Nota: El estudio de este módulo llevará aproximadamente cinco horas. Si se dispone de menos tiempo, se recomienda realizar una pausa luego de escuchar el tercer segmento sonoro. Módulo 2: El derecho de autor Resultados de aprendizaje Al completar exitosamente este módulo, los estudiantes estarán capacitados para: 1. Explicar qué es el derecho de autor y dar ejemplos de los tipos de obra que ampara ese derecho. 2. Describir en 300 palabras las dos categorías de derechos que comprende el derecho de autor. 3. Explicar en unas 250 palabras algunos de los derechos que están protegidos por el derecho de autor: el derecho de reproducción, el derecho de interpretación o ejecución y el derecho de traducción y adaptación. 4. Describir en 250 palabras las limitaciones y excepciones que existen a los derechos enunciados en el objetivo 2. 5. Indicar el plazo de vigencia general del derecho de autor que se dispone en el Convenio de Berna y en el WCT. 6. Explicar cómo se obtiene y se transmite la titularidad del derecho de autor. 7. Enumerar cinco medidas que pueden utilizarse para hacer valer los derechos. 8. Cuando se estudie un caso de cuestiones de derecho de autor, en primer lugar, determinar cuáles son esas cuestiones y, luego, indicar qué partes de los tratados pertinentes cabe aplicar para examinar dichas cuestiones. 9. Explicar en unas 300 palabras el principio en el que se funda el dominio público. 10. Describir el uso que se hace del dominio público y cómo impulsa la creatividad en el campo de las obras. WIPO/OMPI 2 Introducción En el presente módulo dedicado al derecho de autor se explica lo que protege el derecho de autor, los derechos que posee el titular del derecho de autor y el modo de explotar con fines de lucro tales derechos. En líneas generales, la legislación de derecho de autor es semejante en todos los países que están adheridos a convenios multilaterales y a tratados comerciales. No obstante, para esclarecer debidamente una determinada cuestión de derecho de autor habrá que consultar la legislación nacional respectiva. Los estudiantes leerán y escucharán menciones al Convenio de Berna, el Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor (WCT), el Tratado de Marrakech y el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Acuerdo sobre los ADPIC), los cuales serán explicados con cierto detenimiento al fin del módulo. De momento, baste saber que son los convenios internacionales más importantes del campo del derecho de autor. También se explicarán las acciones y recursos de que puede valerse el titular del derecho de autor para defender los derechos que posee cuando estos son vulnerados. Dichas acciones y recursos también están legisladas en casi todos los países, por cuya razón se deberá consultar la respectiva legislación nacional. ¿Qué protege el derecho de autor? Como ocurre en todos los campos de la propiedad intelectual, el derecho de autor protege la obra que es fruto del intelecto del ser humano. El campo del derecho de autor es la protección de las obras literarias y artísticas, que son la obra escrita, la obra musical y las bellas artes, como las pinturas y las esculturas, además de las obras surgidas con el advenimiento de la informática, como los programas de ordenador y las bases de datos electrónicas. Téngase en cuenta que el derecho de autor protege la obra, o sea, la expresión del pensamiento, no las ideas. Por ejemplo, si uno imagina un argumento, ese argumento, como tal, no está protegido. En efecto, el argumento no quedará protegido si es una historia de amor de jóvenes que se unen a pesar de los obstáculos familiares y de casta. Por esa razón, distintos escritores podrán crear historias inspiradas en un argumento similar, pero cuando este se expresa en forma sintética o, por ejemplo, en forma de cuento o de obra de teatro, la expresión del argumento que se plasma en dicha historia quedará protegida. En consecuencia, por ejemplo, se entiende que Romeo y Julieta, la obra de teatro de Shakespeare, es una creación que expresa dicho argumento, lo cual no impide que otros escritores puedan concebir otras historias inspiradas en un argumento similar. WIPO/OMPI 3 El Convenio de Berna (1886) es el instrumento internacional más antiguo del campo del derecho de autor y en su artículo 2 se dispone lo siguiente: “Los términos ‘obras literarias y artísticas’ comprenden todas las producciones en el campo literario, científico y artístico, cualquiera que sea el modo o forma de expresión, tales como los libros, folletos y otros escritos; las conferencias, alocuciones, sermones y otras obras de la misma naturaleza; las obras dramáticas o dramático-musicales; las obras coreográficas y las pantomimas; las composiciones musicales con o sin letra; las obras cinematográficas, a las cuales se asimilan las obras expresadas por procedimiento análogo a la cinematografía; las obras de dibujo, pintura, arquitectura, escultura, grabado, litografía; las obras fotográficas a las cuales se asimilan las expresadas por procedimiento análogo a la fotografía; las obras de artes aplicadas; las ilustraciones, mapas, planos, croquis y obras plásticas relativos a la geografía, a la topografía, a la arquitectura o a las ciencias. [...] Estarán protegidas como obras originales, sin perjuicio de los derechos del autor de la obra original, las traducciones, adaptación, arreglos musicales y demás transformaciones de una obra literaria o artística. [...] Las colecciones de obras literarias o artísticas tales como las enciclopedias y antologías que, por la selección o disposición de las materias, constituyan creaciones intelectuales estarán protegidas como tales, sin perjuicio de los derechos de los autores sobre cada una de las obras que forman parte de estas colecciones.” No es obligatorio que la obra literaria y artística sea buena o posea mérito artístico, pero deberá ser original. El sentido preciso de dicha condición no es igual en todos los países y ese sentido se fija por la vía de la jurisprudencia. En general, se podría decir que en los países que son fieles a la tradición del common law rigen muy escasas condiciones, salvo la de que la obra no debe ser copia de otra obra y la de que en su creación se deberá plasmar el talento, el esfuerzo y el ingenio del autor. En los países de tradición jurídica romanística, suelen establecerse condiciones mucho más estrictas, por ejemplo que la obra deba llevar la huella de la personalidad del autor. También es preciso que, además del talento, esfuerzo e ingenio, se pueda apreciar la labor creadora del autor. WIPO/OMPI 4 ¿Protege el Convenio de Berna exclusivamente las obras que se enumeran en el artículo 2? Debe tenerse presente que las obras que protege el Convenio de Berna no se restringen a los ejemplos antes citados, pues dicha enumeración no es exhaustiva. En efecto, se habrá observado que en el Convenio de Berna se dispone que los “términos ‘obras literarias y artísticas’ comprenden todas las producciones en el campo literario, científico y artístico, cualquiera que sea el modo o forma de expresión, tales como…”. La expresión “tales como” abre la puerta a otras creaciones, distintas de las que figuran en dicha enumeración. Por ejemplo, la jurisprudencia de distintos países protege obras como: - La correspondencia particular. - Una guía de divorcio. - Un corte de cabello. - La decoración floral de un puente. - Un espectáculo lumínico y sonoro (es la clase de espectáculo que se crea para una actividad de distracción nocturna). - Los ejercicios de examen. ¿Qué es la “obra derivada”? Otro elemento importante del artículo 2 del Convenio de Berna es que protege la “obra derivada”, que así se denomina a la clase de obra que nace o procede de otra obra. Por ejemplo: - La traducción de una obra a otro idioma. - La adaptación de una obra, como el guión cinematográfico que se inspira en una novela. - El arreglo musical, como la versión para orquesta de una composición musical escrita para piano. - Otras modificaciones de la obra, por ejemplo, la versión abreviada de una novela. - La compilación de obras literarias y artísticas, como las enciclopedias y las antologías. En ese caso, igual que ocurre con la base de datos protegida por el WCT, la originalidad radica en la selección y disposición de la obra protegida. WIPO/OMPI 5 Hay que tener presente que, antes de crear una obra derivada, hay que respetar los derechos del autor de la obra original. Por ejemplo, cuando el autor quiere traducir la novela a otro idioma deberá buscar la autorización del autor de la novela que desee traducir, pues si el traductor hace la traducción sin autorización correrá el riesgo de ser denunciado por vulneración del derecho de autor. Segmento sonoro 1: ¿Qué protege la legislación de derecho de autor? El derecho de autor protege las obras literarias y artísticas, como indica el título del Convenio de Berna. Ambos conceptos se deben entender en un sentido muy amplio, pues, por ejemplo, la obra literaria no comprende solamente la novela, el poema y el cuento, sino que también es “obra literaria” el manual de mantenimiento de un vehículo o incluso obras que están escritas, pero las cuales no comprende el común de la gente, como los programas de ordenador. La esencia de dicha expresión radica en la palabra “obra”, que designa todo lo que es fruto de la labor del ser humano y ese es el elemento determinante para decidir si un elemento determinado es o no “obra”. Por tanto, si tengo la idea de pintar un cuadro que se llame “atardecer en el mar“, cualquiera podrá hacer uso de esa misma idea, pues no es un objeto que proteja el derecho de autor. Sin embargo, cuando pinto el cuadro “atardecer en el mar”, esa pintura es la expresión de mi labor creadora y el derecho de autor la protege. WIPO/OMPI 6 Pregunta de autoevaluación (PAE) PAE 1: ¿Qué importante obra intelectual, que se menciona en la grabación sonora, no figura en la enumeración de las “obras literarias y artísticas” del Convenio de Berna? Escriba su respuesta aquí: PAE 1 Respuesta: El elemento más importante que no se menciona expresamente en la enumeración del Convenio de Berna y del cual se habla en el segmento sonoro es los programas de ordenador, pues estos son fruto de la creación intelectual y se consideran “obra”. La cuestión que se debe retener es que la enumeración del Convenio de Berna no es completa ni exhaustiva, sino que tiene por fin únicamente ilustrar la naturaleza de las obras literarias y artísticas. Además, en la actualidad, también queda protegida por derecho de autor la fijación de la obra en soporte digital, pues esa clase de fijación era desconocida en la época del Convenio de Berna. WIPO/OMPI 7 ¿Qué derechos protege el derecho de autor? En la introducción de este curso se explicó que la característica más importante de la propiedad es que el titular puede hacer uso de ella de forma exclusiva, es decir, puede hacer cuanto desee, y que nadie puede usar su propiedad sin su autorización. Por supuesto, se debe entender que la frase “hacer cuanto se desee” no quiere decir que el titular pueda usar su propiedad sin tener en cuenta los intereses y los derechos que por ley pertenecen a los demás. Por ejemplo, el propietario de un vehículo puede usarlo “como desee”, pero eso no quiere decir que pueda conducirlo de forma imprudente y poner en peligro a los demás ni tampoco que no se deban respetar las normas de tránsito. El derecho de autor es una rama de la propiedad intelectual. El titular del derecho de autor sobre la obra protegida puede usar la obra como desee y también puede impedir que otros la usen sin su autorización. Por ende, los derechos que se confieren en la legislación nacional al titular de derecho de autor sobre la obra protegida son “derechos exclusivos”: hacer uso de la obra y autorizar a otros a que hagan uso de ella, siempre que se respeten los intereses y los derechos que por ley pertenecen a los demás. El derecho de autor comprende dos categorías de derechos: los derechos patrimoniales, gracias a los cuales el titular de la obra puede autorizar su uso a terceros para conseguir así un beneficio pecuniario, y los derechos morales, de los que se vale el autor para preservar el vínculo personal que lo une a la obra. Los estudiantes escucharán a continuación el siguiente segmento sonoro y deberán distinguir los diversos derechos patrimoniales que se explican en él. Segmento sonoro 2: ¿Qué derechos otorga la ley al titular del derecho de autor? El titular del derecho de autor posee un conjunto de derechos de distinta naturaleza que se rigen en parte por los tratados internacionales, como el Convenio de Berna y el WCT, en los que se disponen derechos mínimos, y en parte por la legislación nacional, que suele ampliar dichos derechos y legislar otros más. El derecho de reproducción es el más conocido a lo largo de la historia y, precisamente, él se refleja en el término con el que se designa al derecho de autor en los países de habla inglesa: copyright, o sea, el derecho de reproducir (“copiar”) la obra. Por ejemplo, el derecho de reproducción autoriza a imprimir libros, y a fotocopiarlos, y también comprende los modernos métodos de reproducción como la grabación en cinta magnetofónica y la grabación digital y, luego, la reproducción de WIPO/OMPI 8 dichas grabaciones. Comprende asimismo el registro o almacenamiento de la obra en la memoria del ordenador y en la “nube”, así como la reproducción del archivo digital en discos del tipo CD-ROM y en dispositivos USB, entre otros. El derecho de interpretación o ejecución es otro de los antiguos derechos que confiere el derecho de autor y ampara, por ejemplo, la interpretación de las melodías y la representación de las obras de teatro. Del derecho de interpretación o ejecución nacieron posteriormente otros derechos, como el derecho de radiodifusión y el derecho de comunicación al público. Si bien ese último derecho no está legislado de igual forma en todos los países, pues en algunos de ellos la radiodifusión queda comprendida en la comunicación al público y en otros son figuras jurídicas paralelas, ambos derechos dan cabida a todas las clases de comunicación, una de las cuales es la radiodifusión y a ella se suman la transmisión por cable y la transmisión por Internet. Pregunta de autoevaluación (PAE) PAE 2: ¿Cuáles son los dos antiguos tipos de derechos que se mencionaron anteriormente? Dé un ejemplo de cada uno de ellos. Escriba su respuesta aquí: WIPO/OMPI 9 PAE 2 Respuesta: Los dos derechos mencionados fueron: El derecho de reproducción. Por ejemplo, el derecho de autorizar la confección de fotocopias, de ejemplares impresos y de reproducir la cinta magnetofónica. Los derechos relativos a la interpretación y ejecución, etcétera. Por ejemplo, el derecho de interpretar o ejecutar la obra, como interpretar una canción. Otro importante conjunto de derechos, de los cuales no se habló hasta ahora, son los derechos de traducción y adaptación. Además de los derechos que se consagran en el Convenio de Berna, el WCT confiere al autor los derechos de distribución, de alquiler y de comunicación al público, y este último comprende “la puesta a disposición del público de sus obras, de tal forma que los miembros del público puedan acceder estas obras desde el lugar y en el momento Ueano que cada uno de ellos elija”. Aunque la comunicación al público figura en el Convenio de Berna, la cita extraída del artículo 8, que suele denominarse “derecho de poner a disposición”, comprende también la comunicación interactiva y previa solicitud por Internet. De todos los derechos mencionados se hablará detenidamente en los tres apartados siguientes. WIPO/OMPI 10 El derecho de reproducción El derecho de autor se asienta en un principio fundamental: el titular de ese derecho puede impedir que otros reproduzcan (“copien”) su obra. Por ejemplo, el editor que quiere distribuir al público la obra protegida, cuando se trata de una obra escrita, confecciona reproducciones (“copias”) de ella: el clásico ejemplar impreso (esto es, el ejemplar que se confecciona en la imprenta), el ejemplar electrónico o digital, como el CD-ROM, y el libro sonoro. Del mismo modo, el productor de fonogramas fabrica y distribuye el disco compacto y el archivo MP3 en el que se fija la grabación de la obra musical interpretada o ejecutada; el productor de fonogramas puede hacer eso porque posee la autorización que le dio el compositor de la obra para reproducirla en la grabación. Por ende, el derecho que tiene el autor de fiscalizar la reproducción que se haga de su obra es el fundamento jurídico de las numerosas maneras de explotar la obra protegida por derecho de autor. En las leyes de los distintos países se consagran otros derechos, junto con el derecho de reproducción, que es fundamental. Por ejemplo, el derecho de autorizar la distribución de ejemplares de la obra, pues, como es lógico, el derecho de reproducción tendría escaso valor pecuniario si el titular de la obra no pudiese autorizar que se distribuyeran los ejemplares confeccionados con su consentimiento. El WCT confiere al autor el exclusivo derecho de distribución, pero ese derecho se “agota” tras la primera venta del ejemplar de la obra o cuando se cede (transmite) la titularidad de dicho ejemplar que fue confeccionado con la autorización del titular de derechos. Es decir, cuando el titular del derecho de autor vende o transmite (cede) por otro título la titularidad de un determinado ejemplar de la obra, el titular de ese ejemplar podrá disponer de él (regalarlo o, incluso, venderlo nuevamente) sin más autorización del titular del derecho de autor. Dicho principio de agotamiento rige para los objetos materiales en los que se plasma (“fija”) la obra, como el libro y el DVD. En muchos países se debate si el principio de agotamiento también debería regir para los archivos digitales que se publican en Internet. Sin embargo, en lo que respecta al alquiler de dichos ejemplares, en las leyes de derecho de autor de numerosos países últimamente se consagra un derecho de alquiler especial para los programas de ordenador, las obras audiovisuales y los fonogramas en la legislación de numerosos países y también en el Acuerdo sobre los ADPIC (en este convenio se denomina “arrendamiento” al alquiler) y en el WCT. Se justifica ese derecho de alquiler porque, gracias a los adelantos técnicos y de la informática, es muy fácil reproducir esas clases de obra. En efecto, se comprobó en algunos países que los clientes de las tiendas WIPO/OMPI 11 que alquilan música y películas copiaban las obras, lo cual obligó a vigilar esa clase de tiendas para salvaguardar el derecho de reproducción del titular. Por último, en otros casos la legislación consagra el derecho de fiscalizar la importación de ejemplares para evitar la erosión del principio de territorialidad del derecho de autor; es decir, los intereses patrimoniales del titular de derecho de autor resultarán perjudicados si este no puede ejercer los derechos de reproducción y distribución en el ámbito territorial. La cuestión de cómo se aplica el principio de territorialidad a la distribución de los archivos digitales por Internet es objeto de debate permanente en muchos países y en los foros multilaterales. Determinados actos de reproducción de la obra son excepciones a la regla general porque no se precisa la autorización del autor o de otro titular de derechos y se denominan “limitaciones y excepciones” de los derechos exclusivos. Por ejemplo, en numerosas legislaciones los particulares pueden confeccionar un único ejemplar de la obra con fines privados, personales y sin ánimo de lucro. El surgimiento de la técnica digital crea la posibilidad de confeccionar, sin autorización, una copia de la obra que es de gran calidad y prácticamente no se puede distinguir del original, con lo cual se sustituye perfectamente la compra del ejemplar autorizado y su uso legítimo. Eso lleva a preguntarse si se justifica mantener la limitación del derecho de reproducción de dicha especie de archivo digital. Los derechos de representación o ejecución pública, de radiodifusión, de comunicación al público y de poner a disposición En la legislación nacional la representación o ejecución pública [El término “representación o ejecución pública”, traducción del inglés performance, aparece en otros tratados como “interpretación o ejecución pública”] es la representación o ejecución pública de la obra en un lugar en el que el público está o puede estar presente, pero en el que se haya congregado un número importante de personas que no pertenezcan al círculo normal de la familia y los amigos íntimos. En virtud del derecho de representación o ejecución pública, el autor u otro titular de derechos puede autorizar la representación o ejecución de la obra en directo (en conciertos y recitales), como la presentación de la obra dramática en el teatro o la orquesta que ejecuta en público la sinfonía en la sala de conciertos. La representación o ejecución pública también comprende la representación o ejecución mediante grabaciones, con lo cual se entiende que la obra musical fijada en fonograma “se interpreta o ejecuta en público” cuando el fonograma es WIPO/OMPI 12 ejecutado mediante aparatos de amplificación del sonido en lugares como discotecas, aeronaves y galerías comerciales. En virtud del Convenio de Berna, el derecho de radiodifusión comprende la emisión inalámbrica para el público que se encuentre dentro del alcance de la señal y que posea un aparato receptor de sonidos o de imágenes y sonidos por radio, por televisión o por satélite. Cuando la obra es comunicada al público en virtud del Convenio de Berna la señal se difunde por hilo o por cable y es recibida exclusivamente por quienes dispongan de un aparato que esté conectado a la red alámbrica o a la red de cable. El WCT hace extensivo el derecho de comunicación al público a la facultad de autorizar la puesta a disposición al público de la obra mediante la comunicación interactiva y previa solicitud por Internet. En la legislación de algunos países la puesta a disposición es un derecho especial, mientras que en otras legislaciones esta figura queda comprendida en la comunicación al público o en la distribución. En virtud del Convenio de Berna el titular del derecho de autor posee el derecho exclusivo de autorizar la representación o ejecución pública, la radiodifusión y comunicación al público de su obra. En ciertas legislaciones, el derecho exclusivo del autor y del titular de derechos de autorizar la radiodifusión es sustituido, en determinadas circunstancias, por el derecho de remuneración equitativa, aunque esa limitación del derecho de radiodifusión es cada vez menos frecuente. WIPO/OMPI 13 Los derechos de traducción y de adaptación Los actos de traducir y de adaptar la obra protegida por derecho de autor también deben contar con la autorización del titular de derechos. Traducir la obra es expresarla en un idioma distinto del de la versión original. Adaptar la obra es modificarla para crear otra obra, por ejemplo, adaptar una novela para hacer una película y modificarla para que se pueda explotar de varias maneras, por ejemplo, cuando el manual de estudios hecho para alumnos de universidad es adaptado para estudiantes de cursos inferiores. La obra traducida y la obra adaptada también están protegidas por derecho de autor, y quien quiera reproducir y publicar la traducción o la adaptación deberá conseguir la autorización del titular del derecho de autor sobre la obra original y del titular de derecho de autor sobre la traducción y la adaptación. Los derechos morales Los derechos patrimoniales del tipo que se explicó anteriormente se pueden transmitir a otro titular a cambio de una suma de dinero o de regalías, según el uso que se piense hacer de la obra. Sin embargo, en numerosas jurisdicciones el segundo tipo de derechos, los derechos morales, nunca se pueden ceder, ya que pertenecen exclusivamente al autor original de la obra, aunque los derechos patrimoniales se puedan transmitir. En el próximo segmento sonoro se explicará lo que son los derechos morales. Segmento sonoro 3: ¿Qué son exactamente los derechos morales? Los derechos que se han explicado hasta ahora son los denominados “derechos patrimoniales”. Los derechos morales son distintos y constan de dos elementos: el derecho de paternidad (o “autoría”), cuya denominación jurídica es “derecho de reivindicar la paternidad” (el término “derecho de paternidad” es el vigente en las jurisdicciones de tradición jurídica romanística, aunque actualmente se utiliza con frecuencia “derecho de WIPO/OMPI 14 autoría” por sus connotaciones que pueden considerarse despreciativas para la mujer). La paternidad es el derecho de reivindicar la condición de autor de la obra y de ser reconocido como tal, por ejemplo, reclamar que figure el nombre del autor cuando se reproduce la obra. El escritor que escribe el libro tiene el derecho de hacer que se indique que él es el autor y de que se mencione su nombre cuando se haga uso de la obra, todo ello con espíritu prudencial. En efecto, no se puede esperar que el disk-jockey de la discoteca anuncie el nombre del compositor, del autor de la letra, de quien hizo el arreglo musical y de todos quienes tienen algo que ver con el disco que se pone; pero cuando se interpreta una obra en un concierto (un concierto de música clásica o moderna), no cabe duda de que el nombre del compositor deberá figurar en el programa. Así ocurre con las obras de mayor importancia, como las que se representan o interpretan en el teatro y en la sala de conciertos, pues por principio, se deberá anunciar el nombre del autor. Sucede otro tanto en la radiodifusión, pero no en todos los casos. La legislación de cada país explicita cómo se hace efectivo el derecho de paternidad y el ejercicio de ese derecho se rige también por la costumbre y la jurisprudencia. Otros derechos morales son el derecho de reivindicar la paternidad y el derecho de respetar la integridad de la obra para que no pueda ser alterada ni usada con fines perjudiciales para el honor y la reputación artística y literaria del autor (se denomina también “derecho a la integridad de la obra”). Por ejemplo, el autor puede oponerse a que se use la obra con fines pornográficos, si la obra no es de por sí pornográfica, y también puede oponerse a sea alterada cuando la modificación perjudique la integridad cultural y artística de la obra. Pregunta de autoevaluación (PAE) PAE 3: Un eminente artista goza de reconocimiento internacional por una obra de arte suya en la que rinde tributo a la conservación de la naturaleza. El artista se entera de que un grupo político que defiende los organismos creados por modificación genética utiliza su obra con fines denigrantes y sin haberle pedido autorización. ¿Qué puede hacer ese artista? Escriba su respuesta aquí: WIPO/OMPI 15 WIPO/OMPI 16 PAE 3 Respuesta: Si el artista no cedió los derechos patrimoniales correspondientes podrá prohibir el uso de la obra aduciendo esos derechos que posee. Si transmitió tales derechos antes de que se utilice sin autorización la obra, podrá, de todos modos, impedir que se haga uso de ella amparándose en el derecho moral por el cual puede reivindicar que se respete la integridad de la obra. -------------------- Hasta ahora se han visto los tipos de obras literarias y artísticas que protege el derecho de autor y las clases de derechos que posee quien es titular de ese derecho. En el siguiente segmento sonoro se explicará cómo hace el autor de la obra para obtener su derecho de autor. Segmento sonoro 4: ¿Cómo se hace para obtener el derecho de autor? El trámite es muy sencillo, pues el Convenio de Berna establece el principio de la ausencia de formalidades, esto es, la obra queda protegida en virtud del mismo acto de creación. Sin embargo, en determinados países, sobre todo en los que son fieles a la tradición del common-law, solo se protege la obra cuando ya se encuentra fijada. ¿Qué es “fijar” la obra? Quiere decir que la obra debe estar escrita o grabada. Ni siquiera es preciso que la grabe el propio autor, pues basta, por ejemplo, que si compone una melodía y la silba distraídamente en la calle cualquiera que la grabe hace que quede fijada. Por ese solo hecho también queda protegida la melodía y si el que la grabó quiere usar la grabación para reproducirla, infringirá el derecho de autor. El problema que se puede presentar es cómo se prueba ante el juez que efectivamente la obra está plasmada de alguna forma en aquellos casos, muy raros, en los que la obra no se fija por la vía clásica, como los pasos de ballet. El video es la forma moderna de fijar los pasos de ballet y, además, se usa una escritura especial para establecer la coreografía, pero no siempre se hizo igual con todos los ballets ni con las demás clases de danza. Quien denuncie que creó un ballet y que alguien WIPO/OMPI 17 hizo una obra de teatro con él tendrá un problema cuando el juez le pida que acredite la existencia de dicha obra, lo cual será difícil de hacer si esta no quedó fijada en un medio que sea de naturaleza material. Sin embargo, en los países de tradición jurídica romanista, la obra queda protegida desde el momento de su creación. Por tanto, incluso cuando uno hace un poema y lo tiene en la mente, en teoría ese poema está protegido, pero luego el problema será probar cuál es el poema hecho, cómo se hizo y todo lo demás. Por otra parte, en el common law sería preciso fijar ese poema por algún medio, por ejemplo, escribirlo o grabarlo en una cinta magnetofónica. ¿En qué países del mundo rigen formalidades para tramitar el derecho de autor? En los países de la Unión todos los extranjeros que sean titulares de derechos y autores pertenecientes a otros países de la Unión reciben protección en virtud del Convenio sin formalidad alguna, por lo cual no es preciso registrar la obra. Hay países que imponen formalidades a sus propios ciudadanos, pues los convenios internacionales rigen exclusivamente el trato que se concede a los ciudadanos extranjeros. En principio, cada país legisla como crea conveniente el trato a los propios nacionales. En los Estados Unidos, por ejemplo, habrá que inscribir la obra, en la categoría de “obra nacional”, pues de lo contrario no se podría reclamar determinadas clases de daños y perjuicios en el juicio por infracción, pero no rige la misma restricción para las obras amparadas por el Convenio de Berna, las denominadas obras extranjeras. Es importante examinar el objeto de la figura jurídica “obra”, pues cuando ese objeto es más extenso la obra recibe una protección reforzada. Hay que consultar la legislación nacional, pues en algunos casos se disponen condiciones complementarias que deberán cumplir determinadas obras nacionales. Sea como fuere, la obra queda protegida desde el principio, lo cual es válido para todos los países de la Unión. WIPO/OMPI 18 Pregunta de autoevaluación (PAE) PAE 4: Un nacional perteneciente a uno de los países adheridos al Convenio de Berna crea una obra literaria. ¿Qué trámite deberá hacer para obtener el derecho de autor sobre esa obra? Escriba su respuesta aquí: WIPO/OMPI 19 PAE 4 Respuesta: El trámite es muy sencillo, esto es, no hay nada que hacer. El Convenio de Berna establece el principio de ausencia de formalidades: la creación es sinónimo de protección. En la mayoría de los países que son fieles a la tradición del common-law la fijación es obligatoria: la obra debe estar escrita o grabada. Por ejemplo, antes el ballet se escribía en notación de danza, pero en la actualidad basta con grabarlo en una cinta cinematográfica. En los países de tradición jurídica romanística la obra queda protegida desde el instante en el que es creada, lo cual, naturalmente, presenta un problema práctico: probar ante el juez que se creó la obra. Sin embargo, cabe señalar que en la legislación nacional puede haber formalidades que se deban cumplir para proteger las obras de los nacionales del propio país. En los países de la Unión, todos los titulares de derechos extranjeros que pertenezcan a otro país de la Unión reciben protección sin formalidad alguna (no es preciso inscribir la obra). WIPO/OMPI 20 La transmisión (o “cesión”) del derecho de autor Son numerosas las obras de creación protegidas por derecho de autor que necesitan capital y conocimientos técnicos para ser producidas y distribuidas en serie. Actividades como la edición, la discografía y la cinematografía no quedan directamente a cargo del autor, sino que son llevadas por empresas del ramo correspondiente. Es habitual que los autores y los creadores celebren un contrato con dichas compañías por el cual le ceden los derechos que poseen sobre la obra a cambio de una remuneración. Dicha remuneración reviste distintas formas, como una suma fija que se paga una única vez y regalías, o sea, un porcentaje de los ingresos correspondientes a la obra. La transmisión (o “cesión”) puede afectar a todos los derechos patrimoniales o exclusivamente a algunos de ellos (transmisión parcial). Por ejemplo, el autor de una novela escrita en inglés puede vender al editor los derechos de reproducción y distribución, además de los derechos de traducción y de adaptación de la novela. Dicho autor también puede hacer algo diferente: ceder esos derechos a distintas personas; así, venderá a un editor los derechos para publicar y reproducir la novela escrita originalmente en inglés y el derecho de traducir la novela a, digamos, francés, ruso y árabe lo venderá a otros tres editores. No solo eso, también puede el autor ceder a otras partes el derecho de adaptación cinematográfica de su novela (o de una ópera o una obra de teatro). La cesión se puede pactar por un plazo determinado y para una zona o territorio también limitado y también se puede acordar que la cesión durará todo el plazo de vigencia del derecho de autor y para todos los países del mundo. Esto es, el titular del derecho de autor de la novela podrá ceder a un editor el derecho de publicar el libro en inglés en un territorio determinado, digamos, la India, y por el plazo de veinte años. También podrá ceder al mismo editor el derecho de publicar la novela en inglés en todo el mundo y mientras esté vigente el derecho de autor. Son posibles muchas combinaciones, que dependen de lo que acuerden las partes. Como se ha visto, la cesión de derechos conlleva importantes consecuencias para el autor. En el plano jurídico, el cesionario o licenciatario (el sujeto a quien se transmiten los derechos) posee los derechos que le son transmitidos en virtud del contrato, es decir, pasa a ser el nuevo titular de dichos derechos por el plazo y en el territorio acordados. Por eso es importante que el autor conozca bien las consecuencias de esa transacción y eso también explica que en la legislación de derecho de autor de numerosos países se disponga que la transmisión se deba hacer por escrito y con la firma del cedente (o de otro en representación de él), pues de lo contrario no será válida WIPO/OMPI 21 y eficaz. El fin de esa disposición es que el autor esté bien informado de los derechos que cede, del precio y de las condiciones. En la legislación de derecho de autor de algunos países se dispone que los derechos morales no se pueden ceder, al menos, durante la vida del autor, aunque esos derechos pasarán a los herederos cuando aquel fallezca. WIPO/OMPI 22 En la siguiente pregunta se habla de la “vigencia” (duración) del derecho de autor sobre la obra. Segmento sonoro 5: ¿Cuánto dura la protección que otorga el derecho de autor? En principio, es la legislación nacional la que establece el plazo de vigencia del derecho de autor, pero, como mínimo, debe durar lo que dice el Convenio de Berna: 50 años. El cómputo del plazo comienza cuando termina el año en el que fallece el autor, lo cual es más práctico porque basta con saber el año y no habrá que averiguar el día del fallecimiento. En los últimos años se impone en la legislación nacional el principio de prolongar la vigencia de la protección. En la Unión Europea y en los países del Espacio Económico Europeo el plazo dura ahora 70 años contados desde el fin del año de fallecimiento del autor. Dicho plazo también rige, al menos, para determinadas categorías de obra, en muchos países, como la República de Corea, Nigeria, Omán, los Estados Unidos, Costa Rica y Australia, lo cual quiere decir que se afianza el principio de prolongar la protección de 50 a 70 años. En algunos países la protección del derecho de autor es aún más extensa, como México (100 años después del fallecimiento del autor) y Côte d’Ivoire (99 años después del fallecimiento del autor). No obstante, cabe señalar que en determinados casos la vigencia mínima de la protección que se fija en el Convenio de Berna es inferior a los 50 años posteriores al fallecimiento del autor. Por ejemplo, la obra fotográfica y la obra de artes aplicadas quedan protegidas durante los 25 años posteriores a la fecha en la que fueron realizadas. En algunos casos el Acuerdo sobre los ADPIC y el WCT disponen una vigencia mínima que es mayor que la del Convenio de Berna. WIPO/OMPI 23 Pregunta de autoevaluación (PAE) PAE 5: ¿Cuánto dura el plazo mínimo de protección por derecho de autor que se establece en el Convenio de Berna? ¿Qué principio se impone actualmente en todos los países en lo que concierne al plazo de vigencia del derecho de autor? Escriba su respuesta aquí: PAE 5 Respuesta: La vigencia mínima de la protección (o “plazo de protección“) que confiere el Convenio de Berna es 50 años contados desde la fecha de fallecimiento del autor. Esa protección se extiende hasta los 70 años posteriores en algunos países, como los de la Unión Europea, pero en algunos casos, la vigencia del Convenio de Berna es inferior a los 50 años posteriores. ------------------------En líneas anteriores la cuestión del plazo de vigencia del derecho de autor fue examinada desde el punto de vista de los derechos patrimoniales. Hay que señalar ahora que, si bien en algunas jurisdicciones el plazo de protección de los morales derechos es idéntico al de los derechos patrimoniales, en otras jurisdicciones la legislación nacional dispone que los derechos morales sean perpetuos. ------------------------- WIPO/OMPI 24 Se expondrán seguidamente las limitaciones y excepciones que recaen en los derechos que posee el titular del derecho de autor y que están vigentes en las leyes de algunos países. Las limitaciones y excepciones a los derechos Desde el punto de vista estricto, la primera limitación es que ciertas categorías de obra quedan excluidas de la protección que confiere el derecho de autor. Como ya se sabe, en algunos países queda excluida de la protección la obra cuando no está fijada en un medio material; por ejemplo, se protege la obra coreográfica exclusivamente una vez que los movimientos se escriben en notación de danza o se registran en cinta videográfica. Además de ello, en algunos países, pero no en todos, tampoco protege el derecho de autor el texto de las leyes y de las resoluciones judiciales y administrativas. La segunda categoría de limitaciones a los derechos que poseen el autor y el titular de derechos concierne a determinados actos de explotación que deben contar con la autorización del titular de derechos y que, en los supuestos que se fijan en la ley, se pueden hacer sin autorización. En la presente categoría de limitaciones se destacan las dos siguientes: 1) La libre utilización: es el acto de explotación de la obra que se puede hacer sin autorización y sin la obligación de retribuir al titular de derechos por el uso. 2) La licencia no voluntaria: es el acto de explotación que se puede realizar sin autorización, pero con la obligación de compensar al titular de derechos. Son ejemplo de libre utilización la cita tomada de la obra protegida, a condición de que se mencione la fuente de la cita y el nombre del autor y siempre que la extensión de aquella sea conforme a los usos honrados; el uso de la obra a título de la ilustración de la enseñanza; y el uso de la obra con fines periodísticos. En lo que concierne al derecho de reproducción, el Convenio de Berna sienta un principio general en vez de enumerar las limitaciones: en el artículo 9.2) se dispone que los Estados miembros podrán permitir la libre reproducción en “determinados casos especiales” con tal que ese acto no atente a la explotación normal de la obra ni cause un perjuicio injustificado a los intereses legítimos del autor (a eso se denomina “regla de los tres pasos”). Según se señaló anteriormente, en numerosos casos la legislación autoriza que WIPO/OMPI 25 los particulares puedan reproducir la obra para hacer uso de ella exclusivamente con fines personales, privados y sin índole comercial. Sin embargo, los modernos adelantos, como la cinta magnetofónica y la cinta videográfica, sumados a la novísima técnica digital, hacen posible confeccionar ejemplares de la misma calidad que la del original, y en consecuencia algunos países han decidido restringir el alcance de las disposiciones que autorizan esa reproducción personal de la obra o estudian hacerlo. Así, en algunos casos, se autoriza la reproducción, pero se establece un mecanismo de pago para compensar al titular de derechos el perjuicio causado a sus derechos patrimoniales y eso se hace gravando la venta de los aparatos de grabación y de sus accesorios. Además de los actos de libre utilización legislados en cada país, a veces también se reconoce la figura denominada “uso leal”, por la cual se puede hacer uso de la obra sin autorización del titular de derechos. Dichas disposiciones también suelen denominarse “excepciones generales” y en ellas se tienen en cuenta factores como la índole y la entidad del uso, incluso si es para fines comerciales; la índole de la obra utilizada; la proporción utilizada en relación con la totalidad de la obra; y el efecto probable del uso en el posible valor comercial de la obra. Dichas excepciones generales surgieron en los países fieles a la tradición del common law, pero se han extendido a algunos países de tradición jurídica romanística. Según se señaló anteriormente, la licencia no voluntaria autoriza a usar la obra en determinadas circunstancias sin autorización del titular de derechos, pero dice también la ley que se deberá abonar una retribución por el uso. Se llama “no voluntaria” esa licencia porque es dispuesta por la ley y no nace del ejercicio del derecho exclusivo de autorizar determinados actos que posee el titular del derecho de autor. La licencia no voluntaria surge a raíz de que aparecieran los adelantos técnicos que permiten difundir las obras al público y ante el temor de que se frenara la mejora de dichos adelantos si los titulares de derechos se negaban a autorizar el uso de las obras. Así ocurre en el Convenio de Berna, que reconoce dos formas de licencia no voluntaria: para la reproducción mecánica de obras musicales y para la radiodifusión. Sin embargo, cabe precisar que actualmente es objeto de fuerte polémica la justificación de la licencia no voluntaria, pues se entiende que ya existen otros medios, que son eficaces, para poner la obra al alcance del público previa autorización del titular de derechos, como, por ejemplo, la administración colectiva de derechos. Las partes en el WCT pueden disponer limitaciones y excepciones en la legislación nacional a los derechos que se confieren en dicho tratado siempre que se cumpla la regla de los tres pasos, lo cual quiere decir que la aplicación de las limitaciones y excepciones que se establecen en el Convenio de Berna quedan restringidas a las situaciones en las que se cumpla la regla de los tres pasos (véase el artículo 10 del WCT). En la declaración concertada que WIPO/OMPI 26 formularon los Estados miembros y que acompaña al Tratado se dispone que las limitaciones y excepciones del Convenio de Berna recogidas en la legislación nacional se ampliarán al entorno digital establecer nuevas excepciones y limitaciones que resulten adecuadas al entorno de red digital y que los Estados podrán establecer nuevas limitaciones y excepciones que resulten adecuadas al entorno digital. En ambos casos se deberán cumplir las condiciones de la regla de los tres pasos. El más novedoso tratado multilateral de derecho de autor es el Tratado de Marrakech, cuyo texto fue adoptado en 2013. Es un tratado de naturaleza humanitaria porque se crea un conjunto de limitaciones y excepciones obligatorias del derecho de autor en beneficio de las personas ciegas, con discapacidad visual y otras dificultades para acceder al texto impreso. En vez de fijar un nivel mínimo de derechos, el Tratado dispone un nivel mínimo de limitaciones y excepciones a los derechos de reproducción, distribución y poner a disposición del público (artículo 4). También se establece que las partes autorizarán la importación y exportación de obras en formato accesible sin autorización del titular en ciertas situaciones (artículos 5 y 6). En el Tratado se establece en múltiples oportunidades que las disposiciones que en él se fijan serán ejercidas de conformidad con la regla de los tres pasos (artículo 5 y artículo 11). ------------------------Dejando de lado la legislación de derecho de autor de los diversos países, resulta evidente que en todas partes se cometen infracciones de ese derecho y eso aconseja conocer las acciones y recursos con que cuenta el titular para defender sus derechos. La observancia de los derechos En el Convenio de Berna y en el WCT son escasas las disposiciones relativas a la observancia de los derechos, pero en los últimos años se apreció una notable evolución de las nuevas normas nacionales e internacionales en el campo de la observancia, principalmente por dos causas. La primera es el perfeccionamiento galopante de los medios técnicos que se usan para crear y usar la obra protegida (tanto con autorización como sin ella), y particularmente, el avance de la técnica digital, lo cual hace posible confeccionar y transmitir en cualquier parte del mundo una copia perfecta de cualquier clase de “datos” que exista en forma digital, particularmente, los datos de que se compone la obra WIPO/OMPI 27 protegida por derecho de autor. La segunda causa es que ahora tiene mayor importancia económica el movimiento de productos y servicios protegidos por derechos de propiedad intelectual en la esfera del comercio internacional; dicho brevemente, el comercio de productos sobre los que recaen derechos de propiedad intelectual ha pasado a ser una floreciente actividad de estatura internacional. El Acuerdo sobre los ADPIC, con sus pormenorizadas disposiciones de observancia de los derechos, demuestra claramente el nexo que une a la propiedad intelectual con el comercio. En los siguientes párrafos se explican de forma sintética algunas de las disposiciones de observancia consagradas últimamente en la legislación nacional. Dichas disposiciones corresponden a las categorías siguientes: las medidas provisionales o cautelares (de conservación); los recursos civiles; las sanciones penales; las medidas en frontera; y las medidas, recursos y sanciones contra los abusos respecto de los dispositivos técnicos. Medidas provisionales o cautelares (de conservación). Tienen dos fines: primero, evitar que ocurra la infracción, particularmente evitar que las mercancías ingresen en los circuitos comerciales, lo cual incluye la entrada de mercancías importadas inmediatamente después del despacho de aduana; y segundo, preservar las pruebas pertinentes relacionadas con la presunta infracción. Por ende, las autoridades judiciales de algunos países tienen la potestad de dictar medidas provisionales que se cumplirán sin previo aviso al supuesto infractor para evitar que este traslade los artículos que se sospecha que se encuentran en infracción para evitar que sean descubiertos. La medida provisional clásica es registrar el local del supuesto infractor e incautar las mercancías sospechosas de infracción, los medios empleados para fabricarlas y todos los documentos y archivos correspondientes a la actividad comercial que se considere infractora. Recursos civiles. Compensan al titular de derechos el daño patrimonial sufrido por causa de la infracción y revisten forma de indemnización pecuniaria de daños y perjuicios. Constituyen un medio eficaz que disuade la comisión de nuevas infracciones, como la orden judicial de destruir las mercancías infractoras y los materiales e instrumentos que se hayan utilizado predominantemente para producirlas. Cuando hay riesgo de que se prosiga el acto infractor, el juez también puede dictar otra orden para hacer que cese dicho acto, y si el infractor la desobedece deberá abonar una multa. Sanciones penales. Es la forma de castigar a quien comete deliberadamente y con ánimo de lucro comercial actos de piratería de la obra protegida por derecho de autor y por derechos conexos derechos, e igual que en el caso de los recursos civiles se busca con estas sanciones evitar que prosiga la infracción. Los fines del castigo se cumplen imponiendo multas cuantiosas y pena de prisión que es acorde con la pena que castiga a los delitos de gravedad correspondiente, particularmente cuando se trata de delitos reiterados. Los fines WIPO/OMPI 28 de la disuasión se cumplen mediante la orden de confiscación, decomiso y destrucción de las mercancías infractoras, así como de los materiales e instrumentos que se hayan utilizado predominantemente para cometer el delito. Medidas en frontera. Son distintas de las medidas de observancia descritas anteriormente, pues son las autoridades aduaneras, y no el juez, quien las dicta. Con estas medidas el titular de derechos puede solicitar a las autoridades aduaneras que se suspenda la puesta en circulación de las mercancías sospechosas de infringir el derecho de autor. Los fines de que se suspenda la puesta en circulación son brindar al titular de derechos un tiempo prudencial para que interponga acciones judiciales contra el supuesto infractor sin riesgo de que las mercancías que se sospechan en infracción desaparezcan de la circulación después del despacho de aduana. El titular de derechos debe acreditar ante las autoridades aduaneras que hay indicios de infracción, debe brindar la descripción detallada de las mercancías de modo que puedan ser reconocidas y debe también constituir una fianza para indemnizar al importador, al titular de las mercancías y a las autoridades aduaneras en el supuesto de que las mercancías no se encuentren en infracción. La categoría final de disposiciones de observancia reviste enorme importancia tras el advenimiento de la técnica digital y comprende las medidas, recursos y sanciones contra los abusos respecto de los dispositivos técnicos. En ciertos casos, el único medio práctico de evitar la reproducción es los sistemas denominados de “protección contra la copia” y de “gestión de copias”, pues en ellos se utilizan dispositivos técnicos que impiden por completo la confección de copias o hacen que la calidad de dichos ejemplares sea tan mala que resultan inservibles. Los dispositivos técnicos también se usan para evitar que se reciban los programas de televisión comercial que se transmiten cifrados, pues no se podrán ver a menos que se cuente con el descodificador. Sin embargo, es técnicamente posible fabricar dispositivos con los que se pueda eludir los sistemas de protección contra la copia y de gestión de copias, así como los sistemas de cifrado. La teoría en la que se inspiran las disposiciones contra el abuso de dichos dispositivos es que la fabricación, importación y distribución de esos dispositivos se deberá considerar infracción del derecho de autor y que se deberá penar de forma semejante a los actos de vulneración de ese derecho. En el WCT se dispone que las partes contratantes proporcionarán “protección jurídica adecuada y recursos jurídicos efectivos” contra la acción de eludir las medidas tecnológicas efectivas que sean utilizadas por los autores en relación con el ejercicio de sus derechos (artículo 11 del WCT) y “recursos jurídicos efectivos” contra ciertos actos relativos a la información sobre la gestión de derechos (artículo 12 del WCT). WIPO/OMPI 29 Los convenios internacionales de derecho de autor En el siguiente segmento sonoro se explican dos de los principales convenios internacionales del campo del derecho de autor. Segmento sonoro 6: ¿Cuáles son dos de los principales convenios o tratados internacionales por los que se rige la rama del derecho de autor? El primer tratado es el Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas, que data de 1886 y fue revisado en varias oportunidades, a intervalos de veinte años. La última versión fue aprobada en París en 1971. El Convenio de Berna rige la protección del derecho de autor y en él se sientan principios como el trato nacional, que dice que la legislación nacional no puede discriminar a las obras de otros países que son parte en el Convenio. Además de consagrarse otros principios, se fijan normas de protección mínima muy importantes a las que debe ajustarse la legislación nacional, que, por supuesto, puede ser mucho más generosa. En los últimos tiempos surgió el Acuerdo sobre los ADPIC (Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio), que es uno de los convenios emanados de las negociaciones comerciales de la Ronda Uruguay y que administra la Organización Mundial del Comercio. Entre otras cosas, en el Acuerdo sobre los ADPIC se hace remisión a las disposiciones sustantivas del Convenio de Berna, aunque no se obliga a recoger la disposición de Berna correspondiente a los derechos morales, en el entendido de que esos derechos no están relacionados con el comercio. En el Acuerdo sobre los ADPIC se dispone que, en principio, los países deberán acatar las disposiciones del Convenio de Berna, tras lo cual se fijan varias normas de protección complementarias, de las cuales se destacan las relativas a los nuevos tipos de creaciones que se consideran obra protegida (los programas de ordenador y las bases de datos originales, que en el Acuerdo se denominan “compilaciones de datos”) y las nuevas formas de explotación (derecho de alquiler, que en el Acuerdo sobre los ADPIC se denomina “derecho de arrendamiento”). WIPO/OMPI 30 En consecuencia, los países que se adhieren o ratifican el Acuerdo sobre los ADPIC también deberán acatar lo que se dispone en el Convenio de Berna (aunque los derechos morales, consagrados en el artículo 6bis de Berna, quedan expresamente excluidos del Acuerdo de los ADPIC, pues por su naturaleza inalienable son ajenos a la esfera del comercio). Además, en el Acuerdo sobre los ADPIC se busca dar cabida a los aspectos del derecho de autor relacionados con los adelantos técnicos, particularmente la informática. Para complementar el segmento sonoro que se acaba de escuchar, cabe decir que en diciembre de 1996 se reunió una Conferencia Diplomática en la cual se aprobó el Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor. Dicho tratado respondió a la necesidad de proteger las obras que se transmiten por el medio digital, particularmente por la vía de Internet. El WCT protege por derecho de autor los programas de ordenador, cualquiera que sea su modo o forma de expresión, y las compilaciones de datos o de otros materiales (las bases de datos), en cualquier forma, que por razones de la selección o disposición de sus contenidos constituyan creaciones de carácter intelectual. En el derecho de autor quedan comprendidos los derechos ya mencionados de distribución, alquiler y comunicación al público, y según también se explicó anteriormente, se precisa que el derecho de comunicación al público comprende la transmisión (la puesta a disposición) de la obra por medio de las redes digitales, como Internet. También se dispone que el derecho de reproducción, tal como se establece en el Convenio de Berna, es totalmente aplicable al entorno digital. Por último, el almacenamiento en forma digital en un soporte electrónico de una obra protegida, constituye una reproducción de esa obra. Cómo es habitual, tales derechos quedan sujetos a determinadas limitaciones y excepciones. Según también se expuso anteriormente, el texto del Tratado de Marrakech fue aprobado en 2013 y tiene por objeto las limitaciones y excepciones de ciertos derechos exclusivos en beneficio de las personas ciegas, con discapacidad visual y otras dificultades para acceder al texto impreso. El Tratado gana partes rápidamente, lo cual facilitará uno de sus fines principales, aumentar la disponibilidad de obras en formato accesible, pues en él se consagra el principio del intercambio transfronterizo de ejemplares de dicha especie de obra sin necesidad de obtener la previa autorización del titular de los derechos. ________________________________________________________________ (NOTA: En la misma Conferencia Diplomática se concluyó otro convenio, el Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas (WPPT), del cual se hablará en el módulo del curso dedicado a los derechos conexos). WIPO/OMPI 31 Pregunta de autoevaluación (PAE) PAE 6: ¿De qué trata el WCT? Escriba su respuesta aquí: PAE 6 Respuesta: El WCT nació porque los Estados contratantes reconocieron la necesidad de dar una solución conveniente a los nuevos fenómenos que se suscitan en los planos económico, social, cultural y técnico, muy particularmente en lo que respecta a la protección que se debe dar a las obras literarias y artísticas que se transmiten por medio de Internet, y en él se reglamenta expresamente la protección de los programas de ordenador y las bases de datos. El WCT se funda en el Convenio de Berna, al que se remite expresamente, y amplía la protección del derecho de autor a las expresiones, no las ideas, procedimientos, métodos de operación o conceptos matemáticos en sí. El autor de las obras que protege el WCT también goza de los derechos de distribución, alquiler y comunicación al público. WIPO/OMPI 32 Por último, para concluir el presente módulo dedicado al derecho de autor se explicará la importancia que posee la legislación de derecho de autor para los países en desarrollo. ¿Qué ventajas extraen los países en desarrollo de la protección que brinda el derecho de autor? Son ventajas tanto culturales como económicas, pues no se debe olvidar que el derecho de autor también tiene que ver con la cultura y que todos los países en desarrollo poseen una fuerte tradición cultural. No hay pueblo en la tierra que sea ajeno a la vida creadora, pero como es lógico, si no existe la protección que da el derecho de autor, el artista no podrá ganar dinero con su labor y, mucho menos, podrá vivir del arte. El concepto de “obra literaria y artística” es muy amplio en la actualidad, pues, como es natural, comprende lo que siempre se consideró la labor cultural, o sea, el trabajo del artista, pero también abarca la tecnología de la información, los video juegos y, particularmente, la programación de ordenadores. Cuesta muchísimo dinero crear un programa de ordenador, una película o un programa de televisión, pero cuando se ponen en venta los ejemplares de dichas obras, cualquiera puede copiarlos y el autor perderá la ganancia que habría podido conseguir, con la consecuencia de que ya no habrá incentivos para crear ni para invertir más. Es decir, eso desalienta la creación y perjudica la producción de cultura nacional. Ese es un aspecto y la respuesta a él podría ser proteger la obra nacional y no dar protección alguna a la obra que procede del extranjero porque ese dinero, que los países en desarrollo tanto necesitan, se iría del país. No obstante, ese punto de vista es un tanto miope, pues hay argumentos sólidos en favor de la protección internacional de las obras literarias y artísticas. Primero, si la protección se limitase exclusivamente a las obras nacionales, la obra extranjera entraría en el mercado nacional sin pagar derecho de autor alguno y se vendería a precio muy barato. Por supuesto, los consumidores se beneficiarían del precio más barato, pero eso perjudicaría la venta de la producción hecha en el país, que tendría que competir con las obras procedentes del extranjero y distribuidas a un precio más interesante. El peligroso resultado de dicha medida es que los consumidores darían la espalda a la producción nacional y comprarían productos que serían extranjeros, pero menos caros, y así resultaría perjudicada la cultura nacional, ya sea, la música, el libro y los demás ramos de la actividad cultural. Segundo, nunca se insiste lo suficiente en las ventajas que brinda el derecho de autor a la hora de vender en el extranjero las obras de los artistas y creadores, tanto de los países en desarrollo como del resto del mundo. El mercado nacional es limitado y WIPO/OMPI 33 hay la necesidad de obtener ingresos de los productos culturales que se exportan y distribuyen fuera del país. En la actualidad, gracias a los modernos medios de comunicación, es posible escuchar, leer y ver las obras no solo en el medio local y en el propio país en los cuales se crea la obra, sino también mucho más lejos. Tan es así que, en algunos ejemplos, el beneficio que procede de la explotación de la obra en suelo extranjero puede exceder notablemente de los ingresos obtenidos en el mercado nacional. Es un fenómeno que se puede observar frecuentemente en el campo de la música, los programas de televisión, los programas de ordenador, las películas, los libros, etcétera. Por ende, la protección en el extranjero, en el mercado de otros países, es sumamente importante para los autores y los creadores, y no se debe olvidar que, con toda probabilidad, el artista o creador de un país cualquiera no gozará de protección en el extranjero, si los propios autores y artistas extranjeros no reciben protección en dicho país. ¿Qué es el dominio público en el derecho de propiedad intelectual?1 En el Diccionario de Derecho de Black se define la expresión “dominio público” como “[e]l conjunto de invenciones y obras creativas no protegidas por derechos de propiedad intelectual y, por consiguiente, a disposición gratuita de quien quiera utilizarlas. Cuando los derechos que confieren el derecho de autor, las marcas, la patentes o los secretos comerciales se pierden o expiran, la propiedad intelectual que tales derechos protegía pasa a formar parte del dominio y cualquiera puede apropiarse de dicha propiedad intelectual sin incurrir en responsabilidad por infracción”2. En la segunda edición de bolsillo del Diccionario de Derecho de Black se estipula que, con respecto a la PI, se entiende por dominio público “el conjunto de publicaciones, invenciones y procesos que no están protegidas por derecho de autor ni por patente”3. En términos generales, se entiende que el dominio público, en el derecho de propiedad intelectual (PI), comprende los bienes inmateriales que no son objeto de derechos de PI exclusivos (como el derecho de autor) y que, por consiguiente, pueden ser libremente usados o explotados por cualquiera. Sin embargo, el dominio público es un concepto relativo, flexible y que comporta muchas facetas, por lo que no se presta a un único significado jurídico. Su significado y consecuencias en la teoría de la PI todavía no se entienden muy bien. Es una expresión que rara vez aparece en textos jurídicos y más raro es todavía que se le atribuyan normas específicas. Además, el dominio público no es necesariamente un concepto “opuesto al concepto de propiedad”; por el contrario, cabría aducir que la innovación que pasa a ser 1 El texto que se expone a continuación se inspira en el documento WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8, titulado Nota sobre los significados de la expresión “dominio público” en el sistema de propiedad intelectual, con referencia especial a la protección de los conocimientos tradicionales y las expresiones culturales tradicionales/expresiones del folclore. Véase http://www.wipo.int/edocs/mdocs/tk/es/wipo_grtkf_ic_17/wipo_grtkf_ic_17_inf_8.pdf 2 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8, Black’s Law Dictionary, 1027 (8ª. edición, 2005). 3 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8, Black’s Law Dictionary, 569 (2ª, edición, 2001). WIPO/OMPI 34 propiedad privada depende de la existencia de un rico dominio público4. En ese sentido, el dominio público no constituye sencillamente todo lo que no está protegido por PI. Por el contrario, el dominio público constituye, de por sí, un valiosísimo recurso5. Y no hay duda de que mantener un rico y sólido dominio público suele ser un objetivo de política al que se atribuye suma importancia. El dominio público y la legislación de derecho de autor El Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas, de 1971, se aplica a todas las obras que, en el momento de la entrada en vigor del Convenio “no hayan pasado al dominio público en su país de origen por expiración de los plazos de protección” (artículo 18.1). En el Convenio se entiende por dominio público el “ámbito de las obras y objetos de derechos conexos que pueden utilizarse y explotarse por cualquiera sin autorización y sin la obligación de abonar una remuneración a los titulares correspondientes de los derechos de autor o derechos conexos -como norma, debido a la expiración del plazo de protección, o debido a la ausencia de un tratado internacional que garantice la protección para estos titulares en un país determinado”. El dominio público comprende material intelectual que, ya sea porque no satisface los criterios necesarios para prestarse a la protección por derecho de autor o por haber expirado el plazo de protección por derecho de autor, entre otras razones, no está protegido por derecho de autor. A veces esa definición es más estricta y se aplica exclusivamente a la expiración del derecho de autor. Cabe señalar que, en la medida en que la protección por derecho de autor es de índole territorial, una obra puede estar protegida en un país y formar parte del dominio público en otro. A eso, según se explicó anteriormente, viene a añadirse el hecho de que los derechos patrimoniales del derecho de autor pueden haber expirado mientras que los derechos morales subsisten de manera perpetua. En este curso también se aprenderá posteriormente6 que el dominio público puede incluir también material creado antes de que existiera normativa de derecho de autor alguna (por ejemplo, las expresiones culturales tradicionales (ECT)). En los últimos años, las poblaciones indígenas, las comunidades locales y los gobiernos, principalmente de los países en desarrollo, han solicitado protección mediante derechos de PI para las formas tradicionales de creatividad e innovación que, con arreglo al sistema convencional de PI, se consideran, por lo general, elementos del dominio público, y por consiguiente, de libre uso. Los pueblos indígenas, las comunidades locales y un gran número de países están Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y CHANDER, A. y M. SUNDER, “The Romance of the Public Domain”, 92 CAL. L. REV. 1331 (2004), págs. 1334, g1340. 5 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8. Véase asimismo BOETTIGER, S. y C. CHI-HAM, “Defensive Publishing and the Public Domain”, en Intellectual Property Management in Health and Agricultural Innovation: A Handbook of Best Practices (Krattiger A., R.T. Mahoney, L. Nelsen, J.A. Thomson, A.B. Bennett, K. Satyanarayana, G.D. Graff, C. Fernandez, and S.P. Kowalski (eds.), 2007, MIHR (Oxford, U.K.), PIPRA (Davis, U.S.A.), Oswaldo Cruz Foundation (Fiocruz, Rio de Janeiro, Brasil) y bioDevelopments-International Institute (Ithaca, U.S.A). 6 Véase el modulo dedicado a los conocimientos tradicionales. 4 WIPO/OMPI 35 en contra de que se dé por sentado que los CC.TT. y las ECT son elementos del dominio público, por considerar que eso deja la puerta abierta para que esos elementos puedan ser objeto de apropiación y utilización indebidas. “Usos” en el dominio público En algunas definiciones del dominio público se hace hincapié en la libertad de utilizar el material aun cuando las obras que engloben dicho material estén protegidas por derechos de PI7. Es decir, el dominio público no sólo incluye elementos no protegidos, antes bien, utilizaciones no protegidas de obras protegidas por el derecho de autor, lo que incluye las excepciones al derecho de autor o el uso leal. Por consiguiente, cabe afirmar que en el dominio público están incluidos “los usos no regulados, objeto de licencia implícita, gustos sin ambigüedad o privilegiados de recursos de información protegidos por PI”8, y sin embargo, quedan excluidas las utilizaciones controvertidas que en última instancia pueden considerarse justas o privilegiadas tras un proceso judicial prolongado9. Por consiguiente, el dominio público puede incluir material que, aunque goce de protección en virtud de la legislación de derecho de autor, es material privilegiado o es objeto de licencia implícita para usos comunes10. Además, todo material que esté ampliamente disponible con arreglo a la licencia Creative Commons (CC) y licencias similares puede considerarse parte del dominio público, con sujeción a la estructuración de dichas licencias11. Además, el concepto de dominio público tiene variantes prácticamente equivalentes como los conceptos de “acceso libre” o “código abierto”, “information commons”, “intangible commons of the mind” o “knowledge commons”. Esos conceptos diferentes, aunque análogos se suelen utilizar partiendo de la base de que la innovación y la creatividad sólo pueden fomentarse si existe una mancomunación abierta de ideas y conocimientos, es decir, un “sólido dominio público”12. Por último, las obras huérfanas y las ediciones agotadas ocupan una “zona gris” que también podría considerarse parte del dominio público. Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y SAMUELS, E., “The Public Domain in Copyright Law”, 41 J. COPYRIGHT SOC’Y U.S.A., pág. 137 (1993) y se reproduce la cita en SAMUELSON, P., Enriching Discourse on Public Domain, 55 Duke Law Journal 101 (2006), 105. 8 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y BENKLER, Y., “Free as the Air to Common Use: First Amendment Constraints on Enclosure of the Public Domain“, 74 N.Y.U. L. REV. 354, (1999), en 361-62. Véase asimismo MERGES, R., “A New Dynamism in the Public Domain“, 71 U. CHI. L. REV. 183, 184 (2004). 9 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y SAMUELSON, P., op. cit., nota 5, 146. 10 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y SAMUELSON, P., op. cit. nota 5, 146. 11 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y SAMUELSON, P., op. cit., nota 5, 123 y 152. Creative Commons, Sobre las licencias (http://creativecommons.org/about/licenses/) (fue consultada por última vez el 16 de julio de 2010). 12 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y SUTHERSANEN, U., “Implementing a Traditional Knowledge Commons”, Natural Justice, 2010, pág. 40. En relación con los programas informáticos de código abierto, véase SAMUELSON, P., op. cit., nota 5, 123. 7 WIPO/OMPI 36 Disponibilidad y accesibilidad Hay quien afirma que “para que se trate del dominio público, dicho dominio debe ser público en el sentido de ser accesible al público”13. Esa teoría se presta a dos observaciones. En primer lugar, no todo lo que es accesible está en el dominio público. Por consiguiente, es menester diferenciar el dominio público del material que sencillamente está disponible o es accesible por el público. Cabe señalar que la accesibilidad es un concepto relativo por cuanto existen varios grados a ese respecto14. Y en segundo lugar, lo que quizás viene a contradecir la anterior teoría, no todo lo que está en el dominio público es accesible necesariamente. Accesible pero protegido Contrariamente a lo que algunos piensan, el material que no está en el dominio público no lo está por el hecho de ser accesible o estar disponible mediante una fuente gratuita y abierta. Por ejemplo, los cuadros colgados en los museos públicos son de acceso gratuito y puede que su reproducción por foto esté autorizada, pero eso no significa que los cuadros formen parte del dominio público. Análogamente, el simple hecho de ver en Internet la reproducción de una obra o de una ECT no significa que ni una ni otra esté en el dominio público15. No protegido pero no accesible El hecho de que algo esté en el dominio público no garantiza de por sí la libertad de tener acceso a ello. La falta de protección por PI no impone de por sí el libre acceso al material del dominio público16. El material que está en el dominio público no siempre está exento de costos o cargas. Por ejemplo, la posibilidad de acceder a determinados elementos del dominio público depende a veces de la normativa que protege la información clasificada y otros secretos comerciales de su divulgación. Además, existe una cantidad considerable de información de acceso público (por ejemplo, las actas de tribunales) que se puede consultar si se invierte suficiente tiempo y esfuerzo en buscarlo, pero, desde un punto de vista pragmático, no es tan accesible17. Las medidas técnicas de protección pueden restringir todavía más los usos y estar respaldadas por normas contra la elusión, lo que puede incidir en los límites del dominio público. 13 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y SAMUELSON, P., op. cit. nota 5, 166. Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y SAMUELSON, P., op. cit., nota 5, 153. Hay información que se mantiene en estricta confidencialidad. Los secretos pueden ser objeto de licencia o ser distribuidos a una o más personas con sujeción a restricciones de confidencialidad implícitas o explicitas. (Véase, por ejemplo, POOLEY, J., TRADE SECRET LAW § 9.04[2] (1997)). Las licencias pueden ser restrictivas en mayor o menor grado en relación con quién puede tener acceso y utilizar la información y con qué fines. 15 Las grabaciones digitales y la catalogación del patrimonio cultural pueden contribuir a facilitar el acceso y a la autorización y explotación inadecuadas por terceros, por cuanto al ser expuestos, su contenido puede ser considerado como parte del dominio público. 16 Estudio exploratorio de la OMPI sobre el derecho de autor y los derechos conexos y el dominio público, Séverine Dusollier, 2010, pág. 7. 17 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y SAMUELSON, P., op. cit. nota 5, 154 14 WIPO/OMPI 37 Argumentos a favor de un amplio dominio público Con frecuencia se aduce que la creatividad depende de la capacidad de tener acceso y poder inspirarse en un cuerpo de material existente en el dominio público. No faltan los que afirman que los autores no crean nuevas obras por arte de magia a partir de la nada18 y que prácticamente cada creación cultural tiene antecedentes, es decir, creaciones que ya existen en el dominio público19. Por consiguiente, el dominio público actúa como “principal salvaguardia legal de la materia prima que hace posible que haya autores. [...] no debe interpretarse en el sentido de ser el conjunto de material que no merece ser objeto de protección, antes bien, como mecanismo que permite que el resto del sistema funcione al permitir que los autores puedan utilizar materia prima de otros autores”20. Análogamente, el dominio público tiene una “importancia central a la hora de tomar iniciativas de autoría”21. En ese sentido, el dominio público no constituye un lugar separado ni aparte de la esfera del contenido protegido por PI22 ni “constituye lo que queda después de establecer los límites que impone el derecho de autor, antes bien, constituye un depósito de recursos propiamente dicho”. Fomenta el desarrollo de la cultura artística al ser parte del panorama cultural23. Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y LITMAN, J., “The Public Domain”, 39 Emory L.J. 965 (1990). Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y DUTFIELD, G. y U. SUTHERSANEN, Innovation and development, en INNOVATION WITHOUT PATENTS: HARNESSING THE CREATIVE SPIRIT IN A DIVERSE WORLD (Suthersanen U, Dutfield G, & Boey Chow K. eds.), Edward Elgar, 2007. 20 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y LITMAN, J., op. cit., nota 11, págs. 967, 968. 21 Ibid. 22 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y COHEN, J., Copyright, Commodification and Culture: Locating the Public Domain, en THE PUBLIC DOMAIN OF INFORMATION (P. Hugenholtz & L. Guibault eds., 2006) y se cita en SAMUELSON, P., op. cit. nota 5. 23 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y COHEN, J., op. cit., nota 15. 18 19 WIPO/OMPI 38 EN RESUMEN, LOS QUE ESTÁN A FAVOR DE UN SÓLIDO DOMINIO PÚBLICO PONEN DE RELIEVE LA POSITIVA FUNCIÓN QUE DESEMPEÑA EN LA SOCIEDAD, EN EL SENTIDO DE SER UNA PIEDRA ANGULAR PARA LA CREACIÓN DE NUEVOS CONOCIMIENTOS, COMO FUENTE DE IMITACIONES COMPETITIVAS 24, CREACIONES DE INSPIRACIÓN 25, ACCESO DE COSTO GRATUITO O BAJO A LA INFORMACIÓN 26, ACCESO PÚBLICO AL PATRIMONIO CULTURAL 27, ETCÉTERA. DESDE ESE PUNTO DE VISTA, EL DOMINIO PÚBLICO PODRÍA SER UN SÓLIDO CIMIENTO PARA QUE LOS CREADORES CREEN NUEVAS OBRAS, ASÍ COMO UNA RICA FUENTE DE CONTENIDO EN ARAS DE LA EDUCACIÓN 28. Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8. Véase, por ejemplo, OCHOA, T., “Origins and Meanings of the Public Domain”, 28 U. DAYTON L. REV. 215 (2002), en 215 y SAMUELSON, P., op. cit., nota 5. 25 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8, por ejemplo, LITMAN, J., op. cit., nota 24 en 966. 26 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y VAN HOUWELING, M., “Distributive Values in Copyright Law”, 83 TEX. L. REV. 1535, 1575 (2005) y en SAMUELSON, P., op. cit., nota 5. 27 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y OCHOA, T., “Origins and Meanings of the Public Domain”, 28 U. DAYTON L. REV. 215 (2002), en 215 y en SAMUELSON, P., op. cit., nota 5, en 215 (“Damos por sentado que las obras de Shakespeare y las sinfonías de Beethoven están en el dominio público y pueden ser copiadas, adaptadas e interpretadas libremente por cualquiera.”). 28 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y Declaración conjunta de la FIAB, la EBLIDA al Comité Provisional sobre Propuestas relativas a un programa de la OMPI para el desarrollo, Ginebra, 26 a 30 de junio de 2006; véase http://www.ifla.org/III/clm/p1/A2K-7.htm 24 WIPO/OMPI 39 Resumen En este módulo se explicó la estructura general de la legislación de derecho de autor y se expuso un rápido panorama de algunos de sus aspectos: 1) Las “obras literarias y artísticas” protegidas por derecho de autor. 2) Los derechos que se confieren al titular del derecho de autor. 3) La titularidad y la cesión del derecho de autor. 4) La vigencia de la protección. 5) Las limitaciones y excepciones de los derechos. 6) La observancia de los derechos. 7) Los convenios internacionales de derecho de autor. En el Convenio de Berna se hace una enumeración amplia de las “obras literarias y artísticas”, que comprende “todas las producciones en el campo literario, científico y artístico, cualquiera que sea el modo o forma de expresión”. De tal modo, esa figura tan amplia da cabida a todas las obras que sean de paternidad original, dejando de lado su mérito literario o artístico. El titular del derecho de autor sobre la obra protegida puede usarla la obra del modo que quiera y puede impedir que sea usada por otros sin su autorización. Por ende, como el titular puede excluir que otros obren en contra de sus intereses, tales derechos se denominan “derechos exclusivos”. El derecho de autor comprende otras dos categorías de derechos: los derechos patrimoniales y los derechos morales. La figura de los derechos patrimoniales abarca aquellos diversos derechos que posee el titular, y las correspondientes limitaciones, los cuales son de naturaleza enajenable. Sin embargo, en algunos países los derechos morales pertenecerán siempre al titular original, aunque este ceda los derechos patrimoniales. En el derecho de propiedad intelectual se entiende que el dominio público comprende los bienes inmateriales que no son objeto de derechos de PI exclusivos (como el derecho de autor) y que, por consiguiente, pueden ser libremente usados o explotados por cualquiera. Sin embargo, el dominio público WIPO/OMPI 40 es un concepto relativo, flexible y que comporta muchas facetas, por lo que no se presta a un único significado jurídico. Su significado y consecuencias en la teoría de la PI todavía no se entienden muy bien. Es una expresión que rara vez aparece en textos jurídicos y más raro es todavía que se le atribuyan normas específicas. Además, el dominio público no es necesariamente un concepto “opuesto al concepto de propiedad”; por el contrario, cabría aducir que la innovación que pasa a ser propiedad privada depende de la existencia de un rico dominio público29. En ese sentido, el dominio público no constituye sencillamente todo lo que no está protegido por PI. Por el contrario, el dominio público constituye, de por sí, un valiosísimo recurso30. Y no hay duda de que mantener un rico y sólido dominio público suele ser un objetivo de política al que se atribuye suma importancia. Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8 y CHANDER, A. y M. SUNDER, “The Romance of the Public Domain”, 92 CAL. L. REV. 1331 (2004), en 1334, 1340. 30 Se cita en WIPO/GRTKF/IC/17/INF/8. Véase asimismo BOETTIGER, S. y C. CHI-HAM, “Defensive Publishing and the Public Domain”, en Intellectual Property Management in Health and Agricultural Innovation: A Handbook of Best Practices, (Krattiger A., R.T. Mahoney, L. Nelsen, J.A. Thomson, A.B. Bennett, K. Satyanarayana, G.D. Graff, C. Fernandez, y S.P. Kowalski (eds.), 2007, MIHR (Oxford, U.K.), PIPRA (Davis, U.S.A.), Oswaldo Cruz Foundation (Fiocruz, Rio de Janeiro, Brasil) y bioDevelopmentsInternational Institute (Ithaca, U.S.A). 29 WIPO/OMPI 41 Textos legislativos: Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas. Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Acuerdo sobre los ADPIC). Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas (WPPT). Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor (WCT). Tratado de Marrakech para facilitar el acceso a las obras publicadas a las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso (Tratado de Marrakech). Estudios y guías: Guía sobre los Tratados de Derecho de Autor y Derechos Conexos Administrados por la OMPI y Glosario de Términos y Expresiones sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos https://www.wipo.int/edocs/pubdocs/es/copyright/891/wipo_pub_891.pdf Estudio exploratorio sobre el derecho de autor y los derechos conexos y el dominio público, Séverine Dusollier, 2010. https://www.wipo.int/edocs/mdocs/mdocs/es/cdip_4/cdip_4_3_rev_study_inf_1.p df WIPO/OMPI