¿Qué son las plantas carnívoras? Las plantas carnívoras son especies vegetales que obtienen los nutrientes que necesitan para crecer y desarrollarse del consumo de insectos y protozoos, siendo los primeros el alimento más habitual. ¿Cómo se alimentan? Todas las plantas carnívoras disponen de un mecanismo de captura. Éste varía dependiendo de la especie que sea. A saber: Pinzas: las únicas especies que tienen pinzas para atrapar a los insectos son la Dionaea muscipula y la Aldrovanda Estas plantas cuentan con cilios detectores que se cierran cuando un organismo se posa en ellos. Pelos pegajosos: es el usado por la Drosera (analizada en el blog). Sus hojas presentan unos filamentos que segregan un fluido viscoso. Trampas de caída: son trampas en forma de copa o jarrón. En el fondo tienen un líquido acuoso que sirve para ahogar al insecto. Trampas mecánicas: exclusivas del género Uticularia. Es el mecanismo más complejo y se encuentra en el tallo de estas plantas acuáticas. Trampas langosta–olla: las especies del género Genilisea atraen a los insectos de forma química. Cuentan con una hoja en forma de Y que permite al organismo entrar, pero no salir. Este tipo de vegetación puede desarrollarse en casi cualquier clima (de hecho, se suelen clasificar en carnívoras de clima templada y carnívoras de clima no templado) y en suelos pobres (son poco exigentes en cuanto a la calidad del terreno). Como podrás deducir dadas estas condiciones, existe una gran variedad de especies que pertenecen a esta peculiar familia vegetal. Algunas de las plantas carnívoras más comunes Como ya hemos mencionado anteriormente, en la actualidad hay un gran número de especies carnívoras. Aunque pueden presentar alguna diferencia de una a otra, todas ellas tienen algo en común: se alimentan de insectos. Para el consumo de organismos, usan los mecanismos analizamos en el apartado anterior. Las plantas carnívoras conforman una gran familia vegetal. Existen numerosas especies y variedades, con aspectos comunes y características diferenciadoras. Veamos algunas de ellas: Darlingtonia californica (lirio cobra): esta planta nativa de California y Oregón crece en pantanos y en zonas de agua. Es una variedad muy rara y destaca por su apariencia. A diferencia de lo que se puede pensar cuando se ve, esta especie no atrapa el agua de lluvia en su jarra. Lo que hace es bombearla desde sus raíces Drosera (rocío de sol): carnívora perenne que atrapa los insectos con las hojas. Estas partes están recubiertas por unos pelos pegajosos que recuerdan a las gotas del rocío, se ahí su nombre. Sarracenia: nativas del oeste de Texas y del sudeste de Canadá, abarca un total de 11 especies. Sus trampas son como tubos o jarrones que tienen en sus borden néctar capaz de atraer a los insectos y agua en su interior para ahogarlos. Cephalotus (jarrito enano):es un género de una sola planta carnívora. Cuenta con una jarra que usa como trampa. ¿Cuáles son los cuidados que necesitan las plantas carnívoras? Las plantas carnívoras son resistentes, poco exigentes y longevas . Pero no todo es oro lo que reluce. Muchas de las especies de esta gran familia requieren una cantidad de luz concreta, algunas una temperatura específica y otras una maceta determinada. Todos los cuidados dependerán en gran medida de la especie que sea o del clima en el que se encuentre plantada. Lo más importante está recogido a continuación. Aclimatación Todas las plantas carnívoras necesitan un periodo de aclimatación cuando se cultivan en casa. Estas especies deben introducirse en un lugar interior con cuidado y de la mejor manera posible. Lo mejor es que en un principio se ponga en un terrario (con alta humedad). Al mismo tiempo, conviene sacarla de vez en cuando durante unos minutos para airearla. Tras varias semanas, se puede quitar definitivamente y tratarla de forma normal. La luz Para un correcto desarrollo, las carnívoras requieren basta luz solar. De hecho, existen especies que necesitan que los rayos del sol les den directamente al menos durante 5 horas. Otras variedades como la Drosera no quieren sol directo, pues sus trampas pueden quemarse. Estas plantas no crecen bien en lugares sombríos. Además, es importante que sepas que las carnívoras prefieren la luz natural a la artificial, aunque esta última es habitual instalarla en los terrarios y los invernaderos. La temperatura La temperatura variará en función de la especie que sea, es decir, de si se trata de una carnívora de origen tropical o por el contrario es nativa de las zonas no tropicales. Por ejemplo, la Dionea y la Sarracenia necesitan pasar unos meses de hibernación por lo que la temperatura ideal debe ser inferior a los 5 ⁰C. La Drosera, sin embargo, es una planta tropical que no aguanta el frío. Debes asegurarte de qué especie es tu planta y, en consecuencia, cuidarla de una manera u otra. Las macetas El tipo de recipiente en que se planten también es un factor muy a tener en cuenta. Estas plantas prefieren las macetas de plástico, pues son resistentes, duraderas y las hay de todos los tamaños. Pero también puedes emplear recipientes de porcelana o cristal. Evita las de barro, pues suelen contener minerales que se disuelven en el agua y que terminaría por perjudicar a la planta. Humedad Todas estas plantas necesitan una humedad ambiental elevada y ésta se puede conseguir de varias formas: Poniendo la planta en un cuenco o maceta con un par de centímetros de agua. Pulverizando las hojas con agua destilada (NO pulverices Droseras, Pinguiculas ni Dionaea). Instalando un humidificador en la habitación. Plantarlas en un terrario (recuerda renovar el aire, pues un exceso de humedad puede provocar la aparición de hongos). El sustrato Tal y como hemos dicho con anterioridad, las plantas carnívoras no son exigentes en cuanto al tipo de sustrato en el que se planten. Pueden sobrevivir en casi cualquier terreno. En su hábitat natural, estas especies crecen en suelos muy pobres, por tanto, lo mejor es colocarlas en macetas con tierra pobre en nutrientes. No plantes las plantas en un sustrato rico en sales minerales, pueden morir.