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ÍNDICE TEMATICO
Los inicios
¿Qué es lo particular en las
Constelaciones Familiares?
El procedimiento
El desarrollo de las Constelaciones Familiares
La Hellinger Sciencia®
El espíritu
Las Constelaciones Familiares del Espíritu
Ejemplo
¿Quién o qué conduce en las
Constelaciones Familiares del Espíritu?
Los límites de las
Constelaciones Familiares anteriores
Desórdenes de la ayuda
“Mejor yo que tú”
El amor peligroso
Los peligros de la inocencia
La solución
Los modos de acción de la conciencia
La superación de los límites
de la conciencia
La Constelación Familiar que une pueblos
El espíritu
Ir con el espíritu
La consonancia
El asesoramiento espiritual de empresas
La elección de una carrera
El Karma
La otra dimensión
“Yo sirvo”
El corazón
Adentro y afuera
LOS INICIOS
Yo me encontré con las Constelaciones Familiares, porque ya
había Constelaciones Familiares antes de mí. Durante la
Lindauer Psychotherapiewochen1 Thea Schönfelder me las
mostró y me eligió como representante del padre de un joven
esquizofrénico. Absolutamente ignorante me dispuse a la constelación, seguro de mí mismo y de buen ánimo. De pronto ella
desplazó al representante de ese joven y yo caí en un pozo profundo. Yo ya no era yo mismo. Finalmente, luego de la constelación, me sentí en otra región, lejana y pacífica.
Posteriormente, la volví a encontrar en la Semana de Psicoterapia de Lindau. Nuevamente quedé profundamente conmovido
por su trabajo con las Constelaciones Familiares. Pero entenderlo no pude, sobre todo porque ella nada dijo acerca del trasfondo.
Un par de años más tarde fui por cuatro semanas a Snowmass,
alto en las Montañas Rocallosas, para participar en un seminario
ampliado sobre terapias familiares. El seminario era conducido
por Ruth McClendon y Les Kadis. También ellas mostraron un
par de veces las Constelaciones Familiares. Nuevamente asumí
el rol de un representante y nuevamente atravesé altos y bajos.
No puede entenderlo, tampoco ellas dieron ninguna explicación.
Un año más tarde Ruth McClendon y Les Kadis vinieron a Alemania y ofrecieron dos cursos en Terapia de Familias Múltiples.
Esto es, ellas trataron al mismo tiempo durante cinco días a
cinco familias, padres e hijos. Otra vez tuve dificultades para
comprender las particularidades. Pude vivir la experiencia, pero me faltó la comprensión. No obstante me di cuenta: este es
el futuro.
Después de un año el momento había llegado. Me atreví a
emprender esta tarea.
Durante muchos años ofrecí cursos sobre el análisis del guión,
método desarrollado por Eric Berne, el fundador del análisis
transaccional. En su libro Qué dice usted después de decir
hola Berne lo analizó en profundidad. Él descubrió que vivimos nuestra vida de acuerdo a un plan secreto, como si fuese
un guión que literalmente representamos en el escenario de la vida.
Esto me llevó a la idea de que ese guión que nosotros representamos ya había sido interpretado por alguna otra persona
de nuestra familia.
Que nosotros en gran parte lo tomamos de esa persona y en el
fondo lo repetimos.
De pronto comprendí lo que significa una implicación (enredo).
En nuestra vida quedamos enredados en el destino de otra persona y comprendí qué es lo que nos conduce allí. Quedamos enredados en los destinos de personas que en nuestra familia se
perdieron porque fueron olvidadas o excluidas de ella.
De repente entendí lo que ocurría en las Constelaciones Familiares. En las Constelaciones Familiares a través de un representante sale a la luz quiénes son esos excluidos y cómo, para alivio de
muchos, pueden ser reintegrados en la familia y en nuestro corazón.
Al mismo tiempo, durante la redacción de una conferencia sobre
culpa e inocencia en sistemas, se me ocurrió que existe un orden
primario y que por lo tanto los miembros anteriores de un sistema tienen prioridad sobre los posteriores.
A partir de ahí continuó para mí la exitosa carrera de las Constelaciones Familiares. Esto ustedes lo podrán experimentar interiormente al leer este libro; les ayudará a obtener alivio y a renovar
la confianza.
¿Qué es lo particular en las Constelaciones Familiares?
La constelación familiar transcurre de un modo simple. El conductor de la constelación elige representantes para la familia del
cliente y los coloca frente a un grupo en mutua comunicación.
A veces también el cliente es quien elige a los representantes.
De pronto los representantes sienten como las personas que
representan, sin conocerlas o sin que se les haya dicho nada
sobre ellas.
A veces hablan con su misma voz y padecen sus mismos síntomas. Por ejemplo, empiezan a temblar y dejan de escuchar y
ver bien.
Este fenómeno no puede ser comprendido con los conceptos
tradicionales. De los muchos intentos el que más se acerca es
que los representantes entran en otro campo espiritual. Rupert
Sheldrake lo llama campo morfogenético. Es decir, en ese
campo los acontecimientos anteriores en un grupo y los sentimientos ligados con ellos están almacenados en una memoria
colectiva.
Yo agregaría que ese grupo también tiene una conciencia colectiva que le prescribe lo que tiene que hacer o dejar de hacer
para merecer y garantizar la pertenencia a ese campo espiritual
y a su familia.
Todo esto se puede observar, sin embargo, por mucho no alcanza para una explicación.
El procedimiento
Antes de proseguir describiré cómo se desarrollaba la conste-
lación familiar en el inicio y qué efecto tenía.
Luego de haber situado a los representantes se le preguntaba
al cliente cómo estaba.
Por lo general éste se mostraba muy sorprendido con los resultados porque eran distintos a lo que él se había imaginado.
Entonces se les preguntaba a los representantes cómo se sentían. Después se los reubicaba, hasta que al final todos se sentían bien.
A menudo se elegían otros representantes y se los incorporaba.
Por ejemplo, cuando todos miran en la misma dirección quiere
decir que ellos están mirando a alguien que en la familia había
sido excluido u olvidado. Con frecuencia se trataba de un niño
muerto prematuramente.
Cuando alguien era puesto en representación de este niño, los
demás respiraban. De ese modo salía a la luz un orden del amor
oculto que más tarde se evidenciaba como fundamental.
¿Cuál era ese orden del amor? Todos en la familia tienen el mismo derecho de pertenecer. Muchos problemas en una familia,
también enfermedades, tienen sus raíces en la exclusión de un
miembro. Por ejemplo, cuando un niño fue ocultado o entregado a otra familia.
El punto de mira en esta constelación estaba o bien en la familia
actual o en la familia de origen. Cuando en particular se trataba
de una pareja
y sus hijos, con frecuencia quedaba en evidencia que sus problemas estaban ligados a algo no resuelto en sus familias de origen.
El foco quedaba entonces limitado a esas dos familias.
Aunque limitada, esa forma de constelación familiar resultó muy
exitosa. Ella ayudó a muchas personas.
Se la experimentó como un aporte a la psicoterapia y quedó en
gran parte circunscrita a esa área.
EL DESARROLLO DE LAS
CONSTELACIONES FAMILIARES
El desarrollo posterior de las Constelaciones Familiares estuvo
ligado a nuevas perspectivas sobre nuestra alma y nuestro espíritu.
Aunque principalmente sobre nuevos puntos de vista en relación con los límites de nuestra conciencia. Así, por ejemplo,
la conciencia fija límites a nuestro amor y nuestras relaciones.
La Hellinger Sciencia®
Más tarde resumí estos puntos de vista bajo el concepto de
Hellinger Sciencia®. Se constató que mis ideas sobre los órdenes del amor tienen validez en todas nuestras relaciones
mucho más allá de nosotros mismos y de nuestra familia. Ellas
son una ciencia en sí misma, una ciencia creativa en movimiento.
Esta ciencia sale a la luz en las Constelaciones Familiares. Allí
ella será tangible. Esta ciencia trasciende los límites de las anteriores Constelaciones Familiares y los límites de la psicoterapia.
EL ESPÍRITU
Antes de continuar quiero decir algo sobre el espíritu y cómo
él se revela en el movimiento de nuestro cuerpo y nuestra
alma.
Las Constelaciones Familiares del Espíritu
Aquí vuelvo atrás al fenómeno en el que los representantes en
las Constelaciones Familiares de pronto sienten como las personas que ellos representan, sin saber nada de ellos.
Después, sólo unas pocas veces les pregunté a los representantes cómo se sentían. En lugar de toda la familia con frecuencia
sólo elegí un representante para el cliente. Aquí era importante
que este representante –sin que él supiese nada sobre el clientesimplemente se abandonase al movimiento interior, tal como este movimiento lo captase desde adentro y desde afuera. Este
procedimiento trascendió en mucho las Constelaciones Familiares anteriores.
Ya no hubo más preguntas acerca de los sentimientos, ninguna
pregunta acerca de las expectativas y los miedos. La constelación no se dirigió hacia una meta previamente dada por el cliente y a cuyo servicio se ponía el conductor de la constelación.
Todo se abandonó a los movimientos y fueron ellos los que se
apoderaron del representante, más allá de los conceptos sobre
los problemas y las soluciones y más allá de la psicoterapia en
el sentido tradicional.
De golpe salió a la luz lo que realmente les sucedió a los representantes cuando ellos se sintieron movidos por otra fuerza.
Ellos se sintieron como un médium, aprehendido y movilizado
por otra fuerza.
También el conductor de la constelación siguió esos movimientos. También él se dejó poseer y guiar por ellos.
Ejemplo
Cuando el representante del cliente se abandona a los movimientos del espíritu a veces mira al piso sin poder resistirse.
De la experiencia de muchas constelaciones sabemos lo que
esto significa. Este representante mira a un muerto. Más aún,
se siente atraído por un muerto. Esto significa, para decirlo
con claridad:
El cliente quiere morirse. Se trata del verdadero movimiento de
ese cliente, que de esa manera sale a la luz.
En consonancia con este movimiento interviene el conductor de
la constelación. Él elige un representante para ese muerto y le
solicita que se acueste con la espalda contra el piso frente el
primer representante.
También este representante se abandona al movimiento interior.
De golpe, algo diferente, algo inesperado sale a la luz. El representante del muerto se aparta del primer representante. Mira
en la dirección opuesta. Esto quiere decir que en lugar de mirar al representante del cliente mira a otra persona.
Nuevamente algo inesperado sale a la luz, sin que haya sido
dicha una palabra. No es el cliente quien es atraído por el
muerto, sino otra persona. Por lo tanto el conductor de la
constelación elige un nuevo representante y lo ubica frente al
muerto.
De pronto ambos se acercan mutuamente y el representante
del cliente puede respirar.
¿Qué se ve aquí? El cliente quería morir en lugar de otra persona. Podemos entonces imaginarnos qué alivio debe ser para él
cuando de repente comprende que se trataba de un desplazamiento.
De esa manera la constelación familiar del espíritu trasciende
las adyacentes Constelaciones Familiares anteriores.
¿Quién o qué conduce en las Constelaciones Familiares
del Espíritu?
Evidentemente durante las Constelaciones Familiares los representantes y el conductor de la constelación son captados y
guiados por otra fuerza.
¿A dónde serán conducidos? Por encima de todas las separaciones serán reagrupados aquellos que anteriormente estaban
desconectados y separados. Esta fuerza es la fuerza del amor
que acaba con todas las separaciones.
¿Qué significa esto en detalle? Las diferenciaciones que para
nosotros con frecuencia están en un primer plano entre bueno
y malo, entre perteneciente o excluido, no sirven más. Aquello
que esperábamos de la psicoterapia pasada pasa a un segundo
plano y con ella todo aquello que queríamos alcanzar con nuestra buena conciencia y nuestra buena voluntad.
Todo esto ocurre independientemente de nuestros conceptos
usuales y nuestra habitual forma de pensar.
En las Constelaciones Familiares del Espíritu todo pasa frente
a nuestros ojos, sin intervenciones externas, como una clara revelación de todo, como la intervención de otra fuerza, una fuerza espiritual. El representante y el conductor de la constelación
se comportan como medios a través de los cuales actúan otras
fuerzas. Ellas conducen a soluciones que hasta ahora nos estaban negadas.
¿Qué sucede con la anterior Constelación Familiar? Sigue manteniendo su valor, pero sin duda con sus límites. Al mismo tiempo será superada cuanto más el conductor y todos los participantes bajo su dirección se comprometan con algo grande.
Ellos se comprometen con los movimientos del espíritu que surgen de sus intereses personales y se someten a su conducción.
¿Pierden algo por eso? Todos ganan.
LOS LÍMITES DE LAS CONSTELACIONES
FAMILIARES ANTERIORES
¿Dónde estaban y dónde están los límites de las Constelaciones
Familiares anteriores? Estaban en las imágenes interiores sobre
correcto y falso, sobre justo e injusto y sobre libertad y conciencia de sí mismo.
Estas imágenes interiores obstruían la visión sobre los órdenes
del amor más profundos y sobre las consecuencias del desorden
que se produce tan pronto como nosotros, consciente o inconscientemente, transgredimos ese orden.
¿Cuáles de todos los órdenes del amor fueron ignorados y desatendidos?
En primer lugar, el orden según el cual todos los que pertenecen
a nuestra familia tienen el mismo derecho a la pertenencia. Por
ejemplo, todos los niños entregados a otra familia, ocultados y
también los niños muertos o abortados. También todos aquellos
a quienes declaramos culpables.
En segundo lugar, el orden según el cual existe en la familia una
jerarquía de acuerdo al tiempo de pertenencia a ella. Esto quiere
decir que aquellos que llegaron antes tienen prioridad sobre los
que vinieron después. Por esa razón los padres están antes que
los hijos y el primogénito está antes que el segundo hijo. De ese
modo cada miembro tiene su propio lugar en la familia. Nadie
puede ni debe discutirle ese lugar. Lo mismo vale para otros
grupos. Cada intento de discutirles a otros su lugar poniéndose
por encima de ellos tiene consecuencias de gran alcance.
En nuestra cultura esta ley ha sido ampliamente desterrada de
la conciencia, lo que no impide que en todas partes nos haga
sentir las consecuencias de su transgresión. Cuán trascendente
puede resultar el menosprecio de estas leyes que salen a la luz
en las Constelaciones Familiares. Este menosprecio conduce
en la familia finalmente a la muerte. En otros grupos su desacato lleva inevitablemente al fracaso y la caída. El desprecio
de estas leyes precede a todas las tragedias cuando alguien
nacido después intenta tomar algo que era para sus antecesores, algo que a él como recién llegado le está negado.
DESÓRDENES DE LA AYUDA
La ley de la jerarquía también debe ser observada en las
Constelaciones Familiares. El conductor de una constelación
a quien un cliente solicita ayuda ingresa en ese instante en la
familia, aunque en el último lugar. Cada intento de su parte
de colocarse por encima de otro miembro de la familia está
condenado al fracaso. Sobre todo cuando él pretende ser el
mejor padre o la mejor madre. Aún peor, cuando él intenta
ser para uno de los miembros de la pareja el hombre comprensivo o la mujer atenta. De ese modo se establece una
relación triangular que excluye al otro miembro de la pareja.
En lugar de reunificar a la pareja él la separa.
Por eso el conductor de la constelación solamente puede
ayudar cuando él honra a los padres de un cliente, como él
mismo anteriormente hizo con sus propios padres, especialmente con su madre.
“Mejor yo que tú”
La violación de la jerarquía se ve en una familia especialmente cuando un niño quiere hacerse cargo de algo que es
de sus padres para así salvarlos.
Cuando un niño percibe que uno de sus padres está tan enfermo que morirá o que, por ejemplo, él arrastra a su madre a
la muerte o a que ella quiera suicidarse, dice entonces en su
corazón: “Mejor yo que tú”.
En esta decisión interior el niño revela un inmenso amor. Al
mismo tiempo se eleva por sobre sus padres. Ese amor conduce inevitablemente al fracaso. El niño enfermará, inclusive
morirá, pero sin haber podido salvar al otro.
Este desorden se muestra en el sentido inverso cuando los padres secretamente le imponen a un niño algo que solamente les
corresponde a ellos. Por ejemplo, las consecuencias de una
culpa. Aquí puede percibirse con claridad la dimensión de las
consecuencias que la violación de la jerarquía puede tener y
a cuáles tragedias puede conducir.
El mismo destino le espera a un representante y en ese contexto al conductor de la constelación que vulnera esa jerarquía.
Por ejemplo, cuando él quiere liberar a un cliente de las consecuencias de una transgresión de la jerarquía o pretende disimularlas en lugar de exigirle que las asuma.
En este sentido, cuando el representante hiere la jerarquía y la
deja fuera de consideración, prestar ayuda se convierte en una
profesión peligrosa.
En las Constelaciones Familiares del Espíritu no se formula
esta pregunta. Aquí la conducción se expresa de otro modo.
El conductor de la constelación está al servicio de otras cosas.
Él solamente actúa de intermediario, sin inmiscuirse como en el
concepto tradicional de ayuda.
El amor peligroso
La transgresión de la jerarquía ocurre a menudo con buena conciencia. Sucede por amor. Ella viene de un amor inocente y la
jerarquía será transgredida con buena conciencia.
En nuestra cultura y nuestra religión ese amor está incluso Considerado como el más alto. Por ejemplo, cuando alguien como
Jesús, al menos como se cuenta de él, entrega su vida para libe-
rarnos de nuestros pecados. Como premio por su sacrificio fue
elevado al cielo e igualado con Dios. Él se convirtió en su hijo.
El amor que lleva a un niño a ofrecer su vida para salvar a su madre o su padre –y en otras situaciones de la vida cuando alguien
en su fantasía quiere salvar a otro y para ello está dispuesto a
hacerse cargo de su destino- lo conduce al sacrificio de sí mismo con la idea de que de ese modo tiene el derecho de pertenecer a su familia o su grupo de un modo especial.
Esta idea y este proceder provienen de la buena conciencia.
LOS PELIGROS DE LA INOCENCIA
¿Qué quiere decir inocencia? ¿Cómo se la experimenta en nuestra alma?
La experimentamos como la certeza de tener derecho a pertenecer, incluso al precio de la propia vida. La certeza de tener
derecho a pertenecer de un modo especial pasará a ser más
importante que la propia vida. Quien de ese modo sacrifica su
vida con frecuencia se siente un elegido.
Aquí hay algo más que desempeña un papel. Aquellas personas que estuvieron antes serán percibidas como más importantes que las que vienen después de ellos. Aquí los padres son
más importantes que los hijos. Los niños lo sienten. Ellos prefieren sacrificarse a perder a sus padres.
A la inversa, los padres le dicen interiormente a un niño: “mejor tú que yo”. También aquí actúa oculta la jerarquía. Este
es el telón de fondo decisivo para el sacrificio de niños, verdaderamente como sacrificio humano como en los tiempos
antiguos o como transferencia en la fantasía de los niños,
“mejor yo que tú”. También encontramos esta fantasía entre
miembros de la pareja. También aquí a veces uno le dice
interiormente al otro: “mejor tú que yo”, y el otro dice: “mejor yo que tú”.
La solución
La Constelación Familiar del Espíritu supera esta peligrosa
inocencia. Aquí cada uno está directamente frente a esa fuerza espiritual que guía su vida. Ella conduce a quien se le entrega a otra libertad, más allá de los límites de nuestra conciencia y paso a paso lo aleja de nuestras implicaciones.
Esto presupone que el mismo conductor de la constelación
se encuentre en ese camino y que por él avance. De otro
modo él mismo se atará y seguirá atando a los pacientes y
participantes de su grupo a la buena conciencia y a sus muchas peligrosas consecuencias.
LOS MODOS DE ACCIÓN DE LA CONCIENCIA
En primer lugar aquí importa reconocer que nuestra conciencia es válida e importante solamente en un marco limitado.
Sobre todo aquella conciencia que nos une a nuestra familia.
Existe todavía otra conciencia. También ella es válida e importante sólo dentro de un marco determinado. Ella regula
el intercambio en las relaciones, por consiguiente entre el dar
y recibir.
La primera conciencia nos une a nuestra familia. Esta nos indica en todo momento lo que debemos hacer y dejar de hacer
para tener derecho a pertenecer. Cuando nos comportamos
de una manera que nos permite estar seguros de poder pertenecer a nuestra familia, tenemos una buena conciencia. Cuando
faltamos a algo que en nuestra familia es considerado necesario
para conservar ese derecho a la pertenencia, nos gana la mala
conciencia y nos sentimos culpables.
La pregunta es: ¿Aquello que nuestra conciencia señala como
un requisito para el derecho a la pertenencia en nuestra familia
vale también para otras familias y otros grupos? ¿O tienen otras
familias y grupos otra conciencia, de modo que cuando ellos siguen a su conciencia deben comportarse de otro modo que nosotros cuando seguimos a la nuestra? Evidentemente sí.
Se trata de uno de los enfoques fundamentales que experimentamos en las Constelaciones Familiares y que debemos respetar:
cada grupo y cada familia tiene su propia conciencia. Por esa
razón el cliente tiene otra conciencia que el conductor de la
constelación u otros representantes. Sólo seremos justos con
él si respetamos su conciencia y en relación con el compromiso
de su acción la consideramos igual a la nuestra, aunque distinta.
Por esa razón tenemos que entender que muchos conflictos
entre grupos distintos son conflictos entre distintas conciencias.
LA SUPERACIÓN DE LOS LÍMITES
DE LA CONCIENCIA
¿Qué sucede cuando se trata de solucionar estos conflictos?
Ambos grupos deben crecer por encima de su propia conciencia reconociendo a la otra conciencia como de igual condición.
En las Constelaciones Familiares del Espíritu se superarán los
límites de las distintas conciencias, pues el espíritu creativo que
activa los movimientos de los representantes nos lleva por sobre nuestra conciencia personal a un plano superior, al plano
del amor, que no conoce la negativa. En ese sentido todos
serán inconscientemente puros.
LA CONSTELACIÓN FAMILIAR
QUE UNE PUEBLOS
Solamente cuando reconozcamos los límites de nuestra conciencia y en consonancia con el movimiento del espíritu los superemos, la Constelación Familiar será un camino que nos permita
atravesar los límites entre los pueblos. Unimos ahora lo que antes estaba separado.
Por ejemplo, cuando pueblos que antes estaban en guerra o
debieron estar en guerra lloran juntos a los muertos de ambos
lados. Cuando ellos se estrechan las manos por sobre las tumbas y con mutuo respeto trabajan juntos para el bienestar de
todos.
También aquí a través de la Constelación Familiar del Espíritu
sale a la luz lo que se opone a ese futuro conjunto y cómo esos
obstáculos pueden ser superados. También aquí la paz empieza en las almas, en la medida en que ambos lados conjuntamente permanezcan abajo sin pretender elevarse sobre el otro
ni aferrarse a acusaciones.
EL ESPÍRITU
¿Qué nos conduce en las Constelaciones Familiares del Espíritu? ¿Nuestra alma? ¿Es un anhelo de nuestra alma? Si es así
¿de qué se trata? Pues nuestra alma se mueve en distintos planos y en distintos espacios.
En el nivel más bajo, el nivel fundamental, el alma anima a
nuestro cuerpo. Pero no sólo moviéndose dentro de nuestro
cuerpo como si estuviera prisionera en él. Nuestra alma sólo
puede animar nuestro cuerpo cuando más allá de él alcanza
su entorno y desde allí percibe lo que debe aportarle y frente
a qué debe protegerlo.
Por lo tanto el alma conecta nuestro cuerpo también con nuestro entorno, así como ella dentro de nuestro cuerpo conecta
todo entre sí. Por eso cada pedido de nuestro cuerpo y cada
una de sus necesidades son movimientos de nuestra alma.
Solamente percibimos a nuestro cuerpo y a su entorno a través de nuestra alma.
El alma nos conecta también con las otras personas. Primero
con nuestra familia, con nuestros padres, con nuestros hermanos y con nuestros antepasados. Ella nos conecta con ellos
como si tuviésemos un alma común, una gran alma. Nuestra
propia alma actúa en esa gran alma y la gran alma actúa en
esa alma que nosotros experimentamos como personal.
Tal vez, de todos modos sólo podamos ver esos dos ámbitos
del alma como una unidad. Pues la idea de que somos únicos
se evidencia como una idea que solamente tiene validez dentro
de ciertos límites. En realidad siempre estamos conectados a
otras personas y a nuestro entorno de múltiples maneras.
Nuestro anhelo de relaciones y de pertenencia está instalado
en este inmenso espacio del alma. También el amor y la aversión son sentimientos dentro de esta alma común. A este espacio psíquico pertenecen también nuestros sentimientos de culpa
e inocencia, de valor o desvalor, de justo e injusto y de bueno
y malo. Estos sentimientos nos conectan con las otras personas.
También conectan a las otras personas con nosotros. Incluso
nuestro rechazo se manifiesta como una forma de contacto,
ya que los que son rechazados por nosotros con frecuencia movilizan nuestra alma de un modo muy especial.
A este ámbito de nuestra alma pertenecen también las ideas
que nos hacemos de otras personas. Esas ideas alimentan nuestros sentimientos por ellos. Esas ideas nos ponen a merced de
otras personas, pero lo mismo ocurre con ellas en sentido inverso.
Esas ideas son las que más nos enajenan de nosotros mismos y
de nuestro centro. Por sobre todo, ellas se oponen a la reflexión
sobre nosotros mismos y nuestro propio potencial.
¿Quién nos abre la entrada a nuestro interior? Es el espíritu.
¿Cuál espíritu? ¿Nuestro espíritu? ¿Nos pertenece ese espíritu
de la misma manera en que algunos afirman les pertenece su alma?
¿O él nos trasciende y va mucho más allá de nuestra alma? ¿Es
él la etapa superior de nuestra alma, el espíritu-alma?
Nosotros percibimos el espíritu solamente dentro de nuestra alma,
solamente junto con ella. También en este sentido lo percibe nues-
tro cuerpo. También él será tocado por el espíritu. También él se
siente como perteneciente al espíritu, como espíritu corporizado.
Avanzo un paso más. Cada movimiento de la vida es un movimiento espiritual. Todos los movimientos de la vida sólo son
posibles a través de una infinita cantidad de informaciones recíprocas. No todos estos movimientos espirituales nos resultan
conscientes, tampoco estaríamos preparados para ellos.
Pero justamente porque ellos trascienden nuestra capacidad
de comprensión es que se evidencian como espirituales.
Estos movimientos espirituales son movimientos creativos que
vienen de afuera. Ninguno de ellos puede crearse a sí mismo.
Vienen de afuera, de más allá de nuestro cuerpo y nuestra alma.
También de más allá de nuestro espíritu, siempre que lo percibamos como nuestro espíritu.
Por lo tanto ¿qué o quién es ese espíritu? ¿Con qué espíritu están
unidos nuestro espíritu, nuestra alma y nuestro cuerpo? ¿Qué espíritu toma posesión de ellos y los pone a su servicio? ¿Es el espíritu
divino? ¿Nos une ese espíritu con un movimiento divino? Cuándo
lo seguimos, ¿estamos en consonancia con Dios? ¿Nos permite
este movimiento espiritual tomar parte de un movimiento creador
que visto desde nosotros aparece como divino?
Nuestro espíritu llega aquí a su límite. Percibimos ese movimiento
como un movimiento que excede en mucho nuestra comprensión
y es por eso que nos resulta divino. Sin embargo ¿quién se anima
a llamarlo divino, como si supiésemos de donde finalmente viene?
¿Debe esto preocuparnos? ¿Puede preocuparnos? Poder ir con
este movimiento del espíritu es para nuestro espíritu y nuestra alma y nuestro cuerpo suficiente y de una gran riqueza.
IR CON EL ESPÍRITU
¿Qué quiere decir ir con el espíritu? ¿Quiere decir ir con nuestros
pensamientos o con nuestros conceptos o con nuestras conquistas
espirituales y nuestras metas? ¿Está nuestro espíritu al mismo tiempo en contacto con el movimiento espiritual creador que pone en
movimiento todo lo que se mueve y en movimiento lo conserva?
Con frecuencia se trata de nuestro espíritu cuando él se deja guiar
por ese espíritu creador
y actúa en consonancia con él. Pues en un cierto sentido nuestro
espíritu es espíritu de ese espíritu. Nuestro espíritu es creador,
porque él es espíritu de ese espíritu – y por consiguiente él también lo es.
A menudo nuestro espíritu se interpone a ese movimiento creador y se comporta como si pudiese ser creador por sí mismo.
Hasta cierto punto él puede serlo. La pregunta sin embargo es a
dónde esa idea conducirá a nuestro espíritu. ¿Nos conduce ese
movimiento espiritual a nuestro centro? ¿Nos conduce a la paz
interior y a la consonancia con todo tal como es? ¿O en ese movimiento nuestro espíritu pierde el contacto con el gran espíritu
y finalmente termina en algo que más que ayudarlo –a él y a
muchos otros– lo daña? ¿O, para decirlo con más claridad:
sirve nuestro espíritu a la vida o la pone en peligro?
Con frecuencia nuestro espíritu debe aprender durante largo
tiempo a ir con ese espíritu, a veces atravesando dolorosos desvíos que lo llevarán a la reflexión y a sus propios límites. Al
mismo tiempo aquí se evidencia que nuestro espíritu aun en su
fracaso permanece en contacto con el movimiento espiritual
originario.
En las Constelaciones Familiares del Espíritu ensayamos ir
con el espíritu creador. Aunque no se trata tanto de un ir por
su propia capacidad y su propia fuerza. Paso a paso nos abandonamos a la conducción de ese espíritu.
¿Cómo se evidencia que somos tomados por ese movimiento?
Estamos concentrados. Irresistiblemente algo nos empuja hacia
nuestro centro. Nos dejamos ir y nos sentimos contenidos, transportados y conducidos. Al mismo tiempo que nos sentimos conducidos también nos sentimos completamente en nuestra casa.
Por consiguiente sentimos ambas cosas en nosotros, estar totalmente en casa y estar completamente en otro lugar, con lo cual
ambas cosas se entrecruzan y en nuestro sentimiento apenas se
diferencian una de la otra.
El movimiento del espíritu tal como lo experimentamos en las
nuevas Constelaciones Familiares es un movimiento que a todo
se consagra, así como es. No es posible imaginárselo de otra
manera. Cuando todo lo que se mueve es movido por ese espíritu ¿cómo puede existir algo por fuera de ese movimiento o
suceder sin que él lo desee?
Cuando ese movimiento se apodera de nosotros nos lleva con
él en su movimiento de asentimiento de todo tal como es, exac-
tamente como es.
Por eso, cuando excluimos algo en nosotros o en los demás,
o cuando nos excluimos y excluimos a otros del amor, perdemos conexión con ese movimiento de amor del espíritu.
¿Cómo se manifiesta esto en nuestro sentimiento? Nos volvemos intranquilos y agitados. Perdemos la perspectiva y la conexión.
¿Qué podemos hacer entonces? Retrocedemos a un movimiento
de amor, a un movimiento de amor hacia aquellos a quienes hemos excluido de ese amor, más allá de las razones.
Ir con ese espíritu, ir con el espíritu creador, es ir con su amor.
LA CONSONANCIA
Quien está en consonancia permanece en movimiento. Nos movemos en consonancia con algo o con alguien y juntos vamos en
la misma dirección. O para decirlo con más precisión –por lo
menos así lo experimentamos en las Constelaciones Familiares
del Espíritu– un movimiento se apodera de nosotros. Nos dejamos ir y somos uno con él. Este movimiento es un movimiento
espiritual. Sólo un movimiento espiritual nos puede tomar tan
profundamente para que estemos en consonancia con él hasta
las últimas consecuencias.
Sin embargo, en esa consonancia no deja de existir lo que es
propio. Solamente aquello que al mismo tiempo está consigo
mismo, solamente aquello que está profundamente concentrado
en sí mismo puede ponerse en consonancia con algo distinto y
permanecer en consonancia.
La consonancia de ninguna manera anula las diferencias. Por
el contrario, las relaciona de un modo tal que ellas, con la misma oscilación o con una oscilación creciente, se mueven en la
misma dirección. De ese modo las diferencias se acercan hasta
que, aunque distintas, resuenan en un mismo tono: un tono pleno como el tañido de una campana.
Nuestra consonancia siempre está en consonancia con algo
superior, con algo que nos precede y nos lleva consigo. Por
eso, no somos nosotros que nos ponemos en consonancia.
Algo nos lleva consigo a la consonancia. Por eso, el movimiento que nos lleva a la consonancia empieza en otra parte.
Ese movimiento nos lleva consigo, se apodera de nosotros,
nos arrastra hasta que nos sentimos en consonancia con él
y le damos nuestra aprobación. ¿Cómo? Con amor.
También aquí debemos preguntarnos: ¿Se trata de nuestro
amor? ¿Aparece aquí un amor previo y nos arrastra hasta
que apenas podemos diferenciar entre su amor y nuestro
amor? Ese amor nos permite experimentar lo que realmente
está en consonancia. La consonancia se percibe como amor,
como amor definitivo, como amor espiritual, como amor del
espíritu.
¿Pero entonces, cómo llegamos en las Constelaciones Familiares del Espíritu a esa consonancia? Cuando junto con el
espíritu nos ponemos en consonancia con todo con lo que él
ya está en profunda consonancia. Sobre todo en la condonancia con otras personas.
EL ASESORAMIENTO ESPIRITUAL DE EMPRESAS
La Constelación Familiar en su ampliación del ámbito espiritual
más allá de los límites de la conciencia y por sobre el espacio
personal también se ha evidenciado como útil y revolucionaria
en la esfera pública y empresarial. Sobre todo, por su vasto
alcance en el pasado. Ella saca a la luz trasfondos ocultos que
llevan al éxito y al fracaso y permiten reposicionamientos decisivos.
Pasado aquí significa que también aquellos ancestros de los
cuales no tenemos conocimiento –porque vivieron mucho antes
que nosotros– y los acontecimientos que quedaron sin solución
saldrán a la luz en la Constelación Familiar. De repente nos damos cuenta que nuestros antepasados siguen viviendo en nosotros y a través de nosotros y junto a nosotros quieren llevar
algo a su fin, algo que les traerá paz, a ellos y a nosotros.
En este movimiento las particularidades seguirán ocultas. No
obstante, los movimientos decisivos, por ejemplo aquellos que
reconcilian mutuamente a víctimas y perpetradores, serán tangibles y llegarán a su fin.
La elección de una carrera
A veces se evidencia que la elección de nuestra carrera está
al servicio de la reconciliación. Después de tu constelación, en
la que están considerados los ancestros, nuestras posibilidades
se amplían enormemente. También puede ocurrir que nuestra
vida y nuestra profesión den un nuevo giro y que nuestras capacidades hasta ahora contenidas puedan desarrollarse en toda su
plenitud.
De vez en cuando otra cosa sale a la luz. Que una persona de
nuestro pasado –a pesar de que no sabemos nada de ella–
pueda tomar posesión de nosotros y que nuestras emociones,
sobre todo las negativas, se evidencien como suyas y no como
nuestras.
También aquí a través de la Constelación Familiar del Espíritu
se facilitará y posibilitará una solución.
El Karma
Hay algo más que para muchos puede resultar extraño, a pesar
de que también sale a la luz en las Constelaciones Familiares.
En las Constelaciones Familiares del Espíritu cambia nuestro representante y a veces, cuando nos implicamos directamente en
una vida pasada, también cambiamos nosotros. Sobre todo si
en aquel momento algo quedó incompleto y continúa actuando
como karma.
A través de la Constelación Familiar del Espíritu ese karma llegará a su fin. ¿Cómo? Con amor, con ese amor espiritual que todo
completa, porque va en busca de todo lo que fue apartado y con
amor completa lo incompleto.
La otra dimensión
En el último tiempo, de vez en cuando aparece en las Constelaciones Familiares del Espíritu un movimiento que trasciende los
límites de las Constelaciones Familiares. De repente los representantes y por encima de ellos el grupo de participantes –incluíso cuando éste comprende más de cien personas– son arrastrados en un movimiento que alcanza otra dimensión. Todos serán
tomados por ese movimiento sin que ellos puedan oponerse.
Aquí, por ejemplo, se trata de movimientos que toman a todo un
pueblo y con ellos a aquellos con quienes ellos estaban en guerra.
O se trata del trauma de guerras de exterminio que sucedieron
hace mucho tiempo, como por ejemplo la invasión de los mongoles. En este movimiento entra en acción de modo irresistible
un karma transversal a los pueblos que finalmente alcanza la
calma.
A estas constelaciones no las podemos desear ni poner en escena. Aquí actúan otras fuerzas, fuerzas espirituales. Ciertamente
siempre con un amor que todo lo contiene y que de modo curativo supera ese pasado para todos.
“Yo sirvo”
Toda vida sirve. Por el simple hecho de estar allí. Junto con muchas otras vidas ella está allí. Y todas ellas sirven a un gran todo.
Es en este sentido que sirven cada progreso, cada conquista, al
todo.
La condición es que los utilicemos de forma tal que sirvan a la vida. De otro modo podríamos fácilmente dañarnos a nosotros mismos.
Esto también vale para las Constelaciones Familiares y aquí en
particular para las Constelaciones Familiares del Espíritu. Pues
detrás de todo actúa una fuerza creadora. Por eso es impartante que en las Constelaciones Familiares sirvamos en consonancia con esa fuerza. Qué significa esto en detalle.
Cuando alguien nos pide que constelemos a su familia y nosotros satisfacemos su deseo, queremos servir a esa persona. La
pregunta es: ¿lo servimos en consonancia con esa fuerza creadora?
¿O nos ponemos en su lugar, como si pudiésemos y tuviésemos el derecho de hacerlo?
Cuando servimos a otros según nuestros criterios, lo cual es
correcto para ellos, fácilmente equivocamos lo esencial.
En las Constelaciones Familiares del Espíritu podemos escapar
a este peligro. Allí nos entregamos exclusivamente a los movimientos del espíritu en los representantes y en nosotros. Por
consiguiente damos nuestro consentimiento a un pedido en el
sentido antes mencionado solamente cuando en consonancia
con ese movimiento espiritual percibimos que tenemos el derecho de hacerlo -o incluso debemos hacerlo- y que también
quien busca ayuda está dispuesto a confiar en esos movimientos.
En las Constelaciones Familiares del Espíritu no siempre lo logramos. Con mucha frecuencia también aquí nos encontramos
en el ámbito de influencia de la conciencia y creemos que podemos guiar los movimientos del espíritu según nuestra voluntad.
¿Qué ocurre entonces con nosotros? Sentimos en el cuerpo y
en el alma que hemos perdido nuestro centro y perdemos la meta a la que apuntábamos.
A veces, también durante una constelación nos abandonan las
fuerzas y nos abandona la comprensión de cómo poder continuar. Curiosamente con frecuencia sucede justo en ese momento
algo decisivo, tanto para el cliente como para nosotros. Una fuerza espiritual se hace cargo de la conducción y nosotros la seguimos.
¿Qué significa por lo tanto en las Constelaciones Familiares del
Espíritu, como también en otras ocasiones: “Yo sirvo”?
Yo sirvo en consonancia con ese espíritu creador – también en
consonancia con su amor.
¿Cuál es el resultado? Tanto quien busca ayuda, como nosotros,
miramos juntos en la misma dirección. Seremos guiados por
otras fuerzas y al mismo tiempo seremos personalmente independientes y libres uno del otro.
EL CORAZÓN
El amor espiritual actúa cuando el corazón late con él. ¿Cómo?
A través de la benevolencia con nosotros y los demás, una benevolencia que en su amor permanece dentro los límites, una benevolencia posible para nosotros y los demás, una benevolencia
que nos puede ser exigida.
A través del espíritu el corazón se mantiene a una prudente distancia de sus deseos. A través del corazón el amor espiritual gana
la calidez y la disposición a actuar allí donde es posible y adecuado.
La constelación familiar del espíritu es sobre todo una búsqueda del corazón, porque nuestro corazón busca al espíritu y
con él quiere unirse. Ya que sin el espíritu el corazón pierde
el sentido de lo posible y también la distancia que la benevolencia y el respeto a los otros requieren.
Con frecuencia nos resulta difícil contener al corazón, porque
su amor todavía necesita de la purificación que lo espiritualiza.
Es por eso que el corazón busca al espíritu.
Tan pronto como el corazón late en consonancia con el espíritu
encuentra su centro, encuentra su esencia. Y nosotros, con el
corazón y el espíritu unidos en nuestro interior, encontramos la
calma y la fuerza para alcanzar el gran amor que todo soporta
y todo ama tal como es: amor del corazón y amor del espíritu
en uno. Recién ahora el amor actúa con fuerza también hacia
afuera.
Adentro y afuera
Adentro, es para nosotros, sobre todo, lo que sucede dentro
de los límites de nuestro cuerpo, dentro de nuestra piel. El adentro es un límite importante. Sólo cuando lo respetamos seguimos
vivos.
Cuando nos encontramos con otros e iniciamos con ellos una
relación, en cierta medida salimos de nosotros mismos. ¿Hacia
dónde caminamos entonces? ¿Podemos penetrar en el otro, o
puede él hacerlo en nosotros? ¿En qué ámbito tiene lugar una
relación? Solamente en una zona intermedia, en una zona entre
nuestros límites corporales.
¿Esta zona intermedia me pertenece? ¿Es también una parte de
mí? ¿Me encuentro con los demás por fuera de mí o compartimos esa zona intermedia, de modo tal que ella nos pertenece,
tanto a mí como al otro? ¿Les pertenece esa zona intermedia
a todos los otros o solamente les pertenece a aquellos que frente
a otros la delimitan, de manera que ambos comparten esa zona
intermedia y la experimentan como una zona común?
¿Dónde están entonces el adentro y el afuera? ¿Existe entonces
para dos o más personas un afuera común, como por ejemplo
en el caso de una familia? Adentro significa sobre todo: dentro
de nuestras relaciones.
Este adentro puede ampliarse cuando otras personas que antes
estaban afuera son incorporadas al adentro, son incorporadas
a la relación que establecemos con ellos. Cuando todas las otras
personas han sido integradas de ese modo, cuando nuestro amor
ha crecido lo suficiente para que todos tengan lugar en nuestro
interior, entonces habrá para nosotros solamente un adentro y
ningún afuera más.
En este adentro no tenemos la misma distancia con todas las
personas. Sin embargo, al final nadie queda afuera.
¿Dónde está entonces nuestro centro? ¿En qué centro nos movemos en las Constelaciones Familiares del Espíritu? Nos
movemos en el centro de todas nuestras relaciones. Alcanzamos ese centro cuando todos los que pertenecen son atraídos
e impulsados hacia ese centro, y a partir de él nos unimos a
todos con el mismo amor. En ese centro no existe más al lado
ni encima o debajo de otro. En él, por sobre todo, no existe
más el afuera.
En él todos están unidos. Por eso, sólo en nuestro centro estamos completamente concentrados y totalmente presentes.
¿Hacía dónde va por lo tanto nuestro movimiento en las Constelaciones Familiares del Espíritu? Va hacia todos y hacia todo
en nuestro centro. En él todos y todo están con nosotros completamente presentes •
CONTRATAPA
Bert Hellinger nació en Alemania en 1925. Estudió Filosofía,
Teología y Pedagogía. Como terapeuta sistémico descubrió que
dentro de los sistemas de relaciones humanas existen leyes y órdenes de compensación que denominó Órdenes del Amor y basándose en ellos desarrolló un método breve y efectivo para alcanzar la reconciliación, con lo que obtuvo el reconocimiento
como uno de los psicoterapeutas claves del mundo actual.
Tenemos la suerte de poder acercarles un libro sobre las nuevas
Constelaciones Familiares del Espíritu, que contiene las principales
líneas de este enfoque hasta llegar al trabajo actual del filósofo
alemán Bert Hellinger sobre los caminos hacia la reconciliación.
Impulsado por los movimientos del Espíritu, este libro surge como
el primero de la colección "Nuevas comprensiones", creada para
divulgar modos de apertura que aporten al asentimiento de todo
tal cual es, a la unidad y a lo esencial de la vida.
Tiiu Bolzmann
Directora Editorial
CREDITOS
Dirección Editorial: Tiiu Bolzmann
Traducción: Alejandro Epstein
Coordinación Editorial: Graciela Lauro
Diseño: Patricia Lamberti
Impresión: Look Impresores s.r.l.
Primera edición: octubre 2010
Copyright Hellinger Publications
Copyright Alma Lepik, 2010
Reservados todos los derechos por la editorial. Este libro no
puede reproducirse total ni parcialmente, en cualquier forma
que sea, electrónica o mecánica, sin la autorización escrita
de los autores y/o la editorial.
Hecho el depósito que marca la ley 11.723
Impreso en Argentina
Alma Lepik Editorial
gerencia@almalepik.com • www.almalepik.com
Quito 4231, Buenos Aires
Hellinger, Bert
Constelaciones Familiares del Espíritu : una reseña /
Bert Hellinger ; dirigido por Tiiu Bolzmann; coordinado
por Graciela Lauro - 1a ed. - Buenos Aires : Alma Lepik, 2010.
56 p. ; 15x10 cm.
Traducido por: Alejandro Epstein
ISBN 978-987-1522-11-8
1.Psicología. I. Tiiu Bolzmann, dirección; Epstein, Alejandro,
traductor; Lauro, Graciela, coordinación. IV. Título
CDD 150
Fecha de catalogación: 01/10/2010
NUESTRO CATALOGO
Orden y Amor. El orden viene primero, luego el amor.
Bert Hellinger
"El orden viene primero, luego el amor", nos dice Bert Hellinger.
En esta reseña, él despliega lo central de esta afirmación, que
es un pilar de su filosofía, para que podamos entender interiormente la importancia del orden en el amor y cómo éste fluye
sólamente si sucede al primero. La sabiduría de Bert Hellinger
desde lo esencial y al servicio de la paz en las relaciones interpersonales, al alcance de todos.
Constelaciones familiares del espíritu. Una reseña.
Bert Hellinger
Un libro sobre las nuevas Constelaciones Familiares del Espíritu,
que contiene las principales líneas de este enfoque hasta llegar
al trabajo actual del filósofo alemán Bert Hellinger sobre los caminos hacia la reconciliación. Impulsado por los movimientos del
Espíritu, este libro surge como el primero de la colección "Nuevas comprensiones", creada para divulgar modos de apertura
que aporten al asentimiento de todo tal cual es, a la unidad y a
lo esencial de la vida.
Trauma, una cuestión de equilibrio. Anngwyn St. Just
Anngwyn St. Just reunió piezas clave para el conocimiento, piezas
que contribuyen a tener una visión sistémica del trauma en todo el
mundo, con métodos innovadores que ha desarrollado en su búsqueda de soluciones. La autora aporta estudios casuísticos fascinantes y ejemplos de la historia reciente, y arroja luz sobre las profundas coherencias que se encuentran detrás de muchos traumas
tenaces que se perpetúan a través de muchas generaciones.
Al beber de científicos y facilitadores tan diversos como Einstein,
Sheldrake, Böszörmengy-Nagy, Schützenberger y Hellinger, la autora muestra, en el plano del alma, tanto nuestra profunda interconexión y nuestro compromiso por lograr un equilibrio, como nuestras
lealtades inconscientes que estimulan la repetición dolorosa.
Anngwyn guía al lector hacia la búsqueda de recursos y hacia la
restauración de la dignidad de víctimas y perpetradores, y acompaña a mirar, más allá de los individuos e incluso de las familias, el
tema no resuelto de guerras y otras calamidades. Este libro amplía
la base de la compasión y la aptitud de quienes se ocupan de la recuperación de traumas.
Judith Hemming.Terapeuta gestáltica, facilitadora y cofundadora
de The Center for the Study of Intimate and Social Systems,
Londres- G.B.
Aunque me cueste la vida. Constelaciones sistémicas en
casos de enfermedades y síntomas crónicos
Stephan Hausner
Este libro tiende una mirada al potencial sanador de las constelaciones sistémicas. Tras una breve introducción a los fundamentos de las
constelaciones familiares y las formas de proceder en las constelaciones con enfermos, Stephan Hausner cede a los pacientes la palabra.
Mediante numerosos ejemplos de su trabajo con grupos de
constelaciones muestra tanto posibles conexiones entre la enfermedad y los temas familiares, como posibilidades para llegara a
una solución.
Cuentos de vida. Bert Hellinger
Los cuentos pueden decir aquello que de otra manera no tiene permiso de ser expresado. Porque lo que ellos muestran también saben
esconderlo, y su verdad es imaginada al igual que el rostro de una
mujer detrás del velo.
Los cuentos compilados en este libro nos invitan a transitar un camino de entendimiento, superando, a menudo, nuestras ideas habituales. Giran alrededor de un centro y alrededor de un orden oculto
que, más allá de los límites de conciencia y culpa, une lo que está
separado.
Algunos cuentos tocan lo extremo. Nos llevan a lo largo del camino
del entendimiento hasta sus límites, sin temor y sin contemplaciones. Son el corazón de esta colección.
La reconciliación con el Origen y el Destino. Graciela Lauro
"Graciela Lauro es autora de un libro pionero y de lectura necesaria
para quienes deseen tener un primer contacto con el método de las
Constelaciones Familiares. Expone con sencillez las bases de este
trabajo, recorre con respeto sus fundamentos, traza rutas para transitar por todos los ámbitos a los que se puede aplicar esta valiosa
filosofía, e invita a los protagonistas a dar su testimonio para seguir
avanzando. Como persona, su mirada valiente sirve de guía para
muchos, especialmente para quienes empiezan a familiarizarse con
este universo que se antoja inmenso. Como periodista, su curiosidad innata y entrevistas magistrales como la que cierra el libro dejan abierto el campo para quienes necesiten mayor profundidad y
concreción". Loli Moreno
Mística cotidiana. Bert Hellinger
Las experiencias místicas son vivencias comunes a todo ser humano. Como afirma Bert Hellinger, la única condición para poder
acceder a ellas es nuestro grado de apertura.
Con esta Mística Cotidiana, el autor nos invita a transitar ese camino que lleva hacia nuestro interior. Es el tramo de experiencia
personal más pura y ancestral. Es un viaje interior con sus diferentes estaciones, un recorrido que nos permite acceder a profundas
comprensiones sobre nuestro pensar y nuestras formas de actuar.
En nuestro día a día, ¿cómo podemos sentir nuestra espiritualidad? ¿Qué nos exige este camino?
Bert Hellinger nos conduce en esta obra a sentir la profunda felicidad que nos embarga cuando por fin llegamos, cuando tocamos
nuestra más profunda interioridad, cuando experimentamos la experiencia última. También si en el recorrido nos encontramos con
nuestros miedos más profundos, también si descubrimos cuánta
verdad hay en nuestras relaciones. En este camino ejercitamos la
humildad.
La verdad en movimiento. Bert Hellinger
Implicaciones por destino, esperanza y amor, odio y reconciliación,
responsabilidad y libertad, vida y muerte, y lo divino.
Bert Hellinger muestra cómo todo actuar humano se realiza en un
contexto más amplio en el cual el papel del individuo, aunque importante, es limitado. Un contexto que, en definitiva, señala hacia una
fuente primigenia que se sustrae a todo entendimiento racional.
Equilibrio relativo en un mundo inestable. Una investigación
sobre Educación de Traumas y Recuperación
Anngwyn St. Just
Este libro, una narración autobiográfica que surge de un campo personal para abarcar un entorno mayor, es un ejemplo de respeto e integración: el trabajo con el trauma y su sanación requiere una mirada global que abarque no sólo aspectos psicológicos, sino también
aspectos sociales, ambientales y culturales. De ahí la importancia
que la autora concede a la Naturaleza, a la sabiduría chamánica, a
los métodos multiculturales verbales y no verbales, al trabajo corporal y al poder sanador de la comunidad.
Por la pluralidad de aspectos que toca, esta lectura representa una
invitación para ampliar los conceptos habituales del trabajo con los
traumas, al tiempo que guía al lector hacia una comprensión más
profunda del concepto de trauma personal y social. Un libro que se
recomienda a toda persona que haya vivido un trauma profundo o
asista a otros en la búsqueda de soluciones sanadoras.
Viajes interiores. Bert Hellinger
Bert Hellinger nos invita a hacer un viaje hacia nuestro centro. Allá
donde estamos con nosotros mismos en lo más profundo. Nos describe estos viajes interiores, paso a paso. Pero también nos muestra qué peligros acechan en este camino, qué nos desvía o nos detiene, e incluso, qué nos obliga a retroceder.
A menudo, en estos viajes interiores se nos regala una comprensión;
entonces sabemos, de pronto, cuál será el siguiente paso en nuestra vida. Pero a veces también estamos frente a una puerta; entonces esperamos que se abra, como por sí misma.
Una mirada espiritual hacia algo escondido que nos atrae a pesar
de que, al mismo tiempo, se oculta de nosotros.
El manantial no tiene que preguntar por el camino
Bert Hellinger
Bert Hellinger ha llevado a cabo una continua evolución de las constelaciones familiares durante el transcurso de los años. En este libro
resume temas que en su trabajo han demostrado ser fundamentales:
los órdenes en la familia, hombres y mujeres, ayudar y soltar, enfermedad y sanación, vida y muerte, religión, y movimientos del alma.
Entre las numerosas publicaciones personales de Hellinger y aquellas que tratan acerca de su método, faltaba este libro. Es el resumen ideal de declaraciones y entendimientos fundamentales que
Bert Hellinger ha ofrecido en diferentes lugares, en diferentes contextos y sobre diferentes temas. Se pone de manifiesto cuán multifacéticos son las ideas y las declaraciones fundamentales de Hellinger y con cuánta claridad describen las dinámicas, los fenómenos sistémicos y la conexión de los efectos que se manifiestan:
es un libro que da respuestas sin cercenar ideas e hipótesis propias, un libro que alienta a continuar reflexionando, a contradecir
y a permitir que lo que se ha leído fluya e interpenetre el propio
trabajo.
Las lágrimas de los ancestros. La memoria de víctimas y
perpetradores en el alma tribal. Daan van Kampenhout
"Este libro es una contribución importante a nuestra comprensión
de los problemas enraizados en los traumas colectivos. A las personas que han sido víctimas de una violación les ayudará tomar
conocimiento de los patrones del alma cuando responden a las
heridas profundas. Quienes quieran investigar las sombras de la
historia y la herencia de la guerra, las persecuciones y el genocidio, aumentarán su percepción sobre aquello que nos liga a los
grupos de pertenencia y sobre cómo podemos manejar esta pertenencia de manera responsable".
Rabino Dr. Zalman Schacther-Shalomi, coautor de
“From Age-ing to Sage-in” .
Enfermedad que sana. Dra. Ilse KutscheraChristine Schäffler
“El cuerpo comienza a clamar cuando se ignoran sus necesidades espirituales”. La doctora Ilse Kutschera, médica especialista
en medicina interna y cardiología, ha hecho esta observación
una y otra vez en el curso de su práctica de muchos años.
La pregunta central de su trabajo es saber cuándo aparecen los
síntomas y dónde radican las causas. En el método de las Constelaciones Familiares creado por Bert Hellinger, ella encontró un
enfoque terapéutico que complementa su punto de vista como
profesional médica.
“Este libro es una obra precursora de primer nivel. Junto a la profusión de nuevas convicciones, también describe los pasos concretos que conducen a nuevas soluciones muchas veces sorprendentes”.
Imágenes que solucionan. Bert Hellinger-Tiiu Bolzmann
Es la transcripción de un taller de Constelaciones Familiares, dirigido por Bert Hellinger en Buenos Aires en abril del 2001.
Se trata de historias familiares comunes, secretos familiares, encuentros entre padres e hijos, problemas de pareja, destinos difíciles, y también de historias políticas de la Argentina acerca de
la represión.
En el transcurso del taller, Bert Hellinger explica sus pensamientos básicos en base a los Órdenes del Amor. Habla sobre las implicaciones sistémicas que nos desvían de nuestro camino y nos
llevan a ocupar en la familia lugares que no nos corresponden,
que nos traen desdichas e incluso nos enferman.
“Imágenes que solucionan” es un libro de aprendizaje, y nos permite acceder a respuestas que nos ayuden a comprender los temas familiares y personales.
La sanación viene de afuera. Daan van Kampenhout
Daan van Kampenhout y Bert Hellinger tuvieron una correspondencia larga e intensa referente a la relación entre chamanismo
y Constelaciones Familiares. Las ideas exploradas en esta correspondencia constituyen el fundamento de "La sanación viene
desde afuera", en el cual las dinámicas del trabajo sistémico de
Bert Hellinger se describen cuidadosamente desde el punto de
vista del chamanismo tradicional.
Este libro señala los principios espirituales que subyacen, tanto
en el fundamento de la práctica chamánica, como de las Constelaciones Familiares, e incluye muchas sugerencias prácticas para las personas que toman parte en el trabajo sistémico como
participante o como facilitador.
Las explicaciones teóricas se concretan con ejemplos de sesiones con clientes y grupos, con experiencias personales del autor,
con rituales en reservas indígenas de los Estados Unidos y con
anécdotas de sus estudios con sanadores tradicionales y chamanes.
Eres uno de nosotros. Marianne Franke-Gricksh
Desde este trabajo de orientación sistémica, la autora relaciona el
pensamiento de Bert Hellinger, acerca de la unión con la familia de
origen, con otros diferentes puntos de partida de la enseñanza sistémica. Por lo tanto, los relatos se basan en ejemplos prácticos de
la enseñanza cotidiana. Ante todo, resulta fascinante la forma en
que los niños captan y llevan a cabo las propuestas partiendo del
entusiasmo y la riqueza de ideas que les son propios.
Este es un libro especial, valioso en experiencia, próximo a lo cotidiano, pleno de ejemplos que dejan sus improntas, que generan
esperanza e inducen a la imitación. Es a la vez una guía destinada
a padres y docentes para resolver situaciones que parecen difíciles e incluso sin salida.
La punta del ovillo. Bert Hellinger
En las 63 terapias breves documentadas por primera vez en este
libro, las soluciones surgen directamente de los acontecimientos y,
por consiguiente, son siempre distintas y únicas.
Además, Bert Hellinger intercala comentarios aclaratorios, por ejemplo, respecto del duelo, de los muertos, de las causas de enfermedades graves o del suicidio, y describe asimismo el camino del conocimiento que lleva a la gran variedad de las soluciones aquí documentadas. Es un libro apasionante y de una gran riqueza.
Cuando cierro los ojos te puedo ver. Ursula Franke
La claridad y estructura de este libro transmite a psicoterapeutas,
consejeros, pacientes e interesados en la terapia una excelente
visión integradora, así como también múltiples sugerencias para
procedimientos de orientación resolutiva en el trabajo terapéutico
individual.
Esta obra brinda a los especialistas que buscan aplicar el enfoque
de Bert Hellinger en sesiones individuales, la posibilidad de incorporar esta herramienta a la práctica diaria. Además, ayuda en la preparación de los trabajos de Constelaciones Familiares en grupos.
"Es un libro hermoso y útil que muchos, al igual que yo, han estado
esperando". Bert Hellinger
Los Órdenes de la ayuda. Bert Hellinger
El apoyo mutuo y la ayuda son elementos esenciales para los vín-
culos interpersonales, constituyen la base del trabajo en psicoterapia y en el ámbito psicosocial.
En este texto, Bert Hellinger se ocupa de los “órdenes de la ayuda”
primordiales. Se refiere al dar y al tomar entre personas, una que solicita ayuda y otra que la ofrece. En el campo profesional, tanto la
psicoterapia y como la asistencia social son modalidades de la ayuda que invariablemente remiten al vínculo primario, y fundante, entre
padres e hijos. Allí donde se respetan los "órdenes de la ayuda" es
más fácil lograr un intercambio eficaz.
En este extenso libro didáctico, Bert Hellinger describe las condiciones fundamentales para ayudar. A cada orden de la ayuda le contrapone un correspondiente “desorden” que tendrá consecuencias no
deseadas para quienes prestan ayuda y también para quienes la reciben.
Las constelaciones familiares y el trabajo con los “movimientos del
alma” son diferentes de otras formas de psicoterapia y asesoramiento, especialmente en lo que se refiere a la actitud de la persona que
ayuda.
“Los Órdenes de la Ayuda” tiene consecuencias revolucionarias.
Está integrado al proceso de desarrollo continuo en Constelaciones
Familiares y muestra el nivel que ellas han alcanzado actualmente.
Después del conflicto, la paz. Bert Hellinger
Bert Hellinger presenta su visión global del mundo y se concentra en
los mecanismos del alma que llevan a los grandes conflictos: las guerras entre pueblos y religiones.
Los conflictos son parte de la vida del hombre. Nuestros conflictos
pequeños, cotidianos, son normales. En definitiva, sirven para crecer.
En contraposición con ellos, existen también los grandes conflictos,
los que se manifiestan entre pueblos y grupos étnicos. En los grandes conflictos los humanos despliegan el deseo de aniquilar. Según
el autor, la convicción –que por lo general se conecta con una
ideología- sería responsable por la dinámica asesina que opera
en los grandes conflictos.
También se puede atribuir cierta responsabilidad a la tranquilidad de
conciencia con la que los antagonistas entran en el conflicto. La conciencia tranquila, específica en cada grupo, funciona siguiendo el principio de un tablero en blanco y negro: en el bando opuesto sólo ve lo
malo y, en casos extremos, le niega al opositor todo rasgo humano.
La concepción terapéutica de Hellinger tiene también una dimensión
política. Admite que los perpetradores son seres humanos que están
implicados, al igual que todos los demás.
Para Hellinger, la exigencia cristiana de amar a los enemigos es la
máxima expresión de un mandato ético y también pragmático: el único
camino posible para la sanación consiste en ver que en el asesino
hay un ser humano.
Un largo camino. Bert Hellinger- Gabriele ten Hövel
Bert Hellinger ha revolucionado el trabajo terapéutico. En pocos años
ha integrado nuevos aspectos fundamentales a la Terapia Sistémica
y Familiar, ganándose un amplio consenso entre terapeutas y clientes. En muchos sectores, su trabajo ha suscitado asimismo opiniones
discrepantes.
La nueva obra de conversaciones con Gabriele ten Hövel es el libro
más personal de Bert Hellinger. Con palabras plenas de información,
agudas y polémicas, describe desde experiencias que lo marcaron
en su infancia hasta los pasos evolutivos del trabajo sistémico denominado movimientos del alma. Y abre la mirada hacia una nueva visión para unir a perpetradores y víctimas y también acerca de recordar y excluir.
Cuentos que nos unen. Maita Ángeles Cordero
Estos relatos sugieren cuáles pueden ser las ventanas a un mundo
desconocido hasta cierto punto, que es el transgeneracional. En este
camino al pasado de nuestra familia se iluminan sucesos que han
permanecido en la sombra. Para algunos encontrar estos conflictos
no resueltos puede ser muy doloroso pero el resultado de encararlos
facilita cambiar actitudes y hábitos que nos han limitado para tomar
la fuerza de la vida y así desarrollar la creatividad para disfrutarla.
Gracias a la mirada sistémica y transgeneracional de la autora, estos cuentos se convierten en un material que pone en movimiento recuerdos, necesidades, íntimos deseos, que descubrimos como nue-
vos pero que siempre han estado ahí.
Revista Constelando
Publicación temática sobre Constelaciones Familiares
y Soluciones Sistémicas
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