3. 7 Análisis de “La Estrategia Del Caracol” La película narra los acontecimientos de una pequeña comunidad de vecinos de clase media baja, habitantes de la casa Uribe, en la ciudad de Bogotá que, al verse amenazados por un inminente desalojo de la vivienda, tras ser reclama por un descendiente de los antiguos propietarios de la casa, entonces desarrollan una especial estrategia de desalojo del inmueble. Los inquilinos intentan mantenerse en la casa recurriendo a los medios legales basada en aquello de que una de la vecinas ha vivido más de 50 años allí, pero esto no progresa por que la ley es fácilmente manipulable en manos de los poderosos, entonces recurren a alegar la situación de otro de los vecinos que se encuentra en estado vegetativo para tener más tiempo para desalojar la vivienda. Deciden que si no se les hace justicia entonces deciden luchar juntos para mantener o buscar un espacio digno y habitable, sobre todo que nos les arrebaten su dignidad. Para ello llevan a la práctica la idea de un vecino, don Jacinto, antiguo anarquista español, que propone la estrategia del caracol: si la casa no va a ser para ellos no será para nadie, por lo que empiezan a desmantelarla y llevársela a escondidas hasta un lugar en las afueras adquirido de forma colectiva. “hasta los más enviciados empezaron a meter amor a la estrategia” cuenta el narrador, convirtiéndose está en una actividad que trasforma a todos quienes participan en ella. El factor desencadenante en esta situación, fue el miedo a la perdida y al ataque, que pasaría con sus vidas si los desalojaban. Obviamente estaban a punto de perder su lugar de pertenencia y esto sin duda los llevo a sentirse unidos. Uno de los puntos importantes de esta historia es la religión, cuando la imagen aparece en la pared de unas de la vecinas, de cierto modo les da a los inquilinos una señal de que deben continuar con el revolucionario plan. La tolerancia que tienen los vecinos con respecto a Gabriel(a) ya que era transexual y su trato no era de rechazo hacia él. Solidaridad que se trasmite entre los vecinos al mantener el proyecto en secreto. Actividad colectiva para llegar a un fin común, un motivo que los mueve y los impulsa. En la película surgen algunas frases significativas: “La justicia de la injusticia”: Esta frase hace referencia a la aparente justicia que se, pero teniendo en cuenta que todo es una farsa porque siempre se ha vivido una injusticia en cuanto a la desigualdad social y otros aspectos importantes de la sociedad. La justicia es una cualidad posible pero a su vez no necesaria de un orden social que regula las relaciones mutuas entre los hombres, es una virtud humana puesto que un hombre es justo si su conducta se regula a las normas de un orden social supuestamente justo. “Por una vez tenga fe en las personas y no en las leyes”: es importante tener encueta que muchas veces las leyes no son cumplidas a cabalidad, lo que hace o permite tener confianza en sí mismo y en otros para llevar a cabo una acción popular; teniendo en cuenta que las leyes se hicieron para regular la sociedad y poner orden en ella, mas no para hacer justicia. “Soldado avisado no muere en guerra”: dicho popular muy usado para hacer referencia al estar preparado o prevenido para algo que posiblemente sucederá. Fue muy utilizado en la segunda aguerra mundial, por los soldados americanos, de tal manera que se preparaban para que el enemigo no los tomara por sorpresa. “Pruebas falsas y testigos chimbos”: muestra la falsedad que se vive y se aplica el campo del derecho mostrando pruebas y testigos ficticios que hacen posible conseguir un beneficio particular o grupal. En las sociedades esta es una problemática muy común, que se imparte debido a los intereses de personajes pudientes, que pagan a testigos o pruebas falsas para librarse de la justicia. “Los planes y las ideas se defienden con la vida”: es importante y fundamental hacer valer nuestras ideologías, innovaciones, pensamientos, porque son estos fuentes de transformación importantes para nuestra vida y lo que nos idéntica ante los demás. “Es larga y difícil la limpieza del alma”: Limpiar el alma no es limpiar cualquier objeto, esto va mas allá hasta llegar a la paz con Dios, con la sociedad, con los hombres y con uno mismo. Esto no es tarea corta porque la armonía con el mundo exige un cambio integral, y un arrepentimiento sincero de lo malo que se ha hecho. Acción colectiva Las motivaciones para la acción Las motivaciones para la acción son un elemento importante que se debe recuperar en el análisis de las acciones colectivas. Aparecen como un aspecto constante y como el inicio de los procesos de constitución de los actores sociales. Las motivaciones centrales están representadas por las necesidades que los individuos tienen. Para que se produzca una acción colectiva es necesario, en primer lugar, que existan necesidades provocadas por la escasez de recursos, que éstas sean representadas colectivamente como problemas a los que hay que darles un solución, es decir, que signifiquen un problema; sólo así podrán convertirse en demandas que necesariamente se dirigirán hacia otro. Una vez que una necesidad se convierte en demanda, la decisión de realizar acciones para satisfacerla estará determinada por un conjunto de aspectos que hay que tener en cuenta, tales como las motivaciones de los actores, las experiencias anteriores del grupo (heredadas o compartidas) que son actualizadas y movilizadas el repertorio de acciones43, el conocimiento y la información que se tenga sobre el adversario, una evaluación probablemente en términos de costo-beneficio en la que intervienen las experiencias anteriores y las creencias que el o los líderes puedan movilizar para hacer creíbles sus propuestas. Las acciones sociales por demandas urbanas no son acciones "espontáneas"; siempre están presentes, por un lado, un cierto grado de intencionalidad o planificación y, por el otro, alguna organización, aunque no sea formal, que permite realizar las acciones. Dentro de cada espacio existen redes formales (organización) que convocan y redes informales (conocimiento y relaciones entre vecinos) que facilitan las acciones. Estas redes sociales son formas de interacción (intercambio y reciprocidad) que están orientadas a satisfacer ciertas necesidades de los grupos. Se puede decir que el interés primordial -en relación con la vida de la colonia- es cambiar aquellos elementos que obstaculizan o impiden el mejoramiento de la calidad de vida propia y de la comunidad en la cual están incluidos. En este sentido, como habitantes de la ciudad, su primera actividad está vinculada a los problemas que resultan, en primer lugar, de la regularización de la situación de la vivienda y, en segundo lugar, de las condiciones de vida. El sentimiento de injusticia en términos de la distribución de los recursos es un fuerte motivador para la acción, no sólo de quienes padecen la carencia sino también de aquellos que deciden actuar aunque no les falte el bien demandado. El pasaje de una acción individual a una colectiva está depositado -en parte- en la percepción de un miembro de una colectividad de que es más beneficioso para él aliarse o unirse con otros para obtener la satisfacción de una necesidad. Desde la experiencia de los propios actores sociales -en nuestro caso, las organizaciones urbanas investigadas- los motivos por los cuales las personas deciden integrarse a una organización es la satisfacción de una necesidad, particularmente, para aquellos que no han tenido experiencias anteriores de participación colectiva. En cambio, para los que han vivido otras experiencias, la organización es percibida como una opción para la lucha social y política, como una forma de acceder a un cambio en la sociedad. El conjunto de necesidades y la relación con la organización provocan transformaciones en las personas en términos de sus perspectivas de análisis: desde un punto de vista que considera el problema en forma individual a un plano colectivo de análisis. La gente busca resolver sus necesidades inmediatas de servicios; se acerca a la organización y ahí se les hace ver que no es un problema individual sino colectivo y que la única forma de solucionarlo es actuando colectivamente. Se puede definir una necesidad según valores o juicios de valor de un analista u observador, o bien según la información empírica proporcionada por los actores o por instituciones específicas. Entre los grupos afectados, la necesidad se convierte en carencia (necesidad social) únicamente cuando se compara con otras realidades y la propia es percibida como injusta despojándola de su carácter de natural e inmutable. La necesidad pasa a ser asumida como un derecho conculcado, como una carencia social, en el sentido de que es la propia sociedad quien se la debe a los necesitados y, en consecuencia, debe resolverla a través del Estado. La necesidad, como podemos constatar puede convertirse en fuente de derechos. Desde esta perspectiva, las necesidades son definidas comparativamente: hay personas en iguales condiciones de vida que están recibiendo algo que otras no reciben. Alguien -el Estado y sus instituciones- debe proveerlas; la necesidad se convierte en demanda ante las autoridades. Sin embargo, la necesidad expresada o demanda es una necesidad sentida convertida en acción. Uno no demanda un servicio a menos que sienta una necesidad, pero es común que no se exprese la necesidad sentida por medio de la demanda.49Según Zemelman y Valencia, las necesidades articulan lo objetivo, expresado en carencias y escasez de un recurso, y lo subjetivo (percepción de las necesidades y de las posibles soluciones); constituyen el "campo" de la supervivencia y la reproducción social. Junto con los conceptos de utopía y experiencia, las necesidades son -para estos autores- un plano del análisis del problema de la constitución de las subjetividades sociales. Desde nuestra perspectiva, plantear la realidad subjetiva u objetiva de una necesidad no contribuye a la resolución de este problema teórico; hablar de la materialidad (realidad) que lo subjetivo tiene, es una discusión ya saldada. Más bien la discusión debe plantearse alrededor de cómo se priorizan, dentro del conjunto de necesidades que una población tiene, una u otra en un momento determinado, qué factores intervienen en esta evaluación y cómo se decide que una necesidad (percibida, sentida y comunicada colectivamente) puede transformarse en demanda hacia alguna instancia encargada de la gestión y administración del recurso faltante. Esto implica que hay una redefinición colectiva de las necesidades que permite distinguir una de otra; en este proceso intervienen un conjunto de factores, entre otros, la evaluación de qué es posible obtener y en qué cantidades (y en este sentido, cuántos serán los beneficiados), qué acciones será conveniente ejercer para obtener lo demandado, etcétera. Además del tema de las necesidades, existe un segundo aspecto que lleva a un individuo a incluirse en un grupo; está relacionado con las valoraciones que cada participante le atribuye al mismo: éste le sirve al individuo como resguardo o soporte frente a una amenaza exterior representada en "otros" o en una situación. Un "beneficio" no implica necesariamente una gratificación material; existen también beneficios afectivos derivados del hecho mismo de pertenecer a un grupo y, en muchos casos, esto impulsa más a pertenecer y participar en el mismo que los beneficios materiales que se puedan obtener. En el ámbito colectivo, una necesidad se convierte en un problema cuando es posible imputar una causalidad y atribuir la responsabilidad del mismo a otros -por ejemplo, instancias gubernamentales-, cuando el grupo es capaz de demandar para obtener una solución y plantear posibles opciones y, en función de a demanda, se plantea una acción o un conjunto de acciones. La organización como una necesidad Un elemento que puede resultar una motivación para la acción es el conocimiento y/o la participación en experiencias organizativas anteriores. Los participantes en organizaciones sociales, en particular los que tienen alguna responsabilidad dentro del grupo, poseen un conocimiento y algún tipo de experiencia anterior que les posibilita actuar con referentes que funcionan como una memoria que se activa en los momentos en que deben actuar. Estas experiencias anteriores les otorgan una sensibilidad particular por los problemas sociales y políticos tanto en el ámbito local como en el general. Asimismo, desarrollan sentimientos de solidaridad no solamente con personas o situaciones cercanas a sus propias vidas cotidianas sino también con otros, particularmente, los que se encuentran en algún tipo de conflicto social. En este sentido, el proceso por el cual se comienza a participar es, esencialmente, un proceso de aprendizaje que se va constituyendo a partir de una organización y de ciertas experiencias socializadoras (colectivas de aprendizaje) como por ejemplo, las invasiones de predios, la defensa de un espacio para las escuelas, etcétera. Las organizaciones urbanas -por sus objetivos, sus intereses y por ser las representantes reconocidas de grupos de colonos- se plantean formas de acción que se expresan en un proceso de negociación-enfrentamiento que, en la mayoría de los casos, depende de las vinculaciones que -individualmente o como organización- tengan con las instancias de gobierno y/o con sus funcionarios. Las relaciones con la autoridad están muchas veces definidas en función de acuerdos partidarios o de relaciones personales (compadrazgos). En los casos en que los líderes de las organizaciones son opositores, las autoridades desarrollan estrategias múltiples que van desde instituir políticas desarticuladoras hasta involucrarlos en relaciones de "amistad" que aparentemente disolverían o pospondrían el conflicto. Las organizaciones son espacios utilizados para reunirse, para hacer experiencias sociales, afectivas, políticas, de participación y también culturales; no se puede afirmar categóricamente que estos grupos sociales formados alrededor de las demandas urbanas, hayan producido nuevas relaciones sociales (Evers). Sin embargo es claro que [...] con el trabajo organizativo, con la participación en las actividades cotidianas de la organización, se va logrando modificar esas conductas y se logra un cambio muy importante en la autovaloración individual y colectiva, sobre todo en el caso de las mujeres.59 Este conflicto antagonista se expresa en la estructuración del actor colectivo, es decir, en su modo de organizar la propia solidaridad. Las formas de organización y de acción son las modalidades del conflicto, que se va a expresar no en los contenidos de la acción sino en la forma y el proceso de la misma. Otros índices de esta dinámica de subversión de los códigos dominantes son la concepción de la participación como un compromiso provisional y no como un deber, el carácter sectorial y no global de la implicación en el movimiento, si bien ese compromiso conserva una dimensión de carácter general y la circulación de los actores por distintas experiencias. La estructura organizativa y sus relaciones de poder vuelven más visible el desafío al sistema de los movimientos que funcionan como espacios abiertos donde se hacen contratos continuamente renegociables. La organización del movimiento debe asegurar esta negociación, debe permitir que la acción colectiva sea el resultado de un proceso contractual y reflexivo La gente no es lo que es sino lo que elige ser.