Cumbre Unidad 1

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Cumbre Unidad 1
Sólo 30: Número 3
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I. En el texto, contesta las preguntas en página 40 y defiende tu respuesta. Vamos a discutir tus
opiniones en clase. Contesta las preguntas en este papel o puedes usar otro papel para tus
respuestas.
II. De la revista Veintemundos.com, lee este artículo y contesta las preguntas.
Las Tapas: Las tapas forman parte importante de la cultura gastronómica española. Son sencillas,
rápidas y el mejor acompañamiento para un buen vino.
Preguntas:
¿Cuál es su historia?, ¿por qué se llaman “tapas”?, ¿cuál es el ritual para ir de “tapeo”? ¿qué
opinan los turistas de este manjar tan español? (Escribe tus respuestas en el otro lado de este
papel u otro papel)
Texto: Carmen Boronat
País: España
Madrid, País Vasco y Andalucía son las estrellas en cuestión de tapeo, no obstante, la costumbre
de salir de tapas está cada vez más extendida en España, tanto así, que se ha convertido en una
seña de identidad de la cultura gastronómica del país.
Puede que para muchos extranjeros sea la única palabra que conocen del diccionario español, o
que para otros sea la más famosa…y claro está que todos los que aterrizan en España quieren
probarlas.
Hay tapas para todos los gustos. Las creaciones se mueven entre las tapas tradicionales de toda la
vida (como la broqueta de salchichas, la tortilla española o el jamón) y otras ideadas a partir de
un concepto más vanguardista y moderno (tal es el caso de la tapa compuesta por yema de
huevo, foie y trufa, o la tortilla española deconstruída).
Para Antonio Romero, propietario de uno de los restaurantes de tapeo más famosos de Sevilla
(Bodeguita Antonio Romero), el pulpo a la gallega, el pescaíto frito de sabor andaluz, el queso
viejo, el bonito en aceite, las patatas alioli, las empanadillas, las gambas o la sepia a la plancha
son las tapas que más éxito tienen en su taberna. Antonio me comenta que “los turistas aprenden
con mucha facilidad el arte del tapeo y les encanta situarse de pie en la barra e ir probando de
todo, aunque las tapas que llevan jamón siempre son las más demandadas”.
En Madrid, sin embargo, las tapas más consumidas son el queso, las anchoas, las aceitunas, el
jamón, los callos madrileños, las patatas bravas o los calamares a la romana. Gina Gerderike
Leemburg, una turista holandesa que visita frecuentemente Madrid, me explica que viene cada
año con su familia y que le encanta salir cada noche de tapeo. “Nos gusta probar sitios nuevos.
Cada tarde que salimos de tapeo visitamos dos o tres bares. Solemos venir a partir de abril
porque así podemos disfrutar además, del buen clima y degustar las tapas en una terraza”.
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El origen de las tapas
Ya sea a mediodía en una terraza, o de noche de pie en la barra de un bar, las tapas triunfan entre
los españoles y entre los turistas que visitan España cada año. Pero, ¿cuál es el origen de este
manjar tan español? Se dice que el origen de las tapas surgió en el siglo XIII con el reinado de
Alfonso X “el Sabio“. Éste debía tomar sorbos de vino por prescripción médica a causa de una
enfermedad, y para evitar los efectos del alcohol, tomaba pequeños bocados acompañando a la
bebida. Tras recuperarse, ordenó a los mesones y tabernas castellanas que sirvieran una porción
de comida para acompañar el vino y evitar que éste se subiera a la cabeza. En un principio la tapa
se ponía sobre la boca de la jarra o del vaso “tapando” ligeramente el recipiente, de ahí el origen
de la palabra. En esa época, las tapas se hacían con una loncha de jamón, rodajas de chorizo o de
otro embutido y, de vez en cuando, queso.
La costumbre de ir de tapas
El verbo “tapear” nace del hábito que existe en muchas localidades españolas de salir con amigos
para ir a un bar, consumir un tentempié junto con una cerveza o un vinito y luego cambiar de
establecimiento para degustar más tapas o pinchos.
Esta práctica ha ido sustituyendo cada vez más comidas y cenas convirtiéndose en una nueva
forma de compartir la variedad gastronómica española rodeados de familiares o amigos. María
Juan, una indiscutible fan de las tapas afirma que no hay cosa que más le gusta tras un duro día
de trabajo que visitar una taberna del centro de Madrid y tomarse una cerveza con algo de
acompañamiento. “Es una costumbre social que está muy arraigada ya en nuestra cultura. Me
voy de tapas con gente del trabajo, con amigos, con mi familia. Ir de tapeo me permite socializar
y desconectarme de la rutina diaria”, comenta María.
Ignacio Oltra, un asiduo a las tabernas, nos aconseja salir de tapas con un grupo reducido de
personas, unas 4 o 6, es mucho más cómodo para acomodarse y trasladarse de un bar a otro. Y es
que la costumbre, según Ignacio, es “tomar una o dos tapas en cada sitio para conocer más
lugares”. “Otra costumbre muy extendida cuando sales de tapas es que cada miembro del grupo
pague una ronda”, explica Ignacio.
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