Gramática y ortografía No hablamos de lo mismo al mencionar la gramática y la ortografía, aunque a menudo se las enseñe de manera conjunta, especialmente en la escuela. Pero si por gramática entendemos la lógica formal propia de cada lengua, la ortografía es la manera correcta de escribir las palabras y de acompañarlas con los signos de puntuación, esto es, la parte normativa de la lengua. Un buen agarre de la gramática permite manejar las reglas del lenguaje y poder expresarse con mayor soltura, belleza o complejidad. Por otro lado, la ortografía permite plasmar de manera adecuada dicho pensamiento por escrito. Sin embargo, únicamente el manejo de las dos cosas permite una expresión correcta a cabalidad, libre de errores ortográficos y de errores gramaticales. Tipos de gramática Los principales enfoques de estudio de la gramática son los siguientes: Gramática prescriptiva o normativa. Como su nombre lo indica, parte de un ideal y un sentido de lo correcto en el idioma, para sugerir a sus hablantes el modo adecuado o recomendable de formular y organizar sus oraciones. Gramática descriptiva. A diferencia de la anterior, no juzga como “correcta” o “incorrecta” la manera en que distintos hablantes hacen uso del idioma, sino que aspira a comprender cómo es el uso real de las normas del idioma dentro de una comunidad o unas comunidades determinadas. Gramática tradicional. Se trata del conjunto histórico de documentos e ideas heredadas de civilizaciones anteriores en torno a lo que la gramática es. Gramática funcional. Aspira a ser una gramática general del lenguaje natural, o sea, un conjunto de normas básicas aplicables a diferentes idiomas dotados de gramáticas distintas. Gramáticas formales. Se llaman así a las gramáticas abstractas, que pueden aplicar su lógica a lenguajes no verbales, como los lenguajes de programación informáticos. Partes de la gramática La gramática comprende cuatro ramas o partes claramente diferenciadas, que atienden a aspectos distintos del idioma. Éstas son: Fonética. La que se ocupa del ordenamiento de los sonidos que componen las palabras, así como sus cambios de realización dependiendo de su posición específica o de su contexto gramatical. Morfología. La que se ocupa del modo de construcción de las palabras, es decir, de la manera en que juntamos sus raíces o fragmentos principales, dotados de significado léxico, con otros fragmentos que modulan, cambian o determinan el significado final de lo dicho. Sintaxis. La que se ocupa de la organización interna de la oración, de acuerdo a una lógica secuencial establecida en las leyes gramaticales y en la lógica del idioma. Semántica. La que se ocupa del significado de las palabras y de su rol dentro del conjunto de dinámicas y patrones que constituyen una lengua. Parafraseo: La paráfrasis consiste en decir con palabras más sencillas y con menos palabras técnicas las ideas propias obtenidas de un texto predeterminado. Así, se facilita su comprensión, ya que se expresa la información original extraída de una forma diferente bajo el mismo código de comunicación. Oración compuesta Las oraciones compuestas son aquellas que poseen más de un sintagma verbal en su análisis sintáctico, esto es, aquellas que poseen más de un verbo conjugado en su estructura. A diferencia de las oraciones simples, de estructura lineal y sentido directo, las oraciones compuestas permiten abordar conjuntos más complejos de ideas y expresarlos en una misma proposición. Esto es posible mediante la integración de dos o más oraciones simples, es decir, de dos o más predicados. Verbo Un verbo es una clase de palabra que indica una acción, un estado o un proceso que tiene lugar en la oración. El verbo consta de un lexema, que contiene el significado verbal, y de unos morfemas, que indican la persona, el número, el tiempo, el aspecto, el modo y la voz. Desde el punto de vista sintáctico, el verbo funciona como el núcleo del predicado de la oración. Accidentes del verbo Los accidentes del verbo son las diferentes variaciones gramaticales a las que se expone en función de la persona, número, tiempo, modo, aspecto y voz. Pronombre Un pronombre es un tipo de palabra que sustituye al nombre o sustantivo en una oración. La función de los pronombres es representar a cualquier persona gramatical de la que se hable, incluidos su género (femenino, masculino o neutro) y número (singular o plural). Esto incluye personas, animales o cosas. Por ejemplo, «Carlos está enojado. Habla con él». En el ejemplo, el pronombre «él» sustituye al nombre «Carlos». De ese modo, representa a la tercera persona del singular, de género masculino. Asimismo, los pronombres también sirven para referir elementos que funcionan como antecedentes de un tema en el contexto lingüístico. Por ejemplo, «Ender es muy cordial con las personas. Eso ha marcado la diferencia en su vida». En cuanto a su etimología, la palabra pronombre proviene del latín pronōmen que significa ‘en lugar del nombre’ o ‘por el nombre’. Tipos de pronombres Los pronombres pueden ser personales; posesivos; relativos; numerales; cuantitativos; indefinidos; interrogativos y exclamativos. Veamos a continuación cada uno. monosílabos Se llama palabras monosílabas o, simplemente, monosílabos, a todas las palabras que están compuestas por una única sílaba, como su nombre lo indica: mono- (prefijo que significa “uno”) + sílaba. Por lo tanto, en la lengua española, los monosílabos deben estar conformados por una sola vocal, o por dos (y en algunos casos, tres) distintas, siempre y cuando se trate de: Dos vocales cerradas distintas: ui, iu. Una abierta y una cerrada átona (sin acento): ai, oi, ei, eu, au, ou. Una cerrada átona y una abierta: ia, io, ie, ua, ue, uo. Los monosílabos en español no llevan tilde, excepto en los casos en que existan dos monosílabos de igual morfología pero distinta categoría gramatical (o sea, dos palabras monosílabas que compartan forma). En este caso, se emplea la tilde diacrítica, esto es, se usa la tilde para distinguir una palabra de otra, como ocurre por ejemplo en el caso de “de” (preposición) y “dé” (verbo dar). Obviamente, las palabras monosílabas no pueden separarse en sílabas, pues constituyen una sola en su totalidad. ¿Qué es un adjetivo? El adjetivo es una clase de palabra que califica al sustantivo en la oración, aporta información adicional o complementa su significado. El adjetivo se coloca delante o después del sustantivo, concordando en género y número. Los adjetivos determinan a los sustantivos al especificar o resaltar sus características. Por ejemplo: La pelota amarilla. El carro viejo. También se utilizan ampliamente para realizar descripciones generales o abstractas. Por ejemplo: El color amarillo de las flores (sin especificar el tipo de flor) Fue una difícil competencia (siendo difícil un adjetivo abstracto). Desde el punto de vista semántico, el adjetivo puede expresar diversas características como cualidades (bello, alto), estados (soltero, triste, feliz), actitudes (activo, idealista), posibilidades (probable, increíble), procedencia o nacionalidad (mexicano, argentino). El adjetivo se caracteriza por tener flexión, es decir, morfemas que se combinan con su lexema, concordando en género (femenino/masculino) y número (singular/plural). Si el sustantivo no posee variación de género, se debe recurrir al artículo que lo acompaña. Por ello el adjetivo depende del sustantivo adyacente para establecer su forma, sea que varíe o no. Por ejemplo, libre/libres, infantil/infantiles, bueno/buena, isósceles.