Nombre y clasificación de la enfermedad CANCER DE PULMON Tipos de cáncer de pulmón Los médicos dividen el cáncer de pulmón en dos tipos principales en función del aspecto de las células cancerosas del pulmón vistas en el microscopio. Los dos tipos de cáncer de pulmón usuales son: Cáncer de pulmón de células pequeñas. El cáncer de pulmón de células pequeñas se presenta casi exclusivamente en los fumadores empedernidos y es menos frecuente que el cáncer de pulmón de células no pequeñas. Cáncer de pulmón de células no pequeñas. "Cáncer de pulmón de células no pequeñas" es un término genérico que se usa para denominar varios tipos de cáncer de pulmón. Los tipos de cáncer de pulmón de células no pequeñas comprenden el carcinoma epidermoide, el adenocarcinoma y el carcinoma de células grandes. Causas Fumar causa la mayoría de los cánceres de pulmón, tanto en fumadores como en personas expuestas al humo de segunda mano. Pero el cáncer de pulmón también ocurre en personas que nunca fumaron y en aquellos que nunca tuvieron una exposición prolongada al humo de segunda mano. En estos casos, es posible que no haya una causa clara de cáncer de pulmón. Los factores de riesgo de cáncer de pulmón comprenden lo siguiente: Tabaquismo El riesgo de cáncer de pulmón aumenta con la cantidad de cigarrillos que fumes por día y la cantidad de años que hayas fumado. Dejar de fumar a cualquier edad puede disminuir mucho el riesgo de tener cáncer de pulmón. Exposición al humo de otros fumadores. Incluso si no fumas, el riesgo de cáncer de pulmón aumenta si estás expuesto al humo de otros fumadores. Radioterapia previa. Si te has sometido a radioterapia en el pecho por otro tipo de cáncer, puedes tener un mayor riesgo de presentar cáncer de pulmón. Exposición al gas radón. El radón se produce por la descomposición natural del uranio en el suelo, las rocas y el agua y, con el tiempo, se vuelve parte del aire que respiras. Los niveles peligrosos de radón se pueden acumular en cualquier edificio, incluso en los hogares. Exposición al asbesto y otras sustancias carcinógenas. La exposición laboral al asbesto y otras sustancias que se demostró que producen cáncer (como el arsénico, el cromo y el níquel) también puede aumentar el riesgo de tener cáncer de pulmón, sobre todo si eres fumador. Antecedentes familiares de cáncer de pulmón. Las personas con un padre, hermano o hijo con cáncer de pulmón tienen un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad. Síntomas y signos El cáncer de pulmón en general no produce signos ni síntomas en los primeros estadios. Los signos y síntomas del cáncer de pulmón suelen aparecer cuando la enfermedad está avanzada. Los signos y síntomas del cáncer de pulmón pueden ser: Una tos reciente que no se va Tos con sangre, incluso en pequeñas cantidades Falta de aire Dolor en el pecho Ronquera Pérdida de peso sin intentarlo Dolor de huesos Dolor de cabeza Tratamiento Junto con el médico elegirán el plan de tratamiento oncológico en función de varios factores, como tu estado general de salud, el tipo y el estadio del cáncer y tus preferencias. En algunos casos, también puedes elegir no hacer ningún tratamiento. Por ejemplo, puedes decidir que los efectos secundarios del tratamiento no justifican los posibles beneficios. Cuando este sea el caso, el médico podría sugerir cuidados paliativos para aliviar el dolor a fin de tratar solamente los síntomas que provoca el cáncer, como el dolor o la falta de aliento. Cirugía Cirugía de cáncer de pulmón Durante la cirugía, el cirujano trabaja para extirpar el cáncer de pulmón y parte del tejido sano circundante. Los procedimientos para eliminar el cáncer de pulmón son: Resección en cuña para eliminar una pequeña parte del pulmón donde está el tumor más un tejido sano circundante Resección segmentaria para eliminar una parte más grande del pulmón, pero no un lóbulo entero Lobectomía para eliminar el lóbulo entero de un pulmón Neumonectomía para eliminar un pulmón entero Si te sometes a una cirugía, el cirujano también puede eliminar ganglios linfáticos del tórax, a fin de analizarlos en busca de signos de cáncer. La cirugía puede ser una opción si su cáncer está limitado a los pulmones. Si tienes un tumor pulmonar más grande, el médico puede recomendarte la quimioterapia o la radioterapia antes de la cirugía para reducir el tumor. Si existe el riesgo de que queden células cancerosas después de la cirugía o de que el cáncer vuelva a aparecer, el médico puede recomendar quimioterapia o radioterapia después de la cirugía. Radioterapia La radioterapia usa haces de energía de gran potencia, de fuentes como los rayos X y los protones, para destruir las células cancerosas. Durante la radioterapia, te recuestas sobre una camilla mientras una máquina se mueve a tu alrededor y dirige la radiación a puntos específicos del cuerpo. Para las personas con cáncer de pulmón localmente avanzado, la radiación puede utilizarse antes o después de la cirugía. A menudo se combina con tratamientos de quimioterapia. Si la cirugía no es una opción, la quimioterapia y la radioterapia combinadas pueden ser tu tratamiento principal. En el caso de los cánceres de pulmón avanzados y los que se han extendido a otras áreas del cuerpo, la radioterapia puede ayudar a aliviar los síntomas, como el dolor. Quimioterapia La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas. Es posible que te administren uno o más medicamentos de quimioterapia a través de una vena del brazo (vía intravenosa) o por vía oral. Por lo general, se administra una combinación de medicamentos en una serie de tratamientos, durante un período de semanas a meses, con descansos en el medio, para que puedas recuperarte. La quimioterapia se suele usar después de la cirugía para destruir todas las células cancerosas que puedan haber quedado. Se puede utilizar sola o combinada con la radioterapia. La quimioterapia también puede utilizarse antes de la cirugía para reducir el tamaño de los cánceres y facilitar su eliminación. En las personas con cáncer de pulmón avanzado, se puede usar la quimioterapia para aliviar el dolor y otros síntomas. Radioterapia estereotáctica corporal La radioterapia corporal estereotáctica, también conocida como radiocirugía, es un tratamiento de radiación intensa que dirige muchos haces de radiación al cáncer desde muchos ángulos. La radioterapia corporal estereotáctica se suele completar en una o en unas pocas sesiones de tratamiento. La radioterapia corporal estereotáctica puede ser una opción para las personas con cánceres de pulmón pequeños que no pueden someterse a una cirugía. También puede utilizarse para tratar el cáncer de pulmón que se propaga a otras partes del cuerpo, incluido el cerebro. Terapia dirigida con medicamentos Los tratamientos con medicamentos con diana específica se enfocan en anomalías específicas presentes dentro de las células cancerosas. Al bloquear estas anomalías, los tratamientos con medicamentos con diana específica pueden producir la muerte de las células cancerosas. Se utilizan muchos medicamentos de terapia dirigida para tratar el cáncer de pulmón, aunque la mayoría se reservan para personas con cáncer avanzado o recurrente. Algunas terapias dirigidas solo funcionan en personas que tienen células cancerosas con ciertas mutaciones genéticas. Las células cancerosas pueden examinarse en un laboratorio para comprobar si estos medicamentos podrían ayudarte. Inmunoterapia La inmunoterapia utiliza tu sistema inmunitario para combatir el cáncer. El sistema inmunitario que lucha contra las enfermedades de tu cuerpo puede no atacar el cáncer porque las células cancerosas producen proteínas que las ayudan a esconderse de las células del sistema inmunitario. La inmunoterapia interfiere en ese proceso. Los tratamientos de inmunoterapia generalmente se reservan para las personas con cáncer de pulmón localmente avanzado o cáncer que se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Cuidados paliativos Las personas con cáncer de pulmón suelen tener signos y síntomas del cáncer, además de los efectos secundarios del tratamiento. La atención médica complementaria, también conocida como "cuidados paliativos", es un campo especializado de la medicina que consiste en trabajar con un médico para disminuir al mínimo los signos y síntomas. El médico puede recomendarte que consultes con un equipo de cuidados paliativos poco después del diagnóstico, para asegurarse de que estés cómodo durante el tratamiento oncológico y después de este. En un estudio, las personas con cáncer de pulmón avanzado de células no pequeñas que comenzaron a recibir atención complementaria poco después del diagnóstico, vivieron más tiempo que las personas que continuaron con los tratamientos, como la quimioterapia y la radiación. Las que recibieron atención complementaria informaron una mejoría en el estado de ánimo y en la calidad de vida. En promedio, sobrevivieron casi tres meses más que quienes recibieron la atención estándar. Prevención y hábitos saludables No existe una forma segura de prevenir el cáncer de pulmón, pero puedes disminuir los riesgos si haces lo siguiente: No fumes. Si nunca fumaste, no comiences a hacerlo. Habla con tus hijos sobre lo que significa no fumar, así podrán comprender cómo evitar este factor de riesgo importante de cáncer de pulmón. Inicia con anticipación conversaciones con tus hijos sobre los peligros del cigarrillo, para que sepan cómo reaccionar ante la presión de sus compañeros. Deja de fumar. Deja de fumar ahora. Hacerlo disminuye el riesgo de cáncer de pulmón, incluso si has fumado durante años. Habla con el médico acerca de las estrategias y ayudas para dejar de fumar que te pueden servir para abandonar el hábito. Las opciones comprenden sustitutos de la nicotina, medicamentos y grupos de apoyo. Evita el tabaquismo pasivo. Si vives o trabajas con un fumador, insiste en que deje de fumar. O al menos, pídele que fume afuera. Evita los lugares en donde se fuma, como bares y restaurantes, y trata de hallar opciones de salidas sin humo de cigarrillo. Haz un análisis de radón en tu casa. Haz verificar el nivel de radón en tu casa, sobre todo si vives en una zona donde se sabe que hay problemas con el radón. Los niveles altos de radón se pueden resolver para que tu casa sea más segura. Para obtener información sobre el análisis de radón, comunícate con el departamento local de salud pública o con una delegación local de la American Lung Association (Asociación Americana del Pulmón). Evita las sustancias cancerígenas en el trabajo. Toma medidas para protegerte de la exposición a sustancias químicas tóxicas en el trabajo. Sigue las precauciones de tu empleador. Por ejemplo, si te dan una máscara facial para protegerte, úsala siempre. Pregúntale al médico qué más puedes hacer para protegerte en el trabajo. El riesgo de lesión pulmonar por las sustancias cancerígenas del lugar de trabajo aumenta si fumas. Sigue una dieta con muchas frutas y vegetales. Elige una dieta saludable con variedad de frutas y vegetales. Las fuentes alimenticias de vitaminas y nutrientes son las mejores. Evita tomar grandes dosis de vitaminas en pastillas, ya que pueden ser dañinas. Por ejemplo, los investigadores que querían disminuir el riesgo de cáncer de pulmón en grandes fumadores les dieron suplementos de betacarotenos. Los resultados revelaron que los suplementos, en realidad, aumentaron el riesgo de cáncer en los fumadores. Haz ejercicio la mayoría de los días de la semana. Si no haces ejercicio con regularidad, comienza de poco a poco. Trata de hacer ejercicio la mayoría de los días de la semana.