Confiada en tu palabra echaré las redes Nuestra Consagración tiene por sí misma identidad vocacional Quién ha sido llamado, tiene que llamar. En la medida en que la religiosa de la Cruz contempla al Crucificado, brota el impulso de extender el mensaje de salvación que viene de la Cruz a toda la humanidad. De ahí que tenemos el deber de ser TESTIMONIO CREIBLE de Vida Consagrada. Pidámosle al Señor tener una VIDA CONSAGRADA que HABLE DE ÉL a todos los que nos rodean…