“Retorno a la filosofía marginal”1 “El dialogo con los clásicos grecorromanos es imprescindible ahora más que nunca.” Rubén Soto Rivera Si fuéramos a juzgar por su nombre y apellidos: Rubén Soto Rivera, podríamos apresurarnos a pensar y a decir ligeramente que este nombre completo no tiene nada que ver con los filósofos griegos de la era precristiana. No se familiarizan morfológica ni fonéticamente estas tres palabras con lo Lactancio, Eliano, Teofrastro, Pirron, Menandro, Ariston, Eliano, Menedemo Parménides, Demonacte, Arcesilao, ni con los repetidos Heráclito, Sócrates, Platón y Aristóteles, pero ese nombre con sus correspondientes apellidos de padre y madre del patio desde hace muchos anos viene dialogando, desde Puerto Rico, con los filósofos griegos, y fruto de ese dialogo ya ha publicado cuatro investigaciones originales, en formato de libros, que han sido abaladas y reconocidas como aportaciones fundamentales por filósofos como Evangholos Moutsopoulos, rector honorario de la Universidad de Atenas. Este último, incluso, ha traducido al griego moderno un extracto de un trabajo de Soto Rivera sobre el filósofo Arcesilao. Ganador en dos ocasiones del Premio de Crítica Literaria que otorga la Academia Puertorriqueña de la Lengua, con sus ensayos de erudición “Otras Fuentes del Soneto XI de Garcilaso de la Vega, 1996, y con “La ocasión en Cervantes”, 1998, Soto Rivera es autor de los libros Consideraciones tempestinas acerca de La Celestina y La Hora de Todos y la Fortuna con Seso, 1995, Arcesilao, Filósofo Kairológico, 1997; Ensayos sobre filosofía Arcesiliana, 1999 y más cercanamente de otro volumen Hilos de una urdirmbre textual (De Parménides a Demonacte), donde plantea la posibilidad de una reescritura de la historia de la filosofía y donde hurga temas como el feminismo en Parménides, uno de los primeros filósofos griegos, entre otras exploraciones sobre Platón, Sócrates, Menandro y Demonacte. Soto Rivera no se interesa, necesariamente, por los llamados filósofos mayores de la filosofía grecorromana y cuando entra a ellos no es para repetir lo que desde hace miles de años se viene diciendo sobre ellos. Su interés se inclina por la kairología, palabra, que suena y se lee como nueva para muchos, pero que para los estudiosos de esta tendencia reside en el estudio de tiempo, la ocasión, el momento, y en explorar, desconstruir, pero también en construir los márgenes de la historia de esa filosofia. De ahí su interés por los filosofos menos conocidos, como lo es Arcesilao, filósofo griego al que Soto Rivera se ha dedicado a estudiar con apasionamiento y sobre el cual ha publicado dos libros que el mismo se ha autofinanciado, mientras se desempeñaba a jornada parcial como profesor en varios recintos de la universidad de Puerto Rico. Le pregunto entonces a Soto Rivera ¿como te inicias en el estudio de la filosofía? “Pues fíjate, mi interés por la filosofía surge a raíz de una lectura que hice del primer versículo del Génesis en el cual empecé a cuestionarme que decía: ‘En el principio creo Dios el cielo y la tierra’, entonces empecé a cuestionarme que en el principio de qué, y esa primera frase temporal me empezó a despertar el interés y la curiosidad por comparar traducciones, ver versiones bíblicas, textos hebreos, consultar exégetas y especialistas judíos, cristianos católicos y protestantes y ahí empecé a encontrar entonces que lo que se Esta entrevista se ha publicado bajo el título de “Lo oportuno” en el libro de Eugenio García Cuevas: Lengua en tiempo: Saberes buenos, malos y feos, San Juan (Puerto Rico): Isla Negra Editores / Publicaciones Puertorriqueñas, 2006, pp. 152-154. 1 plantea ahí, como una especie de comienzo absoluto de todo, no es así, sino que hay una lectura alterna que dice que hay un problema del tiempo que ya esta te matizado desde el principio, pero a la vez oculto”, expone Soto con un entusiasmo que contagia. Entonces me intereso por la Kairología, que es una especie de meditación sobre como el tiempo, específicamente. Su aspecto cualitativo, sirve de modelo para muchas meditaciones y conceptos que son fundamentales, como los conceptos de eternidad y de ser en la historia del pensamiento humano o filosófico, específicamente. Pero a pesar de esa función, modelo y paradigma se mantiene oculto, es el trasfondo para poder pensar en otros conceptos que son fundamentales, pero la misma naturaleza del concepto, de la nota misma de lo que tratan, que es de lo ocasional, de lo momentáneo, del bien en el tiempo y el tiempo es fugaz, pasajero, pues no permite que eso salga a la luz en esos grandes pensadores y grandes filosofías”. O sea, que la kairología como hermenéutica es una forma de interpretar, leer, o de hacer exégesis (interpretar) a la filosofía misma, desde ella misma y de ahí entonces el que haya que volver a los filósofos más ocultos y marginados por las historias oficiales y generales de la filosofía. Entonces cuando va a la universidad -continúa Soto Rivera- y toma los cursos introductorias a la filosofía, se encuentra con que Aristóteles, Plotino, e incluso San Agustín, ya tienen meditaciones sobre el tiempo y que este último dedica incluso, en sus Confecciones, un capítulo reflexivo sobre el tiempo, basado en el Génesis bíblico, tal y como él se lo había planteado previamente. Es decir el tiempo visto como algo fugaz, momentáneo y pasajero que es el tiempo contrario al tiempo eterno o a la idea de eternidad. Al hablar sobre la reflexión filosófica en Puerto Rico, Soto Rivera dice que desde Alejandro Tapia y Rivera, pasando por Eugenio Maria de Hostos y por Ramón Emeterio Betances en Puerto Rico ha habido una tradición filosófica que se ha ido nutriendo con filósofos nacidos en otros países que se han establecido en la Isla y que con sus aportaciones han contribuido a fortalecer, mantener y enriquecer la reflexión filosófica. Así menciona a los profesores Manfred Kerkhoff y al filósofo y profesor colombiano Carlos Rojas Osorio, como autores que han hecho contribuciones valiosísimas al pensar filosófico en Puerto Rico. Al requerirle su opinión de sobre si en las escuelas publicas del país debería enseñarse historia de la filosofía y lógica como cursos compulsorios, éste opina que eso sería un gran acierto del Departamento de Educación, pero que a ellos, por los motivos que puedan tener -tal vez políticos-, no les interesa, esto a pesar de los tímidos ensayos experimentales en algunas escuelas del país. Producto de las escuelas públicas del país, con bachillerato y maestría en filosofía de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, profesor de lógica y humanidades en varias instituciones universitarias del país, Soto Rivera actualmente redacta su tesis doctoral sobre Baltasar Gracián en el Departamento de Estudios, de la UPR, Río Piedras, y se desempeña como profesor de lógica y humanidades en el Colegio Universitario de Humacao, de la UPR. (agosto/1999)