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colibacilosis en ovinos

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COLIBACILOSIS
EN OVINOS
FORMAS DE INFECCIÓN: SISTÉMICA Y
ENTÉRICA O ENTEROPATOGÉNICA.
Colibacilosis sistémica (colisepticemia)
Es una infección, localizada o generalizada, que se puede
presentar en corderos de uno a 14 días de edad, pero afecta con
mayor frecuencia a corderos entre dos y seis semanas de edad.
Se caracteriza por su presentación aguda o sobreaguda y los
corderos afectados pueden presentar o no diarrea. Los serotipos
de E. coli que producen este cuadro, especialmente el 078: K80,
invaden la circulación a través de la mucosa del lumen intestinal,
mucosa nasofaríngea, criptas tonsilares y vasos umbilicales.
Este tipo de E. coli invasivo se caracteriza por poseer un
plasmidio el cual tiene codificado la producción de "Colicina V", el
cual es un metabolito de virulencia.
Colibacilosis entérica (enteropatogénica)
Se presenta generalmente en corderos criados bajo condiciones intensivas o en
corderos huérfanos. Afecta con mayor frecuencia a corderos de 2 a 8 días de
edad.
El término de E. coli enteropatogénica (ECEP) es usado para designar a las cepas,
de este organismo, con particular potencial para causar diarrea (Sojka et al,
1979). De acuerdo con Punyashithitti y Finkeistein (1971), para que una cepa de
E. coli exprese su enteropatogenicidad se requieren al menos tres condiciones:
1.
La cepa tiene que ser capaz de establecerse
en la parte anterior del intestino delgado del huésped.
2. La cepa tiene que ser capaz de producir una
enterotoxina activa en el intestino delgado, y por último,
3. El huésped tiene que ser reactivo y responder a esta
enterotoxina.
SIGNOS CLINICOS FORMA SEPTICÉMICA:
Los animales afectados por esta forma de colibacilosis son
generalmente corderos entre 2 a 6 semanas de edad. En
los casos aguaos los animales afectados presentan aumento
de la temperatura rectal (41° - 42° C) y predomina la
signología nerviosa. Los corderos afectados no presentan
diarrea, aunque la presentación de colisepticemia puede
estar asociada a la presentación de cuadros diarreicos en
otros corderos.
Los principales signos clínicos son rigidez de los miembros
e incoordinación, frecuentemente se puede observar
desviación de la cabeza y dificultad en la visión.
Posteriormente se presenta decúbito con opistótonos y con
movimientos natatorios de los miembros. Las articulaciones
de tarso y carpo pueden estar inflamadas y dolorosas.
SIGNOS CLINICOS FORMA ENTÉRICA
Esta presentación es más común en sistemas de parición
intensiva o en corderos huérfanos. Generalmente afecta
corderos de 2 a 8 días de edad. Los principales signos
clínicos son diarrea profusa, deshidratación y depresión.
Algunos animales pueden desarrollar una colisepticemia
terminal, sin embargo la causa de la muerte generalmente
está asociada con la deshidratación
Cepas productoras del cuadro enterotóxico pueden ser
aisladas al cultivar fecas en agar sangre y agar. Es
conveniente indicar que no existe correlación entre las
hemolisinas presentes y la enteropatogenicidad de las
cepas. Se recomienda traspasar las cepas de E. coli a un
medio como el Mica + 1 % Isovitalex, para evitar el exceso
de polisacáridos, antes de efectuar la identificación del
antígeno K99 mediante aglutinación en placa
DIAGNOSTICO
El diagnóstico en ambas formas está basado en la historia clínica,
signos clínicos, hallazgos de necropsia y exámenes de
laboratorio.
Muertes súbitas de corderos en las primeras dos semanas de
vida con o sin signología nerviosa o poliartritis harán sospechar
de cuadros septicémicos. Por otra parte, diarreas profusas en
los primeros 3 días de vida en corderos nacidos en sistemas
intensivos, podrían indicar la presencia de E. coli
enteropatogénica. En ambos casos es conveniente enviar
muestras de sangre y fecas al laboratorio; más convenientes aún,
es el envío de una sección del intestino delgado con contenido.
El diagnóstico diferencial tiene que ser hecho con disentería de
los corderos (CI. perfringens, tipo B) enterotoxemia (CI.
perfringens, Tipo D), rotavirus, corona virus y cryptosporidium.
.
TRATAMIENTO
Los antibióticos, incluyendo estreptomicina, tetraciclina, neomicina y
cioranfenicol son muy efectivos contra E. coli. En caso de colibacilosis
tipo septicémico, lo principal es lograr una adecuada concentración del
antibiótico a nivel sanguíneo. Sin embargo, el valor de los agentes
antibacterianos no ha sido completamente evaluado y el tratamiento de
aquellos casos afectados por la forma septicémica, por lo general, es poco
exitoso o poco económico o ambas cosas.
En casos de colibacilosis enterica comunmente se administran
antibióticos en forma oral, dos veces al día y durante por lo menos cuatro
días. El tratamiento de diarreas producidos E. coli enteropatogénica está
basado en el uso oral, subcutáneo o intravenoso de soluciones
electrolíticas balanceadas que reemplacen las pérdidas de líquidos y
electrolitos producidos por la enfermedad. El tratamiento de colibacilosis
entérica es generalmente exitoso, pero sin lugar a dudas caro.
PREVENCIÓN
La medida más importante a considerar en la
prevención de la colibacilosis es el adecuado
consumo de calostro, 50 ml/kg/día en las primeras
6 horas de vida. En Gran Bretaña se está utilizando
con éxito la vacunación de la hembra gestante un
mes antes del parto y, con ello, la protección pasiva
conferida por el calostro de las hembras vacunadas,
actúa reduciendo la capacidad de adhesión de E.
coli al intestino del cordero y produciendo una alta
concentración sanguínea de anticuerpos contra los
diferentes serotipos incorporados en la vacuna.
Se tiene que hacer especial énfasis en la necesidad
de mantener la higiene de los edificios y corrales
de parición cuando ésta ocurre en condiciones de
confinamiento. Si se utilizan corrales exteriores de
parición, lo ideal es cambiar éstos de lugar a
medida que transcurre la época de parto. La higiene
del personal y del alimento es indispensable.
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