En este artículo vamos a explicar qué es la deficiencia de adhesión leucocitaria bovina (BLAD), cómo identificarla y qué hacer si se llega a encontrar en el ganado de la raza Holstein. La BLAD es una enfermedad hereditaria que afecta al sistema inmunitario de los bovinos, causando una mayor susceptibilidad a las infecciones bacterianas y fúngicas. La BLAD se debe a una mutación en el gen CD18, que codifica para una proteína que forma parte de las moléculas de integrina ß2, las cuales permiten la unión de los leucocitos a los antígenos y su migración al tejido perivascular. La ausencia de estas moléculas impide que los leucocitos puedan realizar su función defensiva correctamente, lo que conlleva a una serie de síntomas clínicos como neumonía, diarrea, dermatitis, úlceras bucales, gingivitis, estomatitis y retraso en el crecimiento. ![Moléculas de integrina ß2](https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/8c/Integrin_beta_2.png/220 px-Integrin_beta_2.png) La BLAD es una enfermedad autosómica recesiva, lo que significa que solo se manifiesta en los animales que heredan dos copias del alelo mutado, una de cada progenitor. Los animales que solo tienen una copia del alelo mutado son portadores, es decir, no presentan síntomas pero pueden transmitir la enfermedad a su descendencia. La frecuencia del alelo mutado varía según las poblaciones, pero se estima que puede llegar a ser de hasta el 10% en algunos países. Por esta razón, es importante realizar un diagnóstico precoz y un control genético de la BLAD en el ganado Holstein, para evitar la propagación de la enfermedad y mejorar la salud y el rendimiento de los animales. El diagnóstico de la BLAD se puede realizar mediante técnicas moleculares basadas en la amplificación del ADN mediante reacción en cadena de polimerasa (PCR) y posterior digestión con enzimas de restricción TaqI y HaeIII, las cuales reconocen sitios específicos en el gen CD18 y generan fragmentos de diferente tamaño según el alelo presente. Estos fragmentos se pueden visualizar mediante electroforesis en gel de agarosa y tinción con bromuro de etidio, mostrando un patrón característico para cada genotipo: normal (homocigoto dominante), portador (heterocigoto) o enfermo (homocigoto recesivo). La confirmación del diagnóstico se puede realizar mediante secuenciación de los productos amplificados, lo que permite identificar la mutación exacta en el gen CD18. ![Patrón electroforético para el diagnóstico de BLAD](https://www.scielo.cl/fbpe/img/agritec/v61n1/fig05.jpg) El tratamiento de la BLAD consiste en administrar antibióticos y antiinflamatorios para combatir las infecciones secundarias y aliviar los síntomas, así como proporcionar una buena nutrición y manejo sanitario a los animales afectados. Sin embargo, el pronóstico es reservado y la mayoría de los animales enfermos mueren antes del año de edad o son sacrificados por razones económicas. La prevención de la BLAD se basa en evitar el apareamiento entre animales portadores o enfermos, lo que se puede lograr mediante un programa de selección asistida por marcadores moleculares que identifique el estado genético de los reproductores y oriente las decisiones de apareamiento. De esta forma, se puede reducir la frecuencia del alelo mutado y aumentar la frecuencia del alelo normal en la población, lo que mejoraría la calidad genética y sanitaria del ganado Holstein. Para ilustrar mejor lo anterior, vamos a poner algunos ejemplos prácticos: - Supongamos que tenemos un toro portador (heterocigoto) para BLAD y lo cruzamos con 100 vacas normales (homocigotas dominantes). ¿Qué proporción de terneros esperamos que sean portadores, normales o enfermos? La respuesta es que esperamos que el 50% sean portadores (heterocigotos) y el 50% sean normales (homocigotos dominantes), ya que cada ternero tiene una probabilidad del 50% de heredar el alelo mutado o el normal del toro. En este caso no habría ningún ternero enfermo (homocigoto recesivo), ya que todas las vacas tienen dos copias del alelo normal. - Ahora supongamos que tenemos una vaca portadora (heterocigota) para BLAD y la cruzamos con un toro normal (homocigoto dominante). ¿Qué proporción de terneros esperamos que sean portadores, normales o enfermos? La respuesta es la misma que en el caso anterior: esperamos que el 50% sean portadores (heterocigotos) y el 50% sean normales (homocigotos dominantes), ya que cada ternero tiene una probabilidad del 50% de heredar el alelo mutado o el normal de la vaca. Tampoco habría ningún ternero enfermo (homocigoto recesivo), ya que el toro tiene dos copias del alelo normal. - Por último, supongamos que tenemos dos animales portadores (heterocigotos) para BLAD y los cruzamos entre sí. ¿Qué proporción de terneros esperamos que sean portadores, normales o enfermos? La respuesta es que esperamos que el 25% sean portadores (heterocigotos), el 25% sean normales (homocigotos dominantes) y el 50% sean enfermos (homocigotos recesivos), ya que cada ternero tiene una probabilidad del 25% de heredar dos copias del alelo mutado, dos copias del alelo normal o una copia de cada uno. Estos ejemplos muestran cómo la BLAD puede transmitirse y manifestarse en el ganado Holstein si no se realiza un control genético adecuado. Por eso es fundamental realizar un diagnóstico molecular precoz y seleccionar solo los animales normales o libres del alelo mutado para la reproducción.