40 millones de personas viven en la pobreza en Brasil MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) Manos Unidas ha denunciado "la situación de exclusión, injusticia y pobreza" en la que viven millones de personas en Brasil con motivo de la celebración de la Copa del Mundo de Fútbol 2014. En este sentido, recuerda que aunque el país se ha convertido en la séptima potencia económica del mundo, el 18,6 por ciento de la población (alrededor de 40 millones de brasileños) sigue viviendo en la pobreza. Manos Unidas reconoce "avances con conquistas de políticas y programas públicos en la vida de millares de personas que se encontraban en la pobreza extrema en Brasil" pero, en un comunicado, afirman no estar "satisfechos con la realidad existente en el país", al tiempo que muestra su comprensión "con las manifestaciones populares pacíficas que reivindican, justificadamente, el respeto a los derechos de los más vulnerables y políticas públicas efectivas que eliminen la miseria y garanticen vida con dignidad para todos". En este punto, señala que, a pesar de sus riquezas naturales y culturales y de su gran potencial económico y de liderazgo en la región, Brasil continua siendo uno de los países más desiguales del mundo, donde el 20% de la población más rica goza de una renta media 21,8 veces mayor que el 20% más pobre; el 10% más rico de la población acaparaba el 44,5% de los ingresos totales del país, mientras que el 10% más pobre sólo obtenía un 1,1% del total. Por todo ello, pide intensificar la reforma agraria abandonada en los últimos años y aboga por una apuesta decidida por parte del Estado por la agricultura familiar y agroecológica, especialmente en la región semiárida; reconocer y respetar los derechos de los pueblos indígenas y comunidades tradicionales; y defender a la Amazonía de los grandes proyectos extractivos guiados únicamente por el interés económico. Al mismo tiempo, hace un llamamiento a superar los programas asistencialistas impulsados por el gobierno brasileño y acometer cambios estructurales que garanticen un futuro de desarrollo autónomo para los más pobres del país; y lograr el compromiso del Gobierno y de toda la sociedad del país en la defensa de los derechos humanos. 14,3 MILLONES DE EUROS EN LA ÚLTIMA DÉCADA En los últimos 25 años, Manos Unidas ha financiado 1.012 proyectos de Cooperación al Desarrollo en Brasil. En la última década se han financiado 216 proyectos con un importe superior a los 14,3 millones de euros (49 proyectos en el sector agropecuario, 72 en sector educativo, 15 en sector sanitario y 80 proyectos sociales) y en 2013 se han financiado 11 proyectos con un importe superior a los 650.000 euros. Los proyectos de cooperación al desarrollo que financia Manos Unidas inciden sobre realidades amplias dentro de Brasil y tienen como grupos prioritarios a jóvenes, mujeres, indígenas y afrodescendientes. A nivel sectorial, los proyectos de cooperación que financia Manos Unidas en Brasil apoyan un trabajo integral con las comunidades, impulsando un modelo alternativo de desarrollo sostenible, basado en la agroecología y la economía solidaria, en el empoderamiento de las comunidades y en la defensa de sus derechos. Ingresos millonarios para la FIFA y más pobreza en el Mundial de Brasil 08 de mayo de 2014 MADRID// Cada vez son más las cifras que se conocen respecto al Mundial de Brasil y, a medida que se van publicando nuevos datos, la realidad que reflejan es cada vez más escabrosa. Por un lado, la cantidad de dinero que va a dejar de ingresar el Gobierno brasilero a causa de las exenciones fiscales de las que se han beneficiado las grandes empresas oscila entre los 179 y los 386 millones de euros. El propio Tribunal de Cuentas del país ha cifrado esa cantidad en 322 millones. Por otro lado, el coste total de este megaevento deportivo, de momento, se prevé que ascienda a los 10.000 millones de euros, que suma más de lo que se invirtió en Alemania para 2006 y en Sudáfrica para 2010 juntos. Un exceso que, entre otras partidas, se debe a las obras de construcción que se estimaba que costarían 800 millones de euros pero que ya se han llevado 2.700 millones. Gran parte de estas inversiones las realizará el gobierno con dinero público, lo que ha provocado que, hasta el momento, las ciudades que hospedarán el Mundial hayan aumentado su endeudamiento en un 30% de media. Todos estos dispendios le han servido a InspirAction para poner en marcha la campaña Las Jugadas de la FIFA. Según ha explicado la responsable de Incidencia y Comunicación de la ONG, Isabel Ortigosa, mediante esta iniciativa pretenden poner de relevancia que el dinero que se está dejando de ingresar podría haberse destinado a la lucha contra la desigualdad en Brasil. “Aunque en el exterior tiene la imagen de ser un país muy avanzado y es la séptima economía del mundo, lo cierto es que hay muchos millonarios pero también muchísima gente muy pobre”. Una situación que, según Ortigosa, “está siendo acentuada por la gestión económica del Mundial, porque la pérdida de estos recursos perjudica especialmente a los más vulnerables, ya que los servicios públicos a los que tienen acceso son de peor calidad, y podrían ser mucho mejores si el Estado tuviese más ingresos ”. Además del económico, la población más pobre de Brasil se tiene que enfrentar a un problema añadido: los desplazamientos. Ya en 2012, se preveía que, solamente en Sao Paolo, iban a ser desalojadas 70.000 familias de las favelas en las que residían como consecuencia de las obras de preparación para el Mundial, aunque en el conjunto del país esta cifra aumentaba a 170.000. Según cuenta Ortigosa, “como viven en favelas y no tienen los títulos de propiedad de sus viviendas, ni siquiera se los llega a indemnizar”. Es decir, que los echan porque están ocupando el lugar en el que se van a construir los estadios o las carreteras, pero sin darles ninguna otra opción. Ganan y pierden los de siempre Mediante la campaña que acaba de lanzar esta ONG, quieren también demostrar que no es un problema que haya ocurrido solamente en Brasil, que toman como ejemplo paradigmático, sino que la exención de impuestos es una de las estrategias más extendidas para atraer inversiones extranjeras a países en vías de desarrollo. “Esto crea una competencia entre países para ver quién baja más los impuestos o quién da un trato fiscal más beneficioso para las empresas que vienen de fuera, pero que perjudica a las poblaciones de esos países”, explica Ortigosa. Un perjuicio que afecta, especialmente, a aquellos que dependen de los servicios públicos para acceder a la Educación o a la Sanidad. Como suele ser habitual en todos los países que pelean por hospedar algún gran evento deportivo, el Gobierno de Brasil también quiso justificar las inversiones que iban a realizar con el argumento de que el retorno iba a ser altamente beneficioso para el país. “De hecho –recuerda Ortigosa- en su día se dijo que el impacto a largo plazo, en 2019, iba a llegar a los 60.000 millones de euros. Sin embargo, el mes pasado la agencia de calificación de riesgo Moody’s ya advirtió que el estímulo económico asociado al Mundial no iba a ser duradero”. Otra de las grandes promesas que hicieron fue la de la llegada masiva de turistas. “Dijeron que esperaban que llegaran unos 700.000 extranjeros para asistir al evento, pero el presidente de la Academia Brasileña de Eventos y Turismo ya ha anunciado que no creen que viajen más de 300.000”, señala. Es decir, que según anunciaron, tenían unas expectativas muy altas que no se han cumplido, tanto por haberse gastado mucho más de lo que habían previsto como porque el retorno va a ser muy inferior. Aunque todo parecen pérdidas, la realidad es que no es cierto. Además de las empresas que ya están trabajando en Brasil y que ya se están beneficiando de los privilegios fiscales e impositivos que el gobierno les ha concedido, los directivos de la FIFA tampoco tienen motivos para sentirse afligidos. Hasta el momento, por conceptos como venta de entradas, derechos de transmisión televisivos o merchandising, la Federación de Fútbol ha ganado alrededor de 1.380 millones de dólares, un 10% más que lo que ingresó en Sudáfrica y casi 20 veces más que los ingresos que obtuvo en el año 2013, aunque se espera que sus beneficios lleguen a los 5.000 millones de dólares. “No estamos en contra de la celebración del Mundial, del gobierno o de la FIFA en sí”, recalca Isabel Ortigosa. “Lo que sí defendemos es que la FIFA tiene que hacer inversiones con seguridad para que, ya sea en Brasil o en los futuros países que acojan un evento similar, beneficie también a la población del país anfitrión y no sólo a las grandes empresas que construyen estadios o que venden productos, sean patrocinadores o lo que sea”. Eduardo Paes | Alcalde de Río de Janeiro “Brasil no era tan exitoso como se decía, ni es tan defectuoso como dicen” La ciudad más turística de Brasil será vigilada durante el Mundial por 20.000 policías, que vigilarán sus playas y las favelas Rio de Janeiro 9 JUN 2014 - 21:16 CET Río de Janeiro vive un momento turbulento a pocos días de que arranque la Copa del Mundo. Ante la eventualidad de que estallen nuevos focos de violencia 20.000 hombres patrullarán las calles de la ciudad, desde la turística Copacabana hasta las favelas más conflictivas del correoso Complejo do Alemão, en la periferia. El aeropuerto internacional Antonio Carlos Jobim no llegará a la cita mundialista con su reforma culminada y los índices de criminalidad han repuntado de forma preocupante en los últimos meses, según el Instituto de Seguridad Pública de Río. La población tampoco vive con entusiasmo la llegada del Mundial. La mayoría de los cariocas se muestra crítica con la forma en que las autoridades han manejado la organización del evento. Mientras tanto, el alcalde de la ciudad más turística de Brasil, Eduardo Paes (Río de Janeiro, 1969), garantiza a un reducido grupo de corresponsales extranjeros que la Copa será todo un éxito. Cuando se decidió que tuviéramos 12 estadios pensé que era un error Lejos de entonar la autocrítica, Paes culpa a algunos países participantes en el torneo de causar un gran dispositivo de seguridad: “Vamos a tener un evento grande, con muchos jefes de Estado y selecciones nacionales que podrían sufrir atentados por lo que sus países hacen en el mundo”. “La diplomacia brasileña no practica la ocupación”, continúa, “y Brasil no invade países. Aquí tendremos a representantes de EE UU y Rusia, países que tienen sus contradicciones en el plano internacional”, arremete. La prensa internacional ha sido implacable con Brasil en los últimos meses, sobre todo con el millonario gasto realizado en estadios que tendrán poco uso cuando se apaguen los fuegos del Mundial. “Cuando se decidió que tuviéramos 12 estadios pensé que era un error. Es cierto que ha hecho daño a nuestra imagen no haberlo entregado todo a tiempo”, concede el alcalde. “Brasil no era un país tan exitoso como se decía hace tres años, ni es un país tan defectuoso como dicen que somos ahora. Tenemos una democracia consolidada, nuestra economía funciona, la tasa de paro en Río es del 5%, lo que casi representa el pleno empleo. Lo que sucede es que en esta ciudad no escondemos nuestros problemas”, añade. Paes, descendiente de españoles, reitera el mantra de que es injusto comparar a Río con ciudades europeas que han albergado grandes eventos deportivos, como Londres. “Lo que hay que hacer es comparar a Río con Río. Londres tiene metro desde hace más de 100 años, cuenta con más infraestructuras y está en otro nivel de desarrollo”. Los desalojos de favelas cercanas a instalaciones deportivas, como el estadio de Maracaná o el futuro parque olímpico, han abiertos heridas que continúan supurando. “No existe ninguna experiencia en el mundo de una ciudad que haya mejorado y que no haya tenido que enfrentarse a este tipo de críticas. Nosotros también la estamos afrontando”. En Brasil hemos tratado a la Copa como si fuese la razón de nuestros problemas. No es así Cuando se le pregunta por el siempre delicado asunto de las protestas ciudadanas, que en muchos casos reclaman un mayor compromiso del Estado, con políticas de primer orden como la educativa o la sanitaria en detrimento de la millonaria inversión realizada en la Copa, Paes asegura que las manifestaciones son un síntoma inequívoco de salud democrática. Y añade: “¿Qué tiene que ver la educación con la Copa del Mundo? Brasil es un país capaz de organizar un Mundial y unos Juegos Olímpicos y ofrecer al mismo tiempo una educación de calidad. Si no tenemos una buena educación es por otros motivos”. La estrategia de pacificación lanzada en las favelas de Río en 2008 permitió que en los años siguientes los índices de criminalidad cayesen de forma expresiva, pero durante los últimos meses la tendencia se ha invertido y algunos delitos, como los robos, han vuelto a crecer, según datos contrastados. “Habría que comparar lo que era esta ciudad hace cinco años para entender que el crimen ha caído en picado. La ciudad hoy es mucho más segura. Pero esta no es una cuestión de turismo, sino que afecta a la vida cotidiana de nuestros ciudadanos”, insiste Paes antes de volver a la carga contra la prensa crítica de algunos países: “Aquí no tenemos terrorismo ni las amenazas de bomba que existen en otros países considerados desarrollados”. Entonces, ¿han hecho algo mal en estos últimos años? “Hemos tenido un problema de comunicación. En Brasil hemos tratado la Copa como si fuese la razón de nuestros problemas, y no es así”. Historia de las favelas de Rio de Janeiro Las favelas comenzaron a decorar el paisaje carioca a fines del siglo XIX, pero recién en la década de 1930 adquirieron parte de su dimensión en la ciudad. Diez años después, entre 1941 y 1943, se produjo un incremento desmedido de sus poblaciones y las autoridades no sabrían como controlar. Diversas acciones con fines urbanísticos intentaron ser aplicadas por la Alcaldía de Río de Janeiro e inclusive el Gobierno del país, pero nunca con suceso. Con los años el crecimiento de las favelas creo el ambiente propicio para que la delincuencia y las organizaciones del narcotráfico encontraran en ellas las bases perfectas para su refugio. Con ellas se instauró la Guerra en las Favelas y la Cultura del miedo comenzó a dominar sus calles. Si te interesa descubrir de que hablamos cuando nos referimos a estos dos conceptos puedes o comenzar viendo las muy buenas películas brasileñas que los ponen de manifiesto, entre ellas la más conocida mundialmente ‘Ciudad de Dios’ del Director Fernando Meirelles. Las famosas favelas de Río de Janeiro Las favelas de Río de Janeiro son las más famosas de Brasil, entre ellas Rocinha, Vila Canoas y Complejo del Alemán. Las clases medias brasileñas y las altas, obviamente, hacen la vista gorda a estas construcciones monstruosas que denotan una suerte de estilo colonial. Calles empinadas, viviendas precarias y escasas de luz natural, pasajes que parecen laberintos, marginalidad, violencia y delito, generan la exclusión social y económica recaiga sobre sus habitantes y sean vistas como un submundo. Brasil urbanizará las favelas antes de 2020 Río de Janeiro se animó a hacerle frente a un problema de casi 200 años, demostrando que, en las grandes urbes latinoamericanas, la presencia de áreas sin bienestar social, ley ni orden no es una inexorabilidad. Un informe especial de Infobae América La ciudad ya expulsó por la fuerza a los narcos. Ahora integrará esos asentamientos a la sociedad con el tendido de cloacas y medidores de electricidad casa por casa. En 1880 comenzaron a formarse esto barrios en las laderas de los morros, luego bautizadas favelas. Un fenómeno que se transformó en un emblema de la pobreza y la delincuencia en América Latina. Unas cinco millones de personas viven en ellas en todo el país, y un millón, en Río de Janeiro, ciudad que será foco de atención, porque constituirá una de las sedes más importantes del Mundial de Fútbol 2014 y la organizadora de las Olimpiadas 2016. Ante la amenaza de que la inseguridad ahuyente turistas y deje la peor imagen internacional de Brasil, el Gobierno tomó cartas en el asunto. En noviembre pasado, comenzaron los operativos para correr a los traficantes. Unos 130 fueron apresados. Luego siguió el proceso de pacificación, con el ingreso permanente de la Policía y la mejora de las condiciones de vida de los habitantes de las favelas. Es una acción conjunta entre el poder político, el Ejército, la Marina y la Policía que comienza a dar sus frutos. Las rebautizadas "comunidades pacificadas" ya llegan a 16. Para 2014, año de la Copa del Mundo en Brasil, el objetivo es llegar a que haya presencia policial permanente en 40 asentamientos. El desafío por delante es largo y arduo, pero el mensaje fronteras dentro y fuera del país es que se está haciendo algo. "Hay que sumar las favelas a la sociedad. Está demostrado que no sirve de nada separarlas a un costado, como si fueran basura, como se hizo durante décadas", le dijo a Infobae América Robson Rodrigues da Silva, Coordinador General de la Policía Pacificadora, en una recorrida por las favelas cariocas de Chapeu Mangueira y Babilonia (más detalles en video adjunto) donde viven unas 8 mil personas. La Unidad de Policía Pacificadora es una división especialmente creada para instalarse en el corazón de los asentamientos. El promedio de los oficiales permanentes por favela oscila entre 20 y 200, según la cantidad de habitantes en ella. Representa un giro de 180 grados en la política despareja y espasmódica de años atrás, cuando se realizaban operaciones violentas y esporádicas con poco resultado. Las fuerzas de seguridad entraban para una acción puntual y volvían a salir. Esto no afectaba el poder de los traficantes en el territorio. El gran cambio se dio a partir de la presidencia de Lula da Silva. El objetivo trazado fue más amplio: urbanizar las favelas. Esto abarca no sólo incautar armas o apresar a algún líder delictivo. Implica también hacer un tendido de cloacas, de electricidad, dar un servicio de salud y censar a los habitantes. Un paso que no se podía dar sin haber echado a los narcotraficantes. "Sacamos al poder paralelo armado. Pero todavía queda mucho. Llevará 2 o 3 generaciones más dentro de las favelas para limpiar completamente la delincuencia. Se dio el puntapié inicial que nadie se animaba a dar", agregó Rodrigues da Silva. El cambio de la mentalidad de las autoridades y de la población fue crucial. Integración es la palabra que más se escucha de los funcionarios. Por ejemplo, en el Complexo Alemao, uno de los asentimientos que era de los más peligrosos, se organizó una maratón abierta con un cierre a toda pompa con un recital del cantante Caetano Veloso. El gran desafío es mantener la paz y que los delincuentes no vuelvan a ocupar el terreno ganado por la ley. "La Policía reemplazó la figura del narco. Es clave en esto ganarse la confianza de los habitantes de la favela, que son los que nos advierten si un traficante vuelve al territorio", agregó Mariano Beltrame, secretario de Seguridad de Río de Janeiro y figura clave en la nueva estrategia. Brasil inicia la urbanización de peligrosas favelas en Río de Janeiro El presidente Luiz Inácio Lula da Silva pone en marcha "la revolución urbana" JUAN ARIAS / AGENCIAS Río de Janeiro 30 NOV 2007 - 21:21 CET El gobierno de Brasil ha dado inicio hoy a las obras de urbanización de las peligrosas barriadas pobres de la ciudad turística de Río de Janeiro, con inversiones iniciales que superan los 680 millones de euros. Bajo un fuerte esquema de seguridad, protegido por francotiradores y decenas de policías y militares, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha puesto en marcha este programa en la favela de Cantagallo, entre los turísticos barrios cariocas de Ipanema y Copacabana. "La revolución" urbana puesta en marcha en Río de Janeiro dará calidad de vida, educación y salud a los pobladores de estas favelas, ha prometido Lula durante el acto oficial en un centro comunal. Las favelas cariocas, donde vive una cuarta parte de los pobladores de la segunda mayor ciudad brasileña, tradicionalmente han sido abandonadas por el Estado, según reconocen las propias autoridades. La favela lucirá más verde tras plantarse 1.600 árboles de pau-brasil, talismán que dio nombre al país y que está en peligro de extinción a pesar de haber sido el más común cuando llegaron los portugueses. La mayor parte de estas comunidades está hoy bajo dominio de bandas de narcotraficantes, o de "milicias" formadas por ex policías y policías corruptos, que cobran por dar protección. "Río no puede aparecer sólo en las páginas policiales. No es normal ni justo. Es verdad que hay bandidos, como en cualquier lugar del mundo, pero el 98% son personas que quieren trabajar y estudiar", ha dicho Lula. La ONU y las organizaciones civiles brasileñas de defensa de los derechos humanos acusan a la policía de cometer en esos lugares excesos de autoridad y ejecuciones extrajudiciales bajo el pretexto de imponer el orden. El frenesí ante la llegada de Lula era incesante ayer en la que está considerada una de las favelas más violentas de Río de Janeiro, prácticamente en manos del narcotráfico, junto con su vecina Pavão Pavãozinho. Fuente: Diario El País, España Rio de Janeiro ya conecta sus favelas con un teleférico La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, inauguró hoy en territorio carioca un teleférico que une barrios del Complexo do Alemao, un conjunto de favelas en las que el Ejército irrumpió el pasado mes de noviembre para expulsar a los narcotraficantes que durante décadas dominaron la zona."La obra muestra un respeto extremo hacia los residentes del Complexo, que tendrán acceso al más moderno sistema de transporte colectivo que existe", dijo Rousseff en lo alto del cerro de Deus. El teleférico forma parte de un plan de obras denominado Plan de Aceleración del Crecimiento (PAC), impulsado bajo el gobierno de Lula da Silva. lanacion.com visitó las obras en octubre de 2008 , acompañada por el arquitecto argentino Mario Jauregui, al frente de la ejecución de las obras en la zona norte de sede de los Juegos Olímpicos y el próximo Mundial del fútbol. La presidenta llegó a la cumbre de la colina, hasta hace siete meses controlada por bandas de narcotraficantes, en una cabina del nuevo teleférico en compañía del gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral, y del alcalde de la ciudad, Eduardo Paes. La infraestructura permitirá una mejora de las comunicaciones entre seis favelas del Complexo do Alemao, en las que la irregularidad del terreno dificulta los traslados y su acceso por carretera, y permitirá reducir el tiempo empleado para subir desde la entrada de los barrios hasta su cima. "Esta obra es una carta de presentación que honra a la población del Alemao, que no debe volver a ser criminalizada por todo lo que sufre", manifestó Rousseff. Se espera que la nueva línea cubra el transporte del 70% de las 85.000 personas que residen en las seis favelas. El sistema es el primer transporte colectivo por cable del país con capacidad para atender a 30.000 pasajeros al día, según cálculos del Gobierno.Con una inversión de 210 millones de reales (135 millones de dólares), este sistema guiado cuenta con una extensión de 3,5 kilómetros y dispone de 152 cabinas que comunicarán en 15 minutos los barrios de Bonsucesso, Adeus, Baiana, Alemão, Itararé y Palmeira, seis de las 12 favelas que forman el Complexo do Alemao. En la fotogalería expuesta a continuación se exhiben las maquetas de las estaciones del teleférico, pensadas para constituir no sólo un lugar de paso, sino también un sitio de integración con bibliotecas y espacios deportivos. Brasil será el segundo país suramericano en estrenar un teleférico en una comunidad marginal. Un sistema similar funciona en la ciudad colombiana de Medellín. Rousseff aprovechó su visita al Complexo do Alemao para inaugurar un centro de atención de la Seguridad Social y una sucursal de correos, la primera que se abre en una favela "pacificada". La "pacificación". El Complexo do Alemao fue ocupado por las Fuerzas Armadas el pasado 28 de noviembre después de una semana de choques armados entre la policía y el crimen organizado que operaba en la zona. La ocupación, considerada como un símbolo del triunfo de la autoridad pública sobre el narcotráfico, contó con el respaldo logístico de la Marina, que reforzó su apoyo en la operación con el envío de coches blindados.