DIPLOMADO/ESPECIALIDAD/MÁSTER EN ESTUDIOS DE LA INTEGRACIÓN EUROPEA 2008 Lectura correspondiente al Módulo IV “Mercado Interior Europeo” Profesor: Luis Antonio Huacuja Acevedo El Mercado Interior Europeo* I. Introducción al Mercado Interior El mercado interior es uno de los fundamentos esenciales de la Unión Europea. Es el resultado del Tratado de Roma, que preveía el establecimiento de un "mercado común" basado en la libre circulación de mercancías, personas, servicios y capitales. Tal como ocurre con la construcción europea en sentido amplio, la idea de unificación de los mercados se inscribe en un objetivo de integración económica y política. El Tratado constitutivo de la Comunidad Europea (Tratado CE) prevé que la acción de la Comunidad implique "un régimen que garantice que la competencia no será falseada en el mercado interior" así como "la aproximación de las legislaciones nacionales en la medida necesaria para el funcionamiento del mercado común". Las políticas llamadas de acompañamiento, como son la protección del medio ambiente y la política social, desempeñan asimismo un papel importante en el funcionamiento del mercado interior. Aunque sea difícil disociar temas a menudo estrechamente vinculados, la presente introducción se limita a presentar el concepto de mercado interior desde el punto de vista de la libre circulación de mercancías, personas, servicios y capitales, sin abordar las políticas de acompañamiento. LAS GRANDES ETAPAS DE LA INSTAURACIÓN DEL MERCADO INTERIOR El período de transición (1958-70) En Roma, los seis Estados fundadores de la Comunidad Económica Europea (CEE) se ponen de acuerdo para crear entre ellos una unión aduanera y comprometerse en un programa de aproximación de las legislaciones nacionales. El 1 de julio de 1968, dieciocho meses antes del final del período de transición fijado por el Tratado de Roma, la unión aduanera se hace realidad con la desaparición de los derechos de aduanas y de los contingentes (cuotas) en el comercio intracomunitario. Del principio de los años setenta hasta el "Libro Blanco" de 1985 Los años setenta se caracterizan por una serie de acontecimientos (final del sistema monetario internacional de Bretton Woods, fracaso de la primera tentativa de unión económica y monetaria, crisis del petróleo, etc.) que representan un rudo golpe para las economías de los * Documento electrónico: http://europa.eu.int/scadplus/leg/es/lvb/l70000.htm (27 de abril de 2007) 1 Estados miembros de la CEE. La progresión hacia el mercado único queda frenada y a principios de los años ochenta se crea una atmósfera de "europesimismo". Sin embargo, varios elementos participan en la reactivación de la dinámica europea que llevará a la adopción del Acta Única Europea en 1986: la sentencia del Tribunal de Justicia "Cassis de Dijon", que sienta en 1979 el principio del reconocimiento mutuo de las normas nacionales, el desbloqueo en la cumbre de Fontainebleau de 1984 de una serie de litigios entre los Estados miembros que permitió dar un nuevo impulso a la construcción comunitaria, la creciente convicción entre los grandes industriales europeos de que la fragmentación del mercado comunitario constituye un obstáculo a su competitividad internacional. En este contexto la Comisión, bajo el impulso de su Presidente Jacques Delors, publica en 1985 un Libro blanco sobre la realización del mercado interior. Este documento define las 279 medidas legislativas necesarias para la supresión de los obstáculos a los intercambios en la Comunidad y propone un calendario para que el mercado interior europeo se haya conseguido el 31 de diciembre de 1992. Del Acta Única Europea de 1986 al "Mercado Único de 1993" El Acta Única Europea, que se adopta en 1986 y entra en vigor el 1 de julio de 1987, es la consecuencia lógica del Libro blanco de 1985. En aquella época parecía efectivamente evidente que el ambicioso programa legislativo propuesto por la Comisión no podría respetarse sin un recurso generalizado al voto por mayoría cualificada en el Consejo. El Acta Única introduce un nuevo artículo en el Tratado CE, el artículo 100 A (artículo 95 según la nueva numeración), que se aplica a las medidas sobre establecimiento del mercado interior. Amplía la utilización de la mayoría cualificada en el Consejo (a excepción de las medidas relativas a la fiscalidad, la libre circulación de personas y los derechos e intereses de los trabajadores por cuenta ajena) y evita los frecuentes bloqueos inherentes a la busca de un acuerdo por unanimidad. Por otra parte, el Acta Única formaliza la fecha del 31 de diciembre de 1992 prevista por el Libro blanco y define el mercado interior como «espacio sin fronteras interiores en el cual la libre circulación de las mercancías, las personas, los servicios y capitales está garantizada según las disposiciones del presente Tratado». El 1 de enero de 1993, si bien quedan aún por adoptar o transponer algunas disposiciones residuales, el mercado interior está ya en gran medida instaurado en la Comunidad. FUNDAMENTOS DE LA LIBRE CIRCULACIÓN Principio de no discriminación El artículo 12 del Tratado CE, que prohibe "toda discriminación por razones de nacionalidad", constituye uno de los principios fundamentales del mercado interior. Por discriminación se entiende el tratamiento diferente, basado en la nacionalidad, de situaciones que son similares. En este contexto, está prohibido tratar una mercancía importada de modo diferente a una mercancía nacional. Bajo el impulso del Tribunal de Justicia, el principio de no discriminación se adaptó a otras situaciones. En el contexto de los servicios, por ejemplo, los jueces comunitarios consideran los casos de discriminación tanto desde el punto de vista de la nacionalidad como de la residencia. Otros criterios, como la igualdad de sexos, se han integrado además en el ámbito de aplicación del principio. 2 Reconocimiento mutuo Estrechamente vinculado al principio de no discriminación, el principio de reconocimiento mutuo postula que la legislación nacional y la legislación de otro Estado miembro son equivalentes en sus efectos. El Tribunal de Justicia confirmó este principio en 1979 en la sentencia "Cassis de Dijon". En este asunto, que se refería a una normativa alemana sobre el contenido alcohólico mínimo de los licores de frutas, el Tribunal sentó el principio según el cual un producto legalmente fabricado y comercializado en un Estado miembro de la Comunidad debe ser aceptado en los restantes Estados miembros. Aunque trata sobre todo de productos, el principio de reconocimiento mutuo tiene también repercusión en las demás libertades, especialmente en el ámbito de la prestación de servicios, en el que sirve de base al concepto de reconocimiento de los títulos. Armonización legislativa Como complemento a las disposiciones del Tratado con efecto directo (no discriminación) y a los principios derivados de la jurisprudencia (reconocimiento mutuo), hay que señalar que el Tratado CE prevé "la aproximación de las legislaciones nacionales en la medida necesaria para el funcionamiento del mercado común" (artículo 3). En efecto, el principio de reconocimiento mutuo no basta para garantizar la protección de la salud, de la seguridad o la lealtad de las transacciones comerciales, y por ello se adoptaron directivas para armonizar las normas nacionales sobre la base de la confianza mutua entre Estados miembros. El Acta Única Europea y la ampliación del voto por mayoría cualificada introducido por el artículo 100 A (artículo 95 según la nueva numeración) permitieron realizar el mercado interior el 31 de diciembre de 1992. Anteriormente, una Resolución del Consejo de 1985 había puesto en práctica un nuevo sistema de armonización técnica y normalización (" Nuevo enfoque ") según el cual las directivas de armonización se concentrarían en adelante en las exigencias esenciales de salud, seguridad y protección del medio ambiente. Esta flexibilidad de la armonización permitió evitar que una excesiva precisión de los textos alargara en exceso su elaboración y su negociación. En este marco, la definición de las normas técnicas relativas a estas exigencias esenciales se deja en manos de organismos especializados como el CEN (Comité Europeo de Normalización), CENELEC (Comité Europeo de Normalización Electrotécnica) y el ETSI (Instituto Europeo de Normas de Telecomunicación). LAS CUATRO "GRANDES" LIBERTADES La libertad de circulación de las mercancías La libre circulación de mercancías resulta de la prohibición, en el comercio intracomunitario, de los derechos de aduana y exacciones de efecto equivalente, así como de la prohibición de las restricciones cuantitativas a los intercambios y las medidas de efecto equivalente. En ambos casos, el desmantelamiento de las barreras se basa en el concepto de "status quo", según el cual los Estados miembros se abstendrán de reintroducir tales instrumentos en el comercio intracomunitario. La supresión de los derechos de aduana constituye el aspecto interno de la unión aduanera realizada entre los Estados miembros de la Comunidad a partir del 1 de julio de 1968. El componente externo de la unión aduanera se concretó después con la adopción de un arancel aduanero común respecto a las importaciones procedentes de terceros países. La eliminación de las restricciones cuantitativas a los intercambios (contingentes o cuotas), a su vez, se consiguió el 31 de diciembre de 1969, con la excepción de algunos productos agrícolas para los que se mantuvieron ciertas restricciones hasta 1974. 3 Luego, el esfuerzo se concentró en la eliminación de todas las barreras que obstaculizaban aún la libre circulación, y en particular, de los impuestos y medidas de efecto equivalente a derechos de aduana o a restricciones cuantitativas. A este respecto, el Tribunal de Justicia desempeñó un papel clave resolviendo las lagunas de los Tratados y aportando definiciones a estos tipos de obstáculo a los intercambios. Así, los impuestos de efecto equivalente a derechos de aduana, se definen como aquéllos que, cualquiera que sea su nombre o su técnica, gravan al producto importado y no al producto nacional similar, y tienen sobre la libre circulación de mercancías, al alterar el precio, la misma incidencia restrictiva que un derecho de aduana. En cuanto a las medidas de efecto equivalente a restricciones cuantitativas, el Tribunal las ha equiparado a la normativa comercial de los Estados miembros que puede constituir un obstáculo, directo o indirecto, actual o potencial, para el comercio comunitario. Por último, el Libro blanco de 1985 sobre realización del mercado interior y la fijación del plazo del 31 de diciembre de 1992 permitieron a la Comunidad eliminar las barreras físicas (controles fronterizos y trámites aduaneros) y ocuparse de las barreras técnicas, en permanente evolución, a través, como ya hemos visto, del principio de reconocimiento mutuo de las normas y del "nuevo enfoque" en materia de armonización comunitaria. La libertad de circulación de personas En sentido amplio, la libre circulación de personas en la Unión Europea se deriva de las disposiciones sobre la ciudadanía europea que establecen que todo ciudadano de la Unión tiene derecho a desplazarse libremente y a residir en el territorio de los Estados miembros, sin perjuicio de las limitaciones y condiciones previstas por el Tratado CE y las disposiciones tomadas para su aplicación. El Tratado de Amsterdam constituyó un hito importante al integrar el acervo del convenio de Schengen en el marco institucional de la Unión Europea y establecer la creación de un " espacio de libertad, de seguridad y de justicia " sin controles para las personas en las fronteras interiores de la Unión, cualquiera que sea su nacionalidad. Dinamarca y, hasta cierto punto, el Reino Unido e Irlanda eligieron, no obstante, no participar en estas nuevas iniciativas relativas a la libre circulación de personas. En el mercado interior, la libre circulación de los trabajadores tiene una gran importancia. A este respecto, el artículo 39 del Tratado CE establece que "quedará asegurada la libre circulación de los trabajadores dentro de la Comunidad" lo que supone "la abolición de toda discriminación por razón de la nacionalidad entre los trabajadores de los Estados miembros, con respecto al empleo, la retribución y las demás condiciones de trabajo". El Tribunal de Justicia, al interpretar este artículo de manera extensiva, extendió el principio de libre circulación a las personas en busca de un empleo. Sobre la base del Tratado, la implantación concreta de la libre circulación se realizó por medio de dos instrumentos adoptado por el Consejo en 1968 (un Reglamento y una Directiva). Desde entonces, la igualdad de trato entre nacionales y ciudadanos de otro Estado miembro está garantizada en la Comunidad para el conjunto de los empleados por cuenta ajena. La única excepción al principio, prevista por el Tratado, se refiere a algunos empleos en la Administración pública. No obstante, la libre circulación de personas puede ser objeto de ciertas restricciones, si están justificadas por razones de orden público, seguridad o salud pública . En términos generales, en el marco del concepto de ciudadanía europea, el artículo 18 del Tratado afirma el derecho de todo ciudadano de la Unión a circular y residir en cualquier Estado miembro, bajo ciertas condiciones. El derecho de residencia en cualquier Estado miembro de los estudiantes , jubilados y personas que no ejercen ninguna actividad económica se regula mediante directivas. La libertad de circulación de servicios 4 Los conceptos de libre prestación de los servicios y de derecho de establecimiento están estrechamente vinculados. En los dos casos, el ciudadano o empresa comunitarios contemplados han de beneficiarse del tratamiento nacional, es decir, que las condiciones que se le apliquen no habrán de ser diferentes de las impuestas a un nacional o a una empresa nacional. La libre prestación de servicios permite a un ciudadano o empresa comunitarios prestar un servicio en un Estado miembro distinto del Estado de residencia. El derecho de establecimiento se refiere a la posibilidad de establecerse en otro Estado miembro y ejercer en él su actividad que tienen los trabajadores por cuenta propia (actividades independientes) y las empresas comunitarias. La única condición que se fija para la libre prestación de servicios en la Comunidad es el establecimiento previo en uno de sus Estados miembros. No obstante, el Tratado marca ciertos límites, que excluyen los servicios vinculados al ejercicio de la autoridad pública, y prevé ciertas restricciones a la libre prestación de los servicios si se justifican por razones de orden público, seguridad o salud pública. Por otra parte, algunos sectores, como los transportes, la banca y los seguros , tienen regímenes especiales. Estos sectores han estado regulados generalmente por normativas muy estrictas en los Estados, y la aplicación de la libre circulación de servicios no podía limitarse sin más al simple reconocimiento mutuo de las normas. Los transportes son objeto de una política común de la Comunidad (artículos 70 a 80 del Tratado CE) debido a su heterogeneidad y debido a que son esenciales para la realización del mercado interior (en particular, los transportes de mercancías y personas). A partir de 1973 varias directivas contribuyeron a abrir el sector bancario a la libertad de establecimiento y a la libre prestación de servicios . Se referían, en particular, a cuestiones como los capitales de las entidades de crédito, la prevención del blanqueo de capitales y los sistemas de garantía de depósitos . Los servicios de seguros se dividieron en dos grandes categorías, que agrupaban respectivamente a los seguros de vida y a los seguros distintos del seguro de vida (seguros de daños). A partir de 1973 la extensión de la libre prestación de servicios y del derecho de establecimiento se refirió en primer lugar al sector de los seguros distintos del seguro de vida, antes de que el ámbito de los seguros de vida fuera también objeto de armonización, con una primera Directiva en 1979. La libertad de circulación de capitales En el contexto de la libre circulación de capitales , el Tratado prohibe todas las restricciones a los movimientos de capitales (inversiones colectivas o particulares) así como toda restricción de los pagos (pago de una mercancía o de un servicio). Se autoriza a los Estados miembros, sin embargo, a adoptar cualquier medida justificada por la voluntad de impedir las infracciones a su propio Derecho, en particular, en materia fiscal y de supervisión prudencial de entidades financieras. Del mismo modo, los Estados miembros pueden establecer procedimientos de declaración de movimientos de capitales a efectos de información administrativa o estadística, o tomar medidas justificadas por razones de orden público o de seguridad pública. No obstante, todas estas medidas y procedimientos no deben constituir ni un medio de discriminación arbitraria, ni una restricción encubierta de la libre circulación de capitales y pagos. Desde el 1 de enero de 1999 y con el inicio de la tercera fase de la Unión económica y monetaria, los artículos relativos a las cláusulas de salvaguardia en caso de crisis de la balanza de pagos (artículos 119 y 120 del TCE) no son ya aplicables a los Estados miembros que 5 adoptan la moneda única. Siguen siendo aplicables, en cambio, a los Estados miembros que no forman aún parte de la zona euro. FUNCIONAMIENTO DEL MERCADO INTERIOR Toma de decisiones El artículo 95 del Tratado CE prevé que la mayoría de los actos jurídicos relativos al establecimiento o funcionamiento del mercado interior se adopten de acuerdo con el procedimiento de codecisión. Éste prevé que el Consejo decida por mayoría cualificada, en codecisión con el Parlamento Europeo. Algunos ámbitos son una excepción a esta norma y requieren todavía la unanimidad de los Estados miembros en el Consejo. Se trata de las disposiciones fiscales, de algunos aspectos vinculados a la libre circulación de personas, y de medidas relativas a los derechos e intereses de los trabajadores por cuenta ajena. Seguimiento normativo La llegada del mercado interior el 31 de diciembre de 1992 no condujo a una situación de inmovilidad. En efecto, la realización del mercado interior es un proceso dinámico en el marco del cual la Comunidad tiene que intervenir regularmente para dar respuesta a los nuevos obstáculos creados por las reglamentaciones nacionales. Además, la evolución del mercado (nuevas tecnologías, nuevas dificultades, nuevos retos, etc.) requiere a menudo que las instituciones europeas ajusten el acervo. Como guardiana de los Tratados, la Comisión Europea desempeña un papel central en la gestión de las normas del mercado interior, en particular, por lo que se refiere a su ejecución, a su actualización y a la normalización técnica . Las decisiones individuales de la Comisión (como, por ejemplo, autorizar un laboratorio de control) se basan en consultas y dictámenes solicitados a agencias comunitarias, como la Agencia Europea para la Evaluación de Medicamentos (Londres) o la Oficina de Armonización del Mercado Interior (Alicante). La actualización de las normas existentes es generalmente responsabilidad de la Comisión, en estrecha asociación con los representantes de los Estados miembros reunidos en Comités. Según los casos, estos Comités tienen un papel consultivo o bien tienen que emitir dictámenes vinculantes (éste es el caso más frecuente del llamado "Comité de reglamentación") sobre la base de las propuestas de la Comisión. Las medidas adoptadas tienen el mismo valor jurídico que el acto básico modificado y deben incorporarse, cuando procede, a las legislaciones nacionales de los Estados miembros. Como ya se ha mencionado, al derivarse las especificaciones técnicas de las exigencias esenciales de las directivas, remiten generalmente a las normas industriales y recurren a organismos europeos de normalización como CEN, CENELEC y ETSI. La Comisión confía a estos organismos los mandatos de normalización, lo que permite que cada año el mundo de la industria se ponga de acuerdo sobre centenares de normas comunes. Control de la aplicación El control de la aplicación del Derecho comunitario sobre mercado interior incumbe sobre todo a las autoridades nacionales, que tienen que comprobar que tras su incorporación al Derecho nacional, las directivas europeas se aplican correctamente. La Comisión y el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas velan también por el cumplimiento del Derecho comunitario y a la transposición efectiva de las directivas. A este respecto, la Comisión publica 6 cada año un informe sobre la aplicación del Derecho comunitario en los Estados miembros. Del mismo modo, el Cuadro de indicadores del mercado único contiene información sobre la evolución del cumplimiento de las normas comunitarias sobre mercado interior por los Estados miembros. Los métodos de control de la Comisión se basan en las posibles denuncias presentadas por un particular, empresa o Estado miembro. Si la Comisión constata una infracción, incoa un procedimiento de infracción. Cuando a raíz de este procedimiento, el Estado en cuestión no se ajusta a las recomendaciones de la Comisión, ésta puede recurrir ante el Tribunal de Justicia, que resuelve en última instancia. Desde la entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea en 1993, el Tribunal tiene la posibilidad de imponer sanciones en forma de multas coercitivas. CONCLUSIÓN Con sus 370 millones de consumidores, el mercado interior europeo es hoy el mayor mercado del mundo. Contribuye significativamente a la prosperidad europea estimulando los intercambios intracomunitarios, reduciendo los costes (supresión de los trámites aduaneros, reducción de los precios resultante de una competencia mayor, etc.) y aumentando la productividad. El mercado interior está, no obstante, en evolución permanente y siguen siendo muchos los retos que hay que afrontar. Tal es el caso de las directivas que aún no se han incorporado perfectamente a la legislación de los Estados miembros (en los ámbitos, por ejemplo, de los contratos públicos y de la propiedad intelectual ), de los escasos progresos en el ámbito de la fiscalidad o de los obstáculos que demasiado a menudo hallan aún las personas que desean ejercer su derecho a la libre circulación. Es probable que la introducción del euro a partir de 2002 constituya un motor para la consumación del principio de libre circulación y que la convergencia económica fomente una mayor aproximación entre los Estados miembros. En este contexto, se puede también esperar que los Estados miembros que no participan aún en la tercera fase de la Unión económica y monetaria decidan a la larga incorporarse a la zona euro con el fin de crear lo que quizá se llamará un día el "mercado propio europeo". II. Armonización técnica: introducción La eliminación de los obstáculos técnicos a los intercambios resulta necesaria para la realización del mercado interior. Desde que en 1985 se adoptara la política de nuevo enfoque en materia de armonización técnica, la armonización de las normas industriales europeas en los dieciséis campos cubiertos por la legislación técnica europea se ha convertido en un instrumento esencial para la realización de este objetivo. Este enfoque ha ido acompañado de una política coherente en materia de certificación y ensayos, por la que se establecen principios claros, coherentes y transparentes que se aplican a los procedimientos de certificación de productos que deben utilizarse a escala comunitaria. El objetivo es facilitar la aplicación de una política europea de la calidad en cooperación con las estructuras nacionales e internacionales de normalización a fin de que los agentes económicos puedan fabricar y vender sus productos en todo el territorio comunitario mediante un sistema de reconocimiento mutuo de las marcas y procedimientos de fabricación. Hasta 1985, los textos sobre armonización técnica adoptados se basaban en un enfoque de cada caso y contenían especificaciones muy descriptivas con procedimientos de homologación difíciles de aplicar. Por consiguiente, correspondía a los Estados miembros expedir los certificados de conformidad según los procedimientos establecidos en las directivas correspondientes. Los resultados obtenidos eran insuficientes, ya que el reconocimiento mutuo de los certificados dependía de la confianza que las diferentes autoridades nacionales tuvieran entre sí. 7 Este nuevo enfoque, cuyos dos elementos fundamentales son los requisitos esenciales y los procedimientos de evaluación de la conformidad, ha permitido subsanar estas dificultades. A partir de ahora, la legislación de la Comunidad Europea se limita a establecer los requisitos esenciales que deben cumplir los productos. Estos requisitos fijan los límites o niveles de protección en materia de salud y seguridad para el conjunto de la Comunidad. Las especificaciones técnicas que responden a estos requisitos esenciales se elaboran con arreglo a la resolución del Consejo de 7 de mayo de 1985 relativa al nuevo enfoque en materia de armonización técnica y normalización (Diario Oficial C 136 de 04.06.1985) y a la Directiva 83/189/CEE . Esta establece un procedimiento de información sobre la normalización, así como un mecanismo mediante el que la Comisión da mandato a los organismos de normalización (CEN, CENELEC, ETSI) para elaborar dichas normas. Dichos mandatos tienen como resultado imponer un "standstill" en todos los trabajos nacionales que dependen del campo de aplicación del mandato europeo. Estas normas son voluntarias; así, los fabricantes son libres de proponer, en el mercado comunitario, productos que respondan a otras normas o que no respondan a ninguna, siempre que satisfagan los procedimientos de evaluación de la conformidad establecidos en las directivas correspondientes. Los productos fabricados de conformidad con las normas se benefician de una presunción de conformidad con los requisitos esenciales. Los procedimientos de certificación armonizados y las normas sobre su utilización figuran en la Decisión 93/465/CEE . Estos procedimientos se desglosan en módulos que cubren diferentes funciones tanto de diseño como de producción o control. Por consiguiente, los ensayos de un producto se pueden realizar de diversas maneras. Se puede elegir entre uno, dos o varios procedimientos, seleccionados con respecto a una misma categoría de productos. Los productos que cumplen los requisitos esenciales exigidos por la o las directivas correspondientes se reconocen porque llevan el marcado "CE" . Su utilización y su colocación se armonizaron en 1993 mediante la Decisión 93/465/CEE. Asimismo, el marcado indica indirectamente que el fabricante ha llevado a cabo todos los procedimientos de evaluación establecidos para su producto y, a cambio, simplifica las obligaciones de los fabricantes con respecto al marcado. Permite facilitar los controles y, sobre todo, la libre circulación, la puesta a la venta y en servicio del producto en el mercado comunitario. La Comisión tiene la intención de continuar con esta política de la calidad y, a tal fin, trabaja actualmente en la elaboración de un plan de actuación (extensión de los principios del nuevo enfoque al sector de servicios, refuerzo de la cooperación con los organismos internacionales de normalización, fomento de la coordinación de las iniciativas nacionales, aplicación de los objetivos de la política de la calidad por parte del conjunto de las políticas comunitarias). La Comisión ha plasmado sus puntos de vista sobre la función de la normalización en la política comunitaria en otros tres documentos recientes: la Comunicación de 30 de octubre de 1995 sobre una mayor utilización de la normalización en la política comunitaria; la Comunicación de 24 de julio de 1996 sobre la normalización y la sociedad mundial de la información, y el documento de trabajo de 20 de enero de 1998 sobre una mejor articulación entre la investigación y la normalización. Un resumen global de la situación de la normalización de nuevo enfoque se puede encontrar en el informe de la Comisión de 13 de mayo de 1998: Eficacia y legitimidad de la normalización europea de nuevo enfoque. En este documento, la Comisión destaca que el carácter voluntario e independiente de la elaboración de las normas sólo puede justificarse si el sistema es abierto y transparente y si las normas son apoyadas por las principales partes interesadas y aplicadas de la misma manera en toda la Comunidad. Al mismo tiempo, los retrasos en la elaboración de las normas deberían reducirse. Es importante, pues, reforzar la legitimidad y la eficacia del proceso de normalización. En su informe, la Comisión ha formulado varias propuestas al efecto. 8 III. Principio de reconocimiento mutuo en el mercado interior 1) OBJETIVO Recordar la importancia central del principio del reconocimiento mutuo para el mercado interior, examinar la realidad in situ y formular propuestas para mejorar el funcionamiento del reconocimiento mutuo. 2) ACTO Comunicación de la Comisión sobre «El reconocimiento mutuo en el marco del seguimiento del Plan de acción para el Mercado Interior» [COM(1999) 299 final - no publicada en el Diario Oficial]. 3) SÍNTESIS A raíz de la invitación del Consejo de Mercado Interior de marzo de 1998, la Comisión realizó un análisis de las dificultades constatadas en la aplicación del reconocimiento mutuo. IMPORTANCIA DEL RECONOCIMIENTO MUTUO PARA EL MERCADO INTERIOR El principio de reconocimiento mutuo garantiza la libre circulación de mercancías y servicios sin que sea necesario armonizar las legislaciones nacionales de los Estados miembros. Así pues, la venta de un producto legalmente fabricado en un Estado miembro no puede estar prohibida en otro Estado miembro, aunque las condiciones técnicas o cualitativas difieran de las impuestas a los propios productos. Existe una única excepción: en caso de interés general (protección de la salud, los consumidores o el medio ambiente) se aplican condiciones estrictas. El mismo principio se aplica en materia de servicios . En general, prevalecen las normas del Estado miembro de origen, lo que garantiza el respeto del principio de subsidiariedad, evitando la instauración de una normativa detallada a escala comunitaria y garantizando un mayor respeto de las tradiciones locales, regionales y nacionales y, lo que permite asimismo el mantenimiento de la diversidad de los productos y servicios. El reconocimiento mutuo constituye así un medio pragmático y potente de integración económica. PROBLEMAS DE APLICACIÓN Y ANÁLISIS DE LAS CAUSAS Información disponible. Uno de los problemas es que para llevar a cabo una evaluación se necesita disponer de información fiable . Aunque no resulta posible realizar una estimación precisa del alcance económico del reconocimiento mutuo con las cifras de que se dispone, lo que queda patente es que este principio es un mecanismo muy importante para un gran número de sectores de la industria y los servicios. Las únicas cifras disponibles son las que indican el número de denuncias presentadas ante la Comisión. Se desconoce el número de casos en que los productores se han adaptado a las exigencias de los países o han retirado sus productos. Obstáculos. Según los resultados de las investigaciones realizadas en el sector industrial, aún persisten los obstáculos en materia de normas técnicas. El sector de servicios considera en general que entre 1996 y 1998 los obstáculos para una libre circulación de servicios siguieron siendo prácticamente los mismos . Cabe citar otros puntos que también plantean problemas: 9 En materia de protección de los consumidores , en los países de destino se efectúan controles que no siempre son necesarios. En cuanto a la organización interna de las administraciones, los retrasos administrativos, los costes de procedimiento y la inaptitud para tratar cuestiones complejas (por ejemplo, en relación con los productos o servicios innovadores) suponen un obstáculo a una mejor gestión. Persiste una falta de confianza recíproca en los actos de los otros Estados miembros. Estos problemas condujeron a numerosos operadores del mercado a ajustar sus productos a las exigencias locales y, en casos extremos, a renunciar a la comercialización de sus productos o servicios en otro Estado miembro. Ámbito de los productos. La mayoría de los problemas se plantean en el ámbito de la protección garantizada, en el que, a menudo, el Estado de destino está convencido de que sólo su método de organización de la seguridad es adecuado. Los ámbitos más afectados son los de productos alimenticios , electromecánica , vehículos , metales preciosos, construcción y química . Ámbito de los servicios. Los sectores de los servicios en los que la Comisión recibe más denuncias son los de comunicaciones comerciales, construcción, agentes de patentes y servicios de seguridad. Las cifras de las que se dispone no ofrecen una visión completa debido a que sólo se presentan ante la Comisión un reducido número de denuncias. En el ámbito de las profesiones reguladas, se observa un aumento de las dificultades en la aplicación del principio de reconocimiento mutuo puesto que se mantiene el número de denuncias individuales. En el ámbito de los servicios financieros , la Comisión constata un empleo abusivo del concepto de interés general y de la protección de los consumidores para prohibir la comercialización de productos financieros. En el ámbito de las comunicaciones comerciales, las disparidades nacionales, en particular, en materia de publicidad, impiden todavía la realización de un verdadero mercado común. Por último, en lo relativo al comercio electrónico , existen obstáculos jurídicos que limitan las oportunidades del mercado único. PROPUESTAS Garantizar una vigilancia creíble. Para evaluar los progresos realizados, la Comisión redactará, cada dos años, informes de evaluación cuyas conclusiones podrán inscribirse en el informe de situación sobre el mercado interior y de esta manera, los Estados miembros tendrán constancia de los problemas recurrentes y de las soluciones tomadas. La Comisión se compromete a prestar mayor atención a que los Estados miembros respeten sus obligaciones y a iniciar procedimientos de infracción. Además, se deberían aprovechar todas las posibilidades que ofrece el procedimiento de notificación con el fin de promover el reconocimiento mutuo y prevenir la creación de nuevos obstáculos. Acciones destinadas a los ciudadanos y a los agentes económicos. La Comisión propone dos grupos de acciones; uno para la Comisión, y otro para los Estados miembros. Acciones que debe realizar la Comisión. La Comisión se compromete a facilitar el diálogo entre ciudadanos y empresas. Con el fin de mejorar la información y el análisis económico, la Comisión propone: La elaboración de una Guía sobre la aplicación del principio de reconocimiento mutuo en el ámbito de los productos industriales así como un folleto explicativo sobre la aplicación de la Decisión 3052/95 relativa a las medidas nacionales de excepción al principio de libre circulación de mercancías. Un análisis económico de la aplicación del reconocimiento mutuo en distintos sectores para llegar a una mejor evaluación (ventajas económicas y costes de la no aplicación). Un análisis de las normas nacionales de protección de los consumidores para los productos financieros. 10 Por lo que se refiere a la formación, la Comisión propone las siguientes medidas: Organizar mesas redondas sectoriales de los representantes de las autoridades competentes de los Estados miembros y de los medios profesionales. Elaborar proyectos concretos a nivel nacional para promover el conocimiento del principio de reconocimiento mutuo por públicos específicos. Para hacer más eficaces los mecanismos de resolución de problemas, se prevé: Hacer más precisa la evaluación de si se necesita o no una nueva iniciativa de armonización por los informes bienales. Establecer un modelo de petición para la utilización entre las autoridades encargadas de la aplicación del reconocimiento mutuo y las federaciones europeas y nacionales interesadas. Contemplar la posibilidad de que los agentes económicos pidan justificaciones de las posibles delegaciones y mejorar la gestión de las denuncias por la Comisión, en particular, en sectores que presenten problemas. Extender al sector de servicios la organización de las reuniones globales entre la Comisión y un Estado miembro en el sector de las mercancías y seguir más sistemáticamente las propuestas de solución de los Estados miembros. Desarrollar una red comunitaria de tratamiento de denuncias en el ámbito de los servicios financieros. Tomar iniciativas sectoriales específicas para aplicar mejor el principio en los servicios, en particular, en los sectores del transporte aéreo y de las telecomunicaciones. Para tener en cuenta la dimensión internacional del reconocimiento mutuo y reducir, o incluso suprimir, los obstáculos al comercio, la Comisión prevé celebrar acuerdos de reconocimiento mutuo en el marco del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS), así como en el ámbito de las mercancías en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Acciones que deben realizar los Estados miembros. Dado que los Estados miembros son los principales protagonistas de la aplicación del principio de reconocimiento mutuo, la Comisión les propone los siguientes compromisos: Seguir la jurisprudencia del Tribunal de Justicia con el fin de incluir en las legislaciones nacionales cláusulas de reconocimiento mutuo. Responder en un plazo razonable a las solicitudes de aplicación del reconocimiento mutuo, a excepción de los casos especialmente delicados. Reforzar la cooperación entre las administraciones nacionales de los Estados miembros mediante la nueva red telemática de contacto, las reuniones de los jefes de los centros de coordinación o un recurso más sistemático a los puntos de contacto y fomentar el papel de los coordinadores nacionales (en concreto en el ámbito de las profesiones reguladas). Elaborar informes regulares sobre las dificultades de aplicación y las posibles soluciones. 4) MEDIDAS DE APLICACIÓN Primer informe bienal sobre la aplicación del principio de reconocimiento mutuo en los mercados de productos y servicios [SEC (1999 )1106 - no publicado en el Diario Oficial]. En este primer informe se señala que para aplicar mejor el reconocimiento mutuo es precisa una inversión por parte de los Estados miembros, la Comisión y los agentes económicos. En particular, se sugiere lo siguiente: 11 una estrategia de información más adecuada en lo que respecta a este principio fundamental del mercado interior; mecanismos idóneos para abordar los problemas que plantea la aplicación concreta; métodos de prevención y de solución de conflictos. Segundo informe bienal sobre la aplicación del principio de reconocimiento mutuo en el mercado interior [COM (2002) 419 final - no publicado en el Diario Oficial]. En este informe se hace un balance relativamente positivo. Sin embargo, la Comisión considera que aún es preciso hacer muchos progresos en el ámbito de los servicios, de los productos técnicamente complejos o de aquellos que pueden plantear problemas de salud o de seguridad. La Comisión tiene previsto adoptar una comunicación en la que se expliquen los derechos y las obligaciones en los casos en que sea aplicable el principio de reconocimiento mutuo, a fin de elaborar una guía práctica. 5) TRABAJOS POSTERIORES Resolución del Consejo, de 28 de octubre de 1999, sobre el reconocimiento mutuo [Diario Oficial C 141 de 19.5.2000]. El Consejo destaca la importancia del reconocimiento mutuo para el buen funcionamiento del mercado interior. Para ello es necesario combinar de una manera coherente la legislación armonizada, la normalización, los instrumentos que permiten la comprobación de la conformidad y el reconocimiento mutuo. El Consejo considera necesario realizar nuevos esfuerzos en los ámbitos de los productos (en particular, los productos alimentarios, la electromecánica, la construcción y los vehículos de motor), los servicios (en particular, los servicios financieros) y las calificaciones profesionales (reconocimiento de títulos). El Consejo critica que los procedimientos administrativos son demasiado pesados y complicados y las administraciones de los Estados miembros no disponen a menudo de información suficiente sobre la legislación y los procedimientos de verificación de los otros Estados miembros. Por ello, el Consejo invita a los Estados miembros a: Reexaminar y simplificar las legislaciones nacionales pertinentes y los procedimientos de aplicación y a aumentar la eficacia y agilidad de estos procedimientos y reforzar la cooperación administrativa. Concienciar a los agentes económicos y a los ciudadanos sobre sus derechos. Sostener la Comisión en la recopilación de información sobre los problemas de aplicación y velar por que se apliquen debidamente las obligaciones en materia de intercambio de información. El Consejo invita a la Comisión a: Recoger información sobre los éxitos e insuficiencias registrados y sobre su incidencia económica y publicarlos en el informe de situación del mercado único. Concienciar a los ciudadanos y a los agentes económicos sobre sus derechos mediante campañas de información. Velar por que las políticas en estos ámbitos estén coordinadas con las otras políticas de la Comunidad. Se invita a los agentes económicos así como a los ciudadanos a informar a los Estados miembros y la Comisión de todos los problemas que encuentren. 12 Comunicación interpretativa de la Comisión -- Simplificación del acceso de productos al mercado de otro Estado miembro: aplicación práctica del reconocimiento mutuo [C/2003/3944 - Diario Oficial C 265 de 4.11.2003]. En esta Comunicación se trata de aclarar el principio del «reconocimiento mutuo» a fin de ayudar a las empresas y a las administraciones nacionales a aplicarlo mejor. Es asimismo una guía práctica en la que se describe cómo debería funcionar este principio en la práctica y se indican los derechos que otorga a los operadores económicos. La Comunicación forma parte de la estrategia para el mercado interior en 2003-2006. La Comunicación irá seguida de una amplia consulta de los Estados miembros, las empresas y las organizaciones de consumidores. Dependiendo de los resultados de dicha consulta, la Comisión podría presentar una propuesta de legislación para reforzar la aplicación del reconocimiento mutuo. ASPECTOS EXTERNOS - ACUERDOS DE RECONOCIMIENTO MUTUO CON TERCEROS PAÍSES Resolución del Consejo, de 24 de junio de 1999, sobre la gestión de los acuerdos de reconocimiento mutuo [Diario Oficial C 190 de 7.7.1999]. El Consejo se felicita de que se hayan celebrado algunos acuerdos de reconocimiento mutuo entre la Comunidad Europea y Australia, Canadá, Nueva Zelanda y los Estados Unidos de América, cuyo objetivo es garantizar un acceso efectivo a los mercados en todo el territorio de las partes para todos los productos contemplados en los acuerdos. En su Resolución, el Consejo invita a la Comisión a: Elaborar una propuesta relativa a los principios directores para la gestión de los acuerdos de reconocimiento mutuo con terceros países y elaborar un modelo de acuerdo para las futuras negociaciones. Elaborar un vademécum en el que se expliquen los acuerdos de reconocimiento mutuo y su aplicación. Redactar periódicamente informes relativos a la aplicación de los acuerdos en vigor. Conclusiones del Consejo, del 14 de diciembre de 2000, relativas a la aplicación de la Resolución del Consejo, de 24 de junio de 1999, sobre la gestión de los acuerdos de reconocimiento mutuo [Diario Oficial C 8 de 11.1.2001]. El Consejo destaca en el ámbito comunitario la función esencial de los mecanismos de alerta que permiten garantizar la seguridad de todos los productos comercializados en el mercado comunitario, en particular, en el sector de los productos farmacéuticos. Además, el Consejo destaca la importancia de una evaluación a priori y a posteriori de los acuerdos de reconocimiento mutuo y de su impacto en el mercado interior. IV. Transposición al Derecho nacional de las Directivas relativas al mercado interior La transposición de las Directivas relativas al mercado interior es fundamental para el correcto funcionamiento del mercado interior. Los Estados miembros son enteramente responsables de ello y deben respetar sobre todo dos condiciones esenciales en la transposición de directivas: por una parte, la transposición debe ser correcta y, por otra, debe llevarse a cabo en los plazos prescritos por las propias directivas. 13 ACTO Recomendación de la Comisión, de 12 de julio de 2004, relativa a la transposición al Derecho nacional de las Directivas que afectan al mercado interior (Texto pertinente a efectos del EEE) [Diario Oficial L 98 de 16.4.2005]. SÍNTESIS A causa de la falta de rigor en la transposición de las Directivas relativas al mercado interior por parte de los Estados miembros, la Comisión les recomienda que adopten mejores prácticas para una transposición correcta y dentro de los plazos establecidos. Por su naturaleza, las directivas son medidas que obligan a los Estados miembros a alcanzar un resultado. Los Estados miembros pueden elegir para ello la forma y los medios que prefieran. Para ello, los Estados miembros disponen de un plazo para transponer las directivas. La transposición, correcta y dentro de los plazos establecidos, de las Directivas relativas al mercado interior es fundamental sobre todo para el buen funcionamiento del mercado interior. En una Unión de veinticinco Estados miembros, la transposición tardía o incorrecta puede provocar la fragmentación del mercado interior y una menor competitividad de la economía europea en relación con las perspectivas de crecimiento y cohesión social. Además, conviene informar a los ciudadanos y las empresas sobre la situación de la transposición de las directivas y sobre los derechos que les asisten en ese caso. La transposición de las directivas es competencia exclusiva de los Estados miembros de conformidad con el artículo 10 del Tratado CE. No obstante, existen procedimientos que permiten estimular a los Estados miembros a transponer las directivas correctamente y dentro de los plazos, y también vigilarlos y sancionarlos en caso de transposición incorrecta y tardía, mediante: el procedimiento por incumplimiento previsto en el artículo 226 del Tratado CE, que puede llevar a la Comisión a denunciar ante el Tribunal de Justicia a los Estados miembros que no hayan transpuesto las directivas correctamente o a tiempo; la publicación periódica de los resultados de los Estados miembros en materia de transposición en el Cuadro de indicadores del mercado interior. A pesar de la eficacia de estos procedimientos, los Estados miembros no siempre aplican de forma rigurosa las obligaciones de transposición de las directivas. La Comisión propone por tanto un enfoque más preventivo para poner remedio. Desde su Comunicación de 2002 sobre la mejora del control de la aplicación del Derecho comunitario [COM (2002) 725 final], la Comisión presta su ayuda a los Estados miembros. La Comisión recomienda especialmente a los Estados miembros la adopción de buenas prácticas basadas en los ejemplos de determinados Estados miembros. Ya había anunciado su intención de publicar una recomendación para describir una serie de buenas prácticas con objeto de mejorar la rapidez y la calidad de la transposición en su Comunicación sobre la Estrategia para el mercado interior - Prioridades 2003-2006 . De esta manera, los Estados miembros deberían concentrarse en sus procedimientos y en sus prácticas nacionales para garantizar que respetan sistemáticamente esa obligación legal, principalmente a través de las siguientes medidas: remediando las causas últimas de transposición incorrecta o tardía; escogiendo los procedimientos y las prácticas más apropiados y más eficaces que respeten sus especificidades nacionales propias; 14 elaborando cuadros sobre la correspondencia entre las directivas y la legislación de transposición; no añadiendo a esas medidas nacionales de ejecución condiciones y requisitos que no sean necesarios y que puedan poner en peligro los objetivos de la directiva. El anexo de la Recomendación aporta indicaciones sobre las buenas prácticas cuya observancia podría ser interesante, a saber: considerar la transposición correcta y dentro de los plazos una prioridad política y operativa permanente; garantizar, permanentemente, un seguimiento y una coordinación de la transposición de las Directivas relativas al mercado interior en el ámbito administrativo y político; procurar que la preparación de la transposición tenga lugar cuanto antes y su objeto sea que la transposición se efectúe correctamente y dentro de los plazos; trabajar en estrecha colaboración con los parlamentos nacionales y regionales que tengan competencias propias y que intervengan en la transposición de las Directivas relativas al mercado interior a fin de garantizar una transposición correcta y dentro de los plazos; actuar rápidamente, de forma visible y eficaz para transponer las directivas pendientes. Además, en el marco del procedimiento de transposición, los Estados miembros deberían adjuntar a las medidas nacionales de ejecución, tanto en el momento de su transmisión en la fase de proyecto a los parlamentos nacionales como en el de su notificación a la Comisión: una declaración de conformidad con el Derecho comunitario; información sobre los elementos de la directiva que se han transpuesto efectivamente. En la hipótesis de la integración de la transposición de una directiva en un procedimiento legislativo de alcance más amplio, los Estados miembros deberían cerciorarse de que dicho procedimiento no retrasará la aplicación de la directiva. Por último, las informaciones relativas a la transposición deberían ser objeto de una publicación destinada a los ciudadanos y las empresas. Un sitio Internet puesto en marcha por cada gobierno a escala nacional podría servir como soporte ideal. Esas informaciones deberían precisar: el plazo de transposición que permita saber si la transposición tiene lugar dentro de los plazos o si se retrasa; el contenido de la transposición de la directiva especificando si la ésta se transpone íntegra o parcialmente; los derechos de los ciudadanos y las empresas en función de la naturaleza de la transposición realizada. V. Estrategia para el mercado interior - Prioridades 2003 – 2006 El objetivo de la estrategia es reforzar el mercado interior y para obtener el máximo beneficio de un mercado ampliado a 25 Estados miembros. Para ello la estrategia establece una lista de prioridades y un calendario de trabajo para el período 2003 - 2006. 15 ACTO Estrategia para el mercado interior - Prioridades 2003-2006 [COM (2003) 238 final - no publicada en el Diario Oficial]. SÍNTESIS Contexto. La estrategia para el mercado interior es uno de los principales instrumentos de coordinación de las políticas económicas en la Unión Europea (UE), de la misma forma que las orientaciones generales de las políticas económicas (OGPE) y las directrices para el empleo . Esta estrategia constituirá también una aportación importante a los trabajos del nuevo Consejo «Competitividad». Es una respuesta también a la solicitud del Parlamento Europeo de una nueva iniciativa destinada a acelerar la realización de las principales reformas. La nueva estrategia para el mercado interior deberá también aportar un nuevo impulso a la realización del objetivo ambicioso del proceso de Lisboa en el horizonte de 2010. Además, a un año de la ampliación, el mercado interior ha de reforzarse para evitar el riesgo de una fragmentación y para sacar el máximo provecho de las oportunidades que este mercado ampliado ofrece a los Estados miembros. Por último, la estrategia tiene que ayudar a proseguir las reformas estructurales destinadas a aumentar la capacidad de crecimiento de las economías europeas. La estrategia tiene por objeto reforzar las bases y aspectos fundamentales del mercado interior: es necesario eliminar los obstáculos a los intercambios de bienes y servicios, y asegurar la correcta aplicación la legislación europea. La estrategia define por tanto una lista de prioridades y un calendario de realización. Tiene que considerarse como un programa de trabajo común a cuya realización deben consagrar todas sus fuerzas el Consejo, el Parlamento y los Estados miembros. PRIORIDADES Facilitar la libre circulación de mercancías. Algunos obstáculos técnicos siguen impidiendo la libre circulación de mercancías entre los Estados miembros, y los intercambios transfronterizos siguen siendo aún más costosos y más complejos que los intercambios no transfronterizos. La libre circulación de bienes (y servicios) se basa principalmente en la confianza en los controles de otros Estados miembros. Conviene, por lo tanto, adoptar medidas que aumenten esta confianza en el funcionamiento del marco jurídico de la libre circulación. La Comisión propone adoptar un nuevo Reglamento comunitario que enuncie los principios fundamentales del reconocimiento mutuo , en particular la notificación obligatoria de las denegaciones de reconocimiento. La Comisión va a proceder en primer lugar a una amplia consulta de todas las partes interesadas. Por lo que se refiere al nuevo enfoque en el ámbito de la armonización técnica , la Comisión expuso las mejoras que contempla en una reciente Comunicación sobre el nuevo enfoque . La elaboración de las normas europeas podría acelerarse a través de una mejor cooperación entre los organismos europeos de normalización. La Comisión va a firmar contratos de asociación y rendimiento en 2003 con estos organismos. Por lo que se refiere a un desarrollo económico sostenible, la Comisión tiene previsto adoptar medidas, en particular, la aprobación de una comunicación y de una directiva marco que garanticen que las exigencias medioambientales no suponen un obstáculo a la libre circulación. Por lo que se refiere a la seguridad de los productos, la Comisión informará sobre la aplicación de la nueva Directiva reforzada en 2006. Integrar los mercados de servicios. En cuanto a servicios, existen aún diferencias importantes entre las legislaciones detalladas de los Estados miembros, lo que supone un obstáculo a la libre circulación de servicios. Estos obstáculos afectan a todas las etapas del proceso comercial, desde el establecimiento de la empresa hasta los servicios de postventa, lo que desalienta a las empresas, y, en particular, a las pequeñas y medianas empresas (PYME), de ejercer actividades en otro Estado miembro. 16 El Consejo y el Parlamento deberán adoptar la propuesta de Reglamento sobre la promoción de las ventas y de Directiva sobre el reconocimiento de las cualificaciones profesionales . En 2003, la Comisión va también a proponer una Directiva sobre los servicios en el mercado interior, que definirá un marco jurídico claro y equilibrado. Está previsto también, a reserva los resultados de un estudio de viabilidad, proponer la extensión del mecanismo de información en el ámbito de los proyectos nacionales de reglamentaciones técnicas (para extender su aplicación más allá de la sociedad de la información). Las restantes medidas del plan de acción para los servicios financieros (PASF), y en particular la Directiva sobre los folletos , los servicios de inversión , la transparencia, el crédito al consumidor y los servicios financieros a particulares, habrán también de adoptarse. También están previstos para 2003 una comunicación sobre la compensación, Reglamentos sobre el espacio europeo de pagos y a las transacciones transfronterizas de acciones. A principios de 2004 la Comisión propondrá una nueva Directiva sobre adecuación de los fondos propios. Creación de industrias de redes de gran calidad. Los mercados de las industrias de redes han registrado una apertura significativa en los diez últimos años, gracias al progreso técnico y a la legislación comunitaria. Las industrias de redes están sujetas a obligaciones específicas de prestar servicios a toda la población. La Comisión va a publicar próximamente un libro verde para abrir un amplio debate sobre los problemas que han de solucionarse en este ámbito. Serán necesarias inversiones ingentes para mejorar la calidad de las infraestructuras en Europa, en particular, en los países adherentes. Para estas inversiones sería útil una asociación más estrecha entre los sectores públicos y privados, aunque quedan por solucionar algunas cuestiones. En lo que se refiere al sector de los transportes , el Parlamento y el Consejo deberían adoptar rápidamente el «segundo paquete ferroviario», la propuesta relativa a la competencia regulada en el ámbito de los transportes públicos, el paquete sobre el cielo único europeo y el acceso a los servicios portuarios. La Comisión debería negociar un acuerdo de cielo abierto con los Estados Unidos. La Comisión tiene previsto proponer la apertura del mercado del transporte de pasajeros. El Consejo debería adoptar y aplicar rápidamente el «paquete de la energía» que contempla la liberalización completa de los mercados del gas y de la energía hasta 2007. Además, la Comisión va a analizar la situación en el sector del agua y de las aguas residuales. La directiva relativa a la apertura a la competencia de secciones substanciales del mercado de los servicios postales deberá aplicarse en su totalidad. Reducir la incidencia de las barreras fiscales. La existencia de veinticinco sistemas diferentes de imposición para las empresas plantea un problema para el buen funcionamiento del mercado interior. Problemas como el del sistema actual de IVA , las transferencias entre dos empresas de un mismo grupo, las diferencias en los sistemas de imposición entre Estados miembros (por ejemplo, el impuesto sobre los dividendos) y otros desalientan el establecimiento de compromisos transfronterizos en el mercado interior. Para reducir los obstáculos fiscales, la Comisión propone revisar la Directiva relativa a las sociedades matrices y a sus filiales, así como la Directiva sobre las fusiones . A largo plazo, la Comisión se propone instaurar una base consolidada común para el impuesto de sociedades en la UE. Por lo que se refiere al IVA, la Comisión presentará en una comunicación medidas encaminadas a modernizar y simplificar el sistema actual. Por lo que respecta a la tributación de los vehículos automóviles, recomienda el abandono progresivo del impuesto de matriculación. En lo tocante a los dividendos, la Comisión va a adoptar medidas para garantizar un tratamiento no discriminatorio. Aumentar las oportunidades de la contratación pública. La participación transfronteriza en los procedimientos de adjudicación sigue siendo limitada. Esta falta de competitividad en el ámbito de los contratos públicos conduce a una pérdida de oportunidades comerciales y, sobre todo, a una utilización poco eficaz del dinero del contribuyente. Los distintos Reglamentos nacionales deberían por tanto simplificarse y armonizarse por lo que se refiere a los procedimientos aplicables a los concursos. Deberían fomentarse las asociaciones sector público / sector privado. 17 El Consejo y el Parlamento deberían adoptar el paquete legislativo en los contratos públicos. La transposición de estos actos en legislación nacional podría representar una oportunidad para los Estados miembros de racionalizar y simplificar su legislación y los procedimientos aplicables. La Comisión va a proponer que los Estados miembros confieran a una autoridad de control nacional existente (o a otro organismo nacional) poder para presentar una instancia de recurso o para recurrir a un tribunal con vistas a obtener la aplicación de vías de recurso eficaces. La red de contratos públicos recientemente creada debería extenderse a todos los Estados miembros y al Espacio Económico Europeo (EEE). Los Estados miembros deberán garantizar que todos sus sistemas operacionales de adjudicación de contratos públicos en línea se ajusten a las disposiciones del paquete legislativo a partir de su entrada en vigor. En el ámbito de los contratos públicos de la defensa, la Comisión presentará una comunicación interpretativa de las últimas sentencias del Tribunal de Justicia sobre este tema, así como un Libro Verde sobre los contratos públicos de defensa europea en 2004. Mejorar el marco operativo de las empresas. Las medidas estratégicas que deben adoptarse para fomentar el espíritu empresarial y la innovación son competencia directa de los Estados miembros. La Comisión organiza un intercambio de experiencias y mejores prácticas en el ámbito a través de su programa BEST. Con todo, las políticas del mercado interior tienen también por objeto dinamizar directamente el espíritu empresarial y la innovación en el marco de una economía cada vez más basada en el conocimiento. El Consejo debería adoptar rápidamente la versión final del Reglamento por el que se crea la patente comunitaria . Del mismo modo, la Directiva destinada a reforzar el ejercicio de los derechos de propiedad intelectual y la Directiva sobre patentabilidad de las invenciones que implican programas de ordenador deberían adoptarse rápidamente. Las ayudas estatales deberían reducirse. La Comisión va a adoptar un plan de acción sobre derecho de sociedades y gobernanza de las empresas en la UE. En sus medidas a corto plazo, este plan tiene como objetivo el derecho de las sociedades a las fusiones transfronterizas y a la transferencia transfronteriza de sede. La Directiva relativa a las ofertas públicas de compra (OPA) debería adoptarse rápidamente. Hacer frente al reto demográfico. El envejecimiento de la población implica un reto a los sistemas de pensión, al crecimiento económico, a la hacienda pública y a los sistemas de sanidad. Algunas medidas a nivel comunitario pueden tener un efecto útil por lo que se refiere a las pensiones profesionales, en particular, para establecer un marco cautelar que permita a los fondos de pensiones operar eficazmente en el mercado interior. La Directiva sobre fondos de pensiones debería ser aplicada, tal como está previsto, por los Estados miembros. Previa consulta a los interlocutores sociales, la Comisión presentará eventualmente una propuesta de Directiva sobre transferibilidad de las pensiones profesionales. Además, la Comisión va a seguir combatiendo la discriminación fiscal de los fondos de pensiones establecidos en otros Estados miembros. Por lo que se refiere a los servicios sanitarios, sobre los que tiene una incidencia la libre circulación de personas en el mercado interior, la Comisión lanzará un proceso de consulta para definir una visión común con los Estados miembros. Simplificar el marco reglamentario. La mejora y simplificación del marco reglamentario son esenciales para la competitividad y en el contexto de la transposición de la legislación europea en el derecho de los Estados miembros. La Comisión va a poner en marcha una extensa reflexión y realizar amplias consultas sobre la arquitectura legislativa del mercado interior, y presentará sus conclusiones en 2004. La idea de una «prueba de compatibilidad» con el mercado interior se desarrollará conjuntamente con el Parlamento y el Consejo, para orientar a las instancias legislativas de los Estados miembros por lo que respecta al objetivo de reducir, a largo plazo, los riesgos de fragmentación del mercado interior. La Comisión invita al Consejo a instituir un Grupo de Trabajo horizontal sobre « mejora de la normativa» que pueda servir de interlocutor de la Comisión. Se elaborarán algunos indicadores en cooperación con los Estados miembros para medir el progreso, en particular, en la reducción de las cargas administrativas. 18 Aplicar la normativa. Los Estados miembros deberán desempeñar un papel activo en la gestión diaria del mercado interior para garantizar una aplicación eficaz de las medidas adoptadas. Para solucionar un problema la única posibilidad es presentar una denuncia a la Comisión, que podrá conducir a un procedimiento de infracción contra un Estado miembro o a de la continuación de los procedimientos a escala nacional. Ambas posibilidades implican procedimientos lentos y a veces costosos. La Comisión desarrolló la iniciativa SOLVIT, destinada a mejorar la aplicación correcta de las normas del mercado interior. Los Estados miembros deberían definir objetivos de transposición más ambiciosos para mantener la presión política en materia de transposición de las directivas. La Comisión presentará una recomendación sobre las mejores prácticas e intensificará el diálogo preventivo con los Estados miembros. Podría también resultar útil obligar a los Estados miembros a notificar a la Comisión las medidas por vía electrónica y a transmitir a la Comisión cuadros de concordancia. Podrá establecerse un período de transposición normal (dos años), y podrían desarrollarse cláusulas tipo sobre sanciones y cláusulas tipo para reforzar la cooperación administrativa. Además, la Comisión invita a los Estados miembros a reducir sus infracciones, hasta llegar a la mitad de aquí a 2006. La Comisión publicará en el sitio Internet EUROPA una sección especial que informará a los ciudadanos y empresas sobre la defensa de sus derechos al amparo de la legislación comunitaria. Para una mejor protección de los consumidores , la Comisión propondrá un Reglamento que instaurará una red de autoridades públicas encargadas de aplicar la normativa. Mejora de la política de información. Los ciudadanos y las empresas tienen que conocer sus derechos y posibilidades en el mercado interior para que puedan sacar de él provecho pleno. La política de información es por tanto necesaria para hacer avanzar el mercado interior. Los Estados miembros deberían elaborar planes nacionales para sensibilizar a sus ciudadanos y a sus empresas frente a las posibilidades ofrecidas por el mercado interior. Tiene que prestarse especial atención a los nuevos países miembros, y habrá que ampliar progresivamente los instrumentos de información existentes. Se crearán algunos nuevos portales Internet. La red de Euroventanillas se ampliará para que exista al menos un Centro europeo de los consumidores en cada uno de los Estados miembros. SACAR EL MEJOR PARTIDO DE UN MERCADO INTERIOR AMPLIADO La integración del acervo comunitario y la aplicación de la legislación comunitaria en los nuevos países miembros son tareas de una amplitud considerable. Durante un cierto período posterior a la adhesión serán inevitables algunos problemas, pero habrán de solucionarse en una fase temprana para evitar la aplicación de la cláusula de salvaguardia. Esta cláusula, que debería proteger el buen funcionamiento del mercado interior, puede invocarla la Comisión hasta el 1 de mayo de 2007. Los países adherentes pueden ya notificar sus medidas de aplicación a la Comisión antes de la adhesión, lo que facilita el proceso de notificación y el control de la conformidad con el Derecho comunitario. La Comisión pide a los países adherentes que terminen rápidamente el examen de su legislación y deroguen cualquier legislación discriminatoria. Las autoridades competentes y los funcionarios encargados de la aplicación de la legislación habrán de recibir toda la información sobre las implicaciones de la ampliación. La Comisión fomenta períodos de prácticas de corta duración para funcionarios de los países adherentes. CONTEXTO INTERNACIONAL DEL MERCADO INTERIOR Después de la ampliación, el nuevo reto para la UE será establecer relaciones más estrechas con los nuevos vecinos: Rusia, Ucrania, Moldavia, Bielorrusia y los países del sur del Mediterráneo. Bajo la condición de una alineación progresiva de las normativas podría ofrecerse un acceso mejorado a los mercados europeos. En una economía altamente 19 mundializada, una normativa adoptada en un tercer país puede tener repercusiones en la UE. Parece necesario, en el futuro, un enfoque más sistemático en el diálogo de los legisladores europeos con sus homólogos en los principales países socios. Para aplicar el concepto de «nuevos vecinos» podrían celebrarse nuevos acuerdos con estos países que completen los acuerdos de asociación y cooperación o los acuerdos de asociación ya celebrados. La Comisión seguirá promoviendo y defendiendo el enfoque comunitario en materia de normativa ante los organismos internacionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC) o la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). La Comisión reforzará también el diálogo con los Estados-Unidos en los mercados financieros. Además, la Comisión pretenderá mejorar los controles en las fronteras exteriores por medio de un enfoque común de gestión de los riesgos. ACOMPAÑAMIENTO Esta estrategia se seguirá a tres niveles: La primera tarea consiste en comprobar si las medidas propuestas se adoptaron en los plazos previstos. En segundo lugar, es necesario velar por la aplicación correcta de las medidas adoptadas. Por último, es necesario medir la incidencia de estas medidas, es decir, sus efectos en los mercados, las empresas y los demás protagonistas económicos. La Comisión ya dispone de algunos indicadores para evaluar la eficacia de las políticas en determinados sectores específicos. Se elaborará un informe de aplicación de la estrategia para el mercado interior que se añadirá al informe sobre el funcionamiento de los mercados de productos y capitales (informe «Cardiff»), al informe sobre la competitividad y a los distintos cuadros de visualización de la Comisión. El anexo de la presente Comunicación contiene cuadros con las medidas previstas en el marco de esta estrategia, así como un calendario provisional. ACTOS CONEXOS Comunicación de la Comisión - Informe sobre la aplicación de la Estrategia para el mercado interior (2003-2006) [COM (2004) 22 final - no publicada en el Diario Oficial] En enero de 2004, la Comisión presentó su primer informe sobre la aplicación de la estrategia para el mercado interior 2003-2006. En general, la Comisión constata que los resultados de los primeros ocho meses desde la adopción de la estrategia son limitados. Más de la mitad de las acciones que debían realizarse para el final de 2003 se han adoptado en el plazo previsto. Por el contrario, un buen número de las que se retrasaron se refieren a expedientes legislativos importantes, o incluso cruciales para la competitividad futura de Europa. La Comisión ha propuesto, por consiguiente, una acción urgente en el curso del año 2004 sobre dos temas: por una parte, los grandes expedientes legislativos, como la patente comunitaria, la aplicación de los derechos de propiedad intelectual, el reconocimiento de las cualificaciones profesionales o el plan de acción sobre los servicios financieros; por otra, el desarrollo y la aplicación del concepto de «mejor gobernanza», que implica, en particular, que los Estados miembros trabajen en asociación y realicen las tareas necesarias que les incumben (transposición mejor y más rápida del derecho europeo, refuerzo de la cooperación entre Administraciones nacionales…) Según la Comisión, el éxito en esta empresa permitirá dar nuevo impulso a la «Estrategia de Lisboa» y reforzar las cimientos del mercado interior (más comercio intraeuropeo, más competencia, mejor productividad…). 20