida, ya que al
destruir sus hábitats naturales muchas especies perecen y se extinguen. Así se empobrece la
biodiversidad planetaria, que es uno de sus grandes e inigualables tesoros.
Además, las consecuencias futuras para la sustentabilidad de la vida tal y como la conocemos en el
mundo son impredecibles. Por eso, las acciones tomadas hoy podrían resultar mucho más
costosas para la especie toda de lo que hoy siquiera sospechamos.
Ver también: Problemas ambientales
Tipos de impacto ambiental
El impacto ambiental se puede clasificar de acuerdo a diferentes criterios, atendiendo a los
cambios hechos en el medio ambiente. Así, es posible hablar de:
Impacto negativo. Cuando ocasiona daños al medio ambiente o empobrece la calidad del mismo.
Impacto positivo. Cuando ayuda a reducir el impacto de otras iniciativas, o permite sostener el
medio ambiente prácticamente sin cambios.
Impacto directo. Cuando el deterioro ambiental es obra de las acciones humanas.
Impacto indirecto. Cuando el deterioro ambiental no es consecuencia directa de las acciones
humanas, sino de los productos o desechos que ésta genera, y que desatan una serie de
reacciones impredecibles en el ecosistema.
Impacto reversible. Cuando es posible tomar acciones para contrarrestar el cambio producido en
el medio ambiente.
Impacto irreversible. Cuando no hay forma de deshacer los daños hechos en el ecosistema.
Impacto continuo. Cuando tiene lugar constantemente, sin parar.
Impacto periódico. Cuando ocurre únicamente en determinados lapsos de tiempo.
Impacto acumulativo. Cuando es fruto de acciones pasadas y presentes, cuyos efectos se van
apilando o sumando en el tiempo.
Impacto residual. Cuando sus efectos persisten en el tiempo o persisten luego de que se hayan
tomado medidas para mitigarlo.
Causas del impacto ambiental
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La sociedad industrial se basa en el consumo masivo, que produce muchos desperdicios.
Es inevitable que el modo de vida de la humanidad tenga algún tipo de impacto ambiental. Como
especie aprendimos hace miles de años que podíamos hacernos la vida más cómoda, larga y plena
adaptando el medio ambiente a nuestras necesidades y transformando distintos materiales, en
lugar de adaptarnos nosotros a través del lentísimo proceso evolutivo, como el resto de las
especies.
Sin embargo, no todas las actividades humanas tienen el mismo impacto ambiental. Muchas de
ellas son casi inocuas, o tienen un impacto tan moderado que la naturaleza puede contrarrestarlo
en un corto margen de tiempo. Pero hay otras que impactan enormemente el ecosistema, de
manera permanente o casi permanente, sin darle tiempo a la naturaleza de corregir el daño
hecho.
El modelo económico y de producción que impera en el mundo desde la Revolución Industrial se
basa en la obtención masiva de materias primas y su transformación mediante diferentes
procesos. Muchos de ellos generan desechos peligrosos, o subproducen elementos que, al no
tener uso alguno para la civilización, son devueltos a la naturaleza en proporciones imposibles de
asimilar rápidamente.
De este modo, las causas del impacto ambiental pueden resumirse en:
La actividad económica e industrial desenfrenada del ser humano, que tuvo sus inicios alrededor
del siglo XVIII y no ha hecho sino crecer sin parar.
La falta de regulación en materia ambiental durante buena parte del surgimiento de la sociedad
industrial, así como las desigualdades económicas mundiales que le impiden a las naciones dedicar
el mismo presupuesto a salvaguardar el ambiente.
La construcción de un modelo de sociedad basada en el consumo rápido de materiales, lo que
genera grandes cantidades de desechos, y requiere de enormes esfuerzos en materia de reciclaje
que no todos parecemos dispuestos a hacer.
Ejemplos de impacto ambiental
Los casos siguientes constituyen ejemplos de impacto ambiental.
La deforestación. Para brindar insumos y materia prima a las industrias de la madera y del papel,
con la que se fabrican muebles, materiales de construcción, lápices y otros productos, se procede
a talar árboles cuyo crecimiento y maduración requirió, como mínimo, decenas de años. Esto deja
sin hogar y sin sustento a numerosas especies animales, priva al suelo de la protección de una
capa vegetal que absorba el agua. Además, empobrece la atmósfera al retirar de circulación
árboles que fijan el carbono ambiental en sus cuerpos (al absorber CO2). Por suerte, este
fenómeno se puede combatir mediante planes de reforestación, pero usualmente es mayor el
ritmo de la tala que el de la siembra.
Los materiales radiactivos. La energía nuclear es una fuente importante de electricidad que
emplean numerosos países en el mundo, siendo sus mayores inversores Francia y Japón. Esta
energía no contamina del mismo modo en que lo hacen los combustibles fósiles, pero subproduce
barriles de plutonio y otros isótopos químicos radiactivos, que emiten partículas tóxicas a lo largo
de cientos o incluso miles de años. Disponer de dichos residuos es difícil, y allí donde se dispongan
depósitos de desecho radiactivo, la vida circundante se verá siempre afectada y perjudicada.
La contaminación atmosférica. Quizá uno de los casos más dramáticos de impacto ambiental sea el
de la atmósfera, a la cual vertemos diariamente varias toneladas de gases contaminantes,
producto de la industria, la ganadería y la quema de combustibles fósiles. Muchos de esos gases,
ricos en carbono, como el metano o el dióxido de carbono, se quedan en la atmósfera e impiden la
irradiación del calor, contribuyendo con el cambio climático; otros gases, ricos en azufres,
reaccionan con el agua y producen lluvia ácida. Esos son apenas un par de ejemplos de sus efectos
en el mundo entero.
Evaluación del impacto ambiental
Para medir el impacto ambiental de las distintas actividades humanas, se emplea un
procedimiento técnico-administrativo conocido como Evaluación del Impacto Ambiental (EIA). Se
lleva a cabo cuando la actividad es todavía un proyecto, para así decidir si se lo lleva adelante o si
requiere reformulación, en base al costo ecológico que supondrá su realización.
En muchas legislaciones del mundo la EIA se ha hecho indispensable. Puede ser uno de los
elementos exigidos a la hora de otorgar recursos o licitaciones, ya que la responsabilidad de la
protección del medio ambiente recae, generalmente, en el Estado.
La EIA se elabora por proyecto específico y determinado. Toma en cuenta factores como el tipo de
obra, los elementos a utilizar, los procedimientos, las tecnologías que involucra, las demandas
energéticas, etc.
Medidas para mitigar el impacto ambiental
De acuerdo con la organización de activistas en pro del medio ambiente Greenpeace, las
principales consideraciones a tener en cuenta para disminuir el impacto ambiental de nuestras
actividades son:
Ahorrar energía. Esto es, emplear la cantidad de energía eléctrica o calórica indispensable, no
despilfarrándola a través de luces encendidas sin necesidad, calefactores encendidos sin
necesidad, o aires acondicionados excesivamente fríos, por citar algunos ejemplos.
Favorecer las energías verdes. Alrededor de un 30% de la generación energética mundial proviene
de fuentes más amigables con el medio ambiente que las tradicionales fuentes de energía. Dicha
cifra necesita crecer.
Construcción sostenible. La expansión urbana debe darse en términos lo más armónicos posible
con la naturaleza circundante y empleando materiales de manera responsable.
Emplear menos agua. El consumo de agua mundial va en aumento, lo cual significa que
ensuciamos más y más volumen de agua. Debemos evitar el despilfarro de aguas blancas y tratar
las aguas servidas para su máximo aprovechamiento.
Consumir responsablemente. Esto significa desmarcarse de la cultura consumista que compra y
desecha sin parar, generando muchos más desechos de los mínimos indispensables. Debemos
administrarnos con un criterio más sensato.
Reciclar la basura. La separación de la basura y las políticas de reciclaje son vitales para reducir la
cantidad de desperdicios y para ahorrar en la extracción de nuevas materias primas. Debe haber
políticas serias y accesibles para el reciclaje en todas las ciudades, y los proyectos deben dar
prioridad a los materiales reciclables o de fuentes recicladas.
Compostaje. La materia orgánica en descomposición puede reintroducirse en la tierra y brindarle
nutrientes que, de otro modo, tendrían que extraerse de fertilizantes artificiales. Medidas ecosustentables como ésta deben popularizarse.
Fuente: https://concepto.de/impacto-ambiental/#ixzz806XiIT8Y
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