La profesión de modelo en la sociedad actual. Para hablar del impacto social del modelaje actualmente, debemos primeramente hablar de su origen y recorrido. El inicio de esta profesión podría situarse en varios puntos de la historia, pero tomaremos como referencia el año en el que se inaugura la primera agencia de modelaje en Filadelfia, Estados Unidos, 1841, haciendo que situemos también en este punto (mediados del siglo XIX) las primeras veces en las que se utilizaba la imagen. Esta profesión comenzó como un medio para la venta de ropa y exhibición de esta, pero no tardó en crear un protagonismo sobre los modelos y las modelos que desfilaban o aparecían en los comerciales, generando una competición por el éxito y la fama. Este fenómeno se extiende hasta el día de hoy, colocando ya a modelos como Bella Hadid o Winnie Harlow en grandes eventos como Vanity Fair o los Oscar Academy Awards, lugares pertenecientes a otras profesiones como la actuación y dirección que están recibiendo el impacto de la relevancia de los modelos. Ante la manera actual en la que se vive el modelaje, algunos diseñadores optan por la contratación de modelos anónimas o sin fama cuando quieren destacar únicamente el producto que han creado, pero anónimos o no, el hiperconsumo de moda ya sea en desfiles o en publicidad tiene un gran afectado: el cuerpo. El efecto de una profesión en la cual el éxito está basado en tener un cuerpo más estereotípico que el de otra persona podrían clasificarse como claramente negativo, debido a que ha derivado en que más allá de mantener una dieta equilibrada o hacer ejercicio, se ha convertido en una “batalla” por triunfar sin tener en cuenta que es sano o que podemos considerar “moral”. En la sociedad occidental el canon de cuerpo ideal ha empezado casi a la misma velocidad que las tendencias, haciendo que cada moda se relacione con un tipo de cuerpo