CRONICAS DE UN PAIS CASI INEXISTENTE En África mediterránea se encuentra ubicada Libia la cual limita con el Mar Mediterráneo al norte, al oeste con Túnez y Argelia, al suroeste con Níger, al sur con Chad, al sureste con Sudán y al este con Egipto. Su capital es Trípoli. La economía de Libia está basada en la explotación y exportación del petróleo y sus hidrocarburos derivados y del gas natural con la mejor calidad ubicándola en un Rankin alto al tener un PIB per cápita de 5.089 € euros. A pesar de ser uno de los mayores productores de petróleo, gas natural y sus derivados, la población de Libia tienen un nivel de vida muy bajo en relación al resto de los países, porque deben importar el 75% de alimentos cifra que era mayor antes de los grandes programas de regadío con los gigantes acuíferos fósiles del Sahara. Una situación similar se presenta en los demás sectores de la producción nacional, salvo el de energía. Tras la muerte de Muamar Muhamad Abu-minyar el Gadafi fue un militar, político, dictador y líder libio que gobernó su país durante 42 años. Tras su muerte y la de miembros de su familia, Libia entra en un proceso de transición donde se ve una bicefalia en el poder los cuales son Mohamed al-Menfi (Presidente del Consejo Presidencial) y Abdul Hamid Dbeibah (Primer ministro). Libia ha estado en permanente crisis política desde la muerte de Gadafi, incluso se han pospuesto las elecciones presidenciales y parlamentarias olas cuales eran para diciembre del 2021. Libia ha experimentado el destino típico de los estados fallidos; el poder estatal se vino bajo. Hubo 2 gobiernos, uno en la capital, Trípoli y el otro en la ciudad costera, Tobruk, en el oriente del país. Para proteger sus intereses, cada vez más actores extranjeros intervinieron en la guerra civil. Actualmente Libia pasa por un proceso donde la democracia no son democráticas: es un peligro que el ejército no esté bajo el control del estado y no acate las órdenes y hay fracciones armadas que podrían no reconocer el resultado de elecciones democráticas. Poco a poco van penetrando actores extranjeros como Turquía o Rusia. "Se reparten Libia como un pastel”, dice el activista libio Emad Shanab. El país está situado en la costa mediterránea y geográficamente cerca de Europa. Turquía y Rusia han aprovechado su oportunidad para consolidarse y ampliar su presencia en Libia, alterando el equilibrio geopolítico. En el caos que siguió a la caída de Gadafi, la milicia terrorista del ISIS también pudo volverse activa en Libia. Paso a paso, un levantamiento popular degenera en una larga guerra civil. El este y oeste del país se dividen en diferentes grupos, con dos gobiernos rivales. La generación joven está traumatizada por guerras sucesivas. Las profundas divisiones de Europa en relación a Libia, la intervención extranjera, las diferentes estrategias de las potencias occidentales con sus intereses económicos en conflicto están llevando a Libia aún más hacia la desintegración. La afluencia de armas sofisticadas, a pesar del embargo de la ONU, representa una creciente amenaza para la seguridad de toda la región del Mediterráneo.