Tarea no. 9 María Concepción Martínez López X Generación . Sexta etapa La vejez La vejez, la más compleja de las etapas, llena de misterio y amenaza, no ha sido suficientemente explorada por los investigadores; la muerte, el más grande de los imponderables, se encuentra a sólo unos pasos de ella. Una de las etapas más difíciles para la pareja, pues los ancianos deben adaptarse a la pérdida y retos de la edad: la búsqueda de una nueva identidad, de una compañía que produzca placer, así como de una experiencia significativa y genuina. Aquí es necesario asumir que se pasó la vida y aceptar la presencia de obstáculos en la relación, como la llegada del esposo que se ha jubilado, con la consabida invasión que la mujer siente del espacio que antes controlaba: se hace necesario definir límites para que cada uno pueda actuar independientemente; a fin de evitar el peligro de que se lleguen a perder la estima y el respeto, y aparezcan la ansiedad, la tensión y los estados depresivos. Los viejos no buscan tratamiento psiquiátrico, no obstante, se someten a la sobreprotección de los hijos, quienes no permiten a los padres, vivir en libertad. Por otro lado, se tiende ignorarlos, sentir impaciencia con ellos o negarlos, lo cual hace más difícil enfrentar esta etapa decisiva y su inevitable fin. Ser abuelo ofrece un nuevo horizonte en la vida: Enciende el deseo de sobrevivir, al aceptarse la propia mortalidad. Nieto y abuelo, pasado y futuro se funden en el presente. Tiene la oportunidad de experimentar una nueva relación. También experimentan con la disminución de capacidades físicas y mentales o cambios en su situación económica o social. A veces tienen que lidiar con la muerte de algunos familiares, incluyendo su pareja. La calidad de su vida depende de que tan bien se ajuste a los cambios en las fases anteriores. A menudo también depende de lo bien que han cuidado de su propia salud hasta este punto. El envejecimiento normal afecta su cuerpo resultando arrugas, dolores, molestias. Las posibilidades de tener una enfermedad aumentan con la edad. Pero el envejecimiento no significa que se presenten problemas de salud. Por su parte, Jürg Willi señala que la vejez significa jubilación del marido, retirada de la vida activa y vivir de las rentas; decrepitud enfermedad y muerte aproximándose. La pareja se une más estrechamente, a pesar de que el marido permanece más tiempo en casa, la mujer generalmente es quien se favorece al ver desplazada la igualdad de valor, puede incluso hacer al varón dependiente y desvalido. Los cónyuges dependen uno del otro, recuerdan su vida en común, comparten el camino, las enfermedades y el entorno amenazador, en el cual perciben un enemigo en común. Esta dependencia puede crear nuevos problemas, ambos buscarán su independencia, aunque intentarán hacer dependiente al otro. Según Schenda, citado por Willi, el 50 por ciento de las mujeres y el 20 por ciento de los hombres, enviudan cuando entran en el ocaso de la vida. Lo cual representa un evento especialmente triste, que debe superar, además de acostumbrarse a depender de otra persona, en ocasiones, extraña. Aportación personal En la medida en que se ha vivido con plenitud y sabiduría las etapas anteriores, la vejez puede ser más llevadera, hay familias que se encargan de preparar a las generaciones más jóvenes para cuidar y atender a los viejos, sin embargo, no es el condicionamiento ni la preparación que reciban los hijos para encargarse de sus padres en la última etapa de su vida, lo que determina si cuidarán o no a los padres. La creencia de que los hijos deben pagar a sus padres por lo que hicieron por ellos, suele ser una carga muy pesada, a la que con frecuencia renuncia la mayor parte de los descendientes; en el caso de mi familia, los hijos mayores se casaron y se fueron de la casa paulatinamente, los tres solteros nos quedamos acompañando esta etapa de mis padres, ante la indiferencia de los demás, mis padres experimentaron abandono, enfermedad, soledad; nuestra presencia siempre fue limitada por el trabajo y las obligaciones fuera del hogar. Paradójicamente, las personas siempre extrañan, necesitan y quisieran tener a los que no están, ellos, los hijos que se fueron de casa, usualmente son los buenos, los que sí atendían, los que provocan su tristeza y hacen más profundo su dolor. El amor de los que están presentes no es lo suficientemente fuerte para llenar esos vacíos, aunque la comprensión es definitiva para la estabilidad de los viejos. Los que se quedan en casa tienen que luchar más, buscar mejores sueldos, las pensiones de los padres no alcanzan y es necesario proporcionarles una buena calidad de vida. Se hacen más frecuentes las visitas al médico, la compra y administración de medicamentos, un buen apoyo en esta etapa es la atención geriátrica o gerontológica, cuya aportación, al tratar entre otros síntomas, la depresión, posibilita una mejor aceptación de esta etapa. Los padres se acompañan más en pareja, la tranquilidad que implica haber terminado con la responsabilidad de mantener y cuidar de los hijos les permite pasar más tiempo juntos, compartir salidas o programas de televisión, la comunicación es más estrecha, no obstante, la pérdida de algunos sentidos, puede limitarla. La muerte de uno de los cónyuges agrava la depresión, y en algunos casos la responsabilidad de los acompañantes es más grande, aunque es decisión de cada uno asumirla o salir a hacer su propia vida. En este caso, la soledad de los viejos los puede sumir en la depresión que los lleva a la muerte. Glosario Vejez: Último período de la vida de una persona, que sigue a la madurez, y en el cual se tiene edad avanzada. Depresión: Enfermedad o trastorno mental que se caracteriza por una profunda tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima, pérdida de interés por todo y disminución de las funciones psíquicas. Abandono: Estado o circunstancia de la persona, animal o cosa abandonados. Individualidad: Característica particular de la personalidad de un individuo que lo distingue singularmente de los demás. OBSTÁCULOS Jubilación Invasión del espacio de la mujer Nuevas obligaciones Cuidado en la economía Dependencia de los hijos INDIVIDUALIDAD FAMILIA La pérdida de a La llegada de los nietos renueva la ilusión por la vida lgunos sentidos, las enfermedades y abandono de la vida productiva, los obliga a depender de otros Vejez EMOCIONES Tristeza Depresión Sensación de abandono Agrava el miedo a la muerte al pensar que reinicia su traajo de padrs