Hace algunos años atrás, me senté frente a un computador, una hoja en banco y una idea. Esta idea fue hacer y dejar un registro tangible de las experiencias de la vida, tanto personal como colectiva. Comenzó con una pregunta, que a primeras luces parece sencilla, sin embargo abrió una infinita gama de respuestas. Madurez Esa fue la apertura a una historia que continuo mostrando los aspectos más variados de la vida en pareja, matrimonio, amigos y hasta confesiones de amantes. En fin, fue una experiencia absolutamente relevadora, que pretendía un objetivo personal, y término siendo una oportunidad de compartir y compartirse. Que ha ocurrido a lo largo del tiempo? Uf, una infinidad de sucesos y experiencias que han llevado a pensar y desarrollar esta continuación. Y podríamos hacerlo por siempre, a lo largo de los años, la vida y tantas experiencias que nos rodean, como células en nuestro cuerpo, como pelos en la cabeza, como pulgas en un perro, como peses en el mar. Son tantas experiencias, que podrían ser una historia infinita, pero voy a compartir algunas de las cuales quedarán impresionados. Pero lo más importante y revelador es que al igual que yo, al terminar de escucharlas te dirás “a pesar de los golpes que la vida me a dado, y las veces que me ha tirado contra la pared, quien está a mi lado lo ha pasado mucho peor que yo, y es capaz de ponerse de pie, una y otra vez. Y si él puede… porque yo no?” A lo largo del tiempo y posteriormente a mis últimas columnas de opinión, surgieron cosas increíbles. Una de ellas fue que a pesar de los años de vida madura, me incorporé a Redes Sociales Facebook. Y ni recuerdo bajo que circunstancias lo hice y mucho menos recuerdo cuando fue o porque. Imagino que como una necesidad imperativa de moverse al rito de los nuevos tiempos. Ignoro hasta el día de hoy como se administra un perfil, se bloquea personas o incorpora una nueva. Lo único que sé, es que este tribuna logró reunir a un grupo de amigas que no se veían hace casi 20 largos años. Mi Generación, de ex alumnas de 4° medio egresada el año 1992. Casi caí de espalda al ver una fotografía mí de aquellos años, junto a mis amigas, donde me buscaban. Fue así como se logró reunir a 16 ex compañeras de curso, planear nuestra primera junta, que fue en mi casa, y revivir las más extraordinarias vivencias, logros profesionales, personales y familiares de todas y cada una de nosotras. Estuvimos hasta muy tarde de madrugada, algunas se quedaron en casa, desayunamos al día siguiente sin poder parar de hablar, reír, y recordar. En esta junta logramos estar Marlen, Paty, Eve, Kika, Ale, Sara, Heidy, Marce, Luna, Pata, …., …., y quien habla. Fue increíble. Después de aquella junta, nos volvamos a reunir un grupo más pequeño, y describimos la importancia y necesidad de mantenernos unidas.