1 2 2 Este es un esfuerzo hecho por un equipo de siervos del Señor para llevar a todos los “Teófilos”, amigos de la verdad de Dios, las aportaciones necesarias para el desarrollo progresivo de la doctrina y para edificación de los fieles. Esta primera sección lleva una serie de resúmenes de estudios apostólicos, dados a Ministros de nuestra área de trabajo. Es necesario aclarar que no se está haciendo una critica a las Sagradas Escrituras como algunos podrían suponer, sino que se está aplicando el método usado por Lucas, a través de la investigación y estudio concienzudo de lo ya escrito, pero también abriendo la mente a la iluminación del Maestro por Excelencia que es el Espíritu Santo (Hechos 1:1). Aflige bastante ver como a cada versión le ponen “el color” de la doctrina particular, de la denominación que la edita o apoya. Busquemos la luz, en la luz de Dios y no en las de las religiones. Revise su doctrina, a la luz de los Apóstoles que El Señor autorizó, cuando los eligió al principio y aunque hay revelaciones progresivas, nunca puede haber revelaciones posteriores que anulen, refuten, contradigan, ni mucho menos inventen otro evangelio del que heredó Cristo a los primeros Apóstoles. ¡ALERTA! Que El Espíritu Santo no dé el discernimiento para reconocer la voz de Cristo y de aquellos que El mismo delegó para edificar a su pueblo hasta el final de las edades. Lo que se pretende analizar cuidadosamente es la identidad real de las múltiples y dif erentes versiones que últimamente están invadiendo el campo del estudio Bíblico del cristiano que ama realmente la verdad. Los intérpretes (Paráfrasis) más que los traductores , están vertiendo a los cristianos una abundante cantidad de Biblias que al diferir tanto una de otras, se hacen sospechosas y lo menos que se puede hacer es analizarlas a fondo, por seguridad de nuestras propias almas. Es sabido que la inspiración infalible del Espíritu Santo, no incluyen ni traducciones, ni mucho menos las paráfrasis de los intérpretes y por lo tanto, pueden haber fallas humanas corregibles; aclarables, de alguna manera, el texto debe concordar con el contexto y viceversa. 3 INDICE DE TEMAS 1. LA REVELACIÓN DIVINA 2. DE LA ETERNIDAD PASADA AL PROTO EVANGELIO 3. LAS TRES ERAS 4. LA PREDESTINACIÓN Y LA PREORDENACIÓN 5. LOS HIJOS DE DIOS 6. EL SACRIFICIO PERFECTO 7. LAS TRES BATALLAS 8. LOS JUICIOS Y LOS LUGARES INTERMEDIOS 9. LOS CUERPOS 10. LA APOSTASÍA 4 LA REVELACIÓN DIVINA II. BASES DE LA REVELACIÓN El Señor Jesucristo cuando respondió: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:3-4), dio a entender que el Padre ha hablado a través de todos los tiempos y de diferentes formas y lo sigue haciendo. Uno de los medios que el Hijo a designado para dar a conocer sus verdades por el Espíritu son los ministerios (Efesios 4:11). El ministerio Apostólico auxiliado por el Profeta sientan y confirman la doctrina; por último es el Espíritu Santo el que guiará a toda la verdad. El que nos hará realmente libres. III. PRINCIPIOS PARA ENTENDER LA REVELACION a) La revelación es progresiva INTRODUCCIÓN Es de vital importancia entender que el Evangelio, el plan de salvación, la operación Iglesia de Cristo, etc., únicamente se logran comprender por revelación de Dios. Esta permitirá no tergiversar o dar sensación de inseguridad en relación a la doctrina apostólica. I. LA REVELACIÓN La palabra que aparece en el original griego y que se refiere a la revelación es APOKALUPTO, que significa develar o descubrir. Es utilizada referente a pensamientos ocultos con respecto al pasado o futuro. A Simeón por ejemplo, por el Espíritu le había sido revelado que no vería la muerte sin antes ver al Ungido del Señor (Lucas 2:26). Hay que tener presente que lo revelado es para los hombres y los secretos le pertenecen a Dios (Deuteronomio 29:29). La revelación podemos compararla con la luz de la aurora que va de aumento en aumento hasta que el día es perfecto (Proverbios 4:18). Es como cuando entramos en un cuarto oscuro, no podemos distinguir en el momento todo lo que en él hay, es hasta que los ojos se adaptan que podemos captar todo lo que en realidad allí existe. Lo que Pablo sabía en sus días era menos de lo que nosotros podemos saber ahora, porque hay revelaciones que estaban para lo s días del fin. Antes por ejemplo, se decía que el Bautismo con el Espíritu Santo y las Lenguas, eran del diablo. ¿Por qué se cambió de opinión? Por la luz que se tiene actualmente. b) Biblia Toda es inspirada, pero no es t oda la revelación de Dios, porque Dios sigue hablando. Las Escrituras son una evidencia segura e integral (2ª. Pedro 1:19) cuando los autores ni siquiera se conocieron entre sí. Encierra las verdades necesarias para ser salvo. NO contiene todo lo 5 que Dios ha dicho, pero sí el parámetro para tener una vida de equilibrio. No hay un versículo que prohíba fumar, pero si habla de que nuestro cuerpo es Templo de Dios. En cuanto a las diferentes versiones podemos decir, que no hay una versión químicamente pura, pues lo único que ha sido inspirado es lo escrito en el idioma original y las diferentes versiones que hay, son modalidades humanas según la iluminación que se tenga y las variaciones de idioma no cambian las v erdades fundamentales. c) Revelación apostólica y profética El Señor Jesucristo nombró Apóstoles que cubrirían su iglesia, delegándoles sentar doctrina incluso que El mismo no sentó (Juan 16:12-14; Hechos 1:1-2). Estos ministerios deben estar en comunicación continua para poder aprobar o desaprobar una revelación. No hay ministerios sueltos, sino más bien, ministros unidos por el Espíritu que se acuñan unos con otros. Pablo tuvo que ir a coger la mano de Jacobo, Pedro y Juan en señal de compañerismo (Gálatas 2:1-10). d) El hecho de que hay Profetas afirma que hay revelación ahora Efesios 4:11, habla que El Señor estableció cinco ministerios para el equipamiento a los santos, pero debemos entender que el ministerio del Profeta no es a la manera de Samuel, sino trabajando en equipo. Si hay profetas, entonces se avala que también la revelación está vigente, pues Dios no ha dejado de hablar. El Profeta al igual que los demás ministerios deben estar sujetos a un Apóstol, siendo éste último quien aprueba lo dicho doctrinalmente no por saber más, sino por ser el responsable de sentar la doctrina (Efesios 2:19-20) para uso local o temporal y no para escribir nuevas Biblias, son de consumo en el momento e) La revelación no contradice lo escrito Aún cuando una revelación no tenga versículo para su sostenimiento, la misma no debe contradecir lo dicho en las escrituras. El Antiguo Testamento contiene la revelación del Nuevo Testamento. Cuando el Apóstol Pablo y Silas explicaban la revelación a los hermanos de Berea, ellos escudriñaban las escrituras para verificar si esas verdades eran así (Hechos 17:10-11), en lo único que tenían escrito, el Antiguo Testamento. f) La revelación rebasa lo escrito ¿Cómo haría el pueblo de aquella época para entender las verdades que el Apóstol Pablo transmitía, si lo que enseñaba no estaba compilado en manuscrito alguno? (Hechos 20:30). Quiere decir que hay revelaciones sin precedente y que el Espíritu da a conocer en el tiempo oportuno, por ejemplo: Los Siete Truenos de Juan; aunque no fueron explicados, están para decirse en el fin. Recordemos que no todo lo hecho por Jesús fue plasmado en las escrituras, cuanto más lo que El enseño (Juan 21:25). g) No hay infalibilidad a nivel humano No se puede depositar la confianza plena en el vaso receptor de la revelación; en un momento puede equivocarse y rectificar, para lo cual debemos ser lo suficientemente maduros para no asombrarnos; hay que ser amplios y no dogmaticos. Cuando se estudia doctrina no se debe imponer, sino exponer y explicar (2ª. Pedro 3:14-16). 6 IV. ILUMINACIÓN, REVELACIÓN E INSPIRACIÓN La iluminación es ver ángulos nuevos o bien entender por el Espíritu lo que está escrito y recordar lo que Cristo dijo. “En el año primero de su reinado, yo, Daniel, pude entender en los libros el número de los años en que, por palabra del Señor al Profeta 3. Sabemos si una revelación es de Dios únicamente por guianza del Espíritu Santo y por el aval de los ministros que nos cubren con discernimiento de arriba. Apóstol Othoniel Ríos Paredes Jeremías, debían cumplirse las desolaciones de Jerusalén” (Daniel 9:2). La revelación es sacar cosas nuevas de lo viejo que estaba cubierto o velado o bien sin precedente alguno. Sino como está escrito: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han entrado al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aún las profundidades de Dios” (1ª. Corintios 2:9 -10). La inspiración únicamente se dio a nivel escritura y lo contienen los diferentes manuscritos originales. “Pero ante todo sabed esto, que ninguna profecía de las Escrituras es asunto de interpretación personal. Pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios” (2ª. Pedro 1:21). CONCLUSIONES 1. La revelación esta vigente es nuestros días. El Señor no ha dejado de hablar o comunicar las verdades para la edificación de la Iglesia, su Cuerpo. 2. Hay que ser amplios cuando se estudia doctrina y madurar para entender las revelaciones. 7 DE LA ETERNIDAD PASADA AL PROTO EVANGELIO DESARROLLO I. REBELIONES Y CREACIONES PRE-HUMANAS En la eternidad pasada existieron seres que se rebelaron. Uno de ellos es Luzbel, quien quiso ser igual a Dios, pero fue echado del Monte de Dios (Ezequiel 28:16), con Luzbel se rebeló una tercera parte de los ángeles. Efesios 6:12 dice que hay principados, potestades, gobernadores de las tinieblas, milicias espirituales de maldad en las regiones celestes; todos estos seres rebelados que están al servicio de Satanás. Judas 6, menciona ángeles que no guardaron su dignidad y están encerrados en prisiones; estos y otros seres más, pertenecientes a creaciones pre-humanas, fueron sometidos a juicio (1ª. Pedro 3:6). INTRODUCCIÓN En el principio Dios lo llenaba todo, todo estaba lleno de luz, Dios se retrae quedando abandonado un espacio creativo, el cual se llena de tinieblas, luego Dios se expande comenzando a crear, llenando ese espacio de luz (Génesis 1:2, 3, 4; Juan 1:3). Dios crea atraves de ciclos (Eclesiastés 1:4-7, Salmo 90:1), en cada ciclo forma diferentes creaciones como los querubines, ángeles, arcángeles, y otras creaciones más Job 1:6 menciona que los hijos de Dios venían de todo los lugares del universo a presentarse a Dios. Job 38:7 dice que cuando Dios formaba la tierra, alababan todas las estrellas y se regocijaban todos los hijos de Dios, esto confirma que hay diferentes creaciones. II. LA CREACIÓN DE LA TIERRA PARA LOS HUMANOS Dios reordena la tierra del caos en que se encontraba, separa la luz de las tinieblas, las aguas de arriba y debajo de la expansión; separa las aguas de la tierra, hace producir hierba y arboles de fruto, hace las lumbreras para el día y la noche, hace producir seres vivientes en las aguas y aves de toda especia, animales según su género y vio Dios que era en gran manera bueno (Génesis 1:31), la tierra ya reordenada es habitada por razas no humanas sino paralelas, seguramente enemigos de Dios. Dios formo al hombre del polvo de la tierra y puso en él aliento de vida y preparó para el un lugar especial: El Huerto del Edén plantado con todo árbol de fruto, así como el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal (Génesis 2:7-14). 8 III. SEÑORÍO DE ADÁN Dios colocó al hombre en el huerto para que lo labrara y lo guardase (Génesis 2:15) de los seres que estaban f uera del huerto. Adán podía participar de todo árbol del huerto, menos del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque si comía de el moriría (Génesis 2:16-17). IV. SEÑORÍO DE LOS ADANES Adán en el huerto se comienza a reproducir sin sexo, una reproducción celular misteriosa. Así el huerto f ue poblado de Adanes por un periodo indeterminado, cada uno de éstos Adanes tenía su Eva adentro. Estos adanes antes que se contaminaran con las razas paralelas que habían fuera del huerto probablemente fueron sacados de la tierra para poblar el Universo (es una tesis). V. EL SEÑORÍO DE ADÁN Y EVA Habiendo sido trasladados los descendientes de Adán (los Adanes) Adán queda solo en el huerto; Dios ve que no es bueno que estuviera solo y se propone hacerle ayuda semejante o adecuada (Génesis 2:18 B. de América). Dios hace caer sueño sobre Adán y de una costilla forma a Eva, así se instituye el primer matrimonio, Adán y Eva se comienzan a reproducir (Aún no había reproducción sexual), dando Eva a luz hijos e hijas en partos sin dolor. VI. LA TENTACIÓN, LA CAÍDA Y LA EXPULSIÓN DE ADÁN DEL EDEN La serpiente había sido mensajera de Dios, era conocida de Adán y Eva, no sabemos de que manera Satanás trabajó en ella para que se prestara como instrumento para hacer caer a Eva. Eva es engañada en sus sentidos por la serpiente (2ª. Corintios 11:3), cede a la t entación, Adán también participa del árbol de la ciencia del bien y del m al, sus ojos fueron abiertos y tuvieron conciencia del bien y el mal, el pecado trajo como consecuencia la muerte espiritual; ya caídos son echados del huerto y continúan reproduciéndose ya en partos dolorosos (Génesis 3:16). VII. LOS USURPADORES DEL UNIVERSO TOMAN LA TIERRA La raza humana continua propagándose, algunos como: Abel, Set, Enoc; se acercaron a Dios a través de sacrificios teniendo plena comunión con él, otros como Caín se revelaron contra Dios. En Génesis 6, vemos la degeneración en que cae la raza humana, el verso 4 dice que había gigantes en la tierra, seguramente eran seres que invadieron la tierra para mezclarse con los humanos, además hubo una mezcla de hijos de Dios con las hijas de los hombres. Dios viendo que la maldad era grande sobre la tierra envía juicio a esa generación perdida, solamente es preservado Noé con su familia (Génesis 6 y 7). VIII. LA GRAN PROMESA A LA HUMANIDAD CAIDA Cuando Adán cae y antes que se dé la depravación de la raza humana, Dios hace una gran promesa y es el nacimiento de un Salvador que redimirá a la raza humana en la descendencia espiritual de Abraham, volviéndola a la comunión con Dios (Génesis 3:15). 9 En el cumplimiento del tiempo Dios envió a su Hijo (Gálatas 4:4). Cristo Jesús se dio como ofrenda y sacrificio en olor grato a Dios (Efesios 5:2). El pecado entro al mundo por Adán y por el pecado vino la muerte y la muerte pasó a todos los hombres. “Por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12). Por la justicia de Cristo vino a todos los hombres la justificación de vida (Romanos 5:18). Los que se acogen al sacrificio de Cristo Jesús son reconciliados con Dios, su espíritu es vivificado, iniciándose así en ellos una nueva criatura (2ª. Corintios 5:17), hasta alcanzar la estatura del varón perfecto por el proceso de regeneración (Efesios 4:13). Todos los que se someten al proceso de regeneración conforman la Iglesia de Cristo, la cual ha sido constituida linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para anunciar las virtudes de Dios (1ª. Pedro 2:9). 3. Dios reordena la tierra para el hombre, acondicionándole el Edén, ya que alrededor habían otros seres. 4. Ha habido varias formas de reproducción. a. Reproducción no sexuada. b. Reproducción sexual: Después de la caída los partos son con dolor. 5. Dios se propone hacer una nueva creación que es la Iglesia, iniciándose el proceso con el nuevo nacimiento, luego la regeneración, concluyendo con la estatura del varón perfecto. 6. En la nueva creación (la Iglesia), se verán realizados todos los planes de Dios. Apóstol Othoniel Ríos Paredes Han existido muchas creaciones y muchas de ellas se han rebelado, pero la nueva creación: La Iglesia de Cristo, será fiel hasta el final, cumpliéndose en ella el plan que Dios tenía desde el principio. CONCLUSIONES 1. Dios como Creador crea a través de ciclos, en cada ciclo ha hecho diferentes creaciones. 2. Hay muchas creaciones que se han rebelado sobreviniendo sobre ellas juicios. 10 LAS TRES ERAS I. ERA DEL PADRE Esta era abarca desde siglos pasados incluyendo los tiempos del Antiguo Testamento, hasta los días de nuestro Señor Jesucristo. Dios Padre creó un Reino eterno perfecto, pero que se desajustó, quién sabe cuanto tiempo atrás (Mateo 13:24-30). El sin perder el control absoluto, permite que la maldad contagie a sus criaturas, pues las ha facultado de libre albedrió para escoger su futuro (Ezequiel 28:13-18; Judas 1:6; Génesis 2:16-17). INTRODUCCIÓN Ubicarse correctamente en el tiempo es de gran significancia para no errar al respecto a la interpretación de las Escrituras. El presente tema tiene la finalidad de describir la forma como la Trinidad (Triunidad) se complementa en su trabajo para con la humanidad. Desarrollo El original griego utiliza la palabra AION al referirse a un siglo, una era o una edad, y significa un periodo de duración definido o tiempo con trato exclusivo definido para ese tiempo, contemplado en relación con lo que tiene lugar en ese periodo (Mateo 12:32; Efesios 2:1-2). Las Escrituras dividen a la humanidad en tres grandes grupos, los cuales serán tratados por Dios en su respectivo turno (1ª. Corintios 10:32), los menciona: judíos, Gentiles e I glesia. A pesar de todo, Dios que es rico en mi sericordia decidió auxiliar a la raza humana, no una nación, sino a su creación entera, teniendo fiel cumplimiento cuando todo sea hecho nuevo (2ª. Pedro 3:7-13; 1ª. Corintios 15:28). El Padre se valió de muchos medios al tratar con los seres que abarco este periodo. La mayoría de los seres creados al no entender los métodos Divinos, hacen que en ultima i nstancia el Padre envié a su Hijo (Miqueas 5:1-2; Mateo 21:33-37; Hebreos 1:1-2). II. LA ERA DEL HIJO El Dios que habita en eternidad, se introduce en el tiempo habiendo decidido hacerse a la manera de la raza que auxiliaría. Esto es lo que el Apóstol Pablo enseñó a Timoteo como el Gran Misterio de la Piedad (1ª. Timoteo 3:16); un misterio que se ve en varias fases, las cuales analizaremos: a) El fue manifestado en carne Dios renuncio temporalmente a sus privilegios y toma forma de siervo (Filipenses 2:5-11). 11 b) Justificados en el Espíritu Luego de haber cumplido con la comisión que el Padre le había designado (encontrar lo que se había perdido y pagar el precio por su rescate), es resucitado para ser ofrecido en Holocausto, de manera que el sacrificio fuera pl eno (Efesios 4:8). c) Visto por los ángeles El Señor contemplado por los ángeles en las profundidades de la tierra (Hebreos 1:6). d) Proclamado en las naciones y creído en el mundo Son acontecimientos que tendrán su cumplimiento en un futuro inmediato. La era del Hijo tiene la finalidad primero: de salvar lo que se había perdido, tanto judíos como gentiles (Isaías 5:3). Paralelo a esta Operación de Salvación, propone a Israel el Reino de los Cielos (reestructuración del reino temporal) previo trabajo espiritual e individual. Israel al rechazarlo, hace que Dios se vuelva hacia la gentilidad (Juan 1:11-13), PARA LUEGO REANUDARLO CON AQUELLA NACIÓN, PERO IMPONIENDO EL REINO (Juan 18:36; Apocalipsis 19:15-16). En segundo lugar, al igual que Jacob figura de Cristo, va a tierras lejanas para tomar para sí una mujer (Raquel-Israel), pero al no corresponderle por ser la menor le dan a cambio a (Lea-Iglesia), por quien trabaja siete años. Esta operación esposa es otro misterio de la era del HIJO, cuya tarea es delegada al Espíritu Santo (Efesios 5:2532). III. LA ERA DEL ESPÍRITU SANTO Esta era se distingue porque se está formando un grupo de individuos que no son del Reino, sino una entidad aparte, integrada por Judíos y Gentiles, cuyo fin es: Ser Cuerpo de Cristo (Efesios 5:23). Esta tarea fue encomendada al Espíritu Santo, quien es el Vicario o representante de Cristo (Santiago 4:5), quien el Señor prometió que vendría y cuya responsabilidad entre otros aspectos están: El adornarla y guiarla hacia toda verdad (Juan 16:13; 1ª. Corintios 12:411), pero principalmente, haciendo una operación individual interna para conformar ese cuerpo, de manera que seamos presentados como una virgen pura, santos e irreprensibles delante de El (2ª. Corintios 11:2; Colosenses 1:21-23). En otras palabras, llevarla a tal madurez que esté preparada para ser la Esposa del Cordero. Para alcanzar este fin, el Señor llama siervos a la manera de Eleazar (Génesis 24; Efesios 4:11), para que la imagen de Cristo sea formada en esta nueva raza (Romanos 8:29; Gálatas 4:19). Es entonces a la Iglesia de Cristo a quien alcanzaron los fines de los siglos, para quienes estaba preparada esta gracia plena la cual profetizaron los Profetas de las eras anteriores. CONCLUSIONES 1. La consumación del fin que mencionan algunas traducciones en el libro de Mateo 24:3, no está hablando del fin del mundo, sino de la era o edad; de manera que se puede ver una sucesión de eras. 2. Lucas 11:13, se refiere a una época que nunca antes se había dado, en la que el Espíritu Santo vendría a morar en un cuerpo (Iglesia) que así lo pudiera. 12 3. Debemos ubicar lo dicho en las Escrituras según la época a vivir. Es un error por ejemplo, darse por sano apoyándose únicamente porque el Señor llevó nuestras enfermedades en la cruz. La sanidad se obtendrá como producto del prestar un poder del siglo venidero (Don de FE, Sanidad, Milagros), pues en esa edad disfrutaremos no de sanidad, sino de salud divina. Apóstol Othoniel Ríos Paredes 13 LA PREDESTINACIÓN Y LA PREORDENACIÓN Sin embargo, tenia que intervenir la voluntad de ellos para aceptar o rechazar la oferta que Dios les estaba haciendo y aún más, pues si la aceptaban, todavía tenían que decir si la hacían bien o mal o si la aceptaban a plenitud. Es muy interesante notar que Dios predestinó a los que antes conoció, esto quiere decir que los eligió después de proponerles algo. Por qué a los que antes conoció? Porque tenían que definirse, si iban a ser espíritus fieles a las propuestas de Dios o si iban a ser infieles o negativos a las mismas y por ende, a Dios mismo. INTRODUCCIÓN Lo que Dios hizo primero, fueron espíritus pues El es Padre de espíritus. Después se sirvió de estos espíritus para hacer ángeles, seres humanos y otras especies, a quienes iba a dar cuerpos con propósitos previamente determinados por El. Esto significa que allá en el cielo, en la eternidad pasada. Dios designó o mejor dicho, preordenó actividades, funciones, responsabilidades y situaciones que tenían que ser desarrolladas por los seres inteligentes que estaba creando. A aquellos que iban a ser fieles espíritus, Dios les iba a dar un cuerpo para predestinarlos a que ejercieren diversas funciones y oficios honrosos, que los harían acreedores de mayores glorias en la eternidad, pero si eran infieles o negativos su predestinación consistiría en la ejecución de misiones negativas y oficios de deshonra que tendrían el ineludible fina de condenación eterna. Por esto podemos ver a un Jeremías que viene santo antes de nacer y que es dado por profeta a las naciones (Jeremías 1:5) y a un Judas que viene ya perdido y con oficio de traidor del Señor (Juan 17:12). DESARROLLO I. LA ELECCIÓN Según el plan de Dios, hizo los espíritus aún antes de hacer la tierra. Quiere decir entonces que ya hubo un primer nacimiento de espíritus y que por eso cuando venimos a la tierra, lo hacemos como espíritus vivos pues no nace de Dios nada muerto, solo vivo. 14 Cuando fueron creados los espíritus, el Padre los empezó a enseñar y a educar, dependiendo qué habían hecho con la propuesta de Dios, en el sentido de serles fieles o infieles. A aquellos que decidieron serle f ieles a Dios los predestinó para realizar muchas misiones buenas, pero a los que decidieron serle infieles, los condenó y los ejecutará después que hayan cumplido con la realización de servicios viles. Por eso es que el espíritu de un Judas, lo puso en un cuerpo para que hiciera vilezas. Por eso hizo faraones y otros seres que después castigó; pero los hizo porque ellos ya habían elegido, porque optaron en su oportunidad en entregar a negar su voluntad a Dios. Dios no quería que ninguno de sus espíritus se perdiera, ni mucho menos, ninguno de sus seres que iba a crear (1ª. Timoteo 2:4), y por eso dice: “Vosotros sois dioses y tod os vosotros hijos del Altísimo; pero como hombres moriréis y como cualquiera de los príncipes caeréis (Salmo 82:6-7). Por eso los cementerios de la tierra no fueron hechos para el hombre. Esos son lugares a donde tuvo que llegar por causa de su elección. Tampoco el infierno fue hecho para los hombres, sino para el diablo y sus ángeles que cayeron con él, pero a causa de su elección, tendrá también huéspedes humanos. II. LA PREDESTINACIÓN Y LA PREORDENACIÓN Dios no predestina a nadie para que se salve o para que se pierda. Eso lo decidirá cada uno en el llamamiento en la tierra, pero previamente a esto, habrá tenido que hacer una elección en el cielo. La elección es en el cielo y el llamamiento en la tierra. Un ejemplo claro de esto, es el mismo Señor Jesucristo a quien antes de tener cuerpo humano le preguntaron en espíritu ¿Quién irá a hacer la redención? O sea, que tenía que hacer una decisión al respecto, haciendo uso de su voluntad, y él contestó: “Heme aquí Padre, Yo voy a hacer tu voluntad”. Entonces el Padre lo predestinó para que viniera como redentor, le hizo un cuerpo y lo envió a nacer en Belén. La preordenación consiste en la selección o el encogimiento entre otros, después de habernos conocido, pero antes de nacer, para la realización de determinadas tareas porque ya decidimos ser fieles o infieles a Dios (Efesios 1:4). La predestinación es para ejercer una función específica en la tierra. Así por ejemplo, el Señor vino como redentor del mundo y salvador del mundo, Jeremías vino como profeta a las naciones. Sin embargo, las obras fueron preparadas de antemano, para que anduviésemos en ellas, o sea que, dicho en otra forma, el oficio es predestinado y las obras preordenadas. Nosotros decidimos ser fieles a Dios antes de nacer, por eso nos mandó a un cuerpo aquí en la tierra, para ser hechos a la semejanza de su Hijo, porque para esto fuimos predestinados (Romanos 8:29). Sin embargo, no todos los salvos son de esta gloria. A todos los que han de salvarse, Dios les ofreció gratis su salvación, ya sea conformándolos a la imagen de su hijo, o bien en otros niveles de gloria. El Señor predestinó porque antes conoció y escogió de acuerdo a su propia elección (Romanos 9:11). 15 Cada uno trae su predestinación específica y si está predestinado a ser conformado a la imagen del Hijo, entonces ya no va a morir, porque Cristo vino a darle vida otra vez en espíritu; tuvo que nacer de nuevo del espíritu. Esto fue lo que no entendió Nicodemo (Juan 3:4), pues creía que tenía que volver a nacer de su madre, pero lo que el Señor le estaba diciendo era que como había nacido del espíritu y había muerto, tenía que volver a nacer, pero de arriba, por medio del Hijo. El Padre estableció que el que naciere solo una vez y se perdiera, se perdía para siempre, pero que aquel que naciere otra vez, ya no moriría. Por eso, los cristianos que van al cementerio no van muertos sino dormidos, porque El se comprometió a despertarlos en el día postrero. Nosotros venimos en espíritu vivo a la tierra, pero en el contacto de Adán y del alma que se ensució, nuestro espíritu murió. Pero como Dios nos había predestinado a que fuéramos a la imagen de su Hijo, porque antes nos conoció, entonces envió a su Hijo para que viniera y nos buscara porque éramos de El. Así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le dio al Hijo tener vida en sí mismo y así como el Padre levanta a los muertos y les da vida, asimismo el Hijo también da vida a los que él quiere (Juan 5:21-26). El Padre le dio algunos de sus hijos a Cristo, por eso el Señor dice en la tierra que ninguno al que no le haya enseñado el Padre vendrá al Hijo. Entonces, el que envía a los pecadores al Hijo es el Padre, y el Hijo vino a llamar a los que el Padre enseñó. Ahora bien, ya están los que el Padre le dio al Hijo; entonces el Hijo abrió un libro en donde apuntó a todos los que le dio el Padre y de esos no se va a perder ninguno (Juan 17:12). Pero también el Padre tiene su propio libro en donde apunta a todos a quienes da vida, y de ese libro puede borrar a quienes pecan, pero del libro del Hijo no, porque a El le dio toda potestad. A los que el Padre le dio, el Hijo lo encontró en el mundo y les dio este mensaje: “Ustedes no son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo” (Juan 17:16), “Me voy a preparar un lugar para ustedes, pero vendré y los tomaré conmigo”, (Juan 14:3), porque ustedes no son de aquí, sino que son extranjeros y peregrinos en la tierra. Sin embargo, esto no se lo dijo a todos; a los demás les dijo que los iba a encontrar lavando sus ropas y emblanqueciéndolas en la sangre del Cordero, en la gran tribulación (Apocalipsis 7:14). III. EL NUEVO NACIMIENTO El Hijo le dio vida a los que el Padre le dio, al creer a su llamado aquí en la tierra. El espíritu de Cristo se unió a ellos y ya están engendrados, pero engendrados no quiere decir nacidos, porque el niño que engendra un padre y concibe una madre, aunque ya tiene vida, aun no ha nacido, sino hasta que es dado a luz. Cuando el niño aun no nace, vive de la vida de su madre, pero cuando nace y le cortan el cordón umbilical, ya vive por si y respira por si mismo; ya hay que alimentarlo de una manera diferente pues ya no se nutre de la sangre de su madre. Entonces ya nacieron y tienen vida propia, pero cualquier cosa los puede matar si no se les protege. 16 Así también el cristiano que ya ha nacido de nuevo, necesita alguien que lo cuide y proteja en su proceso de crecimiento, y entonces el Padre envía también su Espíritu Santo para que more en ellos (pentecostés). Ahora ya no solo tienen vida en Cristo, en donde nacieron de nuevo, sino que además de su propia vida también tienen vida del Espíritu (doble porción). Pero así como los niños se rebelan a la autoridad de sus padres y necesitan ser disciplinados por ellos, así también los cristianos niños necesitan de la disciplina de Dios porque ya son sus hijos, pero son como los hijo pequeñitos de una familia, que ya tienen todo lo de un adulto, sin serlo todavía. Lo que les falta es manifestarse y esto l o, harán cuando ya se hallan desarrollado. Esto es lo que nos quiere decir el Señor al expresar que: “Ahora ya somos hijos de Dios y aun no se ha manifestado lo que habremos de ser”. “Pero sabemos que cuando El se manifieste, seremos semejantes a El, porque le veremos como El es” (1ª. Juan 3:2). Así, cuando Cristo nos manifieste completos, se va ver El en sus hijos. Los otros hijos de Dios, o sea aquellos no le dio al Hijo, sino que se los reservo para El, van a recuperar la imagen del terrenal. Van a ser como Adán cuando aun o había caído, y va a llegar a ser dos en uno al final. Pasaran por un periodo en que serán dos en familia, pero finalmente llegaran a ser uno, como Adán cuando fue creado. Entonces se cumplirá totalmente que: “No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3: 28). Cuando Dios soplo espíritu de vida en el hombre, uso el alma para que expresara al cuerpo, porque el espíritu es solo para expresar a Dios, pero cuando el espíritu muere, se rompe la comunicación con Dios y entonces se maneja por el alma. Por eso es que los hombres que no tienen el soplo de vida del nuevo nacimiento, se manejan por el alma. Se emocionan un día y otro día te matan, te abrazan un día y otro día te insultan: un día te dicen que t e quieren y otro día te dicen que te odian. En cambio, al que le dieron ya la identidad de su nuevo nacimiento, ese ya se dirige por el espíritu, ya puede hablar con Dios porque ya tiene espíritu vivo. Por eso el evangelio de Cristo no es una religión porque seria entonces una comunicación y no puede haber comunicación con espíritu muerto. ¡El evangelio de Cristo es una nueva vida!. Dios puso el alma en el momento de unir el espíritu con el cuerpo. Por eso los niños nacen con espíritu vivo, de otra forma nacerían muertos para Dios y de El no sale nada muerto. Entonces viven para Dios, pero todavía no tienen uso de su voluntad, razón por la cual todavía no puede arruinar su espíritu y por eso, los niños son del reino automáticamente. A estos niños se aplican Romanos 5:14, que dice que aunque no pecaron a la manera de Adán, es decir voluntariamente, de todas maneras mueren; pero mueren porque les heredaron la maldición de la tierra y el ancestro de Adán, es decir que sufren muerte física, como consecuencia del pecado de Adán. Entonces no son culpables ellos personalmente, y por eso son del reino, cubriéndolos la sangre de Cristo. 17 Sin embargo, cuando ese niño crece y de desarrolla, hasta el punto en que ya puede elegir por si mismo, es decir cuando ya tienen uso de razón, debido a los ancestros y las contaminaciones del alma, pecará voluntariamente contra Dios y su espíritu morirá y tendrá que nacer otra vez o se perderá para siempre (Romanos 7:8-9; 8:1). Cuando ya se tiene uso de razón, se repite forzosamente la historia de Adán: obedecer o desobedecerle a Dios. Adán vino totalmente limpio y puro, pero su alma pecó y mato su espíritu. Entonces no venía con espíritu muerto, sino que ya había nacido una vez y como murió, para salvarse tuvo que nacer de nuevo. IV. LA PREDESTINACIÓN DE LA ESPOSA DEL CORDERO Adán estaba solo y tenía que casarse, pero tenía a Eva adentro y no era bueno que estuviera adentro sino que afuera, para que Adán no estuviera solo. Entonces Dios durmió a Adán y sacó de él a Eva y después que la hubo sacado, despertó a Adán. El resto del cuerpo siguió siendo el cuerpo de Adán, pero solo l a Eva que sacaron del m ismo, fue la esposa de Adán. El Señor va a hacer lo mismo al final, con los predestinados a ser la esposa del Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo, el postrer Adán. Va a dormir a Adán, o sea el cuerpo de Cristo y de allí va a sacar a los gloriosos que van a ser su esposa celeste, pero el cuerpo de Cristo seguirá durmiendo todavía, y así que saque a la celeste, despertará al terrestre. Así que si nosotros somos la esposa el Adán postrero, cuando salgamos de El, se quedará otro cuerpo al que van a despertar después de que nosotros nos hayamos ido, y ese cuerpo será la gran cosecha de la tribulación. El otro, es decir el que fue sacado antes de despertar, serán las primicias y las primicias son lo mejor de la cosecha, pero se recogen antes. Cuando habla el Señor que es va a dar cuerpos celestes a unos y a otros cuerpos espirituales para eternidad acá en la tierra, está diciendo que sólo va haber un grupo de todas las generaciones vivientes que le van a ver cuando El vuelva, estando ellos aún vivos. Eso no podía suceder cuando Cristo vino por primera vez, tampoco pudo suceder en un periodo intermedio, eso va a suceder ahora que estamos nosotros en el final. Nosotros somos a quienes alcanzaron los fines de os siglos, o dicho en otras palabras, nosotros miraremos los fines de los siglos. El que mire el final del siglo estando vivo, pero que haya sido fiel al Señor, se encontrará con Cristo y le darán cuerpo celeste para irse con El; serán primicias. A los muertos que fueron fieles y que fueron a la tumba en Cristo, el Señor se comprometió en resucitarlos en el día postrero, y se irán con El en cuerpos celestes también como primicias. Los demás salvos que hayan muerto, no serán levantados allí, sino al final de la tribulación y los que estén vivos y no hayan sido tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas (Lucas 21:36), pasarán a la tribulación, sea del cuerpo o no; y al final levantará a los condenados de todos los tiempos y los juzgará en el tribunal del gran Trono Blanco (Apocalipsis 20:11), y los enviará finalmente a la muerte segunda en el lago de fuego y azufre (Apocalipsis 20:15). 18 Las primicias subirán con Cristo para estar siempre con El. Inmediatamente que el Señor las levante, las presentará al Padre, para luego bajar con ellas a los juicios de la tribulación, pero en cuerpos inmortales, para cubrir a los que todavía están en cuerpos mortales. Será exactamente como pasó con Nabucodonosor, que vio a cuatro en el horno, en vez de los tres que habían sido metidos en él. Tres eran de la tierra, pero el otro no supo de donde era, pero le vio apariencia de hijo de los dioses. Los tres estaban quemando sus ataduras en el horno calentado siete veces más que lo normal, pero el otro estaba contento porque no se estaba quemando sino protegiendo y animando a l os otros tres. CONCLUSIONES La preexistencia es la experiencia pasada de una sola vida, que se continúa dentro del cuerpo de carne y que es mucho más extensa que esta última. Es algo tan evidente que nadie debiera dudar de ella. Sin embargo si existiera alguna duda al respecto, ¿cómo se podrían explicar estas preguntas? a) ¿Por qué el ciego de nacimiento podía haber pecado antes de nacer? (Juan 9:1-3). b) ¿Por qué si Dios había mandado un sacerdote perfecto para Leví, antes de nacer, podía nacer jorobado?. c) ¿Por qué le dice Dios a Job que ya había nacido antes de que El fundara la tierra? (Job 38:21) d) ¿Cómo pudimos ser escogidos en Cristo antes de la fundación del mundo? (Efesios 1:4). La predestinación es para ejercer un oficio determinado. Aquellos que hayan sido predestinados para ser hechos conforme a la imagen del Hijo de Dios (Romanos 8:29), serán revestidos de cuerpos celestes porque no vienen del polvo de Adán, sino de las entrañas de Cristo (Efesios 1:3-5), y el viaje lo hicieron en sus entrañas, así como Eva lo hizo en las entrañas de Adán. La preordinación consiste en las obras y tareas que fueron preparadas de antemano por Dios, para que pudiéramos ejercer el oficio o la función para lo cual fuimos predestinados (Efesios 2:10). Aquí ya interviene nuestra voluntad pues podemos decir si las hacemos o no, y si las hacemos bien o mal y de eso dependerá nuestro galardón (2ª. Corintios 5:10). El Señor concedió a sus tres discípulos más consagrados y cercanos a El, ver el Reino antes de que fuera. En el monte de la transfiguración vieron a un muerto resucitado, gloriosos: Moisés. También vieron a un vivo transformado, glorioso: Elías y en medio de ellos, vieron en cuerpo de Cristo, gloriosos en el Señor. Y allí discípulos al pie del monte, juntamente con gente que no creían en el Señor. Esto nos habla de categorías y de grados en la escogencia del Señor. Cuando vieron esa gloria, el Señor les dijo a sus tres discípulos que no se lo contaran a nadie, hasta que El hubiese resucitado de los muertos (Mateo 17:9). Así que hay gente a la que el Señor no le quiere mostrar nada todavía, porque no entiende o no ha querido entender, y entonces se lo va hacer entender después, por misericordia (en la t ribulación). Sin embargo habrá gente también que como Judas, no se arrepentirá de su maldad y sus iniquidades y para los tales ya no habrá misericordia. 19 LOS HIJOS DE DIOS hijos de estos seres llamados hijos de Dios, con las hijas de los hombres, se les llamo “los valientes” o bien “los poderosos” (Gui borim en hebreo), y dice la Biblia que Nimrod, nieto de Cam, llegó a ser poderoso (Gui-bo-rim o jayanes), más importante de la tierra. En Job 38:7, vemos como se regocijaban los hijos de Dios cuando estaba fundando la tierra; esto nos indica que estos seres ya existían antes de que el hombre fuera creado. I. INTRODUCCIÓN Por mucho que nos esforcemos, jamás llegaremos a comprender el amor de Dios por nosotros en toda su magnitud. El Hijo unigénito de Dios se hizo hombre, para que pudiéramos ser llamados hijos de Dios. DESARROLLO El hecho de que tuviera que venir el Señor Jesucristo a la tierra para que pudiéramos ser llamados hijos de Dios, evidencia la situación que anteriormente no lo f uéramos. Sin embargo vemos en pasajes de la Biblia, tales como en Génesis 6:2; Job 1:6; 2:1; y 38:7, que existían seres inteligentes a quienes se les llama hijos de Dios. En Génesis 6:1-4, se menciona que los hijos de Dios, que obviamente no eran hombres, tomaron para sí a mujeres hijas de los hombres, se llegaron a ellas y les engendraron hijos; o sea, que estos seres eran sexuados y capaces de reproducirse sexualmente. A los ¿QUIENES ERAN ESTOS EXTRAÑOS PERSONAJES? El Evangelio de San Lucas 3:38, menciona e identifica a Adán como hijo de Dios y a todos los demás hombres se les reconoce como hijos de Adán y engendrados por sus respectivos padres. Tomando este ejemplo, podemos deducir que los hijos de Dios son los primeros (primogénitos) seres inteligentes creados en cada creación de Dios, ya que todos sus descendientes ya no son creados, sino engendrados por ellos y sus hijos. O sea que Dios tenía ya dos clases de hijos antes que el hombre fuera creado. En primer lugar tenía a su Hijo Unigénito increado y por quien fueron creadas todas las cosas (Colosenses 1:16), y en segundo lugar a cada uno de los primogénitos de cada creación de seres inteligentes a quienes les llamó hijos de Dios (Hebreos 12:23) y a quienes también les dio la facultad de engendrar hijos. Sin embargo, Dios quería para sí hijos como su Unigénito, para lo cual tuvo que enviarlo a la tierra para que se convirtiera en el primogénito entre muchos hermanos, que serían semejantes a El (le creó naturaleza humana con un cuerpo engendrado). 20 II. ¿QUÉ HIJO EL PADRE PARA QUE PUDIÉSEMOS SER LLAMADOS HIJOS DE DIOS? Efesios 1:4 y 5, nos dice que fuimos escogidos en Cristo desde antes de la fundación del mundo y que fuimos predestinados para ser adoptados hijos de Dios por medio de Jesucristo. En Romanos 8:29, se nos explica que a los que Dios conoció antes de la fundación del mundo, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos. Para que esto fuera posible, el Verbo fue hecho carne (Juan 1:14) y habitó entre nosotros, y a todos aquellos que le recibieron y creen en su nombre, les concedió el privilegio de ser hechos hijos de Dios, engendrados de Dios (Juan 1:12-13). Dios envió a su Hijo para que recibiéramos la adopción de hijos por medio de El. El clama desde adentro de nosotros; y nosotros podemos clamar en El ¡Abba Padre! (Gálatas 4:4-7; Romanos 8:15). III. ¿EN QUE MOMENTO SE EFECTUARA NUEST RA ADOPCIÓN COMO HIJOS DE DIOS? Romanos 8:23, nos aclara que la adopción se verificará mediante a redención o resurrección de nuestro cuerpo, esto es nuestra glorificación. Filipenses 3:20 y 21 nos revela que nuestra ciudadanía esta en los cielos y que de allí vendrá el Señor Jesucristo, quien en su parusía transformará el cuerpo de nuestra humillación, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede sujetar así mismo todas las cosas. Es la esperanza que todos tenemos y por la cual aún gemimos en nuestro hombre interior, porque con este acto estaremos siendo vestidos de nuestra morada celestial (2ª. Corintios 5:1-5). En la glorificación nuestros cuerpos sufrirán una transformación asombrosa, porque lo corruptible se vestirá de incorrupción para aquellos que estén muertos y lo mortal se vestirá de inmortalidad para aquellos que estemos vivos (1ª. Corintios 15:51-57). Cuando esto ocurra, nuestra victoria habrá devorado a la muerte y ni la Ley, ni la muerte, ni el pecado tendrán ya más poder sobre nosotros, porque nos habrá sido dada la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Dios nos ha dado una garantía absoluta de que todo esto sucederá (Efesios 1:14; 2ª. Corintios 5:5). Nos ha dado las arras del Espíritu Santo, el cual operará transformando el cuerpo de los muertos así como operó en el Señor Jesucristo (Romanos 8:11) y transformará el cuerpo de los vivos (2ª. Corintios 5:4-5), para que juntos seamos glorificados (1ª. Tesalonicenses 4:17). IV. LA MANIFESTACIÓN DE LOS HIJOS DE DIOS 1ª. De Juan 3:2, nos dice que gracias al Señor Jesucristo, ahora somos hijos de Dios (Juan 1:12-13), pero que aún no se ha manifestado lo que hemos de ser, y que cuando El se manifieste, seremos semejantes a El. En Colosenses 3:4 dice que cuando Cristo se manifieste, entonces también seremos manifestados con El en su gloria. Sabemos que todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios, ya que el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios y por consiguiente también herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos con El, para qué juntamente con El seamos glorificados (Romanos 8:14-17). 21 Cuando el hombre pecó, la tierra fue maldita por su causa (Génesis 3:17). Asimismo, por el pecado toda la creación fue sujetada a vanidad y espera ansiosa y gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora, esperando la manifestación gloriosa de los hijos de Dios, ya que también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Esto sucederá cuando el Señor mismo se manifieste; entonces también nosotros seremos manifestados con El en gloria y le veremos tal como él es, pues seremos semejantes a El, por medio de la transformación que Dios operará en nosotros, en nuestra glorificación. CONCLUSIONES 1. Gracias al amor que nos dio el Padre, ahora podemos ser llamados hijos de Dios. 2. Dios no quería hijos creados, como los primogénitos de toda creación, sino engendrados por El, a la semejanza de su Hijo Unigénito. 3. Fuimos predestinados para ser adoptados hijos de Dios, por medio de Jesucristo. Esta adopción se llevará a cabo en la redención de nuestro cuerpo. 4. Cuando el Señor se manifieste, seremos semejantes a El en gloria, para que toda la creación sea libertada de la esclavitud de la corrupción. 5. El Espíritu mismo da testimonio de que somos hijos de Dios. El Señor no se avergüenza de llamarnos hermanos. Apóstol Othoniel Ríos Paredes 22 EL SACRIFICIO PERFECTO que pudiera atraer su presencia, a través de levantamiento de altares y ofrecimiento de sacrificios, dando lugar con esto al establecimiento del sacerdocio en la tierra. Dios sentencio a la serpiente a través de la promesa de enviar al Salvador que habría de herirle la cabeza (Génesis 3:15) y antes de expulsar a Adán y Eva del paraíso, les hizo túnicas de pieles y los vistió, lo que nos habla claramente de la sustitución y la cobertura de pecados a través de sacrificios de animales, mientras llegara el momento del sacrificio perfecto (Génesis 3:21; Hebreos 9:13-14). INTRODUCCION La Biblia nos enseña que era necesario el ofrecimiento de un sacrificio de sangre para hacer la reconciliación de todas las cosas, tanto las que están en la tierra, como las que están en los cielos (Colosenses 1:20; Efesios 1:10). Dios estableció que sin derramamiento de sangre no se hace remisión de pecados (Hebreos 9:22; Levítico 17:11), y la sangre derramada tenia que ser el producto de la inmolación de un cordero perfecto, sin mancha, lo cual determina la necesidad de un sacerdote perfecto para que pueda ser ofrecido dicho sacrificio. DESARROLLO Adán era perfecto en su creación, con acceso directo a Dios, a través de un espíritu puro, sin necesidad de sacerdote intermediario. Las cosas que son del Espíritu de Dios deben discernirse espiritualmente (1ª. Corintios 2:14); cuando el hombre pecó se rompió su comunión con Dios, pues la muerte espiritual consiste en la separación de Dios. Sin embargo, como el propósito de Dios siempre ha sido el tener comunicación con el hombre, estableció mecanismos especiales para I. EL SACERDOCIO LEVITICO Antes del Sinaí n había ley escrita de parte de Dios. La presencia de esta se hallaba integrada en la conciencia humana como una ley natural (Romanos 2:14-16); ni siquiera existía el sacerdocio con sus ceremoniales y ritos, y cada familia ofrecía independientemente sus propios sacrificios, constituyéndose prácticamente como sacerdote el jefe de familia (Génesis 8:20). Cuando Moisés descendió del Monte Sinaí, todo esto cambio, se codificó la Ley de Dios y con ésta, Dios inauguro el concepto de un sacerdocio centralizado, o sea que tanto la Ley como el sacerdocio, fueron instituidos en el Monte Sinaí (Hebreos 7:11). Por medio de la Ley es el conocimiento del pecado su propósito no es el de salvación, ya que por las obras de la Ley nadie será justificado delante de Dios (Romanos 3:20). La Ley no puede salvar, su único propósito es exponer nuestros pecados. La salvación, no obstante, viene por intermedio del sacerdocio. La Ley instituyó el sacerdocio levítico, que a su vez era incapaz de justificarnos delante de Dios (Hebreos 7:11-12). La solución del problema debía encontrarse en un nuevo sacerdocio, no relacionado 23 con la imperfección del antiguo orden, pero para cambiar el sacerdocio era necesario cambiar también la Ley, pues el sacerdocio vino como resultado de la misma. El Señor Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, no vino de la tribu de Leví, sino de la tribu de Judá (Hebreos 7:13-14), su relación era con el sacerdocio de Melquisedec. II. EL SACERDOCIO PERFECTO Un sacerdocio imperfecto solo podía ofrecer sacrificios imperfectos (Hebreos 10:1-4). Se necesitaba un sacerdocio perfecto para que pudiera ser ofrecido un sacrificio perfecto. El Señor Jesucristo fue declarado por Dios Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec (Hebreos 5:10), no constituido conforme a la Ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible, quedando abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia. Y esto nos fue hecho sin juramento; porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo: “Juró El Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el Orden de Melquisedec”. Tal Sumo Sacerdote era el que nos convenía: santo inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos. Porque la Ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres<, pero la palabra del juramento, posterior a la Ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre (Hebreos 7:15-18). Como hombre perfecto, podía el Señor Jesús ofrecer el sacrificio perfecto que quitaría los pecados del mundo, y eso es lo que hizo al ofrecerse a sí mismo en la cruz (1ª. Pedro 2:24; Hebreos 7:27). III. EL SACRIFICIO PERFECTO La Ley no podía por medio de los sacrificios que se ofrecían continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercaban, porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no podían quitar los pecados. Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, porque al haberse ofrecido a sí mismo, hizo perfectos a los santificados con una sola ofrenda (Hebreos 10:1, 4, 12 y 14). El capitulo 16 del libro de Levítico, describe en detalle el ritual del sacrificio que debía hacerse en el día de la expiación, en el cual eran cubiertos los pecados del pueblo de Israel; más todo esto solo era figura de lo que había de venir, porque con tales sacrificios no era posible que los pecados fueran borrados o quitados. Por lo cual entrando el Señor en el mundo dice: “Sacrificio y ofren da no quisiste; más me preparaste un cuerpo. Entonces dije: he aquí que yo vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; como en el rollo del libro está escrito de mí”. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre (Hebreos 10:5-10). El Salmo 88 narra proféticamente los acontecimientos relacionados con el sacrificio perfecto del Señor, desarrollados posteriormente en su crucifixión, muerte y resurrección. El Señor clavó en la cruz el cuerpo de pecado, al aceptar llevar en El todo el pecado del mundo. Esto causó su muerte espiritual, ya que la paga del pecado es la muerte, aunque su alma no se contaminó pues El nunca pecó. Sin embargo, el peso de todo ese pecado ajeno fue tan grande que lo separó de Dios, y la separación de Dios es la muerte espiritual. Por esa razón clama en Mateo 27:56; “Dios mío, por qué me has desamparado”; posteriormente el Señor entregó su espíritu (Juan 19:30), o sea que murió físicamente en la cruz, entregando hasta la última gota de su sangre para la expiación de los pecados, 24 cumpliendo en esa forma con la función del macho cabrío escogido por Jehová, en la ceremonia del día de la Expiación descrita en el capitulo 16 del libro de Levítico (Levítico 16:16-19). Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, no entró en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros ante Dios, y habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, obtuvo eterna redención (hebreos 9:12-24 y 10:12). En Hebreos 9:27, dice que está establecido que los hombres murieran una sola vez y después de esto el juicio. La muerte física consiste en la desintegración del ser humano, volviendo el espíritu a Dios quien lo dio, el cuerpo va al sepulcro (Eclesiastés 12:7; Salmo 30:3) y el alma va al Seol. El Señor al morir, tuvo que sufrir este mismo proceso, pues El nos sustituyó en todo. Al presentarse para ser juzgado delante del Padre, fue declarado culpable pues llevaba los pecados de muchos (Hebreos 9:28); y la sentencia era de muerte, y esta vez era de una muerte de la que ya no se puede regresar, pues es la separación total y definitiva de Dios al ser echado al lago de fuego y azufre (Apocalipsis 20:14). El macho cabrío escogido por Azazel en la ceremonia del Día de la Expiación, descrita en Levítico 16; debía ser presentado vivo delante de Jehová, para que el sumo sacerdote pusiera sobre él todos los pecados, iniquidades y rebeliones de los hijos de Israel, para después enviarlo al desierto a la tierra del olvido de donde ya no regresaría, ni se volvería a saber de él. Para cumplir con esta función en el día real de la expiación, el Señor tuvo que ser resucitado, ya que tenía que ser enviado vivo cargando el pecado del mundo, para llevarlo a la tierra del olvido para su eterno perdón (Salmo 88:10-12). Después de esto, el sumo sacerdote concluía la ceremonia del Día de la Expiación, ofreciendo holocausto con el carnero seleccionado para tal fin (Levítico 16:5); sacando finalmente fuera del campamento el macho cabrío inmolado por el pecado, cuya sangre fue llevada al santuario para hacer la expiación; y por ultimo quemaban al fuego su piel, su carne y su estiércol y ese día se hacía expiación por los hijos de Israel y eran impíos de todos sus pecados delante de Jehová (Levítico 16:30). De la misma manera y para cumplir a cabalidad con el sacrificio perfecto, necesario para la expiación de los pecados, el Señor fue ofrecido en holocausto, para que pudiera ser totalmente aplacada a ira de Dios sobre nosotros, quedando en esta forma totalmente saldada la deuda por nuestros pecados. La sentencia bíblica es que el alma que pecare, esa morirá (Ezequiel 18:4 y 20); más como el alma del Señor nunca se contaminó por el pecado ya que El no pecó, no podía morir y por esa razón Dios lo pudo regresar de la muerte segunda. El holocausto era necesario para que fuera destruido el cuerpo de pecado, pues aunque El nunca pecó, llevó todos nuestros pecados a la cruz del Calvario, pero una vez logrado este propósito, le fue devuelta al Señor la gloria que tuvo con el Padre antes que el mundo fuese (Juan 17:5) y fue resucitado con un cuerpo glorioso para que fuera el primogénito de entre los muertos para que en todo tenga preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en El habitase corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y por medio de El reconciliar consigo todas las cosas, así l as que están en la tierra, como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz y reconciliándonos a nosotros, su Iglesia, su cuerpo (Efesios 1:22-23; Colosenses 1:18), en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentarnos santos y sin 25 mancha e irreprensibles delante de El (Colosenses 1:19-22; Efesios 1:4). Fue así como Dios quiso manifestar su poder según su propósito y beneplácito, por medio de la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quito la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el Evangelio. Amén (2ª. Timoteo 1:10; Efesios 1:910). CONCLUSION La revelación del sacrificio perfecto hecho por el Señor Jesucristo para la expiación de nuestros pecados, debe mover nuestro corazón a una actitud cada vez mayor, de amor y gratitud a El, por el amor con que nos ha amado. Apóstol Othoniel Ríos Paredes 26 LAS TRES BATALLAS b) La segunda batalla es por la posesión de los aires. Es comandada por el Hijo y secundada por Miguel, pues trata directamente con el pueblo de Israel. c) La tercera batalla es por la recuperación de todas las cosas. Es comandada por el Padre. LA BATALLA POR EL HOMBRE: La batalla por el hombre es desarrollada en tres tiempos: El Señor entró primeramente a tomar el espíritu, para luego tomar el alma y por último el cuerpo. I. INTRODUCCIÓN El Señor vino primero a tomar posesión del hombre, después vendrá a tomar posesión del aire y por último tomará posesión de todo. Por eso el Señor vino la primera vez desarmado, pero la segunda vez vendrá armado para recuperarlo todo es muy importante notar que todo tiene su tiempo y las tres batallas nos hablan precisamente de los tiempos y de los acontecimientos que concluirán con la derrota total de los enemigos de Dios. II. DESARROLLO El Señor vino la primera vez para cambiar a la gente, sin cambiar el escenario, para que a su debido tiempo venga a cambiar a las fuerzas que tienen usurpado el escenario y por último tomará el escenario para rehacerlo t otalmente. El Señor para asentarse el tabernáculo, tiene que tomar literalmente todo. El hecho de que esté en el lugar santísimo, no quiere decir que necesariamente solo allí esté. El tuvo que tomar el atrio y el lugar santo para poder entrar al lugar santísimo. Eso es lo que va a suceder en el mundo, solo que en el orden invertido, pues el Señor saldrá del lugar santísimo para tomar el lugar santo y por último el atrio. En nosotros el Señor entró a tomar primero lo de adentro, pues El salió de la Shekina y entró a tomar primeramente el espíritu. El Espíritu Santo está operando en la conquista del alma y finalmente el Padre operará en la redención total de nuestro cuerpo. Si tomamos como ejemplo a David, podemos decir que era un presunto rey permanente y temporal ala vez. Es figura de Cristo. Lo primero fue la recuperación de David, lo que vendría a ser la primera venida del Señor para recuperar al hombre. A El no le importa recuperar el mundo todavía (San Juan 17:1-26). No viene a tratar con el mundo, ni a educarlo, ni a tomarlo por la fuerza. a) La primera batalla es por el hombre. Es una batalla de espíritu comandada por el Espíritu Santo. 27 Entonces la primera comparación que tenemos es que la toma del hombre no es literal, sino espiritual; no es una toma forzosamente, pues ni siquiera toca el cuerpo, sino que lo deja para después. La primera batalla que va a tomar lugar para recuperar al hombre, es la batalla del espíritu. Volviendo al ejemplo de David, vemos que en la mente de Dios es rey, pero a los ojos de los hombres es un pobre de espíritu, menospreciado de sus hermanos, un hombre inútil que tiene que ser trabajado totalmente por Dios para hacerlo rey. Como hablamos de la recuperación del hombre diremos que David fue un triunfador de David primero, sin embargo, David fue un triunfador hasta que lo ungieron. Por esta razón podemos decir que nadie va a ser un triunfador por su espíritu, ya que esto sería puro humanismo. El alma va a ser redimida, pero la carne que hay en ella nunca va a ser redimida y por esa razón nunca podrá aportar nada, porque lo que es nacido de la carne, carne es y Dios nunca va a recibir algo que venga de la carne. Es como una quinta columna del diablo que quedó dentro de nosotros para reconquistarnos como hombres, porque el terreno aprovechable en nosotros es la carne. Aún lo bueno del alma, carne es, y su objetivo es contrario al del espíritu (Gálatas 5:16-25). La carne le quiere ganar la partida al Espíritu Santo y va a pelear en nosotros hasta el último momento (Romanos 8:12-13), esta será la conquista del alma. Muchas veces cometemos el error de querer aprovechar las cualidades humanas como grandes aportes a la Iglesia y lo que desquició a la Iglesia fue precisamente eso. Grandes lumbreras humanas como san Agustín con sus errores humanos desviaron y deformaron a la I glesia, inclinándola totalmente al humanismo. La carne no se va a redimir y por eso es desechable. Por eso la resurrección del cuerpo va a ser un cuerpo que no v a a ser sacado de la carne, porque ésta va a ser eliminada totalmente. El cuerpo que se siembra no va a ser el mismo cuerpo que va a salir, pues se siembra en corrupción (1ª. Corintios 15:35-42). Aquí termina la recuperación del hombre; el Señor va hacerlo en tres tiempos: el espíritu, el alma y el cuerpo; y una vez recuperado el cuerpo, ya el hombre es de Dios totalmente. LA BATALLA POR LOS AIRES Las otras batallas serán por la conquista del escenario y la recuperación de todas las cosas. El Señor va a tratar ahora con el espacio que rodea al mundo, no con el que se refiere con el aspecto biológico, sino con las potestades que están envolviendo al mundo y que por algún tiempo y por prohibición divina no a podido asentarse y morar definitivamente en la tierra (Apocalipsis capitulo 12). En el capitulo 12 de Apocalipsis vemos como toda esta atmosfera cae sobre la tierra, los aires son limpiados por Miguel y sus ángeles. Satanás es desplomado a la tierra y va a instalar las potestades y a soltar los demonios de ella. La segunda venida de Cristo es un David que después de haber sido ungido, lo nominan rey y empieza a pelear por el reino, pero aún no lo toma. Es el Señor que aún no baja a la tierra sino que se queda en las nubes. Aún cuando David pudo matar a Saúl, no lo hizo sino que cortó un pedacito de su manto. Este pedacito de manto veda toda participación subversiva del cristiano en los reinos de esta tierra, pues se subleva en contra de Dios. La política en el ungido llamado a un ministerio en funciones está abolida porque tiene que escoger entre 28 desperdiciar la unción y funcionar con los arboles. Esta tarea se realiza en otra dimensión. LA TERCERA BATALLA La tercera batalla es de Dios y participa literal e integralmente, es una batalla universal que va a dar al Padre. Es David cuando mata a Saúl, es Cristo matando al anticristo en su venida y entonces ya puede ser rey. La tercera batalla para que Cristo se apodere de la herencia, es una batalla integral. Es la batalla por la posición de todo y será librada por el Padre a final del milenio, cuando sean consumidos los ejércitos de Satanás por el fuego de Dios (1ª. Corintios 15:24-28). La coronación de todo esto, será el vino y no el trigo ni el aceite, pues hasta entonces se podrá adorar en plenitud, lo cual es el propósito final de la creación del hombre de Dios; adorar a Dios y alabarle en espíritu y en verdad, a la semejanza del Hijo. Otros estarán a la semejanza de Adán, y los demás formarán las naciones que serán gobernadas. Apóstol Othoniel Ríos Paredes 29 LOS JUCIOS Y LOS LUGARES INTERMEDIOS DESARROLLO El Señor nos sustituyó en la cruz y por lo tanto ninguno de los asuntos tratados en la cruz nos tiene que alcanzar. El ejemplo más claro de esto es Isaac en el monte Moria. El era destruible por causa del pecado, fue pedido como el hijo amado para ser ofrecido en sacrificio, primero degollado y luego holocausto, Isaac estaba representando el pecador que debía ser castigado, como l o fue Cristo en la cruz, teniendo que llegar hasta las cenizas. Cuando baja Isaac indemne del Monte, sin un rasguño, aquí esta la sustitución bien reflejada porque todo lo que iba a caer a Isaac, le cayó al cordero que estaba en el zarzal. INTRODUCCIÓN Tenemos que aclarar que existen juicios de corrección y de pagas, que por necedades, tenemos todavía l os cristianos. Podemos ver por ejemplo que Lázaro bajó al Seol y regreso mejorado. Como que tuvo que ser trasladado a otra dimensión para ser tratado de manera diferente. Podemos ver tratos del Señor aún en vida como éxtasis, agonías, comas y estados inconscientes, etc. Esto es para defi nir que sí hay juzgamientos parciales sobre el creyente, por ejemplo: la Santa Cena puede enfermar, debilitar y aún matar a una persona, y estas son intervenciones divinas para correcciones y para juzgamientos que Dios esta haciendo en los que ya no deberían tener ninguna condenación, porque ya están exentos por la Sangre de Cristo de una condenación definitiva (Romanos 8:1). A esa sustitución se refiere Romanos 8:1. La redención es completa pero el asunto es: ¿Qué es lo que nosotros tomamos de ello? El que saliera de la casa protegida por la sangre del cordero en la pascua su sangre era sobre el, no habría un plan de eliminación sobre éste, sino juicios correctivos por su falta de obediencia. No es habla de perdición definitiva, sino de quedar excluido de las bendiciones de la pascua. El que esta en Cristo, ya fue juzgado en el sentido que ya no pasará por muerte segunda, por lo que ya no tiene condenación de este tipo. El que esta en el cuerpo de Cristo ya no tiene porque ser juzgado porque la sangre de Cristo le borró el pecado y tendría que ser entonces un juicio repetido. Entonces ¿Cómo vamos a explicar que haya juicios parciales todavía para los cristianos? E inclusive que habrán tribunales para estos juicios? 30 I. LA RUTA DE UN CRISTIANO Romanos 8:1 dice contextualmente que no haya ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús y que andan en el espíritu y no conforme a la carne. Se esta refiriendo a aquellos que han nacido de nuevo que son regenerados, que están caminando conforme al espíritu, que están agradando a Dios con su vida y entonces lógicamente no habrá ninguna condenación para ellos, porque para los tales no hay ley (Gálatas 5:23). La gracia la abraza porque están andando correctamente, ya que la gracia es para agradar a Dios y el más grande homenaje que podemos hacerle a Dios en la gracia, en la obediencia. Pero sabemos que aún con la gracia, podemos perder el paraíso (vida plena aquí en la tierra) sino obedecemos Dios seguramente sin condenación eterna, pero sí con las consecuencias de una vida achicada y miserable. Si no andamos en el espíritu, Dios va a tratar con nosotros para corregirnos; el andar en el espíritu nos quita condenaciones que vienen a través de juicios parciales. Entonces la vida paradisiaca es un lugar intermedio. Adán y Eva no estaban del todo salvos porque estaban a prueba. El primero lugar intermedio está entonces en la vida a llevar aquí. Es intermedio porque no es definitivo, sino se corrige el cristiano desobediente, pierde “su paraíso”, anda como un paria, sin privilegio, sin comunión, no tiene nada. Para arreglarse tiene que arrepentirse y confesar sus pecados, pero sino logró arreglarse en vida, ¿Qué va a pasar con el? Para poder analizar con mayor claridad este asunto, es necesario hacer una división entre el cristiano que es justo y el impío o infiel, o sea entre el cristiano que se preocupa por arreglarse con el Dios y el que se deja manejar por los impulsos y deseos de la carne y trata en forma separada al pecador inconverso, ya que este nunca tuvo paraíso en la tierra y si final será el de condenación eterna. II. LA RUTA DEL JUSTO Habiendo definido al justo, como aquel cristiano regenerado que trata de agradar a Dios con su vida y caminar con obediencia a la voz del Espíritu Santo, se puede determinar la ruta del justo en su camino hacia la eternidad. Definiremos también la muerte física como la separación del cuerpo, alma y espíritu, en el entendido que el cuerpo irá al sepulcro, el espíritu vuelve a Dios que lo dio (Eclesiastés 12:7), para ser juzgado y guardado en algún lugar de espera de su destino final; y el alma irá al Seol, en donde se esperará hasta el día de su resurrección. En el caso del justo, debido a su obediencia el Espíritu Santo, estará siempre en buena relación con Dios, por lo que al morir físicamente su alma irá a un lugar de descanso, y antes de la muerte del Señor en la cruz se llamó “El Seno de Abraham” y que posteriormente El mismo lo definió como “El Paraíso” (Lucas 23:43), esperando el día de su resurrección. Este acontecimiento, o sea, la resurrección de los justos, ocurrirá cuando venga el Señor en su Parusía por los suyos, antes que se inicie la séptima semana de Daniel es decir antes de la tribulación. Finalmente comparecerán ante el tribunal de Cristo (2ª. Corintios 5:10), para que cada uno reciba el galardón que le corresponda, conforme lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo y 31 finalmente pasarán a vida eterna ocupando la posición jerárquica que les haya sido otorgada por el Señor para toda la eternidad. IV. LA RUTA DEL PECADOR O INCONVERSO El inconverso o pecador es aquel que nunca tuvo “paraíso” en la El justo que este vivo cuando el Señor venga en su Parusía por los suyos, pasará por la misma ruta, con la diferencia que en vez de resucitar, su cuerpo será transformado en vida para alcanzar el mismo nivel que los resucitados. III. LA RUTA DEL IMPIO O INFIEL El impío o infiel, es aquel cristiano que por seguir los deseos de la carne en vez de los del Espíritu, perdió su “paraíso” en la tierra y cuando muere, le falta santificación a su alma, debido a que no está totalmente arreglado con Dios. Al morir físicamente, su alma pasará a lugares de corrección en el Seol (Lucas 16:22-23). O sea que el trabajo de los rociamientos de la sangre de Cristo continúa aún después de haber pasado el velo de la muerte. Sin embargo, el Señor dejó bien clara la imposibilidad de pasar de este lugar a donde son consolados los justos ya sea éste en el Seno de Abraham o el Paraíso (Lucas 16:22-26), ya que están separados por un gran abismo. De este lugar solo podrán salir en el m omento de su resurrección y esto ocurrirá solamente después de que sus almas hayan sido santificadas. Al igual que los justos el acto de su resurrección será la integración definitiva de: Espíritu alma y cuerpo, para no volverse a separar jamás y en el caso de los impíos o infieles este acontecimiento llevará a cabo al final de la gran tribulación, para entrar en el reino milenial. Posteriormente tendrán que comparecer también en el Tribunal de Cristo, en donde definirá su posición y jerarquía, tendrán finalmente al pasar a la eternidad, cuando el Padre sea todo en todos. tierra porque no pudo dejar la esclavitud del pecado. A este le va a ser quitado el espíritu, de tal manera que va a ser tratado por separado y en el juicio final van a ser juzgados su alma y su cuerpo, para ser castigados y finalmente destruidos en el infierno (1ª. Pedro 3:18-19). Cuando muere el inconverso, su alma va al Seol y el cuerpo al sepulcro hasta la desintegración total. Los espíritus de los inconversos, deben estar sufrientes en un lugar especifico, para ser llevados a su conclusión, pero con desintegración total eso será como están los demonios ahora, seres incompletos que no tienen alma ni cuerpo, pero que están atormentados porque los necesita para satisfacerse integralmente y se les permite, por planes de Dios, introducirse en otros seres y aún en objetos y animales. Esto nos permite ver que la muerte no interrumpe nada, ni la bendición ni el tormento. Puede ser que el alma del inconverso sea atormentada por los acontecimientos que le permitan vivir, y que no van a ser gratos. No están pagando nada, sino recibiendo las consecuencias por su mal camino, y solo los sacarán para ser juzgados finalmente en el juicio del Trono Blanco (Apocalipsis 20:1115), para su condenación eterna. La resurrección de los inconversos ocurrirá después del milenio (Apocalipsis 20:5) y será de una reintegración doble de alma y cuerpo. Lo sacarán en una corporeidad deformante así como era sus pensamientos monstruosos y llenos de todas deformidades ocasionadas como consecuencia del cuerpo de pecado, que en vez de morir, se fue fortaleciendo mientras lo fueron alimentando, con toda clase de pasiones carnales. 32 Finalmente serán destruidas las almas y los cuerpos de los condenados, metiéndolos en la muerte eterna en el lago de fuego de azufre que es la muerte segunda de la cual no podrán regresar jamás (Apocalipsis 20:14). CONCLUSIONES: 1) Los cristianos estamos lavados con las manos de Cristo, nuestro espíritu es uno con Cristo (1ª. Corintios 6:17), ya somos salvos y nuestro espíritu va hacia la eternidad. Sin embargo para el alma no ha habido una resolución total ni tampoco para el cuerpo. 2) No se nos ha quitado la decrepitud en la tierra ni la muerte para que salgamos de esta esfera, entonces no estamos completos ni perfeccionados eso se va a corregir en la resurrección o en la transformación. 3) Tampoco se ha completado el proceso de los que están sufriendo en el Seol, ni se ha completado el proceso de los condenados que no tienen ninguna esperanza y que están bajo jueces, verdugos, alguaciles, esperando el juicio final y su destrucción. 4) Pueden verse entonces, tres l ugares intermedios con toda claridad: El “Paraíso” acá en vida, tratando de agradar a Dios en todo, siguiendo los deseos del Espíritu, haciendo morir en nosotros las pasiones de la carne. 5) Después de la muerte está el Seol o Hades, que es un lugar en que las almas de los salvos estarán en un proceso final de descanso y las almas de los inconversos estarán siendo atormentadas ya sin ninguna esperanza de salvación, pero aún sin haber sido juzgadas, para la determinación de su grado final de condenación. 6) En este mismo nivel se puede ver el Paraíso, que le of reció el Señor al ladrón arrepentido en la cruz, y que es un lugar de descanso para las almas de los justos que solo esperan el día en que el mismo Señor, le entregue los galardones que ostentarán por toda la eternidad. 7) Finalmente vendrá el juzgamiento final, en el Tribunal de Cristo para los salvos (2ª. Corintios 5:10), y en el Tribunal del Trono Blanco (Apocalipsis 20:11) para los inconversos. “Pero luego que todas las cosas le estén sujetas entonces tamb ién el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos” (1ª. Corintios 15:28). Apóstol Othoniel Ríos Paredes 33 DE UN CRISTIANO (SALVO) EL JUSTO DE UN INCONVERSO EL IMPIO (INFIEL) EL PECADOR TIENE “PARAISO” EN VIDA. OBEDECE AL PERDIO EL “PARAISO” EN VIDA: NUNCA TUVO “PARAISO” EN VIDA. ESPIRITU SANTO. OBEDECE A LOS DESEOS DE LA CARNE ESCLAVO DEL PECADO MUERTE FISICA: MUERTE FISICA: MUERTE FISICA: SEPARACION TEMPORAL DEL CUERPO, ALMA Y ESPIRITU. SEPARACION TEMPORAL DEL CUERPO, ALMA Y ESPIRITU. SEPARACION TEMPORAL DEL CUERPO, ALMA Y ESPIRITU. REPOSO EN EL SENO DE ABRAHAM O EN EL PARAISO, ESPERANDO LA RESURRECCION. SEOL: LUGARES DE REMORDIMIENTO DE LAS ALMAS Y DE REDARGUIMIENTOS SIN REMEDIO. SEOL: LUGARES DE TORMENTO SIN POSIBILIDADES DE SALIR Y SIN PODER PAGAR NADA. RESURRECCION PARA VIDA ETERNA, INTEGRACION DEFINITIVA DEL ESPIRITU, EL ALMA Y EL CUERPO PARA NO SEPARARSE JAMAS SE VERIFICARA ANTES DE LA TRIBULACION. RESURRECCION PARA VIDA ETERNA, INTEGRACION DEFINITIVA DEL ESPIRITU, EL ALMA Y EL CUERPO PARA NO SEPARARSE JAMAS. RESURRECCION PARA MUERTE ETERNA, INTEGRACION UNICAMENTE DEL ALMA Y EL CUERPO PARA SER DESTRUIDOS EN EL LAGO DE FUEGO Y AZUFRE. SE VERIFICARA DESPUES DEL MILENIO. TRIBUNAL DEL PADRE: TRIBUNAL DE CRISTO: SE VERIFICARA DESPUES DE LA GRAN TRIBULACION, PARA ENTRAR AL MILENIO. TRIBUNAL DE CRISTO: 34 JUICIO PARA LA DEFINICION DE GALARDONES, NO ES PARA CONDENACION. JUICIO PARA LA DEFINICION DE GALARDONES. NO ES PARA CONDENACION. EL GRAN TRONO BLANCO DEL JUICIO FINAL PARA CONDENACION ETERNA, SEGÚN SUS GRADOS DE PECADO. VIDA ETERNA, ENTREGA DE GALARDONES QUE DEFINIRAN LA POSICION Y LA JERARQUIA EN LA ETERNIDAD. VIDA ETERNA, ENTREGA DE GALARDONES QUE DEFINIRAN LA POSICION Y LA JERARQUIA EN LA ETERNIDAD. CONDENACION ETERNA, LAGO DE FUEGO Y AZUFRE. LA MUERTE SEGUNDA SUFRIRAN SEGÚN LA MEDIDA DE SUS MALAS OBRAS. 35 LOS CUERPOS DESARROLLO I. DIOS MANIFESTADO EN LA ETERNIDAD La Biblia dice en Juan 4:24, que Dios es espíritu (no se ve), es decir, que es una forma de energía personalizada de un ser que existe, una energía sin límite, perfecto y absoluto, obrando bajo el dominio de la inteligencia y la dirección de su Voluntad. En pocas palabras, Dios es la personalidad creadora con orden y belleza, que es al mismo tiempo Matemática y Artística; increado e indivisible en esencia. Dios se ha manifestado a través de su creación y también a través de su Hijo tomando el Hijo distintos nombres y apariencias en sus manifestaciones eternas. INTRODUCCIÓN Tenemos que pensar en Dios (el creador de todas las cosas), al haber hablado antes y de muchas maneras, tuvo que manifestarse de alguna forma o algún medio, por ejemplo en alguna forma “corporal” visible o invisible como proyección de su ser. Definiendo la palabra cuerpo, diremos que no necesariamente es algo visible, ni palpable, pero tiene que ser una individualización de un ser con personalidad, y cuando se dice cuerpo espiritual, no necesariamente todo espíritu, sino que al hablar de cuerpo, se está hablando de una corporeidad tangible, física o espiritual, que individualiza a la persona. Por ejemplo la corporeidad de Cristo que es Dios Padre en espíritu manifestado a través del Hijo y la corporeidad de la Iglesia que es el Espíritu Santo morando en ella. Note a la Trinidad cada uno en sus “cuerpos”. En otras palabras, Dios se ha dado a conocer a través de su propia creación (Romanos 1:19-20), y también tomando cuerpo a través de su Hijo y f ormas teofánicas. Cuando empezó Dios a manifestarse en Cristo su Hijo (Juan 1:18) no necesariamente fue un cuerpo visible, aunque hubo un tiempo cuando el Hijo ya se manifestó visible para sus misiones especificas (Miqueas 5:2). II. CUERPOS O FORMAS DE MANIFESTACIONES DE DIOS Las misiones del Hijo (el Padre en El) eran de varios tipos y de diferentes situaciones y a diferentes creaciones, de manera que El se presentaba en las formas que tenía que actuar o manifestarse. Se presentaba algunas veces en forma angélica a creaciones angélicas y a otras con cuerpo espiritual, etc. Y finalmente con cuerpo mortal (humano) a los seres humanos. 36 A lo anterior diremos que Dios en su esencia es uno y no se jerarquiza, pero si se deriva en Su Hijo y Su Espíritu Santo. En el Hijo en formas visibles o invisibles con diferentes glorias (Juan 17:5), y en su Espíritu Santo, en forma invisible pero sensible (no se ve pero se siente). Cristo en sus misiones ha visitado los mundos creados (Miqueas 5:2), la tierra entre otras creaciones caídas por ejemplo. Ahora en la tierra vemos que el hombre caído no era capaz de percibir a Dios, ni a sus Teofanías ni a sus visitaciones como Sacerdote del Altísimo (Melquisedec) (Génesis 14:18), enseñando a las civilizaciones de la tierra. Diremos que las Teofanías y Cristofanías eran visitaciones corporales más reales, más tangibles, es decir, que no eran visiones, ni proyecciones espirituales, como eran las manifestaciones visibles o invisibles de los cuerpos espirituales que El tomó; muchas veces de tipo visión (proyectadas). cuerpo de hombre; “El cual siendo en forma de Dios se despojó a sí mismo…Y tomó forma de hombre….”(Filipenses 2:6 -11). ¿Para qué? El plan inicial a través de la Ley era sacrificar cordero para cubrir los pecados del pueblo de Dios, pero viene la necesidad de cancelar los sacrificios de corderos a la venida del verdadero Cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo la corporeidad física de Cristo Jesús y ya no la mera representación de corderos animales. La encarnación del divino en cuerpo mortal (envoltura mortal con la divinidad por dentro), se lleva a cabo en Belén, a través de una mujer mortal llamada María, quien le presenta su cuerpo a Dios Padre para sus propósitos de la redención humana para que naciera su Hijo, nacido de mujer no por voluntad del hombre sino por voluntad de Dios. Note como Cristo, el Hijo de Dios, Dios con nosotros, toma cuerpo para redimir, mientras que otras criaturas “Los hijos de Dios (ángeles III. VISITACIONES CORPOREAS, PLAN TIERRA Cristo visitó muchas veces de diferentes formas, una por ejemplo la de Melquisedec con Abraham, con un cuerpo similar (no igual al de la resurrección). ¿De qué material era? bueno, en la resurrección de carne y hueso por eso exclamó “Yo no soy espíritu como pensáis, tocad palpadme…” (Lucas 24:36 -43). El plan oculto en las edades de los siglos, el misterio de la encarnación consiste en que Cristo siendo uno en Esencia con Dios, se derivó de Dios y dejando su Gloria, habitó entre los hombres con sexuados) con gloria distinta al humano y con inmortalidad, toman cuerpo o derivan su cuerpo a la manera humana, para poder poseer a las hijas de los hombres (las mujeres) y les produce la muerte espiritual y degradación de sus cuerpos. Cristo no codicia mujer, ni viene a tomar mujer, sino viene a buscar esposa mortal para después hacerla inmortal, gloriosa y a redimir a la humanidad a darle vida con la muerte de su cuerpo (envoltura humana), en propiciación por sus pecados. Entonces los cuerpos de Cristo al derivarse son: Cuerpo celeste (cuerpo de gloria), Cuerpo espiritual (carne y huesos o similar), 37 Cuerpo mortal (carne y sangre parecida a la humana), Y en la tierra en su resurrección es entretejido de nuevo en las entrañas de ésta (Salmo 139:15), después de haber sufrido el holocausto por nosotros (1ª. Corintios 15:35-58). Esto es, la tierra siendo visitada por un ser que se quiso hacer mortal con un propósito de amor, para redimirla y darle vida. Esta tierra estaba llena de seres caídos que ya la conocían y venían a derrotarlos. Venían también a redimir a la simiente de Abraham. Resumiendo viene con cuerpo mortal, muere, redime y resucita con otro cuerpo (1ª. Corintios 15:35-37). ¿Con qué clase de cuerpo? Su cuerpo de resurrección como el de la Iglesia futura, está unida, es decir, en relación al cuerpo de la tierra, es la misma semilla, solo que con cuerpo diferente; por ejemplo: el nuevo nacimiento se hace de nuevo a una vida espiritual y a ser una nueva raza pero con el mismo cuerpo anterior carnal (de carne). En la resurrección al salir de la tumba a nueva vida se sale con otro cuerpo, pero unido a la personalidad del antiguo ser, es decir, otro cuerpo del mismo ser, pero en otra dimensión. En 1ª. de Corintios 15:40-44, tenemos una explicación al respecto. Veamos el proceso de las etapas de Cristo: Antes de encarnar en un cuerpo mortal, tenía uno espiritual, y antes del espiritual, tenía uno celestial; y después de la muerte; cuerpo espiritual resucitado y después cuerpo celestial glorificado. Entonces las clases de cuerpos de Cristo han sido: Cuerpo encarnado = Jesús el Cristo, Cuerpo espiritual = el Cristo resucitado, Cuerpo celestial = el Hijo sentado a la diestra del Padre. IV. LA IGLESIA, COMO CUERPO MISTICO DE CRISTO A la Iglesia cuerpo místico de Cristo, le dieron vida natural a través de Adán y a través del postrer Adán (Cristo), le dieron vida espiritual; l a Iglesia tendrá cuerpo espiritual o celestial a la resurrección como Moisés, o a la transformación en vida como Elías (1ª. Tesalonicenses 4:17); pero dependerá la gloria de cada cuerpo del grado de consagración y santidad con que se midió aquí en la tierra; o sea, que la Iglesia tendrá en un futuro, cuerpo espiritual o cuerpo celestial. La Iglesia será la Esposa del Hijo de Dios y Jesús le dio vida, poniendo en ella su espíritu (de Cristo) y también su Espíritu Santo. Cuando Cristo Jesús murió en la cruz por ella, ésta nace, es engendrada pero es operante (con espíritu de Cristo para vida); y en Pentecostés la resurrección de Cristo, es cortada del ombligo o roto su cordón umbilical, de dependencia, pero ya es operante es decir, desligada de El en cuerpo, pero unida ahora a El por su Espíritu Santo (un espíritu con El), Efesios 4; a esto se le llama “cuerpo místico de Cristo”; la Iglesia de Cristo. CONCLUSIONES En este cuerpo natural terreno, ahora pueden haber incursiones dirigidas por el Espíritu Santo y no a voluntad, como proyecciones de tipo espiritual. Por ejemplo: un Pablo que no sabe si fue al cielo en el cuerpo o en espíritu (2ª. Corintios 12:2-4), y un Felipe transportado para hablarle a un eunuco del Salvador, Jesús Cristo (Hechos 8:3031). Gemimos hora en este cuerpo mortal de bajeza, pero esperamos la redención de nuestro cuerpo, a un cuerpo inmortal en gloria, no 38 poniendo nuestra mirada en las cosas temporales que se v en sino en las que no se ven, pero que son eternas, en la ciudad celestial, la Jerusalén Celestial, que Dios a preparado (Colosenses 3:1-4; Apocalipsis 21:1-4). Apóstol Othoniel Ríos Paredes 39 LA APOSTASIA I. LA APOSTASIA REVERSIBLE E IRREVERSIBLE En la Biblia se ven ejemplos de apostasía reversible como la de Pedro, e irreversible como la que se ve en Hebreos 6:6. A) Apostasía Reversible El ejemplo clásico es el de Pedro (Lucas 22:32) a quien el Señor advierte sobre el acuerdo que vendría. Pedro al negar a Jesús tres veces, apostató, es decir, se apartó, rechazó la fe, sin embargo al resucitar nuestro Señor Jesucristo, vemos que el apóstol fue perdonado y restaurado (Juan 21:15-18). INTRODUCCION El apóstol Pablo al escribirle a Timoteo le predice por el Espíritu que en los últimos tiempos algunos apostataran de la fe. Tradicionalmente hemos dado por sentado que algunos que forman parte de la Iglesia de Cristo, los cuales habiendo gustado la buena Palabra de Dios de los poderes del siglo venidero (Hebreos 6:6) después cayeron es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento. Es el propósito de este estudio ahondar en este tema y tratar de dar respuesta a varias interrogantes que siempre hay alrededor del mismo. DEFINICION Literalmente “pararse lejos de”; el original griego transmite la idea de un apartamiento, revuelta, deserción, abandono. Significa el abandono y rechazo de la fe. DESARROLLO B) Apostasía Irreversible Hablar de este punto quizá sea lo más difícil, debido a que la pregunta que inmediatamente nos hacemos es: ¿Hay apostasía irreversible en la Iglesia de Cristo?. Si la hay ¿Cómo evitar llegar a ella? Pero no tenemos lo siguiente: 1. El Cuerpo de Cristo (La Iglesia), es predestinado (Romanos 8:29), esto quiere decir que por un decreto Divino irreversible todos los que conformamos este cuerpo seremos hechos a la imagen del Hijo, aquí no cabe la apostasía irreversible. Puede haber alejamiento y rechazos de la fe temporales en un verdadero hijo de Dios; no obstante el serlo garantiza su restauración. Esto en ninguna manera debe de entenderse como permiso para pecar o alejarse de la comunión al contrario, nos debe motivar a alabar y adorar a Dios por su gran misericordia. 2. En las Epístolas Paulinas y las otras que sientan la doctrina apostólica revelada en torno a la Iglesia 40 Cuerpo de Cristo, no vemos casos concretos de apostasía irreversible. Por ejemplo: a) Demas: 2ª. Timoteo 4:10 Pablo dice que Demas lo abandonó amando más a este mundo. No hay evidencias concretas sobre si su apostasía f ue irreversible. b) Ananías y Safira: fueron culpables de mentir al Espíritu Santo, esto les significó la muerte física, sin embargo, no así la muerte espiritual. c) Himeneo y Alejandro fueron entregados a Satanás para aprender a no blasfemar. ¿Será esto apostasía irreversible? En primera de Corintios 5:5, otro miembro del cuerpo de Cristo, es entregado a Satanás y es restaurado posteriormente (2ª. Corintios 2:6-9). d) Judas nunca fue parte del cuerpo de Cristo, además este fue un vaso de deshonra, preparado para jugar el papel que le tocó vivir. e) El mensaje a la Iglesia de Laodicea: “por cuanto eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”, habla más de cristianos tibios que van a ser lanzados a la gran tribulación a limpiar sus vestiduras (Apocalipsis 3:16 y 7:14). Si las van a limpiar, esto significa que su apostasía fue temporal y no irreversible. f) Después de meditar en lo anterior, podemos llegar a la siguiente conclusión muy importante. “No hay apostasía irreversible dentro del cuerpo de Cristo” (las primicias o los C) La Apostasía Irreversible en la Iglesia de Jesús Definiremos a la Iglesia de Jesús como todo el conjunto de los salvos por la Sangre de Cristo, desde Adán hasta el ladrón de la cruz y los que han de salvarse después de levantada la Iglesia del cuerpo de Vencedores (Colosenses 1:20-22). Posiblemente los pasajes más contradictorios sobre lo que venimos diciendo sean los que se encuentran en Hebreos 6:4-6 y 10:26-31, por lo que a continuación hacemos un análisis de los mismos: En primer lugar, deseamos recordar que la Epístola a los Hebreos fue escrita a judíos convertidos y dispersos en diferentes regiones, por su contenido, es muy probable que fue escrita antes de ser destruido el templo de Herodes en el año 70 después de Cristo (si ya no hubiera habido templo, quizá el autor no enfatizaría tanto contraste de la sangre derramada por los corderos y machos cabríos y la que derramó una vez y para siempre el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo). Esto nos hace pensar que los judíos convertidos al Evangelio en el periodo comprendido desde la muerte y resurrección del Señor, hasta la destrucción del templo, sin duda les fue muy difícil entender que un solo sacrificio era suficiente para la expiación del pecado y quizá muchos de ellos, después de serles revelados que la Sangre de Cristo los podía limpiar de sus pecados, como el templo estaba aún de pie regresaron a derramar sangre de machos cabríos, “crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, exponiéndolo a la ignominia pública ” (Hebreos 6:6). No es entonces casualidad que Dios haya permitido que el general romano destruyera el templo en el año 70 de l a era cristiana. vencedores). 41