Arquitectura contemporánea[editar] El Estadio Nacional de Pekín (Pekín, China), 2003-2007, por Herzog & de Meuron Biblioteca y Centro de Aprendizaje de la Universidad de Viena (Viena, Austria), 2008, por Zaha Hadid El proyecto de viviendas Isbjerget (Aarhus, Dinamarca), inspirado en la forma y el color de los icebergs, 2013, por CEBRA, JDS Architects, Louis Paillard, y SeARCH Desde la década de 1980, a medida que la complejidad de los edificios comenzó a aumentar (en términos de sistemas estructurales, servicios, energía y tecnologías), el campo de la arquitectura se volvió multidisciplinario con especializaciones para cada tipo de proyecto, experiencia tecnológica o métodos de entrega de proyectos. Además, ha habido una mayor separación entre el arquitecto de 'diseño' y el arquitecto de 'proyecto' que asegura que el proyecto cumple con los estándares requeridos y se ocupa de las cuestiones de responsabilidad. Los procesos preparatorios para el diseño de cualquier gran edificio se han vuelto cada vez más complicados y requieren estudios preliminares de cuestiones como durabilidad, sostenibilidad, calidad, dinero y cumplimiento de las leyes locales. Una estructura grande ya no puede ser el diseño de una persona, sino el trabajo de muchas. El modernismo y el posmodernismo han sido criticados por algunos miembros de la profesión arquitectónica que sienten que la arquitectura exitosa no es una búsqueda personal, filosófica o estética de los individualistas; más bien, tiene que considerar las necesidades diarias de las personas y utilizar la tecnología para crear entornos habitables, y el proceso de diseño se basa en estudios de ciencias sociales, ambientales y del comportamiento. La sostenibilidad medioambiental se ha convertido en un tema principal, con un profundo efecto en la profesión arquitectónica. Muchos desarrolladores, aquellos que apoyan la financiación de edificios, se han educado para fomentar la facilitación de un diseño ambientalmente sostenible, en lugar de soluciones basadas principalmente en el costo inmediato. Los principales ejemplos de esto se pueden encontrar en el diseño de edificios solares pasivos, diseños de techos más ecológicos, materiales biodegradables y más atención al uso de energía de una estructura. Este gran cambio en la arquitectura también ha cambiado las escuelas de arquitectura para centrarse más en el medio ambiente. Ha habido una aceleración en el número de edificios que buscan cumplir con el diseño sostenible de edificios verdes.principios. Las prácticas sostenibles que estaban en el centro de la arquitectura vernácula proporcionan cada vez más inspiración para técnicas contemporáneas ambiental y socialmente sostenibles. El sistema de calificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) del Consejo de Edificios Verdes de Estados Unidos ha sido fundamental en esto. Al mismo tiempo, los últimos movimientos del nuevo urbanismo, la arquitectura metafórica, la arquitectura complementaria y la Nueva arquitectura clásica promueven un enfoque sostenible a la construcción que se aprecia y se desarrolla un crecimiento inteligente, tradición arquitectónica y de diseño clásico.78 Esto contrasta con la arquitectura modernista y globalmente uniforme, además de apoyarse en las urbanizaciones solitarias y la expansión suburbana.9 Los muros cortina de vidrio, que eran el sello distintivo de la vida urbana ultramoderna en muchos países, surgieron incluso en países en desarrollo como Nigeria, donde los estilos internacionales habían estado representados desde mediados del siglo XX, principalmente debido a las inclinaciones de arquitectos formados en el extranjero.10 Definiciones[editar] Según el tópico popular, en el tratado más antiguo que se conserva sobre la materia, De Architectura, de Vitruvio, en el siglo I a. C., se dice que la arquitectura descansa en tres principios: la Belleza (Venustas), la Firmeza (Firmitas) y la Utilidad (Utilitas). La arquitectura se puede definir, entonces, como un equilibrio entre estos tres elementos, sin sobrepasar ninguno a los otros. No tendría sentido tratar de entender un trabajo de la arquitectura sin aceptar estos tres aspectos. Sin embargo, basta con leer el tratado para percatarse de que Vitruvio exigía estas características para algunos edificios públicos muy particulares. De hecho, cuando Vitruvio se atreve a intentar un análisis del arte sobre el que escribe, propone entender la arquitectura como compuesta de cuatro elementos: orden arquitectónico (relación de cada parte con su uso), disposición («las especies de disposición […] son el trazado en planta, en alzado y en perspectiva»), proporción («concordancia uniforme entre la obra entera y sus miembros») y distribución (en griego οἰκονομία, oikonomía, consiste «en el debido y mejor uso posible de los materiales y de los terrenos, y en procurar el menor coste de la obra conseguido de un modo racional y ponderado»). Sus dudas al respecto son bastante intensas, pues cuatro páginas más adelante divide la arquitectura en tres partes: construcción, gnómica y mecánica. Por interesante y sugerente que sea, no debe olvidarse que este tratado es el único tratado clásico que nos ha llegado, y la probabilidad de que sea lo mejor de su época es pequeña. La historia de las diversas versiones del tratado de Vitruvio resume bien el conflicto a la hora de definir la arquitectura. En 1674 Claude Perrault, médico fisiólogo especializado en disección de cadáveres y buen dibujante, publica su traducción resumida del tratado de Vitruvio, que queda totalmente reorganizado. El resumen de Perrault es el medio por el que se conoció Vitruvio y que desde entonces influyó en los tratados y teorías de los siglos siguientes. En ese resumen en el que la tríada vitruviana va a ver la luz. En general, los más reconocidos arquitectos del siglo XX, entre los que se puede mencionar a Mies van der Rohe, Le Corbusier, Frank Lloyd Wright, Louis Kahn, Alvar Aalto, Luis Barragán, Tadao Andō, Richard Meier, César Pelli o Pedro Ramírez Vázquez han dado a su oficio una definición distinta, enfocando su finalidad de manera diferente. William Morris, fundador del Arts and Crafts, dio la siguiente definición: La arquitectura abarca la consideración de todo el ambiente físico que rodea la vida humana: no podemos sustraernos a ella mientras formemos parte de la civilización, porque la arquitectura es el conjunto de modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre con objeto de satisfacer las necesidades humanas, exceptuando sólo el puro desierto. The Prospects of architecture in Civilization, conferencia pronunciada en la London Institution el 10 de marzo de 1881 y recopilada en el libro On Art and Socialism, Londres, 1947. O, considerando la opinión del arquitecto historiador Bruno Zevi: La arquitectura no deriva de una suma de longitudes, anchuras y alturas de los elementos constructivos que envuelven el espacio, sino dimana propiamente del vacío, del espacio envuelto, del espacio interior, en el cual los hombres se mueren y viven. Saber ver la arquitectura, Barcelona, 1948. La diferencia sustancial entre la versión de Perrault y las anteriores radica, según José Luis González Moreno-Navarro, en que Perrault tergiversa «el carácter sintético de la arquitectura en una visión estrictamente analítica y fragmentada en tres ramas autónomas [lo que] es una consecuencia de su estructura mental […] formada a lo largo de una vida dedicada al análisis de los organismos vivos, que evidentemente en ningún momento recomponía y volvía a dar vida». Por el contrario, según Vitruvio: Rascacielos en Yokohama, Japón. La arquitectura es una ciencia que surge de muchas otras ciencias, y adornada con muy variado aprendizaje; por la ayuda de que un juicio se forma de esos trabajos que son el resultado de otras artes. La práctica y la teoría son sus padres. La práctica es la contemplación frecuente y continuada del modo de ejecutar algún trabajo dado, o de la operación mera de las manos, para la conversión de la materia de la mejor forma y de la manera más acabada. La teoría es el resultado del razonamiento que demuestra y explica que el material forjado ha sido convertido para resultar como el fin propuesto. Porque el arquitecto meramente práctico no es capaz de asignar las razones suficientes para las formas que él adopta; y el arquitecto de teoría falla también, agarrando la sombra en vez de la substancia. El que es teórico así como también práctico, por lo tanto construyó doblemente; capaz no sólo de probar la conveniencia de su diseño, sino igualmente de llevarlo en ejecución. Estadio Nacional de Pekín "Nido de pájaro". China, 2008. Obra de los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron. En el ámbito académico el proceso producción arquitectónica, o de proyecto, involucra la sensibilidad como medio de recorte de las diferentes disciplinas asociadas, y aun cuando en épocas pasadas se escribieran extensos tratados, hoy en día lo legal y lo técnico dictan las normas, pero no los modos. Es entonces la arquitectura —desde lo contemporáneo y apoyada en los nuevos recursos tecnológicos— un ejercicio en el que efectivamente se envuelven orden, síntesis, semiología, materia, pero aún más importante que aquello, es un trabajo creativo, innovativo, inédito, siempre que se excluya la arquitectura producida desde la industria inmobiliaria. Angkor, Camboya. La importancia de la arquitectura en el siglo XX ha sido enorme, pues su ejercicio fue responsable de no menos de la tercera parte de los materiales acarreados por la humanidad en ese lapso.11 Durante este periodo, no solamente se ha producido un gran aumento de población, con sus correspondientes necesidades edificatorias (especialmente de viviendas), sino también importantes movimientos de poblaciones, desde las zonas rurales a las urbanas y, terminada la Guerra Fría, desde los países pobres a los países ricos. Los movimientos migratorios han supuesto, no solo un aumento de la demanda de nuevos edificios en las zonas urbanas, sino también el abandono del patrimonio construido que, en muchos casos, se ha perdido definitivamente. Este constante cambio en las necesidades y usos asociados a la edificación permite explicar otra de las características de la Arquitectura moderna. Este constante replanteo de conceptos, que se remonta hasta la Ilustración, se han desarrollado distintos y numerosos estilos arquitectónicos con el afán de dar una respuesta a esta interrogante; en el siglo XIX, se produce el abandono de la ortodoxia neoclásica en favor de un eclecticismo estilístico de carácter historicista, dando lugar al neogótico, neorrománico, neomudéjar… Solamente con la llegada del siglo XX surgen estilos realmente originales, como el Arts and Crafts, el Art Nouveau, el Modernismo, el Bauhaus, el Estilo Internacional, el Post-Modernismo, etc. Teoría de la arquitectura[editar] Esta sección es un extracto de Teoría de la arquitectura.[editar] Discurso arquitectónico del Diccionario francés ilustrado de Arquitectura (1856) por Eugène Viollet-le-Duc La teoría de la arquitectura es el acto de pensar, discutir, y escribir sobre arquitectura. La teoría arquitectónica es enseñada en la mayoría de escuelas de arquitectura y es practicada por los principales arquitectos del mundo. Algunas formas que toma la teoría de arquitectura son la conferencia o el diálogo, el tratado o libro, y el proyecto de papel o entrada de competición. La teoría arquitectónica es a menudo didáctica, y los teóricos tienden a mantenerse cerca o a trabajar dentro de escuelas. La teoría de la arquitectura ha existido en alguna forma desde la antigüedad, y así como la publicación se hizo más común, la teoría de la arquitectura ganó una mayor riqueza. Libros, revistas, y diarios publicaron un número sin precedentes de trabajos de arquitectos y críticos en el siglo XX. Como resultado de esto, los estilos y los movimientos se formaron y disolvieron mucho más rápidamente que relativamente los modos perdurables de la historia posterior. Es de esperar que el uso de Internet fomentará el discurso sobre la arquitectura en el siglo XXI. La filosofía de la arquitectura es una rama de la filosofía del arte, que se ocupa del valor estético de la arquitectura, su semántica y las relaciones con el desarrollo de la cultura. Muchos filósofos y teóricos, desde Platón hasta Michel Foucault, Gilles Deleuze, Robert Venturi y Ludwig Wittgenstein se han preocupado por la naturaleza de la arquitectura y si la arquitectura se distingue o no de la construcción. Tratados históricos[editar] La obra escrita más antigua que se conserva sobre el tema de la arquitectura es De architectura del arquitecto romano Vitruvio a principios del siglo I d. C.12 Según Vitruvio, un buen edificio debe satisfacer los tres principios de firmitas, utilitas, venustas,13 14 comúnmente conocidos por la traducción original: firmeza, comodidad y deleite. Un equivalente en español sería: Durabilidad: un edificio debe mantenerse firme y permanecer en buenas condiciones. Utilidad: debe ser adecuado para los fines para los que se utiliza. Belleza: debe ser estéticamente agradable. Según Vitruvio, el arquitecto debe esforzarse por cumplir cada uno de estos tres atributos de la mejor manera posible. Leon Battista Alberti, que elabora las ideas de Vitruvio en su tratado De re aedificatoria, vio la belleza principalmente como una cuestión de proporción, aunque también influyó el ornamento. Para Alberti, las reglas de la proporción eran las que regían la figura humana idealizada, la media áurea. El aspecto más importante de la belleza era, por tanto, una parte inherente de un objeto, más que algo aplicado superficialmente, y se basaba en verdades universales y reconocibles. La noción de estilo en las artes no se desarrolló hasta el siglo XVI, con los escritos de Giorgio Vasari.15 En el siglo XVIII, sus Vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos se habían traducido al italiano, francés, español e inglés. En el siglo XVI, el arquitecto, pintor y teórico manierista italiano Sebastiano Serlio escribió Tutte L'Opere D'Architettura et Prospetiva (Obras completas sobre arquitectura y perspectiva). Este tratado ejerció una inmensa influencia en toda Europa, siendo el primer manual que enfatizó los aspectos prácticos más que los teóricos de la arquitectura, y fue el primero en catalogar los cinco órdenes.16 A principios del siglo XIX, Augustus Welby Northmore Pugin escribió Contrastes (1836) que, como sugería el título, contrastaba el mundo industrial moderno, que él despreciaba, con una imagen idealizada del mundo neomedieval. La arquitectura gótica, creía Pugin, era la única «verdadera forma de arquitectura cristiana».17 El crítico de arte inglés del siglo XIX, John Ruskin, en su Seven Lamps of Architecture, publicado en 1849, era mucho más limitado en su visión de lo que constituía la arquitectura. La arquitectura era el «arte que dispone y adorna de tal manera los edificios levantados por los hombres… que la vista de ellos» contribuye «a su salud mental, poder y placer».18 Para Ruskin, la estética tenía una importancia primordial. Su trabajo continúa afirmando que un edificio no es verdaderamente una obra de arquitectura a menos que esté «adornado» de alguna manera. Para Ruskin, un edificio bien construido, bien proporcionado y funcional necesitaba al menos hileras de cuerdas o rustificación.18 Sobre la diferencia entre los ideales de la arquitectura y la mera construcción, el reconocido arquitecto del siglo XX Le Corbusier escribió: Empleas piedra, madera y hormigón, y con estos materiales construyes casas y palacios: eso es construcción. El ingenio está en juego. Pero de repente me tocas el corazón, me haces bien. Estoy feliz y digo: Esto es hermoso. Eso es Arquitectura.19 El contemporáneo de Le Corbusier, Ludwig Mies van der Rohe, dijo: La arquitectura comienza cuando juntas cuidadosamente dos ladrillos. Allí comienza.20